[Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin

Capitulo 32

Se sentaron alrededor de la pequeña sala de estar al igual que la noche anterior, las cajas de comida china habían reemplazado las cajas de pizza.

Brittany y Santana compartieron una sonrisa divertida por lo incómodo que lucía Finn en vaqueros, aunque estaban tan fuertemente almidonados que probablemente se levantarían por sí mismos.

Sam lucía como el operativo militar que solía ser con su uniforme oscuro y botas, un arma asegurada a cada muslo. Su chaleco antibalas era de uso militar…un chaleco táctico, así lo llamó Santana.

Su propio chaleco era un estándar de uso policial.

Ella y Santana estaban vestidas de la misma manera, pantalones vaqueros y camisetas oscuras bajo sus chalecos.

—Creo que Britt y yo tomaremos el camino de atrás—dijo Santana—Sin ánimo de ofender Sam, pero no creo que necesites la caminata a través del desierto. Tú y Finn pueden tomar el camino fácil de la carretera.

—Mi cabeza se siente bien…—dijo Sam—…Pero no voy a lucharte por ello. Ustedes diviértanse por ahí.

Brittany sabía que estaba mintiendo.

Podía ver el dolor en sus ojos.

Sin duda Santana y Finn también lo habían visto, pero no se escaparía de esta.

Lo necesitaban.

—Tomaremos las gafas de visión nocturna. Las necesitaremos para cruzar el desierto en la oscuridad—dijo Santana—No hay luna así que tendremos una buena cubierta. Ustedes llevaran la cámara de imagen térmica. Su trabajo consistirá en localizarlo. Entraremos por el norte—dijo señalando la imagen satelital—Estas son las oficinas. Aquí están los baños y los vestuarios. Hacia los lados está la vieja galería. No hay electricidad, ni agua. A no ser, por supuesto, que él tenga algo improvisado.

Brittany veía a Santana mientras hablaba, miraba sus manos y sus dedos mientras señalaban y gesticulaban.

Sus manos eran fuertes, pero elegante.

Manos Seguras.

Brittany lo sabía muy bien por sus caricias.

Llevó su mirada hacia el rostro de Santana, amando la fuerza que su morena reflejaba mientras les instruía a través de los pasos que tomarían en unas pocas horas.

—¿Y estás segura que no deseas respaldo?—preguntó Finn.

—No. Esto tiene que ser preciso. Tiene que ser rápido y silencioso. Menos probabilidades de contratiempo si somos sólo nosotros—dijo Santana.

—Está bien—dijo Finn con un movimiento de cabeza—Estoy de acuerdo.

Santana se inclinó hacia atrás, sus ojos se movieron de uno a otro.

—¿Preguntas? ¿Preocupaciones?

—Estoy bien—dijo Sam.

Brittany asintió.

—Yo también.

—Grandioso. Todos mantendremos contacto constante. Y permaneceremos en pares. Sin riesgos innecesarios—hizo una pausa mirando a Finn—Dispararemos a matar.

Brittany esperaba una protesta por parte de él, pero no dio ninguna indicación que pensara de otra manera.

A diferencia de Patrick Doe, a quien Santana había querido traer con vida, Leonard Baskin no tendría la misma elección.

Una parte de Brittany todavía se aferraba al entrenamiento policíaco que había recibido. Un oficial de policía era sólo eso.

Ni juez ni jurado.

Pero estaba completamente de acuerdo con Santana. Y no porque había mirado sus ojos, no porque había sido tocada por él.

No sólo porque era personal.

Ella había sufrido brevemente en sus manos.

No había sido expuesta a los horrores que las otras mujeres habían soportado, los horrores que la familia de Burke había tenido que soportar antes que él terminara con sus vidas.

Leonard Baskin no merecía tomar otro aliento y mucho menos el privilegio de un juez y un jurado.

Sí, iba en contra de todo su entrenamiento, toda la moral, las leyes y la ética en las que creía. Tal vez por eso los equipos de Figgins se componían de élite ex militar.

La moral, las leyes y la ética era algo para la vida cotidiana, no era algo para ser considerado y medido, mientras mirabas a los ojos de un asesino en serie, tu arma apuntando a su pecho, listos para tirar del gatillo.

Blaine interrumpió el silencioso momento mientras sus miradas se encontraban entre sí, en busca de confirmación.

