[Resuelto]FanFic: Una historia de instituto

anteojos sobre ruedas hdp!!!! odio a artie con todo mi corazon!!1 nadie se mete con mis brittanas, NADIE!! estoy segura de que britt lo hace para obligar a santana a que le confiese que es lo que en realidad siente!! artie entendelo brittany no te quiere y nunca te va a querer!!
espero que actualices rapido!!!

Aquí dejo otro para compensar el haber tardado tanto en actualizar antes :) jaja! Espero que os guste y no os enfadeis conmigo por el final... :$

CAPÍTULO 20
-Despierta, despierta, despierta, despierta… -dijo una voz cerca de mi oído.
-Para que comprar un despertador si ya estás tú –gruñí sin abrir los ojos.
-Hoy tenemos el juego de imitar –dijo levantándose de un salto y dirigiéndose al armario para ponerse un uniforme limpio.
-Ah sí, ya sé por quién vas a empezar –dije con más ánimos de levantarme.
-¿Quién? –al ver mi cara de duda prosiguió –Tienes que darme un tiempo para meterme en el personaje.
-Está bien. Tu primera imitación será Quinn.
Ella asintió y se mantuvo callada durante todo el trayecto, según sus palabras para meterse en la mente de Fabray.
Cuando cruzamos la puerta de la entrada le susurré un “ya” y su expresión corporal cambió totalmente.
Se puso rígida, levantó la cabeza y una sonrisa de superioridad apareció en su cara. No podía negar que era buena.
Al final del pasillo vimos a Quinn y nos dirigimos a ella.
-Hola chicas, Britt ¿qué haces? –dijo con su típica ceja levantada.
-¿No lo ves? Dejar claro quién manda aquí –respondió la aludida imitando la ceja levantada a la perfección.
-¿Me estás imitando? –dijo con incredulidad.
-A ti te lo voy a decir –dicho eso se dio la vuelta y empezó a andar hacia la sala de coro con las manos en su cintura y mirando por encima del hombro a todo el mundo. Corrí para alcanzarla y le dije:
-Ya basta de Fabray –su cuerpo se relajó y volvió su sonrisa genuina de siempre –Era fácil, ahora te toca Rachel Berry.
Empezó a concentrarse y cuando entramos en el Glee Club le susurré otro “ya”.
Rachel estaba en medio de la clase hablando rápidamente con el Sr.Schue. Britt se acercó dando pasos cortos hacia donde estaban.
-Hola Sr.Schue. llevo tiempo queriendo proponerle una actuación del coro adaptando el musical Annie, claro que no será como en Broadway pero hasta que llegue al estrellato me tengo que conformar con hacer los solos de aquí, aunque no os merecéis mi voz –acabó susurrando y sentándose a mi lado dejando a Will y Berry pasmados. Yo me estaba retorciendo de la risa, era tan sublime.
El Sr.Schue hizo como si nada hubiera pasado, pero a lo largo de la clase Britt interrumpía para hacer comentarios tipo Rachel Berry provocando la risa de todos menos de ella.
-Ya basta de Berry, a ver si llama a su clan hobbit y consiguen romperte un pie –dije aún entre risas después de su último comentario.
-Uff, menos mal que me has dejado parar. Ser Rachel agota mucho.
-Por eso se ha quedado así de enana: gastó hasta la hormona del crecimiento para aumentar su autoestima.
Al salir nos alcanzó Quinn.
-Bonito espectáculo. Ya sé a que estáis jugando y te propongo una imitación: Santana –dijo la rubia mirándome desafiante.
-¿Y que me darías? –dijo la otra rubia pensativa.
-Lo que tú quieras y lo que te daría Santana.
-Es que lo que San me va a dar no lo quiero de ti. Eres muy guapa, pero me van más las morenas –dijo poniéndole una mano en el hombro para consolarla.
-Oh por favor. No iba a hacerlo igualmente –dijo con el ceño fruncido.
-Más te vale, Juno –le susurré al oído antes de reír por toda la escena montada.
El día pasó así, entre imitaciones y bromas y tuve que admitir que había superado mi reto con creces.
-¿Qué es lo que quieres de mí que no te puede dar Quinn? –dije con morbosa curiosidad cuando entramos a casa.
