Segunda guerra (BRITTANA)

Ame a Britt *----*
Me dejas con ganas de más :(
Pero aquí espero :3

Aún el frio en Alemania hacía estragos, estaba muy gélido. Brittany se llevaba bien con todos y trataba de obviar el lugar en donde estaba, de igual manera ayudaba a las dos muchachas bajo su mando, no era fácil estar en una cocina todo el día para hacerle el alimento a cincuenta soldados. Pero había algo que desconcentraba a la rubia y la hacía perder la paciencia.
La familia de Santana
- Sam, necesito hablarte unos minutos – Brittany casi nunca visitaba el despacho de su hermano.
- Estoy un poco ocupado, pero adelante. – Últimamente, Samuel bebía todo el día.
- ¿Recuerdas a Santana? ¿La cocinera gitana?
- Ah, claro. La zorrita morena. ¡Qué buena que está, eh! – Sam estaba totalmente ebrio y su aliento apestaba a whisky rancio.
- Samuel – Brittany cerro los ojos con furia – Es una persona, no hables asi de ella.
- Bla, bla, bla. Ella debería agradecerme su vida, y sabes a qué me refiero con agradecer – La voz lasciva de Sam estaba volviéndola loca.
¿Cuándo te volviste un maldito patán?
- Samuel, necesito saber que paso con su familia.
- ¿No te lo había dicho ya? Brittany por Dios, desde hace semanas que murió el ultimo gitano.
- ¿Mataste a su familia? ¿A todos?
- Teóricamente, sí. – Sam rio con fuerza.
Brittany salió de su despacho dando grandes zancadas, llorando a mares por Santana y por el alma terrible de su hermano.
No puede ser.
Al entrar a su cuarto se desplomó como si no pesara nada, su vida no tenia ningún sentido en ese momento, le juró a una pobre chica decirle que su familia ya no existía.
Debo decirle a Santana
Pero, ¿de dónde podría sacar las fuerzas? Parecía imposible.
Tuvo fuerzas para levantarse e ir a la cocina donde una animada Sara hacía un pure.
- Hola, Sara, ¿dónde está Santana? – Brittany no podía ocultar su humor.
- Soldado Pierce, está atrás, lavando los trastes.
- Gracias.
Caminó en silencio hasta el cuartucho de lavado.
- Santana. – Logro decir apenas.
- Hola Brittany… ¿pasa algo? – Santana notó la tensión en el cuerpo de la rubia.
- Ven ya a mi cuarto, por favor. – Los ojos de Brittany suplicaban.
- Está bien… ¿Y si nos ven?
- ¿Qué importa? De igual manera nos matarán aquí. – El tono ansioso subió.
Santana no entendió de que hablaba Brittany, quizás pensó que iban a morir.
- Siéntate…
- Estoy hecha un asco Brittany, ensuciaré tu cama.
- Solo siéntate, la cama no importa.
Santana asintió y tan rápido como pudo se sentó, sabía que Brittany iba a decirle algo grande.
Algo muy grande.
- Santana – Brittany aspiro aire con dificultad – Tu familia murió… todos.
La morena no pudo aguantar y cayó en la cama de manera inmediata, sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón de un dolor inexplicable. Su sospecha se había vuelto realidad, estaba totalmente sola.
- ¡Estoy sola! – Gritó con dolor Santana.
- No, Santana. Estás conmigo. – Brittany abrazó a Santana mientras esta lloraba de manera desgarradora en su hombro.
- Brittany… muertos –
- Lo sé, lo siento Santana, lo siento mucho. – Brittany se sentía tan culpable como su hermano.
- No es tu culpa, no matarías a nadie, yo lo sé – Santana hablo con tanta sinceridad que Brittany rompió a llorar también. – Debo irme Brittany, gracias por cumplir tu promesa…
- No te vayas, por favor. – En un momento la situación cambió y ahora era Brittany la que estaba destruida en la cama.
- Britt – El apodo hizo que la rubia se sintiera apreciada – Vendre en la noche como la otra vez y hablaremos bien ¿sí?
- Sí, Santana.
La gitana salio del cuarto de Brittany con la frente en alto, pero a sus adentros rezó para que el responsable de la muerte de su familia sufriera tanta miseria e infelicidad como ella.
- ¿Todo bien? – Sara comenzó el interrogatorio.
- Sí.
- ¿Qué pasó?
- La soldado Pierce me dio la noticia de que mi familia murió.
- Oh… eso no está bien.
No lo está.
- Ya lo sospechaba, sabes… volveré al trabajo.
Santana paso el día llorando en silencio, también maldiciendo. Su madre le había enseñado que si pedía algo con el corazón, esto seguramente se cumpliría.

