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[Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
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Página 2 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Wooooooooooooooow una pelea por Brittany aunque no sabemos si es porque Santana esta celosa de Sam o solo actúa como la "hermana" mayor de Britt y trata de protegerla
Espero que sea la primera, nos leemos despues
cuidate, saludos y disfruta del capitulo "A Wedding"
Espero que sea la primera, nos leemos despues
cuidate, saludos y disfruta del capitulo "A Wedding"
Daniela Gutierrez***** - Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 03/07/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
bueno estoy algo confundida con los ultimos acontecimientos, britt es una rebelde y santana aunque sabe que tiene una novia traidora sigue con ella, bueno, supongo me aclarare con el paso de los capitulos!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
holap morra,...
mmm me parece que es mas pesado para san ser la hermana mayor de britt,...
que le pegue a sam que le pegue a sam,.. jajajaja
nos vemos!!!
mmm me parece que es mas pesado para san ser la hermana mayor de britt,...
que le pegue a sam que le pegue a sam,.. jajajaja
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Otro, otro!!!!!!!!
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Sabes? Sam no me agrada, nunca en la vid a lo hará, él es TAN estúpido!
Hola Hola (Ya se debí ponerlo antes xD)
Mi mamá quiere que entre a la Universidad, pero yo solo quiero irme de mochilera, casarme con un viejito que esté casi muerto & me deje toda su herencia xD ok no!
PD: Pues aquí Hasta el proximo viernes pasan los caps de Glee... no los veo Online...
PD2: no se si antes lo había dicho pero...
1. ¿Cómo te llamas?
2. ¿De donde eres?
3. ¿Qué edad tienes?
4. ¿ Quieres ser mi amiga? Ok no muy forever alone no? ._.
Esperando los próximos caps *-------* me tienes enamorada :3
Es una gran adaptación!
Te amo por tus Buenas historias, pero solo por eso no te hagas ilusiones! Jaja xD
Apúrate ya que quiero leer!!!!
Hola Hola (Ya se debí ponerlo antes xD)
Mi mamá quiere que entre a la Universidad, pero yo solo quiero irme de mochilera, casarme con un viejito que esté casi muerto & me deje toda su herencia xD ok no!
PD: Pues aquí Hasta el proximo viernes pasan los caps de Glee... no los veo Online...
PD2: no se si antes lo había dicho pero...
1. ¿Cómo te llamas?
2. ¿De donde eres?
3. ¿Qué edad tienes?
4. ¿ Quieres ser mi amiga? Ok no muy forever alone no? ._.
Esperando los próximos caps *-------* me tienes enamorada :3
Es una gran adaptación!
Te amo por tus Buenas historias, pero solo por eso no te hagas ilusiones! Jaja xD
Apúrate ya que quiero leer!!!!
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Dios dios siguelo por favor, me encantaaa
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Daniela Gutierrez escribió:Wooooooooooooooow una pelea por Brittany aunque no sabemos si es porque Santana esta celosa de Sam o solo actúa como la "hermana" mayor de Britt y trata de protegerla
Espero que sea la primera, nos leemos despues
cuidate, saludos y disfruta del capitulo "A Wedding"
Hola, mmm interesante pregunta, pero lo que importa (algo bueno ai que sacar no¿?) esk san defendio a britt =D. Jajajajaj tu igua! =O lo viste¿? jaajajaj estuvo tan lindo!!! Saludos =D
micky morales escribió:bueno estoy algo confundida con los ultimos acontecimientos, britt es una rebelde y santana aunque sabe que tiene una novia traidora sigue con ella, bueno, supongo me aclarare con el paso de los capitulos!
Hola, mmm sip una rebelde, por la muerte de su papá...y por san pude ser no¿? Mmm sip san mmm sera que solo usaba a dani x eso no le importaba mucho¿? Esperemos y este cap diga algo mas. Saludos =D
3:) escribió:holap morra,...
mmm me parece que es mas pesado para san ser la hermana mayor de britt,...
que le pegue a sam que le pegue a sam,.. jajajaja
nos vemos!!!
Hola lu, ajajajajajaj mmmm... sera que ai otras intensiones ai¿? jajajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:Otro, otro!!!!!!!!
Hola, jajajaajaj bnnbnbbn aki el segundo! Saludos =D
Elita escribió:Sabes? Sam no me agrada, nunca en la vid a lo hará, él es TAN estúpido!
Hola Hola (Ya se debí ponerlo antes xD)
Mi mamá quiere que entre a la Universidad, pero yo solo quiero irme de mochilera, casarme con un viejito que esté casi muerto & me deje toda su herencia xD ok no!
PD: Pues aquí Hasta el proximo viernes pasan los caps de Glee... no los veo Online...
PD2: no se si antes lo había dicho pero...
1. ¿Cómo te llamas?
2. ¿De donde eres?
3. ¿Qué edad tienes?
4. ¿ Quieres ser mi amiga? Ok no muy forever alone no? ._.
Esperando los próximos caps *-------* me tienes enamorada :3
Es una gran adaptación!
Te amo por tus Buenas historias, pero solo por eso no te hagas ilusiones! Jaja xD
Apúrate ya que quiero leer!!!!
Hola, mmm nop, a mi tampoco, y no creo que lo haga tampoco ¬¬. Jajajajaajaj xD. JJAajajajajajaajajajajajajajaajajajaj XD sip los papás siempre quieren que estudiemos, lo cual es bueno, pero son aburridos xD... , pero podrías estudiar mientras encuentras al viejito no¿?
Pd:Si! ajajaj xfin! =O yo solo veo donde aparece brittana xD jaajajaj, pero ojala vuelva el tiempo y la inspiración =D
Pd2: 1.-Mmmmm jajajaajaj difícil pregunta =P mmmm inventa uno y ese sera jaajajaj.
2.-Chile
3.-23
4.- Jajajajajajajajajajaj me dio risa tu comentario xD jajaajajaja "Ok no muy forever alone no" jajajajaajaj si
Cuanta pregunta no jaajajajaj xD, a todas ellas va un y tu¿?
Biien no tendras que esperar mucho, aquí el siguiente cap! Jajajjaja es el efecto que causo en las personas jajajaajaj. Jajajajaj gracias! JAjaajajajajaajajaj repito es el efecto que causo en las... espera las adaptaciones son mias asik me amas a mi!.... Es el efecto que causo en las personas
JAjaajjaajajaj siisisis, aquí el segundo cap! Saludos =D
Sanny25 escribió:Dios dios siguelo por favor, me encantaaa
Hola, jajaajaj isissi, aquí el siguiente cap! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap 4
Capitulo 4
Mientras me inclinaba sobre el inodoro, expulsando todo el vino y los aperitivos que había consumido mientras ahogaba mis penas, suspiré para mis adentros por el patético estado de mi vida amorosa.
¡Qué repulsiva, desafortunada y miserable era!
Un tipo que me ponía los cuernos y una tipa que solo me veía como una hermana pequeña.
¡Qué asco de vida!
Una vez que terminé de vomitar, me dirigí al lavabo y me apoyé en él con las dos manos al tiempo que me miraba jadeante en el espejo, esperando a tener fuerzas para salpicarme la cara con un poco de agua.
Santana dio un golpe en la puerta antes de irrumpir en el pequeño espacio con aire peligroso. Muy diferente al mío, que resultaba patético. La manera en que fruncía el ceño me indicó que no estaba precisamente contenta conmigo. Pero a pesar de lo que podía estar opinando, no me soltó un sermón ni me dijo una palabra airada, solo tomó algunas toallas de papel, las mojó y me las puso sobre la cara.
—Sostenlas. Ahora vuelvo.
—¿Y Sam?—pregunté con un hilo de voz desde detrás del papel.
—Se ha largado. Ese imbécil de mierda no volverá a darte el coñazo.
Escuché que sus pasos se alejaban y el clic de la puerta al cerrarse. Gemí de frustración y traté de respirar, deseando poder ocultarme en un rincón donde lamer mis heridas en privado. Aparté la toalla de la cara y miré a mí alrededor. Llegué a considerar saltar por la ventana para escapar.
¿Cómo iba a ser capaz de enfrentarme a Santana después de aquella debacle?
Decir que estaba avergonzada no llegaba para definir lo que sentía.
—Esta noche vas a salir por la puerta, cariño, y no por la maldita ventana.
Giré la cabeza y vi que había regresado con un vaso de agua. Seguía teniendo el ceño fruncido.
—No pensaba hacerlo—repuse con timidez, mortificada al saber que se había dado cuenta de mi humillación como si fuera el titular de un periódico.
—Sin embargo, estabas pensándolo—me puso el vaso en los labios—Aquí tienes. Da sorbos pequeños—sus atenciones me abrumaron hasta tal punto que tuve que cerrar los ojos. Sencillamente no podía mirarla y mantener mi entereza. Bebí el agua y dejé que me atendiera. Fue egoísta por mi parte, lo sé—¿Mejor?
Me preguntó con aquel tono bajo que conocía desde hacía más tiempo del que podía recordar.
Me encantaba el sonido de su voz, siempre había sido así.
Su tono, su cadencia... me resultaban hermosos.
Seria, pero suave.
Amable, pero firme y convincente.
Asentí con debilidad, deseando que el suelo se abriera y me tragara para que ella no me viera en aquel lamentable estado.
¿Por qué lo hacía?
¿No debería estar ocupada con Dani, tratando de olvidar sus penurias militares?
—¿Por qué estás aquí, Santana?
Hizo caso omiso a mi pregunta, limitándose a fruncir el ceño.
—Vamos a marcharnos. Ya no tienes nada que hacer aquí esta noche.
Luego me puso la mano con firmeza en la parte baja de la espalda y me condujo fuera del pub, haciéndose cargo por completo de la situación. Yo estaba demasiado débil como para negarme o discutir y, de todas maneras, me encantaba sentir sus manos sobre mí. Incluso aunque solo estuviera ejerciendo de hermana mayor preocupada, esa noche pensaba disfrutar de todo lo que se me ofreciera.
Tener un poco de Santana era mejor que no tener nada.
No soy estúpida.
Apoyé la cabeza en el cristal de la ventanilla de su coche, agradeciendo el frío contacto del vidrio con la esperanza de que eso aliviara mi malestar. Sin embargo no resultó muy eficaz porque podía oler la exquisitez que tenía al lado. Ella solo conducía en silencio. De todas maneras, no era una mujer habladora; solo tomaba la palabra si tenía algo que decir. Yo tenía la sensación de que quería decirme algo, pero la situación se había vuelto tan incómoda entre nosotras que seguramente no sabía por dónde empezar.
A mí no me importaba.
Me sentía un desastre total y absoluto.
Bueno, en realidad era un desastre total y absoluto.
Fui yo la que ofrecí la rama de olivo.
