[Fic] La casa de la noche-Traicionada [Brittana] Parte 2 - Capítulo 11 Actualizado

Holaa a todos!
Soy primeriza en esto de escribir fan fics, pero ya llevaba mucho tiempo con la idea en la cabeza de empezar uno así que he pensado hacer este fic, inspirado en la saga de libros La Casa de la Noche. La trama girará en torno a la historia original de la saga, pero cambiaré muchas de la partes adaptándolas a la historia Brittana. Bueno comenten si quieren que siga la historia o diciéndome que les parece la idea. En breves subiré el primer capítulo saludos!^^


Después de ser “marcada”, la joven Sanatana se une a La Casa de la Noche, una escuela donde se entrenará para convertirse en un vampiro adulto. Eso, si consigue superar el Cambio; y no todos los marcados lo logran. Es un rollo comenzar una nueva vida, en especial lejos de sus amigos. Además Santana no es la típica iniciada. La diosa vampira Holly la ha elegido como alguien especial. Pero no es la única iniciada de La Casa de la Noche con poderes especiales. Cuando descubre que la líder de las Hermanas Oscuras, el grupo de élite de la escuela, abusa de los dones concedidos por la diosa, Santana debe buscar en su interior el valor para abrazar su destino... Con algo de ayuda de sus nuevos amigos vampiros y cierta persona que se colará en lo más hondo de su ser.

Aquí les dejo el 1 capítulo de esta historia, en donde se introduce a Santana.
Espero que le guste! Mañana ya seguiré con el 2 no olviden de comentar si les gusto o si lo veis bien encaminado el fic, saludos bss.

Justo cuando pensaba que el día no podía empeorar, vi al tipo muerto junto a mi taquilla. Sunshine hablaba sin parar con su habitual cháchara y ni siquiera se percató de su presencia. Al principio. De hecho, ahora que lo pienso, nadie más se fijó en él hasta que habló, lo cual es, por desgracia, una prueba más de mi extraña incapacidad para encajar.
-No, de verdad Santana, te juro por Dios que Puck no estaba tan borracho después del partido. En serio, no deberías ser tan dura con él.-
―Ya- contesté de forma distraída. ―Claro- Entonces tosí. De nuevo. Me sentía como la mierda. Debía estar cayendo bajo lo que el señor Wise, mi más que un poco loco profesor de biología avanzada llamaba la Plaga Adolescente.
Si moría, ¿me libraría eso del examen de geometría de mañana?
Solo quedaba esa esperanza.
―Santana, por favor. ¿Acaso me estás escuchando? Creo que sólo se tomó unas cuatro, —no sé, —quizá seis cervezas y tal vez unos tres chupitos. Pero en realidad eso no importa. Es probable que no hubiera tomado casi nada si tus estúpidos padres no te hubiesen obligado a volver a casa después del partido-.
Compartimos una mirada de resignación, en total acuerdo sobre la última injusticia cometida contra mí por mi madre y el perdedor con el que se había casado hacía tres largos años. Luego, tras una pausa de apenas un suspiro, S siguió con su parloteo.
-Además, estaba celebrándolo. ¡Me refiero a la victoria sobre los de Unión!-. S me sacudió el hombro y acercó su cara a la mía. ―¡Hola! Tu novio-.
-Mi casi novio- corregí, haciendo todo lo posible por no toser en su cara.
-Lo que sea. Puck es nuestro quarterback, así que es normal que lo celebre. Hacía como un millón de años que Broken Arrow no ganaba a Unión-.
-Dieciséis-. Soy pésima en mates, pero comparada con S parezco un genio.
-Otra vez, lo que sea. El caso es que estaba contento. Deberías dejar al chico en paz-.
-El caso es que estaba hasta el culo por quinta vez al menos esta semana. Lo siento, pero no quiero salir con un tío cuyo principal objetivo en la vida ha cambiado de querer jugar al fútbol universitario a intentar engullir un pack de seis birras sin vomitar. Por no hablar del hecho de que se va a poner gordo con tanta cerveza-. Tuve que parar para toser. Me sentía un poco mareada y me obligué a respirar lenta y profundamente cuando pasó el ataque de tos. S, con su parloteo, ni se dio cuenta.
-¡Aj! ¡Puck, gordo! No es algo que una quiera ver-.
Me las arreglé para evitar nuevas ganas de toser.
-Y besarle es como chupar pies empapados en alcohol-.
S arrugó el gesto. -Vale, enferma. Qué pena que esté tan bueno-.
Puse los ojos en blanco, sin molestarme en intentar ocultar mi enfado ante su típica superficialidad.
-Siempre estás de mal humor cuando te pones enferma. Da igual, no tienes ni idea de la cara de perrito abandonado que Puck tenía cuando le ignoraste en la comida. Ni siquiera pudo...-.
Entonces le vi. El tío muerto. Vale, me di cuenta enseguida de que no estaba técnicamente “muerto”. Era un no muerto. O un no humano. Lo que fuera. Los científicos decían una cosa, la gente decía otra, pero al final el resultado era el mismo. No había confusión sobre qué era él, e incluso aunque no hubiera sentido el poder y la oscuridad que emanaban de él, no había maldita forma de que me pasase desapercibida su marca, una luna creciente de colores azul zafiro en la frente, además del tatuaje de nudos entrelazados que enmarcaba sus ojos igualmente azules. Era un vampiro. Era algo peor, un rastreador.
Pues, ¡joder!, estaba ahí de pie junto a mi taquilla.
-¡Santana, que no me estás haciendo caso!-.
Entonces el vampiro habló y sus ceremoniales palabras fluyeron a través del espacio que nos separaba, peligrosas y seductoras, como sangre mezclada con chocolate derretido.
-¡Santana López! La Noche te ha escogido, tu muerte será tu renacer. La Noche te llama, escucha su dulce llamada. ¡El destino te aguarda en La Casa de la Noche!-.
Levantó un dedo largo y pálido y me señaló. Con el estallido de dolor en mi frente, Sunshine abrió la boca y gritó.
Cuando las manchas brillantes desaparecieron al fin de mis ojos, levanté la mirada hacia el rostro sin color de S, que me observaba.
Como de costumbre, dije la primera tontería que se me vino a la cabeza.
-S, los ojos se te salen como los de un pez-.
-Te ha Marcado. ¡Oh, Santana! ¡Tienes el perfil de esa cosa en la frente!-. Entonces se llevó la mano temblorosa a sus blancos labios e intentó, sin éxito, contener un sollozo.
Me incorporé y tosí. Tenía un tremendo dolor de cabeza y me froté el entrecejo. Notaba una punzada, como si me hubiera picado una avispa y el dolor se iba extendiendo alrededor de los ojos y bajaba hasta mis mejillas. Me sentía como si fuese a vomitar.
-¡Santana! Sunshine ahora sí que lloraba y hablaba entre pequeños hipos húmedos. -Oh Dios mío. Ese tío era un Rastreador. ¡Un Rastreador de vampiros!-.
-S-. Guiñé los ojos con fuerza, en un intento de despejar el dolor de cabeza. -Deja de llorar. Ya sabes que odio que llores-.
Estiré los brazos para intentar tranquilizarla tocándole los hombros.
Ella se encogió de forma instintiva y se alejó de mí. No podía creerlo. Se había apartado, como si me tuviese miedo.
Debió ver el dolor en mis ojos, porque al momento empezó de nuevo con su cháchara incesante.
-¡Oh, Dios, Santana! ¿Qué vas a hacer? No puedes ir a ese lugar. No puedes ser una de esas cosas. ¡Esto no está pasando! ¿Con quién se supone que voy a ir ahora a los partidos de fútbol?-.
-Me percaté de que no se había acercado a mí en ningún momento durante su arranque. Me aferré a ese sentimiento de dolor y malestar en mi interior que amenazaba con hacerme romper a llorar. Mis ojos se secaron al instante. Era buena ocultando las lágrimas. Tenía que serlo, había tenido tres años para practicar.
-No pasa nada. Lo solucionaré. Es probable que no sea más que un... extraño error- mentí.
En realidad no conversaba, tan solo hacía que salieran palabras de mi boca. Todavía haciendo una mueca por el dolor de cabeza, me puse en pie. Al mirar a mí alrededor tuve una ligera sensación de alivio al ver que S y yo éramos las únicas en la sala de mates y tuve que contener lo que sabía que era una risa histérica. Si no hubiese estado totalmente atacada con el dichoso examen de geometría que tenía al día siguiente, razón por la que había corrido hacia mi taquilla para coger el libro con la intención de intentar estudiar de forma obsesiva (e inútil) por la noche, el rastreador me hubiese encontrado frente a la escuela con la mayoría de los mil trescientos chicos que iban al Instituto Sur de Secundaria de Broken Arrow, esperando a lo que el estúpido clon de Barbie que tengo por hermana llama -la gran limusina amarilla-. Tengo un coche, pero estar allí con los menos afortunados que tienen que ir en los autobuses es la tradición, por no mencionar que es una excelente manera de observar quién pega a quién. Por lo que parecía, tan solo había otro chico en la sala de mates-un empollón alto y delgado con los dientes torcidos, de los que por desgracia tenía un primer plano porque estaba allí de pie con la boca abierta, y mirándome como si yo acabase de dar a luz a una piara de cerdos voladores.
Tosí de nuevo, en esta ocasión una tos realmente húmeda y desagradable. El empollón emitió un leve chillido y se escabulló por la sala hacia el aula de la señora Day, aferrando un fino tablero contra su huesudo pecho. Supongo que el club de ajedrez había cambiado su hora de reunión a los lunes después de clase.
¿Juegan los vampiros al ajedrez? ¿Había vampiros empollones? ¿Y qué hay de animadoras vampiras tipo Barbie? ¿Tocaba algún vampiro en la banda? ¿Había vampiros Emo con su raro estilo “chico con pantalón de chica” y esos horribles flequillos cubriéndoles media cara? ¿O eran todos esos extraños chicos góticos a los que no les gustaba demasiado lavarse? ¿Me iba a convertir en una chica gótica? O peor, ¿en una Emo? No me gustaba particularmente ir de negro, al menos no solo de negro, ni sentía una repentina aversión hacia el agua y el jabón, ni tampoco tenía un deseo obsesivo de cambiar mi peinado y llevar demasiado lápiz de ojos.
Todo esto se arremolinaba en mi cabeza mientras sentía que otro pequeño ataque de risa histérica intentaba escapar de mi garganta, y casi estuve agradecida cuando salió en forma de tos.
-¿Sanatana? ¿Estás bien?-. La voz de Sunshine sonaba demasiado alta, como si alguien la pellizcase, y se había alejado otro paso de mí.
Suspiré y sentí mi primera semilla de ira. Yo no había pedido nada de esto. S y yo habíamos sido las mejores amigas desde tercero y ahora me miraba como si me hubiese transformado en un monstruo.
-Sunshine, soy yo. La misma de hace dos segundo y hace dos horas y hace dos días-. Hice un gesto de frustración hacia el punzante dolor de mi cabeza. -¡Esto no cambia quién soy!-.
Los ojos de S se llenaron otra vez de lágrimas, pero, afortunadamente, su teléfono comenzó a sonar con el Material Girl de Madonna. De forma automática, miró el identificador de llamada. Adiviné por su expresión de cordero degollado que se trataba de su novio, Matt.
-Venga- dije con voz floja y cansada. -Vete a casa con él-. Su mirada de alivio fue como una bofetada en la cara.
-¿Me llamas luego?- lanzó por encima del hombro, mientras emprendía una rápida retirada por la puerta lateral.
La observé correr por el césped del lado este hacia el aparcamiento.
Pude ver cómo llevaba el teléfono móvil aplastado contra la oreja y hablaba con Matt en pequeñas y animadas ráfagas. Estoy segura de que ya le estaba contando que me estaba convirtiendo en un monstruo.
El problema, por supuesto, era que convertirse en un monstruo era la más atractiva de mis dos opciones. Opción número uno: me convierto en un vampiro, que es igual que un monstruo para cualquier ser humano. Opción número dos: mi cuerpo rechaza el cambio y muero. Para siempre.
Así que las buenas noticias eran que no tendría que hacer el examen de geometría al día siguiente.
Las malas noticias eran que tendría que mudarme a La Casa de la Noche, un internado privado en la periferia del centro de Tulsa, conocido por todos mis amigos como Escuela de Adiestramiento Vampírico, en la que pasaría los próximos cuatro años sufriendo extraños e innombrables cambios físicos, así como un cambio de vida radical y permanente. Y todo eso solo si aquel proceso no me mataba.
Genial. No quería hacer ninguna de las dos cosas. Tan solo quería intentar ser normal, a pesar de la carga que suponían mis padres ultraconservadores, el trol que tenía por hermano pequeño y mi tan perfecta hermana mayor. Quería aprobar geometría. Quería seguir teniendo notas altas para que me aceptasen en la escuela de veterinaria de la Ohio State y largarme de Broken Arrow, Oklahoma. Pero, por encima de todo, quería encajar -al menos en la escuela. Lo de mi casa era una tarea imposible, así que lo único que me quedaba eran mis amigos y mi vida lejos de la familia.
Ahora también se me estaba arrebatando eso.
Me froté la frente y luego me revolví el pelo hasta que casi me cubrió los ojos y, con un poco de suerte, la marca que había aparecido sobre ellos. Me apresuré hacia la puerta que conducía al aparcamiento de alumnos con la cabeza gacha, como si estuviera fascinada con la porquería que se había acumulado en mi bolso.
Pero me detuve poco antes de salir. A través de los cristales que se juntaban en las puertas de aspecto institucional podía ver a Puck. Las chicas se arremolinaban a su alrededor, haciendo poses y lanzando el pelo al aire, mientras que los chicos daban ridículos acelerones a sus enormes camionetas e intentaban (y en la mayoría de los casos fracasaban) parecer guays. ¿Quién iba a pensar que yo elegiría sentirme atraída por eso? No, en honor a la verdad debo recordarme a mí misma que Puck solía ser increíblemente dulce, e incluso tenía sus momentos. La mayoría de ellos cuando tenía el detalle de estar sobrio.
Las risillas tontas y agudas de las chicas llegaban revoloteando hasta mí desde el aparcamiento. Genial. Kathy Richter, el putón de la escuela, intentaba dar un manotazo a Puck. Incluso desde mi posición era obvio que ella pensaba que golpearle era una especie de ritual de apareamiento. Como de costumbre, el despistado Puck no hacía otra cosa que quedarse allí sonriendo. Bueno, qué diablos, mi día no iba a ir mucho mejor. Y ahí estaba mi Volkswagen Escarabajo- color turquesa de 1966, justo en medio del grupo. No. No podía salir ahí. No podía caminar entre ellos con esta cosa en la frente. Nunca más podría volver a formar parte de ellos. Sabía demasiado bien lo que harían. Recordé al último chico al que un rastreador había elegido en el Instituto Sur de Secundaria.
Sucedió al inicio de curso del año pasado. El rastreador había venido antes del comienzo de las clases y había identificado al chico cuando se dirigía a su primera hora de clase. No pude ver al rastreador, pero vi al chico después, durante un instante, después de que soltase sus libros y saliera corriendo del edificio, con la Marca brillando en su pálida frente y las lágrimas empapando sus blanquísimas mejillas. Nunca olvidaré lo abarrotados que habían estado los pasillos aquella mañana y cómo todo el mundo se había apartado de él como si tuviera la peste cuando corrió para huir por la puerta principal de la escuela. Yo había sido uno de esos chicos que se apartaron de su camino y se le quedaron mirando, a pesar de que sentía auténtica lástima por él. Lo único que no quería era ser etiquetada como esa-chica-que-es-amiga-de-esos-bichos-raros. Ahora resulta bastante irónico, ¿verdad?
En vez de ir hacia mi coche, me dirigí hacia el baño más cercano, que por suerte estaba vacío. Había tres puertas de inodoro- sí, comprobé cada una por si había pies. En una pared había dos lavabos, sobre los cuales colgaban dos espejos de tamaño medio. Frente a los lavabos, la pared opuesta estaba cubierta por otro enorme espejo que tenía una repisa debajo para dejar los cepillos, el maquillaje y qué sé yo qué más. Puse el bolso y el libro de geometría en la repisa, respiré hondo y de un solo movimiento levanté la cabeza y me puse el pelo hacia atrás.
Era como mirar a la cara de un desconocido que te es familiar. Ya sabes, esa persona que ves entre la multitud y que jurarías que conoces, pero que en realidad no es así. Ahora esa persona era yo- la desconocida familiar.
Tenía mis mismos ojos. Eran del mismo color marrón oscuro que nunca podía decirse si tendía al café o a la avellana, pero mis ojos nunca habían sido tan grandes y redondos. ¿O sí? Tenía el mismo pelo que yo- largo y liso y casi tan oscuro como había sido el de mi abuela antes de que empezara a volverse canoso. La desconocida tenía mis mismos pómulos elevados, mi nariz larga y fuerte y mi boca ancha- más rasgos heredados de mi abuela y de sus ancestros cheroqui. Pero mi cara nunca había sido así de pálida. Siempre había tenido un tono color canela, con la piel más oscura que nadie de mi familia. Aunque tal vez no era que mi piel estuviese de repente muy blanca... Quizá solo parecía pálida en contraste con el contorno azul oscuro de la luna creciente perfectamente situada en el centro de mi frente. O quizá era aquella horrible luz de fluorescente. Esperaba que fuera por la luz.
Observé el tatuaje de aspecto exótico. Unido a mis fuertes rasgos cheroqui, parecía otorgarme un toque salvaje... como si perteneciese a un tiempo antiguo en el que el mundo era más grande... más primitivo.
A partir de aquel día mi vida no volvería a ser la misma. Y por un momento - solo un instante - me olvidé del miedo a no encajar y sentí un inesperado arrebato de placer, mientras muy dentro de mí la sangre de la gente de mi abuela se regocijaba.

