[Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin

Capitulo 10


En la cabeza de Santana, ella,Pierce, estaba. No podía dejar de pensarla. No soportaba ya que la ignorara. Ni siquiera pelear con ella. Y sobre todo, toda la información que había conseguido de Rechel le contaminaba, porque seguía con preguntas dándome vueltas en su mente.

Y en la primera oportunidad que tuvo la acorraló a Rechel con preguntas.

-Stop, Párale, ¿Qué te pasa?

-Nada, sólo quiero saber

-Pero podías ser más sutil para preguntar ¿no?

-Con vos no se puede ser sutil, ni dar vueltas…siempre sabes más que todos y sabes muy bien como esquivar las preguntas.

-Ejem…- Se rió – Primero decime vos ¿Por qué?

-¿Por qué… qué?

-No te hagas la tonta, que no lo eres…

- ¿Por qué querés saber si entre Pierce y Yo alguna vez pasó algo?

Era más que obvio, no podía disimular más. Y Menos con Rechel… Aún así intentó mentir.

-No sé, sólo siento curiosidad por saber. Es que no las puedo entender.

-Si como no… Curiosidad…- Y riéndose se marchaba del vestuario.

-Te estás burlando de mí… Rechel – Le gritó.

-No, pero no sabes mentir cuando se trata de sentimientos… Y eso es malo para ti… por qué para ser un policía de infiltración debes saber mentir muy bien… en todas las situaciones de tu vida.

-Puta madre – Maldijo.

-Sí quieres saber si me acosté con Pierce, la respuesta es sí. Y también me acosté con Fabray – Se lo confirmó. Creo que fue como si la pateara…

-¿A la vez? – Preguntó temiendo la respuesta.

-Mierda, que sos masoquista

-¿Qué?

-Si te gusta Pierce, quédate tranquila, que a ella sólo le importo como amiga. Si hubo o no sexo entre nosotras no tiene importancia…

No pudo responderle. Se sentó en el banco mirando su locker. Ella se
volvió y se sentó a su lado.

-No tienes que admitirme nada… Ya me di cuenta.

-Cuenta… ¿De qué?

-Te pasa algo con Britt… Ahora somos dos idiotas enamoradas de dos tontas que no pueden olvidar.

No le admitió nada, ni siquiera le negó nada. ¿Para qué? Era demasiado obvio. Además quién más que ella podía entenderla.

Desde ese día tuvo que aceptar la verdad, sin querer se había enamorado de Pierce. Podía negarlo mil veces hasta ocupar su mente en mil tonterías. Pero ya no podía ocultarlo. La amaba. Le pidió a Rechel que no le dijera nada a Perce. Y Rechel prometió guardar el secreto.

Los días pasaron, y salió a la calle con Fabray para una infiltración. Más que trabajo era sólo investigación.

-Oye, ¿Puedo pedirte un consejo? – La sorprendió con su pedido mientras manejaba e iban caminó a buscar información de unos cuadros falsificados.

-Si, ¿Consejo de qué? ¿O Para qué?

-Sabes que la semana que viene es el cumpleaños de Rechel

-Cierto, no me acordaba – y sonrió – es sobre Rechel…

-Quiero regalarle algo. ¿Pero no sé qué?

-Pues, yo menos, la verdad, no puedo llegar a conocerla del todo a Rechel como para saber que podría gustarle que le regalaran…

-No mentía, no tenía ni idea de que podría regalarle –Y si le preguntas a Pierce que la conoce mejor – La aconsejó.

-No, Pierce no.

-¿Por qué no? -

-Maldición, es que Pierce… me mandara a casarme con ella…

-Jajaja

-No te rías, tú sabes lo que pasa…

-Si algo sé –Trato de no demostrar que ya sabía todo.

-Entonces, sabes que ella tiene la idea fija de querer engancharme con Rechel…

-¿Y por qué será eso? –Preguntó haciéndose la tonta.

-La puta que lo re mil pario…- Maldijo.

-Hey… ¿Qué pasa?

-No quiero admitir que Rechel me gusta – Lo dijo.

-Tienes miedo capaz.

-Siento pánico – Le confesó.

-¡Pánico de ser feliz! Creo que conozco esa sensación.

-Sabes… A veces la miró y quiero ir con ella y decirle que me mueve el piso… Pero el recuerdo de Marissa aparece y me siento morir.

-Creo que deberías decirle a Rechel lo que sientes… Creo que deberías darte una oportunidad…Si no pruebas algo ¿Cómo sabrás si te gusta o no?

-Pero no puedo olvidar a…

-No lo dejó terminar, lo interrumpió antes que la nombrará.

-¿No puedes o no quieres?

-Ehh

-Si no lo intentas, nunca la olvidarás. Mejor dicho nunca la superaras. No puedes olvidarla. Nunca se olvida totalmente un amor. Pero si creo que puedes volver a empezar, volver a amar y ser feliz. Pero que estoy diciendo si vos y Pierce sólo viven para competir por quién la recuerda más. Están obsesionadas.

-Buenooooooooo, ¡¡que ya te recibiste de psicóloga!!

-Perdón, no quise decir lo que dije…

- Pero se lo había dicho… si tan sólo siquiera se diera cuenta de que podía volver a amar… si se animara.

No siguieron la charla, justo llegaron a destino así pues que se dedicaron a hacer averiguaciones en ese museo. Y tampoco tocaron el tema cuando regresaron a la Central.

Continuaron con el caso hasta resolverlo. Hablaron de mil tonterías pero no volvieron a mencionar nada de lo comentado ese día.

Cuando faltaban dos días para el cumpleaños de Rechel, Saantana le preguntó a Pierce si le habían organizado una fiesta sorpresa o algo para su cumpleaños.

-No, no quiere fiesta. Seguro saldremos a cenar por ahí…- Y riendo – No te preocupes que estas invitada a la cena si salimos…

-No me preocupó idiota… Sólo que pensando que a este equipo siempre le gusta organizar fiestas sorpresa pensé que le organizarían una a Rechel.

-Pues te equivocaste, no pueden organizar nada… Conocen a Rechel, y a ella no le gustan ese tipo de fiestas. Prefiere que la inviten a festejar de una.

-Bueno, entonces organicemos algo y le decimos que haremos una fiesta para celebrar su cumpleaños.

-Pídele a Tina que se haga cargo de la joda… Ella es la más indicada…

-Ok, ¿y quién le dice a Rechel...?

Quedaron en que Santana hablaría conTina, que fuera ella quien se comunicara con Rechel. Todo parecía fácil.

Faltaba un día para el cumpleaños 24 deRechel. Y ella había aceptado reunirse con amigos en el bar a tomar unos tragos. No sería una fiesta, fiesta porque estaban a mitad de semana y debían trabajar al siguiente día. Por ende, unos tragos y a dormir. Pero celebrarían su aniversario de nacimiento.

Santana se encontraba tirada en su cama, leyendo un libro, era ya casi media noche. Cuando Pierce comenzó a hablarle desde el lado enemigo…

-Tengo una idea – Gritaba desde detrás del biombo.

-¿Qué decís? – Le respondió sin levantarme de su cama. Ella salió de su cuarto, y caminó al de Santana…Venía con una sonrisa de oreja a oreja. Y Lopez nunca la había visto así tan sonriente.

-Ayúdame

-¿Ayudarte? – Se sorprendió ante su pedido - ¿en qué? - le preguntó intrigada y algo desconfiada
-¿Qué tramas?

-Y si le decimos a Rechel que organicemos una cena tranquila, aquí en casa entre algunos amigos y en realidad…- La interrumpió Santana porque ya estaba todo decidido para el festejo…

-Por Dios, ¿Qué querés hacer?

-Una cita a ciegas con la idiota de Fabray.

-Bueno, sí que estás loca… No sería cita a ciegas sino una cena tramposa….

-Lo que sea, che, pero estarían juntas.

-Las querés unir a toda costa. ¿No?

-Sí, carajo, Estoy harta de ver sufrir a Rechel… y sé que la tonta de Quinn la quiere – Era la primera vez que lo llamaba a Fabray por su nombre.

-Tan segura estás de que Quinn la quiere… ¿Por qué?

-La conozco aunque no me agrade conocerla tanto…

-No puedes obligar a un corazón que amé… si no quiere…-La quiere, es una cobarde… tiene miedo…-Y por casa como andamos -Comentó y ella la miró algo asombrada por su comentario, pero la
confrontó…

-¿Me estás llamando a mi cobarde?

-Vos tampoco te animas a quer er de nuevo…

-¿Y quién te dijo que no me animo?

-Yo no te he visto saliendo con ninguna chica –Le dijo…

-Yo a vos tampoco te he visto con nadie –“ ¡Ah!, bien me la devolvió…” Y ahora que podía responderle Santana

-Será porque no estoy buscando nada por el momento, es tiempo de estar sola y preocuparme por mi carrera y vos ¿Por qué?– Le tiró de nuevo la piedra para su lado.

-Tal vez, porque no creo que la me guste se interese en mi –Dijo sentándose en mi cama.

-¡Ah! ¡Bien te gusta una!

-¿Qué te importa?... Ya me llevaste por las ramas… ¿Me vas a ayudar o no?

-No creo que funcione

-¿Cómo lo sabes? -

-Britt, mejor habla con las dos… enfréntalos, haz que se digan lo que sienten.

-Estás queriendo decir que los obligue a confesarse…

-Correcto… un careo…- Acotó Britany sonriendo.

-Mmm… Creo que no es mala idea

A Pierce le pareció buena la idea del careo entre Rechel y Quinn… Así que pasaron más de una hora planeando dónde y cuándo podrían hacer eso…. Estaba sentada a su lado en la cama de Santana, la tenía tan cerca, y no estaba nerviosa.“Eso sí que era raro” , pensaba para mis adentros.

Se reían juntas por algunos comentarios que hacían del asunto. Pierce estaba muy amigable. Realmente Santana se sentía tan bien charlando con ella, como si fueran amigas…Pero siempre lo bueno se termina. Y Pierce apenas miró su reloj se dio cuenta de la hora, ya eran las dos de la
mañana, así que Le dijo“a dormir ”, y se fue para su lado enemigo.

Santana se durmió enseguida pensando en todo esa charla, o más bien en lo cerca que la había tenido. En que le gustaba alguien, pero no quería admitirlo.

Ya en el bar, se juntó todo el Escuadrón, hasta el jefe se apareció esa noche para saludar a Rechel. Unos tragos, y temprano todo el mundo se desapareció.

La semana continuó, trabajo y más trabajo, hasta el mismo sábado se la pasaron todos ocupados en una infiltración, buscando a unos ladrones de poca monta, y cuando creían que terminarían sin un puto día de franco en la semana… Ramírez los arrestó. Y todos los afectados al caso
a casa a descansar.

Apenas llegaron Britt y Santan al departamento, ya casi amanecía, era domingo… Rechel que entró con ellas insinuó salir ese domingo:

-¿Y si nos vamos a la playa al medio día?

-Playaaaaaa, noooooo –Contestó Pierce - Sólo quiero dormir…

-No sé… estoy muy cansada…

-Invita a la tonta de Fabray que está muy blanca…-Le aconsejó Pierce riéndose mientras se tiraba en el sofá… demostrando que estaba muy cansada.

-Que chistosa que estamos, Britt…- Algo enojada Rechel se dio vuelta para irse a dormir a su propio departamento.

-Ya, no te enojes bebé – Algo cariñosa le hablaba Pierce – Mañana pasamos en día acá todas y vemos que hacer para no aburrirnos.

-No soy tu bebé – Seguía enojada –Tu cocinas entonces, nos vemos al medio día – Dijo saliendo – Bye, que descansen.

-Me voy a dormir, estoy muerta de cansancio – Dijo Santana yéndose a su cuarto.

-Santana, cuando te levantes invita a Fabray a almorzar con nosotras – Le pidió mientras ella caminaba hacía su habitación.

-Ok, esperemos que sea el momento justo mañana… Ella se levantó del sofá y se fue detrás del biombo a dormir.

hola...

ya se sabe lo que paso con quinn y britt y su miedo a enamorarse de nuevo,...
a ver que llega a hacer rachel para poder llegar a quinn y superar su miedo,..
san admitirá lo que siente por britt!!???

nos vemos!!!

Capitulo 11

Cuando Santana esa mañana se levantó se encontró con Brittany en la cocina… revisaba la heladera y la alacena…

-¿Qué haces?

-Veo que hay para cocinar… No hemos ido al supermercado en estos días…

-Y si pides algo a la rotisería de la esquina.

-No, Rechel dijo que cocine, si sabe que es comida comprada me mete en el horno…

-¿Tanto poder tiene ella sobre vos, qué haces todo lo que te pide…?

-No, no es total su poder sobre mí, pero sí tiene un poder especial y encantador…

-¿La quieres mucho? – la quería hacerla hablar…Ya que no la estaba ignorando. Y necesitaba conocerla más y más.

-No se nota…- Le contestó sonriendo.

-Jajaja – Santana Rió – Mejor llamo a Fabray para que venga a almorzar – Fue a su cuarto a buscar el celular y desde allí le gritó

–¿A qué hora la digo que venga?

-Antes de la una…- Respondió y sintió la puerta abrirse – Voy a comprar algo para comer–Y la puerta se cerró.

Eran casi la una y Pierce ya tenía la mesa preparada a medias y recalentaba la comida que había ido a comprar media hora antes… Rechel llegó.

-Hola ¿descansaron?

-Si, por suerte dormí como un tronco – Le contestó acomodando los platos en la mesa.