—L-lamento ha-haberte arruina-ado la noche... con Dani.
Ella resopló.
—Esta noche no estaba ahí para ver a Dani—explicó al tiempo que sacudía la cabeza.
¿No había ido por eso?
Eso era algo nuevo para mí.
A pesar de que esas palabras hacían renacer mis esperanzas, me obligué a sosegar mi corazón.
—Así que no estabas ahí para ver a Dani—repetí lo que ella había dicho de una manera lenta y deliberada, con una nota de sarcasmo en mi tono que insinuaba la pregunta que no llegué a pronunciar en voz alta, ¿por qué demonios estabas ahí, Santana?
—No, no estaba por eso—me miró con expresión neutra.
Era evidente que no iba a contarme qué hacía ahí y esa certeza me irritó un poco.
—Así que ya sabes lo que hace Dani. Explícame entonces, ¿por qué sigues con ella? Te engaña con otras personas desde el mismo momento en que te largas. Es una fresca. Te ha puesto los cuernos todas y cada una de las veces que te has marchado. Ella no te ama como yo... como... como debería amarte.
¡Vaya!
El silencio en el coche resultó ensordecedor.
—Ya no salgo con Dani. No volveré a salir con ella.
—Lo hacías cuando regresaste. Te vi con ella más de una vez.
Ella entrecerró los ojos.
—Sí, pero ya no lo hago, Brittany—repitió con sequedad.
—¿En serio?—no era capaz de decir mucho más; estaba demasiado sorprendida por su declaración.
¿Santana y Dani habían terminado?
Si no estuviera sentada en un coche y me sintiera mejor, podría haberme puesto a dar saltos de alegría o a bailar una jiga, pero la cabeza continuaba palpitándome y seguía teniendo el estómago revuelto.
—De veras, no hay nada entre nosotras—respondió—Conozco su comportamiento desde hace mucho tiempo, y ya no importa lo que hiciera mientras estaba lejos—me miró de soslayo y al momento volvió la vista hacia la carretera—Solo estábamos usándonos la una a la otra desde el principio.
¿Solo estaban usándose desde el principio?
Fenomenal.
Imaginar que aquella idiota podía haber disfrutado de cinco minutos de atenciones de Santana me volvía loca de celos.
Por mi mente desfilaron imágenes de ella y Dani haciendo el amor, tocándose, besándose apasionadamente... y no puede contener un gemido contra la fría ventanilla del coche.
—Ah... no lo sabía.
—Bueno, ahora ya lo sabes.
Pero aquellos celos insanos no eran lo único que sentía. También tenía que luchar contra el violento impulso de volver a vomitar.
—¡Para el coche!—me las arreglé para farfullar.
En esta ocasión no fueron más que arcadas y una gran cantidad de náuseas que me hicieron sentir mortificada. Ahora solo tenía en el estómago los sorbos de agua que había tomado.
Santana no dijo nada cuando terminé. Se mantuvo en silencio mientras ponía de nuevo el coche en marcha y nos conducía muy lejos de ahí.
Cerré los ojos y dejé que ella se ocupara de todo mientras me permitía esperar que aquello solo fuera una pesadilla de la que acabaría despertando. Ya me enfrentaría por la mañana al ridículo que había hecho frente a Santana esa noche.
Me hubiera gustado que todo hubiera sido un sueño... porque mi pobre corazón ya no podía con más.
¡Qué repulsiva, desafortunada y miserable era!
Un tipo que me ponía los cuernos y una tipa que solo me veía como una hermana pequeña.
¡Qué asco de vida!
Una vez que terminé de vomitar, me dirigí al lavabo y me apoyé en él con las dos manos al tiempo que me miraba jadeante en el espejo, esperando a tener fuerzas para salpicarme la cara con un poco de agua.
Santana dio un golpe en la puerta antes de irrumpir en el pequeño espacio con aire peligroso. Muy diferente al mío, que resultaba patético. La manera en que fruncía el ceño me indicó que no estaba precisamente contenta conmigo. Pero a pesar de lo que podía estar opinando, no me soltó un sermón ni me dijo una palabra airada, solo tomó algunas toallas de papel, las mojó y me las puso sobre la cara.
—Sostenlas. Ahora vuelvo.
—¿Y Sam?—pregunté con un hilo de voz desde detrás del papel.
—Se ha largado. Ese imbécil de mierda no volverá a darte el coñazo.
Escuché que sus pasos se alejaban y el clic de la puerta al cerrarse. Gemí de frustración y traté de respirar, deseando poder ocultarme en un rincón donde lamer mis heridas en privado. Aparté la toalla de la cara y miré a mí alrededor. Llegué a considerar saltar por la ventana para escapar.
¿Cómo iba a ser capaz de enfrentarme a Santana después de aquella debacle?
Decir que estaba avergonzada no llegaba para definir lo que sentía.
—Esta noche vas a salir por la puerta, cariño, y no por la maldita ventana.
Giré la cabeza y vi que había regresado con un vaso de agua. Seguía teniendo el ceño fruncido.
—No pensaba hacerlo—repuse con timidez, mortificada al saber que se había dado cuenta de mi humillación como si fuera el titular de un periódico.
—Sin embargo, estabas pensándolo—me puso el vaso en los labios—Aquí tienes. Da sorbos pequeños—sus atenciones me abrumaron hasta tal punto que tuve que cerrar los ojos. Sencillamente no podía mirarla y mantener mi entereza. Bebí el agua y dejé que me atendiera. Fue egoísta por mi parte, lo sé—¿Mejor?
Me preguntó con aquel tono bajo que conocía desde hacía más tiempo del que podía recordar.
Me encantaba el sonido de su voz, siempre había sido así.
Su tono, su cadencia... me resultaban hermosos.
Seria, pero suave.
Amable, pero firme y convincente.
Asentí con debilidad, deseando que el suelo se abriera y me tragara para que ella no me viera en aquel lamentable estado.
¿Por qué lo hacía?
¿No debería estar ocupada con Dani, tratando de olvidar sus penurias militares?
—¿Por qué estás aquí, Santana?
Hizo caso omiso a mi pregunta, limitándose a fruncir el ceño.
—Vamos a marcharnos. Ya no tienes nada que hacer aquí esta noche.
Luego me puso la mano con firmeza en la parte baja de la espalda y me condujo fuera del pub, haciéndose cargo por completo de la situación. Yo estaba demasiado débil como para negarme o discutir y, de todas maneras, me encantaba sentir sus manos sobre mí. Incluso aunque solo estuviera ejerciendo de hermana mayor preocupada, esa noche pensaba disfrutar de todo lo que se me ofreciera.
Tener un poco de Santana era mejor que no tener nada.
No soy estúpida.
Apoyé la cabeza en el cristal de la ventanilla de su coche, agradeciendo el frío contacto del vidrio con la esperanza de que eso aliviara mi malestar. Sin embargo no resultó muy eficaz porque podía oler la exquisitez que tenía al lado. Ella solo conducía en silencio. De todas maneras, no era una mujer habladora; solo tomaba la palabra si tenía algo que decir. Yo tenía la sensación de que quería decirme algo, pero la situación se había vuelto tan incómoda entre nosotras que seguramente no sabía por dónde empezar.
A mí no me importaba.
Me sentía un desastre total y absoluto.
Bueno, en realidad era un desastre total y absoluto.
Fui yo la que ofrecí la rama de olivo.
—L-lamento ha-haberte arruina-ado la noche... con Dani.
Ella resopló.
—Esta noche no estaba ahí para ver a Dani—explicó al tiempo que sacudía la cabeza.
¿No había ido por eso?
Eso era algo nuevo para mí.
A pesar de que esas palabras hacían renacer mis esperanzas, me obligué a sosegar mi corazón.
—Así que no estabas ahí para ver a Dani—repetí lo que ella había dicho de una manera lenta y deliberada, con una nota de sarcasmo en mi tono que insinuaba la pregunta que no llegué a pronunciar en voz alta, ¿por qué demonios estabas ahí, Santana?
—No, no estaba por eso—me miró con expresión neutra.
Era evidente que no iba a contarme qué hacía ahí y esa certeza me irritó un poco.
—Así que ya sabes lo que hace Dani. Explícame entonces, ¿por qué sigues con ella? Te engaña con otras personas desde el mismo momento en que te largas. Es una fresca. Te ha puesto los cuernos todas y cada una de las veces que te has marchado. Ella no te ama como yo... como... como debería amarte.
¡Vaya!
El silencio en el coche resultó ensordecedor.
—Ya no salgo con Dani. No volveré a salir con ella.
—Lo hacías cuando regresaste. Te vi con ella más de una vez.
Ella entrecerró los ojos.
—Sí, pero ya no lo hago, Brittany—repitió con sequedad.
—¿En serio?—no era capaz de decir mucho más; estaba demasiado sorprendida por su declaración.
¿Santana y Dani habían terminado?
Si no estuviera sentada en un coche y me sintiera mejor, podría haberme puesto a dar saltos de alegría o a bailar una jiga, pero la cabeza continuaba palpitándome y seguía teniendo el estómago revuelto.
—De veras, no hay nada entre nosotras—respondió—Conozco su comportamiento desde hace mucho tiempo, y ya no importa lo que hiciera mientras estaba lejos—me miró de soslayo y al momento volvió la vista hacia la carretera—Solo estábamos usándonos la una a la otra desde el principio.
¿Solo estaban usándose desde el principio?
Fenomenal.
Imaginar que aquella idiota podía haber disfrutado de cinco minutos de atenciones de Santana me volvía loca de celos.
Por mi mente desfilaron imágenes de ella y Dani haciendo el amor, tocándose, besándose apasionadamente... y no puede contener un gemido contra la fría ventanilla del coche.
—Ah... no lo sabía.
—Bueno, ahora ya lo sabes.
Pero aquellos celos insanos no eran lo único que sentía. También tenía que luchar contra el violento impulso de volver a vomitar.
—¡Para el coche!—me las arreglé para farfullar.
En esta ocasión no fueron más que arcadas y una gran cantidad de náuseas que me hicieron sentir mortificada. Ahora solo tenía en el estómago los sorbos de agua que había tomado.
Santana no dijo nada cuando terminé. Se mantuvo en silencio mientras ponía de nuevo el coche en marcha y nos conducía muy lejos de ahí.
Cerré los ojos y dejé que ella se ocupara de todo mientras me permitía esperar que aquello solo fuera una pesadilla de la que acabaría despertando. Ya me enfrentaría por la mañana al ridículo que había hecho frente a Santana esa noche.
Me hubiera gustado que todo hubiera sido un sueño... porque mi pobre corazón ya no podía con más.