Er Señor Wise no es ná comparao con la Er Milah, foh.

Ya, fuera de coñas, me gusta brrrr escribes bien. ^ ^

Holaa! Aquí les dejo el 2 capítulo donde ya aparece Brittany. Espero que lo disfruteen!.
Me gustaría que comentasen para saber vuestra opinión, si quereis que siga con esta historia o no.. lo que sea! Bueno saludos y besos :).


Cuando imaginé que ya había pasado el tiempo suficiente para que todo el mundo hubiese abandonado la escuela, volví a dejar caer el pelo sobre mi frente y salí del baño en dirección a las puertas que llevaban al aparcamiento de los alumnos. Todo parecía despejado.
Tan solo había un chico al final del aparcamiento con esos pantalones anchos para nada atractivos en plan: “quiero ser parte de una banda”. Tenía toda su concentración puesta en evitar que se le cayeran los pantalones a medida que andaba, así que ni se percataría de mi presencia. Apreté los dientes ante las punzadas de dolor en la cabeza, abrí la puerta y fui directa hacia mi Escarabajo.
En el momento en que puse un pie en la calle el sol comenzó a azotarme. Lo digo porque no era un día particularmente soleado.
Había muchas de esas nubes grandes e hinchadas que parecían tan bonitas en las fotos, flotando en el cielo, medio tapando el sol. Pero eso no importaba. Tuve que entrecerrar los ojos con dolor y mantener la mano en alto para tapar la intermitente luz. Supongo que estaba tan concentrada en el dolor que la luz solar normal me causaba, que no me fijé en la furgoneta hasta que chirrió con un frenazo frente a mí.
-¡Oye, San! ¿Es que no has visto mi mensaje?-.
¡Oh, mierda mierda mierda! Era Puck. Tenía una cerveza en la mano y una sonrisa bobalicona en la cara. Olvidando por un momento que acababa de ser marcada y que estaba destinada a convertirme en un monstruo chupasangre marginado, le miré con el ceño fruncido.
-¡Estás bebiendo en la escuela! ¿Estás loco?-.
Su sonrisa de crío se hizo más grande.
-Sí, estoy loco, ¡loco por ti, nena!-.Negué con la cabeza mientras le daba la espalda, abrí la puerta chirriante de mi Escarabajo y lancé los libros y la mochila al asiento del acompañante.
- ¿Por qué no estás entrenando al fútbol?- dije, manteniendo la cara lejos de su vista.
-¿Es que no te has enterado? ¡Nos han dado el día libre por la paliza que le dimos a Unión el viernes!-.
-Oh. Uh, no. Debo haberme perdido el anuncio. He estado muy liada todo el día. Ya sabes, el gran examen de geometría de mañana-. Intenté sonar normal y despreocupada. Entonces me entró la tos y añadí: -Además, estoy agarrando un maldito resfriado-.
-San, en serio. ¿Estás mosqueada o algo? Yo que sé, ¿te ha dicho Sunshine alguna chorrada sobre la fiesta? Sabes que yo no te he puesto los cuernos-.
¿Eh? Sunshine no había dicho ni una sola palabra referente a que Heath me hubiera puesto los cuernos. Como una imbécil, me olvidé (vale, temporalmente) de mi nueva marca. Giré la cabeza de golpe para poder mirarle a la cara.
-¿Qué es lo que hiciste, Puck?- -San, ¿yo? Ya sabes que yo nunca... - -Pero su acto inocente y sus excusas se apagaron para formar una poco atractiva mirada boquiabierta de asombro cuando se fijó en mi marca. "¿Pero qué..." comenzó a decir, pero le corté.
-¡Chsss!-.
Los ojos de Puck aún estaban abiertos de par en par con asombro, pero bajó la voz.
-¿Es eso algún tipo de maquillaje que estás probando para la clase de teatro?-
-No- susurré. -No lo es-.
-Pero no puedes estar marcada. Estamos saliendo.-
-¡No estamos saliendo!-.Y así es como terminó mi media tregua con la tos. Casi me doblé por completo, intentando aguantar una tos con flemas realmente desagradable. Al girarme, pude apreciar como en cuestión de segundos habían aparecido dos amigos de Puck: Dustin y Drew.
-¡Oye, San!- Gritó Dustin . -Vas a tener que dejar esos cigarrillos-. -Sí, suena como si fueses a echar un pulmón o algo- dijo Drew. -¡Tío, déjala en paz! Sabes que ella no fuma. Es que es un vampiro-.
Genial. Maravilloso. Puck, con su habitual falta total y absoluta de cualquier cosa parecida al sentido común, pensó que estaba defendiéndome al gritar a sus amigos, que de forma instantánea sacaron la cabeza por las ventanillas abiertas y me miraron embobados como si fuese un experimento científico.
-Oh, mierda. ¡Santana es un puto bicho!- dijo Drew.
Las insensibles palabras de Drew hicieron que la ira, que había estado hirviendo a fuego lento en algún lugar de mi interior desde que Sunshine se apartara de mí, bullese y se desbordase. Ignorando el dolor que el sol me causaba, miré fijamente a los ojos de Drew.
-¡Calla la puta boca! He tenido un muy mal día y no necesito más mierda también por tu parte-." Hice una pausa para mirar de Drew, ahora callado y con los ojos como platos, a Dustin y añadí:
-Ni de la tuya-. Y mientras mantenía el contacto visual con Dustin me di cuenta de algo. Algo que me asombró y al mismo tiempo me produjo una extraña excitación: Dustin parecía asustado.
Asustado de verdad. Volví a mirar a Drew. También parecía asustado. Entonces lo sentí. Una sensación de cosquilleo que recorrió mi piel e hizo que mi nueva marca ardiese.
Poder. Sentí poder. -¿San? ¿Pero qué coño...?-. La voz de Puck interrumpió mi concentración e hizo que apartase la mirada de los hermanos.
-¡Larguémonos de aquí!- dijo Dustin, metiendo la marcha de la camioneta y pisando el acelerador. La camioneta dio una sacudida hacia delante, haciendo que Puck perdiese el equilibrio y se deslizara, haciendo el molino con los brazos y la cerveza, contra el asfalto del aparcamiento. Automáticamente, corrí hacia él.
-¿Estás bien?- Puck estaba apoyado sobre manos y rodillas y me agaché para ayudarle a ponerse en pie.
Entonces fue cuando lo olí. Había algo que olía maravilloso; cálido, dulce y delicioso. ¿Llevaba Puck una nueva colonia? ¿Una de esas cosas raras de feromonas que se supone que atraen a las mujeres como un gran caza insectos manipulados genéticamente? No me di cuenta de lo cerca que estaba de él hasta que se estiró del todo y nuestros cuerpos estuvieron casi pegados. Bajó la vista y me miró con ojos interrogantes.
No me aparté de él. Debería haberlo hecho. Lo hubiera hecho antes... pero no ahora. Hoy no. ¿Qué me está pasando? Vale que me halla estado enrrollando con el a menudo, pero aun asi es solo eso para mi...
-¿San?- dijo suavemente, con voz profunda y ronca.
-Hueles muy bien- no pude evitar decir.
-Santana, te he echado mucho de menos. Tenemos que volver a estar juntos. Sabes que te quiero de verdad. - Acercó la mano a mi cara y ambos nos dimos cuenta de la sangre que cubría la palma de su mano - . Ah, mierda. Supongo que me he... -Su voz se apagó cuando me miró a la cara. Solo podía imaginar el aspecto que tendría, con la cara toda blanca, mi nueva marca delineada con un brillo azul zafiro y los ojos mirando fijamente la sangre de su mano.
De repente algo se encendió en mi interior, una ola de deseo que intentaba ahogarme. Y no era porque Puck estuviese cerca.
Ya había estado cerca antes y sabía lo que sentía. Llevábamos enrrollándonos exactamente desde hacía un año, pero nunca me había sentir así, sabía que esto no eran normal. Me mordí el labio y gemí.
La camioneta de los amigos de Puck chirrió para detenerse dando un coletazo junto a nosotros. Dre bajó de un salto, rodeó a Puck por la cintura y tiró de él hacia atrás para meterlo en la cabina de la camioneta.
- ¡Suéltame! ¡Estoy hablando con Santana! .- Puck intentó forcejear con Drew, pero el chico era un defensa veterano del equipo de Broken Arrow, y realmente enorme. Dustin tiró de ellos y cerró de un golpe la puerta de la camioneta.
- ¡Déjale en paz, monstruo! - me chilló Drew mientras Dustin pisaba a fondo el acelerador, y esta vez salieron pitando de verdad.
Entré en mi Escarabajo. Las manos me temblaban con tanta fuerza que tuve que intentarlo tres veces antes de conseguir poner el motor en marcha.
-Tan solo ve a casa. Tan solo ve a casa. -Repetí esas palabras una y otra vez entre toses desgarradoras mientras conducía. No quería pensar en lo que acababa de ocurrir. No podía pensar en lo que acababa de ocurrir.
Tardé quince minutos en llegar a casa, pero me pareció que pasaban en un abrir y cerrar de ojos. Me encontraba en el paseo de entrada demasiado pronto, intentando prepararme para la escena que me esperaba dentro, tan segura como que el rayo precede al trueno.
¿Por qué había estado deseando llegar allí? Supongo que técnicamente no lo deseaba tanto. Supongo que tan solo estaba huyendo de lo que había sucedido en el aparcamiento con Puck
¡No! No iba a pensar en aquello ahora. Además, probablemente había algún tipo de explicación racional para todo, una explicación racional y sencilla. Dustin y Drew eran unos retrasados, cerebros totalmente inmaduros llenos de cerveza. No había usado un nuevo poder espeluznante para intimidarles. Tan solo les había asustado ver mi marca. Era simplemente eso. Es decir, la gente tenía miedo a los vampiros.
-¡Pero yo no soy un vampiro! -dije. Entonces tosí mientras recordaba la hipnótica belleza de la sangre de Puck y el arrebato de deseo que había sentido hacia él. No hacia Puck, sino hacia la sangre de Puck.
¡No! ¡No! ¡No! La sangre no era bella ni deseable. Debía estar bajo los efectos de una conmoción. Eso era. Tenía que ser eso. Estaba en estado de shock y no podía pensar con claridad. Vale... Vale...
Distraídamente, me toqué la frente. Había dejado de quemar, pero aún la sentía diferente. Tosí por enésima vez. De acuerdo. No pensaría en Puck, pero no podía seguir negándolo. Me sentía diferente. Mi piel estaba ultrasensible. Me dolía el pecho y, a pesar de que llevaba puestas mis gafas de sol , seguía abriendo los ojos con dolor.
—Me estoy muriendo... —gemí, y entonces cerré la boca al instante. Puede que efectivamente me estuviese muriendo.
Levanté la vista hacia la gran casa de ladrillo que, después de tres años, aún no sentía como mi hogar. -Supéralo. Simplemente supéralo-. Al menos mi hermana no habría llegado aún a casa. Ensayo de animadoras. Con un poco de suerte, el trol estaría hipnotizado con su nuevo videojuego Fuerza Delta: Black Hawk Derribado. Puede que tuviera a mamá para mí sola. Pero tras pensarlo un breve instante no era con mi madre con quién quería hablar, sabía que ella no lo entendería y no me acompañaría a “mi nueva escuela” (si es que así se podía llamar) donde se supone que necesitaba ir, sino con mi abuela. Ella era la que mejor me conocía y la que podría ayudarme en esta nueva vida en la que me estaba aventurando.
Cogí mi mochila, abría la ventana y me asomé al exterior. Ya que en mi huida no quería ser vista por nadie. Me puse las gafas de sol y eché un vistazo. No eran más de la cuatro y media o así y aún no había oscurecido, así que me alegré de que la valla protectora me ocultase de nuestros horriblemente ruidosos vecinos. En ese lado de la casa las únicas otras ventanas que había pertenecían a la habitación de mi hermana y ella estaraba en el ensayo de animadoras.
Dejé caer la mochila primero y luego la seguí despacio fuera de la ventana, teniendo cuidado de no hacer ni el más mínimo ruido al caer sobre la hierba. Me detuve allí durante demasiados minutos. Después me agaché, levanté el borde de la maceta que contenía la planta de que la abuela López me había regalad y tanteé con los dedos hasta que encontré la llave de metal cubierta por la hierva aplastada que me conduciría hasta ella.
La verja ni siquiera chirrió cundo la abrí y la crucé lentamente como una de los Ángeles de Charlie. Mi precioso Escarabajo estaba ahí donde siempre había estado, justo frente a la tercera puerta de nuestro garaje de tres plantas. Entré, a partir de ahí no tenía mas que ponerme en marha hacia el este y salir pitando del barrio de las casas grandes y caras. Solo había un lugar en el mundo hacía donde quería ir la granja de lavanda de mi abuela López.
La casa de mi abuela se encontraba entre dos campos de lavanda y le daban sombra enormes y viejos robles. Fue contraída en 1942 con pura piedras de Oklahoma y tenía un cómodo porche y ventanas de inusual gran tamaño. Me encantaba aquella casa. Solo el hecho de subir las pequeñas escaleras de madera que me llevaban al porche me hacía sentir mejor…Segura. Entonces vi la nota pegada en la puerta. Era fácil reconocer la bonita letra de la abuela López: Estoy en el acantilado recogiendo flores salvajes. Necesitaba encontrarla y necesitaba encontrarla ya.
Me dispuse a ir hacía el acantilado. Miré alrededor, entrecerrando los ojos incluso ante la débil luz del agonizante día. No podía ni saber si estaba yendo hacía el camino correcto que me llevaba al acantilado. Los ojos me ardían y tenía una visión casi nula. No hacía viento, pero la sombra de las rocas y los árboles parecían moverse… expandirse… alegarse hacía mi.
-Abuela, estoy asustada…- grité entre convulsiones por la tos. Los espíritus de la tierra no son algo a lo que debas temer, Santana
-¿Abuela?-¿había escuchado su voz llamarme o no eran más que ecos misteriosos que esta vez llegaban desde mis recuerdos?.
-¡Abuela!-llamé de nuevo, y entonces me detuve, esperando escuchar una respuesta. Nada.
Solo el viento.
¿Viento? ¡No, espera! No había viento hacía un segundo, pero ahora tenía que sujetar mi gorra con una mano y apartar con la otra el pelo que golpeaba.
Respirando con dificultad, continué subiendo a trompicones por el camino, cada vez más y más alto, luchando contra aquel dolor que me apretaba el pecho y me nublaba la vista.
¿Estaba muriendo? ¿Era así como ocurría? ¿Era por eso por lo que me había parecido escuchar la voz de mi abuela?¿Dónde estaba?.
Dominada por el pánico, corrí hacia delante, moviendo los brazos con violencia como si pudiese rechazar el terror que me perseguía. No vi la raíz que sobresalía en el duro terreno del camino. Desorientada por completo, intenté mantener el equilibrio, pero había perdido todos los reflejos. Caí con fuerza. El dolor en la cabeza fue agudo, pero tan solo duró un instante antes de que la oscuridad me engullese con una frase: -Santana Lopez…sígueme hacia tu destino…
El despertar fue extraño. Esperaba que me doliese el cuerpo, en especial la cabeza y el pecho, pero en vez de dolor sentía..bueno… me sentía bien. De hecho, me sentía mejor que bien. Ya no tosía. Mis brazos y piernas estaban sorprendentemente ligeros, con hormigueo y cálidos, como si me acabara de meter en un burbujeante baño caliente en una noche fría.
No sabía exactamente donde me encontraba, pero pude apreciar una mujer sentada con las piernas cruzadas apoyada en la pared. Llevaba un vestido blanco con flecos adornado con unos símbolos que no me eran conocidos . Era increíblemente bella, con un pelo largo y liso, tan rubio, que todo a su lado quedaba en la nada. Sus labios generosos se curvaron hacia arriba cuando habló, llenando el aire con el poder plateado de su voz.
-Bienvenida, hija. Lo has hecho bien-.
-¿Quién eres? ¿Estoy muera? - pude decir con un hilo de voz. ¿No eran suficientes sorpresas por un día? Que más podía pasarme...
-No, estás lejos de haber muerto. Bienvenida, Santana López, hija mía. Lo has hecho bien. Puedes llamarme por el cuan me se me conoce hoy en un mundo, Holly.
-Holly-. Mi voz apenas superaba su susurro-. - ¿La diosa vampiresa?-.
-En realidad, fueron los antiguos griegos tocados por el cambio los primeros en adorarme como la madre que buscaban en su Noche infinita. Me ha complacido llamar a sus descendientes mis niños durante eras. Y, sí, en tu mundo a eso niños se les llama vampiros. Acepta tu destino. Podía sentir cómo la marca me ardía en la frente, y de pronto quise llorar. -No lo entiendo. ¿Encontrar mi destino? Tan solo quiero encontrar la forma de saber qué hacer con mi nueva vida, de hacer que vaya bien. Diosa, solo quiero encajar en algún sitio. No creo que esté preparada para encontrar mi destino.
-Cree en ti misma, se que lo estás Santana López.
Te he marcado como uno de los míos. Serás mi primera y verdadera Hija de la Noche en esta era. Eres especial. Acepta eso de ti misma y comenzarás a comprender que hay verdadero poder en tu singularidad. En tu interior se combinan la sangre mágica de los antiguos ancianos y mujeres sabias, así como la capacidad de observar y comprender el mundo moderno.
La diosa se puso de pie y caminó con gracilidad hacia mí, mientras su voz pintaba símbolos plateados de poder en el aire que nos rodeaba. Cuando llegó hasta mí, secó las lágrimas de mis mejillas antes de coger mi cara en sus manos. -Santana López , Hija de la Noche, te nombró mis ojos y oídos en el mundo actual, un mundo en el que el bien y el mal luchan por encontrar el equilibrio-.
-¡Pero si tengo 18 años! ¡Ni siquiera sé aparcar en línea! ¿Cómo se supone que voy a saber ser tus ojos y tus oídos? Ella se limitó a sonreír con serenidad.
-Eres mucho mayor de lo que indican los años, Santana. Cree en ti misma y encontrarás la manera. Pero recuerda, la oscuridad no siempre es lo mismo que el mal, igual que la luz no siempre trae el bien. Entonces, la diosa Holly, la antigua personificación de la Noche, se inclinó hacia delate y me besó e la frente. Y perdí el conocimiento.
Cuando recuperé la consciencia no sabía ni que había pasado, ni donde estaba. Solo podía apreciar como unos ojos azul cielo, los ojos más azules que había visto en mi vida, me estaban observando con una mirada llena de curiosidad y una nueva emoción que no podía describir por la increíble sensación que me estaba produciendo.

