[Resuelto]Fic Klaine: I Wanna Rock - Final

Kurt despertó en la habitación del hotel donde se alojaba en Los Angeles. Tardó dos segundos en darse cuenta del verdadero motivo por el que estaba abrazando a alguien. Después de salir del hospital llevaron a Blaine con ellos y no se fiaron de dejarlo solo, por lo que volvió a dormir con él... Dos noches seguidas, todo un récord para el castaño... Y algo le decía que probablemente para el moreno también. Se incorporó un poco para comprobar que el ojimiel estaba bien y lo vio que respiraba pausadamente y que parecía dormido. Miró el reloj y vio que eran las once y diez del medio día. Él tenía la mañana libre.
– Blaine... Despierta... – El Little Lover sacudió suavemente al menor.
– ¿Qué? – Se volvió y vio los ojos azules del otro. No sabía por qué pero sintió que su corazón se paraba en ese momento.
– ¿Tienes que ir a trabajar? Son las once. – Quiso saber el más alto.
– No... Tengo el día libre... O el año o el resto de mi vida... – Dijo el menor.
– ¿Es verdad que has dejado Big Rock? ¿No es una maniobra de Marketing para desviar la atención de nuestra “relación”? – Preguntó Hummel haciendo comillas mientras pronunciaba la palabra relación.
– Prácticamente me acusaron de violarte. – El castaño abrió los ojos de tal manera que parecía que se le saldrían de las órbitas. – Así que si mis compañeros y mi manager se enfadan conmigo por algo que no he hecho...
– Si quieres yo puedo aclararles lo sucedido...
– ¡No! Que les den...
– ¿Y qué has pensado hacer hoy? – Cuestionó Kurt.
– Comer algo y luego ir a algún bar, conseguir algo de coca...
– Ni pensarlo. Ayer me asustaste, casi te da una sobredosis.
– ¡¡¿Qué más te da? No eres nada mío, no tiene que preocuparte lo que me pasa... Serías la primera persona a la que le preocupa!! – Anderson gritó y se levantó pero el dolor de cabeza lo hizo volver a tumbarse mientras cerraba los ojos.
– Blaine, tienes que cambiar tu vida... – Comenzó a decir el castaño, pero fue interrumpido.
– Vete a la mierda, ¿por qué todo el mundo quiere cambiarme? – Aunque el moreno ya no gritaba, se notaba su enfado y seguía con los ojos cerrados y había puesto su antebrazo sobre su frente.
– Pudiste morir anoche. Si no te llegamos a encontrar...
– Hubiera estado un rato más en el baño y cuando me hubiera recuperado un poco... Una de dos, o me habría metido un poco más de coca o me habría buscado un buen trasero... ¿Llevo dos noches sin sexo? Eso es nuevo...
– No te tomes esto a broma. – El ojiazul dijo muy serio.
– Tal vez tú no deberías tomártelo tan en serio. Lo de la coca es algo ocasional, sólo cuando estoy mal y lo otro... – El menor abrió los ojos y le dirigió una mirada al más alto que el otro no supo descifrar.
– Como quieras. – El mayor se levantó enfadado.
– Por fin lo entiendes. – Comentó el ojimiel, pero sintió el peso de su ropa que caía sobre él.
– Vístete, no vas a hacer el vago todo el día ni vas a ir a emborracharte. Has visto como es la vida siendo un Big Rocker, ahora la verás desde el lado de los Little Lovers...

Se vistieron y se reunieron con el resto del grupo para salir a un Branch. Kurt estaba fascinado por la personalidad de Blaine. Se ganó a sus amigos en menos de veinte minutos. Tanto es así que pudo notar que Quinn empezaba a interpretar su “papel” de conquistadora y que intentaba ligar con él. Eso enfadó al castaño porque el chico era gay, aunque el moreno parecía complacido. Esa actitud volvía loco al ojiazul, no sabía cómo iba a reaccionar, qué iba a hacer en cada caso. Era como si fueran dos personas en una. Por un lado un chico encantador, amable y divertido y por otro un arrogante mujeriego que solo piensa en drogas y alcohol.

