[Klaine] "In the Key of Us" (Traducción) Capitulo N°6 (1°parte)

Les traigo la primera parte del último capítulo. De ante mano, perdón si se me escapa algún error ortográfico.
Dos cosas: 1 - Siempre quise traducir esta parte. *excited*
y 2...
Advertencia: El final del texto no es recomendable para diabéticos. Deliiiicious cheesy <3


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Capitulo seis (1º parte).



- Ha pasado más de un mes. – gime Kurt desesperado. – Ha pasado un mes desde que él me dijo como, dos palabras.
- ¿Ni siquiera te habla en clases? – le pregunta Carole tomando de su café helado.

Están sentados en una mesa pequeña, instalados en la cafetería cercana a la escuela, lejos de la que Kurt y Blaine solían frecuentar. Él hace mucho esto, se da cuenta Kurt, hace su mejor esfuerzo por mantener su promesa de quedarse fuera de la vida de Blaine. Él evita su cafetería habitual, nunca pone un pie dentro del Soup & Salad bar que sabe que a Blaine le gusta visitar a veces para la cena y, por supuesto, se rehusa a llegar a la escuela siquiera un segundo antes de que el segundo periodo comience, así no tiene forzarse a sentarse en silencio con Blaine en el salón.

- No. - suspira Kurt. – Pero yo le dije que no lo hiciera. Cuando rompimos, le dije que tenía que hacer las cosas menos…-
- ¿Tensas? – pregunta Carole.
- Sip, supongo.
- Hm.
- Tal vez realmente se acabó. – dice Kurt lastimoso. – Tal vez debería superarlo, darme por vencido y dejar de preocuparme.
- Bueno, - dice Carole. – Creo que es bastante simple darse por vencido. Pero si realmente crees que él es la persona con la que quieres estar y enserio crees que son el uno para el otro, la preocupación nunca se detendrá.
- Se ve tan infeliz todo el tiempo - revela Kurt. – No he visto una sonrisa real en su rostro en mucho tiempo. Y quisiera saber por qué. Quisiera saber si es por mi o por el hecho de que no tendrá trabajo después de este año o si solo no puede decidir si quiere volver a la universidad. Quisiera poder saber y así entoces podría ayudarlo. ¡Pero no hay forma de que pueda saberlo porque no puedo hablar con él!
- Hm. – murmura Carole otra vez. – Tal vez… necesitas un nuevo plan.
- ¿Cómo qué? – pregunta Kurt, capturando el brillo travieso en los ojos de su madrastra.
- Hasta ahora, haz estado evitandolo ¿verdad? – pregunta ella.
- Bueno… si. –
- Tal vez necesitas ir por el lado opuesto de las cosas.
- ¿A qué te refieres? – pregunta Kurt.
- En lugar de evadirlo, - sugiere Carole – tal vez deberías ponerte en su camino más seguido. Discretamente, por supuesto, dada la naturaleza de su relación.
- Entonces… ¿estás diciendo que después de todo este tiempo, debería tratar de ganarlo de vuelta en lugar de darle su espacio?
- Creí que darle su espacio podría darle tiempo de encontrarse consigo mismo otra vez, - dice Carole. – pero al perecer, hasta ahora, él es infeliz porque sabe exactamente lo que quiere y no puede permitirse a si mismo tenerlo.
- Eso sería… ¿yo?
- Así parece.
- ¿Te das cuenta de que básicamente le estás dando permiso a tu hijastro para seducir su profesor, verdad? – dice Kurt en voz baja cuidando de los espías.

Carole se sonroja, un poco de rosado tiñendo sus mejillas.

- No estoy diciendo que lo seduzcas. – dice ella. – solo… te digo que ya no deberías evitarlo. Probablemente no sea la mejor idea perseguir una relación, no mientras siga la temporada escolar. Pero la graduación no está tan lejos. Tal vez si le das las señales suficientes y la idea correcta, podrían estar en camino a reconciliarse después de que tú recibas tu diploma y ya no seas su estudiante.
- Carole, - dice Kurt con una sonrisa astuta. – No puedo creer que nunca vi este lado tuyo.
- Solo digo… él no es el único que no se ve feliz. – dice ella. – Recuerdo la forma en que te veías antes de que todo esto pasara. Solo quiero verte así otra vez. Si él es el único que puede hacer eso, creo que yo debería ayudar, no retenerte.

Inesperadamente, lágrimas comienzan a nublar la visión de Kurt. Él cruza la mesa y cubre la mano de Carole con la suya.

- Hubiera estado orgulloso de llamarte mamá. – dice Kurt suavemente. – si el destino te hubiera escogido a ti en lugar de ella.

Carole inclina la cabeza, una sonrisa triste pasado adornando sus facciones.

- Sé que no puedo remplazarla, pero siempre estaré aquí para ti, Kurt.

De alguna forma, Kurt sabía eso mucho antes de que ella lo dijera.


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- ¡Buenos días, Señor Anderson! – dice Kurt con demasiado ánimo en su voz y sus pasos, cuando entra en el salón de clases de Blaine.

Su profesor se sobresalta abruptamente, su cabeza saltando de su lugar en el escritorio donde aparentemente había estado durmiendo.

- bien- ¿qué? ¿Kurt?
- Tiene un poco de baba – dice Kurt. – justo ahí.

Blaine se seca la boca al azar pasando su mano por su barbilla.

- ¿Ya empezó el segundo periodo?
- Oh, no, sigue siendo el primero. – le dice Kurt.
- Pero-

El hombre luce adorablemente confundido, sus ojos siguen adormilados y nublados cuando sus cejas de juntan. Apuchera un poco sus labios mirando como si esperara que las demás personas misteriosamente se materializaran en el aire.

- ¿Qué haces aquí tan temprano? – pregunta él.
- ¿No se enteró? – responde Kurt. – Ahora soy ayudante voluntario en la oficina de profesores por el primer periodo. No estará en mi expediente cuando me gradúe, por supuesto, pero puede ser un poco de actividad extra-curricular. Puede que se vea bien en mi curriculum si voy por la ruta de la moda y comienzo desde lo más bajo de la cadena. Así que dije, ¿por qué no?
- Oh. – dice Blaine, una mirada vacía se mantiene en su rostro adormilado. – Pero… ¿qué estás haciendo aquí?
- Trayendo su correo. – declara Kurt, dejando una pila de sobres y papeles sobre el escritorio de Blaine. – La Srta. Lowry en la recepción dice que usted nunca recuerda recogerlo. Me dijo que debería traerselo cada mañana. Los días que lo olvide, quiero decir.
- Uh, cierto. Supongo que probablemente debería comenzar a-
- No se preocupe por eso. – dice Kurt con una sonrisa. – Estoy feliz de recorgelo para usted. Es casi parte de mi trabajo ahora, supongo. ¿Hay algo más que necesite de la oficina? Puedo traer más café de la sala de profesores si quiere.
- No-No, Estoy bien. – dice Blaine, luciendo un poco más despierto pero aun confundido. – Gracias, creo.
- Cuando quiera. Estaré por aquí toda la mañana en caso de que necesite cualquier cosa. Nos vemos en clases, Sr. Anderson.
- Claro. Si. Te veré en clases, Kurt.

