FF Brittana- Warrior. Capítulos finales!! 21/03

Sábado?? Dioses!! Es mucho tiempo, pero ni modo a esperar se ha dicho gracias por el maratón fue muy bueno, aunque admito que no me gusta Rachel con noah... pero bueno, es tu historia y es genial ver avances de las brittana, ojala que llegue alguien para quinn y que Rachel se ponga celosa jajaja aunque al parecer es poco probable ya que quinn ama su trabajo con toda el alma.... Saludos y ojalá el sábado haya otro maratón jajaja (la esperanza muere al último) saludos!!

gracias por el maraton, hasta pronto!

Heya Morrivera escribió:Wow pobre san espero y encuentre a su hija, y britt tan linda talves britt pueda ayudar a san a encontrar a su hija, estas dos van muy lento hombe quiero brittana ya hasta el sabado

¿Por qué tanto apuro? jajaja. Anticipo que van a ir lento por ahora, asi que sufran! Hasta pronto!

monica.santander escribió:Gracias por el maratón ha estado genial, me gusta la relación de amistad entre San y Quinn!!!
Britt es genial!!
Si Quinn renuncia a Rachel espero que Noah lo aproveche.!!
Saludos

Gracias! Estoy por aqui antes para alegrarlas! :) Ya veremos en qué queda lo de Quinn y Rachel.
Saludos!

Dolomiti escribió:Sábado?? Dioses!! Es mucho tiempo, pero ni modo a esperar se ha dicho gracias por el maratón fue muy bueno, aunque admito que no me gusta Rachel con noah... pero bueno, es tu historia y es genial ver avances de las brittana, ojala que llegue alguien para quinn y que Rachel se ponga celosa jajaja aunque al parecer es poco probable ya que quinn ama su trabajo con toda el alma.... Saludos y ojalá el sábado haya otro maratón jajaja (la esperanza muere al último) saludos!!

Viernes! Es mejor? :D Debido a la disconformidad haré un adelanto: tendrán algo de Faberry, tengan paciencia ;)
No habrá otra maratón, lo siento jajaja Saludos!

micky morales escribió:gracias por el maraton, hasta pronto!

De nada! Hasta prontoo!:)

Capítulo 9.

El día lunes, volver a la rutina había sido difícil para todos. Rachel no podía dejar de pensar en el maravilloso día que había pasado con Noah; él por su parte pensaba en todo lo que significaba eso; Santana apenas pudo salir a caminar por el parque; y Quinn se había dormido muy tarde pero estaba feliz. Ese día iba camino al trabajo, y llevaba el móvil de Santana para dárselo a Noah. Antes de bajar del auto, sintió que éste sonaba y atendió.
- ¿Hola?- dijo.
- ¿Santana?- respondió una dulce voz.
- No, habla Quinn. ¿Quién eres?
- Oh lo siento, soy Brittany. ¿Santana está allí?
- No, se olvidó su celular en casa anoche. Le diré que te llame por la tarde, ¿de acuerdo?
- Sí, claro...-asintió y Quinn notó que su tono cambió, así que decidió jugar un rato.
- Perdón, pero ¿de dónde conoces a Santana?- usó un tono protector y tratando de parecer celosa.
- Oh, ella y yo nos conocimos en el parque la otra noche.
- Qué raro, no me dijo nada.- mintió.- Hablaré con ella hoy mismo.
- No te preocupes, apenas hablamos un rato. Sólo quería hablar, ya sabes, algunas cosas.
- Espero que así sea. Le diré que llamaste.
- No hace falta, está bien.- aclaró y Quinn tuvo que contener la risa.- Adiós y gracias.
- Adiós.
Al colgar pensó que Santana se molestaría demasiado al saberlo, pero había sido divertido y no había manera de negarlo.
Entró a la oficina y vio que sólo estaban Rachel y Mike, lo que le pareció muy extraño.
- Buen día.- dijo.- ¿Y el resto?
- Los llamaron desde la unidad de Manhattan.- respondió Rachel.- Necesitaban refuerzos. Al parecer robo en un banco, toma de rehenes y una banda que planeó esto por años.
- Saldrán en las noticias mañana.- mencionó Mike.
- ¿Por qué no fuiste?- le preguntó la rubia a Rachel.
- Pensé que quedarme aquí era lo justo, por si necesitabas algo.
- Te lo agradezco.- se notaba en su tono la distancia y la tensión.- Ven a mi oficina, tenemos cosas que discutir. Chang, encárgate de que todas las cartas referidas al caso Lopez lleguen a mi oficina sin ser abiertas.
- Así será señorita. ¿Algo más?
- No por ahora. Gracias.- se fue a su oficina y Rachel la siguió en silencio.
No sabía qué debían discutir, y aunque trataba de imaginarlo no podía. Algo de su trabajo no podía ser a menos que tuvieran avances, y sobre Noah era imposible. Se sentó en el lugar de siempre, mientras la otra terminaba de acomodar sus elementos sobre el escritorio.
Esos segundos de silencio fueron más que incómodos y ninguna pudo tomar la iniciativa de mirarse a los ojos.
- Bueno...- dijo Quinn, siempre con su tono de superioridad.- Antes que nada, quiero pedirte perdón por lo del otro día, actué mal y lo siento. A partir de ahora no hablaremos más que de lo que compete al trabajo y la unidad para evitar problemas.
- No es esa la idea Quinn... Y lo sabes. Podríamos tener una buena relación fuera del trabajo, ser amigas.
- Al menos por ahora eso no podrá ser, dame tiempo y luego lo hablaremos.
- Está bien. De todas formas quiero que sepas que voy a insistir en hablar sobre esto.
- Todo a su tiempo Rachel, ¿sí?
- Sí, lo entiendo.- suspiró.
- Vamos a lo que te llamé. Noah y tú volverán con St. James y cubrirán todos los casos que lleguen a la unidad, dejaremos el caso Lopez de lado por un mes.
- ¿Qué?- se sorprendió.- ¿Estás hablando en serio? Justo ahora, que tenemos pistas mas seguras.
- Sólo dejaremos esto de lado por un mes, y luego retomaremos desde donde estamos. Las cartas que enviaron estarán siendo respondidas mientras tanto, y quedarán en esta oficina hasta que yo lo decida.
- Me parece una decisión apresurada.
- Es algo que debo hacer y no cuestiones mis decisiones.
- ¿Tiene algún fin lógico?
- Tratar de tomar las cosas con más calma, no emocionarnos con este avance porque nada es seguro.- improvisó. No iba a decirle que Santana se lo había pedido.
- Está bien, tú mandas aquí.- aceptó aunque sin convencerse completamente.
- Gracias por entender.- por fin la miró a los ojos y notó que se veía algo triste. Entendía esa mirada como a nada. Rachel la usaba cuando estaba desilusionada, y la había visto muchas veces como para no saber que se trataba de ella.- ¿Cómo estuvo el fin de semana?- preguntó para relajar el ambiente.
- Excelente.- dijo.- ¿El tuyo?
- Algo extraño, aunque con Santana las cosas son un poco más fáciles. Haremos un viaje a fin de mes.- comentó.
- Eso suena bien.
- Espero que lo sea.- regresaron al silencio incómodo.
- ¿Necesitas algo más?
- No, ahora no. Puedes irte.
- Permiso.
La rubia miró unos segundos la puerta de su oficina y luego golpeó con mucha ira el escritorio. ¿Por qué el amor era tan complicado? O quizás, la que complicaba las cosas era ella por no arriesgarse. De todas formas, pensaba que enamorarse de Rachel había sido un error, uno de los más grandes errores de su vida. Recordó la lista que ella y Santana habían hecho el día anterior, y se dijo a sí mismo que el primer paso para dejar ir a Rachel era tratar de aclarar las cosas con ella, escucharla y luego sólo dejarla en manos de alguien que seguramente iba a amarla como se merecía. Aún no podía hacerlo, pero pronto daría un paso. Trató de concentrarse en la lista que su amiga le había propuesto, y seguía aquel paseo en bicicleta que siempre había querido hacer. Debía esperar hasta el domingo, pero eso no significaba que hacer locuras en medio de la semana no estaba permitido. 'No sin Santana.' pensó. Lo mejor en ese momento era enfocarse en el trabajo.