-Esta noche lo sabrás, pero se parece algo a esto…
Dicho eso me apoyó con suavidad a la pared y se dedicó a prestarle atención a mi cuello, besándolo y atrapando mi piel con delicadeza entre sus perfectos dientes. El calor aumentó considerablemente en la habitación y tanto o más en mi cuerpo.
-¿Y tengo que esperar hasta ésta noche? –dije con los ojos cerrados y mis manos apretándola más a mi cuerpo.
-Ajá… así sufres un poco –dijo dejando un último beso y alejándose hacia la cocina. ¿Un poco? Para nada iba a sufrir un poco. Iba a pasarme toda la tarde encendida hasta que llegara la noche y la tuviera para mí entera.
Fui al baño a mojarme la cara con agua fría y observé una mancha morada adornando mi cuello.
-Genial, ahora cada vez que me mire a un espejo me acordaré de esto –dije mientras me soltaba el pelo para tapar la mancha morada –Mucho mejor.
En la cocina, Britt estaba comiendo a una velocidad de vértigo y mirando el reloj cada dos por tres.
-¿Y esa prisa? –dije cogiendo un poco de sopa y carne que mi madre había dejado preparada.
-He quedado y ya llego tarde.
Engulló toda la comida de su plato y fue al baño.
-Sany, me voy –se acercó y me dejó un suave beso en los labios, luego acercándose a mi oído dijo: -No te canses mucho, que esta noche necesitarás todas tus energías –dejó un pequeño mordisco en el lóbulo de mi oreja y salió alegremente de casa dejándome con las mejillas encendidas.
Cuando por fin me iba a poner a comer (mi tripa lo pedía a gritos, literalmente), llamaron a la puerta.
Abrí y un cuerpo se abalanzó encima de mí mientras las lágrimas no paraban de brotar entre sus ojos.
-Quinnie ¿qué ha pasado? –dije guiándola hacia el salón para que se relajara.
-Tranquila, que Britt te rechazara no es para tanto –traté de bromear, pero eso incrementó más la velocidad de salida de sus lágrimas.
-No fastidies que es por Britt…
-Claro que no, estúpida… -dijo mientras apoyaba la cabeza encima de mis piernas y se tumbaba a lo largo del sofá.
Durante unos instantes sólo me dediqué a acariciarle el pelo lentamente.
-He roto con Sam y le dije a Finn que me gustaba, pero él me rechazó… -dijo cuando acabó de llorar.
-¿Cómo? ¿Qué has roto con Trouthy Mouth para declararte al gigante verde?
-Sí… pero no soy Rachel y me ha rechazado y me siento humillada.
Oh no, eso sí que no. Nadie puede humillar a mi segunda rubia favorita. Sólo yo si me hace la puñeta, pero nadie más
-Quinnie tranquila, que Finnonce no se va a salir de rositas –dije con determinación.
-Ah no, San. Nada de decirle a Rachel lo tuyo.
-¿Cómo que no? Hace unos meses me hubieras dicho que sí… ¡Vamos! Somos las bitchs del McKenley High –dije un poco confundida ante su actitud.
-Pues tener una hija te hace madurar. Tú y yo no somos las mismas del año pasado. Tú también has cambiado, has aceptado que quieres a Britt y eso es algo muy grande.
-Supongo que tienes razón –dije tras unos instantes de reflexión.
-Por cierto, ¿y esa mancha en el cuello? ¿Tienes un amante vampiro o qué? –dijo entre risas.
-Eres lo peor…
-Parece que alguien se lo pasa muy bien con su nueva compañera de piso –dijo aún metiendo cizaña.
-Te odio, cállate.
-Por cierto, ¿le has dicho que la quieres?
-Eh… no… -dije bajando la mirada.
-¡Pero a qué estás esperando! Si esperas mucho es posible que la pierdas. No digo que no te quiera, si no que se puede cansar de esperar.
-Se lo diré… pronto –dije con miedo.
-¿Esta noche? –dijo alzando las cejas.
-Para esta noche tenemos otros planes, ya sabes, el premio del juego de hoy –dije mordiéndome el labio mientras unas imágenes de lo que iba a pasar se formaban en mi mente.
-Eh, vuelve de tu mundo obsceno –dijo golpeándome –Supongo que en algún momento tendréis que hablar –le dirigí una mirada de duda –Ogh, vale, pues por la mañana o antes de empezar.
