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*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Estoy de intrusa en la computadora (deberia estar estudiando para historia, pero si lo pensamos Fidel Castro y el muro de Berling seguiran ahi despues xD) Ahora si, gracias por sus comentarios chicas, respondiendo todo de una vez: Espero volver a tomarle cariño al colegio, pero sino bueno xD El mensaje mmm en un tiempo lo entenderán. San... es bastante terca y lo saben, pero con los golpes aprende de a poco.... Les dejo el siguiente capitulo, muchas gracias por todo :D
Capitulo 18: Dudas
El resto de esa tarde y lo que disponían de la noche, Santana y Quinn estuvieron juntas. Rachel estuvo presente en una video llamada, aunque eso mostro la clara molestia de la castaña por no estar allí con ellas. Encargaron comida china, junto a algo para tomar. La rubia sentencio terminantemente a su amiga para que ni se le ocurriera volver a beber algo de contenido alcohólico. Ya demasiado habían tenido con la noche de borrachera en la cabaña del amor, y en ese tiempo la latina ya transcurría un mes de embarazo. Claro que la morena se alteró bastante ante las reglas de la abogada. Durmieron todos en la cama de Santana. Las mujeres hablaban y contaban chistes como en sus viejas pijamadas, cosa que las desvelo hasta casi las cuatro de la mañana. Axel se fue corriendo de lugar hasta dejar a su madre en el medio de los tres, quien al sentir calor humano cerca de ella se aferro instintivamente al cuerpo de su amiga. En posición cucharita, durmieron plácidamente hasta casi el mediodía. El celular de la morena las despertó.
-Mmm esto es muy sensual… Hablaba entre sueños la rubia sin liberarse del agarre.
-Calla tu teléfono… ¡¿Quinn?! Exclamó la latina abriendo los ojos de golpe y empujando a su compañera. Ante ese grito la abogada se exaltó y calló de la cama con torpeza. Tras reírse con ganas, miró su móvil quitándose unos morenos mechones de la cara.
-“Supongo que ya no saldremos a correr” Escribía Finn. La latina recordó su rutina de ejercicios, y por un segundo olvido los motivos por los que su amigo daba por finalizado el entrenamiento. Pensándolo bien, si todos esos días había corrido sin problemas, seguir haciéndolo no le haría daño.
-“¿Quién dice? No tengo por qué cambiar mi rutina…” Contestó, en tanto su rubia amiga le daba un beso de los buenos días en la mejilla a Axel.
-Yo lo digo, porque estoy en tu puerta y no has salido. Dijo en respuesta su amigo, haciéndola sonreír.
-¡Espera, buscare una sartén! Envió entre carcajadas mientras de un salto corría a su entrada, Quinn la siguió con su ahijado en brazos y bastante pereza encima. Finn saludo a su amiga con un abrazo, a la vez que se auto invitaba para entrar. Quedaron en shok cuando cruzo su mirada con la de la rubia. Pero de inmediato se saludaron, con sorpresa pero sonrientes.
-¿Qué haces aquí Hudson? Preguntó la latina desde la cocina con una caja de cereal en la mano.
-Ver a dos mamás sexys en pijama. Chisteo, ganándose un golpe de la ex animadora rubia. Ellos se perdonaron mutuamente desde hacia algunos años, tanto porque Quinn le había quitado a su novia judía, como porque el castaño lucho un tiempo para reconquistarla. Pero no se guardaban rencor, no era su estilo ser así. –Vengo para ver lo de tu auto San, a la tarde no voy a tener tiempo.
-¿Por qué no? ¿Tienes una cita y no me contaste?
-No, voy a llevar a una amiga con un socio que tengo, para que se entreviste con él… El silencio invadió esa casa, hasta que por fin la morena salió de la cocina con un tazón en las manos comiendo velozmente; dándole un poco a Axel.
-¿Yo soy esa amiga verdad? Preguntó mientras masticaba. El castaño asintió con agrado. No podía quedarse con los brazos cruzados viendo como la latina no tenia trabajo y su necesidad de dinero comenzaría a incrementarse obligatoriamente. Hablaron un rato en el salón, en tanto la rubia Fabray se daba una ducha y se vestía como debía ser. Santana omitía totalmente el tema del embarazo, pero su amigo con insistencia le aconsejaba que no lo viera como algo malo. Brittany se había encargado de contarle lo ocurrido en el consultorio, y no les agradaba a ninguno de los dos la actitud que estaba tomando la morena.
Finalmente, y tras cambiarse ella también, fueron a ver el auto descompuesto.
-Creo que uno de los cables de la batería esta cortado. Comentaba dentro del motor. –Puedo arreglarlo, pero voy a necesitar una pinza. ¿Tienes herramientas?
-Mi papá tenia una caja en la cochera con todo eso, pero no se si seguirá existiendo. Contestó su amiga intentando descifrar de qué cable hablaba el gigantón. Pudo notar que el cartero que mantenía amenazado espiaba desde la otra acera. Le lanzo una mirada lo suficientemente fuerte para que el chico se borrara de allí. En tanto fue al garaje con la esperanza de ubicar la bendita caja. Ese lugar era un desastre, seguramente su madre apiló todo lo del ex estudio allí.
Con ayuda de Quinn removieron algunas cajas y muebles llenos de polvo, ganándose un gran ataque de estornudos. Sumado a eso, tras desestabilizarse una de las repisas, se desmoronaron cientos de objetos en forma de lluvia sobre las ex animadoras que gritaban haciendo salir a los vecinos de sus casas. Una de las cajas que calló se abrió de golpe: Una buena cantidad de fotos y objetos de la latina salieron a la luz.
-Mira esto… Comentó mientras daba una rápida revisión. Eran los recuerdos faltantes en su cuarto. Fotos del club Glee, y de cuando era más pequeña le hicieron sentir escalofríos. Irremediablemente puso su atención en un pato de peluche lleno de polvo: uno de los primeros regalos que le había dado Brittany cuando comenzaban a salir. Por supuesto existían más cosas que identificaban a la otra rubia, pero ella misma se había encargado de tirarlas en su época de depresión. Ese muñeco era lo poco que se había salvado del basurero, simplemente porque le parecía tierno, llegó a dormir con él en algún momento.
-¿San piensas lo mismo que yo? Interrumpió Quinn, mirando entre las cajas restantes.
-No, la ropa que tenia la vendí hace varios años, así que dudo que ese jersey siga existiendo…
-Serás boba. Se molesto la rubia girando los ojos. –Las cartas de Britt, pueden estar aquí. Se apresuró a revolver, pero la latina la detuvo con el brazo.
-¿Tu crees que mi madre ha estado ocultándolas?
-Mira si quieres que te diga la verdad de lo que pienso de tu madre, tendrías que buscarte una silla.
-Yo... dudo que esas cartas existan, también busque por un tiempo, pero ahora dudo que Brittany se haya tomado ese trabajo de escribirlas…
-No te engañes Santana, Dios ¿Cuándo dejaras de ser tan terca? ¿Como es posible que no le creas?
-Espera, si tengo que dudar entre la mujer que me trajo al mundo, y la que me hizo pasar años de sufrimiento… Esta más que claro en quien confiar.
-Tu madre odia todo lo que es ajeno a lo que ella cree. Por eso nos detesta a mi y a Rach, Brittany seguramente es una mala persona por haberte hecho eso, o quizás porque fue tu novia…
-Ella no sabe que Brittany y yo tuvimos algo.
-¿La reina del chisme no se iba a enterar de eso, en este pueblo anti gays? Eres muy ilusa…
-Me lo hubiera dicho, lo habría notado, conozco a mi madre...
-Lo que a ti te pasa es que no puedes aceptar que lo que pasó entre tú y Britt, fue todo un mal entendido. Que tú misma fomentaste un odio inexistente contra ella. Y ahora por tu tonto orgullo, no eres capaz de admitir que te equivocaste al juzgarla sin escuchar su versión. Es más, doy mi vida apostando a que si Britt se hubiera quedado en este pueblo, tú aun estarías con ella. Porque la amabas Santana, ambas correspondían a ese amor, y cuando hay amor, nunca habrá separación que valga… La latina miraba a su amiga con los ojos llenos de lágrimas pero no queriendo escuchar. No le agradaba discutir con la rubia, siempre salia perdiendo.
-¿Qué esta pasando aquí? Gritó de pronto Maribel entrando a la cochera. Había vuelto de su crucero, pero su cara estaba transformada al ver a Quinn. Ambas no se molestaron en cambiar su mirada que expresaba claro desprecio hacia la otra. Santana se había tildado, asimilando que su madre había vuelto, y que se tendría que enterar de las novedades.
-Mamá has llegado muy rápido… Inicio la latina dando unos pasos.
-¿Qué hace esta mujer en mi casa? Sabes muy bien que no es bien recibida…
-Jaja como todas las amigas de Santana, señora. Se quejo la rubia cruzándose de brazos.
-No voy a permitir que me faltes el respeto, insolente. Ya una vez te dije que te alejaras. Se le escapo a la dueña de casa, ganándose una mirada de incomprensión por parte de su hija.
-Así es San, tu dulce madre intentó alejarme de ti, diciendo que podría contagiarte mi enfermedad: Mi lesbianismo. Ya ves que es tan malo… Vamos, pregúntale a cuanta gente ha corrido de tu camino todos estos años, y te aseguro que te sorprenderás.
-No sé de que esta hablando esta loca. Murmuraba la viuda.
-Hablo de las cartas, Señora. De las cartas que Brittany Pierce le envió a su hija todo este tiempo.
-Mi hija no soporta ese nombre…
-Su hija tiene 28 años, ya no es una niña y soporta muy bien todo.
-Mamá, por favor, dime que tu no sabes nada, que tu…
-¿Dudas de tu madre Santana? Soy la mujer que te dio la vida, que te cuido cuando no podías valerte por tu cuenta y jamás te ocultaría algo. No llegaron cartas para ti en nombre de nadie. Te lo juro por mi nieto, por Carlos que nos mira en el cielo. Dijo acercándose con los ojos llenos de dolor y lagrimas. De pronto mostro signos de que iba a desmayarse, a lo que la latina la sostuvo del brazo. Santana tragaba saliva, toda esa situación la estaba estresando al límite. Miró a su amiga con desesperación. La rubia negó con la cabeza: era claro que la latina no sedería ante su madre. Salió de allí y se metió rápidamente a la casa buscando sus cosas, no podía creer que la morena fuera tan cabeza dura. Finn escuchaba todo un poco más alejado. Contempló como su amiga morena salía de la cochera con la cabeza gacha, ambos compartieron una mirada de tristeza.
-Yo… paso por ti a las siete, tu auto tendrá que verlo un mecánico matriculado… Le comentó mientras se marchaba. Quinn salió corriendo del lugar, compartiendo una mirada molesta con su amiga. Habló dos o tres cosas con el castaño y se metieron juntos al vehículo de este.
El resto de esa tarde, la casa de la familia Lopez estuvo en silencio. Santana se encerró en su cuarto, con una mezcla de sentimientos muy grande. Había hecho enojar a Quinn, y a su madre, dos de las personas que más quería en el mundo, luego de Axel, claro. El pequeño se quedo con su abuela en el piso de abajo; Maribel renegaba por la intromisión de esa rubia pero más le dolía que su hija sospechara de ella. Era cierto que algunas veces la sobreprotegía, pero era porque la quería y siempre luchaba por su bienestar. La latina recordó la entrevista de esa tarde, por lo que rápidamente le aviso a Brittany para que cuidara de Axel. No tenía ánimos de pedirle a su recién llegada madre que se quedara con el pequeño, seguramente acabarían discutiendo y no pretendía que estuviera enojada a la hora de tener que enterarse de la otra novedad. Finn pasó por ellos un poco antes de las siete, no quiso hablar respecto a lo que había escuchado en el garaje, por lo menos no por el momento. Cuando llegaron a la casa de la rubia, esta salió a recibirlos con su típica sonrisa, olvidándose de lo ocurrido el día anterior. Se despidieron, y los dos amigos partieron rumbo a la entrevista.
-Muy bien Ax… ¿Podrás guardar un secreto? Murmuró la bailarina entrando a su casa con el pequeño en brazos.
-Ti. Sonrió el moreno, asintiendo con energía.
-Hoy te cuidaremos juntas. Comentó Brittany, dejándolo frente a su madrina que se agacho para abrazarlo. Finn le había sugerido a la abogada quedarse en un hotel o en su casa, pero la rubia ya tenía en mente ubicar a su otra amiga en Lima, por lo que pidió ir a verla. Inmediatamente la holandesa le ofreció su casa para que se quedase. Ambas tenían mucho por hablar y estaban bastante felices de verse después de tanto tiempo. No tardó en contarle lo ocurrido más temprano en casa de la latina, pero Brittany la calmaba con una dulce sonrisa, diciendo que no se preocupara, que en algún momento las cosas entre ellas se aclararían. Quinn podía notar que por más años que pasaran esa rubia seguía siendo entusiasta, eh inocente. Le daba lastima que tuviera que soportar los desplantes de incredulidad de Santana, pero sin lugar a dudas el tema de las cartas estaba pronto de resolverse. Pasaron el rato tomando café y viendo a Axel jugar; ese niño iluminaba la casa con su esencia y cada vez su niñera podía sentir que lo quería más y más. Le preocupaba interiormente que su madre, no estuviera dispuesta a aceptar a su nuevo hijo, y seguramente si le pedía ayuda a Quinn, algo podrían hacer juntas. Obviamente cuando la abogada deje de lado su enojo con la latina.
En la entrevista Santana, Finn y su socio discutían respecto a las ofertas laborales que podría alcanzar la morena en la ciudad.
-Sinceramente hablando Srta. Lopez, dudo mucho que pueda conseguir un consultorio con éxito aquí en Lima. Los psicólogos terminan trabajando siempre en escuelas, o como asistentes sociales, si es que no consiguen algo en alguna clínica mental. Esas palabras solo desalentaban a la latina, que tenía la cabeza metida en varios temas a la vez. Se despidieron al poco tiempo, sin muchas expectativas.
Afuera ya estaba obscuro, y unas cuantas nubes cubrían las nacientes estrellas, indicando que esa noche se avecinaría una tormenta.
-¿Quieres que te lleve? Preguntó consideradamente el castaño.
-No, tú tienes que ir con Kim, déjalo así. Tomare un taxi y ya. Gracias por todo Finn, enserio...
-No me agradezcas, algo vamos a hacer con todo esto. Después de la tormenta sale el sol… Sonrió, dándole una palmada en el hombro.
-Ya me acostumbre a caminar bajo la lluvia. Dijo la morena con la cabeza gacha. Se despidió de su amigo y emprendió su regreso a paso lento por las calles iluminadas de la ciudad. Prendió un cigarro; no tenía otro modo de liberar la tensión. Le dolía el estomago, no se sentía del todo bien, pero le daba igual. Esa noche todo le valía poco, podía morir allí y seguramente nadie notaria nada.
De pronto un cartel de un bar llamó su atención: Sueños Latinos Decía escrito en español. Se sentó en un banco, frente al local.
Hacia mucho tiempo que no visitaba un club nocturno. Interiormente sentía la necesidad de vivir la soltería que estaba ejerciendo, y su juventud que poco a poco se le iba de las manos. Lo pensó unos minutos y cruzo la calle, dispuesta a tomar unas copas y relajarse de todo el caos que era su vida...
Capitulo 18: Dudas
El resto de esa tarde y lo que disponían de la noche, Santana y Quinn estuvieron juntas. Rachel estuvo presente en una video llamada, aunque eso mostro la clara molestia de la castaña por no estar allí con ellas. Encargaron comida china, junto a algo para tomar. La rubia sentencio terminantemente a su amiga para que ni se le ocurriera volver a beber algo de contenido alcohólico. Ya demasiado habían tenido con la noche de borrachera en la cabaña del amor, y en ese tiempo la latina ya transcurría un mes de embarazo. Claro que la morena se alteró bastante ante las reglas de la abogada. Durmieron todos en la cama de Santana. Las mujeres hablaban y contaban chistes como en sus viejas pijamadas, cosa que las desvelo hasta casi las cuatro de la mañana. Axel se fue corriendo de lugar hasta dejar a su madre en el medio de los tres, quien al sentir calor humano cerca de ella se aferro instintivamente al cuerpo de su amiga. En posición cucharita, durmieron plácidamente hasta casi el mediodía. El celular de la morena las despertó.
-Mmm esto es muy sensual… Hablaba entre sueños la rubia sin liberarse del agarre.
-Calla tu teléfono… ¡¿Quinn?! Exclamó la latina abriendo los ojos de golpe y empujando a su compañera. Ante ese grito la abogada se exaltó y calló de la cama con torpeza. Tras reírse con ganas, miró su móvil quitándose unos morenos mechones de la cara.
-“Supongo que ya no saldremos a correr” Escribía Finn. La latina recordó su rutina de ejercicios, y por un segundo olvido los motivos por los que su amigo daba por finalizado el entrenamiento. Pensándolo bien, si todos esos días había corrido sin problemas, seguir haciéndolo no le haría daño.
-“¿Quién dice? No tengo por qué cambiar mi rutina…” Contestó, en tanto su rubia amiga le daba un beso de los buenos días en la mejilla a Axel.
-Yo lo digo, porque estoy en tu puerta y no has salido. Dijo en respuesta su amigo, haciéndola sonreír.
-¡Espera, buscare una sartén! Envió entre carcajadas mientras de un salto corría a su entrada, Quinn la siguió con su ahijado en brazos y bastante pereza encima. Finn saludo a su amiga con un abrazo, a la vez que se auto invitaba para entrar. Quedaron en shok cuando cruzo su mirada con la de la rubia. Pero de inmediato se saludaron, con sorpresa pero sonrientes.
-¿Qué haces aquí Hudson? Preguntó la latina desde la cocina con una caja de cereal en la mano.
-Ver a dos mamás sexys en pijama. Chisteo, ganándose un golpe de la ex animadora rubia. Ellos se perdonaron mutuamente desde hacia algunos años, tanto porque Quinn le había quitado a su novia judía, como porque el castaño lucho un tiempo para reconquistarla. Pero no se guardaban rencor, no era su estilo ser así. –Vengo para ver lo de tu auto San, a la tarde no voy a tener tiempo.
-¿Por qué no? ¿Tienes una cita y no me contaste?
-No, voy a llevar a una amiga con un socio que tengo, para que se entreviste con él… El silencio invadió esa casa, hasta que por fin la morena salió de la cocina con un tazón en las manos comiendo velozmente; dándole un poco a Axel.
-¿Yo soy esa amiga verdad? Preguntó mientras masticaba. El castaño asintió con agrado. No podía quedarse con los brazos cruzados viendo como la latina no tenia trabajo y su necesidad de dinero comenzaría a incrementarse obligatoriamente. Hablaron un rato en el salón, en tanto la rubia Fabray se daba una ducha y se vestía como debía ser. Santana omitía totalmente el tema del embarazo, pero su amigo con insistencia le aconsejaba que no lo viera como algo malo. Brittany se había encargado de contarle lo ocurrido en el consultorio, y no les agradaba a ninguno de los dos la actitud que estaba tomando la morena.
Finalmente, y tras cambiarse ella también, fueron a ver el auto descompuesto.
-Creo que uno de los cables de la batería esta cortado. Comentaba dentro del motor. –Puedo arreglarlo, pero voy a necesitar una pinza. ¿Tienes herramientas?
-Mi papá tenia una caja en la cochera con todo eso, pero no se si seguirá existiendo. Contestó su amiga intentando descifrar de qué cable hablaba el gigantón. Pudo notar que el cartero que mantenía amenazado espiaba desde la otra acera. Le lanzo una mirada lo suficientemente fuerte para que el chico se borrara de allí. En tanto fue al garaje con la esperanza de ubicar la bendita caja. Ese lugar era un desastre, seguramente su madre apiló todo lo del ex estudio allí.
Con ayuda de Quinn removieron algunas cajas y muebles llenos de polvo, ganándose un gran ataque de estornudos. Sumado a eso, tras desestabilizarse una de las repisas, se desmoronaron cientos de objetos en forma de lluvia sobre las ex animadoras que gritaban haciendo salir a los vecinos de sus casas. Una de las cajas que calló se abrió de golpe: Una buena cantidad de fotos y objetos de la latina salieron a la luz.
