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[Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
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Susii
marthagr81@yahoo.es
23l1
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Si algo cortos en realidad, en fin... brittany la tiene dura con santana, pero tampoco es que santana este en un lecho de rosas con brittany!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
hola morra,...
intensos los primeros dias jajaj
ahí que adaptarse a cada carácter de cada uno,..
nos vemos!!!
PD; esta buena la trilogia,.. pero en el 2do y 3 er libro son mas relacionado a la amistad de las dos parejas en si!
intensos los primeros dias jajaj
ahí que adaptarse a cada carácter de cada uno,..
nos vemos!!!
PD; esta buena la trilogia,.. pero en el 2do y 3 er libro son mas relacionado a la amistad de las dos parejas en si!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Rompio el espejo dfljdshk que ruda :')
Ya quiero ver como fluyen las cosas entre ellas$-$
Ya quiero ver como fluyen las cosas entre ellas$-$
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
micky morales escribió:Si algo cortos en realidad, en fin... brittany la tiene dura con santana, pero tampoco es que santana este en un lecho de rosas con brittany!!!!
Hola, jajajja xD un poco si xD jaajajajja. Jajajajajajajaj a no¿? jaajajajaj XD jajajaja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
intensos los primeros dias jajaj
ahí que adaptarse a cada carácter de cada uno,..
nos vemos!!!
PD; esta buena la trilogia,.. pero en el 2do y 3 er libro son mas relacionado a la amistad de las dos parejas en si!
Hola lu, uff si un poco jaajajaj. No les queda de otra no¿? ajajaj. Saludos =D
Pd: mmm algo así pudimos ver en el primero que subí que sería el 3 XD jajaajaj.
Susii escribió:Rompio el espejo dfljdshk que ruda :')
Ya quiero ver como fluyen las cosas entre ellas$-$
Hola, tiene carácter no¿? jajaajajjaj. Aquí el siguiente para ver como avanza eso jajaajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 7
Capitulo 7
—Es imposible, Quinn—explicó Brittany.
Levantando la vista cuando el camarero trajo las bebidas.
—Gracias—luego se volvió de nuevo a Quinn—Antagónica, grosera. Creo que ella practica ser una perra, y lo disfruta.
—¿Así que realmente rompiste el espejo?
—Dios, yo estaba tan avergonzada. No sé qué me pasó. Bueno, yo lo sé. Ella... ¡me vuelve loca! Si no pensé en si podía haberme herido, ella me había abordado y termine sacando la mierda de ella fuera.
Quinn se echó a reír.
—Nunca te he visto en este trastorno antes. ¿Por qué estás soportando tanto?
—Porque tenemos que trabajar juntas. Siempre he sido capaz de ser amiga de mis compañeros. Amigos Tal vez no siempre cercanos. Y no es como salir fuera después del trabajo o cualquier cosa. Siempre íbamos a casa, con nuestras vidas por separado. Pero hablamos. Compartiendo cosas. Sólo una conversación normal, ya sabes. Con ella, es todo un trabajo e incluso entonces, es como tirar con los dientes para conseguir algo de ella.
—¿Por qué no vas donde tu teniente?
—Yo no voy a correr chismes y quejas de que ella no está jugando bien. Además, él sabe cómo es. Todo el mundo sabe cómo es.
—Has estado ahí una semana. ¿Cómo va a hacer un mes o incluso un año?
—No puedo. No así. No dejo de pensar, si trato de ser amable con ella, tal vez ella entre en razón. Dios, ella me llama Britt. ¿Puedes creer eso?
—¿Y se lo permites?
—Le he pedido que no. Pero me ignora.
—Bueno, yo no te envidio. ¿Qué dice Sam al respecto?
—Realmente no le he contado. Él piensa que es sólo estrés por un nuevo puesto de trabajo. Nos hemos visto sólo una sola vez esta semana.
Quinn levantó las cejas.
—¿Todo bien?
—Sí, está bien. Estoy cansada cuando llego a casa. Vamos a pasar el fin de semana juntos.
—Brittany, no dejes que este nuevo puesto arruine tu relación con Sam.
—Yo no lo estoy, Quinn. No te preocupes.
Y la verdad, se preguntó subconscientemente, estaba agradecida por su nuevo puesto.
Había disfrutado de estar lejos de Sam esta semana.
****************************************************************************************
Santana conducía por las calles oscuras, con la llovizna en el limpiaparabrisas que había estado constantemente cayendo durante todo el día. La multitud de la noche del sábado era delgada, sin duda, el clima había mojado muchos planes.
Ella vio a dos chicas amontonados en una esquina y se detuvo, bajo la ventana mientras se acercaban.
—Buenas tardes—dijo y mostró su placa y las chicas rodaron de sus ojos.
—No estamos haciendo nada malo—dijo una—Sólo estar aquí observando.
—No estoy buscando arrestarlas.
Alzó las dos fotos de Lorena y de cristal.
—Las conocen.
Las chicas se miraron una a la otra, y luego una de las chicas hablo.
—Sabes que está muerta—dijo la rubia.
—¿Sabes para quién trabaja?
—No—dijo rápidamente.
—¿Ramón Blackmon?
—Nunca he oído hablar de él.
Santana sonrió.
—Oh, vamos. Esta es su área. Quiero hablar con él.
—Hey, él no lo hizo.
—No creo que él lo haya hecho. Estoy buscando a John—dijo.
—Ya sabes cómo funciona, oficial. Nosotras no tomamos los nombres. Además no te dan uno real, de todos modos.
Santana asintió con la cabeza. Se podría decir que estaban asustadas. Por eso no estaban hablando. Sacó su tarjeta y se la entregó a la rubia.
—Llámame si oyes algo, ¿de acuerdo? Las calles no son seguras para las niñas en estos momentos. Necesitas tener cuidado con quien te recoja—dijo.
—Entonces, ¿si hay algo nuevo?
Levantando la vista cuando el camarero trajo las bebidas.
—Gracias—luego se volvió de nuevo a Quinn—Antagónica, grosera. Creo que ella practica ser una perra, y lo disfruta.
—¿Así que realmente rompiste el espejo?
—Dios, yo estaba tan avergonzada. No sé qué me pasó. Bueno, yo lo sé. Ella... ¡me vuelve loca! Si no pensé en si podía haberme herido, ella me había abordado y termine sacando la mierda de ella fuera.
Quinn se echó a reír.
—Nunca te he visto en este trastorno antes. ¿Por qué estás soportando tanto?
—Porque tenemos que trabajar juntas. Siempre he sido capaz de ser amiga de mis compañeros. Amigos Tal vez no siempre cercanos. Y no es como salir fuera después del trabajo o cualquier cosa. Siempre íbamos a casa, con nuestras vidas por separado. Pero hablamos. Compartiendo cosas. Sólo una conversación normal, ya sabes. Con ella, es todo un trabajo e incluso entonces, es como tirar con los dientes para conseguir algo de ella.
—¿Por qué no vas donde tu teniente?
—Yo no voy a correr chismes y quejas de que ella no está jugando bien. Además, él sabe cómo es. Todo el mundo sabe cómo es.
—Has estado ahí una semana. ¿Cómo va a hacer un mes o incluso un año?
—No puedo. No así. No dejo de pensar, si trato de ser amable con ella, tal vez ella entre en razón. Dios, ella me llama Britt. ¿Puedes creer eso?
—¿Y se lo permites?
—Le he pedido que no. Pero me ignora.
—Bueno, yo no te envidio. ¿Qué dice Sam al respecto?
—Realmente no le he contado. Él piensa que es sólo estrés por un nuevo puesto de trabajo. Nos hemos visto sólo una sola vez esta semana.
Quinn levantó las cejas.
—¿Todo bien?
—Sí, está bien. Estoy cansada cuando llego a casa. Vamos a pasar el fin de semana juntos.
—Brittany, no dejes que este nuevo puesto arruine tu relación con Sam.
—Yo no lo estoy, Quinn. No te preocupes.
Y la verdad, se preguntó subconscientemente, estaba agradecida por su nuevo puesto.
Había disfrutado de estar lejos de Sam esta semana.
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Santana conducía por las calles oscuras, con la llovizna en el limpiaparabrisas que había estado constantemente cayendo durante todo el día. La multitud de la noche del sábado era delgada, sin duda, el clima había mojado muchos planes.
Ella vio a dos chicas amontonados en una esquina y se detuvo, bajo la ventana mientras se acercaban.
—Buenas tardes—dijo y mostró su placa y las chicas rodaron de sus ojos.
—No estamos haciendo nada malo—dijo una—Sólo estar aquí observando.
—No estoy buscando arrestarlas.
Alzó las dos fotos de Lorena y de cristal.
—Las conocen.
Las chicas se miraron una a la otra, y luego una de las chicas hablo.
—Sabes que está muerta—dijo la rubia.
—¿Sabes para quién trabaja?
—No—dijo rápidamente.
—¿Ramón Blackmon?
—Nunca he oído hablar de él.
Santana sonrió.
—Oh, vamos. Esta es su área. Quiero hablar con él.
—Hey, él no lo hizo.
—No creo que él lo haya hecho. Estoy buscando a John—dijo.
—Ya sabes cómo funciona, oficial. Nosotras no tomamos los nombres. Además no te dan uno real, de todos modos.
Santana asintió con la cabeza. Se podría decir que estaban asustadas. Por eso no estaban hablando. Sacó su tarjeta y se la entregó a la rubia.
—Llámame si oyes algo, ¿de acuerdo? Las calles no son seguras para las niñas en estos momentos. Necesitas tener cuidado con quien te recoja—dijo.
—Entonces, ¿si hay algo nuevo?
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Avisen si conocen a alguien del foro del cambio!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Avisen si conocen a alguien del foro del cambio!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Demasiado corto! :'c
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
bueno creo que no vale la pena que vuelva a decir que los capitulos son mas cortos que las faldas de Britney Spear, pero que vaya a pasar el fin de semana con labios de mero es otra cosa, en verdad, espero que esa relacion termine rapido!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Susii escribió:Demasiado corto! :'c
Hola, jajajaajaj lo siento xD jaajajajaj, pero aquí el siguiente! Saludos =D
micky morales escribió:bueno creo que no vale la pena que vuelva a decir que los capitulos son mas cortos que las faldas de Britney Spear, pero que vaya a pasar el fin de semana con labios de mero es otra cosa, en verdad, espero que esa relacion termine rapido!!!!
Hola, XD ajajajajajajajajaajajajaja xD jajaajajajajajajajajajaja, esk así son XD lo siento, pero aquí dejo el siguiente! Jajajjajaajajjaa esperemos y sea así. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 8
Capitulo 8
Era tarde y Brittany había pasado el fin de semana con Sam, pero había planeado ir a casa el domingo.
Le insistió en quedarse.
Apenas había tenido tiempo de correr a casa y ducharse, luego entró en el tráfico de la mañana. Ahora eran las ocho y cuarto y corrió a la sala de la brigada, lanzando un rápido:
—Buenos días—al sargento Jake al pasar por él.
—Siento llegar tarde—dijo a Santana mientras sacaba su silla.
—No hay problema.
—¿Tuviste un buen fin de semana?—preguntó Brittany.
Se había dicho que iba a tratar de llevarse bien con López. Y estaba decidida a sacar a su compañero a delante.
Cualesquiera sean las consecuencias.
—Una maravilla—dijo Santana secamente—¿Y tú?
Brittany estaba sorprendida por la pregunta.
—Sí. Atrapada por el sueño—contesto.
—¿Es por eso que llegas tarde? ¿Dormida?
Brittany sonrió.
—No, yo estaba con Sam. Tuve que pasarme por mi casa esta mañana.
Santana asintió con la cabeza.
Santana haría un esfuerzo. Había pasado todo el día domingo en el barco. Había pescado y relajado. Y se dijo que estaba siendo demasiado dura con Brittany.
¿Qué le duele a abrirse un poco?
—Tu novio. ¿Verdad?
Brittany se quedó observando a Santana, fue en realidad una pregunta personal.
¿Cualquiera que sea, algo estaba mal con ella?
—No es serio como para el matrimonio—dijo Brittany, inclinándose hacia adelante—¿Qué te pasa?
—¿Cómo dices?
—¿Secuestraron tu cuerpo?
Santana sonrió.
—Sí. No te preocupes. Van a devolver mi gemela malvada por la tarde.
—López, Pierce. Aquí.
Las dos levantaron la vista cuando Schuester asomó la cabeza fuera de su oficina. Se volvieron a mirar a los demás y se encogieron de hombros.
—¿Qué pasa?—Santana preguntó mientras tomaba una de las sillas en frente de su escritorio.
—¿Cómo está tu Jane Doe?
—Callejón sin salida. Nadie está hablando. No encuentro a Ramón Blackmon. Hasta donde yo sé, él es sólo un nombre.
—¿Y las niñas?
—Sin ID. No priores.
—Está bien. CIU pide ayuda. Tienen una alerta terrorista. Petróleo y gas en esta ocasión. Hay un viejo gasoducto de una empresa al este de la ciudad. Se ha extendido más de una veintena de hectáreas. Es uno de tres que no están en uso en este momento. Necesitan una mano en la comprobación del lugar. He enviado Puckerman y Adams a Mesquite. Ustedes se dirigirán ahí, asegurándose de que todo esté tranquilo.
—No es que no tengamos ningún caso, teniente—dijo Santana—¿No pueden enviar a la policía local?
—Su caso es un callejón sin salida, López. Tú misma lo dijiste. Además, Hudson y Anderson están fuera. Simplemente tomara una hora en coche por ahí. Asegúrese de que no pasa nada, no hay vehículos, no hay actividad. Informe a CIU y regresa es simple.
—Si es tan simple, ¿por qué no lo hacen ellos?
—Debido a que tienen las manos llenas con los que están activos, López. Eso es, obviamente el objetivo más probable. Pero todos sabemos que luego tienen toneladas de mierda de subsuelo. Es solo asegurarse del área.
—Cuatro mil policías en la fuerza y ¿cae en homicidios?
—Déjame en paz, López. Me limito a cumplir órdenes.
