Fic: El Amor nunca es fácil-Roto-Cap. 128

-Blaine, tu padre quiere hablar contigo- dijo Elizabeth a su querido hijo.
-Voy tarde a la escuela, podrías decirle que luego de dejar a Kurt en su casa vengo a hablar con el, por favor.
- No te preocupes y dale mis saludos a Kurt y recuérdale que de vez en cuando me llame.
- Se lo diré-dijo Blaine al cerrar la puerta mientras corría hasta su auto.
Blaine tuvo un mal presentimiento, ¿que querría su padre?, hacia tiempo que no hablaban mas de lo justo para mantener un ambiente mas o menos normal en su casa.
Al llegar de vuelta de la casa de Kurt, Blaine subió a su habitación dejo sus cosas sobre su cama y bajo corriendo hacia la oficina de su padre, sabia que hacerlo esperar no era una buena idea antes de tener una de esas conversaciones que generalmente terminaban en pelea, se había prometido no crear más conflictos, para no hacer pasar malos ratos a su madre, sabia cuanto sufría ella por sus discusiones.
-Permiso, ¿puedo pasar? –pregunto el joven asomando su cabeza por la puerta de la oficina de William.
-Adelante Blaine, siéntate, debemos conversar- dijo su padre con un tono severo. Blaine lo miro y supo que esta conversación no iba a terminar bien.
-Bueno, quería hablar contigo acerca de algo importante. Como sabrás Blaine, estoy a punto de pasar a la cabeza de la empresa para la cual trabajo, debes saber también que se trata de una empresa con tradición.
-Bueno, felicitaciones entonces papa, ¿hay que celebrar no?-dijo un poco confundido, caminando de vuelta hacia la puerta al pensar que eso era el asunto que quería comunicarle, después de todo, desde hace tiempo que su padre no lo hacia participe de los acontecimientos de su trabajo.
-Espera Blaine, aun no termino. Como te decía, es una empresa de tradición y aunque he logrado mantener en secreto tu…condición, tu noviazgo pone en peligro mi ascenso, así que decidí, cambiarte de colegio, te vas de Ohio-le anuncio sin siquiera mirarlo mientras firmaba un par de papeles sobre su escritorio.
-¡Qué!, pero papa, porque no me hablaste de esta decisión, yo no me puedo ir, mis amigos, mi madre, Kurt- Como podría vivir sin Kurt pensó.
-Blaine, es por ti que hago esto, estoy seguro de que irte te ayudara a aclarar tu “condición”, y tu madre...bueno ella te visitara los fines de semana, ¿ya eres un adulto no? O eso es lo que siempre dices. Además quedan pocos meses para que termine el año y después de eso ese chico al que llamas tu novio ¿te dejara no es así? No debes importarle mucho, después de eso podrás volver si quieres y pasar tu último año en casa. Piénsalo como un pequeño descanso del colegio publico.
-Pero papa, ¿no hay otra opción acaso?, puedo ser más discreto si te parece, pero no me alejes de todos, por favor, no puedo dejar a mis amigo otra vez, tenemos una competencia importante pendiente, y serán los últimos meses con Kurt- Blaine miraba suplicante a su padre, pero parecía no darse cuenta, o no importarle.
-Blaine, ¿ser mas discreto? Por favor, casi vives en la casa del tipo ese, es una estupidez, ya te he dicho, dentro de una semana te vas, así que podrías comenzar a despedirte.
Blaine no quería dejar a Kurt, ni a su madre, los amaba tanto, había pasado toda su vida ocultando lo que era para complacer a su padre, pero esto... era demasiado. Debía hacer algo para quedarse.
-Papa, tengo una oferta-dijo Blaine sin pensar.
-Nada de ofertas, soy tu padre y puedo hacer con tu vida lo que me plazca.
-Pero escúchame por favor-suplico.
-Bueno, te escucho Blaine-dijo dejando de lado un par de carpetas que tenia entre sus manos.
-Si me dejas quedar, prometo ser más discreto… y… también acabar con las visitas a la casa de Kurt-fue lo primero que se le paso por la cabeza.
-¿Para eso me hiciste dejar de leer estos documentos?-dijo retomando las carpetas que hacia unos segundos había dejado tirados.
-Eso no basta Blaine, yo ya tome una decisión. He hablado esto contigo antes, te dije que tenias que alejarte de el pero no hiciste caso. Trate dejarte tranquilo, pero esto es mas importante.
-Y…si yo terminara con él- En que estaba pensando… ¿terminar con Kurt? ¿Como haría eso? Yo no quería hacer eso, él es lo mejor que me ha pasado.
-¡Bien!, ¿ves Blaine? eso si es una verdadera oferta, serás un buen empresario un día.
-¿Estas seguro de que quieres hacerlo?... no quiero obligarte a nada-le dijo dándole una burlona sonrisa.
-Claro que no quiero hacerlo, pero si es lo que tengo que hacer para no irme… lo acepto.
-Entonces creo que tenemos un trato, te quedas, pero si llegases a intentar engañarme, sabes muy bien que lo averiguare, tengo ojos en todos lados Blaine. Una mentira y eso seria tu pasaje directo fuera de la ciudad- William ofreció su mano a su hijo para cerrar el trato.
-Si papa, lo hare-contesto dándole también la mano.
Blaine se dirigió a la puerta, dio un profundo suspiro y salió de la oficina de su padre en estado de shock, afuera lo esperaba su madre quien había estado escuchando desde el otro lado de la habitación.
-Blaine, ¿estas bien? ¿Que has hecho?
-Era la única opción mama, no me puedo ir, no podría vivir lejos de él, apenas estoy aceptando el hecho de perderlo cuando se gradué, no podría desperdiciar este ultimo tiempo que tengo de estar por lo menos cerca suyo-Elizabeth abrazo a su hijo mientras éste rompía en un llanto ahogado sobre el hombro de la mujer.
