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*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Lei ayer y hasta hoy te comento, siempre te leo pero a veces se me complica comentar porque del movil se me hace incomodo jaja. No puedo creer que lo hayas dejado ahi ¬¬
Yo también estoy pensando que Santana esta embarazada, cosa que espero que no sea ¬¬ jajaja
Ya subi la actu :(
HOY YA ES MAÑANA! ajajaj :P
Yo también estoy pensando que Santana esta embarazada, cosa que espero que no sea ¬¬ jajaja
Ya subi la actu :(
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Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Hoy! Es mañana muy bien dicho... :P Perdonen la intriga jajajaja Aff lo que me costo seguir a partir de acá, hace unos días dije que estaba en debate y era por este capitulo ya que tenia cuatro opciones diferentes para seguir la historia ._. Termine combinando dos de ellas y bueno ya con eso imagine casi el final del Fic, no se preocupen aun falta un tiempo para eso. Ahora, relájense, tomen aire, San es la protagonista :) La historia siempre se basa en segundas oportunidades, y esta nueva parte no es la excepción a la regla. Temo decirles eso si, que las sacara bastante de quicio.
No adelanto más, bien a las chicas que tiraron hipotesis, creanme que todas le pegaron en alguna de las cuatro posibilidades, pero ya esta escrito lo que sigue. No me odien e.e es lo único que pido, o bueno si lo hacen avisenme xD
Saludos. Paz
Capitulo 14: Descuidos
Hacía varias horas que habían vuelto del hospital. Estaba recostada en su cama, con igual incredulidad que al principio. Axel dormía a su lado, y ella ahogaba su llanto para no despertarlo con sus lamentos. Tampoco le quedaban muchas lágrimas, sus amigas habían llorado junto a ella del otro lado de la línea, renegando de la extraña fortuna que le estaba tocando en tan poco tiempo. Mil pensamientos desfilaban por su mente: buenos, malos, terribles. Todo era gris y borroso. Dos preguntas: cómo y cuándo. Bien, un recuerdo podía responderlas, aunque le molestaba tener que viajar a ese pasado tan reciente.
Aquella mañana no había ido a trabajar. Sus pacientes habían cancelado las citas, por lo que se encontraba limpiando de arriba abajo el departamento familiar. La música, en buen volumen, la acompañaba con los quehaceres. Pudo sentir como se cerraba fuerte la puerta tras ella, este día tampoco iba a ser tranquilo. Afuera llovía intensamente, Blaine se quitaba la bufanda mientras cerraba el empapado paraguas; le tocó a él ir a dejar a Axel a la guardería. Dejó el objeto en su lugar y de inmediato bajo el sonido de la radio hasta el mínimo. La latina se indigno ante ese acto y, encaprichada, puso la música a un nivel más alto que antes.
-Por favor… Tengo que ver unos resúmenes. Se quejo el hombre de mala gana.
-Yo si sigo amando la música. Le respondieron bruscamente desde el salón. El castaño suspiro, harto de discutir, yendo a apagar el equipo si era necesario. Santana esperaba frente al aparato con los brazos cruzados. La noche anterior el ex cantante había discutido vía telefónica con Kurt, y no podía evitar estar de muy mal humor en su casa. A la latina ya le daba igual lo que le pasara, de todas formas siempre parecía estar enojado. Se miraron fijo, se avecinaría una tormenta si su marido intentaba tocar la radio una vez más. El castaño caminó cansado y con las cejas cruzadas hasta quedar a unos centímetros de la morena. Era la típica competencia que tenían de intimidar al otro con la mirada. Ninguno ganó; el contador examinaba esos rasgos latinos con cuidado. Después simplemente la tomo por la barbilla y comenzaron a besarse bruscamente. Esas reacciones ya no pasaban muy seguido, y menos lo que le siguió a esos brutales y largos besos. Blaine estaba enojado, necesitaba un modo de sentir que podía vengarse del diseñador por hacerlo sufrir con sus ataques de celos; y por otro lado, Santana buscaba liberar las tensiones que traía consigo con ese nefasto matrimonio y las penas que le pasaban sus pacientes. Hubo un pequeño lapso en el que ambos recordaron que estaban casados y que hacer lo que estaban haciendo, era lo más natural que podía existir. Ese momento se mezcló, para su suerte, con el punto en que sentían que llegaban al límite de las sensaciones. No permanecieron mucho tiempo en la cama, no era necesario. El mal humor de ambos ya no estaba presente en la habitación.
-¿Recogerás a Ax por la tarde? Preguntó la latina de espaldas a su marido, mientras se hacia una coleta de caballo frente al espejo.
-No, tengo trabajo. Le contesto el castaño abrochándose la camisa.- ¿Podrás ir tu?
-Supongo que… puedo arreglar mi horario. ¿Trabajas hasta tarde de nuevo?
-Si, quiero que nos vayamos de vacaciones… Como antes. Le susurro mientras se acercaba.
-Yo también trabajo, sabes que puedo ayudarte. Argumentaba su mujer, sintiendo que la abrazaban por la espalda. Miraron fijo el reflejo de ambos, Blaine apoyó la barbilla en el hombro derecho de la morena que esbozaba una pequeña sonrisa.
-Demasiado soportas ahora San… Comentó el contador con un poco de pena y ahogando un suspiro.
Se froto los ojos para terminar de borrar esa falsedad, nuevamente estaba frente al espejo, solo que sola. En verdad, soportó mucho, pero no estaba dispuesta a tolerar más. Su corazón estaba a punto de estallar, ¿por qué no se quedó en New york? Ahora nadie estaba ahí para contenerla.
-Totalmente sola… susurraba mientras se lavaba la cara con agua helada. Dejo escurrir el líquido observando detenidamente su rostro: no existían rastros de la chica que arrasaba con el mundo, sin importarle nada, frente en alto y orgullosa. Tampoco residía la joven que sufría por amor. Solo estaba ella, se sentía mucho más débil e insegura, pero a la vez molesta, con la vida, con la suerte…
-¿¡De verdad esto está pasando!? Preguntaba al aire golpeando con sus puños la pared de cerámicos. Incansablemente venia a su mente ese ultimo desliz; dos días más tarde Blaine intentaba huir sin dar una sola explicación. Y de ahí todos los momentos duros que le siguieron, culminando con la despedida un mes mas tarde, donde se borraba para siempre el otro culpable.
En la casa de las Faberry, Rachel intentaba concentrarse en el guion, aunque le estaba costando bastante. Sabía que las corazonadas siempre indicaban algo. Esto no era malo, bueno por lo menos ella no lo veía así. Pero si era algo preocupante, sobretodo conociendo a su amiga latina. Sentada en el sofá examinaba poco a poco como tomaron el aviso: Quinn quedo totalmente paralizada, su celular se deslizo por sus manos a la vez que ella lo tomaba antes de que revotara en el piso. Ver esa cara en su esposa la alarmo, se avecinaba una noticia.
-¿Qué ha pasado San? Pregunto, sintiendo simplemente como su amiga sollozaba una vez más al teléfono... Se le erizo la piel, y un escalofrió recorrió su cuerpo. Quizás exageraron un poco, pero la novedad las tomo por sorpresa.
-¿Cómo has dicho?... pero estas segura… No entiendo cómo…
-No nos dimos cuenta… Susurro Quinn por detrás, cayendo en peso muerto sobre el sofá. Ambas pensaron en lo mismo, eran demasiadas las pistas como para no haber especulado algo, sobretodo ellas, que eran tan observadoras: los cambios de humor, la alta sensibilidad, una fragilidad nunca antes vista con el alcohol, la acidez con el café… Del otro lado del teléfono las dolorosas palabras de Santana hicieron lagrimear a Rachel, que por primera vez no sabia que decir. Buscaba apoyo en Quinn, pero era como si ella no estuviera en la sala.
La judía negaba con la cabeza bastante frustrada. Definitivamente esa noche no podría ensayar. Hecho un rápido vistazo a Iker, que dormía plácidamente en su cama; lo tapo un poco y le acaricio la frente. Ella amaba a su hijo, no seria capaz de repetir lo que la morena gritaba en el teléfono. Fue hasta su cuarto, Quinn no salía de allí en horas y eso la preocupaba. Se encontró con su rubia sentada en la cama, con la laptop en sus piernas y su mente en otro lado.
-¿Tampoco te puedes concentrar? Le preguntó apoyándose en el marco de la puerta.
-No… Esto si que me dejo helada. Contesto la abogada cerrando el aparato. –Por dios hace un mes estaba aquí, con nosotras ayudándola a superar su divorcio y recién ahora se entera de esto.
-Aguarda, tampoco es que San va a morir. Calmaba la actriz sentándose a su lado.- Yo sé que te molesta no estar a su lado, pero fue una decisión de ella el irse de aquí.
-Porque pretendía cumplir los sueños que le quedaban…
-Un hijo nunca rompe los sueños de nadie, no lo digas como si fuera una molestia o un bache en el camino.
-Para mi lo fue… No pudo evitar decir la rubia, Rachel la miro fijo con un dolor punzante en su mirada. –Aguarda no quise decir que…
-¿Entonces por qué aceptaste que tengamos a Iker si tienes ese pensamiento? Alego molesta.
-No me mal interpretes Rach, yo hablaba de Beth y lo sabes.
-Bueno pero ¿sabes qué?, tu lo superaste y tenias dieciséis, más podrá afrontarlo Santana que tiene veintiocho.
-Pero no tiene a nadie allá, se lo que es estar sola sin saber que hacer y sin poder contar con el padre de tu hijo para decirle aunque sea “oye imbécil ¿Qué es lo que vamos a hacer?”...
-Son realidades distintas Quinnie, además ella tiene a su madre, a nosotras, no es lo mismo…
-Si lo es Rach ¿Y sabes lo que me asusta? Que a Santana, cuando no le importa nada, es enserio.
-Sabes… hay veces en que te preocupas más por ella que por nosotros...
-¿Disculpa? Lo único que me faltaba Rachel, que me hagas una escena de celos con mi mejor amiga. Se sobresalto la rubia ante el comentario de su mujer.
-¡Tú no tienes la culpa de los líos en los que se mete sin calcular las consecuencias! Grito la judía. Quinn la miro indignada, realmente cuando quería podía sacarla de sus casillas.
-No puedo creer que sigas siendo tan desconfiada y cabeza dura. Ya sé que no tengo la culpa, no soy tonta, pero no por ello voy a dejar de preocuparme por su bienestar; tú bien sabes que la quiero como a una hermana y su dolor es MI dolor, de eso se trata la amistad.
- ¿Y qué, crees que a mi no me preocupa? Yo también soy su amiga…
-Si desconfías de San y de mí… dudo mucho que sepas de amigos.
-Bien, grandioso, ahora yo soy el enemigo. Hiciste un lago de un océano Quinn o como sea el estúpido dicho. ¿Qué te pasa? Lo único que haces últimamente es enojarte por todo, está bien entiendo, metí tu querido auto al barro, y te molesto con mis ensayos todo el día. ¿Pero por qué no me dices que es lo que tanto te incomoda?
La rubia se canso rápidamente de la discusión, no le gustaba enfadarse con su esposa, pero que le haga esos desplantes la ponía de malas. Salió del departamento para tomar un poco de aire y sin contestarle la pregunta a la judía, que se quedo en medio de la habitación con la mirada triste. Ella enserio estaba preocupada por la latina, las cosas que le estaban pasando las podría enfrentar mejor si ellas estuvieran a su lado y lo sabia. Quinn sentía desde lejos que la morena la necesitaba, porque ella era la que había aprendido a ser fuerte y firme para poder contenerla las veces en que estaba triste o confundida. Intentó llamarla un par de veces pero su celular sonaba sin que nadie se digne a contestar. Pensándolo bien ahora la discusión que tuvo con la actriz no tenia sentido, y era posible que ella estuviera más mal humorada. Su trabajo resultaba estresante algunas veces, ser la cabeza de la familia no siempre era fácil, pero no por ello debería desquitarse con la persona que amaba. Entró a un pequeño bar con la cabeza gacha, ahora enserio estaba mal por hacer sentir a Rachel menos importante en su vida. No era esa su intensión, pero era cierto que algunas veces descuidaba su relación dándole preferencia a otros temas, que podrían esperar. Se sentó de mala gana en la barra del lugar, en realidad no terminaba de comprender por qué había llegado hasta ahí, si ni siquiera tenia ganas de compartir nada con nadie. Necesitaba un tiempo, solo para ella y en la agitada ciudad eso era imposible. Probó dos veces más contactarse con su amiga, sin éxito.
-Definitivamente esto no me gusta nada. Hablaba sola mientras pretendía dejarle un correo de voz a la latina. –“San, ¿podrías contestarme por favor? De verdad me estoy preocupando… Y necesito hablar contigo, quiero a mi amiga que me escucha y que nos aconsejemos mutuamente diciendo que todo va estar bien de nuevo… Realmente me esta pegando feo no poder estar junto a ti. Maldita la hora en que el otro imbécil hizo tanto daño en tu vida, si no fuera por él nada de esto estaría pasando. Ahora que podríamos estar juntas y… no se… ir a arriba de un edificio otra vez a gritar como cuando teníamos dieciocho y pensábamos que nuestra vida era un asco; no puedo hacer más que llamarte. Detesto saber que estas mal, pero San, todo va a mejorar… Quizás no hoy, pero pronto, todo pasa por algo en esta vida. Mereces lo mejor de una vez por todas, eres una mujer de oro y dios tiene reservadas grandes cosas para ti. Confió en eso. Cuando escuches esto, mándame un mensaje al menos ¿Ok? Te adoro” No era lo mismo hablarle a una maquina que a su amiga, pero por lo menos se sentía mas aliviada al descargarse. La noche comenzaba a caer pesadamente en la ciudad, y el lugar se estaba llenando de gente.
-Vaya, debe ser alguien a quien quieres mucho para hablar con palabras tan dulces… Le hablaron por la derecha. Apoyada a su lado en la barra se encontraba la chica del parque.
-Yo… e- era una amiga. ¿Qué haces aquí? Emmm… Tartamudeaba la rubia con sorpresa.
-Alice. Le sonrió la castaña con simpleza. –Bueno, hoy salí más tarde del trabajo y decidí pasar a tomar unas copas.
-Ya veo… New York se vuelve pequeño algunas veces.
- El mundo es como un pañuelo, si lo ves con ojos simples. Así que una amiga ¿huh? Indagó la joven. –Si eres así con tus amigas, no me imagino como eres con tu marido. Le dijo, señalando la alianza de matrimonio que brillaba en la mano izquierda de la abogada.
-Jaj, no tengo marido. Si estoy casada, pero no con… Yo… en realidad no se por qué te estoy contando de esto. Sera mejor que me vaya.
-No me molesta escuchar a la gente, además tú y yo, no somos desconocidas, puedes ser mi abogada ¿Recuerdas? Sonreía ampliamente la muchacha haciéndole una seña al barman para pedir dos tragos. –Es raro, no tienes cara de estar casada hace mucho, pareces bastante joven…
-Jaja me halagas enserio… Dijo la rubia parándose para irse. –Pero si, estoy casada y hace bastante.
-Te felicito por tener esa valentía. Continuaba hablando Alice con naturalidad a la vez que le entregaba una copa de vino blanco. –Descuida, noté desde el día en el parque que tú le vas a las mujeres. Se reía con picardía causando que Quinn se sonrojara –No es mi intensión incomodarte, nada más por accidente oí tu conversación y pensé que querrías hablar con alguien.
La ex cantante la miró por un segundo, parecía ser sincera y simpática, además no deseaba aun volver a casa; conociendo a Rachel, hoy si o si, le tocaría dormir en el sofá o en el cuarto de Aik, soportando la típica ley del hielo que la actriz imponía contra ella. Decidió quedarse acompañando a la chica, tomando lentamente de su copa, a la vez que hablaban de cosas comunes como el clima, o las tendencias musicales. Alice había nacido en Los Angeles, y probaba suerte en varios lugares del país. Actualmente por su trabajo se detuvo en la gran ciudad por una temporada. Tras esa copa le siguió una mas, ambas estaban a gusto charlando.
-¿Y no tienes familia aquí ni nada por el estilo?
-No, toda mi gente quedó allá. Por un lado mejor, no soy muy apegada a las tradiciones y todo eso. Siempre fui de las chicas que les gustan los desafíos y vivir casi al límite.
-Vaya no te veía así… Reía Quinn algo sorprendida.
-Y eso que no me conoces del todo. Ahora tengo en vista varias metas. Sonrió con picardía. –Algunas tienen barba y otras minifaldas jajaja. Sobretodo en mi trabajo, una de mis compañeras esta que arde, creo que esta casada pero eso no es impedimento para una Bernald.
-¿Hablas enserio? Yo no veo bien que te metas en esas cosas…
-Hey tranquila, veo que eres bastante conservadora. Y siendo así te pierdes de mucha diversión… Mira, por ejemplo: te apuesto a que no te atreverías a ir e invitarle una copa a esa rubia teñida, que te ha estado mirando desde el fondo hace más de una hora. Quinn se volteo y comprobó que era observada por una mujer joven de ojos muy verdes. Inmediatamente se dio la vuelta, contemplando como Alice se le reía en la cara.
- Podría hacerlo, pero estoy casada. Se defendió.
-Mmm casada pero no castrada, Quinn… La rubia miraba con incredulidad a la chica, esas palabras la estaban desilusionando rápidamente. –Ya, no me mires así, solo opino. Ese es mi lema en realidad, no tienes por qué escuchar las locuras que digo a veces. Tengo veinticuatro, y demasiado sexapil por liberar.
-Llegara el momento en que cambies de idea, supongo.
-Como si tú no lo hubieras hecho alguna vez. Además, por la cara que tenias no solo lo de tu amiga te estaba molestando… Me juego la cabeza a que saliste a embriagarte por discutir con tu mujer.
-¿Cómo…? No, bueno... algo así. En realidad fue mi culpa. Se trababa en la explicación. –Algunas veces, supongo que siente que la dejo de lado…
-Mmm ¿Y es así?
-En parte si, pero no es mi intención… No lo entenderías, menos con esa mentalidad.
-No me mal entiendas Quinn, también sé de relaciones, no siempre fui una descontrolada. Pero si me permites darte un consejo: No intentes anteponerte a ella, camina a su lado siempre o de lo contrario terminara hartándose de intentar alcanzarte, se dará la vuelta y se ira.
-Ra… Ella no me dejaría, me ama y yo a ella…
-No quiero decir que te deje, pero… Generalmente empiezan a buscar entretenciones nuevas.
-Ya, para. Entendí la indirecta. De todas formas, la conozco lo suficiente y confió en ella. Bueno ahora si mejor me voy, a ti también te están mirando varias…
-¿Me dejas a la rubia? Pregunto Alice mordiéndose los labios.
-Es toda tuya, yo voy a recomponer las cosas con mi chica. Quinn se termino su copa y se paro con energía. –Gracias por el vino, creo que era lo que necesitaba.
-Que tengas suerte, oh, ten. Le entrego un papel con su número de teléfono. –Por si quieres hablar alguna otra vez… Dijo encogiéndose de hombros. La rubia acepto, más que nada porque no sabia como decirle que no a nadie, problema que le causaba varios contratiempos. Al salir intento llamar una vez más a la latina, pero sin nuevos resultados.
Sin darse cuenta Santana se había quedado dormida en el sofá. Recordó de golpe que no estaba sola en esa casa y de un salto se fue a fijar en Axel. Para susto de ella, el niño no estaba en su cama. Ya estaba obscuro, y tanteando en su habitación su lámpara, resbaló con una pelota de goma que andaba por el suelo, terminando estampillada contra su ropero y tirando todo lo que tenia al alcance.
-¿¡Pero será posible!? Gritó a la vez que intentaba pararse. En otras circunstancias se habría reído de ese pequeño accidente, pero no tenia ganas ni de sonreír. -¡¿Axel?! ¿Donde estas? Llamaba al pequeño que no daba señales de vida. Ahora si se estaba poniendo nerviosa. Comenzó a buscarlo frenéticamente, ya especulando que podría haber abierto la puerta de entrada y estar en la calle.
Para su suerte lo encontró sentado junto a una de las librerías que se acomodaban en el pasillo. Estaba totalmente concentrado con un libro en las manos, pero no cualquier libro: Era un álbum de fotos. La latina se acercó lentamente, con un poco de dolor en la cadera por el golpe, pudiendo reconocer que ese era el álbum que había traído desde New York: había imágenes de ella en la universidad, con Quinn y Rachel, de Iker en varias edades, pero la atención del mini Lopez estaba totalmente centrada en la única foto familiar para él, la del ultimo cumpleaños de Blaine. La mirada de Axel reflejaba una mezcla de pena y confusión, ¿Dónde estaba ese hombre que lo sostenía en brazos? ¿Por qué ya no volvía a casa? Estaba acostumbrado a no verlo durante días, pero siempre regresaba y pasaban horas enteras jugando.
-Papá... Susurro, apoyando la mano en la foto. Santana se tapo la boca con el puño, su hijo estaba sufriendo silenciosamente. Todo lo que estaba pasándoles era por mera responsabilidad de aquel hombre, y renegaba interiormente mejor no haberlo matado para no tener que explicarle, sin saber como, a su hijo que él jamás volvería, porque había decidido abandonarlo. Sin duda alguna seria mejor decir que estaba muerto, a algo tan ruin y despiadado. O mejor no, porque de ese modo Axel vería a Blaine como un ángel, y lo que ese sujeto menos tenia era algo angelical en su ser. Su dolor se duplico al recordar la nueva razon por la cual tenia un debate mental épico. Tomo la foto de golpe, mientras apretaba a Axel contra su pecho, sin decir ni una palabra. El pequeño se exalto un poco ya que no había percibido la presencia de su madre a su lado. La latina lo beso en la frente, y dirigió su mirada a esa imagen… Esa maldita y falsa imagen. ¿Cómo puedes sonreír? ¿Ya estarás contento, no? Pues que sepas y sientas que te odio con toda mi alma Blaine Anderson. Pensaba mientras prendía un fosforo en la cocina. Contempló con ira como la fotografía se consumía en las llamas y la familia que se divisaba solo se esfumaba en el humo.
Su celular había empezado a sonar de nuevo, en sus pesadillas incluso pudo sentir el molesto tono que no paraba. Estaba enojada, confundida, no tenia ganas de hablar con nadie; solo quería encerrarse en el más recóndito rincón de su mente y rogar que todo hubiera desaparecido cuando lograra despertar. Pero el móvil no se callaba y fuera de si, contesto sin medir sus palabras.