—Vamos, Santana. Va a ser divertido. Va a darnos la oportunidad de hablar—dijo Brittany.
—¿Diversión? ¿Hablar?—Santana siguió a Brittany por la puerta—Britt, sólo porque tuvimos una pequeña charla esta mañana, en realidad no cambia nada. Todavía soy una perra.
—Oh, yo no lo dudo ni por un minuto. Y yo casi no lo llamaría una conversación.
Santana permitió una sonrisa tocar su cara, pero lo mantuvo oculto de Brittany.
Golpeó con los nudillos sobre el mostrador.
—Jake, el Teniente nos está enviando a la maldita cerca de Terrell. ¿Tienes un Lexus o algo así listo para salir?
—Claro, López. ¿Por qué no tomas el Mercedes?—agarró las llaves de la rejilla y los arrojó a Santana—213. Traerlo de vuelta en una sola pieza.
Brittany vio el intercambio con los ojos muy abiertos. Nunca había visto a tomadura de pelo Santana con nadie. Y sobre todo Jake.
El Mercedes terminó siendo un Ford gris beige.
Brittany ni siquiera sugirió en conducir. Ella fue obedientemente hacia el lado del pasajero.
Santana maniobró por el centro y por la interestatal en silencio. Luego de varios kilómetros de distancia fue cuando Brittany rompió el silencio.
—¿Dónde vives?
Santana la miró y luego volvió a la carretera.
—¿Por qué?
—Sólo por curiosidad. Sólo haciendo una conversación—dijo.
—Tengo un pequeño departamento en el lado sur de Dallas. Cerca de Oak Cliff. No voy ahí mucho, sin embargo. Tengo un barco, un yate, en el Eagle Mountain Lake. Eso es más como una casa, pero tampoco voy mucho por ahí.
—Entonces, yo tenía razón. Tú no duermes.
¿Oak Cliff?
¡Dios mío!, ¿por qué un policía vive cerca de Oak Cliff?
—Yo no he dicho eso.
—Está bien. Simplemente no duermes en tu propia cama. No hay nada malo con eso.
—¿Al igual que tu no dormiste en su cama este fin de semana?
—Entonces, ¿hay alguien especial?—Brittany le preguntó, ignorando la pregunta de Santana.
—¿Especial?
—Ya sabes, una novia—le preguntó a Brittany.
Santana se echó a reír.
—No hay novia, no hay especial.
—¿Ni de una sola noche? ¿O todas las noches?
—Si yo tuviera la energía—murmuró—No, abajo en el gimnasio, yo duermo en un catre en el vestuario.
—Ya veo. No me extraña que estés tan temprano trabajando cada mañana—Brittany la miró—¿Schuester lo sabe?
—Por supuesto. ¿Quién crees que puso la cama allá abajo?
Brittany vaciló, luego se volvió a Santana de nuevo.
—¿Por qué no te vas a casa?
Santana apretó las manos en el volante. Si esto hubiera sido la semana pasada, ella le habría dicho que se metiera en su propia mierda. Pero se trataba de una nueva semana y Santana estaba haciendo un esfuerzo.
—Tienes razón. No duermo mucho—dijo finalmente Santana—Me quedo ahí tarde. Yo suelo ir al gimnasio a trabajar de todos modos. No veo el punto de conducir a casa después de la medianoche sólo para conducir de vuelta.
Brittany quería hacer más preguntas, pero ella no se atrevió. Vio la empuñadura que Santana tuvo en el volante, vio el ceño arrugado en la frente. Pensó mejor en cambiar de tema.
—¿Cómo sabremos si hay algo fuera de lo normal, quiero decir, no sabemos cómo se supone que debe ser un gasoducto sin funcionar. ¿Verdad?
Santana se encogió de hombros.
—Tal vez habrá todo tipo de actividad y podemos llamar a los muchachos de CIU para venir a nuestro rescate.
—De alguna manera, no puedo verte haciendo eso—dijo Brittany.
Schuester había tenido razón.
Les tomó una hora para llegar a la zona. Tuvieron que parar en una tienda de comestibles para ver la dirección y ahora se dirigían por un pequeño camino, prados, con heno al final y campos de cultivo.
Ellas vieron las torres de una antigua planta a una milla de distancia. Santana aminoró su velocidad y se detuvieron en la puerta cerrada. Salieron y se plantaron delante del coche, exploraron los edificios en busca de cualquier actividad, y escucharon ruidos.
—¿Qué ves?—Santana preguntó.
—Nada.
—Mira al frente de la puerta.
—No hay nada. No hay pistas.
—No. No vez. Mira para arriba a unos quince o veinte metros—dijo, señalando—Ahí, en la tierra, parecía huellas de neumáticos nuevos. Pero no cerca de la puerta.
A continuación, Brittany miró más de cerca. La tierra se veía casi como si hubiera sido cepillado, ocultando las pistas.
—Oh, mierda—murmuró.
—Vamos.
Santana dio la vuelta, a continuación, estacionándose a la orilla de la carretera.
—¿Qué estás haciendo?
—Vamos a echar un vistazo—dijo Santana.
—¿No deberíamos simplemente llamarlos?
—¿Llamarlos por pistas de neumáticos? ¿Para que puedan enviar al equipo SWAT y descubrir que no hay nada aquí? Jamás voy a escuchar ese final.
Santana ya estaba caminando de regreso por el camino. Brittany corrió para ponerse al día. Tenía miedo de que fuera a ver a Santana López en acción.
Y Brittany no estaba segura de estar preparada para ello.
—¿Cómo vamos a entrar?
—Trepar por la valla.
—No, hay alambre de púas en la parte superior—señaló Brittany a cabo.
—Sí, la hay.
Brittany mantuvo la boca cerrada.
Era inútil hacer preguntas.
Brittany siguió en silencio, deteniéndose cuando Santana lo hizo unos veinte metros de la puerta. Vio como Santana escudriñó la zona, y la siguió a través de la acequia a la valla.
—Dame tu chaqueta—instruyó Santana.
—¿Mi chaqueta?
—Necesitamos algo para envolver el alambre.
—¿Mi chaqueta? ¿Sabes cuánto costó la chaqueta?
Santana se quedó con las manos en las caderas y miró fijamente a Brittany.
Santana finalmente le tendió la mano.
Brittany se quitó la chaqueta y vio como Santana saltó la cerca de diez pies, colgando de un brazo mientras envolvía la chaqueta alrededor del alambre de púas con el otro. Luego pasó la pierna por encima, sentada al otro lado del alambre.
—Maldita sea—dijo entre dientes.
Incluso con los pantalones vaqueros, las barbas del alambre llegaron a rozarla. Santana sacó la pierna libre, entonces se tiró al suelo del otro lado.
Brittany se quedó mirando. Miró sus pantalones y mocasines propios, luego de vuelta a los pantalones vaqueros y zapatillas de deporte de Santana.
—Vamos, Britt—dijo Santana con impaciencia.
—¿En serio esperas que yo haga eso?
—Sube, balancee tus piernas por encima, y salta hacia abajo. ¿Qué tan difícil es?
Brittany cerró la boca. Se negó a quejarse, que sí rasgaba sus pantalones
¿Que sí su chaqueta estaba arruinada?
¡Por Dios, ella estaba siguiendo Santana López encima de la maldita valla!
Es más fácil decirlo que hacerlo.
Brittany llegó a la cima, pero no tenía la fuerza para detenerse por sí misma.
—Jesucristo—murmuró Santana.
Volvió a subir y llegó a Brittany agarrándola por el muslo y tirando de una pierna por encima.
—¡Ay ... maldita sea, López. Has rasgado mi pierna. ¿Quieres verlo?
Brittany se tambaleó en la parte superior, con los ojos cerrados apretó cuando sintió su carne en extracción de las púas. Santana se trasladó junto a la valla, llegando otra vez para agarrar la otra pierna.
—¿Quieres venir?
—Te odio. Ya lo sabes, ¿no?
Santana no le hizo caso, y en su lugar tiro de la pierna libre de las púas y la empujo al suelo.
Brittany aterrizó en el culo.
Santana se dejó caer a su lado, con una sonrisa en su rostro.
—Eso fue genial.
—Si le dice a alguien lo que ha pasado, te pego un tiro—amenazó Brittany.
Santana se echó a reír, y luego tendió una mano y tiró de Brittany sobre sus pies. Trotaron por el resto del camino hasta el primer edificio, caminaron silenciosamente a lo largo del lado de la puerta. Se detuvieron y escucharon.
Nada.
Ella trató de abrir la manija, pero estaba cerrada. Bajaron a las ventanas y miraron dentro. Estaba oscuro, pero no vieron ningún movimiento.
—Vamos. Vamos atrás de la espalda—dijo Santana en voz baja.
Dieron la vuelta en la esquina, y luego se detuvo, tanto para sí mismos presionando contra la pared. Tres camiones fueron estacionados en la parte trasera y varios hombres estaban a su alrededor.
—Ahora parece un buen momento para llamar—susurró Brittany.
—Sí, tienes razón.
Santana tomó su teléfono celular, sin apartar los ojos de los hombres. Marcó el número sin mirar.
—¿Jake? Dile a Schuester que envié a las tropas. Sí—miró detrás de ellas—¡Oh, mierda!
Dobló su teléfono celular mientras dos hombres se les acercaron por detrás. Santana agarró la mano de Brittany y empezó a correr hacia las torres, les siguieron a continuación gritos y disparos.
Se ocultaron detrás de una torre, haciendo una pausa para orientarse. Fue por lo menos doscientos metros a los bosques y otra cerca. Entre ellos se encontraban unos pozos de agua.
—Vamos, Britt. ¡Corre!
—¡No me llames Britt!
Santana pasó por dos pozos antes de detenerse. En la tercera, agarró una escalera de metal y la introdujo en el fondo del pozo.
—Vamos—gritó.
—Oh, mierda—murmuró Brittany.
Pero siguió a Santana por el agujero.
—¿Debo siquiera saber lo que hay aquí abajo?
—No.
Se arrastraron por la escalera de casi treinta metros antes de que los peldaños se acabaran. Santana se encontró una cornisa. Era pequeño, apenas un pie de ancho.
Santana dio un paso hacia Brittany para guiarla a su lado. Ambas presionaron la espalda contra la pared húmeda. Mientras arriba, escuchaban gritos.
—Ellos no saben que estamos aquí—dijo Santana en voz baja.
—Muy bien. ¿Es ahora un buen momento para decirte que soy claustrofóbica?
—No.
Santana vuelta, frente a Brittany, luego entró a su alrededor, paso su cuerpo por encima de Brittany usando las piernas mientras luchaba por mantenerse en la repisa pequeña.
—¿Sabemos realmente lo suficientemente para salir de esto?—Brittany le susurró mientras sentía el cuerpo de Santana presiona hasta quedar apretado contra el suyo.
—Tú lo crees—se rió entre dientes Santana, entonces llegó a su alrededor para agarrar las escaleras.
Le puso la mano en la cintura de Brittany y empujo, se aferró a la escalera con ambas manos.
—Quédate aquí.
—No creo que pueda ir a algún otro lugar—susurró Brittany.
No podía ver un pie delante de ella y ella tuvo miedo de mirar hacia arriba, miedo de que las verían mirando hacia ellas.
Santana agarró fuertemente la escalera y bajó, colgada por los brazos hasta alcanzar el agua.
—Mierda.
Se sentó en el agua fría, hasta tocar el fondo. El agua estaba sobre los hombros.
—¿Qué demonios estás haciendo?
—Hay un túnel. El agua tiene que ir a alguna parte.
—¿Un túnel? ¿En verdad lo crees?
—Ellos van a traer luces, van a iluminar aquí y nos encontraran, luego nos van a disparar. ¡Así que sí, espero que haya un maldito túnel!
Santana respiró hondo, y luego desapareció bajo el agua. Nadó a lo largo y finalmente encontró la apertura que estaba buscando. Nadó en él, luego hacia arriba en la bolsa de aire, respirando con dificultad. No tenía idea de donde terminaba el túnel, pero era mejor que ser un blanco fácil en el pozo.
Santana tomó un respiro y luego volvió por donde había venido, rompiendo directamente en el agua a los pies de Brittany.
—Vamos. Lo encontré—dijo.
—No, no puedo—insistió Brittany.
—Sí, puedes. Ahora ven aquí.
Las voces eran más fuertes. Poco tiempo después, estarían atrapadas.
—Britt, ahora—susurró Santana, agarrando el pie de Brittany y casi arrastrándola por la borda.
Entraron juntas en el agua, Brittany se agarró fuerte a alrededor de los hombros de Santana.
—No me gusta esto. Realmente odio esta mierda.
—No es tan malo, desde donde estoy parada—murmuró Santana cuando las dos manos frenéticas se trasladaron sobre sus hombros.
—¿Se supone que es divertido?
Sin embargo, Brittany no cedió su agarre.
—Aguanta la respiración—instruyó a Santana—Te voy a guiar a través del agua. Hay una parte donde tomar aire en el túnel. Vas a estar bien.
—Si salimos con vida de aquí, te voy a pegar un tiro—dijo Brittany con los dientes apretados.
—A las tres.
Ambas tomaron respiraciones profundas, contando silenciosamente. A continuación, Santana desapareció bajo el agua, tirando de Brittany con ella. Brittany estaba segura de que sus pulmones estallarían, a continuación, Santana la empujó y ella se golpeó la cabeza con la parte superior del túnel, quedando sin aliento.
—Te odio, ¿te lo he dicho?—se quedó sin aliento—Me ocasionaste una maldita conmoción cerebral.
—Lo hiciste muy bien.
—Uh-huh. ¿Y ahora qué?
—Ahora vamos a ver hacia dónde va el túnel.
—¿Ves? Yo no puedo ver nada—dijo Brittany.
—Vamos a seguir nuestro camino. Estos pozos de agua tienen que vaciarse en alguna parte. Un tanque de almacenamiento o algo así.
—¿Qué es esta cosa, de todos modos?
—Probablemente un canal de aguas residuales.
—No quiero saber
—No, mejor que no sepas.
