[Resuelto][FIC BRITTANA] Los juegos del Hambre... "EN LLAMAS.." CAPITULO 6

Pobre Puck!!!
Los vijilaran??
Quiero saber que hace Britt!!
saludos

no me molesta puck pero no me agrada nada que se interponga entre britt y santana, santana no se ha dado cuenta de que quiere a britt pero su lealtad hacia puck parece mas fuerte, en fin, no se que pensar, hasta pronto!

CAPITULO 6;





― !Espera!.. ― Ladra una voz. Sue aparece y tropieza sobre un agente de la paz que yace en el suelo. Es Finn... Un inmenso chichón morado empuja a traves del pelo negro en su frente. Esta noqueado pero aun respira. .Que paso?.. Intento el venir en auxilio de Puck antes de que yo llegara?.. si es lo mas probable, el nunca dejaría que le pasase algo a Puck.


Sue lo ignora y me levanta con brusquedad.


― Oh, excelente... ― Su mano se cierra bajo mi barbilla, alzándola. ― Tiene una sesión de fotos la semana que viene posando con trajes de boda. .Que se supone que debo decirle a su estilista?..


Veo una chispa de reconocimiento en los ojos del hombre con el látigo. Abrigada contra el frío, mi cara libre de maquillaje, mi pelo atado en una coleta, no seria
fácil identificarme como la vencedora de los últimos Juegos del Hambre. Especialmente con la mitad de mi cara hinchandose. Pero Sue ha estado apareciendo en televisión durante años, y seria difícil de olvidar.

El hombre se apoya el látigo sobre la cadera.


― Interrumpió el castigo de un criminal confeso...


Todo lo relacionado con este hombre, su voz autoritaria, su extraño acento, avisa de una amenaza peligrosa y desconocida. .De donde ha venido? ...Del Distrito 11? ...Del mismo Capitolio?


― ¡No me importa si hizo explotar el maldito Edificio de Justicia! ¡Mira su mejilla! .Crees que eso estara listo para las cámaras en una semana?... ― Ruge Sue apuntándolo con el dedo.


La voz del hombre todavía es fría, pero puedo detectar algo de duda.


― Eso no es problema mio...

― No? Bueno, pues esta a punto de serlo, amigo mio. La primera llamada que hare
cuando llegue a casa sera al Capitolio... ― Dice Sue ― ¡Averiguare quien te ha autorizado a estropear la cara bonita de una de mis vencedoras!...

― El estaba cazando furtivamente. .Que tiene que ver con ella, en cualquier caso?.. ― Dice el hombre.

― Es su primo... ― Ahora Brittany sostiene mi otro brazo, pero con suavidad. ― Y ella mi prometida. Asi que si quieres llegar a el, tendrás que pasar sobre las dos...


Tal vez seamos nosotras. Las únicas tres personas en el distrito que podrían presentar una resistencia como esta. Aunque seguro que sera temporal. Habra repercusiones. Pero por el momento, todo lo que me importa es mantener a Puck con vida. El nuevo agente de la paz en jefe mira a su brigada de refuerzo. Con alivio, veo que son rostros familiares, viejos amigos del Quemador. Puedes ver en sus expresiones que no están disfrutando del espectáculo.


Una de ellos, una chica llamada Sugar que come con regularidad en el puesto de Sae la Grasienta, avanza un paso muy tensa.


― Creo que, para una primera ofensa, el numero requerido de latigazos ha sido
dispensado, señor. A no ser que su sentencia sea la muerte, que seria ejecutada por el pelotón de fusilamiento...

― Es ese el protocolo estándar aquí?.. ― Pregunta el agente de la paz en jefe.

― Si, señor... ― Dice Sugar, y varios otros asienten. Estoy segura de que ninguno lo sabe de verdad porque, en el Quemador, el protocolo estándar para alguien que aparece con un pavo salvaje es pujar por los muslos.

― Muy bien. Entonces saca a tu primo de aquí, niña. Y si despierta, recuerdale que la próxima vez que cace furtivamente en la propiedad del Capitolio, preparare en persona ese pelotón de fusilamiento... ― El agente de la paz en jefe pasa la mano a lo largo de toda la longitud del látigo, salpicandonos de sangre. Después lo enrolla en círculos rápidos y ordenados y se va.


La mayoría de los otros agentes de la paz lo siguen en incomoda formación. Un pequeño grupo se queda atras y levanta el cuerpo de Finn por brazos y piernas. Capto la mirada de Sugar y articulo la palabra “Gracias” antes de que se vaya. No responde, pero estoy segura de que entendió.


― Puck..― Me vuelvo, mis manos hurgando torpemente en los nudos que unen sus muñecas. Alguien pasa un cuchillo y Brittany corta las cuerdas. Puck se derrumba en el suelo.