-¡Escucha, estoy viva maldita sea, tengo que estarlo! ¡Este no es mi fin, déjenme por un momento en paz! ¡¿Qué no ven que lo mejor que pueden hacer es dejarme completamente sola?! O mejor déjenlo así, ya estoy sola y siempre tuve que estarlo. Total y absolutamente sola ¡Sin casa, sin trabajo, sin vida, sin amor y con dos vidas a mi cargo! ¡No se ni por que les digo esto. Ustedes no pueden hacer nada…! Estalló en furia diciendo todo eso a una velocidad y volumen ya poco frecuente en ella. Corto ni bien termino la ultima frase tirando el celular, y sepa dios donde habría caído. Axel se acercó mirándola con miedo, inevitablemente la latina se llevo las manos a la cara, llorando totalmente desconsolada y casi a gritos. No resistía más noticias, ni más palabras. Estaba harta de tratar de pasar por desapercibida la situación que la rodeaba.
Pasó así, casi una hora. Al poco rato de ese ataque incontenible de ira, no sabia como ni cuando, había quedado sentada en el sofá. Con la mirada fija, pero perdida, y sus marrones ojos cansados y rojos. Sin más lagrimas, sin estar agitada, solo respiraba...Eh incluso en algunos momentos parecía que se olvidaba de hacerlo. Frente a ella su hijo jugaba con la cabeza gacha con algún juguete que había encontrado en el camino. El buen oído del moreno hizo que reaccionara ante un extraño sonido. Se paro con curiosidad, intentando descubrir de donde provenía. Era de la puerta trasera: alguien intentaba entrar. El ruido se hizo lo suficientemente perceptible para que Santana también lo oyera despertándose, por fin, de ese agónico trance. Las ventanas eran tapadas por persianas y solo esa puerta estaba cerrada con llave. La casa estaba apenas iluminada por la luz tenue del salón. Inmediatamente la morena se asomo con recelo hacia el pasillo que daba con la puerta del patio, hasta que de pronto empezaron desde afuera a sacudirla con insistencia. Con miedo pudo contemplar como una figura humana se posaba frente a la ventana con intensiones de ver si estaba abierta. Solo se veía la sombra a través de la persiana, fomentada con la luz de la luna. Tomando control de la situación, sujetó a Axel en brazos dirigiéndose al baño, donde no había ninguna abertura para que pudieran ingresar.
-Quédate aquí y no hagas ningún ruido… Le susurro a su hijo, mientras percibía como la puerta de enfrente se abría con lentitud. Alguien más, además de ellos, estaba en esa casa.
No adelanto más, bien a las chicas que tiraron hipotesis, creanme que todas le pegaron en alguna de las cuatro posibilidades, pero ya esta escrito lo que sigue. No me odien e.e es lo único que pido, o bueno si lo hacen avisenme xD
Saludos. Paz
Capitulo 14: Descuidos
Hacía varias horas que habían vuelto del hospital. Estaba recostada en su cama, con igual incredulidad que al principio. Axel dormía a su lado, y ella ahogaba su llanto para no despertarlo con sus lamentos. Tampoco le quedaban muchas lágrimas, sus amigas habían llorado junto a ella del otro lado de la línea, renegando de la extraña fortuna que le estaba tocando en tan poco tiempo. Mil pensamientos desfilaban por su mente: buenos, malos, terribles. Todo era gris y borroso. Dos preguntas: cómo y cuándo. Bien, un recuerdo podía responderlas, aunque le molestaba tener que viajar a ese pasado tan reciente.
Aquella mañana no había ido a trabajar. Sus pacientes habían cancelado las citas, por lo que se encontraba limpiando de arriba abajo el departamento familiar. La música, en buen volumen, la acompañaba con los quehaceres. Pudo sentir como se cerraba fuerte la puerta tras ella, este día tampoco iba a ser tranquilo. Afuera llovía intensamente, Blaine se quitaba la bufanda mientras cerraba el empapado paraguas; le tocó a él ir a dejar a Axel a la guardería. Dejó el objeto en su lugar y de inmediato bajo el sonido de la radio hasta el mínimo. La latina se indigno ante ese acto y, encaprichada, puso la música a un nivel más alto que antes.
-Por favor… Tengo que ver unos resúmenes. Se quejo el hombre de mala gana.
-Yo si sigo amando la música. Le respondieron bruscamente desde el salón. El castaño suspiro, harto de discutir, yendo a apagar el equipo si era necesario. Santana esperaba frente al aparato con los brazos cruzados. La noche anterior el ex cantante había discutido vía telefónica con Kurt, y no podía evitar estar de muy mal humor en su casa. A la latina ya le daba igual lo que le pasara, de todas formas siempre parecía estar enojado. Se miraron fijo, se avecinaría una tormenta si su marido intentaba tocar la radio una vez más. El castaño caminó cansado y con las cejas cruzadas hasta quedar a unos centímetros de la morena. Era la típica competencia que tenían de intimidar al otro con la mirada. Ninguno ganó; el contador examinaba esos rasgos latinos con cuidado. Después simplemente la tomo por la barbilla y comenzaron a besarse bruscamente. Esas reacciones ya no pasaban muy seguido, y menos lo que le siguió a esos brutales y largos besos. Blaine estaba enojado, necesitaba un modo de sentir que podía vengarse del diseñador por hacerlo sufrir con sus ataques de celos; y por otro lado, Santana buscaba liberar las tensiones que traía consigo con ese nefasto matrimonio y las penas que le pasaban sus pacientes. Hubo un pequeño lapso en el que ambos recordaron que estaban casados y que hacer lo que estaban haciendo, era lo más natural que podía existir. Ese momento se mezcló, para su suerte, con el punto en que sentían que llegaban al límite de las sensaciones. No permanecieron mucho tiempo en la cama, no era necesario. El mal humor de ambos ya no estaba presente en la habitación.
-¿Recogerás a Ax por la tarde? Preguntó la latina de espaldas a su marido, mientras se hacia una coleta de caballo frente al espejo.
-No, tengo trabajo. Le contesto el castaño abrochándose la camisa.- ¿Podrás ir tu?
-Supongo que… puedo arreglar mi horario. ¿Trabajas hasta tarde de nuevo?
-Si, quiero que nos vayamos de vacaciones… Como antes. Le susurro mientras se acercaba.
-Yo también trabajo, sabes que puedo ayudarte. Argumentaba su mujer, sintiendo que la abrazaban por la espalda. Miraron fijo el reflejo de ambos, Blaine apoyó la barbilla en el hombro derecho de la morena que esbozaba una pequeña sonrisa.
-Demasiado soportas ahora San… Comentó el contador con un poco de pena y ahogando un suspiro.
Se froto los ojos para terminar de borrar esa falsedad, nuevamente estaba frente al espejo, solo que sola. En verdad, soportó mucho, pero no estaba dispuesta a tolerar más. Su corazón estaba a punto de estallar, ¿por qué no se quedó en New york? Ahora nadie estaba ahí para contenerla.
-Totalmente sola… susurraba mientras se lavaba la cara con agua helada. Dejo escurrir el líquido observando detenidamente su rostro: no existían rastros de la chica que arrasaba con el mundo, sin importarle nada, frente en alto y orgullosa. Tampoco residía la joven que sufría por amor. Solo estaba ella, se sentía mucho más débil e insegura, pero a la vez molesta, con la vida, con la suerte…
-¿¡De verdad esto está pasando!? Preguntaba al aire golpeando con sus puños la pared de cerámicos. Incansablemente venia a su mente ese ultimo desliz; dos días más tarde Blaine intentaba huir sin dar una sola explicación. Y de ahí todos los momentos duros que le siguieron, culminando con la despedida un mes mas tarde, donde se borraba para siempre el otro culpable.
En la casa de las Faberry, Rachel intentaba concentrarse en el guion, aunque le estaba costando bastante. Sabía que las corazonadas siempre indicaban algo. Esto no era malo, bueno por lo menos ella no lo veía así. Pero si era algo preocupante, sobretodo conociendo a su amiga latina. Sentada en el sofá examinaba poco a poco como tomaron el aviso: Quinn quedo totalmente paralizada, su celular se deslizo por sus manos a la vez que ella lo tomaba antes de que revotara en el piso. Ver esa cara en su esposa la alarmo, se avecinaba una noticia.
-¿Qué ha pasado San? Pregunto, sintiendo simplemente como su amiga sollozaba una vez más al teléfono... Se le erizo la piel, y un escalofrió recorrió su cuerpo. Quizás exageraron un poco, pero la novedad las tomo por sorpresa.
-¿Cómo has dicho?... pero estas segura… No entiendo cómo…
-No nos dimos cuenta… Susurro Quinn por detrás, cayendo en peso muerto sobre el sofá. Ambas pensaron en lo mismo, eran demasiadas las pistas como para no haber especulado algo, sobretodo ellas, que eran tan observadoras: los cambios de humor, la alta sensibilidad, una fragilidad nunca antes vista con el alcohol, la acidez con el café… Del otro lado del teléfono las dolorosas palabras de Santana hicieron lagrimear a Rachel, que por primera vez no sabia que decir. Buscaba apoyo en Quinn, pero era como si ella no estuviera en la sala.
La judía negaba con la cabeza bastante frustrada. Definitivamente esa noche no podría ensayar. Hecho un rápido vistazo a Iker, que dormía plácidamente en su cama; lo tapo un poco y le acaricio la frente. Ella amaba a su hijo, no seria capaz de repetir lo que la morena gritaba en el teléfono. Fue hasta su cuarto, Quinn no salía de allí en horas y eso la preocupaba. Se encontró con su rubia sentada en la cama, con la laptop en sus piernas y su mente en otro lado.
-¿Tampoco te puedes concentrar? Le preguntó apoyándose en el marco de la puerta.
-No… Esto si que me dejo helada. Contesto la abogada cerrando el aparato. –Por dios hace un mes estaba aquí, con nosotras ayudándola a superar su divorcio y recién ahora se entera de esto.
-Aguarda, tampoco es que San va a morir. Calmaba la actriz sentándose a su lado.- Yo sé que te molesta no estar a su lado, pero fue una decisión de ella el irse de aquí.
-Porque pretendía cumplir los sueños que le quedaban…
-Un hijo nunca rompe los sueños de nadie, no lo digas como si fuera una molestia o un bache en el camino.
-Para mi lo fue… No pudo evitar decir la rubia, Rachel la miro fijo con un dolor punzante en su mirada. –Aguarda no quise decir que…
-¿Entonces por qué aceptaste que tengamos a Iker si tienes ese pensamiento? Alego molesta.
-No me mal interpretes Rach, yo hablaba de Beth y lo sabes.
-Bueno pero ¿sabes qué?, tu lo superaste y tenias dieciséis, más podrá afrontarlo Santana que tiene veintiocho.
-Pero no tiene a nadie allá, se lo que es estar sola sin saber que hacer y sin poder contar con el padre de tu hijo para decirle aunque sea “oye imbécil ¿Qué es lo que vamos a hacer?”...
-Son realidades distintas Quinnie, además ella tiene a su madre, a nosotras, no es lo mismo…
-Si lo es Rach ¿Y sabes lo que me asusta? Que a Santana, cuando no le importa nada, es enserio.
-Sabes… hay veces en que te preocupas más por ella que por nosotros...
-¿Disculpa? Lo único que me faltaba Rachel, que me hagas una escena de celos con mi mejor amiga. Se sobresalto la rubia ante el comentario de su mujer.
-¡Tú no tienes la culpa de los líos en los que se mete sin calcular las consecuencias! Grito la judía. Quinn la miro indignada, realmente cuando quería podía sacarla de sus casillas.
-No puedo creer que sigas siendo tan desconfiada y cabeza dura. Ya sé que no tengo la culpa, no soy tonta, pero no por ello voy a dejar de preocuparme por su bienestar; tú bien sabes que la quiero como a una hermana y su dolor es MI dolor, de eso se trata la amistad.
- ¿Y qué, crees que a mi no me preocupa? Yo también soy su amiga…
-Si desconfías de San y de mí… dudo mucho que sepas de amigos.
-Bien, grandioso, ahora yo soy el enemigo. Hiciste un lago de un océano Quinn o como sea el estúpido dicho. ¿Qué te pasa? Lo único que haces últimamente es enojarte por todo, está bien entiendo, metí tu querido auto al barro, y te molesto con mis ensayos todo el día. ¿Pero por qué no me dices que es lo que tanto te incomoda?
La rubia se canso rápidamente de la discusión, no le gustaba enfadarse con su esposa, pero que le haga esos desplantes la ponía de malas. Salió del departamento para tomar un poco de aire y sin contestarle la pregunta a la judía, que se quedo en medio de la habitación con la mirada triste. Ella enserio estaba preocupada por la latina, las cosas que le estaban pasando las podría enfrentar mejor si ellas estuvieran a su lado y lo sabia. Quinn sentía desde lejos que la morena la necesitaba, porque ella era la que había aprendido a ser fuerte y firme para poder contenerla las veces en que estaba triste o confundida. Intentó llamarla un par de veces pero su celular sonaba sin que nadie se digne a contestar. Pensándolo bien ahora la discusión que tuvo con la actriz no tenia sentido, y era posible que ella estuviera más mal humorada. Su trabajo resultaba estresante algunas veces, ser la cabeza de la familia no siempre era fácil, pero no por ello debería desquitarse con la persona que amaba. Entró a un pequeño bar con la cabeza gacha, ahora enserio estaba mal por hacer sentir a Rachel menos importante en su vida. No era esa su intensión, pero era cierto que algunas veces descuidaba su relación dándole preferencia a otros temas, que podrían esperar. Se sentó de mala gana en la barra del lugar, en realidad no terminaba de comprender por qué había llegado hasta ahí, si ni siquiera tenia ganas de compartir nada con nadie. Necesitaba un tiempo, solo para ella y en la agitada ciudad eso era imposible. Probó dos veces más contactarse con su amiga, sin éxito.
-Definitivamente esto no me gusta nada. Hablaba sola mientras pretendía dejarle un correo de voz a la latina. –“San, ¿podrías contestarme por favor? De verdad me estoy preocupando… Y necesito hablar contigo, quiero a mi amiga que me escucha y que nos aconsejemos mutuamente diciendo que todo va estar bien de nuevo… Realmente me esta pegando feo no poder estar junto a ti. Maldita la hora en que el otro imbécil hizo tanto daño en tu vida, si no fuera por él nada de esto estaría pasando. Ahora que podríamos estar juntas y… no se… ir a arriba de un edificio otra vez a gritar como cuando teníamos dieciocho y pensábamos que nuestra vida era un asco; no puedo hacer más que llamarte. Detesto saber que estas mal, pero San, todo va a mejorar… Quizás no hoy, pero pronto, todo pasa por algo en esta vida. Mereces lo mejor de una vez por todas, eres una mujer de oro y dios tiene reservadas grandes cosas para ti. Confió en eso. Cuando escuches esto, mándame un mensaje al menos ¿Ok? Te adoro” No era lo mismo hablarle a una maquina que a su amiga, pero por lo menos se sentía mas aliviada al descargarse. La noche comenzaba a caer pesadamente en la ciudad, y el lugar se estaba llenando de gente.
-Vaya, debe ser alguien a quien quieres mucho para hablar con palabras tan dulces… Le hablaron por la derecha. Apoyada a su lado en la barra se encontraba la chica del parque.
-Yo… e- era una amiga. ¿Qué haces aquí? Emmm… Tartamudeaba la rubia con sorpresa.
-Alice. Le sonrió la castaña con simpleza. –Bueno, hoy salí más tarde del trabajo y decidí pasar a tomar unas copas.
-Ya veo… New York se vuelve pequeño algunas veces.
- El mundo es como un pañuelo, si lo ves con ojos simples. Así que una amiga ¿huh? Indagó la joven. –Si eres así con tus amigas, no me imagino como eres con tu marido. Le dijo, señalando la alianza de matrimonio que brillaba en la mano izquierda de la abogada.
-Jaj, no tengo marido. Si estoy casada, pero no con… Yo… en realidad no se por qué te estoy contando de esto. Sera mejor que me vaya.
-No me molesta escuchar a la gente, además tú y yo, no somos desconocidas, puedes ser mi abogada ¿Recuerdas? Sonreía ampliamente la muchacha haciéndole una seña al barman para pedir dos tragos. –Es raro, no tienes cara de estar casada hace mucho, pareces bastante joven…
-Jaja me halagas enserio… Dijo la rubia parándose para irse. –Pero si, estoy casada y hace bastante.
-Te felicito por tener esa valentía. Continuaba hablando Alice con naturalidad a la vez que le entregaba una copa de vino blanco. –Descuida, noté desde el día en el parque que tú le vas a las mujeres. Se reía con picardía causando que Quinn se sonrojara –No es mi intensión incomodarte, nada más por accidente oí tu conversación y pensé que querrías hablar con alguien.
La ex cantante la miró por un segundo, parecía ser sincera y simpática, además no deseaba aun volver a casa; conociendo a Rachel, hoy si o si, le tocaría dormir en el sofá o en el cuarto de Aik, soportando la típica ley del hielo que la actriz imponía contra ella. Decidió quedarse acompañando a la chica, tomando lentamente de su copa, a la vez que hablaban de cosas comunes como el clima, o las tendencias musicales. Alice había nacido en Los Angeles, y probaba suerte en varios lugares del país. Actualmente por su trabajo se detuvo en la gran ciudad por una temporada. Tras esa copa le siguió una mas, ambas estaban a gusto charlando.
-¿Y no tienes familia aquí ni nada por el estilo?
-No, toda mi gente quedó allá. Por un lado mejor, no soy muy apegada a las tradiciones y todo eso. Siempre fui de las chicas que les gustan los desafíos y vivir casi al límite.
-Vaya no te veía así… Reía Quinn algo sorprendida.
-Y eso que no me conoces del todo. Ahora tengo en vista varias metas. Sonrió con picardía. –Algunas tienen barba y otras minifaldas jajaja. Sobretodo en mi trabajo, una de mis compañeras esta que arde, creo que esta casada pero eso no es impedimento para una Bernald.
-¿Hablas enserio? Yo no veo bien que te metas en esas cosas…
-Hey tranquila, veo que eres bastante conservadora. Y siendo así te pierdes de mucha diversión… Mira, por ejemplo: te apuesto a que no te atreverías a ir e invitarle una copa a esa rubia teñida, que te ha estado mirando desde el fondo hace más de una hora. Quinn se volteo y comprobó que era observada por una mujer joven de ojos muy verdes. Inmediatamente se dio la vuelta, contemplando como Alice se le reía en la cara.
- Podría hacerlo, pero estoy casada. Se defendió.
-Mmm casada pero no castrada, Quinn… La rubia miraba con incredulidad a la chica, esas palabras la estaban desilusionando rápidamente. –Ya, no me mires así, solo opino. Ese es mi lema en realidad, no tienes por qué escuchar las locuras que digo a veces. Tengo veinticuatro, y demasiado sexapil por liberar.
-Llegara el momento en que cambies de idea, supongo.
-Como si tú no lo hubieras hecho alguna vez. Además, por la cara que tenias no solo lo de tu amiga te estaba molestando… Me juego la cabeza a que saliste a embriagarte por discutir con tu mujer.
-¿Cómo…? No, bueno... algo así. En realidad fue mi culpa. Se trababa en la explicación. –Algunas veces, supongo que siente que la dejo de lado…
-Mmm ¿Y es así?
-En parte si, pero no es mi intención… No lo entenderías, menos con esa mentalidad.
-No me mal entiendas Quinn, también sé de relaciones, no siempre fui una descontrolada. Pero si me permites darte un consejo: No intentes anteponerte a ella, camina a su lado siempre o de lo contrario terminara hartándose de intentar alcanzarte, se dará la vuelta y se ira.
-Ra… Ella no me dejaría, me ama y yo a ella…
-No quiero decir que te deje, pero… Generalmente empiezan a buscar entretenciones nuevas.
-Ya, para. Entendí la indirecta. De todas formas, la conozco lo suficiente y confió en ella. Bueno ahora si mejor me voy, a ti también te están mirando varias…
-¿Me dejas a la rubia? Pregunto Alice mordiéndose los labios.
-Es toda tuya, yo voy a recomponer las cosas con mi chica. Quinn se termino su copa y se paro con energía. –Gracias por el vino, creo que era lo que necesitaba.
-Que tengas suerte, oh, ten. Le entrego un papel con su número de teléfono. –Por si quieres hablar alguna otra vez… Dijo encogiéndose de hombros. La rubia acepto, más que nada porque no sabia como decirle que no a nadie, problema que le causaba varios contratiempos. Al salir intento llamar una vez más a la latina, pero sin nuevos resultados.
Sin darse cuenta Santana se había quedado dormida en el sofá. Recordó de golpe que no estaba sola en esa casa y de un salto se fue a fijar en Axel. Para susto de ella, el niño no estaba en su cama. Ya estaba obscuro, y tanteando en su habitación su lámpara, resbaló con una pelota de goma que andaba por el suelo, terminando estampillada contra su ropero y tirando todo lo que tenia al alcance.
-¿¡Pero será posible!? Gritó a la vez que intentaba pararse. En otras circunstancias se habría reído de ese pequeño accidente, pero no tenia ganas ni de sonreír. -¡¿Axel?! ¿Donde estas? Llamaba al pequeño que no daba señales de vida. Ahora si se estaba poniendo nerviosa. Comenzó a buscarlo frenéticamente, ya especulando que podría haber abierto la puerta de entrada y estar en la calle.
Para su suerte lo encontró sentado junto a una de las librerías que se acomodaban en el pasillo. Estaba totalmente concentrado con un libro en las manos, pero no cualquier libro: Era un álbum de fotos. La latina se acercó lentamente, con un poco de dolor en la cadera por el golpe, pudiendo reconocer que ese era el álbum que había traído desde New York: había imágenes de ella en la universidad, con Quinn y Rachel, de Iker en varias edades, pero la atención del mini Lopez estaba totalmente centrada en la única foto familiar para él, la del ultimo cumpleaños de Blaine. La mirada de Axel reflejaba una mezcla de pena y confusión, ¿Dónde estaba ese hombre que lo sostenía en brazos? ¿Por qué ya no volvía a casa? Estaba acostumbrado a no verlo durante días, pero siempre regresaba y pasaban horas enteras jugando.