-¿Por qué quieres que lo haga tan pronto?
-Por si no te acuerdas, hoy tenía una cita. A lo mejor ni metiéndote prisa sirve para que no sea demasiado tarde –me miró con seriedad.
-Está bien, esta noche. Te lo juro –dicho esto mi tripa empezó a hacer ruidos.
-Creo que tu tripa está tratando de comunicarse con nosotras. Es algo así como: “socorro, aliméntame” –dijo poniendo vocecitas.
-Si alguien –dije mirándola acusadoramente –no me hubiera interrumpido con sus llantos lo hubiera hecho antes –acabé haciendo presión para acallar esos ruidos.
-Acepto mi culpa, pero ahora ve y come algo. Yo te espero aquí viendo la tele –dijo encendiendo la tele.
Engullí prácticamente la comida y me acomodé en el sofá junto a mi amiga.
No me di cuenta, pero acabé tumbada con mi cabeza sobre sus piernas, justo como ella estaba antes, y sumida en un profundo sueño.
-¿San? ¿Qué hacéis? –ese tono de voz me sonaba… Ah, sí, era Britt pero sonaba un poco… ¿celosa?
-Me he quedado dormida –dije mientras me desperezaba y miraba a Quinn que estaba divertida ante esa escena de celos.
-¿Qué hora es? –pregunté cuando ya había recuperado toda mi capacidad de pensar.
-Hora de irme –dijo Quinn levantándose del sofá –Os veo mañana en el entrenamiento.
Dicho esto se acercó a darme un beso en la mejilla y a susurrarme “díselo”. Sonreí mientras veía como la otra chica fruncía más el ceño. Para disfrutar un poco más de la situación, me levanté y le dí un abrazo y le susurré: “gracias Fabray”.
Le dio un rápido beso en la mejilla a Britt y salió aguantando la risa. Sacudí la cabeza mientras una pequeña sonrisa se formaba en mi rostro.
-¿Qué ha sido eso? –dijo Britt cruzando los brazos y mirándome acusadoramente.
-¿El qué? –dije para tentarla a mostrar que estaba celosa, y no precisamente poco.
-Eso de dormir abrazaditas y susurraros en el oído. Creí que eso solo lo hacían las mejores amigas –era mi oportunidad de decirle que la quería, así que me armé de todo el valor que tenía y solté:
-Britt, tú para mí ya no eres mi mejor amiga… -diciendo eso creí que entendería lo que quería decirle, pero se puso a llorar.
-¿Qué he hecho mal? –las lágrimas rodaban por su preciosa cara a toda velocidad. No aguanté y la abracé mientras enterraba mi cara en su cuello.
-No lo entiendes… yo me he dado cuenta de porque soy tan zorra siempre; soy así porque estoy enfadada porque tengo todos estos sentimientos… por ti que estoy asustada de enfrentarme. Te quiero a ti, y no quiero estar con Finn o con Puck, sólo contigo. Te quiero… -acabé y sentí una pérdida de un gran peso que llevaba soportando durante demasiado tiempo sobre mis hombros. Al ver que no me respondía me puse en una situación aún más vulnerable al suplicarle –Por favor, dime que tú también me quieres…
-Por supuesto que te quiero, y yo estaría totalmente contigo si no fuera por Artie –dicho esto me separé de ella como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
-¿Artie? –fruncí el ceño mientras las lágrimas esta vez rodaban por mi rostro.
-Estoy saliendo con él y también le quiero. No quiero herirle y no puedo romper con él –dijo bajando la cabeza.
-¡Si que puedes! Solo es un estúpido –casi grité con desesperación.
-Pero no estaría bien… Santana, tienes que saber que si Artie y yo alguna vez rompemos y tengo la suerte de que estés aún soltera… -se intentó acercar, pero la detuve. –Soy toda tuya, que orgullo.
-Sí, wow, quién iba a pensar que ser tan flexible iba a significar quedarse tan estancado –volvió a intentar acercarse, pero toda la fuira de mi interior hizo que la apartara de un empujón –¡Apártate de mí!
Dí media vuelta para subir los escalones hacia mi habitación, tratando de recoger los restos de mi corazón que había quedado hecho pedazos.

