[Resuelto]FanFic BRITTANA "Play With Me" EPÍLOGO

Hola……buenas       noches a todas/os………wowww, al fin hallé un       momento libre entre mis deberes en la universidad y mis asuntos personales…….infinitas       gracias por apoyar la historia……..por poco no actualicé, pero me dije “vamos, puedes hacerlo aunque sólo a punto de dormirte”………pasa que por algunas tareas que tenía para la Universidad tuve un par de trasnoches jejejeje y estaba cual zombie sin expresión alguna. Ahora que actualice ya puedo ir a dormir en paz       jajajaja




*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:


http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día viernes…….salvo que esta vez me conminen por unanimidad a hacerlo antes. Gracias por su comprensión y paciencia.



Algo más…….con este capítulo veremos algo de       drama entre San y Britt, pero tranquilas que no durará demasiado…….sobre la consulta que varias hicieron sobre la madre de Britt, sólo diré que van a querer torturarla porque gran parte de las inseguridades de la rubia son gracias a ella


Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….





NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor




Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.











- Despierta, mi amor.


Santana retira suavemente el cabello de mi rostro y besa mi mejilla.


—Hmph.


—Tengo que irme, querida, necesito que te despiertes.


¿Irse?


Abro los ojos y miro esa belleza que irradia. Dios, mirarla es una buena manera de despertar.


—Buenos días —murmuro y me estiro.


—Buenos días.


Me siento, dejando que las sábanas se deslizaran hasta mi regazo, y empujo mi cabello hacia atrás, sobre mis hombros. Los ojos de Santana están en mis pechos y sonrío.


— ¿Te gusta lo que ves?


—No tienes ni idea.


—Ven aquí y muéstrame. —Me acuesto, y abro mis brazos. Ella sube en la cama y me besa, asomándose sobre mí.


—No me puedo quedar. Tengo que ir a entrenar por un rato. Puedes venir conmigo, si quieres. —Besa mi nariz, mientras río.


—Santana, yo no corro. Si me ves corriendo, mejor sería empezar a correr mucho, porque significa que algo me está persiguiendo.


Se ríe de mí, me besa otra vez, y después se sienta.


—Eres divertida. Bueno, entonces mi pequeña perezosa, quédate aquí, solo dejando mi hermosa cama. Tengo que ir hacia la tortura por un tiempo.


—Trabajo hoy en la noche. —Le recuerdo, y frunce el ceño.


— ¿Qué turno?


—Tengo que estar allá a las dos y salgo a las dos de la mañana.


— ¿Cuántas veces vas a hacer este turno durante la semana?


—Solo hoy en la noche, entonces estoy fuera en los próximos tres días. —Me abrazo a las confortables sábanas blancas, y abrazo la almohada de Santana, mientras estoy hablando con ella.


—Esta almohada tiene tu olor.


—Ven para acá esta noche, después del trabajo.


—No sé…


—Por favor. —Desliza la mano de mi rodilla hasta mi muslo, y al lado de mi cadera—. No quiero estar sin ti esta noche.


—Está bien. ¿Vas a tener juego este fin de semana? Va a ser el domingo, ¿no?


—Esta semana el juego será el lunes a la noche. Estaba esperanzada de que no trabajaras ese día, y pudieras ir. Soy dueña de una de las suites, y mi familia generalmente va hasta allá para ver el juego.


—Oh, realmente no trabajo. Pero Rachel y Kitty me llamaron para hacer algunas compras, y después un happy hour con ellas el lunes. Dijeron que los demás irían al juego, y nosotras debíamos hacer cosas de chicas para recuperar el tiempo perdido.


—Eso es genial también. Podemos encontrarnos después del juego. —Besa mi frente y sale de la cama.


—Eres tan buena conmigo, ¿está bien no ir al juego? —pregunto dudosa.


—Está todo bien. Todavía estamos en el inicio de la temporada, habrá muchos juegos para que puedas ver. Diviértete con las chicas.


Esto es tan lejos de la mujer arrogante que creí que era, y el hecho de que siempre la etiqueté como una idiota, me deja avergonzada.


— ¿Qué pasa?


—No eres una imbécil.


Sus cejas suben hasta su cuero cabelludo y me mira.


— ¿Eso es algo malo?


—No, estoy disculpándome por haberte llamado idiota antes. No lo eres.


—Disculpas aceptadas.


—Bueno, vete pronto, antes de que te tire de vuelta a la cama, e incluso te dé tu entrenamiento aquí.


—Voy a estar de regreso antes de que salgas hacia el trabajo.


—Probablemente vaya a casa, necesito cambiarme. No tengo nada aquí. ¡Mierda! —Cubro mi rostro con las manos.


— ¿Qué pasa?


—No vine en auto. Me buscaste la noche pasada.


—Toma la Rover. Las llaves están en la antesala. —Se gira y sale del cuarto, antes de que pueda discutir.


— ¡Ten un buen día, cariño! —grito, después de que sale y la escucho reír, mientras baja las escaleras corriendo.


Salgo de la monstruosa cama de Santana y me estremezco con mis músculos adoloridos. Santana es una amante atenta y creativa. Hice posiciones y usé músculos anoche que no imaginaba posibles. El hecho de que sea tan fuerte y sexy me roba el aliento, definitivamente es sexy como el infierno.


Me pongo la ropa de anoche y bajo las escaleras, para tomar mi bolso, y volver a casa.


La casa de Santana es simplemente deslumbrante. Hay grandes ventanas en todos los ambientes, dejando la casa iluminada, con aquella hermosa vista hacia el jardín.