-¿Cocinaste o fuiste a la rotisería? – Preguntó Rechel a Britt que sacaba del horno el pollo asado con papas fritas…

-Rotisería querida… nos levantamos re tarde… ni tiempo de pasar por el supermercado tenía…

-Bueno, al menos hay para comer – Contestó. En ese instante, golpearon a la puerta. Pierce miró a Santana. Y esta corrió a ver quién era. Sonriendo abrió y Fabray apareció con dos botellas de vino, una de tinto y otra de blanco.

-Traje el vino…- Entró diciendo y al ver a Rechel detuvo su paso. Ella por su lado, cambió la cara, y de la sonrisa pasa a la seriedad total.

-Ey, Tontuelo espero que sean de buena cosecha sino te echo…

-Uy, me voy solito entonces –Y se rieron los dos.

Rechel no hablaba. Parecía mala idea lo del almuerzo. Era demasiado silencio entre todos. Había que romper el hielo. Pierce avisó que ya tenía el pollo listo que se sentaran a la mesa. Y los tres callados le hicieron caso. Ella trajo el pollo y comenzó a trozarlo ya servir a cada uno…

-Me pasas las papas Rechel –Le indicó Santana a ella con la mano extendida y Rechel tomó la fuente y se la alcanzó. Quinn descorchó la botella de vino y se paró a servir cada una de nuestras copas con la bebida. Al terminar volvió a sentarse al lado de Santana.

-¡Buen vino! – Comentó Pierce probando un sorbo de su copa –A comer que se enfría el pollito…

Fue así que durante unos minutos, cenaban sin decir una palabra, Pierce y Santana trataban de iniciar una charla sobre el clima y otras tonterías. A lo cual, Rechel y Fabray respondían por respeto y educación.

-Me pasas la sal Rechel – Dijo Quinn mirándola… el salero estaba justo de su lado y élal extendió la mano esperando que ella se lo pasara… Rechel miró el salero y sin ganas, lo tomó y se lo ofreció. Sus manos se rozaron a pasarse el objeto. Y rápidamente las alejaron como si un choque de corriente eléctrica
les hubiera dado a las dos.“Primer contacto, esto podía funcionar” pensaba Santana mirando de manera cómplice a Pierce que también estaba muy atenta a todo lo que sucedía entre ellas.Al terminar de comer y Santana se dispuso a levantar los platos…

-Te ayudo – Dijo Rechel levantando su plato.

-No, No, Deja que lo haga ella sola – Sostuvo Pierce – Vos ayúdame a servir el helado – Se levantó y caminó hacia la heladera y sacó un pote de helado.

Rechel buscó en la alacena algunas copas limpias para postre. Y con Pierce sirvieron el helado. Santana terminó de vaciar la mesa. Fabray sólo observaba.

-Listo – Anunció Rechel caminando con dos copas con helado hacia la mesa. Detrás Pierce venía con las otras dos copas. Amable pero algo sería Rechel la ofreció la copa aQuinn quien, la recibió y contestó con un simple“Gracias”.

-Y si ugamos al truco…- Rompió el silencio Pierce cuando Las cuatro ya casi terminan de comer las copas heladas.

-No me gusta el truco – Contestó Santana

-Odio jugar a las cartas – Respondió Rechel…

-¿Y a qué les gusta jugar? – Preguntó Quinn mirando primero a Santana, y luego a Rechel.
-A nada, ya no soy una nena – Disparó Rechel.

-Nadie dijo que lo fueras – Como defendiéndose le contestó Quinn

-Verdad o Consecuencia – Gritó Lopez.

-Sería medio peligroso ese jueguito – Acotó Rechel.

-¿Para quién? – Dijo Pierce levantándose de la mesa – Más tarde lavamos los platos Santana…- Y se dirigió a los sillones…

-Para algunas personas que no quieren enfrentar la verdad – Se apuró a decir Santana para provocar a Rechel

-Acaso insinúas que en esta habitación hay cobardes – Disparó Fabray , quién había sentido que esas palabras eran por élla.

-Yo no dije eso

-Pero lo insinuaste – Metió cizaña Pierce.Rechel se mantenía al margen de la charla hasta ese momento…

-Ok, Pero estoy segura que ninguno se animará a decir la verdad…- Aceptando jugar y parándose de su silla y caminado hacia Pierce para sentarse a su lado.

Quinn y Santana hicieron lo mismo… El que Rechel dijera si al juego fue como que todos aceptaran.

Y ahí estaban en listos para comenzar el juego, sentados las cuatro, Pierce frente a Santana , y Quinn frente a Rechel.Botellas de cervezas en la mesita ratona.

-¿Quién comienza? – Preguntó Lopez.

-Rechel – Anunció Pierce – Es la menor de todos.

-Ok – Respondió ella y mirándonos a Quinn y a Santana Pierce elije ¿Verdad o Consecuencia?

-Ehhh mmmm – Britt pensaba que elegir, mientras miraba a Santana, como diciendo en cualquier momento lograrían lo que planeado – Verdad.

-¿Segura?

-Sí, Rechel, Ya dispara tu pregunta.

-Bueno… a ver…- Rechel pensaba la pregunta.Quinn bebía cerveza y la miraba disimuladamente

- ¿Te casaría con una mujer policía como tú?

-¿Casarme?, sí que disparas…- Rió pero contestó rápido – La verdad, no sé, supongo que sí ¿Tú te quieres casar con un poli? Rechel evadió responder a la pregunta que le tiraba Pierce : - Tu turno,Britt.

-Bien, ahora si…- Y se sobaba las manos como diciendo ahora es mi turno… agárrense – Para ti Fabray.

-Por qué me parece que me vas a fusilar ahora – Comentó élla con la botella en la mano.

-No, no tengas miedo… no te va a doler – Le decía Pierce con carita picarona y todas reían debido al doble sentido de las palabras de Britt.

-Con lo que me dices, mejor verdad, eres capaz de cualquier locura si elijo consecuencia – Afirmó Fabray.

-¡Que miedoso que eres! Pero bueno… Espera que pienso ahora la pregunta jajaja – Riendo seguía hablando – Porque tenía pensada la consecuencia.

-¡Lo sabía! eres una hija de tu madre…

Rechel observaba, Santana se dedicó a guardar silencio, a sonreír y a mirar atentamente a Quinn yRechel.

-¿Eres así de estúpida siempre o sólo cuando una mujer te gusta? – Preguntó Pierce.

-¿Queeeé? – Gritó Quinn algo asombrada por la pregunta tonta que le acabada de tirar Pierce. Rechel miró a Pierce, quien le sonrió. Y ambas dirigieron sus miradas a Quinn para esperar la contestación de élla.

-Vamos contesta… Vamos a pensar que eres estúpida de nacimiento.

-¿Te estás burlando de mí? – Para nada, sólo hice una pregunta… Se honesto… y contesta.

-Pues soy tan estúpida como vos cuando te gusta alguna mina…

-Mirando desafiante a Pierce.

-Ya respondió Pierce… ¿Qué tan estúpida te pones vos? – Se metió Santana en el juego.

-No sabe, no contesta…- Respondió Pierce riendo -Sorry Santana no te toca preguntar…. Es el turno
De la estúpida – Señalándolo con la botella de cerveza a Fabray.

-Así es. Me toca…- y dirigió su mirada a Santana –Veamos que elijo a Lopez.

-Pues, seguiré como ustedes… elegiré como la mayoría aquí… Dispárame la pregunta Quinn…

-Veamos, Veamos…

-Que vemos tonta…. –La atacaba riendo Pierce.

-¿Saldrías con Ramírez o con Pierce a bailar?

-¡Oh Oh! Parece que esto es ataque en cadena – Dijo al tiempo que intentaba pensar su respuesta para no delatarse frente a Pierce – Pues creo que depende de quién baile mejor…

-Ya tienes cita Brittanay – Gritó Farbay riéndose en la cara de Pierce.

-Mmmm Pues no es mala idea… ya salimos las cuatro antes a bailar, podemos salir de nuevo. ¿Qué dices Rechel? – Le contestó muy sonriente Pierce a la vez que miraba a su lado a Rechel para ver su reacción.

-¿Por qué me preguntas a mí, si tu cita es con Santana?

-Eso es cieeerto Pierce… ¿No te animas a tener una cita a solas con Santana que nos invitas a nosotras? – Siguió Fabray.

Pierce frunció el seño y se levantó del sillón, con la cerveza en la mano dio dos pasos y se agachó para que su mirara se alineara con la de Fabaray y le habló…

-Para tu información no tengo ningún problema en tener un a cita con Lopez… No soy cobarde como otra que no se animan a invitar a la mujer que les usta a salir…- Dijo esto y la miró a
Sanatana y Soriendo le dirigió la palabra a ella.– ¿Si te invitó a salir a donde querrías ir Santana? “ No sabía si responderle” ,pensaba que era parte del plan para lograr enfrentar a Fabray con Rechel… Así que decidió seguirle el juego…

-Supongo que preferiría que me sorprendieras tú…- Dijo guiñándole un ojo.

-¿A dónde quieres llegar con este juego Pierce? – Habló Rechel quien en todo ese momento de la charla se había mantenidocallada…

-No sé a qué te refieres…

-Te conozco Britanay… ¿Qué tramas?

Pierce volvió a su lugar en el sillón y al sentarse miró a Rechel.

-No tramo nada… Sólo me aprovecho de la situación del juego y consigo una cita…¡Acaso está mal eso…! – Dijo mirando a Santana.

-¿O sea que ahora te gusta Lopez? – Disparó Fabray que parecía aliarse a Rechel…

-Yo no dije eso…- Respondía mirando esta vez a Quinn – Pero Santana no es fea, es más podría gustarme…

-¿Todo depende de una cita conmigo? – Intervino Santana.

-Eso es…Santana, creo que yo no te gustó, pero si te muestro mis encantos en una cita, quizás cambies de opinión. ¿Me equivoco?

-Mmmm Eso si lo debo ver –Y se rió.

-Así que sin gustarse saldrán juntas a una cita para ver si usando sus encantos logran seducirse la una a la otra…- Comentó Rechel .

-¿Por qué no? Siempre me dices que debo salir con una buena chica no con las locas con las que suelo salir…

-Gracias por el cumplido – Le dijo sonriéndole…Santana, quien ya pensaba “que el plan estaba fracasando…”

-Ya basta Britanay, ¿Cuál es el juego? – Gritó Rechel.

-Uy ¡Estás celosa Rechel ! – Saltó Quinn. Rechel se dio vuelta y miró furiosa a Fabray por lo que acababa de decirle.

-¿Qué estás diciendo imbécil?

-Digo que estás celosa porque te gusta Pierce y a ella le va mejor Santana…- La enfrento Fabray.

Pierce Le guiño el ojo a Lopez como diciéndole no se metieran… Y esta asintió con la cabeza.

-¿Y vos que sabes quién me gusta a mi?– Le gritó – Si me gustará Pierce , te puedo asegurar que ella ni estaría insinuando salir con Santana. Estaría conmigo… Estúpida.

-Bla Bla Bla… Estás muerta por ella…- Se paró a retrucarle Fabray.

-Ella no me guustaaaaaaaaa – Le gritaba haciéndole frente y mirándola a los ojos.

–Sí ¿cómo no? ¿Entonces quién te gusta?Dinos… vamos…

El plan si estaba dando sus frutos. Pierce y Lopez no sabían que sucedería, pero era claro que Fabray sentía celos y creía que Rechel estaba enamorada de Pierce… Y por celos, saltaba.

-No te importa cabróna…

-Jajá Claro que no me importa… Ya sabemosque te gusta Pierce no sé porque lo ocultas… Eres unatonta…Santana te la quitará

-Rechel ls miró, sus ojos querían estallar en llanto…Pero se resistió y lo insultó. -Vete a la mierda –Y Trató de emprender una huida… Pero Pierce la frenó.

-Ya Rechel… Aclárale a esta imbécil, que vos no estás enamorada de mí…- Y mirando a Quinn sin soltar el brazo de Rechel continuó – Dile la verdad, no ves que está ciega…

-Es una idiota que no ve más allá de sus narices, que crea lo que quiera –Y forcejeó por soltarse de Pierce. Quién la soltó y ella corrió hacia la puerta.

Fbaray la miró irse, y Pierce se le fue encima de repente…

-Eres la idiota más grande del mundo –Le gritaba en la cara intentando trompearlo mientras Fabray, intentaba esquivar las piñas que Pierce le tiraba.

Santana tuvo que meterse en el medio de ambas, separándolas con sus manos.

-Sí que están locas las dos, ¿Qué carajo les pasa a ustedes?

-Estoy harta de ti – Le decía a Quinn demasiado enojada Pierce – Deja de hacerla sufrir carajo, no puedes entender que te ama.

-No me ama, te ama a ti…- Gritó y se dejó caer en el Sillón quehabía detrás de élla.

-Basta, No es Marissa…. Rechel te ama a ti, no a mí…- Algo agitada bajo los brazos y se acercó más a élla – Ya no sé qué hacer para que te des cuenta que te ama, para que la mires, para que aceptes que ella no sólo te gusta, sino que la quieres…- Le dijo rodeándolo con uno de sus brazos al sentarse a su lado – Yo sé que es difícil volver a empezar, lo sé, yo más que nadie sabe como sufriste por Marissa. Pero debes darte una nueva o portunidad…Quinn, crees que Marissa no querría que tú y yo fuéramos felices…

-Pero…

-Pero nada tonta… Tú no eres cobarde. Ve con Rechel y dile lo que sientes… enfrenta tus miedos…

-¿Mis miedos…?

-Sí, tus miedos… tienes miedo de amarla y que no te amé… Ese es tu miedo… Crees que porque una vez amaste a una mujer y ella me amó a mí, esta vez será igual… Yo quiero aRechel, pero no estoy enamorada de ella. La quiero como a una amiga, y la quiero muchísimo te lo admito. Pero no la amo… Y ella siente lo mismo por mí. Pero por ti…

-¿Por mi qué? –Interrumpió élla.

