FF Brittana- Warrior. Capítulos finales!! 21/03

micky morales escribió:La verdad no quiero conjeturar pero lo que si esta claro es que a quien busca santana es sumamente importante para ella. Hasta pronto!

Es muy importante para ella, eso es seguro. Hasta la próxima!

Dolomiti escribió:Hola! pues igual, a momentos llego a pensar que si está buscando a Britt porque no sé!!! Alguien las separó.... Pero al mismo tiempo me gustaría que Britt fuese alguien externo que ayudara a San  a salir un poco más, que la conozca por casualidad no sé! jajjaa ya sólo se verá en los demás caps a quien realmente está buscando y porque! Saludines! Hasta la siguiente actu

Hola! Ya, es este capítulo sabrás a quien busca. Pero repito, la historia de Santana es realmente mucho más que esto.
Saludos!!

Dani(: escribió:Hola :) Aqui como siempre leyendo tus Fics <3
Saludos

Hola Dani! Me alegra que así sea :) SALUDOS!!

Hola! Me gustaron todas sus teorías, pero ahora tendrán la verdad :) Espero que sigan comentando.

Capítulo 4.

Noah pasó muy temprano en busca de Rachel el día sábado. A las seis de la mañana ya estaban en marcha, mientras él trataba de mantener su vista en la carretera y no en la linda compañera que lo acompañaba. Ella se notaba algo cansada y seguramente un poco incómoda.

- Puedes dormir si quieres.- le dijo Noah.- Nos quedan ocho horas por delante.
- No, está bien. Me encanta viajar ¿sabes?
- Esto no sería considerado un viaje...
- Me refiero a esto. La carretera, los paisajes, esta tranquilidad... Hace tanto que no lo hago.
- Pues deberías hacerlo. Es genial cuando puedes tomar un auto y salir por esta hermosa ciudad.
- Voy a hacerlo algún fin de semana, definitivamente lo haré. Ahora escucha... ¿Sabes exactamente lo que vamos a buscar?
- Algo por dónde empezar. Lo que sea, que nos ayude a aclarar esto.
- ¿Y mas o menos tienes una idea de algunas personas que podrían ayudar?
- Estuve pensando, y se me ocurrió que el templo del pueblo es un buen lugar para empezar.
- ¿El templo?
- Mi tío tenía buenos amigos ahí. Si podemos contactar a alguno quizás podrían ser de gran ayuda.
- Pues confío en tu intuición.
- Igual tengo otras alternativas por si eso no ayuda. Estoy casi seguro a un 90 por ciento de que es aquí, que aquí vamos a encontrar las bases para armar este caso.
- Me gusta mucho tu visión y optimismo.- confesó.- En verdad eres diferente al resto de nosotros.
- Trabajo de diferente forma, eso es todo. Tú tienes cualidades que yo jamás tendré, así que podría decir de ti exactamente lo mismo.
- Sumando que soy mujer.- guiñó un ojo y sonrió.
- Todo marchaba bien hasta ese comentario.- ambos rieron.
- Solo bromeaba. Noah, quisiera saber más de ti. Es decir, si quieres.
- Por supuesto. ¿Algo más sobre mí? Bueno, tengo 28 años y nací en Arizona. Mis padres aún están allí. De niño solía venir con muy poca frecuencia a Nueva York, pero luego de graduarme decidí estudiar aquí y entonces me quedaba en casa de Santana. No tengo hermanos, me gustaría tenerlos pero ya es tarde. Mi cumpleaños es el 27 de julio y si quisieras hacerme un regalo, nunca rechazaría un libro.
- Eso es muy bueno.
- También me gusta tocar instrumentos y componer música aunque no canto muy bien. ¿Algo más? No soy bueno en esto de las presentaciones.
- Bueno... ¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo? ¿Qué clase de música te gusta? ¿Qué te gustaría estar haciendo en el futuro? Cosas así.
- Arizona siempre será mi lugar favorito en el mundo, por una cuestión sentimental supongo. Me gusta el rock, demasiado, pero también escucho algo de música pop. ¿Y qué quisiera hacer en el futuro? No mucho. Formar una familia.
- ¿Una familia?- fue una pregunta para interiorizar.
- Encontrar una buena chica, casarnos y tener hijos. Vivir en una linda casa y ser felices. Lo que la mayoría quiere, ¿no? Mi papá siempre me dijo que el día que yo estuviera frente a una familia debía procurar el bien y la felicidad cada día de mi vida. Levantarme por las mañanas amando a mi esposa y mis hijos, recordar que nada en el mundo podría ser mejor que ellos. A él le sirvió, está con mamá hace treinta años y fuimos muy felices. Quiero exactamente eso para mí y mi futura familia.
- Eso es tan lindo... En verdad serás un gran padre y esposo.
- ¿Qué me dices de ti? También quiero saber sobre tu vida. Al menos un poco.
- Bueno, naci aquí en Nueva York en medio de una familia asombrosa. Mi madre es doctora y mi papá abogado. Tampoco tengo hermanos pero no quisiera tenerlos, me gusta ser única.- sonrió.- Tengo 28 años también y mi cumpleaños es el 3 de diciembre. Quisiera conocer Canadá algún día, y como a ti me gusta el rock, demasiado. Soy buena cocinera, y me encanta invitar a la gente a cenar para presumir mis habilidades culinarias.
- También te gusta la atención.
- Eso también.- rio y siguió con su descripción.- Si no fuera policía, seria doctora seguramente. Me gustan los gatos, demasiado diría yo, y tengo dos en casa. Y sí, quisiera casarme y tener hijos.
- ¿Puedo ser muy indiscreto?
- Adelante.
- ¿Hombres o mujeres?- Rachel rió.
- Hombres...- admitió.- Aunque debo confesar que besé a una mujer.- ni sabía por qué estaba contándole eso pero se sentía cómoda con él.- Y creí estar enamorada de ella por mucho tiempo.
- ¿Que hizo cambiarlo?
- Jamás funcionaria, eso es todo.
- Es una pena...
- No, en realidad pienso que sería una pena haber insistido en eso y que luego saliera lastimada. ¿Y tú?
- ¿Yo qué?- se asombró.
- ¿Hombres o mujeres?
- ¿Preguntas en serio?- su expresión hizo que Rachel soltara una carcajada.- Mujeres definitivamente. Aclaro, no tengo nada en contra de los hombres, ni tampoco soy de esos homofóbicos sin remedio, sólo que las mujeres me parecen bellas, interesantes, tan delicadas.
- ¿Y cuál crees sería la ideal?
- Te lo responderé otra vez.
- Está bien.

Por su lado, Santana aún estaba en su cama pero sin dormir. Pensó en que los días sin Noah serían tristes y aburridos, se había acostumbrado a su presencia en poco tiempo.
Salió de la cama, se aseó y se vistió para bajar a desayunar. Pegado en el refrigerador, una nota de su primo la esperaba.
'El que me haya ido no significa que hagamos un retroceso rumbo a tu felicidad. Sal a correr con Buddy hoy! Hace un día hermoso. Te quiere, Noah.'

Ella sonrió, y apreciaba realmente que aún lejos su primo siguiera sacándole esas sonrisas que la hacían sentir otra vez tan bien.
La opción de salir de su casa no estaba aun en sus planes, quizás otro día. Alimentó a su cachorrito y lo miró mientras comía. Después de todo, no tenía mucho más por hacer.
Luego de acomodar y limpiar un poco la casa, casi como una rutina, se sentó a ver su programa favorito en la sala.
Su móvil sonó y anunció un mensaje de Quinn.

'Solo quería que supieras que estaré por allí esta noche, pasaremos una linda noche de chicas después de tanto tiempo. Te quiero, lo sabes ¿cierto? Nunca está de más repetirlo.'
Santana sonrió, por segunda vez en el día, y respondió con la misma sonrisa en su rostro.
'Te esperare con palomitas de maíz y helado. Tú te encargas de la cena. Sabes que te quiero también, ¿cierto? Te veo esta noche rubia bonita!'
Había pocas cosas en la vida que causaban eso en Santana, y Quinn se llevaba la mayoría de la responsabilidad en ellas.

- Tendremos visitas esta noche pequeño.-le hablaba al perrito.- Quinn vendrá a visitarnos, así que debes comportarte de la mejor manera posible. Ella es mi mejor amiga en el mundo, ¿sabes? Creo que no podría vivir sin ella.- el cachorro la miraba atentamente, como si en verdad comprendiera lo que decía. Eso la hacía sentir acompañada, y de alguna manera un poco comprendida. Pensó que estaba loca, que no podía sentir que un perro la comprendía, pero realmente después de tanto tiempo volvía a querer hablar y contar cómo se sentía.
Sacó a Buddy al patio trasero mientras ella lo miraba jugar y correr. Su mirada melancólica y llena de tristeza se dirigió al cielo azul, con el sol más brillante de los últimos días. Era como si el resto del mundo no tuviera sintonía con lo que le pasaba a ella por dentro.

Cerca de las cinco de la tarde, y luego de algunas paradas, Noah y Rachel llegaron al lugar. Era un pueblito pequeño, poco habitado y muy tranquilo. No quisieron esperar nada, y se dirigieron rápidamente al templo mencionado.
El muchacho bajó del auto y su compañera lo hizo por el otro lado. Caminaron lado a lado a lo largo de unos veinte metros hasta llegar a la puerta del templo, donde había apenas unas tres o cuatro personas.
A Noah todos los recuerdos de su niñez se le vinieron inevitablemente a la cabeza y sonrió al recordar a su padre, a quien no veía hace ya algún tiempo. Rachel lo notó pero no dijo nada al respecto.
- ¿A quién buscamos?- preguntó al final.
- Déjame a mí, quédate por aquí.
- Está bien.- obedeció y lo observó mientras se acercaba a un hombre, a quién saludaba con cariño y le mostraba su placa para que lo ayudara.
Luego de unos minutos, se acercaron a ella y sin decir palabra la invitaron a salir del lugar.
- Rachel, él es Louis.- presentó Noah.- Louis ella es la detective Berry, mi compañera.
- Buenas tardes señorita.
- Buenas tardes.- respondió amablemente.
- Louis ha estado al servicio de esta comunidad los últimos 20 años, y quizás pueda ayudarnos.- continuó el chico.
- Solo dime y lo intentaré.
- Estamos aquí por una investigación. ¿Recuerda usted a mi tío?
- El señor Lopez, claro que lo recuerdo.
- Murió hace ya un tiempo, y dejó una carta a su hija donde confesaba su participación en lo que nosotros podríamos definir como un secuestro y siguiente abandono de persona.
- No comprendo.
- Él tuvo una hija, Santana.
- Me acuerdo de ella aunque no demasiado.
- Santana tuvo una hija, señor.- dijo Rachel esta vez.- Pero no pudo conocerla porque su padre la privó de esa posibilidad.
- Santo Dios.- se sorprendió el hombre.- ¿Podrían ser más específicos?
- En la carta que el Sr. López dejó, confesó haberse llevado a la niña muy lejos para que nunca volviera a verla. Estuvimos trabajando en esto por mas de un año sin saber exactamente dónde ir. Con la incorporación del detective Puckerman llegamos hasta aquí en busca de alguna pista que nos condujera a la niña. ¿Usted recuerda haber visto al señor Lopez por aquí?
- La última vez que lo vi fue cuando Noah tenía 14 años, y vinieron a saludar. Realmente nunca más lo encontré en este lugar.- la cara de frustración de Rachel empezaba a notarse.- Aunque...- pensó.
- Aunque ¿qué?
- Podría preguntar a algunas de las personas que vienen frecuentemente aquí, que han estado los últimos años en nuestra comunidad. Mañana cerca del mediodía podrían regresar y les proporcionaré la información que se me proporcione.
- Eso es muy amable de su parte.- sonrió Rachel.- En verdad estaremos agradecidos.
- Entonces regresaremos mañana. Gracias Louis, ha sido un honor verte otra vez.
- El honor fue mío. Espero verte más seguido por estos lugares y sin tu traje de policía de Nueva York.- bromeó.- Espero ser de utilidad mañana y que las cosas tengan un rumbo a partir de ahora.
- Esperamos lo mismo. Hasta mañana.