—No creo que haya... ratas o algo así por aquí, ¿verdad?
—No. No hay ratas. Tal vez serpientes—dijo Santana.
—¿Serpientes?
Brittany grito, y una vez más se agarró de Santana, casi escalando por su espalda.
—Te estoy tomando el pelo. Vamos.
Avanzaron a lo largo del túnel, manteniendo sus cabezas por encima del agua en la bolsa de aire.
Brittany se abrazó con fuerza a la cintura de Santana, como si sintiera algo a los lados del túnel.
Llegaron a un cruce con otro túnel y se detuvieron. Cerrando los ojos, Santana trató de imaginar la dirección. El túnel en el que habían entrado estaba en el lado norte del pozo. La mayoría de los otros pozos se encontraban al este. La lógica indicaba que el túnel hacia el oeste era el túnel de desagüe.
—¿Qué estás pensando?—Brittany le preguntó.
—Vamos a la izquierda—dijo Santana.
Brittany asintió con la cabeza.
No iba a discutir.
Tampoco soltó su agarre sobre la cintura de Santana.
El nivel del agua bajó considerablemente, ya que siguieron caminando y luego deslizó sus manos hacia abajo una vez, casi tirando de Santana con ella.
—Espera—dijo Santana.
Se dio la vuelta y agarró los brazos de Brittany, tirando de ella hacia arriba.
—¿Estás bien?
—Fantástico—murmuró Brittany.
—Realmente debes usar zapatos más cómodos—bromeó Santana.
—Estos zapatos son perfectamente razonable para la ciudad. Si hubiera sabido que íbamos a ir a nadar esta tarde, me habría vestido apropiadamente.
—Está bien... Estoy tratando de imaginarte en un bikini.
—No he usado un bikini en diez años.
—Está bien. Un traje de neopreno de una sola pieza entonces—dijo Santana, que ya seguía caminando por el túnel.
El agua estaba ahora sólo a nivel de sus cinturas.
—Tal vez uno de color azul oscuro. Ya sabes, como tus ojos.
Brittany sonrió.
¿De una sola pieza?
Brittany tampoco había nadando cerca de un año.
—Oye, mira—dijo Santana.
Brittany miró a su alrededor y Santana se echó a reír.
¡Luz del día!
—Gracias a Dios—dijo.
—¿Gracias a Dios? Yo soy la que te ha arrastrado a través de este túnel—dijo Santana.
—Sí. Tú eres la que me arrastró a este túnel.
—Mejor que recibir un disparo.
—Definitivamente.
El túnel fue bajando su nivel y Brittany finalmente soltó su agarre sobre Santana, ya que se dirigían a la entrada del túnel.
Pero más adelante, una criatura acechaba y Brittany se aferró a Santana, una vez más.
—¿Qué diablos es eso?—susurró.
—Demasiado grande para ser una rata. Tal vez una nutria—dijo Santana.
—¿Una qué?
—Nutria. Una rata grande, peluda del agua—explicó Santana.
Brittany trató de subirse a su espalda.
—¿Qué demonios estás haciendo?
—¡Dispárale!
—No lo haré.
—Entonces lo hare yo. ¡Fuera de mi camino!
—Britt, vive aquí, esta es su casa. No vamos a dispararle. Además, ¿no crees que va a hace llamar la atención sobre nosotras?
—¿Tú no esperas que yo camine pasando al lado de eso?—dijo.
—Quédate aquí.
—Con mucho gusto.
Brittany miró hacia atrás, imaginando cientos de las criaturas peludas que vienen detrás ella desde el túnel.
Se estremeció.
Santana se acercó a la criatura, aplaudiendo mientras se iba. Por último, se arrastró hacia la puerta y desapareció.
—Todo claro—gritó.
—¿Está segura?
—Sí. Ahora vamos.
Brittany caminó vacilante hacia Santana, con sus ojos sin dejar nunca la entrada, esperando a la rata reaparecer.
—Está bien, Britt. Dudo de te ataque.
—Yo ni siquiera voy a preguntarte cómo sabías lo que era—dijo.
—Por un tiempo viví en el área de Houston, en el pantano. Solían venir directo a casa antes de anochecer—dijo.
Brittany se quedó quieta. Este fue el primer bit de la información personal que Santana había compartido con ella.
—Me gusta pensar que son más como un castor que una rata—continuó Santana.
—Bueno, eso hace toda una diferencia—dijo Brittany—¿Por qué no lo dijiste desde el principio?
—¿Y perder la oportunidad de que subieras a mi espalda?
Brittany sonrió.
—Probablemente me habría subido de todos modos.
Ambas se situaron en la entrada del túnel.
Brittany observo que eran unos treinta metros de altura. Se preguntó a dónde habría ido la rata.
—Maldita sea. Ellos vuelcan esta mierda directo en el arroyo—dijo Santana, señalando—¿Puedes creer eso?
—Vamos a jugar al policía de medio ambiente después, Santana. ¿Cómo diablos vamos a salir de aquí?
Santana se apoderó de los lados del túnel, mirando hacia arriba.
Ellas estaban en el lado del lecho del arroyo. Probablemente era tan sólo diez metros hasta la cima, pero no habían puntos de apoyo. El concreto había sido vaciado. Santana se volvió y miró hacia abajo. Unas pocas raíces de árboles sobresalían, pero no mucho más que eso.
—¿Me pregunto qué tan profundo es?
—¿En el fondo? ¿El arroyo? Sé que no estás sugiriendo bajar—dijo Brittany.
—Sólo en caso de que caigas—dijo Santana—Vamos.
—¿Vamos a dónde?
—Vamos a tratar de bajar.
Santana ya estaba sentada en el suelo del túnel, con las piernas colgando por los lados.
—¿Estás loca?
—Ya lo mencionaste—dijo a la ligera—Siéntate aquí—dijo, señalando a su lado.
—No estoy realmente loca por las alturas—murmuró Brittany—¿Es un buen momento para decirte eso?
—Yo voy primero. Si caes, te voy a atrapar.
—Oh, bueno, eso me hace sentir mejor.
Se sentaron una junta a la otra, tanto mirando por encima del borde. Entonces se miraron la una a la otra y sonrieron, luego se echó a reír.
—¿Has estado en un infierno por un día, ¿eh?
—Oh, sí—dijo Brittany—Y no ha terminado todavía.
—Los lechos de los arroyos suelen ser bastante suave. Sabes, el barro y todo.
—¿En caso de que me caiga?
—Sí.
—¿Pensé que me ibas a coger?
—En caso de que no pueda hacerlo.
Brittany vio como Santana dio la vuelta y se aferró al borde del túnel, agarró una raíz, y luego se deslizó, salió a la tierra. Santana se dejó caer cinco metros antes de detenerse.
—Tú no eres alérgica a la hiedra venenosa, ¿verdad?—Santana acotó.
—No sé.
—Bueno, lo sabrás en un par de días.
Santana continuó su descenso finalmente, mirando hacia atrás observando como Brittany seguía sentada en el borde.
—Vamos, Britt, no puedes quedarte ahí.
—Podría usar tu teléfono celular y pedir ayuda—sugirió.
—Bueno, además del hecho de que ha estado bajo el agua durante un tiempo, ¿te imaginas lo que los chicos van a decir al respecto? De ninguna manera. Prefiero recibir un disparo.
—Prefiero ser rescatada por un helicóptero—murmuró Brittany.
Luego respiró hondo y trató de seguir a Santana hacia abajo. Por desgracia, la raíz del árbol no se mantuvo, y ella se deslizó y chocó en su camino con la orilla, aterrizando de golpe en el agua, enterrándose en primer lugar hasta la cintura.
Santana trató en vano de agarrarla mientras caía. Sin pensarlo, aprovechó los últimos veinte metros y se dejó caer, aterrizando justo más allá de Brittany en aguas más profundas, agarrándose a ella.
—¿Estás bien?
—Tan pronto como pueda encontrar mi arma, lo voy a estar y luego te voy a disparar—susurró Brittany.
Santana se echó a reír, y luego extendió la mano y frotó el barro que cubre la cara de Brittany.
Santana se rió más fuerte.
Brittany se enderezó, y luego zambulló a Santana, luchando con ella en el desagüe, entre el agua una y otra vez. Se quedaron en el agua hasta la cintura, mirando la una a la otra con el barro y el agua que corría por sus rostros.
Santana sonrió y Brittany hizo lo mismo. Luego se echaron a reír, sus fuertes risas sacudieron a las dos.
—Me pregunto en dónde diablos estamos—Brittany dijo finalmente.
Santana miró su reloj. Habían pasado dos horas.
—¿Me pregunto dónde está la caballería?
Las palabras apenas habían salido de su boca cuando se escucharon disparos. Las dos miraron hacia arriba, escuchando.
—Vamos—dijo Santana.
Santana agarró la mano de Brittany y la sacó del agua. Se metieron por el arroyo hacia el otro lado. Brittany tenía un solo zapato. Caminaron sólo unos pasos antes de que el fuego se detuviera.
—Eso no duro mucho tiempo—dijo Santana.
Se acercó y estaba ayudando a Brittany a levantarse cuando una explosión las sacudió. Santana se lanzó a la tierra, por instinto cubrió el cuerpo de Brittany con el suyo. La tierra debajo de ellas se sacudió, y luego se escuchó otra explosión más pequeña.
—¿Estás bien?
Brittany examinó lo sucedido.
Estaba empapada, cubierta de barro y agua. Sus ropas estaban en ruinas y había perdido un zapato. Y ahora, el peso no desagradable de otra mujer cubría su cuerpo.
¿Estaba bien?
Sí, ella sólo había tenido un momento de su vida.
—Pesas una tonelada—dijo Brittany
Oyó reír Santana, entonces sintió su alejamiento. Se sentó, mirando atrás hacia el túnel, el humo se filtra por este hacia fuera.
—Maldita sea.
Brittany asintió con la cabeza, mirando a la vez a Santana.
Estaban sentadas una junta a la otra, empapadas de pies a cabeza. Era obvio que Santana no llevaba sujetador…su camisa quedó pegada a ella. Por alguna razón desconocida, Brittany no podía apartar sus ojos de Santana.
A continuación, un hombro la golpeo.
—Vamos. Nos están buscando.
Brittany parpadeó y miró hacia arriba, mirando a los ojos de Santana. Luego sonrió y extendió la mano, limpiando el barro que cubría la cara de Santana.
—No creo que eso va a ayudar.
Santana se levantó y le ofreció la mano a Brittany, quien la tomó de buena gana.
Le insistió en quedarse.
Apenas había tenido tiempo de correr a casa y ducharse, luego entró en el tráfico de la mañana. Ahora eran las ocho y cuarto y corrió a la sala de la brigada, lanzando un rápido:
—Buenos días—al sargento Jake al pasar por él.
—Siento llegar tarde—dijo a Santana mientras sacaba su silla.
—No hay problema.
—¿Tuviste un buen fin de semana?—preguntó Brittany.
Se había dicho que iba a tratar de llevarse bien con López. Y estaba decidida a sacar a su compañero a delante.
Cualesquiera sean las consecuencias.
—Una maravilla—dijo Santana secamente—¿Y tú?
Brittany estaba sorprendida por la pregunta.
—Sí. Atrapada por el sueño—contesto.
—¿Es por eso que llegas tarde? ¿Dormida?
Brittany sonrió.
—No, yo estaba con Sam. Tuve que pasarme por mi casa esta mañana.
Santana asintió con la cabeza.
Santana haría un esfuerzo. Había pasado todo el día domingo en el barco. Había pescado y relajado. Y se dijo que estaba siendo demasiado dura con Brittany.
¿Qué le duele a abrirse un poco?
—Tu novio. ¿Verdad?
Brittany se quedó observando a Santana, fue en realidad una pregunta personal.
¿Cualquiera que sea, algo estaba mal con ella?
—No es serio como para el matrimonio—dijo Brittany, inclinándose hacia adelante—¿Qué te pasa?
—¿Cómo dices?
—¿Secuestraron tu cuerpo?
Santana sonrió.
—Sí. No te preocupes. Van a devolver mi gemela malvada por la tarde.
—López, Pierce. Aquí.
Las dos levantaron la vista cuando Schuester asomó la cabeza fuera de su oficina. Se volvieron a mirar a los demás y se encogieron de hombros.
—¿Qué pasa?—Santana preguntó mientras tomaba una de las sillas en frente de su escritorio.
—¿Cómo está tu Jane Doe?
—Callejón sin salida. Nadie está hablando. No encuentro a Ramón Blackmon. Hasta donde yo sé, él es sólo un nombre.
—¿Y las niñas?
—Sin ID. No priores.
—Está bien. CIU pide ayuda. Tienen una alerta terrorista. Petróleo y gas en esta ocasión. Hay un viejo gasoducto de una empresa al este de la ciudad. Se ha extendido más de una veintena de hectáreas. Es uno de tres que no están en uso en este momento. Necesitan una mano en la comprobación del lugar. He enviado Puckerman y Adams a Mesquite. Ustedes se dirigirán ahí, asegurándose de que todo esté tranquilo.
—No es que no tengamos ningún caso, teniente—dijo Santana—¿No pueden enviar a la policía local?
—Su caso es un callejón sin salida, López. Tú misma lo dijiste. Además, Hudson y Anderson están fuera. Simplemente tomara una hora en coche por ahí. Asegúrese de que no pasa nada, no hay vehículos, no hay actividad. Informe a CIU y regresa es simple.
—Si es tan simple, ¿por qué no lo hacen ellos?
—Debido a que tienen las manos llenas con los que están activos, López. Eso es, obviamente el objetivo más probable. Pero todos sabemos que luego tienen toneladas de mierda de subsuelo. Es solo asegurarse del área.
—Cuatro mil policías en la fuerza y ¿cae en homicidios?
—Déjame en paz, López. Me limito a cumplir órdenes.
—Vamos, Santana. Va a ser divertido. Va a darnos la oportunidad de hablar—dijo Brittany.
—¿Diversión? ¿Hablar?—Santana siguió a Brittany por la puerta—Britt, sólo porque tuvimos una pequeña charla esta mañana, en realidad no cambia nada. Todavía soy una perra.
