FanFic BRITTANA “Safe With Me” CAPÍTULO "BONUS TRACK": "Halloween con el clan familiar de los Pierce" (31 de Agosto)

      Hola……….buenas       noches a todas/os……….una semana más que inicia       en nuestras vidas mientras el tiempo transcurre inexorablemente……creo que estar pensando en Derecho Laboral de alguna forma de puso algo filosófica         jejejeje……me gustaría saber que les va       pareciendo los acontecimientos que transcurren en la historia. Sé que muchas con los adelantos querrán       torturarme, pero también estoy segura que se     derretirán o dirán de Britt “yo quiero a alguien así”……..mejor no arruino el momento y dejo que uds. mismas juzguen lo que se viene en el capítulo 6



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)



http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)




*Próxima actualización: día JUEVES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.




Y la canción del día es……….








NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.












¿Qué pasa con Britt?


¿Qué hay de malo en mí?


Es solo que no comprendo del todo esa línea “Estás muy cerca de mi familia y tengo que protegerte.” que ella continúa diciendo.


Si no me quiere, sólo tiene que tener valor suficiente y decirlo. No necesito orgasmos por misericordia.


Cuando termino de afeitar una pierna, me detengo y miro la pared.


¿Eso es lo que hizo en la oficina de Artie? ¿Un orgasmo por lástima?


Porque si ese es el caso, sólo quiero que la tierra se abra y me trague entera.


Terminando con la otra pierna, me lavo y me inclino para atrás para enjuagar el cabello, tarareando distraídamente.


Tal vez debería insistir en que Britt se vaya. Puedo proteger a las niñas, y estoy segura de que podría quedarme con mis padres, si es necesario.


Aunque, si estamos verdaderamente en peligro, voy a hacer lo que sea necesario para asegurarme que se mantenga lejos de ellas.


Tal vez Sam pueda quedarse aquí.


Mientras termino de retirar el acondicionador de mi pelo, la puerta de cristal de la ducha se abre, y de repente estoy contra la pared, con Brittany apretándose contra mí, todavía vestida.


Ella tiene mi cara entre sus manos, jadeando, con sus ojos azules en llamas, y parece que está librando su propia guerra privada.


Rasga mi corazón.


—Brittany—murmuro y paso mis dedos por su pelo, mientras lentamente cierra los ojos—. Te estás mojando.


—No me importa. —Inclina su frente contra la mía, sus manos se deslizan sobre mi cara, por los hombros y hasta mis pechos, frotando sus pulgares sobre los pezones y suelto un largo y bajo gemido.


—Me estás confundiendo—susurro e inclino la cabeza hacia atrás mientras sus labios besan suavemente mi cuello.


—A mí también—habla en voz baja, luego pone sus labios en mi oído y susurra—: Pero lo quiero, Santana. No puedo detenerme.


—Deja de intentarlo—le digo y trato de tirar de la camiseta mojada de su espalda, pero de repente se pone de rodillas y pone mi pierna por encima de su hombro. Suspiro y apoyo una mano contra la pared para no perder el equilibrio.


—No puedo tener suficiente—murmura contra mí y de repente aquella boca talentosa está chupando y absorbiendo mi centro, y mi mundo estalla en estrellas.


— ¿Quién podría imaginar que esto podría sentirse tan bien?


Se detiene y me mira, con la cara mojada, goteando e incrédula.


— ¿Nadie te ha hecho esto antes?


Me muerdo el labio y sacudo la cabeza con timidez.


Sus ojos se aprietan con fuerza, y cuando los abre, se centran en mi rostro.


—Tú eres tan hermosa, San. No puedo dejar de mirarte sólo para ser feliz. —Y así, ella se inclina y pasa la lengua entre mis labios, incluso en mi clítoris y otra vez—. Eres deliciosa.


—Quiero probarte—murmuro y me acerco a Britt, pero empuja mis manos entre las suyas y las sujeta a la pared cerca de mis caderas.


—Después.


—Brittany —digo y siento su sonrisa contra mi centro.


—Puedes probarme más tarde. —Besa mi muslo dejando marcas de mordiscos cuando lo hace—. Me encantan tus piernas. Tienes las piernas más largas que he visto nunca.


—Muy largas—murmuro y grito cuando chupa mi clítoris en su boca.


—Perfectas. —Ella me besa y sube por mi cuerpo hasta mis pezones duros, tirando y adorándolos con la lengua—. Y Samantha tiene razón, sabes. Tienes unos pechos increíbles.


Mi risa se convierte en un gemido cuando desliza un dedo en mi, mi pierna aún descansando sobre el antebrazo, que me mantiene lista para ella.


Si no me hace suya desenfrenadamente pronto, voy a perder la maldita cordura.


—Quítate la ropa—exijo pero estoy hablando a oídos sordos, ya que continúa atacando mi foco de placer con la mano y mis pechos con la boca. La presión en caliente crece en la base de mi espina dorsal cuando siento el orgasmo como lo hizo antes en la oficina de Artie.


Nunca he tenido un orgasmo así en mi vida.


—Oh, por Dios—dejo escapar un gemido y empujo mi pelvis con más fuerza contra su mano—. ¡Brittany!


—Sí, cariño, relájate.


Me corro mientras chupa un duro pezón en su boca, y presiona un segundo dedo para unirlo al primero. Lo único que escucho es el latido de mi corazón en mis oídos y el flujo de sangre que corre por mi cabeza. Ambas estamos sin aliento y necesitadas, aferrándonos la una a la otra.


—Más—ella gime y empieza a bombear sus dedos dentro y fuera de mí más fuerte, más rápido, me envía directamente a otro largo orgasmo, haciéndome gritar su nombre.


Britt retrocede, apaga el agua y se quita la ropa húmeda y pegajosa de su cuerpo. Cuando se gira para coger las toallas, veo un tatuaje en el hombro izquierdo y otro en la parte superior de su hombro derecho.


