FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08

La voz de la latina, casi dormida, la sacó de sus pensamientos. Hacía tanto que no la escuchaba. Su corazón se paralizó, sentía que moriría en ese preciso instante si no lograba controlar su respiración. Pensó que había sido un error llamarla, no se la oía de buen humor.

- ¿Hola? ¿Hay alguien?- preguntó otra vez.

- S... Soy yo.- dijo al fin cerrando fuertemente sus ojos.

- Brittany.- el tono de voz de la morena cambió repentinamente. Se escuchaba sorprendida. -Es una sorpresa.

- Lo sé- sus nervios seguían creciendo. -¿Es un mal momento?

- No, no lo es. ¿Cómo has estado?

- Muy bien, supongo. ¿Tú?- respondió más tranquila.

- Realmente bien. ¿Cómo es que tienes mi número?

- Sólo lo encontré. Necesitaba hablar contigo.- dijo sincera.

- ¿Sucede algo pequeña?.- ni siquiera sabía por qué la había llamado así, pero a Brittany el corazón le quería salir de su lugar.

- De hecho han pasado muchas cosas. Dejé la universidad y estoy en Nueva York ahora, tratando de encontrar mi sueño. Pero eso es lo bueno.

- ¿Hay algo malo?

- No quiero presionarte, pero aún confío en ti y me gustaría que pudiéramos juntarnos a hablar sobre algunas cosas.- dijo esto con mucho coraje.

- Estaría encantada en ayudarte Brittany, eres mi amiga.- eso último la destruyó, pero trató de ocultarlo.

- ¿Podríamos juntarnos estos días? Cuando puedas.

- Esta misma noche estoy libre.- Brittany se sorprendió. -Es decir, si no te parece muy pronto. Iré a ver a mi novia a su trabajo y quizás después podríamos ir a cenar.

- Claro.- estaba furiosa por haberla escuchado decir 'mi novia'.

- A las diez ¿te parece? Hay un bar frente al teatro.

- Ahí estaré.- le dijo.

- Fue un gusto escucharte otra vez.- su sonrisa podía distinguirse en su tono de voz.

- Lo mismo digo.- sonrió leve Brittany. -Hasta luego Santy.- pensó que no debía haber usado ese apodo.

- Hasta luego Brittany.- Santana colgó.

La rubia pensó en la formalidad de Santana para referirse a ella, y eso la asustó. Era una relación de amigas, perfecta y sin complicaciones, pero amigas. Se apoyó en la pared y suspiró. Al menos la vería esa noche. 


Santana se quedó sentada en su cama. Había hablado con Brittany después de un largo tiempo. Estaba tratando de entender por qué le había dicho sí a su invitación, por qué había actuado tan distante, si se moría por escucharla. Era cierto, hasta en su voz se notaba su crecimiento y madurez. Pensó en ella nuevamente, y saber que iba a verla esa noche la llenaba de sentimientos y dudas. Reflexionó sobre Dani, decidió que se lo diría, para no crear ningún tipo de dudas. Después de todo, era una inocente cena con su mejor amiga. Nada más.

- ¡Rachel!- dijo lo más fuerte que pudo. -¡Ven aquí un minuto!

- ¿Qué pasa Santana?- preguntó la castaña entrando.

- Hablé con Brittany.- le dijo, mostrando una sonrisa. -Ella me llamó.

- Santana eso es...- dijo dudosa. -Genial.

- Saldremos a cenar esta noche. Como amigas.- aclaró. -Necesita hablar conmigo.

- Pues eso es estupendo.-  sonrió victoriosa.

- Lo es en realidad.- dijo Santana sonriendo. -Extrañaba escucharla.

- Te ves tan feliz...- le dijo entre feliz y angustiada.

- Lo estoy en realidad.- abrazó fuertemente a Rachel.

- Ya lo creo.- dijo ella entre risas y devolviéndole el abrazo. -¿Y ahora que?- se preguntó librándose de sus brazos.

- No entiendo.- Santana estaba confundida.

- Debes ordenar tus sentimientos Santana, mientras estás con Dani y quizás le des esperanzas a Brittany, o peor, te crees esperanzas que no sabes si podrás llevar adelante.- la miraba fuertemente aunque con amabilidad. Estar en esa situación con Santana no era algo muy común pero le alegraba poder aconsejarla. -No quiero entrometerme pero quiero que estés bien. Y tanto Dani como Brittany son personas geniales.