—Oh, yo no lo dudo ni por un minuto. Y yo casi no lo llamaría una conversación.
Santana permitió una sonrisa tocar su cara, pero lo mantuvo oculto de Brittany.
Golpeó con los nudillos sobre el mostrador.
—Jake, el Teniente nos está enviando a la maldita cerca de Terrell. ¿Tienes un Lexus o algo así listo para salir?
—Claro, López. ¿Por qué no tomas el Mercedes?—agarró las llaves de la rejilla y los arrojó a Santana—213. Traerlo de vuelta en una sola pieza.
Brittany vio el intercambio con los ojos muy abiertos. Nunca había visto a tomadura de pelo Santana con nadie. Y sobre todo Jake.
El Mercedes terminó siendo un Ford gris beige.
Brittany ni siquiera sugirió en conducir. Ella fue obedientemente hacia el lado del pasajero.
Santana maniobró por el centro y por la interestatal en silencio. Luego de varios kilómetros de distancia fue cuando Brittany rompió el silencio.
—¿Dónde vives?
Santana la miró y luego volvió a la carretera.
—¿Por qué?
—Sólo por curiosidad. Sólo haciendo una conversación—dijo.
—Tengo un pequeño departamento en el lado sur de Dallas. Cerca de Oak Cliff. No voy ahí mucho, sin embargo. Tengo un barco, un yate, en el Eagle Mountain Lake. Eso es más como una casa, pero tampoco voy mucho por ahí.
—Entonces, yo tenía razón. Tú no duermes.
¿Oak Cliff?
¡Dios mío!, ¿por qué un policía vive cerca de Oak Cliff?
—Yo no he dicho eso.
—Está bien. Simplemente no duermes en tu propia cama. No hay nada malo con eso.
—¿Al igual que tu no dormiste en su cama este fin de semana?
—Entonces, ¿hay alguien especial?—Brittany le preguntó, ignorando la pregunta de Santana.
—¿Especial?
—Ya sabes, una novia—le preguntó a Brittany.
Santana se echó a reír.
—No hay novia, no hay especial.
—¿Ni de una sola noche? ¿O todas las noches?
—Si yo tuviera la energía—murmuró—No, abajo en el gimnasio, yo duermo en un catre en el vestuario.
—Ya veo. No me extraña que estés tan temprano trabajando cada mañana—Brittany la miró—¿Schuester lo sabe?
—Por supuesto. ¿Quién crees que puso la cama allá abajo?
Brittany vaciló, luego se volvió a Santana de nuevo.
—¿Por qué no te vas a casa?
Santana apretó las manos en el volante. Si esto hubiera sido la semana pasada, ella le habría dicho que se metiera en su propia mierda. Pero se trataba de una nueva semana y Santana estaba haciendo un esfuerzo.
—Tienes razón. No duermo mucho—dijo finalmente Santana—Me quedo ahí tarde. Yo suelo ir al gimnasio a trabajar de todos modos. No veo el punto de conducir a casa después de la medianoche sólo para conducir de vuelta.
Brittany quería hacer más preguntas, pero ella no se atrevió. Vio la empuñadura que Santana tuvo en el volante, vio el ceño arrugado en la frente. Pensó mejor en cambiar de tema.
—¿Cómo sabremos si hay algo fuera de lo normal, quiero decir, no sabemos cómo se supone que debe ser un gasoducto sin funcionar. ¿Verdad?
Santana se encogió de hombros.
—Tal vez habrá todo tipo de actividad y podemos llamar a los muchachos de CIU para venir a nuestro rescate.
—De alguna manera, no puedo verte haciendo eso—dijo Brittany.
Schuester había tenido razón.
Les tomó una hora para llegar a la zona. Tuvieron que parar en una tienda de comestibles para ver la dirección y ahora se dirigían por un pequeño camino, prados, con heno al final y campos de cultivo.
Ellas vieron las torres de una antigua planta a una milla de distancia. Santana aminoró su velocidad y se detuvieron en la puerta cerrada. Salieron y se plantaron delante del coche, exploraron los edificios en busca de cualquier actividad, y escucharon ruidos.
—¿Qué ves?—Santana preguntó.
—Nada.
—Mira al frente de la puerta.
—No hay nada. No hay pistas.
—No. No vez. Mira para arriba a unos quince o veinte metros—dijo, señalando—Ahí, en la tierra, parecía huellas de neumáticos nuevos. Pero no cerca de la puerta.
A continuación, Brittany miró más de cerca. La tierra se veía casi como si hubiera sido cepillado, ocultando las pistas.
—Oh, mierda—murmuró.
—Vamos.
Santana dio la vuelta, a continuación, estacionándose a la orilla de la carretera.
—¿Qué estás haciendo?
—Vamos a echar un vistazo—dijo Santana.
—¿No deberíamos simplemente llamarlos?
—¿Llamarlos por pistas de neumáticos? ¿Para que puedan enviar al equipo SWAT y descubrir que no hay nada aquí? Jamás voy a escuchar ese final.
Santana ya estaba caminando de regreso por el camino. Brittany corrió para ponerse al día. Tenía miedo de que fuera a ver a Santana López en acción.
Y Brittany no estaba segura de estar preparada para ello.
—¿Cómo vamos a entrar?
—Trepar por la valla.
—No, hay alambre de púas en la parte superior—señaló Brittany a cabo.
—Sí, la hay.
Brittany mantuvo la boca cerrada.
Era inútil hacer preguntas.
Brittany siguió en silencio, deteniéndose cuando Santana lo hizo unos veinte metros de la puerta. Vio como Santana escudriñó la zona, y la siguió a través de la acequia a la valla.
—Dame tu chaqueta—instruyó Santana.
—¿Mi chaqueta?
—Necesitamos algo para envolver el alambre.
—¿Mi chaqueta? ¿Sabes cuánto costó la chaqueta?
Santana se quedó con las manos en las caderas y miró fijamente a Brittany.
Santana finalmente le tendió la mano.
Brittany se quitó la chaqueta y vio como Santana saltó la cerca de diez pies, colgando de un brazo mientras envolvía la chaqueta alrededor del alambre de púas con el otro. Luego pasó la pierna por encima, sentada al otro lado del alambre.
—Maldita sea—dijo entre dientes.
Incluso con los pantalones vaqueros, las barbas del alambre llegaron a rozarla. Santana sacó la pierna libre, entonces se tiró al suelo del otro lado.
Brittany se quedó mirando. Miró sus pantalones y mocasines propios, luego de vuelta a los pantalones vaqueros y zapatillas de deporte de Santana.
—Vamos, Britt—dijo Santana con impaciencia.
—¿En serio esperas que yo haga eso?
—Sube, balancee tus piernas por encima, y salta hacia abajo. ¿Qué tan difícil es?
Brittany cerró la boca. Se negó a quejarse, que sí rasgaba sus pantalones
¿Que sí su chaqueta estaba arruinada?
¡Por Dios, ella estaba siguiendo Santana López encima de la maldita valla!
Es más fácil decirlo que hacerlo.
Brittany llegó a la cima, pero no tenía la fuerza para detenerse por sí misma.
—Jesucristo—murmuró Santana.
Volvió a subir y llegó a Brittany agarrándola por el muslo y tirando de una pierna por encima.
—¡Ay ... maldita sea, López. Has rasgado mi pierna. ¿Quieres verlo?
Brittany se tambaleó en la parte superior, con los ojos cerrados apretó cuando sintió su carne en extracción de las púas. Santana se trasladó junto a la valla, llegando otra vez para agarrar la otra pierna.
—¿Quieres venir?
—Te odio. Ya lo sabes, ¿no?
Santana no le hizo caso, y en su lugar tiro de la pierna libre de las púas y la empujo al suelo.
Brittany aterrizó en el culo.
Santana se dejó caer a su lado, con una sonrisa en su rostro.
—Eso fue genial.
—Si le dice a alguien lo que ha pasado, te pego un tiro—amenazó Brittany.
Santana se echó a reír, y luego tendió una mano y tiró de Brittany sobre sus pies. Trotaron por el resto del camino hasta el primer edificio, caminaron silenciosamente a lo largo del lado de la puerta. Se detuvieron y escucharon.
Nada.
Ella trató de abrir la manija, pero estaba cerrada. Bajaron a las ventanas y miraron dentro. Estaba oscuro, pero no vieron ningún movimiento.
—Vamos. Vamos atrás de la espalda—dijo Santana en voz baja.
Dieron la vuelta en la esquina, y luego se detuvo, tanto para sí mismos presionando contra la pared. Tres camiones fueron estacionados en la parte trasera y varios hombres estaban a su alrededor.
—Ahora parece un buen momento para llamar—susurró Brittany.
—Sí, tienes razón.
Santana tomó su teléfono celular, sin apartar los ojos de los hombres. Marcó el número sin mirar.
—¿Jake? Dile a Schuester que envié a las tropas. Sí—miró detrás de ellas—¡Oh, mierda!
Dobló su teléfono celular mientras dos hombres se les acercaron por detrás. Santana agarró la mano de Brittany y empezó a correr hacia las torres, les siguieron a continuación gritos y disparos.
Se ocultaron detrás de una torre, haciendo una pausa para orientarse. Fue por lo menos doscientos metros a los bosques y otra cerca. Entre ellos se encontraban unos pozos de agua.
—Vamos, Britt. ¡Corre!
—¡No me llames Britt!
Santana pasó por dos pozos antes de detenerse. En la tercera, agarró una escalera de metal y la introdujo en el fondo del pozo.
—Vamos—gritó.
—Oh, mierda—murmuró Brittany.
Pero siguió a Santana por el agujero.
—¿Debo siquiera saber lo que hay aquí abajo?
—No.
Se arrastraron por la escalera de casi treinta metros antes de que los peldaños se acabaran. Santana se encontró una cornisa. Era pequeño, apenas un pie de ancho.
Santana dio un paso hacia Brittany para guiarla a su lado. Ambas presionaron la espalda contra la pared húmeda. Mientras arriba, escuchaban gritos.
—Ellos no saben que estamos aquí—dijo Santana en voz baja.
—Muy bien. ¿Es ahora un buen momento para decirte que soy claustrofóbica?
—No.
Santana vuelta, frente a Brittany, luego entró a su alrededor, paso su cuerpo por encima de Brittany usando las piernas mientras luchaba por mantenerse en la repisa pequeña.
—¿Sabemos realmente lo suficientemente para salir de esto?—Brittany le susurró mientras sentía el cuerpo de Santana presiona hasta quedar apretado contra el suyo.
—Tú lo crees—se rió entre dientes Santana, entonces llegó a su alrededor para agarrar las escaleras.
Le puso la mano en la cintura de Brittany y empujo, se aferró a la escalera con ambas manos.
—Quédate aquí.
—No creo que pueda ir a algún otro lugar—susurró Brittany.
No podía ver un pie delante de ella y ella tuvo miedo de mirar hacia arriba, miedo de que las verían mirando hacia ellas.
Santana agarró fuertemente la escalera y bajó, colgada por los brazos hasta alcanzar el agua.
—Mierda.
Se sentó en el agua fría, hasta tocar el fondo. El agua estaba sobre los hombros.
—¿Qué demonios estás haciendo?
—Hay un túnel. El agua tiene que ir a alguna parte.
—¿Un túnel? ¿En verdad lo crees?
—Ellos van a traer luces, van a iluminar aquí y nos encontraran, luego nos van a disparar. ¡Así que sí, espero que haya un maldito túnel!
Santana respiró hondo, y luego desapareció bajo el agua. Nadó a lo largo y finalmente encontró la apertura que estaba buscando. Nadó en él, luego hacia arriba en la bolsa de aire, respirando con dificultad. No tenía idea de donde terminaba el túnel, pero era mejor que ser un blanco fácil en el pozo.
Santana tomó un respiro y luego volvió por donde había venido, rompiendo directamente en el agua a los pies de Brittany.
—Vamos. Lo encontré—dijo.
—No, no puedo—insistió Brittany.
—Sí, puedes. Ahora ven aquí.
Las voces eran más fuertes. Poco tiempo después, estarían atrapadas.
—Britt, ahora—susurró Santana, agarrando el pie de Brittany y casi arrastrándola por la borda.
Entraron juntas en el agua, Brittany se agarró fuerte a alrededor de los hombros de Santana.
—No me gusta esto. Realmente odio esta mierda.
—No es tan malo, desde donde estoy parada—murmuró Santana cuando las dos manos frenéticas se trasladaron sobre sus hombros.
—¿Se supone que es divertido?
Sin embargo, Brittany no cedió su agarre.
—Aguanta la respiración—instruyó a Santana—Te voy a guiar a través del agua. Hay una parte donde tomar aire en el túnel. Vas a estar bien.
—Si salimos con vida de aquí, te voy a pegar un tiro—dijo Brittany con los dientes apretados.
—A las tres.
Ambas tomaron respiraciones profundas, contando silenciosamente. A continuación, Santana desapareció bajo el agua, tirando de Brittany con ella. Brittany estaba segura de que sus pulmones estallarían, a continuación, Santana la empujó y ella se golpeó la cabeza con la parte superior del túnel, quedando sin aliento.
—Te odio, ¿te lo he dicho?—se quedó sin aliento—Me ocasionaste una maldita conmoción cerebral.
—Lo hiciste muy bien.
—Uh-huh. ¿Y ahora qué?
—Ahora vamos a ver hacia dónde va el túnel.
—¿Ves? Yo no puedo ver nada—dijo Brittany.
—Vamos a seguir nuestro camino. Estos pozos de agua tienen que vaciarse en alguna parte. Un tanque de almacenamiento o algo así.
—¿Qué es esta cosa, de todos modos?
—Probablemente un canal de aguas residuales.
—No quiero saber
—No, mejor que no sepas.
—No creo que haya... ratas o algo así por aquí, ¿verdad?
—No. No hay ratas. Tal vez serpientes—dijo Santana.
—¿Serpientes?
Brittany grito, y una vez más se agarró de Santana, casi escalando por su espalda.
