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[Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
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ana_bys_26
monica.santander
Caritovega
7 participantes
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Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
jajajajajajajajaja ese disfraz debe ser muy bueno, no creo que britt sea capaz de aprovecharse de la borrachera de santana, a ver que pasa!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
holap,...
amo las locuras que hace san y britt para que no se enteren los suegros jajaja
a ver que pasa ahora,..???
quiero beso jajaja
nos vemos!!!
amo las locuras que hace san y britt para que no se enteren los suegros jajaja
a ver que pasa ahora,..???
quiero beso jajaja
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
escuadron de elite capitulo 20
Capitulo 20
Pierce no pudo aguantar su deseo contenido y al sentir su cuerpo pegado al de ella sólo intentó no moverse. Santana sintió acelerarse su respiración al sentir su cuerpo comprimido por el de Britt. Abrió los ojos y la miró. Sus rostros casi pegados. Sus bocas a sólo centímetros de un beso. Quería que la besara, no lo podía ocultar, pero tampoco se animaba a ser ella la que la besara. Sin embargo, ninguna de las dos, se movían. Se observaban. Pierce pasó su mano sobre la frente de Santana para quitar el pelo que caía sobre sus ojos, pero terminó acariciando suavemente su mejilla. Y ella se movió para tomar con su mano esa mano que la acarició.Era inevitable la atracción, Santana estaba algo borracha pero sabía muy
bien lo que estaba pasando.Pierce no podía alejarse, la deseaba. Lentamente fue acercándose hasta besarla. Santana no pudo resistirse y correspondió a su beso.
La pasión se apoderó de las dos. Se deseaban, podían fingir que no sentían nada la una por la otra cuando se veían. Pero en ese instante… el deseo ganó. Cada roce, cada beso las quemó. Y se amaron sin decir una palabra, se dejaron llevar por lo que sentían y hasta ese instante habían
ignorando, o más bien no habían querido darse cuenta de lo que estaban sintiendo. Sin peros hicieron caso al fuego interior que las unía y las quemaba en la pasión.
El sol entraba de lleno por el ventanal. Esa luz despertó a Santana. Quien como siempre buscó su almohada y se tapó la cabeza para seguir durmiendo…Pero su mente si se despertó. Y la sensación de su cuerpo pegado al de Pierce esa noche aceleró su corazón… como flashes en su cabeza las imágenes de lo sucedido aquella noche comenzaron a pasar… abrió los ojos y se incorporó en la cama abruptamente. Miró al lado de su cama, las sábanas demostraban que algo había sucedido allí.“Estuve con ella” pensó. Se llevó las manos a su cara, refregó sus ojos e intentó recordar todo lo sucedido. Pero como flashes sólo podía ver a Britt encima de ella y besándose. Algunas caricias. Abrazó la almohada y aun tenía el
aroma de Pierce.
Se levantó de la cama, y envolvió su cuerpo desnudo con la sábana. Caminó a la sala.
-Britt – La llamó, esperando que ella saliera del baño o de su cuarto. Pero nada – Britt, ¿Dónde estás?
Ella no estaba, volvió a su cuarto, buscó ropa en el placard y se vistió. Y
cuando estaba terminando de ponerse la remera sintió el sonido de la puerta de entrada cerrarse. Corrió a la sala y la vio entrar con dos bolsas de papel llenas de víveres.
Pierce caminó hacia la cocina, dejó caer lentamente sobre la mesada las bolsas, y comenzó a acomodar en la alacena de arriba de la mesada lo que iba sacando de una de las bolsas. Britt no la había visto, Santana la mirada fijamente.
De pronto miró a donde se encontraba Santan y al verla, le habló, pero sin dejar de acomodar los víveres, ahora guardaba un maple de media docena de huevos en la heladera, un cartón de leche, una gaseosa….
-Ya te levantaste dormilona, en un rato llegan tus padres. Llamaron temprano avisando que vendrían a almorzar, que traían ellos la comida –Pierce le hablaba muy tranquila. Pero al terminar de guardar las cosas en la heladera y darse vuelta a verla, el rostro de Santanase mostraba desencajado.
-¿Te pasa algo?
-Me estás preguntando si me pasa algo, eres una cretina.
-¿Queeeé?
-Te aprovechas de mí y me preguntas que me pasa.
-¡Estás loca! ¿De qué hablas?
-Estaba borracha…. Te aprovechaste de mí anoche. ¿Y te haces la que no sabes de qué hablo?
-¡Ah, lo de anoche! Si no pasó nada… - Respondió Pierce dándole poca importancia a lo sucedido.
Santana más nerviosa y enojada comenzó a llorar. Pierce se acercó queriendo explicarle lo que había sucedido. Pero ella la empujó. Al mismo instante que golpearon la puerta.
-¡Tus padres!
Ella seguía llorando. Pierce no entendía su enojo, ni la actitud de Santana. Quien se dio vuelta y corrió a su cuarto.
Entonces, Britt caminó a la puerta y la abrió para que los padres entraran.
-Buen día hijo – Dijo la señora Lopez mientras ingresaba al departamento
– Mi esposo ya viene, está en la rotisería de la esquina esperando la comida.
-Buen día señora, pase no hay problemas, ya sabe que está en su casa.
-¿Mi hija aún duerme?
-Se está levantando – No terminó de decir eso, que la mujer sola se encaminó al cuarto de su hija. Y al entrar la vio sentada en su cama llorando.
-¿Qué pasa hija? – Preguntó preocupada la madre, y se sentó a su lado en la cama y la abrazó.
-Perdóname mamá… te he mentido – Santana ya no estaba razonando.
Se sentía usada por Pierce, y sabía que su mentira había llegado lejos. Debía confesarle a su madre,todo…
-Pero hija, ¿De qué hablas?
-Pierce no es mi novio. Sólo se ha hecho pasar por mi novio.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Me cansaste madre, siempre queriendo casar, queriendo presentarme cuanto soltero conocías. Y yo no busco casarme por el momento – Su madre la escuchaba en silencio, mientras Laura llorando se confesaba Estaba tan cansada de que cada vez que me llamaras por teléfono me preguntaras lo mismo que te mentí. Y Pierce se hizo pasar por mi novio. Pero no lo es.
La señora Lopez miró hacía la sala a Pierce que parada y en silencio observaba todo… Se paró bruscamente. Si había algo que realmente la enojaba y odiaba era la mentira. Miró a su hija que seguía llorando…
-No puedo creer que me mintieras…Sabés que odio las mentiras…- Le gritó y caminó hacia la sala para enfrentarse a Pierce – Y tú, con razón fingiste ser el hombre perfecto ¿No? –Y le plantó una cachetada. Pero ni se movió. Ni habló. No podía decir nada. Y la señora Lopez caminó hacia la puerta y al abrirla se chocó con su marido queriendo entrar con unos paquetes con la comida.
-Vamos Querido, no tenemos nada que hacer acá.
-Pero…- Sin entender nada se dejó llevar por su mujer.
La mujer lo agarró del brazo y lo arrastró hasta sacarlo por completo del departamento y cerró la puerta de un golpe.
Pierce corrió al cuarto de Santana, se arrodilló para intentar consolar a Santana, no entendía por qué había hablado. Pero esta la empujó.
-No te me acerques, te odio – Le gritó y se tiró en la cama a llorar.
-Santana, por favor, ¡háblame!
-No quier o verte ni hablarte… ¡Déjame sola! – Volvió a gritarle. Entonces Pierce bajó la cabeza y se fue del departamento. Dolida por el rechazo de
Santana salió a caminar. Vagó por las calles por horas pensando que “Diablos había hecho mal”. Casi a media tarde regres ó y se encontró con Rechel y Quinn en el departamento
-Hola -¿Qué pasó? – Preguntó Rechel.
-No sé, se levantó con el pie izquierdo, se enojó conmigo no sé por qué cuando apareció su madre le confesó que le había mentido.
-¿Pero por qué se enojó contigo? – Interrogó Quinn.
-No sé, ni me importa, no me voy a preocupar por su histeria–Y se metió sin decir más en su cuarto.
Santana salió del baño, sus ojos rojos de tanto llorar, el rostro pálido... mostraba su tristeza.
-Britt acaba de llegar – Le contó Rechel.
-Y a mí que me importa…- Le respondió y se fue a su habitación para tirarse en la cama.
Rechel y Quinn se miraron, no entendían nada
-Mejor las dejamos solas, está claro que ninguna va a hablar con nosotros ahora – Dijo Rechel. Y los dos se retiraron del departamenTo…
Pierce no pudo aguantar su deseo contenido y al sentir su cuerpo pegado al de ella sólo intentó no moverse. Santana sintió acelerarse su respiración al sentir su cuerpo comprimido por el de Britt. Abrió los ojos y la miró. Sus rostros casi pegados. Sus bocas a sólo centímetros de un beso. Quería que la besara, no lo podía ocultar, pero tampoco se animaba a ser ella la que la besara. Sin embargo, ninguna de las dos, se movían. Se observaban. Pierce pasó su mano sobre la frente de Santana para quitar el pelo que caía sobre sus ojos, pero terminó acariciando suavemente su mejilla. Y ella se movió para tomar con su mano esa mano que la acarició.Era inevitable la atracción, Santana estaba algo borracha pero sabía muy
bien lo que estaba pasando.Pierce no podía alejarse, la deseaba. Lentamente fue acercándose hasta besarla. Santana no pudo resistirse y correspondió a su beso.
La pasión se apoderó de las dos. Se deseaban, podían fingir que no sentían nada la una por la otra cuando se veían. Pero en ese instante… el deseo ganó. Cada roce, cada beso las quemó. Y se amaron sin decir una palabra, se dejaron llevar por lo que sentían y hasta ese instante habían
ignorando, o más bien no habían querido darse cuenta de lo que estaban sintiendo. Sin peros hicieron caso al fuego interior que las unía y las quemaba en la pasión.
El sol entraba de lleno por el ventanal. Esa luz despertó a Santana. Quien como siempre buscó su almohada y se tapó la cabeza para seguir durmiendo…Pero su mente si se despertó. Y la sensación de su cuerpo pegado al de Pierce esa noche aceleró su corazón… como flashes en su cabeza las imágenes de lo sucedido aquella noche comenzaron a pasar… abrió los ojos y se incorporó en la cama abruptamente. Miró al lado de su cama, las sábanas demostraban que algo había sucedido allí.“Estuve con ella” pensó. Se llevó las manos a su cara, refregó sus ojos e intentó recordar todo lo sucedido. Pero como flashes sólo podía ver a Britt encima de ella y besándose. Algunas caricias. Abrazó la almohada y aun tenía el
aroma de Pierce.
Se levantó de la cama, y envolvió su cuerpo desnudo con la sábana. Caminó a la sala.
-Britt – La llamó, esperando que ella saliera del baño o de su cuarto. Pero nada – Britt, ¿Dónde estás?
Ella no estaba, volvió a su cuarto, buscó ropa en el placard y se vistió. Y
cuando estaba terminando de ponerse la remera sintió el sonido de la puerta de entrada cerrarse. Corrió a la sala y la vio entrar con dos bolsas de papel llenas de víveres.
Pierce caminó hacia la cocina, dejó caer lentamente sobre la mesada las bolsas, y comenzó a acomodar en la alacena de arriba de la mesada lo que iba sacando de una de las bolsas. Britt no la había visto, Santana la mirada fijamente.
De pronto miró a donde se encontraba Santan y al verla, le habló, pero sin dejar de acomodar los víveres, ahora guardaba un maple de media docena de huevos en la heladera, un cartón de leche, una gaseosa….
-Ya te levantaste dormilona, en un rato llegan tus padres. Llamaron temprano avisando que vendrían a almorzar, que traían ellos la comida –Pierce le hablaba muy tranquila. Pero al terminar de guardar las cosas en la heladera y darse vuelta a verla, el rostro de Santanase mostraba desencajado.
-¿Te pasa algo?
-Me estás preguntando si me pasa algo, eres una cretina.
-¿Queeeé?
-Te aprovechas de mí y me preguntas que me pasa.
-¡Estás loca! ¿De qué hablas?
-Estaba borracha…. Te aprovechaste de mí anoche. ¿Y te haces la que no sabes de qué hablo?
-¡Ah, lo de anoche! Si no pasó nada… - Respondió Pierce dándole poca importancia a lo sucedido.
Santana más nerviosa y enojada comenzó a llorar. Pierce se acercó queriendo explicarle lo que había sucedido. Pero ella la empujó. Al mismo instante que golpearon la puerta.
-¡Tus padres!
Ella seguía llorando. Pierce no entendía su enojo, ni la actitud de Santana. Quien se dio vuelta y corrió a su cuarto.
Entonces, Britt caminó a la puerta y la abrió para que los padres entraran.
-Buen día hijo – Dijo la señora Lopez mientras ingresaba al departamento
– Mi esposo ya viene, está en la rotisería de la esquina esperando la comida.
-Buen día señora, pase no hay problemas, ya sabe que está en su casa.
-¿Mi hija aún duerme?
-Se está levantando – No terminó de decir eso, que la mujer sola se encaminó al cuarto de su hija. Y al entrar la vio sentada en su cama llorando.
-¿Qué pasa hija? – Preguntó preocupada la madre, y se sentó a su lado en la cama y la abrazó.
-Perdóname mamá… te he mentido – Santana ya no estaba razonando.
Se sentía usada por Pierce, y sabía que su mentira había llegado lejos. Debía confesarle a su madre,todo…
-Pero hija, ¿De qué hablas?
-Pierce no es mi novio. Sólo se ha hecho pasar por mi novio.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Me cansaste madre, siempre queriendo casar, queriendo presentarme cuanto soltero conocías. Y yo no busco casarme por el momento – Su madre la escuchaba en silencio, mientras Laura llorando se confesaba Estaba tan cansada de que cada vez que me llamaras por teléfono me preguntaras lo mismo que te mentí. Y Pierce se hizo pasar por mi novio. Pero no lo es.
La señora Lopez miró hacía la sala a Pierce que parada y en silencio observaba todo… Se paró bruscamente. Si había algo que realmente la enojaba y odiaba era la mentira. Miró a su hija que seguía llorando…
-No puedo creer que me mintieras…Sabés que odio las mentiras…- Le gritó y caminó hacia la sala para enfrentarse a Pierce – Y tú, con razón fingiste ser el hombre perfecto ¿No? –Y le plantó una cachetada. Pero ni se movió. Ni habló. No podía decir nada. Y la señora Lopez caminó hacia la puerta y al abrirla se chocó con su marido queriendo entrar con unos paquetes con la comida.
-Vamos Querido, no tenemos nada que hacer acá.
-Pero…- Sin entender nada se dejó llevar por su mujer.
La mujer lo agarró del brazo y lo arrastró hasta sacarlo por completo del departamento y cerró la puerta de un golpe.
Pierce corrió al cuarto de Santana, se arrodilló para intentar consolar a Santana, no entendía por qué había hablado. Pero esta la empujó.
-No te me acerques, te odio – Le gritó y se tiró en la cama a llorar.
-Santana, por favor, ¡háblame!
-No quier o verte ni hablarte… ¡Déjame sola! – Volvió a gritarle. Entonces Pierce bajó la cabeza y se fue del departamento. Dolida por el rechazo de
Santana salió a caminar. Vagó por las calles por horas pensando que “Diablos había hecho mal”. Casi a media tarde regres ó y se encontró con Rechel y Quinn en el departamento
-Hola -¿Qué pasó? – Preguntó Rechel.
-No sé, se levantó con el pie izquierdo, se enojó conmigo no sé por qué cuando apareció su madre le confesó que le había mentido.
-¿Pero por qué se enojó contigo? – Interrogó Quinn.
-No sé, ni me importa, no me voy a preocupar por su histeria–Y se metió sin decir más en su cuarto.
Santana salió del baño, sus ojos rojos de tanto llorar, el rostro pálido... mostraba su tristeza.
-Britt acaba de llegar – Le contó Rechel.
-Y a mí que me importa…- Le respondió y se fue a su habitación para tirarse en la cama.
Rechel y Quinn se miraron, no entendían nada
-Mejor las dejamos solas, está claro que ninguna va a hablar con nosotros ahora – Dijo Rechel. Y los dos se retiraron del departamenTo…
ana_bys_26- ---
- Mensajes : 555
Fecha de inscripción : 21/11/2015
Edad : 34
escuadron de elite capitulo 21
Capiutulo 21
…Pasaron los días, y ambas se ignoraban, ni se hablaban, y en el trabajo cuando se dirigían la palabra era sólo porque debían hacerlo. Pero preferían el silencio e ignorarse.
El jefe llamó a Pierce para solicitarle el informe de Lopez, ya llevaba un año de entrenamiento y quería saber si necesitaba más tiempo o ya la designaba como oficial del equipo.
-A última hora tendrá el informe señor – Respondió Pierce y se retiró de la oficina. Se sentó en su escritorio y realizó el informe.
Cuando apenas faltaban unos minutos para las 19 horas, Pierce entregó el informe sin mediar palabras… Cuando se volvía a retirar de la oficina del jefe, este le habló:
-¿Se puede saber qué diablos te pasa Pierce?
-Nada, señor
-Nada, ¡Sí,cómo no!…. Estás rara.
-Jefe, siempre he sido la rara del equipo ¿Recién ahora se da cuenta?
-Pierce, no sé qué carajo te pasa, pero mejor te tomas unas vacacionesLe Aconsejo will.
-No es mala idea, Señor, llevo tres años sin vacaciones…- Caminó hacia la puerta la abrió – Pediré mis vacaciones, Señor – y salió. …
A la mañana siguiente mientras Lopez acudía a la oficina del jefe. Pierce pedía sus vacaciones en la oficina de personal.
-Buenos días, Señor
-Pasa y cierra la puerta Lopez – Ella cerró la puerta y caminó hacia el frente del escritorio. Will la observo y le pidió que se sentara. Así que tomó asiento frente a él.
-¿Sucede algo Jefe?
-No –Hizo una pequeña pausa para mirarla -Lopez, ya hace un año que estás en el equipo. Y Ayer Pierce me entregó su informe sobre tu desempeño en tu entrenamiento así que te he llamado para informarte – Hizo otra pausa, antes de decirle lo que le tenía que decir. Y Santana sintió miedo de lo que Pierce hubiera dicho en su evaluación – Querida, debo darte la bienvenida oficial al equipo. Has pasado el entrenamiento.
Al terminar de escuchar al jefe, ella se paró. No sabía si ponerse feliz o qué… A pesar de todo Pierce la había evaluado bien.
-Creo que mejor te vas a festejar con tus compañeros jovencita – Le dijo el Capitán al mismo tiempo que extendía su mano para saludarla.
Santana salió contenta de la oficina a contarle a Rechel y a los demás que ya era oficial del equipo, ya no más una novata. Apenas todos se enteraron se pusieron contentos como ella, y comenzaron a felicitarla. Ella comenzó a buscar a Pierce por todo el edificio pero no estaba. Cuando se cruzó con Quinn le preguntó si había visto a Britt, y este le comentó que la había visto entrar a la oficina de personal a la mañana. Pero que no la había vuelto a ver en todo el día.
Así fue que Santana pasó todo el día en el trabajo sin ver a Pierce. Y cuando fue a su departamento a cambiarse para salir al bar a festejar con sus compañeros… Al entrar se esperaba toparse con ella. Quería hablarle pero se encontró con que tampoco estaba ahí. Se cambió y se fue al bar. No podía dejar de pensar en Pierce. Había sido una estúpida. Si bien no recordaba todo lo que había sucedido aquella noche, si se acostaron, Britt no se había aprovechado de ella, ella deseaba eso que pasó. Pero no pensó, o más bien pensó mal, y se enojó sin saber por qué. Causando un distanciamiento entre las dos. Debía hacerle frente y pedirle perdón. Esos flashes que recordaba, la forma en que la besó, la acarició… ledaban a entender que Britt la quería.
Apenas entró en el bar, se encontró con la mayoría de sus compañeros policías que la esperaban listos para festejar su entrada oficial al Equipo. Entró sonriente y saludando a todos. Mientras charlaba y saludaba a la gente que se le acercaba miraba de reojo buscando a Rechel y Quinn.
Aun que no perdía la esperanza de ver entre el tumulto a Pierce. Pero su pareja de amigos no se hallaba en el lugar y menos Britt. Como a la medía hora los divisó entrando al local, y dándose pasó entre la gente corrió a ellos para abrazarse con Rechel apenas estuvo frente a ella.
-Pensé que no vendrían – Le comentó al oído mientras la abrazaba a Rechel.
-Tonta, mira si no íbamos a venir, sólo nos demoramos…- Le contestó su amiga. Quinn la abrazó y besó en la mejilla dándoles las felicitaciones por ser la nueva oficial del equipo.
-¿Y Pierce?– Preguntó dubitativa Santana a Rechel.
-¡Ah Bueno! ¡Ahora pregunta por la otra! – Comentó en voz baja.
Santana lo miró pero no le dijo nada, solamente volvió a preguntar por Britt:
-¿Dónde está? Rechel se acercó a ella para hablarle.
-Britt se tomó unos días de vacaciones, dijo que iría a la playa.
-Pero…
-Pero ¿Qué?
-No Dijo nada
-¡Y qué va a decirte si no se hablan ustedes!
Santana bajó la mirada, y Rechel la tomó del brazo para así caminar hacía la barra.Quinn entendió que ellas debían hablar a solas, y sin decir nada se alejó yéndose con unos amigos a la otra punta de la barra a tomar cervezas.
-¿Qué diablos pasa entre ustedes dos?
-Nada, nada – Repitió Santana.
-Y dale con Nada. Se llevaban de maravilla las dos. Cumples años y al otro día te levantas histérica y de mal humor y la mandas a la mierda.
-¿Qué te dijo ella?
-Ella no me dijo nada, sólo me mandó a preguntarte a ti. Pero las dos me han estado mandando con la otra en esta semana cuando yo preguntaba qué pasaba…
-Yo…- Titubeó…
-¿Vos qué?
-La noche de mi cumpleaños, yo estaba borracha y…- Bajó la mirada.
-Sí, te pasaste de copas y qué…
-Ella y yo…
-¿Ella y vos qué…? Por Dios….
-Lo hicimos
-¿Queeeé?
-Que lo hicimos, que nos acostamos, que tuvimos sexo…. – Respondió Santana algo ofuscada.
Rechel comenzo a reírse, y Santana más se enojaba, sentía vergüenza de confesar que había estado en la cama con Pierce.
-¿Por qué te ríes?
-¿Por eso dejaste de hablarle?
-Sí, ella se aprovechó de la situación. Se propasó conmigo sabiendo que estaba borracha y no sabía lo que hacía. Sí, sí, como no…no sabías lo que hacías…
-Rechel no te burles.
-Sabes eres una tonta.
-Lo sé, pero me sentí usada, me sentí mal por lo que pasó.
-¡¡¡No pasó nadaaaaaaaa entre ustedes!!!
-Ella también tuvo el tupé de decir que no pasó nadaaaaaaa.
-Porque no pasó nada Santana.
-¿Y vos que sabés?
-Antes de irse a la playa hablé con ella y me dijo que es lo que había pasado…
-Me mentiste… dijiste que no te había dicho nada…
-Sí, mentí ¿Y qué?
-¿Por qué te pones de su lado?
-Santana, no pasó nada…. Se besaron, se acariciaron, y hasta se quitaron la ropa… pero ella se detuvo porque estabas borracha. Te abrazó y te dormiste en sus brazos. ¡¡Eso fue lo que pasóooooooo!!
-Perooo – Su mente se llenó de los flashes que por una semana habían ocupado su cabeza… Recordó besarla, sus manos acariciándola, y hasta en su recuerdo sintió como se deslizaba su vestido cuando ella se lo quitaba. Pero no más… ¿Y si era verdad? Sí sólo pasó eso…
- ¿Por qué me dejó creer que lo habíamos hecho?
-¿Y preguntas por qué?
-Pasé toda la semana pensando que se había aprovechado de mí. Y no me dijo nada….
-Sí no la dejaste hablar, no la dejaste explicarte nada.
-¡Debe estar furiosa conmigo!
-Furiosa es poco… Por eso prefirió alejarse.Porque no quería enfrentarte, se cansó de intentar hablarte y vos la ignorabas.
-Ella también me ignoró antes…
-No era lo mismo… no te conocía, no era tu amiga, no confiaba en ti…. No te quería…
-¿Estás diciendo que ahora me quiere?
-Uy Dios! ¡Eres igual de estúpida que Quinn! Hasta el propio Fabray se dio cuenta que ustedes sentían algo…
A Santana le cayó la ficha… Y si había estado confundida, su mente se aclaró como cielo azul en verano después de una de esas tormentas tropicales que se lo llevan todo a su pasó. No podía negar más sus sentimientos por Pierce… Se había pasado toda su vida huyendo del amor, se decía a si misma que lo buscaba, pero en realidad, le estaba escapado, o quizás elegía mal a propósito… para llegar a este
momento donde el corazón no tenía dudas… Pero la tristeza ahora se apoderaba de ella… No sabía cómo decirle a Pierce que sentía, cómo enfrentarla, cómo luchar con el recuerdo de Marissa… cómo lograr que
ella la amara… porque Rechel y Quinn tenían razón, Britt sentía algo por ella. Pero que sentía era lo que debía descubrir…No estaba segura si era amor como el que ella acababa de descubrir.
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perdon porla tardanz esque me regalaron un hordenador nuevo etube que pasalo todo al nuevo
FELIZ NAVIDAD A TO@S
…Pasaron los días, y ambas se ignoraban, ni se hablaban, y en el trabajo cuando se dirigían la palabra era sólo porque debían hacerlo. Pero preferían el silencio e ignorarse.
El jefe llamó a Pierce para solicitarle el informe de Lopez, ya llevaba un año de entrenamiento y quería saber si necesitaba más tiempo o ya la designaba como oficial del equipo.
-A última hora tendrá el informe señor – Respondió Pierce y se retiró de la oficina. Se sentó en su escritorio y realizó el informe.
Cuando apenas faltaban unos minutos para las 19 horas, Pierce entregó el informe sin mediar palabras… Cuando se volvía a retirar de la oficina del jefe, este le habló:
-¿Se puede saber qué diablos te pasa Pierce?
-Nada, señor
-Nada, ¡Sí,cómo no!…. Estás rara.
-Jefe, siempre he sido la rara del equipo ¿Recién ahora se da cuenta?
-Pierce, no sé qué carajo te pasa, pero mejor te tomas unas vacacionesLe Aconsejo will.
-No es mala idea, Señor, llevo tres años sin vacaciones…- Caminó hacia la puerta la abrió – Pediré mis vacaciones, Señor – y salió. …
A la mañana siguiente mientras Lopez acudía a la oficina del jefe. Pierce pedía sus vacaciones en la oficina de personal.
-Buenos días, Señor
-Pasa y cierra la puerta Lopez – Ella cerró la puerta y caminó hacia el frente del escritorio. Will la observo y le pidió que se sentara. Así que tomó asiento frente a él.
-¿Sucede algo Jefe?
-No –Hizo una pequeña pausa para mirarla -Lopez, ya hace un año que estás en el equipo. Y Ayer Pierce me entregó su informe sobre tu desempeño en tu entrenamiento así que te he llamado para informarte – Hizo otra pausa, antes de decirle lo que le tenía que decir. Y Santana sintió miedo de lo que Pierce hubiera dicho en su evaluación – Querida, debo darte la bienvenida oficial al equipo. Has pasado el entrenamiento.
Al terminar de escuchar al jefe, ella se paró. No sabía si ponerse feliz o qué… A pesar de todo Pierce la había evaluado bien.
-Creo que mejor te vas a festejar con tus compañeros jovencita – Le dijo el Capitán al mismo tiempo que extendía su mano para saludarla.
Santana salió contenta de la oficina a contarle a Rechel y a los demás que ya era oficial del equipo, ya no más una novata. Apenas todos se enteraron se pusieron contentos como ella, y comenzaron a felicitarla. Ella comenzó a buscar a Pierce por todo el edificio pero no estaba. Cuando se cruzó con Quinn le preguntó si había visto a Britt, y este le comentó que la había visto entrar a la oficina de personal a la mañana. Pero que no la había vuelto a ver en todo el día.
Así fue que Santana pasó todo el día en el trabajo sin ver a Pierce. Y cuando fue a su departamento a cambiarse para salir al bar a festejar con sus compañeros… Al entrar se esperaba toparse con ella. Quería hablarle pero se encontró con que tampoco estaba ahí. Se cambió y se fue al bar. No podía dejar de pensar en Pierce. Había sido una estúpida. Si bien no recordaba todo lo que había sucedido aquella noche, si se acostaron, Britt no se había aprovechado de ella, ella deseaba eso que pasó. Pero no pensó, o más bien pensó mal, y se enojó sin saber por qué. Causando un distanciamiento entre las dos. Debía hacerle frente y pedirle perdón. Esos flashes que recordaba, la forma en que la besó, la acarició… ledaban a entender que Britt la quería.
Apenas entró en el bar, se encontró con la mayoría de sus compañeros policías que la esperaban listos para festejar su entrada oficial al Equipo. Entró sonriente y saludando a todos. Mientras charlaba y saludaba a la gente que se le acercaba miraba de reojo buscando a Rechel y Quinn.
Aun que no perdía la esperanza de ver entre el tumulto a Pierce. Pero su pareja de amigos no se hallaba en el lugar y menos Britt. Como a la medía hora los divisó entrando al local, y dándose pasó entre la gente corrió a ellos para abrazarse con Rechel apenas estuvo frente a ella.
-Pensé que no vendrían – Le comentó al oído mientras la abrazaba a Rechel.
-Tonta, mira si no íbamos a venir, sólo nos demoramos…- Le contestó su amiga. Quinn la abrazó y besó en la mejilla dándoles las felicitaciones por ser la nueva oficial del equipo.
-¿Y Pierce?– Preguntó dubitativa Santana a Rechel.
-¡Ah Bueno! ¡Ahora pregunta por la otra! – Comentó en voz baja.
Santana lo miró pero no le dijo nada, solamente volvió a preguntar por Britt:
-¿Dónde está? Rechel se acercó a ella para hablarle.
-Britt se tomó unos días de vacaciones, dijo que iría a la playa.
-Pero…
-Pero ¿Qué?
-No Dijo nada
-¡Y qué va a decirte si no se hablan ustedes!
Santana bajó la mirada, y Rechel la tomó del brazo para así caminar hacía la barra.Quinn entendió que ellas debían hablar a solas, y sin decir nada se alejó yéndose con unos amigos a la otra punta de la barra a tomar cervezas.
-¿Qué diablos pasa entre ustedes dos?
-Nada, nada – Repitió Santana.
-Y dale con Nada. Se llevaban de maravilla las dos. Cumples años y al otro día te levantas histérica y de mal humor y la mandas a la mierda.
-¿Qué te dijo ella?
-Ella no me dijo nada, sólo me mandó a preguntarte a ti. Pero las dos me han estado mandando con la otra en esta semana cuando yo preguntaba qué pasaba…
-Yo…- Titubeó…
-¿Vos qué?
-La noche de mi cumpleaños, yo estaba borracha y…- Bajó la mirada.
-Sí, te pasaste de copas y qué…
-Ella y yo…
-¿Ella y vos qué…? Por Dios….
-Lo hicimos
-¿Queeeé?
-Que lo hicimos, que nos acostamos, que tuvimos sexo…. – Respondió Santana algo ofuscada.
Rechel comenzo a reírse, y Santana más se enojaba, sentía vergüenza de confesar que había estado en la cama con Pierce.
-¿Por qué te ríes?
-¿Por eso dejaste de hablarle?
-Sí, ella se aprovechó de la situación. Se propasó conmigo sabiendo que estaba borracha y no sabía lo que hacía. Sí, sí, como no…no sabías lo que hacías…
-Rechel no te burles.
-Sabes eres una tonta.
-Lo sé, pero me sentí usada, me sentí mal por lo que pasó.
-¡¡¡No pasó nadaaaaaaaa entre ustedes!!!
-Ella también tuvo el tupé de decir que no pasó nadaaaaaaa.
-Porque no pasó nada Santana.
-¿Y vos que sabés?
-Antes de irse a la playa hablé con ella y me dijo que es lo que había pasado…
-Me mentiste… dijiste que no te había dicho nada…
-Sí, mentí ¿Y qué?
-¿Por qué te pones de su lado?
-Santana, no pasó nada…. Se besaron, se acariciaron, y hasta se quitaron la ropa… pero ella se detuvo porque estabas borracha. Te abrazó y te dormiste en sus brazos. ¡¡Eso fue lo que pasóooooooo!!
-Perooo – Su mente se llenó de los flashes que por una semana habían ocupado su cabeza… Recordó besarla, sus manos acariciándola, y hasta en su recuerdo sintió como se deslizaba su vestido cuando ella se lo quitaba. Pero no más… ¿Y si era verdad? Sí sólo pasó eso…
- ¿Por qué me dejó creer que lo habíamos hecho?
-¿Y preguntas por qué?
-Pasé toda la semana pensando que se había aprovechado de mí. Y no me dijo nada….
-Sí no la dejaste hablar, no la dejaste explicarte nada.
-¡Debe estar furiosa conmigo!
-Furiosa es poco… Por eso prefirió alejarse.Porque no quería enfrentarte, se cansó de intentar hablarte y vos la ignorabas.
-Ella también me ignoró antes…
-No era lo mismo… no te conocía, no era tu amiga, no confiaba en ti…. No te quería…
-¿Estás diciendo que ahora me quiere?
-Uy Dios! ¡Eres igual de estúpida que Quinn! Hasta el propio Fabray se dio cuenta que ustedes sentían algo…
A Santana le cayó la ficha… Y si había estado confundida, su mente se aclaró como cielo azul en verano después de una de esas tormentas tropicales que se lo llevan todo a su pasó. No podía negar más sus sentimientos por Pierce… Se había pasado toda su vida huyendo del amor, se decía a si misma que lo buscaba, pero en realidad, le estaba escapado, o quizás elegía mal a propósito… para llegar a este
momento donde el corazón no tenía dudas… Pero la tristeza ahora se apoderaba de ella… No sabía cómo decirle a Pierce que sentía, cómo enfrentarla, cómo luchar con el recuerdo de Marissa… cómo lograr que
ella la amara… porque Rechel y Quinn tenían razón, Britt sentía algo por ella. Pero que sentía era lo que debía descubrir…No estaba segura si era amor como el que ella acababa de descubrir.
