(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter “The Talk”

-¿Kurt?... ¡Kurt!...
-¿Si?, disculpa estaba distraído—respondió ordenando una pila de documentos en el escritorio de Isabella
-¿Aun sigues pensando en ese chico apuesto que te manda flores?—pregunto Chase, desde la puerta
-Aun…—dijo Kurt, dando un suspiro
-¿Quieres ir a tomar algo?
-No…no creo que sea una buena idea ni tampoco creo ser una buena compañía para nadie…
-Mira, no quiero que pienses que tengo otras intensiones contigo, además va Daphne y otros del grupo, ¿te animas?
-Claro…, vamos—dijo Kurt distribuyendo los documentos que ordenaba en tres pilas diferentes. Tomo sus cosas y salió junto a Chase, para unirse al resto del grupo que esperaba en el Hall de entrada
-¿Dónde vamos?—pregunto Kurt arreglándose el pañuelo negro con lunares blancos, que Blaine le regalara el día que se embarco para New York
-Esa bufanda es fantástica—opino Daphne
-Sí que lo es—agrego Chase, tocándola para sentir el material de que estaba fabricada
-Gracias…
-¿Dónde la compraste?
-No, no la compre, en realidad fue un regalo
-¿Del chico apuesto ese?...
-Sí, de él…—respondió Kurt sonriendo y pensando que cuantas veces más escucharía que llamarían a Blaine “El chico apuesto ese”
-Difícil que lo olvides si todas las cosas que posees, tienen relación con él
-¿Con quién?—pregunto Daphne distraída, mientras caminaban por la 7th Av. en dirección a Broadway
- Con nadie… ¿Dónde vamos?—volvió a preguntar Kurt siguiendo al grupo sin saber a donde
- AL “R bar”, esta unas cuadras más abajo, en la Bowery St.
-¿Es un buen lugar?—pregunto Kurt mirando su teléfono
-Es estupendo, buen ambiente, buena música… ¡Excelente!—exclamo Chase
-¿No tomaremos un taxi?...
-No, estamos a 5 minutos caminando, ¿esperas una llamada?, insisto con mi teoría sobre ti y el chico guapo ese
-No, es de mi amiga con quien vivo, Rachel
-¿La que inspiro el video?
-Ella, viajo el fin de semana y debería haber llegado hoy, no la vi en la mañana y no sé si se fue directo a la universidad o que sucedió con ella.
-Lo más seguro es que se haya ido directo…
-Tienes todas las respuestas, ¿verdad Chase?
-Sí, la verdad es que si…–respondió riendo
-¿Es allí?—pregunto Kurt apuntando a un local sin ninguna otra señalización más que una gran R roja de neón colgando en la entrada—está lleno al parecer
-Aquí veras lo importante que es trabajar con Isabella Wrigth—dijo Daphne poniéndose entre ambos
Al llegar a la puerta, el guardia los reconoció inmediatamente dejándolos entrar, provocando con ello el rechazo del resto de quienes esperaban en la helada noche Neoyorkina.
-¿Siempre es así?—quiso saber Kurt, al escuchar el reclamo de los otros clientes
-Siempre, pero no te sientas mal, cada quien obtiene lo que merece, y nosotros merecemos los mejor.
-Claro…—dijo Kurt sonriendo apenas y sentándose junto al grupo en unas de las mesas
-Buenas Noches, bienvenidos al “R Bar”, que van a beber—les pregunto una de las meseras
Kurt y el resto del grupo ordenaron sus bebidas y comenzaron a sacar sus teléfonos y cigarrillos, así como a desprenderse de las chaquetas y carteras.
-Kurt, ¿Qué tal te has sentido en estas semanas de trabajo?—pregunto Daphne recibiendo su bebida
-Bien…Gracias—dijo Kurt a la mesera recibiendo la propia—ha sido una experiencia muy interesante— agrego
-¿Persigues una carrera en moda?
-La verdad es que no se, nunca lo había pensado, mi prioridad era entrar a NYADA y triunfar en Broadway
-¿Te gusta cantar y bailar?—pregunto Chase un tanto extrañado
-Por cierto…—respondió Kurt chequeando su teléfono por quinta vez en 10 minutos
-¿Esperas la llamada de alguien?—pregunto otra de las chicas, a la que Kurt no podía aun ubicar por su nombre
-¿Qué?...no…lo siento, es solo que…
-Espera a que lo llame un chico guapo que le envía flores y que quiere disculparse por algo que le hizo—interrumpió Chase, explicando a todos la situación, como si dominase los pormenores de la vida amorosa Kurt, tanto y como dominaba los colores de moda del próximo invierno
-Gracias Chase por poner subtítulos a mi actual miseria—dijo Kurt bebiendo un poco.
-¿Es verdad todo eso?—pregunto Daphne
-Sí, pero la verdad es que no quisiera…
-Yo tuve un novio en la secundaria, e hicimos un pacto de NO fidelidad luego de graduarnos y de partir a diferentes ciudades
-¿Un pacto de NO fidelidad?, que clase de relación es esa—dijo Kurt dando un ojo a su teléfono por sexta vez
-Una bastante positiva, así no nos sentiríamos solos, ni culpables si uno de nosotros se sentía atraído por otro
-¿Y resulto?—pregunto el acompañante de la chica “sin nombre”
-Bueno, el lo cumplió al pie de la letra—dijo la chica provocando las risas de todos
-¿Fue allí donde conociste a tu chico guapo?, ¿en la secundaria?
-Así es…
-¿Como se llama?...
-Blaine, su nombre es Blaine, y fue mi amigo primero, después mi novio.
-¡Auch!...eso si será difícil de superar—dijo Chase, dando un acento doloroso al “Auch” que acababa de pronunciar
-¿Lo crees?...


