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[Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
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claudia1988
JVM
Lucy LP
perez102
marthagr81@yahoo.es
monica.santander
10 participantes
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Página 10 de 12. • 1, 2, 3 ... 9, 10, 11, 12
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola morra...
Es normal el miedo que ciente san despues de todo lo que paso...
Espero que lo de seaprarse aya sido en ese momento...
A ver como van las cosas ahora??
Nos vemos!!!!
Es normal el miedo que ciente san despues de todo lo que paso...
Espero que lo de seaprarse aya sido en ese momento...
A ver como van las cosas ahora??
Nos vemos!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola!!!
A mi no se me modifico!!
Saludos
A mi no se me modifico!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Que bueno que Britt esta sana y salva....
Y bueno San teniendo su momento con Finn y que bien le hizo hablar con el, aunque no sean tan amigos necesitaba hablar con alguien...
Y el hablar con Britt de sus miedos mientras estaba en la misión fue el cierre del día, aun falta Britt quien es quien realmente sufrió aquí, así que esperó que lo supere. De cualquier forma ahora esta al lado de San para que la cuide :3
--- y no me cambio nada todo igual--
Y bueno San teniendo su momento con Finn y que bien le hizo hablar con el, aunque no sean tan amigos necesitaba hablar con alguien...
Y el hablar con Britt de sus miedos mientras estaba en la misión fue el cierre del día, aun falta Britt quien es quien realmente sufrió aquí, así que esperó que lo supere. De cualquier forma ahora esta al lado de San para que la cuide :3
--- y no me cambio nada todo igual--
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Por lo menos san se desahogo, esperemos a ver como siguen las cosas!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
3:) escribió:Hola morra...
Es normal el miedo que ciente san despues de todo lo que paso...
Espero que lo de seaprarse aya sido en ese momento...
A ver como van las cosas ahora??
Nos vemos!!!!
Hola lu, si, obvio que es normal, pobresita... ambas =/ Si, espero lo mismo. Esperemos y mejor, pero aquí el siguiente cap para saber eso! Saludos =D
monica.santander escribió:Hola!!!
A mi no se me modifico!!
Saludos
Hola, si, fue un error o nose que cosa de mi navegador xD menos mal en todo caso no¿? jajajaja, gracias por responder! Saludos =D
JVM escribió:Que bueno que Britt esta sana y salva....
Y bueno San teniendo su momento con Finn y que bien le hizo hablar con el, aunque no sean tan amigos necesitaba hablar con alguien...
Y el hablar con Britt de sus miedos mientras estaba en la misión fue el cierre del día, aun falta Britt quien es quien realmente sufrió aquí, así que esperó que lo supere. De cualquier forma ahora esta al lado de San para que la cuide :3
--- y no me cambio nada todo igual--
Hola, siiiii, menos mal que fue solo un gran susto =/ Bn ai, por lo menos ellos han avanzado algo y eso es bueno tmbn. Si toda la razón, si para san fue traumatico, para britt es mucho mas =/ Eso es bueno, así las dos podrán "solucionar" lo vivido. Si, solo fue un "error" de mi navegador, lo bueno esk ya esta bn! Gracias por responder! Saludos =D
micky morales escribió:Por lo menos san se desahogo, esperemos a ver como siguen las cosas!!!!!
Hola, si, eso es bueno. Aquí dejo el siguiente cap para saber mas de eso! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 22
Capitulo 22
Brittany permaneció de pie detrás del espejo de cristal, junto con Sam, Jack y Carina.
Blaine estaba nuevamente en el equipo, lo que había bautizado como “centro de control”.
Finn y Santana estaban en la sala de interrogatorios, interrogando al gerente de la pequeña compañía de transporte.
—¿A dónde se dirigía?—pregunto Finn.
—Se lo dije. Las Vegas.
—Entonces ¿Donde?
—Entonces giró bajando la 90-5 a Needles.
Sam se acercó a la rubia.
—¿Estás bien?
Era la segunda vez que le había preguntado. Sonrió y apretó su brazo.
—Estoy bien. Cansada.
Carina los miró pero no dijo nada. Los ojos de Jack nunca abandonaron el espejo.
—¿Y su nombre?
—Ya se lo dije. Henry Waters. Es todo lo que tengo.
—Henry Waters murió en 1957. Tenemos tus registros. Le pagabas en efectivo. Ahora ¿quién es él?
—Te lo Dije. No lo sé.
—¿Por qué le pagabas en efectivo?
—Le pagamos a un par de sujetos en efectivo.
Brittany vió a Santana que permanecía de pie en una esquina, permitiendo que Finn condujera el interrogatorio. Sabía por la mirada en su rostro que había tenido suficiente.
—Jesucristo, Finn.
Santana casi empujó a Finn fuera del camino cuando agarró al hombre por el cuello de su camisa golpeándolo contra la pared.
—Escucha, pequeñito, ya tuve suficiente mierda. Quiero saber su maldito nombre ¡Ahora!
Sam rió en voz baja cuando la boca del hombre tembló. Carina también rió.
—Ella es tan sexy cuando se comporta de esa manera.
—Definitivamente lo es—murmuró Brittany.
—Es un ex-convicto. Se supone que no debo contratar ex-convictos, pero no logro conseguir conductores así que hago lo que puedo. Un policía me habló bien de él. Pensaba que estaba bien.
Santana lo liberó.
—¿Cómo se llama?
—Leonard Baskin.
—¿Y el policía?
—Buddy Burke. De Barstow. Es su medio hermano.
Brittany vio como los hombros de Santana se tensaron. Ella también reconoció el nombre.
Era el oficial de Barstow que les había llevado al lugar donde encontraron el primer cuerpo.
Santana ya estaba saliendo de la habitación con el teléfono en su oreja.
—Movemos el equipo a Barstow. Finn, prepara tu equipo—dijo Santana deteniéndose cuando obviamente respondieron su llamada—¿Figgins? Tenemos algo.
El jefe Hudley, del Departamento de Policía de Barstow, miro de Santana a Finn con incredulidad, aun sacudiendo su cabeza.
—De ninguna manera mi oficial está involucrado. De ninguna manera.
Santana se inclinó hacia adelante.
—Sólo quiero hablar con él.
Santana vió como los músculos de su mandíbula se contraían y relajaban. Finalmente agarró su teléfono.
—Contacta al oficial Burke. Haz que regrese a la estación.
Él miró a Santana.
—Puedes hablar con él, pero no será un interrogatorio de ninguna manera. Conozco a Buddy. Es un buen policía.
—No estoy diciendo que no lo sea. Es su medio hermano quien nos interesa.
—Y esto se mantendrá confidencial. No quiero que…—su teléfono zumbó interrumpiendo lo que Santana temía iba a convertirse en un sermón.
Él asintió sin hablar, luego colgó.
—Burke no responde.
Santana se puso de pie, paseándose.
—¿Tienen un localizador en su coche?
—Sí, podemos rastrearlo. Va a tomar algo de tiempo. Necesito que los técnicos…
—Quiero asistirlo. Puedo hacer que mi…
—No. Es mi oficial. Es mi jurisdicción. El FBI tendrá que retirarse—dijo él señalándola.
Finn estaba a punto de protestar, pero ella lo detuvo.
—Vamos—sacó una de sus tarjetas de presentación y la arrojó en el escritorio del jefe—Manténganos informados.
Una vez fuera de su oficina Finn habló.
—¿Que está pasando? Nunca retrocedes de esa manera.
Santana sacó su teléfono marcando.
—Tenemos nuestro propio técnico. No necesitamos el de él—Blaine respondió inmediatamente—Necesito la dirección de Buddy Burke. Luego necesito localizar su coche patrulla.
—¿Ésa es mi aprobación para piratear su sistema?
—Sí. Solo hazlo rápidamente. Llama a Brittany y le das su domicilio. Finn y yo iremos detrás del coche.
******************************************************************************************************************
La casa de Burke estaba en una subdivisión más reciente, todas las casas lucían igual.
Los juguetes de los niños yacían esparcidos en la calzada como si el juego hubiera sido interrumpido.
Mientras Jack y Carina iban hacia la parte de atrás de la casa, Brittany y Sam caminaban lentamente hacia la puerta principal. Las cortinas estaban cerradas lo que les hizo imposible ver hacia el interior. Sam asintió con la cabeza y ella tocó rápidamente la puerta.
—¿Señora Burke?—dijo la rubia en voz alta—FBI.
No hubo ningún sonido desde adentro así que volvió a tocar.
Sam alcanzó la puerta tratando de abrirla.
—Nuestro día de suerte—murmuró él abriéndola.
Entraron con sus armas en mano. La casa estaba en silencio y oscuridad, indicando que no había nadie en casa.
Brittany entró en la cocina y se quedó congelada. La sangre estaba esparcida por las paredes y las encimeras. Fue hacia la puerta de atrás, usando el borde de su camisa para abrirla para Jack y Carina.
—Cuidado donde pisan—dijo Brittany en voz baja.
Sam rodeó la esquina hacia la sala y se detuvo en seco.
—Mierda.
Brittany se puso a su lado, mirando con incredulidad mientras bajaba lentamente su arma.
—Dios mío—murmuro Carina a su lado—Han sido masacrados.
Al trabajar en las calles de LA, Brittany había visto crímenes horrendos anteriormente, pero nada pudo haberla preparado para esto.
La mujer, que suponía era la señora Burke, yacía en el sofá, su vientre abierto, sus intestinos derramados hacia el suelo.
Dos niños…ambos bebés…yacían en la alfombra. Su destino fue el de su mamá, uno estaba degollado.
El tercer hijo…un niño…estaba atado a una silla, intacto a excepción de la bala en su cabeza. El arma estaba en la mesa de café, la misma pistola sacada de la cartera de Brittany la noche anterior.
Se dio la vuelta, incapaz de mirar. Sam y Carina entraron en la sala pasando por encima de los cuerpos en el suelo, aparentemente no lucían afectados.
Sin ninguna duda, ellos habían visto horrores como estos en sus días como militares.
¿Serían inmunes en absoluto?
—¿Por qué no llamas a Santana?—sugirió Jack, dándole una salida.
Ella asintió aturdida, regresando a la cocina y saliendo por la puerta trasera.
Agarró su teléfono con fuerza, mirando hacia la bien cuidada valla privada, un lecho de flores había sido plantado con una variedad de cactus, el columpio de dos asientos era de color rojo y uno de ellos se movía ligeramente por la brisa.
El Triciclo estaba volcado en el borde del patio. Fue hacia él enderezándolo nuevamente.
No pudo evitar sentirse responsable.
Si hubieran capturado al sujeto la noche anterior, si ella lo hubiera detenido, entonces esta familia todavía estaría viva.
Su cuerpo estaba temblando y luchó por controlarse a sí misma.
No sería de utilidad al equipo…a Santana… si se derrumbaba. Cerró sus ojos con fuerza, tratando de alejar la escena sangrienta de su mente, tratando de alejar la noche anterior de su mente.
Después de varias respiraciones profundas, finalmente se sintió lo suficientemente controlada como para llamar a Santana, quien respondió inmediatamente.
—Tenemos una escena del crimen—dijo de manera uniforme—Cuatro cuerpos.
—¿Burke?—pregunto Santana.
—No. Esposa y tres...tres niños.
Santana permaneció en silencio.
—¿Estás bien?
Brittany negó con la cabeza.
—No. No, no lo estoy—admitió sin querer pretender lo contrario—Fueron masacrados—dijo haciéndose eco de las palabras de Carina.
—Está bien. Informaré al departamento de policía de Barstow—dijo Santana, manteniendo su máscara profesional—Blaine consiguió el coche. Ahora vamos para allá. Cuando terminen ahí, nos reuniremos en el equipo.
—Sí. Está bien—dijo la ojiazul.
—¿Britt?
—Voy a estar bien, San. Ten cuidado.
—Siempre.
Brittany cruzó sus brazos, tratando de contener la emoción pero falló.
Los últimos dos días le habían pasado factura. Solo había logrado un par de horas de sueño…deseó haber tomado las pastillas para dormir que el médico le había ofrecido.
Sus sueños habían sido tan reales…la mesa ensangrentada, el olor a muerte, la jeringa y viales, sus ojos sin alma, sus manos duras mientras apretaba sus pechos.
Santana le había encontrado sentada en la oscuridad esa mañana, Lady Tubbington en su regazo, el café sin tocar a su lado.
En realidad no habían tenido tiempo de hablar, Brittany tampoco había querido.
Ahora, todo lo que quería hacer era acurrucarse junto a Santana, cerrar sus ojos y permitir que el sueño le llevara lejos de todo esto.
Desafortunadamente, esa no era una opción.
********************************************************************************************************
—Ahí está el coche—dijo Finn.
La luz del sol se reflejaba en un espejo, haciéndoles parpadear mientras bajaban por el accidentado camino del desierto a poca distancia de la carretera.
Santana podía ver que la puerta del conductor estaba abierta de par en par. Redujo la velocidad, deseando ser cautelosa, aunque su instinto le decía que el coche estaba vacío.
Finn salió primero, con el arma desenvainada. Ella lo siguió, yendo hacia el lado del pasajero del coche.
—Vacío—dijo Finn.
—Tengo sangre—dijo ella—En el salpicadero.
—También en el volante.
—Podría ser transferencia de la casa—miró a su alrededor, tratando de encontrar huellas, cualquier cosa que le indicara la dirección que él había tomado—Mira esto—dijo en cuclillas—¿Motocicleta? ¿Motocicleta de montaña?
—Tal vez fue así como escapó de nosotros anoche—dijo Finn—Tal vez una motocicleta pequeña ¿Pero una motocicleta de montaña? Son terriblemente ruidosas. Lo habríamos escuchado.
—¿Entonces donde esta Burke? ¿Y porque abandonar el coche de esta manera? En realidad no está oculto ¿Cuál es el propósito?
Santana giró en todas direcciones, viendo el interminable desierto marrón, los ocasionales arbustos de creosota, cactus, las descomunales rocas.
Protegió sus ojos del sol, mirando casi con nostalgia hacia las montañas distantes. Limpió con impaciencia el sudor de su frente.
—Tiene a Burke en alguna parte. No creo que lo haya matado. Lo necesita.
—Entonces ¿Por qué el coche?
Escucharon las sirenas y supieron que el departamento de policía de Barstow estaba cerca de su ubicación.
Ella sonrió.
—Ya era hora—miró a su alrededor una vez más siguiendo los rastros de la motocicleta—Una distracción.
—¿Distracción?
—Sí. Quería hacernos pensar que había abandonado el coche aquí para seguir a pie. Permitirnos empezar nuestra búsqueda aquí.
—En primer lugar, nadie sigue a pie en el desierto. En segundo lugar, él sabría que íbamos a encontrar las huellas de la motocicleta.
—No necesariamente. Por la manera como la brisa sopla alrededor de la arena, podrían haber sido cubiertas en poco tiempo. Él no contaba con que encontraríamos el coche tan rápido.
Finn sacudió su cabeza.
—Nada más que maldita especulación.
—¿Vamos a volver a eso otra vez? Mierda, Finn, creía que anoche, ya sabes, nos habíamos unido o algo—dijo mientras regresaba a su camioneta—Vámonos antes que llegue la caballería.
Blaine estaba nuevamente en el equipo, lo que había bautizado como “centro de control”.
Finn y Santana estaban en la sala de interrogatorios, interrogando al gerente de la pequeña compañía de transporte.
—¿A dónde se dirigía?—pregunto Finn.
—Se lo dije. Las Vegas.
—Entonces ¿Donde?
—Entonces giró bajando la 90-5 a Needles.
Sam se acercó a la rubia.
—¿Estás bien?
Era la segunda vez que le había preguntado. Sonrió y apretó su brazo.
—Estoy bien. Cansada.
Carina los miró pero no dijo nada. Los ojos de Jack nunca abandonaron el espejo.
—¿Y su nombre?
—Ya se lo dije. Henry Waters. Es todo lo que tengo.
—Henry Waters murió en 1957. Tenemos tus registros. Le pagabas en efectivo. Ahora ¿quién es él?
—Te lo Dije. No lo sé.
—¿Por qué le pagabas en efectivo?
—Le pagamos a un par de sujetos en efectivo.
Brittany vió a Santana que permanecía de pie en una esquina, permitiendo que Finn condujera el interrogatorio. Sabía por la mirada en su rostro que había tenido suficiente.
—Jesucristo, Finn.
Santana casi empujó a Finn fuera del camino cuando agarró al hombre por el cuello de su camisa golpeándolo contra la pared.
—Escucha, pequeñito, ya tuve suficiente mierda. Quiero saber su maldito nombre ¡Ahora!
Sam rió en voz baja cuando la boca del hombre tembló. Carina también rió.
—Ella es tan sexy cuando se comporta de esa manera.
—Definitivamente lo es—murmuró Brittany.
—Es un ex-convicto. Se supone que no debo contratar ex-convictos, pero no logro conseguir conductores así que hago lo que puedo. Un policía me habló bien de él. Pensaba que estaba bien.
Santana lo liberó.
—¿Cómo se llama?
—Leonard Baskin.
—¿Y el policía?
—Buddy Burke. De Barstow. Es su medio hermano.
Brittany vio como los hombros de Santana se tensaron. Ella también reconoció el nombre.
Era el oficial de Barstow que les había llevado al lugar donde encontraron el primer cuerpo.
Santana ya estaba saliendo de la habitación con el teléfono en su oreja.
