|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
[Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
+4
vhere pao
micky morales
JVM
marthagr81@yahoo.es
8 participantes
Página 7 de 8.
Página 7 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
3:) escribió:Ryder se esta combirtiendo en una patada al hígado cada ves mas....
En serio una chance no le da a san de ver que puede hacer con britt...
Es bueno que britt escuche el pasado de san de su propia boca... y no de Ryder y ver que le puede mentir??
Definitivamente que Ryder o cambia o tienen que hacerlo cambiar...
Deberia ver que Brittany no puede estar con nadie mejor que Santana, sea lo que sea ella.
Asi es es mejor que sepa todo de Santana. Eso deberia apreciarlo. por que toda la mierda de una persona siempre la sabemos por otros.... nunca por el personaje que deberia decirlo verdad, no se si les ha pasado....
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
JVM escribió:Que clase de persona es Ryder se la pasa cargándola y haciendo sufrir a las personas que quiere.... San le pidió permiso para salir con su hermana y en vez de apoyarla o darle el beneficio de la duda de su cambio simplemente la amenaza con hacer sufrir a Britt para que no la acepte.
Y bueno Britt conociendo mas del pasado de San, entiendo que le duela pero también debe entender que es eso, pasado que por ella San a cambiado, es una mejor persona. Espero que piense en eso porque al alejarse así de la morena la esta haciendo sufrir. :(
Que clase de hermano diras, el no quiere lo mejor para Brittany definitivamente.
Sip Santana esta actuando de la manera mas decente que puede, deberia apoyarla si se equivoca ya es asunto de ella.
Totalmente de acuerdo con lo que dices en cuanto a que Santana le contara su pasado a Brittany....
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
CAPITULO 32
SANTANA
Pasaron seis días. Le di a Brittany su espacio… y jodidamente lo tomó. No llamó, no envió un mensaje por Facebook, no vino. Morí un poco por dentro cada hora que se mantenía alejada. La contacté exactamente tres veces. La mañana siguiente, le envié un mensaje, diciendo: Lo siento. El día después de eso, agregué: Te amo. Y el tercer día, escribí: Aún confío en ti. Confié en que ella se enterara de toda esa mierda sobre mí y no rompiera mi corazón dejándome. Pero mi maldita confianza fue dolorosamente examinada y destruida. Me recordé, que solo necesitaba tiempo. Que lo iba a superar, y que regresaría a mí.
Sí, repetí eso una y otra vez en mi cabeza, sin creerlo realmente, mientras que de todas formas mantenía la esperanza. Brittany me odiaba en este momento, y terminó conmigo. Mi vida se hallaba jodidamente acabada.
Ni siquiera apareció en Forbidden el viernes siguiente para ver a la banda de Sam, y siempre iba para animar a Non-Castrato. Después de cerrar el bar, guardaba la última botella de licor, cuando me detuve y la miré, tentada a ahogar todas mis penas como una típica imbécil con el corazón roto.
Seguía allí de pie como una completa idiota, mirando la botella, cuando Lowe se detuvo a mi lado y apoyó sus antebrazos en la barra. Observó a Sam y a su banda empacar sus equipos antes de sacudir la cabeza.
—Juro que uno de los chicos de la banda de Puck, el de la cresta, ha dejado caer más maldiciones que tú, San.
Resoplé, inclinando la cabeza hacia un lado mientras consideraba la botella de tequila desde un ángulo diferente.
—Eso ni siquiera es malditamente posible —dije antes de encogerme de hombros y voltear un vaso de tragos para servirme una bebida. Luego lo tomé de un solo trago.
—También creo que es más vulgar que tú.
—Bien por él. —Me serví otro.
Finalmente Lowe me miró, frunciendo el ceño.
—¿Te sientes bien esta noche?
Tercer chupito, fondo blanco.
—Jodidamente genial. ¿Cómo estás tú?
Levantó sus cejas.
—Uh… Evans —gritó.
Sam miró en nuestra dirección y luego se nos unió.
—¿Qué pasa? Lowe lanzó su pulgar en mi dirección. —¿Qué está mal con ella?
Sam me estudió por un segundo, y luego regresó su atención hacia Lowe.
—Problemas de mujeres. ¿Qué más puede ser? —Entonces sonrió y golpeó la barra—. ¿Por qué no te encargas de esto?
Lowe resopló.
—Como si supiera qué hacer con una San depresiva. Eso se encuentra fuera de mi ámbito de la realidad.
Con una risa, Sam se sentó en un taburete. Empecé con mi trago número cinco… ¿o era el sexto? Mierda, ya había perdido la cuenta de cuántos me tomé mientras estos dos hablaban de mí jodidamente frente a mí.
—Entonces la última vez que te vi, le preguntabas a Ryder si podías salir con su hermana —murmuró Sam, pensativamente.
—No le pedía permiso —escupí.
—Lo que sea. —Pareció no importarle—. Ryder dijo que no, le discutiste, y luego te amenazó con decirle a Brittany todo sobre tu pasado… con las mujeres, si intentabas algo con ella… así que supongo que de todas formas lo hizo.
—No. —Tomé más y siseé entre dientes al quemarme la garganta—. Yo le dije.
—¿Hiciste qué? —gritaron ambos al unísono.
—Oh, estúpida idiota.
Lowe puso una mano en mi hombro con simpatía.
—. Por favor no me digas que le contaste sobre todas las mujeres con las que estuviste.
—No. —Me reí con severidad—. Se fue antes de que pudiera darle toda la lista.
Lowe hizo una mueca. Sam se rió con disimulo. Los miré.
—Se lo decía yo o Ryder. Pensé que sería mejor si salía de mí.
—¿Hace cuánto pasó esto? —preguntó Sam.
—El sábado pasado —pronuncié, sintiendo el dolor de extrañar cada pequeña parte suya: su voz, uno de sus pequeños, lindos y sexys mensajes de texto, sus brazos a mi alrededor, su sonrisa.
—Mierda. —Lowe sacudió su cabeza—. Dale al menos una semana.
Lo miré.
—¿Qué pasa si no me ha hablado dentro de una semana?
Se encogió de hombros.
—Entonces dale dos.
—¿Y qué pasa si…
—Solo dale algo de tiempo, morena.
Enterré la cara entre mis manos, absoluta y jodidamente miserable. El tiempo iba a destrozarme si tenía que pasar mucho tiempo lejos de ella.
—Soy una idiota —vociferé—. Las últimas palabras que mi hermana me dijo antes de morir fueron que no me volviera una mujeriega, y ¿qué fue lo primero que hice? Me convertí en una maldita mujeriega para luchar contra los malos recuerdos, y ahora regresa para morderme el trasero.
Acunando los lados de mi cara en mis manos, levanté la mirada hacia Sam y Lowe, quienes me miraban con la boca abierta como si me hubieran crecido cuernos. En algún lugar de mi cabeza, me di cuenta que derramé un montón de mierda sobre mi hermana, pero en este momento ni siquiera podría importarme. Ocurría algo más importante.
—.¿Qué pasa si la pierdo?
Incapaz de cargar el peso de este dolor, me hundí en el suelo y apoyé mis codos sobre mis rodillas mientras me concentraba en no romperme.
—Eso es todo.
Sam me jaló del brazo, tratando de ponerme de pie.
—.Te llevaré a casa.
Sacudí la cabeza.
—No. No puedo ir a casa —murmuré—. Mis sábanas aún huelen a ella.
No había sido capaz de dormir nada la mayor parte de la semana por eso. Debí haberlas lavado, pero entonces ya no olerían a ella, y eso me hubiera roto incluso más.
—Entonces puedes quedarte en mi sofá. Solo vamos a sacarte de aquí.
La siguiente vez que trató de levantarme, lo dejé. El sábado, el consejo de Lowe de esperar una semana llegó. Y luego pasó. Sin una palabra de Brittany. La mañana siguiente, el comienzo del día ocho, fue todo. Sabía que las cosas se terminaron. Brittany me odiaba, y nunca me permitiría estar de nuevo en su vida.
Miserable, sucia, y luego de dos días sin bañarme, yacía sobre mi cama, viendo Child of Glass en mi computadora porque ella dejó allí su DVD. Odiaba la estúpida película.
—Esta tiene que ser la maldita cosa más cursi que se ha hecho —me quejé en voz alta para mí misma.
Actuaciones jodidamente horribles, la peor maldita música, y ni una jodida maldición durante toda la maldita cosa. Aun así probablemente era la tercera vez que la veía hoy. Parecía que no podía dejar de hacerlo.
—¡Espera! —gritó el fantasma de la película—. No te vayas Alexander. Necesito tu ayuda.
Resoplé.
—Y ese tiene que ser el maldito fantasma más falso que se ha inventado.
Subí el volumen para escuchar el acento del fantasma, el que Brittany tanto amaba.
—Aunque tiene un lindo acento —admití con un gruñido.
Y justo así, la agonía se extendió a través de mí. Mi pecho se sentía lleno y en carne viva como si garras de metal hubieran atravesado mis pulmones. Volteando mi cabeza hacia un lado, inhalé la esencia que apenas se aferraba en mi almohada.
Dios, la extrañaba.
—Oye, San.
Mike golpeó en mi puerta abierta y me miró con un encogimiento de solidaridad.
—. ¿Quieres ir con nosotros al picnic o ir en auto tú sola?
Pausé la película y fruncí el ceño.
—¿Qué picnic?
—Eh…
Mike se rascó la cabeza antes de pasar su peso de un pie a otro.
—. El de Ryder… para celebrar que Marley consiguió un trabajo nuevo en la escuela secundaria.
—¿Ryder hará una fiesta? —dije despacio. Quité la computadora de mi regazo así podía salir de la cama.
—Sí… ¿No recibiste la invitación por mensaje de texto?
Lo miré fijamente durante un momento antes de encogerme de hombros.
—Se debió haber perdido en el correo. Creo que iré en mi auto.
—Quieres decir, que en realidad él no…
Mike se quedó callado antes de darme una mirada de preocupación.
—. ¿Estás segura de que es una buena idea? Si no te invitó…
—¿Qué? —pregunté—. ¿Crees que no debería ir a la fiesta? Yo creo que es una gran idea.
Rebusqué entre la pila de pantalones en el suelo, levantando algunos y haciendo un examen de olfato antes de decidir cuál era el más limpio-
—. Los veo allí, ¿de acuerdo? Primero tomaré una ducha.
De pie, Mike siguió mirándome.
—Oye, solo…
Dio un vistazo hacia la entrada y se acercó. Bajando su voz dijo
—: Por favor, no causes una escena o hagas cualquier cosa que pueda molestar a Tina. En este momento cualquier estrés emocional para ella…
Golpeé su brazo.
—No te preocupes, papá. Nunca haría nada para lastimar a tu bebé.
Mike soltó un suspiro y asintió, pero sus ojos aún se veían llenos de preocupación. Y deberían estarlo, porque me sentía muy de humor para causar una escena. Una hora y media después, me acerqué al patio trasero de Ryder. Todos los demás ya habían llegado. La mayoría de las mujeres se encontraban reunidas alrededor de Tina y hablando mierda de bebés. Asiática acunaba su barriga como lo hacía estos días cada vez que la veía, y me di cuenta que Brittany se hallaba a su lado. Me daba la espalda mientras Tetas de Leche y Buttercup parloteaban, riendo sobre… mierda, quien sabe qué.
—San.
La voz de sorpresa de Ryder hizo que mirara a mi izquierda desde donde se acercaba lentamente.
—Hola.
Mi voz era bastante agradable para la maldad con la que lo miré.
—. Gracias por la invitación, idiota.
Lo rocé al pasarlo y fui hacia su esposa, donde se encontraba ocupada con la mesa de la comida.
—Shakespeare. —La saludé con una sonrisa—. Felicitaciones. —Saqué de mi bolsillo un bloque redondo de madera roja y se lo entregué.
—Ay —dijo, tomándolo—. Una estatuilla de manzana. Gracias, San.
—Y también funciona como un portalápiz. —Señalé los huecos.
Lo estudió, sonriendo con aprecio.
—Eso es muy dulce. No tenías que darme nada.
Solo me encogí de hombros y sin permiso, mi mirada se desvió por el patio.
—Sí, San —dijo Ryder detrás de mí.
Me di vuelta para encontrarlo deslizando un brazo sobre los hombros de Shakespeare—. No tenías que traerle nada, especialmente si creíste que endulzarla la convencería de hablar conmigo para hacer algo que jodidamente no voy a hacer.
Estreché mis ojos.
—Te dije que no estaba pidiéndote permiso.
—Y yo te dije lo que haría si te acercabas a ella.
—Oh… así que primero no podía pedirle que saliera conmigo, pero ahora ni siquiera puedo acercármele, ¿eh? Muy pronto patearás mi trasero si incluso pienso en ella.
—Entonces quizá no deberías pensar en ella —sugirió, apretando los dientes.
—Quizá deberías dejar de ser un cretino —gruñí.
—O quizá deberíamos comer en este momento —interrumpió Marley con demasiado ánimo, retorciendo las manos mientras miraba entre nosotros.
—.¿Escucharon eso? —Alzó la voz para llamar la atención de todos—. La comida
está lista, así que… adelante.
Ryder y yo compartimos una última mirada antes de alejarnos el uno del otro para que sus hermanos llegaran a la mesa y comenzaran a llenar sus platos.
No tenía hambre, pero no me alejé exactamente de la línea de la comida. Brittany se aproximaba con las mujeres, así que no iba a ningún lado. No me hallaba segura de dónde vinieron Mike y Lowe, pero los encontré rodeándome mientras comenzaban una conversación entre ellos sobre quién diablos sabe qué. No escuché una palabra de lo que dijeron. Tampoco miré directamente a Brittany. Observé el suelo frente a la mesa de la comida, y me conformé con enfocarme en ella desde la esquina de mi ojo.
Cuando tuvo que pasarme justo después de llenar su plato, no me miró. Levanté mis ojos en ese pequeño segundo en el que se movió y me ignoró completamente.
Tomé una larga respiración, pero no creo haber conseguido aire. Sentí que solo inhalé una bocanada de agonía.
—Uh —murmuró Sam tranquilamente detrás de mí.
Lo ignoré y me giré hacia Lowe. —¿Una semana? —dije alzando mis cejas.
—Dos semanas —corrigió, mirando después a Brittany y haciendo una mueca—. Definitivamente dos semanas.
—Demonios.
No iba a sobrevivir a esto.
—Oh, mierda.
Escuché la voz de Brittany.
—. Olvidé mi tenedor.
Moviéndome rápido hacia la mesa, tomé el primer tenedor de plástico que vi y se lo extendí. Se detuvo sorprendida cuando se giró y me encontró allí.
—¡Oh! —Tomó aire y retrocedió.
—Aquí tienes —ofrecí con tranquilidad.
De inmediato bajó la mirada.
—Gracias.
Cuando iba a alcanzarlo, me negué a soltarlo enseguida. Alzó el rostro rápidamente, destellando pánico.
—.Santana. ¿Qué haces?
Luchó por liberar el tenedor. Cuando comenzaba a alejarse, pregunté
—: ¿Ni siquiera vas a saludarme?
Se congeló antes de mirarme de nuevo con lentitud.
—No puedes hacer esto aquí —susurró la advertencia. Pero no podía no hacerlo… en ningún lado.
Necesitaba hablarle, necesitaba a mi mujer de regreso. Necesitaba saber que iba a perdonarme… si no hoy, entonces algún día.
—Han pasado ocho días —fue todo lo que pude decir.
No podía evitar la forma en la que mi mirada suplicaba. Me arrodillaría y rogaría si fuera necesario. Una expresión de comprensión llenó su expresión.
—Yo… —Pero no dijo nada más.
Iba a volverme loca.
—¿Eso significa que terminaste? —pregunté.
Sacudió la cabeza, confundida.
—¿Terminé?
Pinché mi pecho con un dedo.
—¿Conmigo?
—Oigan, ¿de qué hablan aquí tan solas? —preguntó Ryder acercándosenos. Su voz sonaba lo suficientemente casual y curiosa, pero podía detectar la censura.
Brittany saltó ante su voz y de inmediato giró hacia él, pero no podía apartar mi mirada de ella, no hasta que me respondiera. Aún ignorando a Ryder, siseé
—: ¿Brittany?
Nerviosa y asustada, sus ojos se movieron hacia mí.
—No —dijo sin aliento tan silenciosamente que solo yo pude oírla—. Por supuesto, no he terminado contigo.
Luego su atención volvió a su hermano y le dio una gran sonrisa
—. Quizá contábamos secretos sobre ti —bromeó.
—¿Secretos? —repitió.
Cuando su mirada se deslizó en mi dirección, solo la correspondí, retándolo a comenzar.
El hijo de puta debió aceptar mi desafío porque envolvió un brazo alrededor del hombro de Brittany y sonrió.
—Oh, podría darte todo tipo de secretos… sobre Santana.
—Ryder —dije en voz baja.
La advertencia era clara. No me quedaría aquí y recibiría esta mierda. El rostro de Brittany ya había perdido color y se veía rígida y molesta.
—. No.
Se encogió de hombros.
—¿No qué?
Miré alrededor a todo el mundo quienes dejaron lo que hacían para observarnos, todos ellos en alerta extra.
—¿Qué no le diga sobre tus secretos? ¿Ni siquiera acerca de Tianna?
Después de un silbido bajo, le habló directamente a Brittany.
—. No sé qué le hizo a esa pobre chica, pero nunca vi a alguien odiar tanto a una chica como ella, y Tianna ama a todos los chicos y chicas.
—Ryder —gritó Marley, apresurándose hacia nosotros—. ¿Crees que podrías ayudarme a traer más papas fritas?
—En un segundo —respondió, sin alejar su mirada de mí—. Oh, ¿y recuerdas a Faith McCrown? ¿No le quitaste su virginidad en nuestro segundo año?
