(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee «When to tell it»

Marzo de 2058


-¡Linda!... ¡mira por donde vas!... casi terminamos chocando... —exclamo Cooper al encontrarse al pie de la escalera cara a cara con la hija de Rachel.
-Señor Anderson... disculpe... venia un poco distraída...
-«Señor Anderson»... ¡auch!... eso me hace sentir como de ocho mil años... podrías decirme Cooper o tío o algo, aunque no se si soy realmente tu tío y no se si eso me hace sentir mas viejo aun... nunca he entendido el parentesco que nos une... —agrego Cooper apoyando sus manos en el barandal como si estuviera conversando con una de sus numerosas conquistas de Hollywood.
-Bueno... —respondió Barbra comenzando a bajar los últimos dos peldaños— es el hermano del Papá de mi novio... por lo tanto, eso podría convertirlo en mi tío... —agrego la chica encogiendo sus hombros.
-Claro... oye... ¿como estas?... ¿bien?... cualquier cosa que necesites puedes hablarme... soy bueno escuchando... —dijo Cooper poniéndose una mano en el pecho e insistiendo con la coquetería.
-Gracias... —contesto Barbra sintiéndose super especial— pero creo que aquí los que necesitan toda la ayuda son el Señor Hummel y la Señora Carol...
-Por supuesto, por supuesto... pero oye linda... siempre es bueno ofrecerse... ¿no crees? —insistió Cooper Sonriendo.
-Supongo... —respondió Barbra como hipnotizada— pero bueno... una cosa si me gustaria preguntarle... ¿ha visto a Noah?...
-¿Noah mi sobrinito?...
-El...
-Bueno, la ultima vez que lo vi... dejame pensar... —respondió adoptando una actitud extra reflexiva— ¡ah! Claro... en el taller del difunto Burt... —agrego Cooper persignándose de manera descordinada.
-OK, gracias Tío Cooper... —dijo la chica retirándose.
-Eso... tú y yo estamos... —alcanzo a decir Cooper señalando su cabeza y la de Barbra, como si describiera a dos personas unidas por la mente.

-¿A qué le tienes miedo? —quiso saber Blaine tomándole una mano.
-No es miedo… solo… me rehúso… —respondió Kurt sollozando.
-¿Te rehúsas?... ¿a qué?
-A aceptar que de ahora en adelante mi Papá solo será un simple recuerdo…
-Burt nunca será solo un simple recuerdo… Kurt… tu Papá vive en todo lo que puedas imaginar, vive en Henry y su altura interminable, en los ojos de Noah y aunque genéticamente imposible, vive también en Lizzie y su risa extra contagiosa… —Kurt sonrió a la par con su esposo— pero sobretodo… por sobretodo Kurt… él vive en ti, en el maravilloso y valiente hombre que eres… —Kurt se incorporó rápido y lo abrazo, aferrándose a él como si fuera al ultima tabla de un naufragio oscuro y desgarrador, Blaine lo envolvió con su amor desbordante y allí se quedó para él, minutos, horas… lo mismo daba.
-Gracias... —susurro después de un rato bien largo.
-Por nada... esta es la mejor parte de mi trabajo... —dijo Blaine dándole un par de besos antes de apartarse— ¿te quedas aquí?... —agrego corrigiendole el peinado a la altura del flequillo.
-Si ese aquí implica tus brazos... por supuesto...
-Te diré algo... yo bajare como dije... y me daré una vuelta por la casa cruzando palabras con todos... solo un par para no demorarme... y luego regresare aquí para quedarme contigo...
-OK... cuando regreses me ayudas a ver lo que guardo mi Papá en su «caja de preciosidades»...
-No tienes que abrirla si no quieres..
-El problema es que si quiero... y mucho... pero no solo... —añadió Kurt volviendo a llorar.
-Nunca harás nada solo mientras yo este aquí... —se adelanto en decir Blaine abrazándolo otra vez.
-¡Oigan chicos!... ¡ups!... —dijo Cooper entrando sin golpear, se quedo como estatua en la puerta sin saber si ponía el otro pie adentro o se devolvía por donde había venido.
-Pasa Cooper... —dijo Blaine un poco molesto, su esposo se levanto de donde estaba y se metió al baño sin mirar al recién llegado.
-Oye hermanito... no quise interrumpir... —se disculpo Cooper entrando como en cámara lenta.
-Pero lo hiciste igual... ¿que paso?... —pregunto su hermano al tiempo que recogía los pañuelos descartables del piso.
-Nada... bueno si... ademas de... ya sabes —respondió señalando a Kurt y luego al cielo.
-¿Que quieres Cooper?
-Quiero saber como esta mi cuñadito... ¿esta bien? —pregunto acercándose a la puerta del baño para poner oído en lo que estaba pasando adentro.
-Kurt esta bien... solo necesita descansar, por lo tanto... —dijo Blaine apartando a su hermano de la puerta del baño.
-Por lo tanto... ¿que?... —agrego Cooper mirando como su hermano menor lo arrastraba prácticamente a la salida.
-Por lo tanto... es mejor que no reciba vistas... —añadió abriendo la puerta, Cooper seguía mirando todo como si no entendiera nada.
-Oye «Mister Squirrel»... no seas tan delicado, solo estoy aquí para ayudar, es lo que le dije a mi sobrinita...
-¿A Lizzie?... ¿le paso algo?
-No, no Lizzie , mi otra sobrinita... «la adoptiva»... —respondió Cooper como si su hermano supiese de lo que estaba hablando.
-¿Estuviste bebiendo de ese ponche que trajo la Señora Singleton?
-No... nunca como ni bebo en los funerales... ya sabes... la muerte... —dijo Cooper dando un tono de película de terror a su ultimas palabras.
-OK... gracias «Coop», le diré a Kurt que te interesaste por el... —dijo Blaine empujando a su hermano hasta el pasillo.
-Gracias... y oye, me refería a Barbra, la novia de Noah...
-Ah claro...
-Estaba buscando a mi sobrinito y le dije que estaba en el taller de Burt ... ¿que haría esta familia sin mi?
-Prefiero no responder a eso... un momento, ¿donde dijiste que estaba Noah?
-En el taller de autos... pensé que le interesaban las plantas y esas cosas... oye su novia esta como quiere... ¿verdad?—agrego guiñándole un ojo.
-Podría ser tu nieta Cooper...
-¡Oye!... ¿cuantos años crees que tengo?..
-No se... ¿mil?
-«Touche»... —dijo Cooper apuntándolo.
-Nos vemos «Coop»... —contesto Blaine haciendo ademan de cerrar la puerta.
-Nos vemos... ¡oye!... una ultima cosa... —dijo su hermano mayor impidiendo aquello.
-¿Vas a inventar una historia o dirás algo realmente importante?
-Siempre lo que digo es importante... —Blaine levanto una ceja para discrepar con aquello— ¡es verdad!
-Cooper...
-Estas muy quisquilloso... si quieres hablar, estoy para ayudarte...
-Lo que ibas a decir... —dijo su hermano tomando aire como si contara hasta tres millones ochocientos mil.
-Todos preguntan pro mi cuñadito... creo que quieren que haga un discurso o algo, llego hasta una autoridad... ¿quieres que yo improvise algo?
-No es necesario, la asistente de Kurt se encargara de los comunicados...
-Yo podría hacerlo mejor... —insistió Cooper como cantando.
-¿Sabes que?... tienes razón, ¿que tal si vas abajo y haces que tu cuñado y yo nos sintamos orgullosos?... ¿de cuerdo? —termino por decir Blaine de corrido cerrando la puerta para evitar futuras interrupciones.

-¿Noah?... ¿estas aquí?... —pregunto Barbra poniendo oído en la entrada del taller, la puerta principal estaba un tanto levantada y la luz que se colaba por debajo denunciaba la presencia de alguien— nadie que use un pequeño vestido debería de tener que agacharse así... — murmuro mientras doblaba sus rodillas para pasar por la pequeña abertura, una vez al otro lado se levanto con rapidez, sacudió sus manos, se miro el ruedo de su mini vestido y puso cara de asco al ver el piso por el que había tenido que prácticamente arrastrase— es mejor que tu explicación sea buena Noah Anderson...
-Hummel... —escucho desde detrás del montacargas que tenia encima una SUV sin ruedas.
-¿Como?... —pregunto asomándose.
-Hummel, mi nombre completo es Noah Anderson Hummel... —dijo el chico desde donde estaba, se había sentado en uno de los tantos mesones repartidos por el taller y tenia entre sus manos una de las gorras con visera de su abuelo— ¿porque siempre lo olvidas?
-No lo olvido... solo creo que es innecesario... —respondió la chica mirando donde podía sentarse, Noah advirtió aquello y tomo un trapo de mecánico para limpiar un poco, Barbra arrugo la nariz pensando que aquel trozo de tela estaba mas sucio que le propio mesón, puso mala cara pero acabo sentandose igual— ¿que haces aquí?, te perdí de vista cuando termino el servicio.
-Es que ayude a mis Papás en un plan..
-¿Un plan?...
-Si, mi Papá estaba abrumado por tanta gente, asi es que con mi «Papáblen» lo sacamos por una de las puertas laterales.
-Casi una escabullida de «paparazzis»...
-Algo así...
-¿Y por que estas aquí?
-No lo se... creo que necesitaba estar cerca de mi abuelo... esto es tan bizarro... y triste... y...
-¿Y?... —dijo Barbra acariciándole la espalda.
-Y aterrorizante... —respondió Noah poniéndose el gorro.
-¿Aterrorizante?... ¿por que?
-Porque si... porque... ni siquiera se como mi Papá ha podido soportar todo esto...
-Porque no esta solo... se que siempre dicen que al mayoría de la gente que acude a los funerales lo hace por curiosear, pero creo que en el caso de tu abuelo todos lo hicieron porque lo querían mucho y porque querían acompañar a tu Papá...
-Aun así... si me pasara a mi, no creo... no creo que podría soportarlo...
-Noah...
-¡Es la verdad!... ellos me prometieron que no les pasaría nada, pero nadie sabe... y el «Papáblen» me hablo que la muerte es nuestra única certeza, pero... es decir... prefiero morirme yo primero... —dijo chico levantándose.
-¡Oye!... no digas eso...
-¿Por que no?, es lo que siento, yo... «B»... yo los amo...
-Todos amamos a nuestro padres Noah... pero la vida es así y por lo general somos nosotros los que tenemos que despedirlos a ellos primero... yo pienso en los míos y tambien me da miedo perderlos, pero en mi caso, estoy segura que cualquiera que parta primero los que quedaremos aquí estaremos tan ocupados en dar entrevistas que ni dolor sentiremos...
-¿Ves?... lo mio es diferente... ¿te acuerdas las veces que me has dicho que odias a tu mamá?... —dijo Noah acercándose a su novia.
-Es solo un decir causado por peleas absurdas Noah...
-Tal vez... pero yo nunca he sentido eso con mis Papás... ¡nunca!... ¿como crees entonces que podría soportar perderlos?... ¡no puedo!... yo... —Noah se tomo la cara como cuando era niño y soltó un llanto que su novia nunca le había escuchado antes.

