|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
[Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
+2
micky morales
23l1
6 participantes
Página 3 de 4.
Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Uyyy!
Todo iba bien, estaban planificando como serian las cosas ahora que Britt regresa a la universidad y el tío tenia que hacer su aparición....
Obviamente no se quedara sin hacer nada :/ así que haber que hace, solo esperó que no desteuyatla relación entre las chicas
Todo iba bien, estaban planificando como serian las cosas ahora que Britt regresa a la universidad y el tío tenia que hacer su aparición....
Obviamente no se quedara sin hacer nada :/ así que haber que hace, solo esperó que no desteuyatla relación entre las chicas
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Huuuuu apareció el tío molestó!!! Espero no tenga nada que ver con la idiota de Elaine!!
Saludod
Saludod
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra...
Mmmmmm... uno del tridente ya los vio a ver que hace???
Me encanta cuando estan juntas!! Y sobre todo san es tan cursi jajajaja
Oh ya britt planto bandera y marco territorio!!!
Nos vemos!
Hola lu, uyy si =/ mal ai, no¿? =/ Aiii siii si son tan lindas! jajajaajajaja. Aiii si esa morena es un amor jajajajajaja. Jajajajajaa claro, osea si es su morena y de nadie mas! jajajajaja. Saludos =D
JVM escribió:Uyyy!
Todo iba bien, estaban planificando como serian las cosas ahora que Britt regresa a la universidad y el tío tenia que hacer su aparición....
Obviamente no se quedara sin hacer nada :/ así que haber que hace, solo esperó que no desteuyatla relación entre las chicas
Hola, iuuuu esk las cosas como dices tu iban avanzando como debían... hasta! ¬¬ No, no claro que se quedara de brazos cruzados va ha meterse donde no lo llaman la vrdd ¬¬ :@ Esperemos y no =/ Saludos =D
monica.santander escribió:Huuuuu apareció el tío molestó!!! Espero no tenga nada que ver con la idiota de Elaine!!
Saludod
Hola, si ¬¬ Nooo, ni lo digas q pasa =/ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 11
Capitulo 11
Santana pasaba sus días trabajando, pero esperando el momento de salir para buscar a Brittany en la Universidad.
El trabajo estaba difícil, cada vez tenía más y más, se acumulaba en un abrir y cerrar de ojos. Su tío le encargó especialmente un proyecto que se estaba desarrollando en el interior superando en sus responsabilidades la parte legal, pero era interesante, realmente estaba aprendiendo mucho.
Sin embargo, no quería sacrificar su tiempo con Brittany.
La rubia también hacia su esfuerzo para compaginar el tiempo con Santana y los estudios.
Estaba perdidamente enamorada de esa mujer.
Uno de esos días en que fue a buscarla a la universidad.
—San, llegaste tarde de nuevo.
Al final de la jornada, se le complicó un poco el trabajo a Santana.
—Mira no quiero causarte problemas, mañana me voy a ir a casa, no necesitas buscarme, tienes que descansar—dijo Brittany a ver reflejado en el rostro de la mujer que amaba un profundo cansancio.
—No señorita—negó la abogada con determinación—Yo necesito de mi linda rubia, de sus besos, de sus caricias, de sus masajes que tanto me gustan y su comida—enumeró—Sería más sencillo si no tuviera que llevarte a casa—dijo con cuidado.
Brittany se sorprendió y el corazón le dio un vuelco.
—¿Me estas pidiendo que viva contigo Sanny?
—Te estoy pidiendo que lo pienses porque desde el primer día que despertaste en mi cama, no he pensado en otra cosa que en compartirla contigo Britt—confeso mirándola profundamente a los ojos.
Brittany sabía que Santana estaba siendo sincera, le estaba abriendo su corazón.
Estaba tan conmovida, llena de tantas emociones.
—Sanny, eres tan dulce mi amor. Mira, vamos a hablar eso este fin de semana, con calma—hizo una breve pausa—Yo no tengo nada que pensar, pero si quiero ir con cuidado por mi familia lo sabes. No quiero que lo hagas porque quieras protegerme, cuando trabaje podré pagar un alquiler y me iré de casa.
—No lo hago por eso, lo hago porque quiero a mi mujer en mi casa es todo—dijo como una niña malcriada, pero Brittany podía ver todo el sentimiento con que lo decía.
Eso la enterneció aún más.
“Como amo a esta morena”, pensó, sonriendo.
—Vamos a hablarlo cielo, este fin de semana, solo cómo lo haremos porque yo estoy segura que quiero amanecer en tu cama por siempre. Mañana tengo examen y necesito estudiar hoy, por favor llévame a casa—pidió Brittany a la abogada.
Estaban felices las dos, faltaba mucho por hablar y aunque las cosas estaban caminando bastante rápido, las dos se sentían seguras de lo que estaban haciendo.
Santana se encaminó a casa de Brittany y en pocos minutos detenía el auto.
—Ya llegamos mi Britt-Britt—anunció—Te dejo casa para que estudies y yo voy a ir directo a la cama, estoy cansada.
—Si mi Sanny, descansa.
Y se acercó para darle un pequeño, pero esta la tomó en sus brazos y la trajo a su regazo mientras la besaba con ansías, con desespero. Los corazones se agitaron, las respiraciones se hicieron pesadas.
—Mi amor…—dijo apenas con aliento Brittany—Eres insaciable, aún estoy cansada de ayer—confesó la pasante sonriendo y volvió a besarla mientras metió las manos dentro de su camisa
—Creo que la insaciable eres tu amor—dijo ya totalmente enfocada en besar y acariciar a Brittany.
Pero de pronto se abrió la puerta del BMW y la voz de hombre interrumpió las caricias.
—¿Qué pasa Brittany? ¿Para eso te educaron nuestros padres?—alzó la voz Mike—Y tu BMW, baja del auto y dame la cara—exigió alejándose un paso del auto.
Por lo oscuro que estaba dentro del auto, Mike aún no podía identificar al acompañante de Brittany.
—Por Dios Mike, cierra la puerta que ya salgo—pidió Brittany con una calma que no sentía.
Apenas ella y su morena se habían podido arreglar, todo había sido muy rápido.
—No señorita, baja ahora mismo—exigió de nuevo Mike.
Brittany iba a bajar pero Santana la detuvo.
—Un momento—se escuchó la voz firme de la morena.
Había tardado en reaccionar por la sorpresa, pero ya estaba totalmente alerta.
—Britt regresa a tu asiento y no bajes del auto hasta que yo te diga—dijo intentando bajar del auto, pero Brittany la detuvo.
—San no—pidió, pero la morena la corto rápidamente.
—Te dije que te pases a tu asiento—ordenó con voz firme.
Brittany obedeció a Santana quien y se bajó del auto haciéndole frente al hombre que estaba al otro lado del auto.
Lo miraba fijamente.
Mike se quedó mirándola asombrado, no podía decir palabras.
Sin embargó, se acercó a la morena, pero ella no se movió ni un milímetro. Le sostenía la mirada con la barbilla muy en alto.
En la cara de Mike había confusión y rabia al mismo tiempo.
—¿Qué le estás haciendo a mi hermana?—preguntó—Por Dios, es solo una niña. ¿Qué le hiciste?—preguntó acercándose mucho más. Su confusión ardía en sus ojos—Aléjate de mi hermana—exigió hablando con los dientes apretados y empujo a Santana.
Santana resistió y se mantuvo firme frente a él.
—Escucha…—dijo también con los dientes apretados.
Estaba furiosa, nadie iba a meterse en su relación con SU Brittany.
—No he obligado a tu hermana a nada, ella está conmigo porque quiere—se acercó también a él.
—Eso no verdad, ¿Qué le has hecho?
—Si te calmas, le pediré que se baje y que te lo diga ella misma.
—¿Ahora le das órdenes a mi hermana?
—No vas a lastimarla, así que o te calmas o subo al auto y me voy con ella.
Mike pareció enfurecerse aún más.
—¿Yo? ¿Lastimarla?—gritó Mike—Mi papá va a matarla y luego te matara a ti ¿Entiendes? Dile a mi hermana que baje, yo no voy a lastimarla.
Santana siguió parada firme frente a Mike, quería asegurase que el hombre se calmara. Finalmente, tras unos segundos, se acercó al auto y abrió la puerta sin dejar de mirarlo.
—Britt, baja del auto y ven conmigo, por favor—pidió tendiéndole la mano.
Una mano temblorosa la tomó. Brittany salió. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero intentaba mantener la calma.
—San, escucha—pidió Brittany, luego de bajar del auto y acercarse—Vete a casa yo me encargo de mi hermano.
—Ni lo sueñes Britt. No voy a dejarte sola.
La rubia sabía que Santana hablaba muy en serio, que no iba a marcharse. Se giró hacía su hermano que la miraba confundido. Se acercó a él.
—Mike escúchame—pidió—Estoy enamorada de Santana. Soy muy feliz con ella, sé que esto no es lo común, pero es lo que soy.
Mike la miraba sin decir palabras, pero sus ojos indicaban que dentro de sí había un huracán y que buscaba una explicación.
Tras un par de minutos en los que Brittany se mantuvo expectante, habló.
—Dime Brittany, ¿Te compró, te lleno de regalos para que le hagas el favor?—preguntó Mike.
Brittany dejó salir las lágrimas y se tapó la boca para contener el llanto. Las palabras de su hermano la lastimaron demasiado.
—¡Basta!—gritó Santana furiosa y se acercó a Mike amenazante.
Era un par de centímetros más alto que ella, pero estaba segura que le partiría la cara.
Brittany la detuvo y le hizo frente a su hermano.
—Mike, dime, ¿realmente crees que soy así?—preguntó dolida.
Su hermano no le contesto al instante.
—¿Sabes qué? puedes inventarte lo que sea para no aceptar la realidad, pero estoy enamorada de San, soy muy feliz con ella—aseguró mirándolo a los ojos.
Supo Mike entonces que Brittany le decía la verdad.
—¡Por dios hermanita!—se acercó y la envolvió en sus brazos.
Tuvo que respirar muy hondo para no dejar escapar un sollozo. Sus ojos estaban llenos de lágrimas al igual que los de Brittany.
—En el fondo lo sabía, pero no quería ver las señales—le besó la cabeza mientras sonreía—No me molesta que te gusten las mujeres—dijo alejándola un poco de él para poder mirarla a los ojos—Reaccione mal pero fue la sorpresa, lo que me preocupa es papá, no quiero que te haga daño, yo no quiero que sufras—dijo y volvió a abrazarla.
—Mike, me has cuidado siempre pero ya estoy grande. Es hora de que asuma mis responsabilidades.
Santana, carraspeó haciendo que ambos la miraran.
—Mike, soy Santana López—se presentó con voz firme y tendiéndole la mano a Mike.
Éste se acercó a ella y la estrechó sonriéndole tímidamente.
—Soy la novia de tu hermana y no voy a permitir que la lastimen. Te ofrezco mi amistad si la quieres, pero tienes que saber que estés de acuerdo o no, no pienso dejar a Britt—advirtió.
Mike sonrió y miró a su hermana.
—Ya veo que salió gallito tu noviecita—dedicó una mirada más—También es bonita hermana, me gusta—dirigió una franca sonrisa a la abogada, pero luego se puso serio—Y espero que cuides a mi Britty porque de lo contrario te la veras conmigo—advirtió.
Santana sabía que hablaba en serio.
Ya todo se había calmado.
—San, por favor vete a casa, déjame hablar con mi hermano por favor. Ya está todo tranquilo, es hora de que él y yo tengamos una conversación.
Santana miró a Mike más como una advertencia que nada.
—Está bien—dijo acercándose y poniendo un beso en su la frente de Brittany—Cualquier cosa, llámame… hasta luego—dedicó una última sonrisa. Le tendió la mano a Mike, quien de nuevo se la estrechó, se miraron y asintieron ambos en silencio expresando así su acuerdo.
Una vez que Santana se fue, Brittany y su hermano entraron a su casa y subieron a la habitación de la mujer.
Era hora de hablar.
—Mike, soy feliz con ella la amo, es todo lo que he soñado en mi vida.
—Hermanita, pero es una mujer, ¿Sabes lo que eso implica?
—Sí, lo sé en todos los sentidos.
—Es bonita, tiene dinero, pero eso lo hace más difícil todavía—dijo Mike.
—¿Crees que no lo sé?—hizo una breve pausa—Tengo miedo de perderla, pero siempre me demuestra que está para mí. Me cuida, me apoya, es increíble. Soy muy feliz con ella—confesó sonriendo como una adolescente enamorada.
Mike también sonrió.
—Si tú eres feliz, yo soy feliz hermanita—dijo acariciando su mejilla.
La conversación se alargó un poco más y Brittany estaba contenta de que al menos su hermano estuviera de su lado, pero todavía faltaban lo peor.
Sus padres.
************************************************************************************************************
A la mañana siguiente Santana llego temprano a la oficina.
Seguía preocupada por Brittany aunque la había llamado y le había asegurado que todo estaba bien. A ella no le gustaba lo que los hermanos decían de sus padres, pero de algo estaba segura, no iba a permitir que le hicieran daño a Brittany.
Ella cuidaría de su mujer.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su tío, quien entró sin tocar a su oficina.
—San, muchacha, tengo un trabajo para ti—dijo sin preámbulos. —Te vas a la sucursal de Ohio a encargarte del nuevo proyecto. Es necesario que todo se cierre en tiempo, es un mes y medio. Si todo sale bien, recibirás una bonificación y estarás a un paso de estar en la junta.
—¿Mes y medio tío? Es demasiado—contesto Santana.
—¿Es que acaso algo es más importante para ti que levantar esta empresa?, ¿La empresa de tus padres?—preguntó inquisitivo.
—No tío.
Ella no podía defraudar a sus padres.
—Muy bien, sales mañana temprano. Me reportaras a mí personalmente—dijo cuando salía de la oficina.
En cuanto su tío se fue, Santana llamó a Quinn.
—Hola Quinny.
—Hola Tana, ¿Cómo está mi cuñis?
—Está muy bien, gracias—respondió y luego fue directo al grano—Quinny, mi tío me envío al proyecto de la sucursal en Ohio.
—¿Qué? Pero eso es de un mes y medio a dos meses.
—Tal como lo escuchas—tenía una opresión en el pecho.
Sentía que no podía respirar.
¿Cómo iba a poder alejarse tanto tiempo de Brittany?
—Q, quiero pedirte un favor. Encárgate que Britt entre en la pasantía, es muy importante para ella que esto ocurra.
—¿Qué te preocupa San?
—Mi tío es un buen hombre, pero ambicioso puede que no le guste que esté con Britt. Ya sabes, no es de clase alta.
—¿Buen hombre? Por Dios Tana, nunca lo fue y nunca lo será—Quinn siempre trataba de abrirle los ojos con respecto a su tío—No solo me encargare de su pasantía, también dile que si tiene problemas que me llame. Yo la cuidaré por ti—aseguró tranquilizando así a la morena.
—Gracias Quinny.
Esa tarde, cuando fue a buscar a Brittany estaba muy preocupada.
¿Qué pasaba sino la esperaba?
¿Y si Brittany no comprendía sus razones?
Esas preguntas rodaban por su cabeza.
Era su mujer, tenía que entender por qué ella necesitaba hacer esto.
Igual que todos los días, recibió a Brittany con una sonrisa y un beso, aunque por dentro estaba paralizada.
—Hola Sanny, me fue muy bien en el examen. ¿Qué tal si esta noche vamos a tu departamento y me consientes un poquito como tú sabes?—dijo Brittany con picardía y guiñándole un ojo.
Santana quería contagiarse con la alegría de Brittany, pero no podía.
—Tenemos que hablar Britt—dijo con seriedad, esto captó la atención de la rubia.
—¿Qué pasa amor?—preguntó preocupada.
Santana respiró hondo antes de contestar, mientras tomaba las manos de Brittany. Le sonrió intentado tranquilizarla y tranquilizarse ella misma.
—Tengo que viajar por un mes y medio o dos—dijo despacio y vio los ojos de Brittany sorprenderse—Pero trataré que sean sólo cinco semanas. Trabajaré día y noche si es necesario—aseguró.
Brittany guardó silencio por unos segundos procesando en su mente la noticia.
—Pero, ¿por qué te vas? ¿Qué pasó? ¿No me quieres?—Brittany soltaba una pregunta tras otra sin darle tregua—¿Fue por lo de ayer?
—No, no mi amor—trató de tranquilizarla para poder explicarle la situación—No quiero dejarte. Es que mi tío me envío a este trabajo y me dijo que si lo hago bien estaré a un paso de la junta y tengo que hacerlo, se lo debo a mis padres.
Brittany volvió a guardar silencio uno segundos.
Miraba a su morena en busca de la verdad. Y ahí estaba, honesta y transparente como siempre. En su rostro se formó una sonrisa que vino a tranquilizar a Santana, quien sintió que había estado sin respirar por mucho tiempo.
—Está bien amor, yo sé lo que significa para ti—dijo Brittany acariciando su mejilla y acunándole la cara entre sus manos—Pero te voy a extrañar tanto—frotó su nariz con la de la abogada—¿Esto es realmente necesario?
Santana respiró profundo.
—Si amor, es algo que tengo que hacer.
—Está bien, ¿cuándo te vas?
—Mañana.
Brittany se abrazó a Santana y rompió a llorar, no podía imaginarse tantos días sin ella. La morena le devolvió el abrazo.
—No llores mi amor, estaré contigo muy pronto.
A ella también se le estaba partiendo el alma.
No quería separase ni un segundo de Brittany.
—Créeme regresaré lo más pronto que pueda. Si tienes algún problema, el que sea llama a Quinn. Yo te llamaré todos los días—aseguró.
Cuando la bogada dejó a Brittany en su casa, ella todavía lloraba.
Santana no necesitaba el dinero, pero tenía que hacerlo por sus padres.
Era su deber, era el peso del apellido. Solo le hubiera gustado dejar a Brittany en su casa, podría estar más tranquila.
Los días pasaron lentamente.
Brittany y Santana hablaban todos los días, las dos sufrían la una por la otra, se extrañaban muchísimo aunque se mantenían en contacto, extrañaban el calor de cada una.
Santana trabaja día y noche para terminar el proyecto lo más pronto posible.
Brittany estudiaba duramente para pasar todos los exámenes, así le quedaría solo la pasantía para terminar su carrera.
Cuando habían pasado cuatro semanas del viaje de la morena, Brittany recibió una sorpresiva visita en la Universidad.
Estaba sentada en unos de los locales donde solía pasar el rato entre clase y clase, de pronto cerca de ella sintió una presencia, levantó la cabeza y ahí estaba.
—Buenas tardes Brittany—pronunció el hombre delante de ella con su profunda voz.
Brittany dudó unos segundos.
—Buenas tardes—hizo una breve pausa—Disculpe, me sorprendió verlo. No espere verlo en la universidad. ¿Puedo ayudarlo en algo?—preguntó al tío de Santana.
El hombre sonrió.
—Vine para hablar contigo chiquilla.
—Claro, con gusto—ofreció con un gesto una de las sillas que rodeaban la mesa.
—Pidamos café—el hombre hizo una señal a unos de los mesoneros, quien se acercó rápidamente y tomó la orden.
Brittany estaba muy extrañada.
¿Qué podía querer hablar el tío de Santana con ella?
En un par de minutos tenían frente a ellos un par de tazas con humeante café.
—Seré directo jovencita—tomó un sorbo de café.
Brittany se daba cuenta que buscaba intimidarla.
—Usted está saliendo con mi sobrina y quiero que tenga claro cuál es su lugar.
—Sí, soy su novia—dijo Brittany con firmeza, aunque ya se imaginaba por donde venía la cuestión.
Este hombre no quería nada bueno con ella.
—No eres su novia—aclaró sin rodeos y la miró fijamente para darle efecto a sus palabras—Eres una aventura, un momento placentero. Santana sólo está probando lo que es salir con una niña necesitada. Mi sobrina es muy protectora, pero “su novia”, no lo eres, eso es para las de su clase.
Brittany tuvo que inspirar muchas veces para mantener la calma y tenerle paciencia al hombre.
—Mire señor, discúlpeme pero usted no me va a ofender y si es lo que tiene planeado hacer, será mejor que me vaya.
Brittany comenzaba a levantarse para irse pero López la detuvo.
—Espera, tengo un trato para ti.
—Se equivoca conmigo, yo no voy a hacer ningún trato con usted.
—Escúchame mucha—pidió, no estaba dispuesto a ceder—Mira, después que te gradúes trabajaras en mi empresa. Eres buena en lo que haces—que dijera eso sorprendió a Brittany—Por lo cual eso no será un problema. No me meteré en tu relación con Santana, dejaré que te dé lo que le pidas y podrás estar tranquila. Lo único que debes hacer es mantenerte en tu lugar.
—Quiere decir ser la otra, la amante, pero no la novia o la esposa.
—Exacto, pero para alguien como tú, eso es bastante.
—¿Para alguien yo?—se le agotaba la paciencia.
Esta vez se levantó de la silla, no estaba dispuesta a seguir aguantando al hombre.
—A usted le queda grande hablar conmigo, así que olvídese, la única que me puede alejar de su sobrina, es ella misma. Ahora me voy, tengo estudiar,
tengo mejores cosas que hacer—se dio la vuelta—Que tenga un buen día—dijo por sobre el hombro.
López se quedó sorprendido que a mujer se fuera sin más.
—Cometes un error muchacha, lo pagaras caro—fueron las últimas palabras que oyó Brittany al alejarse.
Brittany se fue llorando, aguantó todo lo que pudo para que el tío de Santana no la viera.
“Ese hombre es un miserable. ¿Qué se ha creído?”, pensaba mientras se alejaba.
Estaba enamorada y esperaba todo.
Con Santana era fácil imaginarse un hogar, una vida. No podía compartir a su morena porque era suya y ella era su mujer.
No le contaría a Santana de eso, pero necesitaría hablarlo con alguien.
Decidió pasar por la casa de Quinn.
Una vez en casa de Quinn, le contó todo lo que había ocurrido mientras lloraba.
Aunque delante del tío de la morena se mostró fuerte, lo cierto era que se sentía muy mal y además, sola.
Sin Santana, era más de lo que podía soportar.
Quinn estaba molesta por lo que había hecho el tío de Santana.
—Ese miserable ha tratado siempre mal a San, solo que ella es tan buena que no lo ve. ¿Cómo se atrevió a hablarte así?
—Me sentí muy mal—la imaginación de Brittany se había llenado con las palabras del tío—¿Será que San piensa lo mismo que su tío?
—No pienses eso ni por un momento Brittany, ella te ama y sus intenciones son serías contigo. Es más, ya la voy a llamar, te aseguro que mañana estará aquí—dijo Quinn dispuesta a llamar a su amiga.
—¡No!—detuvo a Quinn—No lo hagas por favor, no es necesario. Ella está muy ocupada, no quiero darle más problemas.
—Ella tiene que saberlo Brittany.
—No por favor—pidió de nuevo a Quinn y al ver que esta cedía se sintió más tranquila—Ahora tendré que buscar otro lugar donde hacer la pasantía.
—De eso nada Brittany, olvídalo. Se lo prometí a San, tú vas a entrar, te lo ganaste.
—No Quinn, mejor es que no—estaba muy pesimista.
—Bueno amiga—dijo Quinn cruzándose de brazos—O entras o llamo a San en este instante y le cuento todo.
—No puedes hacer eso.
—Si puedo, es por tu bien. Así que yo guardo silencio y tú entras a la pasantía—se sentó junto a ella—Créeme cuñis, tiene que ser así. Esa empresa también es mía y de San, por lo tanto tuya y de tus hijos si se animan a dar ese paso, así que cuídala—dijo sonriéndole y guiñándole un ojo.
Brittany sonrió.
—¿Hijos?
Unos pequeños López, dulces y malcriados como su morena.
Si, definitivamente.
Si llegaba ese momento, ella daría ese paso, de eso estaba segura.
Nada la haría más feliz que tener los hijos de Santana. Formar una familia con ella seria tocar el cielo con sus manos.
Que increíble era todo, hasta hace nada no se plantearía una cosa como esta y hoy, estaba dispuesta a dar ese paso sin dudarlo ni por un instante.
El trabajo estaba difícil, cada vez tenía más y más, se acumulaba en un abrir y cerrar de ojos. Su tío le encargó especialmente un proyecto que se estaba desarrollando en el interior superando en sus responsabilidades la parte legal, pero era interesante, realmente estaba aprendiendo mucho.
Sin embargo, no quería sacrificar su tiempo con Brittany.
La rubia también hacia su esfuerzo para compaginar el tiempo con Santana y los estudios.
Estaba perdidamente enamorada de esa mujer.
Uno de esos días en que fue a buscarla a la universidad.
—San, llegaste tarde de nuevo.
Al final de la jornada, se le complicó un poco el trabajo a Santana.
—Mira no quiero causarte problemas, mañana me voy a ir a casa, no necesitas buscarme, tienes que descansar—dijo Brittany a ver reflejado en el rostro de la mujer que amaba un profundo cansancio.
—No señorita—negó la abogada con determinación—Yo necesito de mi linda rubia, de sus besos, de sus caricias, de sus masajes que tanto me gustan y su comida—enumeró—Sería más sencillo si no tuviera que llevarte a casa—dijo con cuidado.
Brittany se sorprendió y el corazón le dio un vuelco.
—¿Me estas pidiendo que viva contigo Sanny?
—Te estoy pidiendo que lo pienses porque desde el primer día que despertaste en mi cama, no he pensado en otra cosa que en compartirla contigo Britt—confeso mirándola profundamente a los ojos.
Brittany sabía que Santana estaba siendo sincera, le estaba abriendo su corazón.
Estaba tan conmovida, llena de tantas emociones.
—Sanny, eres tan dulce mi amor. Mira, vamos a hablar eso este fin de semana, con calma—hizo una breve pausa—Yo no tengo nada que pensar, pero si quiero ir con cuidado por mi familia lo sabes. No quiero que lo hagas porque quieras protegerme, cuando trabaje podré pagar un alquiler y me iré de casa.
—No lo hago por eso, lo hago porque quiero a mi mujer en mi casa es todo—dijo como una niña malcriada, pero Brittany podía ver todo el sentimiento con que lo decía.
Eso la enterneció aún más.
“Como amo a esta morena”, pensó, sonriendo.
—Vamos a hablarlo cielo, este fin de semana, solo cómo lo haremos porque yo estoy segura que quiero amanecer en tu cama por siempre. Mañana tengo examen y necesito estudiar hoy, por favor llévame a casa—pidió Brittany a la abogada.
Estaban felices las dos, faltaba mucho por hablar y aunque las cosas estaban caminando bastante rápido, las dos se sentían seguras de lo que estaban haciendo.
Santana se encaminó a casa de Brittany y en pocos minutos detenía el auto.
—Ya llegamos mi Britt-Britt—anunció—Te dejo casa para que estudies y yo voy a ir directo a la cama, estoy cansada.
—Si mi Sanny, descansa.
Y se acercó para darle un pequeño, pero esta la tomó en sus brazos y la trajo a su regazo mientras la besaba con ansías, con desespero. Los corazones se agitaron, las respiraciones se hicieron pesadas.
—Mi amor…—dijo apenas con aliento Brittany—Eres insaciable, aún estoy cansada de ayer—confesó la pasante sonriendo y volvió a besarla mientras metió las manos dentro de su camisa
—Creo que la insaciable eres tu amor—dijo ya totalmente enfocada en besar y acariciar a Brittany.
Pero de pronto se abrió la puerta del BMW y la voz de hombre interrumpió las caricias.
—¿Qué pasa Brittany? ¿Para eso te educaron nuestros padres?—alzó la voz Mike—Y tu BMW, baja del auto y dame la cara—exigió alejándose un paso del auto.
Por lo oscuro que estaba dentro del auto, Mike aún no podía identificar al acompañante de Brittany.
—Por Dios Mike, cierra la puerta que ya salgo—pidió Brittany con una calma que no sentía.
Apenas ella y su morena se habían podido arreglar, todo había sido muy rápido.
—No señorita, baja ahora mismo—exigió de nuevo Mike.
Brittany iba a bajar pero Santana la detuvo.
—Un momento—se escuchó la voz firme de la morena.
Había tardado en reaccionar por la sorpresa, pero ya estaba totalmente alerta.
—Britt regresa a tu asiento y no bajes del auto hasta que yo te diga—dijo intentando bajar del auto, pero Brittany la detuvo.
—San no—pidió, pero la morena la corto rápidamente.
—Te dije que te pases a tu asiento—ordenó con voz firme.
Brittany obedeció a Santana quien y se bajó del auto haciéndole frente al hombre que estaba al otro lado del auto.
Lo miraba fijamente.
Mike se quedó mirándola asombrado, no podía decir palabras.
Sin embargó, se acercó a la morena, pero ella no se movió ni un milímetro. Le sostenía la mirada con la barbilla muy en alto.
En la cara de Mike había confusión y rabia al mismo tiempo.
—¿Qué le estás haciendo a mi hermana?—preguntó—Por Dios, es solo una niña. ¿Qué le hiciste?—preguntó acercándose mucho más. Su confusión ardía en sus ojos—Aléjate de mi hermana—exigió hablando con los dientes apretados y empujo a Santana.
Santana resistió y se mantuvo firme frente a él.
—Escucha…—dijo también con los dientes apretados.
Estaba furiosa, nadie iba a meterse en su relación con SU Brittany.
—No he obligado a tu hermana a nada, ella está conmigo porque quiere—se acercó también a él.
—Eso no verdad, ¿Qué le has hecho?
—Si te calmas, le pediré que se baje y que te lo diga ella misma.
—¿Ahora le das órdenes a mi hermana?
—No vas a lastimarla, así que o te calmas o subo al auto y me voy con ella.
Mike pareció enfurecerse aún más.
—¿Yo? ¿Lastimarla?—gritó Mike—Mi papá va a matarla y luego te matara a ti ¿Entiendes? Dile a mi hermana que baje, yo no voy a lastimarla.
Santana siguió parada firme frente a Mike, quería asegurase que el hombre se calmara. Finalmente, tras unos segundos, se acercó al auto y abrió la puerta sin dejar de mirarlo.
—Britt, baja del auto y ven conmigo, por favor—pidió tendiéndole la mano.
Una mano temblorosa la tomó. Brittany salió. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero intentaba mantener la calma.
—San, escucha—pidió Brittany, luego de bajar del auto y acercarse—Vete a casa yo me encargo de mi hermano.
—Ni lo sueñes Britt. No voy a dejarte sola.
La rubia sabía que Santana hablaba muy en serio, que no iba a marcharse. Se giró hacía su hermano que la miraba confundido. Se acercó a él.
—Mike escúchame—pidió—Estoy enamorada de Santana. Soy muy feliz con ella, sé que esto no es lo común, pero es lo que soy.
Mike la miraba sin decir palabras, pero sus ojos indicaban que dentro de sí había un huracán y que buscaba una explicación.
Tras un par de minutos en los que Brittany se mantuvo expectante, habló.
—Dime Brittany, ¿Te compró, te lleno de regalos para que le hagas el favor?—preguntó Mike.
Brittany dejó salir las lágrimas y se tapó la boca para contener el llanto. Las palabras de su hermano la lastimaron demasiado.
—¡Basta!—gritó Santana furiosa y se acercó a Mike amenazante.
Era un par de centímetros más alto que ella, pero estaba segura que le partiría la cara.
Brittany la detuvo y le hizo frente a su hermano.
—Mike, dime, ¿realmente crees que soy así?—preguntó dolida.
Su hermano no le contesto al instante.
—¿Sabes qué? puedes inventarte lo que sea para no aceptar la realidad, pero estoy enamorada de San, soy muy feliz con ella—aseguró mirándolo a los ojos.
Supo Mike entonces que Brittany le decía la verdad.
—¡Por dios hermanita!—se acercó y la envolvió en sus brazos.
Tuvo que respirar muy hondo para no dejar escapar un sollozo. Sus ojos estaban llenos de lágrimas al igual que los de Brittany.
—En el fondo lo sabía, pero no quería ver las señales—le besó la cabeza mientras sonreía—No me molesta que te gusten las mujeres—dijo alejándola un poco de él para poder mirarla a los ojos—Reaccione mal pero fue la sorpresa, lo que me preocupa es papá, no quiero que te haga daño, yo no quiero que sufras—dijo y volvió a abrazarla.
—Mike, me has cuidado siempre pero ya estoy grande. Es hora de que asuma mis responsabilidades.
Santana, carraspeó haciendo que ambos la miraran.
—Mike, soy Santana López—se presentó con voz firme y tendiéndole la mano a Mike.
Éste se acercó a ella y la estrechó sonriéndole tímidamente.
—Soy la novia de tu hermana y no voy a permitir que la lastimen. Te ofrezco mi amistad si la quieres, pero tienes que saber que estés de acuerdo o no, no pienso dejar a Britt—advirtió.
Mike sonrió y miró a su hermana.
—Ya veo que salió gallito tu noviecita—dedicó una mirada más—También es bonita hermana, me gusta—dirigió una franca sonrisa a la abogada, pero luego se puso serio—Y espero que cuides a mi Britty porque de lo contrario te la veras conmigo—advirtió.
Santana sabía que hablaba en serio.
Ya todo se había calmado.
—San, por favor vete a casa, déjame hablar con mi hermano por favor. Ya está todo tranquilo, es hora de que él y yo tengamos una conversación.
Santana miró a Mike más como una advertencia que nada.
—Está bien—dijo acercándose y poniendo un beso en su la frente de Brittany—Cualquier cosa, llámame… hasta luego—dedicó una última sonrisa. Le tendió la mano a Mike, quien de nuevo se la estrechó, se miraron y asintieron ambos en silencio expresando así su acuerdo.
Una vez que Santana se fue, Brittany y su hermano entraron a su casa y subieron a la habitación de la mujer.
Era hora de hablar.
—Mike, soy feliz con ella la amo, es todo lo que he soñado en mi vida.
—Hermanita, pero es una mujer, ¿Sabes lo que eso implica?
—Sí, lo sé en todos los sentidos.
—Es bonita, tiene dinero, pero eso lo hace más difícil todavía—dijo Mike.
—¿Crees que no lo sé?—hizo una breve pausa—Tengo miedo de perderla, pero siempre me demuestra que está para mí. Me cuida, me apoya, es increíble. Soy muy feliz con ella—confesó sonriendo como una adolescente enamorada.
Mike también sonrió.
—Si tú eres feliz, yo soy feliz hermanita—dijo acariciando su mejilla.
La conversación se alargó un poco más y Brittany estaba contenta de que al menos su hermano estuviera de su lado, pero todavía faltaban lo peor.
Sus padres.
************************************************************************************************************
A la mañana siguiente Santana llego temprano a la oficina.
Seguía preocupada por Brittany aunque la había llamado y le había asegurado que todo estaba bien. A ella no le gustaba lo que los hermanos decían de sus padres, pero de algo estaba segura, no iba a permitir que le hicieran daño a Brittany.
Ella cuidaría de su mujer.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su tío, quien entró sin tocar a su oficina.
—San, muchacha, tengo un trabajo para ti—dijo sin preámbulos. —Te vas a la sucursal de Ohio a encargarte del nuevo proyecto. Es necesario que todo se cierre en tiempo, es un mes y medio. Si todo sale bien, recibirás una bonificación y estarás a un paso de estar en la junta.
—¿Mes y medio tío? Es demasiado—contesto Santana.
—¿Es que acaso algo es más importante para ti que levantar esta empresa?, ¿La empresa de tus padres?—preguntó inquisitivo.
—No tío.
Ella no podía defraudar a sus padres.
—Muy bien, sales mañana temprano. Me reportaras a mí personalmente—dijo cuando salía de la oficina.
En cuanto su tío se fue, Santana llamó a Quinn.
—Hola Quinny.
—Hola Tana, ¿Cómo está mi cuñis?
—Está muy bien, gracias—respondió y luego fue directo al grano—Quinny, mi tío me envío al proyecto de la sucursal en Ohio.
—¿Qué? Pero eso es de un mes y medio a dos meses.
—Tal como lo escuchas—tenía una opresión en el pecho.
Sentía que no podía respirar.
¿Cómo iba a poder alejarse tanto tiempo de Brittany?
—Q, quiero pedirte un favor. Encárgate que Britt entre en la pasantía, es muy importante para ella que esto ocurra.
—¿Qué te preocupa San?
—Mi tío es un buen hombre, pero ambicioso puede que no le guste que esté con Britt. Ya sabes, no es de clase alta.
—¿Buen hombre? Por Dios Tana, nunca lo fue y nunca lo será—Quinn siempre trataba de abrirle los ojos con respecto a su tío—No solo me encargare de su pasantía, también dile que si tiene problemas que me llame. Yo la cuidaré por ti—aseguró tranquilizando así a la morena.
—Gracias Quinny.
Esa tarde, cuando fue a buscar a Brittany estaba muy preocupada.
¿Qué pasaba sino la esperaba?
¿Y si Brittany no comprendía sus razones?
Esas preguntas rodaban por su cabeza.
Era su mujer, tenía que entender por qué ella necesitaba hacer esto.
Igual que todos los días, recibió a Brittany con una sonrisa y un beso, aunque por dentro estaba paralizada.
—Hola Sanny, me fue muy bien en el examen. ¿Qué tal si esta noche vamos a tu departamento y me consientes un poquito como tú sabes?—dijo Brittany con picardía y guiñándole un ojo.
Santana quería contagiarse con la alegría de Brittany, pero no podía.
—Tenemos que hablar Britt—dijo con seriedad, esto captó la atención de la rubia.
—¿Qué pasa amor?—preguntó preocupada.
Santana respiró hondo antes de contestar, mientras tomaba las manos de Brittany. Le sonrió intentado tranquilizarla y tranquilizarse ella misma.
—Tengo que viajar por un mes y medio o dos—dijo despacio y vio los ojos de Brittany sorprenderse—Pero trataré que sean sólo cinco semanas. Trabajaré día y noche si es necesario—aseguró.
Brittany guardó silencio por unos segundos procesando en su mente la noticia.
—Pero, ¿por qué te vas? ¿Qué pasó? ¿No me quieres?—Brittany soltaba una pregunta tras otra sin darle tregua—¿Fue por lo de ayer?
—No, no mi amor—trató de tranquilizarla para poder explicarle la situación—No quiero dejarte. Es que mi tío me envío a este trabajo y me dijo que si lo hago bien estaré a un paso de la junta y tengo que hacerlo, se lo debo a mis padres.
Brittany volvió a guardar silencio uno segundos.
Miraba a su morena en busca de la verdad. Y ahí estaba, honesta y transparente como siempre. En su rostro se formó una sonrisa que vino a tranquilizar a Santana, quien sintió que había estado sin respirar por mucho tiempo.
—Está bien amor, yo sé lo que significa para ti—dijo Brittany acariciando su mejilla y acunándole la cara entre sus manos—Pero te voy a extrañar tanto—frotó su nariz con la de la abogada—¿Esto es realmente necesario?
Santana respiró profundo.
—Si amor, es algo que tengo que hacer.
—Está bien, ¿cuándo te vas?
—Mañana.
Brittany se abrazó a Santana y rompió a llorar, no podía imaginarse tantos días sin ella. La morena le devolvió el abrazo.
—No llores mi amor, estaré contigo muy pronto.
A ella también se le estaba partiendo el alma.
No quería separase ni un segundo de Brittany.
—Créeme regresaré lo más pronto que pueda. Si tienes algún problema, el que sea llama a Quinn. Yo te llamaré todos los días—aseguró.
Cuando la bogada dejó a Brittany en su casa, ella todavía lloraba.
Santana no necesitaba el dinero, pero tenía que hacerlo por sus padres.
Era su deber, era el peso del apellido. Solo le hubiera gustado dejar a Brittany en su casa, podría estar más tranquila.
Los días pasaron lentamente.
Brittany y Santana hablaban todos los días, las dos sufrían la una por la otra, se extrañaban muchísimo aunque se mantenían en contacto, extrañaban el calor de cada una.
Santana trabaja día y noche para terminar el proyecto lo más pronto posible.
Brittany estudiaba duramente para pasar todos los exámenes, así le quedaría solo la pasantía para terminar su carrera.
Cuando habían pasado cuatro semanas del viaje de la morena, Brittany recibió una sorpresiva visita en la Universidad.
Estaba sentada en unos de los locales donde solía pasar el rato entre clase y clase, de pronto cerca de ella sintió una presencia, levantó la cabeza y ahí estaba.