—Movemos el equipo a Barstow. Finn, prepara tu equipo—dijo Santana deteniéndose cuando obviamente respondieron su llamada—¿Figgins? Tenemos algo.
El jefe Hudley, del Departamento de Policía de Barstow, miro de Santana a Finn con incredulidad, aun sacudiendo su cabeza.
—De ninguna manera mi oficial está involucrado. De ninguna manera.
Santana se inclinó hacia adelante.
—Sólo quiero hablar con él.
Santana vió como los músculos de su mandíbula se contraían y relajaban. Finalmente agarró su teléfono.
—Contacta al oficial Burke. Haz que regrese a la estación.
Él miró a Santana.
—Puedes hablar con él, pero no será un interrogatorio de ninguna manera. Conozco a Buddy. Es un buen policía.
—No estoy diciendo que no lo sea. Es su medio hermano quien nos interesa.
—Y esto se mantendrá confidencial. No quiero que…—su teléfono zumbó interrumpiendo lo que Santana temía iba a convertirse en un sermón.
Él asintió sin hablar, luego colgó.
—Burke no responde.
Santana se puso de pie, paseándose.
—¿Tienen un localizador en su coche?
—Sí, podemos rastrearlo. Va a tomar algo de tiempo. Necesito que los técnicos…
—Quiero asistirlo. Puedo hacer que mi…
—No. Es mi oficial. Es mi jurisdicción. El FBI tendrá que retirarse—dijo él señalándola.
Finn estaba a punto de protestar, pero ella lo detuvo.
—Vamos—sacó una de sus tarjetas de presentación y la arrojó en el escritorio del jefe—Manténganos informados.
Una vez fuera de su oficina Finn habló.
—¿Que está pasando? Nunca retrocedes de esa manera.
Santana sacó su teléfono marcando.
—Tenemos nuestro propio técnico. No necesitamos el de él—Blaine respondió inmediatamente—Necesito la dirección de Buddy Burke. Luego necesito localizar su coche patrulla.
—¿Ésa es mi aprobación para piratear su sistema?
—Sí. Solo hazlo rápidamente. Llama a Brittany y le das su domicilio. Finn y yo iremos detrás del coche.
******************************************************************************************************************
La casa de Burke estaba en una subdivisión más reciente, todas las casas lucían igual.
Los juguetes de los niños yacían esparcidos en la calzada como si el juego hubiera sido interrumpido.
Mientras Jack y Carina iban hacia la parte de atrás de la casa, Brittany y Sam caminaban lentamente hacia la puerta principal. Las cortinas estaban cerradas lo que les hizo imposible ver hacia el interior. Sam asintió con la cabeza y ella tocó rápidamente la puerta.
—¿Señora Burke?—dijo la rubia en voz alta—FBI.
No hubo ningún sonido desde adentro así que volvió a tocar.
Sam alcanzó la puerta tratando de abrirla.
—Nuestro día de suerte—murmuró él abriéndola.
Entraron con sus armas en mano. La casa estaba en silencio y oscuridad, indicando que no había nadie en casa.
Brittany entró en la cocina y se quedó congelada. La sangre estaba esparcida por las paredes y las encimeras. Fue hacia la puerta de atrás, usando el borde de su camisa para abrirla para Jack y Carina.
—Cuidado donde pisan—dijo Brittany en voz baja.
Sam rodeó la esquina hacia la sala y se detuvo en seco.
—Mierda.
Brittany se puso a su lado, mirando con incredulidad mientras bajaba lentamente su arma.
—Dios mío—murmuro Carina a su lado—Han sido masacrados.
Al trabajar en las calles de LA, Brittany había visto crímenes horrendos anteriormente, pero nada pudo haberla preparado para esto.
La mujer, que suponía era la señora Burke, yacía en el sofá, su vientre abierto, sus intestinos derramados hacia el suelo.
Dos niños…ambos bebés…yacían en la alfombra. Su destino fue el de su mamá, uno estaba degollado.
El tercer hijo…un niño…estaba atado a una silla, intacto a excepción de la bala en su cabeza. El arma estaba en la mesa de café, la misma pistola sacada de la cartera de Brittany la noche anterior.
Se dio la vuelta, incapaz de mirar. Sam y Carina entraron en la sala pasando por encima de los cuerpos en el suelo, aparentemente no lucían afectados.
Sin ninguna duda, ellos habían visto horrores como estos en sus días como militares.
¿Serían inmunes en absoluto?
—¿Por qué no llamas a Santana?—sugirió Jack, dándole una salida.
Ella asintió aturdida, regresando a la cocina y saliendo por la puerta trasera.
Agarró su teléfono con fuerza, mirando hacia la bien cuidada valla privada, un lecho de flores había sido plantado con una variedad de cactus, el columpio de dos asientos era de color rojo y uno de ellos se movía ligeramente por la brisa.
El Triciclo estaba volcado en el borde del patio. Fue hacia él enderezándolo nuevamente.
No pudo evitar sentirse responsable.
Si hubieran capturado al sujeto la noche anterior, si ella lo hubiera detenido, entonces esta familia todavía estaría viva.
Su cuerpo estaba temblando y luchó por controlarse a sí misma.
No sería de utilidad al equipo…a Santana… si se derrumbaba. Cerró sus ojos con fuerza, tratando de alejar la escena sangrienta de su mente, tratando de alejar la noche anterior de su mente.
Después de varias respiraciones profundas, finalmente se sintió lo suficientemente controlada como para llamar a Santana, quien respondió inmediatamente.
—Tenemos una escena del crimen—dijo de manera uniforme—Cuatro cuerpos.
—¿Burke?—pregunto Santana.
—No. Esposa y tres...tres niños.
Santana permaneció en silencio.
—¿Estás bien?
Brittany negó con la cabeza.
—No. No, no lo estoy—admitió sin querer pretender lo contrario—Fueron masacrados—dijo haciéndose eco de las palabras de Carina.
—Está bien. Informaré al departamento de policía de Barstow—dijo Santana, manteniendo su máscara profesional—Blaine consiguió el coche. Ahora vamos para allá. Cuando terminen ahí, nos reuniremos en el equipo.
—Sí. Está bien—dijo la ojiazul.
—¿Britt?
—Voy a estar bien, San. Ten cuidado.
—Siempre.
Brittany cruzó sus brazos, tratando de contener la emoción pero falló.
Los últimos dos días le habían pasado factura. Solo había logrado un par de horas de sueño…deseó haber tomado las pastillas para dormir que el médico le había ofrecido.
Sus sueños habían sido tan reales…la mesa ensangrentada, el olor a muerte, la jeringa y viales, sus ojos sin alma, sus manos duras mientras apretaba sus pechos.
Santana le había encontrado sentada en la oscuridad esa mañana, Lady Tubbington en su regazo, el café sin tocar a su lado.
En realidad no habían tenido tiempo de hablar, Brittany tampoco había querido.
Ahora, todo lo que quería hacer era acurrucarse junto a Santana, cerrar sus ojos y permitir que el sueño le llevara lejos de todo esto.
Desafortunadamente, esa no era una opción.
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—Ahí está el coche—dijo Finn.
La luz del sol se reflejaba en un espejo, haciéndoles parpadear mientras bajaban por el accidentado camino del desierto a poca distancia de la carretera.
Santana podía ver que la puerta del conductor estaba abierta de par en par. Redujo la velocidad, deseando ser cautelosa, aunque su instinto le decía que el coche estaba vacío.
Finn salió primero, con el arma desenvainada. Ella lo siguió, yendo hacia el lado del pasajero del coche.
—Vacío—dijo Finn.
—Tengo sangre—dijo ella—En el salpicadero.
—También en el volante.
—Podría ser transferencia de la casa—miró a su alrededor, tratando de encontrar huellas, cualquier cosa que le indicara la dirección que él había tomado—Mira esto—dijo en cuclillas—¿Motocicleta? ¿Motocicleta de montaña?
—Tal vez fue así como escapó de nosotros anoche—dijo Finn—Tal vez una motocicleta pequeña ¿Pero una motocicleta de montaña? Son terriblemente ruidosas. Lo habríamos escuchado.
—¿Entonces donde esta Burke? ¿Y porque abandonar el coche de esta manera? En realidad no está oculto ¿Cuál es el propósito?
Santana giró en todas direcciones, viendo el interminable desierto marrón, los ocasionales arbustos de creosota, cactus, las descomunales rocas.
Protegió sus ojos del sol, mirando casi con nostalgia hacia las montañas distantes. Limpió con impaciencia el sudor de su frente.
—Tiene a Burke en alguna parte. No creo que lo haya matado. Lo necesita.
—Entonces ¿Por qué el coche?
Escucharon las sirenas y supieron que el departamento de policía de Barstow estaba cerca de su ubicación.
Ella sonrió.
—Ya era hora—miró a su alrededor una vez más siguiendo los rastros de la motocicleta—Una distracción.
—¿Distracción?
—Sí. Quería hacernos pensar que había abandonado el coche aquí para seguir a pie. Permitirnos empezar nuestra búsqueda aquí.
—En primer lugar, nadie sigue a pie en el desierto. En segundo lugar, él sabría que íbamos a encontrar las huellas de la motocicleta.
—No necesariamente. Por la manera como la brisa sopla alrededor de la arena, podrían haber sido cubiertas en poco tiempo. Él no contaba con que encontraríamos el coche tan rápido.
Finn sacudió su cabeza.
—Nada más que maldita especulación.
—¿Vamos a volver a eso otra vez? Mierda, Finn, creía que anoche, ya sabes, nos habíamos unido o algo—dijo mientras regresaba a su camioneta—Vámonos antes que llegue la caballería.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola morra...
Es normal que britt este afectada por lo que le paso....
Tendria que hablar britt aunque sea que se descrgue.... pero bueno a ver que pasa???
Sigo detestando a finn y su falta de confiansa en los instintos de san...
Nos vemos!!!
Es normal que britt este afectada por lo que le paso....
Tendria que hablar britt aunque sea que se descrgue.... pero bueno a ver que pasa???
Sigo detestando a finn y su falta de confiansa en los instintos de san...
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Pobre Britt, la experiencia que vivió no fue nada fácil además que no ha tenido el tiempo para procesarlo y a eso le sumamos esta masacre, se le están juntando las cosas :/
Y bueno espero que San encuentre pronto a ese maldito!!
Y bueno espero que San encuentre pronto a ese maldito!!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
3:) escribió:Hola morra...
Es normal que britt este afectada por lo que le paso....
Tendria que hablar britt aunque sea que se descrgue.... pero bueno a ver que pasa???
Sigo detestando a finn y su falta de confiansa en los instintos de san...
Nos vemos!!!
Hola lu, si, si que loes =/ Si, tiene que desahogarse de alguna forma =/ Aquí el siguiente cap para saber eso! Ayy siii esk sabe algo bn y luego 939797 mal ¬¬ Saludos =D
JVM escribió:Pobre Britt, la experiencia que vivió no fue nada fácil además que no ha tenido el tiempo para procesarlo y a eso le sumamos esta masacre, se le están juntando las cosas :/
Y bueno espero que San encuentre pronto a ese maldito!!
Hola, si =/ esk a ella ahora, le esta saliendo mal las cosas =/ Esperemos y si, osea lo tiene que ahcer pagar si o si! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 23
Capitulo 23
—Estás perdiendo el tiempo—dijo Santana, su voz tan fuerte como la de él—Él no está cerca del maldito coche.
—No te corresponde tomar esa decisión. Y pienso levantar una queja contra ti—dijo él.
—No sería la primera vez—dijo ella fulminándolo con la mirada.
—Específicamente te dije que te mantuvieras alejada.
—Te digo que el coche es una distracción.
—No pretendas decirnos cómo hacer nuestro trabajo—continuó él.
—No somos ningún equipo clandestino del FBI. Estamos procesando la escena en la casa, no ustedes. Estamos siguiendo las reglas. Eso nos llevará todo el día, por lo menos. Vamos a remolcar el coche. Han encontrado múltiples huellas. Ellas…
—Ellas pertenecen al medio hermano, Leonard Baskin, mi maldito asesino en serie—dijo ella apuntándolo—El FBI tiene jurisdicción en este caso.
—No tienen ninguna jurisdicción sobre mi escena del crimen. Ninguna. En este momento, no tienen ninguna evidencia de que su asesino en serie y el asesinato de esta familia estén relacionados.
—Es el maldito hermano, por supuesto que están relacionados—casi gritó aumentando progresivamente la frustración en su voz—No seas idiota.
Sus ojos la incineraron.
—Esta es mi ciudad, mis oficiales, mi caso—se puso de pie frente a ella, él era centímetros más alto—Mi caso. No el tuyo. Así que retrocede en este momento. Si quieres perseguir a tu asesino en serie, busca ayuda en la oficina del sheriff. Comenzó con ellos de todos modos. Pero en Barstow, yo estoy a cargo. No tú. Mi caso—dijo él nuevamente.
Santana sintió que su ira estaba hirviendo justo debajo de la superficie, pero mantuvo su voz tan inexpresiva como pudo.
—No señor. No es tu caso—ella sacó su teléfono sin romper el contacto visual con el jefe. Sólo esperó unos pocos segundos antes que le respondieran—¿Figgins? El jefe de la policía en Barstow no está cooperando. En lo más mínimo. Es mejor que hagas algo al respecto antes que le dispare.
************************************************************************************************************
Brittany sintió una presencia detrás de ella y se dio la vuelta, sorprendida al descubrir que Carina le estaba observando.
Todavía estaba en el patio trasero, sentada en las escaleras, viendo el balanceo del columpio rojo, yendo y viniendo. La verdad era que estaba hipnotizada por él, el viento lo movía de un lado para el otro.
Antes que el departamento de policía de Barstow llegara, Sam y Jack ya habían comenzado con el interrogatorio a los vecinos.
Sam ya estaba haciéndose amigo de algunos oficiales, haciendo preguntas acerca de Burke.
El lugar estaba atestado de policías, algunos oficiales, otros curiosos, la mayoría en estado de shock cuando la realidad de la situación les golpeó.
Brittany no había sido capaz de regresar adentro. Seguía viendo su rostro, sus ojos sin alma. Podía imaginar como hacía esto, podía imaginar cómo los mataba.
Se preguntaba si había hecho que Burke observara o si Burke había estado involucrado de alguna manera. No, incluso el papá más desquiciado nunca podría hacerle esto a su familia.
Al menos esperaba que no.
Carina se sentó a su lado, vestida con un traje costoso y tacones.
Brittany volvió a pensar que era una mujer hermosa. Estaba perfectamente maquillada, ni un cabello fuera de lugar, su traje pantalón tan impecable como Finn mantenía el de él.
Se tomó un minuto para mirar sus propios vaqueros, la camiseta que se ajustaba a ella en el calor, las botas desgastadas que habían soportado muchas millas en los senderos en Sedona.
Ella y Carina eran como el día y la noche.
—Eso fue bastante horrible ahí—ofreció Carina.
—Sí.
Carina apoyó los brazos sobre sus rodillas, su mirada siguiendo la de Brittany hacia los columpios.
—Ayer por la noche debe haber sido espantoso para ti.
Brittany volvió a mirarla pero Carina mantuvo sus ojos en el columpio. Asintió con la cabeza.
—Sí. Estaba aterrada.
—Estuve cautiva una vez—dijo Carina en voz baja—Durante nueve días. En Sudán. Me hicieron...me hicieron cosas indecibles.
Brittany la vio temblar literalmente ante el recuerdo. Se dio la vuelta, esperando su historia.
—Fue una misión de rescate. Se suponía que debían capturarme. Había una mujer y un niño. Diplomáticos británicos. Estábamos en una misión conjunta para rescatarlos, a ellos y las otras mujeres y niños que estaban detenidos. Ellos eran simplemente juguetes que utilizaban para el placer de los soldados. Incluyéndome a mí—Carina respiró profundamente antes de continuar—Tenía que ganarme la confianza de las mujeres ya que muchas no hablaban Inglés y desconfiaban de mí. Pero la misión de rescate no resultó como habíamos planeado. Habían 28 personas cautivas. Dieciocho mujeres, nueve niños y yo. Sacamos a la diplomática británica, pero su hijo fue asesinado. Sólo salvamos a 10 de las mujeres y 4 niños. Fue un baño de sangre—miró a Brittany rápidamente, luego alejó la mirada—Después de un tiempo logras que no te afecte. A veces ves tanto de eso que olvidas que son personas. Simplemente se convierten en objetivos, otra víctima más de la guerra.
Brittany negó con la cabeza.
—Espero que nunca llegue a ese punto donde me vuelva inmune a esto.
Carina le ofreció una pequeña sonrisa.
—No, supongo que no te ocurrirá. A veces a los militares nos convierten en nada más que máquinas—se dio la vuelta para mirarla—Santana te ama ¿lo sabes?
Brittany se sorprendió ante su comentario.
—Sí, sé que lo hace.
La mirada de Carina regresó a los columpios.
—Hice mi mejor esfuerzo…—dijo sonriendo—…La noche que estuvimos solas, me ofrecí a ella en bandeja de plata. No quiso nada conmigo—se volteó hacia Brittany—La Santana que conocía nunca me habría rechazado. Debes tener algún control sobre ella.
Brittany asintió.
—Sí. Amor. Es porque también la amo.
**********************************************************************************************************************************
Santana estaba sentada tranquilamente en la oficina del jefe, con las piernas cruzadas, golpeteando impacientemente los dedos sobre su muslo.
No había dicho ni una palabra, no había respondido a su continuo discurso del por qué el departamento de policía de Barstow debía estar a cargo y no el FBI.