Después fueron al local de ensayo, el ojimiel se sentó junto a Ian, novio de Mercedes, para ver a los otros actuar. El grupo seguía todas las indicaciones de su productor y de su manager.
– Me aburre esto, será mejor que me vaya. – El menor se levantó.
– No te vas y mucho menos a emborracharte y drogarte mientras buscas un culo en el que desahogarte. – Hummel dijo con firmeza.
– Me gusta la música y no me molesta vuestro estilo pero esto no lo soporto. No sois vosotros, sois unas máquinas que se dedican a frotar unas cuerdas, golpear una batería, presionar unas teclas o formar notas con su garganta. ¿Dónde está la pasión y el sentimiento? Es posible que yo no llegue a algunas de las notas a las que todos vosotros llegáis pero me dejo el alma y la piel en cada concierto y en cada canción. Yo amo la música, el éxito me ha venido como algo secundario. Pero en vuestro caso parece al revés, es como si la fama fuera lo que perseguís y la música el medio.
– Bueno Anderson... ¿Por qué no nos muestras como cantarías tú una de nuestras canciones? – La rubia preguntó coqueta mientras le guiñaba un ojo. El moreno cogió la lista de canciones leyendo las letras y sonrió cuando vio una de ellas. Les indicó a los miembros del grupo la que había elegido. Kurt bufó porque creyó que era claramente reveladora y se hizo a un lado para dejarle el micrófono principal y ponerse a los coros.

- Last Friday Night -


Durante la canción el cantante se divirtió. Se movía libremente, coqueteaba con los otros (incluso con Ian, el productor y el manager), saltaba, bailaba, ponía caras raras...

– ¡Vaya! Eso ha sido genial... Podrías ser parte de Little Love ahora que ya no eres Big Rocker. – La ojiverde exclamó con un tono sensual mientras tocaba el pecho de Blaine con un dedo, en un gesto coqueto.
– Ni en tus sueños bonita. Yo no me vendo y hago mi propia música, aunque eso suponga que tenga que tocar en la calle por un puñado de dólares. Y en cuanto a tu “jueguecito” conmigo, te sobra pecho y te falta algo ahí abajo. Tú ya me entiendes. – El moreno le guiñó el ojo, dejando a la chica muy ofendida. El menor volvió a sentarse junto al novio de Mercedes y siguió viendo el ensayo sin decir nada. Media hora después de la interpretación del moreno con Little Love, el manager paró el ensayo.
– Anderson... Estamos grabando un disco y había pensado que tal vez pudieras componer una canción del estilo del grupo y cantarla a dúo con Kurt.
– Tendría que pensarlo... No sé que voy a hacer con mi carrera a partir de ahora pero lo que sí sé es que si quisiera volver a Big Rock en algún momento no podría hacerlo si participo en un dúo con el causante de mi salida del grupo... ¿Cuándo dices que grabamos? – Dijo el ojimiel.
– ¿De qué hablas? – Preguntó el productor.
– Dejé el grupo porque me acusaron de intentar aprovecharme de Kurt. – Explicó el menor.
– ¿Hace cuanto no lees gossip.com? – Preguntó el manager.
– Desde ayer cuando publiqué que dejaba el grupo.
– ¿Kurt? – Preguntó el hombre.
– Lo último que vi es lo de que pasé la noche en su casa.
Los dos adultos se dedicaron una mirada cómplice antes de pasarle una tablet a los chicos que entraron a la página que habían mencionado y vieron dos artículos relacionados con ellos.

BLAINE ANDERSON DEJA BIG ROCK

Los fans de Big Rock están desolados por el mensaje que el cantante Blaine Anderson publicó anunciando que dejaba el grupo. Diversos rumores han empezado a circular por la red sobre los verdaderos motivos del cantante para abandonar a sus compañeros justo cuando estaban preparando su segundo disco y la gira que lo promocionaría. El que más fiable parece ser es que Kurt Hummel quiere alejar a su novio de las malas influencias del resto de Big Rockers, sobre todo de Sebastian Smythe, ya que dicen que tuvieron algo en el pasado. Según fuentes cercanas a la nueva pareja, el líder de Little Love no soportaría a los amigos de su novio, así como la vida que éste llevaba antes de empezar con él. De ser cierto, el castaño tendría mucha influencia en Blaine, algo que seguramente no guste a sus fans. ¿Veremos pronto un cambio de look? ¿Desaparecerán los rizos? ¿Un nuevo tatuaje proclamando su amor por Kurt? ¿Una nueva forma de vestir? Les informaremos de hasta el más mínimo detalle...

