[FIC- Klaine] Bro-Mance! -Capitulo 15.

Kurt buscaba dentro de su bolso la llave de la casa, es en estos momentos cuando odia tener tantas cosas dentro. Pero todas son necesarias. Sus libros, su kit de maquillaje y peinado, un cambio de ropa en caso de cualquier Slushie que halla rebotado más allá de su rostro. Cosas imprescindibles para un día común y corriente en la vida de Kurt Hummel.

Para su sorpresa no fue necesario. La puerta se abrió por si sola, dejando a la vista los cabellos castaños que giraban en el aire, perteneciente a una chica desconocida para él.

- Oh, valla- La castaña se giro sorprendida cuando noto su presencia- hola Kurt.- dijo con una sonrisa falsa.

Kurt la conocía, ella era Emily. Una de tercer grado. Pero tan pronto como la muchacha apareció, se fue. Kurt solo sostuvo la mirada en ella unos pasos más allá fuera de su casa. Dejo salir un suspiro. Olvidando el hecho de su presencia, decidió entrar cerrando la puerta tras el.

Acomodo su abrigo en el perchero cuidando de no arrugar la ropa que llevaba debajo de el. Y luego se quedo mirando a Blaine. Quien le sonrío con satisfacción, como de costumbre cada vez que hacia algo que a Kurt le molestaba y estaba a punto de regañarlo.

-Holla hermanito- Dijo mientras apoyaba su hombro en una de las murallas, raspando la cuchara en el fondo de algún postre que había sacado del refrigerador.

- Por favor dime que no la subiste a nuestra habitación- Se acerco hacia el moreno.

- Nop- paso su lengua con entusiasmo por sobre la cuchara – todo lo que teníamos que hacer lo terminamos justo aquí- le guiñó un ojo. Tenía todo el cabello desordenado. Y Kurt no tenía intensiones de preguntar que estaban haciendo, por que simplemente no quería saber.

- ¿Dónde están papá y mamá?- Hablo aun con tono molesto. Dejo caer los brazos que mantenía cruzados para ponerlos sobre la mesa.

- Burt esta trabajando, y Carole salio a almorzar con unas amigas de su trabajo, así que dijo que llegaría tarde- esa mala costumbre que tenia Blaine de llamar a sus padres por sus nombres de pila. Kurt no recuerda en que momento exacto comenzó, solo que cuando se dio cuenta ya era algo recurrente- Tú y yo solos hoy lindura. – le volvió a sonreír. Jugando con el piercing de su lengua, haciendo sonar contra sus dientes.

- No me llames así- Dijo cortante. Blaine fue la primera persona que supo que Kurt era gay, el no entendía ese afán que tenia por molestarlo, como si las burlas en la escuela no fueran suficientes-Además, ¿por que siempre tienes que traerlas cuando estamos solos? ¿Por qué no cuando nuestros padres están en casa?- Blaine se rascaba la cabeza mostrando poco interés acerca de lo que estaban hablando.

- Por que las cosas que hago con ellas, no son exactamente algo que Burt y Caroline querrían ver- Kurt a veces odiaba esa forma descriteriada que Blaine tenia de ser, el moreno le levanto las cejas coqueteándole- ¿celoso hermanito?-Blaine inquirió acercándose peligrosamente a su rostro violando cualquier espacio personal- No tienes por que. Yo tengo ojos solo para ti.- le susurro al oído mirándolo directo a los ojos.

- No quiero volver a toparme con ninguna de ellas, nunca mas- Hablo Kurt. Combatiendo a los ojos marrones con la severidad de sus perlas azules. Blaine lo tomo posesivamente por la parte trasera de su cuello.

- Perdón. No volverá a suceder - Agarro con firmeza parte de los cabellos de su nuca y le dio un beso, duro sobre la piel de su mejilla casi tocando la comisura de sus labios. Y emprendió camino escalera arriba donde se supone estaba su habitación, sin siquiera molestarse en mirarlo.

Kurt dejo salir un que quejido doloroso que ni él sabía que tenía guardado. Cada día era más difícil tratar con Blaine.

El no lo recuerda, pero sus padres le contaron que la primera persona que vio cuando abrió los ojos al momento de nacer fue Blaine. Con dos años de edad, era un chico lo suficientemente inquieto como para burlar a todos los medico y enfermeras que le impidieron el paso. Hasta llegar donde Caroline que sostenía a Kurt entre los brazos mientras lloraba. Y Blaine quedo asombrado desde el principió.

“Ella es linda mamá.” -

“Lindo, Blaine. Tu hermano es un chico”

Blaine extendió su mano para tocar la del menor y de inmediato Kurt reacciono atrapando su dedo con fuerza entre sus pequeñas manitas. Blaine miro entusiasmado a Caroline quien le sonrío con ternura, al ver los primeros movimientos del bebe. Kurt abrió pesadamente los ojos dejando a la vista sus hermosos iris de color claro, que miraron directamente a Blaine.

“¡Mira mamá! ¡El tiene los ojos color cielo!...oh no espera- color mar- no no-tienen ese color tan lindo de aquel vestido tuyo... ¡Mi hermano tiene los ojos mas lindos de todo el mundo!”

