(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-¡Boo! —dijo Sam apareciendo tras la puerta de casillero de Blaine y alumbrándolo con una linterna diminuta—¿Por qué no fuiste a la práctica ayer?... ¿Por qué tienes esa cara?
-Tenia cosas que hacer y no se a que cara te refieres —respondió respectivamente, tratando de leer la fecha de expiración de sus libros de la biblioteca con la luz de su teléfono— eso ni siquiera alumbra, ¿de dónde lo sacaste? —pregunto apuntando la diminuta linterna de Sam, que más parecía un lápiz con una luz de navidad en la punta.
-Bueno repartieron velas y linternas de acuerdo a las calificaciones —respondió meneándola en su cara— saca tu las conclusiones.
-Claro…—contesto levantando una ceja y sacando una encendida de doble tamaño y que tenía un rayo de alumbramiento de unos cuantos metros.
-“¡Necesitamos encontrar una salida a este problema!”—dijo Sam imitando a Silvestre Stallone.
-¿Qué película es esa? —pregunto Blaine cerrando su casillero de un golpe.
-“Dayligth”, la del túnel, del accidente… estaba oscuro como aquí, ¿Qué opinas de la semana “unplugged”?
-Me parece innecesaria, no sé si vaya a cantar algo… ¿Qué hay de ti? —dijo Blaine alumbrando dentro de su bolso y revisando su teléfono de pasada.
-¿Esperas una llamada?, ¿por eso estas enojado?
-¿Qué?...
-Eso, tu cara… —insistió Sam haciendo un gesto con una de sus manos como si se estirara la cara hacia abajo.
-¿Dónde está Evan?...
-¿Quién es Evan? —pregunto Sam como si nada.
-¿Qué?... Sam… te pasaste la semana entera con todo el asunto de tu “hermano gemelo”…
-No tengo idea de lo que estás hablando —Blaine hizo un gesto con sus manos como diciendo “Bien, lo que sea”— ¿Qué te pasa?, estas raro, enserio —pregunto Sam advirtiendo la molestia de su amigo y avanzando junto a él.
-Nada, ya te lo dije… —dijo golpeando su linterna para que encendiera como correspondía.
-Blaine… —insistió Sam tomándolo por un hombro.
-No es nada, es decir, siento que todo lo que planee para este año no me resulto y eso me pone un poco… —respondió empuñando su mano como si describiera con su gesto la palabra frustrado.
-Pero el año aun no acaba.
-Para mí es como si hubiese acabado.
-¿Por qué llegas a esa conclusión?, nunca supe los resultados de tu SAT, pero asumo que te fue bien si no, no sé qué está pasando con el mundo.
-Me fue bien, pero son otras cosas…
-¿Qué cosas?
-Estas particularmente curioso…
-Ni tanto… vamos, cuéntale a Wolverine… —insistió Sam apuntándose.
-Por ejemplo, planee que ganáramos las seccionales y terminamos clasificando por que los Warblers nos cedieron un espacio.
-¡Porque nosotros los descubrimos en una trampa y los denunciamos!, date crédito, aunque Míster Schuester no lo haga, gracias a nosotros estamos en las regionales —se adelanto a decir Sam casi llegando al salón de historia y apuntándose a él y a Blaine con la linterna diminuta.
-Ok, segundo planee volver a Dalton para olvidarme de Kurt y aquí estoy, en Mckinley aun con sus fotos en la puerta de mi casillero —respondió mientras se volteaba para apuntar el casillero con su linterna.
-Con respeto a eso, si te hubieras ido a Dalton, habrías terminado fuera de toda competencia, usado un Blazer que te quedaría estrecho al mes, por todo el asunto de los esteroides y déjame decirte que siendo tan bajito no te conviene tener el cuello tan grande, te verías como la versión 2013 de Johnny Galecki.
-¿Me rebatirás todo lo que diga? —pregunto Blaine mirando a Sam con sus palmas abiertas.
-Creo que si... continúa… ¿tercero?…
-Planee mudarme a New York al final de año escolar para vivir con Kurt, pero ya ves, no puedo estar más lejos de eso.
-¿No has recibido tu carta de NYADA?
-No, y aunque la reciba, dudo que quiera matricularme en esa escuela si Kurt va estar incomodo o simplemente no me quiera allí.