Simplemente lo miró fijamente, apenas escuchando sus palabras.
—…Sabemos lo que estamos haciendo. Sé que piensas que no—continuó él.
Una vez más, no dijo nada mientras esperaba con ansias que su teléfono sonara.
Finalmente, lo hizo.
Levantó la mirada y sus ojos se encontraron, pero él no hizo ningún movimiento para contestar. Ella sonrió, luego miró el teléfono.
—Probablemente deberías contestar—dijo ella.
—Jefe Hudley…—respondió él rápidamente—…Sí señor. Pero…— fulminó a Santana con su mirada—No estoy de acuerdo. Siento que…
Aquí viene, pensó ella.
—¿Senador Orin?—parpadeó mirándola con sorpresa—Aun así no pienso…—sus ojos se estrecharon mientras la miraba—Ya veo. Por supuesto—colgó el teléfono y luego aclaró su garganta—Era el alcalde. Estoy...estoy aquí para darle plena cooperación.
—Maravilloso. Sólo has desperdiciado 20 minutos de mi tiempo—se puso de pie, haciendo una nota mental para agradecerle a Figgins.
Al parecer, no estaba bromeando cuando dijo que podía tirar de algunos hilos.
—Quiero entrevistar al comandante de Burke. También quiero hablar con sus amigos más cercanos. Quiero…
Él también se puso de pie.
—No voy a permitir que atropelle a mi departamento.
—Haré lo que me dé la gana. Me importa una mierda si me meo en alguien o hiero sus sentimientos. Tengo un asesino en serie que atrapar.
—¿Realmente cree que Burke es un sospechoso en esto?
—No. He escuchado como lucía la escena del crimen. Él no haría eso. Pero si él voluntariamente está ayudando o no a su hermano, aún está por verse—sacó su teléfono, llamando a Blaine.
Él respondió de inmediato.
—Necesito los antecedentes de Leonard Baskin y Buddy Burke. Necesito todo lo que puedas encontrar. Y lo necesito ahora mismo.
—Soy bueno, Santana, pero no tan bueno.
Ella escuchó como tecleaba en su ordenador.
—Dame unos minutos—continuo el ojiverde.
—Tienes diez. Compártelo con el grupo cuando hayas terminado.
—Sí, señora.
—Y no me llames señora—le espetó dirigiéndose hacia Hudley—¿Cuántos oficiales empleas?
—Tenemos 43.
—Mi equipo va a entrevistarlos a todos. Necesitaré nombres.
—No te corresponde tomar esa decisión. Y pienso levantar una queja contra ti—dijo él.
—No sería la primera vez—dijo ella fulminándolo con la mirada.
—Específicamente te dije que te mantuvieras alejada.
—Te digo que el coche es una distracción.
—No pretendas decirnos cómo hacer nuestro trabajo—continuó él.
—No somos ningún equipo clandestino del FBI. Estamos procesando la escena en la casa, no ustedes. Estamos siguiendo las reglas. Eso nos llevará todo el día, por lo menos. Vamos a remolcar el coche. Han encontrado múltiples huellas. Ellas…
—Ellas pertenecen al medio hermano, Leonard Baskin, mi maldito asesino en serie—dijo ella apuntándolo—El FBI tiene jurisdicción en este caso.
—No tienen ninguna jurisdicción sobre mi escena del crimen. Ninguna. En este momento, no tienen ninguna evidencia de que su asesino en serie y el asesinato de esta familia estén relacionados.
—Es el maldito hermano, por supuesto que están relacionados—casi gritó aumentando progresivamente la frustración en su voz—No seas idiota.
Sus ojos la incineraron.
—Esta es mi ciudad, mis oficiales, mi caso—se puso de pie frente a ella, él era centímetros más alto—Mi caso. No el tuyo. Así que retrocede en este momento. Si quieres perseguir a tu asesino en serie, busca ayuda en la oficina del sheriff. Comenzó con ellos de todos modos. Pero en Barstow, yo estoy a cargo. No tú. Mi caso—dijo él nuevamente.
Santana sintió que su ira estaba hirviendo justo debajo de la superficie, pero mantuvo su voz tan inexpresiva como pudo.
—No señor. No es tu caso—ella sacó su teléfono sin romper el contacto visual con el jefe. Sólo esperó unos pocos segundos antes que le respondieran—¿Figgins? El jefe de la policía en Barstow no está cooperando. En lo más mínimo. Es mejor que hagas algo al respecto antes que le dispare.
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Brittany sintió una presencia detrás de ella y se dio la vuelta, sorprendida al descubrir que Carina le estaba observando.
Todavía estaba en el patio trasero, sentada en las escaleras, viendo el balanceo del columpio rojo, yendo y viniendo. La verdad era que estaba hipnotizada por él, el viento lo movía de un lado para el otro.
Antes que el departamento de policía de Barstow llegara, Sam y Jack ya habían comenzado con el interrogatorio a los vecinos.
Sam ya estaba haciéndose amigo de algunos oficiales, haciendo preguntas acerca de Burke.
El lugar estaba atestado de policías, algunos oficiales, otros curiosos, la mayoría en estado de shock cuando la realidad de la situación les golpeó.
Brittany no había sido capaz de regresar adentro. Seguía viendo su rostro, sus ojos sin alma. Podía imaginar como hacía esto, podía imaginar cómo los mataba.
Se preguntaba si había hecho que Burke observara o si Burke había estado involucrado de alguna manera. No, incluso el papá más desquiciado nunca podría hacerle esto a su familia.
Al menos esperaba que no.
Carina se sentó a su lado, vestida con un traje costoso y tacones.
Brittany volvió a pensar que era una mujer hermosa. Estaba perfectamente maquillada, ni un cabello fuera de lugar, su traje pantalón tan impecable como Finn mantenía el de él.
Se tomó un minuto para mirar sus propios vaqueros, la camiseta que se ajustaba a ella en el calor, las botas desgastadas que habían soportado muchas millas en los senderos en Sedona.
Ella y Carina eran como el día y la noche.
—Eso fue bastante horrible ahí—ofreció Carina.
—Sí.
Carina apoyó los brazos sobre sus rodillas, su mirada siguiendo la de Brittany hacia los columpios.
—Ayer por la noche debe haber sido espantoso para ti.
Brittany volvió a mirarla pero Carina mantuvo sus ojos en el columpio. Asintió con la cabeza.
—Sí. Estaba aterrada.
—Estuve cautiva una vez—dijo Carina en voz baja—Durante nueve días. En Sudán. Me hicieron...me hicieron cosas indecibles.
Brittany la vio temblar literalmente ante el recuerdo. Se dio la vuelta, esperando su historia.
—Fue una misión de rescate. Se suponía que debían capturarme. Había una mujer y un niño. Diplomáticos británicos. Estábamos en una misión conjunta para rescatarlos, a ellos y las otras mujeres y niños que estaban detenidos. Ellos eran simplemente juguetes que utilizaban para el placer de los soldados. Incluyéndome a mí—Carina respiró profundamente antes de continuar—Tenía que ganarme la confianza de las mujeres ya que muchas no hablaban Inglés y desconfiaban de mí. Pero la misión de rescate no resultó como habíamos planeado. Habían 28 personas cautivas. Dieciocho mujeres, nueve niños y yo. Sacamos a la diplomática británica, pero su hijo fue asesinado. Sólo salvamos a 10 de las mujeres y 4 niños. Fue un baño de sangre—miró a Brittany rápidamente, luego alejó la mirada—Después de un tiempo logras que no te afecte. A veces ves tanto de eso que olvidas que son personas. Simplemente se convierten en objetivos, otra víctima más de la guerra.
Brittany negó con la cabeza.
—Espero que nunca llegue a ese punto donde me vuelva inmune a esto.
Carina le ofreció una pequeña sonrisa.
—No, supongo que no te ocurrirá. A veces a los militares nos convierten en nada más que máquinas—se dio la vuelta para mirarla—Santana te ama ¿lo sabes?
Brittany se sorprendió ante su comentario.
—Sí, sé que lo hace.
La mirada de Carina regresó a los columpios.
—Hice mi mejor esfuerzo…—dijo sonriendo—…La noche que estuvimos solas, me ofrecí a ella en bandeja de plata. No quiso nada conmigo—se volteó hacia Brittany—La Santana que conocía nunca me habría rechazado. Debes tener algún control sobre ella.
Brittany asintió.
—Sí. Amor. Es porque también la amo.
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Santana estaba sentada tranquilamente en la oficina del jefe, con las piernas cruzadas, golpeteando impacientemente los dedos sobre su muslo.
No había dicho ni una palabra, no había respondido a su continuo discurso del por qué el departamento de policía de Barstow debía estar a cargo y no el FBI.
Simplemente lo miró fijamente, apenas escuchando sus palabras.
—…Sabemos lo que estamos haciendo. Sé que piensas que no—continuó él.
Una vez más, no dijo nada mientras esperaba con ansias que su teléfono sonara.
Finalmente, lo hizo.
Levantó la mirada y sus ojos se encontraron, pero él no hizo ningún movimiento para contestar. Ella sonrió, luego miró el teléfono.
—Probablemente deberías contestar—dijo ella.
—Jefe Hudley…—respondió él rápidamente—…Sí señor. Pero…— fulminó a Santana con su mirada—No estoy de acuerdo. Siento que…
Aquí viene, pensó ella.
—¿Senador Orin?—parpadeó mirándola con sorpresa—Aun así no pienso…—sus ojos se estrecharon mientras la miraba—Ya veo. Por supuesto—colgó el teléfono y luego aclaró su garganta—Era el alcalde. Estoy...estoy aquí para darle plena cooperación.
—Maravilloso. Sólo has desperdiciado 20 minutos de mi tiempo—se puso de pie, haciendo una nota mental para agradecerle a Figgins.
Al parecer, no estaba bromeando cuando dijo que podía tirar de algunos hilos.
—Quiero entrevistar al comandante de Burke. También quiero hablar con sus amigos más cercanos. Quiero…
Él también se puso de pie.
—No voy a permitir que atropelle a mi departamento.
—Haré lo que me dé la gana. Me importa una mierda si me meo en alguien o hiero sus sentimientos. Tengo un asesino en serie que atrapar.
—¿Realmente cree que Burke es un sospechoso en esto?
—No. He escuchado como lucía la escena del crimen. Él no haría eso. Pero si él voluntariamente está ayudando o no a su hermano, aún está por verse—sacó su teléfono, llamando a Blaine.
Él respondió de inmediato.
—Necesito los antecedentes de Leonard Baskin y Buddy Burke. Necesito todo lo que puedas encontrar. Y lo necesito ahora mismo.
—Soy bueno, Santana, pero no tan bueno.
Ella escuchó como tecleaba en su ordenador.
—Dame unos minutos—continuo el ojiverde.
—Tienes diez. Compártelo con el grupo cuando hayas terminado.
—Sí, señora.
—Y no me llames señora—le espetó dirigiéndose hacia Hudley—¿Cuántos oficiales empleas?
—Tenemos 43.
—Mi equipo va a entrevistarlos a todos. Necesitaré nombres.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Que fea escena por favor!!!
Espero lo atrapen pronto al hdp........!!!
Saludos
Espero lo atrapen pronto al hdp........!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola morra....
Mmm... con lo pasifista que es san... a ver como ternina todo!!!!
Me parecio muy buen gesto de carina con lo que hizo britt.....
A ver que pasa!!!
Nos vemos!!!
Mmm... con lo pasifista que es san... a ver como ternina todo!!!!
Me parecio muy buen gesto de carina con lo que hizo britt.....
A ver que pasa!!!
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Me encanta cuando san se impone, una parte de mi quiere que atrapen al malnacido ya, pero otra no, pq asi se acabaria la historia mas rapido, bueno a seguir esperando!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
monica.santander escribió:Que fea escena por favor!!!
Espero lo atrapen pronto al hdp........!!!
Saludos
Hola, si la vrdd esk si =/ Espero, pero de vrdd espero lo mismo :@ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Mmm... con lo pasifista que es san... a ver como ternina todo!!!!
Me parecio muy buen gesto de carina con lo que hizo britt.....
A ver que pasa!!!
Nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajajajajaajajajajajajajajajajaja ironia en tus palabras, mi queria lu¿? jajajaja, pero que razón llevas jajajajajajajajaja. Espero y bn jajajjaa. Sip, la vrdd esk si, va mejoran. Aquí el siguiente cap para saber eso! Saludos =D
micky morales escribió:Me encanta cuando san se impone, una parte de mi quiere que atrapen al malnacido ya, pero otra no, pq asi se acabaria la historia mas rapido, bueno a seguir esperando!!!!!
Hola, jajajajaja ooo si! jajajaja. Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja todas estamos en esa discorida, queremos algo, pero si llega pasara algo q no keremos jajajajajaja. Aquí otro cap para no esperar tanto xD jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 24
Capitulo 24
Brittany apuntó algunas notas, esperando que llegara el siguiente policía para su entrevista.
Hasta ahora, todo lo que había aprendido era que Buddy Burke era un buen sujeto, siguiendo los pasos de su papá en la fuerza. Todos expresaron su incredulidad de que él pudiera estar involucrado con algo de esto.
Todo lo que recordaba de aquel hombre era que tenía una afición por el tabaco.
—¿Cuál es tu nombre?—preguntó ella ofreciendo una sonrisa.
—Rutherford. Matt Rutherford—apoyó los brazos sobre la mesa—Todo el mundo me llama Matty.
—Está bien, Matty ¿Qué tan bien conoces al oficial Burke?
—Lo conozco bien. Buddy y yo crecimos juntos—sacudió su cabeza—Éramos amigos. También tengo un par de niños. Su esposa y la mía compartían el cuidado de los niños si la otra tenía algo que hacer—hizo una pausa—Vivíamos en el mismo barrio—dijo sus ojos mirando más allá de ella—No me puedo imaginar el infierno que atravesó Rebecca. Y esos pobres niños.
Brittany conocía bien el infierno que ellos tuvieron que soportar, pero se obligó a alejar esas imágenes.
—¿Y su hermano? ¿Leonard Baskin? ¿Lo conoces?
—Medio hermano—corrigió Matt—Él era un año mayor que nosotros. Pasaba los veranos aquí cuando éramos niños. Nos las pasábamos juntos, jugábamos. Pero cuando él se hizo mayor, ya no venía mucho por aquí.
—¿Cuál es tu opinión sobre él?
—Él era un poco tímido en ese entonces. Realmente no nos conocía. Tomó casi la mitad del verano, antes que pudiese entrar en calor, ya sabes. Sin embargo él y Buddy eran cercanos. Se mantuvieron en contacto durante todo el año—se encogió de hombros—Aunque no lo había visto en años. Bueno, obviamente, desde que fue encerrado.
—¿Cuándo se mudó aquí?
—La primera vez fue… ¿qué? ¿Hace diez años, tal vez?
Brittany asintió.
—Cuando fue arrestado ¿Buddy lo apoyo?
—Oh, sí. Buddy estaba convencido que era inocente.
—¿Qué pensabas tú?
—Demonios, soy policía. Tenían pruebas. La mujer tenía las marcas para demostrarlo.
Brittany cruzó los brazos sobre la mesa, inclinándose más cerca.
—Sabe sobre el rancho que encontramos ¿no?
—Sí. Diecisiete cabezas.
—Cuando Baskin vivió en esta zona anteriormente, hubo cuatro cuerpos desechados en el desierto, todos decapitados. Esa mujer tuvo suerte. Eso fue lo que lo envió a la cárcel y los asesinatos se detuvieron—abrió un archivo, echando un vistazo a las tres fotos de sus víctimas. Las colocó sobre la mesa para que él las viera—Empezaron a aparecer nuevamente. Una fue encontrada aquí cerca de Barstow…—dijo señalando a Susie Bell—…Las otras dos fueron encontradas en la I-10.
Él asintió con la cabeza pero no dijo nada, Brittany continuo:
—Tomará algún tiempo procesar todo el ADN encontrado, pero estamos convencidos que Leonard Baskin es nuestro asesino en serie. En ese entonces y ahora. También estamos convencidos que él mató a la familia de Buddy Burke—recolectó las fotos nuevamente—Y estamos asumiendo que tiene a Buddy. Si es a la fuerza o no, sólo podemos especular.
—Buddy amaba a su hermano. Pero su familia lo era todo para él. De ninguna manera iba a ir con él de buena gana, no si él sabía lo que le había hecho a su esposa e hijos. De ninguna manera.
—¿Naciste y te criaste aquí?
—Sí. La mayoría de nosotros. Barstow no es una ciudad de destino, si sabes lo que quiero decir.
—¿Dónde podrían esconderse?
Matt se echó hacia atrás.
—¿Esconderse? Es el desierto. Podrían ser en cualquier parte.
—¿Tenían algún lugar de la infancia? ¿Podría existir algún otro lugar como la vieja casa que él estaba usando?
—Hay casas abandonadas por todo el desierto. Sin embargo nada donde se podría vivir. Quiero decir, sin electricidad ni agua. Sólo refugio.
Ella asintió con la cabeza.
—El lugar donde lo encontramos…tenía paneles solares y baterías para energía. No había agua de tuberías ¿Puedes pensar en otro lugar como ese?
Él negó con la cabeza.
—No, nada viene a mi mente. Quiero decir, como he dicho, podría estar en cualquier lugar.
Ella suspiró, después de escuchar las mismas respuestas una y otra vez.
Nadie sabía nada.
***************************************************************************************************************
Santana frotó el puente de su nariz, negando con la cabeza.
