Fic Not Alone (Capitulo 10: Grenade Parte 1 y 2)

oohh Ann no puedo esperar
actualiza este fic sera parte de mi libro
sin duda alguna

Saludos

Atte.
-eRiiqckzGaGa♥

Perdonen la demora, aqui el tercer capitulo de mi fic, espero les guste ^^.

Capitulo 3: Something


El retornó a las clases llegó más rápido de lo que esperaba. Estaba tremendamente ansioso y a la vez aterrorizado. Tendría que encarar nuevamente a Blaine. Y ahora tenía que lidiar con una realidad muy distinta. Estaba enamorado de él.
Me levanté bastante temprano pues, la distancia de Dalton con respecto a mi casa era verdaderamente grande. Comencé a seleccionar la ropa que llevaría esta semana. Técnicamente no sería mucha, después de todo, solo necesitaba mi uniforme, mi equipo de gimnasia y pijama. Pero soy de aquellos que prefieren prevenir cualquier contrariedad. Empaqué al menos una muda de ropa por día, dos pijamas, mi uniforme y mi equipo de gimnasia. Ahora que lo pienso, quizás si exageré, eran solo cinco días. Antes de salir del cuarto saludé al dormido de Finn. Pasé por el cuarto de papá y Carole y también los saludé a cada uno con un beso. Me dirigí a la cocina y me preparé mi desayuno a base de alimentos orgánicos. Claro que no me olvidé, alimenté al pobre Pavarotti que estaba piando con mucha energía. Finalmente ya estaba listo para emprender viaje. Tomé mi valija y a Pavarotti y los deposité en el coche. Acto seguido, me hallaba manejando rumbo a Dalton. Estuve todo el camino pensando como me presentaría ante Blaine luego de aquellos incidentes. Tenía mis dudas al respecto de aquel episodio ¿había sido un simple beso por compromiso o realmente me había besado porque había querido? No lo sabía. Y simplemente no podía presentarme y decir: “Oye, me besaste. Dime ¿Acaso te gusto? Porque estoy completamente enamorado de ti” Sería totalmente estúpido. Me sentía un completo tonto. ¿Como se me ocurría pensar que alguien como Blaine pudiera ver algo en mí? El era simplemente…perfecto y yo… bueno, digamos que no le llegaba ni a los talones. Esto era realmente angustiante. Si él se enterara, quizás intentaría tomar un poco de distancia. No quería a Blaine lejos. No quería estar solo en Dalton, porque, tenía que encararlo, estaba solo.
Tardé al menos dos horas en llegar. Me alegré de no estar tarde ya que al parecer, la mayoría de los jóvenes también acababan de llegar. Por lo que pude ver todos se dirigían al Hall principal así que, no me negué a la multitud y tomé la misma dirección. Realmente se hacia bastante dificultoso cargar una valija y a Pavarotti sumándole que el suelo era totalmente de piedra y no podía arrastrar bien mi equipaje. Más de uno me miró y comenzó a reírse. Me sentía tan patético. En eso, alguien tomó mi valija y me la arrebató con cuidado de mi mano.

- Deja que tu botones Blaine se encargue de esto- me dijo una voz familiar.

En efecto, era Blaine y su sonrisa radiante. Intenté no ponerme muy nervioso pues no quería que sospechara nada de este… nuevo sentimiento. Que digo, salté de un susto soltando al pobre Pavarotti.

- ¡Blaine!- exclamé sumamente asustado y muerto de vergüenza . Él comenzó a reír a carcajadas y recogió al pobre pajarito que ahora se hallaba rodando por él suelo.

- Deberías ser más cuidadoso, el pobrecito no esta preparado para tantas aventuras- me regañó entregándome en mano a Pavarotti quien piaba enérgicamente. Seguramente se había enojado conmigo.

- Lo siento, es que me espantaste.- me defendí.

- Sé que mi rostro da miedo pero tu sinceridad duele.- bromeó

-No, tu rostro no tiene ningún problema, digo es muy lindo y… me refiero a… mejor olvídalo- Ok, eso había sido completamente tonto. Blaine no paraba de reír a carcajadas. Temía que se hubiera dado cuenta porque, vamos a ser sinceros, no era muy bueno fingiendo.

- Ven, vamos adentro- me dijo.

Seguimos el rumbo hasta el Hall principal donde centenas de estudiantes se encontraban ya ubicados en distintos asientos o, de otra forma, parados. Blaine al parecer intentaba buscar a alguien ya que miraba en distintas direcciones.

- Por aquí- me guió.

Seguí su camino hasta que llegamos donde Wes y David se hallaban sentados. Al parecer los dos chicos nos habían guardado unos asientos así que los ocupamos como pudimos.

- Bueno verlos chicos- nos dijo Wes bastante contento.

-¿Cómo han estado?- preguntó David- ¿Algo interesante en navidad o en fin de año?

Otra vez, mi menté comenzó a torturarme vilmente. La imagen del beso se apareció ante mí nuevamente dejándome totalmente colorado.

- Fueron poco usuales- comentó Blaine- Kurt se enfermó y me quede un rato haciéndole compañía.- comenzó a relatarles Blaine. Como era de esperarse, obvió el detalle del muérdago, lo cual me llevó a preguntarme si se debía a que, realmente no era un detalle importante o quizás no quería decirlo. Me estaba empezando a dar cuenta, lo difícil que sería sobrellevar esta situación.

-¿Kurt te sientes bien? Tienes las mejillas súper rosadas- observo para mi desgracia Wes.

-Estoy algo cansado. Tuve que despertarme bastante temprano- Inventé.

Blaine me miró por unos instantes bastante intrigado y luego dirigió su mirada hacia David quien comenzaba a relatar su emocionante navidad con su novia. Temía lo peor, temía que el se hubiera dado cuenta de lo que estaba pensando. Seguramente se había dado cuenta ¡Rayos! ¿Por qué era tan torpe? Todos mis pensamientos y los cotilleos de alrededor se vieron cesados cuando el rector apareció por el portón principal. Los alumnos que se hallaban sentados se pararon al instante incluyendo a mis amigos. Blaine me hizo unas muecas en señal de que debía imitarlos y torpemente me paré junto a él. El rector se dirigió al centro de la sala y tomó un micrófono.

- Bienvenidos estudiantes de Dalton a la segunda parte de este ciclo- comenzó – Como bien saben, la época de los exámenes finales se ven próximos y pretendemos que todos ustedes den lo mejor de sí. Recuerden bien que, por Dalton, muchos líderes mundiales, grandes empresarios, científicos, artistas y mentes brillantes han pasado y cruzado nuestras puertas. No esperamos menos de ustedes quienes ahora se hallan en este momento crucial de sus vidas. Esperamos que este sea un año productivo para todos y gocen al máximo de su estadía en nuestra academia.

- Para resumir esta diciendo que si reprobamos las cosas se pondrán muy feas- nos susurró Wes.

-Oh, sin presiones entonces- le contesté irónicamente.

- Quisiera agregar que este año nuestros “Warblers” han clasificado para las regionales de este año-Una lluvia de aplausos se escuchó por todo el salon. No pude evitar suspirar. Ojala las cosas en Mckinley hubieran sido así.- -Para finalizar quiero avisarle que el tablero con la localización de su habitación esta en el salón “B”. Para recoger sus llaves deberán pasar por la recepción con su número de matricula.

El rector se retiró de la habitación y con ella la muchedumbre de estudiantes se dirigió en manada hacia el cuarto contiguo.

- No se por que siempre tienen tanta prisa. No es como si alguien les fuera a robar la habitación- comentó David.

Miré desconcertado a mis compañeros ya que realmente no comprendía bien a que venía todo esto.

- Escucha Kurt, en el tablero se anuncia con quien compartirás la habitación es por eso que todos están bastante preocupados. Puede definir prácticamente con quienes te juntaras este año. – me explicó David.

- Aun así, la mayoría de las veces los cuartos se definen por “acomodo” si es que me entiendes- agregó Wes.

Ahora si me estaba angustiando. No conocía a nadie en Dalton, aparte de estos tres chicos. Y, si íbamos al caso, socializar no era algo que se me daba muy bien. Tampoco tenía el dinero para acomodarme, suficiente el esfuerzo que Carol y papá habían hecho para permitirme entrar a Dalton. Era oficial, estaba en un aprieto.
Los cuatro comenzamos a caminar hacia nuestro destino como el resto de los demás estudiantes. Al parecer Blaine se percató de mi estado anímico. Se aproximó a mí incomodándome un poco y comenzó a susurrarme algo al oído. No pude comprender mucho ya que, o no modulaba muy bien o mi perversa mente se deleitaba con la proximidad de Blaine confundiéndome totalmente.

- ¿Me oíste Kurt?- me preguntó.

- No comprendí muy bien- contesté apenado.

- Te dije que no te preocupes, he arreglado con la escuela para que quedemos en el mismo dormitorio.- me susurró.

En el mismo dormitorio. En el mismo dormitorio. Mismo dormitorio. Dormiría a escasos centímetros de Blaine, compartiríamos ducha y charlas nocturnas. No sabía si esto era una bendición del cielo o un castigo infernal. Hace un par de semanas, habría saltado en una pierna de la felicidad. Ahora, no podía para de preocuparme. No era muy difícil darse cuenta que esto sería una tortura. Una placentera y dolorosa tortura.
Llegamos hasta el tablero donde, la manada de estudiante ya se estaba disipando. Habitación 402. Efectivamente, me encontraba en el mismo cuarto que Blaine.

- Al parecer estaremos todos juntos – comentó Wes alegremente.

Volví a mirar el tablero. Los nombres de Wes y David también coincidían con el número de habitación.

- No puedo creer que tengamos la suerte de estar en el ala oeste- dijo David.

- Las mejores habitaciones están allí- me explicó Blaine - Vamos, busquemos las llaves. Imagino que traes contigo la matricula ¿no?

- Si- contesté. Blaine agarró mi valija y comenzó a arrastrarla por los pasillos. Tomé a Pavarotti y los cuatro emprendimos marcha hacia la recepción.

- ¿No quieres cargar mis cosas también Blaine?- Bromeó David. Me sentía muy culpable por la amabilidad de Blaine y mi torpeza.

- De acuerdo. Pero a ti te cobraré- le respondió Blaine riendo.

- ¿Se puede saber que llevas ahí Kurt? Recuerda que no te estas mudando ni nada- Me dijo Wes.

- Lo sé Wes, es simplemente lo esencial para sobrevivir esta semana.- Le respondí

- Ah, ¿Nada más?- Me respondió con sobredosis de sarcasmo.

Blaine y David comenzaron a reír. Empecé a pensar que posiblemente había exagerado. Después de todo, era el único de todo Dalton que llevaba una valija de tal tamaño. Finalmente los cuatro llegamos a la recepción y comenzamos a hacer la fila. Miré a mí alrededor toda la majestuosidad de aquel vestíbulo. Si no fuera por la cantidad de adolescentes alrededor, hubiera pensado que eso era un hotel de lujo. El suelo estaba cubierto por hermosa alfombra roja y las paredes eran puramente de mármol. En el medio de la sala, había un gran escritorio de caoba donde una mujer que rozaba los cincuenta estaba atendiendo a los estudiantes. Detrás de ella y pegado contra la pared, había una gigantesca estantería con centenares de casilleros. Un joven se encontraba trepado a una escalera buscando en cada casillero las distintas llaves de los estudiantes. Realmente me dio mucha pena.
Después de unos diez minutos, finalmente llegó nuestro turno.

