|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
[Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
+6
marcy3395
monica.santander
JVM
3:)
micky morales
23l1
10 participantes
Página 1 de 7.
Página 1 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
[Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Prólogo
Santana López es una guapa abogada que, luego de la muerte de su papá, se convierte en el socio más joven de la firma creada por su progenitor.
Brittany Pierce es una ex modelo, que se ha convertido en una prestigiosa editora, de la revista de modas más exitosa del país.
Una noche, el mundo de Santana cambia del cielo a la tierra.
Ella nunca se ha enamorado, pero cuando conoce a Brittany, decide entregarse a ese sentimiento en cuerpo y alma.
Brittany en cambio, ya se enamoró una vez, y al sufrir una enorme desilusión, decide que nunca más le entregará el corazón a otra persona sobre la tierra.
Santana lucha por conseguir el amor de Brittany, mientras que la rubia trata de alejarse de esta hermosa morena, que solo le traerá confusión a su corazón.
¿Podrá Santana enfrentar este sentimiento que es nuevo para ella?
¿Dejará Brittany los fantasmas de su pasado y se dará una nueva oportunidad de enamorarse?
Brittany Pierce es una ex modelo, que se ha convertido en una prestigiosa editora, de la revista de modas más exitosa del país.
Una noche, el mundo de Santana cambia del cielo a la tierra.
Ella nunca se ha enamorado, pero cuando conoce a Brittany, decide entregarse a ese sentimiento en cuerpo y alma.
Brittany en cambio, ya se enamoró una vez, y al sufrir una enorme desilusión, decide que nunca más le entregará el corazón a otra persona sobre la tierra.
Santana lucha por conseguir el amor de Brittany, mientras que la rubia trata de alejarse de esta hermosa morena, que solo le traerá confusión a su corazón.
¿Podrá Santana enfrentar este sentimiento que es nuevo para ella?
¿Dejará Brittany los fantasmas de su pasado y se dará una nueva oportunidad de enamorarse?
**********************************************************************************************************************************
Hola, aquí el prólogo de la siguiente historia, el algo distinta a todas las que he adaptado xD espero y les guste también.
Gracias por leer y comentar!
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd2: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
Wallbanger: https://gleelatino.forosactivos.net/t22310-resueltofanfic-brittanawallbanger-2-rustynailed-adaptada-finalHola, aquí el prólogo de la siguiente historia, el algo distinta a todas las que he adaptado xD espero y les guste también.
Gracias por leer y comentar!
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd2: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
El Affaire López: https://gleelatino.forosactivos.net/t22380-fanfic-brittana-el-affaire-lopez-4-algo-raro-y-preciso-adaptada-epilogo
A los 17: https://gleelatino.forosactivos.net/t22434-resueltofanfic-brittana-a-los-17-adaptada-cap-43-final
Tras el Telón de Pino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22474-resueltofanfic-brittana-tras-el-telon-de-pino-adaptada-cap-36-final
Sin Condiciones: https://gleelatino.forosactivos.net/t22505-resueltofanfic-brittana-sin-condiciones-adaptada-cap-47-final
Blonde Girl: https://gleelatino.forosactivos.net/t22520-fanfic-brittana-blonde-girl-adaptada-prologo#538737
Ajuste de Cuentas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22532-resueltofanfic-brittana-ajuste-de-cuentas-adaptada-cap-12-fin
Pídeme lo que Quíeras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22535-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-adaptada-prologo#539712
Mi Mujer: https://gleelatino.forosactivos.net/t22564-fanfic-brittana-mi-mujer-3-confesion-adaptada-cap-35#542092
Sorpréndeme: https://gleelatino.forosactivos.net/t22576-resueltofanfic-brittana-sorprendeme-adaptada-epilogo#543891
Palabras para Ti: https://gleelatino.forosactivos.net/t22583-resueltofanfic-brittana-palabras-para-ti-adaptada-epilogo
Un Vuelo con Escalas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22590-fanfic-brittana-un-vuelo-con-escalas-adaptada-cap-33-final#544923
Secretos del Pasado: https://gleelatino.forosactivos.net/t22595-resueltofanfic-brittana-secretos-del-pasado-adaptada-epilogo
En tus Brazos y Huir de Todo Mal: https://gleelatino.forosactivos.net/t22602-resueltofanfic-brittana-en-tus-brazos-y-huir-de-todo-mal-ii-pasion-adaptada-epilogo
Parejas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22615p195-resueltofanfic-brittana-parejas-adaptada-cap-41-final#547481
La Chica de Servicio: https://gleelatino.forosactivos.net/t22617-resueltofanfic-brittana-la-chica-de-servicio-3-rindete-adaptada-epilogo-santana
A su Manera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22622-resueltofanfic-brittana-a-su-manera-adaptada-cap-50-final
Pídeme lo que Quiéras 4: Y yo te lo Darpe: https://gleelatino.forosactivos.net/t22630-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-4-y-yo-te-lo-dare-adaptada-epilogo
Angel de Fuego: https://gleelatino.forosactivos.net/t22633-resueltofanfic-brittana-angel-de-fuego-adaptada-cap-39-fin
Después de Todo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22642-fanfic-brittana-despues-de-todo-adaptada-epilogo
Pintando la Luna: https://gleelatino.forosactivos.net/t22644-resueltofanfic-brittana-pintando-la-luna-adaptada-epilogo
La Luna de Media Noche: https://gleelatino.forosactivos.net/t22647-resueltofanfic-brittana-la-luna-de-media-noche-adaptada-epilogo
Amor en Espera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22651-resueltofanfic-brittana-amor-en-espera-adaptada-epilogo
Storms: https://gleelatino.forosactivos.net/t22657-resueltofanfic-brittana-storms-adaptada-epilogo
Fue un Beso Tonto: https://gleelatino.forosactivos.net/t22660-resueltofanfic-brittana-fue-un-beso-tonto-adaptada-epilogo
La Luna de Santana: https://gleelatino.forosactivos.net/t22664-resueltofanfic-brittana-la-luna-de-santana-adaptada-epilogo
Con Todo mi Corazón: https://gleelatino.forosactivos.net/t22666-resueltofanfic-brittana-con-todo-mi-corazon-adaptada-epilogo
La Esposa Del Vecino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22668-resueltofanfic-brittana-la-esposa-del-vecino-adaptada-epilogo
Dulce Brittany: https://gleelatino.forosactivos.net/t22671-resueltofanfic-brittana-dulce-brittany-adaptada-epilogo
Eres Para Mí: https://gleelatino.forosactivos.net/t22674-resueltofanfic-brittana-eres-para-mi-adaptada-epilogo
Vampira: https://gleelatino.forosactivos.net/t22679-resueltofanfic-brittana-vampira-adaptada-epilogo
***************************************************************************************************************************
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:17 am, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
como siempre se con seguridad que me encantara, hasta pronto!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Hola morra....
Se ve interesante.....
A ver que es capas de hacer san para conquistar a britt...???? Y que tan difícil se lo pone britt...
Nos vemos!!!
Se ve interesante.....
A ver que es capas de hacer san para conquistar a britt...???? Y que tan difícil se lo pone britt...
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Interesante!!
Haber de que forma se conocen y como logra entrar a su vida San :)
Haber de que forma se conocen y como logra entrar a su vida San :)
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
micky morales escribió:como siempre se con seguridad que me encantara, hasta pronto!!!!!
Hola, ufff espero y sea así jajajajajaaj. Aquí el primer cap! Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Se ve interesante.....
A ver que es capas de hacer san para conquistar a britt...???? Y que tan difícil se lo pone britt...
Nos vemos!!!
Hola lu, espero y siga así jajajajajaaj. De todo, de todo... o eso espero jajajajajaaj. Mmmm con san¿? mmmm nda¿? jajaajaj. Saludos =D
JVM escribió:Interesante!!
Haber de que forma se conocen y como logra entrar a su vida San :)
Hola, osea que vamos bn, no¿? ajajajajajajaj. Aquí el primer cap para ver o saber eso ajjaajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 1
Capitulo 1
―Supongo que hoy si nos acompañarás―le preguntaba Marley a su amiga Brittany.
―No lo sé, tal vez vaya con ustedes.
―No me digas eso Britt, ¿hace cuánto que no vamos a bailar?
―Además, hoy quiero que me acompañes a un club nuevo, dicen que está de lujo―comentaba una entusiasmada Marley―, Por lo que escuché, a ese club van la mayoría de las personas solteras apetecibles de esta ciudad.
Brittany miraba a su amiga, mientras hablaba y sonreía, al ver cómo a ésta, se le iluminaba la cara cada vez que salía este tema.
Para Marley era así.
Ella deseaba conocer una persona guapa, con dinero, del cual enamorarse y vivir su cuento de hadas.
Desde que Brittany la conocía, hace más de cinco años, Marley siempre había deseado un príncipe azul o la princesa rosada, y ojalá uno que viniera en un BMW último modelo en vez de en un caballo blanco.
A ellas le gustaban tanto las mujeres como los hombres, como ellas decían se enamoraban de los sentimiento y no de las personas.
―Mar, estoy de trabajo hasta las orejas y ahora no me apetece salir. Si quieres vamos a mi departamento, ordenamos comida y vemos alguna película, ¿qué te parece?
―Me parece, que mi abuela tiene un mejor panorama para un viernes por la noche. Por favor Britt, acompáñame, y no te pediré un solo favor más en todo este año.
Brittany trataba de ignorar las súplicas de su amiga.
En verdad ella no tenía muchas ganas de salir esa noche, estaba consumida y cansada por el trabajo.
Aunque trabajaba en lo que a ella le apasionaba y por este trabajo ella siempre asistía a eventos y fiestas increíbles, no era muy asidua a ir a bares o clubes.
Su idea de diversión, en este momento de su vida, era ver una película en su casa o sumergirse en su trabajo.
―Britt, deberías acompañarme―seguía insistiendo Marley―, Tienes que tener un tiempo para tu vida fuera de esta oficina. Trabajas demasiado para una chica que cumplió hace poco los veintisiete años. Deberías vivir tu vida de fiesta en fiesta. Buscarte un novio o una novia, eres hermosa, sabes que no lo digo porque eres mi mejor amiga y te adoro.
Marley tenía razón, no lo decía por ser su amiga.
Brittany, ahora de veintisiete años, había empezado una carrera de modelo a los diecisiete con cierto éxito, alcanzando a modelar en París y Milán, para algunas de las más reconocidas casas de modas.
Pero, aunque ella amaba la moda, sentía que quería más y mientras duró su carrera en el modelaje, fue haciendo contactos para lograr su sueño.
Ella deseaba llegar a ser editora en jefe de la mejor revista de modas del país y lo había logrado hace tres años.
Con veintiún años, decidió dejar el mundo de las pasarelas, ya que no le gustaba el tener que estar siempre a dieta. A ella le costaba mucho mantener el peso que le pedían, siempre le sobraba un kilo y eso la enfermaba.
Tenía que aceptar que nunca llegaría a ser tan delgada como las demás.
Ella siempre disfrutaba de la buena mesa.
Trataba de comer saludable y se dedicaba al ejercicio, pero su cuerpo voluptuoso no encajaba en las colecciones de algunos diseñadores.
Así es que, usando sus contactos, llegó a la famosa revista y logró su primer trabajo como asistente de la asistente del editor en jefe.
Puso todo su empeño en aprender y dejó toda su sangre en el trabajo. Gracias a eso, y a su olfato innato para la moda, logró la promoción que tanto anhelaba y cuando llegó a ser editora en jefe de la revista, sus jefes nunca se arrepintieron de haberle dado esa oportunidad.
Ella dejaba todo en y por el trabajo.
Amaba lo que hacía y era por esa dedicación, que la revista estaba posicionada como la de mayor venta a nivel país.
Pero si su vida laboral brillaba por sus logros, su vida personal no corría la misma suerte.
Era una mujer deseada, exótica, de una larga cabellera de color rubio y ojos de color azules. Alta y con curvas, “todo un bombón”, como decía su amiga.
―Vamos Britt―Marley volvía al ataque―, ¿Cómo sabes si en esta salida conoces a la persona de tu vida?
Brittany la miró con la expresión de “imposible que eso pase”, pero ante la insistencia de su amiga, y todo el discurso que le había dado, terminó cediendo ente su petición.
―Muy bien Mar, te voy a acompañar a ese bendito club, pero te advierto, nada de buscarme ligues o meterte con una persona que esté con algún amigo o amiga para hacer una cita doble, ¿ok?
―Bueno, bueno, te lo prometo. Gracias amiga ¡lo vamos a pasar suuuuper! esta noche promete.
Brittany rogaba por no tener que arrepentirse por ceder ante su amiga.
Pero al final, contagiándose del ánimo de Marley, decidió que en esta salida lo pasaría genial.
Marley tenía razón, se merecía disfrutar de una “noche de chicas”.
―Y bien, ¿quiénes componen el grupo de esta noche?
―Bueno, tú y yo―contestó Marley―También Tina y Mercedes. Eso, seremos cuatro solteras que se toman la ciudad.
―Bien, creo que es un buen grupo para una divertida noche.
En su cabeza, Brittany visualizó el grupo de cuatro chicas y sonrió, todas tan lindas, pero todas tan distintas.
Tina, la recepcionista de la revista, de contextura normal, rasgos asiáticos con una melena negra y ojos marrones.
La otra era Mercedes, la secretaria de la dirección. Una chica de pelo negro ondulado, ojos cafés y curvas impresionantes.
Y por último Marley, su querida amiga, una castaña alta, de largo cabello liso y unos expresivos ojos color grises.
Brittany conoció a Marley cuando ésta llegó a hacer prácticas a la revista, desde eso, ya más de cinco años. Apenas se vieron, se volvieron inseparables hasta el día de hoy.
Cuando a Brittany se le presentó la oportunidad de ser editora en jefe, la única condición que puso, era que su asistente fuera Marley y así fue.
Formaban un buen equipo, trabajan codo a codo.
Para Brittany, más que una amiga, Marley era una hermana más.
―Bueno Marley, dejemos esta oficina y vamos a por esta noche de solteras―Brittany estaba cada vez más entusiasmada por la salida.
―Ay sí, vamos, que tengo que ver qué me voy a poner.
Brittany puso los ojos en blanco.
―Con cualquiera de tus vestidos te verás bien esta noche. Bueno vamos
¿Te parece que te pase a buscar a las diez?
―Sí, primero pasa por Tina y Mercedes y luego por mí, ¿bueno?
―Ok, vámonos antes de que me arrepienta terminó de decir Brittany y salieron de la oficina.
Seis calles más abajo del edificio donde trabaja Brittany, se encuentra el edificio Vio.
Una impresionante torre de treinta pisos, que alberga a las más selectas empresas y marcas del país.
El piso veinte alojaba a “López, Williams y Bond” la firma de abogados más prestigiosa de la ciudad, ya que su clientela abarcaba lo más selecto de la alta sociedad, así como a famosos actores y cantantes.
Su socio fundador, Alfonso López, era hijo de un multimillonario perteneciente a las mejores familias de la ciudad.
Alfonso, con dos compañeros de la universidad, usando el dinero y las influencias de sus familias, fundaron la firma, que aún mantenía el prestigio de su fundador.
Hace cuatro años, Alfonso López murió de un ataque al corazón, dejando una viuda y dos hijas.
Él siempre le inculcó a su hija mayor, que tenía que ser abogada y que debía de cuidar de su legado si es que algo le llegaba a ocurrir.
Así fue como Santana, al morir su papá, se convirtió en socia de la firma en reemplazo de su papá. Y ahora, con treinta años, se manejaba como el más viejo de sus socios.
No había defraudado a su papá en mantener el legado.
Eran las seis de la tarde y ahí estaba ella, en su oficina, terminando algunos asuntos pendientes que le quedaban.
Santana era una mujer dedicada a su trabajo, pero no fanática. Le encantaba divertirse y se le podía ver, la mayoría de los fines de semana, en algún club de moda junto a su inseparable prima Kitty.
Formaban un par sin igual, guapas y divertidas.
Santana era morena, de más de metro sesenta y cinco y con unos ojos marrones casi negros que derretían a muchas personas.
Si no hubiera sido abogada, podría haber tenido éxito como modelo.
En cambio Kitty, era un poco más baja, de cabello rubia y el color de ojos era verde.
Se criaron juntas como hermanos, Santana era dos años mayor.
Y con la coincidencia que ha ambas les gustaban las mujeres, era mucho mejor su hermandad.
Mientras Santana estaba poniendo la última firma a un contrato, sonó su móvil y la pantalla se iluminó con la palabra Kitty. Con una sonrisa tomó el aparato para contestar:
―Hola prima, ¿cuáles son tus planes para hoy oveja descarriada?
Al otro lado se escuchó una risotada.
―Mira quién habla―replicó Kitty―Quería saber si te animas y me acompañas al nuevo club del que te hablé, ¿recuerdas? El Sky.
―Ah sí, sí recuerdo. Bueno, yo estaba terminando aquí en la oficina, estoy a tu total y entera disposición.
―Eso es prima, nunca me decepcionas.
―Te paso a buscar entonces, ¿te parece?
―Me parece. Nada como llegar a un club, lleno de chicas guapas, en un
Jaguar negro―bromeó Kitty.
Aunque las dos se habían criado dentro de una familia acomodada, a Kitty, no le llamaba la atención gastar en coches de lujo todos los años, para eso estaba su prima, que le podía prestar uno de los suyos cuando quisiera.
Kitty había desafiado a su familia al no seguir con una de las carreras que querían sus padres.
Ellos deseaban que fuera un empresaria o abogada, pero ella se decidió por la arquitectura y lo había logrado con éxito.
―Bueno―dijo Santana―, Nos vemos al rato.
―Bien prima, espero que este viernes sea mejor que el anterior.
Kitty se rió al recordar la salida de la semana anterior.
―Por Dios Kitty, te pido que no me hagas de celestina esta noche. La chica que me presentaste, estaba tan ebria al final de la noche, que tuve que llevarla a su casa. No podía dejarla en ese club en el estado que estaba. Al final terminé sola, en casa, en lo que debía ser una noche ardiente.
―Ja, ja, ja, ¿no será que estás perdiendo el toque mágico Tanita?
―¡Ja!, no lo creo, solo te pido que no me consigas a nadie, esta noche me las arreglo yo solita.
―Bueno, bueno, yo solo quería ayudar, pero no hace falta que lo repitas, cero ayuda―dijo Kitty en medio de una carcajada―Ahora te dejo, me tengo que embellecer, el deber me llama esta noche.
―Adiós, Kitty.
Santana cortó la conversación, pensando en que las salidas con su prima eran prácticamente lo mismo cada fin de semana.
Las dos llegando a algún club de moda, en uno de los autos de lujo de Santana.
Ya en el local, buscaban a la posible conquista de la noche.
Siempre salían del brazo de las chicas más guapas y su noche terminaba en la casa de la señorita elegida o en algún hotel.
Tenían dos reglas que no rompían por nada: uno, nunca llevaban chicas para tener sexo a su casa y dos, jamás se quedaban a dormir con la elegida de la noche.
Hasta este momento esta técnica les había dado resultado.
No querían compromiso con nadie.
Maribel, la mamá de Santana, siempre supo que a su hija mayor le gustaban las mujeres y nunca le molesto, al igual que lo supo Alfonso, pero también estaba al tanto de la faceta de mujeriega de su hija, siempre le pedía que sentara cabeza. Que buscara a alguien, porque deseaba que le llenara su mansión de nietos, pero ella, como si fuera sorda, no oía ni una sola de sus insinuaciones.
Santana prefería estar como hasta ahora y no desgastarse con lo que significaba mantener una relación.
Con ese pensamiento se marchó a su departamento, diciéndose que esta salida sería mucho mejor que la de la semana pasada.
Pensaba en ligarse a la chica más linda que encontrara en el club y terminar su noche con broche de oro entre las piernas de la afortunada.
―No lo sé, tal vez vaya con ustedes.
―No me digas eso Britt, ¿hace cuánto que no vamos a bailar?
―Además, hoy quiero que me acompañes a un club nuevo, dicen que está de lujo―comentaba una entusiasmada Marley―, Por lo que escuché, a ese club van la mayoría de las personas solteras apetecibles de esta ciudad.
Brittany miraba a su amiga, mientras hablaba y sonreía, al ver cómo a ésta, se le iluminaba la cara cada vez que salía este tema.
Para Marley era así.
Ella deseaba conocer una persona guapa, con dinero, del cual enamorarse y vivir su cuento de hadas.
Desde que Brittany la conocía, hace más de cinco años, Marley siempre había deseado un príncipe azul o la princesa rosada, y ojalá uno que viniera en un BMW último modelo en vez de en un caballo blanco.
A ellas le gustaban tanto las mujeres como los hombres, como ellas decían se enamoraban de los sentimiento y no de las personas.
―Mar, estoy de trabajo hasta las orejas y ahora no me apetece salir. Si quieres vamos a mi departamento, ordenamos comida y vemos alguna película, ¿qué te parece?
―Me parece, que mi abuela tiene un mejor panorama para un viernes por la noche. Por favor Britt, acompáñame, y no te pediré un solo favor más en todo este año.
Brittany trataba de ignorar las súplicas de su amiga.
En verdad ella no tenía muchas ganas de salir esa noche, estaba consumida y cansada por el trabajo.
Aunque trabajaba en lo que a ella le apasionaba y por este trabajo ella siempre asistía a eventos y fiestas increíbles, no era muy asidua a ir a bares o clubes.
Su idea de diversión, en este momento de su vida, era ver una película en su casa o sumergirse en su trabajo.
―Britt, deberías acompañarme―seguía insistiendo Marley―, Tienes que tener un tiempo para tu vida fuera de esta oficina. Trabajas demasiado para una chica que cumplió hace poco los veintisiete años. Deberías vivir tu vida de fiesta en fiesta. Buscarte un novio o una novia, eres hermosa, sabes que no lo digo porque eres mi mejor amiga y te adoro.
Marley tenía razón, no lo decía por ser su amiga.
Brittany, ahora de veintisiete años, había empezado una carrera de modelo a los diecisiete con cierto éxito, alcanzando a modelar en París y Milán, para algunas de las más reconocidas casas de modas.
Pero, aunque ella amaba la moda, sentía que quería más y mientras duró su carrera en el modelaje, fue haciendo contactos para lograr su sueño.
Ella deseaba llegar a ser editora en jefe de la mejor revista de modas del país y lo había logrado hace tres años.
Con veintiún años, decidió dejar el mundo de las pasarelas, ya que no le gustaba el tener que estar siempre a dieta. A ella le costaba mucho mantener el peso que le pedían, siempre le sobraba un kilo y eso la enfermaba.
Tenía que aceptar que nunca llegaría a ser tan delgada como las demás.
Ella siempre disfrutaba de la buena mesa.
Trataba de comer saludable y se dedicaba al ejercicio, pero su cuerpo voluptuoso no encajaba en las colecciones de algunos diseñadores.
Así es que, usando sus contactos, llegó a la famosa revista y logró su primer trabajo como asistente de la asistente del editor en jefe.
Puso todo su empeño en aprender y dejó toda su sangre en el trabajo. Gracias a eso, y a su olfato innato para la moda, logró la promoción que tanto anhelaba y cuando llegó a ser editora en jefe de la revista, sus jefes nunca se arrepintieron de haberle dado esa oportunidad.
Ella dejaba todo en y por el trabajo.
Amaba lo que hacía y era por esa dedicación, que la revista estaba posicionada como la de mayor venta a nivel país.
Pero si su vida laboral brillaba por sus logros, su vida personal no corría la misma suerte.
Era una mujer deseada, exótica, de una larga cabellera de color rubio y ojos de color azules. Alta y con curvas, “todo un bombón”, como decía su amiga.