Los compañeros subieron al auto, y mientras el muchacho manejaba, Rachel informaba a Quinn sobre su llegada y el encuentro con el primer posible testigo.
Noah había hablado con Quinn para que no se preocupara por el hospedaje, pues no encontraría nada allí, y él llevó a su compañera a la casa de vacaciones de su padre. Contaba con dos habitaciones y le dio a Rachel una para que se aseara y se pusiera cómoda mientras él ocupaba la otra. Llegada la noche cenaron y se pusieron a trabajar en algunas cosas.
- Seguiremos mañana.- propuso ella.- Ya no hay mas por hacer con esto.
- Espero tener muchas cosas que hacer mañana, en verdad.
- Yo también.- estiró un poco sus piernas y se acomodó sobre el pequeño sofá de la sala.- Te vi algo nostálgico hoy al entrar al templo.- le dijo.
- Es que papá y yo solíamos hacer todo juntos, y venir aquí era de las mejores cosas.
- Estoy segura de que así era. Tienes una gran relación con él ¿cierto?
- La mejor. Somos tan unidos. En general, mi familia es así.
- Eso es tan lindo en verdad.- sonrió y lo miró por unos segundos a los ojos.- Yo... Estoy algo cansada.- dijo y apartó la vista.
- Sí, lo imagino. Deberías descansar, yo haré lo mismo. Voy a salir a correr temprano en la mañana.
- ¿Te molesta la compañía?- preguntó mientras se levantaba del lugar.
- No, para nada. Te avisaré cuando despierte. Hasta mañana.
- Descansa.- lo miró por última vez y se fue.
Él suspiró, y ella hizo lo mismo detrás de la puerta. ¿Era posible sentirse tan bien con alguien que apenas conocían? Noah no quiso darle mas vuelta al asunto y se fue a dormir. Les esperaba un día largo y si tenían suerte, lleno de preguntas por hacer.

En NY, Santana y Quinn habían terminado de ver la película y conversaban mirando las estrellas por la ventana.
- ¿Como van las cosas con Rachel?- preguntó la morena.
- Todo limitado a una relación profesional y quizás amistad, es todo. Creo que es lo justo.
- ¿Eso quiere decir que no te molestaría verla con alguien?
- Eso no lo sé, ¿por qué preguntas? Tu primo está enamorándose de ella ¿cierto?
- Pues creo que sí, aunque le pedí que no lo hiciera.
- Si lo hiciste por mí estás equivocada, Rachel es solo mi amiga.
- Quiero estar segura de que estarás bien. Quizás puedas darle una oportunidad y ser felices juntas.
- No, eso no podrá ser.
- ¿Por qué te niegas? A mí no tienes que engañarme, sé que te mueres por ella.
- Y no lo niego. Es sólo que lo nuestro fue solo un beso, una linda noche y nada más.
- Está bien, como quieras. Sólo dile a tu Quinn interior que algún día ella no estará sola y tendrás que soportarlo.
- Se lo diré. Sobreviviremos a eso, ya lo verás.- bostezó y se llevó las manos a los ojos.
- Vamos a dormir.
- No, ¿quieres contarme algo?
- No Quinn, ya hablamos de todo. Que estés aquí me basta. Además te irás temprano en la mañana, tienes que descansar así trabajas mientras yo duermo.
- Qué gran amiga tengo.- ironizó.
- No tengo la culpa de que trabajes los domingos.
- Vamos a dormir y ya cállate.
Subieron a la habitación donde Santana había preparado el sofá-cama para su amiga. Después de mucho tiempo habían pasado un lindo rato juntas y nada la hacía tan feliz como eso.
- ¿Quinn?- murmuró una vez que todas las luces estuvieron apagadas.
- Si...
- Gracias por tomarte estos tiempos para mí.
- No hay por qué.
- Hasta mañana.
- Dulces sueños amiga.



¿Y ahora? ¿Podrían seguir imaginando que pasó?
Próxima actualización: Lunes! Hasta entonces :)

Oww pobre san que no pudo conoser a su hija muy bueno el capítulos espero que los otros sean mejores Salidos :-)

Hasta el lunes?? Dios! Que mal ni modo! Entonces san tiene una hija?? saludos

lo sabia!!!!!! me deberia de ganar algo por que mi teoria fue correcta!!!! no se mmm podria ser que nos regales un maraton por estar tan atentas a tus capitulossssss

wooooow que fuerte!!!! San tiene una hija, pero no solo una hija sino ademas esta desaparecida!!!!! Lo que mas me intriga ahora es el papel que jugara Britt en todo esto... Sera una sexy detective?? Por lo menos se con certeza que lo de sexy esta asegurado pero quiero saber ya!!!!!!!

tambien me intriga lo de britt, no veo la manera de acercarse a santana si esta vive encerrada, en cuanto a quinn no entiendo tampoco pq se niega a ser feliz con rachel, no me gusta puck con rachel para nada! hasta luego.

OK me parece que acabamos de conocer la punta del ovillo!!!
Veremos como sigue.
Hasta el lunes

Ohh busca a su hija, interesante britt que sera britt en esta historia me encantaria saberlo

Perdón por no responder sus comentarios, estoy con poco tiempo y no queria dejar la actualización para mañana, sin embargo los lei a todos. Brittany será alguien muy importante en todo esto. Saludos!!

Capítulo 5.

La mañana en Nueva York tomó por sorpresa a Quinn, quien se levantó algo tarde y se marchó a trabajar dejando a Santana dormida pero con un buen semblante.
En cambio, para Noah y Rachel había empezado hace rato con una linda caminata por el lugar, y ya estaban de regreso en la casa.
- Este lugar es asombroso.- comentó Rachel mientras se acercaba al chico con una botella de agua y se la alcanzaba.
- Gracias.- tomó el elemento y la miró.- Este lugar tiene muchas más cosas para ver aunque no creas. Algún día cuando no estemos trabajando, prometo invitarte a recorrerlo.
- Eso suena bien para mí.
- Voy a tomar un baño, si necesitas algo sólo grita.- ella rió.- No mueras en mi ausencia.
- No te preocupes, no lo haré.
Noah se fue a duchar mientras ella observaba el lugar, con algunas fotos en mal estado por el paso del tiempo. Decidió ir a la cocina para hacer algo de comer y sorprender a su compañero con alguna de sus comidas. La tardanza del muchacho le dio el tiempo justo para dejar todo preparado y sólo esperando a que terminara de cocinarse.

- Vaya...- se sorprendió él.- Huele bien.
- Te lo dije, cocino bien.
- Aun no lo sé, quizás sea la peor comida que jamás haya probado.
- Eso lo veremos. Siéntate, le falta un poco.
- No tenías que molestarte.
- Me gusta hacerlo, no es una molestia. Además comeremos bien porque presiento que nos espera un largo día de investigación.
- Ojalá sea así y podamos darle un avance a mi prima en su caso.

Rachel sirvió la comida y pasaron un buen rato riendo y hablando de sus cosas personales. Era un clima de compañerismo agradable pero diferente al que había con Jesse. Algo de Noah lo hacía distinto, y ella sabía lo que era pero no quería aceptarlo.

Santana también había almorzado en la soledad de su casa, y le pareció que sería buena idea sacar a pasear a su cachorrito. El día estaba hermoso y quizás iba a encontrar algo lindo para hacer por esos lugares.
Colocó a Buddy una correa y salieron rumbo al parque. Ella amaba el aire libre y correr, o solía hacerlo en su adolescencia. Dio un par de vueltas caminando y luego aceleró para sentir el viento rozar su rostro, mientras el perrito corría a su lado.
Media hora mas tarde, se sentó bajo un árbol mientras miraba a los niños jugar a lo lejos. Se perdió en esa imagen, de chicos felices sin más preocupaciones que jugar y divertirse.

- Disculpa...- la interrumpió una voz dulce.- ¿Puedo hacerte una pregunta?
Levantó su vista y observó a la muchacha parada frente a ella. Juró por un momento jamás haber visto ojos tan lindos en el mundo, y el cabello dorado haciendo contraste con el sol brillando sobre ellas.
- Eh... Sí, claro.- balbuceó.
- No soy de aquí y estoy tratando de encontrar esta dirección.- le mostró un papel.- ¿Podrías ayudarme?
- Estas algo lejos, ¿sabes?- rió un poco.- Y es probable que para cuando llegues no encuentres a nadie allí, solo está abierto hasta el mediodía.
- No puedo creerlo.- se asombró.- Pensé que podría regresar esta misma noche a casa.
- Tendrás que esperar hasta mañana a primera hora.
- Llevo horas dando vueltas en el auto, estoy exhausta. ¿Te molesta si me siento contigo un rato?- preguntó.
- Em... No, no me molesta.- dicho esto, la rubia de lindos ojos se sentó a su lado.
- Soy Brittany, psicóloga y asesora pedagógica en un hogar de niños en Massachusetts.
- Yo soy sólo Santana.
- Solo Santana, tienes un lindo cachorrito. ¿Cómo se llama?
- Buddy, como el de las películas, sólo que éste no es tan obediente.- ambas rieron.- Así que vas a mudarte... Digo, la dirección que buscas es de una inmobiliaria.
- Sí, mis hermanos y yo queremos mudarnos. Uno de ellos va a estudiar en Juilliard y siempre nos vamos todos juntos.
- ¿Cuantos hermanos tienes?
- Somos cuatro. Yo soy la más grande, luego sigue Josh de 25 años; Michael de 20; y la pequeña Annie de 10 años.
- ¿Y pensabas volver en la tarde? Acostúmbrate a no hacer planes en Nueva York.
- Lo tendré en cuenta.- sonrió y su sonrisa la hizo aun mas encantadora frente a los ojos de la morena.
- Debo irme. Espero que encuentres el lugar indicado para ti y tus hermanos.- se levantó y tomo a Buddy entre sus brazos.
- Ojalá. Gracias Santana y adiós.
- Adiós.- la miró por última vez como para guardar su rostro en la memoria y empezó a caminar en el sentido contrario.
- ¡Espera!- la detuvo y creyó que el corazón se le podría salir de su lugar.- Sé que puede parecer grosero o apresurado, pero ¿podrías darme tu número? Quizás pueda llamarte cuando esté por aquí.
- Bueno, sí, claro...-asintió y anotó su número en el móvil de la otra.- Ahí está.
- Gracias. Un placer conocerte.
- Lo mismo digo.- esta vez fue ella quien sonrió y provocó en la rubia exactamente lo mismo que le había pasado a ella hace solo unos minutos.- Ahora sí, adiós.
- Hasta pronto.
El camino a su casa fue realmente tranquilo y con sonrisas de por medio. Noah tuvo razón, le hizo muy bien salir. Sentía que esa rubia simpática había llegado a ella por alguna razón, que quizás sólo consistía en hacerla sonreír como tonta por un día. Consultó su reloj y notó que estaba en la hora de descanso de Quinn, y aunque no había pasado mucho tiempo desde que se despidieron, la llamó.
- Adivina donde estoy.- dijo cuando respondió del otro lado.
- ¿En tu habitación? ¿Cocina? O quizás el baño...- la morena rió y negó.- ¿Entonces?
- Regresando a casa desde el parque, Buddy y yo vinimos a pasear.
- Santana... Eso me alegra tanto.- podía notar en su tono la sinceridad de sus palabras.
- ¿Sabes algo más? Una rubia de Massachusetts, muy bonita debo decir, me pidió mi número.
- Vaya, tú sí que eres irresistible.- bromeó.- Me alegra que salieras al menos un rato a pasear.
- Quería que lo sepas. ¿Estás muy ocupada?
- Con una investigación reciente, además tratando de establecer contacto con Noah y Rachel para saber cómo va lo suyo.
- Te dejo trabajar entonces.
- Disfruta tu día Santana.
- Lo haré. Hasta pronto.- colgó el móvil y siguió su camino a casa.