- ¿Cómo estas Lois?- saludó David a la recepcionista.- Te ves especialmente bella hoy.

- Solo toma tus cosas David, ni te gastes en darme tu número de matricula, lo conozco perfectamente.

Blaine y Wes comenzaron a reír a carcajadas. No comprendía absolutamente nada. La mujer le entregó la llave a David y este se colocó a un lado de la fila

- 089905 – le dijo Blaine a la mujer

-077606- dijo Wes.

El joven comenzó a buscar los números de cada casillero y tomó las distintas llaves. Se las lanzó a la mujer quien se las entregó a Blaine y a Wes. Finalmente me tocaba a mí. Con dificultad, saqué el papel con mi matricula.

- Dice… 089914- le indique. La mujer no parecía muy contenta.

- Se leer muchachito- me contestó de mala manera. Me encogí de hombros bastante avergonzado. La dama me entregó la llave.

- Eres nuevo aquí ¿verdad?- me preguntó

- Si. Soy Kurt Hummel – le respondí.

- Te diré algo, cuídate de esos tres- dijo la mujer señalando a Wes, David y a Blaine.

Me alejé bastante confundido por aquella declaración. ¿A que se refería? Mientras tanto, mis tres amigos continuaban riendo a carcajadas mientras comenzábamos a andar por los pasillos. Subimos las escaleras principales, bueno yo simplemente me limite a seguirlos. Doblamos en distintitas direcciones en varias oportunidades. Realmente no estaba prestando atención. Dalton era inmenso comparado con Mckinley.

- ¿Kurt estas bien? – me preguntó Blaine preocupado.

- Estoy comenzando a darme cuenta de lo difícil que será acostumbrarme a este lugar- le respondí con sinceridad.

- Vamos, no tomes enserio lo que diga Lois. Simplemente tiene cierto resentimiento hacia nosotros- Me intentó animar Blaine.

-No es solo eso, el lugar, la gente. Es todo tan esplendido… me siento como un campesino colado entre la nobleza.- Confesé.
- Es una buena definición- me contestó David. Wes le dio un pequeño codazo lo cual me hizo sonreír.

- Es cierto que la mayoría de los que están aquí son niños ricos. – me comenzó a decir Blaine.

- Nosotros entramos en esa categoría- agregó David

- Pero no tienes que dejarte llevar por eso. La gente en general aquí es muy amable y no se fijaran en tu clase social.

-Has un énfasis en aquel en general, Blaine- le sugirió Wes.

- Bueno si, hay un par de… estirados aquí pero no les sigas la corriente.- Blaine me dedicó una de sus hermosas sonrisas. Me calmé un poco más, después de todo, estaba con ellos. Estaba con Blaine.

Estuvimos recorriendo un rato más los pasillos hasta parar frente a una bella puerta de nogal. En ella, una placa de bronce indicaba que era la habitación 402. Fue una sorpresa lo que encontré allí dentro. Era un cuarto bastante espacioso con una gigantesca ventana que daba a los jardines de Dalton. Las paredes eran blancas y las molduras tenían un bello tallado. En total había una cantidad de cinco camas, dos de un lado y tres del otro, cada una con una mesita al lado suyo. En la entrada del cuarto se encontraban contra la pared, un gran armario blanco y enfrentado al mismo, una chimenea. En el otro extremo del cuarto a la izquierda había una habitación que supuse sería el cuarto de baño.

- ¿Sabes? Si me da la sensación de que nos estamos mudando- le dije a Wes quien empezó a reír.

Realmente era sorprendente, solo había un detalle que me inquietaba. Y era el hecho de que no había nada que permitiera privacidad para cada uno de los estudiantes. Un par de ideas bastante…fuertes, pasaron por mi mente y me dio un poco de escalofrió. Realmente, era como tener el infierno en el paraíso.
Cada uno tomó una cama. En mi caso, elegí la de la derecha al lado de la ventana, no quería dormir del lado al baño. Para sumar a mi suerte o desgracia, Blaine tomó la cama que estaba al lado de la mía. Wes y David escogieron las camas frente a las nuestras dejando solo libre la cama al lado de la ventana de la izquierda. Deposité a Pavarotti al lado de mi cama y comencé acomodar mis cosas en el armario. Los demás chicos solo colgaron sus uniformes de repuesto y guardaron un par de cosas más. Yo, estuve años hasta terminar de guardar todo. De repente alguien irrumpió en la habitación cesando toda actividad. Un joven de cabellos claros, casi rubios y unos ojos del mismo color que el de Blaine, apareció frente a nosotros con un aire serio, frío y casi desagradable. El joven acomodó sus cosas en la cama enfrentada a la mía, sin decir ni una sola palabra. Tomó sus ropas y casi empujándome a un costado comenzó a depositar sus cosas en el armario.

- ¿Cómo fueron tus vacaciones Zack?- Preguntó Blaine cordialmente.

El chico se volteo a ver a Blaine y le dedico una sonrisa bastante frívola.

- Estuvieron muy bien, como era de esperarse. Debiste habernos acompañado al Challete de Suecia, Blaine. Todos, te esperábamos allí- El joven hizo mucho énfasis en la última parte. Era increíble, hasta su voz aguda y aristócrata era totalmente repulsiva.

- Lo lamento, no me sentía en condiciones de viajar, la noche de navidad me dejó agotado.-contestó Blaine con la misma

- Supongo que si, después de tu escapada. Nunca mencionaste por cierto a donde fuiste- le respondió con desprecio.

Blaine me miró unos instantes y luego volvió la vista hacia el recién llegado.

-Como sea- dijo el muchacho- solo vine a dejar mis cosas, espero tengamos una buena convivencia sin contrariedades y sepan respetar mi espacio. No espero más que un comportamiento disciplinado- el chico dirigió su mirada a David y a Wes quienes lo miraban intentando contener la risa. Luego miro a Pavarotti quien piaba alegremente. El muchacho hizo una mueca de asco que me molesto bastante- Espero que ese ave este lo suficientemente entrenada y no empiece a molestar en la noche. Díganme ¿Quién es el dueño?

- Yo soy- le contesté seriamente.

- Oh, bueno, tu debes ser nuevo, en teoría no se pueden tener mascotas en los dormitorios, pero la dejare pasar, tómalo como una advertencia. Si veo que tu ave arruina mi sueño me veré forzado a reportar el hecho así que ten cuidado. – El muchacho sonrió bastante antipáticamente y se dispuso a salir de la habitación- Ah, y por cierto, esta prohibido para todos ustedes, tocar cualquier pertenencia mía. –Con estas ultimas palabras, abandono el cuarto dejándonos nuevamente a nosotros cuatro solos.

- Me gustaría echarle el excremento de Pavarotti encima de su cama- comentó Wes entre risas.

- Realmente no me creo que sean parientes Blaine. Tú eres genial y Zack… bueno…- dijo David.

- ¿Parientes?- Me dirigí a Blaine quien parecía un poco avergonzado.

- Mi primo, para ser más exactos.- confesó. – lamentó si te ofendió.

- Para nada- Mentí. Ciertamente se había comportado como un desgraciado. Pero no iba a quejarme por eso.

- Como sea, las clases comienzan en… ¡diablos, cinco minutos! Mejor nos apresuramos- nos dijo Wes.

Solo había pasado una hora desde que había llegado a Dalton y muchísimos sucesos habían transcurrido. Nuevo cuarto, chistes internos y ahora el primo de Blaine. Toda esta información estaba saturando mi cabeza. Comencé a descubrir así que, este nuevo ciclo en Dalton, sería bastante complicado.
Las clases transcurrieron lentamente. Los profesores como era de esperar, nos llenaron de información y tarea en poco tiempo. Aunque intentaba enfocarme en asimilar toda la información no podía evitar pensar en los recientes sucesos y, en los próximos sucesos. En un par de horas terminarían las clases, cenaríamos y tendríamos que irnos a dormir. Estaría durmiendo con la cara de Blaine frente a mis ojos, con su bello y perfecto rostro soñando. Estaba claro, estaría los cinco días de la semana con insomnio.
Entre mis pensamientos no me percaté que ya eran las cuatro y las clases finalizaban. Tomé mis cosas e intenté hacer memoria de cómo rayos llegar a mi habitación. Subí un par de escaleras y doble en unas cuantas esquinas pero tenía que admitirlo, estaba perdido. En eso, pude divisar al supuesto primo de Blaine caminando entre los pasillos. Suspire un poco. Si no quedaba remedió tendría que ir con él.

- ¡Zack!- lo llamé corriendo por los pasillos. El muchacho se volteó y me miro sin expresión alguna. Me aproximé jadeando hacia él ya que, llevaba mis libros encima y correr había sido una mala idea.

- ¿Siempre eres tan escandaloso? – Me preguntó con amargura. En verdad era una gran pregunta como este sujeto podía ser pariente de alguien como Blaine.

- ¿Vas hacia el dormitorio? Me he perdido y quizás podrías ayudarme- Le pregunté ignorando lo que acababa de decirme.

- De hecho si. No me tomes a mal, pero no es muy difícil hallarlos. ¿Por qué no buscas en la recepción un mapa? Te ayudará para la próxima- Era imposible no tomarse a mal todo lo que decía.

Comenzamos a caminar en silencio en dirección a los dormitorios. Intenté más de una vez buscar un tema de conversación pero en verdad no quería hablarle. Era un tipo de lo más desagradable.

- Dime ¿Por qué decidiste venir a Dalton? Bueno siendo ya mitad de año se me hace extraño.- Me preguntó de la nada.

- Tuve algunos problemas en mi anterior escuela, es todo- No iba a entrar en detalles con este sujeto.

-¿Escuela publica verdad? Siempre es la misma historia. Realmente no entiendo como hay gente que manda a sus hijos allí.- Comentó Zack. Ese comentario me chocó bastante. Mckinley tendría sus cosas, pero en definitiva no era una mala escuela.

- La escuela en sí no fue el problema- dije en defensa de Mckinley

- Bueno, los estudiantes que la conforman son su identidad. Si sus estudiantes son defectuosos, la escuela es defectuosa. No es que tenga problema con las clases sociales inferiores, sé que no todos tienen las mismas oportunidades – Parecía que de su boca salían puras porquerías.

Para mi alivio llegamos a nuestra habitación. Zack se encargó de abrir la puerta. Blaine, David y Wes ya se encontraban allí cotilleando súper entretenidos.
-Tomaré un baño y espero no ser interrumpido bajo ninguna circunstancia, si alguno desea pasar que hable ahora – declaró Zack con su tono sumamente petulante.

Ninguno le contestó por lo que dio por asumido que podía pasar. Me senté en una de las camas junto a Blaine. Suspiré bastante molesto.

-No te lo tomes personal, es así con todo el mundo- Intentó animarme Wes.

- ¿Como fueron las clases, Kurt? – Me preguntó Blaine intentando alejar el tema.

-Agotadoras, realmente agotadoras. – le contesté.

- Descuida, solo faltan cuatro días para el fin de semana- Me dijo David con ironía.

- Por cierto, me gustaría que me orientaran mejor con los horarios. Aun no entiendo muy bien. ¿A que hora cenamos?- les pregunté a mis compañeros.

- A las 7- me contestó Wes- puntualmente en el comedor, queda en el lado norte del colegio.