Elizabeth se separo un poco de su hijo para mirarlo a la cara.
-No podrás acercarte a él Blaine, sabes que tu papa habla en serio con eso de tener ojos en todos lados.
-Intentare mantenerme a distancia… pero por ahora solo sé que no podría vivir sin verlo mama.
La noche parecía mas oscura y las estrellas menos brillantes, Blaine subió a su habitación y se tiro en la cama abatido, le dolía todo el cuerpo, como si hubiese sido golpeado. Miro al techo y comenzó a pensar en lo que había prometido, debía terminar con Kurt.
Al día siguiente Blaine decidió no asistir a clases, tenia tanto en que pensar. A mediodía recibió una llamada, era Kurt, Blaine tomo su tiempo antes de contestar.
-¿Kurt?
-Si, estoy bien, solo tuve que acompañar a mi madre al medico… si ella esta bien Kurt, no te preocupes. Si. Si, a las 5 nos vemos, si Kurt, yo también te amo, nos vemos más tarde-Blaine corto y volvió a sumirse en sus pensamientos.
-Debo terminar con Kurt, pero no ahora, quiero aprovechar nuestros últimos días… -se dijo.
¿Como podía estar planeando los últimos días con Kurt?, ese pensamiento lo rompió, las lagrimas volvían a su rostro, no quería hacerle daño a su ángel, pero tampoco quería dejarlo, ni a el ni a su madre.
A las 5 en punto paso a buscar a Kurt, irían al cine y luego a pasear, Kurt le había ofrecido quedarse en su casa esa noche, Blaine sabia que tal vez esta seria su última noche juntos así que acepto.
-Blaine, deja de mirarme y ve la película-le susurro a su novio al ver la poca atención que prestaba a la pantalla.
Blaine hizo caso omiso a la petición de Kurt, levanto el apoya brazos que los distanciaba y se acercó al cuello de Kurt para besarlo.
-¿Blaine que haces?, estamos en el cine… ¡por favor!-volvió a susurrar con un tono un poco mas molesto.
-Pero si la sala esta casi vacía… mira la pareja de más adelante… tampoco esta prestando mucha atención-reclamo Blaine.
Kurt intento mantenerse serio en su postura pero los ojos de Blaine lo derretían, no había mucho que hacer.
-Bésame-exigió Blaine.
Kurt lo observo unos pocos segundos, la luz de la película y la oscuridad de la sala hacían que sus ojos brillaran de una manera especial, Kurt se extraño al notar un pequeño dejo de tristeza en la mirada de su novio.
-Te amo mucho.
-Y yo a ti, pero quiero que me beses Kurt.
Kurt paso sus delgados y largos dedos por la mejilla de Blaine, dejándolos libres luego en los rizos del moreno. Se acercó lento para dejar un pequeño beso en los labios de su novio, pero éste lo tomo del cuello e impidió que se alejara, Kurt se dejo caer sobre su asiento y Blaine se acomodó casi subiéndose por completo sobre su propio asiento para dejar sin movimiento a Kurt.
-Blaine, tranquilo, ya podremos hacer esto en casa…-trato de alejarse para recuperar el aliento.
-No quiero esperar…-dijo besándolo nuevamente.
Kurt dejo de pensar y se relajo, sintió los labios insistentes de Blaine moverse rápido entre los suyos, basto que Kurt abriera solo un poco su boca para que Blaine entrara efusivamente con su lengua, haciendo aun mas intensa la sensación del beso, Kurt podía sentir como Blaine respiraba entrecortadamente, ansioso.
Tanta pasión en un sitio publico desconcertó a Kurt, abrió sus ojos un poco preocupado de que alguien los estuviese viendo, definitivamente la sala estaba casi vacía de no ser por una pareja sentada un poco mas adelante, quienes tal como había dicho Blaine no estaban prestando mas atención a la película de lo que ellos mismos lo hacían, así que se tranquilizó.
Volvió a fijar su mirada en el rostro de Blaine, se veía extraño, su rostro mostraba ansiedad y pasión, pero lo que a Kurt termino de preocupar es que también vio ira y por sobre todo dolor.
-¿Blaine? ¿Te sientes bien?-pregunto apresurado ante su descubrimiento.
Blaine abrió sus ojos y se quedo congelado ante la expresión de la mirada de Kurt.
-Yo… claro. Perfectamente-dijo dándole una sonrisa.
-Es que te vez… ¿triste?
-¿Cómo podría estarlo Kurt?, nada me puede entristecer si estoy contigo-respondió tomando el rostro de su novio entre sus manos y besándolo nuevamente.
Luego de unos segundos Blaine cerró con más fuerza sus ojos y con un movimiento lento paso su mano por su propia mejilla eliminando toda huella de una pequeña gota que se había logrado escapar.
Cuando la música de la película dejo de sonar Kurt se alejó un poco, las luces lentamente comenzaron a encenderse, era momento de partir.
-Tendrás que traerme a ver la película otro día, nos la perdimos completamente gracias a tus arranques de locura-solicito Kurt.
-Te lo prometo, la próxima semana la veremos-mintió.
Luego del cine dieron un pequeño paseo y volvieron a casa, cenaron junto a Finn ya que Burt y Carole estaban aun de viaje.
-¿Me acompañas a ver el partido?-pregunto Finn a Blaine.
-Lo siento Finn… pero estoy un poco cansado, creo que iremos a dormir-dijo tomando la mano de Kurt.
-Puedes dormir otro día… este partido no se repetirá- advirtió.
-Puedes verlo si quieres-ofreció Kurt.
-No. Solo… quiero subir.
-Ok. Vete, pero la próxima semana nos acompañas, estará Burt en casa, a él no te podrás negar con la excusa de meterte en la cama de Kurt-dijo Finn haciéndole una señal para dejarlo en libertad de acción.
-¡Finn! ¡No digas eso, cuida tus palabras!-lo regaño Kurt.
-Ok… buenas noches, que DUERMAN bien-dijo poniendo hincapié en lo ultimo.