—Buenas tardes Brittany—pronunció el hombre delante de ella con su profunda voz.
Brittany dudó unos segundos.
—Buenas tardes—hizo una breve pausa—Disculpe, me sorprendió verlo. No espere verlo en la universidad. ¿Puedo ayudarlo en algo?—preguntó al tío de Santana.
El hombre sonrió.
—Vine para hablar contigo chiquilla.
—Claro, con gusto—ofreció con un gesto una de las sillas que rodeaban la mesa.
—Pidamos café—el hombre hizo una señal a unos de los mesoneros, quien se acercó rápidamente y tomó la orden.
Brittany estaba muy extrañada.
¿Qué podía querer hablar el tío de Santana con ella?
En un par de minutos tenían frente a ellos un par de tazas con humeante café.
—Seré directo jovencita—tomó un sorbo de café.
Brittany se daba cuenta que buscaba intimidarla.
—Usted está saliendo con mi sobrina y quiero que tenga claro cuál es su lugar.
—Sí, soy su novia—dijo Brittany con firmeza, aunque ya se imaginaba por donde venía la cuestión.
Este hombre no quería nada bueno con ella.
—No eres su novia—aclaró sin rodeos y la miró fijamente para darle efecto a sus palabras—Eres una aventura, un momento placentero. Santana sólo está probando lo que es salir con una niña necesitada. Mi sobrina es muy protectora, pero “su novia”, no lo eres, eso es para las de su clase.
Brittany tuvo que inspirar muchas veces para mantener la calma y tenerle paciencia al hombre.
—Mire señor, discúlpeme pero usted no me va a ofender y si es lo que tiene planeado hacer, será mejor que me vaya.
Brittany comenzaba a levantarse para irse pero López la detuvo.
—Espera, tengo un trato para ti.
—Se equivoca conmigo, yo no voy a hacer ningún trato con usted.
—Escúchame mucha—pidió, no estaba dispuesto a ceder—Mira, después que te gradúes trabajaras en mi empresa. Eres buena en lo que haces—que dijera eso sorprendió a Brittany—Por lo cual eso no será un problema. No me meteré en tu relación con Santana, dejaré que te dé lo que le pidas y podrás estar tranquila. Lo único que debes hacer es mantenerte en tu lugar.
—Quiere decir ser la otra, la amante, pero no la novia o la esposa.
—Exacto, pero para alguien como tú, eso es bastante.
—¿Para alguien yo?—se le agotaba la paciencia.
Esta vez se levantó de la silla, no estaba dispuesta a seguir aguantando al hombre.
—A usted le queda grande hablar conmigo, así que olvídese, la única que me puede alejar de su sobrina, es ella misma. Ahora me voy, tengo estudiar,
tengo mejores cosas que hacer—se dio la vuelta—Que tenga un buen día—dijo por sobre el hombro.
López se quedó sorprendido que a mujer se fuera sin más.
—Cometes un error muchacha, lo pagaras caro—fueron las últimas palabras que oyó Brittany al alejarse.
Brittany se fue llorando, aguantó todo lo que pudo para que el tío de Santana no la viera.
“Ese hombre es un miserable. ¿Qué se ha creído?”, pensaba mientras se alejaba.
Estaba enamorada y esperaba todo.
Con Santana era fácil imaginarse un hogar, una vida. No podía compartir a su morena porque era suya y ella era su mujer.
No le contaría a Santana de eso, pero necesitaría hablarlo con alguien.
Decidió pasar por la casa de Quinn.
Una vez en casa de Quinn, le contó todo lo que había ocurrido mientras lloraba.
Aunque delante del tío de la morena se mostró fuerte, lo cierto era que se sentía muy mal y además, sola.
Sin Santana, era más de lo que podía soportar.
Quinn estaba molesta por lo que había hecho el tío de Santana.
—Ese miserable ha tratado siempre mal a San, solo que ella es tan buena que no lo ve. ¿Cómo se atrevió a hablarte así?
—Me sentí muy mal—la imaginación de Brittany se había llenado con las palabras del tío—¿Será que San piensa lo mismo que su tío?
—No pienses eso ni por un momento Brittany, ella te ama y sus intenciones son serías contigo. Es más, ya la voy a llamar, te aseguro que mañana estará aquí—dijo Quinn dispuesta a llamar a su amiga.
—¡No!—detuvo a Quinn—No lo hagas por favor, no es necesario. Ella está muy ocupada, no quiero darle más problemas.
—Ella tiene que saberlo Brittany.
—No por favor—pidió de nuevo a Quinn y al ver que esta cedía se sintió más tranquila—Ahora tendré que buscar otro lugar donde hacer la pasantía.
—De eso nada Brittany, olvídalo. Se lo prometí a San, tú vas a entrar, te lo ganaste.
—No Quinn, mejor es que no—estaba muy pesimista.
—Bueno amiga—dijo Quinn cruzándose de brazos—O entras o llamo a San en este instante y le cuento todo.
—No puedes hacer eso.
—Si puedo, es por tu bien. Así que yo guardo silencio y tú entras a la pasantía—se sentó junto a ella—Créeme cuñis, tiene que ser así. Esa empresa también es mía y de San, por lo tanto tuya y de tus hijos si se animan a dar ese paso, así que cuídala—dijo sonriéndole y guiñándole un ojo.
Brittany sonrió.
—¿Hijos?
Unos pequeños López, dulces y malcriados como su morena.
Si, definitivamente.
Si llegaba ese momento, ella daría ese paso, de eso estaba segura.
Nada la haría más feliz que tener los hijos de Santana. Formar una familia con ella seria tocar el cielo con sus manos.
Que increíble era todo, hasta hace nada no se plantearía una cosa como esta y hoy, estaba dispuesta a dar ese paso sin dudarlo ni por un instante.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Hola morra..
Bueno san ya conose a mike y por suerte que entendio....!
Mmmmm que va a hacer el viejo en contra de britt!!!
Por lo menos por ahora britt tiene a quinn cuidandola eso es bueno!!!
Nos vemos!!!
Bueno san ya conose a mike y por suerte que entendio....!
Mmmmm que va a hacer el viejo en contra de britt!!!
Por lo menos por ahora britt tiene a quinn cuidandola eso es bueno!!!
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Pues ambas conociendo a la familia, Britt al tío y San a Mike.... El problema es que la familia de ambas no las aprueba :/
Y bueno el tío no se quedara sin hacer nada, hasta amenazo a la rubia.
Espero que San regrese pronto y que se entere de lo que hizo su querido tío.
Y bueno el tío no se quedara sin hacer nada, hasta amenazo a la rubia.
Espero que San regrese pronto y que se entere de lo que hizo su querido tío.
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra..
Bueno san ya conose a mike y por suerte que entendio....!
Mmmmm que va a hacer el viejo en contra de britt!!!
Por lo menos por ahora britt tiene a quinn cuidandola eso es bueno!!!
Nos vemos!!!
Hola lu, bn ai por la morena y la rubia, osea un aliado no les viene mal, no¿? jajajajaja. Uyyy nose, pero espero que no sea nada grave =/ Jajajajajja una más, bueno quinn la lo estaba jajajajaja, pero como dices, la estara cuidando! Saludos =D
JVM escribió:Pues ambas conociendo a la familia, Britt al tío y San a Mike.... El problema es que la familia de ambas no las aprueba :/
Y bueno el tío no se quedara sin hacer nada, hasta amenazo a la rubia.
Espero que San regrese pronto y que se entere de lo que hizo su querido tío.
Hola, jajajaja a ambas le estan conociendo al familia... unos mas bueno que otros, no¿? Mmm los metidos que ni se les llama ¬¬ pero que son importantes para ellas =/ No, no creo que lo haga =/ ese! :@ Esperemos y si, a las dos cosas así lo coloca en su lugar :@ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 12
Capitulo 12
Pasaron dos semanas más.
Era el último día de universidad de Brittany, un viernes que debió estar lleno de alegría y felicidad, pero lamentablemente no lo era, ya que Santana todavía tenía dos semanas más de trabajo en Ohio y eso le parecía a Brittany como dos años en su corazón.
La extrañaba demasiado, su sonrisa, sus malcriadeces, sus caricias, extrañaba todo.
El lunes Brittany comenzaría sus pasantía en FL&Asociados, tenía que enfocarse en eso para seguir respirando.
Sería muy extraño estar en esa empresa sin la presencia de la abogada, pero confiaba en que el tiempo pasara rápido.
Brittany iba sumida en sus pensamientos mientras caminaba a la parada para tomar el transporte a su casa. De pronto levantó la cabeza y vio a Santana apoyada en su auto esperándola.
Su corazón se paralizó.
No lo podía creer.
Salió corriendo hacia su morena y le salto encima, llenándola de besos sin importar ni por un instante que todo el mundo la estuviera viendo.
Tenía a Santana frente de ella, podía tocarla y besarla eso era todo lo que importaba.
Santana estaba sonriendo.
—Me encanta este recibimiento, definitivamente es bueno estar en casa—dijo.
—Estoy más que feliz de que estés aquí cielo, te he extrañado tanto—confesó abrazándola fuertemente y mientras lo decía las lágrimas se derramaban por su mejilla.
Las emociones estaban a flor de piel.
Los corazones agitados por el encuentro.
—Yo también te extrañé mi amor solo pensaba en volver para estar contigo—dijo hundiendo su cara en el cuello de Brittany, llenándose se su olor.
Volviendo a vivir.
Estuvieron abrazadas unos minutos. Luego Brittany se alejó un poco para mirarla a los ojos, fue entonces cuando se percató de lo agotada que estaba la morena, tenía ojeras y estaba demacrada.
—Sanny, ¿te sientes bien?—preguntó mientras apartaba los cabellos de su cara para mirarla bien.
La abogada asintió.
—Solo estoy cansada, he trabajado mucho para terminar antes, quería volver a casa.
—Eres tan dulce, déjame cuidarte. Vámonos, dame las llaves del auto.
—Puedo manejar—aseguró.
—Si puedes, pero déjame consentirte por favor.
Santana cedió rápidamente y le entregó las llaves.
—Este bien mi amor, vamos a casa.
Brittany estaba preocupada por su sexy morena, se veía cansada. Estaba segura que no había comido bien, pero había vuelto a casa, ahora ella la cuidaría.
La pelinegra se había quedado dormida en el auto de lo cansada que estaba mientras Brittany la llevaba a su casa.
Cómo la había extrañado, sedaba cuenta, la quería tanto, solo esperaba que creyera en su amor porque estaba segura que su tío haría lo que fuera por separarlas.
En pocos minutos habían llegado.
—Vamos dormilona, llegamos—dijo tocándole el hombro.
Santana despertó un poco confundida, al ver a la rubia, sonrió.
—Qué bueno, quiero darme un baño y hacerte cositas ricas. Estoy cansada pero tengo fuerzas para ti mi amor. Te he extrañado tanto—se acercó para darle un suave beso a su mujer.
—Bueno, vamos primero por ese baño.
Subieron al apartamento y llevaron la maleta con ellas.
—Vamos a abrir esta maleta para que veas tus regalos.
—Ya habrá tiempo de eso, por ahora vamos por su baño.
Santana se quitó la ropa y se metió al baño.
El agua tibia la reconfortó.
Había trabajado sin descanso comiendo fuera de las horas y a penas lo que conseguía en la calle, todo por volver a casa.
Estaba decidido, quería vivir con Brittany y esperaba que ella la aceptara, no tenía nada que pensar, no habían dudas solo certezas de que la rubia era la mujer de su vida.
Mientras pensaba en ello, se abrió la puerta de la ducha y entró Brittany totalmente desnuda.
Al ver semejante imagen, recuperó sus fuerzas.
Abrazó a Brittany con desesperación, la besó con intensidad, sus manos recorrían su cuerpo sin parar.
—Sanny, ¿seguro que estas cansada? Porque no lo pareces—apenas pudo decir, ya que la carnosa boca de Santana invadía a cada segundo la suya.
—Te necesito mi amor, te amo—respondió con desesperación.
Era la primera vez que Santana lo decía y sabía que era verdad.
Eso la excitó más todavía y alcanzó a decir “yo también te amo” antes de que la morena sellara sus labios con un beso. Sus manos recorrían su cuerpo acariciándolo.
El deseo de Santana era irreverente, fuerte e incontrolable, pero a Brittany eso lejos de molestarla le encantaba.
Sentía su necesidad y la compartía.
Ella también la necesitaba.
Su cuerpo se entregó a sus deseos y cada una de sus terminaciones nerviosas cobró vida, su necesidad se adueñaba de ella y su cuerpo reaccionó excitándose como nunca.
Santana metió sus manos entre las piernas de su amada y acarició su clítoris sin piedad. Brittany reaccionó y levantó su pierna, abrazando a su amada para darle más acceso. Esto le dio la señal a la morena de que estaba en el camino adecuado, el camino del placer, entonces introdujo dos dedos en el
vientre de su amor mientras continuaba besándola por todas partes.
Brittany llenó el baño de sonidos de placer que alimentaba el alma y el hambre de su morena por el cuerpo de su mujer.
Con su pulgar comenzó a hacer estragos en el clítoris de la rubia mientras seguía dentro de ella. Esto la llevó a estallar en una oleada de placer que hizo convulsionar su cuerpo y la dejó sin fuerzas.
No cayó al suelo del baño porque Santana la sostuvo contra su cuerpo.
Una vez recuperada de la delicia que le había dado su morena, la ayudó a bañarse enjabonando su cuerpo con adoración y secándolo con detenimiento, luego la llevo a la cama y la acostó.
—Britt-Britt, ven abrázame—pidió la abogada.
—Claro—se acomodó a su lado.
Santana la envolvió rápidamente en sus brazos.
—Te extrañe tanto, eres mi vida. Donde tú estés, está mi hogar—tomó la barbilla levantando la cabeza de Brittany para que la mirara—Dime, ¿aun quieres estar conmigo?
Brittany se preguntó cómo una mujer tan fuerte podía ser tan frágil también.
—Sanny, te amo y no voy a dejarte porque tú también eres mi hogar—dijo posando un tierno beso en los labios de la abogada, que cerró los ojos perdiéndose en la suavidad y ternura de Brittany—Ahora date la vuelta que te voy a dar un masaje y te voy a consentir.
Santana obedeció a lo que le pidió su rubia, se giró y esta comenzó a darle un masaje por todo el cuerpo que la relajó. Luego comenzó a darle besos en la espalda en diferentes lugares al tiempo que sus manos la acariciaban con delicadeza.
No podía ver a dónde se dirigían las manos de Brittany, solo sentir su amor.
La rubia se acostó sobre ella, metió las manos por debajo y acaricio sus senos mientras mordía el lóbulo de su oreja. Santana trató de moverse y darse la vuelta pero Brittany la detuvo.
—No, solo relájate y deja que yo te lleve al cielo—susurró al oído—Te amo Sanny.
Era maravilloso sentirse amada, adorada de esa forma y su cuerpo se está tornando más caliente con cada caricia.
Ahora las uñas de Brittany se deslizaban por su espalda con cierta fuerza, pero no con la suficiente para dejar marcas. Pequeños mordiscos fueron regados por su cuerpo, y de repente le separó las piernas, metió su mano y desde atrás le acaricio el clítoris mientras seguía lamiendo y mordiendo su espalda.
—Estas tan húmeda—dijo Brittany—Voy a entrar en ti mi amor.
Santana abrió más sus piernas, el deseo la llenaba en cada centímetro de su piel, cuando sintió los dedos de su amada dentro de ella fue como tocar el cielo. La rubia no le daba tregua y su cuerpo respondió a sus embestidas con total devoción. Su cuerpo estalló de placer quedando rendido de amor.
Brittany se quedó abrazada a Santana, mirando a mujer que amaba que se quedó dormida plácidamente, relajada. Se sintió feliz de ser ella la responsable de su tranquilidad, era tarde y sabía que debía regresar a casa o su papá se molestaría.
La tenia vigilada muy de cerca preguntando siempre cuándo conocería a ese novio por el que había deja a Sam, pero no despertaría a Santana.
Su morena necesitaba esas horas de sueño, además esa noche quería dormir y amanecer con ella, así que mandó al diablo todo lo demás.
A la mañana siguiente Brittany se despertó en los brazos de Santana, no podía dejar de mirarla, era una mujer hermosa, fuerte y la adoraba.
¿Qué más podía pedir?
Su estómago rugió se habían saltado la cena solo para amarse y descansar, pero si ella ya tenía hambre, Santana debía tener más.
Buscó su reloj y miró la hora, era casi medio día.
“¡Dios mío!, ahora sí es verdad que soy mujer muerta”.
Su teléfono estaba configurado en silencio y cuando lo revisó, había quince llamadas desde su casa. Tomó el teléfono y rápidamente marcó a su casa.
—Hola mamá.
—¡Hija! ¿Dónde estás? Tu papá está muy molesto, ven ya para la casa—exigió la mujer.
—Mamá soy adulta, no necesito que me fiscalicen.
En ese momento su papá le arrancó el teléfono de las manos a su esposa.
—Escúcheme bien, mientras viva en nuestra casa, tú sigues mis reglas y te quiero aquí, ¡Ya!—gritó a través del teléfono.
—Bueno si ese es el problema, busco mis cosas y me voy—se sorprendió a si misma Brittany al decirlo.
Sólo escuchó cuando su papá tiró el teléfono que seguro iría a dar hasta el piso. Brittany no podía aguantar más las lágrimas, era duro pelearse así con sus padres pero también era inevitable.
¿A dónde podría ir?
Tal vez una habitación, pero no tenía mucho dinero.
—Que pasa Britt—preguntó Santana que se despertó al escuchar el llanto de su rubia.
—Mi papá está molesto porque me quede contigo y creo que lo mejor para mi es irme de la casa. Solo que no sé a dónde ir—explicó—Pero lo resolveré, ya no puedo aguantar más esto. Voy a buscar a dónde irme y hoy mismo salgo de esa casa. De verdad que ya no puedo aguantar más.
—¿Qué tienes que pensar? ¿Qué tienes que buscar?—preguntó—¿Acaso no tienes a donde ir—abogada hizo una breve pausa—Quiero que vivas conmigo, quiero que esta sea también tu casa, pero tú estás pensando en irte a cualquier lado—no entendía por qué Brittany no había considerado vivir con ella—Claro, mientras estés lejos de mí.
Sentía mucha rabia.
—Muy bien, yo te resuelvo eso, no te preocupes—continuó y se levantó de la cama.
Al hacerlo sintió que se mareaba por lo que tuvo que sentarse de nuevo en la cama, recordó que tenía como veinticuatro horas sin comer.
Brittany se acercó a ella rápidamente al notar la debilidad de la morena.
—San ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
—No te preocupes, estaré bien—contestó apartando un poco a Brittany y tratando de reponerse rápidamente.
Tomó su celular e hizo una llamada.
—Hola ¿hotel Holly´s?—hizo una breve pausa al escuchar la respuesta—¿Tiene disponibilidad de una habitación?—pausa—Está bien, muchas gracias.
Colgó el teléfono.
—Listo, problema resuelto—le dijo a Brittany sin mirarla y poniendo el teléfono a un lado—Ya tienes dónde quedarte. Yo me encargo de los gastos, eso no será un problema y yo tampoco lo seré no te preocupes.
Volvió a levantarse, esta vez con más cuidado y esto comenzó a vestirse.
—Sanny, estoy por irme de mi casa, es difícil para mí, muy difícil—dijo llorando—Yo quiero vivir contigo, pero no quiero que eso ocurra por lástima, porque no tengo más a donde ir, no es así como quiero comenzar una familia contigo.
Santana se quedó paralizada.
—¿Una familia conmigo Britt?
—Si San, una familia contigo. Si puedes entenderlo bien y si no, me voy ahora, pero no a tu hotel, yo no necesito tu dinero, ya veré cómo me las arreglo. Lo que necesito es tu apoyo y no es eso lo que me estás dando.
—¿Por qué no usaste en todo este tiempo la tarjeta que te deje?—preguntó.
—No se presentó ninguna emergencia—explicó—Pude encargarme sola, no es tu dinero lo que necesito, ¿por qué no lo entiendes?
—Britt, si pensara que me quieres por mi dinero, no estaríamos aquí. Te amo demasiado para permitirme eso.
—Yo no quiero tu dinero San, te quiero a ti.
—Si me quieres entonces quiero preguntante algo, pero debes responderme con el corazón.
Brittany miró a Santana directo a los ojos.
—Pregúntame entonces.
—Brittany—se acercó—¿Te gustaría vivir conmigo? Aquí en esta casa o donde tú quieras pero conmigo.
Brittany sonrió.
—Nada me haría más feliz.
Santana sonrió aún más.
Su corazón daba saltos de alegría, aunque en cierto punto se preguntó sino
sería peligroso.
—Muy bien, vamos por tus cosas entonces—dijo besándola y tomándola de la mano.
—Pero así no San, ¿cómo voy a saber que lo haces porque quieres y no porque no tengo a dónde ir?
—Primero que nada, perdóname—pidió—Soy una idiota ya lo sabes. Te amo tanto que no soporté la idea de vivir sin ti. Si mis intenciones no fueran buenas y no quisiera que vivieras conmigo, te compraría un departamento o lo alquilaría para ti, te visitaría de vez en cuando y listo.
—Primero que nada—acentuó para repetir las palabras anteriores de Santana—No eres una idiota y yo no soy ese tipo de mujer que se visitan de vez en cuando—aclaró.
—No lo eres y doy gracias a Dios por ello—dijo besándola en los labios—Eres mi mujer y tu lugar es aquí en mi casa. Ahora vamos por tus cosas, esto tenía que pasar tarde o temprano, pudo ser más romántico es verdad, pero todo pasa por alguna razón. Este es el momento mi amor, quédate conmigo—pidió finalmente se acercó para besar los finos labios con ternura, seco sus lágrimas, la abrazó y la meció en sus brazos tratando de darle un poco de paz en medio de lo que le estaba pasando.
No sabía cómo Brittany era capaz de amarla, pero lo agradecía inmensamente.
—Está bien San vamos, pero antes paramos a comer algo, tengo que alimentarte bien y tengo una condición si es que vamos a vivir juntas.
—Lo que quieras Britt.
—Esta casa no es que esté mal, pero es un poco fría y me gustaría hacer algunos cambios.
—¿Arreglos? ¿Remodelaciones?—preguntó torciendo un poco el gesto.
—Cosas sencillas Sanny, tranquila—aclaró.
—Podemos ir a un hotel mientras las hacen, son un desastre las remodelaciones Britt.
—No le hagas caso a Rachel, ella siempre exagera y yo no soy Quinn, solo serán algunos cambios, si no te molesta, claro.
—Formar una familia es el sueño de mi vida, así que si no te gusta esta casa compramos otra, lo que tú quieras Britt—le plató un beso en los labios y luego sonrió—Lo que tú quieras.
—San, no necesitamos nada más que esto, no te pido nada más, solo serán unos pocos cambios. Eres muy exagerada y lo único que yo deseo eres tú, ¿Cómo hago para que lo entiendas?
Brittany la besó y querían más que un beso las dos, pero primero la comida si no alimentaba a Santana pronto se le desmayaría y en esa casa, ahora su casa, solo tenían agua, así que tenían que salir a comer algo.
Salieron y pararon en un lugar donde Santana solía comer.
—Ya estamos en tu casa Britt—anunció en cuanto estacionó frente a la casa de los padres de la rubia.
—Tal vez deberíamos dar una vuelta más, comí demasiado y una discusión con el estómago lleno no es bueno.
—No tienes que entrar si no quieres, podemos comprar ropa o lo que necesites, ya habrá tiempo de que hablemos con tus padres.
—Tengo que hacerlo San, aunque no quiera,
—Continúo pensando que es mejor que baje contigo Britt—no quería que Brittany enfrentara sola a sus padres, sabía que no sería fácil.
—No San, seria empeorar las cosas, además no puedes luchar mis batallas.
Brittany bajó del auto finalmente; San se quedó preocupada, tenía la sensación que debía bajar, estaba segura de ello, pero tenía que respetar los deseos de Brittany.
Brittany trataría de hablar con sus padres, de explicarle que ya era una adulta y podía tomar sus propias decisiones, que era feliz con Santana y quería formar una familia con ella.
Pero todos sus pensamientos se fueron al traste cuando entró a su casa.
Su papá la abofeteó apenas la tuvo enfrente.
—¿Qué te crees niña idiota? ¿Qué me puedes desafiar?—el hombre tenía la cara encendida por lo furioso que estaba—Dime, ¿Te educamos para eso? ¿Para qué pases la noche fuera de tu casa? Y el tipo con quién andas ni se baje del auto—gritó.
Brittany tenía puesta su mano sobre la mejilla donde la había golpeado. Le ardía, pero no iba a dar marcha atrás.
—Papá soy adulta y si quieres que me marche lo haré, pero antes quiero decirles algo—inspiró fuerte—Esa persona que está en el auto es mi vida y no es un hombre…—una brevísima pausa—Es una mujer.
Lo dijo.
Lo dijo y pudo ver cómo en la cara de su papá se dibujaba la confusión para luego pasar al horror.
—¿Qué…?—sus ojos estaban inyectados de sangre—¿Qué has dicho?—apenas pudo balbucear.
—Lo que escuchaste—respondió firme.
En la mente de su papá se estaba desatando un huracán, podía verlo.
—¡¡¡Estás loca!!!—gritó—Ninguna hija mía va a ser una lesbiana, no en este hogar. ¡¡¡¿Me oíste?!!!
—Pero es así papá, yo la amo—dijo tranquilamente.
No pudo decir más, su papá la abofeteó de nuevo esta vez con tanta fuerza que la tiró al suelo, pero Brittany como pudo se levantó y se fue a su cuarto. Su papá la siguió, golpeaba la puerta tratando de entrar y gritándole que le quitaría esa enfermedad a golpes.
Sólo podía pensar en Santana, necesitaba que se fuera si su papá la encontraba, la mataría.
Le envió un mensaje de texto al celular.
Su teléfono comenzó a repicar.
Era Santana.
Brittany no sabía qué hacer; si atendía ella escucharía los gritos, pero sino lo hacía, sabía que la morena vendría. Finalmente, decidió cubrir el teléfono con una almohada y atender.
—San, estoy muy ocupada, no puedo hablar.
—Dime qué pasa Britt, necesito saber que estas bien.
—Estoy bien tranquila, espérame en casa—pidió.
En ese momento el papá de Brittany derribó la puerta, le quitó el teléfono y lo tiró al piso cortándose así la comunicación.
Estaba asustada, pero al menos se sintió tranquila porque había enviado a Santana a casa.
Ahora tenía que tratar de escapar de su papá y sabía que, como siempre, no lo lograría, sólo esperaba poder cubrir los golpes con maquillaje para que su morena no los viera o quedarse unos días en algún lado mientras desaparecían las marcas.
El hombre se cernía sobre ella.
La rabia desfiguraba su rostro.
De pronto, escucho la voz de Santana.
—¡¡Deténgase!!—gritó y corrió dentro de la habitación—Ni se le ocurra ponerle una mano encima o no respondo—dijo al tiempo que le sujeta el brazo.
El hombre estaba sorprendido, pero se repuso rápidamente. Movió su brazo de un tirón para soltarse del agarre de Santana.
—Qué bueno que apareciste enferma porque voy a matarte por tocar a mi hija—dijo apretando los dientes.
Santana por supuesto no se amedrentó.
Brittany intervino.
—No papá, déjala ir por favor—pidió mientras se interponía entre su papá y Santana.
Santana estaba también furiosa, pero quería mantener la calma por Brittany.
—Brittany, ven conmigo, no necesitas nada de lo que está en esta casa—dijo mientras miraba al hombre frente a ellas.
—Tu…—la señaló con un dedo acusador—Enferma, quieres contagiar a mi hija. Primero me ocuparé de ti y luego de ella—dijo dando un paso hacía ellas.
Inmediatamente le lanzó un golpe a Santana, pero no una bofetada como a su hija, era un golpe con el puño cerrado.
La morena apartó a Brittany adivinado las intenciones del hombre y lo esquivo fácilmente, con un solo movimiento lo golpeo en el estómago, pero él respondió de inmediato; sin embargo, no lo suficientemente rápido. Santana lo golpeó en el entrepierna y el calló al piso en forma fetal.
Al ver que el hombre no se levantaría de inmediato, levantó la mirada hacía Brittany y vio la cara de preocupación en su rostro.
Sabía que no era una buena idea golpear a su papá, aunque fuera un bastardo y se lo mereciera, porque a fin de cuentas era el papá de su amada y no era bueno ir por ese camino.
A pesar de ello, estaba dispuesta a dejar las cosas bien claras.
En cámara lenta, Brittany vio cómo Santana saca un arma de detrás de su espalda que quedaba bien cubierta por la ropa que llevaba. Se acercó a su papá y lo apuntó.
El hombre en el suelo puso cara de horror.
—Si no te quedas quieto vas a cojear el resto de tu vida—dijo Santana con toda la calma del mundo, pero con mucha frialdad.
Su voz era realmente amenazante.
—Estas en mi casa, te acusaré de que entraste a robar—logró decir el hombre.
Santana sonrío con malicia.
—Que idiota eres—dijo apartando un poco el arma—Yo soy abogada y además de eso una López, y tú eres un pobre gusano—volvió a acercarle el arma—Que podría hacer que se pudriera en la cárcel con solo una llamada.
Brittany se quedó fría, era una faceta de Santana que ella no conocía, pero sabía que hablaba en serio.
Una cosa era Santana con ella y otra para los demás.
Se había dado cuenta de ello.
Y aún más, si se meten con ella.
—Brittany recoge lo que quieras, tenemos tiempo—dijo a su mujer sin dejar de mirar y apuntar al hombre en el piso que no se había movido un ápice y transpiraba a montones.
Un minuto después, con toda la calma del mundo, se sentó en la cama de Brittany, tomó su teléfono y marco el teléfono de la policía.
— Artie, es Santana, manda una patrulla a la siguiente dirección por favor. Necesito que arrestes a un tipo aquí—dictó la dirección.
No apartaba la mirada del papá de Brittany.
—Sí, estoy segura, luego conversamos—hizo una pausa mientras escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea— Artie por favor, que sea rápido.
Santana cortó la llamada y Brittany se acercó. Su papá se estaba levantando con ayuda de su esposa y se había quedado en shock cuando entró y vio la escena.
—San, por favor, ¿qué vas a hacer?—preguntó muy preocupada.
—No te preocupes amor, confía en mí. Es sólo un susto para tu papá, si se porta bien, no pasara de aquí. Confía en mí—volvió a pedir en voz baja para que los demás no escucharan la conversación.
—Tu idiota—volvió a hablar el hombre—¿Piensas que me voy a creer eso? Te sacaré a patadas ya mismo—la amenazó poniéndose firme otra vez.
Santana sonrió.
—¿En serio?—preguntó poniéndose también de pies.—¿Tu y cuantos más? Porque tengo muchas balas aquí—dijo mientras levantaba de nuevo el arma y le quitaba el seguro.
El hombre tragó saliva.
No dijo nada, pero seguía firme.
—Britt, sigue recogiendo tus cosas, déjanos a solas tu papá y a mí—pidió.
Brittany sabía que de nada iba a servir oponerse, así que se alejó con desconfianza.
Santana miró a la mamá de Brittany quien también salió de la habitación. Camino a donde estaba el papá de la rubia.
—Escúchame bien maldito bastardo—sus caras se separaban apenas por unos centímetros—No te mato a golpes porque no quiero lastimar a mi mujer.
—¿Tu mujer?—repitió el papá de Brittany.
La rabia cegó al hombre y le lanzó un golpe a Santana que de nuevo falló, pero ésta si le atino un fuerte golpe en la boca del estómago que lo dejo sin aire, lo cual lo hizo caer de nuevo al suelo.
Santana volvió a acercársele y le dijo en voz baja:
—Muy bien bastardo, así me gusta, dame motivos para golpearte—hizo una breve pausa—Escucha bien, te voy a advertir algo—se acercó más—Mantente alejado de tu hija o te pudrirás en la cárcel y te pasaran cosas tan malas que vas a desear estar muerto. No estoy jugando, yo tengo poder y tu no tienes ni donde caerte muerte—escupió con rabia.
En ese momento se escucharon una sienas y segundos después entraron dos agentes. Detrás de ellos, un detective. Era un de estatura media, cabello castaño, un cuerpo era delgado, pero atlético y unos ojos profundamente azules que inmediatamente se encontraron con los de Santana.
—Hola Artie —saludó la abogada mientras se alejaba del hombre que continuaba tirado en el piso.
—Hola San—respondió éste, mientras bajaba la mirada hacía el papá de Brittany—¿Qué pasó aquí?
—Esta mujer entró a mi casa y me golpeó, y a mi hija también—gritó el papá de Brittany.
—Eso no es verdad papá—dijo levantando la voz desde la puerta de la habitación para hacerse escuchar.
El detective miró a la morena.
—¿Qué pasó San?—volvió a preguntarle el detective.
—Ese bastardo es el papá de mi novia y la golpeó porque sale conmigo—no iba a tener compasión por un hombre que maltrataba a su familia— Brittany solo vino a buscar sus cosas porque se muda conmigo.
El detective sonrió ampliamente.
—Qué bueno amiga, te estas enseriando, así me gusta—dijo y la abrazó para felicitarla.
—Gracias Artie —contesto algo emocionada.
El papá de Brittany estaba asombrado por la actitud impasible del detective.
—¿Es que no piensa llevársela presa? Está en mi casa, ¡¡conozco la ley!!—gritó.
Fue entonces cuando Artie le prestó atención.
—Muy bien chicos—indico a los agentes que lo acompañaban—Arresten a este bastardo, métanlo en la patrulla—ordenó.
Los agentes levantaron al papá de Brittany, le pusieron las esposas y se lo llevaron a la patrulla.
La mamá de Brittany no pudo contenerse más.
—¡¿Vas a dejar que se lleven a tu papá preso Brittany?!—gritó—¿Prefieres a esa mujer antes que a tu familia?
—Esa mujer es mi familia—respondió su hija acercándose a Santana y abrazándola.
Santana la acunó en su regazo, besó su cabeza.
—¿Lista?—susurró al oído.
—Si cielo, estoy lista—respondió levantando la cabeza y mirándola con mucha ternura.
Santana posó sus labios sobre los de su mujer, luego le sonrió y guiñó el ojo.
— Artie, te presento a mi novia Brittany.
—Un placer—dijo Artie mientras extendía la mano hacía Brittany. Esta sé la estrechó rápidamente.
— Artie, lamento conocerte en estas circunstancias.
—Espérame en el auto Britt por favor—pidió Santana.
Brittany no estaba segura qué hacer, pero tomó la decisión de obedecer a Santana.
Santana y Artie caminaron juntos hacia la patrulla
—Esa es la mujer que amo y no dejaré que la lastimen nunca más, esté yo o no presente—miró a los ojos al detective—Necesito que ese hombre sienta miedo de mí, así que dale un buen tratamiento. Le gusta maltratar a las mujeres, no sólo a la hija, viste a la mamá, estaba temblando.
Artie asintió.
—Si, lo pude ver. Odio a esos tipos y en la cárcel se vuelven unas niñitas—dijo Artie.
Al llegar a la patrulla, Santana sacó su billetera y les dio delante del papá de Brittany una buena propina a los oficiales y les dijo:
—Chicos, unos golpecitos de mi parte por favor, traten de no dejar marcas, ustedes saben no quiero asustar a mi chica—dijo guiñándoles un ojo.
Los oficiales sabían de qué se trataba todo, así que seguían el juego.
—Por esta propina, tranquila señorita—dijo uno de los oficiales.
El papá de Brittany temblaba al ver la escena. Sin embargo, fingió no estar amedrentado.
—¿Pero qué es esto?—dijo haciendo que su voz sonara firme—No puedo creerlo. ¿Cómo pueden aceptar esto? Yo pago mis impuestos—se daba cuenta que Santana tenía dinero y eso conlleva a tener poder.
—Esto es el poder del dinero y tengo mucho—dijo Santana sonriéndole—Pagaras tus impuestos, pero eres un maltratador de mujeres. Espero que te quede claro que esta es la última vez que le pones una mano encima a Brittany—le sostuvo la mirada para dejarle claro que hablaba muy en serio. Luego se giró y fue hasta donde estaba Artie y le dijo en tono tranquilo—Gracias Artie, te llamo luego para tomarnos unos tragos.
—Por supuesto San. Dale mis saludos a Rachel.
Cuando Santana subió al auto, Brittany lloraba.
—¿Qué pasa amor? ¿Te duele algo, necesitas que te lleve al médico?—preguntó muy preocupada.
—Se están llevando preso a mi papá San y es por mi culpa—dijo entre sollozos.
—Es por culpa de él, además no le pasarla nada, lo soltaran mañana es todo—aclaró—Claro, es la cárcel, puede que se encuentre a alguien de mal humor, pero tu papá es fuerte, no le pasara nada tranquila—dijo mientras se acercaba y la abrazaba para consolarla—Es solo un susto, le dije a los chicos que lo cuidaran bien, así que tranquila.
Era una mentira, pero ella sabía que si no ponía las cosas en claro desde el inicio con ese bastardo, Brittany sufriría mucho más que ahora y ese hombre hacía tiempo que debía estar en la cárcel por golpear a su hija y a su esposa.
—Dime Britt, ¿tú papá siempre te golpeaba?—pregunto con cuidado.
—Sólo cuando estaba de mal humor o tomaba mucho, pero a mí siempre era a la que menos golpeaba. Yo solo trataba de no estar en su camino—la mirada de Brittany se perdió en los recuerdos.
—Mike creció y se pudo defender, apenas pudo se fue de la casa. Mi mamá es la que ha pasado los peores momentos, pero siempre está de su lado cómo pudiste ver ahora. Yo traté que lo dejara y al darme cuenta que ella nunca lo haría, desistí.
Santana pensó que Brittany diría algo más, pero no fue así.
Guardaron silencio por un minuto.
—San, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, lo que quieras amor.
—¿Cómo conoces a Artie?
Santana sonrió a recordar a su amigo.
—Es amigo de Rach, lo conocí en un mal momento. El esposo de su hermana la mató a golpes y el tipo se quería escapar de la ley pagándoles a algunos jueces y bueno, le di una mano.
—¿Cómo lo hiciste?—pregunto sorprendida Brittany.
—Fácil, le pague más a los jueces de lo que ese asesino pudiera pagar, para que el juicio fuera medianamente limpio—explicó.
—¿Resuelves muchas cosas así con dinero?
La morena torció un poco el gesto. Sabía muy bien cómo podría interpretarse algo como eso.
—Britt, no es mi costumbre, pero el dinero tiene poder. Lo ayude porque es amigo de Rach, porque su hermana sufrió mucho y porque si ese tipo quedaba libre, seguramente mataría de nuevo. Cuando ella murió, su rostro ya estaba desfigurado de los golpes, pero tenía miedo de dejarlo y como ellas existen miles de mujeres en este país. No me arrepiento Britt, lo haría de nuevo si pudiera—dijo con convicción.
Brittany sabía que era verdad.
—¿Por qué tienes un arma?—pregunto.
—Seguridad—respondió simplemente la abogada.
—Te vi pelear, no la necesitas—hizo una pausa.
No le gustaba la idea de tener un arma cerca.
—¿Podrías dejar de tenerla por mí? Eso me asusta.
—Ya veremos Britt, por ahora se queda conmigo—dijo con un tono que no admitía discusión.
—¿Le has disparado a alguien?
—No, nunca. Y espero que no tenga que hacerlo—respiró hondo y comenzó a sentirse cansada—Britt, tu papá estará libre mañana temprano, ¿por qué no hacemos unas compras y vamos a un departamento que tengo en la playa para ver como lo deseas redecorar—dijo sonriéndole y tratando de aligerar el ambiente.
—¿Tienes un departamento en la playa?—Brittany estaba realmente sorprendida.
Aunque si lo pensaba un poco, era lógico que Santana tuviera más de una propiedad.
—Claro que me encantaría, pasaremos el día descansando y tomando sol.
—Me gusta eso Britt—dijo poniendo en marcha el auto.
Brittany no se sentía tranquila, al fin y al cabo era su papá, pero una noche fuera de casa sería bueno para calmarse. Si ella se hubiera ido y él se hubiera quedado en casa seguramente descargaría su rabia con su mamá, que aunque ella no comprendía por qué soportó siempre esos maltratos, no
quería verla lastimada.
