FIC Creo en Ti...

Hello!!!

Quickblellie (Mafer) me encanto, Dios no puedo ver a estos dos separados, estoy que me meto a tu historia y los encierro en el departamento de Nellie jejejejeje que tensión tan grande entre ellos...

Besos

holiiii lectoras fieles:D jajaja bueno no tan tarde acá el Cap:O me e dado cuenta que me quedan 5 caps creo como maximo estoy tratando de hacerlos largos! así que espero les guste!! el cap de hoy!! gracias por los comentarios CLARO y la BUENA ONDA!!!!! me gusta seguir así con esa super onda!





Cuando la puerta se cerró, pensó que no podían terminar así. No podía ser. Pero, ¿por qué
luchaba Blake contra sí mismo? Ella había dejado de hacerlo.
Quizá algún día conocería su casa. Quizá viviría allí. Hubiera querido salir corriendo detrás de
él... pero la llamaría. El lunes por la noche. Y algún día se encontrarían y harían el amor.
Cuando se miró al espejo, vio que estaba colorada, con los labios hinchados y los ojos brillantes.
Seguía teniendo la blusa desabrochada y sus pechos eran visibles bajo el encaje negro del sujetador.
Él había bajado una de las copas, había chupado sus pezones... Temblando, Nellie se
dio la vuelta.
¿Y si hubieran hecho el amor? ¿Y si se hubieran comprometido? ¿Y si se lo hubieran contado a
todo el mundo? ¿Qué habría dicho Eva? Aunque le daba igual lo que Eva dijera. Pero Axel...
Y si todo terminara de repente, ¿qué pasaría? ¿Qué sentiría el niño?
Blake la llamaría y se encontrarían en algún hotel. Durante meses, años quizá. Hasta que Axel
fuera mayor.
¿O se iría a Francia a vivir con él? Podría aprender francés, buscar un trabajo. Mucha gente lo
hacía. «La novia de mi hermano», pensaría Axel.
Tenía ahorros y podría vivir de ese dinero durante algún tiempo. Y si no salía bien, siempre
podía volver a Londres.
Se preocupaba demasiado, pensó. Lo analizaba todo demasiado.
Nellie sacudió la cabeza, impaciente... y entonces vio su cartera sobre la mesa. Blake le había
dicho que tenía que hacer un par de cosas antes de ir a buscar a Michael. Quizá seguía en el
apartamento de Eva...
Salió corriendo y llamó al timbre. Entonces se percató de que seguía llevando la blusa desabrochada
e intentó abrocharla con una sola mano.
Cuando Blake abrió la puerta, no pudo evitar echarse en sus brazos.
—¿Me llamarás de verdad?
—Sí.
Era especial. Entrañable. Estaba un poco despeinado y tenía los ojos brillantes, como ella.
—Te has dejado la cartera. Blake la guardó en el bolsillo de los vaqueros y acarició su pelo con
una mano.
—¿Un último beso? —preguntó, con voz ronca.
Estaban a menos de un centímetro cuando escucharon la voz furiosa de Eva:
—¿Qué es esto? No has tardado mucho, ¿eh?
—Hola, Eva —dijo Blake
—¿Qué estás haciendo en mi casa? No te he dado permiso para quedarte aquí.
—No —asintió él.
Dejando la maleta en el suelo, Eva se volvió hacia Nellie , señalando la blusa desabrochada con
un dedo acusador.
—Estás loca. Te dije cómo era. ¿Y me has escuchado? ¡No! —exclamó, volviéndose de nuevo
hacia su ex cuñado—. Y si me llega una enorme cuenta de teléfono... porque seguro que has
estado hablando con tu legión de amiguitas...
—Tú sabes que no es verdad. Nellie miraba de uno a otro. Sabía que a Eva no le caía bien, pero
ser tan venenosa...
—¡Y tú! ¿No te dije que había abandonado a esa pobre chica
¿O no es verdad, Blake?
—Sí—admitió él.
¿Por qué no replicaba? ¿Por qué no se defendía?
—Tenían una casa preciosa en Putney, una vida estupenda —siguió Eva—. O eso pensaba yo.
Y entonces él se marchó. Eras un buen hombre un hombre inteligente... Tenía títulos que yo ni
siquiera conocía. Era inteligente, manipulador y egoísta. Esa chica era tan querida, siempre me visitaba no como tu
—Esto no tiene nada que ver conmigo —murmuró Nellie
—No, es verdad. ¡Y, por favor, abróchate la blusa! Pareces una...
—Cállate —intervino Blake entonces—. No metas a Nellie en esto.
—¿Qué te pasa, te emociona la caza? Porque Nellie era una pieza difícil, estoy segura. Eres
igual que su padre.
—¿Y tú qué sabes de mi padre? —exclamó ella entonces.
—Me lo contó tu madre —contestó Eva, encogiéndose de hombros—. Un día vino a verte y,
como no estabas, la invité a tomar un café. Me lo contó todo sobre vuestra vida.
—Y a ti te dio mucha pena, ¿verdad? —murmuró el, irónico.
—¡Sí! Que tú tengas dinero no significa que puedas pisotear a todo el mundo. ¡Y si intentas
evitar que vea a mi sobrino...!
—No pienso hacerlo.
—Eso espero. Yo lucho por lo que quiero.
—Lo sé.
Eva lo miró, apretando los puños.
—¿Y cómo esta María? ¿O ya no sales con ella?
—Ya no salgo con ella.
—Pobrecilla. Otra víctima más. Espero que la hayas compensado.
—No.
—No, claro. ¿Para qué? Las mujeres están para usarlas, ¿no?
—Tu romance griego no ha ido bien, ¿verdad,Eva?
Ella iba a darle una bofetada, pero Tris sujetó su mano.
—Lo siento —se disculpó—. Un comentario fuera de lugar.
—Al menos, yo voy de uno en uno —con los dientes apretados—. Y no tengo
Responsabilidades, soy una mujer mayor que puede hacer su vida, no como tu me quitaste a Axel ahora tienes que afrontarlo, pobre niño
—No hables no metas a mi hermano en esto—la interrumpió Blake
