[Resuelto]FanFic BRITTANA "Play With Me" EPÍLOGO

Hola……buenas         noches a todas/os………por poco no actualizo hoy día tal como había prometido……….sucede que tenía un par de       trabajos que concluir para la Universidad……..por suerte ya los terminé y me vine aquí al foro con lo acordado. Infinitas gracias por apoyar la historia………..ahora me voy a descansar que mañana mis clases empiezan muy temprano y debo entregar las dichosas tareas       jejejeje



*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día miércoles…….salvo que esta vez me conminen por unanimidad a hacerlo antes. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….







NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.



Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.













“Tú lo eres todo”.


Esto me golpeaba una y otra vez en mi cabeza todo el día. “Tú lo eres todo”.


Hoy pedí el turno de noche en el trabajo. Tenía que ocupar mi mente y quería ver a Nick. Esta peor. Mucho peor. Su familia decidió respetar su deseo de no tomar medidas extremas para mantenerlo con vida, solo estar lo más cómodo posible y rezar para que su cuerpo sea lo suficientemente fuerte como para luchar contra la infección.


Desafortunadamente, debido a la cantidad de quimioterapia en su sistema, no está lo suficientemente fuerte como para luchar duro. Pasé la mayor parte de mi noche vigilando sus signos vitales, como un halcón en vigilia permanente. No quiero dejarlo solo por mucho tiempo. Es tan frágil que cualquier cosa podría suceder muy rápidamente, tenemos que estar con él casi cada segundo.


—Britt, hay una llamada para ti. —Hanna asoma la cabeza en la habitación de Nick y me da una sonrisa triste. El empeoramiento de Nick nos afecta a todos—. Yo me quedo aquí.


Todos nos involucramos emocionalmente con estos niños, queriéndolo o no. Salgo de la habitación en silencio y voy por el pasillo hasta la sala de enfermeras.


— ¿Hola?


—Hey, Britt, soy Lyle de seguridad. Tengo una entrega para usted.


Arrugo la frente.


—Bueno, tráelo.


—No puedo, soy el único en la oficina ahora. ¿Le importa venir aquí?


—Claro, voy.


Dios, estoy tan cansada. Mis huesos están cansados. No dormí casi nada la noche anterior, después de que Santana se fuera. Estaba repasando la conversación en mi cabeza una y otra vez. Pedirle que se fuera fue la mejor decisión. Tengo que poner un poco de espacio entre nosotras.


Quise decir lo que dije, ella en algún momento por fin volvería a su estado normal y se iría y yo me enfermaría con su arrogancia y acabaría con todo, ¿por qué perder el tiempo en algo que probablemente acabará, tarde o temprano?


Lyle es de hecho el único guardia en la caseta de seguridad ahora. Otros deben estar en la patrulla a pie. Voy a la ventana de vidrio y le ofrezco una sonrisa.


—Hey, Lyle ¿tienes algo para mí?


—Sí, ya los traigo.


Traerlos.


Flores. Debería haberlo sabido. Lyle viene saliendo de la Oficina de vidrio con los brazos llenos de hermosas flores rojas. Rosas, peonías, lirios, amapolas. Todo muy rojo.


Maldita sea.


Cojo la tarjeta blanca del ramo y arranco el sobre. Sólo hay una palabra en la tarjeta:




Tomé las flores y subí en el ascensor hasta mi piso, colocándolas en mi oficina. Lo leí de nuevo y luego lo guardé en el bolsillo de mi uniforme. Yo las llevaré conmigo esta noche.


Saco mi teléfono y le envió un mensaje a ella, una sola palabra:


*Preciosas.


Antes de que pueda poner el teléfono en el bolsillo, hay una respuesta:


*No son tan hermosas como tú. Perdóname.


—Britt, ven rápido, algo está mal. —Una de las enfermeras, Brandi, asoma la cabeza en mi oficina, con el rostro pálido.


— ¿Nick? —pregunto, mi estómago se aprieta de miedo. Ella asiente y entro en la habitación. Los monitores están pitando frenéticamente y sus padres se acurrucaron en un rincón, llorando.


—Sus pulmones están fallando. —El Dr. Lee, un apuesto médico joven está comprobando con urgencia los monitores y escuchando el pecho de Nick. Él mira a sus padres, con su mirada de preocupación—. Tenemos que intubar.


—No. —Se ahoga el padre de Nick—. Sin reanimación. Le prometimos a Nick no hacerlo sufrir.


—Ahora está sufriendo. Se está ahogando. —Dr. Lee pone su estetoscopio alrededor de su cuello y suspira profundamente—. Entiendo. —Se pasa las manos por la cara y mira a Nick, con tristeza. Trabajó con el niño desde que fue diagnosticado con cáncer de huesos.


