FanFic [Brittana] Honor sitiado. Capitulo 3

por **Marta_Snix** Miér Ago 28, 2013 11:39 am

Capitulo 3

Paula salió del avión la primera, seguida por Hara y Wozinski. Felicia Davis esperó junto a la puerta abierta para acompañar a Santana. Dos Suburban negras último modelo estaban en el borde de la pista, cada uno con un conductor al volante y un agente de pie cerca de la puerta trasera abierta. Los equipos de transporte terrestre eran del Servicio Secreto con sede en Washington agentes de campo que fueron llamados a prestar apoyo de seguridad de la hija del Presidente y destinados a protegerla hasta DC.

Hara y Wozinski se detuvieron en la parte inferior de las escaleras de vuelo, mientras que Paula se acercó a los vehículos. Revisó las identidades de todos los agentes, escaneando los compartimientos delanteros y traseros de los vehículos, y luego echó una ojeada lenta
a todo el perímetro de la ruta que Santana tomaría desde el avión a los vehículos Suburban, tejados, torres de comunicación. Todo lo que hacía era rutinario, pero nunca sería rutina de nuevo. La seguridad de Santana había sido violada. Todos habían aprendido la lección a un precio casi inconcebible.

- La señorita López viajará con usted -dijo Paula, inclinándose hacia la ventana abierta del conductor del primer vehículo. -Le aconsejo que arranque una vez se acerque.

- Si señora- dijo bruscamente, el conductor era un joven rubio con corte de pelo militar

Paula regresó al avión. Al ponerse en contacto con el equipo de Washington, esbozó tres posibles caravanas de rutas hasta la base aérea a la Casa Blanca. Santana era vulnerable en el camino en cualquier tipo de vehículo, incluso con cristal antibalas y placas blindadas. Algo tan simple como un conductor suicida en un camión cisterna cargado con gasolina podría matarla.

Una vez más, este era un procedimiento operativo estándar, pero Paula era consciente de no podía confiar totalmente en cualquiera fuera del equipo principal. No aceptaba la sensación de que nadie, ni siquiera los que ella debería ser capaz de confiar implícitamente, estaba fuera de toda sospecha por más tiempo, y temía que la situación era el nuevo status quo.

Con un guiño a Hara y Wozinski, empezó a subir las escaleras hacia el avión. Los pilotos no habían apagado los motores, quedando preparado para tomar el vuelo de nuevo a su palabra si algo parecía fuera de lugar.

-Limpio -informó a la marina que los había acompañado durante el vuelo. Saludó y se fue hacia adelante para asesorar al piloto y copiloto, mientras esperaba en la estrecha plataforma en la parte superior de las escaleras, el blindaje de la puerta y cualquier visión de Santana con su cuerpo

Dentro de la cabina, Felicia se hizo a un lado para que Santana y Britt pudieran pasar. Después se puso detrás de Santana.

- Debes dejar a Renée bajar primero, Paula -dijo Santana, deteniéndose en la parte superior de las escaleras. -Va a tener problemas en bajar las escaleras con las muletas.

- Vamos a llevarla a su vehículo, señorita López -dijo Paula. -Hara puede echar una mano a la agente Savard en cualquier momento.

Santana comenzó a protestar, pero sintió un suave toque en la base de la columna vertebral cuando Britt susurró -No estás segura aquí. Vamos.

- Dios, ahora tengo a dos dándome órdenes –murmuró Santana, pero empezó a bajar detrás de Paula. Tan pronto como ella llegó al suelo, Hara y Wozinski se colocaron en cada lado, y con Felicia detrás, los agentes forman un anillo protector en torno a Santana y Britt cuando Paula abrió el camino para el primer vehículo. Un agente que Santana no reconoció abrió la puerta de atrás y ella y Britt subieron

- Estamos en el medio de una base de la Fuerza Aérea Estados Unidos -se quejó Santana. -La unidad de marinos que protege mi padre y la
Casa Blanca se encuentra estacionado aquí. Por el amor de Dios, ¿qué me puede pasar del avión al coche?

- No importa dónde estemos -dijo Britt en voz baja. -Estamos en prioridad uno.

Santana suspiró. -Estoy segura de que Stark sabe que revisas todos sus movimientos. Voy a tener suerte si me dejan respirar sin permiso

- No estoy revisando todos sus movimientos -dijo Britt. -Ya sé que Stark sabe lo que hay que hacer. Y ella lo sabe también.

- Lo siento. -Santana miró a través del cristal a prueba de balas ahumado. Felicia parecía haber vuelto al avión después de que Santana estaba segura en el vehículo, y ella y Hara cruzaron la pista hacia el segundo coche con Renée entre ellas. Paula y Wozinski se dirigieron hacia su vehículo. -Estoy nerviosa.

Britt cogió su mano. – Lo sé. Está bien

Paula se subió a la parte trasera, Wozinski en la parte delantera.

- ¿Todavía quiere ir directamente a la Casa Blanca, señorita López?- preguntó Paula

- Si, gracias

Paula tecleó su transmisor para ponerse en contacto con los conductores de ambos vehículos. –Destino Alpha, Ruta Delta.

El Suburban aceleró rápidamente y sin problemas fuera de la pista, y Santana se acomodó para el paseo familiar.

***

-¿Estás bien?- preguntó Britt

Frente a ellas, Stark miró por la ventana, con expresión neutral. Britt sabía por experiencia que podía oír su conversación, pero que no escuchaba nada, los agentes del servicio secreto hacían eso para su propia comodidad, así como la de sus protectores, ella no registraba el significado de las palabras.

- Sólo quiero saber lo que Luce ha planeado para mí ahora. Ha pasado un tiempo desde que he tenido una actuación de protocolo, así que me imagino que necesita una presencia visible de la Casa Blanca en alguna parte.

Britt no estaba contenta con ese pensamiento. Por lo general, Lucinda llamaba a Santana cuando la Casa Blanca quería hacer una declaración, el tipo de declaración que el Presidente no podía hacer por razones políticas como ofrecer apoyo a una organización de caridad a favor del aborto o la asistencia a una recaudación de fondos para la un aliado político asediado. A veces, la Casa Blanca sólo necesitaba una presencia en un medio digno de evento y Santana siempre era popular. Ella era hermosa, bien educada y agradable. Ella era una gran sustituta de su padre.

- Ahora no es buen momento para presentarte en público- observó Britt

- ¿Qué? -Santana se centró en Britt, consciente del tono de desaprobación en su voz. -¿Me quieres sentar en una habitación oscura en algún lugar por el resto de la presidencia de mi padre?

- Tal vez no sea una mala idea

En el pasado se habrían enfadado. Santana tuvo problemas con su temperamento y su
abrumadora necesidad de no ser controladas. Pasó toda su vida resistiendo los esfuerzos de otros para protegerla era el costo de su independencia. Se había resistido a Britt, también, durante meses, incluso cuando trató de seducirla. Quería demostrar que no necesitaba ser protegida, y luchó porque quería socavar la autoridad de Britt sobre ella. Desafortunadamente, su plan funcionó mal. Se había enamorado, y a pesar de que no se dieron cuenta de lo que significaba en un principio, lo entendió ahora. Amar, ser amado, es una responsabilidad. Las decisiones que tomara ahora no sólo la afecta a ella, se vería afectada en la vida de Britt, también. Así que tomó aire y escuchó lo Britt no decía. Britt estaba preocupada por ella.

- ¿Recuerdas que dijiste que no podíamos vivir con miedo? -dijo Santana. -No podemos dejar que el que trató de matarme piense que me están asustado y debo esconderme.

El pulso latía en el cuello de Britt. -No estaba hablando de exhibirte en algún lugar cuando lo dije

- Aún no sabemos lo que Lucinda quiere

- Ella está preparando su campaña de reelección de tu padre. Ella no va a ponerlo en espera no importa qué está sucediendo en el mundo. -Britt consciente relajó sus manos, ya que había apretado sus puños. –Y tú vas a ser un gran activo de la campaña.

- Cariño, nunca he sido un gran activo de campaña. Soy la niña salvaje, ¿recuerdas? -Santana se echó a reír, pensando en el debacle internacional que habría resultado su aventura el año anterior con la esposa francesa del embajador su hubiera llegado
a salir a la luz. -Mis jefes de seguridad pasaron la mitad de su tiempo tratando de mantener lejos de prensa, no en ella.

- Ya no más. -Britt pasó los dedos por la mejilla de Santana. -Estás cerca de ser la primera dama que tiene el país, y el público te ama.

- Vamos a esperar y ver sólo lo que quiere -dijo Santana, pero tenía la incómoda sensación de que Britt podría estar en lo cierto. Ella había estado en un segundo plano durante la presidencia de su padre, pero ella no podía ser capaz de hacer eso otra vez. Ella quería que fuera reelegido. El país lo necesitaba. Y si él la necesitaba tendría que acostumbrarse a hacer campaña. Encontró la mano de Britt y la apretó. -No soy la primera dama. Yo sólo soy tu mujer.

- ¿Cómo sabes exactamente lo que necesitaba oír? –murmuró Britt, besando a Santana.

- He estado practicando

- Lo estás haciendo bien

Santana sonrió- ¿Sí? ¿Qué tan bien?

- ¿Quieres hacer esperar a Lucinda una o dos horas?

- Sí. -Santana se acercó a Britt. Bajó la voz, susurró: -Tú no es la única que has
estado sufriendo mientras te recuperabas.

- Entonces es probable que me vaya a tomar más de dos horas para hacer las paces contigo. Tal vez me tome toda la noche

- Entonces creo que no voy a tener que sufrir por más de tiempo. -Con una expresión de satisfacción, Santana se apoyó en su frente y cerró los ojos. -Porque yo no pretendo darme prisa.

***

Cuando Emilio, asistente de la jefa de la Casa Blanca, dirigido a Santana y Britt a la oficina de Lucinda Washburn, Lucinda estaba hablando por teléfono. Santana hizo un gesto a la mujer que estaba al mando con el pelo negro peinado con estilo. Como de costumbre, Lucinda llevaba una chaqueta de estilo conservador y falda, color ciruela en esta ocasión, compensado por joyas de oro en sus orejas y la garganta. Una gran esmeralda cuadrada estaba en el anillo de oro liso adornando el dedo anular de su mano derecha. Eso, señaló Santana, era
nuevo.

Lucinda se paseaba frente a una gran mesa de nogal cubierta con pilas ordenadas de carpetas y memorándum. Cuando miro a Santana a los ojos, le mostró el café y señaló unas tazas en el armario que hacia contra una pared.

Blair se sirvio, ¿tú también? Lucinda asintió, procedió a servir el café en tres tazas de porcelana. Entregó una a Lucinda y luego llevó a las otras para el sofá frente al escritorio de Lucinda, donde Britt estaba esperando. Bebieron en silencio mientras Lucinda acabó de hablar por teléfono.

Su tono era uniforme. -Escucha Tom, realmente no me importa si Charlie tiene que caminar todo el camino desde Chicago. Él nos debe ese voto y espero que esté aquí mañana por la mañana para pasar lista. -Con una leve sonrisa, concluyó, -O eso, o el infierno de verse intentando subir ese impuesto del referéndum de la escuela en una larga colina empinada.

Lucinda escuchó durante unos segundos, dijo: -Maravilloso -y colgó. Luego cruzó la habitación y se instaló en una de las sillas de brocado Chippendale enfrente de Santana y Britt. -¿Buen vuelo?

- El transporte militar no es conocido por su lujo -dijo Santana.

- Es cierto –concedió Lucinda. -Pero son fiables

- Bueno, ya estoy aquí, ¿qué es lo que necesitas?

- Había olvidado lo mucho que disfrutas de una pequeña charla. -Lucinda se volvió hacia Britt. -¿Cómo te encuentras?

- Mejor cada día

- Respuesta juiciosa

- Luce -dijo Santana con impaciencia. -Tenía una muy buena mañana cuando llamaste. Un paseo por la playa, y luego estaba pensando en volver a la cama. Una vez allí, tuve la intención de sedu…

- Saltarte los detalles, Santana –interrumpió Britt, rozando su mano por el brazo de Santana.