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perdon porla tardanz esque me regalaron un hordenador nuevo etube que pasalo todo al nuevo
FELIZ NAVIDAD A TO@S
ana_bys_26- ---
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Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
santana la haz cagado olimpicamente sera que pueda buscar a britt y que ambas tengas una charla como adultas o si no adultas enamoradas
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
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escuadron de elite capitulo 22
Capitulo 22
… Había salido temprano de la Capital rumbo la costa atlántica, no tenía un destino fijo, sólo sabía que quería estar sola y pensar.
Pierce manejaba absorta en sus pensamientos. Ya había perdido la noción del tiempo. Llevaba horas, perdida en la ruta rumbo a la playa. No quería pensar, no quería sentir. Sólo quería huir, alejarse lo más que pudiera de la Ciudad, del trabajo, de todos, de ella… “ ¿Por qué no la enfrenté y le dije la verdad? ¿Por qué dejé que creyera cualquier cosa de mí? ¿Por qué no me defendí ?” se preguntaba mientras manejaba sin quitar su mirada de la ruta.
Quizás, era preferible que ella la odiara a que le correspondiera a lo que estaba comenzando a sentir. Se había jurado no volver a amar, pero sabía muy bien que un día cualquiera caería de
rodillas ante un nuevo amor. Uno que borraría el dolor de su corazón cansado de amar un recuerdo… No quería olvidar a Marissa, pero en su forma de amar sabía que eso jamás pasaría, pues creía que cuando un nuevo amor apareciera, todo el amor que sintió por su amada un dia se renovaría para ser entregado a
otra mujer, que seguro no se parecería en nada a la que amó con toda su alma.
Y tenía miedo, miedo de volver a amar. Eso que tanto le recriminó a Fabray, lo estaba sintiendo ella. Y no sabía cómo enfrentarlo. Y prefirió huir, pensando que en la distancia podría poner en orden sus pensamientos, miedos y sentimientos.
Más de 300 Km, Tres horas manejando y la primera Ciudad costera que veía era San Clemente del Tuyú. Eran casi las siete de la tarde, el sol ya se había recostado en el horizonte… mirando de lejos a la luna que ya se veía clara. Decidió seguir unos kilómetros más, sabía que pasando Santa Teresita y San Bernardo llegaría a las playas de Mar de Ajó. Sólo eran 35 Km calculó mentalmente en cuanto tiempo podría llegar.
-En menos de 40 minutos estaré ahí – Se dijo a si misma mientras manejaba. Ya saliendo de la Ciudad de San Clemente del Tuyú. La Ciudad balnearia de Mar de Ajó la recibió con sus lucen encendidas…Buscó un hotel, se registró por una noche, aunque no sabía si se quedaría más tiempo. Necesitaba descansar, quería silencio y dormir. Así que se metió en su habitación y sin cenar se tiró en la cama a dormir.
A la mañana siguiente el sol entró radiante por la ventana despertándola. Se estiró en la cama, se levantó y se dio una ducha. Por primera vez sentía su mente en blanco, parecía que había do rmido mil días…Descansada, salió de su habitación para dar un paseo por la playa.
El conserje del hotel le indicó que la playa se encontraba a dos cuadras del hotel, y le habló de un pequeño café a orillas del mar.
Caminó y caminó por las playas de arena fina y libres de piedras de Mar de Ajó… A lo lejos divisó un pequeño café. Al llegar una joven de no más de 18 años le indicó una mesa donde podía sentarse. La mesa estaba ubicada frente al ventanal que daba al mar. Le pareció una vista hermosa. Se sentó pidió un desayuno americano.
Cuando se disponía a marcharse la misma joven que la atendió y le sirvió su desayuno la saludó con una sonrisa… Stone se detuvo en la puerta de salida y le habló…
-Oye, ¿Qué hay de bueno por aquí para ver?
- Depende – Le respondió
-¿Depende de qué?
-Digamos que si te gusta la playa, ya viste la playa ¿no? – Pierce le afirmó con la cabeza – Si vas para el sur, te puedes encontrar con Punta Médanos…Hay dunas y médanos con vista al mar especial para practicar turismo aventura 4x4.
-Interesante, pero no tengo una 4x4 ni cuatriciclo – Le contestó Pierce sonriendo.
-Yo te recomiendo la playa entonces
Pierce se despidió amablemente de la joven y volvió a caminar por la playa… Quería su mente en blanco, no quería pensar en nada. Regresó al hotel casi al medio día, almorzó ahí en el restaurante. Y cuando subió a su habitación buscó en su bolso el mapa para ver dónde podía ir…Revis ó el mapa y la siguiente Ciudad marina de las tantas que podía visitar era Pinamar, que lleva su nombre por estar rodeada de
pinares. Sus playa tienen médanos y sus calles están arboladas.
-Será cosa de pasar por Pinamar y de ahí ir a Villa Gessell –Se dijo en voz alta. Mientras señalaba con su dedo índice el mapa.
Cerca de las cuatro de la tarde salió del hotel caminó a Pinamar en menos de 40 minutos estuvo en esa Ciudad, detuvo su auto frente a la playa y se quedó unos minutos disfrutando el espectacular mar azul que tenía al frente. Volvió a subir al coche y manejó de nuevo por la ruta….Pasó por Ostende, Cariló, Valeria del Mar y en menos de una hora llegó a Villa Gesell.
Buscó un hotel para alojarse esa noche. Pierce ya se encontraba a 350 Km de la Capital Federal. En otra Ciudad balnearia a la vera del océano Atlántico. Salió a caminar por el centro de la Ciudad, cenó en un restaurante muy vistoso y regresó a dormir al hotel.
Estaba decidida a pasear y a no trasnochar. Nada de ir a disco o bares por la noche… Por más que estuviera de vacaciones y pudiera hacerlo sin preocuparse por tener que levantarse temprano para ir a trabajar, se decidió por la tranquilidad.
A la mañana siguiente salió en su auto a recorrer la Ciudad, paseando se dio cuenta que todo el pueblo estaba muy forestado, era una notable obra de forestación, pues se había logrado fijar los médanos y transformar la zona en un área boscosa donde proliferaban Tamarindos, pinos acacias y eucaliptos que rodean toda la Ciudad.
Ya tres días lejos de la gran Ciudad, el silencio y tranquilidad de las Ciudades que visitaba parecían haberle calmado ese torbellino de preguntas que hubo en su cabeza…
En tanto, en Buenos Aires, Santana buscaba no pensar en Britt, algo muy difícil porque todo se la recordaba. Si estaba en la Central alguien la nombraba, si estaba en el departamento sus cosas se la recordaban. Así que trababa de meterse de cabeza en el trabajo para no pensarla. Había tomado la decisión de confesarle a Piercelo que sentía. No sabía cómo le haría, pero estaba decidida a conquistarla.
Fabray y Rechel no la dejaban a solas, ya sabían que Santana había tomado una decisión y estaban dispuestos a ayudarla.
-Rechel, Ya dime ¿A dónde fue?
-Santana, de verdad, no sé – Les contestaba su amiga – Sólo dijo que necesitaba irse unos días, que tomaría la ruta y vería a donde iría.
-Pero ya van tres días y no ha llamado
-Sí, me extraña que no haya llamado, pero debe estar paseando por ahí.
-¿Y sí le pasó algo?
-Santana, ya, no me asustes. Pierce está bien. Ya sabes que las malas noticias siempre llegan rápido y nada así llegado. Así que cálmate. Déjala pensar.
Pierce pasó el día en la playa, tomando sol…sintiendo en su piel la brisa del mar. Paseo por el centro comercial, cenó en un lindo restaurante del lugar. Y terminó la noche en un pequeño bar, del
cual se fue cansada de espantar hombres que parecían esa noche querer ser su compañía. Así que con unas copas de más se fue directo al hotel a dormir.
Al día siguiente se despertó casi al mediodía así que almorzó y decidió seguir su camino hacía a Mar del Plata. Sabía que antes de que el sol se ocultara llegaría. Y en su viaje corto seguro podría ver las playas de Mar de las Pampas, Las Gaviotas y de Mar Azul antes de llegar al final de su viaje.
Pasada las dos de la tarde subió a su coche para emprender de nuevo el viaje… Su cabeza le disparaba lashes de Santana y Marissa mientras viajaba… la calma se estaba disipando… Manejaba con tranquilidad, como si no hubiera ningún apuro en llegar a algún lado. Cuando veía el cartel de bienvenida de los pueblitos marítimos que iba pasando se detenía unos 20 minutos en la playa del lugar. Estaba convencida que la calma del mar besando las arenas de cada playa que ella pisaba le darían a ella la paz que su alma estaba buscando.
Divisó el horizonte y el día claro y soleado se comenzaba a nublar, se aproximaba una tormenta. Las nubes se veían muy oscuras, así que aceleró para llegar más rápido a su destino… A unos minutos estaba la gran Mar del Plata. Pero la lluvia se hizo presente con tal magnitud que nada se veía, torrencialmente caía sobre la ruta. Stone aminoró la marcha porque la visibilidad ya era nula.
Rechel convenció a Santana de ir al bar a tomar unos tragos para que se distrajera. Y ella de mala gana aceptó. Pero sólo se quedaron unos minutos después unas cervezas Laura insistió en regresar a su casa.
-Rechel, ya vámonos, no estoy de ánimos para estar aquí. Quiero dormir.
-Ok… Ya vamos…
Santana no puedo conciliar el sueño en toda la noche, dio vueltas y vueltas en la cama, no dejaba de pensar en Pierce, sentía en su pecho un dolor que nunca había sentido. Cerca de las 4 de la
mañana encendió la luz, tomó su celular e hizo lo que había jurando no hacer. “Llamar a Pierce”. Marcó su número,pero su celular estaba apagado. Y sólo consiguió escuchar la voz grabada de Britt en el contestador. Tiró el teléfono enojada. Y volvió a intentar dormir. Pero no lo logró siguió despierta e intranquila. No sabía qué diablos le pasaba, su sexto sentido le decía que algo había sucedido. Esa extraña sensación de percibir que algo está mal y no saber que es.
Algo demacrada y con cara de sueño Lopez llegó a la Central. Y fue directo a la sala de reunión donde ya estaban todos con el jefe. No estaba llegando tarde y sintió que algo estaba pasando porque eran las ocho menos diez y la reunión era siempre a las ocho. Will estaba dando las órdenes del día. Al verla entrar la saludó.
-Pase Lopez y tome su lugar.
Santana agachó la cabeza y caminó entre la fila de sillas hasta
llegar donde se encontraba sentada Rechel y se sentó al lado de ella. Cuando el jefe terminó de repartir los casos, levantó la voz:
-Fabray, Berry y Lopez, por favor, a mi oficina –Dijo eso y se dirigió a la puerta para salir de la sala. Las tres se miraron porque en ningún momento les había dado un caso a ellos. Así que no sabían por qué el jefe los quería en su oficina. Sin hablar los tres salieron de la sala también camino al despacho del Capitán.
Fabray entró primero canchereando con el jefe.
-¿Qué pasó Jefe? – Preguntó en un tono muy amigable.
Will levantó la mirada y al verlo, movió su cabeza para ver entrar a Berry y a Lopez. Entonces con su mano derecha señaló las sillas frente al escritorio para que se sentaran. Su rostro estaba algo cambiado, mostraba preocupación, lo que hizo pensar a las tres oficiales que algo serio estaba ocurriendo, ya que el jefe jamás se mostraba preocupado a no ser que hubiera un problema.
-Oficiales – Comenzó – no les he designado tarea para hoy porque necesito que los tres viajen a Mar del Plata. Deben ir por Pierce.
-¿Qué? – Preguntaron las tres al unísono.
-Pierce sufrió un accidente ayer, y se encuentra internada en un hospital en Mar del Plata
-¿Pero está bien?- Saltó de su silla Santana preguntando.
-Sí, según el informa que me pasó la policía local está estable.
-¿Cómo estable? – Volvió a preguntar Santana.
-Sufrió una contusión en la cabeza, no tiene huesos rotos, sólo algunos moretones y cortes que no son de gravedad. El auto está destrozado, se ha salvado de milagro. La sacaron inconsciente
por el golpe que se dio en la cabeza. Apenas la ingresaron al hospital le han realizado todo tipo
de exámenes y…- y se calló. Ante su silencio, Rechel habló.
-¿Y qué más Jefe?
-Esta sedada, está en un coma inducido, no sé asusten está bien, parece que su cerebro esta inflamado y de esta forma dormida los médicos esperan que se desinflame.
-Tal vez mediante algún tipo de drogas intentan bajar la inflamación – Acotó Rechel.
-Así es, el médico con el que hablé dijo que su estado es estable, que cree que en 48 horas la pueden despertar.
-Ok, entonces vamos a ver cómo está ella – Se metió Fabray.
-Eso es, van allá, y cuando el médico lo considere la trasladan a una clínica de acá si es necesario. O esperan por el alta. Y como Pierce no tiene pariente, creo que sólo sus mejores amigos deben estar allí –
Terminó Will mirando a sus tres oficiales.
-Si Señor – Respondió Rechel parándose – Ya mismo salimos para Mar del Plata.
Las tres compañeras de Pierce salieron de la Central en el auto de Fabray rumbo a sus departamentos en busca de un bolso con ropa pues no sabían cuantos días estarían en “la feliz”, como la llaman los argentinos a la Ciudad de Mar del Plata.
En menos de 40 minutos el coche de Fabray ya tomaba rumbo en la ruta. Los tres viajaban algo callados, Santana estaba asociando su maldito insomnio de la noche anterior con el haber presentido que Pierce se encontraba mal. Por su parte Rechel, comenzó a hablarle y a tranquilizarla. Con su dulzura y tacto de siempre logró convencerla de que tratara de dormir un poco en el viaje, ya que tenían casi tres horas de viaje hasta llegar a destino. Aunque Santana no quería el cansancio físico la venció y se durmió despertándose cuando el auto llegaba a la Ciudad. Fabray le pidió a Rechel que buscara con el GPS dónde se encontraba el hospital para así llegar.
Ya dentro del sanatorio Fabray se hizo valer de su placa de policía para así obtener más rápido sobre el estado de salud de su compañera. Enseguida el médico que recién entraba de guardia, y que el día anterior había recibido a Pierce, se presentó ante las tres oficiales para darle un parte médico.
-Por el momento no pueden hacer nada aquí, les aconsejó que descansen esta noche, mañana le quitaremos la sedación y les permitiremos a los tres quedarse con ella en la habitación hasta
que se despierte – Les dijo el doctor.
-Pero estará bien, ¿no? – Preguntó Santana preocupada.
-Sí señorita, cuando despierte sabremos más sobre su estado, por el momento debemos bajar la inflamación de su cerebro.
-¿Podemos verla ahora? – Insistió Lopez.
-Por supuesto, sólo cinco minutos cada uno, enseguida les envió una enfermera para que los acompañe a la unidad de cuidados intensivos y puedan verla.
El médico se retiró, Rechel abrazó a Santana para calmarle la ansiedad. Y en menos de 10 minutos una enfermera se presentó y los acompañó al tercer piso del edificio hacia el área de cuidados intensivos. Primero entró Santana a ver a Pierce. Cuando la vio dormida, con la cabeza vendada no pudo aguantar las lágrimas. Se acercó silenciosamente a Britt y le tomó la mano izquierda.
-Estoy aquí, por favor, despierta…- Se secó las lágrimas y permaneció en silencio mirándola unos minutos.
Luego Rechel y Fabray entraron a verla. Aunque no querían dejar el hospital, salieron en busca de un hotel. Alguien en la puerta del mismo les recomendó un pequeño hotel a dos cuadras y allí se
fueron a alojarse.
Quinn tocó a la puerta de la habitación de Santana... Y Rechel desde adentro le abrió y él entró.
-Ya hablé con el jefe y le pasé el parte médico. Les parece que salgamos a cenar y nos despejemos un poco – Sugirió Fabray.
-No estoy de ánimos para salir, perdona – Respondió Santana sentada desde su cama.
-Ok, entonces cenemos aquí en el resto-bar del hotel y después subimos y nos tiramos las tres en la cama a ver alguna película en la tele – propuso Quinn sonriéndole a las dos chicas.
-Bueno – Asintió Santana.
Cenaron temprano en el mismo hotel, aunque ninguno comió mucho que digamos, no tenían apetito. Las tres estaban preocupados no sólo por Pierce, sino por ellos mismo.Fabray, como MUjer y Fuerte que era, sentía que debía proteger y cuidar a Rechel, que era la mujer que el amaba, sino también a su compañera,Santana, a la cual ya consideraba una amiga. No quería que ninguna de las dos estuviera mal. Y trataba de hacerlas reír sin lograr muchas sonrisas.
Una hora después de cenar, los subieron en el ascensor hacia sus habitaciones, al salir de este, Santana se excusó con sus amigos.
-Chicas, estoy cansada, prefiero darme un baño y dormir antes que ver tele.
-Bueno, pero me llamas si das vueltas y vueltas en la cama ¿¿sí??-Le dijo Rechel abrazándola. Y a la vez despidiéndose de ella justo en frente de la puerta de la habitación de Lopez.
A la mañana siguiente mientras Santana desayunaba junto a Rechel y Quinn en el hotel, en el hospital le realizaban una resonancia magnética a Pierce para ver si la masa encefálica de su cerebro se había deshinchado. Para cuando las tres llegaron al sanatorio para ver a Britt, el Doctor Escalada ya había dado la orden para que se le quitara la sedación a Pierce.
-Doctor ¿Cómo se encuentra? – Preguntó Fabray saludando con su mano al Doctor Escalada cuando este último se presentó en la cafetería buscándolos a las tres.
-Por el momento duerme, según la resonancia que le practicamos a media mañana su cerebro ya se deshinchó bastante. Hablé con el Doctor Bosco y di orden para que se le quiten los sedantes… y
esperamos que en el transcurso de la tarde la paciente se despierte sola.
-¿Podemos verla ahora o debemos esperar? – Se acercó a preguntar Santana.
-Si señorita pueden pasar a verla las tres, recomiendo que se queden con ella, para que cuando despierte vea caras conocidas.
Una de las enfermera les dirá la habitación a la cual ha sido trasladada ahora y podrán estar con ella. Ahora si me disculpan debo dejar mi turno, el Doctor Bosco ya está al tanto y él estará pendiente de la paciente.
-Muchas gracias Doctor – Saludó Fabray, detrás Rechel y Santana hicieron lo mismo pero en voz baja. Pasada las dos de la tarde los tres estaban ya en la habitación con Pierce, quien aun se encontraba inconsciente o más bien dormida. Santana se había sentado al lado de su cama y no se movía. Quinn caminaba de lado a lado del cuarto. Rechel intentaba calmar a ambas, hablándoles de cualquier tema. El Doctor Bosco entró a ver la paciente, y después de un breve saludó a los tres se dispuso a auscultar a la paciente.
-¿Cuándo se despertará? – interrogó al médico Santana sin alejarse del lado de la cama de Britt.
-No lo sé, en cualquier momento Pero las horas pasaron y ya casi cerca de las nueve de la noche, los tres se encontraban muy preocupados porque Pierce seguía dormida.
-Mejor llamo al médico, ya debería haber despertado – Dijo Fabray algo nerviosa. Y salió de la habitación.
En ese preciso momento, Britt abrió los ojos y se encontró con Santana que tomaba su mano y la miraba llorando… al verla abrir los ojos, se emocion ó tanto que no podía hablarle, sólo lloraba.
-¿Por qué lloras? – Preguntó Britt.
Rechel al escuchar el llanto de Santana y la voz de Pierce saltó del sillón en donde se encontraba sentada y corrió al otro lado de la cama a ver a Britt.
-¡Por fin te despertaste! Pierce sentía que su cabeza iba a estallar, tenía una terrible jaqueca. Y estaba algo aturdida.
-Me duele la cabeza – y al mirar a su alrededor desconoció el lugar - ¿Dónde estoy?
-En un hospital en Mar del Plata, tuviste un accidente Britt –Le contestó Rechel.
-¿Accidente? Pero ¿Cómo?
-A causa de la lluvia chocaste con un camión.
-Mierda…. ¡¡¡Mi chevy!!! – Gritó Britt. Rechel y Santana se miraron ante la expresión de Britt, no entendiendo nada.
-Tu qué…- Preguntaron las dos al unisonó.
-¿Mi Chevy cómo quedó? – Reformuló su pregunta Pierce y Rechel recordó el auto de colección de Britt, que su padre le había regalado antes de morir.
-Tranquila Britt, Tu chevy está en la cochera en Buenos Aires, chocaste en el Chevrolet Camaro – Le respondió Rechel.
-¿Y de quién era ese Chevrolet?
-Pierce, ya deja de tonterías, es tu Chevrolet Camaro Black Concept 2010, ¿lo olvidaste?
-¡Mioooooooo!
-Sí, tuyoooo -Rechel se me parte la cabeza, no me acuerdo de ningún Chevrolet – y mirando a Santana que seguía tomando su mano –¿Y vos quién sos?
-¿Cómo quién soy? – Le preguntó muy nerviosa Santana soltando su mano. Mano que Pierce se llevó a su frente.
-¡¡¡¡No recuerdo ningún accidente, ningún Chevrolet, y no sé quién carajo eres!!!! – Al decir esto su corazón se aceleró y Pierce sintió un dolor en el pecho…
-Cálmate – Santana salió corriendo al pasillo pidiendo ayuda. Y enseguida aparecieron dos enfermeras y el Doctor Bosco con Fabray que justo venían por el pasillo. Ante la situación, una de las enfermeras hizo salir a los tres de la habitación y el Doctor trató de calmarla.
-Por favor , señorita debe calmarse…
Pierce lentamente comenzó a calmarse, su respiración acelerada se fue normalizando y sintió como los latidos de su corazón volvían a su ritmo normal.
-Acaba de tener un ataque de pánico señorita…- Le dijo el doctor
-Se me parte la cabeza
-Le daremos calmantes para su jaqueca, ahora tranquila. Dígame por qué se puso así.
-No lo sé – Y al decir esto comenzó su cerebro a razonar sobre lo sucedido
– No recuerdo que hago acá. Rechel dice que sufrí un accidente, y no lo recuerdo.
El médico muy amablemente le explicó lo que había sucedido. Entonces Pierce comenzó a hacerle preguntas. Pero con cada respuesta que obtenía se daba cuenta que ella no recordaba nada de lo que le decían. Transcurridos unos minutos dentro del cuarto, el Doctor Bosco salió al pasillo para hablar con las tres compañeras de Pierce.
-Sí, ahora está bien, sólo fue un pequeño ataque de pánico, hay un complicación…
-¿Complicación?
-Parece que la paciente perdió la memoria, no es total, parece que no recuerda nada, después de un par de preguntas parece que la paciente ha olvidado los últimos dos años de su vida más o menos. No recuerda nada de lo que le pasó.
-¿Pero su amnesia es temporal?
-Por el momento no podemos saber, puede ser temporal, y quizás cuando se desinflame completamente su cerebro pueda recordar, o no recordar nunca más lo que pasó. Por el momento hay que tenerle paciencia, porque querrá saber todo lo que no recuerda.
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bueno aqui hos dejo otro capitulo y abisarles que queda 4 capitulos para el final
… Había salido temprano de la Capital rumbo la costa atlántica, no tenía un destino fijo, sólo sabía que quería estar sola y pensar.
Pierce manejaba absorta en sus pensamientos. Ya había perdido la noción del tiempo. Llevaba horas, perdida en la ruta rumbo a la playa. No quería pensar, no quería sentir. Sólo quería huir, alejarse lo más que pudiera de la Ciudad, del trabajo, de todos, de ella… “ ¿Por qué no la enfrenté y le dije la verdad? ¿Por qué dejé que creyera cualquier cosa de mí? ¿Por qué no me defendí ?” se preguntaba mientras manejaba sin quitar su mirada de la ruta.
Quizás, era preferible que ella la odiara a que le correspondiera a lo que estaba comenzando a sentir. Se había jurado no volver a amar, pero sabía muy bien que un día cualquiera caería de
rodillas ante un nuevo amor. Uno que borraría el dolor de su corazón cansado de amar un recuerdo… No quería olvidar a Marissa, pero en su forma de amar sabía que eso jamás pasaría, pues creía que cuando un nuevo amor apareciera, todo el amor que sintió por su amada un dia se renovaría para ser entregado a
otra mujer, que seguro no se parecería en nada a la que amó con toda su alma.
Y tenía miedo, miedo de volver a amar. Eso que tanto le recriminó a Fabray, lo estaba sintiendo ella. Y no sabía cómo enfrentarlo. Y prefirió huir, pensando que en la distancia podría poner en orden sus pensamientos, miedos y sentimientos.
Más de 300 Km, Tres horas manejando y la primera Ciudad costera que veía era San Clemente del Tuyú. Eran casi las siete de la tarde, el sol ya se había recostado en el horizonte… mirando de lejos a la luna que ya se veía clara. Decidió seguir unos kilómetros más, sabía que pasando Santa Teresita y San Bernardo llegaría a las playas de Mar de Ajó. Sólo eran 35 Km calculó mentalmente en cuanto tiempo podría llegar.
-En menos de 40 minutos estaré ahí – Se dijo a si misma mientras manejaba. Ya saliendo de la Ciudad de San Clemente del Tuyú. La Ciudad balnearia de Mar de Ajó la recibió con sus lucen encendidas…Buscó un hotel, se registró por una noche, aunque no sabía si se quedaría más tiempo. Necesitaba descansar, quería silencio y dormir. Así que se metió en su habitación y sin cenar se tiró en la cama a dormir.
A la mañana siguiente el sol entró radiante por la ventana despertándola. Se estiró en la cama, se levantó y se dio una ducha. Por primera vez sentía su mente en blanco, parecía que había do rmido mil días…Descansada, salió de su habitación para dar un paseo por la playa.
El conserje del hotel le indicó que la playa se encontraba a dos cuadras del hotel, y le habló de un pequeño café a orillas del mar.
Caminó y caminó por las playas de arena fina y libres de piedras de Mar de Ajó… A lo lejos divisó un pequeño café. Al llegar una joven de no más de 18 años le indicó una mesa donde podía sentarse. La mesa estaba ubicada frente al ventanal que daba al mar. Le pareció una vista hermosa. Se sentó pidió un desayuno americano.
Cuando se disponía a marcharse la misma joven que la atendió y le sirvió su desayuno la saludó con una sonrisa… Stone se detuvo en la puerta de salida y le habló…
-Oye, ¿Qué hay de bueno por aquí para ver?
- Depende – Le respondió
-¿Depende de qué?
-Digamos que si te gusta la playa, ya viste la playa ¿no? – Pierce le afirmó con la cabeza – Si vas para el sur, te puedes encontrar con Punta Médanos…Hay dunas y médanos con vista al mar especial para practicar turismo aventura 4x4.
-Interesante, pero no tengo una 4x4 ni cuatriciclo – Le contestó Pierce sonriendo.
-Yo te recomiendo la playa entonces
Pierce se despidió amablemente de la joven y volvió a caminar por la playa… Quería su mente en blanco, no quería pensar en nada. Regresó al hotel casi al medio día, almorzó ahí en el restaurante. Y cuando subió a su habitación buscó en su bolso el mapa para ver dónde podía ir…Revis ó el mapa y la siguiente Ciudad marina de las tantas que podía visitar era Pinamar, que lleva su nombre por estar rodeada de
pinares. Sus playa tienen médanos y sus calles están arboladas.
-Será cosa de pasar por Pinamar y de ahí ir a Villa Gessell –Se dijo en voz alta. Mientras señalaba con su dedo índice el mapa.
Cerca de las cuatro de la tarde salió del hotel caminó a Pinamar en menos de 40 minutos estuvo en esa Ciudad, detuvo su auto frente a la playa y se quedó unos minutos disfrutando el espectacular mar azul que tenía al frente. Volvió a subir al coche y manejó de nuevo por la ruta….Pasó por Ostende, Cariló, Valeria del Mar y en menos de una hora llegó a Villa Gesell.
Buscó un hotel para alojarse esa noche. Pierce ya se encontraba a 350 Km de la Capital Federal. En otra Ciudad balnearia a la vera del océano Atlántico. Salió a caminar por el centro de la Ciudad, cenó en un restaurante muy vistoso y regresó a dormir al hotel.
Estaba decidida a pasear y a no trasnochar. Nada de ir a disco o bares por la noche… Por más que estuviera de vacaciones y pudiera hacerlo sin preocuparse por tener que levantarse temprano para ir a trabajar, se decidió por la tranquilidad.
A la mañana siguiente salió en su auto a recorrer la Ciudad, paseando se dio cuenta que todo el pueblo estaba muy forestado, era una notable obra de forestación, pues se había logrado fijar los médanos y transformar la zona en un área boscosa donde proliferaban Tamarindos, pinos acacias y eucaliptos que rodean toda la Ciudad.
Ya tres días lejos de la gran Ciudad, el silencio y tranquilidad de las Ciudades que visitaba parecían haberle calmado ese torbellino de preguntas que hubo en su cabeza…
En tanto, en Buenos Aires, Santana buscaba no pensar en Britt, algo muy difícil porque todo se la recordaba. Si estaba en la Central alguien la nombraba, si estaba en el departamento sus cosas se la recordaban. Así que trababa de meterse de cabeza en el trabajo para no pensarla. Había tomado la decisión de confesarle a Piercelo que sentía. No sabía cómo le haría, pero estaba decidida a conquistarla.
Fabray y Rechel no la dejaban a solas, ya sabían que Santana había tomado una decisión y estaban dispuestos a ayudarla.
-Rechel, Ya dime ¿A dónde fue?
-Santana, de verdad, no sé – Les contestaba su amiga – Sólo dijo que necesitaba irse unos días, que tomaría la ruta y vería a donde iría.
-Pero ya van tres días y no ha llamado
-Sí, me extraña que no haya llamado, pero debe estar paseando por ahí.
-¿Y sí le pasó algo?
-Santana, ya, no me asustes. Pierce está bien. Ya sabes que las malas noticias siempre llegan rápido y nada así llegado. Así que cálmate. Déjala pensar.
Pierce pasó el día en la playa, tomando sol…sintiendo en su piel la brisa del mar. Paseo por el centro comercial, cenó en un lindo restaurante del lugar. Y terminó la noche en un pequeño bar, del
cual se fue cansada de espantar hombres que parecían esa noche querer ser su compañía. Así que con unas copas de más se fue directo al hotel a dormir.
Al día siguiente se despertó casi al mediodía así que almorzó y decidió seguir su camino hacía a Mar del Plata. Sabía que antes de que el sol se ocultara llegaría. Y en su viaje corto seguro podría ver las playas de Mar de las Pampas, Las Gaviotas y de Mar Azul antes de llegar al final de su viaje.
Pasada las dos de la tarde subió a su coche para emprender de nuevo el viaje… Su cabeza le disparaba lashes de Santana y Marissa mientras viajaba… la calma se estaba disipando… Manejaba con tranquilidad, como si no hubiera ningún apuro en llegar a algún lado. Cuando veía el cartel de bienvenida de los pueblitos marítimos que iba pasando se detenía unos 20 minutos en la playa del lugar. Estaba convencida que la calma del mar besando las arenas de cada playa que ella pisaba le darían a ella la paz que su alma estaba buscando.
Divisó el horizonte y el día claro y soleado se comenzaba a nublar, se aproximaba una tormenta. Las nubes se veían muy oscuras, así que aceleró para llegar más rápido a su destino… A unos minutos estaba la gran Mar del Plata. Pero la lluvia se hizo presente con tal magnitud que nada se veía, torrencialmente caía sobre la ruta. Stone aminoró la marcha porque la visibilidad ya era nula.
Rechel convenció a Santana de ir al bar a tomar unos tragos para que se distrajera. Y ella de mala gana aceptó. Pero sólo se quedaron unos minutos después unas cervezas Laura insistió en regresar a su casa.
-Rechel, ya vámonos, no estoy de ánimos para estar aquí. Quiero dormir.
-Ok… Ya vamos…
Santana no puedo conciliar el sueño en toda la noche, dio vueltas y vueltas en la cama, no dejaba de pensar en Pierce, sentía en su pecho un dolor que nunca había sentido. Cerca de las 4 de la
mañana encendió la luz, tomó su celular e hizo lo que había jurando no hacer. “Llamar a Pierce”. Marcó su número,pero su celular estaba apagado. Y sólo consiguió escuchar la voz grabada de Britt en el contestador. Tiró el teléfono enojada. Y volvió a intentar dormir. Pero no lo logró siguió despierta e intranquila. No sabía qué diablos le pasaba, su sexto sentido le decía que algo había sucedido. Esa extraña sensación de percibir que algo está mal y no saber que es.
Algo demacrada y con cara de sueño Lopez llegó a la Central. Y fue directo a la sala de reunión donde ya estaban todos con el jefe. No estaba llegando tarde y sintió que algo estaba pasando porque eran las ocho menos diez y la reunión era siempre a las ocho. Will estaba dando las órdenes del día. Al verla entrar la saludó.
-Pase Lopez y tome su lugar.
Santana agachó la cabeza y caminó entre la fila de sillas hasta
llegar donde se encontraba sentada Rechel y se sentó al lado de ella. Cuando el jefe terminó de repartir los casos, levantó la voz:
-Fabray, Berry y Lopez, por favor, a mi oficina –Dijo eso y se dirigió a la puerta para salir de la sala. Las tres se miraron porque en ningún momento les había dado un caso a ellos. Así que no sabían por qué el jefe los quería en su oficina. Sin hablar los tres salieron de la sala también camino al despacho del Capitán.
Fabray entró primero canchereando con el jefe.
-¿Qué pasó Jefe? – Preguntó en un tono muy amigable.
Will levantó la mirada y al verlo, movió su cabeza para ver entrar a Berry y a Lopez. Entonces con su mano derecha señaló las sillas frente al escritorio para que se sentaran. Su rostro estaba algo cambiado, mostraba preocupación, lo que hizo pensar a las tres oficiales que algo serio estaba ocurriendo, ya que el jefe jamás se mostraba preocupado a no ser que hubiera un problema.
-Oficiales – Comenzó – no les he designado tarea para hoy porque necesito que los tres viajen a Mar del Plata. Deben ir por Pierce.
-¿Qué? – Preguntaron las tres al unísono.
-Pierce sufrió un accidente ayer, y se encuentra internada en un hospital en Mar del Plata
-¿Pero está bien?- Saltó de su silla Santana preguntando.
-Sí, según el informa que me pasó la policía local está estable.
-¿Cómo estable? – Volvió a preguntar Santana.
-Sufrió una contusión en la cabeza, no tiene huesos rotos, sólo algunos moretones y cortes que no son de gravedad. El auto está destrozado, se ha salvado de milagro. La sacaron inconsciente
por el golpe que se dio en la cabeza. Apenas la ingresaron al hospital le han realizado todo tipo
de exámenes y…- y se calló. Ante su silencio, Rechel habló.