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2/3
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Que habra querido decir San cuando dijo que su relacion de Dani simplemente desde el principio se usaban?? Gracias a dios que ya no esta con Dani
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Gracias a dios, no me gustaba Dani desde un principio. Actualiza pronto,plissssss
JanethValenciaaf********- - Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 20/01/2015
Edad : 25
Re: FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap 4
holaaaa
me encanta, me encanta, me encanta...sobre todo porque en historias asi hay mucho drama y yo amo el drama y la lloradera...
Dani me cae super mal y la pobre ni a salido del todo de lo que va del fic jaja xD
pd: es dificil actualizar con la universidad pisandote los tobillos todos los dias, pero no lo dejare.
saludos :) cuidate
esperare pacientemente la actu!!
me encanta, me encanta, me encanta...sobre todo porque en historias asi hay mucho drama y yo amo el drama y la lloradera...
Dani me cae super mal y la pobre ni a salido del todo de lo que va del fic jaja xD
pd: es dificil actualizar con la universidad pisandote los tobillos todos los dias, pero no lo dejare.
saludos :) cuidate
esperare pacientemente la actu!!
fanybeaHEYA***** - Mensajes : 208
Fecha de inscripción : 04/03/2014
Edad : 29
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Sanny25 escribió:Que habra querido decir San cuando dijo que su relacion de Dani simplemente desde el principio se usaban?? Gracias a dios que ya no esta con Dani
Hola, mmm dichos ocultos dices tu¿? mmm, esperemos y este cap nos responda algo no¿? jajaaj. SI! menos mal, xq tiene que estar con britt! Saludos =D
JanethValenciaaf escribió:Gracias a dios, no me gustaba Dani desde un principio. Actualiza pronto,plissssss
Hola, jajaajaj esk era obvio, san tiene que estar con britt asi es la cosa! jaajajajaj. Aquí el otro cap! Saludos =D
fanybeaHEYA escribió:holaaaa
me encanta, me encanta, me encanta...sobre todo porque en historias asi hay mucho drama y yo amo el drama y la lloradera...
Dani me cae super mal y la pobre ni a salido del todo de lo que va del fic jaja xD
pd: es dificil actualizar con la universidad pisandote los tobillos todos los dias, pero no lo dejare.
saludos :) cuidate
esperare pacientemente la actu!!
Hola, jajajajaajajajaja xD suele ocurrir no¿? jajaajajajj. Jajajajajajaajajajajajaj tienes toda al razón XD pero le pasa por estar con san xD jaajajajaj. Saludos =D
Pd: mmm sip te entiendo =/ insisto malditos estudios, pero necesarios ¬¬. =O esa es buena noticia! Igual! Aquí el siguiente cap!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap 5
Capitulo 5
Podía olerla de nuevo.
El aroma que llenaba mis fosas nasales era tan maravilloso que no quería abandonar aquel hermoso sueño perfumado con la esencia de Santana.
Abrí los ojos y vi la oscuridad, el desconocido entorno... y a ella.
Santana estaba tumbada de lado junto a mí en la cama y me miraba. Bueno, lo cierto es que estaba en su cama.
—Despierta, despierta...—me decía bajito con una sonrisa, a pocos centímetros de mí.
Me giré hacia el otro lado y me encontré con el parpadeante resplandor del despertador. 00:45 a.m.
—¿E-estoy en tu p-piso? Mi mamá va a...
—Tranquila, todo está bien—me interrumpió al instante—Ya he llamado a tu casa y he hablado con tu mamá. Sabe que estás aquí conmigo, puedes relajarte. ¿Qué tal estás? ¿Mejor?
Me llevé las manos a la cabeza y me la froté. Cuando me senté en la cama, que olía deliciosamente a Santana, me di cuenta de que había perdido el vestido en algún momento. Solo me cubrían las braguitas y el sujetador.
Giré la cabeza para mirarla en la habitación en sombras.
—¿Me has desnudado tú?—no quería imaginarme la escena, y de nuevo me sentí molesta con ella.
¡Maldición!
Si de algo estaba segura era de que, si Santana me desvestía, quería estar despierta para no perderme ni un detalle.
Ella asintió con la cabeza y luego me tumbó gentilmente donde estaba cuando abrí los ojos. Me acomodé y me concentré en ella. Decidí esperar a que se explicara. No era necesario que comenzara a balbucear un montón de tonterías.
—Te quedaste profundamente dormida después de vomitar por segunda vez, así que te traje aquí. Cuando te acosté, noté que tenías el vestido manchado de... er... vómito, así que te lo quité—tenía que creer lo que me decía, porque no apartó los ojos de los míos ni un solo instante durante el tiempo que duró aquella torpe explicación. Pero lo que contaba me hizo sentir tan avergonzada que no podía moverme ni hablar. Mi mortificación me paralizó hasta tal punto, que solo pude hacer una cosa: llorar. Lo hice en silencio, pero las lágrimas resultaron imparables una vez que comenzaron a caer. Mientras lloraba no pude apartar la mirada de ella—No llores, cariño, soy yo—movió la mano y me limpió las lágrimas con el pulgar. Yo me limité a mirarla mientras seguía llorando. No podía apartar la vista ni detener el llanto—¿Me estás tomando el pelo?—añadió—Tengo que verte dormir en bragas en mi cama, debería ser yo la que estuviera llorando... de agradecimiento.
—No me tomes el pelo tú a mí. Por favor, no lo hagas—gemí mientras me apoyaba en la mano. Odié la manera en que sonó mi voz, pero estaba sobrepasada por la situación. Es surrealista. Estoy casi desnuda en la cama de Santana después de haber vomitado dos veces y haber caído casi en coma. Me cubrí la boca con la mano—Debo oler fatal... Y-y necesito un poco de agua, beber algo.
Ella me ayudó a sentarme de nuevo y me tendió el vaso que había en la mesilla de noche con dos pastillas de Nurofen. Me sentí absolutamente impresionada por su previsión, y también por la calma absoluta con la que se tomaba aquella absurda situación. No dijo nada mientras ingerí las píldoras con un sorbo de agua.
Me observó con aquella intensa expresión suya. No podía imaginar qué pensaba ella sobre todo lo que habíamos dicho y hecho desde que entró en el pub.
Las sábanas se deslizaron hasta dejar al descubierto mi cintura, exponiendo un sujetador de color azul claro y la parte superior de mi cuerpo para que la viera a placer.
¡Oh! Y lo hizo.
Los ojos de Santana vagaron por mi piel hasta que volvieron a buscar los míos, sosteniéndome la mirada. Era imposible saber qué estaba pensando en aquel momento tan extraño. No podía decir nada, y me encontraba en completa desventaja ante ella.
¿Sentía repulsión por lo que veía?
¿Se sentía excitada porque estaba desnuda en su cama?
¿Una soldado de permiso, una mujer ardiente, que necesitaba a otra mujer?
Y llegados a este punto, ¿me veía como una mujer o solo era una responsabilidad?
¿Quién podía responder a esas preguntas?
Yo, desde luego, no era capaz.
Para empezar, ¿por qué me había recogido y llevado a su departamento?
—Te puedo asegurar que no hueles fatal, y que eres la borracha más bonita que he tenido el placer de oler en mi cama—olisqueó el aire en mi dirección—¿Eau de Cabernet?
—No te rías, San—le pedí de manera lastimosa.
—Lo siento, ha sido un chiste malo—me rozó la mejilla con el pulgar—Te prometo que voy a portar bien—movió de nuevo los dedos y secó el resto de mis lágrimas antes de quitar el vaso de mi mano y mirarme de nuevo.
Tuve que hacer acopio de coraje para preguntarle de qué iba todo aquello.
Tenía que saber o acabaría volviéndome loca.
—¿Qué es lo que ha ocurrido esta noche, Santana?
Ella meneó la cabeza muy despacio.
—Estoy aterrorizada de que estés realmente aquí, Britt—volvió a alargar la mano hasta que entrelazó sus dedos con los míos, quedando suspendidos entre nosotras—Casi no puedo creerlo...—susurró. Permaneció en silencio durante un minuto, mirando nuestras manos unidas antes de levantar la vista y hablar de nuevo—No has respondido a la pregunta que te hice en el pub, ¿sabes?
Solté un grito ahogado y sacudí la cabeza al tiempo que tiraba de mi mano para soltarla de la de ella.
—No, eso fue una estupidez. No quise decir...
Mis esfuerzos para resistirme fueron completamente inútiles porque Santana no los tuvo en cuenta.
Volvió a sujetar mi mano.
—Dime, Brittany. ¿A quién quieres y crees que no puedes tener?—su voz era fluida y suave, pero dura como el acero.
Todo a la vez.
No podía mentirle.
No cuando me lo preguntaba así, cara a cara.
La tensión entre nosotras era casi palpable, nos había dejado en carne viva, nada podía detener la hemorragia que manaba de mi corazón, que se desangraba sobre las sábanas de la cama de Santana.
—A ti—musité, segura de que mi mundo estaba a punto de convertirse en un caos, ahora que había dicho la verdad.
Entonces ocurrió algo notable.
Santana cerró los ojos durante un segundo, como si mi respuesta supusiera un alivio para ella, antes de inclinarse hasta apoyar la frente contra la mía. Nos quedamos así un rato, escuchando los sonidos nocturnos habituales de Londres, teniendo en contacto nuestras cabezas y nuestras manos, lo que me indicaba que esto era real y no un sueño. El corazón latía desbocado en mi pecho, recordándome que no estaba muerta y que había presenciado un hecho milagroso.
Ocurrió un segundo milagro cuando ella bajó más la cabeza buscando mis labios.
Santana me besó.
Nos besamos.
Dejé que me descubriera, su suave boca se fusionó con la mía, aprendiendo la sensación de mis labios mientras yo hacía lo mismo; disfrutando la experiencia de saber en qué consistía compartir la intimidad. Su lengua fue todavía más suave, trató de invadirme de manera tierna, y no pude rechazarla. Solo era consciente de nosotras, de nuestro encuentro y de que estaba en lo alto de la ola de la inmensa atracción que sentía por esa mujer.
Santana se tomó su tiempo en ese primer beso, aunque podría haberme poseído por completo, haberme hecho cualquier cosa, pedido lo que quisiera.
Yo habría estado dispuesta.
Mordisqueó mis labios de una manera tierna, enredó la lengua con la mía, lo que provocó que anhelara más y, al mismo tiempo, me dio ganas de llorar de agradecimiento porque, por fin, había llegado este momento.
Esto está sucediendo de verdad.
No sé cuánto tiempo pasó antes de que interrumpiera el beso y se retirara.
—Quiero ser la primero en decir que te has equivocado—me miró fijamente mientras deslizaba el pulgar de arriba abajo por mi mejilla, con expresión firme.
Fue mi turno de cerrar los ojos y respirar aliviada.
—¿Me he equivocado?
—Mucho, Britt-Britt—asintió con la cabeza, muy despacio, al tiempo que me miraba de manera abrasadora—Puedes tenerme.