Lucinda se echó a reír. –Podrías darme los detalles, Santana, sólo para hacerme sufrir. Teniendo en cuenta que no he estado fuera de esta oficina antes de las 2 am el último mes

Blair levantó las manos. -No quiero saber lo que haces en tu tiempo libre.

- Tregua entonces. -La expresión de Lucinda se suavizó por un instante. -Te ves descansada, las dos, es más de los que se podía esperar.
¿Están bien?

Tanto Santana como Britt asintieron

-Bueno. -Lucinda vació su taza de café y la puso con cuidado sobre una mesa baja de madera de cerezo Federal. -Tenemos un ligero problema que creo que nos pueden ayudar.

Santana se puso rígida. Britt se mantuvo completamente inmóvil, pero sus ojos se entrecerraron mientras estudiaba el rostro de Lucinda.

- La compañía ha perdido un activo importante, y bastante representante no informar a sus homólogos de las otras divisiones, tal lapso es vergonzoso, especialmente en estos días cuando todo el mundo está un poco inseguro de lo que seguirá siendo la seguridad principal del mundo.

- ¿Esta conversación se está grabando? –preguntó Santana casualmente

- Por supuesto que no

- ¿Ninguna cámara aquí?

- No

- Entonces, ¿crees que sería posible -dijo Santana, enfatizando cada palabra -para nosotras hablar Inglés, Lucinda?

- La CIA ha perdido un operativo encubierto y no quiero que el FBI o el Departamento de Defensa sepa de ella.

- Quinn Fabray- dijo Britt

Lucinda la miró fijamente. -Sí, y ni siquiera sabíamos nada al respecto, salvo que alguien en Langley perdió la hoja de contactos donde estaba el informe de seguridad diaria, Averill Jensen lo perdió.

Santana sabía que Jensen también era el consejero de seguridad de su padre, y antes de que su padre fuera Presidente, Averill había sido el abogado general. También había sido el compañero de la universidad de su padre. -Averill lo hizo. Él nunca pierde nada.

- Sí, y cuando se dio el seguimiento, la tapa se cerró de golpe. -Lucinda levantó su hombro. -Sospecho que el operativo responsable de la fuga de información se ha marchado a algún lugar donde las noches son largas y oscuras.

- Así que Quinn está en el lugar frío -dijo Britt. -¿Están tratando de encontrarla?

- No sabemos. Pero nos gustaría encontrarla nosotros mismos. -Lucinda cruzó las piernas y cruzó las manos sueltas en el regazo. Relajada. Amistosa. -¿La conoces, Britt? Eso podría ser útil.

- No creo que me guste a donde va esto -dijo Santana. –Britt y Quinn...

- Tienen una historia, sí lo sé. -La mirada de Lucinda no se apartaba de la de Britt, incluso cuando Santana se levantó bruscamente.

- Historia, Luce. Historia. En el pasado. -Santana quería andar rápida pero la habitación no era lo suficientemente grande para ella. En cambio, se caminó hasta el escritorio de Lucinda y se quedó allí, de espaldas a los demás. Miró hacia las puertas francesas que se abrían a la explanada a lo largo de un lado del ala oeste hasta la neblina roja, mientras la ira desaparecía de su cerebro, entonces se volvió. Britt y Quinn habían sido una vez, amantes cuando Britt había pensado que Quinn era chica de compañía de lujo. -Britt no sabe nada.

- Santana -dijo Britt suavemente. -No es por lo que estamos aquí.

- No lo entiendo. -Santana miró a Lucinda y Britt. -Maldita sea, odio esto.

- Es Rachel- dijo Britt mirando a Lucinda- ¿No es asi?

- Oh no. No, no, no. -Santana caminó de vuelta a la sala de estar, pero no se sentó. Cerró las manos sobre sus caderas para ocultar el hecho de que le temblaban. -Rachel no es parte de esto. Ella nunca fue parte de esto. No sabe…

- No hemos podido tener acceso a mucha información –continuó Lucinda con su tono de voz conversacional. -Averill no ha dicho todo excepto el nombre de Quinn que surgió en asociación con la incursión en Tennessee. Eso se está acercando a casa.

- Así que quieres saber lo que sabe Quinn -dijo Britt, pensando en voz alta. Levantó la mano y tiró a Santana al lado de ella. -Está bien. Vamos a hablar sólo por unos minutos.

- En realidad, lo que queremos saber es quién sabe de Quinn -Lucinda respondió. -Porque alguien involucrado en la redada de Matheson ha desaparecido.

Britt se enderezó por la sorpresa. Matheson era el jefe de una organización paramilitar que tenía vínculos directos con los hombres que había organizado el asalto a Santana en el ático. Posiblemente incluso con los hombres que habían orquestado la Organización Mundial del
Ataques Center. Cuando el equipo de Britt descubrió su identidad, ella, Renée, y un grupo cuidadosamente seleccionado de militares encubiertos de operarios, irrumpieron el compuesto. Matheson no había estado allí. -Pensé que la empresa lo tenía.

Lucinda sacudió la cabeza. -Hasta donde sabemos, nadie lo tiene.

- ¿Y alguien piensa que Quinn le avisó? -Britt preguntó con fuerza.

- No sabemos nada. Nos gustaría mucho hablar con Quinn Fabray.

- ¿Quién es nosotros?- espetó Santana

Lucinda se levantó. -¿Habéis almorzado? Estaba a punto de pedir algo

Santana cerró los ojos y contó hasta diez. -Este es uno de esos momentos en que mi padre no sabe nada, ¿verdad?

- ¿Comida turca?- dijo Lucinda levantando la mano y cogiendo el teléfono

- Sí, está bien- dijo Santana- Aún no entiendo porqué estamos aquí

Lucinda le dio la orden a la cocina, y luego colgó. -Como he dicho, bueno, Averill fue capaz de acceder a algunos de las informaciones sobre Quinn Fabray antes de que la puerta se cerrase de golpe. Tenían cintas. Registros telefónicos. Tenemos razones para creo que se va a ponerse en contacto, o ya ha contactado, con Rachel Berry.

- Rachel no sabe nada de esto -repitió Santana insistentemente.

- No, probablemente no -dijo Lucinda. -Todo lo que necesitamos saber es donde está Quinn. Cuando contacte con Rachel, así lo sabremos.

Santana rió con aspereza. –Rachel nunca lo dira.

- No- dijo Lucinda- pero ella te lo dirá

Britt deslizó su brazo alrededor de los hombros de Santana. Santana se apartó

- No voy a hacerlo. No voy a hacerlo por ti, Luce, no voy a hacerlo por mi padre, no voy a hacerlo por nadie. Quiero a Rachel. Es mi amiga. No voy a espiarla.

- Entiendo- dijo Lucinda- Solo piensa en ello

- No hay nada que pensar. Nada en absoluto. -Santana se puso de pie. -Voy a dar un paseo

Cam se levantó, pero Santana negó con la cabeza, insistiendo: -No, yo voy por mi cuenta.

- Santana. -Britt intentó coger su mano, pero Santana se hizo a un lado. -Nena, vamos a…

- No

Britt la vio marcharse, con un nudo en el pecho. Cogió su radio para llamar al equipo, y luego se dio cuenta que no lo tenía. No lo tenía porque no era parte del equipo. -Maldita sea. -Se dirigió hacia la puerta.

- Van a recogerla justo fuera de la oficina -dijo Lucinda. -Dale un poco de tiempo, Britt. Ha sido un mes difícil.

Se llevaron todo Britt ya no podía protegerla e ir detrás de ella. Tenía que confiar en que alguien más lo haría. Que alguien la mantendría segura.

- Además -dijo Lucinda. -Nos dará tiempo para hablar.

por Lorena_Glee Miér Ago 28, 2013 12:36 pm

Hola...
Que ha pasado solías actualizar mas seguido.. =(
y sobre mi rutina pff a cambiado bastante
..XD
Escuela.. Tareas.. Trabajo un poco agotador cuando tengo tiempo comento y aveces entro con la esperanza que ya habías actualizado y nada.. XD
Saludos

por aria Miér Ago 28, 2013 12:46 pm

Ohhh por Dios!!!...
Esto es imposible... sabia que las llamadas de Lucinda no traian nada bueno...
A caso Quinn era esa rubia que estaba con los hombres esos, cuando las chicas estaba en Paris???
Creo que morire si eso es cierto...

Oh cielos!! Y Rachel... Pobre Rach.. Lucinda es una desconsiderada como se le ocurre pedirle eso a Santana..
Era obvio que reaccionara de esa manera... ella nunca le haria eso a Rach!

por aria Miér Ago 28, 2013 12:50 pm

Ohhh por Dios!!!...
Esto es imposible... sabia que las llamadas de Lucinda no traian nada bueno...
A caso Quinn era esa rubia que estaba con los hombres esos, cuando las chicas estaba en Paris???
Creo que morire si eso es cierto...

Oh cielos!! Y Rachel... Pobre Rach.. Lucinda es una desconsiderada como se le ocurre pedirle eso a Santana..
Era obvio que reaccionara de esa manera... ella nunca le haria eso a Rach!

por monica.santander Miér Ago 28, 2013 2:00 pm

mmmm ahora meten a Rachel???
Hola que tal?? Espero que muy bien!!
Por favor segui acostumbrabdonos bien y no tardes mucho en actualizar eso es lo bueno de tus historias, que nunca se pierde el hilo por la continuidad!!!
Saludos

por saibelli Jue Ago 29, 2013 2:03 pm

Ya al corriente wow que pasara con quinn pobre santana la colocan entre la espada y la pared esperemos q se arregle esta situacion :( saludos muuacckk

por **Marta_Snix** Vie Ago 30, 2013 1:00 pm

Lorena_Glee escribió:Hola...
Que ha pasado solías actualizar mas seguido.. =(
y sobre mi rutina pff a cambiado bastante
..XD
Escuela.. Tareas.. Trabajo un poco agotador cuando tengo tiempo comento y aveces entro con la esperanza que ya habías actualizado y nada.. XD
Saludos

Hola, lo que ha pasado es que antes solo adaptaba, por lo que llevaba su tiempo pero era más rápido, ahora los libros estan en ingles, ya que nunca lo editaron a español, por lo que no solo tengo que adaptarlo, sino también traduccirlo y me lleva mucho más tiempo :(

aria escribió:Ohhh por Dios!!!...
Esto es imposible... sabia que las llamadas de Lucinda no traian nada bueno...
A caso Quinn era esa rubia que estaba con los hombres esos, cuando las chicas estaba en Paris???
Creo que morire si eso es cierto...

Oh cielos!! Y Rachel... Pobre Rach.. Lucinda es una desconsiderada como se le ocurre pedirle eso a Santana..
Era obvio que reaccionara de esa manera... ella nunca le haria eso a Rach!

Quinn sigue siendo un misterio...ya os dije que daria mucho que hablar y Rach...la pobre esta en medio de todo
Sí, es normal que Santana se cabree, Snix is on!!

monica.santander escribió:mmmm ahora meten a Rachel???
Hola que tal?? Espero que muy bien!!
Por favor segui acostumbrabdonos bien y no tardes mucho en actualizar eso es lo bueno de tus historias, que nunca se pierde el hilo por la continuidad!!!
Saludos

Hola, bien!! y tu?
Le daban pena que Rachel saliera tan poco y quieren espiarla para que salga más es la historia :P
Ya tienes el nuevo capitulo ;)

saibelli escribió:Ya al corriente wow que pasara con quinn pobre santana la colocan entre la espada y la pared esperemos q se arregle esta situacion :( saludos muuacckk

O su padre o su amiga? Es para cabrearse.
Me alegro que hayas llegado a ponerte al día, en esta parte aún no había mucho que leer

por **Marta_Snix** Vie Ago 30, 2013 1:02 pm

Capitulo 4

Santana le dio un tirón hacia fuera al gancho que sostenía su cabello en la parte posterior de su cuello, dejando las ondas rebeldes cayeran libres alrededor de su rostro. Era consciente de Paula Stark caminando a su espalda mientras giraba la esquina de la oficina de Lucinda en Occidente Wing por el laberinto de pasillos y en el vestíbulo. Una vez fuera, bordeó el camino circular hacia la puerta noroeste.