-¿Y qué más Jefe?
-Esta sedada, está en un coma inducido, no sé asusten está bien, parece que su cerebro esta inflamado y de esta forma dormida los médicos esperan que se desinflame.
-Tal vez mediante algún tipo de drogas intentan bajar la inflamación – Acotó Rechel.
-Así es, el médico con el que hablé dijo que su estado es estable, que cree que en 48 horas la pueden despertar.
-Ok, entonces vamos a ver cómo está ella – Se metió Fabray.
-Eso es, van allá, y cuando el médico lo considere la trasladan a una clínica de acá si es necesario. O esperan por el alta. Y como Pierce no tiene pariente, creo que sólo sus mejores amigos deben estar allí –
Terminó Will mirando a sus tres oficiales.
-Si Señor – Respondió Rechel parándose – Ya mismo salimos para Mar del Plata.
Las tres compañeras de Pierce salieron de la Central en el auto de Fabray rumbo a sus departamentos en busca de un bolso con ropa pues no sabían cuantos días estarían en “la feliz”, como la llaman los argentinos a la Ciudad de Mar del Plata.
En menos de 40 minutos el coche de Fabray ya tomaba rumbo en la ruta. Los tres viajaban algo callados, Santana estaba asociando su maldito insomnio de la noche anterior con el haber presentido que Pierce se encontraba mal. Por su parte Rechel, comenzó a hablarle y a tranquilizarla. Con su dulzura y tacto de siempre logró convencerla de que tratara de dormir un poco en el viaje, ya que tenían casi tres horas de viaje hasta llegar a destino. Aunque Santana no quería el cansancio físico la venció y se durmió despertándose cuando el auto llegaba a la Ciudad. Fabray le pidió a Rechel que buscara con el GPS dónde se encontraba el hospital para así llegar.
Ya dentro del sanatorio Fabray se hizo valer de su placa de policía para así obtener más rápido sobre el estado de salud de su compañera. Enseguida el médico que recién entraba de guardia, y que el día anterior había recibido a Pierce, se presentó ante las tres oficiales para darle un parte médico.
-Por el momento no pueden hacer nada aquí, les aconsejó que descansen esta noche, mañana le quitaremos la sedación y les permitiremos a los tres quedarse con ella en la habitación hasta
que se despierte – Les dijo el doctor.
-Pero estará bien, ¿no? – Preguntó Santana preocupada.
-Sí señorita, cuando despierte sabremos más sobre su estado, por el momento debemos bajar la inflamación de su cerebro.
-¿Podemos verla ahora? – Insistió Lopez.
-Por supuesto, sólo cinco minutos cada uno, enseguida les envió una enfermera para que los acompañe a la unidad de cuidados intensivos y puedan verla.
El médico se retiró, Rechel abrazó a Santana para calmarle la ansiedad. Y en menos de 10 minutos una enfermera se presentó y los acompañó al tercer piso del edificio hacia el área de cuidados intensivos. Primero entró Santana a ver a Pierce. Cuando la vio dormida, con la cabeza vendada no pudo aguantar las lágrimas. Se acercó silenciosamente a Britt y le tomó la mano izquierda.
-Estoy aquí, por favor, despierta…- Se secó las lágrimas y permaneció en silencio mirándola unos minutos.
Luego Rechel y Fabray entraron a verla. Aunque no querían dejar el hospital, salieron en busca de un hotel. Alguien en la puerta del mismo les recomendó un pequeño hotel a dos cuadras y allí se
fueron a alojarse.
Quinn tocó a la puerta de la habitación de Santana... Y Rechel desde adentro le abrió y él entró.
-Ya hablé con el jefe y le pasé el parte médico. Les parece que salgamos a cenar y nos despejemos un poco – Sugirió Fabray.
-No estoy de ánimos para salir, perdona – Respondió Santana sentada desde su cama.
-Ok, entonces cenemos aquí en el resto-bar del hotel y después subimos y nos tiramos las tres en la cama a ver alguna película en la tele – propuso Quinn sonriéndole a las dos chicas.
-Bueno – Asintió Santana.
Cenaron temprano en el mismo hotel, aunque ninguno comió mucho que digamos, no tenían apetito. Las tres estaban preocupados no sólo por Pierce, sino por ellos mismo.Fabray, como MUjer y Fuerte que era, sentía que debía proteger y cuidar a Rechel, que era la mujer que el amaba, sino también a su compañera,Santana, a la cual ya consideraba una amiga. No quería que ninguna de las dos estuviera mal. Y trataba de hacerlas reír sin lograr muchas sonrisas.
Una hora después de cenar, los subieron en el ascensor hacia sus habitaciones, al salir de este, Santana se excusó con sus amigos.
-Chicas, estoy cansada, prefiero darme un baño y dormir antes que ver tele.
-Bueno, pero me llamas si das vueltas y vueltas en la cama ¿¿sí??-Le dijo Rechel abrazándola. Y a la vez despidiéndose de ella justo en frente de la puerta de la habitación de Lopez.
A la mañana siguiente mientras Santana desayunaba junto a Rechel y Quinn en el hotel, en el hospital le realizaban una resonancia magnética a Pierce para ver si la masa encefálica de su cerebro se había deshinchado. Para cuando las tres llegaron al sanatorio para ver a Britt, el Doctor Escalada ya había dado la orden para que se le quitara la sedación a Pierce.
-Doctor ¿Cómo se encuentra? – Preguntó Fabray saludando con su mano al Doctor Escalada cuando este último se presentó en la cafetería buscándolos a las tres.
-Por el momento duerme, según la resonancia que le practicamos a media mañana su cerebro ya se deshinchó bastante. Hablé con el Doctor Bosco y di orden para que se le quiten los sedantes… y
esperamos que en el transcurso de la tarde la paciente se despierte sola.
-¿Podemos verla ahora o debemos esperar? – Se acercó a preguntar Santana.
-Si señorita pueden pasar a verla las tres, recomiendo que se queden con ella, para que cuando despierte vea caras conocidas.
Una de las enfermera les dirá la habitación a la cual ha sido trasladada ahora y podrán estar con ella. Ahora si me disculpan debo dejar mi turno, el Doctor Bosco ya está al tanto y él estará pendiente de la paciente.
-Muchas gracias Doctor – Saludó Fabray, detrás Rechel y Santana hicieron lo mismo pero en voz baja. Pasada las dos de la tarde los tres estaban ya en la habitación con Pierce, quien aun se encontraba inconsciente o más bien dormida. Santana se había sentado al lado de su cama y no se movía. Quinn caminaba de lado a lado del cuarto. Rechel intentaba calmar a ambas, hablándoles de cualquier tema. El Doctor Bosco entró a ver la paciente, y después de un breve saludó a los tres se dispuso a auscultar a la paciente.
-¿Cuándo se despertará? – interrogó al médico Santana sin alejarse del lado de la cama de Britt.
-No lo sé, en cualquier momento Pero las horas pasaron y ya casi cerca de las nueve de la noche, los tres se encontraban muy preocupados porque Pierce seguía dormida.
-Mejor llamo al médico, ya debería haber despertado – Dijo Fabray algo nerviosa. Y salió de la habitación.
En ese preciso momento, Britt abrió los ojos y se encontró con Santana que tomaba su mano y la miraba llorando… al verla abrir los ojos, se emocion ó tanto que no podía hablarle, sólo lloraba.
-¿Por qué lloras? – Preguntó Britt.
Rechel al escuchar el llanto de Santana y la voz de Pierce saltó del sillón en donde se encontraba sentada y corrió al otro lado de la cama a ver a Britt.
-¡Por fin te despertaste! Pierce sentía que su cabeza iba a estallar, tenía una terrible jaqueca. Y estaba algo aturdida.
-Me duele la cabeza – y al mirar a su alrededor desconoció el lugar - ¿Dónde estoy?
-En un hospital en Mar del Plata, tuviste un accidente Britt –Le contestó Rechel.
-¿Accidente? Pero ¿Cómo?
-A causa de la lluvia chocaste con un camión.
-Mierda…. ¡¡¡Mi chevy!!! – Gritó Britt. Rechel y Santana se miraron ante la expresión de Britt, no entendiendo nada.
-Tu qué…- Preguntaron las dos al unisonó.
-¿Mi Chevy cómo quedó? – Reformuló su pregunta Pierce y Rechel recordó el auto de colección de Britt, que su padre le había regalado antes de morir.
-Tranquila Britt, Tu chevy está en la cochera en Buenos Aires, chocaste en el Chevrolet Camaro – Le respondió Rechel.
-¿Y de quién era ese Chevrolet?
-Pierce, ya deja de tonterías, es tu Chevrolet Camaro Black Concept 2010, ¿lo olvidaste?
-¡Mioooooooo!
-Sí, tuyoooo -Rechel se me parte la cabeza, no me acuerdo de ningún Chevrolet – y mirando a Santana que seguía tomando su mano –¿Y vos quién sos?
-¿Cómo quién soy? – Le preguntó muy nerviosa Santana soltando su mano. Mano que Pierce se llevó a su frente.
-¡¡¡¡No recuerdo ningún accidente, ningún Chevrolet, y no sé quién carajo eres!!!! – Al decir esto su corazón se aceleró y Pierce sintió un dolor en el pecho…
-Cálmate – Santana salió corriendo al pasillo pidiendo ayuda. Y enseguida aparecieron dos enfermeras y el Doctor Bosco con Fabray que justo venían por el pasillo. Ante la situación, una de las enfermeras hizo salir a los tres de la habitación y el Doctor trató de calmarla.
-Por favor , señorita debe calmarse…
Pierce lentamente comenzó a calmarse, su respiración acelerada se fue normalizando y sintió como los latidos de su corazón volvían a su ritmo normal.
-Acaba de tener un ataque de pánico señorita…- Le dijo el doctor
-Se me parte la cabeza
-Le daremos calmantes para su jaqueca, ahora tranquila. Dígame por qué se puso así.
-No lo sé – Y al decir esto comenzó su cerebro a razonar sobre lo sucedido
– No recuerdo que hago acá. Rechel dice que sufrí un accidente, y no lo recuerdo.
El médico muy amablemente le explicó lo que había sucedido. Entonces Pierce comenzó a hacerle preguntas. Pero con cada respuesta que obtenía se daba cuenta que ella no recordaba nada de lo que le decían. Transcurridos unos minutos dentro del cuarto, el Doctor Bosco salió al pasillo para hablar con las tres compañeras de Pierce.
-Sí, ahora está bien, sólo fue un pequeño ataque de pánico, hay un complicación…
-¿Complicación?
-Parece que la paciente perdió la memoria, no es total, parece que no recuerda nada, después de un par de preguntas parece que la paciente ha olvidado los últimos dos años de su vida más o menos. No recuerda nada de lo que le pasó.
-¿Pero su amnesia es temporal?
-Por el momento no podemos saber, puede ser temporal, y quizás cuando se desinflame completamente su cerebro pueda recordar, o no recordar nunca más lo que pasó. Por el momento hay que tenerle paciencia, porque querrá saber todo lo que no recuerda.
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bueno aqui hos dejo otro capitulo y abisarles que queda 4 capitulos para el final
ana_bys_26- ---
- Mensajes : 555
Fecha de inscripción : 21/11/2015
Edad : 34
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
noo:( tan pronto se acaba:( ya quiero saber que pasa
Maria Angeles** - Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 14/07/2013
Edad : 24
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
justo cuando santana se da cta que metio la pata, britt pierde la memoria, a ver que pasa ahora!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
holap,..
no,.. bueno por lo menos esta viva,..
a ver que pasa con britt y que hace san,..
no quiero que termine!!
nos vemos!!!
no,.. bueno por lo menos esta viva,..
a ver que pasa con britt y que hace san,..
no quiero que termine!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
cuando las dos estaban decididas a declarse su amor este impace. pero que amor mas complicado. san fue borrada de la mente de britt, o eso es lo que ella queria.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
escuadron de elite capitulo 23
Capitulo 23
Han pasado tres meses, Pierce aún sigue fuera de servicio, aunque lo intenta todo por volver a ser quien era. Se ha pasado meses entre doctores y psicólogos y esta es la oportunidad de volver al equipo; Policías de alto rango, Psiquiatras y Doctores determinaran si Brittes apta para regresar a su trabajo.
-Tranquila, todo va a salir bien – Intentaba calmar a Pierce Rechel.
-Esperemos que sí, porque ya me vuelvo loca si no trabajo.
-Vamos por un café – Invitó Lopez a Pierce tomándola de la mano, y haciendo que está se levantara de su silla.
-Debo esperar a que salgan de esa estúpida reunión
-Nos avisaran, tenemos celular.
Pierce volvió a ser quien era dos años atrás, por ende, la única persona con la que se relaciona o habla es con Rechel. La relación con Santana se limita a compartir el departamento y a ignorarla. Ni siquiera trata de preguntarle sobre lo vivido juntas en esos dos años que ha olvidado. En cuando a Fabray, no la ignora, pero siempre lo está peleándolo, discuten cada vez que se ven.
Santana poco a poco, comenzó a perder la esperanza de poder acercarse a Pierce, de poder confesarle que estaba enamorada de ella. Si alguna vez había logrado su amistad, en esta ocasión todo le decía que no pasaría de nuevo. Britt no recordaba, no había ningún indicio de que volviera a recordar esos años olvidados.
-Sí, Jefe – Respondió rápidamente Pierce cuando su celularsonó –inmediatamente voy – Y cortó.
-¿Qué dijo? – Preguntó Rechel levantándose de la mesa de aquel café donde habían estado charlando por más de dos horas esperando que los de la Junta tomaran una decisión.
-Nada, sólo que me quiere en su oficina ya.
-Pues vamos, seguro te da la buena noticia…
-No sé
-Mi sexto sentido me dice que todo saldrá bien.
Apenas llegó a la Central, al salir del ascensor caminó entre los escritorios directo a la oficina de Will. La mayoría de sus compañeros se encontraban trabajando, al verla pasar, sonreían como dándole la bienvenida.
Freno su paso al llegar a la puerta y golpeó. Desde adentro la voz del jefe se escuchó:
-Pase.
-Aquí estoy Señor – Entró diciendo Pierce y cerrando la puerta detrás de ella.
Will la miró fijamente desde su asiento detrás de su escritorio. Le señaló la silla para que se sentara. Stone silenciosa hizo caso.
-Es la segunda vez que la junta debe tomar una decisión sobre tu permanencia en el equipo. Y te aseguro que no les agradó para nada – Hizo una pausa –Te consideran una de las mejores policías, pero siguen teniendo dudas sobre tu comportamiento. ¿Sabés a lo que me refiero?
-Soy una loca suicida Señor – Respondio Pierce.
-Así es, en los últimos dos años tu comportamiento había cambiado y parecían muy conformes al respecto, pero esto que te ha pasado, ha hecho que duden de la primera decisión que tomaron hace un año y medio atrás.
-¿Está por decirme que aún no se decidieron?
-Digamos que estarás a prueba.
-¡¿A prueba?!
-Es eso o te das de baja sola de la policía.
-¿Qué es lo que quieren de mí? – Levantó la voz.
-Pierce quieren que seas dócil y te puedan manejar.
-Eso jamás pasará…
-Sí pasará… ya te dije es eso o renuncia.
-Pero…
-Pierce, pero nada… Yo puedo manejarte aunque te hagas la dura y la loca suicida. Pero ellos no lo creen así. Así que actuaras como si entraras en razón y maduraras. ¿Está claro Oficial?
-Me está diciendo…- no terminó de hablar, su jefe la interrumpió.
-Estás a pruebas, y vas a mostrarte dócil y tranquila… Por unos meses estarás bajo el mando de Fabray.
-¿Fabray?
-Es la única persona que consideras a tu altura. Te crees mejor que élla, pero aún así lo consideras la mejor Mujer de este equipo, y es el único que puede contigo. ¿Lo sabes?
La conversación en el despacho del Capitán se extendió por más de media hora. Afuera, Rechel se encontró con Fabray, y sus compañeros y todos esperaban verla salir de la oficina diciendo
que había regresado. Pero cuando salió su rostro no mostraba alegría, y todos pensaron lo peor. Caminó hasta pararse frente a Rechel y Quinn…
-Estoy a prueba – Dijo y siguió caminado hasta el ascensor, para entrar en él y retirarse sola.
Salió del edificio y siguió caminando sola por las veredas sin saber a dónde iba, su mente comenzaba a replantearse su personalidad. ¡Tanto había cambiado en esos dos estúpidos años que no recordaba para que todo se complicara ahora! Si bien Rechel se había encargado de contarle bastante de lo olvidado, no le entraba en su cabeza el hecho de haberse convertido en amiga de Fabray. Sabía muy bien que con el pasó de los años, no odiaba a Fabray la Queria en su vida. Siempre le fue difícil admitir que como policía era el mejor, y que se sentía segura si le tocaba
trabajar con él. Pero ser amigas fuera del trabajo, no podía creerlo. Caminó y caminó, sin saberlo iba rumbo a su casa. Tal vez, su mente estaba absorta en sus pensamientos pero caminaba hacía el edificio donde vivía. Cuando se detuvo frente a la puerta de entrada, se dio cuenta de donde estaba, y que había perdido la noción del tiempo. Entró, caminó hacia el ascensor y subió a su departamento. Apenas entró en el se quedó parada tras cerrar la puerta… en ese mismo instante desde el baño salía Laura envuelta en una toalla que al verla se sorprendió.
-¡Ah! Sos vos – Dijo Santana y siguió caminando hacia su cuarto… Pierce La miró de la cabeza a los pies, y volvió a subir la mirada hasta sus ojos para luego voltearse y caminar a su habitación. Pero volvió a detenerse a mitad de camino y a quedarse quieta…
-Hey, ¿Qué te pasa? Pareces una estatua…. – Le habló Santana al verla parada y en silencio en medio de la sala.
-¡Tanto cambie en el último año!
-Así parece – Exclamó Santana – Pero no sé decirte si mucho o poco, sólo te he conocido un año y medio nada más.
-Rechel dice que tú y yo nos hicimos amigas…
-Algo así
-¿Cómo algo así?
-Al principio me ignoraste como lo haces ahora. Con el paso de los meses comenzaste a saludarme y después me hiciste tu cómplice para poder unir a Fabray Con Rechel.
-No puedo creer que haya hecho eso…
-Pues lo hiciste, y ellas te deben la felicidad de estar juntas.
-¿Felicidad?
-Sí, realmente se aman, y son la una para la otro. Si no fuera porque te obsesionaste en unirlas seguirían cada una por su lado y sufriendo las dos.
-¿Es cierto que me hice pasar por tu novio?
-mmm, pues si, cometí un error, y Rechel te convenció de ayudarme y te travestiste y fuiste mi novio en dos ocasiones.
-Dos nada más, y ¿qué pasó?
-Nada, no pude seguir con la mentira y le confesé la verdad a mi madre.
-Uy, cómo me perdí eso…
-No te lo perdiste estabas aquí con nosotras cuando le dije la verdad a mi madre.
-Pues no recuerdo nada.
-¿Querés recordar? – Preguntó Santana acercándose a ella.
-Claro que quiero recordar, no puedo haber cambiado tanto – Dijo Pierce Tirandose en el sofá.
-Pues estás cambiando, pues no me estás ignorando…
Pierce la miró parada frente a ella, con tan sólo una toalla envolviendo su cuerpo. Subió la mirada a sus ojos y la volvió a
bajar hacia sus senos… Santana al darse cuenta, se sonrojó y frunciendo el ceño se dio la vuelta y caminó rápidamente a su cuarto a cambiarse.
Britt se quedó sentada como esperándola volver, pensando que seguro le diría algo a su regreso. En menos de 10 minutos regresó ya vestida con un jean y una remera, caminó hacia Pierce y se sentó enfrente y le habló.
-¿Se puede saber que miras? – Le preguntó viendo que Pierce seguía mirándola fijamente.
-Ehhh
-Ehh ¿Qué?
-Miro que no llevas corpiño – Respondió sonriendo.
-¡Qué te pario!… sos peor que los tipos… - Gritó indignada Santana y se levantó del sofá y caminó a la cocina.
-Hey, no te enojes, soy honesta nada más.
-¡Vete al diablo!
-Ya no te enojes, ¡qué culpa tengo yo que tengas lindas tetas!
-Pierce,¡Por favor, más respeto conmigo carajo – Le gritaba desde la cocina.
-Si no te he faltado al respeto, mi honestidad llega hasta ahí no más. No soy tan lanzada.
-¡¡¡Ah No!!! – Le reclamó Santana volviendo a la sala.
-Nooooo
-Sabes, nunca antes me habías faltado el respeto así, me ignoraste y hasta me has mandado a la mierda, pero jamás pensé que te fijaras en mí de esa forma.
-Bueno, que puedo decir, no recuerdo nada, no sé cómo te he tratado antes.
-¡Eres insoportable!
-¿Lo tomo como cumplido? – Le dijo riendo, a la vez que tomaba su celular del bolsillo de su pantalón. Y comenzaba a marcar para llamar.
-¡Estúpida!
-Hola, Buenas noches, me mandas una doble de queso…– Pierce pedía una pizza mientras Santana en la cocina enojada se sonreía, pues se daba cuenta que si no la recordaba no importaba,Pierce la había mirado como mujer – Ok, pero que no se pasen de media hora. Buenas noches, Gracias – Se despedía Pierce de quien le había tomado el pedido.
Se paró al terminar la llamada, volvió a meter su celular en el bolsillo y fue directo a la cocina.
-En media hora viene la pizza… Seguimos la discusión con la panza llena mejor…- Le dijo sonriendo.
-No quiero discutir ni pelear…- Le contestó mirándola fijamente a los ojos – Pero tampoco quiero que me ignores.
-Lo intentaré
-¿Qué?
-Intentaré no ignorarte, no meterme en mi mundo, soy antisocial, no me relaciono con la gente.
-¿Por qué?
-No lo sé, siempre fui así, solitaria, no podía hacer amistades… creo que Rechel y Marissa han sido las únicas personas que han logrado ser mis amigas…
-Fabray también lo logró aunque no lo recuerdes, hasta pensé que yo era tu amiga.
-Pues no lo recuerdo, y no sé cómo pasó eso.
Continuaron hablando, hasta que llegó la pizza, cenaron juntas y temprano se fueron cada quien a su cuarto a dormir.Santana sentía que había dado el primer paso para acercarse a Britt. Por su parte,Pierce, sentía que le caía bien su compañera de cuarto, pero aún no sentía que podía confiar en ella.
Han pasado tres meses, Pierce aún sigue fuera de servicio, aunque lo intenta todo por volver a ser quien era. Se ha pasado meses entre doctores y psicólogos y esta es la oportunidad de volver al equipo; Policías de alto rango, Psiquiatras y Doctores determinaran si Brittes apta para regresar a su trabajo.
-Tranquila, todo va a salir bien – Intentaba calmar a Pierce Rechel.
-Esperemos que sí, porque ya me vuelvo loca si no trabajo.
-Vamos por un café – Invitó Lopez a Pierce tomándola de la mano, y haciendo que está se levantara de su silla.
-Debo esperar a que salgan de esa estúpida reunión
-Nos avisaran, tenemos celular.
Pierce volvió a ser quien era dos años atrás, por ende, la única persona con la que se relaciona o habla es con Rechel. La relación con Santana se limita a compartir el departamento y a ignorarla. Ni siquiera trata de preguntarle sobre lo vivido juntas en esos dos años que ha olvidado. En cuando a Fabray, no la ignora, pero siempre lo está peleándolo, discuten cada vez que se ven.
Santana poco a poco, comenzó a perder la esperanza de poder acercarse a Pierce, de poder confesarle que estaba enamorada de ella. Si alguna vez había logrado su amistad, en esta ocasión todo le decía que no pasaría de nuevo. Britt no recordaba, no había ningún indicio de que volviera a recordar esos años olvidados.
-Sí, Jefe – Respondió rápidamente Pierce cuando su celularsonó –inmediatamente voy – Y cortó.
-¿Qué dijo? – Preguntó Rechel levantándose de la mesa de aquel café donde habían estado charlando por más de dos horas esperando que los de la Junta tomaran una decisión.
-Nada, sólo que me quiere en su oficina ya.
-Pues vamos, seguro te da la buena noticia…
-No sé
-Mi sexto sentido me dice que todo saldrá bien.
Apenas llegó a la Central, al salir del ascensor caminó entre los escritorios directo a la oficina de Will. La mayoría de sus compañeros se encontraban trabajando, al verla pasar, sonreían como dándole la bienvenida.
Freno su paso al llegar a la puerta y golpeó. Desde adentro la voz del jefe se escuchó:
-Pase.
-Aquí estoy Señor – Entró diciendo Pierce y cerrando la puerta detrás de ella.
Will la miró fijamente desde su asiento detrás de su escritorio. Le señaló la silla para que se sentara. Stone silenciosa hizo caso.
-Es la segunda vez que la junta debe tomar una decisión sobre tu permanencia en el equipo. Y te aseguro que no les agradó para nada – Hizo una pausa –Te consideran una de las mejores policías, pero siguen teniendo dudas sobre tu comportamiento. ¿Sabés a lo que me refiero?
-Soy una loca suicida Señor – Respondio Pierce.
-Así es, en los últimos dos años tu comportamiento había cambiado y parecían muy conformes al respecto, pero esto que te ha pasado, ha hecho que duden de la primera decisión que tomaron hace un año y medio atrás.
-¿Está por decirme que aún no se decidieron?
-Digamos que estarás a prueba.
-¡¿A prueba?!
-Es eso o te das de baja sola de la policía.
-¿Qué es lo que quieren de mí? – Levantó la voz.
-Pierce quieren que seas dócil y te puedan manejar.
-Eso jamás pasará…
-Sí pasará… ya te dije es eso o renuncia.
-Pero…
-Pierce, pero nada… Yo puedo manejarte aunque te hagas la dura y la loca suicida. Pero ellos no lo creen así. Así que actuaras como si entraras en razón y maduraras. ¿Está claro Oficial?
-Me está diciendo…- no terminó de hablar, su jefe la interrumpió.
-Estás a pruebas, y vas a mostrarte dócil y tranquila… Por unos meses estarás bajo el mando de Fabray.
-¿Fabray?
-Es la única persona que consideras a tu altura. Te crees mejor que élla, pero aún así lo consideras la mejor Mujer de este equipo, y es el único que puede contigo. ¿Lo sabes?
La conversación en el despacho del Capitán se extendió por más de media hora. Afuera, Rechel se encontró con Fabray, y sus compañeros y todos esperaban verla salir de la oficina diciendo
que había regresado. Pero cuando salió su rostro no mostraba alegría, y todos pensaron lo peor. Caminó hasta pararse frente a Rechel y Quinn…
-Estoy a prueba – Dijo y siguió caminado hasta el ascensor, para entrar en él y retirarse sola.
Salió del edificio y siguió caminando sola por las veredas sin saber a dónde iba, su mente comenzaba a replantearse su personalidad. ¡Tanto había cambiado en esos dos estúpidos años que no recordaba para que todo se complicara ahora! Si bien Rechel se había encargado de contarle bastante de lo olvidado, no le entraba en su cabeza el hecho de haberse convertido en amiga de Fabray. Sabía muy bien que con el pasó de los años, no odiaba a Fabray la Queria en su vida. Siempre le fue difícil admitir que como policía era el mejor, y que se sentía segura si le tocaba
trabajar con él. Pero ser amigas fuera del trabajo, no podía creerlo. Caminó y caminó, sin saberlo iba rumbo a su casa. Tal vez, su mente estaba absorta en sus pensamientos pero caminaba hacía el edificio donde vivía. Cuando se detuvo frente a la puerta de entrada, se dio cuenta de donde estaba, y que había perdido la noción del tiempo. Entró, caminó hacia el ascensor y subió a su departamento. Apenas entró en el se quedó parada tras cerrar la puerta… en ese mismo instante desde el baño salía Laura envuelta en una toalla que al verla se sorprendió.
-¡Ah! Sos vos – Dijo Santana y siguió caminando hacia su cuarto… Pierce La miró de la cabeza a los pies, y volvió a subir la mirada hasta sus ojos para luego voltearse y caminar a su habitación. Pero volvió a detenerse a mitad de camino y a quedarse quieta…
-Hey, ¿Qué te pasa? Pareces una estatua…. – Le habló Santana al verla parada y en silencio en medio de la sala.
-¡Tanto cambie en el último año!
-Así parece – Exclamó Santana – Pero no sé decirte si mucho o poco, sólo te he conocido un año y medio nada más.
-Rechel dice que tú y yo nos hicimos amigas…
-Algo así
-¿Cómo algo así?
-Al principio me ignoraste como lo haces ahora. Con el paso de los meses comenzaste a saludarme y después me hiciste tu cómplice para poder unir a Fabray Con Rechel.
-No puedo creer que haya hecho eso…
-Pues lo hiciste, y ellas te deben la felicidad de estar juntas.
-¿Felicidad?
-Sí, realmente se aman, y son la una para la otro. Si no fuera porque te obsesionaste en unirlas seguirían cada una por su lado y sufriendo las dos.
-¿Es cierto que me hice pasar por tu novio?
-mmm, pues si, cometí un error, y Rechel te convenció de ayudarme y te travestiste y fuiste mi novio en dos ocasiones.
-Dos nada más, y ¿qué pasó?
-Nada, no pude seguir con la mentira y le confesé la verdad a mi madre.
-Uy, cómo me perdí eso…
-No te lo perdiste estabas aquí con nosotras cuando le dije la verdad a mi madre.
-Pues no recuerdo nada.
-¿Querés recordar? – Preguntó Santana acercándose a ella.
-Claro que quiero recordar, no puedo haber cambiado tanto – Dijo Pierce Tirandose en el sofá.
-Pues estás cambiando, pues no me estás ignorando…
Pierce la miró parada frente a ella, con tan sólo una toalla envolviendo su cuerpo. Subió la mirada a sus ojos y la volvió a
bajar hacia sus senos… Santana al darse cuenta, se sonrojó y frunciendo el ceño se dio la vuelta y caminó rápidamente a su cuarto a cambiarse.
Britt se quedó sentada como esperándola volver, pensando que seguro le diría algo a su regreso. En menos de 10 minutos regresó ya vestida con un jean y una remera, caminó hacia Pierce y se sentó enfrente y le habló.
-¿Se puede saber que miras? – Le preguntó viendo que Pierce seguía mirándola fijamente.
-Ehhh
-Ehh ¿Qué?
-Miro que no llevas corpiño – Respondió sonriendo.
-¡Qué te pario!… sos peor que los tipos… - Gritó indignada Santana y se levantó del sofá y caminó a la cocina.
-Hey, no te enojes, soy honesta nada más.
-¡Vete al diablo!
-Ya no te enojes, ¡qué culpa tengo yo que tengas lindas tetas!
-Pierce,¡Por favor, más respeto conmigo carajo – Le gritaba desde la cocina.
-Si no te he faltado al respeto, mi honestidad llega hasta ahí no más. No soy tan lanzada.
-¡¡¡Ah No!!! – Le reclamó Santana volviendo a la sala.
-Nooooo
-Sabes, nunca antes me habías faltado el respeto así, me ignoraste y hasta me has mandado a la mierda, pero jamás pensé que te fijaras en mí de esa forma.
-Bueno, que puedo decir, no recuerdo nada, no sé cómo te he tratado antes.
-¡Eres insoportable!
-¿Lo tomo como cumplido? – Le dijo riendo, a la vez que tomaba su celular del bolsillo de su pantalón. Y comenzaba a marcar para llamar.
-¡Estúpida!
-Hola, Buenas noches, me mandas una doble de queso…– Pierce pedía una pizza mientras Santana en la cocina enojada se sonreía, pues se daba cuenta que si no la recordaba no importaba,Pierce la había mirado como mujer – Ok, pero que no se pasen de media hora. Buenas noches, Gracias – Se despedía Pierce de quien le había tomado el pedido.
Se paró al terminar la llamada, volvió a meter su celular en el bolsillo y fue directo a la cocina.
-En media hora viene la pizza… Seguimos la discusión con la panza llena mejor…- Le dijo sonriendo.
-No quiero discutir ni pelear…- Le contestó mirándola fijamente a los ojos – Pero tampoco quiero que me ignores.
-Lo intentaré
-¿Qué?
-Intentaré no ignorarte, no meterme en mi mundo, soy antisocial, no me relaciono con la gente.
-¿Por qué?
-No lo sé, siempre fui así, solitaria, no podía hacer amistades… creo que Rechel y Marissa han sido las únicas personas que han logrado ser mis amigas…
-Fabray también lo logró aunque no lo recuerdes, hasta pensé que yo era tu amiga.
-Pues no lo recuerdo, y no sé cómo pasó eso.
Continuaron hablando, hasta que llegó la pizza, cenaron juntas y temprano se fueron cada quien a su cuarto a dormir.Santana sentía que había dado el primer paso para acercarse a Britt. Por su parte,Pierce, sentía que le caía bien su compañera de cuarto, pero aún no sentía que podía confiar en ella.
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escuadron de elite capitulo 23 y 24
Capitulo 24
Bajo las órdenes de Fabray, Britt volvio al equipo, trataba de tragarse el orgullo y no discutir con Quinn. Le tocó infiltraciones e investigaciones simples, pero no se quejó. Sabía que tenía que pagar el derecho de piso de nuevo para volver a ocupar su lugar en el equipo y no enojar a la maldita junta que tenía los ojos sobre ella. Con el paso de los días el carácter intransigente de Pierce se calmaba, ella misma se daba cuenta que debía reprimir todos sus impulsos y enojos; y decidió tomarse las cosas con calma. Acercarse más a Santana, que comenzaba a caerle bien, y también comenzaba a aceptar a Fabray como pareja deRechel.
Entró a la sala de reunión y se sentó cerca de las chicas. A los pocos segundos Will y Fabray hicieron su entrada al lugar. El bullicio se apagó y el jefe hizo el reparto de casos… y mandó a trabajar a todos los que ya tenían un caso designado.
-Fabray, espero que te las arregles con ellos – Dijo Will mirando a los que quedaban en la sala sin una asignación a un caso.
-Sí, Señor
El jefe se retiró y Quinn miró a todos, abrió una carpeta de una pila que había traído y dejado sobre el escritorio.
-Bueno chicos, nos vamos a Córdoba.
-¡Por fin, vacaciones! – Gritó riendo Ramírez.
-Hay un asesino serial en el valle de Punilla, no creo que logremos vacacionar – Anunció Fabray – La policía local lo llama “El asesino de la 38” porque ha matado 6 mujeres a lo largo de la ruta 38.
-¡Seis mujeres! – Exclamó Pierce.