Sus muebles son cómodos y suaves. No vi la casa entera todavía, pero es definitivamente un hogar, es confortable y acogedora. Como la mujer que la posee.


Las llaves del auto están en el lugar que dijo que estarían. Tomo mi bolso y las llaves de la casa y salgo, y por primera vez, desde que comencé mi trabajo, ya estoy deseando que mi turno termine.




—Él no está nada bien, Britt.


Hanna frota la mano hacia arriba y hacia abajo, de espaldas hacia el mostrador, mientras leo el gráfico de Nick. Solo estuve fuera por algunos días, ¿cómo podría haber estado tan enfermo tan rápido?


— ¿Qué ha pasado?


—Cogió una neumonía. Está durmiendo mucho, y su familia está con él. No tira la camisa que Santana le dio. Está preguntando por ti, querida.


Mierda. Esta es la parte de mi trabajo que odio absolutamente. Nick podría estar mejor, pero su cáncer es agresivo, y coger neumonía con toda la quimioterapia en su cuerpo no es una cosa buena. Tomo su gráfico y camino hasta su cuarto, mejorando la expresión en mi rostro y enderezando mis hombros. Nick no necesita verme triste, él necesita que sea profesional y optimista. Reconfortante.


Golpeo suavemente la puerta y pongo mi cabeza hacia adentro. La madre de Nick está sentada al lado de su cama, haciendo tejidos. Parece exhausta.


—Hola, Britt. Entra. —Me ofrece una media sonrisa.


—Hola, ¿cómo está nuestro chico? —pregunto, y entro en el cuarto. Nick está durmiendo, y así como Hanna dijo, él está con la camisa que le dio Santana. Su respiración es jadeante y está un poco sudado. Tomo su temperatura y hago una mueca con el número alto, entonces, miro su gráfico, para ver cuando fue que recibió los últimos medicamentos para la fiebre.


—Él no está bien —susurra ella y las lágrimas bajan por sus ojos.


—Hola, Britt. —La voz de Nick no pasa de un susurro grave.


—Hola, amigo. —Tomo su mano en la mía, y le sonrío—. He oído que te enfermaste mientras estaba fuera.


—Sí.


—Bien, tendremos que mejorar, ¿de acuerdo? Solo necesitas descansar. —Le doy una palmada en su hombro delgado, y suspiro mientras él vuelve a dormir—. Voy a tomar el remedio para disminuir su fiebre y conversar con su médico. Acabo de llegar pero quería verlo, cuando escuché la noticia.


—Gracias, Britt. Me alegro de que estés aquí hoy.


Dejo su cuarto y camino directo hacia la sala de las enfermeras, con el gráfico de Nick.


— ¿Quién fue asignado a Nick esta mañana?


—Elena, ¿por qué? —pregunta Hanna con una mueca.


—Él tiene dos horas de atraso del remedio preescrito para su fiebre, Hanna. Se está incendiando. ¿Ella le dio algo durante el día?


—Creo que sí.


—Bueno, ella debe ser advertida sobre esto. Si no puede mantener el control de los medicamentos de sus pacientes, no debería estar aquí. —Con eso, camino hacia la oficina del jefe de las enfermeras, tomo mi teléfono, y mando un texto.


*Si tienes cualquier tiempo disponible, en cualquier horario hoy, ¿puedes venir al hospital?


Santana no va a curar cualquier cosa mágicamente, pero verla puede levantar el ánimo de Nick, y voy a tratar todo para dejarlo mejor. Sé que no debería haber pacientes favoritos, pero Nick es especial para mí. Ya está aquí hace tres meses, y estábamos esperanzados de que los tratamientos fueran a funcionar, y seríamos capaces de mandarlo a la casa a finales de septiembre. Ahora no tengo tanta certeza.


Mi teléfono vibra con una respuesta de Santana.


*¿Qué pasa?


*Estoy bien. Respondo. Nick está muy mal.


Probablemente no debería importarle algo así. Mi trabajo no es su problema. Así que cuando comienzo a escribir un nuevo mensaje, ella responde con:


*Voy a llevar la cena a las 7 y hablar un poco con Nick, ¿de acuerdo?


Sonrío, cuando le respondo.


*Prefecto. Gracias. Te debo una.



*****


—No parece bien —observa Santana, mientras le da un bocado a la comida china.


—No lo está —respondo. Estamos sentadas en la oficina de la enfermera mayor, la puerta cerrada, y una variedad de opciones de comida china está esparcida sobre la mesa. Santana llegó hace como 30 minutos, y después de besarme en el ascensor, tomé las bolsas de comida, y dijo un rápido Hola hacia el adolescente enfermo.


—Lo siento, Britt. Es un gran chico. —Sus ojos están sombríos.


—Sí, lo es. —Empujo mi plato y me inclino hacia atrás en la silla, rozando mis manos vigorosamente por mi cabello—. Odio esta parte de mi trabajo.


—Estás cansada.


—Estoy bien. —Me encojo de hombro y la miro. Sus ojos están preocupados, vagando sobre mi rostro, y la amo por estar preocupada por mí y solo por estar aquí—. Gracias por venir. Necesitaba verte.


Empuja la silla hacia atrás de la mesa, mientras me levanto y rápidamente camino hasta ella. Me empuja hacia abajo en su regazo y me enrollo alrededor de ella. Mete la cabeza debajo de mi barbilla, y acaricia mi espalda suavemente. Dios, es bueno estar en sus brazos.