- Señorita López -dijo Paula, un poco sin aliento mientras la alcanzaba. -Sería mejor si tomamos el vehículo. Si deja que conozca su destino

- Caminaré- dijo Santana

- Uh, sí, ya lo veo, pero con todo respeto, no están preparados para la vigilancia en la calle.

- Si tú y tus secuaces etiquetados no se ponen detrás de mí con sus trajes de color azul brillante con su gran coche negro de gran culo que consumen mucha gasolina, nadie ni siquiera se dará cuenta. Me voy.

- No puedo irme. Lo siento. -Paula era muy consciente de que Santana podría pasar desapercibido en ropa de calle. La había seguido en bastantes bares, y la vio recoger a las mujeres que no tenían ni idea de quién era suficientes veces, para convencerse de ello. Sin embargo, no se consoló al saber que las personas no reconocían a Santana cuando no estaba en un acto oficial o vestida para un asunto político. Era posible que los no amistosos estuvieran rutinariamente viendo la idas y venidas en la Casa Blanca, y ahora mismo, Paula no tenía personal suficiente para protegerse a Santana en la calle. -Señora, esto no es recomendable.

- Sólo necesito un poco de aire. -Santana redujo la velocidad y se reunió con la mirada preocupada de Paula. -Por favor. Sólo dame unos minutos.

- Si no te importa esperar, puedo tener otro equipo aquí en dos minutos. -Paula miró por encima del hombro y vio el siguiente Suburban lentamente detrás de ellos en 17thSt. Ella levantó una mano detrás de ella con dos dedos extendidos y oyó las puertas del vehículo abrirse y cerrarse. Hara y Wozinski iban caminando, ahora también. Por desgracia, era tarde y sería de noche pronto. Asimismo, se dirigían hacia el centro comercial, que era exactamente donde ella no quería estar de noche.- ¿Podemos ponerla en un compromiso? -instó. -¿Puede simplemente sentarse en algún lugar, y le prometo que desapareceremos?

Santana se rió bruscamente y miró más allá de ella a Hara y Wozinski. -Las tres destacan en una multitud, no importa lo que lleven. Aquí fuera, tú también podrías estar agitando un cartel que diga somos agentes del gobierno.

Paula señaló un banco. -Hay un gran lugar justo al lado de la piscina reflectante.

- Y con tres personas, se puede ver fácilmente la espalda y los flancos, al menos que la criatura de la Laguna del Negro salga de la piscina, que no tiene que preocuparse por un enfoque frontal. -Santana recitó las tácticas rotundamente mientras aceleró el paso. Se sentó en el banco de piedra blanca, se agarró a los bordes con los dedos fríos, y cerró los ojos. No estaba enojada con Paula. Hacer el trabajo de Paula era difícil y no iba a aliviar el dolor y la furia que irrumpía en la misma medida en su interior

No podía creer que Lucinda la hubiera convocado en Washington para pedirle que espiara a Rachel. No, en realidad lo podía creer. Había visto personas con el poder de comprometer sus principios con la suficiente frecuencia, pero odiaba pensar que la gente que amaba, Lucinda y su padre, iban a sacrificar su confianza y fidelidad para lograr sus objetivos. Tal vez es por eso que estaba enamorada de Britt. Porque con Britt siempre estaba muy claro de qué lado estaba. Britt no la comprometía.

- ¿Paula? -dijo Santana en voz baja mientras se ponía el sol.

- ¿Si señora? -La respuesta llegó desde algún lugar detrás de ella.

- ¿Puedes llamar a Britt y decirle que estás conmigo? Estará preocupada

- Ahora mismo. -Después de un momento de silencio, Paula agregó: -¿puedo decirle cuándo estaremos de vuelta?

- En un momento –murmuró Santana.

Tenía que volver. Britt no estaba satisfecha con una llamada telefónica. No importaba que supiera que Paula era capaz. No importaba que supiera que Santana estaba a salvo. Tenía que verlo por sí misma. Santana sabía que Britt se sentía impotente con la situación de que Paula estuviera al mando y que estaba teniendo problemas para adaptarse. Amaba a Britt por querer protegerla y cuidar de ella, a pesar de que no era la razón por la que la amaba, o incluso la necesitaba. Tratar de cambiar eso de Britt sería estar negando lo que ella era. Y haciéndola sentir incómoda era cruel. Podía estar furiosa con Lucinda y su padre, pero era fácil estar bien con Britt

- ¿Paula?

- ¿Si señora?

- ¿Puedes preguntarle si quiere caminar con nosotras?

- No creo que pueda hacerlo, señora. Ella está en una reunión con el presidente.

A Santana se le hizo un nudo en el estómago. Así que había más. Por supuesto que sí. Lucinda no nos hizo volar hasta aquí sólo para solicitar un poco de espionaje entre amigas. Britt era una investigadora entrenada. Britt había sido amante de Quinn. Britt estaba hablando con su padre. Sola. Britt nunca rechazaría una asignación, nunca se apartaría de su deber, nunca pondría su propia seguridad lo primero. Santana se levantó bruscamente y salió del parque, Paula y los otros agentes la siguieron de cerca. Cam había dado suficiente. Y ella también.

***

Sybil Gretzky, el secretario personal de Andrew López, sonrió a Santana cuando entró en la antesala de la oficina oval. -Hola Santana

- ¿Está mi amante todavía con mi padre?

La sonrisa de Sibilas no vaciló. –La Agente Pierce está con el presidente, sí. ¿Le gustaría que le avisara?

- Lo siento -dijo Santana, al darse cuenta del mal humor que había tenido todo el día. Estaba más que nerviosa, necesitaba tranquilizarse. -Sí, por favor.

Se acercó a los ventanales y miró hacia el jardín de rosas. Era tan hermosa en la primavera,
con todo en flor, pero tan desolado en el otoño. Fría y un poco estéril.

- Te acompaño- dijo Sybil

- Gracias

Su padre se levantó para saludarla cuando llegó y besó su mejilla.

- Estás fría- dijo Andrew López

- He estado caminando. -Santana se acomodó en un sofá antiguo y miró a Britt, que estaba sentada en una silla frente a su padre en el otro lado de una mesa baja. -Hola.

- Hola -Britt se levantó y caminó alrededor de la mesa para sentarse junto a Santana. ¿Estás bien? -Tocó brevemente pierna la pierna de Santana con los dedos, luego puso su mano de nuevo en su regazo

- Por supuesto. -Santana miró a su padre. Sé que hay algunas cosas que de las que no puedes hablar, pero Britt es mi novia. Estuvo a punto de murió hace diez días. ¿Qué más podéis pedirle?

Andrew López, de unos cincuenta años, pero aparentando una década más joven, con el pelo ondulado grueso y ojos marrones, el color exacto de Santana, la miró con una expresión que podría haber sido la simpatía o arrepentimiento. -Necesitamos gente buena, Santana, sobre todo ahora. Y Britt es una de ellas.

Santana negó con la cabeza. -¿Cuántas veces? ¿Hay una cuota en los agujeros de bala? ¿Las conmociones cerebrales? Porque ella a que ha tenido acción. Mucha de acción.

- Santana –murmuró Britt. -Vamos a escuchar lo que el Presidente tiene que decir.

- No estoy hablando con el presidente –respondió Santana. -Estoy hablando con mi padre. Eso cuenta para algo, ¿verdad, papá? ¿Sólo un poco?

- Soy tu padre -dijo el Presidente. –Eso lo significa todo.

- Pero todavía vas a preguntarle, ¿no es así? Para cualquier trabajo que haya que hacer, no importa lo que podría costar.

Andrew López dirigió su mirada a Britt. -Se puede decir que no, sin hacer preguntas. Nadie va a pensar menos de ti.

Santana resopló. -Esto se debe a las personas que dan las órdenes están sentados detrás de un escritorio seguro en alguna parte. Ellos no tienen los huevos para nada más.

Britt esperaba.

- Hace tres semanas –dijo López: -Establecí con la Oficina de Seguridad Nacional. Espero que dentro de un año la Oficina se haya convertido en un departamento del gabinete. Estaban sacando de todos los sectores de la seguridad interna y externa para llenar las posiciones críticas.

- ¿Mensajes de campo o administrativas?- preguntó Britt

- Ambas

- ¿Respondiendo a quién?

- Por ahora, al Director del Departamento de Seguridad Nacional que responde a mí.

- ¿Lucha contra el terrorismo? -Preguntó Britt, muy consciente de que estaba interrogando al Presidente, y se lo permitía. Se preguntó cuánto tenía que ver con su relación con Santana. Bastante, se imaginó.

- Eso y la seguridad fronteriza. Posiblemente Aduanas. Bueno trabajamos las cosas a medida que finalizamos el nivel de responsabilidades del Ganinete.

- ¿Por qué no pueden los organismos de seguridad que ya tenemos manejar con los antiterroristas? -Preguntó Santana. -La CIA, el FBI, el Ejército divisiones de seguridad. -Dios, ¿cuántos hay?

- Muchos, y ese es en parte el problema -dijo el Presidente. -Obviamente necesitamos centralizar y supervisar la inteligencia recopilación, análisis, todo objetivamente. Y tenemos que ser capaces de responder con la fuerza efectiva y organizada.

Britt se inclinó hacia delante. -¿En nuestra propia casa?

El rostro de López se endureció. -Si es necesario.

- Va a tomar algo de tiempo obtener que el FBI, la CIA, el Departamento de Justicia, y la inteligencia militar trabajen juntos –observó Britt.

- Ya lo sé. Y tiempo es algo que no disponemos. -Se puso de pie y se dirigió a su escritorio, y luego regresó a su asiento con una gruesa carpeta. –Estábamos organizando una serie de equipos especiales de inmediato, sacando de personal a través de la seguridad de divisiones. Y te quiero al mando, Britt.

- ¿En nombre del Servicio Secreto? -Preguntó Britt.

El Presidente negó con la cabeza. -Obviamente, todo esto es secreto, pero espero así mover el Servicio Secreto completamente en Seguridad Nacional en los próximos meses. Te quiero como uno de los nuevos directores adjuntos del OHS.

- ¿En calidad de qué? -Sofocó el aumento rápido de emoción. El equilibrio de poder dentro de la comunidad de inteligencia estaba cambiando, y le ofrecía un asiento de primera clase.

- Contrainteligencia

Britt miró a Santana, y su emoción al instante cambió de euforia a la preocupación. Santana estaba pálida, y las sombras bajo sus ojos estaban de vuelta. –No te puedo dar una respuesta en este momento, señor Presidente. Santana y yo tenemos que hablar.

- Entiendo. Una vez que te hayas decidido, podemos discutir los detalles.

- Gracias señor –dijo Britt de pie y extendiendo su mano

López le devolvió el apretón de manos. -No podía hablar de esto contigo de antemano, Santana. Con cualquiera de los dos. Es un asunto de seguridad nacional.

- Por supuesto -dijo Santana en un susurro. -Siempre lo es.

***

Stark se acercó a Britt y Santana cuando entraron en el vestíbulo

- Bueno, vamos directamente a mi apartamento, Jefa -dijo Britt.

- Muy bien. -Stark murmuró unas palabras en su radio. -Los vehículos están fuera.

- Gracias

Santana no dijo nada mientras estaban en el Suburban y se mantuvo así durante el camino que atravesaba la ciudad. Cuando llegaron al edificio de Britt, Santana tomó automáticamente su posición entre Stark y Hara, con Britt y el tercer agente ligeramente por detrás de ella al entrar en el vestíbulo y cruzó hacia el ascensor.

- Hara, está en la radio de apoyo. Wozinski, estará en el coche. -Stark miró a Blair. -¿Va a salir esta noche?

- No lo sé –dijo Santana mientras entraba en el ascensor delante de Britt y Stark.

- Llámeme al móvil si se decide

- Ya lo sé

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Stark miró el pasillo antes de permitir que Santana saliera. Sólo había dos apartamentos por piso con puertas que se abren fuera de cada extremo de un amplio vestíbulo alfombrado y una pequeña zona de estar. El corto pasillo y la habitación al lado del ascensor estaban vacíos.