Los dos muchachos subieron, Kurt se tiro sobre la cama y se quito los zapatos, Blaine por su parte cerró la puerta y le puso seguro.
-¿Estas muy cansado?-pregunto Kurt un poco preocupado.
-No lo suficiente como para que te deshagas de mi…
-¡Blaine!
El muchacho se lanzo sobre su novio y se quedo quieto, solo sintiendo el cuerpo de Kurt bajo el suyo, hundió como siempre su cabeza en su cuello para sentir su aroma.
-Has estado extraño todo el día Blaine, ¿te sientes bien?-pregunto nuevamente Kurt.
-Estoy perfectamente, es solo que te necesito…
-Blaine…-Kurt fue silenciado por un profundo beso.
-Shhh…-fue lo único que salió de sus labios, Blaine apago la luz.
Las manos de Blaine se deslizaron por debajo de la chaqueta de Kurt, sus labios volvieron a unirse, esta vez en un tierno beso, Blaine se separo solo unos milímetros del rostro de Kurt y lo observó fijamente, bajo el cierre de la chaqueta de Kurt y se la quito, hizo lo mismo con su camisa, el castaño hizo lo mismo con Blaine.
-¿Blaine?
-Kurt… solo quiero…-no término la frase y comenzó a besarlo de nuevo, dejo correr sus manos por todos los caminos que ya conocía.
Kurt no quiso hacer mas preguntas, solo se dejo llevar.
Aunque Kurt consideraba que cada vez que hacia el amor con Blaine experimentaba nuevas sensaciones, esta vez había sido diferente, un poco desordenado, pausado a ratos, tal vez un poco desesperado, necesitado, como si su vida dependiese de ello.
-Tal vez solo lo había imaginado-pensó Kurt antes de dormirse sobre el pecho de Blaine.
Esta era la segunda noche días sin poder descansar, por lo menos lo confortaba tener a Kurt durmiendo sobre su pecho, hubiese dado su alma porque el tiempo se detuviese y estar así para siempre, sintiéndose seguro, formando parte de este pequeño mundo que tenían cuando compartían una cama, un lugar en donde nada podía tocarlos, donde nadie podía separarlos.
Aun no sabía como hablar con él, ¿que le diría?
“Kurt debemos terminar, o mi padre me eliminara del mapa, o perderá su trabajo, o ya no podre volveré a ver a mi madre, o ya no volveré a verte.”
-No volver a verlo, eso no lo soportaría. Como podía mi propio padre hacerme esto, ¿acaso no se supone que los padres deben querer ver a sus hijos felices? ¿Acaso no se ha dado cuenta de que soy más feliz que nunca desde que estoy con Kurt?-pensó.
-No, al parecer eso no le importa-se dijo a si mismo lo suficientemente bajo como para no despertar a su pequeño ángel, quien dormía plácidamente.
Al día siguiente ambos asistieron a clases, ya estaban a mitad de semana, todo estaba a punto de comenzar a cambiar.
-Por fin es viernes-se dijo Blaine, había estado escapando de su padre y de Kurt todo el día, no podía mirarlos a la cara, a ninguno, a su padre porque siendo sinceros, lo golpearía, y a Kurt… no podía verlo sin pensar en que debía terminar con el, en el daño que le haría.
Esa tarde Blaine fue a Dalton, necesitaba hablar con alguien, con un amigo, quería desahogarse. Desafortunadamente no encontró ni a Richard ni a Nick ni a Jeff, al parecer habían tenido la tarde libre, un viaje perdido para el, solo vio a Sebastian, pero definitivamente no tenia la menor intensión de contarle a el sus problemas, sin embargo quedo con el de acompañarlo a tomar un café al día siguiente.
Mientras Sebastian y Blaine hablaban, el ex Warbler vio entrar al café a Kurt, hizo como si no lo hubiera visto y siguió platicando con Sebastian animadamente, tal ves si Kurt estaba enojado con el seria mas sencillo terminar. Vio como el castaño lo miraba desde una esquina del café y luego lo vio salir muy enojado, tal ves esta no era la manera, pero por ahora era lo único que tenia.
Apenas vio salir a Kurt, se despidió de Sebastian y se fue a su casa. Subió directo a su cuarto y se acostó, como las noches anteriores solo se quedo mirando el techo, no podía dormir, otra vez.
Blaine no contesto las llamadas de Kurt el resto del fin de semana, necesitaba convencerse de que se iba a separar del hombre que amaba, ese hombre que lo había estado esperando tanto tiempo, el hombre al que él espero toda su vida, y que ahora debía dejar partir. Se sentía tan egoísta, había decidido solo terminar, sin explicaciones, prefería terminar con el y tenerlo cerca que hacerlo desaparecer por completo de su vida, el problema es que Kurt no sabría esto y sufriría.