- ¿Sabes?- le dijo. -Admito que la llamada de Brittany me descolocó, pero pensé automáticamente que Dani debía saberlo, saber lo de esta noche. Eso quiere decir que por una vez puse nuestra relación sobre cualquier cosa. Quiero intentarlo Rach, quiero amar a Dani como a Brittany, quiero ser feliz y que ella lo sea.  - ¿Entonces?

 - Si es como lo siento en este preciso momento, quizás puedo llevar esto adelante y ser amiga de Brittany sin sentir más que eso.

- ¿Y si no es eso?

- Pues no lo sé...- respondió triste. -No quiero pensar en ello.

- Para lo que sea, Kurt y yo estaremos. Lo sabes.

- Sí.- sonrió. -Siempre lo supe. Gracias.

- ¿Me darías otro abrazo?- le preguntó.

- Ven aquí.- abrió sus brazos y la abrazó. -Pero que no se te haga una costumbre hobbit.

 - No cambiarás...- dijo Rachel abrazándola más fuerte.

Las horas se les pasaron volando. Rachel y Kurt saldrían a ver una película mientras Santana iba a ver a Dani y luego cenaría con Brittany. Los tres estaban listos, pero Santana salió antes. Decidió vestirse con un lindo vestido, de esos que tanto le gustaba usar. Negro por supuesto. Su cabello largo caía por sus hombros en perfectas ondas. Llegó al bar, Dani estaba trabajando. Decidió sentarse en la barra para no molestarla.

- Ey..._-le dijo Dani acercándose cuando estuvo más tranquila. -Hay mucho trabajo hoy.- le dio un beso.

- Lo noté.- le dijo Santana rodeándola con sus brazos de manera que Dani quedara de espaldas. -¿Qué tal tú día?- se apoyó en su hombro.

- Agotador. Cuidé a mis hermanos, llevé a mi hermanita a su clase, la busqué y luego estoy aquí.- entrelazó sus manos con la morena. -¿Y tú?

- Tengo unos días libres.- no se detuvo a dar razones. -Hoy no hubo clases en NYADA, así que estoy tranquila. Quisiera poder ayudarte.

- Oh, no. Estoy bien.- sonrió. -Sólo durará hasta mañana.- un cliente la llamaba. -Vengo en un segundo.

Mientras Dani tomaba las órdenes, Santana la observaba con ternura. 'Eres estupenda' pensó y sonrió. Y allí se dirigía de nuevo a ella.

- ¿En qué pensabas?- le preguntó.

- En lo asombrosa que eres.- respondió y puso sus manos en la cintura de su novia. -Y que voy a dejarte trabajar en paz.

- Me alegra que entiendas y hayas venido a verme al menos unos minutos.

- Es lo menos que podía hacer.

 - ¿Quieres que le diga a Tony el taxista que te lleve?

- No. De hecho...- suspiró. -Hoy hablé con Brittany.- dijo sincera.

- Tu ex.- le hizo un gesto para que continuara.

- Mi amiga.- le dijo. -Está algo afectada por algunas cosas, vino a la ciudad y está sola. Saldremos a cenar esta noche. Quería que lo sepas para que...

- Lo sé.- la interrumpió. -Confío en ti.- sonrió comprensiva como siempre lo hacía. -Ve, diviértete y ayúdala. Eres buena en eso.

- Gracias Dani.- la atrajo más cerca y la besó. -Te veré mañana.- se levantó para irse.
- Puedo invitarte el almuerzo.- propuso.

- Claro.- aceptó y sonrió.

-Es un trato. Te veré aquí a la hora del almuerzo entonces. Adiós.

- Santana.- la llamó. -Te amo. Tú también, ¿cierto?

- Por supuesto.- le respondió sonriente pero poco convencida, y a posterior se fue.

Se preguntó si el hecho de que el corazón estuviera por salirse de su lugar se debía a la dulzura de Dani o a la emoción de volver a ver a Brittany. Estaba muy cerca del lugar pactado, se detuvo en una tienda de dulces y compró una bolsa de gomitas con formas de pato. Pensó que sería un lindo gesto llegar con algo que sorprendiera a Brittany. Siguió su camino, cruzó una calle y su corazón seguía acelerándose. Se dijo a sí misma que debía calmarse, pero era inútil intentarlo. Unos veinte pasos más, al otro lado de la calle pudo ver a la rubia de espaldas. Era imposible olvidarse de su cabello y su forma de moverse cuando estaba nerviosa. Se acercó más y respiró profundamente.