—Te estoy tomando el pelo. Vamos.
Avanzaron a lo largo del túnel, manteniendo sus cabezas por encima del agua en la bolsa de aire.
Brittany se abrazó con fuerza a la cintura de Santana, como si sintiera algo a los lados del túnel.
Llegaron a un cruce con otro túnel y se detuvieron. Cerrando los ojos, Santana trató de imaginar la dirección. El túnel en el que habían entrado estaba en el lado norte del pozo. La mayoría de los otros pozos se encontraban al este. La lógica indicaba que el túnel hacia el oeste era el túnel de desagüe.
—¿Qué estás pensando?—Brittany le preguntó.
—Vamos a la izquierda—dijo Santana.
Brittany asintió con la cabeza.
No iba a discutir.
Tampoco soltó su agarre sobre la cintura de Santana.
El nivel del agua bajó considerablemente, ya que siguieron caminando y luego deslizó sus manos hacia abajo una vez, casi tirando de Santana con ella.
—Espera—dijo Santana.
Se dio la vuelta y agarró los brazos de Brittany, tirando de ella hacia arriba.
—¿Estás bien?
—Fantástico—murmuró Brittany.
—Realmente debes usar zapatos más cómodos—bromeó Santana.
—Estos zapatos son perfectamente razonable para la ciudad. Si hubiera sabido que íbamos a ir a nadar esta tarde, me habría vestido apropiadamente.
—Está bien... Estoy tratando de imaginarte en un bikini.
—No he usado un bikini en diez años.
—Está bien. Un traje de neopreno de una sola pieza entonces—dijo Santana, que ya seguía caminando por el túnel.
El agua estaba ahora sólo a nivel de sus cinturas.
—Tal vez uno de color azul oscuro. Ya sabes, como tus ojos.
Brittany sonrió.
¿De una sola pieza?
Brittany tampoco había nadando cerca de un año.
—Oye, mira—dijo Santana.
Brittany miró a su alrededor y Santana se echó a reír.
¡Luz del día!
—Gracias a Dios—dijo.
—¿Gracias a Dios? Yo soy la que te ha arrastrado a través de este túnel—dijo Santana.
—Sí. Tú eres la que me arrastró a este túnel.
—Mejor que recibir un disparo.
—Definitivamente.
El túnel fue bajando su nivel y Brittany finalmente soltó su agarre sobre Santana, ya que se dirigían a la entrada del túnel.
Pero más adelante, una criatura acechaba y Brittany se aferró a Santana, una vez más.
—¿Qué diablos es eso?—susurró.
—Demasiado grande para ser una rata. Tal vez una nutria—dijo Santana.
—¿Una qué?
—Nutria. Una rata grande, peluda del agua—explicó Santana.
Brittany trató de subirse a su espalda.
—¿Qué demonios estás haciendo?
—¡Dispárale!
—No lo haré.
—Entonces lo hare yo. ¡Fuera de mi camino!
—Britt, vive aquí, esta es su casa. No vamos a dispararle. Además, ¿no crees que va a hace llamar la atención sobre nosotras?
—¿Tú no esperas que yo camine pasando al lado de eso?—dijo.
—Quédate aquí.
—Con mucho gusto.
Brittany miró hacia atrás, imaginando cientos de las criaturas peludas que vienen detrás ella desde el túnel.
Se estremeció.
Santana se acercó a la criatura, aplaudiendo mientras se iba. Por último, se arrastró hacia la puerta y desapareció.
—Todo claro—gritó.
—¿Está segura?
—Sí. Ahora vamos.
Brittany caminó vacilante hacia Santana, con sus ojos sin dejar nunca la entrada, esperando a la rata reaparecer.
—Está bien, Britt. Dudo de te ataque.
—Yo ni siquiera voy a preguntarte cómo sabías lo que era—dijo.
—Por un tiempo viví en el área de Houston, en el pantano. Solían venir directo a casa antes de anochecer—dijo.
Brittany se quedó quieta. Este fue el primer bit de la información personal que Santana había compartido con ella.
—Me gusta pensar que son más como un castor que una rata—continuó Santana.
—Bueno, eso hace toda una diferencia—dijo Brittany—¿Por qué no lo dijiste desde el principio?
—¿Y perder la oportunidad de que subieras a mi espalda?
Brittany sonrió.
—Probablemente me habría subido de todos modos.
Ambas se situaron en la entrada del túnel.
Brittany observo que eran unos treinta metros de altura. Se preguntó a dónde habría ido la rata.
—Maldita sea. Ellos vuelcan esta mierda directo en el arroyo—dijo Santana, señalando—¿Puedes creer eso?
—Vamos a jugar al policía de medio ambiente después, Santana. ¿Cómo diablos vamos a salir de aquí?
Santana se apoderó de los lados del túnel, mirando hacia arriba.
Ellas estaban en el lado del lecho del arroyo. Probablemente era tan sólo diez metros hasta la cima, pero no habían puntos de apoyo. El concreto había sido vaciado. Santana se volvió y miró hacia abajo. Unas pocas raíces de árboles sobresalían, pero no mucho más que eso.
—¿Me pregunto qué tan profundo es?
—¿En el fondo? ¿El arroyo? Sé que no estás sugiriendo bajar—dijo Brittany.
—Sólo en caso de que caigas—dijo Santana—Vamos.
—¿Vamos a dónde?
—Vamos a tratar de bajar.
Santana ya estaba sentada en el suelo del túnel, con las piernas colgando por los lados.
—¿Estás loca?
—Ya lo mencionaste—dijo a la ligera—Siéntate aquí—dijo, señalando a su lado.
—No estoy realmente loca por las alturas—murmuró Brittany—¿Es un buen momento para decirte eso?
—Yo voy primero. Si caes, te voy a atrapar.
—Oh, bueno, eso me hace sentir mejor.
Se sentaron una junta a la otra, tanto mirando por encima del borde. Entonces se miraron la una a la otra y sonrieron, luego se echó a reír.
—¿Has estado en un infierno por un día, ¿eh?
—Oh, sí—dijo Brittany—Y no ha terminado todavía.
—Los lechos de los arroyos suelen ser bastante suave. Sabes, el barro y todo.
—¿En caso de que me caiga?
—Sí.
—¿Pensé que me ibas a coger?
—En caso de que no pueda hacerlo.
Brittany vio como Santana dio la vuelta y se aferró al borde del túnel, agarró una raíz, y luego se deslizó, salió a la tierra. Santana se dejó caer cinco metros antes de detenerse.
—Tú no eres alérgica a la hiedra venenosa, ¿verdad?—Santana acotó.
—No sé.
—Bueno, lo sabrás en un par de días.
Santana continuó su descenso finalmente, mirando hacia atrás observando como Brittany seguía sentada en el borde.
—Vamos, Britt, no puedes quedarte ahí.
—Podría usar tu teléfono celular y pedir ayuda—sugirió.
—Bueno, además del hecho de que ha estado bajo el agua durante un tiempo, ¿te imaginas lo que los chicos van a decir al respecto? De ninguna manera. Prefiero recibir un disparo.
—Prefiero ser rescatada por un helicóptero—murmuró Brittany.
Luego respiró hondo y trató de seguir a Santana hacia abajo. Por desgracia, la raíz del árbol no se mantuvo, y ella se deslizó y chocó en su camino con la orilla, aterrizando de golpe en el agua, enterrándose en primer lugar hasta la cintura.
Santana trató en vano de agarrarla mientras caía. Sin pensarlo, aprovechó los últimos veinte metros y se dejó caer, aterrizando justo más allá de Brittany en aguas más profundas, agarrándose a ella.
—¿Estás bien?
—Tan pronto como pueda encontrar mi arma, lo voy a estar y luego te voy a disparar—susurró Brittany.
Santana se echó a reír, y luego extendió la mano y frotó el barro que cubre la cara de Brittany.
Santana se rió más fuerte.
Brittany se enderezó, y luego zambulló a Santana, luchando con ella en el desagüe, entre el agua una y otra vez. Se quedaron en el agua hasta la cintura, mirando la una a la otra con el barro y el agua que corría por sus rostros.
Santana sonrió y Brittany hizo lo mismo. Luego se echaron a reír, sus fuertes risas sacudieron a las dos.
—Me pregunto en dónde diablos estamos—Brittany dijo finalmente.
Santana miró su reloj. Habían pasado dos horas.
—¿Me pregunto dónde está la caballería?
Las palabras apenas habían salido de su boca cuando se escucharon disparos. Las dos miraron hacia arriba, escuchando.
—Vamos—dijo Santana.
Santana agarró la mano de Brittany y la sacó del agua. Se metieron por el arroyo hacia el otro lado. Brittany tenía un solo zapato. Caminaron sólo unos pasos antes de que el fuego se detuviera.
—Eso no duro mucho tiempo—dijo Santana.
Se acercó y estaba ayudando a Brittany a levantarse cuando una explosión las sacudió. Santana se lanzó a la tierra, por instinto cubrió el cuerpo de Brittany con el suyo. La tierra debajo de ellas se sacudió, y luego se escuchó otra explosión más pequeña.
—¿Estás bien?
Brittany examinó lo sucedido.
Estaba empapada, cubierta de barro y agua. Sus ropas estaban en ruinas y había perdido un zapato. Y ahora, el peso no desagradable de otra mujer cubría su cuerpo.
¿Estaba bien?
Sí, ella sólo había tenido un momento de su vida.
—Pesas una tonelada—dijo Brittany
Oyó reír Santana, entonces sintió su alejamiento. Se sentó, mirando atrás hacia el túnel, el humo se filtra por este hacia fuera.
—Maldita sea.
Brittany asintió con la cabeza, mirando a la vez a Santana.
Estaban sentadas una junta a la otra, empapadas de pies a cabeza. Era obvio que Santana no llevaba sujetador…su camisa quedó pegada a ella. Por alguna razón desconocida, Brittany no podía apartar sus ojos de Santana.
A continuación, un hombro la golpeo.
—Vamos. Nos están buscando.
Brittany parpadeó y miró hacia arriba, mirando a los ojos de Santana. Luego sonrió y extendió la mano, limpiando el barro que cubría la cara de Santana.
—No creo que eso va a ayudar.
Santana se levantó y le ofreció la mano a Brittany, quien la tomó de buena gana.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro, pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Ya me acorde de esta historia!!!!!! :') Creo que voy a llorar:') dejaron de subirla como en el capitulo...no tengo idea xd pero no importa xd la cosa es que la dejaron a medias T.T oh, que bello:')
Nanai*-* si son tan tiernas:33
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Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
hola morra,..
este es el cap que mas me gusto,.. me divertí jajajaj
avanza la relación!!!
nos vemos!!!
PD; si es verdad,.. jajaj
este es el cap que mas me gusto,.. me divertí jajajaj
avanza la relación!!!
nos vemos!!!
PD; si es verdad,.. jajaj
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Susii escribió:Ya me acorde de esta historia!!!!!! :') Creo que voy a llorar:') dejaron de subirla como en el capitulo...no tengo idea xd pero no importa xd la cosa es que la dejaron a medias T.T oh, que bello:')
Nanai*-* si son tan tiernas:33
Hola, jajaj si creo que la dejaron justo en esta parte XD jajaajajajaj. O no¿?! ajajaj si son las mejores! Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
este es el cap que mas me gusto,.. me divertí jajajaj
avanza la relación!!!
nos vemos!!!
PD; si es verdad,.. jajaj
Hola lu, jajajaa si, a pesar de la situación fue divertido jaajajajajaj. Paso a paso jaajjaaj. Saludos =D
Pd: ;)
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 9
Capitulo 9
—Podrías haber muerto—dijo Sam, por tercera vez—No puedo creer lo que estuve escuchando todo el día en las noticias y te encontrabas en medio de ello.
Sam trajo una taza de té caliente y Brittany lo tomó.
—Estoy bien, te lo dije. Unos cuantos golpes y moretones es todo—se sentó en la esquina de su sofá, envuelta en una cobija sorbiendo su té.
Después de estar mojada todo el día, había tomado varias horas para entrar en calor.
—Entonces, ¿te vas a quedar?—preguntó vacilante.
—¿Quedarme? ¿Quedarme dónde?
—¿En homicidios? ¿Con tu compañera?
Brittany dejó la taza sobre la mesa y lo miró fijamente.
—Sam, ¿qué estás haciendo?
—Creo que tal vez esto es más de lo que esperabas—dijo.
—Bueno, sí lo es. Estábamos ayudando a CIU. ¿Te acuerdas, que pensabas que CIU sería el lugar perfecto para mí?—le recordó Brittany—Y sí me quedo—se inclinó hacia delante—Sam, en todos mis años en la fuerza, esto es lo más divertido que he tenido.
—¿Diversión?
—Sí, divertido. Fue emocionante. ¿Y sabes qué? No hubo un solo momento en el cual sentí como si estuviéramos en peligro. Bueno, estábamos en peligro, pero me refiero a un grave peligro. Ella era increíble, totalmente increíble. Sugirió que hacer y yo confié en ella. Y tenía razón. Nos sacó de ahí.
—Ella te llevo hasta ahí—dijo—He escuchado historias sobre ella, es peligrosa.
—Ella no es peligrosa. Estábamos haciendo nuestro trabajo, Sam.
—Has podido ser asesinada.
—¿Va a parar con eso? Me podrían matar cada vez que salgo.
—Me preocupo por ti, cariño—se sentó a su lado y frotó su muslo—No sé lo que haría si te perdiera.
—Oh, Sam—se inclinó hacia delante y lo besó—Estoy bien. Agotada, pero bien.
—¿Quieres que me quede contigo esta noche?—preguntó en voz baja.
Brittany sacudió la cabeza.
—No voy a ir a la cama y dormir. No sería una gran compañía.
—No me gusta dejarte. Ya sabes, si viviéramos juntos, yo no tendría que irme—dijo, dirigiéndose a besarla de nuevo.
Quería decirle que a pesar de que no vivían juntos, él todavía no tenía que irse. Pero Brittany quería que Sam se fuera.
Brittany quería estar sola.