-Papá... Susurro, apoyando la mano en la foto. Santana se tapo la boca con el puño, su hijo estaba sufriendo silenciosamente. Todo lo que estaba pasándoles era por mera responsabilidad de aquel hombre, y renegaba interiormente mejor no haberlo matado para no tener que explicarle, sin saber como, a su hijo que él jamás volvería, porque había decidido abandonarlo. Sin duda alguna seria mejor decir que estaba muerto, a algo tan ruin y despiadado. O mejor no, porque de ese modo Axel vería a Blaine como un ángel, y lo que ese sujeto menos tenia era algo angelical en su ser. Su dolor se duplico al recordar la nueva razon por la cual tenia un debate mental épico. Tomo la foto de golpe, mientras apretaba a Axel contra su pecho, sin decir ni una palabra. El pequeño se exalto un poco ya que no había percibido la presencia de su madre a su lado. La latina lo beso en la frente, y dirigió su mirada a esa imagen… Esa maldita y falsa imagen. ¿Cómo puedes sonreír? ¿Ya estarás contento, no? Pues que sepas y sientas que te odio con toda mi alma Blaine Anderson. Pensaba mientras prendía un fosforo en la cocina. Contempló con ira como la fotografía se consumía en las llamas y la familia que se divisaba solo se esfumaba en el humo.
Su celular había empezado a sonar de nuevo, en sus pesadillas incluso pudo sentir el molesto tono que no paraba. Estaba enojada, confundida, no tenia ganas de hablar con nadie; solo quería encerrarse en el más recóndito rincón de su mente y rogar que todo hubiera desaparecido cuando lograra despertar. Pero el móvil no se callaba y fuera de si, contesto sin medir sus palabras.
-¡Escucha, estoy viva maldita sea, tengo que estarlo! ¡Este no es mi fin, déjenme por un momento en paz! ¡¿Qué no ven que lo mejor que pueden hacer es dejarme completamente sola?! O mejor déjenlo así, ya estoy sola y siempre tuve que estarlo. Total y absolutamente sola ¡Sin casa, sin trabajo, sin vida, sin amor y con dos vidas a mi cargo! ¡No se ni por que les digo esto. Ustedes no pueden hacer nada…! Estalló en furia diciendo todo eso a una velocidad y volumen ya poco frecuente en ella. Corto ni bien termino la ultima frase tirando el celular, y sepa dios donde habría caído. Axel se acercó mirándola con miedo, inevitablemente la latina se llevo las manos a la cara, llorando totalmente desconsolada y casi a gritos. No resistía más noticias, ni más palabras. Estaba harta de tratar de pasar por desapercibida la situación que la rodeaba.
Pasó así, casi una hora. Al poco rato de ese ataque incontenible de ira, no sabia como ni cuando, había quedado sentada en el sofá. Con la mirada fija, pero perdida, y sus marrones ojos cansados y rojos. Sin más lagrimas, sin estar agitada, solo respiraba...Eh incluso en algunos momentos parecía que se olvidaba de hacerlo. Frente a ella su hijo jugaba con la cabeza gacha con algún juguete que había encontrado en el camino. El buen oído del moreno hizo que reaccionara ante un extraño sonido. Se paro con curiosidad, intentando descubrir de donde provenía. Era de la puerta trasera: alguien intentaba entrar. El ruido se hizo lo suficientemente perceptible para que Santana también lo oyera despertándose, por fin, de ese agónico trance. Las ventanas eran tapadas por persianas y solo esa puerta estaba cerrada con llave. La casa estaba apenas iluminada por la luz tenue del salón. Inmediatamente la morena se asomo con recelo hacia el pasillo que daba con la puerta del patio, hasta que de pronto empezaron desde afuera a sacudirla con insistencia. Con miedo pudo contemplar como una figura humana se posaba frente a la ventana con intensiones de ver si estaba abierta. Solo se veía la sombra a través de la persiana, fomentada con la luz de la luna. Tomando control de la situación, sujetó a Axel en brazos dirigiéndose al baño, donde no había ninguna abertura para que pudieran ingresar.
-Quédate aquí y no hagas ningún ruido… Le susurro a su hijo, mientras percibía como la puerta de enfrente se abría con lentitud. Alguien más, además de ellos, estaba en esa casa.
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
no pouede ser, no queria imaginar que estaria embarazada, preferia otra enfermedad, pero porque, bueno si se porque, pero porque ahora, esto es demasiado, no se porque creo que quien la llamo no era quinn sino brittany y es al que esta entrando ahora a la casa porque se quedo preocupada con esa llamada. Por favor espero que actualices enseguida, un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
jajaj que bueno que hayas actualizado, si yo me imaginaba que estaba embarazada, que dificil situacion u.u
Siento que la llamo Brittany y como santana reacciono asi se preocupo y fue a verla, y bueno sino Brittany suopngo que Finn pero me la juego mas por Brittany P:
Me encanta la historia y como escriibis! espero actu!
Siento que la llamo Brittany y como santana reacciono asi se preocupo y fue a verla, y bueno sino Brittany suopngo que Finn pero me la juego mas por Brittany P:
Me encanta la historia y como escriibis! espero actu!
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Wow, yo sospeché desde un principio que Santana estaba embarazada aunque la verdad esperaba que fuera otra cosa. Yo también creo que Brittany habló pero no estoy segura de quién sea el "intruso" mmmmmm tendré que esperar a tu siguiente actualización que espero que no tarde mucho.
Gracias por escribir.
Saludos desde México.
Gracias por escribir.
Saludos desde México.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Oh x favor actualiza y que sea lo que todos esperamos que llegue Britt a salvar el dia y que le de un apapacho super grande para que San no este triste este cap a sido de lo ams triste necesitamos algo de alegría me vas a matar! :'(:
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hola a todas, perdonen que las este haciendo sufrir con estos capítulos pero amo el drama y van a tener que soportarlo un poquito más, todo tiene un motivo. Bien les traigo el siguiente capitulo, tengo que ponerme un rato a escribir hoy por la noche así adelanto, ya voy teniendo nuevas ideas 3:) jajaja Bien, gracias por estar al pendiente. ¡Saludos y que esten bien!
Capitulo 15: Lluvia y lagrimas
Con ese sonido, su corazón comenzó a latir frenéticamente. Axel no se despegaba de su pierna. Santana no pretendía que él corriera ningún otro peligro, por lo cual con delicadeza pero con nerviosismo, se libero del agarre haciéndole una ultima seña para que guardara silencio. Dejándolo en el obscuro baño, ella caminó sigilosamente por el pasillo, casi sin respirar. Ahora podía percibir que alguien se movía por el salón rápidamente, sin contar que nuevamente una fugaz sombra cruzo frente a la ventana.
-Demonios, dios… ¿por qué tiene que estar pasando esto? Lo único que me faltaba es que se metan unos locos a mi casa, enserio ¿Que esto? ¿Karma? ¿Cuánto más tengo que pagar? Espero al menos haber sido una maldita perra en mi vida pasada y haberlo pasado genial. Pensaba a medida que se ocultaba en la cocina, en total obscuridad. Ahora se arrepentía de haber tirado al cuerno su móvil. No podía ver si quien sea que haya entrado, seguía en el salón o no, pero de algo estaba segura: tenia que actuar, nadie podía invadir su casa sin llevarse un recuerdo de su dueña. Tomó con total cautela el primer objeto contundente que percibió al alcance de su mano. Los pasos se oyeron de nuevo, esta vez por el pasillo, la latina estaba oculta al costado del refrigerador. Pudo ver que velozmente alguien corrió a la otra punta del corredor eh inmediatamente subió las escaleras, pero otra persona, en vez de seguir a su secuaz, se adentro a la cocina intentando ubicar el interruptor de la luz. No lo pensó dos veces, cerró los ojos, y con su mano menos hábil sujetó con fuerza una sartén de mango largo estampándosela en la cara al otro. Ante la sorpresa y el golpe, el tipo cayó al suelo como un árbol recién talado, haciendo que la casa tronara por completo. Inmediatamente Santana se abalanzo contra él dando golpes frenéticos con los puños
-¡Aguarda! ¡Ah! ¡Ayuda! ¡No, pará! Intentaba sujetarla.
-Vas a llamar a tu madre pedazo de…
Ante el escandalo, la otra persona encendió instintivamente la luz, contemplando con la boca abierta lo que estaba pasando allí. Todos cerraron los ojos por el potente brillo de la lámpara.
-¡¿Hudson?! Exclamó la latina echándose hacia atrás, reconociendo a su ex compañero debajo de ella, que aun veía estrellitas por el golpe. -¿Tú? Preguntó mirando de reojo a Brittany que estaba tiesa en la entrada de la cocina. -¿Qué demonios esta pasando aquí?
-¿¡Con qué me pegaste?! Respondió el castaño tocándose la cara adolorido, y notando que en sus manos quedaba sangre. La rubia se acercó para ayudar a la morena a levantarse. Ambos no estaban en una posición muy cómoda que digamos. Como pudo, Finn se paró con malestar, tapándose la nariz de donde salía el fluido rojo.
-Nosotros, intentábamos… queríamos. La bailarina estaba trabada.
-¿Podrían ayudarme? Alego el grandulón con las manos chorreantes. Al ver la sangre, la latina palideció inmediatamente y sintió nauseas. Salió disparada al baño donde Axel empezaba a llorar. Todo ahí era un completo caos. Brittany la siguió, encontrándola apoyada frente al lavamanos intentando recobrar el aire. El pequeño Lopez al ver a la rubia, corrió a sus brazos llorando desconsoladamente.
-¿Estas bien? Se le ocurrió preguntarle a la morena, que solo atinó a mirarla de manera asesina.
-No, no lo estas. Ok Emmm… Finn se esta desangrando, será mejor que lo ayude. Dijo tomando un rollo de papel que se encontraba a su alcance y saliendo velozmente, cargando al pequeño.
Cuando Santana sintió que ya el asco se le había pasado, salió tras ellos, pero con una cara que explicaba que la situación la estaba volviendo loca. Se encontró con su amigo sentado, con la cabeza tirada para atrás y la rubia a su lado haciendo malabares para ponerle un tapón de papel. La latina se acercó, levantando el sartén que había quedado tirado en el suelo, sin cambiar su semblante. Exigió con las manos que se le entregara de inmediato a su hijo.
-¿¡Como se les ocurre entrar a mi casa así!? Casi me matan de un infarto… ¿Por qué vinieron?
Finn y Brittany compartieron una mirada de complicidad. Finalmente la rubia saco su móvil del bolsillo de su jean, mientras suspiraba con la cabeza gacha.
-Yo… Solo quería saber si ibas a necesitar que cuidara de Ax mañana... Dijo con una mezcla de vergüenza y pena. - Por eso te había llamado…
Santana escuchaba con la boca entreabierta y la mirada nula. Había creído que eran las Faberry las que llamaron más de cincuenta veces, y como estaba fuera de si a la hora de contestar, ni se fijo en verdad quien era la que llamaba. Solo atinó a tragar saliva y agachar la mirada. Inevitablemente el dolor se apodero de ella una vez más.
-Luego de cortarle, ella me aviso a mí. Nos preocupamos por esa reacción San, disculpa no debimos haber venido de este modo. Quise tocar el timbre pero no sonó, y como no veía movimientos… Yo, delire un poco. Perdonamos. Se disculpaba Finn parándose frente a su amiga que más que enojada estaba triste, muy triste. –Podrías explicar qué ha pasado… Por favor.
-Ustedes no deberían estar aquí, estoy bien, no tienen por qué temer… Respondió su amiga sin levantar la mirada. El castaño la escuchaba en silencio, hasta que puso una mano en el hombro de la latina. Con este gesto, su amiga dejó salir unas cuantas lágrimas mientras comenzaba a hiperventilar. Brittany contemplaba desde más atrás con el corazón hecho añicos, pero sin decir nada. En toda su vida, nunca pudo resistir ver a Santana llorar sin que ella no corra a abrazarla. Pero claro, eso había sido cuando eran más jóvenes, cuando la latina era ante todo su mejor amiga y ella era su confidente y mayor pilar. Ahora, diez años más tarde, tenia que conformarse con respetar su dolor sin saber que hacer o decir, porque la morena ya no confiaba en ella, ni esperaba tenerla de nuevo en su vida. La situación era tensa, la ex cantante se había apoyado contra el pecho de Finn, que le acariciaba suavemente el pelo como para calmarla, pero solo hacia que se desesperara más.
-Esto es un asco….
-¿Qué cosa? Continuaba calmándola, aunque no sabía cómo.
-Mi vida Finn, lo único que quiero es estar tranquila con mi hijo y ahora ni siquiera ese sueño puedo cumplir. Todo el tiempo, cuando parece que las cosas van a mejorar solo empeoran y ya estoy harta… ¿Cómo se supone que voy a superar el dolor que traigo con la traición del otro imbécil? Si estoy obligada recordar todo y ser el único apoyo de Ax y ahora…
-¿Y ahora? Preguntó su amigo con un hilo de voz. La morena negaba con la cabeza, no era capaz ni de completar esa oración, porque aun dudaba que todo eso fuera real.
-Nada, olvídalo… Enserio, deberían irse, ya es tarde.
-Santana no te vamos a dejar sola. Se plantó firme el castaño alejándose un poco de ella. –Mírate, ni siquiera puedes mantenerte en pie… ¿Qué es lo que ocurre? ¿Es por lo del medico? Brittany miraba expectante. Desde el momento en que la vio salir del consultorio, sintió que algo raro le había pasado, pero ella no era quien para preguntarle; menos con la cara que traía a la vuelta. La morena estaba dubitativa frente a ellos, examinando todo lo que el doctor le había dicho.
-Si… Susurro finalmente secándose sola las lagrimas.
-Oye, sea lo que sea, puedes confiar en… que todo va a estar bien. Se paró Finn, dudando en si incluir a Brittany o no, todavía no le parecía correcto indicar que ellas eran amigas. La rubia solo asintió, viendo que su amigo buscaba apoyo en ella. Axel estaba inquieto en brazos de su madre, que solo permanecía con la cabeza gacha hundida en sus pensamientos. De pronto reaccionó.
-Tú debes tener hambre… Indicó mirando al moreno, comenzando a sentirse débil. La bailarina se acercó y tomo con delicadeza al niño, haciéndole una seña a Finn para que sostuviera a Santana.
-Yo me encargo, preparare algo rápido de comer. Comentó la rubia a la vez que observaba entre los estantes si veía algún paquete de arroz o algo por el estilo. A todo esto el castaño había sentado cuidadosamente a la latina en una silla junto a la mesa.
-¿Quieres agua? Preguntó un poco nervioso.
-Si tienes un revolver seria todo más fácil… Respondió la morena con ironía, ganándose una mirada molesta de todos. Permanecieron un rato en silencio, aunque expectantes a escuchar más detalles de la boca de Santana. La bailarina inevitablemente recordaba los gritos al otro lado de la línea, sonaba desesperada y vacía. Comenzaba a sospechar por donde iba la mano, sobretodo cuando escucho la ultima parte “…Con dos vidas a mi cargo…” algo no cuadraba en todo eso, pero temía de algún modo oír una respuesta que confirmara esas sospechas. Para su mala fortuna, no paso mucho tiempo hasta que la latina se decidió a hablar. Lo decía de un modo que denotaba que no quería creerlo, sumado a que seguramente se sentía incomoda con la presencia de ella en la casa. Brittany en ningún momento se atrevió a mirarla, sonaba tan dolida con la vida, que no iba a poder resistirse en ir y poner también su mano sobre la de Finn, que estrechaba la de la morena en señal de apoyo. El castaño no tardó en dar algunos rápidos consejos a su amiga pero, por lo menos esa noche, ella no estaba dispuesta a escucharlos. El agotamiento que mostraba incentivó al vendedor a acompañarla a su habitación para que se acostara, haciéndole entender que se quedarían con ella y Axel hasta tarde si era necesario, sin darle oportunidad a protestar. Pasados diez minutos Finn reapareció en la cocina. Axel estaba sentado comiendo un plato de puré con un poco de carne, que su niñera se había encargado de cocinar. Los adultos compartieron una triste mirada sentándose junto al niño.
- Se ha quedado totalmente dormida, la pobre debió pasar horas llorando. Empezó el castaño, haciéndose a la idea de la situación que atravesaba la latina. -¿Tú estas bien? Has estado totalmente callada. Pregunto viendo la mala cara que la rubia no se molestaba en cambiar
-¿Cómo quieres que esté? Comento con pena, evitando formar un puchero con los labios.
-Podrías haberme apoyado más, ¿Acaso no oíste como estaba?
-¿Qué querías que hiciera Finn? Ella no confía en mi, es más, aun le cuesta mirarme a la cara. Podría haber ido y abrazarla, diciéndole que todo estaría bien y que esta noticia por la que esta sufriendo no es algo terrible como ella lo ve; pero solo hubiera recibido su rechazo. Como cuando le conté lo de la mafia, o lo de la iglesia… No tengo forma en que pueda hacer valer mis palabras.
-¿Y por eso bajaste los brazos tan rápido? Ella esta sola aquí en Lima, su madre solo la molesta y sus amigas están lejos. Creo que aunque sea podrías seguir intentándolo, nada pierdes con hacerlo. Ya lo comprobaste en el centro comercial y mira, eres la niñera de su hijo. Ella cree en hechos…
-La única forma en que vuelva a creer en mi es encontrando las cartas que le eh enviado, no tengo otro modo de comprobar eso. Ella me odia por haberme ido de su lado…
-Entonces busquemos esas cartas, pero no te cierres en tu burbuja Britt. Ahora necesita apoyo, es tu oportunidad. Siempre los consejos de Finn le hacían ganar nuevas fuerzas, Brittany estaba convencida que el tema de las cartas era un misterio que debía empeñarse en resolver a como de lugar, pero aun no sabia cómo. Se quedaron una hora más en aquella casa, hasta que Axel calló rendido junto a su madre. La rubia permanecía con un aire triste en su mirada hasta cuando el castaño la dejó en su hogar, pero por ese día, todos, ya habían tenido suficiente.
A la mañana siguiente, en la gran ciudad, Rachel corría por todo el departamento buscando sus cosas. Se había quedado dormida, últimamente solo se despertaba temprano cuando sentía que Quinn se levantaba. Pero esa noche no habían dormido juntas. La rubia llegó tarde, buscó unas mantas en el cuarto de Iker, (que pasó de largo en su sueño hasta el otro día) y se recostó en el sofá. Por lo que la actriz notaba, se había levantado, servido el desayuno para Aik y ella, y se habían marchado cada uno a sus respectivas actividades. No le gustaba estar enojada con su rubia, pero si le molestaba ese cambio de actitud que presentaba. Sumado a la falsa acusación de celos que su esposa le soltó en la cara; ella también estaba preocupada por Santana, intento llamarla montones de veces pero nadie le había respondido. Pensando en todo esto, llegó al auditorio donde debería ensayar ese día. Estaba todo en total silencio, sobre el escenario un pianista practicaba.
-¿Dónde están todos? ¿Eh vuelto a venir en domingo? Pregunto acercándose al hombre.
https://www.youtube.com/watch?v=lB0Cce3tyOc&list=FLWgrT6_gi7av-d6_OmVPoLA&index=2&feature=plpp_video
No recibió respuesta pues de inmediato este, y otros músicos que fueron apareciendo, comenzaron a tocar una canción.
La judía miraba todo sin entender. Una dulce voz se escucho desde lejos:
(Heart beats fast/ Latidos del corazón rapidos)
(Colors and promises/Colores y promesas)
(How to be brave/ Cómo ser valiente)
(How can I love when I'm afraid to fall/¿Como puedo amar, si tengo miedo de caer?)
Quinn comenzó a avanzar, entrando desde una puerta externa, venia bien vestida y sonriente.
(But watching you stand alone/ Pero viendo que estas sola)
(All of my doubt, suddenly goes away somehow/ Todas mis dudas desaparecen de alguna manera)
(One step closer/ Un pasó más cerca…)
Rachel se giró y vio con sorpresa como su esposa caminaba lento hacia ella.
(I have died everyday waiting for you/He muerto esperando cada día por ti)
(Darling don't be afraid/Cariño no tengas miedo)
(I have loved you for a thousand years/ Yo te he amado durante mil años)
(I'll love you for a thousand more/ Te amaré por mil años más)
Quedaron frente a frente. Quinn la tomo de la mano y dio un leve beso sobre ella. Algunos compañeros de la actriz se acercaron a presenciar el acto, la abogada tenía todo planeado.
(Time stands still/ El tiempo se detiene)
(Beauty in all she is /Belleza en todo lo que ella es)
(I will be brave/ Voy a ser valiente)
(I will not let anything Take away/ No dejare que nada me quiten)
(But standing in front of me/De lo que tengo frente a mi)
(Every breath, every hour has come to this/Cada respiracion, cada hora ha llegado a esto)
(One step closer/ Un pasó más cerca…)
Quinn cantaba, mirando con adoración a la actriz que traía los ojos iluminados y una sonrisa esplendorosa. Ambas se acercaron de la mano hasta el escenario quedando al lado del pianista. La rubia hizo que Rachel comenzara a bailar lentamente al compas de la música, sin despegar las intensas miradas que compartían.
(All along I believed I would find you/ Y a lo largo crei que te encontraria) Lejos de alli, Brittany miraba la lluvia caer, acompañándola con lagrimas.
(Time has brought your heart to me/El tiempo trajo tu corazón a mi…)
(Te he amado por mil años: Y te amare por mil años más)
Ella tampoco podía soportar la pena que su corazón guardaba en silencio. Le dolía no poder estar cerca de Santana, más ahora. De sus recuerdos emergía un día:
********************************************************
Ambas corrían por la calle, la lluvia las había empapado. Era casi de noche y la luz de un faro iluminaba sus rostros. Tiernamente la latina abrazo por el cuello a la rubia, mientras compartían una mirada llena de amor y dulzura.
-¿Sabias acaso que te amo con todo mi ser?
-Estoy convencida de ello, y será así hasta el final de los tiempos.Le Contestó la bailarina acercándose lentamente y besando esos labios que tanto le gustaban.
-Prométeme que estarás conmigo, incluso cuando sientas que me odias. Susurro la morena
-Jamás podría odiarte, por ti moriría y mataría. Te prometo eso y darte toda la felicidad que mereces simplemente por existir. Quiero vivir mi vida junto a ti, todos los momentos hermosos que nos esperan están muy cerca.