Con una rápida mirada a Brittany, apreté mis dientes. Sin embargo, ella mantuvo su barbilla alta, y estuve orgullosa. Pero todavía demasiado molesta. Asintiendo, le envié una sonrisa dura a mi buen viejo amigo y viejo compañero.
—Sí, ya sabes, la recuerdo. Recuerdo cómo la tomaste después de que te contara con entusiasmo lo flexible que era.
Su sonrisa burlona se volvió fría. Incliné mi cabeza hacia un lado.
—¿No fue ella la que quedó tan enganchada de ti que se volvió casi suicida después de que la dejaste por su mejor amiga? ¿O fue a su archienemiga a la que follaste?
No puedo recordar cuál.
A su lado, Marley comenzó a toser, y la miré, de repente acordándome que se encontraba allí. Mierda. Presionando una mano en su pecho, bateó sus pestañas como loca y dio un paso alejándose de nosotros
.
—¿Marley?
Ryder la alcanzó, pero dio un paso rápido para alejarse.
—Lo… Lo… lo siento. Creo que tengo polvo en el…
Tosió de nuevo cuando las lágrimas llenaron sus ojos. Girándose, murmuró
—: Discúlpenme.
Mientras escapaba, Ryder me envió una mirada asesina.
—. Maldita malnacida.
Y luego corrió tras su esposa.
Apreté mis ojos.
—Mierda. —Arruiné eso.
Cuando los abrí, una Brittany incrédula se encontraba en mi cara.
—¿Por qué demonios le hiciste eso a Marley?
—No pensé en ella —admití—. No quería lastimarla. Solo me sentía tan… enojada con él.
—Bueno, la heriste. Y mucho.
—El hijo de puta tenía que cerrar la boca, así que lo callé. Te lastimaba, y no pude soportar eso. No lo pensé, me hallaba muy enfocada en hacer que dejara de molestarte como para pensar en alguien más. Lo siento.
—Pero no sabía lo que me hacía.
—Entonces quizá debería —dije con brusquedad—. No, no hay quizá para ello, ya no más. Él… debería… saberlo. Ha pasado mucho tiempo. Todos los demás lo saben. Incluso mis padres. Es la única persona que no lo sabe.
—Pero…
Agarré sus hombros y la sacudí ligeramente.
—¿Por qué no quieres que sepa?
Me empujó y gritó
—: Porque tengo miedo.
No le creí. Aún me preocupaba que quisiera abandonarme después de lo que le dije, por lo que sacudí mi cabeza.
—No se desquitará contigo. Eres su hermana. Siempre te amará, sin importar nada. Soy yo quien está en riesgo de perder a su maldito mejor amigo. ¿Entonces de qué tienes miedo?
Solo quería que admitiera que era por mí, si ese era el caso, pero en cambio gritó
—: Tengo miedo de que haga o diga algo que te convencerá de que no valgo la pena. ¿De acuerdo?
Lágrimas llenaron sus ojos.
—. ¿Y si nos separa? No estoy lista para perderte.
Recibí un golpe por sus palabras y la miré con la boca abierta. Ella quería estar conmigo. Quería… mierda. Inhalé bruscamente. Al instante, desapareció mi rabia, por lo que di un paso más cerca y acuné su rostro en mis manos.
— Nena, no hay nada que él podría decir o hacer para alejarme de ti.
—¿Eso es así? —preguntó Ryder detrás de nosotras.
Sí, repetí eso una y otra vez en mi cabeza, sin creerlo realmente, mientras que de todas formas mantenía la esperanza. Brittany me odiaba en este momento, y terminó conmigo. Mi vida se hallaba jodidamente acabada.
Ni siquiera apareció en Forbidden el viernes siguiente para ver a la banda de Sam, y siempre iba para animar a Non-Castrato. Después de cerrar el bar, guardaba la última botella de licor, cuando me detuve y la miré, tentada a ahogar todas mis penas como una típica imbécil con el corazón roto.
Seguía allí de pie como una completa idiota, mirando la botella, cuando Lowe se detuvo a mi lado y apoyó sus antebrazos en la barra. Observó a Sam y a su banda empacar sus equipos antes de sacudir la cabeza.
—Juro que uno de los chicos de la banda de Puck, el de la cresta, ha dejado caer más maldiciones que tú, San.
Resoplé, inclinando la cabeza hacia un lado mientras consideraba la botella de tequila desde un ángulo diferente.
—Eso ni siquiera es malditamente posible —dije antes de encogerme de hombros y voltear un vaso de tragos para servirme una bebida. Luego lo tomé de un solo trago.
—También creo que es más vulgar que tú.
—Bien por él. —Me serví otro.
Finalmente Lowe me miró, frunciendo el ceño.
—¿Te sientes bien esta noche?
Tercer chupito, fondo blanco.
—Jodidamente genial. ¿Cómo estás tú?
Levantó sus cejas.
—Uh… Evans —gritó.
Sam miró en nuestra dirección y luego se nos unió.
—¿Qué pasa? Lowe lanzó su pulgar en mi dirección. —¿Qué está mal con ella?
Sam me estudió por un segundo, y luego regresó su atención hacia Lowe.
—Problemas de mujeres. ¿Qué más puede ser? —Entonces sonrió y golpeó la barra—. ¿Por qué no te encargas de esto?
Lowe resopló.
—Como si supiera qué hacer con una San depresiva. Eso se encuentra fuera de mi ámbito de la realidad.
Con una risa, Sam se sentó en un taburete. Empecé con mi trago número cinco… ¿o era el sexto? Mierda, ya había perdido la cuenta de cuántos me tomé mientras estos dos hablaban de mí jodidamente frente a mí.
—Entonces la última vez que te vi, le preguntabas a Ryder si podías salir con su hermana —murmuró Sam, pensativamente.
—No le pedía permiso —escupí.
—Lo que sea. —Pareció no importarle—. Ryder dijo que no, le discutiste, y luego te amenazó con decirle a Brittany todo sobre tu pasado… con las mujeres, si intentabas algo con ella… así que supongo que de todas formas lo hizo.
—No. —Tomé más y siseé entre dientes al quemarme la garganta—. Yo le dije.
—¿Hiciste qué? —gritaron ambos al unísono.
—Oh, estúpida idiota.
Lowe puso una mano en mi hombro con simpatía.
—. Por favor no me digas que le contaste sobre todas las mujeres con las que estuviste.
—No. —Me reí con severidad—. Se fue antes de que pudiera darle toda la lista.
Lowe hizo una mueca. Sam se rió con disimulo. Los miré.
—Se lo decía yo o Ryder. Pensé que sería mejor si salía de mí.
—¿Hace cuánto pasó esto? —preguntó Sam.
—El sábado pasado —pronuncié, sintiendo el dolor de extrañar cada pequeña parte suya: su voz, uno de sus pequeños, lindos y sexys mensajes de texto, sus brazos a mi alrededor, su sonrisa.
—Mierda. —Lowe sacudió su cabeza—. Dale al menos una semana.
Lo miré.
—¿Qué pasa si no me ha hablado dentro de una semana?
Se encogió de hombros.
—Entonces dale dos.
—¿Y qué pasa si…
—Solo dale algo de tiempo, morena.
Enterré la cara entre mis manos, absoluta y jodidamente miserable. El tiempo iba a destrozarme si tenía que pasar mucho tiempo lejos de ella.
—Soy una idiota —vociferé—. Las últimas palabras que mi hermana me dijo antes de morir fueron que no me volviera una mujeriega, y ¿qué fue lo primero que hice? Me convertí en una maldita mujeriega para luchar contra los malos recuerdos, y ahora regresa para morderme el trasero.
Acunando los lados de mi cara en mis manos, levanté la mirada hacia Sam y Lowe, quienes me miraban con la boca abierta como si me hubieran crecido cuernos. En algún lugar de mi cabeza, me di cuenta que derramé un montón de mierda sobre mi hermana, pero en este momento ni siquiera podría importarme. Ocurría algo más importante.
—.¿Qué pasa si la pierdo?
Incapaz de cargar el peso de este dolor, me hundí en el suelo y apoyé mis codos sobre mis rodillas mientras me concentraba en no romperme.
—Eso es todo.
Sam me jaló del brazo, tratando de ponerme de pie.
—.Te llevaré a casa.
Sacudí la cabeza.
—No. No puedo ir a casa —murmuré—. Mis sábanas aún huelen a ella.
No había sido capaz de dormir nada la mayor parte de la semana por eso. Debí haberlas lavado, pero entonces ya no olerían a ella, y eso me hubiera roto incluso más.
—Entonces puedes quedarte en mi sofá. Solo vamos a sacarte de aquí.
La siguiente vez que trató de levantarme, lo dejé. El sábado, el consejo de Lowe de esperar una semana llegó. Y luego pasó. Sin una palabra de Brittany. La mañana siguiente, el comienzo del día ocho, fue todo. Sabía que las cosas se terminaron. Brittany me odiaba, y nunca me permitiría estar de nuevo en su vida.
Miserable, sucia, y luego de dos días sin bañarme, yacía sobre mi cama, viendo Child of Glass en mi computadora porque ella dejó allí su DVD. Odiaba la estúpida película.
—Esta tiene que ser la maldita cosa más cursi que se ha hecho —me quejé en voz alta para mí misma.
Actuaciones jodidamente horribles, la peor maldita música, y ni una jodida maldición durante toda la maldita cosa. Aun así probablemente era la tercera vez que la veía hoy. Parecía que no podía dejar de hacerlo.
—¡Espera! —gritó el fantasma de la película—. No te vayas Alexander. Necesito tu ayuda.
Resoplé.
—Y ese tiene que ser el maldito fantasma más falso que se ha inventado.
Subí el volumen para escuchar el acento del fantasma, el que Brittany tanto amaba.
—Aunque tiene un lindo acento —admití con un gruñido.
Y justo así, la agonía se extendió a través de mí. Mi pecho se sentía lleno y en carne viva como si garras de metal hubieran atravesado mis pulmones. Volteando mi cabeza hacia un lado, inhalé la esencia que apenas se aferraba en mi almohada.
Dios, la extrañaba.
—Oye, San.
Mike golpeó en mi puerta abierta y me miró con un encogimiento de solidaridad.
—. ¿Quieres ir con nosotros al picnic o ir en auto tú sola?
Pausé la película y fruncí el ceño.
—¿Qué picnic?
—Eh…
Mike se rascó la cabeza antes de pasar su peso de un pie a otro.
—. El de Ryder… para celebrar que Marley consiguió un trabajo nuevo en la escuela secundaria.
—¿Ryder hará una fiesta? —dije despacio. Quité la computadora de mi regazo así podía salir de la cama.
—Sí… ¿No recibiste la invitación por mensaje de texto?
Lo miré fijamente durante un momento antes de encogerme de hombros.
—Se debió haber perdido en el correo. Creo que iré en mi auto.
—Quieres decir, que en realidad él no…
Mike se quedó callado antes de darme una mirada de preocupación.
—. ¿Estás segura de que es una buena idea? Si no te invitó…
—¿Qué? —pregunté—. ¿Crees que no debería ir a la fiesta? Yo creo que es una gran idea.
Rebusqué entre la pila de pantalones en el suelo, levantando algunos y haciendo un examen de olfato antes de decidir cuál era el más limpio-
—. Los veo allí, ¿de acuerdo? Primero tomaré una ducha.
De pie, Mike siguió mirándome.
—Oye, solo…
Dio un vistazo hacia la entrada y se acercó. Bajando su voz dijo
—: Por favor, no causes una escena o hagas cualquier cosa que pueda molestar a Tina. En este momento cualquier estrés emocional para ella…
Golpeé su brazo.
—No te preocupes, papá. Nunca haría nada para lastimar a tu bebé.
Mike soltó un suspiro y asintió, pero sus ojos aún se veían llenos de preocupación. Y deberían estarlo, porque me sentía muy de humor para causar una escena. Una hora y media después, me acerqué al patio trasero de Ryder. Todos los demás ya habían llegado. La mayoría de las mujeres se encontraban reunidas alrededor de Tina y hablando mierda de bebés. Asiática acunaba su barriga como lo hacía estos días cada vez que la veía, y me di cuenta que Brittany se hallaba a su lado. Me daba la espalda mientras Tetas de Leche y Buttercup parloteaban, riendo sobre… mierda, quien sabe qué.
—San.
La voz de sorpresa de Ryder hizo que mirara a mi izquierda desde donde se acercaba lentamente.
—Hola.
Mi voz era bastante agradable para la maldad con la que lo miré.
—. Gracias por la invitación, idiota.
Lo rocé al pasarlo y fui hacia su esposa, donde se encontraba ocupada con la mesa de la comida.
—Shakespeare. —La saludé con una sonrisa—. Felicitaciones. —Saqué de mi bolsillo un bloque redondo de madera roja y se lo entregué.
—Ay —dijo, tomándolo—. Una estatuilla de manzana. Gracias, San.
—Y también funciona como un portalápiz. —Señalé los huecos.
Lo estudió, sonriendo con aprecio.
—Eso es muy dulce. No tenías que darme nada.
Solo me encogí de hombros y sin permiso, mi mirada se desvió por el patio.
—Sí, San —dijo Ryder detrás de mí.
Me di vuelta para encontrarlo deslizando un brazo sobre los hombros de Shakespeare—. No tenías que traerle nada, especialmente si creíste que endulzarla la convencería de hablar conmigo para hacer algo que jodidamente no voy a hacer.
Estreché mis ojos.
—Te dije que no estaba pidiéndote permiso.
—Y yo te dije lo que haría si te acercabas a ella.
—Oh… así que primero no podía pedirle que saliera conmigo, pero ahora ni siquiera puedo acercármele, ¿eh? Muy pronto patearás mi trasero si incluso pienso en ella.
—Entonces quizá no deberías pensar en ella —sugirió, apretando los dientes.
—Quizá deberías dejar de ser un cretino —gruñí.
—O quizá deberíamos comer en este momento —interrumpió Marley con demasiado ánimo, retorciendo las manos mientras miraba entre nosotros.
—.¿Escucharon eso? —Alzó la voz para llamar la atención de todos—. La comida
está lista, así que… adelante.
Ryder y yo compartimos una última mirada antes de alejarnos el uno del otro para que sus hermanos llegaran a la mesa y comenzaran a llenar sus platos.
No tenía hambre, pero no me alejé exactamente de la línea de la comida. Brittany se aproximaba con las mujeres, así que no iba a ningún lado. No me hallaba segura de dónde vinieron Mike y Lowe, pero los encontré rodeándome mientras comenzaban una conversación entre ellos sobre quién diablos sabe qué. No escuché una palabra de lo que dijeron. Tampoco miré directamente a Brittany. Observé el suelo frente a la mesa de la comida, y me conformé con enfocarme en ella desde la esquina de mi ojo.
Cuando tuvo que pasarme justo después de llenar su plato, no me miró. Levanté mis ojos en ese pequeño segundo en el que se movió y me ignoró completamente.
Tomé una larga respiración, pero no creo haber conseguido aire. Sentí que solo inhalé una bocanada de agonía.
—Uh —murmuró Sam tranquilamente detrás de mí.
Lo ignoré y me giré hacia Lowe. —¿Una semana? —dije alzando mis cejas.
—Dos semanas —corrigió, mirando después a Brittany y haciendo una mueca—. Definitivamente dos semanas.
—Demonios.
No iba a sobrevivir a esto.
—Oh, mierda.
Escuché la voz de Brittany.
—. Olvidé mi tenedor.
Moviéndome rápido hacia la mesa, tomé el primer tenedor de plástico que vi y se lo extendí. Se detuvo sorprendida cuando se giró y me encontró allí.
—¡Oh! —Tomó aire y retrocedió.
—Aquí tienes —ofrecí con tranquilidad.
De inmediato bajó la mirada.
—Gracias.
Cuando iba a alcanzarlo, me negué a soltarlo enseguida. Alzó el rostro rápidamente, destellando pánico.
—.Santana. ¿Qué haces?
Luchó por liberar el tenedor. Cuando comenzaba a alejarse, pregunté
—: ¿Ni siquiera vas a saludarme?
Se congeló antes de mirarme de nuevo con lentitud.
—No puedes hacer esto aquí —susurró la advertencia. Pero no podía no hacerlo… en ningún lado.
Necesitaba hablarle, necesitaba a mi mujer de regreso. Necesitaba saber que iba a perdonarme… si no hoy, entonces algún día.
—Han pasado ocho días —fue todo lo que pude decir.
No podía evitar la forma en la que mi mirada suplicaba. Me arrodillaría y rogaría si fuera necesario. Una expresión de comprensión llenó su expresión.
—Yo… —Pero no dijo nada más.
Iba a volverme loca.
—¿Eso significa que terminaste? —pregunté.
Sacudió la cabeza, confundida.
—¿Terminé?
Pinché mi pecho con un dedo.
—¿Conmigo?
—Oigan, ¿de qué hablan aquí tan solas? —preguntó Ryder acercándosenos. Su voz sonaba lo suficientemente casual y curiosa, pero podía detectar la censura.
Brittany saltó ante su voz y de inmediato giró hacia él, pero no podía apartar mi mirada de ella, no hasta que me respondiera. Aún ignorando a Ryder, siseé
—: ¿Brittany?
Nerviosa y asustada, sus ojos se movieron hacia mí.
—No —dijo sin aliento tan silenciosamente que solo yo pude oírla—. Por supuesto, no he terminado contigo.
Luego su atención volvió a su hermano y le dio una gran sonrisa
—. Quizá contábamos secretos sobre ti —bromeó.
—¿Secretos? —repitió.
Cuando su mirada se deslizó en mi dirección, solo la correspondí, retándolo a comenzar.
El hijo de puta debió aceptar mi desafío porque envolvió un brazo alrededor del hombro de Brittany y sonrió.
—Oh, podría darte todo tipo de secretos… sobre Santana.
—Ryder —dije en voz baja.