Febrero de 2011

-¡Ok…mi culpa!—dijo Burt sintiéndose incomodo al descubrir a un chico durmiendo en la cama de su hijo
-¡Papá…!—exclamo Kurt levantándose. Le dio una mirada a Blaine y pudo notar que se había vuelto a dormir. Aun esparciéndose la crema por la cara, salió tras su Padre para dar una explicación
Luego de un par de minutos, Kurt volvió a la habitación, el “No quiero hablar de eso ahora” de su papá, fue bastante categórico y decidió por tanto, dejar que se le pasara un poco el Shock inicial que toda la situación le había generado. Entro a la habitación con una taza de café extra cargado para Blaine, la borrachera de la noche anterior, lo hacía pensar que de seguro necesitaría una dosis extra de cafeína en su cuerpo
Se quedo un par de segundos a los pies de la cama observándolo dormir. Blaine tenía la cabeza hundida en las almohadas y estaba en una posición confusa entre de lado y boca abajo, tenia además uno de sus pies fuera del cobertor y con sus manos agarraba la almohada. Kurt se acerco un poco para verificar si efectivamente se encontraba dormido, rio para sus adentros al ver que el cabello de su amigo había crecido el doble de su volumen y se le habían formado rizos de todas las formas y tamaños. Pensó que si fueran novios, ese sería el momento en que hundiría sus manos en ellos y corregiría sus formas, para despertarlo con ternura. Se sentó con cuidado a un costado de la cama sin saber muy bien qué hacer, vio que Blaine se daba una vuelta para quedar acostado boca arriba, y pensando que lo había despertado, se levanto con prisa, como si la taza de café que sostenía se le hubiese derramado en el regazo.
Blaine se acomodo con propiedad, como si estuviese durmiendo en su propia cama, de manera inconsciente trago saliva y se humedeció los labios con la lengua, luego puso una de sus manos a la altura del vientre y la otra bajo la almohada que cobijaba su cabeza.
Al ver que volvía a dormirse, Kurt se sentó de nuevo en la orilla de la cama y lo observo como nunca, miro con detención sus cejas, sus enormes y tupidas pestañas y su nariz, con aquella pequeña sinuosidad que lo hacía parecer de cierta forma peligroso, como si perteneciera a una pandilla o a un club de pelea. Fijo su mirada también en sus labios, que lucían frescos y apetitosos a sus ojos, casi como una fresa madura y suculenta, recién sacada de la heladera. Se pregunto a que sabrían los labios de un chico, a que sabrían los de él, nunca había besado a nadie, no a alguien que importara al menos.
Con la mano que tenía libre, comenzó a recorrerlo, distante unos cuantos centímetros, imagino que lo tocaba, movió su mano por su pelo, por la cara y por el cuello. Cuando llego a su pecho dibujo con su dedo un corazón con una “K” en el centro, siguió bajando hasta encontrar la mano de él que tenia sobre el vientre, absorto en su fantasía, no noto que la distancia entre su extremidad y la de Blaine se reducía 0, este, en un movimiento inconsciente le atrapo la mano con sus dedos, haciéndole una especie de cariño con el dedo pulgar, Kurt, sobresaltado la quito de inmediato, provocando que Blaine despertara de pronto.
El chico estiro sus brazos y piernas, dando un bostezo largo y sonoro, abrió sus ojos y vio a Kurt sentando a su lado sobre la cama
-¿Kurt?—dijo carraspeando al tiempo que, con sus ojos a medio abrir, observaba el lugar donde estaba.
-Buenos días…toma, bébete esto…
-¿Qué?, ¿dónde estoy?, ¿es tu casa?...
-No, estamos en el Bellagio, viajamos a Las Vegas anoche
-¿Qué?...—pregunto Blaine, despertando un poco mas y sentándose en la cama
-Que conducimos toda la noche para llegar a Las Vegas, ganamos millones pero los perdimos rápidamente…
-¿De qué…?... ¿Qué?—trato de hilar Blaine, limpiándose la nariz con el puño de su sweater—esta es tu habitación, al menos eso creo…
-Por supuesto que es mi habitación, toma bebe esto, te ayudara–dijo Kurt, entregándole la taza de café
-Está bien… ¿Qué hora es?—quiso saber pegándose otro estirón y terminando de despertar del todo
-Casi las 10…
-¿No fuimos a la escuela?...
-Es Domingo Blaine…insisto en que bebas ese café—dijo Kurt apuntando la taza que Blaine tenía en sus manos, mientras ordenaba su ropa
-¿Cómo llegue aquí?...
-Bueno, creo que te desataste un poco en la fiesta, así es que decidí ser responsable y dejar que durmieras aquí, y avise a tus padres, no te preocupes
-OK… este café si que esta fuerte—opino Blaine dando un sorbo y tratando de arreglarse el cabello con la otra mano.
-Creo que lo necesitas así…
-¿Qué paso anoche?—pregunto, tomándose la cabeza y poniéndose la taza en la frente.
-¿No recuerdas nada?—dijo Kurt, imaginando que podría decirle cualquier cosa.
-La verdad es que no… ¿Por qué estoy en tu cama?—quiso saber Blaine mirando a su alrededor como tratando de revivir los pasos que dio para terminar allí.
-Fue tan espectacular—comenzó a decir Kurt con una sonrisa
-¿Qué cosa?, ¿Qué fue espectacular?
-Lo de anoche, fantástico, tengo el video si quieres verlo—dijo Kurt apuntando al televisor
-Kurt… ¿tú y yo?... ¿Qué?—pregunto Blaine casi entrando en pánico
-¡No paso nada!—dijo riendo de su propia travesura— llegamos, te puse en la cama y lo único que pude quitarte fueron los zapatos
-Me asustaste…—dijo dando un suspiro de alivio y bebiendo mas café
-No te preocupes, por lo general tengo cierto respeto por la gente inconsciente…
-Gracias Kurt…
-No fue nada, eres bastante dócil cuando estas bebido.