-¿Se fue?... —pregunto Kurt asomándose por la puerta entreabierta del baño.
-Se fue... —contesto su esposo desde afuera.
-¿Y que quería?...
-Molestar, que mas... —Kurt soltó una risa al tiempo que salia del baño— gracias por cubrirme...
-Por nada... aunque no estaba tan seguro si querías dejar pasar la oportunidad de hablar con tu cuñado...—dijo Blaine levantando una ceja.
-Luzco horrible... no quiero hablar con nadie si luzco así de horrible... —contesto tirándose nuevamente en la cama— ¿te dijo algo de como esta todo allá abajo?
-Me dijo... —respondió su esposo repitiendo lo de arroparlo con gentileza.
-¿Y?...
-Y... al parecer, todos preguntan por ti...
-No quiero bajar Blaine... de solo pensar en que tengo escuchar una y otra vez...
-No lo tienes porque hacer... ya te lo dije, yo me encargare de todo... —interrumpió Blaine al tiempo que se cercioraba que la comodidad de su esposo fuera la máxima posible, Kurt sonrió y se dejo atender— solo compartiré una mas de las cosas que mi hermano me dijo... y es que al parecer Noah busco refugio en el taller de Burt.
-¿En el taller?
-Si, Cooper dijo que Barbra lo estaba buscando y al parecer es allí donde esta.
-¿Solo?
-Si Barbra lo encontró, al menos ya no esta solo... —dijo Blaine acariciándole el cabello.
-¿Crees que este bien? —pregunto Kurt incorporándose— todo eso que nos dijo en la iglesia, pidiéndonos que no muriéramos nunca... bien sabes que Noah tendrá 23 años de edad pero su corazón se quedo en los 5...
-Lo se... tranquilo... en cuanto baje iré a hablar con el primero que nada... ¿de acuerdo?
-De acuerdo... —respondió su esposo volviendo a recostarse.
-Bien... ahora si que creo y podrás descansar... —dijo Blaine dándole un beso— vuelvo enseguida... —añadió sonriendo— con un demonio.... —susurro al escuchar que tocaban a la puerta.
-¿¡No hay carteles de «No Molestar» en esta casa!?... —pregunto Kurt al darse cuenta de aquello, se sentó en la cama y se cruzo de brazos molesto.
-Al parecer no, pero imprimiré algunos... —Kurt sonrió medio chueco— tu quedate ahí... —añadió su esposo caminando haca la puerta, Kurt blanqueo los ojos y tomo otro par de pañuelos, al parecer no poder descansar también le provocaba llanto.
-¿Barbra...? —dijo Blaine al ver a la novia de su hijo parada en al puerta con cara de circunstancia, Kurt repitió para si el nombre de la chica y se levanto en menos de un segundo.
-Creí que estabas con Noah... —dijo Kurt mirando hacia el pasillo por sobre el hombro de su esposo.
-Noah esta abajo en el taller de autos... se que tal vez es un poco inapropiado pero... ¿puedo hablar con ustedes? —pregunto la chica poniendo cara de complicación máxima.
-Por supuesto... pasa... —dijo Blaine apartándose hacia un costado de la puerta, Kurt se corrió también y se le que quedo viendo como si esperara la peor de las noticias.

Septiembre de 2040



-Papá… ¿cuándo haremos las cosas que dice en el folleto? —preguntó Noah al tiempo que se quitaba el atuendo  de playa.
-¿Que cosas bebé?... —respondió Kurt recibiendo las piezas de ropa desde el otro lado de la puerta del baño.
-Eso de nadar bajo el agua que vimos…
-¡Ah!, es cierto que lo vimos… pues no lo se cariño, aun no preguntamos si puedes a tu edad, pero cuando vamos a cenar aprovechamos y preguntamos.
-¡Super «sensasonal»!... —exclamó Noah entregando las sandalias.
-Ten cuidado cariño al entrar a la ducha… —advirtió su Papá poniendo oído.
-¡Si!... —respondió el pequeño dando el agua, Kurt sonrió y se tomo la cabeza pensando que la «Caipirinha» se le había ido directo al cerebro, tomó aire jurando que no volvería a beber aquel trago local nunca más en la vida.
-¿Estás listo cariño?.... —añadio al escuchar que luego de un par de minutos  ya no corría el agua.
-Ya estoy listo… me puse unas toallas… —dijo Noah apareciendo con una toalla alrededor de la cintura, otra como capa de  super heroe y una tercera como turbante en la cabeza.
-Vaya y si te pusiste… —contestó Kurt sonriendo— muy precavido… ven, pongamos ropa en ese diminuto cuerpo tuyo… —añadió tomándole la mano, Noah sonrió y se arreglo el turbante que por lo abultado insistia en caerse hacia un lado— aquí estarás perfecto… —dijo levantando en brazos para dejarlo al medio de la cama— ¿alguna preferencia bebé? —preguntó su Papá enseñando dos atuendos en sus respectivos ganchos.
-El rojo… —contesto Noah señalando el compuesto por un pantalón de aquel color y una camisa a cuadros extra combinada.
-Ya me parecía… —dijo Kurt dejando el otro devuelta en el armario.
-¿Qué... haremos...ahora?... —preguntó su hijo bostezando a todo lo que su pequeña boca le daba.
-Pues al parecer... lo mejor será que duermas una siesta… ¿por qué?, ¿tienes algo en mente?... —dijo su Papá mientras comenzaba a ayudarlo a vestirse.
-No… solo preguntaba para «epstablecer» una agenda de «apstividades» agradables…
-Entonces, en ese caso... si crees que dormir entra en la categoría de cosas agradables  a hacer, puedes hacer eso cariño, después de todo, las vacaciones son para eso, para hacer lo que más nos gusta… —explicó Kurt sujetando la camisa por el cuello para que el pequeño encontrara las mangas sin problemas.
-Pues me gustan las siestas… pero…  ¿vamos cenar también?
-También… ¿por qué?... ¿tienes hambre bebé?
-No…
-¿Seguro?... porque puedo llamar y pedir que te traigan una merienda si así lo deseas.
-No, esta bien… ¿donde pondré mis cosas que me llevaré a New York?
-¿Que cosas cariño?... cuidado… —dijo dándole una mano para que no se desequilibrara al momento de ponerse los pantalones.
-Las que «recolepte» para todos…
-¡Ah!... esas… —dijo Kurt haciendo una mueca disimulada de asco— luego buscamos una bolsa o una cajita
-¿Dónde esta el «Papáblen»?...
-Creo que cuando llegamos de la playa  se quedó en la sala…
-¿Durmiendo la siesta?
-Al parecer… aunque yo diria mas que superando la resaca de las «Caipirinhas»… —respondió buscando calcetines en la maleta de su hijo.
-¿Qué son las «campinillas»? —agregó Noah sentándose en la orilla de la cama, estiró sus piernas y se quedó mirando sus pies descalzos..
-Algo muy delicioso y brasileño, pero que es para mayores de edad…
-¡Oh!... —exclamó el pequeño como impresionado al máximo.
-Listo bebé… ya quedaste guapo como siempre… ¿vas a dormir aquí?
-Pero es tu cama de casados…
-Pero nosotros no la utilizaremos, ya te dije que el «Papáblen» esta en la sala y yo tal vez vuelva  a la hamaca de la terraza, por lo tanto… si quieres usarla no hay problema.
-¡Si!... —exclamó Noah a subiéndose de inmediato, se acostó justo al medio y se quedó con los brazos y piernas estiradas como si tuviera rectitud hasta para dormir.
-Muy bien… —dijo Kurt sonriendo— yo te despertaré para cuando… sea la hora de cenar… ¿escuchaste eso bebé?
-Si, creo que alguien golpeo la puerta… —contestó Noah enderezandose como una momia que se levanta de su tumba lo haría.
-Perfecto... ya pensaba que además de todo lo que me pasa últimamente, estaba escuchando cosas… el «Papáblen» asumo y atenderá… o no… —agregó al escuchar que golpeaban nuevamente— ¿quieres que cierre las cortinas?
-No, ya estoy instalado… —contesto Noah volviendo a las almohadas.
-Muy bien… ¿quieres que le avise al «Papáblen» para que venga a darte un beso?
-Tampoco… el nunca esta cuando duermo siesta… —Kurt soltó un suspiro pensando en que las ausencias de Blaine tal vez mellaban más en Noah de lo que él y su esposo creían.
-Cariño… sabes que el «Papáblen» te quiere mucho, ¿verdad?
-Si… y tambien se que tiene otras «piodirades», con su música y todo… —dijo Noah con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre su panza.
-Así es… pero debes saber su prioridad máxima somos nosotros… y para que me creas… te contaré un secreto…
-¿¡Un secreto Papá!?, ¿¡cual!?...—exclamó Noah irguiéndose nuevamente.
-Pues el «Papáblen» consiguió que el sello le diera la posibilidad de tomarse ese periodo sabático del que hablamos… ¿te imaginas?... estará con nosotros todo el tiempo.
-¿Cuando me levante?
-Cuando te levantes...
-¿Y cuando me vaya  a la escuela?
-Y cuando llegues tambien bebé… ¿qué te parece?
-¡Super «sensasonal»!... ¿puedo decirle que se?
-Por supuesto… cuando vayamos a cenar se lo dices… ahora… descansa cariño —dijo Kurt dándole un beso en al frente— te amo bebé…
-Y yo te amo a ti… —respondió su hijo con los ojos cerrados, Kurt sonrió nuevamente y volvió a besarlo, luego tomó una de las mantas que había a los pies de la cama  y le cubrió las piernas.