—Britt —me susurra—. Mantén la morfina y la cabeza en alto, de forma que los pulmones estén recibiendo tanto oxígeno como sea posible. Le mantendremos sedado y cómodo. —Se acerca a los padres de Nick y los abraza—. Siéntense con él y háblenle. No creo que le quede mucho tiempo.


Miro hacia abajo, este chico, este dulce chico, que tenía toda una vida por delante. Él era un atleta, tenía una novia y la promesa de ir a la universidad y vivir una vida larga y feliz. Nunca tendrá la oportunidad de experimentar muchas cosas. Enamorarse, el baile en su boda, tener a sus hijos. ¡Él sólo tiene diecisiete años de edad, por Dios!


Pongo a Nick en una posición cómoda en la cama, compruebo el goteo en su suero y salgo, dejando a su familia reunirse para despedirse de él.




Seis horas más tarde, estoy acabada. Nick falleció hace dos horas. Nosotros reconfortamos a sus padres e hicimos nuestro trabajo para consolar a los otros niños que estaban tristes, asustados y llorando. Odio los días que perdemos a un paciente.


Debería quedarme aquí esta noche. Encontrar una cama vacía y dormir un poco, y luego levantarme y prepararme para otra ronda. Pero meto mi mano en mi bolsillo y paso los dedos sobre la nota que acompaña a las flores de Santana, y yo sé que no quiero quedarme.


La necesito.


Tengo que estar en sus brazos. Quiero sentir su calor y escuchar que me diga que todo va a estar bien. Incluso si no es así.


No sé si voy a ser bienvenida. No contesté su último mensaje. Pero si algo he aprendido en las últimas doce horas, es que la vida puede ser tan increíblemente corta. No quiero perder ni un minuto que yo pueda tener con Santana.


Si ella me deja y rompe mi corazón, yo me encargaré de ello más tarde. Me dirijo a su casa, entro por el portón y sigo con su Rover, entro en el garaje y luego a su casa. Está oscuro y silencioso. Sin duda está en la cama y lleva dormida durante mucho tiempo.


Subo las escaleras, dos pasos a la vez. No puedo llegar a ella lo suficientemente rápido. Efectivamente, ahí está durmiendo pacíficamente. Su rostro está relajado, el pelo un desastre a través de sus dedos. Salgo de mis zapatos y no tengo tiempo para quitarme la ropa. La necesito ahora. Me subo a la cama y me acurruco a su alrededor, lo que lo despierta asustada.


—Hey —murmura y envuelve sus brazos alrededor de mí.


—Lo siento —susurro y me acurruco profundo, enterrando mi cara en su cuello, aferrándome a ella.


—Cariño, ¿qué tienes? Estás temblando.


—Tengo mucho frío.


Trata de volver a mirarme, pero yo la abrazo más fuerte.


—No te vayas. —Escucho la desesperación en mi voz.


—Cariño, no voy a ninguna parte. Habla conmigo. Me estás asustando. ¿Estás herida?


Niego. Dios, hay tantas cosas que pasan por mí. Tantas cosas en mi cabeza. Estoy muy triste por Nick y con miedo de perder a Santana, pero tengo miedo de amarla también.


Y estoy tan cansada de tener miedo, de perder a alguien importante para mí.


—Te necesito —murmuro y de repente se derraman las lágrimas por mis ojos.


—Brittany. —Ella está despierta y preocupada.


—No estoy herida —murmuro y apoyo la frente en su hombro, todavía aferrándome a ella, saboreando la sensación de sus brazos alrededor de mí—. Perdimos a Nick esta noche. Le echo de menos. Sólo quiero estar aquí contigo, ¿de acuerdo?


—Oh, bebé.


No me importa que me llame bebé. Es reconfortante y amorosa, y la necesito. La necesito.


—Siempre eres bienvenida aquí, Britt, siempre.


Finalmente inclino la cabeza hacia atrás y miro esos ojos suaves marrones. Ella es tan dulce. ¿Cómo pude pensar que estaba tratando de hacerme daño?


—Siento mucho lo de Nick. Era un niño muy bueno. Estaba completamente enamorado de ti, pero no puedo culparlo —me sonríe y me besa la nariz, y me relajo de nuevo. Sólo me tranquiliza.


—Santana, me asustaste. —Sus ojos se abren brevemente y luego los cierra y exhala. Ella se ríe suavemente mientras se inclina y apoya sus labios contra los míos.


