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[Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
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FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 15
Capitulo 15
Es increíble cómo los días van pasando y yo me siento cada vez más atraída por Santana, desde la sorpresa del martes, vivo en mi propio paraíso terrenal.
Es un sentimiento hermoso pero también terrorífico.
Ella es atenta, tierna, dulce, pasional, inteligente, o sea la clase de mujer que si te descuidas, te enamora hasta las trancas.
—Tenemos que concentramos en elaborar un plan de acción.
—Si nos enfocamos en lo que arrojó el análisis DAFO, lo más prudente sería desarrollar una planificación financiera y de clientela, además de hacer una reorganización interna de los productos y el personal—digo verificando unos datos en mi laptop—, ¿Tú qué opinas?—como no me responde levanto la vista y la descubro observándome.
La he visto mirándome de muchas formas: ardiente, penetrante, seductora, pero esta vez es algo diferente; me mira con una dulzura que me desestabiliza.
—¿Qué pasa?
—He descubierto que no me canso de mirarte, de hecho podría hacerlo todo el día.
Solo ella consigue que un sencillo comentario me tiña las mejillas de rojo.
—Acércate—me pide extendiendo la mano izquierda por encima de la mesa.
—Mercedes podría entrar—digo negando con la cabeza y mirando la puerta como si fuera a abrirse de un minuto a otro.
—No importa—insiste dulcificando la voz—Además ha de imaginarse que me traes media loca y de todas formas, ella siempre toca antes de entrar.
Puede que tenga razón y como me encanta cuando se pone en ese plan de niña traviesa me levanto de la silla, camino hacia la parte trasera de su escritorio y me acerco a ella.
Apenas llego toma mi mano y tira de mí para que caiga sentada en sus piernas, su osadía hace que me ría mostrando todos los dientes.
—Me fascina tu risa—dice mirándome detenidamente y su intensidad hace que me sienta tímida y aparte la vista. Ella tomó un hondo respiro—, De hecho me fascina todo de ti.
Yo suspiro y esa lucecita roja en mi cabeza que advierte para que tenga cuidado, se enciende.
Me agarra la cabeza, me inclina hacia atrás y me da uno de esos besos de película de Hollywood.
Cuando se separa me observa nuevamente con la misma mirada que hace que me inquiete, es como si quisiera decir algo pero no se atreve y yo comienzo a temer lo peor.
—¿Qué sucede?
—Esta noche voy a cenar con Bree y me gustaría que me acompañaras.
Jugador agarrado fuera de base.
Pestañeo sorprendida. Intento decir una palabra pero no me sale.
Es que estamos hablando de su hermana, o sea ¿qué moscas pintaría yo ahí?
Santana parece darse cuenta de mi debate personal y se apresura a añadir:
—No tienes que sentirte obligada—intenta que su tono suene neutral pero le veo la decepción pintada en el rostro.
—No es eso—trato de pensar en algo que me saque de esta miseria y como siempre, me agarro de un flotador que nunca me ha dejado hundir—, Es que he quedado con Kitty para cenar esta noche—su ánimo regresa y yo me agarro con más fuerza de mi chaleco salvavidas—Lo siento morenaza pero las amigas están primero que las o los amantes.
Su mirada se apaga y yo me muerdo el labio aunque muy tarde para no seguir hablando.
¿Pero qué he dicho?
Joder conmigo, que mala selección de palabras.
—Entiendo—dice con cierta tristeza y yo me siento mal por dañar el ambiente juguetón de hace rato.
—Mañana es sábado, te prometo que seré tuya todo el día.
Trato de recuperar el buen ambiente, pero ya es muy tarde porque la espinita ha quedado en el aire entre nosotras.
Terminamos de trabajar pero no con los mismos ánimos.
Cada una sumergida en sus propios pensamientos. Nunca hemos definido nuestra relación y el hecho de que haya usado precisamente esa palabra deja mucho sobre que cavilar.
Llego a mi casa y llamo a Kitty para ver si quiere que la invite a cenar y ella encantada porque iremos a su restaurante italiano favorito.
Dos horas más tarde en vaqueros, botas y una camisa blanca estamos en la Forchetta.
—Y entonces la mujer quería venir a cenar con nosotras, ¿te lo puedes creer?
—Bueno nena en vista de que te estás acostando con ella, creo que es normal que quiera saber con quién pasas tus días—digo dando un trago a mi vino rojo.
—Dos veces, nos hemos acostado dos veces, tampoco es como para que quiera mi jodía agenda de contactos.
—Quizás deberíamos crear un manual dónde se le explique a tus citas cómo deben hacer las cosas, hacerles saber cuándo es muy pronto...
—¡Muy pronto! Tú tienes más tiempo saliendo con San y te has echado a correr cuando te invitó a cenar con su hermana.
—No es lo mismo y lo sabes—me quejo tomando el menú entre mis manos.
Todavía no tengo idea qué voy a ordenar.
—A ver señora para todo tengo un pretexto—dice al tiempo que apoya sus codos, junta las manos y me mira con ojos acusadores—¿Por qué no es lo mismo?
—Bueno que la hermana de San me ha visto. Sabes que me gusta ir a su local y me sentiría fuera de lugar cenando con ellas, sabiendo que la hermana está enterada de la relación que tenemos.
Kitty pone los ojos en blanco y niega con la cabeza.
—Excusas.
—Que son cuñadas, ¿qué opinión tú crees que pueda tener de mí su hermana?
—Bueno como no has ido a la cena, no lo sabremos. Mira que eres bruta, no te das cuenta que esta era tu oportunidad para conocer mejor a San, a su familia—se lleva la copa a la boca, toma un trago de vino y hace una pausa buscando sus próximas palabras—, Enterarte de su relación con la finuris.
—No lo pensé de esa forma.
—Bueno empieza a pensar que estamos trabajando para que se quede contigo, pero tú desde que conociste a Santana parece que te han comido las neuronas.
—Tienes razón, pero dejemos el temita por favor y ordenemos que me muero de hambre—le echo otro ojo al menú.
—Eso suele pasar cuando se tiene tanto sexo—dice abriendo ella también la carta.
La miro por encima del menú
—Si lo sabrás tú bien.
—Qué más quisiera yo, mira que eso de tener sexo con su jefe debe ser una pasada, me imagino que no hay un solo lugar de la oficina donde no se hayan revol...
Su pausa hace que levante la vista del menú y la mire, me sorprendo al verla porque quedó con cara de What. De pronto se puso pálida, no logro entender que ha causado semejante reacción así que giro lentamente la cabeza.
—No te voltees que te va a dar un Ictus—dice tirando de mi mano, pero ya es tarde porque me quedo rígida y todo el aire ha abandonado mis pulmones.
No puede ser, esto tiene que ser una broma.
—Lo siento, no quería que la vieras así—dice en un tono de voz más bajo mientras se estira un poco sobre la mesa.
¿Esa era su famosa cena?
Mira que es mentirosa.
Es que sencillamente no me lo puedo creer.
Y yo de idiota sintiéndome mal por no haberla acompañado a cenar con su hermana.
Es que la persona que hizo que confiáramos en las personas que no son tu amigas, debió ser una mujer con deseos de vengarse de las demás.
Porque hay que ser bien estúpida para creer en palabras de amor.
—Tranquila, quizás no nos vean—añade tratando de calmarme pero no creo que funcione, mi cuerpo ya está en tensión y siento cómo me comienza a bullir la sangre.
Coño, entiendo que vivamos en un país que solo tiene dos mil quinientos kilómetros cuadrados pero debe de haber más de trescientos restaurantes, ¿cómo es posible que coincidamos en el mismo?
—Respira cariño, sé que es un mal trago pero pasará.
La miro y trato de hacer lo que me dice.
—Buenas noches Brittany.
Trago el nudo que se me ha formado en la garganta y levanto la vista despacio.
—Buenas noches Elaine, ¿cómo estás?
—Bien querida, pero qué casualidad más bonita—responde con su acento bien marcado y una sonrisa que al parecer le dibujaron para que lleve puesta constantemente.
Escuchar esa frase hace que me moleste aún más. Pensar que hace cinco días, esas palabras tenían un significado tan distinto.
—¿Cómo están chicas?
—Muy bien Marley, ¿y tú?—responde Kitty, yo prefiero quedarme callada, porque tengo la sangre tan caliente en este momento, que capaz cuando hable en vez de palabras me sale humo por la boca.
—Todo bien, gracias.
Este debe ser el momento más incómodo del planeta tierra.
—Bueno, las dejamos para que sigan con su velada—prosigue Marley —, Que tenga buen provecho.
—¿Y por qué no cenamos juntas?
Este es el momento donde doy la autorización en pleno uso de mis facultades para que alguien me dé un solo golpe, pero tiene que ser uno fuerte, letal.
Santana no ha dicho una sola palabra pero tiene los ojos puestos en mí. No hace falta que la mire porque mi cuerpo traicionero lo sabe. Pero no me atrevo a mirarla, tengo miedo de no poder esconder todo el desprecio que siento por ella en este instante.
—Sería encantador compartir la mesa con ustedes pero es que estamos esperando a alguien y no queremos molestarlas—les informa Kitty y yo levanto la vista y clavo la mirada en ella, es una excusa un poco barata dado que estamos sentadas en una mesa para dos.
—Bueno en ese caso es una lástima, será para la próxima—dice Elaine.
—Claro, con mucho gusto.
—Brittany querida ya nos estaremos viendo.
Asiento con los labios cerrados y tensos antes de ver cómo se alejan, pero no demasiado para mi gusto.
Se sientan a tan solo dos mesas de distancia
—¿Y ahora qué hacemos? ¿Nos vamos?
—Claro que no, no me voy a marchar solo porque ella esté aquí—me tomo lo que queda de mi copa de vino de un solo trago.
—Britt que no quiero que estés incomoda y encima voy yo y me invento que estamos esperando a alguien—se queja con cara de agobio y yo extrañamente estoy muy tranquila. Diría que se me ha helado la sangre—, Ni que fueran a aparecer dos galanes por esa puerta preguntando por nosotras.
—No tiene por qué ser mentira–digo levantando las cejas
—Me gusta esa mirada... dime más—replica rápidamente con la curiosidad pintada en la cara.
Kitty asiente con la cabeza según le voy explicando mi plan y una sonrisa de diablilla se dibuja en sus labios.
—Y yo sé exactamente a quien llamar.
Veinte minutos más tarde llega nuestro invitado, miro de reojo a la mesa de Santana y veo cómo tuerce el gesto.
—¿Qué onda mis amores?
—Hola nene, muchas gracias por venir—saludo a Blaine poniéndome de pie y rodeando su cintura en un fuerte abrazo.
—Tienes suerte que un amigo me dio un aventón y pude llegar rápido porque si no mi reina pa’ que te cuento—nos informa después de deshacer el abrazo. Me acerca más a él y me da un beso en el pelo.
—Oye que yo también estoy aquí, no podías traer a algún amigo guapo para mí.
La miro con cara de: ¿En serio?.
—¿Qué? Todos saben que los gays tienen amigos que están buenísimos.
—Rubiecita lo siento pero no pude conseguir nada en tan poco tiempo.
Tomamos asiento y yo levanto la mano y le hago señas al mesero para que se acerque.
–Ahora mis amores, ¿cuál de ustedes me va a decir pa’ qué soy bueno?
Yo me acerco y le explico el plan muy bajito cerca del oído, desde fuera se podría decir que le estoy susurrando algo pícaro, a medida que le voy contando Blaine lanza unas carcajadas y mientras, no pierdo detalle de nuestro público.
Ahora te vas a enterar que conmigo no se juega.
—¡No me digas! Con la mujer estirada está.
—Aja.
Llega el mesero, Kitty y yo pedimos otra copa de vino rojo y Blaine se pide una de vino blanco, le digo que aún no estamos listos para ordenar y él pone cara de: qué tanto tiempo se necesita para ordenar un plato de comida, antes de marcharse.
—¿Pero ese no es la misma con la que fuiste al restaurante hace como dos meses?
Vuelvo a asentir.
—Bueno mi rubia, para mañana es tarde–dice separándose de mí y poniéndome su mano encima del hombro, atrayéndome más hacia él—No puedo creer que sea tu jefa ¡Oh padre! Y yo habla que habla cuando fueron a comer. Lo siento mi rubia pero me hubieras hecho una seña para que parara de parlotear.
—No te preocupes que aparte de insinuar que vivo inclinando el codo a cualquier hora del día, no dijiste nada malo.
—Cierto, se me fue la lengua. Ya te compensaré con una margarita cuando pases por el Chile’s.
Yo recuesto mi cabeza en su hombro, levanto la vista un poco y veo que Santana tiene los ojos clavados en mí. Está molesta, no le gusta lo que ve pero no me importa. Rápidamente aparto la mirada, busco al mesero y le indico que ya estamos listos para ordenar, por fin.
La noche va transcurriendo y con Kitty y Blaine nos la pasamos entre risas y más risas.
En mi caso, el noventa por ciento fingidas ya que por dentro, estoy que me llevan los mil demonios. Cada vez que escucho la risa de la finuris, me dan ganas de levantarme y estamparle el plato de fetuccini en la cabeza.
A ella por ser tan perfecta y a la morena por embustera.
Blaine se ha tomado muy en serio su papel, durante la velada se la pasa pendiente de todas mis necesidades.
Cuando se me termina el vino vuelve a llenar la copa. Que por cierto voy por la quinta y cada vez me sabe más bueno.
Mientras, se ha lanzado con Kitty en un debate sobre cuáles son los mejores zapatos entre los Manolos y los Jimmy Choo, sigue de lo más atento, me toma la mano, me acaricia la cara y yo trato de no perder ni una de las reacciones de Santana que está más rígido que árbol en invierno.
Por lo visto no le ha gustado lo que ordenó porque su plato sigue intacto.
¡Chúpate esa!
Por un momento nuestras miradas se cruzan y el glacial de sus ojos hace que se me congelen todos los huesos.
Me siento dolida y traicionada, pero a pesar de eso pongo mi mejor cara de póker, aunque cuando llegue a casa esta noche me eche a llorar. Pero no pienso dejarle ver cuánto me afecta toda esta situación.
«¿Por qué no terminan de comer y se largan de una buena vez?»
Trato de ignorarla y de concentrarme en lo que hablan los chicos pero como siempre me gana la curiosidad y escojo el peor momento para girar la cabeza.
Los celos me azotan cuando veo como Elaine le acaricia el rostro y Santana muy descarada le sonríe encantada.
Nunca he sido de esas mujeres celosas pero no lo soporto, no me gusta que ella la toque.
Santana se acerca y le susurra algo al oído y ella feliz como si le acabarán de anunciar que sería la nueva reina de Inglaterra.