Wooooooowww genial! Me he leído los dos capítulos de un tirón.

Se cuál es la saga y la he leído, y sencillamente tu idea de hacerla Brittana es tan Cool! Tengo ganas de saber que es lo que pasa y ver como se encuentra con Brittany y los demás.

Aquí tienes una fan indiscutible! Prometo comentarte siempre que actualices.

Los capítulos me han parecido excelentes, muy bien narrados y escritos. Así cómo muy bien adaptados al personaje de Santana, me ha encantado ver que sigue con ese humor sarcástico.

Me encanta! Espero pronto tu actualización!

Holaa! (:
Elisika-Sama no sabes la ilusión que me ha hecho leer tu comentario ! Como me alegro que alguien se manifieste y diga que le gusta, espero no drefaudarte en la adaptación!
Aquí les dejo el capítulo 3 bss saludos!

- Acércate, creo que está recuperando la consciencia-. Dio la voz de donde procedían esos ojs que me habían cautivado.
- ¿Estás segura?-. Respondió a su vez alguien con un susurro casi inaudible.
- Sí, ha abierto un par de veces los ojos, y creo que se me ha quedado mirando-. Dijeron esos ojos tan azules, con un ligero tono divertido.
Decidí no abrir más los ojos hasta que fuese necesario. Aunque en el fondo no quería apartar la mirada de esos ojos penetrantes.
- Será mejor que te vallas-. Dijo otra voz.
- Como desees, ¿nos vemos luego?-.
- ¡Vete!- ordenó.
Pude oír como se alejaba.
Me asuste , me había dejado sola con esa otra mujer ¿por qué le estaría hablando de esa forma? ¿quién era ella para ordenarle de esa esa manera lo que tenía que hacer?.
De repente oí como otros pasos se alejaban. Dios ¿ahora qué?, ¿me va a dejar aquí?. Me estaba empezando a desesperar. Justo cuando iba a levantarme de la cama donde estaba tumbada, volví a oír unos pasos que se acercaban hacia mi.
Me paralice en el acto, muerta de miedo hacía lo que me esperaría. Como no había tenido ya suficiente con estar convirtiéndome en un vampiro...
- ¡Santana!, ¿estás despierta cariño?-.
Parpadeé hasta que todo se aclaró y vi a mi abuela sentada en una pequeña silla junto a mi cama.
- Abuela- logré decir, y me estiré para coger su mano. Mi voz sonaba tan horrible como el dolor de cabeza que me estaba empezando a entrar. - ¿Qué ha ocurrido?, ¿dónde estoy?.
- Estas a salvo, cariño. Estás a salvo-.
- Me duele la cabeza-. Levanté el brazo y me toque en la zona en la zona de la cabeza que notaba tirante y dolorida.
- Te encontré sangrando e inconsciente, Santana-. La abuela me peino el pelo de la frente hacia atrás y sus dedos recorrieron levemente la marca. -Y tan pálida que no pareces tú, con tu color tu color bronceado característico, la media luna brillaba sobre tu piel. Sabía que tenía que llevarte a La Casa de la Noche, que es exactamente lo que hice-. Se rió y el brillo travieso en sus ojos hacía que pareciese una niña- He llamado a tu madre para decirle que iba a llevarte a La Casa de la Noche y he tenido que fingir que se me cortaba el teléfono para poder colgar. Me temo que no está muy contenta con ninguna de las dos.
Le devolví la sonrisa a mi abuela. Mamá también estaba enfadada con ella.
- Pero Satana, ¿qué hacías fuera durante el día?¿Porqué no me dijiste antes que te habían marcado?-.
Hice un esfuerzo para sentarme, gruñendo por el dolor en la cabeza. Pero por suerte, parecía que había dejado de toser. Puede que sea por que estoy aquí, en la Casa del la Noche. Pero el pensamiento desapareció cuando mi mente procesó todo lo que había dicho la abuela.
- Espera, no podía habértelo dicho antes. El rastreador ha venido a la escuela hoy y me ha marcada. Fui primero a casa. Esperaba de verdad que mamá lo comprendiese, pero sabía que no iba a ser así -. Hice una pausa, recordando de podría estar haciendo ahora mi madre. En un gesto de total comprensión, la abuela me frotó la mano. - Ella y John (su nuevo marido) se limitarían a encerrarme en la habitación mientras llamaban a su loquero y comenzaban la cadena de oraciones-.
La abuela hizo una mueca.
- Así que me escurrí por la ventana y vine directa hasta ti- concluí.
- Me alegro de que lo hicieras, Santana, pero no tiene ningún sentido.
- Lo sé- dije con un suspiro-. - Tampoco puedo creer que tenga la marca. ¿Por qué yo?-.
- No me refiero a eso, cariño. No estoy sorprendida de que fuese rastreada y marcada. La sangre López siempre ha albergado una fuerte magia. Tan solo era cuestión de tiempo antes de que uno de nosotros fuese elegido. A lo que me refiero es a que no tiene sentido que acabes de ser marcada. La media luna no es un mero contorno. Está completamente llena.
- ¡Eso es imposible!-.
- Míralo tu misma, Santana-. La abuela buscó en su bolso un espejo antiguo de plata que siempre llevaba con ella. Sin decir nada más, me lo tendió. Entonces pude apreciar mi reflejo… la extraña familiar… la yo que no era del todo yo. Sus ojos eran grandes y la piel demasiado clara para como era normalmente, pero apenas me fijé en eso. Era la marca lo que no podía dejar de mirar, la marca que hora era una media luna completa, perfectamente rellena con el color azul zafiro del tatuaje de vampiro. Sintiéndome como si toda vía me moviera en un sueño, alcé la mano, deje que mis dedos recorriesen la marca de aspecto exótico y me pareció sentir los labios de la diosa de nuevo sobre mi piel.
- ¿Qué significa?- dije incapaz de apartar la mirada de la marca.
- Esperábamos que tuvieses una respuesta a esa pregunta, Santana López-.
Su voz era asombrosa, incluso antes de levantar la vista de mi reflejo sabía que sería única e increíble. Tenía razón. Era preciosa como una estrella de cine, preciosa como una Barbie. Nunca había visto a nadie de cerca que fuese tan perfecto. Tenía unos enormes ojos almendrados profundos . Su cara era un corazón casi perfecto y su piel tenía esa cremosidad impecable que se ve en televisión. Su pelo era castaño paradisíaco, no podría describir exactamente la tonalidad de ese tono marrón de su pelo tan perfectamente brillante color que caía en pesadas ondas más debajo de sus hombros. Su cuerpo era, bueno, perfecto. No era delgada como esas chicas extravagantes que vomitaban y se mataban de hambre, a lo que ellas pensaban que era el estilo Paris Milton. El cuerpo de esta mujer era perfecto porque era fuerte pero con curvas. Y tenía unas tetas fantásticas, (ojalá yo tuviese unas tetas así de fantásticas, aunque bueno las mías no estaban nada mal) .
- Eh?- dije. Hablando de tetas, parecía que tenía el cerebro en ellas.
La mujer sonrió y mostró unos increíbles dientes rectos y blancos,sin colmillos. Oh, supongo que he olvidado mencionar que además de su perfección, tenía una luna creciente de zafiro perfectamente tatuada en el centro de su frente y, desde ahí, líneas en espiral que me recordaban a las olas del mar, enmarcando sus cejas, extendiéndose por encima de sus pómulos.
Era un vampiro.
Decía que esperábamos que tuvieses alguna explicación de por que un vampiro iniciado que aún no ha superado el cambio tuviese la marca de un ser maduro en su frente.
Sin aquella sonrisa ni la amable preocupación en su voz, sus palabras hubiesen parecido duras. En lugar de eso, lo que dijo sonó a preocupación y a algo de confusión.
- ¿Así que no soy un vampiro?- espeté.
Su risa era como música.
- Aún no. Santana, pero yo diría que tener la marca completa es un excelente augurio.
- Oh…yo...yo… bueno, bien. Eso es bueno- balbuceé.
Por suerte, la abuela me salvó de una humillación total.
- Santana, está es la alta sacerdotisa de La Casa de la Noche, Anna. Ha estado cuidando de ti mientras estabas…- la abuela hizo una pausa, siendo obvio que no quería decir la palabra inconsciente, -mientras estabas dormida-.
- Bienvenida a La Casa de la Noche, Santana López dijo calurosamente Anna.
- Bienvenida a tu nueva vida-.
Estiró el brazo como si quisiera estrecharme la mano, y yo le ofrecí la mía de manera automática. Pero en lugar de cogerla, agarró mi antebrazo, lo cual resultó extraño pero de alguna manera me pareció bien. Su tacto era cálido y firme. Su sonrisa resplandecía en señal de bienvenida. Era asombrosa e imponente e imponente. De hecho, era lo que son todos los vampiros, algo más que humanos: más fuertes, más listos con más talento. Parecía alguien que había encendido una resplandeciente luz interior, lo cual me doy cuenta de que es en realidad una descripción llena de ironía, teniendo en cuenta los esteriotipos del vampiro (alguno de los cuales sabía que eran pro completo verdad): evitan la luz del sol, son más poderosos de noche, necesitan beber sangre para sobrevivir y adoran a una diosa que es conocida como la Noche personificada.
- Gracias. Es un placer conocerte- dije, haciendo un esfuerzo por parecer al menos medio inteligente y normal.
- Como le decía a tu abuela antes, nunca hemos recibido antes un iniciado de esta manera tan inusual, inconsciente y con la marca completa. ¿Puedes recordad lo que te ocurrió, Santana?-.
Abrí la boca para decir que lo recordaba por completo: caer y golpearme la cabeza… seguir las extrañas palabras visibles dentro de una cueva… y finalmente conocer a la diosa Holly Pero justo antes de decir las palabras tuve un raro presentimiento.
Como si alguien acabara de golpearme el estómago. Era claro y explicito, y, me decía que me callase.
-Yo, la verdad no recuerdo demasiado-. Me detuve y mi mano encontró la zona dolorida en la que sobresalían los puntos. - Al menos después de golpearme la cabeza. Quiero decir, hasta ahí recuerdo todo. El rastreador me marcó .Me escapé de casa y luego huí a la casa de mi abuela. Me sentía realmente enferma así que cuando subí por el sendero hacia los acantilados…-. Recordé los demás y más en profundidad la charla (si es que se le puede llamar así) que tuve con la diosa Holly. ¡Cállate!, me gritó el presentimiento. -Y supongo que resbalé porque tosía mucho y me golpeé la cabeza. Lo siguiente que recuerdo es que me desperté aquí-.
Acabé a toda prisa. Quería apartar la vista de la intensidad de sus ojos almendrados, pero el mismo sentimiento que me ordenaba que permaneciese callada también me decía con claridad que debía mantener el contacto visual con ella, que tenía que hacer un esfuerzo por aparentar que no ocultaba nada, a pesar de que no tenía la menor idea de por que ocultaba nada.
- Es normal experimentar pérdida de memoria con una herida en la cabeza- dijo la abuela con total naturalidad, rompiendo el silencio.
-Si claro que lo es- repuso Anna con rapidez, perdiendo dureza en el rostro. -No temas por la salud de tu nieta, estará bien-.
Habló a la abuela con respeto, y algo de la tensión que se había estado acumulando en mi interior se liberó. Si le agradaba la abuela, entonces tenía que ser buena persona, o vampiro o lo que fuera, ¿verdad?
- Como estoy segura de que ya sabes, los vampiros- Anna hizo una pausa y me sonrió. -Incluso los iniciados, tienen poderes de recuperación fuera de lo normal. Su proceso de curación va tan bien que puede abandonar la enfermería sin peligro-. Su mirada fue de la abuela hasta mí.
- Santana, ¿quieres conocer a tu nueva compañera de habitación?
No. Tragué con fuerza y asentí.
- Si-.
- Excelente-. Dijo Anna
- ¿Estás segura de no deberías mantenerla otro día en observación?- preguntó la abuela. - Comprendo tu preocupación, pero te aseguro que las heridas físicas de Santana ya se están curando a un ritmo que encontrarías extraordinario.
- Abuela, estoy bien. En serio. La cabeza me duele muy poco y el resto está mucho mejor-. Me di cuenta al decirlo que era cierto. Había dejado de toser por completo. Los músculos ya no me dolían. Me sentía perfectamente normal, salvo por el pequeño dolor de cabeza.
Entonces Anna hizo algo que no solo me sorprendió, sino que hizo que me gustase al instante y que comenzará a fiarme de ella. Se acercó a la abuela y habló despacio y con cuidado.
- Sylvia López, te juro solemnemente que tu nieta está a salvo aquí. Cada iniciado es emparejado con un mentor adulto. Para reforzar mi juramente, yo seré la mentora de Santana. Y ahora debes confiarla a mi cuidado-. Anna se puso el puño sobre el corazón e hizo una reverencia, inclinándose ante mi abuela. Mi abuela dudó solo un instante antes e contestarla.
- Cuento con que cumplirás tu promesa, Anna, alta sacerdotisa de Holly, después imitó los gestos de Anna poniendo su propio puño en el pecho e inclinándose antes de volverse hacia mí y abrazarme con fuerza.
- Llámame si mi necesitas, Santana. Te quiero.
- Lo haré, abuela. Te acompaño hasta la salida. Miré a Anna antes pidiendo su consentimiento.
Ella me miró levemente asintiendo antes de decirme: - esta bien, pero no tardes- dijo con tono autoritario. - Recuerda que te tengo que explicar el funcionamiento de la escuela y presentar a tus compañeros-.
Asentí. Junto con mi abuela nos dirigimos al patio donde nos despedimos, haciéndole prometer que la llamaría cada semana.
De repente cuando estaba dispuesta a entrar en la escuela, vi a una chica bastante alta, que estaba sosteniendo un arco. Parecía como si estuviese entrenando a enmarcar flechas en el punto rojo central de la diana.¿Sería este el pasatiempo de los vampiros de esta escuela? Era increíble como acertaba cada una de las flechas.
Estaba de espaldas, no podía apreciar si era una vampira o una simple iniciada. Me quedé observándola lo que a mi parecer fueron horas, cuando de repente sosteniendo el arco con una mano y con la otra colocándose las flechas en la espalda se giró y me vio de pleno.
Madre mía, no me lo podía creer, esa mirada. Esa mirada que creía haber visto en mis sueños estaba allí delante, frente a mi. Me observaba fijamente y con una mirada desafiante.
¿Qué me estaba ocurriendo? ¿Por qué no podía apartar la visa de esos ojos ta tremendamente azules y seductores?.