—Brittany, me exasperas y me vuelves loca —me besa suavemente, rozando sus labios con los míos, corriendo suavemente los dedos por mi pelo—. ¿No ves lo que siento por ti? ¿No lo puedes sentir cuando hago el amor contigo? ¿La forma en que te miro? Jesús, Britt, eres todo lo que veo. Eres todo lo que quiero.


Cierro los ojos y trato de alejarme de ella, pero ella se mantiene firme.


—No, no lo conseguirás de nuevo. Ahora que estás aquí, te voy a mantener aquí, maldita sea. Eres mía, Britt, por lo que yo soy completamente tuya.


—Gracias —le susurro.


— ¿Por qué?


—Por eso, por estar aquí, las flores y estar conmigo toda esta noche, incluso si no sabías que era yo. —Niego con la cabeza y cierro los ojos—. Me asustas, pero no quiero perderte.


Ella tira de mí con fuerza y besa mi pelo, frotando las manos arriba y abajo de mi espalda suavemente.


—Duerme, amor.


Estando aquí en el silencio, dejo que mis ojos se cerraran y me duermo con el sonido constante de la respiración de Santana y sus latidos del corazón contra mi mejilla.






Me levanto con una cama vacía y el sol entra por las ventanas, lo que refleja las sábanas blancas, haciendo que la habitación sea luminosa y alegre. Es impresionante. Las paredes son de color azul y todos los muebles y ropa de cama son de color blanco. Su cama es del tamaño de mi sala de estar, y cuenta con ventanas del suelo al techo con vista al hermoso jardín de la casa.


Podría acostumbrarme a despertar aquí.


¡Mierda, es mediodía! No duermo hasta tan tarde, no sé por cuánto tiempo, a pesar de que trabajaba el turno de noche. Hago una mueca y me acuerdo de venir a buscar a Santana después del trabajo, atacándola en su cama, y la parte más aterradora de todo: llorar sobre ella.


Antes de que pueda pensar en ello, me levanto de la cama y me quito la ropa, y se me ocurre que está utilizando la ducha en el baño principal. Me imaginé que fue hasta el centro de entrenamiento.


Camino hacia el baño, mantengo el pelo recogido en un moño desordenado en la parte superior de mi cabeza y veo a través de la puerta de la ducha de cristal transparente. La ducha es enorme. Todos los azulejos azules y blancos. Y Santana está de pie tan hermosa, su piel canela es tan atrayente, con las manos contra la pared y la cabeza inclinada hacia delante, dejando correr el agua caliente en la parte posterior de la cabeza y la espalda.


¡Dios mío, es tan caliente!


No hicimos el amor hace días.


Tranquilamente entro al baño y pongo mis brazos alrededor de su cintura húmeda. Me aprieto contra su cuerpo, respiro profundamente y dejo correr el agua por encima de mí.


—Buenos días —murmura y se vuelve para mirarme.


—Bueno, en realidad, ahora es buenas tardes —respondo y sonrío ampliamente.


Ella me está mirando a la cara, poniéndome entre sus manos. Ella debe estar satisfecha con lo que ve, porque me sonríe, con sus hombros visiblemente relajados.


—Preciosa —murmura y me besa suavemente.


—Hey, dormí hasta tarde. Me sorprende que estés en casa.


—Acabo de llegar. Tuve una reunión temprano en la mañana y luego entrené un poco.


Agarra el jabón, coge una esponja y me vuelve hacia la pared.


—Pon las manos en la pared.


¡Oh, me encanta cuando está al mando!


Obedezco, bajo la cabeza, cierro los ojos, y disfruto de los mimos de Santana deslizando la esponja en mi espalda, hombros, brazos, trasero y piernas. Estoy en el cielo. En su camino de regreso por mis piernas, empuja la esponja entre ellas, lavando mi centro y no puedo reprimir un gemido. Nunca antes alguien me había lavado.


—Gírate —murmura. Pongo mis manos en sus caderas, mis pulgares trazando su espectacular vientre plano, miro su cara mientras lava mi cuerpo. Sus ojos siguen su mano, dejando mi cuerpo en llamas por la lujuria.


—Me encanta tu piel. —Sus ojos se encuentran con los míos y ella sonríe—. Eres tan suave.


—Me encanta este lugar, aquí. —Golpeo su cadera con los pulgares y sonrío con arrogancia—. Intenta mantenerlo.


Se ríe de mí.


—Voy a hacer mi mejor esfuerzo. Te voy a enjuagar.