Fue un largo día. Nick no estaba mejor, cuando salí en la noche, me siento culpable porque no voy a estar ahí en los próximos días. Pueden suceder muchas cosas en esta pequeña cantidad de tiempo. Tal vez deba tomar otro turno. Voy a llamar a la enfermera del día de mañana, y ver si ellos me necesitan alrededor los próximos días.


Me gustaría ir a la casa de Santana, pero terminé trabajando hasta tarde. Son casi las 4:00 de la mañana, y ella tiene un juego hoy en la noche, entonces decido ir para mi casa y no incomodarla. Todavía estoy manejando el Rover. Es mucho más sofisticado que mi Toyota Sedan, y es divertido de conducir. Mi teléfono de repente comienza a sonar y frunzo el ceño cuando veo “Estrella sexy de Tenis” parpadeando en la pantalla.


— ¿Hola?


— ¿Dónde estás? —Parece soñolienta.


—En tu auto. Acabo de salir del trabajo, salí tarde.


— ¿Vienes en camino? —pregunta y oigo el crujido de las sábanas, cuando se mueve en la cama.


—Creo que voy a volver a la casa. Tienes un juego hoy en la noche, deberías dormir un poco.


—Estoy bien, cariño. Voy a dormir mejor si estás aquí. Me desperté varias veces, para asegurarme de que estabas aquí de todas formas.


Muerdo mi labio inferior. ¿A quién estoy engañando? Quiero verla. Estar desnuda con ella. Agradecerle por lo que hizo más temprano.


—Estoy yendo para tu casa —murmuro.


—Genial. —Oigo la sonrisa en su voz cuando cuelga.


Entro por el portón, y después hacia el garaje. Dejó algunas luces encendidas en la casa para mí, entonces voy apagando, mientras hago mi camino hasta su cuarto. Ella está en la cama, durmiendo, llevando apenas la sexy lencería que la distingue.


Ella es sexy y… mía.


Tiro mis ropas y quedo desnuda, deslizándome en la cama a su lado, y me enrollo alrededor de ella. Mi cabeza en su pecho, y mis piernas y brazos alrededor de ella, agarrándome contra su cuerpo.


—Te extrañé —susurra en mi oído.


—También te extrañé.


Besa mi hoyuelo, y después mis labios y me ofrece dulces besos. Gentilmente muerde mis labios, y entonces desliza su lengua en mi boca, girando y jugando conmigo. Corro mis manos por su espalda y después hacia abajo a su trasero desnudo. Su trasero es realmente espectacular.


Abre mis piernas con las suyas, y se encaja entre mis muslos, sin mecerse, solo descansado allí, besándome, acariciando mi cabello rítmicamente con la punta de los dedos. Continúo acariciando su espalda, piernas, brazos, y solo disfrutándonos mutuamente en silencio.


Levanto mis piernas y engancho mis muslos alrededor de sus caderas, abriéndome hacia ella. Siento mi humedad contra su sexo, y gime, mientras desliza una de sus manos sin esfuerzo contra mi centro, sin entrar en mí.


—Tan mojada —susurra.


—Te necesito —susurro en respuesta. Aleja el rostro hacia atrás y me mira, pasando los dedos por mi rostro y lentamente, oh tan malditamente lento, entra dentro de mí.


Sus ojos se cierran cuando llega al cuello de mi vientre, y me acaricia traviesamente mientras suspira. Descansa su frente en la mía y comienza a moverse lentamente, dejando besos en mi cuello.


—Tu cuerpo ya está acostumbrado a mi tacto, a mi cercanía —murmura—. Fue más fácil esta vez, ¿no?


—Mmm —suelto un gemido, y giro mis caderas, invitándola todavía más. Me aprieto alrededor de sus dedos, cuando acerca aún más su cuerpo al mío y frota el piercing contra mi clítoris.


—Joder, este piercing va a ser mi martirio —refunfuña y río—. Tienes la sonrisa más hermosa.


Ella me desarma. Con pocas palabras, solo un toque, esta ardiente latina me desarma completamente. Sus labios van hasta mi pezón, chupando ávidamente, dejándome todavía más excitada. Le da al otro la misma atención, y me retuerzo debajo de ella, mientras mi cuerpo se vuelve solo sensación. Ella es mi adicción, su boca en la mía… estoy totalmente convencida de lo que siento por ella es real, y sé que nunca me voy a cansar de ser suya.


—Me encanta la forma en que haces el amor conmigo —susurro. Sonríe contra mi boca y empuja sus dedos con dulzura dentro de mí, frotando su cuerpo contra el mío, y se mantiene allí, hasta que aprieto mis piernas en su trasero, empujando más fuerte, y contrayendo mi musculatura.


—Ah, Brittany. —Siento su cuerpo estremecerse y sé que está corriéndose conmigo.


Me besa suavemente y después me abraza, y baja la cabeza a mi estómago. Descansa allí, su mejilla contra mi ombligo, los brazos alrededor de mi cintura, y cae dormida.


Creo que simplemente me enamoré de ella.




—Entonces. —Rachel parpadea su sonrisa hacia mí y me pongo tensa. Ah infierno, usa esa sonrisa solo cuando quiere algo—. ¿Qué está sucediendo entre tú y mi hermana?


Tomo un trago de mi margarita y miro a Rachel. Está sentada delante de mí, en el mismo bar de deportes que Santana me trajo en nuestro primer no encuentro.


Ella, Kitty y yo estamos disfrutando de una tarde de happy hour, después de que ellas hayan comprado todo lo que vieron y se hicieran la pedicure. Estas chicas no juegan cuando se trata de comprar.