Kurt sale con una brillante sonrisa y un pequeño gesto de adiós.


¿Fase uno? Completa.


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- Oh Dios, lo siento – se disculpa Kurt, aferrandose a los hombros del hombre en frente suyo luego de su falso tropiezo con la alfombra de la entrada.

El perfecto déjà vu, piensa Kurt orgulloso.


- Oh ¿estás bie- ¿Kurt?
- ¡Sr. Anderson, Hola! – dic Kurt sonando lo suficientemente sorprendido. – Enserio tenemos que dejar de encontrarnos así.

Blaine mira por la cafetería, la misma donde solían encontrarse siempre, la misma que Kurt llevaba un mes evitando.

- No te veía hace tiempo por aquí. – remarca Blaine.
- Si, He estado yendo a otro lugar, el que está cerca de la escuela, ya que está menos fuera de camino. – dice Kurt. – No tienen todo lo que quiero ahí, sin embargo. Así que he vuelto al The Lima Bean.
- Claro, si. – dice Blaine con una sonrisa extraña y los ojos entrecerrados, como si no pudiera entender realmente que está demonios está pasando, pero está disfrutando la seguidilla de eventos de todas formas. – Recuerdo que dijiste algo sobre que el otro lugar no tenía la atmosfera adecuada.
- Entre otras cosas.

Blaine se aclara la garganta y se jura hacia el mesón.

Pero Kurt no se rinde tan facilmente.


- Extraño nuestras clases de piano. – dice Kurt, dando un paso en frente para quedar propiamente junto a su profesor. – Es una lastima que no quede mucho más para que me enseñe.
- Mmm. - dice Blaine asintiendo sin realmente estar de acuerdo. – Todo lo bueno se termina, dicen.
- Nunca me ha gustado esa frase. – declara Kurt. – No todo lo bueno tiene que terminar. A veces, lo que parece ser un final puede ser solo un nuevo y mejor comienzo.

Antes de que Blaine pueda responder, Kurt da un paso cuando la fila se mueve.

- Llevaré un moca sin grasa, - ordena él. – y un expreso para él.
- ¡Kurt! – exclama la barista, su coleta maneandose feliz por su emoción. – ¡No te había visto por aquí hace mucho!
- Estaba tratando algo nuevo. – explica él con una sonrisa amable. – Solo que no funcionó. ¿Cuánto por los cafés?
- Espera – dice Blaine, su mano tomando el hombro de Kurt en un intento de detenerlo por pagar. – No tienes que-
- Corren por cuenta de la casa – dice la barista. – siempre y cuando prometas volver pronto.
- Oh estoy seguro de que estaré aquí mañana. – le dice Kurt.
- Genial. – responde ella. – Sus cafés estararán en el bar.

Kurt se aleja del mostrador, dejando a Blaine ligeramente ido en su camino.

Finalmente, Blaine sale de su shock y se une a Kurt para esperar por su café.

- No tenías que hacer eso. –dice Blaine.
- ¡Pero es gratis! – le recuerda Kurt. - ¿Quién rechaza un café gratis?
- Pero… no tenías que-
- Creo que las palabras que está buscando son gracias, Kurt, eres la persona más generosa que conozco.

El debate abandona rápidamente los ojos de Blaine, reemplazados por buen humor y afecto. Él sacude su cabeza, una pequeña sonrisa en sus labios.

- Gracias, Kurt. – dice finalmente.
- Supongo que tendremos que trabajar en la parte de la persona generosa. – bromea Kurt. – Tal vez otro día.

Otro barista desliza sus cafés hacía ellos por la barra.

- Nos vemos en la escuela. – dice Kurt mientras toma su café, saliendo antes de que Blaine tenga la oportunidad de decir algo más.


¿Fase dos? Completa.


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Blaine Anderson usualmente es una persona perceptiva. Puede encontrar significados con pequeños detalles, descubrir un montón de subcontextos en cortas historias y es muy bueno adivinando el final de cada pelicula alguna vez creada.

También sabe cuando hay un complot involucrado.

Después de casi dos meses sin contacto con Kurt, salvo por verlo en clases, el niño de pronto está en todas partes. Se encuentran en la cafetería casi todas las mañanas y Kurt siempre encuentra una razón para unirse a él durante periodo de planificación de Blaine por las mañanas. Algunos días es para preguntarle si necesita hacer algunas fotocopias, otros para darle algún mensaje del jefe del departamente de Inglés y a veces le lleva su correo.

Okay. Blaine podría admitir que está dejando a propósito su correo en la caja solo para que Kurt lo lleve para él.

Es un placer pequeño, una cosa pequeña e insignificante que puede esperar. Solo ver a Kurt cruzar por la puerta en las mañanas con una sonrisa familiar, es una de las pocas partes del día que realmente disfruta. No hay nada inherentemente malo en eso ¿verdad?

Porque el resto de su vida enserio apesta. Sigue sin dormir bien gracias a los vividos sueños, la mayoría de ellos cuentan con la piel de Kurt cubierta de sudor y sus ojos somnolientos, todas imágenes borrosas de la última noche que pasadon juntos. Usualmente despierta de salto con las sabanas húmedas y el nombre de Kurt en sus labios. A veces sueña sobre sentarse solo una celda oscura, sin ventanas, mientras la voz de David Karofsky se burla de él con esa horrible palabra. Cuando despierta de esas pesadillas en particular, tiene que parar y recordarse a si mismo que él no es un pedófilo y que enserio se rehusó a poner un dedo sobre Kurt antes de que tuviera dieciocho.

En este punto, las pesadillas nocturnas son casi inexistentes. Casi.

Los sueños realmente lo atormentan durante el día.

Le da un vistazo a Kurt mientras el chico lleva la punta de un lapiz contra sus labios durante las clases y entonces la mente de Blaine de pronto se inunda con flashbacks de los labios de Kurt contra su cuello, gimiendo mientras Blaine empuña su pene.

El real peligro viene del hecho de que no es solo el sexo lo que él recuerda.

A veces, cuando Kurt deja su correo, él inclina su cabeza de una forma oh-tan-inocente- y levanta la mirada a través de sus bonitas pestañas. Es entonces cuando Blaine recuerda el cumpleaños dieciocho de Kurt y la forma en que había sonreido cuando le dio una de sus viejas fotos de la secundaria. Ahí es cuando Blaine recuerda lo adorable que Kurt se veia cuando él despertó para verlo en la cama mientras estaban en Columbus por la noche.

Es ahí cuando Blaine recuerda como Kurt lo hacía sentir vivo por primera vez desde que se paró en un escenario y cantó su primer solo.

Pero por todo eso, solo me haces sentir más miserable.

Blaine se enconge internamente sobre su solitaria cena una noche, pensando atrás en su último horroroso día. Ahora, se da cuenta, mirando sobre el silencioso y vacío departamento, desde su asiento en su pequeña mesa del comedor, que tal vez no había conocido la verdadera miseria hasta ese momento.

Blaine suspira. Ya no tiene hambre, tira los restos de su comida al basurero y reenfoca su atención en los ensayos que necesita revisar. Se desploma una vez más en el sofá, metiendo sus pies bajo él, y toma los papeles abandonados en la mesa de café para terminar de calificar.