― Mejor llevalo a tu madre... ― Dice Sue.


No hay camilla, pero la anciana del puesto de ropa nos vende el tablero que le hace de mostrador.


― Simplemente no digáis donde lo conseguisteis... ― Dice, empaquetando rápidamente el resto de su mercancía. La mayor parte de la plaza se ha vaciado, el miedo ganándole a la compasión. Pero después de lo que acaba de pasar, no puedo culpar a nadie.


Para cuando hemos colocado a Puck boca abajo sobre el tablero, solo queda un puñado de personas para llevarlo. Jake y Ryder un par de mineros que trabajan en el mismo grupo que Puck lo levantan.


Marley, una chica que vive a unas pocas casas de distancia de la mia en la Veta, me agarra el brazo. Mi madre mantuvo a su hermano pequeño con vida el año pasado cuando contrajo el sarampión.


― Necesitas ayuda para volver?... ― Sus ojos grises están asustados pero decididos.

― No, pero puedes traer a Hazelle? ...Enviarla aquí?... ― Pregunto.

― Si... ― Dice Marley, volviéndose sobre los talones.

― ¡Marley! ― Digo. ― No le dejes traer a los niños...

― No. Me quedare con ellos yo misma...

― Gracias... ― Cojo la chaqueta de Puck y me apresuro detrás de los demas.

― Pon algo de nieve sobre eso... ― Ordena Sue por encima del hombro. Cojo un puñado de nieve y lo presiono contra mi mejilla, calmando algo el dolor. Ahora mi ojo izquierdo esta llorando con ganas, y en la luz en disminución todo lo que puedo hacer es seguir las botas delante de mi, mientras Brittany me guia agarrando mi mano, a la que me aferro para no llorar en mitad de la calle.


Mientras andamos oigo a Jake y Ryder, los compañeros de grupo de Puck, unir las piezas de la historia de lo que ha pasado. Puck debió haber ido a la casa de Figgins, como ha hecho cien veces, sabiendo que Figgins siempre paga bien por un pavo salvaje. En vez de eso encontró al nuevo agente de la paz en jefe, un hombre al que oyeron a alguien llamar Romulus Thread.


Nadie sabe que le paso a Figgins. Estaba comprando licor blanco en el Quemador esta misma mañana, aparentemente aun al mando del distrito, pero ahora no aparece por ninguna parte. Thread arresto a Puck de inmediato y, por supuesto, ya que estaba allí de pie sosteniendo un pavo muerto, habia poco que Puck pudiera decir en defensa propia. El rumor de su apuro se extendió con rapidez. Fue llevado a la plaza, obligado a declararse culpable de su crimen, y sentenciado a un azotamiento que se llevaría a cabo de inmediato. Para cuando yo aparecí, habia sido azotado por lo menos cuarenta veces. Se desmayo alrededor de la numero treinta.


― Menos mal que solo tenia el pavo encima.. ― Dice Ryder ― Si hubiera llevado su caza habitual, habría sido mucho peor..

― Le dijo a Thread que se lo encontró vagando por la Veta. Dijo que habia subido por la valla y que lo apuñalo con un palo... Todavía un crimen. Pero si hubieran sabido que habia estado en el bosque con armas, lo habrían matado seguro...― Dice Jake.

― ¿Que pasa con Finn? ― Pregunta Brittany.

― Después de unos veinte latigazos intervino, diciendo que ya era suficiente. Solo que no lo hizo elegante y oficial, como Sugar. Lo agarro del brazo y Thread lo golpeo en la cabeza con la culata del látigo. Nada bueno le espera... ― Dice Ryder.

― No suena muy bien para ninguna de nosotras... ― Dice Sue.


Empieza a caer la nieve, espesa y húmeda, haciendo que la visibilidad sea aun mas difícil. Tropiezo en la subida a mi casa detrás de los otros, pero Brittany me sostiene y me da una sonrisa triste cuando topo mis ojos con los de ella. Una luz dorada colorea la nieve cuando se abre la puerta. Mi madre, que sin duda me estaba esperando después de un largo día de ausencia inexplicada, asimila la escena.


― Nuevo Jefe... ― Dice Sue, y ella asiente secamente como si no hiciera falta otra
explicación.


Me llena de admiración, como siempre, el verla pasar de una mujer que me llama para matar una araña a una mujer inmune al miedo. Cuando le traen a un enfermo o moribundo . . . este es el único momento en que creo que mi madre sabe quien es.


