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Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
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23l1
JVM
evean
marthagr81@yahoo.es
monica.santander
9 participantes
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Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Hola, siiii!! volviste! eso es bueno! ya pensaba que dejarías el fic =/ No comento mucho, pero si leo! jajaaajaj. Espero la siguiente actualización!
Saludos =D
Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Que bueno que actualisaste!!!!...
Me gusto todo lonqie hizo rachel por san y su nuevo trabajo...
Es bueno que san se separe tantito de britt e independisarce mas!!!
Me gusto todo lonqie hizo rachel por san y su nuevo trabajo...
Es bueno que san se separe tantito de britt e independisarce mas!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Capítulo 11
-Bien Santana, es tu turno- gritaba el director desde los asientos del teatro, estaban ensayando una nueva obra.
Hace más de cuatro meses la latina había debutado en aquel teatro, robando el corazón de los espectadores, ganándose el cariño de sus compañeros y superándose a ella misma. Justo ahora, después de un mes de vacaciones que le dieron al concluir la pasada obra, se encontraban iniciando un nuevo proyecto, el cual ahora la latina aparecía en la mayoría de las escenas.
-Bien, perfecto, Rachel tu turno-
-Saben, aún no me queda del todo claro cómo debe reaccionar mi personaje ante todo esto- interrumpió por 4 vez la escena Rachel.
-Hobbit ya te lo explicaron 4 VECES, no es posible que aún no te quede claro, aunque bueno sé que solo estás acostumbrada a pequeños papeles y no me refiero a tu estatura- comentó la latina riendo.
-Santana déjame decirte que mis personajes anteriores han…-
-Chicas basta, no empiecen por favor, vamos a tomarnos un descanso, es más… es todo por hoy, creo que Rachel tiene razón y la escena no está muy clara, la estudiare está noche y veré que puedo cambiar, mañana les informare a penas lleguen- intervino Ryan, que aparte de ser el director, era el escritor, su primera obra que presentaría en aquel teatro.
-Gracias- dijo Rachel pasando a un lado de la latina y golpeando su hombro.
Ella no perdió oportunidad y al tiempo que desdoblaba su basto lo atravesó donde sabia Rachel caminaría, lo cual no falló e hizo que la morena más bajita callera al suelo.
-Oh no, no acabas de hacer eso- exclamó Rachel desde el suelo.
-Si lo hice y por el sonido de tu trasero contra el piso he de suponer que no fallé- reía la latina.
-Esto no se queda así López- Rachel en un rápido movimiento golpeo las rodillas de Santana desde el suelo haciendo que se doblara para luego tirarla junto a ella en el suelo.
Las dos morenas se peleaban arriba del escenario, mientras todo el mundo observaba y reía, no era nada extraño que esas dos estuvieran peleándose. Al mismo tiempo tres rubias entraban al teatro, escuchando todo el bullicio y gritos que había, no tardo mucho tiempo darse cuenta de quienes se trataban.
-Otra vez peleando- confirmó Quinn al acercarse al escenario y ver a su novia y la latina forcejeando en el escenario.
-Apuesto mi mesada a que San gana- habló la pequeña Alex tomada de la mano de su hermana.
-Doblo la apuesta- respondió Brittany sonriendo mientras miraba el escenario.
-No es justo, apuestan contra mí porque saben que no iría en contra de Rachel aun sabiendo que va a perder- se quejó la rubia de ojos verdes, haciendo reír a las hermanas Pierce´s.
A Santana no le tomo más que par de minutos hasta que logro tumbar a Rachel en suelo y sentarse encima de ella, para luego oprimir su botón y escuchar la hora.
-Santana bájate de mí, estás arruinando mi blusa que es de seda y ni que decir de como ya me dejaste el cabello- se quejaba Rachel.
- ¿Volverás a hacer lo que hiciste? – preguntó maliciosamente apoyándose más en la espalda de su amiga.
-No, no, ya no lo volverá a hacer-
-Excelente- se puso de pie en un solo movimiento para luego acomodar su ropa.
-Gracias por su ayuda COMPAÑEROS- gritó Rachel al levantarse a todos los que estaban ahí viendo y riendo.
- ¿Puedo ir? - preguntó la pequeña Alex a su hermana, quien asintió, acto seguido la pequeña rubia se soltó de la mano de su hermana y subió corriendo las escaleras del escenario- SAN- gritó emocionada, siempre era lo mismo, cada vez que Alex veía a la morena era como si hubiera pasado un siglo sin verla.
-Oh, reconocería esa voz en cualquier parte del mundo- dijo Santana abriendo sus brazos para recibir a la pequeña.
No le tomó unos segundos más llegar con la morena para fundirse en un gran abrazo, todos presentes en el teatro no pudieron evitar conmocionarse ante tal escena, la latina siempre se mostraba una tanto fría y distante con todos, pero con su novia y su cuñada era una cuestión totalmente diferente.
-Hola pequeña, ¿te escapaste de la escuela? – preguntó al recordar la hora que había escuchado hace un momento, sabiendo que era muy temprano para que Alex estuviera ya fuera.
-No, Brittany me lo prohibió, algo de que no quiere que sea una pequeña delincuente, no sé, no le preste mucha atención-
-Pero que raro- habló Brittany acercándose a ambas -Esta pequeña genio, resolvió sus tres exámenes en menos de una hora, cuando debía tardar eso en cada uno, la directora me hablo diciendo que Alex pedía que la fueran a buscar, ya había terminado todo, así que fui por ella para venir por ti, encontrándonos a Quinn en la entrada- explicaba Brittany.
-Estaban muy fácil esos exámenes, era biología, hasta me llamaron la atención por detallar el ciclo de la fotosíntesis de las plantas cuando la pregunta solo me pedía que explicara como una planta se alimenta- se quejó Alex en tono aburrido.
- ¿No han visto las otras escuelas que te dije? – preguntó la latina haciendo referencia a unas escuelas para niños con mayor índice de coeficiente que había escuchado en la radio.
-Alex, ve a fastidiar un rato a Rachel, luego iremos por algo para merendar- dijo Brittany a lo cual la pequeña asintió, para soltarse por fin de la morena e ir con la otra- Las vimos desde el primer día que lo mencionaste, pero son extremadamente caras, a menos que consiga una beca, pero para eso piden que tenga mínimo 10 años, lo hablamos con ella, teniendo en cuenta que falta menos de un año para que los cumpla, decidió que lo mejor es esperar, sabemos que no es así, pero como ya es obvio, es muy inteligente y sabe que por el momento mis papas no pueden permitírselo- dijo Brittany llevando a Santana a un escalón del escenario para sentarse.
-Yo podría ayudar con la colegiatura, lo sabes ¿verdad? – cuestionó Santana buscando con su mano la cara de su novia.
-Claro que lo se mi amor, pero si mis padres no me dejaron ayudar a mí, no lo dejaran contigo, aparte, 6 meses pasaran rápido, si todo sale bien, el próximo ciclo escolar Alex ya estará en su nueva escuela, gracias por querer ayudar-
-Alex significa tanto para mí, aún recuerdo a esa nena de 6 años que conocí pidiendo que la ayudara a dibujar, pero con líneas perpendiculares y simétricas entre dibujo y dibujo- recordaba Santana la primera vez que fue a casa de los Pierce.
-Te ganaste su corazón desde esa vez, nadie fuera de la familia había tenido tanta paciencia y comprensión con ella, así que cuando tu accediste sin más, ella quedo fascinada contigo, hasta la fecha- rio Brittany.
-Lo siento, no lo puedo evitar, es mi encanto natural- presumió la latina moviendo su cabello.
Brittany no lo pensó dos veces y juntos sus labios con los de ella, fundiéndose en un lento y tranquilo beso.
-No te había saludado- dijo la rubia al separarse del beso.
-Estás en todo lo correcto- habló Santana sin separar sus labios de los de Brittany para luego volver a comenzar un beso.
Un fuerte ruido hizo que ambas se separan de golpe, Brittany buscó rápidamente de donde venía y soltó la carcajada al ver a Quinn en el suelo mientras Alex estaba parada junto a ella como si nada.
- ¿Qué ocurre Britt? - pidió la latina.
-Alex acaba de usar el movimiento de derribe que le enseñaste en Quinn.
-Oh por dios Quinee ¿estás bien cariño? - preguntó rápidamente Rachel
-Pensé que no iba a poder y si podía que tendría compasión por ser yo- hablaba pausadamente la rubia desde el suelo.
-San me dijo que no tenga compasión con nadie, Britt me dijo que mucho menos contigo, lo siento- se disculpaba la niña.
Todos los presentes en el teatro estallaron en carcajadas, Rachel ayudo y verifico que Quinn no estuviera lastimada, seguido de eso todas las chicas decidieron que para la merienda de Alex irían a su café favorito a pesar que estuviera al otro lado de la ciudad.
- ¿Lo de siempre pequeña? – preguntó la latina a su cuñada al entrar a la cafetería.
-Sí, pero ahora quiero chocolate blanco por favor-
-Bien, Alex, ve con las chicas mientras Quinn y yo ordenamos- la pequeña respondió con un sí, para luego marcharse con su hermana y Rachel.
-Te tiene donde quiere ¿lo sabias? – dijo Quinn riendo al ver como la pequeña se alejaba.
-No solo a mi Quinn, a todos- reía la latina ante lo obvio del asunto- No sé si es su carita de ángel que recuerdo de hace unos años, su dulce voz o su encantador carácter mezclado con esa inteligencia que posee, pero el caso es que todo en ella hace que la adores-
-Creo que es todo, a mí me tiene de la misma manera y hablamos de la niña que me derribo hace una hora en pleno escenario- bromeaba Quinn al mismo tiempo que se frotaba la espalda.
-Oh dios sí, cuanto hubiera querido ver eso-
Estuvieron bromeando y riendo hasta que fue su turno para ordenar, cuando tuvieron la comida caminaron hacia donde estaban las demás.
-Vamos Britt, dile, dile, dile, dile- pedía la pequeña Pierce muy emocionada.
- ¿Decirme que? - preguntó riendo la latina.
-Na… nada, Alex que tiene ideas en su cabecita- respondió nerviosamente Brittany.
-Brittany- Santana uso el tono de “sé que mientes dime la verdad”
-No es nada en serio-
-SI LO ES- grito Alex llamando la atención de todos en el café.
-Alexandra Daniela Pierce, no haga un alboroto- reclamó su hermana en tono autoritario.
-Uno, no es mi culpa que seas una miedosa, segundo, no me llames Daniela, Susan- las chicas rieron a la pelea de las hermanas ya que ambas odiaban sus segundos nombres.
-Daniela-
-Susan-
-Daniela-
-Susan-
-Daniela-
-Susan-
-Basta- intervino la latina- ambas separadas, Brittany a otra mesa, Alex te quedas aquí con Quinn y su llaverito- dijo firmemente- AHORA- repitió un poco más fuerte, Brittany se levantó enseguida molesta y camino a dos mesas de la que estaba, sentándose en la silla con los brazos cruzados.
Santana calmó a Alex en un dos por tres, ya que sabía que la pequeña todo lo agarraba en son de juego, pero su hermana, esa era otra historia. Se levantó de la mesa y camino a donde Quinn le había indicado, para luego tantear la silla y sentarse en ella.
-Vamos enojona, desahógate con tu preciosa latina- habló Santana ya que Brittany no decía nada.
-No es justo siempre la defiendes a ella- Brittany hablaba con su tono de niña regañada.
-Britt cariño ella tiene 9 y tú 23, por alguna razón es más fácil entenderse con ella que contigo- reía Santana.
-Genial, mi novia prefiere a mi hermana que a mí- se quejaba la rubia.
-Nada de eso, Alex es genial, pero tú lo eres más- Santana se acercó lo más que pudo a Brittany para luego hablarle despacito- Con ella no puedo hacer lo que hago contigo en la cama-
Brittany ante esto no pudo evitar sonreír, su morena sabía que decir para calmarle los humos.
-mmmm, ahora solo me quieres por mi destreza en la cama-
-Cariño, tú no eres la única que tiene talento en la cama, así que no ande alardeando, ¿O quiere que le recuerde lo del fin de semana anterior? – contestó coquetamente la morena, haciendo sonrojar a Brittany.
-Oh por dios, en que momento esto dio un giro tan sexual- se reía Brittany.
-En el momento en que mi holandesa empieza a echar humos por las orejas-
-No es mi culpa, ese pequeño demonio sabe cómo provocarme-
-Nada de esto hubiera pasado si me hubieras dicho lo que Alex quería que me dijeras… que por cierto ¿Qué es? – Santana pudo sentir como la rubia se tensaba ante la pregunta- Brittany- insistió ante el silencio de su novia - ¿Es algo tan malo?
– preguntó algo preocupada.
-No, no, no, no es malo, bueno, pienso que no es malo, pero es que ahhh, maldita sea Alexandra- se quejaba la rubia hecha un manojo de nervios- quería decírtelo en la tarde, cuando estuviéramos solas en tu cuarto o en el mío, pero como se lo comenté a Rachel y ella lo escuchó quiere que te lo diga enseguida-
-Brittany le estas dando muchas vueltas al asunto, dime de que se trata por favor-
-Bien- la rubia se acomodó en su silla para luego tomar sobre la mesa las manos de Santana- tú sabes que estoy a tan solo un mes de graduarme, el año casi se termina y tu estas iniciando una nueva obra- hizo una pausa para tomar aire- la agencia de publicidad donde estoy terminando mi servicio social me ha ofrecido un trabajo permanente, bueno, más bien un contrato por 3 años, con un sueldo demasiado bien, prestaciones y todo lo que incluye un trabajo formal…-
-Brittany, mi amor, eso es fantástico- exclamó la latina.
-Si lo sé, es por lo mismo es que empecé a plantearme la idea de salirme de casa, de buscar un departamento o algo por el estilo, ya sabes “ser independiente”-
-Me parece excelente, pero cariño, debes ser consciente de todo lo que conlleva ser independiente, los gastos, estar sola y estar al pendiente de tu lugar- explicaba Santana, no para desalentar a su novia, si no para que viera todo lo que conlleva irse de casa.
-Lo sé, lo sé, tengo dinero ahorrado de mi trabajo de verano de este año, los trabajos que hago de invitaciones y demás, sin contar el dinero de los trabajos extras que hago en la agencia, pero…-
- ¿Pero? –
-Pero San, no quiero estar sola, quiero que estés conmigo, que me ayudes a encontrar el lugar ideal, que tú le des todas tus ideas a Kurt y el las plasme en nuestro lugar, que pelemos por las cuentas, por las comprar por el quehacer, que cada mañana te despiertes a mi lado y en las noches me abraces para dormir- decía Brittany emocionada, viendo la expresión de sorpresa de Santana.
-Pero, pero… Brittany yo, no, no puedo…-
-Si puedes San, estas emprendiendo una carrera en el teatro el cual yo le veo y sé que tendrás un gran futuro, tus papas pueden que protesten, pero no te dirán no, tu una vez dijiste que antes de los 25 te saldrías de tu casa…-
-Eso fue antes de…-
-Sí, sé que fue antes del accidente, pero tú sabes que eso no es excusa, tu falta de visión no ha sido excusa para que crezcas y seas la persona que eres hoy, una persona fuerte, valiente y exitosa, eres la mujer que amo y con quien compartir el resto de mi vida, este puede ser nuestro comienzo, nuestro verdadero comienzo- hablaba Brittany tranquilamente sin soltar las manos de su morena.
-Yo lo sé, pero…- suspiró – tengo miedo- confesó la latina bajando la cabeza.
-Seria inhumado que no lo tuvieras, yo sé que representa un gran cambio en tu vida, cambiaria todo, lo sé, pero yo te voy a ayudar en todo, memorizaremos la casa juntas, acomodaremos de igual manera tu vestidor, el baño, cocina y todas las partes del lugar serán acomodadas por ti y solamente para ti-
-No quiero- dijo alzando la cabeza, haciendo que Brittany soltara sus manos, pero la latina no dejo que se alejaran demasiado para volver a tomarlas- no quiero que todo sea acomodado por mí y para mí, quiero que sea para las dos, si hacemos esto, quiero que sea nuestro lugar, nuestro hogar- sonreía.
Brittany no pudo evitar emocionarse ante las palabras de su latina.
- ¿Es un sí? – preguntó la rubia emocionada.
-Es un tenemos que empezar a ver todo con calma- reía la latina.
-Lo veremos todo con tiempo mi amor, buscaremos los mejores departamentos que podamos pagar, veremos sus instalaciones, accesos, ubicación y demás, mi plan es encontrar un sitio para después de año nuevo, no quiero pasar las fiestas decembrinas entre cajas y desorden, quiero que tengamos tiempo para todo, ¿Qué dices? – Brittany hablaba con una emoción que Santana no podía ocultar su sonrisa al saber que su rubia era feliz, era feliz al igual que ella misma.
-Digo que ya estoy escuchando gritar a mi madre cuando le digamos-
Hace más de cuatro meses la latina había debutado en aquel teatro, robando el corazón de los espectadores, ganándose el cariño de sus compañeros y superándose a ella misma. Justo ahora, después de un mes de vacaciones que le dieron al concluir la pasada obra, se encontraban iniciando un nuevo proyecto, el cual ahora la latina aparecía en la mayoría de las escenas.
-Bien, perfecto, Rachel tu turno-
-Saben, aún no me queda del todo claro cómo debe reaccionar mi personaje ante todo esto- interrumpió por 4 vez la escena Rachel.
-Hobbit ya te lo explicaron 4 VECES, no es posible que aún no te quede claro, aunque bueno sé que solo estás acostumbrada a pequeños papeles y no me refiero a tu estatura- comentó la latina riendo.
-Santana déjame decirte que mis personajes anteriores han…-
-Chicas basta, no empiecen por favor, vamos a tomarnos un descanso, es más… es todo por hoy, creo que Rachel tiene razón y la escena no está muy clara, la estudiare está noche y veré que puedo cambiar, mañana les informare a penas lleguen- intervino Ryan, que aparte de ser el director, era el escritor, su primera obra que presentaría en aquel teatro.
-Gracias- dijo Rachel pasando a un lado de la latina y golpeando su hombro.
Ella no perdió oportunidad y al tiempo que desdoblaba su basto lo atravesó donde sabia Rachel caminaría, lo cual no falló e hizo que la morena más bajita callera al suelo.
-Oh no, no acabas de hacer eso- exclamó Rachel desde el suelo.
-Si lo hice y por el sonido de tu trasero contra el piso he de suponer que no fallé- reía la latina.
-Esto no se queda así López- Rachel en un rápido movimiento golpeo las rodillas de Santana desde el suelo haciendo que se doblara para luego tirarla junto a ella en el suelo.
Las dos morenas se peleaban arriba del escenario, mientras todo el mundo observaba y reía, no era nada extraño que esas dos estuvieran peleándose. Al mismo tiempo tres rubias entraban al teatro, escuchando todo el bullicio y gritos que había, no tardo mucho tiempo darse cuenta de quienes se trataban.
-Otra vez peleando- confirmó Quinn al acercarse al escenario y ver a su novia y la latina forcejeando en el escenario.
-Apuesto mi mesada a que San gana- habló la pequeña Alex tomada de la mano de su hermana.
-Doblo la apuesta- respondió Brittany sonriendo mientras miraba el escenario.
-No es justo, apuestan contra mí porque saben que no iría en contra de Rachel aun sabiendo que va a perder- se quejó la rubia de ojos verdes, haciendo reír a las hermanas Pierce´s.
A Santana no le tomo más que par de minutos hasta que logro tumbar a Rachel en suelo y sentarse encima de ella, para luego oprimir su botón y escuchar la hora.
-Santana bájate de mí, estás arruinando mi blusa que es de seda y ni que decir de como ya me dejaste el cabello- se quejaba Rachel.
- ¿Volverás a hacer lo que hiciste? – preguntó maliciosamente apoyándose más en la espalda de su amiga.
-No, no, ya no lo volverá a hacer-
-Excelente- se puso de pie en un solo movimiento para luego acomodar su ropa.
-Gracias por su ayuda COMPAÑEROS- gritó Rachel al levantarse a todos los que estaban ahí viendo y riendo.
- ¿Puedo ir? - preguntó la pequeña Alex a su hermana, quien asintió, acto seguido la pequeña rubia se soltó de la mano de su hermana y subió corriendo las escaleras del escenario- SAN- gritó emocionada, siempre era lo mismo, cada vez que Alex veía a la morena era como si hubiera pasado un siglo sin verla.
-Oh, reconocería esa voz en cualquier parte del mundo- dijo Santana abriendo sus brazos para recibir a la pequeña.
No le tomó unos segundos más llegar con la morena para fundirse en un gran abrazo, todos presentes en el teatro no pudieron evitar conmocionarse ante tal escena, la latina siempre se mostraba una tanto fría y distante con todos, pero con su novia y su cuñada era una cuestión totalmente diferente.
-Hola pequeña, ¿te escapaste de la escuela? – preguntó al recordar la hora que había escuchado hace un momento, sabiendo que era muy temprano para que Alex estuviera ya fuera.
-No, Brittany me lo prohibió, algo de que no quiere que sea una pequeña delincuente, no sé, no le preste mucha atención-
-Pero que raro- habló Brittany acercándose a ambas -Esta pequeña genio, resolvió sus tres exámenes en menos de una hora, cuando debía tardar eso en cada uno, la directora me hablo diciendo que Alex pedía que la fueran a buscar, ya había terminado todo, así que fui por ella para venir por ti, encontrándonos a Quinn en la entrada- explicaba Brittany.
-Estaban muy fácil esos exámenes, era biología, hasta me llamaron la atención por detallar el ciclo de la fotosíntesis de las plantas cuando la pregunta solo me pedía que explicara como una planta se alimenta- se quejó Alex en tono aburrido.
- ¿No han visto las otras escuelas que te dije? – preguntó la latina haciendo referencia a unas escuelas para niños con mayor índice de coeficiente que había escuchado en la radio.
-Alex, ve a fastidiar un rato a Rachel, luego iremos por algo para merendar- dijo Brittany a lo cual la pequeña asintió, para soltarse por fin de la morena e ir con la otra- Las vimos desde el primer día que lo mencionaste, pero son extremadamente caras, a menos que consiga una beca, pero para eso piden que tenga mínimo 10 años, lo hablamos con ella, teniendo en cuenta que falta menos de un año para que los cumpla, decidió que lo mejor es esperar, sabemos que no es así, pero como ya es obvio, es muy inteligente y sabe que por el momento mis papas no pueden permitírselo- dijo Brittany llevando a Santana a un escalón del escenario para sentarse.
-Yo podría ayudar con la colegiatura, lo sabes ¿verdad? – cuestionó Santana buscando con su mano la cara de su novia.
-Claro que lo se mi amor, pero si mis padres no me dejaron ayudar a mí, no lo dejaran contigo, aparte, 6 meses pasaran rápido, si todo sale bien, el próximo ciclo escolar Alex ya estará en su nueva escuela, gracias por querer ayudar-
-Alex significa tanto para mí, aún recuerdo a esa nena de 6 años que conocí pidiendo que la ayudara a dibujar, pero con líneas perpendiculares y simétricas entre dibujo y dibujo- recordaba Santana la primera vez que fue a casa de los Pierce.
-Te ganaste su corazón desde esa vez, nadie fuera de la familia había tenido tanta paciencia y comprensión con ella, así que cuando tu accediste sin más, ella quedo fascinada contigo, hasta la fecha- rio Brittany.
-Lo siento, no lo puedo evitar, es mi encanto natural- presumió la latina moviendo su cabello.
Brittany no lo pensó dos veces y juntos sus labios con los de ella, fundiéndose en un lento y tranquilo beso.
-No te había saludado- dijo la rubia al separarse del beso.
-Estás en todo lo correcto- habló Santana sin separar sus labios de los de Brittany para luego volver a comenzar un beso.
Un fuerte ruido hizo que ambas se separan de golpe, Brittany buscó rápidamente de donde venía y soltó la carcajada al ver a Quinn en el suelo mientras Alex estaba parada junto a ella como si nada.
- ¿Qué ocurre Britt? - pidió la latina.
-Alex acaba de usar el movimiento de derribe que le enseñaste en Quinn.
-Oh por dios Quinee ¿estás bien cariño? - preguntó rápidamente Rachel
-Pensé que no iba a poder y si podía que tendría compasión por ser yo- hablaba pausadamente la rubia desde el suelo.
-San me dijo que no tenga compasión con nadie, Britt me dijo que mucho menos contigo, lo siento- se disculpaba la niña.
Todos los presentes en el teatro estallaron en carcajadas, Rachel ayudo y verifico que Quinn no estuviera lastimada, seguido de eso todas las chicas decidieron que para la merienda de Alex irían a su café favorito a pesar que estuviera al otro lado de la ciudad.
- ¿Lo de siempre pequeña? – preguntó la latina a su cuñada al entrar a la cafetería.
-Sí, pero ahora quiero chocolate blanco por favor-
-Bien, Alex, ve con las chicas mientras Quinn y yo ordenamos- la pequeña respondió con un sí, para luego marcharse con su hermana y Rachel.
-Te tiene donde quiere ¿lo sabias? – dijo Quinn riendo al ver como la pequeña se alejaba.
-No solo a mi Quinn, a todos- reía la latina ante lo obvio del asunto- No sé si es su carita de ángel que recuerdo de hace unos años, su dulce voz o su encantador carácter mezclado con esa inteligencia que posee, pero el caso es que todo en ella hace que la adores-
-Creo que es todo, a mí me tiene de la misma manera y hablamos de la niña que me derribo hace una hora en pleno escenario- bromeaba Quinn al mismo tiempo que se frotaba la espalda.
-Oh dios sí, cuanto hubiera querido ver eso-
Estuvieron bromeando y riendo hasta que fue su turno para ordenar, cuando tuvieron la comida caminaron hacia donde estaban las demás.
-Vamos Britt, dile, dile, dile, dile- pedía la pequeña Pierce muy emocionada.
- ¿Decirme que? - preguntó riendo la latina.
-Na… nada, Alex que tiene ideas en su cabecita- respondió nerviosamente Brittany.
-Brittany- Santana uso el tono de “sé que mientes dime la verdad”
-No es nada en serio-
-SI LO ES- grito Alex llamando la atención de todos en el café.
-Alexandra Daniela Pierce, no haga un alboroto- reclamó su hermana en tono autoritario.
-Uno, no es mi culpa que seas una miedosa, segundo, no me llames Daniela, Susan- las chicas rieron a la pelea de las hermanas ya que ambas odiaban sus segundos nombres.
-Daniela-
-Susan-
-Daniela-
-Susan-
-Daniela-
-Susan-
-Basta- intervino la latina- ambas separadas, Brittany a otra mesa, Alex te quedas aquí con Quinn y su llaverito- dijo firmemente- AHORA- repitió un poco más fuerte, Brittany se levantó enseguida molesta y camino a dos mesas de la que estaba, sentándose en la silla con los brazos cruzados.
Santana calmó a Alex en un dos por tres, ya que sabía que la pequeña todo lo agarraba en son de juego, pero su hermana, esa era otra historia. Se levantó de la mesa y camino a donde Quinn le había indicado, para luego tantear la silla y sentarse en ella.
-Vamos enojona, desahógate con tu preciosa latina- habló Santana ya que Brittany no decía nada.
-No es justo siempre la defiendes a ella- Brittany hablaba con su tono de niña regañada.
-Britt cariño ella tiene 9 y tú 23, por alguna razón es más fácil entenderse con ella que contigo- reía Santana.
-Genial, mi novia prefiere a mi hermana que a mí- se quejaba la rubia.
-Nada de eso, Alex es genial, pero tú lo eres más- Santana se acercó lo más que pudo a Brittany para luego hablarle despacito- Con ella no puedo hacer lo que hago contigo en la cama-
Brittany ante esto no pudo evitar sonreír, su morena sabía que decir para calmarle los humos.
-mmmm, ahora solo me quieres por mi destreza en la cama-
-Cariño, tú no eres la única que tiene talento en la cama, así que no ande alardeando, ¿O quiere que le recuerde lo del fin de semana anterior? – contestó coquetamente la morena, haciendo sonrojar a Brittany.
-Oh por dios, en que momento esto dio un giro tan sexual- se reía Brittany.
-En el momento en que mi holandesa empieza a echar humos por las orejas-
-No es mi culpa, ese pequeño demonio sabe cómo provocarme-
-Nada de esto hubiera pasado si me hubieras dicho lo que Alex quería que me dijeras… que por cierto ¿Qué es? – Santana pudo sentir como la rubia se tensaba ante la pregunta- Brittany- insistió ante el silencio de su novia - ¿Es algo tan malo?
– preguntó algo preocupada.
-No, no, no, no es malo, bueno, pienso que no es malo, pero es que ahhh, maldita sea Alexandra- se quejaba la rubia hecha un manojo de nervios- quería decírtelo en la tarde, cuando estuviéramos solas en tu cuarto o en el mío, pero como se lo comenté a Rachel y ella lo escuchó quiere que te lo diga enseguida-
-Brittany le estas dando muchas vueltas al asunto, dime de que se trata por favor-
-Bien- la rubia se acomodó en su silla para luego tomar sobre la mesa las manos de Santana- tú sabes que estoy a tan solo un mes de graduarme, el año casi se termina y tu estas iniciando una nueva obra- hizo una pausa para tomar aire- la agencia de publicidad donde estoy terminando mi servicio social me ha ofrecido un trabajo permanente, bueno, más bien un contrato por 3 años, con un sueldo demasiado bien, prestaciones y todo lo que incluye un trabajo formal…-
-Brittany, mi amor, eso es fantástico- exclamó la latina.
-Si lo sé, es por lo mismo es que empecé a plantearme la idea de salirme de casa, de buscar un departamento o algo por el estilo, ya sabes “ser independiente”-
-Me parece excelente, pero cariño, debes ser consciente de todo lo que conlleva ser independiente, los gastos, estar sola y estar al pendiente de tu lugar- explicaba Santana, no para desalentar a su novia, si no para que viera todo lo que conlleva irse de casa.
-Lo sé, lo sé, tengo dinero ahorrado de mi trabajo de verano de este año, los trabajos que hago de invitaciones y demás, sin contar el dinero de los trabajos extras que hago en la agencia, pero…-
- ¿Pero? –
-Pero San, no quiero estar sola, quiero que estés conmigo, que me ayudes a encontrar el lugar ideal, que tú le des todas tus ideas a Kurt y el las plasme en nuestro lugar, que pelemos por las cuentas, por las comprar por el quehacer, que cada mañana te despiertes a mi lado y en las noches me abraces para dormir- decía Brittany emocionada, viendo la expresión de sorpresa de Santana.
-Pero, pero… Brittany yo, no, no puedo…-
-Si puedes San, estas emprendiendo una carrera en el teatro el cual yo le veo y sé que tendrás un gran futuro, tus papas pueden que protesten, pero no te dirán no, tu una vez dijiste que antes de los 25 te saldrías de tu casa…-
-Eso fue antes de…-
-Sí, sé que fue antes del accidente, pero tú sabes que eso no es excusa, tu falta de visión no ha sido excusa para que crezcas y seas la persona que eres hoy, una persona fuerte, valiente y exitosa, eres la mujer que amo y con quien compartir el resto de mi vida, este puede ser nuestro comienzo, nuestro verdadero comienzo- hablaba Brittany tranquilamente sin soltar las manos de su morena.
-Yo lo sé, pero…- suspiró – tengo miedo- confesó la latina bajando la cabeza.
-Seria inhumado que no lo tuvieras, yo sé que representa un gran cambio en tu vida, cambiaria todo, lo sé, pero yo te voy a ayudar en todo, memorizaremos la casa juntas, acomodaremos de igual manera tu vestidor, el baño, cocina y todas las partes del lugar serán acomodadas por ti y solamente para ti-
-No quiero- dijo alzando la cabeza, haciendo que Brittany soltara sus manos, pero la latina no dejo que se alejaran demasiado para volver a tomarlas- no quiero que todo sea acomodado por mí y para mí, quiero que sea para las dos, si hacemos esto, quiero que sea nuestro lugar, nuestro hogar- sonreía.
Brittany no pudo evitar emocionarse ante las palabras de su latina.
- ¿Es un sí? – preguntó la rubia emocionada.
-Es un tenemos que empezar a ver todo con calma- reía la latina.
-Lo veremos todo con tiempo mi amor, buscaremos los mejores departamentos que podamos pagar, veremos sus instalaciones, accesos, ubicación y demás, mi plan es encontrar un sitio para después de año nuevo, no quiero pasar las fiestas decembrinas entre cajas y desorden, quiero que tengamos tiempo para todo, ¿Qué dices? – Brittany hablaba con una emoción que Santana no podía ocultar su sonrisa al saber que su rubia era feliz, era feliz al igual que ella misma.
-Digo que ya estoy escuchando gritar a mi madre cuando le digamos-
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Jajajaja San todo un caso con la pobre de Rach y la pequeña Daniela siguiendo sus pasos jajajaja
Pues van a dar un gran paso pero creo que es el momento correcto ambas de cierta forma ya son independientes así que falta dar el siguiente paso!
Haber como les va con sus familias jajaja
Pues van a dar un gran paso pero creo que es el momento correcto ambas de cierta forma ya son independientes así que falta dar el siguiente paso!
Haber como les va con sus familias jajaja
JVM- - Mensajes : 1170
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Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
si un gran paso en realidad, pero estoy segura que podran hacerlo, hasta pronto!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Capítulo 12
Justamente como Brittany había dicho, para mediados de enero del siguiente año ambas chicas se mudaron a su nuevo departamento, en un edificio que estaba a unos 15 minutos de la casa de los padres de ambas, Alex se emocionó cuando se enteró que las chicas habían elegido un departamento con dos habitaciones para que ella cuando quisiera se pudiera quedar a dormir. El lugar no era la gran cosa, apenas tenía un par de muebles en la sala, una pequeña mesa que servía de comedor, ya que había una barra desayunador que las chicas usaban para comer, en la cocina una parrilla de gas y refrigerador eran lo único que había aparte de los estantes de la alacena y vajilla, el cuarto “mas” grande era de las chicas, donde solo había una cama y tocador con espejo, el vestidor ni siquiera tenía puerta pero eso a Brittany ni a Santana le importaba, lo mejor del departamento era según Brittany el baño, era amplio, iluminado y tenía una bañera, la cual estrenaron a penas la pequeña Alex abandonaba el departamento el segundo día. Les tomo cerca de una semana desempacar todo, con ayuda de sus amigos y familia lograron poner un aire más cálido a aquel lugar, fotografías, lámparas, cuadros y una que otra manualidad fue lo que volvieron realmente al departamento en el hogar de las chicas.