Y cuando se vuelve hacia mí, mis ojos recorren cada detalle de su cuerpo que sólo puede ser comparable a una diosa. Lamo mis labios de satisfacción ante la idea de poner mis manos y mis labios sobre Britt.


Cada centímetro de ella es simplemente increíble.


Abruptamente pone una toalla sobre ella, limpiándose la mayor parte del agua, y luego me saca de la ducha y me envuelve suavemente con una bata, pasando sus manos por mi cuerpo, dejando al material grueso de la bata absorber el agua antes de separarse por un instante, me levanta en sus brazos, y se dirige hacia la habitación.


—La segunda ronda. —Sonríe ampliamente, con unos hoyuelos increíbles en su cara, y me besa, e inhalando su aroma delicado a frutas.


— ¿Es mi turno de hacerte ver las estrellas? —pregunto.


—No todavía. —Besa mi frente y me pone suavemente en el centro de la cama.


—Brittany. —Tomo su mano en la mía y beso sus dedos, besando pequeñas cicatrices blancas en su pulgar—. Realmente creo que es tu turno de disfrutar.


—Santana—balbucea y se instala entre mis muslos, con la pelvis desnuda, apoyada en la mía, y empuja lejos los mechones húmedos de pelo de mi cara—. Observar que te corres mientras suspiras mi nombre es lo más sexy que he visto en mi vida.


Sonríe cuando suspiro.


—Confía en mí, voy a disfrutar. Tenemos toda la noche. Las niñas no volverán hasta mañana por la tarde, ¿no?


—Sí —asiento.


—Vamos a disfrutar una de la otra, cariño.


Su voz es ronca y caliente por la lujuria, y sus ojos son brillantes cuando se reflejan en los míos. ¿Cómo pude dudar alguna vez de que me quisiera? Está escrito en todo su increíble rostro.


—Voy a disfrutarlo —le digo con una sonrisa, y paso los dedos por la espalda a su trasero—. Y tu trasero.


— ¿Mi trasero? —ella me pregunta con una risa.


—Oh, sí, tienes un buen y muy apetecible trasero. —Sus músculos se flexionan bajo mis palmas cuando se levanta y comienza a besarme.


—Me alegro de que lo apruebes. —Britt me guiña un ojo y se sienta sobre los talones, arrastrando su mano de mi esternón hasta el vientre. Su rostro se queda serio cuando me toca—. Tu piel es tan suave.


—Como puedes ver, aún sigo en la lucha para recuperarme luego de haber dado a luz a mis niñas—informo y sonrío cuando sus ojos encuentran los míos.


— ¡No me digas que estás avergonzada de tu vientre!


—No—asiento y disfruto de la forma en que me está acariciando—.Es lo que es. Yo llevé dos bebés aquí. —Descanso mis manos sobre mi vientre—. Tuvo un precio. Mi cuerpo nunca volverá a ser lo que era antes, pero lo haría de nuevo en un abrir y cerrar de ojos.


—No te cubras. —Saca las manos lejos de mi vientre y las besa, luego se inclina hacia abajo y planta besos dulces en mi vientre y en mi pubis—. Tu cuerpo es muy sexy, Santana. Me encanta todo de ti.


Le sonrío.


—Me encanta lo alta que eres. Eso significa que puedo usar tacones cuando estoy cerca de ti, y tú aún eres más alta que yo.


—Me encanta cuando te pones tacones altos—Britt gime y se acomoda en la cama para poder jugar con mi coño—. Hacen que tus piernas parezcan de dos kilómetros de longitud.


—Brittany, si continuas juagando de nuevo, mi cuerpo va a explotar. Realmente necesito que me hagas tuya otra vez.


Ella me ignora, besando la parte interna de mis muslos y acariciando mis labios con su nariz, haciendo que me retuerza.


— ¿Me estás escuchando?


—Ya te he oído.


— ¿Y bien? —le pregunto pero dejo escapar un suspiro mientras mete sus manos debajo de mi trasero e inclina la pelvis hacia arriba, dándole un mejor acceso.


—Santana—ella susurra contra mi núcleo, haciendo que me estremezca.


— ¿Qué?


—Dame uno más, bebé. Una vez más.


Se inclina y tira de mis labios en su boca, succionando suavemente y empujando su lengua dentro de mí, siempre tirando de mis caderas hacia adelante y con más fuerza contra su rostro.


Es condenadamente increíble.


De repente, mis muslos y estómago comienzan a temblar incontrolablemente. Agarro las sábanas en mis caderas con los puños, y pongo mis pies sobre su espalda, empujándome contra ella más fuerte, cuando siento que mi clímax se acerca rápidamente.


Besa perezosamente mis muslos, mis caderas y sube hasta mis pechos donde tira de mis pezones con los labios, lo que los deja rígidos y arrugados. Por último, hace su camino para descansar sobre los codos al lado de mi cabeza y acaricia con sus dedos mi rostro.


— ¿Estás bien? —murmura.


—No creo que esa sea la palabra adecuada—contesto con una sonrisa y la beso suavemente.


— ¿Mejor que bien? —pregunta con una ceja levantada.


—Sólo una cosa me haría sentir mejor—murmuro contra sus labios antes de bucear para un beso largo y húmedo.


— ¿Qué es? —pregunta cuando finalmente se aparta.


— ¿El qué? —le pregunto, con mi cerebro completamente frito.


— ¿Qué te haría sentir mejor, bebé? —pregunta con una risa.


Una lenta sonrisa se extiende a través de mis labios mientras muevo mis caderas, buscando mayor contacto.


—Creo que lo sabes.


— ¿Cuánto tiempo ha sido para ti, San? —Se echa hacia atrás y me mira a la cara con cuidado.


—Cuatro años y siete meses—susurro y llevo mis ojos a su tatuaje, incapaz de mirarla a los ojos.