- Hermanita – Un ebrio Sam la saco de su libro – Debo hacerte una invitación.
- Dime, Samuel. – No tenía fuerzas para mirarle.
- Hay una reunión en Berlín esta noche con el partido, ira toda la familia y Arnold – Duro bastante tiempo para poder decir esa oración.
- Estoy ocupada esta noche, Samuel. Pero gracias. Mándale besos a todos.
- ¡¡Dios!! ¿Cuándo te volviste tan aburrida?
Cuando tú te volviste un asesino.
- Está bien, veo que no quieres hablar. Nos vemos hermanita.
La noche había llegado de manera rápida, Brittany optó por usar una pijama blanca, había estado todo el día uniformada. Sintió un leve toque en su puerta.
Santana.
- Hola Britt, que elegante. – Santana rio para que la tensión en Brittany desapareciera.
- Pasa San – Parece que ambas se habían vuelto buenas en ponerse apodos. - ¿Quieres ducharte?
- Eso me haría muy feliz.
- Ve, yo te espero.
Cuando Brittany escuchó el agua caer pensó en cómo se vería Santana mojada, como caería el cabello negro pegado en su espalda morena.
Por Dios, Brittany. Contrólate.
- Listo, ya me bañe. Podría acostumbrarme a esto – Santana sonreía.
- Pues, acostúmbrate. Puedes venir cuando desees. A Sara no le llama la atención bañarse.
- Te lo dije. Edad del gato.
- Ya lo creo – Brittany rió. - ¿Quieres algo de beber? Tengo vino y agua.
- Vino, celebremos que esta noche estamos vivas.
Brittany sirvió dos vasos de vino y se sentó junto a su compañera en bata que aún estaba húmeda.
- Pues, celebremos. – Brittany vio algo en los ojos de Santana que no había visto antes, mirada de mujer.
- Háblame de tu novio rubio – Rompió el silencio Santana.
- ¿Cómo sabes que es rubio? – Brittany sonrió con complicidad.
- Oh, ¿cómo podía estar una perfecta aria con un no ario? Es lógico.
- Tiene lógica, pero extrañamente, los rubios no me atraen.
- ¿Qué te atrae? ¿Las rubias? – Santana rio con mucha fuerza, dio gracias por no tener soldados cerca.
- Oye – Brittany se unió a la risa – No, me gustan las morenas.
OH POR DIOS
Brittany se detuvo en seco, había hablado demás.
MUY DEMÁS.
- Tranquila, Britt. Mi primer y último beso fue con una chica, ¿recuerdas lo que te conté acerca de Blaine? Pues era una mujer.
- Ya decía, debió ser muy grave. Pues yo también he besado solo a una chica, la hija de la ama de llaves de mi casa.
Que no te llega ni a los tobillos. Espera. ¿Acaso estás pensando en que te gusta Santana?
- Que picara, soldado Pierce. – Santana sonaba feliz, no sabía si por el alcohol o por poder hablar con libertad. – Debo irme, sino Sara sospechara.
Brittany se levantó al mismo tiempo que Santana, dándole gracias en secreto por romper su burbuja emocional.
- Gracias Britt, hoy has sido de mucha ayuda para mí. – Le deposito un beso en la mejilla y se fue.

Pobre santana, perder a toda su familia.
Odio a samuel.
Me gusto tu capitulo,
Ya quiero mas brittana

holap,.....

sam es un maldito estúpido,... pobre san con lo de su familia,...
mmm tensión en ese momentos!!!!!....
a ver como va la relación!!!

nos vemos!!

Me ENCANTA este Fan-Fic. Cuando lo empecé a leer pensé que era una adaptación de algún libro por lo bien que estaba escrito. Siempre vi los FF que se trataban de estos temas pero eran adaptaciones y no me gustan mucho las adaptaciones. Lo voy a seguir este Fic hasta que termine Nos vemos!!

Britt_ escribió:Me ENCANTA este Fan-Fic. Cuando lo empecé a leer pensé que era una adaptación de algún libro por lo bien que estaba escrito. Siempre vi los FF que se trataban de estos temas pero eran adaptaciones y no me gustan mucho las adaptaciones. Lo voy a seguir este Fic hasta que termine  Nos vemos!!