Lo mejor era ir a la playa y descansar con su novia que se había arriesgado
solo por saberla bien.
En el camino pararon a comprar algunas delicias, una botella de vino, ingredientes para una ensalada, carne, camarones y carbón.
—¿Para qué es el carbón San?
—Ya verás te va a gustar, o al menos eso espero—dijo sonriendo.
Cuando llegaron el edificio era muy lindo.
Tenía una piscina grande, áreas verdes, parque y toboganes de agua, estaba pensado para niños.
Brittany le pareció extraño que Santana lo comprara.
Cuando Brittany entró al departamento se quedó sorprendida.
No era para nada el departamento frío de Santana.
Era de colores pasteles y estaba lleno de fotografías. Había una de una pareja abrazada que sonreían felices, debían ser los padres de la morena, era idéntica a su papá pero con los ojos de su mamá.
También había muchas fotos de Santana en la piscina, jugando futbol, llena de pintura.
Era una hermosa de bebe, sus hijos serían lindos.
—¿Qué te parece?—preguntó Santana sorprendiéndola un poco, se había quedado absorta mirando cada fotografía—¿Mucho para remodelar?
—San, no quiero cambiar nada, me encanta—dijo sonriéndole ampliamente.
—Era de mis padres. Aquí pase momentos hermosos a su lado, eran tan felices y yo lo era con ellos—hizo una pausa mientras echaba una mirada al amplio departamento—Alguien lo limpia todas las semanas y yo vengo al menos un vez por mes, me recuerda a mis padres. La casa donde crecí la vendió mi tío porque pensó que no la quería, pero si no fuera por eso también la conservaría—dijo con nostalgia.
—Gracias por traerme aquí.
—Eres la primera mujer que traigo, porque Britt-Britt esto es tuyo… es nuestro.
Brittany se lanzó en los brazos de Santana y la besó.
Esa mujer era tan fuerte para unas cosas y tan dulce para otras.
Era el amor de su vida, la amaba tanto.
—Vaya, me encanta y eso que aún no lo ves completo.
Unos minutos después, hacía un recorrido por la propiedad.
Había tres dormitorios. El principal, uno que debió ser de Santana y otro para visitas, pero lo que más le gusto a Brittany fue una terraza que tenía el departamento con una estructura para hacer parrilladas.
La vista daba al mar y también había con un jacuzzi como para cuatro personas.
—¿Así que para esto era el carbón?—dijo Brittany entendiendo al fin.
—Sí, vamos a hacer carne a la parrilla y pinchos de camarón. Es lo único que se hacer, mi papá me enseñó—dijo sintiéndose como una niña.
Brittany se percató de ello y le pareció tierno.
—Yo más que feliz de comerlo—dijo mientras se acercaba y se colgaba de su cuello—Aquí quedaría muy lindas algunas plantas.
Santana soltó una carcajada.
—¿Y no que no cambiarías nada?
—Eso no es cambiar, es agregar—dijo Brittany con fingido gesto de molestia.
—Habían plantas, pero se secaron. Estuvo mucho tiempo cerrado—confesó con tristeza en su voz.
—Bueno eso lo solucionaremos—dijo la pasante para animar a su novia—Termino con el otro y vengo con este.
Santana sonrió.
—Como quieras mi amor—dijo Santana besando a su mujer.
Descorcharon una botella de vino mientras Santana encendía el carbón para la parrilla.
Brittany preparaba una ensalada con lechuga, queso de cabras y peras.
El día estaba hermoso y sus corazones llenos de felicidad. De vez en cuando echaba un vistazo hacía su morena para ver cómo iba.
—Sanny, tienes tizne del carbón en la cara—gritó mientras soltaba una carcajada. Se veía tan niña—¿Quieres otra copa?
—Búrlate—dijo levantando la voz para que la escuchara y tratando de limpiarse la cara—Pero verás que queda deliciosa. Carne término medio y unas ricas brochetas de camarones, están ya casi listo—anunció.
—Espero que no tengan carbón—bromeo Brittany.
La pelinegra le sacó la lengua.
Un par de minutos después todo estaba listo.
—Trae todo rubia, me lavó las manos y sacó la carne.
Llevaron todo a la mesa.
—Cielo, esto esta delicioso. La carne está muy jugosa y suave, y las brochetas de camarones, ni hablar.
—Tu ensalada también está muy rica—Santana hizo una pausa mientras miraba con adoración a su novia—El atardecer está cayendo y la puesta de sol es un poema, pero lo más hermoso eres tu mi amor.
Eran las palabras más dulces y hermosas que le habían dicho a Brittany. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Estaba muy feliz.
—Te amo San—apenas pudo decir por la emoción, se acercó y la besó dulcemente.
La noche cayó sobre ellas.
El firmamento estaba nublado de estrellas, era sencillamente perfecto.
—San, ¿en qué piensas?—preguntó de pronto rompiendo el silencio que las había envuelto por varios minutos.
—En lo feliz que fui en este lugar y que sólo tú me has regresado—respiró profundo—Pero olvidemos el pasado, vivamos el presente así que vamos a llenar ese jacuzzi—dijo guiñándole un ojo.
Lo llenaron rápidamente y no pusieron espuma porque no habían llevado, aunque el apartamento era lo suficiente alto y privado.
Se metieron totalmente desnudas.
—Vamos a prender los motorcitos aunque no tengamos espuma porque tengo planes con ellos—dijo Santana con picardía.
—¿Ah sí? ¿Y cuáles?—preguntó en tono seductor.
—Ya verás.
Santana comenzó a besarla y acariciarla, luego levantó a Brittany para que pudiera sentir los chorros de agua disparados contra su clítoris. La sostenía, la alejaba y la acercaba para controlar la presión que recibía, mientras sus manos acarician su cuerpo.
El cuerpo de Brittany se llenó de sensaciones.
El placer que le estaba dando la morena sumado a la enorme felicidad que estaba sintiendo, era tan placentero, tan delicioso.
No solo era sentir la presión del agua sobre sus partes sensibles, sino las manos de Santana por todo su cuerpo.
El orgasmo no tardó en llegar y el cuerpo de Brittany se convulsiono en los brazos morenos.
Cuando Brittany recuperó sus fuerzas pregunto:
—¿Podemos poner un jacuzzi en el otro departamento?
Las dos rieron por el comentario, pero definitivamente acariciando la idea.
—Ahora venga morena, te voy a mostrar lo que me gustó del jacuzzi—dijo Brittany.
Se acercó a Santana y la abrazó por detrás, la sentó entre sus piernas, atrajo la espalda a su pecho y con sus manos libres comenzó a tocarla, a acariciarla, dándole un recorrido de placeres que dejaron a la morena viendo más estrellas de las que ya tenía el cielo.
—Britt…—la respiración aún estaba agitada—Me vuelves loca. Te amo.
—Y yo te amo a ti cielo.
El amanecer las sorprendió amándose y con la promesa de un hogar lleno de felicidad.
Era el último día de universidad de Brittany, un viernes que debió estar lleno de alegría y felicidad, pero lamentablemente no lo era, ya que Santana todavía tenía dos semanas más de trabajo en Ohio y eso le parecía a Brittany como dos años en su corazón.
La extrañaba demasiado, su sonrisa, sus malcriadeces, sus caricias, extrañaba todo.
El lunes Brittany comenzaría sus pasantía en FL&Asociados, tenía que enfocarse en eso para seguir respirando.
Sería muy extraño estar en esa empresa sin la presencia de la abogada, pero confiaba en que el tiempo pasara rápido.
Brittany iba sumida en sus pensamientos mientras caminaba a la parada para tomar el transporte a su casa. De pronto levantó la cabeza y vio a Santana apoyada en su auto esperándola.
Su corazón se paralizó.
No lo podía creer.
Salió corriendo hacia su morena y le salto encima, llenándola de besos sin importar ni por un instante que todo el mundo la estuviera viendo.
Tenía a Santana frente de ella, podía tocarla y besarla eso era todo lo que importaba.
Santana estaba sonriendo.
—Me encanta este recibimiento, definitivamente es bueno estar en casa—dijo.
—Estoy más que feliz de que estés aquí cielo, te he extrañado tanto—confesó abrazándola fuertemente y mientras lo decía las lágrimas se derramaban por su mejilla.
Las emociones estaban a flor de piel.
Los corazones agitados por el encuentro.
—Yo también te extrañé mi amor solo pensaba en volver para estar contigo—dijo hundiendo su cara en el cuello de Brittany, llenándose se su olor.
Volviendo a vivir.
Estuvieron abrazadas unos minutos. Luego Brittany se alejó un poco para mirarla a los ojos, fue entonces cuando se percató de lo agotada que estaba la morena, tenía ojeras y estaba demacrada.
—Sanny, ¿te sientes bien?—preguntó mientras apartaba los cabellos de su cara para mirarla bien.
La abogada asintió.
—Solo estoy cansada, he trabajado mucho para terminar antes, quería volver a casa.
—Eres tan dulce, déjame cuidarte. Vámonos, dame las llaves del auto.
—Puedo manejar—aseguró.
—Si puedes, pero déjame consentirte por favor.
Santana cedió rápidamente y le entregó las llaves.
—Este bien mi amor, vamos a casa.
Brittany estaba preocupada por su sexy morena, se veía cansada. Estaba segura que no había comido bien, pero había vuelto a casa, ahora ella la cuidaría.
La pelinegra se había quedado dormida en el auto de lo cansada que estaba mientras Brittany la llevaba a su casa.
Cómo la había extrañado, sedaba cuenta, la quería tanto, solo esperaba que creyera en su amor porque estaba segura que su tío haría lo que fuera por separarlas.
En pocos minutos habían llegado.
—Vamos dormilona, llegamos—dijo tocándole el hombro.
Santana despertó un poco confundida, al ver a la rubia, sonrió.
—Qué bueno, quiero darme un baño y hacerte cositas ricas. Estoy cansada pero tengo fuerzas para ti mi amor. Te he extrañado tanto—se acercó para darle un suave beso a su mujer.
—Bueno, vamos primero por ese baño.
Subieron al apartamento y llevaron la maleta con ellas.
—Vamos a abrir esta maleta para que veas tus regalos.
—Ya habrá tiempo de eso, por ahora vamos por su baño.
Santana se quitó la ropa y se metió al baño.
El agua tibia la reconfortó.
Había trabajado sin descanso comiendo fuera de las horas y a penas lo que conseguía en la calle, todo por volver a casa.
Estaba decidido, quería vivir con Brittany y esperaba que ella la aceptara, no tenía nada que pensar, no habían dudas solo certezas de que la rubia era la mujer de su vida.
Mientras pensaba en ello, se abrió la puerta de la ducha y entró Brittany totalmente desnuda.
Al ver semejante imagen, recuperó sus fuerzas.
Abrazó a Brittany con desesperación, la besó con intensidad, sus manos recorrían su cuerpo sin parar.
—Sanny, ¿seguro que estas cansada? Porque no lo pareces—apenas pudo decir, ya que la carnosa boca de Santana invadía a cada segundo la suya.
—Te necesito mi amor, te amo—respondió con desesperación.
Era la primera vez que Santana lo decía y sabía que era verdad.
Eso la excitó más todavía y alcanzó a decir “yo también te amo” antes de que la morena sellara sus labios con un beso. Sus manos recorrían su cuerpo acariciándolo.
El deseo de Santana era irreverente, fuerte e incontrolable, pero a Brittany eso lejos de molestarla le encantaba.
Sentía su necesidad y la compartía.
Ella también la necesitaba.
Su cuerpo se entregó a sus deseos y cada una de sus terminaciones nerviosas cobró vida, su necesidad se adueñaba de ella y su cuerpo reaccionó excitándose como nunca.
Santana metió sus manos entre las piernas de su amada y acarició su clítoris sin piedad. Brittany reaccionó y levantó su pierna, abrazando a su amada para darle más acceso. Esto le dio la señal a la morena de que estaba en el camino adecuado, el camino del placer, entonces introdujo dos dedos en el
vientre de su amor mientras continuaba besándola por todas partes.
Brittany llenó el baño de sonidos de placer que alimentaba el alma y el hambre de su morena por el cuerpo de su mujer.
Con su pulgar comenzó a hacer estragos en el clítoris de la rubia mientras seguía dentro de ella. Esto la llevó a estallar en una oleada de placer que hizo convulsionar su cuerpo y la dejó sin fuerzas.
No cayó al suelo del baño porque Santana la sostuvo contra su cuerpo.
Una vez recuperada de la delicia que le había dado su morena, la ayudó a bañarse enjabonando su cuerpo con adoración y secándolo con detenimiento, luego la llevo a la cama y la acostó.
—Britt-Britt, ven abrázame—pidió la abogada.
—Claro—se acomodó a su lado.
Santana la envolvió rápidamente en sus brazos.
—Te extrañe tanto, eres mi vida. Donde tú estés, está mi hogar—tomó la barbilla levantando la cabeza de Brittany para que la mirara—Dime, ¿aun quieres estar conmigo?
Brittany se preguntó cómo una mujer tan fuerte podía ser tan frágil también.
—Sanny, te amo y no voy a dejarte porque tú también eres mi hogar—dijo posando un tierno beso en los labios de la abogada, que cerró los ojos perdiéndose en la suavidad y ternura de Brittany—Ahora date la vuelta que te voy a dar un masaje y te voy a consentir.
Santana obedeció a lo que le pidió su rubia, se giró y esta comenzó a darle un masaje por todo el cuerpo que la relajó. Luego comenzó a darle besos en la espalda en diferentes lugares al tiempo que sus manos la acariciaban con delicadeza.
No podía ver a dónde se dirigían las manos de Brittany, solo sentir su amor.
La rubia se acostó sobre ella, metió las manos por debajo y acaricio sus senos mientras mordía el lóbulo de su oreja. Santana trató de moverse y darse la vuelta pero Brittany la detuvo.
—No, solo relájate y deja que yo te lleve al cielo—susurró al oído—Te amo Sanny.
Era maravilloso sentirse amada, adorada de esa forma y su cuerpo se está tornando más caliente con cada caricia.
Ahora las uñas de Brittany se deslizaban por su espalda con cierta fuerza, pero no con la suficiente para dejar marcas. Pequeños mordiscos fueron regados por su cuerpo, y de repente le separó las piernas, metió su mano y desde atrás le acaricio el clítoris mientras seguía lamiendo y mordiendo su espalda.
—Estas tan húmeda—dijo Brittany—Voy a entrar en ti mi amor.
Santana abrió más sus piernas, el deseo la llenaba en cada centímetro de su piel, cuando sintió los dedos de su amada dentro de ella fue como tocar el cielo. La rubia no le daba tregua y su cuerpo respondió a sus embestidas con total devoción. Su cuerpo estalló de placer quedando rendido de amor.
Brittany se quedó abrazada a Santana, mirando a mujer que amaba que se quedó dormida plácidamente, relajada. Se sintió feliz de ser ella la responsable de su tranquilidad, era tarde y sabía que debía regresar a casa o su papá se molestaría.
La tenia vigilada muy de cerca preguntando siempre cuándo conocería a ese novio por el que había deja a Sam, pero no despertaría a Santana.
Su morena necesitaba esas horas de sueño, además esa noche quería dormir y amanecer con ella, así que mandó al diablo todo lo demás.
A la mañana siguiente Brittany se despertó en los brazos de Santana, no podía dejar de mirarla, era una mujer hermosa, fuerte y la adoraba.
¿Qué más podía pedir?
Su estómago rugió se habían saltado la cena solo para amarse y descansar, pero si ella ya tenía hambre, Santana debía tener más.
Buscó su reloj y miró la hora, era casi medio día.
“¡Dios mío!, ahora sí es verdad que soy mujer muerta”.
Su teléfono estaba configurado en silencio y cuando lo revisó, había quince llamadas desde su casa. Tomó el teléfono y rápidamente marcó a su casa.
—Hola mamá.
—¡Hija! ¿Dónde estás? Tu papá está muy molesto, ven ya para la casa—exigió la mujer.
—Mamá soy adulta, no necesito que me fiscalicen.
En ese momento su papá le arrancó el teléfono de las manos a su esposa.
—Escúcheme bien, mientras viva en nuestra casa, tú sigues mis reglas y te quiero aquí, ¡Ya!—gritó a través del teléfono.
—Bueno si ese es el problema, busco mis cosas y me voy—se sorprendió a si misma Brittany al decirlo.
Sólo escuchó cuando su papá tiró el teléfono que seguro iría a dar hasta el piso. Brittany no podía aguantar más las lágrimas, era duro pelearse así con sus padres pero también era inevitable.
¿A dónde podría ir?
Tal vez una habitación, pero no tenía mucho dinero.
—Que pasa Britt—preguntó Santana que se despertó al escuchar el llanto de su rubia.
—Mi papá está molesto porque me quede contigo y creo que lo mejor para mi es irme de la casa. Solo que no sé a dónde ir—explicó—Pero lo resolveré, ya no puedo aguantar más esto. Voy a buscar a dónde irme y hoy mismo salgo de esa casa. De verdad que ya no puedo aguantar más.
—¿Qué tienes que pensar? ¿Qué tienes que buscar?—preguntó—¿Acaso no tienes a donde ir—abogada hizo una breve pausa—Quiero que vivas conmigo, quiero que esta sea también tu casa, pero tú estás pensando en irte a cualquier lado—no entendía por qué Brittany no había considerado vivir con ella—Claro, mientras estés lejos de mí.
Sentía mucha rabia.
—Muy bien, yo te resuelvo eso, no te preocupes—continuó y se levantó de la cama.
Al hacerlo sintió que se mareaba por lo que tuvo que sentarse de nuevo en la cama, recordó que tenía como veinticuatro horas sin comer.
Brittany se acercó a ella rápidamente al notar la debilidad de la morena.
—San ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
—No te preocupes, estaré bien—contestó apartando un poco a Brittany y tratando de reponerse rápidamente.
Tomó su celular e hizo una llamada.
—Hola ¿hotel Holly´s?—hizo una breve pausa al escuchar la respuesta—¿Tiene disponibilidad de una habitación?—pausa—Está bien, muchas gracias.
Colgó el teléfono.
—Listo, problema resuelto—le dijo a Brittany sin mirarla y poniendo el teléfono a un lado—Ya tienes dónde quedarte. Yo me encargo de los gastos, eso no será un problema y yo tampoco lo seré no te preocupes.
Volvió a levantarse, esta vez con más cuidado y esto comenzó a vestirse.
—Sanny, estoy por irme de mi casa, es difícil para mí, muy difícil—dijo llorando—Yo quiero vivir contigo, pero no quiero que eso ocurra por lástima, porque no tengo más a donde ir, no es así como quiero comenzar una familia contigo.
Santana se quedó paralizada.
—¿Una familia conmigo Britt?
—Si San, una familia contigo. Si puedes entenderlo bien y si no, me voy ahora, pero no a tu hotel, yo no necesito tu dinero, ya veré cómo me las arreglo. Lo que necesito es tu apoyo y no es eso lo que me estás dando.
—¿Por qué no usaste en todo este tiempo la tarjeta que te deje?—preguntó.
—No se presentó ninguna emergencia—explicó—Pude encargarme sola, no es tu dinero lo que necesito, ¿por qué no lo entiendes?
—Britt, si pensara que me quieres por mi dinero, no estaríamos aquí. Te amo demasiado para permitirme eso.
—Yo no quiero tu dinero San, te quiero a ti.
—Si me quieres entonces quiero preguntante algo, pero debes responderme con el corazón.
Brittany miró a Santana directo a los ojos.
—Pregúntame entonces.
—Brittany—se acercó—¿Te gustaría vivir conmigo? Aquí en esta casa o donde tú quieras pero conmigo.
Brittany sonrió.
—Nada me haría más feliz.
Santana sonrió aún más.
Su corazón daba saltos de alegría, aunque en cierto punto se preguntó sino
sería peligroso.
—Muy bien, vamos por tus cosas entonces—dijo besándola y tomándola de la mano.
—Pero así no San, ¿cómo voy a saber que lo haces porque quieres y no porque no tengo a dónde ir?
—Primero que nada, perdóname—pidió—Soy una idiota ya lo sabes. Te amo tanto que no soporté la idea de vivir sin ti. Si mis intenciones no fueran buenas y no quisiera que vivieras conmigo, te compraría un departamento o lo alquilaría para ti, te visitaría de vez en cuando y listo.
—Primero que nada—acentuó para repetir las palabras anteriores de Santana—No eres una idiota y yo no soy ese tipo de mujer que se visitan de vez en cuando—aclaró.
—No lo eres y doy gracias a Dios por ello—dijo besándola en los labios—Eres mi mujer y tu lugar es aquí en mi casa. Ahora vamos por tus cosas, esto tenía que pasar tarde o temprano, pudo ser más romántico es verdad, pero todo pasa por alguna razón. Este es el momento mi amor, quédate conmigo—pidió finalmente se acercó para besar los finos labios con ternura, seco sus lágrimas, la abrazó y la meció en sus brazos tratando de darle un poco de paz en medio de lo que le estaba pasando.
No sabía cómo Brittany era capaz de amarla, pero lo agradecía inmensamente.
—Está bien San vamos, pero antes paramos a comer algo, tengo que alimentarte bien y tengo una condición si es que vamos a vivir juntas.
—Lo que quieras Britt.
—Esta casa no es que esté mal, pero es un poco fría y me gustaría hacer algunos cambios.
—¿Arreglos? ¿Remodelaciones?—preguntó torciendo un poco el gesto.
—Cosas sencillas Sanny, tranquila—aclaró.
—Podemos ir a un hotel mientras las hacen, son un desastre las remodelaciones Britt.
—No le hagas caso a Rachel, ella siempre exagera y yo no soy Quinn, solo serán algunos cambios, si no te molesta, claro.
—Formar una familia es el sueño de mi vida, así que si no te gusta esta casa compramos otra, lo que tú quieras Britt—le plató un beso en los labios y luego sonrió—Lo que tú quieras.
—San, no necesitamos nada más que esto, no te pido nada más, solo serán unos pocos cambios. Eres muy exagerada y lo único que yo deseo eres tú, ¿Cómo hago para que lo entiendas?
Brittany la besó y querían más que un beso las dos, pero primero la comida si no alimentaba a Santana pronto se le desmayaría y en esa casa, ahora su casa, solo tenían agua, así que tenían que salir a comer algo.
Salieron y pararon en un lugar donde Santana solía comer.
—Ya estamos en tu casa Britt—anunció en cuanto estacionó frente a la casa de los padres de la rubia.
—Tal vez deberíamos dar una vuelta más, comí demasiado y una discusión con el estómago lleno no es bueno.
—No tienes que entrar si no quieres, podemos comprar ropa o lo que necesites, ya habrá tiempo de que hablemos con tus padres.
—Tengo que hacerlo San, aunque no quiera,
—Continúo pensando que es mejor que baje contigo Britt—no quería que Brittany enfrentara sola a sus padres, sabía que no sería fácil.
—No San, seria empeorar las cosas, además no puedes luchar mis batallas.
Brittany bajó del auto finalmente; San se quedó preocupada, tenía la sensación que debía bajar, estaba segura de ello, pero tenía que respetar los deseos de Brittany.
Brittany trataría de hablar con sus padres, de explicarle que ya era una adulta y podía tomar sus propias decisiones, que era feliz con Santana y quería formar una familia con ella.
Pero todos sus pensamientos se fueron al traste cuando entró a su casa.
Su papá la abofeteó apenas la tuvo enfrente.
—¿Qué te crees niña idiota? ¿Qué me puedes desafiar?—el hombre tenía la cara encendida por lo furioso que estaba—Dime, ¿Te educamos para eso? ¿Para qué pases la noche fuera de tu casa? Y el tipo con quién andas ni se baje del auto—gritó.
Brittany tenía puesta su mano sobre la mejilla donde la había golpeado. Le ardía, pero no iba a dar marcha atrás.
—Papá soy adulta y si quieres que me marche lo haré, pero antes quiero decirles algo—inspiró fuerte—Esa persona que está en el auto es mi vida y no es un hombre…—una brevísima pausa—Es una mujer.
Lo dijo.
Lo dijo y pudo ver cómo en la cara de su papá se dibujaba la confusión para luego pasar al horror.
—¿Qué…?—sus ojos estaban inyectados de sangre—¿Qué has dicho?—apenas pudo balbucear.
—Lo que escuchaste—respondió firme.
En la mente de su papá se estaba desatando un huracán, podía verlo.
—¡¡¡Estás loca!!!—gritó—Ninguna hija mía va a ser una lesbiana, no en este hogar. ¡¡¡¿Me oíste?!!!
—Pero es así papá, yo la amo—dijo tranquilamente.
No pudo decir más, su papá la abofeteó de nuevo esta vez con tanta fuerza que la tiró al suelo, pero Brittany como pudo se levantó y se fue a su cuarto. Su papá la siguió, golpeaba la puerta tratando de entrar y gritándole que le quitaría esa enfermedad a golpes.
Sólo podía pensar en Santana, necesitaba que se fuera si su papá la encontraba, la mataría.
Le envió un mensaje de texto al celular.
“San, hay mucho que recoger, todo está bien, nos vemos en casa”.
Su teléfono comenzó a repicar.
Era Santana.
Brittany no sabía qué hacer; si atendía ella escucharía los gritos, pero sino lo hacía, sabía que la morena vendría. Finalmente, decidió cubrir el teléfono con una almohada y atender.
—San, estoy muy ocupada, no puedo hablar.
—Dime qué pasa Britt, necesito saber que estas bien.
—Estoy bien tranquila, espérame en casa—pidió.
En ese momento el papá de Brittany derribó la puerta, le quitó el teléfono y lo tiró al piso cortándose así la comunicación.
Estaba asustada, pero al menos se sintió tranquila porque había enviado a Santana a casa.
Ahora tenía que tratar de escapar de su papá y sabía que, como siempre, no lo lograría, sólo esperaba poder cubrir los golpes con maquillaje para que su morena no los viera o quedarse unos días en algún lado mientras desaparecían las marcas.
El hombre se cernía sobre ella.
La rabia desfiguraba su rostro.
De pronto, escucho la voz de Santana.
—¡¡Deténgase!!—gritó y corrió dentro de la habitación—Ni se le ocurra ponerle una mano encima o no respondo—dijo al tiempo que le sujeta el brazo.
El hombre estaba sorprendido, pero se repuso rápidamente. Movió su brazo de un tirón para soltarse del agarre de Santana.
—Qué bueno que apareciste enferma porque voy a matarte por tocar a mi hija—dijo apretando los dientes.
Santana por supuesto no se amedrentó.
Brittany intervino.
—No papá, déjala ir por favor—pidió mientras se interponía entre su papá y Santana.
Santana estaba también furiosa, pero quería mantener la calma por Brittany.
—Brittany, ven conmigo, no necesitas nada de lo que está en esta casa—dijo mientras miraba al hombre frente a ellas.
—Tu…—la señaló con un dedo acusador—Enferma, quieres contagiar a mi hija. Primero me ocuparé de ti y luego de ella—dijo dando un paso hacía ellas.
Inmediatamente le lanzó un golpe a Santana, pero no una bofetada como a su hija, era un golpe con el puño cerrado.
La morena apartó a Brittany adivinado las intenciones del hombre y lo esquivo fácilmente, con un solo movimiento lo golpeo en el estómago, pero él respondió de inmediato; sin embargo, no lo suficientemente rápido. Santana lo golpeó en el entrepierna y el calló al piso en forma fetal.
Al ver que el hombre no se levantaría de inmediato, levantó la mirada hacía Brittany y vio la cara de preocupación en su rostro.
Sabía que no era una buena idea golpear a su papá, aunque fuera un bastardo y se lo mereciera, porque a fin de cuentas era el papá de su amada y no era bueno ir por ese camino.
A pesar de ello, estaba dispuesta a dejar las cosas bien claras.
En cámara lenta, Brittany vio cómo Santana saca un arma de detrás de su espalda que quedaba bien cubierta por la ropa que llevaba. Se acercó a su papá y lo apuntó.
El hombre en el suelo puso cara de horror.
—Si no te quedas quieto vas a cojear el resto de tu vida—dijo Santana con toda la calma del mundo, pero con mucha frialdad.
Su voz era realmente amenazante.
—Estas en mi casa, te acusaré de que entraste a robar—logró decir el hombre.
Santana sonrío con malicia.
—Que idiota eres—dijo apartando un poco el arma—Yo soy abogada y además de eso una López, y tú eres un pobre gusano—volvió a acercarle el arma—Que podría hacer que se pudriera en la cárcel con solo una llamada.
Brittany se quedó fría, era una faceta de Santana que ella no conocía, pero sabía que hablaba en serio.
Una cosa era Santana con ella y otra para los demás.
Se había dado cuenta de ello.
Y aún más, si se meten con ella.
—Brittany recoge lo que quieras, tenemos tiempo—dijo a su mujer sin dejar de mirar y apuntar al hombre en el piso que no se había movido un ápice y transpiraba a montones.
Un minuto después, con toda la calma del mundo, se sentó en la cama de Brittany, tomó su teléfono y marco el teléfono de la policía.
— Artie, es Santana, manda una patrulla a la siguiente dirección por favor. Necesito que arrestes a un tipo aquí—dictó la dirección.
No apartaba la mirada del papá de Brittany.
—Sí, estoy segura, luego conversamos—hizo una pausa mientras escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea— Artie por favor, que sea rápido.
Santana cortó la llamada y Brittany se acercó. Su papá se estaba levantando con ayuda de su esposa y se había quedado en shock cuando entró y vio la escena.
—San, por favor, ¿qué vas a hacer?—preguntó muy preocupada.
—No te preocupes amor, confía en mí. Es sólo un susto para tu papá, si se porta bien, no pasara de aquí. Confía en mí—volvió a pedir en voz baja para que los demás no escucharan la conversación.
—Tu idiota—volvió a hablar el hombre—¿Piensas que me voy a creer eso? Te sacaré a patadas ya mismo—la amenazó poniéndose firme otra vez.
Santana sonrió.
—¿En serio?—preguntó poniéndose también de pies.—¿Tu y cuantos más? Porque tengo muchas balas aquí—dijo mientras levantaba de nuevo el arma y le quitaba el seguro.
El hombre tragó saliva.
No dijo nada, pero seguía firme.
—Britt, sigue recogiendo tus cosas, déjanos a solas tu papá y a mí—pidió.
Brittany sabía que de nada iba a servir oponerse, así que se alejó con desconfianza.
Santana miró a la mamá de Brittany quien también salió de la habitación. Camino a donde estaba el papá de la rubia.
—Escúchame bien maldito bastardo—sus caras se separaban apenas por unos centímetros—No te mato a golpes porque no quiero lastimar a mi mujer.
—¿Tu mujer?—repitió el papá de Brittany.
La rabia cegó al hombre y le lanzó un golpe a Santana que de nuevo falló, pero ésta si le atino un fuerte golpe en la boca del estómago que lo dejo sin aire, lo cual lo hizo caer de nuevo al suelo.
Santana volvió a acercársele y le dijo en voz baja:
—Muy bien bastardo, así me gusta, dame motivos para golpearte—hizo una breve pausa—Escucha bien, te voy a advertir algo—se acercó más—Mantente alejado de tu hija o te pudrirás en la cárcel y te pasaran cosas tan malas que vas a desear estar muerto. No estoy jugando, yo tengo poder y tu no tienes ni donde caerte muerte—escupió con rabia.
En ese momento se escucharon una sienas y segundos después entraron dos agentes. Detrás de ellos, un detective. Era un de estatura media, cabello castaño, un cuerpo era delgado, pero atlético y unos ojos profundamente azules que inmediatamente se encontraron con los de Santana.
—Hola Artie —saludó la abogada mientras se alejaba del hombre que continuaba tirado en el piso.
—Hola San—respondió éste, mientras bajaba la mirada hacía el papá de Brittany—¿Qué pasó aquí?
—Esta mujer entró a mi casa y me golpeó, y a mi hija también—gritó el papá de Brittany.
—Eso no es verdad papá—dijo levantando la voz desde la puerta de la habitación para hacerse escuchar.
El detective miró a la morena.
—¿Qué pasó San?—volvió a preguntarle el detective.
—Ese bastardo es el papá de mi novia y la golpeó porque sale conmigo—no iba a tener compasión por un hombre que maltrataba a su familia— Brittany solo vino a buscar sus cosas porque se muda conmigo.
El detective sonrió ampliamente.
—Qué bueno amiga, te estas enseriando, así me gusta—dijo y la abrazó para felicitarla.
—Gracias Artie —contesto algo emocionada.
El papá de Brittany estaba asombrado por la actitud impasible del detective.
—¿Es que no piensa llevársela presa? Está en mi casa, ¡¡conozco la ley!!—gritó.
Fue entonces cuando Artie le prestó atención.
—Muy bien chicos—indico a los agentes que lo acompañaban—Arresten a este bastardo, métanlo en la patrulla—ordenó.
Los agentes levantaron al papá de Brittany, le pusieron las esposas y se lo llevaron a la patrulla.
La mamá de Brittany no pudo contenerse más.
—¡¿Vas a dejar que se lleven a tu papá preso Brittany?!—gritó—¿Prefieres a esa mujer antes que a tu familia?
—Esa mujer es mi familia—respondió su hija acercándose a Santana y abrazándola.
Santana la acunó en su regazo, besó su cabeza.
—¿Lista?—susurró al oído.
—Si cielo, estoy lista—respondió levantando la cabeza y mirándola con mucha ternura.
Santana posó sus labios sobre los de su mujer, luego le sonrió y guiñó el ojo.
— Artie, te presento a mi novia Brittany.
—Un placer—dijo Artie mientras extendía la mano hacía Brittany. Esta sé la estrechó rápidamente.
— Artie, lamento conocerte en estas circunstancias.
—Espérame en el auto Britt por favor—pidió Santana.
Brittany no estaba segura qué hacer, pero tomó la decisión de obedecer a Santana.
Santana y Artie caminaron juntos hacia la patrulla
—Esa es la mujer que amo y no dejaré que la lastimen nunca más, esté yo o no presente—miró a los ojos al detective—Necesito que ese hombre sienta miedo de mí, así que dale un buen tratamiento. Le gusta maltratar a las mujeres, no sólo a la hija, viste a la mamá, estaba temblando.
Artie asintió.
—Si, lo pude ver. Odio a esos tipos y en la cárcel se vuelven unas niñitas—dijo Artie.
Al llegar a la patrulla, Santana sacó su billetera y les dio delante del papá de Brittany una buena propina a los oficiales y les dijo:
—Chicos, unos golpecitos de mi parte por favor, traten de no dejar marcas, ustedes saben no quiero asustar a mi chica—dijo guiñándoles un ojo.
Los oficiales sabían de qué se trataba todo, así que seguían el juego.
—Por esta propina, tranquila señorita—dijo uno de los oficiales.
El papá de Brittany temblaba al ver la escena. Sin embargo, fingió no estar amedrentado.
—¿Pero qué es esto?—dijo haciendo que su voz sonara firme—No puedo creerlo. ¿Cómo pueden aceptar esto? Yo pago mis impuestos—se daba cuenta que Santana tenía dinero y eso conlleva a tener poder.
—Esto es el poder del dinero y tengo mucho—dijo Santana sonriéndole—Pagaras tus impuestos, pero eres un maltratador de mujeres. Espero que te quede claro que esta es la última vez que le pones una mano encima a Brittany—le sostuvo la mirada para dejarle claro que hablaba muy en serio. Luego se giró y fue hasta donde estaba Artie y le dijo en tono tranquilo—Gracias Artie, te llamo luego para tomarnos unos tragos.
—Por supuesto San. Dale mis saludos a Rachel.
Cuando Santana subió al auto, Brittany lloraba.
—¿Qué pasa amor? ¿Te duele algo, necesitas que te lleve al médico?—preguntó muy preocupada.
—Se están llevando preso a mi papá San y es por mi culpa—dijo entre sollozos.
—Es por culpa de él, además no le pasarla nada, lo soltaran mañana es todo—aclaró—Claro, es la cárcel, puede que se encuentre a alguien de mal humor, pero tu papá es fuerte, no le pasara nada tranquila—dijo mientras se acercaba y la abrazaba para consolarla—Es solo un susto, le dije a los chicos que lo cuidaran bien, así que tranquila.
Era una mentira, pero ella sabía que si no ponía las cosas en claro desde el inicio con ese bastardo, Brittany sufriría mucho más que ahora y ese hombre hacía tiempo que debía estar en la cárcel por golpear a su hija y a su esposa.
—Dime Britt, ¿tú papá siempre te golpeaba?—pregunto con cuidado.
—Sólo cuando estaba de mal humor o tomaba mucho, pero a mí siempre era a la que menos golpeaba. Yo solo trataba de no estar en su camino—la mirada de Brittany se perdió en los recuerdos.
—Mike creció y se pudo defender, apenas pudo se fue de la casa. Mi mamá es la que ha pasado los peores momentos, pero siempre está de su lado cómo pudiste ver ahora. Yo traté que lo dejara y al darme cuenta que ella nunca lo haría, desistí.
Santana pensó que Brittany diría algo más, pero no fue así.
Guardaron silencio por un minuto.
—San, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, lo que quieras amor.
—¿Cómo conoces a Artie?
Santana sonrió a recordar a su amigo.
—Es amigo de Rach, lo conocí en un mal momento. El esposo de su hermana la mató a golpes y el tipo se quería escapar de la ley pagándoles a algunos jueces y bueno, le di una mano.
—¿Cómo lo hiciste?—pregunto sorprendida Brittany.
—Fácil, le pague más a los jueces de lo que ese asesino pudiera pagar, para que el juicio fuera medianamente limpio—explicó.
—¿Resuelves muchas cosas así con dinero?
La morena torció un poco el gesto. Sabía muy bien cómo podría interpretarse algo como eso.
—Britt, no es mi costumbre, pero el dinero tiene poder. Lo ayude porque es amigo de Rach, porque su hermana sufrió mucho y porque si ese tipo quedaba libre, seguramente mataría de nuevo. Cuando ella murió, su rostro ya estaba desfigurado de los golpes, pero tenía miedo de dejarlo y como ellas existen miles de mujeres en este país. No me arrepiento Britt, lo haría de nuevo si pudiera—dijo con convicción.
Brittany sabía que era verdad.
—¿Por qué tienes un arma?—pregunto.
—Seguridad—respondió simplemente la abogada.
—Te vi pelear, no la necesitas—hizo una pausa.
No le gustaba la idea de tener un arma cerca.
—¿Podrías dejar de tenerla por mí? Eso me asusta.
—Ya veremos Britt, por ahora se queda conmigo—dijo con un tono que no admitía discusión.
—¿Le has disparado a alguien?
—No, nunca. Y espero que no tenga que hacerlo—respiró hondo y comenzó a sentirse cansada—Britt, tu papá estará libre mañana temprano, ¿por qué no hacemos unas compras y vamos a un departamento que tengo en la playa para ver como lo deseas redecorar—dijo sonriéndole y tratando de aligerar el ambiente.
—¿Tienes un departamento en la playa?—Brittany estaba realmente sorprendida.
Aunque si lo pensaba un poco, era lógico que Santana tuviera más de una propiedad.
—Claro que me encantaría, pasaremos el día descansando y tomando sol.
—Me gusta eso Britt—dijo poniendo en marcha el auto.
Brittany no se sentía tranquila, al fin y al cabo era su papá, pero una noche fuera de casa sería bueno para calmarse. Si ella se hubiera ido y él se hubiera quedado en casa seguramente descargaría su rabia con su mamá, que aunque ella no comprendía por qué soportó siempre esos maltratos, no
quería verla lastimada.
Lo mejor era ir a la playa y descansar con su novia que se había arriesgado
solo por saberla bien.
En el camino pararon a comprar algunas delicias, una botella de vino, ingredientes para una ensalada, carne, camarones y carbón.
—¿Para qué es el carbón San?
—Ya verás te va a gustar, o al menos eso espero—dijo sonriendo.
Cuando llegaron el edificio era muy lindo.
Tenía una piscina grande, áreas verdes, parque y toboganes de agua, estaba pensado para niños.
Brittany le pareció extraño que Santana lo comprara.
Cuando Brittany entró al departamento se quedó sorprendida.
No era para nada el departamento frío de Santana.
Era de colores pasteles y estaba lleno de fotografías. Había una de una pareja abrazada que sonreían felices, debían ser los padres de la morena, era idéntica a su papá pero con los ojos de su mamá.
También había muchas fotos de Santana en la piscina, jugando futbol, llena de pintura.