—Mírame.


Niego con la cabeza.


—Oye, nena, mírame. —Su voz es suave y cuando levanto mis ojos a los suyos, son posesivos y cálidos.


Realmente muy caliente.


—No tienes una desenfrenada noche de pasión desde que cortaste con Sebastián. —Esto no es una pregunta.


Asiento.


—Vaya—susurra y besa mi frente, mis ojos y luego mis mejillas—. San, estoy loca por ti y no quiero que lo dudes. No quiero una barrera entre nosotras. Te deseo desde hace mucho tiempo, siempre pensando cómo se sentiría tu piel junto a la mía, y yo sólo quiero hacerte mía.


—Tú también me encantas Britt—susurro contra sus labios y sonrío mientras muevo mis caderas contra su cuerpo, ella se aleja y me mira con adoración hasta que desliza un par de sus dedos contra mi entrada, y luego, nuevamente me hace suya con desesperación.


—Santa María Madre de Dios—gime y me mira con admiración—. Eres tan perfecta, San.


—Tú lo eres más, rubia—me opongo.


— ¿Te estoy haciendo daño? —pregunta con el ceño fruncido.


—No. —Niego con la cabeza, y deslizo mis manos por su espalda, su trasero y lo hago de la misma manera otra vez.


—Tengo que tenerte más cerca de mi Santana—gime y comienza a atraerme aún más mientras continúa lenta pero decididamente a hacer que pierda la razón debido a su forma de hacerme suya—. Envuelve esas piernas increíbles a mí alrededor.


Obedezco, envolviendo mis tobillos detrás de su espalda y mis brazos alrededor de su cuello, sosteniéndola cerca. Me encanta sentirla así de cerca. Me encanta sentir su aliento en mi cuello. Me encanta la forma en que me huele, y los sonidos que hace, como si no se cansase de mí.


—Oh, Dios—murmuro cuando toma ritmo y pone una mano en mi cuerpo para mantener mis caderas firmes cuando comienza a hacerme suya con mayor deseo y ansiedad.


Nada jamás me hizo sentir tan bien.


Pongo mi mano entre nosotras donde ella tiene su mano mientras hace que me estremezca y puedo sentir que este momento es correcto y único, y luego deslizo los dedos en círculo alrededor de mi clítoris.


—Oh, Santana, sí, sí tócate—murmura mirando mis dedos haciendo pequeños círculos alrededor de mi núcleo—. Dios mío, esto es tan caliente.


—Brittany—yo suspiro e inclino mi pelvis—. ¡Oh, Dios, estoy...!


—Sí, querida. Adelante. —Ella me besa apasionadamente, deslizando su lengua entre mis labios bailando conmigo, y siento sensaciones indescriptibles en el fondo de mi vientre, mientras mis músculos se tensan, y me pongo rígida, gritando su nombre cuando llego al borde.


—Santana—Brittany susurra con voz ronca, mientras entierra su cara en mi cuello y acaba suspirando una y otra vez mi nombre, estremeciéndose con su propio clímax.


Después de largos minutos en esta postura, con Brittany todavía abrazándome y sin tener intención alguna de soltarme, nuestra respiración se tranquiliza, y ella besa mi frente, y alejando el cabello de mi cara cuando dice:


—Quédate aquí.


Entra en el baño, oigo el sonido del agua corriendo, y ella regresa a la habitación con un trapo húmedo y una toalla.


—Puedo lavarme—le recuerdo secamente.


—Lo sé—dice pero continúa lentamente limpiándome entre las piernas, y luego me seca.


— ¿Podrías darme mi camisa y legging? —digo.


—Yo te prefiero desnuda. —Frunce el ceño.


—Vivo en una casa con dos niñas de seis años de edad—le recuerdo con una sonrisa—. Pueden saltar a la cama conmigo en cualquier momento. Nadie duerme desnuda aquí.


—Ellas no están aquí ahora—me recuerda y se desliza en la cama a mi lado mientras tira de las sabanas sobre nosotras—. Así que tal vez esta noche puedes hacer una excepción.


— ¿Siempre consigues todo lo que quieres? —pregunto y hundo una pierna sobre su cadera para estar más cerca de ella.


—No. —Menea la cabeza con tristeza, pero antes de que pueda preguntarle, gentilmente sonríe y besa mis labios—. Pero estar aquí contigo, desnuda y caliente, es genial.


Puedo sentir que tan sólo con un ligero contacto con su piel y sus labios en los míos es suficiente para que arda de pasión por ella, y Britt me mira fijamente, sorprendida.


— ¿No deberíamos estar cansadas? —pregunto.


Ella lleva su mano por mi espalda desnuda hasta mi trasero.


—Eres la mejor razón para perder el sueño.


De repente, me tira encima de ella, y pone sus manos en mi cintura de modo que nuestros centros coincidan. No perdemos el contacto visual o hablamos mientras ella marca el ritmo de los movimientos erráticos que nos hacen suspirar la una por la otra, enviándome a otro espiral de placer desmedido, y estoy perdida.


Ella tira de mí y me besa mientras mi cuerpo tiembla y disfruta. Me quedo encima de Britt, con mi rostro presionando contra sus pechos mientras recupero el aliento y cuando estoy a punto de caer en un profundo sueño, la oigo susurrar:


—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida……..eres sencillamente única y terriblemente sexy, Santana López.




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Breves adelantos – Capítulo 6, POV Santana


Es temprano cuando despierto a la mañana siguiente, espero estar sola en mi cama, pero para mi sorpresa, Brittany está durmiendo pacíficamente a mi lado, de espaldas, con una pierna doblada hacia el exterior.


Incluso durante el sueño ella tiene una fuerza y belleza desmedida a considerar. Su cuerpo es toda una exquisita y sublime poesía. Me pregunto ¿qué tipo de régimen de ejercicios hace para estar tan en forma?