-Vaya si te afectaron esos tragos… —murmuró Kurt al ver que su esposo estaba estirado en uno de los sofás sin enterarse de que hacía rato golpeaban a la puerta— ¡en seguida! —exclamó mirando a Blaine, sonrió para sí al pensar que solo él al dormir podía verse dulce como su pequeño hijo y sexy como el hombre guapo que era, todo al mismo tiempo.
-”Boa tarde, sou do pessoal de serviço, eu traga toalhas…” —dijo un hombre parado en el umbral del «chalet».
-¿Disculpe?... —dijo Kurt poniendo cara de loco.
-”Boa tarde, sou do pessoal de serviço, eu traga toalhas…” —repitió esta vez sonriendo y enseñando una ruma de toallas extra esponjosas. El tipo era alto y fornido y parecía que sus dientes eran los más perfecto de todo Brasil, vestía un pantalón oscuro y una camisa blanca a medio cerrar, Kurt pudo ver un torso de lo más esculpido.
-¿No habla inglés?... porque no le entiendo nada —dijo Kurt soltando una risa media nerviosa.
-”Você não se preocupa …” —agrego entregando las toallas, Kurt las recibió con los ojos bien abiertos— “bem-vindo ao Carburé... meu nome é Manoel e eu sou o gerente do hotel…” —agregó señalandose a si mismo y luego a su alrededor.
-Ok… —respondió Kurt riendo nuevamente— asumo y todo eso que dijo es que aquí todo es muy bello y perfecto… como su físico… —agregó carraspeando, dejo las toallas sobre la pequeña mesa que había junto a la entrada y se quedó esperando por más palabras inentendibles.
-”Tudo está bem?”... —añadió Manoel  con sus manos en la cintura.
-¡Pregunto si estoy bien!... ¿verdad?... —el encargado sonrió y gesticulo un sí con la cabeza— al menos eso lo entendi… y si,  estoy bien… como usted que esta perfecto…  eso no hay más que verlo… —agregó señalandolo de arriba abajo— en fin… —dijo aclarando su garganta y volviendo en si— ¿tengo que pagar algo?... —pregunto mirándolo fijo, Manoel movió la cabeza como evidenciando que no entendía— pagar… —repitió Kurt frotando dos de sus dedos entre sí.
-”Não, claro que não…”  —respondió enseñando sus palmas, Kurt dio un respingo al ver el tamaño de aquellas manos— “você tem uma estadia agradável, adeus”—termino por decir Manoel retirándose.
-Digo lo mismo… sea lo que sea que me haya dicho, Señor gerente guapo, con manos interminables y cuerpo de ensueño… —dijo Kurt soltando un suspiro.
-Escuche eso… —dijo  Blaine abriendo un solo ojo desde el sofá en donde estaba.
-Vaya… entonces si estaba despierto Señor Anderson Hummel… —agrego Kurt dándose media vuelta, Blaine se estiró remolón y bostezo como si aún tuviera pereza dentro— encantador verte hasta la ultima muela… qué más puedo decir… —agregó su esposo soltando una pequeña risa, tomó la ruma de toallas y las llevo al baño, entro con sigilo para no despertar a su hijo y luego salió de la misma forma.
-¿Creerás que en este hotel, con sus pequeños «chalets» y sus solitarias playas, el gerente se encarga de entregar las toallas?, no imagino a George Cozonis entregando ni siquiera la cuenta en el Plaza… —dijo Kurt parándose al lado del sofá.
-¿Como sabes que era el gerente? —pregunto Blaine bostezando de nuevo.
-El «tag» que tenía al lado de la camisa abierta decía «manager»… —respondió suspirando al recordar aquel torso esculpido.
-Tal vez solo los gerentes guapos con manos interminables y cuerpo de ensueño se dedican a eso… —agrego Blaine chasqueando su lengua.
-Tal vez… porque George es profesional y eficiente, pero de guapo…
-¡Kurt!... —exclamó Blaine jalandolo hacia él por una de las hebillas del cinturón, Kurt soltó una risa y cayó sobre el— ¿que es eso andar mirando otros hombres mientras yo estoy inconsciente? —pregunto estirandose un poco.
-Mientes… —dijo Kurt acomodándose encima, pasó una pierna por sobre el cuerpo de su esposo y se quedó montado sobre él como si fuera en una bicicleta— no estabas inconsciente, estabas aquí de flojo mientras yo veía a nuestro hijo y luego atendía a ese gerente con cuerpo de ensueño.
-Si ese tipo no tiene nada más  que hacer que andar repartiendo toallas, puede dedicar todo el tiempo del mundo a tener ese tipo de cuerpo… —dijo Blaine como menospreciando los posibles atractivos de Manoel.
-¡Ah!… los celos que amo… pero  debe saber Señor Anderson Hummel que nadie se compara a usted y a su físico —respondió Kurt inclinándose hacia adelante para besarlo, le tomo la cara y se aprovechó de su posición para hacerse cargo del beso, Blaine le acarició el cuello, bajo con sus manos por su  espalda hasta dejarlas instaladas en el trasero, Kurt le sonrió sobre los labios antes de apartarse.
-¿No me cambiarías entonces por ese gerente o algún nativo de la localidad?
-Obvio que no…  puedo rallar queso con estos abdominales tuyos… —dijo tocándole la panza.
-Ahora creo que es la «Caipirinhas» la que esta hablando por ti...—añadió Blaine mientras le acariciaba las piernas.
-¡Oye!... yo no bebí tanto… aunque pensándolo bien me siento un tanto mareado y desinhibido… —dijo moviendo sus cejas.
-¿Desinhibido?... ¿que tanto?
-Tanto como para revelar algunos secretos, pero no tanto como para hacer el amor en este sofá.
-Excelente combinación… —dijo Blaine al tiempo que le acariciaba todo lo que tenía a su alcance— ¿y que secretos revelaste?
-Bueno… le dije a nuestro hijo sobre tu periodo sabático…
-Eso no es un secreto… ¿y que dijo él?
-Esta tan feliz como yo… —dio moviéndose un poco sobre él para quedar recostado y bien acomodado sobre su pecho.
-Espero y sigan felices cuando me vean 24/7… —contesto Blaine abrazandolo.
-¿Por qué vuelves a decir eso?.. —dijo Kurt incorporándose un poco para mirarlo a la cara— sabes bien que tu presencia es más que deseada en nuestra casa… y anhelada cuando falta...
-OK… —respondió Blaine  perdiéndose en los ojos de su esposo por casi 3 minutos seguidos.
-Ahora abrázame porque, siento que en vez de una «Caipirinha» me tome 20… —agrego acurrucandose, Blaine sonrió y le beso el pelo un par de veces, luego lo envolvió entre sus brazos y alli se quedo,  Kurt suspiró pensando como siempre que aquel era el mejor lugar donde estar, habiendo bebido o no 20 de esas «Caipirinhas».

