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[Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hola,.....
ya me diste la info,... a esperar asta el capitulo diez,.... jajjajjajaja
dios coincido con san es una atracción nuclear cuando se junten explotan jajajajaja
a ver como se comportan asta que rompan el pacto,... jajajajjaja
ame como san puso en su ligar a holly con el comentario!!! jajajajajajajaja
nos vemos!!!!!!!!!!!!
LU!!!!
ya me diste la info,... a esperar asta el capitulo diez,.... jajjajjajaja
dios coincido con san es una atracción nuclear cuando se junten explotan jajajajaja
a ver como se comportan asta que rompan el pacto,... jajajajjaja
ame como san puso en su ligar a holly con el comentario!!! jajajajajajajaja
nos vemos!!!!!!!!!!!!
LU!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola.......bienvenida a la historia........la novia de Britt no fue el santo de devoción de nadie:>.<: jejejejeje, deseo cumplido..........ella ya no aparecerá mas en la historia...........la interacción y atracción es demasiado evidente y no faltará el momento en el que tanto la rubia y la morena cedan a sus impulsos:(k): .......nuevamente bienvenida al grupo que adora la actitud sexy:=D: de Brittfacot escribió:Que bien que puso San en su lugar a Holly, me cae mal, espero que pronto salga de la historia.
Bueno, en este capítulo más interacción entre las Brittana, ahora parece que será borrón y cuenta nueva y empezarán a ser amigas, aunque la imagen desnuda de San no creo que se le borre nunca a Britt.
Me gusta la actitud de esta Brittany, es muy directa. Bueno me despido, buen capítulo, espero pronto actualización, te cuidas y suerte!
Gracias por los buenos deseos:D:
me alegra:D: de sobremanera que la historia sea de tu agrado.........awwww Faberry no podía faltar en esta historia.............San se ganó más de nuestros corazoncitos al poner en su sitio a la pesada de Holly.........y Britt como siempre con esa actitud tan wanky (awww ya me puse a suspirar:(k): indefinidamente)raxel_vale escribió:holaaa!!!!
a me gusta el fic!!!
te preguntaba de donde eres xq como leo del cel o del tablet solo leo y comento no veo del país q son las escritoras así q x eso xD
con respecto a la historia
Rachel esta enamorada de quinn y ella igual aaw
quue odiosa es holly ash jajaja san la puso en su lugar jaja me encanto esa
parte me carga las personas materialistas ash en fin ...
y britt adorada britt es tan wanky me encanta jaja
atenta a tu actualización..
saludos!!
Hola:=D: .........no resistí la tentación de publicar el spoiler jejejeje..........para que veas lo que se viene en la historia te sugiero leer atentamente los últimos párrafos que están al final del capítulo:|-#: jejejeje3:) escribió:hola,.....
ya me diste la info,... a esperar asta el capitulo diez,.... jajjajjajaja
dios coincido con san es una atracción nuclear cuando se junten explotan jajajajaja
a ver como se comportan asta que rompan el pacto,... jajajajjaja
ame como san puso en su ligar a holly con el comentario!!! jajajajajajajaja
nos vemos!!!!!!!!!!!!
LU!!!!
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola………….me agrada saber que la historia les guste, veo que aparecieron nuevas lectoras y eso me motiva a seguir con este fic……..coincido con todas Uds. la novia de Britt resultó una verdadera molestia, pero tranquilas…….no hay de qué preocuparse ya que en este capítulo sabremos cual fue su “triste” destino con respecto a Britt (sonrisa malvada) jejejeje………y bueno, como en este momento me alegra muchísimo que la historia ya tuvo más de mil visitas, el día de hoy al final del capítulo les pondré un pequeño párrafo de adelanto de un futuro capítulo (10) y verán la dinámica que va tomando la incipiente atracción entre San y Britt……….a ver qué les parece lo que se viene próximamente.
Y como suelo decir………no las entretengo más con mi monólogo escrito………….disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Dos noches más tarde estaba en remojo en la bañera después de una sesión agotadora en el gimnasio cuando oí un grito de alegría de Rachel. Levantando una ceja hacia la puerta, no me sorprendió la llamada que sonó en ella al cabo de dos segundos.
— ¿Puedo pasar? —preguntó con risa en la voz.
Estaba claro que la noticia que había recibido no podía esperar. Miré para asegurarme de que estaba suficientemente cubierta por burbujas.
—Claro —respondí.
La puerta se abrió y Rachel entró con dos copas de vino en la mano y una expresión de suficiencia en la cara. Cogí la copa que me ofreció y sonreí ante su contagioso buen humor.
— ¿Qué está pasando?
—Bueno —bramó Rachel—. Después de seis meses nefastos, Brittany ha dejado por fin a Holly.
Resoplé en mi copa, sin hacer caso de la forma en que mi estómago se retorció con la noticia.
— ¿Esa es tu noticia excitante?
Rachel me miró como si hubiera dicho alguna locura.
—Por supuesto. Es la mejor noticia en Dios sabe cuánto tiempo. Holly era la peor de todas. ¿Sabes?, creo que la otra noche en el bar fue la gota que colmó el vaso. Brittany parecía mortificada con ella. Y a era hora que la dejara. Esa ensimismada, falsa y cazafortunas era un fastidio.
Asentí en señal de consentimiento, pensando en el descarado flirteo de Brittany conmigo.
—Sí, probablemente solo habría terminado engañándola.
La alegría de Rachel se desvaneció al instante y me miró con mala cara. Levanté una ceja ante su reacción.
—Brittany nunca engañaría.
Rachel verdaderamente pensaba que su hermana caminaba sobre las aguas. Incliné la cabeza con una sonrisita cínica, una expresión que probablemente bordeaba la condescendencia y que se merecía un puñetazo.
—Por favor, Rachel, es una mujer atractiva que flirtea con todo lo que se mueve.
Considerando un momento lo que acababa de decirle, Rachel se apoyó en las paredes de baldosas, al parecer sin reparar en el vaho que se había adosado a ellas y más que probablemente humedeciéndose la espalda de la blusa. Al parecer había olvidado su celebración en vista de mi negatividad.
—Hay una cosa que tienes que saber de Brittany. Nunca engañaría. No es perfecta, ya lo sé. Pero digamos que nunca sería tan cruel o deshonesta con nadie. Siempre que ha estado en una relación y su interés se ha apagado o ha saltado a otra persona, ha sido sincera con su novia y ha roto antes de empezar nada con otra. No estoy diciendo que su actitud no sea un poco penosa, pero al menos es sincera.
Llena de curiosidad por la seguridad de Rachel, tomé un trago de vino antes de responder.
— ¿Alguien engañó a Brittany?
Ella me dedicó una historia triste.
—No soy nadie para explicarlo.
Vaya. Si Rachel no abría la boca al respecto, Brittany tuvo que sufrir con eso.
—Basta con decir que tiene una relación detrás de otra. Es completamente monógama, pero salta de una novia a la siguiente. Holly ha durado más de lo habitual. Creo que es porque hacía viajes frecuentes al sur. —Rachel me lanzó entonces una mirada provocadora, casi conocedora—. Me pregunto qué chica ha captado su interés esta vez.
La miré con atención. ¿Lo sabía? ¿Había sido testigo de la chispa entre nosotras?
—Y me pregunto si será la que por fin la haga sentar cabeza.
Necesita una inyección de realidad.
Murmuré una respuesta incoherente, porque no quería alentar sus pensamientos en mi dirección.
—Perdona por interrumpir tu baño.
—No, está bien. —Levanté la copa de vino hacia ella—.Has traído vino tinto. Está todo bien.
— ¿Alguna vez has engañado a alguien?
Vaya. De dónde había venido eso.
— ¿Eh?
¿Acaso estaba en una entrevista para salir con su hermana?
Mirándola a los ojos para que supiera que estaba siendo letalmente seria, contesté con más sinceridad que nunca, confiando en que Rachel no me hiciera entrar mucho en el tema.
—Nunca he estado tan cerca de nadie para que eso fuera una cuestión. —Mi respuesta pareció desinflarla, y eso solo reafirmó mi suposición de que había estado aferrándose a alguna clase de noción romántica respecto a Brittany y a mí—. No tengo relaciones, Rachel. No me va.
Ella asintió, con la expresión un poco perdida.
—Espero que eso cambié.
«Nunca cambiará.»
—Tal vez.
—Vale. Voy a dejarte con tu baño. Oh. —Se detuvo, dándome la espalda—. Mi madre prepara un gran asado los domingos para toda la familia. Estás invitada este domingo.
Sentí que la temperatura de mi baño caliente bajaba en picado y tuve un escalofrío. No había estado en una reunión familiar desde la escuela.
—Oh, no quiero molestar.
—No molestas. Y no aceptaré un no por respuesta.
Sonreí débilmente, apurando lo que quedaba de la copa de vino en cuanto Rachel cerró la puerta tras de sí. Sintiendo que el vino me revolvía la tripa, elevé una plegaria por un milagro que me librara de la reunión familiar.
El viernes por la noche llegaba tarde al trabajo en el bar. Rachel había decidido preparar ella la cena y eso se había convertido en un desastre irreparable. Habíamos terminando comiendo fuera y perdiendo la noción del tiempo al sumirnos en una profunda discusión sobre nuestros trabajos: el trabajo de Rachel en NYADA y mi libro.
Rachel se había ido a acostar a casa, porque tenía un dolor de cabeza terrible que le había aparecido de repente, y yo me había apresurado a ir al bar. Le lancé a Bree una sonrisa de disculpa al pasar a su lado para dirigirme a la sala de personal. Estaba metiendo mis cosas en la taquilla cuando sonó mi móvil.
Era Kitty.
—Eh, cielo, ¿puedo llamarte en mi descanso? Llego tarde a mi turno.
Kitty sollozó en la línea.
—Vale.
Mi corazón se detuvo. ¿Kitty estaba llorando? Kitty nunca lloraba. Nunca llorábamos.
—Kitty, ¿qué está pasando? —La sangre se agolpó en mis oídos.
—He roto con Artie. —Su voz se rompió junto con mi fe.
Pensaba que Kitty y Artie eran sólidos. Irrompibles.
Joder.
— ¿Qué ha pasado? —Oh, Dios, ¿la había engañado?
—Me propuso matrimonio.
El silencio se instaló entre nosotras mientras trataba de entender lo que me estaba diciendo.
—Vale, ¿te propuso matrimonio y lo dejaste?
—Por supuesto.
¿Qué me estaba perdiendo?
—No lo entiendo.
Kitty gruñó. Gruñó de verdad.
— ¿Cómo puedes no entenderlo tú, Santana? ¡Por eso te llamo a ti! ¡Tú deberías entenderlo!
—Pues no lo entiendo, así que deja de gritarme. —Contuve un dolor que irradiaba de mi pecho por Artie. Adoraba a Kitty. Ella era todo su mundo.
—No puedo casarme con él, Santana. No puedo casarme con nadie. El matrimonio lo arruina todo.
Y de repente me di cuenta de que estábamos entrando en nuestra zona vedada. Se trataba de los padres de Kitty. Sabía que se habían divorciado, pero era lo único que sabía.
Tenía que haber algo más profundo, algo peor, para que Kitty le diera la espalda a Artie.
—Él no es tu padre. Vosotros no sois tus padres. Artie te ama.
— ¿Qué diablos, Santana? ¿Quién coño es la persona que ha hecho eso con mi amiga?
Hice una pausa. A lo mejor estaba pasando demasiado tiempo con Rachel. Ella estaba borrando mi identidad.
—De acuerdo —murmuré.
Kitty suspiró aliviada.
—Entonces crees que he hecho lo que tenía que hacer.
—No —contesté con sinceridad—. Creo que estás muerta de miedo. Pero de una persona muerta de miedo a otra, sé que nadie te hará cambiar de opinión.
Estábamos en silencio, únicamente respirando cada una junto a su teléfono, sintiendo esa conexión entre nosotras, ese alivio de que había alguien más igual de mal.
— ¿Has pensado en la realidad de esto, Kitty? —susurré por fin—. ¿Me refiero a si has pensado en Artie con otra persona?
Un sonido ahogado crujió en el teléfono.
Se me partió el corazón por ella.
—¿Kitty?
—Tengo que colgar.
Y de alguna manera supe que había colgado para llorar. Nosotras nunca llorábamos.
Sintiendo que me invadía una profunda melancolía, le mandé un mensaje de texto para aconsejarle que pensara bien las cosas antes de hacer algo que lamentaría. Por una vez, deseé no estar tan quebrada, para que Kitty tuviera una mejor amiga que fuera fuerte y que no temiera amar, que le sirviera de ejemplo de lo que era posible. En cambio, yo era para ella una excusa que le permitía creer que no estaba siendo irracional. Era su perfecta excusa.
— ¿Santana?
Levanté la cabeza y vi a Puck.
— ¿Sí?
—Un poco de ayuda, por favor.
—Oh, claro.
— ¿Te apetece un polvo rápido después de trabajar?
—No, Puck. —Negué con la cabeza y lo seguí, demasiado deprimida hasta para charlar con él.
El domingo llegó antes de que me diera cuenta, y yo estuve tan preocupada con mi libro y con Kitty, que seguía evitando mis llamadas, y tan asustada por la posibilidad de hablar con Artie no fuera caso de que me causara otra fisura en mi corazón con su pena, que no tuve la menor oportunidad de que se me ocurriera una excusa para salvarme de la cena con la familia de Rachel.
********************************************************************
Así que ahí estaba metida en un taxi con Rachel, vestida para festejar el día de calor con mis shorts de Topshop y una bonita blusita de seda verde oliva. Salimos hacia Island City de Queens, Nueva York y paramos literalmente cinco minutos más tarde a las puertas de una casa que se parecía mucho a la nuestra.
Dentro, no me sorprendió descubrir que el hogar de los Corcoran se asemejaba al nuestro. Enormes habitaciones, techos altos y una agradable colección de objetos que me recordó un montón a Rachel. Ya sabía de dónde lo había sacado.
Shelby Corcoran me saludó con un beso muy francés en cada mejilla. Como Rachel, era de una belleza delicada.
Por alguna razón, esperaba un acento francés, pese a que Rachel me había contado que su madre se había trasladado a Nueva York cuando tenía cuatro años.
—Rachel me ha hablado mucho de ti. Me ha dicho que enseguida se hicieron amigas. Me alegro mucho. Estaba un poco preocupada por ella cuando dijo que iba a buscar una compañera de piso, pero todo ha ido sobre ruedas.
Sentía que volvía a tener quince años. Shelby tenía esa forma maternal de hablarte.
—Sí —respondí con simpatía—, Rachel es fantástica.
Shelby sonrió, con aspecto de tener veinte años menos y de parecerse mucho a su hija mayor.
A continuación, me presentaron a Clark, un tipo un poco anodino de pelo negro, con gafas y una sonrisa dulce.
—Rachel dice que eres escritora.
Le lancé a Rachel una sonrisa irónica. Le contaba a todo el mundo que era escritora.
—Lo intento.
— ¿Qué escribes? —preguntó Clark, pasándome una copa de vino.
Nos habíamos reunido en la sala de estar mientras Shelby se ocupaba de algo en la cocina.
—Fantasía. Estoy trabajando en una serie de fantasía.
Los ojos de Clark se ensancharon levemente detrás de las gafas.
—Me encantan las novelas de fantasía. ¿Sabes?, me encantaría leerla antes de que la mandes.
— ¿Te refieres a una lectura de corrección?
—Sí. Si quieres.
Recordando que Clark era profesor universitario y que estaba acostumbrado a evaluar trabajos, me sentí secretamente complacida por su oferta. Le ofrecí una pequeña sonrisa de gratitud.
—Sería fantástico. Te lo agradezco. Por supuesto, me falta mucho para terminar.
—Bueno, cuando termines, me avisas.
Sonreí.
—Lo haré, gracias.
Estaba empezando a pensar que superaría la prueba de la cena con esa particular familia cuando oí risas infantiles.
— ¡Papá!
La voz de un niño llegó desde el pasillo hasta nosotros y acto seguido apareció su propietario en el umbral. La cara del niño que corría hacia Clark se iluminó de excitación.
Supuse que era Declan, el hermanastro de diez años de Rachel.
—Papá, mira lo que me ha traído Brittany. —Puso una Nintendo DS y dos juegos delante de las narices de Clark.
Clark los miró, sonriendo.
— ¿Era la que querías?
—Sí, la última versión.
Levantando la mirada hacia el umbral, Clark chascó la lengua en un gesto de fingida desaprobación.
—No es su cumpleaños hasta la semana que viene. Lo malcrías demasiado.
Me volví y las palmas de mis manos se pusieron sudorosas al instante al ver a Brittany de pie en el umbral, con la mano en el hombro de una versión en miniatura de Rachel. La adolescente estaba acurrucada al lado de ella, con el flequillo grueso y el pelo corto con un estilo sorprendente para una criatura tan pequeña. Mis ojos no se entretuvieron demasiado en la mini Rachel, que deduje que era Hannah. No, se deslizaron sobre Brittany, devorándola antes de que pudiera contenerlos.
La atracción me quemó en la sangre.
Brittany llevaba unos ajustados vaqueros negros y una camiseta gris. Era la primera vez que la veía vestida de manera informal, la primera vez que mis ojos tenían acceso a sus pechos y sus hombros en toda su gloria.
Sentí un latido entre las piernas y aparté enseguida la mirada, odiando que hiciera eso con mi cuerpo.
—Lo sé —respondió Brittany—, pero no quiero pasar otra tarde de domingo con Dec dándome la lata sobre esa maldita consola.
Declan se limitó a reír, bajando su mirada triunfante a la consola al tiempo que se dejaba caer a los pies de su padre y empezaba a cargar un juego de Super Mario Bros.
—Mira lo que tengo. —Hannah sonrió con timidez, sosteniendo algo que parecía una tarjeta de crédito.
Dios, esperaba que no lo fuera.
Clark entrecerró los ojos.
— ¿Qué es?
Las pupilas de Hannah se iluminaron.
—Una tarjeta de regalo grande de verdad para la librería.
—Qué bien. —Rachel le sonrió y le tendió los brazos—.¿Qué te vas a comprar?