Gracias!! A mi tampoco me agradan mucho las adaptaciones porque se notan cosas como que son parejas heterosexuales o las características físicas no coinciden xD

El día llego tan lento que pareció una eternidad, Brittany no logró dormir en toda la noche, la idea de algún tipo de relación sentimental con Santana le causaba tanto ruido como las balas que hacían su movimiento fuera del campo. Era un día nublado y bastante frio, deseo con todas sus fuerzas quedarse acostada para toda la vida. Se levantó al escuchar un toque en su puerta. Pensó que podría ser Santana.
- Soldado Pierce. – La saludo el  mayor Kahn, el segundo al mando después de Sam.
- Mayor.
- Debo darle malas noticias, Pierce. - Brittany pensó que su mayor sabía acerca de Santana y el cuerpo se le tenso con la idea de su muerte. – Hubo en la noche un bombardeo en la sede del partido en Berlín. Su familia murió, soldado. El único sobreviviente allegado a usted fue el cabo Arnold Vorgrimler. Tendrá el resto del día libre, mañana pase por mi despacho para saber si quiere seguir con su labor o la trasladamos a otro campo. Lo siento.
Brittany se quedó tanto tiempo parada viendo hacia el infinito que la nariz se le congelo. Su cerebro no procesaba la información que le dio el mayor Kahn. Solo tuvo fuerzas para acostarse en la cama y gritar. Maldijo a Hitler, a los rusos, a su familia fascista, a sí misma. Quería acabar con su vida.
Solo un disparo bastará.
¿Qué iba a hacer sola? Pensó en lo irónica que es la vida, porque hacía solo un día ella había hecho que Santana sintiera ese mismo dolor.
Pero yo no tengo la fuerza de Santana. No soy nadie.
Brittany duró horas tirada en su cama, llorando en silencio mientras unos copos de nieve llenaban la ventana de blanco. ¿Cómo pudo Santana ser tan fuerte ayer? Quizás ella tenía la certeza de que no vería más a su familia.
Pero yo no.
Se paró como pudo, lavo su rostro y salió en pijama, necesitaba hablarle a esa morena.
Ella tendrá la respuesta.
Abrió la puerta de la cocina y se sorprendió al no hallar a nadie dentro.
- ¿Santana? ¿Sara? ¿Hay alguien? – dijo la rubia esperando una respuesta.
- Por Dios, Britt, ¿Cómo vas a salir vestida así con este frio? – Santana tensó las cejas con cara de preocupación.
- Santana, mi familia, murieron… bombardearon la sede del partido y ellos… - Brittany rompió en llanto mientras se apoyaba en el hombro de Santana, sus lágrimas cayeron en su camisón lleno de carbón.
El poder de las palabras
Santana pensó en lo que había deseado con tanta fuerza ayer, no recordó que la familia de Brittany era también la familia de Samuel.
- Lo siento Britt… esto es un horror – La morena deposito un beso en el cabello más limpio que jamás haya besado. El olor a vainilla que desprendía cada hebra de cabello rubio era una droga para Santana. - ¿Qué puedo hacer por ti? Pídeme lo que quieras.
- Solo abrázame… y no mueras.
La idea hizo sonreír en sus adentros a Santana, eso era algo imposible. Era más fácil  bajarle una estrella a la niña aria que mantenerse con vida. Ella sabía que solo la utilizarían un tiempo, luego como su familia y como todos ella moriría y nadie la recordaría.
Quizás Brittany.
- Puedo abrazarte, pero sabes que me mataran Brittany… ese es el fin de los gitanos.
- Tú no tendrás ese final San. Yo te cuidaré, lo juro. – Los juramentos de Brittany parecían tener algún efecto sincero en el cerebro de Santana.
Brittany estaba totalmente sola, solo le quedaba Santana y para su desgracia no podía solo sacarla de ahí y llevarla a un lugar soleado donde ella pudiera exhibir con libertad ese color dorado tan hermoso. Ah, también estaba Arnold.
- Mañana es mi cumpleaños, seré mayor de edad. – Soltó Santana sin pensar.
- Es increíble, eh. Un día eres una niña y al otro te conviertes en mujer – El humor de Brittany parecía mejorar – Mañana, te espero en mi cuarto.
- Ve a tu cuarto, Britt. Yo debo trabajar y tú debes descansar, te veré en la mañana. – Santana deposito un beso en la pálida y fría frente de su amiga.
Al irse Brittany, Santana pensó cuando su madre le había dicho sobre el poder de las palabras.
- Santana, nosotros los gitanos tenemos un poder mayor en esta tierra, porque nosotros podemos cumplir lo que queramos.
- ¿Lo que queramos? – La pequeña Santana pensó en una muñeca rubia que deseaba mucho.
- Lo que queramos si es justo, Santanita. Cuando desees algo con el corazón, solo pídelo.
Santana jamás había usado su “poder mayor” realmente jamás había creído en el.
Pero es real.
La tarde fue tan lenta como los días antes de que la soldado Pierce llegara, las dos jóvenes tenían una vida bastante monótona, y con mucha crueldad. Santana siempre recibía más golpes que Sara porque la defendía, para Santana la judía era como una hermana menor, una hermana muy entrometida.