Del otro lado, a ocho horas de allí, los detectives habían recibido información aparentemente muy útil sobre la dueña del comedor infantil de la ciudad y estaban dirigiéndose al lugar. No tardaron más de diez minutos en llegar, y buscaron a Julia entre los más grandes. La mujer los condujo a una pequeña oficina para que pudieran hablar tranquilamente.
- Ahora sí, ¿en qué puedo ayudarlos? - preguntó amablemente.
- El detective y yo estamos investigando un caso de hace posiblemente diez años.- comenzó Rachel.- Y creemos que usted podría proporcionar cierta información.
- La memoria de una anciana como yo se ve afectada por los años, pero intentaré hacerlo.
- Se trata de una bebé que podría haber llegado aquí en algún momento, por medio del señor Roberto Lopez.- vieron en el rostro de la mujer tratando de recordar y ordenar sus pensamientos.- Creemos que él pudo traer a la pequeña aquí, justo luego de que naciera, en julio hace unos 10 años.- la mujer se levantó de su asiento y empezó a dar vueltas. Noah la notó nerviosa y le pidió a Rachel la palabra.
- Sra.- le dijo.- Sé que es difícil recordar algo que pasó hace tanto tiempo, pero es muy necesario que lo intente. Esa niña fue arrancada de los brazos de su madre sin autorización, y la ha buscado desesperadamente los últimos años. Solo le pido que nos ayude.
- El sr. Lopez estuvo aquí el día 25 de julio ese año.- empezó la mujer.- Sólo un día después de que la niña naciera.- Rachel estaba sorprendida como nunca antes.- Le explicamos que esto sólo era un comedor infantil, pero insistió en que debía dejarla con nosotros y luego dejó una gran suma de dinero para que todo se hiciera como él lo había pactado, y así fue. He cargado con esto muchos años pero en verdad necesitaba ese dinero para los niños y cumplí todo al pie de la letra.
- Señora, necesitamos saber todo.
- Yo sólo puedo proporcionarles lo que a mí me compete.- buscó en su armario una carpeta.- Aquí tenemos una ficha de la niña al llegar y la carta que él nos dejó.- se las acercó y Noah la abrió. Lo primero que vio fue una pequeña fotografía adherida en el borde superior del fichero.- Esa foto se la tomamos un día antes de que se la llevaran.
- ¿Perdón?- interrumpió el muchacho.- ¿A donde debían llevarla?
- A California. El señor Lopez nos pidió que la transfiriéramos a California y que allí se encargarían de ella.
- ¿Qué edad tenia?- esta vez fue Rachel quien tomó la foto entre sus manos y la observó.
- Tres años señorita. Era una niña preciosa, amable y cariñosa.
- ¿Sabe algo mas sobre ella?
- Por órdenes del señor no puedo saber dónde la transfirieron luego, sólo sé que debían hacerlo al finalizar cada año, siempre a un lugar diferente hasta que alguien la adoptara. Aunque lo cierto es que nadie iba a hacerlo, ella no tenía papeles ni actas legales.
- ¿Entonces como realizan las transferencias?- preguntó Noah.
- Con lo poco que contiene esa carpeta y el dinero proporcionado por el señor Lopez a lo largo de los años ha sido suficiente. No puedo hacer más por ustedes, lo siento.
- Ha sido muy útil.- agradeció Rachel.- El detective Puckerman y yo debemos irnos, y nos llevaremos los archivos de la niña.- los tomó de la mesa.- Gracias.
Ambos marcharon de nuevo al auto, pero esta vez en total silencio. Noah llegó a la casa y se encargó de comunicar a Quinn sobre lo ocurrido, mientras Rachel leía la ficha de la niña y las órdenes que había dejado por escrito el señor Lopez. Notó que a su compañero las cosas le habían tocado más personalmente y entendía perfectamente eso, aunque sabía que no era lo mejor. Lo dejó solo sin embargo, y ella se encargó de notificar a todo el resto del equipo para que hicieran averiguaciones desde allí para trabajar en eso apenas regresara a nueva york.

En la ciudad, entrada la noche, Santana ya se había duchado y estaba viendo televisión. Su cena se había basado en verduras y un poco de carne, acompañado por jugo de naranja.
Cuando el programa terminó, levantó las cosas de la mesa y las llevó a la cocina para lavarlas en la mañana siguiente. Antes de subir a su cuarto, se sorprendió de que alguien la llamara a esa hora desde un número desconocido y supuso que era Quinn desde la oficina.
- ¿Tanto me extrañas?- dijo al atender.
- De hecho no habría por qué.- respondió una voz familiar pero sin dudas no se trataba de su amiga.- Habla Brittany, ¿esperabas la llamada de alguien mas?
- Por Dios, lo siento.- sintió que sus mejillas tomaban color rápidamente.- Pensé que era alguien más, lo siento. No esperaba en verdad que llamaras
- Es que estoy muy sola y asustada en esta enorme y no tan amable ciudad y pensé que quizás podías ayudarme.
- ¿Paso algo?
- Bueno, una de las ruedas de mi auto se pinchó y no encuentro alguien que pueda ayudarme a cambiarla. Y tampoco encontré hospedaje por lo que el parque parece un lugar interesante para pasar la noche.
- No has tenido suerte. ¿En qué puedo ayudar?
- Ya lo estás haciendo. Sólo necesitaba saber que alguien escuchaba y compartía mis desgracias.- hizo que la otra riera.
- ¿Quieres compañía? Estoy cerca del parque.
- No te molestes, seguramente tendrás cosas que hacer mañana.
- No, en realidad no.- pensó que no tenía ni idea de lo poco que hacía, tanto que ir hasta el parque podía considerarse una actividad extraordinaria.- Te veo en diez minutos en el mismo lugar de hoy, ¿te parece?
- Está bien.- colgó y la otra sonrío otra vez.
Ni siquiera tuvo que pensarlo, y tomó un abrigo antes de salir por segunda vez en el día. Brittany era una desconocida que la hacía sentir muy bien, sólo estaba por devolver el favor. Llegó al lugar y la vio sentada en el capó de su auto.

- Noche fresca para quedarse en el parque, ¿no crees?- bromeó un poco.
- Como si fuera mi elección. No tenías que venir.
- Tampoco tenía algo para hacer, así que no hay ningún inconveniente.- se apoyó también sobre el capó con los brazos cruzados.
- Tengo aproximadamente 7 hs hasta que la inmobiliaria abra, y poder regresar a casa.
- Será una larga noche entonces. Fui inteligente al traer abrigo.
- Oh, no...- dijo la rubia.- No te permitiré que te quedes aquí conmigo. Ni siquiera me conoces.
- Sé que te llamas Brittany, eres psicóloga y asesora pedagógica en un hogar. Vives en Massachusetts y tienes tres hermanos. Te conozco más de lo que tú a mí.
- Buen punto. ¿Y en base a eso sólo te quedarás?
- Sí, ¿tienes algún problema con eso?
- Ninguno en realidad. Sólo me sorprende.
- Y lo dice quien pidió mi número diez minutos luego de conocerme...
- Ok, tienes razón. Quizás podamos conocernos más esta noche.
- Damos por hecho que me quedaré.- sonrió victoriosa.- Adelante, tú empiezas.
- Una y una. ¿De acuerdo? Como un juego.- Santana rió levemente.- Empiezo yo. Tengo 26 años y mi cumpleaños es el 3 de marzo.
- 27 y cumplo años en diciembre, 13. Me toca. Um... ¿Algo relevante de mí?
- Lo que sea.
- Colecciono imanes.
- ¡Eso es ridículo!- rió fuerte y contagió a la otra.
- Ya, ya. Te toca.
- Dudo que sea algo tan ridículo pero, me gustan las piedras de colores. Espera, esto es muy tonto.- ambas rieron mirando el frente.- Bueno, soy lesbiana.- dijo al fin y la otra la miró sorprendida.
- Yo también.- confesó y sonrió relajada. Empezaba a sentirse muy cómoda con su compañía.
- Genial.-comentó y compartió ese sentimiento de comodidad frente a una completa desconocida.
Hablaron a lo largo de dos horas desde las cosas más tontas, a las que eran un poco mas serias. Y luego Brittany hizo alusión a un tema muy personal.
- Quedé a cargo de mis hermanos luego de que mamá muriera hace dos años atrás. Luchaba contra el cáncer y la tristeza de perder a papá.- Santana la miraba algo triste.- Fue una guerrera ¿sabes? Antes de irse me dijo: cuida lo que papá y yo mas amamos en el mundo, me voy a reencontrar con él para cuidarlos desde otro lugar. Sé que lo hacen.- sonrió y miró unos segundos al cielo.- ¿Y tus padres?
- Murieron en un accidente hace un par de años.
- Lo siento.
- Oh, no... No perdí nada.- dijo sin rodeos.- Me dolió por supuesto pero no los veía hace diez años. Todo luego de su muerte fue difícil, pero eso no viene al caso.
- Y ahora ¿cómo te sientes con respecto a eso?
- Confundida, siempre. Pero sé que lo superare.
- Y...- buscaba cambiar de tema.- ¿Tienes novia?
- No, no tengo novia.- respondió.- ¿Tú?
- Tampoco. La única mujer en mi vida es Annie.
- Tu hermanita ¿cierto?
- Si. No hay muchas más personas en mi vida, salvo Emma la dueña del hogar, y los niños que llegan cada año.
- En mi caso sólo tengo a mi mejor amiga y mi primo.
- Afortunadas personas...
- Si tú lo dices.- miró su reloj.- Qué me dices, ahora quedan tres horas.
- Gracias por la compañía.- la miró por primera vez a los ojos y sonrió.
- En realidad no sabes cuánto debo agradecerte yo. A propósito, ¿cuando se vendrían tú y tus hermanos?
- En tres meses aproximadamente.
- Verano en la ciudad. Será agradable otra charla como esta.
- Es una promesa.- le guiñó un ojo y se quedaron en silencio por un rato.
De cosas locas que podían pasarle a sus vidas, estar sentadas sobre el capó de un auto con una persona casi desconocida, era lo menos probable. Sin embargo lo disfrutaron y pensaron que quizás luego de tres meses, podrían llegar a ser buenas amigas. Cada una tenía una historia esperando por contar, pero la guardaron para la siguiente vez. La excusa perfecta para volver a encontrarse.



