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[Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
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monica.santander
3:)
23l1
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
Muy buena amistad la de ellas, sospecho que en esa fiesta es donde ellas se daran cta que ya no pden ser tan amigas!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola morra,..
el dia que concreten las dos,.. algo divino jajaja ya lo asumen todo!!!
en serio los celos de quinn por el auto jajaja
a ver como va las cosas??
nos vemos!!!
el dia que concreten las dos,.. algo divino jajaja ya lo asumen todo!!!
en serio los celos de quinn por el auto jajaja
a ver como va las cosas??
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
micky morales escribió:Muy buena amistad la de ellas, sospecho que en esa fiesta es donde ellas se daran cta que ya no pden ser tan amigas!!!!!
Hola, si, la vrdd esk si, y eso es bueno jajajaajajaj. Mmmm esperemos y tengas toda la razón... al menos yo xD ajjaja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
el dia que concreten las dos,.. algo divino jajaja ya lo asumen todo!!!
en serio los celos de quinn por el auto jajaja
a ver como va las cosas??
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajajajajajajaj xD jajaajajajajajajajajajajajajajajajajaj xD jajaajaj morí xD JAajajjaaj al ojiverde es un bb... un amor!!! jajajajaj. Esperemos y bn... para ellas jajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 7
Capitulo 7
Santana
Asunto: Casey
¿Quieres saber lo que dice a tus espaldas?
—Brittany.
Asunto: Re: Casey
No, pero me gustaría que malditamente te apuraras y salieras de aquí así podemos terminar con esto. Creí que salías al mediodía hoy. (De todos modos, ¿por qué demonios sigues trabajando aquí? Raramente apareces y el jefe te odia...)
Sinceramente,
Santana.
Asunto: Re: Re: Casey
Les está diciendo a todos sus amigos que tienes la boca más sucia/sexy que alguna vez haya experimentado por teléfono, y no puede esperar a que finalmente “la folles hasta sacarle los sesos.” (Honestamente no sé por qué sigo trabajando aquí… dame un segundo para averiguarlo.)
¿Realmente tengo que conducir?
—Brittany.
Asunto: Re: Re: Re: Casey
Sin comentarios ni nada sobre la mierda de Casey.
Sí. APRESURATE.
Sinceramente,
Santana.
Me recosté en el asiento del acompañante de mi auto, continuando la espera de Brittany con Quinn y dos de las chicas de su fraternidad.
Esperaba que el día de hoy pasara rápidamente, porque no estaba segura de poder lidiar con ellas tres más que un par de horas.
—¿Te conté que empecé un club privado de marihuana en mi fraternidad, San?—preguntó Quinn.
—No…—inmediatamente le disparé a Brittany otro email de “apresúrate”, y la miré por el espejo retrovisor—¿Ya has fumado demasiada hierba hoy? Es muy temprano para ti, ¿o no?
—Para que conste, no hay tal cosa como fumar demasiada hierba—dijo—Sin embargo, volviendo al tema, he hecho de mi misión personal decirles a los superiores que no tienen permitido matar mis sueños de hierba el próximo año y que dejen vivir mis metas.
—Déjame ver si lo entiendo, ¿estás feliz por iniciar un club que promueve una droga ilegal? ¿No querías ser Gobernadora?
—Está bien, primero que nada, la marihuana no es una droga. Es una hierba—dijo desafiante—Esta mierda crece desde el suelo, justo como una maldita zanahoria.
—¿Y qué hay de los efectos secundarios?—le preguntó una de sus propias hermanas de fraternidad—¿Las advertencias?
—¿Qué advertencias? ¿Que esta hierba te relaja y te hace sentirte abrumadoramente calmada, pacífica y feliz? Ah, sí—rodó sus ojos—Los efectos colaterales son prácticamente letales. La marihuana cura el glaucoma, ayuda a los ciegos, y la única razón por la que es ilegal es porque el gobierno sabe que si la vuelven legal será difícil de imponer porque la gente puede intentar plantar su propia provisión en el patio trasero.
—¿Realmente crees esto o estás intoxicada justo ahora?—preguntó la otra hermana de fraternidad—Honestamente, empiezo a preocuparme por ti…
—¡Ja!—Quinn rió—Créeme, cuando me convierta en Gobernadora, después que borre toda la mierda que hice durante mi primer año, hacer de la hierba legal será mi objetivo número uno.
—¿La cocaína será tu numero dos?—le pregunté llanamente.
—Púdrete, Santana. Escúchame…
Ni me molesté.
Cerré mis ojos y me recosté en mi asiento.
Nunca volveré a acceder a ayudar a Quinn con una fiesta.
Nunca más…
—Mira…—susurró una de las chicas de fraternidad—Yo iría a por ella totalmente.
—Infierno, sí—rió la otra—Fácilmente un veinte sobre diez.
—Diecinueve punto cinco… medio punto descontado por la boca sabelotodo. La abordé en el campus una vez.
—Hablamos de aspecto, no actitud.
—En ese caso, redondearé a cincuenta.
Ambas rieron y abrí mis ojos justo para ver de quién hablaban, pero la única mujer a la que vi, la mujer caminando hacia nosotras, era Brittany.
Vestida con un top rosado y jeans, caminaba despreocupadamente, sin importarle el mundo.
Su largo cabello rubio se agitaba con el viento, y por alguna razón no podía sacar mis ojos de ella.
Casi todos los hombres y más de alguna mujer que pasaban a su lado del otro lado de la marina parecían sentir lo mismo.
Miraban dos veces o se le quedaban viendo con admiración por unos segundos.
—Síp…—dijo una de las chicas en la parte trasera mientras ella se volteaba para gritarle a alguien sobre su hombro—Y definitivamente iría a por ella desde atrás.
Normalmente, le hubiese dicho que cerrara la maldita boca, pero mi mente se encontraba de momento perpleja por Brittany, preguntándome por qué nunca le di una segunda mirada hasta hoy.
Incluso en cuarto grado (boca de metal incluida), pensé que era linda, incluso bonita, pero la mujer caminando hacia nosotras era más que eso.
Mucho más que eso…
De hecho, mientras más se acercaba, más resaltaban sus atributos a la luz del sol: labios finos y perfectos, ojos de un claro color azul, y una sonrisa que volvía locas a sus admiradores en el asiento de atrás.
Qué mierda…
Cuando finalmente llegó al auto, le dio un tirón a la manija de su puerta y lanzó un quejido.
—¿En serio, Q? Sé que fuiste tú. ¿Estás haciendo esto para marcar un punto?
—Síp—dijo inclinándose hacia adelante y desbloqueando la puerta—No mantienes a los adultos esperando por ti, y si dices que sales al mediodía, será mejor que te asegures de salir al mediodía.
Rodó los ojos y se sentó detrás del volante, ignorándola como usualmente hacía.
—Como somos las únicas adultas en el auto…—me dijo mientras arrancaba el motor—Um… ¿hola? ¿Por qué estás viéndome así? ¿Hay algo en mi cara?
—No…—me di vuelta y miré hacia el parabrisas—Sólo pensaba.
—¿Sobre qué?—sonaba preocupada.
—Te lo diré más tarde.
—¿Estás segura? Luces realmente…
—Um, ¿hola?—la interrumpió Quinn—Odio interrumpir el episodio de Mejores Amigas de hoy y su basura de noticias diarias, pero tenemos algunas cosas de fiesta que recoger.
—Lo que sea—se alejó lentamente—¿Te conté que San me está ayudando a encontrar un revolcón antes de ir a la escuela culinaria?—dijo ella, con una sonrisa perfecta en mi dirección—Ella es una verdadero amiga. A diferencia de alguien a quien conozco.
—No crecí contigo por más de la mitad de mi vida, ¿está bien? No te debo nada. Y, para que conste…
Apagué sus voces.
Ambas podían discutir por horas acerca de nada sólo porque querían.
Por suerte, siempre me dejaban fuera de ello la mayor parte.
Y justo ahora, me sentía más agradecida que nunca por su discusión distractora.
Me giré a mi izquierda para ver a Brittany otra vez, esperando que los últimos minutos hubiesen sido un error, que estuviera en el medio de un sueño.
No existía manera de que me sintiera atraída de esta forma justo ahora, no puede ser que quisiera pedirle que se detuviera así podía saborear sus labios.
Ambos pares de ellos.
Los pensamientos que cruzaban mi mente, desgarrando ese top, tirando de sus shorts de jean y esparciéndola sobre el capó debían ser borrados lo más rápido posible…
Maldita sea…
¿Quieres saber lo que dice a tus espaldas?
—Brittany.
Asunto: Re: Casey
No, pero me gustaría que malditamente te apuraras y salieras de aquí así podemos terminar con esto. Creí que salías al mediodía hoy. (De todos modos, ¿por qué demonios sigues trabajando aquí? Raramente apareces y el jefe te odia...)
Sinceramente,
Santana.
Asunto: Re: Re: Casey
Les está diciendo a todos sus amigos que tienes la boca más sucia/sexy que alguna vez haya experimentado por teléfono, y no puede esperar a que finalmente “la folles hasta sacarle los sesos.” (Honestamente no sé por qué sigo trabajando aquí… dame un segundo para averiguarlo.)
¿Realmente tengo que conducir?
—Brittany.
Asunto: Re: Re: Re: Casey
Sin comentarios ni nada sobre la mierda de Casey.
Sí. APRESURATE.
Sinceramente,
Santana.
Me recosté en el asiento del acompañante de mi auto, continuando la espera de Brittany con Quinn y dos de las chicas de su fraternidad.
Esperaba que el día de hoy pasara rápidamente, porque no estaba segura de poder lidiar con ellas tres más que un par de horas.
—¿Te conté que empecé un club privado de marihuana en mi fraternidad, San?—preguntó Quinn.
—No…—inmediatamente le disparé a Brittany otro email de “apresúrate”, y la miré por el espejo retrovisor—¿Ya has fumado demasiada hierba hoy? Es muy temprano para ti, ¿o no?
—Para que conste, no hay tal cosa como fumar demasiada hierba—dijo—Sin embargo, volviendo al tema, he hecho de mi misión personal decirles a los superiores que no tienen permitido matar mis sueños de hierba el próximo año y que dejen vivir mis metas.
—Déjame ver si lo entiendo, ¿estás feliz por iniciar un club que promueve una droga ilegal? ¿No querías ser Gobernadora?
—Está bien, primero que nada, la marihuana no es una droga. Es una hierba—dijo desafiante—Esta mierda crece desde el suelo, justo como una maldita zanahoria.
—¿Y qué hay de los efectos secundarios?—le preguntó una de sus propias hermanas de fraternidad—¿Las advertencias?
—¿Qué advertencias? ¿Que esta hierba te relaja y te hace sentirte abrumadoramente calmada, pacífica y feliz? Ah, sí—rodó sus ojos—Los efectos colaterales son prácticamente letales. La marihuana cura el glaucoma, ayuda a los ciegos, y la única razón por la que es ilegal es porque el gobierno sabe que si la vuelven legal será difícil de imponer porque la gente puede intentar plantar su propia provisión en el patio trasero.
—¿Realmente crees esto o estás intoxicada justo ahora?—preguntó la otra hermana de fraternidad—Honestamente, empiezo a preocuparme por ti…
—¡Ja!—Quinn rió—Créeme, cuando me convierta en Gobernadora, después que borre toda la mierda que hice durante mi primer año, hacer de la hierba legal será mi objetivo número uno.
—¿La cocaína será tu numero dos?—le pregunté llanamente.
—Púdrete, Santana. Escúchame…
Ni me molesté.
Cerré mis ojos y me recosté en mi asiento.
Nunca volveré a acceder a ayudar a Quinn con una fiesta.
Nunca más…
—Mira…—susurró una de las chicas de fraternidad—Yo iría a por ella totalmente.
—Infierno, sí—rió la otra—Fácilmente un veinte sobre diez.
—Diecinueve punto cinco… medio punto descontado por la boca sabelotodo. La abordé en el campus una vez.
—Hablamos de aspecto, no actitud.
—En ese caso, redondearé a cincuenta.
Ambas rieron y abrí mis ojos justo para ver de quién hablaban, pero la única mujer a la que vi, la mujer caminando hacia nosotras, era Brittany.
Vestida con un top rosado y jeans, caminaba despreocupadamente, sin importarle el mundo.
Su largo cabello rubio se agitaba con el viento, y por alguna razón no podía sacar mis ojos de ella.
Casi todos los hombres y más de alguna mujer que pasaban a su lado del otro lado de la marina parecían sentir lo mismo.
Miraban dos veces o se le quedaban viendo con admiración por unos segundos.
—Síp…—dijo una de las chicas en la parte trasera mientras ella se volteaba para gritarle a alguien sobre su hombro—Y definitivamente iría a por ella desde atrás.
Normalmente, le hubiese dicho que cerrara la maldita boca, pero mi mente se encontraba de momento perpleja por Brittany, preguntándome por qué nunca le di una segunda mirada hasta hoy.
Incluso en cuarto grado (boca de metal incluida), pensé que era linda, incluso bonita, pero la mujer caminando hacia nosotras era más que eso.
Mucho más que eso…
De hecho, mientras más se acercaba, más resaltaban sus atributos a la luz del sol: labios finos y perfectos, ojos de un claro color azul, y una sonrisa que volvía locas a sus admiradores en el asiento de atrás.
Qué mierda…
Cuando finalmente llegó al auto, le dio un tirón a la manija de su puerta y lanzó un quejido.
—¿En serio, Q? Sé que fuiste tú. ¿Estás haciendo esto para marcar un punto?
—Síp—dijo inclinándose hacia adelante y desbloqueando la puerta—No mantienes a los adultos esperando por ti, y si dices que sales al mediodía, será mejor que te asegures de salir al mediodía.
Rodó los ojos y se sentó detrás del volante, ignorándola como usualmente hacía.
—Como somos las únicas adultas en el auto…—me dijo mientras arrancaba el motor—Um… ¿hola? ¿Por qué estás viéndome así? ¿Hay algo en mi cara?
—No…—me di vuelta y miré hacia el parabrisas—Sólo pensaba.
—¿Sobre qué?—sonaba preocupada.
—Te lo diré más tarde.
—¿Estás segura? Luces realmente…
—Um, ¿hola?—la interrumpió Quinn—Odio interrumpir el episodio de Mejores Amigas de hoy y su basura de noticias diarias, pero tenemos algunas cosas de fiesta que recoger.
—Lo que sea—se alejó lentamente—¿Te conté que San me está ayudando a encontrar un revolcón antes de ir a la escuela culinaria?—dijo ella, con una sonrisa perfecta en mi dirección—Ella es una verdadero amiga. A diferencia de alguien a quien conozco.
—No crecí contigo por más de la mitad de mi vida, ¿está bien? No te debo nada. Y, para que conste…
Apagué sus voces.
Ambas podían discutir por horas acerca de nada sólo porque querían.
Por suerte, siempre me dejaban fuera de ello la mayor parte.
Y justo ahora, me sentía más agradecida que nunca por su discusión distractora.
Me giré a mi izquierda para ver a Brittany otra vez, esperando que los últimos minutos hubiesen sido un error, que estuviera en el medio de un sueño.
No existía manera de que me sintiera atraída de esta forma justo ahora, no puede ser que quisiera pedirle que se detuviera así podía saborear sus labios.
Ambos pares de ellos.
Los pensamientos que cruzaban mi mente, desgarrando ese top, tirando de sus shorts de jean y esparciéndola sobre el capó debían ser borrados lo más rápido posible…
Maldita sea…
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
jajajajajajajajaja santana se calento como chimenea!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
:o me había atrasado pero ya voy al corriente! Jajajajaja ame la historia desde pequeñas son todo un caso.....
Y bueno por el nivel de amistad que llevan todos creen que tienen una relación ...... Y parece que van a empezar a darse cuenta que son mas que solo amigas!!
Y bueno por el nivel de amistad que llevan todos creen que tienen una relación ...... Y parece que van a empezar a darse cuenta que son mas que solo amigas!!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola morra,..
a ver como termina la noche!!
mmm a ver a cuanto ayuda san a britt y ligarse a alguien???
nos vemos!!!
a ver como termina la noche!!
mmm a ver a cuanto ayuda san a britt y ligarse a alguien???
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
micky morales escribió:jajajajajajajajaja santana se calento como chimenea!!!!!!
Hola, jajajajajaajajajajajajajajaajaj morí ajajajajajajaajaja, epro si, tienes razón jaajajajaj. Saludos =D
JVM escribió::o me había atrasado pero ya voy al corriente! Jajajajaja ame la historia desde pequeñas son todo un caso.....
Y bueno por el nivel de amistad que llevan todos creen que tienen una relación ...... Y parece que van a empezar a darse cuenta que son mas que solo amigas!!
Hola perdida! jajajaajajaja eso es lo bueno! Aii si son un amor!!!! jaajajajajajaja. Y no veo xq aun no la tienen la vrdd =/ xD jajajaajajaja. Y eso es bueno... mejor tarde q nunca, no¿? jajajaja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
a ver como termina la noche!!
mmm a ver a cuanto ayuda san a britt y ligarse a alguien???
nos vemos!!!
Hola lu, esperemos y bn... para ellas la vrdd jajajajajaja. Mmmm esperemos q sea entre ellas ese lige xD jajajaaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 8
Capitulo 8
Brittany
Me detuve en una gasolinera y me mordí la lengua para evitar gritar.
No sabía cuántos viajes más podría hacer con Quinn y sus hermanas de fraternidad en el asiento trasero, y si le escuchaba quejarse de mi forma de conducir o escuchaba las palabras “antorcha tiki” una vez más, iba a perder la cabeza.
No me hallaba segura de por qué la fraternidad de Quinn incluso trataba de lanzar otra fiesta.
Por supuesto, la ojiverde sabía cómo dar una muy buena fiesta, pero también sabía cómo romper todas las reglas en el libro: el año pasado la fiesta con la temática “Inolvidable” terminó con la mitad de los asistentes huyendo de los policías.
El año antes de eso, la “Experiencia Legendaria”, terminó con un incendio en el patio trasero, y no quiero siquiera pensar en lo que tenía en mente para el evento “ÉPICO” de este año.
Cerré el coche tan pronto como lo puse en el estacionamiento e inmediatamente salí, corriendo dentro de la tienda para refrescarme.
Literalmente.
Tarareando, camino por los pasillos y agarro un montón de chucherías, ya que todavía teníamos bastantes viajes por hacer. Twizzlers, Cheetos, y un par de refrescos por si acaso.
Nunca acuerdes ayudar a Quinn con una fiesta otra vez.
Nunca más…
¿Quieres algo?
Le envié un mensaje de texto a Santana.
Gatorade.
[b]¿Qué sabor?
Sorpréndeme.
Agarré una azul y caminé a la registradora, dejando mi colección. Esperé que él encargada se diera vuelta y marcara, pero ni siquiera me miraba.
Su mirada se fijó literalmente en lo que pasaba fuera y murmuraba para sí misma:
—Oh, Dios mío… Ella es tan perfecta.
Aclaré mi garganta para llamar su atención.
Nada.
Tosí un par de veces, incluso lanzando un “¿perdón?” Pero no obtuve respuesta.
Su gerente, otro hombre, entró por una puerta trasera y esperaba que me dijera algo, o por lo menos que tuviera la amabilidad de marcar mis cosas, pero se unió a la mirada lujuriosa de la operadora en su lugar.