—Déjala en paz —murmura Kitty, entonces me mira con desconfianza—. Pensándolo bien, quiero saber también. ¿Qué está pasando? Parecían muy cómodas aquella noche en el boliche.


Me encojo de hombros y miro hacia abajo.


—Estamos durmiendo juntas.


—Daaa. —Rachel rueda los ojos—. La forma en cómo se comportaron, con esos ojos abiertos una a la otra gritaba sexo. Estoy tratando de ignorar que ella es mi hermana, porque de lo contrario, eso es solo… awww. —Se estremece y suspira.


—Lo que queremos saber es que más está pasando —dice Kitty con una sonrisa.


—No lo sé. Solo comenzamos a dormir juntas esa noche.


— ¿Tu regla de tres encuentros? —pregunta Rachel.


—Sí. —Le sonrío con aire de suficiencia.


—Buena chica. —Kitty choca la mano contra la mía en el aire, y río.


—Estamos conociéndonos, creo. —Me encojo de hombros y tomo otro trago de mi margarita—. Ella es una gran mujer. No es la idiota que pensaba que era.


—Es arrogante, a veces, lo que es normal, pero definitivamente no es una idiota —concuerda Rachel.


—No estoy loca por su personalidad arrogante en público —admito—. Pero me gusta mucho como me trata cuando estamos solas. Ha sido genial con los niños en el hospital, y es muy divertida. Pero no creo que podría tener recurso para alimentarlo por mucho tiempo. Ella es impresionante.


—Deberías haberla visto cuando era adolescente. Eso no es nada. Creo que mis padres tuvieron que hacer una segunda hipoteca por la casa, solo para alimentar a Santana.


—No estoy sorprendida. —Río.


—Entonces, te gusta. —Sonríe Kitty conscientemente.


—Me gusta. —Estoy de acuerdo.


—Si te lastima, voy a matarla. —Los ojos de Rachel se estrechan amenazadoramente, y me río.


— ¿Deberías decirme esto? Es tu hermana.


—Es una chica evidentemente rompecorazones. —Se encoge de hombros, como si eso explicara todo.


— ¡Oye! ¡Está en la televisión! ¡Sube el volumen! —le grita Kitty al chico. Él sube el volumen del televisor, a tiempo de pegarnos a una entrevista post juego con Santana.


Se ve fantástica, todo sudada y algo cansada, jadeando. Joder, esa camiseta hace cosas conmigo.


—Gran juego, Santana. Felicitaciones por otra victoria más. —El hombre, más bajo voltea el micrófono hacia Santana, que sonríe con gracia.


—Gracias, hombre. Hicimos un buen juego.


— ¿Crees que Lisa Jennings quede fuera el resto de la temporada, por causa de la lesión en la rodilla que ocurrió en el tercer set?


—Oh, hombre, espero que no. No lo sé.


— ¿Sintió alguna presión cuando las cosas parecían complicarse para ti?


Santana hace una mueca en el rostro, como si fuera la pregunta más estúpida que haya escuchado.


—Siento la presión en cada juego.


— ¿Estás lista para Miami la próxima semana?


—Creo que sí. Todas las chicas de la organización de tenis estamos entrenado duro, viendo un montón de grabaciones. Vamos a estar tan listas como podamos el próximo domingo, porque queremos dejar en alto a Nueva York.


—Fue vista por la ciudad con una mujer rubia. ¿Es su novia?


Mi corazón se detiene. Literalmente se detiene. Kitty suspira y Rachel hace una mueca.


—Lo confirmo, mi hermana es una idiota —refunfuña Rachel.


Santana ofrece una sonrisa prejuiciosa, arrogante.


—Hombre, ¿ella parece alguien con quien saldría? —Ríe irónicamente—. Es una amiga de la familia. No tengo espacio en mi vida para una mujer ahora. El tenis es mi prioridad.


—Buena suerte la próxima semana, Srta. López.


Santana sacude la cabeza y, entonces, las pantallas vuelven hacia los cuatro hombres en una mesa conversando sobre el juego.


—Britt, ella no quiso hacerlo sonar de esa manera —dice Rachel calmadamente.


¿Santana dijo que no parecía alguien con quién saldría? Tengo nauseas.


—Joder, soy una estúpida —susurro.


—No, querida. En serio, no quiso sonar de esa manera.


—Creo que ella quiso decir exactamente lo que dijo, Rachel. —Sacudo mi cabeza, para aclararla, agarro algo de dinero de mi bolsa, lo tiro sobre la mesa y me levanto—. Me voy para la casa. Gracias por la noche, chicas.


—Britt, no te vayas.


—Estoy bien. Solo necesito pensar. Cuando te encuentres con los demás después, dile a Santana que no me estaba sintiendo bien, la voy a llamar en unos días.


Sí, como si eso fuera a funcionar.


—Voy a matarla —exclama Rachel, mientras estoy de pie.



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¿Cómo pudiste?, ¿cómo puedes empezar ver a alguien, cuando sé que me amas? Esa perra odiosa no es nada, y nunca te va a amar como yo. ¿Por qué no me ves? Si solo paras de verla, y me amas de esa manera que sé que quieres ser amada, no voy a lastimarla.

Tu amor, F.

**********

―Ok, vamos a buscar a las chicas para llevarlas a cenar ―dice Quinn, y salimos juntas hasta el garaje del estacionamiento privado―. Pero voy a dejar avisado, vámonos ahora temprano. Tengo planes para ella esta noche. ―Ella sonríe y todos nos detenemos y fruncimos el ceño hacia la rubia ojiverde. Artie ríe.