Holaaa!

Lo primero que te voy a decir es... Porque demonios lo has dejado ahí?! Justo en la mejor parte! Jooooo

Ya quiero saber que pasa. Seguro que la compañera de habitación de Santana será Quinn o Rachel, incluso.

Me ha encantado el capítulo y me ha gustado la descripción de la sacerdotisa Anna, me he reído mucho con ella, esta genial!

Espero pronto el próximo capítulo y sigue así! Esta vez alargalo un poco para no dejarnos con las ganas ;)

Holaa! (:
Elisika-Sama lo dejé justo en el momento oportuno :3 jaja, y si has acertado es Raquel. Posiblemente si sigo con el fic en un futuro habrá Faberry. Y sobretodo muchas gracias por tus comentarios!
Importante: no se si seguiré mucho con el fic, debido a los pocos comentarios que he recibido hasta el momento, ya que si no os entretiene ni os gusta, es una tontería que siga con el no creeis? Así que porfavor hacedme saber si quereis que siga o no.Dicho esto aquí les dejo el 4 capítulo que espero que les guste ^^



¿Qué me estaba ocurriendo? ¿Por qué no podía apartar la visa de esos ojos ta tremendamente azules y seductores?.
Nada más conectar nuestras miradas ella se fue acercando.
Conforme se acercaba pude apreciar como se movía su extensa melena rubia con el compás del viento que soplaba. Su pelo rubio liso, al igual que sus ojos era increíblemente precioso. ¿Es que acaso todos los vampiros eran tan terriblemente atractivos?. Pero es que además era un mujer...
Dios se me estaba yendo la cabeza, no había otra explicación.
Seguía metida en mis pensamientos, contemplando y admirando aquella hermosa rubia cuando de repente la tenía delante.
-¿ Eres Santana López?-. Dijo con un tono de humor, al ver como me ruborizaba ante su mirada.
-¿ Eh q.. cómo?-. Fue lo único que conseguir balbucear.
-¿Que si eres Santana, la super nueva iniciada?-.
-Pues sí, supongo que esa soy yo...
¿Cómo sabía quien era? ¿Acaso se lo había Anna cuando llegue y me pareció verla?
De todas formas quería averiguar como lo sabía-
-¿Y se puede saber como lo sabes?- dije con demasiada indiferencia.
-Pues verás, puede que alguien me halla dicho que una preciosa morena e increíbles ojos oscuros, ha sido marcada con la luna perfectamente entera y coloreada, cosa que solo ocurre cuando has superado el cambio, o simplemente puede que tu cara diga que te llamas Santana- sonrió.
Al principio no pude procesar lo que me decía, madre mía se me debía de haber quedado cara de bobalicana buah, su sonrisa tenía la culpa.
-¿Que estás intentando vacilarme?
Tenía que sonar dura con mi característico humor.
-Yo..., jamás Santana López-.
Acto seguido soltó una sonora carcajada y creo que si hubiese sido posible me hubiese caido desmayada en mi propio charco de babas.
-Bueno te voy a ser sincera, Anna me habló de ti. ¿Quieres que demos una vuelta y te enseño todo esto?-.
¿Como iba a negarme? Me tenía completamente hipnotizada.
-No quiero molestarte, te he visto muy entretenida con tu arco.
-Oh, ¿me ha estado observando señorita López?
Me puse roja como un tomate, sabía que la había estado observando.
-Eh no yo... pues bueno te vi ahí y me sorprendió tu habilidad con el arco.
Volvió a soltar otra carcajada y me miró fijamente.
-Pues sí la verdad, no te voy a mentir soy bastante buena con el arco. Algún día te puedo enseñar si quieres-. Y acto seguido me guiño un ojo. -¿Quieres que te enseñe esto o me vas a dar una tonta excusa cuando en verdad estás deseando venir?-.
-¿Tu te lo tienes muy subido no?
-Yo que va... ¡Vamos!.
-Pero tengo que volver Anna, me dijo que metía que enseñar la escuela el funcionamiento de la escuela y presentarme a mis compañeros-.
-No te preocupes, luego hablaré con ella-.
Tras esto, cogió con una mano su arco y con la otra la mía y me llevo corriendo hasta entrar en el vestíbulo del edificio.
-¿Qué te parece si antes dejamos el arco y las flechas en mi habitación?
En su habitación, ¿me esta diciendo de ir a SU HABITACIÓN?
-Si no hay más remedio-.
-Ven, es por aquí-.
Y me llevó a través de un pasillo, tras subir tres plantas de escaleras hacía una habitación que había en el fondo.
-Es esta -.dijo Sacando unas llaves plateadas de dentro de su bolsillo de esos vaqueros tan estrechos que llevaba. ¿Me estaba fijando en como le hacían resaltar sus altas piernas? PARA YA SANTANA, me dije a mi misma en un esfuerzo de apartar la mirada de esas piernas.
Entré y me asombre al ver su habitación.
Me esperaba el típico cuarto de residencia de estudiantes (algo cambiado por el tema de los vampiros) pero algo así al final y al cabo. Pero no, era bastante grande y espaciosa. Tenía una cama gigantesca en el extremo derecho, en frente había una ventana que daba al patio del colegio. Había varías estanterías bajo un escritorio inmenso, donde tenía un pequeño portátil junto con muchos libros y papeles esturreados. ¿Estudiará, a que se dedicará?. ¿Demasiado moderno para una vampira?
-Pues bien- dijo cortando mis pensamientos. - ¿Ni si quiera me vas a preguntar como me llamo?
Oh no, ¿cómo se me había podido olvidar eso? Bueno en verdad lo sabía... me intimidaba demasiado, incluso para preguntarle por su nombre.
-Disculpa, solo llevo aquí unas horas y la verdad estoy un poco descolocada...- me cortó en seco antes de que pudiese decir nada más.
-Brittany. Me llamo Brittany Pierce. Un placer por cierto Santana...-.
Y me miró de arriba a abajo con un fuerte deseo en sus ojos.
-Lo mismo digo-.
-Santana, ¿me ayudas a colocar el arco y las flechas en la estantería?-.
Asentí ligeramente. Acto seguido me entregó el arco, y me rozó ligeramente la mano. Ese simple roce hizo que todo mi cuerpo sintiese una fuerte sacudida, fruto de todas las terminaciones nerviosas que me había activado.
¡Para ya! Es una mujer y una casi vampira además, a juzgar por los preciosos tatuajes que tenía intrincados en el rostro y parte del cuello ¿hasta donde llegarían? Lo único que se es que me encantaría saberlo...
Una sonrisa se dibujo en su rostro. Se subió a una silla y colocó las flechas cuidadosamente en una especie de recipiente hondo de estilo medieval y me señaló para que le entregase el arco. También lo colocó con sumo cuidado justo al lado, si que le tenía aprecio.
-Bueno, ya podemos ir a que te enseñe el edificio o bueno...- dijo mirándome con unos ojos profundamente oscuros y llenos de picardía. - Si quieres también podemos hacer esto-.
De repente me cogió de la cintura fuertemente y me empujó contra la pared a la vez que me susurraba:
-Se como me miras-.
Contuve la respiración, note como una leve cosquilleo iba descendiendo por debajo del estómago.
-¿Cómo?- me atreví a susurrar.
-Como si quisieses comerme con la mirada-. Me observo de arriba abajo mientras se mordía el labio inferior y por último susurró: -Lo se porque yo también te miro así.
Por último sin más soltó un leve gemido (o eso me pareció) en mi oído y se alejo de mí. Dejándome completamente boquiabierta ante lo que acababa de pasar.
-Bueno que Santana, ¿vamos ya a dar ese viaje turístico?.
-Cla..claro-.
Fue lo único que pude decir. Ni siquiera mi fuerte carácter fue capaz de hacer frente a semejante insinuación y situación.
Tras bajar las escaleras y volver al vestíbulo Brittany abrió la puerta de madera y salimos al enorme patio que había frente a la escuela donde nos habíamos conocido minutos antes (parece mentira que justo después me empujase y me pusiese contra la pared, mejor paro de pensarlo que me empieza a dar ese cosquilleo...) . Se hizo a un lado y me quede boquiabierta. Adolescentes con uniformes que parecían molones y al mismo tiempo personalizados y similares, caminaban en pequeños grupos por el patio y por la acera, ¿dónde estaban antes cuando había visto a Brittany practicar con su arco?. Podía oír el sonido de sus voces, mientras hablaban y reían. Continué observándolos a ellos y a la escuela, no estaba segura de a cuál mirar primero con la boca abierta. Escogí la escuela. Es la que menos me intimidaba de los dos .
El lugar era como algo sacado de un sueño escalofriante. Estábamos en mitad de la noche, y debería estar muy oscuro, pero había una luna brillante sobre los grandes y viejos robles que daban sombra a todo. Lámparas de gas acopladas en aparatos de cobre deslustrados seguían la acera que corría paralela a la enorme construcción, de ladrillo rojo y piedras negras. Tenía 3 plantas y un tejado demasiado elevado que tenía un relieve y luego se aplanaba en la parte superior. Pude ver que las pesadas cortinas habían sido abiertas y las luces de color amarillo hacían bailar las sombras en las habitaciones, dando a toda la estructura un aspecto vivo y acogedor. Había una torre redonda unida a la parte frontal del edificio principal, intensificando la ilusión de que el lugar parecía un castillo más que una escuela. Delante del edificio principal había otro que parecía una antigua iglesia. Detrás de él y de los antiguos robles que daban sombra al patio de la escuela pude ver la sombra de un enorme muro de piedra que rodeaba toda la escuela. Delante de la iglesia había una estatua de mármol de una mujer que vestía una larga y suelta túnica.
-Holly- espeté.
-Brittany levantó una ceja con sorpresa. -Sí, Santana. Esa es la estatua de la diosa, y el edificio que hay detrás de ella es su templo.- Me hizo un gesto para que la acompañara por la acera y señaló hacia el impresionante campus que se extendía por delante de nosotras.
-Lo que hoy se conoce como la Casa de la Noche fue construido al estilo neofranco-normando, con piedras importadas de Europa. Tiene su origen a mediados de los años 20 como un monasterio agustino para las Gentes de Fe.
La parte de la Casa de la Noche, que albergaba las habitaciones de los iniciados estaba al otro lado del campus, por lo que teníamos una caminata bastante larga por delante, cosa que importaba teniendo en cuenta que iba junto a Brittany.
Estaba tan concentrada en mis propios pensamientos sobre Brittany y también (en menor medida claro) todo este nuevo cambio que cuando por fin abrió la puerta de los dormitorios de las chicas no me lo esperaba.
-Santana es justo aquí. Intenta ser amable-.
El interior también fue una sorpresa. No estoy segura de lo qué esperaba de los dormitorios de los iniciados ¿tal vez que todo fuese negro y escalofriante?.
Sin embargo, era bonito, con un suave color azul y amarillo pálido, con cómodos sofás y cojines muy mullidos. La suave luz de gas procedente de varios candelabros antiguos de cristal hacía que el lugar el lugar pareciese el castillo de una princesa. En las paredes de color crema había grandes pinturas al óleo, todas ellas de mujeres con aspecto exótico y poderoso. Flores recién cortadas, en su mayoría rosas, estaban en floreros de cristal sobre las mesas que estaban llenas de libros y bolsos y cosas normales de adolescentes. Vi varios televisores de pantalla plana.
Asimilé todo aquello con rapidez, mientras intentaba sonreír y parecer amigable ante las chicas que se habían callado en el instante que entré junto con Brittany, en la habitación y ahora me estaba mirando. Bueno, no me miraban exactamente a mí. Miraban la Marca de mi frente.
-Chicas, esta es Santana López dadle la bienvenida, es la nueva inciada-.
Valla parecía que todas se conocían entre ellas
Por un segundo pensé que nadie diría nada, quería morirme por la mortificación de ser la chica nueva. Entonces, una chica se levanto de entre las integrantes de un grupo que se amontonaban cerca de un televisor. Era morena, pequeña y me miraba con unos ojos llenos de curiosidad.
-Hola Santana. Bienvenida a tu nuevo hogar -.
La sonrisa de aquella chica era cálida y genuina, y estaba haciendo un claro esfuerzo por mantener el contacto visual para no mirar sorprendida mi Marca oscurecida.
-Me llamo Rachel Berry y creo que soy tu nueva compañera de habitación-. Dicho esto tras dudarlo un breve segundo me abrazó en señal de darme la bienvenida.
-Oh ¿así que Rachel? Encanta de conocerte- dicho esto le devolvió el abrazo.
-Igualmente, ¿quieres que te enseñe nuestra habitación?-.
-Si, estoy deseándolo-.
Dicho esto miré por última vez a esa arquera tan increíblemente sexy que me había hipnotizado bajo sus profundos y perfectos ojos azules. La cual en respuesta me dedicó una gran sonrisa antes de marcharse.