El reportaje estaba acompañado por una imagen del Twitter del menor en la que anunciaba que dejaba el grupo. Los comentarios eran en su mayoría de fans que se apenaban por lo sucedido y culpaban al castaño de todo, aunque había algunos que se reían e insultaban al moreno.

SE CONFIRMA LA RELACIÓN DE BLAINE ANDERSON Y KURT HUMMEL

Durante el día de ayer las redes sociales tuvieron mucho movimiento debido a los rumores de que entre Blaine Anderson y Kurt Hummel había una relación. Los fans de ambos están enfrentados desde el principio porque las carreras de Big Rock y Little Love son muy similares, lo que ha provocado que durante un año estuvieran en guerra para ver cuál de los dos grupos era el mejor. Durante el día de ayer, los dos Trending Topic de Twitter durante gran parte de la tarde fueron #BlaineGetBackBigRock y #KlaineIsNotReal. Sin embargo, las imágenes que publicamos ayer eran muy reveladoras. Hummel nunca fue muy dado a relaciones ocasionales y verlo besarse con Anderson indicaba que era algo más serio. Por eso nuestros reporteros esperaron a la salida del hotel donde se alojan los Newyorkinos para ver si obtenían alguna información... Y así fue. A las dos de la mañana, el coche del manager de Little Love entraba al parking. Dentro iban varios miembros del grupo y Blaine, que se apoyaba en el hombro de su pareja. No se les ha visto a ninguno de los dos hasta que, a la mañana siguiente, ambos salían de allí acompañados por el resto de compañeros del castaño. Se sabe que fueron a comer juntos aunque no se ha podido obtener imágenes de eso. Creemos que ya se puede dejar de hablar de rumores, ésto confirma su relación y la verdad es que estamos deseando poder contaros más, por lo que estaremos atentos.

El artículo tenía varias fotos, tanto las publicadas el día anterior del beso y la salida de casa del más bajo como una de Blaine apoyado en Kurt dentro de un coche y todos los miembros de Little Love junto al ojimiel riendo y esperando a un taxi para ir a comer. Otra vez los comentarios de los fans eran intensos y criticaban a uno de los dos cantantes.

¡¿PERO QUE DEMONIOS!? NO! NO NO Y NO! MI Kurt se merece a alguien mejor que a... ese... DESPERDICIO DE CARNE!!! COMO SE ATREVE??? EN CUANTO LO VEA, LE METO UN MECO QUE LO REVIENTO!!!!!! :)♥ - MaruHummel4ever

Seguro que ese imbécil tiene la culpa de que Blaine haya dejado Big Rock. ALEJATE DE BLAINE... Se merece a alguien que lo ame sin intentar cambiarlo... Si no ve lo perfecto que es que se meta su música por el **** y se marche. - IloveBigRock&Anderson

– ¿Qué vamos a hacer? Ésto va a más. – Dijo el ojiazul.
– A mí no me preocupa lo que pase. Lo único que temo es que empiecen a culparte de la marcha de Blaine de Big Rock y la mala imagen que eso podría dar de ti. – Explicó el manager.
– De eso me encargo yo. – El menor comentó.
– No, Blaine. Estamos juntos en esto. Todo ha empezado porque me ayudaste. No voy a dejar que afrontes esto solo. – El más alto informó.

– No me gusta el plan. Blaine, algo me dice que puede volverse en nuestra contra. – Kurt miraba a todos los lados nervioso desde la parte trasera del taxi que les llevaba a un bar de moda.
– Yo creo que no hay problema. Si le ven con otro podrán darse cuenta de que no sois nada. – Elliot iba sentado a un lado del castaño.
– ¿Tienes otra idea? – El más bajo lo miró curioso desde el otro lado del otro moreno.
No dijeron nada más porque el coche paró y ellos bajaron. Varios paparazzi estaban esperándolos y les tomaron algunas fotos. Los chicos evitaron tocarse. Habían elegido ese local porque era un lugar frecuentado por la prensa y si hacías algo allí era seguro que saldría en gossip.com al día siguiente. La luz hacía que todo a su alrededor se viera en tonos azules, la música sonaba fuerte y el lugar estaba lleno de gente. Pidieron unas copas y estuvieron buscando al nuevo ligue del ojimiel. Cuando vieron a un joven apuesto, rubio con unos ojos más azules que los de cualquiera de los dos Little Lovers, el menor se dirigió hacia él. Tardó apenas unos minutos en volverse y guiñarle un ojo a Hummel y Starchild antes de salir de allí.