—Tengo sus teléfonos listos—dijo Blaine entregando a Brittany y a Sam los nuevos dispositivos—He cargado todo lo que he podido así podré hacerles un seguimiento a través de sus teléfonos. Tendré lista la imagen satelital y así podrás ser capaz de coordinarles de esa manera.

—Buen trabajo, Blaine—dijo Santana, dándole una rápida sonrisa.

Brittany sabía que su morena había desarrollado una debilidad por él.

El pelinegro se sonrojó un poco ante los elogios, luego escapó nuevamente hacia la oficina.

La rubia echó un vistazo hacia Finn, viendo su expresión divertida mientras expertamente utilizaba los palillos para tomar un camarón de su cartón.

Dejó su propia comida a un lado perdiendo el apetito con cada tic tac del reloj.









Se agachó detrás de Santana, sus ojos adaptándose a la oscuridad.

La morena exploró el desierto con sus gafas de visión nocturna, intentando encontrar la mejor manera de incursionar en el complejo. Por encima de ellas, millones de estrellas brillaban en un cielo sin luna. El sonido de sus botas en las rocas, el aire fresco de la noche reemplazaban el calor asombroso del día, el olor del desierto, todo se burlaba de sus sentidos, haciéndola añorar las noches tranquilas en Sedona.

No se había dado cuenta de lo mucho que había aprendido a amar a Sedona. Fue donde sanó, donde se convirtió nuevamente en una persona, donde conoció y se enamoró de Santana.

Sin importar a donde viajaran, siempre pensaría en Sedona como el lugar mágico que fue.

Pero el alto desierto de Arizona no era para nada como esta tierra estéril que ahora cruzaban.

—Debería ser una caminata suave—dijo Santana en voz baja y se quitó las gafas, sus manos alcanzaron a Brittany—¿Estás bien?

—Sí. Lista para terminar con esto de una vez. Estoy cansada de este desierto.

—Yo secundo eso—la voz de Sam sonó en su oído.

La ojiazul apretó la mano de Santana. Había olvidado el micrófono que tenía unido a la muñeca.

—Deja de espiar—dijo Santana—Estábamos teniendo un momento.

—¿Cómo se ve?—preguntó Finn.

—Claro. Nos estamos moviendo ahora.

—Estamos estacionados a media milla de distancia.

—Dennos diez minutos, luego salgan—Santana se levantó continuando mientras deslizaba sus gafas nuevamente—¿Puedes ver lo suficiente?—preguntó.

—Sí. Tú me guiarás alrededor de las espinas ¿verdad? No tengo ningún deseo de enredarme con un cactus ocotillo.

—¿Sí? ¿Qué pasa con este cactus de barril?

Brittany imitó los movimientos de Santana, rodeando el pequeño cactus.

—Gracias.

Se movieron con rapidez, en dirección sur, sin hablar.

El cielo tenía un resplandor misterioso como si las luces de LA iluminaran el horizonte.

Los ojos de Brittany se acostumbraron casi totalmente a la oscuridad, ahora era capaz de seguir a Santana sin mantener un agarre firme en su camisa.

Llegaron a la cima de una pequeña colina y Santana se detuvo, colocándose nuevamente en cuclillas. Brittany hizo lo mismo apoyando la mano sobre la espalda de la morena.

—Tenemos una visual de los edificios—dijo Santana.

—Estamos saliendo—dijo Finn—Seguiremos la carretera, justo hacia la puerta.

—Entendido. No entren hasta que estemos en posición.

—Entendido.

Santana miró a Brittany.

—¿Lista?

Esta sonrió.

—Te ves muy sexy con esas gafas.

Sam y Finn se rieron en su oído.

—Lo siento—susurró.

—Cuidado, Agente Pierce. La próxima vez puede que olvide avisarle que estamos cerca de un cactus.

—Agente especial López, entonces voy a tratar de controlarme.

Ahora caminar más rápido, sólo podía distinguir la voluminosa forma de los edificios abandonados. Santana hizo una pausa nuevamente explorando el área alrededor de ellas.

—Arbusto de Creosota a la derecha—dijo Santana señalando—¿Finn? ¿Cuál es tu posición?

—Tenemos una visual de la puerta. Sam está ubicando la cámara en este momento.

—¿Ves alguna manera de entrar?

—Sí. La valla tiene algunos huecos. No hay nada seguro en este lugar.

—Bueno. Estamos a doscientos metros hacia—Santana sostuvo el auricular con más fuerza—¿Blaine? ¿Me copias?

—Sí, estoy aquí.

—¿Puedes enviarme el satélite y nuestros lugares?—se volteó—¿Britt? Saca tu teléfono.