Perspectiva Brittany.
Tras dejar a Santana con Rachel tenía que ir inmediatamente al despacho de Anna a informarle sobre sobre Santana.
Atravesó el corto pasillo que la llevaba hasta el despacho y allí la encontró. Tan espectacular como siempre.
-Pasa- me dijo con un susurro casi inaudible. -¿ Y bien?-.
-Todo ha ido de maravilla, justo como lo planeamos-.
-Bien, me gusta oír eso- su voz sensual gritaba a gritos que me acercase más a ella.
Hizo lo que sabía que quería y justo cuando me acerqué delante del escritorio me susurro: -Desnúdate-.
Hice lo que me pidió, pero esta vez de una manera completamente distinta. Algo raro me había pasado con esta nueva iniciada.
Santana me había hecho sacar a la luz emociones y deseos que no pensaba que tenía mas allá de por Anna y su ola de deseo desenfrenado.

Hola! Nueva lectora, recién ayer comencé a leer el fic y hoy vi que actualizaste y decidí comentar xD Muy buena la idea del fic, la verdad me gustó mucho. Es atrapante y entretenido, sobre todo tiene una buena historia.
No me imaginé que Britt era de esa manera, igual imagino que con el tiempo cambiará. Me gusta ir adivinando las cosas que pueden pasar, por lo que ya me hice alunas ideas, sobre todo sobre Britt y Anna, quien no me agrada, por cierto. xD
Por favor continua con el fic, está muy bueno. No importa si sólo lo leen una, dos o tres, después verás que tendrás más lectoras, pero síguelo, no nos dejes colgadas a quienes lo leemos. Sí, haz que haya Faberry, por favor *.*
Estaré esperando el próximo capítulo. Besos :D

Holaa! Soy yo otra vez! Jajajaja

Buen capitulo, me ha encantado la escena de Britt y Santana en su habitación, cuando la acorrala. Pero eso de Brittany y Anna NO! Bueno, bueno, a ver que es lo que pasa. Y bieeeen, acerté con lo de Rachel!

Y respecto a lo de continuar el fic, por favor síguelo, puede que ahora no te comente la gente y parece que no leen la historia pero si que la leen. No te rindas, ya verás como poco a poco la gente irá comentando. Y que sepas que tienes ya varias lectoras fieles que adoran este fic, así que no te desanimes y ánimo, poco a poco lasa cosas se van consiguiendo, lo se por experiencia. Que parece que nadie lo lee pero si que lo leen.

Ánimo y muy buen capitulo!

P.D: Anna me cae mal.

Besos!
Atte, Elisa

Hey acabo de empezar a leer tu fic en verdad esta muy padre la trama de la historia me gustaron mucho los capítulos tengo mucha intriga por saber como estuvo eso de la interacción de santana y holly en verdad espero que sigas la historia aquí tienes una fiel lectora.Saludos espero sigas actualizando.

HOLA SOY NUEVA LECTORA PERO DESDE AHORA ME DECLARO PERMANENTE ME GUSTA MUCHO TU FIC!!!!!!!!!!! ESPERO NO TARDES MUCHO CON LA ACTU
SALUDOS!

Maitehd escribió:Hola! Nueva lectora, recién ayer comencé a leer el fic y hoy vi que actualizaste y decidí comentar xD Muy buena la idea del fic, la verdad me gustó mucho. Es atrapante y entretenido, sobre todo tiene una buena historia.
No me imaginé que Britt era de esa manera, igual imagino que con el tiempo cambiará. Me gusta ir adivinando las cosas que pueden pasar, por lo que ya me hice alunas ideas, sobre todo sobre Britt y Anna, quien no me agrada, por cierto. xD
Por favor continua con el fic, está muy bueno. No importa si sólo lo leen una, dos o tres, después verás que tendrás más lectoras, pero síguelo, no nos dejes colgadas a quienes lo leemos. Sí, haz que haya Faberry, por favor *.*
Estaré esperando el próximo capítulo. Besos :D

Holaa!Me alegra saber que tengo nuevas lectoras, bienvenida (: Pues te aviso que pasarán muchas cosas que ni te imaginas ya verás e.e. Gracias a ver estos comentarios me ayudan a seguir, no dejaré colgadas a mis lectoras. Y si en un futuro habrá Faberry. Gracias por comentar ^^

Elisika-sama escribió:Holaa! Soy yo otra vez! Jajajaja

Buen capitulo, me ha encantado la escena de Britt y Santana en su habitación, cuando la acorrala. Pero eso de Brittany y Anna NO! Bueno, bueno, a ver que es lo que pasa. Y bieeeen, acerté con lo de Rachel!

Y respecto a lo de continuar el fic, por favor síguelo, puede que ahora no te comente la gente y parece que no leen la historia pero si que la leen. No te rindas, ya verás como poco a poco la gente irá comentando. Y que sepas que tienes ya varias lectoras fieles que adoran este fic, así que no te desanimes y ánimo, poco a poco lasa cosas se van consiguiendo, lo se por experiencia. Que parece que nadie lo lee pero si que lo leen.

Ánimo y muy buen capitulo!

P.D: Anna me cae mal.

Besos!
Atte, Elisa

Holaa Elisa! Me encanta ver tus comentarios siempre de las actualizaciones que lo sepas ^^. Bueno lo de Brittany y Anna por el momento no puedo decir nada ya se irá viendo e.e. Muchas gracias por tus ánimos! Por gente como tu lo seguiré (:

lovebrittana95 escribió:Hey acabo de empezar a leer tu fic en verdad esta muy padre la trama de la historia me gustaron mucho los capítulos tengo mucha intriga por saber como estuvo eso de la interacción de santana y holly en verdad espero que sigas la historia aquí tienes una fiel lectora.Saludos espero sigas actualizando.

Holaa! Me alegro de que te guste ^^ . De la interacción de Santana y Holly más adelante indagaré más y se entenderá todo.Y graciaas ^^

naty_LOVE_GLEE escribió:HOLA SOY NUEVA LECTORA PERO DESDE AHORA ME DECLARO PERMANENTE ME GUSTA MUCHO TU FIC!!!!!!!!!!! ESPERO NO TARDES MUCHO CON LA ACTU
SALUDOS!