-Por vos está loca… Por qué carajo crees que me he empecinado en hacer de celestina con ustedes dos…- Hizo una pausa para respirar hondo - Me la he pasado todo este tiempo sabiendo que las dos sienten los mismo y no tienen el valor de jugarse. Ya no sé como quitarte la venda de los ojos…

-Yooo

-Ya, por Dios, ve por ella…- No terminó de decir“ella” que Fabray estaba corriendo a la puerta y saliendo por ella…

Pierce se quedó callada. Se llevó las dos manos a su cabeza. Santana se acercó y se sentó a su lado…

-¿Crees que esta vez sí ira por ella? – Le preguntó.

-No lo sé, pero es la última vez que intento unirlas.

Santana se dio cuenta que Pierce estaba triste. Y sin pensarlo intentó hacerla reír.

-¿Y dónde piensas llevarme en nuestra cita? – Dijo y comenzó areírse.

Sonrió y sacudiendo su cara de un lado al otro le contestó:

-¿Y cuándo es la cita?

-Me fijaré en mi agenda para ver qué día tengo libre…- Rieron las dos.

-Ok, después me dices cuando estés libre…vamosa caminar por ahí ahora… necesito aire – Y se levantó, le extendió su mano invitándola a ir con ella.

Santana la tomó para pararse y seguirla. Salieron a caminar sin rumbo. Dijo que quería caminar, no hablar. Así que la acompañó sin decir palabras. A cada paso que daban Lopez la miraba de reojo. La contemplaba, Pierce iba absorta en sus pensamientos. “¿Qué pensaría?”.Se preguntaba Santana.
En la cabeza de Santana sólo recordaba la escena del momento de cuando en el juego terminaros en una cita. Sabía que era parte del plan, que no habría cita ni nada.“ Pero carajo que ganas
que fuera cierto” .Quería Lopez.

Perdió la noción del tiempo mientras caminaban. Hasta ni se dieron cuenta por donde andaban caminando. Pero cuando se detuvo y volteó a verla, Santana tuvo que bajar a la tierra, y callar
sus pensamientos.

-¿Un café y volvemos? – Observando la puerta de un café al lado de ellas.

-Ok – y Santana se dirigió a la puerta del local. Lo reconoció, estaban a 30 cuadras de su casa. Entraron, se sentaron cerca de la ventana. Pidieron los cafés. Pero Pierce parecía no querer hablar. Pero no la estaba ignorando. Y Santana sentía que su compañía no le desagradaba. Es más, que quería estar en silencio, pero no sola.

Después de los cafés, salieron del lugar y Brit llamó un taxi que pasaba y volvieron a casa.

Ya en el departamento, no quiso cenar, prefirió irse a dormir temprano. Santana tenía mil preguntas para hacerle. Estaba sentida por lo sucedido. Y no entendía porque le afectaba tanto. La dejó irse a dormir sin molestarla. Santana por su lado intentó hacer lo mismo. Sin embargo le costó conciliar el sueño pues se la pasó dando vueltas en la cama, su cabeza no dejaba de pensar…“¿Acaso quería tanto a Rechel que prefería verla con quien amaba que verla triste, aún cuando no fuera ell a la elegida?” “Y si estaba enamorada de Rechel”.Ya no sabía que pensar… Su silencio la desconcertaba.

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quiero que sepais que leo todo buestro comentarios quiero con testarlos pero aun no aprendo lo siento aqui hos dejo otro capitulo

bueno por lo menos los lees, veamos si esta vez rachel y quinn al fin estan juntas y a esperar que brittany se olvide de la tal marissa!!!!

holap,...

espero que de una ves por todas asuman o mejor dicho quinn quiera aceptar lo que siente y decirle a rachel de una vez por todas,..
buena jugada de san y britt de cierto modo,...
en que se abra quedado pensando britt,... y a ver si sigue el concejo que le dio a quinn,..

nos vemos!!!

capitulo 12


El plan resultó… Fabray corrió al departamento de Rechel. Golpeó la puerta y cuando esta abrió… no dijo una palabra, sólo se abalanzó sobre ella y la besó.

Apenas los labios de él tocaron lo suyos, ella no pudo resistirse y respondió a su beso apasionado… Cuando se separaron…

-¿Quinn?

-Soy la más grande de los tontas…- Bajó su mirada – Pero tengo miedo de amar y perder.

-Sí, eres una tonta, pero te quiero –Y lo acercó a ella para abrazarla.

Volvieron a besarse… después habría tiempo de hablar con palabras, ahora era el momento de que sus corazones se expresaran con el idioma del amor… se besaron, y poco a poco, entre besos y caricias… la pasión se apoderó de ellas… Y terminaron en la cama de Rechel amándose toda la noche.

…Al siguiente día en el trabajo…Fabray entró a la sala de reunión sonriendo. Se acercó a Pierce y la palmeó en la espalda a la vez que le habló al oído. Desde lejos Santana observaba, no podía escuchar nada, pero Pierce sonreía mientras escuchaba. De pronto dirigió sus ojos hacia la puerta de entrada. Y Santana siguió su mirada… Rechel estaba parada allí mirando asu alrededor… Les sonrió a los dos y dio una segunda mirada al lugar y al ver a Lopez caminó hacia ella. Se sentó en la silla a su derecha.

-¡Hola!

-¡Hola! ¿Todo bien? – La saludó Santana poniendo su mano sobre la rodilla de Rechel.

-Creo que más que bien – Con una sonrisa le mostró que el plan había resultado. No pudo preguntar nada más, porque en ese instante entró el jefe; el bullicio se hizo silencio. El Capitán dio las órdenes del día. Y cada uno corrió a lo suyo. Se pasaron el día trabajando y casi ni se vieron, de vez en cuando se chocaban en los pasillos de la Central. Pero estaban tan atareadas que no tenían tiempo de sentarse a charlar de lo sucedido. Para sorpresa de Santana, ese día al terminar su turno no fue Rechel quien la buscó para irse a casa juntas. Sino que fue Pierce, quien se acercó a su escritorio.

-¿Ya te vas? – Le preguntó. Santana ya estaba acomodando papeles para marcharse.

-Sí, ya termino.

-Okis… ¿Nos vamos juntas?

-Perdón, ¿Necesitas un aventón? – Preguntó sonriéndole.

-Ejem… Pues no, vine en mi coche…

-Mejor, porque yo vine en taxi…esta mañana no quiso funcionar mi auto. Debo llevarlo al mecánico – Contestó Santana

-¡Te espero!

La espero charlando con unos compañeros. Y cuando Sanatana estuvo lista se acercó.

-Ya estoy lista, ¿Nos vamos?

-Vámonos – Dijo y las dos se despidieron de Ramírez y Serrano. Quienes las miraron como pensando mal… “ Supongo que siempre me vieron irme con Rechel y era la primera vez que me iba de la Central con Pierce, que estarían pensando que algo pasaba” . Creía Lopez.

Ya en el coche, Santana no pudo aguantar lacuriosidad…

-Hey, ¿Y sabés qué pasó con Fabray y Rechel?

-Parece que por fin algo pasó…- Le contestó sin dejar de mirar el camino –Funcionó tu idea, así que supongo que debemos esperar para que hablen y se pongan de novios…

-¡¡Ya de novias!! – Exclamó Santana.

-Por supuesto, ¡De novias… y después casamiento! O crees que las uní para que se encamaran nada más…

-Jajá - Riendo - Si que eres guardabosque con Rechel.

-Con respecto a nuestra cita – comentó con la mirada fija en el camino y sin perder la atención al volante – ¡¡Qué tal si vamos a cenar por ahí!! La miró desconcertada.“Nuestra cita, estaba tomando lo de la cita en serio o se estaba burlando de mí ”. No sabía que decir…

-Ehhh -Ehhh ¿Qué? ¿Aún no tenés un día libre esta semana para mí? – Y volteó para sonreírle. -Pues no me fijé en la agenda…

-Pues no te fijes, Conozco un pequeño restaurante tranquilo a dos cuadras de acá – Dijo y direccionó el coche para doblar en la esquina.

-Y si no queda otra…tú manejas.

-Así es…- Y no habló más. Detuvo el auto y bajaron. Santana no conocía el lugar, pero desde afuera parecía un lugar tranquilo, como ella decía, era acogedor y bastante familiar.

Entraron, Pierce le señaló una mesa cerca de la puerta… Y ahí fueron. Corrió la silla para que se sentara primero. Y así lo hizo Santana, entonces ella rodeó la mesa y se sentó frente de Santana. Llamó al mozo… quien se acercó inmediatamente pues se encontraba a unos metros, las saludó y les estregó un menú a cada una.

-¿Querés algo en especial? – Le preguntó leyendo su menú. Por su parte, Santana no podía leer la carta, la miraba atontada. Pues no podía creer que estaba ahí, sentada con ella teniendo una cita.

-No me decido…- Y fijó la vista en el menú para leer las lista de comidas…

-Creo que pastas ¿y Vos?

-No es mala idea… Aquí la lasaña napolitana es muy buena.

-Entonces probémosla… ¿te parece?

-Hecho – Y levantó su mano llamando de nuevo al mozo. Cuando este llegó a la mesa, le pidió las lasañas y un buen vino…

La cena fue realmente divertida. Y Se pasó volando el tiempo. Trató dehablar poco del trabajo. Fue imposible no tocar el tema de Fabray y Rechel, pero no se concentraron tanto en ellas, sólo comentaron la situación. Y poco a poco trato de interrogar a Laura sobre sus gustos, sobre su vida…Ella debía admitir que hablar con Pierce resultaba muy fácil, pero ni ella ni Laura se soltaban del todo…Santana sentía que las dos decían la verdad sobre todo lo que hablaban, pero era todo a medias.

Después de la cena volvierona casa…

-Hey, me divertí – Le dijo yéndose para su cuarto.

-Yo también, No eres tan aburrida como siempre pareciste…- Le contestó sonriéndole Santana

-Parecer no es lo mismo que ser – Repitió – Qué descanses, hasta mañana – Saludó y se metió en su cuarto. Santana hizo lo mismo.

Dio vueltas y vueltas en la cama, no dejaba de pensar en el momento que había pasado con ella.¿Podía ser qué ella estuviera interesada en mí ? Si sonrisa le invadía el pensamiento, no quería pensar, razonar, no sabía que sucedía en ella… sólo deseaba dormirse soñando con su sonrisa.

Los siguientes días los pasó, muy ocupada en el trabajo, Pierce le tocó una infiltración con Fabray, pero ambas solicitaron el respaldo informático de Rechel y de Santana desde la Central. Se podría decir que a pesar de no verles mucho, se mantenían en contacto con ellas vía teléfono. Y Rechel y Santana se la pasaron investigando de todo un poco para que ellas pudieran hacer bien su trabajo. Siempre regresaba a casa con Rechel y esta estaba siempre muy ansiosa. El asunto con Quinn parecía venir bien… Y Rechel estaba tan contenta que se la pasaba hablándole de élla. Estaba desconocida, pero Santana debía admitir que le caía muy bien la felicidad.

-Y vos… ¿Qué pasó en la cita que tuviste con Britt? – Le preguntó una noche mientras cenábamos en su departamento.

-¿Cita?, ¿Qué cita? – Retrucó como queriendo evitar la charla.

-Vamos que sé que saliste a cenar con Britt elpasado lunes…

-El lunes… ¡Ah!... ¿Eso fue una cita? – Se hacía la tonta – Pensé que sólo habíamos salido a cenar juntas porque no había nada en la heladera de casa para comer.

-Mmm seme hace que la pasaste muy bien…aunque no me quieras contar nada.

-Ya, Ya… sí, la pasé muy bien, me sorprendió su actitud amistosa eso es todo. Pero nada más.

-Nada más… Mmmm – Rechel intentaba hacerla hablar.

-¿Mmm qué?

-Nada, digo que nada más.

-¿Ya hablaste con Fabray? – Le cambió el tema.

-No, pero llamará más tarde – y miró su reloj – Como en media hora.

-Tiene que fichar la señora…

-Así es, ¿Y Pierce no te ha llamado? – Le daba la vuelta otra vez.

-Pues no, sólo me ha hablado a la Central para pedir esta o aquella información que vos o yo buscamos…

-Y por qué no me llama a mí para pedir la información que me toca buscar…- Comentó y se sonrió.

-No sé, deberías preguntarle eso cuando vuelva…- Y se levantó de la mesa – Ya es tarde, mejor me voy a dormir.

- Vete a descansar, qué seguro mañana esos dos nos tienen a las corridas con algo…

-Espero qué no… Nos vemos mañana…- La besó en la mejilla y se salió de su departamento, para cruzar el pasillo y entrar al suyo.
Estaba durmiendo muy bien desde su cena con Pierce, era apoyar su cabeza en la almohada y dormirse pensando en su sonrisa.

Fabray apenas regresó de la infiltración, no esperó mucho, en menos de dos semanas, admitió ante todos sus compañeros que estaba saliendo con Rechel. Ya casi la mayoría se la había pasado comentando… sobre ellas, que no tomó a nadie de sorpresa. En el trabajo Quinn no era muy demostrativa, pero fuera, no se despegaba de ella.