*******

—Oh, sí. —Trago saliva— ¿Dormiste?


—Mejor de lo que lo he hecho en años —confirma con un ligero fruncimiento del ceño y luego continúa con sus caricias y su forma única de amarme—. Dios, soñé tantas veces con estar así contigo, San. —Agarra una de mis manos para unirla con la suya que está libre, entrelaza nuestros dedos y la coloca encima de mi cabeza, fijándola al colchón mientras comienza a marcar movimientos más rápidos y con más fuerza, mirándome fijamente mientras me hace el amor.

******


— ¡Quiero buttercups! —Sonríe Maddie a Brittany y bate sus pestañas, haciéndome reír. Es una coqueta.


—Inmediatamente. —Brittany le pasa el dulce y sonríe mientras se colocan sobre sus estómagos en medio de una gran cantidad de mantas y almohadas.

******

— ¡Ayuda! ¡Santana, quítame a estas pequeñas revoltosas de encima! ¡No soy lo suficientemente fuerte!


— ¡Eres una llorona! —le dice Josie con una fuerte risa y sigue haciéndole cosquillas.


— ¡Cómelo, llorona! —se ríe Maddie y continúa tratando de darle el dulce.


Por último, abre ampliamente los brazos y las sostiene contra ella, se levanta y comienza a correr por la habitación, gritando como una diosa guerrera.


— ¡Victoria!

*******

Brittany nunca flaquea. Nunca nos deja para irse a la cama. No frunce el ceño ni se muestra disgustada por la cantidad de vómito que sale de estas dos pequeñas personas. Tranquilamente me ayuda, mientras nos alternamos entre las niñas cambiando sus ropas, ayudándoles a ir al baño y reconfortándolas. Estoy meciendo a Josie en la mecedora de la esquina, y Brittany sostiene a Maddie, sentada en su cama con la espalda contra la pared.


—No sé cómo agradecerte —le susurro.


—No necesitas agradecerme, Santana. —Baja la mirada hacia la cara de Mad y frunce el ceño—. Pobrecitas, están tan enfermas.

*******

—Voy a tratar de acostarla —balbucea y besa su frente—. La fiebre ha disminuido, gracias a Dios. Me asustaron.


¿Cómo puedo resistirme a Britt si es tan buena con mis niñas?


Dejo mis ojos cerrarse, escuchándola meter a Josie en su cama. Debo de haberme dormido por un momento porque de lo siguiente que me doy cuenta, es que Brittany está levantándome.

Hola.......buenas       noches......disculpenme       si no puedo actualizar hoy, pesqué un espantoso       resfriado y estoy que no puedo conmigo misma. Prometo actulizar mañana

Gracias por entender.......


Atte,


Claudia

      Hola……….buenas     noches a todas/os……….uhhh, alguien       sabe de algún remedio para un fastidioso       dolor de espalda o para la tos?......a Dios     gracias, ayer tenía la espalda toda adolorida (cualquier síntoma de resfrío me causa dificultades por un permanente problema pulmonar que tengo) y hoy ya me siento un poco mejor, pero aún     continuo resfriada.......estar resfriada no me ha sentado nada bien, pero bueno…..espero recuperarme           lo antes posible para dejar de estar tan aburrida     jejejeje (cuando suelo enfermarme me aburro con mayor frecuencia), cuando ya esté mejor será un momento ideal para continuar con el trabajo de adaptación (apenas si pude avanzar hasta el capítulo 9…….aunque pensándolo bien, me sirvió de algo continuar con un lento trabajo de adaptación de los capítulos precedentes que tienen escenas     “wankys”…..verán, dado que estoy resfriada sentía unos escalofríos fatales que no lograba entrar en calor con nada……y cuando empecé a trabajar en los mencionados capítulos no podía con mis gestos de sonrojo en el rostro       jejejeje)



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)



http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)




*Próxima actualización: día LUNES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.




Y la canción del día es……….







NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente     jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 6




Santana

Es temprano cuando despierto a la mañana siguiente, espero estar sola en mi cama, pero para mi sorpresa, Brittany está durmiendo pacíficamente a mi lado, de espaldas, con una pierna doblada hacia el exterior.


Incluso durante el sueño ella tiene una fuerza y belleza desmedida a considerar. Su cuerpo es toda una exquisita y sublime poesía. Me pregunto ¿qué tipo de régimen de ejercicios hace para estar tan en forma?


Sostengo mi cabeza con mi mano y dejo que mis ojos recorran todo su apetecible cuerpo. Las sabanas están enredadas alrededor de su cintura, dándome una excelente vista de sus pechos. El tatuaje que tiene en su hombro derecho es un águila con las alas extendidas, sosteniendo algo en su garra. Las alas son del color de la bandera americana. Debe ser un tatuaje de las fuerzas militares. Me inclino y beso suavemente el tatuaje.


Recordando cuanto quería probarla anoche, y que nunca me dejo, decido aprovecharme de que Brittany está durmiendo, y lentamente muevo mi cuerpo hacia abajo en la cama, me muevo bajo las sábanas para descansar entre sus piernas, y planto besos mojados sobre sus caderas. Su cuerpo de forma instintiva se agita, y sé que ella está despertando lentamente a la luz de la mañana. Paso mi lengua pausadamente en su centro desde su contorno y la chupo, para luego repartir pequeños y delicados mordiscos.


Levantando la mirada a su rostro, no me sorprendo de encontrar sus ojos bien abiertos y viéndome atentamente, con una media sonrisa en sus adictivos labios. Sin decir nada, me decido a continuar con el juego iniciado.


—Oh, por Dios…..San—susurra y levanta sus brazos para agarrar la almohada a ambos lados de su cabeza. Sus brazos se flexionan, y mi estómago se encoge ante la vista, sabiendo lo que se siente estar entre esos brazos.