Era una hermosa de bebe, sus hijos serían lindos.
—¿Qué te parece?—preguntó Santana sorprendiéndola un poco, se había quedado absorta mirando cada fotografía—¿Mucho para remodelar?
—San, no quiero cambiar nada, me encanta—dijo sonriéndole ampliamente.
—Era de mis padres. Aquí pase momentos hermosos a su lado, eran tan felices y yo lo era con ellos—hizo una pausa mientras echaba una mirada al amplio departamento—Alguien lo limpia todas las semanas y yo vengo al menos un vez por mes, me recuerda a mis padres. La casa donde crecí la vendió mi tío porque pensó que no la quería, pero si no fuera por eso también la conservaría—dijo con nostalgia.
—Gracias por traerme aquí.
—Eres la primera mujer que traigo, porque Britt-Britt esto es tuyo… es nuestro.
Brittany se lanzó en los brazos de Santana y la besó.
Esa mujer era tan fuerte para unas cosas y tan dulce para otras.
Era el amor de su vida, la amaba tanto.
—Vaya, me encanta y eso que aún no lo ves completo.
Unos minutos después, hacía un recorrido por la propiedad.
Había tres dormitorios. El principal, uno que debió ser de Santana y otro para visitas, pero lo que más le gusto a Brittany fue una terraza que tenía el departamento con una estructura para hacer parrilladas.
La vista daba al mar y también había con un jacuzzi como para cuatro personas.
—¿Así que para esto era el carbón?—dijo Brittany entendiendo al fin.
—Sí, vamos a hacer carne a la parrilla y pinchos de camarón. Es lo único que se hacer, mi papá me enseñó—dijo sintiéndose como una niña.
Brittany se percató de ello y le pareció tierno.
—Yo más que feliz de comerlo—dijo mientras se acercaba y se colgaba de su cuello—Aquí quedaría muy lindas algunas plantas.
Santana soltó una carcajada.
—¿Y no que no cambiarías nada?
—Eso no es cambiar, es agregar—dijo Brittany con fingido gesto de molestia.
—Habían plantas, pero se secaron. Estuvo mucho tiempo cerrado—confesó con tristeza en su voz.
—Bueno eso lo solucionaremos—dijo la pasante para animar a su novia—Termino con el otro y vengo con este.
Santana sonrió.
—Como quieras mi amor—dijo Santana besando a su mujer.
Descorcharon una botella de vino mientras Santana encendía el carbón para la parrilla.
Brittany preparaba una ensalada con lechuga, queso de cabras y peras.
El día estaba hermoso y sus corazones llenos de felicidad. De vez en cuando echaba un vistazo hacía su morena para ver cómo iba.
—Sanny, tienes tizne del carbón en la cara—gritó mientras soltaba una carcajada. Se veía tan niña—¿Quieres otra copa?
—Búrlate—dijo levantando la voz para que la escuchara y tratando de limpiarse la cara—Pero verás que queda deliciosa. Carne término medio y unas ricas brochetas de camarones, están ya casi listo—anunció.
—Espero que no tengan carbón—bromeo Brittany.
La pelinegra le sacó la lengua.
Un par de minutos después todo estaba listo.
—Trae todo rubia, me lavó las manos y sacó la carne.
Llevaron todo a la mesa.
—Cielo, esto esta delicioso. La carne está muy jugosa y suave, y las brochetas de camarones, ni hablar.
—Tu ensalada también está muy rica—Santana hizo una pausa mientras miraba con adoración a su novia—El atardecer está cayendo y la puesta de sol es un poema, pero lo más hermoso eres tu mi amor.
Eran las palabras más dulces y hermosas que le habían dicho a Brittany. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Estaba muy feliz.
—Te amo San—apenas pudo decir por la emoción, se acercó y la besó dulcemente.
La noche cayó sobre ellas.
El firmamento estaba nublado de estrellas, era sencillamente perfecto.
—San, ¿en qué piensas?—preguntó de pronto rompiendo el silencio que las había envuelto por varios minutos.
—En lo feliz que fui en este lugar y que sólo tú me has regresado—respiró profundo—Pero olvidemos el pasado, vivamos el presente así que vamos a llenar ese jacuzzi—dijo guiñándole un ojo.
Lo llenaron rápidamente y no pusieron espuma porque no habían llevado, aunque el apartamento era lo suficiente alto y privado.
Se metieron totalmente desnudas.
—Vamos a prender los motorcitos aunque no tengamos espuma porque tengo planes con ellos—dijo Santana con picardía.
—¿Ah sí? ¿Y cuáles?—preguntó en tono seductor.
—Ya verás.
Santana comenzó a besarla y acariciarla, luego levantó a Brittany para que pudiera sentir los chorros de agua disparados contra su clítoris. La sostenía, la alejaba y la acercaba para controlar la presión que recibía, mientras sus manos acarician su cuerpo.
El cuerpo de Brittany se llenó de sensaciones.
El placer que le estaba dando la morena sumado a la enorme felicidad que estaba sintiendo, era tan placentero, tan delicioso.
No solo era sentir la presión del agua sobre sus partes sensibles, sino las manos de Santana por todo su cuerpo.
El orgasmo no tardó en llegar y el cuerpo de Brittany se convulsiono en los brazos morenos.
Cuando Brittany recuperó sus fuerzas pregunto:
—¿Podemos poner un jacuzzi en el otro departamento?
Las dos rieron por el comentario, pero definitivamente acariciando la idea.
—Ahora venga morena, te voy a mostrar lo que me gustó del jacuzzi—dijo Brittany.
Se acercó a Santana y la abrazó por detrás, la sentó entre sus piernas, atrajo la espalda a su pecho y con sus manos libres comenzó a tocarla, a acariciarla, dándole un recorrido de placeres que dejaron a la morena viendo más estrellas de las que ya tenía el cielo.
—Britt…—la respiración aún estaba agitada—Me vuelves loca. Te amo.
—Y yo te amo a ti cielo.
El amanecer las sorprendió amándose y con la promesa de un hogar lleno de felicidad.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Que Le den lo que se merece al papá de Britt!!!!!
Bien por Britt como se plantó frente altio de San!!
Saludos
Bien por Britt como se plantó frente altio de San!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
monica.santander escribió:Que Le den lo que se merece al papá de Britt!!!!!
Bien por Britt como se plantó frente altio de San!!
Saludos
Hola, si!!!! que hasta lo dejen en coma! :@ Si! una cosa mala, pero otra buena para ellas =) Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 13
Capitulo 13
Los días pasaban con tranquilidad, ajustándose a sus nuevas vidas, a sus distintas formas de ser.
Santana dejando tirada la ropa por todos lados, Brittany mandándoselo a recoger, haciendo las compras, cambiando cosas, colocando fotos. Algunas veces en desacuerdo con las cosas, pero sumidas en una profunda felicidad.
Cada una ponía su granito de arena en la relación.
El amor se sentía en todas partes, estaban más que seguras del paso que habían dado, habían formado un hogar que se sentía sencillamente natural y lleno de felicidad.
—¿Qué tal está tu familia Brittany?—pregunto Quinn una vez mientras estaban en la oficina.
—Están bien, papá acusa de que San de que lo mandó a golpear. San me dice que no, pero no estoy segura de creerle. Cada vez que me responde no me mira a los ojos.
Quinn no hizo ningún comentario confirmando lo que pensaba Brittany, pero ya se lo había perdonado a Santana, así que olvidaría el tema.
—Mi hermano siempre me llama, él hace tiempo se fue de casa y alquiló una habitación y me dice que vive tranquilo, que debí marcharme hace tiempo. Mi mamá me llamo para pedirme dinero, apenas cobre le comenzaré a depositar una pequeña pensión que aumentaré una vez que tenga un trabajo estable—explicó.
—Dile a San, ella se encargara de eso, no necesitas sacar dinero de tu paga de pasantía, yo sé que los pasantes no ganan casi nada.
—No por favor, no quiero que se entere. No quiero darle más problemas, además estamos muy bien en estos momentos, tenemos que ajustarnos a vivir juntas en eso quiero enfocar nuestro tiempo.
—¿Cómo te va con San?—preguntó Quinn—Yo sé que es una mujer difícil algunas veces.
Brittany sonrió.
—No que va. Es un amor. Tiene sus cosas, es necia con la comida y no sabe ni poner mantequilla a un pan—se rió—Lo que no soporto es lo desordenada que es, pero es demasiada dulce cuesta molestarse con ella.
Quinn soltó una carcajada, la descripción que hacía Brittany no encajaba en nada con la mujer que ella conocía.
Claro, solo encajaba lo de desordenada.
—Bueno, en la comida creo que soy igual—confesó Quinn—Pero no soy necia como ella. Se la pasa diciendo: “Me gusta la sopa bien caliente. No mezcles mi comida”—imitó la voz de Santana.
Brittany reía de buena gana, hacía una muy buena imitación.
—Si, realmente es necia esa San.
—Todos tenemos nuestros defectos, también tiene un carácter fuerte—dijo Brittany.
—Si lo tiene, dice que es Snixx, su alter ego, que se apodera de ella, pero no contigo. Hace lo que sea por ti.
Brittany se sonrojó un poco.
—Es tan linda, me ha dejado cambiar todo el departamento sin rechistar. Me consciente, me mima. Tiene sus defectos, no es perfecta, pero es la mujer que amo.
—Me gusta que la quieras, sino tendría que matarte—dijo y sonrió.
—Lo desordenada, ¿crees que se lo pueda quitar?—pregunto frunciendo el ceño.
Quinn soltó otra carcajada.
La ojiazul torció el gesto, ya sabía la respuesta.
—No lo creo, pero ¿qué tan desordenada es? Siempre hemos sido amigas pero nunca hemos vivido juntas. Cuando va a mi casa deja la chaqueta o lo que cargué en el primer lugar que encuentre.
—La chaqueta, espera que te cuento algo sobre la chaqueta.
Quinn se preparó para escuchar la anécdota.
—El otro día compramos una mesa bella, me encantó. Era costosa, pero San se empeñó en comprármela. Cuando la llevaron al departamento, la puse en el lugar justo que imagine para ella, a los pocos minutos San le montó su chaqueta como si fuera un perchero y la rayó.
Quinn reía a carcajadas.
—Los pantalones los deja donde se los quitas, así sea en la cocina. Es terrible—culminó Brittany.
—San, ¿se desviste mucho en la cocina?—pregunto con malicia—Ya veo que muy a menudo comen postre.
Brittany se puso tan roja como un tomate y Quinn estaba que caía al piso de la risa.
En ese momento entraron Rachel y Santana a la oficina salvando a Brittany de los comentarios mordaces que le estaba lanzando Quinn sobre la cocina.
—¿De qué se ríen?—preguntó Rachel.
—Yo no estoy riendo—aclaró contrita Brittany.
—De los desórdenes de San—dijo Quinn aún riendo.
San se defendió de inmediato.
—¡Heyyyy!... es solo un poco.
Quinn volvió a ser presa de un ataque de risa.
—Es mucho…—dijo Brittany, levantándose de su silla y acercándose a la morena—Pero igual te amo—la beso ligeramente en los labios.
—No te preocupes siempre fastidian por algo—defendió Rachel la causa—Yo voy al baño y me coloco mis cremas, siempre me reclaman que no las tapo. Estoy gastando un montón de dinero remodelando y no me dejan poner una máquina que abra los frascos y los cierre.
—¡Por Dios! Que locura—dijeron ambas rubias al unísono.
Ambas rieron, Santana y Brittany se miraron sabían muy bien que no ganarían una.
—Tiene su punto—apoyó la otra morena.
—Sabes que no lo tiene alcahueta—recriminó Quinn.
—Bueno, no tengo esos problemas—dijo levantando los brazos en señal de rendición y lanzándole la bola a Rachel, que se defendiera como pudiera.
—No sé, tengo mis dudas—dijo Rachel y todas rieron a la vez.
La conversación fue interrumpida por el teléfono.
—Hola, buenas tardes—contestó Quinn, puso atención a lo que decía—Si, ya vamos—torció un poco el gesto mientras devolvía el teléfono a su lugar—Es tu tío San, nos quiere en su oficina a todas. Tiene un muy buen cliente que necesita ser atendido como rey.
Todas se levantaron menos Brittany que no se consideró invitada.
—Tú también tienes que venir Brittany, el tío quiere que me ayudes con esta campaña—indicó Quinn a la pasante.
Brittany estaba sorprendida.
—¿Hablas en serio?—pregunto Santana también sorprendida.
—Eso fue lo que dijo—respondió Quinn.
—Qué bueno, mi tío está aceptando mi relación con Britt—dijo desconociendo la verdadera situación.
Las rubias cruzaron miradas.
—Solo tu San esperas cosas buenas de ese monstruo. Brittany quédate conmigo y prepárate—dijo Quinn.
—Vamos Quinny, dale una oportunidad a mi tío por favor—pidió su amiga.
Quinn negó con la cabeza, no podía creer que Santana fuera tan ciega.
Salieron todos de la oficina de Quinn en silencio, nadie más te atrevió a hablar.
Llegaron a la oficina del tío de Santana, fría como el hielo. Era de un color caoba como los muebles lo que creaba un ambiente oscuro y simplón, solo había un par de fotos.
Una de los padres de Santana y otra de su graduación de abogado.
Brittany se preparaba tal como dijo Quinn porque sabía que el tío de Santana no era de fiar y estaba segura estaba tramando algo, pero nunca le cruzó por la mente tal cosa.
El hombre se levantó de su silla, viéndose tan imponente como lo era. Al ver entrar a todos sonrió con suficiencia.
—Pasen adelante por favor—invitó—Les presento, para quienes no la conocen a Elaine Mazzini y a su hermano Eric.
Los nombres fueron como un golpe directo al estómago de Santana, su mente cayó en un torbellino indescifrable.
Brittany miró inmediatamente a su morena quien estaba desenfocada y aturdida.
¿Era esa su Elaine?
¿Su amor del pasado, la mujer a quien le quería proponer matrimonio, con quien quería tener hijos?
Ella nunca le había hablado de eso.
Al observar a la mujer pudo apreciar que era hermosa, no cabía duda. Piel bronceada, cabello y ojos castaños, alta, delgada, generosos senos que no habían sido obra de la naturaleza y quien sabe que más era obra de un cirujano.
Lo que si se podía concluir a simple vista que era una mujer de clase, elegante y muy bella.
Su hermano se acercó y se presentó a todos con estupenda galantería y Elaine estrechó su mano con todos menos con Santana, a quien con toda confianza, besó en la mejilla mientras ésta permanecía inmóvil y en silencio.
Brittany ya quería matar a esa mujer y la acababa de conocer.
Segundos después Santana logró reaccionar.
—¿Cómo está tu esposo Elaine?—preguntó tranquilamente.
“Aún le duele”, pensó Brittany.
Elaine sonrió con desdén antes de contestar.
—Estoy divorciada. Cuanto me casé era una niña tonta, en ese entonces no sabía qué quería, pero…—permanecía cerca de Santana y rozó el cuello de la camisa de ésta de manera seductora—Ahora si lo sé—su voz se hizo más profunda—Y llámame E, como siempre—pidió guiñándole un ojo.
Santana permanecía impasible.
“Bueno de malas te lo perdiste idiota”, pensó Brittany,“Ahora desaparece”.
Al ver que había logrado lo que quería el tío de Santana, intervino.
—Bueno Quinn y Brittany encárguense de la campaña. Rachel y yo veremos la parte financiera. Ellos tienen precio especial—y dirigiéndose a su sobrina—Y tu San, te encargarás de la cuenta.
—Yo por las empresas Mazzini seré la encargada también de la cuenta. La campaña la pueden ver con mi hermano—dijo Elaine complacida.
—Muy bien, ustedes dos—dijo señalando a Santana y a Elaine—Pónganse de acuerdo, pueden ir a cenar esta noche para que revisen todo.
—Me parece una excelente idea, tenemos mucho de qué hablar San—dijo Elaine.
El ambiente era tenso, pero ni Alberto ni Elaine iban a dar un paso atrás.
—Tío, ¿Podemos hablar en privado?—pidió a Alberto y salió de la oficina.
Éste fue detrás de ella.
—Nosotros también nos vamos—anunció Quinn, no quería seguir soportando la presencia de Elaine.
Fue seguida por Rachel y Brittany.
Elaine se quedó con su hermano en la oficina y aprovecharon para ponerse de acuerdo sobre lo que pensaban hacer.
—Eric, necesito tu ayuda. Alberto está de mi parte, sé que la puedo reconquistar, lo siento en la piel, el único estorbo es esa pobretona de Brittany, ya Alberto me puso al tanto. Ella hace nada salía con un hombre, sé que eso le debe doler a San y tú me la vas a sacar de encima. Yo quiero a San de vuelta conmigo, yo seré su esposa eso está decidido—sentenció Elaine.
—Será un placer hermanita. Brittany está preciosa. Me encantará comerme ese caramelo y será más interesante aún si se lo quito a San—dijo Eric.
************************************************************************************************************
[b]En la oficina de Santana.[b]
—Tío, no puedo trabajar con esa mujer.
—Estás loca esa mujer, es la ideal para ti, tiene mucho dinero y más aún después de su divorcio—los ojos de Alberto brillaban por la codicia—Tiene apellido. Además, esta cuenta traerá buen dinero a la empresa y está dispuesta, más que dispuesta diría a yo, a tener a los López Mazzini, ¿Qué te parece?
Santana estaba sorprendida.
—¿Dispuesta? Esa mujer me dejó si es que no lo sabias.
Alberto soltó una suave carcajada.
—Era una niña tonta lo dijo o es que no escuchas San.
La abogada respiró profundo para llenarse de paciencia.
—Está Brittany tío, vivo con ella es mi pareja, no estoy para relacionarme con nadie más.
Alberto se acercó un poco a ella y le puso una mano en el hombro como un papá cuando va dar un consejo.
—San, te he criado como a una hija y te digo algo, quédate con Brittany, déjala en tu departamento eso es más de lo que ella podía aspirar. Estará feliz, pero tu esposa…—apretó el agarre en el hombro de la abogada—Ella no lo puede ser, no está a nuestra altura, ¿Es que no lo ves?
Santana sonrió con ironía.
—Ella es la mujer que amo y será mi esposa, tendrá mis hijos eso es lo único que podré hacer por ti. Tendrás tus López. Ella aceptará lo sé, pero no más que eso. Ella será mi esposa, no Elaine y esa es mi última palabra—dijo mirando fijamente a su tío.
Estaba más que dispuesta a luchar por Brittany.
Alberto retrocedió un paso al ver la determinación de su sobrina. Nunca la había visto así.
—Si te casas con ella sales de esta familia y por lo tanto de la compañía—advirtió.
La abogada no se amedrentó.
—Yo soy accionista, no puedes sacarme—dijo con suficiencia.
—Seguirás siendo accionista, pero no trabajaras aquí así de sencillo. Estarás lejos de la empresa de tus padres, seguramente avergonzándolos como siempre—sabía cómo atacar a Santana.
La abogada perdió la firmeza.
Alberto se percató rápidamente y actuó.
—Ahora ve y cena con Elaine. Es nuestro cliente y piensa lo que te he dicho.
Alberto salió de la oficina de Santana sabiendo que una vez más había movido las fichas adecuadas con su sobrina.
Santana estaba aturdida.
Esto no podía estar pasando.
¿Qué clase de monstruo era su tío?
Ella no podía dejar la empresa de sus padres, no podía hacerles eso a ellos.
Tenía que pensar en algo y rápido.
Tomó el teléfono y llamó a Rachel.
—Ven a mi oficina ahora mismo, Rach—pidió al escuchar la voz del otro lado del teléfono.
*******************************************************************************************************
Brittany caminaba aturdida por la empresa.
“Todavía la ama lo sé, no me miró siquiera en la oficina. Ella quería que fuera su esposa y esa mujer se le ofreció en bandeja de plata”, la mente de Brittany iba a mil por horas.
—Hola guapa—saludó el hermano de Elaine sorprendiéndola y sacándola de sus pensamientos.
—Hola—apenas respondió con una media sonrisa.
Este se acercó galante.
—Parece que nos veremos muy seguido. —Le dijo sonriéndole ampliamente—Me han dicho que eres una promesa en tu carrera—se acercó más a Brittany y tomó entre sus dedos un pequeño mechón de su cabello.
La pasante con un suave movimiento evitó el contacto.
Eric sonrió y dejó caer la mano.
—Tenemos oficinas en Europa donde podría contratarte cuando te gradúes.
Si antes, cuando se presentó en la oficina de Alberto, no le había agradado, ahora desconfiaba totalmente de él.
—No tengo planeado salir del país, no creo que eso le gusté a mi pareja.
—Hablas de San, ¿Verdad?
—Si—respondió Brittany aunque un poco sorprendida por la pregunta.
La tomo con la guardia baja.
El hombre volvió a sonreír.
—Aún no lo dices directamente—era muy perceptivo—Quizás seas una heterosexual experimentando.
—No es así.
Eric seguía sonriendo.
“¿Por qué sonríe este imbécil?”, se preguntó Brittany.
Era como si el hombre supiera algo que ella no.
—Es una lástima porque Elaine sabe lo que quiere y siempre lo consigue.
Brittany no contestó nada, no tenía qué decir.
Eric se encogió de hombros y siguió su camino, dejando a Brittany llena de dudas.
“La voy a perder, estoy segura”, pensó una muy triste Brittany.
Era lo que Santana quería como esposa, una mujer a su altura, de su misma clase y ahora venía a reclamar lo que era suyo.
*************************************************************************************************************
Rachel entró en la oficina de Santana y se encontró con una imagen que no le gusto.
La abogada muy seria, pero al mismo tiempo se le veía deprimida. Además, tenía un trago en la mano.
—¿Qué pasa San?
—Estoy muy mal amiga—respondió—Y necesito tu ayuda.
—¿La llegada de esa mujer te afectó tanto?
Santana torció el gesto.
—No te digo que no me sorprendió—se levantó de su silla y se paró frente a la gran ventana y contempló la hermosa vista de la ciudad—Esperé mucho para escuchar que se había divorciado, que sabía lo que quería, pero ahora ya me da igual. Hoy me doy cuenta que Elaine fue un simple enamoramiento—se dio la vuelta y miró a los ojos a su amiga—Con Britt ahora sé que es amor.
—Entonces, ¿Qué pasa?
Santana le contó lo que había ocurrido con su tío.
—No me sorprende—dijo simplemente Rachel.
—Pensé que me quería, pero si lo hiciera no me haría esto—comenzaba a abrir los ojos.
Rachel sonrió con ironía.
—A mí me ofreció dinero y meterme a la cárcel, sino fuera por Artie, tal vez ahí estaría—confesó Rachel.
Santana estaba realmente sorprendida.
Una ola de rabia recorría su cuerpo.
—¡No puede ser! ¿Quién diablos es mi tío?
El morena más baja se alegró de que por fin Santana comenzara a ver a Alberto como realmente era.
—Tú tío es un manipulador, un estafador y sobre todo, un hombre muy ambicioso. Y tu amiga, eres su oportunidad de aumentar su poder—dijo Rachel mirándola con firmeza.
—Eso no va a pasar—sentenció Santana.
Rachel guardó silencio un par de minutos, quería que Santana reflexionara.
—Dime algo, ¿te gusta tanto Brittany como para casarte con ella?—sabía que la razón de esta determinación en la abogada era por defender su relación con la pasante.
Santana se movió hasta su escritorio, abrió la gaveta y sacó una caja cuadrada de terciopelo. La abrió y adentro había un hermoso anillo de compromiso. Era un aro de oro blanco, adornado con un gran diamante en forma de rombo.
Lo tendió para que la más bajita pudiera mirarlo, ésta lo tomó y lo contempló por unos segundos, luego en su rostro se formó lentamente una sonrisa de orgullo.
—Está todo dicho amiga, ¿qué tenemos que hacer?—pregunto Rachel, supuso que Santana tendría un plan y que por eso lo había llamado.
—Necesito que te accedas a los documentos de la empresa, quiero los detalles financieros—había determinación en su mirada—Necesito comprar más acciones, tener más poder que mi tío y presidir la junta.
—Eso es mucho dinero.
—Tu inviertes y manejas mi dinero, dime ¿tengo suficiente?
—Con buenos precios, puede ser.
—Contrata investigadores, busca a los accionistas que puedan necesitar dinero. Ofrece tratos, acuerdos. Llama a nuestro amigo de la bolsa, haz todo lo que tengas que hacer Rach—pidió con decidida a dar el golpe—No dejaré la empresa de mis padres y tampoco al amor de mi vida.
Rachel asintió.
—Bien, de acuerdo, pero si tu tío sospecha nos detendrá—advirtió.
—No lo hará, habla con Quinn para que ayude, pero Britt no se puede enterar.
Santana había llamó a Brittany a su oficina, tenía que hablar con ella, tenía que decirle mucho pero no decirle nada al mismo tiempo.
—Hola San—saludó la pasante al entrar a la oficina.
La morena levantó la cabeza y sonrió al verla.
—Hola mi amor, ven quiero hablar contigo—dijo al tiempo que se levantaba y se acercaba.
Le dio un suave beso, la tomó de la mano y llevo hasta su escritorio, sentó en silla y sentó a Brittany en sus piernas.
La rubia se resistió un poco.
—Sanny, nos pueden ver.
—Shhh…—la acomodó más sobre sus piernas y la sostuvo por la cintura—No me importa ni un poquito. Ahora si te molesta—dejó la opción en el aire.
—Ni un poquito—dijo sonriéndole y posando un suave beso en los labios de Santana.
La abogada guardó silencio por unos segundos, pero sin dejar de mirarla. Brittany frunció el ceño interrogándola en silencio.
—Britt, esa mujer fue mi novia en el pasado—comenzó a hablar—Me dejó por su esposo. Me dolió mucho, pero me recuperé. Ahora estoy enamorada de ti, eres mi mujer y te amo.
Brittany hizo una breve pausa mientras las palabras de su morena penetraban en ella.
—¿La olvidaste?—preguntó insegura.
—¿Qué clase de pregunta es esa Britt?—se tensó—Ella no me importa, pero es una clienta importante. Tengo que tratarla bien, por eso tendré que cenar con ella hoy y tal vez algunas veces más.
Brittany trató de levantarse de las piernas de la morena, pero no se lo permitió.
La pasante se negaba a mirarla.
Sin embargo, Santana la tomó por la barbilla con delicadeza y la obligó a mirarla.
—Britt, tienes que confiar en mi amor, siempre. Haga lo que haga, tú siempre serás la dueña de mi corazón y mi mujer. La mamá de mis hijos. Te hablo con el corazón en la mano.
Brittany guardó silencio unos segundos. Esos penetrantes ojos la miraban con adoración.
—Yo también te amo y quiero ser siempre eso para ti, no puedo ser menos Sanny, no podría vivir con eso.
—No serás menos que eso Britt—aseguró—Nunca. No se cómo si quieras puedes pensarlo. Dame tiempo y confía en mí, apóyame incondicionalmente. No dudes nunca de mí. Mi amor es sincero—dijo y la besó.
Fue un beso suave, pero posesivo.
Unos segundos después Brittany se alejó unos centímetros para tomar un poco de aire.
—Está bien Sanny, sé que hay algo que no me quieres decir, pero confío en ti.
Santana respiró con alivio, Brittany estaría a su lado, era todo lo que pedía.
Le sonrió tiernamente y pegó su frente a la de la rubia disfrutando de la presencia de la mujer que amaba, de su aroma.
Su perfume la llenaba de calma.
—Britt, quiero preguntarte algo—dijo alejándose ahora unos centímetros—No será ahora, pero más adelante, ¿te gustaría tener a mis hijos?—preguntó y se sintió vulnerable ante Brittany.
Que aceptará serlo, para ella, era primordial.
Formar una familia con Brittany se había convertido en su sueño y deseo más anhelado.
—Sanny—ahora fue Brittany quien tomó la barbilla de la mujer que tenía en frente—Nada me haría más feliz—dijo sonriéndole con ternura y timidez al mismo tiempo.
Santana sonrió, pero aún faltaba algo.
—Espera Britt, no he terminado de decirte todo—hizo una breve pausa—Quiero que sean mis óvulos y el donante de esperma que tú decidas.
—No me importa si son tus óvulos o los de quien sea, mientras los tenga contigo.
La abogada sonrió.
—Britt, si alguien te pregunta, di que yo te propuse eso, pero la realidad es que llegado el momento, te inseminaras pero no de mis óvulos. No vamos a complicar más algo que ya es difícil. Solo quiero que lleve mi apellido tanto tu como el niño por un tema legal y por un capricho mío. Me gusta no lo puedo evitar es algo machista lo se aunque no soy hombre y no pretendo serlo, pero soy posesiva. Es una forma de sentir que son totalmente míos—explicó.
—Si quieres que diga que son tus óvulos, lo haré y si quieres que sean tus óvulos lo haré también. Estaré muy feliz de llevar tu apellido y tener a tu hijo. Me siento tuya cielo, y te siento mía también, no lo olvides.
—Gracias mi amor—sonrió—Soy tuya para toda la eternidad, pero no le digas a nadie que hablamos de esto—pidió—Ahora vamos a cerrar nuestro pacto.
La rubia no entendió.
Santana tomó el teléfono y habló a su secretaria.
—Por favor, no me pases llamadas y que nadie entre—esperó una respuesta—Gracias.
Tomó a Brittany y la subió al escritorio.
—¿Los pactos no se cierran con saliva o sangre?—preguntó Brittany.
—Yo prefiero cerrarlos con la lengua—respondió sonriendo con picardía y guiñándole un ojo.
Santana dejando tirada la ropa por todos lados, Brittany mandándoselo a recoger, haciendo las compras, cambiando cosas, colocando fotos. Algunas veces en desacuerdo con las cosas, pero sumidas en una profunda felicidad.
Cada una ponía su granito de arena en la relación.
El amor se sentía en todas partes, estaban más que seguras del paso que habían dado, habían formado un hogar que se sentía sencillamente natural y lleno de felicidad.
—¿Qué tal está tu familia Brittany?—pregunto Quinn una vez mientras estaban en la oficina.
—Están bien, papá acusa de que San de que lo mandó a golpear. San me dice que no, pero no estoy segura de creerle. Cada vez que me responde no me mira a los ojos.
Quinn no hizo ningún comentario confirmando lo que pensaba Brittany, pero ya se lo había perdonado a Santana, así que olvidaría el tema.
—Mi hermano siempre me llama, él hace tiempo se fue de casa y alquiló una habitación y me dice que vive tranquilo, que debí marcharme hace tiempo. Mi mamá me llamo para pedirme dinero, apenas cobre le comenzaré a depositar una pequeña pensión que aumentaré una vez que tenga un trabajo estable—explicó.
—Dile a San, ella se encargara de eso, no necesitas sacar dinero de tu paga de pasantía, yo sé que los pasantes no ganan casi nada.
—No por favor, no quiero que se entere. No quiero darle más problemas, además estamos muy bien en estos momentos, tenemos que ajustarnos a vivir juntas en eso quiero enfocar nuestro tiempo.
—¿Cómo te va con San?—preguntó Quinn—Yo sé que es una mujer difícil algunas veces.
Brittany sonrió.
—No que va. Es un amor. Tiene sus cosas, es necia con la comida y no sabe ni poner mantequilla a un pan—se rió—Lo que no soporto es lo desordenada que es, pero es demasiada dulce cuesta molestarse con ella.
Quinn soltó una carcajada, la descripción que hacía Brittany no encajaba en nada con la mujer que ella conocía.
Claro, solo encajaba lo de desordenada.
—Bueno, en la comida creo que soy igual—confesó Quinn—Pero no soy necia como ella. Se la pasa diciendo: “Me gusta la sopa bien caliente. No mezcles mi comida”—imitó la voz de Santana.
Brittany reía de buena gana, hacía una muy buena imitación.
—Si, realmente es necia esa San.
—Todos tenemos nuestros defectos, también tiene un carácter fuerte—dijo Brittany.
—Si lo tiene, dice que es Snixx, su alter ego, que se apodera de ella, pero no contigo. Hace lo que sea por ti.
Brittany se sonrojó un poco.
—Es tan linda, me ha dejado cambiar todo el departamento sin rechistar. Me consciente, me mima. Tiene sus defectos, no es perfecta, pero es la mujer que amo.
—Me gusta que la quieras, sino tendría que matarte—dijo y sonrió.
—Lo desordenada, ¿crees que se lo pueda quitar?—pregunto frunciendo el ceño.
Quinn soltó otra carcajada.
La ojiazul torció el gesto, ya sabía la respuesta.
—No lo creo, pero ¿qué tan desordenada es? Siempre hemos sido amigas pero nunca hemos vivido juntas. Cuando va a mi casa deja la chaqueta o lo que cargué en el primer lugar que encuentre.
—La chaqueta, espera que te cuento algo sobre la chaqueta.
Quinn se preparó para escuchar la anécdota.
—El otro día compramos una mesa bella, me encantó. Era costosa, pero San se empeñó en comprármela. Cuando la llevaron al departamento, la puse en el lugar justo que imagine para ella, a los pocos minutos San le montó su chaqueta como si fuera un perchero y la rayó.
Quinn reía a carcajadas.
—Los pantalones los deja donde se los quitas, así sea en la cocina. Es terrible—culminó Brittany.
—San, ¿se desviste mucho en la cocina?—pregunto con malicia—Ya veo que muy a menudo comen postre.
Brittany se puso tan roja como un tomate y Quinn estaba que caía al piso de la risa.
En ese momento entraron Rachel y Santana a la oficina salvando a Brittany de los comentarios mordaces que le estaba lanzando Quinn sobre la cocina.
—¿De qué se ríen?—preguntó Rachel.
—Yo no estoy riendo—aclaró contrita Brittany.
—De los desórdenes de San—dijo Quinn aún riendo.
San se defendió de inmediato.
—¡Heyyyy!... es solo un poco.
Quinn volvió a ser presa de un ataque de risa.
—Es mucho…—dijo Brittany, levantándose de su silla y acercándose a la morena—Pero igual te amo—la beso ligeramente en los labios.
—No te preocupes siempre fastidian por algo—defendió Rachel la causa—Yo voy al baño y me coloco mis cremas, siempre me reclaman que no las tapo. Estoy gastando un montón de dinero remodelando y no me dejan poner una máquina que abra los frascos y los cierre.
—¡Por Dios! Que locura—dijeron ambas rubias al unísono.
Ambas rieron, Santana y Brittany se miraron sabían muy bien que no ganarían una.
—Tiene su punto—apoyó la otra morena.
—Sabes que no lo tiene alcahueta—recriminó Quinn.
—Bueno, no tengo esos problemas—dijo levantando los brazos en señal de rendición y lanzándole la bola a Rachel, que se defendiera como pudiera.
—No sé, tengo mis dudas—dijo Rachel y todas rieron a la vez.
La conversación fue interrumpida por el teléfono.
—Hola, buenas tardes—contestó Quinn, puso atención a lo que decía—Si, ya vamos—torció un poco el gesto mientras devolvía el teléfono a su lugar—Es tu tío San, nos quiere en su oficina a todas. Tiene un muy buen cliente que necesita ser atendido como rey.
Todas se levantaron menos Brittany que no se consideró invitada.
—Tú también tienes que venir Brittany, el tío quiere que me ayudes con esta campaña—indicó Quinn a la pasante.
Brittany estaba sorprendida.
—¿Hablas en serio?—pregunto Santana también sorprendida.
—Eso fue lo que dijo—respondió Quinn.
—Qué bueno, mi tío está aceptando mi relación con Britt—dijo desconociendo la verdadera situación.
Las rubias cruzaron miradas.
—Solo tu San esperas cosas buenas de ese monstruo. Brittany quédate conmigo y prepárate—dijo Quinn.
—Vamos Quinny, dale una oportunidad a mi tío por favor—pidió su amiga.
Quinn negó con la cabeza, no podía creer que Santana fuera tan ciega.
Salieron todos de la oficina de Quinn en silencio, nadie más te atrevió a hablar.
Llegaron a la oficina del tío de Santana, fría como el hielo. Era de un color caoba como los muebles lo que creaba un ambiente oscuro y simplón, solo había un par de fotos.
Una de los padres de Santana y otra de su graduación de abogado.
Brittany se preparaba tal como dijo Quinn porque sabía que el tío de Santana no era de fiar y estaba segura estaba tramando algo, pero nunca le cruzó por la mente tal cosa.
El hombre se levantó de su silla, viéndose tan imponente como lo era. Al ver entrar a todos sonrió con suficiencia.
—Pasen adelante por favor—invitó—Les presento, para quienes no la conocen a Elaine Mazzini y a su hermano Eric.
Los nombres fueron como un golpe directo al estómago de Santana, su mente cayó en un torbellino indescifrable.
Brittany miró inmediatamente a su morena quien estaba desenfocada y aturdida.
¿Era esa su Elaine?
¿Su amor del pasado, la mujer a quien le quería proponer matrimonio, con quien quería tener hijos?
Ella nunca le había hablado de eso.
Al observar a la mujer pudo apreciar que era hermosa, no cabía duda. Piel bronceada, cabello y ojos castaños, alta, delgada, generosos senos que no habían sido obra de la naturaleza y quien sabe que más era obra de un cirujano.
Lo que si se podía concluir a simple vista que era una mujer de clase, elegante y muy bella.
Su hermano se acercó y se presentó a todos con estupenda galantería y Elaine estrechó su mano con todos menos con Santana, a quien con toda confianza, besó en la mejilla mientras ésta permanecía inmóvil y en silencio.
Brittany ya quería matar a esa mujer y la acababa de conocer.
Segundos después Santana logró reaccionar.
—¿Cómo está tu esposo Elaine?—preguntó tranquilamente.
“Aún le duele”, pensó Brittany.
Elaine sonrió con desdén antes de contestar.
—Estoy divorciada. Cuanto me casé era una niña tonta, en ese entonces no sabía qué quería, pero…—permanecía cerca de Santana y rozó el cuello de la camisa de ésta de manera seductora—Ahora si lo sé—su voz se hizo más profunda—Y llámame E, como siempre—pidió guiñándole un ojo.
Santana permanecía impasible.
“Bueno de malas te lo perdiste idiota”, pensó Brittany,“Ahora desaparece”.
Al ver que había logrado lo que quería el tío de Santana, intervino.
—Bueno Quinn y Brittany encárguense de la campaña. Rachel y yo veremos la parte financiera. Ellos tienen precio especial—y dirigiéndose a su sobrina—Y tu San, te encargarás de la cuenta.
—Yo por las empresas Mazzini seré la encargada también de la cuenta. La campaña la pueden ver con mi hermano—dijo Elaine complacida.
—Muy bien, ustedes dos—dijo señalando a Santana y a Elaine—Pónganse de acuerdo, pueden ir a cenar esta noche para que revisen todo.
—Me parece una excelente idea, tenemos mucho de qué hablar San—dijo Elaine.
El ambiente era tenso, pero ni Alberto ni Elaine iban a dar un paso atrás.
—Tío, ¿Podemos hablar en privado?—pidió a Alberto y salió de la oficina.
Éste fue detrás de ella.
—Nosotros también nos vamos—anunció Quinn, no quería seguir soportando la presencia de Elaine.
Fue seguida por Rachel y Brittany.
Elaine se quedó con su hermano en la oficina y aprovecharon para ponerse de acuerdo sobre lo que pensaban hacer.
—Eric, necesito tu ayuda. Alberto está de mi parte, sé que la puedo reconquistar, lo siento en la piel, el único estorbo es esa pobretona de Brittany, ya Alberto me puso al tanto. Ella hace nada salía con un hombre, sé que eso le debe doler a San y tú me la vas a sacar de encima. Yo quiero a San de vuelta conmigo, yo seré su esposa eso está decidido—sentenció Elaine.
—Será un placer hermanita. Brittany está preciosa. Me encantará comerme ese caramelo y será más interesante aún si se lo quito a San—dijo Eric.
************************************************************************************************************
[b]En la oficina de Santana.[b]
—Tío, no puedo trabajar con esa mujer.
—Estás loca esa mujer, es la ideal para ti, tiene mucho dinero y más aún después de su divorcio—los ojos de Alberto brillaban por la codicia—Tiene apellido. Además, esta cuenta traerá buen dinero a la empresa y está dispuesta, más que dispuesta diría a yo, a tener a los López Mazzini, ¿Qué te parece?
Santana estaba sorprendida.
—¿Dispuesta? Esa mujer me dejó si es que no lo sabias.