—Jesús…—dijo, haciéndome finalmente dar la vuelta y mirar lo que sea que miraban.
Sabía que no era Quinn.
Se encontraba al teléfono gritando sobre algo que sonaba como gelatina.
Sus hermanas de fraternidad se reían de algo y bombeaban gasolina.
Eran lindas, pero nada digno de babearse, nada digo de mirar boquiabierta.
Golpeé mi pecho, preparándome para aclararme la garganta de nuevo para que pudieran salir de su auto-impuesta dimensión desconocida, pero mis ojos de repente aterrizaron en Santana.
La vi sin camisa un millón de veces antes, he visto sus ojos marrones oscuros brillando a la luz del sol muchas veces más, pero nunca sentí la más mínima atracción.
Hasta ahora…
Y en ese momento, no era “mínima” en absoluto…
Con lindos pechos bien formados en pantalla completa, se apoyaba contra una bomba diferente, perdido en la distancia mientras las gotas de sudor corrían por sus sienes.
Lanzaba esa encantadora sonrisa que siempre utilizaba a una admiradora frente a ella, pero funcionaba todo el camino hasta aquí.
Recorrió sus manos por su cabello negro y de repente me imaginaba a mí misma ayudándola con eso, imaginándome pasando mis manos a través de sus pechos y más abajo, hacia su cintura y algunos abdominales perfectamente definida que seguía hacia…
Oh.
Mi.
Dios…
Inmediatamente desvié la mirada.
Pero entonces la miré de nuevo.
No podía evitarlo.
¿Cómo podría no haber notado esto?
—¿Estás lista para pagar o estás demasiado ocupada mirando algo por ahí?—él encargado finalmente se dirigió a mí, literalmente, actuando como si no hubiera estado mirando fijamente también.
—Estoy lista—robé una última mirada de Santana y empujé todas mis cosas sobre el mostrador.
Cuando terminó de empaquetar mis cosas, volví al auto y esperé que Santana y las otras chicas terminaran de estirarse.
—Gracias por parar, Britt—Quinn sonó genuino a medio camino mientras entraba.
—No hay problema…—dije lo mismo a sus amigas, y cuando Santana entró de nuevo al auto, no podía evitar echar un vistazo a ella.
Ella es, literalmente, la epítome de sexy…
—Te ves un poco cansada—dijo en voz baja—¿Necesitas que conduzca?
—No…—negué con la cabeza y miré hacia adelante, encendiendo el motor—Estoy perfectamente bien.
Puta jodida mierda…
No sabía cuántos viajes más podría hacer con Quinn y sus hermanas de fraternidad en el asiento trasero, y si le escuchaba quejarse de mi forma de conducir o escuchaba las palabras “antorcha tiki” una vez más, iba a perder la cabeza.
No me hallaba segura de por qué la fraternidad de Quinn incluso trataba de lanzar otra fiesta.
Por supuesto, la ojiverde sabía cómo dar una muy buena fiesta, pero también sabía cómo romper todas las reglas en el libro: el año pasado la fiesta con la temática “Inolvidable” terminó con la mitad de los asistentes huyendo de los policías.
El año antes de eso, la “Experiencia Legendaria”, terminó con un incendio en el patio trasero, y no quiero siquiera pensar en lo que tenía en mente para el evento “ÉPICO” de este año.
Cerré el coche tan pronto como lo puse en el estacionamiento e inmediatamente salí, corriendo dentro de la tienda para refrescarme.
Literalmente.
Tarareando, camino por los pasillos y agarro un montón de chucherías, ya que todavía teníamos bastantes viajes por hacer. Twizzlers, Cheetos, y un par de refrescos por si acaso.
Nunca acuerdes ayudar a Quinn con una fiesta otra vez.
Nunca más…
¿Quieres algo?
Le envié un mensaje de texto a Santana.
Gatorade.
[b]¿Qué sabor?
Sorpréndeme.
Agarré una azul y caminé a la registradora, dejando mi colección. Esperé que él encargada se diera vuelta y marcara, pero ni siquiera me miraba.
Su mirada se fijó literalmente en lo que pasaba fuera y murmuraba para sí misma:
—Oh, Dios mío… Ella es tan perfecta.
Aclaré mi garganta para llamar su atención.
Nada.
Tosí un par de veces, incluso lanzando un “¿perdón?” Pero no obtuve respuesta.
Su gerente, otro hombre, entró por una puerta trasera y esperaba que me dijera algo, o por lo menos que tuviera la amabilidad de marcar mis cosas, pero se unió a la mirada lujuriosa de la operadora en su lugar.
—Jesús…—dijo, haciéndome finalmente dar la vuelta y mirar lo que sea que miraban.
Sabía que no era Quinn.
Se encontraba al teléfono gritando sobre algo que sonaba como gelatina.
Sus hermanas de fraternidad se reían de algo y bombeaban gasolina.
Eran lindas, pero nada digno de babearse, nada digo de mirar boquiabierta.
Golpeé mi pecho, preparándome para aclararme la garganta de nuevo para que pudieran salir de su auto-impuesta dimensión desconocida, pero mis ojos de repente aterrizaron en Santana.
La vi sin camisa un millón de veces antes, he visto sus ojos marrones oscuros brillando a la luz del sol muchas veces más, pero nunca sentí la más mínima atracción.
Hasta ahora…
Y en ese momento, no era “mínima” en absoluto…
Con lindos pechos bien formados en pantalla completa, se apoyaba contra una bomba diferente, perdido en la distancia mientras las gotas de sudor corrían por sus sienes.
Lanzaba esa encantadora sonrisa que siempre utilizaba a una admiradora frente a ella, pero funcionaba todo el camino hasta aquí.
Recorrió sus manos por su cabello negro y de repente me imaginaba a mí misma ayudándola con eso, imaginándome pasando mis manos a través de sus pechos y más abajo, hacia su cintura y algunos abdominales perfectamente definida que seguía hacia…
Oh.
Mi.
Dios…
Inmediatamente desvié la mirada.
Pero entonces la miré de nuevo.
No podía evitarlo.
¿Cómo podría no haber notado esto?
—¿Estás lista para pagar o estás demasiado ocupada mirando algo por ahí?—él encargado finalmente se dirigió a mí, literalmente, actuando como si no hubiera estado mirando fijamente también.
—Estoy lista—robé una última mirada de Santana y empujé todas mis cosas sobre el mostrador.
Cuando terminó de empaquetar mis cosas, volví al auto y esperé que Santana y las otras chicas terminaran de estirarse.
—Gracias por parar, Britt—Quinn sonó genuino a medio camino mientras entraba.
—No hay problema…—dije lo mismo a sus amigas, y cuando Santana entró de nuevo al auto, no podía evitar echar un vistazo a ella.
Ella es, literalmente, la epítome de sexy…
—Te ves un poco cansada—dijo en voz baja—¿Necesitas que conduzca?
—No…—negué con la cabeza y miré hacia adelante, encendiendo el motor—Estoy perfectamente bien.
Puta jodida mierda…
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola morra,...
mmmm las dos ya se vieron como mas que amigas jajaja
a ver como van a aguantar!!!!
ya no son las niñas de del scohol jajaja
nos vemos!!!
mmmm las dos ya se vieron como mas que amigas jajaja
a ver como van a aguantar!!!!
ya no son las niñas de del scohol jajaja
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
3:) escribió:hola morra,...
mmmm las dos ya se vieron como mas que amigas jajaja
a ver como van a aguantar!!!!
ya no son las niñas de del scohol jajaja
nos vemos!!!
Hola lu, xfin! creo que eran las unicas, no¿? jajajajajaj. Esperemos y no aguanten nada y se tiren a los brazos de la otra ya! jajajaja. No, no lo son... y eso es bueno jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 9
Capitulo 9
Brittany
Tomé una taza de vidrio del gabinete de Santana y la puse en una caja.
—¿Esa es la última?—Quinn se acercó a recogerla.
—Sí, es la última—le dije y ella inmediatamente dio la vuelta y la llevó fuera.
A pesar de que me dije que me iría a casa después de un día de hacer vueltas, decidí quedarme y ayudar a guardar en cajas los objetos de valor de Santana que iban a ser puestos en el camión U-Haul.
(Bueno, y también me quedé para poder mirarlo un poco más y tratar de averiguar qué demonios nos pasaba a mí y a mi pobre y confundido cerebro.)
Miré de nuevo a Santana y me di cuenta que ella también me miraba.
—¿Necesitas que me quede para ayudarte con algo más?—le pregunté.
—Necesito que vayas a dormir un poco—se veía preocupada—No conseguiremos organizar todo esta noche. Puedes volver mañana y ayudar.
—No estoy cansada—le dije con sinceridad.
—En ese caso...—Quinn volvió a entrar en ese mismo momento y señaló una columna enorme de cajas en una esquina—, ¿Podrías organizar todo el alcohol en esas cajas según marca y tipo, por favor? Y luego, cuando hayas terminado, ¿podrías organizar el resto?—señaló a otro montón que se escondía detrás del marco de la puerta.
—Pensándolo bien, me vendría bien un descanso...
—No descanses demasiado entonces. Las chicas y yo estaremos armando algunas de las antorchas afuera si nos necesitan, y mientras trabajamos, pensaré en si te invito a nuestra fiesta.
Desde lejos le hice un gesto para que se alejara y me acerqué al sofá, colapsando en la alfombra en vez de sentarme junto a Santana.
—¿Demasiado cansada hasta para llegar al sofá?—sonrió—¿Segura que no quieres que te lleve a casa?
De hecho, eso sería una muy buena idea en este momento...
—Ven aquí—agarró mi brazo y me acercó, ubicándome entre sus piernas. Luego, empezó a masajear suavemente mis hombros.
Cerré los ojos y me recosté un poco, disfrutando de la sensación de sus manos sobre mi piel, tratando de no pensar en el hecho de que mis nervios se hallaban en el borde.
—¿Cómo van las cosas entre tú y Artie?—preguntó.
—Las cosas van bastante bien la verdad. Salimos a correr ayer por la mañana... Y da unos besos bastante decentes.
—¿Entonces eso significa que hay una alta probabilidad de que ustedes tengan sexo bastante decente?
—Creo que vamos a tener sexo increíble—tragué mientras presionaba su palma contra la parte posterior de mi cuello—Además creo que va a ser tan increíble que te pondrá increíblemente celosa cuando te cuente todo.
—Por favor, no lo hagas—dejó escapar una risa baja—Definitivamente, tienes que invitarlo a la fiesta.
—Ya lo invité.
—¿Tengo que prestarte mi habitación para asegurarme de que asegures ese asunto?
—No...
—¿Por qué no?
—Porque, a pesar de que agradeció la invitación, no puede venir. Tiene que trabajar el turno de la noche ese día... ¿Cómo van las cosas contigo y Casey?
—Nada está pasando—dijo, amasando mis hombros por última vez—Todavía tengo que devolverle la llamada.
—¿Alguna razón por la que estás demorando ese asunto?—me miró a los ojos.
—No estoy segura de eso todavía...
Silencio.
Ninguno de las dos dijo nada durante unos minutos, sólo nos quedamos mirando la una a la otra.
Se inclinó, moviendo un mechón de cabello de mi cara y sentí que mi corazón se aceleraba, la sentí retumbar y mecerse contra mi pecho de una manera que nunca había hecho antes.
—¡ÉPICO con una E mayúscula!—gritó Quinn, obligándonos a separarnos—Ya tenemos el lema de la fiesta.
—Felicitaciones—dijo Santana, sin dejar de mirarme.
—Sabía que te iba a gustar—Quinn sonrió—Además, necesito una reafirmación rápida de ustedes dos para mi amiga Tina aquí—señaló a la mujer que se hallaba de pie junto a ella.
Intercambiamos miradas confusas.
—Por favor, díganle que el sexo es la causa número uno para arruinar cualquier amistad que existe entre las personas—Quinn se cruzó de brazos—Antes de responder, permítanme decir los hechos: uno, si duermes con la persona que te conoce mejor, estás creando un enemigo potencial. Dos, una vez que tengas sexo, ni mierda que vuelve a ser igual. Tres, si no terminan juntos o junas, entonces no podrán ser amigos o amigas. Nunca. ¿Acaso no sueno como si tuviera toda la razón o no?
—Suena como si estuvieras hablando por experiencia personal...—me levanté y asentí a su amiga—Pero... sí suena como si tuvieras la razón.
—Toda la razón—Santana estaba de repente a mi lado, extendiendo su mano a Tina—Nunca debes dormir con tu mejor amiga o amigo. Tiene razón. Nunca funcionará a largo plazo.
—Pero, ¿y si ambos acordamos en no dejar que el sexo se interponga?
—Nah...—dijimos lo mismo al unísono Santana, Quinn y yo y nos reímos.
—Ahora que hemos aclarado eso—dijo Quinn, sonriendo—No me importa que estés alrededor esta noche, Santana, pero estamos a punto de discutir algunos asuntos serios de Epsilon Chi, por lo que ¿podrías hacernos el favor de llevarte amablemente a tu otra mitad a su casa? Sus servicios de conducción fueron muy apreciados hoy.
Rodé los ojos y le tiré un sacacorchos.
—Volveré y organizaré el alcohol mañana. Aunque, creo que voy a tener que hacerlo por color y no por marca, ya que al parecer estúpidamente arrancaste todas las etiquetas.
—No fue estúpidamente. Fue deliberadamente, amiguita. Fue para nuestra nueva versión del concurso de camisetas mojadas.
—Me das asco.
—Y tú me excitas—se humedeció los labios juguetonamente.
—Suficiente, ustedes dos...—Santana agarró las llaves de su auto—Ahora vuelvo. Por favor, traten de no quemar mi casa mientras estoy fuera.
—Nuestra casa—prácticamente nos echó por la puerta—Y voy a hacer mi mejor esfuerzo.
De camino a casa, Santana y yo actuamos como si ese momento cerca del sofá nunca hubiera pasado.
La noche terminó como lo solía hacer durante el verano después de clases, ella acercándome a mi casa, esperando a que entrara para irse, y luego un texto tardío unas horas más tarde:
¿Tienes ganas de hablar o de conseguir una cena tardía conmigo?
—¿Esa es la última?—Quinn se acercó a recogerla.
—Sí, es la última—le dije y ella inmediatamente dio la vuelta y la llevó fuera.
A pesar de que me dije que me iría a casa después de un día de hacer vueltas, decidí quedarme y ayudar a guardar en cajas los objetos de valor de Santana que iban a ser puestos en el camión U-Haul.
(Bueno, y también me quedé para poder mirarlo un poco más y tratar de averiguar qué demonios nos pasaba a mí y a mi pobre y confundido cerebro.)
Miré de nuevo a Santana y me di cuenta que ella también me miraba.
—¿Necesitas que me quede para ayudarte con algo más?—le pregunté.
—Necesito que vayas a dormir un poco—se veía preocupada—No conseguiremos organizar todo esta noche. Puedes volver mañana y ayudar.
—No estoy cansada—le dije con sinceridad.
—En ese caso...—Quinn volvió a entrar en ese mismo momento y señaló una columna enorme de cajas en una esquina—, ¿Podrías organizar todo el alcohol en esas cajas según marca y tipo, por favor? Y luego, cuando hayas terminado, ¿podrías organizar el resto?—señaló a otro montón que se escondía detrás del marco de la puerta.
—Pensándolo bien, me vendría bien un descanso...
—No descanses demasiado entonces. Las chicas y yo estaremos armando algunas de las antorchas afuera si nos necesitan, y mientras trabajamos, pensaré en si te invito a nuestra fiesta.
Desde lejos le hice un gesto para que se alejara y me acerqué al sofá, colapsando en la alfombra en vez de sentarme junto a Santana.
—¿Demasiado cansada hasta para llegar al sofá?—sonrió—¿Segura que no quieres que te lleve a casa?
De hecho, eso sería una muy buena idea en este momento...
—Ven aquí—agarró mi brazo y me acercó, ubicándome entre sus piernas. Luego, empezó a masajear suavemente mis hombros.
Cerré los ojos y me recosté un poco, disfrutando de la sensación de sus manos sobre mi piel, tratando de no pensar en el hecho de que mis nervios se hallaban en el borde.
—¿Cómo van las cosas entre tú y Artie?—preguntó.
—Las cosas van bastante bien la verdad. Salimos a correr ayer por la mañana... Y da unos besos bastante decentes.
—¿Entonces eso significa que hay una alta probabilidad de que ustedes tengan sexo bastante decente?
—Creo que vamos a tener sexo increíble—tragué mientras presionaba su palma contra la parte posterior de mi cuello—Además creo que va a ser tan increíble que te pondrá increíblemente celosa cuando te cuente todo.
—Por favor, no lo hagas—dejó escapar una risa baja—Definitivamente, tienes que invitarlo a la fiesta.
—Ya lo invité.
—¿Tengo que prestarte mi habitación para asegurarme de que asegures ese asunto?
—No...
—¿Por qué no?
—Porque, a pesar de que agradeció la invitación, no puede venir. Tiene que trabajar el turno de la noche ese día... ¿Cómo van las cosas contigo y Casey?
—Nada está pasando—dijo, amasando mis hombros por última vez—Todavía tengo que devolverle la llamada.
—¿Alguna razón por la que estás demorando ese asunto?—me miró a los ojos.
—No estoy segura de eso todavía...
Silencio.
Ninguno de las dos dijo nada durante unos minutos, sólo nos quedamos mirando la una a la otra.
Se inclinó, moviendo un mechón de cabello de mi cara y sentí que mi corazón se aceleraba, la sentí retumbar y mecerse contra mi pecho de una manera que nunca había hecho antes.
—¡ÉPICO con una E mayúscula!—gritó Quinn, obligándonos a separarnos—Ya tenemos el lema de la fiesta.
—Felicitaciones—dijo Santana, sin dejar de mirarme.
—Sabía que te iba a gustar—Quinn sonrió—Además, necesito una reafirmación rápida de ustedes dos para mi amiga Tina aquí—señaló a la mujer que se hallaba de pie junto a ella.
Intercambiamos miradas confusas.
—Por favor, díganle que el sexo es la causa número uno para arruinar cualquier amistad que existe entre las personas—Quinn se cruzó de brazos—Antes de responder, permítanme decir los hechos: uno, si duermes con la persona que te conoce mejor, estás creando un enemigo potencial. Dos, una vez que tengas sexo, ni mierda que vuelve a ser igual. Tres, si no terminan juntos o junas, entonces no podrán ser amigos o amigas. Nunca. ¿Acaso no sueno como si tuviera toda la razón o no?
—Suena como si estuvieras hablando por experiencia personal...—me levanté y asentí a su amiga—Pero... sí suena como si tuvieras la razón.
—Toda la razón—Santana estaba de repente a mi lado, extendiendo su mano a Tina—Nunca debes dormir con tu mejor amiga o amigo. Tiene razón. Nunca funcionará a largo plazo.
—Pero, ¿y si ambos acordamos en no dejar que el sexo se interponga?
—Nah...—dijimos lo mismo al unísono Santana, Quinn y yo y nos reímos.
—Ahora que hemos aclarado eso—dijo Quinn, sonriendo—No me importa que estés alrededor esta noche, Santana, pero estamos a punto de discutir algunos asuntos serios de Epsilon Chi, por lo que ¿podrías hacernos el favor de llevarte amablemente a tu otra mitad a su casa? Sus servicios de conducción fueron muy apreciados hoy.