-Mira esto… Comentó mientras daba una rápida revisión. Eran los recuerdos faltantes en su cuarto. Fotos del club Glee, y de cuando era más pequeña le hicieron sentir escalofríos. Irremediablemente puso su atención en un pato de peluche lleno de polvo: uno de los primeros regalos que le había dado Brittany cuando comenzaban a salir. Por supuesto existían más cosas que identificaban a la otra rubia, pero ella misma se había encargado de tirarlas en su época de depresión. Ese muñeco era lo poco que se había salvado del basurero, simplemente porque le parecía tierno, llegó a dormir con él en algún momento.
-¿San piensas lo mismo que yo? Interrumpió Quinn, mirando entre las cajas restantes.
-No, la ropa que tenia la vendí hace varios años, así que dudo que ese jersey siga existiendo…
-Serás boba. Se molesto la rubia girando los ojos. –Las cartas de Britt, pueden estar aquí. Se apresuró a revolver, pero la latina la detuvo con el brazo.
-¿Tu crees que mi madre ha estado ocultándolas?
-Mira si quieres que te diga la verdad de lo que pienso de tu madre, tendrías que buscarte una silla.
-Yo... dudo que esas cartas existan, también busque por un tiempo, pero ahora dudo que Brittany se haya tomado ese trabajo de escribirlas…
-No te engañes Santana, Dios ¿Cuándo dejaras de ser tan terca? ¿Como es posible que no le creas?
-Espera, si tengo que dudar entre la mujer que me trajo al mundo, y la que me hizo pasar años de sufrimiento… Esta más que claro en quien confiar.
-Tu madre odia todo lo que es ajeno a lo que ella cree. Por eso nos detesta a mi y a Rach, Brittany seguramente es una mala persona por haberte hecho eso, o quizás porque fue tu novia…
-Ella no sabe que Brittany y yo tuvimos algo.
-¿La reina del chisme no se iba a enterar de eso, en este pueblo anti gays? Eres muy ilusa…
-Me lo hubiera dicho, lo habría notado, conozco a mi madre...
-Lo que a ti te pasa es que no puedes aceptar que lo que pasó entre tú y Britt, fue todo un mal entendido. Que tú misma fomentaste un odio inexistente contra ella. Y ahora por tu tonto orgullo, no eres capaz de admitir que te equivocaste al juzgarla sin escuchar su versión. Es más, doy mi vida apostando a que si Britt se hubiera quedado en este pueblo, tú aun estarías con ella. Porque la amabas Santana, ambas correspondían a ese amor, y cuando hay amor, nunca habrá separación que valga… La latina miraba a su amiga con los ojos llenos de lágrimas pero no queriendo escuchar. No le agradaba discutir con la rubia, siempre salia perdiendo.
-¿Qué esta pasando aquí? Gritó de pronto Maribel entrando a la cochera. Había vuelto de su crucero, pero su cara estaba transformada al ver a Quinn. Ambas no se molestaron en cambiar su mirada que expresaba claro desprecio hacia la otra. Santana se había tildado, asimilando que su madre había vuelto, y que se tendría que enterar de las novedades.
-Mamá has llegado muy rápido… Inicio la latina dando unos pasos.
-¿Qué hace esta mujer en mi casa? Sabes muy bien que no es bien recibida…
-Jaja como todas las amigas de Santana, señora. Se quejo la rubia cruzándose de brazos.
-No voy a permitir que me faltes el respeto, insolente. Ya una vez te dije que te alejaras. Se le escapo a la dueña de casa, ganándose una mirada de incomprensión por parte de su hija.
-Así es San, tu dulce madre intentó alejarme de ti, diciendo que podría contagiarte mi enfermedad: Mi lesbianismo. Ya ves que es tan malo… Vamos, pregúntale a cuanta gente ha corrido de tu camino todos estos años, y te aseguro que te sorprenderás.
-No sé de que esta hablando esta loca. Murmuraba la viuda.
-Hablo de las cartas, Señora. De las cartas que Brittany Pierce le envió a su hija todo este tiempo.
-Mi hija no soporta ese nombre…
-Su hija tiene 28 años, ya no es una niña y soporta muy bien todo.
-Mamá, por favor, dime que tu no sabes nada, que tu…
-¿Dudas de tu madre Santana? Soy la mujer que te dio la vida, que te cuido cuando no podías valerte por tu cuenta y jamás te ocultaría algo. No llegaron cartas para ti en nombre de nadie. Te lo juro por mi nieto, por Carlos que nos mira en el cielo. Dijo acercándose con los ojos llenos de dolor y lagrimas. De pronto mostro signos de que iba a desmayarse, a lo que la latina la sostuvo del brazo. Santana tragaba saliva, toda esa situación la estaba estresando al límite. Miró a su amiga con desesperación. La rubia negó con la cabeza: era claro que la latina no sedería ante su madre. Salió de allí y se metió rápidamente a la casa buscando sus cosas, no podía creer que la morena fuera tan cabeza dura. Finn escuchaba todo un poco más alejado. Contempló como su amiga morena salía de la cochera con la cabeza gacha, ambos compartieron una mirada de tristeza.
-Yo… paso por ti a las siete, tu auto tendrá que verlo un mecánico matriculado… Le comentó mientras se marchaba. Quinn salió corriendo del lugar, compartiendo una mirada molesta con su amiga. Habló dos o tres cosas con el castaño y se metieron juntos al vehículo de este.
El resto de esa tarde, la casa de la familia Lopez estuvo en silencio. Santana se encerró en su cuarto, con una mezcla de sentimientos muy grande. Había hecho enojar a Quinn, y a su madre, dos de las personas que más quería en el mundo, luego de Axel, claro. El pequeño se quedo con su abuela en el piso de abajo; Maribel renegaba por la intromisión de esa rubia pero más le dolía que su hija sospechara de ella. Era cierto que algunas veces la sobreprotegía, pero era porque la quería y siempre luchaba por su bienestar. La latina recordó la entrevista de esa tarde, por lo que rápidamente le aviso a Brittany para que cuidara de Axel. No tenía ánimos de pedirle a su recién llegada madre que se quedara con el pequeño, seguramente acabarían discutiendo y no pretendía que estuviera enojada a la hora de tener que enterarse de la otra novedad. Finn pasó por ellos un poco antes de las siete, no quiso hablar respecto a lo que había escuchado en el garaje, por lo menos no por el momento. Cuando llegaron a la casa de la rubia, esta salió a recibirlos con su típica sonrisa, olvidándose de lo ocurrido el día anterior. Se despidieron, y los dos amigos partieron rumbo a la entrevista.
-Muy bien Ax… ¿Podrás guardar un secreto? Murmuró la bailarina entrando a su casa con el pequeño en brazos.
-Ti. Sonrió el moreno, asintiendo con energía.
-Hoy te cuidaremos juntas. Comentó Brittany, dejándolo frente a su madrina que se agacho para abrazarlo. Finn le había sugerido a la abogada quedarse en un hotel o en su casa, pero la rubia ya tenía en mente ubicar a su otra amiga en Lima, por lo que pidió ir a verla. Inmediatamente la holandesa le ofreció su casa para que se quedase. Ambas tenían mucho por hablar y estaban bastante felices de verse después de tanto tiempo. No tardó en contarle lo ocurrido más temprano en casa de la latina, pero Brittany la calmaba con una dulce sonrisa, diciendo que no se preocupara, que en algún momento las cosas entre ellas se aclararían. Quinn podía notar que por más años que pasaran esa rubia seguía siendo entusiasta, eh inocente. Le daba lastima que tuviera que soportar los desplantes de incredulidad de Santana, pero sin lugar a dudas el tema de las cartas estaba pronto de resolverse. Pasaron el rato tomando café y viendo a Axel jugar; ese niño iluminaba la casa con su esencia y cada vez su niñera podía sentir que lo quería más y más. Le preocupaba interiormente que su madre, no estuviera dispuesta a aceptar a su nuevo hijo, y seguramente si le pedía ayuda a Quinn, algo podrían hacer juntas. Obviamente cuando la abogada deje de lado su enojo con la latina.
En la entrevista Santana, Finn y su socio discutían respecto a las ofertas laborales que podría alcanzar la morena en la ciudad.
-Sinceramente hablando Srta. Lopez, dudo mucho que pueda conseguir un consultorio con éxito aquí en Lima. Los psicólogos terminan trabajando siempre en escuelas, o como asistentes sociales, si es que no consiguen algo en alguna clínica mental. Esas palabras solo desalentaban a la latina, que tenía la cabeza metida en varios temas a la vez. Se despidieron al poco tiempo, sin muchas expectativas.
Afuera ya estaba obscuro, y unas cuantas nubes cubrían las nacientes estrellas, indicando que esa noche se avecinaría una tormenta.
-¿Quieres que te lleve? Preguntó consideradamente el castaño.
-No, tú tienes que ir con Kim, déjalo así. Tomare un taxi y ya. Gracias por todo Finn, enserio...
-No me agradezcas, algo vamos a hacer con todo esto. Después de la tormenta sale el sol… Sonrió, dándole una palmada en el hombro.
-Ya me acostumbre a caminar bajo la lluvia. Dijo la morena con la cabeza gacha. Se despidió de su amigo y emprendió su regreso a paso lento por las calles iluminadas de la ciudad. Prendió un cigarro; no tenía otro modo de liberar la tensión. Le dolía el estomago, no se sentía del todo bien, pero le daba igual. Esa noche todo le valía poco, podía morir allí y seguramente nadie notaria nada.
De pronto un cartel de un bar llamó su atención: Sueños Latinos Decía escrito en español. Se sentó en un banco, frente al local.
Hacia mucho tiempo que no visitaba un club nocturno. Interiormente sentía la necesidad de vivir la soltería que estaba ejerciendo, y su juventud que poco a poco se le iba de las manos. Lo pensó unos minutos y cruzo la calle, dispuesta a tomar unas copas y relajarse de todo el caos que era su vida...
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
no soporto a maribel y ahora sus chantajes, pero definitivamente santana es testaruda y creo que aun teniendo las cartas en sus manos va a dudar, ni a quinn le hace caso. Ahora estoy preocupada, primero porque es obvio que ese bebe noes bien recibido y me temo que no se esta cuidando nada y segundo me da miedo que pueda suceder en ese bar, en tu fic leo con mucha calma porque nunca se que pueda pasar y me encanta, solo espero que ya haya un poquito de brittana, por favor, hasta el siguiente y un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Dios, que Santana no lo haga, que no beba u.u
Si que está mal, y encima llega la madre -.-. Tengo una duda, ella habia hablado con el cartero no? el vecino creo, el hombre mayor... el dijo que habia recibido muchas cartas para ella, que Santana le pregunte D:
Me gustó este capi
Espero actu =)
Si que está mal, y encima llega la madre -.-. Tengo una duda, ella habia hablado con el cartero no? el vecino creo, el hombre mayor... el dijo que habia recibido muchas cartas para ella, que Santana le pregunte D:
Me gustó este capi
Espero actu =)
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
mmmmm ¬¬ ya me cayó mal esa Maribel. Qué bueno que Brittany y Quinn hablen y así puedan ayudarse para apoyar a su amiga.
Amo tu fic, sigue escribiendo, eres genial.
Saludos desde México.
Amo tu fic, sigue escribiendo, eres genial.
Saludos desde México.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Maribel es odiosa ¬¬ Está más que claro que tiene las cartas de la rubia por ahí escondidas...
Y que hace Santana entrando a un club? Que se tiene que liar con Brittany no con cualquiera D= jajajajajja
Gracias por el capítulo :)
Y que hace Santana entrando a un club? Que se tiene que liar con Brittany no con cualquiera D= jajajajajja
Gracias por el capítulo :)
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hola chicas :D Muchas gracias por sus comentarios, siempre tan acertados. Bueno les dejo un capitulo más, seguramente mañana temprano suba el siguiente, y de aquí a un par de días tengo que avanzar con la historia. Ya ven que a mi me gusta tener escrito todo de antemano, por lo que me voy a tomar un recreo de subir capítulos (no mucho tiempo) así avanzo bien. Bueno retomando el tema del capitulo, si quieren ambientar la primer parte pongan algun tema movido jejeje la escribí escuchando lambada y salsa e.e perdón me fue irresistible jajaja La segunda parte tiene su propio tema, espero que les guste. ¡Saludos y gracias una vez más! Paz
Capitulo 19: En el limbo
Todo el lugar estaba muy bien ambientado al estilo de las zonas del caribe, música alegre y movida se oía por los altavoces y unas cuantas personas charlaban esparcidas por todo el sitio. Inevitablemente por su sangre corría la esencia latina, y sentir que entraba a un lugar donde la mayoría de la gente compartía esa característica la hacia sentir bien. Dos o tres hombres se perdieron en su figura bien conservada y sus movimientos sexys con los que entró caminando, algunos le susurraron, las mujeres la envidiaban, pero a ella no le molestaba, por el contrario.
-Vente conmigo pa’ mi isla preciosa, que por ti, cosita rica, puedo baharte hasta las estreias…
- Hice bien en venirme para acá, dios bendiga los Estados Unidos.- Ese coqueteo argentino le dio mucha gracia, por supuesto que ella los entendía muy bien; el español era su segunda lengua, por más que la usara cuando estaba enojada.
Se sentó en una mesa de dos sin evitar mirar con sus potentes ojos marrones al mesero, que muy amablemente le dio un trago de cortesía. Algunas parejas, en un escenario un poco más alejado bailaban al ritmo de la música entre risas y gritos. Pasó casi una hora mirándolos, recordando que las alegrías de la vida siempre venían acompañadas de la música y el baile para ella. Dio un rápido vistazo a su celular, no tenia llamadas ni mensajes, por lo que decidió apagarlo y darse un tiempo solo para disfrutar.
Fue hasta la barra, un daiquiri sonaba tentador por más que no fuera muy tarde. Varias personas le sonreían, ella correspondía con una mirada fuerte y audaz. Sin lugar a dudas necesitaba liberar a esa extraviada Santana, seductora, rompecorazones. Las parejas de baile iban y venían por el lugar, hasta que un moreno de ojos claros le extendió la mano con una radiante sonrisa. Mirándolo de arriba abajo, estiró delicadamente su mano y lo acompaño, aunque no sabia bien que iba a hacer allí.
-La verdad es que hace mucho que no bailo.- Reía en el medio de la pista.
-No importa, tú sigue el ritmo de la música. -Le contestaba el muchacho que no tendría más de veintiún años, comenzando a bailar con una sonrisa. De a poco fue siguiendo el ritmo y sin darse cuenta ella también comenzó a bailar con soltura, siguiendo al moreno que movía muy bien las caderas y le daba de vez en cuando el pie para que girara. La estaba pasando bien, el ambiente era muy agradable. Intentó mirar de otro modo al chico, pero algo le decía que no iba a conseguir nada con eso. Su gaydar se había activado con él, aunque al menos bailaba transmitiéndole la alegría que necesitaba.
Pasadas tres rondas de merengue intenso y movido, el muchacho se despidió dándole un suave beso en la mano como todo un caballero. Con bastante sed, Santana se dirigió de nuevo a la barra. Los bármanes resultaban ser bastante amistosos, charló activamente con ellos un rato. No dejó de nombrar a su tan amado Lima Heights Adjacent en ningún momento, ni su admiración por Gloria Estefan entre otros orgullos latinos.
Tras dos daiquiris de frutilla, fue al tocador femenino prometiendo darles su teléfono al regreso. Frente al espejo, recordó un segundo a su pequeño Axel, que ya debería estar extrañándola. Pero más podía el deseo de una vieja amiga por salir a la luz una vez más. Saco de su bolso uno de sus labiales preferidos y pinto sus labios de rojo pasión. Se peino y despeino a la vez de modo interesante y amplio un poco más su escote. De esa forma salió a la pista, el lugar ya se estaba llenando rápidamente. Dejó su abrigo y sus otras pertenencias al cuidado de sus nuevos amigos que muy cortésmente le regalaron otro trago exótico, y se dispuso a ver el espectáculo con una sonrisa seductora. Mucha gente acudía a ese lugar, con las mismas intensiones que ella: pasar un buen rato, o deslumbrarse con las figuras que empezaban a aparecer lentamente.
Cerca de la una de la mañana y ya con bastante alcohol encima, otra mano se extendió hacia ella. Para su sorpresa no era otro caribeño sexy: Era una mujer, con cuerpo de diosa y dentadura blanca como las perlas. Dudó un segundo, no tenia claro si todavía podía sentirse atraída por las mujeres pasados tantos años. Pero algo en ella la impulsó a seguir a la muchacha que ya se zarandeaba con el ritmo de la música directo a la pista. Ambas combinaron bastante bien sus pasos, y pasaron a llamar la atención de todos los presentes que aplaudían y cantaban entretenidos.
-¿Cómo te llamas? -Gritó sin parar de moverse.
-¡Valerie!
-¡¿Cómo la canción?!- Se reía la latina.
-Jajaja Si. Tienes buenos pasos… ¿Y tu nombre es...?
-Santana. Que yo sepa no tengo una canción. -Decía en tono triste.
-Podemos inventar una. -Le dijo la mujer al oído mientras daban una vuelta al cambio de la música. Poco a poco se fueron alejando de la pista, sin parar de bailar eso si, pero cada vez más juntas. La otra chica vestía una modesta falda, luciendo sus largas y tostadas piernas, bien definidas y candentes. Definitivamente se estaba atrayendo mutuamente; el pantalón blanco de la morena se destacaba entre todos, bien pegado a su cuerpo. Un último trago invitado por su compañera de baile hizo que perdiera la poca cordura que le quedaba.
Todo daba vueltas y en cortos flashes se veía bailando nuevamente en la pista, pero a la vez coqueteando descaradamente con Valerie. Luego estaba con sus amigos barmans riendo, y una vez más bailando con la chica. Cuando se quiso dar cuenta de la realidad, eran las cuatro de la mañana y era conducida de la mano de la otra morena directo al apartamento donde ella vivía.
No sabia en qué momento había logrado seducirla para que se besaran fluidamente y con pasión. Pasión latina, una peligrosa combinación. La mujer de la falda la recostó contra su sofá, atacando a su punto débil: el cuello. Muchas sensaciones se mezclaban en el cuerpo de Santana, y la hacían delirar, pero ninguna de ellas era lo que realmente buscaba. De pronto, se paró en seco alejando con suavidad pero segura de su decisión a Valerie que estaba totalmente extasiada.
-¿Qué, ya te vas...? Apenas empieza la diversión…
-Lo siento, dulzura, pero soy mucho para ti. No creo que lo resistas, además… -Dijo, tomándola por la barbilla- Podría presentar cargos contra ti por drogarme, no creas que no me di cuenta...
-Como quieras… -Agregó la muchacha antes de caer desmayada sobre el sofá.
Aun delirante, caminó por las calles de la ciudad con una sonrisa embobada y mojándose con la lluvia que caía sin cesar. En un taxi y a tientas, Santana por fin llegó a la casa de Brittany.
Las rubias estaban muy preocupadas, habían llamado a Finn y este les dijo que no tenía noticias de su amiga latina en horas, cosa que solo provocó pavor. Eran casi las cinco de la mañana cuando por fin sintieron que llamaban a la puerta. Se habían quedado entre-dormidas en el sofá de la bailarina. Fue Quinn quien abrió totalmente extrañada. No pudo evitar el quedarse con la boca abierta al ver la mirada perdida de Santana frente a ella.
-Por Dios, mujer ¿¡Qué hiciste...!?
-Brittany… Estas mucho más baja.- Hablaba la morena entre risas agarrándose del marco de la puerta. A todo esto la holandesa se acercó a la entada fregándose los ojos. Quedó plenamente despabilada al notar en las condiciones en que su jefa llegaba. Ninguna atinó a decir nada, solo la miraron indignadas y confundidas.