Holaa ! Muchas gracias (: me alegro muucho de que te guste ^^


Holaa a todos! Me alegro de que halla gente a la que le esté gustando el fic, me pone muy contenta ^^.
Hoy por todos los comentarios positivos que he visto he decidido hacer este capítulo un poco más largo que los anteriores espero que les guste :) como siempre me pueden dejar comentarios con vuestras opiniones e impresiones. Ya sin más les dejo el capítulo espero que lo disfruten saludos bss!
Capítulo5
Perspectiva Santana
Raquel y yo nos dirigíamos a la que se suponía que era nuestra habitación, cuando antes de atravesar el pasillo nos interrumpió una chica con aires de prepotencia:
-Eh tú, enana ¿a dónde crees que vas con la nueva?
Debía de ser otra iniciada. Llevaba la misma media luna creciente que todos los demás iniciados. Era un chica alta, rubia, de ojos azules y perfecta. Típica Barbie. Sus arrogante palabras rompieron mis pensamientos.
-Hola-. Me dijo con una mirada de insuficiencia mirándome de arriba a abajo. -Soy Quinn. Tu enana, quien seas, no me interesas. Puedes irte-.
-No, ella no se va- dije con un tono rotundo.
-Déjalo Santana, te espero en la habitación cuando terminéis, ¿vale?.
No entendía todo esto. ¿Porqué actuaba con esa superioridad y Raquel ni se inmutó cuando le ordenó que se marchase?.
-Vamos Santana. Las habitaciones están por aquí -, dijo Quinn.
¿Acaso todo el mundo conocía mi nombre aquí o que?
Me hizo un gesto para que la siguiese por las anchas escaleras que se curvaban a nuestra derecha. Mientras subíamos traté de ignorar el zumbido de voces que de inmediato comenzó a nuestra espalda.
Ninguno de nosotras habló, y me sentía tan incómoda que quería gritar.
Me aclaré la garganta y dije: -Los dormitorios parecen bonitos. Quiero decir, es todo realmente precioso-.
Me miró de reojo y contestó.
-Aquí todo es más que bonito o realmente precioso, es increíble-.
- Oh Bueno. Es bueno saberlo-.
Ella se rió. El sonido era del todo desagradable ,casi con desprecio, y me produjo un escalofrió por la espalda como la primera vez que la había oído.
-Es increíble sobre todo gracias a mí-.
La miré, pensando que debería estar de broma, y me encontré con sus fríos ojos azules.
-Sí, has oído bien. Este lugar es guay porque yo soy guay-.
Oh. Dios. Mío. Qué extraño era oírla decir eso. No tenía ni la más mínima idea de cómo debía responder a esa declaración tan estirada. Quiero decir, como si me hiciese falta añadir ahora la tensión de una pelea con la señorita putita que se cree lo mejor, a mi cambio de vida/especie/escuela.
De acuerdo. Yo sólo quería encontrar la forma de encajar. Quería poder llamar a este nueva escuela, hogar. Así que, decidí tomar el camino más seguro y mantener la boca cerrada. Ninguna de nosotras dijo nada más. Las escaleras conducían a un interminable pasillo con puertas revestidas. Contuve el aliento cuando Quinn se detuvo frente a una pintada con un color morado claro, pero en vez de llamar, se volvió hacia mí. Su perfecto rostro se volvió de repente odioso y el frío y, definitivamente, ya no era hermoso.
-Bueno, esto es el asunto, Santana. Tienes esa extraña Marca, así que todo el mundo habla de ti y se pregunta que coño pasa contigo.-. Puso los ojos en blanco y se agarró su collar de perlas de modo dramático, cambiando la voz de forma que sonase realmente tonta y efusiva.
-¡Ooooh! La chica nueva tiene la Marca completa! ¿Qué puede significar eso? ¿Ella es especial? ¿Tiene fabulosos poderes?- dejo caer la mano del cuello y me miró frunciendo el ceño. Su voz se volvió tan directa y llena de odio como su mirada.
-Te diré como funcionan las cosas. Yo soy la que manda aquí. Las cosas funcionan a mi manera. Si quieres que te vaya bien, más te vale recordarlo. De lo contrario, prepárate para pasarlo mal-.
Vale, ya estaba empezando a hartarme.
-Mira- dije. -acabo de llegar. No estoy buscando problemas, y no tengo ningún control sobre lo que digan de mi Marca-.
Su mirada se endureció. Ah, mierda. ¿Es que iba a tener que pelear con esta chica? Desde luego que quieta no me iba a quedar.
Entonces, casi tan rápido como se había puesto odiosa y aterradora, su rostro se relajó hasta formar una sonrisa y volvió a ser de nuevo la dulce rubia (aunque no me engañaba).
-Bien. Veo que nos entendemos-.
¿Eh? Lo único que entendía es que ella había olvidado tomarse las pastillas, eso es todo lo que entendía.
Quinn no me dio tiempo a decir nada. Con una última, extraña y cálida sonrisa, ella golpeó la puerta.
-Adelante-dijo la voz alegre de Rachel.
Quinn abrió la puerta.
-¡Hola!, entra-. Con una enorme sonrisa, mi nueva compi se acercó a toda prisa como un pequeño tornado a ver lo que había pasado con Quinn. Pero en cuanto la vio,la sonrisa desapareció de su rostro y dejó de correr en nuestra dirección.
-Bueno, ya es todo tuya-. No había nada malo en las palabras de Quinn, pero su tono era odioso
Miré a Rachel. Parecía un conejillo aterrorizado.
-Gracias por traerme aquí, Quinn- Dije rápidamente, moviéndome hacia Quinn, que de forma automática retrocedió un paso, lo cual la situó de nuevo en el pasillo.
-Nos vemos-. Cerré la puerta mientras su expresión de sorpresa cambiaba a ira. Después, me volví hacia Rachel, que todavía estaba pálida.
-¿Cuál es su problema?- le pregunté.
-Es... es...-.
Aunque no la conocía en absoluto, estaba claro que Rachel estaba decidiendo lo que debía o no debía decir. Así que decidí ayudarla. Quiero decir, íbamos a ser compañeras de habitación. -Ella es una zorra!- dije.
Rachel volvió los ojos y soltó una risilla tonta.
-No es muy agradable, eso está claro-
-Necesita ayuda farmacológica, eso es cierto- añadí, haciéndola reír aún más.
-Creo que vamos a llevarnos bien, Santana López-, dijo sonriendo. -Bienvenida a tu nuevo hogar!-. Se apartó a un lado e hizo un gesto con el brazo para mostrar la habitación, como si me recibiese en un palacio.
Miré alrededor y parpadeé. Varias veces. Lo primero en lo que me fije fue el póster a tamaño real de Barbara Streisand que había colgado sobre una de las paredes así como otro póster de un tamaño más normal del musical “Funny Girl”sobre la cama
Oh, madre mía. ¡Rachel era una obsesionada de los musicales!
Entonces me sorprendió con otro enorme abrazo de bienvenida y me recordó a un cachorro entrañable, con se pelo rizado y sonriente cara redonda.
-Santana, me alegro de que te encuentres mejor. Estaba tan preocupada cuando me enteré que te habías hecho daño. Me alegró de verdad de que finalmente estés aquí-.
-Gracias- le dije, todavía observando la que era ahora también mi habitación, demasiado, y me sentí completamente abrumada y a punto de llorar de nuevo.
-Es desalentador, ¿no?- Rachel me miraba con unos grandes ojos marrones y serios, que se llenaron de lágrimas de comprensión. Asentí, desconfiando de mi voz.
-Lo sé. Lloré toda la primera noche-.
Me tragué mis lágrimas y le pregunté-.
-¿Cuánto hace que estás aquí?-.
-Tres meses. ¡Y, madre mía lo que me alegre cando me dijeron que iba a tener una compañera de habitación!-.
-¿Sabías que iba a venir?--
Asintió enérgicamente. -¡Oh, sí! Anna me dijo anteayer que el Rastreador te había detectado y que te iba a Marcar. Pensé que llegarías ayer, pero luego oí que habías sufrido un accidente y que te habían llevado a la clínica. ¿Qué pasó?-.
Suspiré y dije: -Estaba buscando a mi abuela y me caí y me golpeé la cabeza-. No tuve la extraña sensación de mantener la boca cerrada, pero no estaba segura de cuanto podía contarle a Rachel, y me sentí aliviada cuando ella asintió como si lo comprendiera y no me hizo más preguntas sobre el accidente. Ni tampoco mencionó mi Marca.
-¿Se asustaron tus padres cuando te Marcaron?-.
-Bueno... pues a decir verdad aún no se si lo saben, se como se pondrían y bueno preferí acudir antes a mi abuela- hice un gesto de dolor para intentar que no siguiera con el tema, así que opte por preguntarle lo mismo.
-¿Y los tuyos?-
-Pues mi madre lo aceptó bien. Dijo que cualquier cosa que me sacase de Ohio sería algo bueno-.
-Lima, Ohio?- pregunté, contenta de cambiar a un tema que no fuese yo.
-Lamentablemente, sí-
Rachel se sentó en la cama frente al póster de Funny Girl y me hizo un gesto para que me sentase en la que había frente a la suya. Así lo hice y entonces sentí un pequeño escalofrió de sorpresa cuando me di cuenta de que estaba sentada sobre mi edredón favorito. Miré a la pequeña mesita auxiliar de roble y parpadeé. Ahí estaba mi feo e irritante despertador, mis gafas de empollona para cuando estoy harta de llevar las lentillas y la foto de la abuela y yo del verano pasado. Y en las estanterías de detrás del ordenador que había a mi lado de la habitación estaban algunos discos, mi portátil y algunas cosas mal. Mi mochila estaba en el suelo junto a mi cama.
-Tu abuela trajo tus cosas aquí. Es muy agradable-, dijo Rachel.
-Es algo más que agradable. Es valiente que te cagas por haber enfrentado a mi madre y a su estúpido marido para traerme estas cosas. Sólo puedo imaginar la dramática escena que habrá montado mi madre. Por lo que supongo que ya se habrá enterado- Suspiré, negando con la cabeza.
-Sí, supongo que soy afortunada. Por lo menos mi madre fue comprensiva con todo esto-.
Rachel señaló el contorno de la luna creciente de su frente.
-Mis tres hermanos pensaron que era increíble y querían saber si les ayudaría a ligarse a chicas vampiro-.
Puso los ojos en blanco, mientras me venía a la cabeza la imagen de una arquera rubia, de impresionante ojos azules que hace solo unos momentos la tenía pegada junto a mí. Bueno mejor dicho ella me había empujado contra la pared para susurrarme al oído, pero da igual.
-En general me apaño bien con todo esto. Quiero decir, las clases son raras pero me gustan,
sobre todo la clase de Tae Kwan Do. Me gusta patear culos.- Sonrió con malicia.- "Me gustan los uniformes, aunque me asombraron al principio. Quiero decir, ¿A quién le gustan los uniformes escolares? Pero podemos añadirle cosas y hacerlos más personales, para que no parezcan los típicos sosos y de estirados- ¿Uniformes? ¿HABÍA UNIFORMES? -En general, estoy muy contenta de estar lejos de Ohio y no me importa todo lo demás, incluso aunque Tulsa me dé un poco de miedo por ser tan grande-.
-Tulsa no da miedo- dije automáticamente, yo ya conocía Tulsa, gracias a lo que la abuela le gustaba llamar excursión por el campo con ella.
-Sólo tienes que saber a dónde ir. Hay una galería de collares fantástica en la zona centro, en la calle Brady, en la que puedes hacerte tus propias joyas, y en la puerta de al lado está Lola’s en la Arquería,tiene los mejores postres de la ciudad. La calle Cherry también está genial. No estamos muy lejos de ella. De hecho, estamos justo al lado del increíble museo Philbrook y la plaza Utica. Hay también tiendas buenísimas allí y de repente me di cuenta de lo que estaba diciendo.
¿Los jóvenes vampiros llegaban a relacionarse con los chicos normales? Hice memoria. No. Yo nunca había visto chicos con el perfil de una luna creciente recorriendo el Philbrook, el espacio Utica, el Banana Republic o el Starbucks. Nunca había visto a ningún vampiro en el cine. ¡Mierda! Nunca había visto a un joven vampiro antes hasta hoy. Entonces, ¿Nos tendrán encerrados aquí durante cuatro años? Notándome un poco sin aliento y con sensación de claustrofobia, pregunté: -¿Salimos alguna vez de aquí?-.
-Sí, pero hay todo tipo de normas que debemos cumplir-.
-¿Normas? ¿Como cuáles?-.
-Bueno, no se puede utilizar nada del uniforme escolar-. Paró de repente. -¡Mierda! Eso me recuerda que tenemos que apresurarnos. La cena es en unos pocos minutos y tienes que cambiarte-. Se levantó de un salto y comenzó a rebuscar en el armario que estaba a mi lado de la habitación, parloteando conmigo por encima del hombro al mismo tiempo. -Anna envió algo de ropa aquí anoche. No te preocupes de si las tallas son las adecuadas. De alguna manera siempre saben que talla tendremos antes casi de vernos es de locos cómo las vampiresas adultas saben mucho más de lo que no deberían. De todos modos, no te asustes. Hablaba en serio cuando dije que los uniformes no eran tan horribles como pensabas que iban a serlo. Siempre puedes añadirles cosas de tu propia cosecha,como yo.
-La miré. Quiero decir, la miré de verdad. Llevaba unos jeans pitillo. Ya sabes, ese tipo de pantalones vaqueros que son demasiado ajustados y no tienen bolsillos traseros. Honestamente nunca entenderé cómo pude alguien considerar que no llevar bolsillos atrás e ir apretado queda bien. Rachel estaba en los huesos y aun así los vaqueros hacían que su culo pareciese ancho. Miré hacia abajo y llevaba unas botas de color marrón. Por dentro de los vaqueros, llevaba una blusa de algodón negra de manga larga que tenía el aspecto caro. Se dio la vuelta y sostuvo en una mano una blusa negra como la que llevaba puesta y un jersey en la otra y me pareció que, aunque el look de pueblo no era mi estilo, a ella le quedaba bastante bien esa mezcla entre pueblerina y chic.
-¡Aquí tienes! Ponte esto encima de los vaqueros y ya estamos listas-. La luz de la lámpara que estaba encima de la mesita iluminó una raya bordada en plata que había en la parte delantera del jersey que ella sostenía en el aire. Me puse en pie y cogí las dos camisas, sujetando el jersey en alto para ver mejor su parte delantera. El bordado de plata tenía la forma de una espiral que emitía destellos alrededor de un delicado círculo que se situaría a la altura de mi corazón. -Es nuestro símbolo-, dijo Rachel .
-¿Nuestro símbolo?-.
Sí, cada clase aquí , son los de tercera, los de cuarta, los de quinta y los de sexta,tiene su propio símbolo. Somos de tercera, nuestro símbolo es el laberinto plateado de la diosa Holly.
-¿Qué significa?-. Pregunté, más para mí que a ella, mientras recorría los finos círculos con los dedos.
-Representa nuestro nuevo comienzo, cuando comenzamos a recorrer el Camino de la Noche y aprendemos los cambios de la diosa y las posibilidades de nuestra nueva vida-.
La miré, sorprendida por escucharla en aquel tono tan serio. Me sonrió con timidez y se encogió de hombros.
-Es una de las primeras cosas que aprendes en Sociología Vampírica. Es la clase que enseña Anna-. Meneó la cabeza y puso los ojos en blanco mientras reía.
-De todos modos, he oído que Anna es tu mentora, lo cual te convierte en afortunada. Apenas toma bajo su tutela a chicos nuevos, y además de ser la alta sacerdotisa, es la mejor profesora de aquí.
Lo que no dijo es que no sólo era afortunada, sino "especial" mi extraña Marca completa. Lo que me recordaba.
-Rachel, ¿porque no me has preguntado acerca de mi Marca? Quiero decir, te agradezco que no me hayas bombardeado con cientos de preguntas, pero en el camino hacia aquí todo el mundo que me veía se quedaba mirando mi Marca. Quinn lo mencionó casi en el primer segundo en que estuvimos a solas. En realidad ni la has mirado. ¿Por qué?
Entonces, ella fijó al fin sus ojos en mi frente antes de encogerse de hombros y mirarme de nuevo.
-Eres mi compañera de habitación. Pensé que me contarías lo que pasaba con ella cuando estuviese lista para hacerlo. Si algo aprendes al crecer en un pueblo pequeño como Ohio es que lo mejor es ocuparte de tus propios asuntos si quieres que alguien siga siendo tu amigo. Bien, seremos compañeras de habitación durante 4 años...-. Hizo una pausa y en el silencio entre sus palabras, yació la gran y fea verdad silenciada de que seríamos compañeras de habitación durante 4 años solo si ambas sobrevivíamos al cambio. Rachel tragó saliva y terminó con rapidez. -Supongo que lo que quiero decir es que me gustaría que fuésemos amigas-.
-Le sonreí. Parecía tan joven y llena de esperanza. Tan simpática y normal y para nada de lo que había imaginado que sería una joven vampiro. Sentí un pequeño indicio de esperanza. Quizá podría encontrar una manera de encajar aquí.
-Yo también quiero que seamos amigas-.
-¡Hurra por eso,pero vamos! Rápido,no queremos llegar tarde.
Me empujó por la puerta que había entre los dos armarios, antes de ir acorriendo hacia un espejo en el mesa de su ordenador y comenzar a cepillarse el pelo. Al entrar encontré un pequeño cuarto de baño, y rápidamente me quité la camisa que tenía y me puse la blusa de algodón y por encima el jersey de punto que era de un color morado bastante oscuro y con pequeñas líneas rectas negras que lo atravesaban. Me disponía a volver a la habitación para coger mi mochila y arreglarme la cara y el pelo con el maquillaje y las cosas que había traído, cuando me miré al espejo que había sobre el lavabo. Mi pelo parecía una locura, todo revuelto y sin peinar, y apenas podía ver la línea de puntos negra, justo encima de mi sien izquierda. Pero fue la Marca de color azul zafiro lo que llamó mi atención. Mientras la miraba, en trance a causa de su belleza exótica, la luz del baño se reflejó en mi bordado plateado que estaba en la parte superior a la altura del corazón. Llegué a la conclusión de que ambos símbolos se complementaban, aunque tuviesen formas distintas... colores distintos....
Pero ¿iba yo a juego con ellos? ¿encajaba en este extraño nuevo mundo? Cerré los ojos con fuerza y desee de forma desesperada que lo que fuese que íbamos a tomar en la cena (oh, por favor, que no haya nada relacionado con beber sangre) no fuese compatible con un ya jodido y nervioso estómago.
Bueno, la cafetería era guay ups, quiero decir "comedor", como proclamaba la placa de plata de la entrada. Esta habitación era cálida y acogedora. Las paredes estaban hechas de la misma extraña mezcla de ladrillos vistos y roca negra como la del exterior del edificio y la habitación estaba llena de pesadas mesas de picnic de madera que tenían bancos a juego con asientos y respaldos acolchados. En cada mesa cabían alrededor de seis chicos y se extendía en forma radial desde una mesa grande y sin bancos situada en el centro de la sala que estaba repleta de fruta, queso y carne, y una enorme copa de cristal que estaba llena con algo que se parecía sospechosamente al vino tinto. ¿Eh? Vino en la escuela? ¿Qué?. El techo era bajo y la pared trasera estaba hecha de ventanas con una puerta de cristal en el centro. Las pesadas cortinas de terciopelo color burdeos estaban abiertas, así que podía ver fuera el pequeño y hermoso patio con bancos de piedra, caminos sinuosos, arbustos ornamentales y flores. En medio del patio había una fuente de mármol que escupía agua desde la parte superior de algo que se parecía muchísimo a una piña. Era muy bonita, especialmente iluminada por la luz de la luna y las ocasionales antiguas farolas de gas.
La mayoría de las mesas ya estaban llenas de chicos que comían y hablaban y que miraron con evidente curiosidad cuando Rachel y yo entramos en la sala. Respiré hondo y mantuve mi cabeza en alto. Así también podría dar una visión clara de la Marca que tanto parecía obsesionarles. Rachel me llevó a un lado de la sala donde estaba el típico personal de cafetería dando la comida tras unas mamparas de cristal tipo bufé.
-¿Para qué es la mesa en el centro de la sala?- Le pregunté mientras caminamos.
-Es la ofrenda simbólica a la Diosa Holly. Siempre hay un sitio en esa mesa preparado para ella. Parece un poco raro al principio, pero muy pronto te parecerá menos extraño y te resultará algo normal-.
En realidad, no me parecía algo extraño. En cierto modo, tenía sentido. La diosa estaba tan viva aquí. Su marca estaba en todas partes. Su estatua se elevaba orgullosa frente a su Templo. Estaba empezando a notar también que por toda la escuela había pequeñas imágenes y figuras que la representaban. Su Alta Sacerdotisa era mi mentora y, tenía que admitir que yo, ya me sentía conectada con Holly. Haciendo un esfuerzo, dejé de tocar la Marca en mi frente. Agarré una bandeja y me puse a la fila detrás de Rachel.
-No te preocupes-, me susurró. -La comida es muy buena. No te hacen beber sangre, comer carne cruda o cualquier cosa de esas-. Aliviada, relajé la mandíbula. Pero no por mucho tiempo ya que cuando volví a alzar la mirada tenía enfrente, justo al lado, a la vampira más sexy que jamás había visto.
-Santana-. Me dijo mirándome profundamente con sus irresistibles ojos azules.
-Em, ¿Brittany?-. Fue lo único que pude decir bajo su intensa mirada.
-¿Qué te parece si te hago una proposición?-.
-¿Qué quieres decir?-.
-¿Qué le parece señorita López si la invito a comer en mi habitación?-.

Posd: por último aqui os dejo una fotos de Anna para que os hagais una idea (ya que será un personaje importante en el fic)

Muy buen cap del de hoy solo que quede intrigada con la personalidad de quinn hahaha pero ya quiero leer el próximo cap para saber que dice san a la proposición de britt espero actualices pronto.Saludos

habra faberry me encanta tu fic super interesante espero y puedas actualizar pronto

HOLA COMO YA DIJE, COMO LECTORA PERMANENTE SIEMPRE ESTARE POR ACA COMENTANDO POR QUE SIMPLEMENTE ME ENCANTA TU FIC
MMM... ME PARECE QUE BRITT ESCONDE ALGO PERO IGUAL ME ENCANTA SU ACTITTUD SEDUCTORA
ESPERO TU ACTU!!!!!! SALUDOS!

Hola! Excelente el capítulo. Amé a Quinn *.* Imagino que ahora sin ninguna duda vas a seguir la historia, realmente lo espero porque como dije me encantó. Estaré esperando pronto el próximo capítulo.
Por cierto, amé a quien elegiste para Anna, aunque el personaje no me cae bien -.- Amo Lost Girl *.* xD
Besos :D

Muy buen capitulo! Veo que has puesto como representación a Anna a Bo, ya no la odio jajajajaja

Me álegro de que quieras continuar!

Besos

Holaa a todos! ^^
Gracias a todas mis lectoras por vuestros comentarios! Me gusta leerlos y ver las ídeas que teneís sobre lo que pasará y las reacciones al capítulo. También verlos me da mucha alegría para actualizar a diario jaja saludo y bss a todas! (:

Aquí les dejo el capítulo 6. Espero que lo disfruten y como siempre dejen sus comentarios acerca de sus impresiones e ideas sobre el capítulo saludos y bss!