Rodé los ojos y le tiré un sacacorchos.
—Volveré y organizaré el alcohol mañana. Aunque, creo que voy a tener que hacerlo por color y no por marca, ya que al parecer estúpidamente arrancaste todas las etiquetas.
—No fue estúpidamente. Fue deliberadamente, amiguita. Fue para nuestra nueva versión del concurso de camisetas mojadas.
—Me das asco.
—Y tú me excitas—se humedeció los labios juguetonamente.
—Suficiente, ustedes dos...—Santana agarró las llaves de su auto—Ahora vuelvo. Por favor, traten de no quemar mi casa mientras estoy fuera.
—Nuestra casa—prácticamente nos echó por la puerta—Y voy a hacer mi mejor esfuerzo.
De camino a casa, Santana y yo actuamos como si ese momento cerca del sofá nunca hubiera pasado.
La noche terminó como lo solía hacer durante el verano después de clases, ella acercándome a mi casa, esperando a que entrara para irse, y luego un texto tardío unas horas más tarde:
¿Tienes ganas de hablar o de conseguir una cena tardía conmigo?
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Me han vuelto a decir que sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Me han vuelto a decir que sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola!!!! Quiero que esa fiesta llegue pronto!!!!jajaja
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
ya la fiesta se esta tardando o es que estoy muy desesperada?????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
Ahora fue el turno de Britt para notar a San...
Y fue chistoso que justo en el momento del sillón Quinn entrara con esa incógnita ..... Y aunque ambas estuvieron de acuerdo en que no debe pasar nada entre dos amigas yo creo que en su caso no durará mucho tiempo esa opinión.
Y pues esa fiesta Épica haber que tal jajajaja
Y fue chistoso que justo en el momento del sillón Quinn entrara con esa incógnita ..... Y aunque ambas estuvieron de acuerdo en que no debe pasar nada entre dos amigas yo creo que en su caso no durará mucho tiempo esa opinión.
Y pues esa fiesta Épica haber que tal jajajaja
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
monica.santander escribió:hola!!!! Quiero que esa fiesta llegue pronto!!!!jajaja
Saludos
Hola, jajajajaja y creo q no eres la única la vrdd! aajjajajaja, espero y este cap la traiga xD Saludos =D
micky morales escribió:ya la fiesta se esta tardando o es que estoy muy desesperada?????
Hola, mmm creo que esta tardando la vrdd jajajajajajajajja. Saludos =D
JVM escribió:Ahora fue el turno de Britt para notar a San...
Y fue chistoso que justo en el momento del sillón Quinn entrara con esa incógnita ..... Y aunque ambas estuvieron de acuerdo en que no debe pasar nada entre dos amigas yo creo que en su caso no durará mucho tiempo esa opinión.
Y pues esa fiesta Épica haber que tal jajajaja
Hola, mmm y las cosas estan avanzando bn, no¿? Quinn, Quinn... quinn jajajajajajajaja. Espero y no la vrdd xD jajajajajaj. Esperemos y bn...para las brittana ajajajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 10
Capitulo 10
Noveno Grado
Santana
Querida Brittany,
Me debes veinte dólares.
Sinceramente,
Santana.
Me debes veinte dólares.
Sinceramente,
Santana.
Querida Santana,
¿Podrías por lo menos INTENTAR pretender que pones atención en clase? Y, ¿por qué me pasas una nota cuando las dos tenemos celulares?
Molesta,
Brittany.
¿Podrías por lo menos INTENTAR pretender que pones atención en clase? Y, ¿por qué me pasas una nota cuando las dos tenemos celulares?
Molesta,
Brittany.
Querida Brittany,
No vi los veinte dólares que me debes con tu anterior nota. Por favor responder adjuntando el monto adecuado. Gracias.
Sinceramente,
Santana.
No vi los veinte dólares que me debes con tu anterior nota. Por favor responder adjuntando el monto adecuado. Gracias.
Sinceramente,
Santana.
Querida Santana,
La única razón por la cual te debería veinte dólares es si tuviste sexo/perdiste tu virginidad este fin de semana. Y dado que las dos sabemos que no lo hiciste, puedes dejar de pretender que así fue. En cambio, puedes adjuntar veinte dólares por hacerme perder el tiempo con esta tontería de mandar notas.
Madura y usa tu celular,
Brittany.
La única razón por la cual te debería veinte dólares es si tuviste sexo/perdiste tu virginidad este fin de semana. Y dado que las dos sabemos que no lo hiciste, puedes dejar de pretender que así fue. En cambio, puedes adjuntar veinte dólares por hacerme perder el tiempo con esta tontería de mandar notas.
Madura y usa tu celular,
Brittany.
Querida Brittany,
Como dije… Me debes veinte dólares.
Sinceramente,
Santana.
Como dije… Me debes veinte dólares.
Sinceramente,
Santana.
Se quedó sin aliento al leer mi última nota, mirando sobre su hombro y sacudiendo la cabeza. Me envió un texto justo antes de que sonara la campana:
Te veré después de mi clase de economía doméstica ¿Tu casa?
La tuya.
Respondí.
Mi mamá verá a su terapeuta más tarde. Si hornean brownies de nuevo, tráeme uno.
Trato hecho.
Floté por el resto de mi día en la escuela, sin prestar atención a nada de lo que sucedía a mí alrededor.
Incluso me quedé una hora extra en la tutoría/preparación de examen; algo que nunca sucedía a menos que estuviera increíblemente aburrido.
Caminé el largo camino a casa de Brittany parando a cada minuto para mirar alrededor a nada en particular, pero cuando llegué aún no se encontraba ahí.
—Oye, ¿qué tal, San?—su hermana mayor, Tina, me llevó al interior—Quieres algo de tomar?
—Agua, por favor.
—Ahora mismo te la traigo—dijo, empujando rápidamente una botella fría en mi mano—Puedes ir a esperar a Britty arriba, en su habitación, si quieres. Debería estar en casa en pocos minutos.
—No, gracias—entrecerré mis ojos—Voy a esperar aquí hasta que vuelva. Gracias a ti, tu mamá pensó que teníamos sexo la última vez que estuve aquí. ¿O no recuerdas que le mentiste sobre eso?
—Fue una broma—se echó a reír—Honestamente, creo que todos hemos aceptado el hecho de que ustedes dos son sólo amigas. Aunque a ambas le gusten las mujeres, son solo amigas. Extrañas, raras, y demasiado malditamente cercanas amigas, pero… sólo amigas.
—No confío en eso—me dejé caer en el sofá—He sido marcada de por vida. Lo siento.
Sonrió y se cruzó de brazos.
—Sabes, justo hablaba con una de mis amigas acerca de ustedes dos. Le decía que aunque creo que es casi imposible ser amiga ya sea de un chico o una persona que le guste tu mismo sexo, en sentido estricto, creo que tú y Britty son de las pocas amigas entre chicas que les gusta su mismo sexo que siempre permanecerán estrictamente platónicos.
—Gracias por tus pensamientos al azar—le dije—Tenía la esperanza de que lanzaras algunos en mi camino hoy.
—Bueno, sabelotodo, entre tú y yo, ¿alguna vez has tenido pensamientos no amistosos sobre Britty? ¿Se te ha pasado por la cabeza que tal vez un día ella podría ser tu novia? ¿O tal vez…
—¿Sabes qué? Voy a aceptar tu oferta de esperar en la habitación ahora mismo—de inmediato me puse de pie y subí por las escaleras, haciendo caso omiso de su risa.
Cerré la puerta y me senté junto a la ventana, recurriendo de nuevo a pensamientos mucho más entretenidos sobre sexo.
Fue diez veces mejor de lo que pensé que sería, y no podía esperar para contarle a alguien al respecto.
No estaba segura de cómo iba a concentrarme en cualquier otra cosa en la escuela esta semana porque era seguro que ahora iba a necesitar tener sexo mucho más seguido en mi vida para aferrarme a este sentimiento.
—¿Puedes dejar de sonreír de esa manera?—Brittany lanzó una almohada en mi cara—Estás siendo demasiado evidente.
—Entonces, ¿me crees ahora?
—¿Después de ver cómo te sientas ahí con esa sonrisa de idiota en la cara durante más de cinco minutos?—se dejó caer sobre la cama—Sí. No tengo otra opción.
—Lo siento, no puedo evitarlo—me acerqué y me dejé caer a su lado—Fue increíble.
—¿Quién fue? ¿Adriane?
—Amber—dije—Lo hicimos en su casa el domingo por la tarde, mientras sus padres se hallaban en una barbacoa.
—Ah, eso es tener clase.
—Lo hicimos más de una vez, también.
—¡Estás mintiendo! No hay manera...
—Oh, joven e inexperimentada, Britt... Cuando hayas experimentado la maravilla del cuerpo, serás capaz de relacionarte sin esfuerzo a la necesidad y la insaciabilidad de los deseos carnales.
—¿Así que sí pones atención en clase de Literatura?—se echó a reír y puso un brownie envuelto sobre mi pecho—Sabía que ella era una pedófila...
—Sólo es tres años mayor que nosotras.
—Lo que sea...—rodó los ojos—¿Quién más sabe?
—Nadie.
No le dije a ninguno de mis amigos aún.
Quinn seguía suspendida por faltar a la escuela la semana pasada, por lo que Brittany fue mi primera opción.
—¿Cómo se siente?—preguntó.
—Como pastel de manzana.
—Estoy hablando en serio—se dio la vuelta en su lado—¿Cómo se siente?
—Bien.—tragué saliva—Muy, muy bien... Pero...
—Pero ¿qué?
—¿Te acuerdas cómo en todas esas ridículas películas que me obligas a ver, cuando los actores tienen sexo se miran a los ojos y actúan como si su mundo acaba de cambiar para siempre?
—¿Sí?
—No fue así para nada.
—¿En serio?
—En serio…—me encogí de hombros—Es decir, no me malinterpretes, es como la mejor sensación en la vida, sobre todo cuando me uní a ella y sentí lo mojada que estaba su…
—Ugh. Por favor, ahórrate los detalles espeluznantes...
—Está bien, está bien—me reí y me volví a mi lado para mirarla—Es muy, muy impresionante, Britt. Pero si se supone que debe ser como en las películas, entonces me debo estar perdiendo algo.
—¿O tal vez lo hiciste mal?
—No—me reí más fuerte—Definitivamente no lo hice mal.
—¿Qué hay de las pelis porno entonces? ¿Fue algo así?
—¿Ves porno? ¿Desde cuándo?
—Desde... hace un tiempo—sacó su teléfono—PornMD.com.
—No, no, no—le quité el teléfono y sacudí la cabeza—Tienes que usar pornhub.com. Vincula a todos los mejores sitios, y está mucho mejor organizado—escribí la página web—¿Qué categoría es la que normalmente ves? ¿Amateur?
—Hardcore, la verdad.
—Me estás jodiendo...
—Para nada—parecía honesta—Vimos un montón de ellos en la fiesta de Lisa Jane el mes pasado. Ahora los veo como dos veces a la semana. Creo que podría ser adicta.
—¿Una virgen adicta a la pornografía?—rodé mis ojos—Creo que he oído todo ahora. Seguro estás atravesando una fase.
Se deslizó cerca de mí cuando inicié en un video: “Lila Doble D es golpeada por una Verga Gigante”.
—De todos los vídeos que podrías haber escogido...—suspiró ella.
—Esto se encontraba en la categoría de hardcore, muchas gracias—subí el volumen.
En la pantalla, ni siquiera hubo un intento de crear una historia. La modelo rubia se quitó su camiseta blanca y abrió las piernas encima de un escritorio mientras que un hombre vestido con una camisa que decía “Vitamina D” la acarició con su polla un par de veces.
—No puedo esperar a golpear tu coño, nena —dijo, haciendo un guiño a la cámara—Tienes un hermoso y resbaladizo coño.
Brittany y yo nos reímos.
Vitamina D agarró las caderas de Lila y la inclinó sobre una silla, golpeando su culo un par de veces antes de meter su verga dentro de ella.
—¿Crees que sus tetas son de verdad?—Brittany inclinó la cabeza hacia un lado mientras las tetas de Lila rebotaban hacia arriba y abajo, y Vitamina D golpeaba dentro ella una y otra vez.
—Nop. Son de silicona. ¿Ves cómo la piel alrededor de la teta no se mueve? ¿Cómo mantienen su forma que es demasiado-buena-para-ser-verdad perfecta? Definitivamente, son de silicona.
—Esa es, de lejos, la peor explicación que he oído alguna vez.
—Es la verdad. La próxima vez que te estés duchando sólo salta arriba y abajo en el espejo y compara cómo tus tetas, o lo poco que tienes de todas formas, se mueven en comparación con las de ella.
—Definitivamente, te haré saber. ¿Qué pasa con el culo?
—¡Britty! ¡Tana!—su mamá nos llamó por las escaleras y salí de la página web, entregando el teléfono a Brittany—¡Bajen acá las dos y ayúdenme a guardar los comestibles! ¡Y sí, Tana, tú también estás obligada a ayudar ya que te comes tu buena porción cada semana!
Me levanté de la cama y la ayudé a levantarse.
—Bueno, espera. Tengo una confesión—dijo Brittany, cruzando los brazos—Estoy locamente celosa de que hayas tenido sexo antes que yo. Ya está. Lo dije.
—Yo estaría celosa, también—me reí—Pero tú quieres todo ese asunto del príncipe-azul-estrellas-en-su-ojos de fantasía para tu primera vez, ¿recuerdas?
—Sí, supongo.
—Sólo sigue viendo porno hasta que encuentres a la persona correcta en la vida real, y será mejor que me digas cuando eso suceda.
—Lo haré—abrió la puerta—Siempre.
—Pero si eso no sucede, siempre puedo follarte por lástima... Eso es lo que una verdadera mejor amiga haría.
Me dio una palmada en la parte posterior de mi cabeza y me empujó fuera de la habitación.
—Si alguna vez dormimos juntas, yo sería la que te follaría por lástima…
Te veré después de mi clase de economía doméstica ¿Tu casa?
La tuya.
Respondí.
Mi mamá verá a su terapeuta más tarde. Si hornean brownies de nuevo, tráeme uno.
Trato hecho.
Floté por el resto de mi día en la escuela, sin prestar atención a nada de lo que sucedía a mí alrededor.
Incluso me quedé una hora extra en la tutoría/preparación de examen; algo que nunca sucedía a menos que estuviera increíblemente aburrido.
Caminé el largo camino a casa de Brittany parando a cada minuto para mirar alrededor a nada en particular, pero cuando llegué aún no se encontraba ahí.
—Oye, ¿qué tal, San?—su hermana mayor, Tina, me llevó al interior—Quieres algo de tomar?
—Agua, por favor.
—Ahora mismo te la traigo—dijo, empujando rápidamente una botella fría en mi mano—Puedes ir a esperar a Britty arriba, en su habitación, si quieres. Debería estar en casa en pocos minutos.
—No, gracias—entrecerré mis ojos—Voy a esperar aquí hasta que vuelva. Gracias a ti, tu mamá pensó que teníamos sexo la última vez que estuve aquí. ¿O no recuerdas que le mentiste sobre eso?
—Fue una broma—se echó a reír—Honestamente, creo que todos hemos aceptado el hecho de que ustedes dos son sólo amigas. Aunque a ambas le gusten las mujeres, son solo amigas. Extrañas, raras, y demasiado malditamente cercanas amigas, pero… sólo amigas.
—No confío en eso—me dejé caer en el sofá—He sido marcada de por vida. Lo siento.
Sonrió y se cruzó de brazos.
—Sabes, justo hablaba con una de mis amigas acerca de ustedes dos. Le decía que aunque creo que es casi imposible ser amiga ya sea de un chico o una persona que le guste tu mismo sexo, en sentido estricto, creo que tú y Britty son de las pocas amigas entre chicas que les gusta su mismo sexo que siempre permanecerán estrictamente platónicos.
—Gracias por tus pensamientos al azar—le dije—Tenía la esperanza de que lanzaras algunos en mi camino hoy.
—Bueno, sabelotodo, entre tú y yo, ¿alguna vez has tenido pensamientos no amistosos sobre Britty? ¿Se te ha pasado por la cabeza que tal vez un día ella podría ser tu novia? ¿O tal vez…
—¿Sabes qué? Voy a aceptar tu oferta de esperar en la habitación ahora mismo—de inmediato me puse de pie y subí por las escaleras, haciendo caso omiso de su risa.
Cerré la puerta y me senté junto a la ventana, recurriendo de nuevo a pensamientos mucho más entretenidos sobre sexo.
Fue diez veces mejor de lo que pensé que sería, y no podía esperar para contarle a alguien al respecto.
No estaba segura de cómo iba a concentrarme en cualquier otra cosa en la escuela esta semana porque era seguro que ahora iba a necesitar tener sexo mucho más seguido en mi vida para aferrarme a este sentimiento.
—¿Puedes dejar de sonreír de esa manera?—Brittany lanzó una almohada en mi cara—Estás siendo demasiado evidente.
—Entonces, ¿me crees ahora?
—¿Después de ver cómo te sientas ahí con esa sonrisa de idiota en la cara durante más de cinco minutos?—se dejó caer sobre la cama—Sí. No tengo otra opción.
—Lo siento, no puedo evitarlo—me acerqué y me dejé caer a su lado—Fue increíble.
—¿Quién fue? ¿Adriane?
—Amber—dije—Lo hicimos en su casa el domingo por la tarde, mientras sus padres se hallaban en una barbacoa.
—Ah, eso es tener clase.
—Lo hicimos más de una vez, también.
—¡Estás mintiendo! No hay manera...
—Oh, joven e inexperimentada, Britt... Cuando hayas experimentado la maravilla del cuerpo, serás capaz de relacionarte sin esfuerzo a la necesidad y la insaciabilidad de los deseos carnales.
—¿Así que sí pones atención en clase de Literatura?—se echó a reír y puso un brownie envuelto sobre mi pecho—Sabía que ella era una pedófila...
—Sólo es tres años mayor que nosotras.
—Lo que sea...—rodó los ojos—¿Quién más sabe?
—Nadie.
No le dije a ninguno de mis amigos aún.
Quinn seguía suspendida por faltar a la escuela la semana pasada, por lo que Brittany fue mi primera opción.
—¿Cómo se siente?—preguntó.
—Como pastel de manzana.
—Estoy hablando en serio—se dio la vuelta en su lado—¿Cómo se siente?
—Bien.—tragué saliva—Muy, muy bien... Pero...
—Pero ¿qué?
—¿Te acuerdas cómo en todas esas ridículas películas que me obligas a ver, cuando los actores tienen sexo se miran a los ojos y actúan como si su mundo acaba de cambiar para siempre?
—¿Sí?
—No fue así para nada.
—¿En serio?
—En serio…—me encogí de hombros—Es decir, no me malinterpretes, es como la mejor sensación en la vida, sobre todo cuando me uní a ella y sentí lo mojada que estaba su…
—Ugh. Por favor, ahórrate los detalles espeluznantes...
—Está bien, está bien—me reí y me volví a mi lado para mirarla—Es muy, muy impresionante, Britt. Pero si se supone que debe ser como en las películas, entonces me debo estar perdiendo algo.
—¿O tal vez lo hiciste mal?
—No—me reí más fuerte—Definitivamente no lo hice mal.