***

El castaño entró enojado en la habitación del moreno, levantó las persianas y destapó a su amigo. Tenía las llaves de Sam porque no quería que el otro estuviera en su casa sin nadie que pudiera entrar en caso de necesidad.
– ¡Te lo dije! La cosa es ahora mucho peor... ¿Por qué te haría caso? – Gritó el ojiazul mientras arrojaba la ropa del amante de Anderson sobre él para que se vistiera y se largara.
– ¿De que hablas? – Dijo el más bajo mientras se sentaba y se frotaba los ojos en un intento de despertar.
– Lo siento. Me dijo que no estabais juntos. Si lo hubiera sabido no... – Comenzó a decir el desconocido pero fue interrumpido.
– No somos novios. Sólo somos amigos. Vete que tenemos cosas de las que hablar que a ti no te incumben... ¡¡Fuera!! – Amenazó el más alto mientras señalaba la puerta. El pobre chico no pudo hacer otra cosa que obedecer y salir corriendo de allí.
– Creo que te has pasado un poco. Sea lo que sea, él no tiene la culpa. – Blaine comentó tranquilamente, ya con sus calzoncillos puestos.
– Será mejor que leas esto. – Kurt pasó su tablet a su amigo, que leyó el artículo que estaba ya abierto.

BLAINE ANDERSON LE HA SIDO INFIEL A KURT HUMMEL

Si hace dos días les informábamos de que Kurt Hummel y Blaine Anderson son pareja, ahora podemos asegurar que esa relación está en peligro. Anoche el ex líder de Big Rock fue visto en compañía de otro hombre. Estuvo hasta altas horas de la noche en un conocido local de copas y luego se fueron a casa del cantante. Esto demostraría la infidelidad del menor, que habría traicionado a su pareja de una manera rastrera. Esperamos que el castaño se recupere pronto del disgusto y que no se conforme con excusas tontas. Él vale mucho más.

La noticia estaba acompañada por fotografías del ojimiel con el chico que acababa de salir de su casa.

– No le veo el problema. Hemos conseguido lo que queríamos. – El más bajo le devolvía el aparato electrónico a su amigo mientras volvía a tumbarse en la cama.
– Pero ahora tú eres el “malo” y eso no es lo que quería. Blaine, esto puede perjudicarte.
– No me importa. No tengo nada que perder.
– Puede hacer que no vuelvas a Big Rock, puede costarte tu carrera. No puedo consentirlo. – El mayor estaba casi desesperado.
– La vida es así. No siempre tienes lo que quieres.

