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|Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
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Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
YaY! me gusta eso de que te sientas mal... ok que feo suena eso... pero así no quería decirlo la cosa es que si subes tantos capítulos seguidos... demás sigo con los comentarios para que te sientas mal XD... no mentira... no era mi intensión de que te sintieras así es que de verdad fueron tristes y que me deprimen... pero son muy buenos... y viste que eso de que no es tan largo el drama me pone mejor... aunque aun no totalmente por que tu fic me llega... y es como si fuera real el dolor... y es tan triste... que me pongo depresiva y ya no como... ni duermo... parezco zombie (mi intension no es que te sientas mal ) XD... bueno no es tan así... pero que tenga sueño si tiene algo que ver con que estoy leyendo y tengo unas horitas de sueño no mas... menos mal que llego el finde para descansar... ah claro tengo que estudiar y hacer una pila de trabajos (puto liceo)...
*besos* hasta la actu
*besos* hasta la actu
CrazyJava-* - Mensajes : 1628
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 26
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
I'm back! Ta locooo lo que demore en leer todo! Me voy un par de muchos dias de vacaciones y actualizas un monton! jajajaj Encima para ponerme todos estos capitulos que me dan ganas de tirar la pc por el balcon!! Jajajajaja Yo dije que me iba a preparar psicologicamente para el drama... Pero tampoco me podia preparar tanto -.- jajajaja
Diosss detesto a la madre de Britt... Y ni hablemos de Cooper... Es re pesado el loco! Igual confio plenamente en Katie y Scott, ellos van a ser de gran ayuda en todo esto, lo se!
Bueno ahora esperar que actualices y seguire leyendo sin quejarme(? toda la parte triste... jjajaja
Ah y una cosa mas... No podias elegir nadie que este mas bueno para que sea Thiago?? jajajajaja Vos quedate todo lo que quieras con Alex... Yo lo quiero a Thiago! jajajaja
Bueno basta ya escribir mucho... Me voy a hacer algo productivo...(? jajajaja
Besos! :)
Diosss detesto a la madre de Britt... Y ni hablemos de Cooper... Es re pesado el loco! Igual confio plenamente en Katie y Scott, ellos van a ser de gran ayuda en todo esto, lo se!
Bueno ahora esperar que actualices y seguire leyendo sin quejarme(? toda la parte triste... jjajaja
Ah y una cosa mas... No podias elegir nadie que este mas bueno para que sea Thiago?? jajajajaja Vos quedate todo lo que quieras con Alex... Yo lo quiero a Thiago! jajajaja
Bueno basta ya escribir mucho... Me voy a hacer algo productivo...(? jajajaja
Besos! :)
Cachita* - Mensajes : 37
Fecha de inscripción : 17/02/2012
Edad : 33
CAP.20 BITTERSWEET SYMPHONY
Acá lo prometido:
Bueno, les digo algo rápido así en forma de ADVERTENCIA: Hay drama y ya sé que ya lo saben, pero igual les aviso para que se preparen psicologicamente con esto, bueno exagero un poco jaja, igualmente nose no conozco cómo reaccionan pero si tengo re patente que las voy a marear con las emociones, miren son 3 capítulos tristones y que de seguro les van a sacar canas verdes, no les voy a mentir, pero el ultimo, el 23 tan llamado capitulo del Pensamiento lateral (no se llama así yo lo bautice así, como para no ponerle, "el capítulo donde todas perdonan a Trout Mouth") es donde todo mejora, igual se van a dar cuenta por el título, miren si se los subí todos juntos es porque veo que se me van a poner mal y me siento re mala persona así y bueno estos 3 primeros cap serían como tomarte un trago de tequila a lo seco, bueno no hablo mas, pero no se me asusten que al final esta lo mejor.
__________________
CAP.20 PART I
BITTERSWEET SYMPHONY
Prolijitos y bien vestidos estaban ahora, ya que Elliott y Elyse se encargaron de los 4 para que estuvieran presentables. Parecía que, en lugar de una presentación de rock, iban a un concierto de ópera, pero claro estaba, con los definidos toques de rebeldía y aún así, Alex se había empeñado en querer que apenas sí se vieran sus tatuajes en los brazos, con la camisa manga larga que le habían dado en vestuario y que Elliott se había puesto como loco por verlo con ella puesta y arremangándole donde iban los brazos para que se le vieran los tatuajes. Para nadie era un secreto que el favorito del diseñador, era Alex, porque estaba enamoradísimo de él y nunca lo dejaba a sol ni a sombra. Después de Alex, estaba Santana, por supuesto, su otra debilidad a la hora de vestirla; y seguidamente, Derek y Josh; quienes nunca perdían tiempo para burlarse de Alex por el crush de Elliott con él.
Ahora iban hacia el hospital en la limusina y Alex iba sin dejar ni un solo momento de intentar arreglarse las mangas y ajustarse bien el chaleco negro.
-¡Por Dios, Alex! Dejate de hincha con las mangas ¿Queres?-pidió Derek, fastidiado
-Es que no se queda bien como yo quiero…-murmuró Alex, volviendo a abrocharse el pequeño botoncito que sostenía la manga hasta su codo.
-Pareces un nerd-molestó Josh, burlón a Alex
-Bueno, según Elliott, te ves súper sexy-bromeó Derek-Con la corbatita que acentúa el color de tus ojos y esas patillas sensuales que te dejaste crecer…solamente te falta el pecho y sos el macho de la relación
-Me la re juego que Elliott se imaginó casándose con Alex vestido así.
-¡Callence loco!
-Aunque hiso bien en pedirte que te sacaras esos piercings-continuó Josh-Seguramente ibas a asustar a los chicos, al pensar que sos un vampiro.
Con unos buenos reflejos, Josh esquivó un golpe que iba directamente hacia su cabeza, de parte de Alex que intentó pegarle, sin éxito. Josh siguió riéndose, haciéndole muecas de burla y por ello Derek tuvo que detenerlos a ambos.
-¡Bueno, bueno! Ya está, quédense tranquilos.
-¡Allá atrás! ¡Alex y Josh, termínenla con la discusión!-reclamó Alan, bajando la ventanilla de la parte delantera de la limusina y volviendo a cerrarla.
Ambos se detuvieron, pero Josh seguía riéndose. Fue entonces que Alex tuvo que volver a acomodarse las mangas, porque nuevamente se le habían soltado. Por otro lado, Derek volvió su mirada hacia Santana que estaba sentada al lado de la ventanilla y ausentemente observando a través de ella; sin embargo, Derek podía mirar parte del reflejo de su rostro melancólico y distraído, fuera de ese mundo.
Se acercó a ella, tocándole el hombro ligeramente para llamar su atención, consiguiéndolo de inmediato cuando ella volteó y lo miró, apenas sonriendo.
-Hey…
-Hey-musitó Santana, arreglándole ligeramente la corbata en su cuello-Estas re lindo vestido así, ¿Sabes?
-No me lo digas mucho, que me lo voy a empezar a creer-bromeó Derek, haciéndola reír suavemente, pero luego dejó de hacerlo y se apoyó ligeramente sobre el hombro de él-¿Qué pasó? Hace rato en vestuarios me pareció verte emocionada por hacer esto para los chicos, pero ahora… ¿Dónde está el ánimo?
-Por ahí en algún lado-musitó, pensativa; pero luego negó y rectificó-En realidad…con Britt, lo deje con ella.
-Y si está ese ánimo con ella, ¿Por qué no vas y lo recuperas?-preguntó Derek-A los chicos y a mí no nos gusta verte así. Después de todo ese tiempo que estuviste triste por lo de tu viejo, vimos por primera vez, en meses, que sonreías de nuevo…los ojos te brillaban de una forma muy especial que nos transmitía cosas buenas a todos…va, muchísimo más a ese par de dos-señaló secretamente a Josh y a Alex, haciendo sonreír a Santana-A esos dos los tenías comiendo de la palma.
-Ellos merecen ser felices. Nunca pude…
-Si, ya sé, por lo menos lo que es Alex…él va a estar bien más pronto de lo que imaginas. Josh…bueno, seguís haciéndole tilín, pero hace tiempo que ya está resignado. Ese, apenas encuentre a otra chica, se olvidará de vos…en el buen sentido, obvio.
-Sí, te entiendo y es bueno. No quiero que ninguno sufra.
-Por eso no hay problemas, pero vos…San, es en serio lo que te decía…-murmuró, bajando más la voz-No nos quisiste contar a ninguno el trasfondo de esto y lo entiendo, no te vamos a presionar para que lo hagas, pero es que nos preocupas…
-Ya sé
-Bueno, pero entonces ¿Por qué no vas y hablas con Brittany…?
-No es tan fácil.
-¿Qué es lo que no es tan fácil?
-Uhmm…bueno, eso de…ir y hablarle…es difícil ahora, no puedo…
-¿Por qué no podes? ¿Te convertirás en piedra si le hablas?
Santana rió y asintió.
-No literalmente, pero… ¿Te acodas en el restaurante? Cuando fui a hablarle y…
-Si, entiendo…te quedaste paralizada, pero pudiste decirle algo ¿No?
-Le pregunté la estupidez más grande del universo. “¿Cómo estás?”… tenía ganas de pedirle que me escupiera por patética; aunque probablemente lo haya hecho en su imaginación. ¿No le viste la cara que traía?
-No era muy de felicidad, pero…
-Seguramente de haber tenido la oportunidad, me abofeteaba…no se lo habría impedido.
-¿Tan mal terminaron?-quiso saber Derek, muy confundido-Osea, por lo menos hablando podrían…
Santana negó, tristemente y se acercó a su oído, para susurrarle.
-Le dije que no la amo.
La cara de sorpresa de Derek fue épica y en alguna otra oportunidad, seguramente estaría riéndose, pero esa vez no podía. Bajó la mirada y él pareció salir del trance.
-¿Cómo le dijiste…? ¿Cómo le vas a decir…? ¿Por qué le dijiste…?
-No podía hacer otra cosa, era eso o…créeme que me dolió demasiado, porque es la mentira más grande que dije y a mí las mentiras se me notan en la cara, solamente que esta vez….fue de alguna manera creíble. Ni sé qué hice…
-¿Estás loca? A vos te faltan algunos jugadores, ¡Bah! ¿Qué digo algunos? ¡Todos! ¡La plantilla completa!
-Bueno, si queres hace cartel ¿No?, que se enteren todos
-En serio provoca ¿Por qué…?
-Porque no soy lo que ella se merece, Derek-cortó Santana, con muchísima seriedad-En estos momentos tengo muchos compromisos…Ella necesita ahora mismo a alguien que esté las 24/7 los 365 junto a ella y yo nunca lo estoy…
-Las vacaciones…
-Las vacaciones son… ¿Qué…? ¿1 ó 2 meses como mucho? Eso se va volando y apenas estoy entrando por la puerta, cuando ya se cumplió el mes y tengo que volver a presentaciones, entrevistas, giras nacionales e internacionales por casi todo el año y yo solamente consigo 1 mes para estar con ella…no es justo, no es justo para ella.
-¿Y se lo dijiste? ¿Le diste una explicación?
-No, pero…
-Eso es lo que no es justo. Que le hayas dicho que no la amas y que aparte tomes una decisión sin consultársela. Se supone que una relación es de dos, son dos quienes toman decisiones; no tiene que ser unilateral, vos y ella. De la nada la alejaste, San…ella por lo menos tendría que haberse enterado…
-No era simplemente eso, Derek. Además eran otras cosas…
-¿Cuáles? Decime a ver si te entiendo…
-No puedo decírtela, pero…
-No podes decírmela porque no tiene pretexto, así de simple. ¿Qué no pueden verse siempre? Bueno está eso de que ella un día vaya y te visite…no creo que se niegue a hacerlo por vos, si vos no podes…
-Está embarazada, Derek ¿Cómo pensas que…?
-No va a estar embarazada para toda la vida, Santana, por favor. Son solamente 9 meses. Vos la visitas por este tiempo y ella cuando esté recuperada…
-Vos no entendes porque no ves el trasfondo…
-Y ya sé que no lo voy a entender nunca, porque tampoco me lo vas a decir. En serio, San, perdoname, pero…con esto que me dijiste, te ganas el premio a la boludez. No sé qué necesitas para darte cuenta.
Y ahí estaba nuevamente, aquella frasesita “Para darse cuenta” ¿Qué necesitaba para darse cuenta? ¿Todos estaban en un complot contra ella? ¿Qué nadie podía entender sus verdaderas razones? Todo lo estaba haciendo por la felicidad de Brittany, pero nadie más lo entendía.
“Y hasta ahora ¿Realmente pensas que la hiciste feliz? Porque su cara en el restaurante… Dios me libre y me aguarde y que la virgen me ampare…ya sabes lo que quiso decir Brittany cuando te dijo que no te gustaría para nada verla realmente disgustada”
La frialdad de su mirada era algo permanente y que no se le borraba. Se notaba que no quería verla, hablarle, ni cruzársela nunca más en su vida.
“No la culpo. Realmente, no la culpo. Yo también me odiaría si fuera ella”
Apenas se dio cuenta que ya habían llegado al hospital de niños y que afuera ya estaban un grupo de fotógrafos que eran debidamente apartados por los muchachos de seguridad y sus guardaespaldas, entre ellos Finn, quien fue el que abrió la puerta y el primero en salir fue el mismo Josh, causando que los fotógrafos se volvieran locos sacando imágenes con sus cámaras.
Por supuesto, la última en salir fue Santana, siendo conducida junto con Josh, Derek y Alex hacia la entrada del hospital, el cual tenía sus luces todas encendidas viéndose a través de los inmensos ventanales.
Ya en la entrada principal del hospital, los recibieron con aplausos un montón de doctores, enfermeros, enfermeras, personal que labora en el sitio y paramédicos que sonreían y otros les tomaban fotografías con las propias cámaras de sus celulares. Algunos se acercaron a darles la mano y otros le pedían un beso y un abrazo a la morocha, consiguiendo algunas risas porque muchos de los doctores se sonrojaban al verla o ella al hablarles y saludarlos con la mejor sonrisa que tenía para esos momentos.
Llegados a un punto, un hombre salió de la mitad del gremio de doctores; tenía lentes, era algo calvo en la coronilla y tenía una barba bien cuidada. El hombre se acercó primero a Alan y le dio un abrazo, luego continuó con los muchachos a los que les dio la mano y unos abrazos y, finalmente, llegó a Santana a quien le dio la mano y un beso en la mejilla, consiguiendo sonrojarse también y que por ende, los demás presentes le hicieran una bulla. Sin embargo, luego de la algarabía, pidió silencio a todos y extendiendo los brazos a los lados, sonrió a todos.
-Bienvenida y bienvenidos sean, de parte de la directiva del hospital, el gremio de doctores, enfermeros y enfermeras, personal que labora con nosotros, paramédicos…en fin, todos… Muchas gracias por aceptar la invitación a esta pequeña sorpresa para nuestros niños del hospital, valga la redundancia, de niños. Esperamos que en su visita les agrade ver algo de nuestra infraestructura, en compañía mía y de los doctores, en una visita guiada por los puntos más neurálgicos de nuestra institución sin fines de lucro y su pequeña, pero precisa información.
-Muchas gracias a ustedes por invitarnos-intervino Alan, con una sonrisa y volviendo a darle la mano al doctor-Es un placer para nosotros estar acá.
-Sí, de verdad, muchísimas gracias-dijo Santana, también sonriente
Nuevos aplausos se escucharon, lo que no la dejó seguir diciendo nada más, sino que de inmediato el doctor se presentó con su nombre; pero apenas le entendió, porque en su espalda sintió un pequeño pinchazo y al voltear, tenía a Josh señalándole sutilmente al director que les había recibido y dado la bienvenida.
-Sí que le gusto tu visita, mira como lo pusiste cuando le diste el beso-susurró Josh, en su oído. Santana se fijó en lo que quería decir él y al notarle el bulto al doctor en los pantalones, abrió muchísimo los ojos y los colores se le subieron al rostro. Josh y los demás muchachos soltaron risitas ahogadas, mientras Alan seguía al doctor y lo escuchaba hablar.
-Será fiestero el doctor…cachondo…-bromeó Alex, tapándose la boca
-Lo tiene como el asta de la bandera-rió Derek, por lo bajo.
-Mierda, callense-reclamó Santana, avergonzada-Que a cualquiera de ustedes les puede pasar…no necesariamente tuvo que ser por el beso. Fue muy cualquiera.
-Ajá…seguro que es porque la esposa no le da desde hace meses y te ve a vos, San…va, no lo niegues porque pones sensible hasta al más fuerte. Acá más de uno te miró y se pusieron celosas las enfermeras y una que otra doctora-dijo Alex, divertido
-Sí y el paramédico que está allá mirando, solamente te mira a vos, Alex-señaló Josh, a un apuesto muchacho que no le quitaba la mirada al guitarrista-Hasta te mira y se sonríe…será picarón…hacele un saludito, Alex. No seas cortante. Yo te cubro con Elliott.
-Carajo, ¡Que yo no soy gay!
Sin darse cuenta, habían estado alzando la voz y Alex casi había gritado al decir aquello, haciendo que varios doctores y doctoras que los seguían, los miraran con curiosidad. Santana se hizo a un lado y se dedicó a escuchar cada explicación del director del hospital.
El paseo guiado por el hospital se extendió hasta aproximadamente, media hora. Pasaron por una sala donde atendían en especial a los bebés enfermos o que necesitaban algún tipo de cuidado especial; algunos estaban siendo atendidos en esos momentos, por algunas enfermeras y ellas, al verlos a través de la ventanilla, saludaron a Josh, Alex y Derek; siendo ellos quienes luego les respondieron con sonrisas y besos al aire. Santana sonrió, divertida, porque sabía que se sentían galanes haciendo eso.
Al terminar con el paseo y comenzar a conducirlos hacia el auditórium donde, según, ya estaban los niños y sus familiares, esperando la sorpresa que les tenían. Antes de entrar directamente al backstage por donde les indicó el director del hospital; varios doctores aprovecharon para acercarse a Santana y pedirle una foto o un autógrafo que decían que era para sus hijos o hijas, pero ella sabía muy bien que era para ellos nada más, porque más de una vez le había sucedido eso.
Finalizaron y tuvieron que entrar rápido a los vestuarios, porque ya podían escuchar desde ahí, la bulla y algarabía, además de los aplausos, pidiendo porque se diera comienzo al evento. Derek se acercó por detrás del telón y asomándose, se quedó sorprendido por la cantidad de niñitos que estaban en aquel auditórium.
-Esto va a estar genial. Jamás tuvimos una presentación para chicos-dijo él, emocionado.
-Acá fue donde le diagnosticaron diabetes a mi hermana-comentó Alex, volviendo a arreglarse las mangas de su camisa-Si hubiera sabido de esta presentación antes, la habría invitado a venir conmigo, porque se muere por vernos tocar y sobre todo verte cantar a vos, San.
-¿Cuándo es su cumpleaños?-preguntó Santana
-Hasta el año que viene, en Junio.
-Podemos averiguar si por esa fecha de su cumpleaños estamos libres para ir a verla. ¿No les parece?
Los tres se miraron y sonrieron, mientras asentían. Alex se acercó a Santana y le dio un abrazo.
-No sé cómo no se me ocurrió antes. Agradezco que se te haya ocurrido a vos.
-Bueno, bueno, ya basta de abracitos y amapuchaderas…-intervino Josh, separándolos y poniéndose en el medio de ambos-Muy lindo todo y estoy de acuerdo con hacerle ese regalo a tu hermanita, pero ahora estamos acá y nadie nos dijo cuál es el track list que vamos a tocar.
-Le pregunté hace un momento a Alan y dijo que tocáramos las que levanten el ánimo, las divertidas y de ese tipo así-dijo Derek
-Esas son como 5 ¿No?
-6, en realidad.
-¿Cuánto tiempo tenemos?-preguntó Santana
-Según Alan, como 1 hora.
-¡¿1 hora?! ¡Con 1 hora tenemos para 10 ó 13 canciones!-exclamó Josh-¡No tenemos 13 canciones de alegría, ánimo y divertidas! Si apenas entre los dos discos que tenemos, son 3 y 3 en cada uno. Junto con el Ghost track, pero nunca lo tocamos.
-Bueno, esta vez lo vamos a tocar y van a ser 7. ¿Tienen otra idea?
-Versionar alguna de mi viejo-propuso Santana, encogiéndose de hombro-Seguro que los padres y familia de los demás chicos les va a gustar y a los chicos también.
-Sí, es buena idea. Esa que siempre piden en los conciertos al terminar, puede ser-dijo Derek, pensativo-Faltan 4 canciones…en caso de que se nos terminen antes de terminarlas, es mejor que nos saquen del escenario a que nos falten canciones. ¿Cuál otra?
-Que ellos las elijan-dijo Alex
-No nos vamos a poner a decirles al público que nos digan…
-Es buena idea-cortó Derek lo que iba a decir Josh-Les pedimos que la escriban en un papelito y que nos los pasen al escenario.
-Seguramente más de un nostálgico se pedirá algo de Mark Lopez-dijo Josh
-Mejor eso, que no tener nada-dijo Derek, sentándose en una silla que estaba cerca de una mesa-Así quedamos. Vamos a anotarlas en orden para que no se nos olvide ¿Alguien tiene papel y lápiz?
Santana, Josh y Alex se miraron entre sí y negaron. Derek bufó y en ese momento entró Alan corriendo y arreglándose los lentes que se le habían corrido al puente de su nariz.
-En 5 minutos salen, chicos. Sus instrumentos ya están en el escenario.
-¡No nos dieron para afinarlos!-reclamó Alex, molesto
-Los afinan cuando estén allá. Permiso.
-¡No podemos estar afinándolos a punto de tocar, Alan!...mierda…
El manager salió de vestuarios y mientras Derek se ocupaba de buscar un lápiz y papel junto con Josh y Alex; Santana se separó de los tres un momento, repentinamente sintiendo unas ganas incontrolables de escuchar a Brittany, escuchar su voz aunque fuera por unos segundos. Buscó en su bolso otro celular que siempre tenía, pero pocas veces utilizaba, porque era totalmente para emergencias y dado que su móvil oficial había muerto y ahora tenía una urgencia terrible, comenzó a marcar el número de Brittany, tal cual lo recordaba en su memoria y esperó unos segundos, sintiendo el pulso palpitante próximo a su garganta.
Antes de llegar al apartamento, Thiago había tenido la buena idea de pasarse por una tienda para comprar unos jugos, pan, jamón, queso y otras cosas para cenar; aparte para el día siguiente, en el desayuno. Por ello, pudo ofrecerle algo de beber a Cooper y eso fue jugo de naranja, poniéndoselo enfrente para que lo tomara, él lo agarró y con una sonrisa le agradeció.
-Muchas gracias, cariño. Vos siempre tan atenta. Esa es una de las cosas que adoro de vos ¿Sabes?
“No me llames `Cariño´”
-Si…-musitó ella, sin atreverse a decirle lo que había pensado. Le comenzaba a dolerle la cabeza y realmente no quería discutir por una nimiedad como esa-¿Por qué estás acá, Cooper? ¿Quién te dijo que estaba acá?
Cooper dejó de beber y después de lavar el vaso en el lavaplatos, lo dejó a un lado para que se secara.
-Brr! Britt… ¡Qué frío hace acá! ¿Dónde está el nivelador del aire acondicionado? Mira, que eso le hace daño al nene…
-Contesta a las preguntas-exigió Brittany, quitándole la mano de su vientre, cuando él la colocó ahí para acariciarla.
-Ya te dije, Britt. Vine para hacerte compañía-respondió Cooper, mirándola ahora sí, de frente y a los ojos-Fui a visitarte allá a la mansión, pero al llegar, me enteré por Max que te fuiste. Cuando le pregunté a tus viejos, Susan me dijo que estabas acá.
-Y ella te dio la dirección ¿No?
-Me pidió si podía convencerte de volver…
-Entonces perdes tu tiempo, ya podes irte, porque no voy a volver a ninguna…
-Hey, hey…calmate-pidió Cooper, riéndose-Ella sí me dijo eso, pero viéndote, ya sé que no tenes intenciones de volver. Mira, por mí está bien. Si sentís que queres independizarte, que queres tu espacio, buenísimo. A mí me parece una idea estupenda.
Brittany alzó una ceja, incrédula.
-¿Hablas en serio?
-¡Obvio, mi amor!-exclamó Cooper, aprovechando para acercarse a la rubia sólo un poco-Esa imagen de chica independiente se ve súper sexy e interesante en vos.
-¿En serio lo pensas? ¿Pensas de verdad que no cometo un error por mi embarazo o que me precipite…? Vos lo decís solamente porque pensas que es lo que quiero escuchar…
-Te aseguro que no. Es muy bueno esto, porque en un futuro puede ayudarte a abrirte caminos, tomar más decisiones por vos misma…
-Es precisamente lo que pienso, solamente que...bueno, mi mamá, Thiago e incluso Blaine, dicen que me precipite un poco…
-Están equivocados. No comprenden esos detalles, pero está bien, no te preocupes. Ya vas a ver como de a poco van a ir entendiendo y cuando vean que te empiece a ir muy bien, ellos te lo van a decir.
-Uhm…bueno, si…muchas gracias por entenderme.
Antes, siquiera, que pudiera apartarse; Cooper se aproximó a ella de una manera tan cercana que Brittany podía ver nuevamente dentro de sus ojos. Eran negros y definitivamente penetrantes, había esa ligera dureza que en los de su ex novio no había, pero igualmente intrigantes y con cierto aire de sensualidad, sobre todo en su sonrisa. Eso lo atribuía siempre a que era el gemelo de Blaine y ambos tenían esa misma característica. Nunca había negado que Cooper era lindo, pero había algo con lo que simplemente no terminaba de cerrarle con él y jamás lo había hecho. No podía entender el qué.
Cooper aprovechó su obvia distracción o ligero aturdimiento y acarició su mejilla suavemente. Brittany recordó lo que le había dicho Thiago, e hizo el movimiento para bajar el rostro y apartarse, pero Cooper volvió a alzarle la cara por el mentón y le sonrió.
-Te entiendo. Te aseguro que te entiendo. Siempre que quieras hablar, decir algo, cualquier cosa…acá me tenes, en mí tenes un amigo en quién confiar.
-Gracias, Cooper. Yo…
-Shhh!-la calló él, poniendo un dedo en sus labios y luego apartándolo rápidamente. Le dio un beso en la frente-Creo que mejor me voy. Tenes una cara de sueño tremenda. Perdón por despertarte si ya estabas…
-Estaba a punto de acostarme, no me despertaste.
Cooper sonrió.
-Bueno…entonces, perdoname por lo de esta mañana ¿Sí?
Brittany asintió
-Gracias, mi cielo. Sos especial, tenelo patente.
Dejándole otro beso en la frente, se despidió con una sonrisa y fue directo a la puerta para salir, cuando de pronto ésta se cerró de nuevo y Cooper vio la mano de Brittany que la había empujado la puerta. Volteando, vio la cara de nervios de la rubia, pero aún así con mucha seguridad.
-No te vayas-musitó, casi en una súplica. No había pretendido que sonara así, pero quizá era por lo sola que se sentía y Cooper venía a ser una compañía más-Quedate por esta noche ¿Sí? Es que…a lo mejor sea muy peligroso que te vayas a esta hora…
-Si me das unas sábanas, me acomodo perfectamente en el sillón.
Si minutos atrás estaba odiando que Cooper se apareciera en su apartamento así, ahora podía decir que agradecía un poco su compañía. Pensaba que quizá sería más fácil dormirse rápido así, sabiendo que no estaba tan sola, después de todo. Le entregó las sábanas a Cooper y éste le sonrió, tomándolas y poniéndolas sobre el mueble, ahora convertido en cama.
-Muchas gracias, Britt-musitó él, acariciando su mejilla-Que sueñes con los angelitos.
Aproximándose un poco, depositó un pequeño beso en su mejilla, pero sin ser consciente realmente de lo que hacía, Brittany corrió el rostro y sus labios apenas rozaron los de Cooper, pero de todas formas los sintió. Se apartó unos centímetros y mientras recordaba lo que le había dicho Thiago, negó y ya se iba a ir de ahí, pero Cooper fue más rápido y la sujetó por la cintura, haciéndole soltar un jadeo de sorpresa que fue ahogado por sus labios al tomar los suyos y besarla, a la vez que Brittany lo escuchaba gemir y repentinamente parecía atacado por la emoción, porque la agarró del rostro con ambas manos y deslizándolas hasta su cuello. Brittany le respondió, intentando borrar todo rastro de la culpabilidad que sentía al besarlo. Su mente le gritaba una y mil veces que debía mirar hacia delante y dejar atrás su pasado, pero su corazón latía desbocado recordando su primer beso con Santana y le dolió, le dolió como nunca antes le había dolido, tanto que ahora los ojos se le llenaban de lágrimas y sólo deseaba desaparecer.
Aún así, cerró más los ojos, con perturbadora fuerza y no dejando que las lágrimas escaparan, pero de todas formas una de ellas escapó. Sintió las manos inquietas de Cooper, siempre concentrándose en que era él y no Santana, aunque a veces podía parecerle que era ella. Él la tomó con fuerza por la cintura y junto con ella, encima, se dejó caer sobre el mueble-cama y siguió besándola furiosamente y casi desesperación. Introdujo una mano en la parte baja de la espalda de ella, acariciándola, cuando de un momento a otro, sintió algo moverse entre sus piernas.
-¡Mierda!
-¿Qué fue eso? ¿Fuiste vos?-preguntó Brittany
-¡No! ¡Te aseguro que no fui yo!-exclamó Cooper, una vez que Brittany se quitó encima de él y miró entre sus piernas lo que ahora la rubia agarraba. Un celular-¿Cómo llegó eso ahí?
-Perdón, fui yo. Debí haberlo dejado caer, lo traje porque escribía un mensaje…
-¿Te están llamando?
-Sí…pero no conozco este número….
-Bueno, dejalo que repique y vamos a…
-¡Nooo!-se negó Brittany, con rotundidad, evitando que él le arrancara el celular y luego mirando a la pantalla-Puede ser importante… ¿Aló? ¿Hola? ¡Che!...
-No es nadie, Brittany. Apaga eso y vamos a…
-¡No, deja! Escucho algo… ¡¿Aló?! ¡¿Quién es?! ¡¿Me escucha?!
Estaba casi gritando a través del celular y esperó un rato entre el sonido del otro lado que parecían murmullos, hasta que pudo escuchar una voz más conocida, pero lejana.
“¡San! ¡Apurate!”
En ese preciso instante la línea se cortó y le pareció que con ella su corazón, porque ahora no lo podía sentir latiendo. Se quedó mirando la pantalla con el contador del tiempo que había durado la llamada, 2 minutos, 32 segundos. Eso era exactamente el tiempo que sólo escuchó su silencio sin que le dijera absolutamente nada, ¿Por qué la había llamado? ¿Qué pretendía? ¿Deseaba ahora volverla loca y quitarle el pequeñísimo pedazo de vida que aún quedaba en su ser?
-Britt…hey…-susurró Cooper, acariciando su mejilla-Te quedaste muda y más pálida que un fantasma ¿Quién era?
La rubia miró a Cooper por unos segundos breves, porque luego ya no tuvo más valor de hacerlo y bajó la mirada.
-Santana
-¿Santana?
-Creo que eso fue lo que dije-espetó Brittany, malhumorada
-Bueno, perdón, pero mira…-la tomó por el mentón y la obligó a mirarlo-No dejes que esto te baje los ánimos, ¿Sí? Mira siempre al frente, nunca para atrás ¿Si?
Cooper se aproximó levemente hacia ella, buscando besarla. Apenas pudo rozar sus labios, porque Brittany apartó la cara y negando, se levantó de ahí.
-Escucha…tenes razón, tengo que mirar hacia el frente, pero ahora…justo ahora no puedo…perdón.
Estaba esperándose que se enojara o algo, pero él solamente la miró por un instante y luego asintió y se encogió de hombros, sonriéndole.
-Bien…te entiendo, tranquila. No te preocupes.
-En serio, perdoname.
-Nah, dale…anda a acostarte. Ya está olvidado.
Brittany sonrió
-Gracias, buenas noches.
-Buenas noches, hermosa.
Brittany fue directo a su habitación para acostarse, dejando a solas a Cooper en el recibidor, sentado en el mueble-cama. Estaba sintiendo una enorme rabia, que iba creciendo gradualmente. Se levantó de golpe y para intentar calmar lo que sabía que llegaría a una ira tremenda, fue hacia la cocina para servirse un vaso de agua. Cuando se la hubo servido, ya sentía la furia en la migraña que a veces le atacaba, se apresuró a agarrar el vaso, pero por el descomunal cabreo que cargaba, no se percató de lo fuerte que lo agarró y lo quebró con su mano, incrustándosele algunos pequeños vidrios en la palma y haciéndole sangrar sobre el mesón.
-¡Mierda! ¡Me cago en Santana!
-¡¿Pasó algo allá, Cooper?!-preguntó Brittany, desde la habitación
-¡No, cariño! ¡Todo perfecto acá! ¡Volve a dormir!
-¡¿Seguro?!
-¡Sí! ¡Que duermas bien!
“Mierda…”
Mirándose como ahora sangraba, se apresuró a lavarse la mano en el agua del grifo del lavaplatos. Le dolía terriblemente y se ocupó de sacarse los pequeños vidrios que se le habían clavado.
“Paciencia, paciencia…se me está acabando la paciencia”
La presentación terminó exactamente después de 1 hora. Aunque todo el tiempo estuvo con la mente en la llamada que le había hecho a Brittany y de la voz que escuchó al fondo, muy parecida a la de Blaine, diciéndole a la rubia que colgara; a pesar de eso, creía que había logrado mantenerse sin que se sospechara que estaba con la cabeza en todo, menos en la cantada. Le hacía sentirse algo culpable, porque se había prometido hacer la mejor actuación para aquellos niños que sonreían y coreaban sus canciones, junto con sus padres, pero sin embargo, su mente se distraía increíblemente fácil.
Después de despedirse y salir todos del escenario, se fue directo hacia el baño, antes que Alan pudiera llegar a ella para darle algún mensaje, porque ya le veía la intención. Permaneció ahí por unos 15 minutos, lavándose la cara e intentando borrar de alguna manera el pensamiento de que Brittany no estaba solamente con aquel chico, Thiago; sino también con Blaine. Estaba consciente de que ella podía estar con quien quisiera, pero también entendía que podía haber malentendido lo que escuchara, quizá no era eso lo que ella pensaba que antes de llamarla, había estado sucediendo.
De cualquier manera, se dijo a sí misma que fuera lo que fuera, escuchar la voz de Brittany había sido reconfortante, aunque nunca sería como la sensación de tenerla cerca y eso era lo que la hacía perderse por completo.
Salió del baño y apenas ahí se encontró de frente con Alan, que traía una sonrisa de oreja a oreja y enseguida la abrazó y le dio un beso en las dos mejillas.
-Estuviste estupenda, Santana. Los chicos y sus familiares te adoraron con pasión.
-Bueno, gracias, pero ¿Ya felicitaste también a los chicos?-preguntó ella, mirando a los muchachos a unos metros más allá, guardando sus instrumentos en unas cajas y Josh ayudando a unos del equipo de asistencia a guardar bien su batería.
-Sí, por supuesto que lo hice. Estuvieron fabulosos todos. Lo que pasa es que vos te viniste volando hasta el baño.
-Me estaba haciendo pis-se excusó Santana, con una pequeña mentira.
-Tenías muchísimas ganas, entonces-dijo Alan, riendo-Mira, ya nos vamos en un rato ¿Si? Para que estés lista, porque antes vamos a hacer las fotos con los del hospital y….bueno, vos sabes.
-Sí, te entiendo, pero…
-¿Pero qué?
Santana se encogió de hombros y él pareció comprender.
-Lo de los italianos, hablas de los…
-Sí. Me dijiste que me ibas a decir sobre eso, ¿Qué pasó? ¿Qué dijeron los barbudos…?
-¿No podemos hablarlo después…?
-No, quiero que me lo digas ahora ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto misterio? Me dijiste que sí habían aceptado hacerles la entrevista a los chicos, pero hasta ahora…
-Sí aceptaron San, aceptaron…
-¿Pero…?
-Pero...hay viaje.
-¿Viaje? ¿Cómo que viaje? ¿Viaje a dónde?
-Viaje a Roma, viaje a Firenze, viaje a Napoli…viaje a Italia, San. Se está planeando un concierto en el Stadio San Paolo y con ello, van a aprovechar a entrevistar a estos chicos. Si convencen a los barbudos…
-Se presentan con nosotros en el Stadio.
-Exacto. Eso quiere decir que si te gustó la Bella Italia, vas a volver allá en menos de lo que te esperabas; siendo preciso, pasado mañana.
-¡¿Pasado mañana?! ¡¿Por qué tan rápido?!
-Pensé que querías rapidez con lo de tus amigos…
-¡Pero, es que…!
-¿Qué? No me va a decir que ahora te arrepentís, San…
-No me arrepiento, pero… ¿Cuánto tiempo vamos a estar allá?
-Uhmm…unas dos semanas…
Santana bufó
-Pero, tengamos en cuenta que no es sólo el concierto en el San Paolo, también es en otros lugares de Italia. Y eso es solamente en la península; porque de ahí, directamente nos trasladamos a Argentina.
-¿Argentina?
-Concierto en La Bombonera, de ahí a Chile, después a Uruguay, vamos subiendo a Brasil, Colombia… ¿Te acordas que te dije que Suramérica te quería por allá? Bueno…de eso se trata. De Italia, nos vamos a Suramérica. Así que, querida Santana…anda preparándote, que lo que viene es bueno. Un suceso.
Alan sonrió enormemente y saliendo, la dejó sola con sus pensamientos. ¿Italia? Se había ido de Italia no queriendo volver en, por lo menos, dos meses y ahora volvía el día después de mañana. No era que la hubiera pasado mal allá, pero los últimos recuerdos antes de irse del país de la bota, no la dejaron con ganas de regresar hasta pasado un tiempo. Alan no había mencionado de ir directamente a Torino, pero estaba segura que allá irían a parar, por lo de la entrevista a los chicos. Sabía que, inevitablemente, el mundo se le vendría encima cuando pisara nuevamente tierra itálica y los recuerdos amenazaran con hacerle estallar la cabeza.
Sólo 30 minutos después, estaban tomándose las respectivas fotos con algunos de los chicos y sus familiares que habían estado en el auditorium. Santana atendía a cada uno de los niños con una sonrisa y les firmaba autógrafos a cada uno que se acercaba; algunos lo hacían con muletas, otros en silla de ruedas, unos pequeños con cáncer y que sus cabecitas no traían ni un solo cabello, producto de la acción agresiva de la quimioterapia. Cada uno de ellos le sonreían y con un abrazo la dejaban fuera de combate, pero con ganas de verlos felices. El trato que había hecho Alan junto con la directiva del hospital, fue que darían auspicio a la lucha contra el cáncer y otras enfermedades, además de que, por lo menos el 50% de las ganancias en los conciertos, irían a parar a nuevos estudios por la cura contra aquellas enfermedades que “no tenían cura conocida” y también para la mejor calidad de vida y un fondo para los niños con bajos recursos que tenían esas enfermedades y no tenían como costear las medicinas y demás necesidades. Para eso, entendió Santana, eran los conciertos a través del mundo que se estaban planeando ahora. Ahora podía comprender que lo venía era para rato y apenas tendría tiempo para ella misma; mientras más lo pensaba, más se iba dando cuenta que se alejaba más y más de Brittany.
-¿Santana?
Un pequeño de unos 7 años se había acercado y al verlo, enseguida se aproximó a él y acuclillándose para ponerse a su altura y verlo de frente, acarició su cabeza y él la miró con algo de nerviosismo, pero seguridad en sus ojos oscuros.
-Hola, ¿Cómo te llamas?-saludó Santana, sonriéndole.
-Me llamo August White…-musitó él-Yo quería pedirte un favor, Santana.
-A ver, decime… ¿Qué puedo hacer por vos?
-¿Podrías venir a ver a mi hermano mayor?
-¿Tu hermano? ¿Y dónde está tu hermano?-preguntó Santana, buscando a su alrededor entre la gente distraída que hablaba en el lobby de hospital.
-Él no está acá. Está en el piso 3, en la habitación 301.
Santana frunció el ceño ante aquella información y volvió a mirarlo fijamente, pensativa.
-¿Cómo se llama tu hermano?
-Harry White y tiene SIDA.
Dicho eso, el pequeño se lanzó a los brazos de Santana y la abrazó con fuerza, llorando a lágrima viva por su hermano. Fue como una bofetada directa a la cara para Santana y que le dolió muchísimo. Demasiado.
De todas las cosas que imaginó que hacía horas podía estar haciendo, como durmiendo, jamás se imaginó entre ellas las de estar subiendo en aquel momento al piso 3 del hospital, a ver a un niño que tenía SIDA. El corazón lo sentía pequeñísimo y apenas lo sentía latir en su pecho, mientras tomaba de la mano al pequeño August, que ya estaba calmado. Las puertas del ascensor se abrieron y al salir, guiada por el niño, pudo ver que en los pasillos, apenas había gente y sólo estaban algunas enfermeras en la central y hablando en voz muy baja.
Ellas no la notaron pasar, cuando el niño la guió hasta la habitación 301 y al abrir la puerta y entrar, se quedaron de pie, mirando en la oscuridad de aquella habitación, con las cortinas cerradas y unos aparatos que hacían sonidos, monitoreando los signos vitales del pequeño que estaba durmiendo en la cama.
-¿Dónde están tus papás, August?-preguntó Santana, mirando al niño a su lado.
-No sé, pensé que iban a estar acá…-musitó él, confundido-Los dejé acá cuando salí a buscarte.
-Deben estar buscándote. ¿Bajaste sin su permiso?
El niño hizo un puchero y bajó la mirada, apenado.
-Harry me dijo que te buscara. Me dijo que estabas acá…que él quería verte. Siempre quiso conocerte.
-¿Y cómo supo él que yo estaba acá? Además, miralo, está dormido y no podemos pertur…
-¿August?... ¿August, estás…? ¿M-mamá…?
-Acá estoy, hermanito-habló rápido August, acercándose a su hermano a la cama-Te traje a Santana, mirala…como me lo pediste.
Escasamente se podía ver en la oscuridad, pero como ya sus ojos comenzaban a acostumbrarse a ésta, pudo ver algo de la sombra de los dos niños en la habitación. El otro pequeño, Harry, estaba acostado en la cama y su respiración se escuchaba por casi toda la habitación.
-Santana…vení, acercate-pidió August -Para que mi hermanito pueda verte.
Dio los pasos hacia delante, directo hacia la cama del niño y se puso al lado de August, mirando a Harry que tenía tomada varias vías intravenosas y respiraba profundamente. Lucía terriblemente pálido, con ojeras y los labios morados; él abrió sus ojos cansados y los fijó en Santana, comenzando muy ligeramente a sonreír.
-Hola, Harry-saludó Santana, también sonriéndole y sentándose en una silla que vio cerca-Tu hermanito dijo que querías verme.
-S-sí…q-quería verte-murmuró el chico-Quería conocerte y…hablar con vos.
-¿No pensas que es muy tarde y que tendrías que estar descansando? Los chicos tienen que dormir temprano.
-Ya sé…p-pero realmente…necesito hablar con vos. Además…ya t-tendré tiempo de sobra…p-para…descansar.
Santana se sobresaltó al escuchar un ruido seco, como un golpe y al voltear, vio a dos personas, un hombre y una mujer en el umbral, con miradas preocupadas y viendo a August.
-¡¿Dónde estabas, August?!-reclamó la mujer, acercándose al más pequeño-¿Por qué siempre tenes que escaparte así? No lo vuelvas a hacer.
-Perdón, perdón…es que tenía que buscar a Santana. Harry me pidió que la buscara porque quería hablar con ella. Ustedes dijeron que había que cumplir sus últimas voluntades, yo los escuché.
El hombre y la mujer miraron hacia Santana y la morocha sintió enrojecerse, pero dio gracias que había algo de oscuridad y no se notaría nada de aquello. El hombre tenía un gesto en la cara que parecía incredulidad, por estar viendo frente a frente a la hija de su músico favorito en toda la vida; la expresión de sorpresa no cambiaba en la de la mujer, quien también admiraba a Mark.
-Hola…-saludó Santana, sintiéndose avergonzada y como una intrusa en aquel lugar-Su hijo estuvo abajo y me dijo que Harry quería verme…disculpen si invadí…
-¡Oh, no, no! No invadió nada, señorita Lopez-intervino el hombre, acercándose a darle la mano a Santana, con una pequeña sonrisa-Mucho gusto, yo soy Geoffrey White, ella es mi esposa Anne…
-Un placer. Somos fans de tu padre desde siempre-dijo la mujer, dándole también la mano a Santana
-Muchas gracias, un placer conocerlos-respondió la morocha, un poco más tranquila de que no parecieran enojados por la intromisión.
-Y bueno…somos los padres de este pequeño travieso que siempre se nos escapa-dijo Geoffrey, acariciándole la cabeza a su hijo August y luego acercándose a Harry, en la cama-Y de Harry…nuestro primer hijo y primer orgullo, porque ahora son dos con August.
-Bueno, es muy bueno conocerlos. Es una familia muy linda, de verdad.
-Papá…
Ahora quien intervenía era Harry, mirando a su padre, quien se acercó a él y éste le susurró algo a oído. Cuando terminó de hablarle, el hombre le sonrió y asintió, dándole un beso en la frente.
-Por supuesto, hijo-murmuró él y mirando ahora a August y a su esposa, suspiró-Va a ser mejor que salgamos un rato. Harry quiere hablar a solas con Santana.
Los tres salieron en silencio de la habitación y cerraron la puerta, dejándolos a solas a Santana con su pequeño hijo. La morocha volvió a sentarse en la silla y viendo a Harry, le sonrió.
-¿Cómo supiste que yo estaba acá en el hospital? ¿Te lo dijo algún enfermero…una doctora o doctor? ¿Tus viejos…?
-Mis viejos casi no salen de acá y cuando lo hacen, es para ir a hablar con los médicos…-explicó Harry-Tienen poco tiempo para ellos mismos, por no decir nulo y aparte…tienen que cuidar a mi hermano. Nadie me dijo que estabas acá. Yo simplemente lo sabía.
-¿Lo sabías?
-Sí
-Y bien ¿De qué queres que hablemos?
Harry se quedó unos segundos mirándola, pensativo, hasta que dejó salir un pequeño suspiro.
-De vos.
-De mí, dale… ¿Y que queres saber? Te aviso que no hay mucho para contar.
Harry sonrió
-Yo creo que sí…la expresión de tu cara...-susurró, mientras alzaba ligeramente su pequeña mano y con ella acariciaba el rostro de la morocha-Lo dice todo.
-¿Y qué dice?
-Que necesitas una respuesta. A pesar de saber lo que tenes que hacer, no actúas, porque tenes miedo.
Santana frunció el ceño, tratando de comprender lo que el chico quería decirle con eso. A pesar que pareciera no tener ningún sentido y podría tomarlo como que no sabía de lo que hablaba, algo le sonaba a que él sí sabía de lo que estaba diciéndole.
-Si fueras más específico…me agradaría comprenderte.
-Hay una línea…una vez que esa línea se cruza y desaparece, no hay marcha atrás. Si cruzas esa línea, la vas a perder para siempre.
Perturbador, aquello la aturdía terriblemente y ni siquiera se atrevía a pronunciar palabra. El sonido del repique de su celular de repuesto comenzó a escucharse y Santana se apresuró a atenderlo, todavía sin quitar la mirada al chico.
-¿Sí?...estoy en…no, mira, yo bajo ¿Dale? Sí, dale, ya voy. Chau.
Colgó a la misma vez que Alan lo hizo y vio una mueca de evidente dolor en el pequeño Harry, quien cerró los ojos y gimió, presionándose con sus manos en el estómago.
-¿Te duele mucho? ¿Llamo a tus viejos? ¿Un doctor?-preguntó Santana, preocupada por el niño
-S-Sí…p-por favor…
Santana se levantó de la silla, dispuesta a salir velozmente a buscar a los padres de Harry o a un doctor, pero antes el niño le tomó de la mano un momento, para detenerla y llamar su atención.
-No te preocupes…por mí. Voy a estar bien…anda con Alan.
-¿Seguro?
-Sí…gracias, Santana. Por venir a verme.
Apenas ya se iba del hospital y todavía se preguntaba cómo era que el niño sabía que quien la había llamado era Alan y cómo sabía su nombre…
Bueno, les digo algo rápido así en forma de ADVERTENCIA: Hay drama y ya sé que ya lo saben, pero igual les aviso para que se preparen psicologicamente con esto, bueno exagero un poco jaja, igualmente nose no conozco cómo reaccionan pero si tengo re patente que las voy a marear con las emociones, miren son 3 capítulos tristones y que de seguro les van a sacar canas verdes, no les voy a mentir, pero el ultimo, el 23 tan llamado capitulo del Pensamiento lateral (no se llama así yo lo bautice así, como para no ponerle, "el capítulo donde todas perdonan a Trout Mouth") es donde todo mejora, igual se van a dar cuenta por el título, miren si se los subí todos juntos es porque veo que se me van a poner mal y me siento re mala persona así y bueno estos 3 primeros cap serían como tomarte un trago de tequila a lo seco, bueno no hablo mas, pero no se me asusten que al final esta lo mejor.
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What I Like About You♥
CAP.20 PART I
BITTERSWEET SYMPHONY
Prolijitos y bien vestidos estaban ahora, ya que Elliott y Elyse se encargaron de los 4 para que estuvieran presentables. Parecía que, en lugar de una presentación de rock, iban a un concierto de ópera, pero claro estaba, con los definidos toques de rebeldía y aún así, Alex se había empeñado en querer que apenas sí se vieran sus tatuajes en los brazos, con la camisa manga larga que le habían dado en vestuario y que Elliott se había puesto como loco por verlo con ella puesta y arremangándole donde iban los brazos para que se le vieran los tatuajes. Para nadie era un secreto que el favorito del diseñador, era Alex, porque estaba enamoradísimo de él y nunca lo dejaba a sol ni a sombra. Después de Alex, estaba Santana, por supuesto, su otra debilidad a la hora de vestirla; y seguidamente, Derek y Josh; quienes nunca perdían tiempo para burlarse de Alex por el crush de Elliott con él.
Ahora iban hacia el hospital en la limusina y Alex iba sin dejar ni un solo momento de intentar arreglarse las mangas y ajustarse bien el chaleco negro.
-¡Por Dios, Alex! Dejate de hincha con las mangas ¿Queres?-pidió Derek, fastidiado
-Es que no se queda bien como yo quiero…-murmuró Alex, volviendo a abrocharse el pequeño botoncito que sostenía la manga hasta su codo.
-Pareces un nerd-molestó Josh, burlón a Alex
-Bueno, según Elliott, te ves súper sexy-bromeó Derek-Con la corbatita que acentúa el color de tus ojos y esas patillas sensuales que te dejaste crecer…solamente te falta el pecho y sos el macho de la relación
-Me la re juego que Elliott se imaginó casándose con Alex vestido así.
-¡Callence loco!
-Aunque hiso bien en pedirte que te sacaras esos piercings-continuó Josh-Seguramente ibas a asustar a los chicos, al pensar que sos un vampiro.
Con unos buenos reflejos, Josh esquivó un golpe que iba directamente hacia su cabeza, de parte de Alex que intentó pegarle, sin éxito. Josh siguió riéndose, haciéndole muecas de burla y por ello Derek tuvo que detenerlos a ambos.
-¡Bueno, bueno! Ya está, quédense tranquilos.
-¡Allá atrás! ¡Alex y Josh, termínenla con la discusión!-reclamó Alan, bajando la ventanilla de la parte delantera de la limusina y volviendo a cerrarla.
Ambos se detuvieron, pero Josh seguía riéndose. Fue entonces que Alex tuvo que volver a acomodarse las mangas, porque nuevamente se le habían soltado. Por otro lado, Derek volvió su mirada hacia Santana que estaba sentada al lado de la ventanilla y ausentemente observando a través de ella; sin embargo, Derek podía mirar parte del reflejo de su rostro melancólico y distraído, fuera de ese mundo.
Se acercó a ella, tocándole el hombro ligeramente para llamar su atención, consiguiéndolo de inmediato cuando ella volteó y lo miró, apenas sonriendo.
-Hey…
-Hey-musitó Santana, arreglándole ligeramente la corbata en su cuello-Estas re lindo vestido así, ¿Sabes?
-No me lo digas mucho, que me lo voy a empezar a creer-bromeó Derek, haciéndola reír suavemente, pero luego dejó de hacerlo y se apoyó ligeramente sobre el hombro de él-¿Qué pasó? Hace rato en vestuarios me pareció verte emocionada por hacer esto para los chicos, pero ahora… ¿Dónde está el ánimo?
-Por ahí en algún lado-musitó, pensativa; pero luego negó y rectificó-En realidad…con Britt, lo deje con ella.
-Y si está ese ánimo con ella, ¿Por qué no vas y lo recuperas?-preguntó Derek-A los chicos y a mí no nos gusta verte así. Después de todo ese tiempo que estuviste triste por lo de tu viejo, vimos por primera vez, en meses, que sonreías de nuevo…los ojos te brillaban de una forma muy especial que nos transmitía cosas buenas a todos…va, muchísimo más a ese par de dos-señaló secretamente a Josh y a Alex, haciendo sonreír a Santana-A esos dos los tenías comiendo de la palma.
-Ellos merecen ser felices. Nunca pude…
-Si, ya sé, por lo menos lo que es Alex…él va a estar bien más pronto de lo que imaginas. Josh…bueno, seguís haciéndole tilín, pero hace tiempo que ya está resignado. Ese, apenas encuentre a otra chica, se olvidará de vos…en el buen sentido, obvio.
-Sí, te entiendo y es bueno. No quiero que ninguno sufra.
-Por eso no hay problemas, pero vos…San, es en serio lo que te decía…-murmuró, bajando más la voz-No nos quisiste contar a ninguno el trasfondo de esto y lo entiendo, no te vamos a presionar para que lo hagas, pero es que nos preocupas…
-Ya sé
-Bueno, pero entonces ¿Por qué no vas y hablas con Brittany…?
-No es tan fácil.
-¿Qué es lo que no es tan fácil?
-Uhmm…bueno, eso de…ir y hablarle…es difícil ahora, no puedo…
-¿Por qué no podes? ¿Te convertirás en piedra si le hablas?
Santana rió y asintió.
-No literalmente, pero… ¿Te acodas en el restaurante? Cuando fui a hablarle y…
-Si, entiendo…te quedaste paralizada, pero pudiste decirle algo ¿No?
-Le pregunté la estupidez más grande del universo. “¿Cómo estás?”… tenía ganas de pedirle que me escupiera por patética; aunque probablemente lo haya hecho en su imaginación. ¿No le viste la cara que traía?
-No era muy de felicidad, pero…
-Seguramente de haber tenido la oportunidad, me abofeteaba…no se lo habría impedido.
-¿Tan mal terminaron?-quiso saber Derek, muy confundido-Osea, por lo menos hablando podrían…
Santana negó, tristemente y se acercó a su oído, para susurrarle.
-Le dije que no la amo.
La cara de sorpresa de Derek fue épica y en alguna otra oportunidad, seguramente estaría riéndose, pero esa vez no podía. Bajó la mirada y él pareció salir del trance.
-¿Cómo le dijiste…? ¿Cómo le vas a decir…? ¿Por qué le dijiste…?
-No podía hacer otra cosa, era eso o…créeme que me dolió demasiado, porque es la mentira más grande que dije y a mí las mentiras se me notan en la cara, solamente que esta vez….fue de alguna manera creíble. Ni sé qué hice…
-¿Estás loca? A vos te faltan algunos jugadores, ¡Bah! ¿Qué digo algunos? ¡Todos! ¡La plantilla completa!
-Bueno, si queres hace cartel ¿No?, que se enteren todos
-En serio provoca ¿Por qué…?
-Porque no soy lo que ella se merece, Derek-cortó Santana, con muchísima seriedad-En estos momentos tengo muchos compromisos…Ella necesita ahora mismo a alguien que esté las 24/7 los 365 junto a ella y yo nunca lo estoy…
-Las vacaciones…
-Las vacaciones son… ¿Qué…? ¿1 ó 2 meses como mucho? Eso se va volando y apenas estoy entrando por la puerta, cuando ya se cumplió el mes y tengo que volver a presentaciones, entrevistas, giras nacionales e internacionales por casi todo el año y yo solamente consigo 1 mes para estar con ella…no es justo, no es justo para ella.
-¿Y se lo dijiste? ¿Le diste una explicación?
-No, pero…
-Eso es lo que no es justo. Que le hayas dicho que no la amas y que aparte tomes una decisión sin consultársela. Se supone que una relación es de dos, son dos quienes toman decisiones; no tiene que ser unilateral, vos y ella. De la nada la alejaste, San…ella por lo menos tendría que haberse enterado…
-No era simplemente eso, Derek. Además eran otras cosas…
-¿Cuáles? Decime a ver si te entiendo…
-No puedo decírtela, pero…
-No podes decírmela porque no tiene pretexto, así de simple. ¿Qué no pueden verse siempre? Bueno está eso de que ella un día vaya y te visite…no creo que se niegue a hacerlo por vos, si vos no podes…
-Está embarazada, Derek ¿Cómo pensas que…?
-No va a estar embarazada para toda la vida, Santana, por favor. Son solamente 9 meses. Vos la visitas por este tiempo y ella cuando esté recuperada…
-Vos no entendes porque no ves el trasfondo…
-Y ya sé que no lo voy a entender nunca, porque tampoco me lo vas a decir. En serio, San, perdoname, pero…con esto que me dijiste, te ganas el premio a la boludez. No sé qué necesitas para darte cuenta.
Y ahí estaba nuevamente, aquella frasesita “Para darse cuenta” ¿Qué necesitaba para darse cuenta? ¿Todos estaban en un complot contra ella? ¿Qué nadie podía entender sus verdaderas razones? Todo lo estaba haciendo por la felicidad de Brittany, pero nadie más lo entendía.
“Y hasta ahora ¿Realmente pensas que la hiciste feliz? Porque su cara en el restaurante… Dios me libre y me aguarde y que la virgen me ampare…ya sabes lo que quiso decir Brittany cuando te dijo que no te gustaría para nada verla realmente disgustada”
La frialdad de su mirada era algo permanente y que no se le borraba. Se notaba que no quería verla, hablarle, ni cruzársela nunca más en su vida.
“No la culpo. Realmente, no la culpo. Yo también me odiaría si fuera ella”
Apenas se dio cuenta que ya habían llegado al hospital de niños y que afuera ya estaban un grupo de fotógrafos que eran debidamente apartados por los muchachos de seguridad y sus guardaespaldas, entre ellos Finn, quien fue el que abrió la puerta y el primero en salir fue el mismo Josh, causando que los fotógrafos se volvieran locos sacando imágenes con sus cámaras.
Por supuesto, la última en salir fue Santana, siendo conducida junto con Josh, Derek y Alex hacia la entrada del hospital, el cual tenía sus luces todas encendidas viéndose a través de los inmensos ventanales.
Ya en la entrada principal del hospital, los recibieron con aplausos un montón de doctores, enfermeros, enfermeras, personal que labora en el sitio y paramédicos que sonreían y otros les tomaban fotografías con las propias cámaras de sus celulares. Algunos se acercaron a darles la mano y otros le pedían un beso y un abrazo a la morocha, consiguiendo algunas risas porque muchos de los doctores se sonrojaban al verla o ella al hablarles y saludarlos con la mejor sonrisa que tenía para esos momentos.
Llegados a un punto, un hombre salió de la mitad del gremio de doctores; tenía lentes, era algo calvo en la coronilla y tenía una barba bien cuidada. El hombre se acercó primero a Alan y le dio un abrazo, luego continuó con los muchachos a los que les dio la mano y unos abrazos y, finalmente, llegó a Santana a quien le dio la mano y un beso en la mejilla, consiguiendo sonrojarse también y que por ende, los demás presentes le hicieran una bulla. Sin embargo, luego de la algarabía, pidió silencio a todos y extendiendo los brazos a los lados, sonrió a todos.
-Bienvenida y bienvenidos sean, de parte de la directiva del hospital, el gremio de doctores, enfermeros y enfermeras, personal que labora con nosotros, paramédicos…en fin, todos… Muchas gracias por aceptar la invitación a esta pequeña sorpresa para nuestros niños del hospital, valga la redundancia, de niños. Esperamos que en su visita les agrade ver algo de nuestra infraestructura, en compañía mía y de los doctores, en una visita guiada por los puntos más neurálgicos de nuestra institución sin fines de lucro y su pequeña, pero precisa información.
-Muchas gracias a ustedes por invitarnos-intervino Alan, con una sonrisa y volviendo a darle la mano al doctor-Es un placer para nosotros estar acá.
-Sí, de verdad, muchísimas gracias-dijo Santana, también sonriente
Nuevos aplausos se escucharon, lo que no la dejó seguir diciendo nada más, sino que de inmediato el doctor se presentó con su nombre; pero apenas le entendió, porque en su espalda sintió un pequeño pinchazo y al voltear, tenía a Josh señalándole sutilmente al director que les había recibido y dado la bienvenida.