Ya era Lunes, Blaine abrió los ojos y vio que el sol ya había salido, otra noche en vela, se levanto y se miro al espejo, sus ojos estaban hinchados, no sabia bien si era por la obvia falta de sueño de las ultimas noches o por haber estado llorando, paso sus manos por su rostro intentando dar un poco de color a sus mejillas, se veía horrible, si Kurt lo viera así se preocuparía.
Camino al baño, se dio una ducha fría y se vistió, antes de salir reviso que todo estuviese en orden, fijo su vista en su mano, hizo girar su anillo un par de veces antes de quitárselo, miro el grabado que tenia y lo dejo sobre su mesa de noche, justo al lado de la foto que los mostraba a ambos abrazados.
Bajo a la cocina y vio a su madre preparando un café.
-Buenos días mama.
-Buenos días Blaine-dijo ofreciéndole una taza.
-Voy un poco tarde, no te preocupes-respondió el muchacho.
-No has dormido ¿cierto?
-¿Se nota mucho?-dijo dando una risa ahogada.
-Blaine, ¿no crees que es mejor que hables con Kurt acerca de esto?
Blaine dio un fuerte suspiro y miro al suelo.
-¿Crees que no lo he pensado?
Elizabeth lo miro llena de tristeza, sabia perfectamente lo que Kurt significaba para su hijo y lo mucho que le dolía dejarlo.
-Mama… dime… ¿que puedo hacer? ¿Revelarme contra mi papa otra vez? Viste que casi golpeo a Kurt la última vez que lo intente, ni siquiera tengo la edad suficiente para largarme de aquí sin que él pueda llamar a la policía y hacerme volver.
-Si se lo digo a Kurt vendrá a enfrentar a mi papa, seguramente Burt también lo hará… no quiero que tengan problemas por mi culpa, si hay una forma de evitar eso... lo hare, además nada de lo que hagan impedirá que me envíe lejos, incluso, tal vez lo empeorara-termino de decir golpeando la mesa de manera nerviosa con su puño.
El solo hecho de pensar que su hijo quisiera irse hizo estremecer a Elizabeth.
-Yo no quiero dejarte mama, ni a Kurt.
-Pero podría haber una solución.
-Mama, tu lo conoces mejor que yo, sabes perfectamente que cuando él quiere algo no se detiene hasta que lo consigue, ambos sabemos que mi traslado a Dalton no solo fue para mantenerme en un ambiente protegido… el creía que enviándome lejos podría hacer que yo cambiara mis “tendencias”, en ese momento no me importaba irme lejos, pero ahora… ahora esta Kurt, y no podría alejarme así de él, no ahora… que nos queda tan poco tiempo.
-Pero Blaine… ¿que pasara con el?
-El estará bien, eso espero, es fuerte, tiene a Finn, a Rachel… no dejare que mi papa le haga daño, además créeme, hay alguien que cuidara de él.
-¿Estas seguro?
-Si, es lo que debo hacer.
Blaine tomo su bolso y camino hacia la puerta de su casa, cuando salió se encontró con su padre, parado al lado de su auto con los brazos cruzados esperándolo. Definitivamente si había algo que haría de este día el peor día de su vida era tener otra conversación con ese hombre.
-¿Ya hablaste con el?-pregunto William.
-Lo hare hoy-respondió sin mirarlo a la cara.
-Eso espero, estuve averiguando un par de cosas…
-¿A si?-contesto sin darle mucha importancia.
-Claro…el padre del chico… ¿su nombre es Burt no es así?
-¿De que hablas?-dijo Blaine intentando evadir la pregunta mientras caminaba hacia la puerta de su auto.
-Escuche que tiene un puesto en el congreso…
Blaine estaba un poco confundido, el jamás le había hablado del padre de Kurt mas de lo necesario, intentaba que supiese lo menos posible acerca de la familia de su novio.
-Sabes que tengo muchos amigos en el congreso Blaine…-le dijo mientras se giraba y se apoyaba en el techo del auto de su hijo para quedar mirándolo de frente.
-¿Que quieres decir con eso papa?… tu no…
-¿Yo?... Blaine yo solo quiero que termines de convencerte de que esto es lo mejor que puedes hacer… por tu familia ¿recuerdas?, también por Kurt.
-Ese chico tiene una linda familia…su padre se caso hace poco con una mujer llamada Carole, quien tiene un hijo… ¿Finn Hudson es su nombre no es así? También esta en tu escuela y planea irse a Nueva York con su novia…
-No te metas con ellos-dijo pausadamente.
-Claro que no, quien te crees que soy…solo estaba haciendo un comentario.
-Siempre piensas lo peor de mi Blaine.
-No me has dado la más mínima razón para no hacerlo.
El muchacho subió a su auto y emprendió su viaje, era verdad que su padre tenia influencias y conocía a mucha gente, pero el no haría nada en contra de la familia de Kurt…
-Eso seria demasiado-pensó.
El momento había llegado, había estado pensando en como hablar con Kurt, lo llevaría al parque en el que siempre paseaban, tal ves estar en un lugar que les trajera buenos recuerdos lo hará mas sencillo.
Las clases pasaron muy lento, mi mente estuvo en cualquier parte, al salir lo espere, luego de unos minutos lo vi conversando con Rachel, se veía un poco preocupado, pero en cuanto nuestras miradas se cruzaron su hermosa sonrisa volvió aparecer.
Me acerque a ellos para saludar, pero Rachel se alejó haciéndome señas con su mano. Cuando llegue al lado de Kurt me saludo con un abrazo y un beso, quise alargar ese momento lo mas posible, quería recordarlo, no quería que terminara.
Tome su cara entre mis manos, lo mire unos segundos y me perdí en eso ojos azules que me daban tanta paz, lo acerque lentamente, quería que cada instante durase una eternidad, roce sus labios con los míos, sentí su aliento, dulce aliento que me embriagaba, mi estomago giraba mas de lo normal.
Jamás había dejado de sentir esas mariposas en el estomago desde el primer beso en Dalton, mis manos sudaban igual que ese ese momento, pero esta vez la sensación era aun mas intensa, lo bese con fuerza, intentando guardar un recuerdo de cada sensación, cada centímetro de esa hermosa boca me pertenecía, y ahora había decidido dejarla para siempre. Mi lengua recorrió cada rincón, jugueteo con su lengua, suave y delicadamente. Era momento de detenerme y hacer lo que debía. Ese había sido nuestro último beso.
-Era un idiota, por estar dispuesto a dejar este placer tal vez para siempre- pero la conversación con su padre en la mañana había terminado de convencerlo.
Kurt tomo mi mano durante el camino, se veía muy feliz, eso me destrozaba.
-¿No estaba enojado por lo del fin de semana?… después de todo eso era parte del plan- pensó, se sentía asqueado de solo pensar en que tenia un plan para hacer esto.
Una vez ahí intente ser lo mas rápido, pero era imposible, ¿como decirle a la persona que mas amas en el mundo que debes dejarlo?, ¿como decirle que ya no puedes estar con él?, cuando lo único que quieres es abrazarlo y decirle que es solo una broma, y que no podría vivir sin el.
Cuando comencé a hablar note la angustia en su rostro, seguramente estaba imaginando mil escenarios distintos, tratando de entender lo que le estaba diciendo en estos momentos, así era el, siempre intentando saber todo, tratando de mantener el control.