―Solo porque colocaste un anillo en su dedo, no significa que no voy a matarte, Fabray ―avisa Caleb.


Intento ahogar mi carcajada. Quinn puede ser menor que nosotros, pero ella tranquilamente podría derribarnos a cualquiera porque sabe mucho de artes marciales. No todos de una vez, pero en una lucha uno contra uno, apostaría mi dinero en Quinn.


―Si me matas, Rachel te mata. Y sé que le tienes miedo.


―No tengo miedo de mi pequeña primita ―murmura Puck, ganando una mirada de soslayo de Artie―. Ok, tengo miedo de ella. No lucha justo.


*********

―Porque en menos de treinta segundos antes de que aquel idiota empujara un micrófono en mi rostro, encontré una nota en mi armario de alguna fan lunática, diciendo que si no paraba de ver a Britt, ella iría a lastimarla. No tenía tiempo para hablar con seguridad, o pensar sobre eso. Ni pensé en una respuesta, solo dije que no tenía una novia, porque si alguien lastimara a Britt, yo iría a matar a aquella maldita, y no puedo ir a prisión.

********

―Oye, dejaste muy claro hoy, que la única cosa que te interesa es el tenis. Entonces para con esta tontería de “quiero que estés segura” y vete. No te quiero aquí.


Mi estómago se revuelve y mi corazón hace un camino corto y directo hasta mi garganta.


―Britt. ―Me acerco a ella, pero se aleja de mi alcance, y el pánico se instala dentro de mí―. Britt, déjame explicarte.

      Hola……buenas       noches a todas/os………sólo debo esperar un poco más y seré libre el fin de semana       jejejeje……aunque pensándolo       bien no tanto, tengo un par de tareas que hacer para la siguiente semana, aunque comparando esta semana con la anterior, definitivamente la anterior estuvo más estresante y plagada de obligaciones de distinta índole que debía cumplir……en fin, dejando de lado el drama de mi vida personal y universitaria debo decirles que en este capítulo veremos       “drama”, ello no significa que desesperen porque las cosas de a poco retornan a su cauce. Definitivamente uds. son las       mejores por apoyar y seguir esta historia, así que para no hacerlas esperar y a pedido masivo decidí actualizar un día antes a lo programado porque……¡se lo merecen¡ (aprovechando mi momentáneo tiempo libre procuraré avanzar lo más posible en la adaptación de la historia para responder a su favorable recepción del fic)



Anhelo con todo el       corazón que mi vecino país “Chile” halle la tranquilidad necesaria después del fenómeno natural con el que se vio afectado……..¡ánimo, amigas/os chilenos¡




*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día domingo…….salvo que esta vez me conminen por unanimidad a hacerlo antes. Gracias por su       comprensión y paciencia.





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….



*Y bueno…….una canción más de Marc Anthony…….creo que ya me       obsesioné con la música salsa, en especial de este cantante       jejejejeje



NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 11






Santana

Mierda. ¿Qué tipo de mente enferma iría a dejar eso en su armario, y cómo diablos consiguió entrar en nuestro camerino? Necesito hablar con Mike, o con nuestro jefe de seguridad, ahora.


― ¡Hey! Alguien llame a Mike por mí ―grito, confiada de que alguien irá a buscarlo.


Jugué de forma imparable contra la representante de Los Ángeles esta noche. Infierno, he jugado el mejor partido de mi vida en las últimas semanas, y no creo que eso esté sucediendo desde que comencé a ver a Britt. Esta/e idiota fan obsesionada/o no va a tocarla. Gracias a Dios que ella me dejo poner el sistema de alarma en su casa. El pensamiento de que le pase algo me deja mal.


―Hey, Santana, ¿puedo hacerte algunas preguntas? ―Un nuevo reportero deportivo está sosteniendo un micrófono frente a mi rostro, y pongo mi sonrisa pública.


―Claro, hombre.


―Gran juego, Santana. Felicitaciones por otra victoria más ―El hombre más abajo gira el micrófono hacia mí.


―Gracias, hombre. Hicimos un buen juego.


— ¿Crees que Lisa Jennings quede fuera el resto de la temporada, por causa de la lesión en la rodilla que ocurrió en el tercer set?


―Oh, hombre, espero que no. No lo sé ― ¿Cómo diablos voy a saber eso? ¿Parezco una médico, idiota?


— ¿Sintió alguna presión cuando las cosas se ponían difíciles esta noche?


Hago una mueca hacia este idiota y quiero preguntarle si vio el partido. Jesús, ¿dónde encontraron a este idiota?


―Siento la presión en cada partido.


― ¿Estás lista para Miami la próxima semana?


―Creo que sí. Todas las representantes de Nueva York estamos entrenando duro, viendo un montón de grabaciones. Vamos a estar tan listas como podamos el próximo domingo.


―Fue vista en la ciudad con una mujer rubia. ¿Es su novia?


Mierda. Por favor, cariño, no estés viendo esto. Mi estómago se aprieta y me alegro de que ya esté sudada por el juego, para que nadie pueda ver el brillo fresco que acaba de estallar en mi rostro.


Le ofrezco mi sonrisa, presumida arrogante.


― Hombre, ¿ella parece alguien con quien saldría?―Rio hacia él, como si eso fuera la cosa más ridícula que he oído. ¡Si, ella es mi novia! Es la mejor cosa que me ha sucedido e intento estar dispuesta a todo porque nuestra relación funcione―. Ella es una amiga de la familia. No tengo espacio en mi vida para una mujer ahora. El tenis es mi prioridad.