“Lo se Blaine, Lo se”

De ese día Kurt y Blaine tuvieron una conexión que iba aun mas allá de todo lo normal. Aunque sus padres no se dieran cuenta en ese entonces.

Kurt no podía aguantar un día sin Blaine; ni un día, ni una hora, ni siquiera un segundo sin romper a llorar, ellos tenían una necesidad tan intensa de estar juntos siempre, que Burt no sabia que hacer. Desde que Kurt tiene memoria que recuerda a Blaine, junto a el.

La primera palabra de Kurt fue Blaine, después de semanas de que él pequeño estuvo tratando de enseñarle, a pesar de los regaños de sus padres, por forzar a Kurt para hablar, pero Blaine solo respondío diciendo que Kurt quería hablar, por que el lo sentía así. Los primeros pasos de Kurt fueron durante el verano, cuando la escuela de Blaine comenzaba las clases, y Kurt se rehusaba a dejarlo ir. La familia pensaba que eso era enternecedor.

Pero Blaine era muy celoso, cuado Kurt entro a primaria, era técnicamente su guardaespaldas. Lo acompañaba durante los recreos o al baño, en las excursiones se las arreglaba para escapar de su curso e irse con el de su hermano. Incluso, de vez en cuando, veía sus rizos rebeldes asomarse por las ventanas del salón, asegurándose que todo estuviera en orden. Y Kurt se reía, por que el no amaba nada mas que pasar tiempo con Blaine. Pero al parecer para sus padres no era tan gracioso, ellos tuvieron que explicarle que tenia que dejar a Kurt compartir con otros niños, por que cada vez que algún otro pequeño de la escuela hablaba con él Blaine inmediatamente se ponía a la defensiva, amenazándolo para que no se atreviera a acercársele de nuevo.
Blaine no entendía por que tenía que compartir a Kurt, si Kurt era suyo. Sus padres pensaron que eran celos normales, celos de hermanos.
Aunque Blaine no a cambiado mucho en ese aspecto en la actualidad. Cada vez que camina por los pasillos de McKinley el puede sentir aquella mirada penetrante de los ojos de Blaine sobre si. Generalmente lo ve conversando con su pandilla – a la que Blaine llama amigos- mientras fuman a escondidas debajo de las gradas del patio, de inmediato el moreno fija su mirada en Kurt, mientras este caminaba con Mercedes conversando sobre la moda que se acercaba para otoño. Pero por alguna razón la mirada de Blaine es diferente ahora. Pero el no sabría explicarlo. Solo que a veces desearía que dejara de observarlo con tanto fervor. Como si el fuera la cosa mas hermosa que allá visto en toda su vida –cosa que no es así, a su parecer-

Kurt extraña esos tiempos cuando eran niños. Cuando era fácil comunicarse con él, cuando parecía que el destino los había creado el uno para el otro, cuando se entendían con tanta facilidad. Cuando a Blaine le gustaba gritarle a todo el mundo que él era su príncipe. Por que ahora…ahora Blaine era tan ajeno a él.
Inclusive aun compartiendo la misma habitación. Blaine parece un extraño que duerme junto a su cama. Kurt quisiera saber que pasa por la mente de Blaine, ¿Qué fue lo que hizo tan mal para que todo terminara así? En que momento Blaine dejo de hablarle –y a toda sus familia- ¿Cuando comenzó a comportase de forma tan irresponsable e inmadura, a hablar de forma tan directa y tajante, a juntarse con aquellas personas, a molestar a Kurt por lo que vestía o veía? ¿En que momento Blaine dejo de ser Blaine?

- x es igual a 5-

- …Perdón ¿que?

- Que x es igual a 5. Ahí. En el ejercicio 3.- Blaine le apunto el libro.

Kurt no sabe en que momento su hermano había dejado su cama, donde estaba escuchado música hace un rato, a pararse justo tras el. Apoderándose de él con los brazos en cada costado y su pecho caliente sobre su espalda. Kurt miro el ejercido – al cual en realidad ni siquiera había estado tomando atención- y volteo las paginas en busca de las respuestas dudando del conocimiento de Blaine. El menor abrió los ojos asombrado. Correcto.

- ¿Como es posible que sepas tanto si ni siquiera vas a las clases?- Kurt se giro. Y Blaine río con altanería

- Tu hermano mayor tiene sus secretos –

- ¡Dime! – Kurt exigió. Si había alguna técnica secreta para aprender a resolverlos estos estúpidos problemas de matemática- bien puesto el nombre, por que eran puros problemas- necesitaba que se lo dijera ya. Blaine negó con la cabeza

- Te lo diré solo si me das un beso.- El mayor puso su dedo sobre la mejilla, guiando a Kurt exactamente donde quería que sus labios estuvieran

El castaño inflo sus mejillas molesto, pero al ver que Blaine no se retractaria de su postura se apresuro a besar la mejilla de su hermano. Blaine dio un movimiento repentino, girando la cabeza, de modo que sus labios se tocaran. Al sentir la boca de su hermano contra la suya Kurt de inmediato retrocedió

- ¡BLAINE!- Kurt golpeo la cara del mayor sin brusquedad – ¡Cuantas veces te he dicho que no hagas eso!- El moreno se alejo entre risas, dejándose caer sobre su cama.