Como dijo, estaba agotada. La prueba de hoy y el interrogatorio sin fin por CIU había durado horas.
—Yo sólo quiero descansar un poco, Sam. Tal vez mañana, voy cocinar la cena temprano para ti. ¿Qué te parece?
Él puso su brazo alrededor de ella y la atrajo hacia sí, besándola en la frente.
—Eso suena muy bien.
Más tarde, mientras se arrastraba debajo las sábanas a solas, se preguntaba qué estaba haciendo Santana. Hubiera querido tener su número de teléfono.
Seguramente, Santana no estaba en la estación esta noche durmiendo en el catre.
Sin duda, se fue a casa.
Brittany se echó hacia atrás, con los ojos muy abiertos. Su nueva compañera estaba lo más probablemente sola, sin nadie que se preocupara por su bienestar o traer una taza de té caliente. Nadie quejándose porque ella casi se mató.
El pensamiento la entristecía.
Odiaba pensar que Santana estaba sola. No después de un día como hoy.
¿Y por qué estaba sola?
Brittany no sabía nada sobre el estilo de vida gay, pero Santana era atractiva. De hecho, era... preciosa, con un cuerpo para ir detrás de ella.
¿Por qué no tiene a alguien?
Pero Brittany sabía la respuesta.
Santana no quiere a alguien.
*****************************************************************************************
Santana encendió las luces de su pequeño departamento y miró alrededor.
Ella no había estado ahí en casi una semana.
Arrojó las llaves sobre el mostrador, abrió la nevera y se quedó observando el interior. Dos cervezas y un cartón de leche que se había agriado, nada más. Cerró la puerta y abrió el armario, sacando una botella de whisky. Cogió un vaso grande y lo llenó casi hasta la cima, luego se trasladó a la silla solitaria, en un sillón reclinable.
—El infierno de un día—murmuró en la habitación vacía.
Sam trajo una taza de té caliente y Brittany lo tomó.
—Estoy bien, te lo dije. Unos cuantos golpes y moretones es todo—se sentó en la esquina de su sofá, envuelta en una cobija sorbiendo su té.
Después de estar mojada todo el día, había tomado varias horas para entrar en calor.
—Entonces, ¿te vas a quedar?—preguntó vacilante.
—¿Quedarme? ¿Quedarme dónde?
—¿En homicidios? ¿Con tu compañera?
Brittany dejó la taza sobre la mesa y lo miró fijamente.
—Sam, ¿qué estás haciendo?
—Creo que tal vez esto es más de lo que esperabas—dijo.
—Bueno, sí lo es. Estábamos ayudando a CIU. ¿Te acuerdas, que pensabas que CIU sería el lugar perfecto para mí?—le recordó Brittany—Y sí me quedo—se inclinó hacia delante—Sam, en todos mis años en la fuerza, esto es lo más divertido que he tenido.
—¿Diversión?
—Sí, divertido. Fue emocionante. ¿Y sabes qué? No hubo un solo momento en el cual sentí como si estuviéramos en peligro. Bueno, estábamos en peligro, pero me refiero a un grave peligro. Ella era increíble, totalmente increíble. Sugirió que hacer y yo confié en ella. Y tenía razón. Nos sacó de ahí.
—Ella te llevo hasta ahí—dijo—He escuchado historias sobre ella, es peligrosa.
—Ella no es peligrosa. Estábamos haciendo nuestro trabajo, Sam.
—Has podido ser asesinada.
—¿Va a parar con eso? Me podrían matar cada vez que salgo.
—Me preocupo por ti, cariño—se sentó a su lado y frotó su muslo—No sé lo que haría si te perdiera.
—Oh, Sam—se inclinó hacia delante y lo besó—Estoy bien. Agotada, pero bien.
—¿Quieres que me quede contigo esta noche?—preguntó en voz baja.
Brittany sacudió la cabeza.
—No voy a ir a la cama y dormir. No sería una gran compañía.
—No me gusta dejarte. Ya sabes, si viviéramos juntos, yo no tendría que irme—dijo, dirigiéndose a besarla de nuevo.
Quería decirle que a pesar de que no vivían juntos, él todavía no tenía que irse. Pero Brittany quería que Sam se fuera.
Brittany quería estar sola.
Como dijo, estaba agotada. La prueba de hoy y el interrogatorio sin fin por CIU había durado horas.
—Yo sólo quiero descansar un poco, Sam. Tal vez mañana, voy cocinar la cena temprano para ti. ¿Qué te parece?
Él puso su brazo alrededor de ella y la atrajo hacia sí, besándola en la frente.
—Eso suena muy bien.
Más tarde, mientras se arrastraba debajo las sábanas a solas, se preguntaba qué estaba haciendo Santana. Hubiera querido tener su número de teléfono.
Seguramente, Santana no estaba en la estación esta noche durmiendo en el catre.
Sin duda, se fue a casa.
Brittany se echó hacia atrás, con los ojos muy abiertos. Su nueva compañera estaba lo más probablemente sola, sin nadie que se preocupara por su bienestar o traer una taza de té caliente. Nadie quejándose porque ella casi se mató.
El pensamiento la entristecía.
Odiaba pensar que Santana estaba sola. No después de un día como hoy.
¿Y por qué estaba sola?
Brittany no sabía nada sobre el estilo de vida gay, pero Santana era atractiva. De hecho, era... preciosa, con un cuerpo para ir detrás de ella.
¿Por qué no tiene a alguien?
Pero Brittany sabía la respuesta.
Santana no quiere a alguien.
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Santana encendió las luces de su pequeño departamento y miró alrededor.
Ella no había estado ahí en casi una semana.
Arrojó las llaves sobre el mostrador, abrió la nevera y se quedó observando el interior. Dos cervezas y un cartón de leche que se había agriado, nada más. Cerró la puerta y abrió el armario, sacando una botella de whisky. Cogió un vaso grande y lo llenó casi hasta la cima, luego se trasladó a la silla solitaria, en un sillón reclinable.
—El infierno de un día—murmuró en la habitación vacía.
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 10
Capitulo 10
—Bueno, bueno, héroe por un día—dijo Hudson como él se acercó a Brittany y le palmeó el hombro—Buen trabajo, Pierce.
—Gracias, Hudson. Todo en un día de trabajo—dijo a la ligera.
—Te veías muy bien en las noticias, toda mojada con tu cabello peinado hacia atrás—continuó, sentándose en la habitual esquina de su escritorio.
—No pensé que te darías cuenta ese tipo de cosas, Hudson.
Se puso de pie rápidamente.
—Te lo dije, ¡yo no soy gay! No sé de dónde sacas eso, pero es mejor parar aquí.
Brittany sólo le sonrió y asintió con la cabeza.
Blaine Anderson se acercó entonces, sacando la mano y saludando a Brittany.
—Ustedes lo hicieron muy bien—dijo—Buen enganche en Homicidios. No puedo creer lo que hizo López.
—Bueno, estaba actuando como CIU, reventó todo el asunto por su cuenta—dijo Brittany.
Brittany en realidad no lo podía creer tampoco.
Cuando el equipo de televisión había preguntado cuánto tiempo había estado con CIU, Santana se había reído.
—Estamos con homicidios, no CIU. Estaban demasiados ocupados para ver este callejón sin salida, por eso nos hicieron correr hasta aquí. Demonios un callejón sin salida, ¿eh?
—Tú debiste haber oído a Jake cuando estaba contando la historia. “!Oh, mierda! dile a Schuester que envié a las tropas”—dijo Anderson, imitando a Santana.
Brittany se echó a reír.
Eso fue sólo el comienzo de su calvario.
—¿Dónde está López, de todos modos?—preguntó Brittany.
—No la he visto.
—Son las ocho y media—dijo Brittany—Ella está siempre aquí antes que yo.
Blaine se encogió de hombros.
—Ella es probablemente este afuera trabajando ya.
Luego le entregó algo caliente envuelto en un papel de aluminio. Puso uno idéntico en el escritorio de Santana.
—Mi mamá hizo esto. Santana los ama. Chorizo y huevos.
—Gracias, Blaine. Es muy dulce de tu parte.
Desenvolvió el suyo, y había una tortilla caliente que rodó en el interior, repleto de huevos y chorizo mexicano. Brittany le dio un mordisco y se quejó. Maravilloso.
Pero fue otra media hora después de Santana entrara, con el aspecto de apenas haber dormido algo. Pasó por la mesa de Brittany y fue directo al café.
—¿Estás bien?—Brittany le preguntó cuándo Santana volvió.
—Uh-huh—dijo, bebiendo el líquido caliente.
Miró el papel sobre la mesa y sonrió. No tenía ninguna duda que la mamá de Blaine había cocinado para ella.
—¿Dónde has estado?
Santana levantó las cejas.
—¿Qué? ¿No puedo pedir eso? Yo creo que después de ayer, te podía pedir cualquier cosa que me diera la real gana.
Santana sonrió.
—Eso es lo que te parece, ¿eh?
—Sí, eso es lo que pienso.
—Muy bien, es justo. Yo estaba en mi barco. Me quedé dormida—dijo.
—¿Por qué no te creo?—Brittany bajó la voz—Parece que casi no dormiste, Santana.
—Oh, pero lo hice. Me fui a mi departamento. No había nada ahí, excepto una botella de whisky. Cerca de la medianoche, salí y conseguí algo de comer, luego me dirigí a mi barco. Me dormí a las cuatro y después me quede atrapada en el tráfico.
Brittany se quedó mirando.
¿Cuatro?
Ella estaba dormida cerca de las diez.
Estaba a punto de hacer comentarios cuando el teniente las llamo.
—Ustedes dos quieren venir aquí.
Santana suspiró y se apartó de su escritorio. Estaba acostumbrada a tener sólo unas pocas horas de sueño cada noche, pero por alguna razón, ella no pudo moverse esta mañana.
—Bueno, espero que tengan un buen día, detectives—dijo—Felicitaciones, ustedes han hecho el departamento un orgullo.
Ambas lo miraron sin decir nada.
—Sin embargo, CIU tiene los pantalones en un hoyo. Tú entrevista ayer por la noche, López.
Santana se encogió de hombros.
—Sólo quería decirles que ustedes hicieron un buen trabajo. Me alegro de que lo hicieran de nuevo en una sola pieza.
Miró a López a Pierce, luego de vuelta. Pierce veía descansado. López parecía una mierda.
—Creo que es hora de volver a su Jane Doe. El laboratorio llamó esta mañana, López. Jake tiene la información. Encontraron algunas de las fibras correspondientes.
—Muy bien. Vamos a echarle un vistazo.
Se levantaron para irse, pero Schuester llamo a Santana.
—López... una palabra.
Brittany miró a los dos, y luego cerró la puerta detrás de ella.
Santana se sentó de nuevo, a la espera.
—¿Estás bien?
—Estoy bien, mi teniente.
Él asintió con la cabeza.
—¿Cómo van las cosas con Pierce?
—Bien.
—¿Crees que podría funcionar?
Santana asintió con la cabeza, y luego sonrió.
—Creo que podría funcionar. Era una verdadera compañía teatral por ahí ayer. Sólo me amenazó con disparar a un par de veces.
—En este caso fue fácil, López. Ella podría ser buena para ti.
—Creo que puedes tener razón.
—¿Cómo te sientes acerca de dejarme hacer ejercicio contigo?
Brittany le preguntó más tarde, cuando se dirigían hacia la Central.
—¿En el gimnasio?
—Me di cuenta ayer que mi fuerza en la parte superior del cuerpo es un poco escasa—admitió Brittany.
—Tal vez. Pero va a cortar tu momento. Suelo ejercitarme tarde en la noche, pero podemos arreglar para ti unas clases después de trabajar unos días a la semana—Santana la miró rápidamente—¿No quieres primero consultar con tu novio?
—¿Por qué tengo que hacer eso?
—Como he dicho, que va a cortar tu momento.
—Sí, pero es mi tiempo no el suyo.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Brittany oyó resonar en su cerebro como Sam se enfadaría.
No es loco.
Él no se enojó.
Sin embargo, sería quitar su tiempo juntos y, últimamente, el tiempo se había estirado al máximo.
Bueno, él lo entendería.
Su trabajo era importante para ella, al igual que el suyo era para él. Tenía horas en la noche, también. Ella siempre se entendió, cuando tuvo una reunión después de las horas o ha tenido que preparar un caso. Ella no se quejó.
Sería igual su comprensión.
—¿Tres noches a la semana? Pero Brittany, apenas nos vemos el uno al otro, tal como estamos, y mira no creo que necesites ir al gimnasio—dijo Sam.
—Yo casi no podía subir la valla, Sam. Sí, tengo que ir al gimnasio. No estoy en gran forma.
—No estoy de acuerdo. Creo que estas de una muy buena forma.
Ella le sonrió y le entregó el plato.
—Gracias. Pero tú sabes lo que quiero decir.
—Bueno, esperemos, no escales cercas con demasiada frecuencia. ¿No te parece que estás exagerando?
Se sentaron uno frente al otro en su mesita y lo observó en silencio mientras servía el vino.
¿Estaba reaccionando de forma exagerada?
Era sólo que Santana estaba en tan buena forma.
Brittany no quería detenerla, no quería que Santana se sintiera como que tenía que ayudarla a través de obstáculos que se produjeran. Brittany debe ser capaz de mantener el ritmo. Y además, si se ejercitaban juntas, les daría más tiempo con su compañera.
Más tiempo para llegar a conocerla.
Brittany sospecha que la Santana López que habían conocido, no era para nada como la Santana López que había visto en el túnel ese día. Santana nunca había perdido la calma, nunca había perdido la paciencia con Brittany. De hecho, ella había estado bromeando, había actuado como si fuera todo un juego. Tal vez por eso Brittany no se había sentido realmente como si estuvieran en peligro. Santana se había limitado a tomar la carga y conseguir sacarlas de ahí.
Y había sido divertido.
Y Brittany quería más de Santana.
—Gracias, Hudson. Todo en un día de trabajo—dijo a la ligera.
—Te veías muy bien en las noticias, toda mojada con tu cabello peinado hacia atrás—continuó, sentándose en la habitual esquina de su escritorio.