Britt sacó las llaves de su bolsillo. -Voy a ver el apartamento, si quieres esperar aquí con la señorita López.

Santana no hizo ninguna objeción, y cuando Britt salió del apartamento, un momento después y mantuvo la puerta abierta, Santana pasó a su lado sin ningún comentario. Britt la siguió al interior y cerró la puerta.

- ¿Tienes hambre?

Santana miró su reloj. -Rachel debería estar aquí pronto. Vamos a esperarla. -Miró el teléfono y pulsó un botón. -Veré dónde está. Podemos pedir una pizza.

- Está bien. Dame tu chaqueta. -Britt le tendió la mano y cogió la chaqueta de cuero de Santana. La colgó en el armario junto a la suya, escuchando como Santana hablaba con Rachel.

- ¿Dónde estás?... ¿Necesitas que te recoja? ¿Estás segura?... Vale. Nos vemos pronto.

- ¿Viene en tren?- pregunto Britt

- Sí. Estará aquí dentro de una hora

Britt cruzó la habitación, cogió la mano de Santana, y la llevó hasta el sofá en frente de las ventanas. -Vamos a hablar.

Santana se apoyó en los hombros de Britt- ¿Por qué? Nunca cambia nada

- No he visto venir esto -dijo Britt. Bajó su brazo alrededor de los hombros y la atrajo contra su costado. Apoyó la mejilla contra el cabello de Santana. -No le di mucha importancia a este asunto de seguridad nacional, cuando lo escuché por primera vez. Va a ser una gran metedura de pata burocrática con todos los organismos de seguridad que luchan por proteger su territorio. Ese no es mi estilo.

- Mi padre quiere que dirijas un equipo especial. -Dijo Santana. -Eso significa que siempre estarás fuera de los canales. Es tu estilo

- Tengo que admitir que es un poco más atractivo. Nunca he tenido un trabajo de oficina. No quiero una.

- Lo sé. Eres una agente de campo. Pero no se habla de perseguir a los falsificadores, Britt. Equipos especiales por la Seguridad Nacional significa terroristas. Significa algo peligroso.

- No necesariamente. La mayoría de los equipos especiales se montan con tiempo sólo porque son más eficientes en la recolección de información. Estaría mayormente en un escritorio.

Santana echó la cabeza hacia arriba. -Eso es mentira.

Britt sonrió. -No sabemos lo que tu padre quiere que haga.

- Creo que no es una coincidencia que Lucinda hablara de Quinn Fabray justo antes de que mi padre te preguntara para dirigir un equipo especial de contrainteligencia. ¿Y tú?

- No- dijo Britt en voz baja- No lo creo

- Mi padre no puede hablar de ese tipo de operaciones, pero Lucinda puede, por lo que se reunió con nosotras primero. -Bruscamente, Santana se puso de pie, se acercó a la ventana, y le habló de nuevo a Britt. -Quieren a Quinn y ellos utilizarán mi amistad con Rachel si les dejo. Y te usaran, porque… -levantó la mano, y luego la dejó caer. -Debido a que tú te enamoraste de ella.

Britt se acercó a Santana y apoyó las manos en los hombros de Britt, atrayéndola suavemente hacia atrás hasta que sus cuerpos conectados. -Sabes que eso no es cierto. Lo que pasó entre nosotras se limita a unas pocas horas de desconexión. No tenía nada que ver con el resto de nuestras vidas. No sabía que era un agente de la contrainteligencia. Jesús, pensé que era una prostituta.

-Sé todo eso. Y sabía que tenías sentimientos por ella. Te lo he dicho antes, está bien. -Santana se encogió de hombros, con su espalda todavía en Britt. -Bueno, en general bien. Excepto cuando recuerdo lo hermosa que es

Britt acarició el pelo de Santana- Nunca he estado enamorada de ella

- Ella era especial, sin embargo. Tenía que serlo, para que te preocupas por ella. -Santana se dio media vuelta para que poder ver la cara de Britt. -¿Confías en ella?

- Eso es en parte lo que voy a tener que decidir. Porque si me comprometo con esta asignación, y quieren encontrar a Quinn, tengo que saber quien irá después.

Santana se volvió por completo y pasó los brazos alrededor de la cintura de Britt. -¿Si tomas el trabajo?

- No lo haré si no quieres

Santana se apartó. -Odio cuando haces eso.

- ¿El qué?

- Hacerme parte de la decisión. Era más fácil cuando hacías lo que querías. Entonces podría estar enojada contigo por hacerlo.

- Me estás cambiando. -Britt cogió la mano de Santana. -Si he aprendido algo sobre estar contigo, es que quieres que hable contigo. No me confunda.

Santana la agarró por los hombros, tiró hacia sí y la besó. Fuerte. -¿Cómo te sentirías si yo dijera que no? No quiero que lo hagas

- Te amo

- No puedo soportar tener que preocuparse por ti. No puedo coger una llamada de teléfono más diciéndome que estás herida.

- No voy a hacerlo

- Quiero que tomes una posición de supervisión en la seguridad nacional. Sabes cómo ejecutar equipos. Puedes hacerlo sin estar en la calle.

- Vale

Santana se apretó a los hombros, sentía los músculos fuertes bajo sus dedos. Pensó en una imagen de Britt desnudo, su cuerpo tonificado y firme. Su cuerpo lleno de cicatrices. Su cuerpo listo para la acción. La besó de nuevo, saboreando el calor de su boca, sintiendo la fuerza en sus brazos cuando llegaron alrededor de ella y la abrazó con fuerza. -Te amo tanto.

- Santana –susurró Britt, deslizando sus dedos por encima del pecho de Santana agarrando su pecho. Besó la garganta de Santana, el pezón de Santana se endureció contra su palma. -No quiero hacerte daño.

- Lo sé -Santana sopló, arqueando la espalda y exponiéndose a la boca de Britt, ofreciendo vulnerablemente su cuello para el deslizamiento de los dientes y la lengua. Cubrió la mano de Britt donde sostenía su pecho y presionó hacia abajo, gimiendo con el dolor del placer que brillaba a través de ella. -Haz lo que tengas que hacer.

Britt extendió su mano sobre Santana y sacó la camisa de Santana de sus pantalones vaqueros. Besó por la garganta de Santana al llegar entre sus clavículas. -¿Qué quieres decir?

Santana se apartó y se quitó la parte superior, luego se libró rápidamente de su sujetador y lo dejó caer al suelo. Arqueó la espalda, con los pechos desnudos haciendo una invitación mientras que se quitaba sus pantalones vaqueros. -Date prisa. No tenemos mucho tiempo.

Rápidamente, Britt empujó a Santana hacia atrás sobre el sofá de cuero ancho y se arrodilló para quitarse las botas. Agarrando la parte superior de los pantalones vaqueros, que dejaron ver las bragas de seda, de un tirón dejó a Santana desnuda

- Acuéstate –ordenó Britt. Se colocó entre las piernas de Britt, apoyó un brazo por los hombros de Santana y la besó. Mientras ella acarició el interior de la boca de Santana, tomó su sexo. Santana estaba húmeda, hinchada, y lista para ella. Las manos de Santana acariciaron el pelo de Britt y Britt se introdujo dentro de ella. Santana se sacudió y gritó.

- No quiero hacerte daño -dijo Britt desesperadamente, su aliento desgarraba su pecho mientras empujaba más profundo.

- No lo harás. No puedes. No cuando…, dios. -Santana se agarró al antebrazo de Britt cuando aceleró las arremetidas entre sus piernas, movió las caderas para sentirlo más, sentía la presión, el deseo, no tardaría en llegar al clímax- Britt

- Santana, Santana -gimió Britt contra la boca de Santana. -Vamos, nena. Oh Jesús, por favor, déjame sentir como te corres.

- Oh, ahora –gritó Santana, sus uñas se clavaron en el brazo de Britt. Su abdomen apretado se enderezó, abrazó a Britt cuando su orgasmo se derramó en ella. -Abrázame. Abrázame. Dios, por favor, abrázame.

Britt abrazó fuertemente a Santana cuando su cuerpo se hundió en el sofá, moviéndose hasta que pudo sentir su cuerpo junto al de Santana y tenerla en sus brazos. -¿Estás bien? Cariño, ¿estás bien?

Santana apretó la cara contra el pecho de Britt, escuchando su corazón -Dios. Haces que me corra como nadie

Britt se rio mientras le acariciaba el pelo. – Eso es bueno

- Mmm. -Santana se estiró y relajó su muslo entre las piernas de Britt. -Suenas ronca de nuevo. ¿Está tu garganta bien?

- Todo se siente fabuloso

Santana presionó su entrepierna- ¿Qué tal esto?

- Fabulosamente caliente

- Eso pensaba- Santana desabrochó el botón de su pantalón

Britt se lo impidió. -Uh-uh. Ahora no. Voy a tardar.

- ¿Desde cuándo?

- Desde que Rachel va a llegar en cualquier momento.

- Cariño –dijo Santana en una voz sensual. -Puedo hacer que te corras en menos de treinta segundos.

Britt besó a Santana suavemente. –Es verdad. Pero quiero que te tomes mucho más tiempo.

Santana suspiró. -Si eso es lo que quieres, supongo que puedo esperar.

- Por lo tanto, –Britt se movió sobre su espalda para que Santana estuviera parcialmente sobre ella -¿me quieres explicar lo que dijiste en ese momento mientras mi mente se estaba derritiendo?

Santana deslizó su mano arriba y abajo sobre el pecho de Britt. -Te dije la verdad. No quiero que estés en peligro, quiero que estés a salvo. –Conocía la mirada de Britt estaba cuestionándola. -Pero no quiero que mi amor evite que seas quien eres. O que hagas lo que tienes que hacer. Así que tienes que prometerme, con su palabra de honor, que no te pasará nada. Júralo.

- Te lo juro –murmuró Britt, acariciando la mejilla de Santana. -Te juro que te voy a amar con todo mi corazón todos los días por el resto de mi vida.

Santana parpadeó para contener las lágrimas. -Eso no es lo que pregunté.

- Lo sé. Tendré cuidado

Santana se sentó de nuevo y apretó la cara contra el cuello de Britt. –Tomo nota, Comandante.

por monica.santander Vie Ago 30, 2013 2:38 pm

Me gusto quiero el proximo!!
Como estas?? Gracias por traducir

por aria Vie Ago 30, 2013 8:16 pm

Ahhhhh me ha encantado este cap....
Ja!! Ya sabia yo que esa visita con el presidente y con Lucinda no era para nada normal... Ser parte de un equipo de contrainteligencia ??? Ser la jefa eso es muy peligroso

Creo que ni yo podria aguantar otra llamada de que Britt este mal herida.. No tiene 7 vidas ni es inmortal POR DIOS!!! Ojala y esto no vaya a mas..

Pobre Rach nome gusta que este sufriendo porque aunque trate de disimular es obvio que se muere por esa rubia y si resulta sero que creen o sospechan que es pues va a sufrir mas.. Yo aun le doy el beneficio de la dudo..

por micky morales Dom Sep 01, 2013 12:55 am

A veces lucinda me saca de quicio, pero bueno, en cuanto a Brittany creo le encanta su trabajo, pero mas coleccionar cicatrices!

por **Tat-Tat** Dom Sep 01, 2013 12:48 pm

Ohhhhhhhhhhhhhhh.... Santana full preocupada por el nuevo trabajo de Britt
(perdón que mis comentarios no sean divertidos ni acertados, pero ando demasiado enferma y lenta, que mis neuronas no hacen conexión)

Espero estés bien y puedas seguir con las actualizaciones.

Saludos

por **Marta_Snix** Mar Sep 03, 2013 7:22 pm

monica.santander escribió:Me gusto quiero el proximo!!
Como estas?? Gracias por traducir

Hola, bien y tu? No hay de que ;)

aria escribió:Ahhhhh me ha encantado este cap....
Ja!! Ya sabia yo que esa visita con el presidente y con Lucinda no era para nada normal... Ser parte de un equipo de contrainteligencia ??? Ser la jefa eso es muy peligroso

Creo que ni yo podria aguantar otra llamada de que Britt este mal herida.. No tiene 7 vidas ni es inmortal POR DIOS!!! Ojala y esto no vaya a mas..