Puedo sentir como esta impresionante rubia se estremece ante mi contacto……y ser consciente de ello, me llena de felicidad y satisfacción.


— ¡Santana! —exclama, sorprendida y emocionada.


Con la próxima ronda de caricias y la continuidad del juego que inicie para hacer que Britt perdiera la razón, la rozo apenas con el borde de mis dientes, sólo para estimularla aún más, y de pronto estoy sobre mi espalda debajo de ella y me está besando profunda, apasionadamente, mientras sus manos corren a través de mi piel como si nunca me hubiera tocado antes.


—Quería hacer que te corrieras. —Hago pucheros cuando se desliza para besar la línea de mi mandíbula y mi lóbulo.


—Casi lo hiciste. —Muerde delicadamente la parte superior de mi hombro y luego desliza su nariz de nuevo hasta mi barbilla—.Pero tú siempre te corres primero, Piernas. Santana hueles tan bien.


—Huelo a sexo. —Me río.


—Mmm—asiente y me mira, sus ojos azul hielo están brillando con lujuria y felicidad. Se posiciona a sí misma y lentamente desliza dos de sus dedos en mí. Mientras me observa ardientemente, corre sus nudillos por mi mejilla y me besa dulcemente—. ¿Cómo te sientes?—susurra.


—Bien —respondo y trato de girar mis caderas, pero ella me sostiene, manteniéndome en el lugar.


— ¿Estamos bien? —pregunta, sus ojos están serios.


—Lo estaremos, tan pronto como empieces a hacerme tuya.


Sonríe mostrándome sus hoyuelos, y desliza sus dedos dentro y fuera en un largo, fluido movimiento.


— ¿Mejor?


—Oh, sí. —Trago saliva— ¿Dormiste?


—Mejor de lo que lo he hecho en años —confirma con un ligero fruncimiento del ceño y luego continúa con sus caricias y su forma única de amarme—. Dios, soñé tantas veces con estar así contigo, San. —Agarra una de mis manos para unirla con la suya que está libre, entrelaza nuestros dedos y la coloca encima de mi cabeza, fijándola al colchón mientras comienza a marcar movimientos más rápidos y con más fuerza, mirándome fijamente mientras me hace el amor.


—San…….Santana, sí —gime y ambas nos perdemos en nuestras miradas, su respiración es entrecortada, Britt me sostiene con fuerza, hasta que se corre violentamente, temblando y suspirando mi nombre, enviándome al borde con ella. Mientras se recupera, libera mi mano que tenia entre la suya y besa mi nariz.


—Buenos días, Piernas.


— ¿Piernas? —pregunto con una risita—. ¿Qué pasa con el “piernas”?


—Ah, cariño, cuando te ríes cuando estoy haciéndote mía... —Niega con la cabeza antes de descansar su frente contra la mía—. ¿He mencionado que me encantan tus piernas?


—Una o dos veces —contesto secamente—. Pero no me importa que me lo recuerdes.






— ¡Quiero gomitas! —anuncia Josie mientras nos instalamos en la sala para ver una película juntas.


— ¿Con qué frecuencia hacen la noche de película? —pregunta Brittany sentada en el sofá y pasando a Josie su paquete de gomitas.


—Trato de hacerlo una vez a la semana.


— ¡Quiero buttercups! —Sonríe Maddie a Brittany y bate sus pestañas, haciéndome reír. Es una coqueta.


—Inmediatamente. —Brittany le pasa el dulce y sonríe mientras se colocan sobre sus estómagos en medio de una gran cantidad de mantas y almohadas.


— ¿Qué estamos viendo? —pregunta.


—Iván, El Increíble.


—Genial. —Sonríe y aprieta inicio en el control remoto, pasándome el tazón de palomitas de maíz mientras susurra—: No tengo ni idea de qué película es.


—Está bien —susurro de vuelta—se dormirán en una hora y la terminarán mañana.


— ¿Quieres uno de mis buttercups? —Maddie le ofrece a Brittany.


—No, gracias, dulzura. —Brittany le sonríe.


— ¿No te gustan? —le pregunta con el ceño fruncido.


—No mucho, en realidad. —Se encoge de hombros—. No soy una chica de buttercups.


— ¡Tienen que gustarte! —Josie se pone de pie de un salto y Maddie le sigue con rebelión en sus ojos.


— ¿Tienen que gustarme? —pregunta con una ceja levantada, y sé lo que está a punto de suceder.


— ¡Sí! ¡Ten, come! —Maddie salta y se lanza en su regazo, confiando en que Britt la va a agarrar.


— ¡No puedes obligarme! —grita bromeando, haciendo como que la empuja, mientras que Josie se une a la diversión.


— ¡Debes comerlo! —chilla Josie y comienza a hacerle cosquillas de su lado.


— ¡No me gustan las cosquillas!


— ¡Sí te gustan!


Todo lo que puedo hacer es recostarme y reír.


— ¡Ayuda! ¡Santana, quítame a estas pequeñas revoltosas de encima! ¡No soy lo suficientemente fuerte!


— ¡Eres una llorona! —le dice Josie con una fuerte risa y sigue haciéndole cosquillas.


— ¡Cómelo, llorona! —se ríe Maddie y continúa tratando de darle el dulce.


Por último, abre ampliamente los brazos y las sostiene contra ella, se levanta y comienza a correr por la habitación, gritando como una diosa guerrera.


— ¡Victoria!


Las deja caer con cuidado en su pila de almohadas y mantas, sin ni siquiera jadear. Las niñas se están riendo con lágrimas corriendo por su rostro.


—Y tú. —Me señala, con una mirada burlona en su hermoso rostro.


— ¿Qué? —pregunto con los ojos muy abiertos, fingiendo inocencia.


—Se suponía que eras mi respaldo.


—Manejaste muy bien las cosas. —Sonrío y entonces de repente estoy de pie y sobre el hombro de Brittany para el deleite de las niñas que gritan de risa.


