(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

Blaine se quedo despierto luego que Kurt se fuera a dormir, el recibimiento que le había dado no era el que había imaginado durante todo el viaje, ni el que le había dado nunca si de recordar sus momentos juntos se trataba. Con sus manos tras la cabeza y acostado en el sillón de la sala pensó en lo diferente que estaba resultando esta visita a New York en comparación con la anterior, si bien Kurt se había mostrado frio con él, lo justifico en su mente y culpo de su actitud a lo que estaba pasando con su Padre. De reojo miraba tras las cortinas de la habitación, pensando si él estaría durmiendo o también tendría el mismo insomnio crónico que él padecía desde que ya no dormían juntos. Entre sus pensamientos y deseos, creyó que nunca más en su vida podría volver a conciliar el sueño.
-¿Blaine?... ¿estás despierto?...—pregunto Kurt susurrado y pensando en lo idiota que era al preguntarle a alguien que dormía si “estaba despierto”
-Lo estoy Kurt…—respondió sentándose.
-¿No puedes dormir o te acabo de despertar con mi pregunta súper inteligente?
-La verdad es que no puedo dormir…
-¿Tienes frio?, a veces se pone demasiado helado aquí, porque los radiadores no funcionan del todo bien—explico Kurt apuntando el que estaba en la cocina— y cuando se apaga la chimenea…
-No… no tengo frio…—se adelanto a decir Blaine.
-¿De verdad?, porque puedo traerte otra manta o prestarte un sweater…
-No te preocupes, de verdad estoy bien… es solo que no puedo conciliar el sueño.
-Puedo encender la chimenea de nuevo si quieres—dijo dirigiéndose hacia el artefacto— aunque en realidad es Rachel la que sabe hacerlo, ha visto tres episodios de “Breaking Amish” y ya quiere dedicarse a la vida “outdoors” —termino por decir Kurt mientras tomaba el atizador y revolvía el interior de la chimenea, como si ese movimiento fuera lo que la encendía automáticamente.
-Kurt, de verdad no tengo frio, pero si tu lo tienes puedo encenderla por ti…—ofreció Blaine que seguía con su actitud en extremo servicial.
-No está bien…yo lo decía por ti, ya que estas aquí…solo…
-¿Tu Papá está dormido?, tal vez el si tenga frio…—dijo Blaine haciendo una mueca divertida con su boca.
-No él está bien, además lo que menos quiere es que me preocupe en exceso por él, si llego con otra manta o le corrijo las almohadas es capaz de agredirme verbalmente—respondió Kurt mirando hacia el dormitorio de Rachel.
-Todo saldrá bien Kurt…
-Si, si, si…y mi Papá confía en ello, por lo que no me queda otra cosa que hacerlo yo también y concentrarme en “cosas felices”
-Es lo mejor…
-¿Ese sofá es cómodo?, porque hasta ahora nadie lo habia utilizado, al menos no para dormir, y la verdad es que lo recogimos en el callejón detrás de la Iglesia Católica St Barbara's Roman que está a pocas cuadras de aquí y…
-¿En serio?, ¿lo recogieron de la basura?—quiso saber Blaine apartándose un poco del espaldar, como si los cojines estuviesen rellenos de basura.
-No de la basura, es decir estaba tras la iglesia y asumimos que alguien lo había dejado allí para donarlo o algo así…
-¿Se lo robaron entonces?—pegunto Blaine sonriendo
-No, lo “autodonamos” a nosotros, dos estudiantes pobres que tratan de sobrevivir en New York, ¿a Jesús no le interesan ese tipo de personas acaso?—pregunto Kurt al ver que Blaine ponía cara de reprobación frente al ilícito que cometieran Kurt y Rachel y del que ahora él era cómplice por estar utilizándolo— pero no te preocupes, lo mandamos a limpiar antes de utilizarlo, no te aflijas—agrego Kurt haciendo el signo de negación con una de sus manos al ver que Blaine no había cambiado su actitud en cuanto a la pulcritud se trataba.
-OK…—dijo apoyándose de nuevo, pero con cierto recelo— ¿tú no puedes dormir tampoco?
-No…—respondió cruzándose de brazos.
