[Resuelto]Fic Brittana Matrimonio por sorpresa ADAPTACIÓN II PARTE cap FINAL

Lili necesitaba a brittany que linda ojala y britt este embarazada sube el otro cap

Vaya, los padres de san no están ahí por casualidad, será que van a sermonear a las brittana?? britt estará embarazada?? Aceptará a san y a lili??? Que bueno que boca trucha se fue aunque le pegó a mi san

Por fa sube el siguiente
Britt se esta encariñando con Lili
Me encanto el cap
Saludos

como que quieren a lily? que caraduras! en fin solo espero que britt este embarazada y ya por fin pdan arreglarse!!!!!

Capítulo 10

Tan sorprendente anuncio hizo que Brittany entrase a toda velocidad en el cuarto de baño
para lavarse y arreglarse un poco.

¿Qué había querido decir Santana con que sus padres querían a Lili? ¿De verdad sus suegros se ofrecían a criar a la hija de kitty?

brittany estaba atónita porque los Lopez no le habían parecido nunca personas cariñosas. Y menos con los niños. Salió del baño diez minutos después y se puso unos vaqueros y una camiseta negra, pero no estaba dispuesta a arreglarse mucho más. Santana ya había bajado al salón y cuando brittany se reunió con ellos, la señora Jones estaba sirviendo café mientras Gloria Lopez decía:

–Si te hubieras casado con kitty cuando tuviste oportunidad… ella habría sido perfecta para ti, hija.

brittany, colorada hasta la raíz del pelo, carraspeó para hacer notar su presencia y su suegra le dedicó una sonrisa totalmente falsa.

–No lo creo. Nos separamos cuando yo era muy joven porque éramos incompatibles –dijo Santana.
–Siempre nos gustó mucho kitty –insistió Gonzalo Lopez, como si brittany no estuviera allí–. Ésa es una de las razones por las que nos gustaría criar a su hija.
–En estas circunstancias, no creo que tu mujer la quiera –comentó Gloria, sin el menor pudor.
–Lili es hija de Santana –dijo brittany.
gloria enarcó una ceja.
–La niña estaría mucho mejor con nosotros. Yo siempre quise tener una hija… cuando me quedé embarazada de Santana estaba convencida de que sería una niña y fue una tremenda desilusión para mí que no lo fuese.
–Sí, ésa fue una gran desilusión –asintió Gonzalo.
brittany no podía seguir mordiéndose la lengua.
–Y a ninguno de los dos se le ha pasado la delusión, ¿verdad? ¿Por eso siempre favorecisteis a Emily? ¿Es por eso por lo que nunca tenéis nada bueno que decir sobre Santana?
Él se quedó sorprendido por el exabrupto.
–Vamos a dejar esa conversación…
–Eres una maleducada –la reprendió Gloria.
–Mi mujer no es una maleducada –protestó Santana–. Además, me sorprende muchísimo que queráis criar a Lili a vuestra edad. De hecho, no me parece buena idea.
–Nosotros podemos darle todo lo que necesita para que algún día pueda ocupar su sitio entre la mejor sociedad–insistió la madre de Santana.
–Hay cosas más importantes –replicó Santana.
–Para mí no. Sería feliz con nosotros y, además, es nuestra primera nieta.
–No, en realidad mi hijo fue su primer nieto –les recordó brittany.

El padre de Santana tuvo la decencia de mirarla con gesto consternado, pero Gloria no
parecía en absoluto conmovida por el recordatorio.
brittany vio que Santana estaba tensa y se preguntó si la propuesta de sus padres le parecería bien. Un minuto después, la niñera entró con Lili en el moisés.

–Es hora de que conozca a mi nieta –dijo Gloria, acercándose a la niña.

Pero enseguida se detuvo, sorprendida–. ¿Se puede saber qué le pasa en la cara?

–Lili tiene un eccema infantil –respondió brittany. –Es muy feo –dijo su suegra, haciendo una mueca de disgusto–. ¿Se le va a quitar?
–A algunos bebés se les pasa enseguida, a otros no. Habrá que esperar –dijo brittany, conteniendo el deseo de tomar a Lili en brazos y apartarla de aquella bruja.

Santana tuvo que disimular una sonrisa al ver que sus padres se apartaban del moisés como si la condición de la niña fuera contagiosa.
–Siento mucho que no sea perfecta –les dijo.
Gloria frunció el ceño.
–No es una niña sana. Tal vez sería mejor que siguiera con vosotros por el momento.
–No pensaba dejar que os la llevarais, sana o no –replicó Santana–. Kitty me confió a mi hija y tengo intención de criarla. El aspecto de Lili no tiene la menor importancia ni para brittany
ni para mí.

