FF Brittana- Warrior. Capítulos finales!! 21/03

Pero que feo!! pobre annie y aun más!! Pobres de mis brittana y todo por culpa de marley pff!! Gracias por los dos caps, pero porfaaa dime que actualizarás pronto!!! saludos

Ola niña como estas?
Pensé que había escrito en el capítulo anterior y me sí cuenta que no :(
En fin excelentes capítulos, con todo el drama se viene esto y me gusta jajaja
Un abrazo y cuídate Ok
Adiós

micky morales escribió:que momentos mas tristes, desgraciada marley espero que reciba su merecido mas pronto que tarde, hasta luego!

Marley tendrá su merecido, lo prometo! Saludos

monica.santander escribió:Que triste manera de reencontrarse!!!
Saco el primer numero para matar a Marley!!
Saludos

Triste no? Ya va a pasar!
Saludos!

Dolomiti escribió:Pero que feo!! pobre annie y aun más!! Pobres de mis brittana y todo por culpa de marley pff!! Gracias por los dos caps, pero porfaaa dime que actualizarás pronto!!! saludos

Si, pobre Annie :( Y pobre Brittany está sufriendo demasiado. Santana será de gran apoyo aunque tendremos que ver también cómo lo va tomando ella.
Saludos!

evean escribió:Ola niña como estas?
Pensé que había escrito en el capítulo anterior y me sí cuenta que no :(
En fin excelentes capítulos, con todo el drama se viene esto y me gusta jajaja
Un abrazo y cuídate Ok
Adiós

Hola! Todo está muy bien :) Gracias por preguntar! Todo bien por ahí?
Espero que te gusten los siguientes entonces! Un abrazo también :)

Capitulo 44.

La casa de los Pierce era tan silenciosa cuando Annie faltaba, que les dio tristeza entrar al lugar. Brittany fue a ducharse mientras Santana buscaba a Buddy y a la pequeña cachorrita que le había regalado a la niña, los alimentó y se quedó lavando algunos vasos que estaban sucios en la cocina. Para cuando terminó, subió las escaleras y fue a al cuarto de Brittany para preguntarle si necesitaba algo, pero ella aún estaba en el baño, por lo que se sentó en la cama y se quitó los zapatos porque estaban molestándola demasiado.
- Que lindo es verte en casa como si fueras una más.- comentó Brittany cuando salió de la ducha, con un pijama largo, secando su cabello.
- Vine a preguntarte si necesitas algo.
- Descansar una hora, y regresar a la clínica.- colocó la toalla en la silla, y se sentó sobre la cama de espaldas a Santana para que ésta terminara de cepillar su cabello.- ¿No te molesta hacerlo?
- Jamás me molestaría Britt.- tomó el peine de sus manos y empezó a desenredar suavemente su cabello rubio y sedoso.- ¿Cómo se llama la perrita que le regalé a Annie?
- Tiara. Fue idea de Dani.
- Es un lindo nombre.- alternaba un par de besos en su cuello cada vez que terminaba con alguna parte de su cabellera.- Me encanta tu collar.- le dijo cuando vio la S dorada colgando en su cuello.
- Tú me encantas.- giró un poco la cabeza y la besó.- Tengo algo para ti también.- estiró su cuerpo y sacó una cajita de su mesa de noche.- Pensé que si tú me diste esto para que siempre recordara que te tengo, entonces debía regalarte algo que te recuerde a mí siempre, y me pareció buena idea que de tu cuello también pudieras colgar una cadena con mi inicial, aunque esta es un poco distinta...- la sacó de la caja y le mostró un corazón plateado, que se abría como un libro y tenia una linda B adentro.- Sé que esta que llevas puesta es la de Quinn, por eso mismo busqué una que quedara bien con la otra y puedas usar ambas. Es como un compromiso informal, ¿entiendes?- se la colocó y le sonrió.- Te amo.
- Te amo también. Gracias.
- ¿Quieres acostarte conmigo una hora? Luego regresamos a la clínica juntas.
- No tengo un plan que supere al hecho de estar contigo ahora.
Se acostaron abrazadas, pero Santana no durmió, no podía dejar de pensar en Annie y en volver a la clínica, pero también sabía que Brittany necesitaba descansar y relajarse por un momento. Recorrió todo su cuerpo suavemente, la miraba cada tanto y trataba de comprender cómo ella podía ser suya, cómo una mujer tan hermosa estaba tan enamorada de ella, y por qué sentía que a su lado las cosas eran mucho más fáciles. Su rostro estaba triste, y era entendible, pero aunque hubiera podido hacer cualquier cosa por cambiar eso, era imposible. Asentó su cabeza en la almohada, y se quedó allí como custodiando sus sueños. Una hora después se levantó de la cama, se acercó a ella con cuidado y la despertó.
- Amor mío...- le dijo dulcemente.- Tenemos que irnos.
- Lo sé...- abrió sus ojos y estiró sus brazos.- Santana, no tienes que venir conmigo, ve a descansar también, has tenido un largo viaje.
- ¿Estás hablando en serio? Brittany, levántate de la cama antes de que me enoje.- se levantó de su lado y la ayudó a incorporarse en la cama.
- No soportaría que te enojes otra vez. Déjame cambiarme y nos vamos.
- Está bien, te espero.