—¿Qué hay de las pelis porno entonces? ¿Fue algo así?
—¿Ves porno? ¿Desde cuándo?
—Desde... hace un tiempo—sacó su teléfono—PornMD.com.
—No, no, no—le quité el teléfono y sacudí la cabeza—Tienes que usar pornhub.com. Vincula a todos los mejores sitios, y está mucho mejor organizado—escribí la página web—¿Qué categoría es la que normalmente ves? ¿Amateur?
—Hardcore, la verdad.
—Me estás jodiendo...
—Para nada—parecía honesta—Vimos un montón de ellos en la fiesta de Lisa Jane el mes pasado. Ahora los veo como dos veces a la semana. Creo que podría ser adicta.
—¿Una virgen adicta a la pornografía?—rodé mis ojos—Creo que he oído todo ahora. Seguro estás atravesando una fase.
Se deslizó cerca de mí cuando inicié en un video: “Lila Doble D es golpeada por una Verga Gigante”.
—De todos los vídeos que podrías haber escogido...—suspiró ella.
—Esto se encontraba en la categoría de hardcore, muchas gracias—subí el volumen.
En la pantalla, ni siquiera hubo un intento de crear una historia. La modelo rubia se quitó su camiseta blanca y abrió las piernas encima de un escritorio mientras que un hombre vestido con una camisa que decía “Vitamina D” la acarició con su polla un par de veces.
—No puedo esperar a golpear tu coño, nena —dijo, haciendo un guiño a la cámara—Tienes un hermoso y resbaladizo coño.
Brittany y yo nos reímos.
Vitamina D agarró las caderas de Lila y la inclinó sobre una silla, golpeando su culo un par de veces antes de meter su verga dentro de ella.
—¿Crees que sus tetas son de verdad?—Brittany inclinó la cabeza hacia un lado mientras las tetas de Lila rebotaban hacia arriba y abajo, y Vitamina D golpeaba dentro ella una y otra vez.
—Nop. Son de silicona. ¿Ves cómo la piel alrededor de la teta no se mueve? ¿Cómo mantienen su forma que es demasiado-buena-para-ser-verdad perfecta? Definitivamente, son de silicona.
—Esa es, de lejos, la peor explicación que he oído alguna vez.
—Es la verdad. La próxima vez que te estés duchando sólo salta arriba y abajo en el espejo y compara cómo tus tetas, o lo poco que tienes de todas formas, se mueven en comparación con las de ella.
—Definitivamente, te haré saber. ¿Qué pasa con el culo?
—¡Britty! ¡Tana!—su mamá nos llamó por las escaleras y salí de la página web, entregando el teléfono a Brittany—¡Bajen acá las dos y ayúdenme a guardar los comestibles! ¡Y sí, Tana, tú también estás obligada a ayudar ya que te comes tu buena porción cada semana!
Me levanté de la cama y la ayudé a levantarse.
—Bueno, espera. Tengo una confesión—dijo Brittany, cruzando los brazos—Estoy locamente celosa de que hayas tenido sexo antes que yo. Ya está. Lo dije.
—Yo estaría celosa, también—me reí—Pero tú quieres todo ese asunto del príncipe-azul-estrellas-en-su-ojos de fantasía para tu primera vez, ¿recuerdas?
—Sí, supongo.
—Sólo sigue viendo porno hasta que encuentres a la persona correcta en la vida real, y será mejor que me digas cuando eso suceda.
—Lo haré—abrió la puerta—Siempre.
—Pero si eso no sucede, siempre puedo follarte por lástima... Eso es lo que una verdadera mejor amiga haría.
Me dio una palmada en la parte posterior de mi cabeza y me empujó fuera de la habitación.
—Si alguna vez dormimos juntas, yo sería la que te follaría por lástima…
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Me han vuelto a decir que sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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Pd: Me han vuelto a decir que sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola morra,...
enserio las dos viendo porno,.. el momento magico,.. "follarse" entre las dos jajaja
esa fiesta se hace esperar mucho,..
a ver si va de lastima,.. o todas las posibilidades de que las dos terminen juntas!!!
nos vemos!!!
enserio las dos viendo porno,.. el momento magico,.. "follarse" entre las dos jajaja
esa fiesta se hace esperar mucho,..
a ver si va de lastima,.. o todas las posibilidades de que las dos terminen juntas!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
Me encanta su relacion de amistad, no puedo esperar para ver(leer) como sus sentimientos tomaran el control
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
3:) escribió:hola morra,...
enserio las dos viendo porno,.. el momento magico,.. "follarse" entre las dos jajaja
esa fiesta se hace esperar mucho,..
a ver si va de lastima,.. o todas las posibilidades de que las dos terminen juntas!!!
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajaajaajja xD son unas loquillas jajajajaajajajajajajajjajajaajajajajaja. Uff si la vrdd esk si ¬¬ La vrdd, espero y sea la segunda jajajajajaj. Saludos =D
Tati.94 escribió:Me encanta su relacion de amistad, no puedo esperar para ver(leer) como sus sentimientos tomaran el control
Hola perdida! Y ami tmbn la vrdd! ajajajajajajaja. Ni yo, y la parte que nos puede dar el inicio no llega ¬¬ ajjaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 11
Capitulo 11
Brittany
En los últimos años, he tratado honestamente con todas mis fuerzas conseguir una mejor amiga del sexo femenino: alguien que podría hacer mis uñas, alguien con quien podría hablar mientras obsesivamente discuto cada detalle de una cita que salió mal, y alguien que podrá señalarme un chico caliente y decir "Oye... Me pregunto qué tan grande es su pene..." sin juicio alguno.
Una amiga del sexo es mucho mejor que un amigo del sexo que solo pensaría en él.
Sin embargo, cada vez que lo intenté, una de estas tres cosas sucedió:
1) El intento de MAPS quería traer a Santana a todas partes con nosotras sólo para acercarse a ella, no a mí.
2) Sólo me usaba para algo relacionado con la escuela. (Todavía me siento violada por el intento de MAPS Carla, quien al parecer sólo quería ser mi compañera de estudio porque yo llevaba bocadillos caseros cada noche... "No hay bocadillos, no hay amistad")
3) Ella resultó ser Rachel, la chica que se hallaba parada actualmente frente a mi espejo de cuerpo entero.
Vestida con un delgado vestido blanco que llegaba a medio muslo y dejaba poco a la imaginación, planchaba su pelo por enésima vez, asegurándose que se veía absolutamente perfecto... para una fiesta en casa.
Nos conocimos en una de mis clases de negocios el año pasado, y me pareció que era una buena señal, ya que teníamos la misma aburrida especialidad en común.
Hasta que se retiró un mes más tarde y me dijo:
—Sólo tomaba esa clase para acercarme a ese jugador de fútbol. ¿Sabías que va a ser profesional en el otoño?
Aun así, me aferraba a nuestra llamada rápida amistad; escribiéndole mensajes con pequeños trozos de mi vida, preguntando por la suya a cambio.
Nos reunimos para conseguir nuestra uñas hechas cada fin de semana, y nunca me juzgó cuando le dije:
—Me pregunto qué tan grande es su pene…—porque ella preguntó, también.
Pero ahí es donde su potencial de MAPS terminaba.
A pesar de que era agradable y daba buenos consejos de vez en cuando, siempre me dejaba plantada en el último minuto, siempre reuniéndose con algún chico o chica nueva con el que "tuvo que experimentar".
Si pasamos el rato para algo más que las uñas o bebidas, eso usualmente sólo significaba fiestas.
No estudiar.
No obsesivas charlas tarde en la noche sobre chicos o chicas.
(Quiero decir, aunque podía decir a Santana cualquier cosa y todo, todavía quería a alguien quien podría comprender mejor desde su punto de vista femenino).
—¿Por qué estoy todavía tratando?—murmuré en voz baja.
—¿Qué es eso, Britt?—Rachel dejó la plancha.
—Nada. Sin embargo, probablemente deberíamos irnos pronto. No hay muchos parqueaderos en su lugar.
—Oh…—miró por encima del hombro—Estás lista para irte y ¿viste eso?
Miré a mi camiseta rosa y pantalones cortos de color caqui.
—Sí. ¿Por qué?
—Es una fiesta, Britt.
—Una fiesta en la casa. No hay necesidad de vestirse como si fuera un club real.
—No podría estar más en desacuerdo contigo—dijo, caminando hacia mi armario—Tienes demasiadas buenas opciones aquí para aparecer luciendo como una campesina.
—¿Eres consciente de que muestras tu tanga rosa a través de tu vestido en este momento? Lo poco de vestido que llevas, de todos modos.
—¡Dah! ¡Ese es el punto!—se rió y sacó un vestido corto de color rojo de mi armario—Esto es perfecto.
—La última vez que me puse eso, era una estudiante de primer año. Dudo mucho que pudiera entrar allí esta noche.
—¡Esperemos que no se pueda!—tiró de mí—Cuanto más apretado mejor.
Reteniendo mis palabras, me encerré en el baño y me quité mi atuendo original. Tiré el vestido de cuatro años sobre mi cabeza y sonreí cuando en realidad encajó.
(Bueno, si chupaba el estómago un poco.)
—¿Cómo está este?—salí por su aprobación—¿Mejor?
—Cien veces mejor... Y será doscientas veces mejor cuando me dejes hacer tu cabello y maquillaje. ¡Dios, Britt! ¿No maquillarte antes de ir a una fiesta? Fiesta en la casa o no, no puedes hablar en serio...
Me mordí la lengua una vez más y me senté en el borde de la cama, dejando que me convierta en su Barbie personal.
Espolvoreó mis párpados con una sombra brillante de color rosa, arrancó algunos pelos descarriados de las cejas, y cubrió mis labios con un color rojo oscuro, sensual que complementaba mi vestido.
Incluso se las arregló para usar suficiente control de frizz en mi cabello que colocó en un precioso moño alto que iba perfectamente centrado en la parte superior de mi cabeza.
—Guau…—le dije, casi no reconociéndome en el espejo—Eres tan buena, eres absolutamente fenomenal con el maquillaje, Rachel. ¿Por qué no te has dedicado alguna vez a la cosmetología?
—Porque si me dedico a la cosmetología, no voy a conocer a ningún atleta o futuros Directores Ejecutivos en esas clases—se rió y apagó las luces—Vamos.
Nos tomó más de cuarenta minutos localizar un lugar de estacionamiento decente cuando llegamos.
Parecía que Quinn había invitado a cada persona con la que entró en contacto porque los autos cubrían casi cada espacio disponible en cinco cuadras.
La siempre rebelde Rachel, aparcó su auto en la entrada de la casa junto al de Santana.
—¿Qué?—preguntó ella, encogiéndose de hombros—Les dejé un montón de espacio para parquear justo a mi lado, y probablemente estén en la cama de todos modos.
—Correcto…—me bajé del coche—No me vas a abandonar por un tipo o tipa cualquiera esta noche, ¿verdad?
—¿Por qué lo haría? ¿Y por qué siempre me preguntas eso?
—Porque siempre me abandonas por una persona cualquiera.
—Nunca es intencional—sonrió—Mi plan es asegurarme de que las dos tengamos un buen rato esta noche, así que no, definitivamente no voy a abandonarte.
No voy a aguantar la respiración...
—Cinco dólares, señoritas—dijo el chico mientras nos acercábamos a la puerta principal—Es gratis si entras en el concurso de camisetas mojadas.
Una mujer de pie junto a él, una mujer que vi aquí con Quinn un montón de veces antes, se echó a reír.
—Brittany y su amiga no tienen que pagar para entrar. Están bien…
Con eso, el hombre abrió la puerta y nos dejó entrar en la fiesta.
Mi mandíbula cayó en el segundo que entré.
La casa se veía ahora completamente irreconocible.
Cuerpos bailando llenaban el salón escasamente amueblado y los pasillos; la cocina se convirtió en una zona de bar donde la gente tomaba tragos espalda con espalda, y un montón de brillantes serpentinas verdes y azules colgaban del techo.
Mientras Rachel y yo empujábamos nuestro camino a través de la multitud, podía oír a la gente en el patio trasero, cantando la cuenta regresiva desde diez.
Tomando mi mano, Rachel me atrajo en esa dirección, hacia el aire caliente del verano.
—Guau…—dijo, mirando impresionada—Esto es un infierno de fiesta...
No podría estar más de acuerdo.
El patio se veía aún más impresionante que el interior.
Esas enormes antorchas ardían brillantes, de pie en un gran semicírculo que abarcaba todo el patio. A la izquierda, había un hombre vestido como un árbitro pidiendo voluntarios para luchar en el interior de una piscina retráctil de gelatina roja.
A la derecha, se hallaba una pista de baile improvisada con un DJ separado, y detrás de él se encontraba una colección de toboganes de color amarillo brillante resbaladizos que un grupo de fiesteros en bikini usaban en su beneficio.
Seguimos nuestro camino por las escaleras de la cubierta y caminamos pasando la piscina de gelatina, a una mesa con luces de neón que decía "BAR".
—¿Qué puedo hacer por ustedes esta noche, señoritas?—preguntó el camarero—El especial de esta noche es un trago de gelatina de tres dólares, pero voy a darles un descuento de dos dólares si levantan sus camisetas ahora mismo y me muestran.
—Ya quisieras—Rachel se echó a reír—Vamos a tomar cuatro tragos de vodka. Cada una.
—Suena bien—golpeó la mesa con los dedos—Eso serán treinta y dos dólares.
—¡Espera!—corrigió Quinn, moviéndose detrás de la barra—Espera. No puedes cobrarle a Brittany.
—¿Quién es Brittany?
—Esa—me señaló con el dedo y entrecerró los ojos—Ella es la número uno de mi compañera.
—¿Y?
—Así que, a cambio de aceptar dejarnos hacer esta pequeña fiesta aquí…—Quinn devolvió los billetes de dólar a Rachel—Ella y su amiga no tienen que pagar por cualquiera de sus bebidas esta noche.
El chico se encogió de hombros e hizo las bebidas mientras Rachel me dio un “choca esos cinco”.
—Dime, Quinn—crucé mis brazos—¿Hiciste eso por la bondad de tu corazón o fuiste obligada?
—Fui obligada. Si fuera por mí, le cobraría a tu culo el triple.
—Me aseguraré de beber toda la noche entonces.
—Correcto…—sonrió y juguetonamente empujó mi hombro—Tengo cuatro de mis chicos haciendo viajes seguros toda la noche. Déjame saber situ amiga y tú se sienten demasiado borrachas para conducir.
—Gracias.
—En cualquier momento—dio un paso atrás, mirándome lentamente de arriba abajo con una ceja levantada. Parecía como si quisiera decir algo más, pero se decidió por un—Hasta luego—y se alejó.
—¡Gracias, muchas gracias!—Rachel le guiñó un ojo al camarero que le entregó una bandeja de vasos rojos—Vamos a sentarnos ahí, Britt.
La seguí a un pequeño banco de madera, y puso las bebidas entre nosotras.
—Asegúrate de decirle a Santana que dije gracias—dijo—Una vez más, tu amistad con ella es muy útil en el momento justo... Ahora, para sacar el máximo provecho de tu descuento, tendremos que tomar todos estos seguidos y luego tenemos que hacer cuatro más.
—¿Ocho tragos en la misma hora? ¿Estás loca?
—No, en absoluto—me dio un trago—Vive un poco, Britt. Desde que no estás teniendo sexo, y Dios sabe la próxima vez que va a suceder para ti, podrías experimentar algo de la vida que se siente bien. El alcohol sería más que un buen comienzo.
Tiré al fondo dos tragos y me estremecí, apretando los dientes cuando el líquido quemó mi garganta.
Me entregó las otras dos copas, y como si pudiera leer lo que se encontraba en mi mente, puso sus manos en una rendición falsa.
—No, no voy a intentar manejar de regreso esta noche. Vamos a tomar un paseo de seguridad al final y regresaré por mi auto mañana.
—Grandioso—terminé mis tragos y sostuve mi mano sobre mi pecho hasta que la sensación punzante se fue.
—¿Lista para la siguiente serie?—preguntó Rachel, poniéndose de pie.
—Oh, no. Tengo una cita temprano con este chico Artie, te dije acerca de mañana, así que realmente no debería beber tanto.
—Si yo fuera Santana, estoy segura de que accederías felizmente a beber más conmigo ahora mismo...
—Si tú fueras Santana, sabrías que soy una persona que se emborracha fácilmente.
—Bueno, gracias a Dios que no soy ella, ¿eh?—me levantó y me tiró a la barra de nuevo.
Esta vez, en lugar de sentarse a beber la siguiente serie, los bebió delante del camarero, y él incluso se unió a nosotras para dos de ellos.
En el momento en que el octavo entró en mi torrente sanguíneo, me sentía suelta y demasiado feliz. Y no estaba segura de lo que se apoderó de mí, pero pedí aún más alcohol.
Ahora incapaz de resistir los quejidos de Rachel de:
—¡Pero todo es GRATIS!
Me tomé varias bebidas mezcladas, brebajes sin nombre, y en algún momento, me hallaba bastante segura de que me bebí un trago directo de su escote.
Mierda…
—¡Tiempo de resbalar en los toboganes!—gritó Rachel, tirando de mí a través del patio.
—Siiiiiii...—me arrastré, intentando con todas mis fuerzas caminar en línea recta—Tiempo de resbalar... resbalar en los toboganes...
—¡Vamos, Britt! ¡Deja de arrastrar tus pies!
—No estoy… no estoy arrastrando…—me detuve—Guau…—el suelo giraba bajo mis pies y estaba bastante segura de que las hojas de hierba trataban de saltar y cortarme.
—¿Britt?
—Creo que necesito… sentarme… demasiados tragos.
—¡Nah! Estarás bien, ¡una vez golpees el agua!—enlazó su brazo con el mío y prácticamente me condujo a la fila.
—Las damas primero—el único hombre de pie delante de nosotras se dio la vuelta—Ustedes dos pueden ir antes.
—Muchas gracias—Rachel bateó sus pestañas—Está bien. Tú primero. Reina Peso Ligero.
Di un paso hacia adelante, pateando un diente de león que danzaba en el suelo. Traté de encontrar mi equilibrio, mirando al frente a la enorme lona amarilla.
—Simplemente corre y lánzate por ello…—dijo el chico detrás de mí—También tienes que gritar “ÉPICO” mientras te deslizas. Las reglas de Quinn, no mías.
—Si hago esto—le dije a Rachel, todavía intentando encontrar mi equilibrio—¿Podemos sentarnos después?
—Justo después.
—Está bien…—Lentamente me quité la sandalias e hice mi carrera por la lona, gritando “ÉPICO” mientras mi cuerpo golpeaba el plástico y se deslizaba más rápido que nunca.
Cuando llegué al final del mismo, pude sentir una repentina explosión de agua fría siendo lanzada sobre mí.
—¡Épico con E mayúscula!—gritaron los chicos de la fraternidad por encima de mí.
Antes de que pudiera gritarles y preguntarles qué demonios hacían, miré hacia la otra lona y me di cuenta de que lanzaban cubos de agua sobre todo el que lo hiciera.
Riendo, los dejé ayudarme a ponerme de pie y esperé a que Rachel tomara su turno. Por supuesto, para ganar tanta atención como fuera posible, se quitó el vestido, dejando al descubierto un bikini que apenas cubría sus pechos doble D, antes de zambullirse.