La advertencia era clara. No me quedaría aquí y recibiría esta mierda. El rostro de Brittany ya había perdido color y se veía rígida y molesta.
—. No.
Se encogió de hombros.
—¿No qué?
Miré alrededor a todo el mundo quienes dejaron lo que hacían para observarnos, todos ellos en alerta extra.
—¿Qué no le diga sobre tus secretos? ¿Ni siquiera acerca de Tianna?
Después de un silbido bajo, le habló directamente a Brittany.
—. No sé qué le hizo a esa pobre chica, pero nunca vi a alguien odiar tanto a una chica como ella, y Tianna ama a todos los chicos y chicas.
—Ryder —gritó Marley, apresurándose hacia nosotros—. ¿Crees que podrías ayudarme a traer más papas fritas?
—En un segundo —respondió, sin alejar su mirada de mí—. Oh, ¿y recuerdas a Faith McCrown? ¿No le quitaste su virginidad en nuestro segundo año?
Con una rápida mirada a Brittany, apreté mis dientes. Sin embargo, ella mantuvo su barbilla alta, y estuve orgullosa. Pero todavía demasiado molesta. Asintiendo, le envié una sonrisa dura a mi buen viejo amigo y viejo compañero.
—Sí, ya sabes, la recuerdo. Recuerdo cómo la tomaste después de que te contara con entusiasmo lo flexible que era.
Su sonrisa burlona se volvió fría. Incliné mi cabeza hacia un lado.
—¿No fue ella la que quedó tan enganchada de ti que se volvió casi suicida después de que la dejaste por su mejor amiga? ¿O fue a su archienemiga a la que follaste?
No puedo recordar cuál.
A su lado, Marley comenzó a toser, y la miré, de repente acordándome que se encontraba allí. Mierda. Presionando una mano en su pecho, bateó sus pestañas como loca y dio un paso alejándose de nosotros
.
—¿Marley?
Ryder la alcanzó, pero dio un paso rápido para alejarse.
—Lo… Lo… lo siento. Creo que tengo polvo en el…
Tosió de nuevo cuando las lágrimas llenaron sus ojos. Girándose, murmuró
—: Discúlpenme.
Mientras escapaba, Ryder me envió una mirada asesina.
—. Maldita malnacida.
Y luego corrió tras su esposa.
Apreté mis ojos.
—Mierda. —Arruiné eso.
Cuando los abrí, una Brittany incrédula se encontraba en mi cara.
—¿Por qué demonios le hiciste eso a Marley?
—No pensé en ella —admití—. No quería lastimarla. Solo me sentía tan… enojada con él.
—Bueno, la heriste. Y mucho.
—El hijo de puta tenía que cerrar la boca, así que lo callé. Te lastimaba, y no pude soportar eso. No lo pensé, me hallaba muy enfocada en hacer que dejara de molestarte como para pensar en alguien más. Lo siento.
—Pero no sabía lo que me hacía.
—Entonces quizá debería —dije con brusquedad—. No, no hay quizá para ello, ya no más. Él… debería… saberlo. Ha pasado mucho tiempo. Todos los demás lo saben. Incluso mis padres. Es la única persona que no lo sabe.
—Pero…
Agarré sus hombros y la sacudí ligeramente.
—¿Por qué no quieres que sepa?
Me empujó y gritó
—: Porque tengo miedo.
No le creí. Aún me preocupaba que quisiera abandonarme después de lo que le dije, por lo que sacudí mi cabeza.
—No se desquitará contigo. Eres su hermana. Siempre te amará, sin importar nada. Soy yo quien está en riesgo de perder a su maldito mejor amigo. ¿Entonces de qué tienes miedo?
Solo quería que admitiera que era por mí, si ese era el caso, pero en cambio gritó
—: Tengo miedo de que haga o diga algo que te convencerá de que no valgo la pena. ¿De acuerdo?
Lágrimas llenaron sus ojos.
—. ¿Y si nos separa? No estoy lista para perderte.
Recibí un golpe por sus palabras y la miré con la boca abierta. Ella quería estar conmigo. Quería… mierda. Inhalé bruscamente. Al instante, desapareció mi rabia, por lo que di un paso más cerca y acuné su rostro en mis manos.
— Nena, no hay nada que él podría decir o hacer para alejarme de ti.
—¿Eso es así? —preguntó Ryder detrás de nosotras.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
CAPITULO 33
SANTANA
Me di vuelta para encontrar a Ryder a tres metros de distancia, su cara se puso roja, sus labios se curvaron en un gruñido, y sus ojos se estrecharon con odio.
—Hija de puta.
Gruñó, y un montón de cosas pasaron al mismo tiempo. Finn, Lowe y Sam gritaron para que parara mientras le saltaban encima, agarrando sus brazos y su pecho para evitar que llegara a mí.
Me paré en frente de Brittany para que quedara atrás de nosotros, y Asiática la agarró para alejarla. Pero Mike no quería a nadie cerca de su mujer, así que se colocó delante de las dos chicas, mientras Tetas de Leche y Buttercup trataron de llevar a los dos hermanos más pequeños de Ryder dentro de la casa, excepto que Colton y Brandt se negaron. Marley salió por la puerta trasera y se detuvo para cubrir su boca con las manos.
—Maldita sea —rugió Ryder, mirándome con furia mientras trataba de salir del agarre de los tres hombres—. Suéltenme. Solo quiero matarla.
—No puedes matar a San —explicó Finn, sonando extrañamente sensato para un momento como este.
—Sí, porque ella no está durmiendo con tu hermana detrás de tu maldita espalda, así que trata de decirlo de nuevo.
Gruñí
—: No solo estoy durmiendo con ella, idiota. De hecho, estamos saliendo.
Miré a Brittany, que se cubría la boca con ambas manos y me miró con ojos preocupados.
—. Lo hemos hecho por un par de meses.
—¿Saliendo? ¿Bromeas? —Volvió su atención a Brittany—. ¿A cuántas citas te ha llevado?
Parpadeó, obviamente sin entender.
—¿Qué?
Movió su mano, animándola a hablar.
—¿A cuántas citas fuiste con ella? ¿Al cine? ¿A bailar?
—Eso no es justo.
Me moví hacia él, haciendo mis manos puños.
—. No podíamos ir a alguna de esas mierdas por ti.
—Sí. Lo que sea. La verdad es que no eres mejor que Sander Scotini.
Oh, hijo de puta. Solo tenía que llegar allí, ¿no? La ira inundó mis venas. Pero lo que más me dolía era escuchar que pensó que pertenecía a la misma categoría de ese marica sin valor, pero estaba de acuerdo con él. No fui justa con Brittany. Escogí esconder nuestra relación por temor a las consecuencias, por el miedo de que Ryder se enterara. Solo fui la más grande de las idiotas. Pero empujé toda mi culpa a Ryder.
—Bastardo —rugí justo antes de arrojarme encima de él.
Mike pasó un brazo por detrás de mí y me puso de nuevo sobre mis pies mientras Sam, Finn y Lowe trataban de aumentar sus esfuerzos para mantener a Ryder quieto.
Todavía enojada, me esforcé en salir del encierro de mi impenetrable compañero de piso.
—¡Retráctate! No soy un pedazo de mierda. En verdad la amo. Y esa es la única razón por la que no te lo dije antes, para protegerla, porque sabía que ibas a reaccionar así, y la lastimaría. Quiero decir, ¡mierda! Solo mírala.
No sabía que empezó a sollozar, pero podía sentirlo en mis huesos. Y sí, cuando miré y apunté con el dedo en su dirección, las lágrimas corrían por su cara mientras agarraba a Asiática como para salvar su vida. Se abrió un agujero a través de mí.
—Demonios —dije, mi voz áspera se quebró—, la hicimos llorar.
—Ryder —sollozó—, por favor.
El dolor en sus ojos me mató. Solo quería estrangularlo y hacer que entrara en razón.
Cerró los ojos como si tratara de bloquear el efecto de sus súplicas. Luego apretó los dientes y sacudió la cabeza.
—No es su culpa —rogó—, la engañé. Entré a escondidas en su habitación en la noche cuando esperaba a otra persona.
—Oh, me estás… jodiendo. —El asco nubló su cara—. ¿Ella es la Visitante Nocturna?
—Ella no tenía idea que era yo —dijo Brittany.
Ryder resopló.
—Oh, apuesto que no tenía idea.
Su mirada se cerró en mí como si supiera la verdad.
—Ella no lo sabía —clamó Brittany en defensa propia.
—En realidad —admití con un suspiro mientras miraba con aire de culpabilidad—, lo sabía.
—¿Qué? —Se giró hacia mí, con la boca abierta—. No, no lo sabías.
La miré directo a los ojos.
—Sí… lo sabía.
Parpadeó.
—No… no lo sabías.
De repente no parecía tan segura.
—. Pero… te enojaste conmigo cuando te enteraste. Estabas… cabreada porque te engañé. Te forcé a traicionar a tu mejor amigo, ¿lo recuerdas?
Me encogí de hombros.
—Aun así lo sabía. Quiero decir, me llamaste Santana. Olvidaste cambiar tu voz un montón de veces, y… mierda, olías como tú. Sabía que eras tú. Solo… me negué a aceptarlo.
Confusión cruzó por su expresión.
—¿Qué quieres decir con que te negaste a aceptarlo?
—Fácil. Me dije a mí misma que no eras tú. Sabiendo que si en realidad lo eras, todo estaría mal, y no quería estar equivocada, así qué… me convencí de decirme que no eras tú.
Negó, incapaz de creer lo que dije.
—¿Cómo demonios hiciste algo así?
—No lo sé, pero pude. Hice un buen maldito trabajo negándome por cuatro años que tenía una hermana gemela muerta, ¿así cómo no podría? Soy la reina de la negación.
—¿Tenías una hermana gemela?
La mandíbula de Ryder se abrió y sus ojos se agrandaron, pero me encontraba demasiado ocupada con Brittany para prestarle atención.
Sacudió la cabeza confundida.
—Pero… si sabías quién era, entonces, ¿por qué no me alejaste?
Me reí en voz baja.
—Porque eras tú.
Con sus labios entreabiertos, su cara de iluminó con el entendimiento.
Me hallaba tan concentrada viendo su expresión que no me di cuenta que Ryder se soltó de Lowe, Finn y Sam, hasta que me empujó. Retrocedí hasta que perdí el equilibrio y aterricé con mi culo en el pasto.
—¡Maldita idiota! —rugió—. En primer lugar, follaste a mi hermana a mis espaldas, y ¿ahora tienes una gemela de la cual nunca supe? Es como si no te conociera. Y, chicos, ¿por qué demonios me apartan de ella como si trataran de protegerla?
Se alejó de Finn, Lowe y Sam cuando de nuevo intentaron de retenerlo. Finn alzó una mano para calmarlo.
—Ryder, hombre. Necesitas calmarte.
—¿Calmarme?
Su boca se abrió antes de mirarme en el suelo y de vuelta a los chicos a su alrededor.
—. Santa mierda —susurró—, en verdad la están protegiendo. Me traicionó, y están de su lado. Gracias, chicos. Gracias por vigilarme las espaldas.
—No se trata de ponerse de su lado o del tuyo —dijo Sam—, Brittany la quería, y ella la trata bien, entonces…
Cuando se encogió de hombros, Ryder estrechó los ojos.
—Lo dices de una manera como si lo supieras desde hace algún tiempo.
Sus ojos brillaron.
—. Mierda. Sabías esto desde hace un tiempo. Joder, ¿cuántos de ustedes lo sabían?
Cuando miró alrededor, todos bajaron su mirada. Un sonido de negación subió por su garganta. Colton miró preocupado a Brandt.
—¿Eso significa que tenemos que devolverle a Santana el dinero que nos pagó por mantenernos callados?
Ryder negó y se rió sin sonido.
—¿Incluso le tuviste que pagar a mis hermanos? Qué bien, Santana. Qué bien. Ahora dime que mi propia esposa lo sabía.
Cuando Marley dio un paso atrás, la encerró con su mirada. Ella cubrió su boca con las manos, y los ojos de él se ampliaron.
—Oh, Dios —resopló—. ¿Marley?
—Lo siento. —Sacudió la cabeza como si pudiera negarlo mientras seguía disculpándose—. Lo siento mucho. Pero Finn tiene razón. La hace feliz de nuevo. Desde el momento en que llegó, Brittany estaba tan triste y entonces de repente, era feliz. Santana… es buena para ella.
—Sí, es malditamente buena para ella. La mantuvo oculta como una barata y sucia puta que ella no es, pero no… ella es asombrosa.
Se apartó y salió del patio. Marley escondió la cara entre sus manos y comenzó a llorar. Cuando Brandt y Colton se movieron para consolarla, Brittany corrió lejos de Asiática. Se lanzó hacía mí, la agarré por la cintura y enterré la nariz en su pelo.
—¿Estás bien?
—No. Oh, Dios. ¿Cómo podría estar bien? Estaba tan enojado. ¿Lo viste?
—Sí, lo vi.
Cuando las lágrimas cayeron por sus ojos y sorbió, lo perdí. La ira me envolvió.
¿Por qué tenía que irse y ser así? ¿No se dio cuenta que yo era lo que quería Brittany? ¿Ni intentó averiguar si era buena con ella o cómo la trataba? Se suponía que era su maldita mejor amiga, y sin embargo, asumió tan rápido que era igual que Sander Scotini. Bueno, qué se joda.
No me pude detener, solté mis brazos de Brittany.
—Vuelvo enseguida.
La besé en el pelo, corriendo por donde se fue Ryder. Caminaba por la acera dando grandes pasos lejos de su casa cuando lo vi desde el patio.
—¡Oye! —grité.
Se detuvo y poco a poco se dio vuelta.
—Se supone que soy tu mejor amiga. ¿Por qué es tan horrible pensar en Brittany y yo juntas?
—¡Porque te conozco! Te conozco desde el primer día que llegué a esta ciudad. Y en estos cuatro años, ni una sola vez has tenido un poco de respeto por alguna mujer.
—Como malditamente nunca. Respeto mucho a las mujeres. ¿Qué pasa con tu esposa?
Ryder soltó una carcajada.
—Oh sí, la respetaste lo suficiente como para subirte a una mesa y preguntar a una habitación llena de sus estudiantes cómo se vería vestida de colegiala, así podrías jugar a la profesora. Eso fue muy respetuoso.
Mierda, tal vez Shakespeare no era un buen ejemplo.
—Hombre, estaba borracha.
—Terminó siendo despedida de su trabajo, y el entrenador publicó su foto en topless en la pared del vestuario.
—De acuerdo, está bien.
Levanté las manos para que se callara. Shakespeare definitivamente era un mal ejemplo, sin importar lo mucho que hice por ella. Cambié la táctica.
—¿Qué pasa con la mujer de Mike? Joder, la dejé mudarse con nosotros.
—Ah, te refieres a la chica con la que fuiste a una cita, donde dejaste que se emborrachara por primera vez mientras coqueteaba con el chico que salía con alguien más, y entonces, terminó la noche vomitando en el baño del club. Sí, un excelente ejemplo.
Mierda, en verdad no llegaría a ningún lugar con él, ¿no? Pensé en mi hermana, y la incertidumbre me invadió. La única chica que amé más que a nadie, y le fallé; le pasó lo peor que podría pasarle. ¿Cómo demonios pensé empezar algo con Brittany?
Mi estómago se revolvió, avanzando un paso hacia Ryder.
—¿Entonces que hice con Brittany?
Negó con la cabeza como si no pudiera creer que incluso se lo preguntara.
—El hecho que ocultaras que salías con ella y ni siquiera tuvieras las pelotas para hacer algo al respecto me dice todo lo que necesito saber. No es importante para ti.
—Esa es una completa mentira. Ella…
—No se habría convertido en tu secretito sucio si hubieras sido honesta desde el principio. También, eso era todo lo que fue para él. El primer idiota que la embarazó. Estaba sola en un tráiler como su secreto sucio. Y estás haciéndola pasar por todo eso de nuevo. Si hubiera significado algo para ti, no me lo habrían ocultado, no habrías escondido tus sentimientos. Habrías luchado por estar con ella abiertamente en vez de andar escondida como una maldita cobarde.
—Jesús, hombre. —Negué con mi cabeza—. Si esa siempre fue la manera que pensaste de mí, entonces, ¿incluso por qué fuiste mi amigo?
—Porque no soy una mujer. Nunca me molestó tu manera de ser con los extraños, pero te aseguro que no querría que te involucres con una chica que sea importante para mí.
Sacudí la cabeza con lentitud. Fue revelador aprender lo que algunas personas cercanas en mi vida pensaban de mí. Y no de la mejor manera. No sabía que decirle. Ni siquiera uno de mis estúpidos comentarios me venía a la mente. Se sentía como si me hubiera pateado en el culo y sin importar cuánto intentara hacer entrar en razón a mi cerebro, no servía para estar con Brittany.
No la merecía. Nunca la traté bien, y si en verdad me hubiera preocupado por ella, me habría mantenido alejada. Pero solo la idea me dio ganas de vomitar.
Insegura de lo que iba a hacer, me di la vuelta y caminé como si fuera un extraño sueño.
—Hija de puta.
Gruñó, y un montón de cosas pasaron al mismo tiempo. Finn, Lowe y Sam gritaron para que parara mientras le saltaban encima, agarrando sus brazos y su pecho para evitar que llegara a mí.
Me paré en frente de Brittany para que quedara atrás de nosotros, y Asiática la agarró para alejarla. Pero Mike no quería a nadie cerca de su mujer, así que se colocó delante de las dos chicas, mientras Tetas de Leche y Buttercup trataron de llevar a los dos hermanos más pequeños de Ryder dentro de la casa, excepto que Colton y Brandt se negaron. Marley salió por la puerta trasera y se detuvo para cubrir su boca con las manos.
—Maldita sea —rugió Ryder, mirándome con furia mientras trataba de salir del agarre de los tres hombres—. Suéltenme. Solo quiero matarla.