Su hermana pequeña corrió hacia ella, acurrucándose a su lado al tiempo que se dejaban caer en el sofá. La niña me lanzó una sonrisa tímida antes de mirar a Rachel.
—Hay una nueva serie de vampiros que quiero.
—Hannah devora los libros —explicó una voz profunda pero delicada justo encima de mi cabeza.
Me volví y vi a Brittany de pie junto al sofá, mirándome con una simple sonrisa amistosa. Aunque un poco desconcertada por su cambio de actitud, descubrí que yo también le sonreía.
—Ya veo.
Noté un vuelco en el estómago y me encogí interiormente, apartando la mirada de ella. Nunca se me ocurrió que Brittany iba a asistir a la comida, aunque debería haberlo supuesto, considerando que Rachel había dejado claro que ella era una parte importante de su familia.
— ¿Le habéis dado las gracias a Brittany? —preguntó Clark de repente a sus hijos, atrayendo mi atención hacia ellos y lejos del sexo con piernas que tenía al lado.
Un par de «sí» murmurados respondieron la pregunta.
—Hannah, Dec, esta es mi compañera de piso, Santana — me presentó Rachel.
Sonreí a los dos.
—Hola. —Hannah me saludó tímidamente con la mano.
Sentí que se me encogía el pecho de lo encantadora que era.
—Hola. —Le devolví el saludo.
— ¿Te gusta la Nintendo? —preguntó Declan, esperando mi respuesta con una mirada valorativa.
Sabía que la respuesta sería decisiva.
—Oh, sí, Mario y yo nos conocemos desde hace mucho.
Me regaló una sonrisa de respuesta.
—Tienes un acento muy guay.
—Tú también.
Eso pareció complacerle y enseguida regresó a su juego.
Creo que aprobé.
Clark dio una palmadita en la cabeza de Declan.
—Hijo, ponlo en silencio, por favor.
Casi de inmediato los sonidos familiares de Mario desaparecieron y decidí que me gustaban esos niños.
Leyendo entre líneas, supuse que Brittany los malcriaba, y mirando la casa no parecía que les faltara de nada, pero eran muy educados, como Rachel.
— ¡Brittany! —Shelby entró arrastrando los pies con una enorme sonrisa de amor en la cara—. No te había oído llegar.
Brittany le sonrió y le dio un fuerte abrazo.
—¿Clark te ha puesto algo para beber?
—No, pero me serviré algo yo misma.
—Oh, no, deja. —Clark se levantó—. ¿Cerveza?
—Sí, gracias.
—Siéntate. —Shelby sentó a Brittany en el sillón de mi derecha al tiempo que Clark salía. Se acomodó en el brazo del sillón y apartó el pelo despeinado de Brittany de su frente—. ¿Cómo estás? Me he enterado de que has roto con Holly.
Brittany no me parecía de las que les gusta que los mime una madre, pero se quedó allí sentada, aparentemente disfrutando de la atención de Shelby. Ella le tomó la mano y le besó los nudillos de manera afectuosa.
—Estoy bien, Shelby. Ya iba siendo hora, nada más.
—Hum —respondió ella frunciendo el ceño. Y luego, como si recordara algo, se volvió hacia mí—. ¿Ya conoces a Santana, no?
Brittany asintió, con una sonrisa delicada, casi secreta, curvándole la comisura de los labios. Aun así, era amistosa, sin carga sexual, y no sabía si estar contenta o decepcionada por eso. Estúpidas hormonas.
—Sí, Marie y yo ya nos conocemos.
Sentí que se me juntaban las cejas. ¿Por qué insistía en llamarme Marie?
El ceño enseguida desapareció cuando Clark regresó y la conversación ganó impulso. Me esforcé todo lo posible, respondiendo sus preguntas y preguntando a mi vez, aunque nunca había estado tan agradecida a Rachel. Ella acudió en mi auxilio cuando su madre empezó a hacer preguntas sobre mis padres, desviando las preguntas con facilidad de mí hacia Shelby, y suspiré aliviada por haber escapado de tener que ser directamente grosera. Hasta logré mantener una charla amistosa y sin carga sexual con Brittany.
Entonces pasamos al comedor.
Había algo en la risa, en toda la charla y el ruido, al acomodarnos allí y servirnos patatas, verduras y puré para comer con las generosas porciones de pollo que Shelby puso en nuestros platos. Al servirme salsa sobre en el plato, su charla, su afecto, la cálida normalidad desencadenaron los recuerdos...
«—He invitado a Mitch y Arlene a comer —dijo mi madre, poniendo dos cubiertos más.
»Alice se había quedado a comer porque estábamos trabajando juntas en un proyecto escolar y mi padre estaba poniendo al pequeño Andy en la trona.
»Papá suspiró.
»—Me alegro de haber hecho un montón de chili, porque Mitch es capaz de comérselo todo.
»—Sé amable —le advirtió mamá con una sonrisita en los labios—. Llegarán en un momento.
»—Solo decía que es de buen comer.
»Alice se rio a mi lado, lanzándole a papá una mirada de adoración. El padre de Alice nunca estaba en casa, así que papá era como Superman para ella.
»—Bueno, ¿cómo va el proyecto? —preguntó mamá, sirviéndonos zumo de naranja.
»Obsequié a Alice con una sonrisa secreta. No estaba yendo ni para atrás ni para delante. Habíamos pasado la última hora cotilleando sobre Paolo Vairetto y Jude Jeffrey.
Más que nada no paramos de decir Juuude en lugar de Jude y con eso nos reíamos como idiotas.
»Mi madre resopló, captando la mirada.
»—Ya veo.
»—Eh, vecinos —se oyó que saludaban en voz alta cuando Mitch y Arlene abrieron la puerta cristalera, entrando sin llamar.
»No pasaba nada por eso. Estábamos acostumbrados a su exceso de familiaridad, porque eran los únicos vecinos cercanos a la casa. A mi madre le encantaba su exceso de familiaridad. ¿A mi padre? No tanto.
»Después de un montón de saludos —Mitch y Arlene eran incapaces de decir hola una sola vez—, todos nos sentamos por fin en torno a la mesa de la cocina con el famoso chili con carne de papá.
»— ¿Por qué no cocinas nunca para mí? —se quejó Arlene a Mitch después de gemir de manera un poco inapropiada al probar el chili de papá.
»—Nunca me lo has pedido.
»—Apuesto a que Maribel nunca ha de pedirle a Andrés que cocine, ¿verdad, Maribel?
»Mamá pidió ayuda a papá poniendo los ojos como platos.
»—Hum...
»—Sí, es lo que pensaba.
»—Papá, Andy ha tirado el zumo. —Señalé con la cabeza al suelo.
»Como él era el que estaba más cerca, se agachó para recoger el vaso.
»—Mi padre nunca cocina —intervino Alice, tratando de conseguir que Arlene se sintiera mejor.
»—Mira —murmuró Mitch con la boca llena—, no soy el único.
»Arlene torció el gesto.
»— ¿Qué quiere decir “mira”? Como si el hecho de que otro hombre no cocine para su mujer de alguna manera justificara que tú no lo hagas.
»Mitch tragó saliva.
»—Muy bien. Cocinaré.
»— ¿Sabes cocinar? —preguntó mamá con suavidad, y oí que mi padre se atragantaba.
»Oculté mi sonrisa dando un trago de zumo de naranja.
»—No.
»Se hizo el silencio en la mesa cuando todos nos miramos unos a otros y luego rompimos a reír. Andy chilló al oír el ruido y su manita golpeó el zumo y lo hizo salir volando otra vez, y eso hizo que nos riéramos más todavía...
Ese recuerdo fue seguido por otro recuerdo de una comida de Navidad. Acción de Gracias. Mi decimotercer cumpleaños...
Los recuerdos desencadenaron un ataque de pánico. Primero sentí cada vez mayor confusión y enseguida dejé la salsera con mano temblorosa. Noté un cosquilleo en la piel de la cara y un sudor frío se filtró en mis poros.
El corazón me latía tan deprisa detrás de la caja torácica que pensé que iba a explotar. Se me cerró el pecho y sentí que no podía respirar.
— ¿Santana?
Mi pecho subía y bajaba rápidamente con inspiraciones tenues; busqué la voz con ojos aterrorizados.
Brittany.
Dejó el tenedor y se inclinó por encima de la mesa hacia mí con el entrecejo arrugado con expresión de preocupación.
— ¿Santana?
Necesitaba salir de allí.
Necesitaba aire.
—Santana... por Dios —murmuró Brittany, echándose atrás en la mesa decidida a rodearla para llegar hasta mí.
Sin embargo, yo me levanté de la silla, haciendo un gesto con las manos para pararlo. Sin decir una palabra, me volví y salí corriendo del comedor. Eché a correr por el pasillo hasta el cuarto de baño, donde me encerré dando un portazo.
Subí la ventana con manos temblorosas y di gracias por la ráfaga de viento que me dio en la cara, aunque fuera aire caliente. Sabía que necesitaba calmarme y me concentré en respirar más despacio.
Al cabo de unos minutos, mi cuerpo y mi mente habían vuelto en sí y me derrumbé en el asiento del inodoro, con los miembros como gelatina. Me sentía agotada otra vez.
Mi segundo ataque de pánico.
Genial.
— ¿Santana? —Su voz retumbó a través de la puerta.
Cerré los ojos, preguntándome cómo demonios iba a explicarme. El bochorno me calentó la sangre en las mejillas.
Pensaba que lo había superado. Habían pasado ocho años.
Debería haberlo superado ya.
Con el sonido de la puerta al abrirse, mis ojos también se abrieron y observé que una preocupada Brittany entraba y volvía a cerrar. Me pregunté brevemente por qué ella me había seguido y Rachel no. Cuando no dije nada, se acercó, poniéndose rápidamente en cuclillas para que nuestros ojos quedaran a la misma altura. Mi mirada buscó su rostro atractivo, y por una vez deseé poder romper mis estúpidas reglas. Tenía la sensación de que Brittany sería capaz de hacerme olvidar de todo por un rato.
Nos miramos la una a la otra durante lo que pareció una eternidad, sin decir una palabra. Estaba esperando un montón de preguntas, porque tenía que haber quedado claro para todos, o al menos para los adultos sentados a la mesa, que había sufrido un ataque de pánico. Desde luego, todos estarían preguntándose por qué, y la verdad es que no quería volver allí.
— ¿Mejor? —preguntó finalmente Brittany con suavidad.
Espera. ¿Eso era todo? ¿Sin preguntas de sondeo?
—Sí. —No, en realidad no.
Debió de leer en mi expresión la reacción a su pregunta, porque inclinó la cabeza a un lado, con mirada reflexiva.
—No hace falta que me lo expliques.
Esbocé una sonrisa carente de humor.
—Dejaré que pienses que estoy loca como una cabra.
Brittany sonrió.
—Eso ya lo sabía. —Se levantó, tendiéndome una mano
—. Vamos.
Miré la mano que me ofrecía con cautela.
—Creo que será mejor que me vaya.
—Y yo creo que deberías comer un poco de comida casera con unos buenos amigos.
Pensé en Rachel y en lo afable y cordial que había sido conmigo. Sería un insulto marcharme de la cena de su madre, y decidí que no quería hacer nada que hiciera sentir mal a Rachel.
Tomé la mano de Brittany de manera tentativa y dejé que me pusiera en pie.
— ¿Qué voy a decir?
No servía de nada simular tranquilidad y serenidad con ella. Ya me había visto en mi estado más vulnerable. Dos veces.
—Nada —me tranquilizó—. No has de dar explicaciones a nadie.
Su sonrisa era amable, no podía decidir qué sonrisa me gustaba más, si esa o la pícara de antes.
—Vale.
Respiré hondo y la seguí. Ella no me soltó la mano hasta que llegamos al comedor, y yo me negué a reconocer la sensación de pérdida en mi pecho cuando dejé de notar su tacto.
— ¿Estás bien, cielo? —preguntó Shelby en cuanto entramos en la sala.
—Mucho sol —dijo Brittany para tranquilizar a la madre de Rachel—. Ha estado demasiado rato al sol esta mañana.
—Oh. —Shelby centró su preocupación maternal en mí
—. Espero que al menos llevaras protección solar.
Asentí, deslizándome en mi silla.
—Solo me he olvidado de ponerme un sombrero.
Cuando se reanudó la conversación y la tensión desapareció de la mesa, no hice caso de las miradas suspicaces de Rachel y le lancé a Brittany una sonrisa de agradecimiento.
********************************************************************
Breve Adelanto (Cap. 10)
“— ¿Y pues?
—No me gusta compartir.
Mis ojos volaron a los suyos y, si era posible, ella parecía más enfadada que nunca. En esa minúscula habitación, Brittany era enorme e intimidante, y la comparación entre nuestros tamaños más notable. Podía aplastarme como un insecto si quería hacerlo.
— ¿Qué?
Sus ojos se entornaron.
—He dicho que no me gusta compartir.
Pensé en Vicky.
—No es lo que he oído.
—Deja que lo reformule. —Dio un paso tranquilizador hacia mí—. Cuando se trata de ti... no me gusta compartir.
No hubo tiempo de procesar eso. Un momento estaba mirándola con incredulidad y al siguiente la lata de refresco estaba en el suelo y mi trasero en el escritorio cuando Brittany colisionó conmigo. Su calor y su fortaleza me arrollaron cuando me agarró por la nuca con una mano y con la otra mano arrastró mi muslo izquierdo hacia arriba para poder situarse entre mis piernas y posicionarme sobre el escritorio”.
Y……… ¿Qué les pareció?..........mediante este breve adelanto quería demostrarles mi agradecimiento:lol: por su apoyo……….Gracias por todo.
Ya saben……….toda sugerencia, critica, etc. es bienvenida……..así que, a ¡escribir¡
Y como suelo decir………no las entretengo más con mi monólogo escrito………….disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
CAPÍTULO 5
Dos noches más tarde estaba en remojo en la bañera después de una sesión agotadora en el gimnasio cuando oí un grito de alegría de Rachel. Levantando una ceja hacia la puerta, no me sorprendió la llamada que sonó en ella al cabo de dos segundos.
— ¿Puedo pasar? —preguntó con risa en la voz.
Estaba claro que la noticia que había recibido no podía esperar. Miré para asegurarme de que estaba suficientemente cubierta por burbujas.
—Claro —respondí.
La puerta se abrió y Rachel entró con dos copas de vino en la mano y una expresión de suficiencia en la cara. Cogí la copa que me ofreció y sonreí ante su contagioso buen humor.
— ¿Qué está pasando?
—Bueno —bramó Rachel—. Después de seis meses nefastos, Brittany ha dejado por fin a Holly.
Resoplé en mi copa, sin hacer caso de la forma en que mi estómago se retorció con la noticia.
— ¿Esa es tu noticia excitante?
Rachel me miró como si hubiera dicho alguna locura.
—Por supuesto. Es la mejor noticia en Dios sabe cuánto tiempo. Holly era la peor de todas. ¿Sabes?, creo que la otra noche en el bar fue la gota que colmó el vaso. Brittany parecía mortificada con ella. Y a era hora que la dejara. Esa ensimismada, falsa y cazafortunas era un fastidio.
Asentí en señal de consentimiento, pensando en el descarado flirteo de Brittany conmigo.
—Sí, probablemente solo habría terminado engañándola.
La alegría de Rachel se desvaneció al instante y me miró con mala cara. Levanté una ceja ante su reacción.
—Brittany nunca engañaría.
Rachel verdaderamente pensaba que su hermana caminaba sobre las aguas. Incliné la cabeza con una sonrisita cínica, una expresión que probablemente bordeaba la condescendencia y que se merecía un puñetazo.
—Por favor, Rachel, es una mujer atractiva que flirtea con todo lo que se mueve.
Considerando un momento lo que acababa de decirle, Rachel se apoyó en las paredes de baldosas, al parecer sin reparar en el vaho que se había adosado a ellas y más que probablemente humedeciéndose la espalda de la blusa. Al parecer había olvidado su celebración en vista de mi negatividad.
—Hay una cosa que tienes que saber de Brittany. Nunca engañaría. No es perfecta, ya lo sé. Pero digamos que nunca sería tan cruel o deshonesta con nadie. Siempre que ha estado en una relación y su interés se ha apagado o ha saltado a otra persona, ha sido sincera con su novia y ha roto antes de empezar nada con otra. No estoy diciendo que su actitud no sea un poco penosa, pero al menos es sincera.
Llena de curiosidad por la seguridad de Rachel, tomé un trago de vino antes de responder.
— ¿Alguien engañó a Brittany?
Ella me dedicó una historia triste.
—No soy nadie para explicarlo.
Vaya. Si Rachel no abría la boca al respecto, Brittany tuvo que sufrir con eso.
—Basta con decir que tiene una relación detrás de otra. Es completamente monógama, pero salta de una novia a la siguiente. Holly ha durado más de lo habitual. Creo que es porque hacía viajes frecuentes al sur. —Rachel me lanzó entonces una mirada provocadora, casi conocedora—. Me pregunto qué chica ha captado su interés esta vez.
La miré con atención. ¿Lo sabía? ¿Había sido testigo de la chispa entre nosotras?
—Y me pregunto si será la que por fin la haga sentar cabeza.
Necesita una inyección de realidad.
Murmuré una respuesta incoherente, porque no quería alentar sus pensamientos en mi dirección.
—Perdona por interrumpir tu baño.
—No, está bien. —Levanté la copa de vino hacia ella—.Has traído vino tinto. Está todo bien.
— ¿Alguna vez has engañado a alguien?
Vaya. De dónde había venido eso.
— ¿Eh?
¿Acaso estaba en una entrevista para salir con su hermana?
Mirándola a los ojos para que supiera que estaba siendo letalmente seria, contesté con más sinceridad que nunca, confiando en que Rachel no me hiciera entrar mucho en el tema.
—Nunca he estado tan cerca de nadie para que eso fuera una cuestión. —Mi respuesta pareció desinflarla, y eso solo reafirmó mi suposición de que había estado aferrándose a alguna clase de noción romántica respecto a Brittany y a mí—. No tengo relaciones, Rachel. No me va.
Ella asintió, con la expresión un poco perdida.
—Espero que eso cambié.