-No lo sabía, pero gracias de todas formas…
-De nada, ahora bebe tu café, luego baja a disfrutar de un exquisito Brunch, al estilo de la casa Hummel.
-Prefiero irme a mi casa, si no te importa…
-Perfecto, como quieras…—dijo Kurt saliendo de la habitación con la sonrisa de quien se muere por contar el mejor de los secretos, Blaine había dormido en su cama y eso era algo que no olvidaría jamás.


-Pues sí, perder a un novio es difícil, pero perder a un novio que es ademas tu mejor amigo, es bastante duro…
-Claro… ¡por fin!—exclamo Kurt al ver que Rachel finalmente se comunicaba con el—permiso, tengo que…—agrego moviendo su teléfono y levantándose de la mesa
-¿Kurt?...
-¡Rachel! , ¡Gracias a Dios!…del sábado que no sabía nada de ti, ¿Cómo estás? ¿estás en Lima?
-No llegue hoy temprano y me fui inmediatamente a la Universidad, ya te habías ido en la mañana cuando llegue…
-Lo supuse…
-¿Dónde estás?
-En un bar con los chicos de la revista, se supone que me animaría, pero…¿viste a…?
-¿Finn?...
-Por supuesto… “Finn”…
-Claro, hable con él, pero prefiero contarte cuando llegues a casa, no por teléfono…
-Te entiendo, en una hora más estoy allá… ¿Lo viste?
-¿A quién?... ¿A Blaine?
-No a Brad, el pianista pelirrojo, por supuesto que a Blaine…
-No, lo siento, perdí mi tiempo buscando a Finn por toda la ciudad, hasta que lo encontré en la escuela, a Blaine no alcance a verlo…lo siento
-Está bien, no te preocupes, debe estar ocupado en otras cosas.
-¿Lo llamaste?
-No…
-¡Kurt!...
-Te veo más tarde Rachel…
-OK…

-Hola… ¿Señora Anderson?—se atrevió a decir Sam, suponiendo que quien le abría la puerta, era la madre de Blaine.
-¿Si?... ¡Ah!, ¡Tú debes de ser Samuel!...pasa…
-Sam, en realidad, todos me llaman Sam.
-Perfecto entonces, ¿Cómo estas Sam?...
-Bien, gracias, ¿Y usted?
-Nunca mejor, pasa…—dijo la madre de Blaine, guiándolo por el recibidor hacia la sala.
- ¿Esta Blaine?, quedamos en juntarnos aquí.
-Si por supuesto que esta, acompáñame,…
-¿Quién eres tú?—escucho Sam a sus espaldas, al pasar por la entrada de sala.
-¡Ah!, querido, el es Samuel…
-¡Evans!—agrego el chico al ver que la mamá de Blaine le hacia un gesto con la mano para que terminara la frase
-Samuel Evans, es amigo de Blaine, vino a verlo. Voy por él—explico dándole un palmetazo maternal en la espalda.
-Hola Señor Anderson—dijo Sam estrechándole la mano
-¿Estas en el equipo?—pregunto al ver que el chico vestía la chaqueta blanca con rojo que identificaba a los deportistas de Mckinley
-Si lo estoy—respondió arreglándosela con orgullo
-Blaine baja enseguida…—acoto la Sra. Anderson uniéndose a la conversación
-Tus padres debes estar orgullosos de ti…
-Lo están, pero no sólo por esto, por otras cosas también—explico Sam sonriendo y mirando a los padres de Blaine uno por vez
-¡Sam!, pudiste llegar—exclamo Blaine bajando las escaleras
-No habías mencionado lo guapo que era tu amigo, hijo—opino su madre tomando a Sam por los hombros, como si quisiera abrazarlo solo por lo guapo que era.
-Generalmente no digo eso de la gente mamá, y que tú lo digas, resulta un poco espeluznante…
-Tonterías… ¿quieres algo Sam?, ¿un jugo, una soda, un sándwich?
-No gracias, estoy bien…
-¿De verdad?, puedo prepararte lo que quieras
Blaine miro al cielo entornando los ojos.
-De verdad, con Blaine tenemos trabajo que hacer, así es que…permiso—dijo Sam golpeándose con las palmas abiertas ambos muslos, como un soldado que se apresta a recibir instrucciones
-Ah por supuesto, deben tener mucho de qué hablar ahora que son Presidentes…
-En realidad, Blaine es el presidente, yo…
-No te molestes Sam, ¿subamos?...
-Claro…—dijo Sam mirando algo incomodo
-Gusto en conocerte “hijo”, es bueno tener a gente normal frecuentando esta casa de vez en cuando—término por decir el padre de Blaine, en el tono que este, ya conocía de siempre.
Blaine se detuvo en el quinto peldaño de la escalera, con ganas de voltearse y decirle a su padre unas cuantas, pero recordó lo que el mismo le había dicho a Sam hace segundos y siguió su camino hacia el dormitorio
-¡Gusto en conocerte Sam!—grito la Sra. Anderson.
-Vaya, eso si fue raro…—opino Sam, entrando en la habitación de Blaine.
-Siempre es así amigo “Wolverine”…
-¡WOW!, ¡tu habitación es espectacular!…
-Gracias…
- No, de verdad, es inmensa…
-Tanto como inmensa…—dijo Blaine cerrando la puerta tras de él.
-¿Qué es esto?, ¿videos caseros?—pregunto Sam tomando una de las cajas sin caratula que habían sobre el mueble del televisor
-¿Qué?, no son videojuegos…
-¿Son copias?—insistió tomando otro
-NO, son originales, les saque la cartula porque Kurt se pone… es decir se ponía nervioso con ellas, asi es que…
-¿En serio?, ¿Cuáles son?...