—No pensé que te darías cuenta ese tipo de cosas, Hudson.
Se puso de pie rápidamente.
—Te lo dije, ¡yo no soy gay! No sé de dónde sacas eso, pero es mejor parar aquí.
Brittany sólo le sonrió y asintió con la cabeza.
Blaine Anderson se acercó entonces, sacando la mano y saludando a Brittany.
—Ustedes lo hicieron muy bien—dijo—Buen enganche en Homicidios. No puedo creer lo que hizo López.
—Bueno, estaba actuando como CIU, reventó todo el asunto por su cuenta—dijo Brittany.
Brittany en realidad no lo podía creer tampoco.
Cuando el equipo de televisión había preguntado cuánto tiempo había estado con CIU, Santana se había reído.
—Estamos con homicidios, no CIU. Estaban demasiados ocupados para ver este callejón sin salida, por eso nos hicieron correr hasta aquí. Demonios un callejón sin salida, ¿eh?
—Tú debiste haber oído a Jake cuando estaba contando la historia. “!Oh, mierda! dile a Schuester que envié a las tropas”—dijo Anderson, imitando a Santana.
Brittany se echó a reír.
Eso fue sólo el comienzo de su calvario.
—¿Dónde está López, de todos modos?—preguntó Brittany.
—No la he visto.
—Son las ocho y media—dijo Brittany—Ella está siempre aquí antes que yo.
Blaine se encogió de hombros.
—Ella es probablemente este afuera trabajando ya.
Luego le entregó algo caliente envuelto en un papel de aluminio. Puso uno idéntico en el escritorio de Santana.
—Mi mamá hizo esto. Santana los ama. Chorizo y huevos.
—Gracias, Blaine. Es muy dulce de tu parte.
Desenvolvió el suyo, y había una tortilla caliente que rodó en el interior, repleto de huevos y chorizo mexicano. Brittany le dio un mordisco y se quejó. Maravilloso.
Pero fue otra media hora después de Santana entrara, con el aspecto de apenas haber dormido algo. Pasó por la mesa de Brittany y fue directo al café.
—¿Estás bien?—Brittany le preguntó cuándo Santana volvió.
—Uh-huh—dijo, bebiendo el líquido caliente.
Miró el papel sobre la mesa y sonrió. No tenía ninguna duda que la mamá de Blaine había cocinado para ella.
—¿Dónde has estado?
Santana levantó las cejas.
—¿Qué? ¿No puedo pedir eso? Yo creo que después de ayer, te podía pedir cualquier cosa que me diera la real gana.
Santana sonrió.
—Eso es lo que te parece, ¿eh?
—Sí, eso es lo que pienso.
—Muy bien, es justo. Yo estaba en mi barco. Me quedé dormida—dijo.
—¿Por qué no te creo?—Brittany bajó la voz—Parece que casi no dormiste, Santana.
—Oh, pero lo hice. Me fui a mi departamento. No había nada ahí, excepto una botella de whisky. Cerca de la medianoche, salí y conseguí algo de comer, luego me dirigí a mi barco. Me dormí a las cuatro y después me quede atrapada en el tráfico.
Brittany se quedó mirando.
¿Cuatro?
Ella estaba dormida cerca de las diez.
Estaba a punto de hacer comentarios cuando el teniente las llamo.
—Ustedes dos quieren venir aquí.
Santana suspiró y se apartó de su escritorio. Estaba acostumbrada a tener sólo unas pocas horas de sueño cada noche, pero por alguna razón, ella no pudo moverse esta mañana.
—Bueno, espero que tengan un buen día, detectives—dijo—Felicitaciones, ustedes han hecho el departamento un orgullo.
Ambas lo miraron sin decir nada.
—Sin embargo, CIU tiene los pantalones en un hoyo. Tú entrevista ayer por la noche, López.
Santana se encogió de hombros.
—Sólo quería decirles que ustedes hicieron un buen trabajo. Me alegro de que lo hicieran de nuevo en una sola pieza.
Miró a López a Pierce, luego de vuelta. Pierce veía descansado. López parecía una mierda.
—Creo que es hora de volver a su Jane Doe. El laboratorio llamó esta mañana, López. Jake tiene la información. Encontraron algunas de las fibras correspondientes.
—Muy bien. Vamos a echarle un vistazo.
Se levantaron para irse, pero Schuester llamo a Santana.
—López... una palabra.
Brittany miró a los dos, y luego cerró la puerta detrás de ella.
Santana se sentó de nuevo, a la espera.
—¿Estás bien?
—Estoy bien, mi teniente.
Él asintió con la cabeza.
—¿Cómo van las cosas con Pierce?
—Bien.
—¿Crees que podría funcionar?
Santana asintió con la cabeza, y luego sonrió.
—Creo que podría funcionar. Era una verdadera compañía teatral por ahí ayer. Sólo me amenazó con disparar a un par de veces.
—En este caso fue fácil, López. Ella podría ser buena para ti.
—Creo que puedes tener razón.
—¿Cómo te sientes acerca de dejarme hacer ejercicio contigo?
Brittany le preguntó más tarde, cuando se dirigían hacia la Central.
—¿En el gimnasio?
—Me di cuenta ayer que mi fuerza en la parte superior del cuerpo es un poco escasa—admitió Brittany.
—Tal vez. Pero va a cortar tu momento. Suelo ejercitarme tarde en la noche, pero podemos arreglar para ti unas clases después de trabajar unos días a la semana—Santana la miró rápidamente—¿No quieres primero consultar con tu novio?
—¿Por qué tengo que hacer eso?
—Como he dicho, que va a cortar tu momento.
—Sí, pero es mi tiempo no el suyo.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Brittany oyó resonar en su cerebro como Sam se enfadaría.
No es loco.
Él no se enojó.
Sin embargo, sería quitar su tiempo juntos y, últimamente, el tiempo se había estirado al máximo.
Bueno, él lo entendería.
Su trabajo era importante para ella, al igual que el suyo era para él. Tenía horas en la noche, también. Ella siempre se entendió, cuando tuvo una reunión después de las horas o ha tenido que preparar un caso. Ella no se quejó.
Sería igual su comprensión.
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—¿Tres noches a la semana? Pero Brittany, apenas nos vemos el uno al otro, tal como estamos, y mira no creo que necesites ir al gimnasio—dijo Sam.
—Yo casi no podía subir la valla, Sam. Sí, tengo que ir al gimnasio. No estoy en gran forma.
—No estoy de acuerdo. Creo que estas de una muy buena forma.
Ella le sonrió y le entregó el plato.
—Gracias. Pero tú sabes lo que quiero decir.
—Bueno, esperemos, no escales cercas con demasiada frecuencia. ¿No te parece que estás exagerando?
Se sentaron uno frente al otro en su mesita y lo observó en silencio mientras servía el vino.
¿Estaba reaccionando de forma exagerada?
Era sólo que Santana estaba en tan buena forma.
Brittany no quería detenerla, no quería que Santana se sintiera como que tenía que ayudarla a través de obstáculos que se produjeran. Brittany debe ser capaz de mantener el ritmo. Y además, si se ejercitaban juntas, les daría más tiempo con su compañera.
Más tiempo para llegar a conocerla.
Brittany sospecha que la Santana López que habían conocido, no era para nada como la Santana López que había visto en el túnel ese día. Santana nunca había perdido la calma, nunca había perdido la paciencia con Brittany. De hecho, ella había estado bromeando, había actuado como si fuera todo un juego. Tal vez por eso Brittany no se había sentido realmente como si estuvieran en peligro. Santana se había limitado a tomar la carga y conseguir sacarlas de ahí.
Y había sido divertido.
Y Brittany quería más de Santana.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro, pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro, pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
muy bien espero la parte del calentamiento. saludos chica
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Uh uh $-$ van hacer gimnasia juntas $-$
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
hola de nuevo me gusta eso de ejercitarse juntas tal vez tal vez ahi es el punto de arranque.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
bueno sam boca-trucha vete despidiendo de tu tiempo con britt, ella ahora lo pasara con lopez!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
marthagr81@yahoo.es escribió:muy bien espero la parte del calentamiento. saludos chica
Hola, jajaajajajaj xD ajjaajajajaja ya viene jajaajaj. Saludos =D
Susii escribió:Uh uh $-$ van hacer gimnasia juntas $-$
Hola, jajajaaj eso es bueno, vrdd¿? ajajajaj. Saludos =D
marthagr81@yahoo.es escribió:hola de nuevo me gusta eso de ejercitarse juntas tal vez tal vez ahi es el punto de arranque.
Hola de nuevo ajajajajaj, es lo que espero, aunk britt ya dio algo, no¿? jajaja. Saludos =D
micky morales escribió:bueno sam boca-trucha vete despidiendo de tu tiempo con britt, ella ahora lo pasara con lopez!!!!!
Hola, jajajajaajjaja jajajaajajajaj xD jajaajajaja bn ai! jajaaj adios boca-trucha! Saludos =D
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FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 11
Capitulo 11
—Me está matando—se quejó Brittany mientras trataba de levantar las pesas una vez más.
—Dos más.
—¿Dos? Dijiste uno.
—Mentí.
Brittany empujo hacia arriba, con esfuerzo.
¿Está realmente fue su idea?
¿En qué había estado pensando?
Brittany tomó una respiración profunda, finalmente empujo las pesas por encima de su cabeza.
—Genial—dijo Santana, tomando la barra de Brittany—Ahora, la prensa de piernas.
Brittany se puso de pie, agitando los brazos a los costados.
—Espero mejor no tener que sacar mi arma mañana—dijo.
—¿Por qué?
—Porque dudo que será capaz de levantar los brazos.
—Mañana vas a estar bien. Será la próxima vez—dijo Santana.
Se acercó a la prensa de piernas y señaló.
—Siéntame.
Brittany lo hizo, recostándose y doblando las rodillas, apoyando los pies contra la placa. Ella vio como Santana ajustaba el peso.
—Trata con eso.
Brittany lo hizo.
Se movió unos centímetros. Santana disminuyo el peso y Brittany lo intentó de nuevo. Esta vez, ella fue capaz de extender sus piernas.
Con esfuerzo.
—Genial. Ahora diez.
—¿Por qué no te creo?—Brittany murmuró mientras empujaba hacia abajo la placa.
Santana observo sorprendida por los músculos bien definidos del muslo. Ella extendió la mano y le tocó la pierna de Brittany a la ligera, sintiendo como los músculos se mueven bajo su mano.
—¿Tu corres?—preguntó Santana.
Brittany era consciente de la mano que descansaba sobre su muslo mientras respiraba duro para terminar la serie.
—Antes. Pero no desde hace un par de años. Me conformo ahora con la bicicleta estacionaria.
—Es mejor que nada. Tus piernas se ven como si estuvieran en buena forma.
—Gracias.
Por alguna razón, la hacía sentirse mejor. Luego se inclinó hacia arriba.
—¿Por qué no te ejercitas?
—Yo lo haré esta noche. Te prometí que te ayudaría—dijo Santana.
—¿No podemos hacer las dos cosas? Odio que estés de pie alrededor mirándome.
Santana levantó las cejas.
—Podría ser peor—bromeó—Te podría estar mirando Hudson u otra persona.
Brittany sonrió.
A ella le encantaba cuando Santana estaba relajada y hacia bromas.
—¿Por qué no trabajas conmigo? Entonces después te invito a cenar—ofrecía a Brittany.
—¿Cenar?
—Sí. No creo que te tomes el tiempo para comer si estás pensando en trabajar más adelante. Vamos, vamos a comprar una hamburguesa o algo así.
Santana se quedó pensando. Ella no había sido invitada a cenar en mucho tiempo, ella no sabía cómo responder.
¿Cómo sabía?
Al parecer, Brittany le gustaba.
Así que asintió con la cabeza.
Brittany le dirigió con una sonrisa y le extendió la mano, para apretar su brazo.
—Gracias.
—Eso no quiere decir que esté ejercitándome a la ligera—dijo Santana, tomó el equipo junto a Brittany.
Doblo las piernas, estiró su estómago y enganchó los tobillos debajo de la barra. Cerró los ojos y tomó aire, después inició con un ritmo constante, contando en silencio para sí misma.
Brittany miró las piernas estiradas a su lado, los músculos de la pantorrilla se abultaban con cada repetición. Ella miró sus propias piernas delgadas, preguntándose si alguna vez tendría más definición.
—Vamos, Britt otra serie—dijo Santana a su lado.
—Sí, sí—murmuró.
Se movieron a través de las diferentes máquinas de pesas, Santana ayudando a Brittany a sí misma a reencontrarse con ellos.
Habían pasado años desde que había estado en un gimnasio. Brittany en realidad se sentía fortalecido por el ejercicio. Siguió las instrucciones de Santana, no del todo consciente de sí misma mientras luchaba a través de algunos de los pesos.
Pero más tarde, en el vestuario, la timidez se apoderó de ella mientras se desnudaba sólo unos casilleros más abajo de Santana.
Santana, aparentemente, no tenía un solo hueso tímido en su cuerpo. Se desnudó, se puso de pie, caminando desnuda a la ducha.
—Mi dios—murmuró Brittany mientras observaba a Santana de pie.
La mujer era una diosa, desde la cabeza con el cuerpo esculpido hasta los pies. Brittany bajó la mirada hacia su propio cuerpo, todavía vestido con sujetador deportivo y pantalones cortos. Ella ciertamente no estaba avergonzada por su cuerpo. De hecho, Sam dijo en numerosas ocasiones que tenía un cuerpo maravilloso.
Simplemente no estaba definido como el de Santana. Bueno, es por eso qué estaba aquí, se dijo. Se quitó el sujetador y pantalones cortos y cogió una toalla, caminando rápidamente a una cabina de ducha.
Santana ya estaba vestida cuando ella se salió. Se inclinaba para atarse los zapatos, y miró una a Brittany, a continuación, desde la distancia.
—Voy a esperarte afuera—dijo.
—Está bien. Voy a estar en un segundo—dijo Brittany.
