FanFic Brittana - Por Algo Pasan Las Cosas. - Capítulo 19

CAPÍTULO 19

Al día siguiente Santana llegó a casa después de la escuela, había visto a Quinn y eso simplemente terminó de hundirla, había perdido a las dos personas más significativas de su vida en un abrir y cerrar de ojos y ahora no contaba con una persona que la apoyara en ese difícil momento.

Al igual que el día anterior, la morena se dirigió directamente a su habitación no tenía ganas de nada, no deseaba saber de nada ni de nadie.

Maribel que había regresado temprano a casa vio a su hija cruzar corriendo y encerrarse en su habitación, inmediatamente supo que algo malo había ocurrido. Subió hasta donde estaba Santana y tocó la puerta del cuarto.

M: ¿San? ¿Estás bien hijita? (después de una larga pausa en la que no recibió respuesta añadió) ¿Puedo pasar cariño?

S: Puedes pasar, está abierto. (su voz sonaba triste)

Maribel abrió la puerta y entró en la habitación, vio a su hija dándole la espalda y sentada en el borde de la cama. Se acercó hasta ella y pudo notar que sus ojos se encontraban hinchados de tanto llorar. Se sentó junto a su hija en la cama, tomó el rostro de la morena entre sus manos y limpió los restos de lágrimas que quedaban en él y le habló con voz dulce.

M: Dime ¿Qué es lo que pasa cariño?

Santana no pudo hacer otra cosa que echarse a llorar, se abrazó fuertemente a su mamá y continuó llorando. Maribel regresó el abrazo, estaba preocupada por la morena.

M: San tranquilízate hijita. Ya verás que todo mejorará.

Después de un momento de silencio, añadió.

M: Te has peleado con Brittany ¿verdad?

Santana se soltó del abrazo y se levantó rápidamente de la cama, con molestia respondió.

S: ¿Y por qué tiene que ser con ella? ¿Qué tal que tuve un problema con Quinn o en la escuela o algo más? ¿Por qué todo tienes que relacionarlo con Britt?

Maribel la observó en silencio durante un instante. Santana agachó la mirada avergonzada por haber reaccionado de esa manera, por haberle gritado a su mamá.

M: Sé que es con ella porque de no ser así, Brittany sería la primera persona en venir a verte. (Santana levantó la mirada y ambas se miraron a los ojos) Ella ya estaría aquí cuidándote, animándote y dándote consejos para solucionar todo. Ella te quiere mucho San y jamás te dejaría sola con un problema.

Los ojos de Santana se llenaron de lágrimas nuevamente, con mucho esfuerzo logró contenerlas y habló.

S: Yo… tengo algo que contarte mamá.

Santana estaba asustada, ella deseaba contarle toda la verdad sobre su relación con Britt a Maribel, pero jamás imaginó que sería de esa manera.

M: (sonrió) Puedes decirme cualquier cosa cariño.

S: (bajó la mirada, estaba nerviosa) Mamá, Britt y yo… nosotras… yo…

M: ¿Ustedes están enamoradas?

Santana levantó la mirada rápidamente, se sorprendió al oír hablar a su mamá.

S: ¿Cómo lo… supiste? ¿Tú… ya lo sabías?

M: Soy tu madre cariño. (sonrió) Nosotras sabemos todo acerca de nuestros hijos, ese es nuestro trabajo.

S: Mamá perdóname.

Maribel se levantó de la cama y se acercó hasta donde estaba parada Santana, la tomó de las manos y dijo.

M: No tienes que pedirme perdón cariño. (sonrió y acarició su rostro con cariño) No te voy a mentir San, al principio me costó un poco comprenderlo pero, cuando me di cuenta de cómo ella te protegía, de como ella te miraba cada vez que estaban juntas, cuando se preocupaba por verte feliz sin importar lo que tuviera que hacer, entonces supe que Britt te quería de verdad. (Santana sonrió nostálgica) Y luego, te vi a ti. (La morena se sonrojó levemente) Cuando estabas con ella eras otra persona, eras más feliz, más alegre. Ustedes se entienden tan bien y me di cuenta que tú también estabas enamorándote de ella. Yo sentí que había recuperado a mi Santana de hace muchos años.

