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[Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
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Página 3 de 13. • 1, 2, 3, 4 ... 11, 12, 13
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
a estas alturas,.. nadies se acuerda de la novia de san jajaja
san es una pequeña diablilla apareciendo y torturando a britt jajaja
a ver quien aguanta mas en el juego???
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajaja y como hacerlo cuando están juntas jajajaja. Jajajaja si q lo es... y sabe muy bn lo q causa jajaajaj. Mmm interesante pregunta...muy jajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:Jajajaaj Buena jugada San!!!
Saludos
Hola, si q la que la fue... esperemos y funcione ajajaja. SAludos =D
micky morales escribió:Porque santana se comporta como sino tuviese pareja, pq no habla de ella con britt, no seria lo mejor????
Hola, mmm xq quizás ni ella la kiere la vrdd jajaaja xD Esa es una gran pregunta XD si q si! Saludos =D
JVM escribió:Jajajaja pobre Britt como la dejo así San jajaja
Pero aunque pase algo entre ellas sigue existiendo la relación de la morena a menos que ya se haya ocupado de ella...
Ahora haber si vuelven a hablar de lo que paso
Hola, XD para que pueda volver jajajaaja. =/ y eso hace q esto no sea perfecto ni nada =/... no del todo jaajjaja. Esperemos y si =/ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 10
Capitulo 10
Que idea la mía de tomar el tren, yo que siempre suelo venir en autobús a trabajar, hoy me dio deseo de variar.
Alguien ahí arriba debe de odiarme mucho porque resulta que al llegar a la gare de Thioville me encuentro con la gran noticia de que los choferes han decido ponérsela en huelga.
Miro mi reloj de mano, son las ocho y media, ya hace treinta minutos que debería haber estado en el trabajo.
Respiro y trato de calmar mi molestia, de todos modos no me queda de otra que esperar hasta que un tren se digne a pasar.
Llego a Luxemburgo dos horas más tarde, salgo a toda prisa del tren, esquivando a los muchos fronterizos que como yo, vienen maldiciendo a los causantes de nuestro retraso.
Subo corriendo las escaleras tratando de no partirme el culo con los tacones que me he puesto. Entro en el hall a tiempo récord aunque totalmente acalorada por la carrera, al salir a la calle, me paro en seco.
¡Maldita sea mi suerte!
A fuera se está cayendo el cielo.
¡Maravilloso!
Y yo sin paraguas, es que solo a mí se me ocurre salir de la casa sin uno, sabiendo lo desagradable que puede llegar a ser el clima en este país y encima de todo en falda.
Nota mental: comprar más pantalones y menos faldas, sobre todo ahora que se acerca el invierno.
Bueno ni modo, no me puedo ir andando hasta el trabajo. Por suerte visualizo un taxi a unos pocos metros y le hago seña para que se pare, miro hacia el cielo, bueno nada, me toca mojarme un poco, así que no lo pienso dos veces y salgo disparada hacia el coche.
Como siempre el tráfico de la ciudad es lo más fastidioso y lo que pudo haber sido un trayecto de quince minutos se convirtió en treinta a pesar del esfuerzo que hizo el taxista para evitar semáforos y todo lo que pudiera retrasarnos aún más.
El auto se para delante del Luxhaus, le tiro prácticamente los veinte euros que me ha cobrado por la carrera y salgo corriendo tratando de cubrirme con mi pequeño bolso.
Paso delante de Dave, el guardia de seguridad y lo saludo con un gesto rápido de la mano.
Llego al ascensor casi sin aliento, pareciera que esta mañana he corrido un maratón.
Por fin llego a la oficina sacudiéndome el cabello que está empapado, con una diminuta cartera es poco lo que se puede cubrir.
—Vaya clima de mierda que tenemos hoy—me quejo al llegar delante del mostrador de Mercedes—, Y pensar que hace apenas unas semanas estaba en el rico calorcito de Holanda.
—Bueno vas a querer volver en cuanto veas tu agenda. Lo que me faltaba.
—¿Y Santana ha preguntado por mí?
—Tres veces. Le dije que si quería te llamaba al móvil pero me dijo que ya llegarías en algún momento del día.
Okey... pudo llamarme, por lo menos para saber si me había pasado algo, sobre todo que es la primera vez que me retraso pero no lo hizo.
Esto no pinta nada bueno.
—¡Ah! Por cierto, te ha llamado el Señor Flanagan—me hace seña para que me acerque y cuando lo hago me susurra—, La señorita López estaba aquí cuando respondí la llamada y me ha pedido que se lo pase, luego me pidió que cambiara la reunión que tenías pautada la semana que viene para mañana.
¡Qué!
Abro la boca por la sorpresa pero no emito ningún sonido.
«Ella no pudo haber hecho eso sin consultarme».
Siento cómo la sangre comienza a hervir en mi interior. Flanagan & Smythe es una empresa de comida rápida con sede principal en Bruselas, tienen algunas sucursales pero su enfoque son las oficinas empresariales, han crecido bastante en los últimos dos años y Rory quiere expandir el negocio al extranjero usando el diez por ciento de las ganancias del último año.
Este es mi primer gran contrato, no puedo creer que Santana se haya atrevido a cambiar la reunión sin antes consultarlo conmigo.
Dejo a Mercedes hablando sola y sin darme tiempo a pensarlo mis pies empiezan a moverse en dirección de su oficina.
Cuando entro tengo que contener la rabia que me ha ido invadiendo porque ella está hablando por teléfono.
—Sí Quinn tienes razón pero tendría que verlos—tras una pequeña pausa continúa—No lo sé, como te acabo de decir tendría que ver el contrato—vuelve a quedarse callada y después añade—, Mándame los papeles le echaré un ojo y te daré mis impresiones al final del día, ¿qué te parece?—escucha una vez más a su interlocutor y yo comienzo a impacientarme—Entonces espero... hasta luego.
—¿Me gustaría saber por qué programaste la reunión de Rory para mañana sin consultármelo?—pregunto con las manos en jarras salpicando su preciosa alfombra de color crema y en un tono de voz más alto del que debería.
—Un buenos días no estaría de más, pero claro en tu caso sería un casi tarde—dice levantándose de su sillón para dirigirse a un pequeño archivero donde se pone a buscar un documento entre varias carpetas y todo sin mirarme en ningún momento—En cuanto a lo de Flanagan fue una decisión que tomé en último minuto.
—Te recuerdo que Rory es mi responsabilidad y que una de las condiciones que puse para trabajar aquí fue que yo manejaría mis cuentas según mi criterio y que tú solo intervendrías en caso de ser necesario—camino para ubicarme cerca de ella—, Hace unos días te pregunté si querías cambiar algo y me dijiste que no, solo espero que por tus celos no arruines una cuenta que tanto me costó conseguir—las palabras salen tan rápido de mi boca que no puedo controlarlas y apenas he pronunciado la última frase cuando la mirada gélida de Santana hace que inmediatamente me arrepienta.
—Ten mucho cuidado como me hablas Brittany, no estás hablando con una adolescente de quince años que no sabe controlar sus hormonas—cierra el archivero de un solo golpe y el ruido hace que sobresalte, da un paso hacia adelante invadiendo mi espacio personal y yo, automáticamente doy otro hacia atrás—, Sé entender muy bien cuando una mujer me dice que no quiere nada conmigo, el lunes me dejaste muy claro que lo nuestro sería estrictamente profesional y te dije que lo respetaría, fin de la historia. Pero no te confundas, a pesar de lo que ha pasado entre nosotras, antes que todo soy una profesional y no acostumbro a mezclar mis sentimientos con cosas
del trabajo y aquí se viene a eso, a trabajar.
Bajo la mirada, toda la adrenalina que sentía hace un momento desapareció de la misma forma que llegó.
Santana nunca me había hablado con tanta dureza y cada palabra es un retorcijón para mí corazón.
Yo solita me lo busqué sin embargo no puedo evitar sentirme como una niña pequeña a la cual han regañado después de un arrebato.
—No necesito que me digas cuales fueron las condiciones que pusiste para trabajar para mí—dice mientras regresa a su mesa y aunque a lo mejor no lo ha dicho con esa intención, sé que ese «para mí» es una forma de recordarme que ella es la jefe—Si hubieras estado aquí sabrías que hablé con Ernest porque quería retirarnos la cuenta, esa es la razón por la que he intervenido y programado la reunión para mañana, para así poder ofrecerle una mejor opción a su proyecto de inversión.
Ahora me siento peor.
Yo y mi bocota.
Cuando Mercedes me dijo que había llamado el señor Flanagan di por hecho que se trataba de Rory, dado que él es mi contacto directo.
—Ya empecé a trabajar en una propuesta, aún no está terminada pero creo que eso podría evitar que tengan que recurrir a un préstamo—le informo con la cabeza cabizbaja.
—Bueno será mejor que la termines, quiero verla al final del día—dice revisando unos papeles.
Asiento pero creo que no se ha dado cuenta de mi respuesta porque sigue con la vista clavada en su carpeta.
En silencio salgo de su oficina sin hacer ningún ruido, por primera segunda desde que empecé a trabajar aquí con los ánimos por los suelos.
Llego a mi mesa, tiro mi bolso sobre ella como si el pobre tuviera la culpa de todos mis males, me quito el abrigo, lo lanzo sobre la silla más cercana y enciendo la computadora.
El día no podía estar peor.
Miro sobre el escritorio y me doy cuenta que no está la carpeta donde tengo todos los datos de la propuesta de Flanagan, lo más probable es que Mercedes lo haya guardado.
Trato de llamarla por el intercom para preguntarle pero no me responde. Seguro lo ha archivado.
Salgo al pasillo y me dirijo al archivero; al pasar enfrente de la puerta de Santana, está entre abierta, escucho voces y la entrometida que llevo dentro hace que me pare a escuchar.
—Resérvame un vuelo para mañana en la tarde, tengo que estar en Italia antes de las nueve.
¿Se va?
Seguro que va a ver a su Barbie de quinta, bueno... de quinta no, porque Elaine es de todo menos común y corriente y saber eso hace que se me amargue más el día.
—Sí señorita, ¿con regreso para el domingo en la noche o el lunes en la mañana?
—Todavía no lo sé, ya te dejaré saber.
Escucho pasos acercarse y entro en el archivero antes de que me atrapen en plan cotilla, busco la carpeta que necesito, regreso a mi mesa y sin entretenerme más empiezo a trabajar.
Me paso el resto del día revisando documentos, editando estrategias de la empresa de posicionamiento y comercialización.
Hago tablas de costos de publicidad, promoción y estimación de ventas; miro el reloj en la computadora que marca las cuatro y media.
¡Oh por dios!
El día se ha ido corriendo, hasta se me ha pasado la hora del almuerzo.
Lanzo la impresión, al levantarme para ir a recogerlas siento que me duelen todos los huesos.
Vuelvo al archivero dónde está la impresora y ordeno los documentos antes de llevárselos a Santana.
—Gracias –murmura sobriamente mientras le echa un vistazo.
Me quedo de pie esperando a que me dé instrucciones pero se limita a mirar los papeles, ignorando totalmente mi presencia.
No puedo creer que hayamos llegado a este punto, vamos... sé que todo esto es mi culpa, sino hubiera permitido el acercamiento que tuvimos el viernes pasado en el Sabor Latino, para luego volver a rechazarla cuando nos incorporamos al trabajo el lunes por la mañana, repitiéndole que lo de la discoteca fue un error y que al igual que el beso, eso no podría volver a repetirse, no se hubiera creado esta brecha que hay entre nosotras.
¿Qué más se puede esperar?
Mezclas alcohol con la persona que tanto te gusta y al día siguiente solo puedes obtener arrepentimientos.
Pero han pasado cuatro días desde entonces y su trato es cada vez más frío y yo me siento cada vez peor por haber permitido que esto llegara tan lejos.
Si ella no estuviera comprometida todo fuera tan distinto pero es que sencillamente no puedo, no puedo y no puedo salir con una persona que no esté libre, por más que me atraiga, eso va contra todos mis principios.
—Puedes retirarte, los voy a revisar y si algo no está bien te lo haré saber—me habla pero no me mira y siento cómo se me encoge el corazón.
Lo que daría por una de sus sonrisas pícaras, de sus palabras con doble sentido; extraño tanto la calidez de su mirada.
Cierro la puerta detrás de mí con un nudo en el estómago.
¿Qué me está pasando?
Santana dijo que me avisaría pero son más de la cinco y aún no me ha dicho nada, no sé si quedarme a esperarlo o si debo marcharme sin decir nada.
Esta situación es estresante.
No puedo más, me levanto y empiezo a recoger mis cosas.
—Hay un error en la proyección de ventas—dice irrumpiendo en mi oficina sin llamar.
Me parece extraño, estoy segura de haber revisado bien antes de imprimirlo pero como el pan no está para bollos asiento tomando los documentos.
—Los revisaré por la mañana...
—No, quiero que los revises y lo corrijas ahora, también quiero que pases toda la documentación a las dispositivas—su tono de voz es plano pero lo suficientemente firme para dejar claro que no aceptará una objeción de mi parte.
Normalmente esas cosas las hace Mercedes además estoy cansada, no he comido nada en todo el día y me estoy hartando de su actitud, pero como ya he metido la pata esta mañana con mi comentario fuera de lugar y no quiero entrar en un nuevo debate, asiento nuevamente.
Estoy empezando a creer que me está castigando por mi retraso, o ¿será por mi bocaza?
Efectivamente había un margen de error en la previsión de ventas, era algo mínimo y no entiendo cómo no puede verlo antes de imprimirlo.
Como a las siete y media de la noche ya lo tengo todo listo.
Voy a su oficina y llamo antes de entrar, cuando me permite el paso le entrego la documentación corregida y le digo que todo está listo para mañana.
Ella vuelve a revisarla y asiente dando el visto bueno. La miro pero sigue sin mirarme, espero... espero y espero, ¿el qué?
No lo sé; quisiera preguntarle si así será entre nosotras de ahora en adelante pero no me atrevo.
—Buenas noches—es todo lo que logro decir debido al nudo que se me ha formado en la garganta.
—Buenas noches—responde en un tono más seco que el desierto del Sáhara.
Recojo mis cosas con el alma en el piso, siento como si un camión me hubiera pasado por arriba.
Salgo a la calle y dejo que la brisa otoñal y la oscuridad me envuelvan.
Definitivamente ha sido un día de mierda.
Alguien ahí arriba debe de odiarme mucho porque resulta que al llegar a la gare de Thioville me encuentro con la gran noticia de que los choferes han decido ponérsela en huelga.
Miro mi reloj de mano, son las ocho y media, ya hace treinta minutos que debería haber estado en el trabajo.
Respiro y trato de calmar mi molestia, de todos modos no me queda de otra que esperar hasta que un tren se digne a pasar.
Llego a Luxemburgo dos horas más tarde, salgo a toda prisa del tren, esquivando a los muchos fronterizos que como yo, vienen maldiciendo a los causantes de nuestro retraso.
Subo corriendo las escaleras tratando de no partirme el culo con los tacones que me he puesto. Entro en el hall a tiempo récord aunque totalmente acalorada por la carrera, al salir a la calle, me paro en seco.
¡Maldita sea mi suerte!
A fuera se está cayendo el cielo.
¡Maravilloso!
Y yo sin paraguas, es que solo a mí se me ocurre salir de la casa sin uno, sabiendo lo desagradable que puede llegar a ser el clima en este país y encima de todo en falda.
Nota mental: comprar más pantalones y menos faldas, sobre todo ahora que se acerca el invierno.
Bueno ni modo, no me puedo ir andando hasta el trabajo. Por suerte visualizo un taxi a unos pocos metros y le hago seña para que se pare, miro hacia el cielo, bueno nada, me toca mojarme un poco, así que no lo pienso dos veces y salgo disparada hacia el coche.
Como siempre el tráfico de la ciudad es lo más fastidioso y lo que pudo haber sido un trayecto de quince minutos se convirtió en treinta a pesar del esfuerzo que hizo el taxista para evitar semáforos y todo lo que pudiera retrasarnos aún más.
El auto se para delante del Luxhaus, le tiro prácticamente los veinte euros que me ha cobrado por la carrera y salgo corriendo tratando de cubrirme con mi pequeño bolso.
Paso delante de Dave, el guardia de seguridad y lo saludo con un gesto rápido de la mano.
Llego al ascensor casi sin aliento, pareciera que esta mañana he corrido un maratón.
Por fin llego a la oficina sacudiéndome el cabello que está empapado, con una diminuta cartera es poco lo que se puede cubrir.
—Vaya clima de mierda que tenemos hoy—me quejo al llegar delante del mostrador de Mercedes—, Y pensar que hace apenas unas semanas estaba en el rico calorcito de Holanda.
—Bueno vas a querer volver en cuanto veas tu agenda. Lo que me faltaba.
—¿Y Santana ha preguntado por mí?
—Tres veces. Le dije que si quería te llamaba al móvil pero me dijo que ya llegarías en algún momento del día.
Okey... pudo llamarme, por lo menos para saber si me había pasado algo, sobre todo que es la primera vez que me retraso pero no lo hizo.
Esto no pinta nada bueno.
—¡Ah! Por cierto, te ha llamado el Señor Flanagan—me hace seña para que me acerque y cuando lo hago me susurra—, La señorita López estaba aquí cuando respondí la llamada y me ha pedido que se lo pase, luego me pidió que cambiara la reunión que tenías pautada la semana que viene para mañana.
¡Qué!
Abro la boca por la sorpresa pero no emito ningún sonido.
«Ella no pudo haber hecho eso sin consultarme».
Siento cómo la sangre comienza a hervir en mi interior. Flanagan & Smythe es una empresa de comida rápida con sede principal en Bruselas, tienen algunas sucursales pero su enfoque son las oficinas empresariales, han crecido bastante en los últimos dos años y Rory quiere expandir el negocio al extranjero usando el diez por ciento de las ganancias del último año.
Este es mi primer gran contrato, no puedo creer que Santana se haya atrevido a cambiar la reunión sin antes consultarlo conmigo.
Dejo a Mercedes hablando sola y sin darme tiempo a pensarlo mis pies empiezan a moverse en dirección de su oficina.
Cuando entro tengo que contener la rabia que me ha ido invadiendo porque ella está hablando por teléfono.
—Sí Quinn tienes razón pero tendría que verlos—tras una pequeña pausa continúa—No lo sé, como te acabo de decir tendría que ver el contrato—vuelve a quedarse callada y después añade—, Mándame los papeles le echaré un ojo y te daré mis impresiones al final del día, ¿qué te parece?—escucha una vez más a su interlocutor y yo comienzo a impacientarme—Entonces espero... hasta luego.
—¿Me gustaría saber por qué programaste la reunión de Rory para mañana sin consultármelo?—pregunto con las manos en jarras salpicando su preciosa alfombra de color crema y en un tono de voz más alto del que debería.