No tardaron demasiado en irse de la casa, otra vez en el auto de Santana, y en ese momento el tránsito no era tan lento, por lo que llegaron rápido a la clínica donde Michael y Josh las esperaban. El mayor de ellos estaba adentro, y el otro esperaba afuera con Dani.
- Hola chicas.- dijo la muchacha y se acercó a abrazarlas.- Noah me contó sobre esto, y vine a verlas.
- Gracias Dani, en verdad. - respondió Santana.
- Josh acaba de contarme lo que sucedió exactamente, es terrible.
- Sí, lo es en realidad.- coincidió Brittany.- Ahora Annie está allí dentro y no despierta.
- Lo hará, ya veras que sí.- la tranquilizó.- Esa pequeña es una leona, como su mamá.- Santana sonrió.
- Estoy segura de que sí.- comentó la rubia y tomó con cariño la mano de su novia, y fueron interrumpidas por Josh comentándoles muy despacio que Marley se acercaba a ellas por el pasillo. Todos los comentarios que Santana había guardado para sí misma, todas las cosas que pensaba sobre ella, toda la furia que había controlado, en ese momento despertaron con más fuerzas y se fue directo a ella.
- Espera, Santana.- trató de detenerla Brittany pero no pudo.
- Santana ven aquí.- intentó también Dani.- Déjala.- la morena seguía sin escucharlas, mientras caminaba hacia ella.
- ¿Qué haces aquí?- le dijo y le dio un empujón contra la pared.
- Ey, cálmate.- le pidió la de ojos azules, con mucha tranquilidad.
- ¿Qué? ¿Estás pidiendo que me calme? Voy a matarte.
- ¿Y ahora qué fue lo que hice?- obviamente ignoraba lo que había pasado con Annie.- Mira, sólo vine a retirar un análisis, así que si tienes algún problema que discutir llámame luego.
- ¡Mi hija está inconsciente en una sala de cuidados intensivos!- exclamó y su furia se convirtió en lágrimas, y la gente que las rodeaba estaba mirándolas, incluidos Josh, Brittany y Dani.- Ese es mi problema contigo.
- ¿Cómo?- preguntó notablemente sorprendida.- ¿Qué fue lo que pasó Britt?- preguntó a la rubia que estaba detrás de Santana.
- Estás hablando conmigo.- aclaró la morena.- Enloqueció luego de que tú y tu brillante idea de decirle la verdad aparecieran y un auto chocó contra ella, eso fue lo que pasó.
- Perdóname si crees que es mi culpa, pero quien ocultó todo fuiste tú bonita.- utilizó el típico tono de voz dulce que siempre usaba, y eso molestó mucho más a Santana.- Ahora resulta que la culpable soy yo, cuando tú pasaste la vida lejos de ella y ahora decides volver.
- Cállate.
- ¿Cuál es tu problema? Estoy diciendo la verdad, ¿cierto? Tú la dejaste y luego de once años estás preocupada por ella. Tienes suerte de que una familia como ellos la adoptara, nadie más podría abrir la puerta de su casa a una zorra como tú.
- Marley basta...- le pidió Brittany.
- Dile a tu novia que acepte la realidad y deje de buscar culpables, cuando en realidad ella es la única culpable de todo esto. ¿Crees que Annie va a pensar que es genial que estés aquí? ¿Crees que ella amará la noticia sólo porque tú eres la novia de su hermana? Lamento decirte que va a pensar que la abandonaste, que nunca la quisiste, que quisiera a su mamá aquí, que tú jamás, jamás serás su madre. ¿Sabes por qué? Porque no hiciste más que concebir a una niña que fue un error...- la fuerte mano de Santana en su mejilla la obligó a callarse, y Josh rápidamente reaccionó para alejarla de ella.
- Lleva a Santana, Dani.- pidió el muchacho.- Llévala.
Dani obedeció al instante, y se la llevó lejos para que estuviera tranquila, aunque notó que lloraba y la abrazó hasta que se sentó en una silla frente a la recepción.
- No llores más, tranquila Santana...
- Quizás ella tenga razón Dani, y todo lo que dijo es cierto, Annie jamás va a pensar en mí como su madre.
- Ella no tiene razón, dijo todo eso para lastimarte, nada de lo que dijo es cierto, nada.
- Mi hija va a pensar que la abandoné, que jamás la quise, y eso es lo que más me duele.
- No va a pensar eso, ella entenderá con el tiempo todo lo que pasó. Además tienes a Brittany, ella te ayudará a superar todo el proceso, las ayudará a ambas. No escuches a Marley, ella no lo vale.
- Annie no fue un error, no lo fue.
- Lo sé, sé que no fue un error para ti, sé que la amaste siempre y ella también lo sabrá. Ya quédate tranquila.- puso una mano hombro, en señal de apoyo, y vio que Brittany se asomaba por el pasillo, aunque no se dejaba ver por Santana.
- Todo me sale mal Dani, todo... Estoy cansada de ser a quien le pasan las cosas malas todo el tiempo, estoy cansada de que a todos les vaya bien una vez en la vida menos a mí, estoy sencillamente cansada de esperar a que mi vida deje de ser tan patética.
- Bueno yo pienso que estás un poco equivocada.- siguió observando a Brittany, tratando ilusamente de ocultarse tras la pared.- Tuviste a Quinn muchos años, eso fue algo bueno ¿no? Y también a tu primo, que te adora y piensa en ti todo el tiempo. O a Michael y Josh, los hermanos de Britt, que ven lo buena y asombrosa que eres y te quieren por eso. Me tienes a mí, estaré aquí cuando me necesites. ¿Y qué me dices de Brittany? Dios, jamás había visto a dos personas mirarse de la manera en que ustedes lo hacen. Tienes cosas buenas en tu vida, y créeme que van a venir mejores, sólo debes esperar.
- No sé si pueda seguir esperando.
- Entonces mi concepto sobre ti era muy errado...- concluyó, y Brittany sonrió en forma de asentir a su comentario.
- Yo...
- No tienes que decir nada, todos nosotros vamos a quererte igual, debes convencerte a ti misma que nada es tan fuerte como para derrumbarte, mucho menos las tontas palabras de una persona que no lo vale. Te dejaré sola, tranquilízate y vuelve con Josh.- se levantó de la silla, pasó al lado de Brittany y guiñó un ojo. A la rubia le tomó unos segundos tomar la decisión de hablar con Santana, pero lo hizo al final.
- Dani es muy sabia.- le dijo y se arrodilló frente a ella.
- ¿Hace cuánto estás ahi?
- ¿Si te digo lo suficiente suena a películas? Lamento tener que escuchar lo que dijiste, porque al igual que Dani tengo otro concepto sobre ti.- tomó su mentón y levantó su cabeza.- ¿Cuántas veces debo decirte que vales más de lo que crees? Yo te amo, y voy a amarte siempre, pero tú debes entender que es más fácil amarte si te amas primero. Voy a ponerlo así, ¿qué tan distinto sería si pudieras confiar en ti misma de la forma en que confías en mí?- Santana sonrió de lado.- Tú sabes que Annie fue un gran regalo para ti, sabes que la amaste, la buscaste y que luchaste demasiado por ella, nadie puede quitarte eso. Confía en ti, y que la vida va a ordenarse y devolverte todo lo bueno que mereces.- la abrazó y besó su hombro.- Vamos a pasar esto juntas, las dos contra todo, ¿entendido?
- Lo entendí. Gracias Britt.
- Por cierto, creo que tuvieron que atender a Marley luego de esa bofetada tremenda que le diste.- la vio sonreír y acomodó su cabello para mirarla con amor a los ojos.- Te amo tanto, quiero verte fuerte como sé que eres ¿sí?- la morena asentó con su cabeza.- Vamos, Marley ya se fue.
- Me quedaré aquí por un momento, te alcanzo luego.- apretó su mano y Brittany besó su frente para luego dejarla.
Hasta que llegó la tarde, el tiempo pareció una eternidad para todos, y lo fue aún más cuando el doctor de Annie llegó y estuvo por más de media hora adentro de la sala. Su rostro al salir no era el mejor, y les comunicó que había intentado quitar el respirador pero que era imposible, y eso era algo que no esperaba en absoluto. Annie no estaba respondiendo a los tratamientos y medicamentos, y lo único que restaba era esperar a que despertase o que sus procesos fueran normales otra vez.
Esa noche, aunque costó demasiado, los chicos convencieron a Brittany de ir a dormir en casa de Santana, mientras ellos pasaban la noche allí con la niña. La morena tampoco quería irse pero sabía que descansar les haría mejor a las dos, así que se llevó a su novia, cenaron en un silencio abismal, y luego ella fue a ducharse. Para cuando salió, Brittany la esperaba en el sofá envuelta en una manta que siempre tenía allí cerca.
- ¿Por qué no fuiste a la cama directamente?- le preguntó.
- Porque no quería dormirme mientras estabas en el baño. Quédate conmigo un rato, necesito que me abraces.
- Yo también lo necesito.- se sentó, la abrazó y se acurrucaron bajo la pequeña manta.
- Pensé que Annie estaría mejor.
- Es complicado, muy complicado, pero ella saldrá de todo, lo sé.
- ¿Cómo haces para estar tan entera?
- En realidad estoy muriendo por dentro, pero estar contigo es como estar con Quinn en nuestros años difíciles. Yo trataba de estar bien porque ella me necesitaba bien, aunque al llegar la noche no podía ocultarme más.
- Yo estaré aquí en la noche, pasaremos esto juntas.
- Claro que sí Britt. Mientras me bañaba estaba pensando en mamá, y por alguna razón, le hablé como si estuviera en frente. No estoy segura si creo en Dios o en el Cielo, pero cuando pienso que ella está en alguna parte, siento que puede hacer cosas por mí desde allí, así que le pedí que cuide a Annie, que le de fuerzas para recuperarse.
- Sé que va a hacerlo, donde sea que ella esté. Annie nos necesita a nosotras ahora, y eso es lo que tenemos que tener en claro.
- Pensé mucho en lo que Marley dijo hoy...
- Te dije que no tienes que darle vueltas a ese asunto, es una tontería tras otra.
- Hay algo que ella dijo, en lo que tiene razón.
- ¿Qué cosa?
- Tuvo suerte de encontrar una familia como ustedes, y yo también.- Brittany sonrió orgullosa.
- Cuando todo esto pase, Annie esté bien, sepa la verdad y pueda aceptarla, verás que seremos una gran familia.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo.- dejó un beso en su cabeza y entrelazaron sus manos.
No tardaron demasiado en sentirse completamente cansadas, y se fueron a la cama para poder dormir tranquilas y cómodas. No había sido un día fácil, y la noche era mucho más oscura y larga en esa oportunidad, tanto que les costaba conciliar el sueño pensando en cómo estaría Annie, si los tratamientos estaban funcionando o si simplemente ella podía sentir algo. Brittany logró dormirse más tarde, y Santana envió algunos mensajes a Quinn para sentirse mejor, para sentir que a pesar de la distancia, ella estaba acompañándola en ese terrible momento. Le contó sobre Marley, sobre lo que había pasado en la clínica por la tarde, y recibió un largo mensaje por respuesta, recordándole lo especial que ella era, lo mucho que había pasado, y lo grande que era su corazón. Quinn le pidió que nunca sintiera que había hecho algo mal, porque todo lo que en su vida había sido malo, ella lo había convertido en una lucha constante por encontrar a su hija, por amarla a pesar de no conocerla, y por salir adelante cuando las cosas parecían llegar a su lado más oscuro. Nadie conocía todas esas cosas como su rubia amiga, y sus palabras eran de gran ayuda. No quiso quitarle más tiempo, le dejó muchos besos a su sobrino, saludos a Rachel, y mucho cariño y abrazos para ella, a quien extrañaba como a nadie, y a veces por orgullo no se lo decía.
Su cama había sido testigo de tristeza profunda, de lágrimas infinitas, de días realmente malos, pero jamás había sido testigo de tanto amor. No le hacía falta siquiera tocar a Brittany para saber que su piel se estremecería ante el mínimo contacto, tampoco necesitaba ver sus ojos para saber que podía perderse en lo azul de su mirada, conocía cada rasgo suyo a la perfección, y estar con ella en esa noche, pasando un momento difícil, la hacia pensar que ese amor era eterno, que estarían juntas por el resto de sus vidas, y deseaba que así fuera. La cubrió bien, y se durmió apenas rozando su espalda. Quería despertar con buenas noticias, no necesitaba mas que eso.

La mañana en Washington, sorprendió a Quinn en la cama, sola. Giró dos veces a ambos lados buscando a Rachel y descubrió que su celular estaba allí, por lo que no había salido. Se sentó, estiró sus brazos y piernas, y acarició su vientre.
- No sabes cuánto deseo que empieces a crecer.- le dijo.- Realmente no lo sabes...
- Pero yo sí.- dijo la castaña entrando a la habitación.- Buen día amores míos.- besó a Quinn y luego su vientre.
- Mamá estaba escuchando nuestra conversación pequeño...
- Tengo derecho, ¿no crees? No pueden excluirme.- Quinn rió y la besó otra vez.- ¿Te he dicho que tus besos en las mañanas podrían volverme loca?
- Algo dijiste sobre eso.- tomó su rostro y la besó lentamente.- Listo, no lo hago más.
- Sólo uno más.- pidió y su deseo fue concedido.- Asi está bien. ¿A quién estabas escribiendo anoche?
- A Santana. Marley fue a la clínica ayer y al parecer tuvieron un cruce de palabras muy grande.
- ¿No se cansa de molestar?
- Al parecer no. Santana estaba realmente muy triste anoche, me dio mucha pena no poder estar allí. Fue la primera vez desde que estamos aquí, que en verdad deseo regresar al menos un minuto a Nueva York y hacer que ella sienta que estoy cerca.
- Es normal, para las dos. Ella sabe que estás cerca, a pesar de que físicamente las separen muchos kilómetros. A veces las personas que más lejos están, son las que mas cerca sientes cuando necesitas algo, y tú debes ser de esas para Santana. Está pasando un momento difícil, y tú y yo vamos a estar con ella desde aquí, ¿sí?
- Sí...- sostuvo la mano de Rachel que estaba posada en su vientre y la mantuvo allí por un rato.- Ya amo a este bebé y aún no sé si es niño o niña. No puedo imaginar el amor que Santana siente por Annie.
- El amor de una madre no puede imaginarse, es único. Ni siquiera nosotras podemos definir exactamente cuánto amamos a una personita que milagrosamente crece en nosotras... Es sencillamente un misterio.
- Como tú y yo aquí, esperando un bebé, llevando una vida juntas.
- Algo así.- admitió en medio de risas.- Lo nuestro sí es un misterio.
El móvil de Quinn las interrumpió, y ella respondió rápidamente la llamada al tratarse de Santana. Su amiga le dio la noticia de que Annie había tenido una leve recuperación y movió sus dedos por unos segundos casi imperceptibles, pero muy importantes en el proceso de recuperación. Ella y Brittany habían llegado a la clínica justo cuando Michael presenció el hecho, y aunque podía tratarse de un acto reflejo, las esperanzas para ellos eran mucho más grandes.
Una parte de sí regresó a su cuerpo luego de poder escuchar a Santana aferrada a una mínima posibilidad con tanta fuerza, y le pidió que no dejara de hacerlo porque Annie recuperaría todas sus capacidades pronto. Habló con Brittany también, le dijo lo mismo, y le pidió especialmente que cuidara a Santana cuando las cosas no fueran las mejores. Había sido una buena forma de empezar el día, con la posibilidad de aferrarse a algo pequeñito, pero con muchas fuerzas para crecer.