Mayo de 2040




-¿Tal vez porque tu reaccionaste como si aquello fuera un insesto o algo? —dijo Blaine mirándola con los ojos empequeñecidos.
-¡Por qué lo es!... —exclamó volviendo a lo de tomarse el cabello— pero fingire que estamos en Kentucky o algo… —agregó haciendo un gesto de desinterés con su mano— ¡uy!, prodemos ir los cuatro como una cita cuádruple… gracias Padres, como siempre han sido la mejor de la ayudas… —dijo dando un beso a cada uno— y si aun les queda algo de energía paternal… vayan a ver al «Goblin» que entró a su cuarto como con 150 rollos de papel higiénico— terminó por decir la chica gesticulando locura con sus manos, Kurt miró a Blaine con cara de impacto y este le devolvió una mueca más o menos parecida, olvidaron la labor doméstica en la que estaban envueltos y se fueron a averiguar qué era lo que tramaba el más pequeño de sus hijos.
-¿Que podría estar haciendo con tanto papel higiénico? —dijo Blaine al tiempo que avanzaba por el pasillo junto a su esposo, este se mantiene silente y lo observaba como si no lo hubiera visto nunca— ¿Kurt?...
-¿Es totalmente inapropiado decir que en este momento te deseo mas que nunca?
-¿Como?... —dijo Blaine sintiéndose sorprendido.
-Lo que escuchas… —respondió Kurt acercándose tanto que casi le respiró en la nuca.
-¿Por qué?... —preguntó su esposo sonriendo.
-¿Como que «por qué»?... sabes bien que cuando haces gala de todas tus habilidades paternales te vuelves irresistible para mi… verdaderamente irresistible —insistió Kurt aproximándose lo suficiente como para tomar la iniciativa en lo que fuera.
-Me siento más que halagado, y sé que probablemente me arrepienta de lo que voy a decir, pero… ¿no venimos a otra cosa? —añadió Blaine señalando con la mirada la puerta cerrada del cuarto de su hijo, Kurt lo miró como con rabia y se dio media vuelta de manera más que teatral.
-Vaya si te vas arrepentir… te doy por seguro que te vas arrepentir… — dijo mientras golpeaba y anunciaba su presencia— ¿Noah?... ¿bebé? —insistió golpeando de nuevo.
-Pasa Papá… —exclamó el chico desde dentro, Blaine se apresuró a abrir la puerta para su esposo y este se limitó a hacer un desprecio ante aquel gesto galante, entró de los primeros y pudo comprobar de primera mano en que había usado Noah los rollos de papel higiénico.
-Cariño… —dijo Kurt tomándose el pecho.
-«Papáblen», ¿tú también estás aquí acaso? —preguntó mirándolo.
-Así es hijo… ¿por qué?
-Porque el Papá no te nombro cuando dijo si podía entrar…
-¿Es cierto eso?... no me di cuenta, discúlpame hijo… —agregó Blaine mirando los metros de papel distribuidos por toda la habitación.
-Cariño…—volvió a decir Kurt esta vez tomado una gran cantidad de aire— ¿que significa este desorden?
-No es un desorden, es una «apstividad»
-¿Una actividad? —repitió su Papá tratando de figurar en su cabeza que actividad necesitaba desenrollar papel higiénico para colgarlo de un lado a otro de la habitación, como si fuera una decoración de feria de pueblo.
-Si…
-¿Y porque «Desmond» está envuelto en papel?, ¿es parte de la actividad también? —quiso saber Blaine tomando el dinosaurio que a esa altura parecía una momia bien envuelta.
-No… él está enyesado porque sufrió un «apsidente»
-¿Que clase de accidente?
-Como el que tuve yo en el parque, pero el se cayó del tobogán que invente —explicó Noah poniéndose de lo más serio.
-¿Eso es todo esto?... ¿un tobogán?, ¿para quien? —preguntó Blaine tomando una punta de papel.
-Para «Alejandro» —respondió Noah señalando al erizo de tierra que dormía hecho una bola en una esquina de su jaula, luego tomó a «Desmond» y se sentó a los pies de la cama.
-Cariño… ¿no estás tomando a cada instante a ese animalito?, ¿o si? —dijo Kurt mirando con mala cara a la mascota del primer grado.
-No, porque a él no le gusta, por eso que invente esto para pueda ir de un lado a otro «desplizandose»... —explico el pequeño mirando el entramado de papeles por sobre su cabeza.
-¿Y a ellos les gusta deslizarse?, porque yo los veo más dormilones que otra cosa—dijo Blaine encuclillandose frente a él.
-No lo se… pero si no tiene donde, ¿como lo sabremos? —contestó Noah encogiéndose de hombros.
-Excelente respuesta hijo… escucha… esto que hiciste es super sensacional… ¿verdad Kurt?
-...
-¿Kurt?
-¡Si!… por supuesto… aunque me parece un tanto arriesgada la altura de algunos de estos papeles —contestó el aludido señalando una tira que iba desde la barra de una de las cortinas hasta la cabecera de la cama.
-Pero lo hice todo con «precausicion»… —advirtió Noah gesticulando calma con ambas manos.
-Te creemos hijo… pero a lo que me refiero, es que estos papeles no parecen muy resistentes para que «Alejandro» pueda desplazarse sin problemas.
-¿Por qué?... él es muy pequeño… como así… —contestó su hijo simulando algo más pequeño que una caja de fósforos.
-Tan pequeño no es bebé… y esto es papel, no resistiría ni una hilera de hormigas… —Noah miró todo lo que había construido y terminó por hacer un puchero, como si le entristeciera que todo su trabajo,al parecer, no había servido para nada.
-¿No sirve entonces? —pregunto apesadumbrado.
-Me temo que no cariño… —contestó Kurt sentándose a su lado— si no quieres que este animalito tenga un accidente, con el «Papáblen» te aconsejariamos no usarlo.
-Esta bien… —dijo soltando un suspiro— solo quería que estuviera divertido...
-Yo creo que esta mas que feliz… —dijo Blaine mirando al animal— quien duerme así de relajado, no puede tener mayores preocupaciones —agregó sonriendo, Noah sonrió también pero medio chueco y sin ganas.
-Cariño, si lo deseas, podemos ir a la tienda de mascotas para comprarle un tobogán apropiado para su peso.
-¿Y eso «epsiste»? —preguntó su hijo tomándose la cara.
-No lo se… pero si preguntamos, lo sabremos...
-Pero el se va en tres días…
-Pues serán los tres días más divertidos que haya vivido nunca… —insistió Kurt haciéndole unas cosquillas en la panza, Noah rio con mas ganas que antes— ¿te parece si vamos ahora?, después de todo...
-¡Padres!... —dijo Lizzie entrando sin golpear, su hermano pequeño la miró ceñudo desaprobando aquello— ¡Brooke por fin se compró su vestido!… ¿puedo ir a su casa?... vamos a ir todos —Blaine miró a su esposo y se puso de acuerdo con él mentalmente y en menos de tres segundos.
-Claro Princesa…
-¡Genial!... solo espero que sea uno que valga la pena de ver, porque si es horrible yo misma se lo diré… ¡hola!...
-¿Por qué no tengo duda de eso? —dijo Kurt mirando a su hija, esta le mostró a lengua al tiempo que sacaba su teléfono del bolsillo de su jeans.
-¡«Goblin»!, vaya feria de pueblo que montaste aquí… ¿por eso estas con ese delantal?... ¿estás a cargo del «stand» de pollo frito? —pregunto riendo de su propio chiste.
-Debiste anunciarte Lizzie Anderson Hummel… —dijo el pequeño mirándola con mala cara.
-¡Ay «Goblin»!, ya estoy adentro… ¡hola! —contestó Lizzie al tiempo que se ponía de acuerdo con todos sus amigos a través de mensajes de texto— me voy con Alaska, ella me vendrá a buscar…
-¿No cenaras aquí cariño?
-No, comeremos pizza o algo en la casa de Brooke… —respondió mientras se despedía de todos.
-No llegues muy tarde… y si lo haces...
-Avisare… no se preocupen…
-¡Se amable cariño!
-¡Lo seré!... ¡los amo Padres!... ¡y a ti «Goblin»! —exclamó mientras salía.
-¡Y yo te amo Lizzie Anderson Hummel!... —alcanzó a gritarle su hermano menor antes que desapareciera tras la puerta y le lanzara un beso a la distancia.
-Pues si Lizzie no va a cenar aquí… —dijo Blaine incorporándose— ¿que tal si nosotros cenamos fuera?
-¡Hamburguesas! —exclamó Noah dando un salto en el puesto.
-¡Vaya entusiasmo bebé! —añadió Kurt mientras le acariciaba el cabello.
-¿No estás de acuerdo Papá acaso?
-Estoy muy de acuerdo… —respondió Kurt levantándose— ¿qué tal…?... bebé, si te damos media hora para que ordenes aqui, ¿crees y podrás hacerlo?
-Sí… —dijo Noah de inmediato, se quitó la «camisa/delantal» y se dispuso a ordenar todo como si su vida dependiera de ello.
-Con calma bebé, tienes media hora, y si no alcanzas esos de allá arriba, nos avisas al «Papáblen» y a mi?... ¿de acuerdo cariño?
-Sí… —repitió el pequeño sin dejar de ordenar.
-Muy bien… con el «Papáblen» nos alistaremos, así es que nos vemos en media hora en la sala… ¿super sensacional? —agrego Kurt levantando su mano para que le diera «los cinco»
-¡Super «sensasonal»! —dijo Noah chocando su mano con la de su Papá, Blaine hizo lo mismo y tambien recibio un saludo como de fraternidad antes de salir de la habitación.

-¡Gracias al cielo que solo era eso!... ya me había imaginado lo peor… —dijo Kurt mientras se desabotonaba la camisa casi al llegar a su propio cuarto.
-¿Y que sería lo peor? —pregunto de vuelta Blaine sin poder imaginar qué tragedia podría desatar un par de rollos de papel higiénico.
-No lo se… papeles mojados pegados a la pared por ejemplo… —respondió abriendo la puerta.
-¡Ah!... una tragedia sin duda…
-¡Oye!... lo sería para el que tuviera que limpiar… y que generalmente soy yo… —insistió quitándose la camisa del todo, Blaine lo miró desvestirse y fijó su vista en el tatuaje de la espalda.
-Eso no es verdad… no seas injusto… —señaló su esposo apuntándolo con la camiseta que acababa de quitarse.
-Tienes razón… ¿me perdonas?... —dijo Kurt poniendo cara de circunstancia extrema y complicada.
-Cómo no hacerlo… —contestó acercándose, Kurt sonrió en señal de gracias y se dio media vuelta para buscar dentro del closet lo que usaría en la salida a cenar— oye… —agrego Blaine entrando tras de él— ¿aun te parezco deseable? —preguntó tomándolo desde atrás por las caderas, lo ciñó un poco a él y usó su nariz para recorrerle parte del cuello.
-Siempre Blaine Anderson Hummel… siempre... —respondió su esposo sintiendo como cada uno de sus vellos se erizaban de emoción y deseo.
-Entonces… tal vez… podríamos retomar aquello que querías hacerme hace un rato… —dijo Blaine agregando besos a su juego seductor.
-¿No me rechazaste por las labores paternales?... —pregunto Kurt estirando su cuello hacia un lado para dar lugar a más besos.
-Lo hice… pero como bien sabes… además de ser un Padre… soy un hombre y esposo… —contestó en un susurro rasposo y tan varonil que provocó en Kurt un estremecimiento general.
-Mi esposo…
-Tu esposo… —repitió tocándole el pecho y la panza.
-Blaine… —musito Kurt al presentir dónde iban esas manos.
-Cerré la puerta… tranquilo…
-¿Seguro? —preguntó dándose media vuelta para mirarlo a la cara.
-Seguro… —contestó Blaine sonriendo como el príncipe que era, Kurt sonrió también y le tomo la cara para besarlo, junto sus labios con los de él y se apropio de su boca apartándose de vez en cuando para mirarlo a los ojos, como si buscara satisfacción en el placer indudable que estaba brindando. Blaine bajo sus manos y le desató el cinturón, libero el botón y el seguro del cierre haciendo que el pantalón se le cayera hasta las rodillas.
-¿Escuchaste eso?... —pregunto poniendo oído hacia el exterior.
-No… —respondió tocándole el trasero.
-¿No será Noah?... ¿o si?
-Noah esta concentrado en lo que esta haciendo… tenemos casi media hora como bien dijiste…
-Ok… solo chequeaba… bien sabes que…
-Lo se… —interrumpió Blaine acariciándole la espalda— se que no estás del todo cómodo cuando no tienes la certeza de que nuestros hijos están dormidos…
-Así es…—añadió Kurt dándole otro beso— eres tan guapo… y me conoces tan bien… lo que te hace aún más atractivo…
-Ven… —dijo Blaine guiandolo fuera del closet.
-Tengo los pantalones abajo… ¿cuando pasó esto?... —quiso saber su esposo mirándose las piernas.
-Soy experto en mas cosas de las que crees… —advirtió Blaine tirándolo hacia el, Kurt dio pequeños pasos como si sus piernas midieran 10 centímetros y se dejó jalar.
-¿Se cree el mejor en todo Señor Anderson Hummel? —pregunto mientras que, ayudado por sus pies, se desprendía del resto de pantalón.
-No me creo… lo soy…
-Engreído… —dijo abrazandolo por el cuello, Blaine lo miró un segundo sintiéndose atractivo y poderoso, no menciono palabra y lo beso, para luego comenzar a bajar por él , Kurt sintió un par de mordiscos de lo más excitantes en cada uno de sus pezones, luego unos labios recorriendo su panza y una legua dentro de su ombligo, soltó una pequeña risa acompañada de un tiriton de cosquillas. Blaine continuó su camino hasta que sus labios suntuosos se encontraron con lo que perseguía desde del inicio, aquella virilidad turgente que terminó por llenar su boca, Kurt soltó un gemido gozoso al tiempo que le hundía sus manos en el cabello y le revolvía todos los rizos.
Blaine se quedó de rodillas frente a él un par de segundos más, para luego trepar de vuelta, Kurt lo beso y pego su cadera a la de él obligándolo a avanzar de espaldas hacia la cama, Blaine se dejó caer en el colchón y recibió a su esposo encima, este término de desvestirlo partiendo por los zapatos y de manera gentil se hizo espacio entre sus piernas, las movió hacia él tanto como la propia elongación de su esposo lo permitía y desapàrecio dentro de él, Blaine soltó un quejido y hundió su cabeza en las almohadas de lo mas complacido.
-Dime si…
-Estoy bien… —dijo Blaine irguiéndose un resto para tomarle la cara y besarlo, mientras recibía aquellos besos que adoraba, Kurt comenzó a amarlo como tenía ganas desde que lo había escuchado decir aquella moraleja del sweater usado.