Gloria no parecía impresionada. Evidentemente, sólo una niña guapa y sana podía optar a un puesto en casa de los Lopez. brittany intentó calmar a Lili cuando empezó a llorar pero, como de costumbre, era imposible. En quince minutos, los padres de Santana se despidieron, su interés por la niña olvidado por completo.

Ella se inclinó para tomar el sonajero y ofrecérselo a su hija.

–Te toca quedarte con nosotros –le dijo, suspirando–. Parece que ni siquiera podemos darte en adopción.
–No digas eso ni de broma –lo reprendió brittany.
–No es fea –comentó Santana entonces.
–¡Pues claro que no lo es!
–¿Pensabas que iba a dejar que mis padres se la llevaran? –le preguntó santana

Brittany debía admitir que unos días antes habría pensado que sí. –No, ya no. Además, no creo que tu madre sea capaz de ofrecerle a nadie un cariño incondicional.

–Nunca había admitido hasta ahora que esperaba que yo fuese una niña – comentó santana, sacudiendo la cabeza–. Yo era la niña más ruidosa y más traviesa del mundo. Es normal que
la sacara de quicio. Y seguramente había sido una de las pocas desilusiones que una mujer rica y mimada como Gloria había tenido que soportar en la vida, pensó brittany, dolida al pensar que Santana había sido una niña tan poco querida.

–Ahora entiendo que seas tan independiente.
–Volvamos a New York mañana –sugirió santana entonces, cambiando de tema–. Desde ayer, los paparazzi están ocupados persiguiendo a un político al que han pillado con una amante. Lili
ya no es noticia, afortunadamente.
–Así sería más fácil volver al trabajo –reconoció brittany–. Tardo mucho tiempo en llegar desde aquí.

Al darse cuenta de que estaban, de nuevo, hablando como dos extraños, sus ojos se llenaron de lágrimas y brittany tuvo que parpadear varias veces para controlarlas.
En Marruecos, ella había sido la primera en dar el paso para romper la distancia entre ellas, pero no estaba preparada para hacerlo de nuevo. Santana no la amaba y lo mínimo que podía hacer para no perder su dignidad era mantenerse firme.
No le dijo nada sobre la posibilidad de un embarazo. Esos días felices en Marruecos, cuando la idea de tener un hijo los había llenado a los dos de felicidad, habían terminado. Y después de haberle dicho a Santana una vez que esperaba un hijo cuando ella no lo deseaba, no quería volver a verse en esa situación.

Esa noche, su padre llamó por teléfono y le pidió que se vieran para comer, pero en el hotel en el que se alojaba y no en el restaurante habitual. Sorprendida, porque era inusual que Michale Pierce la llamase, brittany se preguntó si querría indagar sobre Lili. Esperaba que no fuera así porque no estaba preparada para hablar ni sobre Lili ni sobre el estado de su relación con Santana.

En cuanto Lili y su niñera se instalaron en NY al día siguiente y Santana se fue a trabajar, brittany fue al hotel en el que se alojaba su padre. Michael la invitó a sándwiches y té en la suite, pero su incomodidad era evidente porque empezó a hablar varias atropelladamente.

–¿Qué ocurre? –le preguntó brittany.
–No se me da bien pedir disculpas –admitió el–. Pero me equivoqué con Santana y contigo. No debería haberme entrometido y no debería haber usado los problemas económicos de Susan para obligarte a nada.
–No, no deberías haberlo hecho, es verdad –admitió ella
–Evidentemente, después de lo que ha pasado… me refiero a la hija de Santana y Kitty, no pienso obligarte a que sigas con ella. Y olvídate del dinero, no tiene importancia.

Aunque Santana está decidida a devolvérmelo y no acepta una negativa. Debo decir que es el único de la tribu Lopez que tiene carácter.Brittany tuvo que sonreír, aunque involuntariamente, ante ese cumplido.