nunca va a dejar de dolerme leer esta escena, odie, odio y voy a odiar siempre a Artie por esto.

la escena... uf... la escena que aun me hace llorar :'(:...

ja... britt celosa :>.<:... agh... maldito artie ...
quiero mas celos de parte de britt... seria genial... sigo insistiendo que britt se de cuenta que no quiere estar con artie por medio de el plan quintana... los celos... porfa quintana para sacarle celos a britt y que habrá los ojos

que asco ya de Artie! ami me dice eso Santana y muero en el acto , ademas por que se encela de Quinn ella entonces... , geniall siguelo pronto :)

bueno, tengo una sujerencia!! a ver q t parece: un nuvo personaje aparece, se llama lucia cordero y es un vampiro que es amiga de santana de cuando eran mas jovenes, cuando llega a ohio se entera de lo que paso entre las chicas y que el unico estorvo es artie, entoces decide matarlo de manera muy sangrienta!! no se io, pero a mi me encanta!!! ejejjeje mentira!!!
espero tu actualizacion!!

actualizaaaa!!!!!!!!!!! te lo suplico, en verdad espero con ansias el próximo capitulo. pero a esperar!!

Es terrible esta escena, haberla visto llorar tan desconsolada cuando se lo decia aun peor!
Diooos pobre santana, por Artie? quien puede negar a san por artie? Dioooos

WOWWW!!! Me encanta tu fic, es tan asquerosamente lindo... Me rei tanto con el juego de las imitaciones, imaginar a Britt haciendo cosas de Rachel Berry, me partia de la risa. Fue super gracioso...

Esa fue mi cara con el final, de verdad no me esperaba que fuera igual al de la serie, lo que hace que todo sea mas complicado. Santana se alejo de ella, pero ahora viven juntas, como se supone que lo haga ahora?? Solo espero que al alejarse Britt no pida a sus padres que la lleven a Madison con ellos, por sentirse incomoda vivendo con San..

A partir de hoy una lectora FIEL y ANSIOSA por una nueva actualización, espero sea pronto.

Gracias por tan bello fic

Artie siempre metiendo sus ruedas de por medio .... Pobre San, se decide a sincerarse y abrir su corazoncito y se lo rompen -.-!! La parte Quinntana me encanto =)!! y mas Britt celosa...quiza debria darla mas celos, a ver si se da cuenta de que SI puede dejar a Artie jajaja

Muchas gracias por los comentarios! Voy a dejar un breve capítulo pero muy lleno de emoción, que espero que os guste :)
Actualizaré más pronto a partir de la semana que viene, que estaré de vacaciones y tendré tiempo! Disfrutad :D

CAPÍTULO 21

-¿Tana? –susurró desde el marco de la puerta. No era justo. Me rompía el corazón y luego me llamaba por el mote cariñoso que me puso a los 8 años.
-Tana, háblame por favor… -dijo sin moverse de la posición que tenía.
-Todo era mejor cuando no hablábamos –dije dándole la espalda, con la cara enterrada entre las almohadas.
-Siento no poder corresponderte… yo te quiero. Te quiero más que a nada, pero creo que me lo has dicho demasiado tarde. No puedo dejarle porque sí, no estaría bien –notaba su voz cada vez más cerca.
-Hazme un favor: no me hables. No quiero hablar de esto. Haz como que no existo o como que no te importo, no sé, averígualo tú –dije con rudeza.
-Pero sí que me importas –sentí su aliento en mi nuca. Me estremecí ante tanta cercanía, pero al instante me odié por ello.
-No te importo. Si lo hiciera no me hubieras rechazado así.
Se mantuvo en silencio, pero sin alejar su cara de mi nuca. La sentía cerca, pero a la vez más lejos que nunca. Empezó a dejar suaves besos por mi piel. Al principio, mi cuerpo no respondió, acostumbrado a dejarse llevar por las sensaciones que esos labios despertaban en mí, pero el dolor latente del rechazo me hizo reaccionar.
-¿Qué haces? –gruñí separándome de su contacto a pesar de que mi cuerpo me pedía a gritos que no lo hiciera.
-Quiero mi premio –dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
-No –dije rotundamente.
-Tana, por favor –su voz de niña me hizo imaginarme sin necesidad de mirarla que estaría poniendo una cara de cachorrito abandonado.
-Una última vez. Déjame amarte –esas palabras fueron mi perdición y me dije que por una vez más no iba a pasar nada, además, de que mi necesidad de ella era tan intensa que se podía palpar con las manos. Me giré y quedé enfrente suya, mientras oía que decía en un susurro “por favor”.
-Vale. Esta noche déjame hacerte mía –dije con el corazón en el puño.
-Soy tuya –me estremecí ante esas dos palabras, pero obligándome a mantenerme con los pies en el suelo y a no hacerme ninguna ilusión.
-No pienses en nada. Sólo estamos tú y yo –dijo cerrando el espacio que nos separaba para juntar nuestros labios en un beso tan amargo como dulce.
La intensidad creció. Mis manos necesitaban de su piel, mi olfato de su aroma, mi vista de adorarla, mi boca de saborearla y mi oído de escucharla. La necesitaba con los cinco sentidos.
-Te necesito tanto –me susurró casi leyéndome la mente.
Liberé la camiseta de su cuerpo para recorrer con mis manos su piel, para dejar mi imprenta y para acordarme de cada extensión de su cuerpo. Ella cogió mis manos y las guió por su cuerpo, dejando todas las caricias que podía por los lugares que pasaba. Soltó mis manos y se sacó el pantalón de encima.
Mi boca reclamaba contacto con su piel y volví a recorrer su cuerpo de arriba abajo sin prisas, con besos que despertaban mis ganas de ella y unos suspiros ahogados.
Me saqué la camiseta y la falda del uniforme, quedando en ropa interior, que se apresuró a deshacer al igual que hacía yo con la suya. Nos quedamos expuestas la una a la otra. Tumbadas de frente sin tocarnos, solamente mirándonos para tomar una nota mental de cada parte de nuestros cuerpos.
-Ven aquí –susurró cuando acabó el estudio de mi anatomía y me atrajo a su cuerpo. Dejé un suave beso en sus labios, que atraparon los mío y no los querían dejar escapar, pero yo quería seguir con mi expedición a través de su piel.
Llegué a la parte donde más me necesitaba y la amé hasta que culminó su éxtasis entre gritos con mi nombre y diciéndome que era mía. Sonreí al ver como se relajaba entre mis brazos, para luego ver como tomaba el control. Me hizo suya con cariño y entre besos por mi cuello y cara.
Cuando me relajé esta vez yo entre sus brazos las lágrimas rodaron por mis mejillas para ir a parar a su desnudo hombro.
-Gracias –susurró al mismo tiempo que me limpiaba las lágrimas. Restamos en silencio saboreando la presencia de la otra, quién sabe si por última vez.
-Supongo que esto es una especie de despedida –dije tratando de moverme fuera de su abrazo, pero me apretó con más fuerza a su cuerpo.
-Quédate esta noche abrazada a mí. Mañana será otro día –suplicó, pero con una seriedad inusitada en ella.
Dudé. Era ponerme demasiado a su merced; era perder todo el control que tenía anteriormente. “¿A quién quiero engañar? Dejé de tener el control en el momento en que me enamoré de ella” me dije.
Asentí levemente y me acomodé entre su cálido abrazo, al mismo tiempo que ella alargaba su brazo para cubrir nuestros cuerpos con una manta.
Me dormí con el sonido de los latidos de su corazón, que por desgracia no me pertenecían a mí.