No aguanto más si no hago algo para calmarme, voy a ir hacia allá y le voy a cantar hasta las cuarentas.
Me levanto y le digo a los chicos que ya regreso. Voy al baño y me echo agua en la cara pero no es suficiente para calmarme. Hinco los dos codos en la encimera del lavamanos, hundo la cabeza en mis manos y suelto unos cuantos improperios en contra de Santana y me maldigo a mí misma por meterme en esta situación.
Resoplo y maldigo una vez más para mis adentro.
Al levantar la cabeza el reflejo que veo en el espejo hace que pegue un brinco.
—¡Acaso te has vuelto loca!—digo mirando la puerta para asegurarme que nadie entre.
Ella no me responde, antes de que pueda volver abrir la boca, me toma por la mano y me arrastra dentro del último de los tres cubículos que hay y cierra.
—¿Qué te traes con el tipo ese?—pregunta con el tono endurecido.
—Pero tú de qué vas, ¿quién diablos te has creído para preguntarme o reclamarme algo?
—Brittany maldición—da un golpe en la pared cerca de mi rostro de pura frustración pero yo no me muevo—Me dijiste que saldrías con Kitty pero olvidaste mencionar que el idiota ese estaría presente. ¿A qué estás jugando? ¿Te lo estás follando?—inquiere con la respiración acelerada.
—A mí me hablas de juegos, cuando esta misma tarde me invitaste a cenar con tu hermana y te presentas aquí con la Barbie esa, ¿o es que a Elaine le cambiaron el nombre?—la empujo para tratar de salir de aquí pero ella se interpone—Santana déjame salir—le digo con la mirada desafiante.
—Tú de aquí no sales hasta que no hablemos.
—Yo no tengo nada que hablar contigo, eres una maldita mentirosa—lo insulto mientras la golpeo varias veces en el pecho con los puños cerrados—, ¿Qué pretendías... hacer un trío? Te da mucho morbo eso de estar entre la rubia y la castaña, ¿eh?
—¡Basta joder!—grita antes de agarrarme las manos y llevarlas arriba de mi cabeza—Yo no sabía que Elaine iba a venir, cuando llegué a casa de Bree, ella ya estaba allá esperando por mí—su mirada es penetrante.
Trato de soltarme pero refuerza su agarre.
—¿Por qué querías que fuera a cenar contigo y tu hermana?
—Porque le he hablado de ti y quería que se conocieran
Su contestación rápida hace que deje de forcejar y la mire con ojos inquisidores y me jode ver que está siendo sincera.
Pero sigo dolida por verla aparecer con ella, así que no pienso quitar el dedo del renglón.
—Bueno te quedó como un guante que te dijera que no, ¿o cómo le ibas a explicar mi presencia a tu noviecita?—digo con ironía.
—A ver a quién de las dos le quedó mejor, porque no te veo muy sufrida que digamos. Todo lo contrario, estás muy de risitas con el imbécil ese.
—A Blaine no lo insultas, porque es mucho más persona que tú.
—¿Ah sí? bueno déjame demostrarte que tan persona y mujer puedo llegar a ser porque parece que se te ha olvidado.
Me observa con la mirada nublada por los celos para luego estampar con fuerza sus labios contra los míos.
Giro la cabeza pero ella no se da por vencida y trata de intensificar el beso.
—Si quieres besar a alguien, ve y continúa haciéndole mimos a tu prometida, ¿o eso no era lo que estabas haciendo hace rato?
—Lo hice para darte celos joder, ¿cómo crees que me sentí viendo cómo te dejabas manosear por ese cretino?—dice cerca de mis labios, tanto que hasta puedo saborear el aliento a vino seco.
Me quedo mirándola con la respiración por los cielos, hasta que se vuelve a abalanzar sobre mí. Le muerdo el labio, ella se aparta y me mira sorprendida por mi osadía.
—¡Me mordiste!—clama con la voz roca llevándose una mano a los labios.
—Suéltame no quiero que me toques—digo con la mirada envenenada por los celos.
Solo de pensar que pudo besarla a ella de la misma forma que lo ha hecho conmigo, me mata.
—Pero eso no me lo decías está mañana, cuando te hacia el amor lentamente en el sofá de mi oficina—acerca su rostro al mío con la mirada oscurecida.
—Eres una arrogante...
Vuelve a besarme con más ímpetu esta vez y yo trato de soltarme para poder empujarla pero no me deja, sigue saqueando mi boca como ama y señora y yo poco a poco voy cediendo hasta que finalmente le devuelvo el beso.
—¿Cuándo vas a dejar de ser tan mentirosa?—dice luego de romper el beso y dejarme jadeando—Dices que no quieres que te toque pero tu cuerpo te delata. Sé que te encantan mis besos, que adoras mis caricias y que cuando estoy dentro y junto a ti, es como estar en el puto paraíso.
Comienzo a flaquear y ella parece notarlo porque poco a poco va soltando su amarre y cuando está segura que no voy a salir corriendo, toma mi rostro entre sus manos.
—¿Crees que no podría acostarme con otra persona? Deja ya de creerte la diosa que controla cada uno de mis orgasmos—suelto llena de rabia.
—Podrías acostarte con otra pero estoy segura que ninguna encenderá tu piel como lo hago yo.
Odio que tenga razón, odio mi cuerpo por ser tan traicionero y deshacerse a penas ella me toca y me odio a mí por ser tan débil cuando se trata de ella.
—Brittany me estoy volviendo loca, no soporto la idea de que otra persona te toque—susurra cerca de mis labios y es como si estuviera viviendo un suplicio—Llevo tanto tiempo deseándote, tratando de estar lejos de ti, que ya no aguanto más y después de estar contigo no pienso perderte—me besa con pasión y yo le correspondo de la misma forma.
Trato de resistirme a esta mujer pero no puedo, hay algo en ella que aniquila mi fuerza de voluntad.
El beso es arrollador, húmedo, caliente, en él Santana vierte toda su desesperación y yo toda la rabia que me ha consumido esta noche. Nos besamos como si el mundo se fuera a acabar mañana.
Pronto el beso no fue suficiente y siento cómo sus manos se mueven por todo mi cuerpo. Entre caricias y besos me desabrocha el pantalón y antes de ni quiera pensarlo estábamos consumiendo nuestra pasión.
Diez minutos más tarde nos estamos acomodando la ropa en total silencio, no la miro.
Un polvo rápido dentro de un baño no era lo que yo buscaba. Toda esta situación me tiene mal.
—Pensé que Brittany estaba en el baño—me quedo fría al escuchar la voz de Elaine.
—No, ha salido fuera a responder una llamada.
Escucho el agua del lavamanos correr y miro a Santana llena de pánico, miro de nuevo a mi alrededor, como si pudiera encontrar una vía de escape y no me atrevo ni a moverme.
—¿Y desde cuando son amigas?
—Desde hace doce años.
Kitty y Elaine.
¿Qué hacen juntas?
—¿Y tienes novio o novia? Porque creo que a Marley le gustas.
El agua deja de correr y siento que mi corazón se ha detenido, levanto la vista hacia Santana y le lanzo una mirada dura.
¿Cómo es posible que me esté pasando esto?
«Eso te pasa cuando te metes con una persona comprometida».
Dios, siento cómo un nudo se va formando en mi garganta.
—No, que va. A mí eso de los novios o novias no me va y en cuanto a Marley no es mi tipo.
—¿Y Brittany?
El sudor recorre mi espalda.
Escucho pasos acercarse y me llevo las manos a la boca para tratar de ahogar un grito.
—Bueno, es muy guapa y sexy, pero tampoco es mi tipo. Prefiero que seamos amigas, hermanas.
Ambas se ríen y yo miro por debajo de la puerta la sombra que se ha detenido, rogando a todos los santos que no se le ocurra abrirla.
—Qué divertida—hace una pausa y luego añade—, Pero me refería a si tenía novia.
—Está viendo a alguien.
Creo que mi corazón se ha detenido.
—¿Y está enamorada?
Miro a Santana y siento cómo mis mejillas se humedece, creo ver la sombra del dolor recorrer sus ojos, levanta la mano y trata de limpiar una lágrima y yo giro la cabeza para evitar su contacto.
—Bueno eso tendríamos que preguntárselo a ella, ¿no crees?
—Disculpa, no quise ser indiscreta—dice con cierta falsedad en la voz.
—Descuida, todas las mujeres somos un poco cotilla en el fondo—le responde imitando su mismo tono.
Escucho como se van alejando los pasos y vuelvo a respirar. Espero unos segundos para asegurarme que no se devuelvan y cuando estoy convencida de que están lejos, empujo a Santana, abro la puerta y salgo del cubículo.
Santana se apresura a salir detrás de mí. Me agarra por el brazo.
—Britt espera. Lo siento...
—Suéltame—me resisto deshaciendo su agarre—, ¿Esto es lo que quieres? Por eso alquilaste el apartamento en Itzig, ¿para que nadie nos viera y se lo contara a ella?—me limpio las lágrimas con rabia.
—¡Claro que no! Lo hice porque sé lo incómodo que es para ti cuando vamos a un hotel y quería que tuviéramos un lugar para nosotras donde pudiéramos estar tranquilas sin tener que escondernos de nadie—se lleva las manos a la cabeza llena de frustración—, No me gusta que te sientas como si estuviéramos escondiendo lo nuestro.
—¿Y esto qué es?—grito señalándonos a ambas—Me he convertido en la otra a la que tienes que echarle un polvo rápido en un baño público.
—Britt no hables así. Yo no lo siento de esa forma—da un paso hacia mí y yo doy otro atrás.
—¿Sabes qué San? Estoy harta de todo esto. Yo no soy así y no creo que pueda seguir de esta manera.
—¿Qué estás tratando de decir?
El miedo se apodera de ella y me mira con ojos suplicantes.
—Yo necesito pensar—digo y salgo del baño sin darle tiempo a réplicas.
Cuando estoy en el pasillo, no sé para dónde ir. No puedo regresar en este estado al salón.
Veo un mesero y le pregunto por dónde puedo salir sin usar la puerta principal, el pobre hombre debe de creer que estoy loca pero me indica una puerta que parece ser por donde entran los empleados.
Salgo a la calle y empiezo a dar vueltas en círculos en el mismo lugar. Me llevo la mano al cabello y me desplomo en la acera.
Hace un frío que pela pero no me importa.
Estoy hecha un desastre.
Escucho la puerta por donde acabo de salir abrirse y tengo miedo de que Santana me haya seguido, así que me paro de golpe dispuesta a salir corriendo, pero no es ella.
Una camarera sale a fumar un cigarrillo y yo aprovecho y me acerco para preguntarle si tiene teléfono, cuando me dice que sí, le pregunto si puedo hacer una llamada.
Llamo a Kitty y le explico rápidamente donde estoy, le digo que no puedo entrar y enfrentarme a ellos, como siempre pasa con Kitty no hace falta hablar mucho.
Me dice que en dos minutos estará fuera y lista para irnos.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
en la vida los amores,.. amantes,.. novi@s en la vida pasan y los amigos son eternos,.. y es bueno que britt no lo camba!!!
san se fue literalmente al carajo,... espero que se centre y batee de una ves a la barbie,..
nos vemos!!!
en la vida los amores,.. amantes,.. novi@s en la vida pasan y los amigos son eternos,.. y es bueno que britt no lo camba!!!
san se fue literalmente al carajo,... espero que se centre y batee de una ves a la barbie,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
No entiendo la relacion de San con Elaine!!!!! Es o no la prometida???
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Que horroo pasar una situación así... Al final Britt es la otra a menos que San ya haya terminado con Elaine.....
Espero que todo esto haga que recapaciten y hagan las cosas bien!
Espero que todo esto haga que recapaciten y hagan las cosas bien!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
De verdad no entiendo nada, pq santana no termina con elaine, es obvio que no la quiere, que secreto hay ahi??????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola!! Pensaba en alguno de sus viajes había ya terminado con elaine. Y que ni salga después con que se va a morir o esta embaraza para no terminarla
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
en la vida los amores,.. amantes,.. novi@s en la vida pasan y los amigos son eternos,.. y es bueno que britt no lo camba!!!
san se fue literalmente al carajo,... espero que se centre y batee de una ves a la barbie,..
nos vemos!!!
Hola lu, eso es vrdd... duele, pero es vrdd =/ Bn ai! ella es sensata xD jajaajajaj. Si ¬¬ Espero lo mismo o sino q la bateen a ella ¬¬ Saludos =D
monica.santander escribió:No entiendo la relacion de San con Elaine!!!!! Es o no la prometida???
Saludos
Hola, ni yo...ni ella ¬¬ Al parecer si, pero espero que no ¬¬ Saludos =D
JVM escribió:Que horroo pasar una situación así... Al final Britt es la otra a menos que San ya haya terminado con Elaine.....
Espero que todo esto haga que recapaciten y hagan las cosas bien!
Hola, si =/ si que lo es... y san no hace nada ¬¬ Espero lo mismo... y si q deje a san para q habrá lo ojos y actue como debe ¬¬ Saludos =D
micky morales escribió:De verdad no entiendo nada, pq santana no termina con elaine, es obvio que no la quiere, que secreto hay ahi??????
Hola, ni nadie xD Eso mismo ¬¬ hace q una piense q ai algo más q la une a ella ¬¬ Saludos =D
Tati.94 escribió:Hola!! Pensaba en alguno de sus viajes había ya terminado con elaine. Y que ni salga después con que se va a morir o esta embaraza para no terminarla
Hola, y yo tmbn... y creo q más de una ¬¬ =O ni lo digas q pasa! nonononono. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 16
Capitulo 16
—No pudo creer que se haya puesto celosa—dice Kitty girando la llave en la cerradura de su casa—, Pero si Blaine está cada vez más gay que el oso Pooh.
Le pedí a Kitty que me dejara en la estación de tren para de ahí irme a mi casa pero insistió en que me quedara con ella esta noche, así que después de llevar a Blaine a su fiesta, vinimos a su departamento ubicado en Bettembourg.
Es una ciudad muy acogedora, con sus diez mil habitantes, tiene al igual que las grandes ciudades de Luxemburgo, como Esch/Alzette una población muy diversificada.
Cuando entras a un Pub puedes escuchar a las personas hablando en español, portugués, italiano o en yugoslavo.
Si le preguntan a Kitty porqué escogió esta ciudad te dirá: “por la ubicación”.
Lo que es cierto, Bettembourg está a diez minutos de la ciudad Y de Esch, que con sus treinta mil habitantes es la segunda ciudad más importante del país.
Si me preguntan a mí, yo diría que lo hizo para poder presumir que vive cerca de un castillo.
Le château de Bettembourg, que fue construido a mediados del siglo XVIII y que es ahora el ayuntamiento de la ciudad.
—Estaba hecha una furia.