–Sí, tiene mucho carácter.
Anatole frunció el ceño.
–Pero no deberías haberle contado que volviste con él porque yo te lo pedí. Imagino que no te importó después de hacerse público que había tenido una hija con Oleia Telis, pero ningún hombre puede lidiar bien con una revelación tan humillante.
–Santana no me ha vuelto a decir nada, así que imagino que no le importa tanto…
–Siendo una mujer joven y acostumbrada a la adulación de las mujeres, descubrir que su esposa había vuelto con ella porque su padre la había obligado a hacerlo debió de ser un golpe terrible para ella. Pero no se me ocurrió que tú pudieras contárselo – admitió su padre–.
Eso destrozaría cualquier posibilidad de reconciliación, Brittany. La confianza con la que hacía tal afirmación le dio que pensar. Cuando se lo contó, Santana se había enfadado mucho y era posible que su silencio sobre el tema desde ese día no significara que no le importaba sino todo lo contrario. De hecho, tal vez la confesión de que su padre la había chantajeado para que volviera con ella era el mayor problema en su matrimonio.
¿Podría ser ésa la razón por la que se mostraba tan distante?

–¿Tú sabías que Santana había vuelto con kitty?
Michael frunció los labios.
–No, yo no sabía nada. Kitty se marchó a NEW YORK y luego a París y no supimos más de ella. He oído rumores sobre su estilo de vida y sobre la niña, pero sólo después de su muerte.

Antes de separarse, su padre la invitó, a ella y a Santana, a su fiesta de cumpleaños en Londres. Cuando brittany mostró su sorpresa, Michaeñ le confesó que lamentaba no haberla reconocido como hija biológica y quería dejar el pasado atrás y empezar de nuevo.
Esa declaración la alegró profundamente y brittany fue a su cita con el ginecólogo pensativa. Pero unos minutos después de hacerse la prueba, recibía la noticia que temía y deseaba a la vez: estaba embarazada de nuevo.

Se sentía feliz, pero a la vez aterrorizada de que algo volviese a ir mal. El médico le aseguró que tomarían todas las medidas necesarias… aunque no haría falta. Ella misma se encargaría de tomar las medidas necesarias para tener un hijo sano.
Antes de volver a casa, brittany se desvió para visitar a su madre y darle la noticia. Susan, que la había llamado varias veces por teléfono desde que saltó el escándalo de Lili, se mostró encantada. Y también le contó que había encontrado un trabajo en la boutique de una amiga y que había alquilado un apartamento.

–Yo conozco el mundo de la moda y se me da bien negociar precios –dijo Susan, satisfecha–. Cruza los dedos por mí.
–Seguro que lo harás muy bien –asintió brittany, contenta de que su madre hubiera decidido dar un nuevo rumbo a su vida.
–Y Santana y tú volvéis a estar juntos, con un niño en camino. Aunque eso no es una sorpresa.
brittany levantó una ceja.–¿Ah, no?
–No soy tonta, cariño. Tú querías tener hijos, de modo que sólo era una cuestión de tiempo que te encariñases con Lili. Y Santana está loca por ti, así que todo saldrá bien.
–¿Santana está loca por mí?
–Cinco minutos soltera y lo único que quiere es volver con su mujer, eso lo dice todo. Nunca había visto una pareja más feliz que vosotros cuando vivíais en Francia.

Cuando se despidió de su madre, brittany pensó en los bonitos recuerdos que tenía de ese período de su vida. Habían sido increíblemente felices juntos, era cierto, hasta que la muerte de su hijo terminó con el mutuo entendimiento y la tolerancia. britany se llevó las manos al estómago, plano todavía, rezando para que no se repitiera la historia.

En el portal, sacó el móvil del bolso para llamar a Santana. Desgraciadamente, estaba en una reunión y tuvo que dejarle un mensaje diciendo que tenía que verla urgentemente.