Alberto soltó una suave carcajada.
—Era una niña tonta lo dijo o es que no escuchas San.
La abogada respiró profundo para llenarse de paciencia.
—Está Brittany tío, vivo con ella es mi pareja, no estoy para relacionarme con nadie más.
Alberto se acercó un poco a ella y le puso una mano en el hombro como un papá cuando va dar un consejo.
—San, te he criado como a una hija y te digo algo, quédate con Brittany, déjala en tu departamento eso es más de lo que ella podía aspirar. Estará feliz, pero tu esposa…—apretó el agarre en el hombro de la abogada—Ella no lo puede ser, no está a nuestra altura, ¿Es que no lo ves?
Santana sonrió con ironía.
—Ella es la mujer que amo y será mi esposa, tendrá mis hijos eso es lo único que podré hacer por ti. Tendrás tus López. Ella aceptará lo sé, pero no más que eso. Ella será mi esposa, no Elaine y esa es mi última palabra—dijo mirando fijamente a su tío.
Estaba más que dispuesta a luchar por Brittany.
Alberto retrocedió un paso al ver la determinación de su sobrina. Nunca la había visto así.
—Si te casas con ella sales de esta familia y por lo tanto de la compañía—advirtió.
La abogada no se amedrentó.
—Yo soy accionista, no puedes sacarme—dijo con suficiencia.
—Seguirás siendo accionista, pero no trabajaras aquí así de sencillo. Estarás lejos de la empresa de tus padres, seguramente avergonzándolos como siempre—sabía cómo atacar a Santana.
La abogada perdió la firmeza.
Alberto se percató rápidamente y actuó.
—Ahora ve y cena con Elaine. Es nuestro cliente y piensa lo que te he dicho.
Alberto salió de la oficina de Santana sabiendo que una vez más había movido las fichas adecuadas con su sobrina.
Santana estaba aturdida.
Esto no podía estar pasando.
¿Qué clase de monstruo era su tío?
Ella no podía dejar la empresa de sus padres, no podía hacerles eso a ellos.
Tenía que pensar en algo y rápido.
Tomó el teléfono y llamó a Rachel.
—Ven a mi oficina ahora mismo, Rach—pidió al escuchar la voz del otro lado del teléfono.
*******************************************************************************************************
Brittany caminaba aturdida por la empresa.
“Todavía la ama lo sé, no me miró siquiera en la oficina. Ella quería que fuera su esposa y esa mujer se le ofreció en bandeja de plata”, la mente de Brittany iba a mil por horas.
—Hola guapa—saludó el hermano de Elaine sorprendiéndola y sacándola de sus pensamientos.
—Hola—apenas respondió con una media sonrisa.
Este se acercó galante.
—Parece que nos veremos muy seguido. —Le dijo sonriéndole ampliamente—Me han dicho que eres una promesa en tu carrera—se acercó más a Brittany y tomó entre sus dedos un pequeño mechón de su cabello.
La pasante con un suave movimiento evitó el contacto.
Eric sonrió y dejó caer la mano.
—Tenemos oficinas en Europa donde podría contratarte cuando te gradúes.
Si antes, cuando se presentó en la oficina de Alberto, no le había agradado, ahora desconfiaba totalmente de él.
—No tengo planeado salir del país, no creo que eso le gusté a mi pareja.
—Hablas de San, ¿Verdad?
—Si—respondió Brittany aunque un poco sorprendida por la pregunta.
La tomo con la guardia baja.
El hombre volvió a sonreír.
—Aún no lo dices directamente—era muy perceptivo—Quizás seas una heterosexual experimentando.
—No es así.
Eric seguía sonriendo.
“¿Por qué sonríe este imbécil?”, se preguntó Brittany.
Era como si el hombre supiera algo que ella no.
—Es una lástima porque Elaine sabe lo que quiere y siempre lo consigue.
Brittany no contestó nada, no tenía qué decir.
Eric se encogió de hombros y siguió su camino, dejando a Brittany llena de dudas.
“La voy a perder, estoy segura”, pensó una muy triste Brittany.
Era lo que Santana quería como esposa, una mujer a su altura, de su misma clase y ahora venía a reclamar lo que era suyo.
*************************************************************************************************************
Rachel entró en la oficina de Santana y se encontró con una imagen que no le gusto.
La abogada muy seria, pero al mismo tiempo se le veía deprimida. Además, tenía un trago en la mano.
—¿Qué pasa San?
—Estoy muy mal amiga—respondió—Y necesito tu ayuda.
—¿La llegada de esa mujer te afectó tanto?
Santana torció el gesto.
—No te digo que no me sorprendió—se levantó de su silla y se paró frente a la gran ventana y contempló la hermosa vista de la ciudad—Esperé mucho para escuchar que se había divorciado, que sabía lo que quería, pero ahora ya me da igual. Hoy me doy cuenta que Elaine fue un simple enamoramiento—se dio la vuelta y miró a los ojos a su amiga—Con Britt ahora sé que es amor.
—Entonces, ¿Qué pasa?
Santana le contó lo que había ocurrido con su tío.
—No me sorprende—dijo simplemente Rachel.
—Pensé que me quería, pero si lo hiciera no me haría esto—comenzaba a abrir los ojos.
Rachel sonrió con ironía.
—A mí me ofreció dinero y meterme a la cárcel, sino fuera por Artie, tal vez ahí estaría—confesó Rachel.
Santana estaba realmente sorprendida.
Una ola de rabia recorría su cuerpo.
—¡No puede ser! ¿Quién diablos es mi tío?
El morena más baja se alegró de que por fin Santana comenzara a ver a Alberto como realmente era.
—Tú tío es un manipulador, un estafador y sobre todo, un hombre muy ambicioso. Y tu amiga, eres su oportunidad de aumentar su poder—dijo Rachel mirándola con firmeza.
—Eso no va a pasar—sentenció Santana.
Rachel guardó silencio un par de minutos, quería que Santana reflexionara.
—Dime algo, ¿te gusta tanto Brittany como para casarte con ella?—sabía que la razón de esta determinación en la abogada era por defender su relación con la pasante.
Santana se movió hasta su escritorio, abrió la gaveta y sacó una caja cuadrada de terciopelo. La abrió y adentro había un hermoso anillo de compromiso. Era un aro de oro blanco, adornado con un gran diamante en forma de rombo.
Lo tendió para que la más bajita pudiera mirarlo, ésta lo tomó y lo contempló por unos segundos, luego en su rostro se formó lentamente una sonrisa de orgullo.
—Está todo dicho amiga, ¿qué tenemos que hacer?—pregunto Rachel, supuso que Santana tendría un plan y que por eso lo había llamado.
—Necesito que te accedas a los documentos de la empresa, quiero los detalles financieros—había determinación en su mirada—Necesito comprar más acciones, tener más poder que mi tío y presidir la junta.
—Eso es mucho dinero.
—Tu inviertes y manejas mi dinero, dime ¿tengo suficiente?
—Con buenos precios, puede ser.
—Contrata investigadores, busca a los accionistas que puedan necesitar dinero. Ofrece tratos, acuerdos. Llama a nuestro amigo de la bolsa, haz todo lo que tengas que hacer Rach—pidió con decidida a dar el golpe—No dejaré la empresa de mis padres y tampoco al amor de mi vida.
Rachel asintió.
—Bien, de acuerdo, pero si tu tío sospecha nos detendrá—advirtió.
—No lo hará, habla con Quinn para que ayude, pero Britt no se puede enterar.
Santana había llamó a Brittany a su oficina, tenía que hablar con ella, tenía que decirle mucho pero no decirle nada al mismo tiempo.
—Hola San—saludó la pasante al entrar a la oficina.
La morena levantó la cabeza y sonrió al verla.
—Hola mi amor, ven quiero hablar contigo—dijo al tiempo que se levantaba y se acercaba.
Le dio un suave beso, la tomó de la mano y llevo hasta su escritorio, sentó en silla y sentó a Brittany en sus piernas.
La rubia se resistió un poco.
—Sanny, nos pueden ver.
—Shhh…—la acomodó más sobre sus piernas y la sostuvo por la cintura—No me importa ni un poquito. Ahora si te molesta—dejó la opción en el aire.
—Ni un poquito—dijo sonriéndole y posando un suave beso en los labios de Santana.
La abogada guardó silencio por unos segundos, pero sin dejar de mirarla. Brittany frunció el ceño interrogándola en silencio.
—Britt, esa mujer fue mi novia en el pasado—comenzó a hablar—Me dejó por su esposo. Me dolió mucho, pero me recuperé. Ahora estoy enamorada de ti, eres mi mujer y te amo.
Brittany hizo una breve pausa mientras las palabras de su morena penetraban en ella.
—¿La olvidaste?—preguntó insegura.
—¿Qué clase de pregunta es esa Britt?—se tensó—Ella no me importa, pero es una clienta importante. Tengo que tratarla bien, por eso tendré que cenar con ella hoy y tal vez algunas veces más.
Brittany trató de levantarse de las piernas de la morena, pero no se lo permitió.
La pasante se negaba a mirarla.
Sin embargo, Santana la tomó por la barbilla con delicadeza y la obligó a mirarla.
—Britt, tienes que confiar en mi amor, siempre. Haga lo que haga, tú siempre serás la dueña de mi corazón y mi mujer. La mamá de mis hijos. Te hablo con el corazón en la mano.
Brittany guardó silencio unos segundos. Esos penetrantes ojos la miraban con adoración.
—Yo también te amo y quiero ser siempre eso para ti, no puedo ser menos Sanny, no podría vivir con eso.
—No serás menos que eso Britt—aseguró—Nunca. No se cómo si quieras puedes pensarlo. Dame tiempo y confía en mí, apóyame incondicionalmente. No dudes nunca de mí. Mi amor es sincero—dijo y la besó.
Fue un beso suave, pero posesivo.
Unos segundos después Brittany se alejó unos centímetros para tomar un poco de aire.
—Está bien Sanny, sé que hay algo que no me quieres decir, pero confío en ti.
Santana respiró con alivio, Brittany estaría a su lado, era todo lo que pedía.
Le sonrió tiernamente y pegó su frente a la de la rubia disfrutando de la presencia de la mujer que amaba, de su aroma.
Su perfume la llenaba de calma.
—Britt, quiero preguntarte algo—dijo alejándose ahora unos centímetros—No será ahora, pero más adelante, ¿te gustaría tener a mis hijos?—preguntó y se sintió vulnerable ante Brittany.
Que aceptará serlo, para ella, era primordial.
Formar una familia con Brittany se había convertido en su sueño y deseo más anhelado.
—Sanny—ahora fue Brittany quien tomó la barbilla de la mujer que tenía en frente—Nada me haría más feliz—dijo sonriéndole con ternura y timidez al mismo tiempo.
Santana sonrió, pero aún faltaba algo.
—Espera Britt, no he terminado de decirte todo—hizo una breve pausa—Quiero que sean mis óvulos y el donante de esperma que tú decidas.
—No me importa si son tus óvulos o los de quien sea, mientras los tenga contigo.
La abogada sonrió.
—Britt, si alguien te pregunta, di que yo te propuse eso, pero la realidad es que llegado el momento, te inseminaras pero no de mis óvulos. No vamos a complicar más algo que ya es difícil. Solo quiero que lleve mi apellido tanto tu como el niño por un tema legal y por un capricho mío. Me gusta no lo puedo evitar es algo machista lo se aunque no soy hombre y no pretendo serlo, pero soy posesiva. Es una forma de sentir que son totalmente míos—explicó.
—Si quieres que diga que son tus óvulos, lo haré y si quieres que sean tus óvulos lo haré también. Estaré muy feliz de llevar tu apellido y tener a tu hijo. Me siento tuya cielo, y te siento mía también, no lo olvides.
—Gracias mi amor—sonrió—Soy tuya para toda la eternidad, pero no le digas a nadie que hablamos de esto—pidió—Ahora vamos a cerrar nuestro pacto.
La rubia no entendió.
Santana tomó el teléfono y habló a su secretaria.
—Por favor, no me pases llamadas y que nadie entre—esperó una respuesta—Gracias.
Tomó a Brittany y la subió al escritorio.
—¿Los pactos no se cierran con saliva o sangre?—preguntó Brittany.
—Yo prefiero cerrarlos con la lengua—respondió sonriendo con picardía y guiñándole un ojo.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
Hasta que al fin san se dio cuenta de quie wa su tio... obvio no a la amgnitud no???
A ver asta donde llegan Elaine y el viejo para quedarse son san????
Mmmm los dos planes giran al rededor se britt espero que no termine mal!!!
Nos vemos!!
Hasta que al fin san se dio cuenta de quie wa su tio... obvio no a la amgnitud no???
A ver asta donde llegan Elaine y el viejo para quedarse son san????
Mmmm los dos planes giran al rededor se britt espero que no termine mal!!!
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Bueno San abriendo los ojos con su tío! Y supongo que ya se dio cuenta de lo que planea con Elaine, pero le saldrá todo al revés al tío con los planes de la morena, solo esperó que no la descubra...
Ojala se case a escondidas con. Britt jajajaja y que tengas sus hijos pero con sus óvulos, creo que eso ya es muy aparte de su tío, tendrían un pequeño Lopez!
Ojala se case a escondidas con. Britt jajajaja y que tengas sus hijos pero con sus óvulos, creo que eso ya es muy aparte de su tío, tendrían un pequeño Lopez!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra...
Hasta que al fin san se dio cuenta de quie wa su tio... obvio no a la amgnitud no???
A ver asta donde llegan Elaine y el viejo para quedarse son san????
Mmmm los dos planes giran al rededor se britt espero que no termine mal!!!
Nos vemos!!
Hola lu, sii!!!!! xfin!!! mmm pero algo es algo, no¿? Uyyy ni los nombres que ya son problemas =/ Uyy nonono no digas eso!! todo saldrá bn jajajaajja. Saludos =D
JVM escribió:Bueno San abriendo los ojos con su tío! Y supongo que ya se dio cuenta de lo que planea con Elaine, pero le saldrá todo al revés al tío con los planes de la morena, solo esperó que no la descubra...
Ojala se case a escondidas con. Britt jajajaja y que tengas sus hijos pero con sus óvulos, creo que eso ya es muy aparte de su tío, tendrían un pequeño Lopez!
Hola, sip, eso es bueno. Espero y si, que tmbn se alla dado cuenta y que si, tmbn les salga todo mal a eso dos ¬¬ Gran idra, osea xq no¿? ajajajajajaj. Aiii si son tan lindas! pequeños bbs de ellas ajajajajjaajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 14
Capitulo 14
Pasaron un par de semanas.
Elaine asediaba Santana.
Brittany quería confiar en su morena, pero los celos eran difíciles de manejar. Verlas hablando, reunidas en privado y no poder hacer nada, le hacía hervir la sangre.
Santana salía tarde y ella se tenía que ir sola a casa o en taxi.
También Eric se la pasaba invitándola y se ofrecía a llevarla a casa. Era un buen hombre, pero no confiaba en él.
Vivía con Santana y la extrañaba, estaba casi siempre ausente y Brittany tenía la impresión que le ocultaba algo.
Una noche la morena llegó a casa y se sentó a hablar con Brittany.
—¿Cómo estas mi amor?—preguntó y la besó—¿Quieres un whisky? Yo tomare uno—comenzó a preparar el trago.
—No San, no quiero—respondió con algo de impaciencia—¿Por qué llegas tan tarde?
Santana, no respondió a eso.
—Voy a comprarte un auto no quiero que andes en taxi todas las tardes—dijo en cambió, mientras seguía sirviéndose el whisky.
—No quiero un auto San—dijo con más impaciencia aún—Respóndeme, ¿Por qué llegas tarde?
Santana se dio la vuelta, ya el trago estaba listo. Tomó un sorbo, necesitaba relajarse. Se acercó a Brittany.
—Britt, amor, confía en mí—dijo sentándose a su lado y dejando en la mesita el vaso—Tranquila, tu eres mi hogar mi amor. No dudes mi—pidió con suavidad.
Sus ojos reflejaban tristeza.
Brittany respiró profundo.
—Lo intento San, con todas mis fuerzas.
Santana le acarició la mejilla.
—Te compraré el auto que prefieras—dijo y se acercó e intentó besarla, pero Brittany se alejó
—No quiero San.
—¿Por qué no Britt? Te deseo.
—No así San, así no quiero—dijo mirándola a los ojos.
—Está bien—dijo y se alejó.
La morena se acostó en el sofá y apoyó su cabeza sobre las piernas de Brittany.
—Yo no sé decir lo que siento algunas veces y no sé la forma correcta de mostrarte mi amor, pero te amo—dijo levantando la mirada para ver a la mujer que amaba—Permíteme por favor comprarte el auto—pidió.
El departamento quedó en silencio.
Ninguna de las dos dijo nada más.
Había mucho que decir, pero las palabras sobraban en ese momento.
Se quedaron así un buen rato.
Brittany pensando en sus celos y Santana en cómo resolver el problema y
mantenerse en la empresa.
***************************************************************************************************
Había pasado un mes y Santana había salido alrededor de quince veces a cenar con Elaine, que cada vez estaba siendo más directa y más frontal con ella, tenía que darle indicios de que la morena quería volver con ella.
Rachel necesitaba un poco más de tiempo, tanto ella como Quinn estaban trabajando mañana tarde y noche en ayudarla.
Brittany estaba de muy mal humor debido a las llegadas tarde de Santana, no sabía cómo alargar la situación, de verdad que no.
Brittany la continuaba rechazando casi no podía ni besarla si quiera, sabía que tenía razón en rechazarla, ella no hubiera soportado tanto.
¿Cómo puedes soportar que tu pareja le de sus atenciones a otra persona?
Era demasiado dolor, demasiado peso para poner en los hombros de la mujer que amaba.
*****************************************************************************************************
Santana y Elaine estaban cenando de nuevo.
Era un restaurante muy exclusivo, la comida era buena, pero excesivamente costosa para lo que servían. Sólo los más pudientes podían asistir a ese restaurante.
Santana ya no sabía que más hacer, necesitaba que su tío bajara la guardia y calmar a Elaine.
—San, vámonos de viaje un fin de semana—dijo Elaine de pronto, tomando a la morena por sorpresa, aunque debía esperárselo.
—No puedo hacer eso, tengo trabajo—respondió con un tono que no aceptaba discusión.
Elaine se rió con ironía.
—¿Es por la muchachita esa con quién andas?
—No, ella no me controla. Si no le gusta que se marche—le revolvía el estómago decir aquello, pero era la única manera de que Elaine creyera que ganaba terreno—La verdad es que no tiene a donde ir y no podía dejarla en la calle.
—Oh, San, tu siempre tan buena, pero no lo merece. Esa es sólo una pobretona con aspiraciones. Dime, ¿no quieres pasar tiempo conmigo?—preguntó rozando con su dedo la mano de la pelinegra, quien evitó el contacto tomando su copa y bebiendo un poco de vino.
Santana no soportaba que le hablara mal de Brittany, pero tenía que aguantar.
“¿No sé cómo alguna vez pudo estar enamorada de esta mujer?”, pensó la abogada para sí y respirando profundo para calmarse.
Elaine era tan fría, tan calculadora y tan creída. Creía que solo por tener dinero no se era más que los demás.
—Si quiero, pero no sé si deba. Ya no soy una niña, no quiero una esposa que se marche con el primer hombre que vea—dijo mirándola a los ojos.
—No me vas a perdonar nunca—dijo Elaine con fingida tristeza.
—Sólo cuando me demuestres que eres sincera. Una esposa, la mamá de mis hijos tiene que demostrarme su amor.
—Pero ya estamos hablando de cosas interesantes mi amor—el tono seductor volvió a los labios de Elaine.
En ese momento entró al restaurante su tío, era su preferido por eso Santana lo había escogido.
Era momento de comenzar el show.
—Elaine escúchame—dijo a la mujer mientras le tomaba la mano—Nunca te he olvidado, pero tienes que demostrarme que me amas.
Mientras Santana actuaba, Alberto las había visto y se acercó a ellas sonriendo al ver la escena.
—Así me gusta verlas—dijo Alberto con aire de satisfacción cuando se acercó a la mesa donde estaban.
Elaine sonrió más que complacida y satisfecha. Las dos saludaron a Alberto y lo invitaron a sentarse con ellas.
—Ya regreso, voy al tocador—se excusó Elaine.
Alberto esperó que la mujer se alejara un poco para hablar.
—Veo que lo pensaste San—dijo Alberto.
Su aguda voz sonó maléfica para Santana.
—La verdad tío es que Elaine es bella y es una gran mujer, de mi clase. Definitivamente será una buena mamá—hacía su mejor actuación, ya que su tío la conocía bastante bien.
—La muchachita esta con la que vives…—Alberto la miraba a los ojos, escudriñando—¿Qué pasa con ella?
Santana tomó un sorbo de vino para darse unos segundos.
—Tiene dos opciones, o se lo aguanta o se marcha—dijo con la mayor frialdad y desdén que pudo reunir—La verdad, ya me cansé de ella tío. Tú sabes, la emoción del momento—dijo guiñándole un ojo y Alberto asintió sonriendo—Espero que se marche, pero me cuestan un poco esas cosas, no lo puedo evitar.
—Lo se San, pero tienes que ser más dura. Si no se va por su cuenta en dos semanas, dale un cheque para que se marche. Es una pobretona, será fácil sacártela de encima. Elaine es tu futuro hija.
A Santana le hervía la sangre, quería retorcer el cuello del hombre, pero asintió sonriendo.
—Como siempre tienes razón tío, no sé en qué estaba pensado.
—Yo sé en que pensabas y créeme que te comprendo—dijo su tío sonriente y levantando su copa—Pero ya es hora de sentar cabeza, afortunadamente me tienes a mi para que te guíe.
“Maldito bastardo, me quieres manipular con eso de hija, pero no llenas ni los zapatos de mis padres. Esto me duele de verdad, yo te quería tío pero te estas metiendo con mi familia y eso no te lo voy a permitir”.
Santana tenía que hacer un enorme esfuerzo para controlarse.
Ese día la morena se quedó hasta muy tarde, no encontró una excusa para marcharse.
Apenas pudo salvarse de dormir con Elaine.
Sin embargo, tuvo que besarla y aunque era una mujer muy bella, se sentía culpable y vacía.
Su tío saldría de viaje por tres semanas, tenía que resolver esto en ese tiempo.
Su relación con Brittany no aguantaba más y ella no podía perderla.
Llegó a su casa, ahora adornada con los gustos de Brittany.
La contempló por unos minutos, era todo tan lindo, tan como un hogar. Sin embargo, se sintió triste.
Se sirvió un whisky, necesitaba algo fuerte y no podía dormir con Brittany, no después de hacer besado a Elaine.
Se quitó la ropa, se acostó en el sofá y el cansancio, más la cantidad de alcohol que tenía en las venas, le permitieron dormirse con facilidad.
****************************************************************************************************
Brittany la había escuchado llegar, espero un rato, pero al ver que no entraba en su habitación, salió a ver qué pasaba.
La vio dormida en el sofá y el vaso en la mesa. Recogió la ropa del piso y se dio cuenta que tenía manchas lápiz labial.
Ya no aguantaba más.
En la mañana haría los arreglos y se marcharía.
Santana le pidió que confiara en ella, pero estaba claro que eso fue en el momento de que recién había llegado Elaine.
Al pasar los días y todas esas salidas con ella, habían recuperado su amor y ahora no encontraba como sacarla de su casa.
Tanto que no podía ni siquiera dormir con ella.
En la mañana tendría que terminarlo ella, no aguantaba más. Era demasiado dolor ver como la mujer que amaba, su cielo, su Sanny se revolcaba con otra y no la soportaba ni en su propia cama.
“¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo pudo perder a Santana o será que nunca la tuvo? Tenía razón el tío de Santana, las mujeres como ella eran solo objetos de diversión para los ricos y cuando se cansaban de ellos, sencillamente los sacaban a patadas de su vida”, eran los pensamientos de Brittany, sumergida en su dolor.
Pero ella se había enamorado y había creado su propio cuento Disney, para terminar sufriendo profundamente.
Sabía que no podía dejar de amar a Santana, que ella la amaría por toda la
eternidad, pero la situación que estaba viviendo no podía permitirla, ya no más.
*******************************************************************************************************
A la mañana siguiente, cuando Santana se levantó, Brittany no estaba en casa.
No había desayuno preparado, ni beso de buenos días, pero su ropa estaba en la habitación. Por un momento sintió pánico y pensó que se había marchado.
Brittany era todo para ella, su familia, su vida y se preguntó por qué estaba arriesgando lo que tenía.
Esto no valía la pena.
Tenía dinero, montaría su propia empresa.
Nada era más importante que su familia.
Tenía que ir al cementerio y decirle eso a sus padres, la entenderían porque una vez su papá le dijo algo que la marcó, lo recordó como si fuera ayer:
Ahora, ella lo había olvidado.
Encontró el amor y lo estaba arriesgando.
Sabía lo que quería al igual que su papá.
Su papá era un hombre bueno, no como su tío a quien tanto había querido y él sólo la había utilizado.
“Pero ya no más, que se quede con la empresa.”
Santana López, sencillamente quería a Brittany.
Pensaba que había sido una total idiota.
¿Cómo pudo si quiera arriesgarse a perder a Brittany?
Una empresa la podía forma como su padre lo hizo.
Tenía el dinero y se sabía capaz de hacer más, pero a Brittany si la perdía, su vida terminaría, porque sin ella no podía vivir. La amaba como nunca llegó si quiera en pensar amar a Elaine alguna vez.
*******************************************************************************************************
Brittany llegó a la oficina, ya estaba terminando la pasantía así que cumplió su proceso en esa empresa.
Vino por un trabajo y encontró el amor, lástima que también lo había perdido.
Ahora buscaría trabajo y mientras más lejos de Santana, mejor.
—Hola preciosa—saludó Eric sorprendiéndola un poco.
—Hola Eric—respondió sin mucho entusiasmo.
—No sé qué hacer contigo. No aceptas mis invitaciones ni mis regalos. No sé qué tiene Santana que arrastra a todas las mujeres y nos deja solo las feas.
—Mira, agradece que no le he dicho a San lo de tus regalos o la pasarías muy mal—ya estaba cansado de las constantes atenciones del hombre.
—¿En serio Brittany?—dijo en tono irónico—A mí me parece que está demasiado ocupada con mi hermana para que le importe.
Brittany quiso hacerlo añicos con la mirada, pero Eric fingió que no se había dado cuenta.
—Además, no es la primera vez que ella me quita una novia, pero cuando Elaine entró en su vida la dejó. Aun así, la chica ya no quiso volver conmigo. Una triste historia, pero es una muestra de cuánto San ama a Elaine.
—Así que es eso Eric, quieres vengarte de San. Mira, los celos son malos consejeros. San se puede ir con quien quiera, yo no amarro a nadie.
Eric sonrió sabiendo que había logrado su objetivo, así que cambio un poco de tema.
—Brittany—tendió una carpeta que tenía en la mano la rubia la recibió—Esta es una propuesta para trabajar en nuestra sucursal de España. Es muy buena, te alejaras de San, te pagaremos bien por un trabajo que cualquiera mataría por tener y con eso puede que tus padres te acepten de nuevo en casa—de nuevo ignoró la mirada acribilladora azul—Tendrías que salir el próximo lunes. Tómala y piénsalo, pero tienes que darme tu respuesta en dos días. Tómalo como un favor, Santana ya no te quiere preciosa.
Eric dio la vuelta y se alejó de Brittany con una sonrisa perversa en su rostro.
La rubia miró la carpeta, levantó la vista para mirar al hombre alejándose y se marchó.
Eric por su parte sacó su teléfono y le marco a su hermana.
—Listo hermanita, esa va a aceptar. Está claro que Santana ya no le presta atención.
Elaine se rió al otro lado de la línea.
—Sí, es buena en su trabajo. Es una buena adquisición para la empresa y además, me la sacaras del medio.
Eric también se rió.
—Hasta luego hermanita, me debes una, ¿eh?
********************************************************************************************************
Brittany se sentó en su escritorio y leyó la propuesta.
Era demasiado buena y estaría lejos de Santana, tal vez esa era la solución para ella, marcharse y comenzar de cero en otro lugar.
¿Cómo podría vivir sin su morena?
Era su vida, pero si Santana ya no la amaba no podía obligarla a estar con ella.
Es de humanos lo que ha pasado, se enamoró de alguien que amaba a otra persona, Elaine solo vino a reclamar lo que era de ella, pero tenía tan presente todo eso que le había dicho Santana ese día: tener un hijo, formar un hogar, fue casi una promesa.
Tal vez lo sentía en ese momento, pero ya no.
Realmente no tenía mucho qué pensar ni muchas opciones.
Quedarse en su país sin trabajo con la posibilidad de encontrarse a Elaine y a Santana felices por la calle, eso la mataría.
La mataría de verdad.
De hecho, ya lo hace.
No había podido de parar de llorar en días.
“Te amo Sanny y por eso te dejare libre”.
*********************************************************************************************************
Santana llegó a su oficina e inmediatamente se reunió con Rachel y Quinn.
—San, tengo que decirte algo—comenzó Rachel algo inquieta.
—No Rach escúchenme primero, dejaré la empresa—dijo con determinación.
Rachel y Quinn la miraron cómo si de pronto la cabeza de Santana hubiera salido volando.
—¡¿Qué?! ¿Pero por qué?—preguntó Quinn totalmente fuera de foco.
—Porque no voy a arriesgar mi relación con Britt por esta empresa.
—Esto es tuyo Tana—dijo Quinn—Es nuestro, lo dejaron nuestros padres para nosotras, para nuestros hijos, así que olvídalo, no te vas de la empresa—dijo también con determinación.
—Q, lo más importante para mí es mi familia, la estoy perdiendo por esto, ya no soporto más. Yo solo quiero ser feliz con Britt, su amor es más importante que cualquier empresa—contestó desesperada y golpeó el escritorio con su puño.
Quinn miró la determinación y la desesperación de Santana, y la comprendió.
—Está bien Tana, te entiendo, pero antes de que des cualquier paso, escucha esto primero—Quinn se dirigió a su esposa—Cuéntale Rach.
Santana miró a la otra morena.
—Cuando me comencé a investigar lo de la empresa no espere encontrar esto—comenzó con cierta reserva—No quería hacer consultas en las bases de datos para no levantar sospecha, así que revisé los documentos originales que extraje de los archivos. Los revisé uno por uno, tratando de ver huecos donde podríamos meternos y hacer crecer la cantidad de acciones y me di cuenta que eso no era necesario.
Santana frunció el ceño.
—¿Por qué no era necesario Rach? ¿Qué me quieres decir?—preguntó.
—San, cuando tus padres murieron tu tío tomó tu custodia y por lo tanto el control de tu acciones, cuando decidiste venir a trabajar y como te acepto con tanto cariño, no revisaste nada. Estabas tan feliz que te aceptara que tomaste lo que te dio, confiaste en él.
En la cabeza de Santana ya se formaba una idea.
—¿Qué pasa Rachel? Suéltalo, ¿qué diablos quieres decir con eso?—preguntó ya impaciente.
Rachel la miró a los ojos.
—San, eres la accionista mayoritaria de la empresa. Tu tío te robo las acciones. Por lo que pude ver, él tenía solo unas pocas acciones regalo de tu papá, pero tu papá y el de Quinny—señaló a su esposa—Eran los accionistas más fuerte. Tu papá más que el de mi Quinny incluso.
La cara de la morena más alta permanecía imperturbable, pero dentro de ella se formaba un huracán a media que Rachel hablaba.
—Lo que le dio a tu tío fue solo para que viviera tranquilo, afortunadamente para él, el papá de mi rubia murió antes de que tú tomaras tus acciones y a la suegra, como sabes, no le interesaba nada de los negocios. Así que ustedes dos son las dueñas mayoritarios de esta empresa.
Santana permaneció callada un par de minutos. Rachel y Quinn permanecían a la espera, de vez en cuando cruzaban miradas interrogantes.
—¿Estás segura?—sonó más ronca de lo normal.
Rachel asintió.
La abogada permaneció otro minuto callada, hasta que se levantó casi de un salto de su silla y camino como un león enjaulado por su oficina.
—¡¿Cómo pudo hacer eso?! Se aprovechó de la muerte de mis padres. Con razón su cambio, me necesitaba tranquila, de su lado—de pronto se detuvo y se dirigió a Rachel—¿Puedes probar eso?
—Puedo, pero necesito un poco más de tiempo. Artie me está ayudando y ya tenemos a los mejores abogados estudiando el caso—hizo una breve pausa—Pero San, tu tío va a ir preso. Perderá lo que tiene… bueno, que no lo tiene porque es tuyo—corrigió—¿Estás de acuerdo con seguir adelante o quieres parar?—preguntó con cautela.
—No vamos a parar—contesto con determinación—Quiero lo que es mío, lo que era de mis padres y que ahora será de mi familia, de Britt y de mis hijos, que pague el que tenga que pagar—sentenció.
—San, te doy un consejo—dijo su amiga—Cuéntale a Brittany, ella lo está pasando muy mal. Está más delgada y se ve muy triste.
Santana bajo la guardia.
—Lo sé, esta noche hablare con ella—aseguró.
Santana había pasado el día muy mal, enterarse de eso fue muy duro para ella.
¿Cómo era posible que tu tío la traicionara?
Que traicionara a su hermano.
¿Cómo pudo quererlo alguna vez?, se preguntaba.
Se dio cuenta entonces que en aquellos momentos era solo una muchacha desamparada y él era lo que consideraba su familia.
Esta noche le contaría todo a Brittany, ella tenía que estar de su lado, apoyarla.
Solo esperaba que fuera capaz de perdonarla.
******************************************************************************************************
Brittany llegó a la casa sin Santana, ya había tomado la decisión se marcharía.
Ya tenía reservado un hotel económico, recogería sus cosas y se marcharía, en unos días estaría fuera del país.
Sin embargo, no pudo evitar sentir dolor al pensar en abandonar el hogar que pensó haber formado con Santana.
“Esta casa la decoré pensando en nosotras, imaginándonos cada día juntas, viendo películas, cocinando… bueno,—sonrió—Yo cocinando y San mirándome. Dejando su ropa tirada y yo reclamándole. Ella besándome y diciendo que le tuviera paciencia. En todos lados haciendo el amor”.
¡Dios!
Como extrañaba el cuerpo de su morena, pero justo ahora era posible que estuviera haciéndole el amor a otra, no podía pensar en eso, era ser masoquista.
“Hasta pensé que un día podríamos traer a este mundo uno o dos hijos. Estoy segura que será una buena madre algún día. San es tan buena, dulce y cariñosa. Solo espero que no les enseñe a manejar”.
Finalmente se fue a la habitación y comenzó a acomodar todo.
Unos minutos después, llegó Santana.
—¿Qué haces Britt?
—Me voy—dijo sin mirarla mientras acomodaba la ropa en la maleta.
—No—dijo Santana.
Brittany sonrió y se detuvo y la miró con ternura.
—Te deseo que seas feliz Santana, de verdad—mientras decía eso, las comenzaron a recorrer su rostro.
A Santana se le partió el alma.
—¡Oh Dios!—se acercó e intentó abrazarla pero Brittany la detuvo—Te he hecho tanto daño—dijo con un nudo en la garganta.
—No te preocupes, estaré bien. Pensé que llegarías tarde o quizás no llegarías…—iba a decir algo más, pero se le cortó la voz.
—Britt, tenemos que hablar, déjame explicarte por favor—pidió.
En ese momento, sonó el teléfono de la morena, cuando lo saco de su bolsillo Brittany pudo ver en la pantalla que era Elaine.
Santana se movió incómoda.
—Britt tengo que atender, dame unos minutos por favor—dijo y salió de la habitación.
Era la estocada final.
Brittany se sentó en la cama y rompió a llorar, pero decidida recuperó sus fuerzas y se puso a recoger la ropa más rápido, se marcharía ahora mismo de esa casa.
Santana volvió a entrar a la habitación.
—Que pares te he dicho, Britt.
—Sigue hablando con tu novia y déjame en paz—grito Brittany mientras lanzaba ropa a la maleta.
Santana intentó acercarse y tocarla.
—Britt…—que iba a decir fue interrumpido por un grito de Brittany.
—¡¡¡No me llames Britt!!!
Santana hizo una pausa para que la rubia se calmara.
—Escúchame, ¿sí?—pidió casi en un susurro.
El teléfono de la morena volvió a sonar, era un mensaje de texto de Elaine. Brittany con un rápido movimiento le quito el teléfono de las manos y leyó el mensaje.
Fue más de lo Brittany pudo soportar, arrojó el teléfono al suelo y abofeteó a Santana.
Estaba llena de rabia.
—¿Tenías que engañarme?—preguntó con los dientes apretados y la cara inundada en lágrimas—¿No podías dejarme primero al menos? No tienes valor ni para eso. ¡¡¡Yo te amo Santana!!!—volvió a gritar.
Santana no sabía qué hacer, estaba perdiendo a Brittany y no sabía cómo hacer para que la escuchara.
—¡¡¡Con toda el alma y tú no podías ni darme la cara!!!—se tapó la cara con las manos por unos segundos, pero luego la miró—Me marcho. Y no te preocupes, me voy del país así que ya no sabrás más de mí.
—Perdóname Britt-Britt por favor, he sido una idiota, pero te amo—dijo Santana.
—¿Dormiste con ella? ¡¡¡Dímelo!!!—exigió con un gritándole.
Santana negó con la cabeza rápidamente.
—No Britt no, escúchame por favor, déjame explicarte.
—Sal de mi cuarto—pidió—Sal ahora mismo, no quiero verte.
Santana sabía explicar la situación no era fácil, las circunstancias se habían prestado para que Brittany pensara que la había engañado.
Pero iba a darle una explicación, así que salió, sabía que debía esperar a que Brittany se calmara.
Estaba hecha una furia, así nunca la escucharía.
En la mañana hablarían, la rubia de esa casa no saldría sin escucharla.
“¿Cómo es eso de que se piensa ir del país?”—bufó—”Por encima de mi cadáver se va esa mujer y me deja. Brittany es mi mujer y su lugar está a mi lado… bueno claro, primero tenía que contarle todo y pedirle perdón”.
Elaine asediaba Santana.
Brittany quería confiar en su morena, pero los celos eran difíciles de manejar. Verlas hablando, reunidas en privado y no poder hacer nada, le hacía hervir la sangre.
Santana salía tarde y ella se tenía que ir sola a casa o en taxi.
También Eric se la pasaba invitándola y se ofrecía a llevarla a casa. Era un buen hombre, pero no confiaba en él.
Vivía con Santana y la extrañaba, estaba casi siempre ausente y Brittany tenía la impresión que le ocultaba algo.
Una noche la morena llegó a casa y se sentó a hablar con Brittany.
—¿Cómo estas mi amor?—preguntó y la besó—¿Quieres un whisky? Yo tomare uno—comenzó a preparar el trago.
—No San, no quiero—respondió con algo de impaciencia—¿Por qué llegas tan tarde?
Santana, no respondió a eso.
—Voy a comprarte un auto no quiero que andes en taxi todas las tardes—dijo en cambió, mientras seguía sirviéndose el whisky.
—No quiero un auto San—dijo con más impaciencia aún—Respóndeme, ¿Por qué llegas tarde?
Santana se dio la vuelta, ya el trago estaba listo. Tomó un sorbo, necesitaba relajarse. Se acercó a Brittany.
—Britt, amor, confía en mí—dijo sentándose a su lado y dejando en la mesita el vaso—Tranquila, tu eres mi hogar mi amor. No dudes mi—pidió con suavidad.
Sus ojos reflejaban tristeza.
Brittany respiró profundo.
—Lo intento San, con todas mis fuerzas.
Santana le acarició la mejilla.
—Te compraré el auto que prefieras—dijo y se acercó e intentó besarla, pero Brittany se alejó
—No quiero San.
—¿Por qué no Britt? Te deseo.
—No así San, así no quiero—dijo mirándola a los ojos.
—Está bien—dijo y se alejó.
La morena se acostó en el sofá y apoyó su cabeza sobre las piernas de Brittany.
—Yo no sé decir lo que siento algunas veces y no sé la forma correcta de mostrarte mi amor, pero te amo—dijo levantando la mirada para ver a la mujer que amaba—Permíteme por favor comprarte el auto—pidió.
El departamento quedó en silencio.
Ninguna de las dos dijo nada más.
Había mucho que decir, pero las palabras sobraban en ese momento.