- Pude sentir tu perfume.- se adelantó Brittany dándose vuelta y quedando frente a frente. Sonrió y esa sonrisa pareció matar de dulzura a Santana. Sin más vueltas, y decidida como nunca la abrazó fuerte. -Estoy muy feliz de verte.- le dijo y cerró sus ojos como para guardar en su memoria el contacto con su piel.

- Yo también.- dijo al fin Santana y se separó de su abrazo. -Pequeño mundo, te trajo aquí.

- Demasiado pequeño.- no podía dejar de sonreír. -¿Entramos?- abrió la puerta del bar y Santana entró. Se ubicaron en una mesa cerca de la barra. La camarera tomó sus órdenes y se marchó dejándolas otra vez en un silencio incómodo.

- Así que la matemática no fue lo tuyo.- se animó a decir Santana.

- Pienso que jamás lo fue.- rió leve la rubia.

- ¿Por qué lo aceptaste?- en verdad jamás se habían sentado a hablar de ello.

- Tenía que tomar esa oportunidad o viviría en la secundaria por siempre. Nunca fui más que una estúpida chica que no sabía absolutamente nada.

- No vuelvas a llamarte estúpida jamás, sabes que lo odio.- le respondió mirándola a los ojos. -Eres buena en otras cosas.

- Sí. Aprendí demasiado este tiempo, crecí ¿sabes? Estaba sola y tuve que hacerlo o no soportaría la presión del mundo.

- Y ¿qué es exactamente lo que haces aquí?

- Busco mi destino.- respondió segura. -En el baile.

- Eso es realmente una gran elección. ¿Encontraste algo?

- De hecho aún no. Las pruebas de admisión comienzan en un mes, mientras tanto trabajo para pagar mi departamento y mis necesidades.

- ¿Qué haces?- no quería parecer periodista pero le interesaba cada detalle.

- Estoy dando clases de baile a algunas niñas.- a Santana le sorprendió eso y pensó en la hermanita de Dani.

- ¿Del otro lado del parque?

- Si.- respondió confundida.

- Tienes una alumna de 8 años, Lizzie.

- Sí, la pequeña.- recordó con cariño. -¿Cómo lo sabes?- sus órdenes llegaron.

- Ella es hermanita de Dani, mi novia.- dijo dudosa.

- ¿Dani es tu novia?- preguntó sorprendida.

- Sí. ¿La conoces?

- De hecho sí. No mucho pero hemos hablado un par de veces por Lizzie.

- Pequeño mundo.- reflexionó la latina.

- Así que por fin encontraste a tu media naranja.- le dolía hablar de eso pero sentía la obligación de hacerlo.

- Es un título demasiado grande pero se podría decir. Aunque no quiero hablar de ello, estoy aquí porque necesitabas ayuda. Soy todo oídos.- El silencio que reinó en el lugar fue interrumpido por el sonido de los autos y la gente afuera. Sin embargo Santana seguía esperando una respuesta. -¿Vas a decírmelo?- insistió.

- Murió mi mamá.- dijo sin anestecia Brittany y agachó su cabeza. Santana quedó paralizada.

- ¿Por qué no me llamaste?- le preguntó con lágrimas en sus ojos. -Habría estado contigo.

- No quise hablar con nadie.- dijo con tristeza. -Sentí que una parte de mí se fue con ella. Estaba realmente sin rumbo y no podía entender absolutamente nada. Me obligué a ser fuerte, de alguna manera no tenía otra alternativa, estaba sola.

- Brittany yo... - pensó un rato. -No entiendo por qué no me llamaste. Me habría ido al más insólito lugar del mundo si me lo pedías.- fue una confesión bastante fuerte pero no le importó.

- Lo sé.- le sonrió. -Pero entendí que no siempre estarías para protegerme, debía empezar a hacerlo sola. Mi mamá se llevó con ella toda mi inocencia, me obligó a crecer. Tomé la desición de estar aquí porque ella quería verme feliz.

- ¿Y lo eres?- había sido imprudente al hacer esa pregunta. Brittany rió.

- Todavía sigo buscando respuestas y no hay nada definido en mi vida.- fue su respuesta.

- Yo lo siento tanto.- Santana estaba muy afectada.

- Fue hace dos meses.- era realmente poco tiempo.

-Hace dos semanas estoy aquí. Aún tengo tiempo de encontrar todo lo que busco.

- ¿Sabes que estoy para todo lo que necesites?

