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FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
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Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Pao Up escribió:Oh cielos....! Ojala y no pase nada grave con el deliz de Santana, y que si Britt llega a enterarse no se vaya a California por arranque....!
Me gustaron mucho los capitulos!! :)
Te agradezco tu comentario, todos esperan que no pase nada con ellas. Ya lo veremos. Saludos!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
micky morales escribió:no creo que britt deje a santana por algo que paso no estando juntas y si britt va a california san lo entendera!
Has hecho una conclusión sobre la historia que quizás sea, o quizás no ... mmm! jajaja.
Veremos que pasa con ellas.
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Anddy Rivera Morris escribió:Se aproxima el drama... lo presiento! D:
...
Excelente capítulo :)
¿Lo presientes? Veamos si estás en lo cierto. Gracias por comentar, saludos!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
tatymm escribió:uuu britt se va mmm que complicado y ya san dile la verdad sobre quinn y tu!! mejor ahora a que se entere de peor manera y tu britt has lo mismo con la universidad, ssiii faverry jaja besos!
Alguien quiere Faberry.. jajaja. Trataré de complacerte. Besos!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Hola! Perdón por la demora, pero es que casi ni tuve tiempo de estar por aquí :( Hoy voy a dejarles capítulos dobles, así que espero compensar mi ausencia. Espero sigan aquí!
Saludos!! :)
Capítulo 12.
Kurt se despertó muy temprano para dejar el departamento en las mejores condiciones posibles, ya que su padre, Carol y los padres de Rachel estarían allí en unas horas. Dejó a la castaña dormir porque pensó que era lo mejor para ella, sin embargo podía escuchar que la ducha estaba abierta así que supuso que ella ya se había levantado.
No pasó mucho tiempo hasta que ella estuvo con él en la cocina, envuelta en una campera de Santana.
- Buen día.- le dijo a Kurt. -Esto se me ve demasiado bien, consideraré usarla más seguido.
- Santana te matará.- rió él. -¿Cómo estás?
- Mucho mejor, lo de anoche sólo fue una recaída. Estaré bien.
- No tienes que ser fuerte siempre.- Kurt estaba preparando galletas. -¿Quieres tomar algo?
- No, sólo esperaré que esas galletas se terminen hornear.
- No quiero presumir pero son las mejores galletas que vayas a probar.
- Espero que lo sean.- se acercó y lo abrazó.
- ¿Y esto?- se sorprendió pero le correspondió el abrazo.
- Gracias por lo de anoche Kurt, eres mi mejor amigo.
- Es bueno saberlo, pensé que Santana estaba quitándome ese lugar.
- No puedo creer que seas celoso.- la castaña reía.
- Sólo reclamo mis derechos por antigüedad.
- Escucha, debo hacer algo. ¿Me acompañarías?
- Claro, ¿de qué se trata?
- Santana, por algún motivo que jamás entenderé, dejó unas bolsas para que llevara a casa de Dani hoy. Así que debo hacerlo o me matará.
- Deja que saque estas galletas y vamos.- abrió el horno y sacó la bandeja. -Toma más abrigo, la nieve está mucho peor hoy.
- Espera.- se fue a su cuarto, se colocó una bufanda, y en lugar de la campera de Santana agarró un saco de ella, mucho más abrigado. Salió a la sala con tres bolsas y Kurt ya la estaba esperando.
-¿Vamos?
- Vamos. Déjame cargar esas bolsas.
Brittany se despertó y se estiró lo suficiente para darse cuenta que Santana no estaba en la cama. Se levantó y sintió mucho frío, cambió su pijama por jeans y un suéter azul. Bajó a la sala y allí estaban todos.
- ¡Britt!- dijo Roberto cuando la vió. -¿Cómo dormiste?
- Muy bien. Gracias.- se sentó al lado de Santana. -Buen día.- murmuró y sonrió.
- Sé que esto es lo que más te gusta.- la madre de Santana le acercó una taza de chocolate caliente.
- Lo recordó.- sonrió. -Muchas gracias.
- ¿Qué quieren hacer esta noche? Podemos quedarnos en casa o ir a Breadstix.- la propuesta de Roberto era buena.
- ¿Qué prefieres Britt?- preguntó Santana.
- Oh, no. Yo no diré. Lo que ustedes quieran hacer por mi está bien.
- Vamos, dime.- la miró como un cachorrito y logró convencerla.
- Bueno, yo quisiera quedarme aquí. Me encanta esta casa.
- Cenaremos aquí entonces.
- ¿Falta algo por comprar?- preguntó Santana. -Britt y yo podemos ir al supermercado.
- Sí, todavía faltan un par de cosas. Te daré una lista así no lo olvides.- su madre buscó una hoja y un papel y empezó a escribir.
- Te conoce, sabe que tienes memoria de pato.- le dijo su padre y ella le dió un pequeño golpe. Brittany reía.
- ¿Por qué te ríes?- le preguntó.
- Tu padre tiene razón.- respondió ella y bebió un poco de chocolate. Roberto rió y chocó las manos con Brittany.
- ¡Mamá!- se quejó como niña. -Mi novia está aliada con papá.
- Lo siento hija, ambos tienen razón.- le dio la lista y sonrió. Ella miró a su padre y le sacó la lengua.
- Cuando termines tu desayuno, abrigate.- le dijo a Brittany y besó su mejilla. -Yo iré a mi cuarto.
- Santana, toma las llaves del auto.- su padre le alcanzó las llaves. -Cuídalo como si fuera tu vida.
- ¡Gracias!- emocionada, subió a su cuarto. Un rato después, y luego de acomodar la cama y la ropa, escuchó a Brittany entrar.
- ¿Estás lista?- le preguntó.
- Sólo déjame buscar una bufanda. Ya sabes lo fácil que se enfría mi garganta.- buscó entre sus cosas una bufanda y se la puso. Un rato después sintió cómo Santana la abrazaba por atrás y apoyaba la cabeza en su espalda. -Eres tan tierna cuando te lo propones.
- Estoy muy contenta de que estés aquí. Y lo digo en serio.
- ¿Por qué lo dices ahora?- tomó sus manos y las besó.
- Porque estoy feliz y nadie sabe lo importante que eres para mí, simplemente debes saberlo ahora.
- Te amo Santana, demasiado.- se dió vuelta quedando frente a frente y la besó dulcemente, sin embargo Santana no dejó que quedara ahí, profundizó el beso y Brittany le correspondió. Una mano de la morena tomó el rostro de la rubia y la otra su cintura. Por su lado, Brittany tenía ambas manos en sus caderas. El ruido de la puerta las separó.
- ¡No voy a entrar pero no queremos sonidos extraños!
- ¡Papá!- Santana estaba furiosa y Brittany avergonzada.- Recuérdame matarlo en cuanto regresemos.
- Lo haré.- respondió con una sonrisa y la tomó de la mano. -¿Vamos?
- Vamos preciosa.- tomó las llaves y la lista de su madre, y se fueron al supermercado.
Rachel y Kurt llegaron a casa de Dani. Llamaron a la puerta y ella los atendió.
- ¡Chicos!- exclamó contenta. -Pasen por favor.- abrió más la puerta y ellos entraron.
- ¿Cómo estás?- preguntó Rachel.
- Muy bien. Acabo de llegar de dejar a los pequeños en casa de mi tia.
- ¿Estarán ahí esta noche?
- Sí, para que se diviertan un poco más. ¿Quieren tomar algo?
- No, no. Muchas gracias Dani, pero sólo vinimos a traerte esto.- Kurt acercó las bolsas.
- Son de Santana. - aclaró Rachel y la cara de confusión de Dani creció.
- ¿Qué es?
- Me dijo que sólo abrieras la bolsa naranja.
- Está bien. Gracias.- ella seguía confundida. -¿Ustedes saben algo?
- No tenemos ni idea.- Rachel estaba en la misma situación.
- Tú sabes que ella nunca explica nada.- rió Kurt.
- Debemos irnos.- dijo Rachel. -Nuestros padres llegarán en cualquier momento.
- Muy bien chicos, gracias por esto en serio.
- Es a Santana a quien debes agradecer.- estaban acercándose a la puerta.
- Lo haré.- sonrió. -Que tengan una feliz Navidad.- les dió un abrazo a ambos.
- Igualmente Dani.- la castaña le sonrió.
- A propósito, tienes una bonita casa.- comentó Kurt. - Feliz Navidad cariño.
Ambos se fueron y Dani entró a ver qué es lo que Santana había enviado. Abrió la bolsa naranja y vió un libro que ella había querido comprar desde hace mucho tiempo, sonrió y movió levemente la cabeza. Abrió la tapa y vió que tenía una dedicatoria.
"No fui la mejor contigo pero traté de serlo. Sé que pensarás que no tenía por qué hacer esto, pero sí debía hacerlo. Disfrútalo, y si quieres puedes guardarlo como un recuerdo de una persona que te quiere mucho, o de una loca que conociste por casualidad.
¡Feliz Navidad guerrera! Con cariño, Santana."
Se sintió mal por no haber tenido un regalo para ella, pero estaba feliz por el gesto. Había querido a Santana y aún lo hacía, por lo que la alegraba que fuera feliz. Cuando guardó el libro, cayó un papel.
"La bolsa azul es para Max, y la rosa para Lizzie. Los quiero."
Pensó que no podía haber conocido mejor persona y sonrió. Pensó en llamarla pero quizás a Brittany eso no le gustaría mucho, así que envió un mensaje de texto.
"Gracias por tus regalos. No debías hacerlo. Te quiero mucho, y estoy muy agradecida por lo que hiciste. ¡Feliz Navidad! Y también para Brittany."
Santana llevaba el carrito del supermercado mientras Brittany caminaba a su lado. Ya habían puesto un par de cosas en él, y estaban en la sección de frutas y verduras.
- ¿Recuerdas cuando vinimos a comprar de niñas con mamá y me perdí?- comentó Santana.
- Cómo olvidarlo.- rió Brittany. -Tu cara cuando te encontramos es inolvidable.
- Realmente estaba asustada.- ella también reía. - Busca un kilogramo de tomate.- Brittany lo hizo y lo colocó en el carro.
- ¿Qué se supone que cocinará?
- No lo sé. Vamos, sólo falta el pan y una botella de vino.
Caminaron por los pasillos del supermercado, pusieron lo que faltaba y fueron a pagar. Brittany tomó el brazo de Santana mientras esperaban su turno, y apoyó su cabeza en el hombro de la morena. Unos segundos después sintió que algo sonaba.
- Santana, tu celular está sonando.- le dijo. La latina sacó el aparato de su bolsillo y leyó el mensaje de Dani con una sonrisa.
- Es Dani.- la rubia se levantó lentamente de su hombro y la miró algo celosa.
- ¿Y por eso sonríes?- preguntó. Santana rió.
- No seas celosa.- dejó un corto beso en sus labios. -Antes de venir le dejé a Rachel unos regalos para que se los llevara, para ella y los niños. Me está agradeciendo por eso.
- ¿Qué regalos?- estaba más relajada pero aún sonaba algo celosa.
- A ella le regalé un libro que siempre quiso y que no se atrevía a comprar porque nunca quiso gastar ni un centavo para darse un gusto. Y hace unos días vi a Lizzie y Max mirando unos juguetes, se veían muy felices y sé que Dani no habría podido comprárselos. Así que...
- Es muy dulce lo que hiciste.- la interrumpió.
- ¿Ves que no tienes por qué preocuparte?
- Lo siento.- estaba avergonzada.
- Vamos, es nuestro turno.
Pagaron y colocaron en bolsas los pedidos de su madre. Fueron al estacionamiento y pusieron las bolsas en el asiento trasero del auto.
- Ahora quiero llevarte a otro lugar.- dijo la morena.
- ¿Qué?
- Aprovecho que papá me prestó el auto y quiero que me acompañes a un lugar.- subió al vehículo y abrió la puerta a Brittany.
- ¿A dónde?- ocupó el asiento del acompañante.
- Ya verás.- sonrió y encendió la radio.
Una conocida canción sonó y ellas seguían la letra. En ocasiones, Brittany callaba para escuchar la voz de Santana tan afinada y perfecta. En 10 minutos el auto paró y la rubia miró por la ventana.
- ¿Una tienda de mascotas?- preguntó confundida, se quitó el cinturón y bajó.
- Vamos.- la morena la tomó de la mano y entraron. -No sabía qué regalarte por Navidad así que consulté a una pequeña experta y me dijo que habías perdido al gordito. Se me ocurrió que podíamos adoptar otro, así que quiero que elijas a tu nuevo gato.
- Santana eso es muy dulce...- la miró con ternura y la besó sin importar quién las rodeaba. -Pero no tienes que hacerlo.
- Ya me cansé que digan eso, quiero hacerlo ¿Si?
- Ayúdame a elegir uno.- la llevó de la mano y miraron cada uno de los gatitos que estaban ahí. A Santana no le agradaban demasiado por lo que se limitó a observarlos y sonreír. Al final del pasillo, un gato pequeño, con pelaje negro y manchas blancas, jugaba con una rata de hule. A la morena le pareció muy simpático y rió. Brittany estaba un poco alejada.
- Mira este.- le dijo y ella se acercó. -Es tierno ¿no crees?
- Sí que lo es. Y también es muy lindo.- golpeó la jaula suavemente y el gato se acercó y jugó con sus dedos. Ambas rieron.
- ¿Hay otro que te guste?
- No, este es perfecto.- dijo la rubia.
Santana llamó a la vendedora y ella lo sacó de la jaula. Brittany lo tomó entre sus manos y lo llevaron.
Fue durante todo el camino jugando con el cabello rubio de su nueva dueña, quien reía sin parar.
- Gracias.- le dijo a Santana.
- Por nada Britt.- ella sonrió y la miró unos segundos antes de volver la vista al frente.
- Será mi nuevo compañero en el departamento de Nueva York.
- ¿Cómo lo llamarás?
- Mmm... No lo sé.- lo observó un rato.
- Elvis, como el gran Elvis Presley.
- ¡No! Es muy feo.- dijo Brittany entre risas.
- A mi me gusta.
- Estás loca.- alzó al gatito a la altura de sus ojos. -¿Cómo te llamarás pequeño?
- Hunter.
- Santana, ¿estás bromeando o hablas en serio?- la miró con la ceja levantada.
- Hablaba en serio hasta que me miraste de esa manera.- rió. -Al menos yo ya dije dos nombres y tú ninguno.
- Porque yo no quiero decir una barbaridad parecida a las tuyas.- volvió a mirar al gatito que ahora jugaba con su mano.
- Ya, el último.- bromeó Santana. -¿Me dejas intentarlo?
- Adelante.
- Chester.
- No, ya está. Eres demasiado mala con los nombres.- esta vez ambas rieron a carcajadas. -Tiene que ser tierno.
- Como...
- No quiero saber otro nombre amor, no de tu parte.
- Iba a decir uno bueno.
- No lo creo.- ella la miró y sonrió como burlándose.
- ¿No me darás otra oportunidad?
- Está bien, de todos modos será malo.
- No me subestimes.
- Ya, dilo.
- Simon.- Brittany se quedó observándola. -Ese te gustó y no quieres admitirlo.- su tono no podía ser más dulce.
- Sólo lo estoy pensando.- la rubia sonrió de lado y miró al gatito. -Simon es un buen nombre, ¿te parece?- le preguntó como si éste fuera a responderle. -Y debemos valorar que por una vez, Santana dijo algo bueno.
- Lo tomaré como un cumplido.- la morena estacionó el auto frente a su casa y se quitó el cinturón. Se acercó lo más que pudo a Brittany y la besó. Tomó su rostro y la acarició suavemente. Cuando necesitaron aire sus frentes quedaron juntas y se miraron fijo a los ojos.
- ¿Y eso?- murmuró la rubia.
- Me haces muy feliz Britt, y a veces no sé cómo hacer para que lo sepas. Hace mucho no lo pasaba tan bien y sonreía de esta manera. Eres tú, siempre fuiste tú quien necesito para ser feliz.
Brittany no pudo decir nada ya que Santana tomó su rostro nuevamente y depositó sus labios sobre los suyos. Sintió que su lengua pidió permiso para entrar, y se lo permitió. Se sentía feliz ella también, sentía que su vida tenía sentido otra vez desde la muerte de su madre, tomó una mejilla de la morena y profundizó más el beso.
Si Santana no sabía como expresar lo feliz que se sentía, ella tampoco podía hacerlo. No podía decirle con palabras la tranquilidad y la protección que sentía cuando estaban juntas. Se separó un poco y mostró una sonrisa, tomó la mano derecha de Santana y la llevó hasta su pecho, del lado de su corazón.
- Nunca late de esa manera, sólo cuando estás conmigo. Se siente a salvo donde tú estás.
- Britt...- sus ojos brillaban. -Eres muy dulce.
Besó su frente y abrió la puerta. -Vamos, lleva a Simon adentro y yo llevaré las bolsas. Esta noche será una buena noche.
Saludos!! :)
Capítulo 12.
Kurt se despertó muy temprano para dejar el departamento en las mejores condiciones posibles, ya que su padre, Carol y los padres de Rachel estarían allí en unas horas. Dejó a la castaña dormir porque pensó que era lo mejor para ella, sin embargo podía escuchar que la ducha estaba abierta así que supuso que ella ya se había levantado.
No pasó mucho tiempo hasta que ella estuvo con él en la cocina, envuelta en una campera de Santana.
- Buen día.- le dijo a Kurt. -Esto se me ve demasiado bien, consideraré usarla más seguido.
- Santana te matará.- rió él. -¿Cómo estás?
- Mucho mejor, lo de anoche sólo fue una recaída. Estaré bien.
- No tienes que ser fuerte siempre.- Kurt estaba preparando galletas. -¿Quieres tomar algo?
- No, sólo esperaré que esas galletas se terminen hornear.
- No quiero presumir pero son las mejores galletas que vayas a probar.
- Espero que lo sean.- se acercó y lo abrazó.
- ¿Y esto?- se sorprendió pero le correspondió el abrazo.
- Gracias por lo de anoche Kurt, eres mi mejor amigo.
- Es bueno saberlo, pensé que Santana estaba quitándome ese lugar.
- No puedo creer que seas celoso.- la castaña reía.
- Sólo reclamo mis derechos por antigüedad.
- Escucha, debo hacer algo. ¿Me acompañarías?
- Claro, ¿de qué se trata?
- Santana, por algún motivo que jamás entenderé, dejó unas bolsas para que llevara a casa de Dani hoy. Así que debo hacerlo o me matará.
- Deja que saque estas galletas y vamos.- abrió el horno y sacó la bandeja. -Toma más abrigo, la nieve está mucho peor hoy.
- Espera.- se fue a su cuarto, se colocó una bufanda, y en lugar de la campera de Santana agarró un saco de ella, mucho más abrigado. Salió a la sala con tres bolsas y Kurt ya la estaba esperando.
-¿Vamos?
- Vamos. Déjame cargar esas bolsas.
Brittany se despertó y se estiró lo suficiente para darse cuenta que Santana no estaba en la cama. Se levantó y sintió mucho frío, cambió su pijama por jeans y un suéter azul. Bajó a la sala y allí estaban todos.
- ¡Britt!- dijo Roberto cuando la vió. -¿Cómo dormiste?
- Muy bien. Gracias.- se sentó al lado de Santana. -Buen día.- murmuró y sonrió.
- Sé que esto es lo que más te gusta.- la madre de Santana le acercó una taza de chocolate caliente.
- Lo recordó.- sonrió. -Muchas gracias.
- ¿Qué quieren hacer esta noche? Podemos quedarnos en casa o ir a Breadstix.- la propuesta de Roberto era buena.
- ¿Qué prefieres Britt?- preguntó Santana.
- Oh, no. Yo no diré. Lo que ustedes quieran hacer por mi está bien.
- Vamos, dime.- la miró como un cachorrito y logró convencerla.
- Bueno, yo quisiera quedarme aquí. Me encanta esta casa.
- Cenaremos aquí entonces.
- ¿Falta algo por comprar?- preguntó Santana. -Britt y yo podemos ir al supermercado.
- Sí, todavía faltan un par de cosas. Te daré una lista así no lo olvides.- su madre buscó una hoja y un papel y empezó a escribir.
- Te conoce, sabe que tienes memoria de pato.- le dijo su padre y ella le dió un pequeño golpe. Brittany reía.
- ¿Por qué te ríes?- le preguntó.
- Tu padre tiene razón.- respondió ella y bebió un poco de chocolate. Roberto rió y chocó las manos con Brittany.
- ¡Mamá!- se quejó como niña. -Mi novia está aliada con papá.
- Lo siento hija, ambos tienen razón.- le dio la lista y sonrió. Ella miró a su padre y le sacó la lengua.
- Cuando termines tu desayuno, abrigate.- le dijo a Brittany y besó su mejilla. -Yo iré a mi cuarto.