Kurt Hummel, lee el nombre en la esquina izquierda de la página.

Oh, cierto. Ahora Blaine recuerda por qué se tomó una pausa de calificar y se hizo la cena. Una sonrisa triste se arrastra por su rostro y pasa un dedo trazando las letras que marcan el nombre de Kurt. Su elegante y refinada caligrafía es una bendición comparada con los arañazos de pollo que normalmente lee.

Cuando Blaine levanta el ensayo de la pila de papeles para leerlo completo, algo inesperado ocurre.

Una pequeño papel doblado cae de las páginas del ensayo a su regazo.

Los latidos de Blaine se aceleran, rápido y ligero como imitando las alas de un pequeño colibrí. Él toma el papel de su regazo y lo desdobla con sus dedos nerviosos.

Estoy pensando que es una señal
que las manchas de nuestros ojos son imágenes reflejadas
y cuando nos besamos quedan perfectamente alineadas.

(I am thinking it's a sign that the freckles
In our eyes are mirror images and when
We kiss they're perfectly aligned)

Las palabras en la página suenan familiar en la mente de Blaine. Recuerda la letra aunque no ha escuchado la canción en años. Mordiendo su labio inferior, Blaine observa el trozo de papel en su mano. No hay nada más ahí, no hay una firma ni iniciales. Solo las letras escritas por la mano de Kurt.

Soo la letra de una canción que había olvidado que conocía y una bonita melodía bailando por su mente sobrecargada.

Él deja la nota la nota a un lado, alizandola y permitiendo que se quede a su lado por el resto de la noche mientras continúa calificando.


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- Bagels – anuncia Kurt una mañana durante el primer periodo.

Blaine deja su lápiz sobre el escritorio, apoyandose en su silla antes de dirigir su atención a Kurt.

- No son de arándanos. – dice Kurt dejando un panecillo envuelto en una servilleta sobre los papeles que con los que Blaine se había estado quejando. - Pero la Srta. Lowry trajo unos extras hoy día así que pensé que podría traerle uno.
- No tengo hambre, - murmura Blaine. – Pero gracias.
- Parece como si no estuvieras comiendo lo suficiente como para mantener a un pajarito vivo. – dice Kurt, llevando el panecillo cerca de su profesor. – Come.

Blaine suspira, sabiendo cuando rendir su batalla y toma un largo mordisco de su bocado ofrecido.

- Muy bien. – dice Kurt.

Resoplando divertido, Blaine niega con su cabeza.

- Okay, mamá. – dice después de terminar de masticar.
- ¿Necesita algo esta mañana? – pregunta Kurt educadamente.
- Cómo… ¿Cómo has estado? – pregunta Blaine con su voz baja.

Kurt lo observa con sorpresa, como si no pudiera creer que es Blaine el que está intentado una conversación. Lo cierto es que Blaine tampoco puede creerlo. Se siente extraño, teniendo a Kurt así en la mañana sin tener realmente una conversación decente. Por lo general Blaine está demasiado agotado como para descubrir el plan de Kurt pero, hoy… él enserio quiere saber.

- Estoy… bien. – dice finalmente Kurt. - Un poco ocupado ya que es fin de año y los profesores están acumulando tareas antes del final.
- Si – asiente Blaine. – supongo que llevamos el curriculum hasta el final, tratando de cargar hasta lo último que requeramos enseñar.
- Bueno, es desesperante. – le dice Kurt rodando los ojos y dandole a Blaine una sonrisa tierna.
- Qué pasa con… um… ¿qué tal las cosas fuera de la escuela? – pregunta Blaine. - ¿Cómo está tu familia y todo?
- Están bien. – asegura Kurt. – Finn está pensando en unirse al ejército después de la escuela, así que mi papá y Carole están un poco preocupados con eso. Yo solo estoy esperando mis cartas de aceptación.
- Oh, cierto, has estado aplicando para universidades. ¿Cuáles son tus favoritas? ¿Sigue siendo la Universidad de Nueva York?
- Mhmm – murmura Kurt. – Solo estoy preocupado por las cartas de recomendación que entregué. La carla del Sr. Schuester estuvo bien pero la de la Srta. Pillsbury fue un poco blanda. No sé si estarán lo suficientemente convencidos de que soy bueno para cualquier programa especial que me interesa. Hay una posibilidad de que entre solo con mis calificaciones y mi puntaje, pero puede que no me dejen sobre el resto. Siempre he odiado ser… alumno “promedio”, supongo.
- No creo que alguien pueda clasificarte como alumno promedio, Kurt. – susurra Blaine con una sonrisa simple.

Algo parecido al placer se arrastra por el cuerpo de Blaine cuando ve ruborizarse las suaves mejillas de Kurt.

- Yo podría escribir una carta extra para ti. – ofrece Blaine.
- Tú… ¿Haría eso por mi?
- Por supuesto que lo haría. – dice él. – No soy insensible. Y tú… Quiero verte feliz también. Quiero que vayas a Nueva York. Te lo mereces después de… después de todo.
- Es lo que siempre he querido. – dice Kurt suavemente.
- Lo sé. Entonces la Universidad de Nueva York tendrá mi carta de recomendación al final de la semana.
- Desearía poder escribir una para ti.

Completamente sorprendido por la desesperación en la voz de Kurt, Blaine se acerca al chico. Un breve y loco momento pasa por Blaine y casi toma la mano de Kurt pero, en lugar de eso, solo junta sus manos sobre su propio regazo.

- No tienes que preocuparte por mi. Mi vida no está arruinada solo porque no puedo enseñar aquí el próximo año. Encontraré algo.
- Creo que sabes que no es eso a lo que me refiero. – dice Kurt.
- Kurt… Estoy bien.
- Te ves como si no hubieras dormirdo debidamente en meses. – le dice Kurt. – Escucho hablar a los otros profesores. Creen que sigues molesto por el incidente con la policía pero yo… yo siento que no es solo eso.

Blaine toma una respiración profunda y mira hacia el niño que ama.
Porque lo hace, él sigue lo amando. Blaine no cree que cualquier cosa cambiará ese hecho. Hasta hoy, sigue arrepintiendose de sus palabras hacia Kurt cuando él rompió las cosas. Nunca se lo diría a Kurt, por supuesto, considerando que esta es la única conversación que han tenido que no sea sobre la escuela o sobre café. Pero se arrepiente de su cruel intento de alejar a Kurt. Él sabe que Kurt en realidad no cree lo que le dijo sobre no amarlo y solo querer acostarse con él, pero sigue habiendo un poco de culpa en su corazón por haber dicho tales horribles cosas.

Blaine se sacude de sus propios pensamientos. El amor ya no viene al caso, no a hasta este punto.

- Aprecio que te preocupes – dice finalmente. - pero enserio las cosas no están tan mal como estaban antes. No últimamente, al menos.

Él no le dice a Kurt que el motivo de su mejor estado de ánimo es él mismo. Simplemente estar al rededor el chico de alguna forma levanta su espíritu. Su consciencia no está tan embrujada ultimamente, aunque Blaine no puede precisar exactamente por qué. Tal vez sea el hecho de que, incluso solo en un par de meses, Kurt está empezando a perder la redondez en su rostro y a madurar en el adulto que Blaine sabe que ya lleva dentro.