—Un buenos días no estaría de más, pero claro en tu caso sería un casi tarde—dice levantándose de su sillón para dirigirse a un pequeño archivero donde se pone a buscar un documento entre varias carpetas y todo sin mirarme en ningún momento—En cuanto a lo de Flanagan fue una decisión que tomé en último minuto.
—Te recuerdo que Rory es mi responsabilidad y que una de las condiciones que puse para trabajar aquí fue que yo manejaría mis cuentas según mi criterio y que tú solo intervendrías en caso de ser necesario—camino para ubicarme cerca de ella—, Hace unos días te pregunté si querías cambiar algo y me dijiste que no, solo espero que por tus celos no arruines una cuenta que tanto me costó conseguir—las palabras salen tan rápido de mi boca que no puedo controlarlas y apenas he pronunciado la última frase cuando la mirada gélida de Santana hace que inmediatamente me arrepienta.
—Ten mucho cuidado como me hablas Brittany, no estás hablando con una adolescente de quince años que no sabe controlar sus hormonas—cierra el archivero de un solo golpe y el ruido hace que sobresalte, da un paso hacia adelante invadiendo mi espacio personal y yo, automáticamente doy otro hacia atrás—, Sé entender muy bien cuando una mujer me dice que no quiere nada conmigo, el lunes me dejaste muy claro que lo nuestro sería estrictamente profesional y te dije que lo respetaría, fin de la historia. Pero no te confundas, a pesar de lo que ha pasado entre nosotras, antes que todo soy una profesional y no acostumbro a mezclar mis sentimientos con cosas
del trabajo y aquí se viene a eso, a trabajar.
Bajo la mirada, toda la adrenalina que sentía hace un momento desapareció de la misma forma que llegó.
Santana nunca me había hablado con tanta dureza y cada palabra es un retorcijón para mí corazón.
Yo solita me lo busqué sin embargo no puedo evitar sentirme como una niña pequeña a la cual han regañado después de un arrebato.
—No necesito que me digas cuales fueron las condiciones que pusiste para trabajar para mí—dice mientras regresa a su mesa y aunque a lo mejor no lo ha dicho con esa intención, sé que ese «para mí» es una forma de recordarme que ella es la jefe—Si hubieras estado aquí sabrías que hablé con Ernest porque quería retirarnos la cuenta, esa es la razón por la que he intervenido y programado la reunión para mañana, para así poder ofrecerle una mejor opción a su proyecto de inversión.
Ahora me siento peor.
Yo y mi bocota.
Cuando Mercedes me dijo que había llamado el señor Flanagan di por hecho que se trataba de Rory, dado que él es mi contacto directo.
—Ya empecé a trabajar en una propuesta, aún no está terminada pero creo que eso podría evitar que tengan que recurrir a un préstamo—le informo con la cabeza cabizbaja.
—Bueno será mejor que la termines, quiero verla al final del día—dice revisando unos papeles.
Asiento pero creo que no se ha dado cuenta de mi respuesta porque sigue con la vista clavada en su carpeta.
En silencio salgo de su oficina sin hacer ningún ruido, por primera segunda desde que empecé a trabajar aquí con los ánimos por los suelos.
Llego a mi mesa, tiro mi bolso sobre ella como si el pobre tuviera la culpa de todos mis males, me quito el abrigo, lo lanzo sobre la silla más cercana y enciendo la computadora.
El día no podía estar peor.
Miro sobre el escritorio y me doy cuenta que no está la carpeta donde tengo todos los datos de la propuesta de Flanagan, lo más probable es que Mercedes lo haya guardado.
Trato de llamarla por el intercom para preguntarle pero no me responde. Seguro lo ha archivado.
Salgo al pasillo y me dirijo al archivero; al pasar enfrente de la puerta de Santana, está entre abierta, escucho voces y la entrometida que llevo dentro hace que me pare a escuchar.
—Resérvame un vuelo para mañana en la tarde, tengo que estar en Italia antes de las nueve.
¿Se va?
Seguro que va a ver a su Barbie de quinta, bueno... de quinta no, porque Elaine es de todo menos común y corriente y saber eso hace que se me amargue más el día.
—Sí señorita, ¿con regreso para el domingo en la noche o el lunes en la mañana?
—Todavía no lo sé, ya te dejaré saber.
Escucho pasos acercarse y entro en el archivero antes de que me atrapen en plan cotilla, busco la carpeta que necesito, regreso a mi mesa y sin entretenerme más empiezo a trabajar.
Me paso el resto del día revisando documentos, editando estrategias de la empresa de posicionamiento y comercialización.
Hago tablas de costos de publicidad, promoción y estimación de ventas; miro el reloj en la computadora que marca las cuatro y media.
¡Oh por dios!
El día se ha ido corriendo, hasta se me ha pasado la hora del almuerzo.
Lanzo la impresión, al levantarme para ir a recogerlas siento que me duelen todos los huesos.
Vuelvo al archivero dónde está la impresora y ordeno los documentos antes de llevárselos a Santana.
—Gracias –murmura sobriamente mientras le echa un vistazo.
Me quedo de pie esperando a que me dé instrucciones pero se limita a mirar los papeles, ignorando totalmente mi presencia.
No puedo creer que hayamos llegado a este punto, vamos... sé que todo esto es mi culpa, sino hubiera permitido el acercamiento que tuvimos el viernes pasado en el Sabor Latino, para luego volver a rechazarla cuando nos incorporamos al trabajo el lunes por la mañana, repitiéndole que lo de la discoteca fue un error y que al igual que el beso, eso no podría volver a repetirse, no se hubiera creado esta brecha que hay entre nosotras.
¿Qué más se puede esperar?
Mezclas alcohol con la persona que tanto te gusta y al día siguiente solo puedes obtener arrepentimientos.
Pero han pasado cuatro días desde entonces y su trato es cada vez más frío y yo me siento cada vez peor por haber permitido que esto llegara tan lejos.
Si ella no estuviera comprometida todo fuera tan distinto pero es que sencillamente no puedo, no puedo y no puedo salir con una persona que no esté libre, por más que me atraiga, eso va contra todos mis principios.
—Puedes retirarte, los voy a revisar y si algo no está bien te lo haré saber—me habla pero no me mira y siento cómo se me encoge el corazón.
Lo que daría por una de sus sonrisas pícaras, de sus palabras con doble sentido; extraño tanto la calidez de su mirada.
Cierro la puerta detrás de mí con un nudo en el estómago.
¿Qué me está pasando?
Santana dijo que me avisaría pero son más de la cinco y aún no me ha dicho nada, no sé si quedarme a esperarlo o si debo marcharme sin decir nada.
Esta situación es estresante.
No puedo más, me levanto y empiezo a recoger mis cosas.
—Hay un error en la proyección de ventas—dice irrumpiendo en mi oficina sin llamar.
Me parece extraño, estoy segura de haber revisado bien antes de imprimirlo pero como el pan no está para bollos asiento tomando los documentos.
—Los revisaré por la mañana...
—No, quiero que los revises y lo corrijas ahora, también quiero que pases toda la documentación a las dispositivas—su tono de voz es plano pero lo suficientemente firme para dejar claro que no aceptará una objeción de mi parte.
Normalmente esas cosas las hace Mercedes además estoy cansada, no he comido nada en todo el día y me estoy hartando de su actitud, pero como ya he metido la pata esta mañana con mi comentario fuera de lugar y no quiero entrar en un nuevo debate, asiento nuevamente.
Estoy empezando a creer que me está castigando por mi retraso, o ¿será por mi bocaza?
Efectivamente había un margen de error en la previsión de ventas, era algo mínimo y no entiendo cómo no puede verlo antes de imprimirlo.
Como a las siete y media de la noche ya lo tengo todo listo.
Voy a su oficina y llamo antes de entrar, cuando me permite el paso le entrego la documentación corregida y le digo que todo está listo para mañana.
Ella vuelve a revisarla y asiente dando el visto bueno. La miro pero sigue sin mirarme, espero... espero y espero, ¿el qué?
No lo sé; quisiera preguntarle si así será entre nosotras de ahora en adelante pero no me atrevo.
—Buenas noches—es todo lo que logro decir debido al nudo que se me ha formado en la garganta.
—Buenas noches—responde en un tono más seco que el desierto del Sáhara.
Recojo mis cosas con el alma en el piso, siento como si un camión me hubiera pasado por arriba.
Salgo a la calle y dejo que la brisa otoñal y la oscuridad me envuelvan.
Definitivamente ha sido un día de mierda.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola!!! Que cortos se me hacen Los capitulo!! !!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
joder la ley del hielo,... bueeenooo britt también la jodio tantito!!!
la guerra de poderes en el primer día esta devastando a britt!!!
volverá san de Italia???
nos vemos!!!
joder la ley del hielo,... bueeenooo britt también la jodio tantito!!!
la guerra de poderes en el primer día esta devastando a britt!!!
volverá san de Italia???
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Britt se lo busco, ahora que se aguante!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
monica.santander escribió:Hola!!! Que cortos se me hacen Los capitulo!! !!
Saludos
Hola, ajajaja si ai algunos q si xD es vrdd, lo siento xD Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
joder la ley del hielo,... bueeenooo britt también la jodio tantito!!!
la guerra de poderes en el primer día esta devastando a britt!!!
volverá san de Italia???
nos vemos!!!
Hola lu, jajaaj si q si xD jajaajajaja espero mucho XD SI! a ver quien gana! Esperemos y no, osea tiene q estar con britt Saludos =D
micky morales escribió:Britt se lo busco, ahora que se aguante!!!!
Hola, si xD pobre rubia XD Le toca a ella un poco, no¿¿? Xd Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 11
Capitulo 11
A la mañana siguiente llego temprano, entro en la recepción y todo está en penumbras, pienso en encender la luz pero al final lo dejo así, de todas formas todavía falta una hora para que llegue Mercedes.
Me dirijo a la oficina de Santana a recuperar la carpeta de Flanagan que dejé la noche anterior.
Entro y no puedo evitar distraerme, es la primera vez que estoy aquí sin que ella esté presente. A pesar de su ausencia su olor domina todo el espacio, su perfume inunda mis fosas nasales, respiro hondo llenándome de él y mil emociones acuden a mí.
¡Oh padre que rico huele!
Podría pasarme horas impregnándome de su esencia, sin embargo no pierdo más tiempo.
Ayer no fue mi mejor día y estoy dispuesta a cambiarlo.
Visualizo la carpeta que he venido a buscar arriba de su mesa, la cojo y salgo de ahí.
Al entrar en mi oficina enciendo la computadora, lanzo la impresión de la propuesta y voy al archivero a recuperar las hojas, una vez que termino eso, me dirijo a la sala de reunión para prepararlo todo.
Es mi primer gran contrato, Santana ha confiado en mí y no puedo permitir que el señor Flanagan nos retire la cuenta, por lo tanto todo tiene que salir perfecto.
Me pongo a preparar las cuatro carpetas, organizando y verificando que todas tengan la misma información, de pronto siento una presencia a mi alrededor, levanto la vista y... ¡Zas!
Se me caen los papeles que llevaba en las manos, doy un brinco y me llevo la mano izquierda al pecho, casi me da un paro al ver a Santana parada en el marco de la puerta.
—Lo siento, no quise asustarte.
—No te preocupes, estaba tan concentrada que no te escuche llegar—digo tratando de recuperarme del susto. Me agacho para recoger los papeles que se han caído.
—Me sorprendió verte aquí, suelo ser la primera en llegar y como las luces están apagadas pensé que no había nadie más—se acerca a la mesa en caoba y pone su maletín—, Déjame ayudarte a recoger—da un paso hacia mí y mi cuerpo reacciona a su cercanía, nunca lograré explicar lo que despierta en mí.
—Ya está—replico rápidamente al levantarme.
Nos miramos unos instantes y pienso en cómo éramos al principio, donde ella llegaba y me saludaba de una forma tan natural, con dos besos detenidos en la mejilla y una sonrisa pícara en los labios, pero ahora, está esta incomodidad que se ha instalado entre nosotras.
—¿Cómo te sientes?—me pregunta con un tono suave—Digo... Como ayer te mojaste tenía miedo que te resfriarás.
Su pregunta me sorprende, tal como están las cosas entre nosotras no creí que se preocuparía, es más, pensé que no se había fijado. Saber que se ha preocupado, hace que esbocé una tímida sonrisa.
—Estoy bien gracias–respondo en el mismo tono—Vine más temprano porque quería asegurarme que todo estuviera en orden.
—¿Puedo ayudarte en algo?—se acerca y me acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja.
Mi corazón da un brinco pero esta vez por razones distintas; es la primera vez que me toca desde lo sucedido en la discoteca.
Yo me quedo inmóvil, retengo la respiración, su gesto es breve pero no me
impide disfrutar de ese instante.
—No gracias, lo tengo todo controlado.
Ella asiente, recoge su maletín y sin más sale de la sala. Yo me quedo resignada.
Termino de preparar todo, como la reunión con Flanagan no es hasta las diez de la mañana decido avanzar un poco el trabajo que tengo pendiente.
Binn... Binn...
—Dime Mercedes—digo al descolgar el intercomunicador.
—Los señores Flanagan están aquí, ya he avisado a la señorita López.
—Gracias, enseguida estoy con ellos—me levanto de la silla, me hago un repaso personal rápidamente, me quito las arrugas de mi vestido de tubo color turquesa y verifico mi pelo.
Después de asegurarme que estoy presentable, respiro hondo antes de girar el pomo de la puerta.
Llegó la hora.
Me acerco a la recepción con una gran sonrisa aunque por dentro estoy un poco nerviosa. De este encuentro dependen muchas cosas, debo demostrarle a Santana que no se ha equivocado en elegirme, en confiar en mí.
También debo de mostrarme a mí misma mi valía como profesional.
—Buenos días caballeros es un gusto tenerlos aquí—los saludo acercándome y estrechándoles las manos, primero a Ernest Flanagan que es un señor de unos sesenta años de edad y va perfectamente trajeado, luego a Rory, su hijo, de unos treinta años, alto pero atractivo a su modo.
—Buenos días Brittany, como siempre estás radiante—dice reteniendo mi mano—Buenos días Santana—me suelta para poder saludar a Santana que ha aparecido detrás de mi—, ¿Cómo estás?
Me giro y la morena me dedica una breve mirada antes de responder al saludo de Rory.
—Muy bien gracias, bienvenidos sean—le sonríe pero no le llega a los ojos. Se acerca un paso y le da la mano al señor Flanagan mirándolo directamente con respecto y admiración—Por favor si nos acompañan—les pide abriendo paso para que puedan acceder a la sala de reunión.
Yo la sigo muy de cerca.
Entramos en la sala y Rory y su papá ocupan cada uno, una de las seis sillas que rodean la mesa.
Santana se acerca a la cabecera y por un momento creo que va a tomar asiento pero en vez de eso retira la silla y me mira invitándome a sentarme, la miro sorprendida de que me ceda su espacio, dado que siempre es ella quien preside la mesa.
—Ernest, como ya habíamos hablado por teléfono, el plan de expansión está por encima del límite del diez por ciento del presupuesto—dice tomando asiento en la silla que está a mi derecha—, Sin embargo Brittany es quien está trabajando en esa propuesta por lo que prefiero dejar que sea ella les explique cuál sería la estrategia más adecuada para que la expansión sea factible—me dedica una mirada alentadora para que inicie la reunión.
—Hemos iniciado este plan de negocios con la finalidad de encontrar la mejor forma de expandir la comercialización de sus operaciones actuales—me pongo de pie captando la atención de todos, nunca he sido muy buena oradora así que siempre me cuesta lanzarme en este tipo de presentaciones—Rory buscó asesoría porque ustedes han adquirido varios contratos adicionales para el año 2009 y por esta razón él quiere utilizar el diez por ciento de las ganancias de las ventas netas del primer año para promocionarse y poder así expandirse—expongo mirando primeramente a Rory que asiente con una sonrisita de lo más pretenciosa y luego al señor Flanagan, quién es la persona clave de este encuentro, por lo tanto es mi punto de enfoque—Delante de cada uno de ustedes podrán encontrar una carpeta con la información que les voy a presentar a continuación—me dirijo hacia el gran ventanal y cierro las cortinas, camino de vuelta hacia la pequeña mesa donde se encuentra el proyector y lo enciendo, para luego regresar a mi puesto donde lanzo la primera diapositiva desde mi laptop—Como bien decía Santana, el plan financiero basado en la estimación de ventas para los próximos tres años, determinó que el costo para cualquier tipo de promoción, y de publicidad: ya sea por los medios de comunicación, que para ser eficaces tendrían que ser emitidos por lo menos cinco o cuatro veces al día, o por medios electrónicos, son simplemente excesivos; razón por la cual estarían obligados a solicitar un préstamo con un monto de un millón de euros...
—Disculpe señorita Pierce pero esa opción quedó descartada. Realmente fue mi hijo quién tuvo la idea de expandirnos al extranjero. Lastimosamente nosotros tenemos una visión muy distinta en los negocios. Ustedes los jóvenes de hoy en día son mucho más ambiciosos, más... arriesgados y yo prefiero ser más cauto.
—Lo entiendo totalmente señor Flanagan y por eso estamos nosotros aquí, para poder ayudarlo en sus necesidades de progreso, evaluando todos los detalles y posibilidades de manera que evitemos cualquier riesgo sobre una inversión que no sea rentable—lo veo asentir y me hace una seña con la mano para que prosiga—El objetivo de este plan es mostrar cómo incrementar sus acciones por medio de las ventas, promocionando ustedes mismo su producto sin la intervención de un banco. Durante la proyección siéntase libre de hacer cualquier pregunta y yo con mucho gusto le responderé.
Veo un brillo en su mirada que demuestra lo atractiva que le es la idea, eso me da más fuerzas para continuar y así doy inicio a mi propuesta.
Cincuenta minutos más tardes, hemos discutido varios puntos, el señor Flanagan es un hueso difícil de roer, hace muchas preguntas demostrando así el gran hombre de negocios que es, pero gracias a Dios para todas ellas, aporto una explicación clara y precisa.
—Mi consejo es que durante los dos primeros trimestres se distribuyan volantes a los clientes contractuales y potenciales con una o varias de las promociones asumidas por Flanagan & Smythe detalladas en la página veinte y cinco, de esa forma ustedes podrán cubrir el costo de la difusión de muestras sin sobrepasar el presupuesto inicial; la expansión no será inmediata como lo quería Rory, pero si nos basamos en el pronóstico de ventas a cinco años, podríamos abrir una sucursal aquí en Luxemburgo dentro de año y medio como mucho—miro expectante al señor Flanagan, al final es él quien tiene la última palabra, antes de mirar a Santana que me observa con ojos ardientes, su mirada me acalora, por unos instantes me envuelvo en la calidez de esos ojos y cada una de mis terminaciones nerviosas cobra vida.
—Santana permíteme felicitarte, tienes una joya a tu lado, cuídala mucho o puede que alguien intente robártela.