«Nunca cambiará.»
—Tal vez.
—Vale. Voy a dejarte con tu baño. Oh. —Se detuvo, dándome la espalda—. Mi madre prepara un gran asado los domingos para toda la familia. Estás invitada este domingo.
Sentí que la temperatura de mi baño caliente bajaba en picado y tuve un escalofrío. No había estado en una reunión familiar desde la escuela.
—Oh, no quiero molestar.
—No molestas. Y no aceptaré un no por respuesta.
Sonreí débilmente, apurando lo que quedaba de la copa de vino en cuanto Rachel cerró la puerta tras de sí. Sintiendo que el vino me revolvía la tripa, elevé una plegaria por un milagro que me librara de la reunión familiar.
El viernes por la noche llegaba tarde al trabajo en el bar. Rachel había decidido preparar ella la cena y eso se había convertido en un desastre irreparable. Habíamos terminando comiendo fuera y perdiendo la noción del tiempo al sumirnos en una profunda discusión sobre nuestros trabajos: el trabajo de Rachel en NYADA y mi libro.
Rachel se había ido a acostar a casa, porque tenía un dolor de cabeza terrible que le había aparecido de repente, y yo me había apresurado a ir al bar. Le lancé a Bree una sonrisa de disculpa al pasar a su lado para dirigirme a la sala de personal. Estaba metiendo mis cosas en la taquilla cuando sonó mi móvil.
Era Kitty.
—Eh, cielo, ¿puedo llamarte en mi descanso? Llego tarde a mi turno.
Kitty sollozó en la línea.
—Vale.
Mi corazón se detuvo. ¿Kitty estaba llorando? Kitty nunca lloraba. Nunca llorábamos.
—Kitty, ¿qué está pasando? —La sangre se agolpó en mis oídos.
—He roto con Artie. —Su voz se rompió junto con mi fe.
Pensaba que Kitty y Artie eran sólidos. Irrompibles.
Joder.
— ¿Qué ha pasado? —Oh, Dios, ¿la había engañado?
—Me propuso matrimonio.
El silencio se instaló entre nosotras mientras trataba de entender lo que me estaba diciendo.
—Vale, ¿te propuso matrimonio y lo dejaste?
—Por supuesto.
¿Qué me estaba perdiendo?
—No lo entiendo.
Kitty gruñó. Gruñó de verdad.
— ¿Cómo puedes no entenderlo tú, Santana? ¡Por eso te llamo a ti! ¡Tú deberías entenderlo!
—Pues no lo entiendo, así que deja de gritarme. —Contuve un dolor que irradiaba de mi pecho por Artie. Adoraba a Kitty. Ella era todo su mundo.
—No puedo casarme con él, Santana. No puedo casarme con nadie. El matrimonio lo arruina todo.
Y de repente me di cuenta de que estábamos entrando en nuestra zona vedada. Se trataba de los padres de Kitty. Sabía que se habían divorciado, pero era lo único que sabía.
Tenía que haber algo más profundo, algo peor, para que Kitty le diera la espalda a Artie.
—Él no es tu padre. Vosotros no sois tus padres. Artie te ama.
— ¿Qué diablos, Santana? ¿Quién coño es la persona que ha hecho eso con mi amiga?
Hice una pausa. A lo mejor estaba pasando demasiado tiempo con Rachel. Ella estaba borrando mi identidad.
—De acuerdo —murmuré.
Kitty suspiró aliviada.
—Entonces crees que he hecho lo que tenía que hacer.
—No —contesté con sinceridad—. Creo que estás muerta de miedo. Pero de una persona muerta de miedo a otra, sé que nadie te hará cambiar de opinión.
Estábamos en silencio, únicamente respirando cada una junto a su teléfono, sintiendo esa conexión entre nosotras, ese alivio de que había alguien más igual de mal.
— ¿Has pensado en la realidad de esto, Kitty? —susurré por fin—. ¿Me refiero a si has pensado en Artie con otra persona?
Un sonido ahogado crujió en el teléfono.
Se me partió el corazón por ella.
—¿Kitty?
—Tengo que colgar.
Y de alguna manera supe que había colgado para llorar. Nosotras nunca llorábamos.
Sintiendo que me invadía una profunda melancolía, le mandé un mensaje de texto para aconsejarle que pensara bien las cosas antes de hacer algo que lamentaría. Por una vez, deseé no estar tan quebrada, para que Kitty tuviera una mejor amiga que fuera fuerte y que no temiera amar, que le sirviera de ejemplo de lo que era posible. En cambio, yo era para ella una excusa que le permitía creer que no estaba siendo irracional. Era su perfecta excusa.
— ¿Santana?
Levanté la cabeza y vi a Puck.
— ¿Sí?
—Un poco de ayuda, por favor.
—Oh, claro.
— ¿Te apetece un polvo rápido después de trabajar?
—No, Puck. —Negué con la cabeza y lo seguí, demasiado deprimida hasta para charlar con él.
El domingo llegó antes de que me diera cuenta, y yo estuve tan preocupada con mi libro y con Kitty, que seguía evitando mis llamadas, y tan asustada por la posibilidad de hablar con Artie no fuera caso de que me causara otra fisura en mi corazón con su pena, que no tuve la menor oportunidad de que se me ocurriera una excusa para salvarme de la cena con la familia de Rachel.
********************************************************************
Así que ahí estaba metida en un taxi con Rachel, vestida para festejar el día de calor con mis shorts de Topshop y una bonita blusita de seda verde oliva. Salimos hacia Island City de Queens, Nueva York y paramos literalmente cinco minutos más tarde a las puertas de una casa que se parecía mucho a la nuestra.
Dentro, no me sorprendió descubrir que el hogar de los Corcoran se asemejaba al nuestro. Enormes habitaciones, techos altos y una agradable colección de objetos que me recordó un montón a Rachel. Ya sabía de dónde lo había sacado.
Shelby Corcoran me saludó con un beso muy francés en cada mejilla. Como Rachel, era de una belleza delicada.
Por alguna razón, esperaba un acento francés, pese a que Rachel me había contado que su madre se había trasladado a Nueva York cuando tenía cuatro años.
—Rachel me ha hablado mucho de ti. Me ha dicho que enseguida se hicieron amigas. Me alegro mucho. Estaba un poco preocupada por ella cuando dijo que iba a buscar una compañera de piso, pero todo ha ido sobre ruedas.
Sentía que volvía a tener quince años. Shelby tenía esa forma maternal de hablarte.
—Sí —respondí con simpatía—, Rachel es fantástica.
Shelby sonrió, con aspecto de tener veinte años menos y de parecerse mucho a su hija mayor.
A continuación, me presentaron a Clark, un tipo un poco anodino de pelo negro, con gafas y una sonrisa dulce.
—Rachel dice que eres escritora.
Le lancé a Rachel una sonrisa irónica. Le contaba a todo el mundo que era escritora.
—Lo intento.
— ¿Qué escribes? —preguntó Clark, pasándome una copa de vino.
Nos habíamos reunido en la sala de estar mientras Shelby se ocupaba de algo en la cocina.
—Fantasía. Estoy trabajando en una serie de fantasía.
Los ojos de Clark se ensancharon levemente detrás de las gafas.
—Me encantan las novelas de fantasía. ¿Sabes?, me encantaría leerla antes de que la mandes.
— ¿Te refieres a una lectura de corrección?
—Sí. Si quieres.
Recordando que Clark era profesor universitario y que estaba acostumbrado a evaluar trabajos, me sentí secretamente complacida por su oferta. Le ofrecí una pequeña sonrisa de gratitud.
—Sería fantástico. Te lo agradezco. Por supuesto, me falta mucho para terminar.
—Bueno, cuando termines, me avisas.
Sonreí.
—Lo haré, gracias.
Estaba empezando a pensar que superaría la prueba de la cena con esa particular familia cuando oí risas infantiles.
— ¡Papá!
La voz de un niño llegó desde el pasillo hasta nosotros y acto seguido apareció su propietario en el umbral. La cara del niño que corría hacia Clark se iluminó de excitación.
Supuse que era Declan, el hermanastro de diez años de Rachel.
—Papá, mira lo que me ha traído Brittany. —Puso una Nintendo DS y dos juegos delante de las narices de Clark.
Clark los miró, sonriendo.
— ¿Era la que querías?
—Sí, la última versión.
Levantando la mirada hacia el umbral, Clark chascó la lengua en un gesto de fingida desaprobación.
—No es su cumpleaños hasta la semana que viene. Lo malcrías demasiado.
Me volví y las palmas de mis manos se pusieron sudorosas al instante al ver a Brittany de pie en el umbral, con la mano en el hombro de una versión en miniatura de Rachel. La adolescente estaba acurrucada al lado de ella, con el flequillo grueso y el pelo corto con un estilo sorprendente para una criatura tan pequeña. Mis ojos no se entretuvieron demasiado en la mini Rachel, que deduje que era Hannah. No, se deslizaron sobre Brittany, devorándola antes de que pudiera contenerlos.
La atracción me quemó en la sangre.
Brittany llevaba unos ajustados vaqueros negros y una camiseta gris. Era la primera vez que la veía vestida de manera informal, la primera vez que mis ojos tenían acceso a sus pechos y sus hombros en toda su gloria.
Sentí un latido entre las piernas y aparté enseguida la mirada, odiando que hiciera eso con mi cuerpo.
—Lo sé —respondió Brittany—, pero no quiero pasar otra tarde de domingo con Dec dándome la lata sobre esa maldita consola.
Declan se limitó a reír, bajando su mirada triunfante a la consola al tiempo que se dejaba caer a los pies de su padre y empezaba a cargar un juego de Super Mario Bros.
—Mira lo que tengo. —Hannah sonrió con timidez, sosteniendo algo que parecía una tarjeta de crédito.
Dios, esperaba que no lo fuera.
Clark entrecerró los ojos.
— ¿Qué es?
Las pupilas de Hannah se iluminaron.
—Una tarjeta de regalo grande de verdad para la librería.
—Qué bien. —Rachel le sonrió y le tendió los brazos—.¿Qué te vas a comprar?
Su hermana pequeña corrió hacia ella, acurrucándose a su lado al tiempo que se dejaban caer en el sofá. La niña me lanzó una sonrisa tímida antes de mirar a Rachel.
—Hay una nueva serie de vampiros que quiero.
—Hannah devora los libros —explicó una voz profunda pero delicada justo encima de mi cabeza.
Me volví y vi a Brittany de pie junto al sofá, mirándome con una simple sonrisa amistosa. Aunque un poco desconcertada por su cambio de actitud, descubrí que yo también le sonreía.
—Ya veo.
Noté un vuelco en el estómago y me encogí interiormente, apartando la mirada de ella. Nunca se me ocurrió que Brittany iba a asistir a la comida, aunque debería haberlo supuesto, considerando que Rachel había dejado claro que ella era una parte importante de su familia.
— ¿Le habéis dado las gracias a Brittany? —preguntó Clark de repente a sus hijos, atrayendo mi atención hacia ellos y lejos del sexo con piernas que tenía al lado.
Un par de «sí» murmurados respondieron la pregunta.
—Hannah, Dec, esta es mi compañera de piso, Santana — me presentó Rachel.
Sonreí a los dos.
—Hola. —Hannah me saludó tímidamente con la mano.
Sentí que se me encogía el pecho de lo encantadora que era.
—Hola. —Le devolví el saludo.
— ¿Te gusta la Nintendo? —preguntó Declan, esperando mi respuesta con una mirada valorativa.
Sabía que la respuesta sería decisiva.
—Oh, sí, Mario y yo nos conocemos desde hace mucho.
Me regaló una sonrisa de respuesta.
—Tienes un acento muy guay.
—Tú también.
Eso pareció complacerle y enseguida regresó a su juego.
Creo que aprobé.
Clark dio una palmadita en la cabeza de Declan.
—Hijo, ponlo en silencio, por favor.
Casi de inmediato los sonidos familiares de Mario desaparecieron y decidí que me gustaban esos niños.
Leyendo entre líneas, supuse que Brittany los malcriaba, y mirando la casa no parecía que les faltara de nada, pero eran muy educados, como Rachel.
— ¡Brittany! —Shelby entró arrastrando los pies con una enorme sonrisa de amor en la cara—. No te había oído llegar.
Brittany le sonrió y le dio un fuerte abrazo.
—¿Clark te ha puesto algo para beber?
—No, pero me serviré algo yo misma.
—Oh, no, deja. —Clark se levantó—. ¿Cerveza?
—Sí, gracias.
—Siéntate. —Shelby sentó a Brittany en el sillón de mi derecha al tiempo que Clark salía. Se acomodó en el brazo del sillón y apartó el pelo despeinado de Brittany de su frente—. ¿Cómo estás? Me he enterado de que has roto con Holly.
Brittany no me parecía de las que les gusta que los mime una madre, pero se quedó allí sentada, aparentemente disfrutando de la atención de Shelby. Ella le tomó la mano y le besó los nudillos de manera afectuosa.
—Estoy bien, Shelby. Ya iba siendo hora, nada más.
—Hum —respondió ella frunciendo el ceño. Y luego, como si recordara algo, se volvió hacia mí—. ¿Ya conoces a Santana, no?
Brittany asintió, con una sonrisa delicada, casi secreta, curvándole la comisura de los labios. Aun así, era amistosa, sin carga sexual, y no sabía si estar contenta o decepcionada por eso. Estúpidas hormonas.
—Sí, Marie y yo ya nos conocemos.
Sentí que se me juntaban las cejas. ¿Por qué insistía en llamarme Marie?
El ceño enseguida desapareció cuando Clark regresó y la conversación ganó impulso. Me esforcé todo lo posible, respondiendo sus preguntas y preguntando a mi vez, aunque nunca había estado tan agradecida a Rachel. Ella acudió en mi auxilio cuando su madre empezó a hacer preguntas sobre mis padres, desviando las preguntas con facilidad de mí hacia Shelby, y suspiré aliviada por haber escapado de tener que ser directamente grosera. Hasta logré mantener una charla amistosa y sin carga sexual con Brittany.
Entonces pasamos al comedor.
Había algo en la risa, en toda la charla y el ruido, al acomodarnos allí y servirnos patatas, verduras y puré para comer con las generosas porciones de pollo que Shelby puso en nuestros platos. Al servirme salsa sobre en el plato, su charla, su afecto, la cálida normalidad desencadenaron los recuerdos...
«—He invitado a Mitch y Arlene a comer —dijo mi madre, poniendo dos cubiertos más.
»Alice se había quedado a comer porque estábamos trabajando juntas en un proyecto escolar y mi padre estaba poniendo al pequeño Andy en la trona.
»Papá suspiró.
»—Me alegro de haber hecho un montón de chili, porque Mitch es capaz de comérselo todo.
»—Sé amable —le advirtió mamá con una sonrisita en los labios—. Llegarán en un momento.
»—Solo decía que es de buen comer.
»Alice se rio a mi lado, lanzándole a papá una mirada de adoración. El padre de Alice nunca estaba en casa, así que papá era como Superman para ella.
»—Bueno, ¿cómo va el proyecto? —preguntó mamá, sirviéndonos zumo de naranja.
»Obsequié a Alice con una sonrisa secreta. No estaba yendo ni para atrás ni para delante. Habíamos pasado la última hora cotilleando sobre Paolo Vairetto y Jude Jeffrey.
Más que nada no paramos de decir Juuude en lugar de Jude y con eso nos reíamos como idiotas.
»Mi madre resopló, captando la mirada.
»—Ya veo.
»—Eh, vecinos —se oyó que saludaban en voz alta cuando Mitch y Arlene abrieron la puerta cristalera, entrando sin llamar.
»No pasaba nada por eso. Estábamos acostumbrados a su exceso de familiaridad, porque eran los únicos vecinos cercanos a la casa. A mi madre le encantaba su exceso de familiaridad. ¿A mi padre? No tanto.
»Después de un montón de saludos —Mitch y Arlene eran incapaces de decir hola una sola vez—, todos nos sentamos por fin en torno a la mesa de la cocina con el famoso chili con carne de papá.
»— ¿Por qué no cocinas nunca para mí? —se quejó Arlene a Mitch después de gemir de manera un poco inapropiada al probar el chili de papá.
»—Nunca me lo has pedido.
»—Apuesto a que Maribel nunca ha de pedirle a Andrés que cocine, ¿verdad, Maribel?
»Mamá pidió ayuda a papá poniendo los ojos como platos.
»—Hum...
»—Sí, es lo que pensaba.
»—Papá, Andy ha tirado el zumo. —Señalé con la cabeza al suelo.
»Como él era el que estaba más cerca, se agachó para recoger el vaso.
»—Mi padre nunca cocina —intervino Alice, tratando de conseguir que Arlene se sintiera mejor.
»—Mira —murmuró Mitch con la boca llena—, no soy el único.
»Arlene torció el gesto.
»— ¿Qué quiere decir “mira”? Como si el hecho de que otro hombre no cocine para su mujer de alguna manera justificara que tú no lo hagas.
»Mitch tragó saliva.
»—Muy bien. Cocinaré.
»— ¿Sabes cocinar? —preguntó mamá con suavidad, y oí que mi padre se atragantaba.
»Oculté mi sonrisa dando un trago de zumo de naranja.
»—No.
»Se hizo el silencio en la mesa cuando todos nos miramos unos a otros y luego rompimos a reír. Andy chilló al oír el ruido y su manita golpeó el zumo y lo hizo salir volando otra vez, y eso hizo que nos riéramos más todavía...
Ese recuerdo fue seguido por otro recuerdo de una comida de Navidad. Acción de Gracias. Mi decimotercer cumpleaños...
Los recuerdos desencadenaron un ataque de pánico. Primero sentí cada vez mayor confusión y enseguida dejé la salsera con mano temblorosa. Noté un cosquilleo en la piel de la cara y un sudor frío se filtró en mis poros.
El corazón me latía tan deprisa detrás de la caja torácica que pensé que iba a explotar. Se me cerró el pecho y sentí que no podía respirar.
— ¿Santana?
Mi pecho subía y bajaba rápidamente con inspiraciones tenues; busqué la voz con ojos aterrorizados.
Brittany.