—¿Cómo?—la capacidad de comprender simples palabras me había abandonado, era evidente.
—Que puedes tenerme, Britt—repitió sin soltar mis dedos mientras seguía mirándome de manera ardiente con aquellos ojos tan oscuros y expresivos.
—Pero ¿por qué? ¿Desde cuándo sabes esto? Espera, ¿has venido esta noche al pub porque...?
—Porque me enteré que habías roto con ese gilipollas de Evans y estaba en casa de permiso. Por una vez podía hacer algo al respecto. ¿Te haces una idea de cuánto tiempo llevo esperando esto?—luego bajó el tono de voz—¿De cuánto tiempo llevo esperando que sea nuestro momento?—parecía frustrada—Estaba esperando el momento indicado, Britt.
Era tal mi incredulidad que repetí sus palabras mientras trababa de asimilar lo que estaba diciéndome.
—Tú me estabas esperando...
—Sí—se inclinó hacia mis labios, pero no los tocó—Esperando, siempre esperando... Por ti. Esperando a que crecieras. Esperando a que pudieras verme como algo más que una amiga de Mike. Esperando el momento adecuado para decirte lo que siento por ti—susurró tan cerca de mis labios que podía sentir el roce de su aliento cuando decía aquellas hermosas palabras—Llevo esperando mucho tiempo, Brittany.
—¡Oh...!—noté que se me volvían a llenar los ojos de lágrimas.
—Ya no quiero esperar más—sus ojos se fundieron con los míos—Por favor, no me hagas esperar más—suplicó—No puedo hacerlo, Britt-Britt. Sencillamente, no puedo—¡Qué hermosas palabras! Llenaron mis oídos, todo mi ser...—Así que ahora dime, por favor.
Respiré hondo y alargué una mano temblorosa hacia su cara. Necesitaba tocarla, sentir el calor de su piel. Necesitaba sentirla para que mi pobre cerebro aceptara que aquello era real, que estaba ocurriendo de verdad en ese momento, que no era un hermoso sueño, una fantasía de la que tendría que despertar.
Sin embargo, lo parecía.
Santana me había estado esperando…
Las dos estábamos hablando de nuestros sentimientos y deseos.
Santana me tenía lo suficientemente cerca como para estar en su cama, en su departamento.
Era verdaderamente increíble.
Una vez más reuní todo mi coraje.
—Quiero...—le pedí—No, necesito. Necesito saber lo que sientes por mí—susurré—Tengo que escucharlo para creerlo, Sanny.
Cogió mi mano temblorosa, se la llevó a los labios sin apartar los ojos de los míos, y me dijo las palabras que tanto tiempo llevaba soñando; las que jamás pensé que escucharía.
—Te amo—confesó con voz clara antes de volver a besarme la mano.
El aroma que llenaba mis fosas nasales era tan maravilloso que no quería abandonar aquel hermoso sueño perfumado con la esencia de Santana.
Abrí los ojos y vi la oscuridad, el desconocido entorno... y a ella.
Santana estaba tumbada de lado junto a mí en la cama y me miraba. Bueno, lo cierto es que estaba en su cama.
—Despierta, despierta...—me decía bajito con una sonrisa, a pocos centímetros de mí.
Me giré hacia el otro lado y me encontré con el parpadeante resplandor del despertador. 00:45 a.m.
—¿E-estoy en tu p-piso? Mi mamá va a...
—Tranquila, todo está bien—me interrumpió al instante—Ya he llamado a tu casa y he hablado con tu mamá. Sabe que estás aquí conmigo, puedes relajarte. ¿Qué tal estás? ¿Mejor?
Me llevé las manos a la cabeza y me la froté. Cuando me senté en la cama, que olía deliciosamente a Santana, me di cuenta de que había perdido el vestido en algún momento. Solo me cubrían las braguitas y el sujetador.
Giré la cabeza para mirarla en la habitación en sombras.
—¿Me has desnudado tú?—no quería imaginarme la escena, y de nuevo me sentí molesta con ella.
¡Maldición!
Si de algo estaba segura era de que, si Santana me desvestía, quería estar despierta para no perderme ni un detalle.
Ella asintió con la cabeza y luego me tumbó gentilmente donde estaba cuando abrí los ojos. Me acomodé y me concentré en ella. Decidí esperar a que se explicara. No era necesario que comenzara a balbucear un montón de tonterías.
—Te quedaste profundamente dormida después de vomitar por segunda vez, así que te traje aquí. Cuando te acosté, noté que tenías el vestido manchado de... er... vómito, así que te lo quité—tenía que creer lo que me decía, porque no apartó los ojos de los míos ni un solo instante durante el tiempo que duró aquella torpe explicación. Pero lo que contaba me hizo sentir tan avergonzada que no podía moverme ni hablar. Mi mortificación me paralizó hasta tal punto, que solo pude hacer una cosa: llorar. Lo hice en silencio, pero las lágrimas resultaron imparables una vez que comenzaron a caer. Mientras lloraba no pude apartar la mirada de ella—No llores, cariño, soy yo—movió la mano y me limpió las lágrimas con el pulgar. Yo me limité a mirarla mientras seguía llorando. No podía apartar la vista ni detener el llanto—¿Me estás tomando el pelo?—añadió—Tengo que verte dormir en bragas en mi cama, debería ser yo la que estuviera llorando... de agradecimiento.
—No me tomes el pelo tú a mí. Por favor, no lo hagas—gemí mientras me apoyaba en la mano. Odié la manera en que sonó mi voz, pero estaba sobrepasada por la situación. Es surrealista. Estoy casi desnuda en la cama de Santana después de haber vomitado dos veces y haber caído casi en coma. Me cubrí la boca con la mano—Debo oler fatal... Y-y necesito un poco de agua, beber algo.
Ella me ayudó a sentarme de nuevo y me tendió el vaso que había en la mesilla de noche con dos pastillas de Nurofen. Me sentí absolutamente impresionada por su previsión, y también por la calma absoluta con la que se tomaba aquella absurda situación. No dijo nada mientras ingerí las píldoras con un sorbo de agua.
Me observó con aquella intensa expresión suya. No podía imaginar qué pensaba ella sobre todo lo que habíamos dicho y hecho desde que entró en el pub.
Las sábanas se deslizaron hasta dejar al descubierto mi cintura, exponiendo un sujetador de color azul claro y la parte superior de mi cuerpo para que la viera a placer.
¡Oh! Y lo hizo.
Los ojos de Santana vagaron por mi piel hasta que volvieron a buscar los míos, sosteniéndome la mirada. Era imposible saber qué estaba pensando en aquel momento tan extraño. No podía decir nada, y me encontraba en completa desventaja ante ella.
¿Sentía repulsión por lo que veía?
¿Se sentía excitada porque estaba desnuda en su cama?
¿Una soldado de permiso, una mujer ardiente, que necesitaba a otra mujer?
Y llegados a este punto, ¿me veía como una mujer o solo era una responsabilidad?
¿Quién podía responder a esas preguntas?
Yo, desde luego, no era capaz.
Para empezar, ¿por qué me había recogido y llevado a su departamento?
—Te puedo asegurar que no hueles fatal, y que eres la borracha más bonita que he tenido el placer de oler en mi cama—olisqueó el aire en mi dirección—¿Eau de Cabernet?
—No te rías, San—le pedí de manera lastimosa.
—Lo siento, ha sido un chiste malo—me rozó la mejilla con el pulgar—Te prometo que voy a portar bien—movió de nuevo los dedos y secó el resto de mis lágrimas antes de quitar el vaso de mi mano y mirarme de nuevo.
Tuve que hacer acopio de coraje para preguntarle de qué iba todo aquello.
Tenía que saber o acabaría volviéndome loca.
—¿Qué es lo que ha ocurrido esta noche, Santana?
Ella meneó la cabeza muy despacio.
—Estoy aterrorizada de que estés realmente aquí, Britt—volvió a alargar la mano hasta que entrelazó sus dedos con los míos, quedando suspendidos entre nosotras—Casi no puedo creerlo...—susurró. Permaneció en silencio durante un minuto, mirando nuestras manos unidas antes de levantar la vista y hablar de nuevo—No has respondido a la pregunta que te hice en el pub, ¿sabes?
Solté un grito ahogado y sacudí la cabeza al tiempo que tiraba de mi mano para soltarla de la de ella.
—No, eso fue una estupidez. No quise decir...
Mis esfuerzos para resistirme fueron completamente inútiles porque Santana no los tuvo en cuenta.
Volvió a sujetar mi mano.
—Dime, Brittany. ¿A quién quieres y crees que no puedes tener?—su voz era fluida y suave, pero dura como el acero.
Todo a la vez.
No podía mentirle.
No cuando me lo preguntaba así, cara a cara.
La tensión entre nosotras era casi palpable, nos había dejado en carne viva, nada podía detener la hemorragia que manaba de mi corazón, que se desangraba sobre las sábanas de la cama de Santana.
—A ti—musité, segura de que mi mundo estaba a punto de convertirse en un caos, ahora que había dicho la verdad.
Entonces ocurrió algo notable.
Santana cerró los ojos durante un segundo, como si mi respuesta supusiera un alivio para ella, antes de inclinarse hasta apoyar la frente contra la mía. Nos quedamos así un rato, escuchando los sonidos nocturnos habituales de Londres, teniendo en contacto nuestras cabezas y nuestras manos, lo que me indicaba que esto era real y no un sueño. El corazón latía desbocado en mi pecho, recordándome que no estaba muerta y que había presenciado un hecho milagroso.
Ocurrió un segundo milagro cuando ella bajó más la cabeza buscando mis labios.
Santana me besó.
Nos besamos.
Dejé que me descubriera, su suave boca se fusionó con la mía, aprendiendo la sensación de mis labios mientras yo hacía lo mismo; disfrutando la experiencia de saber en qué consistía compartir la intimidad. Su lengua fue todavía más suave, trató de invadirme de manera tierna, y no pude rechazarla. Solo era consciente de nosotras, de nuestro encuentro y de que estaba en lo alto de la ola de la inmensa atracción que sentía por esa mujer.
Santana se tomó su tiempo en ese primer beso, aunque podría haberme poseído por completo, haberme hecho cualquier cosa, pedido lo que quisiera.
Yo habría estado dispuesta.
Mordisqueó mis labios de una manera tierna, enredó la lengua con la mía, lo que provocó que anhelara más y, al mismo tiempo, me dio ganas de llorar de agradecimiento porque, por fin, había llegado este momento.
Esto está sucediendo de verdad.
No sé cuánto tiempo pasó antes de que interrumpiera el beso y se retirara.
—Quiero ser la primero en decir que te has equivocado—me miró fijamente mientras deslizaba el pulgar de arriba abajo por mi mejilla, con expresión firme.