— ¡Creo que la echaré en la basura! —anuncia Brittany y se dirige a la cocina.


— ¡No, ponla en el contenedor de reciclaje! —Josie ríe.


— ¡No puedes reciclar mamás! —grito y suavemente golpeo la espalda de Brittany con mis puños—. ¡Déjame ir!


— ¡Traidora! —grita Brittany y da vueltas por la sala y me deja caer en el sofá—. Eso fue una advertencia, morena.


— ¡Entendido! —Sonrío, sosteniendo mi cintura. Las niñas siguen riendo y Maddie envuelve sus brazos alrededor de la cintura de Brittany y la abraza con fuerza.


—Te quiero, Brittany. ¿Podemos ver la película ahora?


Su mano se detiene en su camino de colocarse sobre su espalda, parpadea dos veces antes de responder con voz emocionada y ronca:


—Sí, buttercup, vamos a verla. —Ella le sonríe con amor y luego se une a su hermana, lista para ver la película.


Se sienta a mi lado y me jala más cerca mientras besa mi cabeza, y agarra un puñado de palomitas del tazón y lo mete a su boca, dándole a la película su total atención. Maldición, esto se siente bien. Tenerla aquí, jugando con nosotras, simplemente se siente correcto.


En menos de una hora, las chicas están dormidas en el suelo.


—Bueno, eso no tomó tanto como pensé —susurro con una sonrisa.


—Gracias a Dios —murmura e inclina mi cabeza hacia atrás para besarme, roza sus labios sobre los míos suavemente antes de profundizar y empujar su lengua entre mis labios, sujetando mi cara con la palma de su mano. Finalmente, se tira hacia atrás y besa mi frente—. Llevémoslas a la cama, para poder llevarte a ti a la cama también.


—Buena idea.






— ¡Mami! ¡Mami!


—San. —Brittany toca mi brazo.


— ¡Es Josie! —grito despertando inmediatamente y saltando de la cama para correr por el pasillo hasta el dormitorio de las niñas. Brittany está justo detrás de mí.


— ¡Mami!


—Estoy aquí, mi amor. ¿Qué pasa?


—Ella vomitó —dice Maddie y señala a un lado de la cama de Josie.


—Lo siento —lloriquea Josie.


—Oh, cariño, está bien. —La pongo en mis brazos, sin notar que Brittany ha salido de la habitación. Presiono mi mejilla contra su frente y jadeo. Está en llamas.


—Tienes fiebre, mi pequeña. Voy a tomar tu temperatura, ¿de acuerdo?


—De acuerdo. —Se da la vuelta y se recuesta cuando Brittany regresa con un cubo grande y artículos de limpieza.


—Tú cuida de ella, yo me encargo del desorden.


—No tienes que...


—Está bien, San. Lo tengo.


—Gracias. —Beso su mejilla y corro al botiquín para traer el medicamento contra la fiebre y un termómetro, y regreso a la cama justo cuando Brittany está terminando de limpiar el desorden en el suelo.


— ¿Mami? —llama Maddie desde su cama.


—Sí, bebé —respondo y tomo la temperatura de Josie en su oído.


38º. Maldición.


—No me siento bien. —Maddie se sienta y envuelve sus brazos alrededor de su cintura.


—Vamos, buttercup. —Brittany la recoge y la lleva al baño, donde la oigo vomitar. Josie lo escucha también, y eso la hace vomitar de nuevo. Gracias a Dios que Brittany trajo el cubo.


Y así pasamos las siguientes horas, sosteniendo a las niñas mientras vomitan, enfriándolas con paños húmedos y finalmente dándoles medicina para la fiebre y orando para que se mantenga baja.


Brittany nunca flaquea. Nunca nos deja para irse a la cama. No frunce el ceño ni se muestra disgustada por la cantidad de vómito que sale de estas dos pequeñas personas. Tranquilamente me ayuda, mientras nos alternamos entre las niñas cambiando sus ropas, ayudándoles a ir al baño y reconfortándolas. Estoy meciendo a Josie en la mecedora de la esquina, y Brittany sostiene a Maddie, sentada en su cama con la espalda contra la pared.


—No sé cómo agradecerte —le susurro.


—No necesitas agradecerme, Santana. —Baja la mirada hacia la cara de Mad y frunce el ceño—. Pobrecitas, están tan enfermas.


—La gripe esta por ahí. —Apoyo mi cabeza en el cojín y cierro mis ojos—. Samantha la tuvo la semana pasada.


— ¿Qué hacemos ahora? —pregunta.


—No hay mucho más que esto —respondo una sonrisa—. Nos mantenemos despiertas y les damos medicina, oramos por que baje la fiebre y las reconfortamos.


—Es un trabajo duro —remarca casualmente y me mira por encima de la cabeza de Maddie.


—Esto no es nada. —Sonrío sosamente—. Cuando eran pequeñas, yo nunca dormía. No querían dormir al mismo tiempo, no importa lo duro que traté de meterlas en una rutina. Tenían que comer cada dos horas, las dos, así que sentía como si siempre estuviera alimentándolas. —Negué con la cabeza y le sonreí—. Creo que en algún punto pasé dos semanas sin un baño.


— ¿Por qué no tenias ayuda? —pregunta.


—Mi mamá vino por algunas semanas cuando acababan de nacer, pero estuvieron en cuidado intensivo prenatal porque nacieron antes, y cuando llegó el momento de llevarlas a casa, mi madre tuvo que regresar a casa también.


— ¿Cuánto tiempo antes nacieron?


—Unas tres semanas —respondo.


— ¿Dónde estaba Sebastián? —protesta.


Sonrío de nuevo y trazo el dulce rostro de Josie con mi dedo.


—Trabajando. Siempre trabajando y distraído en sus coqueteos con otras personas. —Muerdo mi labio, odiando que las lágrimas estén por llegar—. Ni siquiera estuvo allí cuando nacieron.