-¿Estas enojada...?- Susurró la latina viendo la cara de la abogada. El silencio contestaba claramente todas sus preguntas.-Sé que... Que esto se ve mal…Que es terrible. Pero puedo explicarlo. -Comentaba parándose erguida y sin apoyo mientras inspiraba bastante aire. - Ok, np. No puedo… -Dijo antes de desmayarse sobre su amiga rubia que la sujetó con bastante esfuerzo.
Definitivamente esa mujer pretendía hacerse daño, y lo estaba logrando.
-¿Santana...? Escuchó la morena, respondiendo con un débil gruñido. –Levántate, ya es tarde.
La latina movió la cabeza con confusión, corriéndose algunos cabellos de los ojos. Era de día, a su lado se había sentado alguien apoyando una tibia mano en su hombro.
-¿Mr... Schue? -Preguntó reconociendo la figura de su maestro junto a ella.
-Tú si que no cambias. -Le contestó el hombre con una sonrisa típica de él.
-¿Qué hace aquí...? Hace tiempo que termine la escuela…
-Vine cuando tenías 16 porque no querías cantar los coros para Rachel, y vengo de nuevo…
-¿Me va a regañar...? Últimamente todos lo hacen.- Dijo la latina sentándose en la cama. Era raro ver a su profesor después de tanto tiempo, parecía que los años no lo habían atacado.
-Ven, acompáñame, por favor.- Ordenó el castaño extendiéndole la mano con sencillez. –Daremos un paseo.
Ella nunca se negó a las órdenes de Will, lo quería de verdad y le molestaba hacerlo enojar. Había sido un gran ejemplo en su vida y muchos de los consejos que el hombre le había dado los conservaba con cariño en su memoria.
Salieron de esa habitación con normalidad, aunque era una casa desconocida: algunos muebles estaban tapados por sabanas, y otros tantos se conservaban con una ligera capa de polvo.
No hablaron en su recorrido. Las calles de Lima estaban vacías, solo existía una leve brisa que movía su ondulante cabellera negra al sol. Se detuvieron frente a una casa con un simple patio, de un piso. Inmediatamente se teletransportaron a su interior, allí estaba Quinn, sentada en la mesa leyendo algunos artículos del diario. Tenia el cabello largo, atado con una cinta, usaba anteojos para mejorar su visión, claramente varios años más se acomodaban en su cara.
-¿Qué esta pasando...?- Susurro Santana cruzandose de cejas. Su ex profesor le hizo una seña para que guardara silencio.
-¡Mamá, aquí traje el pan! ¡Mejor me voy, se me esta haciendo tarde! -Exclamó un joven entrando aceleradamente y dejando unas bolsas sobre la mesa. La latina lo contempló con confusión: Era más bien rubio, con el pelo con bastante gel y un pircing en la ceja. Una firme mirada en esos ojos verdes la hizo reaccionar.
-¿Aik…? -Preguntó caso para si misma, viendo como el chico se ponía su chaqueta universitaria. A todo esto, Quinn se paraba y le arreglaba un poco el cuello mientras le daba un beso en la mejilla.
-Cuídate ¿Si? -Comentó la rubia.
-No te preocupes. -Sonreía su hijo con una perfecta sonrisa. - ¿Los chicos ya salieron…?
-Antes que el sol. Anda, vete, no quiero que te regañen.
Santana miraba casi hechizada esa escena. "¿Esto de verdad está pasando?" Fue una pregunta recurrente que hizo mientras se acercaba a su amiga, que contemplaba desde la ventana como su hijo se alejaba corriendo.
-No pierdas tu tiempo... -Cortó Will viendo como su ex alumna agitaba las manos frente a la mirada pensativa de Quinn. -Ella no puede verte, anda, vamos. Nosotros también llegaremos tarde. -Dijo dándole la espalda. La latina obedeció dando unos pasos hacia atrás mientras tragaba saliva.
Nuevamente se teletransportaron, esta vez quedaron frente a la entrada del viejo instituto Mckinley. Todo lucia más gris, con menos vida o energía. Entraron en tanto la morena contemplaba cada detalle: En la añeja y maltrecha vidriera de los trofeos pudo divisar la foto del antiguo Glee club, y seguidamente se veían cinco o seis trofeos más con los respectivos grupos campeones que los sucedieron a ellos.
Una mujer rubia pasó velozmente junto a ellos, llamando la atención de la morena. Will le hizo una seña para que la siguiera, a lo que la latina no se negó. Unos pasos más atrás, pudo contemplar como la muchacha entraba a la oficina del director. Era joven, buena moza, y con unos rasgos bastante peculiares pero a la vez extrañamente familiares.
-Disculpe, directora Sylvester.- Inicio, hablando con una Sue mucho más vieja, sentada tras el escritorio. –De nuevo se ha desaparecido de mi clase, la entrenadora Jackson también perdió a uno de sus practicantes. Son siempre ellos tres los que…
-Tranquila Beth, no te pongas tan tensa. -La calmaba la directora sin mirarla a los ojos, terminando de escribir unas cosas. –Conociendo a esos muchachos, solo hay un lugar donde pueden estar.- Decía mientras se paraba y la tomaba por el hombro para salir de allí.
-Beth… -Susurró la latina agachando la mirada al comenzar a seguirlas.
Rápidamente llegaron al auditorio, Iker daba vueltas por el escenario, que ya no tenía brillo ni muchas luces.
-Sra Sylvester… -Hablaba el rubio al verlas llegar.
-¿Qué hacen aquí, Abraham? Saben muy bien que este lugar será demolido en poco tiempo, ningún alumno puede estar por esta zona. -Criticaba la docente con aire molesto desde la entrada.
-Disculpe, señorita Corcoran, fue mi culpa. -Se sentía que gritaban más lejos. –Me es inevitable estar en esta sala. Hace menos de un año ganamos las nacionales justo aqui… - Un chico se acercaba a ellas a rápida velocidad. Santana caminó hacia a las personas al mismo paso que el otro muchacho. Se frenó en seco al verlo y quedar frente a él: Era alto, lucia fuerte y atlético. Unos bucles negros y bien peinados caían con delicadeza tras sus orejas. Ahora que había crecido, inevitablemente los rasgos de su padre se acentuaban en él. Era Axel, su hijo, que no contaría con más de quince años parado frente a ella con una media sonrisa.
Santana miró a su ex profesor que solo asintió con tranquilidad, confirmándole todas sus sospechas: Estaba en el futuro.
-Qué raro, tú dando la nota Lopez...- Murmuro Sue cruzándose de brazos.
-Tranquila, Sra. Sylvester, no es para que se enojen. Este lugar es lo poco bueno que tenia en mi vida. -Hablaba el muchacho con aire jovial. -Quería compartir un último día aquí con mis hermanos…
-¿Tus hermanos...?- Preguntó Beth levantando una ceja.
-Ya sabe, Aik y Zack…
-¿Y dónde esta ese diablillo?- Preguntó la directora con aire divertido inspeccionando el lugar con la vista.
-¡Por aquí! -Gritaba un jovencito desde lo más alto de las butacas, acercándose con lentitud. –No se enojen con nosotros, este es casi nuestro segundo hogar...
Al llegar a la parte donde estaban reunidos, Santana se tapó la boca para no gritar: Bastante pálido, pelo negro, ojos marrones; no pasaría los doce o trece años, más bajo que su hermano que se apoyó sobre el. Caminaba con dificultad, como teniendo un problema en las caderas...
-¿Cómo has estado, Zackary?- Indagó la ex entrenadora corriéndole un poco el pelo de la cara al muchachito.
-Bueno, he reiniciado mi terapia, ya ve que lo de las parálisis va y viene.Podria decirse que bien... -Comentaba el niño sujetando su brazo izquierdo, que claramente no podía utilizar. Axel lo miraba con cariño pero sus ojos no dejaban de remarcar una fuerte melancolía.
-Aun así, no es horario para estar fuera de clases. No hay excusas. -Continuaba quejándose Beth, tal parecia que los conocia a todos ellos y se sentia con la autoridad suficiente como para hablarles libremente y con reproche.
-Solo una canción... ¿Es mucho pedir? -Protestó Iker con voz gruesa desde el escenario, sentándose tras una batería.
Las docentes se miraron un segundo, pero luego asintieron. Zack se acomodó en una de las primeras butacas mientras Axel subía con energía al escenario. Santana miraba desde lejos aun sin poder creer lo que pasaba frente a ella. Echó una última mirada al pequeño moreno que mostraba los ojos iluminados al ver a su hermano allá arriba; el ruido del micrófono hizo que centraran su atención en Axel. Otros chicos se acercaban con sus respectivos instrumentos.
-Bueno... puesto que es nuestra ultima canción… Quería cantar algo que llevó guardado por mucho tiempo aquí.- Dijo tocándose el pecho del lado del corazón.
Lentamente la música empezó a sonar, él se concentraba de igual forma en que Santana lo hacia antes de cantar. Bajó la mirada e inspiró apenas un hilo de aire. Todos observaban desde lejos y en completo silencio.
El muchacho se iba relajando poco a poco, era algo natural cantar allí. Más atrás, Aik lo acompañaba con la batería y la cabeza baja. Sin saberlo ni sentirlo, Santana se iba acercando, necesitaba estar con él.
Iker acompañaba en el coro, sabiendo cuanto le dolía a su amigo cantar esa canción. El moreno cerraba los ojos dejándose llevar por la música. Santana estaba frente a él, sobre el escenario, viendo sus rasgos, oyendo su voz. Ambos a la vez dejaron caer una lágrima.
Axel abrió los ojos, por supuesto que no veía a nadie, solo butacas vacías; apretaba los puños dejando salir su voz, llevando a su vez las manos a su pecho. La latina intentaba secar esas lágrimas pero no podía tocarlo, su hijo comenzaba a llorar con la misma intensidad que su canto. Sufría, al igual que su hermano. Santana no sabía por qué pero esa canción la estaba lastimando. Los demás observaban atónitos.
Cuando terminó, tomó bastante aire. Amaba cantar, pero llorando no era tan sencillo. En el auditorio, el resto de las personas aplaudió sin agregar comentarios. Axel hizo una pequeña reverencia agradeciendo.
-Bien Lopez, si siguieran dirigiendo el coro… seria un nueve.- Gritó desde lejos la directora, satisfecha con lo que había oído.
-Ahora volviendo a mi materia… ¿Por qué elegiste esa canción, con qué mensaje?- Preguntó Beth, sin cambiar su semblante molesto. Iker se paró del asiento de su batería corriendo al lado de su amigo que comenzaba a agachar la mirada buscando una respuesta.
-¡¿Por qué eres tan fría?! ¿No lo entiendes aun? -Le gritó el rubio a su hermana biológica con brusquedad. -¿Acaso no tienes sentimientos?
-Si, yo digo lo mismo… -Opinó en voz alta la latina secándose las lágrimas, pero nadie en ese lugar la escuchaba. Se percató que Will estaba a su lado contemplando el panorama.
-Tantos sentimientos tengo, que me estoy resistiendo a ponerles una suspensión en este momento. -Gritaba con ironía la rubia, ganándose una mirada seria por parte de la Sue del futuro. Ella sabía bien por que lado iba todo esto, un tiempo antes, su compañero Will les había enseñado a esos chicos que al momento de no saber que decir, mejor era que canten.
-Cuando tenía diez años… -Empezó el mayor de los hermanos Lopez sin darle importancia a la discusión de los otros. –Discutí con mi madre. Yo… toda mi vida crecí sin saber nada respecto a mi padre, a mi pasado, a mis raices, lo único que quería era algún dato... como su nombre. Ambos queríamos, en realidad. -Corrigió señalando a su hermano menor. –Pero, hice esa pregunta en un mal día, y lo único que recibí fue un castigo. -Santana escuchaba atrás del moreno, con la cabeza baja. –Ella nunca hablaba con nosotros, solo decía que esperaba ansiosa el momento en que nos hiciéramos hombres para valernos por nuestra cuenta... No era mala, solo era seria.- Narraba Axel dando vueltas por el escenario algo nervioso.- Pasaba todo el día trabajando para darnos lo que podía. Con la enfermedad de Zack nuestra situación no era fácil. Desde antes que mi hermanito naciera ella fumaba, tomaba, intentaba pasar por alto el dolor que llevaba. Los doctores dijeron que esos fueron quizás los motivos de las parálisis de Zack. Con esto, la culpa la carcomía, pero siempre en silencio intentaba luchar contra la corriente; Su vida no era fácil, de hecho con todo lo que sufrió era difícil imaginar que se mantuviera en pie... Pero cuando supo que el cáncer que tenía estaba avanzado… Se negó a seguir adelante. Bajó los guantes. Lamentablemente cuando se decidió a contarnos de su pasado…. Faltaban escasos días para que se fuera de este mundo.
El silencio era perturbante en esos instantes. A Axel se le quebró la voz y se tapó la boca con su puño cerrado. Aunque Iker lo tomó por el hombro, el joven moreno le hizo una seña para que no lo tocase, lo que el necesitaba era deshagarse.
-El día de su funeral, yo solo quería que el tiempo se detuviera, deseaba poder decirle que lo sentía… No sabia si debí interesarme más en lo que le pasaba. Quizás hubiera tenido deseos de vivir un poco más si lograba entender que nos tenía a nosotros y la necesitábamos… No lo sé, yo la veía tan fuerte, tan decidida. Ahora no puedo hacer nada, más que recordarla. Vivo con mi madrina, y ella todo el tiempo intenta convencerme que no le guarde rencor, pero ¿Cómo hacerlo? ¿Qué ejemplo queda para mi o para Zack...? Esta canción es para ambos, para mi padre y mi madre, que se fueron, que abandonaron. Y solo refleja en parte lo que Zackary y yo pensamos…
La latina escuchaba con dolor todo lo que salía de la boca del muchacho. Ahora entendía qué buscaba el Sr. Schue con mostrarle todo eso.
Capitulo 19: En el limbo
Todo el lugar estaba muy bien ambientado al estilo de las zonas del caribe, música alegre y movida se oía por los altavoces y unas cuantas personas charlaban esparcidas por todo el sitio. Inevitablemente por su sangre corría la esencia latina, y sentir que entraba a un lugar donde la mayoría de la gente compartía esa característica la hacia sentir bien. Dos o tres hombres se perdieron en su figura bien conservada y sus movimientos sexys con los que entró caminando, algunos le susurraron, las mujeres la envidiaban, pero a ella no le molestaba, por el contrario.
-Vente conmigo pa’ mi isla preciosa, que por ti, cosita rica, puedo baharte hasta las estreias…
- Hice bien en venirme para acá, dios bendiga los Estados Unidos.- Ese coqueteo argentino le dio mucha gracia, por supuesto que ella los entendía muy bien; el español era su segunda lengua, por más que la usara cuando estaba enojada.
Se sentó en una mesa de dos sin evitar mirar con sus potentes ojos marrones al mesero, que muy amablemente le dio un trago de cortesía. Algunas parejas, en un escenario un poco más alejado bailaban al ritmo de la música entre risas y gritos. Pasó casi una hora mirándolos, recordando que las alegrías de la vida siempre venían acompañadas de la música y el baile para ella. Dio un rápido vistazo a su celular, no tenia llamadas ni mensajes, por lo que decidió apagarlo y darse un tiempo solo para disfrutar.
Fue hasta la barra, un daiquiri sonaba tentador por más que no fuera muy tarde. Varias personas le sonreían, ella correspondía con una mirada fuerte y audaz. Sin lugar a dudas necesitaba liberar a esa extraviada Santana, seductora, rompecorazones. Las parejas de baile iban y venían por el lugar, hasta que un moreno de ojos claros le extendió la mano con una radiante sonrisa. Mirándolo de arriba abajo, estiró delicadamente su mano y lo acompaño, aunque no sabia bien que iba a hacer allí.
-La verdad es que hace mucho que no bailo.- Reía en el medio de la pista.
-No importa, tú sigue el ritmo de la música. -Le contestaba el muchacho que no tendría más de veintiún años, comenzando a bailar con una sonrisa. De a poco fue siguiendo el ritmo y sin darse cuenta ella también comenzó a bailar con soltura, siguiendo al moreno que movía muy bien las caderas y le daba de vez en cuando el pie para que girara. La estaba pasando bien, el ambiente era muy agradable. Intentó mirar de otro modo al chico, pero algo le decía que no iba a conseguir nada con eso. Su gaydar se había activado con él, aunque al menos bailaba transmitiéndole la alegría que necesitaba.
Pasadas tres rondas de merengue intenso y movido, el muchacho se despidió dándole un suave beso en la mano como todo un caballero. Con bastante sed, Santana se dirigió de nuevo a la barra. Los bármanes resultaban ser bastante amistosos, charló activamente con ellos un rato. No dejó de nombrar a su tan amado Lima Heights Adjacent en ningún momento, ni su admiración por Gloria Estefan entre otros orgullos latinos.
Tras dos daiquiris de frutilla, fue al tocador femenino prometiendo darles su teléfono al regreso. Frente al espejo, recordó un segundo a su pequeño Axel, que ya debería estar extrañándola. Pero más podía el deseo de una vieja amiga por salir a la luz una vez más. Saco de su bolso uno de sus labiales preferidos y pinto sus labios de rojo pasión. Se peino y despeino a la vez de modo interesante y amplio un poco más su escote. De esa forma salió a la pista, el lugar ya se estaba llenando rápidamente. Dejó su abrigo y sus otras pertenencias al cuidado de sus nuevos amigos que muy cortésmente le regalaron otro trago exótico, y se dispuso a ver el espectáculo con una sonrisa seductora. Mucha gente acudía a ese lugar, con las mismas intensiones que ella: pasar un buen rato, o deslumbrarse con las figuras que empezaban a aparecer lentamente.
Cerca de la una de la mañana y ya con bastante alcohol encima, otra mano se extendió hacia ella. Para su sorpresa no era otro caribeño sexy: Era una mujer, con cuerpo de diosa y dentadura blanca como las perlas. Dudó un segundo, no tenia claro si todavía podía sentirse atraída por las mujeres pasados tantos años. Pero algo en ella la impulsó a seguir a la muchacha que ya se zarandeaba con el ritmo de la música directo a la pista. Ambas combinaron bastante bien sus pasos, y pasaron a llamar la atención de todos los presentes que aplaudían y cantaban entretenidos.
-¿Cómo te llamas? -Gritó sin parar de moverse.
-¡Valerie!
-¡¿Cómo la canción?!- Se reía la latina.
-Jajaja Si. Tienes buenos pasos… ¿Y tu nombre es...?
-Santana. Que yo sepa no tengo una canción. -Decía en tono triste.
-Podemos inventar una. -Le dijo la mujer al oído mientras daban una vuelta al cambio de la música. Poco a poco se fueron alejando de la pista, sin parar de bailar eso si, pero cada vez más juntas. La otra chica vestía una modesta falda, luciendo sus largas y tostadas piernas, bien definidas y candentes. Definitivamente se estaba atrayendo mutuamente; el pantalón blanco de la morena se destacaba entre todos, bien pegado a su cuerpo. Un último trago invitado por su compañera de baile hizo que perdiera la poca cordura que le quedaba.
Todo daba vueltas y en cortos flashes se veía bailando nuevamente en la pista, pero a la vez coqueteando descaradamente con Valerie. Luego estaba con sus amigos barmans riendo, y una vez más bailando con la chica. Cuando se quiso dar cuenta de la realidad, eran las cuatro de la mañana y era conducida de la mano de la otra morena directo al apartamento donde ella vivía.
No sabia en qué momento había logrado seducirla para que se besaran fluidamente y con pasión. Pasión latina, una peligrosa combinación. La mujer de la falda la recostó contra su sofá, atacando a su punto débil: el cuello. Muchas sensaciones se mezclaban en el cuerpo de Santana, y la hacían delirar, pero ninguna de ellas era lo que realmente buscaba. De pronto, se paró en seco alejando con suavidad pero segura de su decisión a Valerie que estaba totalmente extasiada.
-¿Qué, ya te vas...? Apenas empieza la diversión…
-Lo siento, dulzura, pero soy mucho para ti. No creo que lo resistas, además… -Dijo, tomándola por la barbilla- Podría presentar cargos contra ti por drogarme, no creas que no me di cuenta...