—Te lo estoy enviando en este momento—dijo Blaine.

—Lo tengo—dijo Brittany, sujetándolo hacia Santana.

La pelinegra se quitó las gafas, empujándolas hacia la parte superior de su cabeza.

—Blaine, el edificio justo en frente de nosotras, es la oficina ¿verdad?

—Sí. El edificio largo y rectangular a la izquierda alberga los antiguos vestuarios. La sala de juegos está más cerca de la entrada principal.

Santana estudió la imagen satelital en el teléfono de Brittany, entonces deslizó sus gafas nuevamente, explorando la zona de nuevo.

—Hay un grupo de arbustos de creosota y algo más. Debemos hacerlo en silencio. Podrían ser botes de basura o algo así. Vamos hacia allá. Nos dará una cubierta. Parece estar a 30 metros de la parte posterior de la oficina.

—Dirige el camino—dijo Brittany, tocando nuevamente con su mano la espalda de Santana mientras la seguía.

—Estamos deslizándonos a través de la valla en este momento—dijo Finn, su voz tranquila—Muchas palmeras alrededor, pero no mucho para cubrirnos.

—Con calma—murmuró Santana.

—Mierda—dijo Sam, su voz emocionada.

Santana se detuvo con una mano en su oído.

—¿Qué pasa?

—Tengo algo.

—¿En la cámara?—preguntó Brittany.

—Sí. Dos imágenes. Una se está moviendo. La otra parece estar acostada.

La mano de Brittany apretó con fuerza el brazo de Santana.

—¿Crees que es él? ¿Crees que tiene otra víctima?

—El que se mueve parece estar paseando. Ningún movimiento del otro.

—¿Lugar?—preguntó Santana.

—Creo que es el antiguo vestuario. Tengo una visual en la sala de juegos y está más allá ¿ Blaine?

—Sí. Detrás de la sala de juegos y a tu derecha está el vestuario. Santana, el vestuario está a tu izquierda.

—Eso es todo entonces. Trataremos de acercarnos y obtener una mejor lectura de eso—su voz estaba teñida de emoción.

Brittany sintió que su propio corazón se aceleraba cuando Santana comenzó a moverse nuevamente. Su ritmo se había desacelerado, sus pasos eran seguros, en estos momentos deliberados.

—Estoy segura que no necesito recordarles que busquen cables de trampa—dijo Santana en voz baja.

—Copiado—susurró Finn.

Santana tomó la mano de Brittany, guiándola detrás de ella mientras se agachaba.

Brittany entrecerró sus ojos, viendo los botes de basura y los arbustos de creosota.

Ahora se apresuraron, poniéndose bajo cubierta detrás de los arbustos.

La morena retiró las gafas nuevamente, aterrizando la mirada en Brittany. Extendió su mano y acarició su rostro suavemente, de una manera tranquilizadora.

—Estamos en los botes de basura. Estamos cubiertas—dijo Santana.

—Estamos a los límites de la sala de juegos—dijo Sam—Ahora te veo en la cámara. Él está de tu lado en el vestuario.

—¿Blaine? ¿Ventanas?—preguntó Santana.

—No pude determinar eso en mi investigación. Pero asumo que no. Los vestuarios son para cambiarse y ducharse. Están adyacentes a los baños. No creo que haya ventanas.

—Podemos especular, pero no podemos asumir. Vamos a proceder con cautela y asumamos que hay ventanas.

—Entendido—dijo Finn—En este momento nos estamos moviendo detrás de la sala de juegos.

—Recuerden, no sabemos a ciencia cierta si es Baskin[i]—dijo Santana[i]—Asegúrense de su objetivo.

—Es mejor que no sean unos malditos niños—murmuró Sam—Si es así están a punto de recibir un susto que los hará cagarse en los pantalones.

—No. Es él—dijo Brittany.

No podría haber dicho cómo lo sabía pero lo sabía.

Podía sentirlo en sus entrañas.

Sintió el tirón de adrenalina y de repente se le hizo difícil respirar.

Él tenía otra víctima.

¿Qué estaba haciendo con ella?

¿La había drogado?

¿Ahora estaba esperando?

¿Esperando que despertara para poder jugar con ella?

Santana se acercó más, sus labios en la oreja de Brittany, palabras dichas solo para ella.

—Está bien, Britt—susurró—Esta vez atraparemos al bastardo.

Brittany asintió apretando la mano de Santana.