- Creo que Zack tenía razón, en verdad necesito un mapa- contesté desanimado.

- Una vez que te acostumbres te orientaras mejor, no es tan difícil. Si quieres uno de estos días te hago un recorrido. – Se ofreció amablemente Blaine

- Otros datos importantes para que tengas en cuenta, los días de semanas solo hasta las nueve se puede deambular por los pasillos. Si te pescan fuera de tu habitación a esas horas, te verías en serios problemas así que ten cuidado. En caso de que decidas quedarte el fin de semana, la hora límite es hasta las doce. Igualmente la vigilancia es vaga esos días así que no creo que te pesquen si decides pasarte de horario.- Me explicó David.

- Habla la voz de la experiencia – Bromeó Wes.

- Bueno, es mi única oportunidad de ver a Linda así que tengo que tener todo estudiado. No todos podemos ver con la misma frecuencia a nuestras novias- Le contestó David.

- ¿Es por eso que la mujer de recepción te conoce?- Comencé a asociar las cosas.

- Digamos que me han pescado un par de veces- confesó David – En teoría no se puede salir del colegió si no es los fines de semana y para ver a la familia. Solo los viernes nos tienen permitido salir, siempre que pidas un permiso. A mis padres no les agrada mucho Linda así que tengo que hacerme unas escapadas del colegio para poder verla.

- ¿Y no te es difícil tener una novia así?- Le pregunté bastante asombrado.

- ¿Bromeas? ¡Es toda una aventura!- me contestó David entusiasmado- La familia de Linda no tiene mucho dinero, es básicamente por eso que mis padres no la quieren. Han intentado juntarme con cientos de chicas de la clase y alto y son todas fastidiosas. Linda es hermosa, divertida y muy gentil. Deberías verla Kurt, apuesto a que te enamorarías de ella- David hablaba con tal entusiasmo de su chica que hasta daba ternura.

- Dudo que eso pueda pasar – le contesté con una sonrisa. Blaine soltó una risita que realmente me avergonzó bastante. - ¿Qué hay de ti Wes? También haz hecho alguna escapada.

-No. Blaine y yo solamente nos encargamos de cubrir a David eso es lo que siempre nos mete en líos. A diferencia de David, mis padres aceptan muy bien a Cassie. Bueno, ellos me la presentaron. Es hija de un empresario textil. Deberías haberlo visto. Cuando nos presentaron con la intención de unirnos como pareja nos asqueamos mutuamente. Ninguno quería que nos impusieran a alguien para contraer matrimonio. Ella se acercó a mí diciéndome que no quería casarse con alguien solo por que sus padres se lo pidieran y fue así como comenzamos a descubrir que teníamos muchas cosas en común. Pasamos de ser buenos amigos a enamorarnos y, heme aquí comprometido con ella.

-¡¿Estas comprometido?!- Le pregunté entusiasmado.

- Si, hace unos meses le pedí que nos comprometiéramos- Las mejillas de Wes se estaban enrojeciendo. Otro tierno más en la habitación.

- Chicos, sus vidas parecen sacadas de un libro de Jane Austen- le comenté con franqueza.

- Espero que eso sea bueno- dijo David.

- Bueno, todas sus historias tienen un final feliz, así que alégrate- le contestó Blaine.

Interrumpiendo el bello momento, Zack salió del baño nuevamente con los cabellos aun un poco húmedos. Se había quitado el saco y solo llevaba consigo la camisa y corbata.

- No quiero interrumpir su charla caballeros pero ya son casi las siete y creo que deberíamos bajar al comedor.- Comentó Zack

- Adelántate, nosotros ya vamos- Le contestó David. Zack salió de la habitación bastante ofendido.

- Que aguafiestas- Se quejó Wes- Oye Kurt, no te hemos preguntado. ¿Tú tienes novio?

Aquella pregunta me hizo enrojecer. Instantáneamente mis ojos miraron a Blaine quien sonreía esperando aquella respuesta que ambos conocíamos.

- No, soy tristemente soltero- contesté todavía sonrojado.

- Ser soltero no es tan malo – Me dijo Blaine.- Tiene un par de ventajas bastante interesantes.

- ¿Entonces estas libre para cualquier tipo de solicitud?- continuó David.

Aquella pregunta se me hizo bastante rara. ¿Por qué le interesaba a David?. Al parecer a Blaine le causo mucha gracia esa pregunta.

- David ¿Acaso estas invitándome a salir? Creo que eso es muy atrevido de tu parte- Le contesté burlándome un poco de él.

- No estoy… no me refiero a eso- Me contestó el bastante apenado. Pobre, realmente lo había puesto en un lugar muy incomodo. Wes y Blaine reían a carcajadas por mi comentario.

- No creo que a Linda le guste mucho que juegues doble- Agregó Blaine todavía riendo. No pude evitar sonreír, era realmente guapo cuando reía de esa forma tan elegante.

Finalmente después de un rato decidimos bajar de una vez al comedor. Intenté esta vez memorizar el camino. Claro, no fue del todo algo factible ya que terminé por olvidarlo por completo. La cena simplemente fue deliciosa. Un cerdo asado exquisito y un montón de otros manjares bastante interesantes. No podía quejarme. Estar allí era prácticamente como estar en un reino.
Terminamos la cena y nuevamente los cuatro nos dirigimos a nuestras habitaciones. Esta vez estaba empezando a recordar un poco más el camino. No quería llegar a la habitación. Realmente quería evitar ese momento a toda costa. Efectivamente llegó. Ni bien pusimos un pie en la habitación, los chicos comenzaron a cambiarse. No crean que soy un pervertido ni nada, estuve en varias ocasiones en las duchas, en esos tiempos donde mi interés iba dirigido hacia Finn o Sam. Realmente no importaba que los chicos se cambiaran delante de mío. Bueno, todos excepto uno. Blaine se quitó su saco, y luego su corbata. En ese momento, entendí lo que me esperaba. Con su cuidado habitual desabotonó hasta el último botón de su camisa quitándosela por completo. Frente a mi, se presentaba el torso desnudo de Blaine. No puedo explicar el sentimiento que se apoderó de mí en ese momento. Vergüenza infinita por lo que estaba viendo, culpa por como lo estaba viendo y, bueno, digamos que fue una mezcla de placer y agonía. Ignoré el hecho de que David estaba en ropa interior, ya que mis ojos solo tenían lugar para el pecho al descubierto de Blaine.

- ¿No vas a cambiarte Kurt? – me preguntó Blaine acercándose a mi.

Era cierto, no había ni comenzado. Estaba parado en un rincón del cuarto totalmente abstraído por lar circunstancias. Miré nuevamente a Blaine. No sabía si era posible enrojecer más de lo que ya estaba, pero sentía la sangre caliente correr por mis mejillas. En eso lo vi. Se estaba quitando los pantalones. Se estaba quitando los pantalones. Ya no podía soportarlo más. Tomé mi pijama a toda velocidad y sin mirar a ninguno de los chicos corrí al baño a encerrarme. Comencé a darme golpes en la cara y a maldecirme por lo bajo. Estaba horrorizado por escena anterior, y más horrorizado de pensar que una parte de mi quería permanecer en el cuarto. ¡Diablos! Era una persona totalmente sucia, totalmente repulsiva. Si Blaine supiera como lo miraba ¿Qué pensaría de mí? Intenté relajarme y respiré hondo varias veces. Finalmente me decidí a cambiarme. Me quité mis ropas y me coloqué una remera gris y unos pantalones elásticos que hacían juego. Ahora poseía el siguiente problema ¿Cómo demonios entraba a la habitación nuevamente y fingía que nada había pasado?

- ¿Kurt estas bien? – escuché del otro lado la puerta la voz de Blaine bastante alarmado.

- Si, salgo en un momento- le respondí. Suspiré. No podía postergar mucho más el momento de la salida. Me armé de valor y abrí la puerta. Encontré a un Blaine ya cambiado y… con el torso desnudo, nuevamente.

- Saliste corriendo y pensé que quizás… pasaba algo…- me dijo un poco angustiado. Intenté buscar palabras para contestarle, pero realmente me desconcentraba mucho.

- Si, estem…me sentía un poco incomodo. Prefiero cambiarme en privado- le contesté intentando ser lo más franco posible. Obviamente no iba a explicarle que me puso sumamente nervioso el hecho de verlo casi desnudo delante de mis ojos.

Me aproximé a mi cama y me senté sobre ella. David y Wes también se hallaban con el torso al descubierto. ¿Acaso les costaba a los muchachos mucho colocarse una endemoniada remera y no hacer un evento exhibicionista con sus propios cuerpos? Intenté no mirarlos directamente a los ojos y me limité a tapar la jaula de Pavarotti para que este pudiera dormir. Zack entró a la habitación y, curiosamente tomó sus ropas y se dirigió al cuarto de baño. Tenía que admitirlo, esa habría sido la postura que hubiera esperado de mis tres amigos. Los cuatro nos recostamos cada uno sobre sus respectivas camas.

- No tengo nada de sueño- comentó David

- Yo tampoco, supongo que las vacaciones nos tienen bastante alterados- sugirió Wes.

- Pues yo estoy muriendo de sueño- Les dije intentando entrar en conversación.

- Tengo curiosidad Kurt. ¡Cuéntanos sobre tu otro colegio!- me pidió David.- Ya que no tienes pareja podrías contarnos un poco.

- Bueno, exceptuando a los Bullies y bueno, la mayoría de los chicos populares. Mckinley era grandioso. Las instalaciones no eran perfectas pero eran eficaces. Los profesores eran muy buenos en general salvo un par.- comencé a relatar.

- ¿Qué hay de tu club Glee?- preguntó Wes.

Los recuerdos vinieron a mi menté al instante y comencé a reír con un poco de nostalgia.

- Era una locura- respondí- en total éramos doce, doce personas totalmente diferentes y sin nada en común. Solo teníamos algo, y era el deseo de expresarnos a nosotros mismos mediante la música. Si supieran, creo que no lo creerían.

Comencé a hablar de cada miembro del club en general, sobretodo de Rachel, de ella si que había mucho que decir. Les hable del embarazo de Quinn, del saboteó en las seccionales del año pasado, de las tretas de Vocal Adrenaline. De los millones de líos y momentos que compartí con los chicos, del señor Schue, incluso llegué a mencionar a Sue. Sylvester. No podía negarlo, por más genial que fuera Dalton, nada se comparaba con mi amado colegio, con mis amados compañeros del Glee. A pesar de tantas contrariedades que podía poseer cada uno, eran mi familia, mis amigos. Eran realmente de las personas más importantes que había llegado a conocer. Más que nada, la diferencia entre el club Glee allí y aquí era que, a pesar de ser los parias del colegio, a pesar de ser los perdedores, allí era parte de algo especial, de una familia.
Los muchachos me miraron bastante entretenidos mientras hablaba y quizás hasta bastante conmovidos.

- Realmente los extrañas ¿verdad?- me preguntó Wes.

- Los extraño mucho, si- contesté con amargura. Amargura e impotencia por haber dejado mi colegio, y todo por culpa del maldito abuso. – Pero ahora Dalton es mi hogar.

- Quizás no sea lo mismo Kurt, pero debes saber que estamos aquí para ti. Veras como pronto encontraras un lugar. – Me animó David.

Zack salió finalmente del baño cambiado. Tenia que darlo creidito, a pesar de estar desabrochada, por lo menos llevaba una camisa puesta.