―Vamos Britt―Marley volvía al ataque―, ¿Cómo sabes si en esta salida conoces a la persona de tu vida?
Brittany la miró con la expresión de “imposible que eso pase”, pero ante la insistencia de su amiga, y todo el discurso que le había dado, terminó cediendo ente su petición.
―Muy bien Mar, te voy a acompañar a ese bendito club, pero te advierto, nada de buscarme ligues o meterte con una persona que esté con algún amigo o amiga para hacer una cita doble, ¿ok?
―Bueno, bueno, te lo prometo. Gracias amiga ¡lo vamos a pasar suuuuper! esta noche promete.
Brittany rogaba por no tener que arrepentirse por ceder ante su amiga.
Pero al final, contagiándose del ánimo de Marley, decidió que en esta salida lo pasaría genial.
Marley tenía razón, se merecía disfrutar de una “noche de chicas”.
―Y bien, ¿quiénes componen el grupo de esta noche?
―Bueno, tú y yo―contestó Marley―También Tina y Mercedes. Eso, seremos cuatro solteras que se toman la ciudad.
―Bien, creo que es un buen grupo para una divertida noche.
En su cabeza, Brittany visualizó el grupo de cuatro chicas y sonrió, todas tan lindas, pero todas tan distintas.
Tina, la recepcionista de la revista, de contextura normal, rasgos asiáticos con una melena negra y ojos marrones.
La otra era Mercedes, la secretaria de la dirección. Una chica de pelo negro ondulado, ojos cafés y curvas impresionantes.
Y por último Marley, su querida amiga, una castaña alta, de largo cabello liso y unos expresivos ojos color grises.
Brittany conoció a Marley cuando ésta llegó a hacer prácticas a la revista, desde eso, ya más de cinco años. Apenas se vieron, se volvieron inseparables hasta el día de hoy.
Cuando a Brittany se le presentó la oportunidad de ser editora en jefe, la única condición que puso, era que su asistente fuera Marley y así fue.
Formaban un buen equipo, trabajan codo a codo.
Para Brittany, más que una amiga, Marley era una hermana más.
―Bueno Marley, dejemos esta oficina y vamos a por esta noche de solteras―Brittany estaba cada vez más entusiasmada por la salida.
―Ay sí, vamos, que tengo que ver qué me voy a poner.
Brittany puso los ojos en blanco.
―Con cualquiera de tus vestidos te verás bien esta noche. Bueno vamos
¿Te parece que te pase a buscar a las diez?
―Sí, primero pasa por Tina y Mercedes y luego por mí, ¿bueno?
―Ok, vámonos antes de que me arrepienta terminó de decir Brittany y salieron de la oficina.
Seis calles más abajo del edificio donde trabaja Brittany, se encuentra el edificio Vio.
Una impresionante torre de treinta pisos, que alberga a las más selectas empresas y marcas del país.
El piso veinte alojaba a “López, Williams y Bond” la firma de abogados más prestigiosa de la ciudad, ya que su clientela abarcaba lo más selecto de la alta sociedad, así como a famosos actores y cantantes.
Su socio fundador, Alfonso López, era hijo de un multimillonario perteneciente a las mejores familias de la ciudad.
Alfonso, con dos compañeros de la universidad, usando el dinero y las influencias de sus familias, fundaron la firma, que aún mantenía el prestigio de su fundador.
Hace cuatro años, Alfonso López murió de un ataque al corazón, dejando una viuda y dos hijas.
Él siempre le inculcó a su hija mayor, que tenía que ser abogada y que debía de cuidar de su legado si es que algo le llegaba a ocurrir.
Así fue como Santana, al morir su papá, se convirtió en socia de la firma en reemplazo de su papá. Y ahora, con treinta años, se manejaba como el más viejo de sus socios.
No había defraudado a su papá en mantener el legado.
Eran las seis de la tarde y ahí estaba ella, en su oficina, terminando algunos asuntos pendientes que le quedaban.
Santana era una mujer dedicada a su trabajo, pero no fanática. Le encantaba divertirse y se le podía ver, la mayoría de los fines de semana, en algún club de moda junto a su inseparable prima Kitty.
Formaban un par sin igual, guapas y divertidas.
Santana era morena, de más de metro sesenta y cinco y con unos ojos marrones casi negros que derretían a muchas personas.
Si no hubiera sido abogada, podría haber tenido éxito como modelo.
En cambio Kitty, era un poco más baja, de cabello rubia y el color de ojos era verde.
Se criaron juntas como hermanos, Santana era dos años mayor.
Y con la coincidencia que ha ambas les gustaban las mujeres, era mucho mejor su hermandad.
Mientras Santana estaba poniendo la última firma a un contrato, sonó su móvil y la pantalla se iluminó con la palabra Kitty. Con una sonrisa tomó el aparato para contestar:
―Hola prima, ¿cuáles son tus planes para hoy oveja descarriada?
Al otro lado se escuchó una risotada.
―Mira quién habla―replicó Kitty―Quería saber si te animas y me acompañas al nuevo club del que te hablé, ¿recuerdas? El Sky.
―Ah sí, sí recuerdo. Bueno, yo estaba terminando aquí en la oficina, estoy a tu total y entera disposición.
―Eso es prima, nunca me decepcionas.
―Te paso a buscar entonces, ¿te parece?
―Me parece. Nada como llegar a un club, lleno de chicas guapas, en un
Jaguar negro―bromeó Kitty.
Aunque las dos se habían criado dentro de una familia acomodada, a Kitty, no le llamaba la atención gastar en coches de lujo todos los años, para eso estaba su prima, que le podía prestar uno de los suyos cuando quisiera.
Kitty había desafiado a su familia al no seguir con una de las carreras que querían sus padres.
Ellos deseaban que fuera un empresaria o abogada, pero ella se decidió por la arquitectura y lo había logrado con éxito.
―Bueno―dijo Santana―, Nos vemos al rato.
―Bien prima, espero que este viernes sea mejor que el anterior.
Kitty se rió al recordar la salida de la semana anterior.
―Por Dios Kitty, te pido que no me hagas de celestina esta noche. La chica que me presentaste, estaba tan ebria al final de la noche, que tuve que llevarla a su casa. No podía dejarla en ese club en el estado que estaba. Al final terminé sola, en casa, en lo que debía ser una noche ardiente.
―Ja, ja, ja, ¿no será que estás perdiendo el toque mágico Tanita?
―¡Ja!, no lo creo, solo te pido que no me consigas a nadie, esta noche me las arreglo yo solita.
―Bueno, bueno, yo solo quería ayudar, pero no hace falta que lo repitas, cero ayuda―dijo Kitty en medio de una carcajada―Ahora te dejo, me tengo que embellecer, el deber me llama esta noche.
―Adiós, Kitty.
Santana cortó la conversación, pensando en que las salidas con su prima eran prácticamente lo mismo cada fin de semana.
Las dos llegando a algún club de moda, en uno de los autos de lujo de Santana.
Ya en el local, buscaban a la posible conquista de la noche.
Siempre salían del brazo de las chicas más guapas y su noche terminaba en la casa de la señorita elegida o en algún hotel.
Tenían dos reglas que no rompían por nada: uno, nunca llevaban chicas para tener sexo a su casa y dos, jamás se quedaban a dormir con la elegida de la noche.
Hasta este momento esta técnica les había dado resultado.
No querían compromiso con nadie.
Maribel, la mamá de Santana, siempre supo que a su hija mayor le gustaban las mujeres y nunca le molesto, al igual que lo supo Alfonso, pero también estaba al tanto de la faceta de mujeriega de su hija, siempre le pedía que sentara cabeza. Que buscara a alguien, porque deseaba que le llenara su mansión de nietos, pero ella, como si fuera sorda, no oía ni una sola de sus insinuaciones.
Santana prefería estar como hasta ahora y no desgastarse con lo que significaba mantener una relación.
Con ese pensamiento se marchó a su departamento, diciéndose que esta salida sería mucho mejor que la de la semana pasada.
Pensaba en ligarse a la chica más linda que encontrara en el club y terminar su noche con broche de oro entre las piernas de la afortunada.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
***************************************************************************************************************************
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:18 am, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Hola morra....
Se va aponer buena la noche jajaj...
Se crusaran???
Quiero ver que pasa??
Nos vemos!!
Se va aponer buena la noche jajaj...
Se crusaran???
Quiero ver que pasa??
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
y ahi se viene el encuentro!!!!! a ver como se dan las cosas!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Haber como se conocen y si acaban juntas la noche .... Jaajajajaja
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Interesante, veremos como sigue!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
3:) escribió:Hola morra....
Se va aponer buena la noche jajaj...
Se crusaran???
Quiero ver que pasa??
Nos vemos!!
Hola lu, eso parece ajajajaja. Espero y si, no¿? ajaajaja. Aquí el cap para eso ajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:y ahi se viene el encuentro!!!!! a ver como se dan las cosas!!!!
Hola, jajajajaajaj eso parece, no¿? ajajajajja. Entre las brittana¿? de lo mejor, de lo mejor... espero ajajajaj. Saludos =D
JVM escribió:Haber como se conocen y si acaban juntas la noche .... Jaajajajaja
Hola, bueno para responder a esas dudas traigo el siguiente cap! ajajajajajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:Interesante, veremos como sigue!!!!
Saludos
Hola, jajajajaja espero y siga así jajajajajaja. Aquí el siguiente cap! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 2
Capitulo 2
Eran las diez de la noche, cuando Brittany llegó al departamento de Marley, con Tina y Mercedes montadas en su Mercedes descapotable blanco.
Brittany se pudo permitir ese lujo después de años de trabajo. Con lo que había ahorrado en su época como modelo y gracias a su nuevo empleo como editora de la revista, pudo realizar los dos sueños que tenía en ese momento.
Uno, fue comprarse una casa en un buen sector de la ciudad y el otro, un Mercedes descapotable blanco que tanto le gustaba sus amigas.
Brittany tocó dos veces la bocina y Marley apareció casi enseguida.
La chica iba vestida para matar.
Con un corto vestido negro, su lacia cabellera castaña suelta y un sexy flequillo que le llegaba justo bajo las cejas.
―Está bien chicas, ya me tienen aquí, así que podemos dar por inaugurada la noche de solteras.
Todas soltaron una carcajada y se pusieron en marcha para dirigirse al club.
Marley, sentada en el asiento del copiloto, tomó el control de la lista de reproducción de música y encontró el tema que deseaba escuchar.
―Espero les guste esta canción.
En los parlantes empezó a sonar Naugthy Girl de Beyoncé. Nada como cuatro chicas en un descapotable, escuchando a la sensual cantante.
Se dejaron llevar por el ritmo y comenzaron a cantar y a bailar hasta que llegaron al club.
Cuando llegaron al estacionamiento, que estaba frente al club, a las chicas casi se les salen los ojos.
Brittany se dio cuenta que su amiga no exageraba en decir que este era el club de moda, ya que la fila estaba dando vuelta a la esquina. Tampoco exageró en lo de que ahí estarían las personas más guapas.
Había chicas lindísimas con sus mejores vestidos y brillos y chicos que bien podrían ser modelos en una campaña de Tommy.
―Mar, te das cuenta, que podemos estar esperando más de dos horas hasta que nos dejen entrar, ¿verdad?―le dijo Brittany a su amiga en tono un poco enojado.
Marley la miró y en su rostro se dibujó una sonrisa burlona de triunfo.
―¿Creen que las iba a traer a un lugar donde tuviéramos que esperar?, vamos síganme.
La castaña se encaminó hacia la entrada del club, que era custodiada por dos gigantescos guardias, ella habló con uno y le entregó una tarjeta. El guardia la leyó y luego habló por el intercomunicador. Un segundo después los dos gigantes se movieron para que ellas pudieran entrar.
Rápidamente pasaron al interior del club, en medio de un coro de protestas de las personas en la fila, que seguramente les saldrían raíces tanto esperar.
―Explícanos, ¿qué fue eso? ¿Cómo es qué conseguiste que entráramos?
Las amigas bombardeaban con preguntas a Marley, intrigadas por saber cómo había conseguido hacer esa magia.
―No me digas que te acostaste con uno de esos gorilas Marley.
―Uf Brittany, cómo se te ocurre, no estoy tan loca. Una amiga de mi clase de yoga trabaja aquí, en la sección VIP y me dio un pase para las cuatro a cambio de cosméticos, ¿recuerdas las muestras que me llevé el otro día? Miren, ahí está, vamos que nos tiene reservada una mesa.
Las cuatro se encaminaron hasta el sector VIP, que contaba con unos cómodos sillones. Pidieron a la camarera que les trajera Nuvo con hielo a cada una para brindar por su salida.
**********************************************************************************************************
Santana y Kitty llegaban al club.
Toda la gente, que aún seguía en la fila, miraban el auto que pasaba hasta llegar al estacionamiento, nadie quedaba indiferente ante el paso del Jaguar del año.
La gente especulaba que algún famoso tenía que venir en ese auto.
Las primas se bajaron y caminaron hacia la entrada. Los guardias, que las habían visto bajarse del Jaguar, las dejaron pasar inmediatamente. Se notaba que las mujeres tenían dinero para gastar y eso era lo que servía al negocio.
*****************************************************************************************************
Mientras las chicas brindaban, en el club comenzó a sonar Rihanna, Brittany tomó la mano de Marley para arrastrarla a la pista de baile.
Rihanna era su cantante favorita.
―Vamos Marley, esta canción me encanta.
Las chicas bailaban y reían al son del ritmo electrónico que inundaba el club.
Kitty y Santana llegaron al VIP y como era de esperar, las llevaron a la mejor mesa del sector.
Desde esta se podía observar toda la pista de baile.
Pidieron un whisky cada una a la mesera, que no se demoró ni un minuto en traerles su pedido.
Santana, se llevaba el vaso a la boca, cuando algo rojo en la pista la distrajo. Un punto rojo en medio del gentío vestido de negro, gris y blanco.
Solo veía su espalda, pero lo que veía le encantaba.
Brittany llevaba un corto vestido rojo de un solo hombro, con unos altísimos tacones.
Ese vestido era el sueño de toda persona, ya que se ajustaba a sus curvas y hacía lucir su firme y trabajado trasero.
Santana alucinaba con cada contoneo de cadera de la chica de rojo. El cabello, le caía como una cascada rubia por la espalda, era una diosa.
Por su mente pasaban imágenes de esta chica y en todas estaba ella desnuda y en su cama.
―¿Qué opinas San?―preguntó Kitty―¿San? Santana, ¿me estás escuchando?
Santana apenas salía de su estado de autismo.
―¿Qué te pasa? ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho? ¿Qué tanto miras Santana?
Kitty siguió la mirada de su prima, que casi ya no parpadeaba.
―Vaya, vaya “la chica de rojo” por tu cara veo que esta noche ya has hecho tu elección.
Santana solo movió la cabeza en signo de asentimiento.
―Creo que sí prima, ya tengo a mi elegida.
―Bueno, te la dejo, sabes que a mí me gustan más la...s cas…cas…ta…ñas.
A Kitty le costó hilar la frase, ya que cuando Brittany se movió, dejó expuesta ante ella, la figura de su sexy y castaña amiga.
Las otras chicas bailaban y se reían.
Santana se removía en su asiento, quería verle la cara a la chica de rojo y no lo lograba.
Marley sintió el peso de una mirada y al dirigir su vista hacia el VIP, se fijó en el par de mujeres que las estaban mirando fijamente, y no era una mirada de envidia.
Kitty le sostuvo la mirada y levantó su copa en señal de saludo, dedicándole una sexy sonrisa.
Marley no daba crédito que una mujer tan guapa la estuviera mirando. Pensó que la noche recién comenzaba y ya prometía demasiado.
Marley se acercó a Brittany para comentarle lo que pasaba:
―Britt, no te gires, pero hay dos mujeres guapísimas en una mesa del VIP y hay una que no ha dejado de mirarte.
―De mirarme el trasero querrás decir, que cerda.
―Pero qué quieres que te mire, si estás de espalda boba. No te enojes, está de chuparse los dedos. Bueno las dos están como quieren.
―Mar, te advertí que nada de citas dobles, me lo prometiste. Solo quiero pasar un buen rato con mis amigas. Si tú quieres ligarte a esa súper guapetona, adelante, pero a mí déjame tranquila, ¿ok?
―Pero si ni siquiera la has visto, te puedes arrepentir de tus palabras, ¿sabes?
―Será mejor que volvamos con las chicas, necesito tomar algo―dijo un poco molesta Brittany.
―No te enojes Britt, te prometí que no te iba a ligar con nadie y lo cumpliré. Pero no puedes evitar que las personas te miren, menos con ese vestido. Relájate un poco y vive el momento amiga.
Brittany, recapacitó sobre la actitud que estaba tomando con su amiga y decidió relajarse, le sonrió y le ofreció una disculpa.
―Lo siento Mar, sé que quieres lo mejor para mí siempre. Sabes que no soy como tú y a veces te juro que me gustaría serlo, te prometo que hoy me voy a divertir.
Las amigas se abrazaron y salieron de la pista, para dirigirse a su mesa, donde las esperaban sus amigas.
Santana y Kitty siguieron con sus ojos cada movimiento de las amigas, que para su sorpresa, se dirigían al sector VIP.
Marley miró de reojo hacia la mesa donde se encontraban la morena y la castaña, que las seguían con sus miradas fijas en ellas.
Brittany trató de resistirse a mirar, pero la curiosidad le ganó y lo que vio la dejó turbada.
Sentada junto a una guapa mujer rubia, había una morena hermosa.
Por su trabajo con modelos, ella estaba acostumbrada a ver diferente tipos de personas guapas, pero esta era distinta.
El color de sus ojos era un color que Brittany nunca había visto antes, quizás era la expresión o el fuego que estos transmitían.
A Brittany le recordaba una noche oscura en verano.
Marley y Brittany se encontraban a unos metros de su mesa, cuando la castaña hizo lo impensable.
En vez de seguir a su amiga hasta la mesa, se dirigió decididamente hacia la mesa donde se encontraban las primas. Se colocó frente a ellas y con una gran sonrisa se puso a conversar animadamente.
Brittany se quedó helada y siguió derecho a la mesa donde estaban Tina y
Mercedes.
Se tomó el Nuvo de un trago.
Sentada con sus amigas, observaba a la castaña que charlaba tan desenvuelta con las dos extrañas, reía y se notaba, que a la rubia con la que hablaba, no le era indiferente.
―Mira a Marley―comentó Mercedes―Qué mujeres tan guapas con las que está hablando ¿Serán amigas de ella? porque si es así yo no tendría ningún problema en que me presente una.
Brittany al mirar nuevamente hacia donde estaba su amiga, se volvió a cruzar con la mirada de Santana, que esta vez, le dedicó una sensual sonrisa.
Sintió que la cara se le encendía, odiaba sentirse turbada por la mirada de esta morena.
Hace mucho que no tenía ese sentimiento, ella no sabía qué le pasaba, pero le devolvió una media sonrisa. Pero así como se sentía nerviosa por la mirada de Santana, también se sentía atraída hacia ella.
En la cabeza le resonaban las palabras de su amiga, “eres joven, vive la vida”
Brittany no era mujer que tuviera sexo ocasional con alguna persona desconocida.
Su última aventura la había tenido con un ejecutivo de la revista, y antes de tener sexo con él, pasaron dos meses de salidas. Y esa vez, ni siquiera se sentía ni la décima parte atraída de lo que ahora se sentía por la mirada de Santana.
―¡Mira!, ahí viene Marley con los dos bombones. ¡Uy!, Mientras más se acercan, más guapas son.
El comentario de Tina, hizo que Brittany se tensara, al darse cuenta que su amiga llegaba hasta ella con las dos mujeres con las que había estado conversando.
Marley se acercó a la mesa y comenzó a hablar:
―Chicas, les presento a Kitty y Santana. Estaban en la mesa de enfrente y me han preguntado si nos molestaría que nos inviten un trago. Les dije que tenía que preguntarles a ustedes. ¿Les molesta que nos acompañen?
―¡¡Claro que no!!―contestaron Tina y Mercedes al mismo tiempo y con sendas sonrisas en sus caras.
Y que les gustaran las mujeres ahora, pensó la ojiazul.
Brittany estaba muda, no podía apartar la vista de los ojos de Santana.
―Bueno chicas, estas son mis amigas, Mercedes, Tina Y Brittany. Vamos siéntense y pidamos algo de beber.
Como era de esperar, Kitty se sentó junto a Marley y se pusieron a conversar intercambiando sonrisas, era innegable la química entre ellas.
Santana se sentó entre Brittany y las otras dos chicas. Por fin podía apreciar el rostro de la rubia.
Era preciosa.
No era bella, como las reinas de belleza con las que estaba acostumbrada a salir, casi todas chicas siliconadas y ultra producidas, Brittany era exótica.
Ojos claros, entre azules y celestes, pómulos, nariz respingona, pero lo que más le gustó fue su boca, una boca rosada y fina, deseó besarla y pronto.
―Bueno señoritas, ¿qué desean tomar?―preguntó Santana, mientras se acercaba la mesera a tomar su pedido.
Vaya, hasta la voz del tipo era sexy, grave, amable. Brittany se imaginó cómo sería que la morena le susurrara al oído.
―Estamos tomando Nuvo―respondió Brittany brindándole una sonrisa.
No iba a demostrarle a la morena que le ponía un poquitin nerviosa, la tenía tan cerca que pensaba que no lo iba a lograr.
Santana se veía tan seguro de sí misma, se notaba que era una conquistadora.
Brittany conocía a las personas de su tipo, pero pensó que sería agradable pasar un rato con este buen espécimen de mujer, sin pensar en nada, solo dejarse llevar.
―Entonces será una botella de Nuvo para las señoritas y dos whiskys.
La mesera se alejó y Santana se giró un poco hacia Brittany para conversar con ella. Estaba ignorando a Tina, pero Santana no pensaba perder ni un minuto que pudiera pasar con Brittany.
No le importaba pasar por una mal educada, al ignorar a las otras dos chicas, solo le importaba lo que tenía que decir la chica de rojo.
―Y bien Brittany, ¿a qué te dedicas?―preguntó Santana, mirándola directamente a los ojos.
―Digamos que trabajo en el mundo de la moda―contestó tratando de no ruborizarse ante la penetrante mirada de Santana.
―Y tú, ¿en qué trabajas?
―Bueno, soy abogada. Mi papá fundó una firma de abogados y cuando él murió ocupe su lugar.
―Siento lo de tu papá, pero tengo que preguntarte, ¿te gusta trabajar como abogada o lo haces por cuidar el negocio familiar?
―La verdad es que mi papá me incentivó a seguir la carrera, pero me gusta mi trabajo, no creo que me hubiera gustado otra cosa en el mundo.
―Qué interesante. Entonces tu amiga también es abogada.
―No. Mi prima Kitty es arquitecta, es un alma más libre, no me imagino a mi prima encerrada en un tribunal.
Santana sonreía al hablar y Brittany quedó embobada por la sonrisa de esta y sus ojos.
Ella repetía en su mente que ese color de ojos no podía ser real.
No pueden ser de verdad, pensaba, nadie tiene este color.
―¿Me quieres preguntar algo Brittany?
La ojiazul dio un saltito al verse descubierta, ¿tanto se le notaba que una pregunta rondaba su mente?
―Eh, bueno, la verdad sí. Me preguntaba por el color de tus ojos. Es que nunca he visto un color como el tuyo y pensé que quizás eran lentes de contacto, pero no me tienes que contestar si no quieres.
Santana sonrió tan ampliamente que su cara se iluminó y le contestó:
―El color es de verdad, lo heredé de mi papá. No así Kitty que los tiene verde. Nuestras madres son hermanas.