Era un recuerdo triste, lejano; ahora nada era como ellas habían soñado, y eso le dolía en el alma.
************************************************************
En New York, Quinn estaba terminando la canción, bailando lento con su esposa que se había acomodado en su pecho, olvidando totalmente el enojo que tenían el día anterior. Cuando finalizó, todos los que veían la escena aplaudieron conmovidos. Ambas se sonrojaron un poco.
-Ha sido lo más hermoso que has hecho por mi Quinni. Susurro la judía con una lágrima a punto de salir, la rubia acaricio su cara con cariño.
-Perdóname Rach, no tenia por que enojarme ayer. Ni todos los otros días, es cierto que a veces me quedo sin paciencia. Pero nada se compara con hacerte sentir menos importante. Jamás pienses que no eres la primer persona en la que pienso cuando me levanto, y a la ultima que imagino cuando me duermo. No eres menos especial en mi vida, porque tu y Aik, son mi vida. Ambas se besaron levemente.
-Te amo, enserio no puedo creer que me hayas cantado una de mis canciones favoritas, en mi lugar favorito, con la ropa que me encanta que uses, y…. La judía dio cerca de cincuenta razones por las que estaba feliz en menos de un minuto. La rubia solo sonreía, conociendo a su esposa, ese día no iba a quedarse callada.
-Ya está bien, la cosa es que te gusto ¿no? Se reía la abogada.
-En este mismo momento te haría el amor aquí en el escenario Quinn Fabray. Dijo la actriz acercándose al oído de su mujer, que se quedo paralizada y totalmente roja.
-Si. Definitivamente te gusto. Corto haciendo reír a la judía que tanto amaba.
-Wau esto si que ha sido muy romántico Rach. Se sintió que alguien decía saliendo por atrás del telón. La cara de Quinn cambio totalmente.
-¡Oh, hola amiga, ven! Quiero que conozcas a alguien. Invito Rachel con alegría a la castaña que se dirigía hacia ellas con una impecable sonrisa.
-Amor, ella es Alice Bernald, mi compañera de trabajo. Las presento a ambas, sin saber lo otro.
-Al, ella es Quinn, mi esposa. La cara de la rubia no se podía explicar, en su mente recordaba todas las cosas que esa chica le había dicho la noche anterior.
-Que tal, mucho gusto. Sonrió la otra castaña con una mirada fulminante, estrechándole la mano a la abogada, que solo atino a hacer lo mismo totalmente espantada.
Capitulo 15: Lluvia y lagrimas
Con ese sonido, su corazón comenzó a latir frenéticamente. Axel no se despegaba de su pierna. Santana no pretendía que él corriera ningún otro peligro, por lo cual con delicadeza pero con nerviosismo, se libero del agarre haciéndole una ultima seña para que guardara silencio. Dejándolo en el obscuro baño, ella caminó sigilosamente por el pasillo, casi sin respirar. Ahora podía percibir que alguien se movía por el salón rápidamente, sin contar que nuevamente una fugaz sombra cruzo frente a la ventana.
-Demonios, dios… ¿por qué tiene que estar pasando esto? Lo único que me faltaba es que se metan unos locos a mi casa, enserio ¿Que esto? ¿Karma? ¿Cuánto más tengo que pagar? Espero al menos haber sido una maldita perra en mi vida pasada y haberlo pasado genial. Pensaba a medida que se ocultaba en la cocina, en total obscuridad. Ahora se arrepentía de haber tirado al cuerno su móvil. No podía ver si quien sea que haya entrado, seguía en el salón o no, pero de algo estaba segura: tenia que actuar, nadie podía invadir su casa sin llevarse un recuerdo de su dueña. Tomó con total cautela el primer objeto contundente que percibió al alcance de su mano. Los pasos se oyeron de nuevo, esta vez por el pasillo, la latina estaba oculta al costado del refrigerador. Pudo ver que velozmente alguien corrió a la otra punta del corredor eh inmediatamente subió las escaleras, pero otra persona, en vez de seguir a su secuaz, se adentro a la cocina intentando ubicar el interruptor de la luz. No lo pensó dos veces, cerró los ojos, y con su mano menos hábil sujetó con fuerza una sartén de mango largo estampándosela en la cara al otro. Ante la sorpresa y el golpe, el tipo cayó al suelo como un árbol recién talado, haciendo que la casa tronara por completo. Inmediatamente Santana se abalanzo contra él dando golpes frenéticos con los puños
-¡Aguarda! ¡Ah! ¡Ayuda! ¡No, pará! Intentaba sujetarla.
-Vas a llamar a tu madre pedazo de…
Ante el escandalo, la otra persona encendió instintivamente la luz, contemplando con la boca abierta lo que estaba pasando allí. Todos cerraron los ojos por el potente brillo de la lámpara.
-¡¿Hudson?! Exclamó la latina echándose hacia atrás, reconociendo a su ex compañero debajo de ella, que aun veía estrellitas por el golpe. -¿Tú? Preguntó mirando de reojo a Brittany que estaba tiesa en la entrada de la cocina. -¿Qué demonios esta pasando aquí?
-¿¡Con qué me pegaste?! Respondió el castaño tocándose la cara adolorido, y notando que en sus manos quedaba sangre. La rubia se acercó para ayudar a la morena a levantarse. Ambos no estaban en una posición muy cómoda que digamos. Como pudo, Finn se paró con malestar, tapándose la nariz de donde salía el fluido rojo.
-Nosotros, intentábamos… queríamos. La bailarina estaba trabada.
-¿Podrían ayudarme? Alego el grandulón con las manos chorreantes. Al ver la sangre, la latina palideció inmediatamente y sintió nauseas. Salió disparada al baño donde Axel empezaba a llorar. Todo ahí era un completo caos. Brittany la siguió, encontrándola apoyada frente al lavamanos intentando recobrar el aire. El pequeño Lopez al ver a la rubia, corrió a sus brazos llorando desconsoladamente.
-¿Estas bien? Se le ocurrió preguntarle a la morena, que solo atinó a mirarla de manera asesina.
-No, no lo estas. Ok Emmm… Finn se esta desangrando, será mejor que lo ayude. Dijo tomando un rollo de papel que se encontraba a su alcance y saliendo velozmente, cargando al pequeño.
Cuando Santana sintió que ya el asco se le había pasado, salió tras ellos, pero con una cara que explicaba que la situación la estaba volviendo loca. Se encontró con su amigo sentado, con la cabeza tirada para atrás y la rubia a su lado haciendo malabares para ponerle un tapón de papel. La latina se acercó, levantando el sartén que había quedado tirado en el suelo, sin cambiar su semblante. Exigió con las manos que se le entregara de inmediato a su hijo.
-¿¡Como se les ocurre entrar a mi casa así!? Casi me matan de un infarto… ¿Por qué vinieron?
Finn y Brittany compartieron una mirada de complicidad. Finalmente la rubia saco su móvil del bolsillo de su jean, mientras suspiraba con la cabeza gacha.
-Yo… Solo quería saber si ibas a necesitar que cuidara de Ax mañana... Dijo con una mezcla de vergüenza y pena. - Por eso te había llamado…
Santana escuchaba con la boca entreabierta y la mirada nula. Había creído que eran las Faberry las que llamaron más de cincuenta veces, y como estaba fuera de si a la hora de contestar, ni se fijo en verdad quien era la que llamaba. Solo atinó a tragar saliva y agachar la mirada. Inevitablemente el dolor se apodero de ella una vez más.
-Luego de cortarle, ella me aviso a mí. Nos preocupamos por esa reacción San, disculpa no debimos haber venido de este modo. Quise tocar el timbre pero no sonó, y como no veía movimientos… Yo, delire un poco. Perdonamos. Se disculpaba Finn parándose frente a su amiga que más que enojada estaba triste, muy triste. –Podrías explicar qué ha pasado… Por favor.
-Ustedes no deberían estar aquí, estoy bien, no tienen por qué temer… Respondió su amiga sin levantar la mirada. El castaño la escuchaba en silencio, hasta que puso una mano en el hombro de la latina. Con este gesto, su amiga dejó salir unas cuantas lágrimas mientras comenzaba a hiperventilar. Brittany contemplaba desde más atrás con el corazón hecho añicos, pero sin decir nada. En toda su vida, nunca pudo resistir ver a Santana llorar sin que ella no corra a abrazarla. Pero claro, eso había sido cuando eran más jóvenes, cuando la latina era ante todo su mejor amiga y ella era su confidente y mayor pilar. Ahora, diez años más tarde, tenia que conformarse con respetar su dolor sin saber que hacer o decir, porque la morena ya no confiaba en ella, ni esperaba tenerla de nuevo en su vida. La situación era tensa, la ex cantante se había apoyado contra el pecho de Finn, que le acariciaba suavemente el pelo como para calmarla, pero solo hacia que se desesperara más.
-Esto es un asco….
-¿Qué cosa? Continuaba calmándola, aunque no sabía cómo.
-Mi vida Finn, lo único que quiero es estar tranquila con mi hijo y ahora ni siquiera ese sueño puedo cumplir. Todo el tiempo, cuando parece que las cosas van a mejorar solo empeoran y ya estoy harta… ¿Cómo se supone que voy a superar el dolor que traigo con la traición del otro imbécil? Si estoy obligada recordar todo y ser el único apoyo de Ax y ahora…
-¿Y ahora? Preguntó su amigo con un hilo de voz. La morena negaba con la cabeza, no era capaz ni de completar esa oración, porque aun dudaba que todo eso fuera real.
-Nada, olvídalo… Enserio, deberían irse, ya es tarde.
-Santana no te vamos a dejar sola. Se plantó firme el castaño alejándose un poco de ella. –Mírate, ni siquiera puedes mantenerte en pie… ¿Qué es lo que ocurre? ¿Es por lo del medico? Brittany miraba expectante. Desde el momento en que la vio salir del consultorio, sintió que algo raro le había pasado, pero ella no era quien para preguntarle; menos con la cara que traía a la vuelta. La morena estaba dubitativa frente a ellos, examinando todo lo que el doctor le había dicho.
-Si… Susurro finalmente secándose sola las lagrimas.
-Oye, sea lo que sea, puedes confiar en… que todo va a estar bien. Se paró Finn, dudando en si incluir a Brittany o no, todavía no le parecía correcto indicar que ellas eran amigas. La rubia solo asintió, viendo que su amigo buscaba apoyo en ella. Axel estaba inquieto en brazos de su madre, que solo permanecía con la cabeza gacha hundida en sus pensamientos. De pronto reaccionó.
-Tú debes tener hambre… Indicó mirando al moreno, comenzando a sentirse débil. La bailarina se acercó y tomo con delicadeza al niño, haciéndole una seña a Finn para que sostuviera a Santana.
-Yo me encargo, preparare algo rápido de comer. Comentó la rubia a la vez que observaba entre los estantes si veía algún paquete de arroz o algo por el estilo. A todo esto el castaño había sentado cuidadosamente a la latina en una silla junto a la mesa.
-¿Quieres agua? Preguntó un poco nervioso.
-Si tienes un revolver seria todo más fácil… Respondió la morena con ironía, ganándose una mirada molesta de todos. Permanecieron un rato en silencio, aunque expectantes a escuchar más detalles de la boca de Santana. La bailarina inevitablemente recordaba los gritos al otro lado de la línea, sonaba desesperada y vacía. Comenzaba a sospechar por donde iba la mano, sobretodo cuando escucho la ultima parte “…Con dos vidas a mi cargo…” algo no cuadraba en todo eso, pero temía de algún modo oír una respuesta que confirmara esas sospechas. Para su mala fortuna, no paso mucho tiempo hasta que la latina se decidió a hablar. Lo decía de un modo que denotaba que no quería creerlo, sumado a que seguramente se sentía incomoda con la presencia de ella en la casa. Brittany en ningún momento se atrevió a mirarla, sonaba tan dolida con la vida, que no iba a poder resistirse en ir y poner también su mano sobre la de Finn, que estrechaba la de la morena en señal de apoyo. El castaño no tardó en dar algunos rápidos consejos a su amiga pero, por lo menos esa noche, ella no estaba dispuesta a escucharlos. El agotamiento que mostraba incentivó al vendedor a acompañarla a su habitación para que se acostara, haciéndole entender que se quedarían con ella y Axel hasta tarde si era necesario, sin darle oportunidad a protestar. Pasados diez minutos Finn reapareció en la cocina. Axel estaba sentado comiendo un plato de puré con un poco de carne, que su niñera se había encargado de cocinar. Los adultos compartieron una triste mirada sentándose junto al niño.
- Se ha quedado totalmente dormida, la pobre debió pasar horas llorando. Empezó el castaño, haciéndose a la idea de la situación que atravesaba la latina. -¿Tú estas bien? Has estado totalmente callada. Pregunto viendo la mala cara que la rubia no se molestaba en cambiar
-¿Cómo quieres que esté? Comento con pena, evitando formar un puchero con los labios.
-Podrías haberme apoyado más, ¿Acaso no oíste como estaba?
-¿Qué querías que hiciera Finn? Ella no confía en mi, es más, aun le cuesta mirarme a la cara. Podría haber ido y abrazarla, diciéndole que todo estaría bien y que esta noticia por la que esta sufriendo no es algo terrible como ella lo ve; pero solo hubiera recibido su rechazo. Como cuando le conté lo de la mafia, o lo de la iglesia… No tengo forma en que pueda hacer valer mis palabras.
-¿Y por eso bajaste los brazos tan rápido? Ella esta sola aquí en Lima, su madre solo la molesta y sus amigas están lejos. Creo que aunque sea podrías seguir intentándolo, nada pierdes con hacerlo. Ya lo comprobaste en el centro comercial y mira, eres la niñera de su hijo. Ella cree en hechos…
-La única forma en que vuelva a creer en mi es encontrando las cartas que le eh enviado, no tengo otro modo de comprobar eso. Ella me odia por haberme ido de su lado…
-Entonces busquemos esas cartas, pero no te cierres en tu burbuja Britt. Ahora necesita apoyo, es tu oportunidad. Siempre los consejos de Finn le hacían ganar nuevas fuerzas, Brittany estaba convencida que el tema de las cartas era un misterio que debía empeñarse en resolver a como de lugar, pero aun no sabia cómo. Se quedaron una hora más en aquella casa, hasta que Axel calló rendido junto a su madre. La rubia permanecía con un aire triste en su mirada hasta cuando el castaño la dejó en su hogar, pero por ese día, todos, ya habían tenido suficiente.
A la mañana siguiente, en la gran ciudad, Rachel corría por todo el departamento buscando sus cosas. Se había quedado dormida, últimamente solo se despertaba temprano cuando sentía que Quinn se levantaba. Pero esa noche no habían dormido juntas. La rubia llegó tarde, buscó unas mantas en el cuarto de Iker, (que pasó de largo en su sueño hasta el otro día) y se recostó en el sofá. Por lo que la actriz notaba, se había levantado, servido el desayuno para Aik y ella, y se habían marchado cada uno a sus respectivas actividades. No le gustaba estar enojada con su rubia, pero si le molestaba ese cambio de actitud que presentaba. Sumado a la falsa acusación de celos que su esposa le soltó en la cara; ella también estaba preocupada por Santana, intento llamarla montones de veces pero nadie le había respondido. Pensando en todo esto, llegó al auditorio donde debería ensayar ese día. Estaba todo en total silencio, sobre el escenario un pianista practicaba.
-¿Dónde están todos? ¿Eh vuelto a venir en domingo? Pregunto acercándose al hombre.
https://www.youtube.com/watch?v=lB0Cce3tyOc&list=FLWgrT6_gi7av-d6_OmVPoLA&index=2&feature=plpp_video
No recibió respuesta pues de inmediato este, y otros músicos que fueron apareciendo, comenzaron a tocar una canción.
La judía miraba todo sin entender. Una dulce voz se escucho desde lejos:
(Heart beats fast/ Latidos del corazón rapidos)
(Colors and promises/Colores y promesas)
(How to be brave/ Cómo ser valiente)
(How can I love when I'm afraid to fall/¿Como puedo amar, si tengo miedo de caer?)
Quinn comenzó a avanzar, entrando desde una puerta externa, venia bien vestida y sonriente.
(But watching you stand alone/ Pero viendo que estas sola)
(All of my doubt, suddenly goes away somehow/ Todas mis dudas desaparecen de alguna manera)
(One step closer/ Un pasó más cerca…)
Rachel se giró y vio con sorpresa como su esposa caminaba lento hacia ella.
(I have died everyday waiting for you/He muerto esperando cada día por ti)
(Darling don't be afraid/Cariño no tengas miedo)
(I have loved you for a thousand years/ Yo te he amado durante mil años)
(I'll love you for a thousand more/ Te amaré por mil años más)
Quedaron frente a frente. Quinn la tomo de la mano y dio un leve beso sobre ella. Algunos compañeros de la actriz se acercaron a presenciar el acto, la abogada tenía todo planeado.
(Time stands still/ El tiempo se detiene)
(Beauty in all she is /Belleza en todo lo que ella es)
(I will be brave/ Voy a ser valiente)
(I will not let anything Take away/ No dejare que nada me quiten)
(But standing in front of me/De lo que tengo frente a mi)
(Every breath, every hour has come to this/Cada respiracion, cada hora ha llegado a esto)
(One step closer/ Un pasó más cerca…)
Quinn cantaba, mirando con adoración a la actriz que traía los ojos iluminados y una sonrisa esplendorosa. Ambas se acercaron de la mano hasta el escenario quedando al lado del pianista. La rubia hizo que Rachel comenzara a bailar lentamente al compas de la música, sin despegar las intensas miradas que compartían.
(All along I believed I would find you/ Y a lo largo crei que te encontraria) Lejos de alli, Brittany miraba la lluvia caer, acompañándola con lagrimas.
(Time has brought your heart to me/El tiempo trajo tu corazón a mi…)
(Te he amado por mil años: Y te amare por mil años más)
Ella tampoco podía soportar la pena que su corazón guardaba en silencio. Le dolía no poder estar cerca de Santana, más ahora. De sus recuerdos emergía un día:
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Ambas corrían por la calle, la lluvia las había empapado. Era casi de noche y la luz de un faro iluminaba sus rostros. Tiernamente la latina abrazo por el cuello a la rubia, mientras compartían una mirada llena de amor y dulzura.
-¿Sabias acaso que te amo con todo mi ser?
-Estoy convencida de ello, y será así hasta el final de los tiempos.Le Contestó la bailarina acercándose lentamente y besando esos labios que tanto le gustaban.
-Prométeme que estarás conmigo, incluso cuando sientas que me odias. Susurro la morena
-Jamás podría odiarte, por ti moriría y mataría. Te prometo eso y darte toda la felicidad que mereces simplemente por existir. Quiero vivir mi vida junto a ti, todos los momentos hermosos que nos esperan están muy cerca.
Era un recuerdo triste, lejano; ahora nada era como ellas habían soñado, y eso le dolía en el alma.
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En New York, Quinn estaba terminando la canción, bailando lento con su esposa que se había acomodado en su pecho, olvidando totalmente el enojo que tenían el día anterior. Cuando finalizó, todos los que veían la escena aplaudieron conmovidos. Ambas se sonrojaron un poco.
-Ha sido lo más hermoso que has hecho por mi Quinni. Susurro la judía con una lágrima a punto de salir, la rubia acaricio su cara con cariño.
-Perdóname Rach, no tenia por que enojarme ayer. Ni todos los otros días, es cierto que a veces me quedo sin paciencia. Pero nada se compara con hacerte sentir menos importante. Jamás pienses que no eres la primer persona en la que pienso cuando me levanto, y a la ultima que imagino cuando me duermo. No eres menos especial en mi vida, porque tu y Aik, son mi vida. Ambas se besaron levemente.
-Te amo, enserio no puedo creer que me hayas cantado una de mis canciones favoritas, en mi lugar favorito, con la ropa que me encanta que uses, y…. La judía dio cerca de cincuenta razones por las que estaba feliz en menos de un minuto. La rubia solo sonreía, conociendo a su esposa, ese día no iba a quedarse callada.
-Ya está bien, la cosa es que te gusto ¿no? Se reía la abogada.
-En este mismo momento te haría el amor aquí en el escenario Quinn Fabray. Dijo la actriz acercándose al oído de su mujer, que se quedo paralizada y totalmente roja.
-Si. Definitivamente te gusto. Corto haciendo reír a la judía que tanto amaba.
-Wau esto si que ha sido muy romántico Rach. Se sintió que alguien decía saliendo por atrás del telón. La cara de Quinn cambio totalmente.
-¡Oh, hola amiga, ven! Quiero que conozcas a alguien. Invito Rachel con alegría a la castaña que se dirigía hacia ellas con una impecable sonrisa.
-Amor, ella es Alice Bernald, mi compañera de trabajo. Las presento a ambas, sin saber lo otro.
-Al, ella es Quinn, mi esposa. La cara de la rubia no se podía explicar, en su mente recordaba todas las cosas que esa chica le había dicho la noche anterior.
-Que tal, mucho gusto. Sonrió la otra castaña con una mirada fulminante, estrechándole la mano a la abogada, que solo atino a hacer lo mismo totalmente espantada.
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
esa alice no me gusta y despues de todo lo que dijo en el bar menos. Pobre finn, siempre le toca la peor parte y el recuerdo de la rubia me hizo llorar y acompañado de la cancion. Ya no quiero que san llore, ya lo hizo mucho. Un abrazo y estare esperando el siguiente capitulo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Yo se que todo va a pasar me haces sufrir lo sabes pero se que todo irá bien :D
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
mel_kung escribió:Yo se que todo va a pasar me haces sufrir lo sabes pero se que todo irá bien :D
Jajaja Suena a que soy muy cruel, Pero si quizas en algún momento todo vuelva a calmarse, son solo malas rachas... Gracias por leer :D
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me gustó aunque me hubiese encantado que San le cuente a Britt y Finn.
Siento que esa Alice es como una piedra en el camino para las faberry -.-
Espero actu!
Siento que esa Alice es como una piedra en el camino para las faberry -.-
Espero actu!