- Escuchen, lamento interrumpir su emotiva charla sobre club glees y viejos colegios pero realmente necesito dormir ya que si se han enterado, mañana debemos despertarnos para clases muy temprano.-Empezó a hablar Zack.

Los cuatro dejamos de hablar al instante y nos acomodamos bajo las sabanas casi simultáneamente. No tenía gracia hablar estando este estirado invadiendo la conversación.

-Buenas noches caballeros- nos saludó a todos mientras se colocaba el también bajo las sabanas.

- Buenas noches Zack- le constató únicamente Blaine.

Había llegado la otra parte la cual quería evitar. Tenía frente a mis ojos el rostro de Blaine intentando conciliar el sueño. La distancia que nos separaba era de una pequeña mesita de unos cuarenta centímetros como mucho. Podía oírlo respirar claramente. Cada suspiro, por más ligero que era, erizaba mi piel por completo. Intenté pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Blaine. En eso, recordé lo que Rachel me había pedido. Quizás no era la ocasión perfecta para pedirlo ya que estaba sumamente nervioso, pero de cierta forma, servicia como una distracción.

- Oye Blaine- le susurré de forma que solo él pudiera oírlo.

-¿Qué pasa?- me preguntó entre un bostezo. Verdaderamente se veía muy tierno cuando bostezaba.

- El otro día me junte con mis amigas del club Glee y bueno, me dijeron que les gustaría conocerte. ¿Te molestaría si saliéramos con ellas uno de estos días?- me sentía bastante torpe preguntándole eso.

- Me encantaría.- Me respondió con su radiante sonrisa habitual. - ¿Qué dices este viernes?- Realmente no esperaba una fecha tan próxima.

- Suena genial- le contesté- hablaré mañana con ellas así organizamos algo.
- Muy bien. Entonces, buenas noches Kurt- Se despidió de mí cerrando los ojos.

- Buenas noches Blaine. – le respondí.

Él no tardó mucho en dormirse profundamente. Yo, simplemente no podía conciliar el sueño. Aun así, no me importaba. Me acomodé bien en mi cama y me quede por un largo rato contemplando el perfecto rostro de Blaine. Observe con sumo cuidado hasta el más mínimo detalle. No podía evitarlo, había algo en él que me atrapaba completamente. Algo me tenía completamente loco, me hacia actuar como tonto y sonrojarme. Algo en su forma de mi mirarme, algo en su forma de moverse. Quizás no algo si no todo. Todo lo que era Blaine daba vuelta mi cabeza, me hacia desearlo a mi lado como nunca quise a nadie. Y si bien me encontraba solo quería poder alcanzar su gentil mano y tomarla. Quería que fuera el quien me cuidara aquí, de ahora en adelante. Estaba completamente enamorado de Blaine, verlo allí durmiendo, tan placidamente e inocente me causaba una ternura sobrehumana. Era quizás la imagen más bonita que había visto antes. Moría de ganas de aproximar mi rostro hasta su cara y besarlo. Me estaba conteniendo con todas mis fuerzas, pero se me hacia verdaderamente difícil. Comencé a entristecer. Pensé en que jamás Blaine sabría todo esto, pues, era demasiado cobarde para confesármele y realmente no podía darme el lujo de alejarlo, mucho más lejos de lo que ya lo tenía. Era increíble como una persona en tan poco tiempo se había convertido en algo tan importante para mí. En algo tan especial. Tan Blaine. Ya no podía más. Las fuerzas que utilicé para controlarme estaban comenzando a agotarme. Lentamente mis parpados comenzaron a cerrarse solos en contra de mi voluntad. Intenté evitarlo pues quería seguir contemplando el rostro durmiente de Blaine. Pero el sueño terminó venciéndome por completo dejándome antes de dormir su bella y radiante sonrisa en mi mente.


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No se pierdan el proximo cap "Out Tonight"

AHHHHH!! MEE ENCANTAAAA!! PEROO QEE LIINDOO!! blaaiine...(L) jajajaja pobre kurt cuando han empezado todos a desnudarsee jejejejeje! espero qe actualizes prontoo!!

Ann, eres... eres... eres lo máximooo!!! qué capítulo tan magnífico... escribes demasiado bien, logras que uno se sitúe en el mundo que relatas!

Sabes lo nerviosa que me has puesto cuando Kurt miraba como Blaine se desnudaba?? tuve que cambiar unos segundos de ventana para respirar y seguir leyendo! jajajaja

Me ha gustado mucho la presentación de Dalton, he podido imaginarme cada lugar

También adoroooo el largo del capítulo! *O*

Espero con muuuchas ansias la continuación!! ;D!!!

dioss! sabia que tenias que continuar
pero no pense que seria un capitulo
tan grande
debo decir
! que me haa eencantadooo!!!
tuu ficc es totalmente asombrosoo
feliciidaadees!!!

Jajaja muchas gracias a todos por sus comentarios ^^. Si, en realidad lo tube que cortar pues primero decidí hacer una descripcion puntual de Dalton. Realmente se los agradezco, encontrar estos mensajes me hace querer seguir escribiendo >w<

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD


Ya viste como hiperventilé por MSN XDDD!!! Ann, cómo te lo explico? ME ENCANTÓ, FUE SUPERMEGAFOXYAWESOMEHOT XD!! Graciaaaas por haberlo escritoo, necesitaba algo lindo, tierno y divertido por estos días! Pobre Kurt, Nera me pasó lo mismo XDDD! Es insano imaginarse a Blaine quitándose la ropa, DIOS MÍO! >________<
Cómo le has hecho eso? XDDD! Es fantástico! ;0;

Pasando a otra parte XDD..... Ehm, ya te dije lo de mi duda acerca de la condición en la que salió Zack del baño xDDD! No pude, era casi literal, mira te explicaré xD:

Ann:" Interrumpiendo el bello momento, Zack salió del baño nuevamente con los cabellos aun un poco húmedos."
Mente de Bell: .___. Ok. *Imagina a un chico rubio saliendo del baño con una toalla alrededor de la cintura como todo el mundo en las películas*
Ann: "Se había quitado el saco y solo llevaba consigo la camisa y corbata."
Mente de Bell: o-o... ehm *Chico rubio + toalla + saco. => Chico rubio + toalla*
Ann: "y solo llevaba consigo la camisa y corbata."
Mente de Bell: *Chico rubio + toalla - saco => Chico rubio + camisa + corbata - toalla* .... O_________O!?
Ann:" Zack salió de la habitación bastante ofendido."
Mente de Bell: WTFFFFFFF?!!!!!

Y eso fue :3 XD

Pero me encantó el capítulo!!!!! Zack es INSOPORTABLE XDDD pero, para mí es insoportablemente genial, no sé, siempre me caen bien los malos, eso sí, si le hace algo malo a Kurt de veras, entrará en mi lista negra o_ó XD Ya sabes que creaste un personaje fantástico para la historia *0* Te adoro Ann xD <3!

Espero lo siguienteee!

Siempre tus lindos comentarios Bell te adoro ;w; gracias por ser una lectora tan entuciasta >w< Te daré un pedazo de mi pastel de Kurt ;w;.

Pensé que este capitulo seria genial. Pero no!!

Porque genial se le queda corto, es una historia que atrapa al lector, lo sumerge en el mundo del protagonista, y hasta lo hace sentir las mismas emociones.

Deberías hacer que tu fic fuera narrado, para poder llevarlo en mi reproductor de música a todos los lados a donde vaya.

No nos dejes con intriga y publica el 4to capitulo. xDD

Quiero pedirle perdon al os lectores, estoy pasando por un momento de bloqueo y realmente me cuesta mucho escribir. Les prometo que ni bien pueda, les traere un nuevo capitulo. Ya estoy escribiendo el 4to pero me esta costando horrores. Sepan disculparme u.u

Ann escribió:Quiero pedirle perdon al os lectores, estoy pasando por un momento de bloqueo y realmente me cuesta mucho escribir. Les prometo que ni bien pueda, les traere un nuevo capitulo. Ya estoy escribiendo el 4to pero me esta costando horrores. Sepan disculparme u.u

Te disculpo Ann, es entendible yo también me he bloqueado antes .___. además tu estás muy ocupada haciendo la traducción de Dalton y el de Camino a los Ángeles.

Hasta ahora tu fic va muy bien me gusta mucho ^^ cuando leí la parte en que Kurt miraba a Blaine y se iba corriendo al baño reí tan fuerte que mi papá me quedó mirando raro, como asustado ajaja.

jaja yo me reia internamente mientras escribia y me sentía realmente una basura... me encantó XD

ahhhh
quiero ver la continuacioooon por favooor si no morireeeee o algunos moriran jaja ok noo me gusto muxo tu fic siguee asi y ojala pronto jajja

Me alegra que odiaras a Zack, quedate tranquila, lo vas a odiar mucho mas xDDDD

Ann escribió:Me alegra que odiaras a Zack, quedate tranquila, lo vas a odiar mucho mas xDDDD

¬¬ Creo que yo te odiaría por varias cosas, primero, como es que nos dejas a la incertidumbre con el fic, y segundo, si vuelves a poner a Kurt en situaciones tan incomodas (?).

Jajajaja Aun sigo esperando que te desenredes un poco y puedas continuar con Not Alone. ;)

estoy perdidamente enamorada de tu fic *w* me encanto demasiado :) de todos los fic que he leido de klaine sin duda este ha sido el que mas me ha gustado =D me gusta mucho la forma en la que relatas la historia, esta demasiado buena ya no puedo esperar para saber que pasa :B ojala pronto subas otro :D de verdad muchas felicitaciones tienes mucho talento, ojala yo escribiera asi x)

saludos...

Ah~ Adoro tu fic <3 Es hermoso, majestuoso, brillante, adjklsjfddsdkj
¿Cómo puedes dejarlo allí? ¿Acaso todo el mundo tiene complejo Ryan ;_;?
No puedo esperar por la continuación, quiero ver esa cita Cofcof, digo, esa... reunión social ¬w¬

peerdonen me he atrasado igual cada tanto adelanto un poco. Espero poder terminarlo antes de irme de viaje ;w; Realmente disculpen mis lectores. Aun asi no teman, Not alone no quedará abandonado. Tengo todo planeado y me llevaré un cuaderno para seguir escribiendo en el viaje :3

ni es en seriooooooooooooooooooooooooooo me estresa q todos los fics buenos esten inconclusos ahhhhhhhhhhhhhhhh esperare el siguiente cap muuy ansioso