O tal vez es porque Blaine finalmente se dio cuenta de que la miseria que pensó conocer cuando él y Kurt estaban juntos, era simplemente su propio miedo.

Tal vez Kurt nunca fue el diablo arrastrandolo hacia abajo. Tal vez Blaine era el único con los demonios que seguía necesitando para la batalla.

- Solo… solo dejame saber ¿okay? – pide Kurt. – Aun tienes mi numero, espero. Envíame un texto o lo que sea si… si necesitas cualquier cosa.
- Lo haré. – dice Blaine.
- Enserio. – continua Kurt. – No me digas que lo harás y luego te sentarás solo en tu departamento cuando las cosas estén mal.
- Lo haré, lo prometo. Pero como dije, las cosas están mejor ahora.
- Bien. – dice Kurt asintiendo. – Debería irme. La Srta. Lowry necesita algunas fotocopias y las fotocopiadora de la oficina está rota así que necesito ir a la sala de profesores.
- Te veré en clases en un rato.

Cuando Kurt se va, Blaine deja caer su cabeza hacia delante, su barbilla casi en su pecho.

Ya no sabe que hacer con esto.


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- Hoy me habló. – le dice Kurt a Carole mientras compran varias verduras para el estofado de la cena. – Así como… enserio me habló.
- Eso suena como un progreso. – comenta Carole.
- Si, fue agradable. Pero sigue… dijo que estaba bien o, al menos, dijo que ahora estaba bien. Me gusta pensar que tal vez lo he ayudado de alguna extraña forma. Aunque aun parece como si se estuviera reteniendo, como si siguiera teniendo algunos problemas pero no tiene a nadie con hablar sobre ellos.
- ¿Y crees que tu podrías ayudarlo con eso? – pregunta Carole.
- Sé que podría. – dice Kurt. – Si tan solo me dejara entrar otra vez, podría decirle que yo… que sigo enamorado de él y que me preocupa. Podría decirle que no voy a forzarlo a nada y que seguiré estando ahí si él me quiere.
- ¿No me dijiste que ya le habías dicho eso cuando rompieron?
- Lo hice pero no sé si estaba realmente escuchando.
- Ah.

Lo que Kurt no sabe, es que, en este momento, Burt Hummel está definitivamente escuchando.


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Cuando un fuerte sonido golpea su puerta, Blaine se congela de desdoblar el último ensayo de la clase de último grado que necesita calificar.
Son casi las nueve de la noche, se da cuenta cuando da un vistazo rápido a su reloj.

¿Quién diablos podría golpear tan fuerte?

Al abrir la puerta, el corazón de Blaine casi se paraliza.

Nunca, ni un millón de años, habría esperado ver a Burt Hummel en su puerta.

- M-Mr. Hummel – tartamudea. - ¿Qué… ¿Qué está haciendo aquí?
- Vengo por una charla. – dice el hombre metiendo sus manos en los bolsillos, una gran sonrisa forzada en su cara. - ¿Vas a dejarme pasar?
- Uh, si. Si, claro. – dice Blaine mientras retrocede lejos de la puerta.

Cuando Burt está completamente dentro y sentandose en el sofá sin una invitación, Blaine cierra la puerta y tiene que preguntar:

- ¿Cómo supo donde vivo?

- He vivido en esta ciudad por mucho tiempo, - dice Burt. – y tengo amigos en el sistema escolar. Eso es todo lo que necesitas saber.
- O-Okay. – responde Blaine, incapaz de controlar los nervios en su voz. - ¿Puedo, um, le gustaría algo de beber? Creo que tengo agua enbotellada o jugo o, o una cerveza si quiere una.
- ¿Le dabas cerveza a Kurt cuando estaba aquí?

Los ojos de Blaine se abren en shock.

- No, señor, no. Nunca le di nada de alc-
- Sientate, niño. Solo estoy jugando contigo.
- Oh. Um, claro. – murmura Blaine setandose cuidadosamente al final opuesto del sofá. – Entonces… ¿Quiere conversar?
- Bueno, el plan era venir aquí y hacerte sentir lo más incómodo posible antes llegar al asunto real, pero ha sido un día largo así que supongo que solo iré al grano.
- O… okay – tartamudea Blaine. - ¿Qué era lo que-
- ¿Amas a mi hijo?

El aliento de Blaine se detiene, su boca cayendo abierta como la de un pez y su rostro pierde el color.

- No-No sé de que habla.
- Es una pregunta bastante simple. – dice Burt. - ¿Amas a mi hijo?
- Nosotros nunca, quiero decir, Kurt y yo, sé que las cosas que David Karofsky dijo ese día podrían haber sonado- Burt agita su mano frente a su rostro, como si pudiera esfumar la mentira de Blaine con el movimiento.
- Corta con eso. Ya lo sé todo. Kurt me lo dijo.
- Él… ¿él se lo dijo? – pregunta Blaine incrédulo. - ¿todo?
- Todo desde las clases de piano, el primer beso, la cita en Columbus, el primer te amo y el jugueteo entre las sabanas.
- Oh Dios – se queja Blaine horrorizado sujetando su estómago porque se siente perfectamente enfermo en este momento. – Señor, yo… lo siento. Lo siento. Nunca quise que usted… Oh Dios.
- Nunca quisiste que lo descubriera. – termina Burt por él. –Si, esa parte está bastante clara.
- No puedo ni siquiera explicar como… Oh Dios, ¿usted… ya llamó a la policía?
- ¿Por qué demonios haría eso?
- Porque yo… porque su hijo y yo- Blaine se corta a si mismo tapandose la boca con su mano temblorosa.

Esto es terrible. Esto es horroroso. Esto es posiblemente lo peor que podría pasar. Que un estudiante descubriera su secreto ya es lo suficientemente malo pero ¿esto?
Blaine quisiera que un hoyo se abriera en la fabrica del tiempo y en el espacio, y se lo tragara entero. Eso probablemente sería mejor que tener a Burt Hummel estrangulandolo aquí y ahora.

- Me entregaré. - dice Blaine. – solo… por favor, por favor no haga esto público.
- Creo que tienes la idea equivocada aquí, niño. – dice Burt, estudiando a Blaine con ojos serios. – Si quisiera encerrarte, habría llamado a la policia cuando Kurt me lo dijo hace meses.

Blaine se detiene.

Espera. ¿Qué?

- ¿Qu… ¿Hace cuánto lo sabe?
- Desde el día en que tú y Kurt se separaron. – le informa Burt. – El mismo día de esa reuinión del infierno. Me tomó todo el día para que me lo dijera pero creo que lo presioné un poco más y lo escupió. Kurt luchó con uñas y dientes para mantener su secreto, no te preocupes. Él solo nos dijo después de que le prometimos no te encerraríamos en la carcel.
- Lo siento – dice Blaine otra vez porque no sabe exactamente que otra cosa puede decir. – Si pudiera volver atrás, lo haría. Nunca debí haber hecho lo que hice. No debí… fue horrible. Lo que hice estuvo mal y bajo y lo siento. Fui… fui estúpido y desubicado e irresponsable y sé que no… ni siquiera debería seguir eseñando. Ellos solo deberían despedirme y no mirar atrás y-
- Whoa, calmate, Anderson – le interrumpe Burt. – Dios, Kurt tenía razón sobre tu complejo de culpa.