Me pone bajo el agua y mira con fascinación como la espuma se desliza por mi cuerpo. Ella deja de tocarme y observa la reacción de mi cuerpo con el agua. Mis ojos se arrastran por su cuerpo firme, su vientre plano, y luego mi vista va ascendiendo y se detiene para deleitarse con la visión de sus pechos tan perfectos como ella. Levanto mis manos y las pongo decididamente en ellos, acariciándolos lenta pero traviesamente.


—Mierda —aspira el aire a través de los dientes apretados y sonrío mientras me coloco de rodillas y me dirijo al sur de su anatomía para provocarla……..sé que lo estoy logrando porque sus dedos se enredan en mi pelo y me aceleran.


—Britt, me encanta tu boca —murmura. Ella está jadeando, empujando suavemente sus caderas contra mí—. No me hagas correrme en tu boca.


Sonrío para mis adentros. ¡Oh, sí, voy a hacer que te corras en mi boca!


Me muevo rápido, más fuerte. De repente, me alza y me besa desenfrenadamente. Ella sostiene los hombros fuertes, su beso es desesperado.


—No he podido hacerte mía en setenta y dos horas, Brittany. No voy a correrme en tu dulce boca. —Se vuelve hacia la pared de la ducha—. Las manos en la pared.


Ella saca mis caderas hacia atrás y empuja los dedos por mis pliegues hasta mi clítoris. Suspiro cuando pasa sus dedos por mi piercing.


—Oh, Santana.


—Eso es. Esto es mío, Brittany. ¿Me entiendes?


—Sí.


Ella empuja dos dedos dentro de mí y gira, y luego tira para humedecer mis labios ya hinchados.


—Así, mojada —murmura.


— ¿Santana?


—Sí, amor.


Un escalofrío recorre mi columna con la palabra y sonrío.


—Realmente necesito que me hagas tuya.


—Claro que lo haré, cariño. Dios, me hacías tanta falta.


— Y yo me sentiré mejor cuando me hagas tuya.


Le oigo reír, y luego las dos suspiramos cuando tenemos conciencia que en momentos así sólo somos una y nadie más para interferir en lo que sentimos. Empuja sus dedos con suavidad hasta el final.


— ¿Estás bien?


—Oh Dios, sí. Más que bien.


—Eso será difícil, cariño. —Su voz es ronca y sexy, cuando se acerca más a mí, y se empieza a mover frenéticamente. Ella agarra suavemente mi pelo en y luego me da una palmada en el trasero, que me quita la respiración—. Dios, eres tan caliente.


—Oh, Dios mío, ¡Santana!


Ella me levanta de repente, me giro hacia ella, con las manos firmemente en mi trasero y yo contra la pared. Envuelvo mis brazos y piernas alrededor de ella, pero ella me agarra la mano, aferrándose hacia mí y besando mi cuello con ardiente y amorosamente.


—Muy bien —murmura y me mira fijamente con sus brillantes ojos marrones—. Mía. —Ella repite y luego entierra su cara en mi cuello, besando y mordiendo, siento mi orgasmo cerca. Mis piernas tiemblan y tengo la intención de empujar la mano a Santana, pero se mantiene firme.


—Así es, córrete —ordena y me corro, fuerte y rápido, estremeciéndome entre sus brazos.


— ¡Oh cielos! —Su rostro refleja deseo, pasión, ansiedad, amor y tira su cabeza hacia atrás, disfrutando conmigo mientras tratamos de recuperar el aliento luego de habernos amado.


Ella apoya su frente contra la mía mientras se recupera.


— ¿Trabajas hoy?


—No.


—Muy bien. Te quedarás conmigo día y noche.


—Buena idea.



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Breves adelantos – Capítulo 13



—Vamos a recoger la pizza y traerla aquí —le sugiero.


—Me gusta que estés aquí, con mi ropa, en mi casa, donde no tengo que compartirte y tú no tienes que compartirme, y sólo podemos ser…


— ¿Ser qué? —le pregunto.


—Nosotras mismas. —Ella me tira en su regazo y me besa profundamente, sumergiendo sus dedos en mi pelo y moviendo sus labios en los míos, increíble.

********

—Yo sé lo que te mereces. —Se arrodilla delante de mí, toma mi mano y me tira contra ella, y luego, con un movimiento rápido, tira mi camisa sobre mi cabeza—. Creo que esta es mi camisa, y la quiero de vuelta ahora.


—Muy bien. —Me acuesto en el sofá de nuevo y cruzo los brazos sobre mi pecho, cubriendo mis pechos con el movimiento. Santana contrae los labios, para mantener la sonrisa mientras agarra mi pantalón corto por mis caderas y tira de las piernas y las pone sobre el hombro izquierdo. Creo que el pantalón corto acabó en la pizza.