-Como quieras… -Agregó la muchacha antes de caer desmayada sobre el sofá.
Aun delirante, caminó por las calles de la ciudad con una sonrisa embobada y mojándose con la lluvia que caía sin cesar. En un taxi y a tientas, Santana por fin llegó a la casa de Brittany.
Las rubias estaban muy preocupadas, habían llamado a Finn y este les dijo que no tenía noticias de su amiga latina en horas, cosa que solo provocó pavor. Eran casi las cinco de la mañana cuando por fin sintieron que llamaban a la puerta. Se habían quedado entre-dormidas en el sofá de la bailarina. Fue Quinn quien abrió totalmente extrañada. No pudo evitar el quedarse con la boca abierta al ver la mirada perdida de Santana frente a ella.
-Por Dios, mujer ¿¡Qué hiciste...!?
-Brittany… Estas mucho más baja.- Hablaba la morena entre risas agarrándose del marco de la puerta. A todo esto la holandesa se acercó a la entada fregándose los ojos. Quedó plenamente despabilada al notar en las condiciones en que su jefa llegaba. Ninguna atinó a decir nada, solo la miraron indignadas y confundidas.
-¿Estas enojada...?- Susurró la latina viendo la cara de la abogada. El silencio contestaba claramente todas sus preguntas.-Sé que... Que esto se ve mal…Que es terrible. Pero puedo explicarlo. -Comentaba parándose erguida y sin apoyo mientras inspiraba bastante aire. - Ok, np. No puedo… -Dijo antes de desmayarse sobre su amiga rubia que la sujetó con bastante esfuerzo.
Definitivamente esa mujer pretendía hacerse daño, y lo estaba logrando.
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-¿Santana...? Escuchó la morena, respondiendo con un débil gruñido. –Levántate, ya es tarde.
La latina movió la cabeza con confusión, corriéndose algunos cabellos de los ojos. Era de día, a su lado se había sentado alguien apoyando una tibia mano en su hombro.
-¿Mr... Schue? -Preguntó reconociendo la figura de su maestro junto a ella.
-Tú si que no cambias. -Le contestó el hombre con una sonrisa típica de él.
-¿Qué hace aquí...? Hace tiempo que termine la escuela…
-Vine cuando tenías 16 porque no querías cantar los coros para Rachel, y vengo de nuevo…
-¿Me va a regañar...? Últimamente todos lo hacen.- Dijo la latina sentándose en la cama. Era raro ver a su profesor después de tanto tiempo, parecía que los años no lo habían atacado.
-Ven, acompáñame, por favor.- Ordenó el castaño extendiéndole la mano con sencillez. –Daremos un paseo.
Ella nunca se negó a las órdenes de Will, lo quería de verdad y le molestaba hacerlo enojar. Había sido un gran ejemplo en su vida y muchos de los consejos que el hombre le había dado los conservaba con cariño en su memoria.
Salieron de esa habitación con normalidad, aunque era una casa desconocida: algunos muebles estaban tapados por sabanas, y otros tantos se conservaban con una ligera capa de polvo.
No hablaron en su recorrido. Las calles de Lima estaban vacías, solo existía una leve brisa que movía su ondulante cabellera negra al sol. Se detuvieron frente a una casa con un simple patio, de un piso. Inmediatamente se teletransportaron a su interior, allí estaba Quinn, sentada en la mesa leyendo algunos artículos del diario. Tenia el cabello largo, atado con una cinta, usaba anteojos para mejorar su visión, claramente varios años más se acomodaban en su cara.
-¿Qué esta pasando...?- Susurro Santana cruzandose de cejas. Su ex profesor le hizo una seña para que guardara silencio.
-¡Mamá, aquí traje el pan! ¡Mejor me voy, se me esta haciendo tarde! -Exclamó un joven entrando aceleradamente y dejando unas bolsas sobre la mesa. La latina lo contempló con confusión: Era más bien rubio, con el pelo con bastante gel y un pircing en la ceja. Una firme mirada en esos ojos verdes la hizo reaccionar.
-¿Aik…? -Preguntó caso para si misma, viendo como el chico se ponía su chaqueta universitaria. A todo esto, Quinn se paraba y le arreglaba un poco el cuello mientras le daba un beso en la mejilla.
-Cuídate ¿Si? -Comentó la rubia.
-No te preocupes. -Sonreía su hijo con una perfecta sonrisa. - ¿Los chicos ya salieron…?
-Antes que el sol. Anda, vete, no quiero que te regañen.
Santana miraba casi hechizada esa escena. "¿Esto de verdad está pasando?" Fue una pregunta recurrente que hizo mientras se acercaba a su amiga, que contemplaba desde la ventana como su hijo se alejaba corriendo.
-No pierdas tu tiempo... -Cortó Will viendo como su ex alumna agitaba las manos frente a la mirada pensativa de Quinn. -Ella no puede verte, anda, vamos. Nosotros también llegaremos tarde. -Dijo dándole la espalda. La latina obedeció dando unos pasos hacia atrás mientras tragaba saliva.
Nuevamente se teletransportaron, esta vez quedaron frente a la entrada del viejo instituto Mckinley. Todo lucia más gris, con menos vida o energía. Entraron en tanto la morena contemplaba cada detalle: En la añeja y maltrecha vidriera de los trofeos pudo divisar la foto del antiguo Glee club, y seguidamente se veían cinco o seis trofeos más con los respectivos grupos campeones que los sucedieron a ellos.
Una mujer rubia pasó velozmente junto a ellos, llamando la atención de la morena. Will le hizo una seña para que la siguiera, a lo que la latina no se negó. Unos pasos más atrás, pudo contemplar como la muchacha entraba a la oficina del director. Era joven, buena moza, y con unos rasgos bastante peculiares pero a la vez extrañamente familiares.
-Disculpe, directora Sylvester.- Inicio, hablando con una Sue mucho más vieja, sentada tras el escritorio. –De nuevo se ha desaparecido de mi clase, la entrenadora Jackson también perdió a uno de sus practicantes. Son siempre ellos tres los que…
-Tranquila Beth, no te pongas tan tensa. -La calmaba la directora sin mirarla a los ojos, terminando de escribir unas cosas. –Conociendo a esos muchachos, solo hay un lugar donde pueden estar.- Decía mientras se paraba y la tomaba por el hombro para salir de allí.
-Beth… -Susurró la latina agachando la mirada al comenzar a seguirlas.
Rápidamente llegaron al auditorio, Iker daba vueltas por el escenario, que ya no tenía brillo ni muchas luces.
-Sra Sylvester… -Hablaba el rubio al verlas llegar.
-¿Qué hacen aquí, Abraham? Saben muy bien que este lugar será demolido en poco tiempo, ningún alumno puede estar por esta zona. -Criticaba la docente con aire molesto desde la entrada.
-Disculpe, señorita Corcoran, fue mi culpa. -Se sentía que gritaban más lejos. –Me es inevitable estar en esta sala. Hace menos de un año ganamos las nacionales justo aqui… - Un chico se acercaba a ellas a rápida velocidad. Santana caminó hacia a las personas al mismo paso que el otro muchacho. Se frenó en seco al verlo y quedar frente a él: Era alto, lucia fuerte y atlético. Unos bucles negros y bien peinados caían con delicadeza tras sus orejas. Ahora que había crecido, inevitablemente los rasgos de su padre se acentuaban en él. Era Axel, su hijo, que no contaría con más de quince años parado frente a ella con una media sonrisa.
Santana miró a su ex profesor que solo asintió con tranquilidad, confirmándole todas sus sospechas: Estaba en el futuro.
-Qué raro, tú dando la nota Lopez...- Murmuro Sue cruzándose de brazos.
-Tranquila, Sra. Sylvester, no es para que se enojen. Este lugar es lo poco bueno que tenia en mi vida. -Hablaba el muchacho con aire jovial. -Quería compartir un último día aquí con mis hermanos…
-¿Tus hermanos...?- Preguntó Beth levantando una ceja.
-Ya sabe, Aik y Zack…
-¿Y dónde esta ese diablillo?- Preguntó la directora con aire divertido inspeccionando el lugar con la vista.
-¡Por aquí! -Gritaba un jovencito desde lo más alto de las butacas, acercándose con lentitud. –No se enojen con nosotros, este es casi nuestro segundo hogar...
Al llegar a la parte donde estaban reunidos, Santana se tapó la boca para no gritar: Bastante pálido, pelo negro, ojos marrones; no pasaría los doce o trece años, más bajo que su hermano que se apoyó sobre el. Caminaba con dificultad, como teniendo un problema en las caderas...
-¿Cómo has estado, Zackary?- Indagó la ex entrenadora corriéndole un poco el pelo de la cara al muchachito.
-Bueno, he reiniciado mi terapia, ya ve que lo de las parálisis va y viene.Podria decirse que bien... -Comentaba el niño sujetando su brazo izquierdo, que claramente no podía utilizar. Axel lo miraba con cariño pero sus ojos no dejaban de remarcar una fuerte melancolía.
-Aun así, no es horario para estar fuera de clases. No hay excusas. -Continuaba quejándose Beth, tal parecia que los conocia a todos ellos y se sentia con la autoridad suficiente como para hablarles libremente y con reproche.
-Solo una canción... ¿Es mucho pedir? -Protestó Iker con voz gruesa desde el escenario, sentándose tras una batería.
Las docentes se miraron un segundo, pero luego asintieron. Zack se acomodó en una de las primeras butacas mientras Axel subía con energía al escenario. Santana miraba desde lejos aun sin poder creer lo que pasaba frente a ella. Echó una última mirada al pequeño moreno que mostraba los ojos iluminados al ver a su hermano allá arriba; el ruido del micrófono hizo que centraran su atención en Axel. Otros chicos se acercaban con sus respectivos instrumentos.
-Bueno... puesto que es nuestra ultima canción… Quería cantar algo que llevó guardado por mucho tiempo aquí.- Dijo tocándose el pecho del lado del corazón.
https://www.youtube.com/watch?v=4KgCCPRkrGA
Lentamente la música empezó a sonar, él se concentraba de igual forma en que Santana lo hacia antes de cantar. Bajó la mirada e inspiró apenas un hilo de aire. Todos observaban desde lejos y en completo silencio.
(It most to been a place so dark/Debiste estar en un lugar muy obscuro)
(you couldn't feel the light/ que no pudiste encontrar la luz)
(reachin' for you through. That stormy cloud/buscandote en esa tormenta)
(Now here we are gathered / Ahora estamos aqui reunidos)
(in our little hometown/en nuestra pequeña ciudad natal…)
(This can't be the way you meant/ Esta no puede ser la manera)
(to draw a crowd/ en la que dibujarias una multitud)
(Oh, why? That's what I keep askin'/ Oh ¿por qué? eso es lo que me sigo preguntando)
(Was there anything I could have said or done?/Si fue algo que pude haber dicho o hecho)
(Oh, I had no clue you were masking/Oh, no tenia idea de qué era lo que ocultabas)
(A troubled soul, God only knows/ En un alma perturbada, solo Dios lo sabe)
(what went wrong…/ ¿Qué salio mal…? )
( And whyYou'd leave the stage in the middle of a song/ Y ¿Por qué...Dejarías el escenario en el medio de una canción? )
(you couldn't feel the light/ que no pudiste encontrar la luz)
(reachin' for you through. That stormy cloud/buscandote en esa tormenta)
(Now here we are gathered / Ahora estamos aqui reunidos)
(in our little hometown/en nuestra pequeña ciudad natal…)
(This can't be the way you meant/ Esta no puede ser la manera)
(to draw a crowd/ en la que dibujarias una multitud)
(Oh, why? That's what I keep askin'/ Oh ¿por qué? eso es lo que me sigo preguntando)
(Was there anything I could have said or done?/Si fue algo que pude haber dicho o hecho)
(Oh, I had no clue you were masking/Oh, no tenia idea de qué era lo que ocultabas)
(A troubled soul, God only knows/ En un alma perturbada, solo Dios lo sabe)
(what went wrong…/ ¿Qué salio mal…? )
( And whyYou'd leave the stage in the middle of a song/ Y ¿Por qué...Dejarías el escenario en el medio de una canción? )
El muchacho se iba relajando poco a poco, era algo natural cantar allí. Más atrás, Aik lo acompañaba con la batería y la cabeza baja. Sin saberlo ni sentirlo, Santana se iba acercando, necesitaba estar con él.
(Now in my mind I keep you frozen, / Ahora en mi mente te mantendré congelada)
(as a seventeen year old …/ Como a los un diececisiete años)
(Roundin' third to score the winning run/ rodeando la tercera base para ganar el juego)
(You always played with passion/ Tu siempre jugaste con pasión)
(no matter what the game/Sin importar cual fuera el juego)
(When you took the stage /Cuando te subias al escenario,)
(you shined just like the sun/ brillabas como el sol)
(as a seventeen year old …/ Como a los un diececisiete años)
(Roundin' third to score the winning run/ rodeando la tercera base para ganar el juego)
(You always played with passion/ Tu siempre jugaste con pasión)
(no matter what the game/Sin importar cual fuera el juego)
(When you took the stage /Cuando te subias al escenario,)
(you shined just like the sun/ brillabas como el sol)
Iker acompañaba en el coro, sabiendo cuanto le dolía a su amigo cantar esa canción. El moreno cerraba los ojos dejándose llevar por la música. Santana estaba frente a él, sobre el escenario, viendo sus rasgos, oyendo su voz. Ambos a la vez dejaron caer una lágrima.
Axel abrió los ojos, por supuesto que no veía a nadie, solo butacas vacías; apretaba los puños dejando salir su voz, llevando a su vez las manos a su pecho. La latina intentaba secar esas lágrimas pero no podía tocarlo, su hijo comenzaba a llorar con la misma intensidad que su canto. Sufría, al igual que su hermano. Santana no sabía por qué pero esa canción la estaba lastimando. Los demás observaban atónitos.
(Now the oak trees are swayin/ Ahora los robles se mecen)
(in the early autumn breeze/ a principios de la brisa de otoño)
(The golden sun is shining on my face/ El sol dorado brilla en mi cara)
(The tangled thoughts/ Me atraviesan pensamientos confusos)
(I hear, a mockingbird sing/ Escucho cantar a un sinsonte)
(This old world really ain't that bad a place/ Este viejo mundo, no es tan malo dentro de todo)
(Oh, why? There's no comprehending/ ¿Por qué, no hay comprensión?)
(And who am I to try to judge or explain? /¿Y quien soy yo para tratar de juzgar o explicar?)
(Oh, but I do have one burning question/ Oh, pero tengo una candente pregunta)
(Who told you life wasn't worth the fight?/ ¿Quién te dijo que la vida no valía la pena pelearla?)
(They were wrong, they lied/ Estaban equivocados, te mintieron)
(Now you're gone and we cry/ Ahora te has ido, y lloramos)
('Cause it's not like you to walk away/ Porque no eras de abandonar)
(In the middle of a song/ en el medio de una canción)
(Your beautiful song/ Tu hermosa canción)
(Your absolutely beautiful song/ Tu absolutamente... hermosa canción)
(in the early autumn breeze/ a principios de la brisa de otoño)
(The golden sun is shining on my face/ El sol dorado brilla en mi cara)
(The tangled thoughts/ Me atraviesan pensamientos confusos)
(I hear, a mockingbird sing/ Escucho cantar a un sinsonte)
(This old world really ain't that bad a place/ Este viejo mundo, no es tan malo dentro de todo)
(Oh, why? There's no comprehending/ ¿Por qué, no hay comprensión?)
(And who am I to try to judge or explain? /¿Y quien soy yo para tratar de juzgar o explicar?)
(Oh, but I do have one burning question/ Oh, pero tengo una candente pregunta)
(Who told you life wasn't worth the fight?/ ¿Quién te dijo que la vida no valía la pena pelearla?)
(They were wrong, they lied/ Estaban equivocados, te mintieron)
(Now you're gone and we cry/ Ahora te has ido, y lloramos)
('Cause it's not like you to walk away/ Porque no eras de abandonar)
(In the middle of a song/ en el medio de una canción)
(Your beautiful song/ Tu hermosa canción)
(Your absolutely beautiful song/ Tu absolutamente... hermosa canción)
Cuando terminó, tomó bastante aire. Amaba cantar, pero llorando no era tan sencillo. En el auditorio, el resto de las personas aplaudió sin agregar comentarios. Axel hizo una pequeña reverencia agradeciendo.
-Bien Lopez, si siguieran dirigiendo el coro… seria un nueve.- Gritó desde lejos la directora, satisfecha con lo que había oído.
-Ahora volviendo a mi materia… ¿Por qué elegiste esa canción, con qué mensaje?- Preguntó Beth, sin cambiar su semblante molesto. Iker se paró del asiento de su batería corriendo al lado de su amigo que comenzaba a agachar la mirada buscando una respuesta.
-¡¿Por qué eres tan fría?! ¿No lo entiendes aun? -Le gritó el rubio a su hermana biológica con brusquedad. -¿Acaso no tienes sentimientos?
-Si, yo digo lo mismo… -Opinó en voz alta la latina secándose las lágrimas, pero nadie en ese lugar la escuchaba. Se percató que Will estaba a su lado contemplando el panorama.
-Tantos sentimientos tengo, que me estoy resistiendo a ponerles una suspensión en este momento. -Gritaba con ironía la rubia, ganándose una mirada seria por parte de la Sue del futuro. Ella sabía bien por que lado iba todo esto, un tiempo antes, su compañero Will les había enseñado a esos chicos que al momento de no saber que decir, mejor era que canten.
-Cuando tenía diez años… -Empezó el mayor de los hermanos Lopez sin darle importancia a la discusión de los otros. –Discutí con mi madre. Yo… toda mi vida crecí sin saber nada respecto a mi padre, a mi pasado, a mis raices, lo único que quería era algún dato... como su nombre. Ambos queríamos, en realidad. -Corrigió señalando a su hermano menor. –Pero, hice esa pregunta en un mal día, y lo único que recibí fue un castigo. -Santana escuchaba atrás del moreno, con la cabeza baja. –Ella nunca hablaba con nosotros, solo decía que esperaba ansiosa el momento en que nos hiciéramos hombres para valernos por nuestra cuenta... No era mala, solo era seria.- Narraba Axel dando vueltas por el escenario algo nervioso.- Pasaba todo el día trabajando para darnos lo que podía. Con la enfermedad de Zack nuestra situación no era fácil. Desde antes que mi hermanito naciera ella fumaba, tomaba, intentaba pasar por alto el dolor que llevaba. Los doctores dijeron que esos fueron quizás los motivos de las parálisis de Zack. Con esto, la culpa la carcomía, pero siempre en silencio intentaba luchar contra la corriente; Su vida no era fácil, de hecho con todo lo que sufrió era difícil imaginar que se mantuviera en pie... Pero cuando supo que el cáncer que tenía estaba avanzado… Se negó a seguir adelante. Bajó los guantes. Lamentablemente cuando se decidió a contarnos de su pasado…. Faltaban escasos días para que se fuera de este mundo.
El silencio era perturbante en esos instantes. A Axel se le quebró la voz y se tapó la boca con su puño cerrado. Aunque Iker lo tomó por el hombro, el joven moreno le hizo una seña para que no lo tocase, lo que el necesitaba era deshagarse.
-El día de su funeral, yo solo quería que el tiempo se detuviera, deseaba poder decirle que lo sentía… No sabia si debí interesarme más en lo que le pasaba. Quizás hubiera tenido deseos de vivir un poco más si lograba entender que nos tenía a nosotros y la necesitábamos… No lo sé, yo la veía tan fuerte, tan decidida. Ahora no puedo hacer nada, más que recordarla. Vivo con mi madrina, y ella todo el tiempo intenta convencerme que no le guarde rencor, pero ¿Cómo hacerlo? ¿Qué ejemplo queda para mi o para Zack...? Esta canción es para ambos, para mi padre y mi madre, que se fueron, que abandonaron. Y solo refleja en parte lo que Zackary y yo pensamos…
La latina escuchaba con dolor todo lo que salía de la boca del muchacho. Ahora entendía qué buscaba el Sr. Schue con mostrarle todo eso.