Dejó el tenedor y se inclinó por encima de la mesa hacia mí con el entrecejo arrugado con expresión de preocupación.
— ¿Santana?
Necesitaba salir de allí.
Necesitaba aire.
—Santana... por Dios —murmuró Brittany, echándose atrás en la mesa decidida a rodearla para llegar hasta mí.
Sin embargo, yo me levanté de la silla, haciendo un gesto con las manos para pararlo. Sin decir una palabra, me volví y salí corriendo del comedor. Eché a correr por el pasillo hasta el cuarto de baño, donde me encerré dando un portazo.
Subí la ventana con manos temblorosas y di gracias por la ráfaga de viento que me dio en la cara, aunque fuera aire caliente. Sabía que necesitaba calmarme y me concentré en respirar más despacio.
Al cabo de unos minutos, mi cuerpo y mi mente habían vuelto en sí y me derrumbé en el asiento del inodoro, con los miembros como gelatina. Me sentía agotada otra vez.
Mi segundo ataque de pánico.
Genial.
— ¿Santana? —Su voz retumbó a través de la puerta.
Cerré los ojos, preguntándome cómo demonios iba a explicarme. El bochorno me calentó la sangre en las mejillas.
Pensaba que lo había superado. Habían pasado ocho años.
Debería haberlo superado ya.
Con el sonido de la puerta al abrirse, mis ojos también se abrieron y observé que una preocupada Brittany entraba y volvía a cerrar. Me pregunté brevemente por qué ella me había seguido y Rachel no. Cuando no dije nada, se acercó, poniéndose rápidamente en cuclillas para que nuestros ojos quedaran a la misma altura. Mi mirada buscó su rostro atractivo, y por una vez deseé poder romper mis estúpidas reglas. Tenía la sensación de que Brittany sería capaz de hacerme olvidar de todo por un rato.
Nos miramos la una a la otra durante lo que pareció una eternidad, sin decir una palabra. Estaba esperando un montón de preguntas, porque tenía que haber quedado claro para todos, o al menos para los adultos sentados a la mesa, que había sufrido un ataque de pánico. Desde luego, todos estarían preguntándose por qué, y la verdad es que no quería volver allí.
— ¿Mejor? —preguntó finalmente Brittany con suavidad.
Espera. ¿Eso era todo? ¿Sin preguntas de sondeo?
—Sí. —No, en realidad no.
Debió de leer en mi expresión la reacción a su pregunta, porque inclinó la cabeza a un lado, con mirada reflexiva.
—No hace falta que me lo expliques.
Esbocé una sonrisa carente de humor.
—Dejaré que pienses que estoy loca como una cabra.
Brittany sonrió.
—Eso ya lo sabía. —Se levantó, tendiéndome una mano
—. Vamos.
Miré la mano que me ofrecía con cautela.
—Creo que será mejor que me vaya.
—Y yo creo que deberías comer un poco de comida casera con unos buenos amigos.
Pensé en Rachel y en lo afable y cordial que había sido conmigo. Sería un insulto marcharme de la cena de su madre, y decidí que no quería hacer nada que hiciera sentir mal a Rachel.
Tomé la mano de Brittany de manera tentativa y dejé que me pusiera en pie.
— ¿Qué voy a decir?
No servía de nada simular tranquilidad y serenidad con ella. Ya me había visto en mi estado más vulnerable. Dos veces.
—Nada —me tranquilizó—. No has de dar explicaciones a nadie.
Su sonrisa era amable, no podía decidir qué sonrisa me gustaba más, si esa o la pícara de antes.
—Vale.
Respiré hondo y la seguí. Ella no me soltó la mano hasta que llegamos al comedor, y yo me negué a reconocer la sensación de pérdida en mi pecho cuando dejé de notar su tacto.
— ¿Estás bien, cielo? —preguntó Shelby en cuanto entramos en la sala.
—Mucho sol —dijo Brittany para tranquilizar a la madre de Rachel—. Ha estado demasiado rato al sol esta mañana.
—Oh. —Shelby centró su preocupación maternal en mí
—. Espero que al menos llevaras protección solar.
Asentí, deslizándome en mi silla.
—Solo me he olvidado de ponerme un sombrero.
Cuando se reanudó la conversación y la tensión desapareció de la mesa, no hice caso de las miradas suspicaces de Rachel y le lancé a Brittany una sonrisa de agradecimiento.
********************************************************************
Breve Adelanto (Cap. 10)
“— ¿Y pues?
—No me gusta compartir.
Mis ojos volaron a los suyos y, si era posible, ella parecía más enfadada que nunca. En esa minúscula habitación, Brittany era enorme e intimidante, y la comparación entre nuestros tamaños más notable. Podía aplastarme como un insecto si quería hacerlo.
— ¿Qué?
Sus ojos se entornaron.
—He dicho que no me gusta compartir.
Pensé en Vicky.
—No es lo que he oído.
—Deja que lo reformule. —Dio un paso tranquilizador hacia mí—. Cuando se trata de ti... no me gusta compartir.
No hubo tiempo de procesar eso. Un momento estaba mirándola con incredulidad y al siguiente la lata de refresco estaba en el suelo y mi trasero en el escritorio cuando Brittany colisionó conmigo. Su calor y su fortaleza me arrollaron cuando me agarró por la nuca con una mano y con la otra mano arrastró mi muslo izquierdo hacia arriba para poder situarse entre mis piernas y posicionarme sobre el escritorio”.
Y……… ¿Qué les pareció?..........mediante este breve adelanto quería demostrarles mi agradecimiento:lol: por su apoyo……….Gracias por todo.
Ya saben……….toda sugerencia, critica, etc. es bienvenida……..así que, a ¡escribir¡
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
holaaaa!!!!!
muy buen capitulo .....!!!!
san se devora a britt con la mirada por el momento ......
reí con esta parte " sexo con piernas que tenía al lado" en referencia a brittany jajajajajJaj.....
oh heavy las crisis de pánico de santana ya van dos pobre eso pasa cuando u o se guarda muchas cosas llega el momento q. ya no das mas de alguna forma
quieres botar eso que sientes en fin...
ooh que avance wanky ya quiero leer!!!!!!!!!!!
(creo venir un muy acercamiento brittana??)
saludos!!!!!! (genial que holly desapareciera xD )
que estés bien ..
muy buen capitulo .....!!!!
san se devora a britt con la mirada por el momento ......
reí con esta parte " sexo con piernas que tenía al lado" en referencia a brittany jajajajajJaj.....
oh heavy las crisis de pánico de santana ya van dos pobre eso pasa cuando u o se guarda muchas cosas llega el momento q. ya no das mas de alguna forma
quieres botar eso que sientes en fin...
ooh que avance wanky ya quiero leer!!!!!!!!!!!
(creo venir un muy acercamiento brittana??)
saludos!!!!!! (genial que holly desapareciera xD )
que estés bien ..
raxel_vale****** - Mensajes : 377
Fecha de inscripción : 24/08/2013
Edad : 34
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hoassssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
me gusto el capitulo!!!!!!!!
dios amo el instinto de san,...no aguanta estar cerca de britt sin pensar en sexo,... y tenerla entre sus piernas!!!!!!!!!!!! jajajajaja
rachel como siempre hablando demás a serca de la vida de san
pobre san con el ataque de pánico que le dio,..... me gusto que britt la aya ayudado!!!!!! espero que san a futuro le diga por que tuvo o tendrá los ataques,...!!!!!!!
nos vemos,.....
PD: dios ame los adelantos del capitulo 10,...... y recién van por la mitad!!!! quiero ver como van los acercamientos y toda la bola,...... haaaaaaaaaaaaaa me dejaste con la intriga,..
me gusto el capitulo!!!!!!!!
dios amo el instinto de san,...no aguanta estar cerca de britt sin pensar en sexo,... y tenerla entre sus piernas!!!!!!!!!!!! jajajajaja
rachel como siempre hablando demás a serca de la vida de san
pobre san con el ataque de pánico que le dio,..... me gusto que britt la aya ayudado!!!!!! espero que san a futuro le diga por que tuvo o tendrá los ataques,...!!!!!!!
nos vemos,.....
PD: dios ame los adelantos del capitulo 10,...... y recién van por la mitad!!!! quiero ver como van los acercamientos y toda la bola,...... haaaaaaaaaaaaaa me dejaste con la intriga,..
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
bueno, ya nadie se interpone asi que play!!!!!!! espero tu actualizacion!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola:D: ......y bueno, seguro que se debe ser de piedra para no sentirse atraída por la encantadora rubia (San como a todas cedió ante el encanto seductor de Britt, solo que ella no lo admite:>.<: jejejeje)............la rubia será un elemento fundamental que ayudará en el proceso de recuperación emocional de Santanaraxel_vale escribió:holaaaa!!!!!
muy buen capitulo .....!!!!
san se devora a britt con la mirada por el momento ......
reí con esta parte " sexo con piernas que tenía al lado" en referencia a brittany jajajajajJaj.....
oh heavy las crisis de pánico de santana ya van dos pobre eso pasa cuando u o se guarda muchas cosas llega el momento q. ya no das mas de alguna forma
quieres botar eso que sientes en fin...
ooh que avance wanky ya quiero leer!!!!!!!!!!!
(creo venir un muy acercamiento brittana??)
saludos!!!!!! (genial que holly desapareciera xD )
que estés bien ..
Ojala tu también:=D: estes bien, yo aquí sintiéndome como un zombi por cumplir con mis deberes académicos
me complace que te haya gustado el capítulo........es cosa segura que en el transcurso de la historia se irá sabiendo el porque de las crisis de San y como poco a poco logra recuperarse con cierta ayuda:(k): rubia jejejeje3:) escribió:hoassssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
me gusto el capitulo!!!!!!!!
dios amo el instinto de san,...no aguanta estar cerca de britt sin pensar en sexo,... y tenerla entre sus piernas!!!!!!!!!!!! jajajajaja
rachel como siempre hablando demás a serca de la vida de san
pobre san con el ataque de pánico que le dio,..... me gusto que britt la aya ayudado!!!!!! espero que san a futuro le diga por que tuvo o tendrá los ataques,...!!!!!!!
nos vemos,.....
PD: dios ame los adelantos del capitulo 10,...... y recién van por la mitad!!!! quiero ver como van los acercamientos y toda la bola,...... haaaaaaaaaaaaaa me dejaste con la intriga,..
por fin la:o.o: novia de Britt desapareció de la historia, yo igual me alegré que desapareciera jejejeje.........he aquí la actualización del díamicky morales escribió:bueno, ya nadie se interpone asi que play!!!!!!! espero tu actualizacion!
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola………….buenas noches y feliz semana por anticipado jejejejejejeje……en estoy momento estoy muy cansada y literalmente cayéndome del sueño en el teclado (ufff……..tuve una semana ajetreada en la Universidad, uds. saben: exámenes, trabajos, etc……..a este paso de no dormir lo suficiente tengo el rostro cansado y apagado como el de un zombi jejejeje……..y las dos próximas semanas serán igual de monstruosas, pero he de hacerle frente valientemente a este desafío)…………con las explicaciones previas solo me queda decir que no se preocupen por las actualizaciones, estas se realizarán con la regularidad acostumbrada porque ya tengo un par de capítulos de reserva para publicarlos y en mis breves momentos de ocio seguiré adaptando mas capítulos……….todo sea por seguir con esta historia y cumplir con sus expectativas.
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Al final de la cena estaba un poco más relajada, aunque tenía ganas de llegar a casa y estar sola un rato. Decidida a que no me pillaran otra vez con la guardia baja, volví a levantar esa barrera entre mis recuerdos y yo, y traté de disfrutar de la compañía de los Corcoran.
No fue difícil.
Eran una familia muy agradable.
Mis planes para quedarme sola se vieron frustrados por Brittany y Rachel, que iban a reunirse a tomar unas copas con Quinn. Traté de librarme de ir con ellos, pero Rachel no estaba dispuesta a ceder. Era como si sintiera que iba a quedarme en casa comiéndome la cabeza o algo así.
Después de despedirme de los Corcoran y prometerle a Shelby que volvería, salimos a pillar un taxi para que nos llevara al apartamento y yo pudiera coger mi bolso. Solo tenía encima el móvil y estaba decidida a que nadie —es decir, Brittany— me pagara las copas esa noche. Cuanto menos le debiera, mejor.
Cuando el taxi se acercó al apartamento, vi una figura alta y desgarbada sentada delante de la entrada de la casa. Se me encogió el pecho. Con el corazón acelerado, bajé del coche la primera y me apresuré hacia Artie, que se levantó, con la mochila a sus pies. Tenía grandes ojeras oscuras, la cara demacrada y pálida, las comisuras de la boca tensas por el dolor y la rabia.
—Solo dime una cosa. ¿La animaste a que me dejara?
Pillada a contrapié por toda la rabia acumulada contra mí, negué con la cabeza, dando un paso cauteloso hacia él, aturdida.
—Artie, no.
Me señaló con el dedo, con la boca retorcida con amargura.
—Las dos estáis tan locas... Has tenido que participar en esto de alguna manera.
—Eh. —Brittany se puso delante de mí, calmada pero intimidatoria cuando habló con Artie—. Lárgate.
—Brittany, no pasa nada. —Miré a Rachel, que estaba observando con los ojos como platos. Hice un gesto hacia Brittany, rogando a Rachel con la mirada—. Podéis ir delante sin mí.
—Ni hablar. —Brittany negó con la cabeza, sin apartar en ningún momento la mirada de Artie.
—Por favor.
—Brittany. —Rachel tiró de su codo—. Vamos. Démosles un poco de intimidad.
Con el enfado ardiendo en sus pupilas, Brittany me cogió el móvil y empezó a usarlo.
— ¿Qué...?
Me cogió la mano y puso mis dedos en torno al móvil otra vez.
—Ahora ya tienes mi número. Llámame si me necesitas.
¿Vale?
Asentí, aturdida. Mientras Rachel tiraba de su hermana, bajé la mirada al teléfono que tenía en la mano. ¿Brittany me estaba cuidando? ¿Estaba preocupada? La miré por encima del hombro. No podía recordar la última vez que alguien había hecho algo parecido.
Era solo un detalle, pero...
— ¿Santana?
La voz impaciente me devolvió a mis cavilaciones. Suspiré profundamente. Estaba exhausta, pero sabía que tenía que ocuparme de eso.
—Pasa.
Una vez que estuvimos en la sala de estar con sendos cafés, fui directa al grano.
—Le dije a Kitty que pensaba que estaba cometiendo un error. Nunca la animaría a que te dejara. Eres lo mejor que le ha pasado.
Artie negó con la cabeza, con expresión funesta.
—Lo siento, San. Por lo de antes. Es que... siento que no puedo respirar. No parece real, ¿sabes?
Sintiéndome desesperanzada, me incliné para frotarle los hombros y calmarlo.
—A lo mejor Kitty cambiará de opinión.
—Pensaba que había superado esa mierda —continuó como si yo no hubiera dicho nada—. Es todo por sus padres, ya lo sabes, ¿no?
—Más o menos. En realidad, no. No hablamos de esas cosas.
Me miró con algo parecido a la incredulidad.
—Se supone que vosotras dos sois las mejores amigas, pero a veces os hacéis más mal que bien.
—Artie...
—La madre de Kitty amaba al padre de Kitty. Su padre era un infeliz alcohólico emocionalmente atrofiado, pero esa perra lo quería más a él que a Kitty. Él le daba palizas a Kitty y a su madre cada dos por tres.
Y la madre de Kitty siempre volvía con él. Al final, él se largó, pidió el divorcio y conoció a otra. La madre de Kitty la culpó a ella. Dijo que era una fracasada y que terminaría como su padre. Durante años le dijo a Kitty que era como su padre, un desastre en ciernes. Y Kitty lo cree.
» ¿Sabes que su madre se intentó suicidar dos veces? La muy egoísta dejó que Kitty la encontrara así. Dos veces. Y ahora Kitty cree que va a hacerme a mí lo que su padre le hizo a su madre.
No puedo hacerla entrar en razón. Si ni siquiera bebe, joder. ¡Es todo mental! Y pensaba que lo habíamos superado. Por eso le propuse matrimonio. — Agachó la cabeza en un esfuerzo por ocultar las lágrimas que brillaban en sus ojos—. No puedo creer que esto esté ocurriendo de verdad. —Dio una patada a la mesita de café por la frustración y yo apenas pestañeé.
Mi mente estaba con Kitty. ¿Cómo había podido ser su mejor amiga durante cuatro años y no saber nada de eso? Su historia era mucho más jodida de lo que podría haber imaginado. Por supuesto, Kitty tampoco sabía nada de mi pasado. De repente, me pregunté si Artie tenía razón.
¿Cómo podíamos aconsejarnos la una a la otra cuando no sabíamos nada de los demonios de cada una?
Entonces se me ocurrió, mirando a Artie llorando por la mujer que amaba, que Kitty estaba mucho menos jodida que yo. Ella le había contado todo a Artie, porque confiaba en él para resolver sus problemas, y lo había superado con él. O casi.
Aun así, había dado un paso enorme en esa dirección.
—San —me estaba rogando Artie ahora—, habla con ella, por favor. Ella te escucha. Ella cree que si tú eres feliz sola, ella también puede serlo.
¿Feliz? Yo no era feliz. Solo estaba a salvo.
Suspiré profundamente, sin estar segura de qué hacer.
—Oye, puedes quedarte aquí todo el tiempo que necesites. Artie me miró un momento demasiado largo, con expresión inescrutable. Por fin se limitó a asentir.
—Te agradecería que me dejaras dormir en tu sofá esta noche. Mañana voy a casa de mamá. Hasta que me aclare.
—Vale.
No dijimos nada más después de eso, hasta que encontré una manta en el armario y la dejé en el sofá, junto con una de mis almohadas. Sentía la decepción que Artie experimentaba conmigo cada vez que me acercaba a él, así que lo dejé en la sala y me encerré en mi habitación.
Llamé a Rachel.
—Eh, ¿estás bien? —preguntó, con el sonido de música y ruido de fondo desvaneciéndose a medida que ella iba saliendo del bar en el que se encontraran a una calle un poco más silenciosa.
«No. No estoy bien. Ni mucho menos.»
