Fic "Fall For You" Capítulo XIX

Tocó su cara, que aún estaba empapada por la lluvia y las saladas lágrimas. Se la imaginó bonita, ya que no podía verla.
-Lindsay... tienes ganas de hablar?- Ella negó con su cabeza, pero Damian no pudo verla. Esperó su respuesta, y al notar que la joven apretó aún más su cuello, abrazándolo, supuso que no era momento de hablar. Sólo optó por tomarla de la cintura, haciéndola ingresar cuidadosamente al departamento. Nunca habían estado tan cerca, por lo que maldijo no poder verla en ese preciso momento.
-Damo, estás adentro, por qué usas lentes de sol?- Habló por fin la joven
-Yo... yo... sólo me molesta la luz- Dijo, sonando poco convincente. Lindsay lo miró extrañada, acaso pasaba algo con sus ojos?
-No me mientas, por favor. Pensé que eras la única persona que me decía la verdad... Por favor, no arruines eso. Sólo no me mientas, vos no Damian...- Dijo la muchacha, en voz baja, en un tono casi inaudible.
-Mis ojos... tengo un problema, eso es todo
-Está bien. Te creo. Quiero que... hablemos- Lindsay tenía que expresar todo lo que sentía, y creía que nadie era mejor para escucharla que su amigo de la infancia.
-Está bien… vamos a sentarnos- Dijo él, mientras rogaba encontrar el diván negro de su living.
-Damian… por aquí!- Le gritó la muchacha al ver que estaba yendo rumbo a la cocina. Damian no pudo verla pero escuchó su cálida voz y la siguió. Su voz era como droga para sus oídos... era melodía.
-Qué haces? Pareciera que no ves nada…- Dijo a modo de suposición al ver que se estaba sentando en cualquier lado menos en el sofá, sin embargo el joven agachó su cabeza al sentirse apenado debido a la veracidad de sus palabras- Espera… no ves nada?- Lindsay lo miró anonada al notarlo- Qué? Qué? Cómo? Damian!
-Me operé, sabes? No es nada grave… tenía un problema pero mejoraré, no te preocupes!
-Por qué no me lo mencionaste? Cómo haces tus quehaceres diarios así, Damo?! Podrías haberme avisado! Podría haberte ayudado!
-No necesito tu ayuda! Estoy ciego, no paralítico!- Le dijo enfadado
-Lo estás haciendo de nuevo… sólo quiero ayudarte! No me trates así… Creo que será mejor que me vaya. Estás muy sensible
-No! Disculpame, tienes razón. Lo… lo siento, Linds…- Sin darse cuenta la trataba mal. Su malhumor constante no lo ayudaba.

El celular de Lindsay comenzó a sonar. Ella miró la pantalla para ver de quién se trataba y luego contestó…
-No quiero hablar! Estoy muy enojada ahora! Estoy muy dolida… No voy a volver!- Manifestó casi gritándole a su madre que se encontraba del otro lado de la línea, para luego cortarle.

-Damian, crees que soy insoportable?- Le preguntó Lindsay, dejando al irlandés boquiabierto. Él realmente pensaba eso de ella, pero no podía decírselo. No cometería el mismo error de alejarla de él. No otra vez.
-Por supuesto que no!- Dijo, fingiendo una respuesta obvia.
-No mientas, vos también crees eso. No sos la primera persona que lo piensa…
-Quién más cree eso? Digo… quién piensa así?
-No lo negaste… vos también crees eso de mí- Ella estaba dolida. Enterarse que su amigo la consideraba insoportable era algo hiriente.
-No, Linds. Yo no dije eso! Bueno, de hecho siempre pensé que eras insoportable pero talvez es porque no logro entender cómo pueden caber tantas ideas, pensamientos e información en una sola persona!- Dijo, tratando de no sonar duro. Ella rió.
-Pues… admito que a veces puedo tornarme un poco insoportable…- Él soltó una risita- Bueeeeno, la mayoría de las veces lo soy. El punto es que últimamente muchas personas que quiero me lo han dicho… y no de la mejor manera. Mis padres me lo dijeron ayer, cuando les pedí que me llevaran con Samuel. Estoy peleada con ellos... me dijeron que me preocupara por cosas más importantes como estudiar antes que estar con él. Él también me lo dijo... Es algo que duele, sabes? No te están diciendo que tu peinado te queda mal o que estás gorda. Te estás diciendo que sos así… de esa forma- Ella miró al suelo recordando su episodio con Samuel.