Brittany maldice entre dientes.


—No era un mal hombre, Brittany. —Tomo una respiración profunda, y la suelto lentamente—. Con honestidad, simplemente nunca debió iniciar una familia con nadie. Sabía cuando me casé con él, que su trabajo era su prioridad, a la par que no estaba seguro de su sexualidad porque él también sentía una fuerte atracción por los chicos. Nunca hizo de eso un secreto. Y bueno, yo también sabía que me gustaban las chicas......pero aún así lo intentamos —Josie se revuelve, cambiando de posición en mis brazos—. Creo que me imaginé que podría cambiar una vez que las niñas hubieran nacido. —Sonrió a Brittany tristemente—. Pero no lo hizo. Y nos dimos cuenta desde el principio que no debería estar con nosotras.


—Así que has sido madre soltera desde el primer día. —No es una pregunta.


—Así es—asiento—. Las amo demasiado. Valen cada minuto de sueño perdido, Brittany. Pero, maldita sea, es agotador y aterrador cuando están enfermas. Hay veces que he tenido a una vomitando en el baño, y otra vomitando en su cama y sólo puedo estar con una de ellas. ¿Qué se supone que debo hacer entonces? —Levanto la mirada hacia Britt y dejo que las lágrimas caigan silenciosamente por mis mejillas por la frustración—. O cuando ambas están llorando por mí, y sólo puedo sostener a una a la vez, sobre todo ahora que son más grandes. —Niego con la cabeza y limpio mis mejillas—. Me preocupa no ser suficiente para ellas.


—Detente, cariño. Eres una gran madre. Ellas no podrían amarte más.


Sólo asiento y miro a Maddie descansando tranquilamente en los brazos de Brittany, aún con las mejillas rosadas por la fiebre.


—Cuando les dije que su padre murió... —susurro y trago duro, meciéndome suavemente—. Pensé que se iban a poner histéricas, pero simplemente fruncieron el ceño, y Maddy dijo: "¿Eso significa que no lo volveremos a ver?” —Vuelvo mis ojos hacia Josie y le beso la parte superior de su cabeza.


— ¿Qué dijiste? —pregunta en voz baja.


—Sólo dije sí, que tenía razón. Ninguna de ellas lloró, Brittany. Simplemente fruncieron el ceño y me abrazaron, porque dijeron que me veía triste. No lloraron porque no lo conocían.


—Quién perdió fue él, San, y por su propia elección.


—Lo sé—asiento—. Es sólo que me pone muy triste porque son tan maravillosas, y Sebastián perdió la oportunidad de conocerlas.


De repente Josie se revuelve de nuevo y llora antes de vomitar sobre todo mi cuerpo.


—Aquí vamos de nuevo.






Veinte horas más tarde, estamos completamente agotadas. En un momento durante el día, Marley nos trajo sopa y bocadillos, caldo para las niñas, y les echó un vistazo para asegurase de que era realmente sólo una gripe. Las dos últimas horas habían sido relativamente tranquilas. La fiebre bajó, y fueron capaces de dormir relativamente en paz.


—Creo que hemos pasado la peor fase —murmuro y paso mis dedos por el pelo de Maddie. Estoy acostada a su lado, dormitando y despertando junto a ella. Brittany mece a Josie en la silla.


—A ella le gusta el balanceo —murmura con una sonrisa suave.


—Ella siempre ha sido mi mecedora—concuerdo—. Maddie puede dormir en cualquier lugar, a cualquier hora. Josie, no tanto. Pero siéntate en una mecedora con ella, y es un caso perdido.


—Voy a tratar de acostarla —balbucea y besa su frente—. La fiebre ha disminuido, gracias a Dios. Me asustaron.


¿Cómo puedo resistirme a Britt si es tan buena con mis niñas?


Dejo mis ojos cerrarse, escuchándola meter a Josie en su cama. Debo de haberme dormido por un momento porque de lo siguiente que me doy cuenta, es que Brittany está levantándome.


—Puedo caminar —protesto pero pongo mis brazos alrededor de su cuello—. No soy una debilucha como Rachel.


—Estás bien.


—No me siento terriblemente sexy hoy —murmuro disculpándome.


—Creo que puedo controlarme a mí misma esta noche —responde con una carcajada.


—Debería quedarme con las niñas. Tú ve a la cama.


—Cogí el monitor. —Lo levanta para que lo vea—. Así las oiremos si nos necesitan. Pero ahora, te voy a meter en un baño caliente. Te lo mereces, Santana.


Estoy sorprendida cuando me lleva al baño y me doy cuenta de que ya ha llenado la bañera con humeante agua caliente y mi aceite de baño de lavanda.


— ¿Cuánto tiempo he dormido? —pregunto.


—Unos quince minutos. —Me pone en el asiento del inodoro, conecta el monitor en el desagüe del lavabo, me ayuda a quitarme la ropa y a meterme en la bañera.


—Oh, Dios mío, esto es tan bueno. —Hago una respiración profunda y la suelto lentamente, luego abro los ojos y observo a la hermosa rubia que está de pie al lado de la bañera con las manos en los bolsillos. Sus ojos están cansados—. Sabes, esta bañera es lo suficientemente grande para nosotras dos.


—No, esto es sólo para ti, San. Pero ¿te importa si me doy un baño mientras estás ahí?


—Hmm... —Arrugo mi cara como si estuviera realmente pensando—. ¿Observar a una rubia sexy desnudarse y tomar una ducha mientras estoy aquí simplemente deleitándome? Claro, por qué no.


—Eres muy lista. —Se ríe y se desnuda, completamente a gusto en su propia piel, y abre la ducha. Puedo estar agotada, pero no estoy muerta. Querido Jesús, Britt es simplemente caliente.