—Crecer en una casa en la que cada mes hay una mujer diferente —siguió ella, furiosa—.
¿Cuántas Marías han habido este año?
—Doce o trece.
—¿Lo ves? —exclamó Eva, volviéndose hacia Nellie
—Yo no creo que sea como tú dices.
—¡Pues entonces eres idiota! ¿Te ha pedido que te vayas a Francia con él?
—No.
—¿Que os veáis en otra parte?
—No —contestó Nellie irritada
Y era cierto. Había sido ella quien había sugerido que volvieran a verse. Cuando miró a Blake, vio
que tenía una expresión irónica, no de arrepentimiento o de vergüenza, sino irónica.
—¿Lo que dice Eva es cierto? —le preguntó
—¿Tú qué crees?
Decían que la primera impresión era la buena. Aunque no siempre es cierto. Y Blake no era un mujeriego. No se comportaba como tal. Era imposible.
Sintiéndose enferma, Nellie intentó abrocharse la blusa.
—¿No vas a negar nada?
—No.
—¿Abandonaste a tu ex?
—Sí —contestó él.
—¿Lo ves? —exclamó Eva—. Esa chica se quedo destrozada , aún recuerdo como vino a mi para contarme , lo que le había echo
—Tiene que haber una razón...
—Claro que había una razón. ¡Es un canalla!
¿O no es verdad? —le espetó, furiosa. Blake no contestó—. Por eso te fuiste a vivir a Francia. Porque
en Inglaterra nadie te dirigía la palabra, por tu culpa se mato!
—No.
—¡Sí! ¡Murió por tu culpa! ¡Estaba loca de dolor! ¡Y ahora, vete de mi apartamento, no quiero
volver a verte en toda mi vida! Y deja a esta pobre chica en paz.
—¿Quieres que te deje en paz, Nellie?
Ella se quedó muda.
Sonriendo con ironía, Jenner entró en el apartamento para buscar su maleta y Nellie entró en el suyo. No era cierto, no podía ser cierto. Él no era así. Pero Eva era su amiga. Y había dicho todo aquello porque sabía cuánto sufrió con el abandono de su padre y no quería que volviera a vivir lo mismo con Blake.
¿Por qué iba a mentir? ¿Qué razones tendría para hacerlo? Además, él no había negado nada.
No había discutido, ni siquiera se había enfadado. ¿Le daba igual? Quizá ella no era suficientemente
importante como para que se enfadase cuando le quitaban la máscara.
O quizá había pensado que lo defendería. Que sabría automáticamente que nada de que lo que
Eva decía era cierto. Nellie cerró los ojos, con la cabeza a punto de estallar.
Pero estaba buscando excusas. Desde que lo vio por primera vez, supo que era un seductor, un
hombre acostumbrado a embelesar a las mujeres.
Y en cuanto él oyó la voz de Eva, supo lo que iba a pasar. Quizá le había ocurrido antes. ¿Por
eso no quería tener una relación con ella? ¿Porque sabía que, en algún momento, Eva le diría
quién era en realidad?
Nellie necesitaba saber la verdad. Inmediatamente.
Cuando salió al descansillo, vio a Blake tomando el ascensor.
—¡Blake tenemos que hablar! —gritó, sujetando la puerta.
—Ya no tenemos nada de qué hablar.
—¡No es verdad!
Él la miró como si no la hubiera visto nunca y después cerró la puerta del ascensor. No podía
ser. No podía marcharse así. Eva salió del apartamento en ese momento.
—Ya te dije cómo era —le advirtió. Nellie entró en su apartamento, sin escucharla—. ¡Te lo dije!
No dejes que te haga daño.
—Eva, no puedes vivir la vida por mí.
—¿Es que no te das cuenta? ¡No es hombre para ti!
—Sí, lo es. Lo siento, pero lo es.
—¡Estás loca!. ¿Tan arrogante eres que crees poder conquistarlo solo porque eres guapa? ¡Tris es como tu padre, un mentiroso! En cuanto tu madre me habló de él, supe que eran iguales.
—No digas nada más —murmuró , cerrando la puerta.
Blake no era así. No podía creerlo.
Pasó todo el fin de semana pensando en él. Cada minuto.
Recordó lo que había ocurrido un millón de veces. Veía su cara, oía su voz. Él esperaba que creyese a Eva, esperaba que lo acusase, que saliera corriendo.
Pero había dos versiones de cada historia y Eva solo tenía una.
Tenía que haber una razón, una buena razón para que Blake hubiese abandonado a aquella chica.
El lunes fue a trabajar, junto al cuñado de Shanna la había contratado como una secretaria para que la ayudase en planear los siguientes exposiciones de fotos cuando llegó a casa se sentó al lado del teléfono,esperando una llamada que no llegaría. Blake no la llamaría después de lo que había
pasado. Pero quizá...
No. No volvería a llamarla. Y, de repente, carrera, independencia, seguridad... nada de eso le
importaba lo más mínimo.
Solo le importaba Blake.
Podría llamarlo, preguntarle. Pero él no le diría nada. ¿Por qué? ¿Orgullo herido?
Las aventuras no importaban... mucho. Era normal que un hombre separado tuviese aventuras.
Y dudaba que las hubiera llevado a casa. Sabía que no lo habría hecho, por Axel..
Aunque solo tenía la palabra de su vecina sobre el asunto, la realidad era que había dormido en su casa y no en casa de Lena.
Y la realidad era que lo único que sabía de cierto sobre Blake Jenner era que quería mucho a su Hermanito menor.
Y que estaba enamorada de él.
Odiaba la indecisión, odiaba no saber qué hacer. Y no pensaba esperar durante el resto de su
vida.
No pensaba recordar durante toda su vida aquellos maravillosos ojos azules, ni cómo la había besado.
Iría a Francia, pensó. Era la única forma de olvidarlo...
O de retenerlo para siempre.