Se quedaron así un buen rato.
Brittany pensando en sus celos y Santana en cómo resolver el problema y
mantenerse en la empresa.
***************************************************************************************************
Había pasado un mes y Santana había salido alrededor de quince veces a cenar con Elaine, que cada vez estaba siendo más directa y más frontal con ella, tenía que darle indicios de que la morena quería volver con ella.
Rachel necesitaba un poco más de tiempo, tanto ella como Quinn estaban trabajando mañana tarde y noche en ayudarla.
Brittany estaba de muy mal humor debido a las llegadas tarde de Santana, no sabía cómo alargar la situación, de verdad que no.
Brittany la continuaba rechazando casi no podía ni besarla si quiera, sabía que tenía razón en rechazarla, ella no hubiera soportado tanto.
¿Cómo puedes soportar que tu pareja le de sus atenciones a otra persona?
Era demasiado dolor, demasiado peso para poner en los hombros de la mujer que amaba.
*****************************************************************************************************
Santana y Elaine estaban cenando de nuevo.
Era un restaurante muy exclusivo, la comida era buena, pero excesivamente costosa para lo que servían. Sólo los más pudientes podían asistir a ese restaurante.
Santana ya no sabía que más hacer, necesitaba que su tío bajara la guardia y calmar a Elaine.
—San, vámonos de viaje un fin de semana—dijo Elaine de pronto, tomando a la morena por sorpresa, aunque debía esperárselo.
—No puedo hacer eso, tengo trabajo—respondió con un tono que no aceptaba discusión.
Elaine se rió con ironía.
—¿Es por la muchachita esa con quién andas?
—No, ella no me controla. Si no le gusta que se marche—le revolvía el estómago decir aquello, pero era la única manera de que Elaine creyera que ganaba terreno—La verdad es que no tiene a donde ir y no podía dejarla en la calle.
—Oh, San, tu siempre tan buena, pero no lo merece. Esa es sólo una pobretona con aspiraciones. Dime, ¿no quieres pasar tiempo conmigo?—preguntó rozando con su dedo la mano de la pelinegra, quien evitó el contacto tomando su copa y bebiendo un poco de vino.
Santana no soportaba que le hablara mal de Brittany, pero tenía que aguantar.
“¿No sé cómo alguna vez pudo estar enamorada de esta mujer?”, pensó la abogada para sí y respirando profundo para calmarse.
Elaine era tan fría, tan calculadora y tan creída. Creía que solo por tener dinero no se era más que los demás.
—Si quiero, pero no sé si deba. Ya no soy una niña, no quiero una esposa que se marche con el primer hombre que vea—dijo mirándola a los ojos.
—No me vas a perdonar nunca—dijo Elaine con fingida tristeza.
—Sólo cuando me demuestres que eres sincera. Una esposa, la mamá de mis hijos tiene que demostrarme su amor.
—Pero ya estamos hablando de cosas interesantes mi amor—el tono seductor volvió a los labios de Elaine.
En ese momento entró al restaurante su tío, era su preferido por eso Santana lo había escogido.
Era momento de comenzar el show.
—Elaine escúchame—dijo a la mujer mientras le tomaba la mano—Nunca te he olvidado, pero tienes que demostrarme que me amas.
Mientras Santana actuaba, Alberto las había visto y se acercó a ellas sonriendo al ver la escena.
—Así me gusta verlas—dijo Alberto con aire de satisfacción cuando se acercó a la mesa donde estaban.
Elaine sonrió más que complacida y satisfecha. Las dos saludaron a Alberto y lo invitaron a sentarse con ellas.
—Ya regreso, voy al tocador—se excusó Elaine.
Alberto esperó que la mujer se alejara un poco para hablar.
—Veo que lo pensaste San—dijo Alberto.
Su aguda voz sonó maléfica para Santana.
—La verdad tío es que Elaine es bella y es una gran mujer, de mi clase. Definitivamente será una buena mamá—hacía su mejor actuación, ya que su tío la conocía bastante bien.
—La muchachita esta con la que vives…—Alberto la miraba a los ojos, escudriñando—¿Qué pasa con ella?
Santana tomó un sorbo de vino para darse unos segundos.
—Tiene dos opciones, o se lo aguanta o se marcha—dijo con la mayor frialdad y desdén que pudo reunir—La verdad, ya me cansé de ella tío. Tú sabes, la emoción del momento—dijo guiñándole un ojo y Alberto asintió sonriendo—Espero que se marche, pero me cuestan un poco esas cosas, no lo puedo evitar.
—Lo se San, pero tienes que ser más dura. Si no se va por su cuenta en dos semanas, dale un cheque para que se marche. Es una pobretona, será fácil sacártela de encima. Elaine es tu futuro hija.
A Santana le hervía la sangre, quería retorcer el cuello del hombre, pero asintió sonriendo.
—Como siempre tienes razón tío, no sé en qué estaba pensado.
—Yo sé en que pensabas y créeme que te comprendo—dijo su tío sonriente y levantando su copa—Pero ya es hora de sentar cabeza, afortunadamente me tienes a mi para que te guíe.
“Maldito bastardo, me quieres manipular con eso de hija, pero no llenas ni los zapatos de mis padres. Esto me duele de verdad, yo te quería tío pero te estas metiendo con mi familia y eso no te lo voy a permitir”.
Santana tenía que hacer un enorme esfuerzo para controlarse.
Ese día la morena se quedó hasta muy tarde, no encontró una excusa para marcharse.
Apenas pudo salvarse de dormir con Elaine.
Sin embargo, tuvo que besarla y aunque era una mujer muy bella, se sentía culpable y vacía.
Su tío saldría de viaje por tres semanas, tenía que resolver esto en ese tiempo.
Su relación con Brittany no aguantaba más y ella no podía perderla.
Llegó a su casa, ahora adornada con los gustos de Brittany.
La contempló por unos minutos, era todo tan lindo, tan como un hogar. Sin embargo, se sintió triste.
Se sirvió un whisky, necesitaba algo fuerte y no podía dormir con Brittany, no después de hacer besado a Elaine.
Se quitó la ropa, se acostó en el sofá y el cansancio, más la cantidad de alcohol que tenía en las venas, le permitieron dormirse con facilidad.
****************************************************************************************************
Brittany la había escuchado llegar, espero un rato, pero al ver que no entraba en su habitación, salió a ver qué pasaba.
La vio dormida en el sofá y el vaso en la mesa. Recogió la ropa del piso y se dio cuenta que tenía manchas lápiz labial.
Ya no aguantaba más.
En la mañana haría los arreglos y se marcharía.
Santana le pidió que confiara en ella, pero estaba claro que eso fue en el momento de que recién había llegado Elaine.
Al pasar los días y todas esas salidas con ella, habían recuperado su amor y ahora no encontraba como sacarla de su casa.
Tanto que no podía ni siquiera dormir con ella.
En la mañana tendría que terminarlo ella, no aguantaba más. Era demasiado dolor ver como la mujer que amaba, su cielo, su Sanny se revolcaba con otra y no la soportaba ni en su propia cama.
“¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo pudo perder a Santana o será que nunca la tuvo? Tenía razón el tío de Santana, las mujeres como ella eran solo objetos de diversión para los ricos y cuando se cansaban de ellos, sencillamente los sacaban a patadas de su vida”, eran los pensamientos de Brittany, sumergida en su dolor.
Pero ella se había enamorado y había creado su propio cuento Disney, para terminar sufriendo profundamente.
Sabía que no podía dejar de amar a Santana, que ella la amaría por toda la
eternidad, pero la situación que estaba viviendo no podía permitirla, ya no más.
*******************************************************************************************************
A la mañana siguiente, cuando Santana se levantó, Brittany no estaba en casa.
No había desayuno preparado, ni beso de buenos días, pero su ropa estaba en la habitación. Por un momento sintió pánico y pensó que se había marchado.
Brittany era todo para ella, su familia, su vida y se preguntó por qué estaba arriesgando lo que tenía.
Esto no valía la pena.
Tenía dinero, montaría su propia empresa.
Nada era más importante que su familia.
Tenía que ir al cementerio y decirle eso a sus padres, la entenderían porque una vez su papá le dijo algo que la marcó, lo recordó como si fuera ayer:
“Cuando encontré a tu mamá me enamore inmediatamente. Sabía que era la indicada, era tan dulce, tan buena, aunque se hacia la orgullosa siempre estaba atenta a mí. Apenas pude conquistarla, me casé con ella no tenía más que pensar. Era lo más importante para mí hasta que llegaste tú. La familia es lo más importante, no lo olvides nunca hija”
Ahora, ella lo había olvidado.
Encontró el amor y lo estaba arriesgando.
Sabía lo que quería al igual que su papá.
Su papá era un hombre bueno, no como su tío a quien tanto había querido y él sólo la había utilizado.
“Pero ya no más, que se quede con la empresa.”
Santana López, sencillamente quería a Brittany.
Pensaba que había sido una total idiota.
¿Cómo pudo si quiera arriesgarse a perder a Brittany?
Una empresa la podía forma como su padre lo hizo.
Tenía el dinero y se sabía capaz de hacer más, pero a Brittany si la perdía, su vida terminaría, porque sin ella no podía vivir. La amaba como nunca llegó si quiera en pensar amar a Elaine alguna vez.
*******************************************************************************************************
Brittany llegó a la oficina, ya estaba terminando la pasantía así que cumplió su proceso en esa empresa.
Vino por un trabajo y encontró el amor, lástima que también lo había perdido.
Ahora buscaría trabajo y mientras más lejos de Santana, mejor.
—Hola preciosa—saludó Eric sorprendiéndola un poco.
—Hola Eric—respondió sin mucho entusiasmo.
—No sé qué hacer contigo. No aceptas mis invitaciones ni mis regalos. No sé qué tiene Santana que arrastra a todas las mujeres y nos deja solo las feas.
—Mira, agradece que no le he dicho a San lo de tus regalos o la pasarías muy mal—ya estaba cansado de las constantes atenciones del hombre.
—¿En serio Brittany?—dijo en tono irónico—A mí me parece que está demasiado ocupada con mi hermana para que le importe.
Brittany quiso hacerlo añicos con la mirada, pero Eric fingió que no se había dado cuenta.
—Además, no es la primera vez que ella me quita una novia, pero cuando Elaine entró en su vida la dejó. Aun así, la chica ya no quiso volver conmigo. Una triste historia, pero es una muestra de cuánto San ama a Elaine.
—Así que es eso Eric, quieres vengarte de San. Mira, los celos son malos consejeros. San se puede ir con quien quiera, yo no amarro a nadie.
Eric sonrió sabiendo que había logrado su objetivo, así que cambio un poco de tema.
—Brittany—tendió una carpeta que tenía en la mano la rubia la recibió—Esta es una propuesta para trabajar en nuestra sucursal de España. Es muy buena, te alejaras de San, te pagaremos bien por un trabajo que cualquiera mataría por tener y con eso puede que tus padres te acepten de nuevo en casa—de nuevo ignoró la mirada acribilladora azul—Tendrías que salir el próximo lunes. Tómala y piénsalo, pero tienes que darme tu respuesta en dos días. Tómalo como un favor, Santana ya no te quiere preciosa.
Eric dio la vuelta y se alejó de Brittany con una sonrisa perversa en su rostro.
La rubia miró la carpeta, levantó la vista para mirar al hombre alejándose y se marchó.
Eric por su parte sacó su teléfono y le marco a su hermana.
—Listo hermanita, esa va a aceptar. Está claro que Santana ya no le presta atención.
Elaine se rió al otro lado de la línea.
—Sí, es buena en su trabajo. Es una buena adquisición para la empresa y además, me la sacaras del medio.
Eric también se rió.
—Hasta luego hermanita, me debes una, ¿eh?
********************************************************************************************************
Brittany se sentó en su escritorio y leyó la propuesta.
Era demasiado buena y estaría lejos de Santana, tal vez esa era la solución para ella, marcharse y comenzar de cero en otro lugar.
¿Cómo podría vivir sin su morena?
Era su vida, pero si Santana ya no la amaba no podía obligarla a estar con ella.
Es de humanos lo que ha pasado, se enamoró de alguien que amaba a otra persona, Elaine solo vino a reclamar lo que era de ella, pero tenía tan presente todo eso que le había dicho Santana ese día: tener un hijo, formar un hogar, fue casi una promesa.
Tal vez lo sentía en ese momento, pero ya no.
Realmente no tenía mucho qué pensar ni muchas opciones.
Quedarse en su país sin trabajo con la posibilidad de encontrarse a Elaine y a Santana felices por la calle, eso la mataría.
La mataría de verdad.
De hecho, ya lo hace.
No había podido de parar de llorar en días.
“Te amo Sanny y por eso te dejare libre”.
*********************************************************************************************************
Santana llegó a su oficina e inmediatamente se reunió con Rachel y Quinn.
—San, tengo que decirte algo—comenzó Rachel algo inquieta.
—No Rach escúchenme primero, dejaré la empresa—dijo con determinación.
Rachel y Quinn la miraron cómo si de pronto la cabeza de Santana hubiera salido volando.
—¡¿Qué?! ¿Pero por qué?—preguntó Quinn totalmente fuera de foco.
—Porque no voy a arriesgar mi relación con Britt por esta empresa.
—Esto es tuyo Tana—dijo Quinn—Es nuestro, lo dejaron nuestros padres para nosotras, para nuestros hijos, así que olvídalo, no te vas de la empresa—dijo también con determinación.
—Q, lo más importante para mí es mi familia, la estoy perdiendo por esto, ya no soporto más. Yo solo quiero ser feliz con Britt, su amor es más importante que cualquier empresa—contestó desesperada y golpeó el escritorio con su puño.
Quinn miró la determinación y la desesperación de Santana, y la comprendió.
—Está bien Tana, te entiendo, pero antes de que des cualquier paso, escucha esto primero—Quinn se dirigió a su esposa—Cuéntale Rach.
Santana miró a la otra morena.
—Cuando me comencé a investigar lo de la empresa no espere encontrar esto—comenzó con cierta reserva—No quería hacer consultas en las bases de datos para no levantar sospecha, así que revisé los documentos originales que extraje de los archivos. Los revisé uno por uno, tratando de ver huecos donde podríamos meternos y hacer crecer la cantidad de acciones y me di cuenta que eso no era necesario.
Santana frunció el ceño.
—¿Por qué no era necesario Rach? ¿Qué me quieres decir?—preguntó.
—San, cuando tus padres murieron tu tío tomó tu custodia y por lo tanto el control de tu acciones, cuando decidiste venir a trabajar y como te acepto con tanto cariño, no revisaste nada. Estabas tan feliz que te aceptara que tomaste lo que te dio, confiaste en él.
En la cabeza de Santana ya se formaba una idea.
—¿Qué pasa Rachel? Suéltalo, ¿qué diablos quieres decir con eso?—preguntó ya impaciente.
Rachel la miró a los ojos.
—San, eres la accionista mayoritaria de la empresa. Tu tío te robo las acciones. Por lo que pude ver, él tenía solo unas pocas acciones regalo de tu papá, pero tu papá y el de Quinny—señaló a su esposa—Eran los accionistas más fuerte. Tu papá más que el de mi Quinny incluso.
La cara de la morena más alta permanecía imperturbable, pero dentro de ella se formaba un huracán a media que Rachel hablaba.
—Lo que le dio a tu tío fue solo para que viviera tranquilo, afortunadamente para él, el papá de mi rubia murió antes de que tú tomaras tus acciones y a la suegra, como sabes, no le interesaba nada de los negocios. Así que ustedes dos son las dueñas mayoritarios de esta empresa.
Santana permaneció callada un par de minutos. Rachel y Quinn permanecían a la espera, de vez en cuando cruzaban miradas interrogantes.
—¿Estás segura?—sonó más ronca de lo normal.
Rachel asintió.
La abogada permaneció otro minuto callada, hasta que se levantó casi de un salto de su silla y camino como un león enjaulado por su oficina.
—¡¿Cómo pudo hacer eso?! Se aprovechó de la muerte de mis padres. Con razón su cambio, me necesitaba tranquila, de su lado—de pronto se detuvo y se dirigió a Rachel—¿Puedes probar eso?
—Puedo, pero necesito un poco más de tiempo. Artie me está ayudando y ya tenemos a los mejores abogados estudiando el caso—hizo una breve pausa—Pero San, tu tío va a ir preso. Perderá lo que tiene… bueno, que no lo tiene porque es tuyo—corrigió—¿Estás de acuerdo con seguir adelante o quieres parar?—preguntó con cautela.
—No vamos a parar—contesto con determinación—Quiero lo que es mío, lo que era de mis padres y que ahora será de mi familia, de Britt y de mis hijos, que pague el que tenga que pagar—sentenció.
—San, te doy un consejo—dijo su amiga—Cuéntale a Brittany, ella lo está pasando muy mal. Está más delgada y se ve muy triste.
Santana bajo la guardia.
—Lo sé, esta noche hablare con ella—aseguró.
Santana había pasado el día muy mal, enterarse de eso fue muy duro para ella.
¿Cómo era posible que tu tío la traicionara?
Que traicionara a su hermano.
¿Cómo pudo quererlo alguna vez?, se preguntaba.
Se dio cuenta entonces que en aquellos momentos era solo una muchacha desamparada y él era lo que consideraba su familia.
Esta noche le contaría todo a Brittany, ella tenía que estar de su lado, apoyarla.
Solo esperaba que fuera capaz de perdonarla.
******************************************************************************************************
Brittany llegó a la casa sin Santana, ya había tomado la decisión se marcharía.
Ya tenía reservado un hotel económico, recogería sus cosas y se marcharía, en unos días estaría fuera del país.
Sin embargo, no pudo evitar sentir dolor al pensar en abandonar el hogar que pensó haber formado con Santana.
“Esta casa la decoré pensando en nosotras, imaginándonos cada día juntas, viendo películas, cocinando… bueno,—sonrió—Yo cocinando y San mirándome. Dejando su ropa tirada y yo reclamándole. Ella besándome y diciendo que le tuviera paciencia. En todos lados haciendo el amor”.
¡Dios!
Como extrañaba el cuerpo de su morena, pero justo ahora era posible que estuviera haciéndole el amor a otra, no podía pensar en eso, era ser masoquista.
“Hasta pensé que un día podríamos traer a este mundo uno o dos hijos. Estoy segura que será una buena madre algún día. San es tan buena, dulce y cariñosa. Solo espero que no les enseñe a manejar”.
Finalmente se fue a la habitación y comenzó a acomodar todo.
Unos minutos después, llegó Santana.
—¿Qué haces Britt?
—Me voy—dijo sin mirarla mientras acomodaba la ropa en la maleta.
—No—dijo Santana.
Brittany sonrió y se detuvo y la miró con ternura.
—Te deseo que seas feliz Santana, de verdad—mientras decía eso, las comenzaron a recorrer su rostro.
A Santana se le partió el alma.
—¡Oh Dios!—se acercó e intentó abrazarla pero Brittany la detuvo—Te he hecho tanto daño—dijo con un nudo en la garganta.
—No te preocupes, estaré bien. Pensé que llegarías tarde o quizás no llegarías…—iba a decir algo más, pero se le cortó la voz.
—Britt, tenemos que hablar, déjame explicarte por favor—pidió.
En ese momento, sonó el teléfono de la morena, cuando lo saco de su bolsillo Brittany pudo ver en la pantalla que era Elaine.
Santana se movió incómoda.
—Britt tengo que atender, dame unos minutos por favor—dijo y salió de la habitación.
Era la estocada final.
Brittany se sentó en la cama y rompió a llorar, pero decidida recuperó sus fuerzas y se puso a recoger la ropa más rápido, se marcharía ahora mismo de esa casa.
Santana volvió a entrar a la habitación.
—Que pares te he dicho, Britt.
—Sigue hablando con tu novia y déjame en paz—grito Brittany mientras lanzaba ropa a la maleta.
Santana intentó acercarse y tocarla.
—Britt…—que iba a decir fue interrumpido por un grito de Brittany.
—¡¡¡No me llames Britt!!!
Santana hizo una pausa para que la rubia se calmara.
—Escúchame, ¿sí?—pidió casi en un susurro.
El teléfono de la morena volvió a sonar, era un mensaje de texto de Elaine. Brittany con un rápido movimiento le quito el teléfono de las manos y leyó el mensaje.
“Me encantó volver a sentir tus labios en los míos. Amo tu besos, tuya Elaine”.
Fue más de lo Brittany pudo soportar, arrojó el teléfono al suelo y abofeteó a Santana.
Estaba llena de rabia.
—¿Tenías que engañarme?—preguntó con los dientes apretados y la cara inundada en lágrimas—¿No podías dejarme primero al menos? No tienes valor ni para eso. ¡¡¡Yo te amo Santana!!!—volvió a gritar.
Santana no sabía qué hacer, estaba perdiendo a Brittany y no sabía cómo hacer para que la escuchara.
—¡¡¡Con toda el alma y tú no podías ni darme la cara!!!—se tapó la cara con las manos por unos segundos, pero luego la miró—Me marcho. Y no te preocupes, me voy del país así que ya no sabrás más de mí.
—Perdóname Britt-Britt por favor, he sido una idiota, pero te amo—dijo Santana.
—¿Dormiste con ella? ¡¡¡Dímelo!!!—exigió con un gritándole.
Santana negó con la cabeza rápidamente.
—No Britt no, escúchame por favor, déjame explicarte.
—Sal de mi cuarto—pidió—Sal ahora mismo, no quiero verte.
Santana sabía explicar la situación no era fácil, las circunstancias se habían prestado para que Brittany pensara que la había engañado.
Pero iba a darle una explicación, así que salió, sabía que debía esperar a que Brittany se calmara.
Estaba hecha una furia, así nunca la escucharía.
En la mañana hablarían, la rubia de esa casa no saldría sin escucharla.
“¿Cómo es eso de que se piensa ir del país?”—bufó—”Por encima de mi cadáver se va esa mujer y me deja. Brittany es mi mujer y su lugar está a mi lado… bueno claro, primero tenía que contarle todo y pedirle perdón”.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
:o bueno San llevo las cosas al extremo, es normal que Britt desconfiará de ella si se la vivía con Elaine, la camisa manchada, el que no pasara tiempo con ella, pero afortunadamente se dio cuenta que lo importante es el amor y la familia y no el dinero, aunque ella quería la empresa por lo que significaba.
Ahora espero que su rubia la deje explicarse y si no que la rapte hasta que la escuche jajaja
Y a su querido tío que lo metan a la cárcel y deje de arruinar vidas!
Ahora espero que su rubia la deje explicarse y si no que la rapte hasta que la escuche jajaja
Y a su querido tío que lo metan a la cárcel y deje de arruinar vidas!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
Bueno britt se confio demeciado en qie britt iba a confiar sin saber lo qie estaba haciendo y por que lo hacia san!!!
A ver que hace san para recuperar a britt?? Y sobre todo con su tio???
Nos vemos!!
Bueno britt se confio demeciado en qie britt iba a confiar sin saber lo qie estaba haciendo y por que lo hacia san!!!
A ver que hace san para recuperar a britt?? Y sobre todo con su tio???
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Que tonta fue santana al confiar en alguien que no lo merecia, ahora debera pagar por sus errores, esperemos que britt le de tiempo de explicarse y san pda meter a ese infeliz del tio en la carcel!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
JVM escribió::o bueno San llevo las cosas al extremo, es normal que Britt desconfiará de ella si se la vivía con Elaine, la camisa manchada, el que no pasara tiempo con ella, pero afortunadamente se dio cuenta que lo importante es el amor y la familia y no el dinero, aunque ella quería la empresa por lo que significaba.
Ahora espero que su rubia la deje explicarse y si no que la rapte hasta que la escuche jajaja
Y a su querido tío que lo metan a la cárcel y deje de arruinar vidas!
Hola, uyy si =/ Sip, es mas que entendible la postura de britt, la vrdd =/ Jajjaajaj pero también espero que deje a la morena explicarse y le encuentre la razón jajajajajajajaja. A ese viejo que le caigan las peores cosas! :@ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra...
Bueno britt se confio demeciado en qie britt iba a confiar sin saber lo qie estaba haciendo y por que lo hacia san!!!
A ver que hace san para recuperar a britt?? Y sobre todo con su tio???
Nos vemos!!
Hola lu, si, eso paso, la confianza es la... no me acuerdo del dicho, pero la cosa esk se confio mucho jajajajajaja. De todo, osea tiene que hacer de todo! ajajajjaajaj. Con ese viejo tmbn! pero cosas malas para él ¬¬:@ Saludos =D
micky morales escribió:Que tonta fue santana al confiar en alguien que no lo merecia, ahora debera pagar por sus errores, esperemos que britt le de tiempo de explicarse y san pda meter a ese infeliz del tio en la carcel!!!!!!
Hola, mmmm sip... =/ si =/ =O siii!! osea tiene que dejar q la monera diga xq lo hizo y todo eso jajajajaajjaaj. A siii e eso tmbn osea ese viejo se merece lo peor! :@ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 15
Capitulo 15
A la mañana siguiente Brittany ya tenía todas las maletas listas.
Había llorado demasiado ya, tenía la cara hinchada.
Era momento de pasar la página y sacar a Santana López de su vida para
siempre.
Abrió la puerta y no vio a nadie.
Santana era tan cobarde, pensó, seguramente se había ido para no darle la cara.
Elaine y la morena se debían estar riendo de ella en este momento.
Sacó sus maletas y camino hacia la puerta, fue cuando vio a Santana durmiendo en el piso junto a la puerta, bloqueándola.
No se había marchado.
“¿Por qué será?”, se preguntó.
Tal vez quería que le dejara sus llaves o revisar que no se llevara nada.
Volvió a sentirse molesta, así que fue a la cocina y busco agua en el refrigerador y se la vacío a la morena encima. La abogada saltó levantándose del piso inmediatamente.
—¡Por Dios rubia! Estás loca, me quieres matar—grito sacudiéndose el agua de encima.
A Brittany le dieron ganas de reír pero se aguantó y logró disimular.
—No, solo quiero que te quites del medio. Aquí están tus llaves, tu tarjeta y tu teléfono—lanzó las cosas encima, Santana apenas logró agarrar en el aire las llaves y el teléfono—Puedes revisarme para que estrés segura que no me llevo nada más.
Santana estaba atónita, pero en su mente se formó una idea.
—Quiero revisarte no me fío de ti—dijo muy seria.
Brittany estaba roja de la ira, pero dejaría que la revisara, no tenía nada que ocultar. Además, quería salir ya mismo de esa casa que alguna vez sintió como suya.
—Que bajo has llegado López—dijo con los dientes apretados conteniendo su rabia.
Santana se acercó a Brittany para revisarla, pero en lugar de ello, la abrazó, le aplicó una llave y la inmovilizó sobre el sofá. Quedando frente a frente.
Brittany se resistió, pero no pudo deshacerse del agarre.
—Qué mujer tan fiera me gasto, pero usted mi linda y perfecta rubia va a aprender. Me voy a cobrar esa mojada, mira que aquí la que manda soy yo.
—¡Suéltame idiota!—se resistía sin éxito—Te odio Santana López—gritaba.
—Yo en cambio te amo mi amor—dijo la abogada e intentó besarla, pero Brittany movió la cabeza y lo evitó.
Santana sonrió, la verdad es que estaba disfrutando mucho tener bien controlada debajo de ella a la su ojiazul.
—Estas demente.
—Estoy loca por ti Britt-Britt—dijo muy de cerca—Ahora escúchame amor por favor—pidió con ternura—Te voy a soltar, pero dame diez minutos y luego si no quieres quedarte, no te detendré—aseguró.
Brittany se resistió un poco más, pero Santana negó con la cabeza.
Finalmente la mujer se rindió.
—Está bien, escucharé. Ahora suéltame, no soporto tenerte cerca.
La abogada asintió y lentamente, y con pesar, se quitó de encima de Brittany y la soltó. La rubia se sentó y la acribillo con la mirada. La pelinegra le respondió sonriéndole.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Santana.
—¡Que frío! ¿Me puedo cambiar la ropa primero?
—No, o hablas ahora o me marcho—dijo Brittany.
Santana torció el gesto. Se sentó también el sofá, pero a cierta distancia frente a la rubia.
—Está bien, primero que nada quiero pedirte perdón. Yo te amo Britt-Britt y necesitaba que pensaras que no lo hacía, pero debiste confiar en mí, en mi amor—dijo.
Brittany miró hacia otro lado como si no estuviera escuchándola y la morena se acercó unos centímetros para continuar hablando.
—Tenia mis razones y las mande al demonio, pero ahora tengo una razón de peso para esto. Necesito tu ayuda y tu apoyo.
—Al grano López que no tengo tiempo para perder contigo—dijo malhumorada, pero curiosa ahora por lo que tenía que decirle.
Santana le contó todo.
Desde lo que le había dicho su tío hasta cómo le había robado sus acciones.
Brittany hizo lo propio contándole sobre la visita que le hizo en la universidad y la propuesta de trabajo que le dio Eric Mazzini.
Santana estaba muy molesta, ya no sentía frío, su piel estaba caliente por escuchar lo que le había dicho su tío a Brittany.
—Britt, perdóname. Debí decírtelo desde primer momento y tú debiste contarme lo de mi tío.
—San, era tu familia—dijo como explicación.
—Mi familia eres tu Brittany—dijo acercándose mucho más a ella y tomó su mano con cuidado temiendo que la rechazara otra vez—¿Me perdonas por favor? Haré lo sea para que me perdones, Britt-Britt.
—Sí, te perdono Sanny—dijo y la abrazo llorando.
—Te amo tanto Britt. Eres mi familia, mi mujer y muy pronto mi esposa.
Santana sacó una pequeña caja del bolsillo y la abrió, se arrodillo en piso y le dijo:
—Brittany S. Pierce, ¿quieres ser mi esposa, mi señora, la mamá de mis hijos?
Brittany se cubrió la cara con sus manos.
No podía creerlo.
Cuando su rostro volvió a aparecer, estaba sonriendo.
—Claro que si Sanny, te amo—respondió sin dudarlo ni un segundo.
Santana también sonrió, sacó el anillo y se lo puso en el dedo, luego la beso tiernamente. Brittany la abrazo, era como si no quisiera dejar de sentirla cerca.
Como había extrañado a la mujer que amaba, entonces sintió que la morena temblaba y lo mojada que estaba.
—Sanny, te vas a resfriar, vamos a quitarte esa ropa mojada.
La abogada sonrió.
—Claro mi amor, tus palabras son órdenes para mí.
Brittany la tomó de la mano y la llevó a la habitación. La morena se quitó toda la ropa, luego le quito la de Brittany.
Se amaron lentamente, con ternura, con adoración.
Definitivamente, esto era hacer el amor, era un hogar, una familia, eso era vivir de verdad.
Ese día la pasaron juntas en la cama haciendo planes para el futuro, tocando el cielo con los dedos.
—Yo quiero tres niños—dijo Santana.
—No, dos es suficiente—contrarrestó Brittany.
—Tal vez cuatro o cinco.
—Pero bueno, me vas a tener embarazada todo el tiempo—se quejó Brittany—Estaba pensando… ¿qué tal si usamos tus óvulos y le pedimos a mi hermano que sea el donante?
—No sé, puede ser tu óvulos, no tengo problemas con eso.
—Pero de esa forma tendrán sangre de las dos y mi hermano seguro dirá que sí.
—Es que Britt no me imagino embarazada—torció el gesto—¿Qué tal uno tú y uno yo?—ofreció.
Brittany soltó una carcajada por la cara de su morena.
—San, que malcriada eres. Serán dos y los tendré yo, tu pones el ovulo y yo mi vientre.
—Está bien Britt, me gusta—la abrazó—Compraremos una casa grande con parque para los niños, salón de juegos y la decoraras como tú quieras mi amor.
—San—se separó un poco para mirarla a los ojos—No necesito más de lo que me das.
—Britt, este departamento tiene una habitación y ya es hora que dejes ese plan de no quiero nada más. Tenemos dinero, mucho dinero, tu será una López y lo mío es tuyo. Al pasar esto, te compraré un auto blindado y tendrás tus tarjetas de crédito.
—Pero San…—quiso protestar, pero Santana la detuvo.
—Pero nada, ese dinero es mío y por lo tanto tuyo, así que métetelo en la cabeza. Eres millonaria.
—¿Qué tanto dinero tienes? O mejor dicho, ¿qué tanto dinero tenemos?—preguntó.
—Entre mis inversiones, propiedades, aviones, autos que tiene mi tío y que son míos—hizo una pausa mientras calculaba mentalmente—Y teniendo la mayoría de las acciones de la empresa, tenemos dinero para tres generaciones.
—¿Más que los Mazzini?—preguntó Brittany.
—Son pobres delante de nosotras, así que disfrutémoslo, trabajemos por ello para nuestros hijos, pero sobre todo seamos felices.
Brittany sintió alegría de tener más dinero que los Mazzini, sabía que estaba mal pero odiaba a esa mujer.
—Lo sé mi amor. Será difícil acostumbrarme, pero está bien, viene con el paquete y te acepto, pero que quede claro que te amaría aun si no tuvieras tanto dinero.
—Si mi amor, estoy más que clara—aseguró Santana y la besó.
Tanto Santana como Brittany se apegaron al plan.
Santana la ignoraba en la oficina, Brittany estaba triste y juraba que se marcharía ya que la abogada había dejado de quererla.
La morena seguía viendo a Elaine, pero nada de besos.
En la noche se encontraban Brittana en su hogar, compartían y se amaban.
—Sanny, ya quiero que esto termine y lo primero que haré será sacar a esa mujer de la empresa. La quiero a mil kilómetros de ti—dijo con rabia.
Santana río, cuando Brittany dejaba salir sus celos, se ponía muy sexy.
—¿En serio? Es buena cliente.
—¿Acaso no puedo?
—Puedes, es tu empresa y yo soy tu prometida—guiñó un ojo—Espero que mañana Rachel nos diga que todo está listo. Mi tío regresa y yo misma quiero echarlo de mi empresa—la paciencia de la abogada estaba agotada.
—Ten cuidado San, tu tío es un hombre peligroso—advirtió Brittany algo preocupada.
—Lo que él no sabe es que yo también puedo serlo—contrarrestó.
Había llorado demasiado ya, tenía la cara hinchada.
Era momento de pasar la página y sacar a Santana López de su vida para
siempre.
Abrió la puerta y no vio a nadie.
Santana era tan cobarde, pensó, seguramente se había ido para no darle la cara.
Elaine y la morena se debían estar riendo de ella en este momento.
Sacó sus maletas y camino hacia la puerta, fue cuando vio a Santana durmiendo en el piso junto a la puerta, bloqueándola.
No se había marchado.
“¿Por qué será?”, se preguntó.
Tal vez quería que le dejara sus llaves o revisar que no se llevara nada.
Volvió a sentirse molesta, así que fue a la cocina y busco agua en el refrigerador y se la vacío a la morena encima. La abogada saltó levantándose del piso inmediatamente.
—¡Por Dios rubia! Estás loca, me quieres matar—grito sacudiéndose el agua de encima.
A Brittany le dieron ganas de reír pero se aguantó y logró disimular.
—No, solo quiero que te quites del medio. Aquí están tus llaves, tu tarjeta y tu teléfono—lanzó las cosas encima, Santana apenas logró agarrar en el aire las llaves y el teléfono—Puedes revisarme para que estrés segura que no me llevo nada más.
Santana estaba atónita, pero en su mente se formó una idea.
—Quiero revisarte no me fío de ti—dijo muy seria.
Brittany estaba roja de la ira, pero dejaría que la revisara, no tenía nada que ocultar. Además, quería salir ya mismo de esa casa que alguna vez sintió como suya.
—Que bajo has llegado López—dijo con los dientes apretados conteniendo su rabia.
Santana se acercó a Brittany para revisarla, pero en lugar de ello, la abrazó, le aplicó una llave y la inmovilizó sobre el sofá. Quedando frente a frente.
Brittany se resistió, pero no pudo deshacerse del agarre.
—Qué mujer tan fiera me gasto, pero usted mi linda y perfecta rubia va a aprender. Me voy a cobrar esa mojada, mira que aquí la que manda soy yo.
—¡Suéltame idiota!—se resistía sin éxito—Te odio Santana López—gritaba.
—Yo en cambio te amo mi amor—dijo la abogada e intentó besarla, pero Brittany movió la cabeza y lo evitó.
Santana sonrió, la verdad es que estaba disfrutando mucho tener bien controlada debajo de ella a la su ojiazul.
—Estas demente.
—Estoy loca por ti Britt-Britt—dijo muy de cerca—Ahora escúchame amor por favor—pidió con ternura—Te voy a soltar, pero dame diez minutos y luego si no quieres quedarte, no te detendré—aseguró.
Brittany se resistió un poco más, pero Santana negó con la cabeza.
Finalmente la mujer se rindió.
—Está bien, escucharé. Ahora suéltame, no soporto tenerte cerca.
La abogada asintió y lentamente, y con pesar, se quitó de encima de Brittany y la soltó. La rubia se sentó y la acribillo con la mirada. La pelinegra le respondió sonriéndole.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Santana.
—¡Que frío! ¿Me puedo cambiar la ropa primero?
—No, o hablas ahora o me marcho—dijo Brittany.
Santana torció el gesto. Se sentó también el sofá, pero a cierta distancia frente a la rubia.
—Está bien, primero que nada quiero pedirte perdón. Yo te amo Britt-Britt y necesitaba que pensaras que no lo hacía, pero debiste confiar en mí, en mi amor—dijo.
Brittany miró hacia otro lado como si no estuviera escuchándola y la morena se acercó unos centímetros para continuar hablando.
—Tenia mis razones y las mande al demonio, pero ahora tengo una razón de peso para esto. Necesito tu ayuda y tu apoyo.
—Al grano López que no tengo tiempo para perder contigo—dijo malhumorada, pero curiosa ahora por lo que tenía que decirle.
Santana le contó todo.
Desde lo que le había dicho su tío hasta cómo le había robado sus acciones.
Brittany hizo lo propio contándole sobre la visita que le hizo en la universidad y la propuesta de trabajo que le dio Eric Mazzini.
Santana estaba muy molesta, ya no sentía frío, su piel estaba caliente por escuchar lo que le había dicho su tío a Brittany.
—Britt, perdóname. Debí decírtelo desde primer momento y tú debiste contarme lo de mi tío.
—San, era tu familia—dijo como explicación.
—Mi familia eres tu Brittany—dijo acercándose mucho más a ella y tomó su mano con cuidado temiendo que la rechazara otra vez—¿Me perdonas por favor? Haré lo sea para que me perdones, Britt-Britt.
—Sí, te perdono Sanny—dijo y la abrazo llorando.
—Te amo tanto Britt. Eres mi familia, mi mujer y muy pronto mi esposa.
Santana sacó una pequeña caja del bolsillo y la abrió, se arrodillo en piso y le dijo:
—Brittany S. Pierce, ¿quieres ser mi esposa, mi señora, la mamá de mis hijos?
Brittany se cubrió la cara con sus manos.
No podía creerlo.
Cuando su rostro volvió a aparecer, estaba sonriendo.
—Claro que si Sanny, te amo—respondió sin dudarlo ni un segundo.
Santana también sonrió, sacó el anillo y se lo puso en el dedo, luego la beso tiernamente. Brittany la abrazo, era como si no quisiera dejar de sentirla cerca.
Como había extrañado a la mujer que amaba, entonces sintió que la morena temblaba y lo mojada que estaba.
—Sanny, te vas a resfriar, vamos a quitarte esa ropa mojada.
La abogada sonrió.
—Claro mi amor, tus palabras son órdenes para mí.
Brittany la tomó de la mano y la llevó a la habitación. La morena se quitó toda la ropa, luego le quito la de Brittany.
Se amaron lentamente, con ternura, con adoración.
Definitivamente, esto era hacer el amor, era un hogar, una familia, eso era vivir de verdad.
Ese día la pasaron juntas en la cama haciendo planes para el futuro, tocando el cielo con los dedos.
—Yo quiero tres niños—dijo Santana.
—No, dos es suficiente—contrarrestó Brittany.
—Tal vez cuatro o cinco.
—Pero bueno, me vas a tener embarazada todo el tiempo—se quejó Brittany—Estaba pensando… ¿qué tal si usamos tus óvulos y le pedimos a mi hermano que sea el donante?
—No sé, puede ser tu óvulos, no tengo problemas con eso.
—Pero de esa forma tendrán sangre de las dos y mi hermano seguro dirá que sí.