En ese instante la mesera se acercó con su pedido y sirvió las cuatro copas de Nuvo para las chicas.
Todas alzaron sus copas y brindaron.
Tina y Mercedes se dieron cuenta que no tenían nada que hacer en esa mesa, tomaron sus copas y se dirigieron a la pista, Brittany las miró y les dedicó una sonrisa.
Santana la miró por sobre su copa, quería saber más de la rubia, en ese momento esta chica era un enigma, no sabía por que lado atacarla.
Brittany no le había coqueteado en todo el rato que habían estado conversando, aunque sus miradas eran intensas, casi con deseo.
Pensó que tal vez tenía novio y estaba esperando que llegara al club, no podía creer que Brittany fuera inmune a sus encantos.
Siempre tenía a la mujer que quería y esta no iba a ser la excepción. SI eran hetero o no.
Brittany tomó un poco de su copa y miró a Santana.
La morena estaba decidida a tenerla esa noche, pero antes debía averiguar si tenía algún obstáculo.
―Bailas muy bien, ¿sabes? Te observé cuando estabas con tu amiga en la pista.
Brittany se ruborizó un poco, pero le siguió el juego, quería ver hasta dónde era capaz de llegar.
―Así que tú eras la que me miraba el trasero, ¿eh? Qué fea su actitud abogada.
―Me declaro culpable, pero es que con ese vestido, te mentiría si te dijera que te miré los zapatos.
Las dos rieron de buena gana.
―¿Tu novio sabe que tienes ese vestido? si yo fuera él no te dejo salir sola ni a la esquina ¿Lo estás esperando? ¿O quizás novia?
Brittany la miraba divertida, Santana quería saber si tenía pareja y le estaba dando vueltas al asunto.
―Santana, ¿por qué no me preguntas directamente si tengo pareja? Es más fácil, ¿sabes? Y no, no tengo novio ni novia.
―¿Es decir que te gustan las mujeres?
―Me gustan las personas, no su sexo.
―Eso es bueno, pero prefiero tener a los hombres solamente de amigos. Y no, no lo puedo creer, una chica tan guapa y sin pareja, debe ser mi día de suerte.
Ya con la pareja descartada, Santana tenía que seducir a Brittany, ella quería llevarse a la rubia a la cama, mejor dicho sentía la necesidad de llevársela de ahí.
No sabía por qué Brittany la hacía sentir así, con esa necesidad.
Se acercó un poco más a la rubia y el aroma que le llegó inundó sus fosas nasales.
Olía a fresas, pensó que se volvía loca.
Su mente empezó a maquinar la forma de besarla, no aguantaba más.
Brittany tomó un nuevo sorbo de su bebida. Santana miraba el color rosa de la copa y le llegó la inspiración a la mente.
―¿Es rico el sabor de tu bebida?―le preguntó mientras la rubia daba otro sorbo a su copa.
Brittany asintió con la cabeza y tras bajar la copa le contestó:
―Es exquisito, deberías probarlo.
―Tienes razón, debería probarlo, ahora.
Santana se acercó a Brittany y en un rápido movimiento la tomó por la nuca, hundiendo su mano en la cascada rubia de su pelo.
Brittany no tuvo tiempo a reaccionar, y cuando lo hizo, Santana pegó sus labios a los de ella en un apasionado beso.
Brittany se dejó hacer, la suavidad de sus labios pudo con ella. Cuando Santana incrementó la presión, ella abrió la boca para recibir su lengua, un escalofrió le recorrió toda su columna, pero en su vientre comenzó a surgir un calor que hace mucho tiempo no sentía.
Santana se tomó su tiempo explorando esa boca, Dios, se sentía en el cielo, podría estar todo la noche besándola.
No quería terminar el beso, pero tenía que hacerlo, tenía que ver la reacción de la ojiazul.
Sacó su lengua y la pasó primero por su labio superior y luego por el inferior, lentamente. Agarró el labio inferior con sus dientes y suavemente tiró de el.
Se apartó y la miró fijamente, su boca se curvó en una sonrisa de triunfo y le dijo:
―Tenías razón, es increíblemente exquisito.
Brittany se pudo permitir ese lujo después de años de trabajo. Con lo que había ahorrado en su época como modelo y gracias a su nuevo empleo como editora de la revista, pudo realizar los dos sueños que tenía en ese momento.
Uno, fue comprarse una casa en un buen sector de la ciudad y el otro, un Mercedes descapotable blanco que tanto le gustaba sus amigas.
Brittany tocó dos veces la bocina y Marley apareció casi enseguida.
La chica iba vestida para matar.
Con un corto vestido negro, su lacia cabellera castaña suelta y un sexy flequillo que le llegaba justo bajo las cejas.
―Está bien chicas, ya me tienen aquí, así que podemos dar por inaugurada la noche de solteras.
Todas soltaron una carcajada y se pusieron en marcha para dirigirse al club.
Marley, sentada en el asiento del copiloto, tomó el control de la lista de reproducción de música y encontró el tema que deseaba escuchar.
―Espero les guste esta canción.
En los parlantes empezó a sonar Naugthy Girl de Beyoncé. Nada como cuatro chicas en un descapotable, escuchando a la sensual cantante.
Se dejaron llevar por el ritmo y comenzaron a cantar y a bailar hasta que llegaron al club.
Cuando llegaron al estacionamiento, que estaba frente al club, a las chicas casi se les salen los ojos.
Brittany se dio cuenta que su amiga no exageraba en decir que este era el club de moda, ya que la fila estaba dando vuelta a la esquina. Tampoco exageró en lo de que ahí estarían las personas más guapas.
Había chicas lindísimas con sus mejores vestidos y brillos y chicos que bien podrían ser modelos en una campaña de Tommy.
―Mar, te das cuenta, que podemos estar esperando más de dos horas hasta que nos dejen entrar, ¿verdad?―le dijo Brittany a su amiga en tono un poco enojado.
Marley la miró y en su rostro se dibujó una sonrisa burlona de triunfo.
―¿Creen que las iba a traer a un lugar donde tuviéramos que esperar?, vamos síganme.
La castaña se encaminó hacia la entrada del club, que era custodiada por dos gigantescos guardias, ella habló con uno y le entregó una tarjeta. El guardia la leyó y luego habló por el intercomunicador. Un segundo después los dos gigantes se movieron para que ellas pudieran entrar.
Rápidamente pasaron al interior del club, en medio de un coro de protestas de las personas en la fila, que seguramente les saldrían raíces tanto esperar.
―Explícanos, ¿qué fue eso? ¿Cómo es qué conseguiste que entráramos?
Las amigas bombardeaban con preguntas a Marley, intrigadas por saber cómo había conseguido hacer esa magia.
―No me digas que te acostaste con uno de esos gorilas Marley.
―Uf Brittany, cómo se te ocurre, no estoy tan loca. Una amiga de mi clase de yoga trabaja aquí, en la sección VIP y me dio un pase para las cuatro a cambio de cosméticos, ¿recuerdas las muestras que me llevé el otro día? Miren, ahí está, vamos que nos tiene reservada una mesa.
Las cuatro se encaminaron hasta el sector VIP, que contaba con unos cómodos sillones. Pidieron a la camarera que les trajera Nuvo con hielo a cada una para brindar por su salida.
**********************************************************************************************************
Santana y Kitty llegaban al club.
Toda la gente, que aún seguía en la fila, miraban el auto que pasaba hasta llegar al estacionamiento, nadie quedaba indiferente ante el paso del Jaguar del año.
La gente especulaba que algún famoso tenía que venir en ese auto.
Las primas se bajaron y caminaron hacia la entrada. Los guardias, que las habían visto bajarse del Jaguar, las dejaron pasar inmediatamente. Se notaba que las mujeres tenían dinero para gastar y eso era lo que servía al negocio.
*****************************************************************************************************
Mientras las chicas brindaban, en el club comenzó a sonar Rihanna, Brittany tomó la mano de Marley para arrastrarla a la pista de baile.
Rihanna era su cantante favorita.
―Vamos Marley, esta canción me encanta.
Las chicas bailaban y reían al son del ritmo electrónico que inundaba el club.
Kitty y Santana llegaron al VIP y como era de esperar, las llevaron a la mejor mesa del sector.
Desde esta se podía observar toda la pista de baile.
Pidieron un whisky cada una a la mesera, que no se demoró ni un minuto en traerles su pedido.
Santana, se llevaba el vaso a la boca, cuando algo rojo en la pista la distrajo. Un punto rojo en medio del gentío vestido de negro, gris y blanco.
Solo veía su espalda, pero lo que veía le encantaba.
Brittany llevaba un corto vestido rojo de un solo hombro, con unos altísimos tacones.
Ese vestido era el sueño de toda persona, ya que se ajustaba a sus curvas y hacía lucir su firme y trabajado trasero.
Santana alucinaba con cada contoneo de cadera de la chica de rojo. El cabello, le caía como una cascada rubia por la espalda, era una diosa.
Por su mente pasaban imágenes de esta chica y en todas estaba ella desnuda y en su cama.
―¿Qué opinas San?―preguntó Kitty―¿San? Santana, ¿me estás escuchando?
Santana apenas salía de su estado de autismo.
―¿Qué te pasa? ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho? ¿Qué tanto miras Santana?
Kitty siguió la mirada de su prima, que casi ya no parpadeaba.
―Vaya, vaya “la chica de rojo” por tu cara veo que esta noche ya has hecho tu elección.
Santana solo movió la cabeza en signo de asentimiento.
―Creo que sí prima, ya tengo a mi elegida.
―Bueno, te la dejo, sabes que a mí me gustan más la...s cas…cas…ta…ñas.
A Kitty le costó hilar la frase, ya que cuando Brittany se movió, dejó expuesta ante ella, la figura de su sexy y castaña amiga.
Las otras chicas bailaban y se reían.
Santana se removía en su asiento, quería verle la cara a la chica de rojo y no lo lograba.
Marley sintió el peso de una mirada y al dirigir su vista hacia el VIP, se fijó en el par de mujeres que las estaban mirando fijamente, y no era una mirada de envidia.
Kitty le sostuvo la mirada y levantó su copa en señal de saludo, dedicándole una sexy sonrisa.
Marley no daba crédito que una mujer tan guapa la estuviera mirando. Pensó que la noche recién comenzaba y ya prometía demasiado.
Marley se acercó a Brittany para comentarle lo que pasaba:
―Britt, no te gires, pero hay dos mujeres guapísimas en una mesa del VIP y hay una que no ha dejado de mirarte.
―De mirarme el trasero querrás decir, que cerda.
―Pero qué quieres que te mire, si estás de espalda boba. No te enojes, está de chuparse los dedos. Bueno las dos están como quieren.
―Mar, te advertí que nada de citas dobles, me lo prometiste. Solo quiero pasar un buen rato con mis amigas. Si tú quieres ligarte a esa súper guapetona, adelante, pero a mí déjame tranquila, ¿ok?
―Pero si ni siquiera la has visto, te puedes arrepentir de tus palabras, ¿sabes?
―Será mejor que volvamos con las chicas, necesito tomar algo―dijo un poco molesta Brittany.
―No te enojes Britt, te prometí que no te iba a ligar con nadie y lo cumpliré. Pero no puedes evitar que las personas te miren, menos con ese vestido. Relájate un poco y vive el momento amiga.
Brittany, recapacitó sobre la actitud que estaba tomando con su amiga y decidió relajarse, le sonrió y le ofreció una disculpa.
―Lo siento Mar, sé que quieres lo mejor para mí siempre. Sabes que no soy como tú y a veces te juro que me gustaría serlo, te prometo que hoy me voy a divertir.
Las amigas se abrazaron y salieron de la pista, para dirigirse a su mesa, donde las esperaban sus amigas.
Santana y Kitty siguieron con sus ojos cada movimiento de las amigas, que para su sorpresa, se dirigían al sector VIP.
Marley miró de reojo hacia la mesa donde se encontraban la morena y la castaña, que las seguían con sus miradas fijas en ellas.
Brittany trató de resistirse a mirar, pero la curiosidad le ganó y lo que vio la dejó turbada.
Sentada junto a una guapa mujer rubia, había una morena hermosa.
Por su trabajo con modelos, ella estaba acostumbrada a ver diferente tipos de personas guapas, pero esta era distinta.
El color de sus ojos era un color que Brittany nunca había visto antes, quizás era la expresión o el fuego que estos transmitían.
A Brittany le recordaba una noche oscura en verano.
Marley y Brittany se encontraban a unos metros de su mesa, cuando la castaña hizo lo impensable.
En vez de seguir a su amiga hasta la mesa, se dirigió decididamente hacia la mesa donde se encontraban las primas. Se colocó frente a ellas y con una gran sonrisa se puso a conversar animadamente.
Brittany se quedó helada y siguió derecho a la mesa donde estaban Tina y
Mercedes.
Se tomó el Nuvo de un trago.
Sentada con sus amigas, observaba a la castaña que charlaba tan desenvuelta con las dos extrañas, reía y se notaba, que a la rubia con la que hablaba, no le era indiferente.
―Mira a Marley―comentó Mercedes―Qué mujeres tan guapas con las que está hablando ¿Serán amigas de ella? porque si es así yo no tendría ningún problema en que me presente una.
Brittany al mirar nuevamente hacia donde estaba su amiga, se volvió a cruzar con la mirada de Santana, que esta vez, le dedicó una sensual sonrisa.
Sintió que la cara se le encendía, odiaba sentirse turbada por la mirada de esta morena.
Hace mucho que no tenía ese sentimiento, ella no sabía qué le pasaba, pero le devolvió una media sonrisa. Pero así como se sentía nerviosa por la mirada de Santana, también se sentía atraída hacia ella.
En la cabeza le resonaban las palabras de su amiga, “eres joven, vive la vida”
Brittany no era mujer que tuviera sexo ocasional con alguna persona desconocida.
Su última aventura la había tenido con un ejecutivo de la revista, y antes de tener sexo con él, pasaron dos meses de salidas. Y esa vez, ni siquiera se sentía ni la décima parte atraída de lo que ahora se sentía por la mirada de Santana.
―¡Mira!, ahí viene Marley con los dos bombones. ¡Uy!, Mientras más se acercan, más guapas son.
El comentario de Tina, hizo que Brittany se tensara, al darse cuenta que su amiga llegaba hasta ella con las dos mujeres con las que había estado conversando.
Marley se acercó a la mesa y comenzó a hablar:
―Chicas, les presento a Kitty y Santana. Estaban en la mesa de enfrente y me han preguntado si nos molestaría que nos inviten un trago. Les dije que tenía que preguntarles a ustedes. ¿Les molesta que nos acompañen?
―¡¡Claro que no!!―contestaron Tina y Mercedes al mismo tiempo y con sendas sonrisas en sus caras.
Y que les gustaran las mujeres ahora, pensó la ojiazul.
Brittany estaba muda, no podía apartar la vista de los ojos de Santana.
―Bueno chicas, estas son mis amigas, Mercedes, Tina Y Brittany. Vamos siéntense y pidamos algo de beber.
Como era de esperar, Kitty se sentó junto a Marley y se pusieron a conversar intercambiando sonrisas, era innegable la química entre ellas.
Santana se sentó entre Brittany y las otras dos chicas. Por fin podía apreciar el rostro de la rubia.
Era preciosa.
No era bella, como las reinas de belleza con las que estaba acostumbrada a salir, casi todas chicas siliconadas y ultra producidas, Brittany era exótica.
Ojos claros, entre azules y celestes, pómulos, nariz respingona, pero lo que más le gustó fue su boca, una boca rosada y fina, deseó besarla y pronto.
―Bueno señoritas, ¿qué desean tomar?―preguntó Santana, mientras se acercaba la mesera a tomar su pedido.
Vaya, hasta la voz del tipo era sexy, grave, amable. Brittany se imaginó cómo sería que la morena le susurrara al oído.
―Estamos tomando Nuvo―respondió Brittany brindándole una sonrisa.
No iba a demostrarle a la morena que le ponía un poquitin nerviosa, la tenía tan cerca que pensaba que no lo iba a lograr.
Santana se veía tan seguro de sí misma, se notaba que era una conquistadora.
Brittany conocía a las personas de su tipo, pero pensó que sería agradable pasar un rato con este buen espécimen de mujer, sin pensar en nada, solo dejarse llevar.
―Entonces será una botella de Nuvo para las señoritas y dos whiskys.
La mesera se alejó y Santana se giró un poco hacia Brittany para conversar con ella. Estaba ignorando a Tina, pero Santana no pensaba perder ni un minuto que pudiera pasar con Brittany.
No le importaba pasar por una mal educada, al ignorar a las otras dos chicas, solo le importaba lo que tenía que decir la chica de rojo.
―Y bien Brittany, ¿a qué te dedicas?―preguntó Santana, mirándola directamente a los ojos.
―Digamos que trabajo en el mundo de la moda―contestó tratando de no ruborizarse ante la penetrante mirada de Santana.
―Y tú, ¿en qué trabajas?
―Bueno, soy abogada. Mi papá fundó una firma de abogados y cuando él murió ocupe su lugar.
―Siento lo de tu papá, pero tengo que preguntarte, ¿te gusta trabajar como abogada o lo haces por cuidar el negocio familiar?
―La verdad es que mi papá me incentivó a seguir la carrera, pero me gusta mi trabajo, no creo que me hubiera gustado otra cosa en el mundo.
―Qué interesante. Entonces tu amiga también es abogada.
―No. Mi prima Kitty es arquitecta, es un alma más libre, no me imagino a mi prima encerrada en un tribunal.
Santana sonreía al hablar y Brittany quedó embobada por la sonrisa de esta y sus ojos.
Ella repetía en su mente que ese color de ojos no podía ser real.
No pueden ser de verdad, pensaba, nadie tiene este color.
―¿Me quieres preguntar algo Brittany?
La ojiazul dio un saltito al verse descubierta, ¿tanto se le notaba que una pregunta rondaba su mente?
―Eh, bueno, la verdad sí. Me preguntaba por el color de tus ojos. Es que nunca he visto un color como el tuyo y pensé que quizás eran lentes de contacto, pero no me tienes que contestar si no quieres.
Santana sonrió tan ampliamente que su cara se iluminó y le contestó:
―El color es de verdad, lo heredé de mi papá. No así Kitty que los tiene verde. Nuestras madres son hermanas.
En ese instante la mesera se acercó con su pedido y sirvió las cuatro copas de Nuvo para las chicas.
Todas alzaron sus copas y brindaron.
Tina y Mercedes se dieron cuenta que no tenían nada que hacer en esa mesa, tomaron sus copas y se dirigieron a la pista, Brittany las miró y les dedicó una sonrisa.
Santana la miró por sobre su copa, quería saber más de la rubia, en ese momento esta chica era un enigma, no sabía por que lado atacarla.
Brittany no le había coqueteado en todo el rato que habían estado conversando, aunque sus miradas eran intensas, casi con deseo.
Pensó que tal vez tenía novio y estaba esperando que llegara al club, no podía creer que Brittany fuera inmune a sus encantos.
Siempre tenía a la mujer que quería y esta no iba a ser la excepción. SI eran hetero o no.
Brittany tomó un poco de su copa y miró a Santana.
La morena estaba decidida a tenerla esa noche, pero antes debía averiguar si tenía algún obstáculo.
―Bailas muy bien, ¿sabes? Te observé cuando estabas con tu amiga en la pista.
Brittany se ruborizó un poco, pero le siguió el juego, quería ver hasta dónde era capaz de llegar.
―Así que tú eras la que me miraba el trasero, ¿eh? Qué fea su actitud abogada.
―Me declaro culpable, pero es que con ese vestido, te mentiría si te dijera que te miré los zapatos.
Las dos rieron de buena gana.
―¿Tu novio sabe que tienes ese vestido? si yo fuera él no te dejo salir sola ni a la esquina ¿Lo estás esperando? ¿O quizás novia?
Brittany la miraba divertida, Santana quería saber si tenía pareja y le estaba dando vueltas al asunto.
―Santana, ¿por qué no me preguntas directamente si tengo pareja? Es más fácil, ¿sabes? Y no, no tengo novio ni novia.
―¿Es decir que te gustan las mujeres?
―Me gustan las personas, no su sexo.
―Eso es bueno, pero prefiero tener a los hombres solamente de amigos. Y no, no lo puedo creer, una chica tan guapa y sin pareja, debe ser mi día de suerte.
Ya con la pareja descartada, Santana tenía que seducir a Brittany, ella quería llevarse a la rubia a la cama, mejor dicho sentía la necesidad de llevársela de ahí.
No sabía por qué Brittany la hacía sentir así, con esa necesidad.
Se acercó un poco más a la rubia y el aroma que le llegó inundó sus fosas nasales.
Olía a fresas, pensó que se volvía loca.
Su mente empezó a maquinar la forma de besarla, no aguantaba más.
Brittany tomó un nuevo sorbo de su bebida. Santana miraba el color rosa de la copa y le llegó la inspiración a la mente.
―¿Es rico el sabor de tu bebida?―le preguntó mientras la rubia daba otro sorbo a su copa.
Brittany asintió con la cabeza y tras bajar la copa le contestó:
―Es exquisito, deberías probarlo.
―Tienes razón, debería probarlo, ahora.
Santana se acercó a Brittany y en un rápido movimiento la tomó por la nuca, hundiendo su mano en la cascada rubia de su pelo.
Brittany no tuvo tiempo a reaccionar, y cuando lo hizo, Santana pegó sus labios a los de ella en un apasionado beso.
Brittany se dejó hacer, la suavidad de sus labios pudo con ella. Cuando Santana incrementó la presión, ella abrió la boca para recibir su lengua, un escalofrió le recorrió toda su columna, pero en su vientre comenzó a surgir un calor que hace mucho tiempo no sentía.
Santana se tomó su tiempo explorando esa boca, Dios, se sentía en el cielo, podría estar todo la noche besándola.
No quería terminar el beso, pero tenía que hacerlo, tenía que ver la reacción de la ojiazul.
Sacó su lengua y la pasó primero por su labio superior y luego por el inferior, lentamente. Agarró el labio inferior con sus dientes y suavemente tiró de el.
Se apartó y la miró fijamente, su boca se curvó en una sonrisa de triunfo y le dijo:
―Tenías razón, es increíblemente exquisito.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Hola morra...
Interesante... Jaja
Así se prueban las bebidas.. Son mas ricas!!
A ver como termina la noche...
Nos vemos!!
Interesante... Jaja
Así se prueban las bebidas.. Son mas ricas!!
A ver como termina la noche...
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
sanny, eres rapida en verdad!!!!!! a ver como transcurre la noche!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
3:) escribió:Hola morra...
Interesante... Jaja
Así se prueban las bebidas.. Son mas ricas!!
A ver como termina la noche...
Nos vemos!!
Hola lu, si vrdd¿? ajajajajajaja. Jajajajaajajajaj x Djajajajajajaaj eso parece ajjajaajjaja. De lo mejor, de lo mejor... vrdd¿? ajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:sanny, eres rapida en verdad!!!!!! a ver como transcurre la noche!!!!
Hola, jajajaajaj esk así es mejor y sales de al duda de una, no¿? ajajajajajaja. De lo mejor, de lo mejor... espero jajaajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 3
Capitulo 3
Las dos se quedaron unos segundos mirándose fijamente.
Brittany pensaba que si esta morena besaba así, no se quería imaginar lo que podía ser tenerla en una cama y se volvió a ruborizar.
Santana tenía una enorme sonrisa en su cara, pero no podía descifrar la expresión de la rubia.
―¿Eres zurda o derecha?―le preguntó de golpe.
Brittany, estaba volviendo en sí desde dónde fuera que se encontrara después de ese beso.