Pensaron que lo había abandonado? NO! aqui les ttraigo el cuarto cpitulo de mi fic ( hasta ahora creo el peor XD) espero no me arrojen tomates. No estaré por tres semanas así que estaran tres semanas sin fic, en compensacion les dejo este capitulo disfruten.
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Capitulo 4: Out Tonight
Las ansias de que el viernes finalmente llegara, me consumieron toda la semana. Para mi fortuna, debo admitir, los días se pasaron bastante rápido. Las clases, aburridas y monótonas. Las noches, tortuosas y angustiantes. De a poco me iba acostumbrando a la imagen del torso desnudo de Blaine. Claro que aun no controlaba mis mejillas coloradas. Por suerte, aprendí a llegar primero a la habitación y encerrarme en el baño a cambiarme antes de que los muchachos decidieran desvestirse. Con respecto a la orientación, comenzaba a guiarme un poco más por los pasillos de Dalton. Tuve que seguirle el consejo a Zack y conseguirme un mapa. Aproveché mientras los chicos dormían para estudiarlo un poco y ya le iba tomando la mano. Aún no habían comenzado las reuniones de los Warblers ya que todos estábamos tratando de ponernos al día con las tareas del colegio y la lista kilométrica de los exámenes venideros. Debía admitirlo, la educación de Dalton era bastante más sofisticada que en Mckinley. Eso no quiere decir que Mckinley fuera mala escuela, era excelente de hecho. Pero las exigencias de Dalton eran mayores. Una mala calificación en Mckinley, significaba tener que pasar las vacaciones en la escuela de verano. Una mala calificación aquí, significaba decadencia para la familia del joven desaprobado. Quizás el noventa por ciento de los alumnos aquí se encargarían del negocio de sus padres o seguirían universidades como Harvad, Columbia, Princeton, Yale etc. En ese aspecto, Dalton era un mundo totalmente ajeno al mío. Nunca me había sentado a planear seriamente mi futuro. Es decir, claro que soñaba ser estrella en Broadway, o tener mi propia revista de moda, o quizás ser un diseñador exitoso. Pero no tenía plena idea de que estudiaría luego de terminar la secundaria. A diferencia de los jóvenes de aquí, yo no estaba preparado para un futuro ni tenia un rumbo fijado.
Volviendo al tema, el viernes finalmente llegó. Al sonar el timbre de la última clase me sentí completamente aliviado. Ese alivió no duró mucho pues recordé que saldría con mis amigas y Blaine. Por un lado la ansiedad me absorbía, por otra parte comencé a temer que hubiera sido una mala idea. La última vez que había salido con Mercedes y Blaine no había resultado muy entretenida para ella. Bueno, digamos que el asunto de las frituras también la estaba afectando. Aún así, era solo Mercedes. En este caso tendría que lidiar con los chistes de Santana, la perdida Brittany, los comentarios de Rachel y posiblemente el mal humor que estas cosas le provocarían a Quinn. Había que admitirlo, no éramos un grupo muy parejo. Me preocupaba que estas cosas pudieran llegar a espantar a Blaine.
Caminé hacia la cafetería del colegio pues necesitaba calmarme un poco la ansiedad. Compré un frappé en el Starbucks del colegio y me dispuse a buscar un lugar.
-¡Hey, Kurt, por aquí!- oí a una voz llamarme.
Mire en varias direcciones hasta finalmente hallar a Wes y a David sentados en una de las mesas. Tímidamente me acerqué a ellos.
- ¿Les molesto si los acompaño?- les pregunté
- Para nada, por algo te llamamos- me sonrió Wes.
Tomé prestada una silla de otra mesa y me senté junto a mis compañeros de habitación. Esta era la primera vez que me encontraba a solas con ellos sin que Blaine estuviera presente así que la situación se me hizo un poco extraña.
- Entonces dime, ¿Tienes planes para este fin de semana?– me preguntó David.
- Si. Blaine y yo saldremos esta noche con unas amigas mías de Mckinley. Y temprano mañana partiré a casa a quedarme el fin de semana. ¿Qué harán ustedes?
- Nosotros nos iremos esta misma noche- Declaró Wes. – yo iré a mi casa. La familia de Cassie se quedara un fin de semana con nosotros.
- En mi caso, esta noche iré a la casa de Linda. Me quedaré allí hasta mañana por la tarde y luego iré a mi hogar- dijo David.
- Blaine también ira a su casa ¿verdad?- Dije casi afirmando. En ese momento me percaté ¿Por qué lo había mencionado?
Extrañamente David y Wes se miraron entre si un poco desconcertados e incómodos.
- ¿Qué no te contó?- me preguntó David incrédulo. ¿Qué tenia que contarme?
- Blaine por lo general suele quedarse en el colegio- me confesó Wes.- No le gusta mucho estar en casa.
- Aguarden ¿Se queda en el colegio solo? -pregunté bastante confundido.
- Bueno, el personal y el casero están aquí.- dijo David- Algunos alumnos también se quedan habitualmente.
- Suena un poco solitario.- razoné. Comencé a sentir lastima por Blaine ¿Tan mala era la relación con su familia?
-Blaine es un poco misterioso- confesó Wes- tardó su tiempo en entrar en confianza con nosotros.
- Aun así tú también eres una persona un poco misteriosa, Kurt- me dijo David un poco divertido.
-¿Yo? – no comprendía
- Bueno, tienes algunas actitudes un poco raras. Como eso de entrar corriendo a la habitación cada noche. – declaró David.
- Ah, eso. Soy un poco… vergonzoso.- les respondí en mi defensa.
David y Wes volvieron a intercambiar miradas y comenzaron a reír. Estaba empezando a preocuparme.
- ¿Qué es tan divertido?- les pregunté sonando un poco rudo.
- Por favor Kurt, no somos bobos- Dijo Wes súper divertido. Oh no, mi pesadilla se estaba haciendo realidad.
- No es muy difícil darse cuenta que estas completamente muerto por Blai…
-¡Shhhhhhhh!- Me abalancé sobre David para callarlo antes de que dijera el nombre.
¡Diablos! Me puse tan nervioso que olvide que estaban todas las bebidas encima de la mesa. Volqué absolutamente todo encima de mí y, para colmo, logré que nuestra mesa fuera el centro de atención de todo el lugar por unos minutos. Me separé de David esperando que de esa forma todos dejaran de vernos, pero aun así sus miradas se encontraban fijas en mi uniforme manchado y el desastre en el suelo. Algunos reían por lo bajo mientras que otros cuchicheaban. Me sentía increíblemente tonto, más que de costumbre. De a poco, las miradas se alejaron y tomé mi lugar nuevamente en la mesa bastante apenado. Wes amablemente me dio unos pañuelos descartables para intentar secarme un poco. Fue inútil, pues la mancha café en mi camisa seguía vigente.
- Lo siento- pedí disculpas avergonzado. Esos dos debían estar pensando cualquier cosa sobre mí. Quería que la tierra me tragara. Conocían mi verdad, lo sabían. Sabían que estaba enamorado de Blaine.
- Descuida Kurt.- me animó Wes.
- Vaya, entonces estaba en lo cierto. Si estas bien muerto por él.- dijo David con picardía.
Baje la cabeza, avergonzado y preocupado. Si ellos lo sabían… era el fin. Mi secreto ya no estaba a salvo, Blaine se alejaría de mí y toda chance de estar cerca de él se acabaría. Sin contar que seguramente todos pensarían que era una especie de depravado o algo así.
- Deja de angustiarte, Blaine no sabe nada de nada – me contestó Wes como si leyera mis pensamientos.
- Él si es un poco bobo- Bromeó David.
- No se lo diremos. No te preocupes. Lo prometemos ¿verdad David?
- Tienes mi palabra.
- Oh dios- comencé a reír nerviosamente- seguramente deben estar pensando cualquier cosa de mi.
- Nah- me contestó David.
- Solo que eres un poco tierno.- me contestó Wes con una sonrisa.-eres un buen partido para Blaine.
- Tienes nuestra aprobación Kurt- Me animó David.
- La de ustedes muchachos, no la él- les sonreí. No podía creer lo bien que lo habían tomado. En Mckinley, cualquier chico se hubiera alejado veinte metros de mí, o quizás me hubieran arrojado a la basura o algo. Al parecer la política anti-abuso aquí era muy eficiente.
- ¿Por qué no simplemente se lo dices?- Me sugirió Wes.
-¿Acaso estas loco? No, no podría- le contesté sumamente avergonzado. No podía creer que estaba discutiendo esto con dos chicos heterosexuales.
- Vamos, no están difícil, digo, hablamos de Blaine.- intentó incentivarme David
- De ningún modo.- me negué.- Esto se queda aquí y punto. No quiero volver a tratar el tema. No diré nada y ustedes tampoco.
- ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que te rechace simplemente.- insistió David.
- ¿Simplemente?- Lo miré extrañado. – Me parece que eso es más que suficiente. Además, no podríamos seguir siendo amigos después de eso
-Linda me rechazó unas diecisiete veces antes de acceder a salir conmigo- refunfuñó David. Ese chico si que no tenía limite.
- Basta. No le diré y punto.- Me levanté de la mesa y los chicos me imitaron.
- Como quieras. Pero creo que deberías – se resignó David
- En fin. Es mejor que vaya a la habitación a darme un baño y cambiarme para salir.- les dije intentando cambiar el tema.
- Mejor te seguimos el ejemplo.- me dijo Wes.
Los tres tomamos camino hacia nuestro dormitorio sin decir una palabra más. Como soy de los que suelen tardar años cuando se trata de higiene personal, dejé que los chicos pasaran primero. El primero en entrar, fue David quien no demoró casi nada, realmente me sorprendió o quizás me desagradó la idea de que terminara de bañarse en tan corta cantidad de tiempo. Luego le tocó al turno a Wes quien demoró bastante mas tiempo que David. Me dio un poco de vergüenza encontrarme con los chicos vestidos únicamente con una toalla, después de todo, no es que muchos chicos se animaran a estar cerca de mí semi-desnudos. El mismo Finn me lo había admitido en cierta ocasión. En último lugar me tocó pasar al baño a mí, dejando a mis compañeros del otro lado de la puerta cambiándose. Abrí el grifo de agua caliente y un poco de la fría para no quemarme y me zambullí en la ducha. Suspiré con pesar. Me preocupaba de sobremanera que David y Wes lo supieran. Y me preocupaba aun más que se les cruzara por la cabeza que pudiera decirle a Blaine que… bueno, no podía decírselo. Tenía mucho miedo. Este asunto de que me gustara Blaine estaba poniendo seriamente en peligro nuestra amistad. No podía pedirle peras al olmo, y no podía pedirle a Blaine que me quisiera como yo lo quería. Y vaya que lo quería. Porque tenía que admitirlo, no era solo por lo guapo y amable que estaba atrás de él. Él era mucho más que eso.
Quizás Wes y David pensaran que yo era un buen partido para Blaine pero por alguna extraña razón, no me sentía de tal forma. Si bien sabía que yo era muy guapo, talentoso y, dejando la modestia a un lado, una persona increíble, Blaine, por mucho, estaba por encima de mi. Emanaba talento, belleza, simpatía, compañerismo, carisma y, al menos en mi, inspiraba en mucha ternura. Parecía casi perfecto. Realmente no encontraba ningún error en él. No al menos ninguno que en ese momento pudiera percibir. Ciertamente esto me daba ganas de llorar. A diferencia de lo que pasó con Sam o quizás con Finn, el punto aquí era que, la relación que había formado con Blaine era algo hermoso, algo que valía la pena. Pero necesitaba más. Necesitaba abrazarlo, necesitaba sus caricias, quería tenerlo solo para mí. En el caso Sam, él simplemente me gustaba, era un chico interesante pero jamás llegué a conocerlo realmente. Y bueno, digamos que si bien quise mucho a Finn y también sufrí bastante, en el fondo lo estaba idealizando bastante…y bueno… era más que obvio que no jugaba en mi equipo. Este dilema con Blaine me estaba matando tanto como lo hizo alguna vez Finn. Pero como ya dije, esto era diferente. Finn y yo no teníamos nada armado, estábamos en un limbo. La destrucción de nuestra relación fue casi imperceptible. De hecho, dudo que se hubiera rearmado si no fuera gracias a nuestros padres. Con respecto a Blaine, ambos teníamos una bella amistad. Nuestra relación era muy fuerte. Si le decía la verdad, corría el riesgo de perder todo esto. De derrumbar todo. Y francamente, si bien la distancia era insoportable, prefería seguir aferrado a Blaine de esa forma que tener que arriesgarme a soltarlo para siempre.
Llegó el momento donde recobre la noción del tiempo. Terminé de bañarme lo más pronto posible ya que había dejado a Wes y a David bastante tiempo afuera, seguramente esperándome. Me coloqué mi bata y salí del baño aprisa. Lamentablemente fue un poco tarde ya que ninguno de mis dos compañeros estaba allí. Me aproximé a mi cama y vi que un pequeño papel blanco se hallaba encima.
"Lamentamos irnos sin despedirnos, pero realmente te tomas tu tiempo Kurt. Buen fin de semana y suerte esta noche con Blaine. Wes y David"
Arrugué aquel papel al leer eso último. Decidí guardarlo dentro del cajón de mi mesa de luz, para asegurarme de que nadie pudiera leerlo. Miré a mi alrededor descubriendo que tanto las valijas de Wes, David e incluso Zack habían desaparecido. Solo quedaban mis cosas y las de Blaine. En eso me percaté ¿Dónde estaba él? Mire el reloj de la pared. Ya iban a ser casi las seis. Se suponía que a esa hora nos encontraríamos en la habitación. Pero al parecer él no daba señales de vida. De cierto modo, me beneficiaba, ya que podría prepararme con un poco más de calma. Me coloqué unos jeans ajustados de y una camisa celeste manga corta. Encima, un saco de algodón negro. Para completar la vestimenta, me coloqué unos borregos negros y un cinturón. Me miré al espejo. No era nada muy extravagante, ya que se trataba de una salida casual. Acomodé mi cabello y me coloque algo de base en mi piel. Me puse algo de perfume para dar un toque final. Hice un último chequeo al espejo del armario para verificar que todo estuviera en orden. Como siempre, impecable. En eso, la manija de la puerta giró. Frente a mi apareció Blaine, algo agotado y realmente con un estado fatal. Ni siquiera se había cambiado, llevaba consigo el uniforme del colegió.
- Perdona la demora, Kurt- me dijo jadeando- tuve un par de… asuntos que resolver.
Me quedé mirándolo un poco sorprendido. En eso, Blaine miró el reloj.
- ¡Diablos! Ni siquiera tuve la oportunidad de tomar un baño.- me dijo bastante molesto consigo mismo.
- Descuida, podemos retrasarnos un poco.- traté de animarlo.- llamaré a las chicas, tu ve a bañarte.
- Lo siento de veras- se disculpó apenado.
Me hizo reír un poco. Se veía muy tierno pidiendo disculpas de esa forma. Inmediatamente Blaine tomó algo de su armario y se encerró en el baño. Saqué mi celular y le envié a Mercedes un mensaje diciéndole que llegaríamos un poco más tarde. Acto seguido, me senté sobre mi cama. Comencé a juguetear con Pavarotti, quien al parecer hoy se encontraba de muy buen humor. Cantaba a todo pulmón como si no hubiera un mañana, lo cual me alegró mucho. Hace tiempo que lo veía bastante decaído y comenzaba a preocuparme. Quizás estaba aceptando su nuevo hogar. Quizás había encontrado algo que lo hacia feliz.