Hola ¿cómo están? :) Regresé con un nuevo capítulo, y espero que les guste! Hasta pronto!

Ola niña como estas?
Si todo bien en mi vida, la próxima semana me voy de vacaciones al sur , pero tengo internet móvil, así que puedo seguir leyendo tu historia en mis ratos libres.
Que desgraciada es Marley, por lo menos se fue con la mejilla adolorida jajajaja
Me gusta el drama así que continúa
Cuídate adiós

Pobre Annie espero que se recupere pronto!!! Por favor
Saludos

Pobre annie pero espero que se recupere pronto aunque al parecer va a ser complicado pero bueno! Espero puedas actualizar pronto. Saludos

excelente capitulo pero de verdad mis deseos de venganza hacia Marley no son normales! hasta pronto.

evean escribió:Ola niña como estas?
Si todo bien en mi vida, la próxima semana me voy de vacaciones al sur , pero tengo internet móvil, así que puedo seguir leyendo tu historia en mis ratos libres.
Que desgraciada es Marley, por lo menos se fue con la mejilla adolorida jajajaja
Me gusta el drama así que continúa
Cuídate adiós

Hola! ¿Cómo estoy? Realmente muy bien! Anoche vi el nuevo capítulo de Glee, y realmente todavía me dura la sonrisa de tonta en mi cara ¿es normal?
Espero que tengas un buen viaje! Y si puedes leerme, buenísimo! :)
Cuidate también ! Adiós :)

monica.santander escribió:Pobre Annie espero que se recupere pronto!!! Por favor
Saludos

Annie estará bien, lo prometo :) Saludos!!

Dolomiti escribió:Pobre annie pero espero que se recupere pronto aunque al parecer va a ser complicado pero bueno! Espero puedas actualizar pronto. Saludos

Podré actualizar más seguido ahora, así que espero les alegre :) Saludos!!

micky morales escribió:excelente capitulo pero de verdad mis deseos de venganza hacia Marley no son normales! hasta pronto.

Gracias! Le daré su merecido, lo juro. Hasta pronto!!

Capítulo 45.

Dos días después, aquella pequeña esperanza estaba muriendo otra vez, ya que Annie no había podido siquiera respirar por sus propios medios. Sin dudas el golpe había sido muy duro, y todo seguía igual en la clínica. Quinn había llamado más de cinco veces a Santana, aún más en las noches, porque sabía que ese era el momento en que más la necesitaba. Noah y Dani también habían llegado a verlas, y dieron su apoyo a la familia de una manera realmente asombrosa. Michael tenía la compañía de su novia, y eso era bastante bueno para él quien trataba de ser el que llevaba adelante a sus hermanos. Brittany estaba muy ocupada con Josh, porque a él empezaba a afectarle mucho más tener a su hermana en esa situación, y trataba de no dejarlo solo en ningún momento. Eso preocupaba un poco a Santana, porque sabía cuántas cosas estaba ocultando la rubia para que sus hermanos estuvieran bien, aunque siempre había hecho exactamente lo mismo, sin importar lo que ella sentía.
El viernes seis de enero, con la ciudad más fría que nunca, Michael le pidió que llevara a Brittany a almorzar porque no había comido nada desde la tarde anterior, y luego de mostrarse enojada por su falta de alimentación, se sentaron a almorzar en un restaurante cercano.
- Que no se repita, ¿me oíste?- le dijo una vez que les sirvieron la comida.
- Está bien, lo siento...- se disculpó.
- Estás muy agotada, se te nota demasiado en la cara, debes cuidarte Britt, si tienes las defensas bajas en la clínica puedes contagiarte de cualquier virus.
- Han pasado varios días, esperaba que ella estuviera bien.
- Lo sé, sé todo lo que sientes y sé que estás preocupada, pero quiero que te cuides, hazlo por mí.
- No puedo negarme si pones esa carita...- le sonrió de lado y acarició su mano por encima de la mesa.- Tú tampoco estás pasándola bien.
- No, por supuesto que no, pero debemos intentar. Ahora te llevaré a casa, te quedarás a descansar allí y yo iré a quedarme con Annie en la clínica para que los chicos puedan ir a descansar también.
- Pero...
- Nada, vas a ir a tu casa, te buscaré en la tarde y te llevaré otra vez para que pases la noche con ella si quieres. Ahora vas a dormir, recuperar fuerzas y hablar a Emma. Aún está muy enojada porque recién ayer se lo dijimos. También llamé a la fundación, te dieron una licencia por el tiempo que sea necesario así que no debes preocuparte por el trabajo.
- No sé qué haría sin ti, me mantienes con los pies sobre la tierra.
- Haría mucho más para verte mejor, pero no sé qué más puedo hacer.
- Nada, esto es suficiente. ¿Has hablado con Quinn hoy?
- Sí, me llamó muy temprano en la mañana para saber si tenía alguna noticia.
- ¿Cómo están ellas y el bebé?
- En perfectas condiciones, aunque con cuidados extremos. Rachel es un poco paranoica, y considerando que son madres primerizas eso se multiplica.
- ¿Pero le ocurrió algo al bebé?
- No, pero los primeros tres meses deben ser de sumos cuidados, y ellas se lo tomaron muy en serio. Están muy bien, y sé que seguirá siendo así.
- Tendré suerte entonces, tú ya tienes una experiencia con bebés.
- ¿Qué clase de confesión fue esa?
- Algún día quiero vivir lo mismo que Quinn y Rachel están viviendo, y sé que quiero que sea contigo así que...
- Brittany Pierce, tú sí sabes cómo hacer sentir mejor a las personas.- tomó su mano con fuerza y sonrió.- Terminemos de comer para que pueda llevarte a tu casa.