―Buena suerte la próxima semana, Srta. López.


Asiento hacia él, y él se aleja de mí, para entrevistar a alguien más.


Joder. Si Britt vio esa entrevista, estoy jodida. Ella ya tiene problemas con mi arrogante figura pública, y este sería el último clavo en el ataúd de nuestra relación, si ella lo vio. Y eso no es posible. Ella es mía.


Rápidamente voy hacia la ducha, lista para salir de aquí, para que pueda encontrarme con mi familia en la suite, y enseguida, salir para encontrarnos con nuestras chicas para salir a cenar. Necesito ver a Brittany.


― ¿Quería verme?


Mike, un ex ranger del ejército y actualmente policía de Nueva York, está de pie detrás de mí.


―Sí, hombre, alguien dejo esto en mi armario. Lo encontré cuando llegue aquí después del juego ―le entrego la jodida nota y hago una mueca―. ¿Cómo diablos alguien entro aquí?


Mike frunce el ceño, mientras lee la nota y después maldice por lo bajo.


―No sé. Ella probablemente mostró sus pechos a alguien. Voy a revisar las cámaras de seguridad y vamos a encontrarla. No te preocupes por eso.


Estrecho mis ojos hacia él, y cruzo mis brazos sobre el pecho. Sé que Mike es bueno, siempre lo he conocido, y nadie se mete con él. Pero alguno de los otros hombres van y vienen.


―Quiero que quien la dejo entrar sea despedido.


―Sin duda.


―Y si una hebra del cabello de la cabeza de Britt fuera tocado…


―No va a pasar. Esta es solo una chica estúpida con una obsesión, Santana. Voy a lidiar con eso.


Asiento una vez y giro la espalda, despidiéndolo. Isaac, Artie, Quinn, Puck y Caleb, están en la suite, todavía comiendo la gran cantidad de alimentos colocados a su disposición y cambiando opiniones sobre el partido. Tomo algunas papas y las lanzo a mi boca. Joder. Estoy con hambre.


―Buen juego, morena ―Isaac me saluda y yo asiento de vuelta.


―Sí, gracias. Me sentí bien, ¿listos para ir a buscar a las chicas? ―pregunto y tomo otro puñado de papas.


―Stacy se quedó en casa esta noche. Se está sintiendo incomoda, así que yo voy para casa, a masajear sus pies y a colocar a Soph en la cama ―Isaac toma las llaves y asiente hacia nosotros, luego se dirige a la salida.


―Ok, vamos a buscar a las chicas para llevarlas a cenar ―dice Quinn, y salimos juntas hasta el garaje del estacionamiento privado―. Pero voy a dejar avisado, vámonos ahora temprano. Tengo planes para ella esta noche. ―Ella sonríe y todos nos detenemos y fruncimos el ceño hacia la rubia ojiverde. Artie ríe.


―Solo porque colocaste un anillo en su dedo, no significa que no voy a matarte, Fabray ―avisa Caleb.


Intento ahogar mi carcajada. Quinn puede ser menor que nosotros, pero ella tranquilamente podría derribarnos a cualquiera porque sabe mucho de artes marciales. No todos de una vez, pero en una lucha uno contra uno, apostaría mi dinero en Quinn.


―Si me matas, Rachel te mata. Y sé que le tienes miedo.


―No tengo miedo de mi pequeña primita ―murmura Puck, ganando una mirada de soslayo de Artie―. Ok, tengo miedo de ella. No lucha justo.


―Esa es mi chica ―anuncia Quinn con orgullo. Me agrada ella. Es buena para mi hermana. Ahora necesito colocar mis manos en mi chica y quedarme segura de que ella no vio lo que ese idiota hablo en la TV esta noche.






― ¡Eres una idiota!


Rachel se pone frente a mí tempestuosamente en el estacionamiento del restaurante que planeamos encontrarnos el día anterior. Ella me empuja con fuerza en el pecho, haciéndome retroceder un paso. Puck estaba en lo correcto, ella no lucha justo.


―Rachel…


―Lo sabes ―me interrumpe―. Sé que puedes ser una idiota arrogante, a veces, pero lo que dijiste en la televisión en vivo esta noche, se lleva el gran premio. ¿Quién diablos piensas que eres para herir a alguien así?


― ¡Mierda!


Ella se aleja un paso y sus ojos se ensanchan un poco. Los chicos están todos de pie alrededor, observándonos. Las manos de Kitty están plantadas en sus caderas, y me está mirando también. Mary está al lado de Caleb, entrelazando su brazo con el de él, y frunzo el ceño.


¿Qué mierda es esa?


―En serio, Santana, ¿en qué diablos estabas pensando? ―pregunta Kitty.


― ¿Dónde está ella?


―No está aquí ―Rachel levanta la barbilla obstinadamente. Me giro hacia Kitty.


― ¿Dónde está, Kitty?


―Creo que fue a casa. ¿Por qué, en nombre de Dios, ella estaría aquí, Santana? Anunciaste al mundo que ella es una mujer que tú jamás llamarías para una cita. No es tu tipo, ¿recuerdas?


―No puedo creerlo, ¿qué diablos dijiste? ―pregunta Artie y me estremezco.


― ¿Ustedes no lo vieron? ―pregunta Rachel, sus ojos estrechados todavía amenazadoramente hacia mí. Parte de mi quiere cubrirse la cara porque presiento que si Rach no se tranquiliza no me irá nada bien.