—Estoy bien.

Aún en cuclillas, Santana se movió rápidamente contra la pared del viejo edificio de oficinas, luego hizo un gesto a Brittany para que le siguiera.

—¿Sam?

—Te capto perfectamente. Espera un momento. Se está moviendo.

El corazón de Brittany se aceleró.

¿Les había escuchado?

¿Tenía un alambre para alertarle?

Imitó los movimientos de Santana agarrando su arma. Incluso tomó respiraciones profundas, tratando de calmar su acelerado corazón.

******************************************************************************************************************************************

Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

Capitulo 33

—¿Sam? Habla conmigo—dijo Santana.

Impacientemente quitó las gafas de su cabeza, que ya no necesitaba. Podía ver la alarma en el rostro de Brittany y tomó un momento para apretar su mano.

—Es difícil decir dónde está—susurró Sam—Podría estar en la puerta mirando hacia afuera. Podría estar en el exterior de la sala.

—Todavía estamos detrás del edificio de oficinas. ¿Sigue en el lado sur?

—Afirmativo.

—Nos moveremos hacia la parte posterior del edificio—miró a Brittany, el temor le cubrió como si fuera una oleada.

No le preocupaba que Brittany no pudiera hacer el trabajo. Había sido testigo de primera mano cómo su rubia había reaccionado cuando Patrick Doe había sido una amenaza.

Brittany no había vacilado al disparar.

Esta vez, sin embargo, era personal.

Leonard Baskin la había desnudado, la había drogado, la había encadenado a una mesa cubierta de sangre.

Si Brittany se veía obligada a disparar… ¿lo haría?

¿Sentiría que lo estaba haciendo porque era su trabajo?

¿O sentiría como si estuviera vengándose?

Conocía el carácter de Brittany.

Si lo último era el caso, dudaba que la conciencia de la rubia le permitiera apretar el gatillo.

—Sé lo que estás pensando—dijo Brittany, sus ojos se encontraron con los de Santana.

—¿Lo sabes?

—Estoy bien. No te preocupes por mí. Puedo manejarlo.

Santana asintió.

—Está bien. Mientras cuides mi espalda.

—Siempre cuidare tu espalda.

—Está bien. Quédate aquí. Espera mi señal.

Se asomó por la esquina, al no ver movimiento corrió rápida pero silenciosamente entre los dos edificios, apretándose a la pared de ladrillos.

—¿Sam?

—Espera un momento. Se está moviendo nuevamente.

—¿Dónde está?

—Debe saber que estamos aquí. Nos descubrió. De alguna manera nos descubrió.

—¿Qué diablos? ¿Cómo?

—Está corriendo. Está fuera del edificio. Corre hacia el norte.

—¿Qué edificio?

—Joder, no sé—dijo la voz en su oído.

—Maldita sea—se dio la vuelta, al escuchar el crujido de unos pasos a través de la arena y las rocas mientras se dirigía hacia el desierto.

—¿Britt?

—No veo nada.

Santana buscó a tientas las gafas de visión nocturna, deslizándolas en su cabeza. Miró alrededor del edificio de oficinas viéndolo finalmente mientras corría apenas a un centenar de metros de ellas.

—Brittany, quédate aquí—dijo sin molestarse en mirar hacia atrás.

—Al demonio que lo haré.

—Agente Pierce, es una orden.

—Maldita sea, Santana ¡No!

—No puedes ver una mierda aquí, lo sabes. Comprueba la víctima.

Santana siguió corriendo, preguntándose dónde diablos pensaba el bastardo que iría.

Si tuviera una moto o una motocicleta escondida, sin duda Finn y Sam cortarían su camino.

Parecía que simplemente se estaba escabullendo por el desierto.

En la noche.

Sin luna.

—Hijo de puta. También debe tener gafas de visión nocturna—dijo para sí misma, su respiración era laboriosa mientras trataba de alcanzarlo—Está corriendo demasiado rápido, demasiado fácil.



***********************************************************************************************************



Brittany se encontró con Sam y Finn en la puerta de los vestidores.

Estaba furiosa con Santana pero se calmó asintiendo cuando Sam levantó dos dedos, luego uno.

Finn entró alumbrando con su linterna, yendo primero, Sam detrás de él. La habitación principal estaba vacía excepto por una fila de armarios oxidados junto a una de las paredes.

Sam hizo un gesto hacia el pasillo y avanzó lentamente, su arma preparada, el haz de luz de su linterna rebotaba en las paredes.