Kurt no estaba bien, sabia que iba a ser así, por lo que decidí cerrar los ojos, eso me permitiría hablar sin distracciones, sin mirarlo, sin ver su dolor, sin dejarlo ver mis ojos, que seguramente le estarían gritando cuanto lo amo y que no quiero decir ninguna de las palabras que salen de mi boca, sin mi anillo, aquel que sellaba una promesa de amor, un amor que en este momento estaba sepultando, tal vez para siempre.
-“Kurt debemos terminar.”
Esperé, pero Kurt no reaccionó, solo se quedo callado.
-Grítame, golpéame-pensaba, hazme sentir culpable por favor Kurt, no te lastimes tu, soy yo el que tiene que sufrir. Pero no hubo respuesta, solo silencio, y luego sus lagrimas, que en ese momento también eran mías.
Kurt tomo mi mano, sentí sus dedos hurgueteando entre los míos, esperando encontrar mi anillo, pero no estaba…
-Si Kurt, he roto mi promesa. Perdóname.-siguió hablando consigo mismo en lo más profundo de su mente.
Como dolía, sentía que me estaba quemando vivo, cada musculo de mi cuerpo estaba tenso, pero debía ser fuerte o me quebraría en mil pedazos, no podría seguir con esto y terminaría lejos de Kurt por no cumplir mi promesa, era tan absurdo, tener que romper lo mas importante que he hecho en mi vida para no romper una estúpida promesa que estaba acabando con lo mas hermoso que tenia, mi ángel.
Sentí como Kurt caía, quise levantarlo pero si lo hacia no seria capaz de terminar lo que había comenzado. Levántate Kurt, por favor repetía en mi mente, soy yo quien debería estar de rodillas suplicándote perdón.
Podía escuchar cada palabra que salía de la boca de Kurt, tanto dolor, cada palabra me hacia sentir una porquería, porque al final de todo, eso es lo que era, eso es en lo que me había transformado desde el momento en que hice ese maldito trato.
La voz de Kurt resonaba en mis oídos, sus preguntas, sus suplicas, ¿Cómo podía pensar que esto era su culpa? Quería hablarle, pero no podía.
-No…., tu eres perfecto, no hay nada que cambiaria de ti, deja de pedir perdón, no has hecho nada-era lo que quería gritarle en ese momento, pero una vez mas solo guarde silencio y me odie.
Cerré mis ojos mas fuerte, quería retener las lagrimas que estaban gritando por salir, no levante mi cabeza, lo solté y dije las palabras mas horribles que jamás pensé decirle.
-“Kurt, ya no te amo”-tuve que morder mi lengua luego de decir estas palabras, sentía como mis dientes comenzaban a rechinar, necesitaba dejar de temblar en ese mismo instante.
Podía sentir como sufría, llorando de rodillas frente a mi y juro que sentía cada lagrima que caía por su rostro, cada sollozo y cada suplica.
-Kurt, aun te amo, si Kurt, soy un estúpido, si Kurt… aceptaría cada golpe que mereciera, por favor dile a Finn y a Puck lo que he hecho para que me golpeen, porque lo merezco, porque no soy el hombre que mereces, porque soy incapaz de vivir sin ti, porque he preferido quedarme a tu lado de esta manera, así podre estar contigo aunque ya no como tu novio, quizá ni siquiera como tu amigo, pero estaré ahí, siguiéndote en cada paso.
Era el momento de marchar, no podía seguir ahí, viendo como Kurt sufría y yo no podía hacer nada, soy un idiota, perdón nuevamente pero no puedo quedarme porque Soy un cobarde -me dije.
Mientras me alejaba fui capaz de abrir mis ojos nuevamente, esta vez nada impedía que las lágrimas salieran.
Aun podía sentir el llanto de Kurt, lo único que quería hacer era voltear a verlo, correr hacia él y besarlo, una y mil veces, secar sus lagrimas y consolarlo.
Si hubiésemos sido mayores de edad lo hubiese llevado lejos, donde mi padre no pudiera dañarnos, pero no era así, mi padre me controlaba y no entendía cuanto te amo.
Caminó lento, no se fue del parque hasta que vio a Finn llegar a buscar a su pequeño.
-No lo dejes solo-rogaba.
Blaine no logro llegar muy lejos cuando cayo al suelo, Kurt estaba sufriendo por su culpa, ya no recordaba como era la felicidad, tal vez algún día Kurt lo perdonaría y podrían estar juntos otra vez, tal ves algún día las estrellas volverían a brillar para él.
Llego a su casa, su madre lo esperaba, supo lo que había pasado en el momento en que lo vio caminando hacia la entrada, lo llevo a su cuarto, lo recostó en la cama y vio como se derrumbaba, lloraba como cuando era un niño, lo vio gritar de dolor, lo abrazaba con todas sus fuerzas, pero parecía que no era suficiente, se quedo con el hasta que se durmió.
Cuando Blaine abrió los ojos estaba solo, la oscuridad aun inundaba todo, habían pasado solo un par de horas pero los recuerdos aun lo destrozaban, necesitaba aceptar como iba a ser su fututo de aquí en adelante.
Se quedo mirando hacia el techo, no podía moverse, sentía que le faltaba el aire, cerro los ojos pero lo único que logro fue ver el rostro de Kurt llorando, no lo soportaba, sentía como si le hubiesen arrancado la mitad de su corazón, de su alma, se sentía completamente indefenso sin su ángel.
Como podría ir al colegio en la mañana, como podría ver a Kurt a la cara, estaba tan asustado.