********

Ella es una sexy e insaciable latina. Cuanto más la conozco, más me gusta. Definitivamente no es la idiota arrogante que yo pensaba que era. Ella es reflexiva, amable y divertida. Y por alguna razón, que no voy a mirar demasiado de cerca, parece estar enamorada de mí.


Recojo mis cosas y me voy a casa. Hoy es el funeral de Nick, y quiero ir. Nick era un chico muy especial y tengo que decirle adiós. Me tomo el tiempo en la ducha para que la caiga el agua ardiente en mis músculos doloridos y para calmarme. Sonrío cuando recuerdo los dos baños que Santana y yo compartimos ayer, y como acabamos sucias otra vez, antes de salir del agua. A la atractiva morena le gustan los deportes acuáticos.

**********

— ¿De verdad crees que te dejaría ir sola hoy?


Descanso mi mejilla contra su pecho y respiro su aroma. Huele a limpieza y seguridad. Huele a Santana.


—No tienes que ir conmigo —murmuro.


Da un paso atrás y tiene mi cara entre sus manos.


—Sí, cariño. Tengo que ir contigo para apoyarte. Luego vendrás a casa conmigo.

Hola……buenas       noches a todas/os………por poco no actualizo hoy día tal como había prometido……….Dios, estas molestias del resfrío que pillé me tienen       desganada y algo cansada……….debo decir que a pesar del numerito que lleva este capítulo (13…..ya me salió el lado supersticioso      jejeje) trae cosas “muy interesantes” para las chicas. Antes que me ponga a escribir mis pensamientos       delirantes producto del refrío me retiro a descansar.



*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día sábado…….salvo que esta vez me conminen por unanimidad a hacerlo antes. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….



*este refrío repentino me saco mi lado cursi a flote       jejejeje


NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.













- ¿Eso es realmente lo que quieres hacer todo el día? —le pregunto, descansando al final de su sofá. Estoy con una de sus viejas camisas y un pantalón corto de jeans, ya que no tengo nada de ropa aquí, me hago un nudo en el pelo y estoy sin maquillaje.


Dios mío, debo estar horrible.


Miro a Santana, en el lado opuesto del largo sofá de cuero. Es muy injusto que se vea tan bien y muy sexy en pantalones cortos también de jeans y una camisa vieja.


— ¿Por qué? ¿Hay algún lugar al que quieres ir? —pregunta y cambia los canales en su televisión súper gigante. Estamos en una habitación llena de muebles de lujo, un TV absurdamente enorme. Dios mío, ¿está ciega? ¿Quién necesita un televisor de este tamaño? Recuerdos de tenis, un bar, una mesa de billar.


Básicamente, una gran sala donde chicas chicos pueden venir a jugar con estas cosas para divertirse.


—No, sólo estoy sorprendida. —Me inclino hacia atrás y pongo mis pies en su regazo, cada vez más cómoda. De inmediato pone una mano en todo el arco de mi pie, y frota con su pulgar, haciéndome suspirar de felicidad.


—Es agradable relajarse de vez en cuando. No hemos tenido mucho tiempo para nosotras dos juntas. —Me da una sonrisa suave, y mi estómago se encoge, sólo un poco. Wow, es una delicia para la vista. Y tiene razón. Es bueno un día de descanso. Todavía estoy cansada de la noche anterior en el trabajo y simplemente descansar en casa de Santana es extraordinario, y quedarme con ella todo el día es agradable y perfecto.


—Estamos bien —murmura, llamando mi atención. Sus ojos están serios y ella me está mirando fijamente.


Inclino mi cabeza hacia un lado y le ofrezco una media sonrisa.


—Sí, estamos bien.


Ella sólo asiente y deja la televisión en un canal con programas sobre ballenas en el Discovery Channel.


—Tengo hambre —anuncia.


—Siempre tienes hambre. —Me río y le pateo en el muslo suavemente—. Acabas de comer un sándwich enorme hace una hora.


—Vamos a pedir una pizza.


—Vamos a recoger la pizza y traerla aquí —le sugiero.


—Me gusta que estés aquí, con mi ropa, en mi casa, donde no tengo que compartirte y tú no tienes que compartirme, y sólo podemos ser…


— ¿Ser qué? —le pregunto.


—Nosotras mismas. —Ella me tira en su regazo y me besa profundamente, sumergiendo sus dedos en mi pelo y moviendo sus labios en los míos, increíble.


Entonces, tan repentinamente como comenzó, me empuja hacia atrás en el sofá y toma el teléfono—. Voy a pedir una pizza.