Entramos en el piso de unos setenta metros cuadrados. Ella arroja las llaves sobre la mesita de la entrada y nos quitamos los abrigos.
—Me está comenzando a asustar esa obsesión que tiene esa mujer contigo.
A penas entramos en la sala, yo me desplomo en el mueble de dos plazas y recuesto la cabeza en el espaldar, mientras que ella se dirige a la cocina abierta decorada en tono blanco con negro.
—Sé que debes de ser un buen polvo, pero coño, ¿tanto como para que te siga al baño con la novia cerca? ¡Eso es estar completamente loca!
Tomo un hondo suspiro y me quedo admirando la moderna decoración del lugar.
—Lo sé, a mí también me asusta—afirmo en el momento que ella regresa y me da una de las dos cervezas que trae en mano y después se sienta a mi lado—Independientemente de que el sexo entre nosotras sea increíble, siento que hay algo más, algo que ella no me cuenta.
—¿Por qué no se lo preguntas?
—No hablamos mucho que digamos y cuando lo hacemos, es de cosas sin importancia—respondo y doy un trago a mi Heineken.
—O sea que están tratando de evitar la gran pregunta—la miro y asiento con la cabeza—Saber dónde está su relación.
Me quito las botas y tomo una postura más relajada.
—Aunque eso ya no importa porque terminaste con ella, ¿no es así?
—Exacto—digo dudando yo misma de mis palabras.
—¿Y no piensas volver con ella? A pesar que tienen una conexión indescriptible, que según tus propias palabras y lo que he podido ver, nunca antes has tenido con otra persona.
—Ajá.
—¿Segura?—pregunta articulando cada palabra.
—Kitty que no estás ayudando.
—Yo solo digo que estás muy enganchada de esa mujer y no estoy segura que hayas tomado la decisión correcta pero tú sabrás.
—No lo sé, ahora mismo estoy hecha un lío, así que mejor dejemos de hablar de eso.
—Bien, pero hagas lo que hagas, tienes que tener cuidado con Elaine, esa mujer—piensa durante unos segundo buscando las palabras correctas—, No lo sé, no me gusta. Tiene algo que podría resultar ser peligroso.
Asiento porque yo también me he dado cuenta. Elaine no es ninguna tonta.
Ella y Santana son tan diferentes que a veces no logro entender cómo es que están juntas.
—¿Y qué quieres hacer?
—Estoy cansada, creo que me iré a dormir.
—Está bien, terminamos esta y nos vamos a la cama, pero duermes conmigo.
No termino de entender por qué alquiló un departamento con dos habitaciones si cada vez que vengo me pide que duerma con ella.
—Está bien.
El día ha sido largo y agotador, así que apenas tocamos la cama, caemos rendidas.
Entre sueños escucho un ruido retumbante en la habitación pero no me muevo.
—Brittany—escucho la voz de Kitty pero estoy muy cansada y no quiero abrir los ojos—Brittany te juro que si no apagas tu teléfono, lo voy a tirar por la ventana—la amenaza de Kitty hace que abra los ojos y brinque de la cama en busca de mi celular.
Media dormida busco el iPhone que no para de sonar y de pronto me despierto totalmente al ver que se trata de Santana.
Dudo si responder o no.
La llamada se cae y caigo en cuenta que son las dos de la mañana y comienzo a preocuparme.
¿Qué habrá pasado?
El teléfono vuelve a sonar y antes de pensarlo mi dedo se desliza y respondo algo insegura.
—¿Aló?
—¿Es usted Brittany?
Termino de despertarme de todo al escuchar la voz de una mujer al otro lado de la línea que me habla en un perfecto francés.
—Sí, soy yo.
—Mire soy la encargada del Venus Club.
Hago memoria rápida para saber de dónde me suena ese nombre. Se me enciende la bombilla.
¿Qué diablos hace Santana en un lugar así?
—Le estoy llamando porque la dueña del teléfono está muy borracha como para manejar, así que le hemos confiscado las llaves y como todo lo que ha hecho ha sido mencionar su nombre lo he buscado en las llamadas salientes. ¿Podría venir por ella?
—Sí, sí claro. Estaré ahí dentro de poco. Muchas gracias por llamar.—cuelgo el teléfono, corro hacia la entrada en busca de mis botas y de mi abrigo, tomo las llaves.
Al llegar a la puerta me paro en seco, ¡acaso me he vuelto loca!
¿Dónde voy a ir a esta hora?
No sé cuándo sale el próximo autobús o tren. A demás, no puedo tomar el carro de Kitty porque ni siquiera sé conducir, bien podría pedirle que me lleve ella pero no quiero despertarla.
Aún estoy en pijama, pienso rápidamente qué puedo hacer y corro hasta el cuarto donde está Kitty durmiendo como un tronco, tomo su teléfono y busco el número de la única persona que me puede ayudar.
Salgo al salón y marco. Suena varias veces pero no responde, comienzo a desesperarme pero vuelvo a marcar.
Respiro cuando por fin contesta.
—¡Aló! Siento llamarte tan tarde o tan temprano pero necesito tu ayuda.
—¿Brittany?—pregunta Marley con voz adormilada.
—Sí, soy yo. Escucha, me acaban de llamar del club Venus, aparentemente Santana está ahí...
—¿En el Venus?
—Sí y me llamó la encargada para decirme que está muy borracha y no puede conducir, iba a ir a buscarlo pero no sé si hay trenes a esta hora y no sabía a quién más llamar—digo todo atropelladamente—, Puedes por favor ir a buscarla.
—¿Estás segura que se trata de San? Porque no es su estilo de lugar.
—La encargada me llamó desde su teléfono, así que no me queda la menor duda. Marley por favor que tú sabes cómo se pone esa calle a esta hora de la noche. No sé cómo llegó a parar ahí pero tengo miedo que le pueda pasar algo.
—Ya me estoy cambiando, en seguida salgo para allá.
—Muchas gracias, me llamas en cuanto esté contigo.
—De acuerdo.
Termino la llamada y me voy a la cocina. Sé que hasta que Marley no me llame no volveré a dormir, así que decido prepararme una camomila.
Una hora y media más tarde, me sobresalta un ruido estridente.
Me levanto rápidamente del sofá y casi me da un paro cuando veo a Kitty salir del cuarto con un secador de pelo en la mano, lista para atacar.
—¿Se puede saber qué coño pasa?
—A parte que casi me matas de un susto—respondo llevándome la mano al pecho—, Bueno que ha sonado el timbre.
—¿Y quién diablos está llamando a la puerta a estas horas?—dice caminando hacia el pasillo—¿Y tú qué haces despierta?
—Estoy esperando que Marley me llame.
Mi respuesta hace que se pare y se volteé hacia mí con cara de: dime más. Voy a explicarle lo sucedido cuando vuelve a sonar el timbre. Ella se gira y descuelga el telefonito del comunicador.
—¿Quién es?—escucha a la persona que está del otro lado, se gira hacia mi totalmente desconcertada—Es Marley—anuncia y mi primera reacción es de asombro, ¿cómo ha llegado Marley hasta aquí?
Luego temo lo peor, debió de haber pasado algo muy grave para que en vez de llamarme se haya presentado aquí.
—¿Y desde cuándo sabe Marley dónde tú vives?
—Es una larga historia—se gira, vuelve a hablar por el intercom y aprieta el botón para abrir la puerta de abajo.
Frunzo las cejas pero no insisto porque ahora mismo estoy demasiado preocupada.
«¿Qué habrá pasado?».
El Venus está situado en la avenida de la Gare, la cual suele estar llena de drogadictos, prostitutas y borrachos a estas horas de la madrugada.
Espero que no se haya metido en problemas.
Tocan la puerta principal y yo corro hacia el pasillo. Abro y me encuentro con Marley quién trae a Santana colgada del hombro casi a rastras.
—¡Ay Cristo! ¿Y a esta qué le pasó?—clama Kitty detrás de mí.
Yo no respondo. Me apresuro y tomo a Santana por el otro lado y ayudo a Marley a llevarla al salón.
—Britt-Britt estás aquí—balbucea Santana.
La miro pero ella ya ha dejado caer la cabeza hacia abajo.
—Llévenla al cuarto del fondo y vigila que no vomite en la alfombra. Aunque quiero cambiarla hace unos meses, así que mejor déjalo, así solo tendré que mandarle la factura.
Llegamos al cuarto y la acomodamos en la cama.
—¡Pero que lio!—prosigue Kitty—Me imagino que no quedó ni una sola botella de whisky en el bar.
—Britt-Britt no me dejes—vuelve a balbucear Santana antes de perder el conocimiento.
Levanto la vista y observo cómo Kitty trata de esconder una sonrisita y como Marley me mira detenidamente al mismo tiempo que levanta una ceja inquisidora.
Me imagino que ninguna de las dos entiende el apodo y seguro que lo encuentran de lo más cursi pero a mí me gusta.
Ser su Britt-Britt es algo solo nuestro y me encanta saber que solo nosotras lo entendemos.
Yo las ignoro a ambas y les hago seña para que salgamos de la habitación.
Apenas llegamos al salón le pido a Marley que me dé explicaciones sobre lo sucedido.
—Lo siento pero tuve que traerla porque estaba demasiado borracha como para llevarla a casa de Bree.
—¿Y eso por qué? —pregunta Kitty.
—Porque solo mencionaba tu nombre y tuve miedo que se le fuera la lengua.
—Pero pudiste llevarla a tu casa—continúa Kitty que al igual que yo no entiende nada.
—Esa era mi intención pero después pensé que sería el primer lugar dónde Elaine iría a buscarla en la mañana y como están las cosas no creo conveniente que ella la vea así.
La miro con las cejas levantadas.
¿Qué quiere decir eso de “cómo están las cosas”?
¿Cómo están las cosas conmigo o con ella?
—¿Y es muy común de tu amiguita emborracharse de esa forma?—inquiere Kitty.
Yo no digo una palabra, estoy completamente confundida.
Entiendo cada vez menos el comportamiento de Santana. Si tanto le duele estar lejos de mí, ¿por qué simplemente no la deja?
—No, de hecho es la segunda vez que la veo borracha desde que la conozco.
Ladeo la cabeza y me topo con los ojos de Kitty que me mira con cara de “ ¿y a hora qué vas a hacer?”
Esto cada vez está más complicado.
Sé que debo ser inteligente y alejarme de Santana antes de terminar enamorada como una tonta, y temo no salir ilesa de todo este asunto. Pero tampoco estoy segura de querer dejarla.
—Voy a ver cómo sigue, aunque en el estado que está no creo que se despierte.
—Eh, también tendrán que darme asilo a mí.
—¿Y a ti por qué?—pregunta Kitty cruzándose de brazos.
—Primero porque es muy tarde, estoy cansada y no tengo ningún deseo de conducir de regreso a la ciudad y segundo porque como dije antes, mi casa es el primer lugar dónde van a ir a buscarla y antes de que Elaine la invada como agente del FBI, tengo que hablar con Santana para ver cómo vamos a explicar esto.
Kitty y yo nos miramos.
Ella duda durante unos segundos, yo misma no estoy encantada con la idea pero en vista de las circunstancias, es la mejor opción.
—Está bien, puedes dormir en el sofá. Voy por una sábana—gira sobre sus talones y va en dirección a su habitación.
—Muchas gracias.
—No fue nada. Estoy segura que San hubiera hecho lo mismo por mí.
Yo asiento y me volteo para regresar a la habitación.
—Espera Brittany—me llama, yo me detengo y me giro para mirarla de frente—Quizás me esté metiendo dónde no me llaman pero quiero que sepas que San está como loca contigo, aunque creo que ya te habrás dado cuenta—dice la última frase con media sonrisa.
Yo me mantengo impasible; lo que acaba de decir no me aporta nada nuevo, por lo tanto no me reconforta.
Así que la miro con cara de circunstancias.
—Lo que quiero decir es que le des tiempo. No te rindas con ella, es una buena persona y merece la pena.
Suspiro y vuelvo a asentir antes de salir del salón.
Al llegar al cuarto, cierro y me recuesto unos segundos en la puerta. La miro y no puedo evitar pensar en lo demente que es todo esto, ¿por qué no pude conocerla antes cuando estaba soltera?
¿Por qué Marley me dijo eso?
¿Qué es lo que la ata a esa mujer?
¿Si no la quiere, por qué no la deja?
«¿Por qué no hablas conmigo?».
Son demasiadas preguntas y es demasiado tarde o temprano para pensar en eso ahora.
Me acerco a la cama, le quito los zapatos y la correa, luego me acomodo a su lado. Huele a alcohol pero también a esa esencia femenina que tanto me gusta, así que cierro los ojos y dejo que su perfume me envuelva, antes de caer en brazos de Morpheus.
Le pedí a Kitty que me dejara en la estación de tren para de ahí irme a mi casa pero insistió en que me quedara con ella esta noche, así que después de llevar a Blaine a su fiesta, vinimos a su departamento ubicado en Bettembourg.
Es una ciudad muy acogedora, con sus diez mil habitantes, tiene al igual que las grandes ciudades de Luxemburgo, como Esch/Alzette una población muy diversificada.
Cuando entras a un Pub puedes escuchar a las personas hablando en español, portugués, italiano o en yugoslavo.
Si le preguntan a Kitty porqué escogió esta ciudad te dirá: “por la ubicación”.
Lo que es cierto, Bettembourg está a diez minutos de la ciudad Y de Esch, que con sus treinta mil habitantes es la segunda ciudad más importante del país.
Si me preguntan a mí, yo diría que lo hizo para poder presumir que vive cerca de un castillo.
Le château de Bettembourg, que fue construido a mediados del siglo XVIII y que es ahora el ayuntamiento de la ciudad.
—Estaba hecha una furia.
Entramos en el piso de unos setenta metros cuadrados. Ella arroja las llaves sobre la mesita de la entrada y nos quitamos los abrigos.
—Me está comenzando a asustar esa obsesión que tiene esa mujer contigo.
A penas entramos en la sala, yo me desplomo en el mueble de dos plazas y recuesto la cabeza en el espaldar, mientras que ella se dirige a la cocina abierta decorada en tono blanco con negro.
—Sé que debes de ser un buen polvo, pero coño, ¿tanto como para que te siga al baño con la novia cerca? ¡Eso es estar completamente loca!
Tomo un hondo suspiro y me quedo admirando la moderna decoración del lugar.
—Lo sé, a mí también me asusta—afirmo en el momento que ella regresa y me da una de las dos cervezas que trae en mano y después se sienta a mi lado—Independientemente de que el sexo entre nosotras sea increíble, siento que hay algo más, algo que ella no me cuenta.
—¿Por qué no se lo preguntas?
—No hablamos mucho que digamos y cuando lo hacemos, es de cosas sin importancia—respondo y doy un trago a mi Heineken.