— ¿Qué es ese tatuaje en tu espalda? —pregunto. No puedo leer desde aquí, pero parecen cuatro líneas de letras en uno de sus hombros desnudos. Toma una toalla azul del mostrador de al lado de la ducha y luego regresa para así poder tener una mejor vista.



PIERCE, BRITTANY S.
990001212USN O NEG
CHRISTIAN
US CITIZEN 12



— ¿Qué es? —pregunto, ya conociendo la respuesta.


—Es exactamente lo que está en mi placa de identificación, en caso de que alguna…


—Lo entiendo —interrumpo, no queriendo siquiera pensar en ello. Mira por encima de su hombro hacia mí y arruga la frente al ver la expresión de mi cara.


— ¿Qué pasa? —pregunta.


Niego con la cabeza y me hundo más en el agua.


—Gracias a Dios que estás a salvo.


Se inclina para besar mi cabeza y susurra:


—Estoy bien, cariño. —A continuación entra en la ducha.


Dios mío, ¿y si la hubieran capturado? ¿Torturado?


¿Asesinado?


Un estremecimiento resquebraja mi cuerpo, a pesar del agua caliente. Me inclino para agarrar el jabón, pero se desliza de mi mano, cayendo al suelo con un ruido sordo.


— ¿Estás bien? —grita Brittany y abre la puerta de la ducha, con los ojos salvajes y jadeando.


—Estoy bien. Se me ha caído el jabón. —Cierra los ojos y niega con la cabeza, y sin decir una palabra, cierra la puerta y se termina de lavar.


Cuando sale no encuentra mis ojos. Se seca, ata la toalla alrededor de su cuerpo, y me ayuda a salir de la bañera. Cuando me inclino por una toalla, me la quita y me seca.


— ¿Estás bien? —susurro.


—Bien.


Continúa secándome, entonces toma mi mano en la suya y me jala hacia la habitación donde me ayuda a ponerme mi pijama, se pone su ropa interior, una camiseta blanca y un short deportivo de color azul.


—Dormiré en el sofá.


Empieza a salir de la habitación, pero la detengo.


—Tonterías. Dormirás en esta cama conmigo, Brittany Susan Pierce.


Se detiene en la puerta y deja caer su cabeza, como derrotada y voltea hacia mí con ojos tristes.


—No debería, San. Las niñas están aquí.


—No estamos desnudas. Las niñas estarán bien. De todos modos, probablemente estaremos despiertas antes que ellas.


Coloca sus manos en su cintura y baja la mirada.


—Tengo miedo de hacerte daño en mi sueño —admite, su voz es un susurro ronco.


— ¿Qué? —pregunto e instintivamente me muevo hacia ella, envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y la atraigo hacia mí—. Nunca me harías daño.


—No intencionalmente, nunca. —Acuna mi cara entre sus manos y me mira fijamente—. Pero cuando vienen las pesadillas, me pongo bastante violenta, San.


—Estaré bien. —Niega con la cabeza pero me mantengo en mi posición—. Si me abandonas ahora, después de la batalla que acabamos de atravesar juntas, patearé tu trasero.


Sus labios se sacuden antes de posarlos en mi frente y respirar profundamente.


— ¿Estás segura?


—Sí, estoy segura. —Entrelaza sus dedos con los míos y me lleva a la cama, nos mete dentro y me jala contra ella, mi espalda contra su pecho—. Gracias, Brittany. Por todo.


La oigo suspirar antes de inclinarse y besar la piel sensible debajo de mi oreja.


—Buenas noches, San.




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Breves adelantos – Capítulo 7, POV Santana



— ¿Estás durmiendo con ella? —Kitty pregunta casualmente y la miro con la boca abierta.


—No —miento y tomo más café—. Ella está aquí para protegernos a las niñas y a mí.


—Cierto. —Marley pone los ojos en blanco y se levanta de su silla para llenar nuestras tazas—. Es por eso que te mira como si quisiera rasgar tu ropa y hacer cosas contigo acá en la mesa de la cocina.

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— ¿Por qué no estás durmiendo con ella? —Marley pregunta, y yo me ahogo con el café.


—Podría estar haciéndolo —susurro y siento sus miradas asombradas sobre mí, pero no las miro—. No se atrevan a decir una palabra de esto a nadie.


— ¿Quién puede culparte? —Kitty pregunta cuando Brittany se levanta y nos mira rápidamente—. Ella sólo tiene ojos para ti….como dijo Marley, en mi caso si no fuera por Artie, yo también ya hubiese tenido a Britt en la mira.

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—Deberías verla con las niñas—sonrío recordando nuestra noche de películas la semana pasada—. Es divertida y dulce.


Percibo que el ambiente se torna mortalmente silencioso. Miro a mis amigas, para encontrarlas mirándose unas a otras y luego a mí.


— ¿Qué sucede?


—Estás enamorada —observa Kitty y se ríe—. Bienvenida al club.

*********

—Levi, no estoy interesada. Si tienes dudas sobre el pago o el seguro, está bien, pero estoy muy ocupada para hablar, y no estoy interesada en tus elogios.


Me levanto e intento caminar hasta el centro de la oficina, pero bloquea mi camino y deliberadamente roza su brazo contra mi pecho.


—Tú sabes —murmura y extiende la mano, pasando la parte de atrás del dedo índice por mi brazo—. No pareces una mujer que haya pertenecido a un policía.


¿Qué mierda es esa? ¿Cómo sabe sobre Sebastián? ¿Quién es él?

*********

— ¿Dónde está Brittany?—Maddie pregunta y gira sus grandes ojos castaños para mí, mientras empuja los nuggets de pollo alrededor de su plato.


—Ya te lo he dicho antes. Se está divirtiendo un poco hoy con su padre y sus hermanos. —Después que termino de cortar un poco de melón, retiro los platos y vuelvo a la cocina de mis padres para limpiar.


—La extraño —Josie suspira dramáticamente.