―No, no vimos ninguna entrevista post juego ―añade Puck.


―Bien, déjenme aclararles, entonces. Cuando le preguntaron quién era la chica con la que fue vista acompañada recientemente, mi hermana malditamente estúpida, respondió con, y cito literalmente: ¿Ella parece alguien con quien saldría? No tengo espacio en mi vida para una mujer. Soy una gilipollas egoísta con un pechos pequeños.


― ¡No dije esa última parte!


―Cielos, Santana, ¿por qué simplemente no les dijiste “sin comentarios”? ―pregunta Artie, mirándome como si fuera una idiota. Y lo soy.


¿Por qué no di esa respuesta?


―Porque en menos de treinta segundos antes de que aquel idiota empujara un micrófono en mi rostro, encontré una nota en mi armario de alguna fan lunática, diciendo que si no paraba de ver a Britt, ella iría a lastimarla. No tenía tiempo para hablar con seguridad, o pensar sobre eso. Ni pensé en una respuesta, solo dije que no tenía una novia, porque si alguien lastimara a Britt, yo iría a matar a aquella maldita, y no puedo ir a prisión.


Rachel me mira con una mueca, y todos mis amigos estrechan sus ojos amenazadoramente.


―Santana, ¿ella tiene seguridad en su casa? ―pregunta Caleb, con voz baja e irritada.


―Sí, le instale un sistema de seguridad la semana pasada, gracias a Dios.


― ¿Le diste la nota a Mike? ―pregunta Puck y saca su móvil, marcando mientras habla.


―Sí, él dijo que iba a cuidar eso ―respondo y regreso a mi auto, entrando rápidamente al lado del conductor―. Voy hasta su casa. Los veo más tarde.


―Santana, ella estaba muy enojada. Deberías darle algunos días para que enfríe su cabeza ―Quinn me mira con aquellos grandes y preocupados ojos verdes, pero le ofrezco una sonrisa medio triste.


―Tengo que pedir disculpas y arrastrarme un poco. Espero que entienda cuando le explique.


―Ellos agarraron a la chica ―anuncia Puck, mientras cierra el móvil y lo coloca en su chaqueta―. Una estudiante de la facultad de diecinueve años, que le ofreció a uno de los hombres de seguridad sexo oral, si la dejaban entrar. Ella tuvo prisa.


―Gracias Puck. Vayan a cenar, todos ustedes. Les mando un mensaje mañana.


¿Qué mierda hice? Conduzco desesperadamente hasta la casa de Britt. Necesito verla.


Necesito sostenerla y tranquilizarla de que todo lo que dije en aquella maldita entrevista era una mentira. No puedo perderla.


Me detengo en la acera de su casa, cierro la puerta del auto y corro hasta el balcón del frente. Toco el timbre. Ninguna respuesta.


Las luces están encendidas. Puedo oír la música que viene de adentro pero no es tan alta, para que ella no sea capaz de escuchar el timbre. Toco de nuevo.


Ninguna respuesta.


Intento empujando el pomo de la puerta, y para mi sorpresa, está abierta. Ella no encendió la alarma o se encerró adentro como le pedí que hiciera.


¡Qué mujer tan obstinada!


― ¿Britt? ―llamo y entro a su casa. No hay señal de ella en la sala de estar o en su bella cocina. Subo la escalera, llamándola mientras camino.


― ¿Britt?, ¿Dónde estás, cariño?


Puedo oír la ducha abierta en el baño de la habitación principal, entonces entro y llamo.


― ¿Britt?


― ¡Ah! ―ella grita de sorpresa, y yo no puedo dejar de reír.


―Soy yo.


― ¡Me asustaste! ―Ella cierra el agua, empujando la cortina de vuelta, y con la visión de su cuerpo suave y mojado, mi boca queda seca.


Santo cielo…..es tan hermosa.


Es toda suave, piel blanca rosácea, pezones rosados y curvas suaves. Su cabello rubio, y sus ojos azules me enfrentan. Es claro, ahora ellos están disparándome puñales.


―Lo siento mucho, pero dejaste la puerta abierta y no encendiste la alarma, como te pedí.


Ella encoge sus hombros y saca una gran toalla de baño, envolviéndose con ella y cubriendo su cuerpo de mi visión. Quiero rasgar la toalla y empujarla contra la pared del baño, pero no creo que eso sea lo adecuado en este momento.


―No es de tu incumbencia si enciendo o no la alarma, Santana. ―Ella pasa por mí, en dirección a la habitación, y comienza a buscar su ropa en el vestidor.


―Claro que lo es. Necesito saber que estás segura.


―Estoy segura.


―Estás segura cuando enciendes la alarma.


Ella solo se encoge de hombros nuevamente, como si no fuera gran cosa, y viste un top y calzas. Oh, su trasero en ese pantalón me deja sin respiración.


―Oye, dejaste muy claro hoy, que la única cosa que te interesa es el tenis. Entonces para con esta tontería de “quiero que estés segura” y vete. No te quiero aquí.


Mi estómago se revuelve y mi corazón hace un camino corto y directo hasta mi garganta.


―Britt. ―Me acerco a ella, pero se aleja de mi alcance, y el pánico se instala dentro de mí―. Britt, déjame explicarte.


―No es necesario. ―Ella sacude la cabeza y pasa de mí, bajando la escalera hasta la cocina―. Creo que entendí. Dijiste lo que necesitabas para conseguir las tres citas, así que lo conseguiste, jódete, y fui lo suficientemente estúpida como para creer en ti. No voy a cometer el mismo error dos veces.