Los chicos en el extremo gritaron en apreciación en voz alta a medida que se levantaba y ajustaba la parte superior de su bikini.
—¿Qué?—preguntó, sonriendo—Es mucho más divertido con un público interesado, ¿no crees? ¿Quieres ir de nuevo?
—Sorprendentemente, infiernos sí.
Nos deslizamos por el plástico una y otra vez, riendo como niñas pequeñas cada vez, corriendo hacia el bar por más alcohol entre una cosa y otra.
No le di ningún pensamiento al hecho de que mi vestido se hallaba empapado, que mi cabello una vez perfectamente peinado ahora parecía una fregona, o que me sentía más borracha de lo que jamás estuve en toda mi vida.
Además, no importaba cuánto lo intentara, no podía dejar de reír.
—Está bien, creo que deberíamos tratar de secarnos ahora—Rachel señaló hacia una fogata que acababa de comenzar—Acabo de pasar a algunos chicos diciendo que van a hacer tragos con dulces Skittle adentro. También van a hacer una PowerHour9 a media noche.
—¿Eso es algo bueno?
—Es algo genial—sonrió—Ellos apagan todas las luces, así que no tendremos que pensar mucho en nada si vemos una polla por la que estamos curiosas. Simplemente podemos meter la mano por nosotras mismas.
—¡Eres ridícula!—me eché a reír mientras me sentaba frente al fuego.
Las llamas brillantes parpadearon y sisearon, y mientras estiraba mis manos hacia el calor, vislumbré a Santana caminando sobre la terraza.
Vestida con un vestido azul oscuro, levantó su vaso rojo hacia mí y Rachel antes de tomar un largo trago. Cerca de su costado se encontraba Casey, y sus ojos se hallaban completamente pegados a su cuerpo.
Casey se veía sonrojada y frotando sus manos contra sus pechos, pero Santana no le prestaba atención alguna.
Miraba hacia nosotras.
Hacia mí.
Sus ojos se arrastraron hacia arriba y abajo por mi cuerpo, contemplando mi vestido empapado y mi cabello despeinado, pero no parecía como si estuviera cuestionándolo en absoluto.
Sonriendo, me miró por última vez, y luego finalmente se giró en dirección a Casey.
La observé mientras le daba su habitual rutina de “sé malditamente bien que estoy encantando la mierda en ti”.
Una profunda mirada en sus ojos, un ligero apretón en su muñeca, y un par de palabras murmuradas y susurradas al oído izquierdo que casi siempre conducía a un rubor inmediato.
Verla hacer esas cosas normalmente me hacía poner los ojos en blanco, pero esta noche, me imaginaba a mí misma en el lugar de ella.
¿Qué está diciendo Santana?
Mis ojos recorrieron su cuerpo una y otra vez, contemplándola, sus pechos, su boca carnosa… Y realmente empecé a preguntarme cómo se sentirían sus labios contra los míos.
¿Realmente está dentro del sexo sucio?
¿Me lo habría dicho si lo estuviera?
—¿Estás comprobando a Santana?—preguntó Rachel, interrumpiendo mis pensamientos—¿Eso es lo que miras?
—No—dije, mintiendo—Sólo pensaba en algo y, por enésima vez, Santana es como un hermana para mí.
—¿Hermana-hermana o hermanastra? Porque si está más en la ruta de hermanastra, deberías darle una oportunidad algún día. ¿Qué tan buenos serán sus movimientos de cadera y muñeca?
Como si fuera cualquier persona al azar, dejé que mis ojos se desviaran hacia sus caderas, pero me detuve.
Preferí mirar sus labios en su lugar.
Como si Santana pudiera sentirme mirándola, lentamente se giró y miró en nuestra dirección de nuevo.
Me sonrió y me sonrojé.
En realidad me sonrojé.
Oh, Dios mío…
Definitivamente tengo que salir de aquí.
—¿Qué pasa?
—Nada, yo… sólo creo que podría estar ebria.
—Estás ebria.
No te gusta Santana…
No te gusta Santana…
No hay manera de que te guste Santana…
Traté de mantener mi psicótica mente controlada.
—¿Uh, Britt?—preguntó Rachel—¿Por qué parece como si estuvieras a punto de ponerte de pie y salir corriendo?
—No tengo idea… ¿Podemos por favor ir adentro?
—Claro—se puso de pie y deslizó su brazo en el mío, lentamente levantándome—Sabes, me acostaría con Santana si ella no fuera tu mejor amiga y considerara contarte todo sobre ello al día siguiente.
—Vaya, gracias.
—¡Completamente de nada!
Guiándome por el patio como si fuera una anciana, se detuvo cada una y todas las veces que le pedí que lo hiciera, y ya que por lo menos fueron diez veces, nos llevó una eternidad llegar de nuevo a la terraza.
—Está bien. Ahora, sube los escalones—dijo ella—Pie derecho, pie izquierdo… No, no, no. Tu pie derecho, Britt. Ése es el izquierdo… Ése sigue siendo el izquierdo…
—¿Qué pasa con ella?—el sonido de la profunda voz de Santana me hizo levantar la mirada.
—Nada. Simplemente está súper ebria porque tomó más de diez tragos. Deberías haberla visto tomar un trago de otro cuerpo. Fue épico con letra mayúscula, de hecho.
—Entonces probablemente no comió lo suficiente antes de venir aquí—deslizó su brazo alrededor de mi cintura y me cargó los escalones restantes—Sin ánimo de ofender, pero como su amiga deberías haber sabido que es una terrible bebedora de licor fuerte. Es la perfecta definición de un peso ligero.
—Honestamente, no tenía ni idea…—las mejillas de Rachel se volvieron de un color rojo brillante con ligera vergüenza, pero sus ojos se enfocaron en los labios de Santana—Como no quiero que ella se vaya a dormir todavía, iba a ir a conseguirle un poco de agua y hacer que baile y saque algo de alcohol. ¿Te importa unirte a nosotras?
—En un minuto, claro—sus ojos oscuros se encontraron con los míos—¿Te sientes bien? ¿Quieres que te lleve a casa?
Si me llevas a casa, ¿prometes tener sexo conmigo? Creo que me gustaría hacer eso contigo… Ahora mismo…
En silencio reprendí la respuesta de mi mente, agradecida de que al menos hubiera tenido el suficiente sentido común de enviar una señal para morderme el labio, así esas palabras no saldrían.
—¿Britt?—Santana todavía me miraba, esperando una respuesta—¿Quieres que te lleve a casa?
—No…—me las arreglé para decir, completamente excitada por su toque, por la forma en que su mano frotaba mi espalda.
—Santana… —se quejó Casey detrás de nosotras—Ya que ella está bien, ¿podemos ir a buscar otra bebida juntas? No quiero ir sola…
Me preguntó si estaba bien y me miró por última vez antes de llevar a Casey al bar del patio.
—Tenías razón—dijo Rachel, abriendo la puerta de la casa—Definitivamente es como tu hermana mayor.
No creo que alguna vez querría acostarme con mi hermana mayor…
Al segundo en el que entré, la mezcla de humo de marihuana, alcohol derramado y sudor corporal eran tan fuertes que sentí que me iba a desmayar.
Para mi sorpresa, Rachel tomó un par de botellas de agua y pacientemente me animó a beberlas después de tirar de mí hacia la pista de baile.
Luces estrambóticas blancas y rojas ahora iluminaban la habitación, golpeando las paredes con su brillo, el DJ gritó:
—¡Prepárense! ¡La PowerHour casi está aquí!—sobre el bajo.
Con el alcohol todavía en control, cerré los ojos y me balanceé con la música. Incluso me incliné hacia adelante, agarrando un par de hombros para apoyarme, pero esos hombros se alejaron, haciendo que me tropezara.
—¿Esa es tu forma de pedirme un baile?—una chica al azar se dio la vuelta y me atrapó antes de que pudiera caer.
—Lo siento…—di un paso hacia atrás.
—No hay necesidad de disculparse—puso sus manos alrededor de mi cintura y me estabilizó—¿Mejor?
—Mucho… Gracias.
Varias canciones después, cuando finalmente pude diferenciar el techo del suelo, fui capaz de bailar sin ella sosteniendo mis caderas.
—¡Todas las personas solteras griten!—gritó el DJ por los altavoces—¡Es la PowerHour, perras!
Grité a todo pulmón y bailé con el ritmo tecno, inclinando mi cabeza contra el pecho de algún extraño al azar.
Sentí su agarre apretar mi cintura, la escuché susurrar algo en mi oído, pero mi atención se centraba en la música.
—¡Oye, Brittany!—Rachel se paró delante de mí, gritando y agitando las manos—¡¿Britt?!
—¿Sí?
—Esto ha sido muy divertido, pero me voy ahora. ¿Vas a estar bien?
—Espera, ¿qué? ¿Te vas de la fiesta?—grité sobre la música—Me voy contigo, sólo necesito encontrar…
—No, no, no…—me cortó—Me voy con una chica y vamos a su casa. Parece que también encontraste a alguien con quien ir a casa.
—No, sólo estoy bailando…—la parte sobria de mi cerebro emergió y me pregunté si realmente pensaba que dejarme aquí sola era lo que una buena amiga haría—¿Pensé que íbamos a tomar un aventón seguro juntas?
—Lo íbamos a hacer hasta que encontré una chica, una muy caliente. Bailaba sobre ella y sentí sus pechos en la oscuridad—puso sus manos sobre mis hombros—Vas a estar totalmente bien… Además, Santana está aquí. Definitivamente se asegurará de que llegues bien a casa. Si no quieres ir a casa al final de la noche, la chico con la que bailas es muy, muy guapa… Sólo digo—y con eso, me dejó de la misma forma en que me había dejado un centenar de veces antes.
Ya ni siquiera debería sorprenderme…
Algún extraño chica al azar me dio la vuelta para quedar de frente a ella y sonrió. Se inclinó cerca y susurró en mi oído:
—¿Quieres salir de aquí?
—¿Cómo, juntas?
—Sí, nena—sonrió—Juntas. ¿A mi casa?
—¿Tu casa?—mi cerebro aún no encendió las suficientes neuronas lógicas—¿Para tener sexo?
—Uh, sí—parecía divertida—Para tener sexo. Buen sexo…
—No, estoy uh…—negué con la cabeza—No creo que esté lo suficientemente sobria para tener sexo en este momento.
—¿Por qué necesitas estar completamente sobria? Soy buena en lo que hago, me aseguraré de que te sientas más que satisfecha cuando haya acabado contigo…
Qué demonios…
Inmediatamente tiré de mi mano lejos de ella y me abrí paso entre la multitud, dirigiéndome directamente hacia el baño. Toqué, esperé una respuesta, y cuando no llegó ninguna, me deslicé dentro y cerré la puerta.
Abrí el agua fría y salpiqué mi rostro varias veces, murmurando:
—Recobra la sobriedad, recobra la sobriedad, recobra la sobriedad…—me di otra salpicada de agua y escuché la puerta abriéndose.
—¡Oye!—espeté, dándome la vuelta—¡Estoy aquí adentro! ¿No consideras tocar primero?
—Lo hago—dijo Santana, entrando—Te vi entrar aquí, así que quería comprobarte.
—Oh—continué salpicando mi rostro—Gracias.
—¿Dónde está Rachel?
—¿Dónde crees?—la miré por el espejo, preparada para decir algo más, pero fui distraída por su sonrisa.
¿Siempre ha tenido hoyuelos?
—Tal vez deberías dejar de intentar forzar esa amistad—me giró del agua tomando una toalla del anaquel y presionándola contra mi frente—Personalmente, creo que puedes hacerlo mucho mejor.
—Bueno, entonces personalmente creo, que puedes hacerlo mucho mejor que Quinn, pero no me ves quejándome.
Se rió y apretó la toalla contra mis mejillas y el cuello.
—¿Estás bien?
—Sí—asentí—Voy a tomar uno de los autos de seguridad luego, pero creo que quiero bailar un poco más...
—Iré contigo—abrió la puerta y me siguió.
Para mi sorpresa, ahora el salón se encontraba aún más lleno y las luces eran mucho más tenues.
Como no pudimos encontrar un lugar decente en la pista de baile, Santana me agarró la mano y me llevó a un rincón.
Puso sus manos en mis caderas mientras bailamos juntas, pero a diferencia de las numerosas veces que habíamos bailado antes, mis nervios se hallaban fuera de control.
Mi corazón latía a mil por hora.
Traté de actuar con normalidad cuando la música cambió de caótica a sensual y me jaló tan cerca que prácticamente estábamos labios contra labios, pero no sirvió de nada.
Quería que dejara sus manos sobre mí, que me tocara por el resto de la noche.
—Te ves hermosa esta noche, Britt-Britt…—susurró contra mi boca, dejando que sus dedos acariciaran mi piel a través de la tela de mi vestido.
—Gracias…—susurré.
—¿Habías usado este vestido antes?—dijo tirando de mi dobladillo.
—Durante el primer año—me sonrojé y enterré mi cabeza en su pecho para evitar que nuestras bocas estuviesen aún más cerca.
—¿Está segura que te sientes bien?—susurró en mi oído, pero no respondí.
Respiraba su aroma, exhalando mientras apretaba su mano contra mi muslo.
—¿Britt?—preguntó—¿ Britt-Britt?
La ignoré, una vez más, y en lugar de cuestionarme, pasó sus dedos por mi cabello haciendo que mis nervios prendieran fuego de nuevo.
Unas canciones después, cuando me convencí a mí misma que el aumento de mi frecuencia cardiaca no tenía nada que ver con el hecho de que Santana aún me sostenía cerca y me tocaba, me miró a los ojos.
—¿Por qué le dio ahora al DJ por tocar canciones lentas?—le pregunté.
—¿Quieres que le diga que las cambie?
—Sí…—dije en voz baja—Sí, quiero.
Las luces de la sala bajaron dejando todo aún más oscuro, haciendo que sólo pudiera distinguir el contorno de su rostro.
—Va a acelerar de nuevo en un segundo—dijo, sus labios rozando levemente contra los míos—Siempre lo frena antes de la próxima PowerHour.
—Vale…—sentí su frente tocando la mía.
Las luces de repente se apagaron, y cuando me di cuenta, sus labios se encontraban sobre los míos y mi espalda fue empujada contra la pared. Su lengua se deslizó en mi boca, demandando total y absoluto control, y de inmediato me rendí.
Murmurando, cerré mis ojos mientras ella usaba sus caderas para mantenerme presionada contra la pared, mientras usaba una de sus manos para manosear suavemente mi culo.
Deslizó una mano debajo de mi vestido y suavemente pasó los dedos contra el borde de mis bragas; en respuesta, mis brazos fueron alrededor de su cuello, mis dedos acariciando su cabello.
Mordió con fuerza mi labio inferior, tan fuerte que no pude evitar gemir.
Pero no dejó de besarme.
Mantuvo su boca unida a la mía, apenas dándome una oportunidad para respirar.
—Ah…—dejé que otro murmullo se escapara por mis labios, y me mordió los labios de nuevo.
Incluso aún más fuerte.
—¡Muy bien, suficiente con esta mierda lenta!—gritó el DJ—¡PowerHour, parte dos, perras!
Las luces estroboscópicas se encendieron de nuevo, haciendo que Santana y yo nos alejáramos rápidamente la una de la otra, estábamos jadeando y mirando la una a la otra en la más absoluta incredulidad.
—Mierda…—exhaló—¿Qué demonios fue eso?
—Dime tú—me recosté contra la pared—Un momento bailaba y al momento siguiente, metías tu lengua por mi garganta.
—Mi lengua nunca estuvo cerca de tu garganta—dijo, ahora sonriendo—Y no olvides mencionar el momento siguiente en el que me besabas de vuelta.
—No, no, no. Simplemente reaccionaba a una repentina y grosera intrusión en mi boca…—hice una pausa, sacudiendo la cabeza—¿Sabes qué? Creo que definitivamente tomé demasiado esta noche, así que yo... me voy a ir acostar... ¿Puedo usar tu habitación?
Reajustó mi vestido y alisó mi cabello antes de contestar.
—Claro.
Esperaba que se alejara y me dejara ir por mi cuenta, pero agarró mi mano y me llevó por el pasillo, más allá del cuarto de baño y más allá de la puerta que separaba su habitación del resto de la casa.
Abrió la puerta de su habitación y encendió a la luz, haciendo un gesto para que me metiera en la cama.
—Espera…—sentí como un repentino escalofrío recorrió mi piel, llamando la atención sobre mi vestido que aún se hallaba ligeramente húmedo—Tengo que tomar una ducha… ¿puedo utilizar tu ducha por unos minutos?
—Por supuesto que puedes—dijo, con los ojos fijos en los míos—Sabes que nunca tendrías que pedirme permiso para algo así…
Nos miramos la una a la otra, y yo estaba bastante segura que la humedad que sentía no era por mi vestido.
—Ehm…—di un paso hacia adelante, mirando lejos de ella—Voy a em… Tomar esa ducha ahora…—me moví lejos de ella y me dirigí directamente hacia el baño, pero vi su reflejo en el espejo detrás de mí segundos después.
Tomó una toalla del armario y me la entregó.
—Toma.
—Gracias…—dije, preguntándome por qué cerraba la puerta.
Cerraba la puerta sin irse…
—No te vas a quedar aquí conmigo todo el tiempo, ¿no?
Sonrió.
—¿Por qué no?
—¿Miras a Quinn cuando se ducha? ¿Te pone caliente ver a tus amigas desnudas?
—No—dijo, sonriendo ampliamente, mirándome de arriba abajo y haciendo que mi corazón se acelerara de nuevo—Sólo te iba a ayudar a desvestir porque todavía no estás totalmente sobria, en caso de que no puedas hacerlo tu sola.
—Estoy bastante sobria, así que creo que me las puedo arreglar—sentí que mis mejillas se recalentaban—Me quito mi ropa todos los días solita. Así que, creo que lo puedo manejar…
—Sólo estoy siendo un buen amiga, Britt-Britt.
—Sí. Una amiga, San.
—Una buena amiga.
—Sí…—me sentía sin duda más que atraída por ella en este momento—Ya aclaraste ese hecho...
Nuestros ojos se encontraron de nuevo y me sentí como si ni siquiera pudiera obligarme a mirar hacia otro lado.
—Bueno. Voy a esperar en mi habitación hasta que hayas terminado—sus ojos se detuvieron en mis labios durante unos segundos, y luego salió.
Tragando saliva, cerré los ojos y traté de pensar.
Esto es un sueño, Brittany.
Uno increíblemente sexy, excitante, pero raro como el infierno…
No besaste a Santana.
Ella no te beso a ti.
Te gusta como una amiga y no la encuentras tan atractiva.
Estás en su baño, porque probablemente acaban de ir a la playa juntas y querías refrescarte después…
Sí…
Sí…
Eso tiene mucho más sentido…
Abrí los ojos de nuevo y giré las llaves del agua, dejé mi mano debajo del grifo hasta que sentí el agua lo suficientemente caliente. Tiré de la palanca de la ducha hacia adelante para encender chorros superiores.
Entonces me di cuenta que no me había quitado la ropa todavía.
Que no podía quitarme la ropa.
La cremallera en la parte posterior de mi vestido se encontraba atascada, y ahora recordaba a Rachel forzándolo un poco antes de venir a la fiesta.
Consideré rasgar el vestido de mi cuerpo, pero la tela era demasiado gruesa, así que decidí no hacerlo.