―¿Perdón?, no entiendo a qué viene tu pregunta.
―Es para saber qué lado de la cara poner por si me vas a abofetear. No voy a pedir perdón por robarte este beso Brittany, he deseado besarte desde que me senté a tu lado.
Se quedó boquiabierta, Brittany sabía dónde iría a parar con Santana, conocía a las personas de su tipo.
Sabía que era una mujer que solo busca la aventura de una noche.
Y aunque ella odiaba a las personas que se comportaban así, lo único que deseaba en ese momento, era besarla otra vez.
Su mente y su cuerpo estaban librando una batalla.
Su mente le decía que no siguiera, que ella no se comportaba así, mientras que su cuerpo le pedía que se dejara ir.
Solo tendría que vivir el momento, después de esta noche no lo vería más.
‹‹Solo esta noche›› se dijo y se dejó llevar por lo que el momento le brindara.
―No voy a abofetearte, aunque me pillaste por sorpresa, no puedo negar que el beso me gustó.
―Qué bien, entonces eso quiere decir que podría darte otro.
―Tal vez―le sonrió coquetamente, Santana se acercó a su oído y rozó el lóbulo de su oreja con la punta de su nariz.
―Qué bien hueles Brittany, la fresa es mi fruta favorita, ¿sabes?
―La mía también. Por eso, uso esta loción de fresa y champagne de Victoria Secret.
―Mm... Victoria Secret, tú podrías ser perfectamente uno de los angelitos―le dijo, mientras la escaneaba de arriba abajo y se la imaginaba caminando por una pasarela, con alas y ropa interior.
Estuvieron un buen rato conversando de la vida, aunque Santana contaba más que la rubia.
Brittany pensó, que ya que después de ese día no la vería más, no hacía falta contar nada más que lo esencial.
La música electrónica se tomaba el club y Brittany tenía ganas de bailar, le encantaba este tipo de música. Ni siquiera se lo pensó, se levantó del sillón y extendió la mano hacia Santana.
―¿Quieres bailar conmigo?
Santana la miró sorprendido.
Nunca antes una mujer la había invitado a bailar, se levantó casi de un salto y tomó su mano.
―Claro, me encantaría.
La pareja, pasó por delante de sus amigas, que aún estaban conversando, pero más abrazadas, el flequillo de Marley ya no se veía tan ordenado como hace un rato atrás.
Brittany le guiñó un ojo al pasar por el lado de su amiga y tiró de Santana hacia la pista.
Llegaron al centro de la pista, para la sorpresa de la rubia, esta morena que tenía ojos de ángel sabía bailar.
Santana la tomó por la cintura y la pegó a ella. Se acoplaron al ritmo, se hicieron una.
Juntaron sus frentes, Brittany cerró los ojos, ahora que estaba tan cerca de Santana pudo inhalar su aroma. No pudo distinguir que esencia era, seguro un perfume caro, era femenino y sutil, pero no se parecía a nada que hubiera olido antes.
A Brittany se le empezó a acelerar el corazón, estar tan pegada a su cuerpo le provocó una extraña sensación, ¡¡excitación!!
En un rápido movimiento, Santana giró a Brittany y le puso sus manos en las caderas, la espalda de la rubia pegada al pecho de la morena.
Brittany apoyó la cabeza hacia atrás, Santana aprovechó esto, tomó el cabello que caía sobre el hombro desnudo de Brittany, y lo apartó. Luego besó su piel desnuda, un beso, luego otro y otro más, hasta llegar al lóbulo de su oreja ‹‹benditos sean los vestidos de un solo hombro ››se dijo para sí misma y sonrió en el cuello de la rubia.
Brittany creyó que perdía la cabeza luego de esa caricia.
¿Cómo sabía Santana dónde tenía que acariciarla para que ella perdiera el sentido?
Fácil, ‹‹era una profesional de la seducción›› se recordó.
Pero qué le pasaba a ella, hace unas horas ni se le hubiera pasado por la cabeza estar con una extraña, en una pista de baile, casi sobajeandose al ritmo de la música electrónica.
Santana ya no podía más, bastaba un contoneo más de las caderas de Brittany y tendría un orgasmo ahí mismo.
Brittany se movió un poco y pegó más su trasero hacia la morena y un gemido, sonrió para sí misma al darse cuenta de que no era la única afectada con aquel bailecito.
―Brittany―le dijo Santana, rozando con sus labios el contorno de su oreja―, Tengo que decirte que en este momento me tienes muy excitada, y que te deseo más que nada en este mundo. Si no nos vamos de aquí, tendré que romper este hermoso vestido que llevas puesto y tener sexo en vivo en esta pista.
Brittany sonrió por lo que Santana le decía, pero se sorprendió al descubrir que la ojiazul quería lo mismo.
Giró para quedar frente a Santana y la besó, sellando así la decisión de irse con la morena dónde fuera, con tal de tenerla unida a ella.
Era sólo una noche, se repetía una y otra vez.
No volvería a verla más, por lo menos tendría un buen recuerdo de esa noche.
―Contrólese abogada, le tengo mucho aprecio a este vestido y le aseguro que el exhibicionismo no es lo mío. ¿Qué propones?
Santana no podía controlar la sonrisa, y sólo quería salir de ese lugar ojalá corriendo.
―Vamos, salgamos de aquí y lo conversamos afuera.
―Bueno, me despido de Marley y nos vamos.
Brittany llegó donde su amiga tomada de la mano de Santana. Marley las miró con los ojos tan abiertos, que pensó que se le salían.
¿Esa era su amiga?
¿Esa era la misma chica que nunca besaba a una persona, sin tener al menos dos citas antes?
¿Qué había pasado en este rato que la había dejado con Santana?
―Marley me voy, cuídate, te llamo mañana.
Marley la tomó de la mano y se acercó hacia ella.
―¿Estás segura amiga?
―Sí, segurísima―le contestó sin vacilar.
―Bueno si es así, anda y disfruta, mañana hablamos, ¿ok?, cuídate y déjate llevar, no pienses en nada más. Te quiero amiga.
Brittany besó la mejilla de su amiga y se despidió, luego se despidió de Kitty.
Santana hizo lo mismo y así salieron del club.
―Vamos, tengo el auto en el estacionamiento de acá en frente.
Llegaron junto al Jaguar y se quedaron frente a frente mirándose
―Bonito auto, debe ser un placer conducirlo. Y bien, ¿hacia dónde vamos?
―Bueno, pensaba en un hotel o si prefieres, no sé, ¿tú casa tal vez?
Brittany ni soñando la llevaría a su casa, así es que el hotel sería la mejor opción.
―El hotel creo que es perfecto.
Bien, pensó Santana, ahora resultaba extraño que Brittany no ofreciera su casa. La mayoría de las mujeres con las que salía, querían llevarla a sus casas para tener sexo, pensando que así se quedaría la noche entera con ellas.
Pero tenía la impresión de que Brittany era distinta, se veía una mujer que sabía lo que quería, segura, y eso la hacía más sexy aún.
Tenía la sensación que, aunque la tenía ahí, frente a ella, para ir a algún lugar a tener sexo, Brittany no había caído en el juego de seducción que ella siempre desplegaba ante las otras mujeres.
Había sido la rubia quien la sedujo solo con mirarla.
―Bien, unas calles más abajo hay un hotel, ¿vamos a ese o prefieres otro?
―Ese estará bien, te sigo.
―¿Cómo qué me sigues?
―Sí, vine en mi auto, es el Mercedes blanco que está a tu derecha. Tú vas en tu auto y yo en el mío, yo te sigo hasta el hotel.
―Está bien, vámonos.
Cada una subió a su auto.
Santana y su Jaguar negro salieron primero y Brittany y su Mercedes la siguieron.
―¿Qué estoy haciendo?
A Brittany le entró un ataque de dudas.
Se reprochaba y se preguntaba si estaba bien lo que hacía. Miraba hacia delante al jaguar y por un momento no sabía qué hacer.
―Mejor no la sigo y me voy a mi casa, qué locura es esta, me voy a arrepentir.
Mil pensamientos en un minuto pasaron frente a ella, pero estar con Santana, su carnosa boca y su aroma, era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo.
Al fin decidió que lo haría, la deseaba más que cualquier cosa en ese momento.
―Es sólo esta noche, nunca más la volveré a ver. La ciudad es demasiado grande para toparme con ella otra vez. Y aunque lo hiciera, sé que para ella esto es solo un polvo más.
Santana estaba nerviosa y miraba cada medio segundo el espejo retrovisor, para asegurarse que el Mercedes blanco, continuaba detrás de ella.
La chica le había salido con esta jugada, eso quería decir, que si se arrepentía camino al hotel, podía girar el auto en cualquier dirección y dejarla sola.
De repente, se sorprendió a si misma pidiendo al universo, casi con un rezo, que la chica no desapareciera en su auto.
Lo bueno era que el trayecto era corto y soltó un suspiro de alivio cuando las dos llegaron a la entrada del hotel.
Bajaron de sus autos y se los entregaron a los aparcadores para dirigirse hacia la recepción.
Santana la tomó de la mano y llegaron junto al mesón.
El hotel era de un lujo exquisito.
Santana pidió una habitación al recepcionista y extendió su tarjeta de crédito, éste le entregó la llave y le indicó que la habitación se encontraba en el quinto piso.
Caminaron hasta el ascensor, sonó el timbre indicando que había llegado y pasaron juntas al interior.
Santana apretó con fuerza la mano de Brittany, no sabía por qué estaba tan nerviosa. Era como si fuera la primera vez que estaba con una mujer. Se sentía estúpida, como una quinceañera, ¿qué le pasaba con esta chica?
Llegaron a la habitación y Santana abrió la puerta haciendo que Brittany entrara delante de ella.
Brittany por su parte observaba los detalles de la habitación.
Toda la decoración era blanca, gris y negra. En la entrada una pequeña salita de recepción con dos sitiales y una mesa pequeña, en esta había una maceta con una orquídea blanca y sonrió, la orquídea blanca era su flor favorita.
Santana la observó un instante antes de acercarse a Brittany y mirarla fijamente.
―¿Por qué sonríes?
―Es que siempre me han gustado las orquídeas blancas y no es muy común ir encontrándoselas por ahí.
Santana la acercó a ella y con su pulgar comenzó a acariciar el labio inferior de la rubia.
―Me encanta tu boca, podría estar toda una noche besándola sin cesar.
Brittany le sonrió y la miró, con tal intensidad del deseo que llevaba, que la morena solo pensó en estar unida a ella de inmediato. Pero quería disfrutarla, la traía muerta de excitación y quería aprovechar al máximo la noche.
La tomó de la mano y la guió hacia la cama, que estaba separada de la salita de estar por unas puertas corredizas, las abrió y quedó frente a ellas una gran cama, que tenía un cobertor color grafito y muchos cojines y almohadas blancas.
Brittany se paró frente a Santana y cuando esta empezó otra vez a juguetear con el pulgar en su labio inferior, abrió la boca y atrapó el dedo de Santana, lo succionó y oyó cómo la morena soltaba un leve gemido.
Santana la empezó a besar desesperada con largos y sensuales besos.
―Sabes que te quiero rasgar este vestido, pero sé que le tienes aprecio, así es que me comportaré y te lo quitaré despacio.
Las dos rieron y Santana empezó a bajar el cierre del vestido que estaba oculto por el costado de este. Cuando lo logró, el vestido cayó a los pies de Brittany y la dejó ante ella con un conjunto negro, que consistía en un sostén
strapless y una tanga de encaje a juego.
Santana la miró, ‹‹perfecta››, pensó y la tomó por la cintura para seguir besándola.
Santana vestía unos jeans oscuros ceñidos con un tono gastado en las rodillas y una camisa ceñida.
Brittany pasó sus manos por el cuello de Santana y luego subió una mano para tomar su moreno cabello y darle un pequeño jalón, Santana sonrió y continuó besándola.
Brittany posó las manos en el pecho de Santana y las bajo hasta tocar el dobladillo y se la fue quitando, mientras esta pasaba su dedo medio por sobre la columna de Brittany provocando miles de sensaciones.
Cuando se la quitó por completo la morena solo quedó con un sujetador blanco de encaje y admiro el exquisitito cuerpo que tenía frente a ella, Santana en un rápido movimiento desabrochó ambos brasier, que también fueron a parar al suelo, junto con su vestido y camisa.
―Creo que estoy en desigualdad de condiciones abogada, me siento como si hubiera jugado strip poker y hubiese perdido. Tú aún tienes demasiada ropa.
Santana le dedicó una sensual sonrisa y comenzó por sacarse los tacones, Brittany alcanzó el cinturón y lo sacó casi en un solo movimiento. Le siguió los botones del jeans.
Brittany lo hacía tan lento, que Santana pensó que moriría ahí de pie frente a ella.
Con cada botón, la rubia rozaba su sexo y le mandaba una oleada de placer. Al fin el jeans también le fue a hacer compañía a una pequeña montaña de ropa que se acumulada en el suelo.
Santana levantó a Brittany y la dejó sobre la cama. No podía creer la maravillosa visión que la rubia le brindaba ahí sobre la cama, solo vestida con un tanga de encaje, que pronto desaparecería.
―Por Dios, eres hermosa. Y viéndote así estoy más que impaciente, pero sé que me arrepentiría toda mi vida si no beso cada centímetro de tu piel ahora.
Brittany pensaba que era imposible estar más excitada, pero cada palabra que Santana decía, la hundía más y más en un pozo de intenso deseo.
Santana comenzó besando el empeine del pie derecho para ir subiendo lentamente por sus piernas, siguiendo un ritmo de beso, succión y pequeños mordiscos.
Brittany soltó un largo suspiro, le encantaba lo que esta mujer le estaba haciendo y no quería que parara por nada del mundo.
Cuando llegó a la cadera se detuvo para comenzar otra vez, pero en el empeine del pie izquierdo, beso, succión, mordisco y llegó hasta la cadera.
Brittany cerró los ojos, hace mucho que no se sentía adorada por una persona.
Santana se posó sobre su tanga y plantó un beso sobre el monte de Venus.
Solo eso por el momento, ya le daría un trato especial a esa parte.
Siguió por su abdomen, besándolo de un lado a otro, subiendo de a poco sin apuro.
La rubia abrió los ojos, para ver cómo Santana venía ascendiendo por su vientre, hasta llegar a sus senos y se estremeció cuando Santana le dio un lametón, primero a un pezón y luego a otro.
Brittany gimió y se arqueó, luego Santana comenzó una lenta tortura en su pecho, besando, lamiendo y mordisqueando perezosamente cada pezón.
Santana siguió y subió por su cuello, la rubia jugaba con sus dedos en la espalda de esta hermosa morena que tenía encima. Su piel era suave y su aroma era tan afrodisíaco, Brittany pensó que podría llegar al clímax solo con olerla.
Santana llegó a su boca y la devoró nuevamente con besos largos y pasionales. Brittany succionó su lengua y Santana gimió. Luego se apartó y enganchó el tanga de encaje en sus dedos y comenzó a deslizarlo.
Cuando tiró del lado izquierdo para bajarlo, vio algo en la cadera de la chica que le llamó la atención.
―Mm… el cinturón de Orión… ¡magnífico! Te juro que nunca una mujer me había sorprendido tanto en una sola noche.
En su cadera izquierda, Brittany tenía una marca de nacimiento.
Tres lunares alineados perfectamente a la misma distancia. El cinturón de
Orión, como había dicho Santana, aludiendo a las estrellas que se ven en el cielo alineadas a la misma distancia.
Santana adoró esa marca, era algo sensual, se sintió más excitada aún.
Brittany se sentía poderosa, hermosa en ese momento y quería también besar la piel de la abogada, pero la morena había comenzado a dedicarle una atención especial al centro de su deseo y ella perdió por un momento la conciencia cuando sintió la lengua de Santana en esta parte.
Santana lamió, succionó y saboreó todo de la rubia.
Brittany se precipitaba a un orgasmo con cada lametón que Santana le proporcionaba. Hace tanto tiempo que no sentía nada parecido a lo que esta desconocida le estaba mostrando.
Santana aumentó la presión y Brittany levantó sus caderas para encontrar su lengua y en ese momento, la invadió el orgasmo y se dejó ir, gimiendo y apretando con fuerza el cobertor que tenía entre sus manos.
―Eres realmente exquisita Brittany... me imaginé que sabrías bien, pero sobrepasaste mis expectativas.
―Tú también sobrepasaste las mías abogada.
―Me alegra saberlo, porque estoy recién comenzando contigo.
Santana se quitó las bragas y comenzó otra vez torturando los pezones de la rubia, lamiendo y mordiendo, ambas gemían y otra vez le llegó a la rubia una nueva oleada de calor en su entrepierna ‹‹Será posible, ¿otra vez? ›› pensaba, mientras Santana le separaba las piernas con su rodilla, Brittany se abrió como las alas de una mariposa para ella, facilitando así su unión.
Santana soltó un gemido y una maldición mientras se unía a Brittany, esta volvió a arquear la espalda y una electricidad la recorrió por entero.
Santana comenzó su ataque con un ritmo lento demorándose en cada movimiento.
Brittany comenzó a perder el sentido otra vez, era elevada a lo más alto del cielo por esta morena, que aunque era una desconocida, confiaba en entregarse ciegamente a ella.
Santana aumentó el ritmo de sus embestidas, gimiendo al sentir que estaba por llegar su liberación y buscando la mirada de la diosa que se encontraba bajo ella.
Esos azules ojos, que después de hoy, la perseguirían en sus sueños.
Brittany abrió sus ojos y se encontró con la mirada oscura que brillaba de excitación. Estaba otra vez tan cerca, enroscó sus piernas en la cintura de la abogada para sentirla más.
Cuando Santana se movía más rápido Brittany colgaba del precipicio del orgasmo, un nuevo movimiento la rubia tocó el cielo con sus manos.
La besó fuertemente y en dos movimientos más, Santana también se dejó ir, para caer sobre la rubia gimiendo en un mar de incoherencias.
Brittany pensaba que si esta morena besaba así, no se quería imaginar lo que podía ser tenerla en una cama y se volvió a ruborizar.
Santana tenía una enorme sonrisa en su cara, pero no podía descifrar la expresión de la rubia.
―¿Eres zurda o derecha?―le preguntó de golpe.
Brittany, estaba volviendo en sí desde dónde fuera que se encontrara después de ese beso.
―¿Perdón?, no entiendo a qué viene tu pregunta.
―Es para saber qué lado de la cara poner por si me vas a abofetear. No voy a pedir perdón por robarte este beso Brittany, he deseado besarte desde que me senté a tu lado.
Se quedó boquiabierta, Brittany sabía dónde iría a parar con Santana, conocía a las personas de su tipo.
Sabía que era una mujer que solo busca la aventura de una noche.
Y aunque ella odiaba a las personas que se comportaban así, lo único que deseaba en ese momento, era besarla otra vez.
Su mente y su cuerpo estaban librando una batalla.
Su mente le decía que no siguiera, que ella no se comportaba así, mientras que su cuerpo le pedía que se dejara ir.
Solo tendría que vivir el momento, después de esta noche no lo vería más.
‹‹Solo esta noche›› se dijo y se dejó llevar por lo que el momento le brindara.
―No voy a abofetearte, aunque me pillaste por sorpresa, no puedo negar que el beso me gustó.
―Qué bien, entonces eso quiere decir que podría darte otro.
―Tal vez―le sonrió coquetamente, Santana se acercó a su oído y rozó el lóbulo de su oreja con la punta de su nariz.
―Qué bien hueles Brittany, la fresa es mi fruta favorita, ¿sabes?
―La mía también. Por eso, uso esta loción de fresa y champagne de Victoria Secret.
―Mm... Victoria Secret, tú podrías ser perfectamente uno de los angelitos―le dijo, mientras la escaneaba de arriba abajo y se la imaginaba caminando por una pasarela, con alas y ropa interior.
Estuvieron un buen rato conversando de la vida, aunque Santana contaba más que la rubia.
Brittany pensó, que ya que después de ese día no la vería más, no hacía falta contar nada más que lo esencial.
La música electrónica se tomaba el club y Brittany tenía ganas de bailar, le encantaba este tipo de música. Ni siquiera se lo pensó, se levantó del sillón y extendió la mano hacia Santana.
―¿Quieres bailar conmigo?
Santana la miró sorprendido.
Nunca antes una mujer la había invitado a bailar, se levantó casi de un salto y tomó su mano.
―Claro, me encantaría.
La pareja, pasó por delante de sus amigas, que aún estaban conversando, pero más abrazadas, el flequillo de Marley ya no se veía tan ordenado como hace un rato atrás.
Brittany le guiñó un ojo al pasar por el lado de su amiga y tiró de Santana hacia la pista.
Llegaron al centro de la pista, para la sorpresa de la rubia, esta morena que tenía ojos de ángel sabía bailar.
Santana la tomó por la cintura y la pegó a ella. Se acoplaron al ritmo, se hicieron una.
Juntaron sus frentes, Brittany cerró los ojos, ahora que estaba tan cerca de Santana pudo inhalar su aroma. No pudo distinguir que esencia era, seguro un perfume caro, era femenino y sutil, pero no se parecía a nada que hubiera olido antes.
A Brittany se le empezó a acelerar el corazón, estar tan pegada a su cuerpo le provocó una extraña sensación, ¡¡excitación!!
En un rápido movimiento, Santana giró a Brittany y le puso sus manos en las caderas, la espalda de la rubia pegada al pecho de la morena.
Brittany apoyó la cabeza hacia atrás, Santana aprovechó esto, tomó el cabello que caía sobre el hombro desnudo de Brittany, y lo apartó. Luego besó su piel desnuda, un beso, luego otro y otro más, hasta llegar al lóbulo de su oreja ‹‹benditos sean los vestidos de un solo hombro ››se dijo para sí misma y sonrió en el cuello de la rubia.
Brittany creyó que perdía la cabeza luego de esa caricia.
¿Cómo sabía Santana dónde tenía que acariciarla para que ella perdiera el sentido?
Fácil, ‹‹era una profesional de la seducción›› se recordó.
Pero qué le pasaba a ella, hace unas horas ni se le hubiera pasado por la cabeza estar con una extraña, en una pista de baile, casi sobajeandose al ritmo de la música electrónica.
Santana ya no podía más, bastaba un contoneo más de las caderas de Brittany y tendría un orgasmo ahí mismo.
Brittany se movió un poco y pegó más su trasero hacia la morena y un gemido, sonrió para sí misma al darse cuenta de que no era la única afectada con aquel bailecito.
―Brittany―le dijo Santana, rozando con sus labios el contorno de su oreja―, Tengo que decirte que en este momento me tienes muy excitada, y que te deseo más que nada en este mundo. Si no nos vamos de aquí, tendré que romper este hermoso vestido que llevas puesto y tener sexo en vivo en esta pista.
Brittany sonrió por lo que Santana le decía, pero se sorprendió al descubrir que la ojiazul quería lo mismo.
Giró para quedar frente a Santana y la besó, sellando así la decisión de irse con la morena dónde fuera, con tal de tenerla unida a ella.
Era sólo una noche, se repetía una y otra vez.
No volvería a verla más, por lo menos tendría un buen recuerdo de esa noche.
―Contrólese abogada, le tengo mucho aprecio a este vestido y le aseguro que el exhibicionismo no es lo mío. ¿Qué propones?
Santana no podía controlar la sonrisa, y sólo quería salir de ese lugar ojalá corriendo.
―Vamos, salgamos de aquí y lo conversamos afuera.
―Bueno, me despido de Marley y nos vamos.
Brittany llegó donde su amiga tomada de la mano de Santana. Marley las miró con los ojos tan abiertos, que pensó que se le salían.
¿Esa era su amiga?