-Tal vez deberías de beber un poco de leche o algo así…
-No, eso no me ayudaría…—respondió Kurt mirándose los pies descalzos— ¿Blaine?...
-¿Si?...—dijo incorporándose del todo, como un soldado cuando escucha su nombre en la inspección matutina.
-¿Puedo pedirte un favor?
-¡Claro!...
-¿Puedes dormir conmigo?
-Kurt…
-No… solo dormir… solo dormir, de alguna forma siempre esa era mi parte favorita de la noche, cuando llegaba la hora de ir a la cama contigo… me hacía sentir cómodo…y… seguro… ¿crees que puedas hacerlo?
-No lo sé…
-Es solo dormir…—insistió Kurt encogiéndose de hombros.
-Esta bien…—respondió poniéndose de pie y sintiéndose delicadamente poderoso, como la nieve que caía a esa hora en New York.
- Gracias…—dijo Kurt dando media vuelta y dirigiéndose a su cama.
Blaine dio un suspiro hondo y se quedo pensando un segundo luego de ver a Kurt desaparecer tras las cortinas. Tomo aire y pensó en cuanto también extrañaba aquello, dormir junto a él era irresistible y observarlo mientras lo hacía, era una de sus cosas favoritas en el mundo.
-Pasa…—dijo Kurt al ver que Blaine se quedaba entre la sala y el dormitorio, medio tapado por una de las cortinas.
-¿Tu Papá?, ¿no despertara?...
- No, no te preocupes por él, tiene el sueño tan pesado que creo que podríamos hacer de todo y no se daría ni cuenta… ¿te imaginas?—dijo Kurt echando hacia atrás los cobertores y metiéndose en la cama.
-Me lo imagino…—respondió Blaine, deseando en su mente que su pantalón de pijama tuviera bolsillos, pues debido al nerviosismo no sabía qué hacer con sus manos. Termino entonces, moviéndolas como una ruleta de casino.
-¿Estás bien?, es decir, si esto te causa algún conflicto, puedes olvidarlo, no hay problema—advirtió Kurt cruzando sus piernas bajo las sabanas.
-No, no es que me incomode ni me cause conflictos es que… no sé si esto ayuda en nuestro “nuevo status”—respondió Blaine murmurando sus últimas dos palabras.
-Es solo dormir Blaine… todos los seres humanos lo hacen… bueno exceptuando los maniaco depresivos con delirios nocturnos…
-Y los con insomnio—agrego, rodeado la cama, para dirigirse al lado que le asignara Kurt, que coincidentemente era “su” lado de la cama desde aquella noche de noviembre.
Blaine levanto los cobertores y se acostó casi en la orilla de la cama, sin saber cómo proceder frente a todo aquello, si Kurt solo quería dormir, veía poco probable que lo quisiera mas cerca de aquella distancia. Se acomodo cubriéndose con las mantas y movió un poco su solitaria almohada.
-Toma…—dijo Kurt entregándole la suya.
-¿Qué?, no… estoy cómodo con esta… ¿quieres cambiarla?
-No, se que te gusta dormir con dos almohadas, así es que toma esta…—dijo poniéndosela tras la cabeza.
-Gracias Kurt…—respondió terminando de acomodarla—pero… ¿Qué hay de ti?, ¿no terminaras con tortícolis si no apoyas tu cabeza en algo?
-La apoyare en algo, no te preocupes y acércate o terminarás cayéndote—advirtió apuntando el espacio vacío que había entre ellos.
-Kurt…
-Blaine, por algo te dije que vinieras a acompañarme, acércate, si quisiera estar lejos de ti, te habría pedido que durmieras en el suelo, justo allí—insistió Kurt apuntado bajo la cama.
-Está bien…—respondió moviéndose sobre su trasero, llenando con ello el vacio que Kurt señalara antes.
-Ahora, si no te importa…—dijo Kurt recostándose y tomándolo por sorpresa, se acomodo sobre su pecho, confirmado con ello que desde el principio de la noche ya tenía decidido donde apoyaría su cabeza, y que le importaban poco o nada las almohadas.