- Santana, toma las llaves del auto.- su padre le alcanzó las llaves. -Cuídalo como si fuera tu vida.
- ¡Gracias!- emocionada, subió a su cuarto. Un rato después, y luego de acomodar la cama y la ropa, escuchó a Brittany entrar.
- ¿Estás lista?- le preguntó.
- Sólo déjame buscar una bufanda. Ya sabes lo fácil que se enfría mi garganta.- buscó entre sus cosas una bufanda y se la puso. Un rato después sintió cómo Santana la abrazaba por atrás y apoyaba la cabeza en su espalda. -Eres tan tierna cuando te lo propones.
- Estoy muy contenta de que estés aquí. Y lo digo en serio.
- ¿Por qué lo dices ahora?- tomó sus manos y las besó.
- Porque estoy feliz y nadie sabe lo importante que eres para mí, simplemente debes saberlo ahora.
- Te amo Santana, demasiado.- se dió vuelta quedando frente a frente y la besó dulcemente, sin embargo Santana no dejó que quedara ahí, profundizó el beso y Brittany le correspondió. Una mano de la morena tomó el rostro de la rubia y la otra su cintura. Por su lado, Brittany tenía ambas manos en sus caderas. El ruido de la puerta las separó.
- ¡No voy a entrar pero no queremos sonidos extraños!
- ¡Papá!- Santana estaba furiosa y Brittany avergonzada.- Recuérdame matarlo en cuanto regresemos.
- Lo haré.- respondió con una sonrisa y la tomó de la mano. -¿Vamos?
- Vamos preciosa.- tomó las llaves y la lista de su madre, y se fueron al supermercado.
Rachel y Kurt llegaron a casa de Dani. Llamaron a la puerta y ella los atendió.
- ¡Chicos!- exclamó contenta. -Pasen por favor.- abrió más la puerta y ellos entraron.
- ¿Cómo estás?- preguntó Rachel.
- Muy bien. Acabo de llegar de dejar a los pequeños en casa de mi tia.
- ¿Estarán ahí esta noche?
- Sí, para que se diviertan un poco más. ¿Quieren tomar algo?
- No, no. Muchas gracias Dani, pero sólo vinimos a traerte esto.- Kurt acercó las bolsas.
- Son de Santana. - aclaró Rachel y la cara de confusión de Dani creció.
- ¿Qué es?
- Me dijo que sólo abrieras la bolsa naranja.
- Está bien. Gracias.- ella seguía confundida. -¿Ustedes saben algo?
- No tenemos ni idea.- Rachel estaba en la misma situación.
- Tú sabes que ella nunca explica nada.- rió Kurt.
- Debemos irnos.- dijo Rachel. -Nuestros padres llegarán en cualquier momento.
- Muy bien chicos, gracias por esto en serio.
- Es a Santana a quien debes agradecer.- estaban acercándose a la puerta.
- Lo haré.- sonrió. -Que tengan una feliz Navidad.- les dió un abrazo a ambos.
- Igualmente Dani.- la castaña le sonrió.
- A propósito, tienes una bonita casa.- comentó Kurt. - Feliz Navidad cariño.
Ambos se fueron y Dani entró a ver qué es lo que Santana había enviado. Abrió la bolsa naranja y vió un libro que ella había querido comprar desde hace mucho tiempo, sonrió y movió levemente la cabeza. Abrió la tapa y vió que tenía una dedicatoria.
"No fui la mejor contigo pero traté de serlo. Sé que pensarás que no tenía por qué hacer esto, pero sí debía hacerlo. Disfrútalo, y si quieres puedes guardarlo como un recuerdo de una persona que te quiere mucho, o de una loca que conociste por casualidad.
¡Feliz Navidad guerrera! Con cariño, Santana."
Se sintió mal por no haber tenido un regalo para ella, pero estaba feliz por el gesto. Había querido a Santana y aún lo hacía, por lo que la alegraba que fuera feliz. Cuando guardó el libro, cayó un papel.
"La bolsa azul es para Max, y la rosa para Lizzie. Los quiero."
Pensó que no podía haber conocido mejor persona y sonrió. Pensó en llamarla pero quizás a Brittany eso no le gustaría mucho, así que envió un mensaje de texto.
"Gracias por tus regalos. No debías hacerlo. Te quiero mucho, y estoy muy agradecida por lo que hiciste. ¡Feliz Navidad! Y también para Brittany."
Santana llevaba el carrito del supermercado mientras Brittany caminaba a su lado. Ya habían puesto un par de cosas en él, y estaban en la sección de frutas y verduras.
- ¿Recuerdas cuando vinimos a comprar de niñas con mamá y me perdí?- comentó Santana.
- Cómo olvidarlo.- rió Brittany. -Tu cara cuando te encontramos es inolvidable.
- Realmente estaba asustada.- ella también reía. - Busca un kilogramo de tomate.- Brittany lo hizo y lo colocó en el carro.
- ¿Qué se supone que cocinará?
- No lo sé. Vamos, sólo falta el pan y una botella de vino.
Caminaron por los pasillos del supermercado, pusieron lo que faltaba y fueron a pagar. Brittany tomó el brazo de Santana mientras esperaban su turno, y apoyó su cabeza en el hombro de la morena. Unos segundos después sintió que algo sonaba.
- Santana, tu celular está sonando.- le dijo. La latina sacó el aparato de su bolsillo y leyó el mensaje de Dani con una sonrisa.
- Es Dani.- la rubia se levantó lentamente de su hombro y la miró algo celosa.
- ¿Y por eso sonríes?- preguntó. Santana rió.
- No seas celosa.- dejó un corto beso en sus labios. -Antes de venir le dejé a Rachel unos regalos para que se los llevara, para ella y los niños. Me está agradeciendo por eso.
- ¿Qué regalos?- estaba más relajada pero aún sonaba algo celosa.
- A ella le regalé un libro que siempre quiso y que no se atrevía a comprar porque nunca quiso gastar ni un centavo para darse un gusto. Y hace unos días vi a Lizzie y Max mirando unos juguetes, se veían muy felices y sé que Dani no habría podido comprárselos. Así que...
- Es muy dulce lo que hiciste.- la interrumpió.
- ¿Ves que no tienes por qué preocuparte?
- Lo siento.- estaba avergonzada.
- Vamos, es nuestro turno.
Pagaron y colocaron en bolsas los pedidos de su madre. Fueron al estacionamiento y pusieron las bolsas en el asiento trasero del auto.
- Ahora quiero llevarte a otro lugar.- dijo la morena.
- ¿Qué?
- Aprovecho que papá me prestó el auto y quiero que me acompañes a un lugar.- subió al vehículo y abrió la puerta a Brittany.
- ¿A dónde?- ocupó el asiento del acompañante.
- Ya verás.- sonrió y encendió la radio.
Una conocida canción sonó y ellas seguían la letra. En ocasiones, Brittany callaba para escuchar la voz de Santana tan afinada y perfecta. En 10 minutos el auto paró y la rubia miró por la ventana.
- ¿Una tienda de mascotas?- preguntó confundida, se quitó el cinturón y bajó.
- Vamos.- la morena la tomó de la mano y entraron. -No sabía qué regalarte por Navidad así que consulté a una pequeña experta y me dijo que habías perdido al gordito. Se me ocurrió que podíamos adoptar otro, así que quiero que elijas a tu nuevo gato.
- Santana eso es muy dulce...- la miró con ternura y la besó sin importar quién las rodeaba. -Pero no tienes que hacerlo.
- Ya me cansé que digan eso, quiero hacerlo ¿Si?
- Ayúdame a elegir uno.- la llevó de la mano y miraron cada uno de los gatitos que estaban ahí. A Santana no le agradaban demasiado por lo que se limitó a observarlos y sonreír. Al final del pasillo, un gato pequeño, con pelaje negro y manchas blancas, jugaba con una rata de hule. A la morena le pareció muy simpático y rió. Brittany estaba un poco alejada.
- Mira este.- le dijo y ella se acercó. -Es tierno ¿no crees?
- Sí que lo es. Y también es muy lindo.- golpeó la jaula suavemente y el gato se acercó y jugó con sus dedos. Ambas rieron.
- ¿Hay otro que te guste?
- No, este es perfecto.- dijo la rubia.
Santana llamó a la vendedora y ella lo sacó de la jaula. Brittany lo tomó entre sus manos y lo llevaron.
Fue durante todo el camino jugando con el cabello rubio de su nueva dueña, quien reía sin parar.
- Gracias.- le dijo a Santana.
- Por nada Britt.- ella sonrió y la miró unos segundos antes de volver la vista al frente.
- Será mi nuevo compañero en el departamento de Nueva York.
- ¿Cómo lo llamarás?
- Mmm... No lo sé.- lo observó un rato.
- Elvis, como el gran Elvis Presley.
- ¡No! Es muy feo.- dijo Brittany entre risas.
- A mi me gusta.
- Estás loca.- alzó al gatito a la altura de sus ojos. -¿Cómo te llamarás pequeño?
- Hunter.
- Santana, ¿estás bromeando o hablas en serio?- la miró con la ceja levantada.
- Hablaba en serio hasta que me miraste de esa manera.- rió. -Al menos yo ya dije dos nombres y tú ninguno.
- Porque yo no quiero decir una barbaridad parecida a las tuyas.- volvió a mirar al gatito que ahora jugaba con su mano.
- Ya, el último.- bromeó Santana. -¿Me dejas intentarlo?
- Adelante.
- Chester.
- No, ya está. Eres demasiado mala con los nombres.- esta vez ambas rieron a carcajadas. -Tiene que ser tierno.
- Como...
- No quiero saber otro nombre amor, no de tu parte.
- Iba a decir uno bueno.
- No lo creo.- ella la miró y sonrió como burlándose.
- ¿No me darás otra oportunidad?
- Está bien, de todos modos será malo.
- No me subestimes.
- Ya, dilo.
- Simon.- Brittany se quedó observándola. -Ese te gustó y no quieres admitirlo.- su tono no podía ser más dulce.
- Sólo lo estoy pensando.- la rubia sonrió de lado y miró al gatito. -Simon es un buen nombre, ¿te parece?- le preguntó como si éste fuera a responderle. -Y debemos valorar que por una vez, Santana dijo algo bueno.
- Lo tomaré como un cumplido.- la morena estacionó el auto frente a su casa y se quitó el cinturón. Se acercó lo más que pudo a Brittany y la besó. Tomó su rostro y la acarició suavemente. Cuando necesitaron aire sus frentes quedaron juntas y se miraron fijo a los ojos.
- ¿Y eso?- murmuró la rubia.
- Me haces muy feliz Britt, y a veces no sé cómo hacer para que lo sepas. Hace mucho no lo pasaba tan bien y sonreía de esta manera. Eres tú, siempre fuiste tú quien necesito para ser feliz.
Brittany no pudo decir nada ya que Santana tomó su rostro nuevamente y depositó sus labios sobre los suyos. Sintió que su lengua pidió permiso para entrar, y se lo permitió. Se sentía feliz ella también, sentía que su vida tenía sentido otra vez desde la muerte de su madre, tomó una mejilla de la morena y profundizó más el beso.
Si Santana no sabía como expresar lo feliz que se sentía, ella tampoco podía hacerlo. No podía decirle con palabras la tranquilidad y la protección que sentía cuando estaban juntas. Se separó un poco y mostró una sonrisa, tomó la mano derecha de Santana y la llevó hasta su pecho, del lado de su corazón.
- Nunca late de esa manera, sólo cuando estás conmigo. Se siente a salvo donde tú estás.
- Britt...- sus ojos brillaban. -Eres muy dulce.
Besó su frente y abrió la puerta. -Vamos, lleva a Simon adentro y yo llevaré las bolsas. Esta noche será una buena noche.
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Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
La noche en Lima estaba fría pero realmente hermosa, había demasiadas estrellas iluminando el cielo y los niños jugaban en la calle.
Santana estaba preparando la mesa, mientras su madre terminaba de cocinar junto a Brittany. La rubia estaba muy bonita, ligeramente maquillada y su cabello recogido de forma delicada. Jeans negros, una linda camisa azul y una chaqueta blanca con pequeños detalles celestes.
- Tan bonita pero con un rostro triste...- Maribel la sacó de sus pensamientos. -¿Quieres hablar?
- Han pasado sólo tres meses. Es complicado pasar la Navidad sin ella.- era tan predecible lo que sentía que no hizo falta dar más detalles. -No me malinterprete, me encanta estar aquí pero ella siempre me hará falta.
- No lo haría Britt, jamás. Sé que la extrañarás toda tu vida. Y sobre todo hoy, que hace tan poco tiempo de su partida.
- Le agradezco todo el apoyo y que me reciban aquí. Mi mamá los quería mucho.
- Ella era increíble, tenía un corazón enorme. No tienes que agradecer nada preciosa, esta casa es también tuya.
- ¿Qué hacen?- Santana entró a la cocina con Simon y abrazó a Brittany por atrás.
- Sólo hablábamos.- respondió ella y acarició al pequeño gato. -Hola pequeñito.
- Quiero tomarles una foto así.- Maribel sacó la cámara y les pidió que se quedaran en esa misma posición. -Se ven tan lindas como cuando eran pequeñas.- dijo ella y observó la fotografía que acababa de tomar.
- Brittany tomó una fotografía increíble.- comentó Santana y tomó la mano de Brittany que tenía libre. -En su departamento en Nueva York.
- No me contaste que te gustaba hacerlo.- se sorprendió la mujer.
- Es sólo un pasatiempo, que me recuerda a mi mamá. En realidad no soy tan buena.
- Claro que lo es.- insistió la morena. -Algún día te mostraré el cuadro que me regaló.- se observaron unos segundos como si no pudieran notar la presencia de Maribel.
- Bueno...- dijo ésta sonriente. -La comida está lista así que llama a tu padre y todos a la mesa.
Fue una cena diferente a la anterior, divertida pero también reflexiva, dónde pusieron en común todas sus vivencias ese año y todas las cosas importantes que habían pasado. Brittany y Santana tenían sus manos entrelazadas bajo la mesa y cada vez que contaban algo que les producía un poco de tristeza, las apretaban para saber que estaban juntas y eso era lo más importante en ese momento.
La comida estaba realmente muy buena, tanto que no quedó nada en la mesa. Pasaron una noche increíble. Luego de la medianoche se sentaron en la sala, al lado de la chimenea y abrieron unos cuantos regalos. Santana estaba sobre el regazo de su padre, mientras éste sostenía la mano de Maribel que estaba sentada al lado, y conversaban sobre Nueva York y la Universidad. De pronto, la morena notó que Brittany se había ido hace mucho tiempo así que fue a buscarla.
No estaba en su cuarto ni en el baño, así que fue al patio.
- Debí suponer que estabas aquí.- se sentó a su lado en la mecedora y notó que Brittany tenía al gato en sus piernas.
- Simon estaba asustado y decidí quedarme con él.- mintió.
- ¿Y que tus ojos estén llorosos que significa?- la miró con tristeza y acarició su mejilla. -No tienes que ocultar tu tristeza frente a mi y lo sabes.
- Estaré bien.- le sonrió y puso al gatito en el piso. -Quiero darte algo.- sacó una pequeña bolsita de terciopelo azul. -No creerás que vine sin un regalo.- puso la bolsita en sus manos.
- Pues no me importaba si no lo hacías.- desató la cinta que ajustaba la bolsa y sacó un brazalete que tenía grabada una frase.
- Por siempre en ti.- se adelantó Brittany. -Mi mamá me la dió antes de morir.
- Oh, Britt... No podría.- intentó regresarlo otra vez en la bolsita.
- Claro que si. Mamá quería que yo supiera que ella estaría siempre conmigo, pero ya lo sé. Quiero asegurarme que tú sepas eso, que yo estaré siempre.
- Lo sé Britt, siempre lo supe. Tampoco me hace falta algo que me lo recuerde.
- Pero quiero que lo tengas. Es mi promesa para ti, es lo que nos mantendrá unidas porque sabremos que sin importar lo que pase, nos tenemos la una a la otra.
- ¿Esto es tan importante para ti? Es decir, ¿que yo lo acepte?
- Sí, es muy importante que lo recibas y que siempre lo lleves contigo.
- Entonces lo haré.- le hizo una seña para que la ayudara a colocarlo en su muñeca. Brittany lo hizo y pasó un dedo sobre el grabado. - Gracias Britt, esto es realmente precioso.
- Feliz Navidad Santy.- sonrió y la besó.
- Feliz Navidad hermosa. Te amo.
- Yo también te amo.
- ¿No quieres ir adentro? Papá tocará algo en el piano.
- Recuerdo que era lindo escucharlo.
- Vamos entonces.- tomó su mano y la besó nuevamente. -Espera, ¿dónde está Simon?
- Se fue adentro, nos dió privacidad.
- Me encantaría tenerla en realidad, aunque con éstos dos rondando la casa es imposible.- la rubia rió.
- Me lo compensarás en Nueva York.- estaban entrando a la sala por lo que Santana sólo pudo sonreír pícara pero no hizo algún comentario.
- ¡Ahí están niñas!- dijo Maribel desde su sillón. -Roberto tocará unos villancicos, ¿quieren cantar?
- ¡Claro!- Santana sonaba muy entusiasmada. Casi arrastró a Brittany con ella al lado de su padre.
- Algo conocido...- pensó su padre. - Algo como Oh Holy Night.
- Esa es hermosa.- dijo Brittany.
Él empezó a tocar las primeras notas, y su hija se unió rápidamente con su voz. Brittany lo hizo también, aunque tardó un poco más, y Maribel sólo cantó unas palabras. Era un cuadro perfecto, todos reunidos festejando la Navidad, con una conocida canción y mucho amor. Maribel observaba a su marido con frecuencia, Brittany tomaba la mano de Santana y la miraba con ternura, Roberto casi podía transmitir con sus gestos el orgullo que sentía por haber formado esa familia.
Estaban felices, rodeados de amor. Pensaron que de eso se trataba la Navidad y quisieron que ese momento quedara allí para siempre, que se detuviera el reloj y se sintieran siempre como esa noche.
En Nueva York las cosas no eran muy diferentes. Los padres de Rachel sentados en el piano, Kurt bailando y cantando a su lado, y su padre riendo cerca de ellos con una copa en su mano.
La castaña sin embargo no estaba allí, y Carol lo notó. Fue a buscarla, y la encontró sentada en la terraza.
- Finn siempre decía que te gustaba ser el centro de la atención. ¿Por qué Kurt tiene ese lugar ahora?- le preguntó y se sentó a su lado.
- Porque compartimos la cima ahora.- bromeó.
- Buen intento Rachel, pero no me engañas.- le dijo entre risas. -¿Estás aquí por él cierto?
- Sí...- admitió con tristeza. -¿Cómo despierta cada día sabiendo que se fue? Aún no puedo aceptarlo.
- Y nunca lo harás. Hay días que quisiera morir sólo para verlo, saber que está bien y darle un último abrazo.- algunas lágrimas se veían en sus ojos pero no quería dejarlas caer. -Una madre nunca está preparada para perder un hijo, nunca piensa que eso es posible, sólo pasa y es como si atravesaran tu corazón cientos de veces por día. Sólo quieres despertarte y que la pesadilla acabe.- su mirada estaba perdida en algún lugar a lo lejos. -Pero sé que Burt me ama, y me necesita. Y así pasa con todos, siempre alguien nos necesita.
- Yo lo necesito a él.
- Y él necesitaba que seas una estrella, ¿no crees que sería muy feo de tu parte no cumplir con eso?- Rachel sólo la miró. -Debes salir adelante, brillar, enamorarte y ser feliz. Ya es hora.
- ¿Cree que podré hacerlo?
- Claro que lo harás, y encontrarás en alguien todo el amor que sentiste por él, y esa persona va a amarte de esa manera. Puedes vernos a Burt y a mí.
- Gracias Carol.- ella la abrazó.
- No hay por qué. Ahora debes ir abajo y ser la estrella. En cualquier momento, tus padres cantarán Single Ladies y Burt enloquecerá.- Rachel rió leve.
- Sólo un minuto, necesito hablar a Santana.
- Está bien, te esperaré allá abajo.- Carol se fue y la dejó otra vez sola. Ella tomó su celular y llamó a su amiga.
- ¡Feliz Navidad hobbit!
- ¡Feliz Navidad Satanás!- le devolvió ella.
- ¿Cómo estás? Britt te manda saludos.
- Igualmente para ella. Está todo bien, Nueva York se ve fantástica esta noche. ¿Ustedes están bien?
- Sí, estamos cantando villancicos con papá. Fue una hermosa noche.
- Me alegro mucho Santana.
- ¿Tú estás bien?
- Lo estoy.- dijo con una sonrisa. -¿Cuándo estarás de regreso?
- El 27 por la mañana estaremos ahí. Brittany insistió en quedarse unos días más.
- Está bien. Por cierto, le llevé a Dani lo que me dijiste.