—Es que Britt no me imagino embarazada—torció el gesto—¿Qué tal uno tú y uno yo?—ofreció.
Brittany soltó una carcajada por la cara de su morena.
—San, que malcriada eres. Serán dos y los tendré yo, tu pones el ovulo y yo mi vientre.
—Está bien Britt, me gusta—la abrazó—Compraremos una casa grande con parque para los niños, salón de juegos y la decoraras como tú quieras mi amor.
—San—se separó un poco para mirarla a los ojos—No necesito más de lo que me das.
—Britt, este departamento tiene una habitación y ya es hora que dejes ese plan de no quiero nada más. Tenemos dinero, mucho dinero, tu será una López y lo mío es tuyo. Al pasar esto, te compraré un auto blindado y tendrás tus tarjetas de crédito.
—Pero San…—quiso protestar, pero Santana la detuvo.
—Pero nada, ese dinero es mío y por lo tanto tuyo, así que métetelo en la cabeza. Eres millonaria.
—¿Qué tanto dinero tienes? O mejor dicho, ¿qué tanto dinero tenemos?—preguntó.
—Entre mis inversiones, propiedades, aviones, autos que tiene mi tío y que son míos—hizo una pausa mientras calculaba mentalmente—Y teniendo la mayoría de las acciones de la empresa, tenemos dinero para tres generaciones.
—¿Más que los Mazzini?—preguntó Brittany.
—Son pobres delante de nosotras, así que disfrutémoslo, trabajemos por ello para nuestros hijos, pero sobre todo seamos felices.
Brittany sintió alegría de tener más dinero que los Mazzini, sabía que estaba mal pero odiaba a esa mujer.
—Lo sé mi amor. Será difícil acostumbrarme, pero está bien, viene con el paquete y te acepto, pero que quede claro que te amaría aun si no tuvieras tanto dinero.
—Si mi amor, estoy más que clara—aseguró Santana y la besó.
Tanto Santana como Brittany se apegaron al plan.
Santana la ignoraba en la oficina, Brittany estaba triste y juraba que se marcharía ya que la abogada había dejado de quererla.
La morena seguía viendo a Elaine, pero nada de besos.
En la noche se encontraban Brittana en su hogar, compartían y se amaban.
—Sanny, ya quiero que esto termine y lo primero que haré será sacar a esa mujer de la empresa. La quiero a mil kilómetros de ti—dijo con rabia.
Santana río, cuando Brittany dejaba salir sus celos, se ponía muy sexy.
—¿En serio? Es buena cliente.
—¿Acaso no puedo?
—Puedes, es tu empresa y yo soy tu prometida—guiñó un ojo—Espero que mañana Rachel nos diga que todo está listo. Mi tío regresa y yo misma quiero echarlo de mi empresa—la paciencia de la abogada estaba agotada.
—Ten cuidado San, tu tío es un hombre peligroso—advirtió Brittany algo preocupada.
—Lo que él no sabe es que yo también puedo serlo—contrarrestó.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
Al fin pudo san convencer a britt que la escuche... pero no antes de una buena bañada se lo merecia jajaja
A ver que pasa con el tito..cuando llege y como sacan a Elaine o mejor dicho como lo hace britt???
Nos vemos!!!
Al fin pudo san convencer a britt que la escuche... pero no antes de una buena bañada se lo merecia jajaja
A ver que pasa con el tito..cuando llege y como sacan a Elaine o mejor dicho como lo hace britt???
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Bueno Britt escuchó a San y ahora todo esta claro....
Hay planes con casa, niños y millones jajajajaja
Ahora haber que tal les va con el tio espero tengan todo listo!
Hay planes con casa, niños y millones jajajajaja
Ahora haber que tal les va con el tio espero tengan todo listo!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
Que bueno se puso esto, no pdo esperar para ver la cara que van a poner el delincuente del tio y los dichosos Mazzini!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra...
Al fin pudo san convencer a britt que la escuche... pero no antes de una buena bañada se lo merecia jajaja
A ver que pasa con el tito..cuando llege y como sacan a Elaine o mejor dicho como lo hace britt???
Nos vemos!!!
Hola lu, sii jajajaj tuvo un buen susto jajajajaajajajaj pobre sanny =( jajaajajaj, pero si, por no contarle a al rubia su plan jajajajajaja. Aaaa ambos mueran! jajaajajajaj. Saludos =D
JVM escribió:Bueno Britt escuchó a San y ahora todo esta claro....
Hay planes con casa, niños y millones jajajajaja
Ahora haber que tal les va con el tio espero tengan todo listo!
Hola, bn... todo salio bn menos mal jajajajajaja. SI!!!! que mejor¿? jajajajajaja. Aiii ese viejo, todo lo malo para él ¬¬ Saludos ?D
micky morales escribió:Que bueno se puso esto, no pdo esperar para ver la cara que van a poner el delincuente del tio y los dichosos Mazzini!!!!!
Hola, siii jajajaajjajaaj. Que les toque lo mas malo a esos dos :@ jajajajaj (risas malvadas) Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por la Eternidad (Adaptada) Cap 16 - Fin
Capitulo 16 - Ultimo.
El viernes por la mañana Santana estaba en la oficina con Brittany hablando de sus preparativos para la boda.
Ninguna de las dos quería esperar mucho, así que estaban buscando algo sencillo, algo cómodo para ellas que evocara sus gustos y las más sinceras nostalgias de amor que las representara; a fin de cuenta era su boda y solo importaba que ellas las disfrutaran y, que además, se pudiera organizar en pocas semanas.
Estaban felices en medio de tantos problemas.
Santana estaba besando a Brittany, como adoraba sus finos labios y en ese momento la secretaria de la morena anunció la llegada de Elaine.
Cuando Elaine entró a la oficina ya nada de los planes de boda estaban sobre el escritorio, Brittany y Santana estaban a cuatro metros de distancia la una de la otra.
—Brittany, no es a mi quien debes darle esta propuesta es a Quinn, así que ese tema velo con ella—dijo Santana en un tono frío.
—Está bien, será como usted diga—respondió Brittany simulando tristeza.
Cuando la rubia estaba saliendo de la oficina Elaine la detuvo y le dijo en voz baja:
—Toca saber perder Brittany. San siempre te quedo grande, se necesita una mujer como yo para retenerla.
Brittany respiró hondo y salió de la oficina muy molesta, quería matar a esa mujer, en el camino se encontró a Rachel.
—¿Qué pasa Brittany? ¿Por qué tan molesta?—preguntó Rachel.
—Es esa víbora de Elaine, me tiene harta—respondió entre dientes para contener su rabia.
Rachel se rió.
—No te preocupes, justo iba a la oficina de San, estamos listas—dijo con suficiencia—Artie viene en camino con la caballería, ya tiene la orden de aprensión en sus manos y tengo dos oficiales de seguridad en la puerta de la oficina del tío de San.
Brittany asintió satisfecha.
—¿Me consigues un oficial de seguridad por favor?—preguntó Brittany.
—Claro, sin problemas.
Minutos después Brittany entró en la oficina de Santana con el oficial de seguridad, se acercó hasta donde estaba Elaine y le dijo:
—A ti es la que te queda grande una mujer como San—puso el dedo índice en el pecho de la mujer.
Elaine estaba sorprendida.
—Y para que lo sepas, San va a ser mi esposa y no me da la gana que ande contigo, ni siquiera por un negocio—Brittany dio un paso más para acercarse a Elaine, pero esta retrocedió—Tu no podrías hacerla feliz nunca y mucho menos complacer a San como lo hago yo, perdiste tu oportunidad así que ahora toma tus cosas y sal de mi compañía… ¡¡¡Ya mismo!!!—gritó.
Santana se había quedado pasmada por la escena que estaba viendo y cuando Brittany termino de hablar, sonrió orgullosa.
La pasante estaba defendiendo lo suyo.
Elaine se giró hacia la morena.
—San, ¿vas a permitir que esta pobretona me hable así?—preguntó Elaine con cierto temblor en la voz y alejándose un paso más de la ojiazul.
—Me caso Elaine, lamento que te enteres de esta forma, pero tampoco era que tú y yo tuviéramos algo serio. Ya escuchaste a mi futura esposa—dijo Santana.
Elaine se quedó boquiabierta, el sorpresa era tanta que no logró moverse, pero Brittany la sacó de su letargo.
—¡¡Fuera dije!!—volvió a exigir con firmeza—Oficial saque a esta mujer de la compañía—ordenó al oficial que la había acompañado a la oficina.
El oficial confundido miro a Santana buscando una aprobación o negación de su parte.
—¿Qué espera? Haga lo que dice mi futura esposa—dijo Santana.
—¡¡Te vas a arrepentir Santana, hablare con tu tío!!—gritaba Elaine mientras salía de la oficina.
Brittany se fue detrás de ellos, quería asegurarse que esa mujer saliera de la vida de su morena, ya mismo y para siempre.
Rachel iba entrando a la oficina de Santana y pudo presenciar parte de la escena. Entró haciendo una cara a la morena más alta.
—Te dije que era una fiera—dijo Santana.
—¡Guao! Ahora si te creo—señaló con el dedo—Tu estas…—luego pasó ese mismo dedo por su cuello como si fuera un cuchillo.
San se rió asintiendo.
—¿Y te casas?—preguntó Rachel.
—Sí, lo hago—respondió feliz.
—Suerte amiga, Quinny también es una fiera y soy feliz, bienvenida al club López.
—Gracias Rach sé que seré muy feliz y yo también espero serlo con Britt.
********************************************************************************************************
Artie entró en el edificio de FL & Asociados y se dirigió directamente la oficina de Santana donde ya estaba reunidos Quinn, Rachel, Brittany y la morena.
—Lástima que no me esperan así para las fiestas—dijo Artie al entrar.
—Tranquilo que tenemos despedida—dijo su amiga Rachel dándole un abrazo y un beso en la mejilla—San se casa—anunció.
—¡Qué bueno!—abrazo a su amiga y luego a Brittany—Conozco un lugar para despedidas de solteros que te va a encantar, tienen de todo, hasta para regalar y hacen unos bailes—Artie levantó sus pulgares y sonrió con picardía.
—Me convenciste Artie—dijo Santana entusiasmada.
—Un momento, nada de despedidas para ti López—dijo Brittany.
—Es la tradición Britt-Britt—se excusó la morena más alta con fingida inocencia.
—Tranquila Britt, me encargare de la tuya. Te daré una despedida que nunca olvidarás—dijo Quinn para hincar a su amiga.
—De acuerdo Britt, no habrá despedida para ti ni para mí, Quinn es peligrosa—sentenció Santana.
Todos rieron.
—Bueno el tema está muy interesante, pero vamos a lo que nos reúne hoy aquí y no es precisamente una boda—dijo Artie ya tomando su papel de autoridad.
—Quiero hablar con mi tío antes que se lo lleven, quiero entender por qué él hizo algo como esto—pidió a su amigo.
Este asintió.
—Es una rata—masculló Quinn.
—Yo sé que para ustedes está muy claro que se comporte así, pero es mi tío y quiero darle la opción de explicarme por qué lo hizo. Y también quiero pedirte que salga sin esposas de la empresa, por más que sea es mi tío, es un López—pidió Santana.
—Me parece bien—dijo Artie—Ayudará mucho en su caso que se entregue
pacíficamente.
—San, sabes que esto estará en juicio por un tiempo, se congelaran algunos bienes, nada que no te deje operar la empresa—aclaró Rachel—Cuentas con el apoyo de Quinn que tiene un buen peso en la empresa, pero algunos accionistas pueden querer marcharse—advirtió.
—¿Sabes qué Rach? Compra las acciones de los que se quieren marchar, eso les dará seguridad a los que se queden y me da la posibilidad de invertir—dijo Santana.
Rachel asintió.
—Compra también para nosotras—dijo también Quinn a su esposa—Esta es una empresa familiar y bueno estamos creciendo Rach… estoy embarazada.
Santana abrazó a una muy sonriente Quinn y la felicitó, mientras Brittany sostenía a una tambaleante Rachel que acababa de tirar al piso todo lo que tenía en las manos y se había quedado mudo.
—¡Que buena noticia, voy a ser tía!—fijo Santana muy contenta—Es una maravilla escuchar algo tan lindo en estos días tan duros.
Rachel, ya un poco recuperada, se acercó a Quinn y le tomó la mano.
—Quinny, me has hecho la mujer más feliz del mundo, pero ¿cómo? Me dijiste que no habíamos tenido suerte este mes con el tratamiento—preguntó su esposa.
—Rachel ¿Qué importa? Estas mal amiga—dijo Artie dándole un abrazo—Muchas felicidades a las dos.
—Es que me realicé la prueba con muy poco tiempo y por eso salió negativa—explicó—Pero me he estado sintiendo mal y bueno fui al doctor. Confirmado mi amor, vamos a tener un bebé.
—Soy tan feliz mi amor—dijo Rachel que alzó a Quinn por los aires de pura felicidad.
Todos reían al contemplar la felicidad de pareja.
—Muchas felicidades, son muy afortunadas por este regalo que les ha dado Dios. Espero que me dejen ser tía de este bebé—dijo Brittany mientras le daba un abrazo a Quinn.
—Claro que sí—dijo Quinn mientras le devolvía el abrazo.
—Ustedes tienen unas manías tan extrañas, están por meter preso a Alberto y celebran un embarazo—dijo Artie sonriendo.
—Tienes razón—intervino Santana—Iré a hablar con mi tío. Por favor esperen afuera listo para arrestarlo en caso de que las cosas no resulten como espero, luego celebramos la llegada del nuevo miembro de la familia.
Avanzaron todos a la oficina de Alberto, aunque Santana no perdía la esperanza de que su tío se entregara tranquilamente.
Brittany no pensaba lo mismo.
Ese era un hombre que le gusta mucho el poder del dinero, así que esto no le iba a gustar nada.
—San, entrare contigo—dijo Brittany cuando estaba a punto de entrar a la oficina.
—Claro que no—dijo Santana.
—No te dejare sola. O entro contigo o dejas que la policía se encargue—pidió Brittany.
Santana sabía que su rubia no iba a ceder.
—Está bien, eres muy terca rubia—masculló Santana.
Artie se acercó a la abogada.
—San, llévate esta grabadora, métela en tu chaqueta, sería bueno que lo hagas confesar. No creo que lo necesitemos, pero nunca está de más tener todo cubierto—dijo Artie.
Santana tomó la grabadora, la encendió y se dispuso a entrar en la oficina de tu tío junto a Brittany.
***************************************************************************************************
Alberto al escuchar que se abría la puerta de su oficina, levantó la vista.
—Hola San—saludó su tío cuando la vio entrar.
—Hola tío.
—¿Qué te trae por aquí?—preguntó recostándose del todo en su silla.
En ningún momento Alberto saludó a Brittany, era como si no existiera.
—Estoy en compañía de mi futura esposa—dijo señalando a Brittany que permanecía a su lado.
Sin embargo, el hombre no la miró.
—San, ya hablamos de eso y fui bastante claro con las consecuencias, esa actitud de niña malcriada no te llevara a ninguna parte.
—No pienso darte explicaciones de lo que voy a hacer. Vine a que me las de tú a mí—dijo con determinación en su voz y su mirada.
Tomó la mano de Brittany, el calor de ella le daría la fuerza que necesitaba.
—San, estoy ocupado así que di lo que tengas que decir, recoge tus cosas y sal de mi empresa—dijo su tío.
Santana sonrió con ironía.
—Ese es justo el punto, que esta no es tu empresa, es mía tu robaste mis acciones y ahora van a regresar conmigo—atacó.
La expresión en la cara de su tío cambió, se veía que no se lo esperaba, pero rápidamente tomo el control de nuevo.
—No sé de que hablas Santana, te críe como una hija cuando tus padres murieron y ahora por quien sabe que cuento que escuchaste vienes a reclamarme.
—No fue un cuento, y me cuidaste por conveniencia. Yo de tonta no revise nada, pero ahora tengo las pruebas, los documentos que confirman que tú tomaste mis acciones para tu beneficio.
Alberto la miró fijamente, su cara comenzaba a ponerse roja.
—Por favor Santana, no sé de qué me hablas. No se cómo puedes decirme algo como esto, soy prácticamente tu papá—sabía que teclas presionar en su sobrina.
—¡¡No te atrevas a compararte con mi papá!!—gritó la abogada.
Alberto se sorprendió.
—Tu solo te aprovechaste de una muchacha inocente—hizo una pausa—Pero, ¿sabes qué tío? Ya no lo soy más—dijo y se acercó al escritorio del hombre.
Brittany la siguió, pero permaneció un paso detrás de ella.
—¡Esta empresa no es ni la sombra de lo que era antes!—atacó Alberto y golpeó el escritorio con su puño—Yo la trabajé, la saqué adelante, tú la habrías destruido persiguiendo cualquier faldita idiota que vieras. Eres una cabeza hueca, ¡¡hubieras destruido el trabajo de tu papá!!—gritó Alberto.
Santana retrocedió un paso.
—¡¡No tiene derecho a hablarle así!!—intervino Brittany—San se ha sacrificado por esta empresa, trabaja duro por ella. Era solo una niña cuando sus padres murieron, usted sencillamente se aprovechó de eso, no merece ni siquiera estar en este edificio.
—Definitivamente te juzgue mal pobretona, sacaste tus cuentas y dijiste aquí tengo mi mina de oro—se levantó de la silla—¿No ves Tanita que se aprovecha de ti?—preguntó mientras señalaba a Brittany.
—¡Ella es mi mujer y confío en ella como no puedo confiar en ti!—dijo levantando la voz—Eres un ladrón que te aprovechaste de la desgracia de mis padres. Te queda grande sentarte en el escritorio de mi papá—dijo con desprecio—¡¡¿Por qué tío?!! Dime, ¡¡¡¿Por qué me robaste?!!!—exigió.
—Esto lo merecía más yo que tu papá. Él se quedaba con todo siempre, tenía una suerte de los mil demonios—gritó a modo de explicación—Yo vi primero a tu mamá, pero cuando ella lo conoció se olvidó de mí. La familia de tu mamá le presté el dinero a tu papá para sacar adelante esta empresa porque nosotros teníamos apellido, pero estábamos quebrados—hizo una pausa.
Santana lo escuchaba, pero no era suficiente justificación para ella.
—Tu mamá no solo era bella, si no que tenía dinero y apellido, todo lo que yo busqué y tu papá se lo quedó—de pronto se quedó absorto en sus pensamientos con la mirada fija en el escritorio—Lo adoraba, nunca comprendí que vio en él—dijo Alberto lleno de amargura.
—¿Por eso me robaste? ¿Por qué mi mamá nunca quiso nada contigo?—preguntó llena de incredulidad.
—Si me hubiera querido, si tu papá no se mete en mi camino, pero él solo me dio unas pocas acciones como premio de consolación. Cuando murieron fue solo una reivindicación de las cosas. La empresa quedó en mis manos, me toco cargar contigo porque lamentablemente no estabas en el auto con ellos.
Eso golpeó a la morena
—Pero te acepté, te críe—la señaló con gesto despectivo—Tus acciones las tomé como pago por tomarte como mi hija.
Santana no lo podía creer, su estómago estaba revuelto, sentía nauseas.
Toda la explicación era un asco.
—Me mandaste a un internado que se pagó con el dinero de mis padres—le echó en cara—Nunca me viste y sólo me llamaste cuando lo necesitaste.
—Esas acciones no podían ser de una niña idiota como tú—dijo torciendo el gesto—Y si, las robé, pero yo las merezco más que tú. Te pareces tanto a tu papá—reprochó—Eres tan arrogante y con tanta suerte como él. Tienes a Elaine, una mujer de clase loca por ti, hasta esta pobretona—señaló a Brittany—Se ve que muere por ti, ¿cómo puede una invertida como tu tener
dos mujeres como ellas locas por ti?—preguntó incrédulo.
Santana sintió lástima del hombre.
—Tío, estas mal, estas enfermo de poder—dijo negando con la cabeza. Ya no aguantaba más, quiso zanjar todo de una vez—Mira, la policía está afuera, te llevaran detenido por robo.
Alberto tragó saliva.
Conocía lo suficiente a su sobrina para saber que hablaba muy en serio.
—Te recomiendo entregarte en forma pacífica y te pondrás las esposas en el auto policial, no habrá escándalos. Es todo lo que puedo hacer por ti.
—¿Llamaste a la policía? ¿Para arrestarme a mí? Eres una basura—dijo con desprecio.
Con un rápido movimiento, Alberto sacó un arma de su escritorio y le disparó a Santana.
Todo paso muy rápido.
Brittany había estado esperando cualquier acción del tío de Santana, así que estaba muy alerta y apenas lo vio sacar el arma se lanzó sobre su morena y la tiró al piso cubriéndola con su cuerpo.
Para ella todo fue en cámara lenta.
Para Alberto fue muy rápido, pero se quedó en shock por unos segundos, el tiempo suficiente para que los oficiales de la policía entraran a la oficina y le quitaran el arma. Rápidamente lo inmovilizaron, le pusieron las esposas y lo sacaron de la oficina.
Santana sólo escuchaba las voces lejanas de Rachel y Quinn, llamando a una ambulancia y diciéndole que todo estaría bien, pero ella solo veía el cuerpo de Brittany en sus brazos.
Se miró las manos y vio sangre en ellas.
Era de Brittany, de su amada Brittany que no se movía, no la miraba. Estaba
como dormida en sus brazos.
—¡¡¡Brittany!!!—gritó Santana estremeciéndola para intentar despertarla.
Fue un grito desgarrador que le salió del alma, no podía creer lo que estaba pasando.
Debía ser un sueño.
Una pesadilla.
Necesitaba despertar, no podía estar perdiendo lo que más ama de nuevo.
No esta vez.
Volvió a gritar su nombre con toda su alma, le pidió a Dios que la salvara, que se la llevara a ella, pero no a su amada.
Su rubia tenía que vivir, tenía una vida por delante.
“¿Por qué Brittany? ¿Por qué eres tan terca? Esa bala era para mí no para ti”.
Las lágrimas inundaban su rostro.
—Britt-Britt por favor mírame, despierta mi amor, estoy aquí, soy Sanny—la estremecía con cuidado esta vez, pero Brittany seguía inconsciente—Dios por favor, no me la quites, no te la lleves a ella también, dame una oportunidad de ser feliz. Yo la amo, la amo con todo mi corazón—decía mientras lloraba.
Todos miraban la desgarradora escena sin saber qué hacer.
—Britt-Britt mi amor quédate conmigo no me dejes, yo te amo—volvió a decir y la abrazó mientras lloraba.
—Yo también te amo—pronunció Brittany con una voz quebrada y apagada.
—¡¡Mi amor!!!—sonrió—Estas bien, te pondrás bien—dijo mientras la acunaba en sus brazos.
Brittany trató de moverse pero su brazo le dolió y se sintió mareada. Sin embargo, su cuerpo estaba respondiendo y eso era lo que importaba, no podía dejar a Santana no podía dejarla sola de nuevo.
—No te muevas Britt—pidió—¡¡¡¿Dónde diablos están los médicos? ¿La ambulancia?!!!—gritó desesperada.
—Están llegando—dijo Quinn—Cálmate San, ya van a atender a Britt.
Brittany permanecía en el suelo sostenida por la abogada.
—Cálmate mi amor, estoy bien creo que solo me desmaye—dijo Brittany—Solo me duele el brazo.
Santana no podía parar de llorar, escuchaba la voz de Brittany, pero necesitaba que la revisara un médico, sólo así ella podría confiar en que estaba bien.
En ese momento entraron los paramédicos y se acercaron a Brittany.
—Señora, es necesario que se aleje de ella para que podamos atenderla—pidió unos de los hombres.
—Ven Tana—pidió Quinn tomándola del brazo—Vamos a dejar al señor revisar a Britt.
Santana se levantó no muy convencida, pero aceptando que Brittany necesitaba atención.
Un par de minutos después los paramédicos daban su diagnóstico.
—Vamos a trasladarla a una clínica—anunció un paramédico—Parece que la bala le dio en el brazo entró y salió limpiamente, pero es necesario que verifiquemos todo, así que necesitamos llevarla a una clínica.
—Claro que sí, llévenla a la clínica, la mejor—ordenó Santana—No se preocupen por los gastos, voy con ustedes.
—¿El familiar directo de la señorita?—preguntó el paramédico.
—Seré su esposa en poco tiempo y si me aleja de ella créame que quien necesitará una clínica será usted—dijo Santana entre dientes.
Snixx estaba a punto de salir.
El paramédico tragó saliva, pero más allá vio amor en los ojos de la morena y la desesperación que sentía, no era el protocolo a seguir, pero no dijo nada y se fueron a la clínica.
Santana caminaba de un lado a otro, se sentía como un león enjaulado, nadie venía a decirle como estaba todo.
Brittany había entrado consciente hasta le dio un beso antes que se la llevaran, pero ella necesitaba estar segura.
Se sentía tan inútil, esa era una de las cosas que el dinero nunca podría comprar y por eso su valor tan sugestivo, pero lo importante realmente era el amor, la familia tal como se lo dijo su papá.
Los padres de Brittany entraron a la sala de espera donde estaba Santana.
—Ya decía yo que mi hija estaría mal contigo—soltó el papá de la rubia en cuanto la vio—Si le hiciste algo te mato—amenazó.
Santana no estaba de humor para soportar al hombre.
—Que descaro el suyo de venir a decirme eso—dijo con desdén—Mire, en este momento no ando de buenas, no me haga que lo mande a meter preso de nuevo.
Después de eso el papá de Brittany se apartó y se sentó en un sofá de la clínica malhumorado.
Sin embargo, Santana no dejaba de pensar en que el hombre tenía razón, si Brittany no hubiera estado con ella en este momento estaría bien, si le pasaba cualquier cosa a su ojiazul nunca se lo perdonaría.
—¿Cómo está mi hija?—preguntó la mamá de Brittany que se había acercado a Santana, pero pérdida en sus pensamientos no se había dado cuenta.
—Está bien, pero la están revisando y estoy desesperada porque salgan a confirmarme que todo está bien—respondió Santana.
La mujer asintió y bajó la mirada por unos segundos y luego la miró.
—Mire, parece quererla. Ella nos está pasando una pensión y se lo agradezco—dijo en voz baja y con tono amable—No quiero pelear, pero comprende que no era lo que esperaba para mi hija.
Santana comprendió por qué Brittany aunque no pagaba ningún gasto en la casa, nunca se compraba nada.
Estaba enviando el dinero a sus padres.
“Es tan buena mi Britt-Britt”—pensó Santana—”Y tan tonta también. No necesita pasar ninguna necesidad. Esto es algo que tiene que quedar claro, pero no ahora después que Brittany esté bien”.
—Mire, señora me casare con su hija, la amo con todo mi corazón, la cuidaré y le daré todo lo que necesite, pero sobre todo, planeo hacerla feliz por el resto de mis días—dijo Santana.
La mujer se sorprendió.
—¿Casarse? Eso es apresurado, totalmente apresurado—dijo la mujer casi horrorizada.
Santana comprendía a la mujer.
—¿Qué tal si nos olvidamos de ese apuro que usted nombra, felicita a su hija por su compromiso, deja de discutir con ella y yo triplicare esa pensión que están recibiendo?—ofreció la abogada—Piénselo por favor—pidió y se alejó un poco para dar por terminada la conversación.
La mamá de Brittany se fue a sentar al lado de su esposo justo cuando llegaba Mike sollozando y preguntando por su hermana.
—Tranquilo, está bien—aseguró Santana.
—¿Pero por qué está aquí si esta tan bien?
—Necesitan chequearla y eso me tiene loca porque no salen a decir nada y me siento tan impotente.
Mike pudo notar que Santana también estaba afectada por la situación.
—Disculpa, estoy alterado por la noticia, pero sé que tú también estas sufriendo mucho por esto—dijo Mike.
Santana asintió.
—Bueno sí, lo estoy.
—Mira, no es momento pero quiero que te quede bien claro. Adoro a mi hermana y si la lastima de la forma que sea, acabaré contigo—daba la cara.
—No esperaba menos de ti, parece que eres el único que quiere a Britt de tu familia.
Mike torció el gesto.
—Lo dices por mis padres de seguro. Mira, ellos la quieren solo que a su manera—explicó—Viven en los cincuenta. Dales tiempo, entenderán y aceptaran, ya verás.
En ese momento salió una doctora y les explico que Brittany había tenido mucha suerte, que la bala había entrado y salido limpiamente de su brazo, que había perdido algo de sangre y que ahora se estaba recuperando.
—Doctora, ¿podemos pasar a verla?—pregunto Santana.
—Si pueden pasar, pero de uno en uno porque está algo débil.
Santana salió disparada hacía a la habitación de su amaba, necesitaba saber que estaba bien.
El papá de Brittany se movió para detenerla, pero Mike lo detuvo.
—Britt-Britt, ¿estás bien mi amor?—preguntó Santana y comenzó y tocarla para ver si estaba bien.
Brittany sonrió.
—Mejor ahora que siento tus manos en mi cuerpo—respondió Brittany.
—Britt, respóndeme, ¿estás bien?—volvió a preguntar muy sería.
Fue cuando Brittany se percató que Santana estaba realmente preocupada y que verla no la tranquilizaba.
—Sí Sanny, estoy bien, de verdad estoy bien—aseguró Brittany.
Santana respiró profundo.
—Gracias a Dios—murmuró mirando al techo de la habitación, era lo más parecido al cielo que tenía cerca. Volvió a mirarla—No me lo hubiera perdonado nunca.
—No fue nada amor, sólo me desmayé por el susto y no es tu culpa San.
—El susto y la bala Britt—soltó—Va a pagar por atreverse a dispararle a mi futura esposa—los ojos le hervían por la rabia.
—Escucha San, déjalo así. Vamos a ser felices, deja que la ley se encargue por favor.
Las palabras fueron interrumpidas porque entraron los padres de Brittany y Mike con cara de “no pude hacer nada para detenerlos más tiempo”.
—¿No escucharon a la doctora? Las visitas son de uno en uno—dijo Santana.
—Déjalos—pidió Brittany—No pasa nada, estoy bien.
Santana con resistencia y enfrentando con la mirada al papá de Brittany se apartó un poco.
—Hija, ¿cómo estás? ¿Seguro estas bien?—pregunto preocupada su mamá.
—Puedes regresar a casa Brittany, estarás mejor con nosotros—dijo el papá de la rubia.
Santana quería patear al hombre, pero tenía que soportarlo por Brittany.
Era su papá y a fin de cuenta su rubia lo quería.
—Hermanita, ¿estás bien?—preguntó esta vez Mike.
Brittany le sonrió.
—Sí, estoy bien.
Las palabras fueron nuevamente interrumpidas, pero esta vez por Quinn, Rachel y Artie que entraron a la habitación.
—Listo, el asunto está cerrado—anunció Artie de inmediato.
Santana asintió agradecida.
Quinn y Rachel se acercaron a Brittany.
—Queremos que seas la madrina de nuestro hijo.
Brittany sonrió y comenzó a llorar de felicidad.
—Claro que sí, con todo gusto—aceptó Brittany.
—Bueno, como les dije antes, reuniones extrañas la de ustedes—dijo Artie.
Quinn, Rachel, Santana y Brittany rieron.
—Ahora dame la grabadora San y me voy a seguir trabajando, no todos somos millonarios.
Santana le sacó la lengua mientras le entregaba la grabadora.
—Me alegro Brittany que estés bien y nos vemos en la boda porque ya me doy por invitado—guiñó un ojo.
—Gracias Artie, y claro que sí, estas invitado—dijo Brittany.
—Tus padres y tu hermano también lo están—dijo Santana.
El papá de Brittany guardo silencio aunque se le veía muy molesto.
—Si Brittany, nosotros también iremos—dijo su mamá mientras se acercaba a su esposo y lo tomaba del brazo—A fin de cuenta somos tus padres—miró a Santana y asintió con agradecimiento.
La morena le devolvió el gesto.
Una silente tregua.
—Que feliz me hacen mamá, de verdad que sí—dijo Brittany que sabía que no sería fácil, pero era un inicio.
—Bueno hermanita, invita a algunas chicas guapas, no puedo seguir soltero toda la vida—intervino Mike guiñándole un ojo.
Brittany se rió.
Ahora fue el turno de entrar la doctora a la habitación y los sacó a todos indicando que la paciente debía descansar.
Santana le dijo que no había forma que ella dejara sola a Brittany y la doctora, muy compresiva, no puso resistencia en que se quedara.
Había llegado la noche y Santana todavía estaba en la habitación de Brittany.
No había salido ni un minuto, afortunadamente Quinn le llevó comida y un cambio de ropa.
La que llevaba puesta estaba toda manchada de sangre.
La habitación era privada, con tv y todo lo que se podía tener en una clínica para hacerla lo más cómoda posible para el paciente
Aunque Brittany le insistió a su morena que se fuera a casa muchas veces para que descansara, ella se quedó.
—Sanny, te estas durmiendo, lo sé.
—Dame un ladito, me acostare contigo.
—Pero si viene alguna enfermera se va a molestar, creo que no es permitido.
—Si te duele o te molesto no lo hago, pero no voy a dejar de acostarme contigo porque me regañe una enfermera.
Brittany sabía que Santana no iba a ceder.
—Está bien Sanny… Ven, acuéstate conmigo—dijo y se hizo a un lado para darle espacio en la cama.
Luego que se acomodó lo mejor que pudo para no incomodar o lastimar a Brittany, le habló:
—Britt, mañana voy a salir. Voy a preparar muchos papeles para que los firmes, sin rechistar y sin preguntar, ¿de acuerdo?
—¿Qué papeles?—quiso saber.
—¿Qué parte de no preguntar, rechistar, entre otros no comprendes?—respondió con fingida seriedad.
Brittany se percató que la abogada bromeaba y le palmeó el brazo.
—¡Malcriada! Dime qué papeles son esos.
—Derechos de decisiones si alguna u otra se enferma. Prepararé mi testamento y el tuyo, sección de acciones, derechos sobre hijos y algunos más que ahora no recuerdo—explicó.
—¿Testamentos? ¿Acciones?—no estaba preparada para tantas cosas—¿Estás loca?
—Mira, cuando te hirieron no me dejaban entrar en la ambulancia, incluso si no fuera porque la doctora comprendió que somos pareja, ni información me hubieran dado y cuando dieron permiso de verte, tus padres estuvieron a puntos de entrar antes que yo. Si tenemos un hijo, al tener mi apellido, estaríamos cubiertos de una forma, pero necesito que tengas todos los derechos—hizo una breve pausa—Por ejemplo, si yo muero tú debes heredar todo el dinero que a fin de cuentas será para nuestros hijos. Lo que podamos tener tu y yo será para ellos, así que tenemos que estar cubiertas,
además quiero cederte una parte de mis acciones, es como firmar un acta de matrimonio, pero con más hojas.
—San, eres tan dulce—dijo acariciándole una mejilla.
Santana entrecerró los ojos.
—¿Dulce?—resopló—Soy abogada, no somos dulces.
—Si lo eres porque piensas en mi seguridad, en la familia. Estoy de acuerdo, pero sin la sección de las acciones—dijo Brittany.
—Solo unas pocas, tú necesitas sentirte dueña de la compañía—de pronto recordó algo—Hablando de otra cosa, ¿qué es eso de la pensión de tus padres?
—Esas son cosas que yo debo atender, es mi responsabilidad.
—Se las triplique—dijo con un tono que no admitía discusión.
—San no tengo trabajo ni sueldo. ¿Cómo lo voy a pagar?
—Lo pagaré yo, y si tienes sueldo, además de trabajo en la empresa de la familia y no discutas más. Vamos a dormir, estoy agotada—pidió mientras abrazaba a Brittany con mucho cuidado de no lastimarla.
Se quedaron dormidas casi de inmediato, la una necesitaba el calor de la otra para sentirse completas y poder descansar.
Mañana sería otro día y podrían revisar todas las cosas pendientes, pero ahora lo más importante era descansar.
Tal como había dicho Santana, a la mañana siguiente se fue.
Eso le dio tiempo a Brittany de hablar con sus padres que, aunque no estaban muy felices, se mostraban más receptivos con su relación.
En la tarde, Santana apareció con un montón de papeles y varios abogados.
Si bien no estaba de acuerdo con todo lo que proponía, entendió, tal como le había dicho Quinn, ella era la abogada y sabía lo que era necesario hacer para que las dos estuvieran seguras, así que pues los firmó todos.
Brittany se recuperaba rápidamente.
Santana tomó la presidencia de la empresa, algunos accionistas de fueron por temor o porque sencillamente no soportaban a una mujer como Santana al mando.
Quinn y Santana invertían dinero comprando las acciones.
Rachel seguía el juicio del tío de la morena detalladamente.
Brittany estaba encargándose de nuevos clientes, pero aunque estaban muy ocupadas, en la noche, en casa, planificaban su boda.
Les costó tomar algunas decisiones de la boda que Brittany siempre se las arreglaba para ganar sonsacando a su morena sexy que disfrutaba mucho del juego, bueno ella realmente solo tenía una condición y Brittany la había aceptado sin problemas, pero era divertido ver a la rubia convenciéndola de cualquier forma, incluso con ropa interior.
Seguía el juego de seducción de Brittany para lograr la boda que quería, pero solo porque era muy divertido y excitante.
Le daría todo lo Brittany quisiera con tal de verla feliz.
El trabajo aumentaba y el juicio avanzaba, pero los vientos soplaban a su favor.
El día de la boda estaba cada vez más cerca y Brittany y Santana estaban radiantes de felicidad, tal vez eso era lo que hacía que todas las novias fueran tan hermosas, la felicidad de unirse con el ser amado.
Al fin, el tan esperado día había llegado.
La condición de Santana era que lo realizaran en la playa.
Solo los más cercanos estaban presente, Quinn, Rachel, Mike, Artie. Los padres de Brittany y algunos pocos compañeros de trabajo.
El menú estaba dispuesto de acuerdo a todo lo que le gustaba tanto a Santana: camarones, langostas, mejillones, todo del mar. Vinos y whisky como bebidas principales.
Había antorchas por todos lados, todo estaba de blanco.
La decoración era impecable, todo se veía como recortado de una revista pensó Brittany.
Para el poco tiempo que habían tenido, todo estaba hermoso, aunque con tal de casarse con Santana, lo hubiera hecho debajo de un puente.
—Hermanita estas muy bella, esa morena tiene mucha suerte—dijo Mike.
—La suerte la tengo yo Mike—respondió sonrojándose un poco.
Brittany llevaba puesto un vestido blanco playero sin mangas que se ajustaba en la parte superior del cuerpo y luego la tela caía hasta tapar sus pies.
Iba descalza y tenía en sus manos un buquet muy pequeño de rosas blancas.
El cabello lo llevaba recogido ligeramente adelante y luego suelto.
Solo unas pequeñas perlas y el anillo de compromiso la adornaban.
Esta lista esperando sólo el momento de unirse a su Santana.
*****************************************************************************************************
Mientras, en la otra habitación, Santana estaba hecha un manojo de nervios.
—Casarse debería ser más sencillo—iba de un lado a otro de la habitación gesticulando con sus manos—Alguien debería escribir un protocolo para parejas homosexuales. No sé si salir primero, no sé si debemos llegar juntas, si la paso buscando por su habitación, no sabía si la podía ver o no. Britt no quería que ninguna de las dos nos viéramos y cómo se supone que uno se casa así.
—Tana, tranquila—dijo Quinn.
—¿Tranquila? Me caso Quinn y no sé si voy a meter la pata.
—¿Tienes los anillos?—preguntó Rachel.
—¿Anillos?—frunció el ceño confundida—Mierda, no los tengo. Los debe tener Britt—dijo palpándose todo el cuerpo.
—Me los dio. Tana, ¿será que por un día de tu vida puedes ser ordenada?
—Gracias Quinny, no sé qué haría sin ti.
—Llegar en ropa interior, que fue lo único que pensaste en comprar—la chinchó Quinn.
Santana le sacó la lengua, en un acto muy maduro de su parte.
—Sé que este conjunto le gustara—dijo sonriendo con picardía.
—No se San, creo que eso espantaría a los invitados, no es usual casarse en ropa interior—dijo Rachel.
—Tana, eres como mi hermana—dijo Quinn emocionada—Britt es lo mejor que has podido encontrar, estas bellísima y todo estará bien. Te deseo que seas muy feliz—luego la abrazo fuerte y la besó en la mejilla.
Fue el turno de Rachel.