***

Esa tarde había una reunión de todos los miembros de los dos grupos. Ninguno de los jóvenes conocían el motivo, pero podían sospecharlo ya que Anderson estaba también allí, junto a los dos managers y los dos productores de ambos conjuntos.
– Estamos aquí para intentar arreglar todo lo que ha pasado con la relación Klaine. – Dijo el jefe de los Little Love, pero fue interrumpido.
– Ya dije yo que era mala idea... – Kurt protestó.
– ¿Vas a dejar eso de una vez? Tú eres la víctima. Todo ha salido bien. – El ojimiel intervino.
– Dejad de discutir. No ha salido bien pero tampoco ha sido tan catastrófico. Creemos que hay una buena solución y esa es que finjáis ser pareja.
– ¿Qué? – Diez voces gritaron al unísono.
– Vamos a crear una historia creíble para vosotros y aprovecharemos para promocionar los dos discos. Habrá dos dúos, uno en cada disco. Al poco de comenzar la gira la distancia acabará con vuestra “relación” de forma pacífica. – El manager explicó.
– Eso no tiene sentido. – Comentó el ojiazul.
– En dos semanas es la Fiesta Anual Contra El Cáncer y todos habéis confirmado vuestra asistencia. Posareis juntos y explicareis que lleváis diez días de relación, que cuando Blaine se acostó con ese chico no erais pareja y que fue eso lo que hizo que os dierais cuenta de lo que sentís el uno por el otro. Os mostrareis como unos novios enamorados y responderéis a las preguntas que os hagan con profesionalidad. No contéis nada que no contaríais sobre una relación real. Seguiréis siendo discretos, pero fingiréis que estáis juntos cuando estéis en lugares públicos. Los demás no entrareis en detalles pero dejareis claro que apoyáis la relación. – Dijo el manager de Little Love y el otro completó su intervención.
– Te dejas que Blaine volverá a Big Rock y que dirá que dejó el grupo en un momento de enfado tras una discusión con Sam pero que ya está solucionado y vuelven a ser íntimos amigos. Por cierto, después de confirmar que vuelves al grupo deberás hacer algo público que demuestre que volvéis a ser amigos.
– ¿Va a haber algo real en todo esto? No sé si no os habéis dado cuenta pero... ¡No soy actor! – El más bajo se quejó gesticulando exageradamente.
– Ya va siendo hora de que seas responsables y hagas lo que debes hacer y no lo que quieres. – Su jefe le llamó la atención.
– Aburres, siempre diciendo lo mismo... ¿No te da pereza? – El ojimiel no tenía ganas de perder esa batalla.
– Hago mi trabajo, tú encargate del tuyo y no tendremos problemas.
– ¿Cuándo he fallado yo en algo del trabajo?
El hombre estuvo un rato pensando hasta que encontró algo que decir.
– El otro día llegaste tarde.
– ¡Cinco minutos!
– Fue mi culpa. – Interrumpió Kurt al ver que la discusión seguía. Decidió contar todo lo que había pasado y notó como todos se sorprendían... Excepto Sam y Sebastian. Ambos se dirigieron una mirada cómplice y sonrieron. Ese gesto sorprendió al ojiazul.
– Blaine... Siento haberte juzgado... – El manager del grupo intentó disculparse.
– No me sirve... Soy un rastrero prostituto que sólo piensa en borracheras y hombres y en eso me voy a quedar... – El más bajo se volvió hacia el otro jefe allí presente. – Soy poco profesional pero ya tengo la canción que me pediste. Refleja un poco lo agobiado que me siento por todo lo que está pasando. ¿Quieres escucharla? – El hombre asintió sorprendido por la rapidez con la que había hecho su trabajo y el joven distribuyó las partes instrumentales a los miembros de Little Love.

- Every Breath You Take -


– Es una gran canción pero me gustaría algo más romántico y menos agobiante. Debería quedar claro que amas a Kurt en ambos dúos, pero definitivamente es un estilo con el que podríamos trabajar.

***

Cuando salieron de la reunión, se notaba que todos estaban incómodos.
– ¿Crees que deberíamos salir a dar una vuelta juntos? Se supone que nos hemos dado cuenta de lo que sentimos el uno por el otro. – Quiso saber Hummel.
– En estos momentos estoy muy cabreado. Necesito estar solo... ¿Quedamos a las ocho a cenar? – Propuso el moreno.
– Vale, haz una reserva y mándame un mensaje con la dirección. – El castaño besó la mejilla de su amigo para despedirse.
– Supongo que tampoco quieres hablar con nosotros. – Quiso saber Smythe.
– ¡Se me acumula el trabajo! – Protestó el menor.
– Blaine, somos amigos. – Susurró Evans.
– No estoy seguro. Sois amigos de un adolescente de quince años. He cambiado y no lo habéis aceptado.

***

Anderson estaba nervioso mientras esperaba en la barra del restaurante a su acompañante. Nunca había tenido una cita como la que había preparado para Kurt. Había llamado a uno de los mejores restaurantes de Los Angeles y había reservado una mesa privada. Había hablado con el encargado para pedirle total discreción porque debían aparentar ser pareja y él habría hecho eso para “proteger” su relación. Se había encargado de que en la mesa hubiera un ramo de rosas rojas esperando al castaño.