Blaine lo mira perdido, sus latidos demasiado ruidosos y rápidos en su pecho.

- No estoy aquí para ponerte a prueba ni nada de eso. – le dice Burt.
- Pero entonces… ¿Por qué está aquí, señor?
- Estoy aquí porque tengo una pregunta que ya te hice dos veces: ¿Amas a mi hijo?

Si fuera físicamente posible, el pulso de Blaine se acelera incluso más.

- Nosotros… yo no puedo… no puedo-
- Mira, - suspira Burt fuertemente, apoyandose atrás, poniendose más comodo en el sofá. – No estoy diciendo que estoy feliz de que ustedes dos se hayan estado viendo a mis espaldas. Y definitivamente no estoy feliz de que hayan pasado tanto tiempo solos juntos porque, Dios sabe las cosas que dos niños pueden hacer cuando no hay nadie mirando. Pero eso es más porque él es mi hijo. Y tengo derecho a saber si está con alguien que pueda engatuzarlo y forzarlo a hacer algo que él no está listo.
- Lo juro, - dice Blaine enfáticamente. – Nunca-
- Pero, - le interrumpe Burt una vez más. – Kurt me dijo que ni siquiera lo besaste hasta el día que cumplió dieciocho. Así que supongo que respeto eso. Y me alegro de que ambos esperaron un tiempo para llegar algo más.
- Nunca podría forzarlo a nada, señor. Nunca lo hice y nunca lo haría.
- Ahora entiendo eso. – dice Burt. - ¿Personalmente? Creo que todo esto es una locura. Eres su profesor. Y para mi, Kurt sigue siendo mi niño pequeño.

Blaine no dice nada. Él muerde sus labios juntos, sientiendose más joven de lo que se ha sido en toda su vida.

- Lo cierto es que, - explica Burt con otro fuerte suspiro. – supongo que es tiempo de admitir que él ya no es mi niño pequeño. Ha tenido que madurar muy rápido y yo solo… quisiera poder mantenerlo como un niño cuando él ya nunca será uno. Y tengo que convencerme a mi mismo de que él es lo suficientemente seguro como para decidir con quién quiere salir. – Burt entorna los ojos. – Y con quién quiere dormir.

Blaine traga saliva.

- Así que si él te escoge a ti, supongo que tengo dar un paso atrás y dejar que lo tengas.
- Pero yo… terminé las cosas. – susurra Blaine. – Tuve que hacerlo. Como dijo, todo esto es una locura.
- Es una locura porque él es tu estudiante. - asiente Burt. – Pero no es para nada una locura si los sentimientos son reales.
- Sr. Hummel, yo-
- Estoy bastante seguro de que hasta este punto me puedes llamar Burt.

Considerando todas las cosas, Blaine cree que eso sería demasiado amable de parte del hombre.

- Burt. – comienza él otra vez. – No es… no es tan simple. Él sigue siendo mi estudiante. Sigue siendo ilegal.
- No es como que esté diciendo que deberían saltar a todo de nuevo, - dice Burt. – pero no soy ciego. Solo con mirarte ahora mismo me dice que todo lo que Kurt me ha dicho en el último par de meses es cierto. Te ves como la mierda, niño. Te ves como si no tuvieras ni una sola cosa buena en tu vida. Es duro de ver. Y te lo diré ahora, no importa como se ve Kurt cuando lo ves en la escuela, cuando está en casa y nos sentamos solos en la sala viendo TV juntos, él se ve exactamente de la misma forma que tú.


Cerrando sus ojos, Blaine baja la cabeza, resignado en su propia desesperación y forzandose a mantener las lagrimas que amenazan con caer. Si es dificil para Burt verlos a ambos de esta manera, es mucho más doloroso para Blaine pensar en Kurt sintiendose de la misma forma que él se ha estado sintiendo durante los últimos meses.

- Así que preguntaré una vez más. Y quiero una respuesta correcta. Nada de “él es mi estudiante” y esa basura de “no es tan simple”. – dice Burt. - ¿Amas a mi hijo?

Un largo y estrecho silencio se produce, durante el cual la determinación de Blaine se convierte en polvo.

- Si. – admite Blaine agotado con su voz quebrandose. Las lágrimas que ha estado esforzandose en retener comienzan a caer libremente por los circulos oscuros bajo sus ojos y aun más abajo tiñendo sus mejillas. – Amo a su hijo.

Es la primera vez que lo admite para alguien más, además de Kurt, por supuesto. Nunca discutió su relación con algún amigo o sus padres (Dios, no). Nunca lo dijo ni siquiera en una habitación vacía.

Algo pesado, como dolor o presión o miedo se levanta sus hombros y por primera vez en meses, se siente como si pudiera respirar correctamente otra vez.

- Entonces solo déjalo volver a tu vida, niño . –sugiere Burt, inclinandose en su lugar para poner una mano sobre el hombro delgado de Blaine. – Deja que te haga feliz otra vez. Sé que él quiere. Dios, es todo lo que habla en estos días.

Blaine aspira por su naris, secandose sus mejillas humedas.

- Qué pasa si… ¿Qué pasa si ya lo arruiné? – pregunta él, desesperado por hablar esto con alguien. - ¿Qué pasa si él no me quiere nunca más de esa forma?
- Confia en mi. – declara Burt. – Él te quiere. Deberías haberlo escuchado esa noche. Hablaba sobre como creía que podría encontrar a alguien más un día pero sabía que nunca tendría tu sonrisa o alguna otra basura romantica. Creo que mi cerebro se derritió por mis oidos.

Un resoplido cae de la boca de Blaine, estrangulado por una explosión de risa.

- Pero como dije antes, - Burt continúa. – No sé si es muy buena idea llegar y saltar dentro otra vez. Pero tal vez… demonios, no sé. Vuelve a darle clases de piano o algo así. Ven a cenar otra vez. Solo haz algo para mostrarle que sigues interezado. Porque a este paso, él cree que es una caso perdido en tus ojos. Incluso después del tonto plan que él y Carole comenzaron.
- … ¿Qué plan? – pregunta Blaine mirando de lado al padre de Kurt.
- Me imaginé que ya lo habías adivinado. - murmura Burt. – Él trató de mantenerse lejos y darte tu espacio pero, Carole me dijo algo sobre haberle sugerido que intentara algo más. Por eso es que es voluntario en medio de la oficina de la escuela y por qué lo haz visto en otros lugares alrededor de la ciudad. Está tratando de ser parte de tu vida otra vez.
- Oh – dice Blaine secamente. – Ni siquiera me había dado cuenta.
- Si, así veo. – dice Burt. – Ahora es tu turno.
- ¿Mi turno?
- De poner un poco de esfuerzo en todo esto. – aclara Burt. – Kurt solo puede hacer mucho antes de rendirse. Algunos días creo que se está agotando, corriendo por ahí y tratando de verte solo para que tu puedas callarlo otra vez.
- Él… ¿Él sabe que usted está aquí?
- Por supuesto que no. – se queja Burt, levantandose en sus pies. – Me cuelga de los pies si sabe que estoy hablando contigo.
- Cierto. – dice Blaine, porque eso enserio suena mucho como a Kurt. – Bueno, yo… trataré. Está… ¿está bien si él viene para acá? Por clases, quiero decir.
- Apreciaría si mantienen sus manos y… sus labios en si mismos hasta que él se gradúe. – dice Burt. – Pero si. No tengo problema con que venga aquí. Mientras esté feliz otra vez.
- Entiendo. – dice Blaine a la vez. – Sin besos. No, um, nada de esa naturaleza hasta que ya no sea mi estudiante.
- Suena bien. – dice Burt, encaminandose hacia la puerta.