Era la segunda semana de aquellas chicas viviendo juntas en aquel departamento, Santana ya estaba casi del todo adaptada, excepto que el elevador se le volvía complicado, no tenía el lenguaje braille en los botones lo que hacía que se confunda y terminara oprimiendo alguno que no era, para al final no saber en qué piso estaba y terminar llamando a Brittany o esperando que alguna persona pasara con ella para que la pudiera ayudar.
-Me vas a dejar hacerlo sola en elevador ¿Entendido Susan? – exclamaba seriamente Santana entrando a su edificio, había salido a comprar la cena y quería ver si esta vez le atinaba al maldito botón del 4 piso sin detener el elevador u oprimir todos los pisos antes de este.
-No te tienes que poner ruda cariño, yo te dejo hacer lo que quieras- se quejaba Britt riendo.
Santana le dio un codazo para luego entregarle la bolsa de comida que cargaba y doblar su bastón porque no sabía que tan lleno podía estar el elevador y no quería darle a ninguna persona.
-Bien, aquí vamos- dijo la rubia al momento en que las puertas del elevador se abrieron, entrando antes que ellas un par de chicas que tenían bolsas de vivieres.
Santana tanteo el tablero, no recordaba cómo estaban acomodados los números, si eran de vertical u horizontal y si el botón de emergencia estaba al principio o final, primero sumió el botón de volver abrir la puerta, al escuchar la risita de Brittany se dio cuenta que estaba mal, intento una vez más y sumió el del piso 6, volviendo a escuchar la risa de Brittany, intento dos veces más sumiendo el 2 y 7 piso que era el ultimó, ahora la latina estaba irritada y Brittany no dejaba de burlarse de ella.
- ¿Puede ser para hoy? Deseo llegar a mi piso sin tener que recorrer todos los demás antes- se escuchó en la parte de atrás del elevador, Brittany se volteó dándole una mala mirada a quien había hablado, una rubia con gruesas facciones, cabello rubio por debajo de los hombros y unos ojos verdes.
Santana al escuchar la queja, dejo de intentar para luego darle un apretón a la mano de Brittany indicándole que ella lo haga. Brittany sin dejar de ver a la chica sumió el botón correcto.
-Al fin, alguien con cerebro- espetó la chica.
-Kitty detente- habló la chica a un lado de ella.
-Marley deseo comer mi cena algo caliente, algo que no creo posible gracias a esa morena que se hacia la graciosilla- ante ese comentario Santana soltó un suspiró dejando caer su cabeza.
-Suficiente, no voy a permitir que le hables así a mi novia- intervino Brittany notablemente molesta.
-Britt no…-
-No hubiera dicho nada si no se pusiera a jugar con el tablero, es un elevador no un maldito videojuego-
-Kitty te dije que basta- trataba de calmarla su compañera, en eso la puerta del elevador se abrió, Santana para evitar la pelea trato de sacar a Brittany de ahí sin importar el piso que fuera, pero esta se resistió.
-Primero, nadie, absolutamente nade le habla así a mi novia, segundo, ella no está jugando con el maldito tablero, estás tratando de aprendérselo…-
- ¿Por qué está tratando de aprendérselo? Con que vea los malditos botones es más que suficiente-
-Kitty, no voy a repetirlo, basta- decía la chica muy enojada a su lado.
-ELLA NO PUEDE VER- gritó Brittany completamente furiosa, esa rubia era hasta ese momento la persona más idiota, ruidosa y grosera que había conocido, Santana tenía detenida del hombro a Britt con una mano mientras que la otra tantea su cuello y se dio cuenta de que su vena estaba saltada, reafirmando lo que ya sabía, su rubia estaba que echaba humo.
-Brittany déjalo así por favor…-
-Lo… lo siento…- articulo la otra rubia como podía- yo… yo …no… simplemente no sabía- decía sinceramente sorprendida.
-Claro que no sabías, no te detuviste a pensar ni a ver más allá de tus propias narices- seguía Britt.
En eso el elevador se volvió a abrir, esta vez Santana si logró sacar a Brittany de él, aún sin saber en qué piso estaban. Brittany se alejó un momento de Santana tratando de controlar su enojo. Pasaron unos minutos y ninguna decía nada, Santana porque sabía que su novia estaba molesta y le toma un momento calmarse, mientras que la rubia solo quería volver a ese elevador y quitarle lo cretina a la otra rubia de un golpe.
-Lo siento- dijo Brittany unos minutos más tardes.
- ¿Cómo? – preguntó Santana confundida, ya que no se esperaba una disculpa de parte de su novia.
-Qué lo siento por ponerme así, sé que odias cuando me pongo así, pero no lo pude evitar, cuando soltó las primeras palabras sentí que mi sangre empezaba a hervir…-
-Britt, cariño, no debes disculparte por haberme defendido, sé que no es tu mejor tu cuando te enojas, pero hey, no todos tienen una sexy holandesa defendiéndolas a capa y espada- decía Santana acercándose a Brittany para tomarla de la cintura – además, imaginarte furiosa, con todo tu cuerpo tenso y esa mirada matadora me encendió… si sabes a lo que me refiero- dijo ahora coquetamente buscando los labios de su novia con los de ella.
-Oh por dios- rio nerviosamente Brittany, todos esos años y aún no podía con los encantos de Santana Marie López- Creo que podemos saltarnos la cena, ya sabes, pasar directo al postre…-
-Me encanta como piensa señorita Pierce- Santana le dio un largo beso a Brittany, un tanto subido de tono, para que al separarse la siguiera tentando con sus labios- vamos, que estoy a nada de arrancarte la ropa aquí mismo y no estoy dispuesta a que nadie te vea-
Brittany no lo pensó dos veces, dio un último beso a su novia para luego tomarla de la cintura y encaminarla de nuevo al elevador, mientras esperaban que llegara, la morena no paraba de darle besos en el cuello y barbilla, enviando una corriente eléctrica a su sur, cuando el elevador marcó que había llegado la holandesa estaba dispuesta a romper la fina nariz de aquella rubia si se la encontraba de nuevo, por suerte no había nadie, entraron rápidamente y marcaron su piso, para que a penas cruzar la puerta del departamento la cena fuera lanzada por alguna parte de la sala y ambas chicas se desnudaran una a la otra en un tiempo record.
La mañana siguiente ambas chicas despertaron muy temprano, entre sabanas y ropa, sus cuerpos desnudos y tan abrazadas que no sabías donde comenzaba o terminaba una de la otra.
-Dios, amo despertar así- habló perezosamente la latina abrazándose más a Britt.
-Ni me lo digas, es fantástico tenerte en mis brazos, hace que me quiera quedar todo el día contigo- respondía entre beso y beso que dejaba en la cabeza de su hermosa latina.
-Si bien, pero tienes que levantarte- protesto la morena.
-NOOOOO, por favor no, es sábado- se quejó Britt cubriéndolas a ambas con la fina sabana que la cubría.
-Lo se cariño, pero prometiste a mi madre y la tuya que las ayudarías con los detalles de la cafetería- le recordó la latina.
Las madres de ambas chicas se habían asociado y decido abrir una cafetería en el centro, cerca de un hospital, el lugar perfecto según ellas, Brittany se había encargado del diseño del lugar, logotipos y publicidad, Kurt en la decoración de interiores, el señor López y Pierce de todo referente a la carpintería y electricidad del lugar, Santana ayudaba en lo que podía, pero sobre todo mantenía a Alex lejos de la cocina y no dejaba que llevara ninguno de sus inventos al local.
-Oh no, lo había olvidado- se quejó nuevamente la rubia.
-Vamos cariño, arriba, se hará tarde- dijo Santana después de haber escuchado la hora en su reloj.
-Ahora pienso que la cafetería es una mala idea-
-Solo lo dices porque tienes que levantarte temprano para ayudar, una vez abierta sabes que tendrás un lugar donde desayunar gratis todos los días y sin hacerlo tú misma- decía divertida la morena.
-No voy a desayunar ahí todos los días, solo dos o tres veces a la semana, tal vez cuatro…-
-Brittany…-
-Bien, puede que los 5 días de la semana, pero los fines de semana no, también me gusta que una sexy latina me haga sándwiches en ropa interior bailando las canciones de la radio- Brittany dijo coquetamente, colocándose al mismo tiempo encima de ella- Hoy no te he dicho lo mucho que te amo- decía muy muy cerca de los labios de la latina.
-Puede ser porque solo llevamos como 10 minutos del día despiertas- Santana rodeo el cuello de Brittany con sus brazos manteniendo aún más la cercanía.
-Eso no es excusa, a penas despiertes, lo primero que debes escuchar es un te amo de mi parte, ¿Si no es así como sabrás lo mucho que te amo, te adoro y lo agradecida que estoy de que estés en mi vida? – ante las palabras de Brittany, Santana sintió como su corazón se quería salir de su pecho de tanta emoción.
-Oh Britt, cariño, créeme que lo sé, lo siento cada día, no hay necesidad que me lo digas, lo sé, yo igual te amo Britt, te amo demasiado- terminó diciendo cerrando con un beso aquellas palabras, que no eran a menudas dichas, pero ambas sabían perfectamente.
Después de una sesión de besos y algo más Santana logró sacar de la cama a su rubia, mientras una se bañaba la otra hacia el desayuno, luego desayunaban juntas, para al final la que hizo el desayuno se metiera a bañar y la otra limpiara y recogiera la cocina, una rutina que no le tomo más de dos días perfeccionar y acostumbrase a ella.
Ambas vestidas, bajaron al lobby de su edificio, pero la latina había olvidado sus lentes, los cuales Brittany se ofreció a ir en busca de ellos, pero la latina se negó, diciendo que podía sola, sin objetar más la dejo ir, cuando la latina llegaba nuevamente al elevador suspiro, recordando como Brittany le había explicado el panel minuto antes, al abrirse la puerta, tanteo con su mano los botones mientras los repasaba en su mente.
-Un botón más abajo y es el 4 piso, supongo que ahí vives- escuchó la latina detrás de ella, reconociendo la voz como la chica que había peleado ayer con Britt.
-Gracias- dijo amablemente Santana, oprimiendo el botón y esperando a que la chica se bajara, algo que nunca paso.
-Te pido una disculpa por lo de ayer…- se escuchó segundos después en la parte de atrás del elevador- Nunca fue mi intención ofenderte ni mucho menos insultarte de tal manera- decía verdaderamente arrepentida Kitty.
-No tienes que, comprendo perfectamente que no lo hiciste a propósito, no hay problema…-
-Si lo hay, no debí portarme así, Marley tiene razón, debo controlar mejor mi temperamento, medir mis palabras- decía tímidamente la rubia de atrás, nada parecido a la chica arrogante del día anterior.
- ¿Marley es? - pregunto Santana
-Mi novia, bueno, eso creo, está muy molesta conmigo- dijo muy triste, tanto que Santana pudo sentirlo en el tono de voz
– Acabábamos de reconciliarnos de una pelea que también ocasione, si la hubiera escuchado, no habría pasado nada de lo que paso, me disculpo nuevamente-
En eso las puertas se abrieron, indicando que había llegado, Santana dudaba en salir o no, ya que no quería dejar a la
chica con la palabra en la boca.
-Solo iré por algo…-
-Te espero aquí, no te preocupes- contesto la ojiverde entendiendo la explicación de la morena.
Santana tardo menos de 5 minutos, para cuando regreso de nuevo al elevador sintió a alguien a lado de ella.
-Sigo aquí- informo la chica.
-Claro… por cierto, no se tu nombre-
-Oh, sí, disculpa mis modales, soy Kitty Wilde-
-Un gustó Kitty, Santana López- ambas entraban nuevamente al elevador, pero en esta ocasión la rubia tuvo el detalle de volverle a explicar el panel de control a la morena, dejando que ella se tome su tiempo y luego oprimiera el correcto.
-Bien estamos abajo- espetó Kitty al momento en que se abrieron las puertas.
-Gracias…-
-Nada de gracias, es lo menos que puedo hacer, realmente aún me siento culpable-
-Deja de hacerlo ¿Sí?, solo un mal entendido, pero trata de controlar ese carácter, no te llevara a cosas buenas con tu novia, te lo digo por experiencia- suspiró la morena recordando los problemas que había tenido con su rubia por su mal carácter e inseguridades.
-Si lo sé, pero es más difícil de lo que todo mundo cree-
-Me imagino, pero si quieres lo suficiente a tu chica podrás hacerlo, yo pude…-
-San, amor ¿Por qué tardas tan…? – Brittany no termino de hablar al ver con quien venía - ¿Otra vez tú? Esta vez juro que no te salvas que rompa esa carita bonita- se quejó Brittany con la intensión de separar a su novia de aquella chica.
-Brittany Pierce no vaya a empezar ninguna pelea que la dejo fuera del departamento- espetó Santana deteniendo a su novia- Ella solo se estaba disculpando conmigo por lo que paso ayer- aclaro rápidamente su novia.
-Oh…-
-Y también te debo una disculpa a ti, a las dos, no debí reaccionar como lo hice ayer, solo que como le decía a Santana, a veces no es fácil controlarme-
-Bien, no me interesa si puedes o no controlarte, solo mantente alejada de ella y ya…-
-Brittany no seas así, ella se está disculpando- reclamó Santana.
-Pero es que…-
-Pero nada Pierce, esas no son maneras de contestarle a la gente y mira que soy yo quien lo dice-
-Bien, bien, disculpas aceptadas, pero aún no me agradas- contesto Brittany arrastrando los dientes.
-No te preocupes, es entendible el porqué, pero no volverá a pasar, para lo que necesiten, Marley y yo estamos en piso 6, departamento 3B, ahora me tengo que ir, voy retrasada para el trabajo, un gusto conocerlas y una disculpa nuevamente- luego de eso Kitty dejo el edificio.
-Sigue sin caerme bien- Brittany fue la primera en hablar.
-Lo sé, pero debes darle una oportunidad, realmente se escuchaba arrepentida, además su novia está enojada con ella por lo mismo-
- ¿Y tú como sabes eso? - preguntó riendo la rubia.
-Oh, me encontré desde el principio camino al departamento, me espero afuera de él y luego seguimos hablando, hasta me volvió a explicar todo, no creo que sea una mala persona-
-Tienes razón, pero no puedo evitar estar a la defensiva después de lo de ayer, nadie, absolutamente nadie se mete con mi hermosa latina que tanto amo- dijo Brittany tomando en sus brazos a Santana.
-Sabes, estas muy cariñosa el día de hoy, no me quejo, pero es raro- decía Santana ente los brazos de su novia apoyando la cabeza en su pecho, amaba esos pocos centímetros que hacía que Brittany estuviera más alta que ella.
-Es verdad, no es algo común en mi… creo que esta por bajarme, supongo-
-Wow, una normalmente se preocuparía que a su novia le va a bajar por sus cambios de humor, pero que te pongas así de cariñosa conmigo una vez al mes… me puedo acostumbrar muy fácilmente.
Brittany ante esto soltó una carcajada, para luego buscar los labios de Santana, darle un dulce, pausado y apasionado beso.
-Vamos, que nuestros padres deben estar pensando lo peor por lo retrasadas que ya vamos- dijo Brittany separándose del beso.
-No importa, unos minutos más unos minutos menos- contesto la latina volviendo a juntar sus labios con los de su rubia.
Al llegar al local donde sería la nueva cafetería, Santana pudo sentir el olor a madera, barniz y escuchar el ruido de todas las herramientas taladrando, martillando y perforando.
-Por favor, ¿ahora puedo usar la pistola de clavos? – se escuchó la voz de la pequeña Alex en todo el local.
-Alex, por décima vez, si tu padre ve que te di la pistola de clavos te la va a quitar y usar en mi- espetó un irritado Puck.
-Pero no voy a hacer nada malo y él no se va a dar cuenta, te lo prometo…- insistió la pequeña Pierce viendo como el grandulón empezaba a ceder.
-Ni se te ocurra Puckerman, no quiero estar preocupada pensando que esa pequeña genio de 10 años anda por todo el lugar con una pistola a presión de clavos a las cuales le puede hacer “mejoras”- habló ahora Brittany quitándose la chaqueta y ayudando a su novia a hacer lo mismo.
-No se la iba a dar… creo- dudó Puck rascándose la cabeza.
-Genial, gracias hermana, estaba a nada de obtenerla… Santana debiste dejarla en el departamento- dijo molesta Alex.
-Lamento romper tus ilusiones, pero tengo cosas que hacer aquí, ahora quédate con San y pórtate bien, no quiero escuchar ninguna pelea por favor- pidió Brittany a su hermana.
-Hey Alex vamos por helado al kiosco de la vuelta- ofreció Santana sabiendo que era la debilidad de Alex al igual que la de su hermana.
-SIIIIIIIII, iré por mi chaqueta- contestó al mismo tiempo que salía corriendo.
-San yo también quiero- espetó Brittany haciendo un puchero y voz de niña chiquita.
-Tranquila cariño te traeré a ti igual-
-Yo también, cono doble por favor y una soda- dijo Puck
-Bien, ya que- dijo Santana suspirando.
Alex no tardó nada en regresar, con dinero que había pedido a sus padres que estaban en la parte trasera del local, Santana tomó de igual manera su chaqueta y salió del local, al ver como se marchaban su hermana y novia riendo Brittany sonrió, caminó a una mesa que encontró vacía y sacó su laptop, buscando en ella los archivos donde había diseñado los logos y uno que otro espacio, porque la mayoría de la decoración se encargaría Kurt, Rachel y Blaine.
Una hora después el local estaba a reventar, ambas familias estaban ahí ayudando en todo lo que podía, Kurt y Rachel probaban colores, Quinn y Blaine escogía el mobiliario, Santana probaba los diferentes postres que habían hecho Susan y Maribel, el señor López y Pierce martillaban algo en las paredes, mientras que Puck entretenía a la pequeña Alex enseñándole como usar la pistola de clavos sin matar a medio mundo; Brittany observaba todo aquello desde una esquina del local, el cual poco a poco iba tomando forma, no podía creer todo lo que había pasado, desde el accidente de su morena hasta la actualidad, Alex ya tenía más de 10 años, su padre estaba con ellas en casa, tenían buenos amigos y el futuro era prometedor, lo único que faltaba era que su morena volviera a ver, sabía que ese era el mayor deseo de Santana aunque ella no lo dijera, un deseo que ella iba a hacer todo lo posible para que se cumpla.
Justamente como Brittany había dicho, para mediados de enero del siguiente año ambas chicas se mudaron a su nuevo departamento, en un edificio que estaba a unos 15 minutos de la casa de los padres de ambas, Alex se emocionó cuando se enteró que las chicas habían elegido un departamento con dos habitaciones para que ella cuando quisiera se pudiera quedar a dormir. El lugar no era la gran cosa, apenas tenía un par de muebles en la sala, una pequeña mesa que servía de comedor, ya que había una barra desayunador que las chicas usaban para comer, en la cocina una parrilla de gas y refrigerador eran lo único que había aparte de los estantes de la alacena y vajilla, el cuarto “mas” grande era de las chicas, donde solo había una cama y tocador con espejo, el vestidor ni siquiera tenía puerta pero eso a Brittany ni a Santana le importaba, lo mejor del departamento era según Brittany el baño, era amplio, iluminado y tenía una bañera, la cual estrenaron a penas la pequeña Alex abandonaba el departamento el segundo día. Les tomo cerca de una semana desempacar todo, con ayuda de sus amigos y familia lograron poner un aire más cálido a aquel lugar, fotografías, lámparas, cuadros y una que otra manualidad fue lo que volvieron realmente al departamento en el hogar de las chicas.
Era la segunda semana de aquellas chicas viviendo juntas en aquel departamento, Santana ya estaba casi del todo adaptada, excepto que el elevador se le volvía complicado, no tenía el lenguaje braille en los botones lo que hacía que se confunda y terminara oprimiendo alguno que no era, para al final no saber en qué piso estaba y terminar llamando a Brittany o esperando que alguna persona pasara con ella para que la pudiera ayudar.
-Me vas a dejar hacerlo sola en elevador ¿Entendido Susan? – exclamaba seriamente Santana entrando a su edificio, había salido a comprar la cena y quería ver si esta vez le atinaba al maldito botón del 4 piso sin detener el elevador u oprimir todos los pisos antes de este.
-No te tienes que poner ruda cariño, yo te dejo hacer lo que quieras- se quejaba Britt riendo.
Santana le dio un codazo para luego entregarle la bolsa de comida que cargaba y doblar su bastón porque no sabía que tan lleno podía estar el elevador y no quería darle a ninguna persona.
-Bien, aquí vamos- dijo la rubia al momento en que las puertas del elevador se abrieron, entrando antes que ellas un par de chicas que tenían bolsas de vivieres.
Santana tanteo el tablero, no recordaba cómo estaban acomodados los números, si eran de vertical u horizontal y si el botón de emergencia estaba al principio o final, primero sumió el botón de volver abrir la puerta, al escuchar la risita de Brittany se dio cuenta que estaba mal, intento una vez más y sumió el del piso 6, volviendo a escuchar la risa de Brittany, intento dos veces más sumiendo el 2 y 7 piso que era el ultimó, ahora la latina estaba irritada y Brittany no dejaba de burlarse de ella.
- ¿Puede ser para hoy? Deseo llegar a mi piso sin tener que recorrer todos los demás antes- se escuchó en la parte de atrás del elevador, Brittany se volteó dándole una mala mirada a quien había hablado, una rubia con gruesas facciones, cabello rubio por debajo de los hombros y unos ojos verdes.
Santana al escuchar la queja, dejo de intentar para luego darle un apretón a la mano de Brittany indicándole que ella lo haga. Brittany sin dejar de ver a la chica sumió el botón correcto.
-Al fin, alguien con cerebro- espetó la chica.
-Kitty detente- habló la chica a un lado de ella.
-Marley deseo comer mi cena algo caliente, algo que no creo posible gracias a esa morena que se hacia la graciosilla- ante ese comentario Santana soltó un suspiró dejando caer su cabeza.
-Suficiente, no voy a permitir que le hables así a mi novia- intervino Brittany notablemente molesta.
-Britt no…-
-No hubiera dicho nada si no se pusiera a jugar con el tablero, es un elevador no un maldito videojuego-
-Kitty te dije que basta- trataba de calmarla su compañera, en eso la puerta del elevador se abrió, Santana para evitar la pelea trato de sacar a Brittany de ahí sin importar el piso que fuera, pero esta se resistió.
-Primero, nadie, absolutamente nade le habla así a mi novia, segundo, ella no está jugando con el maldito tablero, estás tratando de aprendérselo…-
- ¿Por qué está tratando de aprendérselo? Con que vea los malditos botones es más que suficiente-
-Kitty, no voy a repetirlo, basta- decía la chica muy enojada a su lado.
-ELLA NO PUEDE VER- gritó Brittany completamente furiosa, esa rubia era hasta ese momento la persona más idiota, ruidosa y grosera que había conocido, Santana tenía detenida del hombro a Britt con una mano mientras que la otra tantea su cuello y se dio cuenta de que su vena estaba saltada, reafirmando lo que ya sabía, su rubia estaba que echaba humo.
-Brittany déjalo así por favor…-
-Lo… lo siento…- articulo la otra rubia como podía- yo… yo …no… simplemente no sabía- decía sinceramente sorprendida.
-Claro que no sabías, no te detuviste a pensar ni a ver más allá de tus propias narices- seguía Britt.
En eso el elevador se volvió a abrir, esta vez Santana si logró sacar a Brittany de él, aún sin saber en qué piso estaban. Brittany se alejó un momento de Santana tratando de controlar su enojo. Pasaron unos minutos y ninguna decía nada, Santana porque sabía que su novia estaba molesta y le toma un momento calmarse, mientras que la rubia solo quería volver a ese elevador y quitarle lo cretina a la otra rubia de un golpe.
-Lo siento- dijo Brittany unos minutos más tardes.
- ¿Cómo? – preguntó Santana confundida, ya que no se esperaba una disculpa de parte de su novia.
-Qué lo siento por ponerme así, sé que odias cuando me pongo así, pero no lo pude evitar, cuando soltó las primeras palabras sentí que mi sangre empezaba a hervir…-
-Britt, cariño, no debes disculparte por haberme defendido, sé que no es tu mejor tu cuando te enojas, pero hey, no todos tienen una sexy holandesa defendiéndolas a capa y espada- decía Santana acercándose a Brittany para tomarla de la cintura – además, imaginarte furiosa, con todo tu cuerpo tenso y esa mirada matadora me encendió… si sabes a lo que me refiero- dijo ahora coquetamente buscando los labios de su novia con los de ella.
-Oh por dios- rio nerviosamente Brittany, todos esos años y aún no podía con los encantos de Santana Marie López- Creo que podemos saltarnos la cena, ya sabes, pasar directo al postre…-
-Me encanta como piensa señorita Pierce- Santana le dio un largo beso a Brittany, un tanto subido de tono, para que al separarse la siguiera tentando con sus labios- vamos, que estoy a nada de arrancarte la ropa aquí mismo y no estoy dispuesta a que nadie te vea-
Brittany no lo pensó dos veces, dio un último beso a su novia para luego tomarla de la cintura y encaminarla de nuevo al elevador, mientras esperaban que llegara, la morena no paraba de darle besos en el cuello y barbilla, enviando una corriente eléctrica a su sur, cuando el elevador marcó que había llegado la holandesa estaba dispuesta a romper la fina nariz de aquella rubia si se la encontraba de nuevo, por suerte no había nadie, entraron rápidamente y marcaron su piso, para que a penas cruzar la puerta del departamento la cena fuera lanzada por alguna parte de la sala y ambas chicas se desnudaran una a la otra en un tiempo record.
La mañana siguiente ambas chicas despertaron muy temprano, entre sabanas y ropa, sus cuerpos desnudos y tan abrazadas que no sabías donde comenzaba o terminaba una de la otra.
-Dios, amo despertar así- habló perezosamente la latina abrazándose más a Britt.
-Ni me lo digas, es fantástico tenerte en mis brazos, hace que me quiera quedar todo el día contigo- respondía entre beso y beso que dejaba en la cabeza de su hermosa latina.
-Si bien, pero tienes que levantarte- protesto la morena.
-NOOOOO, por favor no, es sábado- se quejó Britt cubriéndolas a ambas con la fina sabana que la cubría.
-Lo se cariño, pero prometiste a mi madre y la tuya que las ayudarías con los detalles de la cafetería- le recordó la latina.
Las madres de ambas chicas se habían asociado y decido abrir una cafetería en el centro, cerca de un hospital, el lugar perfecto según ellas, Brittany se había encargado del diseño del lugar, logotipos y publicidad, Kurt en la decoración de interiores, el señor López y Pierce de todo referente a la carpintería y electricidad del lugar, Santana ayudaba en lo que podía, pero sobre todo mantenía a Alex lejos de la cocina y no dejaba que llevara ninguno de sus inventos al local.
-Oh no, lo había olvidado- se quejó nuevamente la rubia.
-Vamos cariño, arriba, se hará tarde- dijo Santana después de haber escuchado la hora en su reloj.
-Ahora pienso que la cafetería es una mala idea-
-Solo lo dices porque tienes que levantarte temprano para ayudar, una vez abierta sabes que tendrás un lugar donde desayunar gratis todos los días y sin hacerlo tú misma- decía divertida la morena.
-No voy a desayunar ahí todos los días, solo dos o tres veces a la semana, tal vez cuatro…-
-Brittany…-
-Bien, puede que los 5 días de la semana, pero los fines de semana no, también me gusta que una sexy latina me haga sándwiches en ropa interior bailando las canciones de la radio- Brittany dijo coquetamente, colocándose al mismo tiempo encima de ella- Hoy no te he dicho lo mucho que te amo- decía muy muy cerca de los labios de la latina.
-Puede ser porque solo llevamos como 10 minutos del día despiertas- Santana rodeo el cuello de Brittany con sus brazos manteniendo aún más la cercanía.
-Eso no es excusa, a penas despiertes, lo primero que debes escuchar es un te amo de mi parte, ¿Si no es así como sabrás lo mucho que te amo, te adoro y lo agradecida que estoy de que estés en mi vida? – ante las palabras de Brittany, Santana sintió como su corazón se quería salir de su pecho de tanta emoción.
-Oh Britt, cariño, créeme que lo sé, lo siento cada día, no hay necesidad que me lo digas, lo sé, yo igual te amo Britt, te amo demasiado- terminó diciendo cerrando con un beso aquellas palabras, que no eran a menudas dichas, pero ambas sabían perfectamente.
Después de una sesión de besos y algo más Santana logró sacar de la cama a su rubia, mientras una se bañaba la otra hacia el desayuno, luego desayunaban juntas, para al final la que hizo el desayuno se metiera a bañar y la otra limpiara y recogiera la cocina, una rutina que no le tomo más de dos días perfeccionar y acostumbrase a ella.
Ambas vestidas, bajaron al lobby de su edificio, pero la latina había olvidado sus lentes, los cuales Brittany se ofreció a ir en busca de ellos, pero la latina se negó, diciendo que podía sola, sin objetar más la dejo ir, cuando la latina llegaba nuevamente al elevador suspiro, recordando como Brittany le había explicado el panel minuto antes, al abrirse la puerta, tanteo con su mano los botones mientras los repasaba en su mente.
-Un botón más abajo y es el 4 piso, supongo que ahí vives- escuchó la latina detrás de ella, reconociendo la voz como la chica que había peleado ayer con Britt.
-Gracias- dijo amablemente Santana, oprimiendo el botón y esperando a que la chica se bajara, algo que nunca paso.
-Te pido una disculpa por lo de ayer…- se escuchó segundos después en la parte de atrás del elevador- Nunca fue mi intención ofenderte ni mucho menos insultarte de tal manera- decía verdaderamente arrepentida Kitty.
-No tienes que, comprendo perfectamente que no lo hiciste a propósito, no hay problema…-
-Si lo hay, no debí portarme así, Marley tiene razón, debo controlar mejor mi temperamento, medir mis palabras- decía tímidamente la rubia de atrás, nada parecido a la chica arrogante del día anterior.
- ¿Marley es? - pregunto Santana
-Mi novia, bueno, eso creo, está muy molesta conmigo- dijo muy triste, tanto que Santana pudo sentirlo en el tono de voz
– Acabábamos de reconciliarnos de una pelea que también ocasione, si la hubiera escuchado, no habría pasado nada de lo que paso, me disculpo nuevamente-
En eso las puertas se abrieron, indicando que había llegado, Santana dudaba en salir o no, ya que no quería dejar a la
chica con la palabra en la boca.
-Solo iré por algo…-
-Te espero aquí, no te preocupes- contesto la ojiverde entendiendo la explicación de la morena.
Santana tardo menos de 5 minutos, para cuando regreso de nuevo al elevador sintió a alguien a lado de ella.
-Sigo aquí- informo la chica.
-Claro… por cierto, no se tu nombre-
-Oh, sí, disculpa mis modales, soy Kitty Wilde-
-Un gustó Kitty, Santana López- ambas entraban nuevamente al elevador, pero en esta ocasión la rubia tuvo el detalle de volverle a explicar el panel de control a la morena, dejando que ella se tome su tiempo y luego oprimiera el correcto.
-Bien estamos abajo- espetó Kitty al momento en que se abrieron las puertas.
-Gracias…-
-Nada de gracias, es lo menos que puedo hacer, realmente aún me siento culpable-
-Deja de hacerlo ¿Sí?, solo un mal entendido, pero trata de controlar ese carácter, no te llevara a cosas buenas con tu novia, te lo digo por experiencia- suspiró la morena recordando los problemas que había tenido con su rubia por su mal carácter e inseguridades.
-Si lo sé, pero es más difícil de lo que todo mundo cree-
-Me imagino, pero si quieres lo suficiente a tu chica podrás hacerlo, yo pude…-
-San, amor ¿Por qué tardas tan…? – Brittany no termino de hablar al ver con quien venía - ¿Otra vez tú? Esta vez juro que no te salvas que rompa esa carita bonita- se quejó Brittany con la intensión de separar a su novia de aquella chica.
-Brittany Pierce no vaya a empezar ninguna pelea que la dejo fuera del departamento- espetó Santana deteniendo a su novia- Ella solo se estaba disculpando conmigo por lo que paso ayer- aclaro rápidamente su novia.
-Oh…-
-Y también te debo una disculpa a ti, a las dos, no debí reaccionar como lo hice ayer, solo que como le decía a Santana, a veces no es fácil controlarme-
-Bien, no me interesa si puedes o no controlarte, solo mantente alejada de ella y ya…-
-Brittany no seas así, ella se está disculpando- reclamó Santana.
-Pero es que…-
-Pero nada Pierce, esas no son maneras de contestarle a la gente y mira que soy yo quien lo dice-
-Bien, bien, disculpas aceptadas, pero aún no me agradas- contesto Brittany arrastrando los dientes.
-No te preocupes, es entendible el porqué, pero no volverá a pasar, para lo que necesiten, Marley y yo estamos en piso 6, departamento 3B, ahora me tengo que ir, voy retrasada para el trabajo, un gusto conocerlas y una disculpa nuevamente- luego de eso Kitty dejo el edificio.
-Sigue sin caerme bien- Brittany fue la primera en hablar.
-Lo sé, pero debes darle una oportunidad, realmente se escuchaba arrepentida, además su novia está enojada con ella por lo mismo-
- ¿Y tú como sabes eso? - preguntó riendo la rubia.
-Oh, me encontré desde el principio camino al departamento, me espero afuera de él y luego seguimos hablando, hasta me volvió a explicar todo, no creo que sea una mala persona-
-Tienes razón, pero no puedo evitar estar a la defensiva después de lo de ayer, nadie, absolutamente nadie se mete con mi hermosa latina que tanto amo- dijo Brittany tomando en sus brazos a Santana.
-Sabes, estas muy cariñosa el día de hoy, no me quejo, pero es raro- decía Santana ente los brazos de su novia apoyando la cabeza en su pecho, amaba esos pocos centímetros que hacía que Brittany estuviera más alta que ella.