Por Massachusetts llovía muchísimo, y Brittany se quedó en casa con sus hermanos mientras la menor de ellos estaba en la escuela.
Michael, quizás su más fiel compañero, la notaba rara y esperó a que su hermano los dejara solos para preguntárselo. Estaban sentados en la mesa de la cocina, y ella llenaba unos formularios.
- ¿Puedo preguntar qué le pasa a esa cabeza hoy?- dijo.- Estás muy dispersa y callada.
- Siempre te das cuenta de todo...- sonrió resignada.- Estoy algo preocupada por Annie.
- ¿Pasó algo en la escuela?
- No, es sólo que me preocupan todos estos nuevos cambios en su vida. Ya sabes, ha sido transferida muchas veces y eso quizás tenga una consecuencia en su vida. No quiero causarle algún problema.
- Annie entiende que has hecho todo por ella, y por todos nosotros. Este cambio será sólo uno más, y quizás el último.
- Sólo me preocupa que no pueda integrarse lo suficiente.
- Lo hará, tú y yo sabemos que al final lo hará. Siempre ha sido de esa forma.
- A veces siento que no puedo hacer lo que papá y mamá harían.
- Estás haciendo todo perfectamente bien, y te lo agradecemos. No te preocupes por nosotros, estaremos bien mientras estés aquí. Ya somos grandes, y Annie está creciendo también.
- En ocasiones olvido lo mucho que hemos crecido...- sonrió nostálgica.- ¿Prometes que me dirás si hago algo mal?
- No lo harás Brittany, relájate. Nueva York será estupendo.
- Presiento que así será. De todas formas, ustedes van a estudiar ¿eh? Nada de novias por ahí.
- ¿Y tú? Te vas por un día y regresas luego de dos para contar que pasaste la noche con alguien. Cero novias, ¿eh?- la imito.- Nadie toca a nuestra hermana mayor.
- Santana es una chica muy atenta que se ofreció a hacer compañía, eso es todo.
- Claro... Escucha, voy a pasar por casa de David a buscar mi guitarra. ¿Quieres que pase por Annie?
- Está bien, y me ahorras el viaje. Lleva su abrigo, está un poco fresco ya.
- Lo haré. Avísame si necesitas algo de camino.
- Por lo pronto que manejes con prudencia y te cuides, nada más.
- Sabes que lo haré. Regreso luego.- le dio un beso en la mejilla y se fue.
Michael era sorprendentemente parecido a ella, con su cabello rubio apenas corto y claros ojos azules. Alto y de tez blanca, con algunas pecas, tal como su madre. Él era el típico chico que no quería llamar la atención, y que amaba hacer algo bueno por los demás. Había heredado de su madre todas las actitudes con los demás, y de su padre la seriedad y madurez para manejarse en la vida. Cuidaba a Brittany como si se tratara de una muñeca de porcelana a punto de romperse. Y es que además de todas sus cualidades, podía entender a su hermana a la perfección. Sabía que ella era el tipo de persona que podría cambiar el mundo si se lo propusiera, del tipo de persona que podría morir por defender sus ideales, de esas personas que dan una ayuda a cualquiera, aunque no conociera. Pero había pasado por muchas cosas y por dentro no era más que una muchacha esperando que alguien pudiera cambiar su mundo, con el riesgo de romperse al mínimo golpe. Frágil y delicada, eso era. Si tan sólo alguien pudiera mirarla y entender que está en constante riesgo de quebrarse, entenderían que su vida tampoco había sido fácil y que sólo quería encontrar a alguien que le permitiera olvidar que dentro de su casa era la hermana mayor de tres jóvenes sin padres, y que debía luchar día a día por parecerse en un mínimo porcentaje, a lo que ellos habían sido. Esperaba por alguien que le diera otra perspectiva del mundo, y la permitiera salir del suyo por un instante. Ella siguió con los formularios de la escuela de Annie, y consultó su móvil un par de veces. Pensó que Santana aún no había recibido el mensaje o quizás nunca lo haría porque su amiga no le mencionaría el pequeño incidente. Se sentía algo frustrada y malhumorada, sin saber exactamente por qué. No podían ser celos, eso no. ¿Celos de una persona que apenas conocía? No, era imposible. Además, ella le había dicho que no tenía novia, ¿por qué mentiría? Quizás le gustaban las relaciones informales... Pero eso cambiaría todo lo que pensaba de ella, o gran parte de eso. Mejor no pensar, y esperar a recibir su llamada en algún momento.
Unas horas mas tarde, Quinn decidió enviar a Rachel y Mike a casa e informó al resto que luego de terminar con sus servicios en Manhattan también fueran a sus casas.
Ella pasó personalmente por casa de Santana para entregarle el móvil, y le contó sobre la llamada de Brittany entre risas. A la morena no le pareció gracioso al principio y dijo que iba a matarla pero luego se rió un poco y perdió toda la seriedad frente a su amiga, quien no dejaba de insistir en que Brittany estaba celosa. Quinn se fue al rato, y para entonces Santana aprovechó para llamar a su amiga de Massachusetts.
- ¿Eres Santana ahora?- preguntó divertida.
- Sí, ahora sí. Lo siento, anoche olvidé mi celular en casa de Quinn, y pido perdón por cualquier cosa que ella pudo decir. Está un poco loca.- sintió la risa de la otra y sonrió.- ¿Cómo estás?
- Aburrida, fue un día lluvioso aquí en Massachusetts y no hubo mucho para hacer. ¿Tú?
- Aquí no está lluvioso pero tampoco tuve mucho por hacer.
- ¿Trabajas?- preguntó.
- No, no lo hago. Pero quizás busque algo en estas semanas.
- ¿Qué te interesa?
- No lo sé, cualquier cosa que implique salir de casa por unas horas diarias.
- ¿Que tan buena líder eres?
- No lo sé, ¿por qué?
- Pienso en algo que podría ayudarte a salir de tu casa por unas cuantas horas al día.
- ¿De qué se trata?- empezaba a interesarle.
- Hay una fundación en la que posiblemente trabajaré cuando llegue ahí. Se trata de cuidar niños de bajos recursos mientras se les da a sus madres la posibilidad de trabajar. Quieren abrir un espacio que se dedique a su recreación, y si te interesa podría llamarlos y decirles que irás mañana a una entrevista.
- No tengo experiencia en el cuidado de niños.
- ¿Te interesa el trabajo?
- Sí, pero...
- Genial, les hablaré de ti.
- Te lo agradezco. Pero si no me va bien les diré que fue tu culpa.
- Te irá excelente. ¿Nunca has cuidado niños?
- No.- hablar de niños la sensibilizaba demasiado.- Nunca estuve a cargo de alguno.