S: Tienes razón en todo mamá. (se arrojó a los brazos de Maribel) Yo quiero a Britt, la amo. La amo tanto pero… lo he echado todo a perder mamá. Ella (sollozó) confió en mí y yo la defraude. Fui una estúpida y ahora ella no quiere saber nada de mí. La perdí para siempre.

M: ¿Por qué dices eso San? ¿Te gustaría contármelo?

S: Yo fui una tonta, dejé que mi reputación en la escuela fuera más importante que mi amor por Britt y ahora estoy pagando las consecuencias. (hizo una pausa, los sollozos no la dejaban hablar) Le dije cosas horribles, cosas que ni siquiera son verdad y todo eso sólo por ser aceptada en la escuela. Yo sabía que ella había tenido problemas similares en su anterior colegio, que estaba luchando para olvidar todo aquello y… y yo le hago esto.

Santana se echó a llorar nuevamente, se sentía como la peor basura por haber lastimado de esa manera a Brittany. Maribel la abrazó una vez más, sabía que lo que Santana había hecho era algo sumamente malo y también sabía que su hija estaba realmente arrepentida porque podía notar el amor que Santana había desarrollado por aquella rubia.

M: Cielo, tienes que calmarte. Lo que has hecho es algo… que estuvo muy mal pero no por eso debes rendirte. (Santana la miró a los ojos) Ven, vamos a sentarnos.

Ambas mujeres se acercaron a la cama y se sentaron frente a frente.

M: Hija, si tú realmente amas a Brittany tienes que pelear por ella, luchar por recuperarla. Sé que con todo esto que sucedió, pues eso no será algo fácil pero tienes que intentarlo.

Santana escuchó atentamente lo que Maribel decía.

M: Tienes que luchar por su amor como ella lo hizo desde que te conoció. Britt nunca estuvo segura de si tú también tenías sentimientos por ella y aun así estuvo a tu lado todo este tiempo.

S: Tienes razón mamá. Debo luchar por el amor de Britt, ella lo es todo para mí. Iré a verla hoy mismo, hablaré con ella, le diré que fui una tonta, que me equivoqué y que ella es lo más importante en mi vida.

Maribel sonrió satisfecha.

M: Me parece una gran idea cariño. Demuéstrale que la quieres de verdad.

Se abrazaron una última vez, Maribel besó la frente de Santana en un gesto cariñoso y posteriormente se retiró del cuarto, sabía que había hecho lo mejor para su hija.



Una vez sola en su habitación, Santana se acercó hasta aquel ramo de flores colocado en un jarrón, encima de su tocador, olio ese aroma una vez más, era su favorito.

S: Espero que puedas perdonarme. (susurró)

Estaba inmersa en sus pensamientos, acariciaba las flores de manera ausente. La posibilidad de que Brittany la rechazara, que nunca la perdonara, le daba pavor. Sabía que debía esforzarse muchísimo para recuperar la confianza de la rubia y estaba dispuesta a hacerlo pero no podía evitar esas malditas dudas que la acechaban.

Suspiró pensativa y repentinamente el recuerdo de aquella caja apareció en sus pensamientos, se dirigió hasta su mochila y rebuscó en ella hasta encontrarla. Cuando por fin la tuvo entre sus manos el corazón empezó a palpitarle con fuerza. Caminó hasta la cama, se sentó en ella y abrió el pequeño paquete lentamente.

Sus ojos se humedecieron por enésima vez al ver el objeto. En el interior de la caja se encontraba un marco con el vidrio roto, la fotografía que se habían tomado aquel día en la feria, podía verse a través de las grietas formadas en el vidrio. Observó sus rostros sonrientes, la manera en la que Brittany la abrazaba, manteniéndola totalmente pegada a ella. Acarició el rostro de la rubia con delicadeza, deslizando su dedo por encima del vidrio y sollozó nostálgicamente. Levantó el rostro y frente a ella, el Señor Oso se mantenía sentado en su silla habitual, mirándola fijamente.

S: No me mires así (le dijo al peluche) sé que me equivoqué pero prometo que recuperare a tu otra mamá.

Sonrió inconscientemente al recordar aquel fantástico día en compañía de la rubia, recordó también como el Señor Oso había empezado a formar parte de sus vidas.