Por otro lado, las cuatro comenzaron a pasar más momentos juntas en sus tiempos libres. Que salir a cenar, que ir a bailar, o al bar donde se reunían los chicos del equipo, juntarse simplemente en el departamento de Rechel, el de ellas o el de Fabray, daba lo mismo el lugar, la cuestión era compartir y divertirse. Ya todas comentaban que veían a Santana muy cerca de Pierce, y que algo estaba pasando entre ellas. Lo cual era y no era cierto. Sí pasaba algo, y era que se habían hecho amigas… pero de ahí a lo que las mentes morbosas estaban ya pensando, nada. Sin embargo, cada vez que salían las cuatro, Rechel no perdía la oportunidad para tirar indirectas con respecto a ellas. Pero tanto Pierce como Santana, siempre sabían cómo evadirlas o las tomarlas en broma. Cuando estaba a solas con ella, se mostraba muy amable, cariñosa, casi como se comportaba con Rechel. Pero sentía que a veces, disimuladamente, su mirada se clavaba en Sanatana y esta temblaba cuando se acercaba a ella y vivía tratando de disimular su nerviosismo.

bueno, al fin, ahi va la cosa, por lo menos rachel y quinn ya se decidieron!!!

holap,...

la fin rachel y quin sean novias!!!
es bueno que tengan un acercamiento entre san y britt y se traten mejor,..

nos vemos!!!

Capitulo 13


Habían pasado como dos meses, Las tortolitas estaba felices, y Pierce también al ver a Rechel con Quinn. Aunque muchas veces Santana trató de preguntarle por Marissa, ella le evadió en tema. Pero sabía que aún pensaba en ella, Su foto seguía debajo de su almohada.

Cierto día, estando con Rechel, el celular de Santana sonó. Era su madre. Lopez hablaba con ella una vez a la semana, pero siempre terminaba discutiendo con su madre porque la volvía loca siempre con el mismo tema…“¿Para cuándo un novio hija?, Ya quiero verte casada…” Ya la tenía cansada. Para sus males, Santana siempre que salió con hombres, eligió muy mal. O le ponían los cuernos, o eran casados, o eran unos idiotas totales.

Y su madre cada vez que llamaba, sugería presentarle siempre algún que otro hijo, sobrino, nieto de alguna de sus amigas o conocidas. A toda costa la quería casar. Ya de por sí, no le gustaba para nada, que hubiera dejado su carrera de modelo y actriz para ser policía. Cuando Santana tomó esa decisión, no le habló por casi un año y medio. Poco a poco, lo fue asimilando y aceptando de mala gana y volvió a comunicarse con ella. Pero no dejó de querer casarla a toda costa.

-Sí, mamá estoy bien, como bien…- No dejaba de hablarle

-Mamá, ya, por favor, en dos meses tengo vacaciones e iré a visitarte y verás que estoy bien.Después de su entendible preocupación de madre, apareció el tan temido tema de siempre…

-¿Y ya estás saliendo con alguien?

-No, mamá, estoy dedicada a mi carrera…- Fue entonces cuando le tiró todo abajo:

-Pero no será por mucho tiempo…

-¿Qué cosa?

-Tu soltería mi hijita…. Adivina con quién me encontré el otro día…

-No sé mamá…-“Por Dios, nunca va a parar con querer casarme…” Pensaba Santana.

-Con Arturo…

-Arturo, ¿Qué Artur?


-Tu novio de la secundaria, mi vida… y está soltero…

-Mamaaaaaá, No me interesa…

-Y sabes, como tu padre tiene unos días libres, hemos decidido ir a Buenos Aires a verte, Arturo nos invitó a quedarnos en su casa.

-¿Qué vienen?

-Sí, Mi hijita, pasado mañana estaremos por allá… Y de paso, Volverás a ver a Arturo…

-Que no y que no…

-Pero hija, ¿por qué siempre me dices no?

-Mamita, no quiero ver a Arturo, él estará soltero pero yo nooooooooooo –“¿Que había dicho….?” Todo por no tener que aguantar que la siga queriendo casar…

-Hija, ¿Cómo que no estás soltera?... Me dijiste que no salías con nadie…

-Está bien, te mentí, salgo hace unos meses con un compañero policía… no te lo quise decir, porque vos no aceptas que yo sea policía…

-Por Dios que alegría, Entonces me lo presentas pasado mañana… no te preocupes por Arturo… yo invento cualquier cosa y con tu padre nos quedamos en casa de tu tía Felipa…

-Pero mamá…

-Debo cortar, mi vida, nos vemos en dos días hijita…

-Mamá noooo

-Chau hija…. Llaman a la puerta…. –Y le cortó…

-No puede ser, ¿Qué Hice?– Ya estaba totalmente loca… Como carajo le decía a su madre que le había mentido.La conocía “ y en dos días seguro se aparecía en mi puerta preguntando por mi supuesto novio…”

-Creo que metiste la pata – Le dijo Rechel, quien había estado escuchando la conversación y ahora se desparramaba en el sofá de la risa mirándola caminar de lado a lado del departamento como loca, pensando cómo arreglar la mentira que había dicho.

-Por Favor,Rechel, no te rías… ¡No sé qué hacer!

-Sal a buscar novio – Dijo y siguió riéndose a carcajadas…

-Uy, si como si fuera fácil… Tengo mala suerte con los tipos, los que me gustas siempre están casados, o son unos idiotas…

-Vamos Santana, sólo debes conseguirte un tipo para que diga que es tu novio y ya… Después, cuando se vaya tu mamá, al tiempo le dices que cortaste con tu supuesto novio.

-Sí, ¿Pero dónde consigo un hombre…?

-Ehhh, te prestaría el mío, pero es mujer y ademasestá en Neuquén, ya sabes la tocó infiltración en el sur…

-Chistosa

-A ver, pensemos, tenemos hombres de sobra en el escuadrón…

-¿Qué?

-Además le dijiste a tu madre que era policía… elijamos uno soltero del equipo y se lo pides…

-Pero no me gusta ninguno…

-Ah, bueno… Lo necesitas para que tape tu mentira, no tiene que gustarte…

-Cierto, ¿Pero quién? -¿Ramírez?

-No, él no.

-¿Por qué no? No es mal tipo, además es inteligente.

-¡Cómo se nota que vivís en una nube de amor vos!

-¡Ah!
-Ramírez, hace un mes que sale con Cecilia… la secre del jeefeeeeee.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Desde Cuándo?

-Ya te dije desde hace un mes… Baja a la tierra chica…

-Bueno, yaaaa, si no te cuadra ninguno de los del equipo,búscate un taxi

-boy y ya… Le pagas, seguro es lindo, lo haces pasar por tu novio, de paso te lo llevas a la cama y la pasas súper…

-¡Estás Loca!

-Te presto plata si no tienes para pagarle…

-Tan desesperada no estoy…

-Noooo, claro que noooooo – Dijo y se rió.

-Maldición…

En ese preciso instante Pierce entró al departamento… Rechel y Santana la miraron…

-Problema resuelto amiguita – Gritó Rechel saltando y acercándose a Pierce.

-¿Quién tiene problemas? – preguntó Pierce sin entender que estaba sucediendo…

-No te entiendo, podes explicarme – Le pidió que aclarara lo que tramaba Rechel…

Pierce miraba a Rechel desconcertada, y Santana algo histérica no entendía que le pasaba. Rechel que ya estaba al lado de Britt, la tomó del brazo…La miró y señalándola…

-Aquí tienes la solución

-¡Estás completamente locaaaa!

-Me quieren explicar qué pasa, qué no entiendo un carajo…

-Nada, nada no pasa nada… Acá nuestra amiga acaba de meter la pata con su madre…

-Ehh – Seguía sin entender Pierce.

-Le dijo que tenía novio… ya sabes, la madre la quiere casar a toda costa, y ahora viene a verla, y le traía un candidato…

-Basta – Dijo Santana y se sentó en el sillón.

-La tonta pensó que diciéndole que tenía novio,se la sacaba un poco de encima… pero su madre le dijo que viene a conocer a su novio policía mañana…

-Pasado mañana dijo que vendría – La contradijo.

-Da igual mañana o pasado mañana… estás en problemas…

-Ya lo creo… De dónde sacas un novio en 24 horas si no conseguiste uno en 28 años…- Y Pierce comenzó a reírse con Rechel…

-¡Estúpidas!

-Ya lo conseguimos – Dijo Sonriendo y con carita picarona Rechel.

-¿Uy, quién es el pobre idiota? – Preguntó Pierce burlándose más de Santana.

-Vos – Le respondió Rechel Y Pierce se atoró con su propia risa y comenzó a toser…

- ¿Qué yo qué?

-Vos serás el novio perfecto…

-Por Dios, ¿Rechel qué carajo te tomaste?

-Paren, Paren, Es la solución a tu problema Santana…- Y comenzó a explicar y ambas se callaron para escucharla

–Disfrazamos a Pierce con un lindo traje, le ponemos bigote, barba, Y ya…

-¿A mí no me disfrazas?

-Es la idea más tonta que te he escuchado decir Rechel…

-Tiene razón Sanatana…- La apoyó Pierce.

-No, es la mejor idea… Ya descartaste el taxi – boy, y los chicos del escuadrón… No te veo saliendo esta noche y levantando un tipo y convenciéndolo para que haga pasar por tu novio…

-Pues no, porque no lo haré…le diré la verdad a mi madre…

-Qué le mentiste, ¿Y después qué?

-Seguro me mata

-No es para tanto – Se metió Pierce.

-No, no me matará, pero estará tan desilusionada de mí, que no volverá a hablarme en su vida…

-Bueno, tampoco exageres – Soltó otra vez Pierce.

-La conozco… Ya la he desilusionado muchas veces… nunca hago o soy lo que ella quiere…

-Britt, no seas mala, no te cuesta nada, ponte el trajecito… se buenita…-Rechel trataba de convencerla.

Como una tonta Santana se largó a llorar, había metido la pata, y hasta el fondo, la verdad, era que si la desilusionaría. Si le había perdonado el dejar el modelaje, ahora sí que nunca la volvería a perdonar, su madre odiaba las mentiras…

-Tranquila, no llores, Pierce lo hará…

-No, yo no dije que lo haría…

Tanto insistió Rechel, que terminó convenciendo a Britt… Y esa noche se la pasó disfrazándola con ropa de chico.

-Esto me queda grande…- Se quejaba Britt.

-Ya, mañana vamos y compramos ropa masculina de tu talla…

-En qué momento si debo trabajar…

-Cierto…- Pero Rechel siempre tenía respuestas para todo…-Ramírez es de tu talle más o menos…

-Creo que sí…

Santana ya se dormía sentada en el sillón mirándolas…

-Hablaré con Ramírez y le pediré algo de ropa…

-Pero no le digas para qué – Saltó Santana –O se enterara todo el escuadrón.

-Santana, Ramírez no es buchón… -Salió en su defensa Pierce.

Rechel de encargó de todo… Consiguió la ropa. Organizó una cena en el departamento para cuando llegaran los padres de Santana. Y hasta les escribió un guión para que lo siguieran y así sus padres no sospecharan nada… Estaba todo planeado…El padre de Lopez había telefoneado avisando que llegaban cerca de las 20 horas. Qué pasaría primero por el hotel a dejar el equipaje y luego vendrían a verla a
la casa…

Santana les pidió que llegaran cerca de las 21,30, porque no salía de la Central hasta las 20,30. Y dijeron que no habría problemas.

ok y los padres no pden aceptar que le guste una mujer o es que ni santana lo sabe? jajajajajajajajaja

Capitulo 14


Apenas llegaron al departamento… Pierce corrió a cambiarse, tenía menos de media hora, para convertirse en un hombre. Rechel fue a la rotisería por la comida que ya había dejado encargada… Santana preparó la mesa, y se fue a cambiar… miraba el reloj muy nerviosa… ya eran más de las
nueve y media, y no habían llegado y eso la extrañaba mucho. Pues sus padres eran muy puntuales.

Tardó como 15 minutos en cambiarse… Piece salió con traje. Pero sin barba… Sólo se maquilló, y parecía que tenía la barba de dos días… Gracias a las hombreras parecía tener más espalda, y al ser bastante alta, casi el metro ochenta, de verdad parecía un hombre. Sin contar que no era muy femenina. Aún cuando la había visto vestida de mujer sexy con uno que otro vestido escotado“y Por Dios, estuvo más femenina que yo ”, pensaba Santana...Pierce podía vestir cualquier cosa que le quedaba bien… y encima era atractiva. “ Debo admitir que me gusta Pierce cuando es ella, ni tan femenina ni tan masculina… simplemente cuando es natural…” se decía para ella mientras observaba a Pierce.

-Guauuu, ¡Que buen maquillaje…! – Le comentó Santana y acarició su barbilla para notar la suavidad de su piel…

-Soy buena con los maquillajes artísticos…

-Eres una caja de sorpresa…

-No es para tanto…- Dijo, al tiempo que golpeaban la puerta – Cagamos llegaron

-Ok, Debo tranquilizarme, todo saldrá bien…

-¿Y quién me tranquiliza a mí?

-Britt no seas tonta…

-Juan, dime….


-Yaaaa, voy a abrir…

Caminó apresurada a la puerta y al abrir, su madre entró muy sonriente. La seguía su padre.

-Hola Mi hijita

-Hola Cariño, ¡Perdona la demora!

-Hola mami – y la besó en la mejilla. Al tiempo que también su padre se acercaba a ella y también a él lo saludaba y besaba.

-¿Qué pasó?

-Nada, demasiado tráfico…no llegábamos más…-Explicaba su padre.

-Y eso que no estamos tan lejos de aquí…

-Bueno, todo está bien, ya llegaron…- Dijo Santana y dándose la vuelta miró a Pierce que estaba parada a cuatro metros de nosotros…Su madre levantó la vista y lo vio…Santana pensó que se daría cuenta al
verla…Pero no fue así, sonrió y caminó hacia él…

-¡Así que tu eres el novio de mi hija…! –Comenzaba el show.

