Primera Batalla: Puck / Kitty {#06}

Batalla Interdistritos.

◥◣ Noah & Kitty

Las luces de la ciudad de Los Ángeles brillaban en todo su esplendor, la vida en el centro a esas horas de la noche era todo menos tranquila, sin embargo esa noche parecía ser mucho más intranquila de lo usual en un departamento del centro ahí donde Noah Puckerman llevaba tres años viviendo junto con su novia de hace años Kitty Wilde, con quien había llegado a un mutuo acuerdo de no casarse, no entre ellos ¿Por qué?...simple y sencillamente no podían llegar a un acuerdo con respecto a la ceremonia.
No eran una pareja estable, nunca lo fueron ni intentaron serlo, sobrevivían, convivían y se apoyaban entre sí, eso solía ser suficiente para ellos, pero esa noche en particular todo parecía tambalearse más de lo normal, incluso los vecinos ya acostumbrados a sus pelas diarias consideraban que esa ya había durado demasiado, tal vez lo único que los detenía de no llamar a la policía era el hecho de que Puckerman era de dicho departamento y que ya antes habían ido y solo terminaban encerrando a uno de ellos, a él o ella y después todo parecía ir normal ¿Cómo es que Puckerman termino como policía?...eso es algo que aún muchos de sus antiguos compañeros de clases no entendían, el mismo lo llamaba un capricho del destino.
- ¡¿Cuánto tiempo piensas seguir viendo a ese idiota?! –gruño Puckerman quien había dejado su mohicano atrás y ahora llevaba la cabeza rapada, aun llevaba puesto el uniforme azul que lo acreditaba como policía de Los Ángeles-
- ¡Somos voluntarios en el mismo refugio Puck! –Siseo la mujer rubia de cabello a los hombros mientras cortaba velozmente un par de vegetales – lo veo todos los días porque a comparación tuya él si puede coordinar su trabajo con su religión, no como OTROS que solo…
- ¡No te metas con mi religión! –gruño Noah dando una grandes zancadas antes de acercarse hasta ella para tomarla del brazo, sin embargo ella se deshizo inmediatamente de su agarre- no seas hipócrita, si lo único que quieres es irte a coger con ese cabron –siseo antes de patear una silla de su pequeño desayunador de metal-
- créeme si quisiera hacerlo lo haría no estaría escudándome –respondió sin problemas Kitty y volvió a verle directamente- no vengas a desquitarte conmigo cuando Beth no quiere saber de ti ¿de cualquier forma cuando has sido un padre para ella?
- No tienes derecho a mencionar a mi hija –gruño de forma amenazante el hombre de complexión ruda y bien formada ante lo cual la rubia solo dejo el cuchillo de lado para mirarle más fijamente- estoy cansado de que siempre busques una forma de joder cualquier cosa que hago, no te gusta mi trabajo, no te gusta que llegue tarde, ni que llegue temprano, no te gusta que salga con mi hija, ni haces el mínimo esfuerzo por entrar en mi familia cuando yo he tenido que aguantar a tus viejos hipócritas
- eso que llamas hipócrita, idiota, se le conoce como educación, mis padres nunca te harían la mala cara que tu madre o tu hermana me hacen a mí, ya ni siquiera soporto los desplantes de Jake y de Marley, creyéndose la pareja perfecta, como si fueran santos o algo por el estilo –gruño adelantándose hacia el otro para encararlo- y todo eso es culpa tuya, si tu no lo trataras como si fuera mejor que tu no se habría vuelto el idiota presumido…
- ¡Mi familia es sincera! –Le escupió prácticamente el hombre de ojos color chocolate – y si mi madre no te tolera es porque sabe que solo estas buscando un estúpido pretexto para gastarte el dinero que gano –siseo torciendo lo labios en una sonrisa, sonrisa que ella le borro de una bofetada-
- ¡Si quisiera dinero me iría con Joe! –le grito indignada ante lo cual él le miro de forma retadora-
- Vete…-siseo frunciendo el ceño- la verdad estoy completamente cansado de soportar tus berrinches y de escuchar, Joe esto, Joe lo otro, anda… ¡vete con él! ¡¿Qué esperas?!
Ella no dijo nada, solo se movió rápidamente a la habitación que compartían desde hace años, empaco rápidamente dos maletas y salió con un abrigo puesto, sin ver hacia atrás aventó las llaves al piso y salió del departamento con un férreo y sonoro portazo, dejando en un silencio sepulcral el lugar.
 