Me acerqué a la puerta y llamé el nombre de Santana.
Segundos más tarde caminó por el pasillo hacia mí, con una sonrisa de complicidad en su rostro.
—¿Sí, Britt?
—¿Podrías por favor ayudarme a quitarme el vestido?
—¿Sólo tu vestido?—levantó una ceja.
—Sí—di un paso atrás en el interior, dejando que me siguiera—Sólo. Mi. Vestido.
—Bueno. Date la vuelta.
Me di la vuelta y sentí sus manos en mi cabello, sentí cómo lentamente levantaba mi cabello sobre mi cabeza e intentaba crear un moño improvisado.
Agarró mi cremallera y tiró un par de veces antes de que cediera, y luego lentamente jaló hacia abajo hasta que llegó a mi espalda inferior.
Empecé a dar la vuelta, empecé a darle las gracias, pero agarró mis caderas y me mantuvo quieta. Trazando suavemente la línea anterior del broche de mi sujetador, metió sus dedos debajo del cierre y lo rompió.
—¿Necesitas ayuda para quitarte algo más?—susurró.
Negué con la cabeza, completamente excitada.
Con mi espalda todavía hacia su pecho, metió los dedos por debajo de los tirantes de mi vestido y los empujó hacia abajo por mis hombros, empujando la tela por mis brazos, por mi cintura, por mis piernas.
Presionó su boca contra la parte trasera de mi cuello mientras me quitaba el sujetador, y luego susurró en mi oído:
—¿Estás segura que no necesitas ayuda con esto?—tiró de mi ropa interior.
—Estoy segura…
—Está bien—besó la parte de atrás de mi cuello de nuevo y salió de la habitación.
Estaba totalmente segura de que estuve ahí parada durante veinte minutos, sin moverme, sin parpadear, sólo tratando de averiguar que carajos pasó.
Cuando finalmente recuperé mi capacidad para pensar, di un paso dentro de la ducha y me puse directamente debajo de los chorros. Sacudiendo la cabeza una y otra vez, me preguntaba si era un sueño.
Me preguntaba por qué de repente reaccionaba tan fuertemente a ella.
Es como una hermana para mí… no debería estar pensando en ella así para nada…
Cuando mi piel se veía roja y sensible, apagué el agua y salí, notando que había colocado una bata blanca a través de la cómoda para mí.
Me sequé y me la puse, yendo a la habitación para poderme tirar en la cama y dejar esta noche atrás.
Santana levantó la vista de su escritorio tan pronto como entré en la habitación.
—¿Lista para ir a la cama?
—Sí, pero, ehm… Tú no, ehm…—mi corazón todavía no había vuelto a su ritmo normal—No te vas a unir, ¿verdad?
—No…—una lenta sonrisa apareció por sus labios mientras se levantaba—No, a menos que tú quieras.
—¿Insinúas tener sexo ahora?
—¿Lo estás insinuando tú?
Mis ojos se abrieron, y ella se rió.
Me levantó y me tiró sobre la cama, esponjando las almohadas y tirando las mantas sobre mí. Sacó un par de botellas de agua de su mini nevera y las puso en la mesita de noche junto a mí.
—Voy a volver a ver cómo estás en la mañana—dijo—¿Necesitas algo más?
—Ehm…
—¿Ehm?—levantó una ceja—Empiezas a decir esa palabra bastante…
—Yo…—sentí una repentina oleada de cansancio y sueño—Creo que eres sexy como la mierda, y si no fueras mi mejor amiga, y esto no fuera un sueño, te follaría totalmente ahorita mismo…
—¿Discúlpame?
Todo se volvió negro.
Una amiga del sexo es mucho mejor que un amigo del sexo que solo pensaría en él.
Sin embargo, cada vez que lo intenté, una de estas tres cosas sucedió:
1) El intento de MAPS quería traer a Santana a todas partes con nosotras sólo para acercarse a ella, no a mí.
2) Sólo me usaba para algo relacionado con la escuela. (Todavía me siento violada por el intento de MAPS Carla, quien al parecer sólo quería ser mi compañera de estudio porque yo llevaba bocadillos caseros cada noche... "No hay bocadillos, no hay amistad")
3) Ella resultó ser Rachel, la chica que se hallaba parada actualmente frente a mi espejo de cuerpo entero.
Vestida con un delgado vestido blanco que llegaba a medio muslo y dejaba poco a la imaginación, planchaba su pelo por enésima vez, asegurándose que se veía absolutamente perfecto... para una fiesta en casa.
Nos conocimos en una de mis clases de negocios el año pasado, y me pareció que era una buena señal, ya que teníamos la misma aburrida especialidad en común.
Hasta que se retiró un mes más tarde y me dijo:
—Sólo tomaba esa clase para acercarme a ese jugador de fútbol. ¿Sabías que va a ser profesional en el otoño?
Aun así, me aferraba a nuestra llamada rápida amistad; escribiéndole mensajes con pequeños trozos de mi vida, preguntando por la suya a cambio.
Nos reunimos para conseguir nuestra uñas hechas cada fin de semana, y nunca me juzgó cuando le dije:
—Me pregunto qué tan grande es su pene…—porque ella preguntó, también.
Pero ahí es donde su potencial de MAPS terminaba.
A pesar de que era agradable y daba buenos consejos de vez en cuando, siempre me dejaba plantada en el último minuto, siempre reuniéndose con algún chico o chica nueva con el que "tuvo que experimentar".
Si pasamos el rato para algo más que las uñas o bebidas, eso usualmente sólo significaba fiestas.
No estudiar.
No obsesivas charlas tarde en la noche sobre chicos o chicas.
(Quiero decir, aunque podía decir a Santana cualquier cosa y todo, todavía quería a alguien quien podría comprender mejor desde su punto de vista femenino).
—¿Por qué estoy todavía tratando?—murmuré en voz baja.
—¿Qué es eso, Britt?—Rachel dejó la plancha.
—Nada. Sin embargo, probablemente deberíamos irnos pronto. No hay muchos parqueaderos en su lugar.
—Oh…—miró por encima del hombro—Estás lista para irte y ¿viste eso?
Miré a mi camiseta rosa y pantalones cortos de color caqui.
—Sí. ¿Por qué?
—Es una fiesta, Britt.
—Una fiesta en la casa. No hay necesidad de vestirse como si fuera un club real.
—No podría estar más en desacuerdo contigo—dijo, caminando hacia mi armario—Tienes demasiadas buenas opciones aquí para aparecer luciendo como una campesina.
—¿Eres consciente de que muestras tu tanga rosa a través de tu vestido en este momento? Lo poco de vestido que llevas, de todos modos.
—¡Dah! ¡Ese es el punto!—se rió y sacó un vestido corto de color rojo de mi armario—Esto es perfecto.
—La última vez que me puse eso, era una estudiante de primer año. Dudo mucho que pudiera entrar allí esta noche.
—¡Esperemos que no se pueda!—tiró de mí—Cuanto más apretado mejor.
Reteniendo mis palabras, me encerré en el baño y me quité mi atuendo original. Tiré el vestido de cuatro años sobre mi cabeza y sonreí cuando en realidad encajó.
(Bueno, si chupaba el estómago un poco.)
—¿Cómo está este?—salí por su aprobación—¿Mejor?
—Cien veces mejor... Y será doscientas veces mejor cuando me dejes hacer tu cabello y maquillaje. ¡Dios, Britt! ¿No maquillarte antes de ir a una fiesta? Fiesta en la casa o no, no puedes hablar en serio...
Me mordí la lengua una vez más y me senté en el borde de la cama, dejando que me convierta en su Barbie personal.
Espolvoreó mis párpados con una sombra brillante de color rosa, arrancó algunos pelos descarriados de las cejas, y cubrió mis labios con un color rojo oscuro, sensual que complementaba mi vestido.
Incluso se las arregló para usar suficiente control de frizz en mi cabello que colocó en un precioso moño alto que iba perfectamente centrado en la parte superior de mi cabeza.
—Guau…—le dije, casi no reconociéndome en el espejo—Eres tan buena, eres absolutamente fenomenal con el maquillaje, Rachel. ¿Por qué no te has dedicado alguna vez a la cosmetología?
—Porque si me dedico a la cosmetología, no voy a conocer a ningún atleta o futuros Directores Ejecutivos en esas clases—se rió y apagó las luces—Vamos.
Nos tomó más de cuarenta minutos localizar un lugar de estacionamiento decente cuando llegamos.
Parecía que Quinn había invitado a cada persona con la que entró en contacto porque los autos cubrían casi cada espacio disponible en cinco cuadras.
La siempre rebelde Rachel, aparcó su auto en la entrada de la casa junto al de Santana.
—¿Qué?—preguntó ella, encogiéndose de hombros—Les dejé un montón de espacio para parquear justo a mi lado, y probablemente estén en la cama de todos modos.
—Correcto…—me bajé del coche—No me vas a abandonar por un tipo o tipa cualquiera esta noche, ¿verdad?
—¿Por qué lo haría? ¿Y por qué siempre me preguntas eso?
—Porque siempre me abandonas por una persona cualquiera.
—Nunca es intencional—sonrió—Mi plan es asegurarme de que las dos tengamos un buen rato esta noche, así que no, definitivamente no voy a abandonarte.
No voy a aguantar la respiración...
—Cinco dólares, señoritas—dijo el chico mientras nos acercábamos a la puerta principal—Es gratis si entras en el concurso de camisetas mojadas.
Una mujer de pie junto a él, una mujer que vi aquí con Quinn un montón de veces antes, se echó a reír.
—Brittany y su amiga no tienen que pagar para entrar. Están bien…
Con eso, el hombre abrió la puerta y nos dejó entrar en la fiesta.
Mi mandíbula cayó en el segundo que entré.
La casa se veía ahora completamente irreconocible.
Cuerpos bailando llenaban el salón escasamente amueblado y los pasillos; la cocina se convirtió en una zona de bar donde la gente tomaba tragos espalda con espalda, y un montón de brillantes serpentinas verdes y azules colgaban del techo.
Mientras Rachel y yo empujábamos nuestro camino a través de la multitud, podía oír a la gente en el patio trasero, cantando la cuenta regresiva desde diez.
Tomando mi mano, Rachel me atrajo en esa dirección, hacia el aire caliente del verano.
—Guau…—dijo, mirando impresionada—Esto es un infierno de fiesta...
No podría estar más de acuerdo.
El patio se veía aún más impresionante que el interior.
Esas enormes antorchas ardían brillantes, de pie en un gran semicírculo que abarcaba todo el patio. A la izquierda, había un hombre vestido como un árbitro pidiendo voluntarios para luchar en el interior de una piscina retráctil de gelatina roja.
A la derecha, se hallaba una pista de baile improvisada con un DJ separado, y detrás de él se encontraba una colección de toboganes de color amarillo brillante resbaladizos que un grupo de fiesteros en bikini usaban en su beneficio.
Seguimos nuestro camino por las escaleras de la cubierta y caminamos pasando la piscina de gelatina, a una mesa con luces de neón que decía "BAR".
—¿Qué puedo hacer por ustedes esta noche, señoritas?—preguntó el camarero—El especial de esta noche es un trago de gelatina de tres dólares, pero voy a darles un descuento de dos dólares si levantan sus camisetas ahora mismo y me muestran.
—Ya quisieras—Rachel se echó a reír—Vamos a tomar cuatro tragos de vodka. Cada una.
—Suena bien—golpeó la mesa con los dedos—Eso serán treinta y dos dólares.
—¡Espera!—corrigió Quinn, moviéndose detrás de la barra—Espera. No puedes cobrarle a Brittany.
—¿Quién es Brittany?
—Esa—me señaló con el dedo y entrecerró los ojos—Ella es la número uno de mi compañera.
—¿Y?
—Así que, a cambio de aceptar dejarnos hacer esta pequeña fiesta aquí…—Quinn devolvió los billetes de dólar a Rachel—Ella y su amiga no tienen que pagar por cualquiera de sus bebidas esta noche.
El chico se encogió de hombros e hizo las bebidas mientras Rachel me dio un “choca esos cinco”.
—Dime, Quinn—crucé mis brazos—¿Hiciste eso por la bondad de tu corazón o fuiste obligada?
—Fui obligada. Si fuera por mí, le cobraría a tu culo el triple.
—Me aseguraré de beber toda la noche entonces.
—Correcto…—sonrió y juguetonamente empujó mi hombro—Tengo cuatro de mis chicos haciendo viajes seguros toda la noche. Déjame saber situ amiga y tú se sienten demasiado borrachas para conducir.
—Gracias.
—En cualquier momento—dio un paso atrás, mirándome lentamente de arriba abajo con una ceja levantada. Parecía como si quisiera decir algo más, pero se decidió por un—Hasta luego—y se alejó.
—¡Gracias, muchas gracias!—Rachel le guiñó un ojo al camarero que le entregó una bandeja de vasos rojos—Vamos a sentarnos ahí, Britt.
La seguí a un pequeño banco de madera, y puso las bebidas entre nosotras.
—Asegúrate de decirle a Santana que dije gracias—dijo—Una vez más, tu amistad con ella es muy útil en el momento justo... Ahora, para sacar el máximo provecho de tu descuento, tendremos que tomar todos estos seguidos y luego tenemos que hacer cuatro más.
—¿Ocho tragos en la misma hora? ¿Estás loca?
—No, en absoluto—me dio un trago—Vive un poco, Britt. Desde que no estás teniendo sexo, y Dios sabe la próxima vez que va a suceder para ti, podrías experimentar algo de la vida que se siente bien. El alcohol sería más que un buen comienzo.
Tiré al fondo dos tragos y me estremecí, apretando los dientes cuando el líquido quemó mi garganta.
Me entregó las otras dos copas, y como si pudiera leer lo que se encontraba en mi mente, puso sus manos en una rendición falsa.
—No, no voy a intentar manejar de regreso esta noche. Vamos a tomar un paseo de seguridad al final y regresaré por mi auto mañana.
—Grandioso—terminé mis tragos y sostuve mi mano sobre mi pecho hasta que la sensación punzante se fue.
—¿Lista para la siguiente serie?—preguntó Rachel, poniéndose de pie.
—Oh, no. Tengo una cita temprano con este chico Artie, te dije acerca de mañana, así que realmente no debería beber tanto.
—Si yo fuera Santana, estoy segura de que accederías felizmente a beber más conmigo ahora mismo...
—Si tú fueras Santana, sabrías que soy una persona que se emborracha fácilmente.
—Bueno, gracias a Dios que no soy ella, ¿eh?—me levantó y me tiró a la barra de nuevo.
Esta vez, en lugar de sentarse a beber la siguiente serie, los bebió delante del camarero, y él incluso se unió a nosotras para dos de ellos.
En el momento en que el octavo entró en mi torrente sanguíneo, me sentía suelta y demasiado feliz. Y no estaba segura de lo que se apoderó de mí, pero pedí aún más alcohol.
Ahora incapaz de resistir los quejidos de Rachel de:
—¡Pero todo es GRATIS!
Me tomé varias bebidas mezcladas, brebajes sin nombre, y en algún momento, me hallaba bastante segura de que me bebí un trago directo de su escote.
Mierda…
—¡Tiempo de resbalar en los toboganes!—gritó Rachel, tirando de mí a través del patio.
—Siiiiiii...—me arrastré, intentando con todas mis fuerzas caminar en línea recta—Tiempo de resbalar... resbalar en los toboganes...
—¡Vamos, Britt! ¡Deja de arrastrar tus pies!
—No estoy… no estoy arrastrando…—me detuve—Guau…—el suelo giraba bajo mis pies y estaba bastante segura de que las hojas de hierba trataban de saltar y cortarme.
—¿Britt?
—Creo que necesito… sentarme… demasiados tragos.
—¡Nah! Estarás bien, ¡una vez golpees el agua!—enlazó su brazo con el mío y prácticamente me condujo a la fila.
—Las damas primero—el único hombre de pie delante de nosotras se dio la vuelta—Ustedes dos pueden ir antes.
—Muchas gracias—Rachel bateó sus pestañas—Está bien. Tú primero. Reina Peso Ligero.
Di un paso hacia adelante, pateando un diente de león que danzaba en el suelo. Traté de encontrar mi equilibrio, mirando al frente a la enorme lona amarilla.
—Simplemente corre y lánzate por ello…—dijo el chico detrás de mí—También tienes que gritar “ÉPICO” mientras te deslizas. Las reglas de Quinn, no mías.
—Si hago esto—le dije a Rachel, todavía intentando encontrar mi equilibrio—¿Podemos sentarnos después?
—Justo después.
—Está bien…—Lentamente me quité la sandalias e hice mi carrera por la lona, gritando “ÉPICO” mientras mi cuerpo golpeaba el plástico y se deslizaba más rápido que nunca.
Cuando llegué al final del mismo, pude sentir una repentina explosión de agua fría siendo lanzada sobre mí.
—¡Épico con E mayúscula!—gritaron los chicos de la fraternidad por encima de mí.
Antes de que pudiera gritarles y preguntarles qué demonios hacían, miré hacia la otra lona y me di cuenta de que lanzaban cubos de agua sobre todo el que lo hiciera.
Riendo, los dejé ayudarme a ponerme de pie y esperé a que Rachel tomara su turno. Por supuesto, para ganar tanta atención como fuera posible, se quitó el vestido, dejando al descubierto un bikini que apenas cubría sus pechos doble D, antes de zambullirse.
Los chicos en el extremo gritaron en apreciación en voz alta a medida que se levantaba y ajustaba la parte superior de su bikini.
—¿Qué?—preguntó, sonriendo—Es mucho más divertido con un público interesado, ¿no crees? ¿Quieres ir de nuevo?
—Sorprendentemente, infiernos sí.
Nos deslizamos por el plástico una y otra vez, riendo como niñas pequeñas cada vez, corriendo hacia el bar por más alcohol entre una cosa y otra.
No le di ningún pensamiento al hecho de que mi vestido se hallaba empapado, que mi cabello una vez perfectamente peinado ahora parecía una fregona, o que me sentía más borracha de lo que jamás estuve en toda mi vida.
Además, no importaba cuánto lo intentara, no podía dejar de reír.
—Está bien, creo que deberíamos tratar de secarnos ahora—Rachel señaló hacia una fogata que acababa de comenzar—Acabo de pasar a algunos chicos diciendo que van a hacer tragos con dulces Skittle adentro. También van a hacer una PowerHour9 a media noche.
—¿Eso es algo bueno?
—Es algo genial—sonrió—Ellos apagan todas las luces, así que no tendremos que pensar mucho en nada si vemos una polla por la que estamos curiosas. Simplemente podemos meter la mano por nosotras mismas.
—¡Eres ridícula!—me eché a reír mientras me sentaba frente al fuego.
Las llamas brillantes parpadearon y sisearon, y mientras estiraba mis manos hacia el calor, vislumbré a Santana caminando sobre la terraza.
Vestida con un vestido azul oscuro, levantó su vaso rojo hacia mí y Rachel antes de tomar un largo trago. Cerca de su costado se encontraba Casey, y sus ojos se hallaban completamente pegados a su cuerpo.
Casey se veía sonrojada y frotando sus manos contra sus pechos, pero Santana no le prestaba atención alguna.
Miraba hacia nosotras.
Hacia mí.
Sus ojos se arrastraron hacia arriba y abajo por mi cuerpo, contemplando mi vestido empapado y mi cabello despeinado, pero no parecía como si estuviera cuestionándolo en absoluto.