—O sea que están tratando de evitar la gran pregunta—la miro y asiento con la cabeza—Saber dónde está su relación.
Me quito las botas y tomo una postura más relajada.
—Aunque eso ya no importa porque terminaste con ella, ¿no es así?
—Exacto—digo dudando yo misma de mis palabras.
—¿Y no piensas volver con ella? A pesar que tienen una conexión indescriptible, que según tus propias palabras y lo que he podido ver, nunca antes has tenido con otra persona.
—Ajá.
—¿Segura?—pregunta articulando cada palabra.
—Kitty que no estás ayudando.
—Yo solo digo que estás muy enganchada de esa mujer y no estoy segura que hayas tomado la decisión correcta pero tú sabrás.
—No lo sé, ahora mismo estoy hecha un lío, así que mejor dejemos de hablar de eso.
—Bien, pero hagas lo que hagas, tienes que tener cuidado con Elaine, esa mujer—piensa durante unos segundo buscando las palabras correctas—, No lo sé, no me gusta. Tiene algo que podría resultar ser peligroso.
Asiento porque yo también me he dado cuenta. Elaine no es ninguna tonta.
Ella y Santana son tan diferentes que a veces no logro entender cómo es que están juntas.
—¿Y qué quieres hacer?
—Estoy cansada, creo que me iré a dormir.
—Está bien, terminamos esta y nos vamos a la cama, pero duermes conmigo.
No termino de entender por qué alquiló un departamento con dos habitaciones si cada vez que vengo me pide que duerma con ella.
—Está bien.
El día ha sido largo y agotador, así que apenas tocamos la cama, caemos rendidas.
Entre sueños escucho un ruido retumbante en la habitación pero no me muevo.
—Brittany—escucho la voz de Kitty pero estoy muy cansada y no quiero abrir los ojos—Brittany te juro que si no apagas tu teléfono, lo voy a tirar por la ventana—la amenaza de Kitty hace que abra los ojos y brinque de la cama en busca de mi celular.
Media dormida busco el iPhone que no para de sonar y de pronto me despierto totalmente al ver que se trata de Santana.
Dudo si responder o no.
La llamada se cae y caigo en cuenta que son las dos de la mañana y comienzo a preocuparme.
¿Qué habrá pasado?
El teléfono vuelve a sonar y antes de pensarlo mi dedo se desliza y respondo algo insegura.
—¿Aló?
—¿Es usted Brittany?
Termino de despertarme de todo al escuchar la voz de una mujer al otro lado de la línea que me habla en un perfecto francés.
—Sí, soy yo.
—Mire soy la encargada del Venus Club.
Hago memoria rápida para saber de dónde me suena ese nombre. Se me enciende la bombilla.
¿Qué diablos hace Santana en un lugar así?
—Le estoy llamando porque la dueña del teléfono está muy borracha como para manejar, así que le hemos confiscado las llaves y como todo lo que ha hecho ha sido mencionar su nombre lo he buscado en las llamadas salientes. ¿Podría venir por ella?
—Sí, sí claro. Estaré ahí dentro de poco. Muchas gracias por llamar.—cuelgo el teléfono, corro hacia la entrada en busca de mis botas y de mi abrigo, tomo las llaves.
Al llegar a la puerta me paro en seco, ¡acaso me he vuelto loca!
¿Dónde voy a ir a esta hora?
No sé cuándo sale el próximo autobús o tren. A demás, no puedo tomar el carro de Kitty porque ni siquiera sé conducir, bien podría pedirle que me lleve ella pero no quiero despertarla.
Aún estoy en pijama, pienso rápidamente qué puedo hacer y corro hasta el cuarto donde está Kitty durmiendo como un tronco, tomo su teléfono y busco el número de la única persona que me puede ayudar.
Salgo al salón y marco. Suena varias veces pero no responde, comienzo a desesperarme pero vuelvo a marcar.
Respiro cuando por fin contesta.
—¡Aló! Siento llamarte tan tarde o tan temprano pero necesito tu ayuda.
—¿Brittany?—pregunta Marley con voz adormilada.
—Sí, soy yo. Escucha, me acaban de llamar del club Venus, aparentemente Santana está ahí...
—¿En el Venus?
—Sí y me llamó la encargada para decirme que está muy borracha y no puede conducir, iba a ir a buscarlo pero no sé si hay trenes a esta hora y no sabía a quién más llamar—digo todo atropelladamente—, Puedes por favor ir a buscarla.
—¿Estás segura que se trata de San? Porque no es su estilo de lugar.
—La encargada me llamó desde su teléfono, así que no me queda la menor duda. Marley por favor que tú sabes cómo se pone esa calle a esta hora de la noche. No sé cómo llegó a parar ahí pero tengo miedo que le pueda pasar algo.
—Ya me estoy cambiando, en seguida salgo para allá.
—Muchas gracias, me llamas en cuanto esté contigo.
—De acuerdo.
Termino la llamada y me voy a la cocina. Sé que hasta que Marley no me llame no volveré a dormir, así que decido prepararme una camomila.
Una hora y media más tarde, me sobresalta un ruido estridente.
Me levanto rápidamente del sofá y casi me da un paro cuando veo a Kitty salir del cuarto con un secador de pelo en la mano, lista para atacar.
—¿Se puede saber qué coño pasa?
—A parte que casi me matas de un susto—respondo llevándome la mano al pecho—, Bueno que ha sonado el timbre.
—¿Y quién diablos está llamando a la puerta a estas horas?—dice caminando hacia el pasillo—¿Y tú qué haces despierta?
—Estoy esperando que Marley me llame.
Mi respuesta hace que se pare y se volteé hacia mí con cara de: dime más. Voy a explicarle lo sucedido cuando vuelve a sonar el timbre. Ella se gira y descuelga el telefonito del comunicador.
—¿Quién es?—escucha a la persona que está del otro lado, se gira hacia mi totalmente desconcertada—Es Marley—anuncia y mi primera reacción es de asombro, ¿cómo ha llegado Marley hasta aquí?
Luego temo lo peor, debió de haber pasado algo muy grave para que en vez de llamarme se haya presentado aquí.
—¿Y desde cuándo sabe Marley dónde tú vives?
—Es una larga historia—se gira, vuelve a hablar por el intercom y aprieta el botón para abrir la puerta de abajo.
Frunzo las cejas pero no insisto porque ahora mismo estoy demasiado preocupada.
«¿Qué habrá pasado?».
El Venus está situado en la avenida de la Gare, la cual suele estar llena de drogadictos, prostitutas y borrachos a estas horas de la madrugada.
Espero que no se haya metido en problemas.
Tocan la puerta principal y yo corro hacia el pasillo. Abro y me encuentro con Marley quién trae a Santana colgada del hombro casi a rastras.
—¡Ay Cristo! ¿Y a esta qué le pasó?—clama Kitty detrás de mí.
Yo no respondo. Me apresuro y tomo a Santana por el otro lado y ayudo a Marley a llevarla al salón.
—Britt-Britt estás aquí—balbucea Santana.
La miro pero ella ya ha dejado caer la cabeza hacia abajo.
—Llévenla al cuarto del fondo y vigila que no vomite en la alfombra. Aunque quiero cambiarla hace unos meses, así que mejor déjalo, así solo tendré que mandarle la factura.
Llegamos al cuarto y la acomodamos en la cama.
—¡Pero que lio!—prosigue Kitty—Me imagino que no quedó ni una sola botella de whisky en el bar.
—Britt-Britt no me dejes—vuelve a balbucear Santana antes de perder el conocimiento.
Levanto la vista y observo cómo Kitty trata de esconder una sonrisita y como Marley me mira detenidamente al mismo tiempo que levanta una ceja inquisidora.
Me imagino que ninguna de las dos entiende el apodo y seguro que lo encuentran de lo más cursi pero a mí me gusta.
Ser su Britt-Britt es algo solo nuestro y me encanta saber que solo nosotras lo entendemos.
Yo las ignoro a ambas y les hago seña para que salgamos de la habitación.
Apenas llegamos al salón le pido a Marley que me dé explicaciones sobre lo sucedido.
—Lo siento pero tuve que traerla porque estaba demasiado borracha como para llevarla a casa de Bree.
—¿Y eso por qué? —pregunta Kitty.
—Porque solo mencionaba tu nombre y tuve miedo que se le fuera la lengua.
—Pero pudiste llevarla a tu casa—continúa Kitty que al igual que yo no entiende nada.
—Esa era mi intención pero después pensé que sería el primer lugar dónde Elaine iría a buscarla en la mañana y como están las cosas no creo conveniente que ella la vea así.
La miro con las cejas levantadas.
¿Qué quiere decir eso de “cómo están las cosas”?
¿Cómo están las cosas conmigo o con ella?
—¿Y es muy común de tu amiguita emborracharse de esa forma?—inquiere Kitty.
Yo no digo una palabra, estoy completamente confundida.
Entiendo cada vez menos el comportamiento de Santana. Si tanto le duele estar lejos de mí, ¿por qué simplemente no la deja?
—No, de hecho es la segunda vez que la veo borracha desde que la conozco.
Ladeo la cabeza y me topo con los ojos de Kitty que me mira con cara de “ ¿y a hora qué vas a hacer?”
Esto cada vez está más complicado.
Sé que debo ser inteligente y alejarme de Santana antes de terminar enamorada como una tonta, y temo no salir ilesa de todo este asunto. Pero tampoco estoy segura de querer dejarla.
—Voy a ver cómo sigue, aunque en el estado que está no creo que se despierte.
—Eh, también tendrán que darme asilo a mí.
—¿Y a ti por qué?—pregunta Kitty cruzándose de brazos.
—Primero porque es muy tarde, estoy cansada y no tengo ningún deseo de conducir de regreso a la ciudad y segundo porque como dije antes, mi casa es el primer lugar dónde van a ir a buscarla y antes de que Elaine la invada como agente del FBI, tengo que hablar con Santana para ver cómo vamos a explicar esto.
Kitty y yo nos miramos.
Ella duda durante unos segundos, yo misma no estoy encantada con la idea pero en vista de las circunstancias, es la mejor opción.
—Está bien, puedes dormir en el sofá. Voy por una sábana—gira sobre sus talones y va en dirección a su habitación.
—Muchas gracias.
—No fue nada. Estoy segura que San hubiera hecho lo mismo por mí.
Yo asiento y me volteo para regresar a la habitación.
—Espera Brittany—me llama, yo me detengo y me giro para mirarla de frente—Quizás me esté metiendo dónde no me llaman pero quiero que sepas que San está como loca contigo, aunque creo que ya te habrás dado cuenta—dice la última frase con media sonrisa.
Yo me mantengo impasible; lo que acaba de decir no me aporta nada nuevo, por lo tanto no me reconforta.
Así que la miro con cara de circunstancias.
—Lo que quiero decir es que le des tiempo. No te rindas con ella, es una buena persona y merece la pena.
Suspiro y vuelvo a asentir antes de salir del salón.
Al llegar al cuarto, cierro y me recuesto unos segundos en la puerta. La miro y no puedo evitar pensar en lo demente que es todo esto, ¿por qué no pude conocerla antes cuando estaba soltera?
¿Por qué Marley me dijo eso?
¿Qué es lo que la ata a esa mujer?
¿Si no la quiere, por qué no la deja?
«¿Por qué no hablas conmigo?».
Son demasiadas preguntas y es demasiado tarde o temprano para pensar en eso ahora.
Me acerco a la cama, le quito los zapatos y la correa, luego me acomodo a su lado. Huele a alcohol pero también a esa esencia femenina que tanto me gusta, así que cierro los ojos y dejo que su perfume me envuelva, antes de caer en brazos de Morpheus.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
ahhh pero britt no perdio el tiempo y no durmio con kitty sino con santana, borracha y todo!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola!!!!
Dos preguntas inteligentes!!! jajajaja!!!
¿Qué es lo que la ata a esa mujer?
¿Si no la quiere, por qué no la deja?
Saludos
Dos preguntas inteligentes!!! jajajaja!!!
¿Qué es lo que la ata a esa mujer?
¿Si no la quiere, por qué no la deja?
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Muchas preguntas que están complicando todo.... Sobretodo las relacionadas con Elaine....
Haber que tal le va con la cruda a San y si puede recuperar a su Britt Britt
Haber que tal le va con la cruda a San y si puede recuperar a su Britt Britt
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
Preguntas claves... Que la agare en cruda jaja
A cuidar a san borracha... Pero dormir con ella??
A ver que pasa al otro día??
Nos vemos!
Preguntas claves... Que la agare en cruda jaja
A cuidar a san borracha... Pero dormir con ella??
A ver que pasa al otro día??
Nos vemos!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:ahhh pero britt no perdio el tiempo y no durmio con kitty sino con santana, borracha y todo!!!!!
Hola, jajajajaajajajaj esk a ellas todas las circunstancias las juntas... el destino e sun loquillo con ellas jajajaja... y como desaprovechar esa oportunidad¿? jaajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:Hola!!!!
Dos preguntas inteligentes!!! jajajaja!!!
¿Qué es lo que la ata a esa mujer?
¿Si no la quiere, por qué no la deja?
Saludos
Hola, solo dos¿? mmm ajajajaj. Interesante pregunta y la vrdd espero q no sea nada... o nada importante =/ Otra interesante pregunta... y es lo mismo q la primera..., espero y este cap nos diga mas! Saludos =D
JVM escribió:Muchas preguntas que están complicando todo.... Sobretodo las relacionadas con Elaine....
Haber que tal le va con la cruda a San y si puede recuperar a su Britt Britt
Hola, si que las ai y como no ai respuestas lo hacen =/ Si ¬¬ Espero q diga al vrdd xD ajajajajaj. Y si tiene q ¬¬ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Preguntas claves... Que la agare en cruda jaja
A cuidar a san borracha... Pero dormir con ella??
A ver que pasa al otro día??
Nos vemos!
Hola lu, las cuales aun no tenemos respuestas ¬¬ Jajajaaj si! se lo merece por guardar secretos ¬¬ jajajaj. Esk necesitas cuidados... y tampoco habia más espacio, no¿? xD Esperemos y la vrdd xD Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 17
Capitulo 17
—Te quiero.
Siento un suave roce en el vientre, es una sensación agradable y no quiero despertarme.
Soñolienta abro los ojos y unos de color oscuro me reciben llenos de ternura.
—Lo siento no quise despertarte—dice Santana mientras hace círculos alrededor de mi ombligo.
Esbozo una sonrisa y trato de incorporarme.
—No, quédate así un rato más.
—¿Cómo estás?—pregunto volviéndome a acomodar en la cama.
—He despertado en excelente compañía, así que no podría estar mejor—responde con esa sonrisa pícara que ha sido mi perdición desde que la conocí. Me mira durante unos segundos—¿Por qué te lo quitaste?