¿Esa era la misma chica que nunca besaba a una persona, sin tener al menos dos citas antes?
¿Qué había pasado en este rato que la había dejado con Santana?
―Marley me voy, cuídate, te llamo mañana.
Marley la tomó de la mano y se acercó hacia ella.
―¿Estás segura amiga?
―Sí, segurísima―le contestó sin vacilar.
―Bueno si es así, anda y disfruta, mañana hablamos, ¿ok?, cuídate y déjate llevar, no pienses en nada más. Te quiero amiga.
Brittany besó la mejilla de su amiga y se despidió, luego se despidió de Kitty.
Santana hizo lo mismo y así salieron del club.
―Vamos, tengo el auto en el estacionamiento de acá en frente.
Llegaron junto al Jaguar y se quedaron frente a frente mirándose
―Bonito auto, debe ser un placer conducirlo. Y bien, ¿hacia dónde vamos?
―Bueno, pensaba en un hotel o si prefieres, no sé, ¿tú casa tal vez?
Brittany ni soñando la llevaría a su casa, así es que el hotel sería la mejor opción.
―El hotel creo que es perfecto.
Bien, pensó Santana, ahora resultaba extraño que Brittany no ofreciera su casa. La mayoría de las mujeres con las que salía, querían llevarla a sus casas para tener sexo, pensando que así se quedaría la noche entera con ellas.
Pero tenía la impresión de que Brittany era distinta, se veía una mujer que sabía lo que quería, segura, y eso la hacía más sexy aún.
Tenía la sensación que, aunque la tenía ahí, frente a ella, para ir a algún lugar a tener sexo, Brittany no había caído en el juego de seducción que ella siempre desplegaba ante las otras mujeres.
Había sido la rubia quien la sedujo solo con mirarla.
―Bien, unas calles más abajo hay un hotel, ¿vamos a ese o prefieres otro?
―Ese estará bien, te sigo.
―¿Cómo qué me sigues?
―Sí, vine en mi auto, es el Mercedes blanco que está a tu derecha. Tú vas en tu auto y yo en el mío, yo te sigo hasta el hotel.
―Está bien, vámonos.
Cada una subió a su auto.
Santana y su Jaguar negro salieron primero y Brittany y su Mercedes la siguieron.
―¿Qué estoy haciendo?
A Brittany le entró un ataque de dudas.
Se reprochaba y se preguntaba si estaba bien lo que hacía. Miraba hacia delante al jaguar y por un momento no sabía qué hacer.
―Mejor no la sigo y me voy a mi casa, qué locura es esta, me voy a arrepentir.
Mil pensamientos en un minuto pasaron frente a ella, pero estar con Santana, su carnosa boca y su aroma, era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo.
Al fin decidió que lo haría, la deseaba más que cualquier cosa en ese momento.
―Es sólo esta noche, nunca más la volveré a ver. La ciudad es demasiado grande para toparme con ella otra vez. Y aunque lo hiciera, sé que para ella esto es solo un polvo más.
Santana estaba nerviosa y miraba cada medio segundo el espejo retrovisor, para asegurarse que el Mercedes blanco, continuaba detrás de ella.
La chica le había salido con esta jugada, eso quería decir, que si se arrepentía camino al hotel, podía girar el auto en cualquier dirección y dejarla sola.
De repente, se sorprendió a si misma pidiendo al universo, casi con un rezo, que la chica no desapareciera en su auto.
Lo bueno era que el trayecto era corto y soltó un suspiro de alivio cuando las dos llegaron a la entrada del hotel.
Bajaron de sus autos y se los entregaron a los aparcadores para dirigirse hacia la recepción.
Santana la tomó de la mano y llegaron junto al mesón.
El hotel era de un lujo exquisito.
Santana pidió una habitación al recepcionista y extendió su tarjeta de crédito, éste le entregó la llave y le indicó que la habitación se encontraba en el quinto piso.
Caminaron hasta el ascensor, sonó el timbre indicando que había llegado y pasaron juntas al interior.
Santana apretó con fuerza la mano de Brittany, no sabía por qué estaba tan nerviosa. Era como si fuera la primera vez que estaba con una mujer. Se sentía estúpida, como una quinceañera, ¿qué le pasaba con esta chica?
Llegaron a la habitación y Santana abrió la puerta haciendo que Brittany entrara delante de ella.
Brittany por su parte observaba los detalles de la habitación.
Toda la decoración era blanca, gris y negra. En la entrada una pequeña salita de recepción con dos sitiales y una mesa pequeña, en esta había una maceta con una orquídea blanca y sonrió, la orquídea blanca era su flor favorita.
Santana la observó un instante antes de acercarse a Brittany y mirarla fijamente.
―¿Por qué sonríes?
―Es que siempre me han gustado las orquídeas blancas y no es muy común ir encontrándoselas por ahí.
Santana la acercó a ella y con su pulgar comenzó a acariciar el labio inferior de la rubia.
―Me encanta tu boca, podría estar toda una noche besándola sin cesar.
Brittany le sonrió y la miró, con tal intensidad del deseo que llevaba, que la morena solo pensó en estar unida a ella de inmediato. Pero quería disfrutarla, la traía muerta de excitación y quería aprovechar al máximo la noche.
La tomó de la mano y la guió hacia la cama, que estaba separada de la salita de estar por unas puertas corredizas, las abrió y quedó frente a ellas una gran cama, que tenía un cobertor color grafito y muchos cojines y almohadas blancas.
Brittany se paró frente a Santana y cuando esta empezó otra vez a juguetear con el pulgar en su labio inferior, abrió la boca y atrapó el dedo de Santana, lo succionó y oyó cómo la morena soltaba un leve gemido.
Santana la empezó a besar desesperada con largos y sensuales besos.
―Sabes que te quiero rasgar este vestido, pero sé que le tienes aprecio, así es que me comportaré y te lo quitaré despacio.
Las dos rieron y Santana empezó a bajar el cierre del vestido que estaba oculto por el costado de este. Cuando lo logró, el vestido cayó a los pies de Brittany y la dejó ante ella con un conjunto negro, que consistía en un sostén
strapless y una tanga de encaje a juego.
Santana la miró, ‹‹perfecta››, pensó y la tomó por la cintura para seguir besándola.
Santana vestía unos jeans oscuros ceñidos con un tono gastado en las rodillas y una camisa ceñida.
Brittany pasó sus manos por el cuello de Santana y luego subió una mano para tomar su moreno cabello y darle un pequeño jalón, Santana sonrió y continuó besándola.
Brittany posó las manos en el pecho de Santana y las bajo hasta tocar el dobladillo y se la fue quitando, mientras esta pasaba su dedo medio por sobre la columna de Brittany provocando miles de sensaciones.
Cuando se la quitó por completo la morena solo quedó con un sujetador blanco de encaje y admiro el exquisitito cuerpo que tenía frente a ella, Santana en un rápido movimiento desabrochó ambos brasier, que también fueron a parar al suelo, junto con su vestido y camisa.
―Creo que estoy en desigualdad de condiciones abogada, me siento como si hubiera jugado strip poker y hubiese perdido. Tú aún tienes demasiada ropa.
Santana le dedicó una sensual sonrisa y comenzó por sacarse los tacones, Brittany alcanzó el cinturón y lo sacó casi en un solo movimiento. Le siguió los botones del jeans.
Brittany lo hacía tan lento, que Santana pensó que moriría ahí de pie frente a ella.
Con cada botón, la rubia rozaba su sexo y le mandaba una oleada de placer. Al fin el jeans también le fue a hacer compañía a una pequeña montaña de ropa que se acumulada en el suelo.
Santana levantó a Brittany y la dejó sobre la cama. No podía creer la maravillosa visión que la rubia le brindaba ahí sobre la cama, solo vestida con un tanga de encaje, que pronto desaparecería.
―Por Dios, eres hermosa. Y viéndote así estoy más que impaciente, pero sé que me arrepentiría toda mi vida si no beso cada centímetro de tu piel ahora.
Brittany pensaba que era imposible estar más excitada, pero cada palabra que Santana decía, la hundía más y más en un pozo de intenso deseo.
Santana comenzó besando el empeine del pie derecho para ir subiendo lentamente por sus piernas, siguiendo un ritmo de beso, succión y pequeños mordiscos.
Brittany soltó un largo suspiro, le encantaba lo que esta mujer le estaba haciendo y no quería que parara por nada del mundo.
Cuando llegó a la cadera se detuvo para comenzar otra vez, pero en el empeine del pie izquierdo, beso, succión, mordisco y llegó hasta la cadera.
Brittany cerró los ojos, hace mucho que no se sentía adorada por una persona.
Santana se posó sobre su tanga y plantó un beso sobre el monte de Venus.
Solo eso por el momento, ya le daría un trato especial a esa parte.
Siguió por su abdomen, besándolo de un lado a otro, subiendo de a poco sin apuro.
La rubia abrió los ojos, para ver cómo Santana venía ascendiendo por su vientre, hasta llegar a sus senos y se estremeció cuando Santana le dio un lametón, primero a un pezón y luego a otro.
Brittany gimió y se arqueó, luego Santana comenzó una lenta tortura en su pecho, besando, lamiendo y mordisqueando perezosamente cada pezón.
Santana siguió y subió por su cuello, la rubia jugaba con sus dedos en la espalda de esta hermosa morena que tenía encima. Su piel era suave y su aroma era tan afrodisíaco, Brittany pensó que podría llegar al clímax solo con olerla.
Santana llegó a su boca y la devoró nuevamente con besos largos y pasionales. Brittany succionó su lengua y Santana gimió. Luego se apartó y enganchó el tanga de encaje en sus dedos y comenzó a deslizarlo.
Cuando tiró del lado izquierdo para bajarlo, vio algo en la cadera de la chica que le llamó la atención.
―Mm… el cinturón de Orión… ¡magnífico! Te juro que nunca una mujer me había sorprendido tanto en una sola noche.
En su cadera izquierda, Brittany tenía una marca de nacimiento.
Tres lunares alineados perfectamente a la misma distancia. El cinturón de
Orión, como había dicho Santana, aludiendo a las estrellas que se ven en el cielo alineadas a la misma distancia.
Santana adoró esa marca, era algo sensual, se sintió más excitada aún.
Brittany se sentía poderosa, hermosa en ese momento y quería también besar la piel de la abogada, pero la morena había comenzado a dedicarle una atención especial al centro de su deseo y ella perdió por un momento la conciencia cuando sintió la lengua de Santana en esta parte.
Santana lamió, succionó y saboreó todo de la rubia.
Brittany se precipitaba a un orgasmo con cada lametón que Santana le proporcionaba. Hace tanto tiempo que no sentía nada parecido a lo que esta desconocida le estaba mostrando.
Santana aumentó la presión y Brittany levantó sus caderas para encontrar su lengua y en ese momento, la invadió el orgasmo y se dejó ir, gimiendo y apretando con fuerza el cobertor que tenía entre sus manos.
―Eres realmente exquisita Brittany... me imaginé que sabrías bien, pero sobrepasaste mis expectativas.
―Tú también sobrepasaste las mías abogada.
―Me alegra saberlo, porque estoy recién comenzando contigo.
Santana se quitó las bragas y comenzó otra vez torturando los pezones de la rubia, lamiendo y mordiendo, ambas gemían y otra vez le llegó a la rubia una nueva oleada de calor en su entrepierna ‹‹Será posible, ¿otra vez? ›› pensaba, mientras Santana le separaba las piernas con su rodilla, Brittany se abrió como las alas de una mariposa para ella, facilitando así su unión.
Santana soltó un gemido y una maldición mientras se unía a Brittany, esta volvió a arquear la espalda y una electricidad la recorrió por entero.
Santana comenzó su ataque con un ritmo lento demorándose en cada movimiento.
Brittany comenzó a perder el sentido otra vez, era elevada a lo más alto del cielo por esta morena, que aunque era una desconocida, confiaba en entregarse ciegamente a ella.
Santana aumentó el ritmo de sus embestidas, gimiendo al sentir que estaba por llegar su liberación y buscando la mirada de la diosa que se encontraba bajo ella.
Esos azules ojos, que después de hoy, la perseguirían en sus sueños.
Brittany abrió sus ojos y se encontró con la mirada oscura que brillaba de excitación. Estaba otra vez tan cerca, enroscó sus piernas en la cintura de la abogada para sentirla más.
Cuando Santana se movía más rápido Brittany colgaba del precipicio del orgasmo, un nuevo movimiento la rubia tocó el cielo con sus manos.
La besó fuertemente y en dos movimientos más, Santana también se dejó ir, para caer sobre la rubia gimiendo en un mar de incoherencias.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 4
Capitulo 4
Les tomó un rato volver a tranquilizar sus latidos.
Santana estaba sobre Brittany con la cara hundida en su cuello respirando agitada.
Rodó a un lado y se metieron en la cama y se cubrieron solo con la sábana, una en frente de la otra, mirándose las caras un largo rato, hasta que la morena acabó con el silencio:
―Nunca vi nada tan sensual como la marca que tienes en la cadera.
―¿De verdad piensas que es sensual? nunca la vi de esa manera, para mí solo son lunares.
―Es poco común tener lunares de esa forma, tan bien alineados, pero creo que es en la parte en la que se encuentran lo que los hace terriblemente sexy.
Santana podía imaginarse besando todo un día esa marca.
Comenzaron a besarse nuevamente, pero Brittany decidió que ahora sería ella la que tomaría el mando de la situación.
Si bien no tenía gran experiencia en cuanto a poses amatorias, lo único que quería en ese momento, era besar el cuerpo de esta morena que la había llevado al mismo cielo hace un rato atrás.
La besó con deseo, mordiéndole el labio, lamiendo luego donde la había mordido, recorriendo su mandíbula y llegando a su cuello y comenzó a bajar.
Brittany se movió y se colocó sobre Santana para poder besarle todo el trabajado torso.
Santana estaba feliz, en su cara se dibujó una sonrisa de deseo y solo le quedaba entregarse a la ojiazul y que hiciera de ella lo que quisiera.
Con cada beso de Brittany, ella movía su cuerpo y no podía controlar sus manos en un moviendo reflejo.
―Ay abogada, si no se está quieta no podré continuar y ya estoy llegando a sus oblicuos, ¿quiere qué pare ahora?
―No, por favor, no pares, prometo quedarme muy quieta, pero no te detengas.
―Buena respuesta abogada.
Brittany rio, sabía que cuando llegara más abajo Santana sería incapaz de mantenerse quieta.
Siguió con su incursión llegando hasta la humedad que se le presentaba ante sus ojos.
Santana estaba agitada, respirando con la boca entre abierta, totalmente excitada nuevamente.
Tomando el clítoris entre sus dedos, Brittany comenzó a acariciar suavemente, que tenía todo para ella.
Le paso la lengua por la punta, un fuerte gemido brotó de la boca de Santana.
‹‹Mm... Qué sexy es esta mujer›› se decía Brittany para si misma.
Tener el mando era totalmente morboso, tener a esta mujer totalmente rendida era más que excitante.
Brittany siguió lamiendo de arriba a abajo y luego mordiendo, se detuvo para luego comenzar a chupar fuertemente.
―Hoy voy a morir y tú serás la culpable Brittany. ¡Oh, maldición! Sigue así por favor.
Brittany siguió solo un poco más, tenía otros planes para la morena.
Lentamente pasó por última vez su lengua arriba y abajo, saboreándola. Santana sólo era capaz de mirarla para ver con qué otra cosa la sorprendía. Brittany la besó lentamente disfrutando de esa boca.
―No sé qué me vas a hacer, pero de seguro me gustará. Me estás volviendo loca.
―Le recomiendo que se entregue abogada. ¿Sabes? mis padres tenían un rancho en mi ciudad natal, muchos caballos, yo siempre montaba los potros más bravos, soy una experta amazona.
Y con una sonrisa Brittany se colocó a horcajadas sobre la morena, uniendo lentamente sus centros. Santana se estremeció y se arqueó soltando un gruñido, la rubia se mordió los labios para no soltar un fuerte gemido.
Comenzó a moverse lentamente y Santana podía ver cómo sus centros se rozaban.
Guau… que le estaba haciendo esta rubia.
Santana era una buena amante, pero generalmente era sexo rápido, aunque siempre se preocupaba de que sus parejas sexuales alcanzaran el orgasmo, nunca se dedicaba a mirarlas más de lo necesario.
Pero con Brittany era distinto, se sorprendió al darse cuenta que necesitaba ver sus expresiones, ver sus ojos durante el clímax, ver cómo entreabría la boca excitada por el deseo.
Nunca se había topado con una mujer que la excitara tanto, hasta llegar al punto de nublarle el pensamiento y entregarse para que se hiciera de ella como quisiera.
Brittany aumentó un poco el ritmo de sus movimientos.
―¿Te gusta lo que vez Santana?
―Me encanta, no sabes cuánto.
Brittany detuvo el ir y venir para quedarse quieta. Santana la miró, no podía ser, no se podía detener así, ¿qué iba a hacer ahora?
Brittany vio las interrogantes en la cara de Santana, que la tenía sujeta por las caderas fuertemente, como para que no se escapara.
Le sonrió y comenzó de nuevo a moverse, pero esta vez el movimiento era distinto, comenzó a dibujar con sus caderas una especie de ocho.
Era como una bailarina de danza del vientre, como ver bailar a Shakira, pensó Santana, cada vez más próxima a un nuevo orgasmo.
Luego comenzó a combinar arriba y abajo, adelante y atrás. Empezó a acelerar el ritmo, Santana se incorporó para quedar cara a cara, y dobló las rodillas para que la espalda de la rubia tuviera apoyo.
Comenzó nuevamente a montarlo cada vez más rápido.
Santana besaba sus pechos y la rubia no se quedó atrás y también comenzó a besarle y masajear los pechos a la morena.
Ya no podían más, Santana se acercó a besarla, ya estaban tan cerca. Dejó de besarla, sus miradas se encontraron, un movimiento más de Brittany y las dos estallaron en un placer arrebatador que las hizo volar juntas.
Santana se desplomó sobre la cama, Brittany la siguió y apoyo su cabeza sobre su pecho, para sentir como le latía a mil el corazón, luego la rubia se levantó y se colocó a un lado.
Estaban agotadas.
Santana comenzó a acariciar la espalda de Brittany, que estaba terriblemente relajada.
Santana cerró los ojos y Brittany observaba que su pecho subía y bajaba en respiraciones regulares, lo que indicaba que estaba profundamente dormida.
Miraba el rostro de la abogada, la mujer bella.
La miró detenidamente para grabarse cada facción en la mente.
Brittany tomó la decisión de irse de ahí, sentía su pecho dividido.
No se iba arrepentir por lo que pasó con Santana, todo fue más que genial.
Sabía que quizás nunca se volvería a sentir así de excitada, pero también sabía que la mujer que se encontraba con ella en esa cama, era una experta en seducción.
Brittany ya había conocido a una persona así una vez y sabía que este fue un polvo sin importancia para la morena.
Ella era el cuerpo para usar esta noche.
No se podía quejar, había aceptado jugar a este juego, sabía en lo que se metía.
Tenía que irse y pronto, antes de que la morena despertara.
Lentamente se deslizó hacia la orilla de la cama, tratando de no moverse mucho para no despertar a Santana. Se bajó y comenzó a buscar su ropa. Se colocó el tanga y el vestido lo más rápido que pudo.
Tomó el brasier y los zapatos y salió silenciosamente de la habitación sin mirar atrás.
Agarró su bolso y salió tratando de cerrar muy despacio la puerta, metió el brasier en el bolso y corrió descalza hasta el ascensor. Lo llamó y rápidamente este llegó, se metió en él y las puertas se cerraron.
Una vez dentro, soltó un gran suspiro, se calzó los zapatos y se arregló el pelo.
Salió al vestíbulo del hotel, el recepcionista se despidió de ella y el aparcador corrió para traerle su Mercedes. Se subió y se marchó lo más rápido que pudo.
************************************************************************************************************
Una hora más tarde, Santana despertaba en la cama del hotel y para su sorpresa estaba sola.
Llamó a Brittany, pero al no escuchar respuesta, se dio cuenta que se había ido.
Su ropa ya no estaba tirada en el suelo y en el baño tampoco había señal de la rubia.
Su primera reacción fue soltar una risa ante lo que estaba viviendo, a ella la habían dejado sola en la cama, cuando siempre era al revés.
―Cuando le cuente a Kitty se va a burlar de mí por un año.
Después se sintió como una idiota.
―¿Por qué me habré quedado dormida?
No se le había ocurrido que Brittany se podía marchar y ni siquiera le había pedido su teléfono, pero la rubia había acabado con ella y el cansancio pudo más.
Ahora sentía rabia.
Brittany era excitante, distinta, sabía lo que quería y lo tomaba.
Era una mujer interesante para conocer, pero como había sido una estúpida, pensando que Brittany estaría ahí como todas las demás, perdió la oportunidad.
Se vistió todo lo rápido que pudo y bajó a recepción a cancelar la habitación.
Sin Brittany no tenía sentido seguir ahí.
Se acercó al recepcionista y pagó.
―Buenas noches señorita, espero que su estadía con nosotros haya sido agradable.
―Sí, no sabe cuánto―murmuró Santana.
El hombre le entregó su tarjeta y se despidió.
―Muy bien, acá está su tarjeta, esperamos que vuelva pronto señorita.
―Gracias, buenas noches.
Santana estaba lista para salir, pero se giró y decidió hacerle una pregunta al hombre.
―¿Señorita, puedo ayudarlo en algo?
―Claro, me preguntaba si vio salir a la señorita que venía conmigo. Quiero saber a qué hora dejó el hotel.
―La señorita se retiró hace una hora aproximadamente. ¿Desea algo más?
―No gracias, fue de mucha ayuda. Hasta luego.
Y salió como alma que lleva el diablo hasta su auto. Condujo al límite de la velocidad hasta llegar a su departamento.
Una vez ahí, se sirvió un vaso de whisky, necesitaba calmarse ‹‹ ¿pero de qué va todo esto?››
Ella no sabía por qué tenía tanta rabia.
Se bebió el licor de un solo trago y se dirigió al baño para darse una ducha.
Tenía que dormir, mañana era el almuerzo con las otras mujeres de la familia y debía estar descansada para soportarlas.
Salió de la ducha, se secó y nuevamente se dirigió al bar a tomar otro vaso de whisky.
Ojalá su amigo Jhonnie Walker la tumbara de una vez en un profundo sueño.
Santana estaba sobre Brittany con la cara hundida en su cuello respirando agitada.
Rodó a un lado y se metieron en la cama y se cubrieron solo con la sábana, una en frente de la otra, mirándose las caras un largo rato, hasta que la morena acabó con el silencio:
―Nunca vi nada tan sensual como la marca que tienes en la cadera.
―¿De verdad piensas que es sensual? nunca la vi de esa manera, para mí solo son lunares.
―Es poco común tener lunares de esa forma, tan bien alineados, pero creo que es en la parte en la que se encuentran lo que los hace terriblemente sexy.
Santana podía imaginarse besando todo un día esa marca.
Comenzaron a besarse nuevamente, pero Brittany decidió que ahora sería ella la que tomaría el mando de la situación.
Si bien no tenía gran experiencia en cuanto a poses amatorias, lo único que quería en ese momento, era besar el cuerpo de esta morena que la había llevado al mismo cielo hace un rato atrás.
La besó con deseo, mordiéndole el labio, lamiendo luego donde la había mordido, recorriendo su mandíbula y llegando a su cuello y comenzó a bajar.
Brittany se movió y se colocó sobre Santana para poder besarle todo el trabajado torso.
Santana estaba feliz, en su cara se dibujó una sonrisa de deseo y solo le quedaba entregarse a la ojiazul y que hiciera de ella lo que quisiera.