Sonriendo, me miró por última vez, y luego finalmente se giró en dirección a Casey.
La observé mientras le daba su habitual rutina de “sé malditamente bien que estoy encantando la mierda en ti”.
Una profunda mirada en sus ojos, un ligero apretón en su muñeca, y un par de palabras murmuradas y susurradas al oído izquierdo que casi siempre conducía a un rubor inmediato.
Verla hacer esas cosas normalmente me hacía poner los ojos en blanco, pero esta noche, me imaginaba a mí misma en el lugar de ella.
¿Qué está diciendo Santana?
Mis ojos recorrieron su cuerpo una y otra vez, contemplándola, sus pechos, su boca carnosa… Y realmente empecé a preguntarme cómo se sentirían sus labios contra los míos.
¿Realmente está dentro del sexo sucio?
¿Me lo habría dicho si lo estuviera?
—¿Estás comprobando a Santana?—preguntó Rachel, interrumpiendo mis pensamientos—¿Eso es lo que miras?
—No—dije, mintiendo—Sólo pensaba en algo y, por enésima vez, Santana es como un hermana para mí.
—¿Hermana-hermana o hermanastra? Porque si está más en la ruta de hermanastra, deberías darle una oportunidad algún día. ¿Qué tan buenos serán sus movimientos de cadera y muñeca?
Como si fuera cualquier persona al azar, dejé que mis ojos se desviaran hacia sus caderas, pero me detuve.
Preferí mirar sus labios en su lugar.
Como si Santana pudiera sentirme mirándola, lentamente se giró y miró en nuestra dirección de nuevo.
Me sonrió y me sonrojé.
En realidad me sonrojé.
Oh, Dios mío…
Definitivamente tengo que salir de aquí.
—¿Qué pasa?
—Nada, yo… sólo creo que podría estar ebria.
—Estás ebria.
No te gusta Santana…
No te gusta Santana…
No hay manera de que te guste Santana…
Traté de mantener mi psicótica mente controlada.
—¿Uh, Britt?—preguntó Rachel—¿Por qué parece como si estuvieras a punto de ponerte de pie y salir corriendo?
—No tengo idea… ¿Podemos por favor ir adentro?
—Claro—se puso de pie y deslizó su brazo en el mío, lentamente levantándome—Sabes, me acostaría con Santana si ella no fuera tu mejor amiga y considerara contarte todo sobre ello al día siguiente.
—Vaya, gracias.
—¡Completamente de nada!
Guiándome por el patio como si fuera una anciana, se detuvo cada una y todas las veces que le pedí que lo hiciera, y ya que por lo menos fueron diez veces, nos llevó una eternidad llegar de nuevo a la terraza.
—Está bien. Ahora, sube los escalones—dijo ella—Pie derecho, pie izquierdo… No, no, no. Tu pie derecho, Britt. Ése es el izquierdo… Ése sigue siendo el izquierdo…
—¿Qué pasa con ella?—el sonido de la profunda voz de Santana me hizo levantar la mirada.
—Nada. Simplemente está súper ebria porque tomó más de diez tragos. Deberías haberla visto tomar un trago de otro cuerpo. Fue épico con letra mayúscula, de hecho.
—Entonces probablemente no comió lo suficiente antes de venir aquí—deslizó su brazo alrededor de mi cintura y me cargó los escalones restantes—Sin ánimo de ofender, pero como su amiga deberías haber sabido que es una terrible bebedora de licor fuerte. Es la perfecta definición de un peso ligero.
—Honestamente, no tenía ni idea…—las mejillas de Rachel se volvieron de un color rojo brillante con ligera vergüenza, pero sus ojos se enfocaron en los labios de Santana—Como no quiero que ella se vaya a dormir todavía, iba a ir a conseguirle un poco de agua y hacer que baile y saque algo de alcohol. ¿Te importa unirte a nosotras?
—En un minuto, claro—sus ojos oscuros se encontraron con los míos—¿Te sientes bien? ¿Quieres que te lleve a casa?
Si me llevas a casa, ¿prometes tener sexo conmigo? Creo que me gustaría hacer eso contigo… Ahora mismo…
En silencio reprendí la respuesta de mi mente, agradecida de que al menos hubiera tenido el suficiente sentido común de enviar una señal para morderme el labio, así esas palabras no saldrían.
—¿Britt?—Santana todavía me miraba, esperando una respuesta—¿Quieres que te lleve a casa?
—No…—me las arreglé para decir, completamente excitada por su toque, por la forma en que su mano frotaba mi espalda.
—Santana… —se quejó Casey detrás de nosotras—Ya que ella está bien, ¿podemos ir a buscar otra bebida juntas? No quiero ir sola…
Me preguntó si estaba bien y me miró por última vez antes de llevar a Casey al bar del patio.
—Tenías razón—dijo Rachel, abriendo la puerta de la casa—Definitivamente es como tu hermana mayor.
No creo que alguna vez querría acostarme con mi hermana mayor…
Al segundo en el que entré, la mezcla de humo de marihuana, alcohol derramado y sudor corporal eran tan fuertes que sentí que me iba a desmayar.
Para mi sorpresa, Rachel tomó un par de botellas de agua y pacientemente me animó a beberlas después de tirar de mí hacia la pista de baile.
Luces estrambóticas blancas y rojas ahora iluminaban la habitación, golpeando las paredes con su brillo, el DJ gritó:
—¡Prepárense! ¡La PowerHour casi está aquí!—sobre el bajo.
Con el alcohol todavía en control, cerré los ojos y me balanceé con la música. Incluso me incliné hacia adelante, agarrando un par de hombros para apoyarme, pero esos hombros se alejaron, haciendo que me tropezara.
—¿Esa es tu forma de pedirme un baile?—una chica al azar se dio la vuelta y me atrapó antes de que pudiera caer.
—Lo siento…—di un paso hacia atrás.
—No hay necesidad de disculparse—puso sus manos alrededor de mi cintura y me estabilizó—¿Mejor?
—Mucho… Gracias.
Varias canciones después, cuando finalmente pude diferenciar el techo del suelo, fui capaz de bailar sin ella sosteniendo mis caderas.
—¡Todas las personas solteras griten!—gritó el DJ por los altavoces—¡Es la PowerHour, perras!
Grité a todo pulmón y bailé con el ritmo tecno, inclinando mi cabeza contra el pecho de algún extraño al azar.
Sentí su agarre apretar mi cintura, la escuché susurrar algo en mi oído, pero mi atención se centraba en la música.
—¡Oye, Brittany!—Rachel se paró delante de mí, gritando y agitando las manos—¡¿Britt?!
—¿Sí?
—Esto ha sido muy divertido, pero me voy ahora. ¿Vas a estar bien?
—Espera, ¿qué? ¿Te vas de la fiesta?—grité sobre la música—Me voy contigo, sólo necesito encontrar…
—No, no, no…—me cortó—Me voy con una chica y vamos a su casa. Parece que también encontraste a alguien con quien ir a casa.
—No, sólo estoy bailando…—la parte sobria de mi cerebro emergió y me pregunté si realmente pensaba que dejarme aquí sola era lo que una buena amiga haría—¿Pensé que íbamos a tomar un aventón seguro juntas?
—Lo íbamos a hacer hasta que encontré una chica, una muy caliente. Bailaba sobre ella y sentí sus pechos en la oscuridad—puso sus manos sobre mis hombros—Vas a estar totalmente bien… Además, Santana está aquí. Definitivamente se asegurará de que llegues bien a casa. Si no quieres ir a casa al final de la noche, la chico con la que bailas es muy, muy guapa… Sólo digo—y con eso, me dejó de la misma forma en que me había dejado un centenar de veces antes.
Ya ni siquiera debería sorprenderme…
Algún extraño chica al azar me dio la vuelta para quedar de frente a ella y sonrió. Se inclinó cerca y susurró en mi oído:
—¿Quieres salir de aquí?
—¿Cómo, juntas?
—Sí, nena—sonrió—Juntas. ¿A mi casa?
—¿Tu casa?—mi cerebro aún no encendió las suficientes neuronas lógicas—¿Para tener sexo?
—Uh, sí—parecía divertida—Para tener sexo. Buen sexo…
—No, estoy uh…—negué con la cabeza—No creo que esté lo suficientemente sobria para tener sexo en este momento.
—¿Por qué necesitas estar completamente sobria? Soy buena en lo que hago, me aseguraré de que te sientas más que satisfecha cuando haya acabado contigo…
Qué demonios…
Inmediatamente tiré de mi mano lejos de ella y me abrí paso entre la multitud, dirigiéndome directamente hacia el baño. Toqué, esperé una respuesta, y cuando no llegó ninguna, me deslicé dentro y cerré la puerta.
Abrí el agua fría y salpiqué mi rostro varias veces, murmurando:
—Recobra la sobriedad, recobra la sobriedad, recobra la sobriedad…—me di otra salpicada de agua y escuché la puerta abriéndose.
—¡Oye!—espeté, dándome la vuelta—¡Estoy aquí adentro! ¿No consideras tocar primero?
—Lo hago—dijo Santana, entrando—Te vi entrar aquí, así que quería comprobarte.
—Oh—continué salpicando mi rostro—Gracias.
—¿Dónde está Rachel?
—¿Dónde crees?—la miré por el espejo, preparada para decir algo más, pero fui distraída por su sonrisa.
¿Siempre ha tenido hoyuelos?
—Tal vez deberías dejar de intentar forzar esa amistad—me giró del agua tomando una toalla del anaquel y presionándola contra mi frente—Personalmente, creo que puedes hacerlo mucho mejor.
—Bueno, entonces personalmente creo, que puedes hacerlo mucho mejor que Quinn, pero no me ves quejándome.
Se rió y apretó la toalla contra mis mejillas y el cuello.
—¿Estás bien?
—Sí—asentí—Voy a tomar uno de los autos de seguridad luego, pero creo que quiero bailar un poco más...
—Iré contigo—abrió la puerta y me siguió.
Para mi sorpresa, ahora el salón se encontraba aún más lleno y las luces eran mucho más tenues.
Como no pudimos encontrar un lugar decente en la pista de baile, Santana me agarró la mano y me llevó a un rincón.
Puso sus manos en mis caderas mientras bailamos juntas, pero a diferencia de las numerosas veces que habíamos bailado antes, mis nervios se hallaban fuera de control.
Mi corazón latía a mil por hora.
Traté de actuar con normalidad cuando la música cambió de caótica a sensual y me jaló tan cerca que prácticamente estábamos labios contra labios, pero no sirvió de nada.
Quería que dejara sus manos sobre mí, que me tocara por el resto de la noche.
—Te ves hermosa esta noche, Britt-Britt…—susurró contra mi boca, dejando que sus dedos acariciaran mi piel a través de la tela de mi vestido.
—Gracias…—susurré.
—¿Habías usado este vestido antes?—dijo tirando de mi dobladillo.
—Durante el primer año—me sonrojé y enterré mi cabeza en su pecho para evitar que nuestras bocas estuviesen aún más cerca.
—¿Está segura que te sientes bien?—susurró en mi oído, pero no respondí.
Respiraba su aroma, exhalando mientras apretaba su mano contra mi muslo.
—¿Britt?—preguntó—¿ Britt-Britt?
La ignoré, una vez más, y en lugar de cuestionarme, pasó sus dedos por mi cabello haciendo que mis nervios prendieran fuego de nuevo.
Unas canciones después, cuando me convencí a mí misma que el aumento de mi frecuencia cardiaca no tenía nada que ver con el hecho de que Santana aún me sostenía cerca y me tocaba, me miró a los ojos.
—¿Por qué le dio ahora al DJ por tocar canciones lentas?—le pregunté.
—¿Quieres que le diga que las cambie?
—Sí…—dije en voz baja—Sí, quiero.
Las luces de la sala bajaron dejando todo aún más oscuro, haciendo que sólo pudiera distinguir el contorno de su rostro.
—Va a acelerar de nuevo en un segundo—dijo, sus labios rozando levemente contra los míos—Siempre lo frena antes de la próxima PowerHour.
—Vale…—sentí su frente tocando la mía.
Las luces de repente se apagaron, y cuando me di cuenta, sus labios se encontraban sobre los míos y mi espalda fue empujada contra la pared. Su lengua se deslizó en mi boca, demandando total y absoluto control, y de inmediato me rendí.
Murmurando, cerré mis ojos mientras ella usaba sus caderas para mantenerme presionada contra la pared, mientras usaba una de sus manos para manosear suavemente mi culo.
Deslizó una mano debajo de mi vestido y suavemente pasó los dedos contra el borde de mis bragas; en respuesta, mis brazos fueron alrededor de su cuello, mis dedos acariciando su cabello.
Mordió con fuerza mi labio inferior, tan fuerte que no pude evitar gemir.
Pero no dejó de besarme.
Mantuvo su boca unida a la mía, apenas dándome una oportunidad para respirar.
—Ah…—dejé que otro murmullo se escapara por mis labios, y me mordió los labios de nuevo.
Incluso aún más fuerte.
—¡Muy bien, suficiente con esta mierda lenta!—gritó el DJ—¡PowerHour, parte dos, perras!
Las luces estroboscópicas se encendieron de nuevo, haciendo que Santana y yo nos alejáramos rápidamente la una de la otra, estábamos jadeando y mirando la una a la otra en la más absoluta incredulidad.
—Mierda…—exhaló—¿Qué demonios fue eso?
—Dime tú—me recosté contra la pared—Un momento bailaba y al momento siguiente, metías tu lengua por mi garganta.
—Mi lengua nunca estuvo cerca de tu garganta—dijo, ahora sonriendo—Y no olvides mencionar el momento siguiente en el que me besabas de vuelta.
—No, no, no. Simplemente reaccionaba a una repentina y grosera intrusión en mi boca…—hice una pausa, sacudiendo la cabeza—¿Sabes qué? Creo que definitivamente tomé demasiado esta noche, así que yo... me voy a ir acostar... ¿Puedo usar tu habitación?
Reajustó mi vestido y alisó mi cabello antes de contestar.
—Claro.
Esperaba que se alejara y me dejara ir por mi cuenta, pero agarró mi mano y me llevó por el pasillo, más allá del cuarto de baño y más allá de la puerta que separaba su habitación del resto de la casa.
Abrió la puerta de su habitación y encendió a la luz, haciendo un gesto para que me metiera en la cama.
—Espera…—sentí como un repentino escalofrío recorrió mi piel, llamando la atención sobre mi vestido que aún se hallaba ligeramente húmedo—Tengo que tomar una ducha… ¿puedo utilizar tu ducha por unos minutos?
—Por supuesto que puedes—dijo, con los ojos fijos en los míos—Sabes que nunca tendrías que pedirme permiso para algo así…
Nos miramos la una a la otra, y yo estaba bastante segura que la humedad que sentía no era por mi vestido.
—Ehm…—di un paso hacia adelante, mirando lejos de ella—Voy a em… Tomar esa ducha ahora…—me moví lejos de ella y me dirigí directamente hacia el baño, pero vi su reflejo en el espejo detrás de mí segundos después.
Tomó una toalla del armario y me la entregó.
—Toma.
—Gracias…—dije, preguntándome por qué cerraba la puerta.
Cerraba la puerta sin irse…
—No te vas a quedar aquí conmigo todo el tiempo, ¿no?
Sonrió.
—¿Por qué no?
—¿Miras a Quinn cuando se ducha? ¿Te pone caliente ver a tus amigas desnudas?
—No—dijo, sonriendo ampliamente, mirándome de arriba abajo y haciendo que mi corazón se acelerara de nuevo—Sólo te iba a ayudar a desvestir porque todavía no estás totalmente sobria, en caso de que no puedas hacerlo tu sola.
—Estoy bastante sobria, así que creo que me las puedo arreglar—sentí que mis mejillas se recalentaban—Me quito mi ropa todos los días solita. Así que, creo que lo puedo manejar…
—Sólo estoy siendo un buen amiga, Britt-Britt.
—Sí. Una amiga, San.
—Una buena amiga.
—Sí…—me sentía sin duda más que atraída por ella en este momento—Ya aclaraste ese hecho...
Nuestros ojos se encontraron de nuevo y me sentí como si ni siquiera pudiera obligarme a mirar hacia otro lado.
—Bueno. Voy a esperar en mi habitación hasta que hayas terminado—sus ojos se detuvieron en mis labios durante unos segundos, y luego salió.
Tragando saliva, cerré los ojos y traté de pensar.
Esto es un sueño, Brittany.
Uno increíblemente sexy, excitante, pero raro como el infierno…
No besaste a Santana.
Ella no te beso a ti.
Te gusta como una amiga y no la encuentras tan atractiva.
Estás en su baño, porque probablemente acaban de ir a la playa juntas y querías refrescarte después…
Sí…
Sí…
Eso tiene mucho más sentido…
Abrí los ojos de nuevo y giré las llaves del agua, dejé mi mano debajo del grifo hasta que sentí el agua lo suficientemente caliente. Tiré de la palanca de la ducha hacia adelante para encender chorros superiores.
Entonces me di cuenta que no me había quitado la ropa todavía.
Que no podía quitarme la ropa.
La cremallera en la parte posterior de mi vestido se encontraba atascada, y ahora recordaba a Rachel forzándolo un poco antes de venir a la fiesta.
Consideré rasgar el vestido de mi cuerpo, pero la tela era demasiado gruesa, así que decidí no hacerlo.
Me acerqué a la puerta y llamé el nombre de Santana.
Segundos más tarde caminó por el pasillo hacia mí, con una sonrisa de complicidad en su rostro.
—¿Sí, Britt?
—¿Podrías por favor ayudarme a quitarme el vestido?
—¿Sólo tu vestido?—levantó una ceja.
—Sí—di un paso atrás en el interior, dejando que me siguiera—Sólo. Mi. Vestido.
—Bueno. Date la vuelta.
Me di la vuelta y sentí sus manos en mi cabello, sentí cómo lentamente levantaba mi cabello sobre mi cabeza e intentaba crear un moño improvisado.
Agarró mi cremallera y tiró un par de veces antes de que cediera, y luego lentamente jaló hacia abajo hasta que llegó a mi espalda inferior.
Empecé a dar la vuelta, empecé a darle las gracias, pero agarró mis caderas y me mantuvo quieta. Trazando suavemente la línea anterior del broche de mi sujetador, metió sus dedos debajo del cierre y lo rompió.
—¿Necesitas ayuda para quitarte algo más?—susurró.
Negué con la cabeza, completamente excitada.
Con mi espalda todavía hacia su pecho, metió los dedos por debajo de los tirantes de mi vestido y los empujó hacia abajo por mis hombros, empujando la tela por mis brazos, por mi cintura, por mis piernas.
Presionó su boca contra la parte trasera de mi cuello mientras me quitaba el sujetador, y luego susurró en mi oído:
—¿Estás segura que no necesitas ayuda con esto?—tiró de mi ropa interior.
—Estoy segura…
—Está bien—besó la parte de atrás de mi cuello de nuevo y salió de la habitación.
Estaba totalmente segura de que estuve ahí parada durante veinte minutos, sin moverme, sin parpadear, sólo tratando de averiguar que carajos pasó.
Cuando finalmente recuperé mi capacidad para pensar, di un paso dentro de la ducha y me puse directamente debajo de los chorros. Sacudiendo la cabeza una y otra vez, me preguntaba si era un sueño.