El día del cumpleaños de Santana llego con un día bastante cálido y azul. Brittany se levantó de su cama, lavó su cabello rubio con mucho cuidado, sus piernas largas se deslizaron por las medias negras de nylon, su traje gris parecía más gris que nunca, la insignia de las SS las veía con manchas de sangre, recordó como Quinn habría deseado tanto tener ese uniforme, pensó también en como Santana pasaría su cumpleaños siendo una prisionera de guerra. Dando zancadas cortas llego al despacho del mayor Kahn.
- Mayor. – Saludo Brittany como toda una experta militar.
- Soldado. Siéntese por favor.
- Gracias, pero solo vengo a decirle que me quedaré en mi puesto de trabajo. Y a agradecerle por dejarme el día libre ayer.
- Me place que se quede, su familia tiene una reputación intachable y memorable en nuestra institución.
- Gracias, mayor… debo irme. – Brittany se despidió como entró.
Sabía que no podía darle nada físico a Santana porque las descubrirían, así que opto por regalarle una noche inolvidable. Busco en su pequeña cocina personal los ingredientes necesarios para hacer una torta. Dio gracias a Tatiana por enseñarle a preparar las fabulosas tortas que la francesa hacía.
Era una receta sencilla pero sabía como si fuera de la mejor pastelería de Paris. Buscó todo lo que necesitaba, buscó hasta ropa para no lucir toda la noche como una fascista (aunque debía admitir que el traje la hacía ver sexy) Brittany se ruborizo al pensar en eso.
Debe llegar en cualquier momento.
Se levantó con rapidez cuando escucho la puerta.
- Feliz cumpleaños, Santana. – Brittany la abrazo con fuerza.
- Gracias soldado Pierce – Santana rio con fuerza.
- Vamos pasa. – Santana entró al cuarto de Brittany – tu primer regalo está en el baño, disfrútalo.
Santana entro y vio un vestido de noche negro, hermoso, unos aceites y jabones caros, también hallo una nota.
“Esta noche será nuestra fiesta, así que vístete y alístate.”
Santana se metió en la ducha tibia, lavando su cuerpo con un jabón que olía a chocolate, era el mejor baño de su vida. Al salir su cuerpo estaba lleno de aceite con el mismo olor achocolatado. El vestido que Brittany eligió para ella le quedaba perfecto, ceñido a su tonificado cuerpo.
Cuando Santana salió del baño, Brittany que estaba vestida con un vestido crema quedo anonadada.
Oh por Dios, estás hermosa.
- ¡Qué guapa luces, Pierce! – La voz de Santana saco de su limbo a la rubia.
- Gracias López, usted parece una diosa, debo confesarle.
Cállate Brittany. ¿Le dijiste Diosa? ¡Qué vergüenza!
- ¿Luzco como diosa? Vaya, gracias – La morena se ruborizó.
- Ven, te prepare unos raviolis.
- Oye, eres genial para dar regalos. – Santana le sonrió con ternura.
La comida paso rápidamente mientras bebían vino y hablaban de su familia.
- Me encanta el nombre de tu hermano, cuando tenga un hijo le pondré Puck, ojala tenga un bebé tan guapo como tú – Ya Brittany estaba un poco ebria.
- Me encantaría que hicieras eso, oh, tú eres más guapa, ¡mira esos ojos azules!
- ¿Qué tal si bailas conmigo, López? – Ya Brittany estaba muy ebria.
- Te sigo, Pierce.
Bailaron una balada en donde Brittany llevaba la batuta, en un momento el aliento acido de la rubia rozo el oído de Santana.
- Te hice un pastel.
- Gracias, Britt. – Ya Santana no pensaba con mucha claridad – has hecho de mi vida un palacio aquí.
- Es lo menos que puedo hacer por una chica tan linda.
Brittany sacó el pequeño pastel francés.
- Para ti, San.
- Eres un sol, un sol muy rubio y con ojos muy claros.
- Te pones graciosa cuando estás ebria. – Brittany rio y olvido que su familia estaba muerta, ambas se hacían bien.
- Este pastel sabe a gloria, mujer. Eres una excelente cocinera. – Santana comía con placer.
- Tatiana me enseñó la receta
- ¿Quién es Tatiana? – La voz de Santana se volvió oscura.
- La chica de la que te hable.
- Ah – Santana fingió no oír eso. Parecían celos.
¿Celos? Puffff, ella es solo mi amiga.
- Brittany ya es tarde, debo irme. – La morena sonó cortante, empezó a quitarse el vestido delante de una rubia que miraba el espectáculo impacientemente.
Dios, Dios, no la veas así Brittany. Está muy buena.
- Estás tan buena.
¿¡Qué!? Oh Jesús, oh Jesús.
Santana rio con mucha fuerza mientras se paraba semi desnuda en frente de Brittany.
- Estás tan ebria Britt. – Santana se puso su antigua ropa de trabajo en un dos por tres.
- No lo estoy, bueno sí. Lo siento San, no quise decir eso… bueno sí quise. – Santana seguía riendo mientras Brittany se confesaba.
- Adios Britt – Santana poso un inocente beso en los labios rosados de Brittany. Sabían a vino, a pasión y a peligro.
Sobre todo a peligro.
Santana salió como una mujer feliz de ese cuarto, ella era feliz mientras a metros había gente muriendo.