Luego de almorzar, Santana manejó hasta casa de la rubia, se aseguró de dejarla dormida, y regresó a la clínica para darle un descanso a sus hermanos también, quienes iban a hacer compañía a Brittany en la casa hasta la tarde.
La morena entró a la sala, y tenía en su mano la manta que su madre le había regalado cuando supo que estaba embarazada, se la colocó en las piernas y se sentó junto a ella. La observó en silencio por unos minutos, y tomó su mano con cariño.
- Estamos esperando por ti pequeña, queremos verte bien. Sé que estabas enojada antes del accidente, y es muy posible que cuando despiertes también quieras saber la verdad, pero no es fácil para mí ni tus hermanos lo que tenemos que contarte...- acarició su mano.- Espero que puedas entender, espero que no me odies luego de eso, porque realmente no podría vivir con la idea de lastimarte. Quisiera que fuera fácil decirte que eres mi hija, que nunca quise dejarte, y que fue un error que te dejaran en un hogar. Soy tu madre, y estoy muy orgullosa de la hermosa familia que tienes, estoy muy feliz de verte tan grande y hermosa, y solo quiero que salgas de este lugar para que puedas seguir siendo tan feliz en un hogar donde te aman. Antes de irme te hice una promesa, ¿recuerdas? Te dije que hablaría con Brittany al regresar, y ya lo hice. Estuve pensando en proponerle algo, quiero vivir con ella ¿sabes? Pero no sé cómo van a tomarlo tú y tus hermanos, y no voy a hacer algo sin su consentimiento. Ambas estamos esperándote, ambas queremos lo mismo para ti, y te aseguro que siempre será así. Quiero que sepas cuánto te amo, y cuánto me alegra que seas hermana de personas tan maravillosas, no podría pedir más para mi hija. Así que por favor despierta, por favor...
- ¿Señorita López?- una enfermera entró a la sala.- Lamento interrumpir, pero alguien quiere verla.
- ¿A mí?
- Sí, una mujer está esperándola afuera.
- Voy en un segundo. Gracias.
Pensó de quién podía tratarse, pero nada se le ocurría en ese momento. Dejó a Annie un beso en la frente y salió del lugar, tomándose una sorpresa muy grande. Frente a ella, y luego de tantos años, aquella mujer estaba sentada esperando hablar con ella, y no llevaba una gran expresión en su rostro. En su cabeza estaban rondando muchas preguntas del tipo ¿qué hacía ella ahí? ¿Por qué la buscaba? ¿Qué quería pedirle? ¿Había ocurrido algo?
La recordaba mucho más joven, y pensó que en verdad no la veía nada bien para la imagen que su cabeza había guardado la última vez que la vio.
- Sra. Fabray...- le dijo y la mujer levantó la mirada.
- Por Dios, qué grande estás niña...- su tono dulce le recordó aquellos años en que la había dejado quedarse en su casa luego de escapar de sus padres, y por un momento olvidó cuánto daño le habían hecho a Quinn.
- Han pasado varios años. ¿Qué la trae por aquí?
- He venido al cementerio esta mañana, y luego pensé en visitar a Quinn pero ella ya no está más en su casa.
- Quinn se fue de aquí hace un tiempo ya.- se sentó a su lado.- Está viviendo una nueva y fantástica vida lejos de esta gran ciudad.
- No la culpo por no avisarme.
- ¿Ha pasado algo Sra. Fabray?
- Alguna vez yo fui tu tía Elizabeth.- sonrió nostálgica y Santana bajó la mirada, porque recordaba esos días en que nada parecía difícil, en los que los problemas parecían no existir.- No ha pasado algo malo si es lo que quieres saber... Sólo he venido a visitar la tumba de mi hijo y pensé que no quisiera tener que cometer el mismo error con mi hija.
- No se preocupe, Quinn tendrá una larga y hermosa vida, se lo merece.
- ¿Ella está bien?
- Ella está realmente bien, dudo que pueda estar mejor.
- Quinn siempre ha sido una gran muchacha, a pesar de todo el mal que su padre y yo le hicimos. Te preguntarás qué es lo que hago aquí, y la respuesta es fácil, estoy tratando de remediar toda una vida de errores. Le pedí disculpas a Jackson frente a una inútil piedra con su nombre grabado, porque todo su comportamiento fue mi culpa, porque jamás le puse un limite y ahora ya no puedo hacer nada por él. Pensaba en ir a ver a Quinn, decirle que hice todo mal, que fui la peor madre con ella, y que en verdad estoy apenada por eso, pero ella no está... Y entonces vine aquí, porque a ti te debo una disculpa tan grande como a mis hijos. Lo que Jackson te hizo...
- No quiero hablar de eso.- la interrumpió.
- Yo sólo lo siento Santana, porque luego de años de callarme para protegerlo, entendí que te hizo un daño irreparable, te hizo algo que no merecías, que nadie nunca va a merecer, y que te va a acompañar por el resto de tu vida.
- ¿Cuándo lo supo? ¿Cuándo supo que él me violó?
- Hace un año, luego de que él saliera de la cárcel por secuestrar a una niña. Me contó toda la historia, y entonces lo eché de casa, y no lo vi nunca mas. Lamento todo lo que pasaste, y en verdad estoy aquí porque me gustaría que tengas una mejor imagen de mí.
- Usted no tiene que remediar los errores que su hijo cometió. Puede cuestionarse como lo educó, cómo lo cubrió en sus cosas, o cuánto mal le hizo, pero los errores que él cometió son suyos. Mi imagen sobre usted no está manchada por lo que calló tantos años, sino por el mal que le hizo a Quinn. Ella sufrió demasiado ser la pobre inútil a la que nadie quería, la que nunca recibió un cariño o a la que jamás defendieron sobre su hermano.- sabía que estaba siendo dura pero había guardado todo eso por años.- Quinn es una gran persona, y lo es porque quiso, porque supo tomar las riendas de su vida y salir adelante, nadie se lo enseñó, nadie le dijo que si era buena iba a ser feliz, ella lo averiguó sola. Su hija me dio vida otra vez, ella me cuidó, me apoyó, me vio llorar, encontró a mi hija y hoy está lejos pero siempre está atenta a lo que me pasa. Usted no tuvo una hija común, tuvo una hija excepcional, y todo es mérito propio. No tiene idea, ni mínima idea, de lo mucho que ella ha logrado en su vida, y de lo orgullosa que debe sentirse.
- Tanto ella como tú han sabido elegir... Sé todo lo que dijiste, lo sé porque siempre estuve segura de que Quinn llegaría a hacer cosas grandes con su vida, y me equivoqué, le hice mal, pero necesito remediar mis errores.
- En lo que a mí respecta, no hay rencores... Sólo me gustaría que fuera a ver a Quinn, y le de un abrazo de esos que una niña pequeña necesita de su mamá, porque ella lo lleva esperando por años.- vio que la mujer derramó un par de lágrimas.- Es mucho mejor reconsiderar la vida ahora, y no cuando sea tarde. Con Jackson fue tarde, y créame que lo siento, pero aún puede recuperar el tiempo perdido con su otra hija.
- Si ella lo desea...
- Si hay algo que aprendí de Quinn, es que ante todo, ella siempre piensa en la humanidad del error.
- Es una persona asombrosa mi niña...
- Oh, es increíble que exista una persona como ella. En verdad se lo digo, no hay adjetivo que la describa.
- ¿Dónde puedo encontrarla?
- Si toma el vuelo próximo a Washington, llegará en la noche y yo puedo llamarla para que la espere en el aeropuerto.
- ¿Harías eso?
- Lo hago por ella, porque creo que la necesita para que su vida tenga todavía mas alegría.
- Gracias Santana... Por dedicarle tantos maravillosos años a mi hija.
- Creo que podría agradecerle por darme una amiga como ella. Vamos, vaya rápido y consiga un vuelo a Washington.
- Espero que seas feliz con tu hija.
- Ella tiene los ojos verdes, tal como los de sus hijos. Cuando sea el momento, podrá verla. Hasta pronto señora.
- Hasta pronto niña.- se levantó de la silla y se fue.
Santana la miró, observó se no llevaba un anillo de bodas, y supuso que eso había acabado. Por alguna razón pensó que esa visita había sido muy extraña, pero que en verdad todo estaba diciéndole que esa historia estaba despidiéndose de ella para siempre, y que perdonar a quienes tenían parte en todo, era lo último que necesitaba para dejar lo más oscuro de su vida atrás, y mirar adelante con optimismo.
Entró otra vez a estar con Annie, y deseó que ella pudiera despertar en ese momento para darle un abrazo. Su doctor entró luego, y después de hacerle las revisiones necesarias, probó en sacar el respirador otra vez. "Funcionó" dijo y a Santana la sonrisa se le dibujó en el rostro, con algunas lágrimas que humedecieron sus ojos. No había recuperado la consciencia pero que pudiera respirar por sus propios medios era algo muy alentador.
- Sé que puedes mi niña... - le murmuró y besó su mano.- Sé que puedes hacerlo Annie...
No tardó en llamar a Brittany, y ella y sus hermanos tardaron mucho menos en subir al auto y estar en la clínica. Santana aprovechó que ellos estaban ahí y le dijo a la rubia que debía hacer algo y llegaría pronto, no quiso decirle a dónde iba, pero la tranquilizó diciendo que regresaría en cuanto pudiera. Brittany estaba feliz, y eso a ella le era suficiente para entender que no quería otra cosa más que verla de esa forma. Acarició su mejilla con tanta suavidad como le fue posible, y la miró con admiración, tan llena de amor que no podía dejar de pensar en lo bien que estaba tenerla cerca. Se marchó luego, y los dejó hablando con el doctor.
Michael había visto toda la escena de su hermana y la latina, y le pareció maravilloso el amor que sentían, sabía que Brittany era feliz, lo notaba en su rostro, y quería que lo fuera siempre. No se lo dijo pero estaba muy agradecido con Santana, porque a pesar de la cantidad inmensa de dolor que ambas habían tenido en su vida, estaba dispuesta a dar tanto amor que todo el dolor ya no existía.