Ni Kurt ni Blaine habían logrado dormir lo suficiente, la noche había pasado lánguidamente para ambos, parecía estar mas oscuro que de costumbre y cada sonido era menos brillante, ninguno tenía ánimo de levantarse, ninguno noto que el sol ya había salido.

Finn no se sorprendió al encontrar el comedor de su casa vacío, generalmente era Kurt quien estaba ahí cuando el despertaba, preparando su desayuno y sus almuerzos, ya que Carole y Burt vivían viajando por las nuevas obligaciones en el congreso que Burt había adquirido, así que subió al cuarto de su hermano y golpeo la puerta, pero no hubo repuesta.

-Kurt ¿estas bien?-pegunto acercando su oído a la puerta de la habitación.

-Vete Finn, déjame solo, no voy a ir al colegio hoy.

-Tal vez nunca mas vaya-pensó Kurt.

Finn abrió la puerta y se quedo mirándolo, jamás había visto a Kurt así, ni siquiera cuando Burt había sufrido el ataque el año anterior, Kurt siempre trataba de ser fuerte, porque sentía que si él no lo era la gente comenzaría a atacarlo como lo habían hecho durante mucho tiempo, y el ya no estaba dispuesto a seguir con eso, pero al parecer lo había superado.

Finn no tenia claro que era lo que había ocurrido, Kurt no le había dado muchos detalles de la ruptura, solo sabia en las condiciones en las que había quedado, como lo había encontrado tirado al lado de un árbol, llorando como un niño.

Camino hasta su cama, y lo observo con detenimiento.

-Tienes que levantarte, llegaremos tarde-dijo el muchacho, pero Kurt no le respondió, se quedo inmóvil bajo las sabanas.

Finn lo destapo y lo tomo en brazos, Kurt no hizo el mas mínimo intento por evitarlo, estaba como muerto.

El joven lo coloco frente al espejo y lo obligo a mirarse.

-¡Kurt mírate!-dijo gritándole.

-¿Éste es el Kurt que se enfrento a Karofsky?, ¿Eres el mismo que se encargo de sacar adelante el taller, seguir yendo a clases y cuidar de Burt cuando estuvo enfermo? ¿Éste es el Kurt, que se paro frente a todo el colegio cuando fue elegido reina del baile? Dime ¿Dónde esta mi hermano? ¿Donde esta el hombre mas valiente que conozco?

-Se como te sientes, se lo que es perder a quien amas, pero puedes seguir adelante, lo se, aun tienes muchos sueños por los que seguir luchando…

Kurt se miro al espejo y vio a su hermano sosteniéndolo de los brazos, no sabia si podría seguir en pie si lo llegase a soltar, aun dolía, demasiado.

-Kurt, ahora te vas a vestir y vas a ir al colegio conmigo, estaré ahí cuando sientas que no puedes mas, cuando sientas que te vas a derrumbar solo llámame, no te dejare solo, soy tu hermano, incluso puedo cumplir mi promesa de golpear a Blaine si eso te hace sentir mejor, se lo diré a Puck y a Richard.

Kurt se estremeció ante esa idea.

-¡No!- Grito.

-No le hagas daño, yo no podría… desearle nada malo a Blaine, aun después de lo que ha hecho-dijo casi susurrando, sentía como sus ojos comenzaban a humedecerse nuevamente, era una sensación a la que ya se estaba acostumbrando.

-¿Iras a clases entonces?-pregunto intentando darle una sonrisa.

-Esta bien Finn, iremos a clases, tengo que verlo, hablar con el, tal vez…solo tal vez él quiera... no se, ya no se ni siquiera lo que espero de Blaine- dijo Kurt con pesar.

-Tu puedes Kurt, recuerda, eres valiente. Finn camino hacia la puerta.

-Finn...

-¿Si?

-¿Crees que haya algo mal conmigo?

-¿De que hablas? Te lo dije una vez…eres maravilloso, tal cual eres, no hay nada de malo en ti.

-Gracias.

Kurt se vistió, sin prestar atención, tomo su bolso y camino hacia la cocina, lamento no haber podido preparar el almuerzo para Finn, tal vez mañana tendría un poco mas de animo para eso. Salió de la casa y fue auto esperando a que Finn llegara y lo llevara, tal como la noche anterior.

Para Blaine, llegar a clases tampoco fue sencillo, era tanta la culpa que sentía que apenas y lograba moverse, sentía su cuerpo pesado, manejo lentamente, esperando no llegar nunca a su destino.

Al sonar el timbre los pasillos se llenaron de estudiantes que caminaban como siempre, sin darse cuenta de que habían dos alumnos que como zombis deambulaban a su alrededor, nadie los vio, a nadie le importo.

A la hora de almuerzo ya todos los integrantes del club Glee sabían lo que había pasado, solían almorzar juntos, pero ahora eso seria difícil, Rachel y Mercedes fueron a buscar a Kurt a su salón, lo encontraron sentado sobre una mesa, cerca de una ventana, solo, parecía no haber sentido la campana, estaba perdido mirando un anillo rodar entre sus dedos.

-¿Kurt?, que haces aquí, vamos a comer algo.

-No tengo hambre- Respondió con un hilo de voz.

-Kurt tienes que comer algo, Finn nos dijo que no tomaste desayuno-regaño Rachel.

-De verdad no quiero comer, vayan ustedes-les respondió sin siquiera mirarlas.