me encanta tu fic. Porque eva tenía que llegar justo cuandon estaban empezando "una relación"(? odio a eva. No quiero que se separen

I LOVE IT!! fue increible el cap, esa Eva estoy que la mato por destrozar mi momento Blellie... Nellie confundida y Blake no negó nada... necesito más jejejej Nos vemos!!1

actualiza pronto me encanta tu fic por favor siguela y no nos abandones porque tu fic de verdad que esta muy interesante

Ahhh Tarde lo se es que ando a full!! pero espero este cap las recompense :D



—¡Nellie! —exclamó Max, su jefe—. No puedes tomarte una semana de vacaciones. El lunes que vienen llegan millones de cuadros para la exposición
—Ah, sí, es verdad. Lo había olvidado.
—¿Que lo habías olvidado? Tú nunca olvidas nada. ¿Qué te pasa?
—Nada. Es que necesito arreglar un asunto personal.
—Entonces, tómate el resto de la semana libre. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Anda, márchate. Llevas un par de semanas muy rara, la verdad. Y yo quiero que mi personal
esté concentrado en el trabajo.
—Muy bien.
—Dile a Ali que se encargue de tu agenda. Ya es hora de que haga algo serio.
—Gracias, Max.
Nellie le dijo a Ali que estaría fuera toda la semana y después volvió a su casa. Con un poco
de suerte, conseguiría billete aquel mismo día. Sin llamar siquiera al aeropuerto, guardó un par
de cosas en una maleta y pidió un taxi. Tenía que marcharse de allí.
Llegó a Francia a las tres de la tarde y enseguida alquiló un coche para ir a Parthenay.
Tuvo que parar varias veces en el camino para preguntar, pero por fin llegó al pueblo donde vivía
Blake . Calles empedradas, letreros de hierro forjado y una bonita iglesia gótica, casi parecía un
pueblo del siglo XVII.
Empezaba a preocuparse porque no encontraba la casa... y entonces la vio.
Era la más bonita de todas; una casa de piedra, amplia y muy antigua. El jardín estaba lleno de
sacos de cemento y arena. A un lado había un viejo establo cubierto de andamios.
Nellie estaba muy nerviosa. ¿Y si Blake no quería verla? ¿Y si se negaba a hablar con ella? Si
todo lo que Eva había dicho fuera cierto... No, no podía ser. Apostaría su vida a que estaba equivocada.
Respirando profundamente para darse valor, salió del coche y se dirigió a la entrada.
Iba caminando entre sacos de arena cuando alguien la llamó. Nerviosa como estaba, Nellie se
sobresaltó.
—¿Mademoiselle?
Era un hombre bajito y grueso, que la miraba con una sonrisa en los labios.
—Bonjour —lo saludó ella.
—Es usted inglesa —dijo entonces el hombre.
—Sí. ¿Es usted Claude?
—¿Me conoce?
—Axel me ha hablado de usted. Soy Nellie Veitenheimer
—Ah, Nellie. Axel siempre dice que es usted muy guapa. Y es verdad.
—Gracias. ¿Blake está en casa?
—¿Sabe que iba a venir?
—Pues... no, la verdad —contestó ella.
—Es que no le gustan...
—Tengo que hablar con él, Claude.
—Está en la parte de atrás. Tome ese camino.
—Gracias —sonrió
¿No le gustaban las visitas? ¿Eso era lo que Claude iba a decir?
Siguió por el camino y entonces llegó a una especie de terraplén. Desde allí podía verse todo el
pueblo. Y un lago, como Axel le había dicho. A su izquierda había varios caballos pastando
en un prado verde y a la derecha... blake, sentado en un banco de madera.
Nellie tuvo que contener un grito al verlo.
Estaba enamorada de aquel hombre. Y fuera lo que fuera, hubiera hecho lo que hubiera hecho, lo amaba.
Había sabido lo que sentía, pero no lo que sentiría si lo perdiera. En aquel momento, lo supo.
Tenía que haber una razón para todo. Una buena razón. No sabía si él la amaba, pero sentía
algo por ella. Era un principio. Un buen principio.
Parecía triste, pensó. Solitario. La camisa azul, arrugada, las botas llenas de barro. Tenía una
taza en la mano y, de repente, tiró el contenido al suelo y se levantó.
Y cuando la vio se quedó inmóvil.
Conteniendo el aliento, Nellie examinó su expresión.
—Hola, extraño
—¿Qué estás haciendo aquí?
Parecía costarle trabajo pronunciar esas palabras y eso la consoló. Al menos, estaba tan angustiado
como ella.
—Tenía que hablar contigo.
—No tenemos nada que decirnos.
—Eso no es verdad. No quiero saber nada sobre tus aventuras con otras mujeres porque ocurrieron
antes de que nos conociéramos. Pero tengo que saber qué pasó con Ginn
Tris sonrió, sin ninguna alegría.
—Ya sabes lo que pasó con Ginn
—No, sé lo que Eva dijo. Pero tienes que contármelo tú.
—No tengo ganas de discutir.
—Ni yo tampoco. Pero si vamos a casarnos, tengo que saberlo. Él la miró, incrédulo.
—¿Quién ha dicho nada de matrimonio?
—Yo. Te quiero, Jenner. Con todo mi corazón.
—Entonces, estás loca. Adiós, Nellie —dijo él, pasando a su lado.
Estaba fingiendo. No tenía mucha experiencia con los hombres, pero lo veía en sus ojos.
Nadie le había dicho que fuera a ser fácil. ¿Qué había esperado, que cayera en sus brazos?
¿Que le pidiera perdón?
Lo siguió hasta la casa a través de una puerta pequeña, sin fijarse en nada, solo en su ancha espalda.
—¿Sigues aquí? —preguntó él, sin volverse.
—Sí. Cuéntamelo.
—No hay nada que contar. Axel llegará enseguida y no quiero que te vea.—íbamos a
encontrarnos. A hacer el amor.