Y esa vez, no se disculparía por darle la noticia de que estaba embarazada. Santana entró en el salón de su casa con la expresión de una mujer a punto de ser ahorcada. –Mi ayudante debería haberme pasado tu llamada. ¿Qué ocurre? britany, con un traje de color gris y el pelo suelto, clavó los ojos azules en su esposa.
–Estoy embarazada…
Santana no pudo esconder su sorpresa porque había temido que la noticia fuera otra. En dos zancadas, se acercó a ella y la aplastó contra su pecho.
–¡Es la mejor noticia que me has dado nunca! –exclamó, sus ojos llenos de satisfacción.
brittany se quedó absolutamente sorprendida por su entusiasmo.
–No sabía qué ibas a decir…
Atónita, santana levantó su orgullosa cabeza.
–¿No habíamos planeado este niño juntos? ¿No es lo que ambos queremos?
–Sí, pero…
–¿Te preocupa que yo no te esté a tu lado? –la interrumpió Santana, tomando su mano
para llevarla hacia la cama.
–No es eso…
–Esta vez estaré a tu lado todo el tiempo. No soy la misma mujer que era hace dos años. He crecido, me he hecho una adulta y he aprendido lo que es realmente importante en la vida.
El corazón de brittany pareció hincharse dentro de su pecho, tanto que se le hizo un nudo en la garganta.
–¿Eso es cierto? ¿Es lo que sientes de verdad?
Santana apretó su mano.
–Cuando recibí tu mensaje me llevé un susto de muerte. Pensé que ibas a decir que me dejabas.
–¿Por qué iba a hacer eso?
–Sé que no volviste conmigo por decisión propia. Tu padre te presionó para que lo hicieras.
–Dios mío, seguías preocupado por eso –murmuró ella, incómoda.
Como respuesta al comentario, Santana soltó una risita incrédula.
–¿Cómo no iba a estar preocupada?
–No demostraste que te preocupase.
–Ya sabes que no me gusta mostrar mis sentimientos, cariño. ¿Qué iba a hacer de
todas formas? No me gustaba, pero si quería estar contigo tenía que aguantarme. Y quería que te quedases conmigo, con todo mi corazón. Me di cuenta de que aunque sólo estuvieras conmigo para complacer a tu padre, prefería eso a perderte para siempre. Esa declaración aceleró el corazón de brittany.
–¿No te importaba?
–Me importaba mucho porque tengo mi orgullo –respondió Santana–. No querías estar conmigo y debería haberte dicho que podías marcharte cuando quisieras. Pero no podía hacerlo, no podía perderte otra vez.

Fascinada por tan intenso discurso de una mujer famoso por ser circunspecto, brittany levantó un dedo para acariciarle los labios.
–¿No podías?
–Cuando me dejaste en Francia, después de perder a nuestro hijo, para mí fue un infierno –admitió Santna, sus expresivos ojos llenos de sombras del pasado–. Entonces empecé a beber… me sentía como una fracasada. Sabía que te había defraudado, pero no sabía qué podía haber hecho de manera diferente porque tú no querías hablar conmigo.

brittany hizo una mueca, inclinándose hacia delante para abrazarlo.
–Lo siento mucho, es verdad que te dejé fuera. Creo que mi actitud entonces era la misma que al principio de mi embarazo, cuando tú dejaste claro que no querías ser madre.
Supongo que no había olvidado mi resentimiento y no debería haber sido así porque tú habías cambiado…
Santana la miró, con los ojos oscurecidos.
–Pero no cambié tan rápido como debería. Me sentía tan mal por mi actitud tras la muerte del niño… pero no podía cambiar el pasado.
–Y yo no podía perdonarte por ello –susurró brittany, sobre su hombro–. Y era injusto.
–Fuiste tú quien me enseñó a querer un hijo –le confesó Santana entonces–. Lo quería
porque tú lo querías. Nunca se me ocurrió que podría pasar algo y cuando ocurrió me sentí culpable porque nunca había pensado en el niño como una persona de verdad. Tú eras tan infeliz, y yo no podía ayudarte… eso me hacía sentir más impotente qu nunca.
–¿Es por eso por lo que empezaste a trabajar a todas horas… para evitarme? ella la miró a los ojos.
–Tú ya no me querías, lo dejaste bien claro. Me parecía que estaba en el medio, molestando, que no querías ni verme.
–Tal vez era así cuando estaba tan deprimida, pero la soledad lo empeoró todo –reconoció britt, con un nudo en la garganta–. Tenía horribles pesadillas todas las noches…

Santana hizo una mueca.
–Nunca me lo contaste.
–Eran unos sueños tan enloquecidos que no me atrevía a hablar de ellos en voz alta. Temía estar perdiendo la cabeza…
britt le contó esa pesadilla en la que buscaba frenéticamente a su hijo, al que no era capaz de encontrar, y santana la apretó contra su corazón, entristecido.
–Si me lo hubieras contado… Cuando te fuiste a la otra habitación lo tomé como un rechazo, pero sólo estabas pasando por un proceso de luto. Los dos lo hacíamos, pero de manera diferente –Santana sacudió la cabeza–. Yo no sabía qué decir porque me sentía tan culpable…

–¿Y kitty te hizo sentir mejor? –le preguntó britt abruptamente. santana hizo una mueca.
–No, mucho peor. Tengo que enseñarte la carta que le dejó a su abogado para mí. Allí explica por qué no me dijo nada sobre Lili.
Ella frunció el ceño, pensativa.
–¿Por qué te acostaste con ella… sólo porque era muy guapa? Santana se encogió de hombros. –Cuando me dejaste, para mí fue un rechazo insoportable. kitty siempre había dejado claro que seguía interesada en mí… y tú no lo estabas. Ésa fue la atracción.