Una hora después, luego de tanto buscar, Santana encontró a la madre de Quinn en el aeropuerto, con apenas una pequeña valija y un bolso de mano. Estaba sentada en un bar, sola, esperando.
- ¿Puedo sentarme?- le preguntó y la mujer se sorprendió.
- Claro... Adelante.
- ¿Consiguió el vuelo que le dije?
- Salgo a las seis de aquí, todavía falta muchísimo.
- Sí, es ese. ¿Piensa quedarse aquí hasta las seis?
- No tengo a dónde ir.
- Está divorciada ¿cierto? Pude notarlo por la ausencia de su anillo.
- Han sido años duros, mi matrimonio fracasó hace mucho tiempo pero yo no quería aceptarlo. Tomé la decisión de marcharme luego de la muerte de mi hijo, y aquí estoy. ¿Puedo preguntar qué haces aquí?
- Imaginaba que usted no tenía a dónde ir, y quise hacerle compañía al menos por un rato.- la mujer sonrió.- Mire...- tomó su celular y le mostró una foto.- Ella es Annie, mi hija.
Todo lo que pudo notar es que la mujer no dejaba de observarla, de analizar cada rasgo, cada gesto, y seguramente sus ojos. Los ojos eran Fabray, eran realmente tan hermosos como los suyos, y la mirada profunda y llena de misterio estaba siempre presente.
- Es tan hermosa...
- Usted siempre ha sido una persona de mucha fe, y le ruego que ahora pida por ella. Está internada luego de sufrir un accidente estúpido. Cuando ella esté mejor, sepa toda la verdad y pueda aceptarla, iremos a visitarla donde sea que usted se encuentre.
- No hace falta que le expliques quien soy, sería muy complicado para ella.
- Entenderá que no puedo decirle quién fue su padre, porque eso no sería para nada bueno, pero voy a presentarle a mi familia, y usted fue parte de ella por mucho tiempo.- le mostró una sincera sonrisa y supo que estaba haciendo algo bien.- Ya olvidé todo, y para mí no es un problema tener que perdonar, de hecho he perdonado a Jackson.- tomó su mano y le dejó algo de dinero.
- No, no voy a aceptar tu dinero.
- No vaya a negarme que lo necesita, acéptelo como un regalo de su sobrina.
- Eres increíblemente buena Santana.
- Intento que eso parezca. Acepte este dinero, tampoco es una fortuna, sólo servirá para pasar una noche y quizás una mañana en Washington, y no se lo diga a Quinn, o vendrá personalmente a devolverme cada centavo.
- ¿Cómo es su vida? ¿Con quién vive? Quiero saber algo de ella.
- Ella es detective, eso usted ya lo sabe, estuvo al mando de una de las unidades más famosas de Nueva York y fue una gran profesional. Se enamoró, luego de pelear mil veces con sus sentimientos, y resulta que por amor se fue lejos de mí.- rió leve y la mujer entendió que su amistad era algo importante.- Está con una chica increíble, y sí, una chica. Se lo repito así lo acepte hasta llegar. Rachel es su nombre, también detective, y está al mando de la unidad donde Quinn trabaja ahora. Realmente, por mucho que me cueste decir esto, ha hecho feliz de formas insólitas a mi amiga y logró sacar lo mejor de ella, si es que eso era posible. Va a encontrar a una gran mujer, con una gran vida, y espero pueda sentirse orgullosa de ella.
- Seguramente será así. Primero debo esperar que me acepte en su vida otra vez.
- Bueno, en ese caso yo ya no puedo hacer demasiado.
- Has hecho mucho. ¿Qué me dices de ti?
- Uf... Menos mal que tenemos tiempo.
Le contó todo lo que pudo, desde la muerte de sus padres, la búsqueda de su hija, lo mucho que Quinn había trabajado en eso, la llegada de su primo a Nueva York y cómo su vida empezaba a cambiar de a poco, el día que conoció a Brittany, el giro de toda su rutina desde aquel momento, su trabajo, Annie, los hermanos Pierce y lo más reciente, su nuevo empleo, del cual estaba muy orgullosa. Parecía poco un café o dos para la cantidad de cosas que le habían pasado, y contarlas a alguien le dio el indicio de lo mucho que había pasado sólo en un año.
A las seis la mujer subió al avión que la llevaría con su hija, y la morena decidió quedarse hasta que estuviera en el aire. Tenía la creencia de que al volar, uno siempre deseaba que alguien estuviera levantando sus manos al cielo desde abajo aunque nadie pudiera verlo, porque al final, era como un caricia al alma saber que importaba su partida. Elizabeth Fabray había sido para ella como una tía, y a pesar de los momentos malos, le había dado años de albergue en su casa, y jamás se había molestado con su presencia.
Llamó a Quinn, le dijo que fuera a esperarla en el aeropuerto y que la recibiera con un abrazo, como si nunca nada hubiera pasado, luego tendrían tiempo para hablar. Su amiga estaba muy confundida, pero confiaba en ella y no pudo negarse a recibir a su mamá.
Santana no regresó a la clínica, porque Brittany le pidió que no lo hiciera. Al parecer todo estaba igual, y el doctor regresaría recién al día siguiente, por lo que insistió en que fuera a descansar. Se extrañó en que no preguntase sobre lo que había hecho en la tarde, pero supuso que tenía muchas cosas en qué pensar, y dejó el tema hasta ahí. Fue a su casa, se dio un relajante baño de espuma, alimentó a Buddy ya que estaba otra vez en la casa, y se sentó a ver televisión por un rato. Cuando miró la hora, luego de estar sentada durante dos capítulos de su serie favorita, supuso que Quinn ya estaba con su madre, y trató de imaginar la situación. La llamaría en la mañana para saber cómo había pasado la noche.
Buddy empezó a ladrar y mover la cola frente a la puerta de entrada y ella sonrió porque sólo hacía eso con una persona. Antes de que pudiera llamar a la puerta, abrió.
- ¿Es que acaso nunca podré llegar sin que lo sepas?- preguntó la rubia parada frente a ella.
- ¿Que estás haciendo aquí Britt?
- Josh insistió en quedarse en la clínica, y decidí venir a verte entonces, ¿puedo pasar?
- Mmm... Debo decirle a la otra mujer hermosa que me espera arriba que mi novia está aquí.- bromeó.
- Claro, y dile también que tengo exclusividad contigo.- se acercó y le dio un dulce beso en los labios.
- Adelante Britt...- abrió la puerta y la dejó pasar.- ¿Cenaste?
- Sí, ¿tú?
- También.- mintió.- Estaba a punto de ir a dormir antes de que llegaras. ¿Todo sigue igual con Annie?
- Está respondiendo a los medicamentos, lo cual empieza a ser extraño.- se sentó en el sofá y Santana se ubicó entre sus piernas, mientras apoyaba su cabeza en el pecho de la otra.
- ¿Por qué?- preguntó suavemente y entrelazaron sus manos.
- Porque creo que ella no quiere despertar, y tener que lidiar con la idea de que estamos ocultando algo. Muy en mi interior estoy pensando que algo en ella está haciendo fuerza para mantenerse dormida el mayor tiempo posible.
- No creo que eso sea posible Britt, ella no podría hacerles eso.
- No ella, pero... Hay muchas cosas en su interior que podrían estar provocando esta situación, y me preocupa.
- Sólo mantén la esperanza mi amor.- lo dijo con tanta dulzura que a Brittany se le escapó una sonrisa.
- Quiero que sepas que mi corazón está lleno de amor por ti.- aún con sus manos entrelazadas, la atrajo lo más posible a su cuerpo y posó su mentón en el hombro de Santana.- Estar aquí, contigo entre mis brazos, sería absolutamente perfecto si supiera que Annie está a salvo en casa. Estoy tan enamorada de ti que no puedo definir con palabras lo bien que me siento ahora mientras te abrazo.
- Tú y yo somos algo especial.- giró su cabeza y le dirigió una mirada cargada de ternura, para luego besarla de forma lenta y pausada, a un ritmo que todo lo que hacía era demostrar el inmenso amor que sentía por ella.
Brittany la acarició por todo el cuerpo, y casi en un movimiento imperceptible, la obligó a sentarse sobre ella, con sus piernas a ambos lados. Siguió besándola, sin aumentar el ritmo, sólo deseando que ese momento no acabara jamás, mientras la otra enredaba sus manos en su cabello. Hacía ya bastante tiempo que no estaban en esa situación, y era muy excitante a pesar de que ninguna parecía buscar ir más allá. Brittany soltó un gemido en sus labios, y eso encendió por completo a la otra que empezó a acariciarla bajo la ropa y a moverse sobre ella. Y entonces el teléfono de Santana sonó.
- Espera, no atiendas así.- le dijo Brittany y trató de que calmara el ritmo de su respiración.
- ¿Hola?- respondió luego, aún sobre la rubia, que seguía dejando besos en su cuello.- Josh, dime.- fue entonces cuando Brittany dejó de besarla y prestó atención a lo que estaba hablando.- Si, tu hermana está aquí, quizás olvidó su teléfono en el auto. ¿Cómo? ¿Despertó?- su rostro expresaba alegría como nunca antes, y Brittany la abrazó fuerte, mientras reía a causa de la euforia que le causaba.- Estaremos ahí cuanto antes, gracias Josh.- colgó y miró a Brittany.- Te lo dije, te lo dije amor, ella despertó.- le dio un beso en la mejilla y vio que algunas lágrimas caían en su rostro.- Todo estará muy bien, no llores preciosa.
- Vamos, quiero ir a verla.
Ambas se levantaron del sofá, y Santana tomó un abrigo del perchero que tenía al lado de la puerta para ir lo más rápido posible hasta la clínica. Brittany manejó sonriente, y cada tanto le dedicaba miradas de amor a Santana, sonreían y seguían el camino. Annie estaba despierta, y ellas estaban mas enamoradas que nunca.


Hola! ¿Cómo están? Yo feliz, anoche vi el capítulo 6x06 de Glee, y luego de pensar que estaban haciendo un muy mal trabajo con esta temporada, me di cuenta que sólo estoy viendo el programa porque Heather y Naya nos están dando todo de sí, y creo que tendrán un gran final. Así que lo de anoche estuvo bastante bien :)
Estaré aquí pronto! HASTA ENTONCES!! :D

Biennnnn Annie desperto!!!! Veremos que dice ahora!!1
Me encanto lo de la mama de Quinn!1
Saludos

que bien ya era hora un poco de felicidad para las chicas y algo mas para quinn, hasta pronto!

Ola ola
Aún no veo el capítulo pero coincido contigo y sólo veo glee por la historia britana jajajja
Al fin buenas noticias en el fic, me gusta tu historia un abrazo

Hola!! Que bueno que vas a estar Por aquí mas seguido y bueno yo vi también el 6x06 y pff!! Me encanto!! ¿Sabes? Creo que yo también estoy viendo Glee solo por brittana, siendo sincera dudo terminar de ver la serie, bueno... Quizá si la vea pero mi razón de verla acaba en el 6x08 creo es complicado
Saludos y gracias por el cap

Capítulo 46.

- ¿Puedo?- preguntó Brittany antes de entrar a la habitación.
- Claro, adelante.- dijo Josh y mostró una sonrisa.
Annie estaba despierta, aunque muy débil, y apenas podía moverse porque le dolía todo su cuerpo. Además tenia la fractura en la pierna que se lo impedía también. Se alegró mucho al ver a Brittany, y le mostró una sonrisa cuando ella se acercó a la cama.
- Lamento lo que pasó.- dijo con apenas un hilo de voz.
- No Annie, no debes lamentar absolutamente nada.- la tomó de la mano y secó sus lágrimas.- Estoy muy feliz de que estés bien, eso es lo único que me importa. ¿Cómo te sientes?
- Me duele mucho la pierna, y estoy muy mareada.
- Llamé al doctor.- comentó Josh.- Vendrá a verla en la mañana, pero enviará a alguien en una hora para que la vean.
- Bien. ¿LLamaste a Michael?
- Sí, él tardará un poco porque tuvo un problema con su auto.
- ¿Y esta manta?- preguntó Annie y Brittany sonrió.
- Es un regalo de Santana, pensó que sentías frío y la trajo para ti.
- ¿Dónde está ella? Pensé que vendría contigo.
- Está afuera, no pudo entrar porque sólo podemos estar dos aquí contigo, pero luego vendrá a verte.
- Ustedes se ven cansados.- les dijo y Josh tomó su mano.- Tú estás muy cansado hermano.
- Sí, estoy cansado, pero estoy muy feliz de que estés despierta, asi que nada más importa. ¿Te sientes bien?- ella pudo asentir con su cabeza y sonreir al muchacho.- Perfecto.
- No estamos en horario de visita, las enfermeras hicieron una gran excepción con nosotros.- comentó Brittany.- Por lo que tenemos poco tiempo. Josh y yo iremos afuera para que Santana pueda entrar unos minutos, y luego Michael pasará la noche contigo, ¿te parece bien?
- Sí, claro.- dijo su hermanita, y recibió con cariño el beso en la mejilla de sus hermanos.- Los veré en la mañana, ¿cierto?
- A primera hora estaremos aquí.- aseguró Josh.- Hasta mañana pequeña mía, descansa.
- Te quiero Annie.- dijo por último la rubia y salió para darle lugar a su novia.
Santana entró, y su alegría fue aún mayor cuando la vio dedicarle una gran sonrisa. Había pasado años alejada de esa niña, y cada vez veía mas cercano el día en que podían presentarse como madre e hija.
- Hola San...- la saludó y a ella el corazón parecía salirse de su lugar.- Regresaste.
- Una niña traviesa me obligó a regresar antes.- bromeó y se sentó a su lado, luego de dejar un beso en su frente.- Me alegra mucho que estés despierta por fin, estábamos muy preocupados por ti.
- Lo sé. No te agradecí por tu regalo de Navidad, fue demasiado.
- Pensé que querías una compañera como Buddy, y esa perrita llegó a mí en el momento justo. Nada es demasiado para ti. ¿Cómo te sientes?
- Estoy un poco mareada, ha de ser por los medicamentos supongo, pero estoy bien. Cumpliste tu promesa...
- ¿Cuál?
- Me dijiste que al llegar hablarías con Britt, y lo hiciste porque estás usando la cadena tan bonita que ella compró para ti.
- Britt y yo estamos juntas otra vez, y supongo que sí, cumplí con mi promesa.
- Estoy feliz por eso entonces. Gracias también por la manta, al parecer te dedicaste a hacer regalos.- Santana rió y la miró con mucho cariño.
- Supe por qué ocurrió el accidente, y aunque podría darte un gran sermón, prefiero decir que debes entender a tus hermanos, y todas sus razones para decirte o no algunas cosas. Ellos jamás te harían daño.
- Lo sé, y estoy apenada por lo que pasó, yo no quería que esto sucediera.
- Lo sé, no te culpo. Sólo debes entenderlos, ¿sí? Y cuando salgas de aquí hablaremos sobre eso, todos.
- Está bien. Me alegra que estés aquí, Britt seguramente pudo estar mejor contigo a su lado.
- Eso espero en verdad. Ey, ¿quieres que te cuente algo de mi viaje?
- Claro.
- Quinn está embarazada.- dijo con alegría y eso pareció alegrar también a Annie.- Va a tener un bebé en julio aproximadamente.
- Que lindos son los bebés... Y el de ella será tan lindo. Es una muy linda noticia.
- Lo es, y además me dijo que puedes venir conmigo y Brittany a conocer Washington en tus vacaciones de verano, coincide justo con el nacimiento de su bebé así que tendremos doble motivo.
- Eso quiere decir que debo recuperarme.
- Sí, debes hacerlo. Y tratar de no meterte en problemas otra vez.- ambas sonrieron y una enfermera entró a revisar si todo estaba en orden.
Santana tuvo que irse al rato, no sin antes decirle que regresaría a verla en la mañana y darle un suave y cuidadoso abrazo.
Michael fue el último en llegar, y pidió quedarse en la noche para poder verla cuando despertara en la mañana. Josh se marchó a su casa, y Brittany regresó con Santana a la suya. La morena no entendía por qué había decidido quedarse con ella, pero tampoco le molestaba, sino todo lo contrario. Cuando llegaron, y luego de cerrar bien todo, fueron a la habitación de Santana para dormir. Lo cierto era que ninguna podía mantenerse más de un minuto sin dormir, porque el dia había sido de lo más agotador, y querían descansar. Sin embargo, Brittany la besó por unos minutos, tratando de recordar que era totalmente suya y que pertenecían la una a la otra. Esa noche fue ella quien la rodeó entre sus brazos, y quien se quedó acariciando su cuerpo hasta quedarse dormida. Cada día estaban más convencidas de que querían irse a la cama cada noche juntas, y despertar de la misma forma.