Contuve el aliento, era obvio que quería aceptar su proposición. Pero era mi primera comida en la escuela y además Rachel me quería presentar a sus amigos
-No se Brittany, es mi primera comida aquí en la escuela y además Rachel me va a presentar a sus amigos, ¿no querrás que sea una marginada no?- dije mientras no podía apartar la mirada de su precioso rostro.
-Pues a decir verdad no estaría mal, porque así podrías pasar más tiempo conmigo.¿ Qué te parece si te pasas por mi habitación cuando termines para tomar el postre?-.
-¿El postre?- repetí perpleja-.
-Sí, así que ya sabes no tomes postre. Te esperaré impaciente Santana-.
Ni siquiera esperó a escuchar mi respuesta, me hecho una última mirada divertida y se fue. A su marcha todos los chicos e incluso chicas (como no) se le quedaban mirando, babeando como adolescentes. Bueno a decir verdad no me extraña, a mi me pasaba exactamente lo mismo.
-Em, ¿Santana, estás aquí?-.
-Sí cl..claro- logré decir un poco aturdida-.
-¿De qué conoces a Brittany?-.
-La conocí hace unas horas, me estuvo enseñando el colegio y me llevó hasta los dormitorios donde nos viste-.
-¿Entonces porque quería que fueses a su cuarto a comer?- mierda lo había oído todo.
-Pues no lo se, supongo que Anna le habrá mandado para que me ayude a instalarme estos días- fue lo único que se me vino a la mente.
No la estaba engañando, ya que ni yo misma sabía ciertamente que quería o cuales eran sus intenciones. Ah si, para tomar el postre reí mentalmente.
-Puede ser, Brittany se encarga de muchos de los asuntos de Anna-.
-¿Tú la conoces?- intenté decir con el mayor tono de indiferencia posible-.
-No mucho, solo se que está en último curso y que es muy respetada por todos. Además de ser la vampira más sexy y con mas éxito según todos los chicos y muchas chicas, aunque no me extraña la verdad es guapísima-.
Asentí en respuesta, ya que que pensaba lo mismo o incluso más.
Cuando volvimos a la fila,la mayoría de los chicos ya estaban comiendo, por lo que la fila era corta, y cuando Rachel y yo llegamos a la comida sentí como mi boca comenzaba a hacerse agua. ¡Spaghetti! Inhalé profundamente: ¡con ajo!
-Todo eso de que los vampiros no soportan el ajo es una chorrada, con perdón- decía Rachel entre dientes mientras llenábamos nuestros platos.
-Vale, ¿qué pasa con toda eso de que los vampiros tienen que beber sangre?- susurré.
-No-, dijo suavemente.
-¿No?-.
-No, es una chorrada-.
Genial. Maravilloso. Fantástico. Exactamente lo que quería escuchar: no.
Tratando de no pensar en la sangre y otras mitos, cogí un vaso de té con Rachel.
-Ven -, me dijo señalando a una mesa donde otros dos chicos estaban ya hablando animadamente mientras comían.
Por supuesto, la conversación se detuvo totalmente cuando me uní a ellos, lo que no pareció afectar a Rahce en absoluto. Mientras me deslizaba en el asiento de enfrente al suyo hizo las presentaciones con su acento de Ohio.
-Hey, chicos. Os presento a mi nueva compañera de habitación, Santana López. Santana, esta es Kitty Wilde-, dijo señalando a la rubia terriblemente guapa que estaba sentada en mi lado de la mesa. Joder ¿cuántas rubias guapas puede haber en una escuela? ¿No hay algún tipo de límite?. Todavía con su acento de Ohio, continuó, haciendo gestos de entrecomillado con los dedos para dar énfasis. -Kittyes “la guapa”. Ella es también inteligente y divertida y tiene más zapatos de los que nadie que haya conocido
Kitty apartó sus ojos azules de mi Marca el tiempo suficiente para decir un rápido -Hola-.
-Y este es el representante masculino del grupo, Blaine Anderson. Pero es gay, así que realmente no creo que cuente como un chico-.
En lugar de enfadarse con Rachel, Blaine parecía sereno y no se inmutó. -En realidad, ya que soy gay creo que debería contar como dos chicos en lugar de uno solo. Es decir, tenéis por mi parte el punto de vista masculino y no tenéis que preocuparos de que os quiera tocar las tetas-.
-Tenía el rostro liso sin un solo grano, el pelo marrón oscuro y los ojos que me recordaban a los de un cervatillo. La verdad es que era mono. No tenía ese aire demasiado femenino que muchos adolescentes tienen cuando deciden salir del armario y decirle a todo el mundo lo que todos ya sabíamos (bueno, todos excepto sus típicos padres que no se daban cuenta y/o lo negaban). Blaine no era un tío afeminado, tan sólo era un chico guapo con una agradable sonrisa. También noté que trataba de no mirar mi Marca, lo cual aprecié.
-Bueno, quizás tengas razón. Realmente no lo había visto de esa forma-, dijo Rachel mientras masticaba un enorme bocado de pan de ajo.
-Tu no le hagas caso, Santana. Los demás somos casi normales-, dijo Damien.
-Y nos alegra que finalmente estés aquí. Rachel ha estado volviéndonos a todos locos pensando en cómo serías, cuando llegarías...
-Si serías uno de esos adolescentes raros que huelen mal y piensan que un vampiro significa ver quién puede ser el mayor perdedor-,interrumpió Kitty.
-O preguntándose si serías una de ellas-, dijo Blaine, lanzando una mirada hacia una mesa a la izquierda.
Seguí su mirada y tuve una sensación de nervios cuando me di cuenta de quienes estaba hablando. -¿Te refieres a Quinn?-.
-Sí-, dijo Blaine. -Y su rebaño de estiradas adláteres-.
Le miré parpadeando.
Rachel suspiró. -Te acostumbrarás a la obsesión de Blaine por el vocabulario. Afortunadamente, esta no es una palabra nueva por lo que algunos de nosotros realmente sabemos de lo que habla, sin tener que rogarle que lo traduzca. De nuevo. Adlátere es un servil adulador-. dijo con orgullo con su acento, como si estuviese dando la respuesta en una clase de Inglés.
-Lameculos-, dijo Kitty sin levantar la vista de sus espaguetis.
-Ellas- , le pregunté.
-Las Hijas Oscuras-, dijo Rachel, y me di cuenta de que bajaba la voz automáticamente.
-Piense en ellos como una hermandad-, dice Blaine.
-Las brujas del infierno-, dijo Kity.
-Oíd, chicos, no creo que debamos crearle prejuicios a Santanaen su contra. Podría llevarse bien con ellas".
-Y una mierda. Son brujas del infierno-, dijo Kitty. -Cuida esa boca. Tienes que contenerte-, dijo Blaine en un tono algo remilgado.
Increíblemente aliviada de que a ninguno de ellos les gustase Quinn, estaba preparándome para hacer alguna que otra pregunta cuando una chica llegó a toda prisa y, con un gran resoplido, se deslizó en el banco junto a Rachel. Era el color de capuchino (del que tienen en las tiendas de café de verdad y no eso asqueroso y demasiado dulce que te dan en Quick Time) y curvilínea, con unos labios sensuales y pómulos altos que la hacían parecer una princesa africana. También tenía un pelo precioso. Era espeso y le caía en brillantes bucles sobre los hombros. Sus ojos eran tan negros que parecía que no tenía pupilas.
-Venga, por favor! Por favor. ¿Es que nadie- miró fijamente a Kitty, -se ha tomado la puta molestia de pensar en despertarme y me decirme que íbamos a comer?-.
-Creo que soy tu compañera de habitación, no tu madre-, dijo Kitty con pereza.
-No me obligues a cortarte ese pelo de rubia a lo Jessica Simpson en mitad de la noche-.
-En realidad, la forma consuetudinaria de elaborar esa frase sería “No me obligues a cortarte ese pelo de rubia a lo Jessica Simpson en mitad del día” Técnicamente, el día es la noche para nosotros y por lo tanto la noche sería el día. El tiempo aquí está invertido-.
La chica negra le miró frunciendo el ceño.
-Blaine, me pones de los putos nervios con tu mierda de vocabulario-.
-Mercedes-, interrumpió Stevie Rae de forma apresurada.
-Mi compañera de cuarto finalmente llegó. Esta es Santana López. Santana, la compañera de habitación de Kitty, Mercedes Jones.
-Hola-, le dije con la boca llena de espaguetis mientras Mercedes se giraba de Kitty a mí.
-Así que, Santana, ¿cómo es que tu Marca está completa? Eres todavía una iniciada, ¿no?-. Todos en la mesa permanecieron en silencio asombrados por la pregunta de Shaunee. Ella miró a su alrededor.
-¿Qué? No finjáis que ninguno de vosotros se está preguntando lo mismo-.
-Podría ser, pero también puede ser que tengamos la suficiente educación como para no preguntarlo-, dijo Rachel con firmeza.
-Oh, por favor. No fastidies-. Hizo caso omiso de la protesta de Rachel. -Esto es demasiado importante para eso. Todo el mundo quiere saber sobre lo de su Marca. No hay tiempo para jugar cuando hay cotilleos de por medio-. Mercedes volvió a preguntarme. -Entonces, ¿qué pasa con esa extraña Marca?-. Es tan buen momento como otro cualquiera para hacer frente a esto. Tomé un trago rápido de té para limpiar mi garganta. Los cuatro me miraban, esperando con impaciencia mi respuesta.
-Bueno, soy todavía una iniciada. Creo que no soy muy diferente del resto de vosotros-. Entonces solté algo en lo que había estado pensando mientras todos los demás habían estado hablando. Quiero decir, sabía que iba a tener que responder a esta pregunta en cualquier momento. No soy estúpida, confundida, tal vez, pero no estúpida y mi estómago me decía que era necesario decir algo diferente de la verdadera historia acerca de mi experiencia extracorpórea con Holly. -Realmente no sé por qué mi marca está completa No era de esa manera, cuando el Rastreador me Marcó. Pero más tarde ese día tuve un accidente. Caí y me golpeé la cabeza. Cuando me desperté la Marca era como está ahora. He estado pensando en ello, y todo lo que se me ocurre es que debe haber pasado como una especie de reacción a mi accidente. Estuve inconsciente y perdí mucha sangre. Tal vez esto hizo algo para acelerase el proceso de oscurecimiento. Esa es mi suposición, de todos modos.
-Huh-, resopló Mercedes. -Esperaba que fuese algo más interesante. Algo bueno para chismorrear-.
-Lo siento...- murmure.
-Cuidado gemela- dijo Kitty a Mercedes, haciendo un gesto con la cabeza hacia Las Hijas Oscuras. -Estás empezando a sonar como ella, alomejor deberías sentarte en esa mesa-
Mercedes torció el gesto.
-No me verás con esas zorras ni muerta-.
-Estáis confundiendo a Santana- dijo Rachel-.
- Verás Santana- comenzó a explicar Blaine.
-En primer lugar, Kitty y Mercedes se llaman gemelas entre sí, porque a pesar de que está claro que no son familia, Kitty es una chica extremadamente blanca y Mercedes extremadamente morena-, -Gracias por apreciar mi negrura-, dijo Mercedes.
-No hay de que- dijo Blaine, y luego continuó sin problemas con su explicación. -Aunque no están vinculadas por lazos de sangre, son inusualmente parecidas-. -Es como si las hubieran separado al nacer o algo así- dijo Rachel.
En ese mismo momento Kitty y Mercedes se sonrieron la una a la otra y se encogieron de hombros. Fue entonces cuando me di cuenta de que iban conjuntadas igual ,chaquetas vaqueras oscuras con hermosas alas doradas bordadas en los bolsillos pectorales, camisetas negras, y pantalones negros de cintura baja. Incluso llevaban los mismos pendientes, enormes aros de oro.
-¡Sigamos! Las Hijas Oscuras. La versión corta es que son un grupo formado en su mayoría por estudiantes de último año que dicen que están a cargo del espíritu de la escuela y tal.
-No, la versión corta es que son unas brujas del infierno-, dijo Mercedes.
-Eso es exactamente lo que dije, gemela-, Kitty se rió.
-No estáis ayudando, les dijo Blaine.
-A ver, ¿dónde estaba?-.
-Espíritu de la escuela y tal- apunté.
-Así es. Sí, se supone que son así de geniales, defensoras de la escuela, una organización defensora de los vampiros. Además, parece ser que a su líder la están preparando para ser una Alta Sacerdotisa, así que se supone que debe ser el corazón, la mente, y el espíritu de la escuela, así como un futuro líder en la sociedad vampírica, etcétera, etcétera, bla, bla, bla.
Pero lo que realmente son Las Hijas Oscuras es un grupo de perras estiradas a las que pone cachondas el poder de dominar sobre todos los demás. Quieren que todo el mundo las siga, se ajusten a sus extravagantes ideas de lo que significa convertirse en una vampiresa. Sobre todo, odian a los seres humanos, y si no sientes lo mismo no quieren saber nada de ti-. -Salvo para hacerte la vida imposible- añadió Rachel.
Podría decirse por su expresión que debía tener conocimiento de primera mano sobre "que hicieran la vida imposible", y me acordé de lo pálida y asustada que había estado cuando Quinn me había llevado a nuestra habitación.
-De todas formas, no dejes que te asusten- dijo Blaine. -Tan solo vigila tu espalda cuando estén cerca y...-.
-Hola, Santana. Es bueno verte de nuevo tan pronto-.
No tuve ningún problema para reconocer su voz en esta ocasión. Era como la miel pringosa y demasiado dulce. Todo el mundo en la mesa dio un brinco, incluida yo. Llevaba puesto un suéter como el mío, salvo que sobre el corazón tenía bordado en plata tres siluetas de tres divinidades femeninas, una de ellas sosteniendo lo que parecía un par de tijeras. Tenía puesta una falda plisada negra muy corta, medias negras con brillos plateados y botas negras hasta la rodilla. Dos chicas estaban detrás de ella, vestidas de la misma manera. Una de ellas era negra, con un imposible pelo largo (debía tener una raíz fantástica), y la otra era de nuevo una rubia (la cual, después de observar con atención sus cejas, llegué a la conclusión de que con toda probabilidad era tan rubia como yo).
-Hola, Quinn- dije cuando vi que todos los demás estaban demasiado sorprendidos para hablar.
-Espero no estoy interrumpir nada- dijo con poca sinceridad.
-Para nada. Estábamos discutiendo sobre la basura que hay que sacar esta noche- dijo Kitty con una enorme sonrisa falsa.
-Bueno, seguro que tú sabes de eso- dijo con sorna y, a continuación, le dio la espalda a propósito a Quity que apretaba los puños y parecía a punto de saltar sobre la mesa contra Quinn.
-Santana, debería haberte dicho algo antes, pero supongo que se me fue de la cabeza. Quiero invitarte a que te unas a Las Hijas Oscuras en nuestro propio Ritual de la Luna Llena privado de mañana por la noche. Sé que no es habitual para alguien que lleva tan poco tiempo aquí participa en un ritual tan pronto, pero tu marca demuestra claramente que eres, bueno, diferente al típico iniciado-.
Miro por encima de su perfecta nariz a Rachel.
-Ya se lo he comentado a Anna y está de acuerdo en que sería bueno para ti unirte a nosotras. Te daré los detalles más tarde, cuando no estés tan ocupada con la...eh…basura...-. Dirigió el resto de la mesa su hermética sonrisa sarcástica, se echó el pelo hacia atrás y ella y su séquito se alejaron.
-Zorras brujas del infierno-, dijeron Kitty y Mercedes a la vez.
-Ten cuidado, Santana. Las Hijas Oscuras, y, sobre todo Quinn, puede parecer majas en ocasiones, y es ahí cuando son más peligrosas-.
Negué con la cabeza.
-Oh, no no. No voy a ir a su rollo de la luna llena-.
-Creo que tienes que ir- dijo Blaine suavemente.
-Anna lo aprobó-. Dijo Rachel mientras Kitty y Mercedes asentían mostrándose de acuerdo. -Esto significa que ella espera que vayas. No puedes decirle que no a tu mentora-.
-Sobre todo si es Anna, Alta Sacerdotisa de Holly- dijo Blaine. -Sólo ve. Sé fuerte y ve. No harán nada demasiado feo en el ritual. Es aquí en el campus, no se atreverían-.
-Bueno ya me lo pensaré. Em me voy a dar un paseo a solas para aclararme, que esto ha sido un día de locos, ¿nos vemos luego en los dormitorios chicos?-.
Todos afirmaron sin decir nada al respecto. Suponían que después de tantos cambios necesitaba un tiempo para poner en orden mis ideas. Pero lo que en verdad no sabía, es que me dirigía al dormitorio (casi) vampira más sexy del mundo.
No tare mucho en llegar hasta la puerta del dormitorio. Acto seguido toqué la puerta con un ligero golpe.
Me abrió de inmediato. Iba vestida con una camiseta de tirantes rosa y unos shorts deportivos blancos,el pelo lo llevaba recogido en una especie de moño. Madre mía estaba impresionante, creo que me podría haber quedado horas y horas solo mirándola.
-Em Santana, ¿vas a pasar o te vas a quedar en la puerta mirándome todo el día?-.
Entre tímidamente tras ruborizarme por completo.
Pero la sorpresa fue aún más grande al abrir la puerta, tenía sobre su escritorio un montón de variedades de fruta así como de nata, sirope de chocolate etc... Madre mía, ¿pero qué me había preparado?
-Hola Brittany- fueron las únicas palabras que salieron por mi boca.
-¿Qué? ¿Sorprendida?-.
-No sabría decir si sorprendida es la palabra que se me viene a la mente en estos momentos-.
-¿A sí?- dijo Brittany en un tono divertido y a la vez con algo de picardía.
-Pues ahora viene lo mejor, tápate los ojos con esta venga- me entregó una especie de venda rosa y blanca (mira por donde, a juego con la ropa que llevaba), siéntate y prepárate para lo que te tengo preparado.

HOLA MUY BUEN CAP!!!
BRITT ES LANZADA??? PORQUE LO DEJASTE AHI :(
MMM ME IMAGINO QUE BRITT HARÁ QUE EL POSTRE SEA EL MEJOR POSTRE QUE HAYA POBRADO SANTANA??
QUINN ES UNA Z.... CREIDA???
CUAL SERA EL OBJETIVO FINAL DE BRITT CON ESTA ACTITUD??

ES LO QUE PASA POR MI MENTE
ESPERO LA ACTU!!!! SIEMPRE ESTARE POR ACA ESPERANDO

Wow! Y otra vez... Lo dejas en el mejor momento. A ti te gusta hacerme sufrir no? Jajajaja

Quinn es una bitch! Y me gustan los otros personajes, aunque no esperaba que puesieraz a Kitty, pero le pega el personaje y Mercedes me parece genial ahí. Ya tengo ganas de saber que es lo que pasa en la habitación con Britt, que la seduzca entre frutas, sirope y nata... Ñam ñam jajaja

Sinceramente, hace tanto tiempo que lo leí la saga y ya no me acuerdo, pero mejor, así se hace más interesante tu historia.