- “Resident Evil 6” y “World of Warcraft”
-¡NO!—exclamo Sam, abriendo los estuches y analizando los discos, como si pudiera ver el juego con solo observarlos a la luz
-Te lo puedo prestar si quieres, la gráfica es asombrosa.
-Gracias pero no tengo videoconsola, oye, si que tienes trofeos—dijo Sam dando una mirada sobre la cajonera de Blaine, y tomando algunos de los números trofeos de todos los tamaños y formas que allí habían.
-Si, bueno, no tengo chaqueta de deportista, pero si un mueble lleno de trofeos. Mira acá tengo algunas cosas…
-¡Vinilos!, no había visto de estos desde que visitaba la casa de mi tío en Kentucky, ¿Cuántos tienes?
-Varios…
-¿No prefieres bajar música de internet?, seguro y es más barato que cualquiera de estos—dijo, tomando “With the Beatles”
-No, bueno, lo hago también, pero el sonido de esos discos es incomparable… Sam, mira, baje de internet estos “tips” de organización de eventos, creo que pueden sernos útiles para el bai…
-Tienes muchos libros también, ¿te gusta leer?, digo ¿por placer?
-Si me gusta…Sam…—insistió Blaine, apuntando las hojas impresas que había dispuesto sobe la cama
- ¡The Story of Ferdinand! ,¿es el de de Munro Leaf?, ¿es de colección también?, recuerdo y mi mamá me lo leía cuando era pequeño, luego lo hizo con mis hermanos—recordó Sam hojeando el libro y mirando al techo, como recordado a sus días de infancia con nostalgia—¿te lo leían también?
-Claro, a quien no, es casi como no conocer “Velveteen Rabit” o “The Cat in the hat”, ¿verdad?... Con respecto a lo que te dije del…
-¿Los tienes también?—quiso saber Sam dando una mirada al librero, tratando de buscar los otros títulos.
-No…—respondió Blaine tomando las hojas de sobre la cama para hacer que Sam le tomara atención al tema que, se supone y tratarían aquella tarde.
-Esto es genial… ¡perdón se cayó esto!—exclamo Sam, recogiendo una rosa amarilla con bordes rojos, perfectamente disecada y que se había caído del libro.
-No te preocupes…—dijo Blaine recogiéndola con cuidado y poniéndola dentro de otro de sus libros
-¿También te dedicas a las manualidades?, porque gracias a mi mamá y a mi hermana se todo eso de Martha Stewart y un programa que tiene la palabra “Plipping” en el…
-No, no me dedico a las manualidades, es solo una flor que guarde de un ramo que me regalo Kurt hace… bueno hace ya bastante tiempo… y el programa se llama “Flipping Out”, y es de diseño, nada que ver con las manualidades— corrigió Blaine apuntándolo con el libro, que luego guardaría en el mueble.
-¿Están bien las cosas entre tú y Kurt?
-¿Aun no vuela el chisme por la escuela?
-Pues no…
-Bueno, digamos que no estamos en nuestro mejor momento.
- Vaya hermano, siento oír eso, ustedes eran como la “súper pareja”, bueno tal y como éramos Quinn y yo en nuestros mejores tiempos, hasta que ella me engaño con Finn y todo se volvió un problema.
-Pues algo así nos paso a nosotros…
-¿Kurt te engaño con otro?...New York es malvado, lo dicen los ancianos de mi Iglesia
-No, el no…—respondió Blaine sonriendo un poco, al imaginar a los ancianos de la Iglesia demonizando New York — fui yo…pero mejor hablemos de lo que íbamos a hacer con el bai…
-¿¡TU!?—exclamo Sam interrumpiendo y haciendo con su cara, una expresión de incredulidad máxima –eso…no me lo esperaba.
-¿Me juzgaras también?, es lo que harán todos, estoy seguro–dijo Blaine sentándose en la cama y tirando los papeles hacia un lado.
-No, creo que no es asunto mío, ni de nadie, ¿tu estas bien?
-He estado mejor… ya conoces la historia, él era mi mejor amigo y el amor de mi vida, y sentir que perderé todo eso por una estupidez, me… quiebra el corazón de cierta manera.
-¿Quieres hablar de eso?, te haría bien hablar con alguien, soy súper bueno ayudando, escuchando y dando consejos—advirtió Sam poniéndose la mano en el pecho, orgulloso de sus habilidades como amigo.
-No, está bien…
-Bueno, como quieras, pero te aseguro que todo se arreglara, aun veo en el futuro a ustedes dos, viviendo en New York, organizando fiestas espectaculares y gastando medio sueldo en comida orgánica, con bebes y todo lo demás.
-Gracias Sam, de verdad y eres súper bueno ayudando…


Noviembre de 2017

-¡Cuan genial estuvo Rachel hoy!...
-¡Estupenda!, creo que fue su mejor función—dijo Blaine, entregándole la bolsa con la cena a Kurt para poder buscar sus llaves y abrir la puerta del departamento.
-Creo que esa obra es la mejor que he visto en años—respondió entrando primero.
-Bueno, eso hasta que la de los chicos se estrene contigo a la cabeza—opino Blaine recibiéndole la chaqueta.
-Siento que falta un siglo para eso—dijo Kurt un tanto triste.
-Creí que habían contactado a unos productores.
-Si, bueno Richard los contacto, creo que son amigos de los que producen la obra de Rachel, pero hasta ahora no han respondido nada, y han pasado casi 2 meses—explico Kurt mientras sacaba la comida de la bolsa de papel y la disponía en el mesón de la cocina.