—No puedes matar a San —explicó Finn, sonando extrañamente sensato para un momento como este.
—Sí, porque ella no está durmiendo con tu hermana detrás de tu maldita espalda, así que trata de decirlo de nuevo.
Gruñí
—: No solo estoy durmiendo con ella, idiota. De hecho, estamos saliendo.
Miré a Brittany, que se cubría la boca con ambas manos y me miró con ojos preocupados.
—. Lo hemos hecho por un par de meses.
—¿Saliendo? ¿Bromeas? —Volvió su atención a Brittany—. ¿A cuántas citas te ha llevado?
Parpadeó, obviamente sin entender.
—¿Qué?
Movió su mano, animándola a hablar.
—¿A cuántas citas fuiste con ella? ¿Al cine? ¿A bailar?
—Eso no es justo.
Me moví hacia él, haciendo mis manos puños.
—. No podíamos ir a alguna de esas mierdas por ti.
—Sí. Lo que sea. La verdad es que no eres mejor que Sander Scotini.
Oh, hijo de puta. Solo tenía que llegar allí, ¿no? La ira inundó mis venas. Pero lo que más me dolía era escuchar que pensó que pertenecía a la misma categoría de ese marica sin valor, pero estaba de acuerdo con él. No fui justa con Brittany. Escogí esconder nuestra relación por temor a las consecuencias, por el miedo de que Ryder se enterara. Solo fui la más grande de las idiotas. Pero empujé toda mi culpa a Ryder.
—Bastardo —rugí justo antes de arrojarme encima de él.
Mike pasó un brazo por detrás de mí y me puso de nuevo sobre mis pies mientras Sam, Finn y Lowe trataban de aumentar sus esfuerzos para mantener a Ryder quieto.
Todavía enojada, me esforcé en salir del encierro de mi impenetrable compañero de piso.
—¡Retráctate! No soy un pedazo de mierda. En verdad la amo. Y esa es la única razón por la que no te lo dije antes, para protegerla, porque sabía que ibas a reaccionar así, y la lastimaría. Quiero decir, ¡mierda! Solo mírala.
No sabía que empezó a sollozar, pero podía sentirlo en mis huesos. Y sí, cuando miré y apunté con el dedo en su dirección, las lágrimas corrían por su cara mientras agarraba a Asiática como para salvar su vida. Se abrió un agujero a través de mí.
—Demonios —dije, mi voz áspera se quebró—, la hicimos llorar.
—Ryder —sollozó—, por favor.
El dolor en sus ojos me mató. Solo quería estrangularlo y hacer que entrara en razón.
Cerró los ojos como si tratara de bloquear el efecto de sus súplicas. Luego apretó los dientes y sacudió la cabeza.
—No es su culpa —rogó—, la engañé. Entré a escondidas en su habitación en la noche cuando esperaba a otra persona.
—Oh, me estás… jodiendo. —El asco nubló su cara—. ¿Ella es la Visitante Nocturna?
—Ella no tenía idea que era yo —dijo Brittany.
Ryder resopló.
—Oh, apuesto que no tenía idea.
Su mirada se cerró en mí como si supiera la verdad.
—Ella no lo sabía —clamó Brittany en defensa propia.
—En realidad —admití con un suspiro mientras miraba con aire de culpabilidad—, lo sabía.
—¿Qué? —Se giró hacia mí, con la boca abierta—. No, no lo sabías.
La miré directo a los ojos.
—Sí… lo sabía.
Parpadeó.
—No… no lo sabías.
De repente no parecía tan segura.
—. Pero… te enojaste conmigo cuando te enteraste. Estabas… cabreada porque te engañé. Te forcé a traicionar a tu mejor amigo, ¿lo recuerdas?
Me encogí de hombros.
—Aun así lo sabía. Quiero decir, me llamaste Santana. Olvidaste cambiar tu voz un montón de veces, y… mierda, olías como tú. Sabía que eras tú. Solo… me negué a aceptarlo.
Confusión cruzó por su expresión.
—¿Qué quieres decir con que te negaste a aceptarlo?
—Fácil. Me dije a mí misma que no eras tú. Sabiendo que si en realidad lo eras, todo estaría mal, y no quería estar equivocada, así qué… me convencí de decirme que no eras tú.
Negó, incapaz de creer lo que dije.
—¿Cómo demonios hiciste algo así?
—No lo sé, pero pude. Hice un buen maldito trabajo negándome por cuatro años que tenía una hermana gemela muerta, ¿así cómo no podría? Soy la reina de la negación.
—¿Tenías una hermana gemela?
La mandíbula de Ryder se abrió y sus ojos se agrandaron, pero me encontraba demasiado ocupada con Brittany para prestarle atención.
Sacudió la cabeza confundida.
—Pero… si sabías quién era, entonces, ¿por qué no me alejaste?
Me reí en voz baja.
—Porque eras tú.
Con sus labios entreabiertos, su cara de iluminó con el entendimiento.
Me hallaba tan concentrada viendo su expresión que no me di cuenta que Ryder se soltó de Lowe, Finn y Sam, hasta que me empujó. Retrocedí hasta que perdí el equilibrio y aterricé con mi culo en el pasto.
—¡Maldita idiota! —rugió—. En primer lugar, follaste a mi hermana a mis espaldas, y ¿ahora tienes una gemela de la cual nunca supe? Es como si no te conociera. Y, chicos, ¿por qué demonios me apartan de ella como si trataran de protegerla?
Se alejó de Finn, Lowe y Sam cuando de nuevo intentaron de retenerlo. Finn alzó una mano para calmarlo.
—Ryder, hombre. Necesitas calmarte.
—¿Calmarme?
Su boca se abrió antes de mirarme en el suelo y de vuelta a los chicos a su alrededor.
—. Santa mierda —susurró—, en verdad la están protegiendo. Me traicionó, y están de su lado. Gracias, chicos. Gracias por vigilarme las espaldas.
—No se trata de ponerse de su lado o del tuyo —dijo Sam—, Brittany la quería, y ella la trata bien, entonces…
Cuando se encogió de hombros, Ryder estrechó los ojos.
—Lo dices de una manera como si lo supieras desde hace algún tiempo.
Sus ojos brillaron.
—. Mierda. Sabías esto desde hace un tiempo. Joder, ¿cuántos de ustedes lo sabían?
Cuando miró alrededor, todos bajaron su mirada. Un sonido de negación subió por su garganta. Colton miró preocupado a Brandt.
—¿Eso significa que tenemos que devolverle a Santana el dinero que nos pagó por mantenernos callados?
Ryder negó y se rió sin sonido.
—¿Incluso le tuviste que pagar a mis hermanos? Qué bien, Santana. Qué bien. Ahora dime que mi propia esposa lo sabía.
Cuando Marley dio un paso atrás, la encerró con su mirada. Ella cubrió su boca con las manos, y los ojos de él se ampliaron.
—Oh, Dios —resopló—. ¿Marley?
—Lo siento. —Sacudió la cabeza como si pudiera negarlo mientras seguía disculpándose—. Lo siento mucho. Pero Finn tiene razón. La hace feliz de nuevo. Desde el momento en que llegó, Brittany estaba tan triste y entonces de repente, era feliz. Santana… es buena para ella.
—Sí, es malditamente buena para ella. La mantuvo oculta como una barata y sucia puta que ella no es, pero no… ella es asombrosa.
Se apartó y salió del patio. Marley escondió la cara entre sus manos y comenzó a llorar. Cuando Brandt y Colton se movieron para consolarla, Brittany corrió lejos de Asiática. Se lanzó hacía mí, la agarré por la cintura y enterré la nariz en su pelo.
—¿Estás bien?
—No. Oh, Dios. ¿Cómo podría estar bien? Estaba tan enojado. ¿Lo viste?
—Sí, lo vi.
Cuando las lágrimas cayeron por sus ojos y sorbió, lo perdí. La ira me envolvió.
¿Por qué tenía que irse y ser así? ¿No se dio cuenta que yo era lo que quería Brittany? ¿Ni intentó averiguar si era buena con ella o cómo la trataba? Se suponía que era su maldita mejor amiga, y sin embargo, asumió tan rápido que era igual que Sander Scotini. Bueno, qué se joda.
No me pude detener, solté mis brazos de Brittany.
—Vuelvo enseguida.
La besé en el pelo, corriendo por donde se fue Ryder. Caminaba por la acera dando grandes pasos lejos de su casa cuando lo vi desde el patio.
—¡Oye! —grité.
Se detuvo y poco a poco se dio vuelta.
—Se supone que soy tu mejor amiga. ¿Por qué es tan horrible pensar en Brittany y yo juntas?
—¡Porque te conozco! Te conozco desde el primer día que llegué a esta ciudad. Y en estos cuatro años, ni una sola vez has tenido un poco de respeto por alguna mujer.
—Como malditamente nunca. Respeto mucho a las mujeres. ¿Qué pasa con tu esposa?
Ryder soltó una carcajada.
—Oh sí, la respetaste lo suficiente como para subirte a una mesa y preguntar a una habitación llena de sus estudiantes cómo se vería vestida de colegiala, así podrías jugar a la profesora. Eso fue muy respetuoso.
Mierda, tal vez Shakespeare no era un buen ejemplo.
—Hombre, estaba borracha.
—Terminó siendo despedida de su trabajo, y el entrenador publicó su foto en topless en la pared del vestuario.
—De acuerdo, está bien.
Levanté las manos para que se callara. Shakespeare definitivamente era un mal ejemplo, sin importar lo mucho que hice por ella. Cambié la táctica.
—¿Qué pasa con la mujer de Mike? Joder, la dejé mudarse con nosotros.
—Ah, te refieres a la chica con la que fuiste a una cita, donde dejaste que se emborrachara por primera vez mientras coqueteaba con el chico que salía con alguien más, y entonces, terminó la noche vomitando en el baño del club. Sí, un excelente ejemplo.
Mierda, en verdad no llegaría a ningún lugar con él, ¿no? Pensé en mi hermana, y la incertidumbre me invadió. La única chica que amé más que a nadie, y le fallé; le pasó lo peor que podría pasarle. ¿Cómo demonios pensé empezar algo con Brittany?
Mi estómago se revolvió, avanzando un paso hacia Ryder.
—¿Entonces que hice con Brittany?
Negó con la cabeza como si no pudiera creer que incluso se lo preguntara.
—El hecho que ocultaras que salías con ella y ni siquiera tuvieras las pelotas para hacer algo al respecto me dice todo lo que necesito saber. No es importante para ti.
—Esa es una completa mentira. Ella…
—No se habría convertido en tu secretito sucio si hubieras sido honesta desde el principio. También, eso era todo lo que fue para él. El primer idiota que la embarazó. Estaba sola en un tráiler como su secreto sucio. Y estás haciéndola pasar por todo eso de nuevo. Si hubiera significado algo para ti, no me lo habrían ocultado, no habrías escondido tus sentimientos. Habrías luchado por estar con ella abiertamente en vez de andar escondida como una maldita cobarde.
—Jesús, hombre. —Negué con mi cabeza—. Si esa siempre fue la manera que pensaste de mí, entonces, ¿incluso por qué fuiste mi amigo?
—Porque no soy una mujer. Nunca me molestó tu manera de ser con los extraños, pero te aseguro que no querría que te involucres con una chica que sea importante para mí.
Sacudí la cabeza con lentitud. Fue revelador aprender lo que algunas personas cercanas en mi vida pensaban de mí. Y no de la mejor manera. No sabía que decirle. Ni siquiera uno de mis estúpidos comentarios me venía a la mente. Se sentía como si me hubiera pateado en el culo y sin importar cuánto intentara hacer entrar en razón a mi cerebro, no servía para estar con Brittany.
No la merecía. Nunca la traté bien, y si en verdad me hubiera preocupado por ella, me habría mantenido alejada. Pero solo la idea me dio ganas de vomitar.
Insegura de lo que iba a hacer, me di la vuelta y caminé como si fuera un extraño sueño.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
BRITTANY
El miedo invadió mi estómago como un gas nocivo, dándome un caso doloroso de indigestión. Incluso era difícil funcionar. Me sentía muy asustada. La semana pasada, sufrí. Cada vez que pensé en Santana, la imaginé con una chica nueva en alguna horrible enroscada posición y la agonía me sacudió hasta hacerme sentir mareada. Así que me alejé para protegerme, para sanar y superar mi propia fiesta de compasión.
Había pasado mucho tiempo con Tina, ayudándola a lidiar con sus temores de embarazo y así empecé a calmarme. Entonces comencé a extrañarla. Pero también me sentí insegura porque no sabía cómo acercarme a ella, para disculparme por salir corriendo y hacer exactamente lo que le prometí que no haría.
Verla hoy en el patio de mi hermano fue una bendición tanto como fue aterrador. Pasó demasiado tiempo desde que la había visto, le había hablado, besado. Quería correr y derribarla, arrastrarla a mi dormitorio y hacer cosas perversas con ella. Pero, al instante, los nervios anudaron mi estómago porque ni siquiera sabía cómo se suponía que debía enfrentarla después de que la dejé la semana pasada. Me sentía tan avergonzada de mí misma por dejar que mis tiernos pequeños sentimientos me superaran.
Ignorarla había parecido la única opción hasta que ella forzó mi mano, hasta que me hizo mirarla a los ojos y enfrentar la verdad. También me extrañó.
Le hizo daño estar sin mí. A partir de ahí, todo se salió de control. No fui capaz de hacerle pensar que no me importaba. Ryder no fue capaz de mantenerse alejada y trató de mantenernos separadas. Y Santana no fue capaz de dar un paso atrás y tranquilizarse; le había gritado de vuelta a mi hermano, haciendo que todo explote.
Cuando fue tras Ryder y luego no volvió al patio trasero al mismo tiempo que mi hermano, sabía que habían discutido más.
—Ryder —comenzó Finn.
Pero Ryder levantó una mano.
—¿Por qué no salen de mi patio, traidores hijos de puta? La fiesta se acabó.
—¿También nosotros?— le preguntó Colton a Marley.
—No. —Ryder los señaló—. Ustedes… adentro.
Cuando acompañó a Brandt y a Colton, Marley se encontraba pálida. Agarré el brazo de mi hermano.
—Ryder.
Ni siquiera me miró. Puso sus palmas en mi cara.
—No quiero hablar de ello.
—Bueno, muy mal. —Lo sujeté con más fuerza—. No va a desaparecer solo porque quieras.
Me miró, con su mandíbula rígida y los ojos brillantes.
—Brittany.
Pero no hice caso a su advertencia.
—Hice esto —dije—. Lo empecé. La busqué varias veces antes de recurrir al engaño y colarme en su habitación.
Haciendo una mueca, volteó la cara.
—No quiero escuchar esto.
—Qué pena —gruñí, dándole a su brazo un tirón—. Vamos a hablarlo. Yo la perseguí a ella y no paré hasta agotar su resistencia y al final cedió porque la amo.
—¿Amor? —se burló Ryder y sacudió la cabeza—. No tienes ni idea, pequeña. He visto lo que pensaste que es el amor y esto ni siquiera se acerca.
Inspiré una dolorosa bocanada de aire por esa estacada y cerré los ojos un instante, pero luego lo miré; más determinada que nunca.
—Sé que, hace un año, perdiste por completo la fe en mí. Sé que pensaste que me convertí en algo que no podía confiársele mi propio corazón, pero lo creas o no, aprendí de mi experiencia con Sander. Y Santana no se parece en nada a él.
Ryder resopló y sacudió la cabeza sin creerme. Tiré de su brazo de nuevo.
—Lo digo en serio —dije—, quizá no me haya llevado a una cita convencional, pero fue más considerada y atenta de lo que jamás podría haber imaginado que un novio podría ser. Nunca empecé un día sin algún tipo de mensaje suyo para hacerme saber que pensaba en mí. Me llevó al parque Rainly e incluso me mostró una cascada escondida allí.
Cuando mi hermano me lanzó una mirada de sorpresa, asentí.
—Hicimos todo tipo de cosas en el apartamento con Mike y Tina. Incluso me presentó a sus padres.
Ryder miró alrededor del patio, probablemente para enviarle a Mike una mueca de traición, pero todos nuestros amigos se habían ido, respetando sus deseos.
—Honestamente, la única persona a la que no le dijimos fue ti.
A medida que Ryder echaba humo, levanté una ceja.
—. ¿Por qué crees que no lo hicimos?
Sacudiendo la cabeza, lo dejé en el patio trasero para lidiar con ello. Entonces caminé al apartamento de Santana. Pero cuando no la encontré allí, Tina me prestó su coche para conducir a su pueblo natal. No estaba segura de cómo sabía que iría a su casa, pero simplemente lo sabía.
Cuando llegué al atardecer, se encontraba sentada sola, con los brazos envueltos alrededor de sus rodillas mientras observaba la colorida puesta de sol.
Me ignoró cuando me senté a su lado, así que tampoco dije nada.
—¿Escuchaste la conversación que tuve con tu hermano en el patio delantero? —preguntó por fin, volviendo la cara para consultarme.
Sacudí la cabeza.
—No. Me mantuvieron atrás mientras ustedes dos se suponían que aplacaban las cosas. Pero no aplacaron nada, ¿verdad?
Se rió en voz baja.
—Ni siquiera un poco.
Agarré su mano. Ella no se alejó, así que entrelacé con más fuerza sus dedos.
—Santana, ¿qué te dijo?
—Oh, ya sabes…
Dejó escapar un suspiro y volvió su atención a la puesta del sol.
—. Solo una puta bofetada verbal sobre mi mierda; con un par de verdades difíciles de aceptar.
—¿Cómo qué?
—Como que no soy buena para ninguna mujer y menos para ti. Y que si alguna vez me preocupé o quise lo que era mejor para ti, te debería dejar ir para que encontraras a alguien que te merezca mucho más que yo.
—Entonces…
Negué, sin estar segura sobre qué trataba de decirme.