-Eso es una estupidez, no puedes dejar que Kurt decida tu futuro… —Blaine hizo una mueca—¡Oye!, tu eres talentoso, una vez me dijiste que yo era especial e hiciste todo lo posible para que yo lo sintiera así, pues tu eres especial también y si yo hiciera un video de las personas que creen que tu puedes hacer lo que te propongas, me faltaría espacio en mi computadora, para guardar todos los testimonios —aseguro Sam dándole un golpe en el hombro— no tengo computadora, no me pidas que lo haga— agrego rápido y en voz baja, como cuando confeso frente a todos que le gusta Barry Manilow.
-No lo hare… Gracias Sam… —respondió Blaine esbozando una sonrisa.
-Se que aun estas enganchado con Kurt, incluso aunque me dijiste que me amarías a mi hasta la muerte…
-¿Qué?... ¡yo no di…!…
-¡Estoy bromeando!... —dijo moviéndole la linterna casi en la cara, como si fueran los focos de un escenario de “Stand Up Comedy” —el asunto es que no puedes seguir dependiendo de lo que Kurt diga…
-No dependo de eso… pero bueno…
-¿Hay algún cuarto punto peregrino? —pregunto Sam hablando como John Wayne.
-¿Qué hay de lo que planeamos para derribar el liderazgo de la entrenadora Sue?
-¿El “Plan Blam”?..
-¡Exacto!...
-Podemos decir que fue exitoso… la entrenadora ya no está por lo tanto… nos ahorramos un buen trabajo —explico Sam bloqueando la entrada al salón.
-¿Cómo que exitoso?… ¡ni siquiera pudimos hacer algo en contra de ella!, renuncio y créeme o no, pero estoy seguro de que hay algo oculto en todo ese asunto y tengo la sospecha de que Becky tiene algo que ver —dijo Blaine apuntándolo con su linterna.
-Pregúntale a la entrenadora, o a Becky…
-¿Pero cómo?, ni siquiera sabemos dónde está.
-Yo lo sé… —dijo Sam
-¿De verdad? —dijo Blaine apuntándolo de nuevo con la linterna, como si interrogara a alguien sospechoso de algo.
-En el gimnasio “23 hours Fitnnes”.
-¿Cómo sabes eso?
-Mi papá está haciendo un trabajo de albañilería, pintura o algo así… —dijo Sam moviendo sus manos como si el mismo estuviera haciendo un trabajo de pintura, albañilería o algo así.
-No sabía eso… tratare de ir a hablar con ella, la entrenadora Washington es competitiva pero francamente, algunos consejos que les está dando a las chicas son bastantes perturbadores.
-Inscríbete en una de sus clases, te recibirá enseguida.
-¿Quieres que vaya a hacer aerobics?
-¿Por qué no?... en el amor y en la guerra todo se vale… ¿o es en el dolor? —dijo mirando hacia arriba y pensando si su refrán estaba bien dicho.
-Estoy seguro que es el amor.
-¿Qué opinas entonces?...
-Me parece un tanto… alocado… pero… —trato de hilar Blaine mientras buscaba su teléfono en el bolso ayudado por su linterna— espera un segundo —dijo levantado el dedo índice— ¿Burt?...


Agosto de 2018

-Blaine… siento llegar tarde, lo de la obra se está saliendo un poco de control, creo que la puesta en escena se llevara con ella la relación entre Lily y Richard… —dijo Kurt entrando al departamento.
Cerró la puerta tras de él y vio a Blaine tendido en el sofá con una de las mantas de Henry se había cubierto la cara, el animal estampado en ella hacía parecer que su cara había transmutado a un oso peludo y sonriente. Tenía una pierna en el sillón y la otra anclada en el piso, en una mano sostenía el “Baby Monitor” y en la otra su propia cabeza. Toda la casa estaba desordenada, hacia apenas una semana había nacido Henry y todo era un caos, las cosas del bebé estaban por doquier y ninguno de los dos tenía tiempo para ordenar todo. Kurt estaba afinando los últimos de talles de su debut en Broadway y Blaine se la pasaba componiendo canciones para su primer álbum con un sello importante.