Tomó el marco con mucho cuidado de no cortarse al levantar la fotografía, el extremo de un papel apareció detrás del marco. Santana frunció el ceño, tomó el pedazo de papel entre sus manos y pudo ver que era una carta perfectamente doblada.

“PARA LA MUJER MÁS INCREÍBLE Y HERMOSA DE ESTE MUNDO” TE AMO SAN.

Esas eran las palabras que se podían leer en el frente del papel, Santana sonrió nuevamente al ver aquella frase. Se dejó caer sobre la cama y se dispuso a desdoblar la hoja. En la perfecta caligrafía de Brittany podía leerse la siguiente carta:

San, mi amor… ¿sabes? Aun no puedo creer que esté diciendo estas palabras. Estoy sentada aquí, tratando de expresar en esta pequeña carta todo lo que siento por ti, y me parece todo tan irreal, me parece un sueño porque antes de conocerte mi vida era tan diferente.

Recuerdo que un pensamiento inundaba mi mente todos los días, a cada momento libre que yo tenía lo único en lo que podía pensar era: ojala que hoy sea el día, ojala que hoy conozca a esa persona que estará conmigo por el resto de mi vida. E inmediatamente después recordaba lo vivido en el pasado y me decía a mí misma que algo como eso nunca sucedería, al menos no para mí.

Y entonces sucedió, apareciste en mi vida repentinamente y provocaste en mí una sensación que había estado oculta durante muchos años. Recuerdo que el día de nuestro primer encuentro yo pasaba caminando por ese lugar, había decidido salir a dar una vuelta y sin darme cuenta llegué hasta  ahí. Iba con ese mismo pensamiento en la mente, deseando encontrar a ese alguien para mí  y, por alguna razón que no comprendía decidí entrar en aquel local, algo dentro de mí se sintió diferente al pasar por ahí y fue entonces cuando te encontré.

Aquel día en el cyber no fue casualidad que me sentara a tu lado pues lo único que pude notar al entrar fue tu belleza y decidí sentarme allí Te observé de reojo durante todo el tiempo que estuve junto a ti, tus gestos, tu sonrisa, tus ojos, no podía quitar mi mirada de ti. Y todo lo demás simplemente surgió.

Tú robaste mis pensamientos ese día, no podía quitar tu rostro de mi mente, no podía dejar de pensar en aquella guapa morena que había conocido en ese lugar y fue entonces cuando una pequeña esperanza surgió en mi corazón. Con solo mirarte unos cuantos segundos habías logrado entrar en mis pensamientos y no pude dejar de pensar en ti.

Nuestro segundo encuentro no fue muy agradable que digamos pero cuando decidiste seguirme después de aquella pelea fui la persona más feliz del mundo, es raro lo sé porque me habías hecho quedar en ridículo frente a todos, pero eso no me importó porque yo sabía que algo pasaba contigo, que había algo en ti que llamaba mi atención. Me comporté como era normal que lo hiciera en ese momento pero en realidad estaba complacida de que me hablaras y de que por fin pudiéramos entablar una conversación.

Después de ese día lo único en lo que podía pensar era en verte de nuevo, solo deseaba que por alguna razón nuestros caminos se cruzaran nuevamente, imaginé tantas veces lo que te diría cuando volviera a verte, soñé con ese momento tantas veces y cuando por fin sucedió simplemente no pude decir nada. Agradezco que hayas sido tu quien me pidiera hablar porque de esa manera nos volvimos amigas y a partir de ahí todos y cada uno de los momento que he vivido a tu lado fueron perfectos, son perfectos.

Al principio fue difícil para mí porque no sabía si en algún momento tu sentirías lo mismo que yo sentía por ti, pero la espera valió la pena porque ahora te tengo a mi lado como mi novia y si tuviera que pasar por todo aquello de nuevo, lo haría sin dudar porque cada minuto a tu lado es lo mejor de mi vida.

Sé que tú no crees en estas cosas cariño, pero POR ALGO PASAN LAS COSAS y estoy segura de que el hecho de encontrarte no fue una casualidad, estoy segura que era nuestro destino encontrarnos y devolvernos la felicidad mutuamente. Porque eso es lo que tú significas para mí, eres la felicidad en mi vida esa luz de esperanza y amor que pensé que jamás encontraría.