- Es una pena, los niños pueden causar en alguien cosas que jamás otra persona haría. Son tan espontáneos y sinceros, no tienen preocupaciones, y además te dan cariño incondicionalmente. Annie aún es de ellos, aunque no por mucho tiempo.
- Se crecen rápido, ¿no?
- Creo que demasiado. He visto crecer a muchos niños a lo largo de mi vida, y simplemente uno no se acostumbra. Algún día veré a Annie de la mano de un muchacho y probablemente desee morir.
- O matarlo.- agregó entre risas.
- Para eso estarán mis hermanos.- también rió.- Siento si hablo mucho de ellos, es sólo que son toda mi vida.
- No me molesta. Es lindo conocer una parte de ti como esa.
- ¿Qué me dices tú? Tu amiga, la loca celosa que me atendió hoy, ¿qué tan importante es para ti?
- Quinn es todo para mí. Ella me ha acompañado durante toda la vida, siendo absolutamente incondicional. De no ser por ella probablemente no estaría aquí. No es mi novia, por si acaso, ella es como mi hermana.
- ¿Y es celosa?
- No, sólo estaba bromeando. Le gusta hacer cosas estúpidas a veces.
- Será un gusto conocerla. Si quieres por supuesto.
- Claro. A mí me gustaría conocer a tus hermanos, a la pequeña sobre todo.
- Esa pequeña demonio va a hacerte mil preguntas la primera vez que te vea.
- Iré dispuesta a responderlas.
- ¿Puedo hacerte una yo?
- Acabas de hacerlo.
- Bueno, una además de esa.
- Hazla.
- ¿Cómo murieron tus papás?
- Fue un accidente. Intentaron pasar a un camión pero ignoraron que del otro carril venía un automóvil. Mamá salió despedida del vehículo y papá murió por las quemaduras.- a pesar de su relato no había una gota de tristeza en ella.
- Lo siento mucho. Sin embargo no puedo dejar de preguntar, ¿por qué no te afecta?
- Lo hace, sí me afecta pero no como debería afectarme. Mi papá me hizo mucho daño, y aunque no creas lo sigue haciendo. Y mamá siempre dijo que quería un hijo varón, así que nunca me quiso demasiado.
- Eso suena horrible.
- Y lo es. Pero justamente estas semanas estoy intentando salir adelante, hacer algo que me recuerde cómo se sentía ser feliz.
- Eso es muy bueno, en verdad. Nada debería detener tus ganas de sentirte mejor. Estoy casi segura que los niños pueden ser muy buenos en ese proceso.
- ¿Das por hecho que trabajaré allí?
- Si haces todo bien, y con la gran recomendación que tendrás, definitivamente.
- Espero que así sea. Escucha, están llamando a la puerta.- empezó a bajar las escaleras y buscó las llaves.
- Está bien, te llamaré mañana cerca del mediodía. Y ahora mismo envío la dirección de la fundación en un mensaje. Descansa.
- Gracias. Hasta mañana Brittany.- colgó y abrió la puerta.- Noah, ¿y tus llaves?
- Las dejé en mi cuarto esta mañana.- entró a la casa y Santana notó que apenas podía apoyarse en su pierna derecha.
- ¿Le pasó algo a tu pierna?
- Fue apenas un golpe, estaré bien en la mañana. ¿Cómo estuviste hoy?
- Muy bien, mañana tengo una entrevista de trabajo.
- ¡Increíble!- exclamó.- Me alegra tanto. ¿Dónde?
- En una fundación, a cargo de niños con familias de bajos recursos. Será una experiencia nueva.
- No sabes lo feliz que eso me pone. Sin embargo debo preguntarte algo...
- ¿Sobre qué?
- ¿Tú le pediste a Quinn que dejáramos el caso de lado por un mes?
- Sí...- admitió.- ¿Te lo dijo?
- No, ella habló con Rachel y le dijo que íbamos a dejarlo en espera por un tiempo pero no le dijo por qué. Yo sabía que tuviste algo que ver. Sabes que hicimos un avance grande, ¿cierto?
- Lo hice por Quinn.- aclaró rápidamente.- Ella necesita despejar su mente de eso, y quiero que este mes podamos tener otra vista del mundo que nos rodea. Eso es todo.
- Tu hija...
- Ella seguirá allí dentro de un mes Noah.
- Lo entiendo. Me voy a duchar.
- Está bien. Voy a hacer la cena, así que no tardes.
Ella se fue a la cocina y él al baño. Noah no tardó demasiado y al poco tiempo se sentaron a cenar. Santana recibió el mensaje con la dirección y el horario en el que la esperaban, y se sintió un poco nerviosa por ella. Le contó a su primo lo que sentía y él, por supuesto, trató de tranquilizarla y decirle que todo iba a salir bien. Estaba muy contento de que Santana tomara la iniciativa de buscar un trabajo, y que estuviera intentando salir adelante después de tantos años. Se ofreció a lavar los platos, mientras ella hablaba con Quinn y le contaba sobre su nueva noticia. Por supuesto a la rubia le alegraba tanto como a Noah, y se lo dijo muchas veces. Hablaron al menos una hora sin parar, hasta que Quinn tuvo sueño y le dijo que debía descansar. Por supuesto Santana hizo lo mismo y se fue a descansar para el siguiente día.
El lugar era asombroso, tenía todo lo necesario para los niños, y además se notaba el compromiso de la gente que trabajaba allí. Apenas dijo su nombre y ya supieron que se trataba de la señorita que Brittany Pierce había recomendado. La dejaron a cargo de un grupo de 30 niños, y una supervisora estaba observándola. Ella tenía miedo, por supuesto, pero trató de calmarse y pensar que esa era la oportunidad de empezar a hacer algo grande por los demás. Entretener a treinta niños parecía una tarea imposible, pero la realidad era que ella lo hizo realmente bien durante una hora y logró mantener el orden y comportamiento de todos.
La dueña del lugar le pidió que esperara hasta que la supervisora diera su devolución, y que luego le informarían cuál era su situación.
Estuvo caminando por el lugar y observando de qué se trataba realmente todo eso. Veía a todos esos niños, y se imaginaba a su pequeña hija con ella. Quizás estar allí haría sentirla cerca. La dueña del lugar, la Sra. Roberts, la citó a su oficina y le dijo que empezaría la semana entrante los días lunes, miércoles y jueves por la mañana. Entre otras cosas le dijo que la recomendación de Brittany había sido excelente y que la muchacha nunca se equivocaba.
La morena salió del lugar feliz, y lo primero que hizo fue llamar a Quinn quien no atendió. No quiso llamar a Brittany porque ésta iba a hacerlo luego, quizás ahora estaba ocupada.
Regresó a su casa a preparar el almuerzo y recibió la llamada que había estado esperando.