-Sí que le gusto tu visita, mira como lo pusiste cuando le diste el beso-susurró Josh, en su oído. Santana se fijó en lo que quería decir él y al notarle el bulto al doctor en los pantalones, abrió muchísimo los ojos y los colores se le subieron al rostro. Josh y los demás muchachos soltaron risitas ahogadas, mientras Alan seguía al doctor y lo escuchaba hablar.
-Será fiestero el doctor…cachondo…-bromeó Alex, tapándose la boca
-Lo tiene como el asta de la bandera-rió Derek, por lo bajo.
-Mierda, callense-reclamó Santana, avergonzada-Que a cualquiera de ustedes les puede pasar…no necesariamente tuvo que ser por el beso. Fue muy cualquiera.
-Ajá…seguro que es porque la esposa no le da desde hace meses y te ve a vos, San…va, no lo niegues porque pones sensible hasta al más fuerte. Acá más de uno te miró y se pusieron celosas las enfermeras y una que otra doctora-dijo Alex, divertido
-Sí y el paramédico que está allá mirando, solamente te mira a vos, Alex-señaló Josh, a un apuesto muchacho que no le quitaba la mirada al guitarrista-Hasta te mira y se sonríe…será picarón…hacele un saludito, Alex. No seas cortante. Yo te cubro con Elliott.
-Carajo, ¡Que yo no soy gay!
Sin darse cuenta, habían estado alzando la voz y Alex casi había gritado al decir aquello, haciendo que varios doctores y doctoras que los seguían, los miraran con curiosidad. Santana se hizo a un lado y se dedicó a escuchar cada explicación del director del hospital.
El paseo guiado por el hospital se extendió hasta aproximadamente, media hora. Pasaron por una sala donde atendían en especial a los bebés enfermos o que necesitaban algún tipo de cuidado especial; algunos estaban siendo atendidos en esos momentos, por algunas enfermeras y ellas, al verlos a través de la ventanilla, saludaron a Josh, Alex y Derek; siendo ellos quienes luego les respondieron con sonrisas y besos al aire. Santana sonrió, divertida, porque sabía que se sentían galanes haciendo eso.
Al terminar con el paseo y comenzar a conducirlos hacia el auditórium donde, según, ya estaban los niños y sus familiares, esperando la sorpresa que les tenían. Antes de entrar directamente al backstage por donde les indicó el director del hospital; varios doctores aprovecharon para acercarse a Santana y pedirle una foto o un autógrafo que decían que era para sus hijos o hijas, pero ella sabía muy bien que era para ellos nada más, porque más de una vez le había sucedido eso.
Finalizaron y tuvieron que entrar rápido a los vestuarios, porque ya podían escuchar desde ahí, la bulla y algarabía, además de los aplausos, pidiendo porque se diera comienzo al evento. Derek se acercó por detrás del telón y asomándose, se quedó sorprendido por la cantidad de niñitos que estaban en aquel auditórium.
-Esto va a estar genial. Jamás tuvimos una presentación para chicos-dijo él, emocionado.
-Acá fue donde le diagnosticaron diabetes a mi hermana-comentó Alex, volviendo a arreglarse las mangas de su camisa-Si hubiera sabido de esta presentación antes, la habría invitado a venir conmigo, porque se muere por vernos tocar y sobre todo verte cantar a vos, San.
-¿Cuándo es su cumpleaños?-preguntó Santana
-Hasta el año que viene, en Junio.
-Podemos averiguar si por esa fecha de su cumpleaños estamos libres para ir a verla. ¿No les parece?
Los tres se miraron y sonrieron, mientras asentían. Alex se acercó a Santana y le dio un abrazo.
-No sé cómo no se me ocurrió antes. Agradezco que se te haya ocurrido a vos.
-Bueno, bueno, ya basta de abracitos y amapuchaderas…-intervino Josh, separándolos y poniéndose en el medio de ambos-Muy lindo todo y estoy de acuerdo con hacerle ese regalo a tu hermanita, pero ahora estamos acá y nadie nos dijo cuál es el track list que vamos a tocar.
-Le pregunté hace un momento a Alan y dijo que tocáramos las que levanten el ánimo, las divertidas y de ese tipo así-dijo Derek
-Esas son como 5 ¿No?
-6, en realidad.
-¿Cuánto tiempo tenemos?-preguntó Santana
-Según Alan, como 1 hora.
-¡¿1 hora?! ¡Con 1 hora tenemos para 10 ó 13 canciones!-exclamó Josh-¡No tenemos 13 canciones de alegría, ánimo y divertidas! Si apenas entre los dos discos que tenemos, son 3 y 3 en cada uno. Junto con el Ghost track, pero nunca lo tocamos.
-Bueno, esta vez lo vamos a tocar y van a ser 7. ¿Tienen otra idea?
-Versionar alguna de mi viejo-propuso Santana, encogiéndose de hombro-Seguro que los padres y familia de los demás chicos les va a gustar y a los chicos también.
-Sí, es buena idea. Esa que siempre piden en los conciertos al terminar, puede ser-dijo Derek, pensativo-Faltan 4 canciones…en caso de que se nos terminen antes de terminarlas, es mejor que nos saquen del escenario a que nos falten canciones. ¿Cuál otra?
-Que ellos las elijan-dijo Alex
-No nos vamos a poner a decirles al público que nos digan…
-Es buena idea-cortó Derek lo que iba a decir Josh-Les pedimos que la escriban en un papelito y que nos los pasen al escenario.
-Seguramente más de un nostálgico se pedirá algo de Mark Lopez-dijo Josh
-Mejor eso, que no tener nada-dijo Derek, sentándose en una silla que estaba cerca de una mesa-Así quedamos. Vamos a anotarlas en orden para que no se nos olvide ¿Alguien tiene papel y lápiz?
Santana, Josh y Alex se miraron entre sí y negaron. Derek bufó y en ese momento entró Alan corriendo y arreglándose los lentes que se le habían corrido al puente de su nariz.
-En 5 minutos salen, chicos. Sus instrumentos ya están en el escenario.
-¡No nos dieron para afinarlos!-reclamó Alex, molesto
-Los afinan cuando estén allá. Permiso.
-¡No podemos estar afinándolos a punto de tocar, Alan!...mierda…
El manager salió de vestuarios y mientras Derek se ocupaba de buscar un lápiz y papel junto con Josh y Alex; Santana se separó de los tres un momento, repentinamente sintiendo unas ganas incontrolables de escuchar a Brittany, escuchar su voz aunque fuera por unos segundos. Buscó en su bolso otro celular que siempre tenía, pero pocas veces utilizaba, porque era totalmente para emergencias y dado que su móvil oficial había muerto y ahora tenía una urgencia terrible, comenzó a marcar el número de Brittany, tal cual lo recordaba en su memoria y esperó unos segundos, sintiendo el pulso palpitante próximo a su garganta.
………………………………………………………………
Antes de llegar al apartamento, Thiago había tenido la buena idea de pasarse por una tienda para comprar unos jugos, pan, jamón, queso y otras cosas para cenar; aparte para el día siguiente, en el desayuno. Por ello, pudo ofrecerle algo de beber a Cooper y eso fue jugo de naranja, poniéndoselo enfrente para que lo tomara, él lo agarró y con una sonrisa le agradeció.
-Muchas gracias, cariño. Vos siempre tan atenta. Esa es una de las cosas que adoro de vos ¿Sabes?
“No me llames `Cariño´”
-Si…-musitó ella, sin atreverse a decirle lo que había pensado. Le comenzaba a dolerle la cabeza y realmente no quería discutir por una nimiedad como esa-¿Por qué estás acá, Cooper? ¿Quién te dijo que estaba acá?
Cooper dejó de beber y después de lavar el vaso en el lavaplatos, lo dejó a un lado para que se secara.
-Brr! Britt… ¡Qué frío hace acá! ¿Dónde está el nivelador del aire acondicionado? Mira, que eso le hace daño al nene…
-Contesta a las preguntas-exigió Brittany, quitándole la mano de su vientre, cuando él la colocó ahí para acariciarla.
-Ya te dije, Britt. Vine para hacerte compañía-respondió Cooper, mirándola ahora sí, de frente y a los ojos-Fui a visitarte allá a la mansión, pero al llegar, me enteré por Max que te fuiste. Cuando le pregunté a tus viejos, Susan me dijo que estabas acá.
-Y ella te dio la dirección ¿No?
-Me pidió si podía convencerte de volver…
-Entonces perdes tu tiempo, ya podes irte, porque no voy a volver a ninguna…
-Hey, hey…calmate-pidió Cooper, riéndose-Ella sí me dijo eso, pero viéndote, ya sé que no tenes intenciones de volver. Mira, por mí está bien. Si sentís que queres independizarte, que queres tu espacio, buenísimo. A mí me parece una idea estupenda.
Brittany alzó una ceja, incrédula.
-¿Hablas en serio?
-¡Obvio, mi amor!-exclamó Cooper, aprovechando para acercarse a la rubia sólo un poco-Esa imagen de chica independiente se ve súper sexy e interesante en vos.
-¿En serio lo pensas? ¿Pensas de verdad que no cometo un error por mi embarazo o que me precipite…? Vos lo decís solamente porque pensas que es lo que quiero escuchar…
-Te aseguro que no. Es muy bueno esto, porque en un futuro puede ayudarte a abrirte caminos, tomar más decisiones por vos misma…
-Es precisamente lo que pienso, solamente que...bueno, mi mamá, Thiago e incluso Blaine, dicen que me precipite un poco…
-Están equivocados. No comprenden esos detalles, pero está bien, no te preocupes. Ya vas a ver como de a poco van a ir entendiendo y cuando vean que te empiece a ir muy bien, ellos te lo van a decir.
-Uhm…bueno, si…muchas gracias por entenderme.
Antes, siquiera, que pudiera apartarse; Cooper se aproximó a ella de una manera tan cercana que Brittany podía ver nuevamente dentro de sus ojos. Eran negros y definitivamente penetrantes, había esa ligera dureza que en los de su ex novio no había, pero igualmente intrigantes y con cierto aire de sensualidad, sobre todo en su sonrisa. Eso lo atribuía siempre a que era el gemelo de Blaine y ambos tenían esa misma característica. Nunca había negado que Cooper era lindo, pero había algo con lo que simplemente no terminaba de cerrarle con él y jamás lo había hecho. No podía entender el qué.
Cooper aprovechó su obvia distracción o ligero aturdimiento y acarició su mejilla suavemente. Brittany recordó lo que le había dicho Thiago, e hizo el movimiento para bajar el rostro y apartarse, pero Cooper volvió a alzarle la cara por el mentón y le sonrió.
-Te entiendo. Te aseguro que te entiendo. Siempre que quieras hablar, decir algo, cualquier cosa…acá me tenes, en mí tenes un amigo en quién confiar.
-Gracias, Cooper. Yo…
-Shhh!-la calló él, poniendo un dedo en sus labios y luego apartándolo rápidamente. Le dio un beso en la frente-Creo que mejor me voy. Tenes una cara de sueño tremenda. Perdón por despertarte si ya estabas…
-Estaba a punto de acostarme, no me despertaste.
Cooper sonrió.
-Bueno…entonces, perdoname por lo de esta mañana ¿Sí?
Brittany asintió
-Gracias, mi cielo. Sos especial, tenelo patente.
Dejándole otro beso en la frente, se despidió con una sonrisa y fue directo a la puerta para salir, cuando de pronto ésta se cerró de nuevo y Cooper vio la mano de Brittany que la había empujado la puerta. Volteando, vio la cara de nervios de la rubia, pero aún así con mucha seguridad.
-No te vayas-musitó, casi en una súplica. No había pretendido que sonara así, pero quizá era por lo sola que se sentía y Cooper venía a ser una compañía más-Quedate por esta noche ¿Sí? Es que…a lo mejor sea muy peligroso que te vayas a esta hora…
-Si me das unas sábanas, me acomodo perfectamente en el sillón.
Si minutos atrás estaba odiando que Cooper se apareciera en su apartamento así, ahora podía decir que agradecía un poco su compañía. Pensaba que quizá sería más fácil dormirse rápido así, sabiendo que no estaba tan sola, después de todo. Le entregó las sábanas a Cooper y éste le sonrió, tomándolas y poniéndolas sobre el mueble, ahora convertido en cama.
-Muchas gracias, Britt-musitó él, acariciando su mejilla-Que sueñes con los angelitos.
Aproximándose un poco, depositó un pequeño beso en su mejilla, pero sin ser consciente realmente de lo que hacía, Brittany corrió el rostro y sus labios apenas rozaron los de Cooper, pero de todas formas los sintió. Se apartó unos centímetros y mientras recordaba lo que le había dicho Thiago, negó y ya se iba a ir de ahí, pero Cooper fue más rápido y la sujetó por la cintura, haciéndole soltar un jadeo de sorpresa que fue ahogado por sus labios al tomar los suyos y besarla, a la vez que Brittany lo escuchaba gemir y repentinamente parecía atacado por la emoción, porque la agarró del rostro con ambas manos y deslizándolas hasta su cuello. Brittany le respondió, intentando borrar todo rastro de la culpabilidad que sentía al besarlo. Su mente le gritaba una y mil veces que debía mirar hacia delante y dejar atrás su pasado, pero su corazón latía desbocado recordando su primer beso con Santana y le dolió, le dolió como nunca antes le había dolido, tanto que ahora los ojos se le llenaban de lágrimas y sólo deseaba desaparecer.
Aún así, cerró más los ojos, con perturbadora fuerza y no dejando que las lágrimas escaparan, pero de todas formas una de ellas escapó. Sintió las manos inquietas de Cooper, siempre concentrándose en que era él y no Santana, aunque a veces podía parecerle que era ella. Él la tomó con fuerza por la cintura y junto con ella, encima, se dejó caer sobre el mueble-cama y siguió besándola furiosamente y casi desesperación. Introdujo una mano en la parte baja de la espalda de ella, acariciándola, cuando de un momento a otro, sintió algo moverse entre sus piernas.
-¡Mierda!
-¿Qué fue eso? ¿Fuiste vos?-preguntó Brittany
-¡No! ¡Te aseguro que no fui yo!-exclamó Cooper, una vez que Brittany se quitó encima de él y miró entre sus piernas lo que ahora la rubia agarraba. Un celular-¿Cómo llegó eso ahí?
-Perdón, fui yo. Debí haberlo dejado caer, lo traje porque escribía un mensaje…
-¿Te están llamando?
-Sí…pero no conozco este número….
-Bueno, dejalo que repique y vamos a…
-¡Nooo!-se negó Brittany, con rotundidad, evitando que él le arrancara el celular y luego mirando a la pantalla-Puede ser importante… ¿Aló? ¿Hola? ¡Che!...
-No es nadie, Brittany. Apaga eso y vamos a…
-¡No, deja! Escucho algo… ¡¿Aló?! ¡¿Quién es?! ¡¿Me escucha?!
Estaba casi gritando a través del celular y esperó un rato entre el sonido del otro lado que parecían murmullos, hasta que pudo escuchar una voz más conocida, pero lejana.
“¡San! ¡Apurate!”
En ese preciso instante la línea se cortó y le pareció que con ella su corazón, porque ahora no lo podía sentir latiendo. Se quedó mirando la pantalla con el contador del tiempo que había durado la llamada, 2 minutos, 32 segundos. Eso era exactamente el tiempo que sólo escuchó su silencio sin que le dijera absolutamente nada, ¿Por qué la había llamado? ¿Qué pretendía? ¿Deseaba ahora volverla loca y quitarle el pequeñísimo pedazo de vida que aún quedaba en su ser?
-Britt…hey…-susurró Cooper, acariciando su mejilla-Te quedaste muda y más pálida que un fantasma ¿Quién era?
La rubia miró a Cooper por unos segundos breves, porque luego ya no tuvo más valor de hacerlo y bajó la mirada.
-Santana
-¿Santana?
-Creo que eso fue lo que dije-espetó Brittany, malhumorada
-Bueno, perdón, pero mira…-la tomó por el mentón y la obligó a mirarlo-No dejes que esto te baje los ánimos, ¿Sí? Mira siempre al frente, nunca para atrás ¿Si?
Cooper se aproximó levemente hacia ella, buscando besarla. Apenas pudo rozar sus labios, porque Brittany apartó la cara y negando, se levantó de ahí.
-Escucha…tenes razón, tengo que mirar hacia el frente, pero ahora…justo ahora no puedo…perdón.
Estaba esperándose que se enojara o algo, pero él solamente la miró por un instante y luego asintió y se encogió de hombros, sonriéndole.
-Bien…te entiendo, tranquila. No te preocupes.
-En serio, perdoname.
-Nah, dale…anda a acostarte. Ya está olvidado.
Brittany sonrió
-Gracias, buenas noches.
-Buenas noches, hermosa.
Brittany fue directo a su habitación para acostarse, dejando a solas a Cooper en el recibidor, sentado en el mueble-cama. Estaba sintiendo una enorme rabia, que iba creciendo gradualmente. Se levantó de golpe y para intentar calmar lo que sabía que llegaría a una ira tremenda, fue hacia la cocina para servirse un vaso de agua. Cuando se la hubo servido, ya sentía la furia en la migraña que a veces le atacaba, se apresuró a agarrar el vaso, pero por el descomunal cabreo que cargaba, no se percató de lo fuerte que lo agarró y lo quebró con su mano, incrustándosele algunos pequeños vidrios en la palma y haciéndole sangrar sobre el mesón.
-¡Mierda! ¡Me cago en Santana!
-¡¿Pasó algo allá, Cooper?!-preguntó Brittany, desde la habitación
-¡No, cariño! ¡Todo perfecto acá! ¡Volve a dormir!
-¡¿Seguro?!
-¡Sí! ¡Que duermas bien!
“Mierda…”
Mirándose como ahora sangraba, se apresuró a lavarse la mano en el agua del grifo del lavaplatos. Le dolía terriblemente y se ocupó de sacarse los pequeños vidrios que se le habían clavado.
“Paciencia, paciencia…se me está acabando la paciencia”
……………………………………………………………
La presentación terminó exactamente después de 1 hora. Aunque todo el tiempo estuvo con la mente en la llamada que le había hecho a Brittany y de la voz que escuchó al fondo, muy parecida a la de Blaine, diciéndole a la rubia que colgara; a pesar de eso, creía que había logrado mantenerse sin que se sospechara que estaba con la cabeza en todo, menos en la cantada. Le hacía sentirse algo culpable, porque se había prometido hacer la mejor actuación para aquellos niños que sonreían y coreaban sus canciones, junto con sus padres, pero sin embargo, su mente se distraía increíblemente fácil.
Después de despedirse y salir todos del escenario, se fue directo hacia el baño, antes que Alan pudiera llegar a ella para darle algún mensaje, porque ya le veía la intención. Permaneció ahí por unos 15 minutos, lavándose la cara e intentando borrar de alguna manera el pensamiento de que Brittany no estaba solamente con aquel chico, Thiago; sino también con Blaine. Estaba consciente de que ella podía estar con quien quisiera, pero también entendía que podía haber malentendido lo que escuchara, quizá no era eso lo que ella pensaba que antes de llamarla, había estado sucediendo.
De cualquier manera, se dijo a sí misma que fuera lo que fuera, escuchar la voz de Brittany había sido reconfortante, aunque nunca sería como la sensación de tenerla cerca y eso era lo que la hacía perderse por completo.
Salió del baño y apenas ahí se encontró de frente con Alan, que traía una sonrisa de oreja a oreja y enseguida la abrazó y le dio un beso en las dos mejillas.
-Estuviste estupenda, Santana. Los chicos y sus familiares te adoraron con pasión.
-Bueno, gracias, pero ¿Ya felicitaste también a los chicos?-preguntó ella, mirando a los muchachos a unos metros más allá, guardando sus instrumentos en unas cajas y Josh ayudando a unos del equipo de asistencia a guardar bien su batería.
-Sí, por supuesto que lo hice. Estuvieron fabulosos todos. Lo que pasa es que vos te viniste volando hasta el baño.
-Me estaba haciendo pis-se excusó Santana, con una pequeña mentira.
-Tenías muchísimas ganas, entonces-dijo Alan, riendo-Mira, ya nos vamos en un rato ¿Si? Para que estés lista, porque antes vamos a hacer las fotos con los del hospital y….bueno, vos sabes.
-Sí, te entiendo, pero…
-¿Pero qué?
Santana se encogió de hombros y él pareció comprender.
-Lo de los italianos, hablas de los…
-Sí. Me dijiste que me ibas a decir sobre eso, ¿Qué pasó? ¿Qué dijeron los barbudos…?
-¿No podemos hablarlo después…?
-No, quiero que me lo digas ahora ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto misterio? Me dijiste que sí habían aceptado hacerles la entrevista a los chicos, pero hasta ahora…
-Sí aceptaron San, aceptaron…
-¿Pero…?
-Pero...hay viaje.
-¿Viaje? ¿Cómo que viaje? ¿Viaje a dónde?
-Viaje a Roma, viaje a Firenze, viaje a Napoli…viaje a Italia, San. Se está planeando un concierto en el Stadio San Paolo y con ello, van a aprovechar a entrevistar a estos chicos. Si convencen a los barbudos…
-Se presentan con nosotros en el Stadio.
-Exacto. Eso quiere decir que si te gustó la Bella Italia, vas a volver allá en menos de lo que te esperabas; siendo preciso, pasado mañana.
-¡¿Pasado mañana?! ¡¿Por qué tan rápido?!
-Pensé que querías rapidez con lo de tus amigos…
-¡Pero, es que…!
-¿Qué? No me va a decir que ahora te arrepentís, San…
-No me arrepiento, pero… ¿Cuánto tiempo vamos a estar allá?
-Uhmm…unas dos semanas…
Santana bufó
-Pero, tengamos en cuenta que no es sólo el concierto en el San Paolo, también es en otros lugares de Italia. Y eso es solamente en la península; porque de ahí, directamente nos trasladamos a Argentina.
-¿Argentina?
-Concierto en La Bombonera, de ahí a Chile, después a Uruguay, vamos subiendo a Brasil, Colombia… ¿Te acordas que te dije que Suramérica te quería por allá? Bueno…de eso se trata. De Italia, nos vamos a Suramérica. Así que, querida Santana…anda preparándote, que lo que viene es bueno. Un suceso.
Alan sonrió enormemente y saliendo, la dejó sola con sus pensamientos. ¿Italia? Se había ido de Italia no queriendo volver en, por lo menos, dos meses y ahora volvía el día después de mañana. No era que la hubiera pasado mal allá, pero los últimos recuerdos antes de irse del país de la bota, no la dejaron con ganas de regresar hasta pasado un tiempo. Alan no había mencionado de ir directamente a Torino, pero estaba segura que allá irían a parar, por lo de la entrevista a los chicos. Sabía que, inevitablemente, el mundo se le vendría encima cuando pisara nuevamente tierra itálica y los recuerdos amenazaran con hacerle estallar la cabeza.
Sólo 30 minutos después, estaban tomándose las respectivas fotos con algunos de los chicos y sus familiares que habían estado en el auditorium. Santana atendía a cada uno de los niños con una sonrisa y les firmaba autógrafos a cada uno que se acercaba; algunos lo hacían con muletas, otros en silla de ruedas, unos pequeños con cáncer y que sus cabecitas no traían ni un solo cabello, producto de la acción agresiva de la quimioterapia. Cada uno de ellos le sonreían y con un abrazo la dejaban fuera de combate, pero con ganas de verlos felices. El trato que había hecho Alan junto con la directiva del hospital, fue que darían auspicio a la lucha contra el cáncer y otras enfermedades, además de que, por lo menos el 50% de las ganancias en los conciertos, irían a parar a nuevos estudios por la cura contra aquellas enfermedades que “no tenían cura conocida” y también para la mejor calidad de vida y un fondo para los niños con bajos recursos que tenían esas enfermedades y no tenían como costear las medicinas y demás necesidades. Para eso, entendió Santana, eran los conciertos a través del mundo que se estaban planeando ahora. Ahora podía comprender que lo venía era para rato y apenas tendría tiempo para ella misma; mientras más lo pensaba, más se iba dando cuenta que se alejaba más y más de Brittany.
-¿Santana?
Un pequeño de unos 7 años se había acercado y al verlo, enseguida se aproximó a él y acuclillándose para ponerse a su altura y verlo de frente, acarició su cabeza y él la miró con algo de nerviosismo, pero seguridad en sus ojos oscuros.
-Hola, ¿Cómo te llamas?-saludó Santana, sonriéndole.
-Me llamo August White…-musitó él-Yo quería pedirte un favor, Santana.
-A ver, decime… ¿Qué puedo hacer por vos?
-¿Podrías venir a ver a mi hermano mayor?
-¿Tu hermano? ¿Y dónde está tu hermano?-preguntó Santana, buscando a su alrededor entre la gente distraída que hablaba en el lobby de hospital.
-Él no está acá. Está en el piso 3, en la habitación 301.
Santana frunció el ceño ante aquella información y volvió a mirarlo fijamente, pensativa.
-¿Cómo se llama tu hermano?
-Harry White y tiene SIDA.
Dicho eso, el pequeño se lanzó a los brazos de Santana y la abrazó con fuerza, llorando a lágrima viva por su hermano. Fue como una bofetada directa a la cara para Santana y que le dolió muchísimo. Demasiado.
De todas las cosas que imaginó que hacía horas podía estar haciendo, como durmiendo, jamás se imaginó entre ellas las de estar subiendo en aquel momento al piso 3 del hospital, a ver a un niño que tenía SIDA. El corazón lo sentía pequeñísimo y apenas lo sentía latir en su pecho, mientras tomaba de la mano al pequeño August, que ya estaba calmado. Las puertas del ascensor se abrieron y al salir, guiada por el niño, pudo ver que en los pasillos, apenas había gente y sólo estaban algunas enfermeras en la central y hablando en voz muy baja.
Ellas no la notaron pasar, cuando el niño la guió hasta la habitación 301 y al abrir la puerta y entrar, se quedaron de pie, mirando en la oscuridad de aquella habitación, con las cortinas cerradas y unos aparatos que hacían sonidos, monitoreando los signos vitales del pequeño que estaba durmiendo en la cama.
-¿Dónde están tus papás, August?-preguntó Santana, mirando al niño a su lado.
-No sé, pensé que iban a estar acá…-musitó él, confundido-Los dejé acá cuando salí a buscarte.
-Deben estar buscándote. ¿Bajaste sin su permiso?
El niño hizo un puchero y bajó la mirada, apenado.
-Harry me dijo que te buscara. Me dijo que estabas acá…que él quería verte. Siempre quiso conocerte.
-¿Y cómo supo él que yo estaba acá? Además, miralo, está dormido y no podemos pertur…
-¿August?... ¿August, estás…? ¿M-mamá…?
-Acá estoy, hermanito-habló rápido August, acercándose a su hermano a la cama-Te traje a Santana, mirala…como me lo pediste.
Escasamente se podía ver en la oscuridad, pero como ya sus ojos comenzaban a acostumbrarse a ésta, pudo ver algo de la sombra de los dos niños en la habitación. El otro pequeño, Harry, estaba acostado en la cama y su respiración se escuchaba por casi toda la habitación.
-Santana…vení, acercate-pidió August -Para que mi hermanito pueda verte.
Dio los pasos hacia delante, directo hacia la cama del niño y se puso al lado de August, mirando a Harry que tenía tomada varias vías intravenosas y respiraba profundamente. Lucía terriblemente pálido, con ojeras y los labios morados; él abrió sus ojos cansados y los fijó en Santana, comenzando muy ligeramente a sonreír.
-Hola, Harry-saludó Santana, también sonriéndole y sentándose en una silla que vio cerca-Tu hermanito dijo que querías verme.
-S-sí…q-quería verte-murmuró el chico-Quería conocerte y…hablar con vos.
-¿No pensas que es muy tarde y que tendrías que estar descansando? Los chicos tienen que dormir temprano.
-Ya sé…p-pero realmente…necesito hablar con vos. Además…ya t-tendré tiempo de sobra…p-para…descansar.
Santana se sobresaltó al escuchar un ruido seco, como un golpe y al voltear, vio a dos personas, un hombre y una mujer en el umbral, con miradas preocupadas y viendo a August.
-¡¿Dónde estabas, August?!-reclamó la mujer, acercándose al más pequeño-¿Por qué siempre tenes que escaparte así? No lo vuelvas a hacer.
-Perdón, perdón…es que tenía que buscar a Santana. Harry me pidió que la buscara porque quería hablar con ella. Ustedes dijeron que había que cumplir sus últimas voluntades, yo los escuché.
El hombre y la mujer miraron hacia Santana y la morocha sintió enrojecerse, pero dio gracias que había algo de oscuridad y no se notaría nada de aquello. El hombre tenía un gesto en la cara que parecía incredulidad, por estar viendo frente a frente a la hija de su músico favorito en toda la vida; la expresión de sorpresa no cambiaba en la de la mujer, quien también admiraba a Mark.
-Hola…-saludó Santana, sintiéndose avergonzada y como una intrusa en aquel lugar-Su hijo estuvo abajo y me dijo que Harry quería verme…disculpen si invadí…
-¡Oh, no, no! No invadió nada, señorita Lopez-intervino el hombre, acercándose a darle la mano a Santana, con una pequeña sonrisa-Mucho gusto, yo soy Geoffrey White, ella es mi esposa Anne…
-Un placer. Somos fans de tu padre desde siempre-dijo la mujer, dándole también la mano a Santana
-Muchas gracias, un placer conocerlos-respondió la morocha, un poco más tranquila de que no parecieran enojados por la intromisión.
-Y bueno…somos los padres de este pequeño travieso que siempre se nos escapa-dijo Geoffrey, acariciándole la cabeza a su hijo August y luego acercándose a Harry, en la cama-Y de Harry…nuestro primer hijo y primer orgullo, porque ahora son dos con August.
-Bueno, es muy bueno conocerlos. Es una familia muy linda, de verdad.
-Papá…
Ahora quien intervenía era Harry, mirando a su padre, quien se acercó a él y éste le susurró algo a oído. Cuando terminó de hablarle, el hombre le sonrió y asintió, dándole un beso en la frente.
-Por supuesto, hijo-murmuró él y mirando ahora a August y a su esposa, suspiró-Va a ser mejor que salgamos un rato. Harry quiere hablar a solas con Santana.
Los tres salieron en silencio de la habitación y cerraron la puerta, dejándolos a solas a Santana con su pequeño hijo. La morocha volvió a sentarse en la silla y viendo a Harry, le sonrió.
-¿Cómo supiste que yo estaba acá en el hospital? ¿Te lo dijo algún enfermero…una doctora o doctor? ¿Tus viejos…?
-Mis viejos casi no salen de acá y cuando lo hacen, es para ir a hablar con los médicos…-explicó Harry-Tienen poco tiempo para ellos mismos, por no decir nulo y aparte…tienen que cuidar a mi hermano. Nadie me dijo que estabas acá. Yo simplemente lo sabía.
-¿Lo sabías?
-Sí
-Y bien ¿De qué queres que hablemos?
Harry se quedó unos segundos mirándola, pensativo, hasta que dejó salir un pequeño suspiro.
-De vos.
-De mí, dale… ¿Y que queres saber? Te aviso que no hay mucho para contar.
Harry sonrió
-Yo creo que sí…la expresión de tu cara...-susurró, mientras alzaba ligeramente su pequeña mano y con ella acariciaba el rostro de la morocha-Lo dice todo.
-¿Y qué dice?
-Que necesitas una respuesta. A pesar de saber lo que tenes que hacer, no actúas, porque tenes miedo.
Santana frunció el ceño, tratando de comprender lo que el chico quería decirle con eso. A pesar que pareciera no tener ningún sentido y podría tomarlo como que no sabía de lo que hablaba, algo le sonaba a que él sí sabía de lo que estaba diciéndole.
-Si fueras más específico…me agradaría comprenderte.
-Hay una línea…una vez que esa línea se cruza y desaparece, no hay marcha atrás. Si cruzas esa línea, la vas a perder para siempre.
Perturbador, aquello la aturdía terriblemente y ni siquiera se atrevía a pronunciar palabra. El sonido del repique de su celular de repuesto comenzó a escucharse y Santana se apresuró a atenderlo, todavía sin quitar la mirada al chico.
-¿Sí?...estoy en…no, mira, yo bajo ¿Dale? Sí, dale, ya voy. Chau.
Colgó a la misma vez que Alan lo hizo y vio una mueca de evidente dolor en el pequeño Harry, quien cerró los ojos y gimió, presionándose con sus manos en el estómago.
-¿Te duele mucho? ¿Llamo a tus viejos? ¿Un doctor?-preguntó Santana, preocupada por el niño
-S-Sí…p-por favor…
Santana se levantó de la silla, dispuesta a salir velozmente a buscar a los padres de Harry o a un doctor, pero antes el niño le tomó de la mano un momento, para detenerla y llamar su atención.
-No te preocupes…por mí. Voy a estar bien…anda con Alan.
-¿Seguro?
-Sí…gracias, Santana. Por venir a verme.
Apenas ya se iba del hospital y todavía se preguntaba cómo era que el niño sabía que quien la había llamado era Alan y cómo sabía su nombre…
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 4:59 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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Edad : 29
CAP.20 BITTERSWEET SYMPHONY
What I Like About You♥
CAP.20 Part II
BITTERSWEET SYMPHONY
El dulce aroma a panqueques le llegaba sutilmente a su olfato y al abrir los ojos, miró hacia el techo por unos segundos y luego hacia un lado a la ventana. Un nuevo día se estrenaba con un sol que entraba a través de las persianas de su habitación y por un instante, quiso agarrar su control remoto y encender la música, pero entonces recordó que ahí en el apartamento, no tenía ese sistema instalado y pensó que quizá iba siendo hora que le preguntara a su papá, cómo instalarlo ahí en su nueva habitación.
Por un rato se quedó mirando por la ventana, al cielo azul que se veía desde su lugar en la cama. Aquel día sentía que podía levantarse un poco más rápido, pero de todas formas aún sentía ese dolor en la garganta, cuando ésta se le cerraba automáticamente al mirar hacia un lado y descubrir que no estaba aquel cuerpo desnudo, que tantas veces vistió de deseo su cama y su propia alma. Todavía, podía cerrar los ojos e imaginarse esa sensación de plenitud al sentir su respiración sobre sus labios y sus dedos acariciando sus mejillas, pestañas…toda ella.
Abrió los ojos y entendió que no sería tan fácil quitarse el aroma de su piel de la memoria, cuando ella seguía intentando robarle ese pedacito de vida que le había arrancado en el aeropuerto de Torino. Más aún, cuando apenas en la noche, ella la había llamado y no entendía todavía la razón. Barajaba entre hacerla perder la razón y volverla loca. Simplemente, no era justo.
-Bella durmiente, es hora de levantarse. Hace un lindo día.
Volteó hacia la puerta, luego de escuchar la voz de Cooper y el suave toque en la puerta para anunciar que pasaba. Él entro y Brittany se apresuró a sentarse en la cama, viendo que él traía una bandeja con lo que era el desayuno.
-Buenos días, princesa. ¿Cómo dormiste?-preguntó él, acercándose y poniendo la bandeja sobre la cama de ella y luego dándole un beso en la frente
-Bien, Cooper. Gracias. No te hubieras molestado-dijo Brittany, con una sonrisita leve y mirando los panqueques con miel encima, además de dos vasos, uno con jugo recién exprimido de naranja y otro con leche con chocolate-Se ve rico. Gracias.
-Todo para la mujer más linda del planeta. Espero que como decís que se ve, te guste también.
-Seguramente sí, gracias.
-Nah, deja ya de agradecerme y come. Que necesitas alimentarte vos y a ese nene que viene en camino.
La rubia le sonrió y tomó los cubiertos para picar un pedazo de panqueque y comerlo, pero justamente vio la mano derecha de Cooper y se sorprendió muchísimo al ver que la tenía vendada un poco.
-¡¿Qué mierda…?! ¡¿Qué te pasó en la mano?!-exclamó Brittany, agarrando con cuidado su mano, pero él la apartó y rió, haciéndole un leve gesto de quitarle importancia.
-Nada que no sane en unos días. Solamente un insignificante accidente con un vaso…perdón, lo rompí sin querer y me clavé algunos vidrios, pero te juro que te voy a comprar un juego nuevo de vasos…
-¡Pero, si eso es lo de menos! ¿Qué pasó?
-A veces me suele pasar que aprieto mucho los vasos…y los rompo sin querer, no me doy cuenta cuanto los aprieto. Realmente, perdón…
-No te hagas drama.
-Te voy a comprar unos vasos nuevos y también te voy a reponer lo que había en el maletín de primeros auxilios. Gasté unas dos gasas, algodones, agua oxigenada, estas vendas…
-Dije que no te hagas drama por eso. ¿Vos estás bien?
-Sí, absolutamente bien. Mejor que nunca ahora que te veo.
Brittany enrojeció con aquella frase y antes que se pusiera más roja, dejó de mirar a los ojos oscuros del chico y se ocupó de comenzar a comer. Mientras tanto, Cooper no dejaba ni un segundo de mirarla, haciéndola sentir algo nerviosa, porque cada vez que chocaba su mirada con la de él y la retiraba, él le sonreía aún más.
-Basta, Cooper. Cortala-pidió ella, en voz baja, cuando ya casi estaba terminando de comer.
-¿Con qué? No estoy haciendo nada-dijo él, inocentemente
-Sí lo estás…estás mirándome así…
-¿Cómo así?
-Así…no sé…así…simplemente…
Cooper alzó una ceja y soltó una risita, encogiéndose de hombros.
-No sabía que tenía que pedirte permiso para mirarte.
-No, no es que tengas que pedirme permiso, pero es que…no sé, me pone…
-¿Nerviosa?
-Más o menos-musitó Brittany, bebiendo un poco de leche con chocolate y terminando su último pedazo del desayuno. Después de limpiarse la boca con una servilleta, Cooper tomó la bandeja y la colocó a un lado en la mesita de noche.
-Y eso de que…te pone nerviosa que te mire… ¿Es algo bueno o malo?
Brittany infló ligeramente los cachetes y expulsó el aire, con un sonidito parecido a un silbido. Lo pensó por unos segundos, pero luego negó.
-No sé, qué se yo…normal.
-¿Normal? ¿Nada más?
-No, bueno…me intriga…sí, me intriga.
-¿Y qué te intriga?-preguntó Cooper, bajando el rostro, mirando hacia la cama, pero de reojo también mirando a Brittany.
-No sé…me intriga. Me intriga esto de…de que pareces estar siempre pensando en algo…
-Y te intriga saber lo que estoy pensando.
-Sí, un poco-admitió la rubia.
Cooper alzó la mirada y sonrió ligeramente, asintiendo.
-Bueeeeno… ¿Te gustaría saber lo que estoy pensando?
-¿En obligarme a levantarme de una vez por todas?
-Aparte de eso, en esto…
La besó sorpresivamente, tomándola del cuello y acariciándola, a la vez que la besaba con infinita pasión y le mordía ligeramente el labio inferior. Brittany se iba a apartar, sintiéndose aturdida, pero antes lo hizo el propio Cooper y sin separarse lo suficiente de su rostro, sonrió, mientras le hablaba muy cerca de su boca.
-En eso pensaba…en comerte la boca y…que me des una oportunidad, Britt…me encantas, mira como me tenes…-susurró, tomando su mano y haciendo que le tocara en sus mejillas y luego en su corazón, que realmente latía rapidísimo-Me tenes muerto de amor… mira, más mañanas como estas, donde te traigo la comida y te hago sentir como la princesa que sos…no tendrán fin, si vos me lo permitís…
-Cooper
-¿Tenes idea de lo mucho que me muero por estar con vos? ¿Hacerte mía… y yo ser tuyo?
Aquella confesión le resonó en cada parte de su cuerpo, en todas partes de su cerebro, tratando de no darle aquel significado que estaba realmente implícito en él, ese en el que no podía traspasar, porque recordar que seguía siendo completamente de Santana, significaba que en ese momento, ni en futuro cercano ni lejano, deseaba romper con eso. Era algo más allá de su poder y de su consciencia y aunque alguna vez llegara a estar con alguien más, aún si ese fuera el mismo Cooper, realmente creía que jamás y nunca podría ser de alguien más que no fuera Santana. Ella estaba en todas partes y todavía le jodía saber que era verdad.
-Britt…Britt, escuchame…sé lo herida que estás, pensas que no podes volver a amar…pero eso no es completamente verdad, mi cielo…
-Cooper, no…
-Siempre tenes la oportunidad de volver a ser feliz…quisiera que confiaras en mí, en que puedo ir de a poco, sacándote una sonrisa…y después, a lo mejor…risas completas hasta que te duela panza de tanto reír… pero dame la oportunidad, por favor.
Había estado preparada para decirle que no, ya tenía en la punta de la lengua la negativa, pero sabía que él tenía razón y que no podía estar toda la vida llorando por algo que no se dio.
-Menos mal que sabes de sobra que todavía no puedo corresponderte como realmente te mereces.
-Britt…
-No, escucha. No es un reproche, sé que lo haces, sé que…sé que sabes que ahora mismo me duele todavía, me duele demasiado y es una herida que no pienso que pueda cicatrizar en un buen tiempo.
-¿Qué queres decir?
-Que…mira, a lo mejor ahora no puedo decirte que sí, no te voy a engañar. No puedo decirte que sí, ahora y no lo haré, pero…no te voy a cerrar la puerta a un tal vez.
-¿Un tal vez?
-Sí
-¿Qué mierda significa “Un tal vez”, Brittany?-preguntó, incrédulo-¿Me estás jodiendo? Te estoy demostrando que…
-Escucha, perdoname si no es lo que esperabas…
-No, realmente no es lo que esperaba-espetó Cooper, molestándose-Te estoy abriendo mi corazón, Brittany. Te estoy mostrando mis sentimientos y vos…
-Y yo ahora mismo no puedo decirte que sí, pero te estoy diciendo que a lo mejor, en un futuro, podamos…podamos llegar a algo…
-¿Algo como qué? ¿Algo como lo de ahora, Brittany? Anoche venís y me besas, pero entonces te cortas toda cuando recibís esa estúpida llamada… No me quiero imaginar si fuéramos novios y a cada rato recibieras una llamada de Santana.
-Entonces, a lo mejor ahí tenes la respuesta y es mejor no ser novios ni ahora ni nunca.
Brittany se iba a retirar para ir al baño, cuando Cooper se levantó también y atravesándose antes que entrara, la detuvo.
-Britt…vamos a calmarnos y a hablar como lo que somos, dos adultos. No tenemos 12 años. Los dos somos mayores de edad, vos 18 y yo 19; creo que podemos entendernos, mi cielo.
-¿Qué queres que entienda? ¿Qué queres que te digas Sí o Sí te doy la oportunidad? No me vas a poner una pistola a la cabeza y obligarme, Cooper. Necesito realmente pensar en mí por un rato, quiero que entiendas que sí te estoy dando la oportunidad de algo más, pero no ahora. Estoy dejando la puerta abierta…
-¿Pero para cuando? ¿Para cuando tengamos canas y estemos sin dientes de lo viejos que estaremos y nos lleven a un geriátrico? ¡Brittany, por Dios!
-Un tiempo pequeño, sólo un tiempo pequeño…
-¿Cuánto? ¿Un mes, dos meses? ¿Cuándo vos decidas terminar con el recuerdo de Santana Lopez? ¿Realmente queres olvidarla o me estás mareando innecesariamente?
Aquello ciertamente le había dolido demasiado, pero volvía él a tener razón ¿Cuándo pensaba olvidarla? ¿Estaba dándole vueltas a Cooper?
-Perdón…perdoname, pero…si sentís que no podes con esto, entonces yo…
-No, yo sí puedo-cortó Cooper, acercándose-Yo puedo esperarte, Brittany. Pero que vos me asegures que la vas a olvidar y que cuando sea que me quieras dejar amarte, no haya recuerdos de ella por todas partes. Decís que queres olvidarla, bueno es el momento. Demostralo.
Brittany suspiró y por unos segundos no contestó nada, hasta que bajando la mirada, asintió.
-Está bien.
-Decimelo mirándome a los ojos.
-Está bien, Cooper-dijo, ahora viéndolo a los ojos-Lo voy a hacer…pero dame tiempo. Es lo único que yo te pido.
No se negó, le dio un beso en la frente y salió de la habitación para dejarla sola y que terminara de ir a ducharse y que se alistara por completo. Sin embargo, por unos segundos se asomó con cuidado y miró por la puerta, al escuchar el sonido de repique del celular de Brittany. Ella estaba frente a la puerta del baño y veía fijamente la pantalla del celular, para luego de unos segundos repicando, verla decidirse a presionar el botón de rechazar la llamada y entrar al baño.
………………………………………………
Le había rechazado. Brittany le acababa de rechazar una llamada y ahora sí que estaba segura que ella sí había escuchado la voz de Alan, el día anterior, cuando la había llamado para solamente escuchar su voz. Ahora, como ya sabía de quién era el número y lo había reconocido, simplemente le bloqueó la llamada y se cortó, quedándose sin la posibilidad de escucharla en ese momento.
Le dolió muchísimo que le hubiera cortado la llamada, porque eso le daba a entender que no quería escucharla, ni saber absolutamente nada de ella.
-Bueno, ahora sí podemos empezar.
-Obvio, si ya llegaste vos ¿No? El jefe.
Derek tomó su bajo y colgándoselo del cuello, miró a Josh.
-¿Qué queres decir?
-Sabes muy bien lo que quiero decir.
-¿Ah sí?
-Sí
-Mira, ¿Sabes? No tengo tiempo de estar discutiendo. Baja un cambio y vamos a empezar.
-Precisamente a eso me refiero, que te pensas que sos el puto amo nuestro y que cada vez que vos vengas, es que vamos a empezar. Pero anda enterandote que no somos tus acólitos.
-¡Ay chicos, basta! ¡Por favor, no empiecen!-interrumpió Santana, fastidiada-¿No pueden estar un minuto sin discutir entre ustedes? Vamos a empezar ¿Sí?
Con las baquetas, Josh dio la señal de costumbre para dar comienzo con el ensayo y con una canción que Santana interpretaba a dúo con Alex. Empezando apenas, iban bastante bien, pero a medida que avanzaban, Santana no dejaba de pensar en lo que el chico Harry le había dicho; junto con Brittany, las palabras del niño se habían convertido en una especie de obsesión, porque él parecía saber de qué hablaba cuando le dijo que había una línea y que si cruzaba, la perdería para siempre. No estaba segura, pero aquella frase no paraba de sonarle a Brittany.
Estaba tan sumergida en sus propios pensamientos, que apenas se dio cuenta que con la distracción, no estaba cantando y que Alex estaba esperando que lo hiciera.
-Paren, paren, chicos. Basta-pidió Santana, frotándose la frente con los dedos. Le empezaba a doler la cabeza.
-Desconcentrada.
-Sí, un poco…-musitó, cerrando los ojos por unos segundos y luego volviendo a abrirlo y tomando bien la guitarra-Vamos de nuevo, desde la segunda estrofa.
Dieron comienzo de nuevo y todo parecía pintar bien, hasta que Santana equivocó una frase de la tercera estrofa, con la segunda y levantando la mano, pidió que se detuvieran. Los chicos se quedaron callados, esperando a ver si Santana decía qué pasaba, pero ni ella misma lo sabía. De pronto se sentía acalorada y cuando miraba a su alrededor, como buscando algo, la boca la sentía secársele; al igual que una presión en el pecho. De pronto sentía un miedo terrible a morirse, veía todo sumamente borroso y tenía la sensación de que se quedaría sin aire en cualquier momento; pero aún así, siguió.
-Perdón, empecemos de nuevo…
-Santana…
-Desde…d-desde donde lo dejamos.
-¿Te sentís bien?-preguntó Alex, preocupándose y acercándose a ella, preocupado
-¿Cómo? Obvio, obvio que me siento bien. Simplemente me distrastraje…
-¿Segura?
-Sí, segura. Vamos de nuevo.
Alex le lanzó una mirada a Derek y éste se encogió de hombros, sin saber tampoco lo que ocurría. Josh desde atrás, dio de nuevo la señal con las baquetas, pero cuando ya todos iban a continuarle, tuvieron que cortar de nuevo porque ahora Santana se había quitado la guitarra de encima y acuclillándose, se tapó la cara con las manos. Los tres chicos se apresuraron a acercarse, pero ella volvió a levantarse y entonces vieron lo pálida que estaba.
-San…
-No me estoy sintiendo bien.
Llevándose la mano al pecho, hizo un gesto de dolor y pareció que iba a llorar. Sin soportarlo más, perdió la consciencia y se desmayó.
………………………………………………
Cooper se había tenido que ir, porque dijo que tenía cosas que hacer y aparte lo de su solicitud para entrar a la universidad. Él la había invitado a ir juntos para inscribirse, pero Brittany le dijo que tenía que quedarse, ya que esperaba una llamada de Blaine y a Thiago que en cualquier momento llegaría. Cooper dijo antes de irse, que no estaba molesto, Brittany había visto en su cara que realmente sí lo estaba y aunque no sabía la razón exacta del por qué su enojo, no se ocupó siquiera en indagar en una posible razón; sabía que de un momento a otro se le quitaría.
Estaba terminando de arreglarse, mientras veía el noticiero, cuando escuchó afuera en el recibidor, el sonido de la puerta abriéndose. En un primer momento pensó que quizá sería Cooper que se había vuelto a buscar algo que se le había olvidado, pero entonces razonó en que él no tenía llave de su apartamento y por ende, no tenía forma de acceso. Confundida, salió con cuidado de la habitación y por un rato se quedó de piedra al ver que era su madre; pero luego reaccionó y frunció el ceño. Había olvidado que ella y su padre tenían una copia del apartamento, en caso de emergencias.
-¿Qué haces acá? Si venís a pedirme que vuelva, perdes tu…
-No vengo a pedirte nada de eso, hija-cortó Susan, seriamente y dejando su cartera y unas bolsas con compras de comida en el mesón-Vengo solamente a hablar con vos, tranquilamente y sin discutir.
-Eso ya lo escuche antes de vos, mamá. Siempre terminamos discutiendo-dijo Brittany, cruzándose de brazos.
-Bueno, entonces hace falta que pongamos las dos de nuestra parte, para que esta vez no sea así. De verdad quiero que arreglemos nuestra relación, Brittany. Quiero entenderte.
Brittany sonrió, pero alzando una ceja, incrédula.
-Cuando de verdad necesité que me entendieras, me rechazaste.
-Brittany...
-Dale, hablemos, entonces-continuó Brittany, agarrando una silla y sentándose frente al mesón-Te escucho.
-Bien…bueno…-musitó Susan, también poniéndose en el mesón-Cuando iba entrando al estacionamiento, me encontré con Cooper que estaba saliendo de acá…ayer lo vi y traía la misma ropa…
Brittany rió.
-Ya está. Cooper sale de acá con la misma ropa de ayer y ya de inmediato pensas que es que viene de mi apartamento y que, muy probablemente, estamos saliendo juntos y nos acostamos ¿No es eso?
-Solamente pregunto, porque…
-No, mamá. Lamento romper tu burbuja de ilusión, pero no. Cooper y yo no somos novios, no estamos saliendo y definitivamente no nos acostamos. Él sí se quedó a dormir anoche, porque yo se lo pedí, ya que era muy tarde. Él durmió en el sillón y yo en mi habitación.
-No era necesario usar ese tono conmigo. Aún sigo siendo tu madre y debe haber respeto.
-El respeto se gana, mamá. No se pide ni se exige.
-Yo no te irrespete.
-Mejor ni siquiera ahondamos en eso, porque no quiero molestarme a esta hora de la mañana, mamá. El punto es que vos ves salir de acá a Cooper y haces juicios…
-Solamente preguntaba, Brittany. Creo que merezco saber con quién sale mi hija.
-Bueno, ya sabes que no estamos saliendo, como sé que a vos te encantaría que pasara ¿No es así?-dijo Brittany-Desde siempre te gustó más Cooper como mi pareja y…no sé por qué, pero…te ves muy alegre, mamá. Muy contenta, te vi y te es un alivio que Santana me haya dejado. Blaine apenas puede entrar a mi habitación allá en casa, pero a Cooper le abrís la puerta y si es posible, lo invitas a dormir conmigo y le brindas un café. Me pregunto si habría sido igual con Santana, que ella tuviera que pedir autorización para pasar; pero no…eso jamás sucederá, porque ella se fue, me dejo porque dijo que de verdad no me amaba…
-No tengo la culpa de que ella no te ame. A lo mejor se dio cuenta de que una relación con vos no era buena.
-Y vos feliz que ella se diera cuenta ¿No? Qué lindo…qué raro… ¿No te parece?
-¿El qué?
-Que ella me haya dejado, obvio-dijo Brittany, como si fuera muy obvio-Santana y yo terminamos y vos ¡Pum! Enseguida a lanzarme a Cooper a la cara, como para que me de cuenta de su presencia. Que está mucho rondándome últimamente…lo veo hasta en la sopa.
-¿Me estás acusando?
Brittany alzó una ceja
-¿Disculpa?
-Que me estás acusando. Suena como si me estuvieras acusando de…
-Disculpa, pero yo no te estoy acusando de nada, mamá-dijo Brittany, encogiéndose de hombros-Solamente digo que apenas Santana y yo terminamos y ya queres que salga con Cooper.
-Solamente quiero que estés bien, que no te sientas sola…
-Me habría sentido menos sola si me hubieras dicho algo para animarme cuando Santana me dejó, mamá. Preferiste hacerte la vista gorda, pero eso ya no interesa, porque es algo que ya pasó.
Susan bajó la mirada y suspiró, no sabiendo muy bien qué decir. Sus ojos brillaron por un rato, llenándosele de lágrimas, pero sin soltarlas.
-Hasta parece que me odiaras…
-¡No, mamá!-chilló Brittany, incrédula-mierda, ¡Por Dios! ¡Escucha lo que decís! ¡No te odio!
-Es que yo simplemente vine acá para tratar de mediar en esto. Decirte que está bien, que si queres quedarte a vivir acá, bueno…bien, que no voy a seguir molestándote con que vuelvas, que…que si yo te digo las cosas, es por tu bien, es porque…
-Mamá…
-Es porque te amo, hija.
-Mamá, yo también te amo-susurró Brittany, mirándola a los ojos y con sinceridad-Por favor, no discutamos más.
Susan se levantó del banquito y se apresuró a acercarse a Brittany para abrazarla. Mientras lo hacía, varias lágrimas por fin salieron y mojaron ligeramente el hombro de su hija, haciéndola separarse brevemente.
-Te mojé…
-No te hagas drama por eso y escucha…no quiero más problemas entre nosotras…Aunque no me creas, me hace mal estar así con vos. Lo detesto más que nada.
-Yo también, hija. Yo también-aseguró Susan, acariciando sus mejillas.
-Y por favor, no llores más ¿Sí? que no me morí tampoco.
Susan rió y se secó las lágrimas, mientras Brittany también sonreía y recibía un beso en su frente de parte de ella.
-Perdoname por lo de Cooper…si sentiste que te lo metí por los ojos, como decís vos…
-No te preocupes por eso.
-Y bueno…que como decís que no tenes nada con él…
-Mamá…
-No, escucha…si nunca llegan a nada, está bien, porque hay muchos otros chicos en el mundo…él no es el único y bueno…siempre va haber mejores. A lo mejor sentís que no podes volver a amar, pero siempre vuelve a suceder, siempre hay una nueva oportunidad.
Susan la volvió a abrazar, quedándose Brittany algo aturdida y perturbada por lo último que su madre había dicho. Aquello le había recordado muchísimo a lo que Cooper le había dicho horas antes cuando estaba desayunando. Eran casi las mismas palabras, dichas de otra forma, pero con la misma esencia.
El sonido del timbre en el apartamento las hizo apartarse y Susan terminó de secarse las últimas lágrimas, mientras miraba a la puerta.
-¿Esperas a alguien?
-Debe ser Thiago que viene a buscarme-respondió Brittany, mirando un mensaje en su celular-Sí, es él-dijo, acercándose al intercomunicador y presionando un botón para abrir la puerta de abajo. De pronto, se preguntó cómo era que en la noche Cooper había logrado entrar sin llamar antes.
-¿Y a dónde van?-preguntó Susan, curiosa-Obvio…si es que puedo saber…
-Si podes saber, mamá-dijo Brittany, sonriendo y llevándose la mano a su vientre. Susan la vio y creyó entender.
-¿Van a…?
-Sí, mamá. Voy a la clínica para ver si puedo conseguir al obstetra que me va a atender.
-Pero… ¿Thiago? Yo pensé que Blaine…
-Él también viene. No llamo, que es bastante raro, porque dijo que lo iba a hacer y él suele ser puntual con las llamadas. Pero, bueeh…ya lo hará.
-Entiendo…-musitó Susan, pensativa y esbozando una pequeña sonrisa-Espero que les vaya bien. ¿Nos vas a avisar a tu padre y a mí si…?
-Obvio, yo los llamo para decirles.
-¿Ya saben con qué doctor te vas a ver?
-No…y precisamente eso era lo que quería preguntarte, mamá. ¿Cómo se llama el doctor que te atendió con Max…?
-Y con Jack y Katie también. Joseph Hart.
-Cuando fue con Katie estaba muy jovencito…tenía…22 años?
-Exactamente. Recién recibido de ginecobstetra, acababa de salir a los 19 y se estrenó con Jack. Le decían el Doogie Howser de Ohio, luego lo trasladaron del hospital donde estaba, acá a L.A. Él es el hijo del doctor que me atendió a mí, cuando naciste vos.
-Fred Hart.
-Sí, el mismo.
Ahora fue el timbre del propio apartamento el que sonó y Brittany fue a abrir, mientras Susan agarraba su bolso para irse. Afuera estaba Thiago, quien al ver a Brittany y su madre ahí, se quedó algo sorprendido.
-Buenos días, Brittany y Señora P-saludó él, haciéndose a un lado cuando Susan salió del apartamento.
-Buenos días, Thiago. ¿Cómo estás?-respondió Susan
-Muy bien, gracias. Espero que usted también.
-Gracias…Ahí te dejé esas bolsas con algo de comida que compré, Brittany-dijo, ahora mirando a su hija-Pensé que a lo mejor no tenías mucho acá.
-Sí, gracias, mamá.
-Me tengo que ir, porque ya llego con demasiado retraso al hospital. Que Dios los bendiga a los tres.
Terminó por darle un beso en la mejilla a su hija y a Thiago, apresurándose para entrar al ascensor e irse. Thiago terminó de entrar y miró a Brittany, confundido.
-¿Los tres? ¿Cuáles tres?-preguntó, sin comprender-Si somos vos y yo.
Brittany rió y llevó una mano a su vientre en clara señal de lo que quería decir y Thiago comprendió al instante, dándole un beso a la rubia en la mejilla y luego abrazándola fuertemente.
-¿Cómo estás? ¿Cómo pasaste la noche?
-Si supieras...-contestó Brittany, con un largo y pesado suspiro-Cooper se apareció acá a media noche e incluso se quedó a dormir en el sillon.
-¿Y vos lo dejaste? Mierda, Brittany…
-Después te sigo contando. Que tengo que atender el teléfono, debe ser Blaine-dijo ella, apurándose a atender el inalámbrico que estaba sobre una mesita-¿Aló?...Buenos días, negri ¿Se te pegaron las sábanas?...Aah…ya creo que entiendo ese retraso-rió, divertida-No te preocupes…Nah, no te hagas drama, que porque te conozco sé que no dejas nada para después…¿Ya vienen? ¿Dónde están?...dale, 5 minutos y bajamos…Dale, nos vemos.
Colgó y miró a Thiago.
-En 5 llegan.
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:00 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.20 BITTERSWEET SYMPHONY
What I Like About You♥
CAP.20 PART III
BITTERSWEET SYMPHONY
-Nada-dijo Katie, colgando la llamada en el celular y suspirando-Evidentemente se la tragó la tierra o no quiere contestar
-Yo lo que pienso es que de verdad no puede contestar el celular, porque desde ayer que estamos llamándola y siempre sale eso de fuera de servicio o cobertura-dijo Scott, sentándose al lado de su hermana en la cama-Hice lo que me pediste, eso de…bueno, ratearme de clase…
Katie sonrió.
-Lo decís como si fuera algo de qué avergonzarse.
-Yo no soy como vos, Katie. Me interesan las clases y no me gusta faltar.
-Ya sé, a mí también me interesan, aunque no lo creas-repuso Katie, haciendo que Scott la mirara con incredulidad-No me mires así, es verdad. Me interesan…lo que pasa es que cuando hay algo más importante de por medio, que merece el ratearse, bueno lo hago y lisro. Además…no te quejes, que vos faltas un día y al siguiente te hacen un examen y lo aprobas con 1000.
-Si mamá y papá se enteran…
-¿Si mamá y papá se enteran qué? Nada…no te van a matar, Scott. Calmate. Mirame a mí, estoy completa.
-Completamente loca, pero en fin…lo que te decía es que me fui a la dirección esa que conseguimos de la disquera y cuando pedí en recepción para hablar con Santana, me dijeron que no estaba en la ciudad.
-¿Qué no estaba…? ¡No jodas, Scott ! ¡Si hasta esta mañana pusieron en Internet que ella había estado en el hospital de niños, ayer!
-Bueno, pero eso fue lo que me dijeron...