-¡Eh! Buenos noches Señora Lopez…-Pierce caminó hacia ella, le dio lamano y la beso cariñosamente en la mejilla. – Es gusto conocerlos por Fin…Señor Lopez…

-Lo mismo digo – Habló el padre acercándose a saludarlo… Se dieron la mano…

-Pero pónganse cómodos, están en su casa…-Pierce tomó el papel muy bien… educa damente les pidió sus abrigos, les convidó a sentarse en los sillones, les ofreció algo de tomar mientras esperaban a Rechel que trajera la cena…

La madre parecía entre asombrada y feliz, no paraba de hablar y porsupuesto de preguntar, desde cuando salían, como se habían conocido… A lo que Pierce, que había estudiado muy bien su libreto,
respondía tranquilamente…No se notaba nerviosa, al contrario, parecía que le estaba gustando mucho su papel…

Y es que cada vez que podía se acercaba a Santana y la abrazaba o la besaba en la mejilla o en el cuello, demostrándoles a sus padres que la quería. Se estaba aprovechando de la situación o sólo quería representar bien su papel. Santana se limitó a observar.

-Pero entonces, ¿Los dos viven en este departamento? – La pregunta tan temida.

-Ya le expliqué cómo nos conocimos señora…

-Pero como es que ponen a vivir a un hombre y a una mujer juntos sin conocerse.

-En este escuadrón no hay distinción de sexo, Nos tocó compartir departamento. Y tuvimos que amoldarnos a la situación. Yo siempre fui muy respetuoso con su hija… pero con el tiempo, me enamoré de ella, bueno, nos enamoramos, y decidimos formalizar…

-¿Formalizar? – Preguntó el padre.

-Me refiero a ser novios…

-¿Y se llevan bien en la convivencia? – Intervino la madre.

-Creo que sí, ¿Qué dices amor? Santana se había mantenido callada en casi toda lacharla… Se acercó a Pierce e y se hizo la cariñosa…

-Sí, nos llevamos demasiado bien… Tenemos nuestras diferencias… pero como toda pareja – Dijo poniendo su mano en la pierna de Pierce. Y al instante sintió su musculo temblar…- Solemos pelearnos, pero muy pocas veces mamá.

Rechel llegó con la comida, La presentaron. Hubo los saludos pertinentes. Y cuando Rechel indicó que se iba, la madre le pidió que se quedara. Y Rechel no perdió el tiempo, y se sentó enseguida a la mesa.

Mientras cenaban, La madre no dejaba de interrogar a Pierce, si hubiera sido policía, sería la mejor interrogando sospechosos.Pierce, seguía al pie de la letra su papel. No había forma de que se equivocara, la mujer atacaba con una pregunta y ella respondía lo más tranquila. Su sonrisa no
se desaparecía nunca de su cara, no la asustaba ninguna de las preguntas que disparaba la madre de Santana. Por el lado de su padre, el sólo la observaba. Él siempre fue más callado, le gustaba mucho ver más allá de todo… Siempre decía“Nada es lo que parece, Debes mirar siempre más allá de lo que crees ver” Y lo estaba haciendo… Estaba estudiando cada movimiento, cada palabra que pronunciaba Pierce. Santana se sentía nerviosa…Su padre la descubriría.

Apenas terminaronde cenar… Rechel se despidió enseguida…Y se fue. Santana levantó la mesa junto con su madre, y se dispusieron a preparar café.

Al mismo tiempo, Pierce y el padre de Lopez se sentaron a charlar en los sillones…

-No puedo creerlo Hijita…- Le decía su madre mientras acomodaba las tazas en una bandeja…

-¿Qué mamá? – Le preguntó mientras preparaba el café.

-Por fin, conseguiste un hombre bueno…

-Ehh

-Me gusta este tipo, es directo, no me evade las preguntas, responde sinceramente…- Continuó alabando a Pierce. Se la había ganado… como decirle la verdad, esto era una bola de nieve que crecería hasta convertirse en un maldito alud, en una avalancha que le pasaría por encima.

-Dime Hijo… ¿Cómo la aguantas?

-¡Señor!

-Ya, Salió a su madre, entre nos… suele ser cansadora…

-¿Quiere la verdad? – Le preguntó Pierce al padre acercándose a él…

-Por supuesto, que quiero la verdad…

-Su hija es la mina más histérica que he conocido… pero debo admitir que si no lo fuera no me hubiera fijado en ella… Su histeria es lo que me ha enamorado…

-Tan enamorado cómo para casarte con ella y tener una familia…- Esa pregunta si que fue para fusilar a cualquier candidato… que la pretendiera.

-Si espera que le pida la mano de su hija, ya mismo, Seré sincero, no lo haría ni borracho, pero mañana es otro día, y quizás sí, lo busque y se lo pida.

-¿Tienes miedo al matrimonio?

-No Señor, sólo llevamos de novio cuatro meses, y conviviendo ocho… no conozco del todo a su hija, ni creo que ella me conozca a mí totalmente. Nos amamos es cierto, pero en la vida de su hija en estos instante su prioridad es su carrera, y en la mía debo admitirlo que también. Casarnos es algo importante, no es un simple trámite. Creo que debemos preocuparnos por apoyarnos en nuestras carreras y ver si realmente estamos listos para dar ese paso, y casarnos y formar una familia.

-Pues dile eso a mi mujer, porque querrá casarloslo antes posible…

-Jajá – Rió Pierce – Eso no me da miedo…

-¿Qué no te da miedo Querido? – Interrumpió mi madre acercándose a ellos con la bandeja con cafés.

-¡Qué me quieran casar!

-¡Entonces piensas en casamiento! –Ya estaba atacando la madre.

-No, sólo estoy pensando en hacer feliz a su hija, y cuando estemos listos quizás le pida que no casemos. Pero ella no está lista para casarse. De pronto el celular de Britt sonó. Era el ringtong del jefe…Ella se apresuró a levantarse a buscar su celular que había dejado en su cuarto.

-Disculpe me están llamando – Dijo y fue rápidamente a contestar. Se metió detrás del biombo.

La madre comenzó a hablar con su marido, a decirle que le gustaba Pierce como yerno, y este, sólo reía. Santana se puso nerviosa, no por la situación en la que había metido a Pierce, sino porque el jefe jamás
llamaba a medianoche a no ser que fuera algo importante…

sigo con mi interrogante, y es que santana no pde estar con una chica? esto me parece patetico, son ciegos o que?

holàp,...

me divierte las locuras que arma rachel,... o mejor dicho le sigue la corriente a san ajaja
a ver cuanto les va a durar el dichoso novio a san,..???

nos vemos!!!

Capitulo 15


-¿Y quién lo llama a estas horas? – Preguntó la madre…

-Creo que es nuestro jefe… lamento pensar que son malas noticias… nunca llama de noche…

Y no se equivocaba, Pierce salió con el rostro pálido… y se detuvo frente a todos…

-Es Fabray – Dijo, su respiración se agitó, y Santana sintió el miedo en ella.

-¿Qué pasa con Fabray?

-Está desaparecida… debemos ir a buscarla…- Y olvidándose de los padres de Santana caminó hacia la puerta – Ya apresúrate Santana.

Ella miró a sus padres y nerviosa les habló:

-Debo irme, Pueden quedarse.Cierren cuando se vayan.

-Pero hija…Intentó decirle algo su madre, pero el padre la interrumpió:

-Vayan, nosotros cerramos. Llámanos mañana Hija.

- Se acercó y le dio un beso en la frente.

-¡Gracias papá! – Mirando a su madre – Perdonen, debo irme.

-Es tu trabajo, ve – Dijo su madre entendiéndola.

Y Sanatana salió del departamento. Su mirada se clavó en la puerta de Rechel. Pierce desde el ascensor, la llamó.

-Santana… No… - Caminó hacia el ascensor por el pasillo. Ella mantenía la puerta abierta con una de sus manos. Entró. Y Pierce presionó el botón de planta baja.

-¿Y tus padres?

-Cierran ellos y se van a su hotel.

-Ok.

-Ya dime ¿Qué pasó …?

-No lo sé, el jefe nos quiere en la Central ya mismo.

Pierce manejó como loca el auto y en unos minutos estuvieron frente al jefe. Quién las esperaba en la puerta de su oficina con cara de preocupación.

Entraron, no hubo saludos. El Capitán fue al grano.

-Debes viajar a Neuquén – Ordenó mirando a Pierce.

-Sí, señor – Respondió ella.

-Lopez , necesito que te hagas cargo de la coordinación de la investigación desde aquí.

-Lo haré Señor.

-¿Quién se encargara de hablar con Rechel? – Preguntó Britt.

-Creo que debo hacerlo yo, Britt…- Dijo Santana

-¿Estás segura? – Se notaba la preocupación de Pierce en su rostro.

-Ve a buscarla,yo cuidaré de Rechel.

Fabray había ido a Neuquén siguiendo varias pistas que la llevaban a un cabaret en aquella provincia. Era un caso importante, y toda la policía del país estaba investigando conexiones. Se trataba de“red de trata de blancas”, por ende,Fabray como policía encubierto se infiltró en una pequeña banda que secuestraban niñas y las vendían a mafiosos que tenían cabaret en todo el país. En la primera semana de infiltración, Quinn había logrado conseguir la suficiente información con muchos nombres que daban indicios de que hasta altos ejecutivos del gobierno se encontraban ligados a esta red de“trata de blancas”.Fabray había logrado pasar dicha información, y lo último que se sabía era que habría un encuentro de venta de mujeres donde asistirían varios jefes de la mafia e implicados al asunto.

La policía de Neuquén estaba prepara para allanar el lugar donde se suponía que se realizaría dicho encuentro. Pero al llegar, no había nada. Todo el lugar había sido desmantelado sin dejar huellas. Fue cuando se dieron cuenta de que algo había sucedido y que Fabray se encontraba en peligro.

-Jefe, llevaré conmigo a Ramírez y a Torres. Si necesito más hombres le avisaré – Comentó Pierce .

-Sólo trae a Fabray – Le contestó el jefe.

-Santana , por favor, trata de contener a Rechel…- Le dijo tomándola por los hombros para mirarla a los ojos.

-Tranquila, lo haré – Trataba de darle aliento, pues podía ver en su mirada el temor de haber perdido a su amiga – Vete ya. Yo me encargo de todo acá.

Esa misma noche,Pierce y los oficiales que ella eligió para que la acompañaran viajaron en un avión privado hacia el sur.

El jefe en su oficina puso al tanto de todo el caso a Lopez, para que pudiera coordinar todo desde la Central. Esta salió luego al encuentro de sus compañeros, quienes se hallaban en la sala esperando saber que sucedía.

Le costó hablar con ellos, nunca había estado a cargo de una investigación. Pero sintió que podía, no para demostrar que Pierce la había entrenado bien, sino que se lo debía a un amigo que estaba en problemas. Y todos en ese momento lo entendían así,porque ni órdenes tuvo que dar, sólo sugirió algunas cosas y todos se pusieron de acuerdo entre ellos y a trabajar.

Llamó a Tina, ya casi amanecía.

-Debemos ir por Rechel – Le dijo. A lo que ella, simplemente contestó – Vamos ya.

Mientras subían en el ascensor hacia el departamento de Rechel. Santana sentía que le faltaban las fuerzas, que no tendría el valor de enfrentarla. Golpeó la puerta, Se escuchó la voz de Rechel responder desde adentro:

-Ya voy Cuando la puerta se abrió su sonrisa se borró al ver los rostros serios de sus dos compañeras.

-¿Qué pasa?

-Rechel…- Dijo Santana haciendo una pausa e indicándole que entrara, como entendiendo volvió sus pasos hacia atrás, la siguieron al living de su casa.

-¿Qué pasa? ¿Por qué esas caras? – Volvió a preguntar.

-Necesito que te tranquilices – Al decir esto, ella pensó lo peor. Sus ojos a punto de llorar…su rostro nos mostró el dolor…

-Nooooo – Gritó tirándose en el sofá

-Escúchame,Fabray está desaparecida…Pierce lo encontrará. Ya lo veras. – Santana no sabía qué diablos decirle. Todos esperaban lo peor, no creían que Quinn estuviera viva.

Rechel comenzó a llorar, se sentó a su lado, lo mismo hizo Tina del otro lado. Y entra las dos la abrazaron.
Rechel conocía muy bien la investigación, sabía que no había muchas probabilidades de que Quinn estuviera con vida si había sido descubierta.

pero por los clavos de cristo, que pensaba quinn cuando se metio en esa mision, bueno es su trabajo pero a las lectoras de la historia eso no nos importa, solo queremos que este a salvo, cierto?

holap,...

riesgos de ser policía,...
espero que quinn este bien y la encuentren rápido,..
a ver como lo hace san,..

nos vemos!!!

que cosa ojola este viva por que ya era quiin con rachel una pareja iniciada solo faltaban las brittana que iban por buen camino.

Capitulo 16


Pierce ya en Neuquén capital, se ponía al tanto de todo lo sucedido con el Capitán de policía de esa Ciudad que llevaba el caso.

-Fabray se infiltró con dos de mis mejores oficiales. Ellos cumplían el papel de sus matones. – Le comentaba el Capitán Martínez – En cinco días nos transmitieron toda la información que recolectaron.

-¿Qué fue lo último que informaron? – Preguntó Pierce.

-Nos pasaron la hora y el lugar donde se realizaría esta Subasta de mujeres. A la cual parecía que asistirían todos los implicados en esta red de trata de blancas.

-¿Y eso a qué hora fue?