Exactamente en veinte minutos el sonido de la ducha cesó. Hubo un momento de silencio y luego se oyó un quejido por parte de Blaine.
- ¿Sucede algo?-le pregunté.
-Acabo de percatarme de que se ha acabado mi gel para el cabello.-dijo con un tono tímido.- No pienso salir así.
-Pues tendrás que hacerlo por que ya nos hemos demoraron demasiado- le dije riendo. Me recordaba un poco a mi cuando no encontraba que ponerme.
- No puedo. Te reirás de mí. Se reían de mí.-dijo bastante apenado.
-Blaine es solo cabello, no creo que sea tan malo.-traté de calmarlo.-Ven, pruébame.
La perilla de la puerta del baño giró. Allí frente a mis ojos un Blaine libre de su uniforme y con el cabello revuelto, lleno de bucles, apareció. Al principio fue un poco impresionante ya que, no acostumbraba ver ese lado suyo. Pero luego… no pude evitar sonrojarme. Se veía bellísimo, incluso, pienso que me gustaba mucho más verlo así. Llevaba consigo una remera en corte en v negra y, encima, una chaqueta del mismo color. Todo esto estaba combinado con unos pantalones de Jeans y unos borcegos marrones.
- Dilo, me veo horrible.- me dijo casi frustrado.
- De hecho, estaba pensando que te ves mejor que nunca-le confesé con una sonrisa. ¿Por qué le dije eso?
- ¿Lo crees así?-me preguntó sorprendido, como si nunca esperara que le dieran esa respuesta. ¿Acaso no se veía al espejo?
- Por supuesto. Yo que tu cancelaría el gel, realmente te sienta bien el cabello rebelde.-le dije.
Blaine me sonrió amablemente, con esa sonrisa única y suya. En esa ocasión, era muy difícil mantener la compostura. Me perdía con mucha facilidad en sus ojos, en su sonrisa. Por suerte, siempre podía contar con que de alguna u otra forma me llevara nuevamente a la realidad.
- Entonces… ¿Vamos?- me preguntó
- Si- le respondí ahora siendo yo un poco tímido. Mi corazón se estaba acelerando. No se si por la excitación o por Blaine. Pero me sentía totalmente alterado.
Nos dirigimos al parking del colegio, donde decidimos que llevaríamos mi auto. Acordamos que yo conduciría a la ida, y Blaine de vuelta. Fue así como nuestro viaje de al menos dos horas hasta Lima comenzó. Al principio intenté mantenerme sereno, concentrándome únicamente en mi objetivo, manejar hasta el centro de Lima. Pero francamente la presencia de Blaine, sentado al lado mío me incomodaba de sobre manera. Cada tanto podía oír algunos suspiros proviniendo de él, los cuales, lograban que mi piel se erizara por completo. Decidí que la mejor defensiva sería una ofensiva así que tomé la iniciativa de iniciar una conversación.
- David y Wes me dijeron que te quedarías en el colegio.- comencé.
- Ah, si- dijo restándole importancia al asuntó.- Me cansa un poco ir y volver tan seguido. Eso suele hacer enojar un poco a mi abuela. Ella desearía que pasara más tiempo en casa.
- Suena como que en verdad no desearas volver.- Le dije. Al menos esa era mi sensación.
Soltó una risita muda.
- Si, también puede ser eso- me confesó. No se si era mi impresión o no, pero su tono de voz sonaba un poco triste- Mi relación con mi abuela no es muy buena. O al menos ya no. No digo que no la quiera, es una excelente mujer. Ha sabido llevar la compañía sola, después del fallecimiento de mi abuelo y se ha mantenido con la frente en alto todo este tiempo. Además de hacerse cargo de un nieto… como yo.- Ese último comentario me angustió.
-¿Cómo tu? ¡Pero si eres endemoniadamente perfecto! ¿Que quieres decir con eso?-Le espeté. Caí en la cuenta de lo que había dicho y mis mejillas se tiñeron de un vivido rojo al instante. Blaine me miró sorprendido.
-¿Perfecto?- Me preguntó.
- Me refiero… eres el vocalista de los Warblers, tienes excelentes notas, eres una persona sumamente interesante y por favor tienes un excelente gusto en vestimenta y portadas de revistas- Le dije tratando de camuflar un poco mis palabras. Blaine comenzó a reír a carcajadas. ¡Diablos! ¿Por qué le dije que era perfecto? Quería golpearme fuerte contra una pared hasta quedar inconciente.
- ¿De veras me ves perfecto?- Me preguntó atacándome con su encantadora mirada. Si seguía mirándome así me perdería en sus ojos y causaría un accidente en la ruta.
- Bueno, no veo absolutamente nada malo en ti. Eres… un príncipe. Siempre lo he dicho- No se por que, pero me daba la sensación de que entre más hablaba más me un día. ¿Podía venir alguien a auxiliarme y cortarme la lengua?
Blaine siguió riendo a carcajadas. Ya era obvio. Se había dado cuenta. Se había dado cuenta. Quería soltar el volante y tirarme en medio de la ruta a ver si algún camión hacia el favor de aplastarme.
- Entonces debo devolverte el cumplido Kurt, tú también eres perfecto.- Creo que era imposible estar mas rojo de lo que ya estaba. Así que diré que me puse morado. Intenté recordar como respirar e inhale profundamente antes de proseguir.
- Eso no es cierto. Soy temperamental, un poco engreído y bastante exigente- le contesté- Sin contar el malhumor que poseo por las mañanas y cuando no encuentro nada apropiado que ponerme.
- No creas que eres el único, también tengo mis días- me dijo. Hicimos una pausa de unos breves segundos. Intenté calmarme un poco y bajar el color de mis mejillas. No tuve mucho tiempo ya que Blaine me sonrió y volvió a hablarme- Gracias
Lo miré un poco desconcertado.
-¿Por qué?- Le pregunté
- Por creer eso de mí.- Sonaba tremendamente sincero.
- No veo por que no. – le respondí avergonzado. Su tierna expresión me estaba matando. Me aclaré la garganta – Como sea, no me agradezcas por eso.
Blaine me sonrío nuevamente. Nos quedamos unos minutos totalmente en silencio. Yo, intentando conducir mientras Blaine jugaba con sus manos. Decidí finalmente colocar algo de música para alivianar la tensión. Nada mejor que eso para distraer la mente de uno. Encontré entre mis cds la banda sonora de Rent que Blaine me había regalado. Me sonrió al verlo lo cual reafirmo mi idea de colocarlo. Comenzamos en el momento a cantar "Seasons of love" sumamente entusiasmados. La voz de Blaine sonaba mucho más liberada cuando no se trataba de cantar para los Warblers. Era como si una parte de él se perdiera y un Blaine un poco más rebelde se diera a conocer. O quizás era ese look, con el cabello despeinado, rizado, chaqueta de cuero y jeans ajustados el que lo hacia ver más suelto.
Finalmente después de las dos eternas horas de viaje llegamos a Lima. Estacionamos mi auto en un garaje y nos dirigimos hacia la entrada de un pub donde habíamos quedado en encontrarnos con mis amigas. Las chicas ya estaban allí esperando un poco hartas. Nos aproximamos timidamente al grupo de las seis chicas quienes sonrieron al vernos.
- Ya era hora de que aparecieran- nos regañó Mercedes.
- Mi culpa- Admitió Blaine.
Los nervios me dominaron por completo. Mis amigas miraron picaramente a Blaine y luego dirigieron su mirada hacia mí.
- ¿No vas a presentarnos, Kurt?- Me dijo Tina sonriendo de oreja a oreja asustándome un poco.
- Claro. Chicas les presento a Blaine. Blaine ellas son Tina, Rachel, Quinn, Santana, Brittany y ya conoces a Mercedes. – Le dije señalándolas una por una.
Blaine se aproximó a darle un beso a cada una.
- No sabía que Kurt tenía un amigo tan guapo- Dijo Santana mientras lo saludaba. Lo dijo solo para molestarme. Estaba seguro.
- El tampoco me mencionó que sus amigas eran tan lindas- Contestó Blaine haciéndome reír un poco.
El problema surgió cuando le toco saludar a Rachel. Como era de imaginarse, inspecciono de arriba abajo a Blaine con mucha suspicacia. Blaine miró la miro bastante desconcertado. Claro, había olvidado advertirle sobre Rachel. Finalmente Rachel dirigió su vista hacia mí.
- De acuerdo, esta aprobado. - Declaró mi amiga. No podría explicarles como deseaba tener en ese momento un martillo y darle bien fuerte en la cabeza a Rachel. Mis ex compañeras comenzaron a reír a carcajadas. Por suerte Blaine parecía no entender muy bien a que se refería Rachel.
- ¿Es una especie de código?- me preguntó Blaine.
- Solo ignórala- le rogué.
Comenzamos a caminar en dirección a Breadsticks. No había mejor lugar para cenar en todo Lima. Brittany se aproximó a mí mientras Rachel tenía entretenido a Blaine hablándole sobre las regionales, técnicas vocales o cosas así.
- ¿Probaste lo del corazón?- me preguntó Brittany. Realmente esperaba que lo olvidara.
- Si- le contesté en voz baja.- no puedo creer lo que diré pero tenías razón Britt, funciona.
Brittany me sonrió con ternura haciéndome sonrojar un poco.
- ¿Qué?- le pregunté tratando de no ser tan obvio.
- ¿Sabes? Cuando llegaste junto a él me di cuenta. Realmente te gusta- me confesó mi amiga.
-¡Shh!- la callé nervioso. Brittany comenzó a reír ante mi reacción.
-... y es por eso que creo que si bien la sincronía de los Warblers es muy buena, necesitaran un poco más de sazón para las regionales. No es que quiera presumir, pero si hubiera cantado yo en las regionales seguramente hubiéramos ganado nosotros. - era imposible ignorar la voz chillona de Rachel.
- No me digas- le contestó Blaine sonriendo.- Aun así creo que las otras chicas cantaron muy bien. Tu interpretaste "The Time of my life" con el otro muchacho rubio ¿no es cierto?- dijo dirigiéndose a Quinn.
- Si- respondió Quinn.
- En teoría ese dueto nos pertenecía a mi y a Finn- interrumpió Rachel. El rostro de Mercedes reflejaba que quería meterle un calcetín en la boca, y ciertamente la idea sonaba tentadora.
- Realmente fue un muy buen número. Tu voz es sumamente dulce. Déjame adivinar. Ese chico era tu novio ¿Cierto?- le preguntó Blaine.
- ¿Tanto se notó?- preguntó Quinn un poco ruborizada a lo que Santana desvió la vista con hartazgo.
- ¿Qué hay de ti Blaine? ¿Tienes novio?- le preguntó Santana con una sonrisa siniestra. No sabía si acabar con ella o con Rachel primero. Los cabellos se me estaban poniendo de punta
Blaine soltó una carcajada
- Oh no, estoy soltero por el momento.- respondió Blaine.
¿Por el momento? ¿Por qué por el momento? ¿Qué significaba ese por el momento? ¿Acaso me estaba poniendo un poco paranoico?
- ¿Eso significa que estas interesado en alguien? ¿Por casualidad lo cono…?
- Ya, Santana, déjalo en paz. – La frené antes de que desatara una catástrofe. Si Blaine estaba interesado en alguien, no quería enterarme.
Blaine me miró por un par de segundos y me guiñó el ojo. Desvié la mirada un poco incomodo ante el gesto. Finalmente llegamos a Breadsticks donde tomamos una mesa.
- No voy a discutirlo, quiero frituras, un plato lleno de frituras.- exigió Mercedes.
- ¿Podrías dejar de comer esas porquerías?- le pedí un poco angustiado por su obsesión- Terminarás con una sobredosis de colesterol.
- Déjame vivir la vida – me respondió mi amiga.
- Oye, Santana, tu fuiste la que interpretó "Valerie" ¿Cierto?- le preguntó Blaine.
- Otro solo que debió ser mío- se quejo Rachel.
- O cállate enana verde- Le dijo fastidiada Santana- y si, fui yo.
- Debo admitírtelo, realmente tu interpretación fue puramente sobria. Y con el baile de Brittany y el otro chico dio un complemento muy dinámico a la presentación. Comenzamos a preocuparnos con los muchachos.- le dijo Blaine
- Pues gracias- contestó Santana, orgullosa de si misma. – ustedes también lo hicieron de maravilla.
-Oh por cierto tengo una pregunta desde hace tiempo.- Comenzó Rachel. Genial, soltaría la lengua una vez más. Ya me estaba mentalizando para atajarla en caso de que dijera algo impropio.- ¿Por que no dejaron a Kurt hacer un solo?
Todos la miramos en silencio. Realmente no esperaba esa pregunta. ¿Por qué a Rachel le importaba si yo hacia un solo o no?
-Bueno, realmente a mi me hubiera encantado darle un solo- Respondió Blaine sonriendo- pero los chicos dijeron que era… "demasiado pasional." Los Warblers no tratamos de destacar individualmente, nos lucimos en conjunto.
- Francamente no le encuentro el sentido-declaró Rachel- ¿ Que caso tiene formar parte de algo cuando no puedes destacar? Quiero decir, no es que este criticando el sistema de los Warblers, pero en New Direction cada miembro del Club Glee es único por sus cualidades individuales y eso es lo que nos hace especiales. No es por menospreciar a mis demás compañeros, pero Kurt ,después de mi claro, era la persona con más talento del club. Digo, ¿Cuántos chicos contra tenores conoces? Además del buen gusto musical.
Por un lado me sentía tremendamente conmovido de que Rachel pensara eso de mi. No esperaba realmente que apreciara así mi talento. Me parecía tierno que mi ex rival ahora intentara defenderme como solista dentro de los Warblers, a pesar de que algunos de sus comentarios ofendieron bastante a las otras chicas. Seguramente todas estaban pensando seriamente en tirarle un Slushie en el rostro. Blaine la miraba en silencio con bastante asombro hasta que finalmente decidió hablar.
- Bueno, quizás no pusimos lo suficientemente a prueba.- pensó Blaine- ¡Tengo una idea! ¿Hay algún karaoke cerca? Podríamos…
- No tienes que decirlo para que esta completamente de acuerdo- Sonrió Rachel
- No poseo ninguna objeción- Declaré alegremente.
- Entonces esta decidido- Declaró Tina.
Continuamos la velada con comida y más charlas. Mercedes claramente no siguió mi consejo y se devoró un plato entero de frituras. Las chicas continuaron hablando con Blaine totalmente entusiasmadas. Me sorprendía lo rápido que el logró adaptarse a mis amigas, después de todo No podía decir que eran un grupo muy normal. De cierta forma me llenaba de alegría verlo convivir de esa forma tan natural con mis ex compañeras. No esperaba que las cosas salieran tan bien. Finalmente al terminar de cenar nos dirigimos al único Karaoke de todo Lima. No era fabuloso pero había que admitirlo, tenía todo lo necesario para pasar una buena noche.
- Diablos, no se que cantar- dijo Tina mirando la lista de canciones disponibles
- Oye Kurt- me llamó Blaine quien se aproximo a mi acortando bastante la distancia- más te vale cantar bien porque te pondré a prueba personalmente.
- Observa y aprende- le dije completamente seguro de mi mismo. Ya sabía que tema cantar, pero no lo haría solo- Rachel, tengo una idea y sé que te fascinara.
- Habla- me ordenó. Le susurré algo al oído para que nadie más escuchara y una sonrisa iluminó su rostro- eres un genio.
- Por supuesto que lo soy- le dije con mucha soberbia y haciéndola reír.
Ambos nos paramos en el escenario sin dar aviso a nadie.
- Esto se va a poner interesante- la escuché decir a Mercedes.
- Mira bien Blaine- pude oír la voz de Tina hablando- cuando Rachel y Kurt trabajan en conjunto no puedes esperar nada menos que algo fabuloso.
- Pista cuarenta y nueve por favor- pidió Rachel
Ni bien colocaron la canción todos la reconocieron al momento y saltaron de emoción. Blaine nos miró con asombró quizás por la osadía de haber elegido tal tema. Fue así como comencé a cantar.
Rachel siguió la próxima línea
Nuevamente me tocó a mí seguir la canción
Y otra vez Rachel Y otra vez yo