-Ya calma, que los pongo al tanto, tenemos tres horas antes de tomar un vuelo chárter hacía Córdoba capital – Dijo Qinn, para comenzar a darles la información correspondiente del caso – Este asesino serial, ha asesinado seis mujeres, como ya les dije, dos en Carlos Paz, dos en cosquin, una en La Falda y la última en Capilla del Monte. Todas turistas.
-Más conexiones?
-No Pierce, Jóvenes, mujeres, que se encontraban de turista en el lugar cuando fueron violadas y asesinadas por este hijo de puta – Terminó gritando de responder a Pierce. Y tomó las carpetas y
comenzó a repartirlas – Ramírez, averíguame todo de estas chicas – Le dijo dándoles el expediente de las dos primeras mujeres asesinas –Torres, Vos te encargas de las de Cosquín.
-Sí, Señora – Respondió Torres tomando la carpeta y comenzando a leer lo que había dentro.
-Tina, te encargas de la de La Falda.
-Santana A ti te toca la última víctima.
-Rechel yBritt por favor, pongan a funcionar sus sextos sentidos, todos les pasaran la información que consigan a ellas, para que puedan encontrar una pista que nos lleve a ese asesino.
Cada uno se retiró a su escritorio, y comenzó a averigua sobre las víctimas, tenían una hora y media para conseguir la mayor información posible.Fabray había dado la orden que a las doce del medio día se juntaban todos en el estacionamiento para salir al aeropuerto y viajar a Córdoba.
Faltaban quince minutos para el medio día, todos salieron corriendo de vestuarios con el bolso que siempre tenían listo para casos como estos donde eran enviados a otras Ciudades.Pierce se quedó sentada en el banco en medio del cuarto de vestuario, callada, con el bolso a sus pies.Fabray entró y al verla le habló mientras iba a su casillero a buscar su bolso.
-Vamos Pierce.
-Mata cada siete días, sólo tenemos cuatro días para determinar dónde será su próximo ataque.
-Por eso apúrate, esta es mi oportunidad y la tuya.
-¿Qué?
-Si logramos atrapar a este hijo de su buena madre, será un punto a mi favor para que en el futuro me tengan en cuenta para ocupar el puesto de will.
-¡Sólo quieres su sillón!
-No seas tonta, si quiero su puesto, pero cuando él se jubile. Y sé que falta mucho para eso. Pero quiero tener el mejor expediente de la fuerza para que me lo den a mí. Y vos necesitas un punto a
tu favor, para que los de la junta se dejen de joder. Así, que levanta el culo y vamos – Le dijo palmeándola en la espalda y caminando hacia la puerta.
De mala gana Pierce se paró y lentamente caminó.Quinn se había quedado parado en la puerta esperando que ella llegara a élla.
-Pierce, no sé qué carajo te has tomado para estar tan calmada y pelotuda, pero sea lo que sea, ya no lo tomes, necesito la rebelde e insoportable que todos conocemos en este caso.
-Perdón, me estás pidiendo que sea yo… te recuerdo que mi puesto prende de un hilo por ser como soy.
-Alócate todo lo que quieras, pero no me desobedezcas y mantenme al tanto de las locuras que quieras hacer. De la junta me encargo yo.
-¿Estás borracha o qué?
-No, soy consciente de que eres la mejor policía del país. Pero sólo funcionas bajo tus condiciones, cuando alguien te pone el cepo cagaste. Y la junta hizo eso… y se equivocó.
-Me estás dando vía libre…
-Te estoy dando órdenes que espero que sigas, no me importa como las sigues, sólo sigue las reglas a tu manera.
El avión partió del aeropuerto de Buenos Aires rumbo a la Ciudad capital de Córdoba.Santana sentada al lado de Pierce le pasaba información de la víctima de Capilla del Monte. Britt ya tenía toda la información de los asesinatos en su cabeza y en su laptop. Tan sólo debía cerrar sus ojos y comenzar a clasificar la información en su mente… “Seis asesinatos, Ruta 38, Carlos Paz,Cosquín,La Falda y Capilla del Monte… son Ciudades turísticas del Valle de punilla de la provincia de Córdoba. Primer doble asesinato fue entre el sábado 5 y el domingo 6 de noviembre. Al fin de semana siguiente el asesino mató a otras dos turistas entre el sábado 12 y el domingo 13. En la falda cometió el tercer crimen el sábado 19, pero el cuerpo fue encontrado el lunes por la madrugada. La última víctima fue asesinada el domingo 27, pero desapareció el día anterior. Mata los fines de semana. Quizás, ¿Tr abaja en la semana?”Pierce leía la información y la analizaba a su manera…
-Santana, dime los lugares donde fueron encontrados los cuerpos.
-Ok, veamos, Las dos jóvenes de 20 años ambas, fueron violadas y asesinadas en un camping de Playa Perelli al lado del Lago San Roque. Las dos víctimas siguientes, a orillas del rio Cosquín, en el
Auto camping Cosquín.
-Ósea que las violo, las mató, y las dejó a orillas de un río.
-Sí -¿Alguna otra coincidencia entre ellas?
-Los cuerpos presentaban signos de haber sido atados con cuerdas. La policías no encontró cuerdas, pero si se percató que las sogas de las carpas no se encontraban en el lugar. Así que
suponemos que usó esas sogas para mantener inmovilizadas a las víctimas.
-¿La Tercera víctima?
-Mujer, blanca, 29 años, se encontraba de luna de miel con su arido. Mientras caminaban por el complejo turístico Las Siete Cascadas, según relato el esposo, alguien lo golpeó por atrás y no recuerda nada, al despertar buscó ayuda. Y se salió a la búsqueda de la mujer. Eso fue el sábado al medio día… No hallaron el cuerpo hasta el lunes, unos adolescentes pasaron la noche enfiestados en Las Siete Cascadas y cuando amanecía vieron a la orilla del río el cadáver.
-Otra vez, a orillas de un río.
-Pero esta vez la secuestró, la violó y la mató. De donde la secuestró a donde la encontraron sólo había unos 500 metros.¿Dónde la ocultó mientras la policía realizaba la búsqueda por los alrededores?
-¿La última?
-En Capilla del Monte, se hospedó en un Hostal el sábado a la mañana, por la tarde salió a cabalgar por la zona… el caballo volvió a las dos horas solo. Los lugareños salieron a buscarla… El cuerpo apareció a orillas del Dique El Cajón. -Busca en el mapa, ruta 38, ¿Cuál es la siguiente Ciudad turística después de Capilla del Monte?
-Hay varios pueblitos, pero Ciudad con más de 5000 habitantes como las otras cuatro Ciudades en las que actuó, sólo sigue Cruz del Eje…
- Ahí hay un embalse…
-¡Crees que volverá a atacar en Cruz del Eje, y cerca del Embalse de Cruz del Eje! -Mató en Ciudades turísticas importantes de la zona, siempre dejó los cuerpos a la orilla de un río o lago. Es
alguien que conoce esa ruta muy bien…
-¡La ruta 38 pasa por más provincias…!
-Si no lo detenemos seguirá matando hasta llegar a Tucumán.
Fabray se acercó y le comentó que estaban por aterrizar, que la policía de Córdoba tenía más información.
Bajaron todos del avión y fueron todos trasladados a la policía Central de Córdoba. Allí en la misma con más información, cada uno tomó un rumbo, según lo que debían investigar. Ramírez se dirigió rápidamente a Carlos Paz, mientras que Torres viajaba a Cosquín, por su parte Carla tomó su rumbo hacia La Falda, y por último se ocupó de Capilla del Monte. En Córdoba Capital se quedaron Pierce y Rechel Cotejaron todo y revisando los informes de autopsias que se les había entregado en la comisaría cordobesa apenas llegaron.
Ya sólo quedaban tres días para que el asesino de la 38 volviera a atacar, y no había ninguna pista.Pierce estaba convencida que su próxima víctima sería asesinada en Cruz del Eje, pues era la
siguiente Ciudad turística importante que precedía a Capilla del Monte.Fabray, que siempre confió en ese sexto sentido convenció a la policía cordobesa para que enviara personal para que comenzaran a vigilar.
Eran casi las dos de la mañana y Rechel y Pierce se encontraban en el bar del hotel donde estaban alojadas.
-Ya no me da la cabeza, necesito dormir…- Comentó Rechel mirando su reloj.
-¿Y tu noviecita cuando viene?
-Ya te dije, cuando me mandó el mensaje de texto que apenas pudiera… ya sabes, lo tienen en la comisaría con el papelerío… maldita burocracia.
-¿Qué dicen los medios del caso?
-Por el momento nada, la policía no proporcionó ninguna información, y por suerte no se ha estallado la noticia en la T.V. Sólo un diario público algo antes de ayer, pero no mencionó ningún asesino en serie, no es cosa de alentar al pánico en masa.
-¿Qué diario? Rechel buscó en su laptop la página web del diario para mostrársela.
-Este… La Voz Del Interior.
-Veamos que saben…. – Y comenzó a leer la nota.
-Creo que saben más, pero no han destapado la olla aún.
Pierce levantó la mirada hacia la barra del bar y vio a una mujer de unos 28 años, joven y hermosa que sonreía hablando con el barman.
-¿Te pasa algo? – Preguntó Rechel al verla absorta mirando a esa mujer, mientras que Pierce volvía la mirada a la pantalla de la laptop.
-Es coincidencia o mi imaginación, ¿la mujer de la barra es la misma de la foto de la periodista que escribió la nota?
Rechel, miró la foto de quién había sido la encargada de la noticia en el diario, y luego miró hacia la barra…
-Ejem… creo que no es tu imaginación… es la misma – Dicho esto, Pierce se paró y caminó hacia la barra.
-Hola, ¿interrumpo?
-Buenas noches – Contestó el barman y la chica la miró sonriendo.
-Disculpa, ¿eres Elaine Villarreal? – Preguntó Pierce dirigiéndose a la mujer.
-¿Y quién lo pregunta?
-Perdón, Soy Brittany Pierce, policía. ¿Y Vos?
-¡Policía!
-Hice algo malo oficial – Sonreía pícaramente.
-No, pero no creo en coincidencia, así que dime que buscas, y te ayudaré con tu investigación.
-¿Qué investigación?
-Vamos, querida, no estás aquí por casualidad, acabo de leer tu nota de los asesinatos en el Valle de punilla
-¿Siempre eres así de directa?
-Sí, mira, no puedo darte información, pero podemos ayudarnos mutuamente
-¿Cómo es eso?
-Te daré la exclusiva cuando atrapemos al asesino, pero antes debes prometerme que no escribirás nada hasta que cerremos el caso.
-Digamos que no sirve.
-Digamos que si te sirve, serás la única con acceso a toda la investigación.
-¡Me estás tentando!
-Ojala pudiera tentarte con otra cosa
-Perdón
-Nada, Nada, ya dime ¿aceptas?
-Tal vez
-Ok, ven a la mesa con mi compañera y hablamos.
En silencio siguió a Pierce hasta la mesa donde se encontraba Rechel. Después de hacer las presentaciones,Elaine tomó asiento frente a Pierce y a Rechel .
-¿Dinos qué es lo que sabes, y qué no incluiste en tu noticia?
-Off the records
-Sí
-Tengo un informante en la policía que me pasó la información, pero me pidió que no difundiera el modus operandi del asesino ni que iniciara el pánico del “Asesino en serie”
-Después de las primeras víctimas la policía no dejó que se acercaran los medios, porque les olía feo el crimen, cuando sucedió lo de Cosquín, se preocuparon porque era el mismo modus operandi de los asesinatos de Carlos Paz, así que menos dejaron a los periodistas publicar nada. Pero cuando pasó lo de La Falda, el asesino cambió su modus operandi, y la policía creyó que era un secuestro, entonces entraron los medios…
-Así es, nos necesitaban para que distribuyéramos masivamente la fotografía de la joven secuestrada – Aportó Elaine.
-Pero – Continuó Rcehel – Cuando pasó lo de Capilla del Monte se dieron cuenta que era el mismo asesino…
-Ahí nos llamaron a nosotros – Dijo Pierce.
-Y otra vez la policía les paró el carro a los medios. Solamente vos – Señalando a Elaine – Publicó una nota contando que habían sucedido varios hechos en el Valle de Punilla.
-¿A dónde va tu cabecita? – Le preguntó Pierce a Rechel.
-Creo que el asesino busca sus cinco minutos de fama y la policía lo se lo ha permitido… cambiará su modus operandi cuantas veces quiera, se siente confiado en que la policía no puede atraparlo.
-Tan inteligente es que no ha dejado huellas ni pistas sueltas…
¿No?
-Así es, muy inteligente, pero deja el rastro… sabe que lo seguimos, está jugando con nosotros – Comentó Pierce mirando de reojo a Elaine.
-Yo no sé en qué puedo ayudarlas, si me dan la exclusiva, prometo no escribir nada hasta que lo atrapen.
-Creo que deberíamos darle sus cinco minutos de fama, pero no mostrarlo como un temido asesino en serie, sino como un idiota.
-¡Ah, bien quieren enojarlo! – Exclamó Elaine.
-Quiero que se equivoque… eso quiero…
-¿Cómo sabes que se equivocará? – Interrogó Rechel .
-Él sabe, que ya nosotros sabemos que su próximo lugar para elegir la víctima es Cruz del Eje…Es alguien que conoce esa ruta, tal vez un viajante, vendedor que va de pueblo en pueblo, un
camionero, alguien que siempre pasa por esos lugares, los conoce. Asesina los fines de semana, por ende en la semana lleva una vida normal, debe trabajar. Pero cuando llega el viernes
por la noche sale a encontrar a su víctima.
-Espera, ¿pero cómo elige a las víctimas…? – La interrumpió Eliane .
-Al azar, cuando ve a una mujer, la vigila hasta que encuentra el momento de atraparla. Todas las mujeres eran turistas en donde las asesinó. Y lo supuso porque se comportaban como tales, haciendo lo que hacen los turistas.
-Entonces debemos ir a turistear a Cruz del Eje – Mencionó Rechel riendo.
-Así es… llama a Tina y Santana, debemos ser varias en Cruz del Eje.
-¿Y cómo llamaran su atención?
-Mostrándonos como turistas…
-¡Puedo ser carnada como ustedes…!
-Creo que no, si yo te reconocí por la foto que sale en el diario, el también lo hará.
-¡Maldita foto!
-Tranquila, necesito que te pongas a escribir y que el viernes saques una nota sobre los asesinatos, no digas que es un asesino en serie, sino más bien que son varios asesinos, inventa
algo, para que el sienta que no creen en él como un asesino en serie.
-Algo puedo inventar – Rió mirando a Pierce – y si menciono que la policía ya arrestó al asesino…
-Se sentirá libre de actuar…- Intervino Rechel – y si a eso le agregamos que retiramos la policía que se encuentra en Cruz del Eje vigilando, se comerá la carnada.
-Mejor le contamos el plan a tu novia antes que me mate – Dijo Pierce de su bolsillo el celular y marcando el número de Fabray – Hija de tu madre, mejor ven al hotel ya, que debo contarte como haré de las mías –Hablaba Britt con Fabray.Rechel reía porque la forma de tratar de Pierce a su novia comenzaba a ser la del último año… y significaba que Britt podía estar aceptando de nuevo su amistad con Quinn .
-Creo que debo retirarme, es tarde, mañana hablaré con mi director en el diario para la nota.
-Sólo espera unos minutos que nuestro jefa viene en camino y debe conocerte.
Las tres continuaron hablando del caso, aunque las miradas entre Pierce
Y Elaine se hacían más intensas. Rechel se daba cuenta que a su amiga le estaba gustando la periodista y esta no estaba rechazándola, es más parecía también entrarle al coqueteo. En
menos de 25 minutos, Fabray llegó al bar.Pierce le presentó a Elaine y le contó el plan,Quinn la
escuchó sin decir una palabra, y cuando terminó de hablar fue cuando le respondió.
-Estás completamente loca, espero que tu plan funcione o nos quedamos todos sin trabajo – Dijo mirando a Elaine.
-Crucemos los dedos –Dijo Pierce riendo.
Fabray aunque sabía que era un plan demasiado alocado y arriesgado, confiaba plenamente en las locuras de Pierce , así que la apoyó.Rechel y su novia se retiraron enseguida a dormir,Pierce se quedó un rato más charlando en el bar con Elaine, pero no del caso, coquetearon un poco, y luego se despidieron.
-Mejor me retiro son más de las cuatro… debo dormir.
-¡Pues que sueñes con angelitos! - Mientras no vengan con esposas y me esposen a la cama.
-Jajá – Riendo Britt – Cualquier cosa me llamas a mí, tengo llave para las esposas.
Cada quién tomó su rumbo,Pierce durmió hasta casi el medio día, cuando se despertaba se encontró con Santana entrando a su cuarto…
-¿Qué haces durmiendo aún? – Le gritó al entrar y verla en la cama.
-Ya me levanto… - Dijo dándose la vuelta en la cama y abrazando la almohada.Santana entró al baño a ducharse y salió envuelta en una bata del hotel.Britt estaba sentada poniéndose sus botas.
-¡No has dormido nada! – Le preguntó Pierce a Santana.
-No – Le gritó y se tiró en su cama.
-Bueno descansa, voy a la comisaría para ver como llevamos acabo el plan que tenemos para atrapar a ese hijo de perra y vuelvo a buscarte.
-mmm, Ok…- Respondió ya durmiéndose Santana.
La policía aceptó el plan, sin embargo no retiró su personal de Cruz del eje sino que los obligó a vestirse de civil y a pasear por la Ciudad como turistas o lugareños.Rechel yTina viajaron el mismo
jueves a Cruz del Eje y se alojaron en un Hostal cerca del Embalse. Fingían ser dos hermanas paseando. La policía de Córdoba envió a dos oficiales femeninas más para que se confundieran con otras turistas, alojándolas por separado en dos hoteles distinto.Pierce y Santana les tocaría llegar a Cruz del Eje el viernes como mochileras y acampar en un camping cerca del Embalse.
Así eran seis posibles turistas vigilando el área. Al mismo tiempo que la policía vigilaba toda la Ciudad, o más bien las áreas cercanas al embalse y el rio.
El viernes a primera hora, la nota de Elaine salió en primera plana en el diario de La Voz del Interior, dando cuenta de los asesinatos que habían sucedido en el mes en el Valle de Punilla, llamándolo el Asesino de la ruta 38, y dejando por sentado que la policía ya había atrapado al culpable cuando intentaba cometer un nuevo asesinato en la Ciudad de Cruz del Eje.
Cerca del mediodía Santana y Britt bajaron de una camioneta en la entrada a la Ciudad e ingresaron caminando como unas mochileras turistas. En todo momento Pierce y las demás policías que se encontraban fingiendo ser turistas y paseaban por Cruz del Eje haciéndose notar por donde pasaran se mantenían comunicadas mediantes mensajes de texto con Fabray. Los agentes de policías vestidos de civil se confundían con Ciudadanos del lugar o turistas.
Inmediatamente Pierce comenzaron a interactuar con la gente pidiendo información de dónde poder acampar. Aunque ambas ya sabían dónde irían, sólo buscaban ser vistas por el asesino. Pasaron más de tres horas caminando por el centro de la Ciudad y los paseos turísticos para luego dirigirse al camping que se encontraba a unas cuadras del El embalse Cruz del Eje que se interpone en el curso de agua del río Cruz del Eje; en el extremo norte de las Sierras Grandes.
Para Pierce el asesino intentaría buscar a su víctima entre las turistas que estuvieran cerca del embalse, pero dicho dique tenía una extensión de 1093 hectáreas, lo que se hacía muy difícil tener
a toda la policía local y la de Córdoba vestidos de civil vigilando los alrededores. Y si Joan no se equivocaba, el asesino conocía muy bien todos los lugares donde había atacado, y seguro ya se
había percatado de la vigilancia. Aún así se seguía con el plan.
Apenas llegaron al camping, hablaron en la entrada del predio con el cuidador quien les aconsejó la zona más iluminada. Les advirtió que en el lugar se encontraba un grupo de adolescentes
acampando y que estaban enfiestados que no sería una noche tranquila ni silenciosa. Al oír esto
Pierce maldijo para sus adentros, mucha gente cerca, lo que haría imposible que el asesino se presentara en ese lugar. Pero igual ingresaron al camping, y se ubicaron a unos 200 metros de las carpas de los jóvenes bulliciosos.Santana sola armó la carpa, mientras Britt se dedicó a buscar leña para hacer una pequeña fogata.
Ya sentada al lado de la fogata cuando la tarde ya había caído y la noche parecía regalarles un manto de estrellas… Pierce se comunicó por teléfono con Fabray .
-Por aquí todo tranquilo, ¿alguna novedad?
-Ninguna, ya todas han tomado ubicación para pasar la noche, si tu pálpito resulta el asesino ya debe haber elegido su víctima, o ataca esta noche o lo hace mañana.
-¿La policía local notó algo extraño o nada?
-Para ellos hay demasiados turistas, aún no es temporada alta, sólo faltan menos de dos semanas para que se abra la temporada y nunca llegan tantos turistas. Creen que el haber salido en los diarios el caso ha hecho que mucha gente llegue a curiosear.
-Eso me temía…
-Mejor descansen, mañana veremos qué pasa.
-Buenas noches, dejo encendido mi celular, mañana por la mañana lo pondré a cargar en la casa del cuidador del camping, así que cualquier novedad me despiertas ¿¿¿sí???
No alcanzó a cortar que el celular sonó…Pierce al ver el número en la pantalla del aparato se levantó y caminó unos metros alejándose de la fogata para hablar con quien estaba llamándola.Santana la miró con mala cara, apenas oyó la voz de Britt pronunciar el nombre de la periodista los celos se le
dispararon.
-¿Cómo va todo por Córdoba?
-Todo tranquilo, disponiéndome a salir por ahí a bailar ¿y Vos?
-Jajá yo sentada bajo un manto de estrellas al lado de una pequeña fogata
-mmm suena muy romántico…
-Tal vez, pero estoy trabajando y además no tengo la compañía que querría para que fuera una noche realmente romántica – Comenzó a coquetear con Elaine.
Aunque Pierce trataba de hablar en voz baja, demasiado silencio en el lugar a pesar de los gritos y la música que venía de las carpas de los jóvenes revoltosos, Santana pudo escucharla y le
dolieron esas palabras. Celosa, y enojada se levantó y comenzó a caminar por el predio. Quería calmar la rabia que sentía y no quería que Pierce se diera cuenta de sus celos, así que prefirió
estar sola.
Britt coqueteaba con Elaine, perdió la noción del tiempo, al cortar la llamada sonrió porque debía admitirse que le gustaba la cordobesa. Al tiempo que Satana caminaba cerca de la arboleda
que rodeaba el predio del camping, donde la zona estaba muy poco iluminada, absorta en sus pensamientos y olvidándose de porqué se encontraba en ese lugar no advirtió el sonido de unas
pisadas que se acercaban acechándola detrás de los árboles.
Britt giró hacia la fogata y su mirada no encontró a Santana, miró hacia la carpa y nada, y rápidamente su mirada enloqueció mirando hacia todos lados… a unos 50 metros de donde se encontraba Perce, el tan temido asesino se acercaba sigilosamente a Santna, atrapándola por atrás y amenazándola con un cuchillo en la garganta comenzó a arrastrarla hacia la arboleda.Santana sin entrar en pánico se dejó llevar, sabía que podía defenderse, tenía
un arma en la tobillera derecha de su pierna. Sólo tenía que esperar el momento oportuno para sacarla y arrestarlo.
En ese instante que el asesino y Santana se metían en la arboleda Pierce divisó las siluetas y comenzó a correr. El atacante sintiéndose seguro de que ya tenía a su próxima víctima golpeó a Santana atontándola y de esta manera le ató las manos y la amordazó. Ella no perdió el conocimiento pero si se sintió aturdida y sin fuerzas. El comenzó a arrastrarla entre los árboles.
Pierce llegó donde comenzaba a la arboleda para adentrarse en ella, si bien la noche era muy clara gracias a una redonda luna llena en el firmamento, entrando a la parte de los árboles, en ese pequeño bosque no se veía mucha claridad. El asesino le llevaba unos minutos nada más de ventaja, no podía haber avanzado mucho pensaba Pierce,así que siguiendo su instinto tomó una
dirección que le pareció la correcta y avanzó.
Santana con sus manos atadas era empujada entre árboles, la llevaba casi corriendo, lo que hacía que la joven se tropezara seguido debido a la oscuridad que había. Ella intentaba llevarse por delante todo lo que podía ver, era sólo una forma de dejar un rastro. Si Pierce la buscaba por ahí se daría cuenta por donde había pasado. Y eso era lo que Britt se fue encotrando a cada
paso que daba… marcas de huellas de pisadas en el suelo, ramas quebradas.
Al caerse, él la levantó bruscamente hablándole al oído, “Si quieres vivir caminá”.Santana sabía que mentía, pero debía seguirle el juego al maldito. Avanzaron unos metros más y la oscuridad comenzó a dispersarse, y logró ver frente a ella parte del lago del embalse, estaban llegando a una orilla.
Pierce apresuro su pasó, la adrenalina ya le corría furiosa por su cuerpo. Sabía que debía apurarse. Como a unos cien metros divisó un claro en medio del bosquecito que estaba traspasando, dándose cuenta que la arboleda se estaba terminando y corrió más rápido.
La empujó al suelo y al intentar darse vuelta él se arrodillo encima de ella inmovilizándola, blandió su cuchillo en la garganta de Santana. En ese instante el miedo se apoderó completamente de ella, la desesperación por defenderse y darse cuenta que no podía aceleraba su corazón y su respiración. Blandiendo el filo de su cuchillo comenzó a rasgar lentamente la tela de la camiseta que ella llevaba puesta y al mismo tiempo rozando y lastimando su piel…La manoseaba, le demostraba quien tenía el control de la situación, parecía gozar con el miedo que se emanaba de Santana .
La joven intentó mover su cuerpo aprisionado por las piernas del atacante y logró empujarlo y hacerlo caer al lado de ella. En ese preciso momento Pierce apareció empuñando su pistola y apuntándole.
-Detente – Gritó, el asesino al escucharla tomó a Santana por el cuello colocando la punta del filo del cuchillo en la garganta de su prisionera usando el cuerpo de ella como escudo.Pierce volvió a
gritar – Estás rodeado, la policía viene por ti – Mentía, no había dado la voz de alerta ni pedido ayuda.
-Nunca me atraparan – Le contestó riéndose y moviendo
levemente su mano y ocasionando un corte en la garganta de Santana con su cuchillo y la sangre comenzó a brotar.
-¡¡No la lastimes!!
-Baja tu arma – Le ordenó el criminal.
Ante la negativa de Pierce , bajó el cuchillo y se lo clavó en el hombro derecho, ella sintió el filo desgarrar la carne y… gritó de dolor y Pierce
-Ok… Ok… la bajaré pero déjala – Bajando lentamente su arma.
En ese preciso instante Santana la miró a los ojos fue comocomunicarse a través de la mirada, Pierce entendió su mensaje.Lopez se sacudió haciendo que su cabeza se moviera unos poco centímetros y el rostro de su atacante quedara en la mira de Pierce. Y ella levantó rápidamente el arma y gatilló con precisión.
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solo quedan 2 capitulo
y deciroros que ya tengo otra historia preparada
Bajo las órdenes de Fabray, Britt volvio al equipo, trataba de tragarse el orgullo y no discutir con Quinn. Le tocó infiltraciones e investigaciones simples, pero no se quejó. Sabía que tenía que pagar el derecho de piso de nuevo para volver a ocupar su lugar en el equipo y no enojar a la maldita junta que tenía los ojos sobre ella. Con el paso de los días el carácter intransigente de Pierce se calmaba, ella misma se daba cuenta que debía reprimir todos sus impulsos y enojos; y decidió tomarse las cosas con calma. Acercarse más a Santana, que comenzaba a caerle bien, y también comenzaba a aceptar a Fabray como pareja deRechel.
Entró a la sala de reunión y se sentó cerca de las chicas. A los pocos segundos Will y Fabray hicieron su entrada al lugar. El bullicio se apagó y el jefe hizo el reparto de casos… y mandó a trabajar a todos los que ya tenían un caso designado.
-Fabray, espero que te las arregles con ellos – Dijo Will mirando a los que quedaban en la sala sin una asignación a un caso.
-Sí, Señor
El jefe se retiró y Quinn miró a todos, abrió una carpeta de una pila que había traído y dejado sobre el escritorio.
-Bueno chicos, nos vamos a Córdoba.
-¡Por fin, vacaciones! – Gritó riendo Ramírez.
-Hay un asesino serial en el valle de Punilla, no creo que logremos vacacionar – Anunció Fabray – La policía local lo llama “El asesino de la 38” porque ha matado 6 mujeres a lo largo de la ruta 38.
-¡Seis mujeres! – Exclamó Pierce.
-Ya calma, que los pongo al tanto, tenemos tres horas antes de tomar un vuelo chárter hacía Córdoba capital – Dijo Qinn, para comenzar a darles la información correspondiente del caso – Este asesino serial, ha asesinado seis mujeres, como ya les dije, dos en Carlos Paz, dos en cosquin, una en La Falda y la última en Capilla del Monte. Todas turistas.
-Más conexiones?
-No Pierce, Jóvenes, mujeres, que se encontraban de turista en el lugar cuando fueron violadas y asesinadas por este hijo de puta – Terminó gritando de responder a Pierce. Y tomó las carpetas y
comenzó a repartirlas – Ramírez, averíguame todo de estas chicas – Le dijo dándoles el expediente de las dos primeras mujeres asesinas –Torres, Vos te encargas de las de Cosquín.
-Sí, Señora – Respondió Torres tomando la carpeta y comenzando a leer lo que había dentro.
-Tina, te encargas de la de La Falda.
-Santana A ti te toca la última víctima.
-Rechel yBritt por favor, pongan a funcionar sus sextos sentidos, todos les pasaran la información que consigan a ellas, para que puedan encontrar una pista que nos lleve a ese asesino.
Cada uno se retiró a su escritorio, y comenzó a averigua sobre las víctimas, tenían una hora y media para conseguir la mayor información posible.Fabray había dado la orden que a las doce del medio día se juntaban todos en el estacionamiento para salir al aeropuerto y viajar a Córdoba.
Faltaban quince minutos para el medio día, todos salieron corriendo de vestuarios con el bolso que siempre tenían listo para casos como estos donde eran enviados a otras Ciudades.Pierce se quedó sentada en el banco en medio del cuarto de vestuario, callada, con el bolso a sus pies.Fabray entró y al verla le habló mientras iba a su casillero a buscar su bolso.
-Vamos Pierce.
-Mata cada siete días, sólo tenemos cuatro días para determinar dónde será su próximo ataque.
-Por eso apúrate, esta es mi oportunidad y la tuya.
-¿Qué?
-Si logramos atrapar a este hijo de su buena madre, será un punto a mi favor para que en el futuro me tengan en cuenta para ocupar el puesto de will.
-¡Sólo quieres su sillón!
-No seas tonta, si quiero su puesto, pero cuando él se jubile. Y sé que falta mucho para eso. Pero quiero tener el mejor expediente de la fuerza para que me lo den a mí. Y vos necesitas un punto a
tu favor, para que los de la junta se dejen de joder. Así, que levanta el culo y vamos – Le dijo palmeándola en la espalda y caminando hacia la puerta.
De mala gana Pierce se paró y lentamente caminó.Quinn se había quedado parado en la puerta esperando que ella llegara a élla.
-Pierce, no sé qué carajo te has tomado para estar tan calmada y pelotuda, pero sea lo que sea, ya no lo tomes, necesito la rebelde e insoportable que todos conocemos en este caso.
-Perdón, me estás pidiendo que sea yo… te recuerdo que mi puesto prende de un hilo por ser como soy.
-Alócate todo lo que quieras, pero no me desobedezcas y mantenme al tanto de las locuras que quieras hacer. De la junta me encargo yo.
-¿Estás borracha o qué?
-No, soy consciente de que eres la mejor policía del país. Pero sólo funcionas bajo tus condiciones, cuando alguien te pone el cepo cagaste. Y la junta hizo eso… y se equivocó.
-Me estás dando vía libre…
-Te estoy dando órdenes que espero que sigas, no me importa como las sigues, sólo sigue las reglas a tu manera.
El avión partió del aeropuerto de Buenos Aires rumbo a la Ciudad capital de Córdoba.Santana sentada al lado de Pierce le pasaba información de la víctima de Capilla del Monte. Britt ya tenía toda la información de los asesinatos en su cabeza y en su laptop. Tan sólo debía cerrar sus ojos y comenzar a clasificar la información en su mente… “Seis asesinatos, Ruta 38, Carlos Paz,Cosquín,La Falda y Capilla del Monte… son Ciudades turísticas del Valle de punilla de la provincia de Córdoba. Primer doble asesinato fue entre el sábado 5 y el domingo 6 de noviembre. Al fin de semana siguiente el asesino mató a otras dos turistas entre el sábado 12 y el domingo 13. En la falda cometió el tercer crimen el sábado 19, pero el cuerpo fue encontrado el lunes por la madrugada. La última víctima fue asesinada el domingo 27, pero desapareció el día anterior. Mata los fines de semana. Quizás, ¿Tr abaja en la semana?”Pierce leía la información y la analizaba a su manera…
-Santana, dime los lugares donde fueron encontrados los cuerpos.
-Ok, veamos, Las dos jóvenes de 20 años ambas, fueron violadas y asesinadas en un camping de Playa Perelli al lado del Lago San Roque. Las dos víctimas siguientes, a orillas del rio Cosquín, en el
Auto camping Cosquín.
-Ósea que las violo, las mató, y las dejó a orillas de un río.
-Sí -¿Alguna otra coincidencia entre ellas?
-Los cuerpos presentaban signos de haber sido atados con cuerdas. La policías no encontró cuerdas, pero si se percató que las sogas de las carpas no se encontraban en el lugar. Así que
suponemos que usó esas sogas para mantener inmovilizadas a las víctimas.
-¿La Tercera víctima?
-Mujer, blanca, 29 años, se encontraba de luna de miel con su arido. Mientras caminaban por el complejo turístico Las Siete Cascadas, según relato el esposo, alguien lo golpeó por atrás y no recuerda nada, al despertar buscó ayuda. Y se salió a la búsqueda de la mujer. Eso fue el sábado al medio día… No hallaron el cuerpo hasta el lunes, unos adolescentes pasaron la noche enfiestados en Las Siete Cascadas y cuando amanecía vieron a la orilla del río el cadáver.
-Otra vez, a orillas de un río.
-Pero esta vez la secuestró, la violó y la mató. De donde la secuestró a donde la encontraron sólo había unos 500 metros.¿Dónde la ocultó mientras la policía realizaba la búsqueda por los alrededores?