-¿Y no pediste si te podían dar la dirección de su casa, un teléfono o algo…?
-No. La recepcionista dijo que no están autorizados a dar esos datos, pero que si le escribía una carta a Santana, se la podrían hacer llegar con sus guardaespaldas.
-¿Y lo hiciste?
-Sí, pero cuando se la entregué a uno de ellos, me dijo que la metiera en una bolsa gigantesca que llevaba con más correspondencia y cartas de fanáticos en todo el mundo para Santana.
-Mierda…
-Pero me aseguró que Santana lee toda la correspondencia y que incluso responde.
Katie comenzó a reírse, pero a poco a poco la risa iba pareciéndose más a cuando comenzaba a fingir que lloraba.
-¡Te engañaron…te engañaron como a un tonto y vos te la crees!
-¡¿Qué querías?! ¡¿Qué me saltara la seguridad que tienen con detectores de metales por todas partes y la fuera a buscar…?!
-¡Precisamente! ¡Yo lo hubiera hecho de no estar acá castigada y más vigilada que hija del presidente, Scott! ¡Un favor que te pido y no lo haces completo…!
-¿Estás diciendo que es más fácil saltarse la seguridad de una disquera que la de…?
-Seguramente sí. Me la habría saltado con los ojos cerrados, Scott. Pero vos siempre tenes que ser tan lento para las cosas importantes, pero para las que no, sí que sos rápido. Te rateas del colegio, pero no podes saltarte la seguridad.
-¡Bueno, bueno! ¡Si queres lo publicas en el diario! ¿No? ¡Como para que todos se enteren!-se quejó Scott, ofendido.
-Nah, ya no importa. Supongo que ahora tendremos que buscar la manera de seguir intentando comunicarnos hasta que nos atienda. Si no, habrá que usar el Plan B.
-¿Cuál es el plan B?
-Todavía no lo pense.
Scott bufó, poniendo los ojos en blanco.
-Pero a lo mejor sea el de tratar de escaparme de acá.
-¿Para qué?
-¿Cómo que para qué? ¡Para buscar a Santana a la disquera, por supuesto!
-La recepcionista dijo que Santana está de viaje…
-¡Eso era mentira, Scott! ¡¿Todavía no te das cuenta que…?!
-¡La que no se da cuenta sos vos! ¡Miralo vos misma!-gritó Scott, lanzándole un periódico doblado a la cara-¡Ahí dice que se iba a Italia de nuevo, el día 11! ¡¿Y qué día es hoy?! ¡11, Katie! ¡Hoy es 11!
………………………………………………
-Toma, San. Tomatelo. Es agua con azúcar.
-¿Agua con azúcar?-preguntó Santana, poniendo cara de asco y tomando el vaso que Finn le entregaba.
-Sí. Sé que es desagradable, pero es para que te recuperes más.
-En definitiva, solamente se te bajó la presión-dijo ahora, el doctor quitándose el estetoscopio del oído y colgándoselo del cuello, a la vez que ponía los dedos por debajo del mentón de Santana para masajearle levemente ahí-¿Estuviste bajo presión, Santana? ¿Alguna preocupación o algo…?
-Sí, algo así…-musitó Santana, tratando de no mirar a nadie en específico-Preocupaciones, más que todo.
-Supe que acabas de llegar de viaje de Italia y que comenzaste con el trabajo al día siguiente. A lo mejor esto represento un cambio brusco de actividad para vos.
-Sí, puede ser-susurró Santana, encogiéndose de hombros-Simplemente sé que hace rato…me sentí muy mal, me dolió demasiado el pecho…me sentía tan asfixiada, que tuve esta sensación de estarme muriendo o que me iba a morir. Tuve miedo.
-Entiendo…entonces, además, un ataque de ansiedad o pánico. Puede ser normal, como también no lo es si te da muchas veces. ¿Te dio ya antes eso que contas?
-No…o bueno, sí…pero fue hace un año ya, con lo de mi viejo.
-Pero ¿Está bien, Vince?-preguntó Alan, preocupado
-Sí, está bien-respondió el doctor, sonriendo y luego mirando a Santana-Solamente fue eso. Algo te está preocupando mucho y ha desencadenado esto. Necesitas calmarte, Santana-dijo el doctor, escribiendo en su libreta de récipes y recomendaciones. La miró de soslayo y le entregó la nota-Mira…no te voy a mandar a un psicólogo, porque decís que sólo fueron 2 veces que esto te pasó y la primera vez fue hace un año. Así que por los momentos no lo veo necesario. Sin embargo, si notas que te puede volver a pasar, antes acostate y respira hondo de 16 a 20 minutos, hasta que el ritmo cardíaco se estabilice…de 80 a 120 latidos, estas medidas son en reposo. Si sentís que aún así no te podes controlar, trata de no perder la calma y pedile a alguien que te ayude a ir a un médico, porque algunos síntomas pueden confundirse fácilmente, incluso, hasta con un infarto; así que…
-No tuvo un infarto ¿O sí?-preguntó Alan, horrorizado
-No, Alan. No lo tuvo, calmate vos también, hombre…-rió el doctor, dándole unas palmaditas en la espalda-Necesitas relajarte.
-Yo estoy relajado.
-Hace rato hiperventilabas porque Santana no reaccionaba-intervino Josh, entrecerrando los ojos.
-Bueno, está bien. Pero acá la que importa es Santana. ¿Va a poder viajar a Italia, Vince?-quiso saber el manager
-Sí, sí puede. Pero, te voy a pedir encarecidamente que, POR FAVOR, no me estés agobiando a Santana con mucho trabajo a horas pesadas. Nada de presiones de tu parte hacia ella, que te conozco bien y cuando te emocionas, te pones de un intenso y plomo insostenible. Durante los ensayos, que haya descansos de dos a tres horas, por lo menos ¿Si?
-Entendido.
-Bueno. Entonces, eso es todo. Descansa, Santana. Que no sos robot, sos un ser humano.
-Gracias, Vince-respondió Santana, con una sonrisa.
A la vez que el doctor salía de la sala, iba entrando Martin, uno de sus guardaespaldas. Este traía una bolsa inmensa, la cual dejó sobre la enorme mesa de conferencias y señalándola, la vio a Santana.
-Ahí tenes más cartas, correspondencia, peluches, regalos y demás de tus fans, Santana. ¿Los vas a leer ahora o…?
-Por favor, Martin ¿Ves que ella está en condiciones de leer justo ahora?-preguntó Alan, viendo al muchacho-Acaba de tener un malestar, en este momento no puede estar leyendo cartitas de fans. Dejalas en su casillero.
-No, Martin. Daselas a Sam para que las lleve a mi casa ¿Sí? Yo las leo después.
-Dale.
-Yo voy a salir a tomar un café-dijo Santana, levantándose del mueble y poniéndose en pie para salir de la sala.
-¿Café? Santana, por favor. No podes estar tomando café, eso es un estimulante y no podes…
-En ninguna parte del récipe que me dio Vincent, dice que no puedo tomar café. Así que, ya vengo, voy a tomarme un café.
-La cafetería está cerrada hasta las 3 de la tarde.
-Entonces voy al Starbucks que está por acá cerca.
-¿Queres que te acompañemos?-preguntó Derek
-No, gracias. Me gustaría ir sola-dijo la morocha, tomando su bolso y saliendo-Y no se preocupen, que voy a estar bien. Solamente necesito despejarme un poco. Vuelvo en un rato y seguimos con el ensayo.
Había pensado ir a pie hasta el Starbucks, pero luego al imaginarse recorriendo todo aquel tramo hasta llegar allá, comprar el café y luego de tomárselo, volverse, le dio un poco de paja; así que bajó hasta el estacionamiento para ir en su auto.
No quedaba tan lejos, pero con algo del tráfico que había a esa hora en la ciudad y los semáforos, tendía a tardar un tanto más. A cada segundo miraba por los retrovisores, pero estaba algo distraída, por lo que tardó poco más de 5 minutos en percatarse que desde casi saliera del estacionamiento, había un auto negro que la seguía o por lo menos eso era lo que parecía; porque a donde fuera que cruzaba, izquierda o derecha, él lo hacía también y si seguía derecho por un buen rato, también iba ese auto siempre detrás del suyo.
Comenzando a ponerse nerviosa, pero intentando no pensar que quizá estaba algo paranoica; se detuvo frente a un semáforo en rojo y al mirar por el retrovisor, aquel mismo auto negro estaba detrás del suyo. Observó por un buen rato, tratando de ver si podía vislumbrar algo, si podía ver quién era el conductor, pero estaba muy oscuro y no se veía absolutamente nada.
Tocaron las bocinas desde atrás y viendo que ahora el semáforo estaba en verde, continuó su camino, siendo pasada por algunos autos. Estaba desesperándose, porque aquel auto seguía detrás y no le pasaba para nada, así que se decidió por lo drástico y fijándose bien a su alrededor, pisó el acelerador hasta el fondo y el motor de su propio Porsche rugió furiosamente, a la vez que salía casi quemando el asfalto de ahí.
Volvió a fijarse por el retrovisor y ya no vio el auto negro. Siguió acelerando por un buen rato más, perdiéndose por entre los autos, nunca quedándose en el mismo carril al pasarse cada vez que tenía la oportunidad y tomando atajos.
Tardó más de lo acostumbrado en llegar al Starbucks y cuando lo hizo, estacionó en el pequeño estacionamiento y después de apagar su propio auto, se quedó un rato dentro, esperando que se le pasara un poco el susto inicial por haber pensado que la seguían. Hizo lo que Vincent le dijo que hiciera en caso de sentirse angustiada y respiró profundamente varias veces, mientras a la mente se le venían pequeños recuerdos de Brittany, por alguna razón. Cerró los ojos y se apoyó del volante, pero se pegó un sustazo terrible cuando escuchó que le daban golpecitos a la ventanilla del auto.
Sin embargo, al voltear, vio que no era nadie más que Sam, que estaba afuera y llevaba en la mano un vaso de humeante café recién hecho. Santana tomó su bolso, las llaves del auto y salió.
-Hey, San. Te hacía ensayando en la disquera-saludó él, con una sonrisa.
-Y yo te hacía allá en la disquera. Es mas le dije a Martin que te llevara una bolsa con correspondencia de fans, para que me la dejes en casa-dijo Santana, cerrando el auto y observando a su alrededor con algo de ansiedad.
-Perdón…me dieron ganas de un café y como la cafetería estaba cerrada, bueno me escapé hasta acá; pero ya voy a volver y le voy a decir a Martin que me dé la bolsa.
-Gracias, de verdad.
-Nah, tranqui. Y… ¿Qué pasa? ¿Te sentís bien?
-¿Huh? ¿Qué?
-Que si te sentís bien-repitió Sam, alzando un poco la voz-Pareces preocupada.
-No es nada.
-¿Segura?-preguntó él, mirando también hacia donde ella dirigía su mirada-¿Buscas a alguien?
-Sí…ehm…bueno, no…no sé.
-¿Entonces quién sabe?
Santana tragó con fuerza y cruzándose de brazos, se rascó un poco la barbilla con nerviosismo, pensando que era mejor decírselo a él. Era su guardaespaldas, después de todo.
-Siento que me observan-admitió finalmente, en voz baja-Desde hace rato que siento que me siguen.
-¿Qué te siguen?-murmuró Sam, confundido y buscando también a su alrededor-Bueno…te voy a decir que…no sé, Santana, pero acá veo varios que te miran y que probablemente te siguen.
-¡No hablo de eso, Sam!-exclamó Santana, desesperada-¡Hablo de que me siguen! ¡Que siento que me vigilan y es de verdad! Hace rato venía en el auto y desde que salí de la disquera, un auto negro venía atrás mío y no se detenía en ningún momento.
-¿Le viste la patente?
-No y tampoco vi quien conducía, porque los vidrios estaban oscuros.
-¿Lo ves ahora?-preguntó Sam, seriamente-Contestame, pero sin mover mucho la cabeza para buscar, por favor.
-No, desde que lo dejé atrás al acelerar con el auto, no le veo.
-No te siguió, entonces.
-No…creo que se daría cuenta que sé que me estaba siguiendo.
Sam asintió y bebiendo lo último de su café, echó el envase en un basurero.
-¿Vas ahora a comprar café?-preguntó él
-Sí, ese es mi plan desde hace rato.
-Dale, bueno…mira…si de verdad te están siguiendo, no creo que en este momento se atreva a aparecerse por ahí, porque yo estoy acá. Así que hagamos esto, yo voy a hacer ahora como que me voy a ir a la disquera, pero en realidad te voy a estar vigilando por acá ¿Dale?
-Dale
-Cualquier cosa, bueno me avisas a mi celular ¿Sí? y yo vengo.
-Dale, gracias.
Fue a darle un beso en la mejilla de agradecimiento, pero en un movimiento desprevenido de Sam, ambos chocaron, sin querer y muy brevemente sus labios. Santana se quedó mirándolo, enrojeciendo y sintiendo sus orejas muy calientes por la vergüenza; a la vez que Sam se quedaba paralizado, pero luego retiraba la mirada y sonreía con nerviosismo.
-Uhmm…bueno eso, ya sabes, me avisas cualquier cosa.
-Sam…
-Nos vemos.
El muchacho se fue caminando rapidísimo por la calle y sin mirar a los lados. Santana iba mirando su espalda hasta que le vio cruzar una esquina y perderse. Suspiró y se apresuró a entrar al Starbucks, todavía un poco aturdida por aquel accidente de beso con su guardaespaldas. Él había intentado fingir que nada había sucedido, pero falló estrepitosamente al haber visto su cara entre sorpresa y absoluta vergüenza, tal como la de ella.
-Un cappuccino y un brownie, por favor.
-Enseguida
Y ahí estaba, ya podía escuchar el inconfundible sonido que hacía el flash de una cámara al dispararse. No volteó, porque sabía que eran algunas personas que estaban tomándole fotos con sus cámaras o sus celulares. Se quedó esperando su pedido, sin apenas inmutarse y sólo se volvió un momento para atender a un señor que en ese momento le había pedido que le firmara un vaso de Starbucks y en una servilleta.
Obteniendo su pedido, pagó y dio las gracias, yendo a retirarse; sin embargo, una voz masculina que le habló, la hizo volverse.
-Vaya, vaya…Santana Lopez…el amor de mi vida, hasta que por fin te conozco.
Un muchacho alto, de unos 19 años, cabello castaño y ojos negros, muy bien vestido, le sonreía a ella como si la conociera de toda la vida. Santana frunció el ceño, ligeramente y él se acercó, dándole la mano para saludarla y ella la tomó, por no ser descortés o poco amable.
-Siempre me pregunté cómo sería el día cuando te conociera, mi amor-dijo él, mirándola fijamente a los ojos y sin despegarlos ni un instante, le besó suavemente en la mano-Y debo decir que nunca imaginé que fuera así…pensé que sería en un lugar menos concurrido y…no sé…me hubiera encantado que fuera en un restaurante, mientras te invito a una copa.
-Uhm…bueno, muchas gracias, pero…
-¡Oh, cierto! Mi nombre…qué poco considerado y que maleducado de mi parte. Me presento, señorita. Soy Adam Thomas, a tus completas órdenes.
-Ah…mucho gusto, Adam ¿Cómo estás?
-Buenísimo, cariño. Ahora que te conozco, muchísimo mejor estoy. Cumpli mi mayor deseo. ¿Y vos? ¿Cómo estás?
-Uhm…bien, normal. Acá comprando el café.
-Ya veo… ¿Te puedo invitar a otro?
-No, no, gracias…con este es más que suficiente.
-Te gustan los brownies.
-Desde siempre.
-Me lo voy a grabar, entonces…y…bueno, ¿Qué te trae por acá? Quiero decir, ya sé que viniste por un café, pero… ¿Por qué tan sola? Siempre pensé que te traes un batallón de guardaespaldas que te siguen a todas horas y que sos inaccesible, pero acá estás, hablando conmigo, un simple mortal.
Santana soltó una risita y negó.
-No, no todo el tiempo estoy con mis guardaespaldas. Para nada soy inaccesible…o bueno, eso es lo que yo creo.
El muchacho le brindó una sonrisa y terminó de pagar su propio café, atendiendo además una llamada que estaba entrando a su celular.
-¿Sí?...Uhm dale, si…sí, dale…ajá, bueno, ya estoy allá. Chau.
Colgó la llamada y después de agarrar su vaso de café, miró a Santana y nuevamente una gran sonrisa apareció en su rostro.
-Bueno, amor de mi vida…me tengo que ir…
-Oh, bueno, que te vaya bien.
-Sí…uhm… ¿Me disculpas?
¿Qué cosa?
-Esto
Tomándola totalmente fuera de base, el muchacho se acercó y estampó sus labios contra los de ella, robándole un beso. Santana se asustó y se apartó bruscamente, mirándolo luego con absoluta confusión e incapaz de pronunciar palabra. Un completo extraño la había besado, no era la primera vez que le sucedía, porque en alguna otra ocasión, dos veces en dos firmas de autógrafos, unos chicos le habían robado también un beso, pero lo había tomado a simple broma. Sin embargo, ahora con éste, le había provocado una sensación extraña, como de temor.
Él le susurró un “Nos vemos” en voz baja, y salió del local, mientras se tomaba su café. Lo siguió con la mirada, mientras lo veía cruzar la calle, pero entonces en ese momento su atención se desvió instantáneamente hacia el auto que estaba estacionado al lado del suyo. Casi le dio un paro cardíaco, incluso pensó que le había dado por unos segundos, cuando vio que era igual al que la había estado siguiendo al venir al Starbucks.
Buscó en el local, sintiéndose ahogada y acalorada ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Quién la estaba siguiendo? Esas preguntas se las hacía una y otra vez, mientras buscaba en los rostros de las personas, alguna que le pareciera un poco sospechosa o que, sentado en la mesa, estuviera tras un periódico fingiendo que leía, pero buscando bien, no veía a nadie.
Casi pareciéndole que el corazón se le subía a mitad de la garganta, salió también del local y se quedó en la puerta, esperando, sin saber muy bien el qué o a quién. Buscó cerca de algún policía y como no vio a ninguno, se apresuró a sacar su celular para llamar a Sam. Esperó un simple repique nada más y enseguida él atendió.
-Decime
-Estoy aquí enfrente del Starbucks, Sam…-farfulló Santana, tratando de controlar su voz y no ponerse a llorar de angustia como una estúpida-Al lado de mi auto…está….está este auto…se parece al que me seguía…
-¿Estás segura?
-Sí…es negro y todo, es igual. Es el mismo, tiene que serlo. Vení, Sam, por favor.
-Dale, ya estoy allá.
Ambos colgaron y después de guardar su celular en su bolso, junto con el brownie para comérselo luego, se tapó la boca como si con eso fuera a sostener el llanto. Estaba volviendo a sucederle lo de hacía rato en el ensayo y estaba respirando profundamente, buscando el autocontrol, para no perder la cabeza. Varias veces se le venían imágenes de Brittany a la cabeza y tenía miedo, real miedo.
En 3 minutos contados, Sam apareció cruzando la calle, justo en el momento en el que una persona atrás suyo le pedía permiso para salir del local y ella se lo daba. Era un señor que llevaba un pasamontañas en la cabeza y algo de barba. Él se acercó al auto negro y las alarmas en la cabeza de Santana saltaron haciendo un ruido estruendoso en su cabeza, cuando lo vio abrir el auto, meterse en él y después de encenderlo, salió en retroceso para irse de ahí.
Cuando pudo reaccionar e iba a grabarse la placa, éste ya se había ido y casi le da otro desmayo ahí, pero sólo estalló en llanto y enseguida tuvo a Sam a su lado, quien la abrazó y ella lo abrazó a él, con miedo de morir. Así estuvieron por unos minutos, mientras Santana se iba calmando poco a poco, hasta que su llanto cesó y se apartó de él.
-San…tranquila, ¿Sí?
-N-No pude v-ver la placa…
-Yo sí. La anoté.
-Gracias…muchas gracias por venir-lo abrazó de nuevo y él acarició su cabello
-Si, mira…-dijo él, apartándose rápidamente-Lo que vamos a hacer es esto…vamos a volver a la disquera y yo voy con vos, para que te sientas más tranquila ¿Sí?
-Dale
-¿Necesitas ir al médico?
-No, ya estoy bien.
-¿Segura?
-Sí
-Muy bien, bueno…va a ser mejor que vayamos, pero antes… ¿Viste como era el hombre?
-Sí, era alto, con buen cuerpo, como si hiciera ejercicios…su cara era ovalada, tenía algo de barba y ojos azules.
-Bien, porque yo apenas sí le pude ver la espalda, no pude verle la cara. ¿Nos vamos?
-Sí, por favor.
-Dale y calmate, por favor. Vamos a hablar de esto con Finn, Martin y Dyl.
…………………………………………………
-No, señor y señora…
-Señorita-corrigió Brittany, alzando una ceja
-Disculpe, señorita, pero no…el día de hoy ya están llenos todas las horas posibles de una cita con el doctor Hart-dijo la joven secretaria, revisando su agenda
-Pero, vea bien, mire bien en su agenda, señorita…
-No, señor, no hay más. Véalo usted mismo-respondió la secretaria, mostrándole su agenda a Blaine
-¿Y para mañana?-preguntó esa vez Thiago, que estaba también al lado de Brittany.
-Para mañana tampoco… ¡Ah no! ¡Sí, sí hay!-dijo la mujer, viendo en su agenda y sonriéndole a Thiago-Pero nada más en la mañana, en la tarde están todos copados.
-¿A qué hora?-preguntó Brittany
-A las… 7:30 de la mañana. Es por orden de llegada. Ustedes vienen, se anotan en la lista y esperan sentados a que el doctor los atienda.
-¿A qué hora llega él?-preguntó Blaine
-El doctor Hart es muy puntual. Está acá a las 7 en punto y a las 7:30 justamente comienzan a pasar los pacientes, como dije, por orden de llegada.
-Entonces se tendría que estar acá antes de las 7, para ser los primeros ¿No?
-Sí, en días en los que hay muchas pacientes y la mayoría tiene ecografía o que son madres primerizas, bueno sí, deben estar muy temprano para conseguir buena posición. ¿Usted es primeriza?-preguntó a Brittany
-Sí, lo soy…-musitó la rubia-Es muy solicitado el doctor, ¿No?-observó, mirando a su alrededor a las demás mujeres que estaban esperando sentadas en la sala, algunas con grandes vientres por el embarazo y otras a las que no se les notaba mucho o que simplemente no estaban embarazadas y que sólo iban a asesorarse para tener uno.
-Sí, es uno de los mejores doctores que hay en la clínica, por no decir el mejor de todos. Muchas lo solicitan en especial a él y a otro que está en el piso de arriba, pero el doctor Sturabotti está de viaje en estos momentos.
-Entiendo…bueno, señorita, anótenos a primera hora-pidió la rubia, mirando a Blaine-¿Te parece bien a vos, Blaine?
-Vos elegís, compa. Yo obedezco.
-Compa…también es tu hijo ¿Sabes?
-Ya sé, pero es la mamá la que al final decide, ¿No? No soy quien para romper las leyes generales de la vida.
-Ya hiciste varias veces.
-Sshh, no lo digas muy alto-bromeó, agarrando a Kurt que estaba a su lado y abrazándolo.
-Muy bien, ya están anotados-dijo la secretaria-A las 7:30 comienza el doctor a atender, ya saben. Si quieren ser de los primeros…
-Vamos a llegar bien temprano-afirmó Blaine, dándole la mano a la secretaria-Muchas gracias, señorita.
-Sí, muchas gracias.
-A ustedes. Que tengan buen día.
Iban alejándose de la sala de espera, yendo hacia el ascensor para bajar hacia el estacionamiento e irse, cuando Brittany ve a Thiago y nota que él sigue mirando a la secretaria, quien también no paraba de mirarlo desde la distancia, muy brevemente y con una sonrisa. Brittany soltó una risita y Blaine, Kurt y Thiago la miraron, confundidos.
-¿Qué pasa?-preguntó Thiago
-A mí nada. En todo caso ¿Qué te pasa a vos que miras tanto a la secretaria?
Thiago se sonrojó un poco y volviendo a mirarla a la mujer, se encogió de hombros.
-Esta buena, ¿No puedo mirarla?
-Obvio que podes mirarla… ¡Mira nada más la carita que se te puso, picarón!
-Deja, Brittany…
-¿No le pediste el teléfono o algo?
-Uhmm…no, no ves que no.
-Estás soltero ahora, podes hacerlo.
-Si, pero da igual…no creo que pueda todavía.
-¿Por qué?-preguntó Blaine, esa vez-Se veía que ella también estaba interesada ¿No te diste cuenta?
-Sí, pero…
-¿Qué?
-Todavía no puedo, todavía me cuesta-admitió Thiago, encogiéndose de hombros
-El que no arriesga, no gana.
-Pero tampoco pierdo. Si no hice nada, es porque a lo mejor no iba a pasar nada.
Entraron al ascensor, pero justo antes que las puertas se cerraran, una mano se atravesó en el medio para evitarlo; era la secretaria que hizo abrir de nuevo las puertas y viendo a Thiago, le sonrió y le entregó un papelito amarillo.
-Lo pensé mucho…no quería parecerte muy lanzada-confesó ella, con el color rojo subido a la cara-Es mi número. Por si alguna vez queres salir…
-Oh…bueno, gracias-dijo Thiago, también nervioso y viendo el papelito-Muchas gracias.
-Chau.
-Chau
La chica salió y las puertas se cerraron, a la vez que Blaine, Kurt y Brittany estallaban de la risa.
-¡Si no eras vos, era ella! ¡Te pasaste de lento, Dios!-exclamó Blaine, dándole unas palmaditas en la espalda y luego presionando el botón del estacionamiento.
-Estabas perdiendo una oportunidad-añadió Kurt
-Sí, bueno…me doy cuenta…
-¿Y la vas a llamar?-preguntó Brittany
Thiago se encogió de hombros y después de mirar nuevamente el papelito con el número por unos segundos, suspiró y asintió, guardándoselo en el bolsillo del pantalón.
-La voy a llamar, pero después
-¿Cuándo?
-A lo mejor mañana. Voy a reservar alguna mesa en un restaurante y la voy a llevar… ¿No les parece muy lanzado a ustedes?
-¡Solamente es una salida, boncha! ¡No se van a casar! No sé por qué son tan vuelteros-dijo Blaine, riendo
-Simplemente sé vos y todo va a salir bien-intervino Kurt-Ya tenes lo principal, le gustas físicamente. Después viene el si tienen química, que eso lo van a ver cuando salgan y hablen.
-No me quiero apresurar.
-Nadie te está apurando. Anda a tu propio ritmo.
-Si, bueno gracias por los consejos.
Al salir del estacionamiento, Brittany vio que tenía 3 mensajes recibidos; uno de su madre, otro de su padre y el último de Cooper. Respondió a los dos primeros, diciéndoles que había ido a la clínica, pero que el doctor no tenía citas disponibles para ese día y que por eso sería al día siguiente. Por otro lado, al mensaje de Cooper se quedó pensando por un buen rato en qué responderle a su invitación de que si ya había salido del médico, ir a almorzar y luego ver una película en el cine.
Realmente, no tenía ganas de salir con él en ese momento, pero no hallaba una excusa lo bastante creíble para decirle que no podía ir, pero sin molestarlo o lastimarlo, porque ya se le había negado en muchas cosas. Así estuvo por alrededor de 15 minutos, mientras iba mirando por la ventana, pensando.
-Hey, ¿Y qué les parece si vamos a mi casa pero la que está a las afueras de L.A.? Ahí nos estamos quedando Kurt y yo, para no molestar a mis viejos.
-Ah, claro…con no molestar a tus viejos, queres decir para que ellos no tengan que escuchar cuando se la montan ustedes dos ¿No? ¡Qué considerados que son!-bromeó Thiago, soltando la carcajada y haciendo sonrojar a Blaine y a Kurt.
-Bueno, bueno, vos sabes a lo que me refiero, ¿Quieren ir o no? Allá puedo hacer algo de comer para los 4.
-A mí me parece bien, tengo como hambre-dijo Thiago, frotándose levemente su estómago.
-¿Y vos, Britt? ¿Queres venir o no?-preguntó Blaine
-Uhmm…sí, ya va…
-¿Ya va qué?
-Es que estoy terminando de responderle un mensaje a tu hermano-dijo Brittany, con la vista pegada a la pantalla. Blaine bufó-A propósito, Blaine…muchísimas gracias.
-¿Y por qué?
-Por tener esa idea de ir a tu casa, sino no se me ocurría nada creíble para contarle a tu hermano y no tener que romperle el corazón.
-¿Romperle el corazón? Bueno mira, no te hagas problemas, por mí podes romperle el corazón cuando quieras…si es que tiene, obvio, yo te doy el permiso.
-No seas duro, Blaine. Se nota que él está haciendo un esfuerzo por cambiar…
-¿Cambiar? Brittany, “Árbol que crece torcido, nunca su tronco endereza” Ese no se arregla jamás en la vida, yo que te lo digo y porque lo conozco.
Brittany suspiró y miró por la ventana, luego de guardar su celular.
-Bueno, no sé…pero yo lo veo cambiado.
-Bueno eso es porque tenes las hormonas alborotadas y te pone toda más sensible. Así que cualquier cosita que él te diga, la ves súper tierna.
-¿Es por acá?-preguntó Thiago, tratando de desviar el tema, porque a través podía notar que Brittany se estaba poniendo de nuevo mal y de vez en cuando se tapaba la boca.
-Sí, sí es por acá-respondió Blaine, distraídamente-Como te decía, Britt, que Cooper puede darle a la nota sensiblera si realmente le conviene. Él no es de esos tipos que les da al romanticismo.
-Él me pidió una oportunidad.
-Si y vos se la vas a dar porque te conozco. Brittany, no te dejes ¿Si? Yo te lo digo como amigo, Cooper no es buen trigo…no es bueno. Alguien que maltrata a los animales no puede serlo.
-¿Por la derecha o la…?
-La izquierda, Thiago, la izquierda. Si agarras la derecha vas al retén y si vas a la izquierda, a la libertad, ¿Cómo se llama mi casa?
-Libertad
-Va, ya que te acuerdas vos solito la dirección, andate siempre por la izquierda y…como seguía diciéndote, Brittany…vos ahora estás sensible, amiga…ya sé, porque por el embarazo, todas esas hormonas…
-¿Queres decir que no sé diferenciar entre lo bueno y lo malo?
-Uhmm no, a ver…no, Britt, no…lo que quiero decir es que con todo lo que pasó…vos sabes…
-Sí, ya sé-repuso Brittany, sabiendo que se refería a Santana.
-Bueno, eso…ves cualquier cosa como una forma de olvidar y te podes confundir, con eso no digo que no sepas diferencias, sino que podes confundirte y eso no es malo, porque todos somos humanos y nos confundimos; pero te estoy advirtiendo…
-¿Cuál de todas las casas…?
-La tercera en medio de 6, Thiago ¿No te acordas?
-No, mucho no me acuerdo…solamente vine una vez y fue hace años.
-Bueno, es ahí. Entra y estaciona al lado de ese árbol…Ajá, ahí mismo…mierda, me bajo ya, porque me estoy haciendo pis.
Blaine salió corriendo del auto hacia la casa, subiendo unas escaleras. Kurt lo siguió y la última en bajar fue Brittany, cerrando la puerta y mirando hacia la enorme casa que pertenecía a los padres de Blaine y Cooper, desde que tenía uso de memoria. Hacía ya 2 años, aproximadamente, desde la última vez que estuvo en aquel lugar. Aquel sitio había sido donde Blaine la invitó para darle una fiesta de cumpleaños muy personal, con ellos dos solos, luego que le celebraran una en su propia casa; y luego, entre una cosa y otra, terminó siendo el sitio donde tuvieron su primera vez ese mismo día.
Suspirando, se apoyó de espaldas al auto y sintió a Thiago acercarse al lado suyo, mirándola fijamente por un rato, mientras ella observaba la casa.
-¿Sabes?...me encantaría encontrar una luz al final de este túnel en el que me encuentro-susurró Brittany, con expresión ausente-Siento que…mientras más camino y camino…es como que no encuentro la salida; cuando creo que voy a poder, viene ella y me…ahoga, me asfixia…se apodera de mí y me estruja por dentro…
-Siempre hay una salida, Britt…aunque ahora sea difícil de verla o siquiera no puedas vislumbrarla, pero la hay.
-Anoche volví a soñar con ella-continuó Brittany, cerrando los ojos a la vez que era abrazada por Thiago-¿Cómo hago para dejar de hacerlo? Quiero dejar de soñar con su sonrisa, con sus ojos...pero, no puedo, no sé sacármela de acá, del corazón, de todas partes…
-A lo mejor no hay una forma-murmuró Thiago, acariciando su cabello y hablándole en voz baja cerca del oído-A lo mejor…no tenes qué olvidarla.
-Thiago…
-No, mira… ¿No pensaste en hablarle?
-Creo que a veces no me hago entender…
-Te entiendo perfectamente, Brittany-soltó él, tomándola del rostro para que ella lo viera a la cara y en especial a los ojos-Rubia…te estás cerrando, te estás dejando ganar; nunca fuiste así…
-A veces uno tiene que saber perder.
-A veces uno tiene que saber cuando está cometiendo el error más grande de su vida… ¿En serio no viste a Santana en el restaurante?
-¿De qué hablas? Por supuesto que la vi…
-No, no la viste…porque sino, habrías visto lo que yo vi en sus ojos.
-¿Ah sí? A ver ¿Y qué decís que viste…?
-Vi amor, Britt…eso es lo único que realmente vi todo el tiempo que estuvo ahí, buscándote conversación.
-Dejate de joder, Thiago. Solamente hacía falta que te unas a los que siguen pensando…
-¿Y qué queres, Brittany?-interrumpió Thiago, nuevamente-Si vos no te queres darte cuenta que Santana está que se muere de amor por vos…
-El que no quiere darse cuenta y escuchar, sos vos, Thiago. Deja de insistir…
-Insisto porque veo que te estás dejando cegar por una mentira…
-¡¿Una mentira?! ¡¿Cuál mentira?! ¡Si ella me dijo que no me ama!
-¡Bueno esa es una mentira tan grande como una casa!
-¡Tu estupidez es más grande que una casa!-espetó Brittany, comenzando a nublársele la vista con lágrimas-¡¿Por qué me mentiría con algo como eso?! ¡¿Por qué habría de decirme que no me ama, si realmente lo hace?!
-¡¿Qué se yo, Brittany?! ¡No estoy en la cabeza de Santana! ¡Tendrá alguna razón…!
-Ella ya me dio su razón y no quiero escuchar más de esto… siento haber tocado este tema.
-Brittany…-la siguió, tratando de detenerla, pero ella siguió hasta la casa-Brittany, ¡Brittany, por todos los jodidos cielos del puto mundo! ¡Qué pelotuda, testaruda, cabezota, sorda y ciega que sos!
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:00 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.20 BITTERSWEET SYMPHONY
What I Like About You♥
CAP.20 Part IIII
BITTERSWEET SYMPHONY
-…y eso fue todo lo que pasó.
-Mmm bueno…si es así, la única solución que veo es la de cerrar filas alrededor de Santana y los chicos también-propuso Finn, dejando el papelito en la mesa, con el número de la placa que Sam había escrito y mirando ahora a Dyl y Martin-Y bueno…contarle a Alan.
-No quiero decirle a Alan…se va a poner más paranoico de lo que yo estoy y siento que conmigo basta y sobra…no lo quiero pisándome los talones, más de lo necesario.
La puerta de la sala se abrió y entró Sam, cerrándola nuevamente. Se acercó y le dejó una carpeta enfrente a Finn en la mesa.
-Eso es lo que un amigo del FBI pudo encontrar sobre el dueño del auto y la información del auto, respectivamente-explicó, mientras Finn abría la carpeta y todos se ponían alrededor para mirar la foto del mismo hombre que Santana había visto en el Starbucks-Es un Chevrolet Lumina sedán negro del 2001. Lo tiene desde hace 2 años. Se lo compró a su padre, después que este lo comprara a una concesionaria. El hombre en cuestión se llama Camilo Williams, tiene 26 años, nació acá en L.A. y…
-No tiene antecedente penales ni policiales de ningún tipo-leyó Finn, mirando luego hacia Santana-El tipo está completamente legal.
-Exacto-repuso Sam-Lo que me hace pensar que este no es el tipo del auto que viste,San. A lo mejor te confundiste…
-Pero…tiene que serlo, era el mismo auto…
-A lo mejor el que viste era parecido, hay los que se parecen al Lumina, como el Chevrolet Impala en su octava generación.
-¡Los dos son Chevrolet!
-Pero este que vimos era un Lumina, San y no sabemos si el otro también lo era o si a lo mejor te confundiste. No te olvides que vos lo veías por el retrovisor y esa, por más que no queramos, es una visión bastante limitada. ¿Dirías que pudiste ver la marca del auto?
-No, pero…
-¿Ves? No podemos lanzarnos a por este tipo así de buenas a primera, porque no tenemos pruebas de cuál era el auto que viste-dijo Finn, Para mí, fue simple coincidencia que un Chevrolet negro y parecido al que vos viste, se estacionara justo al lado donde vos estabas.
Santana bufó y recostó la cabeza en la mesa, pegando la frente en ella y cerrando los ojos por un segundo, pero rápidamente se levantó y miró a sus cuatro guardaespaldas.
-¿Entonces, qué? ¿Tengo que quedarme de brazos cruzados si siento que me siguen…?
-No, San. Te dijimos que te vamos a estar vigilando, vamos a estar pendientes. Esta noche montaremos guardia en tu casa ¿Te parece?-dijo Dyl, poniendo una mano en su hombro para calmarla
-Bueno…sí
-Yo tengo una duda…-intervino Martin, sentándose en una silla-¿Y qué tal si cuando Santana dice que veía a este auto seguirla y que iba a donde ella iba, en realidad era una simple coincidencia?
-Yo lo vi, Martin. Me estaba siguiendo…
-Hay muchas veces que sucede que sólo es una simple equivocación…
-Entonces mejor que sea una equivocación, ojalá que sea sólo eso, Martin; pero igual no podemos obviar algo así-dijo Finn, hablando fuerte y claro-Vamos a estar vigilando y pendientes a cualquier cosa. ¿Si? Si no llega a pasar nada, muchísimo mejor, pero no nos descuidemos por lo que pensemos.
-Sí, entiendo. Perdón, simplemente era una idea-dijo Martin.
Volvieron a abrir la puerta y esa vez quien entró fue Alan.
-Uhmm…Santana, ¿Sentís que podes seguir ensayando o necesitas más tiempo?-preguntó él
-Sí, sí puedo seguir. ¿Dónde están los chicos?
-Esperándote en la sala. Por ahora, ensayando por su lado.
-Decile que ya voy.
-Dale…ehmm…Dyl y Martin, tienen una llamada de su madre. Finn, necesito tu ayuda con algo de…vos sabes.
-Ah, sí.
Los tres muchachos salieron junto con Alan, mientras Santana se ponía de pie y miraba a Sam.
-¿Llevaste la bolsa con…?
-Sí, la llevé. Se la di a tu tío y él dijo que la iba a dejar en tu habitación.
-Gracias por eso y…bueno, gracias por lo de…ayudarme con esto de hace rato…pensé que no me creerías cuando te lo dije.
-¿Por qué no habría de creerte?
-No sé…pensé que creerías que estoy paranoica o algo así.
Sam sonrió y negó.
-Estresada, puede que estés un poco…pero paranoica no.
-¿Por qué?
-Mm no sé…qué se yo. Simplemente no creo que lo estés. Aunque con lo de estresada…sabes lo que tenes que hacer y…realmente creo que estás tardando demasiado.
-¿En qué?
Lo sabía muy bien a lo que él se refería, era a Brittany. Él no se lo confirmó ni se lo negó, pero fue como un asentimiento que se encogiera de hombros y volteando para salir, le sonriera.
Sam salió de la sala y Santana se quedó mirando la puerta por donde él se había ido, pensando. Al día siguiente se iba a Italia nuevamente, por momentos aquel pensamiento le provocaba tanto náuseas, como dolor de cabeza; el pensar demasiado también en lo que el pequeño Harry le había dicho en el hospital, aquello de que “si cruzaba la línea, la perdería para siempre”. ¿Estaba realmente preparada para eso? ¿Estaba cometiendo un error al pensar que todavía podía seguir adelante como estaba? Sólo llevaba dos días sin Brittany y sentía que todo tenía menos sentido que nada, no se creía que llevara tanto tiempo sin besarla y decirle que la amaba más que a nada, más que a todo.
El miedo que horas antes había sentido por todo el cuerpo, seguía ahí, intacto; sólo que ahora era como una extraña sensación de desconcierto y de parálisis en un estado mental, temor al futuro, a lo que podía pasar al siguiente segundo ¿Realmente quería eso en su vida? ¿Quería vivir para siempre así? ¿Alguna vez había estado tan hundida como ahora?
Observó el reloj de pared y este parecía repentinamente como si las manecillas estuvieran yendo al revés. Retiró la mirada, al mismo tiempo que se sobresaltaba por la entrada brusca de Josh por la puerta.
-¿Venís, San? Te estamos esperando.
-Sí…ya voy.
Miró nuevamente el reloj y éste volvía a estar nuevamente normal, por lo menos a sus ojos, suspiró y esa sensación de ir a contrarreloj seguía estando allí.
………………………………………………………
Agradeció infinitamente que ninguno de los dos, ni Blaine ni Thiago volviera a tocar el tema de Santana o Cooper, desde que entraran a la casa y durante toda la tarde que transcurrió entre comidas vegetarianas muy bien hechas por Blaine y “comida completa y balanceada” preparada por Kurt para él y para Thiago, porque ninguno de los dos toleraba demasiado el estar comiendo “alimento para conejos”, como los dos estaban de acuerdo en decir.
Ella misma, por su parte, comía de ambos lados, tanto de lo vegetariano como el pasticho que había preparado Kurt y que le había quedado estupendo; jamás había pensado que el chico supiera cocinar tan bien. Al terminar todo, se fueron un rato al pequeño mirador que quedaba atrás de la casa y allí se quedaron los 4 a ver caer el atardecer, mientras el sol se iba ocultando de a poco y ante sus ojos, tras las nubes y luego tras las montañas. No había mucho tampoco que ver, por aquello de la contaminación y el tremendo smog que ocultaba un poco los grandes edificios, pero aún así, eso no le quitaba cierto grado de romanticismo al lugar, bien que lo podía recordar de hacía 2 años.
Sin embargo, ahora era un tanto distinto y viendo a Blaine recostado sobre el pasto, abrazando a Kurt mientras veía como despacio iban apareciendo alguna que otra estrella en el cielo y los dos compartían sonrisas y besos, mirándose más que enamorados el uno del otro. Verlos le producía emociones encontradas, por un lado aquella satisfacción por verlos a los dos felices y juntos; pero por el otro lado, un pinchazo de un poco de envidia por no saber en qué momento volvería a estar así con alguien o si alguna vez volvería siquiera a estarlo. Eso le hacía pensar un poco en Cooper, que no le hablaba desde la tarde cuando rechazara su invitación a salir a comer y ver una película; pero mucho no le importaba, porque entre ver a dos de sus mejores amigos felices y estar con alguien con el que no tenía mucha química y quizá pasándola con culpabilidad, prefería estar todo el tiempo con Blaine y Kurt. Ya tendría tiempo de disculparse con Cooper y tal vez, para recompensarlo, invitarlo a él a salir a alguna parte, aún así no quisiera.
A pesar de todo, ya a lo último tampoco había sido tan terrible, porque Thiago se había percatado del frío que comenzaba a hacer y que ella estaba comenzando a temblar, por lo que le prestó su propio sweater y la abrazó para darle calor. Con ello, se le quitaba la duda de si Thiago estaba o no, enojado con ella. No lo estaba y no podría estarlo nunca con ella, porque a pesar de todo, Thiago era el que mejor la podía comprender en ocasiones, que incluso algunas veces le decía que sería una buena chica, si fuera mujer. Por supuesto, Thiago no se tomaba eso a chiste, pero igual no se molestaba.
-Tendríamos que irnos, Britt. Se está haciendo muy tarde.
-¿Y por qué no se quedan?-propuso Kurt, repentinamente y mirándolos a Brittany y a Thiago-Quiero decir, para que no tengan que irse a estas horas por ahí…
-Es una buena idea la de Kurt-intervino Blaine, sonriendo y dándole un beso en la cabeza al chico-Dale, total hay 5 habitaciones y dos de ellas la pueden ocupar ustedes. Hay sábanas de sobra, hay cepillos de dientes nuevos de paquete…
-Es que…no sé, Blaine…-murmuró Brittany, levantándose del pasto y limpiándose un poco el pantalón-No queremos molestarlos. Ustedes querrán su privacidad…
-Sí, bien que no quisieron quedarse en casa de tus viejos, Blaine-dijo Thiago, riéndose-Nosotros dos…
-Ustedes dos no son mis viejos y además los estamos invitando Kurt y yo. Con eso queremos decir que no nos molestan. Además, así sería muchísimo mejor ¿Saben? Con todo esto de que mañana nos tenemos que levantar temprano para ir al médico…vamos a ir los 4 y aprovechamos que vos estás, Thiago, porque tenes el auto y no tardamos tanto en llegar.
Brittany miró a uno y otro y luego a Thiago, pensativa.
-¿Vos que pensas?
-Bueno…lo veo como algo lógico, así obligamos a estos dos a que no se les pegue las sábanas o que ellos dos, no se queden pegados.
-¡Eyy! ¡Te pasas, Thiago!-exclamó Blaine, sonrojándose al igual que Kurt.
-No estoy diciendo nada que sea falso.
-Dale, yo me quedo-dijo Brittany, sonriendo.
-Yo también-dijo Thiago
-Perfecto, vamos entonces a entrar, porque ya está empezando a hacer buen frío.
Quizá se había precipitado al pensar en lo de quedarse ¿Por qué había aceptado? Lo sabía muy bien y la verdad es que era para no sentirse sola, no lo decía ante ninguna persona, ni siquiera ante Thiago, porque era como aceptar que el estar en el apartamento le hacía cierto daño. Sabía que se había precipitado en aceptar en quedarse ahí en aquella casa, pero si debía elegir entre estar sola en su apartamento y escuchar lo que ahora estaba escuchando en la habitación de Blaine y Kurt en la esquina del pasillo; sabía cuál era la respuesta. Podía oír desde su lugar en aquella cama, a oscuras, el ruido de algo moviéndose contra una pared y cuando salió de la habitación para bajar a beber agua en la cocina, se escuchaba todavía más, unos gemidos, jadeos y como si algo adentro estuviera a punto de derrumbarse, aparte de palabras sueltas en francés.
Cuando subió y se volvió a encerrar en la habitación, se tapó con las sábanas hasta la cabeza y se quedó viendo la luna a través de un huequito que había dejado para respirar y ver por la ventana. Despacio, muy lentamente iba dejándose vencer por el sueño, cayendo en brazos de Morfeo; pero también, nuevamente volvía a soñar con ella.
…………………………………………………………
Podía sentir más que ningún otro día, su respiración como si estuviera durmiendo al lado suyo, compartiendo almohadas y pies fríos. Ella solía poder sentir su corazón y se quedaba dormida con sus latidos, bajo las confortables sábanas. Era todo un sueño, nuevamente su imaginación jugando con sus sentimientos y su mente, lo que quedaba de su vida porque bien sabía que en ese momento, estaba tratando de vivir sin aire, tal como decía la canción.
¿Cómo era que podía sentirla ahora más que cualquier otro día? ¿Por qué si volteaba, por un instante le parecía encontrársela ahí, durmiendo?
Sentándose en la cama, el repique de la alarma que había activado en un reloj, comenzó a pitar escandalosamente, por lo que se apresuró a apagarlo y terminó lanzándolo por algún lugar de la habitación; tapándose la cara con las manos y quedándose un rato así, tratando de no pensar que en tan sólo unas horas estaría abordando un avión hacia Italia, nuevamente, y sin ella.
“…Si cruzas, la vas a perder para siempre”
-Mierda…
-¡Santana!-gritó su tío desde afuera de la habitación
-¡¿Qué?!
-¡Hace rato llamo Alan! ¡Dijo que lo llames apenas te despiertes!
-¡Dale!
“Apenas me despierte…no me desperté, que se joda por un ratito más”
Haciendo todo su esfuerzo por salir de la cama, se levantó y a paso lento se dirigió hacia el baño, donde se encerró dando un portazo. Todo le daba vueltas por alguna razón extraña y se sentía como si hubiera estado bebiendo la noche anterior. Alzando la mirada, se fijó en su reflejo en el espejo; realmente se daba pena a sí misma, le parecía que no valía ni medio en ese momento, no valía nada en ningún momento y no podía cambiarlo, a menos que quisiera cambiarlo. ¿Quería hacerlo?
Después de cepillarse los dientes, abrió la puerta del baño y mirando hacia la cama, por un instante le pareció ver como si ella estuviera ahí, acostada en su cama, pero al parpadear, aquello que su imaginación había creado desapareció. Se llevó las manos a la cabeza, tratando de pensar correctamente en lo que estaba ocurriéndole ¿Estaba comenzando a volverse loca? Veía cosas donde no las había, una paranoia insensata, autos que la seguían, ataques de ansiedad y pánico…Brittany en su cama.
Al fondo, fuera de su habitación, comenzaba a escuchar la Sinfonía #5 de Beethoven, que era la favorita de su tío James. Esa sinfonía le recordaba gran parte de su infancia y en general, le gustaba mucho; pero ahora era insoportable, le provocaba una sensación extraña en la boca del estómago y que le hacían reconocer el dolor en sí misma; no podía evitar que a cada paso que diera, la sintiera tan cerca y a la misma vez como si se estuviera alejando más. El teléfono inalámbrico empezó a repicar y eso la hizo suspirar, sabiendo que tal vez era Alan.
Apenas dio un paso hacia delante para ir a contestar la llamada, pero todo a su alrededor pareció moverse y por un segundo consideró el hecho de que quizá sí estaba volviéndose loca, realmente loca, porque se sentía mareada y hasta el suelo bajo sus pies estaba moviéndose. Sólo 5 segundos le costó darse cuenta que no era que se estaba volviendo loca o que estaba borracha, el suelo sí estaba moviéndose y en su habitación varias cosas comenzaban a tambalearse bruscamente, cayéndose varias cosas al suelo, mientras al fondo se escuchaba un ruido que helaba la sangre a cualquiera. Estaba temblando.
-¡Mierda! ¡Tío!
-¡TERREMOTOOOOOOOOOOO!
Intentó dar algunos pasos hacia la puerta de salida para ir hacia donde estaba su tío, pero entonces la lámpara del techo cedió, al igual que el espejo en la pared y dos lámparas de pie que cayeron con la furia con que temblaba y se movía todo alrededor. Un cuadro que tenía en la pared casi le cayó encima, sino es porque justo a tiempo logró echarse al suelo y ponerse junto a la cama, en posición fetal por aquello del “triángulo de la vida” que había visto en un documental de televisión. Cerrando los ojos, lo único que podía pensar era en Brittany, creyendo que todo se le vendría encima. Jamás rezaba, pero ahora se encontraba rogándole a los cielos, de rodillas, que todo acabara.
Fue entonces, que de un momento a otro el temblor cesó, pero no se atrevió a moverse de su lugar, con miedo, permaneció un rato al lado de la cama, esperando por si había alguna réplica. Aún así, parecía que eso era todo.
-¡Santana! ¡SANTANA! ¡Abrí la puerta! ¡¿Estás bien?! ¡SANTANAAA!
-¡Ya va, tío! ¡Ya voy!
Gateó hasta la puerta y la abrió, a la vez que su tío casi se tropezó con ella. Santana se levantó y James la abrazó con fuerza, sintiendo la morocha los latidos del corazón del hombre, acelerados en su pecho y la respiración entrecortada.
-¿Estás bien?-preguntó James, apartándose y tocándola en la cara como asegurándose si no tenía heridas-¿No te pasó nada?
-Calmate, estoy bien…
-¿Segura?
-Sí. Solamente que casi me cae eso encima…-dijo, señalando el cuadro con el marco roto en el suelo-Pero estoy bien.
-Es muy pesado eso…te habría quebrado…
-Sí, pero estoy bien. ¿Y vos?-preguntó Santana, buscando alguna señal de herida, la cual encontró en su mano que sangraba-¡¿Qué te pasó?!-exclamó, horrorizada.
-Nada…una estupidez…estaba cortando una manzana y con el temblor ¡PUM! Me conté…pero ya voy a estar bien. Simplemente es lavarme eso y…
-¡¿Qué haces acá, entonces?! ¡Vamos a curarte eso!
-Te preocupas demasiado. Calmate, es una cortadita de nada.
-Shh!, callese.
Lo cierto era que lo ocultaba lo mejor que podía, pero estaba aterrorizada. Tenía una mezcla extraña de pensamientos en la mente, todos incoherentes, pero que iban directo a una sola persona y de la que quería saber en ese momento. Necesitaba saber que estaba bien.
…………………………………………………
-Britt… Hey, Britt ¿Estás bien?
-Sí, sí.
-¿Doctor…?
-Sí, perfectamente…sólo es el susto…
Los tres salieron cada uno de sus escondites de protección. Brittany bajo el escritorio junto con Blaine que la había abrazado para protegerla y el doctor Joseph Hart bajo una camilla. Miraron a su alrededor y sólo algunas cosas se habían caído, como un pequeño cuadro y algunas de las medicinas en una estantería, que se quebraron al tocar el suelo y estaba su contenido derramado por el suelo. Por lo demás, todo parecía bien.
-Kurt y Thiago…
Los tres salieron del consultorio y vieron a varias personas todavía metidas bajo sus asientos, a la secretaria bajo su escritorio, junto con…
-¡Thiago! ¿Estás bien?-preguntó Brittany, acercándose
-Sí, completo.
-¿Y Kurt?-preguntó Blaine, poniéndose nervioso al no verlo cerca
-¡ACÁ ESTOY!
A unos metros más allá, estaba Kurt levantándose del suelo y salió corriendo hacia Blaine. Ambos se abrazaron y besaron de puro alivio.
-¿Estás bien?-preguntó Blaine
-Sí, nada más me caí y me puse contra la pared. Estaba en el baño.
-¡¿Todos los presentes acá, están bien?! ¡¿Alguna embarazada que necesite ayuda?!-gritó Joseph, para hacerse escuchar entre todos los que estaban en la sala de espera. Hubo un asentimiento y afirmaciones generales de que todo estaba bien y el doctor miró a Blaine y a Brittany-Parece que sólo ha sido el susto. Por suerte esta clínica está construida con métodos antisísmicos.
-Entonces, ¿Podemos seguir con la consulta?-preguntó Brittany
-No sé, Brittany… a lo mejor tengamos que dejarlo para después…porque hay que desalojar, por seguridad…
Iba a protestar, pero una llamada en su celular la interrumpió y tuvo que atender.
-¿Sí?...Hola, mamá…sí, sí, estamos bien…sí, tranquila, no paso nada…sí, seguimos en la clínica, ya estábamos empezando con la ecografía, mucho no se veía nada pero entonces comenzó el temblor y hubo que interrumpir…sí, ¿Y los chicos y papá?...uh, dale…bueno, mira, mamá, tengo que colgar…sí, tengo que colgar…nos vemos…chau.
-¿Cómo están?-preguntó Blaine
-Muy bien. No paso gran cosa. Solamente se rompieron algunas cosas ¿Después podemos pasar por ahí?
-Obvio.
-Brittany, me acaban de informar por mensaje que hay que desalojar por seguridad…
-Por favor, Joseph, por favor…-suplicó Brittany, poniendo cara de perrito abandonado-No sabes lo mucho que esperé para esto…anoche incluso lo soñé que estaba acá y lo veía…no quiero y no puedo esperar más para verlo, por favor.
Joseph la miró a ella, viendo su desesperación, luego vio a Blaine y él también se le notaba ansioso. Dio un vistazo alrededor, a la gente que iba saliendo de ahí y volviendo a ver a Brittany, suspiró y asintió.
-Daaaale, vamos a eso.
-¡Gracias, gracias, gracias, gracias…!
-En serio, muchísimas gracias, doc-dijo ahora Blaine, contento y entrando al consultorio
-No me lo agradezcan tanto y hagamos esto rápido, porque en cuanto vean que no obedezco la orden de salir, me van a llamar la atención.
-¿Nosotros podemos entrar a ver?-preguntó Thiago, señalándose a sí mismo y a Kurt.
-Sí, sí pueden y cierren la puerta, por favor.
Estando ya los 5 en el consultorio, Brittany rápidamente se recostó en la camilla, nuevamente, como hiciera casi ya 20 minutos antes, cuando estaban a punto de ver a su bebé y el temblor interrumpió la imagen.
Joseph apagó la luz y tomando un poco del gel para echárselo a Brittany en el vientre, trató de encender el ecógrafo, pero este no pareció funcionar.
-Mierda…
-¿Qué pasa?-preguntó Brittany, nerviosa.
-Es esta cosa…que creo que le paso algo con el temblor porque no anda…
-¡No puede no anda ahora! ¡Quiero ver a mi bebé!
-Amiga, calmate, por favor…-dijo Blaine, tomando su mano para tranquilizarla-¿Qué te pasa que estás así?
-Perdón, es que esto…me pone re histérica. Si no es el jodido temblor, es esto que no funca…
El doctor le dio un pequeño golpe al ecógrafo y rápidamente la pantalla se encendió, al igual que todo volvía a funcionar con aparente normalidad. Brittany, Blaine, Kurt y Thiago rieron, divertidos.
-Listo…creo que ya podemos comenzar.
-Adelante, doctor.
Tal como hacía rato ya, Joseph fue recorriendo y deslizando con el control en su vientre; el cual ya se notaba un ligero bultito de que ya estaba comenzando a crecer. Todos miraban fijamente a la pantalla, pendientes de cada movimiento, mientras Joe iba ajustando la imagen con un pequeño joystick cerca de un teclado.
Entonces, en lo que fueron apenas unos 3 minutos buscando una imagen clara, se pudo ver de pronto una pequeña figura en la pantalla. Brittany sintió que su respiración se detenía en un punto, a la vez que sin darse cuenta apretaba más la mano de Blaine y Joseph presionaba una tecla, escribiendo algo en el teclado.
-Ahí está… ¿Lo ven?
-¿Es…él?... ¿Es mi bebé?-preguntó Brittany, al borde de las lágrimas.
-Sí…miren, acá estos que ven acá…son los bracitos. Es muy chiquito todavía, apenas nos sobraría mano si lo pudiéramos tocar…
-¡Se está moviendo!-exclamó Thiago, impresionado-Se está moviendo ¿No?
-Sí, se mueve ahora mismo… ¿Ven esto de color rojo acá?
-Sí ¿Qué es?
-Es el corazón, ahora ponemos esto…ajá, acá está…
Un ruido extraño comenzó a sonar, como unos ecos graves, rápidos y continuados que hicieron que Brittany no resistiera más y las lágrimas de felicidad corrieran por sus mejillas. Miró hacia arriba y vio a un paralizado Blaine, que observaba a la pantalla como si no pudiera creer nada de aquello.
-¿Eso es…?
-Esos son los latidos del corazón-dijo Joseph, mirando con una sonrisa a Brittany y Blaine-Es muy rápido ahora mismo, pero con el tiempo eso se estabilizará…Esto de acá…-dijo, señalando ahora con una flechita en un punto de la pantalla-Eso son las piernitas…miren como se mueve…esta es la cabecita, obviamente…ahora hagamos esto…
El doctor recortó una imagen y poco a poco iba moviéndola 360º, de manera que iba viéndose de a poco algo más nítido. Lo que vieron, los dejó impresionados y emocionados.
-¿Ven la carita? Las manitos cubriendo…
-Sí, es precioso…
-¿Cuánto mide?-preguntó Blaine, haciendo uso de la voz por primera vez. Se le notaba muy nervioso
-Ya te voy a decir…vamos a medirlo…3, 6 centímetros.
-Es re chiquitito-dijo Kurt, sonriéndole a Blaine-¿Nene o nena?
-Nene-respondió Brittany, sin pensarlo y siendo observada rápidamente por Blaine, Joseph y Kurt-Es un nene…lo sé, perdón.
-Bueno…-sonrió Joseph-Yo no soy quien para contradecir lo que siente una madre. Efectivamente y por lo que puedo ver así…más o menos, es un nene. Sin embargo, ya lo confirmaremos en próximas citas; apenas estás comenzando la décima semana.
Brittany sonrió y volvió a mirar a su bebé, mientras lo veía moverse. Sentía una emoción tan gigantesca que no cabía en sí misma de la felicidad, sólo había algo que estaba segura que habría hecho más especial aún todo, algo que no quería admitir delante de ninguno. Recordó que Santana le había prometido estar con ella en esto y el solo pensamiento, ese sólo recuerdo le provocó un pinchazo de tristeza y desilusión.