-Cerca de las tres de la mañana, ya se encontraban los tres en el hotel donde se alojaban. El encuentro se daría en 43 horas nos avisaban – Hizo una pausa para volver a seguirle contando los hechos – Inmediatamente envié a mis hombres a verificar el lugar. Pero no había ningún movimiento. Esperamos que se volvieran a conectar. Pero dos horas antes,seguíamos de guardia y no había un sólo movimiento en ese lugar. Y ni Fabray ni mis hombres daban señales de vida. Envié una patrulla al hotel, para comprobar que a eso de las siete de la mañana habían abandonado el hotel, pero sin llevarse sus equipajes. Mis hombres registraron los cuartos y todo estaba ahí.

-¿Interrogaron a los empleador del hotel?

-Por supuesto, A los dos conserjes, pues parece que salieron justo en el cambio de turno. Y ambos conserjes los vieron salir a los tres. Para ellos se veían muy tranquilos. Oficial Pierce, envié mis hombres a todos los lugares donde se suponían habían estado y ni rastros… Ni de ellos ni de los malditos mafiosos. Se encargaron de borrar toda huella, de desmantelar completamente los lugares donde se suponían que tenían sus guaridas.

-No tenemos ninguna pista, esto me huele muy mal.

-Así es… Cerré todas las salidas de la Ciudad. Nadie sale ni por avión, ni tren, ni ómnibus. Pero temo que todos ya hayan salido.

-Creo que los descubrieron, y le pasaron una información falsa. Para tener a toda la policía en un lugar equivocado. Y así poder tener tiempo de huir sin dejar rastros – Comentó Pierce.

-Eso es lo que me temo…

En ese instante un suboficial entró a la oficina, para avisar que dos cuerpos habían sido encontrados en el basurero municipal de la Ciudad. El corazón de Pierce casi se detiene. El suboficial también informó que ya
estaban siendo trasladados a la morgue judicial para la autopsia. Pero que según contaron los policías que encontraros los cuerpos, sus rostros estaban irreconocibles.

Pierce se dirigió con el Capitán Martínez hacia la morgue para tratar de averiguar la identidad de los cuerpos hallados y saber si tenían conexión con el caso. Parecía una eternidad el viaje, no quería ni hablar… para sus adentros rogaba que ninguno de los muertos encontrados fuera Fabray. Cuando una de las empleadas de la morgue los guió por ese pasillo largo y frió sintió el miedo recorrer sus venas. Entraron a una sala…Los cuerpos tendidos en camillas, tapados con sábanas, estaban dispuestos para que se les practicaran las autopsias. El médico forense entró, después de las presentaciones y saludos, comenzó a leer el informe que los policías le habían presentado sobre dichos cadáveres.

-Fueron encontrados desnudos entre la basura. Según el lugar, donde se hallaron, se determinó que por el horario de recolección de residuos de la Ciudad… Habrían sido arrojados allí hacía sólo unas cinco horas. Por ladescomposición de los cuerpos no puedo determinar la hora exacta demuerte. Pero quizás después de la autopsia lo pueda determinar. Pero dada mi experiencia llevan muertos tres días. Sus rostros han sido desfigurados, quizás, para no ser identificados.

-Disculpe ¿Causas de la muerte? – Preguntó el Capitán.

-Ambos presentan golpes en todo el cuerpo, creo que fueron torturados por varias horas y luego fueron rematados con dos tiros en la nuca. Cuando se deshicieron de los cuerpos rociaron sus rostros con nafta y les prendieron fuego… Lo extraño es que sólo quemaron sus rostros, estamos cotejando las huellas digitales.

-Querían que los encontráramos, y que perdiéramos el tiempo tardando en identificarlos – Comentó Pierce algo nerviosa, aún no había vistos los cuerpos.

El forense se acercó a uno de los cadáveres, y corriendo la sábana los hizo ver…Su rostro no existía, ni el cabello. Sintió ganas de vomitar. Respiro hondo, y fijo la vista en el cuerpo…Se acercó y corrió más la sábana que lo cubría… Debía buscar su tatuaje… Ya que el cuerpo nohabía sido quemado, si era Fabray…tendría un tatuaje debajo del brazo izquierdo casi llegando al axila. Así que tomó el brazo izquierdo de ese cadáver y lo levantó… al ver sólo hematomas respiró… no era Fabray.

-No es mi compañera – Dijo suspirando, por su parte el Capitán notó una cicatriz en el cuello… y se puso pálido…

-Por Dios, es el Oficial Martí. Tiene la cicatriz que le hizo un ladrón hace cuatro años atrás. El siempre la mostraba como un trofeo – Dijo muy afligido.

El forense los miró y se dio vuelta para que vieran el segundo cuerpo. Despacio destapó el cadáver. Pierce debía admitir que otra vez las ganas de vomitar se apoderaban de su garganta, volvió a respirar hondo, mucho más que la primera vez, Se dio cuenta que el Capitán se encontraba en las mismas condiciones que ella. Intentando ser fuerte y no demostrando que lo que veían les estaba afectando sus estómagos. Uno de sus hombres estaba muerto…y no era nada agradable ver el otro cadáver y pensar que podría ser su otro oficial.Pierce, temblaba, rogaba que no fuera Fabray. Hizo lo mismo con el cuerpo que ahora observaban y no tenía ningún tatuaje. Respiró, este cadáver tampoco era Fabray.

-Tampoco es mi compañera – Y miró al Capitán quien resignado, dijo que por la contextura física podría ser su otro oficial.

-En unos momentos nos traerán los resultados de las huellas digitales – Dijo el forense.

Salieron de la morgue con la certeza de que los cuerpos hallados eran de los dos oficiales que acompañaban a Fabary en la infiltración.

Esto se estaba poniendo realmente mal, no había pistas, ni testigos de la desaparición de los tres. Y si los cuerpos fueron torturados, qué información obtuvieron los mafiosos.

El Capitán y Pierce fueron a ver el lugar donde habían sido hallados. Aun se estaba realizando un rastrillaje exhaustivo del lugar. Pero ni las ropas de los oficiales habían encontrado. Resignados de no encontrar una pista en ese basural… Regresaron a la comisaría.

Quienes los asesinaron parecían ser profesionales… ni rastros dejaron. Pierce parecía desconcertada, no podía encontrar nada que la llevara a Fabray.

El Capitán se ofreció a llevarla al hotel para que descansase. Britt aceptó, estaba algo cansada llevaba 25 horas sin dormir. No confiaba en tanta amabilidad, su sexto sentido le decía que algo andaba mal. En todo el trayecto hacía el hotel… ella coquete ó con el policía. Una sonrisita acá, otra sonrisita allá. A lo que el Capitán no perdió tiempo para adular su belleza.

Al llegar a su cuarto, abrió la puerta y al entrar, Torres parado al lado de la ventana le hizo una seña para que no hablara. Ella lo miró fijamente y él se acercó al teléfono sobre la mesa de luz, y le mostró que debajo del aparato había un micrófono. Luego tomó el control remoto y encendió el televisor y le subió el volumen. Se acercó a Pierce y le habló al oído:

-Abajo hay una furgoneta con dos tipos, apenas bajaste del auto del Capitán, se estacionaron. Pero ya habían estado aquí me parece –Señalando el micrófono.

-¿Estás insinuando…?

-Sí, hay gato encerrado en esa comisaría.

-¿Dónde está Ramírez? – Preguntó Pierce en voz baja.

-En la habitación de enfrente

Pierce tomó el micrófono, caminó hacia la mesa al lado del televisor, donde había una jarra con agua y un vaso. Llenó este último con el líquido y mirando a Torres, dejó caer el minúsculo micrófono dentro del vaso.

-Uy, Glu Glu – Dijo riendo Torres.

-¿Cómo carajo supiste del micrófono?

-¿Y por qué vos insististe en decir que habías llegado sola a Neuquén, y nos mandaste a investigar?

-Ok, Ok – Contestó Pierce riendo, y sentándose en la cama, para sacarse los zapatos – El jefe me advirtió que no confiara en Martínez.

-Pues no se equivocó… y los dos hombres asesinados, tenían sus prontuarios. Pero creo que el Capitán Martínez los hizo ver como dos policías intachables ¿no?

-Jajá Tenés razón, ¿Pero qué averiguaron? En ese instante golpearon a la puerta. Torres automáticamente sacó su arma y caminó para abrirla.

-Soy yo Raúl – Anunció detrás de la puerta Ramírez.

Torres abrió rápidamente para que su compañero entrara. Venía con un bolso… Pasó y fue directo a la mesa al lado del televisor. Y sacó del bolso una notebook, y la depositó en la mesa.

-Buenas noches Britt – Saludó.

-¿Qué traes Ramírez?
-Mmm acabo de hackear el sistema de información de la comisarí… ¡¡¡ups!!!

-Ajaaa Ya estás jugando con tu juguetito – Comentó Torres señalando la computadora portátil.

-Ya, Ya que averiguaron que quiero dormir…

-¿Puedes dormir? – Habló sarcásticamente Ramírez.

-No creo que pegue un ojo, pero quiero una ducha…- Respondió Pierce.

-Pues ve… - Señalando la puerta del baño le ordenó Torres.

-¡Ah! Primero pónganme al tanto de lo que Saben…

-Ok, Fabray desapareció hace más de 48 horas, Se sabe que salió de su hotel con los dos policías a eso de las siete de la mañana, los conserjes del hotel los vieron.

-Si recambió de turno…

-Así es… Después de eso no se sabe nada… Fabray debía reportarse al medio día con más información, pero nunca llamó. Pero…-Y calló

-¿Pero?

-Según el registro de llamadas recibidas al teléfono del Capitán, el de su oficina, uno de los oficiales si llamó a las 13 horas. La llamada duró más de tres minutos.

-¿Cómo es qué uno de esos policías se comunica y Fabray no? – Preguntó Torres.

-Y luego aparecen muertos… pero ¿dónde está Quinn? – Intervino Pierce.

-Otra cosa… El famoso encuentro donde muchos mafiosos estarían era esa noche. Fabray pasó la información la noche anterior de desaparecer – Continuó Raúl.

-Y cuando la policía fue a allanar el lugar, no había nada…- Dijo Pierce.

-O Fabray dio una información falsa o alguien aviso a los mafiosos… y por eso… tenemos dos muertos, un desaparecido y un lugar vacio – Intentando sacar conclusiones Torres.

-Algo huele mal – Les decía Pierce a sus compañeros – No grabaron las llamadas de Fabray. Y era obligatorio grabarla.

-Los nombres que supuestamente Fabray dio…y que el Capitán nos pasó a la Central antes de que esto sucediera… Eran de mafiosos reconocidos que ya teníamos desde hace años… No hubo sorpresas para nosotros… Creo que el Capitán nos está ocultando algo, y es muy grande…

-¿Avisamos a la Central? – Preguntó Torres.

-Comunícame por Skype con quien esté en la Central…- Le ordenó a Ramírez.

-Un segundo…- Le pidió su compañero y comenzó a llamar a la Central en Buenos Aires vía Skype.

Torres por su parte se asomó discretamente por la ventana, tratando de no ser visto… para cerciorarse de si la furgoneta aún seguía estacionada.

-Tenemos problemas creo – Indico Torres llamando con su mano a Pierce. Quien caminó hacia la ventana.

-¡Parece que tendremos compañía! – Exclamó Britt mirando hacía fuera del edificio, no era sólo la furgoneta ahora había otro coche estacionado.Cuatro hombres parados al lado de la camioneta hablaban… y miraban hacia la ventana del hotel donde estaba Britt.

-Tengo a Lopez en línea – Gritó Ramírez.

Ella caminó al portátil y miró en la pantalla a Santana que con cara de preocupación le hablaba:

-Ya Pierce ¿dime qué pasa?

-Quiero que investiguen al Capitán Martínez. Y envía un equipo ya…porque estamos en problemas.

-¿Queeé? – Exclamó Santana algo asustada.

-Aquí hay gato encerrado, temo que Fabaray esta muerta.

-Nooooo – Lopez se lamentó…

-Escúchame Santana, Avísale al jefe que le mandaremos por mail enseguida todo la información que tenemos… Pero la infiltración fue saboteada desde el principio… Creo que la policía de aquí está
ocultando algo.

-¿Están en peligro? – Preguntó temerosa de la respuesta.

-Creo que sabemos cómo escaparnos de está… y desesperarlos…

-¡¡¡Cuidado con lo que hacen!!!

-Tranquila me traje dos locos que saben seguirme… No, nos pasará nada… – Dijo riéndose y de la sonrisa pasó a la seriedad para preguntar - ¿Cómo está Rechel?

-Bien – Respondió – Bueno, en realidad está desesperada. Tina está con ella, debimos darle somníferos para dormirla porque ya quería ir para allá…

-Ni se les ocurra dejarla sola… que se viene…

-Lo sabemos… por eso Tina y yo nos turnamos para estar todo el tiempo con ella…

-Ok, ya es tarde, haz lo que te dije, debemos irnos de acá… Nos comunicamos por aquí mañana aprimera hora… ¿Sí?

-Cuídate Britt…

-No te preocupes mujer… o pensaré que te importo…

-Idiota… me quedo sin oficial entrenador…- Y sonrió levemente.

-Bye San…

-Nos vemos muchachos…- Se despidió detodos… sintiendo el miedo correr por su cuerpo. Rápidamente llamó al jefe y a los demás compañeros para informarles de lo sucedido y tomar medidas en el asunto.

Por su parte Pierce comenzó a recolectar sus cosas. Torres corrió al cuarto de enfrente a buscar las de ellos…Ramírez mandó la información por mail al jefe. Cerró el portátil y lo guardó en el bolso. Torres volvió y
entró sin llamar a la puerta…

-Salgamos de aquí.