-Es verdad, no es algo común en mi… creo que esta por bajarme, supongo-
-Wow, una normalmente se preocuparía que a su novia le va a bajar por sus cambios de humor, pero que te pongas así de cariñosa conmigo una vez al mes… me puedo acostumbrar muy fácilmente.
Brittany ante esto soltó una carcajada, para luego buscar los labios de Santana, darle un dulce, pausado y apasionado beso.
-Vamos, que nuestros padres deben estar pensando lo peor por lo retrasadas que ya vamos- dijo Brittany separándose del beso.
-No importa, unos minutos más unos minutos menos- contesto la latina volviendo a juntar sus labios con los de su rubia.
Al llegar al local donde sería la nueva cafetería, Santana pudo sentir el olor a madera, barniz y escuchar el ruido de todas las herramientas taladrando, martillando y perforando.
-Por favor, ¿ahora puedo usar la pistola de clavos? – se escuchó la voz de la pequeña Alex en todo el local.
-Alex, por décima vez, si tu padre ve que te di la pistola de clavos te la va a quitar y usar en mi- espetó un irritado Puck.
-Pero no voy a hacer nada malo y él no se va a dar cuenta, te lo prometo…- insistió la pequeña Pierce viendo como el grandulón empezaba a ceder.
-Ni se te ocurra Puckerman, no quiero estar preocupada pensando que esa pequeña genio de 10 años anda por todo el lugar con una pistola a presión de clavos a las cuales le puede hacer “mejoras”- habló ahora Brittany quitándose la chaqueta y ayudando a su novia a hacer lo mismo.
-No se la iba a dar… creo- dudó Puck rascándose la cabeza.
-Genial, gracias hermana, estaba a nada de obtenerla… Santana debiste dejarla en el departamento- dijo molesta Alex.
-Lamento romper tus ilusiones, pero tengo cosas que hacer aquí, ahora quédate con San y pórtate bien, no quiero escuchar ninguna pelea por favor- pidió Brittany a su hermana.
-Hey Alex vamos por helado al kiosco de la vuelta- ofreció Santana sabiendo que era la debilidad de Alex al igual que la de su hermana.
-SIIIIIIIII, iré por mi chaqueta- contestó al mismo tiempo que salía corriendo.
-San yo también quiero- espetó Brittany haciendo un puchero y voz de niña chiquita.
-Tranquila cariño te traeré a ti igual-
-Yo también, cono doble por favor y una soda- dijo Puck
-Bien, ya que- dijo Santana suspirando.
Alex no tardó nada en regresar, con dinero que había pedido a sus padres que estaban en la parte trasera del local, Santana tomó de igual manera su chaqueta y salió del local, al ver como se marchaban su hermana y novia riendo Brittany sonrió, caminó a una mesa que encontró vacía y sacó su laptop, buscando en ella los archivos donde había diseñado los logos y uno que otro espacio, porque la mayoría de la decoración se encargaría Kurt, Rachel y Blaine.
Una hora después el local estaba a reventar, ambas familias estaban ahí ayudando en todo lo que podía, Kurt y Rachel probaban colores, Quinn y Blaine escogía el mobiliario, Santana probaba los diferentes postres que habían hecho Susan y Maribel, el señor López y Pierce martillaban algo en las paredes, mientras que Puck entretenía a la pequeña Alex enseñándole como usar la pistola de clavos sin matar a medio mundo; Brittany observaba todo aquello desde una esquina del local, el cual poco a poco iba tomando forma, no podía creer todo lo que había pasado, desde el accidente de su morena hasta la actualidad, Alex ya tenía más de 10 años, su padre estaba con ellas en casa, tenían buenos amigos y el futuro era prometedor, lo único que faltaba era que su morena volviera a ver, sabía que ese era el mayor deseo de Santana aunque ella no lo dijera, un deseo que ella iba a hacer todo lo posible para que se cumpla.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
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Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
me emocione mucho con esas ultimas lineas, que hara brittany para que el Santana vuelva a ver---- saludos..
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
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Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Pues ya viviendo juntas!
Y aunque empezaron con el pie izquierdo yo creo que va a surgir una amistad con sus vecinitas jajajaja
Y si, esperó que Britt logre encontrar una forma para que esos ojos que tanto ama vuelvan a ver!
Y aunque empezaron con el pie izquierdo yo creo que va a surgir una amistad con sus vecinitas jajajaja
Y si, esperó que Britt logre encontrar una forma para que esos ojos que tanto ama vuelvan a ver!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
me encanta britt la sobreprotectora, creo que si abra una buena amistad con las vecinas, seria excelente que san recuperara la vista pero a la vez no pq es interesante ver la vida que lleva una persona invidente y como hace para ser feliz a su manera!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Edad : 54
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Britt casi deja pegada como estampa a kitty en el asensor jaja
Me encanta como cuida britt a san!!!
A ver que hizo o hace britt para que san pueda ver de nuevo???
Me encanta como cuida britt a san!!!
A ver que hizo o hace britt para que san pueda ver de nuevo???
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Hola... si estoy de vuelta (aunque ya se habrán dado cuenta), si lo sé, un y mil disculpas por los tres meses (o más) ausente, pero es que la escuela me tenía full y luego simplemente me costaba escribir los capítulos a pesar de que ya tengo pensado hasta el final, es solo que no encontraba como unir todo lo que quería escribir. En fin, ahora ando ya un poco mas libre y tratare de subir capítulos los lunes y/o viernes, sin más que decir espero estén bien, leo cada comentario y me alegra que les este gustando la historia, nos vemos pronto y quiero seguir leyendo sus comentarios.
Por cierto "FELIZ DÍA DE MUERTOS" (desde México) y como en mis tierra es "FELIZ HANAL PIXÁN"
Por cierto "FELIZ DÍA DE MUERTOS" (desde México) y como en mis tierra es "FELIZ HANAL PIXÁN"
Capítulo 13
La cafetería fue un éxito total, más del que se habían llegado a imaginar, muchas personas culpaban de este éxito a la ubicación, pero realmente era la buena comida, Maribel y Susan eran las encargadas de supervisar la cocina, tenían unos pocos empleados que manejaban las mesas y la barra de café, sus hijas eran clientes muy frecuentes, demasiados desde el punto de vista de ambas mujeres, Brittany amaba ir a desayunar ahí antes del trabajo, era como desayunar en casa pero sin tener que lavar traste o ayudar a preparar, pero como había dicho los fines de semana se deleitaba con su morena que le cocinaba.
Había pasado más de 6 meses desde que habían inaugurado aquel lugar, hubo sus problemas al final, con las instalaciones de agua y gas por lo que abrió dos semanas después de lo programado, pero después de eso todo parecía ir viento en popa, tanto en el negocio como en la vida de todos ellos, Santana y Rachel estrenaron sin ningún problema su nueva obra, hicieron más presentaciones de las que tenían planeado para al final hacer una pequeña gira por los teatros locales, ahora, ambas chicas estaban de vacaciones, pero al parecer había un nuevo proyecto a la vuelta de la esquina, ambas se estaban ganando su fama. Brittany cada día hacía sonar más su nombre en el mundo de la publicidad, el de ella y el de su fiel amigo Blaine, quien iba codo a codo con ella a pesar que trabajaban en agencias de publicidad diferentes, en más de una ocasión habían tenido la oportunidad de trabajar juntos. Alex había logrado obtener sin ningún problema la beca para el instituto privado, el cual alimentaba y desarrollaba la inteligencia de la pequeña en su máximo potencial, un potencial un tanto riesgoso si es enfocado en ingeniera robótica, lo que hacía que la niña (porque eso era aún) usara su imaginación interminable para tratar de crear nuevos proyectos. El señor Pierce, al ser un jubilado de guerra no podía soportar no hacer nada, así que una vez que su esposa estuvo ocupada con la cafetería decidió dar clases, metiendo solicitudes en varios institutos para al final quedar como entrenador en el viejo instituto de su hija. El señor López seguía con su despacho, el cual no era el más popular de la ciudad, pero tenía su fama, Quinn que estaba graduada en derecho había pedido trabajo en aquel despacho sin saber que el señor López era el dueño, lo cual puede que haya facilitado un poco su entrada.
Brittany se encontraba en la cafetería como todos los viernes después del trabajo, ahí esperaba a Santana ya sea que salía del teatro o del centro de artes que a veces ella y Rachel iban a visitar, enfrente de esta estaba su hermanita con libros y muchas hojas regadas en la mesa, contrabajo entraba la laptop, pero eso no le importaba a Brittany, ella admiraba la concentración y persistencia de su hermana cuando empezaba un proyecto nuevo, lo cual parecía que hacía en ese momento.
-Britt, ¿tu comprarías un dispositivo que pueda medir el pulso de otra persona para saber si miente o no sin que esta se entere? - preguntó de la nada su hermana.
-Creo que eso no es legal…- argumentó la Pierce mayor.
-Mmmmm, bien, entonces creo que optare mejor por la perforadora automática… ¿crees que mama se enoje si practico conmigo misma las perforaciones? –
-Alexandra Pierce no quiero que te llenes el cuerpo de piercings- exclamó su hermana.
-Bien, bien, será entonces el holograma con las dos células bases...- dijo suspirando y arrojando su lápiz a la mesa- genial, tendré que ponerme a estudiar biología- se quejó.
-Sí, será lo mejor- dijo Brittany más tranquila.
-Sabes, a veces siento que ustedes me limitan, en cambio Quinn me alienta, me dice que yo puedo hacer lo que quiera, que no me digan que el cielo es mi limite porque el hombre tiene huellas en la luna- balbuceaba tontamente Alex, definitivamente estaba enganchada con esa rubia.
-Sí, lo dice porque no vivió ni vive contigo- puntualizó la rubia mayor- cuando la vea tengo varias cosas que decirle- dijo lo último para sí misma.
En eso la puerta del local se abrió, dejando ver a dos morenas discutiendo seguidas de una tranquila rubia que jugaba con las llaves del auto.
-Llegaron- exclamó Alex levantándose de un brincó corriendo a su cuñada -San- dijo emocionada, como siempre, tirándose a sus brazos que la latina extendió a penas al escuchar la voz.
-Hola pequeña ¿Qué tal te ha ido? – saludo calurosamente la latina a su cuñadita.
-Bien, a pesar de que Brittany no me deja hacer una perforadora automática 100% estéril- suspiró de frustración aun en los brazos de Santana.
-Quiere hacer las pruebas en ella misma, ¿te la imaginas llena de piercings? – habló Brittany llegando a donde estaban ellas, Santana rio ante eso, ya que sabía que la rubia no era fanática de las perforaciones.
-Si lo haces, yo me ofrezco de voluntaria, a mí me gustan- dijo como si nada Quinn, ganándose una mirada amenazadora por parte de Brittany- Creo que ya no me gustan tanto…- agregó al darse cuenta de la mirada de la holandesa.
Las dos morenas no pudieron evitar reírse, siempre era lo mismo, sabían que Quinn no decía ni hacia nada a propósito, pero siempre lograba quedar bien con Alex, haciendo que la pequeña suspirara más por ella, Brittany odiaba sentirse así con su amiga, pero cuando se trataba de su hermanita los celos salían siempre a flote. Después de convencer a Alex de hacer sus hologramas en lugar de las perforaciones las 5 chicas limpiaron la mesa donde estaban las hermanas Pierce´s para luego merendar antes de irse cada una a su casa.
-Justamente las chicas que queríamos ver- exclamaron Maribel y Susan saliendo de la cocina.
-Buenas tardes señoras López y Pierce- saludo amablemente Quinn.
-Cariño, por trigésima millonésima vez, somos Susan y Maribel- corrió Susan, a lo cual Quinn solo se alzó los hombros.
-Créame, llevo más de 6 años con ella y no logró que llame a mis padres por sus nombres- suspiró Rachel.
-Lo siento cariño, simplemente no puedo, siempre serán los señores Berry´s para mí-
-En fin…- interrumpió Susan la discusión- Santana, Britt, queríamos hablar con ustedes, planeábamos ir a verlas mañana, pero estando ya ustedes aquí será más fácil-
- ¿Qué pasa mama? ¿Qué hizo ahora Alex? – preguntó Brittany.
-Hey, yo no he hecho nada, juro que no he explotado, fundido, alterado o modificado nada de casa estos últimos 5 días… bueno 4- se defendió la pequeña.
-No cariño, no tiene nada que ver contigo, es más bien sobre el local…-
-Sus padres han decidido que necesitamos salir, distraernos y pasar tiempo como pareja, así que han comprado boletos para un crucero de parejas- explicaba Maribel.
-Eso es genial, supongo- dijo Santana
-Pienso que quieren que nos hagamos cargo de todo mientras no están ¿cierto? – habló la holandesa.
-Estas en lo cierto, sé que tienen cosas que hacer, que ya tienen una vida aparte, pero nos harían un gran favor, puede que se los estamos informando con muy poco tiempo, que puede ser mucha responsabilidad, el barco zarpa la semana que viene, el recorrido es de dos semanas y…-
-Yo no tengo ningún problema- habló Santana- obviamente yo no puedo hacerme cargo sola, ¿Qué dices Brittany? –
-Claro no hay problema, me deben vacaciones en la agencia y esta es una buena excusa para tomarlas, será bueno tener un cambio de rutina, sobre todo para ti cariño- Brittany tomó la mano de su novia por debajo de la mesa.
-Si bien, nosotras igual podemos ayudar, si no tienen problema con ello- intervino Rachel, sonriendo a ambas mujeres.
-Por supuesto que pueden ayudar, se lo agradeceríamos,
mientras más ayuda reciban nuestras hijas nos quedaremos más tranquilas- respondió rápidamente Maribel.
-Entonces no se hable más, todo está arreglado, ustedes encárguense de preparar todo para su viaje y nosotras de la cafetería y Alex- al escuchar a su hermana decir su nombre la pequeña Alex alzo su mano rápidamente.
- ¿Qué pasa cariño? – preguntó rápidamente su madre.
- ¿Puedo quedarme con Quinn mientras no estén? –
-NO- respondieron al mismo tiempo Rachel y Brittany.
Todas rieron, la pequeña Alex solamente soltó un suspiro y cruzo los brazos, Brittany miraba mal a Quinn quien estaba distraída calmando a Rachel, nadie explicaba como esa pequeña niña de 11 años podía hacer tanta revuelta con sus comentarios, haciendo siempre divertido las escenas entre ambas, pero dejando celosa a una holandesa y a una pequeña morena.
El fin de semana siguiente las chicas se pusieron de acuerdo con sus padres, Brittany no tuvo ningún problema en conseguir tres semanas de vacaciones, dos para poder ver el negocio de sus padres y otra para disfrutar con su morena, ya que esta al parecer todavía le tomaría un mes o un poco más iniciar el nuevo proyecto, aún estaban en la fase de audiciones para los personajes secundarios y el elenco de bailarines y demás. Alex el domingo se dispuso a ir al departamento de las chicas, llevando con ella una maleta más grande que ella y aparte su maletín de la escuela, Brittany hablo claramente con su hermanita acerca de experimentos, cambiar las cosas de la casa y de bromas a Santana, sabía perfectamente que la pequeña no le hacia ninguna broma a la latina, pero a ella sí, más de una vez termino electrocutada al momento de querer abrir una puerta.
-Odio usar uniforme, me aprieta el cuello y aparte me pica, no me gustan las faldas y los calcetines son estúpidos- se quejaba Alex el lunes por la mañana en las puertas de su instituto.
-Alex, no insultes, Brittany me va a matar si te escucha diciendo eso, espérate mínimo dos años más para poder culpar a tu adolescencia y no a mí- hablo rápidamente la latina riendo nerviosamente, sabía que debía modular su vocabulario enfrente de Alex, pero siempre se le salía uno que otro insulto, la pequeña sabia hasta mal decir en español, todo gracias a su cuñada.
-Bien, pero no es mi culpa que quiera expresarme tan libremente como tú, siempre he admirado ese toque picante latino que tienes, te hace ardiente y misteriosa – justifico Alex, dándose cuenta de que su cuñada tenía una expresión seria en su cara- ¿Qué? Por favor, no soy ciega, eres hermosa, sexy, morena, latina, una especie de diosa americana, entiendo perfectamente porque tienes tan tonta a mi hermana y ella tiene suerte que no veas, porque créeme, se ha puesto más fea con los años, sumándole ese humor que se carga, no entiendo como la amas, pero no me malinterpretes, me gustan que estén juntas, de todas las chicas que Brittany presentó a la familia, tu eres mi favorita-
-Alex, soy la única que Brittany presentó formalmente alguna vez a tus padres y a ti, teniendo en cuenta que comenzamos como amigas- recalcó Santana.
-Vez, con más razón, mi favorita y única- sentencio Alex, dándole un beso en la mejilla a San para luego correr a la entrada de su escuela, Santana solamente soltó un suspiro mientras reía.
-Eres tan especial como tu hermana-
Santana, se quedó a un lado, escuchando como todas las personas, pasaban a su lado, esperaba a Brittany que saliera de hablar con el director, aparentemente Alex había tenido problemas con sus compañeros de clases, le costaba demasiado adaptarse a estar con otras personas, pero también fue hablar del gran avance que había tenido en sus clases extras y lo bien que manejaba el programa avanzado. Espero durante unos 15 minutos cuando sintió unos brazos por detrás rodeando su cintura.
-No debería estarme agarrando de esa forma, mi novia nos puede ver y déjeme decirle que es muy celosa- dijo juguetonamente Santana al sentir el olor de su rubia.
-Si bien, yo le prometo que tendré mucho cuidado que esa novia suya no nos vea- contesto la rubia besando el cuello de
su morena- no entiendo como esa novia suya puede dejar a un ser tan hermoso y sexy como usted tanto tiempo sola-
-Brittany detente, estamos en la calle- Santana decía jadeando haciendo su cuello a un lado dándole más acceso a la holandesa.
-Solo porque tenemos que ir a ver el café, si no, ahora mismo iríamos a casa, te arrancaría la ropa, luego besaría todo tu cuerpo y me hundiría tan profundo en el que hasta el portero se enteraría de como hago sentir a mi mujer- susurraba seductoramente Brittany, haciendo tragar en seco a la morena.
-Brittany…- jadeo la latina.
-Vamos, te prometo que en la noche sedamos a Alex y cumpliré mi palabra- se detuvo en seco, dejando complemente excitada a su novia.
-Detesto cuando haces eso, siempre es lo mismo- se quejó la latina.
- ¿A caso no cumplo con mi palabra cuando llegamos a casa? – preguntó ofendida la rubia.
-Claro que sí, pero ahora solo podre pensar en eso TODO el día- Santana hizo un hermoso puchero haciendo reír a Brittany, quien la tomo más fuerte en sus brazos, busco sus labios y le dio un apasionado beso.
Después de esas muestras de amor, ambas chicas se dirigieron a local de sus padres, el cual ya estaba abierto gracias a sus empleados, pero el problema era que solamente eran dos, Santana fue a la cocina a ayudar en lo que podía a Carolina, una de las empleadas, mientras que Brittany y Joey se quedaron en la barra cobrando y preparando los cafés.
Alrededor del mediodía, la campanilla de la puerta anuncio a clientes, Brittany estaba como loca, el lugar estaba más lleno que de costumbre y sentía que no se daban abasto, pero se sorprendió de ver entrar a su hermanita por aquella puerta, rápidamente cobro al cliente enfrente de ella y luego camino directo a Alex.
-Por el amor a todo lo bueno, ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? Se supone que iría por ti a la escuela hasta dentro de una hora- dijo apurada Brittany revisando su reloj.
-Tranquila hermana, salí antes de mis exámenes como de costumbre, convencí fácilmente a mi maestra que tú estabas afuera esperándome y si puedo manejar sin problema un sistema de alta tensión créeme que puedo con el sistema de metro de la ciudad, se leer hermana…- dijo como si nada la pequeña.
-Pero… ¿cómo sabias que tren agarrar? Te pudiste haber perdido- gritó Brittany.
-Le mande un mensaje a Quinn, preguntándole como llegar hasta aquí, es tan buena y dulce que creyó que era datos de la escuela, esa mujer es asombrosa- suspiraba como de costumbre Alex siempre que hablaba de Quinn.
-En serio quiero a esa rubia, pero cada vez me da más motivos para que le arranque el cuello y le rompa esa nariz-
-Oh no, tu no tocas la bella nariz de Quinn, antes pasarías por Santana y por mí- defendió rápidamente Alex a su amada.
- ¿Santana? ¿Por qué por ella? - pregunto confusa la Pierce mayor.
-Porque le diría que eres una bestia endemoniada que quiere atacar a la gente sin razón alguna, eso será suficiente para que tu novia te frene-
-Primero, no metas a San, segundo, en tu vida vuelvas a hacer lo que has hecho hoy, o por lo menos no hasta que regresen nuestros padres, tercero… ¿de dónde sacaste dinero para el metro? –
-San me dio 20 dólares en la mañana por cualquier emergencia, no es la primera vez que me da dinero así que tengo igual ahorrado, llevo un par de dólares extras por si acaso, ¿Con que crees que soborno a Puck para que me deje tomar todo lo que necesito de su taller? – dijo Alex como si fuera lo más obvio del mundo.
-Por el amor de Dios, un día me vas a matar, lo juro- suspiro frustrada la holandesa.
-Si un día lo logro, ¿puedo usar tu cuerpo en nombre de la ciencia? -
-No- Brittany giró los ojos para luego volver a la caja registradora.
Tres horas después Rachel y Quinn se aparecieron por el local, tenía poco que la hora pico había terminado, pero aun así el café mantenía su clientela lo suficiente para estar a la mitad de su capacidad.
- ¿Puedo ayudar en algo? estoy aburrida- pidió Alex acercándose a su hermana que estaba sentada firmando unos papeles junto con Santana.
-Atiende la registradora conmigo, yo escribo tu cobra, seremos buen equipo- dijo rápidamente la latina.
-Bien, mientras iré a ayudar a Joey en la cocina, después de cerrar iremos a cenar donde quieran- Brittany se levantó recogiendo todos los papeles para luego desaparecer en la puerta de la cocina.
- ¿Puedo acomodar los billetes? Brittany dejo un desastre esto- se quejó Alex al momento de abrir la caja y ver el desorden, algo que no soportaba era el desacomodo y la suciedad, siempre estaba limpia y con su ropa en perfecto estado.
-Normalmente no dejaría que una niña de 11 años cobrara y mucho menos acomodara la caja registradora, pero teniendo en cuenta que has ayudado a mi padre hasta con sus estados de cuenta del banco… adelante, el dinero no puede estar en mejores manos- argumento sonriendo la latina a Alex.
Rápidamente Alex se puso acomodar todo a su manera, al mismo tiempo que atendía junto a la latina a los clientes que aparecían, después de ese primer día en el café se volvió una rutina, ambas chicas iban a dejar a la más pequeña a la escuela muy temprano, luego iban a ver el café, se intercambiaban tareas durante toda la mañana hasta que iban por Alex la cual llegaba a cambiarse, almorzar y tomar su puesto con Santana, mientras Brittany ayudaba en la cocina o hacia las diligencias necesarias, Rachel y Quinn se aparecían de igual manera después del almuerzo, ayudando a atender las mesas o preparando los café si el lugar estaba en su máxima capacidad. Los días pasaron más rápidos de lo que todas habían planeado, la segunda semana iba ya a la mitad, Alex como de costumbre estaba en la caja registradora con la morena, Brittany ayudando en la cocina mientras Rachel y Quinn descansaban tomando café y comiendo unos bocadillos que la rubia les había preparado. La campanilla de la entrada sonó dejando ver a más personas entrar al lugar, se hizo una pequeña fila para ordenar la cual fue rápidamente atendida por la morena y la rubia.
- ¿Es normal que una niña de 9 años me está cobrando junto con una invidente? -preguntó amargamente una señora entregando el billete a Alex.
-Tengo 11 años y créame cuando le digo que mis cuentas son igual o mejores que las de un contador graduado, segundo, que mi hermana no la escuche menos preciar a su novia porque le dará la paliza de su vida, para luego sentir mi maquina lanza ligas 3.2, que cabe mencionar tiene moduladores de tensión- habló Alex al mismo tiempo que le entregaba su cambio a dicha señora, las risas no se hicieron esperar por parte de la latina y de las personas que habían escuchado.
-Gracias- dijo Santana cuando sintió que la señora se alejaba.
-No es nada- dijo Alex alzando sus hombros para quitarle importancia.
Siguieron atendiendo hasta que Santana saludo a quien se suponía estaba enfrente de ellas, pero sin obtener respuesta, lo que le hizo darle un codazo a Alex para que levantara la vista ya que esta estaba ocupada leyendo algo en su IPad.
-Buenas tardes ¿puedo tomar su pedido? – preguntó rápidamente la rubia, pero tampoco obtuvo respuesta de la chica que tenía enfrente, la cual solo se limitaba a saludar sonreír- San… la chica solo me sonríe y saluda, ¿Qué hago? – preguntó tímidamente, no sabía bien cómo actuar con otras personas, no le dio tiempo de contestar a la latina, cuando la chica empezó a hacer señas, señalando el lápiz y papel que tenía Santana en sus manos- San, quiere con lo que estas escribiendo- a la latina no le tomó más de un par de segundos entender de qué se trataba, rápidamente escribió algo en el papel y se lo señalo a lo chica, quien rápidamente negó con la cabeza con una sonrisa triste-Está negando con la cabeza ¿Qué le escribiste?- preguntó Alex queriendo ver lo escrito por l latina.
-Ella no puedo escuchar cariño, eso le pregunte, ahora… ¿Sigue tu amor platónico aquí? - preguntó Santana.
-Sí, está sentada con su llaverito a tres mesas de la cocina- respondió Alex.
-Bien- escribió rápidamente algo en el papel mostrándoselo a la chica para proceder a llamar a Quinn- FABGAY MUEVE TU TRASERO AQUÍ AHORA MISMO- gritó Santana llamando la atención de todo mundo, Quinn solamente suspiro parándose inmediatamente.
- ¿Qué ocurre San? - preguntó llegando donde ellas.
-Tu sabes el lenguaje de señas ¿Cierto? –
-Sí, una temporada estuve enseñando en el centro de artes, pero luego lo dejé ¿Por qué? -
-Perfecto, esta chica no puede escuchar y presiento que quiere ordenar a su manera, así que… toda tuya- dijo Santana, Quinn rápidamente dirigió la vista a la chica que estaba a un lado e ella, quien las miraba a todas ellas sin entender muy bien, hasta que Quinn empezó a mover sus manos, comunicándose sin ningún problema con la chica.
-Oh por dios, no puede ser más perfecta- suspiro Alex por la rubia- yo quiero aprender, no debe ser tan difícil, todo se debe basar en una secuencia de movimiento y señas corporales- pidió rápidamente.
-Ya te enseñare y no tardaras nada en aprenderlo, es más sencillo de lo que parece- dijo Quinn sin dejar de ver a la chica con quien “hablaba”, para luego ir a preparar a la barra lo que la chica deseaba, siendo acompañada por Alex y Rachel tomando el lugar de la rubia junto a San.
Brittany ante el alboroto, salió de la cocina para ver si todo estuviera en orden, viendo Quinn preparando junto con Alex café, mientras Santana peleaba como de costumbre con Rachel, sonrió ante la idea, eso era lo más ordenado que podía estar la cosa, así que negó con la cabeza para luego regresar a la cocina.
Los padres de ambas chicas, regresaron el siguiente domingo al medio día, trayendo con ellos muchos regalos y un nuevo bronceado cada uno, le agradecieron a las 4 chicas por todo lo que habían hecho y les aseguraron que adelante serían recompensadas, Alex pidió créditos de igual manera, más que en los últimos días se le ocurrió la idea de crear una máquina que haga cubitos de azúcar en forma de tartas y manzanas, lo cual pensaron que sería algo loco, pero resulto algo demasiado bueno, primero porque solo le tomo tres días, atracar el taller de Puck dos veces y una viaje a la ferretería para construirlo, así que cuando sus padre regresaron ese fin de semana, resultaba que cierto artefacto era la sensación de aquel lugar.
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-Sabes, fue muy bueno atender el café, relacionarse con otras personas y pasar tiempo con Alex, pero definitivamente, estar así contigo no se compara con nada- dijo la latina desnuda en los brazos de su novia. Era lunes de la tercera semana de vacaciones de Brittany y no se habían levantado de la cama en todo el día, eran como las 7 de la tarde y hasta ahora se preocupaban por el que iban a cenar.
-Pienso lo mismo, a veces olvido lo insaciable que eres- bromeó Brittany.
-Oh sí, es un talento latino, aguantar por horas y horas- susurró muy cerca de los labios de la rubia.
Brittany no lo dudó más y termino con la distancia, desencadenando un beso muy pasional.
-Te amo, daría todo por poderte verte una solo vez, confirmar lo hermosa que eres, después de eso podría morir con una sonrisa en el rostro- dijo Santana ocultando su rostro en el hueco del cuello de Brittany.
-Volverás a ver San, te lo prometo cariño- dijo Brittany con un nudo en el estómago.
-Brittany ya hablamos de eso, no quiero volver a hacerlo, no hoy por favor- rogó la latina, siempre que hablaban de eso le dejaba una muy mala y triste sensación.
-Bien, bien, no hablaremos más de eso- sentenció la rubia acunando más a su novia contra su pecho mientras esta se acomodaba- por ahora…- dijo para ella misma, sin dejar de acariciar a su latina.
La cafetería fue un éxito total, más del que se habían llegado a imaginar, muchas personas culpaban de este éxito a la ubicación, pero realmente era la buena comida, Maribel y Susan eran las encargadas de supervisar la cocina, tenían unos pocos empleados que manejaban las mesas y la barra de café, sus hijas eran clientes muy frecuentes, demasiados desde el punto de vista de ambas mujeres, Brittany amaba ir a desayunar ahí antes del trabajo, era como desayunar en casa pero sin tener que lavar traste o ayudar a preparar, pero como había dicho los fines de semana se deleitaba con su morena que le cocinaba.
Había pasado más de 6 meses desde que habían inaugurado aquel lugar, hubo sus problemas al final, con las instalaciones de agua y gas por lo que abrió dos semanas después de lo programado, pero después de eso todo parecía ir viento en popa, tanto en el negocio como en la vida de todos ellos, Santana y Rachel estrenaron sin ningún problema su nueva obra, hicieron más presentaciones de las que tenían planeado para al final hacer una pequeña gira por los teatros locales, ahora, ambas chicas estaban de vacaciones, pero al parecer había un nuevo proyecto a la vuelta de la esquina, ambas se estaban ganando su fama. Brittany cada día hacía sonar más su nombre en el mundo de la publicidad, el de ella y el de su fiel amigo Blaine, quien iba codo a codo con ella a pesar que trabajaban en agencias de publicidad diferentes, en más de una ocasión habían tenido la oportunidad de trabajar juntos. Alex había logrado obtener sin ningún problema la beca para el instituto privado, el cual alimentaba y desarrollaba la inteligencia de la pequeña en su máximo potencial, un potencial un tanto riesgoso si es enfocado en ingeniera robótica, lo que hacía que la niña (porque eso era aún) usara su imaginación interminable para tratar de crear nuevos proyectos. El señor Pierce, al ser un jubilado de guerra no podía soportar no hacer nada, así que una vez que su esposa estuvo ocupada con la cafetería decidió dar clases, metiendo solicitudes en varios institutos para al final quedar como entrenador en el viejo instituto de su hija. El señor López seguía con su despacho, el cual no era el más popular de la ciudad, pero tenía su fama, Quinn que estaba graduada en derecho había pedido trabajo en aquel despacho sin saber que el señor López era el dueño, lo cual puede que haya facilitado un poco su entrada.
Brittany se encontraba en la cafetería como todos los viernes después del trabajo, ahí esperaba a Santana ya sea que salía del teatro o del centro de artes que a veces ella y Rachel iban a visitar, enfrente de esta estaba su hermanita con libros y muchas hojas regadas en la mesa, contrabajo entraba la laptop, pero eso no le importaba a Brittany, ella admiraba la concentración y persistencia de su hermana cuando empezaba un proyecto nuevo, lo cual parecía que hacía en ese momento.
-Britt, ¿tu comprarías un dispositivo que pueda medir el pulso de otra persona para saber si miente o no sin que esta se entere? - preguntó de la nada su hermana.
-Creo que eso no es legal…- argumentó la Pierce mayor.
-Mmmmm, bien, entonces creo que optare mejor por la perforadora automática… ¿crees que mama se enoje si practico conmigo misma las perforaciones? –
-Alexandra Pierce no quiero que te llenes el cuerpo de piercings- exclamó su hermana.
-Bien, bien, será entonces el holograma con las dos células bases...- dijo suspirando y arrojando su lápiz a la mesa- genial, tendré que ponerme a estudiar biología- se quejó.
-Sí, será lo mejor- dijo Brittany más tranquila.
-Sabes, a veces siento que ustedes me limitan, en cambio Quinn me alienta, me dice que yo puedo hacer lo que quiera, que no me digan que el cielo es mi limite porque el hombre tiene huellas en la luna- balbuceaba tontamente Alex, definitivamente estaba enganchada con esa rubia.
-Sí, lo dice porque no vivió ni vive contigo- puntualizó la rubia mayor- cuando la vea tengo varias cosas que decirle- dijo lo último para sí misma.
En eso la puerta del local se abrió, dejando ver a dos morenas discutiendo seguidas de una tranquila rubia que jugaba con las llaves del auto.
-Llegaron- exclamó Alex levantándose de un brincó corriendo a su cuñada -San- dijo emocionada, como siempre, tirándose a sus brazos que la latina extendió a penas al escuchar la voz.
-Hola pequeña ¿Qué tal te ha ido? – saludo calurosamente la latina a su cuñadita.
-Bien, a pesar de que Brittany no me deja hacer una perforadora automática 100% estéril- suspiró de frustración aun en los brazos de Santana.
-Quiere hacer las pruebas en ella misma, ¿te la imaginas llena de piercings? – habló Brittany llegando a donde estaban ellas, Santana rio ante eso, ya que sabía que la rubia no era fanática de las perforaciones.
-Si lo haces, yo me ofrezco de voluntaria, a mí me gustan- dijo como si nada Quinn, ganándose una mirada amenazadora por parte de Brittany- Creo que ya no me gustan tanto…- agregó al darse cuenta de la mirada de la holandesa.