—Muchas gracias Ernest, de hecho he pensado ponerla bajo llave para evitar que eso suceda—le responde al señor Flanagan luego de desenlazar nuestras miradas.
No es lo que dijo sino la intensidad con la que pronuncia cada palabra lo que me hace estremecer por dentro y provoca una sonrisita en mis labios.
—Buen trabajo señorita Pierce.
—Muchas gracias.
No puedo ocultar mi alegría.
Siento la mirada de Santana sobre mí y caigo nuevamente en la tentación de mirarla, ella articula un «bien hecho», el brillo de sus ojos muestra felicidad y orgullo, y yo bailo sobre mi nube personal.
—Hazle llegar los contratos a mi secretaria y los firmaré cuanto antes—dice el señor Flanagan al momento que se levanta de la silla.
—Cuenta con eso para esta misma tarde—responde Santana imitando su gesto.
—Bueno, que les parece si los invito a comer y así discutimos los últimos detalles de nuestra nueva colaboración—propone Rory caminando hacia nosotros donde toma mi mano—Brittany estuviste fantástica, aunque no esperaba menos de ti.
Miro a Santana que no pierde detalle de la escena, pero su rostro se mantiene impasible. De pronto me siento incómoda con la cercanía de Rory, así que disimuladamente suelto mi mano de su agarre.
—Me parece buena idea hijo sin embargo tengo otra reunión dentro de...—mira su reloj de mano—, Una hora y media y es un poco retirado así que no quiero atrasarme, pero vayan ustedes.
Veo a Santana que sigue sin mostrar ningún tipo de emoción, a pesar de eso estoy segura que se inventará alguna excusa para evitar que vayamos a esa comida.
—Lo siento, salgo de viaje esta tarde y aún tengo muchas cosas pendientes así que no podré ir.
Me río para mis adentros.
Puede que haya estado distante estos últimos días pero después del momento que tuvimos hace un rato, estoy convencida que su interés sigue ahí.
Estoy segura que no me dejará comer sola con Rory. La idea hace que me sienta eufórica.
«Ay padre tengo que estar volviéndome loca».
—Pero estoy convencida de que Brittany podrá responder a todas tus inquietudes.
¿Qué?
¡En serio ella dijo eso!
Ladeo lentamente la cabeza y la miro sin poder ocultar mi sorpresa. Esa sola frase ha hecho que me caiga de mi nube personal y me estrelle contra el pavimento, llevándose todo el júbilo que sentía hace un momento.
—Es más, yo invito. De esa forma me sentiré menos culpable por declinar tu invitación—su tono de voz es plano, al mismo tiempo esboza una sonrisita que a mí me parece de lo más hipócrita.
Quisiera poder estamparle el control del proyector que aún llevo en las manos para borrársela.
—Brittany por favor carga todos los gastos a la cuenta de la empresa—prosigue sin ni siquiera dignarse a mirarme—, Ernest te acompaño a la salida.
—Claro—respondo en el mismo tono, tratando de ocultar toda la decepción que siento.
Me despido del señor Flanagan.
Veo a Santana alejarse y no puedo evitar pensar que hace unos días, ella nunca hubiera permitido una situación como esta, es ridículo lo sé, pero la idea que ya no le importe, me molesta.
¿Será que ya ha perdido el interés?
Hoy ha sido un gran logro en mi vida profesional y debería estar saltando de alegría, en vez de eso estoy hecha polvo.
Me encantaría celebrar este triunfo pero quiero hacerlo con ella, sin embargo la susodicha prefiere preparar todo rápidamente para salir de viaje y encontrarse con Miss perfect.
Solo de pensarlo se me revuelve el estómago.
Me dirijo a la oficina de Santana a recuperar la carpeta de Flanagan que dejé la noche anterior.
Entro y no puedo evitar distraerme, es la primera vez que estoy aquí sin que ella esté presente. A pesar de su ausencia su olor domina todo el espacio, su perfume inunda mis fosas nasales, respiro hondo llenándome de él y mil emociones acuden a mí.
¡Oh padre que rico huele!
Podría pasarme horas impregnándome de su esencia, sin embargo no pierdo más tiempo.
Ayer no fue mi mejor día y estoy dispuesta a cambiarlo.
Visualizo la carpeta que he venido a buscar arriba de su mesa, la cojo y salgo de ahí.
Al entrar en mi oficina enciendo la computadora, lanzo la impresión de la propuesta y voy al archivero a recuperar las hojas, una vez que termino eso, me dirijo a la sala de reunión para prepararlo todo.
Es mi primer gran contrato, Santana ha confiado en mí y no puedo permitir que el señor Flanagan nos retire la cuenta, por lo tanto todo tiene que salir perfecto.
Me pongo a preparar las cuatro carpetas, organizando y verificando que todas tengan la misma información, de pronto siento una presencia a mi alrededor, levanto la vista y... ¡Zas!
Se me caen los papeles que llevaba en las manos, doy un brinco y me llevo la mano izquierda al pecho, casi me da un paro al ver a Santana parada en el marco de la puerta.
—Lo siento, no quise asustarte.
—No te preocupes, estaba tan concentrada que no te escuche llegar—digo tratando de recuperarme del susto. Me agacho para recoger los papeles que se han caído.
—Me sorprendió verte aquí, suelo ser la primera en llegar y como las luces están apagadas pensé que no había nadie más—se acerca a la mesa en caoba y pone su maletín—, Déjame ayudarte a recoger—da un paso hacia mí y mi cuerpo reacciona a su cercanía, nunca lograré explicar lo que despierta en mí.
—Ya está—replico rápidamente al levantarme.
Nos miramos unos instantes y pienso en cómo éramos al principio, donde ella llegaba y me saludaba de una forma tan natural, con dos besos detenidos en la mejilla y una sonrisa pícara en los labios, pero ahora, está esta incomodidad que se ha instalado entre nosotras.
—¿Cómo te sientes?—me pregunta con un tono suave—Digo... Como ayer te mojaste tenía miedo que te resfriarás.
Su pregunta me sorprende, tal como están las cosas entre nosotras no creí que se preocuparía, es más, pensé que no se había fijado. Saber que se ha preocupado, hace que esbocé una tímida sonrisa.
—Estoy bien gracias–respondo en el mismo tono—Vine más temprano porque quería asegurarme que todo estuviera en orden.
—¿Puedo ayudarte en algo?—se acerca y me acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja.
Mi corazón da un brinco pero esta vez por razones distintas; es la primera vez que me toca desde lo sucedido en la discoteca.
Yo me quedo inmóvil, retengo la respiración, su gesto es breve pero no me
impide disfrutar de ese instante.
—No gracias, lo tengo todo controlado.
Ella asiente, recoge su maletín y sin más sale de la sala. Yo me quedo resignada.
Termino de preparar todo, como la reunión con Flanagan no es hasta las diez de la mañana decido avanzar un poco el trabajo que tengo pendiente.
Binn... Binn...
—Dime Mercedes—digo al descolgar el intercomunicador.
—Los señores Flanagan están aquí, ya he avisado a la señorita López.
—Gracias, enseguida estoy con ellos—me levanto de la silla, me hago un repaso personal rápidamente, me quito las arrugas de mi vestido de tubo color turquesa y verifico mi pelo.
Después de asegurarme que estoy presentable, respiro hondo antes de girar el pomo de la puerta.
Llegó la hora.
Me acerco a la recepción con una gran sonrisa aunque por dentro estoy un poco nerviosa. De este encuentro dependen muchas cosas, debo demostrarle a Santana que no se ha equivocado en elegirme, en confiar en mí.
También debo de mostrarme a mí misma mi valía como profesional.
—Buenos días caballeros es un gusto tenerlos aquí—los saludo acercándome y estrechándoles las manos, primero a Ernest Flanagan que es un señor de unos sesenta años de edad y va perfectamente trajeado, luego a Rory, su hijo, de unos treinta años, alto pero atractivo a su modo.
—Buenos días Brittany, como siempre estás radiante—dice reteniendo mi mano—Buenos días Santana—me suelta para poder saludar a Santana que ha aparecido detrás de mi—, ¿Cómo estás?
Me giro y la morena me dedica una breve mirada antes de responder al saludo de Rory.
—Muy bien gracias, bienvenidos sean—le sonríe pero no le llega a los ojos. Se acerca un paso y le da la mano al señor Flanagan mirándolo directamente con respecto y admiración—Por favor si nos acompañan—les pide abriendo paso para que puedan acceder a la sala de reunión.
Yo la sigo muy de cerca.
Entramos en la sala y Rory y su papá ocupan cada uno, una de las seis sillas que rodean la mesa.
Santana se acerca a la cabecera y por un momento creo que va a tomar asiento pero en vez de eso retira la silla y me mira invitándome a sentarme, la miro sorprendida de que me ceda su espacio, dado que siempre es ella quien preside la mesa.
—Ernest, como ya habíamos hablado por teléfono, el plan de expansión está por encima del límite del diez por ciento del presupuesto—dice tomando asiento en la silla que está a mi derecha—, Sin embargo Brittany es quien está trabajando en esa propuesta por lo que prefiero dejar que sea ella les explique cuál sería la estrategia más adecuada para que la expansión sea factible—me dedica una mirada alentadora para que inicie la reunión.
—Hemos iniciado este plan de negocios con la finalidad de encontrar la mejor forma de expandir la comercialización de sus operaciones actuales—me pongo de pie captando la atención de todos, nunca he sido muy buena oradora así que siempre me cuesta lanzarme en este tipo de presentaciones—Rory buscó asesoría porque ustedes han adquirido varios contratos adicionales para el año 2009 y por esta razón él quiere utilizar el diez por ciento de las ganancias de las ventas netas del primer año para promocionarse y poder así expandirse—expongo mirando primeramente a Rory que asiente con una sonrisita de lo más pretenciosa y luego al señor Flanagan, quién es la persona clave de este encuentro, por lo tanto es mi punto de enfoque—Delante de cada uno de ustedes podrán encontrar una carpeta con la información que les voy a presentar a continuación—me dirijo hacia el gran ventanal y cierro las cortinas, camino de vuelta hacia la pequeña mesa donde se encuentra el proyector y lo enciendo, para luego regresar a mi puesto donde lanzo la primera diapositiva desde mi laptop—Como bien decía Santana, el plan financiero basado en la estimación de ventas para los próximos tres años, determinó que el costo para cualquier tipo de promoción, y de publicidad: ya sea por los medios de comunicación, que para ser eficaces tendrían que ser emitidos por lo menos cinco o cuatro veces al día, o por medios electrónicos, son simplemente excesivos; razón por la cual estarían obligados a solicitar un préstamo con un monto de un millón de euros...
—Disculpe señorita Pierce pero esa opción quedó descartada. Realmente fue mi hijo quién tuvo la idea de expandirnos al extranjero. Lastimosamente nosotros tenemos una visión muy distinta en los negocios. Ustedes los jóvenes de hoy en día son mucho más ambiciosos, más... arriesgados y yo prefiero ser más cauto.
—Lo entiendo totalmente señor Flanagan y por eso estamos nosotros aquí, para poder ayudarlo en sus necesidades de progreso, evaluando todos los detalles y posibilidades de manera que evitemos cualquier riesgo sobre una inversión que no sea rentable—lo veo asentir y me hace una seña con la mano para que prosiga—El objetivo de este plan es mostrar cómo incrementar sus acciones por medio de las ventas, promocionando ustedes mismo su producto sin la intervención de un banco. Durante la proyección siéntase libre de hacer cualquier pregunta y yo con mucho gusto le responderé.
Veo un brillo en su mirada que demuestra lo atractiva que le es la idea, eso me da más fuerzas para continuar y así doy inicio a mi propuesta.
Cincuenta minutos más tardes, hemos discutido varios puntos, el señor Flanagan es un hueso difícil de roer, hace muchas preguntas demostrando así el gran hombre de negocios que es, pero gracias a Dios para todas ellas, aporto una explicación clara y precisa.
—Mi consejo es que durante los dos primeros trimestres se distribuyan volantes a los clientes contractuales y potenciales con una o varias de las promociones asumidas por Flanagan & Smythe detalladas en la página veinte y cinco, de esa forma ustedes podrán cubrir el costo de la difusión de muestras sin sobrepasar el presupuesto inicial; la expansión no será inmediata como lo quería Rory, pero si nos basamos en el pronóstico de ventas a cinco años, podríamos abrir una sucursal aquí en Luxemburgo dentro de año y medio como mucho—miro expectante al señor Flanagan, al final es él quien tiene la última palabra, antes de mirar a Santana que me observa con ojos ardientes, su mirada me acalora, por unos instantes me envuelvo en la calidez de esos ojos y cada una de mis terminaciones nerviosas cobra vida.
—Santana permíteme felicitarte, tienes una joya a tu lado, cuídala mucho o puede que alguien intente robártela.
—Muchas gracias Ernest, de hecho he pensado ponerla bajo llave para evitar que eso suceda—le responde al señor Flanagan luego de desenlazar nuestras miradas.
No es lo que dijo sino la intensidad con la que pronuncia cada palabra lo que me hace estremecer por dentro y provoca una sonrisita en mis labios.
—Buen trabajo señorita Pierce.
—Muchas gracias.
No puedo ocultar mi alegría.
Siento la mirada de Santana sobre mí y caigo nuevamente en la tentación de mirarla, ella articula un «bien hecho», el brillo de sus ojos muestra felicidad y orgullo, y yo bailo sobre mi nube personal.
—Hazle llegar los contratos a mi secretaria y los firmaré cuanto antes—dice el señor Flanagan al momento que se levanta de la silla.
—Cuenta con eso para esta misma tarde—responde Santana imitando su gesto.
—Bueno, que les parece si los invito a comer y así discutimos los últimos detalles de nuestra nueva colaboración—propone Rory caminando hacia nosotros donde toma mi mano—Brittany estuviste fantástica, aunque no esperaba menos de ti.
Miro a Santana que no pierde detalle de la escena, pero su rostro se mantiene impasible. De pronto me siento incómoda con la cercanía de Rory, así que disimuladamente suelto mi mano de su agarre.
—Me parece buena idea hijo sin embargo tengo otra reunión dentro de...—mira su reloj de mano—, Una hora y media y es un poco retirado así que no quiero atrasarme, pero vayan ustedes.
Veo a Santana que sigue sin mostrar ningún tipo de emoción, a pesar de eso estoy segura que se inventará alguna excusa para evitar que vayamos a esa comida.
—Lo siento, salgo de viaje esta tarde y aún tengo muchas cosas pendientes así que no podré ir.
Me río para mis adentros.
Puede que haya estado distante estos últimos días pero después del momento que tuvimos hace un rato, estoy convencida que su interés sigue ahí.
Estoy segura que no me dejará comer sola con Rory. La idea hace que me sienta eufórica.
«Ay padre tengo que estar volviéndome loca».
—Pero estoy convencida de que Brittany podrá responder a todas tus inquietudes.
¿Qué?
¡En serio ella dijo eso!
Ladeo lentamente la cabeza y la miro sin poder ocultar mi sorpresa. Esa sola frase ha hecho que me caiga de mi nube personal y me estrelle contra el pavimento, llevándose todo el júbilo que sentía hace un momento.
—Es más, yo invito. De esa forma me sentiré menos culpable por declinar tu invitación—su tono de voz es plano, al mismo tiempo esboza una sonrisita que a mí me parece de lo más hipócrita.
Quisiera poder estamparle el control del proyector que aún llevo en las manos para borrársela.
—Brittany por favor carga todos los gastos a la cuenta de la empresa—prosigue sin ni siquiera dignarse a mirarme—, Ernest te acompaño a la salida.
—Claro—respondo en el mismo tono, tratando de ocultar toda la decepción que siento.
Me despido del señor Flanagan.
Veo a Santana alejarse y no puedo evitar pensar que hace unos días, ella nunca hubiera permitido una situación como esta, es ridículo lo sé, pero la idea que ya no le importe, me molesta.
¿Será que ya ha perdido el interés?
Hoy ha sido un gran logro en mi vida profesional y debería estar saltando de alegría, en vez de eso estoy hecha polvo.
Me encantaría celebrar este triunfo pero quiero hacerlo con ella, sin embargo la susodicha prefiere preparar todo rápidamente para salir de viaje y encontrarse con Miss perfect.
Solo de pensarlo se me revuelve el estómago.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
bueno, algo inesperado de parte de santana pero a ver como brittany huye del tal rory o tal vez no?????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
muy buen hecho el trabajo de britt con la propuesta,..
britt no se da cuenta que le puede salir el tiro por la culata a san si sabe usar la carta de rory a su favor!!!
a ver que pasa???
nos vemos!!!
muy buen hecho el trabajo de britt con la propuesta,..
britt no se da cuenta que le puede salir el tiro por la culata a san si sabe usar la carta de rory a su favor!!!
a ver que pasa???
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:bueno, algo inesperado de parte de santana pero a ver como brittany huye del tal rory o tal vez no?????
Hola, si q lo es la vrdd =/ se habrá ido el "interés" o es una táctica¿? Mm esperemos q bn así san se pone celosa, no¿? XD Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
muy buen hecho el trabajo de britt con la propuesta,..
britt no se da cuenta que le puede salir el tiro por la culata a san si sabe usar la carta de rory a su favor!!!
a ver que pasa???
nos vemos!!!
Hola lu, si! bn ai por la rubia! es más q una cara bonita jajajaaj. Creo q ni ella se esperaba esa actitud o respuesta de san =/ Aquí otro cap para saberlo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 12
Capitulo 12
El sábado en la mañana me despierta una pequeña incomodidad, abro los ojos y veo entrar claridad por el hueco de la persiana, giro la cabeza y miro el reloj sobre la mesita de noche.
¡Waoo!
Caí como una piedra.
Son las diez de la mañana, he dormido más de ocho horas corrido. Vuelvo a sentir un calambre en el vientre, hago cuentas rápidamente...
¡Maldita sea!
Mi querida compañera de todos los meses ha decidido hacer su aparición.
Arrastrando los pies llego hasta el baño, me tomo dos Advil, mientras me doy una ducha recuerdo lo sucedido ayer en la oficina y con el recuerdo viene el enojo, aún no logro entender el comportamiento de Santana.
Salgo del baño y me pongo una ropa cómoda para estar en casa, enciendo la radio, le doy al botón de play y suena “Yo no me doy por vencido” de mi querido Fonsi.
«Ay mi Luisito, quien fuera cemento para sostener tal monumento».
Subo el volumen a fondo, eso termina de animarme.
Miro a mi alrededor, ¿hace cuánto tiempo que no hago una gran limpieza?
Así soy yo, cuando estoy molesta me da por limpiar a fondo.
Al medio día, cantando a pleno pulmón, tengo la casa hecha un lío: las sillas arriba de la mesa del comedor, el piso mojado, los muebles cambiados de lugar, tuve que moverlos tres veces hasta dar con la posición deseada.
Absorta en mi tarea, me doy la vuelta y me llevo tremendo susto.