—.¿Se acabó entre nosotras? ¿Por lo que dijo? ¿Estás dejando que me vaya? ¿Así
como así? Después de que me prometiste que nada de lo que dijera nos podría
separar.
—Maldición —murmuró mientras se giraba hacia mí—. Desde que me conoces, ¿cuándo hice lo que es mejor para otra persona? Hago lo que me hace feliz, sin importar cómo afecta a los que me rodean. Y lo que quiero más que nada eres tú.
—Entonces, ¿por qué me dejaste allí?
Las lágrimas llenaron mis ojos sin mi consentimiento.
—No… mierda.
Su expresión destelló con preocupación. Llegó a mí y me abrazó con fuerza.
—. Lo siento, cariño. No estaba pensando. Acababa de perder a mi mejor amigo. Quería unos minutos para mí misma. Solo… pensé que sabías que nada cambiaría algo de lo que tenemos.
Agarré sus hombros y enterré la cara en su cuello.
—Bueno, lo siento, pero no sé nada en este momento. Me siento confundida, si mi hermano me odia o me perdona, si…
Mi voz se atascó, y me aferró más a ella antes de que agarrara mi barbilla e hiciera que la mire.
—Aquí tengo una cosa que puedes tener por seguro. Te amo. Y eso no va a cambiar. Nunca.
—Dilo otra vez —exigí.
Sosteniendo con gentiliza mi nuca, acercó mi cara hasta que su mirada seria se centró en nada más que la mía.
—Te amo, Brittany. Me has tenido desde el momento en que tu hermano te sacó del baño en ese destartalado viejo remolque. Y sin importar lo que pase, seguiré amándote.
Los sollozos tomaron el control.
—También te amo —admití a través de mis lágrimas—. Simplemente no puedo evitarlo. Existían muchas razones para mantenerme alejada, para odiarte, pero… es como si fueras parte de mí o algo así.
—Sí —murmuró con una pequeña sonrisa. Luego besó mis párpados—.Sé exactamente qué quieres decir. Y es por eso que, en verdad, necesito mostrarte algo.
Inspiré, parpadeando ante su tono serio.
—¿Q… qué? —Esto no sonaba bien. En absoluto.
—¿Te acuerdas de Lake Tahoe? —preguntó.
Contuve el aliento.
—¿Conseguiste el trabajo?
Oh, Dios. Había conseguido el trabajo y se iría. En contra de mi voluntad, más lágrimas se derramaron.
Las limpió y sacudió la cabeza.
—No esa parte. ¿Te acuerdas de cuando nos emborrachamos en la playa, y cómo Tina nos dijo que tuvieron que detenernos de ir a la capilla de bodas y casarnos?
Arrugué la nariz y el ceño.
—¿Sí?
—Bueno… Creo que pudimos haber logrado entrar de nuevo por allí más tarde… después de que se durmieran.
Parpadeé.
—¿Qué?
Santana levantó la cadera y metió la mano en el bolsillo trasero para sacar su cartera y abrirla. Con manos temblorosas, sacó una hoja de papel y me lo entregó.
—Encontré esto en mi equipaje después de que llegaramos a casa.
Me la entregó y me miraba con ojos preocupados mientras la desenvolvía. Me quedé mirando el documento durante un minuto antes de señalarlo.
—Esto es una licencia de matrimonio.
Santana dejó escapar un suspiro.
—Lo sé.
Con los ojos muy abiertos, tartamudeé un segundo antes balbucear
—: Esta es nuestra licencia de matrimonio. Oh, Dios mío. ¿Es real?
—Sí. Llamé allí hasta que conseguí contactarme con alguien en algún juzgado en California. Esa noche nos casamos legalmente, joder.
Deslizó la licencia de mi mano inerte, y con cuidado, la abrió alisándola.
—Oh, Dios mío —pronuncié—. Estamos casadas.
Vació una mejilla llena de aire.
—Sí. Básicamente.
El pánico me inundó. Lo observó llenar mi cara. Agarrando mi hombro, sin decir nada, me instó a mirarla, a pesar de que no podía concentrarme muy bien.
—Estábamos borrachas —comenzó con una voz tranquila—. Podemos anularlo, no hay problema, si eso es lo que quieres. Esto no tiene por qué afectarte en absoluto.
—¿Si es lo que yo quiero? —repetí con incredulidad, sacudiendo mi cabeza—. Pero, ¿y qué pasa contigo? ¿Qué hay con lo que tú quieres?
—Yo… —Su mirada se clavó en la mía—. Respetaré cualquier decisión que tomes.
Aturdida sin palabras, sacudí la cabeza.
—Pero, ¿si no quiero anularlo? ¿Respetarías eso?
Una lenta sonrisa se movió por su rostro.
—Infiernos, sí.
Mi boca se abrió.
—Mierda, no quieres anularlo ¿verdad? Tú... tú quieres seguir casada conmigo.
—Más o menos —respondió con un encogimiento de hombros.
—¿Más o menos?
Me reí abiertamente. Oh, Dios mío. Estaba casada, y al parecer, podría seguir así.
—Más o menos... mucho —murmuró Santana en mi oído, presionando la nariz contra mi mejilla.
A pesar de que una calidez vertiginosa me atravesó, sacudí la cabeza.
—Pero solo tengo diecinueve. Soy…
Tomó mis dos manos.
—No tenemos que ser tradicionales. Joder, la misma palabra me da urticaria. Podemos tomar esto lento y de cualquier forma que queremos. Podemos, por un tiempo, seguir como estamos ahora, si eso es lo que quieres.
—¿Quieres decir, conmigo viviendo con Ryder y tú, con Tina?
Se encogió de hombros.
—Claro. Lo que quieras. Digo, estoy segura que Ryder ha tenido suficiente conmoción por un día. Podemos tener esto en secreto por un tiempo hasta que nos hallemos listas para tratar con ello.
—¿Qué te parece un anillo? —pregunté, empezando a entrar realmente en la idea.
Una sonrisa se deslizó por su rostro.
—¿Quieres un anillo?
—Más o menos. —Luego sonreí en grande—. Sí, mucho.
Me atrajo hacia ella y besó mi cabello.
—Entonces conseguiré el maldito anillo más grande que me pueda permitir.
—Oh, Dios mío. —Me quedé sin aliento—. En verdad estamos casadas. Estamos… Oh Dios mío, espera. ¿Qué hay de Lake Tahoe? Tu entrevista. Tú…
—No conseguí el trabajo —dijo de inmediato.
Mis hombros cayeron por no saberlo ya.
—¿No? ¿Por qué no me dijiste?
Apartó la mirada.
—En ese momento, no me hablabas exactamente, así que…
Tomé su mano, sintiéndome como una absoluta perra por permanecer lejos tanto como lo había hecho. Claro, dolió saber todo lo que me enteré, pero había pedido escucharla. Fui... era una perra total.
—Lo siento mucho.
Negó, incapaz de mirarme a los ojos.
—No, está bien. Ellos, eh, tenían a alguien más en mente, supongo.
—Esos imbéciles —murmuré, molesta mientras me sentía aliviada de que no hubieran elegido a mi Santana.
—. Y, también, dijiste que te fue bien.
—Bueno, todavía me encontraba subida en ese orgasmo que me habías dado justo después de que puse mi traje, así que… sí. Todo se sentía bastante bien ese día.
La golpeé en el hombro.
—Jesús, Santana —comencé, pero mi regaño no duró más tiempo que eso. La abracé y besé su mejilla—. Siento que no lo consiguieras.
—Yo no.
Volviéndose hacia mí, me besó de lleno en la boca y me mostró cuánto no lamentaba tener que quedarse un poco más de tiempo. Tuve que admitir en silencio, que tampoco me apenaba ver a mi esposa quedarse.
Había pasado mucho tiempo con Tina, ayudándola a lidiar con sus temores de embarazo y así empecé a calmarme. Entonces comencé a extrañarla. Pero también me sentí insegura porque no sabía cómo acercarme a ella, para disculparme por salir corriendo y hacer exactamente lo que le prometí que no haría.
Verla hoy en el patio de mi hermano fue una bendición tanto como fue aterrador. Pasó demasiado tiempo desde que la había visto, le había hablado, besado. Quería correr y derribarla, arrastrarla a mi dormitorio y hacer cosas perversas con ella. Pero, al instante, los nervios anudaron mi estómago porque ni siquiera sabía cómo se suponía que debía enfrentarla después de que la dejé la semana pasada. Me sentía tan avergonzada de mí misma por dejar que mis tiernos pequeños sentimientos me superaran.
Ignorarla había parecido la única opción hasta que ella forzó mi mano, hasta que me hizo mirarla a los ojos y enfrentar la verdad. También me extrañó.
Le hizo daño estar sin mí. A partir de ahí, todo se salió de control. No fui capaz de hacerle pensar que no me importaba. Ryder no fue capaz de mantenerse alejada y trató de mantenernos separadas. Y Santana no fue capaz de dar un paso atrás y tranquilizarse; le había gritado de vuelta a mi hermano, haciendo que todo explote.
Cuando fue tras Ryder y luego no volvió al patio trasero al mismo tiempo que mi hermano, sabía que habían discutido más.
—Ryder —comenzó Finn.
Pero Ryder levantó una mano.
—¿Por qué no salen de mi patio, traidores hijos de puta? La fiesta se acabó.
—¿También nosotros?— le preguntó Colton a Marley.
—No. —Ryder los señaló—. Ustedes… adentro.
Cuando acompañó a Brandt y a Colton, Marley se encontraba pálida. Agarré el brazo de mi hermano.
—Ryder.
Ni siquiera me miró. Puso sus palmas en mi cara.
—No quiero hablar de ello.
—Bueno, muy mal. —Lo sujeté con más fuerza—. No va a desaparecer solo porque quieras.
Me miró, con su mandíbula rígida y los ojos brillantes.
—Brittany.
Pero no hice caso a su advertencia.
—Hice esto —dije—. Lo empecé. La busqué varias veces antes de recurrir al engaño y colarme en su habitación.
Haciendo una mueca, volteó la cara.
—No quiero escuchar esto.
—Qué pena —gruñí, dándole a su brazo un tirón—. Vamos a hablarlo. Yo la perseguí a ella y no paré hasta agotar su resistencia y al final cedió porque la amo.
—¿Amor? —se burló Ryder y sacudió la cabeza—. No tienes ni idea, pequeña. He visto lo que pensaste que es el amor y esto ni siquiera se acerca.
Inspiré una dolorosa bocanada de aire por esa estacada y cerré los ojos un instante, pero luego lo miré; más determinada que nunca.
—Sé que, hace un año, perdiste por completo la fe en mí. Sé que pensaste que me convertí en algo que no podía confiársele mi propio corazón, pero lo creas o no, aprendí de mi experiencia con Sander. Y Santana no se parece en nada a él.
Ryder resopló y sacudió la cabeza sin creerme. Tiré de su brazo de nuevo.
—Lo digo en serio —dije—, quizá no me haya llevado a una cita convencional, pero fue más considerada y atenta de lo que jamás podría haber imaginado que un novio podría ser. Nunca empecé un día sin algún tipo de mensaje suyo para hacerme saber que pensaba en mí. Me llevó al parque Rainly e incluso me mostró una cascada escondida allí.
Cuando mi hermano me lanzó una mirada de sorpresa, asentí.
—Hicimos todo tipo de cosas en el apartamento con Mike y Tina. Incluso me presentó a sus padres.
Ryder miró alrededor del patio, probablemente para enviarle a Mike una mueca de traición, pero todos nuestros amigos se habían ido, respetando sus deseos.
—Honestamente, la única persona a la que no le dijimos fue ti.
A medida que Ryder echaba humo, levanté una ceja.
—. ¿Por qué crees que no lo hicimos?
Sacudiendo la cabeza, lo dejé en el patio trasero para lidiar con ello. Entonces caminé al apartamento de Santana. Pero cuando no la encontré allí, Tina me prestó su coche para conducir a su pueblo natal. No estaba segura de cómo sabía que iría a su casa, pero simplemente lo sabía.
Cuando llegué al atardecer, se encontraba sentada sola, con los brazos envueltos alrededor de sus rodillas mientras observaba la colorida puesta de sol.
Me ignoró cuando me senté a su lado, así que tampoco dije nada.
—¿Escuchaste la conversación que tuve con tu hermano en el patio delantero? —preguntó por fin, volviendo la cara para consultarme.
Sacudí la cabeza.
—No. Me mantuvieron atrás mientras ustedes dos se suponían que aplacaban las cosas. Pero no aplacaron nada, ¿verdad?
Se rió en voz baja.
—Ni siquiera un poco.
Agarré su mano. Ella no se alejó, así que entrelacé con más fuerza sus dedos.
—Santana, ¿qué te dijo?
—Oh, ya sabes…
Dejó escapar un suspiro y volvió su atención a la puesta del sol.
—. Solo una puta bofetada verbal sobre mi mierda; con un par de verdades difíciles de aceptar.
—¿Cómo qué?
—Como que no soy buena para ninguna mujer y menos para ti. Y que si alguna vez me preocupé o quise lo que era mejor para ti, te debería dejar ir para que encontraras a alguien que te merezca mucho más que yo.
—Entonces…
Negué, sin estar segura sobre qué trataba de decirme.
—.¿Se acabó entre nosotras? ¿Por lo que dijo? ¿Estás dejando que me vaya? ¿Así
como así? Después de que me prometiste que nada de lo que dijera nos podría
separar.
—Maldición —murmuró mientras se giraba hacia mí—. Desde que me conoces, ¿cuándo hice lo que es mejor para otra persona? Hago lo que me hace feliz, sin importar cómo afecta a los que me rodean. Y lo que quiero más que nada eres tú.
—Entonces, ¿por qué me dejaste allí?
Las lágrimas llenaron mis ojos sin mi consentimiento.
—No… mierda.
Su expresión destelló con preocupación. Llegó a mí y me abrazó con fuerza.
—. Lo siento, cariño. No estaba pensando. Acababa de perder a mi mejor amigo. Quería unos minutos para mí misma. Solo… pensé que sabías que nada cambiaría algo de lo que tenemos.
Agarré sus hombros y enterré la cara en su cuello.
—Bueno, lo siento, pero no sé nada en este momento. Me siento confundida, si mi hermano me odia o me perdona, si…
Mi voz se atascó, y me aferró más a ella antes de que agarrara mi barbilla e hiciera que la mire.
—Aquí tengo una cosa que puedes tener por seguro. Te amo. Y eso no va a cambiar. Nunca.
—Dilo otra vez —exigí.
Sosteniendo con gentiliza mi nuca, acercó mi cara hasta que su mirada seria se centró en nada más que la mía.
—Te amo, Brittany. Me has tenido desde el momento en que tu hermano te sacó del baño en ese destartalado viejo remolque. Y sin importar lo que pase, seguiré amándote.
Los sollozos tomaron el control.
—También te amo —admití a través de mis lágrimas—. Simplemente no puedo evitarlo. Existían muchas razones para mantenerme alejada, para odiarte, pero… es como si fueras parte de mí o algo así.
—Sí —murmuró con una pequeña sonrisa. Luego besó mis párpados—.Sé exactamente qué quieres decir. Y es por eso que, en verdad, necesito mostrarte algo.
Inspiré, parpadeando ante su tono serio.
—¿Q… qué? —Esto no sonaba bien. En absoluto.
—¿Te acuerdas de Lake Tahoe? —preguntó.
Contuve el aliento.
—¿Conseguiste el trabajo?
Oh, Dios. Había conseguido el trabajo y se iría. En contra de mi voluntad, más lágrimas se derramaron.
Las limpió y sacudió la cabeza.
—No esa parte. ¿Te acuerdas de cuando nos emborrachamos en la playa, y cómo Tina nos dijo que tuvieron que detenernos de ir a la capilla de bodas y casarnos?
Arrugué la nariz y el ceño.
—¿Sí?
—Bueno… Creo que pudimos haber logrado entrar de nuevo por allí más tarde… después de que se durmieran.
Parpadeé.
—¿Qué?
Santana levantó la cadera y metió la mano en el bolsillo trasero para sacar su cartera y abrirla. Con manos temblorosas, sacó una hoja de papel y me lo entregó.
—Encontré esto en mi equipaje después de que llegaramos a casa.
Me la entregó y me miraba con ojos preocupados mientras la desenvolvía. Me quedé mirando el documento durante un minuto antes de señalarlo.
—Esto es una licencia de matrimonio.
Santana dejó escapar un suspiro.
—Lo sé.
Con los ojos muy abiertos, tartamudeé un segundo antes balbucear
—: Esta es nuestra licencia de matrimonio. Oh, Dios mío. ¿Es real?
—Sí. Llamé allí hasta que conseguí contactarme con alguien en algún juzgado en California. Esa noche nos casamos legalmente, joder.
Deslizó la licencia de mi mano inerte, y con cuidado, la abrió alisándola.
—Oh, Dios mío —pronuncié—. Estamos casadas.
Vació una mejilla llena de aire.
—Sí. Básicamente.
El pánico me inundó. Lo observó llenar mi cara. Agarrando mi hombro, sin decir nada, me instó a mirarla, a pesar de que no podía concentrarme muy bien.
—Estábamos borrachas —comenzó con una voz tranquila—. Podemos anularlo, no hay problema, si eso es lo que quieres. Esto no tiene por qué afectarte en absoluto.
—¿Si es lo que yo quiero? —repetí con incredulidad, sacudiendo mi cabeza—. Pero, ¿y qué pasa contigo? ¿Qué hay con lo que tú quieres?
—Yo… —Su mirada se clavó en la mía—. Respetaré cualquier decisión que tomes.
Aturdida sin palabras, sacudí la cabeza.
—Pero, ¿si no quiero anularlo? ¿Respetarías eso?
Una lenta sonrisa se movió por su rostro.
—Infiernos, sí.
Mi boca se abrió.