Diooos!! escuchaste eso? es mi corazon rompiendose :(
Me mataste con este capitulo!

-Una última vez. Déjame amarte

No le puede decir eso despues de rechazarla, pobre Saaan!!!
Ok tratare de superarlo aunqe no podre, actualiza prontitoo

Que!!!??? Eres muy mala, me haz dejado Como pudiste dejarlo alli???

Estuvo absolutamente hermoso, pero demasiado corto, necesitaba mas apra saciar mis ansias... Esperare esta semana como loca, para que puedas actualizar...

Tu contribuyes a la creación de un Club Anti-Artie, estupido tullido que siempre se empeña es arruinarle la felicidad a mi Sanny

:OPORDIOS: Muy movidito el capitulo, eso es lo peor que alguien te puede hacer pedirte que te entregues después que te rechazo :C Espero tu próxima actualización :D Cuídate

pero que triste!!!!! creo k es la primera vez que comento pero me encanta tu fiic!!!

pobre san :( que triste!!

ahora si odio a artie!! jajaja

y ahora como le harasi ya viven juntas..

Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! =S.. fue hermoso.. Santana jamás podría negarle algo a Britt.. pero Britt, no seas mala, es fácil lo que tienes que hacer, solo le dices a Artie " asi com tus piernas, tu tampoco sirves" y listo, luego de decirle eso vas corriendo donde esta San y le comes la boca con pasión.. es tan dificil hacer eso????.. pero bueno esa "despedida" fue la mejor de la historia.. lo que dijeron me mató, demasiado amor waaaaa!!!.. te suplico que arregles esto, no puedes dejarlas así =S.. en fin espero el siguiente cap

mui bueno el capitulo ame como evolucionó la historia me encanto la parte en que santana no podia negarse a brittany por tanto que quisiera jajaja actualiza pronto y pasa por mi FIC comenta y me dices que te parecio

just our story
http://www.gleeklatino.com/t12884-fic-brittana-just-our-story-capitulo-3?highlight=just+our+story

Me rompiste mi corasonsito Brittana!!! No me parece justo por parte de Britt que la diga que no puede estar con ella porque quiere a Artie y no seria justo para el y sin embargo vaya y le diga a Santana que la quiere y que se den esa clase de despedida .... no es justo para Santana U,U pero espero que esto haga ver a esa latina cabezota que no esta todo perdido y que lo intente con mas ganas aun, es Santana Lopez, nadie la dice que no :P jajaja

Hoola de nuevo! He sacado tiempo para escribir y ahora tendré aún más! Bieeen! jajajaja
Os dejo un capítulo que no sé si es demasiado largo, pero es que me vino la inspiración en ese momento y no sabía como cortarlo.. :$
Disfrutad y dejadme comentarios y vuestras opiniones! Graciaaas :D