—Sí, estoy bien. Espero que no te importe, pero le he dicho a Artie que podía quedarse en el sofá esta noche.
Mañana se irá a su casa.
—Claro... ¿qué? —La boca de Rachel se apartó del teléfono para hablar con otra persona—. San está bien. Él va a dormir en el sofá.
¿Era Brittany?
—No, he dicho que está bien. Brittany, está bien. Vete. — Su suspiro se hizo más alto al volverse hacia su teléfono—. Lo siento, Santana. Sí, no hay problema. ¿Necesitas que vaya a casa?
¿Necesitas que vaya a casa?
¿Yo estaba en casa? ¿La necesitaba?
Apenas la conocía. Pero, igual que Brittany, Rachel se me había metido dentro de alguna manera. Agotada por lo que se había convertido en un día excepcionalmente emotivo, negué con la cabeza.
—No, Rachel, estoy bien, en serio. Quédate. Pásenlo bien. Solo acuérdate de que hay un desconocido durmiendo en tu sofá cuando llegues a casa.
—Vale.
A regañadientes, ella colgó y yo me quedé mirando la pared. Me estaba tambaleando. ¿Por qué me sentía tan desequilibrada? ¿Tan fuera de control? ¿Tan asustada?
¿Por qué mudarme a la Quinta Avenida neoyorkina había cambiado tantas cosas en tan poco tiempo?
Muchas cosas habían cambiado, pero aparentemente no lo suficiente. Todavía estaba sola. Pero estaba sola porque lo quería. Me di cuenta de repente de que Kitty era una criatura completamente distinta. Ella no sobreviviría sola.
Marqué su número.
Ella contestó cuando ya estaba a punto de colgar.
— ¿Hola?
Joder, sonaba fatal.
— ¿Kitty?
— ¿Qué quieres, Santana? Estaba durmiendo.
Sí, podía imaginarme que había pasado todo el tiempo en la cama desde que Artie se había ido. De repente, me sentí enfadada con ella.
—Te llamo para decirte que eres una idiota integral.
— ¿Perdón?
—Ya me has oído. Ahora coge el teléfono y llama a Artie y dile que has cometido un error.
—Vete a la mierda, Santana. Sabes mejor que nadie que estoy mejor sola. ¿Has estado bebiendo?
—No. Estoy aquí sentada mientras tu novio está hecho polvo en mi sofá.
Su respiración se elevó.
— ¿Artie está en Nueva York?
—Sí. Y está destrozado. Y me ha contado todo lo de tu padre y tu madre.
Esperé una respuesta, pero Kitty se había quedado en un silencio sepulcral.
—Kitty, ¿por qué no me lo contaste?
— ¿Por qué tú nunca me has hablado de tus padres? — contraatacó.
Contuve el parpadeo cuando mis ojos aterrizaron en la fotografía de mi familia en la mesilla de noche.
—Porque murieron junto con mi hermana pequeño cuando yo tenía catorce años y no hay mucho más que decir.
No sabía si era cierto o no. De hecho, después de los ataques de pánico, me estaba preguntando si el problema no era el hecho de no decir nada. Respiré hondo y le dije algo que nunca había contado a nadie.
—Cuando murieron —continué—, la única persona que tenía era mi mejor amiga Alice, y cuando ella murió un año después no me quedó nadie. Estaba completamente sola. Pasé los años que más influyen cuidándome sola. Nunca hubo llamadas de teléfono de personas preocupadas. Quizá las habría habido si lo hubiera permitido, pero estoy acostumbrada a cuidar de mí y no quiero fiarme de nadie más.
Después de otro momento en que el único sonido que pude oír fue el latido de mi corazón, Kitty sollozó.
—Creo que nunca habías sido tan sincera conmigo.
—Nunca había sido tan sincera con nadie.
—Siempre has sido muy reservada. Pensaba que estabas bien. Pensaba que no necesitabas que nadie se preocupara...
Me acomodé en la cama y dejé escapar otro profundo suspiro.
—El objetivo de tirarte toda mi mierda encima no es que te sientas culpable. Eso es lo que quiero decir. No sé si eso cambiará algún día. No lo estoy pidiendo. Pero Kitty, cuando confiaste a Artie todo tu bagaje, ese día decidiste que querías que alguien se preocupara. Estabas cansada de estar sola. ¿Estar con él será duro? Sí. ¿Luchar contra tus miedos cada día será difícil? Sí. Pero lo que él siente por ti... Joder, Kitty, merece la pena. Y decirte que está bien que huyas de él y estés sola simplemente porque yo estoy sola y me va bien es una tontería. Yo estoy sola porque lo estoy. Tú estás sola porque lo has decidido. Y es una decisión equivocada.
— ¿Santana?
— ¿Qué?
—Siento no haber sido una buena amiga. No estás sola.
«Sí lo estoy.»
—Yo también siento no haber sido una mejor amiga.
— ¿Artie todavía está ahí?
—Sí.
—No quiero estar sola cuando puedo tenerlo a él. Joder, esto suena tan cursi.
Negué con la cabeza sonriendo, con la tirantez en el pecho aliviada.
—Sí, suena cursi. A veces la verdad es cursi.
—Voy a llamarlo.
Sonreí.
—Pues cuelgo.
Colgamos y me quedé tumbada en la oscuridad, escuchando. Al cabo de veinte minutos, oí que la puerta de la calle se abría y se cerraba.
Encontré el salón vacío, la manta enrollada en el sofá.
Un trozo de papel en ella. Una nota de Artie.
«Te debo una.»
Agarré con fuerza el papel y, aturdida, volví a entrar en mi dormitorio para mirar la foto en la que aparecía con mi familia. Si algo me habían enseñado esas últimas semanas, era que obviamente yo —como Kitty— no lo había superado.
Tenía que hablar con alguien. Pero a diferencia de Kitty, yo no quería hablar con alguien que pudiera usar esa mierda contra mí. Mi terapeuta de la escuela secundaria había tratado de ayudarme, pero yo me había cerrado cada vez. Era adolescente. Creía que lo sabía todo.
Pero ya no era una niña y no lo sabía todo. Y si quería que los ataques de pánico se detuvieran tenía que hacer una llamada por la mañana.
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
CAPÍTULO 6
Al final de la cena estaba un poco más relajada, aunque tenía ganas de llegar a casa y estar sola un rato. Decidida a que no me pillaran otra vez con la guardia baja, volví a levantar esa barrera entre mis recuerdos y yo, y traté de disfrutar de la compañía de los Corcoran.
No fue difícil.
Eran una familia muy agradable.
Mis planes para quedarme sola se vieron frustrados por Brittany y Rachel, que iban a reunirse a tomar unas copas con Quinn. Traté de librarme de ir con ellos, pero Rachel no estaba dispuesta a ceder. Era como si sintiera que iba a quedarme en casa comiéndome la cabeza o algo así.
Después de despedirme de los Corcoran y prometerle a Shelby que volvería, salimos a pillar un taxi para que nos llevara al apartamento y yo pudiera coger mi bolso. Solo tenía encima el móvil y estaba decidida a que nadie —es decir, Brittany— me pagara las copas esa noche. Cuanto menos le debiera, mejor.
Cuando el taxi se acercó al apartamento, vi una figura alta y desgarbada sentada delante de la entrada de la casa. Se me encogió el pecho. Con el corazón acelerado, bajé del coche la primera y me apresuré hacia Artie, que se levantó, con la mochila a sus pies. Tenía grandes ojeras oscuras, la cara demacrada y pálida, las comisuras de la boca tensas por el dolor y la rabia.
—Solo dime una cosa. ¿La animaste a que me dejara?
Pillada a contrapié por toda la rabia acumulada contra mí, negué con la cabeza, dando un paso cauteloso hacia él, aturdida.
—Artie, no.
Me señaló con el dedo, con la boca retorcida con amargura.
—Las dos estáis tan locas... Has tenido que participar en esto de alguna manera.
—Eh. —Brittany se puso delante de mí, calmada pero intimidatoria cuando habló con Artie—. Lárgate.
—Brittany, no pasa nada. —Miré a Rachel, que estaba observando con los ojos como platos. Hice un gesto hacia Brittany, rogando a Rachel con la mirada—. Podéis ir delante sin mí.
—Ni hablar. —Brittany negó con la cabeza, sin apartar en ningún momento la mirada de Artie.
—Por favor.
—Brittany. —Rachel tiró de su codo—. Vamos. Démosles un poco de intimidad.
Con el enfado ardiendo en sus pupilas, Brittany me cogió el móvil y empezó a usarlo.
— ¿Qué...?
Me cogió la mano y puso mis dedos en torno al móvil otra vez.
—Ahora ya tienes mi número. Llámame si me necesitas.
¿Vale?
Asentí, aturdida. Mientras Rachel tiraba de su hermana, bajé la mirada al teléfono que tenía en la mano. ¿Brittany me estaba cuidando? ¿Estaba preocupada? La miré por encima del hombro. No podía recordar la última vez que alguien había hecho algo parecido.
Era solo un detalle, pero...
— ¿Santana?
La voz impaciente me devolvió a mis cavilaciones. Suspiré profundamente. Estaba exhausta, pero sabía que tenía que ocuparme de eso.
—Pasa.
Una vez que estuvimos en la sala de estar con sendos cafés, fui directa al grano.
—Le dije a Kitty que pensaba que estaba cometiendo un error. Nunca la animaría a que te dejara. Eres lo mejor que le ha pasado.
Artie negó con la cabeza, con expresión funesta.
—Lo siento, San. Por lo de antes. Es que... siento que no puedo respirar. No parece real, ¿sabes?
Sintiéndome desesperanzada, me incliné para frotarle los hombros y calmarlo.
—A lo mejor Kitty cambiará de opinión.
—Pensaba que había superado esa mierda —continuó como si yo no hubiera dicho nada—. Es todo por sus padres, ya lo sabes, ¿no?
—Más o menos. En realidad, no. No hablamos de esas cosas.
Me miró con algo parecido a la incredulidad.
—Se supone que vosotras dos sois las mejores amigas, pero a veces os hacéis más mal que bien.
—Artie...
—La madre de Kitty amaba al padre de Kitty. Su padre era un infeliz alcohólico emocionalmente atrofiado, pero esa perra lo quería más a él que a Kitty. Él le daba palizas a Kitty y a su madre cada dos por tres.
Y la madre de Kitty siempre volvía con él. Al final, él se largó, pidió el divorcio y conoció a otra. La madre de Kitty la culpó a ella. Dijo que era una fracasada y que terminaría como su padre. Durante años le dijo a Kitty que era como su padre, un desastre en ciernes. Y Kitty lo cree.
» ¿Sabes que su madre se intentó suicidar dos veces? La muy egoísta dejó que Kitty la encontrara así. Dos veces. Y ahora Kitty cree que va a hacerme a mí lo que su padre le hizo a su madre.
No puedo hacerla entrar en razón. Si ni siquiera bebe, joder. ¡Es todo mental! Y pensaba que lo habíamos superado. Por eso le propuse matrimonio. — Agachó la cabeza en un esfuerzo por ocultar las lágrimas que brillaban en sus ojos—. No puedo creer que esto esté ocurriendo de verdad. —Dio una patada a la mesita de café por la frustración y yo apenas pestañeé.
Mi mente estaba con Kitty. ¿Cómo había podido ser su mejor amiga durante cuatro años y no saber nada de eso? Su historia era mucho más jodida de lo que podría haber imaginado. Por supuesto, Kitty tampoco sabía nada de mi pasado. De repente, me pregunté si Artie tenía razón.
¿Cómo podíamos aconsejarnos la una a la otra cuando no sabíamos nada de los demonios de cada una?
Entonces se me ocurrió, mirando a Artie llorando por la mujer que amaba, que Kitty estaba mucho menos jodida que yo. Ella le había contado todo a Artie, porque confiaba en él para resolver sus problemas, y lo había superado con él. O casi.
Aun así, había dado un paso enorme en esa dirección.
—San —me estaba rogando Artie ahora—, habla con ella, por favor. Ella te escucha. Ella cree que si tú eres feliz sola, ella también puede serlo.
¿Feliz? Yo no era feliz. Solo estaba a salvo.
Suspiré profundamente, sin estar segura de qué hacer.
—Oye, puedes quedarte aquí todo el tiempo que necesites. Artie me miró un momento demasiado largo, con expresión inescrutable. Por fin se limitó a asentir.
—Te agradecería que me dejaras dormir en tu sofá esta noche. Mañana voy a casa de mamá. Hasta que me aclare.
—Vale.
No dijimos nada más después de eso, hasta que encontré una manta en el armario y la dejé en el sofá, junto con una de mis almohadas. Sentía la decepción que Artie experimentaba conmigo cada vez que me acercaba a él, así que lo dejé en la sala y me encerré en mi habitación.
Llamé a Rachel.
—Eh, ¿estás bien? —preguntó, con el sonido de música y ruido de fondo desvaneciéndose a medida que ella iba saliendo del bar en el que se encontraran a una calle un poco más silenciosa.
«No. No estoy bien. Ni mucho menos.»
—Sí, estoy bien. Espero que no te importe, pero le he dicho a Artie que podía quedarse en el sofá esta noche.
Mañana se irá a su casa.
—Claro... ¿qué? —La boca de Rachel se apartó del teléfono para hablar con otra persona—. San está bien. Él va a dormir en el sofá.
¿Era Brittany?
—No, he dicho que está bien. Brittany, está bien. Vete. — Su suspiro se hizo más alto al volverse hacia su teléfono—. Lo siento, Santana. Sí, no hay problema. ¿Necesitas que vaya a casa?
¿Necesitas que vaya a casa?
¿Yo estaba en casa? ¿La necesitaba?
Apenas la conocía. Pero, igual que Brittany, Rachel se me había metido dentro de alguna manera. Agotada por lo que se había convertido en un día excepcionalmente emotivo, negué con la cabeza.
—No, Rachel, estoy bien, en serio. Quédate. Pásenlo bien. Solo acuérdate de que hay un desconocido durmiendo en tu sofá cuando llegues a casa.
—Vale.
A regañadientes, ella colgó y yo me quedé mirando la pared. Me estaba tambaleando. ¿Por qué me sentía tan desequilibrada? ¿Tan fuera de control? ¿Tan asustada?
¿Por qué mudarme a la Quinta Avenida neoyorkina había cambiado tantas cosas en tan poco tiempo?
Muchas cosas habían cambiado, pero aparentemente no lo suficiente. Todavía estaba sola. Pero estaba sola porque lo quería. Me di cuenta de repente de que Kitty era una criatura completamente distinta. Ella no sobreviviría sola.
Marqué su número.
Ella contestó cuando ya estaba a punto de colgar.
— ¿Hola?
Joder, sonaba fatal.
— ¿Kitty?
— ¿Qué quieres, Santana? Estaba durmiendo.
Sí, podía imaginarme que había pasado todo el tiempo en la cama desde que Artie se había ido. De repente, me sentí enfadada con ella.
—Te llamo para decirte que eres una idiota integral.
— ¿Perdón?
—Ya me has oído. Ahora coge el teléfono y llama a Artie y dile que has cometido un error.
—Vete a la mierda, Santana. Sabes mejor que nadie que estoy mejor sola. ¿Has estado bebiendo?
—No. Estoy aquí sentada mientras tu novio está hecho polvo en mi sofá.
Su respiración se elevó.
— ¿Artie está en Nueva York?
—Sí. Y está destrozado. Y me ha contado todo lo de tu padre y tu madre.
Esperé una respuesta, pero Kitty se había quedado en un silencio sepulcral.
—Kitty, ¿por qué no me lo contaste?
— ¿Por qué tú nunca me has hablado de tus padres? — contraatacó.
Contuve el parpadeo cuando mis ojos aterrizaron en la fotografía de mi familia en la mesilla de noche.
—Porque murieron junto con mi hermana pequeño cuando yo tenía catorce años y no hay mucho más que decir.
No sabía si era cierto o no. De hecho, después de los ataques de pánico, me estaba preguntando si el problema no era el hecho de no decir nada. Respiré hondo y le dije algo que nunca había contado a nadie.
—Cuando murieron —continué—, la única persona que tenía era mi mejor amiga Alice, y cuando ella murió un año después no me quedó nadie. Estaba completamente sola. Pasé los años que más influyen cuidándome sola. Nunca hubo llamadas de teléfono de personas preocupadas. Quizá las habría habido si lo hubiera permitido, pero estoy acostumbrada a cuidar de mí y no quiero fiarme de nadie más.
Después de otro momento en que el único sonido que pude oír fue el latido de mi corazón, Kitty sollozó.
—Creo que nunca habías sido tan sincera conmigo.
—Nunca había sido tan sincera con nadie.
—Siempre has sido muy reservada. Pensaba que estabas bien. Pensaba que no necesitabas que nadie se preocupara...
Me acomodé en la cama y dejé escapar otro profundo suspiro.
—El objetivo de tirarte toda mi mierda encima no es que te sientas culpable. Eso es lo que quiero decir. No sé si eso cambiará algún día. No lo estoy pidiendo. Pero Kitty, cuando confiaste a Artie todo tu bagaje, ese día decidiste que querías que alguien se preocupara. Estabas cansada de estar sola. ¿Estar con él será duro? Sí. ¿Luchar contra tus miedos cada día será difícil? Sí. Pero lo que él siente por ti... Joder, Kitty, merece la pena. Y decirte que está bien que huyas de él y estés sola simplemente porque yo estoy sola y me va bien es una tontería. Yo estoy sola porque lo estoy. Tú estás sola porque lo has decidido. Y es una decisión equivocada.
— ¿Santana?
— ¿Qué?
—Siento no haber sido una buena amiga. No estás sola.
«Sí lo estoy.»
—Yo también siento no haber sido una mejor amiga.
— ¿Artie todavía está ahí?
—Sí.
—No quiero estar sola cuando puedo tenerlo a él. Joder, esto suena tan cursi.
Negué con la cabeza sonriendo, con la tirantez en el pecho aliviada.
—Sí, suena cursi. A veces la verdad es cursi.
—Voy a llamarlo.
Sonreí.
—Pues cuelgo.
Colgamos y me quedé tumbada en la oscuridad, escuchando. Al cabo de veinte minutos, oí que la puerta de la calle se abría y se cerraba.