…
6 horas, dentro de 6 horas se iba a Roma, Italia y aunque ya había hablado con Alan y le había asegurado que se aparecería por la disquera en unas 2 horas; la verdad es que ya faltaba 1 hora para hacerlo y todavía se encontraba en su propio estudio de grabación que tenía en la casa, sosteniendo el teléfono en la mano y sin atreverse a marcar el número que desde hace media hora deseaba con toda su alma marcar, para poder escuchar su voz. El problema, sin embargo, era que sabía que si lo hacía, no se conformaría solamente con escuchar su voz y tener la certeza que después del temblor de hacía rato, ella estaba bien; no, iba más allá de eso y realmente iba a desear verla, estar con ella, no separarse nunca más de su lado ¿Por qué? Porque tenía miedo, tenía el puto miedo comiéndole la cabeza y aquella pequeña advertencia de Harry ahora más que nunca saltando por cada lado de su mente.
" 'Cause it's a bittersweet symphony, this life" - "Porque esta vida es una sinfonía agridulce"
"Trying to make ends meet" - "Intenta hacer que los extremos se encuentren"
Poniéndose seria y pensando fríamente todo, ¿Qué quería? Quería y deseaba estar con ella, ya no podía más, no podía pensar más; estaba que hacía rato creía que todo se derrumbaría sobre ella y bajo sus pies por un temblor que duró 1 minuto y medio, pero que creyó que duraba una eternidad.
Una eternidad, eso fue lo que imaginó durante el temblor, una eternidad sin Brittany, una eternidad sin verla, sin decirle que la amaba, sin sus besos…una eternidad sin hacerle el amor ¿Eso era lo que quería?
"No change, I can't change" - "No cambio, puedo cambiar"
"I can't change, I can't change" - "Intenta Puedo cambiar, puedo cambiar"
¿Realmente podría vivir sin ella? Si apenas con dos días sin estar juntas sentía que se moría a cada segundo que pasaba, no quería imaginarse esa eternidad sin ella. Sufrimiento perpetuo, doloroso y amargo, porque era una sinfonía agridulce su vida sin Brittany.
Sin pensarlo más, tomó aire y armándose de valor, marcó el número en el inalámbrico, temblándole los dedos. Se lo puso en el oído y esperó un repique, dos, tres…cuatro…al salirle la contestadora automática, comenzó su impaciencia.
"Well I never pray" - "Bien, yo nunca rezo"
"But tonight I'm on my knees yeah" - "Pero esta noche estoy de rodillas, si"
"I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah" - "Necesito escuchar algunos sonidos para agradecer el dolor en mi, si"
-Mierdamierdamierda…contestame por favor…contestame
Volvió a marcar el número y la esperó comenzó de nuevo, haciéndola caminar alrededor del estudio y mordiéndose un par de uñas. La contestadora salió nuevamente y gimió de miedo, tratando de no pensar que algo le podría haber pasado con lo del temblor.
-Por favor, por favor, Britt-Britt…contestame…dale, contestame…
Se estaba arrepintiendo de todo, de llamarla y de haberla dejado, más de haberla dejado, porque no podía detenerse ahora y tenía que seguir llamando hasta que contestara. Lloraría si no lo hacía…ya estaba comenzando a hacerlo, sentía que se perdería. Respirando profundamente, marcó por décima vez y contó los repiques. Uno, dos, tres…
“¡Mierda, responde!”…siete…a la octava caería la mensajería…
….
-¿Sí, hola...? mierda…ay, quiero decir, ¿Quién es?... ¿Aló, sí?...
"No change, I can't change" - "No cambio, puedo cambiar"
Escuchó como colgaban y se enderezó en su asiento, confundida, mirando la pantalla de su celular. A su lado, Thiago se colocó el cinturón de seguridad y atrás del auto, Blaine y Kurt cerraron las puertas.
-¿Quién era?
-No sé…
-¿Equivocado?
-Te digo que no sé, colgaron…
-Era equivocado. Esos que llaman y apenas escuchan que no es la voz que esperaban, cuelgan sin decir nada-dijo Blaine, riéndose-No sé ustedes, pero yo quiero celebrar… ¡Dios! ¡Mi hijo va a ser un tipazo! ¡¿Vieron la pinta que tenía?!
-¡Ya fue, Blaine! Solamente es una ecografía…apenas sí se podía distinguir su rostro-dijo Kurt, divertido.
-Va a ser un ganador, yo te lo digo. Tiene todo para serlo, tiene el tipo de su padre…osea, yo.
-¿Y si sale como Brittany?-preguntó Thiago, sacando el auto en retroceso
-Va a sacar su color de pelo y sus ojos…incluso sus gestos…mi hijo es precioso, es lo más lindo que vi en toda mi vida.
-¿Y vos, Brittany? ¿No decís nada?... ¿Britt?
" 'Cause it's a bittersweet symphony, this life" - "Porque esta vida es una sinfonía agridulce"
"Trying to make ends meet" - "Intenta hacer que los extremos se encuentren"
Pero ya ella no estaba ahí, su mente estaba volando todavía, pensando en quién podría haber sido que llamó. Lo tenía claro, esa sensación que tenía ya la había sentido el día anterior, cuando Santana había llamado y le había colgado de igual manera que ahora; sin decir ni una palabra. ¿Qué era lo que quería? ¿Por qué hacía eso?
Se llevó una mano a su vientre, de repente escuchando una vocecita al fondo en su cabeza; era tal como la que escuchara el mismo día que Santana se había ido sin decirle nada; sólo que esa vez, no podía entender ni oír claramente lo que le decía.
"You know the one that takes you to the places" - "Tu conoces al que te lleva a los lugares"
"Where all the veins meet yeah" - "Donde todas las venas se encuentran, si"
-¡Tierra llamando a Brittany! ¿Me escuchas, rubia?
"You know I can't change, I can't change" - "Sabes que puedo cambiar, puedo cambiar"
"I can't change, I can't change" - "Puedo cambiar, puedo cambiar"
-¿Huh? ¿Qué?
-Preguntamos qué te parece.
-¿Qué me parece qué?
-Ahí está tu respuesta, no escuchó nada-dijo Thiago, mirando por el retrovisor a Blaine-Vamos un toque a mi apartamento que tengo que buscar algo.
-Te preguntábamos cómo pensas que va a ser nuestro bebé, Britt. ¿A quién se va a parecer a vos o a mí? Yo creo que a vos.
-Santana…-musitó Brittany, ausentemente y teniendo un extraño presentimiento. Blaine alzó una ceja, confundido
-¿Huh? ¿Santana?
-No, no, quiero decir que…vamos a mi casa, Thiago. A la mansión.
-Bueno, pero primero dejame pasar por mi casa y…
-¡Te dije que vayamos a la mansión, Thiago!-estalló Brittany, alterándose-¡Vamos a la mansión primero!
-Bueno, perdón…mierda, ¡Qué carácter!
"I'll take you down the only road I've ever been down" - "Yo tomaré el único camino en el que siempre he estado"
"Been down" - "He estado"
"Ever been down" - "Siempre he estado"
"Ever been down" - "Siempre he estado"
Thiago cruzó una esquina y se metió a un pequeño estacionamiento, en retroceso, para luego darle hacia delante y seguir el camino hacia la mansión.
"That you've ever been down?" - "¿Alguna vez has estado triste?"
………………………………………………………
Salió de su casa tan velozmente como podía en su auto y ni siquiera le importó dejar atrás a Dyl y Martin, que eran los que en ese momento estaban en su horario de guardia, porque Finn y Sam ya lo habían hecho durante la noche completa. Su celular de repuesto iba repicando viciosamente una y otra vez en el asiento de al lado, mientras aceleraba a medida que se acercaba a su destino, la casa de Brittany. Tenía que buscarla, tenía que hablar con ella, aclarar todo, decirle que la amaba y que la necesitaba tanto que si no se moriría y que quería pasar toda su vida junto a ella; tanto como si se casaban algún día, como si eso nunca sucedía. No le importaba nada ya.
Dio vuelta en U en una esquina y siguió rumbo arriba hacia la dirección de la urbanización que Brittany le había dado una vez en Italia. Presionó el acelerador más y sonó como un auto de carreras, mientras veía el doble camino en Y que le había descrito.
“El que tiene el árbol, el que tiene el árbol…mierda, acá es”
Estacionó un poco frente a la inmensa mansión y pensó que realmente era hermosa. El corazón comenzaba a latirle más dolorosamente, a medida que se preparaba y cuando finalmente salió del auto y cerró la puerta, tomó aire profundamente y lo soltó de una sola vez. Se iba acercando hacia el gran portón de madera y al mirar hacia la puerta que se abría en la casa, vio a una mujer de canoso cabello, que le decía algo a una mujer rubia con bata blanca y luego ella le hacía un gesto de despedida con la mano y se iba caminando a la salida, sonriendo. Nada más y nada menos que Susan Pierce.
“Mierda…no podía ser Chord. No. Tenía que ser precisamente Susan. La concha de la vaca…bueno, a poner ovarios, pone ovarios y enfrentarla. Tenes que decirle solamente que necesitas hablar con Brittany, no puede negarse, no podía…mierda, me vio”
Y sí que la había visto. Susan se quedó mirándola apenas salió por la puerta y su rostro se ensombreció repentinamente, toda aquella sonrisa que minutos antes había visto, ya no existía.
-Santana…hola…-saludó Susan, tratando de controlarse y no enojarse.
-Hola
-¿Qué haces acá?
“Bueno, muy bien, ya está. Solamente decícelo”
-Uhmm…
“¡DECÍCELO!”
-Vengo a ver a Brittany, Susan-farfulló, casi atropellando las palabras al soltarlas-Necesito hablar con ella.
-¿Sobre qué?-preguntó Susan, metiendo su bolso en la maleta de su auto que estaba estacionado frente a la casa también.
-Uhm…bueno, es algo que…es algo que solamente a ella y a mí nos importa…con todo respeto.
-Oh, bueno…no creo que le interese, de verdad, lo que tengas que decir. Perdón-dijo Susan, encogiéndose de hombros y buscando entrar a su auto, pero Santana se cruzó en el medio y la miró a los ojos.
-Por favor…realmente necesito hablar con ella…
-Vos la dejaste, Santana. Ahora dejala en paz.
-¡Pero porque vos me lo pediste! ¡Vos me pediste que la dejara porque yo no podía pasar tanto tiempo con ella como otra persona!
-Y es lo mejor que hiciste, sinceramente.
-Pero, yo la amo.
-Ella…ella ya no te ama.
-No te creo.
-Entonces, disfruta de la decepción.
Vio que iba a abordar su auto y ya aprovecharía para escabullirse hacia dentro de la mansión para buscarla a Brittany, pero Susan vio sus intenciones y con una rapidez increíble, se le atravesó en la puerta para evitar que pasara.
-Te dije que te vayas, Santana. No lo hagas más difícil.
-Quiero hablar con Brittany.
-Voy a llamar a la policía.
-¡Llame a la CIA, si quiere! ¡No me importa! ¡Yo voy a hablar con ella, quiera o no!... ¡BRITTANY!
-¡Ella no está acá!
-¡Sí está! ¡BRIIITANYYYYYYYYYYYYY!
-¡Callate! ¡Deja de molestarnos, Santana! ¡Le hiciste daño a mi hija y le dijiste que no la amas! ¡Dejala ser feliz con Cooper!
-¡BRIIITANYYYYYYYYYYYYY!
-¡Te dije que no está acá! ¡Ya ella no vive acá!
-¿Dónde está?
-Se fue con Cooper a vivir a otra parte. A ser feliz sin vos.
Aquello le había dolido de verdad, pero ni eso ya podía detenerla. No importaba si al final Brittany la rechazaba, pero necesitaba decirle que realmente sí la amaba y que seguía estando tan enamorada de ella como del primer día.
Susan seguía atravesada en la puerta, bloqueándole el paso, cuando entonces vio por la puerta de la mansión a Scott, Katie, Max y Jack salir a toda velocidad a ver lo que sucedía, alertados por los gritos de la morocha.
-Andate, Santana. Por favor. Te estoy dando la oportunidad de…
-¡Aunque insista! ¡Aunque traiga a su mismísimo Dios y su Jesucristo, nadie me va a mover de acá hasta ver a Brittany!
-¿Qué pasa?-preguntó Jack, confundido
-¡Santana! ¡Estábamos tratando de comunicarnos con vos!-exclamó Katie, sorprendida de verla
-¡Váyanse adentro de la casa! ¡No se metan en esto!-gritó Susan, desesperada y molesta.
-¡Saaaaaaan! ¡Volviste!-exclamó Max, contentísimo
-¿Pueden buscar a Brittany, por favor?-pidió Santana, tratando de hablar con los chicos por entre las rejas-Necesito hablarle.
-¡Ella no está acá, Santana! ¡Se mudó a un apartamento en Sunsets! ¡Buscala allá!-gritó Katie, para hacerse oír
-¡¿Cuál es la dirección?!
-¡LES DIJE QUE SE VAYAN DENTRO DE LA CASA!
-¿Qué pasa, mamá?-preguntó Jack, nuevamente
-¡Decile a Emma y a Pierre que llamen a la policía, Jack! ¡Por favor! ¡Rápido!
-¡Si haces eso, Jack! ¡Sos un traidor!-exclamó Katie, molesta
Mientras tanto, justo en aquel momento iban llegando Brittany, Thiago, Blaine y Kurt en el auto del segundo mencionado. Cuando llegaron a un punto de la calle de la mansión, la rubia vio que ahí estaban sus hermanos tras el enorme portón, a su propia madre bloqueándole la salida a la propia Santana. El corazón de Brittany dio un vuelco en ese momento.
-¿Qué mierda…?-preguntó Blaine, confundido y viendo la escena también-¿Esa es tu vieja, Brittany? ¿Qué pasa ahí?
”And the vision that was planted in my brain” – ”Y la visión que fue plantada en mi cerebro”
”Still remains” - ”Aún permanence”
“Within the sounds of silence” – ”En el sonido del silencio”
-No sé, ya voy a ver…
”In restless dreams i walked alone” – ”En mis agitados sueños, caminaba solo”
”Narrow streets ot cobblestone” – ”Por estrechas calles adoquinadas”
”´Neath tht halo of a street lamp” – ”Debajo del halo de un farol callejero”
”I turned my collar to the cold and damp” – ”Me levanté el cuello al frío y la humedad”
”When my eyes were stabbed by the flash of the neon light” – ”Cuando mis ojos fueron apuñalados por el destello de una luz de neón”
”That split the night” – ”Se agrietó la noche”
”And touched the sound of silence” – ”Y toqué el sonido del silencio”
Sin embargo, cuando ya iba a abrir la puerta, se quedó paralizada cuando vio que Katie intentó saltar el portón para salir, pero Scott la detuvo, al igual que Susan, quien a su vez bloqueó nuevamente a Santana.
”People talking without speaking” – ”Gente hablando sin hablar”
”People hearing without listening” – ”Gente oyendo sin escuchar”
Cuando la morocha quiso irse a su auto que estaba a unos pocos metros, vio como su propia madre la empujaba con fuerza, haciéndola tambalearse.
”And no one dare” – ” Y nadie se atrevía”
”Disturb the sound of silence” – ”A molestar el sonido del silencio”
Aquello la hizo enfurecerse y salió del auto para ir hasta allá, pero entonces su mamá, que no se había dado cuenta de su presencia, empujó a Santana muy fuerte y al medio de la calle, haciéndola caerse.
Fue entonces cuando Brittany escuchó el sonido de un motor rugiendo con furia y al voltear, vio un auto negro que iba directo hacia Santana…su Santana.
- Santana…-Susuró apenas Brittany
”But my words like silent raindrops fell” – ”Pero mis palabras cayeron como silenciosas gotas de lluvia”
”And echoed in the wells of silence” – ”E hicieron eco en los pozos del silencio”
No lo pensó dos veces y se lanzó hacia ella, corriendo y sin escuchar a Thiago, Blaine y Kurt que le gritaban que se detuviera. Santana se levantó lentamente, sin percatarse aún del auto que iba en su dirección a toda velocidad, pero sí escuchó el grito de Brittany, llamándola por su nombre y cuando volteó a verla, no pudo mirarla más porque ahora ella la había empujado hacia la acera y antes que la rubia pudiera salirse de en medio también, fue atropellada violentamente por un auto negro, montándose momentáneamente por el capó y luego salió volando despedida hacia un lado de la otra acera, cayendo al suelo.
- Brittany!
”Whisper'd in the sounds of silence” – ”Murmuradas en los sonidos del silencio…”
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:01 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.21 THE SCIENTIST
What I Like About You♥
CAP.21 PART I
THE SCIENTIST
Todo había sucedido en un segundo, en un miserable y simple segundo muerto, en el que se quedó paralizada del miedo en la acera y viendo a Brittany a un costado, completamente inmóvil; deseando que repentinamente se levantara y demostrara que estaba bien, pero nada de eso sucedió; ella seguía ahí, sin moverse sobre el pavimento. No escuchaba nada a su alrededor que no fuera el mortal silencio y lo único que se le ocurrió hacer, quiso levantarse y salir corriendo hacia ella, pero se había quedado de piedra, como en estado de shock y sin poder mover ni un músculo. Aquello parecía una pesadilla y sólo podía pensar en que quería que terminara ya.
Vio que Blaine era el primero en llegar a ella, junto con Thiago y Kurt, percibiendo todo como en cámara lenta. Blaine la tomó levemente por los hombros y con el miedo adosado a lo blanco de su rostro, por el espanto que tenía; la miró a la cara y llevó unos dedos al ángulo de su mentón para tomarle el pulso carotídeo.
Santana pudo, entonces, levantarse y acercarse también; comenzando a sentirse ahogada y asfixiada, empezando a sentir las lágrimas mojar sus mejillas, justo cuando se arrodillaba frente a Brittany y tomaba su mano entre las suyas. Miró a Blaine y deseó con toda su alma que el rostro del muchacho no fuera ese, el de desesperación, miedo, terror, dolor…todo conjugado en una sola. Blaine miró a su alrededor, asustado y pareciendo un niño pequeño, perdido, que iba a ponerse a llorar.
-¡Una ambulancia! ¡No está respirando!
…………………………………………
Hay momentos en la vida en los que pensas que nada puede ser peor, pero entonces sucede algo que lo cambia todo y entonces entendes que realmente sí que puede ir peor y es que todo pareciera volverse en tu contra. Así lo pensaba Santana ahora, sobre todo cuando todos pasaron detrás de la camilla donde los paramédicos llevaban a Brittany con una máscara de oxígeno, todavía inconsciente y velozmente siendo conducida hacia emergencias. Ahora sí podía respirar, pero con ayuda a ratos porque a veces se quedaba sin respiración nuevamente. Cuando habían estado todavía frente a la casa, Blaine le había dado respiración boca a boca, por indicación de Susan, mientras ella llamaba a la ambulancia y pegaba gritos porque no llegaban a tiempo. Cuando lograron que Brittany respirara por sí misma, por medio del RCP, ya habían pasado unos 6 minutos y la ambulancia acabó llegando a los 13 minutos después del accidente.
Todavía Santana tenía grabada en la mente, repitiéndose constantemente el grito de Brittany llamándola y luego el empujón que le dio para sacarla del medio. Todo lo demás fue tan rápido que no tuvo tiempo para reaccionar y eso lo hacía más doloroso, porque mientras más pensaba que debería haber hecho algo, más era la culpa que sentía porque no había hecho absolutamente nada, sólo ver como un auto la embestía violentamente, haciendo romperse la parte trasera de la cabeza con el vidrio y luego la frente al caer y rodar hasta la zanja de la acera. Había estado haciendo todo por controlarse y no romper en llanto, pero cuando la pasaron por su lado y por un brevísimo segundo tomó su mano fría, simplemente gimoteó y no pudo seguirse aguantando más.
No sólo era Brittany, no sólo era la vida de ella la que estaba en una delgada línea, sino la de su bebé. Había recibido un fuerte impacto en el vientre, producto del golpe contra el capó del auto y Brittany y el niño estaban en situación crítica.
-No podes pasar, Susan-escuchó de pronto a uno de los doctores, deteniendo a la mujer antes que entrara con los demás hacia emergencias
-¡Yo soy médico también!
-Pero conoces las reglas. No podes pasar, perdón.
-¿Y tenes idea de cómo está?
El doctor la miró por unos segundos, en silencio, hasta que escuchó que lo llamaban de emergencias. Él negó y le dio unas palmaditas en el hombro.
-Te prometo que voy a manterte al tanto.
El hombre salió corriendo y Susan no pudo seguir preguntando. Volteó y miró a sus otros hijos, llorando que estaban junto con la nana Emma, Thiago, Blaine y el chico canadiense que siempre olvidaba su nombre, pero que en ese momento no le importaba.
-¿Van a estar bien, mamá?-preguntó Max, acercándose a ella y derramando gruesas lágrimas por sus mejillas-¿Verdad que sí?
Susan no respondió, porque no sabía siquiera dónde había quedado su voz. Se arrodilló frente a él y lo abrazó, mientras el niño seguía llorando. Su vista se desvió, entonces, hacia Santana, que estaba a sólo unos pocos metros más allá, alejada y sentada en una de las sillas de la sala de espera, llorando también con desconsuelo. Las fugaces imágenes de Brittany sacando del medio de la calle a la chica y luego siendo arrollada, la perturbaban una y otra vez, como en una película vieja y terriblemente dolorosa. Cerró los ojos con fuerza, buscando que todo desapareciera, que sólo fuera una maldita pesadilla.
Mientras tanto, las constantes sensaciones de repetición, el déjà vu, lo ya vivido…veía sus lágrimas caer en el suelo y cuando creía que podría calmarse, volvía nuevamente a gimotear, cayendo en una esfera gigante o en una rueda como la de los hámsters, donde no podía dejar de correr y correr. El tiempo y las cosas parecían estarse burlando de todo lo que tardó en decidirse e ir a buscar a Brittany, para ahora terminar en una sala de hospital y sin tener idea de lo que podría suceder y que no quería siquiera pensar ni imaginar. Las cosas que había escuchado mientras levantaban a la rubia del pavimento, para llevársela en la ambulancia, no habían sido para nada esperanzadoras, pero que la hacían comerse la cabeza intentando pensar qué habrían querido decir los paramédicos con hipoxia cerebral y otras cosas más con nombres impronunciables.
El accidente de su padre, eso era lo que le recordaba todo lo que veía a su alrededor, porque incluso era al mismo hospital donde a él lo trasladaron, para luego declararlo como muerto a la hora y por la propia Susan, que ahora estaba junto con el más pequeño de sus hijos, abrazándolo. No sabía si era humanamente posible, todo el dolor que estaba sintiendo, aquel de no saber lo que ocurriría al segundo siguiente y sobre todo, esperar, que eso era lo que más le sacaba de sus casillas.
¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué tuvo que atravesarse a un auto que iba obviamente hacia ella? Ya lo sabía y lo entendía bien, aquel auto negro estuvo siguiéndola todo el tiempo y era el mismo del día anterior. Tampoco había podido verle la patente y el modelo en esa oportunidad, porque se había ido tan rápido como había llegado, desapareciendo al instante. Ella era quien debía estar ahora en el lugar de Brittany, debió ser ella la atropellada, no la rubia; era toda su propia maldita culpa y ahora el amor de su vida y su hijo corrían grave peligro. Las lágrimas estaban volviendo a nublar su vista, recordando la vez en la que Brittany le había dicho que quería que su bebé también fuera suyo. Le había prometido estar a su lado, cuidarlos a ambos y les había fallado a los dos, a Brittany y el bebé.
Se fijó en Blaine, que estaba junto a Kurt y Thiago; el primero parecía todavía en estado de shock por todo lo que había pasado y lo podía entender; parecía no entrar todavía en cuenta que todo había sido real. Repentinamente, arrugó el rostro y tapándoselo, Kurt se apresuró a abrazarlo.
Vio a Thiago levantarse de su asiento y dirigirse hacia ella. Santana apartó la mirada y se puso a ver hacia el suelo, secándose las lágrimas y evitando por todos los medios volver a llorar. Thiago llegó a su lado y sentándose, lo escuchó suspirar.
-Hola
-Hola-respondió Santana, parcamente y sin verlo, no quería mirarlo.
-Te debés acordar, soy el…
-Thiago, el amigo de Brittany-interrumpió Santana, tratando de mostrarse lo más fuerte que podía-Sí me acuerdo de vos.
-Uhm bueno…quería saber si estás bien…
Por lo dicho, lo miró con absoluta incredulidad, casi fulminándolo con los ojos. Él entendió y enrojeció.
-Bueno, ya sé que no estás…precisamente bien…
-No, no estoy bien. Qué observador sos.
-Perdón, perdón…solamente quería saber si necesitas algo, voy a la cafetería a comprar unos jugos para los chicos, para que se calmen-explicó Thiago-Si querías algo de tomar o sí queres venir conmigo…
-No, no quiero nada. Gracias.
-¿Segura?
No dijo nada, pero sí asintió brevemente. Thiago suspiró y acariciando su hombro por un momento, se levantó y sin pronunciar palabra, se retiró de ahí. Santana lo observó entrar al ascensor, sintiendo de pronto algo de pena y vergüenza; sabía que el chico sólo había sido amable y ella en cambio lo había tratado pésimo, tenía que reconocer que algo de celos había en la forma como le había hablado, todavía no podía olvidar que lo había visto anteriormente con Brittany, agarrados los dos de la mano.
-Santana…
El sonido de una voz conocida la sacó del trance en el que se había hundido sin darse cuenta y al ver quien era, se alzó para abrazarlo con fuerza. Nuevamente el llanto sobrevino y la culpabilidad que sentía por todo; sin embargo, Chord Pierce no dejaba de responderle el abrazo, como si de su propio padre se tratara, a la vez que le susurraba palabras de calma en su oído. Aquello completaba el déjà vu que venía sintiendo desde hacía rato, pero no quiso reparar mucho en el detalle.
-¡ES PAPÁ!
-¡Llegaste, papá!
Los chicos que habían visto a Chord abrazando a Santana, corrieron hacia él y todos se unieron en un abrazo lleno de inmensa preocupación y nuevos gimoteos y llantos. El hombre les hablaba a todos y les decía que todo iba a estar bien, pidiéndoles calma y tranquilidad.
Santana se fue alejando una vez que vio a Susan acercarse a ellos y para hablar con su esposo; el móvil de repuesto que tenía comenzó a repicar y se apresuró a atender la llamada, mirando antes la pantalla y viendo que era Alan.
-Alan…
-¡Sos una irresponsable! ¡Te dije que estuvieras acá hace 2 horas, Santana! ¡Tendrías que estar llegando!
-Perdón…-musitó Santana, mirando a su alrededor y luego a Chord y Susan hablando en un rincón, apartados.
-¡Dyl y Martin estaban como locos buscándote, porque dicen que no te vieron salir de tu casa! ¡Incluyendo tu tío te estaba buscando! ¡Dentro de 3 horas nos vamos a Italia y vos no…!
-No voy a poder irme de viaje hoy, Alan
-¿Qué?
-¡Que no voy a poder irme a Italia!-gritó con exasperación y comenzando a llorar de nuevo-No puedo…perdón.
Hubo un silencio breve, en el que Santana pensaba que Alan debía estar lanzando pestes y groserías en sus pensamientos. Estaba intentando que no se escuchara que estaba llorando, pero incluso hasta se le estaba haciendo difícil el mantenerse en pie, porque el ahogo era insoportable.
-A ver, San…esto es importante…
-Esto también lo es.
-Siempre decís eso, Santana. Siempre cuando algo es importante, vos decís que lo tuyo es más importante…
-Se trata de Brittany…
-Ah, se trata de Brittany. Ya me parecía que sí que era importante, pero mira, Santana, dejame decirte que en serio necesito que estés acá, porque el vuelo…
-No voy a ir
-Estoy siendo razonable, estoy… ¿San? ¿Estás llorando?
No lo pudo lograr, apretó el celular en sus manos con fuerza, llena de rabia mientras las lágrimas corrían libres y salvajemente por sus mejillas. Se deslizó contra la pared hasta quedarse en posición fetal sentada en el suelo y todavía escuchando la voz de preocupación de Alan.
-Santana…Santana, por Dios…
-Alan…
-No me asustes, ¿Qué pasa?... ¿Qué pasó?
-No puedo ir
-¿Dónde estás?
-En…en el hos-hospital…
-¿Qué?
-Brittany… tuvo un accidente.
………………………………………………
Pegó fuertemente contra la mesa, haciendo que dos vasos y un portarretratos cayeran y se quebraran; finalmente él mismo perdiendo el equilibrio y yéndose hacia atrás contra la pared. Buscó amortigüar la caída con sus manos, pero estas quedaron justamente sobre los pedazos de vidrio y se le incrustaron en las palmas, haciéndole chillar de dolor por un segundo, pero luego alzó la mirada y quiso sonreír, pero un golpe en su entrepierna lo hizo encogerse.
-Sos el mayor imbécil que puede existir…
-¡Bueno, bueno…! ¡Tampoco es para tanto, hombre!-protestó Adam, adolorido y agarrandose sus partes con las manos-Mierda…que me pudiste haber dejado sin descendencia…
-Es lo que te mereces, por idiota… ¡Te dije que no quería errores! ¡Al final no debí confiarte algo como esto y tuve que hacerlo hecho yo mismo!
Adam soltó una risotada, pero cuando vio que la rabia y la furia contenida de Cooper ya iba a cobrarle nuevamente, se quedó serio y buscó ocultar sus partes de la vista de su compañero.
-Si, si…si en serio…perdoname ¿Sí? Al final yo no…
-¿Vos no qué…?
-Loco, que ya te dije…que si tu novia se atraviesa…bueno, no podía detenerme, tenía que seguir y…ella se atravesó, Coop…la tenía a la otra enfrente y ella ¡PUM! Se atraviesa…
-¿No pudiste fijarte quien había llegado? ¿No pudiste…?
-Te digo que no, porque ella llegó y se puso atrás, yo no estaba mirando atrás, estaba pendiente todo el tiempo del bombón de Lopez…
-¡Tenías que mirar a todas partes! ¡Alguien pudo haberte visto!
-¡Nadie me vio, te lo juro que nadie me vio!
-Mierda… ¡Te juro que te mataría!
-Bueno…que tampoco es para tanto ¿No?-dijo Adam, encogiéndose de hombros-Al final que Pierce te importa poco…lo que queres es su maldito dinero. Si se muere, al final es menos problema…
-Si se muere tu puta madre en bicicleta ¿Escuchaste?-lo agarró por el cuello de la camisa, hablándole con fiereza y la mandíbula apretada-Ella no se va a morir, no se puede morir ¿Entendiste? Y más te vale que esté bien, porque si no te juro que… ¡Maldición!
Se apartó de Adam para ir a servirse un poco de vodka, mientras éste lo miraba fijamente algo sorprendido, aturdido por su actitud y lo furioso que de verdad parecía por lo sucedido. Frunciendo el ceño, se acercó lentamente al mini bar junto con Cooper, examinándolo detenidamente, sospechando.
-Cooper…
-No me jodas ahora.
-Solamente quiero hacerte una pregunta, es una duda que se me vino…
Cooper se volvió a él y bebiendo un trago, dejó de golpe el vaso sobre la mesa.
-¿Qué?
-De la nada me pareció que…a lo mejor me esté equivocando o estoy…bueno, el caso es que… ¿Es mi imaginación o vos te estás enamorando de Pierce?
Se quedaron mirando mutuamente por unos segundos, mientras Cooper pensaba la pregunta, hasta que sonrió por un brevísimo instante y Adam alzó una ceja, curioso.
-¿A qué viene esa pregunta?
-Es que…bueno, nunca te vi tan interesado en que Pierce…
-¿Te suena a algo que la necesito para lo que quiero? Muerta no me sirve para nada…
-Tenes a la pendeja…
-Soy todo lo que te de la gana, Adam, pero no un pedófilo.
-Oh…entonces tenes corazón-murmuró, burlón
-Se llama sentido común. ¿En qué cabeza cabe que podría intentarlo con Katie?-preguntó, apuntándose a sí mismo la cabeza con un dedo. Sacó un cigarrillo de su chaqueta y encendiéndolo, fumó un poco, echándole luego el humo a la cara de Adam-Eso es algo que vos no tenes…además que Katie no me cree ni la hora. Si es difícil convencer a Brittany, imaginate a su hermanita…es una pesadilla, la enana esa.
-Pero, al final mucho no importa Brittany, porque a la madre ya la tenes ganada y es un paso fácil a la familia.
-¿Familia?
-Bueno…si Pierce palma, quedarías como el amiguito de su madre y a lo mejor pueda ayudarte en cosas y eso, cuando empieces a trabajar en unos años ¿No? Que te financie con proyectos y…
-Vos no entendes ¿No?-preguntó Cooper, hastiado-O intentas tomarme el pelo…
-Simplemente estoy razonando las posibles situaciones en caso de que Brittany pase a mejor vida…
-¿Mejor vida? Mejor vida la que voy a tener yo si la tengo a ella a mi lado…
-Vos tenes plata…lo que te dejan tus viejos…
-Lo que me van a dejar mis viejos no es suficiente, porque cuando ellos estiren la pata, solamente van a ser un par de millones y esos se van en… ¿Qué? ¿5 ó 6 años? Yo no voy a pasar el resto de mi vida como un idiota sin plata, perdón…eso ya se lo dejo a mi hermanito, el perdedor.
-Bueno, perdedor y todo…tuvo lo que vos queres…y lo que quisiste-se burló Adam, riéndose-Bueno…ahora podrá ser maricón y todo eso, pero ya tuvo a la Pierce y hasta el bombo le puso, el muy maricón.
-Te lo estás ganando, Adam-advirtió Cooper, razonablemente molesto.
-¿Te dí donde más te duele? Oh, mierda, perdón…no sabía que dentro del paquete de quedarte con todo lo de Pierce, incluía el joder un poco con ella.
-No me importaría…me dejó con las ganas…Se hace la estrecha, pero ya se irá poniendo como yo quiero.
-Mientras esté la dulzura de Lopez por ahí, correteándole alrededor a tu pseudonovia…lo veo lejano… ¿Qué digo lejano?... Remotísimo. Es más…ahora mismo perdes tiempo-se fijó en su reloj de muñeca y lo enseñó- Tic tac, tic tac…Santana está más cerca de Brittany, que vos, en este momento…nah, cerca no…mientras vos vas yendo, ella ya fue y vino unas…1000 veces, elevadas a la enésima potencia.
-Nuevamente, Adam…callate, basta.
-Te dolió…bueno, perdón…simplemente intento que me cuentes…somos amigos ¿No? Podes confiar en mí.
-Lo de confiar en vos…
-Eso no fue mi culpa y lo sabes. Si ella se lanzó al medio de la calle…
-Si, sí, callate.
-Igual sabes que no le voy a decir a nadie.
Cooper rió
-Ni sé de lo que hablas.
-De si sentís maripositas en la pancita por Pierce, por supuesto…hace rato que intento que me digas.
-Ya te respondí.
-Lo que hiciete es marearme y darme más vueltas que un perro persiguiéndose la cola. Igual me sigue pareciendo lo que ya te dije, solamente me gustaría que me lo admitieras o negaras.
Cooper volvió a observarlo, sonriendo y luego soltando un largo suspiro acompañado del humo del cigarrillo, bebió otro poco del vodka y rebuscó en su bolsillo su celular que comenzaba a repicar.
-¿No me vas a responder? Sabes que el que calla otorga ¿No?
La respuesta no vino de la forma deseada, porque justo antes de Cooper atender la llamada, se quitó el cigarrillo de los labios y lo apagó en el brazo de Adam, haciéndole gritar a éste de dolor. Cooper presionó el botón de atender la llamada y se puso el celular en el oído.
-Hola, Susan ¿Cómo estás?... espera, espera, no te entiendo, calmate y deja de… ¿Qué?
Y ahí estaba de nuevo, fingiendo el muy puto que no sabía nada de lo que había pasado con Brittany. Adam se dirigió hacia el baño y se lavó la quemada del brazo con agua fría, sintiendo que todavía le ardía un poco; mientras observaba y escuchaba a Cooper tratando de calmar a Susan y que le dijera en qué hospital estaban.
Ya lo sabía muy bien, él podía fingir todo lo que quisiera, pero la verdad era que se había delatado hacía rato ya.
………………………………………………
-¿Y la patente? ¿Ninguno vio la patente del auto?-preguntó el hombre del FBI, con muchísima seriedad, mientras escribía notas en una libreta. Él observó a su alrededor a la familia, los chicos y luego su vista se posó en la morocha con mirada perdida, sentada dos sillas más allá-¿Señorita Lopez…? ¿No vio usted la patente?
Apenas reaccionó a la voz del oficial y sin mirarlo, negó lentamente, mientras hacía una mueca de que parecía que iba a ponerse a llorar, pero se abstuvo cuando James la abrazó más fuerte. El oficial del FBI suspiró y anotó algo más en su libreta, ante la mirada de todos los que estaban a su alrededor. Al terminar, se guardó el cuadernito en el bolsillo de su chaqueta y el bolígrafo se lo devolvió a Chord Pierce, dándole las gracias y levantándose de la silla, los observó a todos.
-Son muy pocos detalles los que me dan sobre el auto-dijo él, cruzándose de brazos-Autos negros hay en todas partes…
-Pero…
-Ciertamente vamos a tratar con los datos que nos ha brindado la Señorita Lopez, Chord-continuó el hombre-Es muy sospechoso eso de que la han estado siguiendo desde ayer, esto podría tratarse de que en realidad el culpable buscaba hacerle daño a ella y no a su hija-explicó, mirando a Chord y a Susan-Necesitaré, en todo caso que la señorita Lopez no salga de la ciudad, podríamos necesitarla para nuevas declaraciones o que se acuerde de algo más que haya visto…
Todos miraron a Santana, que todavía permanecía en un trance y cuando ella dirigió su vista por unos segundos hacia Susan, la retiró rápidamente, teniendo la sensación de que ella ahora la culpaba de lo que había pasado. No iba a negarlo, ella misma se sentía culpable de todo.
-Santana…
-No se preocupe-musitó, con voz afectada-Voy a estara a su disposición.
-Se lo agradecería. Tome…-dijo el oficial, sacando una tarjeta de su bolsillo y entregándosela-Ahí tiene mi número, para cualquier cosa que acuerde.
-Gracias.
-Bueno, yo me retiro…
-Wallace, necesito hablar con vos…
-Lo mismo te iba a decir, Chord.
-Vamos afuera, entonces…ya vengo, Susan.
La mujer asintió a su marido y cruzándose de brazos, volvió a sentarse en una de las sillas de la sala de espera y dirigiendo su mirada hacia las puertas cerradas de la sala de emergencia. Hacía ya más de 3 horas en las que no había noticias de Brittany, desde que la ingresaran. Ningún doctor o doctora salía y los enfermeras y enfermeros que sí lo hacían, siempre decían lo mismo, que no tenían permiso de decir nada sobre la paciente y que siguieran esperando.
Aquello les desesperaba sobremanera y en más de una ocasión, Santana había visto a Susan parecer dispuesta a entrar a la sala de emergencias, pero siempre era detenida por su esposo y por Thiago. Max había sido llevado a casa por la nana Emma, ya que por ser pequeño, no toleraba tanto tiempo de espera y se ponía a llorar. Los únicos que se quedaron fueron Jack, Scott y Katie, que aunque también estaban desesperados por saber algo de su hermana, no habían querido en ningún momento irse. Un tanto alejados, seguían también Blaine y Kurt; el segundo siempre abrazando al primero que todavía estaba como en el limbo, con la mirada perdida y con un semblante tan serio como nunca jamás se le había visto.
A su lado estaban Alan y su tío James, los dos llegaron luego que les informara de lo sucedido y por eso los dos ahora estaban en el hospital con ella, acompañándola. Alan había tenido que cancelar el vuelo hacia Italia y aunque sabía que, muy probablemente, los ejecutivos se molestarían, él le había dicho que ya luego se arreglaría con ellos y que verían que se podría hacer. A pesar de todo y que Alan pudiera parecer un ogro, en situaciones como aquella era total y absolutamente comprensivo.
Mirando el reloj de pared, se fijó que ya iban 3 horas y media, exactamente, y ya iban directo hacia las 4 sin saber absolutamente nada sobre la situación de Brittany y el bebé. ¿Qué demonios estaba ocurriendo que nadie salía a decir nada? Ya era más que suficiente para que algún doctor o alguien saliera a dar el parte médico, pero mientras más miraba hacia las puertas de emergencias, nada sucedía. Comenzaba a pensar que algo malo estaba pasando, porque ni con su padre tardaron tanto, porque fue nada más una hora; sin embargo, recordaba que aunque él había ingresado en parada, lo declararon muerto a la hora, luego que intentaron revivirlo.
Pensando en ello, no sabía si podría soportar que Brittany estuviera mal, que le pasara algo peor, que muriera…no estaba segura de ser tan fuerte para eso y no quería imaginarlo por nada en el mundo. El abrazo y un beso de James en su cabeza, la hizo volverse hacia él y mirarlo, mientras él la observaba con comprensión, como si supiera lo que estaba pensando.
-¿Por qué tardan tanto?-preguntó, brillándole los ojos por las lágrimas-Ya es hora, ya es suficiente, deberíamos saber algo, aunque sea…
-No sé, hija, esto toma tiempo…
-Pero ¿Y si…?
-No, San, no…Eso no va a pasar, cariño…
-¿Cómo sabes? ¿Cómo estás tan seguro…?
-No puedo saberlo, nadie lo sabe, pero ella es joven y fuerte. No creo que se deje vencer por esto. Ella te ama, no te dejaría sola.
Sin aguantarse, lo abrazó y él a ella, mientras Santana sentía latir su corazón desesperadamente, asustado. Aquella última frase de James le había removido demasiado por dentro y le causaba miedo.
-Pero, yo sí la dejé sola…y eso es algo que no me voy a perdonar jamás. Le prometí y le juré que iba a estar con ella y su hijo…los dejé solos…
-Hija…
-No, tío… ¿No te das cuenta?-preguntó, con grandes lágrimas en los ojos y secándoselas con las lágrimas-Ese nene…ese bebé, lo siento como mi hijo también…ella me pidió que estuviera con los dos y yo les fallé…la culpa es mía. Yo merecía ser atropellada, ella no, tío…le dije que no la amaba y si ella se va, yo…
No continuó, porque justo en ese momento James la abrazó mientras ella se desahogaba en su hombro.
-Voy a ir a la cafetería para traer algo de tomar-dijo Alan, levantándose
-No, yo no…
-Deja que te traiga algo, San. Te va a hacer bien-dijo James
Alan se fue por el pasillo, a la vez que escucharon otros pasos corriendo y cuando voltearon hacia el otro lado, Santana vio a un muchacho igualito a Blaine, que se acercaba primero a Susan, abrazándola y diciéndole algunas palabras en voz baja. Se quedó sorprendida, era la primera vez que veía al hermano gemelo de Blaine y le impresionaba ver a dos tipos idénticos, pero a la vez haciéndosele tan extrañamente distintos. No sabía decir exactamente en qué.
Lo vio, entonces, mirar hacia Blaine que estaba con Kurt a pocos metros y luego de decirle algo a Susan, se acercó a éste.
-Hermanito…
-No me jodas ahora, no estoy de humor-espetó Blaine, sorpresivamente furioso y sorprendiendo a todos los demás que miraban.
-Blaine, calmate…
-Que no me joda y punto. No sé qué hace acá, para empezar.
-A ver, hermano, vine sin ánimos de discutir como siempre estamos. Me enteré por Susan de lo de Brittany y tu hijo y me preocupé…
-¿Vos, preocupado? ¿Y por Brittany y mi hijo?-rió, Blaine, fríamente-¿Sabes qué podes hacer, Cooper?
-Por favor, Blaine…
-Andarte a la puta mierda, eso es lo que podes hacer y ¡Borrar tu maldita cara de porquería…!
-¡Blaine, calmate! ¡Quedate tranquilo!
-¡Soltame, Kurt! ¡Soltame!
-Calmate, pibe…
-Te voy a exigir, Blaine, que dejes de gritar acá en el hospital o te voy a pedir que te retires. No es lugar para este tipo de situaciones-intervino Susan, severa
Blaine tenía la cara roja de la rabia que sentía, la impotencia y los ojos también rojos, por tanto llorar. Kurt todavía lo tenía agarrado del brazo, al igual que Thiago y no dejaba de mirar con inmensa furia a su gemelo, mientras respiraba profundamente y trataba de calmarse. Cuando algo pudo lograrlo, se dejó caer en la silla y se tapó la cara con las manos.
-Perdoname, Blaine, en serio-dijo Cooper, seriamente-No vine con intenciones de discutir. Somos hermanos, al fin y al cabo.
La respuesta de Blaine fue bastante elocuente, a pesar que no pronunció palabra. Le hizo la señal de costumbre y Thiago miró a Cooper.
-No insistas, Cooper, por favor-pidió él
-Igual, pido disculpas si incomodo a algunos-dijo Cooper, hablando en forma general para todos.
-Vos incomodas siempre, es un paso en positivo que lo reconozcas, aunque ya sea tarde-replicó Katie, ácidamente.
-Cuñada…
-¡No me llames cuñada, que yo no soy cuñada tuya!
-¡Katie! ¡Por favor, basta!
-¿Le avisaste para que viniera a incordiarnos, mamá?-preguntó Katie, enojada
-Suficiente. Él tiene derecho a estar acá y…
-¡No estaría acá si no fuera por vos, mamá! ¡En realidad, ninguno de nosotros estaríamos acá si no fuera por TU CULPA!
-Katie…
-¡No jodas, Scott! ¡Que vos sabes perfectamente que es verdad! ¡Que lo sepan todos! ¡Que por culpa de nuestra madre Brittany y su bebé están donde están! ¡Si solamente hubieras dejado entrar a Santana nada de esto estaría pasando!
Sin decir más, Katie dio media vuelta y se fue de ahí, rápidamente siendo seguida por Scott y Thiago. Jack, por su parte, se quedó mirando un instante a su madre, hasta que finalmente, sin pronunciar palabra, se fue detrás de sus hermanos.
-Oh…bueno…creo que igual sí va ser mejor que me valla…
-No, por favor, Cooper…quedate.
-¿Estás segura, Susan?
La mujer asintió, volviendo a sentarse en una de las sillas. Cooper recorrió la sala de espera con la mirada y su vista terminó de posarse en quien estaba buscando. Santana también lo miraba, sintiendo de pronto un escalofrío al hacerlo. Definitivamente era distinto de Blaine, porque sus ojos eran más oscuros y hacían pensar en túneles, no tenían mucho de la calidez natural de su gemelo y le provocaban una sensación extraña por todo el cuerpo, como algo pesado que la sofocaba un poco y la daba temor. Quizá esa impresión, sin conocerlo de antes, era sólo por los distintos comentarios y anteriores opiniones que había escuchado en otras ocasiones, sobre él y como parecía ser algo antipático.
No tuvo mucho tiempo para seguir divagando en sus pensamientos sobre Cooper, porque Chord llegó en ese momento y luego de saludar muy brevemente a Cooper, buscó con la mirada a sus otros hijos.
-¿Y los chicos?
-Se fueron a tomar algo, creo-contestó Susan, sin querer entrar en detalles o polémicas-¿Qué pasó con Wallace?
-Ah, que bueno…él estará pendiente de cualquier cosa, va a estar comunicándose con los guardaespaldas de Santana, que según ella, son quienes tienen un archivo o algo así sobre un individuo que tenía un auto negro y que tenían sospecha de que pudiera ser éste que buscamos.
-Oh…bueno, supongo que está bien-susurró Susan
-Disculpen la intromisión, pero… ¿Ya tienen entonces al responsable?-preguntó Cooper, frunciendo el ceño.
-No, todavía no, Copper. Los del FBI están trabajando en eso.
-Mmm, entiendo…
-¿Para eso nada más te pidió Wallace hablar en privado con vos, Chord?-preguntó Susan, confundida-Tardaron más tiempo conversando.
-Bueno, no…también me dijo que pondrá de inmediato a recolectar los videos de seguridad de la urbanización, para ver si hayan en alguno de estos, el auto negro que buscamos y su placa. Que van a interrogar al vigilante de la entrada para saber si detectó algo sospechoso.
-Obviamente no lo detectó, si dejó pasar a un desconocido así como así.
Una suave tos interrumpió la conversación y ambos miraron a Cooper, quien les sonrió brevemente y sacó su celular del bolsillo, mostrándoselos.
-Perdón. Con permiso, tengo que hacer una llamada.
Cuando Cooper se hubo retirado, justo en ese momento se abrieron las puertas que daban a la sala de emergencias y por ella salió el mismo doctor que horas antes le había prohibido la entrada a la sala a Susan. Todos se levantaron de sus sillas de un salto y Santana con ellos, casi creyendo que se le saldría el corazón y los pulmones del miedo que ocupó sorpresivamente todo su ser, entumeciéndola. Acercándose, vio como él se quitaba unos guantes y una mascarilla, dejando ver sus labios y demostrando su completa cara de póker; odiaba eso, odiaba con toda su alma ese rostro de impasibilidad y sin emociones que los galenos solían mostrar cuando salían de alguna operación a dar una noticia. Era incapaz de leerles así.
Rodearon al doctor y éste, suspirando, miró a cada uno de los presentes, finalmente recayendo su mirada en Susan. Estuvo a punto de hablar, pero fue la mujer quien lo hizo primero.
-Por favor, Isaac. La verdad.
-Bien, verán…ha sido muy complicado. Cuando Brittany ingresó, los paramédicos me informaron que ya venía con un cuadro de una parada cardiorrespiratoria y tres solamente respiratorias, con pulso débil, casi indetectable, hipoxia cerebral, 3 fracturas de costilla y un severo golpe en la parte de atrás del cráneo por la caída en la acera; politraumatismos en brazos, cuello, abdomen, cadera y un corte en la frente. Tuvimos que desfibrilar en una oportunidad e ingresarla inmediatamente al quirófano por las fracturas y para estabilizar su presión sanguínea.
-¿Y bien?-preguntó Chord-¿Eso qué significa?
-Que sigue grave-respondió Susan, automáticamente. Todos la miraron a ella y luego al doctor.
-No fue fácil-continuó el doctor, seriamente-Debo admitir que…por momentos pensé que se nos iba. No reaccionaba a la cuarta parada, que fue cuando tuvimos que desfibrilar…
-¿Y su conclusión cuál es?-preguntó Chord
-Ahora mismo está en terapia intensiva, sigue inconsciente y no ha reaccionado en ningún momento, por ahora. La tenemos con sedantes, por lo que es posible que no lo haga dentro de las próximas horas o incluso hasta mañana, no sabemos. Es cuestión de esperar a ver su evolución…está estable, dentro de su gravedad, porque…con el golpe que recibió en cabeza, cuello y espalda, existe mucho riesgo de conmoción. Hemos realizado las tomografías y placas correspondientes, pero no se sabrá con exactitud su verdadero estado, hasta que haya despertado.
-¿Y el bebé? ¿Cómo está mi hijo?-intervino Blaine, adelantándose un paso, nervioso.
El doctor miró a todos y luego nuevamente a Blaine y negó, con un gesto en su rostro de verdadera pena.
-No hemos podido hacer nada por él. Al ingresar Brittany, ya había ocurrido el aborto. Lo perdió en el acto…Lo siento mucho.
El silencio más tenso y sepulcral se instaló en medio de todos. Para Santana, fue como recibir una bofetada tremenda, que la hizo gimotear y abrazarse a James para llorar. Por otro lado, Blaine se quedó estático, paralizado, sintiéndose fuera de sí mismo y como si no escuchara más nada que voces en su cabeza y las últimas imágenes del bebé en la pantalla del ecógrafo, durante la mañana. La absoluta felicidad que había sentido, desapareció por completo, al igual que el mínimo grano de esperanza que aún guardaba porque todo estuviera bien. El pecho comenzó a dolerle, creyendo asfixiarse, por lo que no escuchó ni hizo caso a Kurt, cuando se apartó de ahí y salió corriendo de la sala de espera, siendo seguido por el canadiense y chocándose en el camino con Cooper, quien enseguida al ver lo que pasaba, se acercó y vio a todos con caras largas y llorando.
-¿Podremos entrar a verla?-preguntó Chord, abrazando a Susan
-Uh…no creo que…
-Por favor, Isaac…
El galeno suspiró y asintió.
-Muy bien, pero creo que será mejor que sean ustedes dos, por ahora-recomendó, mirándolos a Chord y a Susan.
-Muchas gracias, Isaac.
-5 minutos nada más, Susan. Acordate de las reglas y que además es terapia intensiva. No debería dejarlos entrar, pero...
-Tranquilo. Sólo 5 minutos.
-Bien, me retiro. Cualquier cosa, me llaman.
-No entiendo, ¿Por qué lloran?-preguntó Cooper, cuando el doctor se hubo ido-¿Brittany está bien o qué…?
-Está estable, pero perdió el bebé-explicó Susan, rápidamente-Voy a ir a verla, ¿Venís, Chord?
-Sí, vamos.
-¿Puedo entrar a verla después yo?-quiso saber Cooper-Sólo por 2 minutos.
-Eeh…
-Creo que escuchaste muy bien a Isaac, Cooper-replicó Chord, seriamente
Viéndolos irse por el pasillo hacia la sala de terapia intensiva, Cooper soltó un juramento en voz baja, algo molesto por la negativa de Chord. Apretó el puño, pero tomando aire profundamente para calmarse y enseguida volvió su mirada hacia Santana, que estaba ahora sentándose de nuevo en una de las sillas, llorando y siendo abrazada por un hombre al que no conocía y luego por otro que recordaba haber visto alguna vez en la televisión junto con la morocha.
Dando un vistazo a su alrededor, decidió acercarse a ellos, lentamente, hasta quedar frente a la propia Santana, quien a través de las lágrimas, alzó la mirada para verlo.
-Hola…-saludó él, extendiendo la mano para estrechar la de Santana-No nos presentamos, mucho gusto. Soy Cooper Anderson…un…amigo, por ahora, de Brittany.
Ya estaba listo, si antes mucho no entendía tanta antipatía de los hermanitos de Brittany y del propio Blaine hacia Cooper, ahora eran más que claras las razones. Tenía esa expresión en el rostro muy seria y un tanto de frialdad, que acompañaba a sus ojos, terriblemente negros y diferentes a los marrones de Blaine. Todo, de pies a cabeza, se le notaba más prolijito que su gemelo y que cuidaba su aspecto muchísimo. No era que Blaine estuviera sucio o algo así, es más, siempre estaba muy limpio y olía siempre a recién bañado, con sus ropas normales de todos los días, con un buen perfume. La diferencia radicaba en que Cooper parecía un muñequito de torta, de esas de boda en la que estaba el novio y la novia; mientras Blaine era más de tirar al desenfado en su apariencia, sin preocuparse si estaba correctamente peinado y con mucho gel.
Observó su mano por unos segundos y se quedó tentada a no estrechársela, dejarle el saludo en el aire; definitivamente aquello de “por ahora sólo amigo de Brittany” le había chocado furiosamente en todas partes. Sin embargo, se la terminó estrechando, aunque no quedándose con las ganas de brevemente apretársela con toda la fuerza que pudiera tener en ese momento, que no debía ser tanta, pero que le gustó verle un gesto de sorpresa a Cooper en el rostro; porque definitivamente le había tomado fuera de base con el apretón. Él también apretó brevemente, pero no tanto, sólo para dejarle claro el desafío.
-Yo creo que me conoces. Santana Lopez.
-Oh, por supuesto que te conozco…o bueno, de revistas, televisión, videos…lo normal; no en persona, hasta ahora-respondió Cooper, dejando entrever una pequeñísima sonrisa
-Ellos son Alan Marks, mi manager y amigo; y él, mi tío James Randell.
-Mucho gusto, señores-saludó Cooper a los hombres
-Igual, un placer-dijo Alan, estrechándole la mano
-Mucho gusto, joven-saludó también James, pero sin estrecharle la mano y dejándosela en el aire. Santana tuvo un brevísimo instante en el que casi pudo reír, pero sólo sonrió. A su tío también le había caído mal.
-Y bueno…es una pena que Brittany perdiera el bebé, ¿No? Ella se veía muy ilusionada con esto de ser mamá, aunque fuera primeriza y además tan jovencita para tener uno, todavía…18 años. Mi hermano también lo vi muy ilusionado, pobrecito…debe ser terrible eso de ver a tu hijo en el ecógrafo y apenas a las pocas horas, perderlo.
-¿Qué?
Cooper frunció el ceño ante la pregunta de Santana y su cara de confusión.
-¿Qué de qué?
-¿Ellos ya habían visto a…?
-Sí…por lo menos eso es lo que tengo entendido, de lo que me dijo Brittany ayer en su apartamento. Que iba con Blaine y Thiago a hacerse el primer chequeo de embarazo y…precisamente hoy estuvieron en la mañana en eso.
-¿En su apartamento?
-Cuando me quedé allá a dormir-explicó Cooper, encogiéndose de hombros-Ella se le veía muy feliz por ver a su bebé.
Lo que resonaba en la cabeza de Santana como un tambor, era ahora lo de que él aparentemente se había quedado en el apartamento de Brittany, confirmando así, lo que le había dicho Susan momentos antes del accidente. No parecía como si estuvieran viviendo juntos, pero por lo menos viéndose sí estaban y eso le dolió mucho; al igual que lo de Brittany yendo al primer chequeo…Recordaba haberle prometido estar junto a ella en ese momento y ver al pequeño, juntas. Eso ahora jamás sucedería.
-Pero, bueno…son cosas que pasan…injustas, pero pasan. Solamente hay que seguir adelante…aunque confieso que me habría encantado conocer a su bebé…de la nada, en ocasiones, me sentía identificado con la felicidad de Brittany, porque hasta llegué a sentir que era como un hijo mío también.
Seguía sin decir nada y es que no podía, estaba aguantándose las ganas de gritarle que se callara la boca, que se largara, pero ni para eso ánimos tenía. James estaba a su lado, presionándole suavemente el hombro, pero como en advertencia para que no cayera en las cosas que él decía; sin embargo éstas le dolían demasiado y la herían.
-Y decime, Santana Lopez… ¿Cómo se conocieron Brittany y vos?
-En un concierto al que ella fue.
-¿Tuyo?
-Sí
-Mmm, qué raro… ella es más del tipo de Sigur Rós y bandas así muy minimalistas y post-rock como Mogwai, Explosions…
-A lo mejor no la conoces tan bien como pensas-espetó Santana, sin pensar
-A lo mejor, sí…tenes razón-musitó Cooper, pensativo-pero eso lo hace más interesante, porque así puedo darme el tiempo necesario para conocerla mejor…pienso que si la conociera completamente bien, sería muy aburrido y ella no es para nada así. Por eso me encanta.
-Santana, nosotros vamos a bajar a la cafetería-intervino su tío James-Si queres venir…
-No, yo me quedo acá. Vayan ustedes
-Hija, por favor…ya escuchaste lo que dijo el médico. Por los momentos nadie más va a poder pasar a verla…
-No me importa, James. Yo me voy a quedar acá todo el tiempo que sea necesario-replicó, tozudamente
-San…
-Igual podes ir, Santana-dijo Cooper esa vez-No creo que muevan a Brittany de donde está. Yo me quedo acá y cuando volves, te cuento lo que haya pasado cuando vuelvan Chord y Susan.
-Muchas gracias, pero ya dije que no quiero. No me voy a mover de acá.
-¿Y pensas dormir acá o qué?
-Si es necesario, sí.
-Creo que eso no está permitido acá. A menos que seas quien va a hacerle compañía en la noche, eso en caso de que la muevan a una habitación más cómoda-explicó Cooper-Y me temo que esa persona va a ser Susan.
-Bueno, pero mientras no me saque de acá un médico. No me voy a mover.
-¿Y no pensas ir al baño, siquiera?-preguntó Alan-Esto no es bueno para vos, San. Ya escuchaste al doctor, Brittany no va a despertar en un buen rato y además no vas a poder verla ¿Qué caso hay en estar pegada acá? Anda a casa, te duchas, descansas un poco y después si queres volver, lo haces y listo, pero…
-Dije que no y es mi última palabra. Sí me dan ganas de ir al baño, voy y punto, pero vuelvo enseguida.
Unos pasos acercándose se escucharon y enseguida tuvieron enfrente a Jack, Scott, Katie y Thiago; que regresaron.
-Salí del medio-espetó Katie, apartando a Cooper de un empujón y sentándose, entonces al lado de Santana-¿Qué pasó? ¿Dónde están mamá y papá?
-¿Ya salió el médico a decir algo?-quiso saber Scott, preocupado.
Santana los miró a los 4 y llenándosele los ojos de lágrimas, asintió.
-Brittany sigue grave y está en terapia intensiva.
-¿Y el bebé?
-Lo perdió-contestó Cooper, por la morocha. Todos lo miraron a él y luego a Santana, quien asintió para confirmar, siendo abrazada de inmediato por Katie.
………………………………………………………
Su hijo, ese pequeñito pedazo de sí mismo ya no existía más. Todos aquellos sueños en los que estaba con él, llevándolo en brazos, dándole su biberón; más crecidito jugando a la pelota con él, enseñándole a montar en bici o tal vez, contándole algún cuento antes de dormir, eso ya no sería una realidad. Todo aquello cuando había imaginado mientras lo veía moverse en el vientre de Brittany, por medio del ecógrafo, parecía ahora sólo un simple sueño demasiado hermoso para hacerse verdad, para poder tocarlo algún día y dejar un beso de buenas noches en su cabecita.
Lo había jurado, estaba seguro que podría haber sido el mejor papá del mundo.