-¿La última?
-En Capilla del Monte, se hospedó en un Hostal el sábado a la mañana, por la tarde salió a cabalgar por la zona… el caballo volvió a las dos horas solo. Los lugareños salieron a buscarla… El cuerpo apareció a orillas del Dique El Cajón. -Busca en el mapa, ruta 38, ¿Cuál es la siguiente Ciudad turística después de Capilla del Monte?
-Hay varios pueblitos, pero Ciudad con más de 5000 habitantes como las otras cuatro Ciudades en las que actuó, sólo sigue Cruz del Eje…
- Ahí hay un embalse…
-¡Crees que volverá a atacar en Cruz del Eje, y cerca del Embalse de Cruz del Eje! -Mató en Ciudades turísticas importantes de la zona, siempre dejó los cuerpos a la orilla de un río o lago. Es
alguien que conoce esa ruta muy bien…
-¡La ruta 38 pasa por más provincias…!
-Si no lo detenemos seguirá matando hasta llegar a Tucumán.
Fabray se acercó y le comentó que estaban por aterrizar, que la policía de Córdoba tenía más información.
Bajaron todos del avión y fueron todos trasladados a la policía Central de Córdoba. Allí en la misma con más información, cada uno tomó un rumbo, según lo que debían investigar. Ramírez se dirigió rápidamente a Carlos Paz, mientras que Torres viajaba a Cosquín, por su parte Carla tomó su rumbo hacia La Falda, y por último se ocupó de Capilla del Monte. En Córdoba Capital se quedaron Pierce y Rechel Cotejaron todo y revisando los informes de autopsias que se les había entregado en la comisaría cordobesa apenas llegaron.
Ya sólo quedaban tres días para que el asesino de la 38 volviera a atacar, y no había ninguna pista.Pierce estaba convencida que su próxima víctima sería asesinada en Cruz del Eje, pues era la
siguiente Ciudad turística importante que precedía a Capilla del Monte.Fabray, que siempre confió en ese sexto sentido convenció a la policía cordobesa para que enviara personal para que comenzaran a vigilar.
Eran casi las dos de la mañana y Rechel y Pierce se encontraban en el bar del hotel donde estaban alojadas.
-Ya no me da la cabeza, necesito dormir…- Comentó Rechel mirando su reloj.
-¿Y tu noviecita cuando viene?
-Ya te dije, cuando me mandó el mensaje de texto que apenas pudiera… ya sabes, lo tienen en la comisaría con el papelerío… maldita burocracia.
-¿Qué dicen los medios del caso?
-Por el momento nada, la policía no proporcionó ninguna información, y por suerte no se ha estallado la noticia en la T.V. Sólo un diario público algo antes de ayer, pero no mencionó ningún asesino en serie, no es cosa de alentar al pánico en masa.
-¿Qué diario? Rechel buscó en su laptop la página web del diario para mostrársela.
-Este… La Voz Del Interior.
-Veamos que saben…. – Y comenzó a leer la nota.
-Creo que saben más, pero no han destapado la olla aún.
Pierce levantó la mirada hacia la barra del bar y vio a una mujer de unos 28 años, joven y hermosa que sonreía hablando con el barman.
-¿Te pasa algo? – Preguntó Rechel al verla absorta mirando a esa mujer, mientras que Pierce volvía la mirada a la pantalla de la laptop.
-Es coincidencia o mi imaginación, ¿la mujer de la barra es la misma de la foto de la periodista que escribió la nota?
Rechel, miró la foto de quién había sido la encargada de la noticia en el diario, y luego miró hacia la barra…
-Ejem… creo que no es tu imaginación… es la misma – Dicho esto, Pierce se paró y caminó hacia la barra.
-Hola, ¿interrumpo?
-Buenas noches – Contestó el barman y la chica la miró sonriendo.
-Disculpa, ¿eres Elaine Villarreal? – Preguntó Pierce dirigiéndose a la mujer.
-¿Y quién lo pregunta?
-Perdón, Soy Brittany Pierce, policía. ¿Y Vos?
-¡Policía!
-Hice algo malo oficial – Sonreía pícaramente.
-No, pero no creo en coincidencia, así que dime que buscas, y te ayudaré con tu investigación.
-¿Qué investigación?
-Vamos, querida, no estás aquí por casualidad, acabo de leer tu nota de los asesinatos en el Valle de punilla
-¿Siempre eres así de directa?
-Sí, mira, no puedo darte información, pero podemos ayudarnos mutuamente
-¿Cómo es eso?
-Te daré la exclusiva cuando atrapemos al asesino, pero antes debes prometerme que no escribirás nada hasta que cerremos el caso.
-Digamos que no sirve.
-Digamos que si te sirve, serás la única con acceso a toda la investigación.
-¡Me estás tentando!
-Ojala pudiera tentarte con otra cosa
-Perdón
-Nada, Nada, ya dime ¿aceptas?
-Tal vez
-Ok, ven a la mesa con mi compañera y hablamos.
En silencio siguió a Pierce hasta la mesa donde se encontraba Rechel. Después de hacer las presentaciones,Elaine tomó asiento frente a Pierce y a Rechel .
-¿Dinos qué es lo que sabes, y qué no incluiste en tu noticia?
-Off the records
-Sí
-Tengo un informante en la policía que me pasó la información, pero me pidió que no difundiera el modus operandi del asesino ni que iniciara el pánico del “Asesino en serie”
-Después de las primeras víctimas la policía no dejó que se acercaran los medios, porque les olía feo el crimen, cuando sucedió lo de Cosquín, se preocuparon porque era el mismo modus operandi de los asesinatos de Carlos Paz, así que menos dejaron a los periodistas publicar nada. Pero cuando pasó lo de La Falda, el asesino cambió su modus operandi, y la policía creyó que era un secuestro, entonces entraron los medios…
-Así es, nos necesitaban para que distribuyéramos masivamente la fotografía de la joven secuestrada – Aportó Elaine.
-Pero – Continuó Rcehel – Cuando pasó lo de Capilla del Monte se dieron cuenta que era el mismo asesino…
-Ahí nos llamaron a nosotros – Dijo Pierce.
-Y otra vez la policía les paró el carro a los medios. Solamente vos – Señalando a Elaine – Publicó una nota contando que habían sucedido varios hechos en el Valle de Punilla.
-¿A dónde va tu cabecita? – Le preguntó Pierce a Rechel.
-Creo que el asesino busca sus cinco minutos de fama y la policía lo se lo ha permitido… cambiará su modus operandi cuantas veces quiera, se siente confiado en que la policía no puede atraparlo.
-Tan inteligente es que no ha dejado huellas ni pistas sueltas…
¿No?
-Así es, muy inteligente, pero deja el rastro… sabe que lo seguimos, está jugando con nosotros – Comentó Pierce mirando de reojo a Elaine.
-Yo no sé en qué puedo ayudarlas, si me dan la exclusiva, prometo no escribir nada hasta que lo atrapen.
-Creo que deberíamos darle sus cinco minutos de fama, pero no mostrarlo como un temido asesino en serie, sino como un idiota.
-¡Ah, bien quieren enojarlo! – Exclamó Elaine.
-Quiero que se equivoque… eso quiero…
-¿Cómo sabes que se equivocará? – Interrogó Rechel .
-Él sabe, que ya nosotros sabemos que su próximo lugar para elegir la víctima es Cruz del Eje…Es alguien que conoce esa ruta, tal vez un viajante, vendedor que va de pueblo en pueblo, un
camionero, alguien que siempre pasa por esos lugares, los conoce. Asesina los fines de semana, por ende en la semana lleva una vida normal, debe trabajar. Pero cuando llega el viernes
por la noche sale a encontrar a su víctima.
-Espera, ¿pero cómo elige a las víctimas…? – La interrumpió Eliane .
-Al azar, cuando ve a una mujer, la vigila hasta que encuentra el momento de atraparla. Todas las mujeres eran turistas en donde las asesinó. Y lo supuso porque se comportaban como tales, haciendo lo que hacen los turistas.
-Entonces debemos ir a turistear a Cruz del Eje – Mencionó Rechel riendo.
-Así es… llama a Tina y Santana, debemos ser varias en Cruz del Eje.
-¿Y cómo llamaran su atención?
-Mostrándonos como turistas…
-¡Puedo ser carnada como ustedes…!
-Creo que no, si yo te reconocí por la foto que sale en el diario, el también lo hará.
-¡Maldita foto!
-Tranquila, necesito que te pongas a escribir y que el viernes saques una nota sobre los asesinatos, no digas que es un asesino en serie, sino más bien que son varios asesinos, inventa
algo, para que el sienta que no creen en él como un asesino en serie.
-Algo puedo inventar – Rió mirando a Pierce – y si menciono que la policía ya arrestó al asesino…
-Se sentirá libre de actuar…- Intervino Rechel – y si a eso le agregamos que retiramos la policía que se encuentra en Cruz del Eje vigilando, se comerá la carnada.
-Mejor le contamos el plan a tu novia antes que me mate – Dijo Pierce de su bolsillo el celular y marcando el número de Fabray – Hija de tu madre, mejor ven al hotel ya, que debo contarte como haré de las mías –Hablaba Britt con Fabray.Rechel reía porque la forma de tratar de Pierce a su novia comenzaba a ser la del último año… y significaba que Britt podía estar aceptando de nuevo su amistad con Quinn .
-Creo que debo retirarme, es tarde, mañana hablaré con mi director en el diario para la nota.
-Sólo espera unos minutos que nuestro jefa viene en camino y debe conocerte.
Las tres continuaron hablando del caso, aunque las miradas entre Pierce
Y Elaine se hacían más intensas. Rechel se daba cuenta que a su amiga le estaba gustando la periodista y esta no estaba rechazándola, es más parecía también entrarle al coqueteo. En
menos de 25 minutos, Fabray llegó al bar.Pierce le presentó a Elaine y le contó el plan,Quinn la
escuchó sin decir una palabra, y cuando terminó de hablar fue cuando le respondió.
-Estás completamente loca, espero que tu plan funcione o nos quedamos todos sin trabajo – Dijo mirando a Elaine.
-Crucemos los dedos –Dijo Pierce riendo.
Fabray aunque sabía que era un plan demasiado alocado y arriesgado, confiaba plenamente en las locuras de Pierce , así que la apoyó.Rechel y su novia se retiraron enseguida a dormir,Pierce se quedó un rato más charlando en el bar con Elaine, pero no del caso, coquetearon un poco, y luego se despidieron.
-Mejor me retiro son más de las cuatro… debo dormir.
-¡Pues que sueñes con angelitos! - Mientras no vengan con esposas y me esposen a la cama.
-Jajá – Riendo Britt – Cualquier cosa me llamas a mí, tengo llave para las esposas.
Cada quién tomó su rumbo,Pierce durmió hasta casi el medio día, cuando se despertaba se encontró con Santana entrando a su cuarto…
-¿Qué haces durmiendo aún? – Le gritó al entrar y verla en la cama.
-Ya me levanto… - Dijo dándose la vuelta en la cama y abrazando la almohada.Santana entró al baño a ducharse y salió envuelta en una bata del hotel.Britt estaba sentada poniéndose sus botas.
-¡No has dormido nada! – Le preguntó Pierce a Santana.
-No – Le gritó y se tiró en su cama.
-Bueno descansa, voy a la comisaría para ver como llevamos acabo el plan que tenemos para atrapar a ese hijo de perra y vuelvo a buscarte.
-mmm, Ok…- Respondió ya durmiéndose Santana.
La policía aceptó el plan, sin embargo no retiró su personal de Cruz del eje sino que los obligó a vestirse de civil y a pasear por la Ciudad como turistas o lugareños.Rechel yTina viajaron el mismo
jueves a Cruz del Eje y se alojaron en un Hostal cerca del Embalse. Fingían ser dos hermanas paseando. La policía de Córdoba envió a dos oficiales femeninas más para que se confundieran con otras turistas, alojándolas por separado en dos hoteles distinto.Pierce y Santana les tocaría llegar a Cruz del Eje el viernes como mochileras y acampar en un camping cerca del Embalse.
Así eran seis posibles turistas vigilando el área. Al mismo tiempo que la policía vigilaba toda la Ciudad, o más bien las áreas cercanas al embalse y el rio.
El viernes a primera hora, la nota de Elaine salió en primera plana en el diario de La Voz del Interior, dando cuenta de los asesinatos que habían sucedido en el mes en el Valle de Punilla, llamándolo el Asesino de la ruta 38, y dejando por sentado que la policía ya había atrapado al culpable cuando intentaba cometer un nuevo asesinato en la Ciudad de Cruz del Eje.
Cerca del mediodía Santana y Britt bajaron de una camioneta en la entrada a la Ciudad e ingresaron caminando como unas mochileras turistas. En todo momento Pierce y las demás policías que se encontraban fingiendo ser turistas y paseaban por Cruz del Eje haciéndose notar por donde pasaran se mantenían comunicadas mediantes mensajes de texto con Fabray. Los agentes de policías vestidos de civil se confundían con Ciudadanos del lugar o turistas.
Inmediatamente Pierce comenzaron a interactuar con la gente pidiendo información de dónde poder acampar. Aunque ambas ya sabían dónde irían, sólo buscaban ser vistas por el asesino. Pasaron más de tres horas caminando por el centro de la Ciudad y los paseos turísticos para luego dirigirse al camping que se encontraba a unas cuadras del El embalse Cruz del Eje que se interpone en el curso de agua del río Cruz del Eje; en el extremo norte de las Sierras Grandes.
Para Pierce el asesino intentaría buscar a su víctima entre las turistas que estuvieran cerca del embalse, pero dicho dique tenía una extensión de 1093 hectáreas, lo que se hacía muy difícil tener
a toda la policía local y la de Córdoba vestidos de civil vigilando los alrededores. Y si Joan no se equivocaba, el asesino conocía muy bien todos los lugares donde había atacado, y seguro ya se
había percatado de la vigilancia. Aún así se seguía con el plan.
Apenas llegaron al camping, hablaron en la entrada del predio con el cuidador quien les aconsejó la zona más iluminada. Les advirtió que en el lugar se encontraba un grupo de adolescentes
acampando y que estaban enfiestados que no sería una noche tranquila ni silenciosa. Al oír esto
Pierce maldijo para sus adentros, mucha gente cerca, lo que haría imposible que el asesino se presentara en ese lugar. Pero igual ingresaron al camping, y se ubicaron a unos 200 metros de las carpas de los jóvenes bulliciosos.Santana sola armó la carpa, mientras Britt se dedicó a buscar leña para hacer una pequeña fogata.
Ya sentada al lado de la fogata cuando la tarde ya había caído y la noche parecía regalarles un manto de estrellas… Pierce se comunicó por teléfono con Fabray .
-Por aquí todo tranquilo, ¿alguna novedad?
-Ninguna, ya todas han tomado ubicación para pasar la noche, si tu pálpito resulta el asesino ya debe haber elegido su víctima, o ataca esta noche o lo hace mañana.
-¿La policía local notó algo extraño o nada?
-Para ellos hay demasiados turistas, aún no es temporada alta, sólo faltan menos de dos semanas para que se abra la temporada y nunca llegan tantos turistas. Creen que el haber salido en los diarios el caso ha hecho que mucha gente llegue a curiosear.
-Eso me temía…
-Mejor descansen, mañana veremos qué pasa.
-Buenas noches, dejo encendido mi celular, mañana por la mañana lo pondré a cargar en la casa del cuidador del camping, así que cualquier novedad me despiertas ¿¿¿sí???
No alcanzó a cortar que el celular sonó…Pierce al ver el número en la pantalla del aparato se levantó y caminó unos metros alejándose de la fogata para hablar con quien estaba llamándola.Santana la miró con mala cara, apenas oyó la voz de Britt pronunciar el nombre de la periodista los celos se le
dispararon.
-¿Cómo va todo por Córdoba?
-Todo tranquilo, disponiéndome a salir por ahí a bailar ¿y Vos?
-Jajá yo sentada bajo un manto de estrellas al lado de una pequeña fogata
-mmm suena muy romántico…
-Tal vez, pero estoy trabajando y además no tengo la compañía que querría para que fuera una noche realmente romántica – Comenzó a coquetear con Elaine.
Aunque Pierce trataba de hablar en voz baja, demasiado silencio en el lugar a pesar de los gritos y la música que venía de las carpas de los jóvenes revoltosos, Santana pudo escucharla y le
dolieron esas palabras. Celosa, y enojada se levantó y comenzó a caminar por el predio. Quería calmar la rabia que sentía y no quería que Pierce se diera cuenta de sus celos, así que prefirió
estar sola.
Britt coqueteaba con Elaine, perdió la noción del tiempo, al cortar la llamada sonrió porque debía admitirse que le gustaba la cordobesa. Al tiempo que Satana caminaba cerca de la arboleda
que rodeaba el predio del camping, donde la zona estaba muy poco iluminada, absorta en sus pensamientos y olvidándose de porqué se encontraba en ese lugar no advirtió el sonido de unas
pisadas que se acercaban acechándola detrás de los árboles.
Britt giró hacia la fogata y su mirada no encontró a Santana, miró hacia la carpa y nada, y rápidamente su mirada enloqueció mirando hacia todos lados… a unos 50 metros de donde se encontraba Perce, el tan temido asesino se acercaba sigilosamente a Santna, atrapándola por atrás y amenazándola con un cuchillo en la garganta comenzó a arrastrarla hacia la arboleda.Santana sin entrar en pánico se dejó llevar, sabía que podía defenderse, tenía
un arma en la tobillera derecha de su pierna. Sólo tenía que esperar el momento oportuno para sacarla y arrestarlo.
En ese instante que el asesino y Santana se metían en la arboleda Pierce divisó las siluetas y comenzó a correr. El atacante sintiéndose seguro de que ya tenía a su próxima víctima golpeó a Santana atontándola y de esta manera le ató las manos y la amordazó. Ella no perdió el conocimiento pero si se sintió aturdida y sin fuerzas. El comenzó a arrastrarla entre los árboles.
Pierce llegó donde comenzaba a la arboleda para adentrarse en ella, si bien la noche era muy clara gracias a una redonda luna llena en el firmamento, entrando a la parte de los árboles, en ese pequeño bosque no se veía mucha claridad. El asesino le llevaba unos minutos nada más de ventaja, no podía haber avanzado mucho pensaba Pierce,así que siguiendo su instinto tomó una
dirección que le pareció la correcta y avanzó.
Santana con sus manos atadas era empujada entre árboles, la llevaba casi corriendo, lo que hacía que la joven se tropezara seguido debido a la oscuridad que había. Ella intentaba llevarse por delante todo lo que podía ver, era sólo una forma de dejar un rastro. Si Pierce la buscaba por ahí se daría cuenta por donde había pasado. Y eso era lo que Britt se fue encotrando a cada
paso que daba… marcas de huellas de pisadas en el suelo, ramas quebradas.
Al caerse, él la levantó bruscamente hablándole al oído, “Si quieres vivir caminá”.Santana sabía que mentía, pero debía seguirle el juego al maldito. Avanzaron unos metros más y la oscuridad comenzó a dispersarse, y logró ver frente a ella parte del lago del embalse, estaban llegando a una orilla.
Pierce apresuro su pasó, la adrenalina ya le corría furiosa por su cuerpo. Sabía que debía apurarse. Como a unos cien metros divisó un claro en medio del bosquecito que estaba traspasando, dándose cuenta que la arboleda se estaba terminando y corrió más rápido.
La empujó al suelo y al intentar darse vuelta él se arrodillo encima de ella inmovilizándola, blandió su cuchillo en la garganta de Santana. En ese instante el miedo se apoderó completamente de ella, la desesperación por defenderse y darse cuenta que no podía aceleraba su corazón y su respiración. Blandiendo el filo de su cuchillo comenzó a rasgar lentamente la tela de la camiseta que ella llevaba puesta y al mismo tiempo rozando y lastimando su piel…La manoseaba, le demostraba quien tenía el control de la situación, parecía gozar con el miedo que se emanaba de Santana .
La joven intentó mover su cuerpo aprisionado por las piernas del atacante y logró empujarlo y hacerlo caer al lado de ella. En ese preciso momento Pierce apareció empuñando su pistola y apuntándole.
-Detente – Gritó, el asesino al escucharla tomó a Santana por el cuello colocando la punta del filo del cuchillo en la garganta de su prisionera usando el cuerpo de ella como escudo.Pierce volvió a
gritar – Estás rodeado, la policía viene por ti – Mentía, no había dado la voz de alerta ni pedido ayuda.
-Nunca me atraparan – Le contestó riéndose y moviendo
levemente su mano y ocasionando un corte en la garganta de Santana con su cuchillo y la sangre comenzó a brotar.
-¡¡No la lastimes!!
-Baja tu arma – Le ordenó el criminal.
Ante la negativa de Pierce , bajó el cuchillo y se lo clavó en el hombro derecho, ella sintió el filo desgarrar la carne y… gritó de dolor y Pierce
-Ok… Ok… la bajaré pero déjala – Bajando lentamente su arma.
En ese preciso instante Santana la miró a los ojos fue comocomunicarse a través de la mirada, Pierce entendió su mensaje.Lopez se sacudió haciendo que su cabeza se moviera unos poco centímetros y el rostro de su atacante quedara en la mira de Pierce. Y ella levantó rápidamente el arma y gatilló con precisión.
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solo quedan 2 capitulo
y deciroros que ya tengo otra historia preparada
ana_bys_26- ---
- Mensajes : 555
Fecha de inscripción : 21/11/2015
Edad : 34
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
por Dios por un momento senti que me daba un ataque, que emocion y que idiota pierce, que teniendo a santana cerca pierde el tiempo en coqueteos estupidos que casi le cuestan la vida a su compañera!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
Dios no lo hubieras dejado ahi, pobre san solo desgracias le pasan. no me gusta que britt no la vea como posible relacion amorosa o sera que esto la haga recordar algo. espero pronto tu actualizacion. si pudieras ojala subieras los dos capitulos el mismo dia, please. bye
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
holap,...
joder mujer no podes dejarlo ahi,...
san y sus celos le cuesta la vida???
quiero el cap ya,...
nos vemos!!!
joder mujer no podes dejarlo ahi,...
san y sus celos le cuesta la vida???
quiero el cap ya,...
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
escuadron de elite capitulo 25
Capitulo 25
Elaine caminó por el pasillo del hospital buscando la habitación que en recepción le habían indicado.
-¡Hola! – Saludó Elaine entrando en el cuarto y mirando a Pierce sentada al lado de la cama de Santana.
-¡Hola! ¿Qué Haces aquí? – Preguntó sorprendida Pierce al verla.
-Vine a verte, me dijeron en comisaría que estabas con tu compañera en el hospital.
-¡Ah! Entiendo creíste que estaba herida y viniste a verme antes de que pasara a mejor vida…
-¡Qué Tonta eres! Ya sabía que la que recibió la herida no eras vos…- Se acercó más a la cama – A propósito ¿Cómo está?
-Bien, no es grave la herida, simplemente que perdió sangre y la tienen acá por unas horas… mañana ya nos volvemos a Buenos Aires.
-No te irás antes de leerme en el diario ¿No?
-¿Traes el diario?
-Esta noche sale la nota… y creo que será mi oportunidad para las ligas mayores…
-¡Ah sí! Eso sería genial.
Las dos salieron de la habitación coqueteándose entre sí.Las horas pasaron y Santana despertó y le dieron de alta. Y escoltada por Rechel y Pierce volvieron al hotel a pasar esa noche en Córdoba para regresar a Buenos Aires temprano.
Ya en la capital, Pierce seguía en contacto con la cordobesa vía mail, celular y mensajes de texto… Con el paso de los días se comenzó a notar el acercamiento entre Fabray y Pierce… Ella seguía peleándolo pero lo hacía con buen tacto y se mostraba respetuosa de su trabajo. Los celos de Santana eran evidentes para Rechel y Fabray, pero Pierce no veía sus cambios de humor como celos. Si antes fue Pierce la que la ignoraba, Santana había optado esa postura y trataba de alejarse de ella. Sentía tantos celos al ver a Britt hablar por teléfono con Elaine o escucharla
nombrarla.
Pierce sentía que Elaine le gustaba mucho, no sabía hacia donde podía llegar con ella, pero no podía dejar de coquetear, de jugar ese juego de seducción que Elaine le proponía. Y cuando la joven periodista le avisó que tendría una entrevista de trabajo en Buenos Aires, no dudó en insistir en salir a festejar si lograba el empleo.
Santana se encontraba mirando televisión sentada en el sofá cuando Pierce entró corriendo al departamento… al pasar frente a ella la saludó y se metió en su cuarto y a los diez minutos salió de
nuevo, y volvió a salir corriendo del departamento diciendo“Nos vemos”. Sus celos la desesperaban, ya había escuchado a Pierce conversar en vestuarios con Rechel, y se había enterado que esa
noche saldría a cenar con Elaine… Pensando en que no se podía pasar la noche del viernes encerrada mientras Pierce la pasaba bien con su conquista decidió salir al bar a tomar algo…
Ya en el bar, se sentó en la barra a beber cervezas y a charlar con el barman. Quien atendía y le hablaba a ella y a la vez, se movía a la otra punta de la barra y conversaba con un hombre de unos 30 años. A Santana le pareció bastante lindo, pero siguió metida en sus pensamientos y bebiendo. Hasta que ese hombre se sentó al lado de ella…
-Disculpa, ¡dice mi amigo que ahogas penas en las cervezas!
-¡Ah!
-Perdón, ya no me vende más alcohol dice que ya bebí demasiado…
-Así es, no hay más alcohol para ninguno de los dos – Dijo el barman acercándose a los dos.
-¡Pero yo no estoy borracha!
-No, ninguno está borracho, pero un par de copas más y lo estarán…-Dijo y apoyándose en la barra continuó su discurso Así que mejor compartan sus penas en vez de tomarse todo el licor de mi bar,porque si no lo saben… Las penas saben nadar, novia a ahogarlas con alcohol– Y se dio media vuelta para atender a otros clientes.
-¡Maldito! – Le dijo el hombre y giró hacia Santana para presentarse
–Soy Sebastian ¿y vos?
-Santana
-Antes que nada, te aviso que no ando onda levante – se explico él ante la mirada que le tiró ella.
-Menos mal, porque rebotarías…
-¿Por qué son tan complicadas ustedes las mujeres?
-Si lo supiera creo que ya hubiera escrito un libro y sería rica – Le contestó riendo.
-Y yo no me hubiera casado entonces porque hubiera leído tu libro…
-¡Ah! ¡Eres casado!
-Tramitando mi divorcio y a punto de perderlo todo…
-¿Por eso bebías?
-No… bebía por idiota… porque aún la quiero, y soy un estúpido cornudo que la perdonaría si ella volviera…
-¡No es para tanto!
-No, No… he perdido mi autoestima por ella, no valgo nada, ni me importa perder todo por lo que trabajé – Dijo bajando la cabeza.
-Seguro mañana encuentras otra que si te ame y valga la pena.
-No te rías… pero estoy como esos que se queman con leche, y cuando ven la vaca llora… así estoy, ni para tener aventuras quiero acercarme a una mujer.
-¡Estás metiendo en la misma bolsa a todas las mujeres!
-Perdón, estoy dolido…- Le contestó mirándola –Pero y vos…
¿Por qué bebías? Acaso, ¿ Algún idiota te dejó?
-No, nadie me ha dejado, mejor dicho ni me registra…
-¡Es un ciego pelotudo!
-Ciega – Corrigió Santana, siendo la primera vez que admitía a alguien que no fuera Rechel que era una mujer la que la tenía así, tan enamorada.
-Oh Oh… ¿Eres lesbiana?
-Ni idea, siempre me gustaron los hombres y las mujeres pero desde que la conocí, sólo he pensado en ella.
-Si te invito un café – Mirando su reloj – ¿aceptarías?
-¿No era que no andabas de levante?
-Así es, pero son casi las cinco de la mañana, y aquí ya no nos dan de beber, vamos a desayunar y seguimos charlando…
-¿Y por qué debería aceptar?
-Porque es la primera vez que hablo con una mujer y no busco llevármela a la cama… y me agrada la charla que tengo contigo.
-jajá, ¡Cómo si hubiéramos hablado mucho!
-Lo suficiente como para mostrarnos como somos…
La conversación continuó, y ambos salieron caminando del bar y se fueron a un pequeño café a dos cuadras. Desayunaron y continuaron contándose sus vidas y penas…
Pierce bajó del auto y lo rodeó para abrirle la puerta del acompañante para que Elaine bajara…
-Ya es tarde
-Sí, ¿ya te vas a dormir?
-Es hora de dormir – Contestó Britt.
-¡Uy, yo que iba a invitarte a desayunar conmigo!
-Ehhh, ¿Y qué incluye el desayuno?
Elaine se acercó a Britt y acarició sus mejillas…buscando lentamente su boca con la suya para besarla al fin… De ahí al cuarto del hotel de Elaine en menos de cinco minutos para pasar
lo que quedaba de la noche entregándose al deseo.
Desayunaron en la habitación juntas…se ducharon e hicieron el amor bajo el agua… y pasarontodo el día disfrutando de la Ciudad. Pierce se convirtió en su guía turística ese día.
Santana volvió cerca de las ocho de la mañana a su departamento, al entrar se dio cuenta que estaba sola… trató de aguantar los celos, no quería imaginarse a Britt con Elaine, quería sacar esas imágenes que pasaban por su cabeza. No podía estar todo el tiempo así por ella, estaba más que claro que nunca se acordaría si sintió algo por ella. Se tiró en la cama a dormir hasta el media día y se ocupó de ella misma, salió a pasear, fue a supermercado, se cocinó a la noche, cenó sola… Pierce no apareció.
A la mañana siguiente la vio muy sonriente en el trabajo, por Rechel se enteró que había pasado todo el fin de semana en el hotel con Elaine y que el lunes a primera hora la llevó al aeropuerto para que tomara su avión a Córdoba. Y sin dormir regresó al trabajo. Ese mismo día Will les comunicó que tenía decidido jubilarse en tres años, pero quería que alguien de su equipo ocupara su sillón, así que había decidió preparar a su discípulo. Todos en la sala miraron a Fabray y a Pierce… y ella saltó…
-Jefe, ya nos estamos imaginando a quien va a elegir como su sucesor, ¿pero no cree que falta mucho?
-Vos más que nadie sabe que con la junta no se puede confiar. Cuando me toque retirarme propondré a mi sucesor, pero quiero que cuando llegue ese momento, los de la junta no tengan ni un
pero.
Pierce miró a Faray y y luego a Will y volvió a hablar.
-Ok, Jefe, apoyaremos a su preferido. -No es mi preferido
-¡Ah! Bueno jefe, no nos dé más vueltas, ¿a quién debemos ayudar para que ocupe su puesto dentro de tres años?
-A Fabray, Desde hoy estará a cargo de todos los procedimientos… Y espero que acaten sus órdenes…
-¿Quiere decir que usted se dedicara a trabajo de escritorio y a firmar papelitos? – Preguntó riéndose Pierce.
-Estaré detrás de Fabray todo el tiempo…
Pierce se giró para ver a todos sus compañeros, ella sabía que si no fuera que a los de la junta no le caía bien, ella hubiera sido la elegida del jefe. Pero también sabía que después de ella, el único
capaz de ocupar ese puesto era Fabray.
-No sé preocupe Señor, No pudo elegir mejor candidata, nos ocuparemos de hacerle la vida imposible, pero de que se luzca siempre ante la junta….
-¿Hay alguno en esta sala que no esté de acuerdo con mi decisión? - Interrogó Will mirando a cada uno de sus hombres. Pero ninguno dijo ni una palabra. No había ninguno en ese escuadrón que no admirara a Fabray. Después del aviso del Jefe, Fabray comenzó a repartir los casos. Se acercó a Pierce con el último caso…
-Este es tuyo, ve con Lopez y encuentra ese individuo – Le dijo dejando en sus manos un expediente.
Cada uno salió de la sala a trabajar en lo que le tocaba hacer, Pierce miró a Santana, quien no le miraba con buena cara, se notaba que no estaba alegre de tener que trabajar con ella. Volvió la vista a Fabray quien ya se estaba retirando de la sala y lo llamó por su nombre.
-Quinn
-¿Qué? – Le respondió Fabray dándose la vuelta parado en la puerta para mirarla.
-¿Ya sabías que el jefe te iba a elegir?
-No, siempre pensé que te elegiría a ti, pero después que pasó lo de la junta contigo, supe que no le quedaba otra persona que mi persona.
-Por descarté…
-Crees que me gusta saber que siempre estoy después de ti…
-No seas estúpida, yo nunca tuve oportunidad y lo sabes, soy demasiado rebelde para sentarme en un escritorio…- Lo palmeó en la espalda – Y Tranquila, te seguiré haciendo la vida imposible, pero prometo nunca desobedecer tus órdenes, ya me diste carta blanca para que actué como yo, sin pasar por encima de ti.
-¿Podrás hacerlo?
-mmmm sí… aunque no te banco, te cuidare la espalda como siempre, porque después de mi, sigues tu… y no es justo que este escuadrón se quede sin sus mejores hombres… ¿no?
Piecer había decidido apoyar a Fabray, eso implicaba tener que seguir siempre sus órdenes sin oponerse.
En su escritorio Santana leía el expediente, cuando Pierce se acercó y se sentó en la silla enfrente a ella.
-¿Qué tenemos?
-Es un estafador, ha estafado a más de 2000 jubilados en todo el país…
-¡El cuento del tío!
-Así es, siempre cambia de cuentito, y los pobres abuelos siempre caen…
-Debe ser muy astuto e inteligente.
-La policía lo sigue hace tres años y no puede agarrarlo. Cambia de identidad, de auto, y hasta de imagen.
-Digamos que no será fácil encontrarlo….
-La policía de Santa fe, tiene información que se encuentra en José Molina
-Pues allá vamos…- Dijo tomando su campera y caminando al vestuario a buscar el bolso que siempre debía estar preparado para cuando tuvieran que viajar.
Pierce entró al vestuario, abrió su locker y sacó su bolso, por detrás entróSantana, quien hizo lo mismo.
-Tú manejas – Dijo Pierce…
-Por supuesto que manejo yo, vamos en mi auto, si vos aún no te compraste uno, usas el de Rechel siempre – Le contestó de mala gana.
-Uy, que humor que tenemos – Dijo en voz baja Britt.
Esa misma mañana salieron camino a Santa Fé, y rumbo a José Molina, para corroborar la información que la policía santafecina había enviado. A unos pocos kilómetros del pueblo, el cielo comenzó a nublarse, una tormenta se acercaba lentamente.
-Aprieta el acelerador que nos agarra el agua – Comentó Pierce.