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Muy buenas noches a todos, gracias por sus comentarios :) Perdonen que las esté haciendo sufrir, ahora estoy en una fase de dramatismo puro, pero este capitulo es más light, espero que les guste. Saludos :D
Capitulo 16: Inseguridad
-¿Qué es lo que esta pasando? ¿Por qué esta tipa trabaja aquí? ¿Y por qué finge no conocerme? Fueron algunas de las preguntas que Quinn se atrevió a formular en su cabeza. En ningún momento se imaginó que Alice era actriz, aunque debería haberlo notado, sobretodo por lo cambiante que era, mostrando dos o tres personalidades distintas a cada rato. Ahora estaba en una encrucijada: si su esposa sabia que se conocían de antes, iba a pedir explicaciones ¿Qué le diría? "La conocí en el parque y después tomamos vino en un bar". No, definitivamente con eso la judía haría el escandalo del siglo, o peor, la dejaría sin sexo por un mes. Ya había vivido eso una vez, y crean que no fue divertido. No malentiendan, Quinn no es una desaforada sexual, pero Rachel la incitaba para luego rechazarla y eso la volvía loca.
-¿Cielo estas bien?
-Perfectamente… Contestó saliendo de esa discusión mental, caminando del brazo por los corredores del estudio. Ambas iban a la cafetería, pero parecía ser que la judía tenía otros planes.
-¿Y esa tal Alice, trabaja en la obra…? Se atrevió a preguntar, aunque no fue la mejor idea.
-Bueno, si amor. Ella es actriz, por eso está aquí. Es muy buena, la verdad no se como no obtuvo el papel protagónico. Aunque bueno es obvio que yo no podría rebajarme a ser su co-protagonista.
-Aguarda, aguarda… Ella y tú… tú y ella son las…
-Por eso quería que se conocieran Quinn, supuse que eso te dejaría mas tranquila. Lo que tú veas que ella hace es solo actuación.
"Si claro actuación, Rachel esto no me esta gustando. Esa mujer me dijo que estaba tras una de sus compañeras de trabajo, por su vida que seas tú… por su vida..." –Espera, ¿Adonde me llevas?
-Mmm… quería que conocieras mi nuevo camerino. Mi ensayo puede esperar, eso es lo bueno de ser la protagonista. Cortó la judía mientras abría la puerta de su habitación.
-Vaya, ni quiero imaginar con cuantos ramos de rosas vas a llenar este lugar después de la obra. Comentó la abogada intentando sonar natural, aunque por dentro se estaba muriendo de ganas por decirle a la actriz que abandone lo que estaba haciendo.
- ¿Sabes que es lo bueno de este camerino Quinni? Preguntó Rachel cerrando la puerta con llave.
-¿Tiene conexión wi-fi?
-Jaja Además de eso. Esta totalmente ambientado para que no se escuchen… ruidos molestos. Empezó a explicar, en tanto, con delicadeza, se desabrocho los primeros botones de su blusa. –Ni de afuera ni de adentro. Decía con picardía acercándose a su rubia, que miraba con los ojos brillantes. Ambas se sentaron en el sillón que estaba a sus espaldas.
-Aguarda… ¿Qué tienes en mente? Comento divertida la abogada.
-¿Creíste acaso que lo que dije en el escenario era mentira? No hicieron falta más palabras para que Quinn terminara de entender lo que su mujer buscaba, no se hizo de rogar demasiado que digamos.
En su casa, Brittany estaba más tranquila. No tenía sentido llorar por recuerdos del pasado, ya demasiado se había torturado esos años y los últimos días. Estaba molesta aun así, ya que sentía que los dioses solo estaban jugando con ella un triste juego de azar. Cada vez que tenía la oportunidad de mejorar un poco la relación con la latina, algo ocurría para que esos intentos quedaran en el olvido; deberían enviarle una señal para que esas cosas dejaran de pasar o, de ultima, ella dejara de intentar arreglar algo. Su celular comenzó a sonar para rareza de ella.
-¿Dios? Preguntó sin mirar quien llamaba.
-Em… No, creo que no. Tal vez reina de Lima Heights Adjacent, pero no, dios aun no. Se escucho al otro lado de la línea, mientras la rubia se golpeaba en la frente por la locura que había dicho.
-Perdón, es que estaba leyendo la biblia. Esto es el colmo. Como se me ocurre decir tantas estupideces, ya no actuaba así desde hacía mucho.
-… Desconocía esa fase, pero bien por ti, creo...
-Bueno y… ¿Cómo estas? Indago la rubia tímidamente.
-Yo…. Bueno, hoy casi muero con una araña que estaba en la ducha, pero… Al menos estoy viva.
-Jajaja ¿Sigues con esa fobia? No pudo evitar decir la bailarina imaginándose la situación.
-No… Oye, te quería agradecer por venir anoche con Finn, te pagare las horas que estuviste y...
-No, solo págame lo que corresponde lo otro no cuenta, de verdad.
-De hecho por eso te llamaba… La latina tomó aire, era duro pensar en lo que se venia. –Mañana tengo que ir al medico, y voy a necesitar que te quedes con Axel. Ambas quedaron en silencio, seguramente imaginando la razon por la que la morena se tendría que ausentar.
-Si, no hay problema ¿Quieres que vaya a tu casa o…?
-No, no. Hagamos como la otra vez, no creo que me lleve más de dos horas así que…
-Y… ¿A qué hora?
-Claro, la hora… Pues, como a las tres ¿Puedes?
Siempre voy a poder por ti San…- Si. No tengo problema. A partir de allí otro silencio, incomodó a ambas; no era fácil acostumbrarse a saber que podían hablar una con la otra. Se despidieron formalmente. A Brittany se le ilumino un poco la cara: le agradaba estar con Axel, se estaba encariñando rápidamente.
Por su lado, la latina se había levantado tarde, con un hambre voraz, al igual que Ax; por lo que intentó seguir el ritmo de su vida que llevaba hasta ahora ultimo, preparando el desayuno. Había despertado con la esperanza de haber estado soñando todo ese tiempo, pero no corría con tanta suerte; eso si, mantenía la duda respecto a los resultados de ese análisis. Cualquiera puede cometer un error, y seguramente lo de ella era eso, un cambio de etiqueta, o una gota de sangre analizada que no era de ella. Aunque si se ponía a pensar, tenía las de perder con esa mentalidad: ni siquiera se había percatado de la ausencia de la mayor molestia femenina en esos dos meses, bueno ella era irregular y no seria la primera vez que tiene un atraso... Si definitivamente los del laboratorio estaban drogados o algo así, y se equivocaron.
-Bien Ax, hoy nos quedaremos en casa, por suerte no tengo fiebre. Así estaremos juntos…
-Ti mamá. Esas palabras bastaron para convencerla. Hizo una rápida limpieza del salón y la cocina, junto a una lucha interna por sacar el cadáver del arácnido en el baño, y ambos pasaron parte de la tarde viendo televisión abrazados en el sofá. No quería pensar en nada, por ese día su mente merecía una tregua. Hasta cerca de las cinco recordó que tenía una tarea pendiente: la búsqueda de las cartas. Axel se había dormido por lo que inicio su recorrido en lugares como el desván y el salón, pero cada vez sentia menos esperanzas de que dicho correo existiera en verdad. Claro que al mover cajas y muebles viejos, algunos pequeños amigos peludos salieron a tomar venganza, haciendo que diera varios saltos mientras insultaba en español en modo mute. Horas más tarde se dio por vencida tirándose nuevamente en el sofá, viendo como Axel bailaba con extraños movimientos al ritmo de la música que salía del estéreo. Les debía varias llamadas a sus amigas, y escuchando el correo de voz que la rubia había dejado la noche anterior, sintió la necesidad de llamarla.
-San ¿Cómo te sientes? ¿Qué ha pasado? Por dios me tenías con el corazón en la boca.
-Te amo Fabray, eres la mejor amiga que puede existir. Perdóname, ayer no podía hablar con nadie más… Pero daría mi vida por que fuéramos a la punta de la estatua de la libertad gritando hasta hartarnos. No te das una idea de cuanto los extraño…
-Ok, veo que oíste mi mensaje. Bueno eso podemos solucionarlo: vuelve a New York y estaremos bien. Podemos dormir en el cuarto de Iker, de alguna manera nos acomodaremos los cin… Todos. Decia la rubia intentando pensar igual que su amiga, no existía nadie más que ellos.
-No quiero volver a esa ciudad por mucho tiempo Q. Aunque no creas que lo he pensado. Pero… Se quedo repasando las cosas que estaba viviendo en Lima. Conocer nueva gente, rencontrarse con viejos amigos. Incluso sintió un pequeño escalofrió al pensar que si no hubiera vuelto, no habría encontrado a cierta rubia que cuidaba de su hijo.
-¿Pero…?
-Pero, tengo que afrontar lo que eh decidido. Por ustedes tres iría a la luna, aunque también podrían venir a Lima de visita ¿No crees?
-Ir allá…
-Jaj No, si no quieres, solo era una idea… y tú ¿Qué me cuentas, y tu auto?
-Esta en reparación, eso es algo que tengo que discutir con Rachel.
-¿Las cosas están bien entre ustedes? Suenas rara y por lo que oí en el mensaje, ayer también…
-Es… una larga historia. Te la contaré en otro momento, ahora tenemos una cena en casa. Esta mujer invito a una compañera de trabajo y a mí no…
-Mmm ¿Son celos los que percibo Fabray?
-Te lo explicare pronto, te lo juro. Perdona San pero tengo que colgar, por favor cuídate mucho y dale un abrazo a mi ahijado de mi parte.
La latina se quedó un poco confundida con esa respuesta. No dudaba que a su amiga le pasaba algo raro, pero no creía que Rachel estuviera causándole problemas. Era más normal que la rubia hiciera enojar a la judía.
En el departamento la actriz de Broadway cocinaba alegremente: Tras esa sesión repentina de amor en el camerino, la judía tuvo la esplendida idea de invitar a Alice a cenar y así conocerse mejor. Por supuesto que Quinn no se negó, aunque estaba más que claro que era lo último que habría querido que pasara. En su habitación Iker hacia un gran bochinche.
-¿Por qué le compraste esa batería? Yo no pude comprarme una guitarra pero él si…
-Quinn, ni siquiera puedes tocar el timbre. Sin ofender amor, pero has intentado con el piano y el saxo. Además, leí en unas revistas de padres que las baterías son un buen modo de liberar energías.
-Pero no contaban con el tornado de Aik, los vecinos nos van a mandar una carta de demanda.
-Jajaja déjalo el disfruta mucho, está feliz. ¿Qué mejor?
-¡Mami-mami-mami-mami-mami-mamaaa-mami, oye maaa…! Apareció el niño atrás de ellas
-Aik te escuchamos. Respondieron sus madres, cada una concentrada en lo que cocinaban.
-Miren puedo leer este libro por completo yo solo. Como siga así, a los diez me van a mandar a la universidad. Saltaba sonriente el mini judío.
-Muy lindo cielo, pero ese libro esta al revés. Comento la rubia viendo las manos de su hijo con el titulo de cabeza. –Mejor para de hacer ruido y lávate la cara, la visita de tu madre vendrá pronto.
-Es nuestra visita-Corrigió la actriz dándole un golpe a su esposa- Ella te caerá genial Aiki, es una compañera de trabajo mía.
Iker era un niño muy atento, si bien nunca paraba de hablar o moverse, conocía bien las caras y actitudes de sus madres. Y notaba que la rubia no estaba nada feliz con la llegada de esa "visita". Se fue velozmente a su cuarto a pensar tirado en su cama.
Seguramente mi mamá esta triste porque esa chica es amiga de mi mami, y ella esta sola, porque mi tía Santana no está y ella era su amiga. No es justo que una de ellas la pase mal. Si mi mamá sigue así podría pelearse con mi mami, e irse de la casa para ser más feliz. No, espera Aik, recuerda lo que dijo tu tía: “…hacen falta más que peleas para que dos personas se separen… Tus mamás no lo harán porque se aman mucho, y cuando hay amor, nunca habrá separación…” Mmm pero de igual forma yo los quería a Ax y a ella, y se fueron a limón. Es decir que, aun así, las personas pueden amarse pero separarse. -Se sentó de golpe en su cama, viendo una foto de ellos tres.- -¿Y si esa chica hace más feliz a mi mami? Quizás hasta la ame, bueno, es obvio mi mami es una diva, una estrella, todo el mundo puede y debe amarla. Pero definitivamente ella es solo de mi mamá. No puedo permitir que nadie se meta en el medio.
-¡Es hora de actuar! Gritó con energía, buscando en su ventana un pequeño secreto que tenia guardado en un frasco.
El resto de la velada transcurrió normal, cenaron los cuatro. Rachel y Alice hablaban activamente de la obra y el resto de los actores, mientras Quinn no podía evitar vigilar constantemente a su visita. Quería aprenderse sus gestos y sus rasgos, así no podría dudar en sus actitudes. Iker miraba todo con un aire de misterio, sin lugar a dudas su mami la pasaba bien con esa mujer. Pero ya no tendría que preocuparse por que estuviera mucho más en ese departamento.
Al terminar, Quinn se encargo de lavar los platos y Rachel fue un momento al baño. Con esto Alice aprovecho para acercarse a la rubia.
-Enserio New york es muy pequeño…
-Hablemos de verdad Alice. Sentencio la abogada no pudiendo evitar un tono molesto. -¿Qué es lo que pretendes acercándote así?
-Fue solo una coincidencia, no pensé que tú eras la esposa de Rach. Se le escapo.
-Entonces es verdad lo que suponía, es a ella a quien planeabas seducir. Quiero que te largues de esta casa y que en tu vida me entere que intentaste algo más que trabajar con mi mujer.
-Tranquila… No quería nada con ella. Intentaba calmarla la castaña. –En realidad… Dijo acercándose al oído de la rubia. –Ahora puse mis ojos en otra persona, más interesante. Susurró con un tono que hizo erizar la piel de la ex animadora. Ninguna de las dos se percato que Aik estaba atrás de la actriz, metiendo cuidadosamente algo entre su blusa y su espalda.
Repentinamente, Alice comenzó a moverse con desesperación, ante la mirada descolocada de Quinn. Tras sacudirse enérgicamente dando unos grititos, una lagartija calló de su ropa, escapando a toda velocidad seguida por Iker; que se sentía victorioso con su actuación.
-¿Qué ha pasado? Pregunto la judía asustada ante el escandalo.
-Iker puso a Timoti en la espalda de tu compañera. Dijo Quinn entre carcajadas.
-Oh, por dios yo… Lo siento Alice, él es un poco travieso pero ya vera como… ¡Aik! ¡Ven aquí, ahora mismo! Exclamaba la actriz, roja de vergüenza.
- No tranquila Rach, ya me tengo que ir de todas formas, surgió algo de último momento… Dijo Alice mirando de reojo a la rubia. Una vez que se despidieron, Quinn fue al cuarto de su hijo, argumentándole a su esposa que le daría una reprimenda por su actitud.
-De acuerdo castígame, pero ya guarde mis juegos, y jamás en la vida los vas a encontrar.
-Están debajo de tu colchón, pero tranquilo, no te voy a castigar. Ven aquí…
-¿No? ¿Quién eres, que hiciste con mi madre? Pregunto con miedo el niño. La rubia solo lo abrazo y le dio un beso en la frente. -Gracias, me salvaste. Susurró, pensando en lo que había pasado.
El día siguiente se presentó muy rápido para la latina, que estaba indecisa en si ir o quedarse en su casa. Pero ya no mantenía su idea muy clara, y era mejor de una vez por todas sacarse la duda. Bien arreglados, ambos se dirigieron en taxi a la casa de Brittany, que también estaba muy bien vestida.
-¿Planeas salir? Porque puedo llevarme a Axel y tú haces tus cosas… Comento Santana al verla.
-No, no. Solo estaba jugando a los disfraces. Sonrió con simpleza, aunque un poco sonrojada. Recibió a Axel, que se encontraba muy feliz de verla nuevamente. Una vez que vieron que la morena se alejaba en el taxi, la rubia rápidamente se puso su abrigo, tomo las cosas del niño y se metieron juntos en el auto, saliendo rumbo a la casa de un conocido, y suplicando que lo que estaba apunto de hacer le saliera bien.
Mas tarde en el consultorio, Santana daba vueltas bastante nerviosa. Había muchas parejas esperando a ser llamadas, muy melosos en su mayoría; eso en algún modo le repugnaba, sabiendo que ella llego a estar así con su ex marido. No le gustaba tener que pasar por esa situación. No le gustaba esa situación. De pronto la recepcionista la mando a llamar.
-En unos minutos la doctora vendrá y serás atendida. Le sonrió una chica joven, con unos anteojos que le quedaban bastante bien. La latina no pudo evitar fijarse en ella. Era bastante linda.
-Si de acuerdo… Cuanto más rápido acabe con esto, mejor. Comentó agachando un poco la mirada.
-¿Vienes sola a la consulta? Generalmente vienen muchas parejas emocionadas y…
-Si estoy sola. Cortó con un poco de molestia, ahora esa chica entrometida no le caía bien.
-¿Entonces quien es…? Dijo la recepcionista con curiosidad señalándole algo atrás de ella. Al voltear contemplo con sorpresa como Brittany sonreía tímidamente unos pasos más lejos.
-Oh, ella no… ella no… ¿Qué haces aquí? Susurró por lo bajo y mordiéndose los labios.
-Vine a acompañarte, no tienes por qué pasar por esto sola…
- Muy tierno el chiste, pero tú te quedaste…. ¿¡Donde esta Axel?! Gritó haciendo que todos se voltearan a verlas. Ambas se sonrojaron bastante, mientras la recepcionista se alejaba riendo.
-Tranquila, se quedo con Finn y Kim, iban al parque.
-¿Esta fue otra estúpida idea de Hudson? Preguntó su jefa totalmente indignada.
-Emm… Si fue su idea. Él quería pasar un día libre con su hija, por eso no vino. Y me envió a mí aceptando quedarse con Ax por un rato. La latina respiro molesta, por un momento pensó que Brittany había ido allí por su propia cuenta. Aunque eso no tendría por qué mejorar algo. En realidad Finn ni siquiera estaba enterado de la visita de su amiga al medico, la rubia llegó a su casa suplicando que se quedara con el mini Lopez y salió disparada en su auto gritando – ¡Voy a seguir tu consejo! Ante esto el castaño no se pudo negar. Claro que nadie tenia por qué saber ese detalle.
-Sera mejor que te vayas, puedo con esto… Serán unos minutos, y ni sueñes que te pagare este día. Protestaba testarudamente la morena.
-¿Por qué te enojas? Intento tratar de arreglar un poco las…
-¡No te necesito aquí! Volvió a gritar, haciendo que nuevamente la gente las mirara ya con molestia. Santana se arrepintió un poco de sus palabras, sobretodo viendo como la rubia agachaba la cabeza y sus ojos se apagaban profundamente. Pero no por ello, cambio en algo su postura.
-¿Lopez? Llamó de repente una mujer desde la otra punta.
-Yo, aquí. Contestó la latina, dándole una última mirada a la rubia, que seguía en su lugar.
-¿No viene acompañada? Se intrigo la doctora al verla acercarse.
-¡Si viene con la rubia! -¡Que entren juntas! -¡No seas mala con la pobre!-Déjala que disfrute… Contestaron todos los presentes que no le habían perdido la pista a la discusión de esas dos. Santana los miraba con ganas de matarlos. Una mujer con un niño en brazos se acercó a la bailarina, que estaba parada con una débil sonrisa, y le dio un pequeño empujón para que fuera junto a la morena.
- Entonces que venga. Sonreía la doctora metiéndose a su consultorio. La ex cantante entró con la cabeza gacha y echando humos, seguida por la rubia que se apresuró en alcanzarla. Por detrás todos aplaudían.
Capitulo 16: Inseguridad
-¿Qué es lo que esta pasando? ¿Por qué esta tipa trabaja aquí? ¿Y por qué finge no conocerme? Fueron algunas de las preguntas que Quinn se atrevió a formular en su cabeza. En ningún momento se imaginó que Alice era actriz, aunque debería haberlo notado, sobretodo por lo cambiante que era, mostrando dos o tres personalidades distintas a cada rato. Ahora estaba en una encrucijada: si su esposa sabia que se conocían de antes, iba a pedir explicaciones ¿Qué le diría? "La conocí en el parque y después tomamos vino en un bar". No, definitivamente con eso la judía haría el escandalo del siglo, o peor, la dejaría sin sexo por un mes. Ya había vivido eso una vez, y crean que no fue divertido. No malentiendan, Quinn no es una desaforada sexual, pero Rachel la incitaba para luego rechazarla y eso la volvía loca.
-¿Cielo estas bien?
-Perfectamente… Contestó saliendo de esa discusión mental, caminando del brazo por los corredores del estudio. Ambas iban a la cafetería, pero parecía ser que la judía tenía otros planes.
-¿Y esa tal Alice, trabaja en la obra…? Se atrevió a preguntar, aunque no fue la mejor idea.
-Bueno, si amor. Ella es actriz, por eso está aquí. Es muy buena, la verdad no se como no obtuvo el papel protagónico. Aunque bueno es obvio que yo no podría rebajarme a ser su co-protagonista.
-Aguarda, aguarda… Ella y tú… tú y ella son las…
-Por eso quería que se conocieran Quinn, supuse que eso te dejaría mas tranquila. Lo que tú veas que ella hace es solo actuación.
"Si claro actuación, Rachel esto no me esta gustando. Esa mujer me dijo que estaba tras una de sus compañeras de trabajo, por su vida que seas tú… por su vida..." –Espera, ¿Adonde me llevas?
-Mmm… quería que conocieras mi nuevo camerino. Mi ensayo puede esperar, eso es lo bueno de ser la protagonista. Cortó la judía mientras abría la puerta de su habitación.
-Vaya, ni quiero imaginar con cuantos ramos de rosas vas a llenar este lugar después de la obra. Comentó la abogada intentando sonar natural, aunque por dentro se estaba muriendo de ganas por decirle a la actriz que abandone lo que estaba haciendo.
- ¿Sabes que es lo bueno de este camerino Quinni? Preguntó Rachel cerrando la puerta con llave.
-¿Tiene conexión wi-fi?
-Jaja Además de eso. Esta totalmente ambientado para que no se escuchen… ruidos molestos. Empezó a explicar, en tanto, con delicadeza, se desabrocho los primeros botones de su blusa. –Ni de afuera ni de adentro. Decía con picardía acercándose a su rubia, que miraba con los ojos brillantes. Ambas se sentaron en el sillón que estaba a sus espaldas.