Última edición por Dreamer=) el Mar Jul 23, 2013 3:14 am, editado 3 veces
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me haz hechi llorar con este capitulo, tengo un nudo en la garganta, como a veces nos cerramos en nuestros problemas porque creemos que son solo nuestros y no nos damos cuenta ue no estamos solos y ue hay quienes quieren ayudarnos pero simplemente es dificil ayudar a alguien que no quiere recibir la ayuda, me haz emocionado y con esa cancion, amo racal flatts, excelente y un abrazo por hermoso capitulo, espero que todo vaya mejorando un poco de ahora en adelante o por lo menos con sus hijos.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡¡¡¡QUIERO A MI MAMÁ!!!!
Definitivamente este capitulo me saco unas cuantas lagrimitas. La ultima parte del capitulo definitivamente me quebró.
Espero que con este ¿sueño?, Santana entre en razón y se de cuente de que su bebe no es un estorbo y la acepte.
En cuanto a las cartas si no es la mamá de San entonces es Samuel, realmente ya no se que pensar, que ya se aclare esto de una buena vez.
Bueno espero tu actualización pronto, no tardes.
Definitivamente este capitulo me saco unas cuantas lagrimitas. La ultima parte del capitulo definitivamente me quebró.
Espero que con este ¿sueño?, Santana entre en razón y se de cuente de que su bebe no es un estorbo y la acepte.
En cuanto a las cartas si no es la mamá de San entonces es Samuel, realmente ya no se que pensar, que ya se aclare esto de una buena vez.
Bueno espero tu actualización pronto, no tardes.
Honey-Pack** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 27/05/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Ésto es lo más lindo y triste que he leído Mis ojos están apunto de soltar las lágrimas.
Gracias Mr. Shue por mostrarle la verdad a Santana, por hacerle entender que debe luchar y jamás rendirse.
Me fascina como escribes. Hasta luego.
P.D. Estoy enamorada de tu fic.
Gracias Mr. Shue por mostrarle la verdad a Santana, por hacerle entender que debe luchar y jamás rendirse.
Me fascina como escribes. Hasta luego.
P.D. Estoy enamorada de tu fic.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
TT_TT, que cap mas triste!!!.. :(.. Espero que con ese sueño Santana se de cuenta de las cosas y se ponga las pilas, haga las cosas bien y acepte al bebe!!!!.. u.u..
Gracias Sr Schue!!!!!.. ^^.. jajajajaja..
Hasta la prox actu.. beso
Gracias Sr Schue!!!!!.. ^^.. jajajajaja..
Hasta la prox actu.. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Me has roto el corazón....
Espero que Santana entre en razón, que se tome el embarazo de la mejor forma posible y que se deje querer por Britt, así ella no va a estar sola con todo...
Espero que finalmente el fic no acabe con la muerte de Santana ¬¬ jajajajajaj
Gracias por el capítulo :)
Espero que Santana entre en razón, que se tome el embarazo de la mejor forma posible y que se deje querer por Britt, así ella no va a estar sola con todo...
Espero que finalmente el fic no acabe con la muerte de Santana ¬¬ jajajajajaj
Gracias por el capítulo :)
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
MonicaCS27891 escribió:Me has roto el corazón....
Espero que Santana entre en razón, que se tome el embarazo de la mejor forma posible y que se deje querer por Britt, así ella no va a estar sola con todo...
Espero que finalmente el fic no acabe con la muerte de Santana ¬¬ jajajajajaj
Gracias por el capítulo :)
Que me diste una buena idea para el final e.e" Jajajaja no no es cierto tengo que dejar de hacer esos chistes ¬¬!! Creo que me excedí en drama todas terminaron llorando ._. Aunque bueno yo también me torture con canciones de Flats todos estos dias :P
Volviendo a lo que estaba... cumplo con mi promesa subiendo el siguiente cap mucho más temprano. Ahora si me despido por unos días, volviendo con "A Punto Cero"con todos los sentimientos más revolucionados. Haciendo un poco de publicidad se viene mas engaños y mentiras, más intriga, acción, pasión, amistad y... Mas 3:) jajaja Un Abrazo y que estén bien :D
Capitulo 20: Realidad
Despertó sobresaltada, un poco de sudor frio recorría su frente. Tanteo sus ojos, también húmedos. Sin lugar a dudas no solo había derramado lágrimas en su sueño. Se sentó bruscamente en la cama, le costó un momento asimilar donde estaba. No recordaba haber llegado a su casa, pero si se acercaban vagamente a su mente pequeñas partes de la “noche” anterior. No tenia puesta su ropa con la que había salido, traía una remera bastante suelta junto a un pantalón deportivo. Se fijó en un reloj que yacía sobre la mesa de noche, todavía no eran las diez de la mañana. No había dormido muchas horas y los principios de una monumental resaca comenzaban a percibirse en su cabeza. Dio un pequeño recorrido por la habitación, que se encontraba bien ordenada. Una cantidad de fotos pegadas a la pared lograron hacerle notar que era el cuarto de Brittany. Contempló un poco perdida la foto grupal de New Directions, todos sonrientes y con un gran trofeo frente a ellos.
-Buenos tiempos ¿No crees? Preguntó la rubia apoyada en el marco de la puerta. La latina la vio y bajo un poco la mirada. Por supuesto que eran buenos tiempos, pero ya no existían más que en el recuerdo de ellas.
-Los mejores… Murmuró dándole un último vistazo a la imagen, comenzando a caminar hacia la bailarina que no cambiaba su semblante serio. Por un momento, como hacia mucho tiempo no lo hacían, cruzaron sus miradas. El sueño de la morena seguía muy presente en su cabeza, y llegaba a creer que estar así de nuevo frente a Brittany formaba parte de él. Reaccionó cuando quedaba casi al punto de sentir la respiración de la rubia, que continuaba mirándola fijo, pensando en qué decirle, si regañarla o simplemente volver a quedarse callada.
-Si quieres usar el baño hay uno aquí a dos cuartos. Comentó la holandesa dándole la espalda para bajar al salón.- No te preocupes Axel está abajo desayunando. Inevitablemente su tono molesto hizo sentir un poco culpable a Santana. Examinó la planta alta de esa casa: lo más seguro era que tuviera cerca de tres habitaciones, sin contar que el estilo que presentaba comenzaba a gustarle cada vez más. Luego de lavarse la cara y peinarse de un modo más decente, indago por todos lados hasta dar con la cocina. Las tres personas que estaban sentadas a la mesa traían mala cara.
-Buenos días… Saludo con la voz de una niña que sabe que será castigada. Axel la ignoro al mejor estilo Lopez, y eso llego a dolerle en el punto justo. Solo podía pensar en el sueño futurista que había tenido, y en lo diferente que era ese muchacho al niñito que tenia enfrente. Brittany se paró a buscar las tostadas que acababan de saltar del tostador, haciendo un gesto con la cabeza para que las acompañara en la mesa. Quinn leía el diario con la cabeza gacha, pero mordiéndose los labios con claro enojo.
-¿Quieres un té? Preguntó la bailarina alcanzando la tetera que estaba sobre el fuego.
-En realidad se me antoja un ca…
-El café te da acidez. Corto la abogada levantando un poco la mirada. –Te hace daño… como los cigarrillos… como el alcohol… ¡Como las drogas! Exclamó ya saliéndose de sus casillas. La latina se inclino un poco hacia atrás: Cuando su amiga se enojaba, ardía Troya. Tragó saliva y asintió, sabia que se venia un largo sermón.
- ¿Te das cuenta como estas actuando Santana? Si, oficialmente, Quinn estaba furiosa con ella.
-Sé que estuve mal en no avisar…
-No es solo el hecho de que te hayas quedado bajo la lluvia toda la noche o tirada entre los matorrales, si no también porque estas poniendo más que tu vida en riesgo, hay mucho más en juego. Dijo la rubia Fabray señalando el estomago de la morena. – Santana, podrías hacer de tu vida lo que quieras: Tirarte a la depresión o debajo de un tren, pero no puedes y ¿sabes por qué? Porque hay personas que te necesitan bien, Axel solo tiene a su madre, y esa pobre vida que crece dentro de ti comparte ese vinculo con él. Tu familia te necesita, Rachel y yo te necesitamos… Junto a todos los que enserio te queremos. ¿Por qué eres tan egoísta? ¿Cuándo dejaras de pensar que eres la única que sufre? La vida de nadie es fácil y no por ello se sale por ahí olvidándonos de todo y haciendo daño a los estúpidos que quedan preocupados esperando hasta las cinco de la mañana…
-Aguarda Quinn… Dijo Brittany tomando a su amiga del hombro, no le gustaba verla enojada, aunque de algún modo prefería que fuera ella quien le aclarase las cosas a su jefa. La morena mantenía la cabeza gacha, nunca pensó oír algo así saliendo de la boca de su mejor amiga. Siempre ella le dio palabras de aliento, cosas que la hacían sentir bien. Pero furiosa, decía todo sin endulzar nada, simplemente soltaba lo que pensaba y sentía.
-¿Puedes darme una segunda oportunidad? Dijo repentinamente mirando al cielo.
-Tienes segundas oportunidades a tu alcance todo el tiempo San. No pudo evitar interferir la bailarina, sentándose entremedio de ellas. –Pero está en tus manos saber utilizarlas. No todo esta perdido, la vida sigue y es hermosa. Las pequeñas cosas la hacen así… Hoy por ejemplo, aunque no lo creas, estoy feliz por poder tener a Quinn en mi casa, y a ti también. Por mas que no tengamos la misma relación que antes… Finalizó con una sonrisa sincera viéndolas a ambas. Quinn correspondió a esa sonrisa, apoyando levemente la cabeza sobre el hombro de Brittany, respirando más tranquila y dejando atrás su enojo. Un momento de silencio y de reflexión inundo la mente de la latina. Liberó un suspiro como quien suelta por fin una gran carga y empezó a hablar con tranquilidad.
-Ya estoy cansada de estar triste, es cierto, no tengo por qué. Muchas veces siento que me falta el aire, pero no me doy cuenta que soy yo misma la que me enredo hasta estrangularme. Y no quiero eso para mi, no me hace bien ni a nadie. No será fácil hacerlo pero, quiero empezar desde cero una vez más, pero sin ustedes… Dijo extendiendo su mano hasta la de Quinn que escuchaba con atención. –Sin ustedes no valdría la pena. Sonrió dándole una mirada a Axel, que también la observaba desde su silla. La rubia se paro rápidamente y abrazo a su amiga con cariño. Brittany miraba esa escena tímidamente.
-No vuelvas a hacerme preocupar así Lopez. No lo resistiría. Hablaba la abogada aferrada al cuello de la morena.
-Perdóname Q, por todo, por lo de ayer en mi casa también… Tendría que haber actuado diferente...
-Déjalo, eso es parte del pasado, por dios, deja ir ese pasado que te atosiga San. Aconsejó poniendo un mechón moreno tras la oreja de la latina.
-Lo intento, lo juro… Susurró Santana separándose de su amiga y mirándola seria.
–No quiero terminar muerta en un futuro por las estupideces que estoy haciendo y que tú termines viviendo en una pequeña casa, divorciada y preocupándote más de lo que deberías por Aik y Axel… Comento recordando una vez más su sueño. Quinn se reía levantando una ceja.
-¿Y que? al menos supongo que nos dejarías una herencia. No pudo evitar bromear, ganándose empujón de su amiga.
-No pero tendrías al cuidado a una persona… Inicio de nuevo, reconsiderando sus palabras y tragando saliva intentando hacerse a la idea, por más que le fuera difícil. –A dos personas que te van a amar por que sabrían que quisiste a su madre como a una hermana. Finalizo mirando hacia el piso. La abogada le dio un beso en la mejilla como muestra de afecto.
Luego de eso, desayunaron más relajados los cuatro, pidiendo información del paradero de la morena en esas horas; que no dudó en dar todos los detalles de los cuales podía acordarse; a excepción de cierta chica latina y candente, que la había drogado con alguna pastilla.
-Es un lugar muy agradable deberíamos ir. Comentaba Santana, comiendo enérgicamente su desayuno preparado con simpleza por Brittany. La rubia Fabray la miró con cara de pocos amigos.
-Pero dentro de un buen tiempo Quinn. Aclaró la morena.
-Suena divertido, sin lugar a dudas me gustaría bailar allí… Se incluyo la bailarina, causando una sonrisa en las chicas. Por un momento llegaron a sentir que the Unholy Trinity nunca se había separado, ni desaparecido. Brittany recordaba muy bien como hacer reír a las chicas con sus imitaciones de la entrenadora Sue, claro que ella ponía una voz más aguda. Axel las miraba bastante entretenido aunque luego de un rato se dirigió al salón para divertirse por su cuenta. Las tres mujeres siguieron hablando de varios temas como los viajes de la holandesa por países que no sabían que existían, o la próxima obra a la que se vería obligada a asistir la abogada en donde actuaria Rachel, quien por cierto estuvo presente vía mensajes de texto.
Pasado el mediodía llegó Finn con Kim a visitarlas, inmediatamente los mas pequeños comenzaron a jugar como si hicieran años que no se veían. El grandulón iba con toda la intensión de sermonear a su amiga latina, pero viendo que estaban tan bien, prefirió unirse a la alegría que expresaban las mujeres. Claro que después lo obligaron a que cocinara unas hamburguesas a la parrilla (idea de Santana), para así poder almorzar todos juntos. Quinn quedó fascinada con Kimberly, que iba y venia junto a Axel, uniéndose a Brittany en sus juegos. Eso si, tras ver cuanta energía poseía la pequeña Hudson, le daba pavor imaginar lo que formarían si su hijo estuviera con ellos. Seguramente como mínimo tendrían que llamar a los bomberos.
En un momento de distracción Kim se acercó a Santana.
-¿Te estas divirtiendo? Preguntaba la latina sin despegar los ojos de Axel que corría por el patio huyendo de las otras dos rubias que pretendían atraparlo.
-Puedes llamarme Kimi, como me dice mi papá…
-De acuerdo “Kimi”, ¿Por qué no juegas con ellos, ya te cansaste?
-En realidad venia a hablar contigo. Dijo en un tono más serio, pero con la cabeza baja. Santana la miró con curiosidad esperando a que siguiera.
-Yo, bueno mi papá y yo vivimos solos… Y… La niña miraba al piso pateando levemente el suelo.
-No tengas vergüenza, tranquila. La alentaba la latina con tono sereno.
-Y pues veía que te llevas bien con mi papi y me preguntaba si tú y el…Continuaba estirando un poco los labios. –Si tú lo querías y él te quiere…
-Oh, Emmm… No pienses mal, tu papá es mi amigo. No te preocupes.
-No, no me preocupo, al contrario me encantaría que…
-¿Que...?
-Pues que tú estuvieras con mi papi. A mi no me molesta, me caes bien y Axel también. ¿Quieres vivir con nosotros? Seriamos como las familias de los cuentos… Y… Y prometo portarme bien, te ayudaría en la cocina y todo lo que me pidas… Santana se quedo tildada con la propuesta de la castaña. Le provocaba una mezcla de ternura y miedo que una niña tan pequeña hablara así. Seguramente a ella le pesaba el hecho de vivir sola con Finn, y no tener una figura maternal en su vida le hacia pensar esas cosas.
-Cariño, eres muy dulce y créeme que cualquier mujer mataría por vivir con dos personas tan buenas como tú y Finn. Pero yo ya tengo mi familia, es un poco diferente eso si…
-Yo solo quiero ver a mi papá feliz… Mi mamá murió, y algunas veces lo hago enojar.
-Tu papá es feliz contigo Kim, no dudes de ello. No es necesario que salga conmigo, menos conmigo en realidad, para que lo sea. Hablaba la latina agachándose frente a la niña. –Mira, no te prometo que justamente yo voy a ser la que los haga felices a ustedes, pero si, en algún momento otra chica vendrá, con más energía y menos insultos reprimidos; que le guste jugar a la casita y todas esas cosas. La niña sonrió con los ojos iluminados asintiendo con entusiasmo. Pronto salió a jugar con Axel que continuaba corriendo y rodando por el césped.
-Eres dulce cuando te lo propones Santana. Comento con una sonrisa la bailarina por atrás.
-No es normal que una niña venga pidiéndome que sea poco más que su nueva madre…
-Oh, de Kim si lo es. Cuando la conocí me lo pidió dos o tres veces en el mismo día. Reía la rubia acercándose. –Te lo dice con tanta ternura que hasta te dan ganas de decirle que si.
-Habla por ti, yo no me casaría con Frankenteen ni loca. No me casaría de nuevo en realidad. Bromeaba la morena. Ambas estaban mucho más distendidas, y eso les caía bien. Si bien no había pasado mucho tiempo desde ese primer rencuentro, las cosas entre ellas mejoraban de a ratos. Ratos que la rubia aprovechaba al máximo.
Almorzaron todos juntos, un poco revolucionados ya que no tenían la costumbre de ser tantos en una mesa. Sumado a eso Kim y Axel, (más Brittany, por supuesto) iniciaron una guerra de comida casi al final. Lo único que se puede explicar es que Quinn y Santana estuvieron protestando en el baño cerca de una hora después, intentando quitarse los restos de lechuga y mostaza del cabello. Tras limpiar y ordenar un poco, los Lopez ya se disponían a volver a su casa.
-¿Te quedaras aquí entonces Q?
-Por cuarta vez, si Santana, me quedo con Britt. Tenemos mucho que hablar aun… Contestó la abogada compartiendo una mirada de complicidad con la bailarina. –No pretendas que vaya a esa casa de nuevo, lo siento, pero si quieres verme tendrás que venir hasta aquí. De algún modo, Quinn comenzaba a planear la manera en que sus amigas volvieran a unirse, claro como amigas también. La latina asintió con un poco de pena, gracias a su madre no podría estar con su amiga estos días, sin dudas eso iba a ser un tema de discusión muy pronto.
-Yo no tengo problema en que vengas, siempre y cuando traigas a Axel. Sonrió la holandesa.
-¿Ahora todo el mundo solo me acepta si voy con él? Que grupo de interesados… Se quejaba en broma la latina haciendo reír a todos.
De pronto un mensaje de Rachel hizo alarmar a su esposa.
-Britt ¿Puede prender la televisión, por favor?
-¿Ha pasado algo? Indagó Santana, viendo la cara de su amiga tras revisar su móvil.
-No lo se, Rach me dice que ponga el canal de las noticias… Sin tardar todos fueron hasta el salón, donde Brittany ya estaba sintonizando los canales velozmente con el control remoto.
-¿Qué canal? Se le ocurrió preguntar sin dejar de apretar los botones.
-El 13 en New York, pero aquí no se si…
-Aquí en Lima es el 25. Interrumpió la morena con creciente curiosidad. La bailarina dio un rápido recorrido, pero luego recordó que era mejor marcar los números. Finalmente divisaron la imagen sin entender mucho a qué se debía el alboroto. Eran las noticias internacionales, el periodista estaba explicando, por lo que atinaron a subir el volumen aceleradamente.
-“…El FBI finalmente pudo dar con el paradero de tres de los lideres principales de este grupo administrado desde distintos puntos del mundo. Se logró saber que parte del movimiento de narcotraficantes que rondaba el país desde hace por lo menos diez años, pertenecía a la orden de estas personas.” La imagen mostraba una especie de logo, el cual pudo reconocer solo una persona de los que estaban en esa casa: Brittany. La rubia se acercó hipnotizada hacia la pantalla; esa imagen la había visto antes, en cajas y objetos que Brad y Julia manejaban con normalidad. Quinn y Santana compartían una mirada de incomprensión, mientras Finn solo miraba con la boca entre abierta. El periodista seguía dando datos de los puntos en los que la mafia tenía sus centrales, entre ellos Lima. De pronto una nueva fotografía hizo que a la bailarina se le helara la sangre.