Dejó caer la toalla tan pronto como Santana salió, se vistió rápidamente. Se puso unos vaqueros y una sudadera, cepillo su pelo húmedo y empujó todo en su bolsa de deporte. Encontró a Santana sentada en un banco de pesas cuando salió.
—¿Mejor?—Santana preguntó.
Brittany sonrió.
—Me siento muy bien. Gracias.
Santana se levantó y metió ambas manos en los bolsillos, esperando.
—¿Qué hay de Albert sobre el Pearl?—preguntó Brittany—Es suficientemente casual.
—Por supuesto. Yo te seguiré.
Brittany era consciente de la camioneta Explorer detrás de ella y miró hacia arriba varias veces en el espejo.
Estaba nerviosa y no podía imaginar por qué.
Tal vez era porque no le había dicho a Sam. Entonces ella miró a su teléfono celular, que estaba apagado. Podría llamarlo, pero dudaba de que fuera una breve conversación.
No, ella hablaría después con él.
Albert estaba lleno durante la noche entre semana y tenían que sentarse en el bar hasta que estuviera una mesa vacía. Ambas pidieron una cerveza, luego descansaron sus brazos casualmente en la barra superior.
—Oh Dios, esto es tan bueno—dijo Brittany después de su primer largo trago.
—Mmm—coincidió Santana.
—Gracias por hacer esto. El entrenamiento y la cena—explicó Brittany—Realmente quiero que seamos amigas, Santana. Creo que va a hacer que sea mucho más fácil trabajar juntas.
—¿Es cierto eso?
—Sí—Brittany apoyó los codos sobre la mesa y miró a Santana—Tienes que admitir, que esto es mucho mejor que discutir y discutir o simplemente no hablar., ¿Verdad?
Santana sonrió y asintió con la cabeza.
—Lo digo en serio. Tengo miedo del infierno que me hiciste pasar la primera semana, ya sabes.
—¿Yo lo hice?—Santana se encogió de hombros—Yo no sé por qué estaba así.
—¿En serio?—preguntó Brittany—¿Y quién eres ahora?
Santana dirigió su mirada a Brittany luego volvió a su cerveza, bebiendo la mitad de su trago.
—Era como si quisieras que no me gustaras—continuó Brittany—Yo no puedo ir por la vida sin averiguar por qué.
—Nadie me quiere, Britt.
—Me gustas.
—¿Por qué?
Brittany se encogió de hombros y sonrió.
—Te puedo asegurar que yo tuve más diversión contigo el otro día, que en toda mi vida.
—¿En el túnel?—Santana preguntó con las cejas levantadas.
—Sí. En el túnel.
—¿Diversión? Me amenazaste con dispararme varias veces—Santana le recordó.
—Ah, ya sé. En ese momento, me pareció una buena idea—dijo Brittany con una sonrisa—De hecho, cuando pienso en el agua y me imagino ese un bonito color azul del agua, pero lo más probable es que era de color café.
—Lo más probable.
—Quiero decir, que estábamos siendo perseguidas, tiroteadas y luego casi nos ahogamos. Luego estaba la rata come-hombres. Por no hablar de la caída de diez metros en el arroyo.
—No te olvides de la explosión.
Brittany se echó a reír.
—Sí y lo único bueno es que no soy alérgica a la hiedra venenosa.
Era el turno de Santana a reír.
—No creo que hayas estado ahí el tiempo suficiente para averiguarlo. Deberías haber visto tú cara a medida que caías.
—Deberías haber visto su cara cuando te sumergí bajo el agua—disparó Brittany de vuelta.
Santana sonrió y asintió con la cabeza.
Sí, había sido muy divertido.
Ellas podrían haber sido asesinadas, pero fue muy divertido. Y ella no podía recordar la última vez que se divirtió.
—Dos más.
—¿Dos? Dijiste uno.
—Mentí.
Brittany empujo hacia arriba, con esfuerzo.
¿Está realmente fue su idea?
¿En qué había estado pensando?
Brittany tomó una respiración profunda, finalmente empujo las pesas por encima de su cabeza.
—Genial—dijo Santana, tomando la barra de Brittany—Ahora, la prensa de piernas.
Brittany se puso de pie, agitando los brazos a los costados.
—Espero mejor no tener que sacar mi arma mañana—dijo.
—¿Por qué?
—Porque dudo que será capaz de levantar los brazos.
—Mañana vas a estar bien. Será la próxima vez—dijo Santana.
Se acercó a la prensa de piernas y señaló.
—Siéntame.
Brittany lo hizo, recostándose y doblando las rodillas, apoyando los pies contra la placa. Ella vio como Santana ajustaba el peso.
—Trata con eso.
Brittany lo hizo.
Se movió unos centímetros. Santana disminuyo el peso y Brittany lo intentó de nuevo. Esta vez, ella fue capaz de extender sus piernas.
Con esfuerzo.
—Genial. Ahora diez.
—¿Por qué no te creo?—Brittany murmuró mientras empujaba hacia abajo la placa.
Santana observo sorprendida por los músculos bien definidos del muslo. Ella extendió la mano y le tocó la pierna de Brittany a la ligera, sintiendo como los músculos se mueven bajo su mano.
—¿Tu corres?—preguntó Santana.
Brittany era consciente de la mano que descansaba sobre su muslo mientras respiraba duro para terminar la serie.
—Antes. Pero no desde hace un par de años. Me conformo ahora con la bicicleta estacionaria.
—Es mejor que nada. Tus piernas se ven como si estuvieran en buena forma.
—Gracias.
Por alguna razón, la hacía sentirse mejor. Luego se inclinó hacia arriba.
—¿Por qué no te ejercitas?
—Yo lo haré esta noche. Te prometí que te ayudaría—dijo Santana.
—¿No podemos hacer las dos cosas? Odio que estés de pie alrededor mirándome.
Santana levantó las cejas.
—Podría ser peor—bromeó—Te podría estar mirando Hudson u otra persona.
Brittany sonrió.
A ella le encantaba cuando Santana estaba relajada y hacia bromas.
—¿Por qué no trabajas conmigo? Entonces después te invito a cenar—ofrecía a Brittany.
—¿Cenar?
—Sí. No creo que te tomes el tiempo para comer si estás pensando en trabajar más adelante. Vamos, vamos a comprar una hamburguesa o algo así.
Santana se quedó pensando. Ella no había sido invitada a cenar en mucho tiempo, ella no sabía cómo responder.
¿Cómo sabía?
Al parecer, Brittany le gustaba.
Así que asintió con la cabeza.
Brittany le dirigió con una sonrisa y le extendió la mano, para apretar su brazo.
—Gracias.
—Eso no quiere decir que esté ejercitándome a la ligera—dijo Santana, tomó el equipo junto a Brittany.
Doblo las piernas, estiró su estómago y enganchó los tobillos debajo de la barra. Cerró los ojos y tomó aire, después inició con un ritmo constante, contando en silencio para sí misma.
Brittany miró las piernas estiradas a su lado, los músculos de la pantorrilla se abultaban con cada repetición. Ella miró sus propias piernas delgadas, preguntándose si alguna vez tendría más definición.
—Vamos, Britt otra serie—dijo Santana a su lado.
—Sí, sí—murmuró.
Se movieron a través de las diferentes máquinas de pesas, Santana ayudando a Brittany a sí misma a reencontrarse con ellos.
Habían pasado años desde que había estado en un gimnasio. Brittany en realidad se sentía fortalecido por el ejercicio. Siguió las instrucciones de Santana, no del todo consciente de sí misma mientras luchaba a través de algunos de los pesos.
Pero más tarde, en el vestuario, la timidez se apoderó de ella mientras se desnudaba sólo unos casilleros más abajo de Santana.
Santana, aparentemente, no tenía un solo hueso tímido en su cuerpo. Se desnudó, se puso de pie, caminando desnuda a la ducha.
—Mi dios—murmuró Brittany mientras observaba a Santana de pie.
La mujer era una diosa, desde la cabeza con el cuerpo esculpido hasta los pies. Brittany bajó la mirada hacia su propio cuerpo, todavía vestido con sujetador deportivo y pantalones cortos. Ella ciertamente no estaba avergonzada por su cuerpo. De hecho, Sam dijo en numerosas ocasiones que tenía un cuerpo maravilloso.
Simplemente no estaba definido como el de Santana. Bueno, es por eso qué estaba aquí, se dijo. Se quitó el sujetador y pantalones cortos y cogió una toalla, caminando rápidamente a una cabina de ducha.
Santana ya estaba vestida cuando ella se salió. Se inclinaba para atarse los zapatos, y miró una a Brittany, a continuación, desde la distancia.
—Voy a esperarte afuera—dijo.
—Está bien. Voy a estar en un segundo—dijo Brittany.
Dejó caer la toalla tan pronto como Santana salió, se vistió rápidamente. Se puso unos vaqueros y una sudadera, cepillo su pelo húmedo y empujó todo en su bolsa de deporte. Encontró a Santana sentada en un banco de pesas cuando salió.
—¿Mejor?—Santana preguntó.
Brittany sonrió.
—Me siento muy bien. Gracias.
Santana se levantó y metió ambas manos en los bolsillos, esperando.
—¿Qué hay de Albert sobre el Pearl?—preguntó Brittany—Es suficientemente casual.
—Por supuesto. Yo te seguiré.
Brittany era consciente de la camioneta Explorer detrás de ella y miró hacia arriba varias veces en el espejo.
Estaba nerviosa y no podía imaginar por qué.
Tal vez era porque no le había dicho a Sam. Entonces ella miró a su teléfono celular, que estaba apagado. Podría llamarlo, pero dudaba de que fuera una breve conversación.
No, ella hablaría después con él.
Albert estaba lleno durante la noche entre semana y tenían que sentarse en el bar hasta que estuviera una mesa vacía. Ambas pidieron una cerveza, luego descansaron sus brazos casualmente en la barra superior.
—Oh Dios, esto es tan bueno—dijo Brittany después de su primer largo trago.
—Mmm—coincidió Santana.
—Gracias por hacer esto. El entrenamiento y la cena—explicó Brittany—Realmente quiero que seamos amigas, Santana. Creo que va a hacer que sea mucho más fácil trabajar juntas.
—¿Es cierto eso?
—Sí—Brittany apoyó los codos sobre la mesa y miró a Santana—Tienes que admitir, que esto es mucho mejor que discutir y discutir o simplemente no hablar., ¿Verdad?
Santana sonrió y asintió con la cabeza.
—Lo digo en serio. Tengo miedo del infierno que me hiciste pasar la primera semana, ya sabes.
—¿Yo lo hice?—Santana se encogió de hombros—Yo no sé por qué estaba así.
—¿En serio?—preguntó Brittany—¿Y quién eres ahora?
Santana dirigió su mirada a Brittany luego volvió a su cerveza, bebiendo la mitad de su trago.
—Era como si quisieras que no me gustaras—continuó Brittany—Yo no puedo ir por la vida sin averiguar por qué.
—Nadie me quiere, Britt.
—Me gustas.
—¿Por qué?
Brittany se encogió de hombros y sonrió.
—Te puedo asegurar que yo tuve más diversión contigo el otro día, que en toda mi vida.
—¿En el túnel?—Santana preguntó con las cejas levantadas.
—Sí. En el túnel.
—¿Diversión? Me amenazaste con dispararme varias veces—Santana le recordó.
—Ah, ya sé. En ese momento, me pareció una buena idea—dijo Brittany con una sonrisa—De hecho, cuando pienso en el agua y me imagino ese un bonito color azul del agua, pero lo más probable es que era de color café.
—Lo más probable.
—Quiero decir, que estábamos siendo perseguidas, tiroteadas y luego casi nos ahogamos. Luego estaba la rata come-hombres. Por no hablar de la caída de diez metros en el arroyo.
—No te olvides de la explosión.
Brittany se echó a reír.
—Sí y lo único bueno es que no soy alérgica a la hiedra venenosa.
Era el turno de Santana a reír.
—No creo que hayas estado ahí el tiempo suficiente para averiguarlo. Deberías haber visto tú cara a medida que caías.
—Deberías haber visto su cara cuando te sumergí bajo el agua—disparó Brittany de vuelta.
Santana sonrió y asintió con la cabeza.
Sí, había sido muy divertido.
Ellas podrían haber sido asesinadas, pero fue muy divertido. Y ella no podía recordar la última vez que se divirtió.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro, pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro, pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
britt esta haciendo su jugada, me encanta ya estamos cerca de un momento brittana y sam va a salir a volar
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
pues si esa es la jugada de britt es muy buena pq santana esta abierta a las posibilidades!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
hola morra,...
divertida la primera semana de tabajo juntas,..
es bueno que se esten llevando bien,..
y britt se esta alejando mas de sam,.
nos vemos!!!
divertida la primera semana de tabajo juntas,..
es bueno que se esten llevando bien,..
y britt se esta alejando mas de sam,.
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Esta apareciendo brittana*-* y extinguiendose esa cosa asquerosa de bram o como se llame ksgdkdv :D tenemos maraton hoy? :s
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
marthagr81@yahoo.es escribió:britt esta haciendo su jugada, me encanta ya estamos cerca de un momento brittana y sam va a salir a volar
Hola, jajajaaj vamos britt! ajajjaja. Jajajaja xao boca-trucha! Saludos =D
micky morales escribió:pues si esa es la jugada de britt es muy buena pq santana esta abierta a las posibilidades!!!!!
Hola, jajajajaja esk lo esta haciendo bn, no¿? jajajaja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
divertida la primera semana de tabajo juntas,..
es bueno que se esten llevando bien,..
y britt se esta alejando mas de sam,.
nos vemos!!!
Hola lu, jajajaaj si un poco de todo jaajajaj. Vamos bn entonces jajajaja. Aa esk eso es obvio, nose xq se demoro tanto ¬¬ ajajaja. Saludos =D
Susii escribió:Esta apareciendo brittana*-* y extinguiendose esa cosa asquerosa de bram o como se llame ksgdkdv :D tenemos maraton hoy? :s
Hola, siiiiiiii! que es eso¿? un queso¿? Si aquí viene jajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
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