-Uy, bueno, perdón le tienes miedo a las tormentas en la ruta…pobrecita, aún no superaste tu accidente – Respondió Santana irónicamente.
-¡Porque no te haces coger! – La insultó Pierce y miró hacia el camino.
Santana llena de bronca continuo manejando sin decir una palabra. Al llegar a una estación de servicio comenzó a llover, estacionaron, y el encargado del lugar llenó el tanque del auto.
-¿Falta mucho para José Molina? – Preguntó Pierce al hombre.
-Siguen derecho unos 500 metros y encontraran una calle a la derecha esa es la entrada al pueblo…Pero mejor se apuran porque se viene fea la tormenta… parece que ya llovió más al sur y el rio viene crecido…
-¿Y bueno habrá que buscar hotel en el pueblo?
-Mejor se apuran hay sólo un hotel con cuatro habitaciones y en épocas de tormenta se llena…
Pierce recordó haber pasado un puente a unos cuantos kilómetros antes y ver el rio caudaloso. Se subió al auto al mismo tiempo que Santana, se despidieron del hombre y continuaron viaje…
Al llegar a la calle que el hombre de la estación de servicio les había señalado Pierce visualizó que en frente a la entrada al pueblo se localizaba un motel de pasó…
-Y bueno, si no conseguimos habitación, nos queda el motelito ese – Dijo señalándolo.
-Yo no voy a ir a un telo con vos…
-No hay problemas, vos dormís en el auto –Le contestó riendo.Lo que por supuesto no le causó mucha gracia que digamos a Santana quien le echó una mirada de hielo. Entraron al pueblo,
enseguida localizaron la comisaría y se bajaron a hablar con la policía local.
Después de las presentaciones con el único oficial a cargo y de guardia, este les contó que el sospechoso se encontraba alojado en el hotel, cruzando la calle, desde hacía tres día, ya que su auto había resultado averiado y lo tenía en el mecánico del pueblo.
Pierce le mostró varios identikit y el oficial señaló uno de los tantos dibujos …
-Se parece a este – Dijo – Pero tiene menos cabello, digamos que más entrada en la frente señorita.
-Es él – Acotó Santana.
-Necesitamos que nos acompañe para arrestarlo y mantenerlo aquí en la celda hasta que podamos trasladarlo a Rosario.
-Mejor nos apuramos porque se acaba de largar la lluvia.
Salieron de la comisaría apresurados y corrieron cruzando la calle, llegaron a la puerta del hotel empapados. Apenas entraron la encargada y dueña del pequeño hotel, que más que hotel era
una simple posada de paso…Saludó al oficial, tras las presentaciones de Pierce yLopez, y de preguntar por el sospechoso, la mujer contestó que el hombre se había retirado hacia más de una hora, había pagado he ido a buscar el auto al taller mecánico porque ya estaba listo.
-¿Dónde queda ese taller?
-A cinco cuadras de acá – Señaló el policía e inmediatamente salieron y se subieron a la vieja patrulla los tres.
La lluvia se hacía cada vez más intensa, casi ya no sé podía ver a más de cinco metros. Apenas llegaron, el mecánico ya estaba cerrando el taller.
-Héctor ¿Hace cuanto se fue el viajante? – Preguntó rápidamente el policía.
-Hará media hora, me dijo que debía llegar rápidamente a Rosario… le advertí que no viajara con esta lluvia que era peligroso pero no me hizo caso…
-Debes avisar a la comisaría del próximo pueblo para que lo detenga – Le dijo Pierce al joven policía. Quien inmediatamente subió a su patrulla y vía radio se comunicó con la policía del pueblo vecino dándole la información del auto y del sospechoso.
-Vamos para allá dijo Santana…
-¿Tu vas a manejar con esta lluvia? – Le preguntó señalando la lluvia que caía, era imposible ver a menos de dos metros…
-¿Me vas a decir que tienes miedo?
-Mira Santana, yo seré una loca suicida pero no soy pelotuda. Y menos por un estafador de cuarta…
Santana bajó la cabeza, y se metió a la patrulla…Sabía que Pierce tenía razón. Era peligroso manejar en la ruta con tanta agua cayendo. El policía los llevó al hotel, pero ya no había
habitaciones.
-¡No queda otra que ir al Motel! – Comentó Pierce mofándose.
-Idiota
Ambas esperaron un buen rato en el hotel hasta que mermó la lluvia. Inmediatamente apenas se podía visualizar algo el camino subieron al auto y manejaron hacia el motel. Pidieron una habitación, estacionaron el auto en la cochera cubierta. Y al entrar al cuarto, el oficial llamó al celular de Pierce.
-Acaban de avisar que no ha pasado ningún auto desde hace más de media hora, porque el puente se cayó… Preguntaron al peaje que hay a 100 kilómetros de aquí y nada, hace más de cuarenta
minutos que nadie maneja en la ruta.
-Pero el salió hace más de cuarenta minutos.
-Se los dije, y mandaron a revisar las cámaras de seguridad del peaje para verificar las patentes… pero ningún auto con las características que le di pasó.
-Entonces mintió y no viaja a Rosario…
-Demasiado astuto para dejar pistas…- Comentó Santana.
-Se me hace que lo pasamos en el camino y ni nos enteramos… Fue entonces cuando le pidió al policía que avisara a los próximos pueblos que se encontraban camino a Buenos Aires.
Santana corrió una cortina y maldijo.
-¡Y la ventana la puta madre!
-Nena, es un telo, acá se viene a coger no a mirar el paisaje…- Le replicó Pierce metiéndose al baño y cambiándose de ropa porque la que tenía puesta estaba toda mojada.
No le contestó. Siguió maldiciendo en silencio, para sus adentros. Podía oírse la lluvia caer, de nuevo había empeorado la tormenta. Abrió la puerta del cuarto para mirar hacia el patio del predio del Motel. Más que lluvia torrencial era aguacero. Puteó de nuevo y cerró de un portazo la puerta.
-Hey, no seas mala, ¡qué culpa tiene la puerta de tu mal humor de hoy!
-Mejor ni me hables – Le gritó y se tiró en la cama ocupando el medio de la misma.
-Ok, no te hablo más pero hazme lugar porque pienso acostarme a dormir un poco – Le dijo y con sus manos trató de empujarla para que se corriera en la cama para un costado.A lo que Santana de mala gana se movió. Y Pierce se acostó.
Apenas apoyó la cabeza en la almohada Britt se durmió… Santana intentó moverse en la cama para despertarla, lo que quería era molestarla y no dejarla dormir. Pero Pierce se dio media vuelta y le dio la espalda y siguió durmiendo.
Santana se resignó, se levantó y fue al baño a sacarse la ropa que aunque no la tenía mojadas si la sentía húmeda. Al volver alcuarto decidió dormir ella también.
No sabía cuando había dormido pero el sonido de un celular la despertó, se sentó en la cama.
-Es el tuyo – Le gritó Pierce acurrucándose más en su lugar de la cama.
Santana sacudió su cabeza para despabilarse y para recordar donde había dejado el maldito celular que seguía sonando. Se paró y corrió a buscar la campera que estaba colgada en el respaldo de la silla. Sacó el móvil que había dejado de sonar. Miró, tenía dos llamadas perdidas de Sebastian. Así que automáticamente presionó devolver la llamada.
-Sebastian, ¡Disculpa me quedé dormida!– Fue lo primero que dijo cuando su nuevo amigo le respondió a su llamado.
-Todo bien, amiga, sólo te llamaba para invitarse a ir al bar por unas copas.
-Creo que me será imposible aceptar, no porque esté media dormida sino porque estoy en Santa Fe…
-Pues lo dejamos para cuando regreses
-Dale, salimos a tomarnos esas birras
-Mejor sigue durmiendo, yo mejor salgo a dar una vueltita.
-Está todo bien ¿no?
-Bajoneado, pero tranquila, no me voy a emborrachar, sólo saldré a distraerme… ¿y vos cómo estás? Sebastian se había convertido en un buen amigo, tanto que ya eran confidente y se estaban
apoyando mutuamente los dos para intentar superar a esas mujeres que aún amaban.
Santana caminó rápido hacia el baño, y entró para poder hablar con él y que Pierce no la escuchara.
-No vas a creerlo
-Contame
-Estoy en medio de la nada, en un puto motel con Pierce…
-¡Quéeeeee! -¿¿¿Te la llevaste a la cama???
-Nooooooo, tonto… acá llueve a cantaros – aún podía escucharse la lluvia caer – y en el hotel del pueblo al que veníamos no le quedaron habitaciones así que como no se puede andar en la ruta porque de paso el rio se llevó el puente y no se ve ni dos montados en un burro… vinimos al motel que está en la entrada del pueblo sobre la ruta.
-¡Ah! ¿Y cómo va la cosa?
-Ni hablamos, nos pasamos todo el viaje peleando y diciéndonos cosas para herirnos…
-¿Qué hace ella ahora?
-Ronca como un búfalo…. Apenas entramos al cuarto se tiró en la cama y se durmió.
-Tranquila, seguro dormirá toda la noche y no te molestara, y mañana podrán seguir viaje…
-Eso espero… porque ya no la soporto… me pone muy nerviosa…
-¿Cuánto de nerviosa?
-Tanto como para tener miedo de dormir a su lado y despertarme abrazada a ella.
-Mejor te atas las manos…
La conversación siguió por unos minutos más, cuando Santana salió del baño, Pierce estaba sentada en la cama jugando con el control remoto…. Cambiaba de canales.
-¿Qué haces? – Preguntó Santana caminando a su lado de la cama.
-Busco una porno con lesbianas….
-¿Quéeee?
-No hay una sólo porno con lesbianas, son todas pornos de mierda para heteros…
-Y que esperabas, es un motel para heteros
-¡Ah! Sí, entonces ¿por qué nos dieron la habitación si somos dos mujeres?
-Ehhh… no será por qué afuera llueve a cantaros y además por qué vos le mostraste tu identificación de policía.
-Jajajaja…
-¿De qué te ríes?
-De nada…
-Uy si que graciosa que es la nada…- Dijo Santana y se dio la vuelta dándole la espalda.
-¿Y vos?
-Yo queeeé
-Digo, ¿todo bien con tu noviecito?
-¿Qué noviecito? – Preguntó dándose la vuelta en la cama para mirarla.
-Ese que te llamó…
-Sebastian, jajaja – Se rio, no podía creer que Pierce creyera que ella y Sebastias salían -No es…- Se frenó…-No te importa….Mejor llama a tu noviecita, la cordobesa, que seguro estará
preocupada de que no le has mandado ni un mensaje en todo el día.
-Primero, no es mi novia, segundo si le mandé, mucho no me has prestado atención.
-¡No es tu novia! – Exclamo riéndose - ¿Y ella lo sabe?
-Ella más que nadie sabe que no somos novias, sólo nos divertimos juntas…
-¡Ah!
-¿Ah Qué?
-Nada, como actuabas muy feliz desde que la conoces, y te pasaste el fin de semana pasado con ella… y siempre se están mandando mensajitos de texto, o llamando… pensé, que ya eran novias…Perdón me equivoqué…
-Perdonada… Si fuera mi novia ya lo sabrías…
-Pues si Sebastian fuera mi novio también lo sabrías…
-¿O sea que las dos seguimos solteras?
-¿Me lo estás preguntando?
-¡Ah! No, no sólo dije algo que pensé en voz alta… - Se explicó Pierce y se levantó y se metió al baño.
Santana no sabía que pensar con eso que había dicho… “ Acaso le importaba que siguiera soltera, que diablos pasa por su cabeza, ya no sé qué pensar…” Pierce salió del baño y se dirigió a la puerta…
-¿Dónde vas?
-A buscar algo de comer – Dijo abriendo la puerta y saliendo del cuarto.
-Te vas a mooj…- La puerta se cerró y Santana no terminó su frase.
Se levantó y corrió a hacía la puerta al abrirla pudo ver vio a Pierce caminar por el patio del Motel hacia la entrada, donde había un pequeño bar. El sonido del celular de Pierce la hizo cerrar y correr a atenderlo, no pensó que no era su celular, el único pensamiento que vino a su cabeza era que podía llamar el policía del pueblo con alguna novedad. Así que apresurada tomó el móvil sin mirar de quien era la llamada y atendió…
-¡Hola!
-Hola, Perdón ¿Quién Habla?
-¡Qué te importa! – En ese momento se dio cuenta de la metida de pata y reconoció la voz de Elaine.
-¿Cómo?
-Perdón ¿Elaine?– Se disculpó para tratar de enmendarse –¿Sos vos?
-Sí, soy Elaine ¿y vos quien sos?
-Ehhh, Santana la compañera de departamento de Britt… perdón, no estoy de humor, y no te reconocí la voz…
-¿Está Britt?
-Sí, salió a buscar algo para cenar – Poniendo voz de buena amiga
– Apenas regrese le digo que te devuelva la llamada.
-Ok, Gracias Bye – Contestó de manera cortante Elaine y cortó la llamada.
-Carajo, ¿Por qué no me callé la boca?
En ese instante Pierce abrió bruscamente la puerta y entró.
-Mierda, me mojé toda… se largó con todo de nuevo…
Santana se levantó y corrió al baño a buscar una bata…Pierce dejó sobre la mesita de luz, una bandeja de plástico con unos sándwiches y dos latas de gaseosas. Y comenzó a quitarse la ropa mojada…
-Toma, sécate – Le dijo Santana dándole una toalla y la bata.
-Gracias – Dijo Britt quien ya se había sacado la camisa, y se encontraba en ropa interior. Santana intentó no mirarla…caminó hacia la cama y se sentó.
-Britt, no te enojes…
-¿Y ahora por qué me voy a enojar?
-Es que…- No sabía cómo decirle lo de Elaine.
-¿Qué pasa? ¿No me digas que ahora un simple sándwiches de jamón y queso no te gusta? Porque no hay nada más que eso para cenar…
-No, no para nada, es que…- Hizo una pausa y decidida encaró la
situación – Llamó Elaine a tu cel, la atendí y no le reconocí la voz y la mande a freír churros…
-¡Ah! – Exclamó Britt poniéndose la bata…- ¿Y por qué atendiste mi celular?
-Es que pensé que podrían llamar para informarnos sobre el caso… lo siento, no fue mi intención enojarme con ella.
-Tranquila… Ya la llamo y le explico que estás en esos días y estás histérica….
-Idiota…
-Santana, por favor, podrías variar en los insultos…
-Estúpida…
-Bueno algo es algo…- Dijo riéndose y sentándose en la cama –Toma – Dijo Pierce dándole un sándwich.
-¿No vas a llamarla? – Preguntó viendo que Britt comía acostada en la cama muy tranquila…
-Noo pue…do con la boca llena…
Santana le dio un bocado a su sándwich.
-Me pasas la gaseosa – Dijo algo atragantada con el bocado Santana.
-Sí –Y sin soltar lo que quedaba de su sándwich, tomó la lata y se la pasó a su amiga. Comieron sin hablar, cuando Pierce terminó la gaseosa recién se levantó tomando el teléfono celular de la mesa
de luz y caminó al baño.
Santana se quedó pensando en la situación“¿Porqué se va a el baño a hablar si no son novias? ¿Qué oculta?” Miró su reloj ya era casi medianoche. Así que se quitó los pantalones, abrió la
cama donde habían dormido antes… cor rió la sábanas y se acostó. Mentalmente controlaba el tiempo, le parecía que Britt estaba desde hacía mucho tiempo en el baño. Pero en realidad sólo llevaba unos diez minutos… Esta salió riendo… y se acercó a la cama, la miró, se sonrió. Se quitó la bata y en ropa interior se metió bajo las sábanas.
-¿De qué te ríes?
-De qué la ex de Elaine se enteró que estuvo conmigo y ahora quiere volver…
-¿Y qué es lo gracioso?
-Qué Elaine le contó todo para herirla, y que consiguió lo que hacía meses quería… que su ex volviera con la cola entre las patas, de rodillas…
-Pero si vuelve con su ex… ¿Y vos?
-¿Yo qué?
-Perdón, cierto que no eran nada…
-Santana, sólo la pasamos bien… Pero ella sigue enamorada de su ex… y yo…- No continuó hablando.
-Aún amas a Marissa
-Siempre la amaré, pero Marissa ya no está, debo seguir con mi vida… y en estos momentos no encuentro una mujer que me enamoré.
-¡Seguro la buscas igual a Marissa!
-No, tan imbécil no soy, no hay ninguna mujer en este mundo que sea como ella. La mujer que me enamore debe ser ella misma. No quiero clones de Marissa – Respondió Pierce muy segura de sí.
-Y decime… ¿Cómo debe ser esa mujer?
-Acaso, ¿me quieres presentar a alguien?
-No, sólo pregunté por curiosa…
-Mañana te cuento curiosa… vamos a dormir…Esperemos que mañana ya haya parado de llover –Le dijo acostándose y dándole la espalda.
-Ok, buenas noches…
Ninguna se dormía, daban vueltas y vueltas en la cama, siemprelo hacía muy lentamente pensando que la otra estaba dormida y no queriendo despertarse entre sí.
-¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir? – Preguntó Pierce casi susurrando en su oído… Lo que hizo que Santana se sobresaltara y se diera vuelta bruscamente…para quedar su cara muy cerca de la de Britt.
-Se me fue el sueño…
- A mí también…
-Encima cada vez que miro al techo me veo en el espejo.
-Debe haber algún interruptor para apagar ese foco rojo de mierda que hay sobre la puerta…- Comentó.
-Le daría un tiró – Dijo riéndose.
-Estás loca, después me hacen un sumario por andar jugando a los tiros en un telo…
-¿Por qué a vos, si la que dispararía sería yo…?
-Uy si, pero para la junta yo siempre tengo la culpa de todo… jajaja…- Dijo esto y se levantó y caminó hacia la puerta… miró el foco y regres ó al centro del cuarto, alzó la silla y la llevó al lado de la puerta para subirse en ella y sacar el foco…
- Prendéla luz boluda que no veo nada ahora…
-Jajaja – Santana se reía
-Dale bolu que no sé ve nada…
Santana estiró el brazo y tocó el botoncito de la lámpara de la mes a de luz. Y el cuarto se iluminó…Pierce bajó de la silla y la regresó a su lugar… para luego volver a meterse en la cama…
-¡Contenta ahora!
-Mmmm
-Mmm ¿Qué?
-Me gustaba como se veía el cuarto con esa luz roja…
-Si serás gata flora
-¡Gata tu abuela!
-¡De quién crees que saqué la histeria!
-Sí que eres tarada…
-Uy, ¡¡¡y por casa como andamos…!!!!!
-Mejor apago la luz y dormimos – Dijo Santana estirando la mano y apagando la luz de la lámpara. Pero quedándose como estaba acostada, mirando a Pierce en la oscuridad.
-Y bueno… si no hay nada más que hacer – Se expresó Britt riendo y acurrucándote más en su lugar.
-Sí, a dormir…
Las dos intentaron dormir, pero Pierce se sentía bien charlando con ella… y recordó la vez que hablaron en su casa y quería saber que más se había olvidado con respecto a Santana. Sentía
que había algo que Rechel no le había dicho, y que Santana ocultaba….
-Santana – Dijo susurrando… Pero Santana norespondía ¿Estás dormida?
-No, ¿qué quieres? – Le respondió en voz baja.
-Ehhh… nada…
-Ah nooooooo, me despiertas por nada – Dijo levantando un poco la voz y empujando con su mano el cuerpo de Pierce que estaba casi pegado al de ella.
-Bueno, pero no te enojes….
-Yaaaa, ¿qué pasa? – Volvió a insistir Santana.
-Cuando me hice pasar por tu novio…- Hizo un pequeño silencio, como pensando lo que iba a decir – ¿Qué tal estuve?
-Ah, era eso… egocéntrica….
-Soy curiosa, recuerda que tengo amnesia, no te burles…
-Pues tan bien, que hasta el día de hoy mi madre aún crees que eres un tipo… - Dijo riéndose Santana.
-Como que cree que soy hombre, no era que le habías dicho la verdad delante de mí.
-Sí, pero le dije que no eras mi novio, que estabas fingiendo, en ningún momento dije que eras mujer. Y como mi mamá no me dirigió la palabra por meses, cuando me volvió a hablar, no tocó el tema…
-¿Nunca preguntó nada?
-No, ella es así. Odia la mentira… cuando entré a la academia de policía también le mentí y no me habló por más de un año y medio, y cuando volvimos a hablar, todo fue como si nada, e intento no hablar de mi trabajo. Y con esto igual… lo que sí… ya me está tirando candida tos como siempre…
-Persistente tu vieja….
-Cuando se le pone algo en la cabeza no hay quien se lo saque…
-Me debe odiar
-No sé, sé que le dolió porque fuiste el yerno perfecto… y estaba encantada con vos…
-Sí, porque creía que era un hombre si supiera la verdad ni me quiero imaginar lo que pensaría.
-Yo tampoco… Espero que nunca lo sepa…
-O se arma la de Troya…
-Troya es poca creo…
-Y por qué le dijiste la verdad, no era que ibas a decirle que nos habíamos peleado…
-Ehhh – No sabía que decirle… no podía decirle que todo era culpa de un estúpido mal entendido… que ella había creído cualquier cosa y que no había razonado bien.
-Eh dale… ¿por qué?
-Supongo que me levanté con el pie izquierdo no sé… se lo dije y ya… a mí tampoco me gustan las mentiras…
-Uy… tan histérica eres… te gusta hacerme la competencia…
-¡¡¡Se nota!!!
-No, para nada – le dijo Britt devolviéndole el empujón de hacia unos minutos atrás.
-¡Te estás riendo!
-¿Qué? Nooooooooo
-Sí, te estás riendo de mí
-Pero no mujer, por qué me tendría que reír de vos… porque sos recontra histérica…. -Y dale con lo histérica…
-Bueno ¡ehhh! que la verdad no ofende…
-Pero duele…
-Umm pobechita…
-Impostando la voz con un tono muy tierno
- ¿Te duele? ¿Dónde? – Acercándose a Santana y tomándola por los hombros para abrazarla…
-Acá – Le respondió Santana, tomando la mano de Britt y poniéndola en su pecho del lado del corazón…A lo que Pierce, comenzó a acariciarla despacio diciéndole – Sana, sana colita de
rana…-Santana se tentó, nunca la había visto ser tan tierna con alguien ni con ella… y comenzó a reírse.
-Ah, bueno ahora te ríes de mí, no se vale…
-Perdón, es que sonaste tan tierna…
-Primero soy estúpida y ahora tierna…- comenzó diciéndole Pierce mientras la empujaba dejando de espalda al colchón a Santana y ella se subía encima – ¿te burlas de mí?
Santana comenzó a forcejear con Pierce, no usaban ninguna la fuerza, estaban jugando… pero un movimiento de Santana hizo que Britt quedara pegada a ella… en plena oscuridad, podían
sentir sus cuerpos pegados, la respiración de ambas, no necesitaban verse… se deseaban… no podían negarlo…
Y Pierce dio el primer pasó, se acercó más, quedando su boca casi pegada a la de Santana. Y esta no pudo resistirla, su respiración se agitó y Britt lentamente la besó… con un beso tierno y corto… al darse cuenta que Santana que no la rechazaba continuó besándola suavemente. Sus manos poco a poco se deslizaron por los brazos de Santana hasta llegar a sus manos. Fue bajando sus besos lentamente por su rostro hacia el cuello… para escuchar como la respiración de Santana se convertía en suspiro… y sus manos se soltaban para apoderarse de Britt, y comenzaba a despeinar y jugar con el pelo de ella. Cuando la boca de Pierce se deslizaba por su piel acercándose a sus
senos… Santana clavó sus uñas en la espalda de su amiga… haciendo que Britt gimiera y volviera rápidamente a la boca de Santana para besarla desesperadamente. Las caricias de Santana se apoderaron del cuerpo del Pierce… haciendo que esta se desarmada ante el tacto de la yema de los dedos quemando su piel… De repente el celular de Pierce comenzó a soñar y toda la pasión se apagó… Britt la soltó y encendiendo la lámpara tomó el celular de la mesa de luz.
-Ho... La…- Dejando un pequeño silencio para escuchar a quien llamaba –Ok… Sí, Buen trabajo… A primera hora estaremos ahí…- Cortó… Dejó el móvil sobre la mesita. Al volverse hacia
Santana, ella se encontraba abrazada a su almohada tratando de no mirarla… la vergüenza se había apoderado de ella.
-¿Estás bien? – Se animó a preguntar Pierce.
-Sí –Y se levantó rápido y cor rió al baño…
-Maldición – Exclamó Pierce y corrió detrás de ella… parándose al llegar a la puerta que Santana ya había cerrado – Por favor, sal, hablemos…
-No tenemos nada que hablar – Le respondió desde adentro.
-No seas chiquilina, por favor – Seguía insistiendo Britt… Ella sabía que lo que había pasado no era un juego… no se había sentido así desde hacía mucho tiempo…
Dentro del baño, Santana sentada en el inodoro lloraba… tratando de que Pierce no la escuchara ahogaba su llanto en sus manos.
-Por favor, sal…no me hagas tirar la puerta abajo…
-Déjame sola…- Le gritó…
-No puedo, te sentí y me gustó – Gritó a través de la puerta Britt.
Algo atónica Santana pensaba en lo que Pierce le había dicho, “¿Por qué admitiría que le gustó besarme? Acaso, ¿sentía algo…? Sólo saliendo y enfrentándola podría obtener respuestas.Se paró y caminó lentamente a la puerta. Detrás Britt apoyada la esperaba. Abrió lentamente… Britt dio un Paso atrás para que ella saliera… y caminó hacia el centro de la habitación… para ser seguida por su compañera.
-¿Qué significa que te gustó? – Preguntó Santana .
-Yo… no sé…- Se sentó en la cama tomándose la cabeza con sus manos. Santana se dio la vuelta y se acercó a ella, para sentarse a su lado.
-¿Cómo qué no sabes?
-Hacía mucho que una mujer no me volvía loca así.
-Eso es bueno o es malo… ¿Decime?
-¿Vos sentís algo por mí, verdad? – mirándola a los ojos a Santana.
-¿Importa?
-Mierda, como ¡¡¡IMPORTA!!! –Levantó la voz Pierce tomando con sus manos a Santana por los hombros…
- ¿¿¿Acaso sólo querías revolcarte conmigo esta noche??? – Sacudiéndola un poco.
-¿Vos no buscabas eso?
-Yo no… sólo sé que pasó… y no me pude contener… y…
-¿Y qué?
-Me gustó lo que sentí en tus brazos…- Confesó mirándola fijamente a los ojos.
-A mí también
Pierce se acercó más y se abrazó a ella… Santana lentamente aceptó el abrazo y con sus manos la rodeo también.
-¿Y cómo sigue esto? – Preguntó con voz temblorosa Santana.
-Creo que con una ducha fría y comenzar de cero…
-¿Qué?
-No pienso volver a la cama con vos hasta que no sepamos qué carajo sentimos…- Se explicó Pierce –Así que me daré una ducha…
-¿Eso es todo?
-No, es sólo el principio…
-¿Cómo el principio?
-Uy Dios, ¡¡¡tengo que explicar todo!!!
-Sí, ¿no sé qué intenciones tienes?
-Es eso… jajaja… Ok… Me gustas, pero no quiero que tener una aventura, primero porque compartimos departamento, segundo porque somos compañeras de trabajo y tercero porque me gustas para más de una noche… ¿Te queda claro ahora? – Dijo levantándose y dirigiéndose al baño.
-¿Siempre eres así de directa con las mujeres?
-Sólo con las que son duras de entender – Contestó entrando al baño.
Elaine caminó por el pasillo del hospital buscando la habitación que en recepción le habían indicado.
-¡Hola! – Saludó Elaine entrando en el cuarto y mirando a Pierce sentada al lado de la cama de Santana.
-¡Hola! ¿Qué Haces aquí? – Preguntó sorprendida Pierce al verla.
-Vine a verte, me dijeron en comisaría que estabas con tu compañera en el hospital.
-¡Ah! Entiendo creíste que estaba herida y viniste a verme antes de que pasara a mejor vida…
-¡Qué Tonta eres! Ya sabía que la que recibió la herida no eras vos…- Se acercó más a la cama – A propósito ¿Cómo está?
-Bien, no es grave la herida, simplemente que perdió sangre y la tienen acá por unas horas… mañana ya nos volvemos a Buenos Aires.
-No te irás antes de leerme en el diario ¿No?
-¿Traes el diario?
-Esta noche sale la nota… y creo que será mi oportunidad para las ligas mayores…
-¡Ah sí! Eso sería genial.
Las dos salieron de la habitación coqueteándose entre sí.Las horas pasaron y Santana despertó y le dieron de alta. Y escoltada por Rechel y Pierce volvieron al hotel a pasar esa noche en Córdoba para regresar a Buenos Aires temprano.
Ya en la capital, Pierce seguía en contacto con la cordobesa vía mail, celular y mensajes de texto… Con el paso de los días se comenzó a notar el acercamiento entre Fabray y Pierce… Ella seguía peleándolo pero lo hacía con buen tacto y se mostraba respetuosa de su trabajo. Los celos de Santana eran evidentes para Rechel y Fabray, pero Pierce no veía sus cambios de humor como celos. Si antes fue Pierce la que la ignoraba, Santana había optado esa postura y trataba de alejarse de ella. Sentía tantos celos al ver a Britt hablar por teléfono con Elaine o escucharla
nombrarla.
Pierce sentía que Elaine le gustaba mucho, no sabía hacia donde podía llegar con ella, pero no podía dejar de coquetear, de jugar ese juego de seducción que Elaine le proponía. Y cuando la joven periodista le avisó que tendría una entrevista de trabajo en Buenos Aires, no dudó en insistir en salir a festejar si lograba el empleo.
Santana se encontraba mirando televisión sentada en el sofá cuando Pierce entró corriendo al departamento… al pasar frente a ella la saludó y se metió en su cuarto y a los diez minutos salió de
nuevo, y volvió a salir corriendo del departamento diciendo“Nos vemos”. Sus celos la desesperaban, ya había escuchado a Pierce conversar en vestuarios con Rechel, y se había enterado que esa
noche saldría a cenar con Elaine… Pensando en que no se podía pasar la noche del viernes encerrada mientras Pierce la pasaba bien con su conquista decidió salir al bar a tomar algo…
Ya en el bar, se sentó en la barra a beber cervezas y a charlar con el barman. Quien atendía y le hablaba a ella y a la vez, se movía a la otra punta de la barra y conversaba con un hombre de unos 30 años. A Santana le pareció bastante lindo, pero siguió metida en sus pensamientos y bebiendo. Hasta que ese hombre se sentó al lado de ella…
-Disculpa, ¡dice mi amigo que ahogas penas en las cervezas!
-¡Ah!
-Perdón, ya no me vende más alcohol dice que ya bebí demasiado…
-Así es, no hay más alcohol para ninguno de los dos – Dijo el barman acercándose a los dos.
-¡Pero yo no estoy borracha!
-No, ninguno está borracho, pero un par de copas más y lo estarán…-Dijo y apoyándose en la barra continuó su discurso Así que mejor compartan sus penas en vez de tomarse todo el licor de mi bar,porque si no lo saben… Las penas saben nadar, novia a ahogarlas con alcohol– Y se dio media vuelta para atender a otros clientes.
-¡Maldito! – Le dijo el hombre y giró hacia Santana para presentarse
–Soy Sebastian ¿y vos?
-Santana
-Antes que nada, te aviso que no ando onda levante – se explico él ante la mirada que le tiró ella.
-Menos mal, porque rebotarías…
-¿Por qué son tan complicadas ustedes las mujeres?
-Si lo supiera creo que ya hubiera escrito un libro y sería rica – Le contestó riendo.
-Y yo no me hubiera casado entonces porque hubiera leído tu libro…
-¡Ah! ¡Eres casado!
-Tramitando mi divorcio y a punto de perderlo todo…
-¿Por eso bebías?
-No… bebía por idiota… porque aún la quiero, y soy un estúpido cornudo que la perdonaría si ella volviera…
-¡No es para tanto!
-No, No… he perdido mi autoestima por ella, no valgo nada, ni me importa perder todo por lo que trabajé – Dijo bajando la cabeza.
-Seguro mañana encuentras otra que si te ame y valga la pena.
-No te rías… pero estoy como esos que se queman con leche, y cuando ven la vaca llora… así estoy, ni para tener aventuras quiero acercarme a una mujer.
-¡Estás metiendo en la misma bolsa a todas las mujeres!
-Perdón, estoy dolido…- Le contestó mirándola –Pero y vos…
¿Por qué bebías? Acaso, ¿ Algún idiota te dejó?
-No, nadie me ha dejado, mejor dicho ni me registra…
-¡Es un ciego pelotudo!
-Ciega – Corrigió Santana, siendo la primera vez que admitía a alguien que no fuera Rechel que era una mujer la que la tenía así, tan enamorada.
-Oh Oh… ¿Eres lesbiana?
-Ni idea, siempre me gustaron los hombres y las mujeres pero desde que la conocí, sólo he pensado en ella.
-Si te invito un café – Mirando su reloj – ¿aceptarías?
-¿No era que no andabas de levante?
-Así es, pero son casi las cinco de la mañana, y aquí ya no nos dan de beber, vamos a desayunar y seguimos charlando…
-¿Y por qué debería aceptar?
-Porque es la primera vez que hablo con una mujer y no busco llevármela a la cama… y me agrada la charla que tengo contigo.
-jajá, ¡Cómo si hubiéramos hablado mucho!
-Lo suficiente como para mostrarnos como somos…
La conversación continuó, y ambos salieron caminando del bar y se fueron a un pequeño café a dos cuadras. Desayunaron y continuaron contándose sus vidas y penas…
Pierce bajó del auto y lo rodeó para abrirle la puerta del acompañante para que Elaine bajara…
-Ya es tarde
-Sí, ¿ya te vas a dormir?
-Es hora de dormir – Contestó Britt.
-¡Uy, yo que iba a invitarte a desayunar conmigo!
-Ehhh, ¿Y qué incluye el desayuno?
Elaine se acercó a Britt y acarició sus mejillas…buscando lentamente su boca con la suya para besarla al fin… De ahí al cuarto del hotel de Elaine en menos de cinco minutos para pasar
lo que quedaba de la noche entregándose al deseo.
Desayunaron en la habitación juntas…se ducharon e hicieron el amor bajo el agua… y pasarontodo el día disfrutando de la Ciudad. Pierce se convirtió en su guía turística ese día.