—Podría haber durado unos meses... y después habría terminado. Hubiera sido agradable,
pero...
—Pero estabas enamorándote de mí —lo interrumpió Nellie.
—Yo no me enamoro de nadie. Solo tengo aventuras.
—No te creo.
No podía ver su expresión, pero sospechaba que tenía los labios apretados. Sus hombros estaban
tensos, rígidos.
—Pues créelo. Seguramente, no te habría llamado.
—Me habrías llamado, Blake-susurro
—Nellie
—No, escúchame tú. Sobre lo que ocurrió entre tu y Ginn … Eva solo conoce una versión,
¿no? No sabe la verdad.
—Claro que sabe la verdad.
Ella se asustó por un momento. Pero entonces se dio cuenta de que sí, Eva sabía la verdad...
una parte de la verdad.
— Ha ocurrido otras veces, ¿no? Nada más oír su voz, supiste lo que iba a pasar. Se suponía
que yo iba a darte con la puerta en las narices, pero me quedé muda. Y luego lo pensé y me di
cuenta de que no tenía sentido.
— Todo lo que dijo Eva es cierto.
— Los hechos, sí. Pero yo necesito que me des las razones. Por favor, dime qué pasó.
— No.
— Entonces, ocurrió algo —murmuró Nellie, poniendo una mano en su espalda—. Tienes que
decírmelo, Blake. Tienes que decírmelo porque te quiero.
Él se puso rígido. Pero entonces, conteniendo un gemido, tiró la taza al suelo y se volvió para
tomarla en sus brazos.
— Nellie...
— ¿Ves? No ha sido tan difícil. Le temblaba la voz, pero tenía que hacer un esfuerzo.
— ¿Es que no te rindes nunca?
— No.
Blake respiró profundamente.
— Estás completamente, realmente loca sacada de la peor película
- Estoy enamorada.
— ¿De verdad? —murmuró él, acariciando su pelo—. Me alegro de que hayas venido. Pero no va a funcionar.
— Puede que sí.
— No.
Ella no lo creía. No podía creerlo. Le importaba demasiado.
— ¿No habrías ido a buscarme?
— No.
— Vaya… ¿Por qué?
— No puedo decírtelo —murmuró él, antes de besarla. Un beso largo, urgente, apasionado. Después se apartó un poco—. Espera ¿Matrimonio?
— Me salió así. Es lo que quiero, pero... ¿Por qué no puedes decírmelo? ¿Porque está muerta? ¿Porque sigues enamorado de ella?
— No.
— ¿Por Axel? Yo no le diré nada —insistió—. Sé que no quieres casarte, pero dijiste que podíamos tener una relación.
— Tú lo dijiste —sonrió él, mientras le acariciaba el pelo—. Pero si tuviéramos una relación, tú no dejarías de hacerte preguntas. Y eso te iría comiendo poco a poco. ¿Por qué la dejé? Tenía razón y Nellie lo sabía. La iría comiendo poco a poco. Pero tenía que haber una razón para todo aquello.
— No te conozco bien, pero sé lo que no eres. ¿Cuántas veces te ha pillado Eva con una mujer?
— Nunca. Aunque he tenido algunas amigas. No soy un santo.
— ¿Pero no estabas enamorado?
— No.
— ¿Y de mí?
Blake la miró a los ojos.
— Sí. Estoy enamorado de ti. Te quiero, maldita sea SI!.
— Entonces, ¿por qué quieres que me vaya?
— Porque todo lo que dijo Eva es un recordatorio de lo que soy en realidad. Fui un novio espantoso y no debería haberme quedado en su casa. Fue egoísta y estúpido por mi parte porque sabía lo que pasaría si me encontraba allí.
— ¿Por eso no me hiciste el amor?
— Por eso.
— Pero ahora sí puedes —murmuró ella, acariciando su torso—. No quiero pasar el resto de mi vida preguntándome cómo sería.
Blake respiró profundamente, intentando controlarse.
— Yo te guardaría en mi corazón, intentaría olvidarme de ti. ¡Dios Nellie te deseo tanto...! ‘¿que me has hecho?
— Puedes tenerme.
— Ella dirá cosas —le advirtió.
— ¿Eva?
— Sí.
— Soy mayorcita.
El sonrió, con tristeza.
— Sí, lo eres. Pero quiero protegerte.
— No se puede proteger a nadie, mi amor.
— No, es verdad —asintió él—. Pero fui un novio-prometido
— No tenemos que casarnos.
— Sí, porque yo no quiero otra cosa.
— Yo tampoco —sonrió Nellie.
— Eres una chica muy decidida.
— Mandona —asintió ella, con el corazón acelerado—. Me gusta construir mi propio destino. No me gusta que nadie lo haga por mí. Ni Eva, ni Ginny... Oh vamos bésame otra vez, Jenner
Él sonrió.
— Bésame tú.
Nunca lo había hecho. Siempre había dejado que él fuera el instigador.
— He llegado tarde al amor. No tengo experiencia.
— Esto me está matando —murmuró él, besándola en la frente, en el pelo, en la nariz—. Solo tenemos media hora antes de que Axel llegue del colegio.
— Media hora es mejor que nada. Te quiero…
— Yo también —murmuró él, tomándola en brazos y subiendo los peldaños de la escalera de dos en dos.
— Te quiero —rió Nellie apartando el flequillo de su frente—. No pensé que le diría esto a
nadie. Y ahora...
— Yo siento lo mismo —dijo el ,tumbándola sobre su cama—. He soñado con esto. Te imaginaba aquí, en mi casa, pero pensé que no ocurriría nunca. Te quiero y deseo que la primera vez sea especial. No quiero tener que saltar de la cama para vestirme porque Axel acaba de llegar. Estoy muy excitado y...
— Podemos esperar, ¿no? Esta noche, cuando esté dormido. Algo con lo que soñar, algo que esperar toda la tarde.
Blake se sentó al borde de la cama y acarició su cara. Su mano estaba caliente, ardiendo. Bajó hasta su escote, pero se quedó allí.
— No me atrevo a seguir. Nunca he sentido nada parecido en toda mi vida.
— ¿Ni siquiera con Ginny?