―No. ―Sostuve sus hombros en mis manos y la giro hacia mí, obligándola a mirarme. Dios, ella es todo lo que quiero para vivir―. No, Brittany. Te lo dije antes, nunca te engañaría. Todo el tiempo que estoy junto a ti, fue y es lo mejor que me ha pasado en la vida.


―Anunciaste a la televisión que no soy nadie ―Sus ojos azules están heridos y tristes, y me siento como una verdadera idiota―. Santana, no seré tu pequeño secreto sucio. No soy alguien con la que comienzas a salir, andas conmigo alrededor de tu familia, duerme contigo, pero niegas mi existencia para la prensa. Si te avergüenzas de mí, no debes estar conmigo. Me avergüenzo de ti ahora.


Trago en seco y aprieto mis ojos, y después la miro. ¿Cómo es que ella convirtió todo mi mundo en tan poco tiempo? Mi Dios, haría cualquier cosa por ella. Menos perderla.


―Brittany, alguien te amenazo esta noche. ―Sus ojos se ensanchan, y veo que tengo su atención―. Encontré un mensaje en mi armario de una fan obsesionada. Dijo que nos vio juntas, y si no paraba de verte, ella te lastimaría. Y la próxima cosa que vi, fue aquel imbécil reportero empujando un micrófono en mi rostro preguntándome sobre ti. No podía decir la verdad y arriesgar tu seguridad.


Ella frunce el ceño en confusión, y sus ojos todavía están heridos, y eso está matándome.


―Mi amor, siento haberte herido. No quiero lastimarte nunca. Pero entré en pánico, y no sabía que más hacer.


―Me avergonzaste, Santana. Sé que no soy nadie especial. Sé que no debes estar interesada en alguien como yo. Somos de dos mundos totalmente diferentes. Tal vez sea mejor, si damos un paso atrás, y dejamos de vernos ahora, antes de romper completamente mi corazón más tarde.


― ¡Para de maltratarte así! Estoy más que interesada en ti. Por amor a Dios, no consigo parar de tocarte y tenerte en cada uno de mis pensamientos. No voy a romper tu corazón, Brittany.


¡Esto duele! Ella está rompiendo mi corazón ahora mismo.


―Ah, sí, lo harás ―Ella sacude la cabeza y se aleja más de mi―. Es inevitable. Las personas no se quedan, Santana. Todo el mundo me deja, y creo que prefiero que salgas ahora, que más tarde, porque no creo que podría sobrevivir a eso más tarde. ―La última parte fue susurrada, y doy un paso en su dirección para abrazarla y tranquilizarla de que voy a hacer todo a mi alcance para no lastimarla nuevamente, pero ella huye de mí.


―Por favor ―susurra―. Solo vete.


Bien, seré una maldita si me quedo aquí a implorar. Tomo un momento para mirarla. Realmente mirarla. Dios, es tan fuerte, dulce y hermosa y es mía.


―Me voy, Britt, si eso es lo que quieres. ―Tomo su rostro en mis manos y beso su frente, inhalando su dulce olor, su cabello mojado contra mi nariz―. No eres un secreto sucio ―murmuro en su oído―, tú lo eres todo para mí.


Antes de pasar vergüenza y rogarle de rodillas si fuera necesario por algo que se me salió de las manos, para que me perdone, salgo de su casa, cierro cuidadosamente la puerta detrás de mí, y subo al auto para regresar a casa.



¡Cómo pudo pasarnos esto!




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Breves adelantos – Capítulo 12


“Tú lo eres todo”.


Esto me golpeaba una y otra vez en mi cabeza todo el día. “Tú lo eres todo”.

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—Hey, Lyle ¿tienes algo para mí?


—Sí, ya los traigo.


Traerlos.


Flores. Debería haberlo sabido. Lyle viene saliendo de la Oficina de vidrio con los brazos llenos de hermosas flores rojas. Rosas, peonías, lirios, amapolas. Todo muy rojo.


Maldita sea.


Cojo la tarjeta blanca del ramo y arranco el sobre. Sólo hay una palabra en la tarjeta:

“Todo”.

******

Seis horas más tarde, estoy acabada. Nick falleció hace dos horas. Nosotros reconfortamos a sus padres e hicimos nuestro trabajo para consolar a los otros niños que estaban tristes, asustados y llorando. Odio los días que perdemos a un paciente.


Debería quedarme aquí esta noche. Encontrar una cama vacía y dormir un poco, y luego levantarme y prepararme para otra ronda. Pero meto mi mano en mi bolsillo y paso los dedos sobre la nota que acompaña a las flores de Santana, y yo sé que no quiero quedarme.


La necesito.


Tengo que estar en sus brazos. Quiero sentir su calor y escuchar que me diga que todo va a estar bien. Incluso si no es así.

******

—Brittany, me exasperas y me vuelves loca —me besa suavemente, rozando sus labios con los míos, corriendo suavemente los dedos por mi pelo—. ¿No ves lo que siento por ti? ¿No lo puedes sentir cuando hago el amor contigo? ¿La forma en que te miro? Jesús, Britt, eres todo lo que veo. Eres todo lo que quiero.


Cierro los ojos y trato de alejarme de ella, pero ella se mantiene firme.


—No, no lo conseguirás de nuevo. Ahora que estás aquí, te voy a mantener aquí, maldita sea. Eres mía, Britt, por lo que yo soy completamente tuya.





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