Las lágrimas seguían recorriendo sus mejillas, pero ahora ya no eran tantas como hacía rato, cuando había salido corriendo de la sala de espera. Creía que se había quedado seco, pero tenía la impresión que cada vez que recordara o cuando mirara esa pequeña foto de la ecografía que el doctor Hart les había entregado a cada uno de su pequeño Aidan, no aguantaría el llanto. En ese momento no se atrevía a sacarla de su bolsillo, porque sería como clavarse una estaca a sí mismo y ya no quería seguir mojando la camisa de Kurt, en su hombro.
Se apartó del chico y él, con también lágrimas por haber llorado junto a él, le secó las suyas y le dejó un beso en la frente. Sin embargo, Blaine lo tomó por el rostro y lo besó suavemente en los labios, volviendo luego a abrazarlo.
-Gracias por estar conmigo, gracias por existir…
-No agradezcas. Sabes que siempre voy a estar con vos-dijo, besándolo en los labios y después en el mentón-¿Queres que vayamos a tomar algo en la cafetería?
-Sí, en un momento. Dejame terminar de…
Se interrumpió cuando volvió a sentirse asfixiado y los ojos se le llenaban de nuevo de lágrimas. Se abrazó a Kurt, quien frotaba su espalda suavemente para calmarlo; sin embargo, Blaine cortó el llanto de una y apartándose, se secó las lágrimas con las manos y dio un puñetazo de rabia en el centro del volante del auto de Thiago, haciendo que la bocina sonara por un momento. Thiago le había dejado las llaves, apenas llegaron al hospital cuando traían a Brittany.
-Juro que si el FBI no consigue al maldito hijo de puta que hizo esto, lo voy a buscar yo y lo voy a matar a golpes.
-Blaine, no…
-Sí, lo voy a hacer. Lo voy a matar con mis propias manos, lo voy a hacer pagar…
-Entiendo que estés herido y enojado. Sé que esto te da rabia y créeme que a mí también me da, es muy injusto-dijo Kurt, obligándolo a mirarlo a la cara-Pero, tenes que dejar que el FBI haga lo que tenga que hacer y cuando lo encuentren al responsable, va a ir a la cárcel, que es donde debe estar.
-Yo solamente quiero que pague lo que hizo con Brittany y mi hijo. Solamente quiero eso, nada más.
-Va a pagar muchos años en la cárcel…
-No quiero muchos años, quiero todos los años, hasta que se muera.
-Bueno, una cadena perpetua, si queres…pero no vas a hacer nada de lo que después te puedas arrepentir.
-No me arrepentiría de matarlo…
-Eso lo decís ahora, por todo el dolor que sentís…pero tene en cuenta que después que lo mates, no hará que el bebé vuelva, no va a retroceder el tiempo…siento mucho si lo que digo te lastima, pero es la verdad…y después te verás preso, porque vas a ir a la cárcel y mientras vos estés encerrado, él no y decime… ¿Qué justicia habrías cobrado? Ninguna, absolutamente ninguna. Además…no quiero tener que verme obligado a cometer un robo o algo así, para irme a la cárcel y que me encierren con vos.
Lo había logrado, una sonrisa pequeña apareció en su rostro y acercándose, ambos se unieron en un momentáneo beso, hasta que Blaine se separó unos centímetros, acariciándole la mejilla y despeinándolo ligeramente el cabello.
-Te amo.
-Ya sé, yo también te amo. ¿Vamos a la cafetería, entonces?
-Sí, vamos. Aparte que tengo que llamar a mis viejos. A menos que Cooper les haya dicho algo, que no creo; tengo que decirles lo que pasó.
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:02 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.21 THE SCIENTIST
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CAP.21 Part II
THE SCIENTIST
Desde donde estaba, sentada en una de las sillas de la sala de espera, observaba a sus hijos sentados junto a Santana y Thiago, hablando en voz baja entre ellos. Del otro lado estaba, un tanto más alejado, Cooper escribiendo febrilmente en su BlackBerry y pocas veces sin levantar la mirada para ver a ningún lado. Hacía rato que Chord se había tenido que ir a la empresa, porque cuando había salido, alertado por lo del accidente de Brittany, lo había hecho de una importante reunión y su socio Alfred se había quedado a cargo; por lo que ahora tuvo que salir a pedir parte de lo sucedido en su ausencia y luego terminar algunas cosas para irse a casa temprano, para cuidar a los chicos. Entre los dos acordaron que sería ella quien se quedaría durante la noche, para estar pendiente de Brittany.
Era ya las 5:30 de la tarde y al mirar a Santana, pensó que no la había visto moverse ni una sola vez de aquel asiento. Quizá sólo se levantaba un rato, para estirar la piernas y caminar un poco alrededor de los pasillos; terminando después en la silla, nuevamente. En realidad, sólo en un momento la había visto irse, pero regresó casi a los 5 ó 7 minutos, después de seguramente haber ido al baño. Por lo demás, en ningún otro instante se había alejado demasiado, ni siquiera para ir a almorzar e incluso su tío y su manager se habían despedido hacía un par de horas, dejándola nada más a ella, pero rápidamente se vio rodeada por Jack, Scott, Katie y Thiago; con quienes comenzaron a entablar una conversación que no lograba escuchar desde donde estaba.
-Susan…
Volteó al escuchar su nombre y viendo a Cooper, brevemente le sonrió y él hizo lo mismo, guardando su BlackBerry en su bolsillo.
-Me tengo que ir, Susan. Me dejaron unos pendientes en casa y tengo que tenerlos listo para esta noche.
-¿Pendientes de qué? Si se puede saber…
-Unos curriculums vitae para un amigo y para mí. Sabes que te dije que tengo pensado enviarlos a algunas empresas…
-Pensé que ibas a estudiar.
-No te equivoques, lo voy a hacer. Pero también necesito empezar buscando nuevos campos de trabajo, por el futuro y todo lo demás.
-Entiendo…aunque si queres, puedo decirle a Chord y le entregas uno tuyo y de tu amigo, a lo mejor los tengan en cuenta-ofreció Susan, encogiéndose de hombros
-Oh…bueno, pero es que no quiero incomodar a Chord…
-No, para nada. Él siempre está buscando nuevos chicos jóvenes que tengan ganas de progresar, para nuevos puestos de trabajo muy buenos. A lo mejor haya alguno para vos.
Cooper sonrió y asintió.
-Dale, bueno…supongo que voy a hablar con mi amigo, para ver qué piensa.
-No pierdan la oportunidad. A lo mejor si no es ahora empiecen, por lo de la universidad y eso, pero tengan sus curriculum guardados ahí para cuando estén graduados.
-Gracias, Susan. Me llamas cualquier cosa…si Brittany despierta o algo…
-Claro.
Cooper se retiró y cuando ya Susan no lo veía más por el pasillo, porque había bajado por el ascensor, miró de nuevo a sus hijos y se decidió a levantarse para acercarse. A medida que lo hacía, sentía un poco más y más de presión en el pecho; vio que Santana volteaba a verla por un momento, pero luego apartaba la mirada y la conversación que antes sostenía con sus hijos, se detuvo al instante.
-Chicos…
-¿Sí, ma?-preguntó Scott, siendo el único que la veía en ese momento.
-Deberían ir yendo ya a casa. El chofer debe estar por llegar para buscarlos.
-Dale, ya vamos.
No se alejó mucho, viéndolos a los 3 despedirse de Santana con un beso en la mejilla y luego Scott y Jack con un apretón de manos a Thiago y Katie con un beso en la mejilla. Sin embargo, no llegó a notar ninguno, la sutil sonrisita y el guiño de la chica a Thiago, quien sólo le sonrió y le deseó un buen descanso.
-Buenas noches, mamá-se despidió Scott, con un beso a su madre-Nos llamas cualquier cosa.
-Sí, no se preocupen.
-Con vos, todo lo contrario a eso-repuso Katie, con una sutil nota de fastidio a su madre-Que tengas buenas noches, si es que podes, Susan.
-Katie, por favor…
La chica se retiró sin darle ni un beso y casi corrió hacia los ascensores, mientras su madre la veía, sintiéndose muy mal por su desplante. Aunque ya estaba acostumbrada a sus malas contestaciones y sobre todo cuando estaba muy enojada, le dolía muchísimo que la tratara así y que sobretodo la culpase de lo ocurrido.
Sin embargo, cuando ya los tres se iban y Jack, que había permanecido casi todo el día en un silencio tremendo, y ahora ya se iba sin despedirse de ella, Susan lo llamó.
-Jack, hijo…
El chico se volvió lentamente y al observarla a los ojos, alzó las cejas ligeramente, dándole un gesto que jamás había visto en él, parecido a la resignación e incluso algo más.
-¿No hay beso de despedida?-preguntó
Él se quedó en un silencio sofocante por unos segundos que parecieron minutos, hasta que se acercó y dándole un tenue beso en la mejilla, se apartó enseguida y la miró a los ojos, fijamente, casi traspasándola con sus ojos azules.
-Buenas noches, Madre.
“Madre” Eso era lo que decían sus hijos cada vez que estaban enojados con ella, era natural, desde pequeños lo hacían; de alguna manera Brittany se los había pegado, porque así era como ella solía decirle cuando se enojaba; era un modo impersonal de hablarle y buscaba lastimarla. Los chicos habían crecido escuchando a Brittany decirle así, en ocasiones que se molestaba e incluso hasta, en una oportunidad, Max se lo había dicho al replicarle que no quería más sopa. Sabía que generalmente los enfados a ellos se les pasaba en poco tiempo, así que no se preocupaba, pero esa vez, le dolió verdaderamente, sobre todo en Jack, porque él era el que menos le decía así cuando estaba enojado y solía siempre gritar un poco y luego no hablar por varios días hasta que se le pasaba; pero esa vez, nada de eso. Sólo un mutis total y un “madre” que resonaba en sus oídos.
Estaba a punto de entrar al ascensor, cuando se levantó de su silla y llamándolo nuevamente a Jack, él se detuvo y la miró, nuevamente, con un gesto de verdadero fastidio.
-Hijo, quiero hablar con vos.
-¿Sobre qué? Ya me tengo que ir.
-Solamente va a ser un momento, por favor.
Él miró a sus hermanos que estaban dentro del ascensor, deteniéndolo con el botón de parada, hasta que él les hizo una seña.
-Bajen, yo los alcanzo.
Las puertas del ascensor se cerraron y Susan y Jack se apartaron del medio del pasillo, para dejar pasar a las personas. Devolviendo la mirada a su hijo y él se encogió de hombros, frunciendo ligeramente los labios.
-¿Y…? ¿Querías decirme algo, Madre?
Y ahí iba de nuevo.
-Jack…por favor, no me digas así…
-¿Cómo así?
-Así… “Madre”…es…extraño. Vos no sos de…
-¿Y cómo queres que te llame ahora, entonces? ¿Por tu nombre, Susan? ¿Queres…?
-No, tampoco quiero…
-Mamá…si era nada más para decirme que no te llamara más como “madre”, podrías habérmelo dicho en cualquier otro momento…
-No era eso de lo que quería hablar, Jack, pero es que vos…
-¿Yo qué? Decime… todo el tiempo estás diciendo lo que tenemos o no tenemos que hacer, lo que podemos o no vestir o comer…hasta a quién tenemos que amar. Si te llamamos así, debes saber la razón.
-Suelen llamarme así cuando están enojados conmigo.
-¿Y pensas que lo estamos? Decime, mamá, ¿Pensas que estamos enojados con vos ?
-Sí
-Oh, algo que por fin admitís…wow, es un logro…
-Jack…solamente deseo saber…
-No, perdón-se negó Jack, rotundamente y cruzándose de brazos. Aguantando las lágrimas-Vos sabes muy bien y perfectamente, mejor que nadie, el por qué de todo esto…en todo caso el que tendría que preguntarse las cosas que parasaron, el por qué paso lo paso con Brittany, con su hijo… soy yo…pero en cambio, estoy desde hace horas culpándome, porque me siento culpable, de esto…a lo mejor si yo no…si yo no le hubiera dicho en el hotel a Brittany que se muriera… ¿Comprendes eso, mamá?-espetó, derramando lágrimas por la rabia y la impotencia- Brittany tuvo que perder a Santana, perdió a SU HIJO, perdió a tu nieto, perdió a mi sobrino… ¿Qué más tiene que perder Brittany, mamá? ¡Para que vos seas feliz! ¡Yo eso no lo entendí en un principio, porque fui muy estúpido! ¡Sin embargo sabía bien, que ellas dos merecían estar juntas, por siempre! ¡Si solamente vos hubieras dejado de perseguirlas, como si de unas asesinas se trataran, Brittany no estaría ahora acá! ¡Ninguno de nosotros!
-Sólo creí que…
-¡Me decepcionaste, mamá! ¡Jamás te creí capaz de ser tan egoísta y separarlas! ¡TE DEFENDÍ, mamá! ¡Delante de Katie y Scott! ¡Ellos siempre lo supieron y me lo decían, pero yo te defendí, porque te creía incapaz de hacer algo como eso! ¡Brittany tuvo que perder todo, perder a Santana, perder a su hijo y estuvo a punto de perder la vida! ¡Perdió a su hijo por salvar a la persona que ama y a la que eligió! ¡Quieras o no, la eligió y así va a ser siempre! ¡¿Sos feliz ahora, madre?! ¡¿Qué más queres que Brittany pierda para hacerte sentir orgullosa de ella?!
-Jack…Jack, hijo… ¡JACK!
Terminó bajando las escaleras a toda velocidad, saltándolas para llegar al estacionamiento más rápidamente y sin que pudiera detenerlo. No pudo contenerse, desatándose en llanto.
…………………………………………………
Ya los pasillos del hospital estaban quedándose poco a poco vacíos y sólo algunas pocas personas pasaban por allí. Llegó al ala de la sala de espera que daba hacia emergencia y terapia intensiva y cuando miró a su alrededor, buscando a Susan, sólo se encontró con Santana en una de la sillas que daba a una esquina.
Decidió acercarse lentamente, fijándose que tenía un brazo cruzado con una mano tapándose la cara y en posición como si estuviera durmiendo, en realidad, eso era lo que estaba haciendo. Con cuidado, se acercó un poco más y le dio un toquecito en el hombro, que ella no pareció sentir al momento; así que repitió, pero esa vez algo más fuerte e insistente; por lo que la morocha se removió y quitándose la mano de la cara, miró al frente y al ver quien era, se sobresaltó alzándose en pie rápidamente.
-Señor P… hola, no lo sentí llegar, disculpe.
-No te preocupes-dijo él, con una pequeña sonrisa-¿Viste a Susan?
-Uhmm… no, hace rato que no la veo. Perdón-respondió, tapándose la boca para bostezar.
-Te estás quedando dormida, San. Son las 8:30 de la noche. Tendrías que estar en tu casa ya, descansando.
Santana miró la hora en el reloj de pared y se tapó la boca, nuevamente, para bostezar, a la vez que se abrazó a sí misma por el aire acondicionado que ahora parecía estar más fuerte, porque tenía mucho frío.
-Sí…creo que sí…tendría…
-Pero, no queres ¿Cierto?-adivinó él, mientras Santana asentía con algo de sonrojo-Si es por vos, te quedas toda la noche.
-No lo pensaría.
-Ya sé que no, pero realmente tenes que ir a descansar. Mañana va a ser otro día y vas a poder venir temprano.
-Supongo que sí-susurró Santana, viendo a su alrededor-Ya se fueron todos…hace rato se fue Thiago, pero me negué a seguirlo…prometí que hasta que no me sacara un médico, no saldría.
Chord sonrió
-Bueno, yo no soy un médico, soy ingeniero; pero como tal, te pido que te vayas a casa, San. Descansa.
-No puedo…no me pida descansar, porque eso es algo que ahora…
-Es imposible, ya sé. Para todos va a ser una noche larga, pero podemos intentarlo. Cuando Brittany despierte, nos podría echar regaños por no descansar bien. No le gusta que se preocupen o dejen de dormir por ella.
Santana tragó con fuerza, sintiendo un nudo en la garganta ante aquella frase. Sonrió, algo nerviosa.
-¿Usted cree que se va a poner bien?
-No lo creo, lo sé. ¿Y vos?
Se quedó en silencio, queriendo contestarle que sí lo creía, pero por alguna razón todavía el miedo estaba ahí, como un lobo acechando. Era imposible no pensar en lo de que todavía seguía grave, que no había reaccionado y que no sabía hasta cuándo sería así o si alguna vez ocurriría.
Chord pareció leer sus pensamientos, por lo que se acercó a ella y la abrazó paternalmente, de ese modo en el que una suave paz parecida a la que su propio padre le solía transmitir cuando estaba vivo y la abrazaba. Se apartaron y Chord le sonrió, dándole unas palmaditas en el hombro.
-¿Te vas sola en tu auto?
-Sí…bueno, yo voy sola en mi auto, pero…
-Tus guardaespaldas están afuera esperándote para escoltarte, ¿No?
-Sí, Alan me los puso de guardia a todos no quere que me dejen en ningún momento sola. Se pone paranoico.
-Y con sobradas razones. Tenes que cuidarte, porque quien sea que haya hecho esto, quería hacerte daño…
-Y lo consiguió, Señor P…realmente, lo consiguió.
-Anda a casa, Santana. Buenas noches.
-Buenas noches, señor p.
Santana recogió su chaqueta que su tío le había traído en la tarde para que se abrigara y ya iba directo hacia el ascensor para ir al estacionamiento, cuando de pronto, la voz de Chord la detuvo.
-Santana...escucha…
-¿Sí?
-Mira… antes de irte, ¿Queres entrar a ver a Brittany?
Fue instantáneo, escuchó como un chasquido en su mente que la hizo despertarse y quitarse cualquier rastro de sueño que pudiera tener. Miró a Chord, todavía confundida por la pregunta, pero sabiendo que había escuchado bien.
-Pero… ¿No está ella en terapia intensiva…?
-Sí
-El doctor dijo que no se podía…
-Conozco a Isaac, es amigo nuestro desde hace muchísimos años. Sé que no le va a molestar que entres un par de minutos a ver a Brittany. Obvio…si realmente queres y te comprometes a que sólo será por unos 2 ó 3 minutos.
-Señor P, yo…de verdad, en serio quiero verla, pero…
-Tenes miedo.
Santana bajó la mirada un instante y asintió, mientras su corazón latía, furioso.
-Créeme que yo también tuve miedo en la tarde, cuando iba a entrar a verla. Jamás pensé tener que pasar por esto…ni siquiera cuando ella casi…se da aquella matada en paracaídas con Blaine, que por suerte no pasó a mayores, pero sentí miedo, terrible…-recordó, hablando bajito-No te voy a mentir…Brittany no tiene el mejor aspecto ahora mismo, pero…sé que igual queres verla y que eso es lo que estuviste esperando por todo el día. Por eso, te pregunto nuevamente, ¿Queres entrar a verla?
…………………………………………………
Se había tenido que poner aquella bata azul, con el gorro, mascarilla y guantes para poder pasar a la sala de terapia intensiva. Chord la acompañó hasta el lugar indicado y pasando justo enfrente de una gran ventana que estaba tapada por unas persianas, Santana pudo apenas ver por entre ellas, una habitación iluminada.
Deteniéndose frente a la puerta, Chord giró el pestillo y miró a Santana, sonriéndole.
-Voy a estar afuera, esperando.
Pasó a la habitación y detrás suyo, escuchó la puerta cerrarse; volviéndose todo silencioso de inmediato. Su mirada se dirigió en un segundo hacia la cama que estaba justo en el centro y a la persona que estaba en ella. Su corazón latía en su pecho con mucha violencia, viendo en su mente las imágenes fugaces del momento en el que Brittany la empujaba del camino y luego esas imágenes se detuvieron en seco, quedándose solamente con lo que veía ahora; el amor de su vida conectada a algunos aparatos y con una máscara de oxígeno que cubría su boca y nariz.
Acercándose lentamente, creyó que la habitación empequeñecía con ella dentro y que además se quedaba sin oxígeno para respirar.
"Come up to meet you" - "Vengo a reunirme contigo"
"Tell you I'm sorry" - "A decirte que lo siento"
"You don't know how lovely you are" - "Tu no sabes lo encantadora que eres"
Aquel día, parecía ser de déjà vu, porque nuevamente le parecía que aquello ya lo había vivido antes y esa angustia se quedaba pegada en su piel y en su corazón, a medida que daba un paso hacia ella.
Y oficialmente se quedó sin aliento al verla ahí, con una venda blanca rodeando su cabeza y con una pequeña mancha roja en la frente. Su cabeza siendo inmovilizada por dos cosas a sus lados y un collarín en su cuello. Habría deseado decir que ella era así de blanca, pero la verdad es que no era cierto; recordaba que sus mejillas se sonrojaban cada vez que le hablaba, pero ahora no llevaban color. La recorrió con la mirada y el corazón se le iba estrujando, dolorosamente, a la vez que se estaba haciendo más y más difícil no llorar.
"Nobody said it was easy" - "Nadie dijo que era fácil"
"It’s such a shame for us to part" - "Es tal vergüenza para nosotros el separarnos"
"Nobody said it was easy" - "Nadie dijo que era fácil"
"No one ever said it would be this hard" - "Nadie dijo jamás que sería así de difícil"
"Oh, Take me back to the start" - "Oh, llevame de nuevo al comienzo"
-Mierda, Brittany…-sollozó, tapándose la boca con una mano-Mira…mira nada más lo que te hice, mi amor.
No quería acercarse, porque de pronto tenía miedo de moverse, de tocarla o siquiera respirar y que con sólo eso causara una explosión o que todo se apagara. Sin embargo, fue sentirse atraída hacia ella y que sus ojos se detuvieran en su vientre tapado oculto tras las sábanas, luego en su mano y sin aguantarse, se la tomó; entrelazando sus dedos con los de ella. Mucho no podía sentir con los guantes de látex que llevaba, pero notaba un poco del frío que traían, por lo que se apresuró a quitarse uno y poder tomarle así la mano y sentir su piel que continuaba siendo tan suave como la recordaba.
Dando un vistazo a su alrededor, como asegurándose que nadie estuviera cerca y viendo, se quedó mirando el cardiógrafo que mostraba cada latido que daba el corazón de Brittany, viniéndole a la mente los momentos en los que Blaine, desesperado, le hacía el RCP, mientras esperaban que la ambulancia llegara. Esos angustiantes minutos en los que Brittany no parecía querer reaccionar y a cada segundo que pasaba, veía su vida pender de un hilo.
"Tell me you love me" - "Dime que me amas"
"Come back and haunt me" - "Vuelve y frecuéntame"
"Oh, when I rush to the start" - "Oh, cuando acometo al comienzo"
"Runnin' in circles" - "Corriendo en círculos"
"Chasin’ tails" - "Persiguiendo las colas"
"Oh, Take me back to the start" - "Oh, llevame de nuevo al comienzo"
"Comin' back as we are" - "Regresando como somos"
Vio sus dedos entrelazados y luego a su rostro semicubierto por la máscara de oxígeno, a la vez que acercaba su mano a su boca y la besaba. Cerrar los ojos, significaba imaginarse que de pronto ella podía sentirla desde su inconsciencia y que sabía que estaba ahí, a su lado. Sus lágrimas seguían rodando por sus mejillas, deseando que abriera los ojos y le mostrara que estaría bien.
-No tengo mucho tiempo, ¿Sabes?-susurró, sintiendo el sabor de algunas de sus propias lágrimas en sus labios, al recorrerla con su lengua por un segundo-Simplemente tengo…2 ó 3 minutos, ya debo tener los 3, pero…todavía sigo acá porque…aunque no lo creas y aunque yo misma lo intenté, la verdad es que no puedo estar lejos de vos. Intenté…intenté decírtelo antes, cuando estuve en tu casa, ¿Te acordas? Quería decirte que te mentí…te mentí, Britt-Britt…la verdad es que…vine acá para decirte que…me perdones, tenía que encontrarte para decirte que te necesito y que a pesar de eso, te alejé…-dijo, mirando también su vientre y soltando un gemido de llanto inútilmente contenido-Los alejé a los dos, mi amor…-musitó, posando una mano sobre su vientre-…Y no sabes cuánto, cuánto me arrepiento. Me gustaría volver a empezar.
Se quedó en silencio, como esperando que hubiera una respuesta por parte de ella, que abriera los ojos, que moviera los dedos, que hiciera cualquier cosa, pero nada de eso ocurrió; Brittany seguía sin reaccionar, con sus ojos cerrados, que hasta parecía que sólo estaba durmiendo, imperturbable y ajena a su presencia.
Escuchó que desde atrás abrían la puerta y luego era la voz de Chord llamándola.
-San…creo que ya es hora.
La morocha asintió y sin dejar de mirar a Brittany, respondió con un tono de voz apagado.
-Ya voy, señor P. Un segundo.
De nuevo escuchó que la puerta se cerraba y Santana soltó un suspiro extendido, al tiempo que se aproximaba un poco al rostro de Brittany y mirándola por unos instantes, se retiró un poco su propia mascarilla y presionó sus labios en una porción de su piel descubierta de la frente; quedándose un rato así. Besó también su mano y se secó las lágrimas que aún bajaban de sus ojos.
-Hasta mañana, mi amor-murmuró en su oído-Te amo…esa es la verdad.
Se fue alejando de ella, sin querer dejar de verla ni un momento, pero cuando dio vuelta a la manilla de la puerta y abriéndola, salió de la sala, cerró la puerta y el corazón le dolió. Dándose media vuelta, vio a Chord y se lanzó a sus brazos para abrazarlo, explotando en llanto.
………………………………………………………
No era la primera vez que tenía un sueño lúcido, en ese mismo momento lo estaba teniendo. Se encontraba nuevamente en el mismo pasillo que daba hacia la sala de terapia intensiva donde estaba Brittany. Todo a su alrededor lucía más iluminado de lo normal y a medida que avanzaba, más era notable. Sus pasos no se escuchaban, porque lo único que sí se oía era un montón de murmullos como si estuviera en una iglesia. Se vio su propio brazo, notando lo erizados que estaban sus vellos y al voltear, no vio la misma luz blanca encendida detrás de las persianas; en su lugar, era una luz azul.
Sin preocuparse por abrir la puerta, la atravesó de una sola vez y se encontró con una de las imágenes más inquietantes que había visto en su vida. Toda la familia Pierce, en pleno, alrededor de la cama de Brittany y en una esquina, estaban Blaine, Kurt, Thiago e incluso Artie y los chicos italianos, además de su tío James y también Alan, Alex, Josh y Derek. Todos estaban en silencio y permanecían imperturbables a su presencia y cuando pasaba su mano por frente de sus rostros, ellos no la miraban.
-Era tan joven y sana-habló Thiago en ese momento, con mirada ausente.
-Mucha vida por delante-dijo Scott, esa vez
-Es una pena que haya muerto de esta forma-repuso Blaine
-¿Qué?-preguntó Santana, sintiendo que su corazón se desbocaba y al apartar a su tío, Alan y los chicos para acercarse a la cama. El impacto de ver que no era Brittany, sino ella misma acostada en la cama y con un semblante mortal en el rostro, la hizo sentirse levemente asfixiada. Sin embargo, sentía un pequeño alivio porque no era Brittany. A pesar de eso, al buscar a la rubia entre las personas, no la encontró. Justo en ese momento sintió una mano posarse sobre su hombro y una voz en su oído.
-Son cosas que pasan… ¿No te parece?
Se volvió y al ver a Cooper, sonriéndole fríamente y burlón, viendo a su vez como la de la cama ya no era ella, sino Brittany.
-¡BRITTANY, NO!
Enrollándose con las sábanas de su cama, quiso levantarse, pero al dar un paso adelante, cayó al suelo. Se quedó un rato allí, recostada, mientras recuperaba el control de su corazón y de cómo este latía mucho más apresuradamente que nunca. El sueño había sido muy real, incluso todavía podía sentir la respiración de Cooper en su nuca y susurrándole al oído.
Abrió los ojos, por fin, y miró todo a su alrededor. Estaba en su habitación, con todas las cosas en su lugar y los rayos del sol mucho más brillantes que otros días, entrando por su ventana. Haciendo un esfuerzo, se levantó del suelo y tapándose la cara con las manos por un segundo como si fuera a limpiársela, se la destapó y al ver al frente, casi le dio un infarto.
-Brit…Brittany…
Una sonrisa apareció en los labios de la rubia que ahora estaba enfrente de ella, era la más hermosa de las sonrisas que jamás en toda su vida había visto. Sus mejillas estaban sonrojadas y parecía estar bien, más perfecta que nunca. Quiso hablarle, decirle que la amaba, que todo lo que había querido era ella y que la extrañaba horrores, pero su voz no salía y sólo permanecía parada, observándola y sin saber exactamente qué estaba haciendo ella ahí.
Se iba a acercar e incluso dio un paso adelante, pero lo demás los dio ella; quedando ambas muy cerca en un abrir y cerrar de ojos. Sus ojos recorrieron su rostro y se reencontraron con sus labios.
-Britt-Britt… yo…yo te…
Un dedo de ella se posó sobre sus labios, silenciándola al instante. No hablaba, pero con sus ojos azules lo decía todo, absolutamente todo y podía ver todas aquellas palabras que por tanto tiempo había callado. Se aproximó sólo un poco más, percibiendo el aroma de su perfume y su respiración sobre su boca, Brittany recorrió con sus dedos su rostro, pero sin llegar a tocarlo, pero de igual forma sintiéndola.
-Te amo, Brittany…te amo, perdoname…
La tomó por el cuello para acercarse y ya tenía sus labios tan cerca, cuando de pronto cerró los ojos y esperando sentirla besándola, lo único que hizo fue sentir una lágrima bajando por su mejilla y además, su celular repicando.
Abrió los ojos y la realidad cayó pesadamente sobre ella, dándose cuenta que todo había sido un sueño, porque seguía acostada en su cama y mirando al techo. Se alzó de golpe, sentándose, mientras su celular seguía sonando y además buscando a Brittany por todas partes de la habitación, pero la verdad era que no estaba ¿O sí había estado? ¿Por qué, entonces, sentía su perfume por la habitación y además, como si aún estuviera ahí?
Quizá seguía soñando…no era la primera vez que le sucedía, aunque sí la segunda vez, porque la primera había sido hacía muchos años, cuando tenía 7 años y había tenido una serie de sueños uno tras el otro, donde despertaba en un sueño y ese sueño era un sueño metido en otro. Al final, su papá la había despertado lanzándole un balde de agua tibia, porque con nada más lo había logrado. Ya ni podía recordar de qué iban, pero creía que tenían que ver con un oso que volaba. La noche anterior se había comido una caja de galletas con forma de ositos.
Se pellizcó a sí misma, pero de todas formas no confió en su dolor, porque así mismo le había sucedido una vez que había caído de la cama y realmente estaba durmiendo. Se levantó de un salto y salió velozmente de su habitación, corriendo por el pasillo. Al llegar a las escaleras y ver hacia el piso de abajo, tomó aire profundamente varias veces, hasta echarse hacia atrás unos pasos y cogiendo carrera, se dirigió hacia su objetivo.
-¡SANTANA! ¡¿Qué mier…?!
No logró escuchar todo completo, porque se lanzó por las escaleras antes que pudiera frenarse y fue rodando por cada escalón, rápidamente y golpeándose en varias oportunidades en los brazos y piernas. Al llegar por fin abajo, se quedó paralizada un rato y boca abajo; sintiendo que cada centímetro de su cuerpo le dolía terriblemente. Escuchó los pasos de su tío bajando las escaleras y al llegar a su lado, se arrodilló y le dio palmaditas en las mejillas.
-¡Sobrina! ¡Santana!
-Tío, tío, ya, por favor…
-¡¿En que demonios pensabas?! ¡¿Por qué te tirás…?! ¡Esta no es la manera, Santana! ¡No es la forma de solucionar los problemas! ¡El suicidio no es la…!
-¿Qué? ¡Tío, calmate! ¿De qué suicidio hablas?
-¡Del tuyo que…!
-Yo no estaba tratando de suicidarme-repuso Santana, sorprendida y sin moverse ni un poco de su lugar-Tenía que comprobar que estaba despierta…estaba soñando dentro de un sueño y…bueno, vos sabes.
-Oh…bueno… y ya te diste cuenta que sí lo estás ¿No?
-Creo que sí.
-Dale, entonces, dejame ayudarte a…
-No, tío, dejame acostada un rato más acá…ahora me levanto yo.
-¿Segura que podes? ¿No te habrás lastimado algo…?
-No, estoy bien, de verdad.
Su tío la miró con cierta desconfianza, hasta que suspiró y asintió.
-Dale, quedate ahí.
-Gracias.
James subió las escaleras nuevamente, dejándola sola. Santana alzó apenas un poco la mirada hacia arriba en el comienzo de las escaleras desde donde se había lanzado y fijándose que ya su tío no parecía estar cerca, intentó moverse.
-Auch…-se quejó, adolorida y gimiendo un poco-Mierda…
“Mejor me quedo acá…hay una linda vista”
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:03 pm, editado 2 veces
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.21 THE SCIENTIST
What I Like About You♥
CAP.21 PART III
THE SCIENTIST
Tenía que aceptarlo, realmente sí había cometido la estupidez de su vida al lanzarse por las escaleras para comprobar si estaba o no despierta. Por suerte, parecía que sus huesos eran de goma o muy fuertes, porque no tenía ninguna fractura, pero de todas formas el dolor que ahora cargaba en el cuello, no se lo sacaba ni Mandrake el Mago.
Sin embargo, tampoco estaba muy segura que Mandrake pudiera hacer algo con la angustia que se había instalado desde que despertara de aquel sueño en donde aparecía Brittany en su habitación y por poco se besan. Todavía tenía esa sensación de inseguridad, de que no había sido realmente un sueño, porque incluso sus sábanas parecían tener su perfume y Brittany jamás en la vida había estado en su casa y muchísimo menos en su habitación. Era como esa sensación de que ella estaba a su lado, de que la acompañaba y aunque eso debía darle algo de tranquilidad, realmente la perturbaba y le causaba escalofríos. Tenía miedo, lo sabía, ese temor producto del sueño anterior a ese, en el que se aparecía en la sala de terapia intensiva y al final Cooper venía y luego toda la cosa de que ella misma desapareciera de la cama, para poner a Brittany en su lugar.
No sabía lo que quería decir ese sueño, no tenía la menor idea, pero sí que no dejaba de perseguirla y de rondarle en la cabeza, dándole vueltas y buscando darle un significado que no lograba hallar. Le aturdía la presencia de Cooper en su sueño y no le gustaba para nada la sensación de temor que le había dejado en todo el cuerpo.
Para ir al hospital, aquella vez se decidió por no llevar su auto, sino que sus guardaespaldas la llevarían. Había perdido todas ganas de conducir y además sumándole el dolor que tenía en el cuello, nada de eso hacía un buen match y no iba a poder manejar bien.
Durante el camino, se quedó leyendo el periódico que Finn le había lanzado, una vez que abordó la van. En el diario, estaba la noticia de que la hija del ingeniero Chord Pierce había sido arrollada por un auto desconocido que se dio a la fuga y que estaba en estado de gravedad; pero no era sólo eso lo que informaban, sino que además incluían el detalle sobre que ella se había atravesado para salvarla. Sin embargo, para terminar de ponerle la guinda al pastel, lanzaban la hipótesis de un complot en su contra para sacarla del medio, “tal como hicieron con su padre”; porque sabía de fanáticos de Mark, que hablaban de la posibilidad de asesinato al haberle cortado los frenos al auto en el que iba él; a pesar que casi un mes después de investigaciones y experticias recabadas, que demostraron que los frenos simplemente fallaron y su padre no pudo frenar, estrellándose contra un camión, luego que éste se pasara un alto.
Cansada estaba de escuchar y leer sobre complots en su contra, por lo que simplemente le entregó el diario a Finn y le pidió, con mucho respeto, que lo quemara.
Al llegar, como era natural y ya debía suponerlo, un montón de fotógrafos, periodistas y la prensa en general; estaban apostados frente al hospital. En cuanto vieron que llegaba y que sus guardaespaldas la rodeaban para acompañarla hasta la entrada del hospital, todos corrieron hacia ella para intentar entrevistarla o sacarle fotos; lo cual no consiguieron porque ella se dio prisa y terminó entrando al hospital.
Se estaba dirigiendo hacia la sala de espera que daba hacia el ala de terapia intensiva, pero una voz conocida la detuvo. Al volverse, vio a Jack.
-Hola, San
-Hola, Jack ¿Cómo estás?-lo saludó, dándole un beso en la mejilla
-Uhm bien, bueno…dentro de lo que cabe, ¿Ibas a terapia?
-Sí, a eso iba. ¿Por qué?
-Porque esta mañana mamá pidió que trasladaran a Brittany a una habitación que está acá mismo en el piso 2.
-¡¿Ya despertó?!-exclamó Santana, abriendo muchísimo los ojos de la impresión.
-No, todavía no-negó Jack, apesadumbrado-Y eso es lo raro, que no lo haya hecho todavía; cuando según mamá, debería estar saliendo de la inconsciencia; pero el doctor Isaac dice que los sedantes la mantienen adormecida y por la magnitud del golpe en la cabeza…eso creo que la dejo bastante noqueada.
Santana suspiró y bajó la mirada, decepcionada. Realmente había esperado que al llegar, encontrar que ya había reaccionado. Recordaba que en su sueño ella se veía tan bien y tan hermosa, pero tenía que tener en cuenta que sólo había sido un sueño, porque la realidad era otra y más desconcertante.
Siguió a Jack cuando este le indicó el camino hacia la nueva habitación y luego se despidió, porque dijo que iba a la cafetería a comprarse un jugo. En el pasillo, al fondo, estaban Katie, Scott, Blaine y Kurt; además de Susan y Chord reunidos con el oficial del FBI, Wallace, a unos metros alejados de ellos y hablando en voz baja con él.
Santana se acercó a los chicos y luego de saludarlos con un beso y un abrazo a cada uno y miró de nuevo hacia Chord, Susan y Wallace.
-¿Qué pasó? ¿Ya tienen algo?
-Sí, malas noticias-repuso Katie, con un tono molesto en su voz.
-Robaron las cintas de video de seguridad de la urbanización y las sustituyeron por unas de Barney, como en plan burla hacia la policía-explicó Scott, fastidiado-No sé, Santana…pero esto se ve mal, si esa persona tuvo acceso a esos videos.
-Detuvieron al vigilante que estaba de guardia en ese momento del accidente, como presunto sospechoso de complicidad y lo despidieron del trabajo los de la comunidad, con la razón de que el tipo suele ausentarse de su sitio que es la garita de vigilancia y poco presta atención a quien entra y quien sale-agregó Blaine, seriamente
-¿Y qué dice él?-preguntó Santana, preocupada.
-Bueno se defendió, obvio…él dice que estaba haciendo ronda, pero él no puede hacer eso, a menos que deje a alguien encargado de la garita, pero como no estaba de turno el otro vigilante…-dijo Blaine
-Igual lo detuvieron porque puede ser cómplice-dijo Scott-Bueno…es muy raro que desaparezca justo cuando ocurre un arrollamiento y después aparezca a las 2 horas para interrogarlo y cuando se le piden que entregue los videos de seguridad, se dan cuenta que al ponerlos, están cambiados todos los de ese mismo día.
-Si, si, pero hay algo que no me cierra…-interrumpió Santana, muchísimo más confusa que antes-Si este tipo del auto negro me siguió a mí y…por lo que yo puedo especular, él iba por mí, me venía persiguiendo de antes; quien sea que fuera, no estaba enterado de a dónde iba yo, entonces ¿Cómo es que podría el vigilante ser su cómplice? Me parece re ilógico.
-No sabemos, Santana, para eso están los del FBI sacando pistas de lo poco que tienen y tomándole una declaración al chico de un auto negro, que supuestamente es uno que vos habías visto antes, ¿No?
-¡¿Le detuvieron?!
-Sí, pero hasta ahora no obtuvieron nada, porque el tipo tiene su coartada de que estuvo en no sé donde con su novia y unos amigos y que ellos pueden confirmarle que fue así, incluso con videos y fotografías.
No pudo decir nada, hasta ella misma pensaba que aquel hombre que había visto en el Starbucks, abordando su auto negro, en realidad era muy inocente y que nada tenía que ver con todo aquello. Simplemente había estado en el lugar equivocado, a la hora menos oportuna.
Vio que Chord y Susan dejaban de conversar con el oficial y éste, al volverse, se dio cuenta de su presencia. Sonriéndole brevemente, se acercó.
-Buenos días, señorita Lopez.
-Buenos días, oficial.
-Ya la habrán puesto al corriente de lo sucedido con los videos de seguridad ¿Cierto?
-Sí, señor.
-Bueno, entonces…en ese caso, me gustaría hacerle una pregunta.
-¿Una?
-Sí…una… ¿Sospecha de alguien que usted piensa, que podría querer hacerle daño a su persona?
Santana frunció el ceño, ligeramente.
-¿A qué viene esa pregunta?
-Solamente conteste, ¿Sabe de alguna persona que podría querer hacerle daño a usted?
-Bueno…pienso que millones de personas querrán hacerme daño o a los que les caigo mal por mí o lo que sea, así que…no entiendo exactamente…
-Lo pregunto, porque estamos trabajando con la hipótesis de que, muy posiblemente, el responsable sea alguien cercano, alguien que usted conozca y que…alguna vez la haya atacado, directa o indirectamente…que usted tenga conocimiento, claro.
La pregunta se quedó pendiendo en el aire por unos segundos, mientras Santana pensaba. Su mirada se detuvo de pronto, en Cooper que justo en aquel instante aparecía saliendo del ascensor y cruzaba el pasillo dirigiéndose a ellos. Estuvo tentada a decirle el nombre de Cooper, pero no podía hacerlo, porque aunque le cayera mal y todo, no podía estar levantando falsos testimonios sin tener pruebas y hasta ese momento, Cooper seguía siendo el más grande de los desconocidos para ella, porque apenas el día anterior que se conocieron.
-No, no conozco a nadie, no sé de nadie. Perdón.
Wallace asintió y le dio unas palmaditas en el hombro.
-Bueno…pero igual si se acuerda de algo…
-Sí, se lo digo, no se preocupe.
-Muchas gracias, entonces. Me voy yendo.
-Lo acompaño, Wallace-dijo Chord, yéndose con el oficial por el pasillo.
Cooper terminó acercándose y se apresuró a saludar a Susan con un beso en la mejilla y un abrazo, al tiempo que miraba a Santana con una sonrisita.
-Buenos días, Santana
-Buenos días- lo saludó, cortante y rápidamente se fue junto con los chicos a sentarse en la sala de espera, sin dejar de observar a Cooper. Definitivamente a él podía compararlo con un choque de autos: Por más que quisiera mirar lejos, no podía dejar de hacerlo. Era algo inevitable porque por alguna razón, él le generaba una sensación inmensa de desconfianza.
-¿Por qué le respondes el saludo?-preguntó Katie, sacándola de sus pensamientos-¿Por qué simplemente no lo ignoras cuando él te saluda? Yo lo hago y es genial.
-Hay algo que se llama diplomacia, Katie-repuso Scott, alzando una ceja.
-Yo a eso lo llamo hipocresía. Eso es lo que practican los políticos, sobre todo cuando son presidentes de países y se dedican a tirarse bombas, pero cuando se ven en persona, casi podrías verlos besuqueándose.
No pudieron evitarlo, a pesar de la situación, todos rieron con ganas; incluso Blaine que seguía estando un poco decaído.
-Si, pero yo no me besuqueo con él-repuso Santana, finalmente
-Menos mal, porque si no, qué asco.
-Simplemente le respondo el saludo porque sí…qué se yo…mi viejo siempre me enseñó que fuera lo que fuera, respondiera a los saludos de las personas. No creo que sea hipocresía, simplemente es…
-Respeto, si…pero es que a él podes irrespetarlo cuando quieras, yo te doy permiso. No digo que vos seas hipócrita, lo digo por él…es estúpido que te salude, viendo como te mira.
-¿”Como me mira”?
-Sí-asintió Katie, riéndose-Te tiene la re envidia…es como esa mezcla de disgusto y rabia. Y acá sabemos muy bien por qué o mejor dicho, por quién. Te ve y es como si quisiera matarte.
Un escalofrío la recorrió completa con esa frase, “como si quisiera matarte”… No sabía si era una simple frase de Katie dicha a la ligera o realmente era eso lo que quería decir o algo así como que ella de verdad veía más allá de Cooper, algo como sus intenciones verdaderas. Miró hacia Cooper nuevamente, pero éste ya no la miraba y sólo estaba a pocos metros, hablando en voz baja con Susan; quien no estaba prestándole atención en lo más mínimo y la descubrió mirándola a ella.
Santana apartó la vista y sonrió a Katie. Sí, ella sólo lo había dicho a la ligera, porque ella solía ser así y decía las cosas como le salían. Además, ¿Por qué tenía que tener tanta obsesión por el comportamiento o la persona de Cooper en general? Era obvio, ese sueño/pesadilla que había tenido de él, seguía perturbándole y por más que quisiera, no dejaría de molestarle la presencia de Cooper alrededor, como una mosca particularmente necia a la que no se le podía espantar.
Seguía oyendo la conversación de los chicos, pero no la escuchaba; sumergida en sus pensamientos. Sin embargo, no tardó en ser sacada de ellos, cuando vio que Thiago salía de la habitación donde estaba Brittany y luego que se acercaba, también lo hacía Susan.
-Ya podes entrar a verla vos, Kat-dijo Thiago, sentándose en una silla.
-Te cedo mi lugar, Santana. Anda a verla.
La morocha se quedó viendo a la chica, tomada por sorpresa por lo que le había dicho. Miró luego a Blaine y él sonrió.
-Ya yo entré antes que Thiago. Dale anda vos, San-dijo él, sabiendo de antemano lo que ella quería decir.
-Uh, pero es que…
-¡Anda! ¡Che! ¿No queres verla?
-Sí, pero…
-Katie, te toca entrar a vos-intervino Susan, integrándose al grupo al llegar.
-Le cedo mi puesto a Santana, madre. Que entre ella.
Tensión, eso era lo que siempre se generaba cuando Katie exponía un punto y con él, lograba conseguir ese desafío en el que ahora parecía haber encerrado a su propia madre. Ambas se miraron por un instante, hasta que la chica apartó la vista e hizo como si cualquier cosa, como si no estaba sucediendo nada anormal. Sin embargo, casi se podían escuchar los engranajes en el cerebro de Susan, pensando e incluso debatiéndose consigo misma, hasta que finalmente suspiró y miró a Santana.
-¿Queres entrar a verla, Santana?
-Uhmm… auch….eh, sí.
-Anda. Son 5 minutos.
-Voy, muchas gracias, Susan.
La mujer sonrió levemente y Santana vio que lo hacía con nerviosismo, incluso con algo de vergüenza. Ella se marchó para ir con Chord y entonces Santana se levantó y vio a Katie.
-¿Por qué me diste un codazo?
-Estabas tardando. Ya ibas a responder que no-se defendió Katie, encogiéndose de hombros.
-Yo no iba a responder que no.
Katie alzó una ceja, incrédula y Santana suspiró.
-Bueno, lo admito.
-Ya sabía. No sé por qué le tenes tanto miedo.
-No es miedo. Solamente no quiero presionarla, no quiero…
-Si, si, callate. Que si no la presionas, no reacciona. En parte hay que darle crédito al tarado de Jack, parece que mi madre escarmentó con todo esto del accidente y además que Jack le cantó la hora completa. Alguna vez tenía que pasar.
-Si, bueno, entonces voy.
Iluminada, así estaba la habitación de Brittany cuando entró. Una luz de mañana entraba por las ventanas y le daban un toque algo más tranquilo y menos pesado que el de la sala de terapia intensiva. Lo que sí no cambiaba era el nudo en la garganta que comenzó a crecer, tal como el día anterior cuando la había visto. Se aproximó a su cama y vio que Brittany ya no tenía la máscara de oxígeno, pero sí unas pequeñas mangueritas que iban a cada lado de sus mejillas y quedaban introducidas en sus fosas nasales. Su rostro estaba menos pálido que el día anterior, pero seguía ofreciendo esa carencia de sonrojo y un semblante tan apacible, que nuevamente parecía que sólo estaba durmiendo.
Se había prometido que no lloraría, no lo iba a hacer y por eso, tomando aire, agarró su mano izquierda y entrelazó sus dedos con los de ella, brindándole el calor perdido por las horas de aire acondicionado. Detrás suyo vio un banquito, el cual agarró y en él se sentó, justo al lado de Brittany y sin perder su vista de ella. Sonriendo, no pudo evitar que sus ojos se le aguaran un poco, pero rápidamente parpadeó y se los secó un poco, al tiempo que suspiraba y acariciaba su nariz y su mejilla con un dedo.
-Buenos días, Britt-Britt-susurró, acercándose a darle un beso en la frente-Como te prometí ayer, acá estoy de nuevo, junto a vos. Ya es hora de levantarse, ¿No te parece?
Se quedó en silencio, como esperando que ella contestara, pero ya sabía que no lo haría. Ella seguía estando en ese mismo estado sin reaccionar y eso la lastimaba mucho; sin embargo, sabía que sólo era cuestión de tiempo.
-Bueno…parece que seguís teniendo mucho sueño ¿No? Está bien…supongo que es normal, porque…están todos esos sedantes y ellos te mantienen así. Aunque no te voy a negar que me gustaría que abrieras tus ojos, aunque fuera sólo un instante nada más. ¿Lo harías por mí?
El silencio seguía siendo su mayor respuesta y era peor que cualquier cosa, porque bien decían que “el que calla, otorga” y el silencio de Brittany parecía ser la respuesta más correcta a esa pregunta.
-Por supuesto que no…sé que no lo merezco y está bien, está bien que ahora quieras solamente dejar de hablarme, dejar de verme y olvidarme…porque en un principio fui yo la que te hizo daño…te mentí-murmuró, quebrándosele la voz un poco. Aún así, sonrió y se secó una lágrima que había caído-Pero tengo una buena razón, una buena explicación, te lo juro…si tan sólo vos me dieras una chance te la diría. Ahora que no me decís nada, podría intentarlo, pero…aunque yo hable y hable y te diga todo, no sé si realmente me estás escuchando o si simplemente es lo que yo creo que lo haces…que a lo mejor es sólo la sensación de que me escuchas, pero verdaderamente no.
Dando un vistazo a su reloj, se percató que el tiempo parecía volar cuando estaba con ella. Ya sólo le faltaban 2 minutos y tendría que salir.
-Te voy a estar esperando, Britt. Grabatelo, te voy a esperar,
Ahora sólo le faltaba un minuto, así que viéndola fijamente, acarició su mejilla suavemente; al tiempo que se decidía y se acercó a ella, inclinándose muy próxima a su rostro y a su boca; para finalmente anular el espacio y presionar delicadamente sus labios con los de ella, acariciándolos por dos segundos.
Se separó y dejó un último beso en su frente.
-Voy a estar fuera. Después nos vemos, Britt.
Volver a ver a Brittany por sólo 5 minutos no era suficiente, en realidad, jamás sería suficiente. Ni siquiera que le dieran horas, porque realmente necesitaría una vida entera. Salió de la habitación con el peso de no haber conseguido nada, ni siquiera un gesto suyo, ni un parpadeo o un simple movimiento. Nada. Si no fuera porque estaba el cardiógrafo que indicaba que su corazón latía y por su respiración suave, pero casi imperceptible, hasta parecía que en realidad estaba…ni siquiera quería ni podía pensarlo. Era inquietante y doloroso, le había recordar aquel sueño.
-¿Qué tal todo?-preguntó Scott, acercándose a ella
-Nada…es que ni siquiera suspira, es como…nada, no reacciona.
-Mmm…si, bueno entonces supongo que ahora entro yo…
-Eeeh…Scott, cuñado…
Cooper se había acercado a él y por primera vez todos pudieron ver una mirada fulminante por parte de Scott hacia Cooper, que si las miradas mataran, él ya estaría 1000m bajo tierra.
-No soy tu cuñado, Cooper-espetó Scott, bastante incómodo y hasta enojado.
-Bueno, perdón, pibe…tampoco es para tanto-rió Cooper, divertido y dándole unas palmaditas en el hombro, que Scott apartó de inmediato.
-¿Qué queres?
-Bueno, estamos de mala onda, entonces…pero bueh, lo que quería era pedirte si me cedes tu puesto para entrar a ver a Brittany…
-¡¿QUÉ?!-exclamó Katie, sorprendida y mirándolo con ganas de pegarle un golpe
-Vamos, Scott…solamente van a ser unos 5 minutos ¿Sí?-pidió Cooper, no haciendo caso a Katie-Es que mira…ahora mismo en un par de horas tengo una entrevista de trabajo en una empresa y después voy a llenar una solicitud en la universidad. Entonces…
-Bueno fijate que estás muy equivocado, idiota-volvió Katie a meterse y dándole un leve empujón-Nos importa 3 pepinos que tengas entrevistas de trabajo y la universidad, podrás tener incluso 666 entrevistas, pero Scott no te va a dejar. Acá se respeta el orden de llegada.
-A Santana la dejaron pasar primero, porque vos le cediste el puesto-replicó Cooper
-¡Pero eso es porque yo quise, en cambio Scott, no quiere darte su puesto!
-Hasta ahora no escuché la respuesta de tu hermano, Katie-repuso Cooper, cruzándose de brazos y con un aire de superioridad tremendo que a todos desagradó-Me gustaría escuchar la respuesta de tu hermano y si él no quiere cederme su puesto, él mismo me lo va a decir. Es suficientemente grandecito como para tener sus propios pensamientos y sus decisiones. Quiero escuchar su respuesta.
Todos se quedaron mirando a Scott, expectantes, mientras él observaba a Cooper fijamente, muy serio. Miró, entonces a Katie y suspiró.
-Scott, por favor, no…
-Dale, entra-respondió él, finalmente y bajando la mirada-Pero sólo 5 minutos, ni más ni menos.
Cooper sonrió, triunfante y le dio unas palmaditas que él rechazó apartándose.
-Muchas gracias, Scott.
Katie miró a Scott, completamente decepcionada y sin decir ni una palabra, se fue de ahí, chocándose en el camino con Jack; quien casi derramó el jugo que se estaba bebiendo. El rubio se acercó a los chicos, muy confundido.
-¿Qué pasó que traen esas caras? ¿Está todo bien con Brittany o…?
-Brittany está como siempre, Jack. Todos estamos bien.
Jack se quedó sorprendido por el enojo y la pronta huida por la derecha de su hermano y mirando a Santana, se encogió de hombros.
-No entiendo… ¿Me perdí de algo?
Santana apenas le sonrió, pero también veía con sorpresa y algo de confusión el que Scott hubiera aceptado. Se acercó a Blaine, Kurt y Thiago que estaban a pocos metros, conversando y se sentó junto a ellos, al igual que Jack. No podía dejar de mirar hacia la puerta de la habitación de la rubia, donde ahora había entrado Cooper. No sabía por qué, pero le daba demasiada mala espina.
………………………………………………
No había dado un solo paso hacia ella, luego que entrara a la habitación, simplemente se quedó ahí, en medio, viendo hacia donde estaba Brittany, en su estado de inconsciencia. Tenía que aceptarlo, algo le sorprendía verla ahí, porque siempre le había parecido que era una chica muy fuerte; pero ahora en ese momento, se veía bastante vulnerable.
Cruzándose de brazos, dio un paso, dio dos, tres, cuatro y un cinco más pausado, hasta llegar a ella. Dando un vistazo a su alrededor, como si vigilara que alguien estuviera cerca o escondido, miró otra vez a Brittany y sonrió.
-Hola, mi amor-saludó, con un tono muy suave de voz-¿Todo bien?-rió ante su propia pregunta y volviendo a mirar a su alrededor, carraspeó ligeramente la garganta-Por supuesto que todo bien…vamos, que todos te visitamos, todos nos preocupamos por vos…incluso yo, cariño…que nunca jamás me había preocupado por nadie. Porque sí, mi amor…me tenes, como dicen…con el alma en un hilo…mira, nada más lo que estoy aceptando. Si Adam me escuchara, mierda. Qué banquete se haría, pero que sí, Dios, sí…me preocupo y mucho por vos.
Rodeando la cama, se acercó a donde se guindaban las bolsitas de suero y las diferentes medicinas, que a través de una manguerita que llegaba hasta Brittany con el catéter y tocando alguno con los dedos, se fijó en las gotitas que iban bajando de a poco. Nuevamente se acercó a la cama, para esa vez tomar la mano de la rubia y alzándolo un poco, se sentó en un pequeño rincón a su lado, al tiempo que comenzaba a acariciar sus dedos uno por uno.
-¿Sabes? Tenes unas manos muy lindas y suaves. Me encanta cuando con ellas acaricias mis mejillas, es súper relajante, es hasta afrodisíaco…no te lo dije, pero es así. Además tu cara…-musitó, rozando con sus dedos su mentón y luego parte de su cuello-Es lo más dulce que vi. Incluso así, como estás ahora, te ves tremendamente linda.
Su reloj dio un pequeño pitido y cuando se fijó, ya eran las 12 del mediodía. Suspiró y sonrió nuevamente a Brittany, sin apartar su mano del mentón de la rubia, acariciándola suavemente.
-Cariño… no puedo irme sin decirte que, a pesar que estuve preocupado por vos, también estoy muy enojado con vos. ¿Sabes por qué? Por haberte lanzado de esa forma al auto, Britt…muy irresponsable de tu parte, demasiado…no te tuviste que haber metido. Sin embargo…-haciendo una pausa, se acercó a su rostro y mientras ponía una mano en su vientre, lo acarició despacio-Lo siento mucho, cariño…lo siento.
Cerrando lo único de espacio de espacio que quedaba, unió sus labios y la besó. Sin embargo, fue solo apenas una milésima de segundo, porque repentinamente y sin más, el cardiógrafo comenzó a sonar con un pitido largo y agudo. Cooper se apartó, sorprendido y espantándose, a la vez que miraba hacia el cardiógrafo y veía aquella larga línea que no acababa. Llevó una mano hacia el mentón de la rubia, por su cuello y tomó su pulso, el cual no lo sentía.
-Brittany… Brittany, por Dios…no me hagas esto a mí.
Respirando agitadamente y asustado, comenzó a gritar.
-¡Ayuudaaa!-salió corriendo de la habitación-¡Ayudaaaa, DOCTOR!
De un momento a otro, Chord y Susan entraron a las carreras hacia la habitación, donde Brittany todavía yacía en la misma posición que siempre, pero inmensamente pálida. Susan no lo pensó, dos veces y tomando el desfibrilador que estaba cerca y encendiéndolo, le quitó las sábanas, al mismo tiempo que también entraban a la habitación otros 3 doctores, entre ellos Isaac y unas enfermeras.
-¡Susan! ¡Salí de acá, por favor!
-¡Es mi hija! ¡No voy a dejarla morir!
-¡No la vamos a dejar morir, pero salí ahora! ¡No podes! ¡TE DIJE QUE SALGAS, SUSAN!
-¡Por favor, todos ustedes tienen que salir ahora!
-Pero…mi hermana…
-No pueden estar acá, perdón.
Fueron desalojados por los enfermeros, a la misma vez que escuchaban un golpe y los gritos de los doctores que pedían más potencia en el desfibrilador. Santana, que apenas todavía no podía entender lo que había pasado y la confusión era lo único que tenía, miró a Chord que también tenía cara del más completo y absoluto aturdimiento, mientras caminaba de un lado a otro.
El corazón lo sentía acelerado y poco a poco sentía que se asfixiaba. Las puertas de la habitación se abrieron de golpe y por ella salieron los doctores con los enfermeros, sacando una camilla y llevándose a Brittany de ahí. Todos se acercaron cuando vieron salir a Susan, que estaba llorando y Santana creyó que el mundo se le venía encima.
-Susan… Susan ¿Qué pasó? ¿A dónde la llevan…?
-A emergencias…parada cardiorrespiratoria otra vez…y no responde-gimoteó-Brittany se nos va, Chord…se nos va…
-¡NO! ¡Brittany es fuerte y va a salir de esta, Susan! ¡Basta de negatividad!
-Pero…
-¡Ella va a estar bien y no quiero escuchar una palabra más!
Ambos se abrazaron fuertemente, mientras Susan seguía llorando. Santana se sentó, todavía aturdida por lo que estaba pasando, en estado de shock emocional donde no podía pensar correctamente. Escuchó los pasos lejanos y luego las voces de Katie y Scott preguntando qué pasaba, pero no podía hablarles, su voz no salía. Su celular también empezó a sonar y viendo la pantalla, apenas sí reconoció el número y atendió.
-¿Sí?
La persona que habló era el papá de August y el pequeño Harry, el niño que tenía SIDA. Lo que él le dijo de pronto, le hizo perder todo el escaso color que todavía llevaba y luego que él colgó, Santana se quedó mirando al frente, sintiendo como si ya no respirara. Justo ahí, cerca de las puertas hacia donde se habían llevado a Brittany para bajarla a emergencias, podía ver a un pequeño niño que reconoció como Harry y que también la observaba fijamente a ella.
Un escalofrío la recorrió y entonces el niño se despidió con la mano y en un parpadeo, creyó haberlo visto cruzar las puertas.
………………………………………………
Sólo casi una hora después fue que vieron regresar a unos enfermeros con Brittany en la camilla. Todos casi se abalanzaron hacia ella, pero el doctor se atravesó y los detuvo rápidamente, observándolos con mucha seriedad. Susan ya iba a hablar, pero él se adelantó.