-Aguarda… ¿Qué tienes en mente? Comento divertida la abogada.
-¿Creíste acaso que lo que dije en el escenario era mentira? No hicieron falta más palabras para que Quinn terminara de entender lo que su mujer buscaba, no se hizo de rogar demasiado que digamos.
En su casa, Brittany estaba más tranquila. No tenía sentido llorar por recuerdos del pasado, ya demasiado se había torturado esos años y los últimos días. Estaba molesta aun así, ya que sentía que los dioses solo estaban jugando con ella un triste juego de azar. Cada vez que tenía la oportunidad de mejorar un poco la relación con la latina, algo ocurría para que esos intentos quedaran en el olvido; deberían enviarle una señal para que esas cosas dejaran de pasar o, de ultima, ella dejara de intentar arreglar algo. Su celular comenzó a sonar para rareza de ella.
-¿Dios? Preguntó sin mirar quien llamaba.
-Em… No, creo que no. Tal vez reina de Lima Heights Adjacent, pero no, dios aun no. Se escucho al otro lado de la línea, mientras la rubia se golpeaba en la frente por la locura que había dicho.
-Perdón, es que estaba leyendo la biblia. Esto es el colmo. Como se me ocurre decir tantas estupideces, ya no actuaba así desde hacía mucho.
-… Desconocía esa fase, pero bien por ti, creo...
-Bueno y… ¿Cómo estas? Indago la rubia tímidamente.
-Yo…. Bueno, hoy casi muero con una araña que estaba en la ducha, pero… Al menos estoy viva.
-Jajaja ¿Sigues con esa fobia? No pudo evitar decir la bailarina imaginándose la situación.
-No… Oye, te quería agradecer por venir anoche con Finn, te pagare las horas que estuviste y...
-No, solo págame lo que corresponde lo otro no cuenta, de verdad.
-De hecho por eso te llamaba… La latina tomó aire, era duro pensar en lo que se venia. –Mañana tengo que ir al medico, y voy a necesitar que te quedes con Axel. Ambas quedaron en silencio, seguramente imaginando la razon por la que la morena se tendría que ausentar.
-Si, no hay problema ¿Quieres que vaya a tu casa o…?
-No, no. Hagamos como la otra vez, no creo que me lleve más de dos horas así que…
-Y… ¿A qué hora?
-Claro, la hora… Pues, como a las tres ¿Puedes?
Siempre voy a poder por ti San…- Si. No tengo problema. A partir de allí otro silencio, incomodó a ambas; no era fácil acostumbrarse a saber que podían hablar una con la otra. Se despidieron formalmente. A Brittany se le ilumino un poco la cara: le agradaba estar con Axel, se estaba encariñando rápidamente.
Por su lado, la latina se había levantado tarde, con un hambre voraz, al igual que Ax; por lo que intentó seguir el ritmo de su vida que llevaba hasta ahora ultimo, preparando el desayuno. Había despertado con la esperanza de haber estado soñando todo ese tiempo, pero no corría con tanta suerte; eso si, mantenía la duda respecto a los resultados de ese análisis. Cualquiera puede cometer un error, y seguramente lo de ella era eso, un cambio de etiqueta, o una gota de sangre analizada que no era de ella. Aunque si se ponía a pensar, tenía las de perder con esa mentalidad: ni siquiera se había percatado de la ausencia de la mayor molestia femenina en esos dos meses, bueno ella era irregular y no seria la primera vez que tiene un atraso... Si definitivamente los del laboratorio estaban drogados o algo así, y se equivocaron.
-Bien Ax, hoy nos quedaremos en casa, por suerte no tengo fiebre. Así estaremos juntos…
-Ti mamá. Esas palabras bastaron para convencerla. Hizo una rápida limpieza del salón y la cocina, junto a una lucha interna por sacar el cadáver del arácnido en el baño, y ambos pasaron parte de la tarde viendo televisión abrazados en el sofá. No quería pensar en nada, por ese día su mente merecía una tregua. Hasta cerca de las cinco recordó que tenía una tarea pendiente: la búsqueda de las cartas. Axel se había dormido por lo que inicio su recorrido en lugares como el desván y el salón, pero cada vez sentia menos esperanzas de que dicho correo existiera en verdad. Claro que al mover cajas y muebles viejos, algunos pequeños amigos peludos salieron a tomar venganza, haciendo que diera varios saltos mientras insultaba en español en modo mute. Horas más tarde se dio por vencida tirándose nuevamente en el sofá, viendo como Axel bailaba con extraños movimientos al ritmo de la música que salía del estéreo. Les debía varias llamadas a sus amigas, y escuchando el correo de voz que la rubia había dejado la noche anterior, sintió la necesidad de llamarla.
-San ¿Cómo te sientes? ¿Qué ha pasado? Por dios me tenías con el corazón en la boca.
-Te amo Fabray, eres la mejor amiga que puede existir. Perdóname, ayer no podía hablar con nadie más… Pero daría mi vida por que fuéramos a la punta de la estatua de la libertad gritando hasta hartarnos. No te das una idea de cuanto los extraño…
-Ok, veo que oíste mi mensaje. Bueno eso podemos solucionarlo: vuelve a New York y estaremos bien. Podemos dormir en el cuarto de Iker, de alguna manera nos acomodaremos los cin… Todos. Decia la rubia intentando pensar igual que su amiga, no existía nadie más que ellos.
-No quiero volver a esa ciudad por mucho tiempo Q. Aunque no creas que lo he pensado. Pero… Se quedo repasando las cosas que estaba viviendo en Lima. Conocer nueva gente, rencontrarse con viejos amigos. Incluso sintió un pequeño escalofrió al pensar que si no hubiera vuelto, no habría encontrado a cierta rubia que cuidaba de su hijo.
-¿Pero…?
-Pero, tengo que afrontar lo que eh decidido. Por ustedes tres iría a la luna, aunque también podrían venir a Lima de visita ¿No crees?
-Ir allá…
-Jaj No, si no quieres, solo era una idea… y tú ¿Qué me cuentas, y tu auto?
-Esta en reparación, eso es algo que tengo que discutir con Rachel.
-¿Las cosas están bien entre ustedes? Suenas rara y por lo que oí en el mensaje, ayer también…
-Es… una larga historia. Te la contaré en otro momento, ahora tenemos una cena en casa. Esta mujer invito a una compañera de trabajo y a mí no…
-Mmm ¿Son celos los que percibo Fabray?
-Te lo explicare pronto, te lo juro. Perdona San pero tengo que colgar, por favor cuídate mucho y dale un abrazo a mi ahijado de mi parte.
La latina se quedó un poco confundida con esa respuesta. No dudaba que a su amiga le pasaba algo raro, pero no creía que Rachel estuviera causándole problemas. Era más normal que la rubia hiciera enojar a la judía.
En el departamento la actriz de Broadway cocinaba alegremente: Tras esa sesión repentina de amor en el camerino, la judía tuvo la esplendida idea de invitar a Alice a cenar y así conocerse mejor. Por supuesto que Quinn no se negó, aunque estaba más que claro que era lo último que habría querido que pasara. En su habitación Iker hacia un gran bochinche.
-¿Por qué le compraste esa batería? Yo no pude comprarme una guitarra pero él si…
-Quinn, ni siquiera puedes tocar el timbre. Sin ofender amor, pero has intentado con el piano y el saxo. Además, leí en unas revistas de padres que las baterías son un buen modo de liberar energías.
-Pero no contaban con el tornado de Aik, los vecinos nos van a mandar una carta de demanda.
-Jajaja déjalo el disfruta mucho, está feliz. ¿Qué mejor?
-¡Mami-mami-mami-mami-mami-mamaaa-mami, oye maaa…! Apareció el niño atrás de ellas
-Aik te escuchamos. Respondieron sus madres, cada una concentrada en lo que cocinaban.
-Miren puedo leer este libro por completo yo solo. Como siga así, a los diez me van a mandar a la universidad. Saltaba sonriente el mini judío.
-Muy lindo cielo, pero ese libro esta al revés. Comento la rubia viendo las manos de su hijo con el titulo de cabeza. –Mejor para de hacer ruido y lávate la cara, la visita de tu madre vendrá pronto.
-Es nuestra visita-Corrigió la actriz dándole un golpe a su esposa- Ella te caerá genial Aiki, es una compañera de trabajo mía.
Iker era un niño muy atento, si bien nunca paraba de hablar o moverse, conocía bien las caras y actitudes de sus madres. Y notaba que la rubia no estaba nada feliz con la llegada de esa "visita". Se fue velozmente a su cuarto a pensar tirado en su cama.
Seguramente mi mamá esta triste porque esa chica es amiga de mi mami, y ella esta sola, porque mi tía Santana no está y ella era su amiga. No es justo que una de ellas la pase mal. Si mi mamá sigue así podría pelearse con mi mami, e irse de la casa para ser más feliz. No, espera Aik, recuerda lo que dijo tu tía: “…hacen falta más que peleas para que dos personas se separen… Tus mamás no lo harán porque se aman mucho, y cuando hay amor, nunca habrá separación…” Mmm pero de igual forma yo los quería a Ax y a ella, y se fueron a limón. Es decir que, aun así, las personas pueden amarse pero separarse. -Se sentó de golpe en su cama, viendo una foto de ellos tres.- -¿Y si esa chica hace más feliz a mi mami? Quizás hasta la ame, bueno, es obvio mi mami es una diva, una estrella, todo el mundo puede y debe amarla. Pero definitivamente ella es solo de mi mamá. No puedo permitir que nadie se meta en el medio.
-¡Es hora de actuar! Gritó con energía, buscando en su ventana un pequeño secreto que tenia guardado en un frasco.
El resto de la velada transcurrió normal, cenaron los cuatro. Rachel y Alice hablaban activamente de la obra y el resto de los actores, mientras Quinn no podía evitar vigilar constantemente a su visita. Quería aprenderse sus gestos y sus rasgos, así no podría dudar en sus actitudes. Iker miraba todo con un aire de misterio, sin lugar a dudas su mami la pasaba bien con esa mujer. Pero ya no tendría que preocuparse por que estuviera mucho más en ese departamento.
Al terminar, Quinn se encargo de lavar los platos y Rachel fue un momento al baño. Con esto Alice aprovecho para acercarse a la rubia.
-Enserio New york es muy pequeño…
-Hablemos de verdad Alice. Sentencio la abogada no pudiendo evitar un tono molesto. -¿Qué es lo que pretendes acercándote así?
-Fue solo una coincidencia, no pensé que tú eras la esposa de Rach. Se le escapo.
-Entonces es verdad lo que suponía, es a ella a quien planeabas seducir. Quiero que te largues de esta casa y que en tu vida me entere que intentaste algo más que trabajar con mi mujer.
-Tranquila… No quería nada con ella. Intentaba calmarla la castaña. –En realidad… Dijo acercándose al oído de la rubia. –Ahora puse mis ojos en otra persona, más interesante. Susurró con un tono que hizo erizar la piel de la ex animadora. Ninguna de las dos se percato que Aik estaba atrás de la actriz, metiendo cuidadosamente algo entre su blusa y su espalda.
Repentinamente, Alice comenzó a moverse con desesperación, ante la mirada descolocada de Quinn. Tras sacudirse enérgicamente dando unos grititos, una lagartija calló de su ropa, escapando a toda velocidad seguida por Iker; que se sentía victorioso con su actuación.
-¿Qué ha pasado? Pregunto la judía asustada ante el escandalo.
-Iker puso a Timoti en la espalda de tu compañera. Dijo Quinn entre carcajadas.
-Oh, por dios yo… Lo siento Alice, él es un poco travieso pero ya vera como… ¡Aik! ¡Ven aquí, ahora mismo! Exclamaba la actriz, roja de vergüenza.
- No tranquila Rach, ya me tengo que ir de todas formas, surgió algo de último momento… Dijo Alice mirando de reojo a la rubia. Una vez que se despidieron, Quinn fue al cuarto de su hijo, argumentándole a su esposa que le daría una reprimenda por su actitud.
-De acuerdo castígame, pero ya guarde mis juegos, y jamás en la vida los vas a encontrar.
-Están debajo de tu colchón, pero tranquilo, no te voy a castigar. Ven aquí…
-¿No? ¿Quién eres, que hiciste con mi madre? Pregunto con miedo el niño. La rubia solo lo abrazo y le dio un beso en la frente. -Gracias, me salvaste. Susurró, pensando en lo que había pasado.
El día siguiente se presentó muy rápido para la latina, que estaba indecisa en si ir o quedarse en su casa. Pero ya no mantenía su idea muy clara, y era mejor de una vez por todas sacarse la duda. Bien arreglados, ambos se dirigieron en taxi a la casa de Brittany, que también estaba muy bien vestida.
-¿Planeas salir? Porque puedo llevarme a Axel y tú haces tus cosas… Comento Santana al verla.
-No, no. Solo estaba jugando a los disfraces. Sonrió con simpleza, aunque un poco sonrojada. Recibió a Axel, que se encontraba muy feliz de verla nuevamente. Una vez que vieron que la morena se alejaba en el taxi, la rubia rápidamente se puso su abrigo, tomo las cosas del niño y se metieron juntos en el auto, saliendo rumbo a la casa de un conocido, y suplicando que lo que estaba apunto de hacer le saliera bien.
Mas tarde en el consultorio, Santana daba vueltas bastante nerviosa. Había muchas parejas esperando a ser llamadas, muy melosos en su mayoría; eso en algún modo le repugnaba, sabiendo que ella llego a estar así con su ex marido. No le gustaba tener que pasar por esa situación. No le gustaba esa situación. De pronto la recepcionista la mando a llamar.
-En unos minutos la doctora vendrá y serás atendida. Le sonrió una chica joven, con unos anteojos que le quedaban bastante bien. La latina no pudo evitar fijarse en ella. Era bastante linda.
-Si de acuerdo… Cuanto más rápido acabe con esto, mejor. Comentó agachando un poco la mirada.
-¿Vienes sola a la consulta? Generalmente vienen muchas parejas emocionadas y…
-Si estoy sola. Cortó con un poco de molestia, ahora esa chica entrometida no le caía bien.
-¿Entonces quien es…? Dijo la recepcionista con curiosidad señalándole algo atrás de ella. Al voltear contemplo con sorpresa como Brittany sonreía tímidamente unos pasos más lejos.
-Oh, ella no… ella no… ¿Qué haces aquí? Susurró por lo bajo y mordiéndose los labios.
-Vine a acompañarte, no tienes por qué pasar por esto sola…
- Muy tierno el chiste, pero tú te quedaste…. ¿¡Donde esta Axel?! Gritó haciendo que todos se voltearan a verlas. Ambas se sonrojaron bastante, mientras la recepcionista se alejaba riendo.
-Tranquila, se quedo con Finn y Kim, iban al parque.
-¿Esta fue otra estúpida idea de Hudson? Preguntó su jefa totalmente indignada.
-Emm… Si fue su idea. Él quería pasar un día libre con su hija, por eso no vino. Y me envió a mí aceptando quedarse con Ax por un rato. La latina respiro molesta, por un momento pensó que Brittany había ido allí por su propia cuenta. Aunque eso no tendría por qué mejorar algo. En realidad Finn ni siquiera estaba enterado de la visita de su amiga al medico, la rubia llegó a su casa suplicando que se quedara con el mini Lopez y salió disparada en su auto gritando – ¡Voy a seguir tu consejo! Ante esto el castaño no se pudo negar. Claro que nadie tenia por qué saber ese detalle.
-Sera mejor que te vayas, puedo con esto… Serán unos minutos, y ni sueñes que te pagare este día. Protestaba testarudamente la morena.
-¿Por qué te enojas? Intento tratar de arreglar un poco las…
-¡No te necesito aquí! Volvió a gritar, haciendo que nuevamente la gente las mirara ya con molestia. Santana se arrepintió un poco de sus palabras, sobretodo viendo como la rubia agachaba la cabeza y sus ojos se apagaban profundamente. Pero no por ello, cambio en algo su postura.
-¿Lopez? Llamó de repente una mujer desde la otra punta.
-Yo, aquí. Contestó la latina, dándole una última mirada a la rubia, que seguía en su lugar.
-¿No viene acompañada? Se intrigo la doctora al verla acercarse.
-¡Si viene con la rubia! -¡Que entren juntas! -¡No seas mala con la pobre!-Déjala que disfrute… Contestaron todos los presentes que no le habían perdido la pista a la discusión de esas dos. Santana los miraba con ganas de matarlos. Una mujer con un niño en brazos se acercó a la bailarina, que estaba parada con una débil sonrisa, y le dio un pequeño empujón para que fuera junto a la morena.
- Entonces que venga. Sonreía la doctora metiéndose a su consultorio. La ex cantante entró con la cabeza gacha y echando humos, seguida por la rubia que se apresuró en alcanzarla. Por detrás todos aplaudían.
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Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Wow! De los capitulos que me habia perdido.Han estado geniales,bastante drama y suspenso aunque con sus toques de humor,a mi por lo menos me encanta eso,asi que estoy muy bien leyendo cada capitulo que publicas.
Bueno,gracias por actualizar,muchos saludos.
Bueno,gracias por actualizar,muchos saludos.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hahahahaha que genial todo el mundo se da cuenta de su amor aunq no lo puedo negar ella irradian amor por todos lados!!
mel_kung**** - Mensajes : 181
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me encanta que a pesar del drama haya ese ligero toque de humor, ya sabes que me gusta tu fic no? muy bien escrito además!
espero actu^^
espero actu^^
TheGirlOnFire**** - Mensajes : 183
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
primero Iker es genial, vaya que es hijo de las faberry y con esas ideas me mori de la risa, que capacidad de observacion de ese niño, y segundo ame a todas la personas en ese consultorio, apoyando a la rubia para que santanan la dejara entrar con ella, excelente y por otro lado alice traera muchos problemas, nome cae nada bien y menos ahora con sus insinuaciones con la rubia. Me encanto el capitulo, por lo menos estuvi mas ligero de drama y con algunos toques para reir. Estare esperando el siguiente.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Difícil de ocultar lo que tienen he? xD
amé a esas personas (8
amé a esas personas (8
Pamela Lopez-Pierce***** - Mensajes : 220
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Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me encanta tu fic *--* pobre britt solo quiere arreglar las cosas :( & el final me encanto! XDD todo el mundo apoyando jajaj
continua pronto!
saludos ;3
continua pronto!
saludos ;3
nicky-ainsworth*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 09/04/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Buenas tardes a todas! Hoy para mi pesar es mi ultimo día de vacaciones que se me han pasado volando :( Como mi colegio tiene gran carga horaria, tardare un poco mas en actualizar la historia,sumado a que me restringen el horario de Internet... espero que me entiendan.
Me alegro que les haya gustado el capitulo anterior, tenia que relajarlas porque se vienen tiempos de gran tensión. Mm les dije que estaba en fase dramática, sepan entenderme >.< En fin, gracias por sus comentarios, y por estar siempre atentas. Un abrazo y que esten bien. Paz
[left]Capitulo 17: Latidos
Me alegro que les haya gustado el capitulo anterior, tenia que relajarlas porque se vienen tiempos de gran tensión. Mm les dije que estaba en fase dramática, sepan entenderme >.< En fin, gracias por sus comentarios, y por estar siempre atentas. Un abrazo y que esten bien. Paz
[left]Capitulo 17: Latidos
-Bien. ¿Qué te trae por aquí, Santana…?- Preguntó la medica sentándose al lado de una maquina.
-Un análisis que creo que salió mal.- Se apresuró en contestar la latina, entregándole el informe que sacó de su bolso.
-Ya veo... Bueno estos análisis no son cien por ciento seguros, es verdad, pero tienen un alto grado de credibilidad...- Continuaba hablando la doctora mientras daba una rápida revisión a los papeles.
Brittany observaba el lugar un poco nerviosa: en realidad a ella nunca le agradó ir al doctor.
-¿Ustedes son pareja...? Es tan normal ver a dos chicas por estos lugares... -Indagó la especialista transcribiendo algunos datos en la computadora. Ante esa pregunta tan repentina, Santana miró a la rubia de reojo mientras tragaba saliva.
-N-No, ella solo es… ella no… Es…
-Solo vengo a acompañarla, no somos nada. -Contestó la bailarina con convicción.
La doctora asintió sin querer hacer mas preguntas, a veces era mejor guardar silencio.
- De acuerdo. Entonces librémonos de dudas. -Sonrió poniéndose de pie. -Santana, recuéstate en la camilla, por favor.
La latina abrió los ojos más de lo normal mirándola intercalado y con desconfianza. Le fue inevitable respirar nerviosa, la rubia por detrás intentaba no reír.
-¿En la camilla? ¿Para qué...?
-Ja ja. Tranquila. No meteré mi mano en nada que tú no autorices. Tan solo haremos una ecografía... ¿Te has hecho una alguna vez?
-S-Si… Hace dos años.
No cabía duda por su cara que a Santana no le gustaba para nada estar ahí, no estaba lista para enfrentarse a algo así de nuevo. Su corazón latía frenético. Necesitaba pensar que en esa ecografía no iba a aparecer nada más que vacío, o a lo mucho un quiste... Si, podría resistir algo así.
Por un momento, la morena miró a Brittany quien, a su vez, le dirigió una leve sonrisa para que hiciera lo que le ordenaban en paz pero su presencia no dejaba de ser algo incomoda. Santana se quitó la chaqueta de cuero con lentitud y se recostó en la cama tomando todo el aire necesario para no perder el juicio en ese instante. La doctora procedió acercándose con total naturalidad. Inevitablemente la rubia soltó una carcajada disimulada.
-¡¿Qué es tan chistoso?! -Preguntó la latina, indignada.
-Nada solo que… Pensé que nunca te sacarías el piercing del ombligo.- Comentó Brittany con una sonrisa burlona, aunque interiormente recordaba que alguna vez se derritió por ese accesorio. Ante ese comentario la morena se puso totalmente incomoda, y para colmo la doctora también sonreía.
Finalmente en la pantalla se divisó la imagen.
-A ver que tenemos aquí… -Susurro más para si la medica, manejando la maquina de manera prolija y paciente.
Las otras dos mujeres miraron a la pantalla. En realidad, la rubia no entendía qué era lo que veía, pero estaba tan seria y expectante como la latina (que temblaba como una hoja de papel sin dejar de renegar internamente por la presencia de su ex compañera) Aunque ya le era muy difícil poder conservar la calma, cerró los ojos esperando una respuesta que confirmara su teoría. El tiempo pareció detenerse en esa habitación.