Blaine salta adelantandose para abrir la puerta para el hombre que podría perfectemente haber salvado su cordura.

- ¿Señor? - lo llama timidamente.
- ¿Hm?
- Gracias. – dice Blaine, su voz bordeando el susurro. – Sé que esto es… bueno, sé que problamente no es la relación ideal que quería para su hijo. Pero gracias por entender. No sé como podría pagarle su-
- Solo asegurate de que mañana vuelva a casa con una sonrisa en la cara. Eso es suficiente para mi.

Blaine asiente una vez más como una despedida final y Burt palmea su hombro como para darle fuerza antes dejarlo solo.

Cuando Blaine cierra la puerta, gira y hunde su cuerpo cansado contra la madera. Por primera vez, después de unos largos y dolorosos meses, él deja que una genuina sonrisa se dibuje en su rostro.


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- ¿No hay bagels hoy? – bromea Blaine cuando Kurt camina atraviesa la puerta del salón la mañana siguiente con el correo de Blaine en mano.

Kurt detiene el proceso de dejar el correo en su escritorio. Él mira hacia su profesor con ojos sorprendidos, como si la felicidad en la voz de Blaine fuera un concepto completamente olvidado en estos días.

- Uh… no. – responde Kurt finalmente. – Hoy no.
- Lastima. – dice Blaine. Pateando sus pies sobre el escritorio mientras entrelaza sus dedos detrás de su cabeza.
- Yo… puedo traerle un poco de café. – ofrece Kurt, exactamente como lo hace cada mañana.
- Un café estaría bien. – dice Blaine aceptando la oferta por primera vez desde Kurt comenzó a ofrecerle. – Toma un poco para ti, también.

Asintiendo rápidamente, Kurt se apresura fuera de la puerta y por el pasillo para tomar sus cafés.

Okay, tal vez Blaine se siente un poco culpable por jugar con las labores de oficina de Kurt. Pero es un comienzo de un nuevo día, un día mejor, y Blaine va a absorver tanto como pueda.

Cuando Kurt regresa, él vuelve con dos vasos de café, como se le pidió.

- Una de crema y tres de azúcar. – dice Kurt mientras le entrega su café a Blaine. – Así está bien ¿verdad?
- Perfecto. – dice Blaine. - ¿Sientate conmigo?
- Uh… es eso… me refiero a… ¿es una buena idea? Después de…-
- Si alguien pregunta, estamos hablando sobre lo que debería poner en tu recomendación para la Universidad de NY.
- … ¿y si nadie pregunta? – dice Kurt tomando asiento en su escritorio usual.
- Sigo teniendo algunos de tus libros de lecciones en mi departamento. – dice Blaine. – Los de piano. Me preguntaba si quierías ir a recogerlos.

Si los ojos de Blaine brillaban demasiado al mirar el puro asombro en el rostro de Kurt, él simplemente no puede hacerse responsable.

- Yo... está bien si quiere traerlos aquí, - dice Kurt. – No quiero molestar.
- No estarías molestando. Te lo estoy pidiendo.
- Um, está bien. Si. Okay. ¿Cuándo?
- ¿Hoy después de clases? - ofrece Blaine. – Estoy libre de ensayos por un par de días así que puedo salir justo después de que terminen las clases.
- Bien. Supongo que ahí nos vemos, entonces.
- Ahí nos vemos.

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Cuando la clase de Glee está cerca ese día, la cabeza de Kurt sigue girando. Blaine lo invitó. Blaine lo invitó a su casa. Lo invitó a ir y dijo que si a su oferta de café y él nunca dice que si a la oferta de café de Kurt en las mañanas.

Y él… él sonaba feliz. No una felicidad forzada tampoco, una felicidad genuina.

Algo extraño está pasando, decide Kurt cuando sube al asiento de conductor en su auto. Ayer, Blaine se veía, bueno, no exactamente triste, pero definitivamente no así de alegre y burbujeante. Así que ¿qué pasó entre ese entonces y ahora para causar un cambio tan drástico en el hombre?

Si Kurt creyó estaba confundido antes, entonces ahora no entiende nada de todo este día.

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- Hola – saluda Blaine con su usual y tonta sonrisa apareciendo en sus labios.

Kurt no había visto esa sonrisa en meses.

- ¡Pasa! – dice Blaine.

Cuando Kurt entró al departamento, una súbita ola de emociones llenan su cuerpo. La última vez que estuvo ahí, su mundo entero había colapsado en sus oidos. Pero ahora, todo lo que sabe es que se besaron en esa baquilla de piano y que durmieron una o dos veces en ese sofá, con sus extremidades entrelazadas y la cabeza de Kurt apoyada en el pecho de Blaine. El lugar lo ahoga en calidez y familiaridad.

- Te vez perdido. – remarca Blaine, sacando a Kurt de sus pensamientos.
- Lo siento. – dice Kurt rápidamente. – Yo solo… lo siento. Entonces, um ¿los libros? No quiero tomar mucho de tu tiempo.
- ¿Algún lugar donde tengas que ir?
- N-no. – tartamudéa Kurt. – Es solo que no quiero prolongar mi bienvenida.
- Bueno, tu siempre eres completamente bienvenido. – le dice Blaine. - ¿Quieres un poco de té?
- … ¿Té? – pregunta Kurt, entrecerrando los ojos sospechando desconfiado. - ¿Desde cuándo tomas té?
- No… no lo hago. – admite timidamente Blaine con un ligero rubor en sus mejillas. – No normalmente. Pero compré de esas galletas de manteca y la caja dice que son mejores con té. Así que pensé que podría hacer el intento.
- Y quieres que… me quede, - dice Kurt lentamente. – y tome té con galletas contigo.
- Creo que los britanicos las llaman biscuits. – le informa Blaine con una brillante sonrisa.
- Estás… ¿estás en la drogas? - Kurt siente que necesita preguntar inspeccionando a fondo el rostro de Blaine. - ¿estás drogado?
- Solo estoy vivo. – dice Blaine tomando una mano de Kurt para llevarlo a la cocina.

En el momento en que sus dedos se tocan, Kurt no puede detener el pequeño jadeo que se derrama entre sus labios. Es la primera vez que realmente se tocan en mucho tiempo, sin contar su falso tropiezo en el Lima Bean hace poco. Pero esto es piel contra piel y es Blaine quién lo ha iniciado.