—Nadie sabe nada. Nadie vio nada—suspiró recalcando lo obvio—Nadie puede ofrecer una conjetura. Los patrulleros de carreteras no tienen nada. El departamento del sheriff no tiene nada. No hay actividad en las tarjetas de crédito. No hay llamadas telefónicas—chaqueó sus dedos—Sólo desapareció.
Miró los rostros a su alrededor, todos reflejaban el cansancio que sentían.
Habían entrevistados a cada uno de los oficiales, habían entrevistado a los vecinos.
Jack había regresado a San Bernardino para entrevistar a los otros camioneros con los que Baskin había trabajado.
Nada.
Escuchó como Blaine tecleaba y se movió dirigiéndose hacia su oficina.
—¿Blaine? ¿Tienes algo?
Él negó con la cabeza, sin levantar la vista.
—¿Santana?
Se dio la vuelta encontrando a Brittany de pie cerca de ella. Levantó una ceja.
—Es tarde. Necesitamos un descanso.
Estuvo a punto de protestar.
Lo que necesitaban eran respuestas.
Pero habían trabajado sin parar durante todo el día y sabía que todos estaban cansados.
Podía verlo en los ojos de Brittany.
—Bueno. Si—pasó una mano por su cabello con un suspiro—Terminemos por esta noche. Nos encontraremos aquí en la mañana.
—No tienes que decirlo dos veces—dijo Sam ofreciéndole una mano a Carina para ayudarle a levantarse.
—Estaremos aquí a las ocho—dijo Finn—¿Blaine? ¿Vienes?
—Sí. Un segundo—dijo él en voz alta.
Finn miró a Santana.
—¿Sabes en lo que está trabajando?
—Él podría estar...buscando en algunas bases de datos—dijo evasivamente.
—En otras palabras ¿no quiero saber?
—Exactamente.
Blaine salió, echándole un vistazo a Santana.
—Deja que se ejecute. Quizás obtengamos un acierto.
—No voy a tocar eso—prometió.
Se dejó caer en su sillón reclinable, una vez que todos se marcharon.
Cerró los ojos, escuchando la ducha.
El parque de casas rodantes era un basurero, pero no habían tenido tiempo de ser exigentes. El propietario del parque no estuvo encantado cuando Santana le mostró sus credenciales.
Probablemente fue una de las razones por las que les permitió estacionar en una zona apartada de los otros residentes.
Sonrió con cansancio cuando Lady Tubbington saltó a su regazo, un tranquilo miau fue la respuesta cuando Santana enredó sus dedos a través de su pelaje.
Inclinó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
Al igual que los demás, ni siquiera tenían una conjetura en cuanto a donde podrían estar Baskin y Burke.
Blaine estaba realizando una búsqueda, revisando los registros de impuesto sobre las propiedades.
Burke era la cuarta generación en Barstow y los registros mostraban que la única propiedad que poseía era su casa.
Sin embargo, no había casas familiares en el registro…su casa de la infancia había sido destruido años atrás…esperaban encontrar algo que hubiera pertenecido a la familia de Burke.
Algo familiar donde Baskin pudiese ocultarse.
—Hey.
Abrió los ojos, descubriendo que Brittany estaba observándola, su cabello húmedo y peinado hacia atrás de su rostro. Se veía limpia y fresca, pero sus ojos reflejaban lo cansada que estaba.
Santana se levantó, envolviendo sus brazos alrededor de Brittany.
—Vamos a la cama—dijo besándola ligeramente en la mejilla—Te alcanzo pronto.
—Tengo que preparar la cafetera…
—Yo lo hago, Britt. Estás exhausta.
—Tú también.
Santana asintió.
—Sí—acercó a Brittany aún más, esta vez besando sus labios, dejando que el beso se alargara—Ahora vete a la cama.
Brittany asintió, agarrando a Lady Tubbington antes de alejarse.
Santana preparó la cafetera para la mañana y luego se dirigió al cuarto de baño con la intención de una ducha rápida.
En cambio, permaneció de pie bajo el chorro hasta que el agua caliente se acabó. Metió la cabeza bajo la corriente fría de agua y luego salió.
No se molestó en ponerse algo de ropa mientras se cepillaba los dientes.
Con la toalla secó su cabello y luego lo peinó con sus dedos.
Estaba demasiado cansada para preocuparse por él.
Brittany estaba profundamente dormida cuando se arrastró a su lado.
Ella se acercó aún más y luego sonrió cuando las manos de la rubia, incluso en sueños, buscaron su cuerpo.
Rodeó a Brittany con sus brazos, cerrando sus ojos cuando la más alta se acurrucó contra ella, ni una sola vez se despertó.
No tuvo tiempo para otros pensamientos cuando el sueño le reclamó, ahuyentando a Leonard Baskin y Buddy Burke de su mente.
Hasta ahora, todo lo que había aprendido era que Buddy Burke era un buen sujeto, siguiendo los pasos de su papá en la fuerza. Todos expresaron su incredulidad de que él pudiera estar involucrado con algo de esto.
Todo lo que recordaba de aquel hombre era que tenía una afición por el tabaco.
—¿Cuál es tu nombre?—preguntó ella ofreciendo una sonrisa.
—Rutherford. Matt Rutherford—apoyó los brazos sobre la mesa—Todo el mundo me llama Matty.
—Está bien, Matty ¿Qué tan bien conoces al oficial Burke?
—Lo conozco bien. Buddy y yo crecimos juntos—sacudió su cabeza—Éramos amigos. También tengo un par de niños. Su esposa y la mía compartían el cuidado de los niños si la otra tenía algo que hacer—hizo una pausa—Vivíamos en el mismo barrio—dijo sus ojos mirando más allá de ella—No me puedo imaginar el infierno que atravesó Rebecca. Y esos pobres niños.
Brittany conocía bien el infierno que ellos tuvieron que soportar, pero se obligó a alejar esas imágenes.
—¿Y su hermano? ¿Leonard Baskin? ¿Lo conoces?
—Medio hermano—corrigió Matt—Él era un año mayor que nosotros. Pasaba los veranos aquí cuando éramos niños. Nos las pasábamos juntos, jugábamos. Pero cuando él se hizo mayor, ya no venía mucho por aquí.
—¿Cuál es tu opinión sobre él?
—Él era un poco tímido en ese entonces. Realmente no nos conocía. Tomó casi la mitad del verano, antes que pudiese entrar en calor, ya sabes. Sin embargo él y Buddy eran cercanos. Se mantuvieron en contacto durante todo el año—se encogió de hombros—Aunque no lo había visto en años. Bueno, obviamente, desde que fue encerrado.
—¿Cuándo se mudó aquí?
—La primera vez fue… ¿qué? ¿Hace diez años, tal vez?
Brittany asintió.
—Cuando fue arrestado ¿Buddy lo apoyo?
—Oh, sí. Buddy estaba convencido que era inocente.
—¿Qué pensabas tú?
—Demonios, soy policía. Tenían pruebas. La mujer tenía las marcas para demostrarlo.
Brittany cruzó los brazos sobre la mesa, inclinándose más cerca.
—Sabe sobre el rancho que encontramos ¿no?
—Sí. Diecisiete cabezas.
—Cuando Baskin vivió en esta zona anteriormente, hubo cuatro cuerpos desechados en el desierto, todos decapitados. Esa mujer tuvo suerte. Eso fue lo que lo envió a la cárcel y los asesinatos se detuvieron—abrió un archivo, echando un vistazo a las tres fotos de sus víctimas. Las colocó sobre la mesa para que él las viera—Empezaron a aparecer nuevamente. Una fue encontrada aquí cerca de Barstow…—dijo señalando a Susie Bell—…Las otras dos fueron encontradas en la I-10.
Él asintió con la cabeza pero no dijo nada, Brittany continuo:
—Tomará algún tiempo procesar todo el ADN encontrado, pero estamos convencidos que Leonard Baskin es nuestro asesino en serie. En ese entonces y ahora. También estamos convencidos que él mató a la familia de Buddy Burke—recolectó las fotos nuevamente—Y estamos asumiendo que tiene a Buddy. Si es a la fuerza o no, sólo podemos especular.
—Buddy amaba a su hermano. Pero su familia lo era todo para él. De ninguna manera iba a ir con él de buena gana, no si él sabía lo que le había hecho a su esposa e hijos. De ninguna manera.
—¿Naciste y te criaste aquí?
—Sí. La mayoría de nosotros. Barstow no es una ciudad de destino, si sabes lo que quiero decir.
—¿Dónde podrían esconderse?
Matt se echó hacia atrás.
—¿Esconderse? Es el desierto. Podrían ser en cualquier parte.
—¿Tenían algún lugar de la infancia? ¿Podría existir algún otro lugar como la vieja casa que él estaba usando?
—Hay casas abandonadas por todo el desierto. Sin embargo nada donde se podría vivir. Quiero decir, sin electricidad ni agua. Sólo refugio.
Ella asintió con la cabeza.
—El lugar donde lo encontramos…tenía paneles solares y baterías para energía. No había agua de tuberías ¿Puedes pensar en otro lugar como ese?
Él negó con la cabeza.
—No, nada viene a mi mente. Quiero decir, como he dicho, podría estar en cualquier lugar.
Ella suspiró, después de escuchar las mismas respuestas una y otra vez.
Nadie sabía nada.
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Santana frotó el puente de su nariz, negando con la cabeza.
—Nadie sabe nada. Nadie vio nada—suspiró recalcando lo obvio—Nadie puede ofrecer una conjetura. Los patrulleros de carreteras no tienen nada. El departamento del sheriff no tiene nada. No hay actividad en las tarjetas de crédito. No hay llamadas telefónicas—chaqueó sus dedos—Sólo desapareció.
Miró los rostros a su alrededor, todos reflejaban el cansancio que sentían.
Habían entrevistados a cada uno de los oficiales, habían entrevistado a los vecinos.
Jack había regresado a San Bernardino para entrevistar a los otros camioneros con los que Baskin había trabajado.
Nada.
Escuchó como Blaine tecleaba y se movió dirigiéndose hacia su oficina.
—¿Blaine? ¿Tienes algo?
Él negó con la cabeza, sin levantar la vista.
—¿Santana?
Se dio la vuelta encontrando a Brittany de pie cerca de ella. Levantó una ceja.
—Es tarde. Necesitamos un descanso.
Estuvo a punto de protestar.
Lo que necesitaban eran respuestas.
Pero habían trabajado sin parar durante todo el día y sabía que todos estaban cansados.
Podía verlo en los ojos de Brittany.
—Bueno. Si—pasó una mano por su cabello con un suspiro—Terminemos por esta noche. Nos encontraremos aquí en la mañana.
—No tienes que decirlo dos veces—dijo Sam ofreciéndole una mano a Carina para ayudarle a levantarse.
—Estaremos aquí a las ocho—dijo Finn—¿Blaine? ¿Vienes?
—Sí. Un segundo—dijo él en voz alta.
Finn miró a Santana.
—¿Sabes en lo que está trabajando?
—Él podría estar...buscando en algunas bases de datos—dijo evasivamente.
—En otras palabras ¿no quiero saber?
—Exactamente.
Blaine salió, echándole un vistazo a Santana.
—Deja que se ejecute. Quizás obtengamos un acierto.
—No voy a tocar eso—prometió.
Se dejó caer en su sillón reclinable, una vez que todos se marcharon.
Cerró los ojos, escuchando la ducha.
El parque de casas rodantes era un basurero, pero no habían tenido tiempo de ser exigentes. El propietario del parque no estuvo encantado cuando Santana le mostró sus credenciales.
Probablemente fue una de las razones por las que les permitió estacionar en una zona apartada de los otros residentes.
Sonrió con cansancio cuando Lady Tubbington saltó a su regazo, un tranquilo miau fue la respuesta cuando Santana enredó sus dedos a través de su pelaje.
Inclinó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
Al igual que los demás, ni siquiera tenían una conjetura en cuanto a donde podrían estar Baskin y Burke.
Blaine estaba realizando una búsqueda, revisando los registros de impuesto sobre las propiedades.
Burke era la cuarta generación en Barstow y los registros mostraban que la única propiedad que poseía era su casa.
Sin embargo, no había casas familiares en el registro…su casa de la infancia había sido destruido años atrás…esperaban encontrar algo que hubiera pertenecido a la familia de Burke.
Algo familiar donde Baskin pudiese ocultarse.
—Hey.
Abrió los ojos, descubriendo que Brittany estaba observándola, su cabello húmedo y peinado hacia atrás de su rostro. Se veía limpia y fresca, pero sus ojos reflejaban lo cansada que estaba.
Santana se levantó, envolviendo sus brazos alrededor de Brittany.
—Vamos a la cama—dijo besándola ligeramente en la mejilla—Te alcanzo pronto.
—Tengo que preparar la cafetera…
—Yo lo hago, Britt. Estás exhausta.
—Tú también.
Santana asintió.
—Sí—acercó a Brittany aún más, esta vez besando sus labios, dejando que el beso se alargara—Ahora vete a la cama.
Brittany asintió, agarrando a Lady Tubbington antes de alejarse.
Santana preparó la cafetera para la mañana y luego se dirigió al cuarto de baño con la intención de una ducha rápida.
En cambio, permaneció de pie bajo el chorro hasta que el agua caliente se acabó. Metió la cabeza bajo la corriente fría de agua y luego salió.
No se molestó en ponerse algo de ropa mientras se cepillaba los dientes.
Con la toalla secó su cabello y luego lo peinó con sus dedos.
Estaba demasiado cansada para preocuparse por él.
Brittany estaba profundamente dormida cuando se arrastró a su lado.
Ella se acercó aún más y luego sonrió cuando las manos de la rubia, incluso en sueños, buscaron su cuerpo.
Rodeó a Brittany con sus brazos, cerrando sus ojos cuando la más alta se acurrucó contra ella, ni una sola vez se despertó.
No tuvo tiempo para otros pensamientos cuando el sueño le reclamó, ahuyentando a Leonard Baskin y Buddy Burke de su mente.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola morra...
Necesitan una noche de paz... y sobre todo recuperar fuerzas!!!
Que tanto tiene o esta buscando Blaine en la red?????
Nos vemos!!!
Necesitan una noche de paz... y sobre todo recuperar fuerzas!!!
Que tanto tiene o esta buscando Blaine en la red?????
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
mas mas mas quiero mas capitulos!!!!!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Necesitaban un poco de descanso y tranquilidad, así que espero que esta noche recuperen fuerzas para el próximo día!
Haber como les va!
Haber como les va!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
3:) escribió:Hola morra...
Necesitan una noche de paz... y sobre todo recuperar fuerzas!!!
Que tanto tiene o esta buscando Blaine en la red?????
Nos vemos!!!
Hola lu, si que lo necesitan la vrdd =/ Jajajajaja eso también la vrdd jajajajajajaja. Algo más q importante espero, asi atrapar a ese ya! Saludos =D
monica.santander escribió:mas mas mas quiero mas capitulos!!!!!!!!!
Saludos
Hola, jajajajajajaja bueno aquí te dejo otro cap! jajajajaja. Saludos =D
JVM escribió:Necesitaban un poco de descanso y tranquilidad, así que espero que esta noche recuperen fuerzas para el próximo día!
Haber como les va!
Hola, si que lo necesitan, si q si XD jajajajajaja. Jajajajajajajja aquí dejo el siguiente cap para saber si podrán recuperar sus fuerzas y ver como les va jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 25
Capitulo 25
Brittany tenía que hacer pis, pero estaba demasiado cálida y demasiado cómoda donde estaba así que hizo caso omiso a su necesidad.
Se acostó de lado y Santana se curvó de manera protectora alrededor de ella desde atrás. Deslizó sus dedos a través de los de la morena, moviendo la mano hacia su pecho. Suspiró cuando los dedos morenos se apretaron.
—¿Estás tratando de decirme algo?—murmuró Santana en su oído.
—No. Sólo quería tu toque ¿Te parece bien?
Sintió los labios que la besaron detrás de la oreja y cerró sus ojos, tirando de los brazos de Santana y apretándolos más a su alrededor.
—¿Dormiste bien?—susurró Santana.
—Sí. No recuerdo haber despertado ni una vez—rodó sobre su espalda, sus labios encontrando los de Santana—¿Y tú?
—Sí—Santana se apoyó sobre un codo, moviendo sus dedos en círculos perezosos sobre los pechos de Brittany.
Sus pezones se endurecieron inmediatamente.
—No empieces algo que no podrás terminar, Sanny—advirtió Brittany.
Santana bajó su cabeza, cerrando su boca sobre un pezón erecto. La ojiazul gimió, sosteniendo a la más baja aún más cerca. Extendió sus piernas, instando a la otra a ubicarse entre ellas. Sus caderas se arquearon, acoplándose al movimiento de Santana.
Sus manos se movieron sobre la espalda morena, deslizándolas hacia abajo y ahuecándola, llevándola con fuerza contra ella. Gimió nuevamente cuando la boca de Santana fue a su otro pecho, su lengua arremolinándose sobre su pezón.
Podía sentir la excitación de Santana en su muslo y se arqueó nuevamente abriéndose para ella.
—¿Tenemos tiempo?—murmuró su cuerpo ansiaba más.
Santana no contestó, en cambio, tomó sus labios en un feroz beso, su lengua moviéndose violentamente en la boca de Brittany y sintió la mano de la pelinegra moverse entre sus cuerpos, sintió sus dedos deslizándose entre sus pliegues húmedos, separándolos para ella, dejando al descubierto su clítoris.