Próxima actualización: MIERCOLES! (quizás maratón)

Al fin salio Brittan no me digas que annie es la hija de san porque se va a poner bueno notara britt el parecido buen si es la hija de san hasta el miercoles

Yeih!!! espero que si pongas maratón Ahora que ya apareció britt quiero ver como se van a ir conociendo más y más jajaja (igual que en ese parque) Saludines! hasta pronto

Hola!! Escribiste la palabra mágica MARATÓN!!!!!!
Britt apareció y Annie sera alguien muyyyyyyy cercana a San???
Esto se pone muy bueno!!!
Saludos

bueno las cosas van mejorando, solo desearia que rachel no se sintiera atraida por puck y que quinn fuese mas valiente, pero en fin es tu historia, solo son mis deseos ocultos, hasta pronto

Heya Morrivera escribió:Al fin salio Brittan no me digas que annie es la hija de san porque se va a poner bueno notara britt el parecido buen si es la hija de san hasta el miercoles

ANNIE HIJA DE SAN???! Conclusiones rápidas no te parece? Jajaja Igual me encanta que te emociones, eso me da mas motivos para hacerlas sufrir.
Espero que sigas por aqui mientras se va descubriendo quien es su hija. Saludos!

Dolomiti escribió:Yeih!!! espero que si  pongas maratón  Ahora que ya apareció britt  quiero ver como se van a ir conociendo más y más jajaja (igual que en ese parque)  Saludines! hasta pronto

Voy a tratar que la historia con Britt sea muy interesante. Saludos! Y sí, hay maratón.

monica.santander escribió:Hola!! Escribiste la palabra mágica MARATÓN!!!!!!
Britt apareció y Annie sera alguien muyyyyyyy cercana a San???
Esto se pone muy bueno!!!
Saludos

Asi que MARATON era la palabra mágica... Annie alguien importante para San? No lo sé, por ahora tiene que conocer a Brittany.
Me alegra que te guste! Saludos.

micky morales escribió:bueno las cosas van mejorando, solo desearia que rachel no se sintiera atraida por puck y que quinn fuese mas valiente, pero en fin es tu historia, solo son mis deseos ocultos, hasta pronto

Escribi esta historia hace mucho tiempo, y la trama de Quinn por ahora tiene ese sentido. Lamento que no te guste :( Pero creo que por lo menos ahora esto será así.
Hasta pronto!

Capítulo 6.
- ¡Noah!- Santana corrió a abrazarlo luego de que él llegara a casa el lunes por la noche.- Debo admitir que te extrañé.
- Yo también.
- ¿Estas cansado?- tomó su mochila y le dejó sobre el sofá.
- Sí, demasiado. ¿Cómo fueron estos días?
- Demasiado bien debo decir. Quinn y yo pasamos lindos ratos juntas, me divertí y también fui a correr al parque con Buddy.
- ¡Genial! Hiciste lo que sugerí. Me alegra.
- ¿A ustedes como les fue?
- Bastante bien, aunque esperábamos algo mas. Podré contarte con más detalles luego.
- ¿Y el tiempo con Rachel?
- Normal, ya sabes. Somos compañeros y compartimos una investigación juntos, fue una linda experiencia.
- Yo conocí a alguien...- le dijo algo nerviosa.- Es decir, no hablo de intereses amorosos como seguramente pensarás. Una muchacha de Massachusetts, muy agradable y simpática.
- ¿Y cómo la conociste? ¿Qué hacía por aquí?
- Pues fue en el parque. Me preguntó sobre una dirección y luego sólo intercambiamos números de teléfono, me llamó por la noche porque no consiguió hospedaje y pasé la noche con ella en el parque.
- Espera... ¿Estuviste mas de diez minutos fuera de esta casa y con una chica que apenas conocías?- se sorprendió.- Es linda ¿cierto?
- Fueron como ocho horas.
- Asombroso.
- Y sí, es linda.
- Invítala otra vez, te hará bien el contacto con otras personas.
- Está de regreso en Massachusetts ahora. No vendrá hasta dentro de tres meses.
- Al menos habrá reencuentro. ¿Tienes su número?
- Sí, por supuesto.
- No dejes de estar en contacto con ella. Quizás cambie algo, o quizás no. No lo sabremos hasta intentarlo.
- No soy un experimento Noah. Sólo quiero una cosa y lo sabes.
- Lo sé, y también sé que vamos a encontrarla. Te lo prometo.- la miró sonriente y comprendió que ahora sí estaba un paso más cerca.
- Deberías ir a dormir. ¿Tienes trabajo mañana?
- Nos dieron el día, pero de todas formas iré a ver a Quinn por algunos asuntos pendientes, así que no estaré en la mañana.
- Está bien. Me voy a dormir, que tengas dulces sueños.
- Espera. ¿Te molesta si invito a Rachel mañana a almorzar?
- No, no me molesta. ¿Quieres que cocine algo en especial?
- Lo que quieras. No exijo nada. Gracias Santana. Ahora sí, ve a dormir. Te quiero mucho.
- Yo también.- subió las escaleras y lo dejó solo para que descansara.

Al día siguiente, el chico llegó a su lugar de trabajo y rápidamente buscó a Quinn, quien lo recibió con gran sorpresa.
- No tenías que venir hoy Noah, debes sentirte muy cansado.
- Lo sé, sólo necesitaba hablarte sobre algunas cosas del caso.
- Siéntate por favor.- el muchacho obedeció.- A propósito de eso, quería felicitarte por tu intuición y gran ayuda. Esto es un avance enorme para algo que parecía no tener rumbo. Estoy muy orgullosa de que formes parte de este equipo.
- Gracias en verdad. Sólo hago mi trabajo. De todas formas, la detective Berry fue muy buena compañera. Trató cada momento con inteligencia y tranquilidad.
- Ella recibirá mis felicitaciones también. Ahora dime, ¿de qué querías hablar?
- Estuve pensando sobre las formas en que podamos hacer este trabajo más fácil, y visto que nuestro siguiente paso está posiblemente en California, pensé qué podríamos establecer contactos telefónicos o vía Internet. Sé que será más difícil y de proceso lento, pero tampoco podemos seguir viajando. Además, anoche estuve leyendo la carta que López dejó y creo que incluso podría tratarse de un engaño sobre el destino de la niña.
- Tengo la copia que enviaron, y estuve también pensando en esa posibilidad. Es decir, creo que California sí es correcto, pero de allí nada es seguro. La niña podría estar en cualquier lugar.
- A menos que fuera adoptada.- dijo con seguridad.
- ¿Cómo?
- Si la niña fue adoptada directamente desde California, tendremos a la familia automáticamente y el lugar de residencia.
- Y sabes que eso sería también una gran complicación, ¿cierto? - preguntó más por el lado personal.- ¿Sabes lo que eso significaría?
- Claro que lo sé. Pero es la única oportunidad de encontrarla.
- Te propongo algo. Rachel y tú se encargarán estas dos semanas sólo de esto. Llamaré a un detective para acompañar a St. James en los demás. ¿Te parece?
- Sí, me parece bien. Trabajaremos duro por esto, prometo que así será.
- No tengo ninguna duda de que lo harán.
- Una cosa más, ¿Santana puede saberlo?
- Por protocolo debo decírselo yo. La citaré a la oficina esta misma tarde. De todas formas quiero que guardemos en secreto la foto de la niña, al menos por ahora. ¿Tú la tienes?
- Sí, está con los demás papeles.
- Que quede allí. No creo que sea lo mejor por ahora.
- Te entiendo y estoy de acuerdo. Gracias entonces, me voy y te dejo trabajar.
- Gracias a ti Noah. Un honor trabajar contigo. Hasta mañana.- lo despidió.
Él marchó en busca de Rachel y la llevó a su casa, donde Santana los esperaba con la comida lista.
A la morena le agradaba mucho la relación que tenía su primo con Rachel, pero no podía evitar pensar en Quinn y en lo mucho que eso le dolería. La muchacha era agradable y muy educada, además de inteligente y divertida. Es cierto, no había forma de no encariñarse rápido con ella, y entendía a Noah. Luego de almorzar, y dejar la cocina en orden, se fue a su habitación para dejarlos solos. Quinn ya la había citado a la oficina, y estaba ansiosa porque sabía que eso significaba algo para el caso.
Mientras esperaba la hora pactada, recibió un mensaje a su móvil.
'Estaba caminando por Massachusetts cuando vi un golden retriever y recordé al pequeñín que te acompañaba. Espero que estés bien! :)'- B.
Sonrió y trató ilusamente de no parecer una tonta. Tomó el teléfono y se lo llevó con ella hasta el balcón de su habitación, dónde se sentó junto al perrito y tomó una foto con él para enviarla.
'Así estamos, disfrutando del día en Nueva York. Cómo estás?'- S.
No sabía exactamente cómo sentirse sobre ella, pero estar en contacto con alguien que la hacía sentir bien era agradable. Esta vez estuvo pendiente de que el celular sonara, y no tardó mucho en hacerlo.
'Que lindos se ven! Por aquí todo bien. Mis hermanos quisieron salir así que estoy sola y tranquila.'- B.
Santana no supo que responder, y dejó de lado el móvil para jugar con Buddy. La hora de ir a ver a Quinn estaba muy cerca y decidió salir de la casa un rato antes. Bajó las escaleras y vio que Rachel estaba en la sala leyendo unos papeles.
- Perdón por interrumpirte.- le dijo.- Pero, ¿donde está Noah?
- Dijo que su padre quería hablar con él. Lleva unos veinte minutos al teléfono.
- ¿Podrías decirle que me fui? Quinn me llamó.
- Está bien, se lo diré.- respondió agradable.- Suerte.
- Gracias.- sonrió a causa de la ansiedad que llevaba.- Hasta pronto.