Con cada beso de Brittany, ella movía su cuerpo y no podía controlar sus manos en un moviendo reflejo.
―Ay abogada, si no se está quieta no podré continuar y ya estoy llegando a sus oblicuos, ¿quiere qué pare ahora?
―No, por favor, no pares, prometo quedarme muy quieta, pero no te detengas.
―Buena respuesta abogada.
Brittany rio, sabía que cuando llegara más abajo Santana sería incapaz de mantenerse quieta.
Siguió con su incursión llegando hasta la humedad que se le presentaba ante sus ojos.
Santana estaba agitada, respirando con la boca entre abierta, totalmente excitada nuevamente.
Tomando el clítoris entre sus dedos, Brittany comenzó a acariciar suavemente, que tenía todo para ella.
Le paso la lengua por la punta, un fuerte gemido brotó de la boca de Santana.
‹‹Mm... Qué sexy es esta mujer›› se decía Brittany para si misma.
Tener el mando era totalmente morboso, tener a esta mujer totalmente rendida era más que excitante.
Brittany siguió lamiendo de arriba a abajo y luego mordiendo, se detuvo para luego comenzar a chupar fuertemente.
―Hoy voy a morir y tú serás la culpable Brittany. ¡Oh, maldición! Sigue así por favor.
Brittany siguió solo un poco más, tenía otros planes para la morena.
Lentamente pasó por última vez su lengua arriba y abajo, saboreándola. Santana sólo era capaz de mirarla para ver con qué otra cosa la sorprendía. Brittany la besó lentamente disfrutando de esa boca.
―No sé qué me vas a hacer, pero de seguro me gustará. Me estás volviendo loca.
―Le recomiendo que se entregue abogada. ¿Sabes? mis padres tenían un rancho en mi ciudad natal, muchos caballos, yo siempre montaba los potros más bravos, soy una experta amazona.
Y con una sonrisa Brittany se colocó a horcajadas sobre la morena, uniendo lentamente sus centros. Santana se estremeció y se arqueó soltando un gruñido, la rubia se mordió los labios para no soltar un fuerte gemido.
Comenzó a moverse lentamente y Santana podía ver cómo sus centros se rozaban.
Guau… que le estaba haciendo esta rubia.
Santana era una buena amante, pero generalmente era sexo rápido, aunque siempre se preocupaba de que sus parejas sexuales alcanzaran el orgasmo, nunca se dedicaba a mirarlas más de lo necesario.
Pero con Brittany era distinto, se sorprendió al darse cuenta que necesitaba ver sus expresiones, ver sus ojos durante el clímax, ver cómo entreabría la boca excitada por el deseo.
Nunca se había topado con una mujer que la excitara tanto, hasta llegar al punto de nublarle el pensamiento y entregarse para que se hiciera de ella como quisiera.
Brittany aumentó un poco el ritmo de sus movimientos.
―¿Te gusta lo que vez Santana?
―Me encanta, no sabes cuánto.
Brittany detuvo el ir y venir para quedarse quieta. Santana la miró, no podía ser, no se podía detener así, ¿qué iba a hacer ahora?
Brittany vio las interrogantes en la cara de Santana, que la tenía sujeta por las caderas fuertemente, como para que no se escapara.
Le sonrió y comenzó de nuevo a moverse, pero esta vez el movimiento era distinto, comenzó a dibujar con sus caderas una especie de ocho.
Era como una bailarina de danza del vientre, como ver bailar a Shakira, pensó Santana, cada vez más próxima a un nuevo orgasmo.
Luego comenzó a combinar arriba y abajo, adelante y atrás. Empezó a acelerar el ritmo, Santana se incorporó para quedar cara a cara, y dobló las rodillas para que la espalda de la rubia tuviera apoyo.
Comenzó nuevamente a montarlo cada vez más rápido.
Santana besaba sus pechos y la rubia no se quedó atrás y también comenzó a besarle y masajear los pechos a la morena.
Ya no podían más, Santana se acercó a besarla, ya estaban tan cerca. Dejó de besarla, sus miradas se encontraron, un movimiento más de Brittany y las dos estallaron en un placer arrebatador que las hizo volar juntas.
Santana se desplomó sobre la cama, Brittany la siguió y apoyo su cabeza sobre su pecho, para sentir como le latía a mil el corazón, luego la rubia se levantó y se colocó a un lado.
Estaban agotadas.
Santana comenzó a acariciar la espalda de Brittany, que estaba terriblemente relajada.
Santana cerró los ojos y Brittany observaba que su pecho subía y bajaba en respiraciones regulares, lo que indicaba que estaba profundamente dormida.
Miraba el rostro de la abogada, la mujer bella.
La miró detenidamente para grabarse cada facción en la mente.
Brittany tomó la decisión de irse de ahí, sentía su pecho dividido.
No se iba arrepentir por lo que pasó con Santana, todo fue más que genial.
Sabía que quizás nunca se volvería a sentir así de excitada, pero también sabía que la mujer que se encontraba con ella en esa cama, era una experta en seducción.
Brittany ya había conocido a una persona así una vez y sabía que este fue un polvo sin importancia para la morena.
Ella era el cuerpo para usar esta noche.
No se podía quejar, había aceptado jugar a este juego, sabía en lo que se metía.
Tenía que irse y pronto, antes de que la morena despertara.
Lentamente se deslizó hacia la orilla de la cama, tratando de no moverse mucho para no despertar a Santana. Se bajó y comenzó a buscar su ropa. Se colocó el tanga y el vestido lo más rápido que pudo.
Tomó el brasier y los zapatos y salió silenciosamente de la habitación sin mirar atrás.
Agarró su bolso y salió tratando de cerrar muy despacio la puerta, metió el brasier en el bolso y corrió descalza hasta el ascensor. Lo llamó y rápidamente este llegó, se metió en él y las puertas se cerraron.
Una vez dentro, soltó un gran suspiro, se calzó los zapatos y se arregló el pelo.
Salió al vestíbulo del hotel, el recepcionista se despidió de ella y el aparcador corrió para traerle su Mercedes. Se subió y se marchó lo más rápido que pudo.
************************************************************************************************************
Una hora más tarde, Santana despertaba en la cama del hotel y para su sorpresa estaba sola.
Llamó a Brittany, pero al no escuchar respuesta, se dio cuenta que se había ido.
Su ropa ya no estaba tirada en el suelo y en el baño tampoco había señal de la rubia.
Su primera reacción fue soltar una risa ante lo que estaba viviendo, a ella la habían dejado sola en la cama, cuando siempre era al revés.
―Cuando le cuente a Kitty se va a burlar de mí por un año.
Después se sintió como una idiota.
―¿Por qué me habré quedado dormida?
No se le había ocurrido que Brittany se podía marchar y ni siquiera le había pedido su teléfono, pero la rubia había acabado con ella y el cansancio pudo más.
Ahora sentía rabia.
Brittany era excitante, distinta, sabía lo que quería y lo tomaba.
Era una mujer interesante para conocer, pero como había sido una estúpida, pensando que Brittany estaría ahí como todas las demás, perdió la oportunidad.
Se vistió todo lo rápido que pudo y bajó a recepción a cancelar la habitación.
Sin Brittany no tenía sentido seguir ahí.
Se acercó al recepcionista y pagó.
―Buenas noches señorita, espero que su estadía con nosotros haya sido agradable.
―Sí, no sabe cuánto―murmuró Santana.
El hombre le entregó su tarjeta y se despidió.
―Muy bien, acá está su tarjeta, esperamos que vuelva pronto señorita.
―Gracias, buenas noches.
Santana estaba lista para salir, pero se giró y decidió hacerle una pregunta al hombre.
―¿Señorita, puedo ayudarlo en algo?
―Claro, me preguntaba si vio salir a la señorita que venía conmigo. Quiero saber a qué hora dejó el hotel.
―La señorita se retiró hace una hora aproximadamente. ¿Desea algo más?
―No gracias, fue de mucha ayuda. Hasta luego.
Y salió como alma que lleva el diablo hasta su auto. Condujo al límite de la velocidad hasta llegar a su departamento.
Una vez ahí, se sirvió un vaso de whisky, necesitaba calmarse ‹‹ ¿pero de qué va todo esto?››
Ella no sabía por qué tenía tanta rabia.
Se bebió el licor de un solo trago y se dirigió al baño para darse una ducha.
Tenía que dormir, mañana era el almuerzo con las otras mujeres de la familia y debía estar descansada para soportarlas.
Salió de la ducha, se secó y nuevamente se dirigió al bar a tomar otro vaso de whisky.
Ojalá su amigo Jhonnie Walker la tumbara de una vez en un profundo sueño.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 5
Capitulo 5
Al día siguiente, Santana se despertó a las nueve de la mañana, después de soñar toda la noche con exóticos ojos y el bendito cinturón de Orión.
Se tomó un café muy cargado, su humor no podía estar peor y para colmo, hoy era el cumpleaños de su abuela y tenía que ir al almuerzo que las mujeres de la familia le organizaban a la matriarca.
El papá de Kitty eran los únicos tres machos en esta familia.
Hoy no estaba con ánimos de soportar el parloteo de las féminas consanguíneas, pero si no iba, su mamá era capaz de izarla como bandera en el edificio más alto que encontrara en el país.
Se preparó otro café y encendió el televisor para tratar de distraer un poco su mente, era temprano y había quedado de pasar por la casa de su prima a las doce. El almuerzo comenzaba a la una y tenían que ser puntuales.
No podía fallar en el cumpleaños de su abuela, ella la quería demasiado y no podía faltar este día.
Tenía que estar con ella y cambiar su humor, no podía ser una ogro todo el día.
Se duchó, se vistió, cogió el regalo que habían comprado con su prima y se subió a su auto para tomar camino a casa de Kitty.
Estaba a quince minutos de su destino, cuando decidió llamarla para que estuviera lista, estaban con el tiempo casi encima.
Tomó el celular y marcó el número de su prima. Al quinto tono ésta le contestó:
―¿Qué pasa San?―le contestó Kitty, su voz era como si aún estuviera durmiendo.
―Kitty ¿Qué estás haciendo? ¿Aún estás durmiendo?
―No sé cómo será en tu planeta, pero aquí en la Tierra, cuando una sale la noche anterior, bebe y tiene sexo desenfrenado, lo lógico es que duerma hasta tarde, no molestes y llámame luego por favor.
―Kitty, son las once y media de la mañana ¿No te acuerdas que tenemos comida familiar con las chicas?
―Mierda, lo olvidé.
―Estoy a diez minutos de tu casa, métete a la ducha y toma algo de café, ya llego.
―Eh… Santana no estoy en mi casa.
Se hizo el silencio al otro lado del teléfono.
―¿Qué quieres decir con que no estás en tu casa? ¿Dónde estás?
Nuevamente silencio.
―¿Estás en un hotel?
―Nop.
―Entonces dime dónde estás y paso a buscarte.
―Estoy en el departamento de Marley.
A Santana le volvió el mal humor que había tratado de dejar en su casa.
¿Qué tenía en la cabeza la imbécil de su prima?
Pero a quién quería engañar, si ella hubiera podido, tal vez estaría aún en el hotel con la chica de rojo.
―Dame la dirección―le dijo cortante.
―Espera, te pongo a Marley, ella te la va a dar.
Kitty seguía en la cama de la castaña, enredada bajo las sábanas.
Después del club, la castaña se la llevó a su departamento. Kitty trató de irse y dejarla, como siempre hacía con sus conquistas, pero no pudo.
La chica era todo un descubrimiento.
Era sexy, le gustaba el sexo tanto o más que a ella y compartían el mismo sentido del humor. Así es que, después de darle vueltas, decidió quedarse a dormir y algo más con esta preciosa chica.
El juramento que habían hecho con su prima años atrás, de no despertar en la cama con la conquista de la noche, en esta ocasión, podía irse a la mierda.
―Hola Santana, mira tienes que llegar al centro, hasta el edificio Vio, luego tomas la calle de la derecha y bajas cinco calles. Llegas a la calle Ocean y buscas el número 404. El edificio está frente a un MC Donalds, es muy fácil llegar.
―Lo tengo, adiós Marley y hazme el favor de pasarme a mi prima.
―¿Oíste?―dijo Kitty―Frente del edifico hay un MC donalds, mientras me esperas me puedes pedir una Big mac, muero de hambre.
―¡Jódete idiota! En veinte minutos estoy ahí, ¿oíste?, veinte minutos.
―Yo también te quiero prima. Adiós.
Kitty y Marley se volvieron a besar apasionadamente.
La rubia empezó a besar su cuello y a hacerle cosquillas, reían, la volteó y comenzó a besarle la espalda mientras le decía:
―No señorita, suélteme, no me puedo quedar, tengo que ir a ver a una hermosa mujer, que hoy cumple setenta y cinco años y que me espera para almorzar.
Kitty seguía estampando besos rápidos por toda su espalda y cuando llegó a su trasero le mordió una nalga. Marley dio un gritito de sorpresa.
La rubia se separó y se dirigió al baño a darse la ducha más rápida de su vida. Se secó y se vistió con la misma ropa de la noche anterior.
No le iba a pedir a Santana que la llevara a cambiarse, con el humor que se traía, era capaz de sacar a su alter ego Snixx y golpearla.
Salió del baño y se encontró en la cocina con Marley, que le tendía una taza de café. Estaba vestida solo con una camiseta que le quedaba grande y bajo esta estaba completamente desnuda.
Kitty dio un sorbo al café y abrazó a la rubia fuertemente. Marley la besó y el teléfono de Kitty comenzó a sonar.
―Estoy afuera, sal ¡AHORA!―le gritó por el teléfono Santana, su mal humor iba cada vez más en aumento.
―Sí cariño, ya voy―contestó Kitty burlonamente.
Un último beso y se miraron fijamente.
Marley no quería separase de la ojiverde, pero esto era así, solo una noche.
Fue muy bueno mientras duró.
―No puedo creer que me vayas a cambiar―le decía Marley en tono divertido, con una hermosa y coqueta sonrisa.
―Qué te puedo decir, es que es tan guapa, me tiene totalmente cautivada.
Las dos soltaron una carcajada.
Marley lo volvió a besar. Esta vez más apasionadamente.
―Pero ella no te besa así.
―Tienes razón.
Una última mirada y se encaminaron a la puerta.
―Adiós Marley.
―Adiós Kitty.
Y salió a la calle bajando las escaleras.
De pronto, se detuvo en medio de estas y un impulso, que no supo de dónde salió, le obligó a devolverse y tocar la puerta de Marley.
La castaña la miró, ¿qué se le habría olvidado?
―Hola de nuevo Mar, me olvidé pedir tu número de teléfono ¿Quieres cenar conmigo el miércoles? te llamo y nos ponemos de acuerdo.
Marley estaba contentísima, le había gustado mucho esta mini rubia. No quería hacerse ilusiones, nunca se las hacía, pero le gustaba la idea de poder verla otra vez.
―Claro, me encantaría cenar contigo, anota mi número.
Marley le dictó el número, Kitty lo anotó y lo guardó en su móvil. Luego le dio un rápido beso y salió corriendo por las escaleras, ahora tenía que enfrentarse al monstruo de dos cabezas, que venía manejando un Jaguar negro y la esperaba para destrozarla en pequeños pedacitos.
―Hola prima―saludó Kitty con la mejor de sus sonrisas.
―Se puede saber, ¿en qué estabas pensando? ¿Por qué te quedaste con ella Kitty?
―Uyy... veo que tu humor es de los mil demonios ¿Qué pasó Santana? Porque hasta donde recuerdo, anoche saliste muy contenta del club con un mujeron vestida de rojo. ¿Acaso ella se arrepintió? Tienes una cara, espero que la puedas cambiar antes de llegar al almuerzo.
Santana tenía el ceño fruncido.
No sabía por qué todo esto le molestaba, que más daba que Kitty se quedara en casa de la ojigris.
Podía hacer lo que le diera la gana.
Kitty volvió al ataque con más preguntas, quería saber qué era lo que molestaba tanto a su prima.
―Dime Santana, pero dime la verdad, ¿cómo te fue anoche?
―Muy bien.
―¿Tuviste sexo?
―Sí.
―¿Y?
―¿Y qué?
―¿Y cómo estuvo Santana? Ese y quiero saber.
―A ver, cómo te lo explico. Fue alucinante, perfecto, me encantó esta mujer.
―Y entonces, por qué esa cara, no entiendo.
Santana pensó si contarle o no a su prima lo que había pasado con Brittany, no quería que se burlara de ella. Ya podía escuchar sus bromas, pero era su hermana y siempre se contaban todo.
―Mira prima, no sé por qué estoy con este humor… bueno si lo sé y sé también, que cuando te lo cuente, te vas a reír de mí. No sé qué me pasó anoche, me encantó estar con ella.
―Ah… te gustó...Pero yo no le veo el problema, supongo que le pediste el teléfono. Si tanto te gustó puedes llamarla y...
―No tengo su teléfono.
―¿Te gustó y te fuiste de su casa sin pedirle el teléfono?
―Fuimos a un hotel. Y no, no me fui... cuando desperté ella ya se había ido.
Kitty miró a su prima un segundo en silencio, para soltar al instante una gran carcajada.
―Ahora entiendo tu humor Santana... te dejaron a ti, solo en una cama de hotel.
―No te rías idiota, sabía que no tenía que contarte nada.
Kitty seguía riéndose y el ceño de su prima se fruncía cada vez más.
―Tienes el orgullo herido, eso es lo que te pasa. Ay prima, sinceramente creo que has perdido el toque mágico ¿Pero de verdad no te diste cuenta cuándo se fue?
―Te digo que no. Estaba exhausta y me quedé dormido. Desperté a la hora después, sola en la habitación. La verdad Kitty, no sé qué me pasa, tengo rabia y no sé por qué.
―Yo sí sé. Tuviste el mejor sexo de tu vida, con una chica de la que solo sabes el primer nombre. Te gustó, porque si ella tiene la mitad del ingenio que tiene su amiga, ya me imagino cómo lo pasaste anoche. El problema es que ella se fue, sin dejar señal, lo que significa que no le resultaste tan interesante.
―¿Qué sabes tú?
―Te sientes rechazado y por eso es el humor de perros que traes. Ya lo entiendo todo.
A Santana no le parecía gracioso nada de lo que Kitty seguía insinuando.
Se estaba riendo a su costa y lo estaba gozando como nunca.
A Kitty se le ocurrió que tal vez podía ayudar a su prima a través de Marley.
―Pero yo tengo la solución para tus males. Puedo llamar a Marley, pedirle el número de su amiga y todo arreglado.
―Creo que no―contestó Santana―, Mejor dejémoslo así, ya se me pasará la rabieta. Ya verás, mañana conozco a otra chica y todo será parte de ayer.
―Como quieras, yo solo decía. Además para qué le das más vueltas, si te gustó, te gustó. Yo reconozco que me quedé con Marley anoche porque la castaña me desarmó. No fui capaz de irme de su casa y si mi abuela no estuviera de cumpleaños, lo más probable es que hubiera estado hasta mañana con ella en la cama. Te soy sincera prima a mí Marley me encantó.
―Bien por ti, pero cortemos el tema, no quiero hablar más de esto, ¿ok?
―Bueno, ahora cambia la cara, ya llegamos y tu mamá se va a preocupar al mirarte esa cara de cordero degollado que llevas.
Kitty nunca había visto a su prima así por una mujer.
Desde que tenía uso de razón, Santana tenía éxito con las mujeres. Siempre tenía la que le gustaba y todas hacían lo imposible por estar con ella, pero ninguna le interesaba lo suficiente.
Santana había tenido sólo una novia oficial en su vida, Elaine Bond.
Elaine era hija de Joseph Bond, uno de los socios fundadores de la firma. Estuvieron juntos por un año más o menos.
Ella era una chica de sociedad, estudiaba en Londres y decidió darse un año de vacaciones y volver a la casa de su papá. Se encaprichó con Santana y comenzaron a salir.
La chica era hermosa, alta castaña y de intensos ojos castaños, estaba estudiando derecho en Inglaterra siguiendo los pasos de su papá.
Todo terminó cuando ella se cansó de pedirle a Santana que se casaran. La morena amaba su libertad y siempre buscaba excusas, hasta que ella se aburrió y para vengarse de su rechazo, se acostó con uno de los mejores amigos de Santana.
Pero ni siquiera en ese momento Kitty vio tan fuera de si a su prima.
¿Tanto le costaba reconocer que la chica le había gustado y que quería volver a verla?
Era una terca de primera y jamás daría su brazo a torcer.
Kitty no tocaría el tema al menos por ese día.
Llegaron a la casa de la mamá de Santana.
Una mansión enorme que había pertenecido a la familia de su papá.
Tenía un hermoso jardín y un gran patio trasero, con una piscina casi olímpica junto a una pequeña cancha de baloncesto. También tenía una cama elástica que era la debilidad de la hermana de la abogada.
A Maribel, la mamá de Santana, le encantaba realizar eventos en esa casa tan amplia y siempre que se requería espacio para alguna de sus fiestas de beneficencia, ella cedía su casa para realizarla.
Las primas entraron en la casa y encontraron a toda la familia reunida en el salón esperándolos.
―¡Llegaron mis chicas hermosas!―dijo la abuela Alma, ella adoraba a estas dos.
―¡Hola abuela! ¡Feliz cumpleaños!―la saludaron las primos al mismo tiempo y fueron hacia ella para besarla uno en cada mejilla y darle un gran abrazo al estilo sándwich.
―Gracias mis amores. Pero cada vez están más guapas.
A la abuela le gustaba mucho estar con este par.
Se divertía con sus ocurrencias. Lo único que le preocupaba, era que ya habían pasado la barrera de los treinta y aún ninguna sentaba cabeza y de bisnietos ni hablar.
―Bueno, ¿y cómo se han portado mis chicas? ¿Algo que me tengan que contar? ¿Alguna se ha encontrado una novia?
Ellas se miraron, Kitty le dio una mirada divertida a su prima y soltó una carcajada.
Santana puso los ojos en blanco. Ya estaba la abuela con la cantaleta de que buscaran una mujer para cazarse y que llenaran el jardín de esa casa con muchos bisnietos.
―Abuela―comenzó a hablar Kitty, mientras abrazaba a la anciana―¿No crees que somos demasiado jóvenes para eso del matrimonio? A mí me queda mucho por conocer aún.
―Tu abuelo me pidió en matrimonio a los veinticinco años, ¿cómo ustedes con treinta, no van a ser capaz de sentar cabeza y dejarse de esas payasadas de salir con una y otra?
Santana solo escuchaba lo que su abuela decía, no iba a emitir ni una palabra, no quería que su humor empeorara más de lo que ya estaba.
―Kitty, entiendo que quieras conocer más cosas en el mundo, pero ¿por qué no hacerlo con una compañera?
La mamá de Kitty, que se encontraba en el salón, salió en defensa de su hija.
Al contrario que la mamá de Santana, que quería que su hija se casara pronto, ella pensaba que ninguna mujer en el mundo merecía a su maravilla y hermosa hija.
No había mujer a su altura.
―Ya mamá... deja a las chicas tranquilas. Yo quiero que Kitty se case, pero con alguien que valga la pena. Alguien a su altura, alguien de nuestro circulo social.
―Uy... esto va para largo―dijo Santana mirando a Kitty con el ceño fruncido.
Siempre que se reunían era sacar este tema, y ahora le tocaba el turno a su mamá, para llevar la contraria a su hermana.
Siempre era lo mismo.
―Lo que es yo Amelia, quiero que Santana tenga una familia y pronto. También quiero ser abuela, así es que apoyo a mamá en esto.
Santana seguía callada.