Encontré el salón vacío, la manta enrollada en el sofá.
Un trozo de papel en ella. Una nota de Artie.
«Te debo una.»
Agarré con fuerza el papel y, aturdida, volví a entrar en mi dormitorio para mirar la foto en la que aparecía con mi familia. Si algo me habían enseñado esas últimas semanas, era que obviamente yo —como Kitty— no lo había superado.
Tenía que hablar con alguien. Pero a diferencia de Kitty, yo no quería hablar con alguien que pudiera usar esa mierda contra mí. Mi terapeuta de la escuela secundaria había tratado de ayudarme, pero yo me había cerrado cada vez. Era adolescente. Creía que lo sabía todo.
Pero ya no era una niña y no lo sabía todo. Y si quería que los ataques de pánico se detuvieran tenía que hacer una llamada por la mañana.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
bueno, me alegra que kitty comprendiera la perpectiva de santana y le sirviera para volver con Artie, solo queda esperar a ver si san se da una oportunidad con britt!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hola,..
me gusta que britt se preocupe por san,.... en el momento que aparece artie,....
me encanto que san,... aunque sea a la fuerza contó lo de sus papas y su hermano,... para ayudar a kitty para que vuelva con artie!!!!!!!!!!!!
nos vemos,....
PD: gracias por el dato,... a veces es mejor una amiga,... (la rubia) que la mejor psicóloga,....!!!!!!!!!!!!! (siempre de alguna manera siempre me terminas dando datos) jajajajajajaja
me gusta que britt se preocupe por san,.... en el momento que aparece artie,....
me encanto que san,... aunque sea a la fuerza contó lo de sus papas y su hermano,... para ayudar a kitty para que vuelva con artie!!!!!!!!!!!!
nos vemos,....
PD: gracias por el dato,... a veces es mejor una amiga,... (la rubia) que la mejor psicóloga,....!!!!!!!!!!!!! (siempre de alguna manera siempre me terminas dando datos) jajajajajajaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
una llamada?? a quién llamará San?? a quien decida llamar sólo espero pueda superar los fantasmas del pasado, ojala y Britt sea esa persona. Que bien que kitty recapacitó y volvió con Artie.
No se pero, sentí muy corto este capítulo XD, siempre me quedo con ganas de seguir leyendo, espero subas pronto otro capítulo, saludos y suerte!
No se pero, sentí muy corto este capítulo XD, siempre me quedo con ganas de seguir leyendo, espero subas pronto otro capítulo, saludos y suerte!
facot*** - Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 06/10/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Heeeeyyy .... Me he puesto al tanto de tu historia y déjame decirte que está genial Amo a San y a Britt, son tiernas aunque intenten ocultarlo .. a San le importa Britt aja aja aja ... Actualiza prontoo sip ....
Saluditos
Saluditos
zafir***** - Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Edad : 32
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
y bueno, en momentos tan:\\\'(: difíciles como ese se valora y aprecia el apoyo de los amigos......ten la seguridad de que San si va a darse una oportunidad con la sexy rubiamicky morales escribió:bueno, me alegra que kitty comprendiera la perpectiva de santana y le sirviera para volver con Artie, solo queda esperar a ver si san se da una oportunidad con britt!
jejejeje:=D: .........me agrada que te guste este fic, si bien la relacion entre la irresistible rubia y la atractiva morena empieza con una creciente atracción, de a poco se ira dando algo más entre ellas..........no se si sea el sueño, cansancio de estos ultimos días o lo que sea siempre se me salen spoilers no? jajajaja3:) escribió:hola,..
me gusta que britt se preocupe por san,.... en el momento que aparece artie,....
me encanto que san,... aunque sea a la fuerza contó lo de sus papas y su hermano,... para ayudar a kitty para que vuelva con artie!!!!!!!!!!!!
nos vemos,....
PD: gracias por el dato,... a veces es mejor una amiga,... (la rubia) que la mejor psicóloga,....!!!!!!!!!!!!! (siempre de alguna manera siempre me terminas dando datos) jajajajajajaja
los fantasmas del pasado de San serán superados........para no hacerte esperas más he aqui el capítulo.......gracias por comentarfacot escribió:una llamada?? a quién llamará San?? a quien decida llamar sólo espero pueda superar los fantasmas del pasado, ojala y Britt sea esa persona. Que bien que kitty recapacitó y volvió con Artie.
No se pero, sentí muy corto este capítulo XD, siempre me quedo con ganas de seguir leyendo, espero subas pronto otro capítulo, saludos y suerte!
gracias por comentar........me disculpo contigo por no ponerme al día con tu fic, en cuanto acaben las dos tormentosas semanas de evaluación en la universidad lo haré..........awwww ya me hiciste suspirar de solo pensar en lo tiernas que se ven San y Britt juntaszafir escribió:Heeeeyyy .... Me he puesto al tanto de tu historia y déjame decirte que está genial Amo a San y a Britt, son tiernas aunque intenten ocultarlo .. a San le importa Britt aja aja aja ... Actualiza prontoo sip ....
Saluditos
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola……..gracias por seguir la historia, sus comentarios son valiosos para mí porque me motivan a continuar con este fic………tengan la seguridad de que la sexy rubia (Britt) siente algo fuerte e inquebrantable por cierta morena (San), no solo será la evidente atracción entre ellas sino también un sentimiento:(k): importante (amor)……….todo esto lo iremos viendo en el transcurso de la historia…….hoy no me percaté de la hora para actualizar (pasa que estaba adaptando uno de los capítulos donde hay bastantes momentos wankys:>.<: jejejeje……y eso que aún me falta concluirlo, sé que cuando lo lean va a gustarles o eso creo)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
CAPÍTULO 7
— ¿Así que el hombre misterioso se ha ido?
La voz me asustó y di un salto, y el café saltó de mi cucharilla a la encimera.
Lancé a Brittany una mirada mordaz por encima del hombro.
— ¿Nunca trabajas? ¿Ni llamas a la puerta?
Estaba apoyada contra el marco de la puerta, observando cómo me preparaba el café de la mañana.
— ¿Puedo tomar uno? —Señaló con la cabeza a la cafetera.
— ¿Cómo lo quieres?
—Leche. Dos de azúcar.
—Y yo que esperaba que dijeras «solo».
—Si alguien está sola aquí eres tú.
Puse mala cara.
— ¿Quieres café o no?
Gruñó.
—Estás de buen humor por la mañana.
— ¿Y cuándo no? —Eché las dos cucharadas en su taza con decisión.
La risa de Brittany me impactó en las entrañas.
—Claro.
Mientras hervía el agua, me volví, apoyándome contra la encimera con los brazos cruzados sobre el pecho. Era muy consciente del hecho de que no llevaba sujetador bajo la camisola. De hecho, no creo que nunca hubiera sido tan consciente de mi cuerpo como cuando estaba cerca de Brittany.
Para ser sincera, había dejado de preocuparme mi apariencia y toda la mierda que eso conlleva después de que mis padres y Andy murieran. Llevaba lo que me gustaba, tenía el aspecto que tenía, y me importaba un pimiento lo que pensara cualquier persona. De alguna manera, eso parecía jugar a mi favor.
Pero al estar de pie delante de Brittany, me di cuenta de que ya no percibía tanta seguridad en eso. Sentía curiosidad por saber lo que pensaba de mí. Yo no era el prototipo como todas las glamurosas amazonas que seguramente orbitaban en el mundo de Brittany. No era muy baja, pero no era alta. Tenía piernas delgadas y una cintura pequeña, pero tenía senos, caderas y un culo rotundo.
Contaba con un cabello bonito los días que me preocupaba de soltármelo, pero esos días no abundaban. Era de color azabache, pero largo, con un leve rizo natural. No obstante, mi pelo era tan abundante que tendía a molestarme a menos que lo llevara por encima de la nuca, y por eso rara vez, casi nunca, lo llevaba suelto. Los ojos eran probablemente mi mejor rasgo, al menos era lo que me decía la gente. Tenía los ojos de mi padre. De color marrón claro, con reflejos metálicos, pero no eran enormes y adorables como los de Holly y Rachel; eran estilizados y felinos, y eso sí, eran muy buenos lanzando miradas penetrantes.
No. Yo no era glamurosa. Tampoco pensaba que fuera fea, pero preocuparme por ser extraordinaria era algo que no se me había pasado por la cabeza antes.
Que Brittany hiciera que me preocupara... me sacaba de quicio.
—En serio, ¿no trabajas?
Se enderezó en el umbral y se acercó a mí, paseando casualmente. Llevaba otro vestido fantástico. Alguien tan alta y con los hombros y brazos largos como ella probablemente se habría sentido más cómoda con vaqueros y camiseta, sobre todo con el pelo alborotado, pero por Dios que le sentaba bien el vestido.
Al acercarse, descubrí que mi mente vagaba hacia una tierra de fantasía: Brittany besándome, levantándome en la encimera, separándome las piernas, apretado contra mí, con su lengua en mi boca, una mano en mi pecho y la otra entre mis piernas...
Increíblemente caliente, me di la vuelta, deseando que el agua hirviera pronto.
—Tengo una reunión dentro de media hora —dijo, deteniéndose a mi lado y cogiendo la tetera antes de que pudiera hacerlo yo—. He pensado que podía pasarme para ver si todo iba bien. Las cosas parecían tensas anoche antes de que Rachel y yo nos marcháramos.
Observé que ponía agua en las tazas, tratando de decidir si le contaba lo de Artie y Kitty.
—Buenos días —dijo Rachel, al entrar en la cocina, ya bien despierta, lavada y vestida.
Llevaba el cárdigan del revés. Me estiré y tiré de la etiqueta para que lo viera. Sonriendo con timidez, se lo quitó, le dio la vuelta y se lo volvió a poner.
—Bueno, llegué a casa y Artie no estaba en el sofá. ¿Ha dormido en tu habitación?
Brittany se tensó a mi lado y yo levanté la mirada y la vi fastidiada. Obviamente no había considerado eso.
Esbocé una sonrisita, sintiéndome petulante.
—No. —Estudié un momento a Rachel y cuando desaparecieron mis reservas sobre compartir la noticia, me di cuenta de que casi, quizá, de alguna manera, confiaba en ella—. Artie es el novio de Kitty.
—Kitty, ¿tu mejor amiga Kitty? —preguntó, sirviéndose un poco de zumo de naranja.
Se acomodó con el vaso en la mesa y pensé que estar a su lado en lugar de estar al lado de su hermana sería una buena idea. Me senté en la silla enfrente de ella.
—Le propuso matrimonio y ella se asustó y lo dejó.
Rachel abrió la boca, horrorizada.
—Estás de broma. Pobre chico.
Sonreí, pensando en su nota.
—Lo van a arreglar.
— ¿Han hecho las paces?
Dios, parecía tan esperanzada, y ni siquiera los conocía.
—Eres un cielo —le dije en voz baja, y la expresión de Rachel se ablandó.
—Los has juntado tú, ¿verdad? —anunció con la máxima confianza en mí.
Solo Rachel podía tener esa clase de confianza en alguien como yo. Estaba condenadamente convencida de que yo no era tan distante como pretendía. Que tuviera razón en esta ocasión era un poco irritante y muy engañoso.
—Estaba cabreado contigo —intervino Brittany antes de que yo pudiera responder.
Yo la miré, todavía reclinada en la encimera, sorbiendo el café como si tuviera todo el tiempo del mundo.
—Creía que la había convencido yo; de romper con él.
Brittany no pareció sorprenderse por ello. De hecho, levantó una ceja y contestó:
— ¿Cómo es que no me sorprende?
Rachel chascó la lengua.
—Brittany, San no haría eso.
—Sé que no lo haría. Pero no creo que no lo hiciera por las razones que tú crees que no lo haría, Rach.
Mierda. Así que pensaba que me conocía mejor que Rachel. Hice una mueca interna. A lo mejor sí. Rubia perceptiva. Irritada, aparté la mirada de ella, dando un sorbo a mi propio café y tratando de no hacer caso de su mirada perforadora.
—Demasiado enigmático —gruñó Rachel antes de concentrarse otra vez en mí—. Pero los has juntado, ¿no?
«Te debo una.»
Las palabras hicieron que sonriera en mi taza.
—Sí. Sí, lo he hecho.
— ¿Lo has hecho? —Brittany sonó tan sorprendida por esto, que fue insultante.
Vale, a lo mejor la rubia solo creía que me conocía.
—Es mi mejor amiga. He ayudado. No soy una zorra sin corazón, ¿sabes?
Brittany se encogió.
—Yo nunca he dicho eso, nena.
Sentí un escalofrío cuando me inundó la expresión de cariño, tocando un nervio que ni siquiera sabía que tuviera.
Mis palabras salieron de manera cáustica.
—No me llames nena. No me llames nunca nena.
Mi tono brusco y mi rabia repentina causaron una intensa tensión entre los tres, y de repente no pude recordar por qué estaba tan agradecida a Brittany el día anterior cuando me había ayudado después del ataque de pánico. Eso es lo que pasaba cuando confiabas en la gente. Empezaban a pensar que te conocían cuando no sabían nada.
Rachel se aclaró la garganta.
— ¿Así que Artie ha vuelto a Londres?
—Sí. —Me levanté y vacié el resto del café en el fregadero—.Voy a pasarme por el gimnasio.
—Santana... —empezó Brittany.
— ¿No tienes una reunión? —la corté, a punto de salir de allí, dejando atrás la tensión.
—Santana... —sonó preocupada.
Contuve un profundo suspiro interno.
«Ya lo has dejado claro, San.» No tenía que continuar siendo impertinente. Suspirando externamente, levanté la mirada hacia ella y le ofrecí con caridad irritada:
—Tengo una taza termo en el armario de arriba a la izquierda si quieres llevarte un poco de café.
Brittany me miró un momento, con ojos escrutadores. Negó con la cabeza, con una sonrisa socarrona en los labios.
—No hace falta, gracias.
Asentí, simulando indiferencia con la atmósfera que habíamos provocado, y entonces me volví hacia Rachel.
— ¿Quieres venir conmigo al gimnasio?
Rachel arrugó su nariz chata.
— ¿Al gimnasio? ¿Yo?
Miré su constitución delgada.
— ¿Quieres decir que eres así de estupenda de natural?
Se rio, ruborizándose un poco.
—Tengo buenos genes.
—Sí, bueno, yo he de hacer ejercicio para caber en los míos.
—Qué linda —murmuró Brittany en su café, riéndose con la mirada.
Le sonreí, mi segunda disculpa no verbal por mi brusquedad con ella.
—En fin, supongo que voy sola. Las veo luego.
—Gracias por el café, San —dijo Brittany con descaro cuando yo ya me alejaba por el pasillo.
Me estremecí.
— ¡Es Santana! —le grité refunfuñando, tratando de no hacer caso del sonido de su risa.
*******************************************************************************************
—Así que ahora que hemos hecho las presentaciones y hemos dejado atrás lo básico, ¿quieres contarme por qué sientes que era el momento de hablar con alguien? —me preguntó con suavidad la doctora Sue Sylvester.
¿Por qué todos los terapeutas hablaban en voz tan suave y relajante? Se suponía que el objetivo era calmarte, pero sonaba igual de condescendiente que cuando tenía quince años. Miré a mi alrededor en el amplio consultorio de North St. Andrews Lane.
Era sorprendentemente agradable y moderno, nada parecido a la consulta llena de cosas de la terapeuta que había visto en el instituto. Además, la terapia del instituto era gratis. Esa mujer me iba a costar una pequeña fortuna.
—Necesita flores o algo —observé—. Un poco de color. Este consultorio no es muy acogedor.
Me sonrió.
—Tomo nota.
No dije nada.
—San...
—Santana.
—Santana. ¿Por qué estás aquí?
Sentí un nudo en el estómago y empezaron los sudores fríos. Tuve que darme prisa para recordarme que cualquier cosa que le dijera era privada. Nunca la vería fuera del consultorio, y ella nunca usaría mi pasado ni mis problemas contra mí, ni para conocerme personalmente.
Respiré hondo.
—He empezado a tener ataques de pánico otra vez.
— ¿Otra vez?
—Tenía muchos cuando tenía catorce años.
—Bueno, los ataques de pánico son provocados por toda clase de ansiedades. ¿Por qué entonces? ¿Qué estaba pasando en tu vida?
Me tragué el ladrillo de mi garganta.
—Mis padres y mi hermano pequeño murieron en un accidente de coche. Yo no tenía más familia, salvo un tío al que no le importaba en absoluto, y pasé el resto de mi adolescencia en casas de acogida.
La doctora Sylvester había estado escribiendo mientras hablaba. Se detuvo y me miró a los ojos.
—Lo siento mucho, Santana.
Noté que mis hombros se relajaban por su sinceridad y asentí a modo de reconocimiento.
—Después de que murieron, empezaste a tener ataques de pánico. ¿Puedes describirme los síntomas?
Lo hice y ella fue asintiendo.
— ¿Hay un desencadenante? ¿Al menos eres consciente de alguno?
—No me permito mucho pensar en ellos. En mi familia, me refiero. Recuerdos de ellos, reales, recuerdos sólidos, no solo impresiones vagas... los recuerdos desencadenan los ataques.
— ¿Pero pararon?
Hice una mueca.
—Soy muy buena en no pensar en ellos.
La doctora Sylvester levantó una ceja.
— ¿Durante ocho años?
Me encogí de hombros.
—Puedo mirar fotos, puedo tener una idea sobre ellos, pero evito cuidadosamente recuerdos concretos de nosotros juntos.
— ¿Pero tus ataques de pánico han empezado otra vez?
—Bajé la guardia. Dejé que llegaran los recuerdos, tuve un ataque de pánico en el gimnasio y luego en una cena familiar con una amiga.
— ¿En qué estabas pensando en el gimnasio?
Me moví con inquietud.
—Soy escritora. Bueno, lo intento. Empecé a pensar en la historia de mi madre. Es una buena historia. Triste. Pero creo que a la gente le gustaría. La cuestión es que tuve un recuerdo (unos pocos) de mis padres y de su relación.
Tenían una buena relación. Lo siguiente que supe fue que había un hombre ayudándome a que me levantara de la cinta de correr.