¡Hola! Acá les dejo algunas referencias visuales.
Campo de concentración deSachsenhausen: http://k45.kn3.net/728B9ABE5.jpg
Ropa de Santana: http://www.nacion.com/mundo/vestidos-uniformes-concentracion-liberacion-sovietico_LNCIMA20130806_0091_27.jpg
Soldados normales: http://fotos.miarroba.es/fotos/b/8/b8aa9510.jpg

Saludos!!

Ame el cap *----*
Ya quiero que actualices niña :3
Porfavorcito :3 *---*

Saludos :)

Elita escribió:Ame el cap *----*
Ya quiero que actualices niña :3
Porfavorcito :3 *---*

Saludos :)

Mañana actualizo, lo prometo!!!

Te estare esperando . =)

holap,...

pobre lo de britt,...
a pesar de todo me gusto lo que hizo britt para festejar el cumple a san,...
meta tendrían que estar mas tiempo borrachas jajajaja

nos vemos!!!!

Estoy ansiosa de leerte niña *---*
Te estoy esperando :3
Pero sin presión alguna.... APRESURATE xD

¡Hola! Acá está otro cap... debo hacer unas aclaraciones 1) Deje el capitulo en un punto que... ¡Por favor no me maten! jajaja 2) este traje nuevo de Brittany: http://24.media.tumblr.com/tumblr_lgbqkwPf9T1qbaylto1_500.jpg NO ES REAL, pero lo vi en una página y me pareció que Heather se vería sexy en él O sea, las mujeres no se vestían así, ese uniforme fue creado por Hugo Boss para los soldados hombres.
Espero actualizar mañana en la noche, saludos!!!