Fue mi turno de cerrar los ojos y respirar aliviada.
—¿Me he equivocado?
—Mucho, Britt-Britt—asintió con la cabeza, muy despacio, al tiempo que me miraba de manera abrasadora—Puedes tenerme.
—¿Cómo?—la capacidad de comprender simples palabras me había abandonado, era evidente.
—Que puedes tenerme, Britt—repitió sin soltar mis dedos mientras seguía mirándome de manera ardiente con aquellos ojos tan oscuros y expresivos.
—Pero ¿por qué? ¿Desde cuándo sabes esto? Espera, ¿has venido esta noche al pub porque...?
—Porque me enteré que habías roto con ese gilipollas de Evans y estaba en casa de permiso. Por una vez podía hacer algo al respecto. ¿Te haces una idea de cuánto tiempo llevo esperando esto?—luego bajó el tono de voz—¿De cuánto tiempo llevo esperando que sea nuestro momento?—parecía frustrada—Estaba esperando el momento indicado, Britt.
Era tal mi incredulidad que repetí sus palabras mientras trababa de asimilar lo que estaba diciéndome.
—Tú me estabas esperando...
—Sí—se inclinó hacia mis labios, pero no los tocó—Esperando, siempre esperando... Por ti. Esperando a que crecieras. Esperando a que pudieras verme como algo más que una amiga de Mike. Esperando el momento adecuado para decirte lo que siento por ti—susurró tan cerca de mis labios que podía sentir el roce de su aliento cuando decía aquellas hermosas palabras—Llevo esperando mucho tiempo, Brittany.
—¡Oh...!—noté que se me volvían a llenar los ojos de lágrimas.
—Ya no quiero esperar más—sus ojos se fundieron con los míos—Por favor, no me hagas esperar más—suplicó—No puedo hacerlo, Britt-Britt. Sencillamente, no puedo—¡Qué hermosas palabras! Llenaron mis oídos, todo mi ser...—Así que ahora dime, por favor.
Respiré hondo y alargué una mano temblorosa hacia su cara. Necesitaba tocarla, sentir el calor de su piel. Necesitaba sentirla para que mi pobre cerebro aceptara que aquello era real, que estaba ocurriendo de verdad en ese momento, que no era un hermoso sueño, una fantasía de la que tendría que despertar.
Sin embargo, lo parecía.
Santana me había estado esperando…
Las dos estábamos hablando de nuestros sentimientos y deseos.
Santana me tenía lo suficientemente cerca como para estar en su cama, en su departamento.
Era verdaderamente increíble.
Una vez más reuní todo mi coraje.
—Quiero...—le pedí—No, necesito. Necesito saber lo que sientes por mí—susurré—Tengo que escucharlo para creerlo, Sanny.
Cogió mi mano temblorosa, se la llevó a los labios sin apartar los ojos de los míos, y me dijo las palabras que tanto tiempo llevaba soñando; las que jamás pensé que escucharía.
—Te amo—confesó con voz clara antes de volver a besarme la mano.
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3/3
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Como te explico que el capitulo 5 me encanto, antes no podía expresar lo que sentí al ver el capitulo *que por cierto fue PERFECTO* "A Wedding" y ahora tu me vienes con este espectacular capitulo de verdad, ahora si no tengo palabras así que CUÍDATE, TE QUIERO Y HASTA LUEGO
Daniela Gutierrez***** - Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 03/07/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Me encanta necesito mas porfa
:)**** - Mensajes : 196
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 32
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Mas que perfecto!!!! Que confesión!!!!!!!
Genial!!
Saludos
Genial!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Asi que San quizo a Britt como algo mas como una hermanita,te juro que me parecio realmente tierno e increible este capitulooo
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Que bonito capitulo:-)
JanethValenciaaf********- - Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 20/01/2015
Edad : 25
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
fiel seguidora de tus historias! Gracias por compartirlas con nosotros. Un beso
VictoriaRivera** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
*-------------* que bonito :3
ya era hora :3
Jaja, estudiaré mientras aparece el viejito que tendrá la dicha de casarse conmigo. Jajajajajajaja xD
PD: Si, quizás regresa la inspiración cuando vea los caps :)
PD2:
1. Ahh :( por que no me dices? Bueno, serás Juanita o Nuria si? Depende de que tan sexy estas así que dime que tan sexy eres xD A mi dime Pame bonita xD
2. Soy de Costa Rica
3. Tengo 21, si apenas soy una niña no crees? XD
4. SHHHH! Ya ni digas!
Jajajajajajaja que modesta resultaste..... ya te dije te amo porque adaptas Buenas historias no hechas por ti xD ya dije que no te emociones con eso xD
Cuando vuelves a actualizar eh? No es justo que lo dejes en la parte más bonita -.-' cruel!!!!!
Saluditos :3 & apúrate!!!
ya era hora :3
Jaja, estudiaré mientras aparece el viejito que tendrá la dicha de casarse conmigo. Jajajajajajaja xD
PD: Si, quizás regresa la inspiración cuando vea los caps :)
PD2:
1. Ahh :( por que no me dices? Bueno, serás Juanita o Nuria si? Depende de que tan sexy estas así que dime que tan sexy eres xD A mi dime Pame bonita xD
2. Soy de Costa Rica
3. Tengo 21, si apenas soy una niña no crees? XD
4. SHHHH! Ya ni digas!
Jajajajajajaja que modesta resultaste..... ya te dije te amo porque adaptas Buenas historias no hechas por ti xD ya dije que no te emociones con eso xD
Cuando vuelves a actualizar eh? No es justo que lo dejes en la parte más bonita -.-' cruel!!!!!
Saluditos :3 & apúrate!!!
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
estoy en coma, estuvo mejor de lo que espere, hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Daniela Gutierrez escribió:Como te explico que el capitulo 5 me encanto, antes no podía expresar lo que sentí al ver el capitulo *que por cierto fue PERFECTO* "A Wedding" y ahora tu me vienes con este espectacular capitulo de verdad, ahora si no tengo palabras así que CUÍDATE, TE QUIERO Y HASTA LUEGO
Hola, jajajaaj esk las brittana son las mejores, asik cuando estan juntas todo es asi no¿? (=O que capitulo el de ayer! fue el mejor! de glee) jaajajaajaj, tu igual! Saludos =D
:) escribió:Me encanta necesito mas porfa
Hola, jaajajaja bn, bn, aquí el siguiente cap! Saludos =D
monica.santander escribió:Mas que perfecto!!!! Que confesión!!!!!!!
Genial!!
Saludos
Hola, jajajaaj esk con ellas juntas todo es perfecto! ajajaj. Saludos =D
Sanny25 escribió:Asi que San quizo a Britt como algo mas como una hermanita,te juro que me parecio realmente tierno e increible este capitulooo
Hola, aaa esk es imposible que ellas se kieran solo como hermanas jajajaajaj. Aaaa esk ellas son lo mejor no¿? jajajjaajaj. Saludos =D
JanethValenciaaf escribió:Que bonito capitulo:-)
Hola, jajajajaj, esperemos y el de ahora igual no¿? Saludos =D
VictoriaRivera escribió:fiel seguidora de tus historias! Gracias por compartirlas con nosotros. Un beso
Hola, jajajaaj gracias! y de nada, pero gracias a ti por leer y comentar! Saludos =D
Elita escribió:*-------------* que bonito :3
ya era hora :3
Jaja, estudiaré mientras aparece el viejito que tendrá la dicha de casarse conmigo. Jajajajajajaja xD
PD: Si, quizás regresa la inspiración cuando vea los caps :)
PD2:
1. Ahh :( por que no me dices? Bueno, serás Juanita o Nuria si? Depende de que tan sexy estas así que dime que tan sexy eres xD A mi dime Pame bonita xD
2. Soy de Costa Rica
3. Tengo 21, si apenas soy una niña no crees? XD
4. SHHHH! Ya ni digas!
Jajajajajajaja que modesta resultaste..... ya te dije te amo porque adaptas Buenas historias no hechas por ti xD ya dije que no te emociones con eso xD
Cuando vuelves a actualizar eh? No es justo que lo dejes en la parte más bonita -.-' cruel!!!!!
Saluditos :3 & apúrate!!!
Hola, jajajaj lo bueno se hace esperar no¿? jajajajaj. Jajajajajj sip, bn así mantienes el tiempo ocupado mientas aparece mmm y vuelva la inspiración no¿? jajaaj. Saludos =D
Pd: OJALA! y si no¿? necesito el final de ellas XD jaajaj.
Pd2: JAjajajajajajajaja bn bn, cualquiera de los dos xD. Aaaa "pame bonita" jaajajj bn bn. Sip un bb aun, nada de andar buscando viejitos aun!. XD ajajajajajajaaajaaj.
Pero obvio!, si, pero mmm como yo soy la que las adapta me amas a mi! al fin y al cabo, pero no te preocupes, repiro es el efecto que causo en las personas
JAjaajajaj ahora! jajaaja. Saludos, ai voy!
micky morales escribió:estoy en coma, estuvo mejor de lo que espere, hasta luego!
Hola, jajajajaj esk ellas siempre están a la altura! jajajaaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap 6
Capitulo 6
Expresó su declaración con amable suavidad, y así resultó honesta y clara a la vez.
Le creí.
Santana acababa de decirme que me amaba y yo le creí.
Sentí que mi corazón se saltaba un latido y que luego se aceleraba como si estuviera a punto de explotar, y todo porque ella había pronunciado esas palabras.
Los corazones hacían eso cuando se veían sometidos a mucha presión emocional, cuando estaban embargados por la tristeza o destrozados por algo terrible. Creo que su confesión podría ser calificada como presión emocional, no como nada triste o terrible. Cuando oí aquello, el mundo se convirtió en un lugar glorioso y perfecto.
Santana me amaba.
—San... Te he amado desde que puedo recordar. De hecho, no recuerdo un tiempo en el que no lo hiciera—miré a un lado mientras reunía coraje para decir el resto—Pero lo cierto es que jamás... Nunca me imaginé que tú podrías llegar a sentir lo mismo que yo.
—Mírame, Britt-Britt—me tomó por la barbilla y me obligó a mirarla—Eres la chica más hermosa, sexy, increíble e inteligente, pero en esta ocasión te equivocabas al no darte cuenta de lo que sentía por ti durante todos estos años. ¿Cómo podría no amarte? Eres perfecta, ¿recuerdas? Absolutamente perfecta. Solo tuve que esperar a que fuera el momento adecuado para decírtelo—escuché cada una de aquellas palabras mientras me alisaba el cabello—Cada vez que volvía a casa estabas saliendo con otro chico u otra chica y... No me parecía justo entrometerme en esos momentos para hacerte caer en mis brazos.
Me puse a llorar de nuevo, pero en esta ocasión fue de felicidad.