No se iba a meter en esa discusión por nada del mundo.
En ese minuto Kitty decidió que ya era hora de terminar con todo eso y se dispuso a hablar:
―Mamá, abuela, tía Maribel, por si no se dieron cuenta estamos presentes, ¿eh? Aunque Santana parezca un fantasma, parada ahí sin decir nada, estamos aquí. Así es que no hablen de nuestra vida como si estuvieran solas. Y ya cortemos el tema y vamos a celebrar a esta hermosísima mujer.
Kitty abrasó a su abuela y esta se rió y dio el tema por terminado por este día.
En ese momento bajaba al salón Emily, la hermana de Santana. La chica de veinte años era morena de cabello largo y negro y tenía los mismos ojos que Santana.
Aunque se llevaban por doce años de diferencia, estas hermanas se adoraban.
Cuando Emily vio a su hermana se lanzó a sus brazos y la besó en la dos mejillas. Ella conocía muy bien a Santana y se preocupó al ver que esta trataba de reír, pero que esa risa no llegaba a sus ojos.
―¿Qué pasa Tana? Tienes una cara que ni te cuento, ¿te sientes bien?
Toda la atención de la sala ahora puesta en Santana ‹‹ perfecto›› pensó, pero cuando iba a decir que estaba bien, su mamá fue hacia ella a ponerle la mano en la frente, como una niña para ver si tenía fiebre.
―Eh... Mamá, que estoy bien, por favor.
―Pero hija qué pasa, estás muy callada, ¿te duele algo? ¿Quieres que llame al médico?
―Lo que pasa tía Maribel, es que a tu hija anoche la arrolló un Ferrari rojo y no tuvo tiempo de anotar la patente―lanzó Kitty, que no pudo resistir la tentación de gastarle una broma a su prima.
Santana abrió los ojos, mientras le dedicaba una mirada asesina a esta, sabía que con eso de Ferrari rojo se refería a lo que le había sucedido con
Brittany.
―Pero hija, ¿cómo qué te arrolló un auto? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
―No mamá, no me arrolló ningún auto.
―Pero Kitty dijo que…
―No mamá, ningún auto. Estoy bien y ahora, ¿podemos ir a almorzar? Muero de hambre.
Y con esa frase Santana se dirigió hacia al comedor dejando a todos en el salón mirándose unas a otras.
La comida estaba exquisita, había variedad de platos, ensaladas y buen vino.
El ambiente se fue distendiendo y luego la mesa ya había olvidado todo el episodio vivido en el salón.
Santana estaba más relajada y reía de las ocurrencias de su hermana, ella siempre le levantaba el ánimo.
―Hermana, el martes tengo un trabajo muy importante y me gustaría que me acompañaras.
―Pero Em, ¿qué voy a pintar yo en tu trabajo? Que te acompañe mamá, ella es más indicada que yo.
―Mamá no puede. Está muy ocupada con el asunto de la gala de la fundación y no quiero ir sola. Es mi primer trabajo importante en esta ciudad y estoy muy nerviosa. Por favor Tana, ven conmigo. Ayer fui a la entrevista con la encargada, ¿sabes? Es muy profesional y simpática, nos caímos muy bien.
―Pero Em…
―Por favor hermana, acompáñame y no te pido nada más este año. Lo juro.
Santana entornó los ojos y luego le dedicó una calida sonrisa.
―Está bien, ¿a qué hora es tu asunto?
―A las once.
―Tienes suerte. El martes tengo sólo un caso en la mañana. Me pasas a buscar al despacho y te llevo.
―Gracias Tana, Te quiero hermana.
Siguieron hablando mientras la abuela abría los regalos.
Santana había decidido quedarse a dormir en casa de su mamá. No quería volver a su departamento esa noche.
Cuando su mamá anunció el postre todos aplaudieron... Tarta de fresas y crema.
Santana pensó que el destino se estaba confabulando contra ella.
Su mamá le sirvió un trozo con una gran fresa encima. Miró el plato y a su mente vino el aroma de la mujer, que ayer le había brindado una noche, que le sería difícil de olvidar.
Se tomó un café muy cargado, su humor no podía estar peor y para colmo, hoy era el cumpleaños de su abuela y tenía que ir al almuerzo que las mujeres de la familia le organizaban a la matriarca.
El papá de Kitty eran los únicos tres machos en esta familia.
Hoy no estaba con ánimos de soportar el parloteo de las féminas consanguíneas, pero si no iba, su mamá era capaz de izarla como bandera en el edificio más alto que encontrara en el país.
Se preparó otro café y encendió el televisor para tratar de distraer un poco su mente, era temprano y había quedado de pasar por la casa de su prima a las doce. El almuerzo comenzaba a la una y tenían que ser puntuales.
No podía fallar en el cumpleaños de su abuela, ella la quería demasiado y no podía faltar este día.
Tenía que estar con ella y cambiar su humor, no podía ser una ogro todo el día.
Se duchó, se vistió, cogió el regalo que habían comprado con su prima y se subió a su auto para tomar camino a casa de Kitty.
Estaba a quince minutos de su destino, cuando decidió llamarla para que estuviera lista, estaban con el tiempo casi encima.
Tomó el celular y marcó el número de su prima. Al quinto tono ésta le contestó:
―¿Qué pasa San?―le contestó Kitty, su voz era como si aún estuviera durmiendo.
―Kitty ¿Qué estás haciendo? ¿Aún estás durmiendo?
―No sé cómo será en tu planeta, pero aquí en la Tierra, cuando una sale la noche anterior, bebe y tiene sexo desenfrenado, lo lógico es que duerma hasta tarde, no molestes y llámame luego por favor.
―Kitty, son las once y media de la mañana ¿No te acuerdas que tenemos comida familiar con las chicas?
―Mierda, lo olvidé.
―Estoy a diez minutos de tu casa, métete a la ducha y toma algo de café, ya llego.
―Eh… Santana no estoy en mi casa.
Se hizo el silencio al otro lado del teléfono.
―¿Qué quieres decir con que no estás en tu casa? ¿Dónde estás?
Nuevamente silencio.
―¿Estás en un hotel?
―Nop.
―Entonces dime dónde estás y paso a buscarte.
―Estoy en el departamento de Marley.
A Santana le volvió el mal humor que había tratado de dejar en su casa.
¿Qué tenía en la cabeza la imbécil de su prima?
Pero a quién quería engañar, si ella hubiera podido, tal vez estaría aún en el hotel con la chica de rojo.
―Dame la dirección―le dijo cortante.
―Espera, te pongo a Marley, ella te la va a dar.
Kitty seguía en la cama de la castaña, enredada bajo las sábanas.
Después del club, la castaña se la llevó a su departamento. Kitty trató de irse y dejarla, como siempre hacía con sus conquistas, pero no pudo.
La chica era todo un descubrimiento.
Era sexy, le gustaba el sexo tanto o más que a ella y compartían el mismo sentido del humor. Así es que, después de darle vueltas, decidió quedarse a dormir y algo más con esta preciosa chica.
El juramento que habían hecho con su prima años atrás, de no despertar en la cama con la conquista de la noche, en esta ocasión, podía irse a la mierda.
―Hola Santana, mira tienes que llegar al centro, hasta el edificio Vio, luego tomas la calle de la derecha y bajas cinco calles. Llegas a la calle Ocean y buscas el número 404. El edificio está frente a un MC Donalds, es muy fácil llegar.
―Lo tengo, adiós Marley y hazme el favor de pasarme a mi prima.
―¿Oíste?―dijo Kitty―Frente del edifico hay un MC donalds, mientras me esperas me puedes pedir una Big mac, muero de hambre.
―¡Jódete idiota! En veinte minutos estoy ahí, ¿oíste?, veinte minutos.
―Yo también te quiero prima. Adiós.
Kitty y Marley se volvieron a besar apasionadamente.
La rubia empezó a besar su cuello y a hacerle cosquillas, reían, la volteó y comenzó a besarle la espalda mientras le decía:
―No señorita, suélteme, no me puedo quedar, tengo que ir a ver a una hermosa mujer, que hoy cumple setenta y cinco años y que me espera para almorzar.
Kitty seguía estampando besos rápidos por toda su espalda y cuando llegó a su trasero le mordió una nalga. Marley dio un gritito de sorpresa.
La rubia se separó y se dirigió al baño a darse la ducha más rápida de su vida. Se secó y se vistió con la misma ropa de la noche anterior.
No le iba a pedir a Santana que la llevara a cambiarse, con el humor que se traía, era capaz de sacar a su alter ego Snixx y golpearla.
Salió del baño y se encontró en la cocina con Marley, que le tendía una taza de café. Estaba vestida solo con una camiseta que le quedaba grande y bajo esta estaba completamente desnuda.
Kitty dio un sorbo al café y abrazó a la rubia fuertemente. Marley la besó y el teléfono de Kitty comenzó a sonar.
―Estoy afuera, sal ¡AHORA!―le gritó por el teléfono Santana, su mal humor iba cada vez más en aumento.
―Sí cariño, ya voy―contestó Kitty burlonamente.
Un último beso y se miraron fijamente.
Marley no quería separase de la ojiverde, pero esto era así, solo una noche.
Fue muy bueno mientras duró.
―No puedo creer que me vayas a cambiar―le decía Marley en tono divertido, con una hermosa y coqueta sonrisa.
―Qué te puedo decir, es que es tan guapa, me tiene totalmente cautivada.
Las dos soltaron una carcajada.
Marley lo volvió a besar. Esta vez más apasionadamente.
―Pero ella no te besa así.
―Tienes razón.
Una última mirada y se encaminaron a la puerta.
―Adiós Marley.
―Adiós Kitty.
Y salió a la calle bajando las escaleras.
De pronto, se detuvo en medio de estas y un impulso, que no supo de dónde salió, le obligó a devolverse y tocar la puerta de Marley.
La castaña la miró, ¿qué se le habría olvidado?
―Hola de nuevo Mar, me olvidé pedir tu número de teléfono ¿Quieres cenar conmigo el miércoles? te llamo y nos ponemos de acuerdo.
Marley estaba contentísima, le había gustado mucho esta mini rubia. No quería hacerse ilusiones, nunca se las hacía, pero le gustaba la idea de poder verla otra vez.
―Claro, me encantaría cenar contigo, anota mi número.
Marley le dictó el número, Kitty lo anotó y lo guardó en su móvil. Luego le dio un rápido beso y salió corriendo por las escaleras, ahora tenía que enfrentarse al monstruo de dos cabezas, que venía manejando un Jaguar negro y la esperaba para destrozarla en pequeños pedacitos.
―Hola prima―saludó Kitty con la mejor de sus sonrisas.
―Se puede saber, ¿en qué estabas pensando? ¿Por qué te quedaste con ella Kitty?
―Uyy... veo que tu humor es de los mil demonios ¿Qué pasó Santana? Porque hasta donde recuerdo, anoche saliste muy contenta del club con un mujeron vestida de rojo. ¿Acaso ella se arrepintió? Tienes una cara, espero que la puedas cambiar antes de llegar al almuerzo.
Santana tenía el ceño fruncido.
No sabía por qué todo esto le molestaba, que más daba que Kitty se quedara en casa de la ojigris.
Podía hacer lo que le diera la gana.
Kitty volvió al ataque con más preguntas, quería saber qué era lo que molestaba tanto a su prima.
―Dime Santana, pero dime la verdad, ¿cómo te fue anoche?
―Muy bien.
―¿Tuviste sexo?
―Sí.
―¿Y?
―¿Y qué?
―¿Y cómo estuvo Santana? Ese y quiero saber.
―A ver, cómo te lo explico. Fue alucinante, perfecto, me encantó esta mujer.
―Y entonces, por qué esa cara, no entiendo.
Santana pensó si contarle o no a su prima lo que había pasado con Brittany, no quería que se burlara de ella. Ya podía escuchar sus bromas, pero era su hermana y siempre se contaban todo.
―Mira prima, no sé por qué estoy con este humor… bueno si lo sé y sé también, que cuando te lo cuente, te vas a reír de mí. No sé qué me pasó anoche, me encantó estar con ella.
―Ah… te gustó...Pero yo no le veo el problema, supongo que le pediste el teléfono. Si tanto te gustó puedes llamarla y...
―No tengo su teléfono.
―¿Te gustó y te fuiste de su casa sin pedirle el teléfono?
―Fuimos a un hotel. Y no, no me fui... cuando desperté ella ya se había ido.
Kitty miró a su prima un segundo en silencio, para soltar al instante una gran carcajada.
―Ahora entiendo tu humor Santana... te dejaron a ti, solo en una cama de hotel.
―No te rías idiota, sabía que no tenía que contarte nada.
Kitty seguía riéndose y el ceño de su prima se fruncía cada vez más.
―Tienes el orgullo herido, eso es lo que te pasa. Ay prima, sinceramente creo que has perdido el toque mágico ¿Pero de verdad no te diste cuenta cuándo se fue?
―Te digo que no. Estaba exhausta y me quedé dormido. Desperté a la hora después, sola en la habitación. La verdad Kitty, no sé qué me pasa, tengo rabia y no sé por qué.
―Yo sí sé. Tuviste el mejor sexo de tu vida, con una chica de la que solo sabes el primer nombre. Te gustó, porque si ella tiene la mitad del ingenio que tiene su amiga, ya me imagino cómo lo pasaste anoche. El problema es que ella se fue, sin dejar señal, lo que significa que no le resultaste tan interesante.
―¿Qué sabes tú?
―Te sientes rechazado y por eso es el humor de perros que traes. Ya lo entiendo todo.
A Santana no le parecía gracioso nada de lo que Kitty seguía insinuando.
Se estaba riendo a su costa y lo estaba gozando como nunca.
A Kitty se le ocurrió que tal vez podía ayudar a su prima a través de Marley.
―Pero yo tengo la solución para tus males. Puedo llamar a Marley, pedirle el número de su amiga y todo arreglado.
―Creo que no―contestó Santana―, Mejor dejémoslo así, ya se me pasará la rabieta. Ya verás, mañana conozco a otra chica y todo será parte de ayer.
―Como quieras, yo solo decía. Además para qué le das más vueltas, si te gustó, te gustó. Yo reconozco que me quedé con Marley anoche porque la castaña me desarmó. No fui capaz de irme de su casa y si mi abuela no estuviera de cumpleaños, lo más probable es que hubiera estado hasta mañana con ella en la cama. Te soy sincera prima a mí Marley me encantó.
―Bien por ti, pero cortemos el tema, no quiero hablar más de esto, ¿ok?
―Bueno, ahora cambia la cara, ya llegamos y tu mamá se va a preocupar al mirarte esa cara de cordero degollado que llevas.
Kitty nunca había visto a su prima así por una mujer.
Desde que tenía uso de razón, Santana tenía éxito con las mujeres. Siempre tenía la que le gustaba y todas hacían lo imposible por estar con ella, pero ninguna le interesaba lo suficiente.
Santana había tenido sólo una novia oficial en su vida, Elaine Bond.
Elaine era hija de Joseph Bond, uno de los socios fundadores de la firma. Estuvieron juntos por un año más o menos.
Ella era una chica de sociedad, estudiaba en Londres y decidió darse un año de vacaciones y volver a la casa de su papá. Se encaprichó con Santana y comenzaron a salir.
La chica era hermosa, alta castaña y de intensos ojos castaños, estaba estudiando derecho en Inglaterra siguiendo los pasos de su papá.
Todo terminó cuando ella se cansó de pedirle a Santana que se casaran. La morena amaba su libertad y siempre buscaba excusas, hasta que ella se aburrió y para vengarse de su rechazo, se acostó con uno de los mejores amigos de Santana.
Pero ni siquiera en ese momento Kitty vio tan fuera de si a su prima.
¿Tanto le costaba reconocer que la chica le había gustado y que quería volver a verla?
Era una terca de primera y jamás daría su brazo a torcer.
Kitty no tocaría el tema al menos por ese día.
Llegaron a la casa de la mamá de Santana.
Una mansión enorme que había pertenecido a la familia de su papá.
Tenía un hermoso jardín y un gran patio trasero, con una piscina casi olímpica junto a una pequeña cancha de baloncesto. También tenía una cama elástica que era la debilidad de la hermana de la abogada.
A Maribel, la mamá de Santana, le encantaba realizar eventos en esa casa tan amplia y siempre que se requería espacio para alguna de sus fiestas de beneficencia, ella cedía su casa para realizarla.
Las primas entraron en la casa y encontraron a toda la familia reunida en el salón esperándolos.
―¡Llegaron mis chicas hermosas!―dijo la abuela Alma, ella adoraba a estas dos.
―¡Hola abuela! ¡Feliz cumpleaños!―la saludaron las primos al mismo tiempo y fueron hacia ella para besarla uno en cada mejilla y darle un gran abrazo al estilo sándwich.
―Gracias mis amores. Pero cada vez están más guapas.
A la abuela le gustaba mucho estar con este par.
Se divertía con sus ocurrencias. Lo único que le preocupaba, era que ya habían pasado la barrera de los treinta y aún ninguna sentaba cabeza y de bisnietos ni hablar.
―Bueno, ¿y cómo se han portado mis chicas? ¿Algo que me tengan que contar? ¿Alguna se ha encontrado una novia?
Ellas se miraron, Kitty le dio una mirada divertida a su prima y soltó una carcajada.
Santana puso los ojos en blanco. Ya estaba la abuela con la cantaleta de que buscaran una mujer para cazarse y que llenaran el jardín de esa casa con muchos bisnietos.
―Abuela―comenzó a hablar Kitty, mientras abrazaba a la anciana―¿No crees que somos demasiado jóvenes para eso del matrimonio? A mí me queda mucho por conocer aún.
―Tu abuelo me pidió en matrimonio a los veinticinco años, ¿cómo ustedes con treinta, no van a ser capaz de sentar cabeza y dejarse de esas payasadas de salir con una y otra?
Santana solo escuchaba lo que su abuela decía, no iba a emitir ni una palabra, no quería que su humor empeorara más de lo que ya estaba.
―Kitty, entiendo que quieras conocer más cosas en el mundo, pero ¿por qué no hacerlo con una compañera?
La mamá de Kitty, que se encontraba en el salón, salió en defensa de su hija.
Al contrario que la mamá de Santana, que quería que su hija se casara pronto, ella pensaba que ninguna mujer en el mundo merecía a su maravilla y hermosa hija.
No había mujer a su altura.
―Ya mamá... deja a las chicas tranquilas. Yo quiero que Kitty se case, pero con alguien que valga la pena. Alguien a su altura, alguien de nuestro circulo social.
―Uy... esto va para largo―dijo Santana mirando a Kitty con el ceño fruncido.
Siempre que se reunían era sacar este tema, y ahora le tocaba el turno a su mamá, para llevar la contraria a su hermana.
Siempre era lo mismo.
―Lo que es yo Amelia, quiero que Santana tenga una familia y pronto. También quiero ser abuela, así es que apoyo a mamá en esto.
Santana seguía callada.
No se iba a meter en esa discusión por nada del mundo.
En ese minuto Kitty decidió que ya era hora de terminar con todo eso y se dispuso a hablar:
―Mamá, abuela, tía Maribel, por si no se dieron cuenta estamos presentes, ¿eh? Aunque Santana parezca un fantasma, parada ahí sin decir nada, estamos aquí. Así es que no hablen de nuestra vida como si estuvieran solas. Y ya cortemos el tema y vamos a celebrar a esta hermosísima mujer.
Kitty abrasó a su abuela y esta se rió y dio el tema por terminado por este día.
En ese momento bajaba al salón Emily, la hermana de Santana. La chica de veinte años era morena de cabello largo y negro y tenía los mismos ojos que Santana.
Aunque se llevaban por doce años de diferencia, estas hermanas se adoraban.
Cuando Emily vio a su hermana se lanzó a sus brazos y la besó en la dos mejillas. Ella conocía muy bien a Santana y se preocupó al ver que esta trataba de reír, pero que esa risa no llegaba a sus ojos.
―¿Qué pasa Tana? Tienes una cara que ni te cuento, ¿te sientes bien?
Toda la atención de la sala ahora puesta en Santana ‹‹ perfecto›› pensó, pero cuando iba a decir que estaba bien, su mamá fue hacia ella a ponerle la mano en la frente, como una niña para ver si tenía fiebre.
―Eh... Mamá, que estoy bien, por favor.
―Pero hija qué pasa, estás muy callada, ¿te duele algo? ¿Quieres que llame al médico?
―Lo que pasa tía Maribel, es que a tu hija anoche la arrolló un Ferrari rojo y no tuvo tiempo de anotar la patente―lanzó Kitty, que no pudo resistir la tentación de gastarle una broma a su prima.
Santana abrió los ojos, mientras le dedicaba una mirada asesina a esta, sabía que con eso de Ferrari rojo se refería a lo que le había sucedido con
Brittany.
―Pero hija, ¿cómo qué te arrolló un auto? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
―No mamá, no me arrolló ningún auto.
―Pero Kitty dijo que…
―No mamá, ningún auto. Estoy bien y ahora, ¿podemos ir a almorzar? Muero de hambre.
Y con esa frase Santana se dirigió hacia al comedor dejando a todos en el salón mirándose unas a otras.
La comida estaba exquisita, había variedad de platos, ensaladas y buen vino.
El ambiente se fue distendiendo y luego la mesa ya había olvidado todo el episodio vivido en el salón.
Santana estaba más relajada y reía de las ocurrencias de su hermana, ella siempre le levantaba el ánimo.
―Hermana, el martes tengo un trabajo muy importante y me gustaría que me acompañaras.
―Pero Em, ¿qué voy a pintar yo en tu trabajo? Que te acompañe mamá, ella es más indicada que yo.
―Mamá no puede. Está muy ocupada con el asunto de la gala de la fundación y no quiero ir sola. Es mi primer trabajo importante en esta ciudad y estoy muy nerviosa. Por favor Tana, ven conmigo. Ayer fui a la entrevista con la encargada, ¿sabes? Es muy profesional y simpática, nos caímos muy bien.
―Pero Em…
―Por favor hermana, acompáñame y no te pido nada más este año. Lo juro.
Santana entornó los ojos y luego le dedicó una calida sonrisa.
―Está bien, ¿a qué hora es tu asunto?
―A las once.
―Tienes suerte. El martes tengo sólo un caso en la mañana. Me pasas a buscar al despacho y te llevo.
―Gracias Tana, Te quiero hermana.
Siguieron hablando mientras la abuela abría los regalos.
Santana había decidido quedarse a dormir en casa de su mamá. No quería volver a su departamento esa noche.
Cuando su mamá anunció el postre todos aplaudieron... Tarta de fresas y crema.
Santana pensó que el destino se estaba confabulando contra ella.
Su mamá le sirvió un trozo con una gran fresa encima. Miró el plato y a su mente vino el aroma de la mujer, que ayer le había brindado una noche, que le sería difícil de olvidar.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: bn aquí el maratón que prometí!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: bn aquí el maratón que prometí!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Jajajajaja... Súper ingeniosa San !!!
Que buena forma de besar a alguien ;)
Y bueno esperemos que Britt se deje llevar ...
Que buena forma de besar a alguien ;)
Y bueno esperemos que Britt se deje llevar ...
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Pobre San le cambiaron la jugada, ahora sabe lo que sienten las otras chicas...
Y bueno parece que el destino hará que se encuentren de nuevo gracias a Em :D
Mil gracias por el maratón!!!!
Y bueno parece que el destino hará que se encuentren de nuevo gracias a Em :D
Mil gracias por el maratón!!!!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
santana se impresiono con brittany, pero le abra pasado lo mismo a brittany con ella????? gracias por el maraton!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
Hola morra...
Es feo cuando se te da vuelta la jugada jajaja...