-Vaya, vaya... -Se escuchó al cabo de un momento.
La morena respiró profundo e instintivamente busco la cara de su acompañante. Brittany estaba con la mirada perpleja, una señal no muy buena. Santana encontró valor en el fondo de su ser y se decidió por mirar la pantalla, aun con fe.
-¿Puedes verlo?- Señaló de inmediato la doctora, con euforia. – Si... Aun es pequeño, pero sin duda alguna ahí está: Un lindo bebe en crecimiento.
En ese momento todo pareció derrumbarse. Se sintió como el fin, como el instante en que el alma se despega por siempre del cuerpo. Fue una sacudida, un terremoto arrasador, una ola de agua helada, una caída al oscuro vacío. Los sonidos del exterior desaparecieron pues en su mente solo podían escucharse zumbidos, incluso rupturas de vidrios; sin contar un hilo de secuencias mal ordenadas, y voces, millones de perturbantes voces.
Santana se sentó apenas en la camilla con la boca entre abierta. Sus mirada se deslizaba por la pantalla mirando fijo y con impresión aquella imagen. Innegablemente, era claro que un pequeño ser se movía con energía vital.
Luego de varios segundos, no pudo hacer más que recostarse mirando al techo e inevitablemente unas amargas lágrimas comenzaron a recorrer su cara mientras la angustia se acrecentaba en su pecho.
"-¿Por qué ahora?" "¿Por qué a mí...?"
La rubia se puso a su lado mirando por lo bajo toda esa escena con una extraña mezcla de sentimientos. Ninguna podía imaginar que estarían juntas viendo la clara existencia del segundo hijo de Santana, y seguramente por lo mismo ambas no sabían qué hacer.
La doctora no prestó atención en las crecientes lágrimas de su paciente (a fin de cuentas muchas mujeres lloraban en esos momentos tan íntimos e importantes) y continúo con el examen subiendo lentamente el volumen del altavoz.
Y, como si sonara un pequeño tambor, los ínfimos latidos de esa vida se escucharon en el exterior. La doctora informaba que se oían bien, acordes a un embrión en desarrollo. A la latina sinceramente ya no le importaba lo que dijera. Negaba y renegaba cerrando fuerte los ojos, como intentando no escuchar. Se llevó las manos a la cara y ahogó como pudo un sollozo.
No era posible que eso estuviera pasando. No estaba dispuesta a aceptarlo.
Se abrumó al punto en que sintió que se iba a desvanecer una vez más al volver a ver la imagen, pero de pronto un tibio calor invadió su cuerpo. Sin darse cuenta, su mano se había aferrado a la de Brittany, que también soltó unas disimuladas lágrimas en silencio mordiéndose los labios y escuchando atenta.
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-Un análisis que creo que salió mal.- Se apresuró en contestar la latina, entregándole el informe que sacó de su bolso.
-Ya veo... Bueno estos análisis no son cien por ciento seguros, es verdad, pero tienen un alto grado de credibilidad...- Continuaba hablando la doctora mientras daba una rápida revisión a los papeles.
Brittany observaba el lugar un poco nerviosa: en realidad a ella nunca le agradó ir al doctor.
-¿Ustedes son pareja...? Es tan normal ver a dos chicas por estos lugares... -Indagó la especialista transcribiendo algunos datos en la computadora. Ante esa pregunta tan repentina, Santana miró a la rubia de reojo mientras tragaba saliva.
-N-No, ella solo es… ella no… Es…
-Solo vengo a acompañarla, no somos nada. -Contestó la bailarina con convicción.
La doctora asintió sin querer hacer mas preguntas, a veces era mejor guardar silencio.
- De acuerdo. Entonces librémonos de dudas. -Sonrió poniéndose de pie. -Santana, recuéstate en la camilla, por favor.
La latina abrió los ojos más de lo normal mirándola intercalado y con desconfianza. Le fue inevitable respirar nerviosa, la rubia por detrás intentaba no reír.
-¿En la camilla? ¿Para qué...?
-Ja ja. Tranquila. No meteré mi mano en nada que tú no autorices. Tan solo haremos una ecografía... ¿Te has hecho una alguna vez?
-S-Si… Hace dos años.
No cabía duda por su cara que a Santana no le gustaba para nada estar ahí, no estaba lista para enfrentarse a algo así de nuevo. Su corazón latía frenético. Necesitaba pensar que en esa ecografía no iba a aparecer nada más que vacío, o a lo mucho un quiste... Si, podría resistir algo así.
Por un momento, la morena miró a Brittany quien, a su vez, le dirigió una leve sonrisa para que hiciera lo que le ordenaban en paz pero su presencia no dejaba de ser algo incomoda. Santana se quitó la chaqueta de cuero con lentitud y se recostó en la cama tomando todo el aire necesario para no perder el juicio en ese instante. La doctora procedió acercándose con total naturalidad. Inevitablemente la rubia soltó una carcajada disimulada.
-¡¿Qué es tan chistoso?! -Preguntó la latina, indignada.
-Nada solo que… Pensé que nunca te sacarías el piercing del ombligo.- Comentó Brittany con una sonrisa burlona, aunque interiormente recordaba que alguna vez se derritió por ese accesorio. Ante ese comentario la morena se puso totalmente incomoda, y para colmo la doctora también sonreía.
Finalmente en la pantalla se divisó la imagen.
-A ver que tenemos aquí… -Susurro más para si la medica, manejando la maquina de manera prolija y paciente.
Las otras dos mujeres miraron a la pantalla. En realidad, la rubia no entendía qué era lo que veía, pero estaba tan seria y expectante como la latina (que temblaba como una hoja de papel sin dejar de renegar internamente por la presencia de su ex compañera) Aunque ya le era muy difícil poder conservar la calma, cerró los ojos esperando una respuesta que confirmara su teoría. El tiempo pareció detenerse en esa habitación.
-Vaya, vaya... -Se escuchó al cabo de un momento.
La morena respiró profundo e instintivamente busco la cara de su acompañante. Brittany estaba con la mirada perpleja, una señal no muy buena. Santana encontró valor en el fondo de su ser y se decidió por mirar la pantalla, aun con fe.
-¿Puedes verlo?- Señaló de inmediato la doctora, con euforia. – Si... Aun es pequeño, pero sin duda alguna ahí está: Un lindo bebe en crecimiento.
En ese momento todo pareció derrumbarse. Se sintió como el fin, como el instante en que el alma se despega por siempre del cuerpo. Fue una sacudida, un terremoto arrasador, una ola de agua helada, una caída al oscuro vacío. Los sonidos del exterior desaparecieron pues en su mente solo podían escucharse zumbidos, incluso rupturas de vidrios; sin contar un hilo de secuencias mal ordenadas, y voces, millones de perturbantes voces.
Santana se sentó apenas en la camilla con la boca entre abierta. Sus mirada se deslizaba por la pantalla mirando fijo y con impresión aquella imagen. Innegablemente, era claro que un pequeño ser se movía con energía vital.
Luego de varios segundos, no pudo hacer más que recostarse mirando al techo e inevitablemente unas amargas lágrimas comenzaron a recorrer su cara mientras la angustia se acrecentaba en su pecho.
"-¿Por qué ahora?" "¿Por qué a mí...?"
La rubia se puso a su lado mirando por lo bajo toda esa escena con una extraña mezcla de sentimientos. Ninguna podía imaginar que estarían juntas viendo la clara existencia del segundo hijo de Santana, y seguramente por lo mismo ambas no sabían qué hacer.
La doctora no prestó atención en las crecientes lágrimas de su paciente (a fin de cuentas muchas mujeres lloraban en esos momentos tan íntimos e importantes) y continúo con el examen subiendo lentamente el volumen del altavoz.
Y, como si sonara un pequeño tambor, los ínfimos latidos de esa vida se escucharon en el exterior. La doctora informaba que se oían bien, acordes a un embrión en desarrollo. A la latina sinceramente ya no le importaba lo que dijera. Negaba y renegaba cerrando fuerte los ojos, como intentando no escuchar. Se llevó las manos a la cara y ahogó como pudo un sollozo.
No era posible que eso estuviera pasando. No estaba dispuesta a aceptarlo.
Se abrumó al punto en que sintió que se iba a desvanecer una vez más al volver a ver la imagen, pero de pronto un tibio calor invadió su cuerpo. Sin darse cuenta, su mano se había aferrado a la de Brittany, que también soltó unas disimuladas lágrimas en silencio mordiéndose los labios y escuchando atenta.
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Al cabo de unos minutos, toda la gente en el consultorio que iba y venia detuvo sus movimientos cuando vieron a Santana y a Brittany salir de la sala de consultas. La doctora las despidió con cara de tristeza, pero no se podía hablar de la que traían ambas.
La latina sentía que estaba en un sueño, o una pesadilla, el limite entre ambos era muy corto como para distinguir en cual se encontraba. Sea como sea todo le resultaba irreal. La rubia la seguía con la cabeza gacha. No sabía qué decir pues en todo lo que podía pensar era en esos pequeños y enérgicos latidos que salían del altavoz. Le pertenecían a una vida que estaba creciendo a cada minuto.
Un bebé.
Santana, su ex novia de secundaría, iba a tener otro hijo.
La latina sentía que estaba en un sueño, o una pesadilla, el limite entre ambos era muy corto como para distinguir en cual se encontraba. Sea como sea todo le resultaba irreal. La rubia la seguía con la cabeza gacha. No sabía qué decir pues en todo lo que podía pensar era en esos pequeños y enérgicos latidos que salían del altavoz. Le pertenecían a una vida que estaba creciendo a cada minuto.
Un bebé.
Santana, su ex novia de secundaría, iba a tener otro hijo.
(Flashback)
Tras luchar cinco minutos con su ventana, Brittany logró abrirla para que la morena entrara. Ya estaban acostumbradas a verse a escondidas por las noches, se sentía prohibido y eso les encantaba. El árbol junto a su ventana era la mejor escalera que podía existir ya que la latina podía ascender a los brazos de su amor. Se besaron tiernamente, y permanecieron abrazadas por unos minutos. La bailarina había tenido una pesadilla y su novia y mejor amiga fue a acompañarla esa noche de tormenta. A Brittany le asustaban los truenos, pero cuando estaban juntas no tenían miedo, ni dolor.
Todo era perfecto estando simplemente mirándose a los ojos.
Brittany condujo de la mano a su chica hasta su cama. Ambas se sentaron a la vez que un fuerte relámpago iluminaba el cielo nocturno hasta que pareciera luz del día.
-Imagina que son fotos que nos sacan los dioses. -Susurró con un escalofrio, cerrando los ojos.
Santana sonrió, enternecida. Cuando la rubia abrió sus ojos azules, la morena estaba frente a ella viéndola de forma intensa, tan cerca que podía sentir su fresco aliento rozando sus labios. Ambas se dejaron llevar y, a medida que escuchaban la lluvia empezando a caer, sus bocas se unieron en un beso lento y apasionado. Se separaron y la latina se recostó quitándose su chaqueta roja de las Cheerios. Brittany la siguió apoyándose lentamente sobre su pecho, del lado derecho, donde estaba su corazón.
Por un momento todo quedo en silencio. La última luz de un relámpago se diviso por la ventana e iluminó sus caras. Una paz interior inundo el cuerpo de Brittany, sintiendo cómo el corazón de Santana latía con fuerza bajo su oído. Con una caricia hacia su novia, pudo comprobar como el ritmo cardíaco de la morena aumentaba a gran velocidad. Era tan relajante y tan bello saber y sentir que era ella, Brittany, quien causaba ese efecto en Santana.
-Deberías estudiar cardiología, por lo que te gustan los corazones Britt-Britt.
-Diug. No. Solo hay uno que quiero, y es el tuyo, San. ¿Te he dicho que podría pasar así toda la vida...?
-Si. Pero es bueno que lo repitas. -Sonrió Santana mientras le hacia caricias en el pelo. -A mi me impresiona un poco, es como tener un reloj imparable, sin contar toda la sangre que bombea... Detesto la sangre.
-¿Y entonces qué harás cuando nuestros hijos se lastimen...?
-Wow, wow, aguarda. -El cuerpo de la latina se puso rígido. Ambas se sentaron aun viéndose en plena oscuridad - ¿Hijos…? ¿Hablas enserio?
-Si. ¿Por qué? ¿No quieres tener hijos conmigo?- Preguntó la rubia con un puchero irresistible.
-No, no es eso, es solo que... me gustaría terminar la escuela antes de pensar en ello.
-¿Segura que es eso? ¿O es que no te gustan los niños y no quieres decírmelo?
-Yo, bueno... -La latina se llevó una mano a la cabeza y miró hacia otro lado. -Me gustan. Es decir, no niego que me gusta buscarlos. - Agregó con una sonrisa nerviosa.
Brittany la miro con cara de pocos amigos, esa no era la respuesta que esperaba. Santana inspiró profundo, la tomó por la mejilla y la miró con cariño.
–Solo bromeo. Con la única persona que soñaría por ahora tener un bebé es contigo. ¿De acuerdo?
- ¿De verdad...?
-Por supuesto. -Ambas volvieron a recostarse, sus narices se rosaban. -Un rubio con tus hermosos ojos. -Surraba Santana. - Y con todo el carácter de los de Lima Heights Adjacent… Dios, seria perfecto.
-O perfecta...
-O perfecta, si, también… -Corrigió la morena dándole un suave beso en la frente a la rubia. –Pero aun opino que nos queda mucho que vivir antes de ello.
-Eso espero. Porque después, con nuestros cinco hijos, vamos a estar bastante ocupadas.
-No, no, no ¡¿Cómo que cinco...?! -Santana volvió a ponerse rígida, Brittany empezó a reir. -Es una locura, son muchas bocas, tendremos que ser millonarias…
-Bueno, San: si los amamos, créeme que no importará lo material…
Todo era perfecto estando simplemente mirándose a los ojos.
Brittany condujo de la mano a su chica hasta su cama. Ambas se sentaron a la vez que un fuerte relámpago iluminaba el cielo nocturno hasta que pareciera luz del día.
-Imagina que son fotos que nos sacan los dioses. -Susurró con un escalofrio, cerrando los ojos.
Santana sonrió, enternecida. Cuando la rubia abrió sus ojos azules, la morena estaba frente a ella viéndola de forma intensa, tan cerca que podía sentir su fresco aliento rozando sus labios. Ambas se dejaron llevar y, a medida que escuchaban la lluvia empezando a caer, sus bocas se unieron en un beso lento y apasionado. Se separaron y la latina se recostó quitándose su chaqueta roja de las Cheerios. Brittany la siguió apoyándose lentamente sobre su pecho, del lado derecho, donde estaba su corazón.
Por un momento todo quedo en silencio. La última luz de un relámpago se diviso por la ventana e iluminó sus caras. Una paz interior inundo el cuerpo de Brittany, sintiendo cómo el corazón de Santana latía con fuerza bajo su oído. Con una caricia hacia su novia, pudo comprobar como el ritmo cardíaco de la morena aumentaba a gran velocidad. Era tan relajante y tan bello saber y sentir que era ella, Brittany, quien causaba ese efecto en Santana.
-Deberías estudiar cardiología, por lo que te gustan los corazones Britt-Britt.
-Diug. No. Solo hay uno que quiero, y es el tuyo, San. ¿Te he dicho que podría pasar así toda la vida...?
-Si. Pero es bueno que lo repitas. -Sonrió Santana mientras le hacia caricias en el pelo. -A mi me impresiona un poco, es como tener un reloj imparable, sin contar toda la sangre que bombea... Detesto la sangre.
-¿Y entonces qué harás cuando nuestros hijos se lastimen...?
-Wow, wow, aguarda. -El cuerpo de la latina se puso rígido. Ambas se sentaron aun viéndose en plena oscuridad - ¿Hijos…? ¿Hablas enserio?
-Si. ¿Por qué? ¿No quieres tener hijos conmigo?- Preguntó la rubia con un puchero irresistible.
-No, no es eso, es solo que... me gustaría terminar la escuela antes de pensar en ello.
-¿Segura que es eso? ¿O es que no te gustan los niños y no quieres decírmelo?
-Yo, bueno... -La latina se llevó una mano a la cabeza y miró hacia otro lado. -Me gustan. Es decir, no niego que me gusta buscarlos. - Agregó con una sonrisa nerviosa.
Brittany la miro con cara de pocos amigos, esa no era la respuesta que esperaba. Santana inspiró profundo, la tomó por la mejilla y la miró con cariño.
–Solo bromeo. Con la única persona que soñaría por ahora tener un bebé es contigo. ¿De acuerdo?
- ¿De verdad...?
-Por supuesto. -Ambas volvieron a recostarse, sus narices se rosaban. -Un rubio con tus hermosos ojos. -Surraba Santana. - Y con todo el carácter de los de Lima Heights Adjacent… Dios, seria perfecto.
-O perfecta...
-O perfecta, si, también… -Corrigió la morena dándole un suave beso en la frente a la rubia. –Pero aun opino que nos queda mucho que vivir antes de ello.
-Eso espero. Porque después, con nuestros cinco hijos, vamos a estar bastante ocupadas.
-No, no, no ¡¿Cómo que cinco...?! -Santana volvió a ponerse rígida, Brittany empezó a reir. -Es una locura, son muchas bocas, tendremos que ser millonarias…
-Bueno, San: si los amamos, créeme que no importará lo material…
(Fin del flashback)
Inevitablemente, Brittany de solo recordar aquellas charlas sentía una sensación amarga en la boca. Pero ahora, estando allí, le daba mucha más pena notar y sentir que Santana no estaba feliz con la gran noticia. Ambas iban bastante calladas en su auto de vuelta hacia casa de Finn. De vez en cuando, la rubia espiaba de reojo a su acompañante de ojos marrones, quien miraba ausente hacia afuera.
El silencio comenzaba a molestar.
-Mmm... Yo... Lamento haberme metido hoy. -Inició Brittany con un suspiro. -Tenias razón: no era algo en lo que tuviera que estar presente. Por supuesto, no me debes nada por lo de Ax, ahora iremos a buscarlo y …
-¿Qué se supone que voy a hacer? -Cortó la morena como hablando para si, apretando un poco los puños.
La rubia tragó saliva y tensó los hombros ante esa interrupción, pero no supo qué contestar.
-Ahora lo ves como algo malo pero creo que…
-Es algo malo. Algo muy, muy malo. Es decir ¡Mírame! No tengo ni trabajo. -La morena sonrió con incredulidad a la vez que sus ojos empezaban a llenarse de ira. -Es inaceptable...Es... Terrible. ¿Cómo pretendo ahora vivir con Axel, sumado a este estorbo...?
-Santana, no le digas así.- La rubia se indignó. –Es una persona, al igual que tú, solo que más pequeño y sin sus manitos formadas aun.
-Olvídalo. No sé ni por qué te pregunto estas cosas a ti. No sé no qué hago hablandote. Estoy molesta porque me seguiste al consultorio.
-Oye… -Brittany no pretendía discutir con la morena, sobretodo entendiendo en el estado nervioso en el que se encontraba. – Perdóname… No quería que estuvieras sola. Pensé que seria bueno. ¿Sabes? Yo también…
-¿Qué? ¿Ahora me vas a decir que tuviste un hijo bastardo y lo olvidaste en el aeropuerto o algo así…? -Se adelanto Santana con una ironía.
-No. -La conductora apretó el volante en sus manos, sus mejillas empezaban a sonrojarse. -Pero anotaré esa idea en mi libro de cosas que Santana Lopez no se dignó a creer.
Ambas quedaron en silencio. Finalmente, tras suspirar de nuevo, la rubia continuó con su nuevo relato.
-Cuando estaba en en Londres. -Comenzó, sin dejar de notar que la morena giraba los ojos. – Yo... tuve algo pasajero con un profesor del lugar. Era guapo y, ya sabes las necesidades siempre nos conducen, sobretodo a mí que sigo disfrutando del buen sexo y…
-¿A qué viene esto? -Interrumpió la latina, con total incomodidad.
-Déjame terminar….
-No quiero saber, sinceramente tu vida, tu pasado y...
- Un día me di cuenta que tenia un atraso. -La morena guardó silencio y la miró extrañada, todo parecía indicar que su mala broma iba por la dirección correcta. Brittany le sonrió. –Ya había entendido que lo de las cigueñas era una farse asi que pensé que había quedado embarazada. Y cuando se lo conté, él solo dijo que no se haría cargo de nada…
- Jaj, bien, al menos te lo dijo y no te mintió…
-No hablo de esto por el daño que él intentó hacerme, sino las sensaciones, Santana. Si, cuando me hice un test supe que no iba a tener un bebé pero... el poco tiempo que tuve esa duda, en realidad me sentía muy feliz. Por más que no tenia ni una buena casa donde vivir, o un trabajo estable. No sé. Creía que era única. Saber que quizás una nueva vida crecía dentro mio... Dios. Me daba unas fuerzas que no se pueden explicar.
-Eso es porque no sabias lo que es tener un hijo. Para ti todo son pajaritos y cuentos de hadas.- Comentó Santana mientras iba agachando la mirada. –Solo quisiera volver el tiempo atrás, al momento en que le dije que si a Blaine. Nada de esto estaría pasando si no fuera por eso. Ahora él me abandono, y no le importó su hijo. Porque... esa es la realidad. Se fue por un tipo, y por lo que sentía por el. ¿Y yo que hago ahora con Axel...? ¿Cómo le explico que su padre se fue?
-No tienes por qué explicarle nada si no quieres. Ahora tu hijo, tus hijos, son solo tuyos. Como Finn con Kim. Él solo dio ADN o ARN, no recuerdo cual de los dos era. No te asustes. Hay muchas mujeres que tienen niños de solteras y ellos crecen bien.
-Si, pero no tienen el total de su identidad, su árbol genealógico no los lleva a ningún lado...
-Algunas veces es peor saber de donde vienes, Santana. -Dijo la rubia recordando a su mafiosa familia.- Y, de todas formas, no hay nada que hacer. Ya los años que viviste no los puedes resetear como en un videojuego. Y si pudieras… No tendrías a Axel. Y se te nota en los ojos que amas a ese niño con toda tu vida. -Sonreía la ojos azules con sinceridad.
-Claro que lo amo. Axel es diferente. Yo lo busque a él. Deseaba con todas mis fuerzas poder… tenerlo, cuidarlo…
-¿Y éste nuevo bebé que viene en camino…? -Indagó Brittany, mirándola con algo de temor.