- Sí, lo sé. Gracias Rach, te debo una.
- Debo irme, Kurt está quitándome el protagonismo.
- No lo permitas.- bromeó Santana. -Buenas Noches elfo de Santa.
- Buenas noches Lopez.- finalizó la llamada y dió una última mirada al cielo.
- ¿Cómo están?- preguntó Brittany acercándose a la morena.
- Bien, cantando al igual que nosotras.- respondió con una sonrisa.
- ¿Y Rachel? ¿Está bien?
- Sonaba tranquila. ¿Tú lo estás?
- Estoy contigo y tu familia, por supuesto que lo estoy.
- Ven aquí.- abrió sus brazos y la rubia se refugió en ellos. -Así quiero que estés siempre.
- ¿Entre tus brazos? Es una idea interesante.
- Podría ser...- rió Santana. -Pero me refería a lo otro, que estés bien.
- Sabes que lo estaré.- se separó de ella y besó su nariz.
- Vamos a ayudarlos con esos villancicos, son muy malos.
Pasaron buena parte de la madrugada en la sala, al lado de la chimenea. Roberto y Maribel estaban en el sofá más grande, tomados de la mano y contando historias de su adolescencia que hacían reír a las chicas. También contaban las ocurrencias de Santana de niña, y ella a veces cubría su rostro mostrando vergüenza.
Brittany estaba sentada en un sillón más pequeño, y la morena a su lado, apoyando la cabeza en su hombro y tomadas de las manos. Ellas también contaban algunas cosas de la secundaria, que ahora se les hacía tan lejana. Recordaron los trofeos ganados con el coro, y los de las animadoras. Y por primera vez hablaron sobre sus planes para el futuro.
Maribel y Roberto fueron a su habitación a dormir, y las chicas quedaron solas. Brittany se acomodó sobre el pecho de Santana y ésta la abrazó. Estuvieron un rato observando el fuego consumirse, hasta que quedaron completamente dormidas.
Maribel bajó a la cocina y las vió. No quiso despertarlas así que sólo agarró una manta y las cubrió. Acomodó un mechón de cabello que caía en los ojos de Santana y sonrió. Hacía mucho no veía a su hija tan feliz, tan tranquila y enamorada. Estaba orgullosa de ella como nunca antes y verla convertirse en una mujer la llenaba de nostalgia.
- Siempre serás mi pequeña.- murmuró, dejó un beso en su frente y subió las escaleras.
El último poco de fuego estaba desapareciendo, dejando en su lugar las cenizas y el calor en la sala. Brittany sobre el pecho de Santana, la morena rodeándola con sus brazos y Simon sobre sus piernas.
Afuera, la nieve había empezado a caer con menos fuerza. Muchas de las estrellas habían desaparecido, pero unas cuantas aún brillaban suavemente. Había una que seguía sin perder ni un poco de ese resplandor que la caracterizaba, una que seguía firme sobre ellas velando sus sueños.
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Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Capítulo 13.
- ¿Sany?- la rubia intentaba abrir los ojos pero la luz que entraba por la ventana se lo impedía. -¿Sany?- repitió. -Despierta.
- Estoy despierta.- murmuró Santana aún con los ojos cerrados. -Sólo que quiero permanecer así un tiempo.- besó su cabeza y entrelazaron sus manos. -¿Dormiste bien princesa?
- Sí, lo hice. Perdón por no darte demasiado espacio.
- No hay problema. Fue muy tierno despertar y verte dormida en mis brazos como cuando éramos pequeñas, ¿lo recuerdas?
- Jamás lo olvidaría.- se movió un poco, sólo para poder ver sus ojos. -La diferencia es que crecimos demasiado, y esto nos ha quedado algo pequeño.- besó su mentón y bajó a su cuello dejando pequeños besos.
- Britt...- murmuró la morena casi sin aire. -Te recuerdo que mis padres están aquí.- Brittany seguía dejando besos en su cuello y eso estaba impidiendo que pensara. -Amor, por favor.
- ¿Quieres que me detenga?- la rubia sólo alzó su vista para mostrar esos ojos azules que podían convencer a cualquiera.
- Por Dios que lo que menos quiero es que lo hagas, pero no estamos solas.
- Lo entiendo. Pero no me impedirán que haga esto.- tomó su mejilla entre sus manos y empezó un beso lento que fue tomando otro rumbo a los pocos segundos. Sin embargo se separaron por falta de oxígeno y Santana aprovechó para levantarse.
- Te amo demasiado pero si no me levanto terminaremos en lo que tú y yo sabemos.- la miró dulcemente y sonrió. -Vamos a cambiarnos de ropa y luego podemos ir a caminar un rato. Ninguno de nuestros amigos está en la ciudad pero algo podremos hacer.
- ¿Hay alguna posibilidad de caminar un rato, rentar una película y regresar aquí?
- ¿Es eso lo que quieres hacer? Es decir, sólo estar en casa.
- Sería lindo.- se encogió de hombros.
- Lo que tú quieras.- Santana no sabía por qué, pero la rubia siempre conseguía convencerla de cualquier cosa, aún sin decir mucho. - Voy a cambiarme.- empezó a subir las escaleras y Brittany la siguió unos segundos después.
Cuando ambas estuvieron listas, desayunaron y salieron a caminar. El primer lugar donde pararon fue el parque, en el que estuvieron largo rato observando todo a su alrededor. Estar en Lima, en su lugar, era extraño y a la vez muy placentero. Tenían constantemente esa sensación de estar en un lugar que conocían muy bien pero que a veces resultaba completamente desconocido para ellas. Y era inevitable pensar que allí se habían despedido alguna vez y que a partir de entonces nada había sido igual al regresar. Sin embargo, Santana estaba allí de la mano de su novia y no podía dejar de mirarla para apreciar los perfectos rasgos que la enamoraron alguna vez y seguían haciéndolo día a día. 'Te amo' pensó, pero su sonrisa y su mirada lo dijeron por ella. Brittany bajó su mirada y supo al instante lo que la morena pensaba, pero también se limitó a responder con una sonrisa y presionó más fuerte su mano.
Recorriendo esos lugares se toparon con su antigua escuela y la nostalgia las invadió completamente. Se quedaron mirando hacia el edificio como si fuera una maravilla lo que tenían ante sus ojos, y por unos segundos quisieron estar allí, vestidas con el uniforme de las animadoras. Antes que siguieran pensando en eso, continuaron su camino, en silencio. Sólo bastaba sentir el calor de sus manos para estar seguras y a gusto en ese lugar que las había visto crecer.
Rentaron una película y regresaron a la casa porque hacía mucho frío.
- ¡Mamá! ¡Papá!- llamó Santana mientras cerraba la puerta y colgaba su abrigo. -Llegamos.- Brittany hizo lo mismo que ella había hecho anteriormente. -Parece que se fueron a algún lugar. Voy a ver en la cocina.
- Estaré en tu cuarto, debo alimentar a Simon.
- Está bien, te alcanzo luego.
La morena buscó a sus padres y los encontró sentados en la mecedora del jardín trasero.
- ¿Qué hacen?- les preguntó mientras se sentaba en el medio de ambos.
- Conversar. Sobre ti.- dijo su madre y la miró con una sonrisa.
- ¿Qué decían?
- Que estamos muy orgullosos.- ésta vez fue su padre.
- Hicieron un buen trabajo conmigo.
- Puede ser.- su madre sonaba feliz. -Pero tú estás dando estos pasos sola y lo estás haciendo de maravilla. Eres toda una mujer ahora.
- Y estás enamorada...- se burló su padre.
- Cállate papá.- le ordenó sonrojada.
- A propósito, ¿Dónde está Britt?- preguntó Maribel.
- En mi cuarto, con su gato.
- Pues quedaran solas, les dejé el almuerzo.
- ¿Qué dijiste mamá? ¿Nos dejarán solas en Navidad?- Santana puso cara de niña pequeña.
- Sólo será hasta la tarde, debemos ir a casa de tu abuela. No voy a presionarte para que vayas, mucho menos con Brittany.
- Gracias.- se apoyó en su hombro y miró al frente. -¿Le enviarías mis saludos?
- Claro pequeña.
- Y abrázala fuerte por mi.
- Lo haré.- su madre entendía que a pesar de todo lo que había pasado, su abuela seguía siendo importante para ella. -Cuando te sientas lista para enfrentarla, sólo hazlo.- besó su cabeza y se levantó junto a su marido para salir de la casa.
La latina simplemente se dirigió a su cuarto para dejar de pensar.
- ¿Qué te sucede?- le preguntó Brittany cuando la vió.
- Nada.- mintió y se acostó en su cama.
- No me mientas.- se sentó a su lado y la miró desafiante.
- Mis padres se fueron a casa de mi abuela Alma.- suspiró y dejó que la rubia viera su tristeza.
- Entiendo...- se limitó a responder y tomó su mano. -¿Quieres hablar sobre eso?
- Sólo puedo decir que la extraño y me duele cada vez que pienso en aquella vez. Quizás hubiera sido mejor no decirle nada sobre mis sentimientos.
- Eso no sería para nada correcto y lo sabes.
- En este punto siento que no sé nada. Sólo quiero visitarla, abrazarla, reírme con ella y ver esas telenovelas aburridas que sólo a ella le entretienen y me obligaba a ver.- rió leve recordando.
- ¿Aunque nunca hubieras podido presentarme como tu novia?- la miró fijo y esperó su respuesta, al no obtenerla siguió. -¿Hubiera sido mejor y más fácil? Porque si es así entonces estás pensando en los motivos equivocados, y estamos juntas por los motivos equivocados.
- Te amo Brittany.- fue lo único que dijo.
- No quieras arreglar todo así.- bromeó.
- No es eso, tú eres por quien pude salir adelante con todo esto y no estoy contigo por los motivos equivocados, sino porque siento que puedo ser verdaderamente yo cuando estoy a tu lado.
- Puedes serlo.- se puso encima de ella, lo suficientemente cerca de su boca para provocarla. -¿Estamos solas?- murmuró y provocó en la latina un escalofrío que le impidió responder. Brittany cortó el espacio entre ellas y la besó, rozó su lengua con la de Santana y la sensación al pasar por ella la encendió. Bajó a su cuello mientras le quitaba su camisa, y sus labios marcaban su recorrido sobre la piel recién expuesta. La morena se sentía desesperada por lo que quitó la remera de Brittany por su cabeza, quien cerró sus ojos y dejó al corazón de su novia acelerado por la vista. El amor mezclado con la lujuria, sensaciones que no eran nuevas pero sí únicas las invadían. Santana desabrochó el cinturón de Brittany y sacó sin esfuerzo los jeans, la rubia hizo lo mismo, sin dejar de besarla en cada parte de su cuerpo. Y en cuestión de minutos, la ropa no era un estorbo para ellas.
Brittany dejó besos en su cuello, bajó a su pecho, luego al otro y provocó un gemido en la latina. Sus manos bajaban por su cintura, siguiendo a sus caderas y posicionándose justo donde Santana quería que lo hicieran. Pensó que podría olvidar cómo respirar en ese momento, el contacto de la rubia la hacía olvidar cada proceso de su cuerpo.
Estaba acostumbrada a dominar esa situación, pero simplemente se dejó llevar por la sensación de Brittany moviéndose dentro de ella, sobre ella, deslizando sus cuerpos juntas, suponiendo que eran una. Abrió sus ojos para verla y pudo verse en su reflejo, sus corazones latían al mismo ritmo.
Escuchó a los suaves labios de su novia pronunciar sobre su oído: Te amo. Pensó que las palabras no eran necesarias, que habían dejado de serlo hace un tiempo y acarició su espalda, hasta llegar a sus muslos. Un fuerte gemido invadió la habitación y sintió que la cama ya no era sólida, que estaba flotando en algún lugar. El cuerpo de Brittany inmovilizándola le recordó dónde estaba.
- Te amo.- dijo con una mezcla de lujuria y desesperación buscando sus labios.
En Nueva York, Rachel había salido al aeropuerto a despedir a sus padres ya que querían regresar a Lima lo más pronto posible. Kurt quedó en el departamento con su padre y Carol.
Estaban sentados en el sofá los tres, con una taza de café cada uno.
- Hace demasiado frío aquí.- comentó Burt y abrazó a su esposa.
- Sí, siempre es así en el invierno.- dijo Kurt. -Y aún no pudimos ambientar el departamento, así que quizás debamos soportar unos cuantos inviernos más.
- Pero el lugar es bonito.- observó Carol.
- Gracias. Me llevaría el crédito pero fue Rachel quien lo escogió.
- ¿Y Santana?- preguntó su padre. -Pensé que estaría hoy aquí.
- No, creo que ella y Brittany deben estar en Lima por un tiempo. Nueva York les encanta, pero en Lima empezó su historia y a diferencia nuestra, allí tienen muchas de las cosas que aman.
- Es increíble que estén juntas otra vez. Son tan lindas.- Carol con su romanticismo fue quien dijo eso. -¿Y tú con Blaine?
- Eso está algo complicado. Sé que lo amo pero él está en otras cosas ahora, tiene algunas preocupaciones diferentes y casi no tenemos tiempo.
- Cuando alguien te importa los tiempos se buscan y se encuentran Kurt.- afirmó Burt. -Si es que en realidad importa.
- Creo que es mejor darnos espacio por ahora.- reflexionó Kurt, y antes de que alguien pudiera decir algo la puerta se deslizó dando la entrada a Rachel.
- El frío que hace afuera es increíble.
- Ven, quédate aquí con nosotros.- la invitó Kurt y ella se sentó a su lado.
- ¿Quieres que te prepare algo caliente?- preguntó Carol.
- No, estoy bien. Gracias. ¿Saben quién me llamó?
- No.- respondió Kurt con duda.
- Emma.- dijo con una enorme sonrisa. -¿Y saben que? ¡Está embarazada!
- ¡Ay por Dios!- Carol se llevó una mano a su corazón y Burt casi saltó del sofá. Kurt sonreía y Rachel estaba emocionada.
- Ella y Will esperan un bebé para el mes de julio.- continuó la castaña. -Lo anunciaron anoche como regalo de Navidad.
Si eso no era un buen regalo de Navidad, entonces nada lo era. Estaban todos felices por la noticia, un nuevo integrante para continuar la familia de un matrimonio al que querían y respetaban mucho. Siguieron hablando sobre eso y sus sonrisas permanecieron en los rostros como si nunca pudieran borrarse.
El cuarto de Santana estaba en silencio, mientras ella fijaba su mirada al frente y mantenía a Brittany sobre su pecho. La rubia pasaba sus dedos por todo el contorno del cuerpo de la morena y mantenía una sonrisa en su rostro.
- Eso fue increíble.- dijo al fin y suspiró. La latina sólo soltó una leve risita.
- Estuviste bien.
- ¿Sólo bien?- alzó su vista y la miró a los ojos con picardía.
- Bueno te falta práctica, pero aprendiste de la mejor.
- Podemos seguir practicando si así lo deseas.- inclinó su cabeza y empezó a dejar perezosos besos en su cuello.
- Oh, no. Ahora me dejas a mí.- con facilidad logró ponerse sobre ella y la besó desde su frente hasta llegar a su boca. -Ahora sólo aprende.
- ¿Sany?- la rubia intentaba abrir los ojos pero la luz que entraba por la ventana se lo impedía. -¿Sany?- repitió. -Despierta.
- Estoy despierta.- murmuró Santana aún con los ojos cerrados. -Sólo que quiero permanecer así un tiempo.- besó su cabeza y entrelazaron sus manos. -¿Dormiste bien princesa?
- Sí, lo hice. Perdón por no darte demasiado espacio.
- No hay problema. Fue muy tierno despertar y verte dormida en mis brazos como cuando éramos pequeñas, ¿lo recuerdas?
- Jamás lo olvidaría.- se movió un poco, sólo para poder ver sus ojos. -La diferencia es que crecimos demasiado, y esto nos ha quedado algo pequeño.- besó su mentón y bajó a su cuello dejando pequeños besos.
- Britt...- murmuró la morena casi sin aire. -Te recuerdo que mis padres están aquí.- Brittany seguía dejando besos en su cuello y eso estaba impidiendo que pensara. -Amor, por favor.
- ¿Quieres que me detenga?- la rubia sólo alzó su vista para mostrar esos ojos azules que podían convencer a cualquiera.
- Por Dios que lo que menos quiero es que lo hagas, pero no estamos solas.
- Lo entiendo. Pero no me impedirán que haga esto.- tomó su mejilla entre sus manos y empezó un beso lento que fue tomando otro rumbo a los pocos segundos. Sin embargo se separaron por falta de oxígeno y Santana aprovechó para levantarse.
- Te amo demasiado pero si no me levanto terminaremos en lo que tú y yo sabemos.- la miró dulcemente y sonrió. -Vamos a cambiarnos de ropa y luego podemos ir a caminar un rato. Ninguno de nuestros amigos está en la ciudad pero algo podremos hacer.
- ¿Hay alguna posibilidad de caminar un rato, rentar una película y regresar aquí?
- ¿Es eso lo que quieres hacer? Es decir, sólo estar en casa.
- Sería lindo.- se encogió de hombros.
- Lo que tú quieras.- Santana no sabía por qué, pero la rubia siempre conseguía convencerla de cualquier cosa, aún sin decir mucho. - Voy a cambiarme.- empezó a subir las escaleras y Brittany la siguió unos segundos después.
Cuando ambas estuvieron listas, desayunaron y salieron a caminar. El primer lugar donde pararon fue el parque, en el que estuvieron largo rato observando todo a su alrededor. Estar en Lima, en su lugar, era extraño y a la vez muy placentero. Tenían constantemente esa sensación de estar en un lugar que conocían muy bien pero que a veces resultaba completamente desconocido para ellas. Y era inevitable pensar que allí se habían despedido alguna vez y que a partir de entonces nada había sido igual al regresar. Sin embargo, Santana estaba allí de la mano de su novia y no podía dejar de mirarla para apreciar los perfectos rasgos que la enamoraron alguna vez y seguían haciéndolo día a día. 'Te amo' pensó, pero su sonrisa y su mirada lo dijeron por ella. Brittany bajó su mirada y supo al instante lo que la morena pensaba, pero también se limitó a responder con una sonrisa y presionó más fuerte su mano.
Recorriendo esos lugares se toparon con su antigua escuela y la nostalgia las invadió completamente. Se quedaron mirando hacia el edificio como si fuera una maravilla lo que tenían ante sus ojos, y por unos segundos quisieron estar allí, vestidas con el uniforme de las animadoras. Antes que siguieran pensando en eso, continuaron su camino, en silencio. Sólo bastaba sentir el calor de sus manos para estar seguras y a gusto en ese lugar que las había visto crecer.
Rentaron una película y regresaron a la casa porque hacía mucho frío.
- ¡Mamá! ¡Papá!- llamó Santana mientras cerraba la puerta y colgaba su abrigo. -Llegamos.- Brittany hizo lo mismo que ella había hecho anteriormente. -Parece que se fueron a algún lugar. Voy a ver en la cocina.
- Estaré en tu cuarto, debo alimentar a Simon.
- Está bien, te alcanzo luego.
La morena buscó a sus padres y los encontró sentados en la mecedora del jardín trasero.
- ¿Qué hacen?- les preguntó mientras se sentaba en el medio de ambos.
- Conversar. Sobre ti.- dijo su madre y la miró con una sonrisa.
- ¿Qué decían?
- Que estamos muy orgullosos.- ésta vez fue su padre.
- Hicieron un buen trabajo conmigo.
- Puede ser.- su madre sonaba feliz. -Pero tú estás dando estos pasos sola y lo estás haciendo de maravilla. Eres toda una mujer ahora.
- Y estás enamorada...- se burló su padre.
- Cállate papá.- le ordenó sonrojada.
- A propósito, ¿Dónde está Britt?- preguntó Maribel.
- En mi cuarto, con su gato.
- Pues quedaran solas, les dejé el almuerzo.
- ¿Qué dijiste mamá? ¿Nos dejarán solas en Navidad?- Santana puso cara de niña pequeña.
- Sólo será hasta la tarde, debemos ir a casa de tu abuela. No voy a presionarte para que vayas, mucho menos con Brittany.
- Gracias.- se apoyó en su hombro y miró al frente. -¿Le enviarías mis saludos?
- Claro pequeña.
- Y abrázala fuerte por mi.
- Lo haré.- su madre entendía que a pesar de todo lo que había pasado, su abuela seguía siendo importante para ella. -Cuando te sientas lista para enfrentarla, sólo hazlo.- besó su cabeza y se levantó junto a su marido para salir de la casa.
La latina simplemente se dirigió a su cuarto para dejar de pensar.
- ¿Qué te sucede?- le preguntó Brittany cuando la vió.
- Nada.- mintió y se acostó en su cama.
- No me mientas.- se sentó a su lado y la miró desafiante.
- Mis padres se fueron a casa de mi abuela Alma.- suspiró y dejó que la rubia viera su tristeza.