Santana volvió cerca de las ocho de la mañana a su departamento, al entrar se dio cuenta que estaba sola… trató de aguantar los celos, no quería imaginarse a Britt con Elaine, quería sacar esas imágenes que pasaban por su cabeza. No podía estar todo el tiempo así por ella, estaba más que claro que nunca se acordaría si sintió algo por ella. Se tiró en la cama a dormir hasta el media día y se ocupó de ella misma, salió a pasear, fue a supermercado, se cocinó a la noche, cenó sola… Pierce no apareció.
A la mañana siguiente la vio muy sonriente en el trabajo, por Rechel se enteró que había pasado todo el fin de semana en el hotel con Elaine y que el lunes a primera hora la llevó al aeropuerto para que tomara su avión a Córdoba. Y sin dormir regresó al trabajo. Ese mismo día Will les comunicó que tenía decidido jubilarse en tres años, pero quería que alguien de su equipo ocupara su sillón, así que había decidió preparar a su discípulo. Todos en la sala miraron a Fabray y a Pierce… y ella saltó…
-Jefe, ya nos estamos imaginando a quien va a elegir como su sucesor, ¿pero no cree que falta mucho?
-Vos más que nadie sabe que con la junta no se puede confiar. Cuando me toque retirarme propondré a mi sucesor, pero quiero que cuando llegue ese momento, los de la junta no tengan ni un
pero.
Pierce miró a Faray y y luego a Will y volvió a hablar.
-Ok, Jefe, apoyaremos a su preferido. -No es mi preferido
-¡Ah! Bueno jefe, no nos dé más vueltas, ¿a quién debemos ayudar para que ocupe su puesto dentro de tres años?
-A Fabray, Desde hoy estará a cargo de todos los procedimientos… Y espero que acaten sus órdenes…
-¿Quiere decir que usted se dedicara a trabajo de escritorio y a firmar papelitos? – Preguntó riéndose Pierce.
-Estaré detrás de Fabray todo el tiempo…
Pierce se giró para ver a todos sus compañeros, ella sabía que si no fuera que a los de la junta no le caía bien, ella hubiera sido la elegida del jefe. Pero también sabía que después de ella, el único
capaz de ocupar ese puesto era Fabray.
-No sé preocupe Señor, No pudo elegir mejor candidata, nos ocuparemos de hacerle la vida imposible, pero de que se luzca siempre ante la junta….
-¿Hay alguno en esta sala que no esté de acuerdo con mi decisión? - Interrogó Will mirando a cada uno de sus hombres. Pero ninguno dijo ni una palabra. No había ninguno en ese escuadrón que no admirara a Fabray. Después del aviso del Jefe, Fabray comenzó a repartir los casos. Se acercó a Pierce con el último caso…
-Este es tuyo, ve con Lopez y encuentra ese individuo – Le dijo dejando en sus manos un expediente.
Cada uno salió de la sala a trabajar en lo que le tocaba hacer, Pierce miró a Santana, quien no le miraba con buena cara, se notaba que no estaba alegre de tener que trabajar con ella. Volvió la vista a Fabray quien ya se estaba retirando de la sala y lo llamó por su nombre.
-Quinn
-¿Qué? – Le respondió Fabray dándose la vuelta parado en la puerta para mirarla.
-¿Ya sabías que el jefe te iba a elegir?
-No, siempre pensé que te elegiría a ti, pero después que pasó lo de la junta contigo, supe que no le quedaba otra persona que mi persona.
-Por descarté…
-Crees que me gusta saber que siempre estoy después de ti…
-No seas estúpida, yo nunca tuve oportunidad y lo sabes, soy demasiado rebelde para sentarme en un escritorio…- Lo palmeó en la espalda – Y Tranquila, te seguiré haciendo la vida imposible, pero prometo nunca desobedecer tus órdenes, ya me diste carta blanca para que actué como yo, sin pasar por encima de ti.
-¿Podrás hacerlo?
-mmmm sí… aunque no te banco, te cuidare la espalda como siempre, porque después de mi, sigues tu… y no es justo que este escuadrón se quede sin sus mejores hombres… ¿no?
Piecer había decidido apoyar a Fabray, eso implicaba tener que seguir siempre sus órdenes sin oponerse.
En su escritorio Santana leía el expediente, cuando Pierce se acercó y se sentó en la silla enfrente a ella.
-¿Qué tenemos?
-Es un estafador, ha estafado a más de 2000 jubilados en todo el país…
-¡El cuento del tío!
-Así es, siempre cambia de cuentito, y los pobres abuelos siempre caen…
-Debe ser muy astuto e inteligente.
-La policía lo sigue hace tres años y no puede agarrarlo. Cambia de identidad, de auto, y hasta de imagen.
-Digamos que no será fácil encontrarlo….
-La policía de Santa fe, tiene información que se encuentra en José Molina
-Pues allá vamos…- Dijo tomando su campera y caminando al vestuario a buscar el bolso que siempre debía estar preparado para cuando tuvieran que viajar.
Pierce entró al vestuario, abrió su locker y sacó su bolso, por detrás entróSantana, quien hizo lo mismo.
-Tú manejas – Dijo Pierce…
-Por supuesto que manejo yo, vamos en mi auto, si vos aún no te compraste uno, usas el de Rechel siempre – Le contestó de mala gana.
-Uy, que humor que tenemos – Dijo en voz baja Britt.
Esa misma mañana salieron camino a Santa Fé, y rumbo a José Molina, para corroborar la información que la policía santafecina había enviado. A unos pocos kilómetros del pueblo, el cielo comenzó a nublarse, una tormenta se acercaba lentamente.
-Aprieta el acelerador que nos agarra el agua – Comentó Pierce.
-Uy, bueno, perdón le tienes miedo a las tormentas en la ruta…pobrecita, aún no superaste tu accidente – Respondió Santana irónicamente.
-¡Porque no te haces coger! – La insultó Pierce y miró hacia el camino.
Santana llena de bronca continuo manejando sin decir una palabra. Al llegar a una estación de servicio comenzó a llover, estacionaron, y el encargado del lugar llenó el tanque del auto.
-¿Falta mucho para José Molina? – Preguntó Pierce al hombre.
-Siguen derecho unos 500 metros y encontraran una calle a la derecha esa es la entrada al pueblo…Pero mejor se apuran porque se viene fea la tormenta… parece que ya llovió más al sur y el rio viene crecido…
-¿Y bueno habrá que buscar hotel en el pueblo?
-Mejor se apuran hay sólo un hotel con cuatro habitaciones y en épocas de tormenta se llena…
Pierce recordó haber pasado un puente a unos cuantos kilómetros antes y ver el rio caudaloso. Se subió al auto al mismo tiempo que Santana, se despidieron del hombre y continuaron viaje…
Al llegar a la calle que el hombre de la estación de servicio les había señalado Pierce visualizó que en frente a la entrada al pueblo se localizaba un motel de pasó…
-Y bueno, si no conseguimos habitación, nos queda el motelito ese – Dijo señalándolo.
-Yo no voy a ir a un telo con vos…
-No hay problemas, vos dormís en el auto –Le contestó riendo.Lo que por supuesto no le causó mucha gracia que digamos a Santana quien le echó una mirada de hielo. Entraron al pueblo,
enseguida localizaron la comisaría y se bajaron a hablar con la policía local.
Después de las presentaciones con el único oficial a cargo y de guardia, este les contó que el sospechoso se encontraba alojado en el hotel, cruzando la calle, desde hacía tres día, ya que su auto había resultado averiado y lo tenía en el mecánico del pueblo.
Pierce le mostró varios identikit y el oficial señaló uno de los tantos dibujos …
-Se parece a este – Dijo – Pero tiene menos cabello, digamos que más entrada en la frente señorita.
-Es él – Acotó Santana.
-Necesitamos que nos acompañe para arrestarlo y mantenerlo aquí en la celda hasta que podamos trasladarlo a Rosario.
-Mejor nos apuramos porque se acaba de largar la lluvia.
Salieron de la comisaría apresurados y corrieron cruzando la calle, llegaron a la puerta del hotel empapados. Apenas entraron la encargada y dueña del pequeño hotel, que más que hotel era
una simple posada de paso…Saludó al oficial, tras las presentaciones de Pierce yLopez, y de preguntar por el sospechoso, la mujer contestó que el hombre se había retirado hacia más de una hora, había pagado he ido a buscar el auto al taller mecánico porque ya estaba listo.
-¿Dónde queda ese taller?
-A cinco cuadras de acá – Señaló el policía e inmediatamente salieron y se subieron a la vieja patrulla los tres.
La lluvia se hacía cada vez más intensa, casi ya no sé podía ver a más de cinco metros. Apenas llegaron, el mecánico ya estaba cerrando el taller.
-Héctor ¿Hace cuanto se fue el viajante? – Preguntó rápidamente el policía.
-Hará media hora, me dijo que debía llegar rápidamente a Rosario… le advertí que no viajara con esta lluvia que era peligroso pero no me hizo caso…
-Debes avisar a la comisaría del próximo pueblo para que lo detenga – Le dijo Pierce al joven policía. Quien inmediatamente subió a su patrulla y vía radio se comunicó con la policía del pueblo vecino dándole la información del auto y del sospechoso.
-Vamos para allá dijo Santana…
-¿Tu vas a manejar con esta lluvia? – Le preguntó señalando la lluvia que caía, era imposible ver a menos de dos metros…
-¿Me vas a decir que tienes miedo?
-Mira Santana, yo seré una loca suicida pero no soy pelotuda. Y menos por un estafador de cuarta…
Santana bajó la cabeza, y se metió a la patrulla…Sabía que Pierce tenía razón. Era peligroso manejar en la ruta con tanta agua cayendo. El policía los llevó al hotel, pero ya no había
habitaciones.
-¡No queda otra que ir al Motel! – Comentó Pierce mofándose.
-Idiota
Ambas esperaron un buen rato en el hotel hasta que mermó la lluvia. Inmediatamente apenas se podía visualizar algo el camino subieron al auto y manejaron hacia el motel. Pidieron una habitación, estacionaron el auto en la cochera cubierta. Y al entrar al cuarto, el oficial llamó al celular de Pierce.
-Acaban de avisar que no ha pasado ningún auto desde hace más de media hora, porque el puente se cayó… Preguntaron al peaje que hay a 100 kilómetros de aquí y nada, hace más de cuarenta
minutos que nadie maneja en la ruta.
-Pero el salió hace más de cuarenta minutos.
-Se los dije, y mandaron a revisar las cámaras de seguridad del peaje para verificar las patentes… pero ningún auto con las características que le di pasó.
-Entonces mintió y no viaja a Rosario…
-Demasiado astuto para dejar pistas…- Comentó Santana.
-Se me hace que lo pasamos en el camino y ni nos enteramos… Fue entonces cuando le pidió al policía que avisara a los próximos pueblos que se encontraban camino a Buenos Aires.
Santana corrió una cortina y maldijo.
-¡Y la ventana la puta madre!
-Nena, es un telo, acá se viene a coger no a mirar el paisaje…- Le replicó Pierce metiéndose al baño y cambiándose de ropa porque la que tenía puesta estaba toda mojada.
No le contestó. Siguió maldiciendo en silencio, para sus adentros. Podía oírse la lluvia caer, de nuevo había empeorado la tormenta. Abrió la puerta del cuarto para mirar hacia el patio del predio del Motel. Más que lluvia torrencial era aguacero. Puteó de nuevo y cerró de un portazo la puerta.
-Hey, no seas mala, ¡qué culpa tiene la puerta de tu mal humor de hoy!
-Mejor ni me hables – Le gritó y se tiró en la cama ocupando el medio de la misma.
-Ok, no te hablo más pero hazme lugar porque pienso acostarme a dormir un poco – Le dijo y con sus manos trató de empujarla para que se corriera en la cama para un costado.A lo que Santana de mala gana se movió. Y Pierce se acostó.
Apenas apoyó la cabeza en la almohada Britt se durmió… Santana intentó moverse en la cama para despertarla, lo que quería era molestarla y no dejarla dormir. Pero Pierce se dio media vuelta y le dio la espalda y siguió durmiendo.
Santana se resignó, se levantó y fue al baño a sacarse la ropa que aunque no la tenía mojadas si la sentía húmeda. Al volver alcuarto decidió dormir ella también.
No sabía cuando había dormido pero el sonido de un celular la despertó, se sentó en la cama.
-Es el tuyo – Le gritó Pierce acurrucándose más en su lugar de la cama.
Santana sacudió su cabeza para despabilarse y para recordar donde había dejado el maldito celular que seguía sonando. Se paró y corrió a buscar la campera que estaba colgada en el respaldo de la silla. Sacó el móvil que había dejado de sonar. Miró, tenía dos llamadas perdidas de Sebastian. Así que automáticamente presionó devolver la llamada.
-Sebastian, ¡Disculpa me quedé dormida!– Fue lo primero que dijo cuando su nuevo amigo le respondió a su llamado.
-Todo bien, amiga, sólo te llamaba para invitarse a ir al bar por unas copas.
-Creo que me será imposible aceptar, no porque esté media dormida sino porque estoy en Santa Fe…
-Pues lo dejamos para cuando regreses
-Dale, salimos a tomarnos esas birras
-Mejor sigue durmiendo, yo mejor salgo a dar una vueltita.
-Está todo bien ¿no?
-Bajoneado, pero tranquila, no me voy a emborrachar, sólo saldré a distraerme… ¿y vos cómo estás? Sebastian se había convertido en un buen amigo, tanto que ya eran confidente y se estaban
apoyando mutuamente los dos para intentar superar a esas mujeres que aún amaban.
Santana caminó rápido hacia el baño, y entró para poder hablar con él y que Pierce no la escuchara.
-No vas a creerlo
-Contame
-Estoy en medio de la nada, en un puto motel con Pierce…
-¡Quéeeeee! -¿¿¿Te la llevaste a la cama???
-Nooooooo, tonto… acá llueve a cantaros – aún podía escucharse la lluvia caer – y en el hotel del pueblo al que veníamos no le quedaron habitaciones así que como no se puede andar en la ruta porque de paso el rio se llevó el puente y no se ve ni dos montados en un burro… vinimos al motel que está en la entrada del pueblo sobre la ruta.
-¡Ah! ¿Y cómo va la cosa?
-Ni hablamos, nos pasamos todo el viaje peleando y diciéndonos cosas para herirnos…
-¿Qué hace ella ahora?
-Ronca como un búfalo…. Apenas entramos al cuarto se tiró en la cama y se durmió.
-Tranquila, seguro dormirá toda la noche y no te molestara, y mañana podrán seguir viaje…
-Eso espero… porque ya no la soporto… me pone muy nerviosa…
-¿Cuánto de nerviosa?
-Tanto como para tener miedo de dormir a su lado y despertarme abrazada a ella.
-Mejor te atas las manos…
La conversación siguió por unos minutos más, cuando Santana salió del baño, Pierce estaba sentada en la cama jugando con el control remoto…. Cambiaba de canales.
-¿Qué haces? – Preguntó Santana caminando a su lado de la cama.
-Busco una porno con lesbianas….
-¿Quéeee?
-No hay una sólo porno con lesbianas, son todas pornos de mierda para heteros…
-Y que esperabas, es un motel para heteros
-¡Ah! Sí, entonces ¿por qué nos dieron la habitación si somos dos mujeres?
-Ehhh… no será por qué afuera llueve a cantaros y además por qué vos le mostraste tu identificación de policía.
-Jajajaja…
-¿De qué te ríes?
-De nada…
-Uy si que graciosa que es la nada…- Dijo Santana y se dio la vuelta dándole la espalda.
-¿Y vos?
-Yo queeeé
-Digo, ¿todo bien con tu noviecito?
-¿Qué noviecito? – Preguntó dándose la vuelta en la cama para mirarla.
-Ese que te llamó…
-Sebastian, jajaja – Se rio, no podía creer que Pierce creyera que ella y Sebastias salían -No es…- Se frenó…-No te importa….Mejor llama a tu noviecita, la cordobesa, que seguro estará
preocupada de que no le has mandado ni un mensaje en todo el día.
-Primero, no es mi novia, segundo si le mandé, mucho no me has prestado atención.
-¡No es tu novia! – Exclamo riéndose - ¿Y ella lo sabe?
-Ella más que nadie sabe que no somos novias, sólo nos divertimos juntas…
-¡Ah!
-¿Ah Qué?
-Nada, como actuabas muy feliz desde que la conoces, y te pasaste el fin de semana pasado con ella… y siempre se están mandando mensajitos de texto, o llamando… pensé, que ya eran novias…Perdón me equivoqué…
-Perdonada… Si fuera mi novia ya lo sabrías…
-Pues si Sebastian fuera mi novio también lo sabrías…
-¿O sea que las dos seguimos solteras?
-¿Me lo estás preguntando?
-¡Ah! No, no sólo dije algo que pensé en voz alta… - Se explicó Pierce y se levantó y se metió al baño.
Santana no sabía que pensar con eso que había dicho… “ Acaso le importaba que siguiera soltera, que diablos pasa por su cabeza, ya no sé qué pensar…” Pierce salió del baño y se dirigió a la puerta…
-¿Dónde vas?
-A buscar algo de comer – Dijo abriendo la puerta y saliendo del cuarto.
-Te vas a mooj…- La puerta se cerró y Santana no terminó su frase.
Se levantó y corrió a hacía la puerta al abrirla pudo ver vio a Pierce caminar por el patio del Motel hacia la entrada, donde había un pequeño bar. El sonido del celular de Pierce la hizo cerrar y correr a atenderlo, no pensó que no era su celular, el único pensamiento que vino a su cabeza era que podía llamar el policía del pueblo con alguna novedad. Así que apresurada tomó el móvil sin mirar de quien era la llamada y atendió…
-¡Hola!
-Hola, Perdón ¿Quién Habla?
-¡Qué te importa! – En ese momento se dio cuenta de la metida de pata y reconoció la voz de Elaine.
-¿Cómo?
-Perdón ¿Elaine?– Se disculpó para tratar de enmendarse –¿Sos vos?
-Sí, soy Elaine ¿y vos quien sos?
-Ehhh, Santana la compañera de departamento de Britt… perdón, no estoy de humor, y no te reconocí la voz…
-¿Está Britt?
-Sí, salió a buscar algo para cenar – Poniendo voz de buena amiga
– Apenas regrese le digo que te devuelva la llamada.
-Ok, Gracias Bye – Contestó de manera cortante Elaine y cortó la llamada.
-Carajo, ¿Por qué no me callé la boca?
En ese instante Pierce abrió bruscamente la puerta y entró.
-Mierda, me mojé toda… se largó con todo de nuevo…
Santana se levantó y corrió al baño a buscar una bata…Pierce dejó sobre la mesita de luz, una bandeja de plástico con unos sándwiches y dos latas de gaseosas. Y comenzó a quitarse la ropa mojada…
-Toma, sécate – Le dijo Santana dándole una toalla y la bata.
-Gracias – Dijo Britt quien ya se había sacado la camisa, y se encontraba en ropa interior. Santana intentó no mirarla…caminó hacia la cama y se sentó.
-Britt, no te enojes…
-¿Y ahora por qué me voy a enojar?
-Es que…- No sabía cómo decirle lo de Elaine.
-¿Qué pasa? ¿No me digas que ahora un simple sándwiches de jamón y queso no te gusta? Porque no hay nada más que eso para cenar…
-No, no para nada, es que…- Hizo una pausa y decidida encaró la
situación – Llamó Elaine a tu cel, la atendí y no le reconocí la voz y la mande a freír churros…
-¡Ah! – Exclamó Britt poniéndose la bata…- ¿Y por qué atendiste mi celular?
-Es que pensé que podrían llamar para informarnos sobre el caso… lo siento, no fue mi intención enojarme con ella.
-Tranquila… Ya la llamo y le explico que estás en esos días y estás histérica….
-Idiota…
-Santana, por favor, podrías variar en los insultos…
-Estúpida…
-Bueno algo es algo…- Dijo riéndose y sentándose en la cama –Toma – Dijo Pierce dándole un sándwich.
-¿No vas a llamarla? – Preguntó viendo que Britt comía acostada en la cama muy tranquila…
-Noo pue…do con la boca llena…
Santana le dio un bocado a su sándwich.
-Me pasas la gaseosa – Dijo algo atragantada con el bocado Santana.
-Sí –Y sin soltar lo que quedaba de su sándwich, tomó la lata y se la pasó a su amiga. Comieron sin hablar, cuando Pierce terminó la gaseosa recién se levantó tomando el teléfono celular de la mesa
de luz y caminó al baño.
Santana se quedó pensando en la situación“¿Porqué se va a el baño a hablar si no son novias? ¿Qué oculta?” Miró su reloj ya era casi medianoche. Así que se quitó los pantalones, abrió la
cama donde habían dormido antes… cor rió la sábanas y se acostó. Mentalmente controlaba el tiempo, le parecía que Britt estaba desde hacía mucho tiempo en el baño. Pero en realidad sólo llevaba unos diez minutos… Esta salió riendo… y se acercó a la cama, la miró, se sonrió. Se quitó la bata y en ropa interior se metió bajo las sábanas.
-¿De qué te ríes?
-De qué la ex de Elaine se enteró que estuvo conmigo y ahora quiere volver…
-¿Y qué es lo gracioso?
-Qué Elaine le contó todo para herirla, y que consiguió lo que hacía meses quería… que su ex volviera con la cola entre las patas, de rodillas…
-Pero si vuelve con su ex… ¿Y vos?
-¿Yo qué?
-Perdón, cierto que no eran nada…
-Santana, sólo la pasamos bien… Pero ella sigue enamorada de su ex… y yo…- No continuó hablando.
-Aún amas a Marissa
-Siempre la amaré, pero Marissa ya no está, debo seguir con mi vida… y en estos momentos no encuentro una mujer que me enamoré.
-¡Seguro la buscas igual a Marissa!
-No, tan imbécil no soy, no hay ninguna mujer en este mundo que sea como ella. La mujer que me enamore debe ser ella misma. No quiero clones de Marissa – Respondió Pierce muy segura de sí.
-Y decime… ¿Cómo debe ser esa mujer?
-Acaso, ¿me quieres presentar a alguien?
-No, sólo pregunté por curiosa…
-Mañana te cuento curiosa… vamos a dormir…Esperemos que mañana ya haya parado de llover –Le dijo acostándose y dándole la espalda.
-Ok, buenas noches…
Ninguna se dormía, daban vueltas y vueltas en la cama, siemprelo hacía muy lentamente pensando que la otra estaba dormida y no queriendo despertarse entre sí.
-¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir? – Preguntó Pierce casi susurrando en su oído… Lo que hizo que Santana se sobresaltara y se diera vuelta bruscamente…para quedar su cara muy cerca de la de Britt.
-Se me fue el sueño…
- A mí también…
-Encima cada vez que miro al techo me veo en el espejo.
-Debe haber algún interruptor para apagar ese foco rojo de mierda que hay sobre la puerta…- Comentó.
-Le daría un tiró – Dijo riéndose.
-Estás loca, después me hacen un sumario por andar jugando a los tiros en un telo…
-¿Por qué a vos, si la que dispararía sería yo…?
-Uy si, pero para la junta yo siempre tengo la culpa de todo… jajaja…- Dijo esto y se levantó y caminó hacia la puerta… miró el foco y regres ó al centro del cuarto, alzó la silla y la llevó al lado de la puerta para subirse en ella y sacar el foco…
- Prendéla luz boluda que no veo nada ahora…
-Jajaja – Santana se reía
-Dale bolu que no sé ve nada…
Santana estiró el brazo y tocó el botoncito de la lámpara de la mes a de luz. Y el cuarto se iluminó…Pierce bajó de la silla y la regresó a su lugar… para luego volver a meterse en la cama…
-¡Contenta ahora!
-Mmmm
-Mmm ¿Qué?
-Me gustaba como se veía el cuarto con esa luz roja…
-Si serás gata flora
-¡Gata tu abuela!
-¡De quién crees que saqué la histeria!
-Sí que eres tarada…
-Uy, ¡¡¡y por casa como andamos…!!!!!
-Mejor apago la luz y dormimos – Dijo Santana estirando la mano y apagando la luz de la lámpara. Pero quedándose como estaba acostada, mirando a Pierce en la oscuridad.
-Y bueno… si no hay nada más que hacer – Se expresó Britt riendo y acurrucándote más en su lugar.
-Sí, a dormir…
Las dos intentaron dormir, pero Pierce se sentía bien charlando con ella… y recordó la vez que hablaron en su casa y quería saber que más se había olvidado con respecto a Santana. Sentía
que había algo que Rechel no le había dicho, y que Santana ocultaba….
-Santana – Dijo susurrando… Pero Santana norespondía ¿Estás dormida?
-No, ¿qué quieres? – Le respondió en voz baja.
-Ehhh… nada…
-Ah nooooooo, me despiertas por nada – Dijo levantando un poco la voz y empujando con su mano el cuerpo de Pierce que estaba casi pegado al de ella.
-Bueno, pero no te enojes….
-Yaaaa, ¿qué pasa? – Volvió a insistir Santana.
-Cuando me hice pasar por tu novio…- Hizo un pequeño silencio, como pensando lo que iba a decir – ¿Qué tal estuve?
-Ah, era eso… egocéntrica….
-Soy curiosa, recuerda que tengo amnesia, no te burles…
-Pues tan bien, que hasta el día de hoy mi madre aún crees que eres un tipo… - Dijo riéndose Santana.
-Como que cree que soy hombre, no era que le habías dicho la verdad delante de mí.
-Sí, pero le dije que no eras mi novio, que estabas fingiendo, en ningún momento dije que eras mujer. Y como mi mamá no me dirigió la palabra por meses, cuando me volvió a hablar, no tocó el tema…
-¿Nunca preguntó nada?
-No, ella es así. Odia la mentira… cuando entré a la academia de policía también le mentí y no me habló por más de un año y medio, y cuando volvimos a hablar, todo fue como si nada, e intento no hablar de mi trabajo. Y con esto igual… lo que sí… ya me está tirando candida tos como siempre…
-Persistente tu vieja….
-Cuando se le pone algo en la cabeza no hay quien se lo saque…
-Me debe odiar
-No sé, sé que le dolió porque fuiste el yerno perfecto… y estaba encantada con vos…
-Sí, porque creía que era un hombre si supiera la verdad ni me quiero imaginar lo que pensaría.
-Yo tampoco… Espero que nunca lo sepa…
-O se arma la de Troya…
-Troya es poca creo…
-Y por qué le dijiste la verdad, no era que ibas a decirle que nos habíamos peleado…
-Ehhh – No sabía que decirle… no podía decirle que todo era culpa de un estúpido mal entendido… que ella había creído cualquier cosa y que no había razonado bien.
-Eh dale… ¿por qué?
-Supongo que me levanté con el pie izquierdo no sé… se lo dije y ya… a mí tampoco me gustan las mentiras…
-Uy… tan histérica eres… te gusta hacerme la competencia…
-¡¡¡Se nota!!!
-No, para nada – le dijo Britt devolviéndole el empujón de hacia unos minutos atrás.
-¡Te estás riendo!
-¿Qué? Nooooooooo
-Sí, te estás riendo de mí
-Pero no mujer, por qué me tendría que reír de vos… porque sos recontra histérica…. -Y dale con lo histérica…
-Bueno ¡ehhh! que la verdad no ofende…
-Pero duele…
-Umm pobechita…
-Impostando la voz con un tono muy tierno
- ¿Te duele? ¿Dónde? – Acercándose a Santana y tomándola por los hombros para abrazarla…
-Acá – Le respondió Santana, tomando la mano de Britt y poniéndola en su pecho del lado del corazón…A lo que Pierce, comenzó a acariciarla despacio diciéndole – Sana, sana colita de
rana…-Santana se tentó, nunca la había visto ser tan tierna con alguien ni con ella… y comenzó a reírse.
-Ah, bueno ahora te ríes de mí, no se vale…
-Perdón, es que sonaste tan tierna…
-Primero soy estúpida y ahora tierna…- comenzó diciéndole Pierce mientras la empujaba dejando de espalda al colchón a Santana y ella se subía encima – ¿te burlas de mí?
Santana comenzó a forcejear con Pierce, no usaban ninguna la fuerza, estaban jugando… pero un movimiento de Santana hizo que Britt quedara pegada a ella… en plena oscuridad, podían
sentir sus cuerpos pegados, la respiración de ambas, no necesitaban verse… se deseaban… no podían negarlo…
Y Pierce dio el primer pasó, se acercó más, quedando su boca casi pegada a la de Santana. Y esta no pudo resistirla, su respiración se agitó y Britt lentamente la besó… con un beso tierno y corto… al darse cuenta que Santana que no la rechazaba continuó besándola suavemente. Sus manos poco a poco se deslizaron por los brazos de Santana hasta llegar a sus manos. Fue bajando sus besos lentamente por su rostro hacia el cuello… para escuchar como la respiración de Santana se convertía en suspiro… y sus manos se soltaban para apoderarse de Britt, y comenzaba a despeinar y jugar con el pelo de ella. Cuando la boca de Pierce se deslizaba por su piel acercándose a sus
senos… Santana clavó sus uñas en la espalda de su amiga… haciendo que Britt gimiera y volviera rápidamente a la boca de Santana para besarla desesperadamente. Las caricias de Santana se apoderaron del cuerpo del Pierce… haciendo que esta se desarmada ante el tacto de la yema de los dedos quemando su piel… De repente el celular de Pierce comenzó a soñar y toda la pasión se apagó… Britt la soltó y encendiendo la lámpara tomó el celular de la mesa de luz.
-Ho... La…- Dejando un pequeño silencio para escuchar a quien llamaba –Ok… Sí, Buen trabajo… A primera hora estaremos ahí…- Cortó… Dejó el móvil sobre la mesita. Al volverse hacia
Santana, ella se encontraba abrazada a su almohada tratando de no mirarla… la vergüenza se había apoderado de ella.
-¿Estás bien? – Se animó a preguntar Pierce.
-Sí –Y se levantó rápido y cor rió al baño…
-Maldición – Exclamó Pierce y corrió detrás de ella… parándose al llegar a la puerta que Santana ya había cerrado – Por favor, sal, hablemos…
-No tenemos nada que hablar – Le respondió desde adentro.
-No seas chiquilina, por favor – Seguía insistiendo Britt… Ella sabía que lo que había pasado no era un juego… no se había sentido así desde hacía mucho tiempo…
Dentro del baño, Santana sentada en el inodoro lloraba… tratando de que Pierce no la escuchara ahogaba su llanto en sus manos.
-Por favor, sal…no me hagas tirar la puerta abajo…
-Déjame sola…- Le gritó…
-No puedo, te sentí y me gustó – Gritó a través de la puerta Britt.
Algo atónica Santana pensaba en lo que Pierce le había dicho, “¿Por qué admitiría que le gustó besarme? Acaso, ¿sentía algo…? Sólo saliendo y enfrentándola podría obtener respuestas.Se paró y caminó lentamente a la puerta. Detrás Britt apoyada la esperaba. Abrió lentamente… Britt dio un Paso atrás para que ella saliera… y caminó hacia el centro de la habitación… para ser seguida por su compañera.
-¿Qué significa que te gustó? – Preguntó Santana .
-Yo… no sé…- Se sentó en la cama tomándose la cabeza con sus manos. Santana se dio la vuelta y se acercó a ella, para sentarse a su lado.
-¿Cómo qué no sabes?
-Hacía mucho que una mujer no me volvía loca así.
-Eso es bueno o es malo… ¿Decime?
-¿Vos sentís algo por mí, verdad? – mirándola a los ojos a Santana.
-¿Importa?
-Mierda, como ¡¡¡IMPORTA!!! –Levantó la voz Pierce tomando con sus manos a Santana por los hombros…
- ¿¿¿Acaso sólo querías revolcarte conmigo esta noche??? – Sacudiéndola un poco.
-¿Vos no buscabas eso?
-Yo no… sólo sé que pasó… y no me pude contener… y…
-¿Y qué?
-Me gustó lo que sentí en tus brazos…- Confesó mirándola fijamente a los ojos.
-A mí también
Pierce se acercó más y se abrazó a ella… Santana lentamente aceptó el abrazo y con sus manos la rodeo también.
-¿Y cómo sigue esto? – Preguntó con voz temblorosa Santana.
-Creo que con una ducha fría y comenzar de cero…
-¿Qué?
-No pienso volver a la cama con vos hasta que no sepamos qué carajo sentimos…- Se explicó Pierce –Así que me daré una ducha…
-¿Eso es todo?
-No, es sólo el principio…
-¿Cómo el principio?
-Uy Dios, ¡¡¡tengo que explicar todo!!!
-Sí, ¿no sé qué intenciones tienes?
-Es eso… jajaja… Ok… Me gustas, pero no quiero que tener una aventura, primero porque compartimos departamento, segundo porque somos compañeras de trabajo y tercero porque me gustas para más de una noche… ¿Te queda claro ahora? – Dijo levantándose y dirigiéndose al baño.
-¿Siempre eres así de directa con las mujeres?
-Sólo con las que son duras de entender – Contestó entrando al baño.
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escuadron de elite capitulo 25 y 26 fin
Capitulo 26
El Regreso a Buenos Aires fue realmente divertido, después buscar un camino alternativo desde ese pueblo en el que habían quedado varadas al pueblo anterior donde la policía ya había arrestado al estafador. Para subirlo al auto y volver por el mismo camino y dirigirse a Rosario donde lo entregaron a quienes habían solicitado su arresto. Y al volver a Buenos Aires, el retorno se convirtió en una charla interminable entre Britt y Santana…
La semana que le siguió la fue uniendo más y más, pero nunca pasaba nada más que un roce, y mucho coqueteo entre las dos. Rechel era fiel testigo de la situación, y aunque ni Britt ni Santana
le habían contado lo sucedido en aquel motel… ya estaba dándose cuenta de que entre ambas algo comenzaba a nacer.
Britt y Rechel charlaban en el departamento de la primera sobre la salida de esa noche.
-¿Estás segura de que salgamos los cuatro?
-Claro,Rechel, no se suponía que el tonto de Fabray y yo éramos ya amigas…- Riendo hizo una pausa – Pues vamos a ver cómo nos llevamos.
-Le volvés a decir tonta a mi novia y te rompo un brazo – Dijo Rechel agarrándole el brazo a Britt… y doblándoselo hasta que Piettle gritó que se detuviera…
-Hija de tu madre, ¿¡Quién te enseño ese movimiento!?
-Vos, ¡tontaaaaaaa!
-Recuérdame no enseñárselo a Santana…
-Tarde, ya se lo enseñaste jajaja.
-¡Oh Oh!
-Hablando de Santana…- Sara la miró ya seria… Britt se venía venir el interrogatorio y se paró del sillón como para huir, pero su amiga la tomó del brazo y la obligó a sentarse de nuevo. –No, No…
-No, No ¿Qué?