El reloj sonó a las seis treinta de la mañana, y Santana fue la primera en levantarse para preparar el desayuno y estar lista hasta que su acompañante decidiera despertar. Aprovechó ese momento para llamar a Quinn.
- A quién si no eres tú se le ocurriría llamarme a esta hora.- respondió su amiga del otro lado.- Espero que tengas buenas noticias.
- Más que buenas. Annie despertó anoche, luego de hacernos sufrir unos días.
- ¡Genial! ¿Y cómo está ella? ¿Preguntó algo?
- No, en verdad estaba muy debilitada anoche, pero en cuanto esté mejor seguramente lo hará.
- ¿Estás lista?
- Pienso que en realidad nunca voy a estarlo del todo, pero Brittany ya lo decidió y lo haremos juntas. En fin, ¿cómo fue todo con tu madre?
- Ella llegó, la esperé en el aeropuerto, pero no quiso venir a quedarse en casa, así que le pagué un hotel cercano y voy a ir a almorzar con ella hoy. ¿Qué fue exactamente lo que pasó allí?
- Creo que ella entendió muchas cosas y está tratando de reivindicar todos sus errores. Vino a verme, me dijo que supo lo de mi embarazo hace apenas un año, se disculpó en nombre de Jackson y tuvimos una larga conversación sobre nuestras vidas. Ya la tendrá contigo.
- Ella ya no está con mi padre, ¿cierto?
- No, pero mejor pregúntale estas cosas cuando la veas. Sólo quería que sepas que pase lo que pase, decidas lo que decidas, apoyaré tus decisiones y estaré esperando que me llames.
- Por mi vida, quisiera que estuvieras aquí en estos momentos. Pero lo sé, sé que estás esperando que te llame todos los días.
- ¿Cómo está mi sobrino?
- Bien, aunque está empezando a causar un par de molestias.- rió porque obviamente no se refería a algo serio.- Ayer descubrí que al parecer no podré comer manzanas durante el embarazo, porque estuve todo el día con náuseas.
- Y así será con varias cosas, acostúmbrate.
- ¿Cómo crees que se tomará la noticia mi madre?
- Creo que estará todo bien.
- ¿Lo dices en serio o sólo para calmarme?
- Sólo para calmarte, definitivamente creo que ella enloquecerá.- Quinn soltó una risa y ella sonrió al imaginarla.- Todo estará bien, ya lo verás.
- Te llamaré esta noche para contarte todo.
- Estaré esperando entonces. Debo colgar, Buddy subió a mi cuarto y seguramente despertará a Britt.
- ¿Brittany está ahí? ¿Cuándo piensas hacerlo definitivo?
- Estoy pensando en eso...
- No estaba lista para esa respuesta. Llamaré esta noche y tendrás que darme explicaciones, adiós.
- Adiós, te quiero.
Santana colgó y sonrió al móvil, para luego subir las escaleras y encontrar a Buddy al lado de su novia, ya despierta a causa de sus ladridos.
- Creo que no le gusta que me quede contigo.
- No es eso, a él en realidad no le gusta que la gente duerma, me hace lo mismo todos los días.- se acercó, se sentó del otro lado de la cama y la observó con cierto brillo en la mirada.
- ¿No piensas darme un beso de buenos días?
- No.
- Entonces me veo forzada a hacerlo yo.- se arrodilló en la cama y luego cruzó sus piernas a ambos lados de Santana.- No olvido lo que quedó pendiente anoche...
- Buddy, afuera.- le ordenó al cachorro y Brittany rió.
- Pienso que es una buena forma de empezar el día, ¿no crees?
- Era sólo un beso Britt.
- Un beso que no quisiste darme, ahora tendrás que aceptar las consecuencias.
Cruzó sus brazos alrededor del cuello de Santana y empezó a dejar húmedos besos en su mentón, su cuello y el lóbulo de su oreja. Bajó un poco la camisa que llevaba puesta y besó su hombro derecho también hasta que la otra se relajó por completo en sus brazos.
-Ahora quiero que apagues ese maldito teléfono y me des unos minutos a mí.- susurró en su oído y Santana sonrió encantadoramente.
- Bésame ya y deja de hacerme sufrir.
Brittany la observó con pasión, tomó su rostro con ambas manos y se acercó para apenas tocar sus labios.
- Te amo mi amor...- murmuró en ellos y luego la besó.
Las manos de Santana, envueltas en su cintura, estuvieron así durante todo el tiempo que duró ese beso, que como la noche anterior no parecía querer algo más, pero que en ese momento sabía exactamente a dónde llegar.
No había dudas de que Brittany era la dueña de todas sus sensaciones y de las que todavía no había experimentado, ella era quien las provocaba y quien podía controlarlas. Nunca había estado con alguien antes, no de esa forma, y tampoco quería hacerlo ya nunca, porque quería pasar su vida entera al lado de esa mujer maravillosa.
No habían hecho el amor desde aquella vez que ambas recordaban con pasión, en la cama recién desocupada por Noah, y que había sido una de las mejores experiencias para Santana, pero ésta vez era diferente,, ésta vez sabían que habían pasado una prueba difícil, y que querían más que nada en el mundo estar juntas por siempre. Ésta vez, sobre esa cama, ambas sabían qué querían para el futuro, ambas entendían a la perfección que estar juntas empezaba a ser una necesidad diaria, y que probablemente lo harían realidad. Acabaron juntas, y lado a lado, abrazadas, se expresaron amor con caricias y besos, con palabras dulces y sonrisas. Era una realidad, ambas sabían lo que pasaba por su cabeza en ese entonces, pero ninguna tuvo la necesidad de decirlo.