Marzo de 2025



-¿Te acordaste de una chiste?... —preguntó Henry al ver que su Papá sonreía como adolescente enamorado a un costado de la puerta de su dormitorio— ¡Papá! —insistió dándole un grito bien agudo.
-¿Como cariño?... —respondió el aludido como volviendo en si.
-Que si te acordaste de algo gracioso, porque es lo que me dice Liang cuando lo descubro «sonriéndose» solo… le preguntó que qué le pasa y me responde eso, aunque siempre lo hace después que el profesor de deportes dice su nombre en la práctica de soccer y yo no se que de gracioso tiene eso… —agregó Henry encogiéndose de hombros.
-Pues yo tampoco, pero tienes razon bebé, recordé algo super espectacular… pero un momento… ¿tu no me vas a saludar acaso? —preguntó Kurt cruzándose de brazos, Henry sonrió y corrió a abrazarlo, tal y como lo había hecho Lizzie minutos antes.
-¡Ah!... la mejor parte del día… —repitió mientras lo abrazaba de vuelta y lo levantaba un poco del piso inclusive.
-Llegaste temprano… —agregó su hijo mientras le daba de palmaditas en la espalda.
-Claro bebé… esa matine tenía que terminar temprano algún día —respondió su Papá dejándolo devuelta en el suelo.
-¡Super perfecto! —exclamó el pequeño haciendo un pequeño baile de felicidad.
-¿Y eso?... —quiso saber Kurt sonriendo.
-Liang me lo enseñó… —contestó meneandose más.
-¿En serio bebé?, ¿él también baila de felicidad?
-Sí… siempre y después que el profesor de deportes nos saluda a cada uno de la mano.. —respondió Henry añadiendo más meneo a su baile, Kurt frunció el entrecejo pensando si aquella obsesión de Liang con el profesor de Soccer daba para preocuparse o no.
-¿Cuántos años tiene ese profesor?...
-No se, es como tú y el «Papáblen», así es que deben ser muchos… —contesto Henry alargando al máximo la «u».
-¡Bebé!... solo proque tu baile me provocó una súper alegría no te reprendo por ese comentario que acabas de hacer… —sentenció Kurt con las manos en la cadera— ¿vas bajando cariño? —preguntó comenzando a avanzar hacia la escalera.
-Si, ya termine de ordenar mi cuarto, el «Papáblen» me dijo que lo hiciera y que depsues lo ayudara a él con lo de la mesa… —explicó el pequeño al tiempo que cogía la mano de su Papá.
-Me lo dijo cariño… y también me dijo que estabas un poco triste por lo de tu diente… ¿es verdad? —Henry hizo una mueca torcida con su boca y se encogió de hombros— cariño… —agrego Kurt parándose frente a él, bajó a su altura y le acarició el cabello que le caía en la frente— debes saber, que nunca es bueno compararnos con los demás, cada quien tiene sus propios tiempos, por lo tanto si eres paciente lo que le sucede a otros, tarde o temprano también te sucederá a ti...
-Es lo que dijo el «Papáblen», pero también dijo que podíamos hacer algo para que se me cayera hoy por fin… pero no me dijo que era y yo soy valiente para lo que sea… —agregó Henry volviendo a lo de sacar pecho.
-Por supuesto que lo eres… y el «Papáblen» y yo estamos super orgullosos de ello —dijo su Kurt dándole un par de besos— ahora... ¿estás seguro de que podrás aceptar lo que sea que planeemos?
-¡Lo que sea!.. —insistió Henry exponiendo esta vez tanto su torso que Kurt creyó y terminaría haciendo una acrobacia como de circo.
-¿Aunque te pongamos un hilo y tiremos todos de él? —pregunto Kurt dando seriedad a sus palabras, Henry abrió los ojos de a poco y se quedó en silencio un momento— ¡estoy bromeando bebé!… —dijo riendo, el pequeño soltó todo el aire que había inspirado desde el 2018— el plan que tenemos con el «Papáblen» es super perfecto, compraremos una pizza con masa extra crujiente y eso de seguro hará que tu dientecito termine por caer, ¿qué te parece?
-¡Super perfecto! —exclamó alzando su mano empuñada.
-También lo creo… vamos… tenemos una pizza que ordenar —acabo por sugerir Kurt incorporándose.

-Papá… estoy «odgazinando»… —dijo Lizzie mientras estiraba el mantel de un lado a otro sin conseguir que cubriera toda la mesa.
-Así veo cariño… —respondió su Papá entrando a la cocina, reviso lo que habia listo para calentar en dos pequeñas ollas y sonrió con renovada confianza en su esposo— debo pensar entonces que además de ser una super estilista, ¿eres la ama de casa perfecta? —pregunto Kurt sonriendo al verla tan acomedida.
-¡Soy «pedfesta»! —repitió la pequeña haciendo un gesto coqueto con su cara.
-Lo eres… déjame ayudarte cariño… —agregó su papá tomando las dos puntas restantes, Lizzie tomo las otras dos y se empino un poco para alcanzar a mirar.
-¡Papá!, ¡la pizza! recordó Henry haciendo ademán de tomar los menús de dentro de uno de los cajones.
-Tienes razón cariño… dame el teléfono —respondió Kurt dejando lo que había comenzado a hacer.
-Pero yo puedo pedirla… —hizo notar Henry con el teléfono en la mano.
-¿De verdad cariño?
-Si…
-...
-¡Es solo una llamada Papá! —dijo blanqueando los ojos al tiempo que sacaba, lo que al parecer, eran los menús de todos los restaurantes existentes en New York.
-«Hendry» sabe hablar por «tefemono»… —agregó Lizzie con las puntas del mantel aun agarradas.
-¿Si bebé?...
-Si… —respondieron sus dos hijos al unísono.
-Bien… pero te quedas aquí donde pueda escuchar lo que te dicen…
-¡Si!... —exclamó Henry subiéndose a una de las sillas, Kurt reviso todos los folletos hasta encontrar el indicado
-Llama a aquí cariño, estas personas nos conocen y por lo demás hacen las mejores pizzas de toda la ciudad —dijo entregando un folleto de «Grimaldi's Pizzeria»— pide los ingredientes que quieras, pero en masa extra crujiente.
-Sí… —respondió Henry revisando el menú.
-¡Que sea sin «achovas» —pidió Lizzie aun con el mantel sujeto por las puntas.
-¿Escuchaste eso bebé?
-Si… sin anchoas… —repitió Henry volviendo a lo de entornar los ojos.
-Gracias cariño… —agrego Kurt acariciandole la cabeza— ahora, pequeña cabecita de resorte… — dijo mirando a su hija que esperaba paciente con el mantel bien agarrado— acabemos con esto de una vez— dijo terminando de estirar el género sobre la mesa, Lizzie imitó en todo a su Papá y con su pequeña mano estiro cada arruga que vio, Kurt siguió con los cubiertos y los platos, mientras Henry terminaba de ordenar la pizza.
-Familia que trabaja unida… —dijo Blaine llegando a la cocina y comprobando que todos los miembros de su familia hacían algo diferente, se había cambiado de ropa y quitado todo lo que su hija le había puesto en el cabello, tenía los rizos húmedos lo que lo hacía ver doblemente sexy.
-Excluyendote por cierto… —contestó Kurt apuntandolo con el vaso que sostenía en una mano, se le quedo viendo un instante y sonrió para sí al verlo tan guapo.
-Oye… yo prepare la cena… ¿no sientes que bien huele? —se defendió Blaine abrazándolo desde atrás, le dio un par de besos y su esposo estiró su cuello como siempre, Henry río tras el menú de las Pizzas y Lizzie lo hizo tras «Rita».
-Huele excelente… aunque odie admitirlo… —dijo su Kurt zafandose del abrazo.
-¿Ordenaron la pizza?
-¡Yo la ordene «Papáblen»! —exclamó Henry levantando una mano con menu y todo.
-¿En serio hijo?... ¿y pediste una masa extra crujiente?.
-Si, y con doble queso y triple peperoni… —respondió el pequeño sonriendo de oreja a oreja, como satisfecho de sus habilidades para ordenar comida rápida.
-Suena delicioso… excelente elección… y perfecta para nuestro cometido dental —dijo Blaine dándole «los cinco» al mayor de sus hijos.
-¿Que es un «conventidoental»?... —preguntó Lizzie trepandose en su silla.
-Un cometido dental… es lo que haremos para que tu hermanito termine por perder ese diente que hace mucho esta flojo y no se cae… —explicó Kurt sentándose a su lado.
-¿Y a mi?... ¿también están flojos? —preguntó Lizzie tocandose todos los dientes de a uno.
-Aún no, eres muy pequeñita para eso Princesa… —dijo Blaine mientras comenzaba a calentar la comida.
-¿Por eso no tengo la puerta del «draton» en mi cuarto? —agregó la pequeña como con tristeza.
-Por eso cariño, pero no te aflijas… al igual que sucedió con Henry, cuando sea el momento en que tus dientes empiecen a aflojarse, el ratón hara su casita en tu cuarto también… —dijo Kurt dándole un toque en la nariz, su hija rió y se acomodo junto a «Rita» en espera de la cena.
-¡La Pizza! —exclamó Henry al sentir que tocaban a la puerta, se bajó de la silla de un salto y se preparó para ir a recibirla.
-¡Tú quieto cariño!… yo ire a por ella… —advirtió Kurt levantandose tambien.
-¡Pero yo puedo ir solo! —exclamó el pequeño como reclamando.
-De ninguna manera, si quieres me acompañas, pero solo no vas a ningun lado…
-¡¿Por qué?!, si soy grande para pedirla, tambien lo soy para recibirla.
-Henry…
-¡Es la verdad!... ¡uy! —dijo empuñando sus manos para luego cruzarse de brazos molesto, Kurt se quedó mirándolo un tanto sorprendido.
-¿Qué es esa mueca Henry? —pregunto Blaine dejando las ollas para acercarse a su hijo, el pequeño frunció más el ceño y miró hacia otro lado— sabes muy bien que por el tipo de trabajo que tenemos el Papá y yo, no es conveniente que abras la puerta tu solo, cualquier persona podría venir y hacerte daño de algún modo —Henry bufo como un gato enojado— si quieres, puedes acompañar al Papá, pero solo no iras…
-¿Y para qué voy a ir entonces?
-Bueno, primero para que ayudes al Papá y segundo porque es necesario que alguien compruebe aquello que es importantísimo cada vez que pedimos una pizza, ¿recuerdas lo que es? —dijo Blaine mirándolo de medio lado.
-¡Yo sé! —grito Lizzie levantando su mano.
-Yo también sé… —agrego Henry de mala gana.
-Dímelo entonces...
-Que el queso no esté pegado en la caja… —respondió hablando como alguien ebrio lo haría.
-Exacto… ¿crees que podrías hacerlo?
-Obvio que si… hasta «Rizzie» podría hacerlo.
-Lo se… pero entre tu y yo… —dijo Blaine empequeñeciendo el tono de su voz— creo que es más tarea del hermano mayor que otra cosa— agregó guiñandole un ojo, su hijo sonrió sintiéndose el más importante de toda la familia.
-Es verdad… —dijo riendo medio chueco.
-¿Estas de acuerdo entonces?
-Si…
-Perfecto… ahora… ¿cual es la palabra mágica que usamos en esta familia cuando hay una desavenencia entre sus integrantes?
-¿Disculpa?
-Disculpa… —repitió Blaine haciendo una seña con su mirada como diciendo que era a Kurt a quien le debía una disculpa más que a nadie, Henry se dio media vuelta y le pidió disculpas a su Papá, este le dio un beso y abrazo a cambio, luego miró a su esposo y le sonrió como nunca.
-Definitivamente la paternidad le sienta Señor Anderson… —agrego Kurt besándolo también, los pequeños rieron a la par.