-Vendrás con nosotras y comerás algo-dijo Mercedes tomándolo del brazo y tirando de el hacia la salida.

-¡Déjenme solo!-grito dejando a Rachel y a Mercedes un poco asustadas.

-¡¿Qué pretendes, quieres que te vea así?!- esta vez era Rachel quien le gritaba.

-¡Qué quieres! ¿Dar pena? ¿Ese es tu plan para recuperarlo?-volvió a gritar la pequeña.

-Yo…yo… yo solo quiero saber porque lo hizo, quiero arreglarlo-su voz comenzó a temblar, parecía que era algo a lo que debería empezar a acostumbrarse, no había dejado de ocurrir desde que Blaine dijo no amarlo.

-Para eso tienes que estar bien tu primero Kurt, y si no comes jamás lo estarás, necesitas recuperar tus fuerzas, mírate, te vez horrible.

Mercedes le dio una mirada de reprobación a Rachel, no quería desatar la ira de Kurt, en las condiciones en las que estaba no era la mejor idea.

Kurt termino cediendo a las peticiones de sus amigas y las acompaño al comedor, se sentó a su lado y ella comenzaron a hablarle, Kurt no presto atención.

-Toma, es para ti-dijo Rory dejando una manzana sobre la mesa en la que Kurt estaba.

Kurt levanto la mirada y se encontró con una gran sonrisa en el rostro de su amigo.

-¿Puedo sentarme?-le pregunto.

-Si quieres…

-¿Como te sientes?-pregunto.

Rachel y Mercedes le dieron una mirada de odio al irlandés, ellas estaban tratando de subirle el animo a su amigo y el no hacia nada mejor que recordarle lo que le había pasado.

-¡Shhh!-le dijeron al muchacho.

-Perdón…-se excuso.

-Rory, estoy bien, no te preocupes.

-No parece…-dijo mientras sintió las miradas de las muchachas tras su espalda nuevamente.

-¿Quieres ir a dar una vuelta?-ofreció el irlandés.

-Esta bien, prefiero eso que estar aquí con estas dos locas-intento bromear, pero al parecer había perdido la capacidad de reír.

-Toma, por si te da hambre-dijo Rory ofreciéndole nuevamente la manzana a Kurt.

-Gracias-respondió dándole una mordida.

Ambos muchachos se pararon y se fueron caminando al patio.

-Entonces… ¿terminaron?

-Si.

-¿Que fue lo que ocurrió?… si se puede saber claro-trato de no ser muy curioso, pero le preocupaba el estado en el que se encontraba Kurt y necesitaba saber si había algo que pudiese hacer.

-En realidad ni siquiera lo tengo claro-respondió.

-Pero que fue lo que dijo…

-Que ya no me ama…-suspiro.

-No creo que eso sea así Kurt.

-Yo pensaba lo mismo Rory, pero al parecer estaba equivocado.

-¿Has intentado hablar con el?

Kurt guardo silencio, sabia que Rory apreciaba mucho a Blaine, y no quiso decirle como había terminado aquella conversación, en primer lugar porque no quería que se enterase de como había terminado el, tirado junto a un árbol llorando y sin ser capaz siquiera de volver por sus propios medios a su casa y segundo, no quería que supiera la completa falta de interés que había demostrado Blaine ante la condición en la que él había quedado, tenia claro que el moreno se había ganado el rencor de la mayor parte del coro, y no quería que Rory también se alejara de él.

-Espero que las cosas se arreglen-termino por decir Rory notando que Kurt no quería seguir hablando del tema, justo antes de que el timbre sonara.

-¡Rory!-le dijo Kurt tomándolo de la chaqueta.

-¿Si?-respondió girándose un poco para mirarlo.

-No… no lo dejes solo.

Rory solo asintió con la cabeza antes de seguir caminando.

Blaine sintió sonar el timbre, guardo sus cosas y se quedo sentado, miro hacia la puerta y vio lo que tanto había estado deseando. Finn y Puck lo estaban esperando, Finn con sus manos en los bolsillos apoyado en el umbral de la puerta y Puck de brazos cruzados con cara de pocos amigos.

-Por fin-pensó, es momento de obtener lo que merezco.

-Blaine, necesitamos hablar contigo- dijeron ambo muchachos.

Blaine se había preparado para esto, no diría nada, no tenia derecho a pedir misericordia.

-Bueno, de que quieren hablar- dijo Blaine, sabiendo la respuesta.

-Mira Blaine, pensábamos golpearte, te lo habíamos dicho hace tiempo, hemos visto a Kurt llorar por ti, prometimos acabar contigo si lo llegabas a hacer sufrir-dijeron.

-¿Por qué dicen? pensábamos…habíamos….-se pregunto Blaine.

-Afortunadamente para ti, Kurt es demasiado bueno para eso, y nos pidió que no te hiciéramos nada.

-¿Qué?-Blaine estaba un poco decepcionado. ¿Como que no me golpearían? ¿Por qué Kurt no quería acabar conmigo después de lo que le había echo?, esto era mi castigo, lo merecía, lo necesitaba.

-Claro… pero Kurt es demasiado bueno para hacerme algo así- se repitió Blaine en su mente.

Finn y Puck quedaron desconcertados con la expresión en el rostro de Blaine, primero desilusión y luego una pequeña sonrisa.

-Blaine, aléjate de él, no lo sigas lastimando, o ni las suplicas de Kurt te salvaran esta vez, ¿lo entiendes?-dijo Puck dándole pequeños golpecitos en el pecho con su puño.

-Si. No lo molestare más-Blaine no dijo esto para evitar una golpiza, el de verdad quería ver bien a Kurt, lo había visto llorar demasiado desde que lo conocía, lamentablemente y muy a su pesar la mayoría de las veces por su propia culpa.