Cuando el ojiazul entró se quedó sin aliento. El moreno estaba muy atractivo en un traje negro, aunque le había dado un toque informal con una camiseta blanca y unas zapatillas deportivas oscuras.
– ¿Sabes que acabas de matar a la moda con esa elección? – Bromeó el más alto cuando se acercó al otro y le dio un beso en la mejilla.
– No todos nos sentimos cómodos vestidos como tú. Estás para que nos saltemos la cena. – El menor susurró al oído de su amigo haciendo que este se sonrojara, provocando la risa del más bajo. – Eres adorable.
Los dos se dirigieron a la mesa. El color rojo de la cara de Hummel aumentó de intensidad al ver las flores provocando una sonrisa de satisfacción en Anderson. Ninguno de los dos podía creer que esa fuera su primera cita. Ninguno de los dos había estado con nadie así y era raro porque no era como ninguno de los dos jamás había imaginado. No había amor entre ellos, no había sentimientos. Todo era tan falso pero a la vez tan real. Los dos disfrutaron de la velada sin mencionar nada por miedo a que alguien los escuchara. No había besos porque era pronto para los planes de sus managers, pero sí tenían que pretender ser proyecto de pareja. No podían aparecer en dos semanas en la gala diciendo que eran novios sin haber pasado tiempo juntos. Más si estaban siendo tan vigilados por la prensa como esos dos últimos días. Sin embargo a Kurt le asaltó una duda. ¿Tendría que besar en algún momento a Blaine? De ser así, ese sería su primer beso. Desde luego que nunca pensó que ese momento tan especial sería así, pero tampoco le desagradaba del todo que fuera con el moreno. Había comprobado que era alguien incomprendido y su intuición le decía que las juergas, borracheras y relaciones ocasionales eran un recurso para protegerse pero... ¿De qué? Y lo más importante... ¿Por qué creía que se tenía que proteger?

CAPÍTULO 7: THE FIRST TIME EVER I SAW YOUR FACE

El día del “comienzo” de su relación había llegado y los managers de los dos grupos habían preparado todo para su gran momento. Todo empezaba en una playa de Los Angeles. Ambos debían pasar unas horas allí como si estuvieran coqueteando. Los planes establecían proximidad entre ellos pero no besos. En ese lugar todavía eran sólo amigos. Luego irían a casa de Blaine para estar a solas. Después irían a un restaurante y, de manera espontánea, Kurt le daría un beso mientras paseaban tras la cena. Ese beso sería el “comienzo” de su relación. Debían mostrarse sorprendidos y nerviosos e incluso debían hablar como si realmente estuvieran enamorados y acabaran de darse su primer beso. Sólo por si alguien los escuchaba.

Por esa razón, los dos se encontraban acomodándose en un hueco en la playa. Anderson llevaba un bañador negro, una camiseta sin mangas negra y sus inseparables gafas de sol negras. Por su parte, Hummel llevaba un bañador rosa y blanco, una camiseta azul cielo y gafas de sol con montura rosa. Pusieron sus toallas en la arena y se quitaron las camisetas. El castaño sacó una sombrilla para tener algo de sombra, pero el moreno se la quitó para clavarla en el suelo y abrirla, haciendo que los dos estuvieran protegidos del sol. Se sentaron y el ojiazul sacó crema protectora, haciendo que el otro riera.
– ¿Algún problema? – Quiso saber el mayor.
– Estás a la sombra, no sé por qué necesitas eso. – Dijo divertido el ojimiel mientras se tumbaba.
– Mi piel es muy sensible y nunca se es suficientemente precavido con el cuidado de la piel. Tú deberías darte crema también.
– No.
El más alto no hizo caso y cuando terminó de aplicarse el protector se sentó sobre las caderas del menor y comenzó a esparcir crema por el pecho del otro. Blaine se dejó acariciar, aunque sabía que eso sería peligroso. Con el objetivo de llegar a los hombros del joven, Kurt se echó hacia adelante. El moreno se incorporó hasta que su boca estuvo a escasos centímetros de la oreja del castaño.
– Baby, creo que esa postura no es para mantenerla en público. No sé tú, pero yo no soy de piedra. Si no puedes acabar, será mejor que no lo empieces.
Ante estas palabras, el ojiazul se apartó de él como si quemara, provocando la risa del menor. El más alto se quedó observándolo. Ese era el Blaine que le gustaba a Hummel. Un chico divertido, sincero y sensual. Muy sensual. Alguien que le volvía loco, que en un momento se transformaba en otra persona. Alguien capaz de poner una sombrilla por él y al siguiente segundo hacer un comentario pervertido. El moreno se acercó y le dio un tierno beso en la mejilla. Los dos se sonrieron, muy juntos, con Kurt mirando hacia la toalla y su cara de un color rosado que al ojimiel le parecía adorable. Eso era algo que asustaba al menor. No estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones.