- Hey, yo solo quiero un beso de mi hermanito- Kurt se preguntaba si es normal que cosas como estas ocurrieran entre hermanos.- Cuando éramos pequeños, rogabas que[/i] solo por que querías que te besara- El menor se ruborizo al recordarlo.

-Eso fue cuando éramos pequeños. No ahora.- Blaine frunció el ceño ante las palabras de Kurt.

- Solo quiero ayudarte.- Blaine contesto con apuro- que va a pasar cuando tengas un novio- hizo una mueca- y el quiera besarte, y de pronto recuerdes que ¡ups! No sabes como hacerlo.- Kurt no supo responder.

Digamos que el no tenia una lista de espera llena de chicos queriendo besarlo, tomando en cuenta que era el único fuera del closet en McKinley y quizás en todo el estado de Ohio el realmente no tenia pensado en una relación seria por lo menos hasta que llegara a la universidad en Nueva York. Por lo que no había pensado en eso. Pero cierto. Sus labios eran condenadamente vírgenes aun a sus dieciséis años de edad.

- Ah si- levanto las cejas- [b]¿Y que le hace pensar señorito que yo no he besado a nadie?- cruzo las piernas.

-[b] Por que si fuera así- inhalo- [b]se lo habrías dicho a Mercedes, que se lo habría contado a Rachel, que se le habría comentando a Finn, que se lo habría soltado a Puck, que me lo habría dicho a mi.- Blaine hacia gestos con las manos mientras hablaba. Odiaba que fura tan listo.

- [b]Da igual- se volteo tratando de concentrarse nuevamente en su tarea de matemáticas- [b]como si fuera algo que podría pasar este año…o este milenio.- Escucho la respiración pesada de Blaine tras de si.

El moreno lanzo su cabeza hacia las almohadas, dudo unos momentos antes de lanzarse a preguntar.

- [b]Yo podría enseñarte…-miro la espalda de Kurt- - Yo podría enseñarte…-miro la espalda de Kurt-a dar besos quiero decir.
Kurt dejo caer el lápiz sobre su cuaderno. El no podía creer lo que Blaine le acaba de ofrecer. Esta tenia que ser otra de las cientos de bromas que le hacia durante el día... ¿Por que estaba bromeando cierto? El no podía estar hablando en serio.

- Blaine, te das cuenta que tu y yo somos hermanos…¿cierto?- se volteo para hablarle.

- Siiii, y también me doy cuenta que soy una persona que te esta ofreciendo ayudarte para que cuando des tu primer beso no seas un completo fiasco, dhu.- Blaine ahora estaba sentado sobre su cama. Kurt no entendía como podía tratar este tema con tanta facilidad.

-No.- Por una fracción de segundo pensó en la idea de el y Blaine besándose en el cuarto mientras sus padres no estaban. Y a pesar de que la idea le excitaba –por lo legal y moralmente prohibido de la situación, como en las mejores películas románticas.- de inmediato la desecho, volviendo a la realidad- No es así como se supone que debería ser un primer beso.- argumento. S-se supone que debería estar completamente enamorado, y-y entonces nos miraríamos a los ojos, y el acariciara mi brazo, luego tomaría mi rostro entre sus manos, y- m-me diría cuanto me ama. Y de pronto. Solo. Sucedería… - su voz decayó hasta convertirse casi en un susurro. Sintió los pasos de Blaine acercarse. Y el no podía hacer nada mas que pegar su mirada al suelo.

- Te amo Kurt. ¿Tu me amas?- Blaine tomo la silla que estaba a un costado y moviendo las rueditas la posiciono en frente del menor, se sentó apoyando su pecho en el respaldo. Mirándolo fijamente.

-C-claro. Te amo también- El lo hacia, el estaba seguro de eso.

- Entonces, no hay nada de malo en esto- Blaine apoyo la barbilla en el respaldo y de pronto su mano se deslizaba de arriba hacia abajo por el brazo de Kurt, apánas tocándolo con la yema de los dedos, como si temiera que tocarlo con demasiada brusquedad podria romperlo.- Como cuando éramos niños- ahora su mano subió hasta tocar su majilla, con suavidad tratando de que levantara la vista para mirarlo a los ojos- es un beso inocente- acerco su rostro.

Pero no lo beso. Solo se quedo ahí. Con su respiración revoloteandole en el rostro. Arrastro sus labios por sobre los de Kurt. Haciendo que temblara. Pero aun así no lo beso. Esperando a su autorización.

-E-Esta bien- Kurt no sabia en que momento había cerrado los ojos, pero el no tenia la intención de abrirlos pronto. Se sentía tan avergonzado de pronto. Cuando los pelos de sus brazos se erizaron con el contacto de las manos de Blaine sobre su piel. No se supone que debería sentirse así. Tan bien.

Esas palabras era todo lo que Blaine necesitaba saber. Con una sonrisa entre los labios. Movió su cabeza más cerca de Kurt. Después de todo, el siempre tenia lo que quería.