—Mierda, no quieres anularlo ¿verdad? Tú... tú quieres seguir casada conmigo.
—Más o menos —respondió con un encogimiento de hombros.
—¿Más o menos?
Me reí abiertamente. Oh, Dios mío. Estaba casada, y al parecer, podría seguir así.
—Más o menos... mucho —murmuró Santana en mi oído, presionando la nariz contra mi mejilla.
A pesar de que una calidez vertiginosa me atravesó, sacudí la cabeza.
—Pero solo tengo diecinueve. Soy…
Tomó mis dos manos.
—No tenemos que ser tradicionales. Joder, la misma palabra me da urticaria. Podemos tomar esto lento y de cualquier forma que queremos. Podemos, por un tiempo, seguir como estamos ahora, si eso es lo que quieres.
—¿Quieres decir, conmigo viviendo con Ryder y tú, con Tina?
Se encogió de hombros.
—Claro. Lo que quieras. Digo, estoy segura que Ryder ha tenido suficiente conmoción por un día. Podemos tener esto en secreto por un tiempo hasta que nos hallemos listas para tratar con ello.
—¿Qué te parece un anillo? —pregunté, empezando a entrar realmente en la idea.
Una sonrisa se deslizó por su rostro.
—¿Quieres un anillo?
—Más o menos. —Luego sonreí en grande—. Sí, mucho.
Me atrajo hacia ella y besó mi cabello.
—Entonces conseguiré el maldito anillo más grande que me pueda permitir.
—Oh, Dios mío. —Me quedé sin aliento—. En verdad estamos casadas. Estamos… Oh Dios mío, espera. ¿Qué hay de Lake Tahoe? Tu entrevista. Tú…
—No conseguí el trabajo —dijo de inmediato.
Mis hombros cayeron por no saberlo ya.
—¿No? ¿Por qué no me dijiste?
Apartó la mirada.
—En ese momento, no me hablabas exactamente, así que…
Tomé su mano, sintiéndome como una absoluta perra por permanecer lejos tanto como lo había hecho. Claro, dolió saber todo lo que me enteré, pero había pedido escucharla. Fui... era una perra total.
—Lo siento mucho.
Negó, incapaz de mirarme a los ojos.
—No, está bien. Ellos, eh, tenían a alguien más en mente, supongo.
—Esos imbéciles —murmuré, molesta mientras me sentía aliviada de que no hubieran elegido a mi Santana.
—. Y, también, dijiste que te fue bien.
—Bueno, todavía me encontraba subida en ese orgasmo que me habías dado justo después de que puse mi traje, así que… sí. Todo se sentía bastante bien ese día.
La golpeé en el hombro.
—Jesús, Santana —comencé, pero mi regaño no duró más tiempo que eso. La abracé y besé su mejilla—. Siento que no lo consiguieras.
—Yo no.
Volviéndose hacia mí, me besó de lleno en la boca y me mostró cuánto no lamentaba tener que quedarse un poco más de tiempo. Tuve que admitir en silencio, que tampoco me apenaba ver a mi esposa quedarse.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
CAPITULO 34
SANTANA
La semana avanzó. Seguí viendo a Brittany cada noche que podía, salvo que no nos molestábamos en ocultar nada. Estacionaba en su camino de entrada para recogerla, y en realidad íbamos a ver una película al teatro y luego a un restaurante la noche siguiente.
No vi ni le hablé a Ryder, y Brittany apenas lo mencionaba. Cada día le pregunté si todo estaba bien, pero simplemente sonreía y decía
—: Está bien. No te preocupes. Entrará en razón y lo superará. Siempre lo hace.
No me encontraba tan segura, aunque dejé pasar el tema. Pero no era la única preocupado. Finn me metió a su oficina la siguiente vez que trabajé.
—Sabes lo mucho que apesta ser tu jefe y amigo al mismo tiempo, ¿verdad? ¿Voy a ser obligado a escoger un lado entre Ryder y tú?
Negué con la cabeza.
—No, Ryder tenía razón. No debí ocultárselo. Tiene todo el derecho a estar enojado conmigo.
Levantó las cejas.
—Me doy cuenta de que estás diciendo que no debiste ocultarlo, pero no que no debiste tocar a su hermana pequeña.
—Mantenerme alejada de ella no era una opción. Tal vez no debí tocarla jamás, pero ya era demasiado tarde para eso, y no me arrepentía ni un minuto de lo que pasó entre nosotras.
—Joder —murmuró Finn, pasándose la mano por el cabello en señal de frustración—. Así que supongo que él sigue más que enojado contigo, y habrá mucha tensión cuando trabajen juntos.
Asentí.
—Sí, más o menos.
—Genial. —Gruñó otro suspiro de frustración.
—. De acuerdo, bien. Voy a tratar de volver a revisar los horarios para evitar que eso ocurra lo menos posible. Pero siempre estará el jueves por la noche.
—Lo sé.
Empecé a encogerme de hombros otra vez cuando se me ocurrió un nuevo pensamiento.
—. ¡Espera! Eres como la defensa personal de cada mujer. ¿Por qué no estás amenazándome con mantenerme alejada de Brittany al igual que él?
—Porque me he dado cuenta de lo mucho que has cambiado. Le eres fiel. Y ella está más feliz de lo que jamás la he visto. Creo que son buenas la una para la otra.
Solté un bufido.
—¿Te importaría mencionárselo a Ryder? Obviamente no ve ninguna mierda que tú sí.
Finn sonrió y palmeó mi brazo.
—Solo dale tiempo.
Dios, odiaba el tiempo. Siguió adelante, sin embargo, y el jueves llegó antes de que estuviera preparada. La noche de chicas en la discoteca Forbidden comenzó, y Ryder trabajaba en el bar con Lowe, como era costumbre. En su mayor parte, nos evitábamos el uno al otro. Llevé mis órdenes a Lowe, y funcionó muy bien… por un rato.
En un momento, vi a Ryder hablando con una chica ligera de ropa. Hizo un gesto hacia mí y miró en mi dirección, pero no pensé mucho en eso, no hasta que Ryder me dijo que fuera a la parte trasera a buscar otra caja de Heineken. Todavía no lo comprendía, pero no fue hasta que estuve en el almacén, acorralada en la última fila de estantes junto a la pared con los brazos levantados para bajar la caja necesaria, cuando un par de manos femeninas se envolvieron alrededor de mi cintura por detrás.
Y fue entonces cuando lo entendí. Envió a una perra para tenderme una trampa y hacer que me encontraran en una posición comprometedora. La Santana de hace un año habría caído. Demonios, la Santana de hace tres meses podría haber sido emboscada. Pero la Santana que descubrió a la mujer de sus sueños, la que secretamente se metió en su habitación para estar con ella, no quería tener nada que ver con esta trampa barata.
Me alejé bruscamente, levantando las manos, apartándome de su agarre.
—¿¡Qué demonios!?
No vi ni le hablé a Ryder, y Brittany apenas lo mencionaba. Cada día le pregunté si todo estaba bien, pero simplemente sonreía y decía
—: Está bien. No te preocupes. Entrará en razón y lo superará. Siempre lo hace.
No me encontraba tan segura, aunque dejé pasar el tema. Pero no era la única preocupado. Finn me metió a su oficina la siguiente vez que trabajé.
—Sabes lo mucho que apesta ser tu jefe y amigo al mismo tiempo, ¿verdad? ¿Voy a ser obligado a escoger un lado entre Ryder y tú?
Negué con la cabeza.
—No, Ryder tenía razón. No debí ocultárselo. Tiene todo el derecho a estar enojado conmigo.
Levantó las cejas.
—Me doy cuenta de que estás diciendo que no debiste ocultarlo, pero no que no debiste tocar a su hermana pequeña.
—Mantenerme alejada de ella no era una opción. Tal vez no debí tocarla jamás, pero ya era demasiado tarde para eso, y no me arrepentía ni un minuto de lo que pasó entre nosotras.
—Joder —murmuró Finn, pasándose la mano por el cabello en señal de frustración—. Así que supongo que él sigue más que enojado contigo, y habrá mucha tensión cuando trabajen juntos.
Asentí.
—Sí, más o menos.
—Genial. —Gruñó otro suspiro de frustración.
—. De acuerdo, bien. Voy a tratar de volver a revisar los horarios para evitar que eso ocurra lo menos posible. Pero siempre estará el jueves por la noche.
—Lo sé.
Empecé a encogerme de hombros otra vez cuando se me ocurrió un nuevo pensamiento.
—. ¡Espera! Eres como la defensa personal de cada mujer. ¿Por qué no estás amenazándome con mantenerme alejada de Brittany al igual que él?
—Porque me he dado cuenta de lo mucho que has cambiado. Le eres fiel. Y ella está más feliz de lo que jamás la he visto. Creo que son buenas la una para la otra.
Solté un bufido.
—¿Te importaría mencionárselo a Ryder? Obviamente no ve ninguna mierda que tú sí.
Finn sonrió y palmeó mi brazo.
—Solo dale tiempo.
Dios, odiaba el tiempo. Siguió adelante, sin embargo, y el jueves llegó antes de que estuviera preparada. La noche de chicas en la discoteca Forbidden comenzó, y Ryder trabajaba en el bar con Lowe, como era costumbre. En su mayor parte, nos evitábamos el uno al otro. Llevé mis órdenes a Lowe, y funcionó muy bien… por un rato.
En un momento, vi a Ryder hablando con una chica ligera de ropa. Hizo un gesto hacia mí y miró en mi dirección, pero no pensé mucho en eso, no hasta que Ryder me dijo que fuera a la parte trasera a buscar otra caja de Heineken. Todavía no lo comprendía, pero no fue hasta que estuve en el almacén, acorralada en la última fila de estantes junto a la pared con los brazos levantados para bajar la caja necesaria, cuando un par de manos femeninas se envolvieron alrededor de mi cintura por detrás.
Y fue entonces cuando lo entendí. Envió a una perra para tenderme una trampa y hacer que me encontraran en una posición comprometedora. La Santana de hace un año habría caído. Demonios, la Santana de hace tres meses podría haber sido emboscada. Pero la Santana que descubrió a la mujer de sus sueños, la que secretamente se metió en su habitación para estar con ella, no quería tener nada que ver con esta trampa barata.
Me alejé bruscamente, levantando las manos, apartándome de su agarre.
—¿¡Qué demonios!?
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
BRITTANY
Debí saber que Ryder tramaba algo horrible al momento en que me acerqué a la barra en Forbidden para asegurarme que él y Santana no se hubieran matado entre sí.
Me envió una pequeña sonrisa malvada.
—¿Buscando a tu novia? Fue al almacén.
Cuando inclinó la barbilla hacia el pasillo, animándome a ir, supe que me iba a encontrar con algo que no me gustaría, algo sobre Santana que debería cambiar mi opinión de ella. Me dije que no fuera, pero maldición, tenía que saber. Oí su voz, incluso cuando abrí la puerta del almacén.
—¿Me has seguido hasta aquí? Eso es tan jodido. Ni siquiera te conozco. Y ni se te ocurra tocarme así de nuevo.
—Pero ese camarero dijo que me habías estado mirando y hablando de mí toda la noche. Me aseguró que si te seguía hasta aquí, serías digna de mi tiempo.
—Oh, eso te dijo, ¿verdad? Bueno, jodidamente se equivocó. Tengo una novia, y nunca te he visto antes de ahora. Así que, siento decepcionarte, pero tienes que irte. Ahora.
La mujer se le acercó, estirando la mano para acariciar sus pechos.
—¿Estás absolutamente segura de eso, cariño? Quiero decir, ya que estamos aquí atrás…solo nosotras. Y no veo a tu novia en algún lugar.
—Entonces deberías darte la vuelta, perra, porque estoy justo detrás de ti. Mantén tus jodidas manos fuera de ella.
Los ojos de Santana se ampliaron mientras realmente golpeaba los dedos de la perra para sacarlos de sus pechos.
—¡Brittany! —jadeó desesperadamente, empujándose más allá de ella y dándose prisa por la fila para llegar a mí.
No estaba enojada con ella, pero sí me encontraba demasiado molesta para cualquier tipo de abrazo. Así que retrocedí y alcé mis manos para mantenerla alejada.
—Discúlpame —dije con los dientes apretados—, mientras voy a matar a mi hermano.
—¡Espera! —gritó detrás de mí, pero me sentía furiosa.
Ryder se veía tan petulante y engreído al ver mi expresión asesina cuando fui hacia la barra. El hijo de perra pensaba que me encontraba molesta con Santana.
—¿Tuviste un lindo espectáculo? —preguntó.
—Sí, lo tuve. —Me subí al taburete para poder llegar más allá de la barra.
Entonces le di una bofeteada tan fuerte como pude. Tiró la cabeza hacia atrás, y de inmediato levantó la mano para ahuecar su mejilla. Con los ojos muy abiertos por la sorpresa, gritó
—: ¿Qué demonios?
Lo señalé con un dedo amenazador justo entre los ojos.
—La próxima vez que envíes a alguien a seducir a mi novia para alejarla de mí, probablemente deberías elegir a una zorra que realmente le interese, ya que, lo siento, pero no cayó en tu trampa.
Me alejé solo para encontrar a Santana corriendo desde el pasillo hacia mí, sus ojos iluminados con preocupación. Agarré su rostro, la acerqué y la besé tan intenso como pude. Lucía aturdida cuando me aparté. Mirando hacia la barra, grité
—: Y eso, idiota, solo me hizo enamorarme aún más de esta Latina.
Empecé a alejarme del bar, pero Santana tomó mi mano y me tiró de regreso hacia ella.
—¿Qué haces? ¿A dónde vas?
Toqué su rostro, amando la preocupación en sus ojos.
—No estoy enojada contigo.
Negó con la cabeza.
—Pero estás enojada. No quiero que conduzcas mientras estás molesta. Condujiste hasta aquí, ¿verdad?
—Tomé prestado el auto de Marley. Dudaba que Mike dejara a Tina volver al bar hasta que naciera el bebé, así que me tuve que escabullir con las llaves de Marley por la cocina.
—No conduzcas enojada. —Presionó su frente contra la mía—. Tengo un mal presentimiento.
—Voy a estar bien. —Inclinándome para besarla suavemente en los labios, sonreí, incapaz de permanecer tan enojada como quería—. Lo prometo.
No parecía estar muy segura por mi afirmación, pero me regresó el beso.
—Mándame un mensaje cuando llegues a casa.
—Lo haré. Ahora vuelve a trabajar. Te veré más tarde.
Cuando traté de alejarme, no me soltó al principio, pero luego articuló
—: Te amo.
Y finalmente soltó mis dedos. Por ella, guardé mis sentimientos todo el camino a casa, prestando más atención a la carretera de lo que normalmente lo haría, solo para poder cumplir mi promesa. Pero lo dejé todo atrás tan pronto como estacioné en la calzada de Marley.
La rabia aún me alimentaba cuando irrumpí en la puerta trasera de la casa de mi hermano traidor. Marley se encontraba en la mesa de la cocina con Colton y Brandt, construyendo algo que parecía un mini volcán con una cosa roja espumosa goteando por los lados. Los chicos se veían animados, y Marley parecía tan atenta en su experimento como ellos, hasta que levantó la vista y vio mi cara.
Su sonrisa cayó al instante, y se levantó de su silla.
—¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Santana y tú…?
—¡Santana y yo estamos bien! —grité, mirándola—. ¿Cómo puede alguien pensar que ella haría algo para hacerme daño? Es la novia más increíble que he tenido. ¿A alguien le importa que me haga feliz? ¿Que por primera vez en un año, espero cada nuevo día, o que fui capaz de perdonarme por las cosas que he hecho? Me sanó. Nunca me hizo daño.
Caminé con furia, yendo más allá de ella y mis hermanos menores que lucían traumatizados, corrí a mi habitación e inmediatamente me arrodillé en el suelo para sacar la maleta de debajo de la cama. Una vez que estuvo abierta, abrí de un tirón el primer cajón del tocador. Cuando regresé a la maleta con una cantidad de sujetadores y bragas, encontré a Marley en la puerta, pareciendo asustada.
—Yo-yo…
Confundida por las palabras, parpadeó y empezó a retorcer las manos en su cintura.
—. Lo siento, Brittany. Es solo que te veías tan molesta. No quise asumir automáticamente que era culpa de Santana.
Se movió hasta el final de mi cama e hizo un gesto hacia mi apresurado trabajo en la maleta.
—. ¿Qué es exactamente lo que está pasando?
Siseé un suspiro, obligándome a calmarme. Explotar contra mi cuñada no iba a ayudar en nada. No era su culpa que mi hermano hubiera sido un completo idiota esta noche.
—Tengo que irme —dije—. No puedo quedarme aquí un segundo más con la jodida cara de tu marido. Es solo que… él…
Me estremecí y mi labio inferior tembló. Lo mordí duro antes de que pudiera estallar en lágrimas por la forma en que me traicionó.
—Oh, genial —murmuró Marley, pasándose la mano por la frente—. Me preocupé de que fuera a hacer algo feo e irracional. Siempre hace algo feo e irracional cuando está asustado y molesto.
—¿Asustado? —Solté en una carcajada—. ¿Por qué él tendría que tener miedo?
Me miró, sus ojos llenos de preocupación.
—Creo que tiene miedo de perder a su mejor amiga y a su hermana por esto.
—Sí, bueno… acaba de perder a su hermana.
Los ojos de Marley se llenaron de miseria.
—Probablemente no quiero saber lo que hizo, ¿verdad? Bien. Déjame ayudarte a hacer las maletas. Luego te llevaré a donde necesites ir.
Me envió una pequeña sonrisa malvada.
—¿Buscando a tu novia? Fue al almacén.
Cuando inclinó la barbilla hacia el pasillo, animándome a ir, supe que me iba a encontrar con algo que no me gustaría, algo sobre Santana que debería cambiar mi opinión de ella. Me dije que no fuera, pero maldición, tenía que saber. Oí su voz, incluso cuando abrí la puerta del almacén.