En instantes, la larga mesa de la cocina ha sido vaciada, una tela blanca y estéril extendida sobre ella, y Puck subido encima. Mi madre vierte agua de una cafetera en un cuenco mientras le ordena a Mich que traiga una serie de sus remedios del botiquín de medicinas. Hierbas secas, tinturas y botellas compradas en tiendas. Miro sus manos, los dedos largos y finos desmenuzando esto, añadiendo gotas de aquello, dentro del cuenco. Empapando una tela en el liquido caliente mientras le da a Mich instrucciones para preparar una segunda poción.

Mi madre me mira.


― Te corto el ojo?...

― No, solo esta cerrado por la hinchazón...

― Ponte mas nieve en el... ― Instruye. Pero claramente no soy una prioridad.

― Puedes salvarlo?... ― Le pregunto a mi madre. No dice nada mientras escurre la tela y la sostiene en el aire para que se enfríe algo.

― No te preocupes... ― Dice Sue. ―Solían haber muchos azotamientos antes del incopetente de Figgins. Es a ella a quien se los llevábamos...


No puedo recordar un tiempo antes de Figgins, un tiempo donde habia un agente de la paz en jefe que usaba libremente el látigo. Pero mi madre debía de tener mi edad mas o menos y debía de trabajar todavía en la botica con sus padres. Incluso entonces, debía de tener manos de curandera.


Siempre con mucho cuidado, empieza a limpiar la carne mutilada de la espalda de Puck. Me siento mareada, inútil, la nieve restante goteando desde mi guante a un charco en el suelo. Brittany me pone en una silla y sostiene contra mi mejilla un trapo lleno con nieve fresca, yo le agradezco con la mirada y ella me sonríe, pero sigo viendo esa mirada triste.


Sue les dice a Jake y Ryder que se vayan a casa, y la veo apretar monedas contra sus palmas mientras se van.


― No se sabe lo que pasara con vuestro grupo... ― Dice. Ellos asienten y aceptan el dinero.


Hazelle llega, sin aliento y sonrojada, con nieve fresca en su pelo. Sin decir nada, se sienta en un taburete junto a la mesa, toma la mano de Puck, y la sostiene contra sus labios. Mi madre ni siquiera la saluda. Esta ida, en esa zona especial que solo la incluye a ella y al paciente y ocasionalmente a Mich. Los demas podemos esperar.


Incluso en sus manos expertas, lleva mucho tiempo limpiar las heridas, reparar lo que sea de la piel destrozada que pueda ser salvado, aplicar un bálsamo y un vendaje ligero. A medida que la sangre se aclara, puedo ver donde aterrizo cada golpe del látigo y sentirlo resonar en el corte único de mi cara. Multiplico mi propio dolor una, dos, cuarenta veces y solo tengo la esperanza de que Puck siga inconsciente. Por supuesto, eso es demasiado que pedir. Mientras
se colocan las ultimas vendas, un gemido se escapa de sus labios. Hazelle le acaricia el pelo y susurra algo mientras mi madre y Mich escanean su escaso almacén de analgésicos, del tipo generalmente accesible tan solo a los médicos. Son difíciles de encontrar, caros, y siempre en demanda. Mi madre tiene que reservar los mas fuertes para el peor dolor, pero ¿Cual es el peor dolor? Para mi, siempre es el dolor que esta presente. Si yo estuviera al mando, esos analgésicos desaparecerían en un día porque tengo muy poca capacidad para ver sufrir. Mi
madre intenta reservarlos para aquellos que están de verdad a punto de morir, para facilitarles la salida del mundo.


Ya que Puck esta recuperando la consciencia, se deciden por una poción de hierbas que puede tomar por la boca.


― Eso no sera suficiente.. ― Digo. Me miran. ― ..Eso no sera suficiente, se como se siente. Eso apenas si acabaría con un dolor de cabeza...

― Lo combinaremos con jarabe para dormir, Santana, y se las arreglara. Las hierbas son mas para la inflamación . . . ― Mi madre empieza con calma.

― ¡Solo dale la maldita medicina!.. ― Le grito. ― ¡Dasela! ¡Quien eres tu, además, para decidir cuanto dolor puede soportar!..


Puck empieza a retorcerse al oir mi voz, intentando llegar a mi. El movimiento hace quesangre fresca empape sus vendajes y que un sonido agonizante salga de su boca.


― Llevenla fuera... ― Dice mi madre. Sue y Brittany literalmente me sacan a rastras de la habitación mientras le grito obscenidades. Me sujetan sobre una cama en una habitación extra hasta que dejo de luchar.


Mientras estoy allí tumbada, con lágrimas intentando salir por la ranura de mi ojo, oigo a Brittany susurrarle a Sue acerca del Presidente Snow, acerca del levantamiento en el Distrito 8.


― Quiere que huyamos... ― Dice, pero si Sue tiene una opinión acerca de esto, no la ofrece.