Llegué aquí antes! Con un adelanto: hoy escribí otra vez algo Faberry ;) Paciencia, esta historia no está definida.
La próxima actualización quizás sea el domingo. HASTA ENTONCES!

Wow en serio me intriga annie no se porque pero lo hace, britt es unica me gusta este fic aunque actualiza pronto y no seas cruel y danos otra maraton

Que bueno al fin San se esta decidiendo en salir adelante!!!
Muy lindo capitulo!!
Saludos

me encanto el capitulo, me alegra mucho lo que britt esta haciendo por santana, hasta pronto!

britt es un amor jajaja empieza a sentir celos por San ya quiero que sea mañana muy buen cap. Saludos

Heya Morrivera escribió:Wow en serio me intriga annie no se porque pero lo hace, britt es unica me gusta este fic aunque actualiza pronto y no seas cruel y danos otra maraton

Me intriga que te intrigue Annie, en verdad jajaja.
Brittany va a ser super importante e interesante. Me alegra que te guste, y habrá otra maratón más adelante ;) Hasta pronto!

monica.santander escribió:Que bueno al fin San se esta decidiendo en salir adelante!!!
Muy lindo capitulo!!
Saludos

Santana hará un gran progreso si deja que Brittany la ayude. Veremos que pasa luego. Saludos!

micky morales escribió:me encanto el capitulo, me alegra mucho lo que britt esta haciendo por santana, hasta pronto!