-Sea cuando sea, lo mejor está por venir…
-¿Eso es de una película?—quiso saber Kurt sacando los cubiertos de uno de los cajones
-No sé, ¿Por qué?...
-Porque es bastante cursi—agrego apuntándolo con un par de cucharas—ven a ayudarme mejor
-¿Debo hacerlo?—pregunto Blaine, estirándose sobre el sillón, como si hubiera llegado recién de cargar frutas en el mercado de abastos de New York.
-Por supuesto, como mi esposo me debes asistencia, estaba escrito en el papel que firmamos—aseguro Kurt sacando mas envases de la bolsa de papel del restaurante
-Bueno, creo que se refería a ayudarte si estas imposibilitado o si el gobierno nos niega un préstamo para comprar una granja….no a asuntos de índole domestico—corrigió Blaine, levantándose con dramatismo y apuntando a todas las cosas de la cocina de una sola pasada.
-Es causal de divorcio no cumplir con los deberes maritales.
-Creí que los cumplía todos—advirtió Blaine ubicándose atrás de Kurt y besándole el cuello.
-Pues estos no—sentencio Kurt, zafándose y apuntando a la cocina y a los platos que acomodara recientemente
-Está bien—dijo Blaine poniendo caras y llevando algunas de las cosas a la mesa
-Eres un flojo Blaine Anderson…
-Prefiero consentido—corrigió Blaine, tomándolo de la cintura y dándole un beso— ¡listo!
-¿Esa será todo tu ayuda?—pregunto Kurt rascándose la cabeza de pura impaciencia
-¿Por qué?... ¿quieres que haga algo más?
-Abre el vino, pon esto en la mesa…cualquier cosa—respondió gesticulando
-¿Te enojaste?... ¿Kurt?—pregunto Blaine, cambiando su tono relajado por uno de casi genuina preocupación
-No, solo estoy un poco preocupado, lo siento…
-¿Por qué?, ¿por lo de la obra?—quiso saber Blaine, mientras descorchaba la botella de vino—porque si es así, creo que no deberías, aun tienes la obra de la Universidad, además, mírame a mí, hace casi dos meses que salió a la venta mi segundo disco y creo, CREO que lo han comprado 10 personas
-Eso no es verdad…
- Esta bien, 11…—dijo Blaine limpiando las copas con una hoja de papel toalla
- Son muchas más que eso, además eres tu el que dice que lo importante es que puedes hacer música libremente, más que todas las copias que puedas vender…
-Lo sé, ¡Dios bendiga a las 12 personas que compraron mi disco!—exclamo Blaine ironizando
-Mírate…y eso que el pesimista soy yo…
-Puede que lo sea, pero al menos no me preocupo por ello.
-No es por eso que estoy preocupado.
-¿Por qué entonces?
-Por lo de mañana…—dijo Kurt en voz casi imperceptible, al tiempo que llevaba los platos a la mesa.
-¿Por qué?...no te escuche.
-Por lo de mañana—repitió corrigiendo el tono de su voz…—nunca he hecho “eso”.
-OK…primero que todo, eso es una mentira—dijo Blaine sonriendo y pensando que siempre le había parecido dulce que Kurt se sintiera cohibido cuando de hablar de sexo se trataba.— y segundo …
-¿Qué?... ¡Blaine!—exclamo Kurt experimentado aquel temor al que Blaine hacía referencia en su cabeza.
-Mira—dijo acercándose a la mesa y sirviendo un poco de vino en cada copa—creo que es normal que estés nervioso, pero piensa en lo de mañana como si fuera un simple trámite, harás “tu donación” y lo mejor viene después…mira en perspectiva, nos convertiremos en padres.
-¿Qué tal si alguien me ve o pone una cámara oculta?...
-¡Kurt eso es una locura!, es una clínica seria, no esa tienda de pornografía que había al oeste de Lima donde…
-¿Dónde?—pregunto Kurt alargando las vocales y levantando una ceja
-Donde… iba alguna gente, que por cierto no era yo … y me… me contaba de su existencia—dijo Blaine complicado y bebiendo un poco de vino.
-Si seguro—afirmo Kurt sonriendo.
-¡Seguro!…, ya sabes cómo es la gente…además ese no es el tema, el tema es que insisto en que es una clínica seria
- Lo sé, pero ¿qué tal si no me “resulta” o si me demoro poco y no alcanzo a “depositar” el asunto donde se debe?…
-En ti…que “te demores poco”, o “que no te resulte” es imposible, aunque trates… y lo sabes—afirmo Blaine mirándolo fijo y cogiendo su mano por sobre los cubiertos.
-Ok… eso fue súper sensual…— dijo Kurt sintiendo su cara tan caliente como el Dim-sum que se disponían a comer.
- ¿Si?, ¿lo crees?...
-Claro, lo recordare mañana, porque francamente no sé si habrá algo que me ayude en la oficina aquella– afirmo Kurt tomando uno de los platos y sirviendo un poco de comida
-Créeme que lo habrá, siempre lo hay, creo que es una ventaja que buscan los hombres en esas oficinas, acceso gratis a pornografía—explico Blaine sonriendo y recibiendo su plato
-Tal vez los heterosexuales... ni siquiera cuando era más joven me gustaba ver esas películas, pensaba en todo lo que hacían esas personas y…
-¡Ah claro, el señor de los 80 años!—dijo Blaine poniendo voz de vendedor de tele mercadeo
-¿Sabes a lo que me refiero?... ¿verdad?
-Lo sé…y no te aflijas, es una clínica especializada, estoy seguro que tendrás a que recurrir…
-¿Si?, ¿no harás el chiste que amerita la ocasión?