Después de un rato, mi madre viene y trata mi cara. Después me sostiene la mano,
acariciándome el brazo, mientras Sue le cuenta lo que paso con Puck.


― Asi que esta volviendo a empezar?.. ― Dice. ― Como antes?..

― Por lo que parece... ― Responde ella. ―.. Quien habría dicho que íbamos sentir que se fuera el viejo Figgins?..


Figgins no habría sido querido, en cualquier caso, por el uniforme que llevaba, pero era su habito de atraer a jóvenes hambrientas a su cama por dinero lo que lo convertía en un objeto de odio en el distrito. En tiempos muy malos, las mas hambrientas se congregarían en su puerta al caer la noche, compitiendo por ganar un puñado de monedas con las que alimentar a su familia a base de vender sus cuerpos. De haber sido yo mayor cuando murió mi padre, tal vez habría estado entre ellas. En vez de eso aprendí a cazar.


No se exactamente que es lo que quiere decir mi madre con lo de que las cosas estén volviendo a empezar, pero estoy demasiado enfadada y dolorida para preguntar. Sin embargo, queda registrada la idea de que regresan tiempos peores, porque cuando suena el timbre, salgo disparada de la cama. .Quien podría ser a estas horas de la noche? Solo hay una respuesta. Agentes de la paz.


― No pueden llevárselo... ― Digo.

― Tal vez sea a ti a quien buscan... ― Me recuerda Sue.

― O a ti..

― No es mi casa... ― Apunta Sue. ―.. Pero abriré la puerta..

― No, yo la abriré... ― Dice mi madre en voz baja.


Vamos todos, sin embargo, siguiéndola por el pasillo hacia el insistente sonido del timbre. Cuando abre la puerta, no hay una cuadrilla de agentes de la paz sino una única figura cubierta de nieve. Quinn. Sostiene una cajita húmeda de cartón para que yo la coja.


― Usa esto con tu amigo Santana... ― Dice. Levanto la tapa de la caja, revelando media docena de viales de liquido claro. ―.. Son de mi madre. Dijo que podía llevármelos. Usalos, por favor... ― Corre de nuevo hacia la tormenta antes de que podamos detenerla.

― Niña loca... ― Musita Sue mientras seguimos a mi madre a la cocina.


Lo que sea que mi madre le haya dado a Puck, yo tenia razón, no es suficiente. Sus dientes están apretados con fuerza y su piel brilla por el sudor. Mi madre llena una jeringa con el liquido claro de uno de los viales y se lo inyecta en el brazo. Casi de inmediato, su rostro empieza a relajarse.


― Que es esa cosa?.. ― Pregunta Brittany.

― Es del Capitolio. Se llama morphling... ― Responde mi madre.

― Ni siquiera sabia que Quinn conociera a Puck... ― Dice Brittany.

― Solíamos venderle fresas.. ― Digo casi con enfado. Aunque, por que estoy enfadada? No porque ella haya traído la medicina, eso seguro.

― Deben de gustarle mucho... ― Dice Sue.


Eso es lo que me irrita. La implicación de que hay algo entre Puck y Quinn. Y no me gusta.


― Es mi amiga... ― Es todo lo que digo.


Ahora que Puck esta en manos del analgésico, todo el mundo parece desinflarse. Mich nos hace comer a todos algo de estofado y de pan. A Hazelle se le ofrece una habitación, pero tiene que ir a casa junto a los otros niños. Sue y Brittany están las dos dispuestas a quedarse, pero mi madre las envía también a acostarse a casa. Sabe que no tiene sentido intentarlo conmigo y me deja atendiendo a Puck mientras ella y Mich descansan.


A solas en la cocina con Puck, me siento en el taburete de Hazelle, sosteniendo su mano. Después de un rato, mis manos encuentran su rostro. Toco partes de el que nunca antes habia tenido razón de tocar. Sus pesadas cejas oscuras, la curva de su mejilla, la linea de su nariz, la depresión en la base de su cuello. Trazo el contorno de la barba en su mandíbula y finalmente llego hasta sus labios. Algo agrietados, su aliento calienta mi piel fría. ¿Todo el mundo parece mas joven mientras duerme? Porque ahora mismo podría ser el niño al que me encontré en el bosque hace años, el que me acuso de robar de sus trampas. Que par eramos―sin padre, asustados, pero también ferozmente comprometidos a mantener
a nuestras familias con vida. Desesperados, aunque a partir de ese día ya no solos, porque nos habíamos encontrado el uno al otro. Pienso en cien momentos en el bosque, tardes perezosas de pesca, el día en que le ensene a nadar, aquella vez que me torcí la rodilla y el me llevo a casa. Confiando en el otro, vigilándonos mutuamente las espaldas, obligándonos mutuamente a ser valientes.