— ¡Eres una maldita traidora! —Santana me está mirando desde el suelo, con la espalda contra el sofá, el control de la Xbox en sus manos. Dios, ella es adorable cuando está enojada conmigo.


— ¡No lo soy!


—Todo lo que estás haciendo es estar presionando todos los botones a la vez, agitando el control con todo —me acusa. Tiene razón. No tengo idea de cómo jugar este juego, y la vuelve loca y divertida.


—Se llama estrategia, Srta. Estrella sexy de Tenis. —Bato mis pestañas hacia ella, y le doy una risa cuando su ceño se profundiza.


—Nunca has jugado, ¿no es así?


— ¿Madden15 dos mil treinta y cuatro? No.


—Es Madden 2013 listilla. —Ahora se está riendo de mí. Dios, es divertida.


—Todavía te estoy pateando el culo, Nueva York. La tipa con tu nombre en la camiseta no se ve nada como tú, por cierto.


Agarro mi refresco y tomo un sorbo. Estamos rodeadas de comida chatarra. Cajas de pizza, bolsas de patatas y envases de galletas con su nombre. Parece que hubo una fiesta de cumpleaños de un niño doce años. Esto es jodidamente hilarante.


—Es un juego de video, bebé, no de música. —Lanzo una patata hacia ella, golpeándola en la cabeza y se vuelve para mirarme—. ¿Acabas de golpearme la cabeza con una patata?


—No —niego inocentemente y me recuesto en el sofá mientras pone el control en la mesa de café y se vuelve hacia mí.


—Mentirosa.


—Te lo merecías, morena.


—Yo sé lo que te mereces. —Se arrodilla delante de mí, toma mi mano y me tira contra ella, y luego, con un movimiento rápido, tira mi camisa sobre mi cabeza—. Creo que esta es mi camisa, y la quiero de vuelta ahora.


—Muy bien. —Me acuesto en el sofá de nuevo y cruzo los brazos sobre mi pecho, cubriendo mis pechos con el movimiento. Santana contrae los labios, para mantener la sonrisa mientras agarra mi pantalón corto por mis caderas y tira de las piernas y las pone sobre el hombro izquierdo. Creo que el pantalón corto acabó en la pizza.


—Esto es mío también —murmura, con los ojos brillantes, mientras pasa su mirada en mi cuerpo. Trato de cruzar las piernas, pero las mantiene firmemente con sus manos en mis muslos, y pone su cuerpo entre ellos, por lo que su cadera se apoya contra la mía, sus labios a centímetros de mi cara.


— ¿Sabes lo hermosa que eres? —ella pregunta en voz baja.


Me encojo de hombros, mi boca inteligente de repente me abandona, y sólo me pierdo en la profundidad de los ojos marrones de Santana.


—Tan hermosa —susurra y besa mi frente, mi nariz y mi hoyuelo—. Me encanta el hoyuelo. Pareces tan inocente. —Sonríe contra mi mejilla y me da un beso de nuevo—. Claro, yo sé que eso no es cierto.


Me río y deslizo mis manos debajo de la camisa que lleva, en los músculos lisos de la espalda.


—Te quiero desnuda, ahora.


—Lo haré —besa mi cuello mientras pasa la mano por mi cara, y luego hasta mi pecho para provocar a mi pezón. Me siento sin aliento, me retuerzo debajo de ella.


—Desnuda —repito, pero ella sólo se ríe y continúa el tormento, pasando sus manos sobre mi cuerpo, esos labios en mi cuello y hacia abajo para continuar torturando mis pezones. Oh Dios mío, esto es muy bueno.


—Tu piel es tan suave. —Está de rodillas otra vez, besando mi estómago, hasta el ombligo, al que presta especial atención. Ella agarra mis caderas con las manos, manteniéndome quieta, mordisqueando y besando mi estómago, pasando su nariz en él y luego besa un poco más. Jesús, ¿cuándo mi estómago se convirtió en una zona erógena?


De repente, ella me empuja hasta el borde del sofá y abre mis muslos, sentada sobre los talones, mirándome.


—Tan hermosa —repite. Levanta la mano a la cara, sus ojos en los míos, y pasa el dorso de los dedos en mi cara, el labio inferior con el pulgar y luego traza la punta de su dedo en la garganta, en mi esternón, mi ombligo y mi estómago.


No me puedo mover. Estoy totalmente fascinada. Dios, ¿cómo una broma tonta de engañarla en un juego, se trasladó a esta tensión sexual intensa en cuestión de segundos?


De repente se da la vuelta, coge un cubo de hielo en un vaso de refresco vacío, y lo pone en su boca. Sus ojos me sonríen antes de que baje la cabeza y lo coloca suavemente justo en mi piercing. Sus labios fríos envían un rayo a través de mi núcleo, y levanto mis caderas como respuesta.