Esa verdad le rompió el corazón porque incluso rota de dolor había seguido queriendo a Sander, pero no había sido capaz de demostrárselo.
–¿Y por qué no te contó que estaba embarazada?
–kitty tenía su orgullo también. Por la mañana me preguntó si seguía enamorada de ti y yo no pude mentirle.
brittanyy se quedó helada por esa respuesta. ¿Enamorada de ella?
–Por eso no me contó lo de Lili –siguió Santana–. Sólo decidió contármelo cuando supo que estaba al borde de la muerte, porque sabía que la niña iba a necesitar un padre.
–A ver si lo entiendo… –empezó a decir brittany–. ¿Estás diciendo que estabas enamorada de mí mientras vivíamos en Francia?
santana asintió con la cabeza.
–Pero no me di cuenta de lo importante que eras para mí hasta que me dejaste –admitió–.kitty me hizo mucho daño cuando era muy joven y juré no  enamorarme nunca…
–Sí, eso ya lo había imaginado.
–Pensé que el amor hacía débil y vulnerable a una mujer –le confesó Santana–. Yo no quería enamorarme de ti y no sabía que lo hubiera hecho, si quieres que te sea sincera. Pero, de alguna forma, te habías convertido en parte integral de mi vida, de mi felicidad, pero sólo me di cuenta cuando te fuiste. No podía soportar la vida sin ti.
–Oh, Santana… –murmuró brittany, con los ojos llenos de lágrimas–. Si me quieres, nunca tendrás que vivir sin mí. De hecho, creo que vas a tener que quedarte conmigo para siempre.
–Para siempre suena estupendo –dijo ella, abrazándola con tal fuerza que pensó que iba a aplastarle alguna costilla.
–Ten cuidado…
–Perdona –Santana se apartó un poco, riendo–. Te quiero para siempre, britt. Pero me quedé tan sorprendido cuando descubrí la existencia de Lili… pensé que no me perdonarías.
–Tuve que buscar en mi alma para aceptarlo, pero creo que estoy empezando a quererla.

La pobre nos necesita a los dos. –Eres tan generosa… –tenía la voz cargada de emoción y cuando brittany levantó la mirada vio que sus ojos se habían empañado–. Con Lili sobre todo. Y eso ha hecho que te quiera aún más y que aprecie haberme casado con una mujer verdaderamente especial.

Y ahora que vamos a tener un hijo, mi felicidad es completa.
Aquel entusiasmo emocionó profundamente a brittany, que parpadeó para controlar las lágrimas, agradeciéndole al Cielo que a pesar de todo lo que había ocurrido hubieran vuelto a encontrarse milagrosamente y con un amor más profundo y fuerte que antes.

–Te quiero tanto que me duele –le confesó.
–Lo que a mí me duele es estar sin ti –dijo Santana, con la convicción de un hombre que había sufrido y no tenía intención de volver a pasar por ello–. Puede que llegue un poco tarde a esto del amor, pero te valoro mucho y sé lo maravillosa que eres.
–¿No te parece que el dormitorio está demasiado tranquilo? –bromeó brittany, tirando de su corbata.
–¿Ya no vas a rechazarme?
–Sólo fue un beso –dijo ella–. Una señora tiene derecho a cambiar de opinión, y jamás pensé que te echarías atrás. ¿Qué ha sido de la famosa determinación de los Lopez?

Santana la miró con una sonrisa de lobo antes de buscar su boca en un beso que la hizo temblar. –Deja que te demuestre esa determinación, ma bella. Dieciocho meses después, britt salió al porche con una bandeja de limonada y galletas para los niños.

Santana observaba a Lili conduciendo su cochecito de juguete por el jardín mientras su hijo, Timon, gateaba tras ella con la famosa determinación de los Lopez.

–Tenemos que comprar otro cochecito –sugirió Santana mientras los dos niños volvían al porche en busca de galletas– antes de que empiecen a pelearse por él. Con casi dos años, Lili era una niña delgadita, de sedosos rizos oscuros y enormes ojos castaños. brittany la había adoptado oficialmente meses antes, en uno de los momentos más felices de su vida.

La pareja dividía su tiempo entre NEW yORK y la casa del sur de Francia. Y, afortunadamente, gracias al sol y al yodo del mar, el eccema de Lili se había curado del todo.