Por primera vez en el día, pienso que hubiera pasado si no lo hubiera llevado hacia el lago, para hablar de una posible huida. El no hubiera encontrado el pavo, ni se hubiera ido tan enojado conmigo por querer huir y abandonar a todo el distrito. ¿Por que lo tuve que llevar hasta ahí? ¿Por que lo tuve que incentivar a huir?


Porque soy egoísta. Soy una cobarde. Soy el tipo de chica que, cuando podría ser útil de verdad, huiría para seguir con vida y abandonaría a los que no la pudieran seguir para que sufrieran y murieran. Esta es la chica a la que Puck se encontró hoy en el bosque. No me extraña que ganara los Juegos. Ninguna persona decente los gana jamas. Salvaste a Brittany, pienso débilmente.


Pero ahora me cuestiono incluso eso. Sabia de sobra que mi vida de vuelta en el Distrito 12 seria imposible si dejara morir a esa chica.


Apoyo la cabeza sobre el borde de la mesa, superada por el odio hacia mi misma. Deseando haber muerto en la arena. Deseando que Seneca Crane me hubiera hecho explotar en pedacitos de la forma en que el Presidente Snow dijo que debería haber hecho cuando levante las bayas.


Las bayas. Me doy cuenta de que la respuesta a la pregunta de quien soy depende de ese puñado de frutos venenosos. Si los levante para salvar a Brittany porque sabia que seria marginada si volvía sin ella, entonces soy despreciable. Si los levante porque la amaba, entonces todavía soy egocéntrica, aunque perdonable. Pero si los levante para desafiar al Capitolio, soy alguien valioso. El problema es que no se exactamente lo que pasaba dentro de mi en ese momento.


Podría tener razón la gente de los distritos? Que era un acto de rebelión, si bien uno inconsciente? Porque, muy en el fondo, yo debía de saber que no era suficiente para mantenerme a mi, o a mi familia, o a mis amigos con vida el huir. Incluso si pudiera. No arreglaría nada. No impediría que hicieran daño a la gente como a Puck hoy.


En realidad la vida en el Distrito 12 no es tan diferente a la vida en la arena. Llegado un momento tienes que dejar de escapar y darte la vuelta y enfrentarte a quien sea que te quiera ver muerto. Lo difícil es encontrar el valor para hacerlo. Bueno, no es difícil para Puck. El nació rebelde. Yo soy la que hace planes de huida.


― Lo siento tanto... ― Susurro. Me inclino hacia delante y lo beso en la frente.

Sus párpados se levantan y me mira a traves de una neblina de opiáceos.

― Hola, Satanas..

― Hola, Puck..

― Pense que a estas alturas ya te habrías ido..

Mis opciones son sencillas. Puedo morir como una presa en el bosque o puedo morir aquí.

― No me voy a ninguna parte. Me voy a quedar justo aquí y causar todo tipo de problemas...

― Yo también... ― Dice Puck. Solo consigue esbozar una sonrisa antes de que las drogas vuelvan a llevárselo.


De pronto me cuestiono el porque elijo quedarme, es solo por que Puck no me acompaña y me siento vulnerable al estar en los bosques sin el?.. Es por que lo dañaron por mi culpa?.. O es por que lo quiero como algo mas que mi amigo, y hasta este momento no me habia dado cuenta?.. Ya nose que pensar.. Pero que hubiese pasado si en el lugar de Puck, fuera Brittany la que esta postrada sobre la mesa, con su espalda toda quebrajeada y dormida por la morphig, ya que su dolor seria indescribible?.. Estaria agarrando su mano toda la noche y cuidandola para que los agentes de la paz no se la lleven?.. El mero pensamiento de verla pasando por eso, gracias a mi, me devuelve el estomago y tengo que taparme la boca para ahogar un solloso que sale sin previo aviso..


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Alguien me sacude el hombro y me yergo en el asiento. Me he quedado dormida con la cara sobre la mesa. La tela blanca ha dejado arrugas en mi mejilla buena. La otra, la que recibió el latigazo de Thread, late dolorosamente. Puck esta muerto para el mundo, pero sus dedos están cerrados con fuerza alrededor de los mios.


Huelo pan fresco y ese aroma embriagador, giro mi cuello rígido para encontrarme con Brittany mirándome desde arriba con una expresión tristisima. Tengo la sensación de que nos ha estado mirando un largo rato.


― Sube a la cama, Santana... Yo lo cuidare ahora... ― Dice.

― Brittany. Sobre lo que dije ayer, sobre lo de huir . . . ― Empiezo.

― Lo se.. ― Dice. ― No hay nada que explicar...