Britt miraba a escondidas desde la ventana a los hombres que estaban en frente del hotel… Los vio cruzar la calle…

-Creo que ya vienen…

-Salgamos por la puerta de atrás… - Dijo Ramírez, dejamos el auto de alquiler en la otra cuadra…

Fue así que bajaron corriendo las escaleras, y en vez de entrar a la sala de recepción del hotel, se metieron a la cocina. Los hombres subían por el ascensor…Creían poder sorprender a Pierce en su habitación. Pero encontraron el cuarto vacio. Pierce y sus dos compañeros huyeron en el auto alquilado.

-Debemos buscar un lugar seguro para escondernos…- Dijo Torres

-¡Qué tal frente a la comisaría! Hay una cafetería – Comentó Ramírez

-Para ustedes dos está bien, pero mi rostro para ellos es conocido.

-Operación cambió de sexo querida – Acotó Torres.
-Ay, Por Dios, que estas chistoso Torres – Le dijo Pierce .

Ramírez había vuelto a hackear el sistema de comunicaciones de la comisaría y estaba revisando las llamadas telefónicas que se realizabandesde ese lugar.

-Hey, Hey, acaban de llamar a Martínez avisándole que estás desaparecida…

-Ok, mejor me hago macho…- Dijo resignada Pierce.

-En un par de horas amanecerá, está claro que siguen creyendo que llegaste sola, así que buscaran a una mujer. No a tres hombres.

desgraciado martinez, donde estara fabray, espero que no le haya pasado nada!!!!

holap,...

britt se va a divertir siendo hombre de nuevo,..
por suerte esos cuerpos no era ninguno de quinn,..
a ver que pasa???

nos vemos!!

Capitulo 17


Siguieron dando vueltas por la Ciudad, hasta que estacionaron en una estación de servicio. Pierce tomó su bolso y el de sus compañeros y se metió en unos de los baños de servicio a disfrazarse. Torres llenó el
tranque con nafta, Ramírez entró a shop de dicha estación de servicio y pidió tres cafés para llevar y algo de comer. En menos de 15 minutos todos volvieron al auto. Pierce ya vestido con ropa de sus dos compañeros.

-Comunícate con Lopez – Le pidió Pierce a Ramírez. Quien automáticamente abrió su notebook y he inició el skype.

Santana sentada en su escritorio esperaba ansiosa que Pier ce volviera comunicarse, se había pasado la noche en la Central. Estaba sin dormir. Hacía dos días que nadie dormía. Cuando su Skype sonó. Nerviosa buscó el mouse para abrir la llamada.

- Aquí estoy…- Dijo al responder la llamada de Ramírez. Pierce tomó el ordenador de su compañero y se lo puso en su falda para hablar con Santana. Ella estaba sentada en asiendo trasero del auto.

-Santana, estamos huyendo de la policía de Neuquén. El Capitán Martínez tiene algo que ver en todo esto.

-El jefe ya mandó un equipo táctico para allá. Y hemos investigado a ese tipo. Tiene negocios sucios con algunos mafiosos. Tienen que ir con cuidado.

-Tranquila, buscan a una mujer, ya me disfracé de tipo, así que somos tres hombres paseando por Neuquén.

-Ya te gustó el travestismo – Le dijo riendo Santana, y Pierce le sonrió a través de la cámara de Skype

Santana estaba demasiado nerviosa por la situación, sentía que podía pasarle algo a Piercey el miedo la traía a mal traer.

-¿En cuánto tiempo llegan a Neuquén? – Preguntó Britt, refiriéndose al equipo que venía a buscarlos.

-Hace dos horas que salieron ya deben estar llegando, por suerte van en avión, jajaja –y se rió Santana tratando de no mostrarle el miedo que estaba sintiendo a Pierce.

-Ok, vamos para el aeropuerto – Dijo Torres encendiendo el motor del coche.

-Ok – Asintió Pierce a su compañero y este apretó el acelerador y salieron caminó al aeropuerto.

-El jefe ya informó a asuntos interno y se está abriendo un proceso para que investiguen en esa comisaría. Ya deben estar saliendo para allá también los agentes especiales de la policía.

-Eso está bien, pero que se demoren, porque se me hace que Martínez tiene vivo a Fabray.

-¿Qué? –Preguntó Ramírez.

-Es su seguro de vida… si lo hubiera matado ya habríamos encontrado su cuerpo. Porque arriesgarse a que investiguemos de más…

-Pero, igual hubiera habido una investigación, Pierce…

-Sí, pero él sería el principal sospechoso, porque nunca grabó las llamadas de Fabray. O sí. Y nunca me las mostró.

-A ver, no entiendo a dónde quieres llegar con eso…-Gritó desde Buenos Aires a través del Skype Santana.

-El Capitán Martínez, sabe que hace rato que lo investigan. Avisó que Fabray había desaparecido dos horas después del supuesto encuentro que ellos iban a interceptar y que al llegar se encontraron con el lugar vació. Dijo que inmediatamente mandó a buscar a Fabray y a sus hombres al hotel. Y no estaban. Que habían salido a las 7 de la mañana de ese mismo día. Entonces, los cuerpos encontrados no podían ser los de sus hombres, el médico forense dijo que tal vez podrían llevar muertos como tres días. Porque fueron dejados en el basural al otro día cuando llegué yo, y cuatro horas después de mi llegada los encontraron. Entre las 7 de las mañana que salieron del hotel y mi llegada hay casi dos días. No tres… esos muertos no son los oficiales que estaban con Fabray.

-Martínez podría haber avisado de la redada a los mafiosos, estos huyeron. El continúa con la redada y encuentra el lugar vació. Avisa que Fabray ha desaparecido y nos volcamos a buscarlo. No a seguir a los
mafiosos.

-Así Ramírez.

-Les dio tiempo a todos para huir – Comentó Torres manejando.

-¿Pero dónde puede tener a Fabray? – Pregunto Santana .

-Eso es lo que tenemos que averiguar.

-Pues creo que deberé hackear su teléfono celular – Apuntó Santana.

-Ok, hazlo, que el jefe consiga una orden para intervenir ya sus líneas.

-Ya estamos llegando al aeropuerto – Aviso Torres.

-San nos comunicamos después, si. Duerme un poco tienes unas ojeras terribles – Le dijo Pierce .

-Mejor haz tu trabajo y no me digas a mí que debo hacer – Le respondió Santana.

-Uy, sí que tiene carácter para hacerte frente Pierce – Comentó Ramírez.

Se despidieron y Pierce le devolvió el ordenador a su compañero para que este siguiera hackeando la Central de policía.

En menos de una hora se reunieron con el equipo que llegaba de Buenos Aires. Ellos ya traían sus órdenes así que el equipo iría directo a la comisaría a buscar a Martínez y hacerle creer que Pierce también estaba
desaparecida.

Torres y cuatro hombres del equipo entraron en la comisaría. Pidiendo hablar con el Capitán. Inmediatamente este apareció. Torres le dijo, que habían recibido una llamada de Pierce diciendo que había encontrado a Fabray pero se cortó la comunicación.

El Capitán estaba algo desorientado, intentó decir que él no sabía nada de su desaparición, que había dejado el mismo a Pierce en el Hotel la noche anterior. Y que la estaba esperando.

-¿A qué hora la dejó usted Señor a Pierce en el Hotel?- Lo interrogó Torres a Martínez.

-Cerca de las doce de la noche, quedó en venir para la comisaría a primera hora.

-La llamada de Pierce fue a las 2 de la mañana Señor – Hizo una pausa y continuó hablando Torres – ¿El Oficial Pierce le comunicó algo sobre la investigación que estaba llevando a cabo?

-Pues no, La vi muy preocupada por su compañera, pero se limitó a seguir la investigación que estábamos realizando nosotros aquí.

-¿O sea que en ninguno momento la noto extraña, o que pudiera estar ocultado algo?

-Un momento – Dijo Martínez – ¿está insinuando que la oficial pudo haber hecho algo incorrecto?

-No sabemos Señor, pero se comunica con su jefe avisando que encontró a Fabray y se corta la comunicación, y además en ningún momento aviso haber estado al tanto de la investigación que la policía de Neuquén estaba realizando.

Estaban intentado hacerle creer al Capitán que venían a investigar a Pierce no a él. Tenían que hacerlo sentir seguro de que no se sospechaba de él para que sólo pisara el palito y cometiera un error.

-Disculpen, pero me parece muy raro, cuando hablé con su jefe, me dijo que mandaría a su mejor oficial.

-Y lo es. Pero es muy raro. Que Fabray y Pierce, nuestros mejores hombres desaparezcan así. Y que hayan ocultado información a la Central.

-Acabo de perder a dos de mis mejores hombres con uno de sus mejores hombres ¿y ahora resulta que sus hombres son corruptos?

-Capitán no lo sabemos, pero hasta que no los encontremos no sabremos la verdad – Le dijo Torres - Necesito que de una orden de búsqueda por
todo Neuquén de las dos oficiales Pierce y Fabray.

-Ya estamos buscando por cielo y tierra a Fabray. Avisaré que deben buscar a la oficial Pierce también.

Torres se encargó de convencer al Capitán Martínez que ellos estaban sospechando de sus oficiales no de él. Fuera del edificio de la comisaría, Ramírez junto a Pierce y otros cuatro hombres montaban vigilancia.
Ramírez tenía intervenidas las líneas de teléfono de la comisaría y había hackeado la línea del móvil de Martínez. Cualquier llamada que entrara o saliera del lugar sería interceptada.

Apenas salieron de la comisaría Torres y sus hombres, dentro de la misma, Martínez tomó su celular y realizó una llamada de apenas 30 segundos…

-Soy yo, algo anda mal. ¿Tienen el paquete? – Dijo Martínez.

-Envuelto para regalo – respondieron del otro lado

-Volveré a llamar.

Dentro de la camioneta, Ramírez había interceptado la llamada.

-Maldición, corta la llamada no pude localizar el lugar – Maldijo Ramírez al no poder lograr su cometido.

-Tranquilo, volverá a llamar. Fabray está viva lo sabía – Le comentó Pierce.

-Sí, el la tiene.

por lo menos esta viva, basta saber en que condiciones!!!!!

Capitulo 18


Pierce se comunicó con Santana vía Skype para hacerle saber lo que estaba sucediendo y para que pudiera decirle a Rechel que había esperanzas de encontrar con vida a Fabray.

El Capitán Martínez se pasó todo el día fingiendo que se encargaba de la búsqueda de Pierce y Fabray. Torres volvió a la comisaría y no se le despegó por muchas horas, llegada la noche. Dijo que debía descansar,
que lo llamaran al hotel si había novedades. Se marchó al hotel, dejando verse en todos lados por los hombres de Martínez que lo seguían a poca distancia.

Pero si los hombres de Martínez seguían a Torres y su equipo. El otro equipo al mandó de Pierce lo seguían al Capitán. Quien apenas se marchó Torres salió de la comisaría. Subió a su auto acompañado de dos hombres.

-Síganlo de lejos…- Ordenó Pierce a Castro que estaba al volante de la camioneta.

-No te acerques mucho, le puse un micro GPS en su auto, sabremos donde va… - Comentó Ramírez.

-Ok – Respondió Castro manejando.

Siguieron el auto de Martínez hasta una fábrica abandonada. Al instante que lo vieron bajar del coche y entrar en un galpón. Ramírez sacó un potente micrófono de distancia para captar sonidos.

-Tienes algo – Preguntó Pierce.

-No, estamos lejos. Debemos acercarnos más.

Bajaron de la camioneta que habían estacionado como a 50 metros de la entrada de la fábrica abandonada. Y caminaron hacía la entrada. Notaron que en la puerta del galpón donde había entrado Martínez había dos
hombres charlando y montando guardia. Ramírez apuntó el micrófono hacia el galpón.

-Los tengo, pero es muy débil casi no se oye.

-¿Que escuchas? – Preguntó Pierce.

Castro se acercó a ellos junto con otros dos hombres.

-Castro ve con ellos a la parte trasera, ve si hay forma de entrar – Ordenó Pirece.

-Ok

Así Castro rodeó el perímetro para buscar una entrada en la parte trasera de la fábrica.

-Si nos acercamos más tendré mejor señal y captaré mejor – explicó Ramírez.

-Debemos encargarnos de los dos de la puerta – Dijo Britt.

En ese momento Castro ya había llegado a la parte trasera de la fábrica y se podía ver una pequeña ventana con los vidrios rotos a tres metros de altura. Con la ayuda de sus compañeros trepó hacia la ventana y pudo
observar que dentro del galpón abandonado se encontraba Martínez junto a tres hombres, todos armados. Justo en el centro del lugar, un hombre amarrado a una silla se encontraba. Castro no podía ver su rostro.

-Pierce – Llamó por su radio

-Castro, ¿Qué tienes?

-Hay cuatro hombres armados incluido Martínez. No observo más movimiento dentro del galpón, tienen a alguien de rehén no puedo verle bien desde aquí. Pero creo que es Fabray.

-Ok. ¿Tienen forma de entrar? – Preguntó

-No. No hay ninguna puerta.

-Sí, sí hay una…- Interrumpió su compañero que había caminado hacia una de las esquina del galpón para ver si podía ver a los dos hombres en el frente.

-Ok Debemos encargarnos silenciosamente de los hombres del frente para que podamos entrar al mismo tiempo ustedes y nosotros – Dijo Pierce.

-Esperamos señal Pierce

-A mi orden entran – Confirmó Pierce y miró a Ramírez.

Ramírez seguía intentando direccionar el micrófono para obtener buena señal y así escuchar lo que adentro pasaba.

-Shhhh escucho algo Desde adentro del galpón, Martínez intentaba hacer hablar al rehén.

-¿Ya dinos, qué información pasaste a tu jefe?

-Vete al diablo – respondía La mujer que se encontraba muy golpeada.