Pobre Rach nome gusta que este sufriendo porque aunque trate de disimular es obvio que se muere por esa rubia y si resulta sero que creen o sospechan que es pues va a sufrir mas.. Yo aun le doy el beneficio de la dudo..

Britt en peligro? Que cosa más rara...
Quinn... la pobre Rachel sufriendo por esa rubia misteriosa, ¿habra Faberry o Rach sufrirá muchisimo?

micky morales escribió:A veces lucinda me saca de quicio, pero bueno, en cuanto a Brittany creo le encanta su trabajo, pero mas coleccionar cicatrices!

Britt tiene cicatrices ya por casi todo el cuerpo, el Honor puede más que su propia seguridad, la pobre Santana se busco una novia que la hara sufrir mucho en ese sentido, la pobre se la pasa preocupada

Tat-Tat escribió:Ohhhhhhhhhhhhhhh.... Santana full preocupada por el nuevo trabajo de Britt
(perdón que mis comentarios no sean divertidos ni acertados, pero ando demasiado enferma y lenta, que mis neuronas no hacen conexión)

Espero estés bien y puedas seguir con las actualizaciones.

Saludos

¿Que te pasa? Espero que nada grave y que te mejores, no deberias ni comentar estando enferma.
Y yo espero que te mejores, de corazón ;)

por **Marta_Snix** Mar Sep 03, 2013 7:25 pm

Capitulo 5

- ¡Allí! –Rachel Berry se inclinó sobre el asiento delantero de la cabina del taxi y se bajó a un edificio en el lado derecho de la la calle. -Ese es 1202.

Cuando el taxista se desvió hacia la acera, un pito resonó detrás de ellos, por lo que Rachel se sobresalto. Miró por la ventana del lado de la calle a tiempo de ver un sedan negro. El taxista murmuró una palabrota mientras aparcaba y salió para coger el equipaje de Rachel del maletero.

Rachel le dio diez dólares después de que puso sus maletas en la acera fuera del edificio de Britt. La puerta se abrió mientras llevaba su equipaje, sonrió cuando reconoció al rubio corpulento que estaba justo en el interior, el agente Wozinski
- Hola, Greg

- Señorita Berry

Rachel negó con la cabeza. Había renunciado a tratar de conseguir que la llamara Rachel aunque había pasado una semana con Santana y le había visto cada día durante ese tiempo. En los años de juventud había sido una amiga de Santana, había crecido
utilizando la presencia de agentes de seguridad. Pero nunca había sido así. Tantos, vigilando tan de cerca. Se sorprendió de que Santana no saliera más frecuentemente.

- ¿Puedo subir?- preguntó ella

- Sí, señora. Voy a llamar y la anunciaré.

- Es la 501, ¿no?

- Correcto

El ascensor era eficiente y Rachel sospechó que Wozinski llamaría segundos después de que las puertas se cerrasen. Cuando sonó el timbre, Santana respondió de inmediato.

- Hola. -Santana le dio un abrazo. -Estoy tan contenta de que vinieras

Rachel le devolvió el abrazo, sorprendida por la intensidad del abrazo de Santana. Se echó hacia atrás, con los brazos cruzados libremente alrededor de la cintura de Santana, y la estudio. Santana parecía más descansada que cuando la había visto con ella hace diez días, pero no podía esta peor de lo que había estado el día después de que ambas Britt y Renée habían resultado heridas. Sin embargo, había algo en los ojos de Santana que
reflejaba preocupación. Preocupación y... ¿lamento?

- ¿Estás bien? -Rachel miró más allá de Santana a la amplia sala de estar. Britt, que estaba de pie detrás de un pequeño bar metido en la esquina de la habitación, asintió en señal de saludo. Como de costumbre, Rachel no podía decir nada de su expresión. Saludó y volvió su atención a Santana. -¿Acaso Lucinda le ha dado una tarea terrible?

- Lo de siempre –dijo Santana, tratando de inyectar ligereza en su tono. -No tengo todos los detalles todavía. -Agarró la mayor de las maletas de Rachel. -Vamos, déjame mostrarte donde está la habitación.

Rachel vaciló. -¿Estás segura? Puedo ir a un hotel y tendréis las dos un poco de intimidad. No necesito estar aquí.

Santana negó con la cabeza. -No, quiero que te quedes aquí. -Siguió la dirección de la mirada de Rachel. –Britt está bien con eso. En serio. -Se echó a reír sin mucho humor. -Y Dios sabe que estamos rodeados de gente todo el tiempo. Al menos contigo, es mi elección.

- ¿Estás segura? –Rachel se dio cuenta de que realmente quería quedarse con Santana. Había estado sola en la ciudad todavía en pleno proceso de duelo y era casi insoportable.

- Sí. -Santana tomó la mano de Rachel y tiró de ella por el apartamento. -Así que esta es la sala de estar, baños allí, y la habitación es por este corredor. –Señaló con la cabeza hacia el lado opuesto de la sala de estar. -Nuestro dormitorio es por allí.

Rachel miró por encima del hombro mientras seguía a Santana. -Bueno, diablos, incluso no podré escucharlas.

Santana se echó a reír. -Al igual que no nos has oído antes. Bueno, al menos a mi.

- Eso es verdad -dijo Rachel, cuando ambas dejaron su equipaje en la habitación de invitados. -Pero teníamos dieciséis años.

- Britt está abriendo un poco de vino. -Santana tomó en la maleta color marrón oscuro de Rachel -¿Por qué no te cambias a algo más cómodo y te unes a nosotras en la sala de estar? Pedimos pizza.

- Dios, eso suena fabuloso. -Rachel se quitó la gabardina y la puso sobre la silla en que estaba sentada frente a un estrecho escritorio, cogió sus Jimmy Choos y se tumbó a espaldas sobre la cama. Palmeó el espacio a su lado mientras se acurrucaba a un lado. –Quédate un minuto antes

Santana se subió a la cama y apoyó la cabeza en la palma de la mano, frente a Rachel. Como de costumbre, Rachel estaba hermosa. Su cabello hasta los hombros, y casi recto, el rostro ovalado de ojos marrones. -Siento como si estuviéramos en la escuela preparatoria.

- A veces me gustaría que estuviéramos. -Rachel sonrió débilmente. Parecía cansada. ¿Quién no lo estaba? Sus ojos se volvieron distantes. -No, en segundo, tal vez no. Porque si regresáramos, yo todavía estaría tratando de seducirte, y todavía tú estarías rompiendo mi corazón…

- Si no recuerdo mal -dijo Santana con cariño -intentaste seducirme.

- Te arrastré a la cama cuando estabas drogada. Además, estuviste viniendo a mí toda la noche, así que no cuenta. -Rachel se rió ante el recuerdo. -Fue un buen sexo, sin embargo, ¿no es así?

- Teníamos quince años. Por supuesto lo fue. -Santana suspiró. -Te quiero, lo sabes.

- Lo sé. -Rachel acarició el brazo de Santana. -¿Es tan malo?

Santana negó con la cabeza. No podía decirle a Rachel acerca de la situación con Quinn, no hasta hablar con Britt un poco más. No hasta tener la oportunidad de decidir si Britt se pondría del lado de Lucinda y su padre. Su mente se rebeló ante la posibilidad, porque no estaba segura de lo que haría si tuviera que luchar con todo lo que le importaba. No estaba segura de poder soportar estar en desacuerdo con Britt por algo como esto.

- Dios, te ves triste, cariño. -Rachel deslizó su mano por la parte posterior del cuello de Santana y su suave masaje. -¿Pasa algo malo con Britt? ¿Está en problemas por lo que pasó en el complejo?

- No –dijo Santana rápidamente. -Sólo estoy cansada. Y la última cosa que quería era ser arrastrada hasta aquí.

- ¿Vas a decirme que está pasando? Porque soy probablemente la única persona en el mundo, además de Britt, que puede decir cuando estás molesta y tratando de no mostrarlo.

- Lo haré -dijo Santana, al darse cuenta que no tenía sentido en negar lo que ya sabía Rachel. -Tan pronto como me sea posible.

Rachel se sentó y se quitó la chaqueta y la puso sobre la cama junto a ella. -¿Crees que Britt puede averiguar dónde está Quinn?

Santana se quedó sin aliento, me alegro de que Rachel no estuviera mirando a ella. Se tomó un segundo extra para asegurarse de que su voz era constante. -No sé. ¿Por qué?

Rachel se puso de pie, se desabrochó los pantalones y se los quitó. Usó sólo la blusa y las bragas, abrió la maleta y sacó una suave y unos vaqueros desgastados. Se los puso y le subió la cremallera. -Porque pensé que podría saber de ella hasta ahora, y yo no sé nada. Y no sé cómo hacer para encontrarla.

- Tal vez sería mejor si no la encuentras -dijo Santana con cuidado

- ¿Quieres decir que crees que su acto de desaparición era su manera de dejarme? -Rachel se puso una camisa de algodón azul pálido y la abrochó, girando parcialmente fuera de la cama para que Santana no pudiera ver sus manos temblorosas. Sabía lo que Santana estaba tratando de decir, y había considerado la explicación obvia cada día desde que Quinn había desaparecido una mañana antes del amanecer. Ella tuvo una aventura y, ahora que todo había terminado, era un tonta si no podía simplemente aceptarlo. -¿Crees que debería sólo dejarla ir?

- No sé Rachel -dijo Santana con suavidad. -Sin embargo, Quinn es complicada. No hay manera de saber si ella se fue porque quería o porque tenía que hacerlo. Pero de cualquier manera, te dejó sin explicaciones, así que no me puedo imaginar que te queriera ir a buscar.

- Ella me llamó. -Rachel se refirió a la breve llamada en la mañana que Quinn había desaparecido. La mañana de la redada en la fortaleza de la montaña de un grupo de fanáticos paramilitares. -Eso debe significar algo. Si ella estaba...dejándome, ¿por qué
llamar?

Santana estuvo de acuerdo, pero tenía miedo de decirlo. No estaba segura de que era seguro para Rachel tener nada que ver con Quinn ahora. No cuando parecía que la mitad del país la estaba buscando. -Sabes que es un agente, y todo el sistema de seguridad nacional está alborotado ahora. Va a tomar un tiempo para que todo se asiente. Semanas. Meses tal vez.

- No quiero esperar meses para hablar con ella. Para volver a verla. -Rachel le dio la espalda y caminó hacia la ventana. Envolvió sus brazos alrededor de ella. -La extraño. Dios, la echo de menos.

- Oh, hey -dijo Santana, odiando el dolor en la voz de Rachel. Saltó de la cama y se acercó a Rachel, abrazándola desde atrás.

- Tal vez Britt podría simplemente enviarle un mensaje de mi parte. Sólo para que sepa -Rachel luchaba con las lágrimas. -Sólo para que sepa que no he renunciado.

- Haré lo que pueda- susurró Santana

Rachel se recostó en los brazos de Santana y apoyó la mejilla contra Santana. -Gracias.

Santana la abrazó con fuerza, preguntándose como haría para hacer lo prometido. ¿Y cómo podía mantener su palabra a la mujer que amaba sin traicionar otra?

***

El ascensor se detuvo con una sacudida y Paula abrió los ojos. Durante unos segundos vertiginosos, no estaba segura de donde estaba. Dos mujeres y un hombre, todos con trajes de negocios, que estaban hablando a su izquierda, haciendo caso omiso de ella como ella se apoyó contra la pared en la esquina. Parpadeó ante el panel numérico. Decima planta. Una imagen brillante de un restaurante en la pared del fondo anunciando la Veranda en el Wyndham Washington, DC. Estaba en el hotel donde el equipo se quedó cuando en la asignación temporal en el Capitolio. Recordó que Hara estaba fuera al frente antes de que subiera al Suburban en torno a una plaza de aparcamiento reservada especial. Entonces, ¿qué? Jesús, ¿era posible haberse dormido de pie?