Veo las hogazas de pan sobre la alacena a la luz pálida de la mañana nevada. Las sombras azules bajo sus ojos. Me pregunto si durmió lo mas mínimo. No pudo haber sido mucho tiempo. Pienso en su consentimiento en ir conmigo ayer, en nuestro beso, en ella poniéndose de mi lado para proteger a Puck, en su disposición a unir su destino con el mio por completo cuando le doy tan poco a cambio. Solo jugar con sus sentimientos y con los de Puck. No importa lo que haga, le estoy haciendo daño a alguien. Y sus ojos me lo reflejan, mi corazon se contrae al verla asi, por que esta tan triste?.. Es por mi culpa?.. Es por quedarme y no huir con ella?


― Brittany . . .

― Solo vete a la cama, vale?..


Subo a tientas las escaleras, me arrastro bajo las mantas, y me quedo dormida al momento. En algún punto, Kitty, la chica del Distrito 2, entra en mis sueños. Me persigue, me presiona contra el suelo, y saca un cuchillo para cortarme la cara. Se clava profundamente en mi mejilla, abriendo un corte ancho. Después Kitty empieza a transformarse, su cara alargándose en un hocico, pelo rubio brotando de su piel, sus uñas creciendo a largas garras, pero sus ojos permanecen iguales. Se convierte en la versión mutada de si misma, la creación lobuna del Capitolio que nos aterrorizo en la ultima noche en la arena. Lanzando la cabeza hacia atras,
suelta un aullido largo e inquietante al que se incorporan los mutos cercanos. Kitty empieza a beber a lametones la sangre que fluye desde mi herida, cada lenguetazo enviando una nueva onda de dolor a traves de mi cara.


Suelto un grito estrangulado y me despierto con un sobresalto, sudando y temblando al mismo tiempo. Acunando mi mejilla lastimada en una mano, me recuerdo que no fue Kitty sino Thread quien me causo esta herida. Deseo que Brittany estuviera aquí para sostenerme.


La hinchazón alrededor de mi ojo ha bajado y puedo abrirlo un poco. Aparto a un lado las cortinas y veo que la tormenta de nieve se ha intensificado hasta una ventisca completa. No hay nada salvo blancura y el aullido del viento que suena muy parecido a las mutaciones. Agradezco la ventisca, con sus vientos feroces y sus potentes nevadas. Esto tal vez sea suficiente para mantener a los lobos de verdad, también conocidos como agentes de la paz, lejos de mi puerta. Unos pocos días para pensar. Para diseñar un plan. Con Puck, Brittany y Sue todos a mano. Esta ventisca es un regalo.


Antes de bajar a enfrentarme con esta nueva vida, sin embargo, me tomo algo de tiempo para asimilar lo que eso supone. Hace menos de un día, estaba preparada para dirigirme a la espesura con mis seres queridos en medio del invierno, con la posibilidad muy real de que el Capitolio nos persiguiera. Una empresa precaria en el mejor de los casos. Pero ahora me estoy comprometiendo a algo todavía mas arriesgado. Luchar contra el Capitolio asegura represalias terribles. Tengo que aceptar que podre ser arrestada en cualquier momento. Habra un golpe
en la puerta, como el de anoche, una tropa de agentes de la paz para llevarme con ellos. Tal vez haya tortura. Mutilación. Una bala en mi cerebro en la plaza de la ciudad, si tengo la suerte de irme con tanta rapidez. El Capitolio tiene innumerables formas creativas de matar gente. Me imagino estas cosas y estoy aterrorizada, pero aceptemoslo: ya han estado acechando en el fondo de mi mente. He sido tributo en los Juegos. Amenazada por el presidente. He recibido
un latigazo en la cara. Ya soy un objetivo.


Ahora viene la parte mas dura. Tengo que aceptar el hecho de que mi familia y amigos tal vez compartan este destino. Mich. Solo tengo que pensar en Mich y toda mi resolución se desintegra. Es mi deber protegerlo. Me subo la manta sobre la cabeza, y mi respiración es tan rápida que agoto todo el oxigeno y empiezo a ahogarme en busca de aire. No puedo dejar que el Capitolio le haga daño a Mich.


Y después lo veo claro. Ya lo han hecho. Han matado a su padre en esas horribles minas. Se han quedado sentados mientras casi se moria de hambre. Lo han elegido como tributo, después le han hecho mirar como su hermana luchaba a muerte en los Juegos. Le han hecho mucho mas daño que a mi a la edad de doce anos. E incluso eso palidece en comparación con la vida de Rey.


Me aparto la manta de un empujón y aspiro el aire frío que se filtra entre los cristales de la ventana.