Noah y ella siempre lo supieron, no durarían, no querían lo mismo, no buscaban lo mismo, podían apoyarse y tener tiempos buenos, pero la realidad era que su relación podía ser calificada más como un par de compañeros de cuarto que tienen la libertad de tener sexo entre ellos y el sexo era bueno, muy bueno, sin embargo a sus 29 años ellos ya querían algo más.
Noah respiro hondo después de patear el bote de basura, sin tumbarlo, para después moverse al refrigerador y sacar una lata de cerveza helada, entonces se movió a la pequeña sala y se tumbó sobre el sofá, recordando en que momento había tenido la terrible idea de juntarse con una chiquilla voluble cuando lo que siempre quiso fue una mujer hecha y derecha.
- Una mujer hecha…y derecha…-murmuro cerrando los ojos mientras abría su lata y esa simple frase lo remontaba al primer amor de su vida, su primera mala decisión-
---FLASH BACK---
Un niño de alrededor nueve años caminaba de regreso a su casa, había sido un día complicado, los maestros parecían estar todos en su contra, solo por la simple razón de ser un niño inquieto y un tanto travieso…un tanto.
- Ojala se murieran todos los profesores – murmuro de mala gana el chiquillo de ojos color chocolate mientras pateaba una pequeña piedra –
- ¡No digas eso calabacita! –Dijo una mujer de unos treinta años, cabello castaño rizado y los ojos más azules que el niño había visto jamás- ¿Qué te hemos hecho para que hables así de todos? Habemos buenos maestros cariño –dijo la mujer mientras se colocaba en cuclillas para ponerse a su altura- ¿entonces…que te hice yo?
-…-no dijo nada, el niño simplemente se quedó observándole sin poder despegar sus ojos de la sonrisa dulce y divertida que aquella mujer de gran estatura-…mis maestros son unos idiotas…-murmuro bajito antes de que ella sonriera divertida y le palmeara la cabeza, esa donde los cabellos revoltosos del niño parecían un nido de pájaros-
- entonces…-ella ladeo un poco el rostro y bajo su mano hasta el mentón del pequeño para darle un golpecito y hacer que levantara el rostro- no juzgues tan duramente a todos los maestros –dijo de buena gana antes de darle un golpecito ahora a su nariz- ¿entendido? –pregunto y el niño asintió mientras ella volvía a enderezarse viéndose muchísimo más alta y grande de lo que podía ser cualquier niña, incluso su mamá, su maestra y la misma directora que seguro tenía como mil años- muy bien calabacita, ahora te dejo porque tengo clases que dar –dijo de buena gana y se giró para alejarse, despidiéndose solo con un ademan de su mano al aire- deberías hacer algo con ese nido –grito de buena gana-
Entonces el pequeño niño se quedó ahí, sin poder decir nada, sin siquiera poder decir su nombre  preguntar el de aquella mujer de sonrisa franca.
--- FIN DEL FLASH BACK ---
-…-suspiro después de haber tomado un largo trago y aun cuando su vida amorosa en ese momento era una mierda no pudo evitar sonreír ante un recuerdo lejano-… ¿Qué habrá sido de ella? –se rio de él mismo y levanto la mirada al techo con la plena seguridad de que el día de mañana podría limar asperezas con Kitty, no para volver si no al fin poder avanzar individualmente- No más malas decisiones –murmuro para sí mismo-
 
 
 

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