El pasado de Anderson escondía muchas cosas que él quería olvidar. Una de ellas estaba en su mente en ese momento. Muchos hombre habían pasado por su cama, pero ninguno era como el chico que estaba frente a él. Si lo hubiera conocido tres años antes... Era todo lo que buscaba cuando era un adolescente; guapo, simpático, dulce, romántico, cariñoso, sensible... Alguien que debía estar lejos de un tipo como él. Por eso se apartó y miró al mar, en un intento de olvidarse de todo. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el castaño se acercaba a él y lo besaba en la boca. En un principio no siguió el beso, pero unos segundos después sus labios comenzaron a moverse.

Los dos estuvieron besándose durante mucho rato, dejándose llevar por lo que sus corazones, sus pieles, y sus cuerpos pedían. Y lo que querían, era hacer de esa unión algo eterno. Se separaron por la falta de aire y juntaron sus frentes. El ojiazul empujó dulcemente al moreno para que se tumbara boca arriba y él se acurrucó sobre él de lado, con un brazo de Blaine bajo él, su cabeza en el hombro del ojimiel y su mano dibujando círculos en el pecho del menor.
– Esto no estaba en el guión. – Susurró el más alto.
– No me importa, me gusta estar así contigo. Es la primera vez que nos tumbamos juntos estando los dos conscientes de nuestras acciones. – Aclaró Anderson.
– También es la primera vez que nos besamos. – Comentó el ojiazul.
– ¿Ha sido tu primer beso? – Quiso saber Blaine.
– Sí.
– Lo siento. – Se disculpó el moreno.
– ¿Por qué?
– Porque no tengo ningún derecho a ser tu primer beso. Porque todo ésto no es real. Porque ésto no es lo que querías ni lo que mereces.
– Te recuerdo que he sido yo el que te ha besado. – El mayor abrazó con fuerza al ojimiel. Se preocupaba por él y eso lo hacía sentirse especial.
El dedo del Hummel bajó por el vientre hasta llegar hasta el único tatuaje que llevaba visible el menor. Eran unas letras chinas en el lado derecho de sus caderas.
– ¿Qué significan? – Cuestionó el más alto.
– “Courage”. Al menos eso me dijo el que me lo hizo.
– ¿Eres valiente?
– No, precisamente por eso me lo hice. Para recordarme a mí mismo que, pase lo que pase, no debo rendirme.

Así estuvieron un rato hasta que Kurt quiso meterse un rato al mar. Durante unos minutos estuvieron haciendo juegos propios de niños, como tirarse agua o sumergir al otro. Sin embargo, tras una batalla de agua, Blaine sujetó las caderas del castaño y lo acercó de manera que la espalda del mayor quedaba en su pecho mientras el otro volvía la cabeza para mirarlo. Tenerlo tan cerca, poder percibir su olor mezclado con el del mar y la manera en la que sus ojos azules brillaban al sol, haciéndolos de un azul más hermoso que el del propio océano... No lo pudo contener más y esta vez fue él quién dio el paso para el beso. El ojiazul no puso ninguna objeción, al contrario, con su lengua pidió acceso a la boca de Blaine, que abrió un poco la boca para permitirle la entrada. En el momento en que sus lenguas se tocaron, todo desapareció a su alrededor. No percibían ningún sentido que no fuera el tacto o el gusto. El más alto temblaba entre los brazos del ojimiel. Su estómago estaba invadido por un millón de mariposas que revoloteaban sin piedad. Su piel ardía, en parte por el calor y el sol, en parte por el cuerpo que estaba tras él. Se separaron por la falta de aire otra vez y el mayor se dio media vuelta de manera que quedaban abrazados, mirándose a los ojos. Pudo percibir un brillo en los ojos del más bajo que le indicaba que estaba conteniendo las lágrimas, pero sobre todo, percibía dolor. Había algo que hacía que el menor fuera así y él quería descubrirlo. Sin embargo, Anderson se separó de él y lo guió de vuelta a la arena. Se secaron con las toallas y se volvieron a sentar. Blaine se puso las gafas de sol rápidamente y se quedó sentado mirando al horizonte. Kurt, por su lado, se quedó mirando al moreno. Mejor dicho, se quedó mirando como una gota de agua caía desde los rizos del ojimiel hasta su hombro y luego comenzaba un camino hacia abajo. Durante unos segundos, deseó ser esa gota y tocar la piel del menor. Se había convertido en una necesidad. Tenía que dejar de pensar en esas cosas, además de que creía que el otro también necesitaba distraerse.
– ¿Siempre vas vestido de negro? – Preguntó deseoso de entablar una conversación que lo hiciera abandonar sus pensamientos.
– Sí. – Anderson se encogió de hombros
– Creo que deberías probar otras cosas.
– No creo que me queden bien otros colores.
Hummel le pasó sus gafas de sol, invitándole a que se las pusiera con un gesto. Con un gesto cansado, el menor se las puso, haciendo que su amigo se quedara sin respiración. Si eso no era la cosa más sexy del mundo, no entendía que podía serlo. Las gafas le quedaban mejor que al propio castaño y, unidas a sus rizos mojados y su torso desnudo, le daban un toque sensual y totalmente deseable. Mala idea para intentar cambiar sus pensamientos.