-Blaine… —murmuro Kurt mientras le quitaba la mantita de la cara y el monitor de la mano—oye, te dormiste en el sofá —agrego acariciándole la cara y corrigiéndole el peinado.
-¿Kurt?... —pregunto medio adormilado y medio despertándose— ¿Qué hora es? —consulto incorporándose un poco.
-Casi las 8… —respondió dándole un beso.
-Llegas temprano, ¿Qué paso? —dijo restregándose un ojo.
-Nada, solo convencí a los queridos autores que tenia responsabilidades más importantes en mi casa y me vine… ¿Qué tal todo? —quiso saber Kurt mientras se levantaba y comenzaba a ordenar un poco.
-¿Cuan necesitados son los bebés?
-Los primeros días mucho… —respondió sonriendo— ¿tuviste muchos problemas?
-Más o menos, es decir, creo que tú eres el que tiene poderes mágicos aquí —aseguro Blaine moviendo su mano como si manejara una varita de sauco— te juro y estuve 40 minutos tratando de que se callara y no lo conseguía.
-¿Nuestro hijo lloro por 40 minutos?
-No… —respondió Blaine como si lo hubieran pillado en una travesura.
-¿Lo meciste como dice la revista?
-Lo mecí, camine, lo levante hacia arriba, solo me falto ponerlo en el suelo —dijo haciendo todos los movimientos correspondientes con sus brazos.
-¡Blaine! —exclamo Kurt como si fuese verdaderamente posible que su esposo dejara a un bebe recién nacido en el suelo para que se las arreglase como pudiera.
-Sabes que no haría eso… —dijo sentándose en el sofá— lo que si hice fue ponerle una canción y “taran”, se quedo calladito de inmediato.
-¿Una canción?, ¿de las tuyas?, ¿Cuál? —quiso saber Kurt sonriendo y ya imaginándose que Henry tendría la sensibilidad artística de ambos cuando fuera mayor.
-No una de las mías, una de las nuestras.
-¿Cuál?
-“Blackbird”…
-¿En serio? —pregunto Kurt casi desfalleciendo de la emoción.
-Así es, se quedo calladito escuchando y cuando le di la leche se la tomo más tranquilo, creo que esa será su canción.
-Me parece excelente que esa sea su canción, cuando crezca le contaremos lo que significa para sus Padres.
-Seguro y le encantara la historia que involucra a un canario muerto.
-Sabes que la historia va más allá de ese hecho puntual, ¿verdad?
-Por supuesto —dijo Blaine mirando a Kurt como aquel día en el salón común de Dalton, cuando se había dado cuenta que era a él a quien había buscado toda su vida, como si fuese la cosa más maravillosa del mundo entero— ahora… ¿cuán necesitados son los bebés?
-Te dije… —insistió Kurt riendo— al principio demasiado… pero te apuesto a que cuando se acostumbre a nosotros y pasen algunas semanas todo se calmara.
-¿De cuantas semanas estamos hablando? —quiso saber estirando su cuello.
-¿Sabes que tenemos por lo menos 18 años por delante? ¿o no?
-17 años 11 meses —contesto divertido, levantándose y emitiendo un quejido de cansancio tan grande que Kurt creyó que los vecinos vendrían a preguntar si es que sucedía algo grave.
-¿Es el primer día que lo cuidas tu solo y ya quieres renunciar? —dijo Kurt al tiempo que tomaba tres frascos diferentes de los artículos de limpieza del pequeño— ¿lo cambiaste aquí? —agrego apuntando la mesa de café.
-No… —contesto tratando que sonara lo más verídico posible.
-Blaine… —dijo Kurt mostrando un par de toallas húmedas usadas en el piso.
-Lo siento… pero el lugar era ideal, mira —dijo sentándose otra vez en el sofá y mostrando cuan asequible era un bebé acostado en la mesa desde esa posición.
Kurt no pudo evitar soltar una risa al ver a Blaine hacer todos los gestos que implica el cambio de un pañal.
-Hay que hacer las cosas como corresponden es decir, si bien tu método es útil y práctico —se apresuro en decir Kurt, como evitando que Blaine se sintiera un inútil— hay que construir en él hábitos.
-Kurt, tiene 4 días de vida… ¿Qué hábitos podemos formarle?— contradijo Blaine comenzando a ordenar también.