-Sé que había dicho que estaba por despertar, sin embargo, yo tampoco sé el por qué de este paso hacia atrás por parte de ella.
-¿Qué? ¿Qué queres decir con eso?
-Brittany entró en estado de coma profundo.
-No…pero… Isaac, habías dicho que ella…que sólo era cuestión de tiempo-repuso Chord, abrazando a Susan que nuevamente lloraba.
-Lo siento, Chord-dijo el doctor, apenado-No sé qué pasó, realmente, pero…mientras más tarde en reaccionar…no quiero ser alarmista, pero…
-¿Qué?
-Yo me atrevo a decir que esto ya no queda de parte de nosotros, sino de Brittany…queda de parte de ella, si quiere salir o no y por las muestras dadas… Ella no está reaccionando, es como si ella misma no quisiera…
-Dijiste que lo haría, Isaac.
-Perdón, Susan. Yo a más, no llego. Con permiso.
El médico se marchó por el pasillo, dejando a todos viéndose con absoluto desconcierto y con miles de preguntas sin responder. Sin embargo, todos dejaron caer su mirada sobre Cooper, quien todavía estaba ahí entre ellos y cuando él lo notó, se sintió incómodo.
-No creerán que yo le hice algo ¿O sí?
No sabía qué pensar, pero definitivamente esa era una posibilidad...
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:04 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.22 BORN TO DIE
What I Like About You♥
CAP.22 PART I
BORN TO DIE
¿Y qué más podía pensar si no? Evidentemente aquello era más que extraño, demasiado extraño, en realidad. Sin embargo, poco podía pensar con claridad, le era difícil mantenerse tranquila y en calma, cuando lo único que quería era llorar y gritar.
Sin pensarlo, se dirigió rápidamente hacia la habitación donde ya habían dejado los enfermeros a Brittany y finalmente se fueron. Al verla ahí, de nuevo con el escaso color que le había visto hacía rato, ahora perdido; explotó en llanto. Ni ella misma sabía por qué había entrado a su habitación a verla, si eso la lastimaba más que nada y más que todo. No podía soportar ver a Brittany respirar con ayuda de un tubo en su boca, tener ahora ese suspenso de no saber hasta cuándo estaría así: Si sólo un par de horas, días, semanas…años…toda una vida o de si tendría nuevamente una parada y que no lograran revivirla a tiempo, que Brittany se dejara morir; tal como el doctor había dado a entender. Que si no reaccionaba, probablemente, era porque ella no quería.
No quería creerlo, no quería pensar que Brittany no quería seguir viviendo y que por eso había dado “un paso atrás”; aunque si lo pensaba mejor, ella no había dado ningún paso ni para recuperarse ni nada. Seguía estando así, del mismo modo que ayer, porque no reaccionaba y no daba muestras de absolutamente nada; ninguna señal de vida. Solamente ese maldito cardiógrafo y su respiración, que continuaba siendo su mayor tormento al estar a cada segundo observando si respiraba realmente. La única diferencia radicaba, en que ahora estaba en coma profundo y en su entender, eso era inconsciencia total y que en muchos casos se recuperaban los pacientes, pero en otros, simplemente no y lo que seguía a ello, no quería pensarlo.
Acercándose a su cama, tal como lo hiciera hacía una hora ya; tomó su mano entre las suyas, doliéndole aún más que nunca el corazón al hacerlo; al tiempo de su incesante gimoteo y llanto. Se inclinó sólo un poco sobre la cama, apoyando su codo en un pedazo del colchón. No apartó su mirada de ella y sólo la soltó de su mano para acariciar sus mejillas heladas, deseando que ella pudiese sentir aquello. No se percató cuando por la puerta entró Susan y deteniéndose en seco, con Chord detrás de ella, se quedó mirándola; con grandes lágrimas en los ojos.
-Britt, mi amor…-le habló Santana, para lo sorpresa de Susan-¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo nos pensas tener a todos así? ¿Hasta cuándo vas a tener así a tus viejos y tus hermanos? Ellos están preocupados, Britt… ¡Mierda, Brittany! ¡Respondeme!-recriminó, tomándola del rostro con sus manos-¡Abrí los ojos, Brittany! ¡Mirame! ¡Estoy acá, no me voy a ir nunca mas! ¡¿Por qué no me escuchas?!...Por favor…te lo suplico
Soltándola, recostó su cabeza sobre su pecho y como si fuera a abrazarla; escuchando su corazón como para asegurarse de que seguía ahí, porque ya comenzaba a pensar que no lo tenía, si no era capaz de sentirla tan cerca y abrir los ojos para verla.
-San… San, hija-la llamó Chord, poniendo una mano en su espalda y luego en su hombro-Dejemosla descansar.
-Ya descanso mucho…-dijo Santana, entre sollozos y sin querer apartarse del lado de la rubia-Es hora de que despierte, tiene que hacerlo…tiene que despertar…
-Eso, me temo, que va a tomar más tiempo en suceder, Santana-respondió Chord, también con la voz ahogada. La morocha se atrevió a mirarlo y lo vio que también tenía lágrimas en sus ojos azules, tan parecidos a los de Brittany-Tenemos que ser fuertes y estar acompañándola siempre…que ella sienta que la estamos esperando.
Tragó con fuerza, alzando un poco la cabeza para mirar a Brittany, acariciando su mejilla. Se apartó de ella, a su vez siendo tomada suavemente en los brazos por Chord y ambos se abrazaron.
-Esto es mi culpa, señor P.
-Santana, por favor, no…
-Yo le dije que no la amaba, yo le dije que no la quería…
-¿Por qué hiciste eso?-quiso saber Chord. Santana notó que no era una pregunta con reproche, sino que de verdad deseaba saber la respuesta, como si deseara comprenderla-¿Por qué le dijiste que no la amabas, si era mentira?
En su mente, se fue yendo hacia atrás en el tiempo, comenzando desde el momento en el que Susan le pidió que se alejara de Brittany. No podía decirle eso, no quería crear polémicas nuevas en la familia, porque tal parecía que hasta los chicos estaban guardando silencio frente a su padre para evitar los problemas justo en ese momento. Aunque era más que obvio que Jack y Katie no le hablaban a su madre, sólo lo necesario y que sólo era Scott quien la trataba, por ser el único que siempre deseaba evitar la confrontación; sabía que Susan no necesitaba más problemas y reproches de nadie más, no necesitaba eso y menos ahora de su propio marido. Además, que estaba segura que cuando Susan le había pedido alejarse, sólo era porque creía que hacía lo correcto.
En todo caso, la culpa ni siquiera era de Susan, era suya porque se había dejado convencer de que Brittany merecía a alguien mejor y alguien que la cuidara en su embarazo, que no la dejara sola por tener viajes de meses de duración, incluso. Quizá seguía pensando que Brittany sí lo merecía y que podría llegar a faltarle por meses y que quizá, ella consiguiera a alguien más; pero solamente, SOLAMENTE si eso llegase a suceder, la dejaría si ella así lo quería y se lo pedía.
-Pensé que era lo mejor…-respondió, después de tanto pensar-Pensé que hacía lo correcto, porque ella estaba con lo de su embarazo y…y entonces pensé que cuando volviéramos, yo tendría que volver a mi rutina de presentaciones, entrevistas, conciertos, viajes por todo el mundo…
-Pensaste que dejándola tanto tiempo sola, ella necesitaría la compañía de alguien y como vos no ibas a estar de cuerpo presente, entonces ella te…
-No que me engañaría, señor P. No es eso…
-Eso es lo que me estás diciendo, Santana. Es lo que puedo entender y está bien sentir miedo…
-En serio, le juro que no es miedo a que me engañase…-susurró, pero hablando más claramente para que Chord le entendiera, mientras lo miraba a los ojos-Es miedo…miedo a que se diera cuenta que podría haber alguien mejor, alguien que…pudiera darle la compañía, el amor que yo no tendría en la capacidad de darle a ella y al bebé mientras estuviera lejos… que mientras tanto, estaría Blaine como el papá del bebé y que obviamente debía estar siempre; pero también Cooper…Thiago…
-Thiago es sólo un amigo de Brittany, San. Eso puedo asegurártelo al 100%. Jamás hubo algo más allá entre ellos, que amistad e incluso complicidad, pero es más de hermanos que otra cosa.
-Y Cooper…
-Cooper…sinceramente, ni yo sé que es lo que quiere ese chico, qué es lo que realmente desea con mi hija. Si es que le gusta de verdad, si es que sólo es un juego…no sé. Realmente me resulta extraño…mis hijos no lo soportan, incluso hasta a Scott le molesta, aunque intenta llevar la partida lo más lejos posible de la guerra con él. Supongo que tengo que admitir que alguna vez me pareció un buen pibe, sin embargo…últimamente no sé qué pensar.
-Él dijo que durmió en el apartamento de Brittany…
-Sí, me enteré porque Susan me lo comentó. Me enojé muchísimo por eso, porque con Blaine tenía una estúpida regla de que él debía pedir permiso para quedarse en casa y tenía que dormir en el sillon. En cambio con Cooper no. Me pareció doble discurso eso, si lo hacía con Blaine, con Cooper también debía hacerlo. Sin embargo, no le dije más nada a Susan…su sueño siempre fue que Brittany se case, tenga hijos y una familia.
-Eso es bueno.
-Claro que es bueno…pero conociendo a Brittany, como la conozco. Es mi hija y sé que es lo más antitodo para ella. A lo mejor, tal vez le gustaría tener sus hijos y familia, pero no un matrimonio. Le lleva pánico terrible, aunque ella lo niegue.
Santana guardó silencio, sonriendo tristemente y mirando hacia Brittany, melancólica.
-Aunque…ella y yo tuvimos una conversación durante la estadía en Italia-continuó Chord, sonriente y también observando a su hija-De todo lo que hablamos…me dio a entender que habría una persona en todo el mundo que la haría reconsiderarse la idea del matrimonio.
Podría haberse dislocado el cuello cuando volteó a ver a Chord, frunciendo el ceño en confusión y tratando de asimilar aquello. Su corazón latía un poco aprensivamente, pero por la información que recorría su mente.
-¿Blaine? Con Blaine ya lo…
-Con Blaine ya lo hizo, ya sé…pero sabiendo cómo es Brittany y como es Blaine, seguramente habrían terminado alargando y alargando el momento, hasta que jamás sucediese-explicó Chord, muy seguro-Pero, ésta persona de la que hablo ahora y por la que Brittany daría el paso definitivo, es la más especial para ella, a la que más ama, a pesar de todo. Creo que la conoces muy bien.
Chord se acercó a Brittany e inclinándose sobre ella, dejó un beso en su frente. Sin embargo, también se acercó a su oído y le vio susurrarle algo a su hija, que no pudo entenderse ni escucharse desde donde estaba. Chord volvió a mirarla a Santana y le sonrió.
-Va a ser mejor salir.
-Sí, un segundo…
El hombre salió de la habitación, dejándola nuevamente a solas con Brittany y con los pensamientos de su conversación, yendo de un lado a otro. No pudiendo evitar acercarse a la rubia, tomó su mano entre las suyas, preguntándose una y otra vez… ¿Sería verdad eso que había dicho Chord? ¿Brittany realmente le habría dicho a su padre que sólo por ella daría el “Sí, quiero” en un altar o ante quien fuera necesario? Aún podía recordar lo que ella le había dicho sobre que el matrimonio no era importante para formar una familia. Recordaba que eso la había lastimado, pero también se acordaba que antes del accidente pensó que con boda o sin boda con Brittany, seguiría amándola tanto o más que nunca y que no le importaría no llevar un anillo en su dedo que demostrara que era la mujer de Brittany Pierce, porque la única que tenía que saber eso, era esa chica que ahora miraba en una cama de hospital, deseando que despertase y decirle lo mucho que la amaba.
Fuera cual fuera la respuesta de Brittany a esa incógnita o duda que Chord había sembrado en ella, de si era capaz o no la rubia de enlazarse a su vida. No iba a negar, que de algún modo causaba que su corazón latiera rápido y una especie de ganas de conocer lo que ella diría si se lo propusiera; porque también quizá Chord había dicho aquello, sólo para darle esperanzas y fuerzas para continuar esperando por su regreso. Tenía que admitirlo, no importaba si sólo era eso, pero era lejos, el mejor combustible para que su corazón siguiera expectante.
Nuevamente, volvía a parecerle que Chord Pierce era una extensión de su propio padre en vida.
Dándole un beso en el mentón y luego en su mejilla, se secó las últimas lágrimas que derramaba.
-Acá sigo, Britt. No me pienso ir.
……………………………………………………………
Se alejó de aquel pasillo con el dolor latiéndole en todo su ser y llorando sin poder evitarlo. Ya todo lo que tenía que ver, lo había visto y todo lo que tenía que escuchar, había sido escuchado. Ya no podía seguir negando lo obvio y menos seguir ocultando la verdad que le explotaba en el rostro una y otra vez con la ley del hielo que Katie y Jack le habían impuesto, haciéndole pagar cara su ignorancia, su intolerancia, su incapacidad para dejar las cosas como estaban, como eran y como siempre seguirían siendo. Había preferido hacer oídos sordos y la vista gorda a que su hija estaba sufriendo por lo que ahora sí podía ver, pero ahora eso no importaba, porque ella estaba en coma.
No había terminado de sentarse en una de las sillas de la sala de espera, cuando de un momento a otro apareció Cooper. El muchacho iba caminando apresuradamente y sin percatarse hacia el ascensor, para irse de ahí. Sin embargo y sintiendo repentinamente un acceso de enojo, se alzó y salió corriendo a agarrarlo del brazo para que no se le escapara. Él, al volverse y verla, le sonrió apenas.
-Hey, Susan…
-“Hey, Susan” nada-espetó ella, enrojeciendo de la rabia-¿A dónde vas?
-Bueno, Susan. Primero que todo, calmate ¿Qué mierda te pasa?-preguntó Cooper, soltándose del agarre de la mujer, sintiendo que le apretaba y le encajaba las uñas un poco-Mierda… un pelín más y sangro.
-¿Te vas ahora?
-¿Qué querías? Voy con retardo de 1 hora a la entrevista-espetó Cooper, señalándole su reloj-Si me atienden, va a ser un milagro. No puedo creer que justo hoy pasara esto.
-Y yo no puedo creer que aún sigas pensando en una entrevista, cuando hace 1 hora y media que Brittany entró en coma. ¿No te importa ni un poco o qué?
-¡Por supuesto que me importa, Susan! ¡¿Pero qué queres que haga?! ¡¿Qué la reviva?! ¡¿Qué la obligue a despertar a cachetadas o qué?! ¡La misma palabra lo dice “Coma PROFUNDO”! ¡Aceptalo u olvidate!
Una sonora cachetada resonó por toda la sala y varias personas se detuvieron a mirar lo que ocurría, mientras otras sentadas, cuchicheaban desde sus asientos. Los ojos negros de Cooper se clavaron en los suyos por unos segundos, pareciendo tremendamente sorprendido. Sin embargo, no siguió mirándolo a él y ya se iba de ahí, sintiéndose muy dolida y hasta insultada, pero la mano de Cooper la detuvo y cuando ya iba a soltarse, él la sujetó más fuerte.
-Susan…
-¡Soltame!
-¡Susan, perdón!
-¡Vos no sentís nada! ¡No te importa nada de mi hija! ¡Soltame!
-¡Si me importa, mierda! ¡Sí me importa!-exclamó Cooper, desesperado y logrando que se quedara quieta-Susan…perdón, de verdad…mira, el caso es que…esto fue demasiado para mí, fue la gota que derramó el vaso, yo…yo realmente esperaba que Brittany se pusiera bien, pero con esto del coma…
-¿Qué?
-Con esto del coma…no me lo esperaba, me descolocó por completo y no sé cómo reaccionar. Si me comporté como un patán ahora, fue total y absolutamente inconsciente, es mi forma de…de expulsar la rabia que siento por lo que pasó.
-La rabia…
-Sí, la rabia, Susan. La rabia.
Ambos se observaron por un rato, hasta que Cooper vio como Susan bajaba la mirada y negaba un poco, a la vez que se frotaba la frente con los dedos, pensando. Él frunció el ceño, confundido.
-Susan… ¿No estarás pensando que yo…?
-¿Qué?-preguntó Susan, desafiándolo levemente con la mirada-¿Qué estoy pensando? Ahora también sabes lo que pienso…
-No sé lo que pensas. Pero lo que pienso que pensas, no quisiera que lo pensaras.
-Yo puedo pensar lo que quiera.
-Uhm…bueno, pero…
-Vos estabas con Brittany, Cooper. Estabas con ella antes que entrara en parada…
-¿Y qué? ¿Uh?-inquirió Cooper, apretando la mandíbula y las manos en puños-¿Con eso qué queres decir?
-Solamente estoy preguntando…
-¡Solamente estás insinuando que yo le hice algo! ¡Como si yo hubiera causado la parada!
-Tengo derecho a preguntarme, Cooper. No me hables en ese tono.
-¿Entonces qué, Susan? ¿Tengo que aceptar que dudes de mi palabra y que me trates y acuses como si me hubieras visto asfixiar a Brittany?
-Basta, Cooper. Basta. Sabes que no se trata de eso.
-¿Ah no? ¿Entonces, de qué? Decime, explicámelo, porque no te entiendo.
Susan pensó bien las palabras, buscando la mejor manera de preguntarle, sin hacerlo sentir que lo acusaba; porque era verdad. Lo estaba acusando con indirectas muy directas.
-Simplemente quiero saber qué pasó. Eso es todo. Quiero entender qué estabas…
-Estaba en su habitación, le dije algunas cosas y cuando me iba a despedir, le di un beso en los labios y justo en ese momento comenzó a pitar la cosa esa. Cuando le revisé el pulso, no lo tenía y tampoco respiraba. Simplemente salí y pedí ayuda. Punto final.
-Le dijiste cosas…
-Sí, cosas…todo el mundo habla con las personas aunque estén en coma o inconscientes, como si ellas escucharan, aunque no lo hagan.
-¿Qué le dijiste?
Cooper sonrió, soltando una risita incrédula, a la vez que se cruzaba de brazos.
-¿Ahora crees que le dije algo que pudo haber escuchado y la hizo entrar en crisis? Está en coma, Susan. En coma. No escucha, no siente, no piensa, no…
-¡Bueno, está bien! ¡Suficiente!-exclamó Susan, enfureciendo un poco, pero luego tomando aire para calmarse-Solamente era una pregunta… No entiendo por qué te ofende…
-No me ofende que me preguntes, me ofende que me interrogues como a un sospechoso ¿Vas a jubilarte de médico y a empezar de poli?
-Te pasaste.
-¿Por qué no interrogas así a Santana? ¿O ahora se convirtió en la intocable? No dijiste nada de ella en todo este tiempo e incluso permitiste que Katie le cediera el puesto para ver a Brittany.
-Si lo hice fue por…
-Y claro, como fue conmigo con quien a Brittany le dio la parada… qué lindo ¿No? ¿Y qué tal si hubiese sido al revés? Que fuera con Santana con quien a Brittany le hubiese dado el paro… ¿Es que acaso ahora ella es tu predilecta? ¿Se ganó tu corazón, finalmente?
-Yo no dije eso.
-No necesitas decirlo, es más que obvio. Dudas de mí, nada más porque estuve en el lugar y hora menos oportunos y con Brittany. Pero tampoco dudarías de Santana, porque te convenció. Pero, ¿Sabes qué, Susan? No es a mí ni a Santana a quien tus hijos consideran el culpable. Pregúntales a ellos, a lo mejor te den una pista de a quien vieron empujando a Santana a la calle.
………………………………………………
-¿Cómo te sentís?
-Mal, tío, ¿Cómo queres que me sienta?
James sonrió y negó, poniendo una mano sobre la de ella para acariciarla.
-No me refiero a eso, me refiero a lo de estar acá, tomándote un jugo y no todo el tiempo frente a la habitación, sin levantarte a hacer más nada que no sea ir al baño y volver a los 5 minutos.
Santana se encogió de hombros, doblando una servilleta para hacer un avión.
-Solamente quiero esperar, simplemente quiero estar ahí cuando Brittany salga del coma y despierte-respondió, sin mirarlo-Si pregunta por mí y no me encuentra…
-¿Pensas que sus hermanos o su padre no le van a decir que sí estuviste? O que, en todo caso, estuviste todo el tiempo esperándola y que queres entrar a verla. Tenes que estar calmada, no te desesperes, porque del desespero sólo queda el cansancio.
-Ya sé, pero igual siempre hay momentos en los que no puedo evitarlo. ¿Sabes esa sensación de cuando necesitas algo…?
-Por supuesto, todos lo sentimos alguna vez.
-Bueno, es eso, James. Yo a Brittany la necesito, la necesito bien, la necesito conmigo…ahora mismo siento un vacío que solamente podría calmarse un tanto, si sé que estoy lo suficientemente cerca de ella. Así sea frente a su habitación, esperando.
-Y es ahí cuando decís eso, que yo digo que esto no puede ni debe convertirse en una obsesión, Santana. Cuando Brittany tenga que despertar, lo va a hacer. Todo a su debido tiempo.
-Pero, ¿Y si no lo hace, tío?-quiso saber, angustiada y llenándosele los ojos de lágrimas-¿Qué pasa si ella no despierta nunca…?
-San, no te tortures…
-¡No me torturo! ¡Es una posibilidad, James! ¡Ya te dije lo que dijo el doctor! ¡Todo depende de Brittany y ella no está reaccionando, no hace nada, no hay evolución…!
Se detuvo a sí misma cuando James se levantó de la mesa y arrodillándose frente a ella, la abrazó; dejándola que llorara todo lo que quisiera. Santana sentía las miradas de muchas de las personas que estaban cerca, tomándose algo en aquella cafetería, pero no le importaba nada de lo que pensaran.
-San, escucha…-musitó James, apartándose de ella para verla y secando sus lágrimas con sus manos-Si eso llegara a pasar…si Brittany no despierta más, por la razón que sea, tenes que entender que no es tu culpa…
-Tío…
-Son cosas que pasan y si ella no pudiera salir de esto, no es por vos, sería porque simplemente y seguramente no habría podido seguir. ¿Entendes? A veces…a veces son cosas que no se pueden evitar, por más que queramos…no más tenes de ejemplo a Mark. Él no resistió y lo dejó, pero porque se haya ido, no significa que no te amaba.
Las lágrimas volvieron, al igual que el abrazo que nuevamente recibió de parte de James. No era un consuelo, en definitiva, realmente deseaba que nunca ocurriera eso con Brittany. Además, todavía tenía muchos planes con ella, tenía miles y millones de cosas para decirle. Todavía tenía esa certeza, esa sensación permanente de que todavía quedaba muchísimas cosas por delante que vivir con ella.
James volvió a su lugar en su asiento frente a Santana y bebió un sorbo de su jugo.
-Igual tenes que seguir teniendo fe. Sabes que la fe mueve montañas. Y si lo de ustedes está destinado a ser, no dudes ni por un segundo que ella va a reaccionar. Tarde o temprano, lo va a hacer.
-Gracias, tío.
Él le sonrió y vio en ese momento, entrando por la puerta de la cafetería, al muchacho que el día anterior se había presentado y que le había inspirado antipatía. Santana vio hacia donde iba su mirada y al ver a Cooper, la apartó y miró hacia su vaso.
-No lo soporto.
-Vos y los hermanitos de Brittany. Ayer me di cuenta. Incluso su hermano, ¿No?
-Parece que tienen viejas rencillas entre ellos dos desde hace tiempo. No tengo idea de las razones.
-Hermanos que no discutan, no son hermanos.
-Si, pero es que ellos dos se pasan en discusiones, por lo que pude entender. Es como que no se soportan y según escuché, Cooper le mató un gatito que Blaine tenía, o algo así.
-El que es capaz de matar a un animalito, es capaz de matar cualquier ser viviente-repuso James, sacando de su billetera unos dólares para pagar la cuenta-No es una generalidad, obvio, pero es lo que a mí me parece. Se trata del no respeto a la vida.
Había estado a punto de comentarle que sospechaba de él por lo del coma de Brittany, pero con eso que ahora su tío le había dicho, la había descolocado un poco e incluso le había puesto la piel de gallina. Ciertamente Cooper inspiraba oscuridad, pero ¿Sería tanto hasta llegar a atentar contra la vida de alguien? Si lo había hecho con un gatito, bien podría llegar a hacerlo con una persona e incluso si esa persona estaba en la incapacidad de defenderse.
-Tengo que ir a ver a Brittany, permiso.
-Pero… ¡Santana!
Ella no le prestó atención y siguió corriendo hacia la salida para subir a la habitación. Sin embargo, al pasar por recepción y ver hacia la puerta de salida, se dio cuenta que ahí estaba Cooper y que hablaba apresuradamente con alguien por su celular. Iba a acercarse para poder escuchar, pero él colgó en ese preciso instante y salió corriendo hacia un auto rojo que justamente se detenía frente al hospital y al abordar Cooper y cerrar la puerta, se iba velozmente de ahí.
Se quedó mirando por unos dos minutos, hasta que repentinamente sintió una mano sobre su hombro y casi creyendo que le daría un infarto, pegó un gritito.
-¡Sshhh! ¡Carajo! Estamos en un hospital-le tapó la boca Blaine, rápidamente-Solamente soy yo.
-¡Estúpido! Me asustaste-reclamó Santana, dándole un golpecito
-El que no la debe, no la teme ¿Qué veías tanto para la salida?-preguntó Blaine
-Nada…sólo era tu hermano…
-Ah, bueno…
-Sí, es que…bueno, qué se yo. Olvidate.
-Hey, no, decime-la detuvo él, tomando de la mano para que no se fuera-A ver, ¿Qué pasa con él? ¿Le viste haciendo algo?
-Uhm…no, solamente irse en un auto rojo.
-¿Un auto rojo? Wow…
-¿Qué?
-Nada, que ya llegó de viaje el idiota de su mejor amigo, Thomas.
-Ah, entiendo. También te cae mal, ¿No?
-¿Caerme mal?-rió Blaine-Caerme mal, realmente no es lo que yo diría.
-Lo odias, entonces.
-Tampoco. Sería darle mucha importancia a un ser que no la tiene.
-¿Entonces? No te cae mal, no lo odias…
-Dejalo en…que me importa tan poco que ni me va ni me viene lo que le pase; pero no negaría que sería mejor si no existiera. No es un tipo muy legal, realmente.
-Y como amigo de Cooper…menos que menos, ¿No?
-Thomas fue quien llevó a las drogas a Coop.
Santana alzó una ceja, incrédula.
-Naaah…no jodas…
-No te miento. Lo vi una vez pasándose una raya de algo, pero cuando le dije a nuestros viejos… creo que desde ese día que se cuida más que no lo vean, pero me agarró más rabia de la que antes me tenía.
-¿Y por qué lo acusaste?
-Porque entre él y yo no hay códigos de silencio entre hermanos. Nunca existieron. Además, él mató a Steven Tyler.
Sin poder contenerse, soltó una risita y Blaine también sonrió, confundido.
-¿Qué?
-Es que cuando decís Steven Tyler…me imagino a Cooper con una pistola y apuntándole al cantante…
-No me sorprendería, realmente-dijo Blaine, pensativo. Pero después de unos segundos, se encogió de hombros y rió también-Pero, sí, es gracioso. Supongo que sabes la historia de Steven ¿No?
-Me la contó Brittany una vez.
-Sí…nuestro gatito. Lo adoraba a ese animal…unos días se quedaba en casa de Brittany y otros días en la mía. Cuando estaba con Brittany, tenía excusa para verla, pero luego Susan se dio cuenta y Puff, se cortó todo. Tenía que quedármelo yo, porque aparte Katie es alérgica a los gatos.
-¿En serio?
-Sí y Susan me hizo la guerra porque a Katie le salían unas pústulas que le picaban horriblemente. En esos días, apenas nos estábamos conociendo la rubia y yo.
-¿Y cuándo empezaron a salir?
-Unos meses después, cuando le robé un beso.
Santana asintió y bajando el rostro, Blaine notó un sonrojo en sus mejillas y él se sintió estúpido.
-Perdón…pero es que vos me…
-Si yo te pregunté, pero no es eso…
-¿Entonces…?
-Es que…me hace acordar cuando…cuando yo…
-¿Vos también le robaste un beso?
Santana asintió y sonrió.
-Bueeeh… ella siempre fue así, no suele darse cuenta de las cosas, sino hasta que le puedan explotar en la cara. Me da hasta risa, porque es la última en enterarse de todo, casi siempre.
-Sí, es verdad.
Los dos sonrieron y suspiraron, pensativos. Hasta que Blaine miró en su celular y después de leer un mensaje, frunció el ceño.
-¿A dónde se había ido este?
-¿Quién?
-Kurt. Me dice que ya salió de comprar en la cafetería, pero ni lo vi pasar…
-A lo mejor pasó directo al ascensor.
-Lo hubiera visto.
-No te darías cuenta.
-En fin…voy a subir ¿Venís?
-Eh…sí
Al subir por el ascensor y llegar, se dio cuenta que ahí ya estaba su tío, pero también con él estaban Derek, Josh y Alex. Cuando ellos la vieron, rápidamente se acercaron y cada uno la abrazó y le dio un beso en la mejilla.
-Hola, ¿Qué hacen acá?-preguntó Santana, viéndolos a los tres.
-Nos dijo Alan ayer de lo de Brittany. También lo de que el auto ese que te seguía-contestó Alex, con preocupación
-Entonces, decidimos venir a ver cómo estabas vos y Brittany-intervino Derek-Ayer no pudimos verte, porque Alan se puso como loco y salió corriendo sin decirnos nada de nada. Cuando volvió, dijo que esperáramos hasta hoy para venir.
-Muchas gracias, chicos-los abrazó nuevamente, sonriéndoles-Significa mucho para mí que estén conmigo acá.
-Bueno, podemos estar solamente un ratito, porque en un rato tenemos que volver a la disquera-dijo Josh
-Y vos tenes que venir con nosotros-repuso Derek
-¿Qué? ¿Y por qué? No puedo irme.
-Alan dijo que nos tenía que decir algo importante y sobre todo a vos, San. Dijo que le hiciéramos el favor que cuando viniéramos, te dijéramos que era importante.
-¿Qué puede ser más importante justo ahora?
-No sé, pero eso es lo que nos dijo y tenes que cumplir, porque dijo que es de urgencia y se trata de tu carrera-dijo Josh
-¿Y por qué no me llamó él y me lo dijo, si era tan importante?
-Porque estaba en una reunión. A nosotros ni siquiera nos lo dijo en persona, nos envió el mensaje en un papelito junto con la chicas que hace el café.
Santana bufó, fastidiada y mirando hacia su tío. Éste se encogió de hombros
-Va a ser mejor que vallas, San.
-Pero ¿Y Britt…?
-Yo me quedo acá y cualquier cosa, te hago saber enseguida.
-¿De verdad, tío?
-De verdad.
Aún ni con eso se convencía. No era que no confiara en la rapidez de James para informarle si había alguna nueva cosa sobre Brittany; lo que no quería era alejarse de ella tanto tiempo; además que no sabía cuánto duraría la fulana reunión con Alan.
-Bueno, bueno, está bien-dijo, finalmente y con evidente molestia en su voz-Pero, antes quiero pasar a ver a Brittany.
-Creo que podes pasar, solamente Scott está con ella.
Efectivamente, al entrar silenciosamente a la habitación, ahí estaba Scott, sentado en el banquito y mirando a su hermana, mientras le tomaba la mano y le hablaba. Sin embargo, cuando lo vio llorando, se quedó en su sitio, escuchándolo.
-Perdoname, Britt…Perdoname...-gimoteó, angustiado-Es mi culpa que ahora estés así…perdoname por dejar entrar a Cooper…
-Scott…
El muchacho casi se cae de su asiento del puro susto que se pegó y al voltear y ver a Santana, se apresuró a secarse las lágrimas con las mangas de su camisa, levantándose de un salto.
-Scott…
-Perdón, no te escuché entrar.
-Scott, no es tu culpa-dijo Santana, acercándose a él.
-Bueno…eso decíselo a Katie. No hiso más que culparme desde hace rato…
-Solamente está dolida, cuando se está dolido decis cosas que no queres. Tenes que comprenderla, nadie se esperaba que Brittany entrara en coma.
-Bueno, Katie dice que no confía en Cooper y que algo le tuvo que hacer para que entrara en parada. Que nada es por azar-murmuró Scott, algo apesadumbrado-En fin… Venías a verla de nuevo, ¿No? Ya me salgo para que vos…
-No, no, quedate-lo detuvo Santana, por el brazo-Solamente es un toque, venía a…decirle que después vuelvo.
-¿A dónde te vas?
-A una reunión urgente con mi manager-contestó Santana, poniendo cara de fastidio. Miró a Brittany y acercándose, tomó su mano entre las suyas.
-Parece como si estuviera durmiendo, ¿Viste?-dijo Scott, en voz baja-
-Podes pensar que es eso, pero es un sueño muy profundo-susurró Santana, aproximándose a su vez a la frente de la rubia y depositando un beso ahí-En un rato vuelvo, Britt-Britt-musitó, en el oído de Brittany. Se acercó, entonces, a sus labios y la besó; sintiendo que éstos estaban algo más fríos que cuando la había besado unas horas atrás. Pensó que quizá fuera por el aire acondicionado, así que se separó, añorando esos días en los que al besarla, ella le respondía tan pasionalmente mientras se colgaba de su cuello con sus manos, dejándola sin respiración.
La observó al separarse y luego miró a Scott, que todavía continuaba allí.
-Por un momento habría jurado que iba a despertarce cuando la besaste. ¿No es así cómo tiene que ser? Que el príncipe, en este caso vos la princesa, la besas y ella reacciona.
Santana sonrió y dándole un beso en la mejilla a Scott, negó.
-Esto no es un cuento de hadas, Scott. Esto es la realidad. Aunque no queramos.
-Ya sé por qué, entonces, Jack odiaba esos cuentos cuando mamá se los contaba a Katie.
-¿Y vos los odiabas?
-No, me daban igual. Siempre preferí otras cosas. Igual sigo pensando que tuvo que ser así.
-Cuídenla con tus hermanos por mí, ¿Sí?
-No te hagas drama, acá vamos a estar o sino mis viejos.
-Gracias.
No, realmente no se sentía bien dejándola y alejándose tanto de ella, en ese momento. Era como la misma sensación de desamparo que había sentido cuando se despidió de ella en el aeropuerto y la dejó sola.
En el estacionamiento del hospital estaban sus guardaespaldas, todo el tiempo estuvieron ahí desde que la trajeran en la mañana. Martin fue quien le abrió la puerta de la Van y ella entrando, se acomodó en el asiento, justo al medio entre Josh y Derek, mientras Alex iba detrás junto con los demás guardaespaldas: Finn, Dyl y Martin, porque Sam iba conduciendo.
Saliendo del estacionamiento, miró hacia atrás por la ventanilla. Todos le habían dicho que cuidarían muy bien de Brittany, pero aún y con toda la seguridad que había contratado Chord para poner cerca de la habitación de la rubia; no hacía que dejara de sentir esa angustia que estaba comenzando a aparecer nuevamente, parecida a la que había tenido cuando tenía la certeza de que alguien la seguía. Observó hacia atrás y no vio ningún auto negro. Supuso que sólo sería el miedo que todavía tenía impreso en todas partes de su cuerpo.
Por suerte, la disquera no quedaba tan terriblemente lejos del hospital, por lo que estuvieron ahí en unos 15 minutos. Lo que no se esperaba es que en la entrada principal estuvieran algunos periodistas, camarógrafos y fotógrafos, tratando de conseguir una entrevista con uno de los tipos barbudos con los que Alan solía tener reuniones. El que estaba siendo asediado era uno de los principales accionistas de la disquera al que sabía que, secretamente, Alan le apodaba “Zamuro Negro”, porque el tipo siempre vestía de negro o sino, también le llamaba “Johnny Cash con barba”. Sin embargo, el tipo era igualito al cantante, en sus años jóvenes. Su apellido era Zimmerman, pero su nombre ya nunca se lo llegó a aprender.
Lo vio, entonces, acceder a una limusina que lo esperaba frente a la entrada y enseguida ésta se fue; dejando plantados a los periodistas. Quienes, ajenos a la llegada y posterior entrada al estacionamiento por parte de Santana, se quedaron esperando que alguien más saliera.
-Ya deben haber terminado la reunión con Alan, si Zimmerman estaba saliendo-apuntó Derek, saliendo primero de la Van, una vez que estacionaron en un puesto.
-Mejor así, no deseo tardarme tanto.
Justamente, en aquel momento repicó su celular y al ver la pantalla, atendió.
-Estamos abajo, Alan. Ya vamos a subir…dale, pero tranqulizate un poco.
-Sargento Pimienta al ataque.
Todos miraron a Finn al decir aquello y soltaron la risa. Incluso Santana se permitió sonreír un poco, a pesar de la angustia que todavía sentía. Todos subieron en el ascensor y al llegar, los recibió Alan en la propia puerta, con cara de desesperado y atormentado.
-¡Por fin!
-¿Y? ¿Cuál es la urgencia?
-Bueno, primero entra vos, Santana-le indicó Alan, el pasillo que daba hacia su oficina-Después hablo aparte con ustedes-dijo, mirando a Josh, Derek y Alex.
-¿Qué? ¡¿Nos haces venir para que después nos digas que después vas a hablar con nosotros?!-reclamó Josh, enojándose-Alan, le prometía a mi vieja que hoy sí la ayudaba a limpiar.
-Y la vas ayudar, pero esperame un toque. Simplemente van a ser un par de cosas que tengo que tratar con Santana.
-Dijiste que se trataba sobre mi carrera-intervino Santana, dudosa.
-Y así es. Vamos a mi oficina. Por favor, chicos, espérenme acá.
Lo odiaba, odiaba que Alan se pusiera de misterioso, sabiendo él que no estaba de ánimos para eso. Entró por la puerta y luego la escuchó cerrarse cuando él pasó y fue hacia su escritorio para sentarse en la silla.
-Toma asiento.
-No, estoy bien así. Decime qué pasa.
-Te dije que tomes asiento, Santana. No son dos cosas las que te voy a decir.
-Dijiste que ibas a “tratar UN PAR de cosas…”
-¡Bueno, bueno! Dios…que a vos no se te escapa nada. Rectifico: Es algo importante, Santana. Sentate.
-¿Vas a tardar?
-Depende de cuánto tiempo demores en entender lo que te tengo que decir y después proponer. Así que, por favor, sentate.
Ahora dependía de ella que tardaran o no. No sabía por qué, pero ya no le gustaba lo que iban a tratar. No tenía idea de qué era, pero sabía y tenía la impresión que le iba a disgustar.
Tomó asiento frente a él en una de las sillas y él le sirvió una taza de café, que le puso enfrente en el escritorio. Santana tomó un sorbo y esperó a lo que Alan tenía que decirle.
-Bien, mira, Santana. Como ya debes saber, hoy tuve esta reunión con la legión de barbudos y asociados. Tratamos, entre otras cosas, sobre lo del viaje a Italia, conciertos atrasados y sobre el imprevisto que representó lo de Brittany…
-Ajá ¿Y?
-Espera…lo que quiero decir es, que conversé con ellos y la verdad, es que comprenden muy bien por lo que estás pasando, te envían sus mejores deseos para que Brittany se recupere e incluso te firmaron todos una tarjetita que cuando tu novia despierte, se la podes leer.
No se había saltado el hecho de que Alan había mencionado a Brittany como su novia, pero ni siquiera hizo el intento de corregirle. Observó la tarjeta que su manager le alcanzaba y tomándola en sus manos para leerla apenas por encima, asintió.
-Dale, muchas gracias. Muy considerados de su parte.
-Y lo son, realmente lo son, Santana. Sé que a lo mejor en el pasado fueron muy duros, pero en estos días se comportaron bastante bien y al enterarse de lo que pasó…
-¿Supieron que era contra mí y no contra Brittany que iba el arrollamiento?-quiso saber Santana, interrumpiendo a Alan.
-Uhmm…sí…se los dije…aunque ellos ya se habían dado por enterados al leer las noticias en la mañana.
-¿Y qué dijeron?
-Bueno, que sería bastante importante que no salieras a ninguna parte si no estaban tus guardaespaldas y me pidieron que, de hacer falta, contratara a más chicos para el anillo de seguridad.
-¿Y para Brittany?
-Si así lo queres…
Frunció el ceño, fijando sus ojos marrones en los de Alan y buscando a ver si pestañeaba, buscando el truco. Sin embargo, aunque no lo encontró, sabía que faltaba más.
-Muy bien, Alan. ¿Qué está pasando? ¿Y qué es lo que quieren?
Su manager sonrió, nerviosamente y tamborileando sus dedos en el escritorio. Tomó aire y lo soltó.
-Que se haga el viaje, Santana. El viaje a Italia y…los conciertos.
-Alan…sabes que justo ahora…
-Ya sé, San. Te juro que lo sé y traté, hice todo lo posible para que ellos accedieran a esperar, por lo menos dos o tres semanas a que esto se calmara, que Brittany pudiera recuperar la consciencia…encima antes de entrar a la reunión, hablé con tu tío y él me avisó que ella había entrado en coma justo hoy…
-Y por eso precisamente no puedo…
-Escucha, Santana…si no fuera importante, realmente ni me habría molestado en llamarlos a los chicos y a vos. Te juro por lo más sagrado que hay, que hice lo que estuvo a mi alcance para hacerles entender que estás pasando por un momento pesado, que con todo lo de esta…repentina persecución de un desconocido y después lo de Brittany; apenas sí tenes cabeza para vos misma. Les pedí que te dieran una oportunidad y que hablaran con los de Italia, que son la empresa de entretenimiento que te contrataron, con la que firmaste la otra vez para la presentación en el estadio ¿Sabes? Bueno, ellos, les pedí que hablaran con ellos y los barbudos me dijieron que ya lo hicieron, pero los de Italia dijeron que quieren la presentación, porque ya está firmado el contrato y que si no cumplimos en el plazo de una semana a dos, nos pueden demandar o en este caso, a vos por incumplimiento del contrato; ya que ellos ya vendieron todas las entradas y en apenas 4 horas ya éstas estaban agotadas.
-¿Una semana o dos?
-Uhmm, bueeeeno…
-Alan…
-En realidad era una semana…-musitó Alan, poniendo cara de incomodidad-Dije dos, por no dejar…pero en realidad es en una semana.
-¿Esta?
-Sí, hasta el domingo nos dieron plazo de llegar allá, pero…bueno, realmente…
-Decilo.
-Los pasajes anteriores fueron cambiados a mañana para irnos al mediodía. No podemos esperar más, porque los barbudos necesitan entrevistarse con los chicos del grupo italiano.
La tarjeta que Alan le había entregado, la dejó sobre el escritorio y suspiró, demasiado desanimada y sin saber qué pensar o decir. Realmente no quería ir, no podía ir sabiendo el estado en el que Brittany estaba. Despedirse de ella ahora, sería como repetir el dejarla sola y alejarse de ella, no quería eso, cuando ya había prometido y jurado que estaría todo el tiempo a su lado.
-Pensé que sandría Snix…aunque todavía la estoy esperando.
Santana dirigió su mirada hacia su manager y notó que realmente estaba algo tenso, agarrándose de su silla como previendo que explotara en algún momento o algo así.
-Y decís que me van a demandar…
-Sí. Si no cumplís…vas a un juicio y te digo que ellos tienen las de ganar, San. Sería un proceso largo.
-Bueno, que me demanden.
-Santana…
-Que me demanden. No puedo ir, si no lo entienden, no es mi problema…
-No estás pensando con claridad…
-¡Simplemente estoy pensando en lo que me importa, Alan! ¡Y justo ahora me importa una mierda si me demandan! ¡Yo quiero estar con Brittany!
-¿Y vos pensas que Brittany estaría feliz y contenta de que dejes lo que siempre fue tu sueño por ella? ¿Pensas que te dejaría romper con todo esto por…?
-No puedo saberlo, Alan. Ella está en…
-Por supuesto que lo sabes, porque no necesitas que ella esté consciente para saber que ella te diría que primero vallas a por tus sueños. Ese que siempre estuvo presente desde que te vi cantar por primera vez con tu viejo, Santana…tenías… ¿Qué?... ¿10 años?
-Tenía más cantando con él.
-Si…pero yo lo conocí posteriormente a tu nacimiento. Pero, esa fue la primera vez que te vi y la primera vez que te escuché decirle a tu papá que ibas a ser más famosa que Jesucristo. Entonces, me acordé que por ese tiempo tenías cierta obsesión con John Lennon y The Beatles. Así puedo estar por horas, Santana Lopez, haciéndote acordar qué es lo que jamás vas a dejar de ser: El orgullo de Mark y una luchadora, que no se deja ganar por nada, ni nadie.
-¿Por qué haces esto?-preguntó, sintiendo que en cualquier momento lloraría-Si sabes muy bien que…
-Sé muy bien lo que diría Mark, pero también lo que diría Brittany, San. Ninguno de los dos estaría de acuerdo con que expongas tu carrera. Que a pesar que tu rubia no está ahora, pero…bueno…ella va a volver en sí en cualquier momento y decime, ¿Qué decís que va a pensar cuando se entere que estás en juicio por incumplimiento de contrato? Y además por ella. No vas a querer hacerla sentir culpable ¿O sí?
-Ella no es culpable. Es mi decisión.
-Igual que muchas decisiones que tomaste y no consultas con quien tenes que hacerlo. A lo mejor esté yendo muy lejos con lo que dije, pero es verdad. No quiero arrepentimientos después, Santana. Igual no cambiarías que se sintiera responsable, aunque no lo sea.
Tuvo que aceptar muy a su pesar, maldiciendo por lo bajo a los idiotas empresarios italianos que no podían comprender cuando algo era más importante que un concierto. Seguramente si hacía un referéndum entre sus fanáticos italianos, ellos sabrían comprender perfectamente su situación.
Una vez que había salido de la oficina de Alan, llamó a Josh, Derek y Alex para que pasaran a hablar con ellos. Sin embargo, solamente duraron unos 10 minutos y enseguida salieron.
-Una emergencia solamente para decirnos que nos vamos a Italia mañana-dijo Derek, incrédulo
-Perdón, pero yo me voy. Estoy tarde ya-dijo Josh, dándole un beso de despedida a Santana en la mejilla.
-Pero, ¿No venís con nosotros a tomarte un café, aunque sea?-preguntó Alex
-No, no, en serio no puedo. En cuanto llegue mi mamá me va a colgar de las pelotas. Nos vemos mañana.
Bajó de un salto 5 escalones y luego corrió escaleras abajo para llegar a P.B. Santana miró a los chicos y suspirando, se fue hacia el ascensor, siendo seguida por Finn, Dyl, Martin y Sam. También la siguieron Derek y Alex.
-¿No venís vos, San?
-Saben que no, chicos. Quiero ir a ver a Brittany-respondió, presionando el botón de sótano.
-Uhm, dale, pero mira…solamente lo decía para ir a tomarnos un café en el Starbucks que queda en…
-¿En el Starbucks? No, no, gracias. Yo a ese Starbucks no voy mas…perdón. Además, mejor me quedo tranquila y voy al hospital, que ahí es donde tengo que ir ahora.
-Simplemente es un café, San.
-Un café lo podemos tomar ahí en la cafetería de Planta…
-Desde que reinauguraron eso con el nuevo cocinero, es terrible el café. Tiene gusto a zapato de viejo-se quejó Derek, asqueado.
-¿Vos probaste el zapato de algún viejo?-preguntó Alex, alzando una ceja.
-No…pero me imagino que debe saber igual, si hasta el aroma del café que me sirvieron ayer, es similar al de los pies de Josh cuando se quita las medias.
-Bueno, chicos. Perdón, pero de verdad, no puedo ir.
-Sí que podes, San. Va a ser un toque. Mira, compramos el café y enseguida nos vamos ¿Te va?-pidió Derek, suplicante-Es que además, queremos que te calmes un poco con todo lo que pasó. El café es un estimulante del sistema nervioso y puede…
-Bueno, bueno, está bien-aceptó Santana, cortando su discurso, porque ya sabía que se pondría pesado-Vayamos a comprar el bendito café, pero después nos vamos directo al hospital.
-Genial.
De camino hacia el Starbucks, iba todo el rato mirando hacia atrás por la ventanilla de la Van, vigilando por si veía algún auto negro o muy sospechoso. Todos eran de colores y se veían bastante normales, sabía que sólo tenía una ligera paranoia ahora, pero quería asegurarse de que nadie los seguía.
Llegando al local en 20 minutos con todo y tráfico, llegaron al local, donde Finn, que era ahora quien conducía, se estacionó en uno de los puestos.
-¿Vamos todos o se queda alguien cuidando el auto?
-Martin y yo nos quedamos-dijo Sam
-Dale, entonces vamos nosotros y los acompañamos-dijo Finn, saliendo de la Van-Alguno de los dos que se ponga frente al volante.
Dentro del local todo estaba un tanto más libre que la última vez que había venido. Sin embargo, las pocas personas que estaban se dieron cuenta de su presencia, junto con la de Derek y Alex; quienes rápidamente se colocaron frente a la barra para pedir.
-¿Vos vas a pedir lo de siempre, San?-preguntó Alex
-Sí, por favor.
Entregándole dos billetes para pagar su pedido, él lo agarró y se lo entregó a la muchacha que atendía, quien no dejaba de hacerle ojitos a Derek, mientras buscaba el vuelto en la caja y se lo entregaba a Alex.
-¿Le pediste su número?-preguntó Alex, riéndose y viendo a Derek, mientras salían del local y le iba pasando su café y el brownie a Santana.
-Bueeeeno…en realidad ella me lo pasó. Miren-mostró Derek un papelito como si fuera un trofeo-Hasta el correo me lo escribió. Si queres te lo doy también a vos.
-No, gracias. Esta genial y todo, pero muy pelirroja para mí. Además que ella te dejó el número a vos, no a mí.
Fue entonces que en ese momento aparecieron de la nada unas tres chicas, gritando y riéndose, mientras rodeaban a Derek y Alex para pedirles un autógrafo. Santana rodó los ojos, desesperada por llegar al hospital, así que se apartó para seguir hacia el estacionamiento y Finn y Dyl la siguieron.
Cuando las chicas dejaron en paz a Derek y Alex, ambos los alcanzaron y los pasaron para llegar a la Van, entrando cada uno por la puerta. Sin embargo, cuando ya Santana iba a abordar, de la nada se escuchó un frenazo y antes que pudiera entender lo que sucedía, un disparo que le pasó por encima del hombro, pegó en uno de los vidrios de la Van, haciéndolo quebrarse. Aquello la asustó, pero de pronto una paz salida de no sabía dónde, la cubrió por completo y mientras que sentía que caía al suelo, como si estuviera en cámara lenta; tuvo una fugaz visión de Brittany y hasta la pudo sentir agarrándola de la cintura, hasta terminar en el suelo; con ella encima suyo y protegiéndola. Nunca se había sentido tan tranquila y segura en toda su vida. En una balacera y ella estaba tranquila.
Escuchó más disparos, pero luego el sonido de una sirena de policía. El auto que se había detenido para trancarlos se fue en ese momento y cuando se decidió a abrir los ojos, vio que sobre ella no estaba quien creía que debía ser. Realmente era Sam, quien era el que la había tumbado al suelo para protegerla. Sintió una desilusión tremenda, pero a pesar de eso, la tranquilidad y la seguridad no desaparecieron, al contrario; permanecieron ahí, mientras le miraba a sus ojos celestes y él la observaba con preocupación y respirando rápidamente.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias.
En un abrir y cerrar de ojos, él se levantó de encima suyo y le extendió la mano para ayudarla a ponerse en pie; lo cual hizo, quedando los dos frente a frente y cercanos. Él apenas sonrió, porque se notaba que todavía estaba preocupado.
-Espero no haberte lastimado al lanzarte…
-Estoy bien, en serio. Ni siquiera me dolió.
En ese momento apareció Finn, al mismo tiempo que dos patrullas de policía se estacionaban al frente y de ella bajaban unos oficiales. Al tiempo llegó una ambulancia.
-Ustedes dos, ¿Están bien?-preguntó Finn, seriamente y apurado.
-Sí, lo estamos.
-Buenísimo, pero le dieron a Alex en el hombro.
El corazón retumbó en su pecho, igual escuchándolo en su oído. Corrió del otro lado de la Van y vio a Derek, junto con Dyl y Martin, asistiendo a Alex, que estaba sentado dentro del mismo auto y agarrandoce con fuerza el hombro derecho con la mano izquierda.
-Alex…-se acercó Santana a él y mirando con horror la sangre que salía de su hombro y la repentina palidez que comenzaba a aparecer en su rostro-Mierda, mira nada más…
-Estoy bien, estoy bien. En serio. No es nada-farfulló Alex, restándole importancia.
-¡¿Qué no es nada?!-exclamó Derek, presionándole él también en el hombro en una forma para detener la hemorragia-¡Eso se te va a poner horrible, hermano!
-Tengo esperanzas, entonces-bromeó Alex, riéndose-Suerte que es orificio de entrada y salida.
-Permiso, por favor, permiso-intervinieron unos paramédicos, para acercarse a Alex y asistirlo ahí mismo-Señor, aparte la mano, por favor.
Él hizo lo que uno de los paramédicos le decía y en cuanto vio de nuevo a Santana, todavía paralizada e impresionada, como en estado de shock, le sonrió y agitó su mano izquierda, saludándola.
-¿Vos estás bien?-le preguntó a ella, preocupado.
-Sí, preocupate por vos mismo, ahora.
Él volvió a sonreírle, pero al ver que con unas tijeras uno de los paramédicos le rompía su camisa, gimoteó.
-¡Esta es mi camisa favorita!
-Era, señor, era. Ahora recuéstese bien.
Santana se apartó de la Van, todavía sorprendida y con el susto que no había sentido durante los disparos, apareciendo justo en ese momento. Uno de los oficiales de policía se le acercó y le dijo algo, pero aunque apenas pudo entenderle lo que quiso decir, lo siguió en silencio.
De pronto todo le parecía soberanamente irreal.
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:05 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.22 BORN TO DIE
What I Like About You♥
CAP.22 Part II
BORN TO DIE
Estacionaron en un escampado y apenas sí se había detenido el auto, cuando abrió la puerta de golpe y salió de ahí, enojado, muerto de la rabia y de la nada alzó el brazo y comenzó a disparar indiscriminadamente, al mismo tiempo que gritaba.
Cuando ya las balas se le terminaron, dejó caer el arma al suelo y comenzó a patear el auto, los cauchos y dar puñetazos al capó, pero sin sentir que era suficiente, sacó un bate de beisbol que había llevado y golpeó varias veces en el auto, haciéndole abolladuras y luego quebrando el vidrio del parabrisas. Al calmarse, tomó aire profundamente y sentándose en el asiento del auto, lo expulsó, respirando como si hubiese estado corriendo varios kilómetros. Delante de él se paró Adam y al verlo, él se sacó la máscara negra y la lanzó a cualquier lugar donde cayera.
-Sigo pensando que sí le di.
-Sigo pensando que si no desapareces tu puta cara del frente, te voy a…
-A ver, vamos a calmarnos.
-Te dije que…
-Esto lo hicimos a voleo, Coop. ¿Qué querías conseguir? ¿De verdad te pensas que ibas a conseguir matarla apareciéndote de la nada y disparándole? Esto es la vida real, no son películas. Tenes que pensar primero. Pensar y planear, después actuar.
-Cuento 3 y no te veo.
-Coop…
-3
Le apuntó con un arma que agarró del asiento del copiloto, pero ni así Adam se apartó y sólo sonrió.
-No tene balas. Las gasté todas.
-¿Sí? Probemos.
-¡NO! ¡No, Coop! ¡Mierda, chabon!-se asustó Adam, apartándose cuando Cooper bajó el seguro y por un momento pensó que le iba a disparar de verdad, pero él sólo rió-¡Quedaba 1!
-De 5 que había en el tambor, solamente 1 te quedó…lo que quiere decir que si sólo te habría dado 1, a lo mejor la pegas justo en el blanco ¿No?
-Sigo pensando que sí le…
-¡Le diste a la puta ventana, idiota!
-¿y quién le dio al otro?
-Yo
-Mucha puntería vos tampoco tenes, ¿No?
-Mejor que la tuya, sí.
Adam gruñó y abriendo la puerta de atrás del auto, sacó una botella negra y al quitarle la tapa, derramó un chorro sobre la máscara negra que se había quitado. Alejándose unos metros, encendió un fósforo y lo lanzó, haciendo que unas llamas se prendieran al instante.
-¿No vas a quemar la tuya?-preguntó a Cooper.
-Para lo que sirve…
-Igual, son pruebas que incriminan.
-No más que este auto ¿Dónde conseguiste esta chatarra?
-Lo robé.
Cooper bufó, sonriendo.
-Igual no creo que su dueño lo extrañe. Es una verdadera lata y por eso pensé que para esto nada más quedaba bien. ¿Lo quemamos?
Sacando su propia máscara de su bolsillo, la lanzó al fuego junto con la de Adam. Se guardó sus pistolas y saliendo del auto, se alejó, al tiempo que dejaba que Adam derramara el combustible sobre el carro y por dentro de éste, en los muebles.
Al estar listo, Adam encendió su yesquero y lanzándolo hacia el auto, los dos se alejaron más y vieron una pequeña llama que pronto comenzó a hacer grande e iba creciendo.
-Vámonos ya.
……………………………………………………
Alex no había salido muy comprometido del disparo que había recibido, le realizaron los primeros auxilios en el mismo lugar de los hechos, pero aún así los paramédicos decidieron llevarlo en la ambulancia hacia el hospital para que le hicieran las últimas curaciones. La bala, tal como él ya lo sabía, había entrado y salido, descubriendo luego los policías que ésta se había quedado incrustada en la puerta trasera de la Van, después de extrañamente atravesar el mueble.
Los policías se quedaron recolectando en el lugar, los casquillos de las balas, como pruebas para identificar el arma con que se habían disparado y también las respectivas declaraciones de varias personas que habían sido testigos. Todos estuvieron de acuerdo en que el auto en el que iban los dos sujetos que dispararon, era un Cadillac vino tinto de los viejitos, como de los años 60, con los vidrios tintados, techo instalado blanco y bastante maltratado. Una de las personas que había estado en el momento de los disparos, aseguró haber visto que cuando se iban, las placas eran del estado de Oklahoma. Sin embargo, ninguno supo decir quiénes eran los tripulantes, porque estos tenían capuchas negras sobre sus rostros e iban vestidos de negro; aunque todos coincidieron en que parecían ser bastante jóvenes, por la contextura de ambos.
Estando ya en el hospital, Santana se quedó un rato junto con Alex, mientras le realizaban las últimas curaciones. Al estar listo, le colocaron unas vendas y una de esas cosas que sostenían el brazo, además que le recomendaron reposo por 48 horas y unos analgésicos por si le dolía. Una vez que llegó Alan y también la familia de Alex, Santana le dio un beso en la frente al muchacho y le dijo que descansara, que ya iría a verlo en un rato, nuevamente.
Saliendo de la sala de emergencias, fue rodeada por su tío James, por Derek, Josh y también Katie, quien había bajado para enterarse de lo que había ocurrido.
-¿Cómo está?-preguntó Derek, todavía preocupado.
-Va a estar bien. La bala no toco nada importante.
-¡Pfft! ¡Qué bueno!-exclamó Josh, sonriendo y abrazando a Derek y luego a Santana-Les juro que me asusté cuando lo vi por el noticiero.
-Y eso que no estuviste presente, porque te habrías cagado hasta las patas-dijo Derek, sonriendo nerviosamente-¿Piensan que con esto cancelen lo del viaje y los conciertos? No creo que Alex pueda tocar la guitarra así.
-¡¿Se van de viaje?!-exclamó Katie, incrédula y mirando a los tres, en especial a Santana, quien suspiró y asintió-No creo que puedan…Como dice Derek, Alex necesita reposo ¿O no?
-Tu vieja le dio 48 horas de reposo y unos analgésicos. No dijo nada de si podía tocar o no la guitarra.
-¡Mira!, justo ahí viene la doctora-susurró James, al verla salir a Susan de la sala.
-Doctora, doctora…-se acercó Derek a ella, para hablarle-¿Mi amigo va a poder tocar la guitarra?
-Por supuesto, no le amputamos ningún miembro. Es absolutamente capaz de…
-Disculpe, no me refiero a eso, sino a que si podrá en 48 horas tocar la guitarra. Es lo que Santana dijo que usted había dado de reposo…
-Bueno, siempre y cuando no se esfuerce y no mueva mucho el brazo…que esté en una posición suficientemente cómoda y con reposos, por supuesto que podrá. Pero, eso sí…no creo que pueda alzar el brazo para romper guitarras, por lo menos hasta 1 mes y medio después, cuando ya haya sanado completamente.
-No, él no rompe guitarras. Ama su guitarra…es como su novia.
-Perfecto, entonces. Saldrá de alta en un par de horas. Con permiso.
-Gracias, doctora.
-Un placer y… Katie, ¿Podes venir un momento?
-Bueno-musitó ella, sin mirarla.