-...Todo lo contrario. -Sentenció Santana, buscando un cigarrillo en su bolso.
Ya habían llegado a casa de Finn y, en un acto de rebeldía, pasó a buscar a su hijo fumando enérgicamente. El castaño miró extrañado a Brittany, que solo negaba con la mirada triste.
-Hey, Hudson, ¿Podrás ir mañana a ayudarme con mi auto...? Lo necesito.
-Claro. Pero será por la tarde, cuando salga del trabajo. Oye ¿Cómo te fue en…?- Brittany detuvo a Finn con una seña. No era bueno tocar ese tema tan reciente con Santana.
La latina se despidió de ambos sin soltar ni a su hijo ni a su cigarro. Una actitud dañina comenzaba a formarse en su cabeza.
Volvió en taxi a la casa de su madre, intentando no pensar en las palabras de la bailarina, ni la doctora, ni nada por el estilo. Se dio cuenta al bajar del transporte que alguien estaba sentado en la entrada del lugar, con un pequeño bolso a su lado. Podía reconocer esa figura donde sea, y sintió que su pecho se regocijaba de felicidad instantanea.
-¡Quinn! -Gritó con euforia mientras corría sujetando como podía a Axel.
-¡Hasta que llegaron!- Se paró la abogada, yendo al encuentro de ambos. Los tres se abrazaron con los ojos iluminados en el medio del patio.
-¿Qué haces aquí...? Por dios ... ¿Desde cuando estás aquí?
-Desde hace media hora. Hoy en la mañana compré un boleto de avión, busque dos o tres cosas en el departamento y pues... Vine. - Relataba con alegría la rubia, tomando en brazos a su ahijado que se aferró con amor incondicional a su cuello.
-Entonces…. Oh no ¿Te divorciaste de Rachel...? No me digas eso porque es lo último que me falta, Fabray. -Alegó la latina sacudiéndola del hombro.
-Jaja No, claro que no. Ella está ocupada trabajando. Claro que no le agradó mucho que venga sola, pero me debía una por chocar mi auto. Me quedo hasta el domingo. -Sonreía con cariño hacia su amiga que la escuchaba con los ojos húmedos.
-Gracias, Quinn, enserio. Sonará cursi pero... eres lo mejor que me ha pasado hasta ahora. No pudo evitar decir la sentimental morena abrazándola una vez más. - Vamos, pasa, no te preocupes porque estaremos solas. Mi madre no molestará.
Una vez adentro se dieron una sesión más de abrazos. Les parecía increíble poder estar juntas y lograron darse cuenta cuánta falta les hacia verse. No tardaron en hablar del resto de la familia que se quedó en la gran ciudad, o la nueva vida que intentaban iniciar los Lopez en Lima. Más relajadas, tomaron asiento en el salón. Santana lucia una impecable sonrisa, su mejor amiga le había alegrado el día.
No obstante, la abogada retomó un tema que le interesaba.
-¿Ya fuiste al medico? -Indagó en un murmullo mientras veía que Axel jugaba con el oso que le había traído de regalo. El silencio de la latina y la mirada de molestia que presentó con la pregunta lo decía todo.
-Hoy fui con la doctora… Me hizo una maldita ecografía.
-¿Y bien…? -Quiso saber la rubia, tomando la rodilla de su amiga. Santana suspiró con indignación, pero terminó asintiendo.
Quinn tragó saliva, se llevó una mano al pelo y miró un instante hacia el techo, como rezando o meditando sus próximas palabras. Santana agachó la cabeza, suponiendo que tendría que escuchar un largo y exasperante sermón.
-¿De cuanto? -Entre sonrió la ex animadora, acercando su otra mano al estomago de la morena. La morena se inclinó de hombros.
-Nueve semanas y algo… Pero ya. -Respondió velozmente corriendo con nerviosismo la mano pálida de Quinn. –No quiero hablar de ello. Por ahora, es como que ni existiera.
-Voy a ser sincera, San. No dudo que esto no era planeado, y sé cómo una se siente en estos caso pero, aún así, me asusta un poco tu actitud. No puedes negarlo, menos ahora que sabes que existe. Es un bebé, tu bebé.
-Por favor, Quinn, ahórrate el sentimentalismo. De verdad. Ya demasiado tuve con Brittany que me acompaño al consultorio.
La rubia comenzaba a preparar un sermón muy a su estilo, pero al escuchar ese nombre saliendo de la boca de su amiga solo atinó a levantar una ceja y llenarse de curiosidad.
-Así que ya me remplazaste.- Comentó dándole un golpe en el hombro.
-Ni en chiste, más fue la vergüenza que me hizo pasar. Son ideas del idiota de Finn, ahora no puedo sacármelos de encima. -Dijo Santana en tono molesto recordando la plática en el auto de la rubia.
-Sé que sonará raro viniendo de mi pero... No seas cruel con ellos. Ahora son los que están cuando Rach y yo no podemos tomar un avión. Y lo agradezco porque no creas que voy a subir a esas cosas cada vez que te pasa algo, Santana. Sabes que les tengo fobia a los lugares cerrados.
-No hay nada que un whisky en primera clase no pueda solucionar.- Reía la latina guiñándole un ojo. La rubia la miraba fijo y con reproche. –De acuerdo, si, es bueno contar con Frankenteen y sus locas ideas.
Las dos amigas no tardaron en actualizarse respecto a todos los temas que no alcanzaban a contarse en las dos horas diarias al teléfono. La morena se enteró de la nueva actriz que andaba tras su amiga, advirtiéndole a la rubia que la aleje de ella y su judía esposa o, sino, se vería obligada a ir hasta Nueva York solo para prenderle fuego el departamento.
Más tarde, en tanto Quinn jugaba al escondite con Axel, Santana notó que en la contestadora habían guardados dos mensajes. Se dispuso a escucharlos con algo de curiosidad.
-“¿Mamá? Habla Samuel, perdona que no haya llamado estos días. Ha habido accidentes, incendios, en fin, todo un caos, y en el hospital no dan tregua. Lo bueno es que me transferirán a Seattle en unos meses, espero que sea mas tranquilo…" -La latina escuchaba atenta, ella no se comunicaba mucho con su hermano ya que éste nunca estaba disponible. Su relación era así desde que él se fue años atrás, pero no por eso se llevaban mal."-… Sobre lo que me escribiste el otro día... No te preocupes, mamá, de verdad. La conozco tanto como tú y con lo orgullosa que es, no pasará mucho hasta que saque a patadas es esa tipa. -Santana se cruzo de cejas y se acercó más a la contestadora. – Hablare con el chico este para que desaparezca todo, y ya. No armes un escandalo. Llámame cuando escuches esto y dale un abrazo de mi parte a todos. Me tengo que ir, lo siento. Adios.” El mensaje termino, y automáticamente el siguiente empezó:
-“Usted esta participando por…”
La latina supo que no necesitaba oír el segundo mensaje. Paró el contestador sin dejar en lo que había oído y dirigió su mirada a una imagen colgada en la pared junto a la escalera, la foto de la familia Lopez. Ella estaba en un costado posando con su traje de porristas y -más atrás- Samuel abrazaba a sus padres por los hombros.
Todos se veían sinceramente felices.
El corazón de la morena latió más rápido. Los años habían pasado y quería creer que en su transcurso nada fuera de lo normal había ocurrido. Pero las palabras de su hermano le hacían tener un extraño presentimiento. Pensó que tal vez Maribel y Samuel sabían algo que ella ignoraba. Tal vez estaba ocultándole algo. Y empezaba a pensar que, de ser eso último posible, ella no se quedaría tranquila hasta saber la verdad.
El silencio comenzaba a molestar.
-Mmm... Yo... Lamento haberme metido hoy. -Inició Brittany con un suspiro. -Tenias razón: no era algo en lo que tuviera que estar presente. Por supuesto, no me debes nada por lo de Ax, ahora iremos a buscarlo y …
-¿Qué se supone que voy a hacer? -Cortó la morena como hablando para si, apretando un poco los puños.
La rubia tragó saliva y tensó los hombros ante esa interrupción, pero no supo qué contestar.
-Ahora lo ves como algo malo pero creo que…
-Es algo malo. Algo muy, muy malo. Es decir ¡Mírame! No tengo ni trabajo. -La morena sonrió con incredulidad a la vez que sus ojos empezaban a llenarse de ira. -Es inaceptable...Es... Terrible. ¿Cómo pretendo ahora vivir con Axel, sumado a este estorbo...?
-Santana, no le digas así.- La rubia se indignó. –Es una persona, al igual que tú, solo que más pequeño y sin sus manitos formadas aun.
-Olvídalo. No sé ni por qué te pregunto estas cosas a ti. No sé no qué hago hablandote. Estoy molesta porque me seguiste al consultorio.
-Oye… -Brittany no pretendía discutir con la morena, sobretodo entendiendo en el estado nervioso en el que se encontraba. – Perdóname… No quería que estuvieras sola. Pensé que seria bueno. ¿Sabes? Yo también…
-¿Qué? ¿Ahora me vas a decir que tuviste un hijo bastardo y lo olvidaste en el aeropuerto o algo así…? -Se adelanto Santana con una ironía.
-No. -La conductora apretó el volante en sus manos, sus mejillas empezaban a sonrojarse. -Pero anotaré esa idea en mi libro de cosas que Santana Lopez no se dignó a creer.
Ambas quedaron en silencio. Finalmente, tras suspirar de nuevo, la rubia continuó con su nuevo relato.
-Cuando estaba en en Londres. -Comenzó, sin dejar de notar que la morena giraba los ojos. – Yo... tuve algo pasajero con un profesor del lugar. Era guapo y, ya sabes las necesidades siempre nos conducen, sobretodo a mí que sigo disfrutando del buen sexo y…
-¿A qué viene esto? -Interrumpió la latina, con total incomodidad.
-Déjame terminar….
-No quiero saber, sinceramente tu vida, tu pasado y...
- Un día me di cuenta que tenia un atraso. -La morena guardó silencio y la miró extrañada, todo parecía indicar que su mala broma iba por la dirección correcta. Brittany le sonrió. –Ya había entendido que lo de las cigueñas era una farse asi que pensé que había quedado embarazada. Y cuando se lo conté, él solo dijo que no se haría cargo de nada…
- Jaj, bien, al menos te lo dijo y no te mintió…
-No hablo de esto por el daño que él intentó hacerme, sino las sensaciones, Santana. Si, cuando me hice un test supe que no iba a tener un bebé pero... el poco tiempo que tuve esa duda, en realidad me sentía muy feliz. Por más que no tenia ni una buena casa donde vivir, o un trabajo estable. No sé. Creía que era única. Saber que quizás una nueva vida crecía dentro mio... Dios. Me daba unas fuerzas que no se pueden explicar.
-Eso es porque no sabias lo que es tener un hijo. Para ti todo son pajaritos y cuentos de hadas.- Comentó Santana mientras iba agachando la mirada. –Solo quisiera volver el tiempo atrás, al momento en que le dije que si a Blaine. Nada de esto estaría pasando si no fuera por eso. Ahora él me abandono, y no le importó su hijo. Porque... esa es la realidad. Se fue por un tipo, y por lo que sentía por el. ¿Y yo que hago ahora con Axel...? ¿Cómo le explico que su padre se fue?
-No tienes por qué explicarle nada si no quieres. Ahora tu hijo, tus hijos, son solo tuyos. Como Finn con Kim. Él solo dio ADN o ARN, no recuerdo cual de los dos era. No te asustes. Hay muchas mujeres que tienen niños de solteras y ellos crecen bien.
-Si, pero no tienen el total de su identidad, su árbol genealógico no los lleva a ningún lado...
-Algunas veces es peor saber de donde vienes, Santana. -Dijo la rubia recordando a su mafiosa familia.- Y, de todas formas, no hay nada que hacer. Ya los años que viviste no los puedes resetear como en un videojuego. Y si pudieras… No tendrías a Axel. Y se te nota en los ojos que amas a ese niño con toda tu vida. -Sonreía la ojos azules con sinceridad.
-Claro que lo amo. Axel es diferente. Yo lo busque a él. Deseaba con todas mis fuerzas poder… tenerlo, cuidarlo…
-¿Y éste nuevo bebé que viene en camino…? -Indagó Brittany, mirándola con algo de temor.
-...Todo lo contrario. -Sentenció Santana, buscando un cigarrillo en su bolso.
Ya habían llegado a casa de Finn y, en un acto de rebeldía, pasó a buscar a su hijo fumando enérgicamente. El castaño miró extrañado a Brittany, que solo negaba con la mirada triste.
-Hey, Hudson, ¿Podrás ir mañana a ayudarme con mi auto...? Lo necesito.
-Claro. Pero será por la tarde, cuando salga del trabajo. Oye ¿Cómo te fue en…?- Brittany detuvo a Finn con una seña. No era bueno tocar ese tema tan reciente con Santana.
La latina se despidió de ambos sin soltar ni a su hijo ni a su cigarro. Una actitud dañina comenzaba a formarse en su cabeza.
Volvió en taxi a la casa de su madre, intentando no pensar en las palabras de la bailarina, ni la doctora, ni nada por el estilo. Se dio cuenta al bajar del transporte que alguien estaba sentado en la entrada del lugar, con un pequeño bolso a su lado. Podía reconocer esa figura donde sea, y sintió que su pecho se regocijaba de felicidad instantanea.
-¡Quinn! -Gritó con euforia mientras corría sujetando como podía a Axel.
-¡Hasta que llegaron!- Se paró la abogada, yendo al encuentro de ambos. Los tres se abrazaron con los ojos iluminados en el medio del patio.
-¿Qué haces aquí...? Por dios ... ¿Desde cuando estás aquí?
-Desde hace media hora. Hoy en la mañana compré un boleto de avión, busque dos o tres cosas en el departamento y pues... Vine. - Relataba con alegría la rubia, tomando en brazos a su ahijado que se aferró con amor incondicional a su cuello.
-Entonces…. Oh no ¿Te divorciaste de Rachel...? No me digas eso porque es lo último que me falta, Fabray. -Alegó la latina sacudiéndola del hombro.
-Jaja No, claro que no. Ella está ocupada trabajando. Claro que no le agradó mucho que venga sola, pero me debía una por chocar mi auto. Me quedo hasta el domingo. -Sonreía con cariño hacia su amiga que la escuchaba con los ojos húmedos.
-Gracias, Quinn, enserio. Sonará cursi pero... eres lo mejor que me ha pasado hasta ahora. No pudo evitar decir la sentimental morena abrazándola una vez más. - Vamos, pasa, no te preocupes porque estaremos solas. Mi madre no molestará.
Una vez adentro se dieron una sesión más de abrazos. Les parecía increíble poder estar juntas y lograron darse cuenta cuánta falta les hacia verse. No tardaron en hablar del resto de la familia que se quedó en la gran ciudad, o la nueva vida que intentaban iniciar los Lopez en Lima. Más relajadas, tomaron asiento en el salón. Santana lucia una impecable sonrisa, su mejor amiga le había alegrado el día.
No obstante, la abogada retomó un tema que le interesaba.
-¿Ya fuiste al medico? -Indagó en un murmullo mientras veía que Axel jugaba con el oso que le había traído de regalo. El silencio de la latina y la mirada de molestia que presentó con la pregunta lo decía todo.
-Hoy fui con la doctora… Me hizo una maldita ecografía.
-¿Y bien…? -Quiso saber la rubia, tomando la rodilla de su amiga. Santana suspiró con indignación, pero terminó asintiendo.
Quinn tragó saliva, se llevó una mano al pelo y miró un instante hacia el techo, como rezando o meditando sus próximas palabras. Santana agachó la cabeza, suponiendo que tendría que escuchar un largo y exasperante sermón.
-¿De cuanto? -Entre sonrió la ex animadora, acercando su otra mano al estomago de la morena. La morena se inclinó de hombros.
-Nueve semanas y algo… Pero ya. -Respondió velozmente corriendo con nerviosismo la mano pálida de Quinn. –No quiero hablar de ello. Por ahora, es como que ni existiera.
-Voy a ser sincera, San. No dudo que esto no era planeado, y sé cómo una se siente en estos caso pero, aún así, me asusta un poco tu actitud. No puedes negarlo, menos ahora que sabes que existe. Es un bebé, tu bebé.
-Por favor, Quinn, ahórrate el sentimentalismo. De verdad. Ya demasiado tuve con Brittany que me acompaño al consultorio.
La rubia comenzaba a preparar un sermón muy a su estilo, pero al escuchar ese nombre saliendo de la boca de su amiga solo atinó a levantar una ceja y llenarse de curiosidad.
-Así que ya me remplazaste.- Comentó dándole un golpe en el hombro.
-Ni en chiste, más fue la vergüenza que me hizo pasar. Son ideas del idiota de Finn, ahora no puedo sacármelos de encima. -Dijo Santana en tono molesto recordando la plática en el auto de la rubia.
-Sé que sonará raro viniendo de mi pero... No seas cruel con ellos. Ahora son los que están cuando Rach y yo no podemos tomar un avión. Y lo agradezco porque no creas que voy a subir a esas cosas cada vez que te pasa algo, Santana. Sabes que les tengo fobia a los lugares cerrados.
-No hay nada que un whisky en primera clase no pueda solucionar.- Reía la latina guiñándole un ojo. La rubia la miraba fijo y con reproche. –De acuerdo, si, es bueno contar con Frankenteen y sus locas ideas.
Las dos amigas no tardaron en actualizarse respecto a todos los temas que no alcanzaban a contarse en las dos horas diarias al teléfono. La morena se enteró de la nueva actriz que andaba tras su amiga, advirtiéndole a la rubia que la aleje de ella y su judía esposa o, sino, se vería obligada a ir hasta Nueva York solo para prenderle fuego el departamento.
Más tarde, en tanto Quinn jugaba al escondite con Axel, Santana notó que en la contestadora habían guardados dos mensajes. Se dispuso a escucharlos con algo de curiosidad.
-“¿Mamá? Habla Samuel, perdona que no haya llamado estos días. Ha habido accidentes, incendios, en fin, todo un caos, y en el hospital no dan tregua. Lo bueno es que me transferirán a Seattle en unos meses, espero que sea mas tranquilo…" -La latina escuchaba atenta, ella no se comunicaba mucho con su hermano ya que éste nunca estaba disponible. Su relación era así desde que él se fue años atrás, pero no por eso se llevaban mal."-… Sobre lo que me escribiste el otro día... No te preocupes, mamá, de verdad. La conozco tanto como tú y con lo orgullosa que es, no pasará mucho hasta que saque a patadas es esa tipa. -Santana se cruzo de cejas y se acercó más a la contestadora. – Hablare con el chico este para que desaparezca todo, y ya. No armes un escandalo. Llámame cuando escuches esto y dale un abrazo de mi parte a todos. Me tengo que ir, lo siento. Adios.” El mensaje termino, y automáticamente el siguiente empezó:
-“Usted esta participando por…”
La latina supo que no necesitaba oír el segundo mensaje. Paró el contestador sin dejar en lo que había oído y dirigió su mirada a una imagen colgada en la pared junto a la escalera, la foto de la familia Lopez. Ella estaba en un costado posando con su traje de porristas y -más atrás- Samuel abrazaba a sus padres por los hombros.
Todos se veían sinceramente felices.
El corazón de la morena latió más rápido. Los años habían pasado y quería creer que en su transcurso nada fuera de lo normal había ocurrido. Pero las palabras de su hermano le hacían tener un extraño presentimiento. Pensó que tal vez Maribel y Samuel sabían algo que ella ignoraba. Tal vez estaba ocultándole algo. Y empezaba a pensar que, de ser eso último posible, ella no se quedaría tranquila hasta saber la verdad.
Última edición por Dreamer=) el Lun Jun 08, 2015 8:07 pm, editado 2 veces
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me da pena que san no quiera a ese bebe, por dios que no tiene la culpa de las idioteces de los padres, pobre brittany tendra que hacer uso de mucha paciencia, ahora con ese mensaje de samuel sospecho mas que tuvieron que ver con las cartas desaparecidas. Ojala que puedas actualizar pronto y suerte con la escuela.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Primero,gracias por actualizar.Segundo,ese mensaje del hermano de Santana bastante sospechoso,habrá que esperar de que se trata.Y tercero,que pena que se te acabaron las vacaciones,te deseo éxito en este segundo semestre.
Muchos saludos,que estes bien y estudia.
Muchos saludos,que estes bien y estudia.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
NOOOOOOOOOOOOO, me voy de vacaciones y me entero que San esta embarazada???.. O.o.. WTF????... Pero bueno, ojala que Britt la apoye y esten juntas y formen una familia y kjsadfkñjsdafhñaksfha Brittana.. <3.. jajajajajjajajajajajaja..
Buenisimos los cap.. Espero la prox actu.. beso
Buenisimos los cap.. Espero la prox actu.. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Holaa, soy nueva lectora :)
Me encanta esta historia, me parece que tiene una trama de lo más atractiva y que lo estás desarrollando de una manera muy interesante, me encanta^^
Espero que actualices pronto y que finalmente Santana acepte al bebé que está creciendo dentro de ella.
Un saludo y hasta la actualización
Me encanta esta historia, me parece que tiene una trama de lo más atractiva y que lo estás desarrollando de una manera muy interesante, me encanta^^
Espero que actualices pronto y que finalmente Santana acepte al bebé que está creciendo dentro de ella.
Un saludo y hasta la actualización
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Que buen capitulo, me tomo bien de sorpresa que Quinn vuelva , pero fue una agradable noticia =)
Espero que Santana piense un poco y deje de tratar asi el bebe, aunque para mi a medida que pase el tiempo lo va a asimilar mas.
espero actu!
Espero que Santana piense un poco y deje de tratar asi el bebe, aunque para mi a medida que pase el tiempo lo va a asimilar mas.
espero actu!
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
D: Estuvo muy emocionante estos ultimos capis, eso de que Santana no quiera a su hijo...esta muy satanico (.__. es un decir) y que Brittany intente ayudarla y la rechacen!pobre... >__< y las cartas perdidas, mucho drama y emocion! Pues que Brittany se quede con el hijo de Santana y ya! XD o no se, estoy ansiosa por saber que sucedera,igual con las Fabray y sus problemas maritales XD muy buen fic sigue asi!!
Lyv Midna* - Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 22/07/2012
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