— ¡Mierda, qué frío!


Se ríe y lo hace de nuevo, pero esta vez se desliza más abajo, abriendo mis labios, y chupando devotamente con hielo. Agarro su cabello en mis puños y la empujo contra mí, pero ella se echa atrás de mis manos y sacude la cabeza.


—Agarra el respaldo del sofá con las manos, cariño.


¿Eh?


— ¿Por qué?



—Va a ser intenso para ti, y lo será aún más si no me puedes tocar.


Acaricia suavemente el muslo con la mano.


—Confía en mí.


—Confío.


Así que agarro el sofá en la parte superior de mi cabeza y la miro. Ella sonríe y besa mi muslo de forma tranquilizadora, entonces toma otro cubo de hielo, se lo pone en su boca, separa los labios con una mano y con los ojos fijos en mí, guía el hielo desde mi ano, a través de mis pliegues y hasta mi clítoris.


—Mira esto, Brittany.


Cuando llega a mi perforación, lo sostiene allí, rodeando el metal cada vez más, por lo que es frío como el infierno, y luego lo empuja contra mi clítoris ya estimulado, y mis caderas saltan del sofá. Ella me empuja hacia abajo con firmeza, y da alivio a mi clítoris, conduciendo el hielo de nuevo a mis labios.


—Me encanta este coño de color rosa —murmura, con los ojos llenos de deseo y lujuria.


—Y yo deseo más de ti—digo, jadeando.


—Es bueno escucharlo —ella responde con sarcasmo y consigue otro cubo de hielo.


—Jesús, Santana, no puedo seguir con esto.


—Hey, está todo bien. —Me besa el muslo de nuevo, dos veces, y pone un beso suave contra mi coño. Dios es muy emocionante ver que me besa allí. Ella pone el hielo en la boca y chupa mis labios profundamente, frotando su nariz en mi clítoris y de repente noto un dedo frotando mi ano. Mis caderas se empujan contra ella y no puedo mantener el orgasmo que viene violentamente, gritando su nombre.


Empuja el hielo profundo en mí con su lengua y saca rápidamente su camisa al igual que sus pantalones cortos, liberando la tensión sexual que siente y me aprisiona entre sus brazos. Mientras sus labios fríos se encuentran con los míos, ella empuja un par de sus dedos dentro de mí.


—Mierda, esta frío —se ríe y me besa de nuevo.


— ¿Puedo tocarte ahora? —le pregunto, levantando mis caderas a su encuentro.


—Al diablo con todo, Britt, sí, tócame. —Pongo mis brazos alrededor de su cuello y me sorprendo cuando de repente ella está conmigo en sus brazos, continuando aún con sus dedos sacándolos y deslizándolos con suavidad dentro de mí, y se sienta en el sofá. Yo planto mis rodillas al lado de sus caderas, y aseguro su linda cara entre las manos.


—Me encanta cómo me siento cuando me haces tuya —susurro contra sus labios. Sus manos acariciaban mi espalda, mis hombros, hasta mi trasero y viceversa—. Me encanta la forma en que me tocas.


Mis ojos nunca dejan los suyos, empiezo a mover mis caderas contra la suya. Su mandíbula esta apretada cuando me mira, sus ojos serios y cálidos. Paso mis manos por su pelo, la beso profundamente y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me abraza aún más. Antes de que pueda pensar, me caigo sobre el borde de nuevo, temblando a su alrededor.


Entierra su cara en mi cuello y gime.


—Por Dios…….Britt. —Y de repente está cayendo conmigo, liberando su pasión conmigo.




De nuevo me despierto sola en la cama de Santana. Tengo la sensación de que con su entrenamiento y las reuniones de la mañana, voy a despertar muchas veces sola cuando estemos juntas. Pero como me despertó con besos deliciosos para decirme que salía, esta perdonada.


Ayer fue el mejor día que he tenido en no sé cuánto tiempo. Literalmente, pasamos todo el día siendo unas glotonas perezosas. Excepto cuando hacíamos el amor, lo que también sucedió con bastante frecuencia.


Ella es una sexy e insaciable latina. Cuanto más la conozco, más me gusta. Definitivamente no es la idiota arrogante que yo pensaba que era. Ella es reflexiva, amable y divertida. Y por alguna razón, que no voy a mirar demasiado de cerca, parece estar enamorada de mí.