—Yo te felicito también San, espero que seas feliz y de regalo de bodas te mande a decorar la habitación matrimonial tal como me indicaste—le guiño un ojo a su amiga.
Santana torció el gesto.
—Si es un regalo, ¿por qué lo pague yo?—preguntó.
Rachel sonrió.
—Touché.
Santana y Quinn también se rieron.
—Gracias Faberry. Ustedes son mi familia. Britt y ustedes son lo único que tengo.
Tanto Quinn como Rachel asintieron sonriéndole, sabían que las palabras y el cariño de Santana hacia ellas eran sinceros.
Santana estaba vestida también de blanco, era un conjunto playero de dos partes que consistía en una blusa sin mangas con botones frontales y un pantalón suelto, diseñados ambos en una tela suave medianamente transparente.
Llevaba cabello suelto.
Seguía impaciente, finalmente no aguantó más y salió, esperaría a Brittany en la orilla de la playa para la boda.
No espero mucho tiempo, porque pocos minutos después Brittany salió acompañada de su hermano.
Se quedó congelada al ver semejante belleza.
Aunque el cura dictó una ceremonia muy hermosa, ellas apenas lo escuchaban, estaban mirándose la una a la otra y diciéndose con la mirada todas esas palabras que no pueden ser pronunciadas.
Llegado el momento, Santana colocó el anillo de bodas en el dedo de Brittany y ésta hizo lo propio con la morena.
Después de eso no soltaron sus manos por el resto de la ceremonia.
—Santana López, ¿aceptas a Brittany Pierce como esposa para amarla, respetarla y cuidarla por el resto de tu vida?—preguntó el cura.
—Sí, acepto—respondió Santana con la voz algo temblorosa.
—Brittany Pierce, ¿aceptas a Santana López como esposa para amarla, respetarla y cuidarla por el resto de tu vida?
—Sí, la acepto—fue la respuesta de Brittany.
El cura las declaró mujer y mujer.
—Pueden besarse.
Brittany y Santana unieron sus labios dulcemente.
Todos aplaudieron.
Santana le habló en voz baja.
—Britt, ahora sé cómo se siente ser inmensamente feliz. Te amo por toda la eternidad—dijo y le dio un beso fugaz.
Brittany le sonreía.
—Tú me haces muy feliz Sanny y yo también te amare por toda la eternidad.
Se besaron nuevamente, pero con mayor intensidad ya que ese beso cerraba una promesa.
Una promesa de amor eterno que perduraría siempre en el corazón de Brittany y Santana.
Ninguna de las dos quería esperar mucho, así que estaban buscando algo sencillo, algo cómodo para ellas que evocara sus gustos y las más sinceras nostalgias de amor que las representara; a fin de cuenta era su boda y solo importaba que ellas las disfrutaran y, que además, se pudiera organizar en pocas semanas.
Estaban felices en medio de tantos problemas.
Santana estaba besando a Brittany, como adoraba sus finos labios y en ese momento la secretaria de la morena anunció la llegada de Elaine.
Cuando Elaine entró a la oficina ya nada de los planes de boda estaban sobre el escritorio, Brittany y Santana estaban a cuatro metros de distancia la una de la otra.
—Brittany, no es a mi quien debes darle esta propuesta es a Quinn, así que ese tema velo con ella—dijo Santana en un tono frío.
—Está bien, será como usted diga—respondió Brittany simulando tristeza.
Cuando la rubia estaba saliendo de la oficina Elaine la detuvo y le dijo en voz baja:
—Toca saber perder Brittany. San siempre te quedo grande, se necesita una mujer como yo para retenerla.
Brittany respiró hondo y salió de la oficina muy molesta, quería matar a esa mujer, en el camino se encontró a Rachel.
—¿Qué pasa Brittany? ¿Por qué tan molesta?—preguntó Rachel.
—Es esa víbora de Elaine, me tiene harta—respondió entre dientes para contener su rabia.
Rachel se rió.
—No te preocupes, justo iba a la oficina de San, estamos listas—dijo con suficiencia—Artie viene en camino con la caballería, ya tiene la orden de aprensión en sus manos y tengo dos oficiales de seguridad en la puerta de la oficina del tío de San.
Brittany asintió satisfecha.
—¿Me consigues un oficial de seguridad por favor?—preguntó Brittany.
—Claro, sin problemas.
Minutos después Brittany entró en la oficina de Santana con el oficial de seguridad, se acercó hasta donde estaba Elaine y le dijo:
—A ti es la que te queda grande una mujer como San—puso el dedo índice en el pecho de la mujer.
Elaine estaba sorprendida.
—Y para que lo sepas, San va a ser mi esposa y no me da la gana que ande contigo, ni siquiera por un negocio—Brittany dio un paso más para acercarse a Elaine, pero esta retrocedió—Tu no podrías hacerla feliz nunca y mucho menos complacer a San como lo hago yo, perdiste tu oportunidad así que ahora toma tus cosas y sal de mi compañía… ¡¡¡Ya mismo!!!—gritó.
Santana se había quedado pasmada por la escena que estaba viendo y cuando Brittany termino de hablar, sonrió orgullosa.
La pasante estaba defendiendo lo suyo.
Elaine se giró hacia la morena.
—San, ¿vas a permitir que esta pobretona me hable así?—preguntó Elaine con cierto temblor en la voz y alejándose un paso más de la ojiazul.
—Me caso Elaine, lamento que te enteres de esta forma, pero tampoco era que tú y yo tuviéramos algo serio. Ya escuchaste a mi futura esposa—dijo Santana.
Elaine se quedó boquiabierta, el sorpresa era tanta que no logró moverse, pero Brittany la sacó de su letargo.
—¡¡Fuera dije!!—volvió a exigir con firmeza—Oficial saque a esta mujer de la compañía—ordenó al oficial que la había acompañado a la oficina.
El oficial confundido miro a Santana buscando una aprobación o negación de su parte.
—¿Qué espera? Haga lo que dice mi futura esposa—dijo Santana.
—¡¡Te vas a arrepentir Santana, hablare con tu tío!!—gritaba Elaine mientras salía de la oficina.
Brittany se fue detrás de ellos, quería asegurarse que esa mujer saliera de la vida de su morena, ya mismo y para siempre.
Rachel iba entrando a la oficina de Santana y pudo presenciar parte de la escena. Entró haciendo una cara a la morena más alta.
—Te dije que era una fiera—dijo Santana.
—¡Guao! Ahora si te creo—señaló con el dedo—Tu estas…—luego pasó ese mismo dedo por su cuello como si fuera un cuchillo.
San se rió asintiendo.
—¿Y te casas?—preguntó Rachel.
—Sí, lo hago—respondió feliz.
—Suerte amiga, Quinny también es una fiera y soy feliz, bienvenida al club López.
—Gracias Rach sé que seré muy feliz y yo también espero serlo con Britt.
********************************************************************************************************
Artie entró en el edificio de FL & Asociados y se dirigió directamente la oficina de Santana donde ya estaba reunidos Quinn, Rachel, Brittany y la morena.
—Lástima que no me esperan así para las fiestas—dijo Artie al entrar.
—Tranquilo que tenemos despedida—dijo su amiga Rachel dándole un abrazo y un beso en la mejilla—San se casa—anunció.
—¡Qué bueno!—abrazo a su amiga y luego a Brittany—Conozco un lugar para despedidas de solteros que te va a encantar, tienen de todo, hasta para regalar y hacen unos bailes—Artie levantó sus pulgares y sonrió con picardía.
—Me convenciste Artie—dijo Santana entusiasmada.
—Un momento, nada de despedidas para ti López—dijo Brittany.
—Es la tradición Britt-Britt—se excusó la morena más alta con fingida inocencia.
—Tranquila Britt, me encargare de la tuya. Te daré una despedida que nunca olvidarás—dijo Quinn para hincar a su amiga.
—De acuerdo Britt, no habrá despedida para ti ni para mí, Quinn es peligrosa—sentenció Santana.
Todos rieron.
—Bueno el tema está muy interesante, pero vamos a lo que nos reúne hoy aquí y no es precisamente una boda—dijo Artie ya tomando su papel de autoridad.
—Quiero hablar con mi tío antes que se lo lleven, quiero entender por qué él hizo algo como esto—pidió a su amigo.
Este asintió.
—Es una rata—masculló Quinn.
—Yo sé que para ustedes está muy claro que se comporte así, pero es mi tío y quiero darle la opción de explicarme por qué lo hizo. Y también quiero pedirte que salga sin esposas de la empresa, por más que sea es mi tío, es un López—pidió Santana.
—Me parece bien—dijo Artie—Ayudará mucho en su caso que se entregue
pacíficamente.
—San, sabes que esto estará en juicio por un tiempo, se congelaran algunos bienes, nada que no te deje operar la empresa—aclaró Rachel—Cuentas con el apoyo de Quinn que tiene un buen peso en la empresa, pero algunos accionistas pueden querer marcharse—advirtió.
—¿Sabes qué Rach? Compra las acciones de los que se quieren marchar, eso les dará seguridad a los que se queden y me da la posibilidad de invertir—dijo Santana.
Rachel asintió.
—Compra también para nosotras—dijo también Quinn a su esposa—Esta es una empresa familiar y bueno estamos creciendo Rach… estoy embarazada.
Santana abrazó a una muy sonriente Quinn y la felicitó, mientras Brittany sostenía a una tambaleante Rachel que acababa de tirar al piso todo lo que tenía en las manos y se había quedado mudo.
—¡Que buena noticia, voy a ser tía!—fijo Santana muy contenta—Es una maravilla escuchar algo tan lindo en estos días tan duros.
Rachel, ya un poco recuperada, se acercó a Quinn y le tomó la mano.
—Quinny, me has hecho la mujer más feliz del mundo, pero ¿cómo? Me dijiste que no habíamos tenido suerte este mes con el tratamiento—preguntó su esposa.
—Rachel ¿Qué importa? Estas mal amiga—dijo Artie dándole un abrazo—Muchas felicidades a las dos.
—Es que me realicé la prueba con muy poco tiempo y por eso salió negativa—explicó—Pero me he estado sintiendo mal y bueno fui al doctor. Confirmado mi amor, vamos a tener un bebé.
—Soy tan feliz mi amor—dijo Rachel que alzó a Quinn por los aires de pura felicidad.
Todos reían al contemplar la felicidad de pareja.
—Muchas felicidades, son muy afortunadas por este regalo que les ha dado Dios. Espero que me dejen ser tía de este bebé—dijo Brittany mientras le daba un abrazo a Quinn.
—Claro que sí—dijo Quinn mientras le devolvía el abrazo.
—Ustedes tienen unas manías tan extrañas, están por meter preso a Alberto y celebran un embarazo—dijo Artie sonriendo.
—Tienes razón—intervino Santana—Iré a hablar con mi tío. Por favor esperen afuera listo para arrestarlo en caso de que las cosas no resulten como espero, luego celebramos la llegada del nuevo miembro de la familia.
Avanzaron todos a la oficina de Alberto, aunque Santana no perdía la esperanza de que su tío se entregara tranquilamente.
Brittany no pensaba lo mismo.
Ese era un hombre que le gusta mucho el poder del dinero, así que esto no le iba a gustar nada.
—San, entrare contigo—dijo Brittany cuando estaba a punto de entrar a la oficina.
—Claro que no—dijo Santana.
—No te dejare sola. O entro contigo o dejas que la policía se encargue—pidió Brittany.
Santana sabía que su rubia no iba a ceder.
—Está bien, eres muy terca rubia—masculló Santana.
Artie se acercó a la abogada.
—San, llévate esta grabadora, métela en tu chaqueta, sería bueno que lo hagas confesar. No creo que lo necesitemos, pero nunca está de más tener todo cubierto—dijo Artie.
Santana tomó la grabadora, la encendió y se dispuso a entrar en la oficina de tu tío junto a Brittany.
***************************************************************************************************
Alberto al escuchar que se abría la puerta de su oficina, levantó la vista.
—Hola San—saludó su tío cuando la vio entrar.
—Hola tío.
—¿Qué te trae por aquí?—preguntó recostándose del todo en su silla.
En ningún momento Alberto saludó a Brittany, era como si no existiera.
—Estoy en compañía de mi futura esposa—dijo señalando a Brittany que permanecía a su lado.
Sin embargo, el hombre no la miró.
—San, ya hablamos de eso y fui bastante claro con las consecuencias, esa actitud de niña malcriada no te llevara a ninguna parte.
—No pienso darte explicaciones de lo que voy a hacer. Vine a que me las de tú a mí—dijo con determinación en su voz y su mirada.
Tomó la mano de Brittany, el calor de ella le daría la fuerza que necesitaba.
—San, estoy ocupado así que di lo que tengas que decir, recoge tus cosas y sal de mi empresa—dijo su tío.
Santana sonrió con ironía.
—Ese es justo el punto, que esta no es tu empresa, es mía tu robaste mis acciones y ahora van a regresar conmigo—atacó.
La expresión en la cara de su tío cambió, se veía que no se lo esperaba, pero rápidamente tomo el control de nuevo.
—No sé de que hablas Santana, te críe como una hija cuando tus padres murieron y ahora por quien sabe que cuento que escuchaste vienes a reclamarme.
—No fue un cuento, y me cuidaste por conveniencia. Yo de tonta no revise nada, pero ahora tengo las pruebas, los documentos que confirman que tú tomaste mis acciones para tu beneficio.
Alberto la miró fijamente, su cara comenzaba a ponerse roja.
—Por favor Santana, no sé de qué me hablas. No se cómo puedes decirme algo como esto, soy prácticamente tu papá—sabía que teclas presionar en su sobrina.
—¡¡No te atrevas a compararte con mi papá!!—gritó la abogada.
Alberto se sorprendió.
—Tu solo te aprovechaste de una muchacha inocente—hizo una pausa—Pero, ¿sabes qué tío? Ya no lo soy más—dijo y se acercó al escritorio del hombre.
Brittany la siguió, pero permaneció un paso detrás de ella.
—¡Esta empresa no es ni la sombra de lo que era antes!—atacó Alberto y golpeó el escritorio con su puño—Yo la trabajé, la saqué adelante, tú la habrías destruido persiguiendo cualquier faldita idiota que vieras. Eres una cabeza hueca, ¡¡hubieras destruido el trabajo de tu papá!!—gritó Alberto.
Santana retrocedió un paso.
—¡¡No tiene derecho a hablarle así!!—intervino Brittany—San se ha sacrificado por esta empresa, trabaja duro por ella. Era solo una niña cuando sus padres murieron, usted sencillamente se aprovechó de eso, no merece ni siquiera estar en este edificio.
—Definitivamente te juzgue mal pobretona, sacaste tus cuentas y dijiste aquí tengo mi mina de oro—se levantó de la silla—¿No ves Tanita que se aprovecha de ti?—preguntó mientras señalaba a Brittany.
—¡Ella es mi mujer y confío en ella como no puedo confiar en ti!—dijo levantando la voz—Eres un ladrón que te aprovechaste de la desgracia de mis padres. Te queda grande sentarte en el escritorio de mi papá—dijo con desprecio—¡¡¿Por qué tío?!! Dime, ¡¡¡¿Por qué me robaste?!!!—exigió.
—Esto lo merecía más yo que tu papá. Él se quedaba con todo siempre, tenía una suerte de los mil demonios—gritó a modo de explicación—Yo vi primero a tu mamá, pero cuando ella lo conoció se olvidó de mí. La familia de tu mamá le presté el dinero a tu papá para sacar adelante esta empresa porque nosotros teníamos apellido, pero estábamos quebrados—hizo una pausa.
Santana lo escuchaba, pero no era suficiente justificación para ella.
—Tu mamá no solo era bella, si no que tenía dinero y apellido, todo lo que yo busqué y tu papá se lo quedó—de pronto se quedó absorto en sus pensamientos con la mirada fija en el escritorio—Lo adoraba, nunca comprendí que vio en él—dijo Alberto lleno de amargura.
—¿Por eso me robaste? ¿Por qué mi mamá nunca quiso nada contigo?—preguntó llena de incredulidad.
—Si me hubiera querido, si tu papá no se mete en mi camino, pero él solo me dio unas pocas acciones como premio de consolación. Cuando murieron fue solo una reivindicación de las cosas. La empresa quedó en mis manos, me toco cargar contigo porque lamentablemente no estabas en el auto con ellos.
Eso golpeó a la morena
—Pero te acepté, te críe—la señaló con gesto despectivo—Tus acciones las tomé como pago por tomarte como mi hija.
Santana no lo podía creer, su estómago estaba revuelto, sentía nauseas.
Toda la explicación era un asco.
—Me mandaste a un internado que se pagó con el dinero de mis padres—le echó en cara—Nunca me viste y sólo me llamaste cuando lo necesitaste.
—Esas acciones no podían ser de una niña idiota como tú—dijo torciendo el gesto—Y si, las robé, pero yo las merezco más que tú. Te pareces tanto a tu papá—reprochó—Eres tan arrogante y con tanta suerte como él. Tienes a Elaine, una mujer de clase loca por ti, hasta esta pobretona—señaló a Brittany—Se ve que muere por ti, ¿cómo puede una invertida como tu tener
dos mujeres como ellas locas por ti?—preguntó incrédulo.
Santana sintió lástima del hombre.
—Tío, estas mal, estas enfermo de poder—dijo negando con la cabeza. Ya no aguantaba más, quiso zanjar todo de una vez—Mira, la policía está afuera, te llevaran detenido por robo.
Alberto tragó saliva.
Conocía lo suficiente a su sobrina para saber que hablaba muy en serio.
—Te recomiendo entregarte en forma pacífica y te pondrás las esposas en el auto policial, no habrá escándalos. Es todo lo que puedo hacer por ti.
—¿Llamaste a la policía? ¿Para arrestarme a mí? Eres una basura—dijo con desprecio.
Con un rápido movimiento, Alberto sacó un arma de su escritorio y le disparó a Santana.
Todo paso muy rápido.
Brittany había estado esperando cualquier acción del tío de Santana, así que estaba muy alerta y apenas lo vio sacar el arma se lanzó sobre su morena y la tiró al piso cubriéndola con su cuerpo.
Para ella todo fue en cámara lenta.
Para Alberto fue muy rápido, pero se quedó en shock por unos segundos, el tiempo suficiente para que los oficiales de la policía entraran a la oficina y le quitaran el arma. Rápidamente lo inmovilizaron, le pusieron las esposas y lo sacaron de la oficina.
Santana sólo escuchaba las voces lejanas de Rachel y Quinn, llamando a una ambulancia y diciéndole que todo estaría bien, pero ella solo veía el cuerpo de Brittany en sus brazos.
Se miró las manos y vio sangre en ellas.
Era de Brittany, de su amada Brittany que no se movía, no la miraba. Estaba
como dormida en sus brazos.
—¡¡¡Brittany!!!—gritó Santana estremeciéndola para intentar despertarla.
Fue un grito desgarrador que le salió del alma, no podía creer lo que estaba pasando.
Debía ser un sueño.
Una pesadilla.
Necesitaba despertar, no podía estar perdiendo lo que más ama de nuevo.
No esta vez.
Volvió a gritar su nombre con toda su alma, le pidió a Dios que la salvara, que se la llevara a ella, pero no a su amada.
Su rubia tenía que vivir, tenía una vida por delante.
“¿Por qué Brittany? ¿Por qué eres tan terca? Esa bala era para mí no para ti”.
Las lágrimas inundaban su rostro.
—Britt-Britt por favor mírame, despierta mi amor, estoy aquí, soy Sanny—la estremecía con cuidado esta vez, pero Brittany seguía inconsciente—Dios por favor, no me la quites, no te la lleves a ella también, dame una oportunidad de ser feliz. Yo la amo, la amo con todo mi corazón—decía mientras lloraba.
Todos miraban la desgarradora escena sin saber qué hacer.
—Britt-Britt mi amor quédate conmigo no me dejes, yo te amo—volvió a decir y la abrazó mientras lloraba.
—Yo también te amo—pronunció Brittany con una voz quebrada y apagada.
—¡¡Mi amor!!!—sonrió—Estas bien, te pondrás bien—dijo mientras la acunaba en sus brazos.
Brittany trató de moverse pero su brazo le dolió y se sintió mareada. Sin embargo, su cuerpo estaba respondiendo y eso era lo que importaba, no podía dejar a Santana no podía dejarla sola de nuevo.
—No te muevas Britt—pidió—¡¡¡¿Dónde diablos están los médicos? ¿La ambulancia?!!!—gritó desesperada.
—Están llegando—dijo Quinn—Cálmate San, ya van a atender a Britt.
Brittany permanecía en el suelo sostenida por la abogada.
—Cálmate mi amor, estoy bien creo que solo me desmaye—dijo Brittany—Solo me duele el brazo.
Santana no podía parar de llorar, escuchaba la voz de Brittany, pero necesitaba que la revisara un médico, sólo así ella podría confiar en que estaba bien.
En ese momento entraron los paramédicos y se acercaron a Brittany.
—Señora, es necesario que se aleje de ella para que podamos atenderla—pidió unos de los hombres.
—Ven Tana—pidió Quinn tomándola del brazo—Vamos a dejar al señor revisar a Britt.
Santana se levantó no muy convencida, pero aceptando que Brittany necesitaba atención.
Un par de minutos después los paramédicos daban su diagnóstico.
—Vamos a trasladarla a una clínica—anunció un paramédico—Parece que la bala le dio en el brazo entró y salió limpiamente, pero es necesario que verifiquemos todo, así que necesitamos llevarla a una clínica.
—Claro que sí, llévenla a la clínica, la mejor—ordenó Santana—No se preocupen por los gastos, voy con ustedes.
—¿El familiar directo de la señorita?—preguntó el paramédico.
—Seré su esposa en poco tiempo y si me aleja de ella créame que quien necesitará una clínica será usted—dijo Santana entre dientes.
Snixx estaba a punto de salir.
El paramédico tragó saliva, pero más allá vio amor en los ojos de la morena y la desesperación que sentía, no era el protocolo a seguir, pero no dijo nada y se fueron a la clínica.
Santana caminaba de un lado a otro, se sentía como un león enjaulado, nadie venía a decirle como estaba todo.
Brittany había entrado consciente hasta le dio un beso antes que se la llevaran, pero ella necesitaba estar segura.
Se sentía tan inútil, esa era una de las cosas que el dinero nunca podría comprar y por eso su valor tan sugestivo, pero lo importante realmente era el amor, la familia tal como se lo dijo su papá.
Los padres de Brittany entraron a la sala de espera donde estaba Santana.
—Ya decía yo que mi hija estaría mal contigo—soltó el papá de la rubia en cuanto la vio—Si le hiciste algo te mato—amenazó.
Santana no estaba de humor para soportar al hombre.
—Que descaro el suyo de venir a decirme eso—dijo con desdén—Mire, en este momento no ando de buenas, no me haga que lo mande a meter preso de nuevo.
Después de eso el papá de Brittany se apartó y se sentó en un sofá de la clínica malhumorado.
Sin embargo, Santana no dejaba de pensar en que el hombre tenía razón, si Brittany no hubiera estado con ella en este momento estaría bien, si le pasaba cualquier cosa a su ojiazul nunca se lo perdonaría.
—¿Cómo está mi hija?—preguntó la mamá de Brittany que se había acercado a Santana, pero pérdida en sus pensamientos no se había dado cuenta.
—Está bien, pero la están revisando y estoy desesperada porque salgan a confirmarme que todo está bien—respondió Santana.
La mujer asintió y bajó la mirada por unos segundos y luego la miró.
—Mire, parece quererla. Ella nos está pasando una pensión y se lo agradezco—dijo en voz baja y con tono amable—No quiero pelear, pero comprende que no era lo que esperaba para mi hija.
Santana comprendió por qué Brittany aunque no pagaba ningún gasto en la casa, nunca se compraba nada.
Estaba enviando el dinero a sus padres.
“Es tan buena mi Britt-Britt”—pensó Santana—”Y tan tonta también. No necesita pasar ninguna necesidad. Esto es algo que tiene que quedar claro, pero no ahora después que Brittany esté bien”.
—Mire, señora me casare con su hija, la amo con todo mi corazón, la cuidaré y le daré todo lo que necesite, pero sobre todo, planeo hacerla feliz por el resto de mis días—dijo Santana.
La mujer se sorprendió.
—¿Casarse? Eso es apresurado, totalmente apresurado—dijo la mujer casi horrorizada.
Santana comprendía a la mujer.
—¿Qué tal si nos olvidamos de ese apuro que usted nombra, felicita a su hija por su compromiso, deja de discutir con ella y yo triplicare esa pensión que están recibiendo?—ofreció la abogada—Piénselo por favor—pidió y se alejó un poco para dar por terminada la conversación.
La mamá de Brittany se fue a sentar al lado de su esposo justo cuando llegaba Mike sollozando y preguntando por su hermana.
—Tranquilo, está bien—aseguró Santana.
—¿Pero por qué está aquí si esta tan bien?
—Necesitan chequearla y eso me tiene loca porque no salen a decir nada y me siento tan impotente.
Mike pudo notar que Santana también estaba afectada por la situación.
—Disculpa, estoy alterado por la noticia, pero sé que tú también estas sufriendo mucho por esto—dijo Mike.
Santana asintió.
—Bueno sí, lo estoy.
—Mira, no es momento pero quiero que te quede bien claro. Adoro a mi hermana y si la lastima de la forma que sea, acabaré contigo—daba la cara.
—No esperaba menos de ti, parece que eres el único que quiere a Britt de tu familia.
Mike torció el gesto.
—Lo dices por mis padres de seguro. Mira, ellos la quieren solo que a su manera—explicó—Viven en los cincuenta. Dales tiempo, entenderán y aceptaran, ya verás.
En ese momento salió una doctora y les explico que Brittany había tenido mucha suerte, que la bala había entrado y salido limpiamente de su brazo, que había perdido algo de sangre y que ahora se estaba recuperando.
—Doctora, ¿podemos pasar a verla?—pregunto Santana.
—Si pueden pasar, pero de uno en uno porque está algo débil.
Santana salió disparada hacía a la habitación de su amaba, necesitaba saber que estaba bien.
El papá de Brittany se movió para detenerla, pero Mike lo detuvo.
—Britt-Britt, ¿estás bien mi amor?—preguntó Santana y comenzó y tocarla para ver si estaba bien.
Brittany sonrió.
—Mejor ahora que siento tus manos en mi cuerpo—respondió Brittany.
—Britt, respóndeme, ¿estás bien?—volvió a preguntar muy sería.
Fue cuando Brittany se percató que Santana estaba realmente preocupada y que verla no la tranquilizaba.
—Sí Sanny, estoy bien, de verdad estoy bien—aseguró Brittany.
Santana respiró profundo.
—Gracias a Dios—murmuró mirando al techo de la habitación, era lo más parecido al cielo que tenía cerca. Volvió a mirarla—No me lo hubiera perdonado nunca.
—No fue nada amor, sólo me desmayé por el susto y no es tu culpa San.
—El susto y la bala Britt—soltó—Va a pagar por atreverse a dispararle a mi futura esposa—los ojos le hervían por la rabia.
—Escucha San, déjalo así. Vamos a ser felices, deja que la ley se encargue por favor.
Las palabras fueron interrumpidas porque entraron los padres de Brittany y Mike con cara de “no pude hacer nada para detenerlos más tiempo”.
—¿No escucharon a la doctora? Las visitas son de uno en uno—dijo Santana.
—Déjalos—pidió Brittany—No pasa nada, estoy bien.
Santana con resistencia y enfrentando con la mirada al papá de Brittany se apartó un poco.
—Hija, ¿cómo estás? ¿Seguro estas bien?—pregunto preocupada su mamá.
—Puedes regresar a casa Brittany, estarás mejor con nosotros—dijo el papá de la rubia.
Santana quería patear al hombre, pero tenía que soportarlo por Brittany.
Era su papá y a fin de cuenta su rubia lo quería.
—Hermanita, ¿estás bien?—preguntó esta vez Mike.
Brittany le sonrió.
—Sí, estoy bien.
Las palabras fueron nuevamente interrumpidas, pero esta vez por Quinn, Rachel y Artie que entraron a la habitación.
—Listo, el asunto está cerrado—anunció Artie de inmediato.
Santana asintió agradecida.
Quinn y Rachel se acercaron a Brittany.
—Queremos que seas la madrina de nuestro hijo.
Brittany sonrió y comenzó a llorar de felicidad.
—Claro que sí, con todo gusto—aceptó Brittany.
—Bueno, como les dije antes, reuniones extrañas la de ustedes—dijo Artie.
Quinn, Rachel, Santana y Brittany rieron.
—Ahora dame la grabadora San y me voy a seguir trabajando, no todos somos millonarios.
Santana le sacó la lengua mientras le entregaba la grabadora.
—Me alegro Brittany que estés bien y nos vemos en la boda porque ya me doy por invitado—guiñó un ojo.
—Gracias Artie, y claro que sí, estas invitado—dijo Brittany.
—Tus padres y tu hermano también lo están—dijo Santana.
El papá de Brittany guardo silencio aunque se le veía muy molesto.
—Si Brittany, nosotros también iremos—dijo su mamá mientras se acercaba a su esposo y lo tomaba del brazo—A fin de cuenta somos tus padres—miró a Santana y asintió con agradecimiento.
La morena le devolvió el gesto.
Una silente tregua.
—Que feliz me hacen mamá, de verdad que sí—dijo Brittany que sabía que no sería fácil, pero era un inicio.
—Bueno hermanita, invita a algunas chicas guapas, no puedo seguir soltero toda la vida—intervino Mike guiñándole un ojo.
Brittany se rió.
Ahora fue el turno de entrar la doctora a la habitación y los sacó a todos indicando que la paciente debía descansar.
Santana le dijo que no había forma que ella dejara sola a Brittany y la doctora, muy compresiva, no puso resistencia en que se quedara.
Había llegado la noche y Santana todavía estaba en la habitación de Brittany.
No había salido ni un minuto, afortunadamente Quinn le llevó comida y un cambio de ropa.
La que llevaba puesta estaba toda manchada de sangre.
La habitación era privada, con tv y todo lo que se podía tener en una clínica para hacerla lo más cómoda posible para el paciente
Aunque Brittany le insistió a su morena que se fuera a casa muchas veces para que descansara, ella se quedó.
—Sanny, te estas durmiendo, lo sé.
—Dame un ladito, me acostare contigo.
—Pero si viene alguna enfermera se va a molestar, creo que no es permitido.
—Si te duele o te molesto no lo hago, pero no voy a dejar de acostarme contigo porque me regañe una enfermera.
Brittany sabía que Santana no iba a ceder.
—Está bien Sanny… Ven, acuéstate conmigo—dijo y se hizo a un lado para darle espacio en la cama.
Luego que se acomodó lo mejor que pudo para no incomodar o lastimar a Brittany, le habló:
—Britt, mañana voy a salir. Voy a preparar muchos papeles para que los firmes, sin rechistar y sin preguntar, ¿de acuerdo?
—¿Qué papeles?—quiso saber.
—¿Qué parte de no preguntar, rechistar, entre otros no comprendes?—respondió con fingida seriedad.
Brittany se percató que la abogada bromeaba y le palmeó el brazo.
—¡Malcriada! Dime qué papeles son esos.
—Derechos de decisiones si alguna u otra se enferma. Prepararé mi testamento y el tuyo, sección de acciones, derechos sobre hijos y algunos más que ahora no recuerdo—explicó.
—¿Testamentos? ¿Acciones?—no estaba preparada para tantas cosas—¿Estás loca?
—Mira, cuando te hirieron no me dejaban entrar en la ambulancia, incluso si no fuera porque la doctora comprendió que somos pareja, ni información me hubieran dado y cuando dieron permiso de verte, tus padres estuvieron a puntos de entrar antes que yo. Si tenemos un hijo, al tener mi apellido, estaríamos cubiertos de una forma, pero necesito que tengas todos los derechos—hizo una breve pausa—Por ejemplo, si yo muero tú debes heredar todo el dinero que a fin de cuentas será para nuestros hijos. Lo que podamos tener tu y yo será para ellos, así que tenemos que estar cubiertas,
además quiero cederte una parte de mis acciones, es como firmar un acta de matrimonio, pero con más hojas.
—San, eres tan dulce—dijo acariciándole una mejilla.
Santana entrecerró los ojos.
—¿Dulce?—resopló—Soy abogada, no somos dulces.
—Si lo eres porque piensas en mi seguridad, en la familia. Estoy de acuerdo, pero sin la sección de las acciones—dijo Brittany.
—Solo unas pocas, tú necesitas sentirte dueña de la compañía—de pronto recordó algo—Hablando de otra cosa, ¿qué es eso de la pensión de tus padres?
—Esas son cosas que yo debo atender, es mi responsabilidad.
—Se las triplique—dijo con un tono que no admitía discusión.
—San no tengo trabajo ni sueldo. ¿Cómo lo voy a pagar?
—Lo pagaré yo, y si tienes sueldo, además de trabajo en la empresa de la familia y no discutas más. Vamos a dormir, estoy agotada—pidió mientras abrazaba a Brittany con mucho cuidado de no lastimarla.
Se quedaron dormidas casi de inmediato, la una necesitaba el calor de la otra para sentirse completas y poder descansar.
Mañana sería otro día y podrían revisar todas las cosas pendientes, pero ahora lo más importante era descansar.
Tal como había dicho Santana, a la mañana siguiente se fue.
Eso le dio tiempo a Brittany de hablar con sus padres que, aunque no estaban muy felices, se mostraban más receptivos con su relación.
En la tarde, Santana apareció con un montón de papeles y varios abogados.
Si bien no estaba de acuerdo con todo lo que proponía, entendió, tal como le había dicho Quinn, ella era la abogada y sabía lo que era necesario hacer para que las dos estuvieran seguras, así que pues los firmó todos.
Brittany se recuperaba rápidamente.
Santana tomó la presidencia de la empresa, algunos accionistas de fueron por temor o porque sencillamente no soportaban a una mujer como Santana al mando.
Quinn y Santana invertían dinero comprando las acciones.
Rachel seguía el juicio del tío de la morena detalladamente.
Brittany estaba encargándose de nuevos clientes, pero aunque estaban muy ocupadas, en la noche, en casa, planificaban su boda.
Les costó tomar algunas decisiones de la boda que Brittany siempre se las arreglaba para ganar sonsacando a su morena sexy que disfrutaba mucho del juego, bueno ella realmente solo tenía una condición y Brittany la había aceptado sin problemas, pero era divertido ver a la rubia convenciéndola de cualquier forma, incluso con ropa interior.
Seguía el juego de seducción de Brittany para lograr la boda que quería, pero solo porque era muy divertido y excitante.
Le daría todo lo Brittany quisiera con tal de verla feliz.
El trabajo aumentaba y el juicio avanzaba, pero los vientos soplaban a su favor.
El día de la boda estaba cada vez más cerca y Brittany y Santana estaban radiantes de felicidad, tal vez eso era lo que hacía que todas las novias fueran tan hermosas, la felicidad de unirse con el ser amado.
Al fin, el tan esperado día había llegado.
La condición de Santana era que lo realizaran en la playa.
Solo los más cercanos estaban presente, Quinn, Rachel, Mike, Artie. Los padres de Brittany y algunos pocos compañeros de trabajo.
El menú estaba dispuesto de acuerdo a todo lo que le gustaba tanto a Santana: camarones, langostas, mejillones, todo del mar. Vinos y whisky como bebidas principales.
Había antorchas por todos lados, todo estaba de blanco.
La decoración era impecable, todo se veía como recortado de una revista pensó Brittany.
Para el poco tiempo que habían tenido, todo estaba hermoso, aunque con tal de casarse con Santana, lo hubiera hecho debajo de un puente.
—Hermanita estas muy bella, esa morena tiene mucha suerte—dijo Mike.
—La suerte la tengo yo Mike—respondió sonrojándose un poco.
Brittany llevaba puesto un vestido blanco playero sin mangas que se ajustaba en la parte superior del cuerpo y luego la tela caía hasta tapar sus pies.
Iba descalza y tenía en sus manos un buquet muy pequeño de rosas blancas.
El cabello lo llevaba recogido ligeramente adelante y luego suelto.
Solo unas pequeñas perlas y el anillo de compromiso la adornaban.
Esta lista esperando sólo el momento de unirse a su Santana.
*****************************************************************************************************
Mientras, en la otra habitación, Santana estaba hecha un manojo de nervios.
—Casarse debería ser más sencillo—iba de un lado a otro de la habitación gesticulando con sus manos—Alguien debería escribir un protocolo para parejas homosexuales. No sé si salir primero, no sé si debemos llegar juntas, si la paso buscando por su habitación, no sabía si la podía ver o no. Britt no quería que ninguna de las dos nos viéramos y cómo se supone que uno se casa así.
—Tana, tranquila—dijo Quinn.
—¿Tranquila? Me caso Quinn y no sé si voy a meter la pata.
—¿Tienes los anillos?—preguntó Rachel.
—¿Anillos?—frunció el ceño confundida—Mierda, no los tengo. Los debe tener Britt—dijo palpándose todo el cuerpo.
—Me los dio. Tana, ¿será que por un día de tu vida puedes ser ordenada?
—Gracias Quinny, no sé qué haría sin ti.
—Llegar en ropa interior, que fue lo único que pensaste en comprar—la chinchó Quinn.
Santana le sacó la lengua, en un acto muy maduro de su parte.
—Sé que este conjunto le gustara—dijo sonriendo con picardía.
—No se San, creo que eso espantaría a los invitados, no es usual casarse en ropa interior—dijo Rachel.
—Tana, eres como mi hermana—dijo Quinn emocionada—Britt es lo mejor que has podido encontrar, estas bellísima y todo estará bien. Te deseo que seas muy feliz—luego la abrazo fuerte y la besó en la mejilla.
Fue el turno de Rachel.
—Yo te felicito también San, espero que seas feliz y de regalo de bodas te mande a decorar la habitación matrimonial tal como me indicaste—le guiño un ojo a su amiga.
Santana torció el gesto.
—Si es un regalo, ¿por qué lo pague yo?—preguntó.
Rachel sonrió.
—Touché.
Santana y Quinn también se rieron.
—Gracias Faberry. Ustedes son mi familia. Britt y ustedes son lo único que tengo.
Tanto Quinn como Rachel asintieron sonriéndole, sabían que las palabras y el cariño de Santana hacia ellas eran sinceros.
Santana estaba vestida también de blanco, era un conjunto playero de dos partes que consistía en una blusa sin mangas con botones frontales y un pantalón suelto, diseñados ambos en una tela suave medianamente transparente.
Llevaba cabello suelto.
Seguía impaciente, finalmente no aguantó más y salió, esperaría a Brittany en la orilla de la playa para la boda.
No espero mucho tiempo, porque pocos minutos después Brittany salió acompañada de su hermano.
Se quedó congelada al ver semejante belleza.
Aunque el cura dictó una ceremonia muy hermosa, ellas apenas lo escuchaban, estaban mirándose la una a la otra y diciéndose con la mirada todas esas palabras que no pueden ser pronunciadas.
Llegado el momento, Santana colocó el anillo de bodas en el dedo de Brittany y ésta hizo lo propio con la morena.
Después de eso no soltaron sus manos por el resto de la ceremonia.
—Santana López, ¿aceptas a Brittany Pierce como esposa para amarla, respetarla y cuidarla por el resto de tu vida?—preguntó el cura.
—Sí, acepto—respondió Santana con la voz algo temblorosa.
—Brittany Pierce, ¿aceptas a Santana López como esposa para amarla, respetarla y cuidarla por el resto de tu vida?
—Sí, la acepto—fue la respuesta de Brittany.
El cura las declaró mujer y mujer.
—Pueden besarse.
Brittany y Santana unieron sus labios dulcemente.
Todos aplaudieron.
Santana le habló en voz baja.
—Britt, ahora sé cómo se siente ser inmensamente feliz. Te amo por toda la eternidad—dijo y le dio un beso fugaz.
Brittany le sonreía.
—Tú me haces muy feliz Sanny y yo también te amare por toda la eternidad.
Se besaron nuevamente, pero con mayor intensidad ya que ese beso cerraba una promesa.
Una promesa de amor eterno que perduraría siempre en el corazón de Brittany y Santana.
**************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» [Resuelto]FanFic Brittana: Tal Vez (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Qué (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ti (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Respiro (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Agárrate (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Qué (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ti (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Respiro (Adaptada) Epílogo
» [Resuelto]FanFic Brittana: Agárrate (Adaptada) Epílogo
Página 3 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1