—Ojalá lo hubieras hecho.
—No—movió la cabeza con firmeza—No, tenía que esperar—encerró mi cara entre sus manos y me secó las lágrimas que me mojaban las mejillas con los pulgares—Eres preciosa para mí, Britt-Britt, incluso cuando lloras—entonces me besó como si tuviera derecho a ello. De la manera en que yo siempre había sabido que podría. Me besó las lágrimas y puso fin al anhelo que conocía desde hacía tanto tiempo en un solo instante. Me fundí con su cuerpo y saboreé su contacto. Sus labios, sus palabras. Por fin tenía lo que siempre había querido—Eras mi Britt-Britt cuando eras pequeña.
—Sí, lo era—convine, asintiendo con la cabeza.
—Y sigues siendo mi Britt-Britt ahora.
—Sí—me las arreglé para decir.
—Y yo soy TU Sanny, solo tuya, siempre. Te amo, Brittany Susan Pierce, y siempre serás mi Britt-Britt y yo tu sanny. Siempre. Nada cambiará eso—se inclinó hacia delante y me besó con dulzura—Créeme—susurró. Yo no podía hablar. La capacidad de expresarme me había abandonado por completo. Estaba abrumada. Lo único que podía hacer era mirarla... y respirar. Ella inclinó la cabeza hacia mí—Me da la impresión de que no lo haces.
—Lo hago... p-pero tengo que darme una ducha ahora—espeté—Y utilizar tu cepillo de dientes y conseguir algo de ropa. Esta noche vomité ¡dos veces! Y no tengo nada que ponerme.
Ella esbozó una sonrisa de anuncio, y aparecieron esos lindos hoyuelos que se le forman al sonreír, y ni siquiera se inmutó cuando le recordé que había vomitado.
Sin duda me amaba.
—Por favor, dime cómo puedo ayudarte.
—Con el cepillo de dientes... tal vez. Con la ducha, no—respondí, sintiéndome tímida de repente, al ver la dirección que tomaba la conversación y mi estado de desnudez.
En el santuario que era mi mente podía ser audaz y reconocer que deseaba estar con Santana, pero era demasiado pronto para retozar juntas entre las sábanas y ponernos a follar. Necesitaba superar la sorpresa antes de que el sexo formara parte de nuestra relación.
¿Y si ella quiere dar ese paso esta noche?
¿Cómo se tomaría la noticia cuando le dijera que necesitaba un poco de tiempo para llegar a ese punto?
Resultó que no tenía que preocuparme de nada porque Santana fue una perfecta dama conmigo, como siempre.
—Ya lo sé, Britt-Britt—dijo al tiempo que me daba un beso en la punta de la nariz—Pero dormirás aquí esta noche, ¿verdad?
Me recorrió de nuevo con los ojos antes de mirarme a la cara.
Su mirada fue casi de súplica.
Era evidente lo mucho que quería que me quedara, tanto como yo quería hacerlo.
—Sí—asentí lentamente—Me quedaré aquí esta noche—puse las dos manos sobre las sábanas, a ambos lados de mis caderas, para demostrarle que hablaba en serio—Quiero estar aquí contigo.
—Bueno, eso es todo lo que necesito por ahora. Abrazarte y saber que estás aquí, a salvo, conmigo... Que estoy contigo y es real—me acarició de nuevo el pelo con la mano—Temo despertarme y que te hayas ido. Tengo que acostumbrarme a la idea de que voy a tenerte para mí.
¡Sí, por favor!
La creciente timidez se hizo más intensa, hasta que tuve que apartar la mirada.
Mis ojos aterrizaron sobre la fina sábana que apenas cubría mi cuerpo y eso no me ayudó a sentir más confianza en mí misma. Necesitaba convencerme primero de algunas verdades.
—Está bien...—¡Ay, Dios! Sonaba como una idiota temblorosa—Esto... nosotras... Es real, ¿verdad?—mi inseguridad fue palpable en el tono de mi voz.
Respiré hondo mientras mi corazón latía con fuerza, a la espera de su respuesta.
—Sí, Britt-Britt, es real—me alzó la barbilla con el dedo índice para que levantara la mirada hacia ella. Pude leer la sinceridad en su cara, en la forma en que me estudió con sus oscuros ojos castaños cuando por fin me atreví a mirarla—Completamente real—me tomó una mano y puso la palma contra su corazón—Siéntelo mientras te beso—me dijo antes de deslizar la otra mano por mi nuca y atraerme hacia aquellos mágicos, suaves y carnosos labios suyos—, y sabrás que es real.
Pero esta vez Santana trataba de convencerme y su beso fue más exigente.
Su lengua se enredó con la mía al tiempo que saqueaba mi boca. Le permití el acceso sintiendo los acelerados latidos de su corazón bajo la palma. Traté de memorizar las sensaciones porque no podía soportar la idea de llegar a olvidar lo que sentía en ese momento. Cuando Santana interrumpió finalmente el beso, aún me sostenía la nuca con firmeza, tomando el control de aquel momento, y eso me encantó.
Me hizo sentir querida.
Quise flotar entre esos sentimientos para siempre.
—Britt-Britt, te amo. Solo necesito que estés aquí, conmigo. Eso es todo lo que quiero. No te pediré más hasta que estemos preparadas y las dos lo deseemos. Lo sabremos cuando llegue el momento. Todo seguirá su curso y llegará el momento de que estemos juntas. ¿De acuerdo?
Otra lenta y minuciosa inspección de su lengua en mi boca hizo que sintiera mariposas en el estómago y que mi corazón se acelerara.
Me las arreglé para asentir con la cabeza.
—Sí—susurré al tiempo que le apresaba la cara entre mis manos—Te he amado durante tanto tiempo que no puedo recordar no amarte.
Santana sonrió, y otra vez hizo gala de sus perfectos hoyuelos.
Todo su rostro se iluminó con aquella sonrisa, hasta los ojos.
Mi chica parecía muy feliz.
Mi chica. Tengo una chica. Santana. Santana López es ahora mi mujer.
Navidad y mi cumpleaños se habían adelantado este año, y se celebraban esa noche.
La vi levantarse de la cama y meterse en el cuarto de baño. Escuché el ruido del agua corriendo y que abría y cerraba armarios. Regresó poco después con una enorme toalla con la que envolverme. Dijo que me había dejado una camiseta y unos pantalones cortos que podría ponerme después de ducharme. Añadió que estaría en la cocina preparando la cafetera para mañana y salió del dormitorio, cerrando la puerta.
Me quedé en su cama durante un momento más, intentando aclarar lo que parecía un lío desde fuera pero que, dentro de mí, donde mi corazón todavía latía acelerado, era un sueño hecho realidad.
Flotaba entre nubes.
Me amaba.
Santana me amaba de verdad, pero ¡joder!, la próxima vez que me besara estaría limpia y cómoda. Me sentía asquerosa y repugnante, y todavía tenía problemas para procesar lo que había ocurrido entre nosotras en apenas unas horas.
Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de baño. La ducha ya estaba caliente, por lo que el pequeño espacio se había llenado de vapor. Según lo prometido, había dejado su cepillo de dientes y pasta dentífrica para que la usara, junto con unas bragas de seda, unos pantalones cortos y una suave camiseta más grande negra con la leyenda The Jimi Hendrix Experience grabada con letras blancas en la pechera.
Sabía que Santana era fan de Hendrix, y la había visto con aquella camiseta muy de vez en cuando, por lo que el hecho de que me la hubiera prestado me llegó al corazón.
Hundí la cara en la suavidad de la prenda, e inhalé su aroma.
El olor que desprendía Santana siempre me había resultado increíble, y había sido adicta a él durante años. Es difícil de describir, pero estimulaba por completo mi sensibilidad.
Era como a aire fresco, especias del bosque, agua pura y vainilla, todo combinado en una perfecta mezcla de fragancia femenina.
Me la había negado durante la mayor parte de mi vida, pero ya no.
Cerré la puerta del cuarto de baño y me despojé del sujetador y las bragas, dispuesta a lavarme en la ducha de mi novia.
Me encanta usar esas palabras en mis pensamientos.
Estoy segura de que tenía grabada en el rostro una ridícula sonrisa durante todo el tiempo que duró la ducha. Cuando terminé, usé el cepillo de dientes, todavía sonriendo estúpidamente ante el espejo. Era un alivio que la puerta estuviera cerrada y Santana no pudiera ver lo imbécil que parecía en ese momento.
Otra tontería.
Ella sabría al momento qué me ocurría.
Seguramente ya lo sabía.
Salí del cuarto de baño vestida con su camiseta y los pantalones cortos. Sin duda era mejor que estar envuelta en una toalla o cubierta con una ropa manchada de vómito, además resultaba muy sexy para mí que mi piel estuviera en contacto con prendas que antes habían estado rozando la suya. La camiseta me cubría la parte superior de los muslos y ya había decidido que iba a quedármela. Sí, su adorada camiseta de Hendrix pasaría a ser de mi propiedad.
No tuve absolutamente ningún reparo en robarla.
No quería tener que prescindir de su olor cuando se le acabara el permiso.
No lo iba a disfrutar demasiado tiempo antes de que la British Army le volviera a enviar a Afganistán. Eso significaba que esa camiseta no sería lavada nunca.
Sí, nunca.
Mis divagaciones interiores me distrajeron hasta el punto de que no pensé que podía estar esperándome cuando salí, aunque la visión que me recibió cuando regresé al dormitorio con el pantalón cortó y la camiseta de Santana no era lo que esperaba. Me detuve en seco, estoy segura de que mis globos oculares se me cayeron al suelo. La toalla que estaba usando para secarme el pelo se me cayó de las manos y aterrizó en el suelo con un susurro. Santana estaba tumbada en la cama, esperándome.
A mí.
Definitivamente a mí.
¡Oh, Dios!
Era increíblemente guapa.
Sentada contra la cabecera, se reclinaba contra ella con sus pechos en sujetador expuesto su firme figura para regocijo de mis ojos. Pude recrearme con todos aquellos ángulos de firmes pechos y músculos y piel dorada que contrastaba con las sábanas blancas.
Casi gemí en voz alta.
Quería acariciarla entre sus pechos, su torso, toda ella, y sabía que había muchas probabilidades de que consiguiera mi deseo. Noté que tenía duros los pezones.
Su mirada estaba clavada en mí, tan líquida, misteriosa y sensual como yo me sentía. Solo podía imaginar lo que ella estaba pensando. Estoy segura de que estaba pensando en sexo sudoroso, salvaje y alocado. Desde luego yo sí pensaba en eso. Mis pezones también estaban duros, y sentí que me recorría la espalda un involuntario escalofrío al pensar en que Santana ponía las manos sobre ellos.