- Entiendo...- se limitó a responder y tomó su mano. -¿Quieres hablar sobre eso?
- Sólo puedo decir que la extraño y me duele cada vez que pienso en aquella vez. Quizás hubiera sido mejor no decirle nada sobre mis sentimientos.
- Eso no sería para nada correcto y lo sabes.
- En este punto siento que no sé nada. Sólo quiero visitarla, abrazarla, reírme con ella y ver esas telenovelas aburridas que sólo a ella le entretienen y me obligaba a ver.- rió leve recordando.
- ¿Aunque nunca hubieras podido presentarme como tu novia?- la miró fijo y esperó su respuesta, al no obtenerla siguió. -¿Hubiera sido mejor y más fácil? Porque si es así entonces estás pensando en los motivos equivocados, y estamos juntas por los motivos equivocados.
- Te amo Brittany.- fue lo único que dijo.
- No quieras arreglar todo así.- bromeó.
- No es eso, tú eres por quien pude salir adelante con todo esto y no estoy contigo por los motivos equivocados, sino porque siento que puedo ser verdaderamente yo cuando estoy a tu lado.
- Puedes serlo.- se puso encima de ella, lo suficientemente cerca de su boca para provocarla. -¿Estamos solas?- murmuró y provocó en la latina un escalofrío que le impidió responder. Brittany cortó el espacio entre ellas y la besó, rozó su lengua con la de Santana y la sensación al pasar por ella la encendió. Bajó a su cuello mientras le quitaba su camisa, y sus labios marcaban su recorrido sobre la piel recién expuesta. La morena se sentía desesperada por lo que quitó la remera de Brittany por su cabeza, quien cerró sus ojos y dejó al corazón de su novia acelerado por la vista. El amor mezclado con la lujuria, sensaciones que no eran nuevas pero sí únicas las invadían. Santana desabrochó el cinturón de Brittany y sacó sin esfuerzo los jeans, la rubia hizo lo mismo, sin dejar de besarla en cada parte de su cuerpo. Y en cuestión de minutos, la ropa no era un estorbo para ellas.
Brittany dejó besos en su cuello, bajó a su pecho, luego al otro y provocó un gemido en la latina. Sus manos bajaban por su cintura, siguiendo a sus caderas y posicionándose justo donde Santana quería que lo hicieran. Pensó que podría olvidar cómo respirar en ese momento, el contacto de la rubia la hacía olvidar cada proceso de su cuerpo.
Estaba acostumbrada a dominar esa situación, pero simplemente se dejó llevar por la sensación de Brittany moviéndose dentro de ella, sobre ella, deslizando sus cuerpos juntas, suponiendo que eran una. Abrió sus ojos para verla y pudo verse en su reflejo, sus corazones latían al mismo ritmo.
Escuchó a los suaves labios de su novia pronunciar sobre su oído: Te amo. Pensó que las palabras no eran necesarias, que habían dejado de serlo hace un tiempo y acarició su espalda, hasta llegar a sus muslos. Un fuerte gemido invadió la habitación y sintió que la cama ya no era sólida, que estaba flotando en algún lugar. El cuerpo de Brittany inmovilizándola le recordó dónde estaba.
- Te amo.- dijo con una mezcla de lujuria y desesperación buscando sus labios.
En Nueva York, Rachel había salido al aeropuerto a despedir a sus padres ya que querían regresar a Lima lo más pronto posible. Kurt quedó en el departamento con su padre y Carol.
Estaban sentados en el sofá los tres, con una taza de café cada uno.
- Hace demasiado frío aquí.- comentó Burt y abrazó a su esposa.
- Sí, siempre es así en el invierno.- dijo Kurt. -Y aún no pudimos ambientar el departamento, así que quizás debamos soportar unos cuantos inviernos más.
- Pero el lugar es bonito.- observó Carol.
- Gracias. Me llevaría el crédito pero fue Rachel quien lo escogió.
- ¿Y Santana?- preguntó su padre. -Pensé que estaría hoy aquí.
- No, creo que ella y Brittany deben estar en Lima por un tiempo. Nueva York les encanta, pero en Lima empezó su historia y a diferencia nuestra, allí tienen muchas de las cosas que aman.
- Es increíble que estén juntas otra vez. Son tan lindas.- Carol con su romanticismo fue quien dijo eso. -¿Y tú con Blaine?
- Eso está algo complicado. Sé que lo amo pero él está en otras cosas ahora, tiene algunas preocupaciones diferentes y casi no tenemos tiempo.
- Cuando alguien te importa los tiempos se buscan y se encuentran Kurt.- afirmó Burt. -Si es que en realidad importa.
- Creo que es mejor darnos espacio por ahora.- reflexionó Kurt, y antes de que alguien pudiera decir algo la puerta se deslizó dando la entrada a Rachel.
- El frío que hace afuera es increíble.
- Ven, quédate aquí con nosotros.- la invitó Kurt y ella se sentó a su lado.
- ¿Quieres que te prepare algo caliente?- preguntó Carol.
- No, estoy bien. Gracias. ¿Saben quién me llamó?
- No.- respondió Kurt con duda.
- Emma.- dijo con una enorme sonrisa. -¿Y saben que? ¡Está embarazada!
- ¡Ay por Dios!- Carol se llevó una mano a su corazón y Burt casi saltó del sofá. Kurt sonreía y Rachel estaba emocionada.
- Ella y Will esperan un bebé para el mes de julio.- continuó la castaña. -Lo anunciaron anoche como regalo de Navidad.
Si eso no era un buen regalo de Navidad, entonces nada lo era. Estaban todos felices por la noticia, un nuevo integrante para continuar la familia de un matrimonio al que querían y respetaban mucho. Siguieron hablando sobre eso y sus sonrisas permanecieron en los rostros como si nunca pudieran borrarse.
El cuarto de Santana estaba en silencio, mientras ella fijaba su mirada al frente y mantenía a Brittany sobre su pecho. La rubia pasaba sus dedos por todo el contorno del cuerpo de la morena y mantenía una sonrisa en su rostro.
- Eso fue increíble.- dijo al fin y suspiró. La latina sólo soltó una leve risita.
- Estuviste bien.
- ¿Sólo bien?- alzó su vista y la miró a los ojos con picardía.
- Bueno te falta práctica, pero aprendiste de la mejor.
- Podemos seguir practicando si así lo deseas.- inclinó su cabeza y empezó a dejar perezosos besos en su cuello.
- Oh, no. Ahora me dejas a mí.- con facilidad logró ponerse sobre ella y la besó desde su frente hasta llegar a su boca. -Ahora sólo aprende.
Anita-P******* - Mensajes : 454
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Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Los días en Lima fueron lindos, tranquilos y llenos de risas. Sin embargo ya debían regresar a esperar el nuevo año en la Gran Ciudad.
Decidieron ir caminando al aeropuerto, y Santana pidió a sus padres que las dejaran ir solas. Así lo hicieron, se despidieron de Maribel y Roberto para emprender el camino de regreso, no sin antes prometerles que regresarían pronto.
Llevaban sus bolsos y ahora a diferencia de cuando llegaron, una jaula donde Simon iba durmiendo.
- Santana, necesito ir a un lugar antes del vuelo.- pidió Brittany casi con miedo. -Prometo que será sólo un momento.
- Aún hay tiempo amor, ¿dónde quieres ir?
- Sólo déjame que lo intente.- hizo seña a un taxi para que las llevara, y una vez arriba le pasó un papel con la dirección.
Fueron en silencio todo el camino y Santana comenzaba a incomodarse.
El auto se detuvo en el lugar que menos se esperaba.
- Brittany no puedo.- dijo.
- Inténtalo. ¿Cuándo tendrás la oportunidad otra vez?- pagó al conductor y éste se marchó.
- Es que...
- Nada. Si quieres puedo quedarme aquí afuera.
- No, si voy a hacerlo quiero que me acompañes.- caminó de su mano hasta la puerta que la había recibido tantas veces. Dio una golpecitos y esperó a ser atendida. Los nervios estaban apoderándose de ella cuando la puerta se abrió ante ellas.
- Abuelita...- murmuró y la miró directo a los ojos. Brittany soltó su mano sin pensarlo.
-Hola.- la mujer frente a ella conservaba esa fuerte mirada y su buen aspecto a pesar de los años.
- ¿Qué haces aquí?- preguntó bruscamente. -Creí haber sido clara.
- Lo sé y lo siento. Pero Brittany me pidió que viniera.- observó a la rubia que mantuvo su mirada firme y segura. -Quisiera que me dieras la oportunidad de hablar contigo.
- A solas.- aclaró y abrió un poco más la puerta.
- Brittany viene con...
- Ve Santana, espero aquí.- la bailarina acarició su mano en señal de apoyo y se sentó sobre uno de los bolsos.
La morena entró a aquella casa y se sentó en la cocina, la misma donde había estado la última vez.
- ¿Cómo has estado?- le preguntó a su abuela que aún no había tomado asiento.
- No puedo quejarme.- su tono enojado no lograba tranquilizar a Santana. -¿Quieres tomar algo?
- No gracias. Quiero que te sientes y me mires, nada más.- trató de sonar segura y logró que Alma se sentara frente a ella. -Así está mucho mejor. Te he extrañado abuela pero no fui valiente para venir a verte.
- Pues te pedí que no lo hicieras.
- Lo sé, pero ya es hora de hablar sobre lo que pasó.
- Está claro lo que pasó. Tú decidiste cambiar tu vida y eso no me incluye.
- No cambié mi vida, siempre fui así pero no me atrevía a decirlo. Y todo lo que hago te incluye, todo.- estaba siendo absolutamente honesta. -Abuela, el que ame a Brittany no cambia lo que tú y yo somos.
- Eso no es amor Santana, es un capricho.
- No, no lo es. Entiendo que no estás lista para esto, y que va a costar que entiendas lo que siento pero no busco que comprendas por qué la amo, sólo busco que comprendas que soy feliz con ella y no lo puedo evitar.- buscó su mirada otra vez. -Soy feliz abuela, como nunca lo he sido. Y quisiera que fueras parte de esta felicidad, que puedas compartir conmigo lo que estoy logrando. Esa chica que está sentada afuera, es la persona que elegí para mí y la sociedad ya debería de estar lista para recibirnos.
- Pero no lo está.
- No me importa lo que los demás crean, sólo quiero que sepas que sigo siendo la misma Santana Lopez que alguna vez tuviste entre tus brazos, a la que cambiaste los pañales, llevaste a la escuela y viste crecer. Soy la misma, te amo de la misma manera. Quiero que tú me quieras por lo que soy, y que algún día puedas venir a Nueva York a verme triunfar, y a conocer mi nueva vida.
- ¿Eres feliz?- preguntó y por primera vez la miró a los ojos.
- Sí abuelita, soy feliz.
- Entonces no me necesitas.- se levantó de la mesa y dio la espalda a la latina.
- Escucha...- se levantó con mucha decisión y habló con firmeza. -Eres mi abuela y te necesitaré siempre pero no puedo dejar que esto me impida ser feliz. Me dijiste que la sociedad no está preparada para la gente como yo, ¿cómo pretendes que siquiera nos acepten cuando nuestra propia familia nos da la espalda? Tengo buenos amigos, preparados para aceptar a esta 'especie rara', mis padres lo han hecho y Brittany me ama. Cumplí con venir a verte, así que no tendré de qué arrepentirme luego. Me hubiera gustado ir a Nueva York habiendo recibido un abrazo de tu parte, pero así como la última vez me iré de aquí sin recibir una buena respuesta.- se quedó un rato parada detrás de su abuela, con firmeza. Esperaba que dijera al menos una palabra, que hiciera algún gesto o simplemente la mirara. Sin embargo nada de eso pasó. Movió su cabeza mostrando desilusión pero decidió guardarse las lágrimas. -Hasta pronto abuela.- salió de la cocina con mucha tristeza y abrió la puerta.
Del otro lado, Brittany la esperaba en la misma posición que había quedado al entrar. Casi se tiró a sus brazos y dejó salir todas las lágrimas que guardó con su abuela.
- Lo siento tanto, no debí obligarte a hacer esto.- la rubia estaba realmente apenada y la abrazaba con mucha fuerza.
Santana no dijo ni una palabra, sólo lloró en su hombro y dejó al descubierto todos sus sentimientos, todo lo que sentía al estar allí otra vez y haberse sentido rechazada por una de las personas que más amaba en el mundo. Quería salir corriendo y no volver nunca más.
Brittany paró un auto y se fueron al aeropuerto. Llevaba a Santana de la mano, pero todavía no podía mirarla a los ojos. Se sentía tan culpable por lo que hizo, que quería regresar el tiempo y no insistirle en hablar con su abuela. En realidad había pensado que las cosas podían ser mejor, pero estaba equivocada y ahora tenía que verla triste y soportar todo su dolor.
- No tienes la culpa.- dijo Santana como si pudiera escuchar sus pensamientos.
- Yo...- no pudo decir nada, seguía apenada.
- Tú quisiste hacer algo lindo por mi y te lo agradezco. No te sientas mal.- besó su mano y le sonrió.
- Quiero que ya no te sientas triste, me mata sentirte así.
- Verás que en cuanto lleguemos a casa estaré bien, ¿si?- la rubia asintió con su cabeza.
-Vamos, o perderemos el avión.
Ésta vez el viaje fue más corto. Santana se durmió apenas subió al avión, mientras Brittany la observaba dormir. Ella no tenía sueño así que estaba concentrada en un libro que Maribel le había regalado. Cada tanto acariciaba el rostro de la morena y sonreía. Esperaba en verdad que se le pasara la tristeza al llegar a Nueva York, y que pudiera olvidar el episodio en Lima. Ella la hacía feliz por razones que aún no podía explicar y quería devolverle exactamente el mismo sentimiento. Sentirse culpable de su tristeza la destruía y le provocaba un sentimiento de angustia muy grande.
Pensó que Alma estaba equivocada, que no debía pensar así sobre su nieta, y que tenía que apoyarla en lo que quería para su vida. Después de todo, ¿no quería que fuera feliz? Se hizo eco esa pregunta en su cabeza y entendió que a veces, era difícil cambiar el pensamiento de algunas personas y que había que ignorarlos para poder seguir adelante, aunque doliera. La única realidad que debía importar en ese momento era que amaba a Santana y que haría todo lo posible por hacerla feliz.
-Santana...- murmuró. -Estamos llegando preciosa.- la latina despertó perezosa y la miró con cariño. -¿Dormiste bien?- preguntó para evitar la incomodidad.
- Demasiado bien. Aunque a veces sentía una pequeña molestia en mi rostro.- notablemente se refería a sus caricias.
- Lo siento, no podía evitarlo.- se sonrojó.
- No te sonrojes Britt- Britt. Sólo bromeaba.
- ¿Me darías un abrazo?
- ¿Desde cuando lo pides?- se acercó a ella y la abrazó fuerte.
- ¿Estás bien?- preguntó preocupada y apoyando su mentón en el hombro de la morena.
- Estoy excelente ahora.- se separó un poco para besarla. Tomó su mejilla con una mano y su cintura con la otra para profundizar el beso. -Gracias por hacerme valiente y hacer que me sienta fuerte.- la rubia sonrió y se acomodó en el asiento para el aterrizaje.
La ciudad de Nueva York estaba radiante, hermosa y repleta de nieve. Al bajar del avión, Santana se sintió por fin en su hogar, por lo tanto Brittany lo estaba también. Su hogar era donde la morena la llevara.
El camino al apartamento de Brittany era algo lejano así que subieron a un taxi para que las llevara. Volver a ese lugar, extrañamente la hacía sentirse muy bien. En poco tiempo ese apartamento se había convertido en su casa y estaba feliz de regresar.
Dejaron los bolsos en la sala y Santana se sentó en el sofá, mientras Brittany sacó al gato de su jaula.
- No te pongas tan cómoda, quiero mostrarte algo.- le dijo Brittany.
- ¿Saldremos otra vez?- se quejó. -Necesito volver a casa con los chicos.
- Nadie dijo nada de salir, ven conmigo.- hizo una seña con su cabeza y se dirigió a una puerta al lado de su cuarto. Santana llegó detrás de ella. -Le pedí a un amigo que terminara esto por mí antes de regresar, y te prometí que serías la primera en verlo.- abrió la puerta. -Entra.- la latina entró al cuarto algo confundida y luego se encendió la luz.
El lugar estaba repleto de cuadros, bien distribuidos y perfectamente ubicados según la luz. El primero que vió fue una foto de Brittany con su mamá, cuando la rubia tenía apenas meses de vida. Le pareció hermosa y se acercó a contemplarla con detalles.
Siguió por el lugar, impactada por cada foto que había tomado su novia. Desde paisajes hasta momentos de su vida. El club Glee, Nueva York, un poco de Lima, su vida en el MIT, y la misma que ella tenía en su cuarto.
- Esa es perfecta.- dijo.
Al llegar al final observó una que estaba cubierta con una tela blanca.
- ¿Y esa?- preguntó. -¿Por qué está cubierta?
- Porque quiero que la veas tú misma.- Santana se acercó para quitar la tela de encima. -Espera.- la detuvo. -Es una imagen muy especial para mi y quiero que también lo sea para ti. Me recordó cosas felices y tristes, pero más que nada, me recordó que siempre estuviste ahí esperando pacientemente a que te amara de la forma en que siempre me amaste tú a mi.- hizo una seña para que quitara por fin lo que cubría la foto. La morena se acercó y lo hizo. Se trataba de las dos sillas que ocupaban cuando estuvieron en el Club Glee. -Aquí nos enamoramos, y también fue donde terminamos. Sin embargo siempre me amaste de esa manera sincera y te lo agradezco.
- Oh Britt...- su tono dulce estaba siendo reemplazado por las lágrimas. -Ahí fue donde te dejé, no puedo evitar recordar eso.
- Yo sólo recuerdo que en tu canción dijiste que yo era lo mejor que alguna vez había sido tuyo.- la abrazó por detrás y miraron juntas la fotografía.
- Lo eres.
- Las relaciones se construyen con buenos y malos momentos, pero lo importante es recordar los buenos y aprender de los malos. Ese lugar representa el inicio, el transcurso y el término de una relación que nunca terminó en realidad. Así que me pareció importante tenerla aquí.
- Eres una genio Britt Britt. Me encantaría quedarme un rato más contigo pero debo volver a casa.
- Lo sé.- la soltó y luego la giró para quedar frente a ella. -Pero quiero que vengas esta noche, a cenar y luego veremos.- levantó una ceja y la miró provocativa.
- Ese es un plan muy agradable.
- ¿Eso quiere decir que vendrás?
- Estaré aquí a las nueve, ¿te parece?
- Será a las nueve entonces.- besó suavemente sus labios y la dejó irse.
Santana levantó el bolso y emprendió camino a su apartamento. Quiso llamar a Rachel pero luego pensó que era mejor darle una sorpresa.
En cuanto llegó, abrió la puerta y la sorpresa se la llevó ella. Rachel estaba sentada en la mesa de la cocina, conversando y riendo con la última persona a la que había querido ver.
- Mierda.- dijo para sí misma.
- ¡Santana!- la castaña salió corriendo hacia ella y la abrazó. -¿Por qué no me dijiste que llegarías hoy?
- Quería darte una sorpresa. ¿Por qué no me hablaste sobre esto?- murmuró la pregunta y fingió una sonrisa.
- Lo habría hecho pero también me tomó por sorpresa.
- ¿No piensas saludarme?- la rubia de ojos verdes hablaba con mucha alegría y se acercó a ella para abrazarla.
- Hola Quinn.- trató de ser distante con ella. -Si me disculpan, estoy algo cansada y quiero descansar.
Se fue a su cuarto y dejó a las chicas solas. Rachel no entendía bien lo que pasaba aunque imaginaba algo sobre el tema, sin embargo hizo como si nada pasara y siguieron la conversación que habían empezado.
Por su lado, Santana no estaba cansada, simplemente quería escapar a Quinn y evitar hablar con ella sobre lo que había pasado. ¿Se enojaría Brittany si se enteraba de eso? No quería pensar en esas cosas aún, pero en algún momento tenía que lidiar con el tema y enfrentar las consecuencias. Observó el cuadro que colgaba sobre su pared y sonrió con algo de tristeza. Amaba a la rubia que la acompañaba, y no quería hacerle daño de ninguna manera. Pero Quinn estaba allí, dispuesta a quien sabe cuántas cosas y ella no había sido capaz de contarle a Brittany la verdad.
- ¿En qué te metiste Santana?- se preguntó ella misma y llevó sus manos a su cabeza.
Tenía que encontrar la forma de salir de eso.