-No vas a evadir el tema…
-No sé de qué hablar, yo iba a buscar una cerveza…
-Hablemos en serio.
-Ok, ¿Qué pasa?
-Eso… ¿Qué pasa entre vos y Santana?
-¿¿¿Entre Santana y yo…??? mmm Nada, te juro que nada…
-¡Qué mal mentís!
-Ufaaaaaa, ¿¿¿tanto se me nota…???
-Lo sabía, lo sabía…. – Gritó Rechel contenta abrazando a Britt.
-¿Qué sabías?
-Que por fin recordarías que la querías, que se reconciliarían…. – No terminó de decir más nada, Britt saltó…
-¿Quéeeeeee? ¿Cómo qué la quería? Me estás diciendo que entre Santana y yo pasaba algo…
-Ehhhh, Uy metí la pata…
-Sí, Rechel hasta el cuello, así que ya desembucha… Ya decime todo….
-Tranquila, no te exasperes…
-Qué no me exaspere…Rechel supuestamente me habías contado todo lo que se supone que no recuerdo por mi maldita amnesia y ahora me salís con que la quería…
-Mira, tu y ella al principio no se llevaban, poco a poco se fueron haciendo amigas, creo que la complicidad por abrirle los ojos a Quinn y juntarnos la fue uniendo a las dos. Luego el hecho de que
te hicieras pasar como su novio ayudó, comenzaste a sentir algo por ella, y Santana también por vos… pero las dos estaban confundidas. Vos, por el recuerdo de Marissa, y ella, porque nunca se había enamorado de una mujer…
-¿Y?
-Para el cumpleaños de Santana, ella bebió demasiado y tú la trajiste a casa, y la acostaste en su cama… según lo que me contaste estaba borracha, no mucho, pero demasiado cansada, que cuando quisiste depositarla en su cama te caíste sobre ella y bueno, pasó lo que tenía que pasar, se besaron, acariciaron, pero no pasó más. Vos te detuviste, porque ella estaba borracha. Pero
cuando Santana despertó se vio casi desnuda, y sus recuerdos era flashes… tus besos, tus manos quitándole la ropa, y pensóque había pasado algo más que eso… lo que la enojó, se sintió
usada, apenas apareciste, te enfrentó y como vos sabías quenada había sucedido negaste la acusación y eso la enfureciómás… en ese momento llegó su madre, y fue ahí cuando le dijo la verdad, que no eras su novio. Desde ese momento trataron de evitarse, viniste a mí a contarme lo sucedido, y confesaste sentir algo por ella… pero te sentías confundida… fue cuando decidiste irte de vacaciones para pensar…. Saliste sin rumbo … Cuando le aclaré la situación aSantana, ya te habías ido… y ella sólo pensaba en tu regreso para pedirte disculpas… Pero te accidentaste… Y cuando despertaste no la reconociste…
-¡Pero ella estaba enamorada de mí!
-Así es Britt, sus dudas se habían desvanecido… pero no estabas.
-Por eso me decías que ella estaba celosa, por eso me ignoraba, y se la pasaba atacándome…
-Síiiiiii
Britt se quedó en silencio… Rechel trató de abrazarla…
-En el puto motel, pasó algo…
-¿Qué?
-Nos tocó dormir en la misma cama, y estábamos tan cerca, que no me aguanté y la besé… si no fuera por el maldito celular que sonó hubiera pasado todo…. – Respiró hondo para continuar con
su relato de lo sucedido – Cuando terminé de hablar me di cuenta de lo que habías pasado, todo se dio tan natural, que no podía forzar las cosas…
-¿Y ella?
-Me miraba con vergüenza… Me sentí mal, y le dije la verdad…
-¿Qué verdad?
-Que me gustaba… me gusta, desde que desperté en esa cama del hospital y la vi sentada a mi lado… lo primero que pensé fue “¡Qué linda es!, ¿quién es?” Pero no me daba cuenta de que cada vez que me ignoraba me gustaba más, y si me peleaba me fascinaba más… en ese motel, en un segundo me di cuenta de que realmente siento algo por ella… y decidí ir despacio…
-¡¡Despacio!!
-Rechel, estaba claro para mí, que yo le gustaba a ella, pero no sabía que ella sentía algo por mí… Ir despacio es enamorarla y enamorarme… ir despacio es conocernos más, es un paso que no sé si estoy segura de dar, por eso se lo aclaré…
-Le dijiste paso a paso…
-Algo así.
-Britt, ella está enamorada de vos, y estás buscando tener un romance con ella… ¿no?
-Sí,Rechel, quiero un romance no quiero una aventura… Acaso no soy clara…
-¿No hay ninguna confusión?
-No
-Y el recuerdo de Marissa…
-Jamás voy a olvidarla, pero ella ya no está conmigo… debo seguir mi vida… Y Santana es la primera mujer en tantos años que me puede gustar y fascinar así como ella lo hizo, y no se
parece en nada a Marissa…
-¿Podrías acelerar un poquito el paso a paso….?
-Jajaja – Se rió Britt – ¡Qué poco romántica que eres mujer…!
-Yo no dije eso… sólo quise decir apresúrate carajo… que se muere de amor por vos…
En ese instante Santana entró al departamento interrumpiendo la charla…
-Hey, Hola, ¿Cómo andan?
-Eh… Hola – Saludó Rechel.
-¡¡Hola!! – Respondió al saludó Pierce poniéndose algo nerviosa.
-Yo ya me iba, debo ponerme bonita para esta noche…- Comentó Rchel, levantándose del sillón y caminando hacia la puerta de salida.
-¡Cierto! ¿Y dónde se supone que vamos?
-Ni idea… Pierce invitó…
-Mejor ponte linda, y nos vemos en el estacionamiento a las once… - Declaró Britt y se dirigió a su cuarto…
Rechel se despidió de ambas y se retiró del departamento. Santana se acercó a la puerta del cuarto de Pierce para hablarle…
-Britt
-Sí ¿Qué pasa? – Respondió saliendo del cuarto.
-Ya, ¿Dónde vamos?
- A bailar… me dijiste que te gustaba bailar…
-Sí, ¡¡¡Genial!!! – exclamó sonriendo y caminando a su habitación…
Llegaron las cuatro a la Disco… Ya Fabray estaba al tanto de la situación, por lo que se limitó a coquetear con su novia y a darle espacio a Pierce para estar a solas con Santana.
-Vamos a bailar amor – Invitó Quinn a Rechel tomando su mano y llevándosela a la pista….
Santana sonrió al verlos irse, volteó a mirar a Pierce…
-¿Y ahora quién podrá sacarme a bailar?
-¡¡Me viste cara de Chapulín bailarín!! – Contestó Britt y ambas comenzaron a reírse…Vamos a bailar… a ver qué tan buena eres.
Llevaban más de media hora saltando y bailando en medio de la pista, no muy lejos de donde se encontraban sus amigas…Fabray apareció detrás de Pierce, para palmearle la espalda…
-Hey vamos por algo de beber que ya me deshidraté…
-Ok – y se acercó a Santana para decirle que iba a la barra a buscar de beber – Vamos por bebidas, ¿algo en especial querés?
-Champagne – Gritó Rechel a las dos tomando a Santana entre sus brazos y poniéndose a bailar con ella…
Ambas fueron a la barra a pedir una botella de champagne.
-¿Y cómo vamos?
-¡Ah! – Como no entendiendo la cosa Pierce le respondió – ¿De qué hablas?
-Ya, Ya… Rechel no tiene secretos para mí… así que ¿Cómo VAS? –Casi gritando porque la música casi no dejaba escuchar lo que se hablaba.
-Lento.
-Bien, no apures Santana, sólo déjense llevar.
-¿Ahora eres consejera sentimental?
-No, sólo las conozco…
Al volver a la pista con la botella de champagne y cuatro copas… decidieron volver a la mesa a beber…
Las horas se fueron pasando y cada pareja parecía estar a solas, aunque interactuaban entre ellas con alguna que otra charla, Pierce podía coquetearle a Santana, y esta hacía lo mismo.
Cerca de las cinco de la mañana después de bailar y pasarla bien los cuatro decidieron que era hora de ir a dormir… Los primeros en buscar irse rápido fueron Fabray y Rechel… Así es que al irse,
Pierce la invitó a continuar la noche…
-¿Qué hacemos?... Vamos a tomar un café por ahí, a desayunar o a dormir …
-¿Debo elegir?
-Te estoy preguntando que deseas…
-Deseo seguir pasándola bien contigo…
-Entonces vamos por ahí… improvisemos
-¡Eso me gustó más!
Ambas salieron a dar vueltas en el coche de Santana, pero esta vez quien manejaba era Pierce…
-Baja la velocidad, que si nos detiene la policía nos quitan el auto por manejar con alcohol en la sangre…
-Uy, que poca fe que me tienes… ¿acaso no sería romántico pasar la noche a solas en un calabozo?
-mmmm… Noooooooo
-Bueno…. ¡La costanera!
-Eso sí es algo romántico…
-Señorita sujétese que allá vamos…- Le dijo riendo mientras doblaba en una esquina para buscar una calle que las llevara a la costanera a ver el sol nacer…
… Ya había amane cido cuando el auto se estacionó.
-Llegamos tarde… ya se nos adelantó el condenado sol…
Santana se sonrió y miró el rojo sol que comenzaba a alumbrar en el horizonte… Absorta en el paisaje sintió la mano de Pierce tomar la suya.
-Tengo que decirte algo…
-¿Qué? – Preguntó Santana mirándola a los ojos.
-Hablé con Rechel, me contó algo que me estuvieron ocultando vos y ella…
-Yooo…- Algo nerviosa Santana, bajó la mirada…Pero Pierce tomó su rostro para hacerla retomar la mirada en sus ojos.
-No lo recuerdo, pero creo que ya no importa…- Acarició su mejilla – Me gustaste apenas abrí los ojos en ese hospital… y poco a poco, me has gustado… y me estoy enamorando…
-Britt – Dijo su nombre suspirando…
-Perdóname por no confiar en vos esa vez…
-No, perdóname vos por ser tan dura y no darme cuenta de la situación… Quizás me negaba a sentir no sé, pero ahora no puedo detener esto que siento…- Su cuerpo se acercó más al de Santana…
-Para mí ha sido difícil darme cuenta de lo que sentía… pero – La boca de Pierce estaba tan cerca, que no terminó su frase, con sus manos acarició la cara de Britt y la besó…
Se besaron y acariciaron en el auto bajo aquel sol que alumbraba un nuevo día… Después de unos minutos, el coche se encendió y retomaron el viaje de regreso casa. Al llegar y entrar al departamento toda la pasión contenida por ambas se desató… Sus cuerpos lentam ente se amaron por primera vez esa mañana…Se estudiaron, se reconocieron, se grabaron, se amaron… Beso a beso, caricia a caricia el deseo las llevó al mayor placer que podían sentir.
Se amaron por horas, no podían despegar sus cuerpos ni dejar de acariciarse, de besarse, de sentirse… de amarse… hasta que el timbre de la puerta sonó… interrumpiéndolas… casi medio día…
el primer pensamiento de ambas fue expresado al mismo tiempo…”Si es Rechel la mato” gritaron las dos…Pierce se envolvió en la sábana y acudió corriendo a la puerta, al abrirla
gritó…
-Rechel deja de moles…- No pudo seguir, algo que nunca había imaginado que podía pasar, estaba sucediendo…
- ¡Señora Lopez!
Al escuchar a Perce, Santana saltó asustada de la cama, envolviéndose en la otra sábana que quedaba…No atinó a nada más, se quedó parada… dura, tiesa…
Su madre estaba en la puerta y pasaba como pancha por su casa observando a Pierce, y no estaba para nada sorprendida…
-Señora…
-¿Y mi hija?
-Ehhh
La mujer caminó hacia el centro del departamento, y al llegar casi a los sillones giró la cabeza para el cuarto de Santana, y allí estaba ella, inmóvil, envuelta en una sábana… Su madre, volteó a
ver a Pierce.
-¡Vas a quedarte ahí parada! Mejor te vas a vestir… debo hablar con mi hija…
-Maaa – Con la voz quebrada la llamó Santana.
-Y vos también cámbiate… por favor…
Las dos obedecieron calladas, mientras la mujer se iba a la cocina y comenzaba a preparar café. Santana no salía del asombro, no le había gritado, ni hecho ningún escándalo… No sabía que pensar… Pierce estaba igual, asombrada y sorprendida… Tras vestirse ambas salieron del cuarto de Santana… y caminaron a la cocina… La mujer servía tres tazas de café. Y se las ofrecía gentilmente.
-Mamá, yo puedo explicar
-Tomate el café, que no tienes que explicar nada…No hace falta, ya lo comprobé con mis propios ojos…
-Yooo
-Hija, no me agrada para nada esto de tener una hija homosexual,Bisexual, así se dice, ¿No?
-Sí – Contestó tímidamente Pierce.
-Pero…- Continuó hablando muy tranquila la mujer ante la mirada de miedo de su hija – Eres mi hija y te quiero… Pero no te voy a perdonar que sigas mintiéndome… estoy cansada de tus mentiras
de niña caprichosa…– Levantando la voz.
-¡Mamaaaá! – Gritó Santana y corrió a abrazarse a su madre. Ya en sus brazos le preguntó
- ¿Cómo lo supiste?
-Ciega y estúpida no soy…está claro que me comí la actuación del novio perfecto… pero ese día cuando me dijiste que me habías mentido me di cuenta de que era una mujer… Eso me enojó muchísimo…pero después de hablar con tu padre, y de hacerme la dura en no per donarte… por esa mentira… acepté lo que tú quieres ser.
-No sé qué decir…
-Nada… o mejor dicho, ponerme al tanto de esto que pasa entre ustedes….Rechel ya me contó algo… pero no todo…
-¡Rechel!
-Sí, Querida, ayer cuando vine a ver a mi hija, Rechel salía de este departamento y la enfrenté, pues ella era tu amiga, y quien mejor que ella para sacarme de la duda, para aclararme lo que
venía creyendo de ti… Y me dijo que podía irme de regreso a casa, si no te aceptaba.
-¡¡¡Esa es mi amiga!!! – Dijo Pierce riendo… y a la vez, bajando la cabeza ante la mirada de su suegra.
-Hablé mucho, y me contó que iban a salir, así que decidí irme al hotel con tu padre y regresar hoy para que habláramos….
-Hablar, si habla todo usted – Se metió Pierce.
-Algún pro blema señorita Juan…
-Britt
-¿Algún problema Britt con que hable?
-No, ninguno, ya que está aquí… le puedo pedir algo…
-¿¿¿Pedirme algo???
-Señora, me deja salir con su hija, digo, oficialmente como novias…
Santana no podía creer lo que veía y escuchaba, en un sólo día salía del armario, estaba con una mujer, su madre la aceptaba como lesbiana y Pierce pedía ser su novia…
-Con el carácter de mierda que tenés nena, por más que te diga que no, no me harás caso, así que…
- Así que suegra…
-Así que ni se te ocurra decirme suegra, Mi nombre es Maribel… ¿Estamos?
-Lo que diga Ud. Maribel… Por Dios, ahora sé a quien salió su hija…
Santana se abrazó a su madre, quien por fin dejaría de querer casarla… Bueno, con un hombre, porque era seguro que en menos que cantara un gallo volvería a lo mismo pero esta vez insistiendo que se casara con Britt.
Un año después de aquella mañana, Fabray llevó al altar a Rechel, Will fue el padrino y Pierce la madrina. Pierce se convirtió en la mejor amiga de Fabray, y ante la insistencia de su suegra, el mismo día de la boda de sus amigas, le pidió la mano a los padres de Santana, quienes orgullosos le desearon la mayor felicidad del mundo para las dos.
-Estás loca…
-Sí amor, loca por vos… ¿Y cuándo nos casamos?
-Cuando quieras mi vida, ¡¡¡pero podemos hacer sufrir un poquito más a mi mamá que ya está volviéndose loca de la felicidad por lograr casarme!!!
-Jajajaja – Ambas rieron y se besaron mientras Will levantada la copa y proponía un brindis por los novias…
FIN
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bueno a qui les dejo el final espero que hos alla gustado
PD:lesdejo el prolongo de la nueva histori
El Regreso a Buenos Aires fue realmente divertido, después buscar un camino alternativo desde ese pueblo en el que habían quedado varadas al pueblo anterior donde la policía ya había arrestado al estafador. Para subirlo al auto y volver por el mismo camino y dirigirse a Rosario donde lo entregaron a quienes habían solicitado su arresto. Y al volver a Buenos Aires, el retorno se convirtió en una charla interminable entre Britt y Santana…
La semana que le siguió la fue uniendo más y más, pero nunca pasaba nada más que un roce, y mucho coqueteo entre las dos. Rechel era fiel testigo de la situación, y aunque ni Britt ni Santana
le habían contado lo sucedido en aquel motel… ya estaba dándose cuenta de que entre ambas algo comenzaba a nacer.
Britt y Rechel charlaban en el departamento de la primera sobre la salida de esa noche.
-¿Estás segura de que salgamos los cuatro?
-Claro,Rechel, no se suponía que el tonto de Fabray y yo éramos ya amigas…- Riendo hizo una pausa – Pues vamos a ver cómo nos llevamos.
-Le volvés a decir tonta a mi novia y te rompo un brazo – Dijo Rechel agarrándole el brazo a Britt… y doblándoselo hasta que Piettle gritó que se detuviera…
-Hija de tu madre, ¿¡Quién te enseño ese movimiento!?
-Vos, ¡tontaaaaaaa!
-Recuérdame no enseñárselo a Santana…
-Tarde, ya se lo enseñaste jajaja.
-¡Oh Oh!
-Hablando de Santana…- Sara la miró ya seria… Britt se venía venir el interrogatorio y se paró del sillón como para huir, pero su amiga la tomó del brazo y la obligó a sentarse de nuevo. –No, No…
-No, No ¿Qué?
-No vas a evadir el tema…
-No sé de qué hablar, yo iba a buscar una cerveza…
-Hablemos en serio.
-Ok, ¿Qué pasa?
-Eso… ¿Qué pasa entre vos y Santana?
-¿¿¿Entre Santana y yo…??? mmm Nada, te juro que nada…
-¡Qué mal mentís!
-Ufaaaaaa, ¿¿¿tanto se me nota…???
-Lo sabía, lo sabía…. – Gritó Rechel contenta abrazando a Britt.
-¿Qué sabías?
-Que por fin recordarías que la querías, que se reconciliarían…. – No terminó de decir más nada, Britt saltó…
-¿Quéeeeeee? ¿Cómo qué la quería? Me estás diciendo que entre Santana y yo pasaba algo…
-Ehhhh, Uy metí la pata…
-Sí, Rechel hasta el cuello, así que ya desembucha… Ya decime todo….
-Tranquila, no te exasperes…
-Qué no me exaspere…Rechel supuestamente me habías contado todo lo que se supone que no recuerdo por mi maldita amnesia y ahora me salís con que la quería…
-Mira, tu y ella al principio no se llevaban, poco a poco se fueron haciendo amigas, creo que la complicidad por abrirle los ojos a Quinn y juntarnos la fue uniendo a las dos. Luego el hecho de que
te hicieras pasar como su novio ayudó, comenzaste a sentir algo por ella, y Santana también por vos… pero las dos estaban confundidas. Vos, por el recuerdo de Marissa, y ella, porque nunca se había enamorado de una mujer…
-¿Y?
-Para el cumpleaños de Santana, ella bebió demasiado y tú la trajiste a casa, y la acostaste en su cama… según lo que me contaste estaba borracha, no mucho, pero demasiado cansada, que cuando quisiste depositarla en su cama te caíste sobre ella y bueno, pasó lo que tenía que pasar, se besaron, acariciaron, pero no pasó más. Vos te detuviste, porque ella estaba borracha. Pero
cuando Santana despertó se vio casi desnuda, y sus recuerdos era flashes… tus besos, tus manos quitándole la ropa, y pensóque había pasado algo más que eso… lo que la enojó, se sintió
usada, apenas apareciste, te enfrentó y como vos sabías quenada había sucedido negaste la acusación y eso la enfureciómás… en ese momento llegó su madre, y fue ahí cuando le dijo la verdad, que no eras su novio. Desde ese momento trataron de evitarse, viniste a mí a contarme lo sucedido, y confesaste sentir algo por ella… pero te sentías confundida… fue cuando decidiste irte de vacaciones para pensar…. Saliste sin rumbo … Cuando le aclaré la situación aSantana, ya te habías ido… y ella sólo pensaba en tu regreso para pedirte disculpas… Pero te accidentaste… Y cuando despertaste no la reconociste…
-¡Pero ella estaba enamorada de mí!
-Así es Britt, sus dudas se habían desvanecido… pero no estabas.
-Por eso me decías que ella estaba celosa, por eso me ignoraba, y se la pasaba atacándome…
-Síiiiiii
Britt se quedó en silencio… Rechel trató de abrazarla…
-En el puto motel, pasó algo…
-¿Qué?
-Nos tocó dormir en la misma cama, y estábamos tan cerca, que no me aguanté y la besé… si no fuera por el maldito celular que sonó hubiera pasado todo…. – Respiró hondo para continuar con
su relato de lo sucedido – Cuando terminé de hablar me di cuenta de lo que habías pasado, todo se dio tan natural, que no podía forzar las cosas…
-¿Y ella?
-Me miraba con vergüenza… Me sentí mal, y le dije la verdad…
-¿Qué verdad?
-Que me gustaba… me gusta, desde que desperté en esa cama del hospital y la vi sentada a mi lado… lo primero que pensé fue “¡Qué linda es!, ¿quién es?” Pero no me daba cuenta de que cada vez que me ignoraba me gustaba más, y si me peleaba me fascinaba más… en ese motel, en un segundo me di cuenta de que realmente siento algo por ella… y decidí ir despacio…
-¡¡Despacio!!
-Rechel, estaba claro para mí, que yo le gustaba a ella, pero no sabía que ella sentía algo por mí… Ir despacio es enamorarla y enamorarme… ir despacio es conocernos más, es un paso que no sé si estoy segura de dar, por eso se lo aclaré…
-Le dijiste paso a paso…
-Algo así.
-Britt, ella está enamorada de vos, y estás buscando tener un romance con ella… ¿no?
-Sí,Rechel, quiero un romance no quiero una aventura… Acaso no soy clara…
-¿No hay ninguna confusión?
-No
-Y el recuerdo de Marissa…
-Jamás voy a olvidarla, pero ella ya no está conmigo… debo seguir mi vida… Y Santana es la primera mujer en tantos años que me puede gustar y fascinar así como ella lo hizo, y no se
parece en nada a Marissa…
-¿Podrías acelerar un poquito el paso a paso….?
-Jajaja – Se rió Britt – ¡Qué poco romántica que eres mujer…!
-Yo no dije eso… sólo quise decir apresúrate carajo… que se muere de amor por vos…
En ese instante Santana entró al departamento interrumpiendo la charla…
-Hey, Hola, ¿Cómo andan?
-Eh… Hola – Saludó Rechel.
-¡¡Hola!! – Respondió al saludó Pierce poniéndose algo nerviosa.
-Yo ya me iba, debo ponerme bonita para esta noche…- Comentó Rchel, levantándose del sillón y caminando hacia la puerta de salida.
-¡Cierto! ¿Y dónde se supone que vamos?
-Ni idea… Pierce invitó…
-Mejor ponte linda, y nos vemos en el estacionamiento a las once… - Declaró Britt y se dirigió a su cuarto…
Rechel se despidió de ambas y se retiró del departamento. Santana se acercó a la puerta del cuarto de Pierce para hablarle…
-Britt
-Sí ¿Qué pasa? – Respondió saliendo del cuarto.
-Ya, ¿Dónde vamos?
- A bailar… me dijiste que te gustaba bailar…
-Sí, ¡¡¡Genial!!! – exclamó sonriendo y caminando a su habitación…
Llegaron las cuatro a la Disco… Ya Fabray estaba al tanto de la situación, por lo que se limitó a coquetear con su novia y a darle espacio a Pierce para estar a solas con Santana.
-Vamos a bailar amor – Invitó Quinn a Rechel tomando su mano y llevándosela a la pista….
Santana sonrió al verlos irse, volteó a mirar a Pierce…
-¿Y ahora quién podrá sacarme a bailar?
-¡¡Me viste cara de Chapulín bailarín!! – Contestó Britt y ambas comenzaron a reírse…Vamos a bailar… a ver qué tan buena eres.
Llevaban más de media hora saltando y bailando en medio de la pista, no muy lejos de donde se encontraban sus amigas…Fabray apareció detrás de Pierce, para palmearle la espalda…
-Hey vamos por algo de beber que ya me deshidraté…
-Ok – y se acercó a Santana para decirle que iba a la barra a buscar de beber – Vamos por bebidas, ¿algo en especial querés?
-Champagne – Gritó Rechel a las dos tomando a Santana entre sus brazos y poniéndose a bailar con ella…
Ambas fueron a la barra a pedir una botella de champagne.
-¿Y cómo vamos?
-¡Ah! – Como no entendiendo la cosa Pierce le respondió – ¿De qué hablas?
-Ya, Ya… Rechel no tiene secretos para mí… así que ¿Cómo VAS? –Casi gritando porque la música casi no dejaba escuchar lo que se hablaba.
-Lento.
-Bien, no apures Santana, sólo déjense llevar.
-¿Ahora eres consejera sentimental?
-No, sólo las conozco…
Al volver a la pista con la botella de champagne y cuatro copas… decidieron volver a la mesa a beber…
Las horas se fueron pasando y cada pareja parecía estar a solas, aunque interactuaban entre ellas con alguna que otra charla, Pierce podía coquetearle a Santana, y esta hacía lo mismo.
Cerca de las cinco de la mañana después de bailar y pasarla bien los cuatro decidieron que era hora de ir a dormir… Los primeros en buscar irse rápido fueron Fabray y Rechel… Así es que al irse,
Pierce la invitó a continuar la noche…
-¿Qué hacemos?... Vamos a tomar un café por ahí, a desayunar o a dormir …
-¿Debo elegir?
-Te estoy preguntando que deseas…
-Deseo seguir pasándola bien contigo…
-Entonces vamos por ahí… improvisemos
-¡Eso me gustó más!
Ambas salieron a dar vueltas en el coche de Santana, pero esta vez quien manejaba era Pierce…
-Baja la velocidad, que si nos detiene la policía nos quitan el auto por manejar con alcohol en la sangre…
-Uy, que poca fe que me tienes… ¿acaso no sería romántico pasar la noche a solas en un calabozo?
-mmmm… Noooooooo
-Bueno…. ¡La costanera!
-Eso sí es algo romántico…
-Señorita sujétese que allá vamos…- Le dijo riendo mientras doblaba en una esquina para buscar una calle que las llevara a la costanera a ver el sol nacer…
… Ya había amane cido cuando el auto se estacionó.
-Llegamos tarde… ya se nos adelantó el condenado sol…
Santana se sonrió y miró el rojo sol que comenzaba a alumbrar en el horizonte… Absorta en el paisaje sintió la mano de Pierce tomar la suya.
-Tengo que decirte algo…
-¿Qué? – Preguntó Santana mirándola a los ojos.
-Hablé con Rechel, me contó algo que me estuvieron ocultando vos y ella…
-Yooo…- Algo nerviosa Santana, bajó la mirada…Pero Pierce tomó su rostro para hacerla retomar la mirada en sus ojos.
-No lo recuerdo, pero creo que ya no importa…- Acarició su mejilla – Me gustaste apenas abrí los ojos en ese hospital… y poco a poco, me has gustado… y me estoy enamorando…
-Britt – Dijo su nombre suspirando…
-Perdóname por no confiar en vos esa vez…
-No, perdóname vos por ser tan dura y no darme cuenta de la situación… Quizás me negaba a sentir no sé, pero ahora no puedo detener esto que siento…- Su cuerpo se acercó más al de Santana…
-Para mí ha sido difícil darme cuenta de lo que sentía… pero – La boca de Pierce estaba tan cerca, que no terminó su frase, con sus manos acarició la cara de Britt y la besó…
Se besaron y acariciaron en el auto bajo aquel sol que alumbraba un nuevo día… Después de unos minutos, el coche se encendió y retomaron el viaje de regreso casa. Al llegar y entrar al departamento toda la pasión contenida por ambas se desató… Sus cuerpos lentam ente se amaron por primera vez esa mañana…Se estudiaron, se reconocieron, se grabaron, se amaron… Beso a beso, caricia a caricia el deseo las llevó al mayor placer que podían sentir.
Se amaron por horas, no podían despegar sus cuerpos ni dejar de acariciarse, de besarse, de sentirse… de amarse… hasta que el timbre de la puerta sonó… interrumpiéndolas… casi medio día…
el primer pensamiento de ambas fue expresado al mismo tiempo…”Si es Rechel la mato” gritaron las dos…Pierce se envolvió en la sábana y acudió corriendo a la puerta, al abrirla
gritó…
-Rechel deja de moles…- No pudo seguir, algo que nunca había imaginado que podía pasar, estaba sucediendo…
- ¡Señora Lopez!
Al escuchar a Perce, Santana saltó asustada de la cama, envolviéndose en la otra sábana que quedaba…No atinó a nada más, se quedó parada… dura, tiesa…
Su madre estaba en la puerta y pasaba como pancha por su casa observando a Pierce, y no estaba para nada sorprendida…
-Señora…
-¿Y mi hija?
-Ehhh
La mujer caminó hacia el centro del departamento, y al llegar casi a los sillones giró la cabeza para el cuarto de Santana, y allí estaba ella, inmóvil, envuelta en una sábana… Su madre, volteó a
ver a Pierce.
-¡Vas a quedarte ahí parada! Mejor te vas a vestir… debo hablar con mi hija…
-Maaa – Con la voz quebrada la llamó Santana.
-Y vos también cámbiate… por favor…
Las dos obedecieron calladas, mientras la mujer se iba a la cocina y comenzaba a preparar café. Santana no salía del asombro, no le había gritado, ni hecho ningún escándalo… No sabía que pensar… Pierce estaba igual, asombrada y sorprendida… Tras vestirse ambas salieron del cuarto de Santana… y caminaron a la cocina… La mujer servía tres tazas de café. Y se las ofrecía gentilmente.
-Mamá, yo puedo explicar
-Tomate el café, que no tienes que explicar nada…No hace falta, ya lo comprobé con mis propios ojos…
-Yooo
-Hija, no me agrada para nada esto de tener una hija homosexual,Bisexual, así se dice, ¿No?
-Sí – Contestó tímidamente Pierce.
-Pero…- Continuó hablando muy tranquila la mujer ante la mirada de miedo de su hija – Eres mi hija y te quiero… Pero no te voy a perdonar que sigas mintiéndome… estoy cansada de tus mentiras
de niña caprichosa…– Levantando la voz.
-¡Mamaaaá! – Gritó Santana y corrió a abrazarse a su madre. Ya en sus brazos le preguntó
- ¿Cómo lo supiste?
-Ciega y estúpida no soy…está claro que me comí la actuación del novio perfecto… pero ese día cuando me dijiste que me habías mentido me di cuenta de que era una mujer… Eso me enojó muchísimo…pero después de hablar con tu padre, y de hacerme la dura en no per donarte… por esa mentira… acepté lo que tú quieres ser.
-No sé qué decir…
-Nada… o mejor dicho, ponerme al tanto de esto que pasa entre ustedes….Rechel ya me contó algo… pero no todo…
-¡Rechel!
-Sí, Querida, ayer cuando vine a ver a mi hija, Rechel salía de este departamento y la enfrenté, pues ella era tu amiga, y quien mejor que ella para sacarme de la duda, para aclararme lo que
venía creyendo de ti… Y me dijo que podía irme de regreso a casa, si no te aceptaba.
-¡¡¡Esa es mi amiga!!! – Dijo Pierce riendo… y a la vez, bajando la cabeza ante la mirada de su suegra.
-Hablé mucho, y me contó que iban a salir, así que decidí irme al hotel con tu padre y regresar hoy para que habláramos….
-Hablar, si habla todo usted – Se metió Pierce.
-Algún pro blema señorita Juan…
-Britt
-¿Algún problema Britt con que hable?
-No, ninguno, ya que está aquí… le puedo pedir algo…
-¿¿¿Pedirme algo???
-Señora, me deja salir con su hija, digo, oficialmente como novias…
Santana no podía creer lo que veía y escuchaba, en un sólo día salía del armario, estaba con una mujer, su madre la aceptaba como lesbiana y Pierce pedía ser su novia…
-Con el carácter de mierda que tenés nena, por más que te diga que no, no me harás caso, así que…
- Así que suegra…
-Así que ni se te ocurra decirme suegra, Mi nombre es Maribel… ¿Estamos?
-Lo que diga Ud. Maribel… Por Dios, ahora sé a quien salió su hija…
Santana se abrazó a su madre, quien por fin dejaría de querer casarla… Bueno, con un hombre, porque era seguro que en menos que cantara un gallo volvería a lo mismo pero esta vez insistiendo que se casara con Britt.
Un año después de aquella mañana, Fabray llevó al altar a Rechel, Will fue el padrino y Pierce la madrina. Pierce se convirtió en la mejor amiga de Fabray, y ante la insistencia de su suegra, el mismo día de la boda de sus amigas, le pidió la mano a los padres de Santana, quienes orgullosos le desearon la mayor felicidad del mundo para las dos.
-Estás loca…
-Sí amor, loca por vos… ¿Y cuándo nos casamos?
-Cuando quieras mi vida, ¡¡¡pero podemos hacer sufrir un poquito más a mi mamá que ya está volviéndose loca de la felicidad por lograr casarme!!!
-Jajajaja – Ambas rieron y se besaron mientras Will levantada la copa y proponía un brindis por los novias…
FIN
*************************************************************************************************
bueno a qui les dejo el final espero que hos alla gustado
PD:lesdejo el prolongo de la nueva histori
ana_bys_26- ---
- Mensajes : 555
Fecha de inscripción : 21/11/2015
Edad : 34
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
whoau eso es lo que ambas necesitaban para aclarar la situacion. la calentura de britt tal vez sirvio para lago.
y ya solo quueda un capitulo ese es el mas esperado por que es el fin
y ya solo quueda un capitulo ese es el mas esperado por que es el fin
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
creo que el prologo de la otra historia se te olvido!!!! en fin... gracias estuvo muy bueno y si ellas quedan juntas siempre sera lo mejor de lo mejor, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Brittana (Adaptacion) Escuadron de Elite CAPITULO 25,26 fin
holap,..
me encanto,...
al fin britt reconoce lo que siente por san,..
siii boda!!!!
nos vemos!!!
me encanto,...
al fin britt reconoce lo que siente por san,..
siii boda!!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
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