-¿Podemos entrar a verlo?-preguntó Josh
-Si mamá ya salió, deben haber dejado que entren a verlo. Está Alan y su familia con él ¿O no?-razonó Katie, encogiéndose de hombros.
-Pero…
-Vayan y vean si pueden pasar, seguro que los dejan-dijo James, dándoles un empujoncito y haciéndolos entrar por la puerta-Si vos estás bien, San, voy a hablar con Finn y los demás muchachos.
-Dale, tío.
James las dejó solas a Santana y Katie; y la primera se quedó mirando a la segunda, quien también la observó y alzó una ceja.
-¿Qué?
-Te gusta Alex, ¿No? Fuiste la primera en salir corriendo para acá a ver como estaba, cuando te enteraste.
-Un poco me gusta, sí. ¿Por qué negártelo?
Santana sonrió
-¿Y Thiago?
-¿Qué pasa con él?
-Tampoco me vas a negar que te gusta ¿O sí?
Katie enrojeció un poco y se cruzó de brazos.
-No sé de qué hablas. ¿De dónde sacas…?
-Mira, si queres no me digas, no hace falta…pero la otra vez te vi guiñándole el ojo.
-¡Oh, bueno! Sí me gusta ¿Hay algún problema con eso? ¿Está prohibido guiñarle los ojos a los pibes ahora?
-Simplemente acordarte que él es mayor que vos.
-No es como si lo fuera a violar, calmate. Simplemente fue un guiño.
-Claro…
-Pero si él se deja…
-Bueno, basta. ¿No vas a ir con tu mamá? Debe estar esperándote.
-Que espere un rato más. Ahora estoy ocupada.
-Kat…-musitó Santana-Por favor, habla con ella.
-No te pongas como Scott…
-Creo que ya es suficiente castigo para ella. Jack y vos no le hablan, Scott y Max son los únicos, pero Max está en casa…
-Max no cuenta. Él es pendejo y no sabe nada.
-No, al contrario, pienso que sabe mucho. Él, justamente por ser chiquito, no tiene la malicia para juzgar a su vieja y simplemente la perdona.
-¿Cómo sabes eso?
-Porque me lo dijo cuando traían a Brittany acá. Me dijo “No odies a mi mamucha por esto, San. Ella solamente se equivocó”. Y pienso que tiene mucha razón. Ustedes que son sus hijos, deben acompañarla ahora más que nunca y brindarle cariño, saberla perdonar, porque ella ya lo hizo con ustedes desde un principio.
-¿Perdonarnos…?
-Exacto. Los desplantes que les hacen, el hacer como que no existe, dejarla con la palabra en la boca o culparla reiteradamente…ella los perdona todo eso a cada vez que lo hacen. Piensen que cuando ella no esté, cada una de las cosas que le hagan, los va a hacer sentir un peso muy grande. No la desperdicien ahora que la tienen, sepan apreciarla con todo y sus errores, sobre todo con ellos, porque cuando no esté, es lo que probablemente más van a extrañar.
-¿Por qué me dices todo esto?-preguntó Katie, aguantando las ganas de llorar-¿Por qué vos, entre todas las personas…?
-No le guardo rencor, simplemente. Ella es su vieja, es la mamá de Brittany y haya pasado lo que haya pasado, sé que ella simplemente creía que hacía lo correcto. En todo caso, ella no me obligó a separarme de Brittany, lo hice yo sola y es mi responsabilidad. Además…si te digo todo esto, es porque sé que ustedes dos, Jack y vos, sufren también tratando mal a su madre.
Un mensaje en el celular de Katie llegó en ese momento y mientras se secaba algunas lágrimas de sus ojos, lo leyó y luego se guardó el aparato en el bolsilo.
-¿Venís? Thiago me dijo que Blaine acaba de salir de la habitación de Brittany y que si queres verla…
-Sí, quiero. Vamos.
-Espera, San. Que quiero hacerte una pregunta. ¿Vos vas a…despedirte hoy de Brittany?
-¿Despedirme…?
-Te vas mañana, ¿No? ¿O pensas que pueden llegar a cancelar todo…?
-Realmente, no sé, Kat. Si lo cancelan…
-¿Vos pensas que lo van a hacer? Decime, sinceramente.
Santana negó, apesadumbrada
-Entonces, ¿Te vas a despedir hoy o vas a venir mañana un ratito?
-Voy a venir mañana un ratito, también.
Llegando al pasillo que daba hacia la habitación de Brittany, se encontró de frente con un doctor joven, hablando con Susan y Chord, y que también a su alrededor estuvieran escuchando con atención, Blaine, Kurt, Thiago, Jack y Scott. No se esperó que Katie le murmurara que ese era el obstetra que había atendido a su madre y que, además, era el que Brittany y Blaine habían elegido para que atendiera el embarazo de ella.
Katie se alejó para acercarse y escuchar lo que estaba hablando el doctor y entonces Santana sintió un escalofrío recorrerla, viendo cuando él le entregaba un par de cajitas que parecían de discos compactos a Chord y Susan, y otro par a Blaine, quien lo miró y luego asintió, leyendo Santana el agradecimiento al doctor en sus labios.
-¡Santana! Vení acá, acercate.
Chord la llamó al verla y Santana obedeció mecánicamente, casi sin pensar y aproximándose hacia ellos. Chord la tomó de la mano e indicándole un espacio entre todos, señaló al doctor.
-Te presento a Joseph Hart. Él es el obstetra y un gran amigo de la familia; hijo de otro gran amigo que ya no está entre nosotros.
-Mucho gusto, podes llamarme Joe-saludó el doctor, con una sonrisa a Santana y estrechándole la mano.
-Un placer también. Podes llamarme Santana o San, como prefieras.
-Lo tendré presente y…bueno…-miró a todos, con una sonrisa de disculpa-Me temo que me tengo que ir. Tengo a mi amiga Quinn esperándome allá abajo en el estacionamiento…Si la dejo mucho tiempo sola, se pone como un nena a hurguetearme todo lo que tengo en el auto.
-Le hubieras dicho que subiera.
-Uhmm, es que…ella dice que le deprimen los hospitales…no le gusta mucho…a veces incluso hasta me discute que sea doctor y que mejor que hubiera sido bombero.
-¿Bombero por qué?-preguntó Scott
-Para que Joe le apague los incendios, obviamente-repuso Jack, haciendo reír a todos; incluso para sorpresa de todos, le sacó una sonrisa a Susan, que trató de ocultarla tras su mano al taparse la boca. Joe se puso muy rojo y también sonrió.
-Bueno, si te tenes que ir, Joseph…
-Sí, Chord. Y bueno…mucha suerte, amigos-dijo Joe, abrazando a Chord y dándole un beso en la mejilla a Susan-Me hubiera encantado muchísimo conocer a este peque, en persona. Muy inquieto, la verdad. Espero que les agraden los videos que les dí.
-Muchísimas gracias, doc-dijo Blaine, dándole unas palmadas en la espalda a Joseph. Sus ojos marrones estaban inundados de lágrimas-No sabes lo mucho que significa esto.
-Un placer y, bueno, ahora sí, chau. Nos estamos viendo. Si Brittany despierta antes, me lo hacen saber así la vengo a ver, por si necesita hablar.
-Se lo diremos.
El doctor se marchó y Chord se acercó a abrazar a Santana, frotando su espalda paternalmente, como solía hacerlo su propio padre. Él se apartó y la miró con preocupación.
-¿Estás bien?-preguntó él.
-Sí, señor P. Por suerte, no me pasó nada y la bala me pasó por encima del hombro.
-¡Eso se llama tener suerte, dios!-exclamó Jack, impresionado y sonriendo-¿Sos intocable o qué?
-No porque no me hayan dado un balazo, quere decir que sea suertuda o intocable. En realidad creo que es todo lo contrario y debería ser yo, en lugar de que alguien más pague por mí.
-Bueeh…si lo pones así…
-Igual, Santana. Deberías empezar a pensar que tenes un ángel que te cuida-dijo Chord, encogiéndose de hombros y dándole un beso en la frente-Pensalo ¿Sí?
-A lo mejor sea tu viejo-susurró Jack, imprimiéndole algo de misterio a su voz-El fantasma de tu viejo que te está cuidando.
Cuando lo pensaba mejor, realmente no sonaba tan descabellado. Muchas personas decían y estaban seguras de haber sido salvadas de la muerte segura cuando “algo” o “alguien” aparecían y los protegían, “milagrosamente”. A la mente se le vino aquella sensación extraña y que le había llenado todo el ser de una sola vez, como paz, cuando debía sentir miedo y terror. Todo, justamente cuando disparaban. Recordaba haberla visto, fugazmente, cuando caía al suelo. Tal como si se repitiera conjuntamente con el instante en el que Brittany la había salvado de ser atropellada.
Sin embargo, al abrir los ojos y que terminaron los disparos, se encontró con que sólo había sido Sam y que, a pesar que sintió una inmensa desilusión, no podía negar que se había sentido segura entre sus brazos…o los brazos de Brittany, ya no estaba segura ni quien había sido; pero quizá era una mezcla de ambos, porque en la realidad había sido su guardaespaldas, pero en su imaginación seguía siendo Brittany. Comenzaba a pensar que estaba volviéndose loca.
En la habitación de Brittany habían colocado un poco la calefacción, sin embargo, todavía la rubia tenía las manos frías, al igual que sus mejillas y sus labios, sintiéndolos al tocarlos con sus dedos. Parecía que el tiempo se volvía más lento, pero a la vez más veloz estando a su lado. Un ángel, ella era su ángel, estaba siempre ahí; en todas partes que volteara, al respirar, reír, llorar…todo le sabía y le olía a ella.
Mordiéndose el labio inferior, sus ojos comenzaba a aguarse, pero haciendo un esfuerzo por no ponerse a llorar; sonrió y aproximándose a su boca, le estampó un beso que prolongó por unos segundos. No se conformó con eso, sino que fue cubriendo su rostro de pequeños besos, hasta llegar a sus ojos y besar sus párpados cerrados.
-¿Te acordás que me prometiste que me ibas a dejar hacerte un tatuaje en el trasero con mi firma?-susurró, tomando su mano y entrelazando sus dedos con los suyos-Yo no me olvido, todavía estoy esperando, Britt-Britt. Y…si ya no queres…me voy a hacer uno yo con tu nombre, en el lugar que vos quieras. Pero…igualmente ya lo tengo tatuado acá, en mi corazón. Sé que es un chamuyo muy cursi, pero es la verdad…te extraño tanto, Britt…
Recostó su cabeza en el pecho de ella, abrazándola y escuchando su lenta respiración. Aún se le hacía imposible de creer que realmente no la oía, ni la sentía. Sólo lograba mínimo alivio el que agarrara su mano y la colocara sobre su propia mejilla, en una forma de simular e imaginar que ella la acariciaba.
Con los ojos cerrados, comenzó a cantarle una canción de Coldplay, “Warning Sign”. Era la que de pronto se le había venido a la mente y que justo en aquel instante más se ajustaba a lo que sentía. “Tengo que decirte en que estado estoy, tengo que decirte en mi tono mas alto, Que empece a buscar una señal de alerta. Cuando la verdad es que te extraño, si, la verdad es que te extraño, tanto, y estoy cansado, no deberia haberte dejado ir. Asi que me arrastro de nuevo a tus brazos abiertos, si, me arrastro de nuevo a tus brazos abiertos, y me arrastro de nuevo a tus brazos abiertos, si, me arrastro de nuevo a tus brazos abiertos…” Al terminarla en un susurro, estaba a punto de quedarse dormida, cuando su celular repicó, así que se apresuró a leer el mensaje y después de hacerlo, se guardó el móvil y volvió a mirar a Brittany.
-No te lo dije, pero…tenes que saber que…que me voy-murmuró, bajando la mirada-¡Pero, no irme de irme para siempre, Britt!-exclamó, ahora. Queriendo aclarar la situación-No, no me voy a ir, no te…no te voy a volver a dejar sola. Esto es porque tengo que hacer estos conciertos... En Roma, allá vamos primero y nos vamos a encontrar con Sebastián y los otros chicos, porque les van a hacer unas pruebas y eso… Me gustaría quedarme con vos acá, pero…si lo hago me enjuician y yo quiero volver a verte rápido…quisiera que cuando vuelva, vos ya hayas despertado y así puedo hablar con vos. Necesito decirte tantas cosas.
La puerta de la habitación se abrió en ese momento, pegándole un susto terrible. Quienes entraron fueron unas enfermeras, que en un principio se quedaron en el umbral de la puerta, realmente sorprendidas de verla a ella ahí.
-Buenas…disculpe, venimos a cambiarle a la paciente los…
-Pasen, pasen. Yo no interrumpo ¿Necesitan que salga o…?
-No, no necesita salir. Será sólo un momento.
Las dos enfermeras le sonrieron y ella les respondió con una breve sonrisa también, alejándose sólo un poco y sentándose en un banquito, mientras ellas cambiaban rápidamente las bolsas de suero y medicinas de Brittany, con mucha agilidad y evidente demostración de que llevaban tanto tiempo haciendo eso, que seguramente si las vendaban para que no miraran, igualmente lo harían a la perfección.
Terminado su trabajo, las enfermeras se despidieron de Santana con un breve agite de la mano y la dejaron nuevamente sola con Brittany.
La morocha se acercó a ella, otra vez, y acariciando su mejilla, la besó en los labios y en la frente.
-Se está haciendo tarde, me tengo que ir. Mañana voy a venir a verte un ratito ¿Si?
Verdaderamente no deseaba tener que acostumbrarse a su silencio, a sus inexistentes respuestas… su ausencia.
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:06 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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CAP.22 BORN TO DIE
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CAP.22 PART III
BORN TO DIE
No pasó su mejor noche y ya ni siquiera era una novedad. Eso le molestaba. Estaba haciéndose difícil creer y pensar que en algún minuto aquello cambiaría, si continuaba viendo su reloj desde hacía una hora y apenas se había percatado de ello. Lo extraño era que no había soñado nada o por lo menos no recordaba haber soñado algo, seguramente no había merecido la pena como para tener que recordarlo.
La noche anterior había empacado la mitad de su ropa y algunas cosas en el enorme maletín. Empacó, entonces, la otra mitad que faltaba y cerró el equipaje, poniéndole su respectivo candado. Debía tener todo listo para cuando alguno de sus guardaespaldas viniera a llevarse su equipaje y meterlo en la camioneta blindada que Alan le había dicho por mensaje que había logrado conseguir.
Su tío James había tenido que salir temprano, por lo que solamente le dejó una nota en la que le decía que se encontrarían después en el hospital, cuando él fuera allá. Después de desayunar, Santana recibió otro mensaje de Alan, en el que le avisaba que después de despedirse en el hospital, se iría directo al aeropuerto, por todo aquello de estar de 3 a 2 horas antes del vuelo. Así que inmediatamente bajó con cuidado su equipaje y lo dejó en la puerta, para luego abrirla y encontrarse de frente con el gran Finn.
-Hey, San-saludó él, acercándose a darle un confortable abrazo-¿Cómo estás?
-Uhmm…mejor te respondo que bien-murmuró Santana, suspirando de cansancio y bostezando-Pero igual, no lo estoy.
-Ya ven a venir tiempos mejores, San. Dios aprieta, pero no ahorca.
-Bueno, empiezo a pensar que hasta él mismo se olvido de eso.
Finn sonrió y agarró el maletín de Santana, alzándolo y poniéndolo sobre un hombro para llevarlo fácilmente a la camioneta estacionada afuera. Esperando con una de las puertas abiertas para que ella abordara, estaba Sam. El muchacho le sonrió y ella le respondió en voz baja el pequeño saludito que le había dado, entrando a la camioneta y sentándose en el medio del asiento, teniendo del otro lado a Dyl que estaba dormitando con la cabeza recostada sobre el vidrio; y por donde acababa de entrar, a Sam. Martin y Finn iban delante y el primero estaba en el asiento del conductor.
-Mala noche ¿Huh?
Santana volteó a ver a Sam y suspiró, asintiendo y bajando el rostro. Vio, entonces, la mano de él acercarse a su mentón y le acarició muy brevemente, sosteniéndole la mirada.
-Tenes que tener fe y confiar.
-No sé si pueda.
-Intentalo ¿Si?
Asintió, pero todavía seguía tan indecisa e insegura de todo. El corazón iba latiéndole fuertemente y se aceleraba a medida que se acercaban al hospital. Sentía como si esa vez, en vez de un nudo en su garganta, era una piedra y el pecho le dolía. No se sorprendió de encontrarse esa vez con algunos periodistas en la entrada al estacionamiento y mientras entraban, varios de ellos golpeaban un poco las ventanas pidiendo su atención. Dio gracias internamente que aquella camioneta sí llevaba vidrios polarizados y desde afuera no se podía ver nada de adentro.
Casi salió corriendo de la camioneta, apenas esta quedó estacionada. Llegó hasta el ascensor y al tiempo que ella entraba, sus guardaespaldas la siguieron y entraron también. Ya se iba a cerrar las puertas, cuando de la nada una mano se atravesó en el medio de las dos y volviendo a abrirse ambas, vio entrar a Cooper, quien al mirarla, alzó las cejas muchísimo y sonrió.
-¡Wow! Buenos días, Lopez. ¿Madrugaste?-preguntó él, presionando el botón del piso 2
-Voy a preguntar lo mismo. Pensé que madrugar no estaba en tu vocabulario.
Cooper soltó una risita y se cruzó de brazos.
-Qué simpática sos, en serio. Hoy quice venir temprano, porque tengo otra entrevista y voy a aprovechar para pasar a ver a Brittany un rato. Además, que no creo que Katie, Scott y Jack hayan llegado todavía y así no tengo que discutir con ninguno de ellos para poder pasar.
-Ah…genial, entonces.
-Sí, realmente sí. ¿Vos también vas a ver a Brittany?-preguntó Cooper, saliendo del ascensor una vez que este abrió y volteando nuevamente a ver a Santana-¿Te vas a despedir de ella?
La morocha notó que detrás de la última pregunta había un segundo significado y eso no le gustó para nada. Nuevamente volvía a dudar si debía irse a Italia o mandar todo a la mierda y quedarse a proteger a Brittany. Nada podía quitarle de la cabeza de que él tenía que ver con el coma de la rubia.
-No, no pretendo despedirme de ella. Solamente voy a estar fuera por unos días.
-Sí, escuché de eso en la tele, anoche en el noticiero. También vi lo del atentado que te hicieron… ¿No tenes miedo?
-¿De qué tendría que tenerlo?
-De nada, en particular. Yo tendría miedo, ¿Sabes? Andaría con 16.000 ojos por todos lados y veo que vos solamente tenes 8-dijo Cooper, refiriéndose al final a los guardaespaldas que se habían quedado alejados, pero igualmente vigilantes-Nunca es suficiente.
No le dio tiempo a responderle, porque él se alejó dándole la espalda y caminando con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón. Trató de calmarse, pensando que solamente estaba haciendo bromas de mal gusto, pero muy profundamente tenía la impresión de que algo de cierto tenía.
Sintió que le daban un toquecito en su hombro y al voltearse, vio a Kurt y a Blaine. Suspirando, les dio un beso a cada uno en la mejilla y un pequeño saludo.
-Nos enteramos que te vas hoy a Italia-dijo Blaine, en voz baja.
-Sí…de verdad me quiero quedar, pero…los que organizaron todo allá, podrían enjuiciarme si no me aparezco.
-Cuando el deber llama…
-Sí, pero igual es una mierda justo ahora.
-¿Y cuando volvés?-preguntó Kurt
-Uhmm…en dos o tres semanas, algo así.
-Pfft…es bastante…
-Ni me digas, que me deprimo de nuevo.
-Todo va a estar bien, de verdad. Si es por Brittany, sabes que entre todos la cuidamos.
-Gracias, chicos-los abrazó a los dos y aguantando las lágrimas-Muchas gracias, en serio.
-No tenes que agradecernos, San.
Desviando la mirada un momento, vio a Cooper al final del pasillo, saludando a Susan que parecía ser la única que estaba en ahí y acababa de salir de la habitación de Brittany. Vio a la mujer asentir brevemente y sentándose en una de las sillas, había dejado pasar a Cooper a ver a Brittany.
Una angustia, unas ganas de salir corriendo y sacarlo a Cooper a patadas de la habitación, la atacó. Sin embargo, sólo intentó guardar compostura y calmarse, pero al mismo tiempo, sin perder la idea que tenía.
-Chicos…necesito un favor suyo…
………………………………………………………
Fijamente, fijamente la miraba, sin parpadear, cruzado de brazos y repetidamente moviendo el pie con impaciencia. Súbitamente dejó de hacerlo y se aproximó hacia su cama, tomando su mano para apartarla y sentándose justo a un lado de ella. Miró su reloj y sonrió.
-Cariño, cariño…que susto que nos diste a todos… En especial a mí, mierda… ¿Te pareció poco lo del arrollamiento y quisiste darme el sustito de que te morías? Muy mal de tu parte, Britt…desconsiderado de tu parte, casi me matas de un susto. Yo no estoy para jodas ni jueguitos, mi amor.
Recibiendo un mensaje en su celular, lo leyó y respondió en un dos por tres; sonriendo nuevamente y haciendo como que le mostraba el mensaje a la rubia.
-Adivina quién es…tu amiguito más querido, mi amor…Adam Thomas…y ¡Wow! Acá dice que te manda saludos y que espera que te pongas bien pronto, que… uy, Dios…increíble…hasta pareciera que tuvieras esa cara que siempre ponías cuando lo veías a Thomas o lo escuchabas mencionar. Me gustaría que sonrieras, cariño. Dale, sonreí…
Intentó ponerle un gesto en el rostro de estar feliz, pero al no lograrlo, la dejó tranquila; sólo acariciando tenuemente su mejilla.
-Tengo una entrevista ahora en unas horas, Britt. Me tengo que ir, pero espero…espero realmente vernos más tarde. Con un poco de suerte, todo va a salir bien. Sé que sí…Deséame suerte, preciosa.
Fue a darle un beso en los labios, pero cuando estaba a punto de tocarlos, la puerta de la habitación se abrió de golpe, haciéndolo apartarse de sopetón y ver que eran, justamente, quienes menos, deseaba ver en ese momento.
-¿Qué haces vos acá?-preguntó Jack, molestándose
-¡¿Qué ibas a hacerle?!-reclamó Katie, poniéndose roja de la furia-¡MAMÁ! ¡PAPÁ!
-¡Calmense! ¡Simplement iba a darle un beso, eso es todo!
-¡Vos no tenes permitido darle besos! ¡Ella no es tu novia!
-Chicos, ¿Qué pasa…?
-Bueno, lamento decepcionarlos, pero no es la primera vez y ya ella y yo nos besamos. Es más, ella me besó a mí.
Lo había dicho a propósito, porque lo sabía, sabía que en aquel momento aparecería Santana junto con Blaine, Kurt y Chord en el umbral de la puerta. Miró a la morocha y vio la desilusión en su mirada, pero ella no dijo nada, sino que salió nuevamente de la habitación; escuchando ella como Chord e incluso Susan le pidieron a Cooper que se retirara.
Santana, que a pesar de todo, se había quedado cerca de ahí, pero sentándose en una de las sillas de la sala de espera; vio pasar a Cooper con cara de pocos amigos y darle una mirada de lo que ahora sí sabía que era profunda rabia y se podía notar lo que parecía odio.
Viendo hacia el frente y alzando un pelín la mirada, se cruzó con Blaine, quien se sentó junto a ella, al igual que Kurt del otro lado.
-¿Sigue en pie lo que pediste?-preguntó Blaine, en voz baja.
Santana se encogió de hombros y sonrió, apenas.
-¿Vos qué pensas?
Blaine sonrió y le dio un beso en la frente, para luego hablarle muy cerca para que sólo ella escuchara.
-Sobre lo último que él dijo, no le hagas caso ¿Si? Te juro que la voy a cuidar hasta con mi vida, si es necesario.
-Los dos la vamos a cuidar-agregó Kurt
-Gracias, chicos. Son geniales.
-¡Hey, San!-la llamó Scott-¿Entras a verla o no?
………………………………………
Ese momento era el que había querido postergar, estaba deseando extenderlo y estirarlo lo mejor que podía, pero no; simplemente era imposible. Ya tenía 5 mensajes de Alan en donde le avisaba que en 1 hora y media o dos, tenía que estar llegando al L.A.X. porque tenían que hacer todo el chequeo de equipaje y demás; aparte que también iban 2 de los barbudos de la disquera y según Alan, no podía haber retrasos; así que justo en aquel momento tenía el tiempo bastante recortado.
A pesar de lo que Blaine le había dicho de que olvidara lo que Cooper dijera sobre que Brittany y él ya antes se habían besado y que incluso la rubia había sido quien lo iniciara, A pesar de todo eso, no podía evitar sentir un vacío, miedo y sobre todo muchos celos, pensando si sería eso de verdad o sólo una bravuconería para hacerla sentir miserable. Hubiera sucedido o no, igual seguía sintiéndose pésima, porque después de todo, sabía muy bien por Susan y el mismo Cooper, que él había dormido en el apartamento de Brittany y que quizá habían estado en los momentos de pre cita para comenzar a salir.
Estaba justo ahora aguantando la despedida, estaba retardándola y con eso se dio cuenta que sólo lo hacía porque tenía una pequeñísima esperanza que Brittany despertara en cualquier momento y la detuviera, le pidiera quedarse. Cada segundo que pasaba sin decir nada, era segundo que se convertía en minutos, desgatados inútilmente, porque ella seguía igual que siempre, no reaccionaba.
Intentó arrancar de tajo la sensación de angustia, miedo, temor a marcharse; pero este ya parecía un tumor que no paraba de crecer ni un momento; era como un cáncer.
-Increíble…mientras más estiro esto, más chico se vuelve y los minutos que estoy pasando acá, esperando que me des una simple señal de que me estás escuchando…se vuelven sólo segundos y se me escapan entre los dedos…Sigo esperando, Britt. Te sigo esperando, porque nada me apura…aunque no me quieras creer…ojalá me perdones algún día, mi amor.
Tomando aire profundamente, lo expulsó despacio y mientras presionaba sus labios con los de ella, en un beso que le pareció amargo y dulce a la vez. Se apartó de ella y tomando su mano y entrelazando sus dedos por última vez, se la besó delicadamente.
-Te amo, Britt-Britt. Siempre vas a ser lo mejor.
Con un último beso, se despidió de ella; evitando el llorar hasta que pudiera estar fuera de la habitación.
Cuando salió, afuera la estaban esperando los chicos, quienes la abrazaron con fuerza para reconfortarla. Cada uno le expresó sus mejores deseos y que, a pesar de todo, le fuera bien en sus conciertos y demás presentaciones que tuviera. Agradeció todo e incluso ese pequeño gesto de despedida con la mano que le hizo Susan.
Una vez que ya se había despedido de todos, se secó un par de lagrimitas y se fue por el pasillo hacia el ascensor. Cuando ya iba a entrar a éste para bajar al estacionamiento donde su tío le acababa de decir en un mensaje que estaría esperándola junto con sus guardaespaldas; escuchó la voz de Blaine llamándola y enseguida detuvo el cerrar de las puertas del ascensor, a la vez que él entraba.
-Pfft…casi me olvido…
-¿El qué?-preguntó Santana, todavía con algo de voz nasal y sacando un pañuelo para limpiarse.
-Mira…-comenzó él, buscando en uno de los bolsillos internos de su chaqueta y luego sacando una caja con un CD dentro-Te quiero dar esto. Tengo dos, este y el que está en mi casa. Lo vi y entonces pensé regalártelo, para que conocieras a Aidan.
-¿Aidan?-preguntó Santana, confundida y agarrando el CD
-Sí…el hijo de Brittany…y nuestro hijo…mío y tuyo, también.
El gesto de absoluta incredulidad se quedó impresa en su rostro, a la vez que mientras veía la cajita con el CD y las palabras de Blaine se repetía en su cabeza; sentía una emoción inexplicable entre miedo, dolor, pero también algo de paz y felicidad. Miró a los ojos a Bline y no pudo evitar que las lágrimas volvieran a salir, al mismo tiempo que se alzó en punta y lo abrazó, dándole un beso en la mejilla. Ambos se quedaron así por unos segundos, mientras él acariciaba su espalda y su cabello, para que se calmara.
Al separarse, Santana le sonrió, viéndolo a él también que estaba llorando.
-Gracias, muchas gracias…pero no tenías por qué…
-Al contrario. Tenías que tenerlo, es tuyo y…es para que…bueno, cuando quieras y necesites verlo, ahí está. Para que veas lo…lo mucho que sé que se iba a parecer a Brittany…
-Y a vos…
-No, a mí no. A Brittany. Cuando lo veas, me vas a dar la razón.
-Muchas gracias, de verdad. Es el mejor regalo.
-Un placer, amiga. Volve pronto.
Blaine volvió a subir en el ascensor, una vez que se despidieron por última vez y Santana salió corriendo hacia donde sus guardaespaldas y su tío la esperaban para ir al aeropuerto; dejándose una enorme parte de su corazón con Brittany.
……………………………………………………………
Apenas un día había pasado de haberse ido y no sentía que se sintiera mejor, en realidad sabía que apenas llegara nada iba a cambiar, sólo el país en el que estaba y el idioma en el que tenía que hablar en las entrevistas. Sabía que no cambiaría su ánimo, aunque tuviera que aparentar felicidad delante de todos o por lo menos intentarlo, porque no le estaba saliendo bien y eso, algunos, lo llegaron a notar.
Deseaba llamar y saber de Brittany, pero a esa hora todavía debía ser muy de mañana en L.A., por lo que no quería interrumpir el sueño de nadie. Sólo en una oportunidad había podido comunicarse con Blaine, pero éste le dijo que Brittany continuaba igual. Saberlo no la ayudaba a nada en el ánimo que debía tener, no la hacía sentirse bien nunca y ya comenzaba a preguntarse, si alguna vez volvería a sentirse bien, nuevamente.
Ahora mismo se encontraba en el PalaLottomatica de Roma, un estadio cubierto construido en 1960, con motivo de los vigesimoséptimos juegos olímpicos. Tendría el soundcheck para el primer concierto que sería en unas pocas horas y por primera vez, no se hallaba preocupada o nerviosa por como saldría todo, sino por algo que no lograba precisar. Tenía una sensación de miedo en la boca del estómago, que parecía morderle por momentos y provocarle serias náuseas. En varias oportunidades tuvo que interrumpir lo que tocaba, porque tenía que ir al baño para vomitar; sin embargo, no expulsaba nada y tenía que volver. Era increíble como Alex, que apenas había salido ayer de alta por el disparo y ahora en ese momento él parecía encontrarse mejor que lo que ella pudiera estar en meses. Tocaba la guitarra bien, pero claro, sentado siempre en un banquito y teniendo cuidado de no hacer movimientos muy bruscos. Lo bueno es que apenas sí tenía que mover el brazo derecho, porque lo único importante era que moviera la mano y todo iba bien.
En aquel momento, Santana vio desde el escenario que llegaban Sebastián, Alessandro, Fabiana y Marco. Los miles de recuerdos que había estado encerrando una y otra vez en su cabeza, esos recuerdos donde en todos estaba Brittany, salieron nuevamente a flote y tuvo que morderse el labio inferior para aguantar el llanto, mientras los abrazaba a cada uno.
………………………………………………………
-¿Hola?... ¡La concha tuya, por fin me atendes el jodido teléfono!... te estuve llamando desde hace horas, desde ayer ¿ya estás allá?...perfecto, perfecto…para la única cosa que haces bien, que es viajar…Dale, muy bien, el primer concierto es hoy, ¿No?... genial y ya la tenes visualizada ¿No? ¿Itinerario…hotel…?... perfectísimo, perfectísimo… quiero que lo hagas bien, Thomas. No quiero un error más. Es suficiente… si me entero que algo falla, te juro que… espera, espera un momento. Creo que entraron…después te llamo, chau.
Lo había escuchado, como alguien cerraba la puerta despacito, pero aún así había chirriado en algún punto. Salió velozmente de la habitación y buscó por todas partes de la sala de espera, casi vacía, porque era bien temprano en la mañana y no había mucha gente. Se fijó bien si Susan no estaba por allí cerca y salió de ahí, cerrando la puerta y mirando hacia todos lados, a la caza de quien había escuchado su conversación.
Caminó despacio, lentamente viendo hacia todas partes, todos lados; hasta que lo sintió, estaba siendo seguido. Se detuvo repentinamente y se dio media vuelta, estando a punto de recibir un golpe en el estómago. Sin embargo, como estaba preparado para eso, le dobló el brazo a Blaine, haciéndolo chillar de dolor y violentamente lo estampó contra la pared, asestándole un puñetazo en su estómago que le hizo encogerse de dolor y que las lágrimas bajaran por sus mejillas.
Sin darle tiempo a reaccionar, Cooper sacó su navaja sin que viera donde la tenía y lo apuntó con ella en el cuello, sin llegar a clavársela. Ambos se miraron a los ojos, mientras Blaine respiraba adolorido y lo veía a su hermano sonreír.
-Qué idiota que sos…
-Dale…clavala, ¿Qué esperas? Cagón…
-Hey, hey, no, hermanito… ¿En qué quedamos?…
-¡Mataste a mi hijo!
-Eso fue sin querer, Blaine. Lo juro-repuso Cooper, poniendo cara de pena-En todo caso…la verdad es que no fui yo, ¿Sabes? Fue Thomas.
Blaine hizo un nuevo intento de asestarle un puñetazo, pero Cooper lo bloqueó enseguida y esa vez le golpeó en la entrepierna, mientras reía al verlo encogerse y ponerse muy rojo por el dolor.
-Ahora, hermanito. Vos y yo vamos a dar un paseíto. Quiero que camines y finjas que todo está bien. Si intentas algo estúpido… Brittany va a pagar las consecuencias y tu querido Kurt no va a poder volver a chuparte las bolas nunca más. Vamos.
Cooper le pasó le brazo por alrededor del cuello de Blaine, teniendo la navaja oculta de modo que todavía le apuntara a un lado de la cadera. Se dirigieron hasta las escaleras de emergencia para bajar por ellas y que nadie les viera; sin embargo, no se dieron cuenta cuando Susan llegó en aquel momento enfrente de la puerta de la habitación de Brittany y se había quedado mirando, completamente confundida, por donde Blaine y Cooper se habían ido.
Sin esperar más, entró a la habitación de su hija, viendo al momento que estaba convulsionando.
-¡ENFERMERAS! ¡EMERGENCIA EN LA HABITACIÓN 215!
Corrió hacia Brittany e inclinándose sobre ella, la agarró lo más fuertemente que podía de los brazos y piernas y de igual forma le colocó un protector entre los dientes para evitar que se mordiera.
Justo en ese instante se detuvieron las convulsiones y varias enfermeras, junto con el doctor Isaac entraron, en el mismo segundo en el que el cardiógrafo comenzaba a mostrar la línea larga y el incesante y agudo pitido.
-Otra vez no… ¡Brittany! ¡OTRA VEZ NO!
-¡Apartate, Susan! ¡Debemos llevarla a emergencias!-exclamó el doctor, después de tomarle el pulso y actuando con la mayor rapidez-¡Ayúdenme ustedes a llevarla! ¡Abran la puerta!
Las enfermeras y dos enfermeros que se le unieron sacaron en la camilla a Brittany, mientras otros abrían la puerta para que pudieran pasar. Susan salió y se quedó mirando desde el pasillo por donde se la llevaban a su hija. Escuchó, entonces, los gritos de sus demás hijos que llegaban en ese instante junto con Chord y Thiago, viendo confundidos la escena. Llorando, se lanzó a los brazos de su esposo, abrazándolo con fuerza.
……………………………………………………
Ya llevaba hora y media que el concierto había terminado. Había sido alucinante, eso no lo podría negar jamás; pero tampoco lo que podía negar era que, por primera vez en medio de una canción, se le había olvidado la letra. Fue un instante en el que una sensación extraña le apareció en el cuerpo, haciéndola estremecerse; era como ese susto que a veces daba, parecido a un presentimiento. No había podido recordarse de la letra y tuvo que improvisar levantando el micrófono y haciendo que el gentío la cantase por ella, hasta que logró retomar el hilo en el coro.
Esa sensación no escapó en la otra mitad del tiempo que duró el concierto. En oportunidades miraba hacia todos lados y era como si todo se volviera más lento, terriblemente mal. Aún así, no se detuvo ni un momento y hasta se atrevió a cantar, por primera vez, una pequeña parte de aquella canción que había compuesto con Brittany en Canadá, pero toda ella sola, con su guitarra, puesto que ni siquiera los chicos de la banda conocían de su existencia.
El concierto, obviamente, se lo había terminado dedicando a ella y por eso pidió a todos los presentes que elevaran un grito desde ahí para que Brittany lo escuchara y lograra recuperarse. Ese fue el momento en el que las lágrimas se le escaparon y comprendió que cuanto antes terminara el concierto, debía llamar a L.A. para saber cómo estaba la rubia.
Luego de terminado todo, había pedido a Alan que deseaba irse al hotel, porque realmente no se sentía bien. Eso derivó que el tremendo anillo de seguridad que había sido montado a su alrededor y el de la banda, se desplegara para trasladarla de inmediato. Incluso los chicos también se iban con ella, sobre todo por Alex, que necesitaba descansar luego de una sesión larga de ensayo y dos horas de concierto. Nada fácil para él, llevando el cabestrillo que le habían colocado.
Los chicos de Hephaestion también se quedaban en el mismo hotel y no dudaron en aceptar la invitación de Derek, Josh y Alex para pasar a su enorme habitación y celebrar lo bueno que había estado el concierto y ellos como debut de teloneros. El público italiano lo había recibido con una extendida ovación que duró por casi 5 minutos y eso había sido sinónimo de éxito para ellos.
Santana fue la única que no aceptó ir a la suite de los chicos para celebrar y aunque Fabiana se había ofrecido a quedarse a hacerle compañía, la morocha se negó, pero igualmente le dio las gracias. Al entrar a su propia gran y enorme suite, volvió a marcar el número de celular de Blaine, pero éste continuaba sin ser atendido. Eso le daba mala espina, porque él le había jurado que lo haría siempre; igualmente con los de los chicos que estaban apagados, el de Chord, Thiago e incluso su tío. No sabía qué demonios estaba ocurriendo con las malditas líneas que ninguna caía y eso la hacía molestarse y angustiarse tremendamente.
Tratando de calmarse y pensar que quizá era porque había algo de interferencia y que ya podría luego comunicarse con ellos; se acercó a su bolso y sacó de él la caja con el CD del ecosonograma de Aidan. Creía que justo en ese momento, era lo que necesitaba ver para lograr un poco de tranquilidad, aunque sabía que en algún punto la emocionaría hasta hacerla llorar. Tenía miedo de verlo, imaginar lo que habría podido ser, si nada malo hubiera ocurrido.
Colocó el disco en la disquetera del DVD y encendió el enorme televisor, similar al de una pantalla de cine, pero algo más pequeño. Se sentó en la cama, quitándose sus zapatos y lanzándolos en algún lugar, mientras esperaba que comenzara el video, lo cual sucedió en ese preciso instante.
"Walking through the city streets" - "Caminando por las calles de la ciudad"
"Is it by mistake or design?" - "¿Es este un error o un diseño?"
"I feel so alone on a Friday night" - "Me siento tan sola una noche de viernes"
"Can you make it feel like home, if I tell you you’re mine?" - "¿Puedes hacer que me sienta como en casa si te digo que eres mio?"
"It’s like I told you honey" - "Es como si te lo hubiera dicho, cariño"
En la pantalla apareció una imagen de color dorado, con una figura bastante imposible de entender a primera vista; sin embargo, poco a poco fue enfocándose y lentamente, al mismo ritmo que se movía la imagen, su corazón latía algo pesadamente y su respiración iba haciéndose más profunda.
"Keep making me laugh" - "Sigue haciéndome reir"
Ahí está… ¿Lo notan?
¿Es…él?... ¿Es mi bebé?
"The road is long, we carry on" - "El camino es largo, continuemos"
Sí…mieren, acá estos que ven acá…son los bracitos. Es muy chiquito todavía, apenas nos sobraría mano si lo pudiéramos tocar…
"Try to have fun in the meantime" - "Intenta divertirte mientras tanto"
Con dos grandes vuelcos de su corazón, logró reconocer las voces del doctor Joseph y la de ella, la voz de su Brittany; mientras la imagen de lo que podía reconocer como un bebé, con sus piernitas, bracitos y demás, siendo señaladas por una flechita en la mitad de la pantalla.
De pronto, escuchar la voz de Brittany se le hacía tan extraño y a la vez tan desesperantemente doloroso y hermoso a la vez. No podía creer que fuera ella y menos que aquel pequeño ser que se movía en el vientre de la rubia, había sido un bebé.
A medida que el video pasaba, con las respectivas indicaciones de voz del doctor y las impresiones de Brittany, Thaigo y en ocasiones por parte de Blaine; le hacían sentir que por un segundo ella estaba ahí, con ellos; viendo todo eso y disfrutando de ver lo lindo y lo realmente parecido que era el bebé a la rubia. No había podido negarlo ni en un solo momento, era de verdad igualito a ella y tuvo que darle, internamente, la razón a Blaine.
"Don’t make me sad, don’t make me cry" - "No me hagas sentir mal, no me hagas llorar"
"Sometimes love is not enough and the road gets tough" - "A veces el amor no es suficiente y el camino se vuelve duro"
"I don’t know why" - "No sé por qué"
La parte en la que el doctor había colocado el sonido del corazón del bebé, la hizo soltar una risa ahogada en llanto. Era una cosa inexplicable, que aquel ruido que sonaba como el arma de rayo láser de un videojuego disparándose, realmente era un corazoncito latiendo y hasta le hacía recordar, en cierto modo, a su propio corazón cuando estaba con Brittany.
Terminado el video, luego de unos 25 minutos que era lo que duraba, lo devolvió hasta el punto en el que se veía bastante bien el rostro del bebé. Poniéndolo, entonces, en pausa; se levantó y se colocó enfrente de la pantalla para verlo más de cerca. Con la mano repasó sus rasgos, como si con eso lograra tocarlo. Suspiró y el control del televisor casi se le cae al suelo cuando escuchó su celular repicar. No lo pensó dos veces, acudió al llamado y viendo en la pantalla el nombre de Chord en él, el corazón le dolió al sentir como un pinchazo de aquel mal presentimiento que había estado mordiéndole. Presionó el botón de atender y se colocó, preventivamente, el aparato al oído para escuchar.
-¿Señor P?
-Hola, Santana…-saludó la voz terriblemente congestionada del hombre. Lo podía notar-¿Cómo estás?
-Ehm…bueno…acá, normal. Recién llego al hotel y terminé el concierto-respondió Santana, respirando rápidamente-¿Por qué? ¿Pasó algo, señor P? ¿Cómo está Brittany?
Un silencio brusco que le desoxigenaba y le mareaba irrumpió y eso le atormentó más.
"Don’t make me sad, don’t make me cry" - "No me hagas sentir mal, no me hagas llorar"
"Sometimes love is not enough and the road gets tough" - "A veces el amor no es suficiente y el camino se vuelve duro"
"I don’t know why" - "No sé por qué"
-¿Señor P? ¿Está todo…?
-¿Estás parada o sentada?
"The road is long, we carry on" - "El camino es largo, continuemos"
"Try to have fun in the meantime" - "Intenta divertirte mientras tanto"
-Estoy sentada-mintió-señor P…
-Necesito…necesito que te sientes…
-¡Dígame de una maldita vez lo que…!
"Let me kiss you hard in the pouring rain" - "Déjame besarte en medio de la lluvia"
"You like your girls insane" - "¿Quieres volver a tus chicas locas?"
"Choose your last words" - "Escoge tus últimas palabras"
"This is the last time" - "Esta es la última vez"
"Cause You and I" - "Porque tú y yo"
-No pudo hacerlo, San-soltó Chord, dejando salir el llanto a través de la línea-No pudo resistirlo…Brittany ya no está más con nosotros…se nos fue.
"We were born to die" - "Nosotros nacimos para morir"
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:07 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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Edad : 29
CAP.23 I WON'T GIVE UP
What I Like About You♥
CAP.23 PART I
I WON'T GIVE UP
Todo lo que sentía en aquel momento, el dolor que durante días se había estado concentrando en su ser, terminó haciéndole explotar por dentro. Arrojó el celular contra la pared y el grito que dio no terminaba de decir nada de lo que realmente estaba provocándole, un terremoto de dolor, rabia, frustración y furia contra todo y todos. Sin embargo, el grito había sido todo lo potente que pudo ser, si a los pocos minutos comenzaron a golpear a la puerta de su suite y desde afuera se escuchaban los llamados asustados de los chicos, que seguramente como estaban en la suite de al lado, lograron escucharla.
Todo lo quería romper, todo lo quería destrozar y si sólo le daban unos minutos más, terminaba por arrasar con todo, llevándose por el medio de ser posible, hasta el televisor que seguía mostrando la imagen congelada de Aidan.
Apenas escuchó cuando abrieron de un porrazo la puerta y enseguida entraron todos los chicos. Fabiana fue la primera en llegar a ella y antes que le lanzara un jarrón al televisor, la chica se lo arrancó de las manos y dejándoselo fuera del alcance, rápidamente la abrazó para que se calmara. Sin embargo, eso era imposible.
Sólo cuando llegó Alan, alertado por los demás muchachos que fueron a buscarlo; Santana lo vio y apartándose de Fabiana se lanzó en brazos de su manager, sin poder dejar de llorar.
-San… ¿Qué…?
-Necesito volver…
-¡¿Qué…?! Santana…
-¡Brittany murió! ¡¿Es eso suficiente razón para vos para volver?!
Todos los presentes se quedaron helados de la impresión al escuchar la noticia y cuando todo retumbó por la puerta que Santana acababa de cerrar de golpe al salir, Alan salió corriendo a buscarla.
…………………………………………………
Aquella noticia le había asustado como nunca en su vida lo había estado. Cortó de golpe el mensaje de voz de su celular y miró a Blaine que todavía lo tenía atado a una silla y amordazado, además de haberlo drogado un poco para desorientarlo. No podía ser, ¿Cómo era posible si cuando la había dejado, estaba como siempre?
Tomando aire varias veces, trató de concentrarse en lo que Susan acababa de decirle por un mensaje que le había dejado al celular hacía unas 4 horas, que era lo que llevaba esperando ahí a recibir una llamada de Adam indicándole si ya había terminado con el trabajo. Sin embargo, eso no ocurría.
¿Brittany muerta? Eso no estaba en sus planes y definitivamente no se lo esperaba. Teniendo a su hermano secuestrado, todo se le complicaba y no sabía cuál sería su próximo paso. Miró nuevamente a Blaine y trató de calmarse y controlarse. No debía perder la compostura, porque todavía nadie sabía de su autoría en los atentados contra Santana, a excepción de su hermano y a él lo tenía en ese momento ahí.
Sin pensarlo más, marcó el número de Adam y esperó unos 5 repiques hasta que respondió.
-Decime, Cooper.
Se quedó callado, sin saber si debía o no decirle, delante de Blaine, lo que había ocurrido. Decidiéndose rápidamente, salió de la habitación y habló lo más bajo que podía.
-¿Ya lo hiciste?
-No, todavía no, pero es porque ella está muy resguardada por los…
-Dejalo así y aborta todo. Necesito que te vuelvas en el primer vuelo que consigas…
-Uhmmm…precisamente estoy en eso-respondió Adam, con voz algo avergonzada-Perdón, Cooper, pero es que se fue. Fue así a lo imprevisto, hace 4 horas y yo no tenía pasaje…
-Mierda….
-¿Qué?
-Mira…ahora no podemos hablar, pero…
-Te noto preocupado.
Cooper suspiró y golpeó la mesa, enojado.
-Brittany se murió-soltó sin más y mirando hacia atrás y sus alrededores-Te necesito lo más pronto posible acá.
Hubo un silencio en la línea por parte de Adam, hasta que lo escuchó soltar una risita.
-Me estás jodiendo… ¿Cómo se va a morir? Eso es imposible.
-¡Bueno, es posible! ¡Es posible si acabo de escuchar un mensaje de Susan de hace 4 horas en el que me lo dice! ¡Estaba llorando y apenas se le entendía!
-¡Aaaaaah! ¡Con razón vi a Santana salir llorando! Mierda…si es así entonces que Pierce palmó…tendríamos que dejarla tranqui a Santana, ¿No? Así puedo tener la oportunidad de conocerla y a lo mejor me deje que la consuele…
-¿Vos? ¿El asesino del amor de su vida consolándola?
-Puedo hacerlo. Puedo darle mi amor. Los chicos malos también damos amor…además, ahora que me acuerdo, yo no la maté.
-Vos la atropellaste
-Solamente eso. Ella se murió sola. Y si fuera por eso, vos sos el asesino intelectual.
-No voy a discutir con vos. Quiero que vuelvas inmediatamente. Después acá vemos qué hacemos.
-Dale, dale, está bien. Dajame seguir esperando que me den un pasaje.
No le dijo más nada y le colgó, entrando de nuevo a la habitación, donde vio a Blaine forcejeando y tratando inútilmente de desatarse. Se acercó a él y sacando su navaja, lo apuntó con ella en la frente y luego en el cuello, logrando que se quedara quieto y eso le hizo sonreír un poco.
-No sos tan machito cuando sabes que estás a punto de morir, ¿No?-soltó Cooper, sonriendo con altivez-Así como tu querida Brittany.
Los ojos de Blaine se abrieron muchísimo, aterrorizado y sin poder creerlo, a la vez que movía desenfrenadamente la cabeza en forma negativa. Cooper frunció los labios y se encogió de hombros.
-Lo siento, Blaine…me acaba de llamar Susan y me lo dijo… Nuestro amor querido no resistió y murió hace un par de horas. Una pena ¿No te parece?
Esta vez intentó desatarse con más fuerza, gritando a través de la cinta pegada en su boca que era un bastardo miserable a la vez que se le iban llenándosele los ojos de lágrimas por la rabia que sentía recorrerle las venas como un puto veneno. Sin embargo, Cooper lo detuvo al sacarle el aire después de propinarle un certero puñetazo en el estómago y sin aguantarse, le dio otro, pero esa vez en la mandíbula; haciéndole a Blaine morderse la lengua por el impacto y cuando Cooper vio que comenzaba a toser, le sacó de un tirón la cinta pegajosa de la boca y al segundo le vio escupir parte de la sangre al suelo.
-¡MALDITO BASTARDO HIJODEPE…!
No terminó de escuchar lo que le estaba diciendo, porque sacó un pañuelo grande y se lo amarró a la boca para que no continuara. Con la navaja volvió a apuntarle y aprovechó para acercarse a su oído y susurrarle.
-Si seguís jodiéndome, te juro que el marica de Kurt va a ir a hacerle compañía a Brittany. No me va a temblar la mano, Blaine y lo sabes bien. No me provoques. Mi paciencia tiene un límite.
El celular de Blaine que Cooper le había quitado horas antes, comenzó a sonar nuevamente y éste lo agarró, lanzándolo con todas sus fuerzas por la ventana y luego dándole un beso en la frente a su hermano.
-Portate bien, si. No te cuesta nada, hermanito.
Cooper salió de la habitación, dejándolo solo en la habitación de aquella casa que tan malos recuerdos le traía. Sin embargo, en ese momento el dolor que sentía por todos los golpes recibidos y las humillaciones de su gemelo; no eran nada comparado con las ganas la inmensa rabia y asco que sentía consigo mismo. Las lágrimas seguían bajando por sus mejillas y apretando los puños, lloró en silencio por Brittany. No podía creerlo, deseaba no creerlo y pensar que Cooper sólo lo hacía por jugarle una mala pasada, pero algo le decía que él no estaba mintiendo.
Recordando a Santana y lo que le había jurado y prometido, le hizo sentir como un miserable mentiroso. Prometió que así fuera con su vida, la cuidaría a Brittany y había fallado. Miró a su alrededor y pensó que tenía que haber una forma de salir de ahí, esperaba que Kurt pudiera comprender el mensaje que lograra enviar antes en el hospital.
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“Poli. CoopA.ATho+ clpbles. TamoK”
Nunca había estado tan acojonado en toda su vida, ni siquiera cuando lo golpearon aquellos muchachos en Montreal había sentido tanto miedo, y que si no fuera por Blaine y Brittany, ahora mismo no estaría vivo. Aún así, ese era el mensaje más críptico que alguna vez le podría haber enviado Blaine. Él solía acortar las palabras al escribirle y odiaba con toda su alma que hiciera eso, porque aunque entendía el inglés y obviamente lo hablaba, no significaba que algunas cosas no se le escaparan en la lectura de “jeroglíficos anglosajones”, como solía llamarle a la escritura por móvil, que tan de moda estaba y que Blaine lo usaba indiscriminadamente, pretendiendo que los seres normales y con conciencia de la buena gramática y léxico, aprendieran un idioma que no tenía pies ni cabeza.
Blaine no aparecía, ese era otro hecho y tenía un miedo, una inseguridad y un presentimiento de que algo más no iba bien; se había pasado la mitad de la tarde esperándolo en el hospital y no apareció en ningún momento, al igual que tampoco lo hizo su hermano Cooper. Aparte, los médicos habían aparecido en un momento luego que dijeran que Brittany había sufrido convulsiones y una parada cardiorrespiratoria y que después de ahí, no reaccionó más a la resucitación; declarándola clínicamente muerta.
Eso causó un tremendo shock en toda su familia. Él, que había estado presente, podría dar fe de ello y entonces él tampoco pudo creerlo, parecía ser una cosa totalmente imposible y sin embargo, ahí los vio completamente desconsolados, llorando y abrazándose; familiares y amigos, todos. El corazón sintió encogérsele más de lo que ya lo tenía y las lágrimas le nublaron la vista, porque él también sentía un cariño muy especial por Brittany; aunque no hubiesen hablado personalmente; ella seguía siendo especial y la consideraba su primera mejor amiga, porque luego estaba Santana; a las dos las quería muchísimo y que ahora no estuviera más Brittany, parecía ser apenas el comienzo de una hecatombe de proporciones más terribles que la Primera y segunda guerra mundial…bueno, tal vez exageraba, eso era parte de la convivencia con Blaine, que terminaba pegándosele su mala maña de exagerar todo.
Ahora estaba en la sala de hospital, todavía estaban ahí, a pesar que hacía rato que poco a poco se iban quedando vacíos los pasillos; pero toda la familia continuaba ahí, al igual que Thiago, unos señores que eran la nana, el cocinero y el chofer, respectivamente, de los Pierce y el tío de Santana en un rincón, sentado y visiblemente también afectado. Aquello parecía ya el funeral, todos mortalmente silenciosos y apenas se movían; todavía parecían estar en estado de shock y ninguno reaccionaba más que lo suficiente. Sólo en ocasiones alguno estallaba en llanto y se abrazaba al que tenía al lado, que intentaba consolarlo, pero que también lloraba. Era increíble la unión de esa familia en aquel momento, parecía que a pesar que en días pasados tuvieran sus diferencias, ahora éstas no importaban en absoluto, porque se amaban a pesar de todo.
Sólo estaban los chicos Pierce, Thiago, el tío James y la nana, el cocinero y chofer, que también lloraban; presentes ahí en la sala de espera. Chord y Susan estaban en alguna parte, gestionando algunas cosas, por lo que no estaban ahí. Todavía él tenía el celular en la mano, esperando alguna llamada de Blaine que jamás llegaba y además, el mensaje abierto de él, que le mandara en la mañana.
Leyó el mensaje nuevamente y menos sentido que los discursos de los políticos, le encontró. Se sentía tonto, porque sin la ayuda de su novio no tenía puta idea de qué significaba cada jeroglífico. Miró hacia el tío de Santana y éste también lo observó a él, haciéndole una seña para que se acercara. Obedeció al instante y se sentó a su lado, mientras él se acomodaba en su propia silla.
-Te noto preocupado ¿Pasa algo?
¿Pasaba algo? Pasaban muchas cosas, pero no sabía por dónde empezar.
-Sí
-¿Es por Blaine…? Así es que se llama tu novio, ¿No?
-Sí, señor, pero…
-¿Dónde está él?
-No lo sé, pero…
-¿Sabe lo que pasó? ¿Le enviaste mensaje diciéndole…?
-Le envié mensaje y lo llame, pero no responde. Desde la mañana que no responde, señor y estoy preocupado.
James suspiró y se cruzó de brazos.
-A ver…primero que todo, podes llamarme James ¿Si? y segundo… ¿Cuándo fue la última vez que lo viste, a qué hora?
-En la mañana muy temprano. Al despertarme, él estaba arreglándose para salir y le dije que iba con él, pero entonces él me dijo que no y que esperara a Thiago, que él iba a ir a buscarme para llevarme al hospital y que acá nos encontrábamos.
-Y no llegó…
-No y tampoco su hermano.
-Sí, de su hermano y él me di cuenta hace rato. Es raro, porque ellos dos sobresalen bastante…por lo de gemelos y todo eso…
-Pero, me mando un mensaje, señor…digo, James. Me lo envió a la mañana y después de este, más nunca se volvío a comunicar.
-¿Me lo dejas ver?
-Sí…mire…-dijo Kurt, entregándole el celular a James para que leyera-El problema es que él siempre escribe como con jeroglíficos. Le pedí antes que no me escriba así y lo reté miles de veces porque nunca le entiendo. Él me explicó algunas cosas, pero en este mensaje…nada. Odio que haga eso.
-¿No le pediste a ninguno de los chicos que te ayude a entenderlo?-preguntó James, frunciendo el ceño.
Kurt enrojeció y miró a los hermanitos Pierce apartados y llorando en ese momento.
-Me da pena, señor…ellos están así tristes y no quiero molestarlos…
-Si, entiendo. Tenes razón, pero debes entender el mensaje para saber si Blaine te dice acá donde está.
-Ya sé, pero…
-Vamos a ver con Thiago. Él seguro entiende.
James se levantó de su asiento y se acercó a Thiago que estaba en una de las sillas, sentado y con las manos ocultando su rostro. Kurt también se aproximó, pero más lentamente y con algo de pena, mientras James se sentaba al lado de Thiago y le daba una palmada en la espalda.
-Pibe…
Thiago alzó el rostro, descubriendo algunas lágrimas en su rostro, como también sus ojos rojos. Se secó las lágrimas y trató de poner una sonrisa, pero sólo le salió una mueca rara.
-Hey… ¿Qué pasa?-murmuró Thiago, con voz ronca.
-Mira, necesitamos tu ayuda. Acá mi estimado Kurt y yo no entendemos los jeroglíficos de celulares que ustedes los jóvenes tienen para escribir…
-¿En serio no entendes?-preguntó Thiago, sorprendido y mirando a Kurt
-No…yo siempre escribo completo, así que ni idea.
-¿Y por qué no me pediste ayuda?
Kurt puso cara de vergüenza y a la vez enrojeció.
-Me daba pena. Me parecía desubicado pedirte eso ahora…
-Si, pero si lo necesitabas… a ver, ¿Cuál es el mensaje?
-Este-le entregó James el móvil de Kurt a Thiago-Yo tampoco entiendo nada de eso. Santana siempre me escribe completo y no veo la necesidad de aprender.
Thiago sonrió levemente y leyó el mensaje, frunciendo el ceño.
-¿Qué carajo es esto?
-Dios…-musitó Kurt, fastidiado.
-¿Quién escribió esto? ¿Es de…?
-Blaine, es de él-dijo James-¿Lo entendes?
-¿Y dónde está él?-preguntó Thiago, confundido-¿No iba a estar acá cuando llegáramos, Kurt?
-Sí, pero no lo vi. No aparece y…
-Yo también lo noté, pero es que pensé que…
-A ver, Thaigo. ¿Entendes o no el mensaje?
Thiago leyó nuevamente y alzó una ceja.
-Sabía que escribía jeroglíficos, pero no que ya se había convertido en un maestro de la escritura de jeroglíficos mierda…
-¿Se entiende o no, Thiago?-preguntó Kurt, comenzando a hartarse.
-Bueno…pienso que lo que quiere decir es… “Poli” siempre fue policía, entonces es algo como ”Policía. CoopA. A Thomas culpables. Te amo K”… dice que te ama.
-¿Eso es todo?-preguntó James-¿Qué es eso de CoopA…?
-Bueno… Coop, así le dicen a Cooper y la A, debe ser de su apellido, Anderson.
-¿Y A Thomas?
-A Thomas… Adam Thomas, el compinche de Cooper-repuso Thaigo, encogiéndose de hombros.
-¿Y decís que eso de ahí es “Culpables”?-quiso saber James, señalando las letras-Mierda…ustedes los jóvenes inventan demasiado.
Kurt se quedó paralizado y sintiéndose asustado, tragó con fuerza y le arrancó el móvil de la mano a Thiago; a la vez que salía corriendo y le gritaba “Gracias” a Thaigo y James. Sin embargo, los dos se levantaron también y corrieron tras de Kurt.
-¡Hey! ¡¿Qué te pasa?!-preguntó Thiago, agarrándolo del brazo al atraparlo-¿Está todo bien? Te pusite pálido…
-Fueron ellos.
-¿Quiénes?
-¡Ellos! ¡Ellos son los culpables de los atentados a Santana y de haber atropellado a Brittany!
-¿Qué…?