-Los básicos, que una cosa se hace en un lugar, otra en otra… por ejemplo —explico apuntando el dormitorio y a la sala respectivamente.
-No creo que note la diferencia…
-Yo creo que si… al menos es lo que dice el resumen de la contratapa del libro que me regalaste.
-¿Nunca lo vas a leer?
-Lo más probable es que no… —dijo tomando una caja plástica y poniendo en ella los juguetes de su hijo.
-Gracias por la honestidad —sentencio Blaine tomándose la cabeza y estirándose como si hubiera estado encerrado en una cajón de manzanas.
-¿Estas agotado de verdad?…
-Un poco —agrego sentándose y dejándose caer hacia un lado, como si media docena de castores le hubiesen mordido las pantorrillas y terminaran por derribarlo como lo harían con un árbol.
-Te diré algo —dijo Kurt poniéndose de cuclillas frente a la cara de Blaine— desde ahora tratare de estar más tiempo aquí, ya que tú comenzaras con las grabaciones y los ensayos propiamente tales de la obra comienzan a principios de noviembre, así no tendrás que ocuparte tu solo de todo.
-Pero no es justo tampoco, que seas tú el que se ocupe solo de todo, ¿qué tal si le pedimos ayuda alguien?, Carol por ejemplo o Rachel… hasta mi Mamá, creo que la escuche decir que feliz cuidaría del pequeño Anderson-Hummel.
-¿Cuándo es que vendrán tus Padres?—pregunto Kurt acariciándole una oreja.
-Dentro de dos semanas, creo que mi Papá iba a pedir unos días de vacaciones, dijeron que vendrían con Cooper, pero no lo creo.
-¿Le mandaste las fotos?, a Cooper me refiero.
-Si se las mande… creo que su respuesta fue “Wow, sí que es pequeño” o algo así… ¿Qué dices de lo de pedir ayuda a las mujeres que nos rodean?
-Bueno, las tres nos la ofrecieron, pero creo que debemos apañarnos nosotros solos por un tiempo, y después recurrir a ayuda externa, hasta podríamos contratar a alguien cuando nuestros ingresos comiencen a ser positivos —dijo acomodándole los rizos del lado de la oreja.
-Tienes razón —contesto Blaine haciendo un ruido como cuando alguien está por dormirse.
-¿Esto es leche? —quiso saber Kurt apuntando a una gran mancha en la camiseta de Blaine cerca de su hombro— ¿tomo algo o todo quedo en tu ropa?
-Solo se derramo un poquito…
-¿No vomito?, ¿o sí?
-No, no te preocupes —dijo acercándose el género a la nariz— fui yo que la estaba batiendo sin la tapa, emití una pequeña palabrota al quemarme y ahí fue donde se desato el caos.
-¿Dijiste una palabrota delante de nuestro hijo? —contesto Kurt poniendo cara de inspector de palabrotas.
-Kurt… no creo que se haya dado cuenta, es bastante difícil que sepa el significado de…— agrego haciendo un ademan con sus manos como si escribiese “mierda” en una pizarra imaginaria.
-Ahora tú tienes razón, pero trata de evitar pronunciarlas cuando este despierto… ¿bueno?—concluyo Kurt revolviéndole el pelo antes de levantarse para seguir con el orden.
-No sigas ordenando, acuéstate un rato aquí conmigo… —pidió Blaine cogiéndole la mano e impidiendo que Kurt avanzara.
-Pero debemos ordenar, nunca la casa había estado tan desordenada, ni siquiera cuando yo he estado enfermo, luce como si una manada de búfalos hubiera pasado por la sala.
-Primero ningún búfalo podría subir cuatro pisos y segundo Henry esta dormidito, debemos aprovechar estos preciosos momentos para descansar, hacernos cariñitos y toda esa clase de cosas —dijo Blaine acercando a Kurt al sofá.
-Bien… —respondió este rindiéndose de buena gana y acostándose en el sillón delante de Blaine, este lo abrazo desde atrás y le hundió la nariz en el cuello.
-¿Puedo preguntarte algo? —dijo Kurt comenzando a jugar con los dedos de su mano y los de la de Blaine.