Las dos morenas no pudieron evitar reírse, siempre era lo mismo, sabían que Quinn no decía ni hacia nada a propósito, pero siempre lograba quedar bien con Alex, haciendo que la pequeña suspirara más por ella, Brittany odiaba sentirse así con su amiga, pero cuando se trataba de su hermanita los celos salían siempre a flote. Después de convencer a Alex de hacer sus hologramas en lugar de las perforaciones las 5 chicas limpiaron la mesa donde estaban las hermanas Pierce´s para luego merendar antes de irse cada una a su casa.
-Justamente las chicas que queríamos ver- exclamaron Maribel y Susan saliendo de la cocina.
-Buenas tardes señoras López y Pierce- saludo amablemente Quinn.
-Cariño, por trigésima millonésima vez, somos Susan y Maribel- corrió Susan, a lo cual Quinn solo se alzó los hombros.
-Créame, llevo más de 6 años con ella y no logró que llame a mis padres por sus nombres- suspiró Rachel.
-Lo siento cariño, simplemente no puedo, siempre serán los señores Berry´s para mí-
-En fin…- interrumpió Susan la discusión- Santana, Britt, queríamos hablar con ustedes, planeábamos ir a verlas mañana, pero estando ya ustedes aquí será más fácil-
- ¿Qué pasa mama? ¿Qué hizo ahora Alex? – preguntó Brittany.
-Hey, yo no he hecho nada, juro que no he explotado, fundido, alterado o modificado nada de casa estos últimos 5 días… bueno 4- se defendió la pequeña.
-No cariño, no tiene nada que ver contigo, es más bien sobre el local…-
-Sus padres han decidido que necesitamos salir, distraernos y pasar tiempo como pareja, así que han comprado boletos para un crucero de parejas- explicaba Maribel.
-Eso es genial, supongo- dijo Santana
-Pienso que quieren que nos hagamos cargo de todo mientras no están ¿cierto? – habló la holandesa.
-Estas en lo cierto, sé que tienen cosas que hacer, que ya tienen una vida aparte, pero nos harían un gran favor, puede que se los estamos informando con muy poco tiempo, que puede ser mucha responsabilidad, el barco zarpa la semana que viene, el recorrido es de dos semanas y…-
-Yo no tengo ningún problema- habló Santana- obviamente yo no puedo hacerme cargo sola, ¿Qué dices Brittany? –
-Claro no hay problema, me deben vacaciones en la agencia y esta es una buena excusa para tomarlas, será bueno tener un cambio de rutina, sobre todo para ti cariño- Brittany tomó la mano de su novia por debajo de la mesa.
-Si bien, nosotras igual podemos ayudar, si no tienen problema con ello- intervino Rachel, sonriendo a ambas mujeres.
-Por supuesto que pueden ayudar, se lo agradeceríamos,
mientras más ayuda reciban nuestras hijas nos quedaremos más tranquilas- respondió rápidamente Maribel.
-Entonces no se hable más, todo está arreglado, ustedes encárguense de preparar todo para su viaje y nosotras de la cafetería y Alex- al escuchar a su hermana decir su nombre la pequeña Alex alzo su mano rápidamente.
- ¿Qué pasa cariño? – preguntó rápidamente su madre.
- ¿Puedo quedarme con Quinn mientras no estén? –
-NO- respondieron al mismo tiempo Rachel y Brittany.
Todas rieron, la pequeña Alex solamente soltó un suspiro y cruzo los brazos, Brittany miraba mal a Quinn quien estaba distraída calmando a Rachel, nadie explicaba como esa pequeña niña de 11 años podía hacer tanta revuelta con sus comentarios, haciendo siempre divertido las escenas entre ambas, pero dejando celosa a una holandesa y a una pequeña morena.
El fin de semana siguiente las chicas se pusieron de acuerdo con sus padres, Brittany no tuvo ningún problema en conseguir tres semanas de vacaciones, dos para poder ver el negocio de sus padres y otra para disfrutar con su morena, ya que esta al parecer todavía le tomaría un mes o un poco más iniciar el nuevo proyecto, aún estaban en la fase de audiciones para los personajes secundarios y el elenco de bailarines y demás. Alex el domingo se dispuso a ir al departamento de las chicas, llevando con ella una maleta más grande que ella y aparte su maletín de la escuela, Brittany hablo claramente con su hermanita acerca de experimentos, cambiar las cosas de la casa y de bromas a Santana, sabía perfectamente que la pequeña no le hacia ninguna broma a la latina, pero a ella sí, más de una vez termino electrocutada al momento de querer abrir una puerta.
-Odio usar uniforme, me aprieta el cuello y aparte me pica, no me gustan las faldas y los calcetines son estúpidos- se quejaba Alex el lunes por la mañana en las puertas de su instituto.
-Alex, no insultes, Brittany me va a matar si te escucha diciendo eso, espérate mínimo dos años más para poder culpar a tu adolescencia y no a mí- hablo rápidamente la latina riendo nerviosamente, sabía que debía modular su vocabulario enfrente de Alex, pero siempre se le salía uno que otro insulto, la pequeña sabia hasta mal decir en español, todo gracias a su cuñada.
-Bien, pero no es mi culpa que quiera expresarme tan libremente como tú, siempre he admirado ese toque picante latino que tienes, te hace ardiente y misteriosa – justifico Alex, dándose cuenta de que su cuñada tenía una expresión seria en su cara- ¿Qué? Por favor, no soy ciega, eres hermosa, sexy, morena, latina, una especie de diosa americana, entiendo perfectamente porque tienes tan tonta a mi hermana y ella tiene suerte que no veas, porque créeme, se ha puesto más fea con los años, sumándole ese humor que se carga, no entiendo como la amas, pero no me malinterpretes, me gustan que estén juntas, de todas las chicas que Brittany presentó a la familia, tu eres mi favorita-
-Alex, soy la única que Brittany presentó formalmente alguna vez a tus padres y a ti, teniendo en cuenta que comenzamos como amigas- recalcó Santana.
-Vez, con más razón, mi favorita y única- sentencio Alex, dándole un beso en la mejilla a San para luego correr a la entrada de su escuela, Santana solamente soltó un suspiro mientras reía.
-Eres tan especial como tu hermana-
Santana, se quedó a un lado, escuchando como todas las personas, pasaban a su lado, esperaba a Brittany que saliera de hablar con el director, aparentemente Alex había tenido problemas con sus compañeros de clases, le costaba demasiado adaptarse a estar con otras personas, pero también fue hablar del gran avance que había tenido en sus clases extras y lo bien que manejaba el programa avanzado. Espero durante unos 15 minutos cuando sintió unos brazos por detrás rodeando su cintura.
-No debería estarme agarrando de esa forma, mi novia nos puede ver y déjeme decirle que es muy celosa- dijo juguetonamente Santana al sentir el olor de su rubia.
-Si bien, yo le prometo que tendré mucho cuidado que esa novia suya no nos vea- contesto la rubia besando el cuello de
su morena- no entiendo como esa novia suya puede dejar a un ser tan hermoso y sexy como usted tanto tiempo sola-
-Brittany detente, estamos en la calle- Santana decía jadeando haciendo su cuello a un lado dándole más acceso a la holandesa.
-Solo porque tenemos que ir a ver el café, si no, ahora mismo iríamos a casa, te arrancaría la ropa, luego besaría todo tu cuerpo y me hundiría tan profundo en el que hasta el portero se enteraría de como hago sentir a mi mujer- susurraba seductoramente Brittany, haciendo tragar en seco a la morena.
-Brittany…- jadeo la latina.
-Vamos, te prometo que en la noche sedamos a Alex y cumpliré mi palabra- se detuvo en seco, dejando complemente excitada a su novia.
-Detesto cuando haces eso, siempre es lo mismo- se quejó la latina.
- ¿A caso no cumplo con mi palabra cuando llegamos a casa? – preguntó ofendida la rubia.
-Claro que sí, pero ahora solo podre pensar en eso TODO el día- Santana hizo un hermoso puchero haciendo reír a Brittany, quien la tomo más fuerte en sus brazos, busco sus labios y le dio un apasionado beso.
Después de esas muestras de amor, ambas chicas se dirigieron a local de sus padres, el cual ya estaba abierto gracias a sus empleados, pero el problema era que solamente eran dos, Santana fue a la cocina a ayudar en lo que podía a Carolina, una de las empleadas, mientras que Brittany y Joey se quedaron en la barra cobrando y preparando los cafés.
Alrededor del mediodía, la campanilla de la puerta anuncio a clientes, Brittany estaba como loca, el lugar estaba más lleno que de costumbre y sentía que no se daban abasto, pero se sorprendió de ver entrar a su hermanita por aquella puerta, rápidamente cobro al cliente enfrente de ella y luego camino directo a Alex.
-Por el amor a todo lo bueno, ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? Se supone que iría por ti a la escuela hasta dentro de una hora- dijo apurada Brittany revisando su reloj.
-Tranquila hermana, salí antes de mis exámenes como de costumbre, convencí fácilmente a mi maestra que tú estabas afuera esperándome y si puedo manejar sin problema un sistema de alta tensión créeme que puedo con el sistema de metro de la ciudad, se leer hermana…- dijo como si nada la pequeña.
-Pero… ¿cómo sabias que tren agarrar? Te pudiste haber perdido- gritó Brittany.
-Le mande un mensaje a Quinn, preguntándole como llegar hasta aquí, es tan buena y dulce que creyó que era datos de la escuela, esa mujer es asombrosa- suspiraba como de costumbre Alex siempre que hablaba de Quinn.
-En serio quiero a esa rubia, pero cada vez me da más motivos para que le arranque el cuello y le rompa esa nariz-
-Oh no, tu no tocas la bella nariz de Quinn, antes pasarías por Santana y por mí- defendió rápidamente Alex a su amada.
- ¿Santana? ¿Por qué por ella? - pregunto confusa la Pierce mayor.
-Porque le diría que eres una bestia endemoniada que quiere atacar a la gente sin razón alguna, eso será suficiente para que tu novia te frene-
-Primero, no metas a San, segundo, en tu vida vuelvas a hacer lo que has hecho hoy, o por lo menos no hasta que regresen nuestros padres, tercero… ¿de dónde sacaste dinero para el metro? –
-San me dio 20 dólares en la mañana por cualquier emergencia, no es la primera vez que me da dinero así que tengo igual ahorrado, llevo un par de dólares extras por si acaso, ¿Con que crees que soborno a Puck para que me deje tomar todo lo que necesito de su taller? – dijo Alex como si fuera lo más obvio del mundo.
-Por el amor de Dios, un día me vas a matar, lo juro- suspiro frustrada la holandesa.
-Si un día lo logro, ¿puedo usar tu cuerpo en nombre de la ciencia? -
-No- Brittany giró los ojos para luego volver a la caja registradora.
Tres horas después Rachel y Quinn se aparecieron por el local, tenía poco que la hora pico había terminado, pero aun así el café mantenía su clientela lo suficiente para estar a la mitad de su capacidad.
- ¿Puedo ayudar en algo? estoy aburrida- pidió Alex acercándose a su hermana que estaba sentada firmando unos papeles junto con Santana.
-Atiende la registradora conmigo, yo escribo tu cobra, seremos buen equipo- dijo rápidamente la latina.
-Bien, mientras iré a ayudar a Joey en la cocina, después de cerrar iremos a cenar donde quieran- Brittany se levantó recogiendo todos los papeles para luego desaparecer en la puerta de la cocina.
- ¿Puedo acomodar los billetes? Brittany dejo un desastre esto- se quejó Alex al momento de abrir la caja y ver el desorden, algo que no soportaba era el desacomodo y la suciedad, siempre estaba limpia y con su ropa en perfecto estado.
-Normalmente no dejaría que una niña de 11 años cobrara y mucho menos acomodara la caja registradora, pero teniendo en cuenta que has ayudado a mi padre hasta con sus estados de cuenta del banco… adelante, el dinero no puede estar en mejores manos- argumento sonriendo la latina a Alex.
Rápidamente Alex se puso acomodar todo a su manera, al mismo tiempo que atendía junto a la latina a los clientes que aparecían, después de ese primer día en el café se volvió una rutina, ambas chicas iban a dejar a la más pequeña a la escuela muy temprano, luego iban a ver el café, se intercambiaban tareas durante toda la mañana hasta que iban por Alex la cual llegaba a cambiarse, almorzar y tomar su puesto con Santana, mientras Brittany ayudaba en la cocina o hacia las diligencias necesarias, Rachel y Quinn se aparecían de igual manera después del almuerzo, ayudando a atender las mesas o preparando los café si el lugar estaba en su máxima capacidad. Los días pasaron más rápidos de lo que todas habían planeado, la segunda semana iba ya a la mitad, Alex como de costumbre estaba en la caja registradora con la morena, Brittany ayudando en la cocina mientras Rachel y Quinn descansaban tomando café y comiendo unos bocadillos que la rubia les había preparado. La campanilla de la entrada sonó dejando ver a más personas entrar al lugar, se hizo una pequeña fila para ordenar la cual fue rápidamente atendida por la morena y la rubia.
- ¿Es normal que una niña de 9 años me está cobrando junto con una invidente? -preguntó amargamente una señora entregando el billete a Alex.
-Tengo 11 años y créame cuando le digo que mis cuentas son igual o mejores que las de un contador graduado, segundo, que mi hermana no la escuche menos preciar a su novia porque le dará la paliza de su vida, para luego sentir mi maquina lanza ligas 3.2, que cabe mencionar tiene moduladores de tensión- habló Alex al mismo tiempo que le entregaba su cambio a dicha señora, las risas no se hicieron esperar por parte de la latina y de las personas que habían escuchado.
-Gracias- dijo Santana cuando sintió que la señora se alejaba.
-No es nada- dijo Alex alzando sus hombros para quitarle importancia.
Siguieron atendiendo hasta que Santana saludo a quien se suponía estaba enfrente de ellas, pero sin obtener respuesta, lo que le hizo darle un codazo a Alex para que levantara la vista ya que esta estaba ocupada leyendo algo en su IPad.
-Buenas tardes ¿puedo tomar su pedido? – preguntó rápidamente la rubia, pero tampoco obtuvo respuesta de la chica que tenía enfrente, la cual solo se limitaba a saludar sonreír- San… la chica solo me sonríe y saluda, ¿Qué hago? – preguntó tímidamente, no sabía bien cómo actuar con otras personas, no le dio tiempo de contestar a la latina, cuando la chica empezó a hacer señas, señalando el lápiz y papel que tenía Santana en sus manos- San, quiere con lo que estas escribiendo- a la latina no le tomó más de un par de segundos entender de qué se trataba, rápidamente escribió algo en el papel y se lo señalo a lo chica, quien rápidamente negó con la cabeza con una sonrisa triste-Está negando con la cabeza ¿Qué le escribiste?- preguntó Alex queriendo ver lo escrito por l latina.
-Ella no puedo escuchar cariño, eso le pregunte, ahora… ¿Sigue tu amor platónico aquí? - preguntó Santana.
-Sí, está sentada con su llaverito a tres mesas de la cocina- respondió Alex.
-Bien- escribió rápidamente algo en el papel mostrándoselo a la chica para proceder a llamar a Quinn- FABGAY MUEVE TU TRASERO AQUÍ AHORA MISMO- gritó Santana llamando la atención de todo mundo, Quinn solamente suspiro parándose inmediatamente.
- ¿Qué ocurre San? - preguntó llegando donde ellas.
-Tu sabes el lenguaje de señas ¿Cierto? –
-Sí, una temporada estuve enseñando en el centro de artes, pero luego lo dejé ¿Por qué? -
-Perfecto, esta chica no puede escuchar y presiento que quiere ordenar a su manera, así que… toda tuya- dijo Santana, Quinn rápidamente dirigió la vista a la chica que estaba a un lado e ella, quien las miraba a todas ellas sin entender muy bien, hasta que Quinn empezó a mover sus manos, comunicándose sin ningún problema con la chica.
-Oh por dios, no puede ser más perfecta- suspiro Alex por la rubia- yo quiero aprender, no debe ser tan difícil, todo se debe basar en una secuencia de movimiento y señas corporales- pidió rápidamente.
-Ya te enseñare y no tardaras nada en aprenderlo, es más sencillo de lo que parece- dijo Quinn sin dejar de ver a la chica con quien “hablaba”, para luego ir a preparar a la barra lo que la chica deseaba, siendo acompañada por Alex y Rachel tomando el lugar de la rubia junto a San.
Brittany ante el alboroto, salió de la cocina para ver si todo estuviera en orden, viendo Quinn preparando junto con Alex café, mientras Santana peleaba como de costumbre con Rachel, sonrió ante la idea, eso era lo más ordenado que podía estar la cosa, así que negó con la cabeza para luego regresar a la cocina.
Los padres de ambas chicas, regresaron el siguiente domingo al medio día, trayendo con ellos muchos regalos y un nuevo bronceado cada uno, le agradecieron a las 4 chicas por todo lo que habían hecho y les aseguraron que adelante serían recompensadas, Alex pidió créditos de igual manera, más que en los últimos días se le ocurrió la idea de crear una máquina que haga cubitos de azúcar en forma de tartas y manzanas, lo cual pensaron que sería algo loco, pero resulto algo demasiado bueno, primero porque solo le tomo tres días, atracar el taller de Puck dos veces y una viaje a la ferretería para construirlo, así que cuando sus padre regresaron ese fin de semana, resultaba que cierto artefacto era la sensación de aquel lugar.
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-Sabes, fue muy bueno atender el café, relacionarse con otras personas y pasar tiempo con Alex, pero definitivamente, estar así contigo no se compara con nada- dijo la latina desnuda en los brazos de su novia. Era lunes de la tercera semana de vacaciones de Brittany y no se habían levantado de la cama en todo el día, eran como las 7 de la tarde y hasta ahora se preocupaban por el que iban a cenar.
-Pienso lo mismo, a veces olvido lo insaciable que eres- bromeó Brittany.
-Oh sí, es un talento latino, aguantar por horas y horas- susurró muy cerca de los labios de la rubia.
Brittany no lo dudó más y termino con la distancia, desencadenando un beso muy pasional.
-Te amo, daría todo por poderte verte una solo vez, confirmar lo hermosa que eres, después de eso podría morir con una sonrisa en el rostro- dijo Santana ocultando su rostro en el hueco del cuello de Brittany.
-Volverás a ver San, te lo prometo cariño- dijo Brittany con un nudo en el estómago.
-Brittany ya hablamos de eso, no quiero volver a hacerlo, no hoy por favor- rogó la latina, siempre que hablaban de eso le dejaba una muy mala y triste sensación.
-Bien, bien, no hablaremos más de eso- sentenció la rubia acunando más a su novia contra su pecho mientras esta se acomodaba- por ahora…- dijo para ella misma, sin dejar de acariciar a su latina.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Me encantaría que San vuelva a ver!!!
Amo a Alex!!!
Saludos
Amo a Alex!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Jajajaja Alex todo un caso listilla y enamorada de Q
Que bueno que lograron sacar adelante la cafetería y bueno espero que Britt encuentre la forma de que San vuelva a ver!!!
Que bueno que lograron sacar adelante la cafetería y bueno espero que Britt encuentre la forma de que San vuelva a ver!!!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Me encanta alex... jajaja sobre todo cuando esta con quinn!!!
A ver que tiene o llega a hacer britt por san!!???
A ver que tiene o llega a hacer britt por san!!???
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Capítulo 14 (primera parte)
-Se te hará tarde para el trabajo- dijo seriamente la morena.
-No me pienso ir sin antes estar bien- contesto Brittany-San, no me gusta pelear contigo, lo sabes, pero solo escúchame,
por favor- pedía un tanto suplicando.
-Brittany, no, simplemente no quiero hablar de eso, no ahora, ya te lo he dicho-
-Santana, lo llevas postergando semanas, no te pido que hagamos nada, tan solo que tengas consideradas todas tus opciones, solo quiero lo mejor para ti-
-Lo sé, pero no, a veces pienso que es más importante para ti que yo recupere la vista que hasta para mí misma…-
-Perdón por querer que tengas una vida plena y que la disfrutes al máximo- decía ya un tanto alterada la rubia.
- ¿Segura que es solamente por eso? –
-Sí, no sé qué ideas te están pasando por la cabeza, pero si Santana, quiero verte feliz, al igual que quiero que veas lo feliz que soy a tu lado, que veas el mundo que te rodea, por el amor de dios, quiero, deseo, con todo mi ser que vuelvas a ver esas sangrientas películas que tanto odio, los atardeceres, los inventos de Alex, a tus padres, a los míos, que veas lo bajita que es Rachel y te aturdas con la elegancia de Quinn, quiero que veas a Alex divagando acerca de Quinn, quiero todo para ti-
-Lo dices como si fuera un hecho, como si tan solo ver esos doctores me garantizaran volver a ver, no es tan fácil-
-Yo sé que no es fácil, lo entiendo, pero tienes que intentarlo, tenemos que- en ese momento Brittany soltó las llaves que había agarrado al principio de la pelea, para luego apoyarse en el lado opuesto de la barra de desayuno de donde estaba Santana- Por favor, entiéndeme, me mata saber que vives en esa oscuridad día y noche- dijo ya más tranquila y con sus ojos vidriosos.
-Yo… yo tengo miedo- admitió Santana bajando igual la guardia- no quiero hacerme falsas esperanzas Britt, no con esto-
Esta pelea no era la primera, llevaban “discutiendo” acerca de lo mismo por semanas, pero esta era la primera vez que lo trataban tan enserio, la latina siempre hacia de todo para evitar el tema.
-Voy a estar contigo, jamás te dejaría, sé que tienes miedo mi amor, yo igual lo tengo, pero aún más miedo tengo de pensar que no hicimos nada por arreglarlo, que no dimos pelea-
-Vamos a intentarlo, te lo prometo, pero ahora no por favor, entiéndeme de igual manera, dame tiempo, solo eso te pido, tiempo de tomar valor y arriesgar todo- pidió la latina abrazándose a ella misma.
Brittany suspiro cansadamente, no quería darle tiempo, estaba harta de esperar, 5 años había sido suficiente tiempo para ella, aunque aparentemente para la latina no, lentamente se acercó a su novia, para envolverla en sus brazos en un cálido abrazo, Santana se acomodó en el pecho de su novia, la cual no perdió tiempo y le dio un beso en la cabeza.
-Esperaremos, juntas, cuando llegue el momento lo sabremos, afrontaremos lo que venga juntas, piensas que lo arriesgaras todo, pero no es cierto, a mí no, nunca, nunca me vas a perder San, te amo tanto- dijo Brittany meciendo en sus brazos a la latina.
-Yo igual te amo Britt, no sé qué sería de mi sin ti, te amo- respondió Santana hundiéndose más en Brittany
Se quedaron abrazadas por un rato más, calmando sus corazones, calmando sus miedos, recordándose que se tenían una a la otra.
-Ahora sí, te tienes que ir, es tarde- Santana fue la primera en hablar separándose un poco de Brittany.
-Lo sé, pero disfruto tanto tenerte conmigo-
Brittany se separó lentamente de Santana, dejando un dulce beso en la frente de su novia, después de eso tomo sus cosas de nuevo, caminando hacia la puerta, pero antes de abrirla volvió donde Santana, dándole un dulce beso.
-Odio discutir contigo, pero a veces es necesario, porque creo que es la forma de arreglar nuestro problemas- dijo cuándo se separó del beso.
-Lo sé, siempre habrá peleas, pero podemos solucionarlo justamente como ahora… gracias por entenderme y tenerme paciencia- contestó la latina sin separarse mucho de su rubia- Te espero para cenar, ahora iré a casa, mi papá quiere hablar conmigo-
- ¿Todo bien? - preguntó extrañada Brittany.
-Sí, bien, supongo que debe ser algo sin importancia, ya sabes luego como se pone de serio por cualquier cosa- bromeo la latina.
-Bien, cuando llegues a casa de tus papas, avísame, odio no poder llevarte, pero sin casco no pienso arriesgarte con la moto- Brittany hizo referencia que hace unos días, habían perdido el casco de la latina que usaba en la moto, la rubia le ofreció el de ella en lo que compraban uno nuevo, pero esta se negó- ¿Sabes? creo que viene siendo tiempo de dejar mi moto atrás, por más que la adore, debemos considerar un auto- espetó pensativa la rubia.
-Opino lo mismo… ¿Me dejaras escoger el auto? – preguntó juguetonamente la latina.
-Por supuesto que sí, te describiré cada auto que vea, hasta que te guste alguno, obviamente si esta en nuestro presupuesto lo compraremos- anunció felizmente Brittany tomando de la cintura a la latina.
-Bien, me parece perfecto… ahora tiene que irse, no quiero ni saber la hora que es- reía Santana, ya que Brittany no dejaba de darle besos por todo su mentón.
-Bien, me voy, ten cuidado cariño, te veo en la cena, suerte en el teatro- se despidió ahora si la rubia soltando a su morena.
-Tu igual…y Pierce, nada de manejar mientras este lloviendo, no bromeo- advirtió seriamente la latina.
-Ya te pareces a mi madre, tendré cuidado lo prometo-
-Bien, a las 7 en punto quiero su sexy trasero en casa, cada minuto de retraso lo pagara con deberes-
-Huy, eso ni queriendo, 7 en punto estoy aquí, te amo- dio un corto beso a su morena para luego finalmente abandonar el departamento.
-Igual te amo Britt- contestó Santana a pesar de haber escuchado como la puerta se había cerrado.
Después de eso, Santana recogió rápidamente los trastes del desayuno, dejándolos para lavar más tarde, ahora tendría que ir a ver a su padre. Agarró sus cosas, camino a las escaleras de emergencia ya que el elevador estaba descompuesto, debido a la descarga eléctrica que produjo una tormenta eléctrica de unas noches anteriores.
-Odio bajar escaleras, me recuerda cuando Marley me obligaba a ir al gimnasio- escuchó Santana detrás de ella.
-Hola Kitty…a mí no me molestan, es buen cárdio- bromeo la latina sabiendo que su vecina odiaba todo lo relacionado con el ejercicio. Kitty solo soltó un bufido ante ese comentario, haciendo reír a la latina.
Después del áspero comienzo con Kitty, Santana y Brittany tuvieron la oportunidad de conocerla mejor, a ella y su novia Marley, quienes demostraron no ser malas personas, ganándose así dos nuevas amigas y una pareja más conocida de lesbianas, ¿Quién lo diría?, las parejas gais están destinadas a conocer a mas parejas gay. Cuando ambas estuvieron fuera del edificio, Kitty ayudó a Santana a tomar un taxi, 20 minutos después la latina estaba de pie fuera de su antigua casa, pero del que siempre sería un hogar más-
-Tarde como siempre señorita – reto el padre de Santana a penas le abrió la puerta.
-Lo siento, pero digamos que tuve una pequeña discusión con Brittany que me retraso.
-Vaya, problemas en el paraíso ¿Todo bien? – preguntó sinceramente preocupado Ricardo.
-Sí, nada que hablando no se pudiera resolver, Brittany y yo hemos pasado demasiado para que una simple discusión nos afecte- dijo como si nada, quitándole importancia a lo que había sido aquella riña más temprano.
-Me alegro, es gratificante ver como ambas crecen, como personas, profesionistas y sobre todo como pareja-
-Si bien, tomo tus felicitaciones, pero presiento que no he venido a hablar de mi relación-
-No claro que no, ven, vamos a mi despacho, ahí hablaremos con calma- el señor López guio a su hija a su ya conocido despacho, para luego sentarla en la silla frente a su escritorio y tomar su lugar detrás del mismo.
-Bien, ¿Qué ocurre? - preguntó sin rodeos Santana.
-Hija, sé que sonara raro, pero… ¿Recuerdas como perdiste la vista? – preguntó cuidadosamente Ricardo a su hija, ante esta cuestión Santana suspiro frustrada, al parecer hoy era el día que todo mundo quería hablar de su falta de visión.
-Claro que lo recuerdo papá, es un día que por desgracia jamás olvidare- dijo frustrada- ¿A qué viene todo esto? -
-Cuando paso todo lo que paso, yo literalmente perdí la cabeza hija, en el hospital solo quería salir y golpear a la primera persona que se me cruzara, quería culpar a alguien, que pagaran por lo que te había pasado… - relataba Ricardo sin dejar de ver a una seria Santana enfrente de él – cuando nos dieron el diagnostico final, juró por ti, por tu madre y por mí mismo que hundiría a las personas culpables…-
-Papá fue un accidente, no hay nada que hacer, no lo hubo en su momento no lo hay ahora, no te mortifiques con eso por favor, tu no- Santana extendió sus manos en el escritorio de su padre, pidiendo las de él.
-Yo sé que fue un accidente, yo mismo te lo dije, pero, no me iba a quedar con los brazos cruzados, unas semanas después de que salieras del hospital, cuando estabas ya recuperándote hice un par de llamadas, tu madre me dio su declaración por escrito y ¿Recuerdas que te di a firmar algo? - preguntó mientras tenia tomada de las manos a su hija.
-Sí, me dijiste que eran unas cosas del hospital y no sé qué más, la verdad no preste mucha atención que digamos- decía pensativamente la latina tratando de recordar.
-Bien, pues en si era tu declaración, sé que debí decírtelo, pero no quería preocuparte con términos legales, a pesar de que quería hacer algo por ti, no quería involucrarte, mi mayor interés era que te recuperaras lo mejor que pudieras a tu nueva vida, al ver que Brittany no te dejaba sola ni a sol ni sombra decidí hacer algo por mi cuenta- explicaba Ricardo- ahora que veo las cosas mejor, me doy cuenta que tal vez debí hacer algo más por ti, no solo en termino legales, estar contigo y apoyarte más-
-Papá estuviste para mí, cuando no quería salir de la cama fuiste cada día a gritarme, retarme y hasta cargarme para meterme al carro e ir a médico, hiciste mucho, así que no debes tener culpa alguna- interrumpió rápidamente la latina, apretando más las manos de su padre.
-Eres mi única hija San, cuando te vi en esa cama sentí como mi mundo se venía abajo, por eso hice lo que hice…-
-Aun no comprendo a dónde quieres llegar, me hiciste firmar una declaración engañada, lo entiendo, pero ¿y luego? –
-Metí todos los papeles necesarios e hice todo para demandar a la empresa, los primeros meses simplemente no pasó nada, sabía que era un proceso largo, pero nunca imaginé que tardara todo este tiempo-
-Espera… ¿me estás diciendo que aún no se ha terminado? –
-No, te estoy tratando de decir los resultado- Ricardo hasta este momento fue que se soltó las manos de su hija para luego ponerse de pie- con el tiempo me fui enterando que tu caso no fue el único, al parecer la empresa que fabricó la televisión que compramos tuvo muchas fallas en esos electrodomésticos, mi demanda no era la única… pero si la más grave- Ricardo daba vueltas por todo su estudio, hasta que llegó a su escrito, abrió uno de los cajones y luego saco un sobre de el- Cariño, ganamos- dijo sonriendo, viendo el sobre en sus manos.
- ¿Qué quieres decir con que ganamos? – preguntó confundida la morena.
-Ayer en la tarde cuando revisaba mi correspondencia me llegó un sobre con el nombre de esa empresa… te han dado una indemnización, remunerándote de todos los gastos médicos que pudiste haber gastado todos estos años a partir del accidente, más gastos futuros que podrías llegar a gastar-
- ¿De cuánto estamos hablando? - preguntó Santana pensando que un dinero extra no le vendría mal a ella y a Britt, podrían ver con más seguridad su auto.
-Aproximadamente 3.6 millones…-
Santana casi se cae de la silla cuando escuchó aquella cantidad.
- ¿Estas bromeando verdad? – preguntó atónita, Ricardo al ver la reacción de su hija no pudo evitar reír.
-No cariño, me he sorprendido igual que tú, al parecer han ofrecido esa cantidad de dinero por tal de que esto no transcienda más, es tu decisión aceptar el dinero o no- recalcó más serio su padre.
- ¿Qué pasaría si no acepto? –
-Iríamos a juicio, ya que en términos legales, el grado de tu lesión, merece una cantidad mucho mayor, pero presiento que se haría un gran escándalo, ya sabes prensa, reporteros, show y medio, arriesgarías todo y si llegáramos perder, no habría nada, hablando económicamente- Santana se quedó pensativa, su padre la observaba firmemente, tratando de adivinar lo que pasaba por la mente de su hija- Cabe mencionar que si decides ir a juicio es un proceso largo y cansado, pero si es lo que deseas yo te apoyare en todo momento, puedes llegar a conseguir hasta el doble de dinero- anunció su padre sin dejar de verla, el silencio se hizo presente nuevamente.
-Debo admitir que 7 millones de dólares suenan tentadores- bromeó la latina – pero no veo necesario por qué hacerlo, quiero decir, nunca preví todo esto, todo ese dinero, a pesar que dices que no es lo justo para mi es una cantidad absurdamente exagerada, aceptó, pero con dos condiciones- Santana se enderezo en la silla- Primero, necesito que la empresa me confirme que ha arreglado el problema que hayan tenido con toda esa serie de televisiones…-
-Sobre eso, no te preocupes, a los tres meses de tu accidente recibí un correo, donde se informaba que toda la serie producida de esas televisiones y de 3 meses anteriores fue retirada del mercado- interrumpió Ricardo aclarándole eso a su hija.
-Bien, me gusta eso, ahora, segundo, quiero que tú y mi madre se queden con el 20% de la cantidad que me darán-
-Hija no es necesario que hagas eso, ese dinero es tuyo, lo pelee por ti y para ti, nada más- intervino rápidamente Ricardo colocándose a un lado de su hija.
-Lo sé, pero quiero que ustedes tengan ese dinero, tú te esforzaste tanto, no me imagino todo lo que tuviste que hacer para ganar, así que no está a discusión, tendrán ese dinero y no se habla más- dijo Santana colocándose de pie buscando a su padre, cuando logro llegar con él, lo rodeo con sus brazos fuertemente- Dios, no me lo puedo creer- decía en el abrazo.
-Pues créalo señorita, tú te mereces esto y más, sé que el dinero no lo es todo, pero si ayuda mucho, así que quiero que lo uses sabiamente, que compres una amplia y hermosa casa, el auto de tus sueños o el de Britt, no sé, comprar un teatro o contratar a alguien para que le arranque las cuerdas vocales a Rachel- bromeaba Ricardo.