Recojo mis cosas y me voy a casa. Hoy es el funeral de Nick, y quiero ir. Nick era un chico muy especial y tengo que decirle adiós. Me tomo el tiempo en la ducha para que la caiga el agua ardiente en mis músculos doloridos y para calmarme. Sonrío cuando recuerdo los dos baños que Santana y yo compartimos ayer, y como acabamos sucias otra vez, antes de salir del agua. A la atractiva morena le gustan los deportes acuáticos.


Después de lavar, raspar y frotar, me seco rápidamente y me pongo un sencillo vestido negro. Recojo mi cabello en un moño suelto, maquillaje suave y me quedo satisfecha con el resultado, cuando me miro en el espejo mientras me voy abajo para comer algo ligero antes de ir al funeral. Al bajar las escaleras, suena el timbre de la puerta. ¿Quién diablos puede ser?


Abro la puerta para encontrar a Santana con un elegante vestido oscuro, de pie en mi puerta. Dios se ve tan bien. Se adapta a su cuerpo, torneado y escultural.


—La alarma no está encendida. —Está molesta.


— ¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunto.


—La alarma no está activada —repite obstinadamente y pasa hasta la sala de estar.


—Santana, llegué a casa hace menos de una hora. ¿Qué estás haciendo aquí?


Me tira contra ella, envolviendo sus brazos alrededor de mí y me sostiene apretada.


— ¿De verdad crees que te dejaría ir sola hoy?


Descanso mi mejilla contra su pecho y respiro su aroma. Huele a limpieza y seguridad. Huele a Santana.


—No tienes que ir conmigo —murmuro.


Da un paso atrás y tiene mi cara entre sus manos.


—Sí, cariño. Tengo que ir contigo para apoyarte. Luego vendrás a casa conmigo.


— ¿No estás cansada de mí? —le pregunto a la ligera, arrugando la nariz.


—Sí, estoy terriblemente cansada de ti. Comes demasiado, monopolizas la cama y haces trampas en los videojuegos. Por no hablar de que necesitas una gran cantidad de sexo. Pero, puedo soportar todo esto, con gran pero muy agradable dificultad, debo admitir.


—Ya sabes, podrías utilizar este encanto en algún trabajo.


Se ríe de mí.


— ¿No te diste cuenta, Brittany? No puedo tener suficiente de ti. Tengo que viajar a Miami mañana y quiero que te quedes conmigo esta noche. ¿De acuerdo?


—Sí, todo está bien.



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Breves adelantos – Capítulo 14


—Escuché decir que Miami es divertida. ¿Vas a salir hoy en la noche? —pregunto con una sonrisa y sistemáticamente desmantelo un clip de papel. Ella ríe y aprieto mis muslos. Incluso a tres mil kilómetros de distancia, su voz hace cosas conmigo. Solo se fue hace 36 horas y estoy ansiosa de colocar mis manos en ella.


—No, tenemos un toque de queda cuando estamos fuera de la ciudad, Britt. Probablemente vamos a volver al hotel y pedir servicio al cuarto, te llamo en la noche otra vez. Quisiera que estuvieras aquí. —La última frase es susurrada y agarro mi teléfono todavía más fuerte.

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—Sabes, estaba mirando tus registros de servicio y recordé que no has tomado vacaciones desde hace dos años.


Santana López, voy a torturarte. Después de besarte apasionadamente.


—Eso es verdad —respondo.


—Tienes casi 200 horas en tu banco de horas, Brittany.

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—Oye. —Reposa los codos en cada lado de mi cabeza y pasa sus dedos en mi cabello. Su cuerpo está nivelado contra el mío, piel contra piel, presionando la mía. Está completamente hermosa, y nunca me sentí tan segura. Tan cuidada—. Britt —susurra y besa mis labios nuevamente—. Todo en ti es tan adictivo, me enloqueces. —Mueve sus caderas levemente, deslizando sus dedos contra la humedad de mi núcleo, y entra en mí lentamente, sin esfuerzo. Descansa su frente en la mía, jadeante—. Nunca me canso de ti.


Me besa otra vez, suavemente, moviendo las manos rítmicamente en mi cabello. Está haciendo el amor conmigo, en cuerpo y alma.

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—Oye, Santana, ¿quién es la mujer?


Nos separamos y miramos hacia el fotógrafo que toma una foto nuestra. Me asusto, y trato de escaparme, pero Santana me sujeta firmemente a su lado y me sonríe con confianza.


—Esta es mi novia, Brittany.


— ¿Cuál es tu sobrenombre, mi dulce? —pregunta el fotógrafo, pero sacudo mi cabeza.


—Solo Brittany.


—Gracias, chicas. —El reportero le asiente a Santana y camina hasta las otras jugadoras para tomar más fotos.