- Por supuesto que lo sé. Por eso te llamé.- le sonrió. -Porque sé que no hubiese podido hablar esto con nadie. ¿Sabes? A veces estoy en casa y me siento sola, entonces recorro cada parte y tengo fotos de muchos momentos de mi vida. Y mamá siempre está ahí, de alguna manera. Algunos días soy feliz recordando, y otros simplemente soy una persona devastada, a la que la vida le ha quitado todo.- Santana la observaba, estaba asombrada de su fortaleza y su madurez. -Y entonces en mi habitación puedo encontrarla. Ella me regaló cada cuadro que tengo ahí. Son fotos geniales que ella tomaba sin que lo notara. En dos de ellas estás tú.

- Algún día voy a verlas.- le dijo sonriente. -Y también voy a recordarla. Ella era increíble.

- En fin...- intentó cambiar el clima. -Con la muerte de mamá, mi papá se fue y no supe nada de él. Lo hablé un par de veces y jamás respondió.

- Brittany eso es cruel.- Santana arrugó su frente demostrando enojo. -No tenía que hacerlo.

- Ya lo ves, en verdad estuve sola. En cierto modo me alegró encontrar a Rachel el otro día.

 - Te la obsequiaré en Navidad. Es irritante.- su único propósito era hacer reír a la rubia. Lo logró.

- Tuviste suerte.- le dijo. -Tienes una buena novia, empleo, asistes a la universidad de tus sueños y tienes buenos amigos.

- No me gusta presumir, pero también estoy en una banda que algún día será famosa.- presumió.

- Eso es genial.

- Tú podrás llegar lejos también.- le dijo dulcemente. -Yo tuve que pasar por muchas cosas para estar aquí. Y no creas que mi vida es perfecta, también sufro a veces.- se sinceró.

- Ahora sé que bastará una llamada.

- No tengas dudas.

Siguieron cenando y hablando de sus vidas. De Dani hablaron lo justo. Santana tenía miedo de lastimarla. Terminaron su cena y Brittany insistió en acompañar a Santana hasta su departamento, a la latina no le quedó otra opción que aceptar pero con la condición que la rubia debía volver en un taxi. Así quedaron de acuerdo. Pasaron el parque, se detuvieron en el puente y Brittany tomó una foto desde allí a la ciudad. Luego fueron a la fuente y Santana le pidió a un muchacho que les tomara una foto a ambas. Brittany sólo aceptó sin preguntar. Siguieron el camino y llegaron al fin.

- Aqui es.- dijo Santana. -Ya sabes donde encontrar tu regalo de navidad.- bromeó.

- Rachel te mataría.- rió.

- El departamento originalmente no me pertenece así que me correrían. No debo jugar con ellos.- Brittany rió otra vez. Se había olvidado de eso hace unos meses y ahora lo sentía otra vez. Debía despedirse.

- Bueno ya pasó la medianoche, debo irme.

- Claro.- dijo Santana. -¡Oh, casi me olvido!- buscó entre sus cosas y sacó la bolsa con golosinas. -Espero te gusten, es un obsequio.- se la dió a Brittany y esta sonrió. -Busca un taxi y avísame cuando llegues.- se acercó y la abrazó. -Cuídate.

- Lo haré.- Brittany sonrió y emprendió su camino. Santana esperó que desapareciera y subió al departamento.
Kurt y Rachel no habían llegado, por lo que pudo evitar las preguntas de ambos y se fue a la cama. Dió vueltas un par de minutos, luego encendió el televisor, no encontró nada para ver y lo apagó otra vez. Boca arriba siguió pensando. No podía entender por qué Brittany no le había contado algo tan grave, y le aterraba pensar el dolor que había sentido. Una vibración de su celular la sacó de sus pensamientos. 




"LLEGUÉ A CASA ENTERA Y SIN RASGUÑOS. GRACIAS POR LA CENA Y POR TU APOYO, ME HACÍA FALTA HABLAR CONTIGO. OBSERVA LAS ESTRELLAS, ¿CREES QUE MAMÁ ME ACOMPAÑA DESDE ALLI?"- B.
Sonrió y se acercó a la ventana. Volvió a la cama y respondió.



 "CREO QUE TE ACOMPAÑA DESDE CUALQUIER LUGAR, AUNQUE LAS ESTRELLAS NO BRILLEN. NO AGRADEZCAS, FUE UN HONOR. DUERME BIEN"- S.



 "LO MISMO DIGO. TE QUIERO."- B.



 "YO TAMBIÉN BRITT :)"- S.

Ambas durmieron sonrientes esa noche.