-¡Aqui esta la Pizza!… —dijo Henry entrando con la caja entre sus pequeñas manos.
-¿Que tal la tapa hijo?
-Impecable «Papáblen»… —respondió su hijo dejándola sobre la mesa.
-¿Joe la trajo? —quiso saber Blaine disponiendo la cena que él había preparado en un plato al medio de la mesa.
-El mismo… me pregunto por ti obviamente… —respondió Kurt blanqueando los ojos, Blaine soltó una pequeña risa, tomó asiento en su lugar y ayudó a Lizzie con la servilleta y el vaso de leche, Henry se ubicó también y Kurt comenzó a tomar los platos de todos para repartir la comida, partiendo por el de su esposo.
-¿Que debo hacer con la pìzza? —preguntó Henry abriendo la caja.
-¡Verdad!... lo primero es lo primero —dijo Kurt dejando el segundo plato a medio servir— lo que harás cariño… —agregó sacando una rebanada— es morder un buen trozo de pizza, en especial del borde… ahora veremos si ese diente es tan obstinado como para seguir en tu encia despues de esto… —termino por decir entregando el trozo con más corteza, Henry tragó saliva antes de recibirla, como si fuera a ser parte de un experimento científico extra peligroso, tomar la rebanada desde la punta y la volteo para morder la parte más crujiente, Blaine miró a su esposo de reojo y luego se quedó con la vista fija en su hijo sonriendo para darle confianza, Kurt hizo lo mismo pero con sus manos entrelazadas cerca del pecho y Lizzie se tapó los ojos con «Rita» para evitar presenciar aquello.
-Aquí voy… —dijo el pequeño tragando más saliva, acercó la pìzza a su boca y dio un mordisco con todas las ganas, todos se quedaron expectantes aguardando el resultado, como por arte de magia el diente se cayó y quedó hundido en medio de dos rebanadas de peperonis.
-¡Bebé!... —exclamo Kurt dando unos aplausos.
-¡Te lo dije hijo!… —agregó Blaine aplaudiendo también.
-¡«Hendry»!, ¡te falta un «dente»! —dijo Lizzie de lo más sorprendida.
-¡Si!... —añadió el protagonista de la jornada soltando más aire de lo habitual, se tocó el hueco sin dentadura y sonrió sintiéndose grande.
-Te tomare una foto para enviársela a tus abuelos… —dijo Kurt sacando el teléfono desde su bolsillo— ¡una sonrisa gigante!… —pidió antes de tomar la imagen, Henry sonrió enseñando todos los dientes que tenía en la boca y el que había perdido recien entre sus dedos.
-¡Ire a contárselo a Liang! —exclamó tomando el teléfono y saliendo de la cocina.
-¡No te demores bebé!, ¡igual hay una cena aquí que debes comer!… —recordó Kurt dirigiendo su voz hacia donde había desaparecido su hijo, sonrió mirando a su esposo y este lo miro pensando que en realidad la paternidad les sentaba a ambos.

Diciembre de 2017




-¿Tú ves algo que yo no?, porque te juro que esta imagen no me provoca nada —le susurro en el oído, Blaine se apartó y le dio un par de besos sonriendo para luego volver a sus brazos.
-Veo lo mismo que tú… —respondió en el mismo tono pero soltando una pequeña risa antes— es toda la idea de ser padres la que me pone así… de tener a una personita en nuestros brazos y que esa personita sea tuya… hace que mi emoción se desborde… disculpa.. —agregó apartándose.
-No, no me pidas disculpas… y creo que te entiendo… —dijo soltando un suspiro— será un pequeño maní, pero es nuestro maní... ¿verdad?
-Muy verdad… —contestó Blaine feliz.
-Estas feliz…. —añadió Kurt tomándole la cara.
-Mucho… —respondió su esposo dándole un beso, Kurt le respondió como si no hubiera nadie más en la oficina del Doctor, Douglas espero paciente un instante tras su escritorio un par de segundos para luego comenzar a carraspear y hacer más ruido de lo habitual con sus papeles y cajones.
-Por dios… olvide dónde estábamos… —susurró Kurt escondiéndose en el cuello de su esposo.
-Y yo… —respondió Blaine sonriéndole al doctor que los miraba con cara de travesura.
-¿Seguimos?... —agregó el Doctor Jacobs moviendo las cejas.
-Claro… —respondió Blaine acercándose al escritorio, Kurt hizo lo mismo pero evitó la mirada del doctor por casi dos minutos seguidos.
-¿Qué les parece si agendamos la siguiente visita para la tercera semana de febrero?
-Perfecto… ¿verdad Kurt? —contesto Blaine mirando al facultativo y luego a su esposo, este le hizo una seña de que estaba de acuerdo con ello— las tercera semana de febrero es perfecto.
-Muy bien… —agregó Douglas escribiendo algunos datos en su computadora— entonces... podrán ver algo más que ese maní que los emocionó tanto… lunes 12… ¿les parece?
-Por supuesto… —contestó Blaine tomando la mano de su esposo, Kurt solo miro de reojo al doctor como si aún sintiera vergüenza por el arrebato romántico que le había dado.
-Todo listo entonces… —dijo el Doctor Jacobs levantándose, luego tomó el pequeño «flashdrive» con el video de la ecografía y lo guardó en una bolsa con el logo de la clínica de fertilidad— esto es de ustedes, además de este informe, poca gente lo vuelve a leer, pero es mi deber entregar toda la información —añadió Douglas entregando todo— ¿alguna otra duda?
-Yo ninguna… —respondió Blaine tomando la pequeña bolsa más el sobre con el informe— ¿Kurt?...
-Tampoco… gracias Doctor… —dijo mirándolo por fin, le estrechó la mano y se apresuró a abandonar la oficina de los primeros, Blaine hizo lo mismo y salió tras su esposo— ¡Doctor!— exclamó dándose media vuelta sin previa advertencia, se encontró de frente con Blaine y soltó una pequeña risa al chocar con él como si fueran dos payasos en la mejor de sus rutinas— disculpa… —dijo encogiéndose sus hombros, Blaine movió la cabeza sonriendo— Doctor… —repitió Kurt devolviendose en sus pasos— nos encontramos con dos buenas amigas y nos pidieron información sobre qué deben hacer para reunirse con usted, también están interesadas en comenzar una familia.
-¿En serio?... pero que maravilla, mientras más niños tenga este mundo olvidado de dios, mejor… —respondió Douglas guardando sus manos en los bolsillos de su delantal blanco, Kurt miró a su esposo sin saber si aquello era algo de lo que debían reír, rebatir o que— pero no solo yo puedo ayudarlas, aquí hay muchos profesionales tanto o más calificados que yo.
-Por supuesto… pero con mi esposo hablamos con tanto entusiasmo de usted... —agrego Kurt apuntando a Blaine y a él mismo de manera alternada— ¿que les digo?
-¿Están aquí?
-Bueno… estaban… no se si…
-Que hablen con mi secretaria… ella se encargará de hacerles una cita donde les explicare todo.
-Perfecto… gracias Doctor… —dijo Kurt estrechandole la mano de nuevo.
-Por nada… nos vemos en febrero, Feliz Navidad, Año Nuevo y Hanukkah… —terminó por decir mientras volvía a su escritorio, Kurt se limitó a sonreír, lo mismo que Blaine.