-No me tientes papa, Quinn y Alex jamás me perdonarían que dañe a esa enana- reía la latina.
-Lo sé, pero enserio hija, haz lo que quieras, lo que siempre imaginaste y quisiste… tal vez, no lo sé, podrías considerar hacerte nuevos estudios, tu sabes, de tu vista- dijo cuidadosamente Ricardo sabiendo cómo se ponía la latina con ese tema.
-Tu no, por favor, justamente por eso discutí con Britt hace menos de dos horas- dijo cansada la latina.
-Ya veo, pero comprende que todas las personas que te amamos y preocupamos por ti queremos solamente lo mejor, todos sabemos la ilusión que te daría saber que puedes volver a ver-
- Pero papá ¿Qué pasa si se queda en eso? En una tonta, absurda e irreal ilusión- confesó la latina uno de sus mayores miedos.
-Bueno, pues es mejor intentarlo que quedarse con el “debí hacerlo”, recuerdo que cuando tenías 5 años tenías terror al agua, decidimos meterte a clases de natación para que dejaras de tener miedo, tu primer día de clases no querías soltarme, decías que cuando aprendieras a nadar prometías meterte a la piscina, la siguiente vez fue lo mismo, hasta que el tercer día te armaste de valor y entraste temerosamente al agua, una vez adentro fue un lio sacarte- relataba divertido Ricardo- Es normal tener miedo, eso es de humanos, pero no te voy a presionar, no creo que esa rubia se rinda tan fácilmente, por lo que me puedo quedar tranquilo-
Santana ya no contesto nada, sabía que su padre tenía razón, pero no era algo que le apeteciera admitir, decidió cambiar mejor de tema para luego empezar todo el trámite del traspaso de dinero, cuentas bancarias, firmas y demás papeleo.
Cuando abandono la casa de sus padres, no sabía si reír, gritar, llorar o saltar de la felicidad, nunca se consideró una mujer materialista, pero joder, había ganado gracias a su padre más de lo que pudo creer tener alguna vez en su cuenta bancaria.
Estaba en el taxi rumbo al teatro, decidió hablarle a su rubia para contarle lo sucedido, pero esta no contesto, haciéndole recordar a la latina que Brittany le había dicho que estaría en juntas todo el día, por lo cual o dejaba el celular en su escritorio o lo ponía en silencio, se resignó a no darle la nueva buena hasta la hora de la cena. En el teatro se encontró con Rachel, quien ahora estaba ayudando a dirigir la nueva obra que se realizaba, Santana no participaba en esta, bueno no físicamente, solamente prestaría su voz para dar lugar a lo que sería un poco más de la mitad del soundtrack de toda la obra, por lo cual los siguientes días en lugar de ir al teatro estaría en un estudio grabando las canciones que utilizarían.
-López, ¿Te llevamos? – preguntó Rachel acercándose a la latina quien estaba ayudando a una chica con sus líneas, se había aprendido una parte del guion para poder ayudarla.
-Claro, me dará tiempo de darme un baño, arreglar un poco el departamento y pedir la cena para antes de que llegue Brittany- dijo Santana despidiéndose al mismo tiempo de la chica.
-Bien, Quinn dice que quiere hacer algo romántico, así que me ha invitado a cenar, no quiero ni pensar a donde me va a llevar, la última vez que le dieron esos ataques de romanticismo terminamos en un lugar de comida para niños, ya sabes, videojuegos, sodas y pizza- reía Rachel recordando ese día.
-Alex sería muy feliz con ella- bromeó Santana sabiendo lo celosa que era esa enana en cuanto a la pequeña Pierce.
-Muy graciosilla López, ya quisiera verte si supieras que una nena de 12 años quiere quitarte a tu novia- reclamó Rachel.
-No lo sé y por suerte no lo tengo que averiguar- reía Santana.
Ambas chicas salieron del teatro, Quinn ya las esperaba en la entrada con un paraguas, se acercaba una tormenta y sabía que su novia odiaba mojarse al igual que la latina, el trayecto al edificio de Santana fue como el de siempre, ella y Rachel peleando, amenazándose para luego terminar hablando del trabajo como si nada hubiera pasado. Cuando Santana entro al edificio pudo sentir la ráfaga de viento con olor a lluvia, subió calmadamente las escaleras hasta el cuarto piso, entrando a su departamento, quitarse las zapatillas, para luego acostarse unos minutos en el sillón, procesando todo lo que había pasado ese día, la pelea con Britt, la noticia de su padre, la cantidad de dinero del que ahora ella era dueña y sin darse cuenta se quedó dormida.
El fuerte sonido de los relámpagos la despertaron, junto con la sensación de frio, recordando donde se había quedado dormida rápidamente oprimió su reloj “Son las 6:54 p.m.” dijo la voz robótica, se levantó perezosamente del sillón, caminando a la ventana, para escuchar la lluvia estrellarse en ella, automáticamente pensó en Brittany, sabía que no debía tardar en llegar, jurando que, si no llegaba en un taxi, le iba a reventar el primer jarrón que encuentre contra su cabeza. Conforme pasaban los minutos, una ansiedad crecía en ella, no sabía si era por el largo día que había tenido, las ansias de ver a su novia o simplemente el frio que reinaba en el departamento, trato de marcar a Brittany, pero simplemente no encontraba su teléfono, un par de minutos después, escuchó tocar la puerta, haciéndola soltar un gran suspiró, verifico nuevamente la hora, “7:17”, Brittany solo se había retrasado 20 minutos y aparentemente volviendo a olvidar sus llaves.
-Me estoy volviendo una paranoica, debo dejar de juntarme con Rachel- bromeó para ella misma la latina mientras caminaba a abrirle a su novia, mientras se acercaba a la puerta escuchó como nuevamente tocaban, pero ahora un poco más insistente – ya voy, cálmate Britt - gritó para que la escuchara su rubia.
-Santana…- escuchó la voz de Rachel apenas abrió la puerta.
- ¿Enana? – preguntó confundida la latina.
-San, olvidaste tu teléfono en el carro- dijo entrando rápidamente al departamento muy nerviosa.
-Oh bueno, ahora comprendo porque no lo encontraba-
-San…- dijo intranquilamente la enana.
- ¿Qué pasa Rachel? Te escucho nerviosa- preguntó la latina cerrando la latina.
-Cuando te dejamos Quinn y yo nos fuimos a cenar como te dijimos… cuando terminamos y subimos de nuevo al carro me di cuenta que habías dejado el teléfono porque este no dejaba de sonar- a Rachel en este punto le costaba hablar.
-Rachel me estas asustando, dime que pasa por favor- pedía Santana sintiendo como su corazón empezaba a latir fuertemente, algo dentro de ella le decía que lo que Rachel le quería decir era relacionado con Brittany.
-Creo que será mejor que te sientes…- pidió la enana.
-Sentarme un carajo, ¿Rachel Berry que pasó? ¿Por qué Brittany no ha llegado a casa? – preguntó al punto de llanto la latina.
-Quienes llamaban eran del hospital central… San, Brittany tuvo un accidente- al escuchar esto Santana soltó un pequeño gritó y sintió como sus piernas perdían fuerza, rápidamente fue tomada por Rachel quien la apoyo en la pared más cercana.
-Eso no es cierto, Rachel por Dios ¿Qué ha pasado? -
-No lo sé, por lo que me logró explicar la enfermera, su moto derrapo en la lluvia, no me dijeron más porque no eras tú, ella te tiene como número de emergencia- hablaba Rachel como podía, aun sosteniendo a la latina.
-Tengo que ir al hospital, tengo que… tengo que estar con ella- Santana se soltó rápidamente de Rachel, saliendo torpemente del departamento, siendo perseguida por su amiga.
-Santana, cálmate por favor-
-No me pidas que me calme, tengo que ir con ella Rachel, tengo que saber que está bien, a ella no le puede pasar nada- hablaba mientras casi corría por los pasillos.
-Lo se San, te llevaremos al hospital, Quinn nos está esperando abajo, pero te tienes que calmar, te vas a lastimar-
-Me importa un carajo si me lastimo o no, quiero estar con Brittany ahora mismo-
-Te entiendo, vamos, toma mi mano- ofreció dulcemente Rachel guiando a la latina por todo el edificio.
El camino al hospital fue eterno para Santana, tenía unas ganas horribles de llorar, pero se contenía, sabía que llorar no arreglaría nada, a penas Quinn informo que había llegado, Santana salió disparada del auto, seguida por una preocupada Rachel, cuando esta logro alcanzar a la latina, la guio rápidamente a la recepción.
-Necesito saber acerca de Brittany Pierce, me informaron que había tenido un accidente con su moto- preguntó rápidamente. Sin decir nada, la chica rápidamente tecleó en su computadora, buscando a Brittany en el sistema.
-Brittany Pierce, 25 años, accidente de moto, tiene 45 minutos que la ingresaron a urgencias- leyó la información de la pantalla- según el reporte policiaco, un coche se saltó un alto, lo cual provoco que la señorita Pierce maniobrara para esquivarlo, pero con el agua en el pavimento perdió el control, derrapando y cayendo de la moto, fue encontrada a unos pocos metros de esta misma, debajo de un auto que estaba cerca de la escena- seguía leyendo la muchacha sin percatarse del estado de la latina que tenía enfrente.
-No, no, eso no es cierto, Brittany- gritó para tratar de salir corriendo en busca de su novia, pero siendo retenida hábilmente por Quinn.
-Santana, tranquilízate por favor- pidió la rubia.
-Quinn, no le puede pasar nada, a ella no, me muero si algo le ocurre, es mi vida Quinn, ella es mi todo- lloraba la morena en los brazos de su amiga, Rachel observaba aquella escena reteniendo su llanto, nunca había visto tan vulneraba a Santana.
-Ella va a estar bien, no sabemos nada, así que no te precipites- trataba de calmarla Quinn, luego sin soltar a la latina volteó a ver a la recepcionista - ¿Cuándo tendremos noticias de mi amiga? –
-Por el momento lo que les dije es todo lo que se, un doctor se comunicara apenas pueda, les recomiendo ir a la sala de espera, puede tardar un poco- explicaba amablemente la chica.
-Muchas gracias, eso haremos… Vamos Santana, tenemos que avisar a sus papas y a los tuyos- dijo Quinn guiando a la latina a donde la recepcionista había indicado- Rachel cariño, puedes ir por algo para tomar, Santana necesita calmarse-
-Sí, ahora mismo voy- Rachel se limpió las lágrimas que tenía en el rostro para luego desaparecer del campo de visión de Quinn.
Santana temblaba en los brazos de Quinn, le tomo más de 15 minutos poder controlarse, para finalmente poder tomar su móvil, primero llamó a su madre, quien prometió estar ahí en menos de media hora, la siguiente en ser llamada fue Susan, quien al escuchar lo que le decía la morena, se puso a llorar en el teléfono, haciendo que la latina se desmoronara nuevamente, Rachel terminó quitándole el teléfono para poder calmar a Susan, mientras la latina era reconfortada por Quinn. Unos 20 minutos más tarde, Susan, Maribel y Robert entraban corriendo al hospital, llegaron a donde estaban las tres chicas y Susan tan solo de ver el estado de Santana, supo que esta no tenía buenas noticias.
- ¿Qué ha pasado? – intervino rápidamente Robert.
Santana trato de explicar lo que la recepcionista les había explicado minutos antes, pero simplemente nada salía de su boca, Rachel intervino nuevamente, informando a la familia lo ocurrido, Maribel no dudo en tomar en brazos a su hija, quien solo sollozaba y se hundía en su pecho como una niña asustada de 5 años. En la sala de espera se hizo un silenció abrupto, hasta que el celular de Santana lo interrumpió.
- ¿Hola? – dijo lo más firme que le permitió su voz.
-Santana demonio López, ¿Puedo saber porque la puerta de tu departamento está de par en par con todas las luces encendidas? – se escuchaba la voz de Kitty del otro lado de la línea.
-Kitty, Brittany está en el hospital, a penas supe salí corriendo con Rachel del departamento que ni cuenta nos dimos-
-Por dios ¿qué ha pasado? –
-Tuvo un accidente con la moto, al parecer un auto se sal…- se detuvo abruptamente la morena -Rayos, Kitty, Marley es enfermera en el hospital central ¿Cierto? – recordó de un momento a otro.
-Sí, ella está de turno ahora, ¿En ese hospital están? – preguntó Kitty obteniendo un si por parte de la latina – bien, ahora mismo le marcó, solo dejo a botitas en el departamento que se había escapado y habló con ella, me vuelvo a comunicar apenas pueda y voy para el hospital-
-Muchas gracias Kitty, gracias-
La morena ya no recibió respuesta alguna, terminó la llamada y volvió a los brazos de su madre, unos minutos después fue la voz de Rachel quien irrumpió en la sala rompiendo el silencio.
- ¿Dónde está Alex? - peguntó al darse cuenta de la ausencia de la pequeña.
-Con Puck, lo estaba ayudando a componer una maquina en su taller, ya hablamos con él, la tendrá un rato más ocupada y luego vendrán, estuvimos de acuerdo que no debía estar tanto tiempo en el hospital, no sabemos cómo tomara la noticia, así que mejor se lo diremos todos juntos- contestó Robert quien consolaba a su mujer.
-Sí, creo que será lo mejor- dijo Rachel sentándose junto a Quinn.
Pasaron alrededor de 30 minutos, cuando Marley se apareció en la sala de espera, con su uniforme de enfermera y una mirada más triste de lo que normalmente tenía.
-Santana…- hablo la chica, haciendo que la latina se levantara de golpe al reconocer la voz.
-Marley, por favor, dime que sabes algo, lo que sea- rogaba la latina.
-Sí, tiene roto un brazo, por el cual suponemos fue del lado que se cayó de la moto, hematomas por todo su cuerpo, su casco se rompió al momento de impactar con el suelo, el vidrio estallo cortando su pómulo derecho y labio inferior, pero lo que más nos preocupa es la contusión cerebral que presenta, no ha recuperado la consciencia desde que llego al hospital y…- se detuvo soltando un suspiró, bajando la mirada tratando de quitar todas las miradas que tenía sobre ella.
- ¿Y qué Marley? ¿Qué pasa? - Santana tomo del hombro a la enferma sacudiéndola.
-Ella no está respondiendo a las pruebas realizadas- Marley podía sentir el miedo recorrer el cuerpo de la latina tras sus palabras.
- ¿Eso qué significa? – se atrevió a preguntar Ricardo que había llegado unos minutos antes logrando escuchar todo.
-Puede significar todo o nada, tal vez Brittany solo se desconectó por así decir para dejar descansar a su cerebro y que la hinchazón baje, tal vez ha sido demasiado precipitado hacerle las pruebas, puede que necesite un par de horas más…-
- ¿Y si no responde? - ahora fue Robert quien preguntaba. Marley miró por primera vez al padre de la que era su vecina, la chica que se había peleado con su novia por defender a Santana la primera vez que se conocieron, la chica quien todos los viernes bajaba a comprar un bote de helado para ella y su novia sin importar el clima o sus fachas, la chica quien les compartía de su café cuando Kitty olvidaba comprar más, la chica quien se ofrecía a ayudarla con sus compras cuando las veía muy atareadas, la chica que era la felicidad de Santana.
-Querrá decir que hay un daño grave en su cabeza, que no sabremos su magnitud hasta que despierte… si es que lo hace- agregó lo último sintiendo como su garganta se quemaba.
Santana no podía más, se dejó caer de rodillas, llevándose las manos a la cara para llorar, sus padres rápidamente se colocaron a su lado, mientras que de un costado era la misma escena, pero con Susan y Robert que se consolaban mutuamente. Marley se quedó hasta que Kitty apareció en la sala de espera, informó que un doctor vendría en cualquier momento para darles más detalle, se disculpó con todo mundo y dejo la sala.
Kitty, Rachel y Maribel cuidaban de Santana, mientras que Quinn y Robert sostenían a una inconsolable Susan que lloraba en uno de los sillones. El doctor pasó tiempo después, repitiendo lo mismo que Marley había dicho, dejando nuevamente ese sentimiento de dolor en el pecho de cada uno de los presentes, para luego informar que pasarían a la rubia a un cuarto y que podrían verla, ya que por el momento no quedaba otra cosa que solamente esperar. Alex y Puck aparecieron una hora después, la pre adolescente no entendía porque el grandulón la había llevado al hospital en lugar de su casa y entendió menos cuando vio como estaban todos en la sala de espera.
- ¿Qué está pasando aquí? – preguntó en medio de la sala - ¿Dónde está Brittany? – cuestionó mientras escaneaba la habitación en busca de su hermana.
Nadie se atrevía a decir nada, todo mundo sabía que Alex iba a entender perfectamente lo que le estaba pasando a su hermana, pero nada ni nadie quitaba el hecho que aún era una niña. Su padre fue quien se la sentó en sus piernas, explicándole el accidente y el estado de salud de su hermana, Puck pidió igual una explicación que fue dada por Ricardo.
-Debe haber algo que se pueda hacer, no nos podemos sentar a esperar, debe haber algo que ayude a Britt, hay que preguntar a otros doctores, tener más opiniones, buscar una alternativa, no, no podemos simplemente sentarnos y esperar- decía nerviosamente la pequeña Pierce tratando de bajarse de las piernas de su padre, pero que este no la dejaba.
-Cálmate Alex, tenemos que esperar, no hay de otra- pedía su padre.
-No, nada de eso, Santana, tu sabes que tengo razón, tu más que nadie, tenemos que hacer algo, es mi hermana, nuestra Britt, tenemos que ayudarla- rogaba la niña en dirección a su cuñada. Santana trataba por todos los medios de controlar su llanto, luego se puso de pie y caminó a donde escuchaba que procedía la voz de Alex.
-Alex, yo haría hasta lo imposible por Britt, lo sabes, pero tenemos que darle un poco de tiempo, tal vez solo necesita descansar, dale un par de horas, luego te prometo, que yo buscare y hare contigo hasta lo imposible por tener a Britt de vuelta con nosotras- prometió la latina acunando a la pequeña en sus brazos. Alex solo asintió contra el pecho de la latina para luego hundirse más en ella.
Minutos después el doctor regresó informando que Brittany ya estaba en una habitación y que podía recibir visitas, nadie se atrevía a moverse, Santana aún refugiaba a Alex en sus brazos, pero al escuchar al doctor solamente quería salir corriendo a donde estaba su novia, Quinn se dio cuenta de la desesperación en la cara de la latina y no dudo en tomar el lugar de Santana abrazando a la pequeña Pierce.
-Sé que querrán verla, pero les pido por favor que me dejen estar con ella solo un momento- dijo a Robert y Susan que estaban a un lado de ella.
-Por supuesto que si San, por el momento Alex nos necesita igual o más que Brittany- respondió Susan con un tono de voz triste.
-Tomate el tiempo que quieras, nosotros estaremos aquí cuando salgas- agregó Robert.
Santana asintió, luego pidió ayuda a su madre para que la llevara la habitación 29 que era donde estaba su rubia. Cuando estuvieron enfrente de la puerta, Maribel abrazo a su hija, informándole que ellos igual se quedarían todo el tiempo que fuera necesario, la latina contesto un débil si, para luego sentir como su madre se aleja.
Le tomo un par de segundo agarrar valor para tan solo tomar el picaporte de la puerta y otros tantos para abrirla.
-Se te hará tarde para el trabajo- dijo seriamente la morena.
-No me pienso ir sin antes estar bien- contesto Brittany-San, no me gusta pelear contigo, lo sabes, pero solo escúchame,
por favor- pedía un tanto suplicando.
-Brittany, no, simplemente no quiero hablar de eso, no ahora, ya te lo he dicho-
-Santana, lo llevas postergando semanas, no te pido que hagamos nada, tan solo que tengas consideradas todas tus opciones, solo quiero lo mejor para ti-
-Lo sé, pero no, a veces pienso que es más importante para ti que yo recupere la vista que hasta para mí misma…-
-Perdón por querer que tengas una vida plena y que la disfrutes al máximo- decía ya un tanto alterada la rubia.
- ¿Segura que es solamente por eso? –
-Sí, no sé qué ideas te están pasando por la cabeza, pero si Santana, quiero verte feliz, al igual que quiero que veas lo feliz que soy a tu lado, que veas el mundo que te rodea, por el amor de dios, quiero, deseo, con todo mi ser que vuelvas a ver esas sangrientas películas que tanto odio, los atardeceres, los inventos de Alex, a tus padres, a los míos, que veas lo bajita que es Rachel y te aturdas con la elegancia de Quinn, quiero que veas a Alex divagando acerca de Quinn, quiero todo para ti-
-Lo dices como si fuera un hecho, como si tan solo ver esos doctores me garantizaran volver a ver, no es tan fácil-
-Yo sé que no es fácil, lo entiendo, pero tienes que intentarlo, tenemos que- en ese momento Brittany soltó las llaves que había agarrado al principio de la pelea, para luego apoyarse en el lado opuesto de la barra de desayuno de donde estaba Santana- Por favor, entiéndeme, me mata saber que vives en esa oscuridad día y noche- dijo ya más tranquila y con sus ojos vidriosos.
-Yo… yo tengo miedo- admitió Santana bajando igual la guardia- no quiero hacerme falsas esperanzas Britt, no con esto-
Esta pelea no era la primera, llevaban “discutiendo” acerca de lo mismo por semanas, pero esta era la primera vez que lo trataban tan enserio, la latina siempre hacia de todo para evitar el tema.
-Voy a estar contigo, jamás te dejaría, sé que tienes miedo mi amor, yo igual lo tengo, pero aún más miedo tengo de pensar que no hicimos nada por arreglarlo, que no dimos pelea-
-Vamos a intentarlo, te lo prometo, pero ahora no por favor, entiéndeme de igual manera, dame tiempo, solo eso te pido, tiempo de tomar valor y arriesgar todo- pidió la latina abrazándose a ella misma.
Brittany suspiro cansadamente, no quería darle tiempo, estaba harta de esperar, 5 años había sido suficiente tiempo para ella, aunque aparentemente para la latina no, lentamente se acercó a su novia, para envolverla en sus brazos en un cálido abrazo, Santana se acomodó en el pecho de su novia, la cual no perdió tiempo y le dio un beso en la cabeza.
-Esperaremos, juntas, cuando llegue el momento lo sabremos, afrontaremos lo que venga juntas, piensas que lo arriesgaras todo, pero no es cierto, a mí no, nunca, nunca me vas a perder San, te amo tanto- dijo Brittany meciendo en sus brazos a la latina.
-Yo igual te amo Britt, no sé qué sería de mi sin ti, te amo- respondió Santana hundiéndose más en Brittany
Se quedaron abrazadas por un rato más, calmando sus corazones, calmando sus miedos, recordándose que se tenían una a la otra.
-Ahora sí, te tienes que ir, es tarde- Santana fue la primera en hablar separándose un poco de Brittany.
-Lo sé, pero disfruto tanto tenerte conmigo-
Brittany se separó lentamente de Santana, dejando un dulce beso en la frente de su novia, después de eso tomo sus cosas de nuevo, caminando hacia la puerta, pero antes de abrirla volvió donde Santana, dándole un dulce beso.
-Odio discutir contigo, pero a veces es necesario, porque creo que es la forma de arreglar nuestro problemas- dijo cuándo se separó del beso.
-Lo sé, siempre habrá peleas, pero podemos solucionarlo justamente como ahora… gracias por entenderme y tenerme paciencia- contestó la latina sin separarse mucho de su rubia- Te espero para cenar, ahora iré a casa, mi papá quiere hablar conmigo-
- ¿Todo bien? - preguntó extrañada Brittany.
-Sí, bien, supongo que debe ser algo sin importancia, ya sabes luego como se pone de serio por cualquier cosa- bromeo la latina.
-Bien, cuando llegues a casa de tus papas, avísame, odio no poder llevarte, pero sin casco no pienso arriesgarte con la moto- Brittany hizo referencia que hace unos días, habían perdido el casco de la latina que usaba en la moto, la rubia le ofreció el de ella en lo que compraban uno nuevo, pero esta se negó- ¿Sabes? creo que viene siendo tiempo de dejar mi moto atrás, por más que la adore, debemos considerar un auto- espetó pensativa la rubia.
-Opino lo mismo… ¿Me dejaras escoger el auto? – preguntó juguetonamente la latina.
-Por supuesto que sí, te describiré cada auto que vea, hasta que te guste alguno, obviamente si esta en nuestro presupuesto lo compraremos- anunció felizmente Brittany tomando de la cintura a la latina.
-Bien, me parece perfecto… ahora tiene que irse, no quiero ni saber la hora que es- reía Santana, ya que Brittany no dejaba de darle besos por todo su mentón.
-Bien, me voy, ten cuidado cariño, te veo en la cena, suerte en el teatro- se despidió ahora si la rubia soltando a su morena.
-Tu igual…y Pierce, nada de manejar mientras este lloviendo, no bromeo- advirtió seriamente la latina.
-Ya te pareces a mi madre, tendré cuidado lo prometo-
-Bien, a las 7 en punto quiero su sexy trasero en casa, cada minuto de retraso lo pagara con deberes-
-Huy, eso ni queriendo, 7 en punto estoy aquí, te amo- dio un corto beso a su morena para luego finalmente abandonar el departamento.
-Igual te amo Britt- contestó Santana a pesar de haber escuchado como la puerta se había cerrado.
Después de eso, Santana recogió rápidamente los trastes del desayuno, dejándolos para lavar más tarde, ahora tendría que ir a ver a su padre. Agarró sus cosas, camino a las escaleras de emergencia ya que el elevador estaba descompuesto, debido a la descarga eléctrica que produjo una tormenta eléctrica de unas noches anteriores.
-Odio bajar escaleras, me recuerda cuando Marley me obligaba a ir al gimnasio- escuchó Santana detrás de ella.
-Hola Kitty…a mí no me molestan, es buen cárdio- bromeo la latina sabiendo que su vecina odiaba todo lo relacionado con el ejercicio. Kitty solo soltó un bufido ante ese comentario, haciendo reír a la latina.
Después del áspero comienzo con Kitty, Santana y Brittany tuvieron la oportunidad de conocerla mejor, a ella y su novia Marley, quienes demostraron no ser malas personas, ganándose así dos nuevas amigas y una pareja más conocida de lesbianas, ¿Quién lo diría?, las parejas gais están destinadas a conocer a mas parejas gay. Cuando ambas estuvieron fuera del edificio, Kitty ayudó a Santana a tomar un taxi, 20 minutos después la latina estaba de pie fuera de su antigua casa, pero del que siempre sería un hogar más-
-Tarde como siempre señorita – reto el padre de Santana a penas le abrió la puerta.
-Lo siento, pero digamos que tuve una pequeña discusión con Brittany que me retraso.
-Vaya, problemas en el paraíso ¿Todo bien? – preguntó sinceramente preocupado Ricardo.
-Sí, nada que hablando no se pudiera resolver, Brittany y yo hemos pasado demasiado para que una simple discusión nos afecte- dijo como si nada, quitándole importancia a lo que había sido aquella riña más temprano.
-Me alegro, es gratificante ver como ambas crecen, como personas, profesionistas y sobre todo como pareja-
-Si bien, tomo tus felicitaciones, pero presiento que no he venido a hablar de mi relación-
-No claro que no, ven, vamos a mi despacho, ahí hablaremos con calma- el señor López guio a su hija a su ya conocido despacho, para luego sentarla en la silla frente a su escritorio y tomar su lugar detrás del mismo.
-Bien, ¿Qué ocurre? - preguntó sin rodeos Santana.
-Hija, sé que sonara raro, pero… ¿Recuerdas como perdiste la vista? – preguntó cuidadosamente Ricardo a su hija, ante esta cuestión Santana suspiro frustrada, al parecer hoy era el día que todo mundo quería hablar de su falta de visión.
-Claro que lo recuerdo papá, es un día que por desgracia jamás olvidare- dijo frustrada- ¿A qué viene todo esto? -
-Cuando paso todo lo que paso, yo literalmente perdí la cabeza hija, en el hospital solo quería salir y golpear a la primera persona que se me cruzara, quería culpar a alguien, que pagaran por lo que te había pasado… - relataba Ricardo sin dejar de ver a una seria Santana enfrente de él – cuando nos dieron el diagnostico final, juró por ti, por tu madre y por mí mismo que hundiría a las personas culpables…-
-Papá fue un accidente, no hay nada que hacer, no lo hubo en su momento no lo hay ahora, no te mortifiques con eso por favor, tu no- Santana extendió sus manos en el escritorio de su padre, pidiendo las de él.
-Yo sé que fue un accidente, yo mismo te lo dije, pero, no me iba a quedar con los brazos cruzados, unas semanas después de que salieras del hospital, cuando estabas ya recuperándote hice un par de llamadas, tu madre me dio su declaración por escrito y ¿Recuerdas que te di a firmar algo? - preguntó mientras tenia tomada de las manos a su hija.
-Sí, me dijiste que eran unas cosas del hospital y no sé qué más, la verdad no preste mucha atención que digamos- decía pensativamente la latina tratando de recordar.
-Bien, pues en si era tu declaración, sé que debí decírtelo, pero no quería preocuparte con términos legales, a pesar de que quería hacer algo por ti, no quería involucrarte, mi mayor interés era que te recuperaras lo mejor que pudieras a tu nueva vida, al ver que Brittany no te dejaba sola ni a sol ni sombra decidí hacer algo por mi cuenta- explicaba Ricardo- ahora que veo las cosas mejor, me doy cuenta que tal vez debí hacer algo más por ti, no solo en termino legales, estar contigo y apoyarte más-
-Papá estuviste para mí, cuando no quería salir de la cama fuiste cada día a gritarme, retarme y hasta cargarme para meterme al carro e ir a médico, hiciste mucho, así que no debes tener culpa alguna- interrumpió rápidamente la latina, apretando más las manos de su padre.
-Eres mi única hija San, cuando te vi en esa cama sentí como mi mundo se venía abajo, por eso hice lo que hice…-
-Aun no comprendo a dónde quieres llegar, me hiciste firmar una declaración engañada, lo entiendo, pero ¿y luego? –
-Metí todos los papeles necesarios e hice todo para demandar a la empresa, los primeros meses simplemente no pasó nada, sabía que era un proceso largo, pero nunca imaginé que tardara todo este tiempo-
-Espera… ¿me estás diciendo que aún no se ha terminado? –
-No, te estoy tratando de decir los resultado- Ricardo hasta este momento fue que se soltó las manos de su hija para luego ponerse de pie- con el tiempo me fui enterando que tu caso no fue el único, al parecer la empresa que fabricó la televisión que compramos tuvo muchas fallas en esos electrodomésticos, mi demanda no era la única… pero si la más grave- Ricardo daba vueltas por todo su estudio, hasta que llegó a su escrito, abrió uno de los cajones y luego saco un sobre de el- Cariño, ganamos- dijo sonriendo, viendo el sobre en sus manos.
- ¿Qué quieres decir con que ganamos? – preguntó confundida la morena.
-Ayer en la tarde cuando revisaba mi correspondencia me llegó un sobre con el nombre de esa empresa… te han dado una indemnización, remunerándote de todos los gastos médicos que pudiste haber gastado todos estos años a partir del accidente, más gastos futuros que podrías llegar a gastar-
- ¿De cuánto estamos hablando? - preguntó Santana pensando que un dinero extra no le vendría mal a ella y a Britt, podrían ver con más seguridad su auto.
-Aproximadamente 3.6 millones…-
Santana casi se cae de la silla cuando escuchó aquella cantidad.
- ¿Estas bromeando verdad? – preguntó atónita, Ricardo al ver la reacción de su hija no pudo evitar reír.
-No cariño, me he sorprendido igual que tú, al parecer han ofrecido esa cantidad de dinero por tal de que esto no transcienda más, es tu decisión aceptar el dinero o no- recalcó más serio su padre.
- ¿Qué pasaría si no acepto? –
-Iríamos a juicio, ya que en términos legales, el grado de tu lesión, merece una cantidad mucho mayor, pero presiento que se haría un gran escándalo, ya sabes prensa, reporteros, show y medio, arriesgarías todo y si llegáramos perder, no habría nada, hablando económicamente- Santana se quedó pensativa, su padre la observaba firmemente, tratando de adivinar lo que pasaba por la mente de su hija- Cabe mencionar que si decides ir a juicio es un proceso largo y cansado, pero si es lo que deseas yo te apoyare en todo momento, puedes llegar a conseguir hasta el doble de dinero- anunció su padre sin dejar de verla, el silencio se hizo presente nuevamente.
-Debo admitir que 7 millones de dólares suenan tentadores- bromeó la latina – pero no veo necesario por qué hacerlo, quiero decir, nunca preví todo esto, todo ese dinero, a pesar que dices que no es lo justo para mi es una cantidad absurdamente exagerada, aceptó, pero con dos condiciones- Santana se enderezo en la silla- Primero, necesito que la empresa me confirme que ha arreglado el problema que hayan tenido con toda esa serie de televisiones…-
-Sobre eso, no te preocupes, a los tres meses de tu accidente recibí un correo, donde se informaba que toda la serie producida de esas televisiones y de 3 meses anteriores fue retirada del mercado- interrumpió Ricardo aclarándole eso a su hija.
-Bien, me gusta eso, ahora, segundo, quiero que tú y mi madre se queden con el 20% de la cantidad que me darán-
-Hija no es necesario que hagas eso, ese dinero es tuyo, lo pelee por ti y para ti, nada más- intervino rápidamente Ricardo colocándose a un lado de su hija.
-Lo sé, pero quiero que ustedes tengan ese dinero, tú te esforzaste tanto, no me imagino todo lo que tuviste que hacer para ganar, así que no está a discusión, tendrán ese dinero y no se habla más- dijo Santana colocándose de pie buscando a su padre, cuando logro llegar con él, lo rodeo con sus brazos fuertemente- Dios, no me lo puedo creer- decía en el abrazo.
-Pues créalo señorita, tú te mereces esto y más, sé que el dinero no lo es todo, pero si ayuda mucho, así que quiero que lo uses sabiamente, que compres una amplia y hermosa casa, el auto de tus sueños o el de Britt, no sé, comprar un teatro o contratar a alguien para que le arranque las cuerdas vocales a Rachel- bromeaba Ricardo.