-¿Cuál chiste?...— pregunto Blaine sacando sus palillos del envase de papel y disponiéndose a comer
-El de “si lo necesitas te puedo dar un mano”—dijo Kurt poniendo la voz de alguien que acaba de sufrir una embolia
-No, no lo hare…—respondió Blaine, bebiendo entre risas
-Bien…
-¿Estas arrepentido de hacer todo esto?
-No, por supuesto que no…
-¿Seguro?, aun podemos retractarnos…
-No…aunque de lo único que podría arrepentirme es que , igual pienso que tal vez… no se… esos ojos maravillosos que tienes, se hubieran visto aun mas maravillosos en un bebé.—dijo Kurt apoyando su cabeza en una mano para quedar viendo los maravillosos ojos de Blaine, como si nada mas existiera en el mundo
-Eres encantador, ¿lo sabes verdad?
-Tengo mis métodos…si
-Gracias Kurt…
-Y tú, ¿No estás arrepentido, de que sea mi material genético el que defina a nuestro hijo?
-Por supuesto que no, se lo importante que es para ti…
-Para ti también lo es…
-Sí, claro que sí, pero si el pequeño Henry, o la pequeña Elizabeth tienen la fortuna de tener tus labios o tu fabuloso cabello, cualquiera de los dos… será el bebe más afortunado del la tierra
-Gracias Señor Anderson…
-Ahora comamos—dijo disponiéndose a comer haciendo un movimiento de acomodo en su silla.
-¿No querías hacer otra cosa?...
-¿Qué cosa?—pregunto tragando.
-No se…—dijo Kurt descuidado, al tiempo que con su pie, le acariciaba la pierna por debajo de la mesa.
-Sabes que no puedes…¡Kurt!—exclamo Blaine sintiendo el pie de Kurt mucho más arriba de cualquiera de sus muslos.
Kurt sonrió coqueto, dejando ver la punta de su lengua entre sus dientes.
- El doctor dijo que tenías… que debías guardar abstinencia antes de todo el proceso.
-No recuerdo que haya dicho eso…—insistió Kurt con su pie ya en el regazo de Blaine
-Pues yo sí, así es que lo único que queda por hacer—dijo Blaine levantándose a buscar la salsa y dejando caer el pie de Kurt— es comer—agrego dándole un beso sonoro y condimentado


-Por nada, y no te lo digo solo para animarte
-Ok…ahora podemos por favor ver estos do…
-¡WOW!, ¡esta cámara es asombrosa!... ¿Funciona?–pegunto Sam, tomándola desde el tope de uno de los libreros y haciendo como que sacaba fotos de toda la habitación
Blaine dio un suspiro hondo y entorno sus ojos pensando que tal vez hacer que Sam se concentrara seria una batalla titánica de librar.

-¿Qué estas haciendo?, es temprano y sábado—pregunto Rachel abriendo la cortina del dormitorio de Kurt
-Estoy tratando de entender este programa, se supone que es súper fácil, de acuerdo con Daphne, y que ella lo entienda y yo no, me provoca una gran frustración.
-¿De qué se trata?—pregunto sentándose en la cama frente a él
-Es para organizar las fechas y relacionarlas con los archivos, con lo que se publicara para que no existan duplicados, y un montón de cosas más, ¿Qué haces despierta?, es tempranísimo…
-¡Eso fue, lo que yo dije!—afirmo Rachel apuntándose a si misma con el vaso de agua que cargaba.
-Entonces…—dijo Kurt con su cabeza metida en la computadora.
-Pues no podía dormir, la clase de Cassandra fue bastante intensa.
-Creí que te había dejado en paz…¡Maldición!...—exclamo apretando cuatro teclas a la vez de su computadora, como queriendo deshacer alguna acción inapropiada.
-¡Que!— dijo Rachel moviéndose para mirar lo que había pasado.
-No se… presione algo que hizo que todo se cambiara para enero de 2018…
-Solo estas ensayando, ¿verdad?
-Por supuesto, no confían tanto en mí, como para dejarme organizar el calendario 2012.
-¿Isabella te pidió que aprendieras esto?—pregunto bebiendo un poco de agua.
-No, pero creo que si no aprendo técnicas nuevas, me quedare en los teléfonos de nuevo, y eso me resulto bastante desagradable. ¿Por qué no pudiste seguir durmiendo?
-¡Por Cassandra!, trato de responder con todo en la clase, pero creo que ya es obvio que no me dejara en paz este semestre.
-Que tal Brody, ¿lo has visto?
-Si iremos al cine hoy—respondió coqueta.
-Tercera cita…, sabes lo que quiere decir la tercera cita ¿verdad?—pregunto Kurt, cerrando su computadora y poniendo cara de pensador del renacimiento.
-¡Kurt!, no es necesariamente lo que podía pasar, además…
-¿Aun piensas en Finn?—interrumpió adivinando lo que seguía en la respuesta de Rachel
-Ya no tanto como antes…
Kurt levanto una de cejas y bajo la cabeza negando, en señal clara que no creía ni una palabra de las que su amiga había pronunciado.
-No me mires así, además yo podría decir que tú piensas aun mas en Blaine, de lo que yo pienso en Finn.
-Eso es una mentira—dijo Kurt tratando de parecer indiferente.
-Tu actitud es una mentira…
-¿Qué?, ¿sabes qué?, estoy cansado que no me creas, además ya no pienso en él , es mas lo odio…
-¿Si?...
-¡SI!...
-¿De verdad?
-NO…
-¡KURT!
-Por supuesto que no, pienso en él todo el tiempo, y no lo odio, lo amo, y creo que lo que odio es a mi mismo por amarlo tanto…pero…no puedo…
-No puedes perdonar lo que te hizo…
-Así es…—dijo Kurt tirándose hacia atrás en la cama y dejando en el suelo su computadora.
-Tal vez si hablaras con él, sabes que ahora viene el musical de otoño…¿no te parece que fue hace un millón de años que estrenamos West Side History?