Al principio no entiendo de lo que habla, hasta que vuelve a trazar otro círculo en mi vientre.
Estoy a punto de responderle pero luego recuerdo que cuándo la conocí ya no lo llevaba.
—¿Cómo sabes que tenía un piercing en el ombligo?
La observo, parece desconcertada por mi pregunta.
—Aún tienes el agujero—responde al cabo de un rato.
No sé por qué pero no me convence del todo aun así lo dejo pasar. Nos quedamos un rato sumergidas cada una en sus pensamientos, yo acostada boca arriba y ella medio encima de mí.
—No me respondiste.
—Quería uno desde los quince años porque estaban a la moda y todas mis amigas en la preparatoria lo tenían, pero mi mamá no me dejaba, siempre decía que mientras fuera menor de edad y ella pudiera decidir por mí no me permitiría perforar mi cuerpo en otro lado que no fuera mis orejas—mientras le explico me doy cuenta que mis manos viajan a su cabeza y empiezo a acariciarle el pelo—Así que el día que cumplí los dieciocho, fui y me lo hice. Era algo así como muestra de rebeldía, de demostrarle a mi mamá que era mayor de edad y podía hacer lo que me diera la gana.
—¿Y qué dijo tu mamá cuando te lo vio?
—No dijo nada. Respeto mi decisión a pesar que nunca le gustó.
—¿Por eso te lo quitaste?
—No. Hace tres años fui a visitar a mi abuela y cuando me lo vio casi le da un patatús. Comenzó a despotricar contra los jóvenes: que si en sus tiempos eso no se veía. ¿Qué pensarían sus vecinos cuando me vieran con la barriga al aire y con un arete en el ombligo? Me dijo que en cuanto me descuidara me lo iba a quitar con una pinza—no puedo evitar esbozar una sonrisa al recordar sus ocurrencias—, Así que para su tranquilidad mental y la mía, me lo quité.
Santana me mira y sus labios se curvan hacia arriba.
—¿Crees que de verdad te lo hubiera arrancado o solo lo decía para asustarte?
—Definitivamente lo hubiera hecho.
—Estoy segura que te quedaba de lo más sexy—dice antes de darme un beso en el vientre y de perderse nuevamente en sus pensamientos.
La miro y veo cierta añoranza en sus ojos.
—San tenemos que hablar de lo que pasó anoche.
—Lo siento, no quiero que pienses que es algo que hago a menudo—noto el arrepentimiento en su voz—, Pero después que te fuiste del restaurante intenté llamarte, no me respondías y me asusté—confiesa mirándome con ojos atormentados—Quise ir a tu casa pero me di cuenta que no sé dónde vives, quería llamar a tu amiga pero tampoco tenía su número, así que después de dar vueltas sin rumbo por la ciudad, entré en el primer bar que vi.
—San yo...
—No digas nada—dice al mismo tiempo que se acerca más a mi rostro, cubriendo mi cuerpo con el suyo—, Por favor solo escúchame. Yo sé todo lo que pasa por tu cabeza, lo sé porque solo tengo que mirar tus ojos, eres tan transparente que es una delicia ver cada una de tus emociones. Mi situación no es sencilla y vivo con el miedo constante de que me dejes por eso, pero por el momento, esto es lo único que puedo ofrecerte.
Está siendo clara, no la va a dejar y cada una de sus palabras me destrozan un poco por dentro y ahí está otra vez esa lucecita dentro de mi cabeza que me previene.
Esa que me indica que debo salir corriendo ahora antes de que sea tarde.
Rompo el contacto porque no quiero que vea el dolor reflejado en mi rostro.
—Hey mírame—dice buscando mi mirada—, Yo sé que tú mereces mucho más que esto y que podrías buscarte cualquier persona que esté disponible y que pueda estar contigo sin tener que esconderte, pero dame tiempo, ¿sí? Déjame demostrarte que lo nuestro vale la pena.
La miro y por la intensidad de su mirada y la seguridad de su voz, mi corazón dice que confíe, que todo saldrá bien, sin embargo la conciencia me grita que esa misma intensidad terminará consumiéndome.
—Yo sé que no es fácil lo que te estoy pidiendo pero no te des por vencida por favor—dice hundiendo su cabeza en mi cuello e inhalando mi aroma—, Déjame quererte—su susurro fue casi una súplica y yo tengo que haberme vuelto un Kamikaze porque me tiro de cabeza aun sabiendo que me voy a estallar.
Me mira a los ojos y ellos le dan la respuesta que estaba esperando y sin decir nada más me besa, pero sin prisas, con mucha ternura.
Su beso es suave pero profundo. Baja su mano acariciando mi brazo con dedos cálidos, lento pero marcando mi piel a fuego en cada roce mientras que con la otra se apoya en la cama para no dejar caer todo su peso sobre mí, después la sube dentro de mi camiseta y me acaricia el pecho, encendiendo mis ganas.
Empiezo a desabrochar los botones de su camisa sin despegar mis labios de los suyos; cuando llego al último botón, la empujó un poco hacia atrás para poder despojarla de ella junto a su sujetador.
En cuanto las prendas caen al suelo me mira con ojos ardientes mientras poco a poco va subiendo mi camiseta y cada pedazo de piel que deja al descubierto hace que se le oscurezcan más los ojos.
Me quita la camiseta por encima de la cabeza y me recuesta sobre el colchón, luego se lleva un seno a la boca y lo succiona primero y después lame la aureola y yo me retuerzo bajo su cuerpo, al mismo tiempo me acaricia el otro, lo amasa, me pellizca el pezón fuerte casi al límite del dolor, volviéndome loca, deseosa de más.
Santana parece darse cuenta de mi urgencia porque abandona mis senos y vuelve a besarme con más ímpetu, baja la mano hasta mi sexo y empieza a acariciarme el clítoris haciendo círculos suaves.
Gimo, grito de placer.
Introduce un dedo en mi interior y no seguimos besando desbocados, con desespero mientras estimula mi punto G con un dedo y con el otro me sigue estimulando el clítoris.
Mi cuerpo se convierte en una sensación de emociones, mi respiración se acelera, no aguanto más, toda yo tiembla.
Me muevo al ritmo de sus embiste buscando más profundidad. Estoy a punto pero se separa de mí y detiene el movimiento de su dedo.
—Quiero estar junto a ti cuando acabes—explica con la respiración acelerada y la voz ronca.
Yo la miro poseída por el placer.
Se levanta de la cama y sin elevar sus hermosos ojos de mí, se quita su pantalón, llevándose con él las bragas y liberando su bella y húmedo sexo, dejándome cardiaca.
¡Dios!
He visto tantas veces a esta mujer desnuda y no me canso de admirar cada parte de su cuerpo.
Ya totalmente desnuda, la veo y la deseo, la deseo tanto y en este momento mi juicio está nublado por la lujuria.
Santana se inclina sobre mí y separa mis piernas con la suya. Coloca una mano detrás de mi cuello.
—¿Estás segura?—pregunta con dulzura mientras me mira detenidamente.
Y porque no quiero alejarme de ella, porqué quiero todo lo que me pueda dar, asiento con toda la seguridad de la que soy capaz.
Santana pega su frente a la mía.
—Eres mi pedacito de cielo en la tierra—susurra en un tono cargado de pasión cerca de mis labios antes de poseerlos con fuerza y yo entierro mis manos en su cabello profundizando el beso, saboreando la calidez de su lengua.
Se separa de mí jadeando, se acomoda de forma que nuestros sexos se rocen a la perfección.
Ambas gemimos al mismo tiempo.
Yo cierro los ojos y gozo de este momento de tanta intimidad, sentirla así piel con piel, es... divino.
—Mírame—me pide con voz ronca.
Yo abro los ojos y me dejo atrapar por la ternura que veo en los suyos.
—Siénteme—susurra sin quitarme los ojos de encima—Esto es lo que realmente vale la pena, todo lo demás carece de importancia—su mirada es penetrante, llena de luz, de esperanza.
Quisiera poder parar el tiempo y permanecer para siempre en nuestra burbuja de amor y placer dónde ella solo me pertenece a mí.
—Escucha lo que te dice mi cuerpo, mis labios, mis caricias—vuelve a susurrar en el momento que entierra su rostro en mi cuello mientras que nuestros cuerpos se acoplan a la perfección—Cada vez que te azoten las dudas piensa en este momento, en el que te hago el amor.
Lo acepto todo de ella.
Me mira diciéndome con los ojos, lo que su boca no le permite decir. Pidiéndome que no la suelte y yo le respondo de la misma forma que no la pienso dejar ir.
Sus movimientos se intensifican y mis gemidos crecen.
La oscuridad de la habitación, su olor, nuestro sudor, hacen que este momento sea más íntimo, que me sienta más unida a ella.
El vaivén de sus caderas me enloquece cada vez más. Busco sus labios con desesperación, sellando así nuestro pacto de palabras no dichas dado que hablar no se nos da bien.
Esto es lo que somos, lo que sabemos hacer.
Siento como mi sexo comienza a contraerse y mi respiración se acelera, trato se separar nuestros labios porque sé que voy a acabar pronto pero Santana no me lo permite, refuerza su agarre en mi cuello, dominándome.
Mostrando que ella es quien tiene el control de mi cuerpo.
Se mueve más rápido, sin piedad. Me aferro fuerte a su cuerpo, la temperatura sube, mi cuerpo comienza a convulsionar, entierro mis uñas en su espalda y estallo en un orgasmo violento, intenso y ella se traga cada un uno de mis gemidos.
Pero Santana no se detiene y continúa torturándome con sus movimientos enloquecedores, extendiendo mi placer.
La acojo, la disfruto.
Despega sus labios de los míos, lleva sus manos a mi cadera y me agarra con fuerza. Me embiste varias veces más. Gime y se pierde en mí, antes de derrumbarse sobre mi cuerpo.
¡Dios!
Estoy perdida.
Cuarenta minutos más tarde, ya bañadas.
Ella completamente vestida y yo envuelta en el albornoz púrpura de Kitty nos despedíamos en la puerta con un beso que me deja jadeando aún minutos después de su partida.
Me desplomo en el mueble y Kitty se sienta a mi lado totalmente vestida.
—¿Vas a salir?
—Voy por algo de comer—me mira detenidamente.
Giro la cabeza y espero su descarga de comentarios sobre lo sucedido pero me sorprendo al ver que no dice nada.
—¿Qué?
—Nada
—Bueno voy a cambiarme—digo levantándome.
—Entonces—clama levantándose de un golpe—, ¿Me vas a hacer preguntarte cómo te fue? ¿Volvieron o no?
—Hemos vuelto—confirmo mientras me dirijo al cuarto—Aunque técnicamente no podemos llamar esto una separación.
—¿Y hablaron? —pregunta siguiéndome el paso.
—No mucho, por no decir nada.
—No te culpo. Es que con esa mujer solo hay un lugar correcto donde pueden estar tus pantis y es en el suelo—dice en el momento que se sienta en la cama.
Yo empiezo a vestirme.
—¿Qué vas a hacer?
—Por el momento darle el tiempo que me ha pedido después ya veremos—me pongo una bota y subo el cierre.
—Me refiero a que, ¿por qué te estás cambiando?
—Porque me voy para mi casa—le comunico mientras subo el cierre de la segunda bota.
—Pensé que te ibas a quedar el fin de semana completo—su mirada se apaga de pronto.
—Kitty, paso más tiempo en tu departamento que en mi casa, mi hermano va creer que me he mudado y no se lo he contado—digo poniéndome una camisa negra que le he tomado prestada.
—Pero si siempre está con su novia, estoy segura que ni cuenta se ha dado de tu ausencia. Sino ya te hubiera llamado—me mira.
La miro.
Ella no le gusta estar sola, si se mudó de su casa fue porque sus hermanos no la dejaban respirar, controlaban cada paso que daba y como ella es una persona muy liberal e independiente no lo soportó.
Así que apenas se graduó y consiguió un empleo se mudó pero no soporta la soledad de la casa, por lo que siempre me pide que me quede con ella.
—Está bien, pero me tendrás que prestar ropa para ir a trabajar.
Salta de la cama con la mirada iluminada. Parece una niña a la que le acaban de anunciar la llegada de Santa Claus.
—Mi armario es todo tuyo—me toma del brazo y me empuja hacia la sala—Compramos algo de comer y luego podemos terminar de ver el maratón de sexo en la ciudad.
—Suena bien. Llamamos a las chicas que hace días que no sé nada de ellas.
—De acuerdo —dice tomando un abrigo.
—Por cierto, que no me has dicho. ¿Cómo es que Marley conoce la dirección de tu casa?
Mi pregunta hace que se detenga y me mire.
—Te dije que es una larga historia.
El hecho de que le dé tantas largas al asunto hace que mi curiosidad aumente. La observo con ojos inquisidores, ella parece ahogarse en una angustia interna, tiene ese sello en la frente que dice culpable.
—¡¿Te la tiraste?!
—Fue solo una vez—se apresura a decir con cara de agobio.
—¡Kitty! Pero si todos saben que Marley que se acuesta con medio mundo.
—Lo sé, lo sé—afirma mientras que con la palma de la mano se tapa los ojos y niega con la cabeza—Nos encontramos en el Sabor Latino mientras tú andabas de vacaciones. Yo estaba muy borracha, ella me lo propuso y no lo pensé. Pero fue solo una vez te lo juro.
Yo la miro sin poder creer lo que escucho. Kitty se acuesta con quien quiere pero siempre ha sido con personas fuera de nuestro círculo social.
—Ya está bien—digo acercándome a ella y suavizando la voz–, No te agobies.
—Es que tengo que agobiarme, estamos hablando de Marley quien conoce a todos nuestros hermanos desde siempre y que además ni siquiera me gusta.
—Bueno pero estabas borracha y a lo mejor ella ya ni piensa en eso—me pongo el abrigo y busco mi bolso. El silencio de Kitty hace que gire y la mire—Porque fue solo una vez, ¿verdad?
Ella asiente mientras toma las llaves del carro.
—Bueno no veo cuál es el problema, ambas son adultas y son cosas que pasan. No entiendo por qué no me lo habías contado.
—El problema es que ella quiere repetir, no deja de llamarme y de enviarme mensajes.
Boquiabierta la miro.
—¿Y tú?
Ella toma un largo respiro, lo piensa unos instantes.
—No lo sé—responde con cierta añoranza en la mirada.
Yo me pregunto: ¿Qué se estará cociendo entre esas dos mientras salimos por la puerta?
Siento un suave roce en el vientre, es una sensación agradable y no quiero despertarme.
Soñolienta abro los ojos y unos de color oscuro me reciben llenos de ternura.
—Lo siento no quise despertarte—dice Santana mientras hace círculos alrededor de mi ombligo.
Esbozo una sonrisa y trato de incorporarme.