—Oh, Dios—gimió Brittany sosteniendo a Santana con fuerza mientras sus clítoris se frotaban entre sí, cada una empujando contra la otra, lentamente, moviéndose en un ritmo perfecto.
Quería permanecer así durante horas, sus cuerpos mojados el uno contra el otro. Pero no tenían horas y cedió a la demanda de su cuerpo por ser liberado, contuvo el aliento mientras se estremecía, su cuerpo palpitando contra el de Santana quien como ella, también, cedió a su clímax.
Sus cuerpos estaban húmedos por el sudor y Santana rodó quitando su peso de ella, sus respiraciones volviendo lentamente a la normalidad.
La morena agarró su teléfono, luego gimió cuando vio la hora.
—Estarán aquí dentro de veinte minutos.
Brittany apartó el cabello de su rostro.
—Genial…compañía—dijo secamente, su cuerpo todavía disfrutando del toque de Santana.
La morena se inclinó y le besó rápidamente.
—Creo que para ahorrar tiempo, deberíamos ducharnos juntas.
Brittany rió.
—Cariño… mi Sanny, si nos duchamos juntas, de ninguna manera estaremos listas en veinte minutos.
Pero lo estuvieron, incluso después de disfrutar de unos momentos juguetones muy húmedos.
Ambas estaban sentadas y tomando café cuando el equipo llegó. El cabello de Santana ya se había secado, pero Brittany todavía lo tenía húmedo y ahora lo estaba cepillando, sosteniendo su mirada con la oscura quien le sonrió tiernamente antes de abrir la puerta.
—Ya estamos como a un centenar de grados—se quejó Sam mientras entraba al equipo disfrutando del aire acondicionado—¿Cómo vive la gente aquí fuera?
—Es calor seco—dijo Brittany automáticamente—Uno se acostumbra a él. Aunque nunca fue tan caliente en Sedona.
Blaine murmuró un saludo y se dirigió directamente hacia la oficina. Santana le dio una sonrisa y volvió su mirada hacia los otros.
—Confío que todos hayan tenido una buena noche de sueño.
—Bueno, ustedes dos parece que la tuvieron—dijo Sam, entonces rió cuando Brittany se ruborizó.
Brittany miró a Santana, complacida de ver que ella también se había ruborizado.
¿Y por qué no?
Hacía apenas media hora que habían estado desnudas, haciendo el amor.
—Dormimos...muy bien—dijo Santana—Gracias.
Finn aclaró du garganta con una expresión divertida en su rostro.
—¿Café?—preguntó él.
—Claro. Sírvete a tu gusto—dijo ella señalando hacia una alacena donde guardaban las tazas.
—Recibí una llamada esta mañana de la oficina del sheriff. El túnel fue hecho para que explotara así que gracias por eso.
—El placer es mío—dijo Santana.
—Salía a unos cien metros de la carretera. Tenía una pequeña rampa que subía.
—¿Motocicleta?
—Esa es la hipótesis—dijo él mientras tomaba un sorbo de café—Tomando en cuenta como a este grupo le gusta especular, supongo que tendremos que seguir con eso.
Brittany fue sorprendida por la pequeña broma de Finn. Al parecer, él y Santana habían superado sus debates anteriores por el beneficio de la especulación.
—No me sorprende que no hayamos escuchado nada—dijo Santana—Eso está a media milla de la carretera.
—¿Así que realmente crees que el coche patrulla fue dejado donde estaba como distracción?—preguntó Carina.
—Creo que él quería que concentráramos nuestra búsqueda en esa área, sí. Hemos encontrado su casa, su refugio, por lo que ya no está cómodo. Se siente perseguido y eso es lo que está ocurriendo. Creo que fue con la única persona con la que podía confiar…Buddy Burke.
—Y tal vez Buddy no quiso ayudar—sugirió Sam—O quizás Buddy sumó dos más dos y amenazó con entregarlo.
Brittany negó con la cabeza.
—Conocimos a Burke. No parecía ser brillante.
Santana asintió.
—Si. Todo lo que recuerdo de él fue su constante escupidera de tabaco y su cuestionamiento de si realmente éramos del FBI.
Finn resopló.
—Imagínate eso.
—No, creo que Buddy se negó a ayudarlo así que tuvo que ser persuadido.
—Matando a su familia—concluyó Carina—Por supuesto, si Burke tuvo que ver todo eso, no puedo imaginar siquiera que pudiese funcionar. Eso enloquecería a la mayoría de los hombres.
Blaine salió sosteniendo su portátil.
—Tengo un par de aciertos—dijo él—Tres en realidad, pero uno de los lugares ya está ocupado, así que podamos descartarlo—se sentó en el borde del sofá de dos puestos junto a Carina—Hay una casa abandonada que pertenecía a sus abuelos. Por supuesto, la vendieron en 1992 y desde entonces ha tenido otros tres dueños.
—¿Burke habría tenido qué? ¿Diez? ¿Once?
—Sí. Once. Ese lugar está situado en la zona alta del desierto entre Yucca Valley y Twentynine Palms. Luego encontré otra propiedad, esa no tiene residentes en ella, de acuerdo a los registros de impuestos. Pero a través de una imagen satelital…—dijo mostrándoles su ordenador portátil—…Pueden ver que hay un par de estructuras aquí. Un pequeño cobertizo o algo así. Ésta está aquí en el área de Barstow, en la I-15 cerca de Newberry Springs.
—Justo en su zona de caza.
—Exactamente. Está a sólo un par de millas de un parque acuático abandonado. Solían llamarlo el lago Delores pero ahora lo llaman Rock-A-Hoola—dijo Blaine con una sonrisa—Ese fue el último nombre que utilizaron. Sale justo por la I-15. Ha estado cerrado los últimos diez años.
—Está bien ¿A quién pertenece el lugar, cerca de Barstow?
—Propiedad de creosota—dijo él—Actualmente está a la venta.
—¿Y la propiedad de los abuelos está en la zona alta del desierto?
—Ahora del banco. Los abuelos solían poseer ambas propiedades hace veinte años.
—¿Todavía están vivos?
Blaine sacudió la cabeza.
—Ambos fallecidos.
—¿Y los padres?
—Divorciados. La mamá de Burke vive en el campo Bakers. No tenemos localización de la mamá de Baskin. El papá…quien es papá biológico de Burke y Baskin…vive en Las Cruces, Nuevo México. Se volvió a casar.
—El campo Bakers está cerca—dijo Finn—Hagamos una llamada al departamento de policía de allá, sólo por precaución.
Santana asintió.
—No estaría de más que alguien también interrogara al papá, pero no creo que Baskin se mantenga en contacto con él. Creo que esta es su guerra y creo que juega aquí.
Jack, que había permanecido en silencio, asintió con la cabeza.
—Estoy de acuerdo. Este es su territorio. Aquí es donde vive, aquí es donde caza, aquí es donde mata. Está familiarizado con las cosas de aquí.
—Podría muy bien tener un gran número de lugares donde sentirse seguro. Como hemos aprendido de las entrevistas, hay una gran cantidad de casas abandonadas, negocios. Un montón de lugares para esconderse—dijo Sam.
—Todavía no entiendo lo de la patrulla—dijo Brittany—Obviamente tenía que esconderse. Pero ¿por qué tomarse el tiempo para deshacerse del coche? Si era para tratar de despistarnos en su búsqueda, es una locura.
—¿Lo es?—preguntó Santana—El jefe Hudley estaba preparado para poner a toda su fuerza en el área del coche.
—Y el coche fue abandonado en el norte, a kilómetros de distancia de cualquiera de estas posibles casas de seguridad—dijo Blaine.
—Correcto. A kilómetros de distancia—dijo ella—¿Por qué se está tomando el tiempo para eso? ¿Arriesgándose a ser atrapado? ¿Por qué no lo ocultó?
—¿Qué estás pensando?—preguntó Santana.
—No lo sé. Pero simplemente no tiene sentido. Todo el asunto del coche no tiene sentido para mí. Si él tiene a Burke ¿por qué no simplemente llevárselo y dejar el coche? ¿Por qué sacar el coche del camino y abandonarlo?—Brittany se encogió de hombros—Tal vez estoy pensando demasiado.
Santana negó con la cabeza.
—No. Eso es lo que hacemos. Especular—dijo mirando a Finn con una sonrisa—Quiero que todos se sientan libres de expresar sus pensamientos.
—Creo que él abandonó el coche tan al norte como lo hizo para hacernos mirar en esa dirección—dijo Jack—i se está dirigiendo hacia el sur, a Twentynine Palms, entonces tendría una buena ventaja.
—¿Ventaja para qué?—preguntó Sam—¿El tiroteo?
—¿Si asumimos que Burke está cautivo o está ayudando? Él podría tener un radio de policía. Él podría saberlo todo.
—¿Él podría asumir que encontramos estas propiedades? Sus abuelos están enterrados a varios metros de profundidad—dijo Finn.
—Ese es el riesgo que asumes con la especulación—dijo Santana—Podríamos estar fuera de base con todo el asunto. Demonios, él podría estar dirigiéndose hacia el sur y encontrarse ya en México.
—No lo creo—dijo Brittany—Un asesino en serie es sólo eso. No huye. Sigue jugando su juego hasta que es atrapado. Esto es sólo un pequeño revés para él. Él todavía tiene esta compulsión por matar, torturar. Lo que hizo a la familia de Burke…lo tendrá satisfecho por un rato.
—Estoy de acuerdo—dijo Carina—Como dijo Jack, aquí es donde caza, donde mata. No creo que esté huyendo.
Santana extendió las manos.
—Está bien, entonces ¿Qué propiedad? ¿Al Sur en Twentynine Palms?—se volteó hacia Blaine elevando una de sus cejas mientras él escribía rápidamente en su computadora portátil.
—De todos los datos que tenemos, además de introducir estas nuevas propiedades, la probabilidad más alta es Twentynine Palms. 73 por ciento. La propiedad aquí cerca de Barstow sólo tiene 34.
Santana miró a Finn, luego a Brittany y esta no estuvo sorprendida por las siguientes palabras de Santana.
—Finn y yo iremos a Twentynine Palms. Los quiero a ustedes cuatro aquí.
Sam levantó la mano para protestar, pero Santana lo detuvo.
—Pediremos respaldo al departamento del sheriff. Y ustedes también.
—Pero ¿por qué enviar a cuatro de nosotros al del porcentaje más bajo? Si nosotros…
—No está en discusión.
Brittany no estaba segura de cuál sería el motivo de Santana con respecto a los otros.
Con respecto a ella, sabía…después de lo que pasó la otra noche…que Santana haría todo lo posible por mantenerla lejos de una situación similar.
Una parte de Brittany estaba enojada por eso y hablaría con su morena al respecto más tarde, pero sabía que no debía discutir.
Como Santana había dicho, no estaba en discusión.
La elevada zona desértica de Twentynine Palms, estaba a más de una hora en coche desde Barstow.
Blaine todavía se encontraba en el equipo, manteniendo el contacto entre ambos equipos y proveyendo asistencia y actualizaciones del GPS.
—Tengo los resultados del ADN de los elementos que encontraron en el motel en Needles—dijo él—Coinciden con Susie Bell. No que importe en este momento.
—¿Y el equipo forense terminó?
—Sí. Están trabajando en las afueras de Apple Valley.
Santana miró por el espejo retrovisor, viendo las dos unidades que le seguían.
El departamento del sheriff estaba siendo muy cooperativo. Por eso, estaba agradecida.
No había habido ningún drama como había ocurrido con el Jefe Hudley.
—¿Quieres decirme por qué dividiste al equipo de una manera desigual?—preguntó Finn.
—Creo que sabes por qué.
—Sí. Supongo que quieres que tengamos toda la diversión.
Santana suspiró.
—Ella está enojada conmigo.
—No hay duda de eso.
—Me refiero a realmente molesta.
—No la culpo.
—¿Crees que estoy equivocada?
—La manera en la que estás tratando de protegerla…no podrá hacer su trabajo. Te estás extralimitando—dijo él.
Santana sonrió.
—Es curioso. Esas fueron exactamente sus palabras.
—¿Pero?
—Pero no creo que se haya recuperado de la otra noche…al menos no emocionalmente. Luego, con lo que encontraron en la casa de Burke. Exteriormente, está actuando como si estuviese bien. Pero conozco a Brittany—lo miró rápidamente—Él la encadenó a esa mesa ensangrentada, por el amor de Dios. Él la drogó. Ella estuvo a punto de correr la misma suerte que las otras. Eso tiene que hacer mella en tu mente.
Finn negó con la cabeza.
—No creo que le estés dando suficiente crédito. Ella fue una víctima porque la hicimos una víctima. Fue un plan que desarrollamos juntos caóticamente y que efectivamente dio resultado, lo que todavía me sorprende.
—¿Tomando en cuenta que se basó en la especulación?
—En su mayoría, sí.
—No. Parcialmente especulación, más que todo fue Blaine y los algoritmos.
—Pero en realidad ¿cuáles son las posibilidades que encontremos a nuestro hombre en el primer intento?
Santana se echó a reír.
—Creo que las posibilidades eran del 68 ciento.
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Jack conducía por la I-15 con Carina de copiloto.
Brittany todavía estaba un poco disgustada con Santana y odiaba que se hubieran despedido molestas.
Bueno, molesta por parte de ella.
Santana todavía estaba tratando de razonar con ella.
Flashback[/i]
—Me estás tratando como a una maldita niña.
—No, no lo estoy haciendo. Ni siquiera te estoy tratando como mi amante. Te estoy tratando como a una agente que tuvo una experiencia traumática y necesita tomarlo con calma. Si esto hubiera sucedido cuando estabas en la policía, te obligarían a ver a un psiquiatra antes de regresar al trabajo.
—Eso es mentira. Si no estuviéramos durmiendo juntas, no estarías haciendo esto.
—Eso no es cierto. Si fuera Carina, estaría haciendo la misma maldita cosa.
—Oh, bien seguro, ya que estamos hablando de amantes y todo eso ¿Por qué no intentamos con alguien con la que no te hayas acostado?
[b]Fin Flashback
Fue infantil decir eso, lo sabía, pero odiaba que Santana no confiara en ella lo suficiente como para manejar esto.
Se preguntaba por qué no confiaba en ninguno de ellos lo suficiente, tomando en cuenta que Santana les había mandado juntos a verificar el lugar con menos porcentaje lo que simplemente era una formalidad.
Sabía por el trabajo en Sedona que 34 por ciento era nada. Bien podría haber sido 10 por ciento.
—¿Estás bien?—susurró Sam.
—No. Estoy cabreada.
—Tómalo a la ligera ¿quieres?
—Esto es una mierda—dijo ella.
—¿Qué? ¿Este pequeño viaje que estamos haciendo?
—Sí. Debimos haber ido como grupo a Twentynine Palms. ¿Por qué confiar en el departamento del sheriff como respaldo?
Carina se volteó hacia ellos, obviamente al escuchar su conversación.
—Santana está siguiendo el procedimiento. En el ejército, si tienes dos objetivos posibles, no envías a todo el equipo elite a uno y a los soldados al otro. Además, ella está tratando de protegerte, lo sabes.
—Sí. Esa es la parte que me molesta.
—¿Qué dice eso del resto de nosotros?—preguntó Sam.
Carina sonrió.
—Brittany y Finn son realmente los únicos en quienes Santana confía. Somos los soldados…por desgracia—dijo con un encogimiento de hombros.
Eso era cierto, Brittany lo sabía.
Aunque tragaba más a Blaine que ha Finn.
Santana había llegado a confiar mucho en él.
Sabía que Santana confiaba en él.
No había llamado a Kurt ni una sola vez para que le ayudara con los algoritmos, simplemente permitía que Blaine hiciera lo suyo. El resto de ellos…Jack, Sam, Carina…no… Santana no confiaba en ellos.
No que le hubieran dado alguna razón, no, simplemente no había trabajado con ellos lo suficiente, o recientemente, en el caso de Carina.
Dejó escapar un profundo suspiro, mirando por la ventana.
Estaban pasando por el antiguo parque de agua, las palmeras seguían creciendo y floreciendo en el sitio.
—Una idea loca para un parque de agua ¿no?
Se volteó hacia Sam.
—¿Qué? ¿En medio del desierto?
—No sólo eso. Está en medio de la nada en medio del desierto. No hay suficientes personas que vivan aquí ¿Quiénes serían los asistentes?
—Los que viajan desde Los Ángeles hacia Las Vegas—dijo Jack.
Sam se rió.
—Sí, claro ¿Estoy soñando con máquinas tragamonedas y exhibición de chicas, pero me detengo un día para una rápida diversión en los toboganes acuáticos? No lo creo.
—Obviamente, su plan no funcionó.
—Este es el camino—dijo Carina mientras seguía al GPS en su teléfono—¿Blaine? ¿Todavía estás con nosotros?
—Sí. El camino debe terminar a lo largo de dos galpones. El segundo galpón está a unos 200 metros al norte.
—Está bien. Podemos ver el primer galpón. Te pondré en altavoz—miró a los demás—Auriculares.
Brittany encendió su teléfono, marcando el número que Blaine tenía establecido para ellos. Cuando estuvo conectada, se colocó un auricular.
—Estoy dentro—dijo ella.
—Entendido—dijo Blaine—¿Sam? ¿Jack?
—Estoy dentro—dijo Sam.
—Yo también.
—Está bien. Como Santana diría, despacio y con tranquilidad.