---FLASHBACK---

-Ahora no creo que pueda salir con vos, Samuel. Tengo que estudiar y tengo que preparar una coreografía porque me nombraron co-directora de una obra escolar de la primaria! Seré la mano derecha de la sra. Tudson… y todavía no conozco el departamento de Damian, puedes creerlo? Creo que iré a visitarlo
-Vete pero al cruzar esa puerta te prometo que saldré de tu vida tan pronto como puedas decir Adiós- La amenazó, mirándola desafiante y enojado.
-Samuel! Qué sucede?
-Basta, Lindsay! Acaso no te das cuenta lo insoportable que puedes llegar a ser? Siempre piensas en vos misma! Lo nuestro pasó a segundo plano! Siempre tienes… cosas que hacer. No creo poder aguantar más todo esto
-Samuel! Esas cosas son parte de mí! Son parte de mis sueños! Está mal quererlas?- Ella simplemente no entendía su ridículo planteo.
-Por supuesto que está mal si me dejas de lado por quererlas! Cómo puede ser más importante ir a ver el nuevo departamento de tu amigo, el de las cejas chistosas, que estar conmigo, tu novio!? Acaso estás loca? No sé que te vi, Lindsay. No sé por qué me gustaste. No te reconozco…
-Por qué me estás diciendo esto? Damian es mi amigo, Samuel. Lo sabes bien
-Ok, cortamos.
-Qué?! Por qué?!- Ella estaba llorando desconsoladamente. No podía creer que su novio le estaba poniendo un fin a su relación. Ella lo quería…mucho
-Sabes por qué? Porque de todas las cosas que te dije sólo fuiste capaz de hablarme de él, de Mcginty. Siempre está él en el medio sin siquiera estar presente.
-Pero Samuel, yo…
-Shhhh! No digas nada, Lindsay. La gota que rebalsó el vaso fue haberme pedido que buscara contigo a su cachorro. Y no me molestó en absoluto hacerlo! Hasta que descubrí que lo hiciste aún sabiendo que él te había tratado tan mal aquella vez. No juegues, Lindsay! No conmigo- Le dijo, dejándola sola en la puerta de entrada de su casa.
Ella aún estaba en shock, por lo que comenzó correr, persiguiéndolo, pero él ya estaba muy lejos. Se sentó en el cordón de la vereda y se tapó la cara con las manos. Luego se paró y empezó a correr sin saber hacia donde ir. Corrió sin mirar atrás. Corrió y lloró mil lágrimas hasta encontrarse parada, en frente del nuevo departamento de Damian, su amigo de la infancia.

---Fin del FLASHBACK---



-Un momento, dijo cejas graciosas?! El graciosito aquí es él con esos pantalones rosas ajustados!- Pensó el irlandés, molesto por las palabras del chico de rastas.

-Lindsay, yo… yo no sé qué decir- Él estaba muy apenado. Se notaba que ella estaba muy herida- Es mi culpa…
-No, no lo es. Es mía! Soy una tonta! Y ahora lo perdí… para siempre!- A Damian le dolía escuchar las palabras de su amiga, pero le dolía más saber que sentía tanto amor por aquel joven con piercings.
-Yo… yo te prometo que voy a hablar con él. Voy a decirle que sólo somos amigos, que no tiene nada de qué preocuparse.
-E…en serio harías eso por mí?- Lindsay lo miró, con una triste sonrisa en su rostro.
-Fui capaz de ir de rodillas hasta tu casa, no? Eso sería algo mucho más fácil- Dijo el irlandés en tono de broma. La chica rió y le acarició inconscientemente la cara. Ese día parecía estar más apuesto que de costumbre, por lo que se acercó a él y le estampó un beso en su mejilla, muy cerca de sus labios. La cara del muchacho había pasado de estar roja a bordó.
-Cantame algo, Damian!- Le pidió. Se la notaba más animada.
-Cantar? No… tengo vergüenza, Lindsay. No soy bueno en ello.
-Claro que sí! No sería la primera vez que te escucho cantar, sabes? Recuerda aquella vez en el parque!
El joven estaba asombrado una vez más del poder de convicción de su amiga. No podía entender cómo era capaz de hacerlo cambiar de parecer tan fácil y rápidamente. Sonrió y se le vino una canción a su mente. Ya con su guitarra y ambos sentados en el piso, con sus caras apuntando hacia el gran ventanal que mostraba toda la lluviosa ciudad, sus dedos comenzaron a bailar sobre las cuerdas. https://youtu.be/NU9JoFKlaZ0