—¿Se puede saber qué te pasa?—pregunta mi hermano parado frente a mí, vistiendo solo unos calzoncillos, mostrando así su cuerpo de ochenta kilos bien definido.
Entiendo por qué Kitty se queda embobada cada vez que viene a visitarme y lo ve.
Mike con su metro ochenta y su piel morena, es atractivo ante los ojos de cualquier mujer.
Trato de normalizar mi respiración.
—¿Acaso te has vuelto loco o pretendes matarme de un infarto?
—Si no tuvieras la música tan alta, te hubieras dado cuenta que llevo rato llamándote desde mi habitación—mira con sus ojos marrones a su alrededor—, ¿Qué te ha pasado?
—¿Qué te hace pensar que me ha pasado algo?—doy media vuelta, bajo el volumen del radio y sigo con mi tarea.
—Vamos calabacita que tú odias limpiar, y solo lo haces cuando estás molesta por algo—vuelve a mirar el salón y sus labios se curvan en una sonrisa—, Aquí parece que ha pasado un huracán, así que tu cabreo ha de ser descomunal.
Su comentario hace que recuerde el motivo de mi enfado y eso hace que me irrite aún más.
—Perdón, no quise despertarte—digo ignorando su comentario.
—No te preocupes, la música no me ha despertado, ha sido Kitty—lo miro un tanto sorprendida—, Me llamó porque no lograba conseguirte en tu móvil. Ayer cuando llegué del trabajo estaba tan molesta que no tenía deseos de hablar con nadie así que lo puse en modo silencio.
—Ya la llamo.
—Me vuelvo a echar, anoche llegué súper tarde del trabajo y estoy frito. ¿Crees que puedo volver a dormir sin que acabes con la casa?
Su tono de burla hace que le lance el trapo húmedo con el que estoy quitando el polvo, lo evita y este cae al piso.
—Ya en serio, si no estoy despierto me puedes levantar como a las cinco.
Asiento, él gira sobre sus talones y se pierde por el pasillo rascándose las bolas.
¿Qué manía tienen los chicos con eso?
Nunca lo terminaré de entender.
Voy a mi habitación, encuentro mi teléfono ¡vaya! Sí que le urge hablar conmigo, tengo más de diez llamadas perdidas de Kitty. Le devuelvo y responde a la primera.
—Espero por ti y por mi salud mental que tengas una muy buena razón para desaparecer del radar electrónico.
—Cuando llegué del trabajo me dolía la cabeza, así que lo puse en silencio—le informo con la voz apagada—, Me he puesto a hacer la limpieza y se me ha olvidado revisar...
—Espera, párame el carro ahí. ¡¿Que estás haciendo la limpieza?!—me corta y yo sonrío.
—Aja.
—¿Qué tanto estás limpiado?—su pregunta hace que mi sonrisa se ensanche.
—He cambiado la posición de los muebles del salón.
Lo bueno de tener tantos años conociendo a una persona, es que aprendes a reconocer hasta el más pequeño de sus hábitos.
—Oh, Oh. Esto no pinta nada bueno, vamos desembucha ¿qué ha pasado?
A diferencia de mi hermano a Kitty no tengo por qué ocultarle la razón de mi rabia.
—¿Quieres la versión larga o la versión corta?—pregunto volviendo al salón.
Diez minutos más tarde ya le he dado todos los detalles de lo sucedido el viernes.
—Y cuando regresaste a la oficina ¿qué te dijo Santana?
—Nada, ya se había marchado de viaje—digo desanimada—Te juro que sus cambios de humor me tienen con dolor de cabeza.
—Bueno corazón, pero es que tú también tienes que decidirte. No puedes estar besándola un día para después rechazarla, luego estar frotándote como gata en celo y volverla a rechazar. O son caramelos o son chupetas cariño.
—Kitty que no es tan sencillo...
—Claro que lo es, lo que pasa es que te complicas demasiado. ¿Te gusta o no te gusta la morena?
—Sabes muy bien que sí—respondo sin dudar.
—Perfecto. Está más claro que el agua que tú también le gustas, la forma en la que te mira, en la que se te acercó en el Sabor Latino, todo indica que esta clavadita por ti.
Todo muy bonito pero ella parece olvidar un pequeño detalle.
—¿Y qué hacemos con la novia?
—¿Tú lo acabas de decir: novia, no esposa. ¿No has escuchado eso de que en la guerra y en el amor todo se vale? Bueno bien, hasta que no diga “sí, acepto” todo lo que hagas es aceptable.
Según la voy escuchando, una esperanza nace en mí.
Después de todo si Santana me besó estando Elaine justo al lado, puede que su relación no le importe tanto.
—Brittany, si esa mujer solo quisiera un polvo contigo, no te hubiera contratado—continúa como si me leyera la mente–, Sencillamente te enamora, se acuesta contigo y fin de la historia.
—De acuerdo, pero recuerda que ya la he rechazado dos veces y que puede que haya perdido el interés.
—Bueno solo hay una forma de averiguarlo.
Termino de hablar con Kitty mucho más animada de lo que empecé y planeando los próximos pasos a seguir.
Miro a mi alrededor ¿ahora qué hago yo con este desorden?
El fin de semana pasa volando.
El lunes por la mañana decido que es tiempo de sacar la artillería pesada, normalmente suelo ponerme mi vestido blanco de la suerte, ese que nunca falla cuando quieres ligar pero como tengo la regla, lo descarto.
Después de una búsqueda de media hora, me decido por mi última adquisición hecha en Mango: un vestido negro cuello V, manga corta. Me encantó porque me queda ceñido al cuerpo.
Lo acompaño con una pulsera roja y unos zapatos de tacón negros. Como siempre, me maquillo de forma sencilla, solo que esta vez me enfoco en resaltar más mis labios, por lo que uso un rojo intenso de Bobbie Brown, según los consejos de la vendedora de Sephora, es un lipstick brillante, de larga duración y mantiene los labios hidratados, yo que voy con la intención de besar, me viene perfecto.
Con esa idea y con las pilas renovadas, llego a la oficina.
Paso por delante de Mercedes, la saludo rápidamente, no quiero entretenerme, estoy que me muero por ver a Santana.
Cuando entro en su despacho está al teléfono, me mira de arriba abajo y de abajo para arriba, creo distinguir algo en su mirada pero no me da tiempo a saber qué es porque se recompone deprisa.
Trato de no darle importancia, después de todo está atendiendo una llamada, así que me siento y espero que termine su conversación.
Se ve cansada, ojerosa, como si no hubiera tenido un buen viaje.
Cuando termina, me pide que lo ponga al día con lo pasado durante su ausencia.
Dado que ha estado fuera solo medio día, no hay mucho que contar, pero de todos modos le digo lo que ocurrió el viernes, dejando caer lo bien que la pasé en el almuerzo con Rory, sin embargo si le molestó, no lo demostró.
El miércoles sigo con mi plan pero Santana está igual de distante, su trato es cordial y profesional y yo comienzo a desesperarme, tanto, que he aceptado salir con una cita a ciegas que me ha organizado Kitty, con la única condición que me pasara a buscar por el trabajo.
Sé que parezco una niña.
Pero a situaciones desesperadas medidas desesperadas.
El jueves me aseguro que Santana estuviera presente cuando mi cita viene por mí, pero ella sigue igual de impasible y yo estoy que me tiro de las greñas.
No puede ser.
¿Será que ya no le gusto?
Solo me queda una última carta bajo la manga, sino funciona bueno voy a tirar la toalla, total como diría mi abuela, “se lo pierde”.
—Me voy—le informo, asomando la cabeza por la puerta.
—Nos vemos el lunes—responde con la vista clavada en unos documentos y yo gruño para mis adentros de la frustración.
Respira Brittany, mantén la calma, después de todo tú fuiste quien la rechazó.
—Esta noche hay concurso de salsa en el Sabor Latino—digo en un tono dulzón—, ¿Te apetece venir con nosotras?
—Yo no bailo salsa, pero gracias por la invitación—sigue sin mirarme y en cuanto siga así, le voy a terminar por lanzar el bolso para que levante la cabeza de esos malditos papeles.
—No es obligatorio bailar, es más bien para pasar un buen rato, escuchando buena música.
—Estoy segura que acompañantes no te han de faltar para pasarla bien, así que no entiendo para qué quieres que vaya contigo.
Me le quedo mirando pasmada.
¿A qué ha venido eso?
—¿Si te hago una pregunta me responderás sinceramente?—demanda levantando finalmente la vista.
La miro con cautela antes de responder:
—Siempre lo he hecho.
—No, no lo has hecho siempre pero no te lo voy a tomar en cuenta—se levanta, rodea su mesa y se apoya en el centro del escritorio, cruzándose de brazos.
Quisiera decirle unos cuantos improperios pero como no quiero tener un arrebato como el de la última vez, prefiero morderme la lengua.
—Sabes que el propietario del club está loquito por ti, ¿no es cierto?—me observa con la mirada contraída.
Alucino.
No me gusta para nada el tono de acusación que acaba de utilizar.
Mi molestia aumenta, ¿quién se ha creído?
Es cierto que nos besamos una vez, pero eso no le da el derecho.
—Santana no quiero ser desagradable, pero eso no es asunto tuyo.
—Lo sé, pero me dijiste que serías sincera, así que dime. Responde a la pregunta—su tono es suave al mismo tiempo que intimidante.
La observo pero no me dejo amedrentar.
—¿Quieres sinceridad?—pregunto al mismo tiempo que doy un paso en su despacho y cierro la puerta detrás de mí—, Bueno bien ahí te va. Si lo sé. ¿Y cuál es el problema?
—El problema es que aun sabiendo que está loco por meterse entre tus piernas, vas todos los fines de semanas con esos vestiditos sexy que usas, y te contoneas en sus narices, provocándolo, a pesar de saber que nunca te vas a acostar con él.
Sus palabras hacen que mi respiración comience a acelerarse. No me gusta para nada la dirección que está tomando esta conversación. Aprieto con fuerzas mi bolso.
—Lo que yo haga o deje de hacer, no es de tu incumbencia—digo girando sobre mis pies para salir pitando de aquí.
—Al final voy a creer que lo que dicen de ti es cierto.
Sus palabras hacen que me pare en seco, me giro y la encaro, desafiándola a que continúe.
—¿Y qué es lo que se dice de mí?—inquiero elevando un grado la voz.
—Que te gusta encender el jacuzzi pero que no te metes en el agua—articula cada palabra con dureza.
Hasta aquí hemos llegado, ya he escuchado suficiente.
¡Me acaba de llamar calienta braguetas!
La ira se apodera de mí y antes de pensarlo, doy unos pasos hacia ella, levanto la mano y con toda la fuerza que soy capaz le volteo la cara de una sola bofetada.
—Eres una maldita imbécil—digo las palabras entrecortadas por la tristeza que me ha provocado su comentario.
Mientras la veo llevarse la mano derecha a su mejilla, gira la cabeza lentamente y me mira desconcertada, furiosa pero no me importa, yo estoy igual o más furiosa que ella, así que achino los ojos y la reto a que diga algo más.
Nuestras respiraciones retumba en la sala, de pronto veo como su mirada se suaviza y la mía se torna vidriosa hasta que la desvío hacia el suelo antes de darme la vuelta y dirigirme a la puerta.
Tengo que salir de aquí, de todos modos después de esto, lo más probable es que me despidan o mejor aún que yo renuncie, no pienso seguir trabajando al lado de una persona que tenga esa opinión de mí.
Llego a la puerta, no bien he girado el pomo cuando Santana me alcanza y la cierra de un solo golpe.
—Lo siento Britt, no te vayas—me pide arropando mi cuerpo con el suyo, y es casi una súplica—No sé lo que me pasa, cuanto estoy a tu alrededor pierdo el poco control que me queda.
Yo no digo nada, estoy demasiado molesta e indignada, además tengo miedo de que se me quiebre la voz si lo hago.
—Pero como quieres que me comporte, cuando a mí me rechazas, sin embargo te ríes con el primer baboso que se te cruce por el frente.
Sus palabras son tan intensas que me provocan una guerra de emociones: cólera, indignación... deseo.
Su proximidad es embriagadora, me perturba.
Santana pasa su mano por mi cintura y me acerca más a ella, su cuerpo desprende calor y una descarga de placer invade el mío.
—He tratado de respetar tu decisión—hunde su nariz en mi cabello y respira hondo, inundando sus fosas nasales de mi esencia—, Pero es que no lo entiendes, contigo soy irracional, no soporto que otra persona te toque—dice con voz ronca.
Me acaloro.
—Nunca he deseado tanto a una persona, como lo hago contigo.
Mi cuerpo tiembla por la excitación, tengo que estar completamente loca, ¿cómo se puede pasar de estar furiosa a estar tan excitada en un instante?
Santana me gira despacio, quedamos frente a frente y su intensa mirada me atrapa.
—Me mata que trates de negar esa atracción que existe entre las dos—hace una pequeña pausa—, Porque la sientes, ¿verdad?—susurra en mi oído.
Mi respiración se agita.
Alterada, excitada, no digo nada, sólo cierro los ojos y dejo que su suave aliento me acaricie.
Me quita el bolso de la mano y lo tira al suelo.
Estoy perdida, atrapada... entregada.
Sube su mano derecha suavemente por mi mulo, cada roce de sus dedos sobre mi piel, hace que me estremezca.
—Quiero que aceptes como tiemblas cuando te toco—un hormiguero recorre mi piel—Quiero que aceptes ese deseo que veo en tu mirada y que tanto tratas de ocultar, pero que ambas sabemos te recorre las venas cuando te miro—me muerde el lóbulo de la oreja, luego deja un reguero de besos por todo mi cuello y yo totalmente entregada a la causa, la dejo hacer a su antojo.
Santana se acerca peligrosamente a mi boca, abro los labios, deseosa que ponga fin a esta agonía, pero a poco centímetros, se detiene.
—Si te beso ahora, no habrán lamentaciones e indecisiones—dice con los ojos encendidos por la lujuria—Tú decides... ¿te vas o te quedas?—me mira con ojos inquisidores, ardiente—, Si te vas, juro que nunca más volveré a tocarte y aunque me cueste me olvidaré de todo esto—solo de pensarlo me
entra el pánico—, Pero si te quedas, no pienso parar hasta hacerte mía y no habrá vuelta atrás.
Mi sexo se contrae ante esa posibilidad y me muerdo el labio para evitar que un gemido se escape de mi boca.
Con el corazón desbocado y el deseo recorriendo mi cuerpo, sobran las palabras.
¡Waoo!
Caí como una piedra.
Son las diez de la mañana, he dormido más de ocho horas corrido. Vuelvo a sentir un calambre en el vientre, hago cuentas rápidamente...
¡Maldita sea!
Mi querida compañera de todos los meses ha decidido hacer su aparición.
Arrastrando los pies llego hasta el baño, me tomo dos Advil, mientras me doy una ducha recuerdo lo sucedido ayer en la oficina y con el recuerdo viene el enojo, aún no logro entender el comportamiento de Santana.
Salgo del baño y me pongo una ropa cómoda para estar en casa, enciendo la radio, le doy al botón de play y suena “Yo no me doy por vencido” de mi querido Fonsi.
«Ay mi Luisito, quien fuera cemento para sostener tal monumento».
Subo el volumen a fondo, eso termina de animarme.
Miro a mi alrededor, ¿hace cuánto tiempo que no hago una gran limpieza?
Así soy yo, cuando estoy molesta me da por limpiar a fondo.
Al medio día, cantando a pleno pulmón, tengo la casa hecha un lío: las sillas arriba de la mesa del comedor, el piso mojado, los muebles cambiados de lugar, tuve que moverlos tres veces hasta dar con la posición deseada.
Absorta en mi tarea, me doy la vuelta y me llevo tremendo susto.
—¿Se puede saber qué te pasa?—pregunta mi hermano parado frente a mí, vistiendo solo unos calzoncillos, mostrando así su cuerpo de ochenta kilos bien definido.
Entiendo por qué Kitty se queda embobada cada vez que viene a visitarme y lo ve.
Mike con su metro ochenta y su piel morena, es atractivo ante los ojos de cualquier mujer.
Trato de normalizar mi respiración.
—¿Acaso te has vuelto loco o pretendes matarme de un infarto?
—Si no tuvieras la música tan alta, te hubieras dado cuenta que llevo rato llamándote desde mi habitación—mira con sus ojos marrones a su alrededor—, ¿Qué te ha pasado?
—¿Qué te hace pensar que me ha pasado algo?—doy media vuelta, bajo el volumen del radio y sigo con mi tarea.
—Vamos calabacita que tú odias limpiar, y solo lo haces cuando estás molesta por algo—vuelve a mirar el salón y sus labios se curvan en una sonrisa—, Aquí parece que ha pasado un huracán, así que tu cabreo ha de ser descomunal.
Su comentario hace que recuerde el motivo de mi enfado y eso hace que me irrite aún más.
—Perdón, no quise despertarte—digo ignorando su comentario.
—No te preocupes, la música no me ha despertado, ha sido Kitty—lo miro un tanto sorprendida—, Me llamó porque no lograba conseguirte en tu móvil. Ayer cuando llegué del trabajo estaba tan molesta que no tenía deseos de hablar con nadie así que lo puse en modo silencio.
—Ya la llamo.
—Me vuelvo a echar, anoche llegué súper tarde del trabajo y estoy frito. ¿Crees que puedo volver a dormir sin que acabes con la casa?
Su tono de burla hace que le lance el trapo húmedo con el que estoy quitando el polvo, lo evita y este cae al piso.
—Ya en serio, si no estoy despierto me puedes levantar como a las cinco.
Asiento, él gira sobre sus talones y se pierde por el pasillo rascándose las bolas.
¿Qué manía tienen los chicos con eso?
Nunca lo terminaré de entender.
Voy a mi habitación, encuentro mi teléfono ¡vaya! Sí que le urge hablar conmigo, tengo más de diez llamadas perdidas de Kitty. Le devuelvo y responde a la primera.
—Espero por ti y por mi salud mental que tengas una muy buena razón para desaparecer del radar electrónico.
—Cuando llegué del trabajo me dolía la cabeza, así que lo puse en silencio—le informo con la voz apagada—, Me he puesto a hacer la limpieza y se me ha olvidado revisar...
—Espera, párame el carro ahí. ¡¿Que estás haciendo la limpieza?!—me corta y yo sonrío.
—Aja.
—¿Qué tanto estás limpiado?—su pregunta hace que mi sonrisa se ensanche.
—He cambiado la posición de los muebles del salón.
Lo bueno de tener tantos años conociendo a una persona, es que aprendes a reconocer hasta el más pequeño de sus hábitos.
—Oh, Oh. Esto no pinta nada bueno, vamos desembucha ¿qué ha pasado?
A diferencia de mi hermano a Kitty no tengo por qué ocultarle la razón de mi rabia.
—¿Quieres la versión larga o la versión corta?—pregunto volviendo al salón.
Diez minutos más tarde ya le he dado todos los detalles de lo sucedido el viernes.