Yo había visto antes su cuerpo. Sabía el aspecto que presentaba sin camisa, y solo en sujetador conocía sus marcados abdominales, los oblicuos que formaban una V en sus caderas... Mis entrañas se derretían cada vez que tenía la suerte de conseguir echarle un vistazo... Algo que, por desgracia, ocurría en muy pocas ocasiones.
Santana había sido bendecida con un cuerpo que parecía más propio de una diosa griega, pero yo nunca había estado en posición de permitirme pensar en ella de esa manera.
En aquellos tiempos la había visto cuando estaba ejercitándose con Mike, jugando al fútbol con sus amigos, mojándose con agua con sus amigos o tomando un baño.
Esta situación era completamente diferente.
Santana era mía y solo mía.
Estaba ofreciéndose a mí, su cuerpo era para que mis ojos la vieran, para que mis manos la tocaran, para que mis labios la besaran...
—Se te ha caído la toalla—me dijo en voz baja, al tiempo que estiraba la mano por la sábana, lo que hizo que flexionara el músculo del antebrazo.
—Lo sé—intenté recuperar el resuello a pesar de los latidos acelerados en mi pecho y me incliné para recogerla.
—Déjala—la voz de Santana era más dura, diferente... Una orden de verdad. Me quedé inmóvil en mitad del movimiento y me giré para ver su rostro y entender lo que quería decir. Me tendía sus largos y firmes brazos—Ven aquí, Britt-Britt—susurró en voz baja—No pienses en nada de lo que temes en este momento. Solo somos tú... y yo—asentí con la cabeza, pero las palabras no acudían a mis labios. Lo único que podía hacer era experimentar el momento y tratar de escuchar lo que me decía—Quiero abrazarte, estar cerca de ti sabiendo que nadie va a interponerse entre nosotras ni tratará de alejarte de mí. Te quiero para mí sola por una vez—ladeó la cabeza un poco—¿Me entiendes?
—Sí...—conseguí decir.
Santana siguió tendiéndome los brazos, con los ojos brillando de una manera que jamás había visto antes. Me lo estaba exigiendo, estaba claro, pero eso no me detuvo. Las sensaciones que me atravesaban eran increíbles, pero también aterradoras. Mis emociones me paralizaron porque realmente entendí, en ese momento, en ese preciso instante, el paso que estaba a punto de dar; me iba a entregar por completo a Santana.
Eso me hizo sentir muy vulnerable.
Sentí en mi corazón el beso del miedo.
Me advertía con la misma claridad que si fuera una brisa fría, de esas que te hacen frotar los brazos para protegerte de un gélido estremecimiento. No sabía cómo sobreviviría si la perdía. Si dejaba de amarme no sería capaz de soportarlo. No quería ni imaginarme que la perdiera en la guerra, uno de los riesgos más aterradores que corría, uno que corría cada día que estuviera en el servicio militar activa.
Eso me destruiría.
Perder a Santana acabaría conmigo si ocurría después de que supiera lo que se sentía al ser amada por ella, como iba a saber esa noche.
—No pienses en las cosas malas, Brittany. Pasa de ellas y ven a mí, mi hermosa Britt-Britt. Ven aquí y deja que te amé.
Y fui.
Lo único que supe fue encontrar el camino hacia los firmes brazos de los que jamás querría salir, que me iba a doler cuando regresara al Ejército, y que me sostuvo de una manera tan perfecta que tuve que contener de nuevo las lágrimas.
El firme cuerpo de Santana y sus suaves labios contra mi piel me permitió imaginar cómo sería todo entre nosotras. Me enseñó lo que significaba que se me hubiera concedido el más profundo deseo de mi corazón; ser amada por Santana López.
Y, al mismo tiempo, me vi obligada a reconocer mis temores más terribles en lo que a ella respectaba.
Podía perderla.
Y si eso ocurriera, me moriría.
Le creí.
Santana acababa de decirme que me amaba y yo le creí.
Sentí que mi corazón se saltaba un latido y que luego se aceleraba como si estuviera a punto de explotar, y todo porque ella había pronunciado esas palabras.
Los corazones hacían eso cuando se veían sometidos a mucha presión emocional, cuando estaban embargados por la tristeza o destrozados por algo terrible. Creo que su confesión podría ser calificada como presión emocional, no como nada triste o terrible. Cuando oí aquello, el mundo se convirtió en un lugar glorioso y perfecto.
Santana me amaba.
—San... Te he amado desde que puedo recordar. De hecho, no recuerdo un tiempo en el que no lo hiciera—miré a un lado mientras reunía coraje para decir el resto—Pero lo cierto es que jamás... Nunca me imaginé que tú podrías llegar a sentir lo mismo que yo.
—Mírame, Britt-Britt—me tomó por la barbilla y me obligó a mirarla—Eres la chica más hermosa, sexy, increíble e inteligente, pero en esta ocasión te equivocabas al no darte cuenta de lo que sentía por ti durante todos estos años. ¿Cómo podría no amarte? Eres perfecta, ¿recuerdas? Absolutamente perfecta. Solo tuve que esperar a que fuera el momento adecuado para decírtelo—escuché cada una de aquellas palabras mientras me alisaba el cabello—Cada vez que volvía a casa estabas saliendo con otro chico u otra chica y... No me parecía justo entrometerme en esos momentos para hacerte caer en mis brazos.
Me puse a llorar de nuevo, pero en esta ocasión fue de felicidad.
—Ojalá lo hubieras hecho.
—No—movió la cabeza con firmeza—No, tenía que esperar—encerró mi cara entre sus manos y me secó las lágrimas que me mojaban las mejillas con los pulgares—Eres preciosa para mí, Britt-Britt, incluso cuando lloras—entonces me besó como si tuviera derecho a ello. De la manera en que yo siempre había sabido que podría. Me besó las lágrimas y puso fin al anhelo que conocía desde hacía tanto tiempo en un solo instante. Me fundí con su cuerpo y saboreé su contacto. Sus labios, sus palabras. Por fin tenía lo que siempre había querido—Eras mi Britt-Britt cuando eras pequeña.
—Sí, lo era—convine, asintiendo con la cabeza.
—Y sigues siendo mi Britt-Britt ahora.
—Sí—me las arreglé para decir.
—Y yo soy TU Sanny, solo tuya, siempre. Te amo, Brittany Susan Pierce, y siempre serás mi Britt-Britt y yo tu sanny. Siempre. Nada cambiará eso—se inclinó hacia delante y me besó con dulzura—Créeme—susurró. Yo no podía hablar. La capacidad de expresarme me había abandonado por completo. Estaba abrumada. Lo único que podía hacer era mirarla... y respirar. Ella inclinó la cabeza hacia mí—Me da la impresión de que no lo haces.
—Lo hago... p-pero tengo que darme una ducha ahora—espeté—Y utilizar tu cepillo de dientes y conseguir algo de ropa. Esta noche vomité ¡dos veces! Y no tengo nada que ponerme.
Ella esbozó una sonrisa de anuncio, y aparecieron esos lindos hoyuelos que se le forman al sonreír, y ni siquiera se inmutó cuando le recordé que había vomitado.
Sin duda me amaba.
—Por favor, dime cómo puedo ayudarte.
—Con el cepillo de dientes... tal vez. Con la ducha, no—respondí, sintiéndome tímida de repente, al ver la dirección que tomaba la conversación y mi estado de desnudez.
En el santuario que era mi mente podía ser audaz y reconocer que deseaba estar con Santana, pero era demasiado pronto para retozar juntas entre las sábanas y ponernos a follar. Necesitaba superar la sorpresa antes de que el sexo formara parte de nuestra relación.
¿Y si ella quiere dar ese paso esta noche?
¿Cómo se tomaría la noticia cuando le dijera que necesitaba un poco de tiempo para llegar a ese punto?
Resultó que no tenía que preocuparme de nada porque Santana fue una perfecta dama conmigo, como siempre.
—Ya lo sé, Britt-Britt—dijo al tiempo que me daba un beso en la punta de la nariz—Pero dormirás aquí esta noche, ¿verdad?
Me recorrió de nuevo con los ojos antes de mirarme a la cara.
Su mirada fue casi de súplica.
Era evidente lo mucho que quería que me quedara, tanto como yo quería hacerlo.
—Sí—asentí lentamente—Me quedaré aquí esta noche—puse las dos manos sobre las sábanas, a ambos lados de mis caderas, para demostrarle que hablaba en serio—Quiero estar aquí contigo.
—Bueno, eso es todo lo que necesito por ahora. Abrazarte y saber que estás aquí, a salvo, conmigo... Que estoy contigo y es real—me acarició de nuevo el pelo con la mano—Temo despertarme y que te hayas ido. Tengo que acostumbrarme a la idea de que voy a tenerte para mí.
¡Sí, por favor!
La creciente timidez se hizo más intensa, hasta que tuve que apartar la mirada.
Mis ojos aterrizaron sobre la fina sábana que apenas cubría mi cuerpo y eso no me ayudó a sentir más confianza en mí misma. Necesitaba convencerme primero de algunas verdades.
—Está bien...—¡Ay, Dios! Sonaba como una idiota temblorosa—Esto... nosotras... Es real, ¿verdad?—mi inseguridad fue palpable en el tono de mi voz.
Respiré hondo mientras mi corazón latía con fuerza, a la espera de su respuesta.
—Sí, Britt-Britt, es real—me alzó la barbilla con el dedo índice para que levantara la mirada hacia ella. Pude leer la sinceridad en su cara, en la forma en que me estudió con sus oscuros ojos castaños cuando por fin me atreví a mirarla—Completamente real—me tomó una mano y puso la palma contra su corazón—Siéntelo mientras te beso—me dijo antes de deslizar la otra mano por mi nuca y atraerme hacia aquellos mágicos, suaves y carnosos labios suyos—, y sabrás que es real.
Pero esta vez Santana trataba de convencerme y su beso fue más exigente.
Su lengua se enredó con la mía al tiempo que saqueaba mi boca. Le permití el acceso sintiendo los acelerados latidos de su corazón bajo la palma. Traté de memorizar las sensaciones porque no podía soportar la idea de llegar a olvidar lo que sentía en ese momento. Cuando Santana interrumpió finalmente el beso, aún me sostenía la nuca con firmeza, tomando el control de aquel momento, y eso me encantó.
Me hizo sentir querida.
Quise flotar entre esos sentimientos para siempre.
—Britt-Britt, te amo. Solo necesito que estés aquí, conmigo. Eso es todo lo que quiero. No te pediré más hasta que estemos preparadas y las dos lo deseemos. Lo sabremos cuando llegue el momento. Todo seguirá su curso y llegará el momento de que estemos juntas. ¿De acuerdo?
Otra lenta y minuciosa inspección de su lengua en mi boca hizo que sintiera mariposas en el estómago y que mi corazón se acelerara.
Me las arreglé para asentir con la cabeza.