Brittany es como la salvadora jaja, y hará muchas más cosas por Santana.
Hasta pronto!!

Dolomiti escribió: britt es un amor jajaja empieza a sentir celos por San ya quiero que sea mañana muy buen cap. Saludos

Britt definitivamente es un amor, y ya empieza a tener esos sentimientos por Santana. Serán correspondidos? Saludos!

Capítulo 9: Segunda parte.

- Sabía que lo lograrías. ¡Te felicito!- así fue como Brittany saludó a Santana luego de que atendiera la llamada.
Por supuesto le habían comunicado sobre su recomendación y ella no esperó mucho para llamarla y felicitarla. Era cierto que no sabía nada de la vida de la morena, pero su intuición le decía que necesitaba salir de su casa y despejar su mente. Hablaron mucho tiempo sobre eso, y le dio muchos consejos sobre niños y cómo tratar con ellos. Santana también le contó sobre la lista que tenía sobre su escritorio, donde enumeraba las locuras que iban a hacer con Quinn, y a la rubia le pareció muy divertido. Sin embargo seguía tratando de entender por qué su amiga de Nueva York necesitaba aferrarse a ciertas cosas para sentirse bien. Logró sacarle algo de información, y supo que su padre la había alejado de una persona que ella amaba demasiado. ¿Un hermano? Era imposible saberlo, pero al menos estaba empezando a confiar en ella. Santana le contó sobre el empleo de Quinn y que ella tenía mucho que ver en lo que estaba tratando de encontrar, y que por ello había decidido desprenderse de esas cosas un tiempo y empezar a pasarla bien.
Por alguna extraña razón, se sentían perfectamente cómodas hablando una con la otra. Para Brittany también significaba una forma de descargar esas cosas que a sus hermanos no podía contarles, y le contaba a Santana para sentirse un poco más escuchada y entendida.
Fue casi una rutina para ambas, hablar al menos una hora al día y compartir sus cosas personales. El sábado por la noche vieron otra película, y hablaron hasta tarde porque al siguiente día Santana tenía que partir por la ciudad con Quinn. Brittany le deseó mucha suerte y le pidió que se cuidara y olvidara todos sus problemas por un día, agregando también un dulce saludo de buenas noches que les permitió a ambas dormir con una sonrisa en su rostro.
El domingo muy temprano, Quinn fue en busca de Santana y se la veía radiante, feliz. Noah les dio un par de indicaciones antes de que se fueran, y las despidió.
Santana había olvidado lo mucho que le gustaba montar una bicicleta, y no dejaba de agradecerle a su amiga por la idea. Recorrieron infinitos rincones de la ciudad, andando por más de cuatro horas hasta llegar a su destino. Dejando las bicicletas de lado y dispuestas a descansar, observaron a lo lejos la estatua de la libertad.
- Definitivamente esto es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.- dijo Quinn y bebió un poco de agua.
- Ni hablar. Fue muy divertido.- se sentaron al lado del muelle.
- Estuve pensando en algo...
- ¿Sobre qué?
- Sobre todo. Tú y yo dijimos que durante este tiempo dejaremos ir algo, y creo que es tiempo de empezar a hacerlo. Por mí hablo.
- ¿Cómo lo harás?
- Voy a liberar a Rachel, la dejaré ser feliz con Noah.
- Eso es lo justo amiga.
- De todas formas no es tan fácil. Quiero hablarle, contarle todo lo que siento, decirle que en verdad la quiero y pedirle perdón por no demostrárselo. Sé que Noah va a hacerla feliz, y quiero que sepa que a pesar de todo, lo que más quiero es que ella lo sea.
- Creo que no supiste aprovechar esa bonita relación que tenían. Ella también te quiso Quinn, demasiado.
- No lo sé.- dudó.
- Noah me contó que ella le pidió que fueran lento, que trataran de no ser tan demostrativos por ahora. Le explicó sus motivos, y ¿sabes algo? Se trataba de ti. Le contó a mi primo todo lo que ustedes vivieron, y le dijo que no quiere lastimarte, que le diera tiempo hasta que pudiera hablar contigo. Sé que Noah me mataría si supiera que te conté esto, pero me pareció necesario que lo supieras. Ella está empezando algo con mi primo, pero se preocupa por ti, y eso significa que te quiso.
- Y es justamente por lo que debo dejarla ir.
- Y debes ser feliz por tu lado, lo sabes.
- Lo haré a mi manera.- suspiró y quedaron unos segundos en silencio.
- Yo aún no sé qué es lo que quiero dejar ir.
- No es obligación que lo hagas ya, pero tienes que encontrar eso que necesita salir de tu vida y darle lugar a otras cosas.
- Llegará, lo verás. Después de este día realmente se siente como si mi vida estuviera tomando forma.
- Y nada me alegra más que eso...- sonrió y la abrazó, para luego sacar su móvil y tomarse una foto.- Prometo hacer copias de esta foto para que guardemos el recuerdo en nuestras memorias siempre.
- No hará falta, pero la esperaré. Vamos a almorzar, Noah preparó quién sabe qué comida Puertorriqueña.- trajo su mochila y alcanzó todo como su primo lo había preparado.
- Es un gran chico. Recuerdo cuando estaba enamorado de mí.- rió.- Y luego le dije que no estaba interesada.
- Rompiste su corazón.
- ¿Le pasa lo mismo con Rachel?
- Más que eso... Siente que Rachel es la indicada, para siempre.
- Es fácil enamorarse de ella, lo entiendo.
- No hace falta hablar de ella. Quiero contarte algo. Voy a empezar a trabajar mañana.
- ¿Cómo?- se sorprendió.- ¡Santana!- la golpeó.
- Ey, ¿qué hice?
- ¿Por qué no me contaste antes?
- Quería hacerlo hoy Quinn.
- En verdad te tomaste en serio esto de cambiar las cosas. Te felicito. ¿Dónde tendrán el honor de recibirte?
- ¿Conoces la fundación Roberts?
- Sí, fui a dejar donaciones el mes pasado.
- Bueno, ahí trabajaré. Me voy a encargar de la recreación de los niños tres días a la semana.
- ¿Cómo terminaste ahí?
- Brittany...- suspiró.
- Esa muchacha empieza a darme celos.
- Deja las tonterías, tú eres mi única gran amiga. Sólo que ella es tan... No lo sé, me entiende, ha tenido que pasar también muchas cosas pero se ha tomado la vida de otra forma. Es tan comprensiva.
- Es psicóloga Santana...
- No es eso. Cuando habla conmigo no es psicóloga, ni hermana, ni dueña de un hogar de niños, es sólo una muchacha que quiere hablar y ayudar, pero también ser ayudada.
- Si no te conociera bien diría que esto...
- No.- la interrumpió.- Ya sé qué es lo que piensas, y no. Sólo me siento bien hablando con ella, ¿eso está mal?
- No, está perfecto. Pero para eso... ¡Me tienes a mí!
- No seas celosa.- rió fuerte ante la cara de su amiga.- Cuando ella venga a Nueva York las presentaré, verás que se van a llevar muy bien.