Lo que sea que esté pasando, Kurt no puede encontrar la fuerza en si mismo para detenerlo. No todavía.

Kurt observa, su cabeza girando en círculos mientras Blaine llena una vieja tetera con agua del grifo antes de ponerla a hervir en la cocina. El hombre tararea felizmente para si mismo. Está tarareando y sonriendo con ojos risueños, muy ocupado sacando tazas del armario y leyendo las instrucciones en la lata llena de bolsas de té.

Si Kurt no estuviera tan confundido, la imagen lo podría llevar a las lágrimas ahora mismo.

- ¿Cómo estuvo tu día? – pregunta Blaine, sus ojos siguen en la lata de té.
- Oh. Igual que todos los otros, supongo. Sacando fotocopias, llendo a clases y a Glee. ¿Y el tuyo?
- Bien. – dice Blaine mirando directamente hacia Kurt cuando lo dice. – Fue un día muy bueno.
- Me alegra. – responde Kurt suavemente.
- Mmm. – murmura Blaine asintiendo. - ¿Cómo estuvo Glee? ¿Pasó algo nuevo?
- Solo estamos decidiendo las canciones para cantar en la graduación.
- Ni siquiera es Mayo aun. – apunta Blaine.
- No, pero nos lleva mucho tiempo decidir las canciones. – dice Kurt. – Siempre hay opiniones feroces.
- ¿Cantarás? – pregunta Blaine. - ¿Incluso cuando serás unos de los graduados?
- Por supuesto. – dice Kurt delizandose en una de las sillas y finalmente dejando su bolso en el suelo.

Si Blaine quiere crear una conversación, entonces eso está perfectamente bien con él. Mientras estén realmente hablando.

– No podría perderme la última oportunidad que tengo de cantar con todos ellos una vez más.
- ¿Vas a extañarlos, huh? – pregunta Blaine cuando comienza remojar las bolsas de té en sus tazas antes de tomar las galletas que mencionó antes.
- Si. – admite Kurt. - Lo haré.
- Bueno, los verás otra vez. – le asegura Blaine. – Por la forma en que hablas de todos ellos, se ve que son realmente cercanos. No puedo imaginar que no haya algún tipo de reunión en el futuro.
- No será lo mismo, sin embargo.
- No. – asiente Blaine. – No lo será. Pero tienes que hacer tu mejor esfuerzo por estar en contacto. De otra forma los viejos amigos se desvanecen en el fondo si no haces el esfuerzo suficiente para verlo otra vez.

Blaine mira fijamente las tazas y vuelve a la lata de té, como si se asegurara de seguir bien las instrucciones. Decide que hizo el trabajo adecuado y lleva las tazas a la mesa, seguido de las galletas, y se sienta frente a Kurt.

Kurt tiene que preguntar si eso es lo que le pasó a Blaine. ¿Todos sus amgos se desvanecieron en el fondo? Él raramente hablaba sobre sus amigos de la escuela cuando eran una pareja, pero entonces, Blaine nunca habló para nada de sus amigos.
Desearía que aun fueran cercanos, así él podría preguntarle por ellos.

Pero ese ya no es su lugar, piensa tristemente.

- Hasta tienes tazas refinadas. – dice Kurt en su lugar, llevando una taza de té a sus labios.
- Puedo ser perfectamente refinado. – le dice Blaine.
- Nombra un momento en donde yo pueda decir que vi esa parte de ti.
- Fui muy refinado cuando estabamos en ese restoran en Columbus. – dice Blaine. – O al menos yo creí que estaba siendo refinado.

Mientras Blaine continua alardeando sobre sus forzados y perfectos modales, los recuerdos de su primera noche en una cama juntos golpéa a Kurt en el pecho. La fuerza lo lleva de vuelta a las imágenes del restro de Blaine ensombrecido por los faroles de las calles mientras caminaban de regreso al hotel con la sensación de la mano de Blaine, cálida y segura en la suya. Una dolorosa sensación.

El rostro de Kurt se endurece, sus labios se estrechan en una delgada linea y no puede decir nada en respuesta a las divagaciones de Blaine. Si abre su boca, sabe que un quejido lastimoso se escapará y sabe que simplemente no es tiempo para eso.
A veces cree que su tiempo juntos fue siempre un sueño y que cuando rompieron, la realidad se convirtió en una pesadilla.

En lugar de eso, mete un galleta en su boca.

Demonios, enserio saben bien con té.

De pronto se vuelve demasiado difícil sentarse ahí y crear una pequeña charla, a pesar de que minutos antes había estado desesperado por eso. Esas paredes guardan demasiados recuerdos y si escucha con atención, aun puede oir el eco de sus te amo y simplemente es demasiado para soportar ahora.

- Debo irme. – dice Kurt, inclinandose a recoger su bolso.
- Pero… tu té-
- fue agradable. – termina Kurt por él. – Pero esto es… Lo siento.

Se levanta, cuelga el bolso sobre su hombro y se gira para salir.

- Espera – dice Blaine, saliendo de su silla para agarrar el brazo de Kurt. – No te vayas.
- No puedo-
- Por favor no te vayas.

El pecho de Kurt se levanta con un suspiro. Se gira sorprendido para capturar la esperanza pura en los ojos de miel de Blaine y eso y solo eso logra que se quede para expresar sus sentimientos.

- ¿Por qué estás haciendo esto? – pregunta Kurt, pero a penas mira a Blaine, lo único qu puede recordar es que está maravillosa y trágicamente enamorado de este hombre. – Invitandome aquí, hablando sobre mis amigos y Glee y, y cosas que ni siquiera importan mientras yo estoy parado aquí, tomando todo lo que tengo para no… no derrumbarme a tus pies.
- Kurt – respira Blaine, la mirada más desgarradora llenando sus ojos.
- Ayer apenas nos manteniamos juntos y me dijiste que solo estabas comenzando a sentirte mejor otra vez y ahora te ves como si todo fuera simplemente maravilloso y estás haciendo té, por el amor de Dios. No puedes solo… simplemente sacarme de tu vida y arrastrarme de vuelta cada vez que quieres con un “¿cómo estuvo tu día?” porque no es justo y no puedo estar aquí sin recordar todo lo que te hizo miserable y-
- Me equivoqué. – admite Blaine. – Me equivoqué con todo.

Él da un paso más cerca y en el momento en que sus manos están en las mejillas de Kurt, Kurt se disuelve en polvo de estrellas, el mismo polvo de estrellas que veía en los ojos de Blaine hace meses atrás. Él se quiebra y un sollozo ahogado se escapa de su garganta mientras sus lagrimas comienzan a caer.