Me preguntaba por qué de repente reaccionaba tan fuertemente a ella.
Es como una hermana para mí… no debería estar pensando en ella así para nada…
Cuando mi piel se veía roja y sensible, apagué el agua y salí, notando que había colocado una bata blanca a través de la cómoda para mí.
Me sequé y me la puse, yendo a la habitación para poderme tirar en la cama y dejar esta noche atrás.
Santana levantó la vista de su escritorio tan pronto como entré en la habitación.
—¿Lista para ir a la cama?
—Sí, pero, ehm… Tú no, ehm…—mi corazón todavía no había vuelto a su ritmo normal—No te vas a unir, ¿verdad?
—No…—una lenta sonrisa apareció por sus labios mientras se levantaba—No, a menos que tú quieras.
—¿Insinúas tener sexo ahora?
—¿Lo estás insinuando tú?
Mis ojos se abrieron, y ella se rió.
Me levantó y me tiró sobre la cama, esponjando las almohadas y tirando las mantas sobre mí. Sacó un par de botellas de agua de su mini nevera y las puso en la mesita de noche junto a mí.
—Voy a volver a ver cómo estás en la mañana—dijo—¿Necesitas algo más?
—Ehm…
—¿Ehm?—levantó una ceja—Empiezas a decir esa palabra bastante…
—Yo…—sentí una repentina oleada de cansancio y sueño—Creo que eres sexy como la mierda, y si no fueras mi mejor amiga, y esto no fuera un sueño, te follaría totalmente ahorita mismo…
—¿Discúlpame?
Todo se volvió negro.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
bueno si todo no se hubiese vuelto negro otra cosa estaria pasando!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
hola morra,...
bendito sea al alcohol en algún momento jajja
los niños y los borrachos dicen al verdad no???
bueno ya dieron el primer paso!!!! jajaja a ver como sigue después de la confección
nos vemos!!
bendito sea al alcohol en algún momento jajja
los niños y los borrachos dicen al verdad no???
bueno ya dieron el primer paso!!!! jajaja a ver como sigue después de la confección
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Simplemente II (Adaptada) Cap 5-FIN
micky morales escribió:bueno si todo no se hubiese vuelto negro otra cosa estaria pasando!!!!!
Hola, pienso lo mismo ¬¬ creo q fuimos estafadas xD jajajajja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
bendito sea al alcohol en algún momento jajja
los niños y los borrachos dicen al verdad no???
bueno ya dieron el primer paso!!!! jajaja a ver como sigue después de la confección
nos vemos!!
Hola lu, jajajaajajajajajaja si lo ves por ese punto, si jajajaajaja. SI, toda la razón ai! jajajaajajajaj. Si, van avanzando otra vez y eso es bueno! Esperemos y avancen otro paso más... o muchos mas jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Simplemente (Adaptada) Cap 12
Capitulo 12
Santana
¿Qué demonios fue eso?
No podía sacar de mi cabeza lo último que Brittany había dicho, tampoco podía dejar de recordar la forma en que su boca y cuerpo se sintieron contra mí en la fiesta de ayer.
Eso significaba mucho teniendo en cuenta que me encontraba molesta por dos grandes cosas justo ahora…
Suspirando, limpié lo último del vómito de Casey fuera de mi auto y cliqueé en el texto que ella me había enviado:
No sabía que estaba tan borracha… lamento haber arruinado tu auto… aunque hablaba en serio sobre querer tener sexo anal antes… ¡Llámame cuando veas esto!
Ugh.
Puse mi teléfono de nuevo en mi bolsillo, volviendo a los pensamientos sobre anoche.
El segundo en que vi a Brittany en ese vestido rojo, no pude concentrarme en nada más.
Ni si quiera en Casey, y lo había intentado.
Duro.
Había dado lo mejor de mí tratando de parecer interesado en la sosa y muy sexual conversación de Casey, de actuar intrigado cuando no-muy-sutilmente me enseñó el color de la tanga que estaba usando, pero no importo cuantas veces susurró lo mucho que deseaba estar conmigo más tarde, solo podía pensar en Brittany y cuanto quería estar con ella.
Lo que es más, cuando las dos bailamos juntas al final de la noche, no se sintió tan juguetón e inocente como normalmente lo hacía.
Y supe que ella podía sentir la diferencia también; ella nunca se había ruborizado a mí alrededor, y definitivamente nunca me había tocado de la manera que lo hizo tampoco.
La había revisado unos minutos después que se fuera a dormir a mi cuarto y cuando noté que había rodado fuera de la cama y al suelo, la hice despertar.
Sostuve una toalla húmeda contra su cabeza mientras ella me maldecía silenciosamente, le hice beber una botella de agua con una aspirina, y luego esperé a que volviera a dormir nuevamente.
Estaba más que honestamente tentado a pasar el resto de la noche con ella para asegurarme que estuviera bien, pero Casey me había encontrado y rogaba llevarla a casa así podíamos tener sexo.
Tal vez, que vomitara en mi auto había sido algo bueno…
Aun pensando, caminé por mi acera y desbloqueé la puerta de mi patio trasero —encontrándome cara a cara con la segunda razón por la que estaba molesta.
Había vasos rojos y botellas de cerveza en todas partes, y un par de personas se habían desmayado sobre el tapete de Slip N Slide.
La piscina de gelatina estaba volteada, camisetas blancas colgaban improvisadamente en una línea de ropa, y había varios fiesteros que habían usado mis electrodomésticos como almohadas.
Me dirigí al interior, buscando a Quinn para matarla.
—Oye, ¿Qué onda?—sonrió mientras caminaba dentro de la cocina, sosteniendo un sartén.
—¿Ves todos esos vasos rojos y las botellas de cerveza en mi patio?—miré alrededor de mi casa—¿En el piso de aquí, también?
—No te preocupes por ello—dijo—Las nuevas de la clase del último semestre terminarán de limpiar todo en una hora. ¿Quieres huevos?
—No—tomé jugo de naranja del refrigerador—¿Y volverán a poner los muebles en su lugar también?
—Sip—hizo girar sus huevos—Todo debería regresar a su orden para antes de las tres en punto hoy… tal vez después que veas lo bien que es puesto todo en su lugar, ¿Podemos organizar otra reunión de negocios para montar una fiesta “Épica: Parte Dos”?
Le di una mirada en blanco, y ella rió.
—Estoy bromeando, estoy bromeando. Te vi abandonar la fiesta con Casey alrededor de las tres. ¿Cómo te fue?
—No fue—dije—Vomitó en mi auto apenas llegamos a la acera.
—Oh. Bien, déjame adivinar. ¿La ayudaste a limpiarse y todo eso en cuanto llegaste a su casa?
—Claro que lo hice—rodé mis ojos—No soy una gran idiota como tú. ¿Cómo estuvo tu noche?
—Eh. He tenido a la mejor mujer, estuvo bien.
—¿Siquiera quiero saber quién fue la desafortunada víctima?
—No, a menos que prometas que no me juzgarás.
—Lo haré—reí y di un paso atrás—Lo que sea que le pusiste a la gelatina, deberías reconsiderarlo seriamente la próxima vez que quieras montar una fiesta “épica”.
—Épica con E mayúscula, mi amiga—sonrió—¿Y por qué debería reconsiderar cualquier cosa? ¿Porque una persona se enfermó?
—Porque todo el mundo se enfermó—hice un gesto alrededor de la habitación—¿O no notas los veinte compañeros de cuarto extra que tenemos esta mañana?
—Anotado. Si cambias de idea sobre otra fiesta, no olvides que estaré dispuesta a demostrarte mi valor alrededor de las tres hoy.
No me molesté en responder.
Caminé por el corredor y hacia mi cuarto, notando que Brittany luchaba por levantarse.
—Detente—puse una almohada debajo de su espalda y la ayudé.
—Gracias…—miró arriba hacia mí—¿Puedo preguntarte algo?
—Pregunta.
—¿Realmente nos besamos anoche o fue una pesadilla?
—Sí, realmente nos besamos anoche—Dije—Pero incluso si no lo hubiésemos hecho, sería más como un sueño mojado para ti, no una pesadilla.
—Olvida que alguna vez pregunté…—trató de rodar sobre sí misma pero la mantuve quieta.
—¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?
—¿Qué quieres decir con algo de lo que pasó anoche?—lució horrorizada—¿Hicimos algo más que besarnos?
—No…—dije, insegura de cómo sentirme sobre ella no recordando—¿Quieres quedarte aquí el resto del día, o quieres que te lleve a tu casa?
—Honestamente, no puedo sentir mis piernas ahora…—gruñó mientras empujaba su teléfono hacia mí—¿Puedes enviarle un texto a Artie y preguntarle si podemos saltarnos esta noche y salir mañana? Estoy tan resacosa…
—¿Estar resacosa significa que eres incapaz de mensajear?
—Le he enviado textos a tus novias antes, y no me quejé…—me estrechó los ojos, entregándome su teléfono.
Tipeé en su casilla de mensajes y noté que Artie le había enviado un montón de mensajes de mierda desde anoche.
—¿Estás segura que este tipo no es una versión masculina de Elaine? Te ha mensajeado cada maldita hora desde ayer. Probablemente deberías leer sus mensajes primero.
Ella se movió hasta el borde de la cama, sonriendo y mirando hacia mí.
—Léelos para mí.
—Me debes un Sábado Resacoso en tu casa, con desayuno.
—Trato hecho.
Cliqueé en el primero.
No puedo esperar a verte otra vez, bebé…
—¿Se conocen desde hace menos de dos semanas y ya te llama bebé?
—Solo léelos, sin tus indeseados comentarios. Gracias.
Rodé mis ojos y cliqueé en el siguiente.
Eres caliente como la mierda, bebé.
Ella sonrió.
Eres bella como la mierda, bebé.
Ella sonrió otra vez.
No puedo esperar a ver tu…
Paré.
—No leeré el resto de esta mierda, Britt.
—Por favor, Sanny…
Me quejé.
No puedo esperar a ver tus perfectas tetas y tu cálida boca alrededor de mi polla dura como roca… no puedo esperar a devorar tu coño…
Ruborizándose, me arrebató el teléfono.
—No me di cuenta que eran mensajes de sexo… esos son privados.
—¿Esa es la clase de mierda que te calienta, Britt? ¿Mensajes privados sobre cálidas bocas alrededor de pollas duras como roca?
—Se llama hablar sucio.
—Se llama intento de hablar sucio… eso no es para nada lo que es.
—Eso es exactamente lo que es—me estrechó sus ojos, luciendo tan hermosa como anoche—Tal vez si lo hubieses hecho con alguna de tu gran cantidad de novias, tus relaciones podrían haber durado mucho más.
La miré, notando que mordía el labio, definitivamente debía encontrar la manera de alejarme de ella por un tiempo hasta poder averiguar por qué repentinamente me afectaba tanto.
—¿Solo mirarás fijamente?—me preguntó—¿No hay una réplica sabihonda? ¿Sin agudos juegos de palabras?
—No…
—Bueno, eso es sorprendente—se mordió el labio otra vez, y para evitarme a mí misma empujar sobre ella y morderlo también, tomé una toalla de la punta de la cama.
—Tomaré una ducha. Hablaré contigo cuando no estés diciendo cosas sobre bocas cálidas…
Eso significaba mucho teniendo en cuenta que me encontraba molesta por dos grandes cosas justo ahora…
Suspirando, limpié lo último del vómito de Casey fuera de mi auto y cliqueé en el texto que ella me había enviado:
No sabía que estaba tan borracha… lamento haber arruinado tu auto… aunque hablaba en serio sobre querer tener sexo anal antes… ¡Llámame cuando veas esto!
Ugh.
Puse mi teléfono de nuevo en mi bolsillo, volviendo a los pensamientos sobre anoche.
El segundo en que vi a Brittany en ese vestido rojo, no pude concentrarme en nada más.
Ni si quiera en Casey, y lo había intentado.
Duro.
Había dado lo mejor de mí tratando de parecer interesado en la sosa y muy sexual conversación de Casey, de actuar intrigado cuando no-muy-sutilmente me enseñó el color de la tanga que estaba usando, pero no importo cuantas veces susurró lo mucho que deseaba estar conmigo más tarde, solo podía pensar en Brittany y cuanto quería estar con ella.
Lo que es más, cuando las dos bailamos juntas al final de la noche, no se sintió tan juguetón e inocente como normalmente lo hacía.
Y supe que ella podía sentir la diferencia también; ella nunca se había ruborizado a mí alrededor, y definitivamente nunca me había tocado de la manera que lo hizo tampoco.
La había revisado unos minutos después que se fuera a dormir a mi cuarto y cuando noté que había rodado fuera de la cama y al suelo, la hice despertar.
Sostuve una toalla húmeda contra su cabeza mientras ella me maldecía silenciosamente, le hice beber una botella de agua con una aspirina, y luego esperé a que volviera a dormir nuevamente.
Estaba más que honestamente tentado a pasar el resto de la noche con ella para asegurarme que estuviera bien, pero Casey me había encontrado y rogaba llevarla a casa así podíamos tener sexo.
Tal vez, que vomitara en mi auto había sido algo bueno…
Aun pensando, caminé por mi acera y desbloqueé la puerta de mi patio trasero —encontrándome cara a cara con la segunda razón por la que estaba molesta.
Había vasos rojos y botellas de cerveza en todas partes, y un par de personas se habían desmayado sobre el tapete de Slip N Slide.
La piscina de gelatina estaba volteada, camisetas blancas colgaban improvisadamente en una línea de ropa, y había varios fiesteros que habían usado mis electrodomésticos como almohadas.
Me dirigí al interior, buscando a Quinn para matarla.
—Oye, ¿Qué onda?—sonrió mientras caminaba dentro de la cocina, sosteniendo un sartén.
—¿Ves todos esos vasos rojos y las botellas de cerveza en mi patio?—miré alrededor de mi casa—¿En el piso de aquí, también?
—No te preocupes por ello—dijo—Las nuevas de la clase del último semestre terminarán de limpiar todo en una hora. ¿Quieres huevos?
—No—tomé jugo de naranja del refrigerador—¿Y volverán a poner los muebles en su lugar también?
—Sip—hizo girar sus huevos—Todo debería regresar a su orden para antes de las tres en punto hoy… tal vez después que veas lo bien que es puesto todo en su lugar, ¿Podemos organizar otra reunión de negocios para montar una fiesta “Épica: Parte Dos”?
Le di una mirada en blanco, y ella rió.
—Estoy bromeando, estoy bromeando. Te vi abandonar la fiesta con Casey alrededor de las tres. ¿Cómo te fue?
—No fue—dije—Vomitó en mi auto apenas llegamos a la acera.
—Oh. Bien, déjame adivinar. ¿La ayudaste a limpiarse y todo eso en cuanto llegaste a su casa?
—Claro que lo hice—rodé mis ojos—No soy una gran idiota como tú. ¿Cómo estuvo tu noche?
—Eh. He tenido a la mejor mujer, estuvo bien.
—¿Siquiera quiero saber quién fue la desafortunada víctima?
—No, a menos que prometas que no me juzgarás.
—Lo haré—reí y di un paso atrás—Lo que sea que le pusiste a la gelatina, deberías reconsiderarlo seriamente la próxima vez que quieras montar una fiesta “épica”.
—Épica con E mayúscula, mi amiga—sonrió—¿Y por qué debería reconsiderar cualquier cosa? ¿Porque una persona se enfermó?
—Porque todo el mundo se enfermó—hice un gesto alrededor de la habitación—¿O no notas los veinte compañeros de cuarto extra que tenemos esta mañana?
—Anotado. Si cambias de idea sobre otra fiesta, no olvides que estaré dispuesta a demostrarte mi valor alrededor de las tres hoy.
No me molesté en responder.
Caminé por el corredor y hacia mi cuarto, notando que Brittany luchaba por levantarse.
—Detente—puse una almohada debajo de su espalda y la ayudé.
—Gracias…—miró arriba hacia mí—¿Puedo preguntarte algo?
—Pregunta.
—¿Realmente nos besamos anoche o fue una pesadilla?
—Sí, realmente nos besamos anoche—Dije—Pero incluso si no lo hubiésemos hecho, sería más como un sueño mojado para ti, no una pesadilla.
—Olvida que alguna vez pregunté…—trató de rodar sobre sí misma pero la mantuve quieta.
—¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?
—¿Qué quieres decir con algo de lo que pasó anoche?—lució horrorizada—¿Hicimos algo más que besarnos?
—No…—dije, insegura de cómo sentirme sobre ella no recordando—¿Quieres quedarte aquí el resto del día, o quieres que te lleve a tu casa?
—Honestamente, no puedo sentir mis piernas ahora…—gruñó mientras empujaba su teléfono hacia mí—¿Puedes enviarle un texto a Artie y preguntarle si podemos saltarnos esta noche y salir mañana? Estoy tan resacosa…
—¿Estar resacosa significa que eres incapaz de mensajear?
—Le he enviado textos a tus novias antes, y no me quejé…—me estrechó los ojos, entregándome su teléfono.
Tipeé en su casilla de mensajes y noté que Artie le había enviado un montón de mensajes de mierda desde anoche.
—¿Estás segura que este tipo no es una versión masculina de Elaine? Te ha mensajeado cada maldita hora desde ayer. Probablemente deberías leer sus mensajes primero.
Ella se movió hasta el borde de la cama, sonriendo y mirando hacia mí.
—Léelos para mí.
—Me debes un Sábado Resacoso en tu casa, con desayuno.
—Trato hecho.
Cliqueé en el primero.
No puedo esperar a verte otra vez, bebé…
—¿Se conocen desde hace menos de dos semanas y ya te llama bebé?
—Solo léelos, sin tus indeseados comentarios. Gracias.
Rodé mis ojos y cliqueé en el siguiente.
Eres caliente como la mierda, bebé.
Ella sonrió.
Eres bella como la mierda, bebé.
Ella sonrió otra vez.
No puedo esperar a ver tu…
Paré.
—No leeré el resto de esta mierda, Britt.
—Por favor, Sanny…
Me quejé.
No puedo esperar a ver tus perfectas tetas y tu cálida boca alrededor de mi polla dura como roca… no puedo esperar a devorar tu coño…
Ruborizándose, me arrebató el teléfono.
—No me di cuenta que eran mensajes de sexo… esos son privados.
—¿Esa es la clase de mierda que te calienta, Britt? ¿Mensajes privados sobre cálidas bocas alrededor de pollas duras como roca?
—Se llama hablar sucio.
—Se llama intento de hablar sucio… eso no es para nada lo que es.
—Eso es exactamente lo que es—me estrechó sus ojos, luciendo tan hermosa como anoche—Tal vez si lo hubieses hecho con alguna de tu gran cantidad de novias, tus relaciones podrían haber durado mucho más.
La miré, notando que mordía el labio, definitivamente debía encontrar la manera de alejarme de ella por un tiempo hasta poder averiguar por qué repentinamente me afectaba tanto.
—¿Solo mirarás fijamente?—me preguntó—¿No hay una réplica sabihonda? ¿Sin agudos juegos de palabras?
—No…
—Bueno, eso es sorprendente—se mordió el labio otra vez, y para evitarme a mí misma empujar sobre ella y morderlo también, tomé una toalla de la punta de la cama.
—Tomaré una ducha. Hablaré contigo cuando no estés diciendo cosas sobre bocas cálidas…
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