-Esto es perfecto… perfecto… —dijo Blaine mirando la bolsa con la información de su hijo — tenemos que celebrar de alguna forma…
-Sabes bien que no estamos en poder de celebrar de ninguna forma...
-Se que estamos ajustados pero.. ya se… vamos al «City Bakery», es elegante, delicioso y ajustado a nuestro presupuesto … yo invito… —añadió tomando la mano de su esposo.
-¿Seguro Blaine Anderson-Hummel?... mira que yo también estoy super extra feliz, por lo que podría pedir el tazón XL de chocolate 80% cacao…
-Puedes pedir lo que quieras… —respondió Blaine besándole la mano— aunque debo preguntar… —agregó avanzando con él hacia los ascensores— ¿seguro y estas tan feliz como dices?, porque yo te vi un poco distraído cuando el doctor nos hablaba de la próxima cita.
-No estaba distraído… estaba tratando de guardar las formas, me avergoncé un poco por el beso ese que te di..
-Pues a mi parecio fantastico… —dijo Blaine moviendo sus cejas al tiempo que presionaba el botón del elevador.
-¡Atrevido!… mejor solidariza conmigo, me sentí realmente incómodo… —insistió Kurt mirando hacia atrás por sobre su hombro, como si imaginara al Doctor Douglas Jacobs saliendo de su oficina para fisgonear con su secretaria sobre lo que había sucedido con sus últimos pacientes.
-Vamos… no creo que le haya importado mucho… actuó de lo más normal con nosotros… hizo un par de muecas pero…
-¡Como!... ¡por dios!… ¡no se si podre volver a mirarlo a la cara!… —exclamó Kurt tomándose las mejillas.
-Exagerado...
-Te da lo mismo lo que me pase con tal que te bese, ¿no es así?
-¿Que?... ¡eso no es verdad!… —respondió Blaine riendo, las puertas del ascensor se abrieron y Kurt hizo el ademán de subirse de inmediato— oye… —agregó su esposo tomándolo por el bolsillo trasero del pantalón e impidió aquello, Kurt se acercó como si no quisiera y se quedó frente a él con un pie dentro del elevador y el otro fuera— lo que te pase a ti siempre me importa… —comenzó a decir dándole un pequeño beso— solo digo... que cuando te atreves… además de sentirme super extra bien... tengo la certeza de que mis labios y mi piel son tuyos… —agregó suspirando.
-¿Como?... —quiso saber Kurt un poco derretido.
-Lo que oyes... la piel es de quien la eriza Kurt Hummel-Anderson… —respondió Blaine sonriendo, Kurt sonrió también entre avergonzado y engreído.
-¿Como dejar de amarte Blaine Anderson-Hummel? —dijo su esposo mirándolo con la cabeza ladeada.
-No puedes… menos ahora —respondió el aludido señalando el informe con la ecografía del bebé— ¿vamos?
-Vamos… —dijo Kurt terminando de entrar en el ascensor— ¡pero no!… —exclamó deteniéndose de pronto.
-¿Que?... —quiso saber Blaine mirando a su alrededor, sujeto la puerta y asomó la cabeza de vuelta a la sala de espera.
-Britt y Santana… se supone y esperan la respuesta que les prometi.
-Puedes llamarlas… —dijo su esposo presionando el número uno.
-Blaine… somos portadores de una información, debemos entregarla a quien corresponda.
-Kurt…
-Será solo un instante… —dijo guiandolo devuelta hacia donde estaban— nos sentamos aquí y esperamos a que regresen… —agregó haciendo lo que dijera, Blaine soltó un poco de aire y se sentó a su lado con la actitud de quien hace algo sin ganas— no maldigas en silencio… estaremos… cinco minutos, te lo prometo… —terminó por decir mirando la hora en el reloj de su esposo— ¿no te hubiera gustado que alguien nos asesorara cuando recién llegamos aquí?
-Hay folletos… y muy útiles… —dijo tomando un par que había en la silla de junto.
-Oye...
-Esta bien, como quieras… pero… puedo hacer notar que… ni siquiera sabemos dónde están… —agrego Blaine bien echado hacia atrás en la silla.
-Aun deben estar en este piso, bien escuchaste que Britt dijo que había encontrado a Santa…
-Es verdad… solo espero que no esté acosando a un anciano inocente…. —añadió riendo.
-También yo... —dijo Kurt mirando como su esposo se acomodaba en la silla como si pensara que la espera tardaría días— te ves lindo cuando exageras… —agregó recostandosele en el hombro.
-No exagero… —contesto Blaine apoyando su cabeza en la de él— solo me preparo por si hay que esperar más de los cinco minutos que dijiste…
-Pues te corrijo de inmediato que no sera asi… —agrego Kurt al ver aparecer a sus amigas por uno de los pasillos— ahí vienen… —dijo incorporándose.
-Vaya, creí que ya se habían ido y olvidado de nosotras… —dijo Santana llegando hasta la sala de espera.
-¡Chicos!, ¡no van a creer a quien conocimos!… —añadió Britt como cantando con voz aguda de lo más emocionada.
-¿Era realmente Santa?...—pregunto Blaine poniéndose de pie.
-¡Por supuesto que lo era!... ¿verdad Santana?
-Verdad… —dijo la aludida sonriéndole con ternura— hablame Hummel, ¿preguntaste lo que te pedi?…
-Pregunté… pero… ¿qué tal si vamos a otro lugar?...
-Tienes razón esta clínica llena de «cositas» inútiles, me provoca todos los calambres… —dijo Santana haciendo el gesto de comillas con sus dedos cuando mencionaba lo de las cositas, Kurt sintió que culpaba a su entrepierna de algo.
-Nosotros vamos al «City Bakery», ¿nos acompañan?... —agrego Kurt señalando hacia atrás por sobre su hombro, Blaine lo miró con cara de que su invitación no involucraba a más gente.
-¿«City Bakery»?... ¿no es una panadería de mala muerte o si? —pregunto Santana poniendo cara de asco.
-No, de hecho es un café bien agradable… —respondió Blaine tomando la mano de su esposo, este hizo un gesto positivo con su cabeza reafirmando aquello y comenzó a caminar con él.
-Si tu lo dices Anderson... —murmuró Santana saliendo tras de ellos, Britt aun sonreía por haber conocido a Santa Claus.

-Vaya… me retracto Anderson… este lugar es bastante interesante… —dijo Santana mirando a su alrededor.
-Espera a probar un tazón de chocolate con malvavisco artesanal y cambiaras ese «interesante», por un adjetivo más apropiado… —dijo Kurt sonriendole a su esposo que abría la silla para él, Santana blanqueo los ojos y tomó el menú de los postres.
-¿Aún viven en Bushwick chicos?... —pregunto Britt estirando su brazo para levantar un tenedor en su mano lo más alto posible.
-No, estamos en un departamento cerca de… ¿necesitas algo Britt?... —dijo Blaine señalándole la mano.
-No…
-¿Entonces?... —agregó mirándola de medio lado.
-Lo hago para que cuando Santa salga de la clínica me encuentre, las posibilidades de que Rudolph me detecte crecen con el metal… es el mejor conductor de señales de radar que existe… —respondió con convencimiento.
-¡Oh!... OK… —dijo Blaine distrayéndose con otro de los menús.
-Hablame Hummel… —pidió Santana dejando la carta a un lado.
-Claro… —respondió este recibiendo el agua de cortesía que una mesera traía para todos— el Doctor Jacobs nos dijo que si querían hablar con él, solo tienen que pedir una cita con su secretaria… —explicó Kurt de lo más entusiasmado.
-¿De verdad?... ¿solo eso?
-Así es… y definitivamente les recomendamos a este doctor, ha sido super comprensivo y creo que es el mejor de toda la clínica… ¿verdad Blaine?
-Verdad…
-¿Qué hay del dinero?... ¿cuanto les costo a ustedes el procedimiento?
-Bueno… —dijo Kurt pidiendo autorizacion de manera mental a su esposo para hablar de aquello— el procedimiento en si, costó 3.000 y algo de dolares, luego tuvimos que pagar a la sustituta, cosa que por supuesto ustedes no harán…
-¿Por qué dices eso Hummel? … ¿por qué somos dos mujeres?
-No, es decir…
-Es decir que… ¿crees que porque hay dos úteros aquí no necesitamos de nada más?
-De hecho si necesitaran de algo más… —agregó Kurt meneando su vaso con agua, Blaine rió para sus adentros— a lo que me refiero…
-Si, si, si… que mas..
-Bueno, el resto es gasto de procedimiento y hospitalización, pero eso lo cubre el seguro médico... ¿tienen seguro?
-Tenemos uno que incluye a «Lord Tubbington» —dijo Britt aun con el brazo bien levantado.
-Ok… entonces calculando necesitaremos unos 10 a 15 mil dólares… ¿verdad?
-Algo así… —respondió Blaine mientras le indicaba al mesero lo que querían él y su esposo, Santana hizo lo propio y Britt agregó a su orden una sonrisa más que coqueta, Kurt pudo advertir aquello y quiso llamar la atención de su esposo tocándole la pierna por debajo de la mesa.
-¿Que?... —pregunto este al sentir el pellizco.
-Nada… —dijo sonriendo, Blaine sonrió también y le dio un pequeño beso de recompensa.
-¿Quieren dejar eso?... mejor cuéntenos de dónde sacaron ustedes tamaña cantidad…
-¿Por qué usas ese tono?
-¿Que tono Hummel?
-¡Ese! —exclamó apuntandola— como si pensaras que estamos viviendo bajo un puente o algo…
-No creo que tú aguantarías ni un segundo bajo nada… bueno… —dijo Santana mirando a Blaine, Kurt abrió los ojos sintiendo que se ponía colorado— solo lo digo porque según Rachel y su Blog, tú aún estás estudiando y tu estas con un álbum que tiene no se cuantos años así es que...
-Pedimos un préstamo Santana… —interrumpió Blaine recibiendo su orden.
-¿Un préstamo?... —repitió levantando una ceja— ¿no eras rico Blaine Anderson?
-No…
-¿Seguro?... ¿y qué hay de Dalton y esa casa en el engreido Westerville?
-Es porque mis padres lo son, no yo…
-Pues para nosotros el dinero no será problema,cuando estuvimos en las Bahamas por nuestra luna de miel, contamos las cartas en el «Black Jack» y ganamos una buena suma en el casino del crucero… —explico la chica haciendo espacio para todo lo que había pedido, Britt asintió a aquello al tiempo que volvía a lo de la sonrisa coqueta con el mesero, Kurt carraspeo por lo bajo y le hizo una seña que su esposo no termino de entender.
-Vaya, una gran historia para contarle a su bebé, de como llego al mundo a través de la apuesta ilegal —dijo Blaine alzando sus pulgares.
-Contar cartas no es ilegal… —agregó Britt mientras movía su tenedor en lo alto.
-¿Y tú?, ¿qué le dirás al tuyo, cuando vea que tiene más cabello que cabeza?
-Es no pasara, porque Kurt sera el padre biológico, no yo.. —contesto Blaine bebiendo de su chocolate.
-¿En serio?... ¿por qué?... ¿problemas en los bajos Anderson?
-No… no hay problemas… pero si miras este mundo como esta… lo que más necesita es tener mas gente como Kurt…
-¿Con más nariz que cara?
-No… con más corazón que nada…. —corrigió Blaine mirando a esposo con todo el amor que le tenia, este sonrió sorprendido por sus palabras por segunda vez en menos de una hora y lo beso en señal de agradecimiento, Santana hizo un gesto como que se pondria a vomitar ahí mismo.