Anita-P******* - Mensajes : 454
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Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
oh-oh te lo dije san que hablaras! detesto a Alma lo digo porque lo vivo en carne propia :/ mas tierna britt y san me encantan y tmb la amistad pezberry besos!!! excelente y gracias por los dos cap =D
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Santana es tonta -.-' sólo espero que realmente sea sincera con Britt :)
No quiero que Quinn se entrometa :/
Me han encantado todos los capítulos :) auque es triste lo de la Abuelita :(
Saludos :)
No quiero que Quinn se entrometa :/
Me han encantado todos los capítulos :) auque es triste lo de la Abuelita :(
Saludos :)
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
¿Me he equivocado, entonces?
¿Quinn = problemas?
En realidad no lo creo, Britt no puede dejar a Santana
por unaestupidez como esa :$
(Espero no equivocarme)
Gracias por los capítulos, fueron muy lindos :)
muchos besos, y nos leemos en la próxima ^^
¿Quinn = problemas?
En realidad no lo creo, Britt no puede dejar a Santana
por una
(Espero no equivocarme)
Gracias por los capítulos, fueron muy lindos :)
muchos besos, y nos leemos en la próxima ^^
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Santana aun esta a tiempo de aclararle las cosas a Quinn y hablar sinceramente con Britt! hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Holaa! Aquí estoy otra vez, sólo que con mucho menos tiempo. Mañana rindo un examen
Gracias por los comentarios!! Espero que disfruten, y para la próxima ya vendré con más tiempo. Saludos!!
Capítulo 14.
La latina había pasado casi todo el día evitando a Quinn. No había sido tan difícil ya que, sorprendentemente, ella y Rachel habían pasado mucho tiempo juntas fuera del apartamento. Estaba a punto de entrar a bañarse cuando Kurt llamó a la puerta de su cuarto.
- ¿Puedo pasar?- le preguntó.
- Adelante.- respondió con una sonrisa que se le borró al notar su rostro. -¿Qué sucede Kurt?- lo miró preocupada.
- Blaine y yo terminamos.- dijo el muchacho con algo de tristeza.
- Oh, lo siento tanto.- se sentía apenada y lo miró con algo de compasión.
- ¿Sabes? Nuestra relación no estaba en su mejor momento, pero no imaginaba que esto fuera a pasar.
- A veces algo de tiempo es necesario. La distancia es difícil, y aunque cueste aceptarlo, dejarlo ir será algo que te hará crecer.- hablaba desde la experiencia y esperando ayudar.
- No creo que lo nuestro pueda tomar algún rumbo como lo tuyo con Brittany.
- Entonces es tiempo de recordar lo lindo que fue, darte un tiempo y conocer a más personas. Sé que lo superarás.- sonrió y tomó una de sus manos.
- Gracias Santana. No tenía por qué interrumpir lo que tienes que hacer.
- Oye, está bien. Voy a casa de Brittany, ella lo entenderá.
- ¿Estuvieron bien en Lima?- preguntó a fin de cambiar el tema.
- Sí, fue genial.- ignoró lo de su abuela. Quería contárselo pero no era el momento. -¿Ustedes estuvieron bien?
- Fue agradable, una gran Navidad.
- Me alegro entonces.- fijó su mirada en la ventana.
- ¿Hay algo que te preocupa?
- No en realidad.- mintió. -Sólo pienso. A propósito, ¿dónde está la enana?
- Salió de compras con Quinn. Dijo que llegarían algo tarde.
- Que raras esas dos juntas.- reflexionó. -Gracias Kurt.
- Te dejo pensar y prepararte para ver a Britt.- se marchó del cuarto tarareando una canción, como cada vez que se sentía triste.
No pasó mucho tiempo para que la morena terminara de prepararse. En cuanto a Brittany se trataba, no quería llegar ni un minuto tarde.
Salió de su apartamento lo suficiente abrigada y pensó que por fin iba a estar tranquila sin tener que huir de Quinn. Quería decirle a Brittany todo lo que había pasado pero al mismo tiempo pensaba que era mala idea porque la conocía, sabía sobre los celos de la rubia hacia cualquier persona que se le acercara. En ese momento se cuestionó sobre lo ocurrido aquella noche y pensó que quizás Brittany entendería. Lo cierto es que de alguna manera debía evitar el tema y tratar de mantener lejos a Quinn.
Llegó al apartamento de la rubia y dió unos suaves golpes a la puerta.
-La puntualidad es un gesto que me fascina.- aclaró Brittany y dejó un suave beso en sus labios antes de dejarla pasar.
- ¿Me has extrañado?- dejó su abrigo en el perchero y la atrajo por la cintura.
- No tanto en realidad.- jugó ella enterrando su rostro en el cuello de la morena.
- No te creo ni un poco.- le dijo y besó su hombro. -Pero yo sí lo hice y lo confieso sin rodeos.- acarició cada espacio de su espalda provocando que un escalofrío recorriera toda la columna vertebral de la rubia.
- Creo que la cena deberá esperar.- afirmó mirándola firmemente a los ojos y sonriendo de forma provocativa.
- Vaya que deberá hacerlo.
Santana comenzó un beso lento pero lleno de pasión, colocó una de sus manos en la nuca de Brittany y con la otra la atrajo aún más cerca. La rubia apenas podía pensar, pero en cuanto logró reaccionar introdujo una mano bajo la camisa de la morena, lo que produjo en ella una leve sonrisa que obligó a dejar de besarla para mirarla a los ojos. Cuando volvió a su tarea, la de ojos azules correspondió el beso pero lo hizo de manera más pasional, sin vergüenzas. La llevó contra el sofá y la sentó sobre él. Santana se dejó seducir por cada beso en su cuello, cada caricia debajo de su camisa, y cuando estaba a punto de desprender los botones del jean que llevaba puesto Brittany, llamaron a la puerta.
- Mierda.- murmuró la latina de mal humor. -Esto no puede ser.
- Jamás recibo visitas, mucho menos a éstas horas.- arregló un poco su ropa y trató de controlar la respiración. -Esto no quedará así.- la besó en los labios y fue a abrir la puerta. Santana fue tras ella.
- Espero no interrumpir nada.- del otro lado, la ex capitana de las animadoras sonreía como sólo ella lo hacía, con una mezcla de dulzura y maldad.
- ¡Quinn!- la alegría de Brittany fue expresada en un abrazo hacia la otra rubia. Santana pensaba que se trataba de una broma. -No sabía que estabas en Nueva York, pasa por favor.- se apartó un poco para que pasara al apartamento y cerró la puerta a su paso.
- Estoy en casa de Rachel, ¿por qué no se lo dijiste Santana?- la forma maliciosa con la que preguntó eso hizo que la latina enfureciera.
- Sólo lo olvidé.- respondió para evitar más preguntas.
- ¿Cómo vas a olvidarlo?- Brittany la tomó de la mano y la miró confundida.
- ¿Están juntas otra vez?- Quinn era buena con la evasión de preguntas.
- Afortunadamente sí.- la rubia de ojos azules miró a Santana y le sonrió. - Y ésta vez para siempre.
- Es bueno oírlo.- Quinn observaba el lugar con mucho énfasis. -Es un bonito hogar.- dijo al fin.
- Gracias. Por favor siéntate, deberíamos cenar las tres como en los viejos tiempos.- invitó Brittany y la latina frunció el ceño en señal de desagrado.
- No quiero interrumpir.- se hizo de rogar la otra rubia.
- Por favor, somos amigas. Insisto en que deberías quedarte. Santana también lo desea, ustedes son buenas amigas.
Lo que la bailarina no sabía era que había demasiadas cosas en medio de esa amistad y que a la morena le incomodaba. Sin embargo insistió en que Quinn debía quedarse para cenar y hablar con ellas como las buenas amigas que, se suponía, eran.
Durante la cena, todo fue aparentemente normal aunque Brittany pudo notar la tensión que había entre las otras dos, y aunque no dijo nada trató de hacer algo más tranquila la charla.
Pasada la medianoche Quinn se despidió de ellas ya que Santana prefirió quedarse un rato más, a ir hasta el apartamento juntas. Antes de marcharse abrazó a Brittany y luego hizo lo mismo con Santana, quien apenas correspondió ese abrazo. En cuanto la puerta se cerró, la mirada de la rubia se clavó firme sobre la morena.
- ¿Qué te sucede?- preguntó confusa.
- Nada.- negó Santana.
- Claro. Y que las cosas con Quinn estuvieran tan tensas no significa nada.- se cruzó de brazos.
- Déjalo Britt. No pasa nada, sólo que interrumpió algo.
- No me engañes, sé que algo pasó. No soy la ingenua Brittany que creía cualquier cosa. Puedes confiar en mí.
- Ah...- suspiró resignada, y se dejó caer en el sofá. -Siéntate conmigo.- la de ojos azules obedeció y esperó paciente por una respuesta. -Quinn y yo realmente no estamos bien últimamente.
- Eso lo sé, quiero saber por qué.
- No es fácil decirte esto.- estaba incómoda y algo inquieta. -Pero quiero que sepas que nada de esto fue importante para mí.
- Santana no...- la rubia empezaba a entender.
- Sí, ella y yo...
- ¡No puedo creerlo!- la interrumpió. -¿Tú tuviste sexo con ella?- la mezcla de enojo y desilusión asustó a Santana.
- Nosotras no estábamos juntas.- se defendió. -Y tampoco estaba con Dani, fue durante la fallida boda del Sr. Schue. Estábamos algo excedidas de copas, y moría de celos por ti.
- No trates de justificarte echando la culpa a otros.
- No, no. Sé que fue un error exclusivamente mío. Pero te juro que no significó nada para mí, fue sólo eso.
- Santana no puedes ir por la vida acostándote con mujeres y justificando que 'no sientes nada'.- la desilusión creció rápidamente. -Tú no eres eso.
- Lo sé Brittany. Y lamento no haberlo mencionado, sólo no me pareció importante.
- Pero eso no es lo único, ¿cierto? La tensión de hoy tiene otra explicación, y quiero escucharla. No me trates de estúpida.
- No lo hago y lo sabes.- tomó una de sus manos con fuerza y la mantuvo sobre sus piernas. -Quinn siguió buscándome, me envío muchos mails y algunos mensajes. No perdí mi antiguo número, lo cambié porque no quería saber nada sobre ella. Luego empecé mi relación con Dani y respetaba eso, así que respondí un mail diciéndole que se detuviera, que no me interesa más que como amiga. Por supuesto no lo comprendió y siguió.
- Dime algo... ¿En verdad no significó nada para ti? ¿Ni siquiera un poco?
- No mi amor, no significa nada para mí. Sólo fue el momento, estaba celosa y el alcohol no me dejaba pensar bien. Siempre te he amado a ti sobre todos.
- ¿Y por qué no lo dijiste?
- Porque te conozco, sabía que ibas a estallar en celos.
- ¿No podías decirlo antes de que la invite a cenar?- eso provocó una leve sonrisa en Santana. -No la quiero cerca de ti, ¿me oyes?
- Estará en casa estos días.
- Entonces vendrás a estar conmigo hasta que ella vuelva a donde sea que tenga que hacerlo.
- Brittany, ¿hablas de quedarme aquí?- preguntó sorprendida.
- Eso no será un problema para ti ni para mi, así que sí. Sólo quiero que te mantengas alejada de ella.
- ¿No confías en mi?
- Claro que lo hago, pero eres irresistible Santana.- la morena sonrió algo sonrojada. -Aún no entiendo como Rachel puede seguir siendo heterosexual contigo en su apartamento.
- Ven aquí.- la abrazó con mucha ternura. -Te amo, y eso no cambiará. Sólo confía en mí, ¿si?. Vendré a quedarme contigo si quieres.
- Claro que sí.
- Pero no ésta noche. Debo irme porque no traje nada de ropa.
- La ropa no es necesaria
- Contrólate.- le pidió entre risas. -Prometo recompensar esto mañana.
- Lo harás.- besó suavemente sus labios y luego descansó sobre su hombro. -Te amo y pienso amarte hasta el último minuto de mi vida, ¿sabes eso?
- Claro que lo sé princesa, yo siento lo mismo.- acarició su cabello y la abrazó fuerte. -No quiero que te preocupes por nada, todo estará bien. Debo irme ahora. Mañana temprano vendré a verte.
- Está bien. Te esperaré para desayunar juntas.- la acompañó hasta la puerta y tomó su mano con mucha fuerza para acercarla y besarla.
Sin decir nada, Santana subió al ascensor y se despidió con una sonrisa. Por un momento pensó que las cosas con Brittany iban a tomar un mal rumbo pero luego la pureza del corazón de su novia la sorprendieron otra vez, comprendiendo y perdonando. Sabía que no iba a engañarla, que la amaba y que las cosas con Quinn sólo iban a quedar en eso, nada.
Caminó a pesar del frío por las calles de Nueva York. Amaba estar ahí, pero siempre había sentido que algo le faltaba. Esa noche nada le hacía falta, porque tenía todo lo que alguna vez quiso. Sonreía cada tanto pensando en lo increible que era su vida, en lo maravilloso que se sentía tener a Brittany a su lado y, aunque le costara aceptarlo, tener una amiga como Rachel Berry.
No tardó demasiado en llegar al departamento, donde se sacó su abrigo y se acercó a la ventana de la cocina.
- Pensé que nunca llegarías.- Quinn estaba en el sofá.
- Pues aquí estoy.- trató de sonar tranquila pero evitó mirarla.
- Me ignoraste todo el día. ¿Crees que no lo noté?
- Sólo mantuve distancia.
- No entiendo por qué.- comenzó a caminar hacia ella.
- Claro que sabes por qué. Quinn, lo que pasó fue...
- Asombroso.- la cortó y se acercó aún más.
- Escucha.- se puso firme. -Fue sólo un momento, que no significó nada para mi y creí que para ti tampoco. Amo a Brittany, ¿entiendes? Siempre lo hice.
- Pero eso nunca detuvo a la antigua Santana Lopez.- ya estaba muy cerca de ella y comenzaba a sonar provocativa.
- A la antigua, a ésta nueva Santana sí. Ahora tengo mucho más que perder.
- Sólo quiero una noche morena, sólo una.- le habló al oído. -Y prometo desaparecer.
- ¡Quinn!- la alejó de ella y la miró enojada. -No voy a hacerlo, entiende que no voy a engañar a Brittany.
- ¿Prefieres que se entere sobre lo nuestro?- creyó que eso era una amenaza, pero su rostro cambió cuando Santana rió fuerte.
- Ella ya lo sabe. Y no hay nada nuestro, fue una noche nada más. Ahora si me disculpas debo ir a dormir.- intentó salir de la incómoda posición en la que estaban pero la rubia la tomó de la muñeca y le habló al oído otra vez.
- Esa relación que construiste con Brittany tiene fecha de vencimiento Lopez. ¿Recuerdas quién soy? A Quinn Fabray nadie la usa.
Santana se soltó y fue a su cuarto. Estaba preocupada, realmente lo estaba. ¿Qué se traía entre manos la ex capitana de las animadoras?
Conocía a Quinn, no estaba acostumbrada a perder nada. Sólo esperaba que Brittany no cayera en ningún engaño.
Gracias por los comentarios!! Espero que disfruten, y para la próxima ya vendré con más tiempo. Saludos!!
Capítulo 14.
La latina había pasado casi todo el día evitando a Quinn. No había sido tan difícil ya que, sorprendentemente, ella y Rachel habían pasado mucho tiempo juntas fuera del apartamento. Estaba a punto de entrar a bañarse cuando Kurt llamó a la puerta de su cuarto.
- ¿Puedo pasar?- le preguntó.
- Adelante.- respondió con una sonrisa que se le borró al notar su rostro. -¿Qué sucede Kurt?- lo miró preocupada.
- Blaine y yo terminamos.- dijo el muchacho con algo de tristeza.
- Oh, lo siento tanto.- se sentía apenada y lo miró con algo de compasión.
- ¿Sabes? Nuestra relación no estaba en su mejor momento, pero no imaginaba que esto fuera a pasar.
- A veces algo de tiempo es necesario. La distancia es difícil, y aunque cueste aceptarlo, dejarlo ir será algo que te hará crecer.- hablaba desde la experiencia y esperando ayudar.
- No creo que lo nuestro pueda tomar algún rumbo como lo tuyo con Brittany.
- Entonces es tiempo de recordar lo lindo que fue, darte un tiempo y conocer a más personas. Sé que lo superarás.- sonrió y tomó una de sus manos.
- Gracias Santana. No tenía por qué interrumpir lo que tienes que hacer.
- Oye, está bien. Voy a casa de Brittany, ella lo entenderá.
- ¿Estuvieron bien en Lima?- preguntó a fin de cambiar el tema.
- Sí, fue genial.- ignoró lo de su abuela. Quería contárselo pero no era el momento. -¿Ustedes estuvieron bien?
- Fue agradable, una gran Navidad.
- Me alegro entonces.- fijó su mirada en la ventana.
- ¿Hay algo que te preocupa?
- No en realidad.- mintió. -Sólo pienso. A propósito, ¿dónde está la enana?
- Salió de compras con Quinn. Dijo que llegarían algo tarde.
- Que raras esas dos juntas.- reflexionó. -Gracias Kurt.
- Te dejo pensar y prepararte para ver a Britt.- se marchó del cuarto tarareando una canción, como cada vez que se sentía triste.
No pasó mucho tiempo para que la morena terminara de prepararse. En cuanto a Brittany se trataba, no quería llegar ni un minuto tarde.
Salió de su apartamento lo suficiente abrigada y pensó que por fin iba a estar tranquila sin tener que huir de Quinn. Quería decirle a Brittany todo lo que había pasado pero al mismo tiempo pensaba que era mala idea porque la conocía, sabía sobre los celos de la rubia hacia cualquier persona que se le acercara. En ese momento se cuestionó sobre lo ocurrido aquella noche y pensó que quizás Brittany entendería. Lo cierto es que de alguna manera debía evitar el tema y tratar de mantener lejos a Quinn.
Llegó al apartamento de la rubia y dió unos suaves golpes a la puerta.
-La puntualidad es un gesto que me fascina.- aclaró Brittany y dejó un suave beso en sus labios antes de dejarla pasar.
- ¿Me has extrañado?- dejó su abrigo en el perchero y la atrajo por la cintura.
- No tanto en realidad.- jugó ella enterrando su rostro en el cuello de la morena.
- No te creo ni un poco.- le dijo y besó su hombro. -Pero yo sí lo hice y lo confieso sin rodeos.- acarició cada espacio de su espalda provocando que un escalofrío recorriera toda la columna vertebral de la rubia.
- Creo que la cena deberá esperar.- afirmó mirándola firmemente a los ojos y sonriendo de forma provocativa.
- Vaya que deberá hacerlo.
Santana comenzó un beso lento pero lleno de pasión, colocó una de sus manos en la nuca de Brittany y con la otra la atrajo aún más cerca. La rubia apenas podía pensar, pero en cuanto logró reaccionar introdujo una mano bajo la camisa de la morena, lo que produjo en ella una leve sonrisa que obligó a dejar de besarla para mirarla a los ojos. Cuando volvió a su tarea, la de ojos azules correspondió el beso pero lo hizo de manera más pasional, sin vergüenzas. La llevó contra el sofá y la sentó sobre él. Santana se dejó seducir por cada beso en su cuello, cada caricia debajo de su camisa, y cuando estaba a punto de desprender los botones del jean que llevaba puesto Brittany, llamaron a la puerta.
- Mierda.- murmuró la latina de mal humor. -Esto no puede ser.
- Jamás recibo visitas, mucho menos a éstas horas.- arregló un poco su ropa y trató de controlar la respiración. -Esto no quedará así.- la besó en los labios y fue a abrir la puerta. Santana fue tras ella.
- Espero no interrumpir nada.- del otro lado, la ex capitana de las animadoras sonreía como sólo ella lo hacía, con una mezcla de dulzura y maldad.
- ¡Quinn!- la alegría de Brittany fue expresada en un abrazo hacia la otra rubia. Santana pensaba que se trataba de una broma. -No sabía que estabas en Nueva York, pasa por favor.- se apartó un poco para que pasara al apartamento y cerró la puerta a su paso.
- Estoy en casa de Rachel, ¿por qué no se lo dijiste Santana?- la forma maliciosa con la que preguntó eso hizo que la latina enfureciera.
- Sólo lo olvidé.- respondió para evitar más preguntas.
- ¿Cómo vas a olvidarlo?- Brittany la tomó de la mano y la miró confundida.
- ¿Están juntas otra vez?- Quinn era buena con la evasión de preguntas.
- Afortunadamente sí.- la rubia de ojos azules miró a Santana y le sonrió. - Y ésta vez para siempre.
- Es bueno oírlo.- Quinn observaba el lugar con mucho énfasis. -Es un bonito hogar.- dijo al fin.
- Gracias. Por favor siéntate, deberíamos cenar las tres como en los viejos tiempos.- invitó Brittany y la latina frunció el ceño en señal de desagrado.
- No quiero interrumpir.- se hizo de rogar la otra rubia.