Las noches y los días se habían vuelto grises, parecía que el invierno jamás abandonaría el lugar, Brittany tenía constantes pesadillas donde veía a su familia morir, lo único que la ataba a la vida era su amistad con Santana. Luego de ese beso fugaz ninguna se atrevía a ir un poco más allá. Esa mañana era distinta, Brittany cumplía años, y era la única en saberlo. Pensó en que quizás si su vida fuera otra, hoy tendría una gran fiesta con toda su familia. Gracias al peso de su apellido la rubia había ascendido de rango, ya no usaba aquel gris uniforme, sino uno negro que daba más presencia según su mayor.
Miedo, doy miedo.
La soldado hizo lo de siempre, alistarse tan temprano que ni el sol se atrevía a rozarla, caminó entre la neblina hacia el despacho de su mayor. Podía oír los gritos que provenían desde unas paredes lejanas, el ladrido de los pastores asechando el terreno lodoso, también sentía ese olor tan repugnante a carne quemada. A lo lejos, logró oír un disparo seco que cortó el aire. Sabía que tal vez, un día, oiría el disparo que le arrebataría a la única persona que realmente quería.
¿Quiero a Santana?
Esa pregunta torturaba su mente más de lo que necesario, ¿qué tenía de malo querer a alguien? Es que ella no es solo alguien, es una mujer, es gitana y estamos en plena guerra.
- Mayor. – Brittany le saludo como de costumbre.
- Pierce, que bien te luce ese atuendo. – El tono de voz le sugirió a Brittany que quizás eso fue un cumplido.
- Gracias, mayor.
- Brittany, he recibido noticias de que el cabo Vorgrimler trabajará aquí un tiempo para estar a su lado.
- ¿Qué? ¿Para qué? – Brittany no quería cerca a Arnold, ni un poco.
- Pues, parece que su prometido ha pedido eso.
- ¿Mi prometido?
- Bueno, Pierce. No sé los detalles de su relación, lo que sé es que mañana estará llegando, puede retirarse.
Brittany se sentía tan confusa, ella no quería casarse con Arnold, la idea de pensar en estar con él hizo que la nuca se le tensara y una gota de sudor rasgara su columna con sutileza.
Ya el sol había asomado unos pequeños rayos cuando se encontraba cerca de aquella cocina polvorienta, la rubia seguía sumergida en sus pensamientos cuando oyó un sollozo que venía de la cocina.
Santana
Abrió la puerta y vio a Sara llorar mientras abrazaba sus piernas y a Santana apoyada en la pared mirando hacia el infinito.
- ¿Qué ha pasado? – Preguntó con una sincera preocupación.
- Pues, nos han rapado. – Santana sonó cortante.
- ¿Cómo que las han rapado?
- Resulta que a los arios, no les agrada que las “no puras” tengamos cabello. – Santana estaba visiblemente molesta, su cabello era muy largo y hermoso.
- Luzco horrible, soldado… - Sara no podía con su tristeza.
- No lucen terribles, por Dios, ambas son hermosas con o sin cabello. – Brittany decía la verdad.
- Deja la hipocresía ¿quieres? – Santana tomo por sorpresa a Brittany con esa actitud. ¿Dónde estaba aquella dulce gitana?
- Santana… - Brittany no sabía cómo seguir con Sara ahí.
- Lo siento, volveremos a trabajar. – Santana le dedico una sonrisa falsa.
- Ven conmigo. – Brittany fue tajante.
- Por favor, soldado Pierce, no la mate. – Rogó una preocupada Sara.
Ambas la ignoraron y salieron de aquella cocina, Brittany caminaba con tanta rapidez que a Santana le costaba seguirle el paso. Muy pronto llegaron a un lugar desolado que solo tenía un montón de cercas y alambres de púas.
- Eres malditamente hermosa – Dijo Brittany visiblemente molesta – así no tengas ni una gota de cabello eres la mujer más hermosa de toda Alemania.
Esa confesión tomo a Santana por sorpresa que solo se limitó a llorar en silencio.
- Santana, tu cabello crecerá… eso no quita que sea un acto despiadado e inhumano. Pero para mí, eres hermosa como sea. Ven, vamos adentro que el frio me está helando.