—No, quédate así un rato más.
—¿Cómo estás?—pregunto volviéndome a acomodar en la cama.
—He despertado en excelente compañía, así que no podría estar mejor—responde con esa sonrisa pícara que ha sido mi perdición desde que la conocí. Me mira durante unos segundos—¿Por qué te lo quitaste?
Al principio no entiendo de lo que habla, hasta que vuelve a trazar otro círculo en mi vientre.
Estoy a punto de responderle pero luego recuerdo que cuándo la conocí ya no lo llevaba.
—¿Cómo sabes que tenía un piercing en el ombligo?
La observo, parece desconcertada por mi pregunta.
—Aún tienes el agujero—responde al cabo de un rato.
No sé por qué pero no me convence del todo aun así lo dejo pasar. Nos quedamos un rato sumergidas cada una en sus pensamientos, yo acostada boca arriba y ella medio encima de mí.
—No me respondiste.
—Quería uno desde los quince años porque estaban a la moda y todas mis amigas en la preparatoria lo tenían, pero mi mamá no me dejaba, siempre decía que mientras fuera menor de edad y ella pudiera decidir por mí no me permitiría perforar mi cuerpo en otro lado que no fuera mis orejas—mientras le explico me doy cuenta que mis manos viajan a su cabeza y empiezo a acariciarle el pelo—Así que el día que cumplí los dieciocho, fui y me lo hice. Era algo así como muestra de rebeldía, de demostrarle a mi mamá que era mayor de edad y podía hacer lo que me diera la gana.
—¿Y qué dijo tu mamá cuando te lo vio?
—No dijo nada. Respeto mi decisión a pesar que nunca le gustó.
—¿Por eso te lo quitaste?
—No. Hace tres años fui a visitar a mi abuela y cuando me lo vio casi le da un patatús. Comenzó a despotricar contra los jóvenes: que si en sus tiempos eso no se veía. ¿Qué pensarían sus vecinos cuando me vieran con la barriga al aire y con un arete en el ombligo? Me dijo que en cuanto me descuidara me lo iba a quitar con una pinza—no puedo evitar esbozar una sonrisa al recordar sus ocurrencias—, Así que para su tranquilidad mental y la mía, me lo quité.
Santana me mira y sus labios se curvan hacia arriba.
—¿Crees que de verdad te lo hubiera arrancado o solo lo decía para asustarte?
—Definitivamente lo hubiera hecho.
—Estoy segura que te quedaba de lo más sexy—dice antes de darme un beso en el vientre y de perderse nuevamente en sus pensamientos.
La miro y veo cierta añoranza en sus ojos.
—San tenemos que hablar de lo que pasó anoche.
—Lo siento, no quiero que pienses que es algo que hago a menudo—noto el arrepentimiento en su voz—, Pero después que te fuiste del restaurante intenté llamarte, no me respondías y me asusté—confiesa mirándome con ojos atormentados—Quise ir a tu casa pero me di cuenta que no sé dónde vives, quería llamar a tu amiga pero tampoco tenía su número, así que después de dar vueltas sin rumbo por la ciudad, entré en el primer bar que vi.
—San yo...
—No digas nada—dice al mismo tiempo que se acerca más a mi rostro, cubriendo mi cuerpo con el suyo—, Por favor solo escúchame. Yo sé todo lo que pasa por tu cabeza, lo sé porque solo tengo que mirar tus ojos, eres tan transparente que es una delicia ver cada una de tus emociones. Mi situación no es sencilla y vivo con el miedo constante de que me dejes por eso, pero por el momento, esto es lo único que puedo ofrecerte.
Está siendo clara, no la va a dejar y cada una de sus palabras me destrozan un poco por dentro y ahí está otra vez esa lucecita dentro de mi cabeza que me previene.
Esa que me indica que debo salir corriendo ahora antes de que sea tarde.
Rompo el contacto porque no quiero que vea el dolor reflejado en mi rostro.
—Hey mírame—dice buscando mi mirada—, Yo sé que tú mereces mucho más que esto y que podrías buscarte cualquier persona que esté disponible y que pueda estar contigo sin tener que esconderte, pero dame tiempo, ¿sí? Déjame demostrarte que lo nuestro vale la pena.
La miro y por la intensidad de su mirada y la seguridad de su voz, mi corazón dice que confíe, que todo saldrá bien, sin embargo la conciencia me grita que esa misma intensidad terminará consumiéndome.
—Yo sé que no es fácil lo que te estoy pidiendo pero no te des por vencida por favor—dice hundiendo su cabeza en mi cuello e inhalando mi aroma—, Déjame quererte—su susurro fue casi una súplica y yo tengo que haberme vuelto un Kamikaze porque me tiro de cabeza aun sabiendo que me voy a estallar.
Me mira a los ojos y ellos le dan la respuesta que estaba esperando y sin decir nada más me besa, pero sin prisas, con mucha ternura.
Su beso es suave pero profundo. Baja su mano acariciando mi brazo con dedos cálidos, lento pero marcando mi piel a fuego en cada roce mientras que con la otra se apoya en la cama para no dejar caer todo su peso sobre mí, después la sube dentro de mi camiseta y me acaricia el pecho, encendiendo mis ganas.
Empiezo a desabrochar los botones de su camisa sin despegar mis labios de los suyos; cuando llego al último botón, la empujó un poco hacia atrás para poder despojarla de ella junto a su sujetador.
En cuanto las prendas caen al suelo me mira con ojos ardientes mientras poco a poco va subiendo mi camiseta y cada pedazo de piel que deja al descubierto hace que se le oscurezcan más los ojos.
Me quita la camiseta por encima de la cabeza y me recuesta sobre el colchón, luego se lleva un seno a la boca y lo succiona primero y después lame la aureola y yo me retuerzo bajo su cuerpo, al mismo tiempo me acaricia el otro, lo amasa, me pellizca el pezón fuerte casi al límite del dolor, volviéndome loca, deseosa de más.
Santana parece darse cuenta de mi urgencia porque abandona mis senos y vuelve a besarme con más ímpetu, baja la mano hasta mi sexo y empieza a acariciarme el clítoris haciendo círculos suaves.
Gimo, grito de placer.
Introduce un dedo en mi interior y no seguimos besando desbocados, con desespero mientras estimula mi punto G con un dedo y con el otro me sigue estimulando el clítoris.
Mi cuerpo se convierte en una sensación de emociones, mi respiración se acelera, no aguanto más, toda yo tiembla.
Me muevo al ritmo de sus embiste buscando más profundidad. Estoy a punto pero se separa de mí y detiene el movimiento de su dedo.
—Quiero estar junto a ti cuando acabes—explica con la respiración acelerada y la voz ronca.
Yo la miro poseída por el placer.
Se levanta de la cama y sin elevar sus hermosos ojos de mí, se quita su pantalón, llevándose con él las bragas y liberando su bella y húmedo sexo, dejándome cardiaca.
¡Dios!
He visto tantas veces a esta mujer desnuda y no me canso de admirar cada parte de su cuerpo.
Ya totalmente desnuda, la veo y la deseo, la deseo tanto y en este momento mi juicio está nublado por la lujuria.
Santana se inclina sobre mí y separa mis piernas con la suya. Coloca una mano detrás de mi cuello.
—¿Estás segura?—pregunta con dulzura mientras me mira detenidamente.
Y porque no quiero alejarme de ella, porqué quiero todo lo que me pueda dar, asiento con toda la seguridad de la que soy capaz.
Santana pega su frente a la mía.
—Eres mi pedacito de cielo en la tierra—susurra en un tono cargado de pasión cerca de mis labios antes de poseerlos con fuerza y yo entierro mis manos en su cabello profundizando el beso, saboreando la calidez de su lengua.
Se separa de mí jadeando, se acomoda de forma que nuestros sexos se rocen a la perfección.
Ambas gemimos al mismo tiempo.
Yo cierro los ojos y gozo de este momento de tanta intimidad, sentirla así piel con piel, es... divino.
—Mírame—me pide con voz ronca.
Yo abro los ojos y me dejo atrapar por la ternura que veo en los suyos.
—Siénteme—susurra sin quitarme los ojos de encima—Esto es lo que realmente vale la pena, todo lo demás carece de importancia—su mirada es penetrante, llena de luz, de esperanza.
Quisiera poder parar el tiempo y permanecer para siempre en nuestra burbuja de amor y placer dónde ella solo me pertenece a mí.
—Escucha lo que te dice mi cuerpo, mis labios, mis caricias—vuelve a susurrar en el momento que entierra su rostro en mi cuello mientras que nuestros cuerpos se acoplan a la perfección—Cada vez que te azoten las dudas piensa en este momento, en el que te hago el amor.
Lo acepto todo de ella.
Me mira diciéndome con los ojos, lo que su boca no le permite decir. Pidiéndome que no la suelte y yo le respondo de la misma forma que no la pienso dejar ir.
Sus movimientos se intensifican y mis gemidos crecen.
La oscuridad de la habitación, su olor, nuestro sudor, hacen que este momento sea más íntimo, que me sienta más unida a ella.
El vaivén de sus caderas me enloquece cada vez más. Busco sus labios con desesperación, sellando así nuestro pacto de palabras no dichas dado que hablar no se nos da bien.
Esto es lo que somos, lo que sabemos hacer.
Siento como mi sexo comienza a contraerse y mi respiración se acelera, trato se separar nuestros labios porque sé que voy a acabar pronto pero Santana no me lo permite, refuerza su agarre en mi cuello, dominándome.
Mostrando que ella es quien tiene el control de mi cuerpo.
Se mueve más rápido, sin piedad. Me aferro fuerte a su cuerpo, la temperatura sube, mi cuerpo comienza a convulsionar, entierro mis uñas en su espalda y estallo en un orgasmo violento, intenso y ella se traga cada un uno de mis gemidos.
Pero Santana no se detiene y continúa torturándome con sus movimientos enloquecedores, extendiendo mi placer.
La acojo, la disfruto.
Despega sus labios de los míos, lleva sus manos a mi cadera y me agarra con fuerza. Me embiste varias veces más. Gime y se pierde en mí, antes de derrumbarse sobre mi cuerpo.
¡Dios!
Estoy perdida.
Cuarenta minutos más tarde, ya bañadas.
Ella completamente vestida y yo envuelta en el albornoz púrpura de Kitty nos despedíamos en la puerta con un beso que me deja jadeando aún minutos después de su partida.
Me desplomo en el mueble y Kitty se sienta a mi lado totalmente vestida.
—¿Vas a salir?
—Voy por algo de comer—me mira detenidamente.
Giro la cabeza y espero su descarga de comentarios sobre lo sucedido pero me sorprendo al ver que no dice nada.
—¿Qué?
—Nada
—Bueno voy a cambiarme—digo levantándome.
—Entonces—clama levantándose de un golpe—, ¿Me vas a hacer preguntarte cómo te fue? ¿Volvieron o no?
—Hemos vuelto—confirmo mientras me dirijo al cuarto—Aunque técnicamente no podemos llamar esto una separación.
—¿Y hablaron? —pregunta siguiéndome el paso.
—No mucho, por no decir nada.
—No te culpo. Es que con esa mujer solo hay un lugar correcto donde pueden estar tus pantis y es en el suelo—dice en el momento que se sienta en la cama.
Yo empiezo a vestirme.
—¿Qué vas a hacer?
—Por el momento darle el tiempo que me ha pedido después ya veremos—me pongo una bota y subo el cierre.
—Me refiero a que, ¿por qué te estás cambiando?
—Porque me voy para mi casa—le comunico mientras subo el cierre de la segunda bota.
—Pensé que te ibas a quedar el fin de semana completo—su mirada se apaga de pronto.
—Kitty, paso más tiempo en tu departamento que en mi casa, mi hermano va creer que me he mudado y no se lo he contado—digo poniéndome una camisa negra que le he tomado prestada.
—Pero si siempre está con su novia, estoy segura que ni cuenta se ha dado de tu ausencia. Sino ya te hubiera llamado—me mira.
La miro.
Ella no le gusta estar sola, si se mudó de su casa fue porque sus hermanos no la dejaban respirar, controlaban cada paso que daba y como ella es una persona muy liberal e independiente no lo soportó.
Así que apenas se graduó y consiguió un empleo se mudó pero no soporta la soledad de la casa, por lo que siempre me pide que me quede con ella.
—Está bien, pero me tendrás que prestar ropa para ir a trabajar.
Salta de la cama con la mirada iluminada. Parece una niña a la que le acaban de anunciar la llegada de Santa Claus.
—Mi armario es todo tuyo—me toma del brazo y me empuja hacia la sala—Compramos algo de comer y luego podemos terminar de ver el maratón de sexo en la ciudad.
—Suena bien. Llamamos a las chicas que hace días que no sé nada de ellas.
—De acuerdo —dice tomando un abrigo.
—Por cierto, que no me has dicho. ¿Cómo es que Marley conoce la dirección de tu casa?
Mi pregunta hace que se detenga y me mire.
—Te dije que es una larga historia.
El hecho de que le dé tantas largas al asunto hace que mi curiosidad aumente. La observo con ojos inquisidores, ella parece ahogarse en una angustia interna, tiene ese sello en la frente que dice culpable.
—¡¿Te la tiraste?!
—Fue solo una vez—se apresura a decir con cara de agobio.
—¡Kitty! Pero si todos saben que Marley que se acuesta con medio mundo.
—Lo sé, lo sé—afirma mientras que con la palma de la mano se tapa los ojos y niega con la cabeza—Nos encontramos en el Sabor Latino mientras tú andabas de vacaciones. Yo estaba muy borracha, ella me lo propuso y no lo pensé. Pero fue solo una vez te lo juro.
Yo la miro sin poder creer lo que escucho. Kitty se acuesta con quien quiere pero siempre ha sido con personas fuera de nuestro círculo social.
—Ya está bien—digo acercándome a ella y suavizando la voz–, No te agobies.
—Es que tengo que agobiarme, estamos hablando de Marley quien conoce a todos nuestros hermanos desde siempre y que además ni siquiera me gusta.
—Bueno pero estabas borracha y a lo mejor ella ya ni piensa en eso—me pongo el abrigo y busco mi bolso. El silencio de Kitty hace que gire y la mire—Porque fue solo una vez, ¿verdad?
Ella asiente mientras toma las llaves del carro.
—Bueno no veo cuál es el problema, ambas son adultas y son cosas que pasan. No entiendo por qué no me lo habías contado.
—El problema es que ella quiere repetir, no deja de llamarme y de enviarme mensajes.
Boquiabierta la miro.
—¿Y tú?
Ella toma un largo respiro, lo piensa unos instantes.
—No lo sé—responde con cierta añoranza en la mirada.
Yo me pregunto: ¿Qué se estará cociendo entre esas dos mientras salimos por la puerta?