Santana salió y unos minutos después, Noah regresó a la sala con su compañera, quien esta vez además de leer los papeles, consultaba algunas cosas en el ordenador.
- ¿Mi prima salió?- preguntó el chico y se sentó a su lado.
- Sí, me dijo que te avisara que está en la oficina de Quinn. Se la veía muy ansiosa.
- Por muy pequeño que sea, para ella esto será un avance.
- Pues tengo algunas cosas más.
- Muéstrame.- se acercó aún más a ella, y miró todas las cosas que tenía sobre la mesa.
- Estuve averiguando sobre la cantidad de posibles lugares donde se pudo realizar la transferencia de la niña. En California tenemos al menos 73. Tengo las formas de contacto de cada uno de ellos y pienso que lo mejor es enviar cartas formales, con sello y firma de la oficina, es más seguro para quienes nos leen.
- Pero tardarían mucho más.
- Hemos esperado tanto, aún podemos seguir esperando y hacer las cosas bien. ¿Qué piensas?
- Que eres muy inteligente, y que tienes razón.
- Voy a redactar la carta y esta misma noche se la alcanzaré a Quinn para que la apruebe, firme y sean enviadas en lo posible mañana.
- Y luego esperar.- suspiró y la miró.
- En realidad me gustaría tratar la otra parte del caso de tu prima.
- Sabes que ella pidió que no lo hiciéramos.
- ¿Qué clase de policía o detective eres si dejas las cosas sin esclarecer? Es grave Noah.
- Lo sé, pero respeto la decisión del cliente.
- ¿No hay forma de convencerla? Ella tiene toda la información que necesitamos para atraparlo.
- Quizás ella no quiere que lo hagamos. Es muy delicado lo que le pasó, no voy a dejarla que lo recuerde y vuelva a sufrir por ello.
- Te entiendo. Lo siento, solo pensé que...
- Está bien.- la interrumpió.- No me molesta, sé que ves las cosas desde la justicia. Yo veo a una persona que amo demasiado, abrir las heridas una y otra vez. Santana ha hecho un avance asombroso desde que llegué, y eso es algo que me alegra mucho. Para otros debe parecer leve o estúpido, pero que ella quiera salir de casa es algo grande para mí. Sólo quiero que ella recupere un poco la vida que se merece.
- Lo hará. Trabajaremos día y noche para que ella salga de todo esto. Es una promesa y un compromiso también de mi parte.
- Te lo agradezco. Ahora, ¿quieres hacer algo?
- De hecho sí. Me gustaría ver una foto de tus padres. Me hablaste tanto de ellos que quiero saber cómo son.
- Espera, voy a buscarlas.- le dijo y no tardó demasiado en ir a su cuarto y traer una pequeña caja.- Aquí tengo algunas fotos.- tomó su lugar anterior y empezó a mostrárselas.
- Eras un niño muy serio.- vio algunas de las fotos de su infancia donde pocas veces sonreía.
- No me gustaban las fotos de hecho. Mira ésta, aquí están mis padres.- era una foto reciente de los tres, donde solo se veían sus rostros. Era perfecta para apreciar los rasgos.
- Tu mamá es una mujer hermosa.
- A quién crees que salí tan apuesto.- presumió.
- De hecho, te pareces mucho a ella. Aunque tienes los ojos de tu padre.
- Y todas sus actitudes también. Me gustan prácticamente las mismas cosas que a él, aunque de mamá tengo otras.
- Deben ser padres asombrosos.- siguió mirando las fotos.
- Lo son. Algún día quizás puedan venir a visitarme.
- Y haremos una cena para recibirlos.
- Eso suena asombroso.- sonrió y clavó su mirada en ella.
- No me mires Noah, me pone incómoda.- le dijo sin levantar la vista de las fotos y algo sonrojada.
- Lo siento.- se disculpó y rió leve antes de mirar las fotos.
- Quiero saber algo de ti.- esta vez fue ella quien dejó de lado las fotos y lo miró.- Estas en todo tu derecho de responderme o no.
- Adelante.
- ¿Cuantas novias tuviste?
- ¿Y eso?- se sorprendió.
- Una duda, sólo eso. En realidad tiene un fin, pero eso no viene al caso hasta que respondas.
- Estratégica...- pensó. -Dos.- respondió.- Dos novias.
- No te creo.
- Es cierto, sólo tuve dos novias. Una fue algo pasajero en la secundaria, y la otra fue en la Universidad, una novia de tres años. Fue una relación hermosa, ella era una chica muy buena, le gustaba estar en familia y tenia excelente relación con mis padres.
- ¿Por qué no funcionó?
- Porque al final pensábamos diferente sobre algo importante.- esperaba que Rachel se interesara en eso, pero ella sólo hizo silencio.- Ella no quería casarse ni tener hijos.
- ¿Tú querías casarte con ella?
- Claro, se lo propuse y no aceptó. Pensaba diferente sobre formar una familia, así que no funcionó. Esto paso hace dos años.
- Es decir que quieres más que nada en el mundo tener una familia.
- Tú lo dijiste. Ahora me dirás cuál era el propósito.
- Saber qué tipo de mujeres quieres.
- Alguien como tú.- dijo sin rodeos.- En el hipotético caso de que seas la última mujer en el mundo.- Rachel lo golpeó suave y ambos rieron.
- Creo que es hora de regresar a casa.
- ¿Quieres que te lleve? Déjame buscar las llaves del auto.
- Está bien, puedo ir sola. Además debo buscar unas cosas en casa de Jesse.- se levantó de su lugar y Noah la acompañó a la puerta.
- Te veré mañana entonces. Avísame cómo te va con Quinn esta noche.
- Te llamaré cuando termine.
- Cuídate, y avísame cuando llegues.- no sabía cómo despedirla, y ella tomó la iniciativa besándolo en la mejilla.
- El próximo almuerzo será en casa. Hasta mañana Noah.
El chico quedó mirándola hasta que desapareció de su vista, y entró a la casa, acomodó un poco la sala y buscó a Buddy para sacarlo a pasear hasta que Santana regresara.

En la oficina, la morena y su amiga estaban hablando de la rubia de Massachusetts, hasta que Quinn tomó la iniciativa de hablar sobre lo que realmente debían.
- Sabrás que te cité aquí por algo referido al caso.
- Y no sabes lo mucho que eso me importa. ¿Hay algún avance?
- De hecho sí. El viaje que Noah y Rachel hicieron el fin de semana era referido a ello. Descubrieron algunas cosas muy relevantes al caso, pero quiero ser cuidadosa al decirlo.
- Quinn, me han lastimado muchísimo, cualquier cosa es pequeña al lado de todo eso. Dime todo, sin filtros.
- Tu hija fue entregada por tu papá en un comedor en las afueras del estado de Nueva York. Ella estuvo allí por tres años pero luego fue llevada a California. Tu padre pidió que cada año la transfirieran a nuevos lugares, y estaba todo arreglado para que nadie pudiera encontrarla.
- No puedo creerlo, en verdad él pudo ser peor de lo que yo pensaba. ¿Pero saben algo más sobre ella? ¿Su nombre, cómo era?
- Son algunas cosas que por seguridad no puedo proporcionarte. Sabemos que ella fue una niña muy cariñosa y divertida. Además ahora Noah y Rachel trabajarán específicamente en tu caso, buscándola.
- ¿Qué porcentaje de posibilidades tengo?
- Hay dos opciones. Si ella fue transferida directo de California, habrá que hacer muchas averiguaciones. Y si ella fue adoptada, bueno...
- Entiendo.- interrumpió.- Es más fácil encontrarla con una familia e identidad.
- Sí, pero entenderás que es complicado ya que si tiene una familia es muy probable que pertenezca legalmente a ellos, y no podremos sacarla de allí.
- Quinn, más que nada en el mundo quiero verla, abrazarla y saber que está bien. Nada más.
- Entonces trabajaremos, con más fuerzas ahora. Quiero que esto te de mucha confianza, muchas ganas de seguir. Porque la encontraremos, lo sabes ¿cierto?
- Sí, lo sé.- estaba sonriendo.- Gracias por todo tu trabajo.
- Agradece a tu primo que tiene mucha intuición, y Rachel mucha inteligencia. Son los mejores y por eso se encargarán de tu caso.
- Respecto a eso... Rachel estuvo en casa ahora. Fue a almorzar con nosotros hoy.
- Que bien...- respondió irónicamente.
- Ella y Noah tienen una linda relación. Quiero que lo sepas, y vayas haciéndote la idea de lo que pasará entre ellos.
- No pasa nada entre ellos. Y si llegara a pasar, no es problema mío.
- No te niegues a lo que sientes por ella, no es tarde aún. Me voy, quiero llegar a casa temprano.- se levantó y se marchó, no sin antes darle un abrazo.
De alguna forma odiaba lo que se refería a su padre, pero la idea de tener cerca a su hija la mantuvo con fuerzas siempre, y ahora mucho más. ¿Y si la adoptaron? ¿Estaría bien? ¿Sería feliz? Eso significaba que no podría traerla consigo, y quizás ahí sus planes estaban muy lejos de lo que alguna vez pensó. Sacar conclusiones era muy apresurado, así que se aferró a la esperanza de tenerla junto a ella algún día. Pasó por el mismo lugar en el que había estado con Brittany aquella noche y sonrió. La vida empezaba a tener un poquito más de motivos para ser feliz, o al menos por ese momento.

Capítulo 7.
Esa misma noche, antes de que Quinn se marchara, Rachel llegó con la carta a la oficina.
- ¿Puedo?- le preguntó desde la puerta como acostumbraba.
-Adelante. ¿Qué haces aquí?
- Necesito pedirte algo urgente.
- Dime.- se sentaron frente a frente separadas por el escritorio.
- Escribí una carta para enviar a los orfanatos y comedores de California. Quería que la revisaras y me dieras la autorización para enviarla, con tu firma por supuesto y el sello de la unidad.
- Claro.- ni se tomó la molestia de leerla, y firmó para a continuación poner el sello.
- Pero no la leíste.
- Trabajo contigo hace varios años Rachel, sé que esta carta está perfectamente redactada y es profesional. Toma.- se la alcanzó y sonrió.
- Gracias entonces. Esta misma noche me encargaré de hacer las copias y enviarlas por correo en la mañana.
- ¿Cómo vas con eso?
- Por ahora es todo lo que tenemos, pero estoy segura de que sabremos más.
- ¿Que tal el viaje?
- Tranquilo, bastante productivo y ya sabes, excelente a nivel investigación.
- ¿Y Noah?
- Es un buen compañero, nuestras aptitudes para estas cosas se complementan y eso es genial porque se logra un equipo de trabajo agradable.
- Veo que se llevan muy bien...- eso último lo dijo casi en modo irónico.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Bueno, son detectives y no es muy conveniente esa relación tan cercana.
- ¿Desde cuándo?- empezaba a molestarse.- Se supone que entre compañeros debería existir una relación de camaradería y confianza, ¿no?
- Lo tuyo con Noah es más que eso...
- No seríamos los primeros ni los últimos.
- ¿Estás admitiendo que pasa algo entre ustedes?
- Estoy diciendo que claramente te molesta esto y no tienes el suficiente valor para decirlo directamente.
- Sólo quiero un equipo profesional, es todo.
- Me gustabas, ¿sabes? Estaba enamorándome de ti, pero no puedo seguir toda mi vida esperando a que tu trabajo deje de ser lo mas importante.
- Te dejé en claro que sólo somos amigas.
- ¿Y esta escena por qué? ¿Es necesario hacerme sentir de esta forma? Si para ti está tan claro que somos amigas y que eso es todo lo que seremos, ¿por qué reclamas esto? No me digas que influye en el caso ni cosas así, porque no te creo.
- Porque no puedo entender que tengas esta relación con alguien que conoces hace unos días.
- Así se empieza, desde abajo. Nadie ve a una persona por primera vez y la conoce de inmediato, hay un proceso. Y en todo este pequeño proceso, me siento bien con él. ¿Ves esa foto? - le señaló la que tenía en su escritorio.- Fue la noche mas maravillosa de mi vida. Ilusamente creí que entre tú y yo podría existir algo lindo, algo que nos daría mucha felicidad. Tú no quisiste que eso pasara, y lamento decirte que quiero ser feliz. Y no te preocupes, Noah y yo somos muy profesionales.- tomó la carta y se marchó enojada.
Los días en la unidad pasaron tensos y muy incómodos. Todos notaban el trato entre Quinn y Rachel, pero nadie mencionó algo al respecto.