Blaine se lanzo a la boca de Kurt. Tenia los labios suaves y calidos, ciertamente lo habían hecho un par de veces cuando eran pequeños, pero ahora se sentía completamente diferente. Hacia tanto que no los tocaba con tanta libertad. Besar a tu hermano es, hasta cierto punto aceptable para la gente, pero en algún momento de su vida paso de ser “tierno” a convertirse en algo “extraño” o mejor dicho incomodo para el resto de las personas, obligándolo a mantenerse distante.

PeroBlaine simplemente no podía mantener su boca lejos de Kurt. El era, sinmiedo de sonar engreído, el chico más inteligente en McKinley – una muy buena razón por la cual no lo habían expulsado aun - por lo que inventar maneras de besar a Kurt nunca le fue difícil, además de que su hermano era fácil de engañar.

Esta era la primera vez que lo hacían por más de algunos segundos, y era condenadamente bueno. Blaine separo su boca del menor con un levesonido. Kurt aun mantenía los ojos cerrados y los labios estirados. Se le escapo una risita sin querer. El
menor abrió los ojos molesto, cuando se dio cuenta..

- … ¿Y?… ¿Que tal estuvo?- le hablo a su hermano.

. …Bueno.- Kurt jugaba con el respaldo de la silla. Blaine frunció el ceño.

- ¿Bueno? …Solo-¿bueno?- El castaño asintió.

- Sii, nada del otro mundo- Kurt levanto los hombros despreocupado.

- Esta jugando con fuego, Kurt Hummel-
Blaine se levanto de la silla ante la mirada sorprendida de Kurt y con ambos manos lo levanto entre sus brazos, al estilo princesa. Kurt reprocho ante el brusco cambio, pero no tuvo tiempo para decir nada por
que Blaine lo arrojo sobre su cama. Después se subió sobre el, sin tocarsus cuerpos.

- ¡Q-Que!-¿Que estas haciendo?

- Generalmente hago estas cosas sobre una cama, no sentado.-Blaine dijo molesto, como si fuera algún tipo de excusa ante el poco entusiasmo de su hermano.

Kurt había herido su orgullo y ni siquiera tuvo la delicadeza de darse cuenta. El había besado cientos de chicas, oh claro que lo había hecho, y cada una de ellas se había derretido entre sus brazos- aunque a Blaine no le causaba mayor excitación- por lo que siempre había alardeado de considerarse así mismo un buen besador; el pensaba ser amable y caballeroso con Kurt, pero debido a sucabeza dura y su estúpida honestidad de hermano, le iba a demostrar todo los trucos que sabe. Pronto lo haría cambiar de opinión.

- Abre la boca- demando. Kurt pareció atragantarse con su propia saliva.

- ¿Para que? – aun hablaba alterado.

- Para meter mi lengua- la boca del castaño se abrió tanto que Blaine pensó que casi chocaría con el suelo.

- ¡Nooo! ¡Que asco! ¡Para que quiero yo tu lengua!

- Por que eso es lo que hacen todas las parejas, no besitos con los labios cerrados- Blaine se burlaba haciendo referencia a su primer beso completamente casto.

- No entiendo por que alguien querría eso…- Kurt le dijo con honesta curiosidad.

- Por que se siente bien-

-¿Si? – Pregunto Kurt. Blaine iba a responder. Pero no pudo.
El solo besaba chicas por que se suponía que era algo que los hombres
debían hacer. Era más por cumplir que por un deseo propio en realidad, y con aquella pregunta se puso a pensar.

Realmente el no sentía nada. Ninguna de todas esas cosas de las que tanto habla la gente emocionada. Nada.

- Solo hazlo- reprocho. Kurt se mantuvo quieto, estaba entre molesto y temeroso.

Pero de todas formas accedió. Apretó los ojos de nuevo, como cuando Blaine
lo había besado anteriormente, y abrió apenas unos centímetros visibles, sus labios rosa.
Y el corazón de Blaine dio un brinco de repente. Era extraño. Era la primera vez que le pasaba. Estaba nervioso, y por más que le deba vueltas no hallaba una razón en particular, era solo un beso, no era nada nuevo…o tal vez si lo era. Po que era la primera vez que iba a besar Kurt. Como un hombre. Y el estaba nervioso por eso. Por que era el primer beso real, y tenia que ser perfecto.

Blaine quería que fuera tan bueno, que la mente de Kurt se perdiera, que lo hiciera sentir tan bien, que llegara a olvidar su nombre y la forma correcta de respirar. El quería que lo disfrutara tanto como el lo hacia. El quería que Kurt deseara besarlo también.

Kurt abrió unode ojos, espiando a Blaine, que parecía a verse quedado quieto por mucho tiempo, al darse de cuenta de esto el moreno volvió a la realidad, y sin pensarlo mas deslizo su lengua dentro de la pequeña abertura que Kurt había dejado libe para el.

Y de inmediato oyó un quejido de la boca de su hermano. Aunque Blaine tuvo que forzarlo un poco para que se decidera a abrirla por completo, de manera que pudiera entrar correctamente. Kurt sintió la punta de la lengua de Blaine tocar la suya con timidez, se agarro fuerte de la camisa de su hermano, acostumbrándose a la presencia extraña en su boca. La lengua de Blaine era espesa y mojada, también sintió le pequeña pelota de metal pasearse por su boca. Era algo molesto. Aunque Kurt no estaba seguro de que esa fuera la razón por la que quejaba tanto dentro de la boca de Blaine.