Se acostó de lado y Santana se curvó de manera protectora alrededor de ella desde atrás. Deslizó sus dedos a través de los de la morena, moviendo la mano hacia su pecho. Suspiró cuando los dedos morenos se apretaron.
—¿Estás tratando de decirme algo?—murmuró Santana en su oído.
—No. Sólo quería tu toque ¿Te parece bien?
Sintió los labios que la besaron detrás de la oreja y cerró sus ojos, tirando de los brazos de Santana y apretándolos más a su alrededor.
—¿Dormiste bien?—susurró Santana.
—Sí. No recuerdo haber despertado ni una vez—rodó sobre su espalda, sus labios encontrando los de Santana—¿Y tú?
—Sí—Santana se apoyó sobre un codo, moviendo sus dedos en círculos perezosos sobre los pechos de Brittany.
Sus pezones se endurecieron inmediatamente.
—No empieces algo que no podrás terminar, Sanny—advirtió Brittany.
Santana bajó su cabeza, cerrando su boca sobre un pezón erecto. La ojiazul gimió, sosteniendo a la más baja aún más cerca. Extendió sus piernas, instando a la otra a ubicarse entre ellas. Sus caderas se arquearon, acoplándose al movimiento de Santana.
Sus manos se movieron sobre la espalda morena, deslizándolas hacia abajo y ahuecándola, llevándola con fuerza contra ella. Gimió nuevamente cuando la boca de Santana fue a su otro pecho, su lengua arremolinándose sobre su pezón.
Podía sentir la excitación de Santana en su muslo y se arqueó nuevamente abriéndose para ella.
—¿Tenemos tiempo?—murmuró su cuerpo ansiaba más.
Santana no contestó, en cambio, tomó sus labios en un feroz beso, su lengua moviéndose violentamente en la boca de Brittany y sintió la mano de la pelinegra moverse entre sus cuerpos, sintió sus dedos deslizándose entre sus pliegues húmedos, separándolos para ella, dejando al descubierto su clítoris.
—Oh, Dios—gimió Brittany sosteniendo a Santana con fuerza mientras sus clítoris se frotaban entre sí, cada una empujando contra la otra, lentamente, moviéndose en un ritmo perfecto.
Quería permanecer así durante horas, sus cuerpos mojados el uno contra el otro. Pero no tenían horas y cedió a la demanda de su cuerpo por ser liberado, contuvo el aliento mientras se estremecía, su cuerpo palpitando contra el de Santana quien como ella, también, cedió a su clímax.
Sus cuerpos estaban húmedos por el sudor y Santana rodó quitando su peso de ella, sus respiraciones volviendo lentamente a la normalidad.
La morena agarró su teléfono, luego gimió cuando vio la hora.
—Estarán aquí dentro de veinte minutos.
Brittany apartó el cabello de su rostro.
—Genial…compañía—dijo secamente, su cuerpo todavía disfrutando del toque de Santana.
La morena se inclinó y le besó rápidamente.
—Creo que para ahorrar tiempo, deberíamos ducharnos juntas.
Brittany rió.
—Cariño… mi Sanny, si nos duchamos juntas, de ninguna manera estaremos listas en veinte minutos.
Pero lo estuvieron, incluso después de disfrutar de unos momentos juguetones muy húmedos.
Ambas estaban sentadas y tomando café cuando el equipo llegó. El cabello de Santana ya se había secado, pero Brittany todavía lo tenía húmedo y ahora lo estaba cepillando, sosteniendo su mirada con la oscura quien le sonrió tiernamente antes de abrir la puerta.
—Ya estamos como a un centenar de grados—se quejó Sam mientras entraba al equipo disfrutando del aire acondicionado—¿Cómo vive la gente aquí fuera?
—Es calor seco—dijo Brittany automáticamente—Uno se acostumbra a él. Aunque nunca fue tan caliente en Sedona.
Blaine murmuró un saludo y se dirigió directamente hacia la oficina. Santana le dio una sonrisa y volvió su mirada hacia los otros.
—Confío que todos hayan tenido una buena noche de sueño.
—Bueno, ustedes dos parece que la tuvieron—dijo Sam, entonces rió cuando Brittany se ruborizó.
Brittany miró a Santana, complacida de ver que ella también se había ruborizado.
¿Y por qué no?
Hacía apenas media hora que habían estado desnudas, haciendo el amor.
—Dormimos...muy bien—dijo Santana—Gracias.
Finn aclaró du garganta con una expresión divertida en su rostro.
—¿Café?—preguntó él.
—Claro. Sírvete a tu gusto—dijo ella señalando hacia una alacena donde guardaban las tazas.
—Recibí una llamada esta mañana de la oficina del sheriff. El túnel fue hecho para que explotara así que gracias por eso.
—El placer es mío—dijo Santana.
—Salía a unos cien metros de la carretera. Tenía una pequeña rampa que subía.
—¿Motocicleta?
—Esa es la hipótesis—dijo él mientras tomaba un sorbo de café—Tomando en cuenta como a este grupo le gusta especular, supongo que tendremos que seguir con eso.
Brittany fue sorprendida por la pequeña broma de Finn. Al parecer, él y Santana habían superado sus debates anteriores por el beneficio de la especulación.
—No me sorprende que no hayamos escuchado nada—dijo Santana—Eso está a media milla de la carretera.
—¿Así que realmente crees que el coche patrulla fue dejado donde estaba como distracción?—preguntó Carina.
—Creo que él quería que concentráramos nuestra búsqueda en esa área, sí. Hemos encontrado su casa, su refugio, por lo que ya no está cómodo. Se siente perseguido y eso es lo que está ocurriendo. Creo que fue con la única persona con la que podía confiar…Buddy Burke.
—Y tal vez Buddy no quiso ayudar—sugirió Sam—O quizás Buddy sumó dos más dos y amenazó con entregarlo.
Brittany negó con la cabeza.
—Conocimos a Burke. No parecía ser brillante.
Santana asintió.
—Si. Todo lo que recuerdo de él fue su constante escupidera de tabaco y su cuestionamiento de si realmente éramos del FBI.
Finn resopló.
—Imagínate eso.
—No, creo que Buddy se negó a ayudarlo así que tuvo que ser persuadido.
—Matando a su familia—concluyó Carina—Por supuesto, si Burke tuvo que ver todo eso, no puedo imaginar siquiera que pudiese funcionar. Eso enloquecería a la mayoría de los hombres.
Blaine salió sosteniendo su portátil.
—Tengo un par de aciertos—dijo él—Tres en realidad, pero uno de los lugares ya está ocupado, así que podamos descartarlo—se sentó en el borde del sofá de dos puestos junto a Carina—Hay una casa abandonada que pertenecía a sus abuelos. Por supuesto, la vendieron en 1992 y desde entonces ha tenido otros tres dueños.
—¿Burke habría tenido qué? ¿Diez? ¿Once?
—Sí. Once. Ese lugar está situado en la zona alta del desierto entre Yucca Valley y Twentynine Palms. Luego encontré otra propiedad, esa no tiene residentes en ella, de acuerdo a los registros de impuestos. Pero a través de una imagen satelital…—dijo mostrándoles su ordenador portátil—…Pueden ver que hay un par de estructuras aquí. Un pequeño cobertizo o algo así. Ésta está aquí en el área de Barstow, en la I-15 cerca de Newberry Springs.
—Justo en su zona de caza.
—Exactamente. Está a sólo un par de millas de un parque acuático abandonado. Solían llamarlo el lago Delores pero ahora lo llaman Rock-A-Hoola—dijo Blaine con una sonrisa—Ese fue el último nombre que utilizaron. Sale justo por la I-15. Ha estado cerrado los últimos diez años.
—Está bien ¿A quién pertenece el lugar, cerca de Barstow?
—Propiedad de creosota—dijo él—Actualmente está a la venta.
—¿Y la propiedad de los abuelos está en la zona alta del desierto?
—Ahora del banco. Los abuelos solían poseer ambas propiedades hace veinte años.
—¿Todavía están vivos?
Blaine sacudió la cabeza.
—Ambos fallecidos.
—¿Y los padres?
—Divorciados. La mamá de Burke vive en el campo Bakers. No tenemos localización de la mamá de Baskin. El papá…quien es papá biológico de Burke y Baskin…vive en Las Cruces, Nuevo México. Se volvió a casar.
—El campo Bakers está cerca—dijo Finn—Hagamos una llamada al departamento de policía de allá, sólo por precaución.
Santana asintió.
—No estaría de más que alguien también interrogara al papá, pero no creo que Baskin se mantenga en contacto con él. Creo que esta es su guerra y creo que juega aquí.
Jack, que había permanecido en silencio, asintió con la cabeza.
—Estoy de acuerdo. Este es su territorio. Aquí es donde vive, aquí es donde caza, aquí es donde mata. Está familiarizado con las cosas de aquí.
—Podría muy bien tener un gran número de lugares donde sentirse seguro. Como hemos aprendido de las entrevistas, hay una gran cantidad de casas abandonadas, negocios. Un montón de lugares para esconderse—dijo Sam.
—Todavía no entiendo lo de la patrulla—dijo Brittany—Obviamente tenía que esconderse. Pero ¿por qué tomarse el tiempo para deshacerse del coche? Si era para tratar de despistarnos en su búsqueda, es una locura.
—¿Lo es?—preguntó Santana—El jefe Hudley estaba preparado para poner a toda su fuerza en el área del coche.
—Y el coche fue abandonado en el norte, a kilómetros de distancia de cualquiera de estas posibles casas de seguridad—dijo Blaine.
—Correcto. A kilómetros de distancia—dijo ella—¿Por qué se está tomando el tiempo para eso? ¿Arriesgándose a ser atrapado? ¿Por qué no lo ocultó?
—¿Qué estás pensando?—preguntó Santana.
—No lo sé. Pero simplemente no tiene sentido. Todo el asunto del coche no tiene sentido para mí. Si él tiene a Burke ¿por qué no simplemente llevárselo y dejar el coche? ¿Por qué sacar el coche del camino y abandonarlo?—Brittany se encogió de hombros—Tal vez estoy pensando demasiado.
Santana negó con la cabeza.
—No. Eso es lo que hacemos. Especular—dijo mirando a Finn con una sonrisa—Quiero que todos se sientan libres de expresar sus pensamientos.
—Creo que él abandonó el coche tan al norte como lo hizo para hacernos mirar en esa dirección—dijo Jack—i se está dirigiendo hacia el sur, a Twentynine Palms, entonces tendría una buena ventaja.
—¿Ventaja para qué?—preguntó Sam—¿El tiroteo?
—¿Si asumimos que Burke está cautivo o está ayudando? Él podría tener un radio de policía. Él podría saberlo todo.
—¿Él podría asumir que encontramos estas propiedades? Sus abuelos están enterrados a varios metros de profundidad—dijo Finn.
—Ese es el riesgo que asumes con la especulación—dijo Santana—Podríamos estar fuera de base con todo el asunto. Demonios, él podría estar dirigiéndose hacia el sur y encontrarse ya en México.
—No lo creo—dijo Brittany—Un asesino en serie es sólo eso. No huye. Sigue jugando su juego hasta que es atrapado. Esto es sólo un pequeño revés para él. Él todavía tiene esta compulsión por matar, torturar. Lo que hizo a la familia de Burke…lo tendrá satisfecho por un rato.
—Estoy de acuerdo—dijo Carina—Como dijo Jack, aquí es donde caza, donde mata. No creo que esté huyendo.
Santana extendió las manos.
—Está bien, entonces ¿Qué propiedad? ¿Al Sur en Twentynine Palms?—se volteó hacia Blaine elevando una de sus cejas mientras él escribía rápidamente en su computadora portátil.
—De todos los datos que tenemos, además de introducir estas nuevas propiedades, la probabilidad más alta es Twentynine Palms. 73 por ciento. La propiedad aquí cerca de Barstow sólo tiene 34.
Santana miró a Finn, luego a Brittany y esta no estuvo sorprendida por las siguientes palabras de Santana.
—Finn y yo iremos a Twentynine Palms. Los quiero a ustedes cuatro aquí.
Sam levantó la mano para protestar, pero Santana lo detuvo.
—Pediremos respaldo al departamento del sheriff. Y ustedes también.
—Pero ¿por qué enviar a cuatro de nosotros al del porcentaje más bajo? Si nosotros…
—No está en discusión.
Brittany no estaba segura de cuál sería el motivo de Santana con respecto a los otros.
Con respecto a ella, sabía…después de lo que pasó la otra noche…que Santana haría todo lo posible por mantenerla lejos de una situación similar.
Una parte de Brittany estaba enojada por eso y hablaría con su morena al respecto más tarde, pero sabía que no debía discutir.
Como Santana había dicho, no estaba en discusión.
La elevada zona desértica de Twentynine Palms, estaba a más de una hora en coche desde Barstow.
Blaine todavía se encontraba en el equipo, manteniendo el contacto entre ambos equipos y proveyendo asistencia y actualizaciones del GPS.
—Tengo los resultados del ADN de los elementos que encontraron en el motel en Needles—dijo él—Coinciden con Susie Bell. No que importe en este momento.
—¿Y el equipo forense terminó?
—Sí. Están trabajando en las afueras de Apple Valley.
Santana miró por el espejo retrovisor, viendo las dos unidades que le seguían.
El departamento del sheriff estaba siendo muy cooperativo. Por eso, estaba agradecida.
No había habido ningún drama como había ocurrido con el Jefe Hudley.
—¿Quieres decirme por qué dividiste al equipo de una manera desigual?—preguntó Finn.
—Creo que sabes por qué.
—Sí. Supongo que quieres que tengamos toda la diversión.
Santana suspiró.
—Ella está enojada conmigo.
—No hay duda de eso.
—Me refiero a realmente molesta.
—No la culpo.
—¿Crees que estoy equivocada?
—La manera en la que estás tratando de protegerla…no podrá hacer su trabajo. Te estás extralimitando—dijo él.
Santana sonrió.
—Es curioso. Esas fueron exactamente sus palabras.
—¿Pero?
—Pero no creo que se haya recuperado de la otra noche…al menos no emocionalmente. Luego, con lo que encontraron en la casa de Burke. Exteriormente, está actuando como si estuviese bien. Pero conozco a Brittany—lo miró rápidamente—Él la encadenó a esa mesa ensangrentada, por el amor de Dios. Él la drogó. Ella estuvo a punto de correr la misma suerte que las otras. Eso tiene que hacer mella en tu mente.
Finn negó con la cabeza.
—No creo que le estés dando suficiente crédito. Ella fue una víctima porque la hicimos una víctima. Fue un plan que desarrollamos juntos caóticamente y que efectivamente dio resultado, lo que todavía me sorprende.
—¿Tomando en cuenta que se basó en la especulación?
—En su mayoría, sí.
—No. Parcialmente especulación, más que todo fue Blaine y los algoritmos.
—Pero en realidad ¿cuáles son las posibilidades que encontremos a nuestro hombre en el primer intento?
Santana se echó a reír.
—Creo que las posibilidades eran del 68 ciento.
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Jack conducía por la I-15 con Carina de copiloto.
Brittany todavía estaba un poco disgustada con Santana y odiaba que se hubieran despedido molestas.
Bueno, molesta por parte de ella.
Santana todavía estaba tratando de razonar con ella.
Flashback[/i]
—Me estás tratando como a una maldita niña.
—No, no lo estoy haciendo. Ni siquiera te estoy tratando como mi amante. Te estoy tratando como a una agente que tuvo una experiencia traumática y necesita tomarlo con calma. Si esto hubiera sucedido cuando estabas en la policía, te obligarían a ver a un psiquiatra antes de regresar al trabajo.
—Eso es mentira. Si no estuviéramos durmiendo juntas, no estarías haciendo esto.
—Eso no es cierto. Si fuera Carina, estaría haciendo la misma maldita cosa.
—Oh, bien seguro, ya que estamos hablando de amantes y todo eso ¿Por qué no intentamos con alguien con la que no te hayas acostado?
[b]Fin Flashback
Fue infantil decir eso, lo sabía, pero odiaba que Santana no confiara en ella lo suficiente como para manejar esto.
Se preguntaba por qué no confiaba en ninguno de ellos lo suficiente, tomando en cuenta que Santana les había mandado juntos a verificar el lugar con menos porcentaje lo que simplemente era una formalidad.
Sabía por el trabajo en Sedona que 34 por ciento era nada. Bien podría haber sido 10 por ciento.
—¿Estás bien?—susurró Sam.
—No. Estoy cabreada.
—Tómalo a la ligera ¿quieres?
—Esto es una mierda—dijo ella.
—¿Qué? ¿Este pequeño viaje que estamos haciendo?
—Sí. Debimos haber ido como grupo a Twentynine Palms. ¿Por qué confiar en el departamento del sheriff como respaldo?
Carina se volteó hacia ellos, obviamente al escuchar su conversación.
—Santana está siguiendo el procedimiento. En el ejército, si tienes dos objetivos posibles, no envías a todo el equipo elite a uno y a los soldados al otro. Además, ella está tratando de protegerte, lo sabes.
—Sí. Esa es la parte que me molesta.
—¿Qué dice eso del resto de nosotros?—preguntó Sam.
Carina sonrió.
—Brittany y Finn son realmente los únicos en quienes Santana confía. Somos los soldados…por desgracia—dijo con un encogimiento de hombros.
Eso era cierto, Brittany lo sabía.
Aunque tragaba más a Blaine que ha Finn.
Santana había llegado a confiar mucho en él.
Sabía que Santana confiaba en él.