-Así parece…
-¿Recuerdas esa noche?...
-Obvio que la recuerdo, esa noche del estreno fue cuando Blaine y yo…—dijo Kurt haciendo un movimiento con sus manos, como si fuera evidente para cualquiera lo que trataba de decir.
-De verdad y somos gemelos, aquella noche Finn y yo…—respondió Rachel, haciendo el mismo gesto de Kurt.
-¿En serio?...
-Si… fue la noche más dulce y emocionante de mi vida— dijo la chica poniendo un acento agudo y emocionado en las últimas palabras
-Yo digo lo mismo, estar con Blaine fue…—trato de decir Kurt, al tiempo que se sentaba otra vez en la cama y bajaba su cabeza, sintiendo que se le subían los colores y los ojos se le humedecían de pura emoción.
-¿Ves que lo extrañas?
-¡Esta bien!, lo extraño, ya lo dije… ¿feliz?—dijo mirándola.
-Diría mas bien satisfecha…¿quieres hablar de ello?
-Hablar de que exactamente…
-De que extrañas a tu novio, de que mueres por tenerlo aquí contigo…de eso.
-Rachel, te quiero, pero no me gustaría ventilar mi vida intima contigo.
-No estoy pidiendo detalles Kurt, yo tampoco podría contarte los míos con Finn, pero dime, por ejemplo, ¿Qué más extrañas?
-¿Qué pretendes Rachel Berry?
-Que hagamos una especie de catarsis, te ayudara a ti y a mí también—explico Rachel apuntándose a si misma y luego a Kurt.
-¡Que el destino me libre, si es que llegas a tomar alguna vez una clase de psicología!
-Vamos… inténtalo—insistió Rachel sentándose también en la cama y dándole un empujón amistoso
-Extraño dormir con él…solo dormir. Cuando no pasaba nada entre nosotros, por diversos motivos, que no abordare contigo ahora—advirtió Kurt de inmediato,silenciando la intervención curiosa de Rachel, incluso y antes que se produjese— dormir con él era algo… sentir su calor, el latido de su corazón, el aroma del gel de su cabello…todo…todo era…—agrego Kurt dando un suspiro sin poder encontrar la palabra exacta que describiera lo que estaba sintiendo.


Mayo de 2012

-Lo siento Kurt… de verdad…lo siento mucho.
-Deja de decir eso, no hay problema—respondió Kurt aun agitado.
-Pero si lo hay…no sé que me paso…no sé…—trato de explicar Blaine, un tanto avergonzado.
-Ven…—pidió Kurt tendido en la cama de su novio y abriendo de par en par sus brazos
-Lo siento…
- Ya te dije que no hay problema, además existen otras formas de intimidad que también me gustan—agrego, aun con sus brazos abiertos
-¿Si?... ¿cuáles?—pregunto acercándosele.
-Está por ejemplo—dijo Kurt recibiendo a Blaine y acostándose en su pecho.
-Lo siento Kurt, tal vez… tal vez tenga un problema que requiera ayuda médica… o algo…—dijo Blaine acomodando las almohadas tras su cabeza.
-Tienes 17 años, es imposible que tengas un problema…—dijo Kurt acomodándose a su vez sobre él
-Igual… no es la primera vez que me pasa, ¿recuerdas cuando nos quedamos en el Congress Plaza Hotel de Chicago?
-Esa vez fue porque estabas muy estresado, ¿recuerdas eso también?—dijo acariciándole la panza.
-¿Y ahora?, si hay alguien estresado eres tú, con todo eso de la carta de NYADA que te está por llegar…
-Bueno, ahora podemos culpar a la graduación, sabes que la tensión afecta este tipo de cosas, ¿no pones atención en clase de biología?
-No…
-Pues yo sí, y sé que todo lo que dije es verdad. ¿Cómo es posible que yo, un “bebe pingüino” sepa mas de todo esto que tú?
-Creo que ya dejaste de tener la experiencia de un “bebé pingüino”, además…no quiero decepcionarte…—dijo Blaine besándole el cabello.
-Eso es imposible Blaine Anderson…
-Gracias Kurt…
-No me agradezcas, es la verdad, e insisto en mi teoría de culpar a la graduación
-Quien se graduó fuiste tu, no yo—corrigió Blaine sonriendo y entrelazando sus dedos con los de él.
-Pero eso…—dijo Kurt, soltándose y estirando su mano hacia abajo de la cama para coger su birrete rojo de graduación—se soluciona de inmediato…—agrego poniéndoselo a Blaine en la cabeza y ubicando la borla hacia el lado que la usaban los graduados.
-¿Crees que esto me convierte en un egresado de secundaria?—pregunto Blaine apuntándose la cabeza y sonriendo con una mueca torcida.
-Pues nos convirtió en eso a todos los que la usamos hoy…así es que… ¿por qué contradecir una tradición centenaria?—pregunto Kurt poniendo sus palmas abiertas en el pecho de Blaine y su mentón sobre ellas.
-Tradición centenaria y todo…prefiero darle más estilo—dijo Blaine tomando el birrete y moviéndolo hacia un lado, como si de un sombrero tipo Fedora se tratara—¿qué tal?—agrego levantando una de sus cejas.
-Pues te ves muy guapo, eso de seguro—indicó sonriendo.
-Aunque le ponga mi estilo, esto es bastante tonto…—dijo jugando con la borla.
-¿Qué cosa?, ¿esto?—pregunto Kurt incorporándose un poco, arrugando su entrecejo y moviendo sus dedos estirados como señalando que si lo “tonto” eran ellos dos tendidos en la cama.
-¡No!, ¡no nosotros!, por supuesto que no, me refiero a esto—respondió Blaine apuntando el gorro de graduación.