que lindo capitulo, me encanta blellie por favor sigue escribiendo y no te olvides de actualizar :)

Aaaahhh!
No me puedes dejar asi! D:
Porfavor acualiza pronto,necesito Blellie
Besos

OMG esto se esta poniendo bueno, ya las cartas están echadas y ellos están juntos, me encanta que todo esto este pasando y que Nellie este en Francia Dios ya falta poco para el gran momento y todavía hay incógnitas...

Nos vemos

Muchachaaas acá rapidito el cap ya termine de escribir, ante penultimo cap! queda el siguiente y el final! espero que les guste!!!:D



El rostro del hombre se ensombreció.
— Con ella era diferente.
— Cuéntamelo —le suplicó Nellie —. Sé que no quieres hacerlo, pero si pudieras decirme algo...
— ¿Por qué la dejé y fui con Axel? Porque era mío , es mi hermano—contestó Blake.
— Pero... ¿y Ginny?, ella lo quería como de su propia familia, como su pequeño hermanito?
— Ella no lo quería.
— ¿No lucho por el por ustedes?
— No. ¿Te sorprende? A mí también me sorprendió. Ginny. –suspiro - No quiero que se lo cuentes a nadie.
— No lo haré.
— Era la niña de la familia. Tanto su madre como sus hermanas la mimaban demasiado, la trataban como si fuera muy frágil y pudiera romperse en cualquier momento. Y era pequeña, pero nada frágil — sonrió él, con tristeza—. A pesar de eso, necesitaba atención constante y no quería tener hijos, ni nada por el estilo ; Pero yo no lo sabía. Nos pusimos de novios poco después de conocernos, y teníamos planes de matrimonio tres semanas después de eso era lo que los dos queríamos —añadió, suspirando—. Cambié toda mi vida para poder estar con ella el mayor tiempo posible. Yo había heredado mucho dinero de mi padre.
— Sí. Eva me comentó algo.
— Tengo inversiones en varios países. La relación con Ginny no era lo que yo había esperado —le confesó Blake entonces—. A menudo ella parecía insatisfecha. No lo decía
en voz alta, pero yo sabía que no le gustaba estar en casa. Quería salir, gastar dinero, bailar. Por supuesto, yo tuve mi parte de culpa. La dejaba sola demasiado tiempo junto a Axel y no fue lo mejor
Quería atención constante, quería amor, quería que le dijera todo el tiempo lo guapa que era. No fui paciente con ella, la verdad, ella solo quería a Axel cuando había alguna cosa importante de la familia o ponerlo de pretexto conmigo- suspiró, perdido en los recuerdos—. Quería una niñera, aunque no tenía nada que hacer. Pero cada vez que contratábamos una, no le gustaba. Había sido mimada toda la vida, no había trabajado nunca y siempre había alguien que hacía las cosas por ella.
— ¿Era infantil? —preguntó ella interrumpiéndolo
— Mucho.
— Sigue.
— Se volvió petulante, empezó a salir por las noches sin decirme dónde iba. Yo pensé que se le pasaría, que era una forma de despedirse de su vida de soltera, pero no dejaba de hacerlo; ella sabía que no era yo solo en esta relación es decir no venía solo , venía con Axel y ella lo acepto, y se ofreció a apoyarme estar ahí para ayudarme con el, vamos yo no sabía nada de niños , no lo se aún trato de hacer lo mejor, y ella dijo que me apoyaría lo cuidaría , pero no lo hacía. Yo me puse furioso porque mi madre no era así, cuando vivía las mujeres de mis amigos mayores que yo no eran así. Lo intenté, Nellie, pero no lo suficiente. Y un día volví de trabajar y me la encontré en la cama con otro hombre. Axel estaba en el cuarto de debajo de juegos —explicó, mirándola a los ojos—. Aparentemente, no era su primer amante.
— Entonces, te fuiste y te llevaste a tu hermanito
— Sí. Volví a verla cuando me calmé. Ginny pensó que la había perdonado.
— ¿Y no podías?
— No. Ella no entendía por qué estaba tan furioso, como si acostarse con otro hombre fuera algo normal. Pensaba como una niña de quince años.
— ¿Nunca le contaste a Eva la verdad?
— No hacía falta. Ella lo sabía.- Nellie lo miró, sin entender.
— ¿Lo sabía? Pero si la defendía tanto
— Todo el mundo lo sabía. Todos menos yo. Pero me pasaba el día trabajando y casi nunca
estaba en casa. Cuando ni siquiera necesito trabajar...
— Todo el mundo necesita trabajar. Pero si Eva sabe la verdad, ¿por qué te odia tanto? Eres su sobrino
— Porque cuando ella era joven pensaba que mi tio era el que tenía amantes por trabajar tanto—contestó él—.y ella pensaba que yo solo decía de pretexto que trabajaba y se había encariñado con Ginny La quería mucho. Ella misma me dijo que Ginny no debía casarse tan joven, que era un error. Y yo, arrogantemente, no le hice caso. Eva piensa que si no se hubiera casado conmigo, no habría muerto. Y quizá sea verdad.
— Pero si no se hubiera casado contigo, se habría casado con cualquier otro —murmuró Nellie
— Sí, pero ese otro quizá habría estado más tiempo con ella, la habría mimado más que yo. No sé... Lena siempre dijo que Ginny era demasiado frágil y resultó ser cierto. Si hubiera estado a su lado, si hubiera escuchado a mis tias
— No digas eso, Blake. Nadie sabe qué habría pasado.
— Aun así, me siento culpable. Y entiendo que Eva me odie.
— Pues yo no. Y tampoco entiendo que vaya diciendo por ahí que no te ocupas de tu hermano cuando, evidentemente, es mentira. No abandonaste a tu socio, ¿verdad? —preguntó Nellie entonces.
— No. Fui a hablar con él antes de marcharme. Él sabía lo que estaba pasando, como todos mis amigos, pero nadie se atrevía a decírmelo. Me quedé en su casa durante unos días y después llevé a Axel a casa de mis mejores amigos, que aceptaron cuidármelo mientras organizaba mi mente: luego pude establecerme bien , seguir trabajando, me lleve a Axel compré esta casa y... el resto ya lo sabes.
— ¿Y María? —preguntó ella. Blake sonrió.
— Era la niñera de Axel. Un desastre, así que la despedí. Eva llamó un día por teléfono, y
como contestó ella, supuso inmediatamente que era una amiguita.
— ¿Eva no quiso quedarse con la custodia de Axel?
— Lena no se lo permitió .
— Pero, a causa de Axel, no puedes cortar tu relación con ellas, ¿verdad?
— Eso es. Aunque normalmente, nos evitamos —dijo él, con tristeza.
— Por eso fuiste a buscar a Axel a la estación, en lugar de quedar en tu casa, ¿no?
— Sí.
— ¿Y no culpas a Eva de todo este desastre?
— No.
Y no iba a decir nada más porque, estaba claro, Blake Jenner no era de los que hablan mal de la
gente a sus espaldas. Y Nellie lo amaba por ello.
—¿Cuánto tiempo pasó desde que te fuiste hasta que Ginny murió?
—Seis meses. Ella nunca intentó ponerse en contacto conmigo. Y luego murió.
—No fue culpa tuya, Blake
—¿No?
—Claro que no.
—Pero quizá contribuí con mi comportamiento. Siempre lo tendré sobre mi conciencia.
—¡Blake, por favor! —exclamó ella
Se sentía culpable por la muerte de una mujer que lo había tratado como a un pelele.