Santana, mi amor, te he amado desde que nos conocimos, te amo y estoy cien por ciento segura que te amaré por el resto de mi vida. Eres lo mejor que me ha pasado y no existen palabras que puedan expresar lo agradecida que estoy de haberte encontrado. Has cambiado mi vida, le has dado sentido nuevamente y ahora sé que contigo a mi lado seré la mujer más feliz del mundo.




Santana terminó de leer la carta con los ojos completamente llenos de lágrimas, abrazó el papel contra su pecho y dejó que todo ese llanto y la tristeza abandonaran su cuerpo. Las palabras de Brittany le habían roto el corazón aún más, ella la había defraudado completamente y Santana se sentía la peor basura de este mundo.

Un perdóname era lo único que la morena lograba pronunciar entre sollozos, esa era la palabra que se escuchaba una y otra vez de la boca de Santana. Ahora más que nunca deseaba ver a Brittany, explicarle que todo fue un malentendido y que ella en realidad si la amaba, quería pedirle perdón por ser tan estúpida y quería que todo volviera a la normalidad.



Por otro lado una rubia completamente triste y desganada se encontraba en su departamento, era apenas el segundo día sin Santana y ya sentía que la extrañaba. La rubia no se había movido de su sofá, estaba ahí sentada pensando una y otra vez en aquellas palabras que la morena dijo.

A: Brittany, tienes que levantarte de ahí amiga. No puedes simplemente encerrarte aquí y olvidarte de todo lo demás.

Amanda se había ido a casa de la rubia a hacerle compañía. Brittany estaba completamente desecha cuando llegó hasta la casa de la pelirroja, había llorado durante casi dos horas, recordando todos y cada uno de los momentos vividos con Santana, maldiciéndola y deseando no haberla conocido.

B: No Amanda, yo no quiero salir de aquí jamás.

A: Britt, tienes que darle una oportunidad a Santana, habla con ella, a lo me…

B: No la defiendas Ami, porque ella sabía de mi pasado y aun así no le importó, jugó conmigo, me usó como quiso.

A: Eres una tonta. (Britt la miró de reojo) como puedes creer que Santana te haría algo así. Tú me hablaste de ella durante todo el tiempo que estuvieron juntas, me mostraste las fotos en las que aparecen juntas y te digo que no hay que ser un genio para darse cuenta que esa mujer te ama de verdad, que sus sentimientos son sinceros. Cuando estuvieron en la cabaña aquella vez ¿no me dijiste que te aceptó sin ningún problema? ¿Qué no le había dado ni la más mínima importancia?

Brittany se levantó sin decir nada y se dirigió hasta su habitación. Amanda rodó los ojos y suspiró con pesadez, la rubia podía llegar a ser sumamente terca cuando se lo proponía.



Eran las 7 de la noche, Santana se encontraba a las afueras de la casa de la rubia, estaba parada ahí sin atreverse a tocar la puerta. Estaba nerviosa y ansiosa, no sabía cómo reaccionaría Brittany al verla ahí afuera. Respiró profundamente para deshacerse de los nervios y con decisión golpeó la puerta que estaba frente a ella. Esperó unos cuantos segundos, hasta que por fin pudo escuchar levemente la voz de la rubia acercándose hasta ahí, estaba platicando con alguien.

Brittany abrió la puerta distraídamente y cuando por fin dirigió su mirada hasta la persona que había tocado, la sonrisa que ocupaba su rostro se borró completamente. Delante de ella se encontraba una Santana muy nerviosa y sonriendo tímidamente.

Cuando Santana vio a Brittany, lo único en lo que pudo pensar fue en la belleza de la rubia, se notaba que acaba de bañarse y aun así, al natural, Britt era bellísima.

S: Hola Britt.

La rubia no respondió, ni esperó más nada. Intentó cerrar la puerta de golpe pero la morena logró evitar que eso sucediera.
S: Britt, cariño, escúchame por favor.

B: No vuelvas a llamarme así.

S: Britt, por favor, tienes que escucharme. Todo fue un malentendido yo…

A: ¿Britt? ¿Quién es?