No había llamado a Kurt ni una sola vez para que le ayudara con los algoritmos, simplemente permitía que Blaine hiciera lo suyo. El resto de ellos…Jack, Sam, Carina…no… Santana no confiaba en ellos.
No que le hubieran dado alguna razón, no, simplemente no había trabajado con ellos lo suficiente, o recientemente, en el caso de Carina.
Dejó escapar un profundo suspiro, mirando por la ventana.
Estaban pasando por el antiguo parque de agua, las palmeras seguían creciendo y floreciendo en el sitio.
—Una idea loca para un parque de agua ¿no?
Se volteó hacia Sam.
—¿Qué? ¿En medio del desierto?
—No sólo eso. Está en medio de la nada en medio del desierto. No hay suficientes personas que vivan aquí ¿Quiénes serían los asistentes?
—Los que viajan desde Los Ángeles hacia Las Vegas—dijo Jack.
Sam se rió.
—Sí, claro ¿Estoy soñando con máquinas tragamonedas y exhibición de chicas, pero me detengo un día para una rápida diversión en los toboganes acuáticos? No lo creo.
—Obviamente, su plan no funcionó.
—Este es el camino—dijo Carina mientras seguía al GPS en su teléfono—¿Blaine? ¿Todavía estás con nosotros?
—Sí. El camino debe terminar a lo largo de dos galpones. El segundo galpón está a unos 200 metros al norte.
—Está bien. Podemos ver el primer galpón. Te pondré en altavoz—miró a los demás—Auriculares.
Brittany encendió su teléfono, marcando el número que Blaine tenía establecido para ellos. Cuando estuvo conectada, se colocó un auricular.
—Estoy dentro—dijo ella.
—Entendido—dijo Blaine—¿Sam? ¿Jack?
—Estoy dentro—dijo Sam.
—Yo también.
—Está bien. Como Santana diría, despacio y con tranquilidad.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Hola morra...
Si que necesitaban esa noche de "paz"...
Bueno... es normal que siga la especie de protocolo... pero incomcientemente san trata de cuidar a britt!!!
A ver cuanto dura?? O quien lo agarra primero???
Nos vemos!!!
Si que necesitaban esa noche de "paz"...
Bueno... es normal que siga la especie de protocolo... pero incomcientemente san trata de cuidar a britt!!!
A ver cuanto dura?? O quien lo agarra primero???
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Espero que no encuentren nada raro en ese lugar donde va el equipo de Britt!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
Pues empezaron muy bien el día, pero Britt se molestó por la protección de San, y bueno supongo que tienen que llegar a un término medio porque ambas tienen un poco de razón. Así que esperó que la reconciliación sea buena jajajaja
Y haber como les va con los lugares esperó que los encutren !!
Y haber como les va con los lugares esperó que los encutren !!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 34 y 35 Fin
3:) escribió:Hola morra...
Si que necesitaban esa noche de "paz"...
Bueno... es normal que siga la especie de protocolo... pero incomcientemente san trata de cuidar a britt!!!
A ver cuanto dura?? O quien lo agarra primero???
Nos vemos!!!
Hola lu, si, toda, pero toda la razón! Mmm esk esa san es una protectora y mucho mas con britt, no¿? jajajaja. Esperemos y nada y que lo atrapen! Saludos =D
monica.santander escribió:Espero que no encuentren nada raro en ese lugar donde va el equipo de Britt!!
Saludos
Hola, esperemos y no... a menos que sea a ese maldito ¬¬ Saludos =D
JVM escribió:Pues empezaron muy bien el día, pero Britt se molestó por la protección de San, y bueno supongo que tienen que llegar a un término medio porque ambas tienen un poco de razón. Así que esperó que la reconciliación sea buena jajajaja
Y haber como les va con los lugares esperó que los encutren !!
Hola, sip, jajajajajaja san es una sobreprotectora, pero britt tiene que entender... no¿? xD jajajaja. Espero lo mismo la vrdd jajajajaja. Esperemos y bn =/ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Compañeras II: Carretera Del Infierno (Adaptada) Cap 26
Capitulo 26
Santana giró entrando por el camino, las palmeras muertas se alineaban a los lados.
La casa estaba bastante cerca de la carretera y necesitaba una reparación urgente. El constante viento y las tormentas de arena habían cobrado su precio, dejándola casi sin pintura.
Un viejo y descolorido cartel de en venta se inclinaba al azar contra el porche, casi oscurecido por el cactus que había crecido sin control.
No había rastro de vehículo, ni evidencia de que alguien hubiera pasado por el camino, pero ella sabía lo rápido que las huellas podrían ser cubiertas aquí fuera.
Se detuvo y bajó de la camioneta esperando que los cuatro asistentes del sheriff hicieran lo mismo.
Finn tenía encendido su teléfono y ella asintió con la cabeza.
—Que Blaine sepa que estamos aquí. Averigua dónde está el otro equipo—dijo ella antes de caminar hacia los asistentes—Dos conmigo, dos con Finn. Haremos un barrido de la casa y los jardines.
—El otro equipo acaba de reportarse—dijo Finn—No hay señales de vehículos. En este momento están verificando los cobertizos.
—Está bien. Encárgate de la parte de atrás.
El porche crujió bajo su peso. Se asomó por la ventana rota sorprendida de que aún hubiera muebles en su interior. Tal vez alguien estaba viviendo aquí después de todo.
Ella hizo una señal a los asistentes para que permanecieran a un lado. Poco a poco abrió la puerta metálica y las viejas bisagras protestaron, lo que sugería que no habían sido abiertas en años.
Giró el pomo.
Bloqueado.
Estuvo a punto de dar un paso atrás y patearla cuando uno de los asistentes le detuvo.
—Yo lo haré, señora.
Ella se apartó, entonces se detuvo.
—No me vuelvas a llamar señora.
—Sí, señora...Quiero decir, no, señora...no, no lo haré, señora.
—Jesús—murmuró rodando los ojos—Solo haz lo tuyo.
Una poderosa patada destrozó la bisagra de la puerta, astillando la madera. Él abrió la puerta, entonces permitió que Santana entrara primero.
Con su arma lista, entró en la pequeña habitación, de hecho todavía estaba amueblada. La gruesa capa de polvo indicaba que estaba en desuso.
—Aquí atrás—llamó Finn en voz alta—En la cocina.
Se dirigieron hacia el sonido de su voz, deteniéndose en seco. Burke estaba atado a una silla, un lado de su cabeza faltaba por una gran herida de bala de alto calibre.
—Maldita sea—murmuró uno de los asistentes a sus espaldas—Demasiado amor fraternal.
Santana movió los ojos hacia Finn, luego se dirigió a los asistentes.
—Barran la casa.
—Su arma de servicio no se encuentra—dijo Finn señalando hacia la funda vacía.
—A juzgar por el agujero en su cabeza, diría que fue utilizada para matarlo.
—Sí. Y podemos suponer que Baskin la tiene.
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El galpón más grande, aunque obviamente estaba abandonado, estaba en buenas condiciones.
Brittany supuso que era de 20 por 30.
No había ventanas y una doble puerta estaba firmemente cerrada con candado.
—¿Puedo dispararle?—preguntó Sam.
—¿Qué tal si usamos las tenazas?—dijo Jack y alzó las cejas a uno de los dos asistentes del sheriff que les habían acompañado—¿Tienes una?
—Sí, señor.
—No parece que alguien haya estado aquí recientemente—dijo Carina mientras caminaba hacia uno de los lados, con la mirada fija en las rocas y la arena que rodeaba el edificio—No hay huellas.
—No puedes fiarte de eso aquí afuera—dijo Brittany—El viento mueve la arena alrededor todo el tiempo.
—Aquí tiene—dijo el asistente entregándole las tenazas a Jack.
Todos permanecieron atrás mientras Jack abría la doble puerta. El swoosh de aire caliente les golpeó, entonces nada.
El lugar estaba completamente vacío.
Con sus linternas entraron e inspeccionar el piso y las paredes, pero no había nada que no fuese calor sofocante.
Brittany sintió las gotas de sudor entre sus pechos y un chorrito cayó por su mejilla. Se limpió con impaciencia y luego volvió a salir hacia la temperatura un poco más fresca.
—¿Realmente estábamos esperando algo?—preguntó Sam.
—No.
—Vamos—dijo Carina—Vamos a revisar el pequeño.
Brittany enfundó su arma, luego secó nuevamente el sudor de su rostro, viendo como Sam hacía lo mismo. Jack y los dos asistentes siguieron a Carina hacia el galpón.
—¿Chicos me copian?—la voz de Blaine sonó en su oído.
—¿Qué pasa?—preguntó Brittany mientras ella y Sam seguían a los otros.
—Finn verificó. Encontraron a Burke. Muerto.
Sam se volteó y sus miradas se encontraron.
—Copiado—dijo Brittany—No hay nada en el galpón grande. Ahora vamos a verificar el pequeño.
—Mantenme informado. Pasaré esta información a Santana.
—Sí. Seguro—se encogió de hombros—Supongo que eso responde si Burke le estaba ayudando o no.
—Tengo sangre—dijo Carina en voz alta.
Brittany y Sam se voltearon, viendo como Carina y Jack permanecían de pie frente a la puerta, esta vez sin candado.
Tenían sus armas en la mano, los dos asistentes al lado de ellos.
—¿Me pregunto por qué no tiene cerradura?—murmuró en voz alta.
—En serio. Éste estaba cerrado como si guardara oro o algo así. Sin embargo, estaba vacío. Aquel…
Pero su frase fue cortada cuando una explosión literalmente destrozó el pequeño galpón.
Brittany vio todo en cámara lenta…después de todo, había visto esto anteriormente…su equipo consumido por la explosión. En un abrir y cerrar de ojos, se quedó sin respiración cuando la fuerza hizo volar a Sam hacia su cuerpo.
Fue un déjà vu…la explosión, el fuego, el dolor.
Sólo que esta vez, no era su amante Erin.
Ni era su mejor amigo, Mark.
No, pero aun así, no disminuyó el dolor y la agonía de todo.
Sintió el duro suelo del desierto debajo de ella y las rocas cortando su espalda. Sam yacía sobre ella, protegiéndola, su peso muerto pesaba sobre su pecho.
Ella dejó caer su cabeza, incapaz de luchar contra lo inevitable, sus ojos se cerraron y la oscuridad le envolvió.
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—No hay nada más—dijo Finn cuando terminaron el barrido del perímetro exterior de la casa.
—¿Blaine llamó a CSI?
—Sí. Vienen en camino.
Ella se puso las manos en las caderas, observando la tierra alrededor de ellos, preguntándose a dónde diablos había ido Baskin.
—¿Crees que todavía está en una motocicleta?
—Pros y contras con eso—dijo Finn mientras secaba su frente—Es un blanco fácil si lo está haciendo. Expuesto. Sin embargo, sería capaz de escapar de situaciones difíciles, mucho mejor que en un coche—se encogió de hombros—¿Qué te dice tu instinto?
Santana lo miró, sacudiendo la cabeza.
—¿Aún con la corbata Finn? Estamos a 110.
Se limpió el sudor del rostro.
—Corbata o no, sigue estando malditamente caluroso.
Ella se echó a reír al ver el brillo de sudor en su piel.
—Creo que esta es la primera vez que maldices, Finn ¿Estoy sacando lo peor de ti?
—No lo creo.
Miró de nuevo hacia la casa y el desolado paisaje que les rodeaba, los cuatro asistentes hablaban en voz baja entre ellos.
—Mi instinto me dice que está en una moto.
Finn asintió.
—El mío también. Creo que tal vez…—inclinó su cabeza, sosteniendo con fuerza el auricular en la oreja—Espera… ¿Qué?
Santana frunció el ceño, tratando de leer la expresión de Finn. De repente, los asistentes se pusieron en acción todos agarrando sus radios a la vez.
Finn se volteó hacia ella.
—Agarra tu teléfono.
—¿Qué pasa?
—Es Blaine. Agarra tu teléfono.
Una sensación de temor se apoderó de ella cuando sacó su teléfono. Su mano temblaba y quería tirar el teléfono en el suelo del desierto, no quería escuchar lo que Blaine tenía que decir.
—Sí. Soy yo.
—Hubo una explosión, Santana. He perdido la comunicación con el equipo.
Los ojos de Santana volaron hacia Finn, sus miradas se sostuvieron.
—¿Qué quieres decir con que has perdido la comunicación? ¿Nadie te contesta?
—No sólo eso. No hay señal. Asumo que la explosión...bueno, pudo haber desactivado los teléfonos, obviamente, si...
Santana estaba respirando con dificultad, la opresión en su pecho aumentaba a medida que respiraba. Aclaró su garganta, tratando de concentrarse.
—¿El departamento de Sheriff?
—Si, ya les he notificado. Ya están en camino.
—Bien. Vamos para allá—hizo una pausa—Averigua qué diablos está pasando, Blaine.
Se dirigió resueltamente hacia los asistentes, ellos también habían recibido la noticia de la explosión.
—¿Saben algo?—preguntó uno de ellos.
Ella negó con la cabeza, preguntándose si su rostro delataba su nerviosismo.
—No. Necesito que ustedes cuatro permanezcan aquí—señaló hacia la casa—Aseguren la escena hasta que el equipo CSI llegue.
—Conocemos el protocolo.
Cualquier otro día Santana les habría dado una réplica mordaz, pero hoy no.
Simplemente giró sobre sus talones y se dirigió hacia su camioneta. Finn la interceptó.
—Déjame conducir.
—Y una mierda—le espetó ella tratando de abrir la puerta.
—No estás en condiciones. Déjame conducir.
Lo miró, con ganas de decirle que metiera el culo en el asiento del pasajero, pero la mirada en sus ojos era genuina, no condescendiente.
Ella asintió con la cabeza.
—Bien—dijo apresurándose hacia el otro lado de la camioneta—Pero espero que rompas todas las leyes de tránsito que existan.
—Lo haré.
Fiel a su palabra, Finn salió de la calzada haciendo volar las rocas en todas las direcciones mientras patinaba al girar para salir hacia la carretera.
Santana se sostuvo, apenas teniendo el tiempo de colocarse el cinturón de seguridad mientras era arrojada contra la puerta.
No dijo nada, con los ojos fijos al frente. No se atrevía a pensar en lo que podría encontrar.
No podía soportarlo.
Todo lo que podía ver era el rostro de Brittany, su hermoso rostro tratando de ocultar su enojo esta mañana.
A pesar de sus súplicas, Santana le había enviado a la propiedad, que apenas había registrado porcentaje en el algoritmo. Ambas sabían que era una pérdida de tiempo.
Esa probablemente era la razón por la que Brittany estaba tan enojada con ella.
—Me estás tratando como a una niña.
Santana cerró sus ojos.
No, no como a una niña.
La estaba tratando como a su amante.
Ella lo haría.
Haría cualquier cosa para protegerla.
Dió un puñetazo en el tablero.
—Maldita sea—gritó—Se suponía que no habría nada. 34 por ciento es nada. Nada.
—Deja de culparte a ti misma.
—¿A quién demonios debo culpar?
—¿Qué tal Baskin?
—La envié ahí, Finn. La envié ahí—presionó su pecho, sentía el corazón roto—No puedo perderla—susurró maldiciendo cuando las lágrimas comenzaron a caer—Maldita sea—dijo nuevamente limpiando con enojo su rostro.
Finn la miró pero no dijo nada.
Estaban literalmente volando por la carretera y a través de sus lágrimas el desierto no era más que un contorno borroso mientras regresaban con prisa a Barstow.
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Brittany parpadeó varias veces, consciente del cuerpo encima de ella.
Sam.
Podía oler el humo del galpón que se quemaba y trató de adivinar cuánto tiempo había estado inconsciente.
No mucho, a juzgar por las llamas.
Liberó un brazo, elevándolo para tocar a Sam, su piel estaba caliente contra su mano. Casi se queda sin aliento cuando sintió el leve pulso en su cuello.
—Sam...Dios, estás vivo—tenía miedo de moverlo, pero sabía que debía hacerlo.
A lo lejos le pareció escuchar las sirenas, o tal vez era sólo una ilusión.
—Sam—dijo nuevamente—Voy a girarte.
Él gimió cuando lo hizo, lo movió lo suficiente como para sentarse. Lo puso sobre su espalda y deslizó sus piernas por debajo de él. Inmediatamente se arrodilló a su lado, acariciando suavemente su rostro.
—Sam, ¿me escuchas?
Tenía un feo corte en la cabeza y un evidente moretón que ya se estaba formando.
Se acercó más, hablándole directamente al oído.
—¿Sam? Vamos, amigo, abre los ojos.
Otro gemido y vio como sus ojos parpadeaba.
Ella apretó su mano, esperando, pero nunca los abrió. Finalmente miró a su alrededor, viendo lo que quedaba del galpón.
Vio los cuerpos, mutilados y quemados.
Por un instante, su mente regresó a Los Ángeles, de regreso a la emboscada, de nuevo a su equipo, de nuevo a Erin y Mark.
Alejó esa visión, volviendo nuevamente a Sam quien apretaba dolorosamente su mano.
—¿Puedes abrir los ojos?
—Mis...mis oídos están zumbando—susurró él.
Ella casi rió, inclinándose cerca de su rostro.
—Los míos también.
Las sirenas ahora eran más fuertes y supo que venían por ellos. Buscó su teléfono descubriendo que el frontal estaba destrozado. Lo encendió, pero no logró nada.
Tanteó en los bolsillos de Sam, en busca del suyo.
—Deja de hacer eso. No quiero que Santana me dispare.