Mich . . . Rey . . . .no son ellos la verdadera razón por la que debo intentar luchar? .Porque lo que se les ha hecho esta tan mal, tan mas alla de toda justificación, tan malvado que no hay elección? .Porque nadie tiene el derecho de tratarlos como ellos han sido tratados? Si. Esto es lo que hay que recordar cuando el terror amenace con engullirme. Lo que estoy a punto de hacer, lo que sea que a cualquiera de nosotros nos obliguen a soportar, es por ellos. Es demasiado tarde para ayudar a Rey, pero tal vez no lo sea para esas cinco caritas que me
miraban desde la plaza del Distrito 11. No demasiado tarde para Rory, Vick y Posy. No demasiado tarde para Mich.


Puck tiene razón. Si la gente tiene el valor, esto podría ser una oportunidad. También tiene razón en que, ya que yo lo he puesto en movimiento, podría hacer mucho. Aunque no tengo ni idea de que es lo que debería hacer. Pero decidir no huir es el primer paso crucial.


Me tomo una ducha, y esta mañana mi cerebro no esta preparando listas de provisiones para la espesura, sino intentando averiguar como organizaron ese levantamiento en el Distrito 8. Tantos, tan claramente actuando en desafió al Capitolio. Estaba siquiera planeado, o fue algo que simplemente exploto tras años de odio y resentimiento? Como podríamos hacer eso aquí? .La gente del Distrito 12 se uniría o echaría el cerrojo a sus puertas? Ayer la plaza se vacio tan rápido después del azotamiento de Puck. .Pero no es eso porque nos sentimos todos
impotentes y no tenemos ni idea de que hacer? Necesitamos que alguien nos dirija y nos asegure que esto es posible. Y no creo que yo sea esa persona. Tal vez haya sido la catalizadora de la rebelión, pero un líder debería ser alguien con convicción, y yo apenas si soy una conversa. Alguien con valor inquebrantable, y yo aun estoy trabajando muy duro para encontrar el mio. Alguien con palabras claras y persuasivas, y yo soy tan cohibida. Palabras. Pienso en palabras y pienso en Brittany. Como la gente acoge cualquier cosa que dice. Me apuesto a que podría llevar a una multitud a la acción, si eligiera hacerlo. Encontraría
las cosas que decir. Pero estoy segura de que la idea nunca ha cruzado su mente.


Abajo, encuentro a mi madre y a Mich atendiendo a un Puck adormilado. La medicina debe de estar dejando de hacer efecto, a juzgar por la expresión de su cara. Me preparo para otra lucha pero trato de mantener la voz tranquila.


― No puedes ponerle otra inyección?...

― Lo hare, si hace falta. Pense que debíamos intentarlo con la capa de nieve antes... ― Dice mi madre.


Le ha quitado los vendajes. Prácticamente puedes ver el calor irradiando desde la
espalda de Puck. Le coloca una tela limpia sobre la carne inflamada y asiente hacia Mich. Mich se acerca, removiendo lo que parece ser un gran cuenco de nieve. Pero esta tenido de un suave verde y desprende un olor dulce y limpio. Capa de nieve. Empieza a verterla cuidadosamente sobre la tela usando un cucharón. Casi puedo oir como crepita la piel atormentada de Puck al encontrarse con la mezcla de nieve. Sus párpados se abren, y emite un sonido de alivio.


― Es afortunado el que tengamos nieve... ― Dice mi madre.


Pienso en lo que debe de haber sido recuperarse de latigazos en medio del verano, con el calor asfixiante y el agua tibia del grifo.


― Que hacías en meses cálidos?.. ― Pregunto.

Una arruga aparece entre las cejas de mi madre cuando frunce el ceño.

― Intentar mantener apartadas a las moscas...


Mi estomago da un vuelco ante la idea. Llena un pañuelo con la mezcla de capa de nieve y la sostengo contra el verdugon de mi mejilla. Al instante el dolor remite. Es el frio de la nieve, si, pero cualquiera que sea la mezcla de jugos de hierbas que ha añadido mi madre también ayuda.


― Oh. Es fantástico. .Por que no se lo pusiste anoche?...

― Tenia que dejar que la herida cuajara antes... ― Dice.


No se que significa eso exactamente, pero mientras funcione, quien soy yo para
cuestionarla? Ella sabe lo que se hace, mi madre. Siento una punzada de remordimiento sobre ayer, las cosas que le grite mientras Brittany y Sue me sacaban a rastras de la cocina.


― Perdón. Por gritarte ayer..

― He oido cosas peores... ― Dice. ― Ya has visto como es la gente, cuando alguien al que quieren sufre...