Besos!

ME ENCANTA, NO MEJOR DICHO ME RECONTRA ENCANTA ESTE FIC!!!!!!!!! ES MUY WOOOW JAJAJ ME ENCANTA.

BRITT MMM MUY SEXY JAJAJA MM QUE PASARE EN EL RITUAL

ESPERO Y ACTUALICES HOY !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Hola! Me encantó el capítulo, espero que Quinn no esté en las mismas que Britt, por cierto amo sus personalidades. Genial Kitty y Mercedes, me encantaron, sobre todo eso de gemelas xD
Me encanta la historia, estaré esperando la actualización. Besos! :D

Holaa a todos! ^^
De nuevo, gracias a todas mis lectoras por vuestros comentarios! Como ya dije verlos me da alegría para actualizar a diario y por tanto aquí estoy de nuevo actualizando jaja saludo y bss a todas! (:

Aquí les dejo el capítulo 7. Espero que lo disfruten y como siempre dejen sus comentarios acerca de sus impresiones e ideas sobre el capítulo saludos y bss!



Definitivamente esta chica me ha hipnotizado. Nunca me había fijado así en ninguna otro mujer. Sí, vale puede que me hubiese fijado por la calle en otras, pero era solo para observar la ropa que llevaban o algo por el estilo. ¿Sería que estaba provocado por el efecto de ser casi una vampira? No lo creo, simplemente era esa mirada con la que me observaba y en la que podría perderme.
Hice lo que me pidió, me tape los ojos con la venga y me senté a su lado sobre la cama.
-¿Seguro que no ves no?- oí decirme con una sonrisa triunfal.
-¿Tu crees que con la venda tan grande que me has dado voy a poder ver algo?-.
-Jaja bueno solo me aseguraba. Bueno abre la boca, ¿cuál es tu fruta favorita?-.
-Adivínalo si eres tan lista y sabionda-.
-Ohh, ¿me estás retando Santana?-.
-Puede- le dije con el mayor tono burlón que pude.
-Bien, empecemos-.
Acto seguido noté en la boca un sabor ácido mezclado con un toque delicioso de sirope de chocolate.
-Naranja con chocolate mm, me gusta. Pero aún así no es mi preferida-.
-Entonces tendremos que probar más-.
Diferentes sabores fueron recorrido mi boca. Fueron tantos y tan diferentes que no fui capaz la mayoría.
-Bueno prepárate que este es el último. Y es mas típico también.-.
-¡Fresas con natas!-.
-Jajaj sí, cuéntame ¿cuál te ha gustado más?-.
-Pues no sabría decirte, han sido muchos al mismo tiempo. Pero he de decir que me han gustado todos.
-¿Así que te ha gustado mi postre no?-.
-La verdad es que si me has sorprendido.
-Pues aquí viene la mejor parte y la que será tu favorita.
De repente noté como se fue acercando poco a poco. Sentí su respiración en la mejilla. Y un segundo después sus labios recorrieron tímidamente la mejilla hasta llegar a la comisura de los labios, donde se detuvo solo un momento antes de juntar sus labios a los míos.
Me besó suave, esperando que yo respondiese ante su provocación.
Me quedé un poco perpleja, pero enseguida todo mi cuerpo estaba pidiendo a gritos que continuase el beso. Poco a poco mis labios se fueron abriendo y ella introdujo su lengua en mi boca, primero recorrió todo labio inferior hasta que nuestra lenguas se juntaron y un sinfín de sensaciones inundaron todo mi cuerpo. Pasó de ser un beso suave, a uno lleno de necesidad y pasión. Me quitó la venda rápidamente, mientras que me cogía por los brazos y me empujaba en la cama. En un momento estaba encima de mi, podía sentir todo su cuerpo. Sus pechos presionaban los míos y con una mano me cogía del pelo mientras que con la otra iba acariciando mi hombro mientras bajaba por el brazo.
Madre mía se me juntaron mil sensaciones en el mismo momento. Nunca había sentido algo tan intenso por un solo beso. Pero no quería solo un beso quería indagar en ella y sentirla por todo el cuerpo, quería inundarme en en su pelo, en sus ojos, besarle todo el cuerpo...
Cortó el beso, mientras abría los ojos y me observaba con una mirada de satisfacción y un fuere deseos en sus ojos que se volvían oscuros por momentos.
Se acercó a mi odio y me susurro:
-Ves como te dije que esta sería tu parte preferida...-.
-Definitivamente lo ha sido.
Me mordió levemente el lóbulo de la oreja mientras que seguía bajando ,dejándome sutilmente besos por el cuello.
Estaba con una mano agarrándome el borde la camiseta, cuando de repente un sonido irrumpió en nuestro oído.
Rápidamente Brittany se levantó de mi, me hizo señas para que se levantase de la cama, se arregló el pelo en un momento y fue a abrir la puerta.
Madre mía, ¿pero quién había osado interrumpir mi momento con la vampira más sexy del mundo?
-Un momento, ya voy- dijo y abrió la puerta sin más.
-¿Interrumpo algo?- dijo Anna secamente.
-Oh claro que no, solo estaba hablando con Santana, ya sabes explicándose como serán sus clases de aquí en adelante.
-Valla, eso está realmente bien. Que detalle por tu parte-.
-Ha sido un placer- dice Brittany, sin poder evitar que una sonrisa aparezca en su rostro y la haga aún más preciosa de lo que ya es.
-¿Santana?- dice dirigiendo la mirada hacia ella. -¿Nos puedes dejar a solas? si habeis terminado ya claro.
-Claro ,por supuesto-.
Antes de irme noté como Brittany rozaba mi mano y me daba una especie de papelito.
-Nos vemos Santana- dijo clavando su mirada en mí, haciendo que me pusiese roja por completo.




Perspectiva Brittany.

Tras cerrar la puerta Santana según se iba, Anna me dio un beso con furia más que otra cosa se sentó en la cama junto a mí.
-¿Y bien?-.
-Me estoy acercando a ella, como me pediste. Pero noto que no es como la demás iniciadas, tiene algo-.
-¿Cómo que tiene algo Brittany?, ya sabemos que una simple iniciada no es.
-Es decir, cuando la bese he sentido algo especial, no se como explicarlo. Pero creo que tiene algún tipo de relación con los 5 elementos-.
-Eso es imposible, ningún iniciado ha tenido jamás afinidad con los 5 elementos, es ya extraño que tenga con uno, pero con 5. ¿Estás segura?-.
-No se... si no nos hubieses interrumpido alomejor hubiese conseguido algo más de información.-
-Vamos,¿ no me digas que querías estar con esa niñita antes que estar conmigo?- dijo mientras lentamente se acercaba más hacía mí.
Ciertamente Santana tenía algo especial. Y ya no me refiero a la extraña sensación que sentí, esa chica me iba a volver loca.¿Cómo había podido despertar en mi sentimientos que ni yo misma creía que tenía o existían? Habría querido seguir..., no quería haberme separado de ella en todo lo que restaba de día.
Pero claro no todo podría ser bonito. La verdad es que me estaba acercando a ella por órdenes de Anna para estar a su lado y poder enterarme de todo lo que rondaba a su alrededor, pero desde el primer momento en que la vi tumbada en esa cama, sabía que algo había cambiado en mi para siempre aunque no quisiese reconocerlo.
-Oh no claro, es solo que quería haberle sacado más información para ti mi Alta Sacerdotisa.
-Eso me gusta más-.
Acto seguido cerró el corto espacio que nos separaba y me rodeó con sus brazos, mientras me besaba ardientemente, esperando que reaccionase. Mi cuerpo tardo en reaccionar, pero lo hizo más que por costumbre que por placer. Cualquier otro día habría esperado este momento con ansías, pero hoy simplemente no me apetecía.
¿Qué me estaba pasando? Anna era la mujer más perfecta, hermosa y espléndida que había visto en mi vida. Corrijo, lo era hasta que apareció Santana.
Simplemente haría lo que Anna se que esperaba, la empujé y la puse debajo de mí, mientras que ella me quitaba la camiseta con una mano y con la otra me recorría toda la espalda.
Mientras la besaba y la tocaba solo podía pensar en la preciosa e ingenua morena que solo hace unos instante había estado en ese mismo sitio, en el que ahora estaba Anna.



Perspectiva Santana.

¿Qué querría a estas horas hablar Anna con Brittany? ¿Y por qué nos había tenido que interrumpir?.
A decir verdad no se hasta que punto hubiese llegado con Brittany, lo que estaba claro es que quería pasar más tiempo con ella y conocerla más.
Acto seguido saqué el papelito que me dio del bolsillo y lo leí: Quiero y necesito volver a verte. No dejaré de pensar en ti.
Un cosquilleo revolvió todo mi estómago, ¿cómo le había dado tiempo a escribirme la nota?.
Estaba claro que esta mujer no dejaba de sorprenderme, ¿cómo podía ser tan encantadora y seductora al mismo tiempo?.
Fui de camino derecha a los dormitorios sin dejar de pensar en ella.
Cuando entré, me encontré con Rachel en la sala de salón, sola tumbada en un sofá de sala viendo la tele. Me miró y enseguida se levantó del sofá mientras se acercaba y nos sentábamos en unos sillones próximos al sofá donde ella se encontraba. El salón era enorme, con amplios sofás y sillones distribuidos por toda la sala así como televisores y todo tipo de aparatos electrónicos de entretenimiento, también había estanterías con libros y una gran mesa en el extremo más alejado a donde nos encontrábamos.
-¿Qué, como ha ido? ¿te sienes mejor?-.
-Pues la verdad es que sí, me ha servido para abrirme la mente y acercarme a las posibilidades que me blinda este nuevo y misterioso mundo-.
-Valla, ya veo que sí. ¡Me alegro mucho Santana!- me dijo dedicándome una sonrisa. -Por cierto, ¿que te han parecido Blaine y las gemelas?-.
-Pues las gemelas, parecen majas la verdad-.
-Oh, son geniales. Discuten a menudo, pero son totalmente leales y nunca dejarán que nadie hable de ti.- sonrió. -Bueno, puede que ellas si hablen de ti, pero eso es diferente, y nunca será a tus espaldas-.
-Y respecto a Blaine, también me cae muy bien-.
-Blaine es un encanto, y muy inteligente. Aunque a veces me siento mal por él-.
-¿Por qué?-.
-Verás, tenía un compañero de habitación cuando llegó por primera vez aquí hace seis meses, pero tan pronto como el tío descubrió que Blaine era gay ,bueno no es que el chico intente ocultarlo, se quejó a Anna y dijo que era no iba a compartir la habitación con un marica
Hice una mueca. No soporto a los homófogos.
-¿Y Anna estuvo de acuerdo con esa actitud?-.
-No, ella dejó claro que el chico que no consentiría quejas por ese motivo y al ver la actitud del chico le dio a Blaine la opción de trasladarse a otra habitación él solo o quedarse con el chico. Blaine eligió a cambiarse. Bueno, ¿no harías tu lo mismo?
Asentí. De ninguna manera compartiría habitación con un homófogo (ya que en parte me odiaría si supiese que me había besado con la vampira más sexy de la escuela).
-Eso es lo que pensamos también los demás. Así que Blaine ha estado solo en una habitación desde entonces-.
-¿No hay más chicos gays aquí?-.
Rachel se encogió de hombros.
-Hay unas pocas chicas que son lesbianas y no lo disimulan- valla me pregunto si una de ellas sería Brittany) .
-Pero a pesar de ello un par de ellas son majas y se relacionan con el resto de nosotros, la mayoría van juntas. Están muy metidas en el aspecto religioso del culto a la Diosa y pasan la mayor parte de su tiempo en el Templo de Holly. Y, por supuesto, están las chicas del grupo de las imbéciles, que creen que es guay montárselo entre ellas, pero normalmente sólo hay algunos chicos guapos mirando-. Negué con la cabeza (Brittany no era una de esas).
-Sabes, nunca he entendido por qué las chicas piensan que enrollarse entre ellas es la manera de cazar un novio. En realidad debería ser contraproducente-.
-Como si quisiera un novio que solo piensa que estoy buena cuando estoy besando a una chica? Lamentable .¿Qué hay de los chicos?
Rachel suspiró.
-Hay unos pocos, además de Blaine, pero en su mayoría son demasiado raros y femeninos para él. Me siento mal por él. Creo que está bastante solo
-Oye, ¿quieres un refresco o algo para subir arriba?-. Asentí y la seguí por la sala de estar hacia una habitación más pequeña en el otro extremo, tenía cuatro neveras, un fregadero, dos microondas, muchos armarios, y una bonita mesa de madera blanca en el medio, al igual que una cocina, salvo porque esta tenía una extraña tendencia a tener neveras. Todo estaba limpio y ordenado.
Rachel abrió uno de los frigoríficos. Eché un vistazo por encima de su hombro para ver que estaba lleno de todo tipo de bebidas, desde refrescos a una multitud de zumos y ese agua con gas que sabe asquerosa.
-¿Qué quieres?-.
-Cualquier bebida de cola me vale- dije.
-Estas cosas son para todos nosotros- dijo mientras me daba dos coca colas light.
-Hay frutas y verduras y cosas por el estilo en estos dos frigoríficos, y carne sin grasa para sándwiches en el otro. Siempre se mantienen llenos, pero las vampiros están obsesionadas con que comamos de forma saludable, así que no encontrarás bolsas de patatas o Cheetos o cosas de esas.
-¿No hay de chocolate?-.
-Sí, hay chocolate realmente caro en los armarios. Las vampiresas dicen que el chocolate con moderación es bueno para nosotros-.
Vale, ¿quién diablos quiere comer chocolate con moderación? Me callé el pensamiento mientras caminamos a través del salón y nos dirigíamos a nuestra habitación.
-Por lo tanto, uh, los vampiro- me trabé la lengua con la palabra. -¿Son grandes especialistas en comida sana?-.
-Bueno, no funciona así. Digamos que solo quieren que comamos de todo en su justa proporción- me miró y bajó la voz.
-He oído que comen mucha carne roja. Una gran cantidad de carne roja poco común-.
-Eeesh-, le dije, tras visualizar de repente la estrafalaria imagen de Anna masticando un bistec sangriento.
Rachel se estremeció, y prosiguió: -A veces algún mentor se sienta con algún iniciado en la cena, pero por lo general sólo toma un vaso o dos de vino y no come nada-.
Rachel abrió la puerta y con un suspiro me senté en mi cama y me quité los zapatos. Dios, estaba cansada. Mientras me frotaba los pies me pregunté porque los adultos no comían con nosotros, y entonces decidí que realmente no quería pasar el tiempo pensando en ello. Es decir, me trajo a la mente muchas preguntas como ¿qué comen en realidad? O ¿qué tendré que comer cuando / si llego a ser una vampiresa adulta? Ug.
Una parte de mi cerebro susurró que también recordaba mi reacción al ver la sangre de Puck. Todo había sucedido tan deprisa...
-Vale, y si no se preocupan por comer sano, ¿por qué esa gran obsesión por que nosotros llevemos una dieta rica en todo tipo de alimentos?- le pregunté a Rachel.
Sus ojos se encontraron con los míos, con gesto de preocupación y más que un poco asustada. -Quieren que comamos sano, por la misma razón que nos obligan a hacer ejercicio a diario, para que nuestros cuerpos son tan fuertes como sea posible, porque si te vuelves débil o enferma, esa la primera señal de que tu cuerpo está rechazando el cambio. Y entonces mueres le dije en voz baja-.
-Y entonces mueres- confirmó.

hey muy buen cap el de hoy ya se besaron solo que no me gusta que britt se siga acercando a san porque ordenes de ana ya que cuando san se entere creo que se va a armar un gran problema pero ya veremos como sigue la historia.Saludos hasta la actu