- Disculpe. –Estaba muerta de vergüenza, se apartó de la pared y saltó entre las
puertas del ascensor, ya que se empezaron a cerrar. No importaba que no estuviera de servicio. Era su trabajo ser observadora.

Deslizó la llave de tarjeta de plástico del bolsillo mientras caminaba rápidamente por el pasillo, con la esperanza de dejar su cansancio atrás. Entró en la habitación 1020. Estaba oscuro todavía en el interior, y por un instante, pensó que estaba en el lugar equivocado.

- ¿Renée? -Inconscientemente, extendió su chaqueta hacia atrás y apoyó la mano en el pomo de la Sig Sauer enfundada en su cadera derecha. ¿Cariño?

- Estoy aquí -Renée Savard respondió.

Paula tanteó en la pared para darla al interruptor, luego vaciló. -¿Puedo encender la luz?

- Un segundo

Paula escuchó el chirrido de los muelles, a continuación, la lámpara de noche se encendió. Renée, todavía con la ropa que tenía en el viaje, estaba encima de la colcha de la cama de matrimonio. Renee tenía el arma de servicio enfundada en la mesita de noche al lado de un bote de medicina con receta. Paula sintió un nudo en el estómago, pero forzó una sonrisa
mientras cruzaba la habitación y se inclinó para besar a su amante. Pasó la mano por la mejilla de Renee.

- ¿Tomando una siesta?

- Intentándolo

Paula se colocó cuidadosamente en el lado de la cama y se golpeó con el inmovilizador que rodeaba la pierna de Renee. -¿La rodilla te molesta?

- Estoy bien -dijo Renée bruscamente, luego con la misma rapidez atrapó la mano de Paula cuando Paula empezó a levantarse. -Lo siento. Sí, es un poco de dolor. -Hizo un gesto hacia el bote de la medicina sobre la mesa. -Estoy tratando de no
tomar esas cosas, pero todo mi cuerpo me duele por no ser capaz de moverse mucho. Este maldito inmovilizador -Se interrumpió, mirándose disgustada. "-Cristo, has estado trabajando desde el amanecer, y yo quejándome.

Renée cerró los ojos y volvió la cabeza

- Desde que estoy aquí y puedo esperarte -dijo Paula suavemente mientras soltaba las correas de velcro del inmovilizador -¿Por qué no quitamos esto? El médico dijo que podías doblar la rodilla, sólo que no podías ponerle peso. No es de extrañar que te duela, te apretó esto durante horas. ¿Quieres que guarde tus armas, también?

- Deberías. Iba a esperar hasta que llegases para establecer la combinación de la caja fuerte.

- Voy a guardarla en un minuto -dijo Paula, enormemente aliviada. Había pensado que Ranée usaría el arma…ni siquiera pudo terminar el pensamiento. Inesperadamente, sintió las lágrimas pinchar en los ojos y parpadeó varias veces, su mandíbula estaban sujetas firmemente.

- ¿Qué? -Renée la miró con los ojos entrecerrados.

- Nada -dijo Paula con voz ronca. -Sólo estoy cansada.

Renée miró a Paula y a la mesilla de noche, y aspiró bruscamente. -¿No creerías? Oh, cariño, nunca.

- Lo sé -dijo Paula, cogiendo la mano de Renée entre las suyas. -Lo sé. Sólo por un minuto, cuando entré, todo parecía tan extraño. -Negó con la cabeza. -Todo está cambiando tan rápido, a veces me siento confundida.

- ¿Dónde está Santana?

- Con la comandante –dijo Paula, sin preocuparse por el aparente cambio de tema. –Pasará allí la noche. Greg está allí y Hara será el apoyo durante la noche. La recogeré por la mañana, a menos que ella llame para decirme que está saliendo.

- Bueno. Guarda las armas y ponte algo cómodo. Y ven a acostarte conmigo.

- ¿Deberíamos pedir algo para comer?

Renée sacó cuidadosamente sus piernas y tiró de las mantas a un lado. Abrió los pantalones y comenzó a empujarlos hacia abajo sobre sus caderas. -Dentro de un rato.

- Está bien. -Paula recogió el arma de Renée y desenfundó la suya. Fue hasta el armario y, después de ajustar la combinación de la caja fuerte de la habitación, los guardó. Luego cerró las cortinas, envolvió la ropa sobre el brazo del sillón de lectura frente a las ventanas. -Probablemente podría utilizar una ducha.

- Vamos a hablar por un segundo. Entonces podemos pedir la cena y ducharnos mientras esperamos a que la traigan aquí.

Paula levantó las mantas y se sentó en la cama. Se volvió de lado y besó suavemente a Renée. -Te extrañé hoy. -Con cuidado, deslizó su brazo alrededor de los hombros y bajó sobre la espalda con Renée en sus brazos.

- Qué está pasando con Santana para tener que volver aquí, ¿sabes? -Renée apoyó la mejilla en los pechos de Paula con un suspiro

Paula dudó. Era una pregunta bastante inocente, pero se sentía protectora de Santana de una manera que nunca antes, incluso si hubiera estado dispuesta a protegerla a costa de su propia vida durante más de un año.

- No importa -dijo Renée rotundamente en el silencio. -Eso estaba fuera de línea.

- No -dijo Paula. -No lo estaba. Has sido parte del equipo de una forma u otra desde hace meses.

- ¿Pero?

Paula suspiró – No estoy segura

Renée besó la piel suave, lisa del pecho de Paula. -Es diferente, siendo su jefa de seguridad, ¿no es así?

- ¿Sabes?, te debo una disculpa –susurró Paula.

- ¿Qué? -Renée levantó la cabeza, con una expresión preocupada. -¿De qué estás hablando?

- Nunca te pregunté cómo te sentías acerca de aceptar esta misión. Lo siento.

Renée se inclinó lentamente y se apoyó sobre un codo, con los dedos de la otra mano distraídamente hacia arriba y abajo en el estómago de Paula. -Cariño, tienes un ascenso que te merecías. Estoy muy orgullosa de ti. ¿No lo sabías? Porque si yo no te lo he hecho saber…

- No -Paula dijo rápidamente. -Quiero decir, yo nunca te di una oportunidad para decir que no querías que yo lo hiciera.

Los ojos de Renée se oscurecieron. -¿Es así como te hago sentir? ¿Que no quiero que seas la jefa de seguridad de Santana?

- No –dijo Paula, frustrada. -Pero eso significa viajar más y trabajar más. Y eso nos afecta. -Tomó la mandíbula de Renée y recorrió con el pulgar la mejilla de Renee. -No quiero que nada se interponga entre nosotras.

- Eres una agente del servicio secreto, Paula -dijo Renée con total naturalidad. -Al igual que yo un agente del FBI. Al menos, lo era.

- Hey. Todavía lo eres

- Sí, puede ser. Primero mi hombro, ahora mi pierna. Y si no un centro de rehabilitación estoy ayudándoles a sacarme del campo. -Renée miró hacia otro lado. -No hablabamos de mí. Estamos hablando de ti. -Miró de nuevo a Paula, con los ojos
llenos de intención. -Entiendo lo que requiere tu trabajo. Estoy bien con eso. Estoy orgullosa de ti. Pero sé soy muy difícil en este momento, pero
no es contigo. Se inclinó y besó a Paula fuerte. -Cariño, no contigo.

Paula rodeó a Renée entre sus brazos otra vez y le devolvió el beso. -No me gusta que seas infeliz.

- Sólo tengo que averiguar lo que voy a hacer si me traslado a un trabajo de oficina en algún lugar. -Renée cerró los ojos. -No creo que pueda hacer eso.

Paula apretó su agarre, más asustada por el desaliento en la voz de Renee que por la idea de que su amante pudiera ser transferida a través del país. –Todo irá bien. Tu pierna está bien y estarás de vuelta al servicio antes de darte cuenta.

- No voy a aceptar un puesto en algún lugar si eso significa que nunca voy a ser capaz de verte. -Renée acarició el pecho de Paula, y luego los pezones, inconscientemente trazando la línea de los músculos hasta la base de su vientre. -No después de todo lo que sucedió.

Paula intentó concentrarse, pero las caricias de Renée eran persistentes y comenzaban a minar su concentración. Casualmente, se cubrió la inquisitiv mano de Renée y la retiró de la zona de que peligrosamente estaba encendiendo. -Lo sé. Siento lo mismo.

- No hemos hecho el amor desde que me dispararon -observó Renée en voz baja, quitó su mano de las manos de Paula. Ahuecó a Paula muy ligeramente entre las piernas. ¿No lo extrañas?

- Oh, vaya -Paula se atragantó, con las piernas empezando a temblarle. -Si.

Renée la apretó suavemente. -¿Has estado tomando muchos vuelos en solitario?

- No muchos. -Paula se sonrojó al sentir una oleada de humedad entre sus muslos. -Oh.

- Mmm. Te hiciste falta, ¿verdad? -Renée la agarró un poco más fuerte, moviendo los dedos

- Para. -Paula cerró de golpe las piernas, lo que impidió que Renée moviera sus dedos. -Honestamente. No lo hagas. Estoy muy excitada, y no podemos hasta que tu pierna esté mejor.

Renée se echó a reír. -Mi pierna me podrá evitar trabajo, cariño, pero podrá evitar que cuide lo más importante. -Bajó la cabeza y lamió el pezón de Paula con una rápida atención. Cuando Paula se estremeció y gimió suavemente, le mordió el pezón tiernamente con sus dientes. -Así que creo que debe permanecer inmóvil. -Ella aspiró hasta Paula gimió de nuevo. –Mientras hago que te corras.

- Renée -dijo Paula con voz ronca. -Tenemos que esperar.

Renée se desplazaba y seguía hasta el pecho de Paula. –No. Esperar es lo último que debemos hacer. -Susurró cuando su boca se cerró sobre el pezón. Delicadamente, ella trazó la prominencia dura del clítoris de Paula con sus dedos. Cuando Paula se sacudió y empezó a retroceder, se la agarró con el pulgar y con las puntas de los dedos y apretó.
-Estamos juntas aquí en este momento, Paula. Siénteme ahora, cariño. Siénteme.

Incapaz de resistirse a las caricias persistentes, Paula cerró los ojos cuando Renée le acarició en el lugar correcto con sólo la presión adecuada para que se corra. Fue hacia el orgasmo, susurró la única cosa de la que ella estaba totalmente segura en el mundo repentinamente incierto. -Te amo.

por Flor_Snix2013 Mar Sep 03, 2013 8:52 pm

Holiss como estas?? la pareja que hacen Renee y Paula es divina me gusta porque se quieren y se cuidan la una a la otra, solo quiero saber donde esta quinn!!

por Alisseth Mar Sep 03, 2013 11:43 pm

Awww Renee y Paula son tan tiernas *u*...

Pobre Rach... no me gusta que esté triste ... ojalá Quinn aparesca pronto :)

me encanta el Fic n.n

Besos..

Alii C:

por naty_LOVE_GLEE Mar Sep 03, 2013 11:46 pm

Hola!!!

Por tiempos no pude leer, pero ya estoy acá, tmb pude ver que no has actualizado muy seguido, te entiendo perfecto!!

Gracias!! Por empezar esta sexta parte!! Me alegra tanto tener más de esta adictiva historia!! Te sigo desde un principio y no me canso para nada! Ya es una adicción que no puedo dejar :)

Estos cinco caps!! Fueron intensos!!

Amo el amor que se tienen!!! Ellas son únicas!! Brittana is love!!

Ahora Britt vuelve a su trabajo pero ahora más peligroso que antes?! Que difícil!! Es todo!! Pero San tiene razón ella no puede dejar de ser quien es! Aunque siempre este en peligro! Sin duda estas chicas la tienen bien difícil!! Pero su amor es tan intenso y hermoso que podrán contra todo!!!

Quinn ahora es ella el objetivo?! Quien lo diría su rol a pasado de prostituta a una agente perseguida por contrainteligencia a cargo de Britt?! Su personaje es increíblemente enigmático!