El sabía a café y pastillas de menta. Su hermano se movía con avidez, recorriendo cada espacio de la cavidad y de vez en cuanto se apartaba para mordisquearle el labio inferior, besarlo duro, y volver a adentrase en su boca, que Kurt había olvidado como se supone que se cierra. El beso era profundo y desordenado. Toda la sangre se le aglutino debajo del estomago. Y sentía el calor que emanaba el cuerpo de Blaine aun flotando sobre el suyo. Se percato del dulce aroma masculino, de cómo sus manos se habían enredado tras el cuello de Blaine obligándolo a mantenerse cerca de su boca.

Y fue ahí, en el mejor momento, que Kurt escucho la puerta abrirse. Blaine de inmediato se detuvo, aunque sin aparatarse ni un centímetro de la boca de su hermano menor.

Escucharon unos pasos hacer crujir las tablas de abajo, el sonido de algunas cosas cayendo sobre el sofá. Ambos se miraron con miedo.

“¡Chicos! ¡Ya estoy en casa!”

Era Carole. Kurt lo miro.
Si las miradas mataran el ya estaría muerto hace mucho tiempo. ¡Pero no tenia la culpa! Ella le había dicho que no llegaria hasta la noche, no tenía ni la menor idea que carajo- con todo el respeto a su querida madre- hacia aquí.
Sintieron unos pasos subir las escaleras. Desesperado, Kurt comenzó a golpearlo, jalándolo de los hombros para que lo dejara libre, pero Blaine lo agarró fuerte de sus bíceps obligándolo a seguir acostado. Y continúo besándolo.

El oyó la voz de Carole cada vez mas cerca de su habitación, pero no tenia
ni la menor intención de quitarse, no ahora que sabia lo bien que se sentía besar a Kurt.

"¡Sal! ¡Sal! ¡Sal! ¡Sal! ¡Sal! ¡Sal! ¡Blaine por favor! ¡Quítate de encima!"

Escucho los pasos de Carole por afuera del corredor. Y entonces Kurt pensó que iba a tener un ataque cardiaco. Estaba mareado, la lengua de Blaine aun seguía persistente dentro de su boca y tan solo pensar en que su madre los viera así ¡Oh dios santo! ¡No! ¡¿Como podría explicarle esto?! Y luego ella se lo contaría a papá…. Era la muerte. Blaine seria castrado y Kurt seria enviado a un internado religioso a kilómetros de Ohio.

Todo era confuso en su
mente, y la habitación comenzaba a moverse y ponerse borrosa, su cuerpo estaba colapsando en una extraña mezcla de miedo y placer.

- ¿Como están mis bebes?- Carole asomo su cabeza castaña por la puerta abierta. Con una brillante sonrisa- Blaine cariño tu cabello esta hecho un desastre ¿Qué estaban haciendo?- El mayor limpio algo de saliva que escurría por su mentón.

- Jugando, mamá- dijo calmando dedicándole una sonrisa. Carole miro a Kurt que estaba recostado sobre la cama de Blaine, con ambas manos sobre la cara.

¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido Blaine! ¡Se quito solo segundo antes de que su madre entrara! ¡Esta loco!

- Dulzura, cuantas veces te eh dicho que no obligues a Kurt a jugar cosas que no quiere-lo regaño con cariño. Obviamente la mente de Carole era pura. Su pobre madre ni si quiera se imaginaba que clase de persona corrupta era Blaine.

Ella respondió eso haciendo memoria de cuando Blaine tenia tan solo ocho años de edad. Estaba pasando por esa etapa de curiosidad, queriendo tocar todo, llegaba a casa con una tonelada de bichos raros y Kurt se escondía detrás de sus piernas negándose a tocar cosas tan repugnantes que pudieran ensuciar su ropa- a sus 6 años Kurt era mas educado e independiente que muchos chicos de sus edad, incluyendo al propio Blaine- Y así pasaban la tarde, Blaine persiguiéndolo por toda la habitación, mostrándole sus nuevas adquisiciones, y Kurt huyendo con disgusto.

Ahora Blaine podía ser distante y maleducado. Pero no en casa. El seguía viendo el futbol con Burt, lo ayudaba en los talleres cuando los necesitaba, y se encargaba de las labores de la casa,ayudaba a Carole a poner la mesa en la mañana y pasaba rogándole que le rascara su estomago. Blaine amaba eso.
Por esa razon, que cada vez que eran citados por el mal comportamiento de Blaine en la escuela, terminaba discutiendo con el director Figgins, para ellos Blaine no seria capaz de hacer ninguna de esas cosas. Blaine seguía haciéndoles pensar que era un chico bueno. Ellos ni siguieran sabían de todas las chicas que metía a la casa, de los comentarios lascivos que hacia en los pasillos, de todas las peleas después de clase y mucho menos que fumaba.

- Pensé que no llegarías hasta la noche – Le hablo Blaine mientras reclina la espalda hacia atrás, apoyándose en sus brazos.

- Margaret tuvo un imprevisto, y Louisa tenia que llegar temprano a cuidar a su bebe- dejo escapar un sonido triste-así que lo tuvimos que dejarlo para otro día…- Blaine asintió pasando los dedos por los pendiente de su oreja derecha.