- No lo sé, mantengo mis reservas.- esta vez estaba jugando.
- ¿Qué sería de mi vida sin ti?
- Probablemente buscarías a Brittany.
- Oh, sí. Probablemente haría eso.- dijo con ironía.
Continuaron con su almuerzo y luego caminaron por la ciudad antes de regresar. Cerca de las siete de la tarde llegaron a casa de Santana, donde Quinn se quedaría a cenar. Lo que ambas ignoraban era que Rachel estaba allí, y fue incómodo para ellas sentarse a la misma mesa y tratar de mantener una conversación. Por supuesto Noah intentó que eso fuera distinto, y bromeaba sobre cualquier cosa que se le venía a la cabeza.
Más tarde, Quinn emprendió el camino a su casa y le dijo a Santana que no se preocupara, que de todas formas había sido el día más lindo durante mucho tiempo. Lo de Rachel quedaba en otro plano después de todo.
Noah llevó a la castaña a su casa, y para el regreso su prima ya lo esperaba en el sofá para contarle sobre su maravilloso día. Él, por supuesto, feliz de verla tan animada, escuchó todo el relato con una sonrisa en su rostro. No pudo evitar hablar de la cena, pero Santana le aclaró que todo estaba bien y que Quinn no tenía mayores problemas con eso. Además entendía que en ese momento nadie había previsto que eso pasara, así que quedaron tranquilos.
Él y Rachel habían pasado un día tranquilo en la casa, jugando con Buddy y tratando de que éste se quedara quieto. La relación con su compañera era cada vez mejor, y eso lo tenía muy feliz.
Luego de ese día, los otros fueron de lo más tranquilos. Lejos de la rutina, Santana ahora dedicaba tres días a los niños que alegraban sus mañanas, sacaba a pasear a Buddy, hablaba con Brittany por las noches, y cumplía la lista con Quinn, agregando quizás salidas al cine o largas caminatas.
Por su lado, Noah y Rachel estaban construyendo lentamente su relación, y exactamente un día antes de que Quinn partiera en su auto, la castaña se quedó hasta última hora en el trabajo para poder tener la oportunidad de hablar con ella. Se lo dijo a Noah, y ambos estaban de acuerdo en que era lo mejor.
No fue hasta luego de la medianoche que todos marcharon, y ella entró a la oficina de Quinn.
- ¿Cómo estás para mañana?- le preguntó mientras se sentaba frente a ella.
- Lista. Planeamos este viaje hace mucho tiempo y es genial que por fin vayamos a hacerlo. Te recuerdo que quedarás a cargo por estos días, yo regresaré el martes.
- Sí, lo sé.
- ¿Necesitas algo?
- Hablar contigo, pero no tiene que ver con esto.
- Supongo que sé de qué se trata. ¿Es este el momento?
- Creo que sí, pero si tú no quieres podríamos hablarlo otro día.
- Está bien, que sea ahora.- se puso seria y la miró.
- Noah y yo estamos empezando una relación maravillosa, y me pareció necesario que estuvieras al tanto de todo. Sé que no debo pedirte permiso ni algo parecido, sólo quiero que dejemos en claro que lo nuestro llegó hasta donde pudo y que ya no hay nada más.
- Eso lo entiendo.- aclaró.- Mira Rachel, lamento que lo nuestro no funcionara, lamento rechazarte tantas veces, lamento realmente que sintieras algo por mí y que siempre tuvieras que aceptar mis no, simplemente porque no puedo mantener una relación más que con el trabajo.
- Puedes hacerlo, en verdad. Y quiero que lo hagas, que seas feliz. Esto es una forma de liberarnos, yo te dejo y tú a mí, pero sólo para empezar a ser felices.
- ¿Noah te hace feliz?- sus ojos verdes estaban llenos de lágrimas.
- Sí, demasiado.
- Entonces hasta aquí hemos llegado.
- Yo te amé, quiero que lo sepas. No habría hecho tantas cosas para intentar conquistarte de no ser así. Te amé, aunque tú no pudieras sentir lo mismo. Y es por eso, y para que las cosas sean más fáciles que después del martes seré transferida a Manhattan.- confesó y la otra la miró sorprendida.- Se los pedí y aceptaron. Sólo tienes que aceptar mi renuncia.
- Rachel esto no es necesario.
- Lo es, créeme que lo es. Estaré bien, y tú también. Cuando pase un tiempo regresaré a visitarte y quizás podamos ser amigas. Ahora es necesario cerrar esta etapa, cicatrizar las heridas y esperar. Aprovecha este viaje y deja las cosas atrás, déjame ir...- dijo esas palabras con dolor.- Esta es la última vez que me verás en la unidad, así que... Ha sido un gran honor señorita Fabray.- la miró y trató de sonreír.
- Prométeme que regresarás.
- Cuando sea el momento, sí, lo haré. Ahora debo irme, mañana estos muchachos necesitarán una buena y descansada jefa.- se levantó del lugar secando un par de lágrimas y miró a Quinn con forzada sonrisa.- Buen viaje.
- Gracias Rach, gracias por todo.- se levantó también de su lugar y extendió su mano formalmente, como si se tratara de cerrar un contrato con alguien desconocido.
Rachel la tomó con fuerza y la obligó a caminar hasta ella para abrazarla. Se unieron en un abrazo sentido, triste y casi doloroso. La rubia se separó al rato y miró a la otra a los ojos.
- Sé que es una locura lo que voy a pedirte, pero necesito...- fue interrumpida por los labios de Rachel que apenas se posaron sobre los suyos.
Cerró sus ojos, acarició su rostro y devolvió el beso lenta y tiernamente. Era exactamente eso lo que quería, aunque sabía que dolería el doble dejarla ir.
Rachel dejó un suave beso en su frente antes de marcharse, y no hizo falta nada más. Ambas sabían que eso iba a ser un secreto, una despedida que sólo ellas recordarían, y que dolería cada vez que volviera a sus recuerdos, con la sensación de sus labios perfectamente hechos para la otra. La realidad era otra, Rachel estaba enamorada de Noah, y Quinn no entraba en esos planes.
La rubia fue a su casa, preparó las escasas cosas que llevaría, y se fue a la cama a llorar, llorar como nunca antes. Y por el otro lado, Rachel hacía lo mismo. No había nada por decir, y nunca nadie tendría las palabras justas para una despedida así. El tiempo, y quizás sólo el tiempo traería las respuestas a todo lo que ahora dolía.
Por su lado, y aunque era muy tarde, Santana aún hablaba con Brittany y le comentaba sobre el viaje que haría, además le dijo que estaba feliz con su trabajo y se lo agradeció. La rubia ya estaba con los últimos preparativos para la mudanza, y en cuanto Santana regresara, ella estaría pasando los últimos dos días en Massachusetts.
- ...así que te espero en casa el día de mi llegada.- le dijo culminando la idea de lo que venía hablando.
- Sabes que estaré allí, ya te lo he dicho mil veces. Buddy y yo iremos a ayudar.
- A propósito, ¿con quién dejarás al cachorrito estos días?