Summer has come and passed
The innocent can never last
wake me up when September ends…- Septiembre era un año para él, no un mes. Parecía que nunca terminaría.

like my father's come to pass
seven years has gone so fast
wake me up when September ends

here comes the rain again
falling from the stars
drenched in my pain again
becoming who we are- Se quebró en llanto. Había perdido mucho últimamente. Sus padres le habían avisado que no regresarían de Irlanda puesto que su vida en América no era la misma. Habían olvidado lo que se sentía estar en casa.

as my memory rests
but never forgets what I lost
wake me up when September ends- Le habían dicho que regresara pero él se había negado. Su lugar en el mundo era Estados Unidos, junto a sus amigos, junto a su perro.

summer has come and passed
the innocent can never last
wake me up when September ends- Había perdido a Rufus: Cameron en su visita ese día, le había informado que el pequeño pez dorado yacía en la superficie de su pecera, sin vida.

ring out the bells again
like we did when spring began
wake me up when September ends- Había perdido su visión con la esperanza de ver a Lindsay en sus verdaderos colores, alguna vez.

here comes the rain again
falling from the stars
drenched in my pain again
becoming who we are- Su vida no le sonreía y él, él ya no era el mismo de antes.


Lindsay notó su dolor, por lo que interrumpió su canto al arrastrarse en el reluciente piso hasta llegar al sensible cuerpo de su amigo, para abrazarlo con todas sus fuerzas. Secó con besos sus lágrimas que caían gustosas por sus mejillas, peinó su cabello con sus dedos y le sacó los lentes que le impedían ver sus increíbles ojos azules. Al abrirlos, estaban rojos y no tenían el brillo de siempre.