Un rato después se prepararon para ir a la clínica, y cuando llegaron, Michael invitó un café a Santana para hablar. Obviamente sabían de qué se trataba, y Brittany se quedó con su hermana hasta que ellos regresaran.
Como todo un caballero, Michael le acomodó la silla antes de sentarse, y ordenó por ella. Empezaron hablando de la recuperación de Annie, y compartían el sentimiento de alegría ante la tan linda noticia. También le preguntó sobre el viaje a Washington, sobre Quinn, Rachel y el bebé en camino. A Michael esas cosas le importaban, no lo hacía por simple cortesía, sino porque en verdad le interesaba la vida de Santana, pero estaban allí por otra razón.
- Quiero hablarte de Annie.- dijo al final.- Ya sabes, de lo que pasará cuando ella decida saber la verdad.
- Creo que es muy sencillo Michael, se lo diremos y vamos a intentar ser mujer cuidadosos con ella, pero no podremos controlar su reacción luego.
- Ese es mi temor. Mira, sé que Josh, Britt, tú y yo sabremos cómo abordar el tema, cómo hacer que parezca un poco más fácil, pero ninguno de nosotros podrá saber qué pasará después y eso me preocupa.
- Creo que ustedes no deben preocuparse por eso, ella entenderá que ninguno estaba enterado de esto hasta hace unos meses, y que buscaron la forma de decírselo.
- ¿Y tú? No actúes como que no eres parte de esto, porque lo eres y también me preocupas.
- Yo estoy preparada para cualquier reacción que ella pueda tener, tanto si es buena como si no lo es. Todo lo que quiero es que ella sepa que soy su madre, y que la quise toda mi vida, lo que pase luego lo dirá el tiempo.
- ¿Y con Brittany?
- ¿Qué pasa con ella?
- ¿Cómo resolverán esto si Annie se lo toma mal?
- Si te refieres a nuestra relación, nada va a influir en eso. Estoy enamorada de tu hermana Michael, en verdad lo estoy, y por todo ese amor que siento por ella, voy a respetar cada decisión que tome respecto a ustedes y a nosotras.
- A veces pienso que es muy injusto para Brittany tener que estar a cargo de nosotros, y no poder hacer su vida.
- Ustedes son su vida.
- Bueno, papá solía decir que él amaba mucho a sus hermanos y padres, pero que al momento de enamorarse de mamá y de formar una familia, fue cuando se sintió realmente pleno. Siguió amando demasiado a sus padres y hermanos, pero estaba realmente a gusto cuando estaba con mamá en casa. A Brittany la veo de la misma forma.
- No entiendo...
- Jamás la he visto tan plena como cuando está contigo, como cuando llega a casa luego de pasar un momento con su Santana. Eres la compañera que ella necesita en su vida, y debes saber que la haces más feliz que nadie en este mundo.- la morena se sonrojo y miró al muchacho.- Ayer llegaron a casa los papeles que tu abogado terminó para que podamos ganar la tenencia de Annie por completo.
- No lo sabía, no me dijo nada.
- Porque le pedí que no lo hiciera. No voy a permitir que renuncies a ella luego de buscarla tanto tiempo.
- ¿Qué vas a hacer entonces?
- Rompí los papeles y los tiré a la basura. Si sus papeles no son legales, eso quiere decir que nunca dejó de ser una Lopez... Sé que tú no vas a sacarnos a mi hermana, confío en ti, y decidí que dejaremos el tema ahí.
- Eso quiere decir que...
- Que además de gastar en un abogado, Annie es tu hija y nadie puede quitarte eso. Si luego decides casarte con Britt, entonces podrán ver qué hacer con la tenencia.
- Dios...- se cubrió la boca y se mostró muy emocionada.- ¿Tus hermanos saben de esto?
- Sí, y estuvieron de acuerdo.
- Gracias Michael, en verdad estoy muy agradecida.
- No podía hacer menos por la persona que le devolvió alegría a mi hermana mayor.
- Ustedes en verdad no saben cuanto han hecho por mí...
Aquel fue un día bastante normal para lo que venían siendo los anteriores. El doctor les dijo que el avance de Annie era bueno, pero que todavía iban a tenerla en observación por unos días más hasta que pudieran asegurar su completa recuperación. Lo bueno era que ahora estaba en una habitación común con cama para un acompañante, y eso facilitaría que sus hermanos pudieran dormir bien los días que quedaban. Santana estuvo con ella toda la mañana y almorzaron todos juntos en la habitación, para que Annie se sintiera en casa, aunque en realidad todo lo que hacia feliz a la niña era que ella y Brittany estuvieran juntas otra vez. Por la noche, Josh reclamó su derecho de quedarse una vez con su hermana, y tenía razón, por lo que los demás se marcharon.
Esa vez, Brittany le pidió a Santana que fueran a dormir en su casa, porque necesitaba terminar algunas cosas respecto a la fundación de Massachusetts, y no quería ir a la cama sola esa noche, así que mientras ella terminaba sus tramites, aprovechó para hablar a Quinn y saber cómo había sido todo con su madre durante el almuerzo. Al parecer todo estaba bien, todo había sido emotivo y muy inesperado a la vez, pero sentía que su amiga se había sacado un gran peso de encima al perdonar a su madre quien ahora se quedaba en su casa por un tiempo hasta encontrar dónde vivir. Con Rachel todo estaba perfecto, no había problemas entre ellas, y al parecer a Elizabeth le agradaba bastante la castaña. Sabía también lo del embarazo y aunque fue una gran sorpresa, se lo había tomado de la mejor forma porque veía a su hija muy feliz y conforme con su vida. Santana se alegró, obviamente no podía querer menos para Quinn, y le pidió que se cuidara, que cuidara a Rachel, al bebé y que fuera muy feliz, porque probablemente no habría mejor momento en su vida como el que estaba viviendo.
Colgó y fue al escritorio donde Brittany leía decenas de papeles, le hizo masajes en sus hombros y la llenó de besos en el cuello antes de ir a acostarse. La vida conviviendo parecía muy fácil, y eso empezaba a rondar con más fuerza en su cabeza.

Capítulo 47.

Una linda mañana soleada les estaba regalando la ciudad de Nueva York; Santana y Brittany estaban en casa de ésta última, preparando un simpático desayuno para Annie que estaba en camino con sus hermanos. Ambas estaban emocionadas por el regreso de la niña a casa, y querían que ya llegara para poder llenarla de besos y abrazos. Además Santana había ambientado su habitación con una nueva estantería llena de libros, de los que ella tenía en su casa y otros nuevos, era un regalo que había querido hacerle desde su cumpleaños, y por fin había encontrado oportunidad.
- Annie amará esto.- le dijo Brittany y terminó de acomodar las almohadas sobre su cama.
- Ella más que nada quiere estar aquí, con ustedes, esto es sólo un regalo para aumentar su alegría.
- Vendrá en una silla de ruedas, hasta que su pierna derecha esté bien y su rodilla izquierda pueda moverse con normalidad.
- Fue un accidente muy fuerte, su brazo también está roto.
- Sí, fue fuerte, pero lo importante es que ella estará aquí hoy.- entró al baño del mismo cuarto para acomodar las toallas recién lavadas.
- ¿Amor?
- Dime.
- ¿Crees que mañana sea el día adecuado para decirle todo a Annie? ¿No deberíamos esperar un poco más?- Brittany no le respondió y ella siguió esperando que dijera una palabra.- ¿Estás ahí?- preguntó mientras se sentaba en la cama.
- Escucha...- salió del baño y se sentó sobre sus piernas.- Sé que tienes miedo, y yo también lo tengo pero no es justo seguir esperando, no lo es para ti ni para ella. Mañana los chicos y yo iremos a tu casa, llevaremos a Annie y vamos a tratar de que todo salga bien, ¿confías en mí?
- Sí...- dijo y la besó. Por primera vez en mucho tiempo, por fin, estaba segura de que ese era el momento justo, y simplemente era así porque su relación con Brittany estaba más fuerte que nunca, para pasar todo eso juntas.- No hablamos sobre una cosa.
- ¿De qué se trata? ¿Hice algo?
- Lo de los papeles de Annie, gracias. La verdad es que no tuve oportunidad para agradecerte y ahora lo hago.
- Fue iniciativa de Michael.
- Lo sé, pero tú aceptaste, y Josh también. Supe que estabas trabajando para que nos dieran la tenencia compartida sin estar casadas, Dani me lo contó. Es complicado, pero me alegra que lo intentaras, aunque debo pedirte que no lo hagas ya...
- La realidad es que ya no estoy intentando, porque me dieron una respuesta muy negativa.
- De todas formas...- alcanzó una carpeta que había dejado detrás suyo.- Mi abogado puede hacer algunos movimientos, y me dijo que firmando esto, Annie será completa y legalmente una Pierce pero yo tengo todos los derechos de una madre para reclamarte si haces algo mal.
- ¿Eso que quiere decir?
- Básicamente que tú eres su tutora legal hasta que cumpla dieciocho años, pero que yo puedo ejercer mis derechos como madre cuando quiera.
- ¿Cómo es que...?
- Sólo falta tu firma.
Se sorprendió del abrazo fuerte y lleno de amor que le dio Brittany, pero lo recibió con la misma fuerza.
- Te amo Santana, te amo como nunca he amado a alguien en este mundo.
- ¿Incluso a Marley?- bromeó.
- Olvídate de ella.
- Te amo también, y cada vez que lo digo, te amo un poco más.
No pasaron más de dos minutos desde su última frase hasta que el timbre de la casa sonó y recibieron a Annie. Se la veía mucho mejor que la noche anterior, y es que estar en casa era suficiente para que su estado de ánimo fuera el mejor. Observó las lindas cosas que Santana y Brittany habían preparado para ella, desayunó con todos en el comedor, y comentó que la compañía de Santana en esa mesa era algo muy agradable. Definitivamente para todos se sentía igual, y esperaban que fuera de esa forma luego de que supiera exactamente lo que tenía que saber.
Se sintió inútil después, cuando quiso subir a su habitación y sus hermanos tuvieron que cargarla, pero logró entender que sería sólo un tiempo hasta que se recuperara completamente, aunque mantenerla quieta a su edad era complicado. Agradeció de corazón la nueva estantería que Santana había preparado para ella, repleta de libros nuevos que en ese instante quería empezar a leer. Definitivamente Brittany jamás comprendería el amor que ambas tenían por los libros, pero le alegraba que pudieran encontrar algo en común y que fuera tan especial para ellas. Las dejó solas y se fue a hablar con Emma para contarle que ya tenían a la pequeña en casa, y para saber cómo estaba todo por ahí.