- Noah lo cuidará, supongo que lo hará bien.
- Seguramente.- bostezó.- ¿Te das cuenta que tienes que levantarte temprano y son casi las dos de la mañana?
- Hablamos como tres horas, y casi no me di cuenta.
- Ve a dormir, no quiero ser la culpable si no despiertas mañana.
- Lo serás de todas formas. Hasta el martes Britt, que tengas un lindo fin de semana.
- Disfruta tu viaje, y toma muchas fotos. Hasta el martes.- fue ella quien terminó la llamada para que pudieran descansar.
Cerca de las ocho, con jeans, remera blanca y lentes oscuros, Quinn llegó en su auto a buscar a su amiga, quien no podía terminar de prepararse. No mencionó el episodio con Rachel, y tampoco lo mucho que había llorado. Quizás uno de esos días lo haría, ese no era el momento.
Obligó a Santana a hacer todo rápido, y partieron a su largo viaje planeado por años. No sabían exactamente dónde llegarían, pero en realidad eso no era importante para ninguna. Iba a ser una aventura maravillosa.
Cámara en mano, lentes oscuros también, y una larga lista de buenas canciones, Santana subió del lado del copiloto mientras su amiga manejaba.
Tardaron un poco hasta notar que ya estaban lejos de la ciudad, los ruidos y las miles de personas que solían frecuentarlas. Se pasaron gran parte del camino recordando tiempos pasados, y pararon varias veces para tomar fotos y disfrutar del paisaje. Por supuesto que también hacían paradas para alimentarse y cargar el tanque del auto. Por la noche descansaron en un lugar cercano a un pueblo para sentirse seguras, y el sol del nuevo día anunció que debían seguir el camino. Santana manejaba cuando Quinn estaba cansada, y la rubia se dedicaba a hacer vídeos de lo más graciosos.
Antes del regreso, el segundo día, pararon a la orilla de un muelle asombrosamente solitario. Ambas en silencio observaron el imponente paisaje y pensaron que nada podía ser tan perfecto. Ninguna de las otras cosas de la lista se parecía a esa. Tomaban piedras pequeñas y las arrojaban al agua.
- Rachel fue transferida a Manhattan.- comentó Quinn.
- Noah me lo contó, esperaba que tú lo hicieras. Es lo mejor para todos.
- Me di cuenta que sí, y ¿sabes algo? Estoy lista para dejarla atrás.
- Esa es mi amiga.- arrojó otra piedra y luego la miró.- Yo también voy a dejar atrás algo.
- ¿Qué cosa?
- El dolor. El dolor de mis padres, el dolor de no tener a mi hija, y el dolor de aquel maldito día.- por primera vez en mucho tiempo había mencionado el tema otra vez.- Eso no quiere decir que dejaré de luchar por mi hija, pero dejaré atrás todo el dolor.
- Sabes que cuentas conmigo, para todo. Y... Podemos atraparlo.
- No, eso no me importa. Lo dejaremos atrás con todo lo demás.
- Entonces regresaremos a casa dispuestas a empezar una nueva vida.
- En lo posible lo haremos.- miró al horizonte mientras el sol se ocultaba.- Si nos vamos ahora llegaremos a casa el martes en la mañana.
- Entonces ya es hora de partir. ¿Esta se puede considerar la última parada de nuestro viaje?
- Así es.
- Entonces...- sacó una pequeña cajita de su bolsillo.- Compré esto para cuando llegáramos a nuestra última parada.- la abrió y sacó dos cadenas de plata con una piedra roja pequeña.- Quizás te enamores, o quizás yo lo haga algún día, pero jamás existirá en mi vida alguien como tú, y con nadie compartiré algo como este viaje. Toma.- le dio la suya.- No creas que estoy enamorada de ti, ¿eh?
- Cállate, estás arruinando el momento. Es muy lindo de tu parte. Gracias, pequeña Quinn.
- No hay por qué. Ahora sí, a casa.- tomó su mano y se fueron juntas a buscar el auto.
Santana estuvo al mando esta vez, mientras Quinn dormía unas horas. La morena puso música suave y se concentró en llegar bien a destino.
Quinn tenía razón, podría llegar a enamorarse alguna vez pero jamás existiría en su vida alguien si quiera parecido a aquella rubia que la salvó de tantas cosas. Tomó el dije que colgaba de su cuello y sonrió, cada vez que lo viera recordaría el fantástico viaje que habían realizado juntas y lo feliz que habían sido esos días. En sus más locos pensamientos, pensó que Quinn debería haber entrado a su vida en otra oportunidad, que les permitiera enamorarse y ser felices. Concluyó en que simplemente las cosas eran así porque debían serlo.
'In my life' por The Beatles sonaba de fondo, y Quinn despertó.
- But of all these friends and lovers there is no one compares with you…- cantó Santana y la rubia sonrió.
- Olvidaba lo bien que cantas.
- Hay cosas que no se pierden con los años. Tu talento para escribir por ejemplo, estoy segura que aún sigue allí.
- Estuve escribiendo últimamente y sí, aún está ahí.
- Algún día podrías compartirlo conmigo.
- Algún día...- se estiró un poco y subió el volumen de la música.- Maravillosa canción.
Continuaron el viaje tal como había sido anteriormente, pararon las veces necesarias para alimentarse, llenar el tanque y seguir. Entrar a Nueva York ya les dio cierta tristeza, pero por supuesto estaban felices del viaje que lograron hacer. Llegaron muy temprano en la madrugada del martes, y Quinn dejó a Santana en su casa antes de ir a la suya.
Durmió apenas dos horas y se levantó para ir a trabajar, preparada para encontrar una unidad sin Rachel después de algunos años. En su oficina todo estaba en orden, limpio, y las cartas de California estaban sobre su escritorio esperando a ser abiertas. En su ordenador, un archivo con el nombre 'Léeme' estaba resaltado. Lo abrió y leyó: 'Dejé todo en orden, logramos cerrar el caso de las hermanas Stuart, a nuestro favor por supuesto. Las cartas de California están sobre la mesa, no abrí ninguna porque pensé que eso te corresponde a ti o Noah. De todas formas me gustaría estar informada sobre el caso, así que esperaré algún mail de vez en cuando.
Mi transferencia a Manhattan está completa, no tienes que preocuparte por nada, mi uniforme quedó en el armario de tu oficina. Fue un honor amiga querida, regresaré. Te quiere, con muchas fuerzas, Rachel.'
Se levantó de su lugar y abrió el armario. Aún podía sentir el perfume de Rachel en el uniforme perfectamente doblado. Lo acercó a ella y a pesar de todas las cosas que le hacían mal, sonrió. 'También te quiero' pensó, y dejó un suave beso en la chaqueta que tenía en sus manos para luego regresarla a su lugar.
Rachel había hecho un gran trabajo con sus compañeros, y ahora a ella le quedaba retomar el caso Lopez. Abrir las cartas le daba miedo, pero tenía que empezar.