La morena miró incrédula a la rubia. Una chica acababa de salir del baño de Brittany con sólo una toalla amarrada al cuerpo. Santana intercaló la mirada entre ambas mujeres y después negó lentamente.

S: No lo puedo creer. Brittany ¿cómo pudiste? (la rubia la miró confundida) ¿Y así es como dices que me amas, que yo era la mujer de tu vida y que seriamos felices por el resto de nuestras vidas? (hizo una pausa) No te ha tomado ni un solo día remplazarme, ya tienes a otra metida en tu casa.

La rubia estaba indignada, no podía creer que después de haberla dañado así, la morena se atreviera a creer algo como eso de ella. Amanda negaba rápidamente con la cabeza, intentando aclarar las cosas.

A: Esto no es…

S: Tú cállate, que sepas que solo te está usando para olvidarme pero eso (miró a la rubia) jamás lo conseguirás Britt. No puedo creer lo que me estás haciendo…

A: Santana…

Amanda intentó interrumpir a la morena antes de que dijera otra estupidez, pero Santana parecía estar incontenible.
S: ¿Así que sabes mi nombre? Ja, (se rió sarcásticamente) Puedo imaginarme que te lo dijo cuando estaban…

A: (abrió los ojos como platos e interrumpió a la morena rápidamente) ¡Santana, por favor!

B: No, (dijo la rubia, sin dejar de mirar a Santana fijamente, en sus ojos azules se notaba el dolor y la decepción) déjala continuar Amanda.

Al escuchar aquel nombre Santana abrió los ojos al máximo, ¿Cómo había sido tan imbécil? ¿Creer que Brittany haría algo así? Era Amanda la mejor amiga de Brittany. Dirigió una rápida mirada a la chica quin sólo la miraba con preocupación, como indicándole que se había equivocado… otra vez.

S: Britt, yo…

La puerta se cerró con fuerza frente a ella, otra vez había echado todo a perder. Lo último que Santana pudo ver fueron los ojos de Brittany llenándose de lágrimas nuevamente, por segunda ocasión le había hecho daño a la rubia.

Santana tocó la puerta una y otra vez con insistencia, como era de esperarse no recibió respuesta, la morena ya se encontraba desesperada, había llegado hasta el departamento para poder arreglar las cosas y lo único que había conseguido era empeorarlo todo.

S: ¡Britt! ¡Brittany! (gritaba mientras seguía golpeando) No me iré de aquí hasta que hablemos. Sé que he sido una tonta, una imbécil, pero por favor, tenemos que hablar.

Hizo una pausa y después pegó su cabeza a la puerta, estaba desanimada, ya no sabía que más hacer para que la rubia aceptara hablar con ella.

S: Perdóname por favor, he sido una estúpida. (susurró) ¡Te esperare aquí sin importar lo mucho que tardes! ¡¿Me oyes Britt?! (suspiró)

Y así lo hizo, Santana se sentó a esperar que aquella puerta se abriera y dejara ver a la rubia. Esperó durante una hora hasta que por fin escuchó la manija girar y la puerta abrirse. La morena se levantó rápidamente.

Brittany salió de su casa sin mirar a la morena, caminó directamente hasta su auto, pisadas fuertes y contundentes marcaban los pasos de la rubia. Santana iba detrás de ella, tratando de llamar su atención  y sin poder lograrlo.

S: Brittany por favor. Tenemos que hablar, todo esto está mal. Tú y yo debemos estar juntas. Britt, amor, por favor.

Brittany llegó hasta su auto, metió sus pertenencias en él y se detuvo unos segundos, segundos que provocaron en el rostro de la morena una pequeña sonrisa, una pequeña esperanza de poder arreglarlo todo. La rubia giró levemente su rostro como si quisiera mirar a San, sin embargo, se arrepintió y rápidamente se subió a su auto, la rubia se fue de ahí sin siquiera mirar a la morena.

Santana simplemente se quedó ahí parada mirando como el carro de la rubia se alejaba de ella y de igual manera todas sus esperanzas. Sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar que había perdido a Brittany para siempre.

ESE FUE EL CAPÍTULO ¿QUÉ LES PARECIÓ? ¿AHORA AMAN A SAN AÚN MÁS?