— ¿Y la cena familiar? ¿Fue la primera cena familiar que has tenido desde las casas de acogida?
—Nunca tuvimos cenas familiares en las casas de acogida. —Sonreí sin humor.
— ¿Así que fue tu primera cena familiar después de perder a los tuyos?
—Sí.
— ¿Y eso también desencadenó un recuerdo?
—Sí.
— ¿Has tenido algunos cambios importantes en tu vida recientemente, Santana?
Pensé en Rachel y Brittany y en nuestro café matinal de una semana antes.
—Me he mudado. Nuevo apartamento, nueva compañera de piso.
— ¿Algo más?
—Mi antigua compañera de piso, mi mejor amiga, Kitty, se trasladó a Londres y ella y su novio acaban de comprometerse. Pero eso es todo.
— ¿Tú y Kitty estabais muy unidas?
Me encogí de hombros.
—Lo más unida que puedo estar.
La doctora me sonrió con la tristeza presionando en sus labios.
—Bueno, esa frase dice mucho. ¿Y tu nueva compañera de piso? ¿Permites que tu nueva compañera de piso se te acerque?
Pensé en ello. Supongo que dejaba que Rachel se acercara más de lo que habría imaginado.
—Rachel. Nos hemos hecho amigas deprisa. No lo esperaba. Los amigos de Rachel son encantadores y nos vemos a menudo con su hermana y su grupo. Supongo que tengo más vida social ahora.
— ¿Fue en casa de la familia de Rachel y su hermana donde tuviste el ataque de pánico?
—Sí.
La doctora Sylvester asintió y garabateó algo más.
— ¿Bueno? —pregunté.
Ella me sonrió.
— ¿Estás buscando un diagnóstico?
Levanté una ceja.
—Siento decepcionarte, Santana, pero apenas hemos arañado la superficie.
—Pero ¿cree que estos cambios tienen que ver con eso?
Quiero que los ataques de pánico paren.
—Santana, llevas quince minutos en mi oficina y ya puedo decirte que esos ataques de pánico no van a parar pronto... a menos que empieces a afrontar la muerte de tu familia.
¿Qué? Bueno, eso era simplemente estúpido.
—La he afrontado.
—Mira, has sido lo bastante lista para saber que tienes un problema y que necesitas hablar con alguien sobre tu problema, así que eres lo bastante lista para darte cuenta de que enterrar los recuerdos de tu familia no es una forma sana de afrontar su muerte. Los cambios en la vida cotidiana, gente nueva, nuevas emociones, nuevas expectativas pueden desencadenar sucesos pasados. Sobre todo si no te has enfrentado a ellos correctamente.
Pasar tiempo con una familia después de años de no tener la tuya ha derribado el muro que habías levantado en torno a la muerte de tu familia. Creo que es posible que estés sufriendo de un trastorno de estrés postraumático, y eso no es algo que se pueda pasar por alto.
Gruñí.
— ¿Cree que tengo TEPT? ¿Lo que tienen los veteranos de guerra?
—No solo es cosa de soldados. Cualquiera que sufra alguna clase de pérdida o trauma emocional o físico puede sufrir TEPT.
— ¿Y cree que lo tengo?
—Posiblemente, sí. Sabré más cuanto más hablemos. Y con suerte cuanto más hablemos, más fácil te resultara pensar en tu familia y recordar.
—Eso no suena como una buena idea.
—No será fácil. Pero ayudará.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
que bárbara..........otra vez se me olvidó poner el número de capítulo correspondiente (el capítulo de hoy es el 7)........disculpen el descuido, creo que mejor me iré a dormir antes de caerme de sueño frente al teclado jejejeje
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hola,.....
amo a britt,... es super dulce cuando quiere,....!!!!!!
a san la conciencia y el sub consciente le están jugando una mala pasada con britt,...
muy cortante san con britt,..... si le gusto que le llame nena,... jajajaj
sue de psicóloga es nuevo no me la imagino,... pero bueno!!!!
nos vemos,...
amo a britt,... es super dulce cuando quiere,....!!!!!!
a san la conciencia y el sub consciente le están jugando una mala pasada con britt,...
muy cortante san con britt,..... si le gusto que le llame nena,... jajajaj
sue de psicóloga es nuevo no me la imagino,... pero bueno!!!!
nos vemos,...
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hola!!!!
me perdí de comentar el anterior capitulo
que digo estuvo woooo cuando apareció artie y britt preocupada
x san aaah xD...
tantos tiempo de amiga kitty no saber xq sufría por un real compromiso
que artie lo supiera habla que kitty esta realmente enamorada de el
genial que se hallan arreglado ...
este capitulo
san enfrentando de a poco sus temores yendo a un psicólogos (es sue mm interesante)
britt poniendo de cabeza el mundo de san de a poco ME ENCANTA!!!
saludos!!!
me perdí de comentar el anterior capitulo
que digo estuvo woooo cuando apareció artie y britt preocupada
x san aaah xD...
tantos tiempo de amiga kitty no saber xq sufría por un real compromiso
que artie lo supiera habla que kitty esta realmente enamorada de el
genial que se hallan arreglado ...
este capitulo
san enfrentando de a poco sus temores yendo a un psicólogos (es sue mm interesante)
britt poniendo de cabeza el mundo de san de a poco ME ENCANTA!!!
saludos!!!
raxel_vale****** - Mensajes : 377
Fecha de inscripción : 24/08/2013
Edad : 34
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola empece a leer tu historia y me ha encantado!!!
Seguire leyendola he visto que actualizas seguido y eso hace esto mucho mejor!!
Saludos
Seguire leyendola he visto que actualizas seguido y eso hace esto mucho mejor!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Yo creo que San se porta así con Britt porque aunque le cueste admitirlo ya siente algo más profundo por ella aparte de la obvia atracción que ambas sienten.........¿Sue de psicóloga?, ¿raro y loco, no?, cuando pensé en adaptar la historia original la primera que se me vino a la mente precisamente fue ella para probar algo diferente:>.<: jejejeje3:) escribió:hola,.....
amo a britt,... es super dulce cuando quiere,....!!!!!!
a san la conciencia y el sub consciente le están jugando una mala pasada con britt,...
muy cortante san con britt,..... si le gusto que le llame nena,... jajajaj
sue de psicóloga es nuevo no me la imagino,... pero bueno!!!!
nos vemos,...
Te sugiero que veas la parte final luego del capítulo..........ya verás porque lo digo:>.<: jejeje
verdad que Britt es tierna cuando se lo propone.......awww:(y): ya me puse a suspirar.........me agradan:=D: los momentos en los que San se preocupa y ayuda a sus amigos.........Britt no podía faltar para revolucionar el mundo de San jejejejeraxel_vale escribió:hola!!!!
me perdí de comentar el anterior capitulo
que digo estuvo woooo cuando apareció artie y britt preocupada
x san aaah xD...
tantos tiempo de amiga kitty no saber xq sufría por un real compromiso
que artie lo supiera habla que kitty esta realmente enamorada de el
genial que se hallan arreglado ...
este capitulo
san enfrentando de a poco sus temores yendo a un psicólogos (es sue mm interesante)
britt poniendo de cabeza el mundo de san de a poco ME ENCANTA!!!
saludos!!!
Hola:??: ........bienvenida a esta historia...........me alegrará mucho contar con tu presencia como lectora.........y como le dije a alguien: luego del capítulo de hoy hay algo que deben leer.....ya luego me dicen que les pareció jejejejemonica.santander escribió:Hola empece a leer tu historia y me ha encantado!!!
Seguire leyendola he visto que actualizas seguido y eso hace esto mucho mejor!!
Saludos
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Hola:): ………..como ya es costumbre paso a dejarles el capítulo respectivo de este día………me complace que les guste la historia (por ello y celebrando en cierta forma que la historia ya haya pasado más de 2000 visitas voy a dejarles un adelanto de un capítulo futuro que ya tengo adaptado:>.<: jejejee)……….me gustaría seguir escribiendo algo mas en este momento pero sucede que ahora mismo estoy que me caigo del sueño en el teclado de la computadora y solo me quedé para cumplir con la actualización del día. (estoy agotada porque estos últimos días tuve evaluación permanente al igual que hoy, esta semana y la siguiente será tormentosa con tareas y evaluaciones………así que espero comprendan mi situación, creo que tengo el rostro cansado tipo zombie jejejejeje) *ojo: no se preocupen por las actualizaciones, estas seguirán con la misma regularidad de siempre
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- La presente historia no me pertenece…………puesto que se basa en la obra “Calle Dublín” de Samantha Young, y en la traducción de dicho libro realizado por Javier Guerrero (versiones que pueden hallarse en Internet), comunidad virtual Bookzinga.
Aclaro que si bien en la obra, la historia los lugares principales que se señalan son Escocia y EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee mantuve EE.UU (concretamente Nueva York) e Italia como lugar de inicio de historia (¿algo loco no?........se han imaginado a Naya/Santana con esos aires tan característicos de los italianos………yo ya lo hice jejejeje). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades.
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
CAPÍTULO 8
.
Me encantaba el olor de los libros.
— ¿No crees que es un poco brutal para Hannah? —preguntó la voz suave pero preocupada de Rachel por encima de mi cabeza.
Sonreí a Hannah, que me sacaba dos dedos. Como su madre y su hermana, la chica era de la misma estatura. Al retorcer el cuello para mirar a Rachel alzándose sobre mí, mi expresión era de incredulidad.
—Tiene catorce años. Es un libro de jóvenes adultos.
El libro se escurrió de entre mis dedos, porque Hannah lo cogió antes de que Rachel pudiera detenerla. Estaba disfrutando de la mañana del domingo con ellos en la librería y Hannah estaba pasando un buen rato gastando la tarjeta regalo de Brittany.
Rachel parecía perturbada.
—Sí, sobre un mundo distópico donde los adolescentes se matan unos a otros.
— ¿Lo has leído por lo menos?
—No...
—Entonces confía en mí. —Sonreí a Hannah—. Es una pasada.
—Lo voy a comprar, Rachel —dijo Hannah categóricamente, añadiendo el libro a la creciente pila.
Rachel, soltando un suspiro de derrota, asintió a regañadientes y volvió hacia la sección de novela romántica. Estaba a punto de enterarme de que era una defensora acérrima del final feliz. Habíamos visto al menos tres dramas románticos esa semana. No obstante, antes de sufrir una sobredosis de adaptaciones de Nicholas Sparks, estaba decidida a que esa noche viéramos a Matt Damon rompiendo algunas cabezas en el papel de Jason Bourne.
Me sonó el móvil y me apresuré a buscarlo solo para descubrir que era Kitty. Le había enviado un mensaje de correo electrónico la noche anterior.
— ¿Me dejas que responda la llamada? —le pregunté a Hannah.
Ella me dijo adiós con la mano, con la nariz prácticamente pegada a la librería mientras examinaba los títulos. Con una sonrisa, me alejé de ella para responder en privado.
—Eh.
—Hola —replicó Kitty, de forma casi tentativa.
Me preparé.
Mierda. A lo mejor no debería haber compartido la noticia. ¿Iba a empezar a tratarme como una loca a partir de entonces? ¿Iba a andarse con pies de plomo? Porque eso sería demasiado raro. Echaría de menos que me insultaran por algo.
— ¿Cómo estáis tú y Artie? —pregunté antes de que pudiera decir nada.
—Mucho mejor. De hecho, me ha pedido que vea a alguien. A un terapeuta.
Me quedé de piedra en el pasillo de ciencia ficción.
— ¿Estás de broma?
—No. No le hablé de tu mensaje, lo juro. Solo me lo soltó. Una coincidencia. —Respiró hondo—. ¿Tú de verdad vas a ver una?
Miré a mí alrededor para asegurarme de que estaba sola.
—Necesito hablar con alguien, y una profesional sin interés personal en mi vida es la única persona en la que confiaría... bueno... para hablar sobre lo que necesito hablar... —Fruncí el ceño. Diez puntos por mi capacidad expresiva.
—Ya veo.
Me estremecí por su tono. Había un punto definitivamente mordaz en él.
—Kitty, no quiero hacerte daño.
—No me haces daño. Solo pienso que deberías hablar con alguien al que de verdad le importes. ¿Por qué crees que le conté todo a Artie? Sabes que tenías razón antes. Confié en él. Y me alegro de haberlo hecho.
—No estoy preparada para eso. Yo no tengo un Artie.
No quiero un Artie. Y de todos modos, tu Artie todavía quiere que hables con un terapeuta.
Kitty hizo un sonido de gruñido.
—Creo que él piensa que si doy luz verde a toda la cuestión de la terapia, entonces hablo en serio cuando digo que quiero que las cosas con él funcionen.
Pensé en lo devastado que había estado Artie la noche en que vino a verme.
—Entonces deberías hacerlo.
— ¿Cómo fue? ¿Fue raro?
Fue espantoso.
—Estuvo bien. Extraño al principio, pero voy a volver.
— ¿Quieres hablar de ello?
«Sí, por eso estoy pagando cien libras por hora a una profesional, para hablar contigo.» Contuve mi sarcasmo.
—No, Kitty, no.
—Bien, no hace falta que muerdas, gruñona.
Puse los ojos en blanco.
—Sabes que echo de menos los insultos cara a cara. No es lo mismo por teléfono.
Ella resopló.
—Echo de menos a alguien que me entienda. Llamé zorra a una mujer de mi equipo de investigación, de buen rollo, ¿sabes?, y ella me mandó al infierno. Y creo que lo dijo en serio.
—Kitty, ya hemos hablado de esto. A las personas normales no les gusta que las insulten. Por alguna razón, tienden a tomárselo como algo personal. Y tú tienes un poquito de mal carácter, por cierto.
—La gente normal es demasiado sensible.
—Santana, ¿has leído este? —Hannah apareció doblando la esquina del pasillo para mostrarme otro libro de distopía.
Lo había leído. ¿Qué puedo decir? Tengo debilidad por la distopía.
— ¿Quién es? —preguntó Kitty—. ¿Dónde estás?
Asentí a Hannah.
—Es buena. Y sale un tío cañón. Creo que te encantará.
Hannah se quedó encantada con eso y se llevó el libro al pecho, antes de ponerlo en el cesto de artículos y volver a la sección de ficción juvenil.
—¿Santana?
—Era Hannah —Incliné la cabeza ante una novela de Dan Simmons. Oh, esa no la había leído.
— ¿Y Hannah es...?
—La hermana de catorce años de Rachel.
—Y estás con una adolescente... ¿por qué?
¿Qué pasaba con el tono? Su pregunta podría también haber sido «y estás fumando crack... ¿por qué?».
—Estamos en la librería.
— ¿Estás comprando con una adolescente?
— ¿Por qué sigues diciéndolo así?
—No lo sé. Tal vez porque te has mudado a un piso caro, estás gastando dinero cuando antes te sentías incómoda gastándolo, eres amiga de una chica que ha visto cincuenta y cinco veces El diario de Noa y que sonríe un montón; sales de copas con gente real entre semana, has salvado mi relación, estás viendo a una terapeuta y haces de canguro de adolescentes. Me trasladé a Londres y a ti te han hecho una puta lobotomía.
Suspiré profundamente.
—Sabes que podrías simplemente estar agradecida de que te haya salvado la relación.
—Santana, en serio, ¿qué está pasando contigo?
Saqué una novela de Dan Simmons del estante.
—No hago todas esas cosas a propósito. Rachel y yo nos llevamos bien y por alguna razón le gusta pasearme, y tiene una vida diferente que la nuestra. A ella le gusta la gente de verdad, y eso significa que yo estoy mucho con ellos.
— ¿Santana?
Me volví y me encontré a Rachel de pie a mi lado, con mala cara. Me inundó la preocupación y asomé la cabeza por encima de los estantes presa del pánico, buscando a Hannah.
—Hannah está bien —dijo Rachel, adivinando la razón de mi movimiento maníaco de cabeza
—. Yo estoy atascada.
Levantó un libro de bolsillo con una mujer enfundada en un vestido victoriano espléndido en la cubierta. Un par de manos masculinas buscaban seductoramente los lazos de la parte de atrás del vestido. Había también algo de seducción en el título. En la otra mano tenía la última novela de Sparks.
— ¿Cuál?
Sin vacilar señalé la del tipo que desabrochaba corpiños.
—Me gusta la seducción que expresa la cara de la chica. Una novela de Sparks sería una exageración esta semana.
Rachel hizo un gesto hacia mí con el libro del desabrochador de corpiños y una señal de asentimiento antes de dirigirse de nuevo por el pasillo.
—En serio —murmuró Kitty en la fila—, ¿dónde está Santana y qué has hecho con ella?
—Santana va a colgar si has terminado de psicoanalizarla.
—Santana está hablando en tercera persona.
Me reí.
—Kitty, déjalo, vale. Y saluda a Artie y dile que sí, que me debe una.
—Espera... ¿qué?
Todavía riendo, le colgué y fui a buscar a Hannah y Rachel.
Estaban esperando en la cola y me puse al lado de ellas, observando mientras Rachel permanecía en un silencio poco habitual y Hannah solo miraba con adoración todos sus libros. Deberíamos haber traído una mochila para llevarlos todos.
En la caja, observé que apilaban los libros de Hannah en bolsas de plástico endebles, y como Rachel parecía ausente, señalé detrás del empleado.
—Eh, puede ponerlas en esas bolsas de compra. Estas se van a romper.
El empleado se encogió de hombros con pereza.
—Son cincuenta centavos la bolsa.
Puse mala cara.
—La chica acaba de gastarse cien dólares en libros y no puedes regalarnos las bolsas.
Él me mostró la tarjeta regalo.
—No, ella no.
—Y a, pero la persona que le dio la tarjeta regalo sí. ¿En serio nos estás pidiendo que paguemos por algo para llevarlos?
—No. —Arrastró la palabra como si fuera estúpida—. Puedes llevarlos en las bolsas gratuitas.
Quizás habría retrocedido si no hubiera estado hablándome en ese tono condescendiente de «odio mi trabajo, a la mierda la atención al cliente». Abrí la boca para ponerlo en su sitio, pero Rachel me agarró la mano, deteniéndome. Levanté la mirada y vi que se estaba tambaleandose un poco, con la cara pálida y los ojos cerrados.