—¿Me has seguido hasta aquí? Eso es tan jodido. Ni siquiera te conozco. Y ni se te ocurra tocarme así de nuevo.
—Pero ese camarero dijo que me habías estado mirando y hablando de mí toda la noche. Me aseguró que si te seguía hasta aquí, serías digna de mi tiempo.
—Oh, eso te dijo, ¿verdad? Bueno, jodidamente se equivocó. Tengo una novia, y nunca te he visto antes de ahora. Así que, siento decepcionarte, pero tienes que irte. Ahora.
La mujer se le acercó, estirando la mano para acariciar sus pechos.
—¿Estás absolutamente segura de eso, cariño? Quiero decir, ya que estamos aquí atrás…solo nosotras. Y no veo a tu novia en algún lugar.
—Entonces deberías darte la vuelta, perra, porque estoy justo detrás de ti. Mantén tus jodidas manos fuera de ella.
Los ojos de Santana se ampliaron mientras realmente golpeaba los dedos de la perra para sacarlos de sus pechos.
—¡Brittany! —jadeó desesperadamente, empujándose más allá de ella y dándose prisa por la fila para llegar a mí.
No estaba enojada con ella, pero sí me encontraba demasiado molesta para cualquier tipo de abrazo. Así que retrocedí y alcé mis manos para mantenerla alejada.
—Discúlpame —dije con los dientes apretados—, mientras voy a matar a mi hermano.
—¡Espera! —gritó detrás de mí, pero me sentía furiosa.
Ryder se veía tan petulante y engreído al ver mi expresión asesina cuando fui hacia la barra. El hijo de perra pensaba que me encontraba molesta con Santana.
—¿Tuviste un lindo espectáculo? —preguntó.
—Sí, lo tuve. —Me subí al taburete para poder llegar más allá de la barra.
Entonces le di una bofeteada tan fuerte como pude. Tiró la cabeza hacia atrás, y de inmediato levantó la mano para ahuecar su mejilla. Con los ojos muy abiertos por la sorpresa, gritó
—: ¿Qué demonios?
Lo señalé con un dedo amenazador justo entre los ojos.
—La próxima vez que envíes a alguien a seducir a mi novia para alejarla de mí, probablemente deberías elegir a una zorra que realmente le interese, ya que, lo siento, pero no cayó en tu trampa.
Me alejé solo para encontrar a Santana corriendo desde el pasillo hacia mí, sus ojos iluminados con preocupación. Agarré su rostro, la acerqué y la besé tan intenso como pude. Lucía aturdida cuando me aparté. Mirando hacia la barra, grité
—: Y eso, idiota, solo me hizo enamorarme aún más de esta Latina.
Empecé a alejarme del bar, pero Santana tomó mi mano y me tiró de regreso hacia ella.
—¿Qué haces? ¿A dónde vas?
Toqué su rostro, amando la preocupación en sus ojos.
—No estoy enojada contigo.
Negó con la cabeza.
—Pero estás enojada. No quiero que conduzcas mientras estás molesta. Condujiste hasta aquí, ¿verdad?
—Tomé prestado el auto de Marley. Dudaba que Mike dejara a Tina volver al bar hasta que naciera el bebé, así que me tuve que escabullir con las llaves de Marley por la cocina.
—No conduzcas enojada. —Presionó su frente contra la mía—. Tengo un mal presentimiento.
—Voy a estar bien. —Inclinándome para besarla suavemente en los labios, sonreí, incapaz de permanecer tan enojada como quería—. Lo prometo.
No parecía estar muy segura por mi afirmación, pero me regresó el beso.
—Mándame un mensaje cuando llegues a casa.
—Lo haré. Ahora vuelve a trabajar. Te veré más tarde.
Cuando traté de alejarme, no me soltó al principio, pero luego articuló
—: Te amo.
Y finalmente soltó mis dedos. Por ella, guardé mis sentimientos todo el camino a casa, prestando más atención a la carretera de lo que normalmente lo haría, solo para poder cumplir mi promesa. Pero lo dejé todo atrás tan pronto como estacioné en la calzada de Marley.
La rabia aún me alimentaba cuando irrumpí en la puerta trasera de la casa de mi hermano traidor. Marley se encontraba en la mesa de la cocina con Colton y Brandt, construyendo algo que parecía un mini volcán con una cosa roja espumosa goteando por los lados. Los chicos se veían animados, y Marley parecía tan atenta en su experimento como ellos, hasta que levantó la vista y vio mi cara.
Su sonrisa cayó al instante, y se levantó de su silla.
—¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Santana y tú…?
—¡Santana y yo estamos bien! —grité, mirándola—. ¿Cómo puede alguien pensar que ella haría algo para hacerme daño? Es la novia más increíble que he tenido. ¿A alguien le importa que me haga feliz? ¿Que por primera vez en un año, espero cada nuevo día, o que fui capaz de perdonarme por las cosas que he hecho? Me sanó. Nunca me hizo daño.
Caminé con furia, yendo más allá de ella y mis hermanos menores que lucían traumatizados, corrí a mi habitación e inmediatamente me arrodillé en el suelo para sacar la maleta de debajo de la cama. Una vez que estuvo abierta, abrí de un tirón el primer cajón del tocador. Cuando regresé a la maleta con una cantidad de sujetadores y bragas, encontré a Marley en la puerta, pareciendo asustada.
—Yo-yo…
Confundida por las palabras, parpadeó y empezó a retorcer las manos en su cintura.
—. Lo siento, Brittany. Es solo que te veías tan molesta. No quise asumir automáticamente que era culpa de Santana.
Se movió hasta el final de mi cama e hizo un gesto hacia mi apresurado trabajo en la maleta.
—. ¿Qué es exactamente lo que está pasando?
Siseé un suspiro, obligándome a calmarme. Explotar contra mi cuñada no iba a ayudar en nada. No era su culpa que mi hermano hubiera sido un completo idiota esta noche.
—Tengo que irme —dije—. No puedo quedarme aquí un segundo más con la jodida cara de tu marido. Es solo que… él…
Me estremecí y mi labio inferior tembló. Lo mordí duro antes de que pudiera estallar en lágrimas por la forma en que me traicionó.
—Oh, genial —murmuró Marley, pasándose la mano por la frente—. Me preocupé de que fuera a hacer algo feo e irracional. Siempre hace algo feo e irracional cuando está asustado y molesto.
—¿Asustado? —Solté en una carcajada—. ¿Por qué él tendría que tener miedo?
Me miró, sus ojos llenos de preocupación.
—Creo que tiene miedo de perder a su mejor amiga y a su hermana por esto.
—Sí, bueno… acaba de perder a su hermana.
Los ojos de Marley se llenaron de miseria.
—Probablemente no quiero saber lo que hizo, ¿verdad? Bien. Déjame ayudarte a hacer las maletas. Luego te llevaré a donde necesites ir.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
La jodio en grande ryder por querer separar a san de britt.. en efecto se le cumplió el temor se quedo sin las dos!
A ver como quedan las cosas?? Y que pasa con el presentimiento de san?
A ver como quedan las cosas?? Y que pasa con el presentimiento de san?
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Que rastrero lo de ryder,pero estan muy enamoradas para caer en esas trampas, y lo del presentimiento ,NO ME GUSTA.
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
A ruder le salió el tiro por la culata!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Hola soy nueva , me encantan la historia va todas tus historias , las vendo leyendo desde hace tiempo pero recién ahora me pude hacer una cuenta .
Me da la sensación de que a Britt va a tener un accidente o algo feo
Me da la sensación de que a Britt va a tener un accidente o algo feo
sofi_LM* - Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 11/11/2016
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
3:) escribió:La jodio en grande ryder por querer separar a san de britt.. en efecto se le cumplió el temor se quedo sin las dos!
A ver como quedan las cosas?? Y que pasa con el presentimiento de san?
No se que le ocurre a ese tipo por que creo que no le gustaria si estuviera en los zapatos de Santana.
Espero que ese presentimiento no pase a mas....
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Tati.94 escribió:Que rastrero lo de ryder,pero estan muy enamoradas para caer en esas trampas, y lo del presentimiento ,NO ME GUSTA.
Ryder merece que el karma lo persiga de por vida en verdad.....
Menos mal que Santana probo que su amor es verdadero.
Esperemos que el presentimiento no sea nada y quede ahi....
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
monica.santander escribió:A ruder le salió el tiro por la culata!!!!
Saludos
Si gracias a Santana y sus sentimientos la cago en grande y que bueno que Brittany pudiiera ser testigo de eso.....
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
sofi_LM escribió:Hola soy nueva , me encantan la historia va todas tus historias , las vendo leyendo desde hace tiempo pero recién ahora me pude hacer una cuenta .
Me da la sensación de que a Britt va a tener un accidente o algo feo
Hola Bienvenida, y que bueno que ya puedas comentar teniendo tu cuenta.
Gracias por leer y comentar..... Pues esperemos que no y que no pase nada.
Saludos.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
CONTINUACION CAP. 34
SANTANA
El turno terminó, el club se vació, y solo nos quedamos para limpiar el lugar. Traté de mantener mi boca cerrada tanto tiempo como pude, pero para mí, “tanto tiempo” fue durante unos diez minutos. Todos en el bar debieron percibir nuestra tensión, porque no hubo mucha charla o bromas mientras hacíamos nuestro trabajo.
Limpiaba los taburetes en frente de la barra cuando Ryder comenzó a limpiar el mostrador por detrás. Nos encontrábamos frente a frente, la barra entre nosotros, y trabajando en la misma dirección, aunque evitando el contacto visual, cuando mi paciencia se hizo añicos.
Golpeando mi paño en la barra, lo miré y estallé.
—Sabes, incluso si tu puto plan hubiera funcionado esta noche, la persona que habría salido más lastimada sería tu hermana. ¿Se te ocurrió, bastardo imbécil? Tu única hermana. Ah, pero no te preocupes; si ese era tu objetivo, creo que funcionó de todos modos. Sin embargo, no fui yo quien le causó devastación, fuiste tú. Ni siquiera puedo creer que lo hicieras…
Sacudí la cabeza cuando las palabras me fallaron debido a toda la rabia que vibraba por mi cuerpo; solo quería saltar sobre la barra y empezar a golpear su maldita cara.
Lo que le hizo a Brittany fue completamente inaceptable.
Demasiado alterada para confiar en mí misma, miré a Sam, que había dejado lo que hacía para mirarnos abiertamente.
—Me voy.
Asintió e hizo un gesto con la mano, disculpándome. Juro que vi algo de orgullo brillando en su mirada cuando me envió una pequeña sonrisa. Sin siquiera mirar en la dirección de Ryder, me di la vuelta y salí del club.
Cuando encontré a mi esposa acurrucada en la cama, durmiendo, con su equipaje contra el estribo, no me sorprendió del todo. Sonriendo suavemente, me desnudé hasta mi sostén y boxers y me acosté junto a ella.
Me desperté a la mañana siguiente al final de mi cama, con alguien sentado en mis pies. En mis brazos, Brittany se agitó y su olor llegó desde su cabello, llenando mi nariz hasta que estuve dura. Mis brazos se encontraba a su alrededor mientras hacíamos cucharita, y su trasero metido en mi regazo, con su espalda acurrucada contra mi pecho.
Como alguien que apreciaba su espacio en la noche, me impresionó que me gustara tanto dormir con ella cerca de mí. Pero, demonios, no tenía idea que tenerla aquí se sentiría tan agradable. Mis caderas se arquearon hacia adelante e instintivamente froté mi polla dura a través de mis boxers hasta que encontré el pliegue de su culo.
Ella dejó escapar un suspiro entrecortado, me incliné para enterrar mi cara en su nuca, disfrutando cada segundo de este momento… hasta que un carraspeo sonó al final de mi cama.
Asustándome, me senté, subiendo las mantas al instante para cubrir a mi mujer. Estábamos tapadas hasta nuestros pechos. Pero sabía que ella solo usaba esos pantaloncitos cortos y una camiseta sin mangas. No quería que alguien más la viera, ni siquiera si eran sus cremosos hombros desnudos.
Cuando vi a Ryder a mis pies, me senté derecha.
—Jesús. ¿Qué diablos, hombre?
Se encontraba de espaldas a nosotras, con sus manos entrelazadas en su regazo, como si estuviera listo para pasar el rato y esperar a que despertáramos.
—Tengo que hablar con mi hermana —dijo, su voz ronca con pesar y disculpa.
Suspiré y dejé caer mi cabeza sobre la almohada.
—¿En este momento?
Girando la cabeza, vi que eran apenas las siete de la mañana. Maldita sea, Ryder realmente enloqueció.
—Sabes, aún es muy raro pensar en ustedes dos…
Hizo un gesto entre nosotras por encima del hombro—. Pero verlo con mis propios ojos es aún más extraño. No…
Negó con la cabeza y apartó la mirada.
—. Aún no apruebo esto, y estoy absolutamente seguro de que vas a terminar rompiendo su corazón.
Me limité a bufar y negar con la cabeza.
—Sí, bueno… después de lo de anoche, dejó de importarme una mierda lo que pienses sobre esto.
Ryder cerró los ojos y apretó los dientes.
—Anoche… —comenzó, solo para darse media vuelta y abrir las pestañas, enviándome una mirada sincera.
—.Anoche me equivoqué. Lo sé.
No iba a perdonarlo ya que ni siquiera se molestó en disculparse, incluso aunque admitió que lo jodió. Nadie se metía con mi mujer de la forma en que él lo hizo y lo solucionaba sin ningún tipo de perdón, humillación o súplicas… y quizás un millón de dólares.
Pero luego dijo
—: Lo siento, Brittany. Y no estoy diciendo esto porque tuve la peor pelea de mi matrimonio con mi esposa anoche, quien estaba muy ansiosa por decirme todo lo que he hecho mal últimamente. Me avergüenzo de verdad por lo que hice. Fui impulsivo y muy… San, más o menos. La miré para encontrar sus ojos abiertos y llenos de lágrimas.
Ryder le envió su mirada más triste.
—No quiero que te vayas solo porque metí la pata. Esa es tu casa y seguirá siéndolo. Yo nunca… mierda.
Miró sus manos y olfateó.
—. Nunca te dije lo orgulloso que me encontraba de ti por lo mucho que hiciste por los niños mientras yo no estuve. Y nunca te dije que no te culpo por las cosas que salieron mal. No sé si alguien, me incluyo, hubiera podido mantener las cosas tanto tiempo como tú. Y nunca perdí ningún tipo de confianza en ti. Eres una mujer fuerte y valiente, y estoy orgulloso de tenerte como hermana. Siempre te amaré sin importar qué.
Brittany me miró, le envié una sonrisa de ánimo antes de tomar su mano y apretarla.
—Y Santana… —continuó Ryder. Brittany apretó mis dedos, como si esperara que me diera el mismo tipo de discurso. Diablos, creo que incluso yo lo esperaba.
Pero lo que dijo fue
—: Eres una traicionera hija de puta. Voy a seguir trabajando contigo, porque tengo que hacerlo, pero aparte de eso, simplemente quédate lejos de mí. Ya no quiero ser tu amigo. No quiero tener nada que ver contigo. Y voy a reírme y celebrar el día que ella por fin decida tirar tu trasero inútil.
—¡Ryder! —exclamó Brittany, horrorizada.
La miró, sus ojos duros.
—Lo siento, sé que no puedo prohibirte que la veas, pero no voy a fingir que me gusta esto. ¿Vienes a casa o no?
Brittany envolvió sus brazos alrededor de mi brazo.
—Estoy en casa —dijo simplemente.
La mirada que Ryder me disparó me dijo que esta tenía que ser la peor traición, como si acabara de robarle a su hermana. Luego asintió una vez, se aclaró la garganta, y se levantó. Cuando se fue sin decir nada más, miré a una muy tranquila y pálida Brittany. No me sentía tan estable. No todos los días perdía a mi amigo.
—¿Estás bien? —pregunté.
Soltó una risa temblorosa.
—¿Lo estás tú?
Asentí.
—No me arrepiento de ni una sola cosa. Te tengo, y eso es más de lo que merezco. Es todo lo que quiero.
Tomando sus manos, le besé los nudillos.
—. Ahora, ¿qué es lo que quieres hacer por el resto de nuestra vida?
Limpiaba los taburetes en frente de la barra cuando Ryder comenzó a limpiar el mostrador por detrás. Nos encontrábamos frente a frente, la barra entre nosotros, y trabajando en la misma dirección, aunque evitando el contacto visual, cuando mi paciencia se hizo añicos.
Golpeando mi paño en la barra, lo miré y estallé.
—Sabes, incluso si tu puto plan hubiera funcionado esta noche, la persona que habría salido más lastimada sería tu hermana. ¿Se te ocurrió, bastardo imbécil? Tu única hermana. Ah, pero no te preocupes; si ese era tu objetivo, creo que funcionó de todos modos. Sin embargo, no fui yo quien le causó devastación, fuiste tú. Ni siquiera puedo creer que lo hicieras…
Sacudí la cabeza cuando las palabras me fallaron debido a toda la rabia que vibraba por mi cuerpo; solo quería saltar sobre la barra y empezar a golpear su maldita cara.
Lo que le hizo a Brittany fue completamente inaceptable.
Demasiado alterada para confiar en mí misma, miré a Sam, que había dejado lo que hacía para mirarnos abiertamente.
—Me voy.
Asintió e hizo un gesto con la mano, disculpándome. Juro que vi algo de orgullo brillando en su mirada cuando me envió una pequeña sonrisa. Sin siquiera mirar en la dirección de Ryder, me di la vuelta y salí del club.
Cuando encontré a mi esposa acurrucada en la cama, durmiendo, con su equipaje contra el estribo, no me sorprendió del todo. Sonriendo suavemente, me desnudé hasta mi sostén y boxers y me acosté junto a ella.