Pero si pudieran empezar un futuro juntos... sus vidas podrían dar un giro de ciento ochenta grados.
— Ginny estaba fanfarroneando con sus amigos, algo que solía hacer a menudo. Por eso cayó
por la pendiente. Era una niña mimada, pero no merecía morir.
— Nadie merece morir. Pero tú no tuviste nada que ver.
— Tienes mucha fe en mí, ¿verdad?
— Toda. Porque nunca se lo has contado a nadie. Nunca te has excusado, nunca has dado explicaciones.
— A Nadie —sonrió Blake—. Me conmueve que tengas fe en mi , sabes mi madre hubiera sido la única que me hubiese creído Se habrían llevado muy bien.
— Y Lena tiene sitio para ti en su casa, ¿no?
— Sí, pero es una ficción que mantenemos por Axel. El cree que la cama es demasiado
pequeña. Y si sabe que no es verdad, se lo calla. Me protege fieramente.
— Porque eres suyo. Porque te quiere. Entonces Lena... ¿ella no te culpa?
— No, Lena siempre fue una tía de fierro como se dice, es decir , no se mete en lo que no es suyo sabes, pero prefiere callar para no tener problemas con Eva, es familia ya sabes son lo que tienen, es mas ella no estaba de acuerdo en que yo estuviera de novio y quererme casar tan rápido , es de las que saben como es una persona apenas la ven y bueno , cuando vio a-suspiro- ella sabía que no iba hacer feliz Por cierto, Axel va mucho más a casa de ella desde que te conoció a ti.
— —¿En serio?
— No solía quedarse a dormir en casa de Eva hasta que apareciste tú. Y cuando te conoció,
decidió que dormiría allí los viernes, en lugar de quedarse en casa de tía Eva. Lo que más le
gusta de Londres eres tú.
— ¿Y Eva lo sabe?
— Supongo que sabe sumar dos y dos.
— Pero a ella no le importaba que yo me encariñase con el niño.
— Porque su vida social es más importante. Y porque no esperaba que nos conociéramos. En
cualquier caso, no quiero que le cuentes esto a Axel
— No se lo contaré.
— No quiero hacerle daño, Nellie. Nunca.
— ¿No se lo contará Eva? Si me ha hablado a mí como lo ha hecho, puede que también se lo
cuente al niño.
— No —murmuró Blake—. Lo quiere mucho y nunca le haría daño. Ella sabe cómo lo quiero, a pesar de lo que diga, pero no puede perdonarme. Y yo no puedo culparla por eso.
— Pero yo no soy como Ginny. Y aunque nunca he tenido una relación amorosa verdadera, no necesito que alguien esté pendiente de mí veinticuatro horas al día. Además, sabiendo lo que ha pasado antes, los dos tendremos cuidado. Yo te diré si algo me molestase, si necesito algo que no me estés dando...
El asintió.

hermoso capitulo me encanta blellie. blake es tan tierno y nellie tan comprensiva son la pareja perfecta!!

wow que tierno este cap y triste a la vez, amo Blellie y el amor de Blake y Axel, Dios que triste que ya vayas a llegar al final de esta historia, no dejes de subir...