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
¬¬ no me gusta que no hablen y sobretodo san no cuente la verdad o por lo menos diga algo joder!!!
y bueno britt,.. si van por lo carnal no van a salir de un cuarto nunca mas,..
nos vemos!!!
¬¬ no me gusta que no hablen y sobretodo san no cuente la verdad o por lo menos diga algo joder!!!
y bueno britt,.. si van por lo carnal no van a salir de un cuarto nunca mas,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Santana cada ves me intriga mas!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
"Eres mi pedacito de cielo en la tierra" eso fue muy dulce pero tambien no se sonó algo desesperado, pareciera que estuviera realmente obligada a estar con la " novia". Y Britt fuera como su salvavidas o algo asi. Veremos como pasan las cosas y ojala Britt tenga paciencia porque San esta loca por ella.
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hay algo por lo cual San no termina con Elaine de otra forma no me explico que después de tanto tiempo teniendo por fin a la mujer de sus sueños no pueda estar con ella como quisiera... Y pues haber cuanto dura este acuerdo sobretodo para Britt haber cuanto logra satisfacerla porque siempre querrá mas ....
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Por todos los santos!!!! que sera eso tan importante que obliga a san a estar con esa cobra con abrigo???? espero britt le tenga paciencia pq es obvio que san esta mas que loca por sus huesos!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
¬¬ no me gusta que no hablen y sobretodo san no cuente la verdad o por lo menos diga algo joder!!!
y bueno britt,.. si van por lo carnal no van a salir de un cuarto nunca mas,..
nos vemos!!!
Hola lu, ni a mi =/ Se hace la tonta y no debe ¬¬ después puede ser peor ¬¬ Ella aun piensa q no se "enamorará" o podrá salir de esa relación... Saludos =D
monica.santander escribió:Santana cada ves me intriga mas!!!!!
Saludos
Hola, y creo q no eres la única ¬¬ q se cree ¬¬ Saludos =D
Tati.94 escribió:"Eres mi pedacito de cielo en la tierra" eso fue muy dulce pero tambien no se sonó algo desesperado, pareciera que estuviera realmente obligada a estar con la " novia". Y Britt fuera como su salvavidas o algo asi. Veremos como pasan las cosas y ojala Britt tenga paciencia porque San esta loca por ella.
Hola, aiii si es un amorrrr!!! =O dices tu¿? Creo lo mismo y quiero creerlo tmbn xq no busco explicación para q siga con ella ¬¬ Kizas lo es y x eso se aferra a ella... Eso mismo, y aquí dejo el siguiente cap para saberlo. Saludos =D
JVM escribió:Hay algo por lo cual San no termina con Elaine de otra forma no me explico que después de tanto tiempo teniendo por fin a la mujer de sus sueños no pueda estar con ella como quisiera... Y pues haber cuanto dura este acuerdo sobretodo para Britt haber cuanto logra satisfacerla porque siempre querrá mas ....
Hola, eso mismo, la cosa es el que la ata y xq no la puede dejar =/ Mmm nose si kiero q dure mucho o poco xq saldrá lastimada =/ Saludos =D
micky morales escribió:Por todos los santos!!!! que sera eso tan importante que obliga a san a estar con esa cobra con abrigo???? espero britt le tenga paciencia pq es obvio que san esta mas que loca por sus huesos!!!!!!
Hola, eso mismo kiero saber yo, pero espero q no sea nada mm"grave" el xq no se pueda alejar de ella. Nose si es bueno q se la tenga... xq san no dice nada y al final la más perjudicada sera britt =/ Saludos =D
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FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 18
Capitulo 18
—San voy a salir, puede que regrese un poco tarde—le informo desde el marco de la puerta.
Ella deja de teclear algo en su ordenador y me mira.
—Claro pero no tienes que informarme que regresarás tarde.
—Eres mi jefa, lo lógico es que te diga si voy a regresar tarde—digo con cierta dejadez en la voz.
Me mira. Yo la miro.
—Ven a acá—me pide al mismo tiempo que se retira un poco de la mesa y gira la silla hasta que está de medio lado.
Camino hasta dónde está y me paro frente a ella. Santana tira de mi mano y me sienta en sus piernas. Toma mi cara entre sus manos y me besa.
Apasionada, con fervor.
Un beso de esos por los que las mujeres perdemos los pantis y que te dejan las rodillas hechas gelatina.
—Esto para que tengas presente que soy mucho más que tu jefa—dice tras romper el beso—¿Te quedó claro?
«¡Clarísimo!».
—Anjá—es todo lo que logro articular.
—Bien, una vez aclarado ese punto, ¿qué es lo que te tiene preocupada?—pregunta con dulzura.
Me acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja mientras yo empiezo a jugar con su collar.
—He tenido unos inconvenientes con Rachel y eso me tiene sacada de onda.
—¿Por mí?–inquiere al tiempo que me levanta la barbilla y me mira a los ojos.
—No—replico rápidamente—Ni siquiera lo sabe.
Me parece ver la sombra de dolor asomarse a su mirada. Yo diría que no le ha gustado mi respuesta.
Santana rompe nuestro contacto visual mirando hacia algún lugar indefinido sobre su escritorio.
—Pensé que tú y Rachel eran como familia y que se lo contaban todo—su tono de voz es plano.
No quiero que piense que la estoy ocultando o que no es lo suficientemente importante para mí como para no contárselo a mis amigas que aparte de mi mamá y mi hermano son lo más preciado que tengo.
Rodeo su cuello con mis brazos y busco de nuevo su mirada.
—Es cierto pero la relación entre Rachel y yo no está en su mejor momento. Así que hemos hablado poco últimamente.
—De acuerdo—responde de manera seca.
Yo diría que sigue sin estar satisfecha con mi respuesta.
—¿Qué es lo que te molesta?
Nunca he sido una persona que se va por las ramas y no puedo con su cambio de humor.
Santana respira profundo y me mira.
—Me asusta no ser lo suficientemente importante para ti y que por eso no le hayas dicho nada a tus amigas sobre nosotras.
Niego para mis adentros.
A veces somos tan predecibles.
—No seas boba San. Te acabo de contar los motivos. No he dicho que no se lo haya contado a ninguna de mis amigas, te recuerdo que Kitty está enterada de todo.
Me mira con cara de circunstancias.
Está bien, es cierto, Kitty no es punto de referencia. Sabe que ella y yo nos contamos todo.
O eso creía hasta que descubrí lo de Marley.
Kitty siempre habla de sus líos amorosos por lo tanto no entiendo por qué trató de ocultármelo.
—Además tú tampoco andas por ahí diciendo que tienes una relación conmigo.
—Tienes razón no lo ando diciendo por ahí pero si se lo he contado a las personas que son importantes en mi vida.
Su respuesta me deja fuera de combate. Enmudecida la miro sin poder ocultar mi sorpresa.
—Se lo he contado a Quinn—anuncia con cautela, estudiando mi reacción—Y se lo he dicho a Bree.
Definitivamente ha sido un nocaut en el segundo round que me ha dejado en inferior de condiciones.
Que se lo haya contado a su mejor amiga y socia, está bien.
Somos cotilla por naturaleza y nos encanta presumir de las conquistas. Pero que se lo haya dicho a su hermana, eso sí es un notición. Tanto, que podría dar saltos sobre su escritorio ahora mismo.
Estoy en una nube, puede que lo nuestro no sea pasajero después de todo.
La miro, noto que su mirada se ha suavizado y me observa con ternura. Trato de reprimir una sonrisa tonta que se asoma a mis labios.
Como no tengo la menor idea de cómo reaccionar ante esta información, busco su boca y la beso suavemente saboreando la dulzura y calidez de sus labios.
Al principio mi asalto la sorprendente pero inmediatamente se recupera, me agarra el cuello y profundiza el beso.
—Este…-t-tengo que irme—digo cerca de sus labios apuntando hacia la puerta con la cabeza.
—Lo sé—afirma antes de volver a besarme.
Quince minutos más tarde estoy saliendo de la recepción del Luxhaus con una sonrisa de lo más boba.
La gente ha de pensar que soy demente.
Estamos a finales de noviembre, hace frío, las nubes grises cubren la ciudad, todo el mundo anda corriendo de mal humor pero yo no puedo estar más feliz.
Una hora más tarde estoy en el 44 Rue des Glasis, uno de los barrios más chic de la ciudad.
Sé que todos los miércoles Rachel se reúne aquí con un grupo de amigas para hacer yoga.
Desde la discusión que tuvimos en el cine no he vuelto a saber de ella. La he llamado varias veces pero se ha tomado la tarea de ignorar mis llamadas.
El sábado le pedí a Kitty que la invitara a ver el maratón de sexo en la ciudad con nosotras pero en cuanto se enteró que iba a estar presente, se inventó una excusa barata para no ir y como ya me cansé de hablar con su contestador, estoy aquí, esperándola para que solucionemos esto de una buena vez.
Llevo media hora esperando, la temperatura debe de estar en ocho o nueve grado como mucho y ni siquiera el chocolate caliente que llevo en las manos ha logrado hacerme entrar en calor.
Estoy empezando a creer que me he equivocado de día o que han suspendido su encuentro de hoy cuando visualizo a unas chicas salir del edificio entre las cuales está mi morenita Rachel.
Sin pensarlo mucho cruzo la calle y la llamo, en cuanto me ve, endurece el gesto pero no me acobardo y me acerco a ella.
—Hey, ¿cómo has estado?
—Bien—responde mientras se despide con la mano de algunas de las chicas—¿Qué haces por aquí?
Su trato es frío y distante, no entiendo en qué momento nuestra relación se convierto en esto.
¿Dónde está la chica que se pasaba una semana completa en mi casa para las vacaciones navideñas?
O con la que solía irme de viaje durante un mes en verano.
¿Qué pasó con la chica dulce, tierna por la cual me acostaba a las tantas de la noche hablando de libros?
—Podría decirte que es una casualidad pero ambas sabemos que sería una mentira, así que iré al grano. Te he dejado muchísimos mensajes y no has respondido ninguno de ellos. Quiero saber qué te pasa o mejor dicho, ¿Qué nos está pasando?
—Nada, sólo he estado un poco ocupada con las clases—dice mientras comienza a caminar.
—Sabes que pronto estarás de vacaciones navideñas y se te van a acabar las excusas de ese estilo, ¿verdad?—le informo en el momento que trato de seguir sus pasos—, Porque da la casualidad que solo estás ocupada cuando se trata de hablar conmigo.
No me responde, sigue caminado y hasta apresura el paso en dirección a la parada de autobuses y su comportamiento me irrita.
Así que me detengo.
—¡Rachel! Tengo más de hora y media parada aquí afuera en el frío y solo para tratar de hablar contigo, por lo que creo merecer unos segundos de tu atención, ¿no te parece?
Se para y agarra el bulto dónde lleva sus cosas de yoga con más fuerza.
—¿Qué es lo que quieres?
—Saber qué te pasa conmigo, porque parece que de un momento a otro empezaste a odiarme—digo con exasperación.
—¿Quieres la verdad?
—No espero menos.
—Bueno que estoy harta de que critiques todo lo que hago—dice elevando la voz y abriendo los brazos—, Desde que llegaste de vacaciones no haces más que reprocharme mi relación con Jesse y aunque te pudras de la rabia, no pienso permitir que te interpongas en lo nuestro.
Atontada, pasmada. Así me quedo.
Últimamente esta chica hace que pierda el sentido del habla.
—Perdóname por preocuparme por ti—digo con ironía—Solo he tratado de hacerte entender que el tipo ese no te quiere y la prueba está, en que cada día te ves más triste y más apagada.
—¡Eso no es cierto! Jesse me hace feliz.
—Deja que me reía, para la prueba un botón ¡Mírate!—la señalo de arriba a abajo—No eres tú. Tomas clases de yoga, no es que tenga nada en contra del yoga, siempre y cuando te guste a ti.
—¿Y quién te ha dicho que no me gusta?
—Tienes razón, puede que esté equivocada, ¿pero y todo lo demás? Las clases que tomas de: cómo caminar, cómo vestirse, cómo comportarse, ¡de cocina por dios! Me vas a decir que también te gustan, ¿eh?
Se queda callada y me mira desafiante.
—No claro que no, lo haces para agradar a un hombre al que le das tres pito y una flauta.
—Jesse es un poco difícil de complacer pero no me importa, cuando tengas una persona en tu vida vas a comprender qué una hace lo que sea para hacerla feliz.
¿Pero qué es lo que escucho?
¿Qué lavado de cerebro le ha hecho este hombre?
Es que lo agarraría a guamazos si pudiera.
—Nena una no está con una persona solo para hacerlo feliz, sino para que ella también te haga feliz—digo suavizando la voz—No puedes estar con alguien que cambie tu esencia solo para complacerla. ¿Dónde quedas tú? Lo que te gusta, lo que quieres, ¿eh?
Mis palabras parecen hacer efecto porque se queda pensando.
—Escucha, tengo algo que contarte.
Me mira con ojos inquisidores. Puede que me equivoque en confesarle esto pero quiero que recuperemos nuestra amistad. No quiero que piense que vivo y muero para criticar a su Jesse dorado.
Puede que si se lo cuento, vea que confío en ella tanto como espero que ella lo haga conmigo. Así que la miro directo a los ojos y con mucha firmeza le anunció:
—Estoy saliendo con San.
Abre los ojos como platos.
—¡¿Con tu jefa!?
Asiento.
—No me lo puedo creer—retoma la marcha, luego se detiene y se gira hacia mí—Eres una hipócrita—dice elevando la voz.
Volvemos al punto de partida.
—Rachel entiendo que la noticia te tomó por sorpresa pero tampoco te pases.
—Te pasas todo el tiempo criticando mi relación con Jesse y ¡te estás acostando con tu jefa!
—Si lo pones de esa forma está claro que suena fatal pero las cosas no son tan sencillas—me lanza una mirada dura—No todo en la vida es blanco o negro. Las cosas se fueron dando poco a poco...
—¿Pero sabes que está comprometida?
—Lo sé
—¿Y no te importa?
—Por supuesto que me importa, ¿Qué clase de persona crees que soy?
—¿Sabes qué? no quiero seguir hablando contigo en estos momentos—da media vuelta y comienza a caminar.
—Rachel por favor, escúchame—le pido siguiéndole los pasos—Las cosas son más complicadas de lo que parecen.
—Bueno para mí son muy sencillas—se detiene de golpe—, Te has convertido en la zorra de tu jefa—articula cada palabra llena de veneno y yo la fulmino con la mirada.
Si las palabras las hubiera pronunciado otra persona, me hubieran dolido menos.
—Si lo que querías era que te dejara en paz... felicitaciones, lo has conseguido —digo con la voz endurecida antes de darme la vuelta y volver por donde mismo llegué.