-Bueno…—dijo Kurt acomodándose de nuevo como antes—tradición es tradición, y no creo que en el S XIV, estuvieran pensando lo que pasaría 7 siglos más tarde, al menos en aquella época se usaba para identificar a humanistas, estudiosos, artistas, jóvenes y adolescentes, hoy es mas para ridiculizar a todo ese grupo.
-Claro… ¿vendrás a mi graduación el próximo año?
-Por supuesto que si…es mas DEBO, venir—explico Kurt elevando su voz en el “debo”.
-¿Seguro?...
-Seguro, ¿no me escuchaste?, además ese día, cuando regrese a New York te llevare conmigo—dijo Kurt subiendo un poco y comenzado a hacerle coquillas con la borla del birrete en las mejillas y en el cuello.
-¿Vas a secuestrarme Kurt Hummel?— pregunto Blaine entre pequeñas risas por las cosquillas que el juego de Kurt le provocaban
-¿Se llama secuestro aun si no se pide rescate?
-Creo que la palabra implica que debe haber rescate, pero no te aflijas, pidas lo que pidas mis padres no lo pagaran.
-¡De que hablas!, por supuesto que pagarían lo que sea…
Blaine soltó una risa como diciendo: “Si, claro”
-Yo lo haría—agrego Kurt.
-Espero…—dijo Blaine corrigiéndole el peinado a la altura de la frente.
-De verdad, además si llamo y pongo un pañuelo en el teléfono diciendo: ”tengo a su hijo, si no pagan lo que pido, no tiene idea lo que le hare”.
-Pues yo preferiría que me hicieras lo que sea, y quedarme en New York contigo…—dijo Blaine aún dándoselas de estilista.
-Te amo…—respondió Kurt, al tiempo que convertía dos de sus dedos en pequeñas piernas y las hacia avanzar por su pecho y cuello— ¿Crees qué pase rápido el tiempo?
-Espero, aun no te marchas a NYADA y ya te estoy extrañado…
-Al menos tenemos cuatro meses antes de preocuparnos de eso—dijo Kurt poniendo su codo en la barriga de Blaine, para apoyar después, su cabeza en una de sus manos.
-¿A qué hora nos esperan tu Papá y Carol?
-Dentro de…45 minutos—respondió Kurt escalando sobre él para alcanzar su teléfono desde una de las mesitas de noche.
-Tenemos tiempo enton…
-¿Qué fue eso Señor Anderson?—agrego Kurt al sentir que las formas de Blaine aumentaban de tamaño más abajo de su cintura.
Blaine sonrió y su respiración comenzó a equiparar el latido de su corazón, agitado, casi arrebatado. En una especie de abrazo, cogió a Kurt y le dio una vuelta en la cama, para quedar sobre él. Kurt le quito el birrete de graduación y lo tiro bajo la cama, lo miro unos cuantos segundos y lo beso tomándole la cara.
-Creo que ya no necesitas ayuda médica—dijo Kurt susurrándole casi dentro de la boca.
-Gracias… ”Doctor Hummel”—respondió Blaine, esbozando una sonrisa que desbordaba sensualidad.
Kurt lo silencio con otro beso y sin decir más, dejo que desde ese instante su cuerpo y sus manos hablaran por él.


-Deberíamos de ir…
-¿Ir donde?...—pregunto, limpiándose los ojos con el puño de su sweater.
-A Lima…no ahora—se apresuro en decir Rachel, al ver que Kurt abría la boca para contradecir cualquiera fuera el argumento que pusiera sobre la mesa—no ahora… tranquilo, me refiero a mas adelante, ¿Qué tal si vamos cuando se estrene el musical de otoño?
-No se Rachel…
-Kurt, yo se que quieres ir, somos iguales insisto en ello, y sé que estas herido, pero quedarte aquí lamentándote, no solucionara nada…
-Y que tal si vamos y Blaine esta con otro, creo que ahí si terminaria por morirme.—dijo Kurt dejándose caer en la cama de manera dramática.
-No creo que eso pase…Blaine te ama…—advirtió Rachel tomándolo de una de las mangas del sweater para hacer que se sentara de nuevo.
-Lo mismo creía yo, y ya vez como resultaron las cosas.
-¿Vas a seguir con eso eternamente?
-…
-Tómalo como un viaje de redención, tu hablaras con Blaine y yo…bueno, yo te acompañare.
-¿No insistirás con Finn?
-Ya hable con Finn, todo lo que tenía que decirle se lo dije… en cambio tú…—dijo Rachel acercándose a Kurt para hacerle una especie de cosquilla en la panza.
-A ver… y ¿cuál es el musical?, ¿Spider-man Turn off the dark?
-No, uno mejor…
-¿Cuál?, ¿Wicked?
-¡GREASE!
-¿En serio?, que genial, hubiera matado por el rol de Frenchy.
-Pues yo no habría aceptado menos que ser Sandy Olson…—advirtió Rachel con una mueca divertida.
-Obvio Rachel Berry…obvio
-¿Entonces?—pregunto Rachel, acentuando el “onces”
-¿Qué?—Repitió Kurt haciendo lo mismo con la “e”
-¿Iremos? ...
-“Grease is the word”…
-¡SI!—exclamo Rachel aplaudiendo—ahora…harás algo por mí..
-¿Por qué?..
-Porque soy tu gran amiga, porque me amas y porque secretamente me admiras—termino por decir la chica tomando el celular de Kurt.
-¿Qué quieres Rachel?—dijo mirándola extrañado.
-Llámalo…
-¿A quien?...
-¡A Blaine!, ¡llama a Blaine!
-Rachel…
-Vamos, marca…—insistió, entregándole el teléfono.
-Bien…—respondió recibiendo el aparato con cierta brusquedad—¿Blaine?...