—Y cuando regresaste a la oficina ¿qué te dijo Santana?
—Nada, ya se había marchado de viaje—digo desanimada—Te juro que sus cambios de humor me tienen con dolor de cabeza.
—Bueno corazón, pero es que tú también tienes que decidirte. No puedes estar besándola un día para después rechazarla, luego estar frotándote como gata en celo y volverla a rechazar. O son caramelos o son chupetas cariño.
—Kitty que no es tan sencillo...
—Claro que lo es, lo que pasa es que te complicas demasiado. ¿Te gusta o no te gusta la morena?
—Sabes muy bien que sí—respondo sin dudar.
—Perfecto. Está más claro que el agua que tú también le gustas, la forma en la que te mira, en la que se te acercó en el Sabor Latino, todo indica que esta clavadita por ti.
Todo muy bonito pero ella parece olvidar un pequeño detalle.
—¿Y qué hacemos con la novia?
—¿Tú lo acabas de decir: novia, no esposa. ¿No has escuchado eso de que en la guerra y en el amor todo se vale? Bueno bien, hasta que no diga “sí, acepto” todo lo que hagas es aceptable.
Según la voy escuchando, una esperanza nace en mí.
Después de todo si Santana me besó estando Elaine justo al lado, puede que su relación no le importe tanto.
—Brittany, si esa mujer solo quisiera un polvo contigo, no te hubiera contratado—continúa como si me leyera la mente–, Sencillamente te enamora, se acuesta contigo y fin de la historia.
—De acuerdo, pero recuerda que ya la he rechazado dos veces y que puede que haya perdido el interés.
—Bueno solo hay una forma de averiguarlo.
Termino de hablar con Kitty mucho más animada de lo que empecé y planeando los próximos pasos a seguir.
Miro a mi alrededor ¿ahora qué hago yo con este desorden?
El fin de semana pasa volando.
El lunes por la mañana decido que es tiempo de sacar la artillería pesada, normalmente suelo ponerme mi vestido blanco de la suerte, ese que nunca falla cuando quieres ligar pero como tengo la regla, lo descarto.
Después de una búsqueda de media hora, me decido por mi última adquisición hecha en Mango: un vestido negro cuello V, manga corta. Me encantó porque me queda ceñido al cuerpo.
Lo acompaño con una pulsera roja y unos zapatos de tacón negros. Como siempre, me maquillo de forma sencilla, solo que esta vez me enfoco en resaltar más mis labios, por lo que uso un rojo intenso de Bobbie Brown, según los consejos de la vendedora de Sephora, es un lipstick brillante, de larga duración y mantiene los labios hidratados, yo que voy con la intención de besar, me viene perfecto.
Con esa idea y con las pilas renovadas, llego a la oficina.
Paso por delante de Mercedes, la saludo rápidamente, no quiero entretenerme, estoy que me muero por ver a Santana.
Cuando entro en su despacho está al teléfono, me mira de arriba abajo y de abajo para arriba, creo distinguir algo en su mirada pero no me da tiempo a saber qué es porque se recompone deprisa.
Trato de no darle importancia, después de todo está atendiendo una llamada, así que me siento y espero que termine su conversación.
Se ve cansada, ojerosa, como si no hubiera tenido un buen viaje.
Cuando termina, me pide que lo ponga al día con lo pasado durante su ausencia.
Dado que ha estado fuera solo medio día, no hay mucho que contar, pero de todos modos le digo lo que ocurrió el viernes, dejando caer lo bien que la pasé en el almuerzo con Rory, sin embargo si le molestó, no lo demostró.
El miércoles sigo con mi plan pero Santana está igual de distante, su trato es cordial y profesional y yo comienzo a desesperarme, tanto, que he aceptado salir con una cita a ciegas que me ha organizado Kitty, con la única condición que me pasara a buscar por el trabajo.
Sé que parezco una niña.
Pero a situaciones desesperadas medidas desesperadas.
El jueves me aseguro que Santana estuviera presente cuando mi cita viene por mí, pero ella sigue igual de impasible y yo estoy que me tiro de las greñas.
No puede ser.
¿Será que ya no le gusto?
Solo me queda una última carta bajo la manga, sino funciona bueno voy a tirar la toalla, total como diría mi abuela, “se lo pierde”.
—Me voy—le informo, asomando la cabeza por la puerta.
—Nos vemos el lunes—responde con la vista clavada en unos documentos y yo gruño para mis adentros de la frustración.
Respira Brittany, mantén la calma, después de todo tú fuiste quien la rechazó.
—Esta noche hay concurso de salsa en el Sabor Latino—digo en un tono dulzón—, ¿Te apetece venir con nosotras?
—Yo no bailo salsa, pero gracias por la invitación—sigue sin mirarme y en cuanto siga así, le voy a terminar por lanzar el bolso para que levante la cabeza de esos malditos papeles.
—No es obligatorio bailar, es más bien para pasar un buen rato, escuchando buena música.
—Estoy segura que acompañantes no te han de faltar para pasarla bien, así que no entiendo para qué quieres que vaya contigo.
Me le quedo mirando pasmada.
¿A qué ha venido eso?
—¿Si te hago una pregunta me responderás sinceramente?—demanda levantando finalmente la vista.
La miro con cautela antes de responder:
—Siempre lo he hecho.
—No, no lo has hecho siempre pero no te lo voy a tomar en cuenta—se levanta, rodea su mesa y se apoya en el centro del escritorio, cruzándose de brazos.
Quisiera decirle unos cuantos improperios pero como no quiero tener un arrebato como el de la última vez, prefiero morderme la lengua.
—Sabes que el propietario del club está loquito por ti, ¿no es cierto?—me observa con la mirada contraída.
Alucino.
No me gusta para nada el tono de acusación que acaba de utilizar.
Mi molestia aumenta, ¿quién se ha creído?
Es cierto que nos besamos una vez, pero eso no le da el derecho.
—Santana no quiero ser desagradable, pero eso no es asunto tuyo.
—Lo sé, pero me dijiste que serías sincera, así que dime. Responde a la pregunta—su tono es suave al mismo tiempo que intimidante.
La observo pero no me dejo amedrentar.
—¿Quieres sinceridad?—pregunto al mismo tiempo que doy un paso en su despacho y cierro la puerta detrás de mí—, Bueno bien ahí te va. Si lo sé. ¿Y cuál es el problema?
—El problema es que aun sabiendo que está loco por meterse entre tus piernas, vas todos los fines de semanas con esos vestiditos sexy que usas, y te contoneas en sus narices, provocándolo, a pesar de saber que nunca te vas a acostar con él.
Sus palabras hacen que mi respiración comience a acelerarse. No me gusta para nada la dirección que está tomando esta conversación. Aprieto con fuerzas mi bolso.
—Lo que yo haga o deje de hacer, no es de tu incumbencia—digo girando sobre mis pies para salir pitando de aquí.
—Al final voy a creer que lo que dicen de ti es cierto.
Sus palabras hacen que me pare en seco, me giro y la encaro, desafiándola a que continúe.
—¿Y qué es lo que se dice de mí?—inquiero elevando un grado la voz.
—Que te gusta encender el jacuzzi pero que no te metes en el agua—articula cada palabra con dureza.
Hasta aquí hemos llegado, ya he escuchado suficiente.
¡Me acaba de llamar calienta braguetas!
La ira se apodera de mí y antes de pensarlo, doy unos pasos hacia ella, levanto la mano y con toda la fuerza que soy capaz le volteo la cara de una sola bofetada.
—Eres una maldita imbécil—digo las palabras entrecortadas por la tristeza que me ha provocado su comentario.
Mientras la veo llevarse la mano derecha a su mejilla, gira la cabeza lentamente y me mira desconcertada, furiosa pero no me importa, yo estoy igual o más furiosa que ella, así que achino los ojos y la reto a que diga algo más.
Nuestras respiraciones retumba en la sala, de pronto veo como su mirada se suaviza y la mía se torna vidriosa hasta que la desvío hacia el suelo antes de darme la vuelta y dirigirme a la puerta.
Tengo que salir de aquí, de todos modos después de esto, lo más probable es que me despidan o mejor aún que yo renuncie, no pienso seguir trabajando al lado de una persona que tenga esa opinión de mí.
Llego a la puerta, no bien he girado el pomo cuando Santana me alcanza y la cierra de un solo golpe.
—Lo siento Britt, no te vayas—me pide arropando mi cuerpo con el suyo, y es casi una súplica—No sé lo que me pasa, cuanto estoy a tu alrededor pierdo el poco control que me queda.
Yo no digo nada, estoy demasiado molesta e indignada, además tengo miedo de que se me quiebre la voz si lo hago.
—Pero como quieres que me comporte, cuando a mí me rechazas, sin embargo te ríes con el primer baboso que se te cruce por el frente.
Sus palabras son tan intensas que me provocan una guerra de emociones: cólera, indignación... deseo.
Su proximidad es embriagadora, me perturba.
Santana pasa su mano por mi cintura y me acerca más a ella, su cuerpo desprende calor y una descarga de placer invade el mío.
—He tratado de respetar tu decisión—hunde su nariz en mi cabello y respira hondo, inundando sus fosas nasales de mi esencia—, Pero es que no lo entiendes, contigo soy irracional, no soporto que otra persona te toque—dice con voz ronca.
Me acaloro.
—Nunca he deseado tanto a una persona, como lo hago contigo.
Mi cuerpo tiembla por la excitación, tengo que estar completamente loca, ¿cómo se puede pasar de estar furiosa a estar tan excitada en un instante?
Santana me gira despacio, quedamos frente a frente y su intensa mirada me atrapa.
—Me mata que trates de negar esa atracción que existe entre las dos—hace una pequeña pausa—, Porque la sientes, ¿verdad?—susurra en mi oído.
Mi respiración se agita.
Alterada, excitada, no digo nada, sólo cierro los ojos y dejo que su suave aliento me acaricie.
Me quita el bolso de la mano y lo tira al suelo.
Estoy perdida, atrapada... entregada.
Sube su mano derecha suavemente por mi mulo, cada roce de sus dedos sobre mi piel, hace que me estremezca.
—Quiero que aceptes como tiemblas cuando te toco—un hormiguero recorre mi piel—Quiero que aceptes ese deseo que veo en tu mirada y que tanto tratas de ocultar, pero que ambas sabemos te recorre las venas cuando te miro—me muerde el lóbulo de la oreja, luego deja un reguero de besos por todo mi cuello y yo totalmente entregada a la causa, la dejo hacer a su antojo.
Santana se acerca peligrosamente a mi boca, abro los labios, deseosa que ponga fin a esta agonía, pero a poco centímetros, se detiene.
—Si te beso ahora, no habrán lamentaciones e indecisiones—dice con los ojos encendidos por la lujuria—Tú decides... ¿te vas o te quedas?—me mira con ojos inquisidores, ardiente—, Si te vas, juro que nunca más volveré a tocarte y aunque me cueste me olvidaré de todo esto—solo de pensarlo me
entra el pánico—, Pero si te quedas, no pienso parar hasta hacerte mía y no habrá vuelta atrás.
Mi sexo se contrae ante esa posibilidad y me muerdo el labio para evitar que un gemido se escape de mi boca.
Con el corazón desbocado y el deseo recorriendo mi cuerpo, sobran las palabras.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Esos celos y San son mala combinación!!
Y pues esperó que acepte quedarse .... Ya basta de negar lo inevitable....
Y pues esperó que acepte quedarse .... Ya basta de negar lo inevitable....
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Y se armo la ecatombe jajajjaaj!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
bueno es hora maten esas ganas de una buena vez!!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
si matan los celos,... ningún hombre no se le acerca a britt a un millón de kilometros,..
ahora o nunca,... es para matarla si dice que no!!!
nos vemos!!!
si matan los celos,... ningún hombre no se le acerca a britt a un millón de kilometros,..
ahora o nunca,... es para matarla si dice que no!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
JVM escribió:Esos celos y San son mala combinación!!
Y pues esperó que acepte quedarse .... Ya basta de negar lo inevitable....
Hola, uyy si que si xD Espero lo mismo la vrdd =/ Eso mismo, osea ya casi se estan dando cuenta xD Saludso =D
monica.santander escribió:Y se armo la ecatombe jajajjaaj!!!!!
Saludos
Hola, jajajajaajaj si xD jajajajaajajaja. Saludos =D
micky morales escribió:bueno es hora maten esas ganas de una buena vez!!!!!!!
Hola, jjajajaajaja dices tu¿?... y todos ajajajajajja. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
si matan los celos,... ningún hombre no se le acerca a britt a un millón de kilometros,..
ahora o nunca,... es para matarla si dice que no!!!
nos vemos!!!
Hola lu, si xD y ese es un claro ejemplo xD Ni hombre ni mujer, nadie nadie jajajajaja. AHORA! digo yo xD AJajajaja si jajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 13
Capitulo 13
Alucinante, impresionante, excitante y todos los antes que puedan haber, es la mejor forma para describir el fin de semana que pasé junto a Santana.
Me quise morir en sus brazos, pero de gusto.
¡Dios mío!
Cuanta ternura, cuanta pasión.
¿Quién diría que dentro de un misma mujer se escondan tantas facetas?
Todas mis relaciones anteriores han sido de lo más normalitas y reconozco que he disfrutado mucho. Pero esa mezcla entre lo erótico, lo salvaje y la ternura ha sido mágica.
Fue como estar en el cielo aquí en la tierra.
Suspiro al recordar cómo empezó nuestro fin de semana lleno de pasión en su oficina.
Flashback
Dos Días Atrás.
—¿Te quedas o te vas?
Esa sola frase fue el detonante.
Lo supe en el instante, no tenía ni el más mínimo deseo de ir a ningún lado que no fueran sus brazos.
Así que no lo pensé más.
Me abalanzo sobre ella, rodeo su cuello con mis brazos y estampo con fuerza mis labios contra los suyos.
Santana abre la boca, su lengua sale a mi encuentro y roza la mía, suave, caliente, húmeda…
«¡Oh padre! Este beso es mucho mejor que el anterior».
Nuestras lenguas se lanzan en un juego de desesperación, la sensación es tan exquisita que arranca un gemido de mi garganta.
Ella hunde sus dedos en mi cabello y tira justo con la fuerza necesaria y se separa apenas unos centímetros de mi boca.
—Me encantas—dice en un susurro antes de poseer nuevamente con hambre lobuna mis labios, con decisión, como si estuviera esperando ese momento hace mucho tiempo.
Santana me aprisiona contra la puerta y yo me sujeto de su camisa, una deliciosa mezcla de su aroma natural femenino y de perfume caro inunda mis fosas nasales... es embriagador.
Rodea mi cintura con sus brazos, acortando los últimos centímetros que nos separan y frota su entrepierna contra la mía.
—Te deseo más que nada en este maldito mundo. Quiero que sepas que estoy sana, me realizo exámenes mensualmente. Te daré la tarjeta de mi doctora para que lo confirmes, pero ahora Brittany te deseo. Mucho—el sonido ronco que emite, hace que mis pezones se endurezcan.
Pasa su lengua húmeda sobre mi labio inferior, luego lo muerde y tira de él suavemente. Abandona mi boca y me da suaves besos en la mejilla derecha, después en la izquierda, en los ojos; sus besos son una mezcla de intensidad y ternura, y hacen que mi impaciencia por sentirlo dentro crezca; lame mi cuello dejando pequeños mordiscos.
Yo me olvido de todo.
—Me enloqueces—susurra en mi oído y mi vientre se deshace, siento la humedad que se apodera de mis pantis.
Desliza sus manos por mi cadera, después asciende acariciando mi piel desnuda con las yemas de sus dedos, llevándose la tela de mi vestido en la subida, su tacto desprende calor y hace que todo mi cuerpo arda de placer; lleva sus manos a mis nalgas, la agarra y amasa con posesión.
—San no aguanto más te necesito ya—imploro mientras empiezo a desabotonar cada uno de los botones de su camisa.
Mis palabras parecen excitarla más porque un gruñido se escapa de su boca, antes de volver a arremeter contra la mía saqueándola sin piedad mientras lleva sus manos a mi espalda y baja la cremallera de mi vestido, deja caer una manga, baja el tirante de mi sostén, saca el seno derecho y sin más preámbulos se lo lleva a la boca; siento cómo mi pezón se endurece aún más bajo su contacto y mi vagina se contrae, empapando aún más mis bragas si es posible.
Yo dejo caer mi cabeza hacia atrás, gimo y disfruto de la maravillosa sensación que me provoca... la chupa, la muerde, con la punta de la lengua lame la aureola... me muero, me acaloro... ¡me encanta!
Si quería hacerme morir por combustión espontánea, bueno lo está logrando.
Termina de deslizar mi vestido y este cae al suelo, dejando expuesta mi ropa interior de seda color negro. Da un paso atrás y me examina de arriba abajo, me mira como un niño cuando abre su regalo de navidad y descubre que es lo que ha estado deseando con ansias desde que lo vio en alguna publicidad en la tele.
Cuando asciende nuevamente, su mirada me atrapa y una corriente eléctrica nos envuelve y toda yo tiemblo.
—¡Eres tan hermosa!—dice y sus ojos se han teñido de más intenso, más oscuro.
El galopeo de mi corazón retumba en mis oídos.
Santana se arrodilla delante de mí y me ayuda a salir del vestido, posa sus manos firmes en mi cadera y me lame el vientre.
—Me encanta tocarte, eres tan suave—dice con su mirada puesta en mis ojos, tan necesitado de mí...
¡Maldita sea!
Yo no ansío más que sentirla junto a mí, penetrándome, volviéndome loca.
Va descendiendo y dejando pequeños mordiscos en mi vientre y todos los músculos y los tendones de mi cuerpo se vuelven gelatina. Me besa por encima de la seda.
—San…—es lo único que logro pronunciar, mi sangre bulle, estoy totalmente embriagada, consumida por el deseo.
Me quita los pantis.
—No puedo esperar para sabotearte—dice con la voz cargada de lujuria y mi sexo palpita ante la promesa de sus palabras.
Pero de pronto recuerdo que...
—Espera, hace solo un día que se me quitó la regla–digo entrecortadamente—, Me hace sentir incómoda.
Se levanta y se acerca a mi boca.
—Entiendo muy bien a lo que te refieres—se inclina y susurra en mi oído—, Pero que quede claro que no abra un solo lugar de tu cuerpo que no saborearé y poseeré.
Su cálido aliento me hace cosquillas en mi oreja mientras un jadeo se escapa de mi boca.
Sus palabras me enloquecen, me pican los dedos, quiero tocarla.
—Que tú no me lo puedas hacer a mí, no significa que yo no pueda hacértelo a ti.
No le doy tiempo a reaccionar y le subo la falda, le bajo las bragas blancas y le paso los dedos por su vagina, de su boca sale un gemido de placer, eso me da confianza para continuar; la boca se me hace agua, no puedo evitar sonreír para mis adentros maravillada con la belleza de su sexo totalmente depilado.