- Gracias, Brittany.
Brittany paro la caminata de golpe y se volteó con rapidez.
- Mañana llega mi novio…
- Oh, eso es… fantástico. – Dijo una sorprendida Santana.
- ¿Lo crees?
- ¿Qué quieres que te diga? Si para ti es bueno pues para mí también.
- No es bueno para mí.
- Es lo que debes hacer sabes… no puedes irte por ahí con la francesita – Lo último sonó un poco despectivo.
- Tampoco quisiera fugarme con ella… vamos San. – Brittany siguió la caminata.
- ¿Y conmigo? ¿Te fugarías conmigo?
Esa pregunta heló a Brittany hasta que sintió corriente que le punzaba las extremidades. No respondió nada hasta llegar a la puerta de la cocina.
- Si, Santana. Me fugaría contigo.
Brittany definitivamente estaba sintiendo algo fuerte por Santana que no sabía explicar, porque jamás lo había sentido. La mañana pasó como cualquier otra, solo que esta vez había una leve confesión en el medio de ambas, ellas sentían la tensión arrastrándolas hacia un lugar muy inestable.
- ¿Sabes, San? Hoy es mi cumpleaños. – Dijo cuándo Sara salió hacia el baño.
- ¿Por qué no lo dijiste antes?
- Porque estabas alterada, supongo.
- Lo siento, Britt – Sonaba apenada.
- No, yo lo siento. Es mi gente la que te está haciendo la vida miserable.
- Pero no eres tú. Eres distinta.
- Te quiero. – Esa frase cortó el aire tan rápido que Brittany sintió un mareo enorme.
- Oh chicas, necesitare una peluca. – Sara llegó de nuevo con su drama capilar.
Santana miro a la rubia con una expresión distinta, algo que Brittany no supo descifrar. Mientras cocinaban Santana tuvo tiempo de escribir una pequeña nota.
Iré a tu cuarto en la noche.
Ambas sabían que seguramente esa sería la última noche de sus reuniones, con la llegada de Arnold las cosas cambiarían.
Brittany espero a Santana con una pijama bastante corta, era muy atrevida. Su madre le había dicho eso cuando la compro en un viaje que hizo a Hamburgo.
- Por fin llegas, te estaba esperando. – Brittany abrió la puerta de su cuarto. - ¿Quieres vino?
- Sí Britt… - Santana lucia su cráneo sin la pañoleta que debía usar. – Feliz cumpleaños.
- Gracias San – Sonaba bien que alguien le dijera eso.
- Te traje algo. – Santana le dio un anillo dorado con una piedra azul en el centro – era de mi abuela, se suponía que Puck debía dárselo a la mujer con la que iba a casarse… al morir robé eso de su cuarto.
A Brittany se le inundaron los ojos con lágrimas
- Santana, esto significa tanto… es parte de tu familia, de tus raíces.
- Lo es… y ahora te pertenece a ti.
La rubia no aguanto más y se abalanzo hacia los labios de la morena, el beso fue tan tímido que se sentía como dos nubes rozándose, hasta que Brittany sin pensarlo tomo las caderas de Santana atrayéndola hacia las suyas e intensificando el beso.
- Te deseo, San – Dijo la rubia entre besos.
- Yo también, Britt.
- Me casaré con Arnold porque parece mi futuro inevitable, pero quiero darte esto a ti… y juro Santana, que nos fugaremos un día.
Lo que provenía parecía inevitable, las dos tenían tanto deseo y pasión en su pecho que era imposible retenerlo un día más.
Brittany se quitó la pijama tan rápido que su desnudez invadió el cuarto como una luz resplandeciente que cegó a Santana por unos segundos. Los ojos marrones de la morena se oscurecieron tanto que parecían negros. Brittany se acercó a ella con cautela y le quito su polvoriento uniforme dejando al descubierto un cuerpo bronceado y bien firme, el abdomen de la gitana era tan plano y tan bien formado que la rubia se lanzó a besarlo.
- Oh Britt, eso se siente bien…
La rubia salto a besar sus grandes senos con tanta devoción que parecía un acto puro de amor.
- Vamos a la cama.