El viernes por la noche, Noah y Jesse habían quedado en cubrir a algunos de sus compañeros y estaban a punto de terminar su horario.
- Fue una semana muy rara.- comentó St. James.
- Noté algo de tensión.
- Entre Fabray y Rachel, ¿no?
- Sí, aunque no sé si habría motivos.
- Rachel no me contó nada, pero por aquí se rumorea que fue una pelea por celos.
- ¿Celos?- eso lo tomó por sorpresa.
- Bueno, está muy claro que entre ellas pasa algo, o pasó algo alguna vez. Al parecer viene por ahí.
- ¿Entre ellas? No lo creo.
- Mira, sé mucho más de Rachel de lo que tú crees. Y sé cuando ella me oculta algo. ¿Por qué ocultaría algo así?- más que una pregunta fue una reflexión.- Para no perjudicar esta relación de jefa-detective que tienen. Además es obvio que entre tú y ella pasa algo, quizás eso le molesta a la jefa.
- No lo sé...- dudó.
- Vamos, ya podemos ir a casa.

A Noah muchas cosas no le quedaban muy claras, pero otras sí. La actitud de Santana respecto a su relación con Rachel era lo que encajaba perfectamente en todo el planteo que Jesse le había hecho y estaba decidido en preguntárselo
.
Por su lado, Santana estaba leyendo un libro sobre su cama, mientras de fondo sonaba algo de música suave. A pesar de que la semana había empezado bien para ella, esos últimos días habían sido difíciles y estuvo a punto de caer otra vez en esos pozos depresivos sin salida aparente. El libro que estaba leyendo era una especie de escapatoria para todos sus sentimientos, aunque en realidad se sentía sola e incomprendida. Sabía que si llamaba a Quinn, ésta la escucharía y aconsejaría sin problemas, pero no quería sumarle otra cosa para preocuparse.
En una melodía conocida, su móvil anunció un mensaje.
'Hola amiga de Nueva York! Cómo estás? Acabo de encontrar un imán en forma de pato, sirve a tu colección?'- B.
'Hola chica Massachusetts! Las cosas por aquí podrían estar mejor, pero quizás sólo sean estos días. Claro que sirve a mi colección :)'- S.
No tardó mucho más hasta que Brittany llamó desde el otro lado.
- No podía seguir con los mensajes sabiendo que tus días no han sido de los mejores.- le dijo y Santana sonrió.- ¿Te gustaría contarme?
- Es muy largo y son cosas que se cuentan a la luz de la luna, sentadas al lado de una pequeña fogata.
- Mmm... Esas son las mejores conversaciones que pueden existir. Quizás entonces podamos hacerlo algún día. De todas formas, ¿hay algo que yo pueda hacer?
- Tu mención del pato ya lo hizo.
- Eso fue un honor. ¿Quieres ver una película?
- ¿Qué?- se rió.- Estamos muy lejos ¿no crees?
- Tienes televisión, ¿cierto?
- Claro...-asintió dudosa.
- Enciéndela y busca el número 45 en la grilla.
- No sabes si es lo mismo.
- Tú sólo hazlo.
- Está bien, espera.- buscó el control remoto y lo hizo.- Ahora sí.
- Está empezando una de las mejores películas que he visto así que podríamos verla juntas.
- “El pianista”, ¿cierto?
- ¿Ves? Estamos viendo lo mismo. ¿Prometes no quedarte dormida?
- Lo prometo. ¿Piensas quedarte al teléfono toda la película?
- No te preocupes, esto no cuesta nada. Háblame si quieres, comenta la película o lo que quieras. Quedarte en silencio también es válido, solo no cuelgues.
- Está bien, me quedaré aquí.
Vieron la película comentando lo justo y necesario. Noah había llegado pero al verla ocupada prefirió dejarla. Para cuando terminó ya era muy tarde y ambas estaban cansadas.
- Fue agradable compartir mi película favorita contigo.- comentó Brittany.
- Fue un honor. Cuando gustes me lo dices y lo hacemos otra vez.
- Ahora debería dormir.
- Sí, yo igual.
- Duerme bien entonces. Y recuerda que cada día te da una oportunidad para cambiar de actitud. Y si no lo logras, al menos agradece estar viva y saber que en algún momento las cosas serán mejores.
- Gracias Britt...- se sorprendió de sus palabras.
- Hace mucho nadie me llama así.
- Oh, lo siento.
- No te preocupes, me gusta. Hasta mañana, dulces sueños.
- Dulces sueños.- colgó sin muchas ganas de terminar esa conversación.
Se encontró otra vez pronunciando suavemente su nombre como si tratara de encontrar en esa palabra cierta magia que la hiciera sentirse tan extraordinariamente bien.
Por la mañana las cosas no fueron diferentes. Despertó con esa inevitable sonrisa en su rostro, y vio que Noah ya estaba listo para ir a correr.
- Buen día prima.- le dijo.- ¿Con quien hablabas anoche?
- Con la chica de la que te hablé. Brittany es su nombre.
- Genial. Te ves muy animada hoy.
- Tú ves en mí lo que te conviene.- se sirvió café y se sentó frente a él.
- Quiero hacerte una pregunta.
- Hazlo.
- Tú no querías que me enamore de Rachel por Quinn, ¿cierto?- ella se sorprendió.
- ¿Quien te dijo eso?
- Hay rumores, ya sabes cómo es esto. Pero respóndeme, ¿Quinn está enamorada de ella?
- No es algo que yo deba contarte Noah. Corresponde a Quinn o Rachel contarte esas cosas.
- Sí, lo sé. Solo dime si es por eso...
- No veo en qué cambiaría lo que sientes por Rachel.
- No es eso, es otra cosa. Dímelo por favor.
- Sí, era por Quinn.-confeso.- Pero no vayas con el chisme, esto es parte del pasado.
- No lo es y lo sabes bien.
- Noah... ¿Te estás enamorando de ella?
- No lo sé, hablar de eso es demasiado pronto. Me gusta y me siento bien con ella pero ahora todo es confuso.
- No te confundas. Lo de Quinn y Rachel no es nada, y creo que a ella le pasa lo mismo contigo.- justo en ese momento el móvil de Noah recibía la llamada de Rachel.
- Hola.- atendió él.- ¿Cómo estás?
- Bien, ¿y tú?
- Excelente. Preparado para salir a correr.
- Quería preguntarte algo.
- Dime.
- ¿Tienes planes mañana?
- ¿Mañana?- Santana lo miró.- Planeaba hacer algo con mi prima...- la morena negó rotundamente para que él aceptara a Rachel.- Pero creo que ella no estará.- mintió.
- Mi familia se junta para festejar el aniversario de bodas de mis padres. Es una celebración informal, con juegos y competencias. Como un día de campo. Y pensaba que quizás podrías acompañarme.
- Eso suena divertido... Claro, sólo dime la hora y paso a buscarte.
- Es por la mañana, ven antes de la hora del almuerzo así llegamos y evitamos sermones de mamá.
- Está bien. Gracias por la invitación.
- Gracias por aceptarla. Nos vemos mañana entonces.
- Hasta mañana.
- ¿Y?- preguntó Santana cuando él finalizó la llamada.
- Me invitó al aniversario de casados de sus padres, mañana por la mañana.
- Eso es una relación tan profesional...- ironizó.- Entre ustedes hay algo más y todos lo sabemos. Oh, espera, ustedes no...
- Santana basta. ¿No te molesta quedarte sola?
- He pasado los últimos años así. Además tengo a Buddy y a Quinn, prometió que pasaríamos tiempo juntas así que quizás la visite. No te preocupes por mí, estaré muy bien.
- ¿Crees que Rachel...?
- Sí, Noah.- respondió sin esperar a que terminara.- Definitivamente.

Por su lado, a unas horas de allí, en Massachusetts, una rubia estaba terminando de arreglarse para salir al hogar de niños que visitaba dos o tres veces a la semana. Ese día su hermano Michael se haría cargo de la pequeña para que ella pudiera salir tranquila.
En un Audi negro, con la parte trasera llena de cajas, partió al lugar. Fue recibida con abrazos, besos y muchas sonrisas. Típico de esos niños que agradecían los servicios que la rubia les brindaba. Una mujer se acercó para ayudarla a llevar todas las cajas al interior del gran edificio que después de muchos años habían logrado tener.

- ¿Como han estado los niños, Emma?- preguntó a la mujer.
- Bien, algo tristes por la salida de Julia, pero felices porque se incorporaron dos pequeños más. ¿Qué traes aquí?
- Frazadas, ropa, artículos de limpieza y juguetes. Son algunas donaciones que mis hermanos recibieron en el show a beneficio que hicieron el miércoles.- dejaron cuatro cajas en el suelo y fueron a buscar más.- ¿Dos niños más?
- Sí, y ya tenemos cubierta la cantidad. Al menos por ahora no podremos recibir más.
- Lo sé, estuve pensando en eso. De todas formas ciento sesenta niños a salvo están bien para un proyecto que empezó hace sólo cinco años.
- Tu ayuda ha sido enorme, no sabemos cómo será este lugar cuando te vayas.- habían llegado al auto y cargaron las últimas cuatro cajas que quedaban.
- Voy a regresar cada vez que pueda, y además la chica que va reemplazarme es asombrosa. Estuve hablando con ella para familiarizarla con el lugar, y estoy segura que mi ausencia apenas se notará. Además la ayuda económica siempre estará, por eso no deben preocuparse. Tengo una obligación y un deber aquí.
- ¿Y cómo van los preparativos para la mudanza?
- Conseguimos una casa preciosa, me enviaron las fotografías anoche. Lo bueno es que no estaremos muy cerca de la locura de la gran ciudad, y tampoco tan alejados. Es un punto bastante agradable.
- ¿Y tu trabajo?
-Me voy con recomendaciones de todo tipo, y la casa también tiene un lugar para poner mi consultorio.
- Todo está hecho entonces.
- Sí, y si tenemos suerte, cerramos el contrato en dos semanas. Así que posiblemente en un mes ya me encuentre en nuevas tierras.
- Mucho antes de lo planeado.
- Será difícil dejar todo esto, pero una nueva ciudad y nuevas vidas me esperan. Quién te dice encuentro más personas como estos niños a las cuales podré ayudar y cambiarles la vida.
- Y quizás enamorarte.
- Mi corazón está abierto a todo. Pero antes, tengo un mes para seguir aquí.
- Eso es lo que realmente me interesa en este momento. Ahora vamos a tu trabajo del día.
- El pequeño Harry me necesita.
- Así es. Ve con él, yo ordenaré estas cosas.