- ¡Ah Kurt! Estaba estacionado el auto cuando vi a un chico que estaba fuera de la casa…- Kurt quito las manos de su cara aun avergonzado y de inmediato se levanto-…dijo que tenia un trabajo contigo, espero que no te moleste que lo halla dejado entrar.- Carole indico hacia el lado y entonces el chico rubio dio unos pasos hacia adelante, entrando con timidez.

- Hola Kurt- lo saludo amablemente.

- ¡Sam! – Kurt le sonrío. Blaine dejo escapar un gruñido.

El moreno lo miro de pies a cabeza de forma despectiva, Sam lo notó, por que de inmediato comenzó a balancearse algo incomodo. Después de todo Blaine no tenían una buena reputación en la escuela. No era bueno hacerlo enojar, aunque el no sabia que había hecho mal.

- Muchas gracias mamá- le dijo de forma torpe, su madre le levanto ambos pulgares, sonriendo con emoción, en una obvia señal de “¡Es lindo! ¡Ve por el tigre!”. Kurt se ruborizo y con algunas señales obligo a su madre a que se marchara. Blaine también se percato de eso. No estaba nada contento con la presencia de Sam en su habitación.

Kurt se había olvidado por completo de la tarea de esta semana, Sam y él habían quedado de acuerdo para elegir una canción para cantar a dueto este viernes. El insistió en hacerlo en la biblioteca, pero por su practica de futbol Sam prefiero que trabajaran en su casa, idea que termino por aceptar a regañadientes.
Imploro por que Blaine no estuviera en casa cuando llegara. Cosa que no pasó. Ni modo, tendría que ver como se las arreglaría.

Kurt le ofreció asiento a Sam sobre la cama de Blaine, mientras iba en busca del papel donde tenia anotado una lista de opciones.
Sam movió la cabeza saludando a Blaine, que pareció ignorarlo por completo. Mirándolo con el ceño fruncido. El rubio trago duro, se estaba sintiendo levemente incomodo ahora. Para su alivio Kurt regreso en unos instantes con el trozo de papel en mano y comenzó a comentarle sobre el. Sam intento concentrarse, pero sentía la mirada de Blaine sobre el todo el tiempo.Y
cuando levanto la vista, ahí esta de nuevo, Blaine justo detrás de Kurt. Mirándolo. Como queriendo destriparlo sin compasión.

Estiro su mano intentando quitarse los nervios, pero por causalidad choco con la
mano de Kurt. Vio a Blaine reaccinar molesto en seguida- Y la presión de Sam se fue a las nubes.br>
Blaine paso ambas piernas por sobre la cadera de Kurt, quien tenia una mirada expectante ante la extraña
situación, y con los talones lo empujo hacia atras hasta quedar pegado a su pecho, lo abrazo sujetándolo posesivamente por el estomago, podía ver en los grandes ojos marrones de Blaine claramente escrito la palabra “mío” en ellos. Lo que era un claro sinónimo de “no tocar” y Sam pensó que debería mantener su distancia.

Kurt reprocho un rato avergonzado, y después de una larga discusión con Blaine, él y Sam terminaron trabajando sobre el escritorio, mientras Blaine los seguía mirando desde su cama, recostado, jugando con balón, lanzándolo de un mano hacia la otra.

Sam estaba mas tranquilo ahora, por que Kurt le habia dado una estricta orden a Blaine de mantenerse alejado, y Sam pensó que el pequeño era quizas la única persona en todo este mundo que no le tenia miedo a Blaine, y mas aun, le hacia caso.

- ¡Hey!- Sam de inmediato se puso rígido al ver que Kurt comenzó a caminar-¿A dónde vas?- trato de bajar el volumen de su voz, ya que parecía algo desesperado.

- Al baño- Kurt se extraño por la pregunta. Sam lo sujeto por el brazo y le hablo cerca del oído.

- No es que tenga miedo, pero…no me dejes a solas con el- lo ultimo lo dijo en un susurro.

- ¿Con quien? – Sam miro giro sus ojos hacia donde se encontraba su hermano-¿Blaine? Pff// como crees, el es inofensivo.

- Así es, Sami soy inofensivo – Blaine respondió con una sonrisa malévola. Demostrando lo muy al tanto que estaba de su conversación aun a distancia.

- De acuerdo. Si le tengo miedo, por favor, no me dejes- Esta era una de las muchas razones por las cuales no acostumbra a traer amigos a casa –los pocos que tenia- de alguna manera Blaine los termina intimidando y no querían volver a poner ni un solo pie en la casa.
Kurt miro a su amigo con tristeza. Y luego se paro con los brazos cruzados mirando seriamente a Blaine, que de inmediato dejo de jugar con el balón.

- Fuera-

- ¡¿Qué?!- respondió indignado- ¿Por qué? ¡Esta es mi habitaron también!

- A Sam no le gusta que estés aquí, él y yo tenemos que terminar la tarea que el señor Shu nos dejo para esta semana, así que… ¡largo!- Kurt apunto la puerta.

- Na ah- Blaine se negó- no pienso dejarte solo con el cara de trucha.-

- Si no te vas yo- Kurt intento amenazarlo. Grave error con Blaine, que prende con agua.