-Sabes que si… —respondió dándole un beso tras la oreja.
-¿Eres feliz?
-¿Por qué me preguntas eso?... —quiso sabe Blaine incorporándose un poco para verlo a los ojos. Kurt volteo la cabeza y le contesto ¿lo eres?
-Inmensamente feliz… ¿tu?
-Inmensamente feliz también...— respondió sonriendo y entrelazando sus dedos con los de él.
Blaine ciño mas su cuerpo al de Kurt como buscando algo más que regaloneo en el sofá.
-Creí que estabas cansado —dijo Kurt sonriendo y aprobando la mayor cercanía de su esposo.
-Lo estoy, es solo que no tanto como para des… —un sonido como de chillido de escucho entre ambos cuando Blaine se disponía a trepar por la cadera de Kurt, miro hacia abajo y con su mano saco uno de los muñecos de goma de Henry.
-Sabía que no podías entusiasmarte hasta ese extremo —dijo Kurt soltando una risa.
-Ni yo… —respondió Blaine tan agotado que hasta su risa sonaba a bostezo.
-Estas cansado…—aseguro Kurt besándole los dedos.
-Es verdad… lo siento.
-No te aflijas… siempre existe el vigor del amanecer —contesto Kurt en tono sexy.
-Muy cierto —corroboro Blaine volviendo a los besos en el cuello— ¿qué es esto? —pregunto menando y haciendo sonar el juguete.
-Creo que es un puercoespín —contesto Kurt tomándolo y analizándolo.
-Pero tiene una corbata… ¿Cómo un puercoespín puede usar una corbata?
-Porque es muy elegante…
-Aun así, ¿no se pincha las manos cada vez que se la pone? —quiso saber Blaine como si el puercoespín de goma fuera en realidad un animal con raciocinio y con la capacidad de anudarse una corbata cada mañana.
-Es solo un juguete Blaine —explico Kurt dejándolo en la mesita.
-¿Nos acurrucamos solamente entonces? —dijo acomodándose en él.
-Al menos hasta que empiece todo de nuevo —respondió Kurt, apuntando el “babymonitor” y abrigándose con el calor que solo Blaine le brindaba.


Blaine se aparto un poco en la oscuridad del salón, para contestar el llamado, Sam trato de agudizar su oído sentándose en una de las mesas aprovechando que la profesora Doosenberry aun no llegaba. Lo observo hablar largo rato, viéndolo sonreír y enseriarse de manera cómica y alternada.
-¿Quién es Burt? —pregunto en cuanto Blaine entro al salón, ¿no ibas a salir con Sebastián?
-¿Qué?... Sam, era Burt el Papá de Kurt y eso de Sebastián fue hace como un mes atrás.
-¿Por qué habas con su Papa?, mejor dicho, ¿por qué hablarías con cualquier “papá”?
-No hablo con “cualquier Papá”, lo hago con él porqué se lo prometí a Kurt.
-¿Esta mas enfermo?
-No, tenía que hacerse unos exámenes de rutina para ver cómo va su tratamiento.
-¿Está bien?
-Lo está, el tratamiento parece estar funcionando, así es que… —respondió Blaine sonriendo, como si fuese su propio Padre el que estaba ganado la batalla contra el cáncer.
-¿Y por qué te llama ti y no a su hijo?, ¿es una manera de hacer de “celestino” entre ustedes?
-No, te juro que hace mil años que no escuchaba esa palabra, pero no, es porque llamara a Kurt para contarle y está seguro que él después me llamara a mí para corroborar que todo lo que diga sea cierto, tiene la sospecha que Kurt nunca le cree cuando le habla de lo bien que esta.
-Yo tampoco creería, es decir el esta New York y todo eso, no le es posible saber si no le está mintiendo, menos mal que estas tú para salvar el día —dijo Sam dándole otra palmada en el hombro.
-Así es… —respondió Blaine haciéndose espacio para sentarse en la tercera fila.
-¿Qué harás finalmente?
-Esperar a que Kurt me llame, por supuesto —aseguro mientras sacaba sus libros.
-No, con lo de la entrenadora Sue, no te vendría mal una clase de aeróbics.
-Blaine Anderson haciendo aeróbics… interesante —dijo haciendo una mueca de resignación y risa.