La encontraron atada a uno de los bancos, desnuda.

Esta vez utilizó cuerdas, no cadenas.

Brittany la miró, con los ojos fijos en la aguja colocada junto a su cabeza.

¿Así lucía cuando Santana y Finn le encontraron?

¿La habían mirado de esta manera, preguntándose si estaba viva o muerta?

Finn se movió primero, colocando una mano en su cuello. Él asintió con la cabeza rápidamente.

—Aún con vida.

Brittany dejó escapar el aliento finalmente corriendo hacia adelante, tratando de desatarla.

Todos saltaron, girando sus cabezas hacia la puerta cuando escucharon los disparos.

Dos ráfagas rápidas, seguidas por una tercera.

Brittany dejó caer la cuerda, con la intención de ir tras Santana cuando Finn se lo impidió.

—Yo iré. Quédate con la chica.

—No. Necesito…

—Agente Pierce, tiene que quedarse aquí—miró a Sam—Ustedes dos se quedan aquí.

Brittany estaba a punto de protestar cuando Finn le agarró por los brazos, manteniéndola quieta.

—Sam tiene una maldita conmoción cerebral y la mujer necesita una ambulancia. Llámales.

Otros dos disparos se escucharon y él no esperó una respuesta. Giró sobre sus talones, corriendo rápidamente hacia afuera y regresando al desierto.

Ella pasó las manos por su cabello con nerviosismo, mirando a Sam, luego a la mujer.

—Muy bien, así que no voy a cubrir su espalda en este caso.

—Ella dijo que te quedaras atrás. Estaba haciendo lo correcto—dijo Sam.

—Si fuera al revés ¿se habría quedado atrás?

—Por supuesto que no.

—Exactamente. Pero ella es tan malditamente terca y arrogante... se supone que deberíamos permanecer juntas. Sus palabras. Mantenernos en pares. Sin tomar riesgos innecesarios—regresó a la mujer tocando su rostro, viendo su respiración superficial—Y entonces ¿qué demonios hace ella? Va sola, en la noche, corriendo tras un loco—hizo una pausa—¿Blaine? ¿Ambulancia?

—Ya llamé.

Saltó nuevamente cuando escucharon otros dos disparos. Sus ojos volaron hacia Sam.

—Ella está altamente capacitada—dijo Sam—Jack dijo que era la mejor. Tienes que confiar en ella.

—Confío en ella con mi vida. No estoy tan segura que confíe en ella con su vida.

—Estoy un poco ocupada ahora mismo, Britt, pero sabes que todavía puedo escucharte ¿verdad?

—Oh, mierda—murmuró cuando la voz de Santana sonó en su oído.




*************************************************************************************************************



—No puedo ver nada, Santana ¿Dónde diablos estás?

—Hay un viejo coche oxidado. Lo tengo atrapado.

—Eso no me está ayudando a encontrarte—dijo Finn.

Se dio la vuelta y ajustó sus gafas, viendo a Finn a 50 yardas de distancia.

—Cristo, Finn, estás a la vista. Él tiene un…

Pero un disparó cortó sus palabras y Finn se dejó caer como una roca.

—¿Finn? ¡Maldita sea! ¿ Finn?

—Yo...me dio en el chaleco. Estoy bien.

—Jesús, Totem[i]—dejó escapar un suspiro tembloroso[i]—Quédate abajo ¿podrías? Estaba tratando de decir que tiene un rifle.

—No jodas, Sherlock.

Ella se echó a reír.

—Me alegra que no hayas perdido tu sentido del humor Finn.

—No era consciente que tenía uno.

—Ustedes dos me están cabreando—dijo Brittany.

—Lo siento—dijeron al unísono.

—¿Quieren decirnos que está pasando?

—Se puso a cubierto detrás de un coche viejo. Por desgracia para él, tengo una vista completa de todos los lados. No tiene por donde huir—dijo Santana.

—¿Y con que te estás cubriendo tú?

—Un montón de rocas.

—¿Y él tiene vista completa de ti?—preguntó Brittany.

—No. Es difícil de explicar, pero hay un espacio entre las rocas.

Instintivamente se agachó cuando escuchó otro disparo del coche.

Disparó en respuesta.

—No tienes a donde ir, Baskin—gritó.

Su respuesta fueron dos ráfagas rápidas, una que golpeó en la roca encima de su cabeza provocando que algunos fragmentos golpearan en su rostro.

—Bastardo—murmuró.