Blaine dio un suspiro y cerró sus ojos sintiendo su corazón arrebatado, no lo tenía así de cerca desde hacía meses, prácticamente de la última noche que pasaron juntos antes que Kurt se mudara a New York.
-Tu corazón late rápido…—advirtió Kurt poniendo la voz de paramédico de urgencias.
-¿Si?... debe ser… el frio o… el insomnio—explico Blaine sin saber que hacer sus brazos e intentando unas tres veces abrazar de vuelta de Kurt, pero arrepintiéndose en cada una.
-Se supone que el frio aletarga los signos vitales, no al contrario…
-Entonces debe ser por ti…—respondió Blaine sintiendo que su corazón latía el doble de rápido de lo que Kurt podía advertir.
Este sonrió por lo bajo recordando todas las veces que el sintió lo mismo cuando Blaine no tenía idea lo que sentía y se comportaba a su alrededor, como nada más que su mejor amigo en el mundo.
-Kurt…—dijo Blaine levantándose de pronto.
-¿Qué sucede?—respondió preguntando e incorporándose en la cama.
-No…no puedo hacer esto…lo siento…—dijo apartándose de la cama y revolviéndose el pelo con una mano.
-¿Qué cosa?... ¿dormir?
-No…—dijo levantándose súbitamente—esto…—agrego apuntando a la cama, a Kurt y a él mismo, todo a la vez, como si describiera un circulo imaginario con su dedo índice.
-Blaine…
-No me mal interpretes, dormir contigo es…—trato de explicarse poniendo sus manos en la cadera—pero si tu ya no me quieres…
-Eso no es verdad…
-Que cosa…
-Blaine, yo te amo…
-Pero…
-Pero… aun no puedo perdonarte por lo que hiciste… te creo que lo sientes y que estas arrepentido, pero perdonarte, es…algo que tal vez nunca…
-OK…—dijo reafirmando con su cabeza que había entendido el mensaje y disponiéndose a abandonar el dormitorio.
-Quédate por favor…
-Creo que es mejor que vuelva al sofá…—dijo apuntando hacia la sala—extraño esto, no sabes cuánto, pero…no puedo seguir disculpándome toda la vida, se que lo que hice te hirió profundamente, pero ya te pedí que me perdonaras, ya te dije lo siento, tal vez demasiadas veces…no puedo hacer mas.
-No te vayas a dormir molesto…
-No lo estoy, nada podría quitarme esta sonrisa casi estúpida de mi cara, es decir…estoy contigo, en New York, y es Navidad… ¿Qué más puedo pedir?...solo vuelvo al sofá—dijo sonriendo—buenas noches Kurt…
-Blaine, por favor… —dijo Kurt en tono de suplica.
Este se quedo a los pies de la cama y dando un suspiro se volteo para mirar a Kurt como lo hacía siempre.
-¿Estas feliz de verme?—volvió a preguntar Blaine, tal y como lo hiciera en la pista de patinaje.
-Por supuesto que sí, te lo dije la primera vez que me lo preguntaste, siempre voy a estar feliz de verte y si te pedí esto no fue para que te sintieras mal, es porque… después de lo que me conto mi Papá… tengo miedo… mucho en realidad y el único lugar donde me siento seguro… y en casa, es entre tus brazos…—explico Kurt sin quitarle los ojos de encima.
Blaine sintió que su garganta se hacía estrecha y que sus ojos se humedecían sin remedio, porque tal y como le dijera a su madre semanas atrás, prefería tenerlo como amigo que no tenerlo de ninguna forma.
-OK…—respondió regresando a la cama.
-Gracias…—dijo Kurt volviendo a acomodarse en el pecho de Blaine como había querido desde hacía mucho. Este, olvido todo y sin miramientos los abrazo como antes, moviéndolo incluso un poco sobre la cama por la fuerza e ímpetu de su abrazo. Dio un suspiro hondo y le olio el cabello, volvió a sentir el arrebato que le provocaba esa mezcla perfecta de productos de belleza y lociones que Kurt solía usar y que lo hacían a él sentirse como en casa, se imagino a si mismo diciéndole “Te amo”, y por sobretodo imagino a Kurt diciéndole lo mismo de vuelta