Besos

que bella historia!!!!!! después d mil años he podido ponerme al dia con tu fic... me encanta! la historia es muy liinda... nellie es muy comprensiivaa con él.. me gusta mucho como escries, espero tu actualización bye =)

Chuicaaas acá va un cap mas:d ya tengo hasta el final así que quedan dos caps mas o menos, el siguiente se los pondre el viernes así no esperan mucho por este cortito es muy tierno!! lo que se viene


— No más preguntas. No volveremos a hablar del asunto.
— Cuando Axel tenga edad para hacer preguntas, tendré que responder. - murmuró Blake, acariciando su cara—. ¿Sigues queriendo casarte conmigo?
— Sí.
— ¿Porque me crees?
— Sí —asintió ella. Lo creía. Con todo su corazón. Él cerró los ojos y apoyó la barbilla sobre su cabeza.
— Soy un chico de familia, cariño. Tener quienes me quieran al lado es lo que siempre he querido. No me gusta vivir solo. Quiero compartir mi vida con alguien, oír la risa de los niños, que me quieran, querer a alguien...
¿Podrías vivir aquí? No me gustaría tener que cambiar a Axel de colegio, pero...
— Claro que puedo vivir aquí. Aprenderé francés: la subasta empesagá dentgo de unos segundos, monsieur —bromeó Nellie para hacerle reír.
— ¿Podemos tener niños?
— Mas Vale
— ¿Y tu nuevo trabajo? Ella sonrió.
— Ahora ya no me importa. Solo me importas tú. Tú llenas mi corazón y mi cerebro, excluyendo todo lo demás.
— No puedo creer que esto esté pasando —murmuró Blake
— Es real —dijo Nellie, como si hubiera leído sus pensamientos—. A tu lado, me convierto en
arcilla.
— ¿Cuánto tiempo puedes quedarte?
— Hasta el domingo. El lunes tengo que estar de vuelta en Londres.
— ¿No puedes quedarte definitivamente?
— No, tengo que dar un mes de aviso a mi jefe. No sería justo marcharme de esa forma.
— Eso será en noviembre... y ahí llega el autobús de Axel —dijo Blake entonces.
— Esta noche haremos el amor —murmuró ella, con voz ronca.
Los ojos color miel del hombre se oscurecieron y la abrazó hasta casi hacerle daño. Después, se levantó
de golpe y tomó su mano.
— ¿Podemos contárselo al enano ?
— Claro.
— él se lo contará a Eva.
— Ya me las arreglaré —sonrió Nellie.
— Gracias.
— De nada, mi amor.
Bajaron juntos por la escalera, justo cuando Axel entraba en casa como una tromba. Despeinado,
con el uniforme manchado de barro y la mochila a la espalda, abrió los ojos como platos al verla.
—¡Nellie!-chillo- ¿Por qué no me habías dicho que venías?
— Nadie lo sabía —contestó ella.
— Vamos a casarnos —le dijo entonces su hermano mayor
— Vaya si que te lo tomarías con calma- murmuro ella
El niño tiró la mochila al suelo y se puso a dar saltos de alegría. Nellie soltó una carcajada. Esa
sí que era una buena reacción.
— ¿No te lo había dicho, Blake? ¿No te había dicho que ella era especial? ¿Lo sabe Claude?
Blake negó con la cabeza.
Axel abrió la puerta para contárselo al constructor, pero antes de salir corriendo se dio la vuelta.
— Si van a casarse ... ¿seré tío ?
— Haremos lo que podamos —sonrió su padre.
— Oh si- moviendo los brazos- Quiero una sobrina, o no un sobrino . Jean Lúe tiene una hermana pequeñita pequeñita yo bueno no puedo tener otro hermano pero si sobrinos , ah te quiero Blake- elevando los brazos al cielo
— Yo también te quiero, enano —sonrió Blake

Con un nudo en la garganta, Nellie apretó la mano de su futuro marido mientras Axel salía corriendo para dar la noticia.
— Ha sido fácil, ¿eh? ¿Estás llorando? —le preguntó él, en voz baja.
— Solo un poco. Es que lo ha dicho de una forma...

hermoso!!! no tengo más palabras es simplemente conmovedor me encanta que blake y nellie sean tan tiernos juntos y axel... SIMPLEMENTE ME ENCANTÓ!! no puedo decir nada más

OMG se van a casar!!!!!!!! me encanta Blellie y ellos tan tiernos jejejej yo quiero un Blake para mi Dios!!!!

No puedo esperar tu actualización... Besos!!!

ME confundi!!! este es el ultimo capitulo espero que les gustase y bueno pronto espero volver con alguna otra.... y gracias por quienes me bancaron! y les gusto vale mucho por que me encanta esta pareja! y nada espero pronto se me ilumine el foco o vuelva a recopilar de alguna