CAPÍTULO 22

Desperté veinte minutos antes de lo usual, y al encontrarme en la misma posición que me dormí me separé bruscamente rechazándome el haber cedido.
Empecé a vestirme sin despertarla. Por segunda vez, me determiné a poner una muralla a mi corazón, que estaba demasiado malherido para seguir esa tortura de sentimientos que me provocaba. Programé el despertador, y bajé a la cocina para prepararme un ligero desayuno. No quería hablar con ella, y siendo mi nueva “compañera de piso” lo tenía difícil, así que me arriesgué a enfadar a Quinn y la llamé.
-¿Sí…? –contestó una voz adormilada al otro lado del teléfono.
-Quinnie… todo salió mal, yo necesito que me lleves al instituto –dije tartamudeando. No podía decirle por teléfono toda la avalancha de sentimientos que sentía que me recorría entera.
-Estoy allí en unos 15 minutos. Prepárame al menos un café –dijo cortando al instante. Eso era lo que más me gustaba de Quinn: que pasara lo que pasase siempre estaba para mí, a la hora que fuera y por lo que fuera. Definitivamente era mi gran apoyo en todo este lío.
Preparé su café y cogí todo lo que necesitaba para el día, dejándole una nota a Britt en la nevera que decía: “Me he ido con Quinn al instituto. Las llaves del coche están en la entrada, no hace falta que me las des que volveré con ella también. Santana”. Eso era lo más frío que podía poner y ya me costaba enormes esfuerzos.
Empecé a oír ruidos en la parte de arriba de la casa y la desesperación aumentó, así que salí fuera de casa para esperar a la rubia, con su café en la mano. Pocos minutos después apareció un coche al que me dirigí como alma que lleva al diablo.
-Tranquila, fiera –dijo cuando entré corriendo y cerré con fuerza la puerta.
-Vamos, ve. Que se está levantando –dije mientras miraba a la casa. Parecía que fuera una ladrona que había robado un banco, aunque sencillamente era la chica que amaba levantándose de mi cama después de haber pasado la noche juntas.
Arrancó sin hacer preguntas, y como quedaba casi una hora para que empezaran las clases, nos dirigimos a un parque que estaba bastante cerca de mi casa. Bajamos en silencio y nos sentamos en el banco más cercano.
-¿Por qué me dijiste que se lo dijera? –dije con los ojos ya llorosos. “Das pena” me dije.
-¿Qué ha pasado? –dijo con cara de preocupación.
-Lo que ha pasado es que todo se ha ido a la mierda… me ha rechazado. ¡A mí! –dije con frustración. La verdad era que no entendía el rechazo y me negaba a aceptarlo.
-¿Por qué? Pero si se le nota a kilómetros que te quiere –dijo confundida.
-Pues parece que no tanto como se nota… me ha rechazado por el tullido… si aún tuviera las capacidades completas, pues lo encontraría como competencia, ¿pero él? No puedo creerme que me haya dicho que no por ese medio hombre… -la tristeza había dado paso a la rabia, y no era precisamente poca.
-Relájate… habrá algo que puedas hacer… -empezó a decir, pero la corté.
-No, Santana López no va a arrastrarse por nadie más. Ni si quiera por ella, ya lo he hecho bastante y mira como he acabado. No necesito a nadie, puedo estar bien sin ella –eran más bien palabras para convencerme a mí misma que a la rubia, que me miraba con incredulidad.
-No digas tonterías, Santana. No es arrastrarse, es ir a por lo que quieres y eso no cambia de un día para otro –me recriminó suavemente.
-Yo no la necesito. Sólo necesito… alguien que me quiera por cómo soy –dije bajando la mirada. Volvía al estado de tristeza; mis sentimientos parecían una montaña rusa.
-Sí la necesitas. Lo que necesitas es que te quiera, pero mientras tanto… aquí me tienes –dijo pasando un brazo por mis hombros para consolarme.
-Rubia, hazme un favor… -dije entre susurros. No sabía como iba a reaccionar a lo que le iba a pedir, y no estaba totalmente segura de decírselo, pero mi cuerpo necesitaba sentirse querido. Pedía a gritos que alguien me quisiera por como soy.
-Lo que quieras –dijo con convicción, apretándome más fuerte contra su cuerpo.
-Bésame –solté de pronto. La respuesta no llegó rápidamente. Se tomó varios instantes de silencio, y luego retiró su brazo de mis hombros. Tomé eso como una negativa, e iba a empezar a disculparme por una petición tan estúpida, pero ese mismo brazo con el que me rodeaba instantes anteriores ahora estaba con su mano levantando mi barbilla para mirarme a los ojos.
Me perdí en ese color verde. Sus ojos eran tan cálidos y amistosos que no podía entender como alguien podía llamarla la reina del hielo cuando sus ojos eran lo más tierno que había visto nunca.
Sonrió débilmente, observando un tanto divertida mis dudas.
-Tranquila, te he dicho que me pidieras lo que quisieras –dijo sin quitar la sonrisa de su rostro. Me quedé embobada ante esa sonrisa, y respondí instintivamente por igual.
Se acercó con los ojos cerrados y me besó. Fue un beso casto, pero lleno de la ternura y el cariño que necesitaba tanto yo en esos momentos.
Cuando se separó, la volví a atraer a mí rodeando su cintura con mis brazos para ésta vez ponerle más intensidad a la acción. Cuando nuestras lenguas se tocaron por primera vez unas pequeñas mariposas volaron por mi estómago. Me sentía bien entre sus brazos, pero sabía que sólo éramos dos amigas dándose el cariño que las otras personas no nos daban.
Nos separamos cuando nos faltó el aliento, con las mejillas encendidas y me dí cuenta de que mis manos por costumbre se habían colado por debajo de la parte de arriba de su uniforme de animadora. Las retiré mientras me sonrojaba y ella soltaba una risa.
-No te avergüences, tonta –dijo dándome un pequeño golpe en el hombro.