Bueno aquí estoy como prometí. A partir de ahora tendremos un poco más del caso de Santana y... BRITTANA! A partir del siguiente capítulo, Brittany estará en NY.
Actualización el martes o miércoles, y si pasamos los cinco comentarios habrá maratón, de lo contrario a seguir esperando.
Hasta entonces, y gracias a las cuatro fantásticas que siempre comentan! Jaja.

Ahhh si ya quiero mas Brittana

Hola, Como estas??
La historia de Quinn y Rachel llega hasta ahí??? Fue muy triste esa despedida!
Me encanta la historia!!!!
Saludos

noooooooo como lo dejas ahi????? danos un maraton andale si?????????? esta excelente saludos y regresa pronto

me siento mal por el traslado de rachel pero como no me gusta su relacion con noah me concentrare en santana y brittany, ahora a esperar que britt pise new york, hasta pronto.

Ow llore por que se tuvo que ir Rachel :-( me gusta la amistad de Quinn y Santana son muy tiernas . saludos

Puedo comentar muchas veces?? Jajaja maratón sería una estupenda idea y más y si britt estará ya en NY y bueno, ahora que Rach no esta.... Espero que Quinn esté decidida a salir adelante y aunque no me gusta, espero que Rachel sea feliz con noah

Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii maratón :)

WIIIIII BRITTANA PARA EL PROXIMO CAPITULO
SIIIIIII MARATON
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO QUEREMOS FABERRY RACHEL Y NOAH NOOOOOOOOOO FABERRY FABERRY FABERRY

Me he leído tu historia y me ha gustado mucho...
Digo si al maratón, ya tienes 9 comentarios con el mío jajajaja, lo ganamos :)
Creo saber quien es annie... Bueno sólo es una sospecha quizás este perdida jajaja
Cuídate y actualiza pronto
Adiós