Rachel se colocó en una pose provocativa y prosiguió
Le seguí el juego y también imité su pose
Ahora cantábamos al unísono.
Mientras la canción seguía y nosotros dominábamos el escenario pude observar con atención a Blaine quien miraba con una sonrisa nuestra fabulosa presentación. Quizás si hubiera estado en cualquier otro lugar en ese momento me hubiera ruborizado y portado como un tonto. Pero no iba a hacerlo. Estaba pisando un escenario. No era un escenario como el de las seccionales pero un escenario al fin. El único lugar donde me sentía completamente seguro de mí. No iba paralizarme, no iba a quedar en ridículo frente a Blaine. Iba a mostrarle todo mi potencial aunque me costara todas mis cuerdas vocales.
Ahora Rachel y yo cantábamos juntos mostrándole al mundo todo nuestro poder y glamour. Si había alguien con quien amaba cantar era con ella. Solo nuestras voces alcanzaban tal magnitud. Todos los presentes nos miraban con mucha atención algunos chillando o aplaudiendo. Juraría que los ojos de Blaine no se despegaban de mí lo cual me daba más ánimo para seguir cantando. Era el momento del gran final, Rachel y yo comenzamos a cantar con toda nuestra energía y espíritu.

La canción finalizó. Los aplausos y silbidos ocuparon todo el salón. Las chicas aplaudían y gritaban entusiasmadas. Blaine simplemente sonreía y aplaudía mirándonos fijamente a Rachel y a mí. Al parecer lo habíamos impresionado.