Y será todo mío.
Me hinco de rodillas, la miro a través de mis pestañas y me muerdo el labio inferior, luego con la punta de la lengua le acaricio el clítoris en círculos, Santana lanza un gemido animal y yo me siento poderosa, le dedico un segundo beso más profundo, más caliente.
—¡Oh Britt-Britt! No pares—dice en un susurro ronco, es una extraña palabra para un momento como este, pero saber que le gusta me estimula, la aprieto con los labios y comienzo el vaivén de mi mano por sus labios.
Ella hunde sus dedos en mi cabello y marca el ritmo, nuestras miradas siguen enlazadas, la suya se vuelve penetrante, ardiente, me hace sentir sexy, acalorada, deseada.
Todo su placer se vuelve mi placer y poco a poco se va concentrando en mi sexo, no lo dudo un segundo y lo cubro con la mano que me queda libre, buscando el alivio que necesito.
Los ojos de Santana se oscurecen aún más, gime, yo jadeo, la escucho vociferar algunas palabras en italiano que no logro entender, luego mueve sus caderas y yo la acojo gozosa y yo disfruto de su sabor, sabe a fruta tropical y una descarga de adrenalina me recorre el cuerpo y acelero el ritmo.
—Si sigues así, me voy a correr aquí mismo, y no quiero terminar así, no en nuestra primera vez—dice con voz jadeante, me ayuda a ponerme de pie, me devora los labios salvaje, saboreando su propio sabor.
Me levanta del suelo y me empuja contra la puerta, yo rodeo su cintura con mis piernas.
—San te juro por Dios que no aguanto más... te necesito—jadeo y ella camina conmigo en brazos hasta su escritorio, tira todos los papeles al suelo y me sienta sobre la mesa.
Me mira una vez más y me estremezco ante su mirada que está llena de promesas de pasión y placer, me nos acomoda de forma que nuestros sexos se rozan a la perfección.
—¡Dios!—grito sintiéndome llena de placer.
—Aquí no hay ningún Dios—dice con ese tono dominante—, Te dije que cuando te follara sería intenso.
No me he recuperado bien, cuando me penetra con dos dedos, salvaje, atrayendo un poco de dolor pero sin dejar de ser placentero, me agarro fuerte de la esquina de la mesa para recibir gustosa cada uno de sus movimientos; sentirla dentro y junto a mí es celestial, sublime, delicioso.
Me agarra la pierna y rodea su cintura con ella, me vuelve a embestir, llegando más lejos está vez.
Grito... gimo... jadeo, siento calor por todo mi cuerpo.
Acelera el ritmo, entrando y saliendo una y otra vez, mi cuerpo comienza a tensarse, mi vagina se contrae y la acoge, abrazándola.
Llevo una de mis manos a su cuello y la otra la penetro yo también, acercándola más y siento cómo el sudor recorre su piel, invado su boca con mi lengua, nuestro ritmo se vuelve frenético, no aguanto más, arqueo la espalda y estallo en un maravilloso orgasmo, continuamos embistiéndonos, prolongado el placer, cuatros penetraciones más y la siento temblar, Santana echa la cabeza para atrás, cierra los ojos y con un gemido de lo más sensual, se pierde en mí.
—Ha sido más espectacular que todos mis sueños—dice con la respiración aún jadeante.
Fin Flashback
—El que solo se ríe...—las palabras de Kitty me devuelven a la realidad.
—¿Dónde estabas metida? llevo rato esperándote, me gustaría que me expliques como le haces para llegar tarde a todos lados—me quejo y luego me llevo una cucharadita de mi helado de pistacho a la boca.
—No me cambies de tema y desembucha, no quiero detalles de todas las cochinadas que hicieron pero estoy que me muero desde el viernes que me mandaste el mensaje diciendo que no vendrías a la fiesta de salsa—introduce un dedo en el envase plástico de helado, se lo lleva a la boca y niega con la cabeza en desaprobación—No sé cómo puedes comer esto, sabe horrible.
Curvo los labios hacia arriba.
—Todo lo que te voy a decir es que fue... ¡Increíble!
—No te soporto—hace un mohín y mi sonrisa se ensancha—Yo que esperaba que me dijeras que tiene malos movimientos o que solo aguanta una ronda...
—Estás loca—la corto entre risas negando con la cabeza.
—No se puede estar tan buena y encima que el sexo se te dé así de bien.
—En eso tienes razón.
Recuerdo que Casey estaba como el pan recién sacado del horno y sin embargo, en la cama, no sabía encontrar el clítoris ni aunque le pusieran un foco y le indicaran con una flecha su ubicación.
—Pero las mujeres tenemos mucha culpa, porque en lugar de decirle lo que están haciendo mal, nos quedamos calladas y las personas creyendo que se la están comiendo y que se las saben todas, cuando en realidad no tienen ni idea de lo que están haciendo. A lo mejor si le hubiera dicho a Casey que no me hacía ni cosquillas, se hubiera empleado un poquito más y tal vez aún estuviéramos juntas.
—No me vengas con esa vaina, si no funcionaba, eso no iba a cambiar por más que se esforzara, yo no sé cómo aguantaste un año. Yo en tu lugar la hubiera despachado el mismo día.
—¡Oye! Aún sigo en el séptimo cielo post-orgásmico. Así que, para qué pensar en eso.
—Perdón llegamos tarde—se disculpa Emily apareciendo detrás de nosotras—¿Llevan rato aquí?
—No te preocupes que no hace tanto.
—¿Por qué te quejas cuando yo llego tarde pero a ella le dices que no se preocupe?
—Kitty porque tú siempre llegas tarde.
Ella pone los ojos en blanco y yo le saco la lengua.
—Hola chicas, ¿cómo están?
—¿Y tú quién eres?—pregunto con el ceño fruncido mientras me llevo el dedo índice y pulgar a la barbilla—Disculpa es que hace tanto que no te veo que se me ha olvidado tu nombre.
—Jajaja... que chistosa—dice Rachel. Se acerca y me da dos besos en la mejilla—¿Se puede saber dónde andabas metida el viernes por la noche?
—Se me presentó algo—miro de reojo a Kitty para que no haga ningún comentario con respecto a Santana.
—De saber que no vendrías, me hubiera ahorrado el disgusto que tuve con Jesse.
No me lo puedo creer.
Llevo más de un mes sin verla, me ausento una noche y me sale con semejante pendeja’.
—Bueno me imagino que debo llamarlo y darle las gracias por permitirte estar hoy aquí con nosotras—digo en tono sarcástico.
—Chicas, ¿qué vamos a ver?—pregunta Emily
—Brittany no empieces—continúa Rachel en el momento que se lleva la palma de la mano a la frente—, Ya tengo suficiente con las reclamaciones de Jesse, como para escuchar las tuyas también.
Incrédula con lo que estoy escuchando, la miro boquiabierta.
—A ver chicas que vinimos a ver una peli y no a pelearnos—insiste Emily.
—Bueno eso tendrás que decírselo a ella, yo hice el esfuerzo en venir pero si vamos a comenzar con la misma cantaleta sobre mi novio, prefiero irme.
¿Pero qué mierda estoy oyendo?
Acabo de salir de mi séptimo cielo post-coital ¿quién es esta chica?
Porque no hay rastros de la Rachel con la que crecí.
Si me imagino que iba a venir en ese plan me quedo todo el día con Santana, como ella me lo pidió.
Respiro varias veces para no perder la compostura y decirle unas cuantas verdades.
—Yo opto por ver Diario de Una Ninfómana—dice Kitty de lo más entusiasmada—Trata de una mujer liberal que se acuesta con quien quiere y cuando quiere; y ustedes me conocen, la curiosidad puede más que yo y quiero saber de qué va todo eso.
Yo me giro hacia Emily ignorando el comentario fuera de lugar de Rachel.
—Claro, si a Rachel le parece bien. Te aviso que la película es calificación B y puede que ella tenga que llamar a Jesse para saber si él está de acuerdo con lo que hemos elegido.
Rachel resopla y yo no espero respuesta, me encamino hacia la taquilleria seguida por Kitty.
Emily se queda atrás con Rachel, me imagino que para hacer de intermediaria, como siempre.
La película parece no tener gran público porque no hay gente en la fila, así que nos atienden de una vez.
Una hora y media más tarde, salimos todas con la misma idea: trama aburridísima, muchas escenas de sexo que no cuentan nada, en resume… ¡una gran mierda!
—Que decepción, con tan buen título—se queja Kitty.
—Te dije que leyeras primero el libro…
—¡Estás loca! Después de ver este fiasco, estoy feliz de no haberte hecho caso.
—Yo tengo hambre, ¿quién se apunta?—pregunta Emily.
Todas respondemos un gran “yo” al unísono, justo en el momento que suena el teléfono de Rachel.
—Hola cariño, ¿cómo estás?
Yo no puedo evitar poner los ojos en blanco.
Durante la peli la llamo como diez veces, trato de no mostrar cuánto me irrita su comportamiento, así que sigo caminando.
—¿Qué quieren comer?—les pregunto a Emily y a Kitty que me han seguido el paso.
—Estoy antojada de chino.
—¿De chino o de comida china? Porque si es de chino, conozco unos cuantos que estarían encantados de hacerte el favor, aunque no sé ustedes las orientales pero nosotras necesitamos una persona con mucho aguante y no creo que un chino resuelva como se debe.
Emily y yo nos reímos.
—Creo que podrías sorprenderte querida—dice Emily con una sonrisa pícara en los labios. Kitty y yo nos quedamos ojiplática—Por alguna razón China está sobre poblada—termina la frase y nos guiña un ojo.
Ahora es el turno de Kitty y mío para estallar a carcajadas.
—Ahora entiendo mucho mejor...
—Chicas lo siento, pero la comida será sin mí–interviene Rachel, cortando así a Kitty.
Yo miro a Kitty, Kitty mira a Emily y después las tres miramos a Rachel.
Estoy segura que pensamos lo mismo “para variar”
—Jesse está cerca de aquí, así que me ha invitado a comer, le hubiera dicho que viniera con nosotras pero no quería incomodarlas—dice la última palabra en plural pero mirándome a mí.
—Por mí no te hubieras cortado—trato de que mi voz suene lo más neutral posible.
—Es mejor así, ambas sabemos que tú no lo toleras y que te costaría un mundo tratarlo bien.
—Rachel por favor, no comiencen.
Esta vez es Kitty quien trata de intervenir pero yo estoy harta de sus indirectas.
—Te equivocas, de tolerarlo—digo elevando un poquito la voz—, Lo hago. Es más, llevo meses haciéndolo pero lo que no soporto, es la forma en la que te dejas manillar por él. ¿Es que no puedes salir un día sin estar pendiente al jodio’ teléfono o de lo que tu querido Jesse quiere o deja de querer?
—El día que tengas una persona a la que ames, me vas a entender—dice imitando mi tono de voz.
—No, si yo no tengo nada en contra de que lo ames, lo que me mata, es que el amor de ustedes parece ir en una sola dirección pero tú no te das cuenta, o peor aún, no quieres.
—Eso no es cierto, lo dices porque desde que terminaste con Casey para ti ninguna persona es lo suficientemente buena, pero ten cuidado Brittany porque te estás volviendo una amargada.
—¡Rachel!—le advierte Kitty.
—Joder bueno prefiero convertirme en una amargada, a estar con una persona que no ve más allá de su maldito hocico—grito exasperada—, Dime a ver cuándo fue la última vez que hizo algo por ti, ¿eh? O simplemente, ¿cuándo en su relación ha hecho algo por ti? Dime una sola y te juro por Dios que le saco la alfombra roja.
—¡Basta!—exclama Emily incómoda con la situación—, Ustedes son casi familia, ¿qué les pasa?
Tiene razón me duele mucho que nos enfrentemos así, pero es que no puedo.
Desde que sale con el tipejo ese, solo vive para complacerlo y eso no solo me pone triste, sino que me saca de quicio.
Nos quedamos en un total silencio hasta que el celular de Rachel vuelve a emitir un sonido.
Ella lo mira durante unos segundos.
—Me voy, Jesse está afuera esperándome. Nos estamos viendo—se aleja sin despedirse de mí y me duele mucho, nunca pensé que llegaríamos a este punto.
—Tienes que dejarla, ella solita terminará entendiendo las cosas—me aconseja Emily en el momento que me limpia la mejilla.
Ni siquiera me había dado cuenta que tenía lágrimas en los ojos.
—¿Y cuándo será eso? ¿Cuando llegue a los treinta, esté casada, con hijos y un hombre que no la quiere ni la hace feliz?—pestañeo rápidamente para evitar que caiga otra.
—Ella tiene que aprender sola, todas lo hacemos a la larga.
—Venga anímate, vamos por el chino de Emily —propone Kitty.
Ambas sonríen pero yo estoy demasiado triste y molesta para corresponder a la sonrisa.
Nos dirigimos a la salida y lo único en lo que puedo pensar es en Santana, quisiera estar en sus brazos en estos momentos, pero sería demasiado íntimo que la llame y la involucre en una tonta pelea de hermanas, porqué eso es Rachel para mí, una hermana menor.
Me quise morir en sus brazos, pero de gusto.
¡Dios mío!
Cuanta ternura, cuanta pasión.
¿Quién diría que dentro de un misma mujer se escondan tantas facetas?
Todas mis relaciones anteriores han sido de lo más normalitas y reconozco que he disfrutado mucho. Pero esa mezcla entre lo erótico, lo salvaje y la ternura ha sido mágica.
Fue como estar en el cielo aquí en la tierra.
Suspiro al recordar cómo empezó nuestro fin de semana lleno de pasión en su oficina.
Flashback
Dos Días Atrás.
—¿Te quedas o te vas?
Esa sola frase fue el detonante.
Lo supe en el instante, no tenía ni el más mínimo deseo de ir a ningún lado que no fueran sus brazos.
Así que no lo pensé más.
Me abalanzo sobre ella, rodeo su cuello con mis brazos y estampo con fuerza mis labios contra los suyos.
Santana abre la boca, su lengua sale a mi encuentro y roza la mía, suave, caliente, húmeda…
«¡Oh padre! Este beso es mucho mejor que el anterior».
Nuestras lenguas se lanzan en un juego de desesperación, la sensación es tan exquisita que arranca un gemido de mi garganta.
Ella hunde sus dedos en mi cabello y tira justo con la fuerza necesaria y se separa apenas unos centímetros de mi boca.
—Me encantas—dice en un susurro antes de poseer nuevamente con hambre lobuna mis labios, con decisión, como si estuviera esperando ese momento hace mucho tiempo.
Santana me aprisiona contra la puerta y yo me sujeto de su camisa, una deliciosa mezcla de su aroma natural femenino y de perfume caro inunda mis fosas nasales... es embriagador.
Rodea mi cintura con sus brazos, acortando los últimos centímetros que nos separan y frota su entrepierna contra la mía.
—Te deseo más que nada en este maldito mundo. Quiero que sepas que estoy sana, me realizo exámenes mensualmente. Te daré la tarjeta de mi doctora para que lo confirmes, pero ahora Brittany te deseo. Mucho—el sonido ronco que emite, hace que mis pezones se endurezcan.
Pasa su lengua húmeda sobre mi labio inferior, luego lo muerde y tira de él suavemente. Abandona mi boca y me da suaves besos en la mejilla derecha, después en la izquierda, en los ojos; sus besos son una mezcla de intensidad y ternura, y hacen que mi impaciencia por sentirlo dentro crezca; lame mi cuello dejando pequeños mordiscos.
Yo me olvido de todo.
—Me enloqueces—susurra en mi oído y mi vientre se deshace, siento la humedad que se apodera de mis pantis.
Desliza sus manos por mi cadera, después asciende acariciando mi piel desnuda con las yemas de sus dedos, llevándose la tela de mi vestido en la subida, su tacto desprende calor y hace que todo mi cuerpo arda de placer; lleva sus manos a mis nalgas, la agarra y amasa con posesión.
—San no aguanto más te necesito ya—imploro mientras empiezo a desabotonar cada uno de los botones de su camisa.
Mis palabras parecen excitarla más porque un gruñido se escapa de su boca, antes de volver a arremeter contra la mía saqueándola sin piedad mientras lleva sus manos a mi espalda y baja la cremallera de mi vestido, deja caer una manga, baja el tirante de mi sostén, saca el seno derecho y sin más preámbulos se lo lleva a la boca; siento cómo mi pezón se endurece aún más bajo su contacto y mi vagina se contrae, empapando aún más mis bragas si es posible.
Yo dejo caer mi cabeza hacia atrás, gimo y disfruto de la maravillosa sensación que me provoca... la chupa, la muerde, con la punta de la lengua lame la aureola... me muero, me acaloro... ¡me encanta!
Si quería hacerme morir por combustión espontánea, bueno lo está logrando.
Termina de deslizar mi vestido y este cae al suelo, dejando expuesta mi ropa interior de seda color negro. Da un paso atrás y me examina de arriba abajo, me mira como un niño cuando abre su regalo de navidad y descubre que es lo que ha estado deseando con ansias desde que lo vio en alguna publicidad en la tele.
Cuando asciende nuevamente, su mirada me atrapa y una corriente eléctrica nos envuelve y toda yo tiemblo.
—¡Eres tan hermosa!—dice y sus ojos se han teñido de más intenso, más oscuro.
El galopeo de mi corazón retumba en mis oídos.
Santana se arrodilla delante de mí y me ayuda a salir del vestido, posa sus manos firmes en mi cadera y me lame el vientre.
—Me encanta tocarte, eres tan suave—dice con su mirada puesta en mis ojos, tan necesitado de mí...
¡Maldita sea!
Yo no ansío más que sentirla junto a mí, penetrándome, volviéndome loca.
Va descendiendo y dejando pequeños mordiscos en mi vientre y todos los músculos y los tendones de mi cuerpo se vuelven gelatina. Me besa por encima de la seda.
—San…—es lo único que logro pronunciar, mi sangre bulle, estoy totalmente embriagada, consumida por el deseo.
Me quita los pantis.
—No puedo esperar para sabotearte—dice con la voz cargada de lujuria y mi sexo palpita ante la promesa de sus palabras.
Pero de pronto recuerdo que...
—Espera, hace solo un día que se me quitó la regla–digo entrecortadamente—, Me hace sentir incómoda.
Se levanta y se acerca a mi boca.
—Entiendo muy bien a lo que te refieres—se inclina y susurra en mi oído—, Pero que quede claro que no abra un solo lugar de tu cuerpo que no saborearé y poseeré.
Su cálido aliento me hace cosquillas en mi oreja mientras un jadeo se escapa de mi boca.
Sus palabras me enloquecen, me pican los dedos, quiero tocarla.
—Que tú no me lo puedas hacer a mí, no significa que yo no pueda hacértelo a ti.