Que maravilloso regalo para britt, jajajjajaj,
Que pasara ahora con arnold.

Espero el próximo capítulo

JanethValenciaaf escribió:Que maravilloso regalo para britt, jajajjajaj,
Que pasara ahora con arnold.

Creo que habrá DRAMA jajaja

holap,...

mujer tu estas loca por que lo dejas ahí????
no ahí mejor regalo que ese!!!!
quiero el prox cap!!!

nos vemos!!!

Sabes? No es de Dios dejar las cosas en ese punto! ¡¿COMO SE TE OCURRE?!
Además dices "Drama"? T-T no me gusta!

Hola! Este capitulo es corto pero es que aún pienso en que hacer con Arnold xD. Por cierto, debo cambiar las fechas históricas para que el fic avance. Gracias por leer!  



A Brittany le parecía algo increíble y estúpido que los nazis mataran a gente como Santana, no podía dejar de observar como el cobre de la piel de la gitana hacia un eco ensordecedor en su pálida piel. Acostó a Santana con tanto cuidado como si fuera una mujer de vidrio.
- Eres hermosa, y tienes un cuerpo increíble. – La rubia estaba tan excitada solo con mirar a Santana que sentía que un orgasmo la inundaría apenas la otra la tocara.
- Brittany, sabes… soy virgen – Santana sonaba totalmente apenada.
- Yo también, San. Solo cállate y déjate llevar – El azul de los ojos de la rubia parecía oscuro.
Sin perder tiempo, Brittany besó el cuello de Santana dejando pequeñas mordidas y lamiendo cada centímetro. Estaba tan concentrada que apenas oía los gemidos que Santana dejaba en la habitación.
- Sigue por favor. – Rogó Santana cuando Brittany paró los besos.
- No pienso parar, nunca, créeme. – La rubia siguió bajando hasta tomar los senos de Santana con su boca.
La gitana no podía con su cuerpo cuando la rosada lengua de Brittany rozo la punta de su pezón erecto.
- Oh… sí. – Era lo único que podía razonar Santana mientras la rubia la tomaba.
Brittany seguía bajando hasta el vientre de la morena, cuando lo besó, Santana gemía con tanta fuerza que la rubia pensó que se oiría hasta en Rusia. El olor que provenía de la vagina de Santana la tenía mareada, definitivamente iba a probar eso.
- Necesito que abras las piernas, San.
Santana solo asintió y le dio la mejor vista que la soldado alguna vez tuvo. Cuando Brittany acerco la lengua al húmedo e hinchado clítoris de Santana, esta pensó que iba a desmayarse.
- Sigue Britt, por favor, sigue. – Dijo entre jadeos.
Brittany siguió lamiendo cada centímetro de ella, hasta que sintió cuando un orgasmo golpeo a la morena con mucha fuerza, pudo notar como se retorcía en las sabanas mientras jadeaba con fuerza.
- Britt, eso fue… increíble – logró decir.
- Sabes a gloria, Santana. – La rubia no sabía de donde salía todo aquello que le decía a la gitana, pero sabía que era verdad.
- Quiero hacerlo yo. – Santana se paró con convicción y se sentó en el medio de las piernas de Brittany.
- Haz lo que quieras conmigo…
Santana imitó a su amiga cuando bajo hasta la vagina rosada de Brittany, hizo lo que ella le hizo, pero necesitaba más.
- Quizás te duela esto, pero necesito hacerlo. – La rubia sabia a que se refería Santana.
- Vamos a hacerlo juntas, San.
Ambas se colocaron frente a frente, la morena deposito un casto beso en la boca de Brittany.
El beso se volvió muy apasionado y las manos viajaban con rapidez, parecía que querían fundirse en el cuerpo de la otra, Santana fue la primera en tocar la entrada de Brittany, acto que hizo que la otra repitiera la acción. Ambas se penetraron casi al unísono, los gemidos parecían una canción coordinada.
- No pares Santana – Dijo Brittany con los ojos cerrados, la morena profundizo el movimiento constante.
- Voy a llegar Britt… - Santana sentía el orgasmo muy cerca
Las dos recibieron un orgasmo que hizo que les temblara el piso.
- Te quiero, Santana… te quiero  mucho. – Dijo la rubia mientras hacía círculos en el vientre sudado de Santana.
- Pensé que nunca lo dirías – La morena sonrió con dulzura.
- Fue el mejor cumpleaños de mi vida, en serio.
- Gracias por ser mi primera vez, Britt… ¿sabes? Quizás mañana muera, pero ahora podré irme feliz porque tendré esta noche en el pensamiento.
- No dejaré que mueras, lo juro, primero muero yo. – A Brittany le hacía mucho ruido pensar en la perdida de Santana.
- Eres una buena chica. No dejes que el cretino ese te haga daño jamás… - Santana sonaba celosa, era tan injusta su vida. – Debo irme Britt… te quiero.
- ¿Tan pronto? – Brittany no quería dejarla ir.
- Tú sabes que sí – En efecto, Brittany sabía que debía irse.
Santana se acostó en su intento de cama con la sonrisa más ilusa que jamás había tenido, se sentía feliz, cosa que, hace mucho no lo era. Por su parte Brittany usó el anillo que le dio Santana, estaba segura que jamás se apartaría de ese objeto, y tampoco del recuerdo de su gitana.
El sol golpeo el cuerpo abatido de Brittany, no pudo dormir en toda la noche pensando en las posibles realidades que viviría con Santana, seguía desnuda abrazando la almohada que aún conservaba el olor del cuerpo de la morena. Debía levantarse, para su horario se le había hecho tarde. Noto pequeñas marcas en su cuerpo y sonrió al pensar en la dueña de ese diente marcado en su ombligo. Podía ser un día feliz, pero no.
Hoy llega Arnold.

NOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!! SIGUELE. PLIS
QUE BONITA NOCHE PARA LAS BRITTANAS.
CUANDO ACTUALIZARAS

holap,...

me encanto,...
ame a las dos que tuvieron su primera vez!!!
aver que pasa con britt y su prometido!???

nos vemos!!!

JanethValenciaaf escribió:NOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!! SIGUELE. PLIS
QUE BONITA NOCHE PARA LAS BRITTANAS.
CUANDO ACTUALIZARAS

Si la musa me baja en la noche, mañana en la noche actualizo!

3:) escribió:holap,...

me encanto,...
ame a las dos que tuvieron su primera vez!!!
aver que pasa con britt y su prometido!???

nos vemos!!!

Algún drama habrá, pero no se cual jajaja

Te doy una idea simple para arnold MATALO buena idea no