— ¿TE ENCUENTRAS bien? —le preguntó Axel . Nellie abrió los ojos.
— Sí, muy bien.
— ¿Necesitas algo? Ella negó con la cabeza.
— Vale, estaré fuera por si me necesitas. Lia sigue dormida.
— Gracias, Axel
— ¿Por qué? —preguntó el niño.
— Por ser el mejor cuñado que podría desear.
El niño, colorado como un tomate, le dio un beso en la mejilla.
— Te quiero.
— Y yo a tí.
— Somos felices, ¿verdad?
— Sí —asintió ella— Lo somos. Cuando Axel salió de la habitación, cerró los ojos. Sí, eran
felices. Increíblemente felices.
— ¿Te encuentras bien? —le preguntó Blake
— Sí.
— ¿Necesitas algo, té, café, zumo de naranja?
— No, gracias.
— ¿Quieres otra manta?
— No.
— La niña sigue dormida.
— Ya —rio Nellie suavemente—. Acaba de decírmelo Axel, Blake. Estoy bien, de verdad.
— Pero sigues muy pálida. ¿Seguro que no quieres que encienda la chimenea?
— Seguro.
— Tienes que arroparte—insistió él, tapándola con la manta.
— Estoy bien, pesado. Vete, anda. No, quédate —dijo Nellie entonces, sacando una mano de entre las sábanas.
— Lo has pasado mal, ¿verdad?
— ¡He tenido una niña!
Blake se agachó al lado de la cama y besó su mano con ternura.
— Me has dado un susto de muerte —murmuró, con los ojos oscurecidos.
— Lo sé. Pero la próxima vez no creo que sea tan difícil.
Su marido sacudió la cabeza.
— Oh, no, no pienso volver a pasar por eso.
— Ya veremos —sonrió ella.
— Deberías haberte quedado en el hospital un par de días más.
— Quería volver a casa.
A casa. Qué bonito sonaba aquello. La casa estaba llena de flores y regalos. Cada día Blake, o
Axel, o los dos le llevaban algo nuevo. Una flor, un dibujo, una piedra, un pastel. Tenía tanta
suerte... Tanta, tanta suerte.
Nellie miró por la ventana y vio que el jazmín estaba floreciendo. Divertida consigo misma por- que, hasta hacía muy poco tiempo, no sabía nada sobre plantas, volvió a mirar a su marido.
— Quería volver a casa —repitió.
— Y nosotros queríamos tenerte aquí. Estamos perdidos sin ti, mi amor.
— Venga, termina el dibujo. Lo necesitan para mañana —sonrió Nellie
— Llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?
— De acuerdo.
Blake se inclinó para darle un beso en los labios y después volvió a sentarse frente a la mesa de
dibujo, que habían instalado al otro lado de la habitación para poder estar lo más cerca posible
de la cama.
Mimada, querida y cuidada. ¿Qué más podía pedir? No podía creer lo feliz que era. No echaba
de menos su trabajo. Pero volvería a trabajar cuando Lia fuera un poquito mayor.
Aquel año había pasado tan rápido... Se habían casado en la iglesia del pueblo en el mes de
noviembre. Sus amigos y su madre habían ido a la boda. Su madre lloró. Eso la había sorprendido.
Y también le sorprendió recibir una carta de Lena, una bonita carta en la que le decía
cuánto se alegraba por los dos y cuánto lamentaba no haber podido acudir a la ceremonia. Por
Eva.
Era noviembre de nuevo y su madre llegaría unos días más tarde para conocer a su nieta. Ojalá
Lena también pudiera ir. Y Eva. Esperaba que, algún día, pudiera perdonar a Blake
Nellie volvió la cabeza para mirar el moisés donde dormía su hija. Su hija. Parecía increíble. Su
marido era un hombre maravilloso, responsable, detallista. Seguía dándole miedo creer en tanta
felicidad, pero era muy especial.
Y ella lo amaba. Cada día más. Y si hubiera creído a Eva... No, no quería pensar en eso.
Pero lo sentía por ella.
Escuchó entonces una carcajada en el jardín y sonrió. Axel con su amigo Jean Lúe. Estaba
orgullosa del pequeño y envidiaba su habilidad para hablar francés. Un día, se prometió a sí
misma, ella también lo hablaría igual de bien.
El niño no tenía celos por tener que compartir a su hermano mayor . Y tampoco de la niña. Era su
Engreída.
Como si supiera que su mamá estaba pensando en ella, Lia lanzó un grito. Quería comer.
Pero Nellie no tenía que moverse; unos segundos más tarde Blake y Axel estarían allí para
ayudarla.
Querían ver a la niña despierta, moviendo las manitas. Como si fuera la única recién nacida en el
mundo entero. La niña más perfecta, la más especial. Y lo era, por supuesto.
— Está despierta —dijo Blake, justo cuando Axel entraba por la puerta.
— ¿Está despierta? —preguntó el niño—. Hola, enana ¿Tienes hambre? —preguntó,
tomando uno de sus deditos—. Está sonriendo.
— Eso espero — dijo Nellie—. ¿Qué niña no le sonreiría a un tio tan guapo ? Axel rio,
orgulloso.- igual como que enana
— Es con amor , Jean Lúe quiere conocerla. ¿Puede entrar?
— Sí, claro.
El niño se acercó a la puerta y llamó a su amigo. Un poco más alto que Axel y con el pelo
rubio, Jean Lúe entró sonriendo.
— Bonjour, madame —la saludó.
— Bonjour, Jean Lúe. Comment vas tu?
— Tres bien, madame. Et vous?
— Bien. ¿Bebé? —preguntó Nellie, señalando a la niña.
— Oui.
Axel se acercó a la ventana para cerrar la cortina, por si acaso había comente, les dijo. Blake
tomó a su hija en brazos y la miró, sonriendo. Había tanto amor en aquella sonrisa que a Nellie
se le encogió el corazón.
Le mostró entonces la niña a Jean Lúe, como si fuera el tesoro más preciado del mundo.
Blake dijo entonces algo en francés, algo que sonaba como: «Estamos locos por ella». Y lo
estaban, desde luego.
— Tengo unas ganas de que aprenda a hablar... —dijo entonces Axel
— Aún queda algún tiempo para eso —sonrió su hermano
Los niños bajaron de nuevo al jardín y Nellie se quedó a solas con su marido y su hija.
— Es preciosa, ¿verdad?
— Casi tanto como tú —contestó él—. Estoy loco por ella. Y por ti.
— Enamorado —lo corrigió su mujer.
— Sí, enamorado. Tan enamorado, Nellie
FIN

OMG!!!! me encantó el fic porfavor qeu se te alumbre la cabezita para que puedas escribir otro tan bueno como este gracias por darnos esta historia y nos vemos en la otra fic (iba a decir otra actualización ghksdaflgh)

OMG!!! Awwwwwwww super tierno, me encanto que todo saliera bien, el nombre de la niña... *suspiro* el final ideal a esta historia jejejej

Espero que sigas siendo tan creativa y nos enchufemos con una nueva historia jejejej

Saludos