Brittany salió en busca del niño que esa semana había estado muy agresivo y triste. Ella conocía a fondo a cada uno de esos niños, con sus historias, y los quería muchísimo. Se sentó con el pequeño de apenas seis años y trató de sacarle las palabras por medio de preguntas sencillas pero concretas. Hacia un trabajo asombroso con todos, y siempre terminaba ayudándolos y enseñándoles cómo ser mejores niños cada día. Su conversación con Harry fue larga pero muy fructífera, ya que el niño se sintió mucho mejor luego de hablar con ella y fue a jugar con los demás.
La rubia recorrió las instalaciones y felicitó a los empleados que con tanto esfuerzo tenían las cosas en orden. Todos la querían, porque ella siempre estaba dispuesta a ofrecer una sonrisa o una palabra de aliento.
Pasó la mañana hablando con el personal, y luego ayudó a servir el almuerzo. La tarea de todas las personas que trabajaban allí era enorme y tan valiosa que le enorgullecía formar parte de ellos.
Mientras los niños comían, ella pasaba caminando a lo largo de las mesas y los observaba con una marcada sonrisa en su rostro. Los bebés eran alimentados por mujeres que muy amablemente llegaban voluntariamente al lugar cada día para ayudar.
La tarea no era fácil pero sí era de esas cosas que le hacen un poquito mejor al mundo, y le dan una gran alegría al alma. Había personas dispuestas a hacer cosas aparentemente pequeñas, con la grandeza de un corazón limpio y lleno de bondad. Eso siempre le había parecido un gran motivo para levantarse por las mañanas y agradecerle a la vida por poder hacer algo por los demás.
Se preguntó si a Santana le gustaría pasar un día allí, rodeada de niños, o si quizás era de esas que preferían estar alejada de juguetes, gritos y enanos corriendo a su alrededor. No sabía por qué exactamente había pensado en ella, pero le gustaba creer que encontraría en su nueva amiga otra persona que quiera cambiar el mundo de alguna forma. O, en el mejor de los casos, alguien a quien tuviera el deber de ayudar a ver el mundo de otra manera. Eso sería interesante.
Tomó una foto a todos los niños y se la envió con una pequeña descripción: 'Un poco de mí, resumido en estos 160 pequeños. Ten un lindo día, y dale mis saludos a Buddy. Espero una foto que resuma algo de ti.' A continuación guardó el celular en su bolsillo y se fue a ayudar con los bebés más pequeños.
A Santana el mensaje le pareció de lo más tierno, y pensó que en verdad nada en su vida podría siquiera parecerse a eso. Brittany tenía cosas grandes de las cuales hablar, y ella sólo estaba limitada a su casa. ¿Algo que hablara de ella? Era difícil pensarlo. Tomó una foto de su cuarto y la envió: 'Quizás la soledad de mi cuarto es lo que más habla de mí. Lo que haces es realmente hermoso. Que sea un lindo día para ti también.'
Quizás en otra oportunidad o en otro momento habría pensado antes de enviar ese mensaje. Parecer una persona depresiva y solitaria no era su idea, pero la realidad es que eso sentía que era. Se sorprendió de que Brittany no respondiera, pero concluyó en que estaba ocupada con los niños y dejó el asunto de lado para ponerse a leer el mismo libro de la noche anterior, aunque su concentración no era la misma luego de aquel mensaje. Su mente imaginaba cómo sería la vida si dedicara al menos dos días a la semana para hacer algo por los que lo necesitaban. Luego pensó que quizás ella era en realidad quien pedía ayuda a gritos, pero manteniendo en silencio todas sus necesidades. Sea como sea, Brittany podía hacerla plantearse esas cosas con sólo una foto.
No fue sino hasta la noche que por fin su móvil sonó anunciando la llamada por la que casi inconscientemente había estado consultando el aparato cada diez minutos.
- Buenas noches señorita solitaria.- saludó Brittany y Santana sonrió.- Recién tengo tiempo de llamar, lo siento.
- No tienes que disculparte. ¿Cómo ha estado tu día?
- Ocupado, demasiado debo decir. ¿El tuyo?
- Sin mucho por hacer, salvo leer.
- Yo quiero preguntarte sobre la foto.
- Yo también.- coincidió.
- Te hablaré de ello cuando sea el momento, ¿de acuerdo?- su dulce tono le impidió a la otra negarse.- Quiero saber por qué crees que la soledad sea algo que hable de ti. Yo no creo que la soledad defina a alguien, a nadie de hecho.
- Entonces quizás yo sea la excepción a esa regla. Hay tantas cosas de mí que deberías saber...
- ¿Como cuáles?
- Pues mis padres fueron unos completos idiotas, a los que no veía diez años antes de que murieran. Mi papá me hizo algo terrible, algo que jamás voy a perdonarle, y mi mamá lo supo desde el principio. Sin embargo tampoco trató de detenerlo. Llevo la mayor parte de mi vida encerrada en esta casa, y la primera vez luego de mucho tiempo que decidí salir fue el día en que te conocí. Mi cuarto expresaba realmente esto que quiero decirte. Mi cuarto, mis libros y yo.
- ¿Hace cuánto no salías de tu casa?- preguntó con tranquilidad.
- Mucho tiempo, más de lo que alguna vez podrías imaginar.
- Creo que hasta no saber la historia completa no puedo contradecirte. Sin embargo, nadie está solo Santana.- que la llamara por su nombre hizo que su sonrisa volviera a instalarse en el rostro.- Al menos no todo el tiempo. ¿Viste la foto que envié? Son 160 niños sin padres, sin una familia o una casa. Tienen motivos de sobra para creer que están solos, y sin embargo se levantan cada día agradecidos con la gente que los cuida por darles todo lo que necesitan. Ellos no se sienten solos porque no lo están, y tú tampoco. Me hablaste de tu amiga y de tu primo, ¿qué hay de ellos?
- La realidad es... Noah llegó aquí hace unas semanas, y Quinn apenas si tiene tiempo. Sé que me quieren, pero el sentirse sola pasa por otro lado.
- Ahí quería llegar. Es un sentimiento, no una realidad. ¿Me prometes algo?
- Dime.
- Si necesitas hablar o sólo si te sientes sola, llámame. Sea el día o la hora que sea, voy a estar del otro lado del teléfono. ¿Prometes que llamarás?
- ¿Es que acaso vas por la vida haciendo mejor la vida de otras personas?
- Algo así. ¿Lo prometes?- insistió.
- Lo prometo, prometo que te llamaré. Por mi parte lo mismo.
- No te dije, pero voy a estar allí antes de lo planeado. Así que si el 23 de mayo no tienes nada por hacer, podrías venir a ayudarme a desempacar mis cosas.
- Lo anotaré en mi agenda.

Se quedaron hablando al menos por una hora, mientras ambas caminaban por sus respectivas casas. Brittany le contaba de los niños y algunas de sus historias. También le habló de sus hermanos, los dos hombres artistas de la casa, y la pequeña princesa. Santana podía estar horas escuchándola, mientras reía de sus chistes también. Al parecer la rubia tuvo una pequeña urgencia con su hermanita y colgaron, no sin antes prometer que hablarían el siguiente día también.
Algo pasaba, aunque preferían no pensarlo y dejar que las cosas fluyan. Brittany tenía el corazón abierto a enamorarse, pero Santana aún no estaba lista para eso. La amistad era un buen paso.