Me desperté a la mañana siguiente al final de mi cama, con alguien sentado en mis pies. En mis brazos, Brittany se agitó y su olor llegó desde su cabello, llenando mi nariz hasta que estuve dura. Mis brazos se encontraba a su alrededor mientras hacíamos cucharita, y su trasero metido en mi regazo, con su espalda acurrucada contra mi pecho.
Como alguien que apreciaba su espacio en la noche, me impresionó que me gustara tanto dormir con ella cerca de mí. Pero, demonios, no tenía idea que tenerla aquí se sentiría tan agradable. Mis caderas se arquearon hacia adelante e instintivamente froté mi polla dura a través de mis boxers hasta que encontré el pliegue de su culo.
Ella dejó escapar un suspiro entrecortado, me incliné para enterrar mi cara en su nuca, disfrutando cada segundo de este momento… hasta que un carraspeo sonó al final de mi cama.
Asustándome, me senté, subiendo las mantas al instante para cubrir a mi mujer. Estábamos tapadas hasta nuestros pechos. Pero sabía que ella solo usaba esos pantaloncitos cortos y una camiseta sin mangas. No quería que alguien más la viera, ni siquiera si eran sus cremosos hombros desnudos.
Cuando vi a Ryder a mis pies, me senté derecha.
—Jesús. ¿Qué diablos, hombre?
Se encontraba de espaldas a nosotras, con sus manos entrelazadas en su regazo, como si estuviera listo para pasar el rato y esperar a que despertáramos.
—Tengo que hablar con mi hermana —dijo, su voz ronca con pesar y disculpa.
Suspiré y dejé caer mi cabeza sobre la almohada.
—¿En este momento?
Girando la cabeza, vi que eran apenas las siete de la mañana. Maldita sea, Ryder realmente enloqueció.
—Sabes, aún es muy raro pensar en ustedes dos…
Hizo un gesto entre nosotras por encima del hombro—. Pero verlo con mis propios ojos es aún más extraño. No…
Negó con la cabeza y apartó la mirada.
—. Aún no apruebo esto, y estoy absolutamente seguro de que vas a terminar rompiendo su corazón.
Me limité a bufar y negar con la cabeza.
—Sí, bueno… después de lo de anoche, dejó de importarme una mierda lo que pienses sobre esto.
Ryder cerró los ojos y apretó los dientes.
—Anoche… —comenzó, solo para darse media vuelta y abrir las pestañas, enviándome una mirada sincera.
—.Anoche me equivoqué. Lo sé.
No iba a perdonarlo ya que ni siquiera se molestó en disculparse, incluso aunque admitió que lo jodió. Nadie se metía con mi mujer de la forma en que él lo hizo y lo solucionaba sin ningún tipo de perdón, humillación o súplicas… y quizás un millón de dólares.
Pero luego dijo
—: Lo siento, Brittany. Y no estoy diciendo esto porque tuve la peor pelea de mi matrimonio con mi esposa anoche, quien estaba muy ansiosa por decirme todo lo que he hecho mal últimamente. Me avergüenzo de verdad por lo que hice. Fui impulsivo y muy… San, más o menos. La miré para encontrar sus ojos abiertos y llenos de lágrimas.
Ryder le envió su mirada más triste.
—No quiero que te vayas solo porque metí la pata. Esa es tu casa y seguirá siéndolo. Yo nunca… mierda.
Miró sus manos y olfateó.
—. Nunca te dije lo orgulloso que me encontraba de ti por lo mucho que hiciste por los niños mientras yo no estuve. Y nunca te dije que no te culpo por las cosas que salieron mal. No sé si alguien, me incluyo, hubiera podido mantener las cosas tanto tiempo como tú. Y nunca perdí ningún tipo de confianza en ti. Eres una mujer fuerte y valiente, y estoy orgulloso de tenerte como hermana. Siempre te amaré sin importar qué.
Brittany me miró, le envié una sonrisa de ánimo antes de tomar su mano y apretarla.
—Y Santana… —continuó Ryder. Brittany apretó mis dedos, como si esperara que me diera el mismo tipo de discurso. Diablos, creo que incluso yo lo esperaba.
Pero lo que dijo fue
—: Eres una traicionera hija de puta. Voy a seguir trabajando contigo, porque tengo que hacerlo, pero aparte de eso, simplemente quédate lejos de mí. Ya no quiero ser tu amigo. No quiero tener nada que ver contigo. Y voy a reírme y celebrar el día que ella por fin decida tirar tu trasero inútil.
—¡Ryder! —exclamó Brittany, horrorizada.
La miró, sus ojos duros.
—Lo siento, sé que no puedo prohibirte que la veas, pero no voy a fingir que me gusta esto. ¿Vienes a casa o no?
Brittany envolvió sus brazos alrededor de mi brazo.
—Estoy en casa —dijo simplemente.
La mirada que Ryder me disparó me dijo que esta tenía que ser la peor traición, como si acabara de robarle a su hermana. Luego asintió una vez, se aclaró la garganta, y se levantó. Cuando se fue sin decir nada más, miré a una muy tranquila y pálida Brittany. No me sentía tan estable. No todos los días perdía a mi amigo.
—¿Estás bien? —pregunté.
Soltó una risa temblorosa.
—¿Lo estás tú?
Asentí.
—No me arrepiento de ni una sola cosa. Te tengo, y eso es más de lo que merezco. Es todo lo que quiero.
Tomando sus manos, le besé los nudillos.
—. Ahora, ¿qué es lo que quieres hacer por el resto de nuestra vida?
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
CAPITULO 35
SANTANA
Brittany y yo empezamos a buscar un nuevo lugar juntas. Asiatica tenía un poco de náuseas por el embarazo, pero todavía no eran nada grave. Seguía diciéndole que todos los médicos sobreactuaban. Iba a tener un embarazo perfectamente normal, pero me alegré de que ella y Mike continuaran tomando todas las precauciones, solo para estar seguros.
En otras noticias, puse a Brittany en mi seguro de salud —haciendo que Finn jurara guardar el secreto para que no fuera a chismosear acerca de nuestro matrimonio por el momento— y Brittany fue a Seguridad Social y al Departamento de Vehículos Motorizados para convertirse legalmente en una López. Brittany López.
El día que su nueva licencia de conducir con su nuevo apellido llegó por correo, se hallaba tan jodidamente emocionada. Me atacó en el sofá y me folló justo ahí. Fue algo bueno que Tina estuviera en una cita con el médico.
Fuimos bastante ruidosas... y estuvimos desnudas. Me encantaba vivir con ella, me encantaba despertarme a su lado cada mañana, quedarme dormida junto a ella todas las noches, e incluso ducharme con ella en algunas ocasiones. Hubo algunos cambios —sus ropas siempre se encontraban colgadas por todas partes, mechones de pelo rubio trataban de ahogarme en mi sueño cada noche, y productos femeninos llenaban mi tocador— pero los sobrevivimos y por lo general nos divertimos en el proceso.
Seguí apareciéndome en la cafetería cada mañana de los sábados, pero Ryder nunca se presentó. Brittany se enteró de mi rutina de los sábados y cómo seguía esperando que me perdonara y simplemente... se apareciera uno de estos días, vino una mañana y se sentó conmigo en su lugar.
Nunca en un millón de años se lo admitiría, pero sí extrañaba al hijo de puta de Ryder. Me ayudó a superar lo de mi hermana, estuvo conmigo cuando empecé esta fase de mi vida. Joder, él fue quien me dio el apodo San. Fue el responsable de una gran parte de quién era yo, y simplemente extrañaba pasar el rato y molestarnos. Pero no iba a contarle todo eso a Brittany.
Cuando recibió una llamada de él un sábado por la noche, traté de no actuar interesada, pero se giró hacia mí después de colgar como si supiera que anhelaba cada detalle.
—Todos van al parque Rainly mañana —dijo—. Me pidieron que vaya.
Se veía triste por ello, así que fruncí el ceño.
—Bueno, eso es genial. ¿Por qué no sonríes?
Con un suspiro, dio unas palmaditas en mi brazo y se alejó.
—Porque no voy.
Cuando trató de alejarse, la cogí por la cintura y le di la vuelta.
—¿Qué quieres decir con que no vas? ¡Ve!
Negó.
—No. No, a menos que también te inviten.
Gemí y rodé los ojos.
—Nena, sabes que eso no va a suceder. Solo tienes que ir y divertirte. No has visto a tus malditos chantajistas hermanos en mucho tiempo. No te preocupes por mí, solo ve.
Sin embargo, esa obstinada sangre Pierce no cedería. Esa situación la molestó todo el fin de semana, y a su vez, me molesto a mí también, así que finalmente, el domingo por la mañana, la arrastré fuera de la cama y la metí a la ducha, diciendo
—: Vamos a alistarnos. Ambas vamos.
Se animó después de eso, y sabía que hice algo bien. Pero el maldito drama se iniciaría tan pronto como llegáramos. Ryder me frunció el ceño, luego sus ojos entrecerrados se trasladaron a donde sostenía la mano de Brittany mientras paseábamos por el camino frente a su casa para saludarlo.
—Es una salida familiar —dijo, dejando en claro que no me encontraba invitada.
—Y yo soy de la familia —argumentó Brittany, levantando la barbilla.
La quemó con su ceño fruncido.
—No he dicho que tú no podías venir.
Ella me miró, y sabía exactamente lo que pensaba. Consideraba si dejar o no caer la bomba de “estamos casadas”, para ver si negaría que yo era familia entonces.
Me encogí de hombros, dejándola decidir si quería revelarlo o no.
—¿Qué? —exigió Ryder al notar nuestras miradas intercambiadas—. ¿Qué demonios significa esa mirada? Oh Dios. Por favor, no me digas que has quedado embarazada.
Un momento de incómodo silencio siguió después de su pregunta antes de que explotara.
—¿Qué demonios, imbécil? Sabes que no puede quedar embarazada.
Ryder inmediatamente cerró los ojos e hizo una mueca.
—Mierda. Lo olvidé. Lo siento.
Cuando abrió los ojos, Brittany dio un paso lejos de él. Ella sacudió su cabeza. Luego miró a Marley y sus hermanos menores.
—Pásenla bien. Creo que me saltaré este viaje.
Se alejó de ellos, y yo también, pero su imbécil hermano mayor corrió tras ella, cogiéndola del brazo.
—Brittany.
Su voz era desesperada y lamentada. La atrajo hacia él para poder abrazarla y presionar sus labios en su pelo.
—. Soy un idiota. Lo siento. Lo siento mucho. He estado tan preocupado por conseguir que te alejaras de ella para que no te pudiera hacer daño, pero acabé haciéndote daño yo mismo. No sé cómo hacer esto, cómo dar marcha atrás. Estoy acostumbrado a ser tu hermano mayor y un padre protector, es como una segunda naturaleza para mí querer saltar y alejarte de cualquier cosa que crea que es peligroso. Me asusta como el infierno verte entrar en algo de lo que no te puedo proteger. Y no sé cómo... Solo sigo arruinándolo. Pero lo que sé con certeza es que no puedo perderte. Eres parte de esta familia. No quiero que nos dejes solo porque tengo problemas para comportarme. Si...
Me lanzó una mirada mordaz.
—. Si quieres traer a alguien más contigo, bien. Pero no puede ser un verdadero día familiar sin ti.
Brittany tomó una respiración profunda. Entonces me miró.
—Bien, pero Santana viene, también.
Ryder levantó las manos en señal de rendición.
—Bien.
—¿Puedo ir con San y Brittany? —preguntó Brandt.
—Ooh, yo también. Quiero ir con ellos. —Colton saltó hacia su hermana para envolver los brazos alrededor de su cintura.
Ryder me lanzó una mirada llena de odio, en silencio acusándome de robarle a toda su familia. Levanté mis cejas, desafiándolo a decir algo. Abrió la boca, pero no salió ninguna palabra.
Shakespeare enganchó su brazo.
—Parece que tú y yo tenemos un viaje para nosotros solos.
Cuando la miró y ella le sonrió, un calor entró en su mirada. Supongo que los dos se reconciliaron desde la pelea más importante de su matrimonio. Eso fue impresionante, porque siempre agradecía la presencia de esa mujer en su vida. Nadie calmaba su temperamento cambiante tanto como Shakespeare.
—Supongo que ya queda decidido —anuncié, aplaudiendo—. ¡Todo el mundo, súbase al auto!
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Pues por fin se supo todo, Ryder todo un caso, amigo de San cuando piensa lo peor de ella y de Britt desconfiando por haberse equivocado en el pasado.
Si ambas ya hablaron con el y le dijeron que no hablaron con el por miedo a su reacción y que se quieren porque no dejar a un lado el enojo y darles una oportunidad, aparte todos le dicen que San hace feliz a su hermana.
Y hacerle esa jugada a San sin importarle que Britt sufriría, en que mierda pensaba??
Lo bueno de todo esto es que la relación de las chicas esta mas fuerte que nunca y mas porque se casaron!!
Aunque igual me quedo con preocupación por el presentimiento de San, esperó que no le pase nada a Britt o al menos que no sea grave :/
Si ambas ya hablaron con el y le dijeron que no hablaron con el por miedo a su reacción y que se quieren porque no dejar a un lado el enojo y darles una oportunidad, aparte todos le dicen que San hace feliz a su hermana.
Y hacerle esa jugada a San sin importarle que Britt sufriría, en que mierda pensaba??
Lo bueno de todo esto es que la relación de las chicas esta mas fuerte que nunca y mas porque se casaron!!
Aunque igual me quedo con preocupación por el presentimiento de San, esperó que no le pase nada a Britt o al menos que no sea grave :/
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Bueno Ryder dando pasos poco a poco, sigue cagandola sí, pero cada vez menos, creo que se va dando cuenta de las cosas. Esperó que las cosas mejoren antes de contarle que están casadas felizmente jajaja.
Y bueno ellas también avanzando cada vez mas en su relación, ahora viven juntas y están saliendo adelante. Además me encanta el apoyo que ambas se brindan, en este momento de San con la familia Pierce, para que su bella esposa no se aleje de ellos.
Esperó que esta salida familiar salga bien :)
Y bueno ellas también avanzando cada vez mas en su relación, ahora viven juntas y están saliendo adelante. Además me encanta el apoyo que ambas se brindan, en este momento de San con la familia Pierce, para que su bella esposa no se aleje de ellos.
Esperó que esta salida familiar salga bien :)
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Ryder en serio la va cagando cada tanto muuy seguido!!!.. y y a la que termina lastimando consecutivamente es a britt con sus idioteces... y eso que no sabe que están casadas!!!
A ver como termina el paseo familiar????
A ver como termina el paseo familiar????
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
El hermano de britt me tiene hasta las pelotas que no tengo con sus aires de suficiencia, quien c..... le dijo a el que podia escoger con quien brittany se iba a relacionar en un futuro????? san le hace bien y ahora estan CASADAS!!!!! a ver como va ese paseo!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
Jumm...sera que lo del "presentimiento" es porque le va a pasar algo a britt y de esa forma tendra que utilizar el seguro medico de san y asi se entera ryder que estan casadas!!!jajajja disculpen mi mente loca haciendo teorias jajaj. Saludos.
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
yo creo que le tendrían que decir que están casadas , así se enoja entero , porque si se amigan y después se entera que están casadas va a ser otra vez lo mismo
Me quede pensando el presentimiento de San , espero que no sea tan malo , me mata la intriga:=(:
Me quede pensando el presentimiento de San , espero que no sea tan malo , me mata la intriga:=(:
sofi_LM* - Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 11/11/2016
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
JVM escribió:Pues por fin se supo todo, Ryder todo un caso, amigo de San cuando piensa lo peor de ella y de Britt desconfiando por haberse equivocado en el pasado.
Si ambas ya hablaron con el y le dijeron que no hablaron con el por miedo a su reacción y que se quieren porque no dejar a un lado el enojo y darles una oportunidad, aparte todos le dicen que San hace feliz a su hermana.
Y hacerle esa jugada a San sin importarle que Britt sufriría, en que mierda pensaba??
Lo bueno de todo esto es que la relación de las chicas esta mas fuerte que nunca y mas porque se casaron!!
Aunque igual me quedo con preocupación por el presentimiento de San, esperó que no le pase nada a Britt o al menos que no sea grave :/
Tienes toda la razon, sobre Ryder es un cabezota pero espero que no tenga que ocurrir algo malo para que entre en razon. ademas ya no tiene sentido que busquen su bendicion, permiso o lo que sea. Gracias por comentar no habia actualizado por que estaba medio enfermita no estoy del todo bien pero quiero ver si puedo hoy terminar la historia...
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]BRITTANA: PERFECTA (GP) Epilogo
JVM escribió:Bueno Ryder dando pasos poco a poco, sigue cagandola sí, pero cada vez menos, creo que se va dando cuenta de las cosas. Esperó que las cosas mejoren antes de contarle que están casadas felizmente jajaja.
Y bueno ellas también avanzando cada vez mas en su relación, ahora viven juntas y están saliendo adelante. Además me encanta el apoyo que ambas se brindan, en este momento de San con la familia Pierce, para que su bella esposa no se aleje de ellos.
Esperó que esta salida familiar salga bien :)
jajaja sip. Ya estan casadas ya no les deberia importar Ryder la verdad???
espero que tambien todo salga bien y no pase nada...
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Página 7 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Temas similares
» [Resuelto]Brittana: GP SANTANA: SU PRINCESA. cap. 12, 13 y Epilogo
» [Resuelto]Brittana: Un Rapidito.. Cap. 9, 10 y Epilogo
» [Resuelto]BASTARA ARROGANTE GP (BRITTANA). cap. 29 y Epilogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Qué (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ti (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]Brittana: Un Rapidito.. Cap. 9, 10 y Epilogo
» [Resuelto]BASTARA ARROGANTE GP (BRITTANA). cap. 29 y Epilogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Qué (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ti (Adaptada) Epílogo
Página 7 de 8.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1