No le doy tiempo a reaccionar y le subo la falda, le bajo las bragas blancas y le paso los dedos por su vagina, de su boca sale un gemido de placer, eso me da confianza para continuar; la boca se me hace agua, no puedo evitar sonreír para mis adentros maravillada con la belleza de su sexo totalmente depilado.
Y será todo mío.
Me hinco de rodillas, la miro a través de mis pestañas y me muerdo el labio inferior, luego con la punta de la lengua le acaricio el clítoris en círculos, Santana lanza un gemido animal y yo me siento poderosa, le dedico un segundo beso más profundo, más caliente.
—¡Oh Britt-Britt! No pares—dice en un susurro ronco, es una extraña palabra para un momento como este, pero saber que le gusta me estimula, la aprieto con los labios y comienzo el vaivén de mi mano por sus labios.
Ella hunde sus dedos en mi cabello y marca el ritmo, nuestras miradas siguen enlazadas, la suya se vuelve penetrante, ardiente, me hace sentir sexy, acalorada, deseada.
Todo su placer se vuelve mi placer y poco a poco se va concentrando en mi sexo, no lo dudo un segundo y lo cubro con la mano que me queda libre, buscando el alivio que necesito.
Los ojos de Santana se oscurecen aún más, gime, yo jadeo, la escucho vociferar algunas palabras en italiano que no logro entender, luego mueve sus caderas y yo la acojo gozosa y yo disfruto de su sabor, sabe a fruta tropical y una descarga de adrenalina me recorre el cuerpo y acelero el ritmo.
—Si sigues así, me voy a correr aquí mismo, y no quiero terminar así, no en nuestra primera vez—dice con voz jadeante, me ayuda a ponerme de pie, me devora los labios salvaje, saboreando su propio sabor.
Me levanta del suelo y me empuja contra la puerta, yo rodeo su cintura con mis piernas.
—San te juro por Dios que no aguanto más... te necesito—jadeo y ella camina conmigo en brazos hasta su escritorio, tira todos los papeles al suelo y me sienta sobre la mesa.
Me mira una vez más y me estremezco ante su mirada que está llena de promesas de pasión y placer, me nos acomoda de forma que nuestros sexos se rozan a la perfección.
—¡Dios!—grito sintiéndome llena de placer.
—Aquí no hay ningún Dios—dice con ese tono dominante—, Te dije que cuando te follara sería intenso.
No me he recuperado bien, cuando me penetra con dos dedos, salvaje, atrayendo un poco de dolor pero sin dejar de ser placentero, me agarro fuerte de la esquina de la mesa para recibir gustosa cada uno de sus movimientos; sentirla dentro y junto a mí es celestial, sublime, delicioso.
Me agarra la pierna y rodea su cintura con ella, me vuelve a embestir, llegando más lejos está vez.
Grito... gimo... jadeo, siento calor por todo mi cuerpo.
Acelera el ritmo, entrando y saliendo una y otra vez, mi cuerpo comienza a tensarse, mi vagina se contrae y la acoge, abrazándola.
Llevo una de mis manos a su cuello y la otra la penetro yo también, acercándola más y siento cómo el sudor recorre su piel, invado su boca con mi lengua, nuestro ritmo se vuelve frenético, no aguanto más, arqueo la espalda y estallo en un maravilloso orgasmo, continuamos embistiéndonos, prolongado el placer, cuatros penetraciones más y la siento temblar, Santana echa la cabeza para atrás, cierra los ojos y con un gemido de lo más sensual, se pierde en mí.
—Ha sido más espectacular que todos mis sueños—dice con la respiración aún jadeante.
Fin Flashback
—El que solo se ríe...—las palabras de Kitty me devuelven a la realidad.
—¿Dónde estabas metida? llevo rato esperándote, me gustaría que me expliques como le haces para llegar tarde a todos lados—me quejo y luego me llevo una cucharadita de mi helado de pistacho a la boca.
—No me cambies de tema y desembucha, no quiero detalles de todas las cochinadas que hicieron pero estoy que me muero desde el viernes que me mandaste el mensaje diciendo que no vendrías a la fiesta de salsa—introduce un dedo en el envase plástico de helado, se lo lleva a la boca y niega con la cabeza en desaprobación—No sé cómo puedes comer esto, sabe horrible.
Curvo los labios hacia arriba.
—Todo lo que te voy a decir es que fue... ¡Increíble!
—No te soporto—hace un mohín y mi sonrisa se ensancha—Yo que esperaba que me dijeras que tiene malos movimientos o que solo aguanta una ronda...
—Estás loca—la corto entre risas negando con la cabeza.
—No se puede estar tan buena y encima que el sexo se te dé así de bien.
—En eso tienes razón.
Recuerdo que Casey estaba como el pan recién sacado del horno y sin embargo, en la cama, no sabía encontrar el clítoris ni aunque le pusieran un foco y le indicaran con una flecha su ubicación.
—Pero las mujeres tenemos mucha culpa, porque en lugar de decirle lo que están haciendo mal, nos quedamos calladas y las personas creyendo que se la están comiendo y que se las saben todas, cuando en realidad no tienen ni idea de lo que están haciendo. A lo mejor si le hubiera dicho a Casey que no me hacía ni cosquillas, se hubiera empleado un poquito más y tal vez aún estuviéramos juntas.
—No me vengas con esa vaina, si no funcionaba, eso no iba a cambiar por más que se esforzara, yo no sé cómo aguantaste un año. Yo en tu lugar la hubiera despachado el mismo día.
—¡Oye! Aún sigo en el séptimo cielo post-orgásmico. Así que, para qué pensar en eso.
—Perdón llegamos tarde—se disculpa Emily apareciendo detrás de nosotras—¿Llevan rato aquí?
—No te preocupes que no hace tanto.
—¿Por qué te quejas cuando yo llego tarde pero a ella le dices que no se preocupe?
—Kitty porque tú siempre llegas tarde.
Ella pone los ojos en blanco y yo le saco la lengua.
—Hola chicas, ¿cómo están?
—¿Y tú quién eres?—pregunto con el ceño fruncido mientras me llevo el dedo índice y pulgar a la barbilla—Disculpa es que hace tanto que no te veo que se me ha olvidado tu nombre.
—Jajaja... que chistosa—dice Rachel. Se acerca y me da dos besos en la mejilla—¿Se puede saber dónde andabas metida el viernes por la noche?
—Se me presentó algo—miro de reojo a Kitty para que no haga ningún comentario con respecto a Santana.
—De saber que no vendrías, me hubiera ahorrado el disgusto que tuve con Jesse.
No me lo puedo creer.
Llevo más de un mes sin verla, me ausento una noche y me sale con semejante pendeja’.
—Bueno me imagino que debo llamarlo y darle las gracias por permitirte estar hoy aquí con nosotras—digo en tono sarcástico.
—Chicas, ¿qué vamos a ver?—pregunta Emily
—Brittany no empieces—continúa Rachel en el momento que se lleva la palma de la mano a la frente—, Ya tengo suficiente con las reclamaciones de Jesse, como para escuchar las tuyas también.
Incrédula con lo que estoy escuchando, la miro boquiabierta.
—A ver chicas que vinimos a ver una peli y no a pelearnos—insiste Emily.
—Bueno eso tendrás que decírselo a ella, yo hice el esfuerzo en venir pero si vamos a comenzar con la misma cantaleta sobre mi novio, prefiero irme.
¿Pero qué mierda estoy oyendo?
Acabo de salir de mi séptimo cielo post-coital ¿quién es esta chica?
Porque no hay rastros de la Rachel con la que crecí.
Si me imagino que iba a venir en ese plan me quedo todo el día con Santana, como ella me lo pidió.
Respiro varias veces para no perder la compostura y decirle unas cuantas verdades.
—Yo opto por ver Diario de Una Ninfómana—dice Kitty de lo más entusiasmada—Trata de una mujer liberal que se acuesta con quien quiere y cuando quiere; y ustedes me conocen, la curiosidad puede más que yo y quiero saber de qué va todo eso.
Yo me giro hacia Emily ignorando el comentario fuera de lugar de Rachel.
—Claro, si a Rachel le parece bien. Te aviso que la película es calificación B y puede que ella tenga que llamar a Jesse para saber si él está de acuerdo con lo que hemos elegido.
Rachel resopla y yo no espero respuesta, me encamino hacia la taquilleria seguida por Kitty.
Emily se queda atrás con Rachel, me imagino que para hacer de intermediaria, como siempre.
La película parece no tener gran público porque no hay gente en la fila, así que nos atienden de una vez.
Una hora y media más tarde, salimos todas con la misma idea: trama aburridísima, muchas escenas de sexo que no cuentan nada, en resume… ¡una gran mierda!
—Que decepción, con tan buen título—se queja Kitty.
—Te dije que leyeras primero el libro…
—¡Estás loca! Después de ver este fiasco, estoy feliz de no haberte hecho caso.
—Yo tengo hambre, ¿quién se apunta?—pregunta Emily.
Todas respondemos un gran “yo” al unísono, justo en el momento que suena el teléfono de Rachel.
—Hola cariño, ¿cómo estás?
Yo no puedo evitar poner los ojos en blanco.
Durante la peli la llamo como diez veces, trato de no mostrar cuánto me irrita su comportamiento, así que sigo caminando.
—¿Qué quieren comer?—les pregunto a Emily y a Kitty que me han seguido el paso.
—Estoy antojada de chino.
—¿De chino o de comida china? Porque si es de chino, conozco unos cuantos que estarían encantados de hacerte el favor, aunque no sé ustedes las orientales pero nosotras necesitamos una persona con mucho aguante y no creo que un chino resuelva como se debe.
Emily y yo nos reímos.
—Creo que podrías sorprenderte querida—dice Emily con una sonrisa pícara en los labios. Kitty y yo nos quedamos ojiplática—Por alguna razón China está sobre poblada—termina la frase y nos guiña un ojo.
Ahora es el turno de Kitty y mío para estallar a carcajadas.
—Ahora entiendo mucho mejor...
—Chicas lo siento, pero la comida será sin mí–interviene Rachel, cortando así a Kitty.
Yo miro a Kitty, Kitty mira a Emily y después las tres miramos a Rachel.
Estoy segura que pensamos lo mismo “para variar”
—Jesse está cerca de aquí, así que me ha invitado a comer, le hubiera dicho que viniera con nosotras pero no quería incomodarlas—dice la última palabra en plural pero mirándome a mí.
—Por mí no te hubieras cortado—trato de que mi voz suene lo más neutral posible.
—Es mejor así, ambas sabemos que tú no lo toleras y que te costaría un mundo tratarlo bien.
—Rachel por favor, no comiencen.
Esta vez es Kitty quien trata de intervenir pero yo estoy harta de sus indirectas.
—Te equivocas, de tolerarlo—digo elevando un poquito la voz—, Lo hago. Es más, llevo meses haciéndolo pero lo que no soporto, es la forma en la que te dejas manillar por él. ¿Es que no puedes salir un día sin estar pendiente al jodio’ teléfono o de lo que tu querido Jesse quiere o deja de querer?
—El día que tengas una persona a la que ames, me vas a entender—dice imitando mi tono de voz.
—No, si yo no tengo nada en contra de que lo ames, lo que me mata, es que el amor de ustedes parece ir en una sola dirección pero tú no te das cuenta, o peor aún, no quieres.
—Eso no es cierto, lo dices porque desde que terminaste con Casey para ti ninguna persona es lo suficientemente buena, pero ten cuidado Brittany porque te estás volviendo una amargada.
—¡Rachel!—le advierte Kitty.
—Joder bueno prefiero convertirme en una amargada, a estar con una persona que no ve más allá de su maldito hocico—grito exasperada—, Dime a ver cuándo fue la última vez que hizo algo por ti, ¿eh? O simplemente, ¿cuándo en su relación ha hecho algo por ti? Dime una sola y te juro por Dios que le saco la alfombra roja.
—¡Basta!—exclama Emily incómoda con la situación—, Ustedes son casi familia, ¿qué les pasa?
Tiene razón me duele mucho que nos enfrentemos así, pero es que no puedo.
Desde que sale con el tipejo ese, solo vive para complacerlo y eso no solo me pone triste, sino que me saca de quicio.
Nos quedamos en un total silencio hasta que el celular de Rachel vuelve a emitir un sonido.
Ella lo mira durante unos segundos.
—Me voy, Jesse está afuera esperándome. Nos estamos viendo—se aleja sin despedirse de mí y me duele mucho, nunca pensé que llegaríamos a este punto.
—Tienes que dejarla, ella solita terminará entendiendo las cosas—me aconseja Emily en el momento que me limpia la mejilla.
Ni siquiera me había dado cuenta que tenía lágrimas en los ojos.
—¿Y cuándo será eso? ¿Cuando llegue a los treinta, esté casada, con hijos y un hombre que no la quiere ni la hace feliz?—pestañeo rápidamente para evitar que caiga otra.
—Ella tiene que aprender sola, todas lo hacemos a la larga.
—Venga anímate, vamos por el chino de Emily —propone Kitty.
Ambas sonríen pero yo estoy demasiado triste y molesta para corresponder a la sonrisa.
Nos dirigimos a la salida y lo único en lo que puedo pensar es en Santana, quisiera estar en sus brazos en estos momentos, pero sería demasiado íntimo que la llame y la involucre en una tonta pelea de hermanas, porqué eso es Rachel para mí, una hermana menor.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Que idiota Rachel, esperemos a ver que caiga sola en la realidad de que personalidad no tiene!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
No ahí nada mas insoportable gente que se cierra como Rachel!!!... espero que no se de cuenta tarde de lo que esta perdiendo. ...
Nos vemos!!
No ahí nada mas insoportable gente que se cierra como Rachel!!!... espero que no se de cuenta tarde de lo que esta perdiendo. ...
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:Que idiota Rachel, esperemos a ver que caiga sola en la realidad de que personalidad no tiene!!!!
Hola, si! ¬¬ me hace acordar a la de glee xD Ese será un golpe duro... y merecido, no¿? Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
No ahí nada mas insoportable gente que se cierra como Rachel!!!... espero que no se de cuenta tarde de lo que esta perdiendo. ...
Nos vemos!!
Hola lu, nones... y repito me hace acordar un poco a la de glee xD Esperemos y no, pero mejor q nunca, no¿? SAludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 14
Capitulo 14
El lunes por la mañana me levanto un poco desanimada por lo sucedido con Rachel en Utopolis, no logro entender qué es lo que le sucede.
Mi ánimo mejora al llegar al trabajo donde me aguarda un hermoso ramo de lirios blancos con rosas rojas.
Es hermoso y me devuelve la sonrisa.
Tomo la nota entre las manos y lo que leo, hace que mi sonrisa se agrande.
No está firmado, pero no hace falta.
Me emociona saber que ha escogido unas flores especialmente para mí y no sólo porque es lo usual o porque son bonitas.
Huelo las flores y sonrío como una tonta.
Esta mujer me tiene fascinada.
Voy a su despacho a toda prisa para agradecerle el gesto, apenas traspaso la puerta, me besa con mucha pasión, y me abraza como si tuviéramos años sin vernos y no solo día y medio.
El día transcurre muy rápido, Santana se cuela cada vez que puede en mi oficina para robarme un beso y yo la recibo más que encantada.
El martes me recibe sobre mi silla un enorme oso de peluche crema con rojo, tiene un corazón en el pecho dónde está escrito “You’re very sweet”.
Al pie del peluche encuentro otra nota con su caligrafía perfecta:
Center]Una vez, una persona me dijo que los peluches son tiernos, suaves y huelen increíblemente bien.
Por todas esas razones y porque me encanta abrazarte, tú eres mi peluche, mi Britt-Britt.[/center]
No puedo creer que se recuerde de algo tan tonto y lo haya convertido en algo tan tierno.
Sin darme cuenta me descubro abrazando el peluche y una sonrisa boba se ha instalado en mis labios; le ha puesto un poco de ese aroma que tanto me enloquece.
¡Qué detalle!
Esa tarde aprovechando que Mercedes estaba fuera durante su hora de comida, Santana me acorraló en mi oficina y le dimos rienda suelta a nuestros deseos.
Los días van pasando y hemos ido creando una rutina.
Cada vez que llego al trabajo, me encuentro con un regalo: chocolates, más flores, lencería y por último mi perfume preferido y a cada uno de ellos, lo acompaña una nota que me arranca más de un suspiro o un rubor, como lo fue en el caso del perfume.
Trabajamos durante el día entre besos y mimos y después del trabajo nos entregamos a la pasión, ya sea en la oficina o en algún hotel fuera de la ciudad.
No puedo negar que me siento un poco incómoda cada vez que llegamos a un hotel, tengo la impresión que todo el mundo me mira y que saben que tratamos de ocultar algo; a parte que cuando salimos, tenemos que tener mucho cuidado en no toparnos con algún conocido.
En un país tan pequeño y conociendo yo a tantas personas, es un milagro que todavía no haya ocurrido.
Mantener una relación en secreto es emocionante, le da un poco de morbo al asunto pero también es agotador y no solo por el hecho de tratar de esconderte, sino, por las mentiras que arrastras.
Mi abuela siempre dice que una mentira, atrae otra y otra, al fin nunca se acaban.
A mi hermano le digo que me quedo en casa de Kitty los fines de semana que paso con Santana, a Emily y a Rachel, aún no le he dicho nada. Así que, tengo que echarle una que otra mentiritas cuando me escapo de algún almuerzo, o cuando me pierdo en una salida para ver rápidamente a Santana.
No puedo negar que me siento mal en cada mentira pero la verdad no me he atrevido a confesárselo.
A Rachel porque en estas dos últimas semanas nuestra relación se ha deteriorado y hemos hablado poco, además que si se entera, con lo crítica que se ha vuelto, seguro pega un grito al cielo.
A Emily, no me he atrevido por miedo a que su opinión sobre mí cambie y que no pueda volver a mirarme en la cara.
Sé que nadie entenderá lo que sucede entre Santana y yo, pero es que cuando estamos juntas, lo que siento es algo tan grande, algo que va más allá de lo sexual... ni yo misma logro explicarlo aún.
Sé que está mal porque estamos engañado a una persona pero al mismo tiempo cuando estoy con ella, no se siente así. Es como si estuviéramos hecho para estar juntas. Es extraño, lo sé, puede que solo sea una excusa para tratar de justificarme, pero así lo siento.
No sé dónde llegará esto, ni siquiera le he preguntado qué piensa hacer con respecto a Elaine, no me siento con el derecho, por el momento solo disfruto de la dicha que me provoca estar con ella.
En estos momentos estamos en nuestro paraíso terrenal.
Aunque no siempre es así, hace tres días Rory estaba de paso por la ciudad y me invitó a comer, yo no tenía muchos deseos de ir, pero al ser un buen cliente, terminé aceptando; cuando Santana se enteró se puso en plan Neanderthal, y aunque a veces me encanta e incluso la encuentro súper sexy cuando se pone así, está vez se pasó queriendo prohibirme asistir a la cita, alegando que no tenía nada que ver con trabajo, y que por lo tanto no quería que yo fuera, me indigné tanto que el resultado fue... tremenda discusión: Peleó, resabió, dijo un sin número de cosas sin sentido pero hice caso omiso a cada una de sus objeciones y fui a la cita dejando claro mi postura.