Alguien al que quieren. Las palabras me traban la lengua como si estuviera llena de capa de nieve. Por supuesto, quiero a Puck. Pero a que clase de amor se refiere? A que me refiero yo cuando digo que quiero a Puck? No lo se. Lo quiero de la misma manera que quiero a Brittany? Quiero a Brittany de alguna manera?. Ahora recuerdo que ayer la bese, como se habrá sentido después de mi reacción hacia lo sucedido con Puck? Esta mañana cuando me despertó tenia una mirada que me partió el corazón. Que estara pensando?. Sacudo levemente la cabeza para aclararla.


― Donde esta Brittany?.. ― Digo.

― Se fue a casa cuando oímos que te removías. No quería dejar su casa desatendida durante la tormenta... ―Dice mi madre.

― Llego alla bien?.. ― Pregunto. En una ventisca, puedes perderte en cuestión de metros y salirte del camino hacia el olvido. Mi madre levanta la vista.

― Por que no llamas para comprobarlo?..


Voy al estudio, un lugar que en lo fundamental he evitado desde mi encuentro con el Presidente Snow, y marco el numero de Brittany. Después de varios tonos de espera, responde.


― Hola.. Solo quería asegurarme de que hubieras llegado bien a casa... ― Digo.

― Santana, vivo a tres casas de ti...― dice soltando una risa encantadora.

― Lo se, pero con el tiempo y eso...

― Bueno, estoy bien. Gracias por preguntar... ― Hay una larga pausa. ― ...Como esta Puck?..

― Bien. Mi madre y Mich le están poniendo capa de nieve ahora...

― Y tu cara?..

― Yo también tengo algo... ― Digo ― Has visto hoy a Sue?..

― Me pase a verla. Completamente borracha. Pero le encendí el fuego y le deje algo de pan...

― Quería hablar con . . . con ustedes dos. ― No me atrevo a añadir mas, aquí en mi teléfono, que seguro que esta pinchado.

― Probablemente tengas que esperar a que el tiempo se calme.. ― Dice. ― Aunque no sucederán muchas cosas antes de eso, en cualquier caso..

― No, no muchas...― Concuerdo. ―..uuhh... puedo verte?.. ―hay una pausa, e internamente me maldigo por preguntar, lo mas seguro que ella me quiera lejos en este momento.

― Esta bien... Quieres que vaya ahora?...

― No. Yo ire para alla...

― Bueno.. nos vemos  Santana...

― Adiós Brittany...

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...Holaa chicas, perdon x el retraso, pero es temporada de parciales y estoy como loca (literalmente), este capitulo lo tuve q adaptar al igual q los q vienen, no los tenia echos ya, asiq x eso me estoy tardando para encontrar el tiempito de hacerlo, y ademas escribir un pokito de mi fic, y tratar de seguir traduciendo, ademas seguir estudiando y demas... x lo menos en unas dos semanitas mas voy a seguir asi, asiq pido paciencia si me retraso... espero lo disfruten, el capitulo q viene esta terminado, pero me falta escribir el dialogo de Santana y Brittany q fue un agregado mio, asiq si alcanzo a terminarlo esta noche ya lo subo mañana... estoy adelantando y apurando la relacion de esas dos, asiq toda espera tiene sus frutos, ya para el capitulo q viene van a tener novedades...

Besotes... 

El capitulo me gusto pero la entrega de santana por puck da mucho que pensar, tampoco me gusta que britt sufra en silencio por un amor no correspondido, bueno, me pediste paciencia(asi lo entendi, creo) y eso es lo que tendre, bye!

Hola que tal!! Pobre Puck me dolio a mi!!!
Espero que puedas actualizar pronto!!
Saludos

Alguna vez sabrá San a quien ama en verdad?? no se si son sentimientos encontrados o qué pero es un poco frustrante. Creo que coincido cuando da a entender que es egoista.

Creo que hay que empezar un grupo aca de sufro como Britt, en serio, ama tanto a San que aguanta todo, yo quiero una Britt T__T

Buen capítulo, espero actualices pronto XD, ya quiero leer qué es lo que tiene que hablar con Sue y con Britt, cuidate y suerte!

Hola!
Soy una nueva lectora, y me encanta hasta ahora!
Todos me decían que lea los juegos del hambre, y esto fue lo único que me incentiva.
Espero que actualices pronto, voy 2 días sin leer esto!! estoy desesperada!

ohhh donde estas que no te veo-??? aun sigues muy ocupada ?? bueno esperare pacientemente.....ohhh no se si he comentado antes , pero me gusta mucho esta adaptación, espero que puedas actualizar pronto...un abrazo

Amiga, he visto que has estado tan desaparecida como yo. Espero que des señales de vida y me cuentes como te va todo. Y de paso continuar con esta bellísima adaptación.

Esperare pacientemente.
Muak muak muak!