-“Julia Susan Groen “The Queen” era una de las jefas en parte del sector europeo. Fue detenida esta mañana en su domicilio de la ciudad de Ámsterdam. La mujer se hacia cargo del movimiento desde hace por lo menos cuatro años tras la muerte del líder principal de la zona, su marido: Brad Pierce, perseguido por la justicia estadounidense por varios años, hasta su desaparición del país en el año 2012. Actualmente la detenida espera la orden del superior tribunal de problemas internacionales para ser trasladada a América, con la intensión de comenzar un juicio contra ella y los otros detenidos por narcotráfico, robo y muerte denunciados por gran cantidad de personas a lo largo del país…”
Inevitablemente Brittany dejo caer unas grandes lágrimas al volver a ver el rostro de su madre, y oír que su padre ya no vivía. Pero interiormente le parecía correcto que por fin la justicia se hiciera cargo de todos los delitos que esa mafia, en la que participaban sus progenitores, había causado. Se sentía terriblemente sola en ese momento, hasta que sintió los tibios brazos de Quinn sobre sus hombros. Finn también puso una mano sobre ella, en señal de apoyo.
Más atrás de ellos, Santana observaba todo con la boca abierta. Incrédula de lo que las noticias decían. En efecto era la Sra. Pierce la que mostraban en la pantalla, esa mujer que tantas veces vio cuando joven y que, aunque no se llevara del todo bien con ella, nunca pensó que fuera una delincuente. Un gran peso se posó en sus hombros: el de la culpa. Todos esos días, lo menos que había hecho era creer en las palabras de Brittany, que con esta noticia ahora cobraban mucho sentido. Desfilaron por su mente innumerables cosas para decir, o protestar. Pero por primera vez en mucho tiempo no se atrevió a decirlas. No sabia cómo, no entendía si era lo correcto, era un dilema entre su orgullo y su intento por volver a empezar. Solo atinó a quedarse callada, atrás de todos, con Axel en brazos; escuchando los sollozos de Brittany. Su móvil empezó a sonar asustándola un poco.
-¿Santana Lopez?
-Así es, ¿con quien hablo? Dijo alejándose del salón.
-Soy del consultorio del Dr. Harrison, usted ha dejado su curriculum…
-¡Ah si! Hará una semana de eso. ¿Para que soy buena?
-Queríamos consultarle si podría realizar una suplencia durante el próximo mes, hay cinco pacientes que no pueden perder su tratamiento y la doctora que los atiende debe partir por asuntos familiares.
-Suena bien, por supuesto que estoy interesada en el puesto.
-Perfecto, le solicitaría si por favor se puede acercar a las cercanías del consultorio para hablar con el jefe a cargo. Si es posible esta tarde, cuanto más rápido contemos con su aporte, mejor.
-Emm si, claro no tengo inconveniente. Iré lo antes posible para allá. Gracias por llamar.
-A usted, la esperamos entonces.
No era un momento ideal para festejar, pero esbozo una leve sonrisa: parecía ser que había conseguido trabajo. Las suplencias generalmente terminaban convirtiéndose en trabajos a largo plazo, justo lo que necesitaba. No lo pensó dos veces, viendo que todos estaban más calmados, pidió como ultimo favor que Axel se quedara unas horas más en la casa de Brittany. Con varias expectativas en mente partió a su casa, tras una ducha rápida y un cambio de ropa, se encontró nuevamente en el consultorio. La noticia de la detención de los mafiosos aparecía en todos los canales, haciendo resonar en su cabeza una recurrente frase: “Perdóname Britt”
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Ummmm no me parece bien que Santana ni se acercara a Britt en señal de apoyo cuando supo lo de sus padres...después de que Britt le esté ayudando tanto con Axel... Espero que deje su orgullo a un lado y se sincere cn Britt.
Invitado- Invitado
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hola de nuevo!! Tengo varios agradecimientos que hacerte:
Sí, tengo que agradecerte algo tan pedestre como la forma rápida en la que entregás los capítulos. Y esto lo digo, a pesar de que cada vez que me fijo has subido 2 o 3 y no me alcanza el tiempo para comentar todo lo que quisiera. Ahora me estoy robando este momento para hacerlo.
Y tengo que agradecerte (ya lo hice y lo reitero) este fic inteligente y super atrapante.
Cuando leí el capítulo 18 me agarré una rabieta. Sí, con la bipolar de Quinn, que al parecer, para hablarle a Santana del modo en que lo hizo, pareció olvidarse de repente que ella tampoco le había creído a Brittany; olvidarse que incluso le había impedido que se acerque a Santana antes de casarse (tal vez, si lo hubiera hecho, no hubiese tenido que sufrir la traición de Blaine); olvidado que ella misma no le había contado a la propia Santana que había visto a Brittany: y que no había reparado en el hecho de que, por sus propios medios, Santana ya había encarado una nueva relación con Brittany -aunque sea de empleada/jefa- y que la había escuchado, lo que ya era todo un paso, etc, etc.
Siendo franca, pero de un modo bueno :), me desilusioné un poco, porque pensé "ya apareció la Quinn que se cree dueña de la verdad y a la que todo el mundo le deja creer que es la dueña de la verdad, y que un día abraza a Santana y al otro día la aporréa".
Luego leí el capítulo 19, que me ha parecido tristísimo pero brillante al mismo tiempo, en su calidad técnica tanto como emotiva.
Este último capítulo me devolvió el cariño por Quinn pero, sobre todo, me volvió a hacer confiar en tu capacidad de comprender y describir las relaciones humanas, porque la amistad es, sobre todas las cosas, sostén, empatía, incondicionalidad en el amor. Y coherencia entre los hechos y los sentimientos. Quinn no puede juzgar a Santana. Mucho menos puede hacerlo en el momento que atraviesa su amiga.
Tu Santana es una creación perfecta. Un reflejo -lejano, pero a la vez cierto- de lo que fue, mezclado con su debilidad actual. Apena verla así. Apena verla tropezando y sometiéndose tan fácilmente a todo el mundo por cariño y apoyo. Pero a la vez, conforta saber que puede reveer su propia historia, escuchar -como lo hizo con Brittany y también con Finn-, ir haciéndose huequitos en la armadura. Es más debil, menos brillante, más sufrida, pero también más permeable.
La resolución que le diste al final de este capítulo es impecable. Claro que no puede correr, así como así, a consolar a Brittany. Ella no tuvo la culpa de no creerle a la rubia, porque Brittany tampoco pudo demostrarle la verdad. Y aunque ésta no haya tenido la culpa tampoco, Santana sufrió más. Y digo esto porque Britt debe haber padecido que se la llevaran, pero al menos ella sabía lo que estaba pasando y se sintió traicionada por sus padres pero no por Santana. En cambio Santana nunca supo lo que pasó. Se sintió culpable de la muerte de su padre y traicionada por Brittany. Por obra del destino, a ella le tocó el mayor peso en la separación. Ojalá que ahora no se rasgue las vestiduras por no haberle creído, porque no hacerlo era lo normal. Ahora que una parte de la verdad se sabe, hay que ver cómo la asume cada uno.
Me ENCANTA TU FIC!! Es tan realista, tierno y duro a la vez. Y está bien escrito, sí Señora!!
Así que gracias, de nuevo. Y espero como loca el nuevo capítulo, aunque no pueda leerlo de inmediato... Besos!!!
Sí, tengo que agradecerte algo tan pedestre como la forma rápida en la que entregás los capítulos. Y esto lo digo, a pesar de que cada vez que me fijo has subido 2 o 3 y no me alcanza el tiempo para comentar todo lo que quisiera. Ahora me estoy robando este momento para hacerlo.
Y tengo que agradecerte (ya lo hice y lo reitero) este fic inteligente y super atrapante.
Cuando leí el capítulo 18 me agarré una rabieta. Sí, con la bipolar de Quinn, que al parecer, para hablarle a Santana del modo en que lo hizo, pareció olvidarse de repente que ella tampoco le había creído a Brittany; olvidarse que incluso le había impedido que se acerque a Santana antes de casarse (tal vez, si lo hubiera hecho, no hubiese tenido que sufrir la traición de Blaine); olvidado que ella misma no le había contado a la propia Santana que había visto a Brittany: y que no había reparado en el hecho de que, por sus propios medios, Santana ya había encarado una nueva relación con Brittany -aunque sea de empleada/jefa- y que la había escuchado, lo que ya era todo un paso, etc, etc.
Siendo franca, pero de un modo bueno :), me desilusioné un poco, porque pensé "ya apareció la Quinn que se cree dueña de la verdad y a la que todo el mundo le deja creer que es la dueña de la verdad, y que un día abraza a Santana y al otro día la aporréa".
Luego leí el capítulo 19, que me ha parecido tristísimo pero brillante al mismo tiempo, en su calidad técnica tanto como emotiva.
Este último capítulo me devolvió el cariño por Quinn pero, sobre todo, me volvió a hacer confiar en tu capacidad de comprender y describir las relaciones humanas, porque la amistad es, sobre todas las cosas, sostén, empatía, incondicionalidad en el amor. Y coherencia entre los hechos y los sentimientos. Quinn no puede juzgar a Santana. Mucho menos puede hacerlo en el momento que atraviesa su amiga.
Tu Santana es una creación perfecta. Un reflejo -lejano, pero a la vez cierto- de lo que fue, mezclado con su debilidad actual. Apena verla así. Apena verla tropezando y sometiéndose tan fácilmente a todo el mundo por cariño y apoyo. Pero a la vez, conforta saber que puede reveer su propia historia, escuchar -como lo hizo con Brittany y también con Finn-, ir haciéndose huequitos en la armadura. Es más debil, menos brillante, más sufrida, pero también más permeable.
La resolución que le diste al final de este capítulo es impecable. Claro que no puede correr, así como así, a consolar a Brittany. Ella no tuvo la culpa de no creerle a la rubia, porque Brittany tampoco pudo demostrarle la verdad. Y aunque ésta no haya tenido la culpa tampoco, Santana sufrió más. Y digo esto porque Britt debe haber padecido que se la llevaran, pero al menos ella sabía lo que estaba pasando y se sintió traicionada por sus padres pero no por Santana. En cambio Santana nunca supo lo que pasó. Se sintió culpable de la muerte de su padre y traicionada por Brittany. Por obra del destino, a ella le tocó el mayor peso en la separación. Ojalá que ahora no se rasgue las vestiduras por no haberle creído, porque no hacerlo era lo normal. Ahora que una parte de la verdad se sabe, hay que ver cómo la asume cada uno.
Me ENCANTA TU FIC!! Es tan realista, tierno y duro a la vez. Y está bien escrito, sí Señora!!
Así que gracias, de nuevo. Y espero como loca el nuevo capítulo, aunque no pueda leerlo de inmediato... Besos!!!
MarisaParedes****** - Mensajes : 316
Fecha de inscripción : 25/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
MarisaParedes escribió:Hola de nuevo!! Tengo varios agradecimientos que hacerte:
Sí, tengo que agradecerte algo tan pedestre como la forma rápida en la que entregás los capítulos. Y esto lo digo, a pesar de que cada vez que me fijo has subido 2 o 3 y no me alcanza el tiempo para comentar todo lo que quisiera. Ahora me estoy robando este momento para hacerlo.
Y tengo que agradecerte (ya lo hice y lo reitero) este fic inteligente y super atrapante.
Cuando leí el capítulo 18 me agarré una rabieta. Sí, con la bipolar de Quinn, que al parecer, para hablarle a Santana del modo en que lo hizo, pareció olvidarse de repente que ella tampoco le había creído a Brittany; olvidarse que incluso le había impedido que se acerque a Santana antes de casarse (tal vez, si lo hubiera hecho, no hubiese tenido que sufrir la traición de Blaine); olvidado que ella misma no le había contado a la propia Santana que había visto a Brittany: y que no había reparado en el hecho de que, por sus propios medios, Santana ya había encarado una nueva relación con Brittany -aunque sea de empleada/jefa- y que la había escuchado, lo que ya era todo un paso, etc, etc.
Siendo franca, pero de un modo bueno :), me desilusioné un poco, porque pensé "ya apareció la Quinn que se cree dueña de la verdad y a la que todo el mundo le deja creer que es la dueña de la verdad, y que un día abraza a Santana y al otro día la aporréa".
Luego leí el capítulo 19, que me ha parecido tristísimo pero brillante al mismo tiempo, en su calidad técnica tanto como emotiva.
Este último capítulo me devolvió el cariño por Quinn pero, sobre todo, me volvió a hacer confiar en tu capacidad de comprender y describir las relaciones humanas, porque la amistad es, sobre todas las cosas, sostén, empatía, incondicionalidad en el amor. Y coherencia entre los hechos y los sentimientos. Quinn no puede juzgar a Santana. Mucho menos puede hacerlo en el momento que atraviesa su amiga.
Tu Santana es una creación perfecta. Un reflejo -lejano, pero a la vez cierto- de lo que fue, mezclado con su debilidad actual. Apena verla así. Apena verla tropezando y sometiéndose tan fácilmente a todo el mundo por cariño y apoyo. Pero a la vez, conforta saber que puede reveer su propia historia, escuchar -como lo hizo con Brittany y también con Finn-, ir haciéndose huequitos en la armadura. Es más debil, menos brillante, más sufrida, pero también más permeable.
La resolución que le diste al final de este capítulo es impecable. Claro que no puede correr, así como así, a consolar a Brittany. Ella no tuvo la culpa de no creerle a la rubia, porque Brittany tampoco pudo demostrarle la verdad. Y aunque ésta no haya tenido la culpa tampoco, Santana sufrió más. Y digo esto porque Britt debe haber padecido que se la llevaran, pero al menos ella sabía lo que estaba pasando y se sintió traicionada por sus padres pero no por Santana. En cambio Santana nunca supo lo que pasó. Se sintió culpable de la muerte de su padre y traicionada por Brittany. Por obra del destino, a ella le tocó el mayor peso en la separación. Ojalá que ahora no se rasgue las vestiduras por no haberle creído, porque no hacerlo era lo normal. Ahora que una parte de la verdad se sabe, hay que ver cómo la asume cada uno.
Me ENCANTA TU FIC!! Es tan realista, tierno y duro a la vez. Y está bien escrito, sí Señora!!
Así que gracias, de nuevo. Y espero como loca el nuevo capítulo, aunque no pueda leerlo de inmediato... Besos!!!
No tengo una forma clara por donde empezar con este comentario, creo que lo ideal es que empiece agradeciéndote a vos por leer la historia, se nota que estas al pendiente y felicitarte porque tenes una capacidad de comprensión de textos impresionante, es más me hiciste ver algunas cosas que deje pasar como algo comun y corriente: es totalmente cierto lo que dices de Quinn, y se entiende que te haya molestado esa actitud. Para mi la amistad es uno de los vínculos que supera la muerte cuando es real y pura, y ella sentía ese vinculo con San y Britt. Una amiga tiene que ser transparente, sincera, quizás dura cuando es necesario, (tambien tomo como ejemplo la amistad que tengo con mis dos mejores amigas que es asi), pero siempre se tiene que apoyar, hacer caer cuando es necesario pero no por lastimar sino como un modo de reflexion y de ayuda.Y el amor, bueno el amor es una de las fuerzas que mueve el mundo.
Creo que de lo que mas soy consciente es de la mentalidad humana, que tiene sus vueltas como en un laberinto y no siempre se encuentra una salida fácil. Es cierto podría dejar que libremente Santana fuera y abrazara a Brittany diciéndole que la perdone, aunque no tenga la culpa como bien decis, pero ella es ante todo orgullosa, examina mucho las cosas antes de actuar porque se ha acostumbrado a temer del efecto domino constante que ocurre despues. Ademas que eso pase, por lo menos tan rapido, seria utopico; nadie se arrepiente asi como asi, la confianza se gana con bastante trabajo a diferencia de como se pierde y me gusta el realismo, mas allá que delire con los sueños o los sextos sentidos. Volviendo al punto, concuerdo totalmente con lo que decis, y me fascina que hayas entendido tan profundamente todo, ahora me da un poco de miedo decepcionarte o meter la pata con otra actitud siendote sincera, pero confio en que seguire con la historia al pie del cañon y a la idea que tengo formada. Te agradezco de corazon por este comentario, extenso pero perfecto, que bueno te guste y no me agradezcas porque es para ti y todos los lectores :) Sumado a que amo escribir tanto como respirar, osea es un placer hacer esto.
Saludos y un abrazo.
Paz
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Gracias!!!... No podrías decepcionarme jamás, escribas lo que escribas. Pero, por otro lado, es a vos a quien no debés decepcionar: estoy segura de que sos tu mejor juez.
Así que, por favor, escribí mucho...
Así que, por favor, escribí mucho...
MarisaParedes****** - Mensajes : 316
Fecha de inscripción : 25/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Yo entiendo que Santana no se haya acercado a Britt, despues de todo esta asi como no saber que hacer.. lo veo comprensible.. por fin hay una duda menos <.< y ya empieza a confiar en ella.
Me mato de ternura la hija de Finn jaja
espero actu :d
Me mato de ternura la hija de Finn jaja
espero actu :d
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
demasiadas emociones en este capitulo, desde el enojo por la irresponsabilidad de Santana, al parecer el intento de la morena por empezar de nuevo y con animo y ahora con ese trabajo y la tristeza de la rubia por la noticia, vaya que necesitar de esa noticia para que santana creyera, es fuerte, amo a kim e una niña muy linda y dulce, estare esperando el siguiente capitulo, este como siempre excelente, un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Wow mi corazón se detuvo por un momento cuando sintonizaron las noticias, pensé que iba a ser Blaine y Kurt o algo, nunca me esperé eso.
Qué tierna es Kim jajajaja pedirle a Santana ser su nueva mamá y antes de ella a Brittany.
Ay, cómo me dio coraje cuando Santana no le pidió disculpas a Britt por su tonto orgullo.
Está genial el fic.
Saludos desde México.
Qué tierna es Kim jajajaja pedirle a Santana ser su nueva mamá y antes de ella a Brittany.
Ay, cómo me dio coraje cuando Santana no le pidió disculpas a Britt por su tonto orgullo.
Está genial el fic.
Saludos desde México.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Hola chicas buenas noches a todas! :) Ya se "¿No que esta loca iba a tomarse un recreo?" Bueno hace un rato me prepare un café y me senté dispuesta a seguir escribiendo, y note que ya tenia terminados dos capítulos entonces dije ¿Por que no? :P Espero que no les moleste (? jaja Bueno Ahora si, gracias por comentar, entiendo que estén algo molestas con la actitud de Santana, pero todo lleva un tiempo de asimilar. Bien les dejo el siguiente capitulo, es un poquito más distendido aunque no menos problemático ._. Saludos y que estén bien
Capitulo 21: Actitudes dudosas
Habían pasado dos largas semanas desde aquella tarde en Lima. Las chicas estaban cada una concentrada en sus respectivas actividades nuevamente. Quinn volvió el domingo a New York y desde entonces acompañaba a Rachel a sus ensayos, viendo gran parte de ellos y vigilando cada vez más de cerca a Alice, que se mantenía en la línea, pero no evitaba regalarle modestas miradas que solo terminaban incomodando a la abogada. Por Lima, Santana comenzó aquel lunes siguiente de la entrevista en el consultorio; trabajaba desde las ocho hasta las cuatro, por lo cual, Brittany no dejó de tener trabajo encargándose de Axel.
Las cosas en la casa de la familia Lopez seguían tensas, madre e hija había discutido por la actitud de la mayor de ellas para con Quinn. Sumado a eso, Maribel dejó claramente expresado que ya no estaba dispuesta a soportarlos en su casa mucho tiempo más. Si, esa era la dulce madre de Santana, que cada vez se desilusionaba más con sus actitudes. Como pasaban gran parte del tiempo enojadas, la latina prefirió mantener en secreto el tema de su embarazo. Fue una vez más en esos días al medico, acompañada por Finn esta vez, en donde le entregaron vitaminas y hierro para mantenerse saludable. Tuvo una lucha interna para alejarse del cigarrillo, pero el sueño recurrente que había tenido le hacia soportar básicamente mucho mejor las cosas, sumado al esfuerzo por ejercer un cambio. Ahora que tenía trabajo, empezaba a preocuparse por conseguir una casa para su familia, el dinero que tenía ahorrado se iba gastando poco a poco y eso comenzaba a ponerla en una situación critica, dudando de cuanto tiempo podría conservar su empleo.