Las cosas no se exigen, sino que se piden amablemente.
Como en toda discusión, sobre todo si son ellos quienes la han cagado, viene lo bueno: una gran disculpa y muchos besos, de esos por los que vale la pena pegarte una carrera, cruzar la calle sin mirar a cada lado, tomando el riesgo de ser atropellada y llegar casi sin aliento a la estación de tren, donde aguarda tu pareja.
Y muchos mimos, de esos que te derriten toda y terminas hecha gelatina en sus brazos.
Hoy en la tarde fue la inauguración del gimnasio de Motta & Adams.
Santana me dijo que tenía una reunión importante y que no podía faltar, así que, he tenido que asistir yo sola.
Todo ha salido a pedir de boca y estoy súper contenta con el trabajo, sin embargo no logro disfrutar del éxito como he debido, porque siento un pequeño sabor amargo, todavía no entiendo que era eso tan importante que tenía que hacer que le impidió acompañarme.
Estos últimos tres días ha estado de lo más misteriosa.
Ha salido varías veces temprano de la oficina, sin decir para dónde va, y cuando le pregunto, solo responde que resolviendo cosas.
Estoy comenzando a asustarme.
Tengo miedo que se haya cansado ya de lo nuestro.
Como a las siete de la noche, recibo un mensaje de ella, pidiéndome que la encuentre en una dirección que desconozco.
Pido un taxi desde el local y le indico la dirección al taxista.
Veinte minutos más tarde, llegamos a un complejo de departamentos en el lujoso barrio de Itzig.
Como no conozco el lugar, le pregunto al chofer si está seguro que es la dirección correcta y este asiente. Le pido que espere unos segundos y me bajo del carro, marco el número de Santana pero no responde.
No puede ser, es una falta total de consideración de su parte. Me cruzo de brazos y miro en todas las direcciones posibles y no hay señales de ella.
No sé si irme o esperar un rato más.
Puede que se haya equivocado de lugar.
El fino abrigo que llevo puesto no está apto para la fría brisa que anuncia la llegada del invierno, por lo que regresar en autobús ni siquiera es una opción.
Resoplo y me monto de nuevo en el taxi, le pido que regrese a la ciudad.
Cuando el chofer está a punto de arrancar, me llega un mensaje, donde Santana me pide que suba hasta el segundo piso, a recoger unos papeles que se le han olvidado donde un dichoso cliente.
¡En serio!
¿No me pudo decírmelo antes?
De verdad espero que esos benditos papeles sean importantes y de carácter urgente, como para sacarme de la inauguración.
Cuando llego al segundo piso, el ascensor se abre directamente en un pasillo, que me imagino ha de ser la entrada del salón.
Al salir me quedo con la boca abierta, ¿pero qué es esto?
Cientos de pétalos rojos y blancos esparcidos por el piso, marcan un camino, el cual sigo muy lentamente con el corazón desbocado hasta la puerta de entrada, que está entre abierta, la empujo y me encuentro con una imagen que nunca en mi vida hubiera llegado a visualizar.
A cada paso que doy, el olor a canela mezclado con manzana inunda mis fosas nasales, inhalo profundamente... ¡divino!
Sigo el sendero de pequeñas velas encendidas a ambos lado y llego a una habitación, donde las velas se van repartiendo por todo el espacio iluminando todo el lugar.
«Esta mujer va hacer que me dé algo».
Levanto la vista hacia la gran cama matrimonial cubierta de sábanas blancas que está situada en el centro de la estancia.
Mis labios se curvan hacia arriba y se me humedecen los ojos, al leer, “Eres mi más bonita casualidad” dentro de un enorme corazón de pétalos de rosas rojas.
Mi corazón se acelera más.
Giro la cabeza hacia la izquierda y veo una mesa sobre la que reposa una bandeja llena de fresas, una fuente de chocolate y justo detrás, se encuentra una hielera de cristal, dentro se puede distinguir un Louis Roederer Cristal 2002, rodeada de dos copas.
Me llevo la mano al pecho, como si eso ayudara a calmar a mi corazón que amenaza con salirse de su lugar.
Ladeo la cabeza para la derecha en busca de la mujer que me tiene embobada desde hace semanas y que ocupa cada uno de mis pensamientos.
Mis ojos se topan con un ramo de flores, de al menos veinte rosas de color rojo, acompañadas con hermosos lirios blancos, sostenidas en el aire.
Esas flores se han convertido en mis favoritas.
—No quería perderme ni una sola de tus expresiones al descubrir el lugar—dice Santana bajando el ramo y mostrando sus hermosos ojos en medio de la oscuridad.
—Estás loca.
Es todo lo que logro decir entre una sonrisa nerviosa y el temblor de la voz.
—Tú me haces cometer locuras—se acerca con pasos lentos pero segura, con esa mirada seductora que tanto me enloquece y me entrega el ramo de flores, antes de posar sus labios tiernamente sobre los míos.
Fue un beso casto pero lleno de dulzura y determinación.
Yo trato de recordar cómo respirar, es que esta mujer aniquila todos mis sentidos.
—Son hermosas—digo admirando el bello ramo que sostengo en las manos. Miro alrededor—Todo está hermoso.
—Pero eres tú quien ilumina el lugar—camina hasta posarse detrás de mí, rodea mi cintura con sus manos y me besa en el cabello—Espero que te haya gustado la sorpresa.
—Me encanta.
Como todo lo que tiene que ver con ella.
—Y a mí me encantas tú—susurra en mi oído—Espera ver todo lo que te tengo preparado—hace una pequeña pausa, me gira entre sus brazos, lleva sus manos a mi rostro y me mira detenidamente a los ojos—, Haré que esta noche quede grabada en tu memoria por siempre.
Estoy convencida que así será, porque ella tiene el poder de marcar cada uno de nuestros encuentros como únicos, también tiene el poder de hacerme perder la razón, y saberlo, hace que el miedo se apodere de mí.
Mi ánimo mejora al llegar al trabajo donde me aguarda un hermoso ramo de lirios blancos con rosas rojas.
Es hermoso y me devuelve la sonrisa.
Tomo la nota entre las manos y lo que leo, hace que mi sonrisa se agrande.
Dicen que las rosas son sinónimo de pasión y que los lirios son sinónimo de unión, erotismo y sensualidad.
Cuando lo vi, solo pude pensar en ti.
He descubierto una nueva adición y eres tú .
Cuando lo vi, solo pude pensar en ti.
He descubierto una nueva adición y eres tú .
No está firmado, pero no hace falta.
Me emociona saber que ha escogido unas flores especialmente para mí y no sólo porque es lo usual o porque son bonitas.
Huelo las flores y sonrío como una tonta.
Esta mujer me tiene fascinada.
Voy a su despacho a toda prisa para agradecerle el gesto, apenas traspaso la puerta, me besa con mucha pasión, y me abraza como si tuviéramos años sin vernos y no solo día y medio.
El día transcurre muy rápido, Santana se cuela cada vez que puede en mi oficina para robarme un beso y yo la recibo más que encantada.
El martes me recibe sobre mi silla un enorme oso de peluche crema con rojo, tiene un corazón en el pecho dónde está escrito “You’re very sweet”.
Al pie del peluche encuentro otra nota con su caligrafía perfecta:
Center]Una vez, una persona me dijo que los peluches son tiernos, suaves y huelen increíblemente bien.
Por todas esas razones y porque me encanta abrazarte, tú eres mi peluche, mi Britt-Britt.[/center]
No puedo creer que se recuerde de algo tan tonto y lo haya convertido en algo tan tierno.
Sin darme cuenta me descubro abrazando el peluche y una sonrisa boba se ha instalado en mis labios; le ha puesto un poco de ese aroma que tanto me enloquece.
¡Qué detalle!
Esa tarde aprovechando que Mercedes estaba fuera durante su hora de comida, Santana me acorraló en mi oficina y le dimos rienda suelta a nuestros deseos.
Los días van pasando y hemos ido creando una rutina.
Cada vez que llego al trabajo, me encuentro con un regalo: chocolates, más flores, lencería y por último mi perfume preferido y a cada uno de ellos, lo acompaña una nota que me arranca más de un suspiro o un rubor, como lo fue en el caso del perfume.
En nuestro próximo encuentro solo quiero que uses esto.
Trabajamos durante el día entre besos y mimos y después del trabajo nos entregamos a la pasión, ya sea en la oficina o en algún hotel fuera de la ciudad.
No puedo negar que me siento un poco incómoda cada vez que llegamos a un hotel, tengo la impresión que todo el mundo me mira y que saben que tratamos de ocultar algo; a parte que cuando salimos, tenemos que tener mucho cuidado en no toparnos con algún conocido.
En un país tan pequeño y conociendo yo a tantas personas, es un milagro que todavía no haya ocurrido.
Mantener una relación en secreto es emocionante, le da un poco de morbo al asunto pero también es agotador y no solo por el hecho de tratar de esconderte, sino, por las mentiras que arrastras.
Mi abuela siempre dice que una mentira, atrae otra y otra, al fin nunca se acaban.
A mi hermano le digo que me quedo en casa de Kitty los fines de semana que paso con Santana, a Emily y a Rachel, aún no le he dicho nada. Así que, tengo que echarle una que otra mentiritas cuando me escapo de algún almuerzo, o cuando me pierdo en una salida para ver rápidamente a Santana.
No puedo negar que me siento mal en cada mentira pero la verdad no me he atrevido a confesárselo.
A Rachel porque en estas dos últimas semanas nuestra relación se ha deteriorado y hemos hablado poco, además que si se entera, con lo crítica que se ha vuelto, seguro pega un grito al cielo.
A Emily, no me he atrevido por miedo a que su opinión sobre mí cambie y que no pueda volver a mirarme en la cara.
Sé que nadie entenderá lo que sucede entre Santana y yo, pero es que cuando estamos juntas, lo que siento es algo tan grande, algo que va más allá de lo sexual... ni yo misma logro explicarlo aún.
Sé que está mal porque estamos engañado a una persona pero al mismo tiempo cuando estoy con ella, no se siente así. Es como si estuviéramos hecho para estar juntas. Es extraño, lo sé, puede que solo sea una excusa para tratar de justificarme, pero así lo siento.
No sé dónde llegará esto, ni siquiera le he preguntado qué piensa hacer con respecto a Elaine, no me siento con el derecho, por el momento solo disfruto de la dicha que me provoca estar con ella.
En estos momentos estamos en nuestro paraíso terrenal.
Aunque no siempre es así, hace tres días Rory estaba de paso por la ciudad y me invitó a comer, yo no tenía muchos deseos de ir, pero al ser un buen cliente, terminé aceptando; cuando Santana se enteró se puso en plan Neanderthal, y aunque a veces me encanta e incluso la encuentro súper sexy cuando se pone así, está vez se pasó queriendo prohibirme asistir a la cita, alegando que no tenía nada que ver con trabajo, y que por lo tanto no quería que yo fuera, me indigné tanto que el resultado fue... tremenda discusión: Peleó, resabió, dijo un sin número de cosas sin sentido pero hice caso omiso a cada una de sus objeciones y fui a la cita dejando claro mi postura.
Las cosas no se exigen, sino que se piden amablemente.
Como en toda discusión, sobre todo si son ellos quienes la han cagado, viene lo bueno: una gran disculpa y muchos besos, de esos por los que vale la pena pegarte una carrera, cruzar la calle sin mirar a cada lado, tomando el riesgo de ser atropellada y llegar casi sin aliento a la estación de tren, donde aguarda tu pareja.
Y muchos mimos, de esos que te derriten toda y terminas hecha gelatina en sus brazos.
Hoy en la tarde fue la inauguración del gimnasio de Motta & Adams.
Santana me dijo que tenía una reunión importante y que no podía faltar, así que, he tenido que asistir yo sola.
Todo ha salido a pedir de boca y estoy súper contenta con el trabajo, sin embargo no logro disfrutar del éxito como he debido, porque siento un pequeño sabor amargo, todavía no entiendo que era eso tan importante que tenía que hacer que le impidió acompañarme.
Estos últimos tres días ha estado de lo más misteriosa.
Ha salido varías veces temprano de la oficina, sin decir para dónde va, y cuando le pregunto, solo responde que resolviendo cosas.
Estoy comenzando a asustarme.
Tengo miedo que se haya cansado ya de lo nuestro.
Como a las siete de la noche, recibo un mensaje de ella, pidiéndome que la encuentre en una dirección que desconozco.
Pido un taxi desde el local y le indico la dirección al taxista.
Veinte minutos más tarde, llegamos a un complejo de departamentos en el lujoso barrio de Itzig.
Como no conozco el lugar, le pregunto al chofer si está seguro que es la dirección correcta y este asiente. Le pido que espere unos segundos y me bajo del carro, marco el número de Santana pero no responde.
No puede ser, es una falta total de consideración de su parte. Me cruzo de brazos y miro en todas las direcciones posibles y no hay señales de ella.
No sé si irme o esperar un rato más.
Puede que se haya equivocado de lugar.
El fino abrigo que llevo puesto no está apto para la fría brisa que anuncia la llegada del invierno, por lo que regresar en autobús ni siquiera es una opción.
Resoplo y me monto de nuevo en el taxi, le pido que regrese a la ciudad.
Cuando el chofer está a punto de arrancar, me llega un mensaje, donde Santana me pide que suba hasta el segundo piso, a recoger unos papeles que se le han olvidado donde un dichoso cliente.
¡En serio!
¿No me pudo decírmelo antes?
De verdad espero que esos benditos papeles sean importantes y de carácter urgente, como para sacarme de la inauguración.
Cuando llego al segundo piso, el ascensor se abre directamente en un pasillo, que me imagino ha de ser la entrada del salón.
Al salir me quedo con la boca abierta, ¿pero qué es esto?
Cientos de pétalos rojos y blancos esparcidos por el piso, marcan un camino, el cual sigo muy lentamente con el corazón desbocado hasta la puerta de entrada, que está entre abierta, la empujo y me encuentro con una imagen que nunca en mi vida hubiera llegado a visualizar.
A cada paso que doy, el olor a canela mezclado con manzana inunda mis fosas nasales, inhalo profundamente... ¡divino!
Sigo el sendero de pequeñas velas encendidas a ambos lado y llego a una habitación, donde las velas se van repartiendo por todo el espacio iluminando todo el lugar.
«Esta mujer va hacer que me dé algo».
Levanto la vista hacia la gran cama matrimonial cubierta de sábanas blancas que está situada en el centro de la estancia.
Mis labios se curvan hacia arriba y se me humedecen los ojos, al leer, “Eres mi más bonita casualidad” dentro de un enorme corazón de pétalos de rosas rojas.
Mi corazón se acelera más.
Giro la cabeza hacia la izquierda y veo una mesa sobre la que reposa una bandeja llena de fresas, una fuente de chocolate y justo detrás, se encuentra una hielera de cristal, dentro se puede distinguir un Louis Roederer Cristal 2002, rodeada de dos copas.
Me llevo la mano al pecho, como si eso ayudara a calmar a mi corazón que amenaza con salirse de su lugar.
Ladeo la cabeza para la derecha en busca de la mujer que me tiene embobada desde hace semanas y que ocupa cada uno de mis pensamientos.
Mis ojos se topan con un ramo de flores, de al menos veinte rosas de color rojo, acompañadas con hermosos lirios blancos, sostenidas en el aire.
Esas flores se han convertido en mis favoritas.
—No quería perderme ni una sola de tus expresiones al descubrir el lugar—dice Santana bajando el ramo y mostrando sus hermosos ojos en medio de la oscuridad.
—Estás loca.
Es todo lo que logro decir entre una sonrisa nerviosa y el temblor de la voz.
—Tú me haces cometer locuras—se acerca con pasos lentos pero segura, con esa mirada seductora que tanto me enloquece y me entrega el ramo de flores, antes de posar sus labios tiernamente sobre los míos.
Fue un beso casto pero lleno de dulzura y determinación.
Yo trato de recordar cómo respirar, es que esta mujer aniquila todos mis sentidos.
—Son hermosas—digo admirando el bello ramo que sostengo en las manos. Miro alrededor—Todo está hermoso.
—Pero eres tú quien ilumina el lugar—camina hasta posarse detrás de mí, rodea mi cintura con sus manos y me besa en el cabello—Espero que te haya gustado la sorpresa.
—Me encanta.
Como todo lo que tiene que ver con ella.
—Y a mí me encantas tú—susurra en mi oído—Espera ver todo lo que te tengo preparado—hace una pequeña pausa, me gira entre sus brazos, lleva sus manos a mi rostro y me mira detenidamente a los ojos—, Haré que esta noche quede grabada en tu memoria por siempre.
Estoy convencida que así será, porque ella tiene el poder de marcar cada uno de nuestros encuentros como únicos, también tiene el poder de hacerme perder la razón, y saberlo, hace que el miedo se apodere de mí.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
dios no puede ser mas cursi y empalagosa san,.. para conquistar a britt jajaja
es divertido jugar en lo clandestino hasta cierto punto no!!!
rachel,.. rachel,.. es muy rachel mucho jajaja
nos vemos!!!
dios no puede ser mas cursi y empalagosa san,.. para conquistar a britt jajaja
es divertido jugar en lo clandestino hasta cierto punto no!!!
rachel,.. rachel,.. es muy rachel mucho jajaja
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Pues todo súper bonito pero sigue en duda la novia de San .....
Pero mientras a disfrutar esta sorpresa!
Y Rach por dios que ya reaccione!!
Pero mientras a disfrutar esta sorpresa!
Y Rach por dios que ya reaccione!!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
OK perfecto el idilio y todo eso pero en algun momento san tendra que aclarar que pasara con la elaine!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
dios no puede ser mas cursi y empalagosa san,.. para conquistar a britt jajaja
es divertido jugar en lo clandestino hasta cierto punto no!!!
rachel,.. rachel,.. es muy rachel mucho jajaja
nos vemos!!!
Hola lu, jajaajaja es un amor! ajajajajajajajja y con la rubia se vuelve aun más! jajajaja. Dices tu¿? mmm experiencia propia¿?jajajaajaj. Jajajajaja si q lo es, creo q este es su mejor personaje jajaajaj. Saludos =D
JVM escribió:Pues todo súper bonito pero sigue en duda la novia de San .....
Pero mientras a disfrutar esta sorpresa!
Y Rach por dios que ya reaccione!!
Hola, si que lo es... y si eso tmbn =/ SI! ai q vivir el momento! Eso mismo ¬¬... esperemos y la caía no sea tan dura =/ Saludos =D
micky morales escribió:OK perfecto el idilio y todo eso pero en algun momento san tendra que aclarar que pasara con la elaine!!!!!
Hola, si que lo es! Si q tiene, no se puede hacer la tonta con eso si de vrdd quiere a britt ¬¬ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
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