- Por favor, somos amigas. Insisto en que deberías quedarte. Santana también lo desea, ustedes son buenas amigas.
Lo que la bailarina no sabía era que había demasiadas cosas en medio de esa amistad y que a la morena le incomodaba. Sin embargo insistió en que Quinn debía quedarse para cenar y hablar con ellas como las buenas amigas que, se suponía, eran.
Durante la cena, todo fue aparentemente normal aunque Brittany pudo notar la tensión que había entre las otras dos, y aunque no dijo nada trató de hacer algo más tranquila la charla.
Pasada la medianoche Quinn se despidió de ellas ya que Santana prefirió quedarse un rato más, a ir hasta el apartamento juntas. Antes de marcharse abrazó a Brittany y luego hizo lo mismo con Santana, quien apenas correspondió ese abrazo. En cuanto la puerta se cerró, la mirada de la rubia se clavó firme sobre la morena.
- ¿Qué te sucede?- preguntó confusa.
- Nada.- negó Santana.
- Claro. Y que las cosas con Quinn estuvieran tan tensas no significa nada.- se cruzó de brazos.
- Déjalo Britt. No pasa nada, sólo que interrumpió algo.
- No me engañes, sé que algo pasó. No soy la ingenua Brittany que creía cualquier cosa. Puedes confiar en mí.
- Ah...- suspiró resignada, y se dejó caer en el sofá. -Siéntate conmigo.- la de ojos azules obedeció y esperó paciente por una respuesta. -Quinn y yo realmente no estamos bien últimamente.
- Eso lo sé, quiero saber por qué.
- No es fácil decirte esto.- estaba incómoda y algo inquieta. -Pero quiero que sepas que nada de esto fue importante para mí.
- Santana no...- la rubia empezaba a entender.
- Sí, ella y yo...
- ¡No puedo creerlo!- la interrumpió. -¿Tú tuviste sexo con ella?- la mezcla de enojo y desilusión asustó a Santana.
- Nosotras no estábamos juntas.- se defendió. -Y tampoco estaba con Dani, fue durante la fallida boda del Sr. Schue. Estábamos algo excedidas de copas, y moría de celos por ti.
- No trates de justificarte echando la culpa a otros.
- No, no. Sé que fue un error exclusivamente mío. Pero te juro que no significó nada para mí, fue sólo eso.
- Santana no puedes ir por la vida acostándote con mujeres y justificando que 'no sientes nada'.- la desilusión creció rápidamente. -Tú no eres eso.
- Lo sé Brittany. Y lamento no haberlo mencionado, sólo no me pareció importante.
- Pero eso no es lo único, ¿cierto? La tensión de hoy tiene otra explicación, y quiero escucharla. No me trates de estúpida.
- No lo hago y lo sabes.- tomó una de sus manos con fuerza y la mantuvo sobre sus piernas. -Quinn siguió buscándome, me envío muchos mails y algunos mensajes. No perdí mi antiguo número, lo cambié porque no quería saber nada sobre ella. Luego empecé mi relación con Dani y respetaba eso, así que respondí un mail diciéndole que se detuviera, que no me interesa más que como amiga. Por supuesto no lo comprendió y siguió.
- Dime algo... ¿En verdad no significó nada para ti? ¿Ni siquiera un poco?
- No mi amor, no significa nada para mí. Sólo fue el momento, estaba celosa y el alcohol no me dejaba pensar bien. Siempre te he amado a ti sobre todos.
- ¿Y por qué no lo dijiste?
- Porque te conozco, sabía que ibas a estallar en celos.
- ¿No podías decirlo antes de que la invite a cenar?- eso provocó una leve sonrisa en Santana. -No la quiero cerca de ti, ¿me oyes?
- Estará en casa estos días.
- Entonces vendrás a estar conmigo hasta que ella vuelva a donde sea que tenga que hacerlo.
- Brittany, ¿hablas de quedarme aquí?- preguntó sorprendida.
- Eso no será un problema para ti ni para mi, así que sí. Sólo quiero que te mantengas alejada de ella.
- ¿No confías en mi?
- Claro que lo hago, pero eres irresistible Santana.- la morena sonrió algo sonrojada. -Aún no entiendo como Rachel puede seguir siendo heterosexual contigo en su apartamento.
- Ven aquí.- la abrazó con mucha ternura. -Te amo, y eso no cambiará. Sólo confía en mí, ¿si?. Vendré a quedarme contigo si quieres.
- Claro que sí.
- Pero no ésta noche. Debo irme porque no traje nada de ropa.
- La ropa no es necesaria
- Contrólate.- le pidió entre risas. -Prometo recompensar esto mañana.
- Lo harás.- besó suavemente sus labios y luego descansó sobre su hombro. -Te amo y pienso amarte hasta el último minuto de mi vida, ¿sabes eso?
- Claro que lo sé princesa, yo siento lo mismo.- acarició su cabello y la abrazó fuerte. -No quiero que te preocupes por nada, todo estará bien. Debo irme ahora. Mañana temprano vendré a verte.
- Está bien. Te esperaré para desayunar juntas.- la acompañó hasta la puerta y tomó su mano con mucha fuerza para acercarla y besarla.
Sin decir nada, Santana subió al ascensor y se despidió con una sonrisa. Por un momento pensó que las cosas con Brittany iban a tomar un mal rumbo pero luego la pureza del corazón de su novia la sorprendieron otra vez, comprendiendo y perdonando. Sabía que no iba a engañarla, que la amaba y que las cosas con Quinn sólo iban a quedar en eso, nada.
Caminó a pesar del frío por las calles de Nueva York. Amaba estar ahí, pero siempre había sentido que algo le faltaba. Esa noche nada le hacía falta, porque tenía todo lo que alguna vez quiso. Sonreía cada tanto pensando en lo increible que era su vida, en lo maravilloso que se sentía tener a Brittany a su lado y, aunque le costara aceptarlo, tener una amiga como Rachel Berry.
No tardó demasiado en llegar al departamento, donde se sacó su abrigo y se acercó a la ventana de la cocina.
- Pensé que nunca llegarías.- Quinn estaba en el sofá.
- Pues aquí estoy.- trató de sonar tranquila pero evitó mirarla.
- Me ignoraste todo el día. ¿Crees que no lo noté?
- Sólo mantuve distancia.
- No entiendo por qué.- comenzó a caminar hacia ella.
- Claro que sabes por qué. Quinn, lo que pasó fue...
- Asombroso.- la cortó y se acercó aún más.
- Escucha.- se puso firme. -Fue sólo un momento, que no significó nada para mi y creí que para ti tampoco. Amo a Brittany, ¿entiendes? Siempre lo hice.
- Pero eso nunca detuvo a la antigua Santana Lopez.- ya estaba muy cerca de ella y comenzaba a sonar provocativa.
- A la antigua, a ésta nueva Santana sí. Ahora tengo mucho más que perder.
- Sólo quiero una noche morena, sólo una.- le habló al oído. -Y prometo desaparecer.
- ¡Quinn!- la alejó de ella y la miró enojada. -No voy a hacerlo, entiende que no voy a engañar a Brittany.
- ¿Prefieres que se entere sobre lo nuestro?- creyó que eso era una amenaza, pero su rostro cambió cuando Santana rió fuerte.
- Ella ya lo sabe. Y no hay nada nuestro, fue una noche nada más. Ahora si me disculpas debo ir a dormir.- intentó salir de la incómoda posición en la que estaban pero la rubia la tomó de la muñeca y le habló al oído otra vez.
- Esa relación que construiste con Brittany tiene fecha de vencimiento Lopez. ¿Recuerdas quién soy? A Quinn Fabray nadie la usa.
Santana se soltó y fue a su cuarto. Estaba preocupada, realmente lo estaba. ¿Qué se traía entre manos la ex capitana de las animadoras?
Conocía a Quinn, no estaba acostumbrada a perder nada. Sólo esperaba que Brittany no cayera en ningún engaño.
Anita-P******* - Mensajes : 454
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Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Capítulo 15.
Los pocos días que separaban la víspera de año nuevo, Santana estuvo en casa de Brittany para evitar algún enfrentamiento con Quinn. Se sentía bien estar allí, despertar cada día y ver a su novia dormir con Simon en sus pies, prepararle el desayuno cada mañana, ver películas en el sofá, salir a correr por el parque y otras actividades que sólo podía disfrutar en su compañía. Sin embargo extrañaba a Rachel, necesitaba hablar con ella y aclarar algunas cosas.
Aprovechó la mañana del 31 de diciembre para salir a desayunar con ella y luego pasar a dar un último ensayo con la banda antes de la presentación de esa noche. Tuvo que explicarle mil veces a Brittany que sólo era un desayuno con Rachel, y que luego la banda se reunía. No había otras personas que no fueran de la banda que estuvieran presentes durante ese último ensayo.
Ese día la temperatura era realmente baja, y al salir del apartamento de Brittany, donde había estado la calefacción encendida, se sintió aún con más frío. Para su suerte, el bar donde habían quedado con Rachel estaba a algunos pasos de allí y no tenía que caminar tanto.
Como siempre, la castaña estaba ya esperándola.
- Como suponía, llegaste tarde.- le reclamó con una sonrisa.
- Sólo unos minutos.- se sentó frente a ella y también sonrió.
- Ya ordené. Café negro para ti, tostadas y mermelada.
- Vaya que me conoces.- se sorprendió.
- Tuve que prepararte el desayuno a lo largo de dos años. Sino morirías de hambre.
- Y ahora me extrañas.- le guiñó un ojo y rió.
- Debo admitir que un poco. No es tan fácil que te vayas así de la nada. Pero creo que con Brittany en Nueva York tendré que acostumbrarme.
- Las cosas serán como antes en cuanto Quinn salga de nuestro apartamento.
- Hace unos días me contó por qué actúas tan raro con ella.- la orden había llegado por lo que hizo silencio un rato. -Está loca por ti.- rió a fin de burlarse. -Debiste haberle dado una gran noche.
- Ya Berry, no hagas que me arrepienta de estar aquí.
- No, por favor. Es que tenía necesidad de burlarme de ti.- sonrió de manera pícara y la morena también lo hizo. -Creo que las cosas pasarán, sólo mantén la guardia en alto hasta que se vaya.
- ¿A qué te refieres?
- Por lo que hablamos, ella no se dará por vencida tan rápido.
- ¿Desde cuando ustedes son tan unidas?- eso le sorprendió más que la advertencia que su amiga acababa de hacerle.
- Ella y yo tuvimos charlas muy importantes últimamente. Sé que sonará extraño, pero siento que Quinn entiende cada cosa que le digo y siempre tiene las respuestas justas, nunca se muestra insegura. Es como si estar con ella me diera la seguridad que me falta.
- No vayas a decirme que tú sientes algo por ella.- casi escupió el café.
- ¡No! Santana, ¿Estás loca?- preguntó haciendo gestos de enojo.
- Por la forma en que hablas de ella. A mi gaydar no le mientas, jamás falla.
- Está fallando ésta vez.- aseguró. -Somos buenas amigas, nada más. ¿Te imaginas a la reina Quinn Fabray conmigo?
- ¿En serio quieres que responda? Porque mi imaginación está volando en estos momentos.- se burló.
- No cambias...- movió su cabeza y sonrió.
- Sólo bromeaba. En fin, si decides que mi gaydar no falló, estaré para escucharte.
- En verdad creo que estás loca.
- Prometo que esto no quedará aquí, pero quiero hablar contigo sobre otra cosa.
- Dime.
- Aún no sé que decisión tomará Britt sobre la Universidad, pero sea cual sea, quiero hacer algo un poco loco.
- Santana la mayor parte de las cosas que haces son locas.
- Pero esto lo es aún más.
- Me asustas. ¿Quieres matar a Quinn?- susurró.
- Voy a matarte a ti si no dejas de pensar en la princesa rubia.
- Lo siento, sigue. ¿Qué piensas hacer?
- Quiero comprometerme con ella.- dijo casi murmurando y con las mejillas ruborizadas.
- ¡Dios mío!- siempre Rachel tenía que exagerar sus reacciones para molestar a Santana.
- Cállate hobbit.- dijo entre dientes. -Intenta no llamar la atención por una sola vez en tu vida.
- Es que eres tú, totalmente ruborizada, con muchos nervios y diciéndome que quieres comprometerse con Brittany.- tenía ambas manos en su corazón como señal de toda la ternura que sentía por la morena.
- No es que quiera casarme ya pero quiero un compromiso, algo que le recuerde que estaré a su lado hasta que ambas terminemos nuestros estudios. Sólo... Sólo quiero que sepa que soy suya y que quiero, más que cualquier otra cosa en el mundo, pasar mi vida con ella.
- Santana eso es tan dulce.- la castaña se sentía muy feliz por escucharla hablar así.
- ¿Crees que debo hacerlo? Es decir, ¿no es una locura?
- El amor es una locura amiga. Debes hacerlo si es lo que sientes. ¿Tanto amor sientes por ella?- más que una pregunta parecía una reflexión. -Entonces hazlo, no te arrepentirás.
- No puedo creer que estoy hablando esto contigo.- rió nerviosa. -No vayas a mencionar ni una palabra o te mataré y quedará una estrella menos en Broadway.
- ¿Es que acaso no puedes ser tierna por más de diez minutos?
- Sólo estoy asegurándome.
- No lo haré, puedes estar segura de eso. Y saldremos a comprar un anillo juntas.
- Esa tarea está hecha.- la miró con suficiencia y sonrió de lado.
- ¿Compraste un anillo sin estar segura?
- De hecho no lo compré. Es el anillo con el que mi padre le propuso matrimonio a mi mamá. Al parecer es una tradición heredarlo.
- Es decir que ellos lo saben.
- No estoy segura. Me lo dieron hace varios años para cuando me sintiera lista, pero seguramente sospechan que haré esto porque antes de regresar a Nueva York le dije a mamá que lo traería.
- Estoy feliz por ti Santana, me alegra verte así, tan decidida. Más que claro que seré la madrina de la boda, ¿eh?- bromeó y la golpeó leve sobre la mesa.
- Tendrás que ganar ese lugar Berry.
Por otro lado, Brittany estaba limpiando su apartamento y escuchando música. Le encantaba estar con Santana pero hacía días que necesitaba esa soledad, exclusivamente para pensar sobre las tres cartas de admisión que tenía sobre la mesa. Una había sido completamente desechada, y quedaban dos opciones: California o Nueva York.
Había llegado a Nueva York buscando su sueño, pero la Universidad de California era realmente una idea muy llamativa. Le encantaba el programa de estudios, y las grandes oportunidades de trabajo.
Un golpe casi imperceptible a la puerta la obligó a salir de esos pensamientos para abrirla.
- ¡Buen día!- Quinn estaba del otro lado con su mejor sonrisa.
- ¿Qué haces aquí?- la distancia que puso entre ellas fue rápidamente captada por la otra rubia.
- Quiero hablar contigo, sin rencores.
- Yo no tengo mucho que hablar contigo.
- Vamos Britt, sólo quiero que me escuches un momento. Prometo no tardar demasiado.
- Unos minutos nada más.- se apartó de la puerta y la dejó pasar.
- ¿Santana no está aquí?- preguntó y se sentó sobre una de las sillas en la cocina.
- No, tiene ensayo para ésta noche.- respondió distante Brittany.
- Entonces será más fácil hablar contigo. Mira, sé que Santana te contó lo que pasó entre nosotras y sé también que estás muy enojada conmigo, pero somos amigas Brittany, ¿no puedes solo olvidarlo?
- ¡Te acostaste con mi novia! ¡No me pidas que lo olvide!
- Ustedes no estaban juntas.
- Siempre supiste que la amé, te llamé cuando terminó conmigo y lloré horas por el teléfono. Tú sabías eso.
- Y sin embargo estuviste con Sam.
- No metas a Sam en esto.
- No entiendo cómo puedes confiar tanto en ella y estar enojada conmigo. Esa noche fue cosa de ambas, ambas lo quisimos así.
- Ya lo sé, pero tú seguiste, y estoy segura que aún quieres algo con ella.
- Sé que me odias, y que quizá ya no vayas a perdonarme pero creo que deberías saber que Santana me besó esa noche luego de la cena, cuando llegó al departamento.- estaba actuando demasiado bien.
- Eso no es cierto.- Brittany quería estar segura pero la duda estaba en ella. -Sany no me haría eso.
- Tú decides a quien creer. Es obvio que no puedo competir contra ella pero me besó otra vez, luego de que se lo rogara por supuesto, pero lo hizo.
- Ella me ama.
- ¿En serio crees que Santana cambió? Tú y yo la conocemos desde pequeñas, le teme al compromiso y es bastante débil en cuanto a mujeres se trata.- estaba trabajando y manejando la cabeza de Brittany. -Puede que te ame, pero no es completamente fiel, nunca lo fue y tampoco lo será. ¡Brittany! ¿Cuándo dejarás de ser tan estúpida?
- Es suficiente, puedes irte.- la rubia de ojos azules no quería demostrar su tristeza por lo que simplemente la obligó a dirigirse a la puerta.
- Sólo espero que te des cuenta.
Brittany sentía que su corazón estaba siendo atravesado por mil flechas a la vez.
¿Santana había besado a Quinn la misma noche que le pidió que confiara en ella? Esa duda estaba matándola.
Su celular sonó, recibiendo un mensaje de Santana.
'ESTARÉ TODO EL DÍA FUERA DE CASA. TE ESPERAMOS EN EL BAR PARA NUESTRA PRESENTACIÓN. TE AMO.'- S.
No dudó en llamarla. Quizás podría sentirse más tranquila. El tono de espera la llenó de nervios hasta que escuchó la voz de la morena.
- Si sabía que tanto me extrañabas, te llamaba yo. Lo siento, no podré ir.
- Sólo quiero que sepas que voy a extrañarte.- lejos de sonar tierna, sonó demasiado triste.
- ¿Estás bien Britt?- Santana había notado el tono de su voz.
- Sí.- mintió. -Confío en ti, ¿lo sabes?- sus ojos se llenaron de lágrimas. - Y te amo demasiado.
- Brittany yo también te amo. ¿Estás segura que no pasa nada? Porque puedo ir a verte.
- Sólo quería escucharte. No te preocupes.
- Está bien.- respondió aún poco convencida -Debo irme. No dudes en llamar si necesitas algo. Te veré esta noche, no me falles.- le dió un beso al teléfono y colgó.
- No me falles...- repitió Brittany, como si tratara de entender lo que pasaba por su cabeza en ese momento. Tenía muchas ganas de llorar, porque la incertidumbre estaba matándola. Quería con todo su corazón poder confiar en Santana y en lo que sentía por ella, quería creer que todos esos sentimientos y esas promesas de la latina eran reales y que en verdad no pasó ni pasaba nada con Quinn.
Estaba sentada, con la mirada perdida en algún lugar. No pudo evitarlo y las lágrimas empezaron a caer una por una en sus mejillas. Fuera de secarlas, dejó que cayeran y se tomó el rostro con ambas manos hasta que se quedó dormida en el sofá.
- ¡Sonamos increíble!
Un par de horas después, la banda había ensayado ya unas cuantas canciones para esa noche. Rachel estaba muy feliz por los resultados y no dejaba de decirlo.
Por su lugar, Santana estaba algo inquieta y no dejaba de moverse de un lado a otro.
- ¿Puedo ayudar?- la voz de Dani y su mano tocando su hombro la dejó quieta unos segundos. -No te veo bien.
- Es que...- dudó un segundo.
- Vamos, ¿qué sucede? Puedes contarme lo que sea.
- Estoy nerviosa por ésta noche.- murmuró y Dani rió descaradamente. -¿Por qué te ríes?
- ¿Tú estás nerviosa? ¡Eso es absolutamente lo más raro que escuché en mi vida!- seguía con ese tono divertido.
- No puedo creer que estés riéndote de mi.- la golpeó leve en señal de que estaba todo bien.
- Es que creo conocerte lo suficiente. No estás nerviosa por el show, sucede otra cosa.
- Sí, pero prefiero no hablar de ello.- pensó que lo mejor era que Dani no supiera sobre Quinn, demasiado injusta había sido con ella.
- Bueno, pero sabes que puedes contar conmigo.- sonrió y le dió unas palmadas en su hombro. -¿Cómo ha estado Brittany? Es decir, la última vez que la vi no se veía muy bien.
- Ella está mejor. Mira, sé que no sabes todo esto, pero su madre murió hace poco, su padre se marchó y ella dejó la Universidad. Está sin rumbo, y necesita ordenarse aún, es más, sé que lo hará. Gracias por preguntar.
- ¿Y tú con ella? Es decir, ¿eres feliz?
- Sí, lo soy. ¿Tú como estás?
- Bastante bien, de hecho creo que las cosas tienen un rumbo diferente en mi vida ahora.
- ¿Y eso es bueno?
- Es asombroso.- la miró y sonrió otra vez. -Voy a contarte algo, pero debes ser muy cuidadosa.