***

Kurt y Blaine llegaban al apartamento del moreno después del día de playa. El segundo lugar en el que debían estar. Se suponía que allí sería donde se harían pareja pero, una vez dentro, podían dejar de fingir. Ambos se dieron una ducha, el moreno en el baño de su habitación y el castaño en el general. Cuando salieron, el ojiazul pidió permiso para entrar a componer en el estudio del anfitrión. Cuando lo tuvo, se encerró ahí y comenzó a cantar.

– The First Time Ever I Saw Your Face –



Una lágrima cayó por su mejilla al terminar de cantar. El joven sabía que en esos días con Anderson había comenzado a sentir cosas. Todo lo que había pasado entre ellos los había unido de una manera especial. Tal vez sonara un poco loco pero creía que se había enamorado. ¿Era posible enamorarse en tan pocos días? No lo sabía, pero lo que sí sabía era que había puesto parte de su alma en la canción que acababa de cantar.

La primera vez que vio la cara de Blaine no se sintió tan bien, pero antes de terminar de desayunar con él se dio cuenta de que se había equivocado.

La primera vez que había besado al moreno le había servido para darse cuenta de sus sentimiento. Nunca había sentido algo así. Era cierto que nunca había besado a nadie antes, pero cada célula de su cuerpo reclamaba por volver a sentir los labios del menor. Sabía que tal vez no era lo mejor y que probablemente acabaría haciéndose daño, pero quería arriesgarse. Al menos intentar pasar más tiempo con el más bajo e intentar conquistarlo.

La primera vez que se había tumbado junto al ojimiel, había sentido que pertenecía allí. Que su lugar era esos brazos, que no había ningún lugar más donde pudiera ser feliz.

Se fue a buscar al otro chico y lo encontró viendo una película de acción. Se acurrucó junto a él, contento al notar que no lo apartaba. Ahí no había necesidad de fingir, eran ellos mismos. Se daban cariño, se acariciaban dulcemente y se miraban de manera disimulada y fugaz. Eran conscientes de que eso que hacían no era propio de amigos.

Cuando llegó la hora, se fueron al restaurante en el que habían hecho la reserva. A pesar de que debían interpretar su papel, Kurt notó que había pasado algo. Blaine estaba algo distante y serio. Se comportó exactamente como le habían indicado sus managers y no hizo ningún gesto espontáneo como había hecho el resto del día. Hummel sabía que pasaba algo y decidió que lo hablaría con el moreno cuando estuvieran a solas y lejos de los objetivos de las cámaras de los paparazzis. Sin embargo, esa oportunidad no se dio, ya que después de eso, el ojimiel lo dejó en el hotel y se fue a su casa.

Anderson decidió huir de allí, no podía estar más tiempo con el castaño. No podía fingir una relación, no era bueno para nadie. El ojiazul era un chico dulce e inocente y el menor se veía a sí mismo como un chico fácil y bruto. Dos polos opuestos, dos personas completamente diferentes... Pero a veces, los polos opuestos se atraen...