—¿Tenemos un plan?—preguntó Finn.

—Estoy esperando que surja alguno rápidamente. Estoy sedienta como el infierno, eso lo sé.

—¿Entonces qué? ¿Sólo estás improvisando?

—Más o menos.

—Agente López, no puedes simplemente hacer esto sobre la marcha. Por el amor de Dios…

—Agente Especial López—corrigió ella—Y tenía un plan. Era dispararle al hijo de puta en el vestuario. Pero no resultó. ¿Tienes alguna idea?

—Sí. Que Blaine llame dando nuestra ubicación y envié un helicóptero con un francotirador.

—¿Quieres confiarle este sujeto a un francotirador del equipo SWAT del condado? Además, para cuando llegue el pájaro al aire, estará muerto.

—¿Cómo es eso?

—Porque voy detrás de él.

—¿Cómo planeas hacer eso?

—Vas a distraerlo.

—Dios, odio cuando hace eso—dijo Brittany—Por lo menos no hay acantilados alrededor.

—¿Acantilados?—pregunto Finn.

—Tiende a caer por ellos.

—Escuché eso—dijo Santana—¿Cómo está la chica?

—Aún está inconsciente—dijo Brittany.

—¿Blaine? ¿Llamaste los refuerzos?—preguntó Santana.

—No, señora. No hasta que dé la orden.

—¿Señora? ¿Ya no hemos hablado sobre eso?

—Lo siento.

—Britt, si enviaron una ambulancia, es probable que le sigan una unidad o dos. Tú y Sam manténganlos ahí. No quiero un montón de asistentes con armas de fuego corriendo por aquí.

—Entendido—dijo Sam.



***********************************************************************************************************




—¿Podrías por favor no hacer nada estúpido?—preguntó Brittany.

—Como dijiste, no hay acantilados alrededor.

Brittany escuchó el sonido de la grava y asumió que el micrófono de muñeca de Santana se estaba arrastrando a lo largo del suelo del desierto.

—¿Finn? ¿Puedes ver algo?

—Puedo ver las estrellas.

Brittany sonrió ante el profundo suspiro de Santana.

—¿Sí? Trata de acostarte sobre el estómago y mira hacia acá.

Una vez más, sonidos susurrantes y Brittany descubrió que estaba agarrando el brazo de Sam con fuerza.

—Creo que puedo llegar hasta el coche. Hay un punto oscuro a mi izquierda, a 75 yardas más o menos.

—Eso es todo—dijo Santana—Estoy al sureste del coche, aproximadamente a 25 yardas de él.

Los ojos de Brittany se agrandaron.

¿25 yardas?

—Es una idiota—le susurró a Sam.

—No puedo llegar a nada que se parezca a una roca—dijo Finn—Todo está oscuro.

Santana volvió a suspirar.

—Cuando salgamos de esto ¿podría alguien recordarme comprar otro par de gafas? esto es jodidamente ridículo estar ciegos aquí. Baskin tiene un par de gafas, Finn ¿Por qué demonios no las tienes tú?

—¿Ahora es el momento para discutir sobre esto?

—Esto no es realmente una discusión. Sólo estoy señalando lo obvio.

—¿Siempre es así?—preguntó Sam.

Brittany asintió.

—Más o menos, sí.




*************************************************************************************************************





—Está bien, este es el plan—dijo Santana.

—Grandioso. Tienes uno. Eso es un progreso—dijo Finn.

—Trata que te dispare.

—Por supuesto que sí.

—Voy a dispararle cuatro rondas. Cuando él comienza a responder, levántate y corre hacia tu izquierda…al oeste…y comienza a disparar. Tendrás que lanzarte y girar rápidamente. Hay suficiente inclinación ahí como para que no tenga un buen ángulo de ti. Cuando él responda a tus disparos, le rodearé desde atrás.

—Vas a estar a la intemperie.

—Sí. Pero espero que piense que todavía sigo detrás de las rocas. Tendrás que mantenerlo ocupado.

—No me gusta ese plan.

—Es todo lo que tengo—colocó un nuevo cargador en su arma y lo cerró de golpe—¿Estás listo?

Sólo hubo una pequeña pausa.

—Si. Adelante.

—Dios, espero que esto funcione—murmuró ella antes de levantar la mano por encima de las rocas disparando cuatro ráfagas hacia el coche.

Baskin respondió como esperaba.

En cuestión de segundos, Finn estaba disparando. Lo vio correr hacia el oeste luego cuando Baskin apuntó hacia Finn, ella echó a correr alejándose de su cubierta de rocas, con los ojos clavados en el coche y en Baskin.