Luego de esta conversación Blaine se fue caminando hacia su casa, necesitaba tomar un poco de aire, dejar de pensar por un instante. Se detuvo en el parque en que esta pesadilla se había desatado, y ahí, en el mismo cerezo en que había visto a Kurt la última vez, estaba él, parecía esperarlo, pero no podía acercarse.

-¡Blaine! - gritó Kurt.

Se acercó lo más rápido que pudo. Blaine estaba caminando en sentido opuesto, huyendo de él al parecer.

-Blaine quiero hablar contigo, es solo un momento-dijo agachando su cabeza, parecía un poco avergonzado.

-No Kurt, no tenemos nada de que hablar- dijo Blaine mientras le daba la espalda y seguía su camino.

-Pero Blaine, solo quería saber por qué….-pregunto tomándolo del brazo para que dejara de caminar, solo lo libero cuando logro su propósito.

-Pensé que eso había quedado claro ayer. Si quieres podemos ser amigos Kurt, solo eso-respondió ahora mirándolo de frente.

- Blaine, yo no quiero ser tu amigo-Kurt dudo unos segundos antes de proseguir.

-Yo te amo.

-Amistad es todo lo que puedo ofrecerte Kurt, no me pidas mas.

Kurt no entendía que pasaba, como Blaine podía decirle esas cosas, como había dejado de amarlo de un día para otro.

-¿Esto tiene que ver con Sebastian?

Blaine sabía lo que debía responder, pero el solo hecho de decirle que estaba con otra persona le parecía horrible.
Blaine reunió fuerzas y lo lanzo.

-Si Kurt, es por Sebastian-mintió.

Blaine sintió como Kurt volvía a llorar.

-¿Como podía creer eso? ¿Como podía pensar que sentía algo por Sebastian? ¿Acaso nunca creyó todas las veces que le dijo que no sentía nada por él?-se preguntaba a si mismo.

-Kurt por favor, deja de llorar-dijo colocando su mano sobre el hombro del muchacho.

Kurt no quería llorar mas, pero las lagrimas no obedecían a sus deseos, siempre había sabido que Blaine era demasiado para el, Sebastian se lo había dicho.

Kurt de manera inconsciente se acercó a Blaine, quien se quedo quieto, petrificado ante la cercanía del cuerpo de Kurt, el castaño apoyo su cabeza sobre el hombro de Blaine y éste paso sus brazos por la cintura del muchacho, no opuso resistencia a los brazos de Kurt pasando alrededor de su cuello. Sintió como su camisa se humedecía.

Tanto Kurt como Blaine se sintieron en paz por unos segundos.

-Kurt, lo siento pero no puedo, esto tiene que terminar-le susurro al oído y le dio un beso en el cuello, cerca de la cicatriz que tenia Kurt, uno de sus lugares preferidos, ya que según Blaine, allí era donde mejor se sentía su olor.

-Esta bien Blaine, solo quería preguntar por ultima vez, pero veo que tienes las cosas claras-dijo entre sollozos mientras secaba sus lagrimas con la manga de su sweater, alejándose del moreno.

Kurt lo miro por última vez, se dio la media vuelta y se fue caminando sin despegar los ojos del suelo.

Blaine se quedo en su lugar para observarlo, se veía tan débil. Pero esto era lo mejor, sabía que Kurt era fuerte y que saldría adelante, se recuperaría.

Uno de los dos debía de ser feliz, y Blaine esperaba con todo su corazón que ese fuese Kurt, él podía seguir así, solo conformándose con estar tras sus pasos, en las sombras observándolo, como lo había hecho antes Kurt, cuando él no sabia lo que sentía.

Ya habían pasado casi dos semanas desde que Blaine había dejado a Kurt, ninguno de ellos se había hablado mas de lo necesario desde ese día en el parque.

Desde que todos supieron lo que había ocurrido solo Rory hablaba con Blaine, el resto de los muchachos lo saludaba por cortesía pero habían cortado cualquier otro contacto con el.

Por otra parte Kurt había decidido alejarse de todos, sus compañeros se esforzaban por hacerlo sonreír, intentaban pasar la mayor cantidad de tiempo a su lado pero a él parecía no importarle.

Blaine y Kurt tenían un par de clases juntos, compartían mesa durante la hora de almuerzo con el resto de sus compañeros y asistían a las reuniones del club Glee, esa era la peor parte, porque en una de las canciones que preparaban para las nacionales debían cantar juntos, aparte de esos pequeños momentos, era como si ya no se vieran, o por lo menos eso era lo que intentaban.

Kurt, se esforzaba por no sentir, había caído en un abrumador sueño del que no podía despertar, seguía haciendo su vida normal, asistía a clases y al coro, pero estaba sin vida, se movía por inercia, sabia que debía comer, estudiar y hablar, lo hacia pero no de manera consiente, era como estar en coma pero despierto, deambulaba por los pasillos con la mirada baja, había olvidado cuando fue la ultima vez que había sonreído, ya no había motivo por el cual hacerlo.

Blaine por su parte no estaba mejor, todos se daban cuenta, él tampoco estaba bien. Parecía estar sumergido en el mismo sueño que Kurt, sin sentido, sin dirección.

Pasaron el uno al lado del otro, como si no se conocieran, cada uno perdido en su propio mundo.

-¿Has vuelto a hablar con el?-pregunto Rory a Blaine al ver la escena.

-No, creo que no quiere verme-respondió el muchacho.

-Es extraño que estés con Sebastian, ni siquiera lo he visto cerca de aquí, si ahora estas con él estoy seguro que pasaría pegado a ti, además te ves… ¿triste?

-Yo estoy como siempre, él tiene sus clases, por eso no nos vemos tanto-dijo tratando de justificarse.

-Raro…-dijo Rory sin creer la versión de Blaine.

-Nos vemos mañana-se despidió el irlandés.

-Nos vemos-dijo Blaine sin ánimo siguiendo su camino.