Capítulo 8.
Abrir los ojos quizás había sido la tarea más difícil del domingo para Quinn, quien había pasado la noche metida en algunos casos que estaban cerca de cerrarse.
Casi cerca de las once, decidió levantarse de la cama, tomar una ducha y tratar de ordenar la enorme cantidad de papeles que volaban por todo el departamento. La carpeta del caso Lopez, ahora con más cosas, ocupaba siempre el mismo lugar: su mesita de noche. Casi como si se tratara de un libro que leía cada noche antes de dormir. La abrió y observó la foto de la niña por unos segundos. Ella habría sido su sobrina, la princesa mimada y adorada. Sonrió con tristeza ante esa posibilidad de recuperarla algún día.
El calendario marcaba 18 de abril, y aunque hubiera querido borrar ese recuerdo de su memoria, ese día hace siete años atrás había sido la última vez que vio a sus padres y a su hermano. Y es que luego de tantos años, las heridas seguían doliendo. Pensar que Jackson siempre había sido el preferido a pesar de su terrible comportamiento y sus ataques de ira, le dolía demasiado. Fue tan grave la pelea de la última vez, que sus padres decidieron llevarse al pequeño protegido lejos, para que nadie le hiciera daño. ¿Y todo el daño que le habían hecho a ella? Eso no era importante. A pesar de eso, Quinn había sido lo suficientemente fuerte para salir y encontrar lo que amaba hacer.
Pero cada 18 de abril era como ese, lleno de sentimientos encontrados y reflexiones acerca de lo que hubiera pasado si las decisiones hubieran sido menos extremas. El timbre del departamento la sacó de sus pensamientos, y en el fondo lo agradeció.
Pensé que quizás una visita a mi mejor amiga sería un perfecto plan de domingo.- Santana estaba parada en la puerta esperando a que su amiga la dejara pasar, sin embargo ella la abrazó más fuerte que nunca y se relajó en sus brazos.- Ey... ¿Qué sucede? Ven, vamos adentro.
Santana conocía a Quinn como a nadie y sabía que ese abrazo significaba mucho más que un buen recibimiento. Se sentaron en el gran sofá negro de la sala y Quinn suspiró.
- ¿Vas a decirme qué sucede?- preguntó la morena.
- Hoy es 18 de abril Santana...- no necesitaba decir más, sabía que su amiga entendería todo.
- Ah, comprendo. Y como comprendo esto, sé que nada de lo que diga puede arreglarlo. La vida no ha sido muy buena con nosotras amiga, pero sé que las cosas van a mejorar.
- Y me lo dices tú...
- Deberías plantearte tu vida entonces.- intentó hacerla reír y lo logró.- Creo que tú y yo deberíamos salir, olvidarnos por un día de todo lo que nos hace mal. Te propongo algo.- se levantó y buscó el anotador que Quinn siempre tenía al lado del teléfono.- Anotaremos aquí cinco cosas que queremos hacer. Dos serán tuyas, dos mías y una en común. Tienen que ser cosas que nos hagan felices, que nos hagan olvidar toda esta tristeza.
- Empieza tú.
- Bueno...- pensó un poco.- Quiero ir a ver una de esas obras de bajo presupuesto que pretenden ser comedias.- Quinn rió.
- Eso es una locura.
- Justo lo que tú y yo necesitamos. Vamos, te toca.
- Quiero salir en bicicleta por toda la ciudad.
- ¡Eso suena genial!- lo anotó y sonrió.- Ahora yo... Un día de spa para mí y mi mejor amiga, para luego salir de compras como cuando éramos adolescentes.
- Me encanta sólo pensarlo.
- Vamos, te toca elegir algo.
- Un día sin trabajo, contigo en casa, buenas películas, karaoke y mucha, mucha música.
- Conste que esto se hará.- lo escribió y luego la miró.- Ahora el último. ¿Qué propones?
- Algo que estaba en nuestros planes antes de que nos convirtiéramos en esto...
- No recuerdo.
- Aquel planeado viaje en auto por la carretera, sin más preocupaciones que buscar aventuras y pasar tiempo juntas.
- Con música suficiente, una cámara y nada de celulares. Tres días, tú y yo.
- Tomaré el riesgo.
- Entonces aquí vamos. Ponemos fechas ahora y no es válido arrepentirse.
- Está bien. Empezamos hoy con tu obra.
- ¿Hoy?
- Sí, esta misma noche saldremos en busca de una tonta obra dispuesta a hacernos reír.
- Entonces la primera cosa de la lista tiene fecha para el 18 de abril.- lo escribió en la hoja.- ¿La salida en bicicleta?
- El siguiente sábado, 24 de abril. Sin arrepentimientos, Santana.- jugó.
- Yo jamás me hago para atrás Fabray. Ok, ahora vamos con mi día de spa y compras. ¿Sábado 1 de mayo? Semanas seguidas de emociones.
- Adelante. Y anota mi día de descanso para el miércoles 5.
- ¿Segura? ¿No deberías preguntar primero?
- Se trata de hacer locuras, ¿cierto?
- Entendiste a la perfección. Y nos quedan los tres días de nuestro pequeño viaje.
- Tenemos que salir un viernes por la mañana de aquí. ¿Viernes 14 te parece bien?
- Me parece perfecto.- terminó de anotar todo y ambas tomaron la lista frente a ellas.- Es una locura.
- Una gran y verdadera locura.- agregó la rubia posando su cabeza en el hombro de la otra.- Pero serán locuras que recordaremos siempre.
- Tengo otra propuesta para ti. Deja en espera mi caso por este mes.
- ¿Qué?- levantó su cabeza para mirarla.- Sabes que hicimos un importante avance.
- Lo sé, y has trabajado duro este último año por esto. Déjalo sólo un mes, descansa de ello y yo también lo haré, tendré la cabeza enfocada en otra cosa.
- Santana, es una verdadera locura lo que propones. Sabes que de todas formas seguiré trabajando en los otros casos que surgen por día.
- Pero tu mente no estará obsesionada con lo mío, con darme una esperanza. Hazlo por mí, deja de lado todo por un mes y luego lo retomas.
- ¿Cuánto quieres que lo haga?
- Mucho. Quiero que descanses de mí un tiempo. Mi hija estará por ahí todavía, sé que seguiremos esperándonos un mes más de todo lo que ya lo hicimos. ¿Prometes que lo harás?
- Lo prometo. Será hasta que regresemos de nuestro viaje.
- Así me gusta.- ahora fue ella quien dejó su cabeza en el hombro de su amiga.
- ¿Tu primo salió con Rachel?
- Eso no es importante ahora.
- Eso es un sí.
- Eso es un 'deja de pensar en Rachel o dile que la amas'.
- Y esto me lo dice quien no quiere relaciones serias ni está dispuesta a enamorarse.
- Estoy enamorada de ti y nunca vas a corresponderme así que...
- Ya cállate.- la golpeó suavemente y rió.- ¿Crees que ella se está enamorando de Noah?
- Sí.- respondió sin dudas.- Y de la forma en que se supone te enamoras de alguien para siempre.
- ¿Cómo?
- De a poco, lentamente y casi sin darte cuenta.
Quinn no respondió, sólo soltó un largo y profundo suspiro. Sabía que a partir de allí todo era una cuenta regresiva para perder por siempre a Rachel, y lo peor es que no estaba dispuesta a hacer algo para evitarlo porque sería egoísta de su parte. Tomó el papel de las manos de Santana y escribió debajo, como si se tratara de las letras pequeñas en los contratos: 'Dejar ir.'
- Lo que sea que tengamos que dejar ir, cuando sea que estemos listas.
- Así será amiga.
Ambas sabían que ese sería el más difícil de los propósitos, pero seguramente el que más necesitaban cumplir. Quinn sabía exactamente lo que tenía que dejar ir, y ya empezaba a rondarle en la cabeza esa idea de lo que eso implicaba: decir adiós a la persona que había amado en secreto por muchos años.
Almorzaron juntas, y se fueron a la cama para continuar con sus largas conversaciones. Santana se quedó dormida y Quinn aprovechó para bañarse y prepararse para salir con su amiga después de mucho tiempo. Luego de vestirse, se sentó al lado de la cama y se acercó lentamente al oído de la otra.
- Morena linda...- dijo con tono seductor.- ¿Crees que tenga una oportunidad contigo?- Santana sonrió entre sueños.- Esa sonrisa, ¿es un sí?
- Esa sonrisa quiere decir que estás loca como nadie en el mundo.
- Estoy lista para salir, vamos a tu casa así te preparas y empezamos con nuestra lista.- la morena se desperezo y la miró.
- ¡Qué linda estás!
- Fuera de mi uniforme, soy realmente hermosa.
- Quinn...- dijo seriamente.
- Dime.
- Empiezo a considerar darnos una oportunidad.- bromeó y la otra rió.
- No vas a decirme que recién te das cuenta de lo linda que soy. Vamos, a ti te esperan tres horas de preparación.
- No exageres.- se levantó y salieron en su auto.
Por su lado, Rachel y Noah estaban caminando por el enorme club al que habían ido. El sol ya estaba poniéndose y el cielo perfectamente naranja se veía hermoso y hasta romántico.
- Tu familia es asombrosa.- comentó el chico.- Tu primo es de lo más divertido que jamás he conocido.
- Me alegra que te agraden, son geniales. Además tú también les agradas, me lo dijeron muchas veces.
- Tu papá es algo...
- Celoso, controlador, un guardabosques.
- Algo así.- admitió entre risas.
- Sólo me cuida, a pesar de mis años sigo siendo su nena pequeña.
- ¿Le aclaraste que somos compañeros de trabajo?
- Lo saben.- dijo mirando la puesta de sol.- ¿Te divertiste?
- Fue un hermoso día Rachel, lo pasé increíble con toda tu familia. Me hicieron sentir como en casa otra vez.- también se quedó mirando la puesta de sol y luego sintió cómo la chica se acercaba a él. Lentamente pasó su brazo derecho por su cintura y Rachel se relajó sobre su pecho.
Ninguno de los dos sintió la necesidad de hablar, simplemente se quedaron en silencio unos minutos apreciando el paisaje que se les ofrecía.
- Noah...- murmuró Rachel sin cambiar de posición y siguió aferrada a él.- Quizás vaya a parecerte una locura, y estás en todo tu derecho de no aceptarlo, pero me gustaría besarte.
- Hazlo.- le dijo y la miró a los ojos.- Prometo no huir.
Rachel sonrió y lo miró por unos segundos antes de acercarse lentamente a su boca. Cerró sus ojos y...
- ¡Rach!- exclamó su primo.- Ya me voy y vine a despedirme.
- Recuérdame matarlo.- murmuró a Noah y se giró para mirarlo.- Adiós Gustin, gracias por venir.
- Espero verte pronto, y a ti también Noah. Tenemos un partido de soccer pendiente.
- Tienes mi número, avísame bien puedas.
- Cuídala, digo, si cubren un caso peligroso.- guiñó un ojo y le dio un abrazo a ambos para luego marcharse.
- Vamos, o se hará tarde.- dijo Rachel y lo invitó a seguirla. No hizo más de dos pasos cuando él la detuvo y dejó un suave y dulce beso en sus labios.
- Ahora sí, vamos.
Caminaron lado a lado hasta llegar donde estaba la familia Berry. Noah también se despidió de todos, y esperó a que Rachel lo hiciera para llevarla hasta su casa.
En el camino, la muchacha se recargó sobre el asiento y observó todo por la ventana. Sabía que a partir de ese entonces todo sería diferente en su relación pero no quería profundizar en el tema, al menos por esa noche.
Quinn y Santana ya estaban en camino cuando la morena notó que había olvidado su móvil en la casa de su amiga. No había mucho problema porque nadie en realidad la llamaba.
Tal como lo imaginaron, había algunas obras en escena y les interesó una adaptación de 'Mary Poppins'. Su intuición no falló, y la obra les pareció perfecta para lo que estaban buscando: una mezcla de comedia y cierta trama infantil.
Rieron sin parar durante dos horas y veintitrés minutos, y tal como tenía que ser, olvidaron que algo les dolía ahí afuera en el mundo real.
La obra terminó cerca de la medianoche, y antes de ir a sus respectivas casas, fueron a cenar en un lujoso bar cercano al lugar. No quisieron tardar mucho más porque Quinn debía trabajar al día siguiente, y Santana la dejó en su departamento un rato después.
Llegó a su casa y encontró a Noah sentado en la sala, viendo televisión.
- Buenas noches.- le dijo.- ¿Qué haces despierto aún?
- Esperándote, te llamé un par de veces para saber dónde estabas. Me preocupé un poco.
- Lo siento, dejé el celular en casa de Quinn. Fui a ver una obra con ella, y luego nos quedamos a cenar.- se quitó los zapatos y se sentó junto a él.
- Es excelente que decidieras salir, lo necesitas y te hará bien.
- Sí, con la rubia decidimos ponerle un alto a todas las cosas que nos hacen mal y hacer un par de locuras.
- Me encanta que así sea.
- ¿A ti cómo te fue?
- De maravilla. Rachel tiene una familia asombrosa, y todo fue divertido.
- ¿Y ustedes?
- La besé.- confesó sin rodeos.- La besé.
Santana se sorprendió, y aunque estaba feliz por él, no pudo evitar pensar en su amiga y en la cantidad de cosas que a partir de ese entonces iba a tener que entender.
- Eso es...- dijo al fin.- Estoy muy feliz por ti.
- No me engañes, sé que estás pensando en Quinn.
- Sí, lo hago. Pero en verdad me alegra que te sientas bien con ella y que las cosas marchen bien, más allá de mi amistad con Quinn y todo lo referido a ella.
- ¿Puedo pedirte algo?
- Claro...-asintió.
- No se lo digas a Quinn, deja que Rachel lo haga. Dale tiempo.
- ¿Rachel te confesó lo que pasó con Quinn?
- No tiene que hacerlo, puedo notarlo.
- No le diré nada, no te preocupes.
- Gracias.
- Gracias a ti.- lo observó unos segundos y luego lo abrazó.- Gracias por todo lo que haces por mí, en verdad sé que estás tratando de que todo mejore. Y estoy segura de que así será. Quiero que seas feliz, te enamores y encuentres a alguien como mereces.
- Quiero lo mismo para ti.
- ¿Enamorarme? Eso no lo veo muy posible.
- Espero que se haga posible. Voy a dormir, mañana trabajo temprano.
- Yo saldré a pasear con Buddy, así que despiértame antes de irte.
- Lo haré. Hasta mañana pequeña, duerme bien.
- Igualmente Noah.
Subió las escaleras y luego de cambiarse la ropa, se acostó al lado del perrito que ya dormía plácidamente sobre la cama. Extrañó su celular esa noche y pensó que quizás Brittany había llamado. Estaba pensando en ella, luego de un maravilloso día, y sentía la necesidad de contarle lo bien que se sentía y lo feliz que estaba. Por alguna razón sentía que a Brittany le importaba que eso fuera así, a pesar de no saber la historia detrás de ella.
También pensó que le gustaría agradecer a Quinn por el día, cosa que su teléfono celular siempre facilitaba porque ella prefería enviar un mensaje a decirlo frente a frente. De todas formas sabía que su amiga estaba tan agradecida como ella, y que ambas afrontarían ese mes de diferente forma.
Sería un mes sin tener la mente en su caso, pero no lejos de su hija a quien cada día extrañaba un poco más. Cerró los ojos para intentar dormir, y la inevitable imagen de una pequeña parecida a ella le vino a la cabeza. A pesar de todo nunca perdía la esperanza de encontrarla, y decirle cuánto la amaba.
- Te amo pequeño angelito.- dijo como si la tuviera en frente, y por fin pudo conciliar el sueño.


Espero ver más comentarios la próxima vez! Este pequeño maratón es para entrar un poco mas en la historia.
Actualización: sábado! Hasta entonces.

Wow pobre san espero y encuentre a su hija, y britt tan linda talves britt pueda ayudar a san a encontrar a su hija, estas dos van muy lento hombe quiero brittana ya hasta el sabado

Gracias por el maratón ha estado genial, me gusta la relación de amistad entre San y Quinn!!!
Britt es genial!!
Si Quinn renuncia a Rachel espero que Noah lo aproveche.!!
Saludos