Pareció desarrollarse en cámara lenta… Finn disparando mientras corría cayendo lejos de su vista y Baskin apuntando a su compañero disparando al azar hacia la pila de rocas nuevamente, ella esquivó un cactus de barril y un pequeño arbusto de creosota mientras lo rodeaba.

Podía verlo agachado contra la puerta del lado del conductor, pero no tenía un tiro limpio.

Su pecho se sentía pesado por la carrera a toda velocidad y su respiración sonaba fuerte en sus oídos.

Poco a poco sacó su linterna con la intención de usarla para cegarlo, algo que le daría algunos segundos más.

Como si sintiera su presencia, él inclinó su cabeza, escuchando. Entonces se volteó bruscamente, sustituyendo el rifle que ella esperaba por una pistola.

Ella disparó una vez más, lanzándose y rodando cuando él disparó en respuesta, sintió el zumbido de la bala pasando cerca de su cabeza.

La linterna cayó inútilmente de su agarre mientras aterrizaba en el suelo del desierto.

A ciegas disparó nuevamente, cuatro ráfagas rápidas, sus disparos rebotaron en el metal con sonidos metálicos fuertes antes que uno finalmente encontrara su objetivo.

Él cayó boca abajo, seguía sosteniendo el arma en su mano, sus dedos se aflojaban y apretaban reflexivamente.

Ella se levantó, sus ojos clavados en él, su pistola dirigida hacia su cabeza.

—¿Finn? ¿Estás bien?

—Si ¿Y tú?

—Creo que sí.

—¿Baskin?

—Cayó. Me estoy moviendo.



*************************************************************************************************************



Brittany temía que Sam tendría un moretón en el brazo donde se había aferrado durante los últimos minutos.

Suspiró con alivio al escuchar la voz de Santana, finalmente lo liberó de su agarre.

—Lo siento.

—No hay problema. Tenemos que mostrarles el camino.

—¿Eh?

—La ambulancia.

Sólo entonces escuchó el ulular de las sirenas, su atención se había centrado únicamente en Santana.

Asintió con la cabeza.

—Anda tú. Yo me quedaré con ella.

La mujer aún estaba inconsciente y no habían tratado de despertarla. Habían encontrado su ropa en una bolsa y habían debatido sobre el hecho si debían cubrirla o no.

Finalmente decidieron que esa evidencia no sería necesaria y le cubrieron lo mejor que pudieron.

Sam estaba llevando a los técnicos de emergencias cuando escucharon más disparos.

Ambos instintivamente tocaron sus auriculares, sus ojos volaron encontrándose los unos a los otros.

—¿Qué demonios?

Brittany corrió rápidamente, Sam le siguió sobre sus talones.



***********************************************************************************************************



Santana a pateó la pistola de su mano y luego le dio un codazo. Cuando no hubo movimiento, casi bajó la guardia.

Casi.

Pero el rostro de Patrick Doe vino a su mente, el cuchillo que había ocultado de ella. Así que dio un paso atrás, ajustando sus gafas mientras buscaba a Finn.

Sentía el sudor bajando por su rostro y levantó la mano para limpiarlo.

En ese instante, él se dio la vuelta, una luz brillante inundó sus gafas lo que le cegó.

Arrancó sus gafas sintiendo como si sus ojos estuvieran en fuego. Lo escuchó revolverse, sabía que estaba buscando el arma que ella había pateado.

Santana disparó…una, dos, tres veces.

—Maldita sea ¿Finn? Necesito apoyo—cayó al suelo, rodando, sin saber dónde estaba...o más importante, dónde se encontraba él.

Cuando escuchó los disparos a su alrededor, se hizo un ovillo, cubriéndose, parpadeando rápidamente, tratando de aclarar su visión.

—¿Santana? ¿Dónde estás?

—¿Finn?

—Estoy aquí.

Ella entrecerró los ojos en la oscuridad, recuperando su visión finalmente.

—¿Dónde está?—protegió sus ojos cuando él iluminó alrededor de ellos.

—Él no está aquí—Finn se inclinó—Sangre. No mucha.

—Maldito bastardo tenía un chaleco. El chaleco de Burke—siguió la luz, unas cuantas gotas de sangre estaban salpicadas en la arena, ahora más separadas—Está corriendo—dijo señalando la huella de una mancha y miró hacia arriba, siguiendo la dirección de la huella—Está regresando al parque acuático—miró su pulsera cubierta con arena la golpeó, no consiguió ninguna retroalimentación en su oreja—El mío está muerto. Averigua donde están.