—Sí—susurré al tiempo que le apresaba la cara entre mis manos—Te he amado durante tanto tiempo que no puedo recordar no amarte.
Santana sonrió, y otra vez hizo gala de sus perfectos hoyuelos.
Todo su rostro se iluminó con aquella sonrisa, hasta los ojos.
Mi chica parecía muy feliz.
Mi chica. Tengo una chica. Santana. Santana López es ahora mi mujer.
Navidad y mi cumpleaños se habían adelantado este año, y se celebraban esa noche.
La vi levantarse de la cama y meterse en el cuarto de baño. Escuché el ruido del agua corriendo y que abría y cerraba armarios. Regresó poco después con una enorme toalla con la que envolverme. Dijo que me había dejado una camiseta y unos pantalones cortos que podría ponerme después de ducharme. Añadió que estaría en la cocina preparando la cafetera para mañana y salió del dormitorio, cerrando la puerta.
Me quedé en su cama durante un momento más, intentando aclarar lo que parecía un lío desde fuera pero que, dentro de mí, donde mi corazón todavía latía acelerado, era un sueño hecho realidad.
Flotaba entre nubes.
Me amaba.
Santana me amaba de verdad, pero ¡joder!, la próxima vez que me besara estaría limpia y cómoda. Me sentía asquerosa y repugnante, y todavía tenía problemas para procesar lo que había ocurrido entre nosotras en apenas unas horas.
Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de baño. La ducha ya estaba caliente, por lo que el pequeño espacio se había llenado de vapor. Según lo prometido, había dejado su cepillo de dientes y pasta dentífrica para que la usara, junto con unas bragas de seda, unos pantalones cortos y una suave camiseta más grande negra con la leyenda The Jimi Hendrix Experience grabada con letras blancas en la pechera.
Sabía que Santana era fan de Hendrix, y la había visto con aquella camiseta muy de vez en cuando, por lo que el hecho de que me la hubiera prestado me llegó al corazón.
Hundí la cara en la suavidad de la prenda, e inhalé su aroma.
El olor que desprendía Santana siempre me había resultado increíble, y había sido adicta a él durante años. Es difícil de describir, pero estimulaba por completo mi sensibilidad.
Era como a aire fresco, especias del bosque, agua pura y vainilla, todo combinado en una perfecta mezcla de fragancia femenina.
Me la había negado durante la mayor parte de mi vida, pero ya no.
Cerré la puerta del cuarto de baño y me despojé del sujetador y las bragas, dispuesta a lavarme en la ducha de mi novia.
Me encanta usar esas palabras en mis pensamientos.
Estoy segura de que tenía grabada en el rostro una ridícula sonrisa durante todo el tiempo que duró la ducha. Cuando terminé, usé el cepillo de dientes, todavía sonriendo estúpidamente ante el espejo. Era un alivio que la puerta estuviera cerrada y Santana no pudiera ver lo imbécil que parecía en ese momento.
Otra tontería.
Ella sabría al momento qué me ocurría.
Seguramente ya lo sabía.
Salí del cuarto de baño vestida con su camiseta y los pantalones cortos. Sin duda era mejor que estar envuelta en una toalla o cubierta con una ropa manchada de vómito, además resultaba muy sexy para mí que mi piel estuviera en contacto con prendas que antes habían estado rozando la suya. La camiseta me cubría la parte superior de los muslos y ya había decidido que iba a quedármela. Sí, su adorada camiseta de Hendrix pasaría a ser de mi propiedad.
No tuve absolutamente ningún reparo en robarla.
No quería tener que prescindir de su olor cuando se le acabara el permiso.
No lo iba a disfrutar demasiado tiempo antes de que la British Army le volviera a enviar a Afganistán. Eso significaba que esa camiseta no sería lavada nunca.
Sí, nunca.
Mis divagaciones interiores me distrajeron hasta el punto de que no pensé que podía estar esperándome cuando salí, aunque la visión que me recibió cuando regresé al dormitorio con el pantalón cortó y la camiseta de Santana no era lo que esperaba. Me detuve en seco, estoy segura de que mis globos oculares se me cayeron al suelo. La toalla que estaba usando para secarme el pelo se me cayó de las manos y aterrizó en el suelo con un susurro. Santana estaba tumbada en la cama, esperándome.
A mí.
Definitivamente a mí.
¡Oh, Dios!
Era increíblemente guapa.
Sentada contra la cabecera, se reclinaba contra ella con sus pechos en sujetador expuesto su firme figura para regocijo de mis ojos. Pude recrearme con todos aquellos ángulos de firmes pechos y músculos y piel dorada que contrastaba con las sábanas blancas.
Casi gemí en voz alta.
Quería acariciarla entre sus pechos, su torso, toda ella, y sabía que había muchas probabilidades de que consiguiera mi deseo. Noté que tenía duros los pezones.
Su mirada estaba clavada en mí, tan líquida, misteriosa y sensual como yo me sentía. Solo podía imaginar lo que ella estaba pensando. Estoy segura de que estaba pensando en sexo sudoroso, salvaje y alocado. Desde luego yo sí pensaba en eso. Mis pezones también estaban duros, y sentí que me recorría la espalda un involuntario escalofrío al pensar en que Santana ponía las manos sobre ellos.
Yo había visto antes su cuerpo. Sabía el aspecto que presentaba sin camisa, y solo en sujetador conocía sus marcados abdominales, los oblicuos que formaban una V en sus caderas... Mis entrañas se derretían cada vez que tenía la suerte de conseguir echarle un vistazo... Algo que, por desgracia, ocurría en muy pocas ocasiones.
Santana había sido bendecida con un cuerpo que parecía más propio de una diosa griega, pero yo nunca había estado en posición de permitirme pensar en ella de esa manera.
En aquellos tiempos la había visto cuando estaba ejercitándose con Mike, jugando al fútbol con sus amigos, mojándose con agua con sus amigos o tomando un baño.
Esta situación era completamente diferente.
Santana era mía y solo mía.
Estaba ofreciéndose a mí, su cuerpo era para que mis ojos la vieran, para que mis manos la tocaran, para que mis labios la besaran...
—Se te ha caído la toalla—me dijo en voz baja, al tiempo que estiraba la mano por la sábana, lo que hizo que flexionara el músculo del antebrazo.
—Lo sé—intenté recuperar el resuello a pesar de los latidos acelerados en mi pecho y me incliné para recogerla.
—Déjala—la voz de Santana era más dura, diferente... Una orden de verdad. Me quedé inmóvil en mitad del movimiento y me giré para ver su rostro y entender lo que quería decir. Me tendía sus largos y firmes brazos—Ven aquí, Britt-Britt—susurró en voz baja—No pienses en nada de lo que temes en este momento. Solo somos tú... y yo—asentí con la cabeza, pero las palabras no acudían a mis labios. Lo único que podía hacer era experimentar el momento y tratar de escuchar lo que me decía—Quiero abrazarte, estar cerca de ti sabiendo que nadie va a interponerse entre nosotras ni tratará de alejarte de mí. Te quiero para mí sola por una vez—ladeó la cabeza un poco—¿Me entiendes?
—Sí...—conseguí decir.
Santana siguió tendiéndome los brazos, con los ojos brillando de una manera que jamás había visto antes. Me lo estaba exigiendo, estaba claro, pero eso no me detuvo. Las sensaciones que me atravesaban eran increíbles, pero también aterradoras. Mis emociones me paralizaron porque realmente entendí, en ese momento, en ese preciso instante, el paso que estaba a punto de dar; me iba a entregar por completo a Santana.
Eso me hizo sentir muy vulnerable.
Sentí en mi corazón el beso del miedo.
Me advertía con la misma claridad que si fuera una brisa fría, de esas que te hacen frotar los brazos para protegerte de un gélido estremecimiento. No sabía cómo sobreviviría si la perdía. Si dejaba de amarme no sería capaz de soportarlo. No quería ni imaginarme que la perdiera en la guerra, uno de los riesgos más aterradores que corría, uno que corría cada día que estuviera en el servicio militar activa.
Eso me destruiría.
Perder a Santana acabaría conmigo si ocurría después de que supiera lo que se sentía al ser amada por ella, como iba a saber esa noche.
—No pienses en las cosas malas, Brittany. Pasa de ellas y ven a mí, mi hermosa Britt-Britt. Ven aquí y deja que te amé.
Y fui.
Lo único que supe fue encontrar el camino hacia los firmes brazos de los que jamás querría salir, que me iba a doler cuando regresara al Ejército, y que me sostuvo de una manera tan perfecta que tuve que contener de nuevo las lágrimas.
El firme cuerpo de Santana y sus suaves labios contra mi piel me permitió imaginar cómo sería todo entre nosotras. Me enseñó lo que significaba que se me hubiera concedido el más profundo deseo de mi corazón; ser amada por Santana López.
Y, al mismo tiempo, me vi obligada a reconocer mis temores más terribles en lo que a ella respectaba.
Podía perderla.
Y si eso ocurriera, me moriría.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
Mi vida, ahora estoy triste por que hoy se termina de grabar Glee
GRACIAS POR EL CAPITULO
#GleeBye
P.D: El capitulo me animo solo un poco
P.D.2: Te quiero
P.D.3: Cuídate
P.D.4: La historia va muy bien
P.D.5: Esperemos que Britt no pierda a San nunca
P.D.6: Hasta la siguiente Actu
GRACIAS POR EL CAPITULO
#GleeBye
P.D: El capitulo me animo solo un poco
P.D.2: Te quiero
P.D.3: Cuídate
P.D.4: La historia va muy bien
P.D.5: Esperemos que Britt no pierda a San nunca
P.D.6: Hasta la siguiente Actu
Daniela Gutierrez***** - Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 03/07/2014
Edad : 27
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Blonde Girl (Adaptada) Cap Epílogo
holap morra,...
no me jodas,.... ME ENCANTOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
definitivamente a las dos le estaba consumiendo el paso del tiempo para que britt cumpla los 18 en espacial a san,....!!!
me gusta como san puede leer a birtt con cualquier pensamiento que cruce por su cabeza,.... difícil para britt cuando san vuelva a el ejercito,.. jugar con el tiempo ansias y sobre todo la suerte,....
nos vemos!!!
PD; vistes la foto de lea que subió ayer en su twitt del ultimo cap????
no me jodas,.... ME ENCANTOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
definitivamente a las dos le estaba consumiendo el paso del tiempo para que britt cumpla los 18 en espacial a san,....!!!
me gusta como san puede leer a birtt con cualquier pensamiento que cruce por su cabeza,.... difícil para britt cuando san vuelva a el ejercito,.. jugar con el tiempo ansias y sobre todo la suerte,....
nos vemos!!!
PD; vistes la foto de lea que subió ayer en su twitt del ultimo cap????
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Página 2 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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