Esa tarde de viernes en la ciudad, Brittany y Axel deambulaban por el supermercado.
-Ok Ax, tenemos que comprar más cereales… En especial esos que tienen chispitas, me encantan y ya nos acabamos las otras dos cajas que tenía reservadas en caso de que me olvidara de comprar comida un día de pinta. Comentaba la rubia fijándose en las góndolas. Axel estaba a su lado, contemplando con ambiciosas ganas de que le compren por lo menos mil de esas coloridas cajas.
-¿Brittany? Sintió de pronto la bailarina por detrás. Al darse vuelta se sorprendió gratamente.
-¡Artie! ¿Cómo has estado? Saludo con una gran sonrisa a su ex compañero.
-Jaja Sabia que eras tú, eres la única chica que usaría una mochila de patitos. Reía el castaño.
-Oh, es donde guardo las cosas de Axel… Comentó dándole una mirada al pequeño que iba de aquí para allá. Artie levantó una ceja, con curiosidad. –Es un niño que cuido todos los días.
-Pensé que abrirías un estudio de baile. Sonrió con algo de melancolía. Alguna vez Brittany le conto que esa era una de las fantasías que tenia: tener su propio estudio para bailar incansablemente y enseñándole a quien quisiera, cuando quisiera.
-Si bueno esa es una de las metas ha cumplir en mi lista. ¿Tú, como estas? ¿Tu familia?
-Bien, ya sabes, por suerte estamos bien con las ventas en la tienda de música. Últimamente muchos compran guitarras y baterías. Pareciera que Lima se esta llenando de futuros artistas otra vez… Artie estaba comprometido con una muchacha amante del violín y la música clásica, fue con ella con quien se asocio para sacar adelante su local. Brittany había ido algunas veces y le parecía que ellos iban a tener un lindo futuro juntos. Hablaron unos minutos más, con alegría.
-Bueno Britt, tengo que irme, nos vemos pronto. Se despidió tranquilamente el muchacho, sin dejar de darle una mirada de arriba a abajo a la rubia. Se alejó, con una sonrisa picara, de allí.
- Es bueno rencontrarse con viejos amigos… Comentó la bailarina mientras veía como su ex novio, se marchaba en su clásica silla de ruedas. De pronto recordó algo. -¿Ax? Preguntó viendo que el niño no estaba a su lado.- ¿Ax…? Llamó un poco más alarmada mirando hacia todos lados.
-¿¡Axel!? Comenzaba a caminar de prisa, fijándose entre medio de las góndolas. Su corazón empezó a latir bruscamente: Había perdido al pequeño Lopez.
En estado de shok comenzó a correr una y otra vez, fijándose por todos los rincones del lugar, pasaron varios minutos hasta que llegó finalmente a la zona de la juguetería. Allí estaba el moreno tirando un montón de pelotas que había dentro de una cesta. La rubia respiró más aliviada. Pero omitió el detalle de que las pelotas estaban esparcidas por todo el pasillo, resbalando ni bien dio dos pasos y terminando desparramada en el suelo.
-¡Mierda! Gritó. No era muy común que dijera malas palabras, generalmente se le escapaban cuando tenia dolor o susto. Axel se acercó a su niñera que permanecía en el piso.
-¿Mie-da? Preguntó con tonalidad infantil.
-Si Ax eso di… ¡No! ¡Espera! ¿¡Que dijiste!? Se exaltó, intentando ponerse de pie.
- Mie-da, mie-da, mie-da… Comenzó a repetir en voz alta el pequeño, saltando con alegría. Las madres que pasaban por allí con sus niños les tapaban los oídos y miraban indignadas a la rubia, que llegaba a tomar una tonalidad roja en sus mejillas. Agarró a Axel en brazos eh intentó callarlo, pero el pequeño repetía como un loro la nueva palabra que había aprendido.
-No, no Ax… No digas eso, di: Rayos, o, miércoles… Pero no… El niño tarareaba la mala palabra con emoción y sin callarse. –Tu madre me asesinara, por favor… Vamos… Shhh... Brittany se estaba poniendo nerviosa solo con pensar en la histeria de Santana si llegaba a oír eso de la boca de su angelito. La rubia tenia muy claro cuan dedicada era para que Axel creciera bien, sano, y sin quemarse la cabeza con cosas violentas u obscenas. Pero ahora con eso, se iba a armar la grande.
-Está bien, mira te compro lo que quieras si no vuelves a decir… esa palabrota. Automáticamente Axel se quedó callado, y esbozo una sonrisa de maldad que comenzaba a hacer a su niñera arrepentirse. Podía comparar esa mueca con la de su jefa cuando quería tomar venganza.
-De acuerdo, querías chocolate te lo compré, pero creo que los caramelos y las galletas con chips ya están de más en tu dieta Ax. Comentaba conduciendo de regreso a casa, mientras Axel devoraba las golosinas que le habían comprado como voto de silencio.
Lejos de allí, Rachel calentaba para su ensayo. Se sorprendía que su esposa no haya aparecido a verla, como hacia últimamente todo el tiempo. Ese mediodía había llegado temprano, solo el director y algunos músicos estaban por la zona. Una llamada en el móvil de la castaña hizo que se detuviera.
-Buenas tardes ¿Hablo con la madre de Abraham?
-¿Disculpe?
-La madre de Abraham…
-No yo creo que se equivoco aquí no hay ningún Abraham.
-¿No hablo con Quinn o Rachel Fabray?
-¡Iker! Perdón, perdón si, si soy la mamá de él, disculpe estoy acostumbrada a su segundo nombre y… ¿Cómo?... ¿Ahora? pero… Entiendo, si, en unos minutos estaré por allá. Gracias. El semblante de la judía había cambiado bruscamente. Salió corriendo hacia su camerino en busca su abrigo y su bolso. Habían llamado desde la guardería, parecía ser que Aik tuvo un problema. Se sugestiono un poco al imaginar qué le pudo pasar a su pequeño, por lo que sin dar muchas explicaciones salió del salón a toda velocidad. Minutos después Quinn llegó al estudio. No ubicar a Rachel le pareció raro, hacia menos de una hora habían hablado y la actriz ya se encontraba en el lugar. Fue hasta su camerino, pero no encontró a nadie lo que le causaba más curiosidad. Cuando se disponía a salir, alguien cerró la puerta lentamente a sus espaldas.
-¿Qué haces tú aquí? Preguntó girándose y viendo a Alice, que se apoyaba sobre su espalda un tanto dubitativa.
-Yo… Bueno vi que venias hacia aquí y…
-¿Sabes donde está Rachel? Indagó la abogada acercándose.
-Tuvo un problema y salió corriendo del ensayo… Oh eso dijo el director…
-¿Un problema…? Murmuró fijándose en su móvil, no tenía llamadas ni mensajes. –Bueno supongo que tendré que buscarla luego… Dijo ya retirándose, Alice se puso enfrente. Luego, intentó salir por la derecha de la castaña pero esta también se movió hacia la misma dirección. –Jaj, con permiso…
En ese momento, la actriz se giró cambiando de lugar, tomándola desde la cintura y apegando su cuerpo contra el de la rubia, que no entendía lo que pasaba.
-No sabes cuanto esperé poder estar así de cerca de ti, Quinn. Susurró de nuevo provocando esos escalofríos en la ex animadora. La abogada no podía articular palabra alguna, solo miraba fijo esos ojos particularmente hipnotizantes que tenia la muchacha. –No tienes que preocuparte, no siempre soy tan bruta. Continuaba hablando, acercando su cara hasta casi sentir la respiración de Quinn. Lentamente, Alice subió su mano para acariciar la pálida mejilla de su presa. –No voy a soportar mucho tiempo más que te quedes mirando con esos hermosos ojos hacia el escenario… Término de decir casi sobre los labios de la abogada.
Rachel había llegado a la guardería, con el corazón en la boca. La maestra de Aik la esperaba en la recepción. Inmediatamente condujo a la judía hasta el despacho del director, allí estaba sentado el pequeño Iker; respiraba sobresaltado, con la cabeza baja. Su madre se agachó inmediatamente frente a él.
-¿Qué ha pasado? Preguntó sin quitar la vista de su hijo. De pronto recordó qué era lo que ocurría cuando el niño estaba así: tenía una crisis asmática. Buscó enérgicamente dentro de su bolso hasta encontrar un inhalador, que rápidamente puso en la boca de su pequeño. El director por atrás esperaba a que la dama se tranquilizara para poder hablar con ella. Cuando Aik comenzó a relajarse, Rachel se volteo a verlo.
-Iker ha tenido una pequeña discusión con uno de sus compañeros… Comentó en tono bajo la maestra, preocupada por su alumno. -No sabíamos que tenía asma, por eso la mandamos a llamar.
-¿No les dejamos aclarado eso con mi esposa ni bien inscribimos a Iker? Preguntó en tono molesto la actriz. - Ustedes deberían estar alerta, él tiene en su mochila guardado un repuesto para estos casos.
-Lo sentimos, hay veces que esas cosas se pasan por alto. Agregó el director sentado tras su escritorio. –Como decía la Srta. Lauren, Iker se agitó discutiendo con un compañero.
-¿Y eso por qué? Dijo la actriz dándole una mirada a su hijo que continuaba con la cabeza baja.
-Bueno tenían que hacer unos dibujos de su familia y…
-Anthony dijo que yo no era normal. Cortó Aik con la voz medio tomada. –Porque yo las dibuje a ustedes. Y él dibujo a su hermano y a sus padres…
-¿Es eso cierto? Preguntó Rachel intentando conservar la calma.
-Si, bueno… Anthony es uno de los niños más problemáticos del salón. Usted entiende que para ellos no es normal que uno de sus compañeros no tenga a sus padres co…
-¿Cómo, normal? Quinn y yo somos los padres de Iker, o bueno las madres en este caso, él lo tiene claro y asumido. Los que no pueden entenderlo claramente son ustedes, que desde un inicio deberían explicarles a los niños, por más pequeños que sean, que hoy por hoy no existen esas “familias convencionales”.
-Tranquila, no es nuestra intención discriminar ni nada por el estilo.
-No, ustedes y esta sociedad sigue discriminando constantemente sin darse cuenta que lo hacen, porque lo tienen totalmente inculcado aun. ¿Cree acaso que es la primera vez que nos pasa algo así a mi esposa o a mí? Lo único que buscamos es ser aceptados como lo que somos: una familia; y es más nosotras no andamos causándole sufrimiento alguno a nuestro hijo, pero si el resto de la gente. Y no me parece justo. Será mejor que cambien su actitud en varios aspectos: pusimos la vida de Iker en sus manos y ni siquiera sabían lo de su asma. Inevitablemente Rachel estaba molesta, por ese día solo quería irse lejos con su hijo y Quinn. Decidió salir con Iker de allí, el niño como pocas veces iba con la cabeza baja un poco pensativo. Tomó su móvil y llamó a su esposa, tenia que enterarse de lo sucedido. La rubia había salido desde hacia un buen tiempo del camerino y caminaba dubitativa por las calles de la ciudad. Por un momento casi cayó en la trampa de la ambiciosa Alice, pero pudo recordar su palabra de fidelidad con Rachel y pensar en lo que le había advertido Santana; para su suerte tenia la mente más fría que el cuerpo y tuvo las fuerzas suficientes para rechazarla y salir corriendo de allí. Pero algo no estaba bien: desde un principio debió haberla rechazado y no obstante no había podido. Aquella actriz estaba comenzando a pasearse cada vez más por su cabeza, más de lo que debería. Y examinando detalladamente sus actitudes, empezaba a creer que iba a vigilar los ensayos, más que por apoyar a Rachel, por ver a Alice sobre el escenario. La llamada de su esposa la hizo salir de esos pensamientos que comenzaban a carcomerla. En cuestión de minutos los tres se encontraron en uno de los parques favoritos de Aik. Quinn estaba bastante confundida, y lo que le contaba Rachel respecto a la ineptitud de los de la guardería, no la sacaba de sus confusiones. Los besos de su esposa la hacían reaccionar de a ratos, pero definitivamente algo, o alguien, le estaba molestando bastante.
Un poco después de las cuatro, en Lima, Santana terminó su jornada de trabajo. Estaba algo cansada, la rutina de levantarse más temprano la dejaba bastante exhausta para esa hora. Tuvo la suerte que su amigo Finn pudo arreglar el problema que tenia su auto y podía manejar libremente, sin depender de los estúpidos y babosos taxistas. Llegó ya de forma más normal a la casa de Brittany, casi olvidándose de llamar a la puerta. Esos días compartían un poco de tiempo juntas, hablando del trabajo y las novedades que tenía la rubia respecto a Axel. La bailarina la recibió con una impecable sonrisa, saludándola de muy buena gana.
-¿Cómo han estado hoy? Preguntó la latina auto invitándose para entrar.
-Bien, como siempre. Contestó Brittany cerrando la puerta.-Ax está en el salón con sus juegos, ven pasa… La invito con naturalidad, acompañándola.
-Hola mi cielo, ya te extrañaba. Dijo acercándose al pequeño que jugaba tranquilo con unos autitos. No pudo evitar notar que tenía las mejillas un poco rojas, y unas notorias ojeras. –Cariño ¿Qué tienes? Murmuró tomándolo de la barbilla, y tocando la frente del moreno. – Tiene un poco de fiebre… ¿Lo has notado decaído o algo? Indagó mirando a la rubia que contemplaba desde más atrás.
-Hum, no. Hoy fuimos al supermercado lo más bien. Durmió su siesta y todo... Axel cerraba los ojos, como intentando soportar alguna clase de dolor. Ambas comenzaron a preocuparse.
-¿Axel que pasa? Susurró la latina con susto. Tras oír esto, el pequeño simplemente miro hacia el piso, y sin poder articular una palabra o gesto, vomitó todo lo que había comido hasta esas horas.
-Maldición… Comentó su madre sosteniéndolo para que no tocara el vomito en el suelo. –Voy a tener que llevarlo al doctor. Él no se enferma tan seguido, ¿Ha comido algo fuera de lo común?
-Emmm… Bueno pues…. Dijo la bailarina llevándose una mano al cuello.
-Lo que tiene es una clara indigestión, seguramente provocada por bastantes golosinas… Argumentó el medico escuchando los latidos del niño con su estetoscopio. Más atrás, Santana miraba de manera asesina a la rubia, que se mordía los labios con la cabeza gacha. –No es nada grave, pero lo ideal seria que coma saludable por un tiempo, nada de chocolate o mucha azúcar. Por el momento le recetare algo para calmar el vomito, traten de mantenerlo bien hidratado. ¿Aun toma biberón?
-Si. Respondieron las dos sin siquiera mirarlo.
-De acuerdo, entonces pongan unas gotas en la formula y con eso no perderá sales fundamentales.
Cuando se despidieron del doctor, Santana cargaba a Axel, que iba decaído y pálido apoyado sobre su hombro. Más atrás, Brittany lidiaba con los bolsos de todos, sumado a un creciente sentimiento de culpa.
-Creí haberte dicho que no podía comer mucho dulce Brittany…
-"Genial, esta enojada. Lo que Axel hizo conmigo fue extorción, ¿Pero como se lo digo? En realidad es ilógico que me deje dominar por un bodoque de casi dos años. Ay, pero solo con mirarlo se me cae hasta el apellido, definitivamente él me puede manejar como quiera." Pensaba la bailarina sentándose en el auto de su jefa, que acomodaba en la parte de atrás a su pequeño convaleciente.
-Lo siento no volverá a pasar… Se disculpaba en tanto la latina arrancaba el vehículo.
-Eso espero. Respondió en tono molesto, pero viendo la cara que traía la pobre Britt, tomó bastante aire para relajarse. –Está bien, escucha no te sientas mal. Nada más, la próxima vez antes de darle golosinas, dale una fruta o algo así. Por suerte mañana ya es sábado y puedo cuidarlo...
-Si quieres puedo hacerlo yo, y sin cobrarte, me es inevitable sentirme responsable.
-No tranquila, no tengo planes. Gracias de todas formas. Sonreía la morena sin despegar la vista de la carretera. Parte del viaje fueron charlando, hasta que en un momento, ambas miraron a Axel que iba tranquilo viendo por la ventana; a todo esto la latina casi pasa un semáforo en rojo, frenando en seco muy al estilo Berry. Todos dentro del auto se sacudieron con brusquedad, Santana se golpeo el estomago con el volante.
-¿¡Estas bien!? Preguntó inmediatamente la rubia al ver que su compañera se encogía un poco hacia adelante, tratando de recuperar el aliento. -¡San, respóndeme! Se aceleró la bailarina tomándola por el hombro, Axel miraba asustado desde atrás. Sin darse cuenta, Brittany se liberó del cinturón de seguridad para acercarse a la morena, que continuaba con los ojos cerrados y las manos sobre su estomago. Por atrás todos los conductores tocaban bocina, pero por unos segundos todo corría lento, ambas podían percibir lo latidos de sus corazones asustados. –San… Susurró la rubia una vez más.
-Estoy bien. Logró decir con voz débil, girándose a verla. Con ese giro sus caras quedaron tan cerca que la boca de Santana llego a rozar la punta de la nariz de Brittany. Un segundo interminable de silencio pasó dentro de ese auto, cruzando sus miradas sorprendidas. Ambas se tiraron impulsivamente hacia atrás al reaccionar.
-¿Se-segura? Dudó la rubia, con inquietud.
-Si, fue solo un golpe. Estamos acostumbrados a los golpes. Dijo la latina volviendo a tomar el volante y moviendo despacio el auto. Dejó pasar algunos vehículos por delante de ella, los conductores enojados gritaron vulgaridades mientras la superaban.
-Ya, ya… Idiotas. Murmuraba cruzándose de cejas. Brittany negaba mirando al frente, más tranquila.
-¡Mie-da! Se sintió un gritito desde atrás. Santana solo quedo con los ojos muy abiertos casi sin parpadear, no quería creer lo que acababa de oír y entender tras su espalda; en tanto la rubia solo atinó a llevarse una mano a la boca mientras tomaba una tonalidad roja en toda su cara, hundiéndose lentamente hacia abajo del asiento.
Capitulo 21: Actitudes dudosas
Habían pasado dos largas semanas desde aquella tarde en Lima. Las chicas estaban cada una concentrada en sus respectivas actividades nuevamente. Quinn volvió el domingo a New York y desde entonces acompañaba a Rachel a sus ensayos, viendo gran parte de ellos y vigilando cada vez más de cerca a Alice, que se mantenía en la línea, pero no evitaba regalarle modestas miradas que solo terminaban incomodando a la abogada. Por Lima, Santana comenzó aquel lunes siguiente de la entrevista en el consultorio; trabajaba desde las ocho hasta las cuatro, por lo cual, Brittany no dejó de tener trabajo encargándose de Axel.
Las cosas en la casa de la familia Lopez seguían tensas, madre e hija había discutido por la actitud de la mayor de ellas para con Quinn. Sumado a eso, Maribel dejó claramente expresado que ya no estaba dispuesta a soportarlos en su casa mucho tiempo más. Si, esa era la dulce madre de Santana, que cada vez se desilusionaba más con sus actitudes. Como pasaban gran parte del tiempo enojadas, la latina prefirió mantener en secreto el tema de su embarazo. Fue una vez más en esos días al medico, acompañada por Finn esta vez, en donde le entregaron vitaminas y hierro para mantenerse saludable. Tuvo una lucha interna para alejarse del cigarrillo, pero el sueño recurrente que había tenido le hacia soportar básicamente mucho mejor las cosas, sumado al esfuerzo por ejercer un cambio. Ahora que tenía trabajo, empezaba a preocuparse por conseguir una casa para su familia, el dinero que tenía ahorrado se iba gastando poco a poco y eso comenzaba a ponerla en una situación critica, dudando de cuanto tiempo podría conservar su empleo.
Esa tarde de viernes en la ciudad, Brittany y Axel deambulaban por el supermercado.
-Ok Ax, tenemos que comprar más cereales… En especial esos que tienen chispitas, me encantan y ya nos acabamos las otras dos cajas que tenía reservadas en caso de que me olvidara de comprar comida un día de pinta. Comentaba la rubia fijándose en las góndolas. Axel estaba a su lado, contemplando con ambiciosas ganas de que le compren por lo menos mil de esas coloridas cajas.