En verdad amo esta historia y todas y cada una de sus partes!!

Espero la actu!! Como siempre mil gracias por seguirla y aunque tardés mucho porfa no abandones la historia!! Porque por más que está sea la sexta parte nunca será lo suficiente por lo menos para mí que siempre quiero más!!!!

Saludos!! Nat!

por aria Miér Sep 04, 2013 3:19 pm

Awwww que cap mas lindo!!
Me ha encanto, como siempre las chicas destilando amor.. Oh mi querida Stark tan bella y hermosa como en cada cap ejjeje lo bueno de todo es que estan juntas y ahora que Renee esta convaleciente puede aprovechar el momento aunque... jajaj que sexososas no se aguantan ni un poco...

Pobre Rach, aun sigo sintiendome mal por ella, espero que Quinn aparesca pronto o por lo menos se ponga en contacto con Rach de nuevo..

por monica.santander Miér Sep 04, 2013 11:06 pm

Hola Marta!!!
Me encantan Britt y San, Paula y Renne!!!
Me preocupa Rachel y donde esta Quinnnnnn????
Por Dios ya quiero que esa intriga termine pobre Rachel!!

por **♫♥Anny Hummel♥♫** Miér Sep 04, 2013 11:54 pm

Hola nueva lectora
me empieza a llamar la atención Brittana
sigue

por micky morales Vie Sep 06, 2013 8:27 pm

pobre rachel y a la vez que dilema el de santana!

por **Marta_Snix** Sáb Sep 07, 2013 5:58 pm

Flor_Snix2013 escribió:Holiss como estas?? la pareja que hacen Renee y Paula es divina me gusta porque se quieren y se cuidan la una a la otra, solo quiero saber donde esta quinn!!

Hpla, bien, y tu? Sí Paula y Renée son geniales juntas. De Quinn se sabrá algo en el siguiente capitulo ;)

Alisseth escribió:Awww Renee y Paula son tan tiernas *u*...

Pobre Rach... no me gusta que esté triste ... ojalá Quinn aparesca pronto :)

me encanta el Fic n.n

Besos..

Alii C:

Sí, aparte de las Brittana se esta convirtiendo en una de las parejas favoritas.
Bueno Rachel es dificil que esté feliz cuando la persona de la que se ha enamorado no está...
Besos Ali!!

naty_LOVE_GLEE escribió:Hola!!!

Por tiempos no pude leer, pero ya estoy acá, tmb pude ver que no has actualizado muy seguido, te entiendo perfecto!!

Gracias!! Por empezar esta sexta parte!! Me alegra tanto tener más de esta adictiva historia!! Te sigo desde un principio y no me canso para nada! Ya es una adicción que no puedo dejar :)

Estos cinco caps!! Fueron intensos!!

Amo el amor que se tienen!!! Ellas son únicas!! Brittana is love!!

Ahora Britt vuelve a su trabajo pero ahora más peligroso que antes?! Que difícil!! Es todo!! Pero San tiene razón ella no puede dejar de ser quien es! Aunque siempre este en peligro! Sin duda estas chicas la tienen bien difícil!! Pero su amor es tan intenso y hermoso que podrán contra todo!!!

Quinn ahora es ella el objetivo?! Quien lo diría su rol a pasado de prostituta a una agente perseguida por contrainteligencia a cargo de Britt?! Su personaje es increíblemente enigmático!

En verdad amo esta historia y todas y cada una de sus partes!!

Espero la actu!! Como siempre mil gracias por seguirla y aunque tardés mucho porfa no abandones la historia!! Porque por más que está sea la sexta parte nunca será lo suficiente por lo menos para mí que siempre quiero más!!!!

Saludos!! Nat!

Hola, Nati!!
Me tardo ahora más porque hay que traduccir no solo adaptar y tardo más, pero ya sabes aunque tarde lo seguiré, odio dejar las cosas a medias.
Britt como siempre aceptando trabajos peligrosos y haciendo que Santana se preocupe por ella.
Rachel bueno...hasta que no sepa algo de Quinn seguira así y Quinn...es un enigma andante
Nos vemos pronto Nati!!

aria escribió:Awwww que cap mas lindo!!
Me ha encanto, como siempre las chicas destilando amor.. Oh mi querida Stark tan bella y hermosa como en cada cap ejjeje lo bueno de todo es que estan juntas y ahora que Renee esta convaleciente puede aprovechar el momento aunque... jajaj que sexososas no se aguantan ni un poco...

Pobre Rach, aun sigo sintiendome mal por ella, espero que Quinn aparesca pronto o por lo menos se ponga en contacto con Rach de nuevo..

Bueno mejor que estén siempre liadas a que el mal humor de Savard las separe, Stark como siempre paciente y cuidando de su querida novia.
De Quinn se sabrá algo en el siguiente capitulo, Rach...bueno, hasta que su rubia no este con ella le tocara sufrir...

monica.santander escribió:Hola Marta!!!
Me encantan Britt y San, Paula y Renne!!!
Me preocupa Rachel y donde esta Quinnnnnn????
Por Dios ya quiero que esa intriga termine pobre Rachel!!

Hola, como estas?
También son mis parejas favoritas!!
Quinn anda desaparecida!! Pero bueno, en el siguiente capitulo sabremos de ella

annyhummel escribió:Hola nueva lectora
me empieza a llamar la atención Brittana
sigue

Hola, me alegra que te este gustando el fic, y también las Brittana!!
Espero seguir viendote por aqui

micky morales escribió:pobre rachel y a la vez que dilema el de santana!

Si, Rach le toco sufrir en esta parte de la historia. Y Santana tiene un gran dilema, ¿Rach o Britt?

por **Marta_Snix** Sáb Sep 07, 2013 6:00 pm

Capitulo 6

- Rachel estaba tranquila esta noche -dijo Britt mientras se sentaba en el borde de la cama y se quitaba los zapatos. Desabrochó el cinturón, levantó las caderas, y bajó sus pantalones. Al otro lado de la habitación, Santana se desvistió, arrojando sus pantalones vaqueros y una camiseta en el cesto de la ropa en el armario del dormitorio. Los círculos que habían surgido bajo sus ojos al principio del día se habían
profundizado, dándole una mirada atormentada.

- Las cosas siguen siendo bastante horribles en Manhattan -dijo Santana. -Cerró la galería por un tiempo.

- Va a tomar algún tiempo antes de que las personas y los negocios se recuperen. -Britt soltó una risa amarga mientras se quitaba la camiseta. -Creo que recuperar es una palabra optimista.

- Ajustarse a una nueva realidad es más adecuado. – Santana desnuda, rozó con sus dedos el pecho de Britt mientras se deslizaba junto a ella en la cama. -Creo que deberán simplemente ponerse al día con el resto del mundo.

Britt se quitó el resto de la ropa, apagó la luz y se metió en la cama. Se volvió de lado y rodeó a Santana con un brazo, se acercó a ella en la oscuridad. -Hay que ir de nuevo a Whitley Point por un tiempo. Lleva a Rachel.

- Enciende la luz

Sin decir nada, Britt lo hizo

- ¿Volver a Whitley Point y quitarme de en medio? –preguntó Santana nerviosamente.

- No dije eso. -Britt pasó un dedo a lo largo del arco rígido de la mandíbula de Santana. -Estaba pensando que hace veinticuatro horas parecías relajada. –Pasó el pulgar sobre el pómulo de Santana. -Ahora te ves un poco cansada.

Santana giró la cara y le mordió el pulgar con la fuerza suficiente como para hacer que Britt soltara una mueca de dolor. -No trates de distraerme con tus caricias.

- Ay

- Deja que adivine lo que vas a hacer mientras estoy pintando cuadros bonitos en una isla remota. Y Rachel está haciendo punto de cruz.

Britt reprimió una sonrisa. Santana hacía unos momentos estaba pálida. Ahora estaba enrojecida y sus ojos brillaban. La ira se veía bien en ella, como siempre lo había hecho.

- Vas a estar jugando a la súper detective en Washington o Nueva York, o Dios sabe dónde, persiguiendo a los maniacos que estarían encantados de matarte, y a ellos mismos, y cualquier persona en la vecindad. -Santana empujó el hombro de Britt. -Ya sé que vas a aceptar la oferta de mi padre. ¿Qué es lo que tiene planeado?

- No estoy segura. He estado fuera del circuito desde la redada. Tengo que reunir a un equipo y ponerme al día. Britt se arriesgó a darle un rápido beso.

Santana se sentó y envolvió sus brazos alrededor de sus rodillas. -¿Dónde? Y no te atrevas a decir en todo el Oriente Medio. -Se concentró en Britt, en su cara. -Lo digo en serio. Si alguien tiene que ir allí, está bien. Es por eso que tenemos la CIA y todos los
otros espías. -Apretó los puños con tanta fuerza que Britt pensó que sus dedos debían estar cada vez más insensible. -Nunca te pedido que no hagas algo, Brittany. –Pero yo…

- Esto no es donde me querían mandar -dijo Britt, cogiendo las manos apretadas de Santana y juntando sus dedos. – Yo estaba pensando París.

- ¿París?- repitió Santana- ¿Por qué?

- Porque Foster hizo más de un par de excursiones allí en los diez meses antes del asalto. Quizás haya una conexión. -Britt se encogió de hombros, frustrada. -No sé. Ese es problema que ninguno lo sabe, porque ninguno de nosotros esperaba
nada de lo que pasó.

- ¿Crees que Quinn está en París?

- ¿Quinn? -Britt rodeó los hombros de Santana y la tiró sobre la cama. Le acarició el pelo a Santana a pesar de que podía sentir a Santana resistirse a sus caricias. No estaba enfadada. Tenía miedo. El miedo y algo más que no podía estar segura de que era. -Supongo que es posible. Ella sabe todo lo que sé de lo que ocurrió en el ataque en el Aerie y quien podría estar detrás de él. Ese es parte del problema. Ella sabe tanto como yo, o más, y ella está un paso por delante de nosotros.

- Estás tomando esta asignación por OHS y Quinn, ¿no es así? -Preguntó Santana.

- No -dijo Britt. -Estoy tomando esta asignación porque Stark no me necesita, y tú tampoco, no profesionalmente. Y no hay manera de que vuelva a la seguridad de los candidatos presidenciales o diplomáticos que nos visitan, y estoy segura de que no voy a perseguir dinero falso, incluso si hay carteles financiando la droga. Hay amenazas más grandes que las drogas de las que preocuparse ahora.

- Y, por supuesto, quieres a por el más grande y más peligroso. –Santana se puso encima de Britt y se apoyó en sus codos. Le tocó suavemente la cara a Britt. -Me sorprende que no seas militar. Eres como un patriota.

Britt sonrió y besó la punta de los dedos de Santana. -Pensé en ello cuando era más joven, pero yo no recibo órdenes tan bien. –Santana soltó un bufido de burla, ella negó con la cabeza. -No, yo no. En realidad no. Entiendo la cadena de mando y la respeto. Pero necesito la libertad de pegar mis propios tiros en mi trabajo del día a día.

- Evitaste mi pregunta sobre Quinn. Quieres encontrarla, ¿no? -Santana era consciente de que tenía que pisar con cuidado. Quería saber lo qué Britt pensaba hacer. Por mucho que Britt pudiera decirle. Britt era su amante, y ella necesitaba
saber lo que le importaba, lo que le llevaría al peligro y por qué. Pero ella no quería que Britt le dijera nada que fuera una traición involuntaria de su confianza.

- Quiero encontrarla, -Britt estuvo de acuerdo -y necesito encontrarla. Ya sea porque ella esté en peligro o ella sea un peligro potencial para los demás. Aún así, ella no está segura por ahí sola.

- No voy a utilizar a Rachel para ayudarle. -Santana no sabía por qué estaba sorprendida de que las palabras salieran tan fácilmente. Nunca había habido ninguna duda acerca de lo que iba a hacer. O no haría.

Santana empezó a incorporarse, pero Britt la abrazó. -Nunca pensé que lo harías. Sabes que yo no te lo pedí, ¿no?

En silencio, Santana asintió

- Pero escúchame, ¿de acuerdo?