- Tú que-¿ah? – Blaine levanto el mentón- ¿vas a obligarme?- le dio una sonrisa de medio lado- …quiero verte intentarlo.-

El mayor le dio una mirada lasciva.
Kurt se acerco él meneando sus caderas como lo hacia de costumbre, con aquel toque elegante en su forma de caminar. Puso las manos ambos costados de Blaine y acerco su cara a la suya. Se quedaron unos minutos con la mirada fija. Blaine levanto la ceja esperando, un beso seria bueno ahora, pensó. Un beso seria una muy buena forma de hacerlo cambiar de opinión, y sinceramente que Sam estuviera presente era aun mejor. Kurt pareció leer la mente de Blaine por que de inmediato le sonrío de vuelta.

- MAAAMAAAAAAAAA- Blaine abrió los ojos como plato- ¡Blaine esta molestando a mis amigos!! ¡Dile que se valla!

- ¡BLAINE HUMMEL! ¡Deja tranquilo a los amigos de tu hermano! ¡Baja en seguida y ven a ayudarme a preparar galletas!- Grito Carole desde el primer piso.

Kurt le regalo una sonrisa victoriosa y se hizo a un lado para Blaine pudiera pasar, el moreno entrecerró los ojos y lo apunto con un dedo directo a al cara ” eso es un truco bajo” aunque eso no quito la sonrisa de satisfacción del rostro de su hermano. Tiro el balón lejos hacia algún lugar de la habitación y camino molesto directo a la
puerta.

Cuando paso por el lado del escrito escucho escapar una risita de Sam que trato de ocultarla bajo su puño. Le dio una mirada de odio. Se mantuvo de pie mirando la puerta unos segundos. Blaine paseo su
lengua por entre los dientes. El no se iría sin dejarle un regalito a Sam.

. Hey sami, ¿Conoces a Quiin Fabray? – Habló en un tono suave pero que no dejaba de ser amenazador. Sam miro la espalda de Blaine.

- Si…ella es – se avergonzó un poco- ella es mi novia- finalizo con una sonrisa. Blaine ladeo la cabeza mirándolo por sobre su hombro.

- ¿Tiene una linda habitación cierto? Aunque el colchón de su cama no es de mi gusto, rechina mucho cuando uno se mueve- sonrío.

Kurt estaba seguro que su corazón se detuvo por un segundo ¡Como se atrevía a decirle algo como eso! Pudo ver como el puño de Sam se cerró con ira, se levanto con tanta fuerza que la silla quedo tirada en el suelo. Kurt tuvo que lanzarse para sostenerlo por el brazo, diciéndole que se tranquilizara, antes de que saltara encima de Blaine. Su hermano mayor se había girado para que quedaran mirándose de frente, sin sacar la sonrisa de su rostro, con los brazos abiertos, incitándolo a pelear.

- ¡Que! ¡¿Qué?!- lo amenazo mirándolo directo a los ojos furiosos del rubio- ¿Qué vas a hacer Sami? ¿Golpearme?

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-Auhhhh- se quejo con un chillido agudo.

- ¡No seas bebe Blaine!-Kurt lo regaño quitando el algodón de su ojo, para tomar una bolsa de hielo y ponerla suavemente sobre el ojo hinchado- Mira como quedaste… ¡es que acaso no usas la cabeza!- Su hermano le dio unos golpecitos en la frente y el moreno se quejo de nuevo.

- El se lo merecía. Te toca demasiado- reclamo.

- ¿Qué?-

- Si,lo eh visto. Cuando caminando por los pasillos pone la mano en la parte baja de tu espalda, y cuando te saluda te da un apretón en el hombro- Blaine quito con delicadeza la mano de Kurt para poder sostener el mismo la bolsa- no se quien se cree.

Kurt suspiro. Hacerle entender a Blaine era imposible. Incluso le dio algo de escalofrío que supiera cosas como esas, por que el estaba bien seguro de que Blaine ni siquiera había notado la presencia de Sam en la escuela, después de todo llevaba solo algunas semanas. Era como si lo vigilara las 24 horas del día.

Y ahora. Más encima, por terco, tenía un ojo morado, y mañana iba ser todo un espectáculo. Ni siquiera quería pensar en Sam, que lo mas seguro es que tendría una muela rota con el fuerte golpe que Blaine le dio en la boca. Aunque debió admitir que quedo asombrado, el nunca había visto a Blaine pelear, a pesar de que lo hacia muy seguido, y para su sorpresa lo hizo bastante bien... para su tamaño – no es que fuera tan pequeño, pero calculando, en un par de años de seguro Kurt le ganaría en estatura- Blaine fue capaz de hacerle frente a Sam perfectamente, y seria un buen contrincante para cualquiera con el doble su masa muscular.
Era como un cuerpo espín. Diminuto y peligroso.

- Y ahora, de seguro que Sam no volverá, y no podre terminar la tarea, ¡Y adiós dueto!-Kurt dijo molesto, se giro para sentarse sobre su cama algo decaído. Y Blaine lo miro triste unos segundos. Balanceo sus piernas que quedaban en el aire, al estar sentado sobre el escritorio. Blaine no quería que Kurt estuviera triste, por sobre todas las cosas, eso era lo que más le dolía.