- Aun te amo – continua Kurt desperado. – Te amo tanto que apenas puedo respirar por sentirlo y tu no puedes… no puedes llegar derrepente y actuar como si fueramos amigos cuando en todo lo que puedo pensar es en tus labios sobre mi cuello y la forma que solías abrazarme y no es justo!
- Lo siento. – le arrulla Blaine, barriendo las lagrimas de Kurt con sus pulgares. – Kurt, nunca quise hacerte sentir así, lo juro.
- Cómo…- ahoga un sollozo. - ¿cómo creiste que me sentiría? No me hablaste por meses y luego yo hice todo mi esfuerzo por hacer que me miraras otra vez. Tomé ese estúpido trabajo en la oficina y dejé esa letras en mi ensayo. Te llevé tu correo solo para que me miraras a los ojos y recordaras que seguía existiendo.
- No lo entendía, yo… o quizas si, pero no quiería verlo. - explica Blaine. – Pero ahora lo entiendo y tenías razón. Tenías razón en todo. Somos solo personas. Yo soy solo un tipo y tu eres solo un chico del que me enamoré y me enamoré tanto que me asusté. Me asusté mucho porque eras muy joven y no podía sosportarlo. Tu no me hiciste miserable. Yo me hice miserable a mi mismo porque traté de detener que esto pasara pero fui un idiota ¿okay? Fui un idiota y me odio a mi mismo por hacerte sentir de esta forma.

Kurt aspira por su nariz, sus hombros encongiendose con el último poco de hipo a través de sus lágrimas.

- Y qué… ¿qué se supone que tengo que hacer ahora? – dice él porque ya no entiende que significa todo esto. – ¿Simplemente tengo que tomar té contigo volver a la escuela y fingir que no estoy enamorado de ti? ¿Qué se supone que voy a hacer con esto?
- Solo déjame amarte. – susurra Blaine, deslizando una mano por el cabello gloriosamente suave de Kurt. – déjame amarte, Kurt.

Su respiración se detiene, sus ojos grandes y brillosos con aun más lágrimas para caer, él siente la mano suave de Blaine en su cabeza y el tenue olor de su colonia.

Y Kurt hummel pierde todo lo demás en el mundo.

- Solo déjame amarte y sostener tu mano. – dice Blaine con poco de tristeza en su sonrisa. – Toca el piano conmigo. Ve peliculas viejas conmigo y hazme reír. Háblame sobre tu día y deja que te hable sobre los estudiantes mas molestos con los que tengo lidear. Duerme conmigo y toca mi mejilla para despertarme cuando el sol se esconde en el atardecer y así podemos simplemente mirarnos antes de que tengas que irte.
- Blaine - suspira Kurt suavemente. Está bastante seguro de que nunca a oido que cosas tan lindas caigan de la boca de alguien antes, incluso si sus palabras son tan simples como adorables.

- Quiero todo lo que soliamos tener. Lo quiero todo y nunca jamás te alejaré o me llamaré a mi mismo… monstruo o algo de eso que solía decir. Porque ¿el amor? No puede ser tan malo. ¿verdad?
- No. – le dice Kurt negando con su cabeza a pesar de que gime una pequeña risa. – No es para nada malo.

Blaine se ríe también y Kurt solo puede sentir cambiar la energía de la habitación, la alegría del momento arrastrandolo en hacia algo como el cielo. Él inclina su cabeza, apoyando su frente contra la de Blaine. Todo lo horrible en el mundo desaparece por solo unos pocos y escasos segundos y no hay preocupaciones ni dudas y todo es felicidad.

- Te amo. – dice Kurt otra vez solo porque puede decirlo.
- También te amo. – responde Blaine sin dudarlo.

Y siempre ha sido solo una historia de amor.

La edad es solo un número ahora. Seguirán con su historia en secreto. Mantendrán el secreto, lo mantendrán a salvo. El mundo no lo entenderá hasta que el estudiante ya no esté más en la lista de su profesor.

Pero este estudiante siempre estará bajo el cuidado de su profesor.




>>.
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Uh, ¿alguien más tuvo una subida de azúcar al final o fui solo yo?
Sueño cumplido traduciendo esta capítulo ¡lo amo! <3

¡HE VUELTO! Y éste es el último cap, aunque por supuesto falta la 2da parte, pero lo dividí otra vez porque ya saben que siempre son muy laaargos.


Notas:

- Pregunta. ¿Alguien sabe qué es un medium drip para... latino américa? porque me considero fan de las miles de clases y recetas de café pero nunca he sabido como traducir el pedido de Blaine, y según la receta, para mi suena como un expreso, pero si me equivoco, corrijanme.
- La ciudad dónde Blaine llevó a Kurt a la cita, como ya deben saber, traducida al español sería Colón. La cosa es que me gusta como suena la palabra Columbus así que... bueno, lo dejo así a propósito xd
- Las letras "I am thinking it's a sign that the freckles In our eyes are mirror images and when we kiss they're perfectly aligned" que Kurt deja en la nota de su ensayo pertenecen a la canción Such Great Heights de The Postal Service. (click)

Ahora una ovación para Burt y Carole por ser los padres más adorables y comprensivos del mundo <3

Yyyyyyyy un aplauso para Blaine porque aprendió a hacer té (: Clap clap, B.

La visita de Burt con Blaine aterrorizado es una de mis partes favoritas del fic, siempre quise traducirla XD Esa y el plan adorable de Kurt, entre otras <3

Como ya dije, por el hecho de que me encanta esta parte del fic, estoy traduciendo rapidito así que no creo que pase mucho hasta que suba.

Gracias por leer, el crédito siempre es totalmente de su autora por crear esta historia. Y gracias por ser siempre pacientes :c

Besos, abrazos.
Emi.

waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, hermoso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


simplemente hermoso,

a mi casi me da un coma diabetico jajajaja los amo. Burt y Carole los mejores, espero puedas actualizar lo mas pronto
Medium drip es como tu lo dices un expresso mediano y drip es la forma en que lo hacen ya que contiene una gota de leche
Gracias por traducir...

FUE hermoso y dios ame tanto a BURT Y A CAROL los amo son tan hermoso y comprensibles y blaine es tan lindo e idiota y adorable y kurt es tan hermoso

bueno como empiezo, en primer lugar el plan de kurt super adorable, en segunda burt es un gran y comprensivo padre y carol la mejor madrastra del mundo, y en trecera blaine es el mas lindo idiota del mundo. me encanto este capitulo

Gracias por traducirlo, no conocía esta historia hasta que tu la publicaste aquí. Aunque ya la leí en el original no dejo de leer cada vez que actualizas aquí.

Gracias otra vez

ACTUALIZASTEEEEEEEEEEEE!!!
OMG OMG OMG Burt no puede ser mas perfecto asdjalñksjdajd
Y esas cosas que le dijo a Blaine tan bonitas me hicieron llorar akdjaskdjd

Actualizaste!!!!!!!!!!!!!!

Amare a Carole por TODA mi vida :)

Si, y esa pequeña Gran charla que tuvo Burt con Blaine. Le pregunto si lo amaba, y Blaine dijo que si. :D

Y hasta el ultimo se confiezan su amor :D

Lo malo es que....

El capitulo que sigue es el ultimo D:.

Actualiza, quiero leer el ultimo capitulo!

Y nunca actualizo el ultimo capitulo.... D': Wuaahh, ahore tendre que leerlo en ingles :(

Actualiza por favor, ya quiero el último capítulo.

Actualiza
Me encanta el fic ,gracias por traducirlo

Atualkiza por fa!! -Intriga-mil- !!! Actualiza!! Gracias por traducir!