-Pibe, pero mira las cosas que decís…
-¡Es verdad! ¡Santana le pidió a Blaine que siguiera a Cooper porque parece que sospechaba de él! ¡Blaine estuvo siguiendo a su hermano desde ayer!
-¿Están los dos juntos, entonces?-preguntó Thiago
-¡No sé! ¡Pero hay que decirle a la policía!
Ya iba a correr de nuevo, pero James lo detuvo.
-¿Estás seguro de lo que decís, pibe? Esa es una acusación muy grave-repuso James, muy serio.
-Sí, señor, estoy seguro.
-Bueno, entonces dejame llevarte en mi auto. Llegaremos más rápido.
-¿Voy con ustedes?-preguntó Thiago, preocupado
-No, vos quedate, pero no les digas nada sobre esto a los Pierce. Hasta tanto sepamos muy bien de qué va esto y donde se puede encontrar Blaine y Cooper, ellos no deben tener más preocupaciones.
-Igual deben saberlo.
-Y lo van a saber, pero a su debido timepo. Por favor.
-Bueno, está bien.
Kurt y James entraron al ascensor, una vez que llegó al ser llamado por el canadiense. Thiago se despidió con un gesto de mano y las puertas se cerraron, al tiempo que escuchaba una vocecita ahogada a su lado y al voltear, vio a Katie. Tenía los ojos completamente rojos y muy aguados por lo que había estado llorando.
-¿Qué pasó, Thiago? ¿Por qué se fueron ellos?
-Uhmm…fueron a buscar a Blaine, Kat.
-¿A dónde? ¿Por qué no vino?
-No sé, peque. Pero Kurt y James fueron a buscarlo. Vamos a sentarnos, ¿Sí?
Ella asintió, pero enseguida saltó a sus brazos, rompiendo en llanto desconsolado, al mismo tiempo que Thiago también se contagiaba y también comenzó a llorar.
……………………………………………………………
“¿Ni siquiera te vas a quedar conmigo si te digo que siento cosas por vos?”
“¡Saaaaantaaaaaanaaaaa! ¡Nooo! ¡Aggh! ¡Noooo! ¡Cosquillas noooooooooo!
Si pedís clemencia, te suelto.
No voy a pedir… ¡Auxiliioooooooooooooooo!
¡Por piedad! ¡Tenes que pedirlo por piedad!
¡Saaaaantaaaaaanaaaaa! ¡Por favor! ¡Me meo! ¡Me hago pisssssssssssssssssssss!”
“Lo único que quería saborer era que fueras mi novia… Mejor dicho, quería saborear un beso tuyo, siendo tu novia”
“¡¿Cómo podes ser tan tonta?! ¡Te amo! ¡Carajo! ¡SOLAMENTE TE AMO A VOS!”
"Si estoy con vos, no necesito nada..."
Ese beso, ese el de la lluvia y el primero en I Murazzi, incluso el último en el aeropuerto antes de irse; todos los besos, cada uno de ellos le presionaron en el pecho dolorosamente. Todas las cosas que le había dicho, sus palabras, esas frases, esos gestos suyos, esos momentos que jamás podría olvidar y que ahora la asfixiaban como nunca creyó estarlo.
A donde sea que mirara, que volteara, en cada rostro la veía a ella y su sonrisa. No regía, a cada segundo pensaba que se moriría y eso era lo que más quería ahora, morir, irse con ella porque ya no creía que podría vivir sin ella. Por más que lo intentaba el no llorar, era lo que más hacía y que no había cesado ni por un segundo; mientras estaba en aquel avión de regreso a Los Ángeles, en un avión privado que Alan había logrado conseguir con los barbudos, luego que les explicara la situación. Ellos no se negaron y enseguida le ofrecieron el avión para que regresara.
No sólo iba ella, sino que también se le unieron los chicos de la banda y hasta los italianos, que quisieron acompañarla en todo momento. Ahora iba apoyada de la ventanilla del avión y con los ojos cerrados, con una inmensa manta que la cubría del frío y en la que caían gruesas lágrimas una y otra vez. Alan le había dado un calmante para los nervios y la ansiedad que le daba sueño, pero sentía miedo de cerrar los ojos porque sabía que soñaría con Brittany y pensar en ella ahora sólo significaba llanto continuado y por el resto de las 3 horas y media que faltaban para llegar a Estados Unidos y específicamente a Los Ángeles, California.
En su mente se repitieron las palabras de Chord al anunciarle que Brittany, el amor de su vida, no había resistido más y había muerto; gimoteó e hipó, haciendo un ruido como si el aliento se le quedara atascado en algún punto de su garganta, creyendo que se asfixiaría. Estalló en llanto y enseguida las luces del avión se encendieron, al tiempo que Alan, quien estaba en el asiento de al lado, cuidándola, se acercó a abrazarla y frotarle la espalda para que se calmara; pero luego vio que se ponía más pálida y que realmente se estaba ahogando.
-San…San. Necesitas calmarte…
-N-No p-puedo…me quiero morir, Alan…-sollozó Santana, mareada y hundiéndose en el mueble a la vez que él le daba un masaje en los hombros y luego en el pecho con los dedos
-¡No, Santana! ¡Dale, respira! ¡Calmate! Ya vamos a llegar… ¡Traigan el oxígeno! ¡VINCE! ¿Dónde estás?
-¡Acá estoy!-exclamó Vincent, acercándose con un pequeño bolso que tenía un aparato dentro y sacando una mascarilla de él, se la colocó a Santana cubriéndole boca y nariz-Dale, San…respira, calmate…eso, así es… tranquila. Sé que te duele, pero es necesario que intentes mantenerte calmada… ¿Entendiste? ¿Me escuchas?
-Sí…-susurró Santana, sintiendo un pequeño pinchazo en su brazo y luego que poco a poco le iba dando sueño-la dejé…me quiero morir.
-No, Santana. Tenes que tener fuerza, Brittany querría que vivieras, ella querría que estuvieras bien.
-Quiero estar con ella…quiero…
-Tiene fiebre. 39ºC-musitó Vince, luego de tomarle la temperatura con un termómetro axilar.
-Hay que bajársela…
-Sí, voy a eso-dijo el doctor Vincent, yendo hacia el otro lado del avión. Él buscó una toalla y mojándola con algo de agua fría del pequeño baño que había ahí, se apresuró a ponérsela en la frente a la morocha-Ahí está. Eso debe servir. Le puse un calmante un poquito más fuerte, la mantendrá tranquila en estas tres horas y media que dure el viaje. Dejenle el oxígeno hasta que se termine y después se lo quitan.
-No va a pasar a más ¿O sí?
-Esto es estrés, Alan. Viene de antes y todos acá lo sabemos desde que se desmayó la otra vez. Temo que desencadene en un postrauma con todo esto que pasó, si no se trata a tiempo.
-Vas a poder vos, ¿No?
-Por supuesto, pero un psicólogo también sería bueno.
-Britt…-balbuceó Santana, entrecerrándosele los ojos y notando una sombra enfrente suya a la que no podía verle el rostro-Britt… te amo, perdoname…quiero ir con vos…
Estirando brevemente la mano, sintió que unos dedos se entrelazaban con los suyos, acariciándoselos. Cerró los ojos y su cabeza cayó a un lado, apoyándose sobre la almohadita que le habían dado para que descansara.
-San…hey, San…
-Dejala, se quedo dormida. Lo va a estar por un buen rato.
-Bueno, vayan a sentarse ustedes y a descansar-dijo Alan, mirando a los chicos de la banda, a los muchachos italianos y los guardaespaldas-Que en tres horas llegamos y necesitamos estar fuertes para acompañar a Santana.
Fabiana, que todavía le seguía tomando la mano a Santana, le dio un beso en ella y suspiró, yendo rápidamente a sentarse en su asiento junto con Sebastián.
……………………………………………………
No lo había vuelto a ver pasar por el pasillo y de eso, hacía horas que lo había hecho la última vez. No sabía cuánto tiempo, exactamente, pero le pareció suficiente para intentar desatarse de la silla, moviéndose de un lado a otro y haciendo mucha fuerza. Las manos las sentía adoloridas, así como sus muñecas ya debían tener escoriaciones o si no, rojas por estar todo el tiempo moviéndolas y tratando de quitarse las cuerdas. Habría sido mucho más fácil si las cortara con su propia navaja que siempre cargaba, pero que desde un principio Cooper se la había quitado y arrojado muy lejos cuando iban de camino a aquella casa de playa que ahora permanecía abandonada.
Estaba a punto de sacar la mano derecha, estaba a pocos segundos y cada vez estaba más acalorado por el esfuerzo que hacía, cuando de pronto sintió que su mano se liberaba y lograba sacarla. Estuvo a un milisegundo de ponerse en pie para sacarse la otra y luego las que tenía en los pies, cuando escuchó pasos afuera de la habitación y tuvo que volverse a su lugar, metiendo su mano en la cuerda y fingiendo que seguía atado.
Cooper entró, abriendo más la puerta que estaba entrecerrada y lo miró en su lugar. Estaba bien vestido, se notaba que estaba recién duchado y la pequeñísima barba que había estado creciéndole, se la había afeitado. Él sonrió y acercándose a él, le dio unas palmaditas en la mejilla, mientras Blaine apartaba el rostro, furioso.
-Hermanito, hermanito ¿Qué te parece como voy? Queda bien para un momento así ¿No? No creo que todavía sea el funeral, porque entre lo que me dijo Susan, pude entender que estaban apenas en los trámites del acta de defunción... por aquello de la autopsia, donación de órganos…creo que una vez escuche a Brittany, estando en el instituto, que cuando ella muriera, quería donar todos sus órganos a quien los necesitara y me acuerdo que yo me dije… “¡Joo…! Mira mas tierna, qué angelito que es, es tan buena ella…dando vida, después de la muerte. Qué altruista de su parte” Una pena que haya sido tan joven, tenía mucha vida, mucha vida por delante…nadie merece irse tan joven ¿No, Blaine? Pero, cuando te toca, te toca y ahí no hay ‘peros’ que valgan…
Un segundo más y saltaba sobre él, pero se detuvo nuevamente, tensándose cuando él volteó después de estarse mirando en el espejo del armario por largo rato y mirarle fijamente con una sonrisa cínica y estúpida en sus labios. Sentía tantas ganas de borrársela…
Cooper se aproximó a él y Blaine casi se cae de la silla, pensando que se daría la vuelta a verlo por la espalda y que se diera cuenta que hacía rato que ya no estaba atado. Sin embargo, Cooper no se dio por enterado y en su lugar, comenzó a pasarle la mano por el cabello, haciendo como que se lo peinaba.
-Dios…siempre con el cabello desordenado ¿Qué intentas demostrar con eso? ¿Qué sos rebelde? No me jodas…mirate…-agregó frotándole las mejillas y luego dándole una ligera cachetada-Así…así no vas a ir al funeral de Brittany…así no te voy a dejar ir…
Blaine frunció el ceño, confundido y Cooper rió.
-Ah… ¿Pensaste que no te iba a dejar despedirte de nuestra querida Brittany? ¿Qué soy tan basura que no te iba a dejar darle el último adiós? Bueno mira…para que veas que después de todo no soy tan basura y que puedo ser un buen hermano, pense que sí, que vas a venir conmigo al funeral. ¡Pero eso sí! Siempre vigilado por mí, no te me vas a escapar, Blaine. Esto es para…para no levantar más sospechas y para que también, te despidas de tu amorcito querido, Kurt. Primera regla para venir conmigo: No vas a hacer nada estúpido, porque voy a matar al maricón; No le vas a dicir a nadie, porque lo voy a matar a Kurt y Tercero, No levantarás sospechas, porque, como bien sabes, voy a matar a Kurt. ¿Te quedó claro?
Sus ojos lo observaron fríamente y él sólo buscaba el momento justo cuando pudiera romperle aquella sonrisa, hacerlo sufrir, ponerlo a rogar clemencia de rodillas.
-Veo que te quedó claro, porque estás calladito. Así que bueno…te voy a llevar al baño para que te duches, te doy ropa mía y quiero que todo eso sea en 4 minutos, 5 como máximo; si te tardas o haces algo estúpido…ya sabes, creo que entendiste bien. Ya vengo.
Aprovechando que Cooper salió a buscar la ropa, se sacó las cuerdas y se terminó de desatar la de los pies, con la mayor rapidez que podía. Al lograrlo, agarró un bate que recordaba que siempre estaba detrás de la cama que había ahí y se escondió tras la puerta para sorprenderlo.
Esperó unos dos minutos, hasta que la puerta se abrió y casi chocó con él, pero luego vio la espalda de Cooper frente suyo.
-A ver, Blaine… te voy a dar una oportunidad para salir, acordate de tu querido Kurt.
Cerró la puerta de golpe y cuando Cooper volteó, le fue a dar un batazo en la cabeza, pero él logró esquivarlo a tiempo y agarrándole el bate por el otro lado, se lo jaló y le asestó el golpe en el estómago, sacándole el aire al estrellarse contra la pared; mientras Cooper agarraba el bate y lo lanzaba lejos, riéndose.
-Nunca aprendes, hermanito. Parece que después de todo, no te importa que Kurt muera. ¿Tan mal te hace el pete?
Iba a salir de la habitación para encerrarlo, cuando Blaine atravesó el pie y lo hizo tropezarse, cayendo al suelo. Ahí Blaine saltó sobre él y le pegó un puñetazo en la mandíbula, pero Cooper se le abalanzó también y le dio uno en la cara y luego de agarrarlo con el brazo por el cuello, en una llave, le dio en la nariz. Aún con eso Blaine lo sostuvo por la cadera y alzándolo con fuerza, lo lanzó al suelo y le dio una patada en la entrepierna con toda la furia que cargaba y luego otra que le hizo chillar más y cuando le dio en la cara, Cooper lo tomó por el pie y empujándolo, logró impulsarse y ponerse en pie. Blaine agarró aire y dispuesto a noquearlo agarrándolo por la cabeza y estrellándosela contra la baranda de la cama y luego contra la pared; no se fijó cuando Cooper sacó su navaja y se la clavó en el abdomen, provocándole un dolor inmenso y sintiendo como algo líquido, viscoso y caliente le salía manchándole la camisa.
Alzó la mirada, soltando a Cooper y fijándose en sus ojos negros, al tiempo que él empujaba más adentro la navaja y esa vez, tuvo que cerrar los ojos, aguantando el dolor, pero sin poder retener unas lágrimas. Su hermano le sacó de un tirón el arma y cuando se levantó, Blaine volvió a mirarlo con rabia, pero notando que apenas sí se había manchado el mismo de sangre. Sólo un poco en la mano y en la corbata amarilla que traía; además de unos leves golpes en la cara y uno en el labio partido. Se secó el poco de sangre con la corbata y lanzó la navaja por algún lugar.
-La puta madre… ¿Viste lo que haces? Ahora voy a tener que quitarme mi corbata favorita.
Cooper abrió una gaveta y rebuscando entre todo lo que había ahí, sacó una que era roja y viéndose al espejo, se fijó si le quedaba bien o no.
-Bah…me queda genial. Como todo lo que me pongo. ¿Te gusta, hermanito?-se volteó a ver a Blaine, quien estaba mirándole sentado desde el suelo y tapándose el abdomen con su mano derecha-¡Qué genial! Combina con vos justo ahora ¿Ves? Rojo y rojo. Lástima que ahora ya no puedas ir. Realmente esperaba que pudieras acompañarme y así darle nuestras condolencias a la familia y después despedirnos de Brittany. Aunque…ya debe estar esperándote en el Más Allá.
Terminó de arreglarse la corbata y luego de volver a peinarse y limpiarse un poco la herida del labio, sonrió y se metió las manos en los bolsillos, viéndolo a Blaine.
-Bueno…supongo que cuando vuelva, ya vas a estar más frío que congelador del Polo Norte. No te hagas drama, le voy a mandar saluditos de tu parte a Kurt y…bueno, creo que le voy a perdonar la vida, sólo para verlo sufrir cuando sea tu funeral. Agradecelo ¿Eh? Me le mandas besos y abrazos a Brittany, decile que realmente habría querido que se quedara, la habríamos pasado riquísimo ella y yo, juntos.
Acercándose por última vez a Blaine, le dio un beso en la frente y unas palmaditas en la mejilla, a la vez que le guiñaba un ojo.
-No te preocupes. Papá y mamá no deben tardar en unirse a vos en unos pocos meses. Buenas noches, campeón.
Lo vio salir de la habitación y bajar las escaleras, para luego, a lo lejos, cerrarse la puerta de la casa y al final el auto de Cooper encendiéndose y partiendo del lugar.
Lentamente, se iba sintiendo entumecido y con frío, mientras su sangre era lo único un tanto calientito que podía sentir. Era de noche y no tenía oportunidad de conseguir auto y salir de ahí, pero podía intentarlo caminando. No importaba si eran muchos kilómetros hasta conseguir llegar a algún sitio donde alguien pudiera llevarle hasta el hospital y detener al maldito de su hermano; no importaba una mierda de nada, sino ir a parar toda aquella locura. Así llegara casi muerto allá, esperaba poder, aunque sea, decirle a Kurt que lo amaba y verlo por unos segundos.
Ya de pie y sosteniéndose ligeramente de la pared, manchándola de sangre, se sacó la mordaza y agarró las sábanas de la cama, rompiendo un pedazo considerable con esfuerzo. Con cuidado, se la enrolló por el abdomen para intentar que eso detuviera la hemorragia un poco. Acercándose, entonces, al armario sacó un sweater para ponérselo y así tapar la herida, para no asustar a nadie si lograba que algún auto se detuviera a ayudarlo.
Salió de la habitación lentamente y caminó, decidido a salir de ahí, fuera como fuera y por la memoria de Brittany.
…………………………………………………………
Parecía estar siendo el día más largo de su vida, porque cada vez que miraba su reloj, veía que sólo habían pasado minutos desde la última vez que lo mirara. Susan, su esposa, estaba abrazada a él y completamente en silencio, como jamás en su vida lo había estado. Sin embargo, tal como por momentos le daba, gimoteó y soltó un llanto herido, abrazándolo más fuerte mientras él trataba de evitar llorar, fallando estrepitosamente al recordar todas las cosas de las que habían hablado con Brittany en Italia y de cómo ella le decía que había encontrado por fin su único y verdadero amor; también todas y cada una de las cosas que habían vivido juntos, como padre e hija. Cuando nació y al sostenerla en brazos, ella estornudó y abrió sus ojitos, mostrándole lo azules que eran; al ir creciendo, enseñarle junto con Susan a lavarse los dientes, a leer, escribir; la primera vez que ella le dijera “Papucho, te amo”, que montara a caballo…cuando enfermaba y se quedaba toda la noche junto a Susan, cuidándola; todas aquellas cosas, malas o buenas, el concierto en Reykjavík de Sigur Rós y hasta cuando se pegó el susto de su vida con su accidente de paracaídas; todas y cada una de esas situaciones que había pasado junto a su hija, ninguna las cambiaría por nada nunca.
Sólo habría pedido, quizá, poder devolver el tiempo y decirle miles de veces que la amaba.
Susan, por su parte, no dejaba de pensar en la última vez que habló con Brittany y ella le dijo que la amaba y que no quería que discutieran más, pero sobre todo, como una especie de burla del destino, aquella frase que jamás se le borraría “Y por favor, no llores más ¿Sí? que no me morí tampoco”. Aquello parecía ser la más cruel de las frases ahora, no tener la conciencia de lo que eso podía significar en ese momento y de cuanta rabia sentía de no haber aprovechado la oportunidad, cuando la tuvo, de solamente buscar que fuera feliz, dejarla ser feliz con Santana.
Las palabras se le repitieron en la mente, pero esa vez hacían eco en su cabeza, atormentándola y haciéndola gritar de dolor; mientras Chord la abrazaba más fuerte y le daba un beso en la frente, llorando también.
-Mami-se escuchó la voz de Max a su lado-Mamucha, no llores, por favor. Brittany está bien, mamu.
El niño se subió a la silla de al lado y la abrazó, derramando pequeñas lágrimas por sus mejillas y dándole besos a su madre en la frente. Susan lo agarró y lo abrazó, sin poder dejar de llorar; mientras todos los demás, Jack, Scott y Katie se les unían, al igual que la nana, el cocinero y el chofer; que también eran ahora de la familia.
Se quedaron todos así, consolándose entre todos, sin poder a la vez lograrlo. Fue en ese momento en el que Chord se apartó un momento y vio por el pasillo a su hermano Jason con su esposa Elaine y sus hijos Luca y Jenna. Se levantó de un salto y se acercó a su hermano, abrazándose ambos mientras Chord reanudaba su llanto, poniéndose muy rojo por la presión que sentía.
-Lo siento mucho, hermano-dijo Jason, dándole palmadas en la espalda y también comenzando a llorar-Tenemos que tener fortaleza, mucha. Brittany habría querido eso.
-Mi hija…mi bebé…-lloró, desconsoladamente-No está más mi niña.
-Sigue estándo ¿Me ecuchas? Ella está acá, con nosotros y solamente mueren los que son olvidados.
Continuaron abrazándose, hasta que Chord se separó y abrazó a su cuñada, quien también se había contagiado del sentimiento. Le siguieron Luca y Jenna, quienes igualmente sollozaban en silencio. También, pronto fueron llegando más personas al hospital, como Artie, Alfred; el mejor amigo y vicepresidente de la empresa de Chord, el doctor Joseph junto con su amiga Quinn y además, varios amigos de los chicos; quienes vinieron a darles el pésame, luego de escuchar por las noticias de lo sucedido.
-Papá, el doctor…-habló Jack, con voz ahogada y enseguida el mencionado volteó, viendo a Isaac, que estaba muy serio y venía con un sobre en la mano.
-Chord, acá está el acta de defunción…-dijo Isaac, entregándole el sobre con cuidado-De parte de todos los doctores, enfermeros, enfermeras y demás personas que acá trabajamos; nuestro sentido pésame para vos y tu familia…-murmuró él, mirando luego a Susan-Lo siento muchísimo, doctora.
Todo se volvió un bullicio, hasta que el doctor volvió a hablar.
-Chord, Susan…necesitamos proceder con lo de la donación…si antes quieren entrar a verla, pueden hacerlo…
-Gracias, Isaac, pero…queremos esperar-dijo Susan, logrando hablar por primera vez desde hacía horas-No llegaron todavía unos amigos de Brittany y además, Santana…su novia. Queremos esperarla y que ella pueda entrar a verla.
Isaac los miró a todos y asintió, metiendo las manos en los bolsillos de su bata blanca.
-Muy bien. Voy a dar orden de espera. Sin embargo, deben saber que…
-Sí, lo sabemos, Isaac. Pero, te aseguro que ella va a llegar pronto.
-Perfecto, con permiso.
Todos se quedaron en silencio sepulcral, mientras se iban sentando de a poco en cada una de las sillas de la sala de espera. Poco tardaron en darse cuenta y escuchar los pasos de otra persona en el pasillo, al voltear, vieron a un chico bien trajeado, peinado y con una corbata roja que resaltaba. Él se acercó a Susan y la abrazó.
-Lo siento mucho, en serio. Disculpa la tardanza.
Thiago, que estaba un tanto alejado y también lo veía, tuvo que controlarse a sí mismo para no ir a matarlo él mismo con sus propias manos.
-Bastardo hipócrita de mierda.
-¿Qué dijiste?-preguntó Jenna, que estaba a su lado.
-Uhmm…nada, que tengo que ir al baño. Con permiso.
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:08 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
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Edad : 29
CAP.23 I WON'T GIVE UP
What I Like About You♥
CAP.23. PART II
I WON'T GIVE UP
Hacía demasiado frío por el abrazo helador del viento que le pegaba en la cara y en el cuerpo, haciéndole sentir desnudo. Estaba demasiado mareado, entumecido y la debilidad comenzaba a pasarle factura; apenas podía ver entre la oscuridad y sólo se guiaba por su instinto de supervivencia, porque algo se conocía de aquella zona en la que estaba y aún cerca de la playa, pero ya lo suficientemente lejos de la casa. Aparte, prestaba más atención que de costumbre a los sonidos del viento, las olas y el de los autos al pasar velozmente; intentando que eso le distrajera del dolor de su herida que a cada minuto que pasaba, se intensificaba con agudos golpetazos que amenazaban con tirarlo al suelo. Su meta la seguía teniendo bien clara y debía llegar como sea, así fuera gateando y luego arrastrándose, llegaría, como que su nombre era Blaine Anderson lo iba a lograr.
Sin embargo, tuvo que detenerse al borde de la carretera, tratando de ver algo entre lo nubloso que estaba su vista; ver algo más que luces brillantes que pasaban velozmente por su lado y sin detenerse. Pensando que quizá las personas que le veían pensarían que era quizá un indigente, se rió de sí mismo y de su propia suerte, tratando de no pensar en lo doloroso del asunto y que cada vez más se le dificultaba caminar. Estaba definitivamente mal, lo sentía venir y debía hacer algo en ese momento, antes de desmayarse en el medio de aquel sitio.
Lo pensó, ningún auto se detendría a menos que lo obligara, así que se puso a esperar que viniera uno y vio una luz en ese momento que pasaba rápidamente y luego se marchaba en la oscuridad. Fue entonces que caminando lentamente al medio de la carretera, se quedó esperando ahí hasta escuchar que venía uno y al ver la luz que aparecía y lo iluminaba frente suyo, escuchó un frenazo tremendo y un bocinazo. Pensó que no lograría detenerse y lo atropellaría como a un idiota, así que cerró los ojos y esperó el impacto, el cual nunca sucedió.
-¡Maldito loco hijo de puta! ¡Fijate por dónde vas, casi te atropello!
Iba a decirle algo, pero no pudo sostenerse de pie por más tiempo y se desplomó al suelo. Sentía que su corazón latía demasiado rápido y que podría darle un infarto, le parecía que moriría ahí y no lo lograría; pero para su sorpresa, la persona que se había detenido se acercó a él y lo sintió tomarle de la cabeza.
-Hey…hey, no me asustes. Ni siquiera te toqué. ¿Te sentís bien?
Abrió la boca para hablarle, pero no salió nada y temió ponerse peor de lo que estaba.
-Eso te pasa por emborracharte, macho… ¿Quién te dijo que tu novia vuelve con vos poniéndote en pedo?
-Ayudame…-logró decir, finalmente-P-por favor…ayudame…
-Voy a llamar a la ambulancia. Te estás poniendo azul.
-¡No! Llevame al hospital, por favor…llevame vos…te lo agradecería…
-Es que no voy por ahí…
-Solamente me dejas ahí y listo…por favor…
-Bueno, pero no me vayas a vomitar los asientos, si no mi mujer me mata y me pone a fregar los pisos por un mes.
Hubiera reído en otra situación, pero esa no era la más indicada. Intentó ponerse en pie, pero casi vuelve a caer y fue entonces cuando el muchacho se acercó a ayudarlo y al tratar de alzarlo, Blaine gritó de dolor al sentir como un desgarro.
-¡Pero si estás herido!
-No es nada, solamente llevame, por favor.
-Te vas a morir si caminas. Dejame cargarte hasta el auto.
El muchacho lo alzó nuevamente y caminó rápidamente hacia el auto, metiéndolo en el puesto del copiloto y poniéndole el cinturón de seguridad. Él entró y puso en marcha el auto.
-Tu novia parece ser una fiera ¿No?
Blaine rió y tosió, negando.
-Ah, entonces sos el amante de la tipa y el marido te descubrió. Denuncialo, te habría matado.
-A eso voy…-musitó Blaine, no queriendo entrar en detalles y sólo dejando que especulara-A denunciarlo.
-¿A cuál hospital te llevo o te es indiferente?
-Al que está cerca del City Hall.
-Hacia allá vamos…pero no te me mueras, ¿Sí? Que después me meto en un problema y van a pensar que yo te maté…
-Tranquilo…todavía creo que tengo tiempo.
-Toma, ponte mi campera para que no te pongas frío-dijo el muchacho, agarrando una que tenía en el asiento de atrás y poniéndosela encima a Blaine.
-¿Cómo te llamas?
-Camilo ¿Y vos?
-Blaine Anderson. Un gusto conocerte, Camilo y…muchas gracias por lo que haces.
-Nah, tranquilo. Solamente ponte bien y listo. Ah y deja de hablar. Que te llenas de gases y después te duele más.
-Pero igual, gracias. Si sobrevivo, te lo voy a recompensar.
-Si sobrevivís, yo te lo voy a recompensar a vos. Dale, descansa. Que en 10 minutos, máximo 15 y estamos ahí.
Y así fue. Camilo casi voló con el auto, pero cuando estaba cada vez más cerca, tuvo que bajar la velocidad ya que podía venir algún policía y detenerlos; pero también, a medida que se acercaban, a cada segundo se sentía mucho peor y ya el frío de las manos apenas lo dejaba sentir. Entrecerraba y abría los ojos continuamente, sintiendo adormecerse despacio ya casi ni enterándose por donde iban.
Tomó algo de fuerza, de la escasa que sabía que le quedaba y levantó la cabeza, dándose cuenta en ese momento que se estaban deteniendo.
-Acá estamos. El hospital.
-Dale…muchas gracias, Camilo. No tengo mi billetera acá, pero…
-Dejalo así, Blaine. Anda rápido, que ya te veo muy mal.
-Gra-Gracias…
Cuando apenas puso un pie afuera y se levantó, cayó a un costado de la acera, dándole vueltas todo a su alrededor. Escuchó voces que lo llamaban, como si estuviera hundiéndose en una piscina, pero cuando salía a la superficie para tomar aire, supo que ya Camilo lo estaba llevando a rastras adentro, a la vez que le escuchaba gritar y pedir auxilio.
Luchaba, intentaba con todas sus fuerzas mantenerse despierto todo el tiempo, pero cada vez le era menos posible y por momentos se quedaba sordo, para luego volver a escuchar. Sintió que lo montaron encima de una camilla y lo llevaban velozmente hacia emergencias.
Lo último que escuchó y sintió, antes de desmayarse, fue la voz que desde hacía horas quería escuchar, gritando su nombre y tocando su mano; después de eso, no pudo responder más.
……………………………………………………
“Doctor John Francis, favor reportarse en Sala de Emergencias, inmediatamente. Doctor John Francis”
No prestó mucha atención al llamado de emergencias a aquel doctor; realmente no creía que volviera a importarle algo en mucho tiempo. Sin embargo, alzó su rostro y escuchando unos pasos que se acercaban apresuradamente, vio que era el tío James e iba hacia ella.
-Doctora Pierce, necesito hablar con usted-dijo él, seriamente y hablando lo más calmadamente posible, pero a la vez buscando a Cooper entre todas las personas que estaban allí reunidas. Él no parecía estar ahí.
-Dígame ¿Qué pasa?
James observó nuevamente a su alrededor y suspiró.
-Con permiso.
Se acercó al oído de Susan y le susurró en voz baja lo que estaba ocurriendo y sobre la emergencia en la que llamaron al doctor John Francis. A Susan casi le da un infarto.
-¡¿Qué Blaine está qué…?!
Todos los presentes se quedaron atónitos por el grito de la mujer y entre confundidos y sorprendidos vieron que se puso en pie en un segundo y salió corriendo de ahí hacia la Sala de emergencias. Cooper se levantó también y se quedó mirando a James, quien todavía buscaba a Cooper.
-James, ¿Podría decirme qué demonios…?
-¿Vio a Cooper? ¿Ya llegó?
-¡Él está ahí!-exclamó Max con una vocecita aguda y señalando hacia la mitad del pasillo. Todos voltearon y entonces vieron a Cooper, que iba saliendo del baño y que cuando se dio cuenta que todos lo observaban, frunció el ceño.
Él miró, como si estuviera en cámara lenta, a James, luego a Thiago y de un momento a otro vio al final del pasillo que venían hacia él unos policías.
No se lo pensó y salió como corcho de sidra de ahí, bajando las escaleras a toda velocidad para intentar escapar.
-¡Atrápenloooooooooooooo!
-¡SE ESCAPA!
Bajados los dos pisos, casi se tropezó con unas enfermeras y por un momento trastabilló, logrando reponerse a tiempo y correr hacia el estacionamiento, llegando a su auto y abordándolo luego de desactivarle la alarma. Quiso encenderlo, pero este no respondió y parecía haberse quedado sin batería. Soltó una sarta de barbaridades y obscenidades, dándole un golpe al volante y fue cuando logró encender, justo cuando varios policías llegaban y les pudo pasar a unos muy cerca, casi arrollándolos, pero sin lograrlo porque se apartaron.
Presionó el acelerador y sin preocuparse por la barrera, siguió derecho y la reventó, saliendo disparado de ahí. Sin embargo, parecía que la mala suerte lo estaba siguiendo, porque se le explotó una rueda y fue justamente cuando unas 4 patrullas de policía aparecieron y se atravesaron en medio, no dejándole pasar. Aún así, quiso correr fuera del auto, pero al paso le salieron los policías de las patrullas y lo apuntaron con sus armas.
-¡Está acorralado! ¡Ponga las manos en alto!
Enojado y furioso, como estaba, alzó las manos y rápidamente varios policías lo rodearon, agarrándolo para requisarlo.
-Las manos detrás de la cabeza. Tiene derecho a permanecer callado, cualquier cosa que digas será usada en tu contra en un juicio. Tiene derecho a un abogado. Si no tiene uno, el juez o la jueza le asignarán el mismo.
Obedeció al tiempo que miró hacia la entrada del hospital, todas las personas que estaban ahí viendo la escena y desde arriba a algunos pacientes asomados a sus ventanas, mirando también. Varios autos aparecieron y estacionándose al lado de las patrullas, de ellos salieron unos reporteros, periodistas, camarógrafos y demás prensa que se había dado por enterada de lo sucedido luego que alguien les diera el pitazo, dándose cita con sus cámaras y demás para intentar acercarse a Cooper y entrevistarlo, pero rápidamente los policías le colocaron las esposas y cuando ya iban a meterlo dentro de una de las patrullas, una voz femenina se escuchó entre el bullicio de la gente.
-Dejenme pasar
-Doctora Pierce, por favor…
-¡Quiero verlo! ¡Exijo verlo!
-No puede…
-¡Le dije que se aparte! ¡Quítese!
El joven policía se hizo a un lado, más por el empujón que la mujer le pegó que por decisión propia. Susan se aproximó a Cooper, quien estaba esposado y agarrado fuertemente por los dos policías a sus lados. Ella lo miró a él y viceversa, hasta que él apartó la mirada, con desdén y sin decir nada.
-¡Mirame! ¡Miame a la cara, hipócrita!
-Doctora…
-No me moleste-siseó Susan, furiosa al policía y volviendo la vista a Cooper-Mirame a la cara, mirame a los ojos…
-¡Susan! ¡Susan, apartate de él!-gritó la potente voz de Chord, al bajar del hospital
-¡MIRAME A LA CARA, COOPER! ¡MIRAME!
El muchacho tomó aire y con la cara llena de rabia, volteó a verla, clavando sus ojos negros en los azules de la mujer.
-Te estoy mirando, Susan.
-Vos la mataste…vos mataste a mi hija…
-Señora Pierce, por favor…
-¡SUSAN! ¡Detente ya! ¡Por favor!
-Fuiste vos todo este tiempo.
Cooper esbozó una sonrisita leve y cínica, alzando las cejas.
-¿Eso es una pregunta?
Una bofetada y un escupitajo directo a la cara de Cooper por parte de Susan y se formó la locura ahí. Los policías la apartaron agarrándola por los brazos y no dejándola volver a acercarse, mientras los otros metían a Cooper a la patrulla y encendiendo las sirenas, se lo llevaban de ahí.
Susan seguía gritando miles de improperios como si él lograra escucharlas, pero pronto Chord la abrazó fuertemente y ella rompió en llanto, incapaz de poder soportar más dolor.
………………………………………………………
Con retraso, por fin llegaba a L.A. y a pesar de lo cansada y desgastada que se sentía, no podía pegar ojo una vez que salió del avión. Todo estaba frío a su alrededor y tuvo que ponerse un sweater, pero también unos lentes oscuros para poder salir sin que los de la prensa y paparazzi que estaban esperándola afuera, pudieran ver las ojeras y los ojos rojos de tanto llorar.
Al estar ya en la limusina que los fueron a buscar a todos, tuvo que cerrar los ojos para no ver a los paparazzi buscando sacarle alguna foto o verla a través de los vidrios polarizados.
Sintió una mano sobre su frente y supo que era la de Alan. Había estado todo el tiempo tocándosela para saber si tenía o no fiebre.
-Tenes un poco.
-Dejame en paz, Alan.
Y así era como le respondía ella. Se hundió en el asiento de la limusina, cruzándose de brazos y cerrando los ojos. Estos todavía estaban mojados y poco a poco se le formaban más lágrimas, derramándosele una a una a medida que avanzaban y salían del estacionamiento del aeropuerto. La cabeza le dolía terriblemente, sintiéndose como al borde de un abismo y sin escapatoria. No podía retroceder el tiempo, por más que quisiera.
Abriendo los ojos, notó que al otro lado suyo iba Fabiana, quien al notar su mirada sobre ella, volteó y también la miró fijamente. Ella extendió su mano hacia ella y Santana dudó un momento, pero luego se la tomó, reconociéndole el tacto al instante. Todo el tiempo había sido ella, quien le había tomado la mano durante el vuelo, después que Vincent le colocara un calmante. Le decepcionó saberlo, pero sabía que era demasiado estúpido pensar que podría haber sido Brittany, que había estado despidiéndose.
Controlando el llanto al morderse el labio inferior, se quedó viendo a través de las ventanillas las luces de los faroles de las calles. Sentía como si desde ya, iba en un carro fúnebre y la realidad es que era a ella misma a quien llevaban a sepultar, porque todo lo que tenía, empezando por su vida, le había sido arrebatada en un segundo. Ya no sentía un corazón latiendo fuertemente y su respiración era ahora entrecortada, como si en cualquier instante fuera a cesar. Sin embargo, por momentos, reincidía en negar lo evidente, se pellizcaba a sí misma, en un intento inútil por despertarse. Seguía siendo la misma pesadilla de siempre, así se lanzara de cinco mil escaleras.
No fue consciente de cuando llegaron al hospital y el chofer de la limusina se detuvo frente a este, por lo que tuvo que ser avisada por Fabiana al señalarle la salida del auto. Fue en ese momento que escuchó las llamadas de la prensa que estaba afuera, esperándola, con cámaras, micrófonos y demás cosas para entrevistarla; pero ella no estaba dispuesta a eso y no iba a hacerlo. Todos los chicos salieron uno por uno de la limusina, seguidos de Alan y el doctor Vincent que los acompañaban; sus guardaespaldas se quedaron afuera esperándola que saliera y cuando sintió que debía salir, aunque por un breve segundo deseara quedarse ahí y no tener que enfrentar la realidad que estaba golpeándola, salió del auto e inmediatamente fue rodeada por Finn, Martin, Sam, Dyl y otros par de chicos que estaban fungiendo de sus guardaespaldas, como pasantía que Alan les puso y si pasaban, se quedaban como oficiales. Aún no sabía sus nombres y por los momentos no le interesaba.
Los chicos y los italianos ya habían entrado al hospital y ahora la esperaban, mientras que ella iba casi corriendo y siendo tapada por Alan, quien iba a su lado con un paraguas, porque estaba comenzando a llover. A lo lejos y por el este, antes de acceder al hospital, se fijó que ya comenzaba a aparecer unos pequeños rayos de luz por el horizonte y detrás de unos edificios. Comenzaba a amanecer y apenas ahí se dio cuenta que realmente llegaba tarde.
Una vez dentro, Alan le quitó el paraguas y lo cerró, al tiempo que todos se quedaban como estacionados en la entrada del hospital y detrás de ellos, escucharon que cerraron las puertas para evitar que la prensa se colara dentro.
Estaba a punto de comenzar a subir las escaleras hacia el piso 2, cuando vio a mitad del pasillo, en la primera sala de espera, Kurt sentado en una silla y a su lado a su tío James y Thiago. Él ya la había visto y de inmediato se levantó, así que Santana se apresuró hasta él y al abrazarlo, estalló en llanto. Fue como volver a repetir el momento de la muerte de su padre, pero esa vez era más intenso todavía el dolor y la desesperación.
Abrazó, entonces, también a Thiago y por primera vez sintió que realmente había sido una estúpida si pensaba que él podría tener algo más con Brittany. Si apenas ahora podía percibir que sus lágrimas eran como las de un hermano que pierde a su hermana. Al separarse, se fijó en Kurt y notó que él también lloraba, desconsolado, pero parecía por algo más. Él la miró a ella y luego a James y Thiago, buscando alguna respuesta. Sin embargo, no tuvo que buscar mucho, porque rápidamente comprendió al ver el enorme letrero encendido de la Sala de Emergencias.
-Blaine…
-Blaine llegó a la madrugada, herido-explicó James, muy serio-Lo están operando justo ahora. Llevan ya unas… 2 horas o algo así.
-Pero… ¿Qué…?
-Cooper, por supuesto. Lo secuestro y le hiso una herida en el abdomen.
-¿Cómo está?
-Grave. Todavía no dicen nada, pero…lo poco que pudimos sacarle a una de las enfermeras, dice que llegó desangrándose y que entró en shock. Él mismo llegó acá por sus medios, con la herida cubierta por una sábana y con ayuda de un muchacho que dijo que lo juntó en medio de la carretera…
-Pero… ¿Dónde estaba? ¿Cómo escapó? ¿Dónde está Cooper? ¿Dónde están los viejos?
-La primera, no sabemos. La segunda, no sabemos. La tercera, lo detuvieron; Blaine descubrió que él fue el de los atentados y por un mensaje que le envió a Kurt, pudimos saber y decirle a la policía; quien vino a buscarlo a Cooper que estaba acá. Los padres…no vinieron, son muy ancianos y no pueden venir por sus propios medios-explicó Thiago
-¿Y no pudieron mandar a buscarlos con alguien que los trajera? ¡Por Dios, es su hijo!
-Yo iba a ir, San. Pero, cuando me dijeron que son ancianos y a esta hora…realmente prefiero ir a buscarlos más tarde.
Santana se sacó sus lentes oscuros y mirando a Kurt, que todavía estaba que parecía en estado de shock emocional; se sentó a su lado y enseguida él reaccionó, abrazándola y gimoteando, llorando como un niño. Santana podía entenderlo a la perfección, sabía exactamente lo que él sentía y era terrible, sentirse solo a pesar de tener a muchas personas a su alrededor. Se apartó cuando notó que frente suyo estaba ahora Sebastián, que por fin se había atrevido a acercarse y al verlo Kurt, se abalanzó sobre él para abrazarlo también.
-Yo voy a subir-dijo Santana, en voz baja a su tío.
James suspiró y poniendo sus manos sobre los hombros de su sobrina, la miró fijamente, luego acariciando sus mejillas y dándole un beso en la frente. No hubo necesidad de palabras, sabía lo que él quería decirle y transmitirle, todo aquello de lo que hablaron y lo que podría suceder, en caso de que sucediera lo que ahora, en ese momento, estaba ocurriendo. No pensó que de verdad estaría en esa situación.
-Ella está acá-susurró James, poniendo una mano en su pecho-Y acá-señaló su cabeza en señal de su mente-Siempre.
Frunció los labios y asintió, sin decir palabra. Volvió a abrazarlo y cuando se separó, se apresuró a subir las escaleras, sabiendo a lo que ahora debía enfrentarse.
Aún así, no esperaba que fuera de aquella manera. En cuanto estuvo en el segundo piso y vio a todas aquellas personas en la sala de espera, sintió una opresión terrible en el pecho haciéndole temer que se desmayaría. Eso no sucedió, sin embargo, porque en cuanto los chicos la vieron, salieron corriendo hacia ella y la abrazaron. Esa vez sí pudo sentir su corazón latiendo ferozmente, dándole dos vuelcos y no pudo hacer nada más que llorar. Para abrazar al pequeño Max, tuvo que alzarlo en brazos, mientras él, además, sostenía el muñeco de Bob Esponja que Brittany le había comprado y regalado en Italia. Lo recordaba, porque la rubia y ella pasearon aquel día por Via Roma, luego de llegar el anterior día a Torino. De sólo recordar, un espacio vacío en su pecho se llenó con lo que parecía plomo, porque ahora le hacía sentirse terriblemente mal.
Chord no se quedó atrás, así como tampoco los tíos de Brittany y sus primos de Canadá, que se acercaron a darle un abrazo. Verlos le provocaba una ola de millones y miles de recuerdos; como cuando estuvieron en la casa de ellos y Brittany le enseñó a montar caballo o al ver a Luca y Jenna, era recordar que ellos también estaban cuando conoció a Brittany.
Lo que sí que no se esperaba, era que detrás de todos ellos le siguiera Susan, quedándose un momento paralizada, sin saber muy bien qué hacer, hasta que simplemente Santana rompió con cualquier pared que todavía pudiera haber entre ellas y la abrazó; mientras que la misma Susan le respondió el gesto devolviéndole el abrazo, a la vez que lloraban las dos con desconsuelo.
-Perdoname, Santana…perdoname, hija…por favor…
La morocha se separó y secándole las lágrimas a Susan, le dio un beso en la mejilla y nuevamente la abrazó. Un ligero carraspeo se escuchó de pronto y volteando todos, vieron al doctor Isaac.
-Quería saber si ya…
-Sí, Isaac. Ya está acá la novia de mi hija-dijo Susan, tomando la mano de Santana entre las suyas-Podemos entrar a verla, entonces ¿No?
-Por supuesto, Susan. Antes dejenme revisar que todos esté bien para que pasen.
-Gracias, Isaac.
El doctor se retiró y Santana fue a sentarse en una de las sillas, sintiendo cada una de las miradas sobre ella. Atreviéndose a dar un vistazo, vio a Artie en un rincón, con la mirada perdida y sin moverse; hasta parecía una estatua; vio al doctor Joseph Hart y a su lado, vio a una chica que le pareció muy conocida y que ella, al verla, la saludó brevemente agitando la mano, ahí fue cuando la reconoció. Era Quinn, la chica que había compartido el asiento de al lado con ella, en el avión de regreso a L.A. cuando se fue de Torino, aquella vez.
La muchacha le dijo algo al doctor al oído y éste frunció ligeramente el ceño, volteando a mirarla a Santana. Quinn se levantó de su asiento y Joseph hizo lo mismo, acercándose a la morocha.
-Hola-saludó Quinn, sentándose a su lado-Donde y la situación en la que nos vinimos a encontrar…
-Sí-musitó Santana, mordiéndose el labio inferior y reteniendo las lágrimas-Hola, ¿Cómo estás?
-Realmente no muy bien, me deprimen demasiado los hospitales.
-¿Y qué haces acá, entonces?
-Acompaño a Joe-señaló Quinn, al doctor, quien sonrió-Es mi mejor amigo.
-Oh, wow…mundo pequeño. Hola, doctor.
-Hola, Santana. Lo siento mucho
-Sí, los dos lo sentimos mucho-intervino Quinn-Entonces… ¿Era ella la chica de la que me hablabas en el avión? ¿El amor de tu vida?
Tomó aire repentinamente, como buscando salir a la superficie en una piscina muy honda y en la que no tocaba el fondo; sin poder lograrlo. Quinn la abrazó y Santana soltó varias lágrimas.
-Lo lamento mucho, de verdad.
Santana asintió y alzando el rostro, secándose las lágrimas, vio al doctor Isaac volver y decirle algo a Chord y Susan; quienes asintieron y mirando a los chicos y luego a Santana; les pidieron que se acercaran. La morocha obedeció, pidiendo permiso a Joseph y Quinn para retirarse, se aproximó a la familia, quienes ahora eran como la suya propia.
-Ya podemos entrar ¿Venís con nosotros?
Desmedido latió su corazón, a la misma vez que asentía mecánicamente. Isaac salió nuevamente y esa vez les indicó con una señal que le siguieran por una puerta, que daba hacia un largo y blanco pasillo.
Aquello, al entrar todos, se abrazaron a sí mismos porque hacía un poco más de frío por el aire acondicionado. Siguieron lentamente a Isaac, hasta un lugar que tenía las cortinas corridas en un ventanal largo. El doctor abrió la puerta y les invitó a pasar.
Sin embargo, cuando Santana estuvo a sólo un paso para estar dentro, se quedó paralizada y comenzó a negar repetidamente con la cabeza.
-No puedo…
-Santana…
-No puedo, señor P. Perdón…-soltó en un tono de voz más chillón y comenzando nuevamente a llorar-No puedo…me duele.
-Santana, por favor-suplicó Katie, tomando sus manos-Hacelo por ella.
-Es importante.
-Hija, por favor…-intervino esa vez Susan, que de pronto se veía demasiado cansada-Entremos todos. Esto nos duele a todos, pero de verdad es importante.
No pudo negarse más, pero aún estando algo paralizada, casi se dejó arrastrar por todos quienes, la llevaban de la mano. Y entonces, ahí, vieron su cuerpo tapado por una sábana blanca. La primera en acercarse fue Susan, quien tomó el borde de la sábana para descubrirla, pero cuando ya lo iba a hacer, Santana la detuvo agarrándola de la mano y negándose, respirando y sintiendo tanto dolor que no se creía capaz de soportar.
-San, calmate… si no queres, es mejor que…
-No me siento…preparada…
-Ninguno lo está, Santana-dijo Jack.
Sin más, le soltó la mano a Susan y ella la descubrió. Todos se taparon las bocas, a la vez que lanzaban jadeos. Santana se sintió tambalearse y fue sostenida por Chord mientras seguía viendo a Brittany. No estaba como creía que estaría, incluso parecía que lo único que estaba era durmiendo e incluso, estaba pálida, pero a pesar de eso, no había cambiado absolutamente más nada. Estaba tal cual como cuando la vio antes de irse a Roma.
Susan pareció ser la primera en no resistir más y salió, llorando, seguida de Chord y un poco después, por los chicos, quienes antes le dieron un beso en la mejilla.
En su lugar, Santana no podía irse todavía y explotando nuevamente en llanto, se inclinó sobre ella y aunque temía tocarla, se atrevió a hacerlo y acarició sus mejillas.
Le dio un beso en la frente y cerró los ojos, percibiendo todavía el olor suave de su piel. Ni siquiera así, cambiaba. Estando cerca de su rostro, ni siquiera así notó una lágrima que bajó por la mejilla de Brittany y el levísimo movimiento de sus dedos.
-Te amo…te amo, Brittany.
Sin poder evitarlo, presionó sus labios contra los de la rubia, sorprendiéndose por lo suaves que seguían estando. Fueron sólo unos 5 segundos, antes de parecerle escucharle tomar aire y toser.
Asustada, se apartó de la rubia y la miró, confundida. Tenía que estar alucinando, ese puto calmante que le había dado Vincent debía estar adulterado, porque ahora le parecía ver que Brittany realmente respiraba.
-San…
“Mierda”
"I won't give up on us" - "No me voy a dar por vencido con nosotros"
"Even if the skies get rough" - "Incluso si los cielos se ponen duros"
"I'm giving you all my love" - "Te estoy dando todo mi amor"
"I'm still looking up" - "Sigo mirando hacia arriba"
-San…
Yéndose hacia atrás, de espaldas, se tropezó con una camilla vacía golpeándose la cadera. Fue en ese instante en el que movió los dedos y respiraba, realmente respiraba.
-¡Ayu…! ¡AYUDAAAAA! ¡AYUDAAAAA! ¡DOCTOR! ¡DOCTOR!
"Cos even the stars they burn" - "Porque incluso las estrellas se queman"
"Some even fall to the earth" - "Algunos incluso caen a la tierra"
"We got a lot to learn" - "Tenemos mucho que aprender"
"God knows we're worthy" - "Dios sabe que lo valemos"
-San…Santana…
"No, I won't give up" - "No, no me voy a dar por vencido"
"I'm here to stay and make the difference that I can make" - "Estoy aquí para quedarme y hacer la diferencia que puedo hacer"
"Our differences they do a lot to teach us how to use the tools, the skills we've got yeah we got a lot at stake" - "Nuestras diferencias hacen mucho para enseñarnos cómo usar las herramientas, las habilidades que tenemos, sí tenemos mucho en juego"
Se acercó a Brittany nuevamente y la tomó por la cabeza, sintiendo que sus manos temblaban de los nervios y a la vez un sentimiento extraño de miedo, confusión y algo más que no lograba explicar. Brittany continuaba con los ojos cerrados, pero movía ligeramente los labios, como si estuviera hablando en voz baja.
-¿Britt? ¿Brittany, me escuchas?
"I won't give up on us" - "No me voy a dar por vencido con nosotros"
"Even if the skies get rough" - "Incluso si los cielos se ponen duros"
"I'm giving you all my love" - "Te estoy dando todo mi amor"
"I'm still looking up" - "Sigo mirando hacia arriba"
-Brittany-repitió la rubia, como si fuera un eco-Brittany.
"God knows I'm tough, he knows" - "Dios sabe que yo
soy fuerte, él lo sabe"
"We got a lot to learn" - "Tenemos mucho que aprender"
"God knows we're worthy" - "Dios sabe que lo valemos"
-¡DOCTOOOOOOOOR!
En la sala irrumpieron Susan, Chord y los chicos, así como el doctor Isaac y varios otros médicos, confundidos por los gritos. Al ver a Santana llorando sobre Brittany y a la rubia respirando, se quedaron con la boca abierta, sin poder creer lo que estaban viendo.
-Santana… sed, tengo sed…
"I'm still looking up" - "Sigo mirando hacia arriba"
__________________
Bueno ya se habrán dado cuanta porque se los subí todos juntos, no se porque pero sus comentarios me hacen débil, me siento manipulada, sepanlo sus comentarios me pueden no queda otra, en fin espero que ahora no tengan mas ese instinto acecino hacia mi persona jaja no me imagino la montaña de emociones que habrán sentido, la verdad es que si soy así de bipolar hasta para escribir, pero bueno estos capítulos a pesar de ser tristones eran muy necesarios y bueno para que no me odien tanto acá les deje este último, el capitulo de "Pensamiento lateral" después de esto todo pude pasar pero de una forma remotamente buena...Bueno si llegaron acá les digo me escribí la biblia ajaja pero bueno estaba muy inspirada y entusiasmada con estos capítulos, bueno no se diga mas, un beso enorme pibas, son geniales. Carpe Diem!♥
PD: Lean esto: CATALEPCIA/CASO
Otra cosa, para las que les gusto Thiago cundo le dijo que no le quería decir su tipo a Britt es porque no daba que yo apareciera así de la nada acá en el fic, pero igual soy tan generosa que se los presto, Socias?
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 5:09 pm, editado 1 vez
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 10/04/2012
Edad : 29
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
o Go
britt no plisssssssssss
San no tengas miedo
y quedate a su lado
britt no plisssssssssss
San no tengas miedo
y quedate a su lado
Iriz_santana_nayaheather********- - Mensajes : 761
Fecha de inscripción : 08/02/2012
Edad : 33
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
casi me mori de la angustia!, que Britt se ponga bien y vuelvan a estar juntas por favor
Invitado- Invitado
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
tengo que decirte que sos absolutamente retorcida!!!y absolutamente genial!casi senti llorar de la emocion,de la tristeza,del miedo.Siempre admire tu forma de escribir,te admire en tus fics de SON(realmente soy fana tuya,y me emocione de sobremanera al reencontrarte aca,es cosa del destino!),y te admiro ahora.Chavona sos pura genialidad!!!!espero tu actu!
Filomena!** - Mensajes : 99
Fecha de inscripción : 05/07/2012
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
Esta es la primera vez que comento en algún fic y no porque no haya querido, más que nada porque siempre ando ocupadísima, pero en esta ocasión me quise dar el tiempo más que nada para felicitarte enormemente por tu talento para escribir. Ninguna historia me había hecho llorar tanto :'( jejejeje (o será que ando hormonal xD) ...me encanta la forma como nos haces sentir lo que están sintiendo los personajes. Estos últimos capítulos me llevaron a sentir la angustia, dolor y sufrimiento de Santana, realmente..... Sabía que no podías ser tan mala como para matar a Britt :D
Espero con ansias el próximo capítulo! Me encanta que sean tan largos :)
felicidades de nuevo!!
Espero con ansias el próximo capítulo! Me encanta que sean tan largos :)
felicidades de nuevo!!
kAh0sR* - Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 19/06/2012
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
Ok...oficialmente ese Cooper es un soberano hijo de la gran y maldita..ARGH!...pero bueno, tenía que haber un malo en la historia xD
Realmente, me tuviste hasta la madrugada leyendo los capítulos...es un atentado contra mi pobre mentecita que los subas así...pero realmente te lo agradezco....supongo que habría entrado en colapso si te demorabas al subir uno tras otro xD
Nuevamente...SOS UNA MAESTRA! Mis más sinceras felicitaciones y respetos por tu narrativa. ;)
Realmente, me tuviste hasta la madrugada leyendo los capítulos...es un atentado contra mi pobre mentecita que los subas así...pero realmente te lo agradezco....supongo que habría entrado en colapso si te demorabas al subir uno tras otro xD
Nuevamente...SOS UNA MAESTRA! Mis más sinceras felicitaciones y respetos por tu narrativa. ;)
Zephirian****** - Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 22/05/2012
Edad : 34
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
No te imaginas como sufri con los cap, mi odio a Copper era cad vez mas, y a Susan tmb.. ¬¬.. Pero fueron geniales los cap.. :D. Ojala que vuelvan a estar juntas..
Amo tu fic.. <3.. beso
Amo tu fic.. <3.. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
nueva comentando... te felicito me encanta como escribes me has tenido feliz, temerosa y con unas ganas d llorar que me ganaron hasta el punto q mi mamá me pregunto si me dolia algo por q estaba llorando jejeje ya que es raro q ande toda vulnerable por ahi y eso sumado a q me acoste super tarde por leer todo d una vez =) pero nada sigue escribiendo como lo haces me gusta mucho este fic...... chaito...
Tatiana_AM* - Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 27/07/2012
Edad : 31
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
hola como estas ? espero que bien yo ya habia comentado este fic antes pero hace mucho tiempo, no habia vuelto a comentar porque estaba realmente ocupada tanto que para leer tu fic eh tenido que imprimir los capítulos y así los podía leer en mis tiempos libres , tu fic siempre me dejaba con intriga y con mucha ansias de leer el siguiente capitulo y déjame agradecerte que allas escrito la continuación de la muerte de britt por que si lo dejabas asi moría no sabes cuanto eh llorado leyendo sobre la muerte de britt me dio de todo en serio ya estaba resignada pensé que de verdad britt ya no iba a volver tengo mis ojos hinchado tuve que mentir cuando preguntaron que me pasaba hasta llore de alegría cuando despertó, en serio aparte de querer matarte jajaj mentira te quiero felicitar que un escritor logre que el lector se meta en el drama habla mucho de lo bien que maneja la historia sigue así escribes maravillosamente que bien muchas muchas felicitaciones.
se que no comento mucho pero déjame decirte que soy una fiel lectora de lo que escribes y me da mucha alegría cuando actualizas porque cuando lo haces es realmente bastante y yo estoy super feliz porque me encanta leer amo tu fic esperare con ansias la continuación
se que no comento mucho pero déjame decirte que soy una fiel lectora de lo que escribes y me da mucha alegría cuando actualizas porque cuando lo haces es realmente bastante y yo estoy super feliz porque me encanta leer amo tu fic esperare con ansias la continuación
Vrfanbrittana* - Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 29/12/2011
Edad : 33
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
Muy fuerte! Y todo de golpe! No nos diste ni tiempo para prepararnos! La verdad que fue maravilloso todo! Parecía un capitulo de Greys Anatomy! Me da mucha intriga de como van a pasar las cosas a partir de ahora. Espero que actualices pronto! Muy Buen Trabajo!!!
Saludos
Saludos
Flor-Gleek********- - Mensajes : 615
Fecha de inscripción : 17/04/2012
Edad : 31
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
Me has dejado estupida! te amo!!! cuanto drama , me has tenido horas pegada a la pantalla y me has dejado con ganas de mas.
Ante todo ha sido un choque de emociones tras otro y estoy uff amo a Santana y ojala Britt este bien, q pena por el nene todo por el maldito de Cooper y ahora anda por ahi su compiche! ojala no le haga nada a mi San.
Que bien q al final Britt no este muerta , ya pense q el fic acabaria en tragedia, ojala se amisten ahi mismo.
Ya quiero saber como continua ! y mil gracias por subir todo junto , asi nos hacias sufrir menos :D.
Hasta la actu.Besos!!!!
Ante todo ha sido un choque de emociones tras otro y estoy uff amo a Santana y ojala Britt este bien, q pena por el nene todo por el maldito de Cooper y ahora anda por ahi su compiche! ojala no le haga nada a mi San.
Que bien q al final Britt no este muerta , ya pense q el fic acabaria en tragedia, ojala se amisten ahi mismo.
Ya quiero saber como continua ! y mil gracias por subir todo junto , asi nos hacias sufrir menos :D.
Hasta la actu.Besos!!!!
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 29
Re: |Fic.Brittana|What I Like About You|EPILOGO.1PART II|
por Dios!!!!!
no puedo dejar de llorar! realmente amo tu fic...
no puedo esperar la actualizacion, felicitaciones! tenes otra fiel lectora!
no puedo dejar de llorar! realmente amo tu fic...
no puedo esperar la actualizacion, felicitaciones! tenes otra fiel lectora!
Anita_PierceLopez* - Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 16/07/2012
Edad : 36
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1