-No me tientes papa, Quinn y Alex jamás me perdonarían que dañe a esa enana- reía la latina.
-Lo sé, pero enserio hija, haz lo que quieras, lo que siempre imaginaste y quisiste… tal vez, no lo sé, podrías considerar hacerte nuevos estudios, tu sabes, de tu vista- dijo cuidadosamente Ricardo sabiendo cómo se ponía la latina con ese tema.
-Tu no, por favor, justamente por eso discutí con Britt hace menos de dos horas- dijo cansada la latina.
-Ya veo, pero comprende que todas las personas que te amamos y preocupamos por ti queremos solamente lo mejor, todos sabemos la ilusión que te daría saber que puedes volver a ver-
- Pero papá ¿Qué pasa si se queda en eso? En una tonta, absurda e irreal ilusión- confesó la latina uno de sus mayores miedos.
-Bueno, pues es mejor intentarlo que quedarse con el “debí hacerlo”, recuerdo que cuando tenías 5 años tenías terror al agua, decidimos meterte a clases de natación para que dejaras de tener miedo, tu primer día de clases no querías soltarme, decías que cuando aprendieras a nadar prometías meterte a la piscina, la siguiente vez fue lo mismo, hasta que el tercer día te armaste de valor y entraste temerosamente al agua, una vez adentro fue un lio sacarte- relataba divertido Ricardo- Es normal tener miedo, eso es de humanos, pero no te voy a presionar, no creo que esa rubia se rinda tan fácilmente, por lo que me puedo quedar tranquilo-
Santana ya no contesto nada, sabía que su padre tenía razón, pero no era algo que le apeteciera admitir, decidió cambiar mejor de tema para luego empezar todo el trámite del traspaso de dinero, cuentas bancarias, firmas y demás papeleo.
Cuando abandono la casa de sus padres, no sabía si reír, gritar, llorar o saltar de la felicidad, nunca se consideró una mujer materialista, pero joder, había ganado gracias a su padre más de lo que pudo creer tener alguna vez en su cuenta bancaria.
Estaba en el taxi rumbo al teatro, decidió hablarle a su rubia para contarle lo sucedido, pero esta no contesto, haciéndole recordar a la latina que Brittany le había dicho que estaría en juntas todo el día, por lo cual o dejaba el celular en su escritorio o lo ponía en silencio, se resignó a no darle la nueva buena hasta la hora de la cena. En el teatro se encontró con Rachel, quien ahora estaba ayudando a dirigir la nueva obra que se realizaba, Santana no participaba en esta, bueno no físicamente, solamente prestaría su voz para dar lugar a lo que sería un poco más de la mitad del soundtrack de toda la obra, por lo cual los siguientes días en lugar de ir al teatro estaría en un estudio grabando las canciones que utilizarían.
-López, ¿Te llevamos? – preguntó Rachel acercándose a la latina quien estaba ayudando a una chica con sus líneas, se había aprendido una parte del guion para poder ayudarla.
-Claro, me dará tiempo de darme un baño, arreglar un poco el departamento y pedir la cena para antes de que llegue Brittany- dijo Santana despidiéndose al mismo tiempo de la chica.
-Bien, Quinn dice que quiere hacer algo romántico, así que me ha invitado a cenar, no quiero ni pensar a donde me va a llevar, la última vez que le dieron esos ataques de romanticismo terminamos en un lugar de comida para niños, ya sabes, videojuegos, sodas y pizza- reía Rachel recordando ese día.
-Alex sería muy feliz con ella- bromeó Santana sabiendo lo celosa que era esa enana en cuanto a la pequeña Pierce.
-Muy graciosilla López, ya quisiera verte si supieras que una nena de 12 años quiere quitarte a tu novia- reclamó Rachel.
-No lo sé y por suerte no lo tengo que averiguar- reía Santana.
Ambas chicas salieron del teatro, Quinn ya las esperaba en la entrada con un paraguas, se acercaba una tormenta y sabía que su novia odiaba mojarse al igual que la latina, el trayecto al edificio de Santana fue como el de siempre, ella y Rachel peleando, amenazándose para luego terminar hablando del trabajo como si nada hubiera pasado. Cuando Santana entro al edificio pudo sentir la ráfaga de viento con olor a lluvia, subió calmadamente las escaleras hasta el cuarto piso, entrando a su departamento, quitarse las zapatillas, para luego acostarse unos minutos en el sillón, procesando todo lo que había pasado ese día, la pelea con Britt, la noticia de su padre, la cantidad de dinero del que ahora ella era dueña y sin darse cuenta se quedó dormida.
El fuerte sonido de los relámpagos la despertaron, junto con la sensación de frio, recordando donde se había quedado dormida rápidamente oprimió su reloj “Son las 6:54 p.m.” dijo la voz robótica, se levantó perezosamente del sillón, caminando a la ventana, para escuchar la lluvia estrellarse en ella, automáticamente pensó en Brittany, sabía que no debía tardar en llegar, jurando que, si no llegaba en un taxi, le iba a reventar el primer jarrón que encuentre contra su cabeza. Conforme pasaban los minutos, una ansiedad crecía en ella, no sabía si era por el largo día que había tenido, las ansias de ver a su novia o simplemente el frio que reinaba en el departamento, trato de marcar a Brittany, pero simplemente no encontraba su teléfono, un par de minutos después, escuchó tocar la puerta, haciéndola soltar un gran suspiró, verifico nuevamente la hora, “7:17”, Brittany solo se había retrasado 20 minutos y aparentemente volviendo a olvidar sus llaves.
-Me estoy volviendo una paranoica, debo dejar de juntarme con Rachel- bromeó para ella misma la latina mientras caminaba a abrirle a su novia, mientras se acercaba a la puerta escuchó como nuevamente tocaban, pero ahora un poco más insistente – ya voy, cálmate Britt - gritó para que la escuchara su rubia.
-Santana…- escuchó la voz de Rachel apenas abrió la puerta.
- ¿Enana? – preguntó confundida la latina.
-San, olvidaste tu teléfono en el carro- dijo entrando rápidamente al departamento muy nerviosa.
-Oh bueno, ahora comprendo porque no lo encontraba-
-San…- dijo intranquilamente la enana.
- ¿Qué pasa Rachel? Te escucho nerviosa- preguntó la latina cerrando la latina.
-Cuando te dejamos Quinn y yo nos fuimos a cenar como te dijimos… cuando terminamos y subimos de nuevo al carro me di cuenta que habías dejado el teléfono porque este no dejaba de sonar- a Rachel en este punto le costaba hablar.
-Rachel me estas asustando, dime que pasa por favor- pedía Santana sintiendo como su corazón empezaba a latir fuertemente, algo dentro de ella le decía que lo que Rachel le quería decir era relacionado con Brittany.
-Creo que será mejor que te sientes…- pidió la enana.
-Sentarme un carajo, ¿Rachel Berry que pasó? ¿Por qué Brittany no ha llegado a casa? – preguntó al punto de llanto la latina.
-Quienes llamaban eran del hospital central… San, Brittany tuvo un accidente- al escuchar esto Santana soltó un pequeño gritó y sintió como sus piernas perdían fuerza, rápidamente fue tomada por Rachel quien la apoyo en la pared más cercana.
-Eso no es cierto, Rachel por Dios ¿Qué ha pasado? -
-No lo sé, por lo que me logró explicar la enfermera, su moto derrapo en la lluvia, no me dijeron más porque no eras tú, ella te tiene como número de emergencia- hablaba Rachel como podía, aun sosteniendo a la latina.
-Tengo que ir al hospital, tengo que… tengo que estar con ella- Santana se soltó rápidamente de Rachel, saliendo torpemente del departamento, siendo perseguida por su amiga.
-Santana, cálmate por favor-
-No me pidas que me calme, tengo que ir con ella Rachel, tengo que saber que está bien, a ella no le puede pasar nada- hablaba mientras casi corría por los pasillos.
-Lo se San, te llevaremos al hospital, Quinn nos está esperando abajo, pero te tienes que calmar, te vas a lastimar-
-Me importa un carajo si me lastimo o no, quiero estar con Brittany ahora mismo-
-Te entiendo, vamos, toma mi mano- ofreció dulcemente Rachel guiando a la latina por todo el edificio.
El camino al hospital fue eterno para Santana, tenía unas ganas horribles de llorar, pero se contenía, sabía que llorar no arreglaría nada, a penas Quinn informo que había llegado, Santana salió disparada del auto, seguida por una preocupada Rachel, cuando esta logro alcanzar a la latina, la guio rápidamente a la recepción.
-Necesito saber acerca de Brittany Pierce, me informaron que había tenido un accidente con su moto- preguntó rápidamente. Sin decir nada, la chica rápidamente tecleó en su computadora, buscando a Brittany en el sistema.
-Brittany Pierce, 25 años, accidente de moto, tiene 45 minutos que la ingresaron a urgencias- leyó la información de la pantalla- según el reporte policiaco, un coche se saltó un alto, lo cual provoco que la señorita Pierce maniobrara para esquivarlo, pero con el agua en el pavimento perdió el control, derrapando y cayendo de la moto, fue encontrada a unos pocos metros de esta misma, debajo de un auto que estaba cerca de la escena- seguía leyendo la muchacha sin percatarse del estado de la latina que tenía enfrente.
-No, no, eso no es cierto, Brittany- gritó para tratar de salir corriendo en busca de su novia, pero siendo retenida hábilmente por Quinn.
-Santana, tranquilízate por favor- pidió la rubia.
-Quinn, no le puede pasar nada, a ella no, me muero si algo le ocurre, es mi vida Quinn, ella es mi todo- lloraba la morena en los brazos de su amiga, Rachel observaba aquella escena reteniendo su llanto, nunca había visto tan vulneraba a Santana.
-Ella va a estar bien, no sabemos nada, así que no te precipites- trataba de calmarla Quinn, luego sin soltar a la latina volteó a ver a la recepcionista - ¿Cuándo tendremos noticias de mi amiga? –
-Por el momento lo que les dije es todo lo que se, un doctor se comunicara apenas pueda, les recomiendo ir a la sala de espera, puede tardar un poco- explicaba amablemente la chica.
-Muchas gracias, eso haremos… Vamos Santana, tenemos que avisar a sus papas y a los tuyos- dijo Quinn guiando a la latina a donde la recepcionista había indicado- Rachel cariño, puedes ir por algo para tomar, Santana necesita calmarse-
-Sí, ahora mismo voy- Rachel se limpió las lágrimas que tenía en el rostro para luego desaparecer del campo de visión de Quinn.
Santana temblaba en los brazos de Quinn, le tomo más de 15 minutos poder controlarse, para finalmente poder tomar su móvil, primero llamó a su madre, quien prometió estar ahí en menos de media hora, la siguiente en ser llamada fue Susan, quien al escuchar lo que le decía la morena, se puso a llorar en el teléfono, haciendo que la latina se desmoronara nuevamente, Rachel terminó quitándole el teléfono para poder calmar a Susan, mientras la latina era reconfortada por Quinn. Unos 20 minutos más tarde, Susan, Maribel y Robert entraban corriendo al hospital, llegaron a donde estaban las tres chicas y Susan tan solo de ver el estado de Santana, supo que esta no tenía buenas noticias.
- ¿Qué ha pasado? – intervino rápidamente Robert.
Santana trato de explicar lo que la recepcionista les había explicado minutos antes, pero simplemente nada salía de su boca, Rachel intervino nuevamente, informando a la familia lo ocurrido, Maribel no dudo en tomar en brazos a su hija, quien solo sollozaba y se hundía en su pecho como una niña asustada de 5 años. En la sala de espera se hizo un silenció abrupto, hasta que el celular de Santana lo interrumpió.
- ¿Hola? – dijo lo más firme que le permitió su voz.
-Santana demonio López, ¿Puedo saber porque la puerta de tu departamento está de par en par con todas las luces encendidas? – se escuchaba la voz de Kitty del otro lado de la línea.
-Kitty, Brittany está en el hospital, a penas supe salí corriendo con Rachel del departamento que ni cuenta nos dimos-
-Por dios ¿qué ha pasado? –
-Tuvo un accidente con la moto, al parecer un auto se sal…- se detuvo abruptamente la morena -Rayos, Kitty, Marley es enfermera en el hospital central ¿Cierto? – recordó de un momento a otro.
-Sí, ella está de turno ahora, ¿En ese hospital están? – preguntó Kitty obteniendo un si por parte de la latina – bien, ahora mismo le marcó, solo dejo a botitas en el departamento que se había escapado y habló con ella, me vuelvo a comunicar apenas pueda y voy para el hospital-
-Muchas gracias Kitty, gracias-
La morena ya no recibió respuesta alguna, terminó la llamada y volvió a los brazos de su madre, unos minutos después fue la voz de Rachel quien irrumpió en la sala rompiendo el silencio.
- ¿Dónde está Alex? - peguntó al darse cuenta de la ausencia de la pequeña.
-Con Puck, lo estaba ayudando a componer una maquina en su taller, ya hablamos con él, la tendrá un rato más ocupada y luego vendrán, estuvimos de acuerdo que no debía estar tanto tiempo en el hospital, no sabemos cómo tomara la noticia, así que mejor se lo diremos todos juntos- contestó Robert quien consolaba a su mujer.
-Sí, creo que será lo mejor- dijo Rachel sentándose junto a Quinn.
Pasaron alrededor de 30 minutos, cuando Marley se apareció en la sala de espera, con su uniforme de enfermera y una mirada más triste de lo que normalmente tenía.
-Santana…- hablo la chica, haciendo que la latina se levantara de golpe al reconocer la voz.
-Marley, por favor, dime que sabes algo, lo que sea- rogaba la latina.
-Sí, tiene roto un brazo, por el cual suponemos fue del lado que se cayó de la moto, hematomas por todo su cuerpo, su casco se rompió al momento de impactar con el suelo, el vidrio estallo cortando su pómulo derecho y labio inferior, pero lo que más nos preocupa es la contusión cerebral que presenta, no ha recuperado la consciencia desde que llego al hospital y…- se detuvo soltando un suspiró, bajando la mirada tratando de quitar todas las miradas que tenía sobre ella.
- ¿Y qué Marley? ¿Qué pasa? - Santana tomo del hombro a la enferma sacudiéndola.
-Ella no está respondiendo a las pruebas realizadas- Marley podía sentir el miedo recorrer el cuerpo de la latina tras sus palabras.
- ¿Eso qué significa? – se atrevió a preguntar Ricardo que había llegado unos minutos antes logrando escuchar todo.
-Puede significar todo o nada, tal vez Brittany solo se desconectó por así decir para dejar descansar a su cerebro y que la hinchazón baje, tal vez ha sido demasiado precipitado hacerle las pruebas, puede que necesite un par de horas más…-
- ¿Y si no responde? - ahora fue Robert quien preguntaba. Marley miró por primera vez al padre de la que era su vecina, la chica que se había peleado con su novia por defender a Santana la primera vez que se conocieron, la chica quien todos los viernes bajaba a comprar un bote de helado para ella y su novia sin importar el clima o sus fachas, la chica quien les compartía de su café cuando Kitty olvidaba comprar más, la chica quien se ofrecía a ayudarla con sus compras cuando las veía muy atareadas, la chica que era la felicidad de Santana.
-Querrá decir que hay un daño grave en su cabeza, que no sabremos su magnitud hasta que despierte… si es que lo hace- agregó lo último sintiendo como su garganta se quemaba.
Santana no podía más, se dejó caer de rodillas, llevándose las manos a la cara para llorar, sus padres rápidamente se colocaron a su lado, mientras que de un costado era la misma escena, pero con Susan y Robert que se consolaban mutuamente. Marley se quedó hasta que Kitty apareció en la sala de espera, informó que un doctor vendría en cualquier momento para darles más detalle, se disculpó con todo mundo y dejo la sala.
Kitty, Rachel y Maribel cuidaban de Santana, mientras que Quinn y Robert sostenían a una inconsolable Susan que lloraba en uno de los sillones. El doctor pasó tiempo después, repitiendo lo mismo que Marley había dicho, dejando nuevamente ese sentimiento de dolor en el pecho de cada uno de los presentes, para luego informar que pasarían a la rubia a un cuarto y que podrían verla, ya que por el momento no quedaba otra cosa que solamente esperar. Alex y Puck aparecieron una hora después, la pre adolescente no entendía porque el grandulón la había llevado al hospital en lugar de su casa y entendió menos cuando vio como estaban todos en la sala de espera.
- ¿Qué está pasando aquí? – preguntó en medio de la sala - ¿Dónde está Brittany? – cuestionó mientras escaneaba la habitación en busca de su hermana.
Nadie se atrevía a decir nada, todo mundo sabía que Alex iba a entender perfectamente lo que le estaba pasando a su hermana, pero nada ni nadie quitaba el hecho que aún era una niña. Su padre fue quien se la sentó en sus piernas, explicándole el accidente y el estado de salud de su hermana, Puck pidió igual una explicación que fue dada por Ricardo.
-Debe haber algo que se pueda hacer, no nos podemos sentar a esperar, debe haber algo que ayude a Britt, hay que preguntar a otros doctores, tener más opiniones, buscar una alternativa, no, no podemos simplemente sentarnos y esperar- decía nerviosamente la pequeña Pierce tratando de bajarse de las piernas de su padre, pero que este no la dejaba.
-Cálmate Alex, tenemos que esperar, no hay de otra- pedía su padre.
-No, nada de eso, Santana, tu sabes que tengo razón, tu más que nadie, tenemos que hacer algo, es mi hermana, nuestra Britt, tenemos que ayudarla- rogaba la niña en dirección a su cuñada. Santana trataba por todos los medios de controlar su llanto, luego se puso de pie y caminó a donde escuchaba que procedía la voz de Alex.
-Alex, yo haría hasta lo imposible por Britt, lo sabes, pero tenemos que darle un poco de tiempo, tal vez solo necesita descansar, dale un par de horas, luego te prometo, que yo buscare y hare contigo hasta lo imposible por tener a Britt de vuelta con nosotras- prometió la latina acunando a la pequeña en sus brazos. Alex solo asintió contra el pecho de la latina para luego hundirse más en ella.
Minutos después el doctor regresó informando que Brittany ya estaba en una habitación y que podía recibir visitas, nadie se atrevía a moverse, Santana aún refugiaba a Alex en sus brazos, pero al escuchar al doctor solamente quería salir corriendo a donde estaba su novia, Quinn se dio cuenta de la desesperación en la cara de la latina y no dudo en tomar el lugar de Santana abrazando a la pequeña Pierce.
-Sé que querrán verla, pero les pido por favor que me dejen estar con ella solo un momento- dijo a Robert y Susan que estaban a un lado de ella.
-Por supuesto que si San, por el momento Alex nos necesita igual o más que Brittany- respondió Susan con un tono de voz triste.
-Tomate el tiempo que quieras, nosotros estaremos aquí cuando salgas- agregó Robert.
Santana asintió, luego pidió ayuda a su madre para que la llevara la habitación 29 que era donde estaba su rubia. Cuando estuvieron enfrente de la puerta, Maribel abrazo a su hija, informándole que ellos igual se quedarían todo el tiempo que fuera necesario, la latina contesto un débil si, para luego sentir como su madre se aleja.
Le tomo un par de segundo agarrar valor para tan solo tomar el picaporte de la puerta y otros tantos para abrirla.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Que triste en la mañana peleando porque la morena considerada otras opciones para recuperar la vista, la sorpresa del dinero y de nuevo un accidente con las chicas :(
Espero que Britt despierte y que lo haga bien sin ningún tipo de secuelas, de cualquier forma su morena estará con ella, pero no lo merece. Haber como siguen las cosas.
Espero que Britt despierte y que lo haga bien sin ningún tipo de secuelas, de cualquier forma su morena estará con ella, pero no lo merece. Haber como siguen las cosas.
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
orale si qie san tuvo su dia una buena y dos malas...
esperl que britt este bien y solo sea "una desconecion" temporal!!!
a ver que pasa y cuanto tarda britt en volver??
esperl que britt este bien y solo sea "una desconecion" temporal!!!
a ver que pasa y cuanto tarda britt en volver??
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
vaya, pero que injusticia!!!! solo espero que britt no tenga secuelas de su accidente y se recupere pronto para que san pda aceptar de una vez las opciones para recuperar la vista, hasta pronto!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Capítulo 14 (segunda parte)
Santana entro lentamente a la habitación, escuchando el sonido de las maquinas que suponía monitoreaban a Brittany y/o ayudaban a respirar, caminaba lentamente, hasta que su bastón chocó con lo que imagino era el pie de la cama, rápidamente dobló el mismo y camino extendiendo su mano, para sentir el final de la cama, tenía demasiadas ganas de llorar, estaba frustrada y justo en ese momento una rabia se apoderó de ella.
- ¿Por qué tenías que ser tan terca? Solo tenías que hacerme caso, tomar un maldito taxi y dejar la moto en el estudio, no le iba a pasar nada a la estúpida motocicleta una noche que la dejaras ahí- decía arrastrando los dientes- ¿Por qué Brittany? ¿Por qué tenías que se tan terca? Por una maldita vez en tu vida me tenías que hacer caso- hablaba más fuerte Santana, dejando salir toda su frustración- podríamos estar muy bien acostadas, tu viendo la tele, yo escuchándola mientras sentía tu respiración y me emanaba con tu aroma- arrojo por alguna parte de la habitación su bastón, para luego dar una patada al aire- ¿Por qué? - gritó dejándose caer de rodilla, para dejar correr libremente sus lagrima- No me dejes por favor, no te puede pasar nada, a ti no- decía en su llanto.
Lentamente la morena se fue reincorporando del suelo, caminando torpemente hasta volver a estar al final de la cama, sintiendo los pies de su novia, fue subiendo lentamente, tocando las piernas de Brittany como si fueran de papel, cuando llegó a su hombro, tuvo un mayor cuidado, sabiendo que su cara estaba mal herida al igual que el resto de su cuerpo, cuando sintió los labios pudo percatarse que estaban inflamados, se acomodó con medio cuerpo en la cama y la otra mitad al aire, acariciando muy suavemente el rostro de su novia.
-Vamos cariño, tienes que ponerte bien, tienes muchas cosas que vivir aún, tienes que ver a Alex graduarse, comprar el carro que quieres, hacer ese viaje a Argentina que tanto deseas- decía Santana mientras las lágrimas corrían por sus mejillas- aparte prometiste estar siempre conmigo, dijiste que nunca me ibas a dejar, ¿Qué será de mi sin ti mi amor? Te has vuelto tan esencial para mí que ya ni siquiera recuerdo como era la vida antes de ti, te amo Brittany, te amo tanto que ni siquiera lo puedo explicar, te amo, por favor, quédate conmigo-
Y así paso un buen tiempo, Santana termino arrodillándose a un lado de la cama sin soltar la mano de Brittany, hablándole y pidiéndole que despertara, Rachel entro a la habitación casi una hora después, sintió como su corazón se rompía al ver a Brittany en aquella cama, con la bata del hospital, conectada a una máquina que monitoreaba su ritmo cardiaco y otra que la ayudaba a respirar, pero lo más destrozarte de aquella imagen era ver a Santana, de rodillas junto a la cama, agarrada fuertemente de la rubia y con todo el rostro lleno de lágrimas.
-San- habló Rachel al llegar al lado de su amiga, asustándola, ya que la morena ni se había percatado de la puerta y mucho menos de Rachel caminando a ella- tranquila, soy Rachel, vamos, levántate, ¿No me digas que has estado así todo este tiempo? – preguntó realmente preocupada, Santana simplemente no contesto- salgamos, descansa un rato, Brittany estará bien si la dejas un momento-
-No, yo me quedo con ella, no la quiero dejar sola Rachel, ella no lo haría- respondió Santana sin levantarse. Rachel sabía que sería inútil discutir, así que solo suspiró.
-Bien, entonces nos quedaremos ambas, déjame correr unas sillas para que estés más cómoda- Rachel caminó a uno de los lados de habitación, arrastrando dos sillas que habían ahí.
-No es necesario que te quedes Rachel, estoy segura que Robert y Susan estarán aquí pronto-
-Lo sé- fue lo único que contesto Rachel para luego sentarse en la silla a un lado de la cama e indicándole a Santana la que había colocado detrás de ella.
Santana no tenía ni ganas de discutir con Rachel, así que solo se puso de pie sin soltar a Brittany, se acomodó en la silla y dejo divagar su mente en todo lo vivido con su rubia. Minutos más tardes los padres de la rubia hicieron su presencia en la habitación, ambos querían pasar la noche en el hospital, pero Santana insistió en que se fueran a casa, que ella y aparentemente Rachel se quedarían con su hija, Susan no estuvo de acuerdo, pero Robert la logro convencer haciéndola ver que Alex necesitaba ir a casa, no le quedo más que aceptar, viendo que su marido tenía razón y tenía que ver por ambas de sus hijas y no solo por la mayor. Cuando le informaron a la pequeña Pierce de que era tiempo de ir a casa a descansar esta se negaba, diciendo que quería quedarse con Brittany, que ni siquiera la había podido ver, Quinn fue la que intervino esta vez, tranquilizo a Alex diciéndole que si no quería ir a su casa podía ir con ella a su departamento a dormir, ya que Rachel se quedaría con Santana y su hermana, en cualquier otra situación Alex hubiera aceptado sin pensarlo, pasar una noche en el departamento con Quinn sola, sin hermana ni novia celosa era lo que siempre había deseado, pero ahora lo que más quería era ver a su hermana, despierta regañándola y quejándose de todos sus inventos. Por fin después de varios minutos de negociación Alex acepto irse con Quinn, pero con la condición de que mañana a primera hora entraría a ver a su hermana, Susan y Robert le agradecieron a la rubia, sabían que esta no tenía ninguna obligación de cuidar a su hija, pero lo hacía sin duda alguna. Maribel y Ricardo estaban conscientes de que no moverían a Santana del hospital ni con maquinaria pesada, por lo cual le pidieron por teléfono a Rachel que se despidiera de Santana y le informaran que mañana estarían de regreso lo más temprano posible.
- ¿Quieres comer algo? -preguntó Rachel viendo a la latina media tumbada a Britt.
-No tengo hambre- dijo sin moverse, Rachel no insistió más, mañana entre todos ya harían comer algo a la latina.
La noche pasaba lentamente, cada minuto se convertía en hora, Rachel se quedó dormida en esa silla alrededor de media noche, despertándose un poco pasadas las 6, inspecciono el lugar donde estaba, miro a Santana que estaba dormida, con medio cuerpo en la cama y seguía sin soltar la mano de Brittany, luego se empezó a levantarse de la silla donde había pasado toda la noche, sintiendo cada músculo de su cuerpo adolorido, decidió que lo mejor sería caminar un poco e ir por café para ella y la latina, sabía que entre poco llegarían Susan y Robert. Cuando estaba de regreso en la habitación, eran casi las 8 de la mañana, encontrándose en la puerta a Kurt y Blaine, ambos chicos con semblantes preocupados.
-Oh Rachel, que bueno que estas aquí- Kurt casi se le tira encima a la morocha cuando la vio.
-Hola chicos- contesto en tono cansado.
- ¿Cómo esta Britt? – ahora fue Blaine que habló. Rachel soltó un suspiro acomodando su cabello con la mano libre que
tenía.
-Pues no ha despertado, en la ronda nocturna nos informaron que hoy le realizarían más estudios, para saber que está pasando-
- ¿Y Santana?, entramos viéndola dormida prendida de la mano de Brittany, no la quisimos despertar, hasta dormida se ve devastada- explicaba Kurt preocupado.
- Nadie logró que se moviera del hospital, aunque bueno, no insistieron demasiado, sabiendo que no llegarían a nada, está mal chicos, no se ha apartado de Brittany desde que pudo entrar a la habitación, no ha comido nada desde ayer y ni que decir de cuanto a llorado- explicaba Rachel.
-Cuando Puck nos llamó anoche quisimos regresar de inmediato, pero no había vuelos, odiamos en ese momento estar lejos- Blaine no podía con la culpa de no estar ahí para su mejor amiga, habían ido a visitar a los padres de Kurt en Oregón.
-Me imagino, pero ya están aquí chicos, es lo importante- trataba de consolar Rachel.
A los pocos minutos se les unió Kitty con Marley que al parecer estaba saliendo de su turno.
- ¿Cómo está? - preguntó Kitty, Rachel le dio la misma explicación que le había dado a los chicos momentos antes, haciendo suspirar a ambas chicas- Compré de camino al hospital unos sándwiches y jugos para ti y Santana, me imagino que no han comido nada- Kitty extendió la bolsa de papel que tenía.
-Gracias Kitty, el problema será hacer comer a esa latina, no quiere hacer nada que involucre dejar o soltar a Brittany-
-Me imaginó, ayer por la noche hablé con Quinn, me dijo que Santana había mandado a todos a casa y que ella se tuvo que llevar a Alex… está casi igual que Santana-
-Sí, se resistía a irse, pensamos que con Quinn sería más fácil de convencer, pero tomo su tiempo, ella solo quería ver a Brittany- decía Rachel recordando como su novia le había contado por mensaje la discusión con la pequeña y como llegando a su departamento a penas toco cama se quedó profundamente dormida.
-Son muy apegadas esas dos, aunque la mayoría del tiempo pasen peleando- reía Blaine recordando las peleas de las hermanas Pierce´s.
-Susan y Robert deben estar en camino ¿cierto? – preguntó ahora Marley.
-Sí, solamente iban a pasar un momento a la cafetería a dejar unas cosas y venían, al parecer hoy Ricardo y Maribel se harán cargo de todo ahí para que los señores Pierce puedan estar un poco tranquilos- decía Rachel.
Justamente en ese momento se escuchó un ruido proveniente de la habitación, alertando a todos que estaban afuera en la puerta, pero antes de que alguien pudiera llegar a abrirla, una latina agitada abría la puerta.
-RACHEL- gritó Santana a todo pulmón sin saber que la enana estaba a penas cm de distancia.
-Santana estoy aquí, con Blaine K…-
-Rachel, rápido llama a un doctor…- interrumpió la latina- Brittany despertó-
*************************
Santana se iba despertando debido al frío que sentía, es cuando recordó donde estaba y el porqué, lo único cálido que sentía en ese momento era su mano que seguía unida a la de su rubia, escuchaba las maquinas seguían trabajando, poco a poco se fue incorporando de la cama para sentarse en la silla, todo su cuerpo le dolía debido a la mala posición en la que paso la noche, no recordaba en qué momento se había quedado dormida, solamente recordaba el leve ronquido de Rachel al lado de ella, fue cuando se percató del silencio de la habitación.
- ¿Rachel? – llamó la latina a su amiga, pero al no obtener respuesta supuso que no estaba en la habitación, se acomodó un poco mejor en la silla y luego lentamente empezó a acariciar el cuerpo de Brittany -Buenos días mi amor, es tan extraño despertarse tan lejos de tus brazos que me calientan todas las noches y es aún peor no estar en tu pecho escuchando el latido de tu corazón- decía tristemente a su novia- vamos Britt, sé que eres perezosa pero es hora que te despiertes cariño, todos te extrañamos, yo te extraño demasiado- decía tratando de controlar su llanto.
Se quedó hablando un rato con Brittany, diciéndole desde cuanto la amaba hasta recordando anécdotas de ellas mismas o de alguna u otra que hayan vivido con su familia y amigos. Santana no estaba segura cuanto tiempo había pasado, su reloj lo había dejado en el departamento, pero necesitaba un poco de café, quería buscar a Rachel y mandarla a comprar, decidida a hacerlo se levantó de la silla, pero cuando quiso soltar la mano de la rubia esta la sujeto levemente, la latina automáticamente se detuvo en seco, pensando si era cierto o ya estaba imaginando cosas.
- ¿Brittany? – preguntó tímidamente volviendo a su lugar, pero no obtuvo respuesta -Britt, cariño- repito esperando, intento una vez más, pero nada- mi amor soy yo, San, si puedes escucharme aprieta mi mano- pidió desesperada la latina.
Justo cuando sintió un apretón más fuerte que el primero fue el momento en que sintió que su alma regresaba a su cuerpo, que podía respirar correctamente y que el hueco en su estómago se empezaba a cerrar.
-Oh por dios mi amor, Britt, estoy aquí contigo, ¿puedes hablar? - pedía casi llorando.
-S-a-n…- dijo la rubia con mucho trabajo.
-Si Britt, aquí estoy, estoy contigo mi amor-
-S-a-n…- repitió apretando ahora más la mano de Santana- ¿Do… dónde estoy? – preguntó un poco mejor en su tono de voz
-En el hospital, ayer tuviste un accidente con la moto ¿Recuerdas algo? – Brittany se tomó un tiempo, tratando de procesar la poca información que le daba su novia, lo cual era difícil por el dolor de cabeza que tenía.
-No, me duele la cabeza, no puedo pensar- se quejó Brittany.
-Tranquila mi amor, ahora mismo llamó a un doctor para que te revisen- rápidamente se puso de pie, pero antes de soltar a Brittany se acercó, buscando su rostro, para luego juntar su frente con la de ella- Me has dado el susto de mi vida, me moría si te pasaba algo- confesó dejando caer una lagrima. Brittany no pudo responder porque la morena se apartó rápidamente.
Santana caminaba tanteando su camino, ya que no sabía dónde estaba su bastón y no había tiempo de buscarlo, antes de llegar a la puerta se tropezó con algo, pasándose a caer, pero logrando mantener un poco el equilibrio, momentos después llegó a la puerta, abriéndola de golpe, por la casi caída, el hecho de que Brittany estaba despierta y sobre todo desesperada porque la atendieran.
-RACHEL- gritó lo más fuerte que pudo sin importar quienes estuvieran afuera, su sorpresa fue escucharla responder a cm de ella, diciéndole algo que realmente no le importaba- Rachel, rápido, llama un doctor… Brittany despertó- dijo sin evitar sonreír.
Rachel y todos los presentes se quedaron perplejos ante lo dicho por la latina, hasta que Marley reaccionó, soltando la mano de Kitty y caminando hacia la habitación.
-Kitty, avísale al doctor Ryan, debe estar en la sala de descanso, dile que mientras me haré cargo- dijo Marley rápidamente antes de entrar a la habitación, Santana entro detrás de ella, pero segundos después Marley la sacó.