Se bajo con un salto y se lanzo a la cama de Kurt haciendo rebotar el colchón, aun así Kurt tenia la mirada en sus manos, que descansaban en su regazo, Blaine se acosto sobre su estomago y apoyo el mentón en su muslo, en busca de la mirada de Kurt.

-¿Estas molesto conmigo? –Kurt no respondió. Solo inalado pesadamente. Luego lo miro, pero Blaine no supo descifrar los sentimientos tras sus ojos, aunque para su felicidad, le sonrío.

- No podría, aunque quisiera- y le rasco la cabeza de Blaine. Metiendo su mano entre la mata de rizos rebeldes que se enredaban en sus dedo, dejando su mano atorada.

El mayor dejo escapar un ronroneo suave. Luego se volteo quedando de espalda. De pronto, Blaine levanto su camiseta hasta el pecho y Kurt subio un ceja, inclinándose hacia atrás inconcientemente. Y Blaine
puso sus ojos cachorro.

- Ohhh no, si piensas que voy a rascar tu estomago estas muy equivocado-Kurt se estaba levantando cuando Blaine se quejo.

- Ohh vamos Kurt ¡Por favor! – Suplicaba- ¡Carole esta molesta por que golpee con Sam! Vamos… ¡Solo un ratito! – hizo un puchero. Y Kurt rodó los ojos.

- ¿Que eres tú un perro? – Kurt comenzó a masajearle la panza y Blaine dejo ver sus dientes blancos extrañamente no teñido por los cigarrillos.

- Por ti. Soy lo que quieras-

Kurt solo movió su cabeza en resignación. Por que Blaine parecía un cacharro de verdad, abierto de patas implorando por algo de atención. A veces no podía creer que este mismo Blaine era aquel chico de la escuela, por que no tenían nada en común.

Aunque Honestamente Kurt no sabia que hacer. Generalmente los masajes de estómagos eran trabajo de mamá no suyo, el solo los había mirado divertido, así que comenzo acariciado suavemente al principio. Y Blaine vibro de felicidad, como si fuera lo más grato en el mundo. Paso su mano por todo el estomago desnudo de Blaine, y sintió el cuerpo de su hermano relajarse ante el estimulo, era como arrullar a un bebe, cerro sus ojos y dejo caer sus manos a los costados. Haciendo rodar la bolsa de de hielo por el piso. Blaine sonreía. Y Kurt sonrío también. Esa no era esa típica sonrisa sarcástica, era una sonrisa real de Blaine. Por que Blaine estaba feliz y tranquilo ahora.

De vez en cuando paso sus uñas por sobre la panza de su hermano y Blaine se quejaba somnoliento, a Kurt le gustaban los sonidos que salían de la boca de su hermano. Eran agudos y de satisfacción, Kurt sabia que estaba haciendo un buen trabajo.

La mano de Kurt se traslado por casualidad aun mas allá de la parte baja del estomago de Blaine, el menor susurro un “lo siento” y Blaine tarareo en respuesta. Kurt no se sentía avergonzado por eso, ellos pasaban la mayor parte del tiempo juntos, se hacían cosquillas, tenían peleas de almohada, y de ves en cuando les gusta picotearse con el dedo por el estomago, brazo o cualquier parte que estuviera al descubierto. Era normal para ellos tocar por descuido “esa parte”, así que no había de que preocuparse. Solo que esta vez, algo se sintió fuera de lo normal. Kurt miro por curiosidad.

OH .
SANTO.
CIELO.


- ¡¡¡Uahhhhhggg!!! ¡Blaine! ¡Que asco! –Kurt de inmediato lo aparto de su regazo y se cubrió la cara con una almohada. El mayor se levanto algo somnoliento, aun tratando de salir del transe de lo bien que se sentian las manos suaves de Kurt frotando contra su estomago. Luego miro directo a su entrepierna.

- Oh, que raro, esto no pasa con Carole- El moreno soltó calmado.

- ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Ahora!-

- Técnicamente esto lo provocaste tú, no crees justo que tu debe- Blaine recibió un almohadazo en su cara-

- ¡DIJE FUERA!- le grita el menor sin atreverse a mirarlo. Blaine bufo decepcionado y salio de la habitación directo a tomar una ducha fría.

Kurt siguió reclamando lo asqueroso que era, como Blaine era un desvergonzado, y que no volvería a tocarle la panza nunca más. Maldijo entre dientes lo suficiente hasta que volvió a recobrar la calma. Suspiro cansado.
Igual no era toda la culpa de Blaine, después de
todo aun era un adolescente ¿cierto? Cosas inesperadas como esas ocurrencon mucha frecuencia a esta edad, inclusive a Kurt. El castaño asintió ante su reflexión. Lo que no quita que sea asqueroso.

Sintió vibrar sobre su celular sobre la mesa del escritorio, se levanto a cogerlo y se percato de que era una llamada de de Mercedes.

- ¿alo? ¿Cedes?- Kurt hablo feliz. Tratando de olvidar su pequeño percance con su hermano.

- ¡Kurt sucedió algo terrible!- De inmediato la sonrisa se le fue de la cara- ¡Es Rachel!