-Besas bien, Fabray. Quién lo iba a decir –dije entre risas. Ese gesto que me había concedido mi amiga me había puesto de buen humor, y aunque no se podía comparar a lo que me producía la otra rubia, con ella me sentía segura.
-Tú tampoco lo haces mal –dijo sonriendo. La situación no era incómoda, sino que adoptamos una pose desenfadada para dar rienda suelta a nuestras necesidades.
-Fabray, esto no es más que amistad… -dije poniéndome seria. Sabía que lo tenía claro, pero era yo la que necesitaba asegurarme antes de que esa nueva amistad con derechos llegara a un siguiente nivel.
-Lo sé, lo sé. Sólo somos dos amigas dándonos cariño. ¿Qué hay de malo en ello? –dijo encogiendo los hombros y me sentí muy afortunada de tenerla a mi lado.
-Nunca podré darte bastante las gracias por todo lo que haces por mí –dije apoyando la cabeza en su hombro.
-Ya buscaremos formas de que lo hagas –dijo con un tono entre burlón y seductor. Reí ante esa nueva faceta de mí amiga y a los pocos instantes ya nos levantamos para dirigirnos hacia el instituto.
En el trayecto nos pusimos a cantar en el coche a pleno pulmón mientras reíamos sin control.
Aparcó en una plaza de aparcamiento y me esperó mientras salía.
Acercándose a mi oído me susurró:
-Estaré aquí para lo que necesites. No te derrumbes, porque tienes que ser fuerte –dicho esto dejó un pequeño mordisco en el lóbulo de mi oreja que me hizo temblar de arriba abajo. Gracias a la cercanía, nadie vió su acción pero me tensé un poco ante esas muestras de afecto. Le sonreí con sinceridad y nos dirigimos a clase. Yo tenía Geografía, pero Quinn no, así que nos despedimos con un abrazo que posiblemente se alargó más de lo debido.
Entré en clase aún pensando en la rubia de ojos verdes, mientras sonreía débilmente. Pero, esa sonrisa se me congeló en los labios al ver que no había más sitio libre que junto a Britt así que por fuerza me tuve que sentar a su lado.
-Hola –dijo con voz baja. Al ver que no contestaba prosiguió -¿Dónde habéis ido Quinn y tú?
No iba a darle el gusto de responderle, aunque ese tono de voz tan dulce mezclado con un ligero tono de celos me derretía.
-Tana… -susurró de nuevo.
-No es de tu incumbencia, Brittany –dije con una sonrisa fría y socarrona, al mismo tiempo que le ponía énfasis a su nombre completo.
Bajó la cabeza y en toda la clase no hablamos más. Alguna que otra vez sí que la pillé mirándome de arriba abajo sin ningún tipo de pudor. “Tan Brittany” me dije mientras giraba la cabeza. Por fuera parecía que estaba bien, pero por dentro, cada segundo que pasaba junto a esa rubia y cada vez que me encontraba con su mirada, era una pequeña tortura que estaba empezando a tirar abajo la muralla que había construido y que no parecía estar a prueba de Brittany.
Sonó el timbre y salí disparada de clase para ir a buscar a Quinn. La encontré hablando animadamente con Mercedes. Sin parar mi ritmo, la cogí del brazo y la arrastré hacia el baño, ganándome unas cuantas protestas por parte de Mercedes, que decía que no había terminado de hablar.
Entramos al baño y eché a todas las novatas que estaban arreglándose el maquillaje.
-¡Cómo si eso pudiera arreglar lo penosas que sois! –les chillé mientras las sacaba a empujones.
-¿Sant…? –empezó a decir Quinn extrañada, pero me lancé a sus labios con ferocidad. Soltó un gemido de sorpresa, pero me correspondió, mientras que a tumbos llegábamos al lavabo más cercano. Cerré la puerta tras de mí y ella me apoyó contra ésta, besando mi cuello y alguna que otra vez mordiendo. Estaba segura que iba a dejarme una buena marca. Sonreí y le dí la vuelta para ponerla a ella ésta vez contra la pared, le desabroché la parte de atrás del uniforme y lo lancé sobre el váter. Empecé a bajar la dirección de mis besos cada vez más cerca de sus pechos, pero la puerta del servicio se abrió y se oyeron unos sollozos. Me congelé al instante; reconocería esos sollozos hasta con los ojos cerrados.
-Brittany, ¿Qué te pasa? –dijo una voz un tanto chillona. Estaba claro quién era: Rachel.
-Sí, estoy bien… -dijo entre sollozos. Estaba con la cara desencajada y Quinn me rodeó con los brazos para evitar que saliera del baño y la abrazara con todas mis fuerzas.
-¿Te ha dicho alguien algo? –preguntó Rachel. Todo sabíamos que había gente que la llamaba estúpida y que eso le rompía el corazón.
-No, es solo que… San está enfadada conmigo… -soltó de repente. Abrí los ojos como platos y enterré mi rostro en el cuello de la rubia que me seguía acunando.
-Tranquila, que todo se solucionará. Ella te quiere mucho –dijo Rachel con un tono consolador, hasta a mí me consoló como se lo dijo –Vamos, límpiate las lágrimas y vámonos hacia el Glee Club, que vendrá Santana y no quieres que te vea llorando, ¿verdad? –siguió con el mismo tono de voz. Oí un ligero “sí” por parte de la rubia y la puerta se volvió a abrir y a cerrar.
Instantes después, yo seguía con mi cara enterrada en el cuello desnudo de Quinn.
-¿Estás bien? –susurró al mismo tiempo que me acariciaba la espalda.
-Sí –dije separándome para mirarla a la cara. Se puso la parte de arriba del uniforme y salimos a mirarnos en el espejo y arreglarnos las pintas que llevábamos.
-Eres una pequeña salvaje, rubia –dije mientras le señalaba mi moratón en el cuello.
-Uno más para la colección –dijo señalándome el que me había hecho Britt el día anterior.
-No sé que tiene mi cuello que os vuelve locas –dije medio-sonriendo.
Rodó los ojos y salimos del baño. Al no haber nadie en el pasillo la cogí de la mano y juntas fuimos al Glee Club, dónde nos esperaba un divertido rato.