Pasaron a penas un par de minutos cuando un hombre de mediana edad con la bata toda arrugada apareció entrando a la habitación de Brittany seguido por un par de enfermeras. Santana estaba dando vueltas nerviosamente por todo el pasillo, mientras que Blaine hablaba con los señores Pierce´s por teléfono, Kurt con los papas de Santana y Rachel con Quinn.
-Tranquilízate morena, si dices que despertó, te recordó y hasta habló contigo todo va a estar bien, tu chica se pondrá bien- decía Kitty viendo a una nerviosa Santana por todo el pasillo.
-Lo sé, pero hasta que un doctor y/o Marley me digan que ella está bien no estaré tranquila-
-Susan y Robert están en camino, tengo la sospecha que Robert cometerá unas cuantas infracciones de camino aquí- sonría Blaine al decirlo, porque Susan literalmente le gritaba que acelerará.
-Tus papas vendrán más tardes, están en la cafetería, pidieron que les avisemos cualquier cosa que diga el doctor- dijo Kurt a Santana.
-Bien, Quinn esta desayunando aquí cerca con Alex o bueno estaban, apenas le dijo que Britt estaba despierta Alex quería venir, así que tampoco tardan- intervino Rachel.
A los pocos minutos Susan y Robert aparecieron por el pasillo, casi corriendo.
- ¿Cómo está? ¿Qué ha dicho el doctor? – preguntó Susan agitada.
-Todavía no ha salido, tiene unos 20 minutos con ella- explicó Kitty- Marley está adentro con ella-
- ¿Cómo la escuchaste Santana? ¿Está bien? - seguía preguntando Susan.
-Estaba confundida y tenía dolor de cabeza, no te puedo decir más, hablamos muy poco, prefería que un doctor la revisara por más que quisiera quedarme con ella- explicaba la latina a su suegra.
-Sí, fue lo correcto, ahora solo esperemos- dijo Robert dándole un apretón en el hombro a la latina.
Unos diez minutos después aparecieron Quinn y Alex, quien la última tiraba del brazo a Quinn para que caminará más rápido.
-Quiero verla- pidió Alex apenas llegar con sus padres.
-Espera un poco cariño, ahora la está revisando el doctor, no debe tardar- dijo su padre, tomándola en brazos para darle
un delicado beso en la mejilla.
Justo en ese momento la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a una sonriente Marley salir de ella.
- ¿Quién salió? ¿Cómo está? -preguntó Santana acercándose a la persona.
-Soy Marley, ella sorprendentemente está bien, un poco confundida y con migraña, pero es completamente normal, estará así unas horas, hasta ahora todo en orden, no presenta ningún problema de habla, recuerda acerca de su vida, sus pupilas reaccionaron bien al igual que sus reflejos y tiene hambre- todo mundo no pudo evitar reír ante lo último, esa era la Brittany que todos amaban- el doctor está terminando con ella, en un rato las enfermeras pasaran por ella para llevarla a hacer unas últimas pruebas para estar completamente seguros de que está bien-
- ¿Puedo pasar a verla? - pidió Alex bajándose de los brazos de su padre.
-Claro que si pequeña, deja que el doctor salga y solamente no la presiones mucho, como dije, está un poco confundida – advirtió a todos quienes afirmaron con la cabeza.
Al poco tiempo el doctor junto con las otras dos enfermeras salió de la habitación, Alex pegó la carrera para entrar a la habitación mientras que Robert y Susan la seguían, detrás de ellos entraron Kurt y Blaine, mientras que Kitty y Marley se habían alejado de la puerta para hablar, Quinn y Rachel estaban por entrar de igual manera cuando se percataron que la latina no se movía.
- ¿Todo en orden San? -preguntó Quinn colocándose a su lado. Santana se tomó un minuto para contestar.
-Sí, solo que, por Dios, Quinn, estaba tan asustada que ahora no me creo que ella está bien, tengo miedo de que esto sea un maldito sueño y recobre la consciencia estando aún acostada en la cama junto a ella inconsciente-
-Es real Santana, ella está bien, en menos de lo que te des cuenta, esto será solamente un mal recuerdo, pronto estarán en casa- ahora fue Rachel la que intervino.
Sin decir más las tres chicas entraron a la habitación de la holandesa, Quinn y Rachel quedaron conmovidas por la escena frente a ellas; Alex estaba trepada en la cama abrazando a su hermana, quien la envolvía con sus largos brazos y le acariciaba en cabello, es cuando ambas chicas se dieron cuenta que a pesar de ser una personita muy inteligente, centrada, con semblante serio la mayoría del tiempo y proyectándose ya a un brillante futuro, Alex todavía era una niña, una niña que había estado asustada de perder a su hermana. Kurt y Blaine estaban de la misma manera, mientras que la latina se mantenía en silenció a un lado de Rachel, ya que suponía que Brittany estaría siendo apapachada por sus padre y hermana, por lo cual no querría intervenir, ellas ya tendrían su tiempo.
Brittany se dejaba abrazar por su hermana, veía como su madre retenía las lágrimas, su padre la veía igual de conmocionado, mientras que los chicos estaban parados enfrente de su cama, tapándole la vista de las otras tres chicas que se encontraban todavía cerca de la puerta, aún estaba un poco confusa, el doctor le había explicado todo lo ocurrido y no se imaginaba toda la preocupación que debieron pasar sus padres, Alex y sobre todo Santana, nunca fue su intención que pasara todo eso, recordaba que estaba empezando a llover cuando salió de la agencia, no pensó que se pondría peor y mucho menos que terminara donde está ahora.
- ¿Cómo te sientes cariño? – preguntó Susan sonriéndole a su hija.
-Mejor, un poco de dolor de cabeza, me querían dar medicamento, pero implicaba dormirme de nuevo y no quiero- dijo Brittany acariciando la cabeza de Alex que seguía sin despegarse de ella.
-Mejor, así te monitorean despierta, deben asegurarse que están totalmente bien para que puedas irte a casa- explicaba
Robert.
-Hablando de casa… San- habló Brittany a su novia, automáticamente los chicos se hicieron a un lado, dejando pasar a la latina, que cuando la rubia la vio, pudo corroborar lo que suponía, Santana se veía algo cansada, tenía la misma ropa con la cual la había visto ayer en la mañana y sus ojos mostraban unas cuantas ojeras- Ven aquí- dijo señalándole a Kurt el otro lado de la cama que estaba libre, este asintió y guio a la morena con su rubia.
Todos miraban como la latina se acomodaba lentamente teniendo miedo de lastimar a su novia, se sentía una tensión en el ambiente, nadie sabía si era por la situación, el cumulo de sentimientos de las chicas o cosa de ellos, así que decidieron ir dejando lentamente la habitación, a excepción de Alex, quien se había quedado dormida en el brazo sano de su hermana.
-Solo ten cuidado San, ese brazo es el que esta lastimado- susurró Quinn refiriéndose al lado de la cama donde se encontraba la latina para luego dejar la habitación.
- ¿Por qué no te acercas más? – cuestionó Brittany al ver la distancia que tenía Santana de ella.
-No quiero lastimarte- respondió sinceramente Santana.
-Estas molesta conmigo ¿Verdad? –
-Brittany claro que no, ¿Por qué habría de estarlo? Solamente no te quiero lastimar, sabes que soy media torpe cuando son lugares nuevos o desconocidos- explicaba Santana colocando una mano en la pierna de Brittany ya que no podía tomar su mano por miedo a lastimarla.
-Yo… yo lo siento, nunca fue mi intención hacerlos pasar por todo esto, nunca pensé que pasaría todo eso solo por no tomar un taxi o esperar como me lo dijiste…- se disculpaba la rubia sintiéndose realmente mal.
-Shhh, cariño, no tienes por qué disculparte ni nada por el estilo, lo que paso paso, ahora estas bien y en lo único que debes pensar es en recuperarte, nada más- Santana había logrado juntar su frente con Brittany, para luego acariciar su rostro suavemente.
Ninguna dijo más después de eso, no era necesario, ambas sabían todo lo que había pasado la otra y ahora solo querían que poco a poco todo se fuera quedando en el pasado. Alrededor de las 10 de la mañana, unas enfermeras entraron a la habitación para llevarse a Brittany, Alex fue cargada por su padre quien la acomodo en uno de los sillones que había en la habitación ya que seguía dormida.
Los estudios salieron en su mayoría bien, solamente revelaron que Brittany aparte de todos los golpes y moretones que le había dicho el doctor, tenía fisurada una costilla, por lo cual no podía reírse ni moverse mucho sin que le doliera. Todos se quedaron con la holandesa hasta un poco pasada la hora de la comida, ya que Susan y Robert habían insistido en que vayan a la cafetería a comer algo mientras ellos igual veían como estaba todo, se sentían mal sabiendo que los señores López no habían podido dejar el lugar en todo el día.
Obviamente Santana no se movió del hospital por más que Brittany insistió en que fuera por lo menos al departamento a cambiarse, así que la latina mando a la enana y Quinn a su departamento a buscar una muda de ropa, tanto para ella como para Brittany que al parecer le darían el alta al día siguiente si la noche transcurría sin ningún problema.
-Tengo hambre- se quejó nuevamente la rubia.
-Britt tiene media hora que comiste- se reía Santana.
-Lo sé, pero la mitad de mi almuerzo era intocable, se veía más viejo que las botas que usa Puck en su taller- hizo un puchero y cruzando sus brazos.
-Hablando de Puck…- suspiró la latina – hable con él hace un rato mientras dormías, tu moto quedo inservible, lo siento mucho- dijo tristemente Santana sabiendo cuanto significaba esa moto, ya que fue el último obsequio que le dio su abuelo antes de morir a Brittany. La rubia solamente soltó un suspiro.
-Algo así me imaginaba, no te voy a decir que no me duele, pero bueno… creo que la compra de un carro será más necesario, aunque después de pagar todo esto no sé cuánto dinero nos quede- decía Brittany tratando de sacar cuentas en su cabeza.
-Hey, no pienses en eso, luego veremos lo del dinero ¿Si?, ahora solo quiero que te recuperes, nada más- pidió Santana acomodándose más en la cama con Brittany.
Con todo lo que había pasado y el poco tiempo que Brittany llevaba despierta, Santana no había tenido tiempo de contarle a Brittany de la pequeña (grandísima) fortuna que ahora ellas eran dueñas, no creía que ese momento fuera el adecuado, ya hablarían de eso tranquilamente cuando estuviera en casa.
Al día siguiente le dieron de alta a Brittany, dándole una serie de recomendaciones, medicamentos para el dolor e indicaciones de cómo cuidar, lavar y secar las pequeñas heridas que aún tenía. Susan y Robert dejaron a su hija en su departamento, a pesar de que ellos habían insistido que podía quedarse en su casa hasta que estuviera recuperada, pero la rubia argumento que se sentiría mejor en su cama, con sus cosas y en su casa, porque eso era aquel lugar, su casa, el de ella y Santana. La latina pidió permiso en el teatro de un par de semanas, dos para ser exactos, los directores al enterarse de lo ocurrido no dudaron en concedérselas, dijeron que el sonido podría ser lo último en grabarse, mientras los bailarines y demás actores trabajarían con solo instrumental u otra versión de la música, por lo cual le desearon la pronta recuperación a Brittany y a Santana la verían en dos semanas.
El regreso a casa fue bastante bien, después de dejar a Brittany acostada y al cuidado de Marley quien le limpiaba las heridas, Santana le pidió a Kitty que la acompañara al supermercado a tener todo lo necesario para no dejar el departamento a menos que sea una emergencia, al regresar encontraron a una Brittany profundamente dormida y Marley sentada junto a ella leyendo un libro, al parecer todo el esfuerzo físico que realizo Brittany del hospital a su casa la dejo exhausta debido a su estado. Aprovecharon para hacer la cena en lo que despertaba la rubia, para luego cenar las cuatro en la habitación de las chicas, ya que Marley sugirió que Brittany no se levantara de la cama a menos que sea para el baño por lo menos en dos días, el reposo ayudaría mucho a su cuerpo a recuperarse más rápido.
-Bien chicas, las dejamos, ya saben, cualquier cosa no duden en llamarnos o irnos a tocar la puerta- decía Marley mientras agarraba su abrigo y el de su novia para irse a su departamento.
-Sí, muchas gracias por todo, ahora yo me encargo de esa testadura holandesa- decía Santana acompañándolas a la puerta.
-Te puedo oír- se quejó Brittany desde la habitación.
-Ese es el punto cariño- contestó Santana riendo y haciendo reír a sus demás amigas.
Santana regreso donde Brittany y se acomodó con ella en la cama, sin antes apagar y cerrar todo en el departamento.
- ¿Cómo te sientes? – preguntó.
-Para ser sincera, me duele un poco aún la cabeza, pero me siento mucho mejor que en el hospital- confesó la rubia acomodándose lo mejor que podía al lado de su novia.
-Me imagino, ahora aquí yo te voy a cuidar, descansa mi amor, te hace falta-
-No solo a mí, tu igual, veo lo cansada que estas, han sido dos días muy duros para ti y quiero que duermas conmigo- pidió seriamente la rubia.
-Ahora que ya estamos en casa y tu aquí conmigo podre estar tranquila, así que vamos a dormir las dos, ambas lo necesitamos- dijo Santana acomodándose de igual manera junto a la rubia con cuidado debido a su cuerpo lastimado.
Una semana había pasado desde que Brittany había regresado a casa, estaba mucho mejor, su costilla iba sanando de a poco al igual que sus otras heridas, Santana la cuidaba en todo momento y sus padres estaban pendientes de ellas al igual que sus amigas.
El siguiente fin de semana Susan y Maribel habían organizado una cena especial en la cafetería, aparentemente sin motivo alguno, pero queriendo recordar lo importante y afortunados que eran todos en ese momento. Rachel y Quinn al ser invitadas a esta cena sugirieron invitar a Kurt, Blaine, Puck, Marley y Kitty, ya que todos ellos igual formaban parte de la vida de todos ellos, ambas mujeres aceptaron sin más y el domingo siguiente a las 7 de la noche la cafetería se encontraba cerrada, con todas las mesas pegadas a la pared con excepción de tres, que estaban en el centro del local con
manteles y platos para cada uno de los invitados.
-Mamá, ¿ahora si puedo comer una galleta? No he roto nada y ya llegaron San y Britt- preguntó Alex a su madre que la había condicionado con esto para que se quedara quieta mientras terminaba la cena y las chicas llegaran.
-Sí, adelante, pero solo una, ya vamos a cenar- dijo dulcemente Susan para ver cómo está salía corriendo al mostrador de postres, luego camino dirección a la recién llegada pareja - ¿Cómo te vas sintiendo cariño? – preguntó ahora a su hija mayor quien llegaba a su lado de la mano de la morena.
-Mucho mejor, ya puedo reírme sin dolor y caminar mejor, los dolores de cabeza son cada vez menos por no decir nulos y mi enfermera no me deja en paz ningún momento- rio a lo último recibiendo un codazo de la latina.
-Me alegro mucho cariño, ahora siéntense, ya no deben en llegar los demás, mientras le diré a tu padre que les sirva algo de tomar-
Las chicas asintieron y tomaron lugar en la amplia mesa que había, a los pocos minutos las Faberry llegaron, seguido de los 3 chicos, lo señores López y por ultimo Kitty y Marley. La velada transcurría muy amenamente, la comida era una delicia como siempre y las bromas no faltaban nunca entre ellos mismos, de un momento a otro, Quinn hizo sonar su vaso llamando la atención de todos y concediendo la palabra a su novia.
-Bien, bien, se preguntarán que demonios quiero decir ahora…- comenzó Rachel.
-No la verdad no, solo quiero seguir comiendo postres- interrumpió como siempre Santana.
-Ya esperaba eso de ti latina, en fin, Quinn y yo queríamos darle una gran noticia, hace un poco más de una semana, justamente el día del accidente de Brittany, mi rubia me invitó a salir, pensé que sería una cita como muchas que teníamos, pero resultó ser diferente e inesperado- parloteaba Rachel mientras Quinn trataba de aguantarse la risa.
-Al grano enana, es para hoy- se quejó la latina.
-Si bien, no habíamos dicho nada primero por el accidente de Britt y luego simplemente no encontrábamos el momento de decirlo hasta que Susan planteo lo de la cena y es por eso insistimos en que estén todos ustedes- dijo refiriéndose a los chicos y a Kitty con Marley- todos ustedes son personas muy importantes en nuestra vida y es por eso que serán los primeros en saberlo- suspiró Rachel para luego sacar lentamente su mano del bolsillo de su pantalón donde la había guardado casi toda la noche- Quinn me propuso matrimonio y dije que si… NOS VAMOS A CASAR- gritó lo último emocionada, haciendo reír de nueva cuenta a Quinn y hacer gritar a Kurt y Marley de la emoción.
-Nooooooooo- se escuchó por parte de Alex, quien pegaba su frente contra la mesa -ahora si ya perdí a Quinn para siempre- se quejaba la pequeña Pierce, haciendo reír a todos- Quinn esto es una traición- seguía haciendo drama.
Todo mundo felicitó a las chicas mientras miraban el anillo que la rubia le había dado a Rachel, Alex de mala gana las felicitó, la noche se estaba volviendo aún mejor de lo que habían imaginado, estaban todos juntos y con una boda en camino, nada podía ser mejor o ese se pensaba hasta que la latina llamo la atención de todos.
-Lo siento mucho enana, pero no te puedes quedar con toda la atención esta noche, no sería yo si te lo permito- bromeaba la latina haciendo reír a todos. – Yo también quiero darles una noticia, bien un anuncio- decía ahora un poco más nerviosa.
- ¿De qué habla San? - preguntó Quinn en el oído de Brittany.
-No tengo idea, estoy igual de intrigada que tu- respondió.
-Hace unos días, mientras a Brittany le quitaban los puntos en el hospital me di una vuelta por el y no sé cómo, pero terminé en el área de oftalmología…- Brittany al escuchar eso sintió como su corazón se detenía, lo mismo pasaba con los señores López- me encontré con un doctor y amablemente escuchó todo con respecto a mi accidente, me dijo que habían varios estudios que podría hacer para ver y poder diagnosticarme de una manera certera y ver si hay posibilidad de recuperar mi vista- decía nerviosamente la latina- lo estuve pensando estos días y siento que la noticia de Quinn y su llaveri… Rachel, me está dando el coraje para tomar la decisión, si hay una posibilidad de poder volver a ver la tomaré para poder presenciar y burlarme de la enana como se debe ese día, y si no, pues…-
-Pues estaremos todos contigo San, siempre- hablo Blaine interrumpiéndola.
- ¿Es enserio lo que dices? – preguntó muy emocionada su rubia.
-Si cariño, lo hago por ti, por mí y por todos los aquí presentes, es hora de intentarlo…-
Santana no puedo seguir hablando porque Brittany la rodeo con su brazo bueno en un fuerte abrazo, alzándola del suelo y dándole vuelta.
-Brittany bájame te vas a lastimar- pidió rápidamente la morena.
-No me importa, oh por dios mi amor, esto es maravilloso- decía Brittany sin soltarla del abrazo.
Todos se acercaron a felicitar y apoyar a la latina, la señora López no dudo en abrazar a su hija seguida de su esposo.
-Cariño, pase lo que pase, estaremos contigo, esto saldrá bien, siempre estaremos contigo- decía Maribel en el abrazo.
-Así es hija, siempre contigo- agregó su padre.
-Igual me tienes a mi San, sería muy feliz si volvieras a jugar batalla naval conmigo, que veas que fea es mi hermana y la dejes de una vez- intervino Alex.
- ¿Estas consiente de que si me deja igual te dejaría a ti? - reclamó Brittany con el ceño fruncido.
-Claro que no, ella nunca se deshará de mí, así de sencillo-
Todos reían ante la típica pelea Pierce, la noche transcurrió tranquila y con más felicitaciones, ahora es cuando se daban cuenta que tan cierto era el dicho de “después de la tormenta sale el sol” por lo cual aprovecharían ese sol al máximo y todo el tiempo posible.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Que bueno que el accidente no le dejo lesiones graves a Britt. Ahora le toca recuperarse del todo para la próxima boda de sus amigas y aun le falta saber de la pequeña fortuna que tienen ahora jajajaja
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Que bueno que el accidente de britt no fue a mayores y solo fueron golpes....
Pobre alex se le casa quien jajaja
A ver como van las cosas y loa estudios de dan y que pueda recuperar la vista!!!!
Pobre alex se le casa quien jajaja
A ver como van las cosas y loa estudios de dan y que pueda recuperar la vista!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
magnificas noticias por todos lados, ahora con toda la suerte del mundo a esperar que todo le salga bn a san!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Hola? si, si, dije que ya no desaparecería y todo, pero la escuela pudo más, en fin, queda poco de la historia, justamente ahora que ya estoy de vacaciones estoy escribiendo los capítulos finales, pero el problema es ese ahora, hay tanto que quiero decir que al final no se como acomodarlo y me tiene en una lapso de crisis de escritura, pero bueno, mientras veo como resolverlo subire los que ya tengo listo, de a poco, para que pueda avanzar con los otros y no volver a descuidar el fic, espero estén bien, no olviden comentar, que tengan buenas vacaciones decembrinas... saludos
Capítulo 15
Dos días después de aquella cena, Santana decidió regresar al hospital buscando al doctor de la última vez, pero ahora acompañada de una nerviosa/entusiasmada Brittany. Caminaban de la mano, a paso lento y se notaban los nervios en ambas chicas.
- ¿Crees que estamos bien? Tal vez deberíamos esperar un poco más- cuestionaba Santana sin soltarse de Brittany.
-Es el tiempo justo San, siempre habrá una excusa, sé que estas nerviosa, yo lo estoy igual, pero es algo que debemos hacer, que tienes que hacer, tu misma lo dijiste, si hay algo que se pueda hacer lo haremos, juntas mi amor- dijo dulcemente dejando un beso en la mejilla de su morena.
-Tienes razón… me alegro que solo hayas venido tú, con todos los demás no podría estar tranquila, sentiría que todos ellos esperan que salga bien y eso no está en mis manos-
-No te tienes que preocupar por nadie, ni por ellos ni por mí, eres lo más importante San, siempre-
Santana dio un largo suspiro, siguiendo el paso de su novia, al llegar a oftalmología Brittany soltó a San para ir donde la recepcionista, indicando el nombre de la morena quien había sacado una cita el día anterior, la muchacha les comunico que en un momento las atendería y las mando a la sala de espera. No pasaron más de 10 minutos cuando el nombre de la latina fue nombrado por un hombre, ambas se pusieron de pie y caminaron a la puerta donde las habían llamado.
-Buenos días señorita López y…-
-Pierce, pero puede decirme Brittany-
-A mi Santana-
-Muy bien, mi nombre es Sam Evans y seré tu doctor Santana, haremos todo lo posible por ti- se presentó aquel hombre que no era mayor de 35 años- Bien, la semana pasada Santana me conto en resumen su accidente, ayer cuando me entere que vendría me di la tarea de conseguir su historial médico, espero no se enoje-
-No, por favor, gracias he de decir- interrumpió Santana.
-Bien, por lo que leí y puedo deducir, es que tus corneas están en buen estado, fue más bien superficial todo lo que te ocurrió, pero lo que no puedo tener seguro es que tan superficial o profundo fueron tus heridas, necesito dos estudios de córnea y retina para ver qué tan afectada y comprometida esta tu vista y todos tus ojos-
-Claro, no hay problema, ¿cuándo se harían? – pregunto una entusiasmada Brittany.
-Por mi ahora mismo, tenemos todo el equipo en el hospital, el problema es que el seguro de la señorita López no cubre todos estos gastos y por lo que me comento la semana pasada, han pagado ya una cuenta de hospital- dijo señalando el brazo aun enyesado e inmóvil de Brittany.
-Oh, eso no me lo esperaba, ¿de cuánto estamos hablando? – preguntó Brittany, Santana se limitaba a escuchar la conversación.
El doctor al dar los precios de todo, Brittany simplemente se tuvo que agarras de la pared para no caer, nunca pensó que sería tanto, teniendo en cuenta que sus ahorros habían quedado a la mitad después de haber pagado el hospital y unos gastos extras de daños a terceros que causo su moto en el accidente.
-Le daré unos minutos a solas para que lo platiquen- dijo el doctor Evans para luego abandonar el consultorio.
Brittany al quedar solas no pudo evitar soltar un gran suspiro, para luego frotar el puente de su nariz.
-San, realmente lo siento, sé que dije que íbamos a hacer todo, pero no esperaba que fuera tan caro, por dios, si no me hubiera accidentado podríamos pagarlo- dijo Brittany golpeando la pared recriminándose a ella misma.
-Hey, nada de eso, ven aquí- pidió la latina golpeando la silla que estaba a un lado de donde se había sentado, Brittany de mala gana fue donde le pedía su novia- ¿Recuerdas que el día de tu accidente esa mañana fui a ver a mi padre? - Preguntó la latina
-Sí, pero ¿qué tiene que ver? –
-Pues resulta que desde el primer momento en que salí del hospital hace 5 años sin poder ver mi padre tomo cartas en el asunto…-
- ¿Qué cartas en el asunto? –
-Pues inicio una demanda a la empresa de la televisión… y la respuesta le llego la semana pasada-
-No sabía, ¿ganaron? – preguntó intrigada la rubia.
-Oh si, ganamos mi amor, me dieron una indemnización por todos los gastos médicos de 5 años y de los que podría ocupar en un futuro…-
-Santana eso es maravilloso, ¿Por qué no me habías dicho nada? Mi amor, esto resuelve todo- decía nuevamente emocionada la rubia.
-Bien porque después de tu accidente no tenía cabeza para otra cosa que no fuera que te recuperaras, luego simplemente no encontraba el momento y no le di mucha importancia-
-Te comprendo, pero San, parece que todo se acomodará para que puedas hacer esto, con el dinero que te den pienso que será mínimo lo que tendremos que pagar…-
-Cariño, créeme no tendremos que poner nada- dijo muy segura y riendo la latina.
- ¿Pues de cuánto dinero estamos hablando que te dieron? - pregunto confundida Brittany.
- ¿Me creerías si te digo algo así como 3 millones? -
-OH POR DIOS, ESO NO ES CIERTO- se levantó de golpe Brittany de su silla sin creerlo, a lo cual Santana solamente se reía, imaginando la cara de su novia, una cara que había posibilidad volviera a ver- Me estas tomando el pelo ¿verdad? - preguntaba sin creérselo.
-Claro que no mi amor, reaccione de la misma manera cuando mi papá me dio la noticia-
-3 millones, por dios, esto es irreal- decía Brittany – quiere decir que podrás pagar todo agarrando la mínima parte de ese dinero, podrás hacer lo que quieras con el resto-
-Corrección… podremos, Brittany, ese dinero es nuestro- recalcó la morena.
-Oh no, nada de eso, el dinero es tuyo, lo gastaras en todo lo que quieras, todo lo que siempre has querido, que me aproveche de una que otra cosa que compres será distintos, pero de resto tú tienes el control de este-
-Ya veremos Pierce, ahora… ¿hacemos esto? - preguntó Santana aun dudando.
-Por supuesto que si mi amor, juntas-
Después de esa tan asombrosa platica, llamaron al doctor Evans, quien se emocionó al escuchar que las chicas procedían con los estudios.
Un par de enfermeras llevaron a Santana para que se cambiara su ropa por una bata de hospital, mientras Brittany se quedó con Sam, quien le explicaba de que iban los estudios que le realizarían a su novia.
- ¿Esta nerviosa verdad? – preguntó Sam viendo que la rubia no se quedaba quieta.
-Para que mentir, nunca había estado así, ni cuando presente mi examen de titulación, siento que hasta el brazo dentro del yeso me suda- bromeaba nerviosamente.
-Tranquila, por lo que me ha contado Santana, hay una gran posibilidad de obtener buenos resultados de esas pruebas, muchas personas creen que la más afectada siempre es la víctima, pero nadie se poner a ver que las personas a su alrededor sufren igual o peor que esa persona- decía Sam con la mirada perdida.
-Usted ha pasado algo igual- más que pregunta era una afirmación dicha por Brittany, a lo cual solamente el doctor soltó un suspiro.
-Cuando tenía 16 años, mis padres nos llevaron a mí y a mi hermana a clases de equitación, ella se enamoró de los caballos y dedicó los tres años siguientes a practicar aquello, entro a competencias y tenía un gran futuro prometedor, hasta que un día después de haber ganado una competencia, ella estaba aún en su caballo, cuando personas se acercaron a entrevistarla, alguien hizo algo que asusto al caballo, ella lo trató de controlar, pero simplemente no pudo, se terminó cayendo del caballo, lesionándose la espalda que la dejo en una silla de ruedas…- Sam hizo una pausa, recordando aquel día, él había tratado de llegar a atrapar a su hermana, pero no pudo correr lo suficientemente rápido, sintiendo culpa por ello- fue horrible ver a mi hermana en aquella silla, una chica activa, que nunca se quedaba quieta tendida en su cama o en la silla, meses estuvo mal y por ende mi familia también-
Brittany no sabía que decir, era realmente triste lo que aquel hombre le estaba platicando, y se sintió peor cuando Alex se le vino a la cabeza.
-Pero no ponga esa cara- dijo el doctor al ver la mueca de tristeza en aquella rubia- mi hermana salió adelante, le tomo su tiempo, pero pudo, adaptamos toda la casa a sus necesidades como supongo ustedes hicieron con Santana y lo mejor de esta historia es que tiene un buen final…-
- ¿Su hermana logró volver a caminar? – preguntó asombrada Brittany.
-Dos años después del accidente, ella se quejaba de dolores en la espalda y piernas, algo raro para quien tiene inmóvil de la cintura para abajo, en ese tiempo ya había iniciado medicina en la universidad, así que con algunas amistades que había hecho empezamos a hacer pruebas y estudios, resultado que la columna no había sido la afectada como nos habían dicho atrás, eran cuestiones musculares y de tendones, así que con un largo año de terapias mi hermana volvía a ponerse de pie para navidad, creo que ese día llore de la emoción- reía Sam al imaginar su propia cara al ver a su hermana ponerse de pie para darle su regalo.
-Wow, es maravilloso- decía Brittany felizmente.
-Lo sé, es por lo mismo que te digo que debes tener esperanza, a veces las cosas mejoran con el paso del tiempo y siempre hay que intentar hacer todo y más por solucionar las cosas y nunca perder la esperanza- terminó diciendo al momento que Santana entraba cambiada al consultorio- Bien morena de fuego…con todo respeto- aclaró viendo a Brittany- vamos a empezar, Brittany le sugiero que se ponga cómoda, esto tardara una o dos horas-
-No hay problema, tengo la pila del teléfono completa y creo iré a comer algo mientras- dijo Brittany poniéndose de pie caminando a donde estaba Santana- estaré esperándote aquí cuando terminen, tranquila y recuerda, nada importa más que tu- dijo para luego darle un muy dulce beso en la frente.
-Por dios, ustedes me encantan, en fin, vamos Santana, es hora- Sam tomó del brazo a la morena dirigiéndose a la puerta- tranquila rubia, su novia está en buenas manos, acomódese- finalizó para luego salir de aquel cuarto.
Brittany recorrió los pasillos lentamente del hospital hasta llegar a la cafetería, comió algo ligero para luego volver al consultorio del doctor. Una hora y media después la puerta de este se abrió, despertando a Brittany quien se había quedado dormida en uno de los sillones, esta se levantó rápidamente.
- ¿Cómo ha ido? - dijo con voz ronca.
-Parece que alguien se acomodó demasiado- rio Sam- todo en orden, los resultados estarán mañana, les sugiero que vayan a casa y que Santana descanse, le tuvimos que dilatar las pupilas y tendrá molestias en los ojos y cansancio, en algunos casos hasta dolor de cabeza- explicaba mientras sentaba a Santana ya cambiada en una de las sillas del consultorio.
- ¿Estas bien? - preguntó Brittany al llegar a su lado.
-Sí, solo que me arden un poco los ojos- se quejó la latina.
-Sí, es completamente normal, te mandare unas gotas para que alivien el dolor y ya mañana te veo con los resultados- dijo Sam mientras escribía una receta.
Después de eso ambas chicas se despidieron del doctor, tomaron un taxi y se dirigieron a su departamento. La morena a penas toco cama quedo completamente dormida, Brittany mientras tanto llamó a la farmacia para las gotas de San, ya que no quería dejarla sola, luego mientras esperaba su pedido hablo con los padres de la morena y con los de ella, explicando todo lo que había sucedido, más tarde el timbre sonó, dejando ver a Rachel y Quinn que traían cena para las cuatro.
-Adelante chicas, Santana ahora está dormida, a penas llegamos se desconectó- explicaba Brittany colocando las bolsas de comida en la barra de desayuno.
-Me imagino, pero ¿Cómo les fue? ¿Qué ha dicho el doctor? – preguntaba impaciente Rachel.
Brittany contó nuevamente todo lo que el doctor había dicho, Rachel y Quinn animaron a Brittany, diciendo que todo saldría bien y que la latina estaría viendo para el día de bodas sin problema alguno, se burlaría de todo lo que Rachel escoja y criticaría los colores para su vestido de dama.
Santana sería dama de Quinn, junto con Kitty y Blaine (este último padrino), mientras que Brittany, Marley y Kurt serían de Rachel, Puck daría los anillos ya que Alex se había negado, argumentando que no participaría en la ceremonia que alejaría a Quinn de su lado, haciendo reír a todos cuando lo dijo.
-Britt…- se escuchó llamar a Santana desde la habitación.
-Ahora vuelvo chicas, Quinn ¿Podrías bajar por la medicina de San? El muchacho está esperando en recepción- pidió Brittany.
-Claro no hay problema- contestó Quinn tomando el dinero que le señalo Brittany y dejando el departamento.
-Brittany…- volvió a llamar Santana.
-Ya voy amor- contestó caminando a la habitación, pero sin llegar a ella porque la latina estaba fuera de ella camino a la sala.
-Pensé que no estabas, ¿Quién más está aquí? – preguntó sintiendo la presencia de alguien más.
-Hola Satanás-
-Hola hobbit… Britt, tengo hambre- se quejó la latina sentándose en uno de los sillones de la sala.