Nadie puede pretender volar sin tener alas y no partirse el culo en el intento.
Yo traté de ser sincera para intentar arreglar las cosas y me ha explotado en la cara.
No me gusta que tengamos secretos entre nosotras. Ya bastante tengo con tener que ocultar mi relación con Santana.
Rachel y yo nos conocemos de toda la vida, mi mamá y la suya son comadres. Desde que cumplió los cuatro años hemos sido inseparables.
Han sido muchos fines de semanas juntas compartiendo: juguetes, castigos por alguna travesura que hacíamos.
En la adolescencia, fueron muchos los campamentos de verano, las vacaciones familiares, las compras, las ropas y el maquillaje.
Son muchos años y muchos recuerdos como para que todo termine así.
Ella deja de teclear algo en su ordenador y me mira.
—Claro pero no tienes que informarme que regresarás tarde.
—Eres mi jefa, lo lógico es que te diga si voy a regresar tarde—digo con cierta dejadez en la voz.
Me mira. Yo la miro.
—Ven a acá—me pide al mismo tiempo que se retira un poco de la mesa y gira la silla hasta que está de medio lado.
Camino hasta dónde está y me paro frente a ella. Santana tira de mi mano y me sienta en sus piernas. Toma mi cara entre sus manos y me besa.
Apasionada, con fervor.
Un beso de esos por los que las mujeres perdemos los pantis y que te dejan las rodillas hechas gelatina.
—Esto para que tengas presente que soy mucho más que tu jefa—dice tras romper el beso—¿Te quedó claro?
«¡Clarísimo!».
—Anjá—es todo lo que logro articular.
—Bien, una vez aclarado ese punto, ¿qué es lo que te tiene preocupada?—pregunta con dulzura.
Me acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja mientras yo empiezo a jugar con su collar.
—He tenido unos inconvenientes con Rachel y eso me tiene sacada de onda.
—¿Por mí?–inquiere al tiempo que me levanta la barbilla y me mira a los ojos.
—No—replico rápidamente—Ni siquiera lo sabe.
Me parece ver la sombra de dolor asomarse a su mirada. Yo diría que no le ha gustado mi respuesta.
Santana rompe nuestro contacto visual mirando hacia algún lugar indefinido sobre su escritorio.
—Pensé que tú y Rachel eran como familia y que se lo contaban todo—su tono de voz es plano.
No quiero que piense que la estoy ocultando o que no es lo suficientemente importante para mí como para no contárselo a mis amigas que aparte de mi mamá y mi hermano son lo más preciado que tengo.
Rodeo su cuello con mis brazos y busco de nuevo su mirada.
—Es cierto pero la relación entre Rachel y yo no está en su mejor momento. Así que hemos hablado poco últimamente.
—De acuerdo—responde de manera seca.
Yo diría que sigue sin estar satisfecha con mi respuesta.
—¿Qué es lo que te molesta?
Nunca he sido una persona que se va por las ramas y no puedo con su cambio de humor.
Santana respira profundo y me mira.
—Me asusta no ser lo suficientemente importante para ti y que por eso no le hayas dicho nada a tus amigas sobre nosotras.
Niego para mis adentros.
A veces somos tan predecibles.
—No seas boba San. Te acabo de contar los motivos. No he dicho que no se lo haya contado a ninguna de mis amigas, te recuerdo que Kitty está enterada de todo.
Me mira con cara de circunstancias.
Está bien, es cierto, Kitty no es punto de referencia. Sabe que ella y yo nos contamos todo.
O eso creía hasta que descubrí lo de Marley.
Kitty siempre habla de sus líos amorosos por lo tanto no entiendo por qué trató de ocultármelo.
—Además tú tampoco andas por ahí diciendo que tienes una relación conmigo.
—Tienes razón no lo ando diciendo por ahí pero si se lo he contado a las personas que son importantes en mi vida.
Su respuesta me deja fuera de combate. Enmudecida la miro sin poder ocultar mi sorpresa.
—Se lo he contado a Quinn—anuncia con cautela, estudiando mi reacción—Y se lo he dicho a Bree.
Definitivamente ha sido un nocaut en el segundo round que me ha dejado en inferior de condiciones.
Que se lo haya contado a su mejor amiga y socia, está bien.
Somos cotilla por naturaleza y nos encanta presumir de las conquistas. Pero que se lo haya dicho a su hermana, eso sí es un notición. Tanto, que podría dar saltos sobre su escritorio ahora mismo.
Estoy en una nube, puede que lo nuestro no sea pasajero después de todo.
La miro, noto que su mirada se ha suavizado y me observa con ternura. Trato de reprimir una sonrisa tonta que se asoma a mis labios.
Como no tengo la menor idea de cómo reaccionar ante esta información, busco su boca y la beso suavemente saboreando la dulzura y calidez de sus labios.
Al principio mi asalto la sorprendente pero inmediatamente se recupera, me agarra el cuello y profundiza el beso.
—Este…-t-tengo que irme—digo cerca de sus labios apuntando hacia la puerta con la cabeza.
—Lo sé—afirma antes de volver a besarme.
Quince minutos más tarde estoy saliendo de la recepción del Luxhaus con una sonrisa de lo más boba.
La gente ha de pensar que soy demente.
Estamos a finales de noviembre, hace frío, las nubes grises cubren la ciudad, todo el mundo anda corriendo de mal humor pero yo no puedo estar más feliz.
Una hora más tarde estoy en el 44 Rue des Glasis, uno de los barrios más chic de la ciudad.
Sé que todos los miércoles Rachel se reúne aquí con un grupo de amigas para hacer yoga.
Desde la discusión que tuvimos en el cine no he vuelto a saber de ella. La he llamado varias veces pero se ha tomado la tarea de ignorar mis llamadas.
El sábado le pedí a Kitty que la invitara a ver el maratón de sexo en la ciudad con nosotras pero en cuanto se enteró que iba a estar presente, se inventó una excusa barata para no ir y como ya me cansé de hablar con su contestador, estoy aquí, esperándola para que solucionemos esto de una buena vez.
Llevo media hora esperando, la temperatura debe de estar en ocho o nueve grado como mucho y ni siquiera el chocolate caliente que llevo en las manos ha logrado hacerme entrar en calor.
Estoy empezando a creer que me he equivocado de día o que han suspendido su encuentro de hoy cuando visualizo a unas chicas salir del edificio entre las cuales está mi morenita Rachel.
Sin pensarlo mucho cruzo la calle y la llamo, en cuanto me ve, endurece el gesto pero no me acobardo y me acerco a ella.
—Hey, ¿cómo has estado?
—Bien—responde mientras se despide con la mano de algunas de las chicas—¿Qué haces por aquí?
Su trato es frío y distante, no entiendo en qué momento nuestra relación se convierto en esto.
¿Dónde está la chica que se pasaba una semana completa en mi casa para las vacaciones navideñas?
O con la que solía irme de viaje durante un mes en verano.
¿Qué pasó con la chica dulce, tierna por la cual me acostaba a las tantas de la noche hablando de libros?
—Podría decirte que es una casualidad pero ambas sabemos que sería una mentira, así que iré al grano. Te he dejado muchísimos mensajes y no has respondido ninguno de ellos. Quiero saber qué te pasa o mejor dicho, ¿Qué nos está pasando?
—Nada, sólo he estado un poco ocupada con las clases—dice mientras comienza a caminar.
—Sabes que pronto estarás de vacaciones navideñas y se te van a acabar las excusas de ese estilo, ¿verdad?—le informo en el momento que trato de seguir sus pasos—, Porque da la casualidad que solo estás ocupada cuando se trata de hablar conmigo.
No me responde, sigue caminado y hasta apresura el paso en dirección a la parada de autobuses y su comportamiento me irrita.
Así que me detengo.
—¡Rachel! Tengo más de hora y media parada aquí afuera en el frío y solo para tratar de hablar contigo, por lo que creo merecer unos segundos de tu atención, ¿no te parece?
Se para y agarra el bulto dónde lleva sus cosas de yoga con más fuerza.
—¿Qué es lo que quieres?
—Saber qué te pasa conmigo, porque parece que de un momento a otro empezaste a odiarme—digo con exasperación.
—¿Quieres la verdad?
—No espero menos.
—Bueno que estoy harta de que critiques todo lo que hago—dice elevando la voz y abriendo los brazos—, Desde que llegaste de vacaciones no haces más que reprocharme mi relación con Jesse y aunque te pudras de la rabia, no pienso permitir que te interpongas en lo nuestro.
Atontada, pasmada. Así me quedo.
Últimamente esta chica hace que pierda el sentido del habla.
—Perdóname por preocuparme por ti—digo con ironía—Solo he tratado de hacerte entender que el tipo ese no te quiere y la prueba está, en que cada día te ves más triste y más apagada.
—¡Eso no es cierto! Jesse me hace feliz.
—Deja que me reía, para la prueba un botón ¡Mírate!—la señalo de arriba a abajo—No eres tú. Tomas clases de yoga, no es que tenga nada en contra del yoga, siempre y cuando te guste a ti.
—¿Y quién te ha dicho que no me gusta?
—Tienes razón, puede que esté equivocada, ¿pero y todo lo demás? Las clases que tomas de: cómo caminar, cómo vestirse, cómo comportarse, ¡de cocina por dios! Me vas a decir que también te gustan, ¿eh?
Se queda callada y me mira desafiante.
—No claro que no, lo haces para agradar a un hombre al que le das tres pito y una flauta.
—Jesse es un poco difícil de complacer pero no me importa, cuando tengas una persona en tu vida vas a comprender qué una hace lo que sea para hacerla feliz.
¿Pero qué es lo que escucho?
¿Qué lavado de cerebro le ha hecho este hombre?
Es que lo agarraría a guamazos si pudiera.
—Nena una no está con una persona solo para hacerlo feliz, sino para que ella también te haga feliz—digo suavizando la voz—No puedes estar con alguien que cambie tu esencia solo para complacerla. ¿Dónde quedas tú? Lo que te gusta, lo que quieres, ¿eh?
Mis palabras parecen hacer efecto porque se queda pensando.
—Escucha, tengo algo que contarte.
Me mira con ojos inquisidores. Puede que me equivoque en confesarle esto pero quiero que recuperemos nuestra amistad. No quiero que piense que vivo y muero para criticar a su Jesse dorado.
Puede que si se lo cuento, vea que confío en ella tanto como espero que ella lo haga conmigo. Así que la miro directo a los ojos y con mucha firmeza le anunció:
—Estoy saliendo con San.
Abre los ojos como platos.
—¡¿Con tu jefa!?
Asiento.
—No me lo puedo creer—retoma la marcha, luego se detiene y se gira hacia mí—Eres una hipócrita—dice elevando la voz.
Volvemos al punto de partida.
—Rachel entiendo que la noticia te tomó por sorpresa pero tampoco te pases.
—Te pasas todo el tiempo criticando mi relación con Jesse y ¡te estás acostando con tu jefa!
—Si lo pones de esa forma está claro que suena fatal pero las cosas no son tan sencillas—me lanza una mirada dura—No todo en la vida es blanco o negro. Las cosas se fueron dando poco a poco...
—¿Pero sabes que está comprometida?
—Lo sé
—¿Y no te importa?
—Por supuesto que me importa, ¿Qué clase de persona crees que soy?
—¿Sabes qué? no quiero seguir hablando contigo en estos momentos—da media vuelta y comienza a caminar.
—Rachel por favor, escúchame—le pido siguiéndole los pasos—Las cosas son más complicadas de lo que parecen.
—Bueno para mí son muy sencillas—se detiene de golpe—, Te has convertido en la zorra de tu jefa—articula cada palabra llena de veneno y yo la fulmino con la mirada.
Si las palabras las hubiera pronunciado otra persona, me hubieran dolido menos.
—Si lo que querías era que te dejara en paz... felicitaciones, lo has conseguido —digo con la voz endurecida antes de darme la vuelta y volver por donde mismo llegué.
Nadie puede pretender volar sin tener alas y no partirse el culo en el intento.
Yo traté de ser sincera para intentar arreglar las cosas y me ha explotado en la cara.
No me gusta que tengamos secretos entre nosotras. Ya bastante tengo con tener que ocultar mi relación con Santana.
Rachel y yo nos conocemos de toda la vida, mi mamá y la suya son comadres. Desde que cumplió los cuatro años hemos sido inseparables.
Han sido muchos fines de semanas juntas compartiendo: juguetes, castigos por alguna travesura que hacíamos.
En la adolescencia, fueron muchos los campamentos de verano, las vacaciones familiares, las compras, las ropas y el maquillaje.
Son muchos años y muchos recuerdos como para que todo termine así.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
El comportamiento de Rach es muy tonto y esta haciendo daño a Britt pero al final se dará cuenta de todo, por lo pronto su amistad tendrá un intermedio. Espero que las cosas se arreglen pronto
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Pq rachel es tan boba???? no tener personalidad no es parte de tener una relacion, o si?????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
El duende menos que nadies tiene derecho a tirar la primera piedra.... Si por un pene esta cambiando lo mejor de la vida que es la amistad... Se va a arrepentir y que no sea tarde!!!
Me encanta san... A pesar de la situacion en la que están es un amor!!
Nos vemos!
El duende menos que nadies tiene derecho a tirar la primera piedra.... Si por un pene esta cambiando lo mejor de la vida que es la amistad... Se va a arrepentir y que no sea tarde!!!
Me encanta san... A pesar de la situacion en la que están es un amor!!
Nos vemos!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
JVM escribió:El comportamiento de Rach es muy tonto y esta haciendo daño a Britt pero al final se dará cuenta de todo, por lo pronto su amistad tendrá un intermedio. Espero que las cosas se arreglen pronto
Hola, si ¬¬ por eso sigo q es tan rachel de glee ¬¬ Esperemos y sea así =/ Eso... esperemos y rachel se de cuenta de su gran error... o se pierde la amistad =/ Y yo tmbn! Saludos =D
micky morales escribió:Pq rachel es tan boba???? no tener personalidad no es parte de tener una relacion, o si?????
Hola, nose ¬¬ repito, es tan rachel de glee ¬¬ Creo q ella no predica el dicho sobre la amistad dura y el amor viene y va ¬¬ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra...
El duende menos que nadies tiene derecho a tirar la primera piedra.... Si por un pene esta cambiando lo mejor de la vida que es la amistad... Se va a arrepentir y que no sea tarde!!!
Me encanta san... A pesar de la situacion en la que están es un amor!!
Nos vemos!
Hola lu, nones ¬¬ jajaajaj duende ajajajaj xD eso mismo me pregunto yo ¬¬ Y espero y se arrepienta la vrdd ¬¬ Aii es tan linda! ajajajajaj. SI!!! es tan tierna!!! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
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