—Rachel. —La agarré y ella se aferró a mí.
— ¿Rachel? —preguntó Hannah con preocupación, apresurándose a colocarse al otro lado de su hermana.
—Estoy bien —murmuró ella—. Me he mareado. Tengo este... dolor de cabeza...
— ¿Otro? —Era como el tercero esta semana.
Dejando que el empleado se marchitara bajo mi mirada letal, llevé a Rachel a un lado, y le solté al tipo con mal humor.
—Pon los libros en las bolsas normales.
—Dale las bolsas buenas —dijo con un suspiro la chica que trabajaba a su lado.
—Pero...
—Hazlo.
No hice caso de la mirada irritada del empleado y trasladé mi atención hacia Rachel.
— ¿Cómo te sientes?
Aunque seguía pálida, me fijé en que su temblor se había detenido.
—Mejor. Hoy no he comido. Solo me siento débil.
— ¿Qué pasa con los dolores de cabeza?
Ella me sonrió de manera tranquilizadora.
—Sinceramente, no he estado comiendo suficiente por mi trabajo en NYADA. Estoy sintiendo la presión y me estoy estresando. Será mejor que me cuide.
—Aquí tienes. —El empleado me entregó dos de las bolsas de compra resistentes.
Murmuré un gracias y le pasé una a Hannah, mientras cogía la otra.
—Déjame a mí. —Rachel se estiró para coger la bolsa de Hannah.
—Oh, no, no. —La cogí por el codo—. Vamos a darte de comer.
Rachel trató de argumentar que ya se alimentaría después en la cena del domingo con su madre —una cena que por fortuna yo había logrado esquivar, diciéndole a Rachel que de verdad quería pasar unas horas trabajando—, pero la convencí de que al menos comprara un snack en el agradable bistró de la esquina. Hannah caminaba a nuestro lado, con la mano de Rachel en su espalda, guiándola a través de las multitudes de Princes Street porque la niña había decidido empezar a leer uno de sus libros de inmediato. No sabía cómo alguna gente podía leer mientras caminaba. Yo me mareaba.
Estábamos charlando sobre el inminente festival cuando vi a Brittany. Nos habíamos visto en la barra el viernes, cuando ella, Rachel, Quinn, Tina, Mike y algunos de los colegas de Brittany habían decidido pasarse por el bar 230 Fifth a tomar una copa. No habíamos hablado mucho y su actitud hacia mí había virado definitivamente hacia la zona amistosa.
No sabía si el sentimiento que experimenté por ese cambio me molestaba, pero sí sabía que estaba sintiendo algo cuando la vi con ella.
Brittany venía caminando hacia nosotras, fácil de localizar en la multitud por su altura... y, bueno, su irresistible atractivo. Llevaba vaqueros oscuros, botas negras y una camiseta térmica Henley gris oscuro de manga larga que se le ajustaban bastante bien.
En su mano había otra mano.
Pertenecía a una mujer a la que no había visto antes.
—Brittany —murmuró Rachel; Hannah levantó la cabeza de su libro y toda la cara se le iluminó al verla.
— ¡Brittany! —gritó ella.
Y ella, que estaba sonriendo a su acompañante, levantó la cabeza para localizar la voz. Su sonrisa se amplió al ver a Hannah.
Al acercarnos deseé estar en cualquier otro sitio menos donde estaba. La patadita que sentí en las tripas cuando la vi con otra no fue agradable. De hecho, esa patadita fue posiblemente la peor broma que me habían gastado en mucho tiempo.
Tampoco me entusiasmó la expresión cuidadosamente educada de su rostro cuando vio que estaba con Rachel y Hannah.
Miré a Rachel al detenernos, solo para descubrir que le lanzaba una mirada asesina a la mujer que iba con Brittany.
Desconcertada y francamente asombrada, no pude evitar susurrar su nombre a modo de pregunta.
Ella me miró con la mandíbula apretada.
—Te lo contaré luego.
—Hannah. —Brittany la abrazó en su costado y señaló las bolsas—. ¿Has estado gastándote la tarjeta regalo?
—Sí. Tengo un montón de libros. Gracias otra vez — añadió con timidez.
—De nada, cielo. —La soltó y se volvió hacia nosotras —. Rach, pareces pálida, ¿estás bien?
Rachel todavía estaba poniéndole mala cara a su hermana y yo quería saber qué demonios me estaba perdiendo.
—Me he mareado un poco. No he comido.
—La estoy llevando a que coma algo. —Pensé que tenía que mencionarlo, para que ella no creyera que la estábamos arrastrando cuando no se sentía bien.
—Bien —murmuró, captando mi atención—. Santana, ella es Vicky.
Vicky y yo nos miramos una a la otra, con sonrisas educadas. Me recordó un montón a Holly: alta, rubia, guapa y tan natural como una Barbie. Aun así, era imponente.
A Brittany definitivamente le gustaban las mujeres de un tipo en el que yo no entraba. No era de extrañar que hubiera dejado de coquetear conmigo. Su radar sexual debía de haberse estropeado cuando nos conocimos, pero estaba claro que volvía a funcionar.
—Hola, Vicky —susurró Rachel de mala gana.
No pude evitarlo, mis cejas llegaron a línea del nacimiento del pelo antes de que pudiera pararlas. Rachel sonaba casi depredadora.
Estaba impresionada.
Y muerta de curiosidad.
Brittany le lanzó una mirada aplastante a su hermana.
—Anoche tuve una reunión a la hora de cenar y Vicky estaba en la mesa de al lado. Decidimos ponernos al día. Pensaba que podríamos desayunar algo.
En otras palabras, Vicky estaba en la mesa de al lado y se habían enrollado. Me encogí de hombros ante la extraña inquietud que me inundó. Me dolía un poco el pecho y me sentía un poco mareada. Quizás a Rachel no le faltaba comida, quizá las dos habíamos comido algo en mal estado el día anterior.
—Me alegro de verte otra vez, Rachel —replicó Vicky con dulzura. Parecía bastante agradable.
—Hum. —Rachel se la sacó de encima con descaro, poniendo los ojos en blanco y luego ensartándolos en Brittany—. ¿Vas a venir a cenar hoy?
Observé que el músculo de su mandíbula se tensaba.
Decididamente no le hacía gracia la actitud de su hermana.
—Por supuesto. —Sus ojos volvieron a mí—. Las veré a las dos allí.
—Santana no puede venir. Tiene cosas que hacer.
Ella me puso mala cara.
—Solo son unas horas. ¿Seguro que no puedes venir?
Como respuesta, Vicky se apretó más a Brittany.
—A mí me encantaría ir, Brittany.
Brittany le dio una palmadita condescendiente en la mano.
—Lo siento, cielo, es solo para la familia.
Tres cosas ocurrieron al mismo tiempo. Rachel se atragantó de risa, Vicky retrocedió como si la hubieran abofeteado y yo sentí un inminente ataque de pánico.
Sintiéndome envuelta en niebla, respiré a través de ella y de mi confusión.
—Vaya. —Retrocedí un paso de ellos—. Se me había olvidado por completo que le dije a Bree que le llevaría las propinas a su apartamento. Hoy. Ahora, de hecho. —Saludé a modo de disculpa—. Tengo que irme. Las veré luego.
Y salí de allí lo más deprisa que pude.
*******************************************************************************************
— ¿Por qué echaste a correr? —me preguntó la doctora Sylvester, con la cabeza inclinada hacia un lado como un pájaro entrometido.
«No lo sé.»
—No lo sé.
—Has mencionado varias veces a Brittany, la hermana de Rachel. ¿Cómo encaja en tu vida?
«La deseo.»
—Supongo que es una especie de amiga.
Cuando ella se limitó a mirarme, me encogí de hombros.
—Tuvimos una presentación no convencional.
Se lo conté todo.
— ¿Así que te atrae?
—Me atraía.
Ella asintió.
—Vuelvo a mi anterior pregunta entonces. ¿Por qué?
¿Por qué huiste?
«Señora, ¿cree que estaría aquí si lo supiera?»
—No lo sé.
— ¿Fue porque Brittany estaba con otra mujer? ¿O porque dio a entender que formabas parte de la familia?
—Supongo que por las dos cosas. —Me froté la frente, sintiendo la inminencia de un dolor de cabeza—. Quiero que se quede en la caja donde lo he metido.
— ¿La caja?
—Sí, la caja. Tiene una etiqueta y todo. Dice «más o menos amigas». Somos más o menos amigas, pero no buenos amigas. Estamos juntas, pero no nos conocemos mutuamente. Lo prefiero así. Creo que podría haber sentido pánico ante la idea de que crea que hay más. Que piense que ahora tenemos una relación más íntima. Eso no lo quiero.
— ¿Por qué no?
—Porque no.
La doctora Sylvester asintió, al parecer captando mi tono, y no volvió a plantear la pregunta.
— ¿Y tus sentimientos al verla con otra mujer...?
—Los únicos sentimientos que tuve fueron de confusión y pánico. Estaba con una mujer con la que obviamente tiene una relación sexual y una historia y de alguna manera dio a entender que nuestra amistad era más profunda que lo que tenía con ella al decir lo que dijo. Como he dicho, eso no es cierto. Eso no lo quiero.
— ¿Y es la única razón?
—Sí.
— ¿Así que no quieres una relación con Brittany? ¿Ni sexual ni de otro tipo?
«Sí.»
—No.
—Hablemos de eso. No hemos hablado de tus relaciones con los hombres. Pareces buena protegiéndote de la gente, Santana. ¿Ha pasado mucho tiempo desde tu última relación?
—Nunca he tenido una relación.
— ¿Has tenido citas?
Torcí los labios al recordar los llamados «años maravilla».
— ¿Quiere conocer la historia sórdida? Vale, se la explicaré...
*******************************************************************************************
— ¿Le has llevado el dinero a Bree? —preguntó Rachel en voz baja al derrumbarse en el sofá a mi lado.
Asentí, mintiendo, y para purgar mi culpa me estiré para alcanzar la ansiada gran bolsa de chips y le ofrecí a ella.
— ¿Quieres?
—No, estoy llena. —Se volvió a relajar contra el cojín, con la mirada puesta en la televisión—. ¿Qué estás mirando?
—El mito de Bourne.
—Hum, Matt Damon.
— ¿La cena ha ido bien? ¿Te encuentras mejor?
Me sentí todavía más culpable por haberme ido así.
Todavía estaba tratando de hacerme a la idea de lo que me había ocurrido exactamente en ese momento.
Rachel me miró de soslayo.
—Mamá ha preguntado por ti.
Eso era bonito.
— ¿Le has dicho que mandaba saludos?
—Sí. Y la cena ha sido tensa. Brittany todavía estaba molesta conmigo.
Esbocé una sonrisita al volver a mirar la pantalla.
—Nunca te había visto así antes. Has sido bastante seca.
—Sí, bueno, Vicky es una zorra.
Contuve el aliento, abriendo mucho los ojos. Su rostro normalmente franco era duro como la piedra.
—Ya veo que no te gusta. ¿Quién es?
—Fue novia de Brittany durante un tiempo. No puedo creer que la esté viendo otra vez.
— ¿Y...?
Al darse cuenta de que quería decir « ¿y qué demonios te hizo a ti?», Rachel se encogió de hombros, arrugando la cara.
—Un día fui a ver a Quinn por algo y estaba allí. Desnuda. En su cama. Ella también estaba desnuda.
No podía creerlo.
— ¿Le pusieron los cuernos a Brittany?
—No —dijo ella, resoplando sin humor—. A Quinn le gustaba, así que Brittany se la prestó.
Joder...
— ¿Se la prestó?
—Ajá.
— ¿Ella no tiene respeto por sí misma?
— ¿No has oído que te he dicho que era una zorra?
—No puedo creer que Brittany hiciera eso. Simplemente prestársela.
—A lo mejor he elegido mal las palabras. En realidad fue ella la que le dijo a Brittany que deseaba a Quinn. Brittany no tenía problema con eso, así que les dejó que tuvieran sexo.
Raro, un poco frío tal vez, pero de mutuo acuerdo. Así pues, ¿quién era yo para juzgarlo?
—Así que ella sí tiene respeto por sí misma. ¿Qué es tan grave? —Traté de excavar en busca de la fuente real del desagrado de Rachel—. A la chica le gusta el sexo.
— ¡Es una zorra!
Oh, sí. Ahora decididamente conocía la verdadera razón.
Quinn.
—De verdad te gusta Quinn, ¿eh?
Ella soltó aire lentamente y cerró los ojos con fuerza.
Una ola de dolor me atravesó el pecho al ver las lágrimas que se derramaban de sus pestañas y resbalaban por su mejilla.
—Oh, cielo.
Me incorporé y la acerqué a mi costado, dejando que llorara en silencio en mi suéter. Al cabo de un rato, me estiré a por el paquete de galletas a medio comer y le pasé una.
—Toma. Come azúcar y vamos a ver cómo Jason Bourne pone a unos cuantos en su sitio.
— ¿Podemos simular que está poniendo en su sitio a Quinn?
—Ya estoy en ello. Ves ese hombre... imagina que es Quinn, y Bourne le va a dar una buena.
Ella rio a mi lado y yo me maravillé de cómo alguien podía ser tan fuerte y tan frágil a la vez.
**********************************************************************************************
Breve Adelanto (Cap. 11)
Llamada de Brittany.
Miré la pantalla con la boca abierta, tratando de decidir si responder o no. Dejé que acabara de sonar.
Sonó otra vez.
Y volví a mirarlo.
Dos minutos después, al hundirme en la bañera pensando que había escapado, Rachel dio unos golpes en la puerta del cuarto de baño.
— ¡Brittany dice que cojas el teléfono!
Sonó mi teléfono y cerré los ojos.
— ¡Vale! —respondí en voz alta y me estiré para coger el móvil—. ¿Qué? —respondí.
Su risa profunda me inundó seductoramente.
—Eso, hola.
— ¿Qué quieres, Brittany? Estoy en medio de algo.
—Rachel dice que estás en la bañera. —Su voz era baja—. Ojalá estuviera allí, cariño.
******
— ¿He mencionado lo molesta y arrogante que eres?
—Aún puedo notar tu sabor y tu olor, Santana. Y todavía sigo excitada…….
Mi estómago dio un vuelco y apreté las piernas.
—Dios, Brittany... —solté sin pensar.
—No puedo esperar a oírte decir eso cuando esté amándote como nadie y acaricie cada centímetro de tu hermosa piel. Nos vemos, nena.
Y con esa despedida, colgó.
Gruñí y mi cabeza cayó otra vez en la bañera.
Estaba bien jodida.
**********************************************************************************************
Y……… ¿Qué les pareció?..........mediante este breve adelanto quería demostrarles mi agradecimiento por su apoyo……….Gracias por todo
Ya saben……….toda sugerencia, critica, etc. es bienvenida……..así que, a ¡escribir¡
**********************************************************************************************
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
Woooww Britt no pierde el tiempo!!!
Me gustaria que San con la terapeuta fuera mas sincera!!
Pobre Rachel y su amor por Quinn!!
Saludos
Me gustaria que San con la terapeuta fuera mas sincera!!
Pobre Rachel y su amor por Quinn!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
aaa esto se pone
mas emocionante !!
santana sintiendo celos mm
pobre rachel sufriendo por amor
aaaaw ese adelanto wooooo
ya quiero leer!!! xD
saludos!!
mas emocionante !!
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pobre rachel sufriendo por amor
aaaaw ese adelanto wooooo
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saludos!!
raxel_vale****** - Mensajes : 377
Fecha de inscripción : 24/08/2013
Edad : 34
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
hola,....!!!!!
dios me encanta,.....
me gusta britt!!!!! lastima que siempre anda con sus zorras pero bueno!!!!
rachel definitivamente odia a todas las "novias" de britt y con esta con justa razón,....
rachel y san están igual ninguna de las dos no quieren reconocer lo que sienten por quinn y britt,....!!!
nos vemos,...!!!
PD: AMO LOS AVANCES!!!!
dios me encanta,.....
me gusta britt!!!!! lastima que siempre anda con sus zorras pero bueno!!!!
rachel definitivamente odia a todas las "novias" de britt y con esta con justa razón,....
rachel y san están igual ninguna de las dos no quieren reconocer lo que sienten por quinn y britt,....!!!
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PD: AMO LOS AVANCES!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
me molesta un poco que brittany sea tan promiscua, ok le es facil conseguir citas pero no creo que asi san la vea como alguien en quien se puede confiar!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA: "5ta Avenida Neoyorkina". 2da Parte (Primero viene el amor....luego viene el matrimonio). EPÍLOGO
cuando no la rubia......pero ella va a cambiar por San........para San es algo difícil enfrentar los fantasmas y miedos del pasado, pero lo hará con cierta ayuda rubia y por ella misma.......Quinn en algún momento toma conciencia de la situación con Rach y más cuando habrá de por medio algo importantemonica.santander escribió:Woooww Britt no pierde el tiempo!!!
Me gustaria que San con la terapeuta fuera mas sincera!!
Pobre Rachel y su amor por Quinn!!
Saludos
siiiii:lol: ........a medida que avanza la historia se pone más:>.<: interesante........jejejeje para San es inevitable no sentir celos de alguien como Brittraxel_vale escribió:aaa esto se pone
mas emocionante !!
santana sintiendo celos mm
pobre rachel sufriendo por amor
aaaaw ese adelanto wooooo
ya quiero leer!!! xD
saludos!!
Britt cambiará definitivamente por San........me agrada que te guste la historia3:) escribió:hola,....!!!!!
dios me encanta,.....
me gusta britt!!!!! lastima que siempre anda con sus zorras pero bueno!!!!
rachel definitivamente odia a todas las "novias" de britt y con esta con justa razón,....
rachel y san están igual ninguna de las dos no quieren reconocer lo que sienten por quinn y britt,....!!!
nos vemos,...!!!
PD: AMO LOS AVANCES!!!!
Britt por fin encuentra en San a esa persona que le revoluciona el mundo......cambiará por ella y por sí misma-w-micky morales escribió:me molesta un poco que brittany sea tan promiscua, ok le es facil conseguir citas pero no creo que asi san la vea como alguien en quien se puede confiar!
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
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