—¿Sam? ¿Brittany? ¿Me copian?

Santana escuchó, sin oír nada. Entonces finalmente, el sonido de la respiración pesada. Sus ojos se encontraron, el reconocimiento de Finn llegó a los dos.

—Hijo de puta—murmuró ella girando y corriendo hacia el parque acuático.

******************************************************************************************************************************************

Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

Capitulo 34

Todo sucedió muy rápido.

Un minuto estaban corriendo, siendo tragados por la oscuridad, Sam le pasaba por sus largas zancadas.

El siguiente minuto Sam estaba tendido en el suelo, un golpe en la cabeza le dejó inconsciente.

Ella instintivamente agarró su arma, pero ya era demasiado tarde. Leonard Baskin le agarró por detrás, golpeando el arma y liberándola de su agarre, cubriendo su boca con una mano sucia, silenciando su grito.

—Te dije que me iba a follar contigo ¿recuerdas? Follarte hasta que sangraras—susurró él, su voz gruesa e irregular.

Luchó contra él, pateando sus piernas en su espinilla, pero la levantó del suelo y la lanzó con fuerza. Aterrizó junto a Sam, su visión borrosa mientras trataba de aclarar su mente.

Concéntrate...concéntrate, su mente le gritaba.

A ciegas, alcanzó a Sam tratando de encontrar su arma. Encontró su cuchillo de combate agarrándolo sólo segundos antes que fuera alzada nuevamente, cara a cara con Baskin, con su mal aliento, una mano callosa apretaba dolorosamente contra su cuello, cortándole el oxígeno.

Ella parpadeó varias veces, tratando de respirar...tratando de encontrar la fuerza para terminar esto.

Apretó su agarre en el cuchillo, llevándolo hacia abajo, debajo del chaleco que sabía estaba usando.

Con un rápido movimiento, lo deslizó a través de él y sus manos aflojaron inmediatamente su garganta. Tomando bocanadas de aire, sacó el cuchillo sólo para enterrarlo nuevamente, con más fuerza.

Sintió su sangre en sus manos, el líquido caliente corriendo libremente desde sus entrañas. Ella lo empujó, lo suficientemente como para ver incredulidad en sus ojos.

—Eres una puta—jadeó él—¿Cómo te atreves?—tosió, el sonido distorsionado—¿Cómo...cómo te atreves?

Se tambaleó hacia delante, tomando una última estocada de ella.

Entonces un sonido atravesó la noche…un disparo.

Fue sacudido por el disparo, con la cabeza casi estallando por el tiro directo.

Brittany cayó de espaldas al suelo, aterrizando nuevamente junto a Sam, sus ojos buscaron en la oscuridad, viendo dos sombras moviéndose hacia ella.

—¿Britt?

La rubia cerró los ojos, dejando escapar un suspiro de alivio.

—Te tomó bastante tiempo.

—Tuvimos un mal funcionamiento del equipo—dijo Santana, colgando sus gafas de visión nocturna en sus dedos y se puso en cuclillas a su lado—¿Estás herida?

—No. Pero Sam recibió un golpe en la cabeza—dijo alcanzándolo y sintió la pegajosa húmeda de sangre en su rostro—¿Linterna?

Finn iluminó a Sam, su herida previamente cosida estaba abierta nuevamente y sangrando libremente. Su pulso era fuerte al igual que su respiración.

—Noqueado—murmuró Santana.

Finn sostuvo la muñeca en su boca.

—¿Blaine? ¿Me copias?

—Sí. Su comunicación ha sido irregular ¿Todos están bien?

—El micrófono de Santana mordió el polvo. No funcionó exactamente como habíamos planeado—dijo mirando a Santana[/i]—Pero al final el resultado fue el mismo. Haz el aviso, Blaine. Leonard Baskin está muerto.[/i]

******************************************************************************************************************************************

Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

Capitulo 35 - FIN

******************************************************************************************************************************************

Hola, aquí el fin de otra linda y emocionante historia! No le puedo hacer epílogo xq puede que la autora haga una continuación como paso con "parejas" asik hasta aquí, por el momento... esperemos, esa historia.

Muchas gracias a todas por darse el tiempo de leerla y mucho más por comentar! Ya subo el prologo de la siguiente!

MUCHAS GRACIAS!

Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D