Quinntana, la verdad no me sorprende pero no esperaba que fuese a ser asi de rapido jajaja y tan sencillo XD me pregunto que pasara cuando Brittany se entere.... y para Santana es despecho, pero que es para Quinn??? actualiza pronto ^^

Quinntana ♥ esto se pone buenoooooo! ya quiero ver como sigue.
Quiero más de quinntana pero que despues vuelva brittana.

Como me matas???? Ahora si quede con las tejas sueltas, Quinn y Santana de amigas con beneficios?? de verdad no me lo esperaba...

Fue increíble agradezco el tiempo y la inspiración que permitio que actualizaras, mi abstinencia de Glee cada día empeora y mi satisfacción es perderme en estas historias maravillosas.

La relación Quinntana seguira por el rumbo que lleva? Dime que Britt soportará la indiferencia de San y no se mudara a Madison con ellos... Por favor

Mil gracias por hacerme tan feliz... Espero actualices pronto y que te deshagas de tullido

wow! fue como todo super inesperado!
Lo amee!!!♥
Es verdad, para Santana creo qe es despecho, aunqe los sentimientos siempre crecen, pero para Quinn, sera solo diversion?
Dios quiero saber mas!!

Santana se quiere comer a Quinn por cólera????.. y Quinn se deja???.. es más, se ha tomado tan en serio el "trabajo" que le dejó una marca a Santana???.. Dios!!! QUE CHEVERE!!!!!.. ya se pusieron libidinosas jajaja.. Britt me da penita, está sufriendo por la frialdad de Santana, pero si no la hubiese rechazado por el "inservivle" nada de esto estaria pasando.. en fin espero el siguiente cap ^^,

PD: Quinntana me alocaaa!!! xP

perdón por no comentar el anterior es que no tenia Internet :P...
me gusto... aunque britt un poco inconsciente con pedirle esa despedida... no ve que hace sufrir a san...
ah... Quinntana es excitante XD... me gusta pero... después que se quiten toda la rabia, el despecho, les vuelva toda la confianza y se hallan dado todo el cariño que les falta... de la mejor forma que lo saben hacer ... quiero brittana... pero que quinn no sufra... porque todavia no se sabe si siente algo por san