-Damian, nunca te había visto tan destruído. Nunca te había visto tan… frágil- Le dijo casi en un susurro.
-No puedo… no puedo verte, Lindsay- Manifestó entre sollozos. No quería que ella lo viera llorando, pero algo que no podía evitar.
-No digas eso! Nada es definitivo aún! Debes tener fé!
-No puedo! No lo entiendes! No digas qué es lo que debo hacer! No en momentos como éste! No sabes lo que estoy sintiendo ahora mismo! No puedo ver nada y no sabes lo mal que se siente eso!- Le dijo gritando y apartándose de ella.
-No lo sé, Damian. Pero yo también me siento muy mal ahora, y sé lo que es el sufrimiento
-No es lo mismo! Lindsay, por favor! No puedes comparar el sufrimiento que conlleva perder la vista, con una pelea con tu noviecito!
-No juegues con esto, Damian! Son mis sentimientos! No sabes lo mal que me siento por la pelea con mi noviecito, como dices. Me hizo sentir miserable, sabes?- Le contestó ella, de rodillas.
-Ser miserable es perder la visión! No sabes lo dichosa que sos por tenerla intacta… No se trata de vos! Tienes la vista perfecta, mientras yo estoy llorando en un rincón por todo lo que he perdido últimamente!
-Eso no es mi culpa! Pensé que se trataba de lo que ambos sentíamos! De lo mal que nos sentimos en este momento! Ambos estamos mal, Damian…-Dijo llorando ella.
-Yo estoy peor, Lindsay! No compares mi dolor con el tuyo!- Se puso de pie y caminó hacia la cocina. Estaba harto de todo. Ella lo siguió y lo tomó por el hombro, haciéndolo girar para quedar frente a él.
-Creo que tengo ganas de golpearte ahora mismo!- Le gritó, dolida.
-Pues hazlo, no seas cobarde!- Lindsay le dio un golpe en su estómago, pero no le dolió en absoluto. Ella comenzó a llorar desconsoladamente mientras le daba golpes en su torso, los cuales disminuían a medida que ella quebraba en llanto.
Damian la abrazó de repente, impidiendo que ella saliera de sus brazos.
-Me importa tanto mi vista porque ya no recuerdo ni tu cara…- Dijo en un tono inaudible, mientras las lágrimas amenazaban con caer otra vez.
Ella lo abrazó fuertemente, rodeando su torso con sus débiles brazos.
-Olvidé los colores, olvidé lo que era ver la ciudad con lluvia… olvidé tu cara, Lindsay! Tu sonrisa, tu nariz…- Había pasado un considerable tiempo desde la operación que le habían realizado. No se acordaba de lo que era ver las cosas.
- Lo… lo siento. No tenía idea lo mal que te sentías! No… no sabía que te resultaba importante verme…- Dijo ella, tartamudeando.
-Claro que lo es! Sos muy importante para mí…- Dijo casi en un susurro. Nunca le había confesado a su amiga la importancia que ella tenía en su vida.
-No puedes verme ahora mismo, pero puedes sentirme…- Ella tomó sus masculinas manos y las colocó en su cara. Hizo que el muchacho tocara cada facción suya… sus calientes párpados, su nariz, su boca. Al llegar a ella, Damian la tocó con suma delicadeza, como si de un pequeño y frágil cristal se tratara. Sintió ganas de… besarla? No, sólo estaba confundiendo las cosas debido a que estaba sensible y estaba tan cerca de ella que podía sentir su respiración.
-Nunca pude ver el verdadero color de tus ojos, sabes? Pensé que eran verdes…
-Son azules, Damo. Pero no importa…
-Sí… sí para mí! Por eso me op..-Él de repente decidió callar, dejando su frase inconclusa. No quería que ella supiera que había sido la razón por la cual él se había operado.
-Por eso, qué?- Preguntó una confundida joven.
-Nada, nada. Por eso me…me puse lentes- Mintió.
-Damian, puedes por favor decirme la verdad?!- Le pidió ella, separándose de él.
-Por…por eso me operé, Lindsay. Para poder verte… bien. Quería ver los colores como son, frente tuyo- Las palabras se colaban en sus oídos mientras ella se alejaba de él. Ella miró al cielo y cerró los ojos mientras se tapaba su boca con las manos, para evitar emitir el sonido de sus sollozos- Lind…Lindsay? Yo… pensé que todo iba a salir bien, pero al parecer el proceso de recuperación está tardando más de lo debido… Pero no te preocupes, sé que voy a volver a ver algún día- Dijo él, tratando de sonar convincente, sabiendo que el pronóstico no era de lo más favorable.
-Lo…lo hiciste por mí?- La joven estaba en shock. No podía creer que su amigo la consideraba tan importante como para operarse…por ella- Es mi culpa... yo, yo te obligué a ir a ver un especialista… Lo, lo siento tanto…
-NO! No digas eso, no seas tonta. Cumpliste tu deber de amiga, sólo querías cuidarme, Linds. Nadie tiene la culpa, son cosas que pasan…
-Te…te operaste por mí?
-Ss..sí- Tartamudeó él, con un poco de vergüenza- En realidad sólo confundía los colores cuando estaba contigo. Pero no me arrepiento! Hay que arrepentirse de las cosas que uno deja de hacer, no de…- Alguien lo interrumpió. Mejor dicho algo. Y ese algo se llamaba "beso". Ella comenzó a besarlo. Sus bocas chocaron y desataron una nube de pasión que cualquiera que hubiera estado presente notaría cómo la tensión podía cortarse con un cuchillo. Se besaban cada vez más apasionadamente. No podían respirar pero aún así continuaban con lo que era el segundo beso entre ambos. El primero había sido hace muchos años, en la playa… había sido un fugaz beso pero para ellos era muy importante.

Damian sintió fuegos artificiales dentro suyo: moría de felicidad, por lo que sonreía mientras la besaba. Lindsay sentía cosquilleos en su estómago, sentía como si alguien estaba jugando con sus órganos.
Sus bocas parecían no querer despegarse jamás, sus lenguas ya se habían tocado y él le tocaba la cara tiernamente mientras ella enredaba sus dedos en su cabello. Sus bocas eran imanes, ya nada les importaba. Se mordían suavemente a veces, demostrando que querían estar así por mucho tiempo.
Ella se apartó de él, debido a que la falta de oxígeno la estaba atormentando demasiado. Comenzaron ambos a respirar rápidamente. Estaban cansados, como si hubieran corrido una maratón.
Él deseó haber visto la reacción de ella cuando él la besó de repente, dejando en claro que no quería que sus bocas se apartaran.
Y así dio lugar a lo que era ya el tercero de sus besos.
Él se separó de ella, la tomó por la cintura y chocó su nariz con la suya, acariciándola.
Se sentía en el cielo mismo, no quería que aquello terminara.