Mientras tanto, en Washington, Quinn estaba revisando unos papeles que había traído desde el trabajo, mientras tomaba una taza de café caliente para despertarse después de una noche donde dormir no fue una opción para ella, a causa de las náuseas que le había causado la cena.
- Buen día...- dijo una adormecida Elizabeth y entró a la cocina.
- Mamá, deberías dormir más.
- No, está bien. ¿Cómo te sientes?
- Mejor, la verdad es que fue una noche complicada pero estoy mejor ahora. Lamento que tuvieras que estar despierta conmigo.
- A mí no me molesta. ¿Rachel sigue durmiendo?
- No, ella tuvo que ir a su oficina muy temprano hoy.- rió y su madre la observó sin entender.- Antes de irse le habló al bebé une pidió que la dejara dormir una larga siesta en cuanto llegara.
- Las siestas que desearan dormir más adelante no se comparan con lo de anoche...- le anticipó, sirvió una taza de café también para ella y se sentó frente a su hija.- Rachel es una buena chica, y será una gran madre también.
- Lo es ¿cierto? Deberías conocer a sus padres, son geniales también, ella es una excelente mezcla de ambos.
- Seguramente lo son. Escucha hija, quiero hablarte de algo.
- Claro, dime.
- Voy a buscar un lugar donde vivir, aquí en Washington, pero necesito que me ayudes a pagar un abogado antes.
- ¿Abogado?
- Tu padre no ha cumplido con el dinero que debería darme, y aunque quisiera dejar de depender de eso, no puedo, lo necesito.
- ¿Desde cuando no lo hace?
- Hace ya más de nueve meses, y estuve trabajando en algunas casas, cuidando niños o limpiando, para poder tener mi propio dinero, pero ahora realmente necesito del suyo para vivir tranquila.
- Y además debe hacerlo, quiera o no. Escucha, conozco un abogado muy bueno que podrá ayudarte, y no tienes que preocuparte por buscar un lugar donde vivir pronto, esta casa es lo suficiente grande como para que te quedes.
- Prometo pagarte el abogado en cuanto pueda.
- Ya deja las tonterías, no tienes que pagarme nada. ¿Crees que a Rachel y a mí nos cuesta demasiado esto? Por suerte tenemos trabajos asombrosos, con buena paga, no tienes que devolverme nada. ¿Y que hay de esas tierras que tenían al sur de California?
- La mitad de todo eso es tuyo Quinn, pensé que lo sabías.
- No, no estaba enterada de ese detalle. ¿El resto era de Jackson?
- Sí, pero él había vendido ya su parte.
- ¿Para qué necesitaba el dinero?
- Supe que compró algo en México, para poder escapar supongo, pero lamentablemente hizo malos tratos, y una antigua novia suya se quedó con todo.
- Es una pena que no supiera tomar buenas decisiones. Si el bebé que espero es un niño, Rachel sugirió llamarlo Jackson.
- ¿Hablas en serio?
- Bueno, eso dijo ella, y a mí me parece una buena idea. ¿A ti te gusta?
- A mí me parece un hermoso nombre, para un bebé que seguramente será precioso como tú.
- Mientras no sea tan acelerado y exagerado como Rachel está todo bien.- su madre rió y a ella le pareció muy lindo poder hacer eso.- ¿Quieres ir a comprar algunas cosas conmigo al supermercado?
- Sólo si no vas a llorar cuando pasemos por la sección de dulces.- obviamente se refería a un hecho de su infancia.
- Vamos mamá, eso es pasado. Y además puedo justificar mi actitud diciendo que tú nunca querías comprarme todos los dulces que yo deseaba.
- ¿Puedes ver tus dientes ahora y agradecerme?
- Ya, ya. ¿Vas conmigo o no?
- Vamos hija.
Quinn creía que absolutamente nada en el mundo podía hacerla sentir mejor de lo que se sentía en ese momento de su vida, y recordó que Santana se lo había dicho en su última llamada. Con su madre allí, haciendo compras con ella, riendo con los recuerdos de la niñez, y comprando alimentos saludables para evitar lo de la noche anterior, sentía que su vida era perfecta, y estaba exactamente donde tenía que estar. Luego de comprar la mercadería que habían ido a buscar, se detuvieron a caminar por algunas tiendas para bebés, aunque Quinn prefería sólo mirar y esperar a que pasaran los primeros meses para empezar a comprar las cosas, aunque todo era extremadamente lindo y le parecía tan tierno estar en ese paseo con su madre que no dejaba de sonreír. Pasaron por la oficina de Rachel, ya que Quinn quería darle una información sobre algo que había encontrado en los papeles que tenía en la casa y no podía esperar. Dejó a su madre conversando con una compañera suya, y entró a la oficina con Rachel.
- ¿De paseo con tu madre?- preguntó y dejó un suave beso en sus labios.
- Algo así. ¿Estás cansada?
- Muy, y la culpa la tiene un pequeñín que está creciendo allí dentro.- tocó su vientre y sonrió.- Siéntate.
- No, está bien, sólo vine a decirte que trabajen mucho sobre el testigo del secuestro de la niña Hudson, hay muchas contradicciones en su declaración y descubrí que tiene un pequeño antecedente.
- ¿Y no podías llamarme?
- Realmente quería venir a verte.- la miró dulcemente y observó que la otra mordió su labio inferior.- Trabajarás en la mañana, yo en la tarde, recién voy a verte en la noche.
- Pasarás un lindo día con tu madre, eso está bien ¿no?
- Claro, pero voy a extrañarte.
- No puedes vivir sin mí, lo entiendo.
- Escucha linda, no dejaré mucho tiempo a mamá con Ashley, así que me voy.
- Está bien, vamos a vernos unos minutos en el cambio de hora.
- Te veo entonces. Ya sabes, trabaja sobre el testigo.
- Lo haré.- la acompañó hasta la puerta y le dio un dulce beso en los labios.- Te amo, y a ti también pequeño travieso.- acarició otra vez su vientre y abrió la puerta.
Quinn encontró a su madre conversando muy alegremente con Ashley, su compañera, y supuso que habían estado hablando sobre ella y su niñez, con esa costumbre que tenían las madres de avergonzar a sus hijos con el pasado. Sonrió sin embargo, y se unió a la conversación unos minutos antes de marchar.

En la ciudad de Nueva York, luego de ver los títulos de los nuevos libros de Annie, y de que Santana le diera una breve explicación de cada uno, encendieron la radio para escuchar un poco de musica en el cuarto de la niña.
- Bueno...- dijo Santana.- Por fin estás en casa.
- Sí, ya extrañaba esto. Además me daba mucha pena cuando mis hermanos estaban en la clínica toda la noche.
- Esta noche podrán dormir todos en la casa otra vez.
- A menos que Britt decida ir contigo...- insinuó.
- ¿De qué estás hablando?- rió despacio y se sentó en un silla frente a ella.
- Bueno, supe que ha estado mucho tiempo en tu casa últimamente.
- Sí, pero porque te extrañaba demasiado y cuando no estaba contigo, yo le hacía compañía. Esta noche ella querrá quedarse contigo seguramente.
- No me molestaría si deseara irse a tu casa.
- ¿No?
- Realmente creo que la haces muy feliz, y si está contigo sé que está bien, así que no me molesta si ella se va.
- ¿Y qué dices si la llevo conmigo para siempre?- fue una broma.
- Eso pasará alguna vez ¿no?- eso sorprendió a Santana.- Se supone que algún día llegarás aquí y le pedirás que se case contigo, o que vayan a vivir juntas. Ey, tengo once años, sé como es esto.- la morena rió.- Si alguien debe llevarse a mi hermana, nada me haría tan feliz como que fueras tú.
- ¿Y eso por qué?
- Bueno, tú la quisiste a pesar de que ella y nosotros somos un combo. Nos aceptaste a todos, con nuestros problemas, nuestras peleas, con todo. Es la primera vez que siento que Brittany no necesitó hacer algo por ti, simplemente dejó que tú hicieras todo por ella.
- Bueno... Ella hizo por mí muchas cosas.
- Seguramente, es su naturaleza hacer cosas buenas por los demás, pero no lo es dejarse ayudar. De alguna forma, tú cambiaste eso.
- Me alegra que pienses eso sobre mí, en verdad no tienes idea cuánto. Ustedes son como la familia que yo quisiera tener, y con Quinn lejos, en verdad siento que en esta casa puedo ser yo misma y que van a quererme simplemente por eso. Así que si crees que yo hice algo por Britt, puedes estar segura que ella hizo demasiado por mí.
- ¿Puedo entonces decir que estando con nosotros te sientes en tu hogar?
- Exactamente eso.-sonrió de lado y la miró con cariño.- Me siento en mi hogar otra vez.
- Estoy lista para que me cuentes la verdad...- dijo al fin, mirándola con esos ojos penetrantes que le recordaban a Quinn cuando la presionaba a hacer algo.
- ¿Qué?- dijo con apenas un hilo de voz.
- Hay cosas que debes contarme, que tienen que ver con aquel hombre que enviaba cartas, su relación contigo, la investigación que Quinn llevaba a cargo, y la forma tan especial en la que me tratas. Fui atando algunas cosas desde que apareciste, y realmente siento que Brittany hizo un trabajo asombroso conmigo al tratar de hablarme sobre el lugar donde estuve mis primeros días de vida, y repentinamente hablar de mi madre cuando nunca antes lo había mencionado. Sé que tienes lo que quiero saber, y estoy lista para que me lo digas.
- Annie... Me tomas por sorpresa. Esto debemos hablarlo con tus hermanos, ellos son parte importante en todo.
- Escucha, sé que ustedes piensan que soy una niña, y es porque en algún punto lo soy, pero puedo darme cuenta de las cosas, y realmente siento que hay algo muy importante dando vueltas entre nosotros.
- Díselo.- entró Brittany.- Ella está lista ahora.
Santana la miró, con cierta incertidumbre, pero su rostro cambió cuando la rubia sonrió y logró calmar sus nervios. Antes de decir otra palabra, tomó un sobre marrón que tenía en su cartera, con el sello de la clínica donde Annie había estado, ocupó de nuevo la silla frente a ella y Brittany se quedó en el marco de la puerta. Que ella estuviera allí era suficiente, al menos eso sentía en ese momento, y no quería otra cosa.
Definitivamente no había planeado eso, no para ese día, pero la decisión de su hija, sus ojos deseando saber la verdad, y la tranquilidad que aparentemente tenía, le dieron fuerzas.
Estaba a unas palabras de decirle a Annie lo que había deseado decirle por once años, y aunque se había imaginado con Quinn a su lado ya no había mucho más por hacer. Quinn... En cuántos momentos había querido tenerla, tomó el dije de su collar, aquella piedra roja que una vez su amiga le había regalado, y supo que en Washington también la llevaba puesta. Estaba lista, ese era el momento.


Les regalo dos capítulos hoy! Hasta muy pronto!! :)

Nooooooooo!!!!!!
Anita como lo dejas ahí!!!!
Regalanos el otro capítulo rápido, quiero saber que pasara, aunque creo que será algo positivo.
Te dejo un abrazo,vi el 6x6 y estuvo tan tierno, bueno salvó la reacción de la abuela, me encantó el español de britanny. Ahora a esperar el 6x8 para el final britana

Dios mío!! Llegó el momento espero que annie reaccione bien al recibir la noticia (que ha intuye) pero dios!! Muero por leer el siguiente cap saludos

No seas mala!!!!!!!