- Claro que lo seré.
- Un caza talentos de L.A. estuvo aquí en estos días y me escuchó cantar en el bar. Me pidió mi número y llamó ésta mañana.
- ¿Y?- estaba emocionada por escuchar el resto.
- Me quiere llevar a probar suerte en Los Ángeles, representarme y quizás poder firmar con una discográfica. Será algo pequeño pero...- fue sorprendida por un fuerte abrazo de la morena.
- Todo lo que debas hacer en tu vida va a empezar a pasos pequeños, pero serás grande Dani, estoy segura.- estaba honestamente feliz por ella.
- Gracias.- rió un poco por los nervios. -Es algo muy inesperado para mí pero creo que llegó en el momento justo.
- Lo mereces, nadie lo merece más que tú. ¿Cuándo te irás?
- Aún no lo hemos definido. En dos semanas voy a ir sólo a conocer algunos productores musicales y tendré que esperar a que respondan si me quieren o no en sus trabajos.
- No creo que regreses entonces.
- Lo haré de todas formas.- rió. -Si me aceptan vendré a arreglar algunas cosas y luego recién haré una mudanza definitiva.
- ¿Y tu familia?
- Estarán aquí hasta que todo sea seguro. No voy a obligarlos a cambiar sus vidas por un sueño que no sé si será posible. En cuanto pueda llevarlos, lo haré.
- Vamos a extrañarte.- confesó.
-Pero estoy muy feliz por ti, y orgullosa por sobre todo.
- Es lindo saber que en cuanto baje de un avión y los paparazzis me sigan, encontraré una amiga del otro lado de mi país.- la abrazó otra vez y ambas sonrieron.
- No lo dudes.
La noche había llegado, y con ella el bar empezaba a llenarse de gente que venía a recibir el nuevo año con un espectáculo.
Kurt y Elliot estaban muy tranquilos y relajados, cada uno confiaba en sí mismo de maneras que nadie lo hacía. Tanto así que aprovecharon para tomar un trago antes del show.
Rachel estaba dando vueltas por todos lados, dando órdenes para que todo saliera perfecto. Arreglaba con el encargado de las luces cada movimiento de los reflectores, y con el encargado del sonido todos los instrumentos. No dejaba de moverse y de gritar.
Por otro lado, Dani estaba afinando su guitarra mientras Santana la observaba hacerlo. En realidad sólo quería mantener su cabeza ocupada hasta que llegara Brittany.
- Algo te preocupa.- aseguró Dani sin quitar la vista de su guitarra.
- Sólo estoy algo cansada.
- Sigue mintiendo y quedarás como Pinocho.- la morena rió. - ¿No piensas decírmelo?
- Brittany estaba muy rara hoy cuando llamó, me quedé pensando en eso.
- Seguro estará llegando, no te preocupes ya podrás saber si le pasa algo.
- ¿Podemos hablar de otra cosa?- preguntó ante la incomodidad de hablar con Dani sobre Brittany.
- Claro, lo que quieras.- dejó el instrumento que tenía entre sus manos y la miró.
- No sé, lo que tú quieras.
- Algo como...- observó a su alrededor. - ¡Rachel está realmente insoportable!- hizo reír otra vez a Santana.
- Sí, siempre es así antes de un show.
- Pero hoy está aún peor. ¿Crees que se pasó a nuestro equipo?
- No entiendo.
- Está muy entusiasmada con esa nueva amiga que llegó desde Yale.
- Pues no lo creo en realidad, aunque también lo pensé.
- ¡Ey Rachel!- la llamó.
- ¿Qué haces?- la morena empezaba a incomodarse.
- Se lo preguntaré.
- ¡Queee! ¿Estás loca?- miraba a Dani muy sorprendida mientras Rachel se acercaba a ellas. - No lo hagas.
- ¿Qué sucede?- preguntó la más pequeña entre las tres cuando se acercó lo suficiente.
- Tengo una pregunta que hacerte...
- Pero está realmente loca.- la interrumpió la latina.
- Vamos, ¿qué podría ser peor que tú?- bromeó la castaña y miró a Dani en busca de una respuesta.
- ¿Te pasa algo con Quinn?- directa y al grano.
- ¡Santana! ¿Ya le metiste cosas en la cabeza?
- Yo no hice nada, lo juro.- se defendió. - Danielle está algo loca.- llamarla por su nombre completo mostraba que por dentro estaba matándola.
- ¿Vas a responderme? Sino supondré que...
- No pasa nada.- la interrumpió. -¿Por qué insisten en eso?
- Sólo quería asegurarme, porque en verdad quisiera una oportunidad con ella.
- ¡No!- reaccionó Rachel sin pensarlo. - Es decir...
- Listo, te atrapé.- Dani tomó su guitarra y caminó en dirección al escenario. Santana reía disimuladamente para evitar que su amiga lo notara.
- Será mejor que no te rías.- le advirtió apuntándola con un dedo. -¡Ven aquí Danielle!- la siguió tratando de explicar por qué había reaccionado así.
La morena rió y siguió en la misma posición hasta que sintió un abrazo por atrás.
- Llegaste temprano.- dijo y tomó las manos que la rodeaban.
- Me aburrí sin ti en casa.- Brittany besó su mejilla y la volteó para dejar un suave beso en sus labios.
- Y yo te extrañé.- entrelazaron sus manos y sonrieron.
- ¿Cómo estuvo el ensayo?
- Bien, aunque Rachel está algo loca. ¿Cómo estuvo tu día?
- Bien.- mintió.
- Cuando me llamaste sonabas muy extraña.
- Fue un día raro nada más. Estaba algo sensible y te extrañaba.
- ¿Estás segura?
- De hecho quiero preguntarte algo.- se puso seria y la miró a los ojos.
- Dime.
- ¿Tú sí confías demasiado en mi?
- No entiendo a qué se debe, pero sí.
- Si alguien te dijera que hice algo malo, ¿lo creerías?
- Brittany, ¿qué hiciste?- rió confusa.
- Nada, sólo quiero saber.
- Te lo preguntaría seguramente.
- Ok.- la besó otra vez y sonrió de lado.
- ¿Lo ves? Estás muy rara.- sin embargo ignoró eso y sonrió como una adolescente enamorada.
- ¡Brittany!- era Dani quien se acercaba con una enorme sonrisa. - ¿Cómo estás?
- Hola Dani, muy bien ¿y tú?- respondió ella aún con las manos entrelazadas a Santana.
- No me quejo. Han sido buenos días.
- ¿Cómo está Lizzie? La extraño demasiado.
- Ella está en casa de mis tíos hoy. Está muy bien, bailando y ensayando en todos lados. Tú la inspiras.
- Eso es mucho.- Brittany se sonrojó.
- No te sonrojes.- pidió Santana con ternura y acarició su mejilla.
- Y un día como hoy, Santana Lopez mostró su lado cursi.- se burló Dani.
- Ya.- la paró la morena. -Mejor cállate. ¿Berry admitió su nuevo amor?
- Casi, pero no directamente.
- Perdón.- intervino la rubia. -No entiendo de qué hablan.
- Te explico.- Dani se sentó a su lado. -Creemos que Rachel está 'de nuestro lado', si es que entiendes.
- ¿Rachel Berry? Ustedes están locas.- rió leve.
- Ya verás de qué hablamos cuando la rubia coqueta llegue.
- Espera... ¿Creen que siente algo por Quinn?
- Sí.- admitieron las otras dos, lo cual provocó una carcajada en Brittany.
- ¡Qué imaginación! ¿Son consientes de la locura que están diciendo?
- En realidad no creo que sea una locura, pero será cuestión de tiempo.- admitió Santana.
- No me gusta Quinn, para nada.- se sinceró la rubia.
- Oye... Pensé que eran amigas.- Dani, por cuestiones obvias, no entendía. Y Santana estaba algo incómoda.
- Hay cosas que con el tiempo cambian.
- Debo ir al baño.- interrumpió la morena, y dejó un beso en la mejilla de la rubia. -Quédate un rato con Dani, está un poco loca pero lo normal.- se marchó riendo.
- La haces feliz.- le comentó Dani.
- ¿Cómo dices?
- Que ella está feliz, se nota. Y es por ti.
- Yo..- no sabía qué decir. Después de todo estaba hablando con la ex novia de Santana.
- No te incomodes. No me molesta que estén juntas.
- Te la quité.
- No, siempre fue tuya.- la miró sonriente, como siempre lo hacía. -Cuando llegó aquí, y comenzamos a hablar, descubrí que venía de una desilusión amorosa. Recuerdo que cuando le pregunté por ti me dijo que eso había acabado, pero sus palabras no expresaban lo mismo que su mirada. Ella intentó amarme, lo sé, pero jamás iba a hacerlo. No te guardo rencor, sé que pueden ser felices. Ella es una gran persona.
- ¿Crees que me engañaría?- miró hacia un punto fijo esperando una respuesta.
- Ni siquiera lo pensaría. Y no deberías dudarlo. ¿Pasó algo?
- Sólo un par de malentendidos. No le digas nada sobre esto, por favor.
- No lo haré, pero me parece que deberías hablar con ella.
- ¿Lo crees?
- Sí, deberían aclarar las cosas. Es decir, si es que algo te incomoda, ha de haber un motivo que ella debe saber.
- Gracias.- le devolvió una sonrisa y la miró dulcemente.
- No hay por qué.- se hizo un pequeño momento de silencio incómodo. - A propósito, Lizzie te envía muchos besos, dijo que va a visitarte estos días.
- Estaré encantada de recibirla en casa algún día.
- Pues llegaremos por ahí en estos días entonces.
- A ti no te invité- bromeó.
- Oh, entonces creo que te perderás una grata visita.- le siguió el juego.
- He recibido mejores.
- ¡Pensé que eras dulce y tierna!- la golpeó en el brazo.
- ¡Ey! Despacio con mi novia.- Santana estaba lo suficientemente cerca como para verlas.
- Es muy cruel.- se justificó.
- ¿Britt? Si es lo más dulce de este mundo.- la abrazó por detrás y apoyó su mentón en el hombro de la rubia.
- Bueno, la hora de la cursilería ha llegado. Debo irme muchachas.- rió Dani y se marchó.
- ¿Encontraron de qué hablar?- preguntó la morena a su novia.
- Si, de hecho quisiera hablar contigo sobre algo.- se soltó un poco de su abrazo para verla a los ojos.
- Claro, dime.
- Pero será mejor cuando lleguemos a casa, ¿si?
- ¿Hay algo por lo que deba preocuparme?
- No en realidad, no.- forzó una sonrisa y acarició su mejilla.
- Entonces esperaré a llegar a casa.- dejó un beso en su frente y la abrazó otra vez.
Ambas estaban calladas, mirando hacia adelante con las manos entrelazadas. De pronto, vieron a Quinn entrar y a Brittany la sonrisa se le fue de su rostro. Se sentía enojada, como nunca antes. La rubia de ojos verdes pasó por su lado y sonrió de forma maliciosa, lo que provocó que Brittany quisiera abalanzarse contra ella y golpearla. Nunca había sentido tanta ira, tanto enojo e impotencia. Estaba ahí, pero no quería ni podía hacer nada porque no iba a arruinar las cosas con Santana. Sin embargo, ese remordimiento crecía y se le hacía imposible de ocultar.
- Britt, estás apretando muy fuerte mis manos.- le dijo Santana. -¿Sucede algo princesa?
- Lo siento, sólo que no puedo mirar a Quinn.
- Escucha.- la obligó a mirarla a los ojos. - Olvídate de eso, ya pasó. Podríamos intentar hablar con ella y quizás las cosas vayan mejor. Éramos buenas amigas, ¿lo recuerdas?
- Ella no es mi amiga. Lo siento Santana, pero no confío en Quinn. Ya no lo haré nunca más.
- Britt, lo de esa noche fue cosa de ambas. Perdónala como me perdonaste a mi.- casi suplicó Santana.
- No entiendo por qué te empeñas en defenderla.- respondió notablemente enojada la rubia.
- Porque estás en un papel un poco pesado, ¿no crees?- disparó con ironía.
- Ahora soy yo.- dijo Brittany y se separó de la morena. -Haz lo que quieras, puedes perdonarla, es tu decisión.- y a continuación se fue a sentar sola lejos de Santana.
- Brittany...- murmuró la latina moviendo levemente su cabeza. Entendía sus celos pero no podía entender por qué actuaba así, si se suponía debía olvidarlo. Se acercó a ella y la miró firme.
- Vete.- le ordenó.- Vete hasta que el enojo se me pase.
- ¿Piensas pelear en víspera de año nuevo?- trató de hablar con paciencia.- Porque eso no estaba en mis planes.
- Adivina, vine a cambiar todos tus planes.- mantuvo la mirada hacia cualquier lugar que no fuera Santana.
- Estás un poco alterada Brittany. Sólo quiero hablar.
- Te dije que en cuanto se me pase hablaremos.
- Está bien, búscame cuando quieras.- se fue enojada y resignada.
La rubia la observó un rato después, y notablemente molesta, suspiró. Amaba a Santana, pero odiaba pensar que quería perdonar a Quinn o justificarla por lo que había hecho. Decidió que iba a calmarse y luego hablarían, para evitar una pelea más fuerte.
Los pocos días que separaban la víspera de año nuevo, Santana estuvo en casa de Brittany para evitar algún enfrentamiento con Quinn. Se sentía bien estar allí, despertar cada día y ver a su novia dormir con Simon en sus pies, prepararle el desayuno cada mañana, ver películas en el sofá, salir a correr por el parque y otras actividades que sólo podía disfrutar en su compañía. Sin embargo extrañaba a Rachel, necesitaba hablar con ella y aclarar algunas cosas.
Aprovechó la mañana del 31 de diciembre para salir a desayunar con ella y luego pasar a dar un último ensayo con la banda antes de la presentación de esa noche. Tuvo que explicarle mil veces a Brittany que sólo era un desayuno con Rachel, y que luego la banda se reunía. No había otras personas que no fueran de la banda que estuvieran presentes durante ese último ensayo.
Ese día la temperatura era realmente baja, y al salir del apartamento de Brittany, donde había estado la calefacción encendida, se sintió aún con más frío. Para su suerte, el bar donde habían quedado con Rachel estaba a algunos pasos de allí y no tenía que caminar tanto.
Como siempre, la castaña estaba ya esperándola.
- Como suponía, llegaste tarde.- le reclamó con una sonrisa.
- Sólo unos minutos.- se sentó frente a ella y también sonrió.
- Ya ordené. Café negro para ti, tostadas y mermelada.
- Vaya que me conoces.- se sorprendió.
- Tuve que prepararte el desayuno a lo largo de dos años. Sino morirías de hambre.
- Y ahora me extrañas.- le guiñó un ojo y rió.
- Debo admitir que un poco. No es tan fácil que te vayas así de la nada. Pero creo que con Brittany en Nueva York tendré que acostumbrarme.
- Las cosas serán como antes en cuanto Quinn salga de nuestro apartamento.
- Hace unos días me contó por qué actúas tan raro con ella.- la orden había llegado por lo que hizo silencio un rato. -Está loca por ti.- rió a fin de burlarse. -Debiste haberle dado una gran noche.
- Ya Berry, no hagas que me arrepienta de estar aquí.
- No, por favor. Es que tenía necesidad de burlarme de ti.- sonrió de manera pícara y la morena también lo hizo. -Creo que las cosas pasarán, sólo mantén la guardia en alto hasta que se vaya.
- ¿A qué te refieres?
- Por lo que hablamos, ella no se dará por vencida tan rápido.
- ¿Desde cuando ustedes son tan unidas?- eso le sorprendió más que la advertencia que su amiga acababa de hacerle.
- Ella y yo tuvimos charlas muy importantes últimamente. Sé que sonará extraño, pero siento que Quinn entiende cada cosa que le digo y siempre tiene las respuestas justas, nunca se muestra insegura. Es como si estar con ella me diera la seguridad que me falta.
- No vayas a decirme que tú sientes algo por ella.- casi escupió el café.
- ¡No! Santana, ¿Estás loca?- preguntó haciendo gestos de enojo.
- Por la forma en que hablas de ella. A mi gaydar no le mientas, jamás falla.
- Está fallando ésta vez.- aseguró. -Somos buenas amigas, nada más. ¿Te imaginas a la reina Quinn Fabray conmigo?
- ¿En serio quieres que responda? Porque mi imaginación está volando en estos momentos.- se burló.
- No cambias...- movió su cabeza y sonrió.
- Sólo bromeaba. En fin, si decides que mi gaydar no falló, estaré para escucharte.
- En verdad creo que estás loca.
- Prometo que esto no quedará aquí, pero quiero hablar contigo sobre otra cosa.
- Dime.
- Aún no sé que decisión tomará Britt sobre la Universidad, pero sea cual sea, quiero hacer algo un poco loco.
- Santana la mayor parte de las cosas que haces son locas.
- Pero esto lo es aún más.
- Me asustas. ¿Quieres matar a Quinn?- susurró.
- Voy a matarte a ti si no dejas de pensar en la princesa rubia.
- Lo siento, sigue. ¿Qué piensas hacer?
- Quiero comprometerme con ella.- dijo casi murmurando y con las mejillas ruborizadas.
- ¡Dios mío!- siempre Rachel tenía que exagerar sus reacciones para molestar a Santana.
- Cállate hobbit.- dijo entre dientes. -Intenta no llamar la atención por una sola vez en tu vida.
- Es que eres tú, totalmente ruborizada, con muchos nervios y diciéndome que quieres comprometerse con Brittany.- tenía ambas manos en su corazón como señal de toda la ternura que sentía por la morena.
- No es que quiera casarme ya pero quiero un compromiso, algo que le recuerde que estaré a su lado hasta que ambas terminemos nuestros estudios. Sólo... Sólo quiero que sepa que soy suya y que quiero, más que cualquier otra cosa en el mundo, pasar mi vida con ella.
- Santana eso es tan dulce.- la castaña se sentía muy feliz por escucharla hablar así.
- ¿Crees que debo hacerlo? Es decir, ¿no es una locura?
- El amor es una locura amiga. Debes hacerlo si es lo que sientes. ¿Tanto amor sientes por ella?- más que una pregunta parecía una reflexión. -Entonces hazlo, no te arrepentirás.
- No puedo creer que estoy hablando esto contigo.- rió nerviosa. -No vayas a mencionar ni una palabra o te mataré y quedará una estrella menos en Broadway.
- ¿Es que acaso no puedes ser tierna por más de diez minutos?
- Sólo estoy asegurándome.
- No lo haré, puedes estar segura de eso. Y saldremos a comprar un anillo juntas.
- Esa tarea está hecha.- la miró con suficiencia y sonrió de lado.
- ¿Compraste un anillo sin estar segura?
- De hecho no lo compré. Es el anillo con el que mi padre le propuso matrimonio a mi mamá. Al parecer es una tradición heredarlo.
- Es decir que ellos lo saben.
- No estoy segura. Me lo dieron hace varios años para cuando me sintiera lista, pero seguramente sospechan que haré esto porque antes de regresar a Nueva York le dije a mamá que lo traería.
- Estoy feliz por ti Santana, me alegra verte así, tan decidida. Más que claro que seré la madrina de la boda, ¿eh?- bromeó y la golpeó leve sobre la mesa.
- Tendrás que ganar ese lugar Berry.
Por otro lado, Brittany estaba limpiando su apartamento y escuchando música. Le encantaba estar con Santana pero hacía días que necesitaba esa soledad, exclusivamente para pensar sobre las tres cartas de admisión que tenía sobre la mesa. Una había sido completamente desechada, y quedaban dos opciones: California o Nueva York.
Había llegado a Nueva York buscando su sueño, pero la Universidad de California era realmente una idea muy llamativa. Le encantaba el programa de estudios, y las grandes oportunidades de trabajo.
Un golpe casi imperceptible a la puerta la obligó a salir de esos pensamientos para abrirla.
- ¡Buen día!- Quinn estaba del otro lado con su mejor sonrisa.
- ¿Qué haces aquí?- la distancia que puso entre ellas fue rápidamente captada por la otra rubia.
- Quiero hablar contigo, sin rencores.
- Yo no tengo mucho que hablar contigo.
- Vamos Britt, sólo quiero que me escuches un momento. Prometo no tardar demasiado.
- Unos minutos nada más.- se apartó de la puerta y la dejó pasar.
- ¿Santana no está aquí?- preguntó y se sentó sobre una de las sillas en la cocina.
- No, tiene ensayo para ésta noche.- respondió distante Brittany.
- Entonces será más fácil hablar contigo. Mira, sé que Santana te contó lo que pasó entre nosotras y sé también que estás muy enojada conmigo, pero somos amigas Brittany, ¿no puedes solo olvidarlo?
- ¡Te acostaste con mi novia! ¡No me pidas que lo olvide!
- Ustedes no estaban juntas.