A ver cuanto padece san para volver a encontrar a su ferrari de nuevo jajaja
Nos vemos!!
Es feo cuando se te da vuelta la jugada jajaja...
A ver cuanto padece san para volver a encontrar a su ferrari de nuevo jajaja
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
wow gracias por el maraton, mmm sera que em trabaja con britt? espero con ansia el siguiente capitulo, espero y estes bien
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 34 - Final
JVM escribió:Jajajajaja... Súper ingeniosa San !!!
Que buena forma de besar a alguien ;)
Y bueno esperemos que Britt se deje llevar ...
JVM escribió:Pobre San le cambiaron la jugada, ahora sabe lo que sienten las otras chicas...
Y bueno parece que el destino hará que se encuentren de nuevo gracias a Em :D
Mil gracias por el maratón!!!!
Hola, jajajajajajajaja si q lo es, vrdd¿? jajajajaja. Jajajajajajajajajajaaja si q si, osea jajajajajajaaja buena táctica jajajajaja. Tiene q, osea es san! ajajajajajaj, bueno espero y si ajajajajja. Mmmmm la rubia dejo completamente mal a san xD Ese destino es un loquillo, no¿? ajajajaja. DE nada, pero gracias a ti por leer y comentar. Saludos =D
micky morales escribió:santana se impresiono con brittany, pero le abra pasado lo mismo a brittany con ella????? gracias por el maraton!!!!
Hola, si q si ajajajajajaj, espero y si xD osea tiene q! ajajajajajjaa. De nada, pero gracias a ti por leer y comentar! Saludos =D
3:) escribió:Hola morra...
Es feo cuando se te da vuelta la jugada jajaja...
A ver cuanto padece san para volver a encontrar a su ferrari de nuevo jajaja
Nos vemos!!
Hola lu, jajajaajajaja si q si xD jajajaajajajajajaja. JAjajajajajajajajajajajaja creo q ya esta muriendo, pero lo disimula muy bn ajajajajaja. Saludos =D
marcy3395 escribió:wow gracias por el maraton, mmm sera que em trabaja con britt? espero con ansia el siguiente capitulo, espero y estes bien
Hola, de nada, pero gracias a ti por leer y comentar! Espero y si la vrdd ajajajajajaj. Aquí te lo dejo! Gracias, tu igual! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Rojo (Adaptada) Cap 6
Capitulo 6
Después de haber pasado un sábado encerrada, recordando y recriminándose por lo que había vivido la noche anterior, Brittany se encontraba en su cocina preparando café ese domingo.
Faltaba poco para las diez de la mañana y se había puesto de acuerdo con su amiga Marley, para ir a un spa para almorzar y probar los tratamientos que este les ofrecía.
Un par de horas después, Brittany manejaba con dirección al departamento de su amiga y se imaginaba cómo la castaña la asaltaría con sus preguntas sobre lo ocurrido la otra noche.
Trataba de no seguir pensando en eso, aunque le costaba una enormidad.
Cada vez que cerraba los ojos, veía el color de los ojos de Santana y por su mente pasaban imágenes de ellas dos en la cama del hotel.
Se estacionó frente al edificio de Marley y al minuto esta salió y llegó hasta el auto de su amiga.
―Hola amiga, ¿lista para irnos?
―Más que lista―contestó Brittany y salieron en dirección al famoso spa.
Brittany suplicaba al cielo para que su amiga no preguntara más de la cuenta, pero conocía a Marley y sabía que hasta que no le contara hasta el más mínimo detalle, no se quedaría tranquila.
―¿Y bien? ¿No me vas a contar nada Britt?
―Mar, sabes que aunque quisiera no puedo ocultarte nada, pero prefiero que lleguemos al spa y conversamos durante el almuerzo.
―Pero dame un adelanto amiga, por favor, dime, ¿cómo estuvo en la cama? ¿Te gustó?
Brittany sintió que su cara se ponía rojísima y el corazón le latía a mil.
―Sí, me gustó muchísimo. Pero para, te dije que hasta que lleguemos al spa no hablaré de nada de eso.
―Buuu, que aburrida. Lo que es yo, pasé la mejor noche de mi vida hasta el momento. Kitty es genial, me encanta, tiene todo lo que me gusta en una persona, es sexy, divertida y…
―Para Mar, ¿qué te pasa? Nunca habías hablado así de una persona, realmente te causó tremenda impresión esa mujer.
―Sí, una muy buena impresión, pero bueno luego hablaremos de eso ya casi llegamos. Pero que sepas que te voy a interrogar hasta que lo sueltes todo, ¿lo sabes verdad?
―Sí, lo sé, y si no lo hicieras no serías tú Marley.
Llegaron al spa y decidieron que se harían un masaje de cuerpo completo, limpieza facial profunda y quisieron probar la pedicura con los pequeños pececitos que estaban de moda.
Pero antes, almorzarían y se decidieron por sushi, ya que el spa tenía el mejor restaurante de sushi en la ciudad.
Llegaron a la mesa e hicieron el pedido al camarero, para luego centrarse en la larga conversación que les esperaba.
Brittany se adelantó en preguntar:
―Y bien Mar, cuéntame, qué tal la otra noche.
―Uf Amiga, por dónde empiezo. Bueno, después que tú te fuiste con Santana, que a todo esto nunca pensé que iba verte salir de un club de la mano de una extraña, a los veinte minutos salimos con Kitty del club y decidimos irnos a mi departamento. Ni te cuento lo que fue, no alcanzamos a cruzar la puerta, porque me pegó a la pared, ahí fue nuestra primera parada. Amiga fue maravilloso, se nota que ella sabía lo que hacía fue guau… que te digo.
Brittany miraba a su amiga y veía cómo se le iluminaba la cara, nunca antes la había visto así por una persona.
La rubia seguía con su relato de la sexy noche que había vivido.
―Veo que te divertiste de lo lindo.
―Más que eso Britt, nunca me había sentido así, ella es una mujer especial, hace que te sientas adorada, como una diosa, sabe dónde tocarte, te cede el mando cuando quieres, es divertida y…
―Vaya, creo que te acabaste todos los elogios del diccionario.
―Creo que me dejé llevar, pero no te puedo ocultar que me dejó descolocada.
―Mar, ¿te estás escuchando? Nunca me has hablado así de alguna persona con la que te hayas acostado antes.
―¿De verdad?
Marley pensó en lo que decía su amiga y era verdad.
Nunca una persona le había trastocado tanto en una noche.
―Sí, Marley, me ha bastado escucharte este rato y darme cuenta que Kitty te ha gustado mucho, y que si por ti fuera, te gustaría repetir la noche del viernes de cabo a rabo. Pero amiga, sabes que mujeres como esas dos, hacen eso todos los fines de semana, no conocen otro modo de relacionarse con las mujeres.
―¿Por qué dices eso Britt? ¿Por qué estas chicas no pueden ser distintas? Ya sé, son guapas, con dinero y deben tener un montón de personas detrás de ellas, pero, ¿y si son distintas? Además son mujeres tiene que tener más sentimientos, ¿no? No sé, algo me dice que Kitty es distinta.
―Sí, de seguro te llama para quedar otro día―dijo Brittany en tono burlón.
Mirando que los ojos de su amiga se ponían tristes, decidió callarse y no seguir hablando.
Marley era así, intensa y si le había gustado la rubia le había gustado de verdad.
―Me invitó a cenar el miércoles. Me llamará para confirmar.
―¿Qué?―Brittany no podía creer lo que escuchaba.
En ese momento, se acercaba el mesero con su pedido de sushi, les sirvió dos copas de vino blanco y se quedaron en silencio hasta que el hombre se alejó de la mesa.
―¿Me estás diciendo que te pidió tu número y te invitó a salir?
―Amiga, parece que hoy estás un poco lenta. Sí, me pidió mi número y me pidió cenar con ella ¿Qué tiene de raro? ¿O acaso no soy una chica a la cual una hermosa rubia quiera invitar a salir?
―No amiga, no es eso, solo que me sorprendió. Mar perdona por todo lo que te he dicho, sabes que te quiero mucho, eres mi hermana y no quiero verte sufrir, sabes por qué lo digo.
―Confía en mí Britt, creo que tengo un poco más de experiencia que tú en estos casos―la castaña le dedicó una sonrisa cariñosa y le tomó la mano―Sé que me quieres y por eso te preocupas, yo también haría lo mismo por ti. Pero amiga, Kitty me gusta mucho y solo espero tu apoyo y si me va mal espero tu hombro.
Brittany la miró con todo el cariño que sentía por ella y decidió que la apoyaría.
―Está bien Mar, no diré nada más. Si ella te gusta y tienes esta oportunidad de verte con ella otra vez, solo te deseo lo mejor.
―Gracias amiga, te quiero mucho... y ahora te toca a ti, cuéntame qué tal lo pasaste con Santana ¿Por qué decidiste irte con ella esa noche? no me lo podía creer cuando las vi besándose y luego cuando salieron del club.
Brittany no sabía por dónde empezar, porque no sabía qué era lo que realmente le había pasado esa noche con Santana.
La morena le había movido el piso y ella se dejó seducir y cayó bajo el hechizo de esos hermosos ojos oscuros.
―A ver, qué te digo, empezamos a conversar, es una muy buena conversadora, ¿sabes? Y tiene sentido del humor, lo que lo hizo más interesante, aparte de lo obvio que está como quiere.
―Sí pero, ¿por qué tomaste la decisión de irte con ella? ¿Qué te dijo? porque para que tú, la señorita “yo no hago eso” te fueras con ella, algo tiene que haber pasado. Cuéntame qué fue y ahora.
―Creo que fue como me besó, ese beso me nubló todos los sentidos y de ahí solo me deje llevar. Tus palabras de “eres joven y vive la vida” resonaron en mi cabeza toda la noche.
Brittany se ruborizó, los besos de Santana eran tan sensuales y se estremeció al recordar cómo su boca carnosa bajaba por su cuerpo.
―¡Guau amiga!, veo que no fui la única a la que le movieron el piso el viernes.
―Qué dices, nada que ver.
―¿Cómo qué no? Veo que te has puesto roja al hablar de Santana, ¿de qué te has acordado? y tus ojos se pusieron brillantes. Pero cuéntame qué pasó en el cuarto, pero se sincera Britt, quiero solo la verdad.
Brittany tomó otra copa de vino para que le diera valor para hablar.
Lo que le diría a su amiga solo lo diría una vez.
―Bueno Marley, sabes que a ti no te pudo mentir. El sexo fue maravilloso, como dijiste, me sentí adorada, pensándolo ahora deben de tener eso en los genes.
Las dos rieron de buena gana.
―Lo pasé genial. Me encantó haber conocido a Santana y bueno que más quieres que te diga, fue una buena noche y fin.
Las amigas se miraron, la castaña no había entendido la última parte.
―¿Cómo y fin? ¿Qué quieres decir? acaso no hablaron de verse otro día y salir. Ya sé podíamos hacer una cita doble, sé que no te gustan pero….
―No Mar, no alcanzamos a hablar.
―¿No alcanzamos a hablar? ¿A qué te refieres?
Brittany ya no podía dar marcha atrás, así es que decidió contar todo lo más rápido posible.
―A ver amiga. Después de haber tenido un sexo increíble, donde lo pase genial esa noche, ella se quedó dormida y yo recapacité de lo que había pasado, ya sabes “yo no hago eso” así es que tomé mis cosas y me fui de ahí lo más rápido que pude.
―¿La dejaste sola, en el hotel? ¿Ni siquiera te despediste?
―Me fui sin mirar atrás Marley.
―¿Se puede saber por qué hiciste eso Brittany?
―Porque después de bajar de la nube en la que me encontraba, me sentí mal, me dio un ataque de remordimientos… ah yo que sé, solo quería salir de ahí. Y me fui.
Marley miró a su amiga, sabía que esa mujer le había movido algo en su interior y eso a ella le asustaba.
―Mira Mar, dejemos esto hasta acá. Lo que pasó lo disfruté, la morena era una maestra sexual y lo pasé bien, pero no le demos más vueltas al asunto. Fue sexo de una noche, te hice caso, lo probé y me gustó. Por favor no sigamos con la misma cantaleta, ¿quieres?
La castaña no quiso que su amiga se enfadara, así es que decidió dar por terminado el tema.
―Bueno Britt, no hablaré del asunto, vamos que ya nos esperan en el masaje.
Esa tarde en el spa, las amigas disfrutaron de todo lo que les ofrecieron.
Después de un relajante masaje, se fueron a su casa a descansar, mañana volverían a la revista, Brittany pensaba que tapándose de trabajo iría olvidando esa noche de viernes.
Llegó a su casa, se puso una camiseta y se tiró en su cama, cerró los ojos y volvió a ver el color que tanto le había gustado, y se durmió pensando en los hermosos ojos de Santana.
Faltaba poco para las diez de la mañana y se había puesto de acuerdo con su amiga Marley, para ir a un spa para almorzar y probar los tratamientos que este les ofrecía.
Un par de horas después, Brittany manejaba con dirección al departamento de su amiga y se imaginaba cómo la castaña la asaltaría con sus preguntas sobre lo ocurrido la otra noche.
Trataba de no seguir pensando en eso, aunque le costaba una enormidad.
Cada vez que cerraba los ojos, veía el color de los ojos de Santana y por su mente pasaban imágenes de ellas dos en la cama del hotel.
Se estacionó frente al edificio de Marley y al minuto esta salió y llegó hasta el auto de su amiga.
―Hola amiga, ¿lista para irnos?
―Más que lista―contestó Brittany y salieron en dirección al famoso spa.
Brittany suplicaba al cielo para que su amiga no preguntara más de la cuenta, pero conocía a Marley y sabía que hasta que no le contara hasta el más mínimo detalle, no se quedaría tranquila.
―¿Y bien? ¿No me vas a contar nada Britt?
―Mar, sabes que aunque quisiera no puedo ocultarte nada, pero prefiero que lleguemos al spa y conversamos durante el almuerzo.
―Pero dame un adelanto amiga, por favor, dime, ¿cómo estuvo en la cama? ¿Te gustó?
Brittany sintió que su cara se ponía rojísima y el corazón le latía a mil.
―Sí, me gustó muchísimo. Pero para, te dije que hasta que lleguemos al spa no hablaré de nada de eso.
―Buuu, que aburrida. Lo que es yo, pasé la mejor noche de mi vida hasta el momento. Kitty es genial, me encanta, tiene todo lo que me gusta en una persona, es sexy, divertida y…
―Para Mar, ¿qué te pasa? Nunca habías hablado así de una persona, realmente te causó tremenda impresión esa mujer.
―Sí, una muy buena impresión, pero bueno luego hablaremos de eso ya casi llegamos. Pero que sepas que te voy a interrogar hasta que lo sueltes todo, ¿lo sabes verdad?
―Sí, lo sé, y si no lo hicieras no serías tú Marley.
Llegaron al spa y decidieron que se harían un masaje de cuerpo completo, limpieza facial profunda y quisieron probar la pedicura con los pequeños pececitos que estaban de moda.
Pero antes, almorzarían y se decidieron por sushi, ya que el spa tenía el mejor restaurante de sushi en la ciudad.
Llegaron a la mesa e hicieron el pedido al camarero, para luego centrarse en la larga conversación que les esperaba.
Brittany se adelantó en preguntar:
―Y bien Mar, cuéntame, qué tal la otra noche.
―Uf Amiga, por dónde empiezo. Bueno, después que tú te fuiste con Santana, que a todo esto nunca pensé que iba verte salir de un club de la mano de una extraña, a los veinte minutos salimos con Kitty del club y decidimos irnos a mi departamento. Ni te cuento lo que fue, no alcanzamos a cruzar la puerta, porque me pegó a la pared, ahí fue nuestra primera parada. Amiga fue maravilloso, se nota que ella sabía lo que hacía fue guau… que te digo.
Brittany miraba a su amiga y veía cómo se le iluminaba la cara, nunca antes la había visto así por una persona.
La rubia seguía con su relato de la sexy noche que había vivido.
―Veo que te divertiste de lo lindo.
―Más que eso Britt, nunca me había sentido así, ella es una mujer especial, hace que te sientas adorada, como una diosa, sabe dónde tocarte, te cede el mando cuando quieres, es divertida y…
―Vaya, creo que te acabaste todos los elogios del diccionario.
―Creo que me dejé llevar, pero no te puedo ocultar que me dejó descolocada.
―Mar, ¿te estás escuchando? Nunca me has hablado así de alguna persona con la que te hayas acostado antes.
―¿De verdad?
Marley pensó en lo que decía su amiga y era verdad.
Nunca una persona le había trastocado tanto en una noche.
―Sí, Marley, me ha bastado escucharte este rato y darme cuenta que Kitty te ha gustado mucho, y que si por ti fuera, te gustaría repetir la noche del viernes de cabo a rabo. Pero amiga, sabes que mujeres como esas dos, hacen eso todos los fines de semana, no conocen otro modo de relacionarse con las mujeres.
―¿Por qué dices eso Britt? ¿Por qué estas chicas no pueden ser distintas? Ya sé, son guapas, con dinero y deben tener un montón de personas detrás de ellas, pero, ¿y si son distintas? Además son mujeres tiene que tener más sentimientos, ¿no? No sé, algo me dice que Kitty es distinta.
―Sí, de seguro te llama para quedar otro día―dijo Brittany en tono burlón.
Mirando que los ojos de su amiga se ponían tristes, decidió callarse y no seguir hablando.
Marley era así, intensa y si le había gustado la rubia le había gustado de verdad.
―Me invitó a cenar el miércoles. Me llamará para confirmar.
―¿Qué?―Brittany no podía creer lo que escuchaba.
En ese momento, se acercaba el mesero con su pedido de sushi, les sirvió dos copas de vino blanco y se quedaron en silencio hasta que el hombre se alejó de la mesa.
―¿Me estás diciendo que te pidió tu número y te invitó a salir?
―Amiga, parece que hoy estás un poco lenta. Sí, me pidió mi número y me pidió cenar con ella ¿Qué tiene de raro? ¿O acaso no soy una chica a la cual una hermosa rubia quiera invitar a salir?
―No amiga, no es eso, solo que me sorprendió. Mar perdona por todo lo que te he dicho, sabes que te quiero mucho, eres mi hermana y no quiero verte sufrir, sabes por qué lo digo.
―Confía en mí Britt, creo que tengo un poco más de experiencia que tú en estos casos―la castaña le dedicó una sonrisa cariñosa y le tomó la mano―Sé que me quieres y por eso te preocupas, yo también haría lo mismo por ti. Pero amiga, Kitty me gusta mucho y solo espero tu apoyo y si me va mal espero tu hombro.
Brittany la miró con todo el cariño que sentía por ella y decidió que la apoyaría.
―Está bien Mar, no diré nada más. Si ella te gusta y tienes esta oportunidad de verte con ella otra vez, solo te deseo lo mejor.
―Gracias amiga, te quiero mucho... y ahora te toca a ti, cuéntame qué tal lo pasaste con Santana ¿Por qué decidiste irte con ella esa noche? no me lo podía creer cuando las vi besándose y luego cuando salieron del club.
Brittany no sabía por dónde empezar, porque no sabía qué era lo que realmente le había pasado esa noche con Santana.
La morena le había movido el piso y ella se dejó seducir y cayó bajo el hechizo de esos hermosos ojos oscuros.
―A ver, qué te digo, empezamos a conversar, es una muy buena conversadora, ¿sabes? Y tiene sentido del humor, lo que lo hizo más interesante, aparte de lo obvio que está como quiere.
―Sí pero, ¿por qué tomaste la decisión de irte con ella? ¿Qué te dijo? porque para que tú, la señorita “yo no hago eso” te fueras con ella, algo tiene que haber pasado. Cuéntame qué fue y ahora.
―Creo que fue como me besó, ese beso me nubló todos los sentidos y de ahí solo me deje llevar. Tus palabras de “eres joven y vive la vida” resonaron en mi cabeza toda la noche.
Brittany se ruborizó, los besos de Santana eran tan sensuales y se estremeció al recordar cómo su boca carnosa bajaba por su cuerpo.
―¡Guau amiga!, veo que no fui la única a la que le movieron el piso el viernes.
―Qué dices, nada que ver.
―¿Cómo qué no? Veo que te has puesto roja al hablar de Santana, ¿de qué te has acordado? y tus ojos se pusieron brillantes. Pero cuéntame qué pasó en el cuarto, pero se sincera Britt, quiero solo la verdad.
Brittany tomó otra copa de vino para que le diera valor para hablar.
Lo que le diría a su amiga solo lo diría una vez.
―Bueno Marley, sabes que a ti no te pudo mentir. El sexo fue maravilloso, como dijiste, me sentí adorada, pensándolo ahora deben de tener eso en los genes.
Las dos rieron de buena gana.
―Lo pasé genial. Me encantó haber conocido a Santana y bueno que más quieres que te diga, fue una buena noche y fin.
Las amigas se miraron, la castaña no había entendido la última parte.
―¿Cómo y fin? ¿Qué quieres decir? acaso no hablaron de verse otro día y salir. Ya sé podíamos hacer una cita doble, sé que no te gustan pero….
―No Mar, no alcanzamos a hablar.
―¿No alcanzamos a hablar? ¿A qué te refieres?
Brittany ya no podía dar marcha atrás, así es que decidió contar todo lo más rápido posible.
―A ver amiga. Después de haber tenido un sexo increíble, donde lo pase genial esa noche, ella se quedó dormida y yo recapacité de lo que había pasado, ya sabes “yo no hago eso” así es que tomé mis cosas y me fui de ahí lo más rápido que pude.
―¿La dejaste sola, en el hotel? ¿Ni siquiera te despediste?
―Me fui sin mirar atrás Marley.
―¿Se puede saber por qué hiciste eso Brittany?
―Porque después de bajar de la nube en la que me encontraba, me sentí mal, me dio un ataque de remordimientos… ah yo que sé, solo quería salir de ahí. Y me fui.
Marley miró a su amiga, sabía que esa mujer le había movido algo en su interior y eso a ella le asustaba.
―Mira Mar, dejemos esto hasta acá. Lo que pasó lo disfruté, la morena era una maestra sexual y lo pasé bien, pero no le demos más vueltas al asunto. Fue sexo de una noche, te hice caso, lo probé y me gustó. Por favor no sigamos con la misma cantaleta, ¿quieres?
La castaña no quiso que su amiga se enfadara, así es que decidió dar por terminado el tema.
―Bueno Britt, no hablaré del asunto, vamos que ya nos esperan en el masaje.
Esa tarde en el spa, las amigas disfrutaron de todo lo que les ofrecieron.
Después de un relajante masaje, se fueron a su casa a descansar, mañana volverían a la revista, Brittany pensaba que tapándose de trabajo iría olvidando esa noche de viernes.
Llegó a su casa, se puso una camiseta y se tiró en su cama, cerró los ojos y volvió a ver el color que tanto le había gustado, y se durmió pensando en los hermosos ojos de Santana.
****************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Página 1 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Temas similares
» [Resuelto]FanFic Brittana: A los 17 (Adaptada) Cap 43 Final
» [Resuelto]FanFic Brittana - Hate in Love- Final.
» [Resuelto]FanFic Brittana: Parejas (Adaptada) Cap 41 - Final
» [Resuelto]FanFic Brittana: Sin Condiciones (Adaptada) Cap 47 Final
» [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
» [Resuelto]FanFic Brittana - Hate in Love- Final.
» [Resuelto]FanFic Brittana: Parejas (Adaptada) Cap 41 - Final
» [Resuelto]FanFic Brittana: Sin Condiciones (Adaptada) Cap 47 Final
» [Resuelto]FanFic Brittana: A su Manera (Adaptada) Cap 50 - Final
Página 1 de 7.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1