-Las chicas trajeron la cena, Quinn bajo por tu medicamento, ¿Cómo te vas sintiendo? – preguntó mientras se sentaba en la orillad el sillón donde estaba su novia para acariciarle el cabello.
-Mejor, aunque ahora me pican un poco- asiendo referencias a sus ojos, en ese momento Quinn entraba al departamento.
-El repartidor ha coqueteado conmigo, me dio hasta su número de teléfono- se quejaba Quinn haciendo bolita el papel que aquel chico le había dado.
-Genial, ahora no puedo dejarte sola ni 3 minutos- dijo celosa Rachel.
-Tranquila cariño, ni loca me fijaba en él, tenía un horrible bigote, dientes amarillos y ni que decir de su espantoso corte de cabello, tiene aspecto de aun vivir con su madre- criticaba Quinn seriamente, haciendo reír a las chicas.
Brittany aplicó las gotas en los ojos de San, para luego cenar las cuatro chicas, hablando de los estudios, posibles resultados y luego abarcando la boda, aún no ponían fecha, pero Rachel estaba demasiada ansiosa mientras que Quinn aparentaba la calma de costumbre.
Al día siguiente Santana fue al teatro, ya había terminado las dos semanas que había pedido para el cuidado de Brittany, estaban en medio de la preparación de la obra y aún no había grabado las canciones, estuvo dando vueltas entre el teatro y el estudio de grabaciones toda la mañana y parte del medio día, cuando Brittany fue por ella ambas se dirigieron de nuevo al hospital, nuevamente nerviosas.
- ¿Qué tal chicas? – preguntó Sam apenas entraron a su consultorio.
-Bien, un día largo, pero todo tranquilo- dijo Santana.
-El de ella, yo aún no puedo hacer nada por el estúpido yeso- se quejaba Brittany.
- ¿Cuánto tiempo más lo tendrás? - pregunto Sam.
-Por lo menos dos semanas más, al parecer tuve una gran fractura, los doctores me dijeron suertuda ya que no necesite ni clavos ni placas para componerlo-
-Una fractura limpia, no es bueno fracturarse nada, pero tener una limpia entre lo que cabe si es suerte, agradezca que solo usara el yeso un mes y no 3 meses más las cirugías que implicarían- explicaba Sam.
-Eso le dije, pero aun así se queja- regañaba Santana a su novia.
-Es que pica y no puedo hacer nada- se defendía la rubia – aparte, tendré que ir a terapia dos semanas después de que lo quiten, para devolverle toda su movilidad.
-Sí, recuperarse 100% de una fractura es un largo camino, pero que vale la pena, así que haga lo que le han dicho, de no ser así, esas dos semanas de terapia se pueden convertir en un mes o más… pero, en fin, no estamos aquí para hablar de eso- cortó de pronto Sam poniéndose completamente serio.
-Tiene razón - dijo Santana tomando asiento.
-Miren chicas, voy a ser completamente sincero…-
- ¿Son malas noticias verdad? – preguntó San con la cabeza agachada.
-Sí y no, los resultados me indican que efectivamente, el daño es superficial, tus corneas y retina no están comprometidas-
- ¿Pero? – preguntó Brittany quien tomaba de la mano a Santana desde su lugar, ambas enfrente del escritorio del doctor.
-La capa de tejido muerto que rodea la córnea es más gruesa de lo que imagine, puede que el accidente no la haya afectado, pero no sé qué tanto la podremos afectar nosotros al momento de la intervención quirúrgica- hablaba lenta y pausadamente.
- ¿Estás diciendo que la operación puede ayudar, pero a la vez perjudicar la vista de San? -
-Correcto, queda en ti Santana si deseas o no tomar el riesgo, estadísticamente, las posibilidades están 50 y 50, yo te prometo que, si de aceptar realizar la operación tendré el máximo cuidado y hare todo lo posible para que recuperes tu vista-
-Yo… no sé, ¿Qué pasa si no funciona la operación? – preguntó Santana.
-Significara que el daño será ahora permanente o por lo menos bajaría la probabilidad a un 15 0 10% que otra operación tuviera éxito- Sam era serio y un poco directo, pero la chica enfrente de él, como cada paciente que había atendido durante sus años de médico, merecían saber la verdad y valorar todas sus opciones.
- ¿Y si espero más tiempo? ¿Aumentaría el porcentaje de éxito en la operación? -
-No, el ojo no es un órgano que se regenere o cure por sí solo, los doctores que te atendieron hace 5 años cuando te dijeron que con el tiempo habría posibilidades de que recuperaras la vista, ellos se referían a que debías dejar que tus ojos cicatricen y ver la forma en que estos lo harían, para luego valorar el daño y ver si se podía operar o no, que es justamente lo que hicimos ayer, lo que estamos haciendo ahora mismo-
-Brittany…- llamó Santana a la rubia quien hasta ese momento no había dicho nada -Brittany- volvió a insistir.
-Yo, yo no sé San, no sé- decía viendo al doctor y aguantando de gritar “si hazlo, vamos”, tenía miedo de alentar tanto a Santana para que al final las cosas no salieran bien. Sam al ver la batalla de la rubia decidió hablar.
-A mis pacientes nunca les he dicho que hacer, pero quiero que tengas en cuenta que tienes un 50% de éxito, parece poco, pero es algo, he atendido casos en que la probabilidad es menor al 10% o nula, por lo cual, hay aún algo que hacer Santana, pero depende de ti-
Santana ante las palabras del doctor soltó un gran suspiro, soltando la mano de Brittany, para juntar las de ella misma y jugar con sus dedos.
Desde hace 5 años, desde el día que abrió los ojos y lo único que podía ver era oscuridad, lo único que deseaba era ver a sus padres, leer nuevamente un libro, ver una película, el atardecer, jugar con Alex batalla naval por horas, criticar los diseños de Blaine y sobre todo, quería ver a su Brittany, ver su melena dorada, esos ojos azules como el cielo que recordaba ella tenía, su sonrisa era lo que más extrañaba, esa sonrisa que le quitaba todo miedo y le daba seguridad, esa sonrisa que ahora mismo quería ver para que supiera que todo iría bien, sin importar que. Ahora igual que hace 5 años deseaba ver lo mismo, pero ahora más, quería ver de nuevo a Robert, saber cómo eran sus amigas, ver el vestido de boda de Rachel y Quinn, si Kurt seguía con la misma piel de porcelana de siempre y ver qué tan grande estaba Alex.
Pasaron unos minutos en los cuales Sam solo observaba a las dos chicas, la morena perdida en sus pensamientos y la rubia sin quitarle la vista a su novia, nerviosa y temerosa de decir algo.
-Si las cosas salen mal, ¿Estarás conmigo consolándome y ayudándome a salir nuevamente adelante? – preguntó de un momento a otro Santana dirigiendo su vista a donde sabia estaba Britt.
A la rubia le tomó por sorpresa aquella pregunta, pero apenas su cerebro unió y comprendió las palabras de su novia no dudo en levantarse de la silla y arrodillarse a la altura de Santana.
-Por supuesto que si mi amor, eso no lo tienes que preguntar, tal vez nunca lo haya dicho antes, pero San, haría todo, absolutamente todo por ti, desde hacerte reír y sonrojar con cumplidos hasta abrazarte toda la noche, llorando contigo y sostener todo de ti, lo único que deseo más que tu felicidad es el hecho de estar contigo en todo momento, bueno o malo, no me importa, solo quiero que me tengas presente como tu amiga, compañera de vida y la persona que más te ama en este mundo – Santana ante todas esas palabras de su rubia, no pudo evitar soltar una que otra lagrima, era afortunada de tener a Brittany en su vida.
-Lo hare, lo haremos doctor- dijo Santana con la voz cortada y aun con los ojos lloroso.
-Oh por Dios, ustedes me harán llorar y no debo- dijo Sam soplándose los ojos evitando las lágrimas. Ambas chicas se
rieron ante eso – Bien, entonces Santana, ¿Qué te parece la otra semana? –
- ¿QUÉ? ¿Tan pronto? – preguntó sorprendida la morena.
-Por supuesto, primero, tenemos todo el equipo necesario en el hospital, segundo, tu seguro médico cubre este gasto y tercero, no tiene caso alargar esto, lo mismo será operarte la próxima semana que dentro de dos meses, es más te diría que mañana mismo te opero, pero hay agendar las operaciones mínimo con tres días de anticipación y tú debes dejar todo en orden en tu trabajo ¿O me equivocó? –
-Está en lo cierto, pero es que, no me lo imaginaba tan pronto-
-Tranquila San, estaré contigo, todos, siempre-animaba la rubia a su novia.
-Bien, entonces Santana, el próximo viernes te espero a las 7 de la mañana, ahora mismo agendare la operación, de haber algún inconveniente te haría llegar un correo o te llamaría, pero lo dudo… ten fe Santana, siempre hay que intentar todo lo posible para lograr algo, aparte mantengo mi promesa que al igual que tú te estas comprometiendo a hacer todo lo posible por ver yo lo haré igual-
Después de aquellas palabras ambas chicas empezaron a platicar de los detalles de la operación, para luego despedirse del doctor y regresar a su departamento. Algo entrada la noche la latina decidió llamar a sus papas, contándoles la decisión que había tomado, su madre se puso a llorar al momento de escuchar aquella noticia, su padre un tanto temeroso por las estadísticas, pero aun así le dio todo el apoyo a su hija, sabiendo iba a llegar ese momento, su hija se escuchaba segura de las palabras de aquel doctor y confiaba en que esta estuviera en lo correcto.
Por su parte Brittany llamo de igual manera a su familia, pero sobre todo a su padre, necesitaba esas palabras de aliento que él siempre le daba en los momentos difícil, lo cual no fue la excepción esta ocasión, calmo a su hija, dándole todas las esperanzas en que las cosas saldrías como debían ser y que ellos al igual que ella, estarían para Santana todo el tiempo.
Rachel y los demás se enteraron al día siguiente, ya que después de hablar con sus padres, amabas chicas se sintieron exhaustas que solo querían dormir una abrazada a la otra, así que en el teatro fue donde Santana les explico a las Faberry de lo que había decidió, Rachel gritó tanto de la emoción que todo el teatro se le quedo viendo. Luego de aquella escena, Santana habló con el director y el equipo de producción los cuales se emocionaron y desearon la mejor de la suerte, en cuanto al trabajo por suerte de la latina solo le faltaban dos canciones por grabar, así que entre esta y la siguiente semana terminaría, luego el tiempo que iba a ocupar para ayudar a sus compañeros en la obra, lo usaría ahora para recuperarse de la operación, así que, sin más, el próximo viernes tenía una cita con el doctor Evans, una cita que cambiaría su vida sea cual sea el resultado…
- ¿Crees que estamos bien? Tal vez deberíamos esperar un poco más- cuestionaba Santana sin soltarse de Brittany.
-Es el tiempo justo San, siempre habrá una excusa, sé que estas nerviosa, yo lo estoy igual, pero es algo que debemos hacer, que tienes que hacer, tu misma lo dijiste, si hay algo que se pueda hacer lo haremos, juntas mi amor- dijo dulcemente dejando un beso en la mejilla de su morena.
-Tienes razón… me alegro que solo hayas venido tú, con todos los demás no podría estar tranquila, sentiría que todos ellos esperan que salga bien y eso no está en mis manos-
-No te tienes que preocupar por nadie, ni por ellos ni por mí, eres lo más importante San, siempre-
Santana dio un largo suspiro, siguiendo el paso de su novia, al llegar a oftalmología Brittany soltó a San para ir donde la recepcionista, indicando el nombre de la morena quien había sacado una cita el día anterior, la muchacha les comunico que en un momento las atendería y las mando a la sala de espera. No pasaron más de 10 minutos cuando el nombre de la latina fue nombrado por un hombre, ambas se pusieron de pie y caminaron a la puerta donde las habían llamado.
-Buenos días señorita López y…-
-Pierce, pero puede decirme Brittany-
-A mi Santana-
-Muy bien, mi nombre es Sam Evans y seré tu doctor Santana, haremos todo lo posible por ti- se presentó aquel hombre que no era mayor de 35 años- Bien, la semana pasada Santana me conto en resumen su accidente, ayer cuando me entere que vendría me di la tarea de conseguir su historial médico, espero no se enoje-
-No, por favor, gracias he de decir- interrumpió Santana.
-Bien, por lo que leí y puedo deducir, es que tus corneas están en buen estado, fue más bien superficial todo lo que te ocurrió, pero lo que no puedo tener seguro es que tan superficial o profundo fueron tus heridas, necesito dos estudios de córnea y retina para ver qué tan afectada y comprometida esta tu vista y todos tus ojos-
-Claro, no hay problema, ¿cuándo se harían? – pregunto una entusiasmada Brittany.
-Por mi ahora mismo, tenemos todo el equipo en el hospital, el problema es que el seguro de la señorita López no cubre todos estos gastos y por lo que me comento la semana pasada, han pagado ya una cuenta de hospital- dijo señalando el brazo aun enyesado e inmóvil de Brittany.
-Oh, eso no me lo esperaba, ¿de cuánto estamos hablando? – preguntó Brittany, Santana se limitaba a escuchar la conversación.
El doctor al dar los precios de todo, Brittany simplemente se tuvo que agarras de la pared para no caer, nunca pensó que sería tanto, teniendo en cuenta que sus ahorros habían quedado a la mitad después de haber pagado el hospital y unos gastos extras de daños a terceros que causo su moto en el accidente.
-Le daré unos minutos a solas para que lo platiquen- dijo el doctor Evans para luego abandonar el consultorio.
Brittany al quedar solas no pudo evitar soltar un gran suspiro, para luego frotar el puente de su nariz.
-San, realmente lo siento, sé que dije que íbamos a hacer todo, pero no esperaba que fuera tan caro, por dios, si no me hubiera accidentado podríamos pagarlo- dijo Brittany golpeando la pared recriminándose a ella misma.
-Hey, nada de eso, ven aquí- pidió la latina golpeando la silla que estaba a un lado de donde se había sentado, Brittany de mala gana fue donde le pedía su novia- ¿Recuerdas que el día de tu accidente esa mañana fui a ver a mi padre? - Preguntó la latina
-Sí, pero ¿qué tiene que ver? –
-Pues resulta que desde el primer momento en que salí del hospital hace 5 años sin poder ver mi padre tomo cartas en el asunto…-
- ¿Qué cartas en el asunto? –
-Pues inicio una demanda a la empresa de la televisión… y la respuesta le llego la semana pasada-
-No sabía, ¿ganaron? – preguntó intrigada la rubia.
-Oh si, ganamos mi amor, me dieron una indemnización por todos los gastos médicos de 5 años y de los que podría ocupar en un futuro…-
-Santana eso es maravilloso, ¿Por qué no me habías dicho nada? Mi amor, esto resuelve todo- decía nuevamente emocionada la rubia.
-Bien porque después de tu accidente no tenía cabeza para otra cosa que no fuera que te recuperaras, luego simplemente no encontraba el momento y no le di mucha importancia-
-Te comprendo, pero San, parece que todo se acomodará para que puedas hacer esto, con el dinero que te den pienso que será mínimo lo que tendremos que pagar…-
-Cariño, créeme no tendremos que poner nada- dijo muy segura y riendo la latina.
- ¿Pues de cuánto dinero estamos hablando que te dieron? - pregunto confundida Brittany.
- ¿Me creerías si te digo algo así como 3 millones? -
-OH POR DIOS, ESO NO ES CIERTO- se levantó de golpe Brittany de su silla sin creerlo, a lo cual Santana solamente se reía, imaginando la cara de su novia, una cara que había posibilidad volviera a ver- Me estas tomando el pelo ¿verdad? - preguntaba sin creérselo.
-Claro que no mi amor, reaccione de la misma manera cuando mi papá me dio la noticia-
-3 millones, por dios, esto es irreal- decía Brittany – quiere decir que podrás pagar todo agarrando la mínima parte de ese dinero, podrás hacer lo que quieras con el resto-
-Corrección… podremos, Brittany, ese dinero es nuestro- recalcó la morena.
-Oh no, nada de eso, el dinero es tuyo, lo gastaras en todo lo que quieras, todo lo que siempre has querido, que me aproveche de una que otra cosa que compres será distintos, pero de resto tú tienes el control de este-
-Ya veremos Pierce, ahora… ¿hacemos esto? - preguntó Santana aun dudando.
-Por supuesto que si mi amor, juntas-
Después de esa tan asombrosa platica, llamaron al doctor Evans, quien se emocionó al escuchar que las chicas procedían con los estudios.
Un par de enfermeras llevaron a Santana para que se cambiara su ropa por una bata de hospital, mientras Brittany se quedó con Sam, quien le explicaba de que iban los estudios que le realizarían a su novia.
- ¿Esta nerviosa verdad? – preguntó Sam viendo que la rubia no se quedaba quieta.
-Para que mentir, nunca había estado así, ni cuando presente mi examen de titulación, siento que hasta el brazo dentro del yeso me suda- bromeaba nerviosamente.
-Tranquila, por lo que me ha contado Santana, hay una gran posibilidad de obtener buenos resultados de esas pruebas, muchas personas creen que la más afectada siempre es la víctima, pero nadie se poner a ver que las personas a su alrededor sufren igual o peor que esa persona- decía Sam con la mirada perdida.
-Usted ha pasado algo igual- más que pregunta era una afirmación dicha por Brittany, a lo cual solamente el doctor soltó un suspiro.
-Cuando tenía 16 años, mis padres nos llevaron a mí y a mi hermana a clases de equitación, ella se enamoró de los caballos y dedicó los tres años siguientes a practicar aquello, entro a competencias y tenía un gran futuro prometedor, hasta que un día después de haber ganado una competencia, ella estaba aún en su caballo, cuando personas se acercaron a entrevistarla, alguien hizo algo que asusto al caballo, ella lo trató de controlar, pero simplemente no pudo, se terminó cayendo del caballo, lesionándose la espalda que la dejo en una silla de ruedas…- Sam hizo una pausa, recordando aquel día, él había tratado de llegar a atrapar a su hermana, pero no pudo correr lo suficientemente rápido, sintiendo culpa por ello- fue horrible ver a mi hermana en aquella silla, una chica activa, que nunca se quedaba quieta tendida en su cama o en la silla, meses estuvo mal y por ende mi familia también-
Brittany no sabía que decir, era realmente triste lo que aquel hombre le estaba platicando, y se sintió peor cuando Alex se le vino a la cabeza.
-Pero no ponga esa cara- dijo el doctor al ver la mueca de tristeza en aquella rubia- mi hermana salió adelante, le tomo su tiempo, pero pudo, adaptamos toda la casa a sus necesidades como supongo ustedes hicieron con Santana y lo mejor de esta historia es que tiene un buen final…-
- ¿Su hermana logró volver a caminar? – preguntó asombrada Brittany.
-Dos años después del accidente, ella se quejaba de dolores en la espalda y piernas, algo raro para quien tiene inmóvil de la cintura para abajo, en ese tiempo ya había iniciado medicina en la universidad, así que con algunas amistades que había hecho empezamos a hacer pruebas y estudios, resultado que la columna no había sido la afectada como nos habían dicho atrás, eran cuestiones musculares y de tendones, así que con un largo año de terapias mi hermana volvía a ponerse de pie para navidad, creo que ese día llore de la emoción- reía Sam al imaginar su propia cara al ver a su hermana ponerse de pie para darle su regalo.
-Wow, es maravilloso- decía Brittany felizmente.
-Lo sé, es por lo mismo que te digo que debes tener esperanza, a veces las cosas mejoran con el paso del tiempo y siempre hay que intentar hacer todo y más por solucionar las cosas y nunca perder la esperanza- terminó diciendo al momento que Santana entraba cambiada al consultorio- Bien morena de fuego…con todo respeto- aclaró viendo a Brittany- vamos a empezar, Brittany le sugiero que se ponga cómoda, esto tardara una o dos horas-
-No hay problema, tengo la pila del teléfono completa y creo iré a comer algo mientras- dijo Brittany poniéndose de pie caminando a donde estaba Santana- estaré esperándote aquí cuando terminen, tranquila y recuerda, nada importa más que tu- dijo para luego darle un muy dulce beso en la frente.
-Por dios, ustedes me encantan, en fin, vamos Santana, es hora- Sam tomó del brazo a la morena dirigiéndose a la puerta- tranquila rubia, su novia está en buenas manos, acomódese- finalizó para luego salir de aquel cuarto.
Brittany recorrió los pasillos lentamente del hospital hasta llegar a la cafetería, comió algo ligero para luego volver al consultorio del doctor. Una hora y media después la puerta de este se abrió, despertando a Brittany quien se había quedado dormida en uno de los sillones, esta se levantó rápidamente.
- ¿Cómo ha ido? - dijo con voz ronca.
-Parece que alguien se acomodó demasiado- rio Sam- todo en orden, los resultados estarán mañana, les sugiero que vayan a casa y que Santana descanse, le tuvimos que dilatar las pupilas y tendrá molestias en los ojos y cansancio, en algunos casos hasta dolor de cabeza- explicaba mientras sentaba a Santana ya cambiada en una de las sillas del consultorio.
- ¿Estas bien? - preguntó Brittany al llegar a su lado.
-Sí, solo que me arden un poco los ojos- se quejó la latina.
-Sí, es completamente normal, te mandare unas gotas para que alivien el dolor y ya mañana te veo con los resultados- dijo Sam mientras escribía una receta.
Después de eso ambas chicas se despidieron del doctor, tomaron un taxi y se dirigieron a su departamento. La morena a penas toco cama quedo completamente dormida, Brittany mientras tanto llamó a la farmacia para las gotas de San, ya que no quería dejarla sola, luego mientras esperaba su pedido hablo con los padres de la morena y con los de ella, explicando todo lo que había sucedido, más tarde el timbre sonó, dejando ver a Rachel y Quinn que traían cena para las cuatro.
-Adelante chicas, Santana ahora está dormida, a penas llegamos se desconectó- explicaba Brittany colocando las bolsas de comida en la barra de desayuno.
-Me imagino, pero ¿Cómo les fue? ¿Qué ha dicho el doctor? – preguntaba impaciente Rachel.
Brittany contó nuevamente todo lo que el doctor había dicho, Rachel y Quinn animaron a Brittany, diciendo que todo saldría bien y que la latina estaría viendo para el día de bodas sin problema alguno, se burlaría de todo lo que Rachel escoja y criticaría los colores para su vestido de dama.
Santana sería dama de Quinn, junto con Kitty y Blaine (este último padrino), mientras que Brittany, Marley y Kurt serían de Rachel, Puck daría los anillos ya que Alex se había negado, argumentando que no participaría en la ceremonia que alejaría a Quinn de su lado, haciendo reír a todos cuando lo dijo.
-Britt…- se escuchó llamar a Santana desde la habitación.
-Ahora vuelvo chicas, Quinn ¿Podrías bajar por la medicina de San? El muchacho está esperando en recepción- pidió Brittany.
-Claro no hay problema- contestó Quinn tomando el dinero que le señalo Brittany y dejando el departamento.
-Brittany…- volvió a llamar Santana.
-Ya voy amor- contestó caminando a la habitación, pero sin llegar a ella porque la latina estaba fuera de ella camino a la sala.
-Pensé que no estabas, ¿Quién más está aquí? – preguntó sintiendo la presencia de alguien más.
-Hola Satanás-
-Hola hobbit… Britt, tengo hambre- se quejó la latina sentándose en uno de los sillones de la sala.
-Las chicas trajeron la cena, Quinn bajo por tu medicamento, ¿Cómo te vas sintiendo? – preguntó mientras se sentaba en la orillad el sillón donde estaba su novia para acariciarle el cabello.
-Mejor, aunque ahora me pican un poco- asiendo referencias a sus ojos, en ese momento Quinn entraba al departamento.
-El repartidor ha coqueteado conmigo, me dio hasta su número de teléfono- se quejaba Quinn haciendo bolita el papel que aquel chico le había dado.
-Genial, ahora no puedo dejarte sola ni 3 minutos- dijo celosa Rachel.
-Tranquila cariño, ni loca me fijaba en él, tenía un horrible bigote, dientes amarillos y ni que decir de su espantoso corte de cabello, tiene aspecto de aun vivir con su madre- criticaba Quinn seriamente, haciendo reír a las chicas.
Brittany aplicó las gotas en los ojos de San, para luego cenar las cuatro chicas, hablando de los estudios, posibles resultados y luego abarcando la boda, aún no ponían fecha, pero Rachel estaba demasiada ansiosa mientras que Quinn aparentaba la calma de costumbre.
Al día siguiente Santana fue al teatro, ya había terminado las dos semanas que había pedido para el cuidado de Brittany, estaban en medio de la preparación de la obra y aún no había grabado las canciones, estuvo dando vueltas entre el teatro y el estudio de grabaciones toda la mañana y parte del medio día, cuando Brittany fue por ella ambas se dirigieron de nuevo al hospital, nuevamente nerviosas.
- ¿Qué tal chicas? – preguntó Sam apenas entraron a su consultorio.
-Bien, un día largo, pero todo tranquilo- dijo Santana.
-El de ella, yo aún no puedo hacer nada por el estúpido yeso- se quejaba Brittany.
- ¿Cuánto tiempo más lo tendrás? - pregunto Sam.
-Por lo menos dos semanas más, al parecer tuve una gran fractura, los doctores me dijeron suertuda ya que no necesite ni clavos ni placas para componerlo-
-Una fractura limpia, no es bueno fracturarse nada, pero tener una limpia entre lo que cabe si es suerte, agradezca que solo usara el yeso un mes y no 3 meses más las cirugías que implicarían- explicaba Sam.
-Eso le dije, pero aun así se queja- regañaba Santana a su novia.
-Es que pica y no puedo hacer nada- se defendía la rubia – aparte, tendré que ir a terapia dos semanas después de que lo quiten, para devolverle toda su movilidad.
-Sí, recuperarse 100% de una fractura es un largo camino, pero que vale la pena, así que haga lo que le han dicho, de no ser así, esas dos semanas de terapia se pueden convertir en un mes o más… pero, en fin, no estamos aquí para hablar de eso- cortó de pronto Sam poniéndose completamente serio.
-Tiene razón - dijo Santana tomando asiento.
-Miren chicas, voy a ser completamente sincero…-
- ¿Son malas noticias verdad? – preguntó San con la cabeza agachada.
-Sí y no, los resultados me indican que efectivamente, el daño es superficial, tus corneas y retina no están comprometidas-
- ¿Pero? – preguntó Brittany quien tomaba de la mano a Santana desde su lugar, ambas enfrente del escritorio del doctor.
-La capa de tejido muerto que rodea la córnea es más gruesa de lo que imagine, puede que el accidente no la haya afectado, pero no sé qué tanto la podremos afectar nosotros al momento de la intervención quirúrgica- hablaba lenta y pausadamente.
- ¿Estás diciendo que la operación puede ayudar, pero a la vez perjudicar la vista de San? -
-Correcto, queda en ti Santana si deseas o no tomar el riesgo, estadísticamente, las posibilidades están 50 y 50, yo te prometo que, si de aceptar realizar la operación tendré el máximo cuidado y hare todo lo posible para que recuperes tu vista-
-Yo… no sé, ¿Qué pasa si no funciona la operación? – preguntó Santana.
-Significara que el daño será ahora permanente o por lo menos bajaría la probabilidad a un 15 0 10% que otra operación tuviera éxito- Sam era serio y un poco directo, pero la chica enfrente de él, como cada paciente que había atendido durante sus años de médico, merecían saber la verdad y valorar todas sus opciones.
- ¿Y si espero más tiempo? ¿Aumentaría el porcentaje de éxito en la operación? -
-No, el ojo no es un órgano que se regenere o cure por sí solo, los doctores que te atendieron hace 5 años cuando te dijeron que con el tiempo habría posibilidades de que recuperaras la vista, ellos se referían a que debías dejar que tus ojos cicatricen y ver la forma en que estos lo harían, para luego valorar el daño y ver si se podía operar o no, que es justamente lo que hicimos ayer, lo que estamos haciendo ahora mismo-
-Brittany…- llamó Santana a la rubia quien hasta ese momento no había dicho nada -Brittany- volvió a insistir.
-Yo, yo no sé San, no sé- decía viendo al doctor y aguantando de gritar “si hazlo, vamos”, tenía miedo de alentar tanto a Santana para que al final las cosas no salieran bien. Sam al ver la batalla de la rubia decidió hablar.
-A mis pacientes nunca les he dicho que hacer, pero quiero que tengas en cuenta que tienes un 50% de éxito, parece poco, pero es algo, he atendido casos en que la probabilidad es menor al 10% o nula, por lo cual, hay aún algo que hacer Santana, pero depende de ti-
Santana ante las palabras del doctor soltó un gran suspiro, soltando la mano de Brittany, para juntar las de ella misma y jugar con sus dedos.
Desde hace 5 años, desde el día que abrió los ojos y lo único que podía ver era oscuridad, lo único que deseaba era ver a sus padres, leer nuevamente un libro, ver una película, el atardecer, jugar con Alex batalla naval por horas, criticar los diseños de Blaine y sobre todo, quería ver a su Brittany, ver su melena dorada, esos ojos azules como el cielo que recordaba ella tenía, su sonrisa era lo que más extrañaba, esa sonrisa que le quitaba todo miedo y le daba seguridad, esa sonrisa que ahora mismo quería ver para que supiera que todo iría bien, sin importar que. Ahora igual que hace 5 años deseaba ver lo mismo, pero ahora más, quería ver de nuevo a Robert, saber cómo eran sus amigas, ver el vestido de boda de Rachel y Quinn, si Kurt seguía con la misma piel de porcelana de siempre y ver qué tan grande estaba Alex.
Pasaron unos minutos en los cuales Sam solo observaba a las dos chicas, la morena perdida en sus pensamientos y la rubia sin quitarle la vista a su novia, nerviosa y temerosa de decir algo.
-Si las cosas salen mal, ¿Estarás conmigo consolándome y ayudándome a salir nuevamente adelante? – preguntó de un momento a otro Santana dirigiendo su vista a donde sabia estaba Britt.
A la rubia le tomó por sorpresa aquella pregunta, pero apenas su cerebro unió y comprendió las palabras de su novia no dudo en levantarse de la silla y arrodillarse a la altura de Santana.
-Por supuesto que si mi amor, eso no lo tienes que preguntar, tal vez nunca lo haya dicho antes, pero San, haría todo, absolutamente todo por ti, desde hacerte reír y sonrojar con cumplidos hasta abrazarte toda la noche, llorando contigo y sostener todo de ti, lo único que deseo más que tu felicidad es el hecho de estar contigo en todo momento, bueno o malo, no me importa, solo quiero que me tengas presente como tu amiga, compañera de vida y la persona que más te ama en este mundo – Santana ante todas esas palabras de su rubia, no pudo evitar soltar una que otra lagrima, era afortunada de tener a Brittany en su vida.
-Lo hare, lo haremos doctor- dijo Santana con la voz cortada y aun con los ojos lloroso.
-Oh por Dios, ustedes me harán llorar y no debo- dijo Sam soplándose los ojos evitando las lágrimas. Ambas chicas se
rieron ante eso – Bien, entonces Santana, ¿Qué te parece la otra semana? –
- ¿QUÉ? ¿Tan pronto? – preguntó sorprendida la morena.
-Por supuesto, primero, tenemos todo el equipo necesario en el hospital, segundo, tu seguro médico cubre este gasto y tercero, no tiene caso alargar esto, lo mismo será operarte la próxima semana que dentro de dos meses, es más te diría que mañana mismo te opero, pero hay agendar las operaciones mínimo con tres días de anticipación y tú debes dejar todo en orden en tu trabajo ¿O me equivocó? –
-Está en lo cierto, pero es que, no me lo imaginaba tan pronto-
-Tranquila San, estaré contigo, todos, siempre-animaba la rubia a su novia.
-Bien, entonces Santana, el próximo viernes te espero a las 7 de la mañana, ahora mismo agendare la operación, de haber algún inconveniente te haría llegar un correo o te llamaría, pero lo dudo… ten fe Santana, siempre hay que intentar todo lo posible para lograr algo, aparte mantengo mi promesa que al igual que tú te estas comprometiendo a hacer todo lo posible por ver yo lo haré igual-
Después de aquellas palabras ambas chicas empezaron a platicar de los detalles de la operación, para luego despedirse del doctor y regresar a su departamento. Algo entrada la noche la latina decidió llamar a sus papas, contándoles la decisión que había tomado, su madre se puso a llorar al momento de escuchar aquella noticia, su padre un tanto temeroso por las estadísticas, pero aun así le dio todo el apoyo a su hija, sabiendo iba a llegar ese momento, su hija se escuchaba segura de las palabras de aquel doctor y confiaba en que esta estuviera en lo correcto.
Por su parte Brittany llamo de igual manera a su familia, pero sobre todo a su padre, necesitaba esas palabras de aliento que él siempre le daba en los momentos difícil, lo cual no fue la excepción esta ocasión, calmo a su hija, dándole todas las esperanzas en que las cosas saldrías como debían ser y que ellos al igual que ella, estarían para Santana todo el tiempo.
Rachel y los demás se enteraron al día siguiente, ya que después de hablar con sus padres, amabas chicas se sintieron exhaustas que solo querían dormir una abrazada a la otra, así que en el teatro fue donde Santana les explico a las Faberry de lo que había decidió, Rachel gritó tanto de la emoción que todo el teatro se le quedo viendo. Luego de aquella escena, Santana habló con el director y el equipo de producción los cuales se emocionaron y desearon la mejor de la suerte, en cuanto al trabajo por suerte de la latina solo le faltaban dos canciones por grabar, así que entre esta y la siguiente semana terminaría, luego el tiempo que iba a ocupar para ayudar a sus compañeros en la obra, lo usaría ahora para recuperarse de la operación, así que, sin más, el próximo viernes tenía una cita con el doctor Evans, una cita que cambiaría su vida sea cual sea el resultado…
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Ahora depende de donde cae la moneda.. es un 50 y un 50!!!
Vale la pena el riesgo... a ver como sale todo!!!????
Son una amor las dos cuando se ponen así de cursis jaja
Vale la pena el riesgo... a ver como sale todo!!!????
Son una amor las dos cuando se ponen así de cursis jaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: Make you feel my love Epílogo
Todo fue un susto lo de Britt, menos mal!!!@
Veremos como sale esa operación!!
Saludos
Veremos como sale esa operación!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
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