Primera Batalla: Quinn Fabray {#09}

Batalla Interdistritos.

◥◣ My Way

6 de Febrero del 2023
5:00 a.m
 
La alarma se propagaba por todos los rincones de mi guarida, aquel departamento ubicado en uno de los condominios más afamados de Beverly Hills. Aquel lugar que hacia no más de cinco años había logrado comprar con los frutos de mi primer trabajo; una serie de televisión para la cuál había sido protagonista durante un año completo.
Cualquiera que se internará en él, podía notar el sello Fabray marcado por doquier con aquel decorado minimista, moderno y elegante. Una sala daba la bienvenida al lugar, en una de las paredes colgaba mi diploma en Artes Dramáticas extendido por Yale; debajo de este un pequeño librero dejaba a la vista una serie de fotografías de las cuales resaltaban solo dos: una de ellas mostraba a una rubia adolescente con un uniforme de porrista de una escuela pública de Los Ángeles: Beth durante el año escolar pasado; y la otra un grupo de cinco chicos sonrientes frente a la esfera del Times Square: Santana, Brittany, Kurt, Rachel y yo hacía casi 8 años durante el Año Nuevo.
Me levante, sin pereza alguna ya que estaba acostumbrada a ello, las llamadas al set de grabación para los proyectos en los que siempre me veía envuelta comúnmente eran cerca del amanecer. Tampoco era como si aquel día tan especial no mereciera el esfuerzo de ponerme en pie a esa hora para así poder cumplir con mi ya rutinaria sesión en el gimnasio.
 
09:00 am
 
Acababa de comer un ligero desayuno tipo americano, todo a petición de mi fantástica manager: Tina, nadie lo hubiera imaginado pero sí, ahora Tina Cohen-Chang era mi manager y he de decir que es la mejor en lo que hace; no por nada llevábamos trabajando juntas seis años.
 
03:00 p.m
 
Tina no dejaba de recriminarme que hubiese tardado tanto tiempo después de la entrevista para Good Morning America solo por detenerme a tomarme fotografías con cualquiera y a firmar todo lo que se me pedía; era inevitable, siempre ese era nuestro tema de discusión, el que fuera tan carismática y atenta con mis fans sacaba de sus casillas a Tina.
 
06:30 p.m
 
El timbre de mi departamento sonó, escuché a Tina saludar y enseguida un chico ataviado en un elegante traje irrumpió en mi habitación. Era Noah Puckerman, el mismo judío de sonrisa encantadora y un maestro para el arte de ser un mujeriego; el mismo que me había embarazado hacia ya 13 años. Noah, ahora era mi mejor amigo y de vez en cuando mi amante pero sobre todo era el autor de varios guiones en los que había tenido el gusto de trabajar en los últimos tres años... gracias a él, a Artie y a Tina; ahora estaba por marcharme a la alfombra roja de los Oscar.
 
07:45 p.m
 
Como cada año el Dolby Theatre comenzaba a llenarse, Puck me guió por aquel lugar lleno de butacas siempre sujetando mi cintura con fuerza y decisión; algo que no había pasado por desapercibido para los reporteros y como era de esperarse durante mi pasarela por la alfombra roja habían concentrado sus preguntas en la relación que manteníamos aquel judío y yo.
 
Llegamos hasta la fila donde nos había tocado asiento y justo allí pude notar la presencia de varios conocidos: Santana y Brittany que tomadas de la mano voltearon a verme y sonrieron, después estaban Kurt y Rachel; el primero se levantó a petición de Rachel para que le dejase vía libre y así poder acercarse a mi y poco después envolverme en un efusivo abrazo.  Ni bien acababa con aquel gesto, una dulce y suave tos llamó mi atención: era Beth luciendo un vestido de corte elegante que denotaba su creciente adolescencia; Rachel se apartó y entonces mi hija se lanzó a mis brazos, haciéndome la mujer más feliz del mundo. Definitivamente, aquella noche era perfecta con aquellas personas a quienes me atrevía a llamar “familia”.
 
10:30 p.m
 
“He caminado por muchos senderos y en todos lo he hecho a mi manera” comencé con mi discurso de agradecimiento...
Era una mujer de treinta años, toda una adulta ¿pero quién había sido antes de estar aquí? Mientras daba ese pequeño discurso en mi mente las imágenes del pasado pasaron como una película; que ironía justo por una película estaba aquí.
Lucy Quinn Fabray: la chica poco agraciada y con un par de kilos de más, la chica que se operó la nariz y se convirtió en la reina de las Cheerios, la adolescente embarazada, la rubia que se tiño de rosa, la chica de la silla de ruedas, la estudiante de Yale, la actriz revelación, la estrella del primetime televisivo y ahora la poseedora de una estatuilla por su más reciente proyecto cinematográfico.
“Pocas veces me he arrepentido, pero debo decir que de todos mis errores siempre he sacado algo bueno”
No puedo negar que fui un dolor de cabeza, estoy segura de que si Russell o mi mamá estuvieran aún, eso sería lo que dirían cuando les preguntarán sobre mí y mi adolescencia. Pero puedo decir que cada error: mi embarazo, mi obsesión por ser la reina de la escuela o mi falta de consciencia en cuanto al uso de los celulares me trajo algo bueno: Beth, esa niña de 13 años que podía ver cada que me placía; Puck, ese chico que aún seguía a mi lado y al cual estaba segura amaría toda mi vida pero nunca podría tener como pareja estable; Santana y Brittany, esas chicas que desde mis inicios me han apoyado y siguen a mi lado siendo parte de “The Unholy Trinity”; Kurt, ese chico gay que se había convertido en mi compañero de compras pero también a quién podía acudir cuando los casos extremos se presentaban; y por ultimo, Rachel esa judía que sonreía a más no poder mientras me miraba con extremado orgullo, esa chica que era como mi alma gemela y que me apoyaba hasta en el más descabellado de mis proyectos. Pero también podría decir que estar aquí siendo premiada en uno de los eventos mas importantes del mundillo del cine y la televisión se debe al final y al cabo a mi accidente automovilístico y la posterior aclaración de mi futuro... un futuro que comenzó en Yale y después siguió con mi mudanza a Los Ángeles, la ciudad que me había dado hasta el momento los mejores proyectos que una actriz pudieran desear.
“Y ahora encuentro tan divertido pensar que gracias a ello, estoy aquí. Pero sobre todo puedo decir que estoy aquí por haber hecho las cosas a mi manera”
 
 

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