-Jefe, no hablará, la hemos torturado cuatro días y ni una palabra le hemos sacado.

-Pues si no habla no nos sirve – Dijo Martínez sacando su arma y apuntando a la cabeza de la pobre Mujer amarrada en la silla.

-Maldición va a dispararle – Gritó Castro, al mismo tiempo que con su arma apuntaba a Martínez desde la ventana.

Pierce al escuchar eso, se paró a mirar a los hombres que se encontraban en la puerta, ambos seguían charlando y fumando y no estaban mirando hacia la entrada del predio.

-¿Lo tienes en la mira? – Preguntó Pierce.

-Sí, lo tengo. Jorge y Manuel están en la puerta trasera listos para entrar.

-Ya deja eso, vamos por acción – Dijo Britt sacando su arma.

Ramírez hizo lo mismo. Ambos caminaron en cuclillas rápidamente hacia la entrada tratando de no ser vistos por los hombres que estaban de guardia. Al llegar a la puerta ambos se miraron y en vos baja Pierce contó
hasta tres y cuando dijo tres los dos salieron apuntando a los hombres que, al estar distraídos, no tuvieron tiempo de sacar sus armas. Pierce y Ramírez dispararon acertando en los cuerpos de estos hombres al mismo
tiempo que ella gritaba:

-Ahora Castro

Castro disparó directo al brazo de Martínez que apuntaba al rehén. Los otros dos hombres entraron derribando la puerta con tal rapidez que los hombres de Martínez no tuvieron ni tiempo de defenderse. Pierce y Ramírez también entraron al galpón por la puerta de adelante. En menos de 40 segundos los tres hombres fueron reducidos y Martínez que se encontraba en el suelo herido fue arrestado.

Fabray casi inconsciente, estaba amarrada a la silla, levantó su cara para ver hacia Pierce que se encontraba esposando a Martínez.

-Era hora que llegaras cretina – Le gritó.

Ramírez se acercó a élla y comenzó a desatar las cuerdas con que estaba amarrada.

-Y bueno idiota si no me dejaste miguitas de pan para seguirte el rastro. El caso estaba resuelto.

Martínez secuestró a Fabray creyendo que él había pasado a su jefe y que tenía información que lo comprometía a él y a muchos otros hombres que como policía estaba protegiendo. Pero Fabray no había tenido tiempo de comunicarse con Will. Pero si tenía todas las pruebas que mandarían a la cárcel a Martínez y a muchos más implicados en esta red de tratas de blancas. Sólo que Fabray nunca habló mientras la torturaban. Y no contaban con el sexto sentido de Pierce que siempre ve lo que no se ve.

Capitulo 19


Al llegar a Buenos Aires, Rechel corrió al encuentro de Fabray, que bajando del avión, como pudo se abrazó a su chica. Pierce sonriente bajó detrás de su compañero para ver a lo lejos a Lopez sonreír.

Todo volvió a la normalidad en esa semana. Fabary regresó al trabajo a los cuatro días, ya recuperado. El jefe estaba orgulloso de sus hombres, y hasta felicitó a Lopez por haber actuado bien. A solas en el departamento
de ambas.

-Oye, ¿Qué pasó con tus padres? – Le preguntó Britt mientras cocinaba.

-Nada, me volvieron loca llamando desde el hotel ese fin de semana, pero se fueron el lunes temprano – Le respondió Santana desde el sofá donde se encontraba sentada escribiendo en su ordenador portátil.

-Pero se comieron el cuento ¿no?

- Si dices que se creyeron que eres todo un macho… Pues sí, mi madre está encantada contigo – Dijo riendo.

-¡Oh! ¡Oh! ¿Algo me dice que no me vas a cortar?

-Ehhh Pues por el momento eres el novio perfecto, sería medio extraño que terminase la única relación que mi madre aprueba.

-Hey Hey, ¿o sea que debo seguir fingiendo ser tu novio? Preguntó Pierce con cara picara. Parecía gustarle la idea, pero no iba a admitírselo a su amiga.

-Tranquila no creo que vuelvan en mucho a tiempo a verme. Así que sólo te llamaré cuando aparezcan.

-¡Ah! Bien… ¡Pero no creas que mis servicios son gratis!

-¿Quéeeeee? – Algo asombrada Santana mirándola desde el sofá, sabiendo que debería pagar por el favor que Britt le había hecho.

-Que ya encontraré algo con que cobrarme

-Ok, pero ya está la cena ¿no?

-Ya casi está, con razón me quieres de novio, soy el hombre perfecto,hasta te cocino.

-Jajá – rió y se levantó y fue hacia la cocina donde estaba Santana y sacó de la alacena los platos para poner la mesa.Esa noche cenaron y se la pasaron riendo y tirándose palos con respecto al noviazgo de mentira que llevaban las dos frente a los padres de Santana.

Los meses pasaban y el trabajo los tenía a todos muy ocupados. Sin embargo Rechel y Quinn siempre lograban encontrar tiempo para escaparse de la rutina y vivir su amor. Santana y Britt comenzaron a trabajar en equipo, aunque seguía entrenándola, y todos los días se la pasaba criticándole algo, hacían buen equipo las dos.

Fuera del trabajo no había mucho acercamiento entre ellas, pero siempre Pierce le hacía bromas cuando estaban a solas sobre su noviazgo.

El teléfono de Pierce sonó, al mirarlo no reconoció el número, pero atendió igual.

-Juan, Hijo – Lo saludaba una voz de mujer desde el otro lado de la línea.

-¿Señora Lopez? – Preguntó algo nerviosa Britt al reconocer la voz de la madre de Santana.

-Sí, querido, te llamo porque como ya sabes se acerca el cumpleaños de mi hija y estamos pensando en ir a visitarla de sorpresa…-“ Por Dios, cuando respira ” pensaba Pierce escuchándola hablar sin parar – Quería coordinar contigo para hacerle una pequeña fiesta sorpresa ¿Si te
parece?

-Ehh, pues dígame lo que tiene pensado – No quería contrariar a su suegra.

Es así que en esa charla telefónica se pusieron de acuerdo para que Pierce llevara a Santana a un restaurante donde sus padres la estarían esperando. Y ahí festejar su cumpleaños.Inmediatamente Pierce buscó a Santana para contarle de lo sucedido,pues iba a ser muy difícil llevarla sin que ella sospechara, debía decírselo. Así que apenas encontró a Santana en el gimnasio la puso al tanto de su charla.

-¡Oh! ¡No! – Se quejaba ella.

-¡Oh! ¡Sí!

-No podemos seguir con esto…

-Tienes razón, creo que lo próximo es que te lleve al altar.

-¡¡No jodas Britt!! – Le gritó y todos en el gimnasio voltearon a verlas.

-Ya, Ya, mejor te llevo al restaurante, festejamos con tus padres y la semana que viene les cuentas que nos peleamos. Que te metí los cuernos, o que te gusta otro, algo inventarás.

-¿No te molesta ayudarme otra vez en esto?

-No, en realidad me divierte la situación

-¡Que tonta sos!

-¡Ah, Sí! Pero soy tu única alternativa…

Santana pasó media semana preocupada por lo que pasaría. Tenía miedo de que las cosas se le fueran de las manos y que sus padres descubrieran la mentira. Y eso sí que sería el fin. Rechel trataba de animarla, diciéndole que ella y Fabray estarían allí para apoyarla. Que no se preocupara, que todo saldría muy bien, y que no descubrirían a Pierce.

El tan mentado día llegó, y Pierce salió de su habitación vestido como todo un hombre.

-¿Ya estás lista? – Le preguntó a Santana quien se encontraba parada en medio de la sala, vestida con un ajustado vestido negro.

-Sí, ya estoy.

-¡¡Mujer!! ¿Qué te has puesto? – Dijo Pierce mirándola de arriba abajo.

-¡Un vestido no ves!

-Sí, ya veo, y que vestidito…. – exclamó Britt mordiéndose el labio inferior en señal de encontrarla muy, pero muy sexy.

-¿Vas a decirme que me queda mal?

-Te lo diría, pero te mentiría…

Santana la miró, y se dio cuenta que ante los ojos de pierce estaba hermosa, lo que hizo que su ego de mujer se elevara.

-Ya vamos, que Rechel y Fabray ya deben estar con tus padres llegando al restaurante.

Pierce se acercó a ella y le ofreció su brazo. Y ella aceptó y la condujo a la puerta del departamento para salir.
Al llegar al restaurante, los nervios de Santana se notaban, paradas en la puerta de entrada Britt trabaja de tranquilizarla.

-Tranqui que todo saldrá bien…- Le decía Pierce tomándola por la cintura.

Santana sentía su cuerpo estremecerse al sólo roce de sus manos.Respiró hondo. Tratando de calmarse, ya no sabía si estaba nerviosa por las manos de Pierce o por enfrentar a sus padres.

Tras como tres veces hondamente, Pierce volvió a ofrecerle su brazo para conducirla a la entrada y así ingresar al restaurante.

Apenas entraron, un mozo las guió hacia una mesa en el centro del local.

-Cariño, ¡pero si somos dos, porque una mesa para seis personas!–exclamó Santana siguiendo la farsa, para hacerle creer a sus padres que su fiesta sorpresa era real. En ese instante, aparecieron sus padres y Rechel con Fabray entrando por la puerta del patio interior del restaurante.
Santana soltó un grito…

-Ayyy No…. Papaaaaá, mamaaaaaaá – Su rostro mostraba sorpresa mientras caminaba al encuentro de sus padres para abrazarlos.

-¡Feliz cumpleaños hijita! – Le decían ambos padres al abrazarla.

-¿Pero qué pasa aquí? – Preguntaba Santana mirando aPierce, quien le sonreía.

-¡¡¡Sorpresa!!! – Saludaba Rechel – Caíste, ¡Feliz cumple amiga!

Fabray se acercaba a Santana y también la saludaba.

Santana se mostró sorprendida y emocionada frente a todos. Se acercó a Pierce y la besó en la mejilla dándole las gracias por lo que habíaorganizado.

-Pero amor, no fue mi idea, sino que tu madre me convenció.

-Ya me parecía que algo tenías que ver con esto, mamá

-¿Pero te gusta la sorpresa no? – Preguntó su madre.

-Claro que sí, ma.

La cena y el festejo transcurrió muy alegre, sus padres estaban muy contentos. Pierce no dejaba de comportarse como un novio cariñoso, siempre estaba tocándola, que si la abrazaba, que si ponía su mano sobre la deSantana, o sobre su pierna. A veces hasta cuando ninguno de sus Padres la observaba, se estaba aprovechando de la situación, y ella lo sabía pero no decía nada.

Rechel y Fabray seguían el juego, y actuaban como los dos fieles amigos de ambos.

Santana bebió demasiado y comenzó a notársele la borrachera. Lo cual hizo que Pierce, para que ella no metiera la pata y se descubriera sola, actuara.

-Amor ya has bebido mucho, y ya es muy tarde, creo que es mejor ir a casa a dormir

-No cariño, ¡¡vamos a bailar!! – Le decía Santana acercándose a Britt.

Sus padres dijeron lo mismo, con que ya era tarde y ellos mejor se iban al hotel a dormir. Que al otro día se podrían ver. Se despidieron de todos.

-Hija nos vemos mañana, ve a dormir – Le decía su padre.

-Mejor dejas de beber, no creo que a tu novio le guste verte borracha y haciendo escándalos Santana – La retaba su madre.

-No estoy borracha mamá

-Como digas, nos vemos mañana.

-Vamos Mujer, déjala con su novio, que él se encargue de ella. Mañana te llamamos hija – Habló su padre tomando del brazo a su mujer y guiándola para despedirse de todos y retirarse del lugar.

Apenas sus padres se retiraron del restaurante Santana se sintió aliviada.

-Por fin, no aguantó más esta mentira…- Dijo dejándose caer en la silla.

-Ya pasó…sólo queda un encuentro mañana y después terminamos – Le comentó Pierce.

-¿Ya quieres terminar conmigo querido? – Dijo Santana algo borracha.

Las cuatro decidieron retirarse del local, Rechel y Fabray saludaron y se retiraron. Santana casi no podía mantenerse en pie, y se apoyó en Pierce.

-Ya vamos, apóyate que ya llegamos al auto – Le decía Britt caminando hacia el estacionamiento. Apenas se sentó dentro del coche, Santana se relajó, y se quedó algo dormida. Pierce manejó en silencio, de vez en
cuando la miraba de reojo ahí dormida y sonreía.

Al llegar a estacionamiento del edificio. Frenó, y se dio vuelta para
despertarla.

-Hey, ya llegamos – Pero Santana se acurrucó más en su asiento – Maldición, espero que todo lo que comiste no te haga pesar 100 kilos. Britt bajó del coche, lo rodeó y abrió la puerta del lado de Santana. Como pudo la sacó del auto, intentó cargarla, pero Santana se movía, así que la paró en el suelo y trató de hacerla caminar haciendo que esta se colgara de su cuello.

-YaSantana, por favor, quédate quieta…

-¿A dónde vamos? – Preguntaba Santana algo desorientada por la borrachera.

-A dormir vamos, ¡camina por Dios! Como pudo, Pierce logró hacerla

caminar hasta el ascensor, ingresar en el con Santana. Apenas entraron y Britt apretó el botón para subir. Santana se abrazó a ella… y apoyó su cara en su hombro.

Las puertas del ascensor se abrieron y Britt volvió a ayudar a Santana a caminar hasta el departamento. La apoyó contra la pared y abrió la puerta para poder entrar. Ayudándola a caminar la llevó a su cuarto y la dejó caer en su cama. Apenas cayó Santana le tomó la mano a Pierce, haciendo que esta perdiera en equilibrio y cayera también en la cama, y sobre ella.

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