- Siempre supiste que la amé, te llamé cuando terminó conmigo y lloré horas por el teléfono. Tú sabías eso.
- Y sin embargo estuviste con Sam.
- No metas a Sam en esto.
- No entiendo cómo puedes confiar tanto en ella y estar enojada conmigo. Esa noche fue cosa de ambas, ambas lo quisimos así.
- Ya lo sé, pero tú seguiste, y estoy segura que aún quieres algo con ella.
- Sé que me odias, y que quizá ya no vayas a perdonarme pero creo que deberías saber que Santana me besó esa noche luego de la cena, cuando llegó al departamento.- estaba actuando demasiado bien.
- Eso no es cierto.- Brittany quería estar segura pero la duda estaba en ella. -Sany no me haría eso.
- Tú decides a quien creer. Es obvio que no puedo competir contra ella pero me besó otra vez, luego de que se lo rogara por supuesto, pero lo hizo.
- Ella me ama.
- ¿En serio crees que Santana cambió? Tú y yo la conocemos desde pequeñas, le teme al compromiso y es bastante débil en cuanto a mujeres se trata.- estaba trabajando y manejando la cabeza de Brittany. -Puede que te ame, pero no es completamente fiel, nunca lo fue y tampoco lo será. ¡Brittany! ¿Cuándo dejarás de ser tan estúpida?
- Es suficiente, puedes irte.- la rubia de ojos azules no quería demostrar su tristeza por lo que simplemente la obligó a dirigirse a la puerta.
- Sólo espero que te des cuenta.
Brittany sentía que su corazón estaba siendo atravesado por mil flechas a la vez.
¿Santana había besado a Quinn la misma noche que le pidió que confiara en ella? Esa duda estaba matándola.
Su celular sonó, recibiendo un mensaje de Santana.
'ESTARÉ TODO EL DÍA FUERA DE CASA. TE ESPERAMOS EN EL BAR PARA NUESTRA PRESENTACIÓN. TE AMO.'- S.
No dudó en llamarla. Quizás podría sentirse más tranquila. El tono de espera la llenó de nervios hasta que escuchó la voz de la morena.
- Si sabía que tanto me extrañabas, te llamaba yo. Lo siento, no podré ir.
- Sólo quiero que sepas que voy a extrañarte.- lejos de sonar tierna, sonó demasiado triste.
- ¿Estás bien Britt?- Santana había notado el tono de su voz.
- Sí.- mintió. -Confío en ti, ¿lo sabes?- sus ojos se llenaron de lágrimas. - Y te amo demasiado.
- Brittany yo también te amo. ¿Estás segura que no pasa nada? Porque puedo ir a verte.
- Sólo quería escucharte. No te preocupes.
- Está bien.- respondió aún poco convencida -Debo irme. No dudes en llamar si necesitas algo. Te veré esta noche, no me falles.- le dió un beso al teléfono y colgó.
- No me falles...- repitió Brittany, como si tratara de entender lo que pasaba por su cabeza en ese momento. Tenía muchas ganas de llorar, porque la incertidumbre estaba matándola. Quería con todo su corazón poder confiar en Santana y en lo que sentía por ella, quería creer que todos esos sentimientos y esas promesas de la latina eran reales y que en verdad no pasó ni pasaba nada con Quinn.
Estaba sentada, con la mirada perdida en algún lugar. No pudo evitarlo y las lágrimas empezaron a caer una por una en sus mejillas. Fuera de secarlas, dejó que cayeran y se tomó el rostro con ambas manos hasta que se quedó dormida en el sofá.
- ¡Sonamos increíble!
Un par de horas después, la banda había ensayado ya unas cuantas canciones para esa noche. Rachel estaba muy feliz por los resultados y no dejaba de decirlo.
Por su lugar, Santana estaba algo inquieta y no dejaba de moverse de un lado a otro.
- ¿Puedo ayudar?- la voz de Dani y su mano tocando su hombro la dejó quieta unos segundos. -No te veo bien.
- Es que...- dudó un segundo.
- Vamos, ¿qué sucede? Puedes contarme lo que sea.
- Estoy nerviosa por ésta noche.- murmuró y Dani rió descaradamente. -¿Por qué te ríes?
- ¿Tú estás nerviosa? ¡Eso es absolutamente lo más raro que escuché en mi vida!- seguía con ese tono divertido.
- No puedo creer que estés riéndote de mi.- la golpeó leve en señal de que estaba todo bien.
- Es que creo conocerte lo suficiente. No estás nerviosa por el show, sucede otra cosa.
- Sí, pero prefiero no hablar de ello.- pensó que lo mejor era que Dani no supiera sobre Quinn, demasiado injusta había sido con ella.
- Bueno, pero sabes que puedes contar conmigo.- sonrió y le dió unas palmadas en su hombro. -¿Cómo ha estado Brittany? Es decir, la última vez que la vi no se veía muy bien.
- Ella está mejor. Mira, sé que no sabes todo esto, pero su madre murió hace poco, su padre se marchó y ella dejó la Universidad. Está sin rumbo, y necesita ordenarse aún, es más, sé que lo hará. Gracias por preguntar.
- ¿Y tú con ella? Es decir, ¿eres feliz?
- Sí, lo soy. ¿Tú como estás?
- Bastante bien, de hecho creo que las cosas tienen un rumbo diferente en mi vida ahora.
- ¿Y eso es bueno?
- Es asombroso.- la miró y sonrió otra vez. -Voy a contarte algo, pero debes ser muy cuidadosa.
- Claro que lo seré.
- Un caza talentos de L.A. estuvo aquí en estos días y me escuchó cantar en el bar. Me pidió mi número y llamó ésta mañana.
- ¿Y?- estaba emocionada por escuchar el resto.
- Me quiere llevar a probar suerte en Los Ángeles, representarme y quizás poder firmar con una discográfica. Será algo pequeño pero...- fue sorprendida por un fuerte abrazo de la morena.
- Todo lo que debas hacer en tu vida va a empezar a pasos pequeños, pero serás grande Dani, estoy segura.- estaba honestamente feliz por ella.
- Gracias.- rió un poco por los nervios. -Es algo muy inesperado para mí pero creo que llegó en el momento justo.
- Lo mereces, nadie lo merece más que tú. ¿Cuándo te irás?
- Aún no lo hemos definido. En dos semanas voy a ir sólo a conocer algunos productores musicales y tendré que esperar a que respondan si me quieren o no en sus trabajos.
- No creo que regreses entonces.
- Lo haré de todas formas.- rió. -Si me aceptan vendré a arreglar algunas cosas y luego recién haré una mudanza definitiva.
- ¿Y tu familia?
- Estarán aquí hasta que todo sea seguro. No voy a obligarlos a cambiar sus vidas por un sueño que no sé si será posible. En cuanto pueda llevarlos, lo haré.
- Vamos a extrañarte.- confesó.
-Pero estoy muy feliz por ti, y orgullosa por sobre todo.
- Es lindo saber que en cuanto baje de un avión y los paparazzis me sigan, encontraré una amiga del otro lado de mi país.- la abrazó otra vez y ambas sonrieron.
- No lo dudes.
La noche había llegado, y con ella el bar empezaba a llenarse de gente que venía a recibir el nuevo año con un espectáculo.
Kurt y Elliot estaban muy tranquilos y relajados, cada uno confiaba en sí mismo de maneras que nadie lo hacía. Tanto así que aprovecharon para tomar un trago antes del show.
Rachel estaba dando vueltas por todos lados, dando órdenes para que todo saliera perfecto. Arreglaba con el encargado de las luces cada movimiento de los reflectores, y con el encargado del sonido todos los instrumentos. No dejaba de moverse y de gritar.
Por otro lado, Dani estaba afinando su guitarra mientras Santana la observaba hacerlo. En realidad sólo quería mantener su cabeza ocupada hasta que llegara Brittany.
- Algo te preocupa.- aseguró Dani sin quitar la vista de su guitarra.
- Sólo estoy algo cansada.
- Sigue mintiendo y quedarás como Pinocho.- la morena rió. - ¿No piensas decírmelo?
- Brittany estaba muy rara hoy cuando llamó, me quedé pensando en eso.
- Seguro estará llegando, no te preocupes ya podrás saber si le pasa algo.
- ¿Podemos hablar de otra cosa?- preguntó ante la incomodidad de hablar con Dani sobre Brittany.
- Claro, lo que quieras.- dejó el instrumento que tenía entre sus manos y la miró.
- No sé, lo que tú quieras.
- Algo como...- observó a su alrededor. - ¡Rachel está realmente insoportable!- hizo reír otra vez a Santana.
- Sí, siempre es así antes de un show.
- Pero hoy está aún peor. ¿Crees que se pasó a nuestro equipo?
- No entiendo.
- Está muy entusiasmada con esa nueva amiga que llegó desde Yale.
- Pues no lo creo en realidad, aunque también lo pensé.
- ¡Ey Rachel!- la llamó.
- ¿Qué haces?- la morena empezaba a incomodarse.
- Se lo preguntaré.
- ¡Queee! ¿Estás loca?- miraba a Dani muy sorprendida mientras Rachel se acercaba a ellas. - No lo hagas.
- ¿Qué sucede?- preguntó la más pequeña entre las tres cuando se acercó lo suficiente.
- Tengo una pregunta que hacerte...
- Pero está realmente loca.- la interrumpió la latina.
- Vamos, ¿qué podría ser peor que tú?- bromeó la castaña y miró a Dani en busca de una respuesta.
- ¿Te pasa algo con Quinn?- directa y al grano.
- ¡Santana! ¿Ya le metiste cosas en la cabeza?
- Yo no hice nada, lo juro.- se defendió. - Danielle está algo loca.- llamarla por su nombre completo mostraba que por dentro estaba matándola.
- ¿Vas a responderme? Sino supondré que...
- No pasa nada.- la interrumpió. -¿Por qué insisten en eso?
- Sólo quería asegurarme, porque en verdad quisiera una oportunidad con ella.
- ¡No!- reaccionó Rachel sin pensarlo. - Es decir...
- Listo, te atrapé.- Dani tomó su guitarra y caminó en dirección al escenario. Santana reía disimuladamente para evitar que su amiga lo notara.
- Será mejor que no te rías.- le advirtió apuntándola con un dedo. -¡Ven aquí Danielle!- la siguió tratando de explicar por qué había reaccionado así.
La morena rió y siguió en la misma posición hasta que sintió un abrazo por atrás.
- Llegaste temprano.- dijo y tomó las manos que la rodeaban.
- Me aburrí sin ti en casa.- Brittany besó su mejilla y la volteó para dejar un suave beso en sus labios.
- Y yo te extrañé.- entrelazaron sus manos y sonrieron.
- ¿Cómo estuvo el ensayo?
- Bien, aunque Rachel está algo loca. ¿Cómo estuvo tu día?
- Bien.- mintió.
- Cuando me llamaste sonabas muy extraña.
- Fue un día raro nada más. Estaba algo sensible y te extrañaba.
- ¿Estás segura?
- De hecho quiero preguntarte algo.- se puso seria y la miró a los ojos.
- Dime.
- ¿Tú sí confías demasiado en mi?
- No entiendo a qué se debe, pero sí.
- Si alguien te dijera que hice algo malo, ¿lo creerías?
- Brittany, ¿qué hiciste?- rió confusa.
- Nada, sólo quiero saber.
- Te lo preguntaría seguramente.
- Ok.- la besó otra vez y sonrió de lado.
- ¿Lo ves? Estás muy rara.- sin embargo ignoró eso y sonrió como una adolescente enamorada.
- ¡Brittany!- era Dani quien se acercaba con una enorme sonrisa. - ¿Cómo estás?
- Hola Dani, muy bien ¿y tú?- respondió ella aún con las manos entrelazadas a Santana.
- No me quejo. Han sido buenos días.
- ¿Cómo está Lizzie? La extraño demasiado.
- Ella está en casa de mis tíos hoy. Está muy bien, bailando y ensayando en todos lados. Tú la inspiras.
- Eso es mucho.- Brittany se sonrojó.
- No te sonrojes.- pidió Santana con ternura y acarició su mejilla.
- Y un día como hoy, Santana Lopez mostró su lado cursi.- se burló Dani.
- Ya.- la paró la morena. -Mejor cállate. ¿Berry admitió su nuevo amor?
- Casi, pero no directamente.
- Perdón.- intervino la rubia. -No entiendo de qué hablan.
- Te explico.- Dani se sentó a su lado. -Creemos que Rachel está 'de nuestro lado', si es que entiendes.
- ¿Rachel Berry? Ustedes están locas.- rió leve.
- Ya verás de qué hablamos cuando la rubia coqueta llegue.
- Espera... ¿Creen que siente algo por Quinn?
- Sí.- admitieron las otras dos, lo cual provocó una carcajada en Brittany.
- ¡Qué imaginación! ¿Son consientes de la locura que están diciendo?
- En realidad no creo que sea una locura, pero será cuestión de tiempo.- admitió Santana.
- No me gusta Quinn, para nada.- se sinceró la rubia.
- Oye... Pensé que eran amigas.- Dani, por cuestiones obvias, no entendía. Y Santana estaba algo incómoda.
- Hay cosas que con el tiempo cambian.
- Debo ir al baño.- interrumpió la morena, y dejó un beso en la mejilla de la rubia. -Quédate un rato con Dani, está un poco loca pero lo normal.- se marchó riendo.
- La haces feliz.- le comentó Dani.
- ¿Cómo dices?
- Que ella está feliz, se nota. Y es por ti.
- Yo..- no sabía qué decir. Después de todo estaba hablando con la ex novia de Santana.
- No te incomodes. No me molesta que estén juntas.
- Te la quité.
- No, siempre fue tuya.- la miró sonriente, como siempre lo hacía. -Cuando llegó aquí, y comenzamos a hablar, descubrí que venía de una desilusión amorosa. Recuerdo que cuando le pregunté por ti me dijo que eso había acabado, pero sus palabras no expresaban lo mismo que su mirada. Ella intentó amarme, lo sé, pero jamás iba a hacerlo. No te guardo rencor, sé que pueden ser felices. Ella es una gran persona.
- ¿Crees que me engañaría?- miró hacia un punto fijo esperando una respuesta.
- Ni siquiera lo pensaría. Y no deberías dudarlo. ¿Pasó algo?
- Sólo un par de malentendidos. No le digas nada sobre esto, por favor.
- No lo haré, pero me parece que deberías hablar con ella.
- ¿Lo crees?
- Sí, deberían aclarar las cosas. Es decir, si es que algo te incomoda, ha de haber un motivo que ella debe saber.
- Gracias.- le devolvió una sonrisa y la miró dulcemente.
- No hay por qué.- se hizo un pequeño momento de silencio incómodo. - A propósito, Lizzie te envía muchos besos, dijo que va a visitarte estos días.
- Estaré encantada de recibirla en casa algún día.
- Pues llegaremos por ahí en estos días entonces.
- A ti no te invité- bromeó.
- Oh, entonces creo que te perderás una grata visita.- le siguió el juego.
- He recibido mejores.
- ¡Pensé que eras dulce y tierna!- la golpeó en el brazo.
- ¡Ey! Despacio con mi novia.- Santana estaba lo suficientemente cerca como para verlas.
- Es muy cruel.- se justificó.
- ¿Britt? Si es lo más dulce de este mundo.- la abrazó por detrás y apoyó su mentón en el hombro de la rubia.
- Bueno, la hora de la cursilería ha llegado. Debo irme muchachas.- rió Dani y se marchó.
- ¿Encontraron de qué hablar?- preguntó la morena a su novia.
- Si, de hecho quisiera hablar contigo sobre algo.- se soltó un poco de su abrazo para verla a los ojos.
- Claro, dime.
- Pero será mejor cuando lleguemos a casa, ¿si?
- ¿Hay algo por lo que deba preocuparme?
- No en realidad, no.- forzó una sonrisa y acarició su mejilla.
- Entonces esperaré a llegar a casa.- dejó un beso en su frente y la abrazó otra vez.
Ambas estaban calladas, mirando hacia adelante con las manos entrelazadas. De pronto, vieron a Quinn entrar y a Brittany la sonrisa se le fue de su rostro. Se sentía enojada, como nunca antes. La rubia de ojos verdes pasó por su lado y sonrió de forma maliciosa, lo que provocó que Brittany quisiera abalanzarse contra ella y golpearla. Nunca había sentido tanta ira, tanto enojo e impotencia. Estaba ahí, pero no quería ni podía hacer nada porque no iba a arruinar las cosas con Santana. Sin embargo, ese remordimiento crecía y se le hacía imposible de ocultar.
- Britt, estás apretando muy fuerte mis manos.- le dijo Santana. -¿Sucede algo princesa?
- Lo siento, sólo que no puedo mirar a Quinn.
- Escucha.- la obligó a mirarla a los ojos. - Olvídate de eso, ya pasó. Podríamos intentar hablar con ella y quizás las cosas vayan mejor. Éramos buenas amigas, ¿lo recuerdas?
- Ella no es mi amiga. Lo siento Santana, pero no confío en Quinn. Ya no lo haré nunca más.
- Britt, lo de esa noche fue cosa de ambas. Perdónala como me perdonaste a mi.- casi suplicó Santana.
- No entiendo por qué te empeñas en defenderla.- respondió notablemente enojada la rubia.
- Porque estás en un papel un poco pesado, ¿no crees?- disparó con ironía.
- Ahora soy yo.- dijo Brittany y se separó de la morena. -Haz lo que quieras, puedes perdonarla, es tu decisión.- y a continuación se fue a sentar sola lejos de Santana.
- Brittany...- murmuró la latina moviendo levemente su cabeza. Entendía sus celos pero no podía entender por qué actuaba así, si se suponía debía olvidarlo. Se acercó a ella y la miró firme.
- Vete.- le ordenó.- Vete hasta que el enojo se me pase.
- ¿Piensas pelear en víspera de año nuevo?- trató de hablar con paciencia.- Porque eso no estaba en mis planes.
- Adivina, vine a cambiar todos tus planes.- mantuvo la mirada hacia cualquier lugar que no fuera Santana.
- Estás un poco alterada Brittany. Sólo quiero hablar.
- Te dije que en cuanto se me pase hablaremos.
- Está bien, búscame cuando quieras.- se fue enojada y resignada.
La rubia la observó un rato después, y notablemente molesta, suspiró. Amaba a Santana, pero odiaba pensar que quería perdonar a Quinn o justificarla por lo que había hecho. Decidió que iba a calmarse y luego hablarían, para evitar una pelea más fuerte.
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
que le pasa a britt?, santana solo quiere llevar la fiesta en paz, ademas no sabe de la visita de la muy mal intencionada quinn fabray! espero que se aclare todo y san pda darle el anillo a britt, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
muy buen caap, woowww uno de los pocos fic en que odio a quinn jaja besos!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
En serio.. no me agrada Quinn.
Y creo que Britt debería ser sincera con San sobre lo que pasó con Quinn.. espero que todo salga bien :)
Saludos :D
Y creo que Britt debería ser sincera con San sobre lo que pasó con Quinn.. espero que todo salga bien :)
Saludos :D
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
No tengo palabras...
Simplemente, fue lo mejor ;)
Simplemente, fue lo mejor ;)
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Fue genial de verdad.. creo que aunque amemos siempre esta la semilla de la duda asi que no culpo a britt aunque debe confiar en san eheh.. ya quiero la actu see you
Sara Pinel****** - Mensajes : 326
Fecha de inscripción : 30/01/2013
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
jejejeje la forma en que Dani pilló los posibles sentimientos de Rach hacia Quinn me causó mucha gracia............ pssss, Britt debería confiar más en San y darle el beneficio de la duda ante cualquier comentario venenoso de Quinn
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Uffff que mala onda con Quinn, y que pesadita se ha puesto.
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
micky morales escribió:que le pasa a britt?, santana solo quiere llevar la fiesta en paz, ademas no sabe de la visita de la muy mal intencionada quinn fabray! espero que se aclare todo y san pda darle el anillo a britt, hasta pronto!
Hola! Creo que es un poco entendible lo que le pasa a Britt, aunque debería haberle dicho lo de Quinn. La vida Brittana no es tan facil! jajaja
SALUDOS
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
tatymm escribió:muy buen caap, woowww uno de los pocos fic en que odio a quinn jaja besos!
Odias a Quinn? jajajaja. No lo hagas!! Secretamente es de mis personajes favoritos. SALUDOS!!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Elita escribió:En serio.. no me agrada Quinn.
Y creo que Britt debería ser sincera con San sobre lo que pasó con Quinn.. espero que todo salga bien :)
Saludos :D
Pobre Quinn, todos la odian :( jaja.
Britt debe hacer bien las cosas, definitivamente. Veamos qué pasa! Besos!!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
Re: FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08
Anddy Rivera Morris escribió:No tengo palabras...
Simplemente, fue lo mejor ;)
Gracias! Tus comentarios siempre son lindos :) Saludos!!
Anita-P******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 28
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