-¿Brittany? Sintió de pronto la bailarina por detrás. Al darse vuelta se sorprendió gratamente.
-¡Artie! ¿Cómo has estado? Saludo con una gran sonrisa a su ex compañero.
-Jaja Sabia que eras tú, eres la única chica que usaría una mochila de patitos. Reía el castaño.
-Oh, es donde guardo las cosas de Axel… Comentó dándole una mirada al pequeño que iba de aquí para allá. Artie levantó una ceja, con curiosidad. –Es un niño que cuido todos los días.
-Pensé que abrirías un estudio de baile. Sonrió con algo de melancolía. Alguna vez Brittany le conto que esa era una de las fantasías que tenia: tener su propio estudio para bailar incansablemente y enseñándole a quien quisiera, cuando quisiera.
-Si bueno esa es una de las metas ha cumplir en mi lista. ¿Tú, como estas? ¿Tu familia?
-Bien, ya sabes, por suerte estamos bien con las ventas en la tienda de música. Últimamente muchos compran guitarras y baterías. Pareciera que Lima se esta llenando de futuros artistas otra vez… Artie estaba comprometido con una muchacha amante del violín y la música clásica, fue con ella con quien se asocio para sacar adelante su local. Brittany había ido algunas veces y le parecía que ellos iban a tener un lindo futuro juntos. Hablaron unos minutos más, con alegría.
-Bueno Britt, tengo que irme, nos vemos pronto. Se despidió tranquilamente el muchacho, sin dejar de darle una mirada de arriba a abajo a la rubia. Se alejó, con una sonrisa picara, de allí.
- Es bueno rencontrarse con viejos amigos… Comentó la bailarina mientras veía como su ex novio, se marchaba en su clásica silla de ruedas. De pronto recordó algo. -¿Ax? Preguntó viendo que el niño no estaba a su lado.- ¿Ax…? Llamó un poco más alarmada mirando hacia todos lados.
-¿¡Axel!? Comenzaba a caminar de prisa, fijándose entre medio de las góndolas. Su corazón empezó a latir bruscamente: Había perdido al pequeño Lopez.
En estado de shok comenzó a correr una y otra vez, fijándose por todos los rincones del lugar, pasaron varios minutos hasta que llegó finalmente a la zona de la juguetería. Allí estaba el moreno tirando un montón de pelotas que había dentro de una cesta. La rubia respiró más aliviada. Pero omitió el detalle de que las pelotas estaban esparcidas por todo el pasillo, resbalando ni bien dio dos pasos y terminando desparramada en el suelo.
-¡Mierda! Gritó. No era muy común que dijera malas palabras, generalmente se le escapaban cuando tenia dolor o susto. Axel se acercó a su niñera que permanecía en el piso.
-¿Mie-da? Preguntó con tonalidad infantil.
-Si Ax eso di… ¡No! ¡Espera! ¿¡Que dijiste!? Se exaltó, intentando ponerse de pie.
- Mie-da, mie-da, mie-da… Comenzó a repetir en voz alta el pequeño, saltando con alegría. Las madres que pasaban por allí con sus niños les tapaban los oídos y miraban indignadas a la rubia, que llegaba a tomar una tonalidad roja en sus mejillas. Agarró a Axel en brazos eh intentó callarlo, pero el pequeño repetía como un loro la nueva palabra que había aprendido.
-No, no Ax… No digas eso, di: Rayos, o, miércoles… Pero no… El niño tarareaba la mala palabra con emoción y sin callarse. –Tu madre me asesinara, por favor… Vamos… Shhh... Brittany se estaba poniendo nerviosa solo con pensar en la histeria de Santana si llegaba a oír eso de la boca de su angelito. La rubia tenia muy claro cuan dedicada era para que Axel creciera bien, sano, y sin quemarse la cabeza con cosas violentas u obscenas. Pero ahora con eso, se iba a armar la grande.
-Está bien, mira te compro lo que quieras si no vuelves a decir… esa palabrota. Automáticamente Axel se quedó callado, y esbozo una sonrisa de maldad que comenzaba a hacer a su niñera arrepentirse. Podía comparar esa mueca con la de su jefa cuando quería tomar venganza.
-De acuerdo, querías chocolate te lo compré, pero creo que los caramelos y las galletas con chips ya están de más en tu dieta Ax. Comentaba conduciendo de regreso a casa, mientras Axel devoraba las golosinas que le habían comprado como voto de silencio.
Lejos de allí, Rachel calentaba para su ensayo. Se sorprendía que su esposa no haya aparecido a verla, como hacia últimamente todo el tiempo. Ese mediodía había llegado temprano, solo el director y algunos músicos estaban por la zona. Una llamada en el móvil de la castaña hizo que se detuviera.
-Buenas tardes ¿Hablo con la madre de Abraham?
-¿Disculpe?
-La madre de Abraham…
-No yo creo que se equivoco aquí no hay ningún Abraham.
-¿No hablo con Quinn o Rachel Fabray?
-¡Iker! Perdón, perdón si, si soy la mamá de él, disculpe estoy acostumbrada a su segundo nombre y… ¿Cómo?... ¿Ahora? pero… Entiendo, si, en unos minutos estaré por allá. Gracias. El semblante de la judía había cambiado bruscamente. Salió corriendo hacia su camerino en busca su abrigo y su bolso. Habían llamado desde la guardería, parecía ser que Aik tuvo un problema. Se sugestiono un poco al imaginar qué le pudo pasar a su pequeño, por lo que sin dar muchas explicaciones salió del salón a toda velocidad. Minutos después Quinn llegó al estudio. No ubicar a Rachel le pareció raro, hacia menos de una hora habían hablado y la actriz ya se encontraba en el lugar. Fue hasta su camerino, pero no encontró a nadie lo que le causaba más curiosidad. Cuando se disponía a salir, alguien cerró la puerta lentamente a sus espaldas.
-¿Qué haces tú aquí? Preguntó girándose y viendo a Alice, que se apoyaba sobre su espalda un tanto dubitativa.
-Yo… Bueno vi que venias hacia aquí y…
-¿Sabes donde está Rachel? Indagó la abogada acercándose.
-Tuvo un problema y salió corriendo del ensayo… Oh eso dijo el director…
-¿Un problema…? Murmuró fijándose en su móvil, no tenía llamadas ni mensajes. –Bueno supongo que tendré que buscarla luego… Dijo ya retirándose, Alice se puso enfrente. Luego, intentó salir por la derecha de la castaña pero esta también se movió hacia la misma dirección. –Jaj, con permiso…
En ese momento, la actriz se giró cambiando de lugar, tomándola desde la cintura y apegando su cuerpo contra el de la rubia, que no entendía lo que pasaba.
-No sabes cuanto esperé poder estar así de cerca de ti, Quinn. Susurró de nuevo provocando esos escalofríos en la ex animadora. La abogada no podía articular palabra alguna, solo miraba fijo esos ojos particularmente hipnotizantes que tenia la muchacha. –No tienes que preocuparte, no siempre soy tan bruta. Continuaba hablando, acercando su cara hasta casi sentir la respiración de Quinn. Lentamente, Alice subió su mano para acariciar la pálida mejilla de su presa. –No voy a soportar mucho tiempo más que te quedes mirando con esos hermosos ojos hacia el escenario… Término de decir casi sobre los labios de la abogada.
Rachel había llegado a la guardería, con el corazón en la boca. La maestra de Aik la esperaba en la recepción. Inmediatamente condujo a la judía hasta el despacho del director, allí estaba sentado el pequeño Iker; respiraba sobresaltado, con la cabeza baja. Su madre se agachó inmediatamente frente a él.
-¿Qué ha pasado? Preguntó sin quitar la vista de su hijo. De pronto recordó qué era lo que ocurría cuando el niño estaba así: tenía una crisis asmática. Buscó enérgicamente dentro de su bolso hasta encontrar un inhalador, que rápidamente puso en la boca de su pequeño. El director por atrás esperaba a que la dama se tranquilizara para poder hablar con ella. Cuando Aik comenzó a relajarse, Rachel se volteo a verlo.
-Iker ha tenido una pequeña discusión con uno de sus compañeros… Comentó en tono bajo la maestra, preocupada por su alumno. -No sabíamos que tenía asma, por eso la mandamos a llamar.
-¿No les dejamos aclarado eso con mi esposa ni bien inscribimos a Iker? Preguntó en tono molesto la actriz. - Ustedes deberían estar alerta, él tiene en su mochila guardado un repuesto para estos casos.
-Lo sentimos, hay veces que esas cosas se pasan por alto. Agregó el director sentado tras su escritorio. –Como decía la Srta. Lauren, Iker se agitó discutiendo con un compañero.
-¿Y eso por qué? Dijo la actriz dándole una mirada a su hijo que continuaba con la cabeza baja.
-Bueno tenían que hacer unos dibujos de su familia y…
-Anthony dijo que yo no era normal. Cortó Aik con la voz medio tomada. –Porque yo las dibuje a ustedes. Y él dibujo a su hermano y a sus padres…
-¿Es eso cierto? Preguntó Rachel intentando conservar la calma.
-Si, bueno… Anthony es uno de los niños más problemáticos del salón. Usted entiende que para ellos no es normal que uno de sus compañeros no tenga a sus padres co…
-¿Cómo, normal? Quinn y yo somos los padres de Iker, o bueno las madres en este caso, él lo tiene claro y asumido. Los que no pueden entenderlo claramente son ustedes, que desde un inicio deberían explicarles a los niños, por más pequeños que sean, que hoy por hoy no existen esas “familias convencionales”.
-Tranquila, no es nuestra intención discriminar ni nada por el estilo.
-No, ustedes y esta sociedad sigue discriminando constantemente sin darse cuenta que lo hacen, porque lo tienen totalmente inculcado aun. ¿Cree acaso que es la primera vez que nos pasa algo así a mi esposa o a mí? Lo único que buscamos es ser aceptados como lo que somos: una familia; y es más nosotras no andamos causándole sufrimiento alguno a nuestro hijo, pero si el resto de la gente. Y no me parece justo. Será mejor que cambien su actitud en varios aspectos: pusimos la vida de Iker en sus manos y ni siquiera sabían lo de su asma. Inevitablemente Rachel estaba molesta, por ese día solo quería irse lejos con su hijo y Quinn. Decidió salir con Iker de allí, el niño como pocas veces iba con la cabeza baja un poco pensativo. Tomó su móvil y llamó a su esposa, tenia que enterarse de lo sucedido. La rubia había salido desde hacia un buen tiempo del camerino y caminaba dubitativa por las calles de la ciudad. Por un momento casi cayó en la trampa de la ambiciosa Alice, pero pudo recordar su palabra de fidelidad con Rachel y pensar en lo que le había advertido Santana; para su suerte tenia la mente más fría que el cuerpo y tuvo las fuerzas suficientes para rechazarla y salir corriendo de allí. Pero algo no estaba bien: desde un principio debió haberla rechazado y no obstante no había podido. Aquella actriz estaba comenzando a pasearse cada vez más por su cabeza, más de lo que debería. Y examinando detalladamente sus actitudes, empezaba a creer que iba a vigilar los ensayos, más que por apoyar a Rachel, por ver a Alice sobre el escenario. La llamada de su esposa la hizo salir de esos pensamientos que comenzaban a carcomerla. En cuestión de minutos los tres se encontraron en uno de los parques favoritos de Aik. Quinn estaba bastante confundida, y lo que le contaba Rachel respecto a la ineptitud de los de la guardería, no la sacaba de sus confusiones. Los besos de su esposa la hacían reaccionar de a ratos, pero definitivamente algo, o alguien, le estaba molestando bastante.
Un poco después de las cuatro, en Lima, Santana terminó su jornada de trabajo. Estaba algo cansada, la rutina de levantarse más temprano la dejaba bastante exhausta para esa hora. Tuvo la suerte que su amigo Finn pudo arreglar el problema que tenia su auto y podía manejar libremente, sin depender de los estúpidos y babosos taxistas. Llegó ya de forma más normal a la casa de Brittany, casi olvidándose de llamar a la puerta. Esos días compartían un poco de tiempo juntas, hablando del trabajo y las novedades que tenía la rubia respecto a Axel. La bailarina la recibió con una impecable sonrisa, saludándola de muy buena gana.
-¿Cómo han estado hoy? Preguntó la latina auto invitándose para entrar.
-Bien, como siempre. Contestó Brittany cerrando la puerta.-Ax está en el salón con sus juegos, ven pasa… La invito con naturalidad, acompañándola.
-Hola mi cielo, ya te extrañaba. Dijo acercándose al pequeño que jugaba tranquilo con unos autitos. No pudo evitar notar que tenía las mejillas un poco rojas, y unas notorias ojeras. –Cariño ¿Qué tienes? Murmuró tomándolo de la barbilla, y tocando la frente del moreno. – Tiene un poco de fiebre… ¿Lo has notado decaído o algo? Indagó mirando a la rubia que contemplaba desde más atrás.
-Hum, no. Hoy fuimos al supermercado lo más bien. Durmió su siesta y todo... Axel cerraba los ojos, como intentando soportar alguna clase de dolor. Ambas comenzaron a preocuparse.
-¿Axel que pasa? Susurró la latina con susto. Tras oír esto, el pequeño simplemente miro hacia el piso, y sin poder articular una palabra o gesto, vomitó todo lo que había comido hasta esas horas.
-Maldición… Comentó su madre sosteniéndolo para que no tocara el vomito en el suelo. –Voy a tener que llevarlo al doctor. Él no se enferma tan seguido, ¿Ha comido algo fuera de lo común?
-Emmm… Bueno pues…. Dijo la bailarina llevándose una mano al cuello.
-Lo que tiene es una clara indigestión, seguramente provocada por bastantes golosinas… Argumentó el medico escuchando los latidos del niño con su estetoscopio. Más atrás, Santana miraba de manera asesina a la rubia, que se mordía los labios con la cabeza gacha. –No es nada grave, pero lo ideal seria que coma saludable por un tiempo, nada de chocolate o mucha azúcar. Por el momento le recetare algo para calmar el vomito, traten de mantenerlo bien hidratado. ¿Aun toma biberón?
-Si. Respondieron las dos sin siquiera mirarlo.
-De acuerdo, entonces pongan unas gotas en la formula y con eso no perderá sales fundamentales.
Cuando se despidieron del doctor, Santana cargaba a Axel, que iba decaído y pálido apoyado sobre su hombro. Más atrás, Brittany lidiaba con los bolsos de todos, sumado a un creciente sentimiento de culpa.
-Creí haberte dicho que no podía comer mucho dulce Brittany…
-"Genial, esta enojada. Lo que Axel hizo conmigo fue extorción, ¿Pero como se lo digo? En realidad es ilógico que me deje dominar por un bodoque de casi dos años. Ay, pero solo con mirarlo se me cae hasta el apellido, definitivamente él me puede manejar como quiera." Pensaba la bailarina sentándose en el auto de su jefa, que acomodaba en la parte de atrás a su pequeño convaleciente.
-Lo siento no volverá a pasar… Se disculpaba en tanto la latina arrancaba el vehículo.
-Eso espero. Respondió en tono molesto, pero viendo la cara que traía la pobre Britt, tomó bastante aire para relajarse. –Está bien, escucha no te sientas mal. Nada más, la próxima vez antes de darle golosinas, dale una fruta o algo así. Por suerte mañana ya es sábado y puedo cuidarlo...
-Si quieres puedo hacerlo yo, y sin cobrarte, me es inevitable sentirme responsable.
-No tranquila, no tengo planes. Gracias de todas formas. Sonreía la morena sin despegar la vista de la carretera. Parte del viaje fueron charlando, hasta que en un momento, ambas miraron a Axel que iba tranquilo viendo por la ventana; a todo esto la latina casi pasa un semáforo en rojo, frenando en seco muy al estilo Berry. Todos dentro del auto se sacudieron con brusquedad, Santana se golpeo el estomago con el volante.
-¿¡Estas bien!? Preguntó inmediatamente la rubia al ver que su compañera se encogía un poco hacia adelante, tratando de recuperar el aliento. -¡San, respóndeme! Se aceleró la bailarina tomándola por el hombro, Axel miraba asustado desde atrás. Sin darse cuenta, Brittany se liberó del cinturón de seguridad para acercarse a la morena, que continuaba con los ojos cerrados y las manos sobre su estomago. Por atrás todos los conductores tocaban bocina, pero por unos segundos todo corría lento, ambas podían percibir lo latidos de sus corazones asustados. –San… Susurró la rubia una vez más.
-Estoy bien. Logró decir con voz débil, girándose a verla. Con ese giro sus caras quedaron tan cerca que la boca de Santana llego a rozar la punta de la nariz de Brittany. Un segundo interminable de silencio pasó dentro de ese auto, cruzando sus miradas sorprendidas. Ambas se tiraron impulsivamente hacia atrás al reaccionar.
-¿Se-segura? Dudó la rubia, con inquietud.
-Si, fue solo un golpe. Estamos acostumbrados a los golpes. Dijo la latina volviendo a tomar el volante y moviendo despacio el auto. Dejó pasar algunos vehículos por delante de ella, los conductores enojados gritaron vulgaridades mientras la superaban.
-Ya, ya… Idiotas. Murmuraba cruzándose de cejas. Brittany negaba mirando al frente, más tranquila.
-¡Mie-da! Se sintió un gritito desde atrás. Santana solo quedo con los ojos muy abiertos casi sin parpadear, no quería creer lo que acababa de oír y entender tras su espalda; en tanto la rubia solo atinó a llevarse una mano a la boca mientras tomaba una tonalidad roja en toda su cara, hundiéndose lentamente hacia abajo del asiento.
Última edición por Dreamer=) el Vie Ago 03, 2012 12:37 am, editado 2 veces
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
jajajajajjaja es que era preferible que Britt le cuente la verdad a Santana jajaja, total ella ya sabe como es xD
Quiero saber la reaccion de Santana por favor xD
Por otro lado Alice me cae taan mal, ojalá que Quinn no caiga >.<
Quiero saber la reaccion de Santana por favor xD
Por otro lado Alice me cae taan mal, ojalá que Quinn no caiga >.<
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
amo a axel, sigo riendo con esa nueva palabra aprendida y gracias ami querida brittany, la ue se le viene a la rubia por eso. Ahora uinn, creo ue terminara engañando a Rachel y ahi habra drma y mucho, excelente capitulo, me he reido mucho, un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
mie-da quiero otro capítulo más! jajaja me ha encantaaaaadoooo! Amo a Axel! Es tan genial! X cierto necesito acción entre las chicas! necesito brittanaaaa! jajaja
Invitado- Invitado
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡¡¡JAJAJA!!!
Axel eres mi héroe, pobre Britt como es que un niño de 2 años puede con ella. Mira que sobornar con dulces a un niño, solo a Britt se le ocurre.
Pagaría por ver la cara de San al escuchar a Axel decir eso y la reaccion de Britt.
Si la mamá de San la corre de su casa, que Britt le ofresca la suya, ese seria un buen comienso ¿no crees?
Bueno espero tu actualización.
Kisses
Axel eres mi héroe, pobre Britt como es que un niño de 2 años puede con ella. Mira que sobornar con dulces a un niño, solo a Britt se le ocurre.
Pagaría por ver la cara de San al escuchar a Axel decir eso y la reaccion de Britt.
Si la mamá de San la corre de su casa, que Britt le ofresca la suya, ese seria un buen comienso ¿no crees?
Bueno espero tu actualización.
Kisses
Honey-Pack** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 27/05/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me habia perdido dos cap!!!.. u.u.. Pero como me hizo reir lo de Axel extorcionando a Britt!!.. jajajajajaja, son muy tiernos los dos!!: :D.. Y menos mal que San va a empezar a hacer las cosas bien.. ^^..
Awwww, yo quiero Brittana!!.. :(.. Es muchos pedir???.. jajajjajajaja
Amo tu fic.. <3. beso
Awwww, yo quiero Brittana!!.. :(.. Es muchos pedir???.. jajajjajajaja
Amo tu fic.. <3. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
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