Ella levantó su mirada y su sonrisa se convirtió en risa cuando sus cálidos ojos se encontraron con los de ella.
—¿Teléfono?
—Lo tenía enganchado.
Ellos miraron a su alrededor, pero no encontraron el teléfono.
Tenía que ponerse en contacto con Santana.
Blaine debió haber escuchado la explosión y debió haberla reportado. Sin duda, ahora Santana estaría frenética.
—¿Los otros?—preguntó Sam, tratando de incorporarse—¿Jack? ¿Carina?
Ella negó con la cabeza.
—No. Sólo nosotros. Ahora permanece inmóvil. Tienes un feo corte en la cabeza.
Él volvió a cerrar los ojos.
—Todo sucedió muy rápido.
—Sí. Ellos...ellos no supieron que les golpeó.
—He escuchado sirenas—murmuró él.
—Sí. Ya casi están aquí—dijo todavía sosteniendo con fuerza su mano, agradecida de que al parecer estaba bien.
Muy agradecida de que no se había quedado sola otra vez…la única con vida para cargar con la culpa. Sacudió la cabeza, despejando sus pensamientos.
No, no tomaría ese camino otra vez.
Pero Dios, deseaba que Santana estuviera aquí.
La necesitaba.
Necesitaba su fuerza.
Necesitaba mirarla a los ojos y saber que todo iba a estar bien.
Sonrió con tristeza.
Aunque consiguiera el teléfono, no tendría forma de contactar con ella. El número del celular de Santana estaba en su teléfono.
No había tenido ningún motivo para memorizarlo.
Y el número temporal del grupo de Blaine, como él lo llamaba, también estaba ahí.
Suspiró con alivio cuando las luces intermitentes de emergencia, finalmente aparecieron ante su vista, lo que indicaba que la ayuda estaba en camino.
Ayuda para Sam, sin duda.
¿Pero para Jack y Carina?
¿Para los dos asistentes inocentes que hoy estaban asignados a ellos?
No.
No habría ayuda para ellos.
La casa estaba bastante cerca de la carretera y necesitaba una reparación urgente. El constante viento y las tormentas de arena habían cobrado su precio, dejándola casi sin pintura.
Un viejo y descolorido cartel de en venta se inclinaba al azar contra el porche, casi oscurecido por el cactus que había crecido sin control.
No había rastro de vehículo, ni evidencia de que alguien hubiera pasado por el camino, pero ella sabía lo rápido que las huellas podrían ser cubiertas aquí fuera.
Se detuvo y bajó de la camioneta esperando que los cuatro asistentes del sheriff hicieran lo mismo.
Finn tenía encendido su teléfono y ella asintió con la cabeza.
—Que Blaine sepa que estamos aquí. Averigua dónde está el otro equipo—dijo ella antes de caminar hacia los asistentes—Dos conmigo, dos con Finn. Haremos un barrido de la casa y los jardines.
—El otro equipo acaba de reportarse—dijo Finn—No hay señales de vehículos. En este momento están verificando los cobertizos.
—Está bien. Encárgate de la parte de atrás.
El porche crujió bajo su peso. Se asomó por la ventana rota sorprendida de que aún hubiera muebles en su interior. Tal vez alguien estaba viviendo aquí después de todo.
Ella hizo una señal a los asistentes para que permanecieran a un lado. Poco a poco abrió la puerta metálica y las viejas bisagras protestaron, lo que sugería que no habían sido abiertas en años.
Giró el pomo.
Bloqueado.
Estuvo a punto de dar un paso atrás y patearla cuando uno de los asistentes le detuvo.
—Yo lo haré, señora.
Ella se apartó, entonces se detuvo.
—No me vuelvas a llamar señora.
—Sí, señora...Quiero decir, no, señora...no, no lo haré, señora.
—Jesús—murmuró rodando los ojos—Solo haz lo tuyo.
Una poderosa patada destrozó la bisagra de la puerta, astillando la madera. Él abrió la puerta, entonces permitió que Santana entrara primero.
Con su arma lista, entró en la pequeña habitación, de hecho todavía estaba amueblada. La gruesa capa de polvo indicaba que estaba en desuso.
—Aquí atrás—llamó Finn en voz alta—En la cocina.
Se dirigieron hacia el sonido de su voz, deteniéndose en seco. Burke estaba atado a una silla, un lado de su cabeza faltaba por una gran herida de bala de alto calibre.
—Maldita sea—murmuró uno de los asistentes a sus espaldas—Demasiado amor fraternal.
Santana movió los ojos hacia Finn, luego se dirigió a los asistentes.
—Barran la casa.
—Su arma de servicio no se encuentra—dijo Finn señalando hacia la funda vacía.
—A juzgar por el agujero en su cabeza, diría que fue utilizada para matarlo.
—Sí. Y podemos suponer que Baskin la tiene.
*****************************************************************************************************************
El galpón más grande, aunque obviamente estaba abandonado, estaba en buenas condiciones.
Brittany supuso que era de 20 por 30.
No había ventanas y una doble puerta estaba firmemente cerrada con candado.
—¿Puedo dispararle?—preguntó Sam.
—¿Qué tal si usamos las tenazas?—dijo Jack y alzó las cejas a uno de los dos asistentes del sheriff que les habían acompañado—¿Tienes una?
—Sí, señor.
—No parece que alguien haya estado aquí recientemente—dijo Carina mientras caminaba hacia uno de los lados, con la mirada fija en las rocas y la arena que rodeaba el edificio—No hay huellas.
—No puedes fiarte de eso aquí afuera—dijo Brittany—El viento mueve la arena alrededor todo el tiempo.
—Aquí tiene—dijo el asistente entregándole las tenazas a Jack.
Todos permanecieron atrás mientras Jack abría la doble puerta. El swoosh de aire caliente les golpeó, entonces nada.
El lugar estaba completamente vacío.
Con sus linternas entraron e inspeccionar el piso y las paredes, pero no había nada que no fuese calor sofocante.
Brittany sintió las gotas de sudor entre sus pechos y un chorrito cayó por su mejilla. Se limpió con impaciencia y luego volvió a salir hacia la temperatura un poco más fresca.
—¿Realmente estábamos esperando algo?—preguntó Sam.
—No.
—Vamos—dijo Carina—Vamos a revisar el pequeño.
Brittany enfundó su arma, luego secó nuevamente el sudor de su rostro, viendo como Sam hacía lo mismo. Jack y los dos asistentes siguieron a Carina hacia el galpón.
—¿Chicos me copian?—la voz de Blaine sonó en su oído.
—¿Qué pasa?—preguntó Brittany mientras ella y Sam seguían a los otros.
—Finn verificó. Encontraron a Burke. Muerto.
Sam se volteó y sus miradas se encontraron.
—Copiado—dijo Brittany—No hay nada en el galpón grande. Ahora vamos a verificar el pequeño.
—Mantenme informado. Pasaré esta información a Santana.
—Sí. Seguro—se encogió de hombros—Supongo que eso responde si Burke le estaba ayudando o no.
—Tengo sangre—dijo Carina en voz alta.
Brittany y Sam se voltearon, viendo como Carina y Jack permanecían de pie frente a la puerta, esta vez sin candado.
Tenían sus armas en la mano, los dos asistentes al lado de ellos.
—¿Me pregunto por qué no tiene cerradura?—murmuró en voz alta.
—En serio. Éste estaba cerrado como si guardara oro o algo así. Sin embargo, estaba vacío. Aquel…
Pero su frase fue cortada cuando una explosión literalmente destrozó el pequeño galpón.
Brittany vio todo en cámara lenta…después de todo, había visto esto anteriormente…su equipo consumido por la explosión. En un abrir y cerrar de ojos, se quedó sin respiración cuando la fuerza hizo volar a Sam hacia su cuerpo.
Fue un déjà vu…la explosión, el fuego, el dolor.
Sólo que esta vez, no era su amante Erin.
Ni era su mejor amigo, Mark.
No, pero aun así, no disminuyó el dolor y la agonía de todo.
Sintió el duro suelo del desierto debajo de ella y las rocas cortando su espalda. Sam yacía sobre ella, protegiéndola, su peso muerto pesaba sobre su pecho.
Ella dejó caer su cabeza, incapaz de luchar contra lo inevitable, sus ojos se cerraron y la oscuridad le envolvió.
***************************************************************************************************************
—No hay nada más—dijo Finn cuando terminaron el barrido del perímetro exterior de la casa.
—¿Blaine llamó a CSI?
—Sí. Vienen en camino.
Ella se puso las manos en las caderas, observando la tierra alrededor de ellos, preguntándose a dónde diablos había ido Baskin.
—¿Crees que todavía está en una motocicleta?
—Pros y contras con eso—dijo Finn mientras secaba su frente—Es un blanco fácil si lo está haciendo. Expuesto. Sin embargo, sería capaz de escapar de situaciones difíciles, mucho mejor que en un coche—se encogió de hombros—¿Qué te dice tu instinto?
Santana lo miró, sacudiendo la cabeza.
—¿Aún con la corbata Finn? Estamos a 110.
Se limpió el sudor del rostro.
—Corbata o no, sigue estando malditamente caluroso.
Ella se echó a reír al ver el brillo de sudor en su piel.
—Creo que esta es la primera vez que maldices, Finn ¿Estoy sacando lo peor de ti?
—No lo creo.
Miró de nuevo hacia la casa y el desolado paisaje que les rodeaba, los cuatro asistentes hablaban en voz baja entre ellos.
—Mi instinto me dice que está en una moto.
Finn asintió.
—El mío también. Creo que tal vez…—inclinó su cabeza, sosteniendo con fuerza el auricular en la oreja—Espera… ¿Qué?
Santana frunció el ceño, tratando de leer la expresión de Finn. De repente, los asistentes se pusieron en acción todos agarrando sus radios a la vez.
Finn se volteó hacia ella.
—Agarra tu teléfono.
—¿Qué pasa?
—Es Blaine. Agarra tu teléfono.
Una sensación de temor se apoderó de ella cuando sacó su teléfono. Su mano temblaba y quería tirar el teléfono en el suelo del desierto, no quería escuchar lo que Blaine tenía que decir.
—Sí. Soy yo.
—Hubo una explosión, Santana. He perdido la comunicación con el equipo.
Los ojos de Santana volaron hacia Finn, sus miradas se sostuvieron.
—¿Qué quieres decir con que has perdido la comunicación? ¿Nadie te contesta?
—No sólo eso. No hay señal. Asumo que la explosión...bueno, pudo haber desactivado los teléfonos, obviamente, si...
Santana estaba respirando con dificultad, la opresión en su pecho aumentaba a medida que respiraba. Aclaró su garganta, tratando de concentrarse.
—¿El departamento de Sheriff?
—Si, ya les he notificado. Ya están en camino.
—Bien. Vamos para allá—hizo una pausa—Averigua qué diablos está pasando, Blaine.
Se dirigió resueltamente hacia los asistentes, ellos también habían recibido la noticia de la explosión.
—¿Saben algo?—preguntó uno de ellos.
Ella negó con la cabeza, preguntándose si su rostro delataba su nerviosismo.
—No. Necesito que ustedes cuatro permanezcan aquí—señaló hacia la casa—Aseguren la escena hasta que el equipo CSI llegue.
—Conocemos el protocolo.
Cualquier otro día Santana les habría dado una réplica mordaz, pero hoy no.
Simplemente giró sobre sus talones y se dirigió hacia su camioneta. Finn la interceptó.
—Déjame conducir.
—Y una mierda—le espetó ella tratando de abrir la puerta.
—No estás en condiciones. Déjame conducir.
Lo miró, con ganas de decirle que metiera el culo en el asiento del pasajero, pero la mirada en sus ojos era genuina, no condescendiente.
Ella asintió con la cabeza.
—Bien—dijo apresurándose hacia el otro lado de la camioneta—Pero espero que rompas todas las leyes de tránsito que existan.
—Lo haré.
Fiel a su palabra, Finn salió de la calzada haciendo volar las rocas en todas las direcciones mientras patinaba al girar para salir hacia la carretera.
Santana se sostuvo, apenas teniendo el tiempo de colocarse el cinturón de seguridad mientras era arrojada contra la puerta.
No dijo nada, con los ojos fijos al frente. No se atrevía a pensar en lo que podría encontrar.
No podía soportarlo.
Todo lo que podía ver era el rostro de Brittany, su hermoso rostro tratando de ocultar su enojo esta mañana.
A pesar de sus súplicas, Santana le había enviado a la propiedad, que apenas había registrado porcentaje en el algoritmo. Ambas sabían que era una pérdida de tiempo.
Esa probablemente era la razón por la que Brittany estaba tan enojada con ella.
—Me estás tratando como a una niña.
Santana cerró sus ojos.
No, no como a una niña.
La estaba tratando como a su amante.
Ella lo haría.
Haría cualquier cosa para protegerla.
Dió un puñetazo en el tablero.
—Maldita sea—gritó—Se suponía que no habría nada. 34 por ciento es nada. Nada.
—Deja de culparte a ti misma.
—¿A quién demonios debo culpar?
—¿Qué tal Baskin?
—La envié ahí, Finn. La envié ahí—presionó su pecho, sentía el corazón roto—No puedo perderla—susurró maldiciendo cuando las lágrimas comenzaron a caer—Maldita sea—dijo nuevamente limpiando con enojo su rostro.
Finn la miró pero no dijo nada.
Estaban literalmente volando por la carretera y a través de sus lágrimas el desierto no era más que un contorno borroso mientras regresaban con prisa a Barstow.
*******************************************************************************************************
Brittany parpadeó varias veces, consciente del cuerpo encima de ella.
Sam.
Podía oler el humo del galpón que se quemaba y trató de adivinar cuánto tiempo había estado inconsciente.
No mucho, a juzgar por las llamas.
Liberó un brazo, elevándolo para tocar a Sam, su piel estaba caliente contra su mano. Casi se queda sin aliento cuando sintió el leve pulso en su cuello.
—Sam...Dios, estás vivo—tenía miedo de moverlo, pero sabía que debía hacerlo.
A lo lejos le pareció escuchar las sirenas, o tal vez era sólo una ilusión.
—Sam—dijo nuevamente—Voy a girarte.
Él gimió cuando lo hizo, lo movió lo suficiente como para sentarse. Lo puso sobre su espalda y deslizó sus piernas por debajo de él. Inmediatamente se arrodilló a su lado, acariciando suavemente su rostro.
—Sam, ¿me escuchas?
Tenía un feo corte en la cabeza y un evidente moretón que ya se estaba formando.
Se acercó más, hablándole directamente al oído.
—¿Sam? Vamos, amigo, abre los ojos.
Otro gemido y vio como sus ojos parpadeaba.
Ella apretó su mano, esperando, pero nunca los abrió. Finalmente miró a su alrededor, viendo lo que quedaba del galpón.
Vio los cuerpos, mutilados y quemados.
Por un instante, su mente regresó a Los Ángeles, de regreso a la emboscada, de nuevo a su equipo, de nuevo a Erin y Mark.
Alejó esa visión, volviendo nuevamente a Sam quien apretaba dolorosamente su mano.
—¿Puedes abrir los ojos?
—Mis...mis oídos están zumbando—susurró él.
Ella casi rió, inclinándose cerca de su rostro.
—Los míos también.
Las sirenas ahora eran más fuertes y supo que venían por ellos. Buscó su teléfono descubriendo que el frontal estaba destrozado. Lo encendió, pero no logró nada.
Tanteó en los bolsillos de Sam, en busca del suyo.
—Deja de hacer eso. No quiero que Santana me dispare.
Ella levantó su mirada y su sonrisa se convirtió en risa cuando sus cálidos ojos se encontraron con los de ella.
—¿Teléfono?
—Lo tenía enganchado.
Ellos miraron a su alrededor, pero no encontraron el teléfono.
Tenía que ponerse en contacto con Santana.
Blaine debió haber escuchado la explosión y debió haberla reportado. Sin duda, ahora Santana estaría frenética.
—¿Los otros?—preguntó Sam, tratando de incorporarse—¿Jack? ¿Carina?
Ella negó con la cabeza.
—No. Sólo nosotros. Ahora permanece inmóvil. Tienes un feo corte en la cabeza.
Él volvió a cerrar los ojos.
—Todo sucedió muy rápido.
—Sí. Ellos...ellos no supieron que les golpeó.
—He escuchado sirenas—murmuró él.
—Sí. Ya casi están aquí—dijo todavía sosteniendo con fuerza su mano, agradecida de que al parecer estaba bien.
Muy agradecida de que no se había quedado sola otra vez…la única con vida para cargar con la culpa. Sacudió la cabeza, despejando sus pensamientos.
No, no tomaría ese camino otra vez.
Pero Dios, deseaba que Santana estuviera aquí.
La necesitaba.
Necesitaba su fuerza.
Necesitaba mirarla a los ojos y saber que todo iba a estar bien.
Sonrió con tristeza.
Aunque consiguiera el teléfono, no tendría forma de contactar con ella. El número del celular de Santana estaba en su teléfono.
No había tenido ningún motivo para memorizarlo.
Y el número temporal del grupo de Blaine, como él lo llamaba, también estaba ahí.
Suspiró con alivio cuando las luces intermitentes de emergencia, finalmente aparecieron ante su vista, lo que indicaba que la ayuda estaba en camino.
Ayuda para Sam, sin duda.
¿Pero para Jack y Carina?
¿Para los dos asistentes inocentes que hoy estaban asignados a ellos?
No.
No habría ayuda para ellos.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
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