Con una galleta en la mano, la niña apoyó la carita en la rodilla de brittany.

Estaba muy apegada a su madre adoptiva, como BRITTANy a ella. Poco antes de que Timon naciera, britt había leído la carta que kitty había dejado para Satana antes de morir y lloró de pena sabiendo que algún día, cuando Lili tuviese edad para entender lo que había pasado, tendría que dársela.

Los dos niños eran muy diferentes. Lili era nerviosa y desconfiaba de los extraños, aunque mucho menos que cuando era más pequeña. Timon, sin embargo, era todo lo  contrario, un niño seguro de sí mismo que no tenía miedo de nada y tan independiente como su madre.

A veces, britt sentía que necesitaría cuatro pares de ojos para vigilarlo porque siempre andaba gateando de un sitio a otro, y agradecía enormemente el apoyo de la niñera, sin la que sería imposible vivir tranquila. Los padres de su esposa estaban locos por él, pero britt sabía que la
madre de Santana seguía queriendo una nieta. Tal vez en un año o dos podría considerar la idea de intentarlo de nuevo…

Mientras tanto, sus dos hijos eran más que suficiente para llenar su vida. El embarazo había sido un momento de inquietud para Santana y para ella porque, a pesar de contar con todo lo necesario para evitar problemas, los dos estaban secretamente preocupados por el momento del parto.

Santana la había tratado como si fuera de porcelana durante esos nueve meses y la felicidad con la que recibieron la llegada de Timon era un testimonio claro del amor que compartían.

Susan seguía trabajando en la boutique, un trabajo para el que parecía haber nacido, y unos grandes almacenes estaban interesados en contratarla. Su madre adoraba el mundo de la moda y viajar a las pasarelas internaciones… por no hablar de los descuentos que conseguía en las mejores marcas. Estaba a punto de comprar su propio apartamento y un día anunció que, por el momento, había perdido el interés por los hombres. britt creía que, sencillamente, estaba disfrutando de su nueva independencia y estaba encantada al verla tan feliz.
Binkie, que se había retirado, los visitaba a menudo porque, además, su nieta era la niñera de Timon y Lili. Pero el mayor cambio en la vida de Santana y brittany era el contacto conMichael Pierce, su mujer, Ariadne, y su hija Sugar.

Cuando acudieron al cumpleaños de MICHAEL el año anterior, en londres, britt conoció a parientes a los que no había visto en su vida. La mujer de su padre los había recibido con los brazos abiertos y britt estaba encantada de su nueva relación con sugar, que por fin la trataba como si fuera una hermana.

Su empresa de decoración funcionaba a las mil maravillas y Sam Evnas había consentido por fin que Santana comprase su parte del negocio. sam estaba saliendo últimamente con una modelo italiana y, si había que creer los rumores que publicaban las revistas, era una relación seria.
Cuando la niñera se llevó a los niños al interior de la casa para bañarlos, Santana tomó a
britt de la mano y la sentó sobre sus rodillas, acariciando su cabello.
–¿Te han dicho alguna vez que tienes un pelo muy sexy?
–Puede que sí. Tal vez por eso ya no me lo aliso –respondió ella, con los ojos brillantes–. Qué gusto más raro tienes…
Riendo, santana la besó con innegable ansia, deslizando una mano por el interior de sus muslos.
–Santana… –lo reprendió.
–Te quiero, señora Lopez, y creo que te quiero más cada día. No sabía que tener una  familia pudiera ser tan maravilloso.
brittany lo miró, burlona.
–Entonces, es que tardas mucho en aprender.
Con un brillo de amor en sus ojos, Santana se levantó para tomarla por la cintura con manos posesivas y la besó hasta tenerla rendida. Se abrazaban como si fueran imanes, el placer que encontraba el uno en el otro embriagador…
......FIN............

Ohhh que lindo oye no hay epilogo gracias por este fic esperamos el otro

gracias mil!! gracias ya tu hiciste tu parte que fue entretenermos por mucho tiempo es la nuestra de agradecerte por está increible historia:D

gracias y mil veces gracias, excelente final para una excelente historia, espero un hasta pronto!!!!!!!

Gracias por compartir esta historia, se te pasó cambiar algunas palabras y algunas partes, pero en general la historia es buena Muchas gracias por compartirla, espero vuelvas pronto saludos

holap,...

me gusto la historia,.. lastima que no pude comentar los últimos capítulos!!!
me encanta que hayan terminado juntas!!!
gracias por compartir la historia!!!

nos vemos!!!