- No me puedes preguntar, pero es posible que desees hacerlo. -Santana apoyó la cabeza en el pecho de Britt. "-No quiero decepcionarte

- ¿Decepcionarme? -Britt inclino la barbilla de Santana y la miró a los ojos. Estaban nublados por los problemas. Odiaba que su amante estuviera dividida por la lealtad hacia dos personas. -Cariño, es mi trabajo. No el tuyo. Lucinda se equivocó al pedirte que te involucraras

- ¿Qué pasa con la seguridad nacional?

- Bueno, no importa la seguridad nacional o de cualquier otra cosa, si se recurre a espiar a nuestros amigos. -Britt sacudió la cabeza. -Confío en que me digas si Rachel se mete en problemas.

- Lo haré

- Y tienes que permanecer fuera de él. -Britt sujeto la mandíbula de Santana con mayor firmeza, profundizando en los ojos cafés que brillaban -¿Está bien?

- Está bien. -Santana dudó. -¿Puedes decirme por qué piensas que Quinn podría estar en peligro? Rachel realmente la ama, Britt.

- Ah, Jesús –suspiró Britt. -Qué desastre.

- El amor tiende a ser de esa manera –murmuró Santana, besando la garganta de Britt. -Tú eres un lío.

Acariciando la nuca de Santana, Britt ordenaba sus pensamientos. -Hasta hace un par de horas antes de la redada, las únicas personas que sabían la identidad de Matherson eran Quinn, Stark, Savard, y Davis. Si Matheson desapareció de allí, nunca apareció por allí para empezar porque alguien le aviso sólo hay un número limitado de explicaciones. Sé
que no era uno de mi equipo, y no es probable fuera nadie del equipo de asalto. Por lo tanto, puede que Quinn le advirtiera o que lo hiciera a quién Quinn se lo dijo.

- Quinn debe informar a alguien dentro de la empresa, Britt -dijo Santana.

- Por supuesto. Quien le ordenó que se infiltrara en nuestro equipo desde el principio.

Santana cerró los ojos. -Entonces eso significa que ellos sabrán que tú la estás buscando. Jesús, esto es una pesadilla. Y tú va a estar justo en el medio de ella.

- Si Quinn no era responsable de la fuga, una vez que se enteró de la desaparición de Matheson, debió saber que ella era el enlace. Tendría que desaparecer porque sabe que quien avisó a Matheson irá tras ella.

- ¿Así que me estás diciendo que Quinn no está segura, y debo ayudarte a encontrarla.

- Esa es una forma de verlo -dijo Britt. -En este momento, no estoy segura. Y porque no estoy segura, no quiero que hagas nada.

- Excepto esconderme con Tanner y Rachel en Whitley Point

- Ese sería mi deseo. –Britt la besó en la punta de la barbilla de Santana. -¿Hay alguna posibilidad?

- No sé, tal vez -dijo Santana. -No porque me quiera ocultar, sino porque no quiero quedarme aquí. Y no puedo ir de regreso a Manhattan, porque no tengo ningún lugar para volver.

- Eso suena bien- dijo Britt

- Pero…

- Oh oh…

Santana sonrió. -No me voy sin ti.

Britt frunció el ceño. -Voy a estar bastante ocupada, Santana. Tengo que formar un equipo, por algo. Entonces, quién sabe lo que encontraré una vez comience la investigación de toda esta situación Quinn.

- ¿Me estás diciendo que vas a dirigir la investigación desde una oficina en Washington DC en alguna parte? ¿Cuando alguien puede acceder a tus archivos o monitorear tus actividades? –Santana hizo una mueca. -Debes saber que eso no es muy inteligente. Si aún sospechas que ellos tienen a alguien lo suficientemente alto para obtener el nombre Mathesons de los informes de inteligencia de Quinn y advertirle, a continuación, nada es seguro. -Sonrió. -A menos que vayas a trabajar fuera de la oficina Lucinda.

Britt gimió. -Lo haces sonar tan atractivo. Pero estamos hablando de una gran operación aquí, nena.

- Encontraste a Matheson trabajando desde Whitley Point. Esa fue una gran operación, también.

- Sí, y alguien transportó a Quinn fuera delante de nuestras narices

- Buen punto, excepto que Quinn les ayudó desde el interior. -Santana vio la ira y la traición parpadear en el rostro de Britt, no sabía que podría decir para disminuirla. Sólo la verdad puede hacer eso. -Tienes que admitir, que vas a conseguir más allí que en casi cualquier lugar de por aquí.

- Voy a pensar en ello. Al menos para una base de operaciones. “Demonios,” pensó Britt, "solíamos hacer todo desde nuestra vigilancia adelantándonos
a inteligencia en el ático. Esa fue una gran maldita operación, también.

- Hablaré a Tanner mañana para acelerar la compra de la propiedad. Estoy segura de que puede hacer que suceda. Además, -dijo Santana en voz baja -me encanta estar allí, y necesitamos un lugar para vivir.

Britt rozó sus dedos por el cabello de Santana, luego sacó la cabeza y la besó, murmuró
contra sus labios: -Lo haremos

- ¿Estás de acuerdo?

- ¿Vas a estar bien, que tenga una base de operaciones en donde viviremos?

Santana rió brevemente. -Brittany, siempre he tenido una especie de base en donde vivo. Mira el ático. Estoy acostumbrada

- Si estás segura. En este momento, me sentiría muchísimo mejor si estuvieras allí.

- Voy a hablar con Lucinda mañana sobre nuestros planes -dijo Santana.

Britt le dio la vuelta y puso un muslo entre sus piernas. -No harás que vaya contigo, ¿verdad?

- No puedo creer que tengas miedo de Lucinda. -Santana rozó la pierna alrededor de la parte posterior del muslo y colocó su centro contra la entrepierna de Britt. -Te va a costar.

- Lo que sea. -Britt movió lentamente sus caderas entre las piernas de Santana. -Sólo un nombre.

- Vamos a ver cuántas veces puedes hacer que me corra -le susurró Santana -mientras pienso en ello.

Britt se rió- Trabajo pesado

***

- ¿Hola? -dijo distraídamente Rachel, esperando un número equivocado.

- Hola. ¿Te he despertado?

Rachel se sentó bruscamente, se sentó al filo de la cama. El rayo de luna y el brillo de los
alrededores de la ciudad entraba en el cuarto en penumbra. No había conseguido dormir, a pesar de que era la mitad de la noche. –No. Estaba pensando en ti.

Una respiración contenida, seguido de un momento de silencio. Rachel estuvo a punto de decir su nombre, pero su instinto hizo que no lo dijera. Esperó, unos segundos interminables.

- ¿Estás en casa?

- En realidad estoy… -Rachel pensó en todas las conversaciones que había tenido a lo largo de los años con Santana y cómo ella siempre ha tenido cuidado, aun cuando probablemente no había necesidad de serlo. Ahora, con Quinn, seguramente tenía que serlo. - Estoy visitando amigos.

- Ah. ¿Alguien que yo conozca?

- Sí. -El corazón de Rachel golpeó y ella se esforzó por escuchar cada matiz en la voz de Quinn. -¿Cómo va tu viaje?

- No debería haber llamado, pero te echaba de menos.

Rachel se quedó sin aliento. -¿Puedo ir? Estoy un poco en una pausa en estos momentos.

- Eso no es una buena idea.

- ¿Por qué no? Te echo de menos, también. Terriblemente

- No soy muy buena compañía en estos momentos.

Rachel escuchó la advertencia debajo de las palabras, pero se negó a ser disuadida. -¿No debería ser yo la que decida eso?

- Confía en mí, no puede ser todo tan agradable.

- ¿Para estar contigo? -dijo Rachel suavemente mientras mentalmente traducía, no es seguro.

- Sí

- Entonces eso es una razón más para que vaya a demostrar que te equivocas. -Rachel levantó las rodillas y se apoyó en ellas. Cerró los ojos, tratando de excluir a cualquier otra sensación, excepto el sonido de la voz de Quinn

Un suspiro llegó a través de la línea. -Y es por eso que estuve fuera

- Estoy segura de que nuestros amigos pueden ayudarte a animarte.

- No estoy tan segura de eso.

Rache vaciló. Santana era la única persona en su vida que ella confiaba completamente. Pero no había ninguna razón por la que Quinn debería. Pero, ¿qué pasa con Britt? ¿No confiaba Quinn en ella? ¿Britt ayudaría a Quinn, si estuviera en problemas?

¿Lo haría? La lealtad de Britt nunca estuvo en duda. Santana primero. El país segundos¡. ¿Y la amistad? Rachel no tenía ninguna duda de que Britt arriesgaría su vida por Stark o Savard o cualquiera de los otros. ¿No dijo Quinn, que Britt fue su ex amante y colega, no entraba
en la misma categoría?

Pero entonces, no entendía nada de lo que realmente había sucedido. No entendía por qué la había dejado Quinn, ¿por qué la mantuvieron al margen, y por qué ella era obvio que tenía miedo de hablar con ella ahora? No lo entendería hasta que Quinn se lo explicara, y necesitaba desesperadamente saber. -Quiero verte.

- Rachel

- Nadie lo sabrá. Por favor

Otra pausa sin fin, ni siquiera el sonido de la respiración en la línea.

Rachel se obligó a no decir nada más. Nunca le había pedido a una mujer por nada en
su vida, ni siquiera a Santana cuando eran más jóvenes y había estado perdidamente enamorada de ella. Santana nunca había conocido la profundidad de sus
sentimientos, tal vez porque ya había aprendido a proteger sus emociones detrás de la indiferencia casual. Se divertían sufrió muchas decepciones antes de que ella también hubiera aprendido a no hacerse vulnerable al pedir cosas que no podía tener. Quinn había cambiado sin esfuerzo todo eso. Y ahora, de alguna manera sentía el peligro de Quinn, y con mucho gusto podía perdérselo. Cualquier cosa para romper este aislamiento

- ¿Cuánto tiempo va a estar allí? -preguntó finalmente Quinn.

- ¿Cuánto tiempo debo estar? –respondió Rachel.

- Unos días estaría bien

- Voy a intentarlo. -Rachel abrió los ojos. La luna se ha ido detrás de una nube y la habitación estaba negra. -No tengas miedo.

Quinn se rió levemente. -¿De verdad?

- Por mí- susurró Rachel

- No creo que pueda prometerte eso.

Rachel sonrió. -Y yo siento lo mismo. Estaré esperando.

- Adiós – susurró Quinn.

Rachel se sentó en la oscuridad en silencio durante unos minutos más, fijándose en el sonido de la voz de QUinn en su mente. Luego miró el último número de su registro de llamadas y llamó.

- Lo siento. El número que está llamando ya no está en servicio.

por micky morales Sáb Sep 07, 2013 6:23 pm

vaya que desperante! Quinn sera o no traidora? Santana ayudara o no a Rachel, aun a costa de Brittany? En fin......

por naty_LOVE_GLEE Dom Sep 08, 2013 10:03 pm

Hola!!

Entiendo perfecto lo de los tiempos! Ya te dije y lo repito mientras no nos abandones yo feliz de esperar todo lo que sea necesario, porque amo esta historia!! Y a vos por traérnoslas y darnos el placer de leerla!!!

Gracias!!!!

Bien ahora con respecto a Quinn yo me quedo con la teoría de que ella puede estar en peligro porque tal vez la info se la dio a alguien que es del otro bando sin que ella lo supiera! Es esa a la teoría a la que le veo más sentido de las que dijo Britt………….No creo que Quinn sea una traídora………o eso espero…..por Rachel que seguro tmb se decepcionaría!!

Amo a mis Brittana juntas!! Aunque Britt siempre poniéndose a la vista del peligro!! San lo entiende pero eso no hace que le preocupe menos o le duela menos verdad?! Pero que más puede hacer?! La ama así tal cual es Britt y sólo le queda disfrutar de ese amor y esperar siempre lo mejor!!

Ya quiero saber cómo avanza todo!! Todavía hay mucho cabo suelto y esto se pone buenísimo!!!

Espero la actu!! :)

Saludos!! Nat!

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