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Después de un par de horas de diversión y música se hicieron las doce. Era hora de ir volviendo a Dalton. De hecho, ya estábamos completamente retrasados. Comenzé a despedirme de mis amigas en una esquina.
-Fue un placer conocerte, Blaine- dijo Tina saludándolo.
- El placer fue mío. Me la pasé muy bien con ustedes señoritas. – le contestó besando su mejilla
-Hay que juntase de nuevo, realmente fue muy divertido – admitió Quinn.
- Eso dependerá exclusivamente de Kurt.- Les dijo Blaine
- Eso significa que te veremos muy a menudo- Dijo Santana guiñándome un ojo. Mis instintos homicidas se incrementaban cuando esa chica habría su boca.
Me despedí de mis amigas dándole a cada una un fuerte abrazo. Ya nos encontrábamos a una distancia prudencial cuando claramente se hoyo la voz de Rachel a lo lejos
-¡Cuida bien de Kurt, Blaine! Si lo lastimas caerá toda New Direction sobre ti. – Le advirtió mi amiga.
Mis mejillas se tiñeron completamente al oírla. Blaine, como siempre solo soltó una carcajada. Me impactó el hecho de que le respondiera.
- ¡Descuida Rachel! Lo cuidaré mejor que a nadie
La vergüenza ajena que me había dado Rachel se transformó en un instante en propia. ¿Acaso Blaine acaba de decir que me cuidaría? ¿Mejor que nadie? Quería saltar como un bobo de la alegría. No creía que estas palabras hubieran podido salir de su boca. En todo el camino de regreso no me atreví a dirigirle la palabra. No sabía que decirle. Además, el sueño me fue venciendo y terminé por dormirme. Fue una delicada sacudidad de Blaine la que terminó por despertarme.
- Hey Kurt, ya estamos aquí.- me dijo en susurro.
-¿Qué?- dije frotándome los ojos mientras intentaba despertarme. Efectivamente, ya estábamos en Dalton.
- Ahora debemos ir con precaución, no vaya a ser que nos descubran. – me susurró nuevamente.
Realmente no fue tan difícil como esperaba. Nos movimos con agilidad y, sorteando cada tanto a un vigilante, logramos llegar hasta el cuarto. Blaine fue quien abrió la puerta. El cuarto estaba totalmente desierto. Esta noche, quizás, sería una de las peores. Tenía el cuarto solo para mí y para Blaine. Suspiré con fuerza y decidí hacer a un lado aquellas horribles ideas que se estaban cruzando por mi mente. Pero claro, Blaine nunca me lo iba a hacer más fácil. Ni bien puso un pie en la habitación se quitó los zapatos, su chaqueta y luego su remera, dejando otra vez reluciendo ese pecho desnudo que tanto me enloquecía. Dejándome nuevamente en una de mis tantas luchas internas.
- Buff… estoy totalmente exhausto- Dijo Blaine tumbándose… sobre mi cama. ¿Por que diablos tenía que tumbarse sobre mi cama?
Tomé mi pijama y me dirigí al baño a cambiarme. No demore mucho por que estaba inmensamente cansado y necesitaba ya mismo ir a dormir. Debería haberme quedado en el baño. Al salir, encontré nada mas ni nada menos la silueta casi dormida de Blaine sobre mi cama. ¿Ya había expresado antes lo hermoso que se veía cuando dormía? Supongo que si. De todas formas, el cabello revuelto de aquella forma lo hacia ver mucho más guapo y angelical. No me cabía la menor duda de que Blaine era un príncipe. Me costaba mucho pensar que tendría que correrlo. Con cautela me aproxime a él. Dude un poco en si tocarle un hombro o no pero finalmente lo hize. Mis mejillas, que raro, se tiñeron de rojo nuevamente.
- Oye, Blaine… lo siento pero debo moverte de lugar. – le dije dulcemente
-¿Por qué?- se quejó él. Me dio un poco de risa debo admitir, su voz de dormido era muy tierna.
- Estas en mi cama… ve a la tuya- lo regañé.
- No quiero- se siguió quejandose.
- Blaine yo también tengo que dormir- le dije un poco harto. ¿Por qué siempre se empeñaba en hacerlo tan difícil?
-Nadie te lo impide. Hay lugar de sobra y no pienso mover un músculo más- me dijo.
Juro que mi corazón casi sale volando por los aires cuando pronuncio esas palabras. ¿Estaba sugiriendo que yo durmiera… con él? Oh diablos… ¡Demonios, maldición y mil rayos! ¿¡Acaso Blaine quería matarme de un infarto? Esto parecía hecho a propósito. Mi indecente menté recordó el beso, su torso y… ¡Agh! Ahora si me estaba volviendo completamente loco. ¿Aceptaba la invitación de Blaine y me abstenía a las consecuencias? ¿O me negaba y me maldecía a mi mismo? De cualquier forma saldría perdiendo. Mire unos segundos fijamente a Blaine. Si no fuera por que estaba enamorado él lo hubiera estrangulado por haberme hecho tal sugerencia. Suspire profundamente antes de zambullirme a lo que seria mi perdición. Finalmente me acosté junto al lado de Blaine (No puedo creer que estoy diciendo esto) mirando en dirección contraria a su cuerpo.
- Al menos puedes correrte y hacerme algo de espacio- le pedí un poco molesto.
Ambos intentamos de acomodarnos como pudimos hasta que finalmente terminamos pegados, uno al lado del otro mirando al techo. Tomar contacto con el cuerpo de Blaine, tan próximo al mío me volvía loco. ¿Por que diablos había aceptado tal idea? Claro, por que no pude resistir la tentación de estar tan cerca de Blaine. Si bien me ponía nervioso y me enloquecía por completo, también una sensación de paz y estabilidad me invadían. Era totalmente relajante encontrarme a su lado, me sentía inmensamente feliz y a la vez inmensamente perturbado. No podía continuar así. Si no sofocaba este amor por Blaine terminaría por perderlo.
- Realmente son muy simpáticas tus amigas- comentó el mirando fijamente al techo.- incluso Rachel me calló muy bien.
- Eso es por que eres una persona muy paciente- le contesté disimulando todas esas emociones que me colmaban.
- Me pareció un poco soberbia cuando dijo que si hubiera cantado ella habrían ganado. Aunque sabes, creo que tenía razón. Su voz es espectacular, esa niña nació para estar en un escenario.
- Si al menos una pizca de su talento fuera humildad… aunque debo admitirlo, de a poco va mejorando su mal genio. El año pasado realmente me contuve de cocerle los labios.
Blaine hecho una carcajada. Su voz se oía mucho más potente a esa distancia. Se me heló la sangre.
- Tu también eres muy talentoso Kurt- me dijo. No podría explicarles la felicidad que sentí. Que alguien tan brillante como Blaine me reconociera era más de lo que podía pedir- Se equivocaron mucho al no dejarte hacer un solo. Aquella versión tuya de "All that Jazz" fue sensacional.
- Por favor, continua- le pedí haciéndolo reír nuevamente. Nos quedamos unos segundos en silencio mirando el techo hasta que Blaine decidió continuar.
- Mañana te iras no es así- me dijo sonando un poco nostálgico.
- Si. Papá y Carole deben estar extrañándome – le respondí. Miré a los ojos de Blaine. Recordé entonces que él se quedaría solo aquí en el colegio y me morí de pena. No quería dejarlo solo. - ¿Seguro que prefieres quedarte aquí? – le pregunté.
- Realmente no tengo muchas ganas de volver a casa- respondió con un aire triste.
Me partía el corazón aquel tono de su voz. En eso, una idea surgió en mi mente. Una idea realmente peligrosa. Intenté reprimirla de verdad lo hice, pero supongo que mis impulsos fueron más fuertes.
- Estaba pensando…- comencé. Quise detenerme, de verdad que lo intenté. No pude- ¿Qué tal si vienes conmigo a casa? Realmente no me gustaría que te quedaras solo aquí.
Blaine volteó a verme, todavía recostado. Esperaba que me respondiera algo. Sus ojos clavados en los míos me ponían sumamente nervioso.
- No quiero molestarte ni a ti ni a tu familia, Kurt- me dijo- Esta bien.
-¿Bromeas? Será sensacional tenerte allí. Tendré con quien discutir cosas importantes todo un fin de semana como cual fue el mejor vestido de los Golden Globes.- lo incentivé. Ok, debía estar enloqueciendo completamente.
Blaine comenzó a reír a carcajadas nuevamente.
-Todos saben que fue el de Olivia Wilde.- me contestó Blaine bastante seguro de su decisión.
-¿Bromeas? ¿Qué me dices del de Natalie Portman? Era una obra maestra- les discutí.
Ambos nos quedamos nuevamente en silenció.
- Vamos, ven. No te quedes solo aquí- insistí.
Blaine suspiró y me miro a los ojos sonriéndome.
- Esta bien, de acuerdo.
Comencé a chillar feliz. No se por que hice un gesto tan tonto e infantil. Me sonrojé al instante. Al parecer verme como tonto se estaba volviendo una de mis mejores cualidades. Blaine simplemente me sonrío. Oh al menos, eso pensé. La cosa no acababa aquí. Quizás el momento que estaba por acontecer fue uno de los momentos más peligrosos de toda mi vida. Creo que ningún enfrentamiento con Karofky habría sido tan peligroso como esto. Ya sea por el cansancio o por que simplemente no había más que decir nos quedamos en silencio mirándonos mutuamente. Ninguno dijo nada, las palabras no fluían y posiblemente no lo harían. Solo era mi rostro frente al de Blaine, mi cuerpo frente al de Blaine. La distancia entre nuestros cuerpos era mínimamente de diez centímetros. Solo estaba a veinte centímetros de su rostro. Observé con cuidado cada mínimo detalle de su cara. Recorrí sus cejas, ojos, nariz, hasta terminar en el lugar más peligroso de todos: sus labios. Mi mente, traicionera e infiel, me mostró nuevamente aquel beso. Esta vez, de todas formas, pude experimentar nuevamente aquella sensación del contacto con los labios de Blaine, las mariposas en el estomago. Esa sensación tan placentera y asesina. Era oficial. Quería besarlo, moría de ganas de besarlo. Con todas mis fuerzas intente reprimir aquel deseo, quedarme quieto, pero era como si mi cuerpo tuviera voluntad propia, y cada vez mi cuerpo, claro que con una lentitud imperceptible, se acercaba más y más a Blaine. Eso no fue lo peor de toda la situación, juraría. Que había algo extraño allí no parecía como si yo fuera el único que estaba arrimándose. Oh no, si fuera creyente, juraría por todos los santos que Blaine también se estaba aproximando a mí. Ya no quedaba una distancia mayor que cinco centímetros. Cinco benditos centímetros me separaban de los labios de Blaine. Una parte de mi se negaba a entregarse, si daba un paso en falso, si me acercaba un poco más acabaría con nuestra amistad definitivamente. La sangre se me estaba helando, no podía permitir que pasara. Pero de alguna extraña manera quería que sucediera, quería besarlo. Todo era una lucha de tire y empuje de mi mente y mi cuerpo. Y si tenía que ser franco, mi mente estaba perdiendo y por mucho. Eso era lo más terrorífico de todo estaba perdiendo la batalla, estaba solo a cinco malditos centímetros de arruinarlo todo. Jamás había experimentando hasta el momento tanta adrenalina, creía seriamente que iba a morir de un paro cardiaco. No se si para fortuna o desgracia. Si fue el destino o no. Pero Blaine sonrió con resignación mirándome fijamente.
-Será mejor que vuelva a mi cama, antes de que cometa una locura- me dijo con su típica sonrisa
Se levantó sin decir nada más y se metió en su cama. Allí me dejo, solo en mi cama, totalmente pasmado y con el corazón latiendo como nunca antes en mi vida. Miré a la nada totalmente agitado. ¿Cómo se supone que tenía que reaccionar? No había comprendido en absoluto como habíamos llegado a tal situación y menos aquel último comentario. Acomodé mi cabello como pude y me acosté mirando para el lado contrario de donde estaba Blaine. ¿Que acababa de pasar? ¿Acaso… acaso estuvimos al borde de besarnos? Esta vez, no había muérdago para defender aquella actitud. Lo cual me hizo preguntarme algo totalmente descabellado y loco que hasta hace un par de semanas jamás se me hubiera cruzado por la cabeza. ¿Cabía la remota posibilidad de que aquel beso que Blaine me había dado en navidad fuera algo más que solo un simple beso bajo el muérdago? La duda al menos, esta noche no sería contestada. Pero de algo estaba seguro. Aquello momento que acabábamos de pasar recién era el principio de algo más grande.



No se pierdn el proximo capitulo: " Family Portrait"

OMG!!! MUEROO!*-*

Ame este capitulo fue tan awww :3!
Pero el final *O* Dios! El final!!

Realmente no puedo decir algo
coherente en estos momentos
estoy en un ataque *-*!!!!!

Lo amee :3 & estaré esperando ansiosa
que vuelvas de tus vacaciones :D, Por cierto,
diviertete n__n!

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh 3 semanas sin tu fic ann??? te odiooooooooooooo jajaja HERMOSOOO