Febrero de 2036



-Debo comunicar de manera oficial que Noah por fin se durmió… —dijo Kurt llegando a la habitación bajando sus brazos y cabeza como si fuera un robot al que se le acaba la energía, luego tomó su teléfono y leyó el mensaje que acababa de llegarle— es Henry… —agregó enseñando la pantalla del aparato— dice que antes de irse a la casa de Liang pasara a buscar a Lizzie a la casa de Alaska.. —termino por decir revisando otros mensajes y sus redes sociales.
-...
-¿Blaine?...
-¿Cómo?...—preguntó Blaine desde la cama donde estaba acostado, bajo la revista que leía y se le quedo viendo en espera de una respuesta.
-¿No me estabas prestando atención acaso? —agregó su esposo mientras dejaba el teléfono en su mesa de noche y se trepaba en su lado de la cama.
-Siempre te presto atención…
-¿Si?... ¿que dije entonces?
-Que… que… pasado mañana es San Valentín y quieres saber que prepare para ti… —respondió Blaine en tono de pregunta cantada.
-¡Frío!… casi congelado… —añadió recostandose a su lado.
-Estaba distraído… disculpa… —dijo Blaine estirando uno de sus brazos para darle en su cuerpo el mejor de los cobijos.
-Dije… —comenzó a decir Kurt acomodándose— que Noah por fin se durmió y que Henry irá a buscar a Lizzie a la casa de Alaska, y que luego se ira a lo que tenía planeado con Liang y Amelia… por lo tanto. se demorara más que los otros días —añadió recostandose en su pecho, le metió la mano por debajo de la camiseta y allí la dejó.
-Lo imagino, es mas de media hora hasta Washington Heights... — agregó Blaine como si su esposo no supiera eso.
-Lo se… ¿puedo decir que me encanta que nuestro hijo sea tan responsable?
-Puedes decirlo… a mi tambien me encanta…
-Genial… y hablando de responsabilidad, bien sabes que Lizzie se ha comportado lo suficientemente bien desde que la castigamos… ¿verdad?
-Muy verdad…
-Entonces, el otro dia… estuve conversando con ella y estaba un poco triste…
-¿Triste?, ¿por el castigo?... —pregunto Blaine dejando su revista a un lado al darse cuenta que la conversación de su esposo no era tan casual, si no que era más seria de lo que creía.
-No… porque piensa que nunca tendra novio...
-¿¡Como!?... ¡pero qué tontería es esa!, nuestra hija es bellísima… por dentro y por fuera....
-Lo se… y ella también lo sabe aunque se haga la despistada y poco preocupada por como luce, lo que me confesó es que no siente gana alguna de tener un novio… que le gustan los chicos y todo, pero de querer estar con alguien… aún no..
-Pues si me preguntas, me parece perfecto que así sea… ¿a ti no?
-¡Obvio que si!... mientras más retrasemos «la conversación» con ella, mejor… —dijo Kurt haciendo un tiriton con todo su cuerpo, como si el solo hecho de pensar en hablar con Lizzie de chicos y demás era algo que le provocaba escalofríos generalizados.
-¿Entonces?
-Entonces… cómo esta triste y un poco preocupada por eso… le dije que te preguntaria a ti por la posibilidad de discutir una tregua a su castigo, al menos por este jueves para se junte con sus amigos, hasta una hora prudente y acorde a su condición de castigada por cierto.
-Por cierto, y me parece bien… ¿que opinas tú?
-Que me parece bien también…
-Perfecto entonces… —dijo Blaine dándole un beso en la cabeza, lo abrazo mas y se quedó nuevamente en silencio.
-¿En qué estabas pensando?... —pregunto Kurt luego de un par de minutos.
-¿Es una pregunta capciosa?
-No… solo quiero saber en qué pensabas cuando no me prestaste atención con lo de la llamada de Henry.
-Pues pensaba en ti…
-¡Mentira!... —exclamó dándole un pequeño palmazo en la panza.
-¿Que?... ¿por qué dices que es mentira? —agregó Blaine soltando una risa.
-¡Porque lo es!… —insistió Kurt incorporándose— no puedes pensar en mi si estoy lado tuyo, menos si estoy encima tuyo… —sentenció acomodándose de nuevo.
-Eso sonó bien sexy Kurt Hummel-Anderson… —dijo Blaine besándole la cabeza otro par de veces.
-Dime la verdad… —insistió entre coqueto y remolón.
-Bien, si precisas saberlo… estaba pensado en Adam Levine y su nuevo…
-¡Oye!... —exclamo Kurt dándole esta vez un pellizco cerca de la ingle, se incorporó del todo y se le quedo viendo con cara de poco amigos.
-¿Que?, si te digo al verdad no me crees… debo inventar algo entonces… —se justificó Blaine acariciándole una pierna.
-Pues inventa algo que no involucre hombres de la tercera edad…
-Ricky Martin es mas viejo y tú aun suspiras por él…
-Es diferente… —dijo cruzándose de brazos.
-¿Por qué?
-¡Porque sí!… —exclamó Kurt enseñándole la lengua como un niño caprichoso lo haría.
-Excelente argumento… —contesto Blaine jalandolo hacia él, Kurt exclamo un «¡ay!» seguido de una risa media boba al ver que quedaba tan cerca de su esposo que sus narices prácticamente se toparon entre sí— por dios... si que eres guapo— agregó tocándole el cabello de la frente.
-¿De verdad pensabas en mí? —preguntó Kurt sonriendo coqueto.
-De verdad, y más que solo en ti, pensaba en nosotros, en lo feliz que me haces, en lo bueno y hermanables que son nuestros hijos mayores, en lo maravilloso que es que a Noah lo hayan dado de alta…
-Aún debe cuidarse de por vida…
-Lo se… pero almenos no tendrá que visitar la consulta del doctor cada tercer día…
-¿Y eso te hace feliz?
-Me hace feliz ser feliz contigo… —dijo Blaine tomando a su esposo para dar media vuelta en la cama y quedar él esta vez arriba.
-¡Vaya movimiento Señor Anderson-Hummel!… —agrego Kurt pasandole las manos por la espalda.
-Tengo otros mejores… —contestó el aludido acercando sus labios a los de él.
-¡Hola Padres!... ¡llegue!... ¡Henry se fue donde Liang!... ¡los amo! —exclamó Lizzie asomándose tres segundos exactos.
-¡Princesa!… hola —dijo Blaine volviendo a su lado de la cama.
-Hola «Papáblen»… buenas noches —agregó haciendo el ademán de terminar de irse.
-¡Tan apresurada cariño!… ven, habla con tus padres.. —dijo Kurt sentándose y arreglándose la ropa.
-No hay nada que hablar… ¡hola!... además se que están ahí en su «forplay» interminable… no quiero interrumpir… ¡los amo! —insistió sin hacer caso.
-¡Lizzie Anderson Hummel! —exclamó Kurt dando un aplauso bien sonoro, la chica entro como en cámara lenta y se quedó parada en la puerta— ¿que esta sucediendo?... —agregó su Papá levantándose— ¿no habrás estado haciendo algo que no debes?, ¿o si?
-¿Algo como que?
-No lo se… ¿bebiendo tal vez?
-¡Ay Papá!, ¡nada que ver!… ¡hola!... el alcohol tiene super extra mal sabor… no se ni porque la gente lo bebe… ¡hola!
-Pues espero y sigas pensando así el resto de tu vida cariño… —agregó acercándose más para mirarla bien, como si dudara de lo que había escuchado de boca de su hija— ahora ven… cuéntanos como te fue con tus amigos, ¿planearon algo para el jueves? —pregunto Kurt estirando su mano para que Lizzie la cogiera y se uniera a ellos en conversación.
-¿Para qué voy a planear algo si estoy castigada?... ¡hola!
-Pues de eso es que queremos hablarte el «Papáblen» y yo, porque para tu informacion...
-¡Papá!… —interrumpió la chica sin pensar, Kurt miró a su hija y a su esposo con los ojos bien abiertos, este le devolvió una mueca como diciendo que él tampoco entendía lo que estaba pasando— es decir…. queridos Papás... de verdad estoy un poco cansada, ¿puedo irme a dormir?...
-Son las siete… —dijo Kurt volviendo a lo de la suspicacia.
-¿En serio?... bueno… nada mejor que acostarse temprano, ya saben, para el cutis y todo… sigan en lo suyo.. —agregó Lizzie señalandolos a ellos y a la cama de manera alternada.
-Princesa… —dijo Blaine abandonando la cama— estás muy rara… ¿hay algo que quieras decirnos?— añadió parándose al lado de su esposo, Lizzie se quedó en silencio y retrocedió un par de pasos como si no quisiera que sus Papás pasasen más allá de la puerta— ¿estás ocultando algo? —añadió estirando su cuello para mirar hacia el pasillo, luego volteo su mirada al teléfono que comenzaba a sonar en la mesa de noche de su esposo.
-Yo contestare, Blaine, no dejes que se vaya a ningún lado… —advirtió apuntando a su hija, Lizzie dio igual otro par de pasos hacia puerta— ¿si?… —dijo Kurt con el teléfono en la oreja— si... con él… Señora Von Grimmelshausen, ¿como esta?... —Lizzie contuvo la respiración al escuchar el nombre de la Mamá de su amiga, Blaine advirtió aquello y frunció el entrecejo pensando lo peor— ¿Alaska?... no… no esta aqui… —agrego mirando a su hija, esta comenzó a hacer un sin fin de señas que iban desde tomarse todo el cabello y negar con la cabeza hasta simular el degollamiento y muerte de alguien, Kurt la miró sin entender nada, Lizzie se acercó a él y agregó unas 50 señas diferentes— la entiendo… disculpe Señora Von Grimmelshausen, ¿la puedo llamar enseguida?, tengo un mono con hiperactividad en mi habitación… —terminó por decir Kurt cortando la llamada— ¿que demonios Lizzie Anderson? — exclamó mirando a su hija.
-Papá, por lo que más quieras, no le vaya a decir a la Mamá de Alaska que ella esta aquí.
-¡Alaska esta aquí! —repitieron sus dos padres al unísono.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?... le avisare a su Mamá que esta como loca...—dijo Kurt descolgando el auricular de su teléfono «vintage»
-¡NO!… ella no quiere que su mamá sepa… se escapó sin que nadie la viera… —dijo Lizzie sonriendo al pensar en la habilidad para escabullirse que tenía su amiga.
-¿Como? —dijo Kurt con el teléfono en la mano.
-Eso… cuando Henry me fue a buscar, la tal Amelia entró a usar el baño, entonces Alaska se escondió en el portamaletas del auto, Henry no se dio ni cuenta… ¿no es genial? —dijo sonriendo.
-Princesa… —añadió Blaine tomándose la cara.
-Ok, ahora necesito una explicación que no haga que tu pequeño castigo se convierta en uno de por vida —agrego Kurt cruzándose de brazos.
-Miren, no es nada malo… lo que pasa es que Alaska quiere irse con su novio a un hotel en Montauk…
-¡Princesa!… —repitió Blaine con más incredulidad que antes.
-¿Que?, la estoy ayudando a hacer algo que quiere, ¿no se supone y para eso son los amigos?, ¿para ayudar en los predicamentos insalvables?
-Lo son cariño, pero también los amigos son para poner cordura cuando escasea… ¿como crees que iban a dejar a dos menores de edad registrarse en un hotel?
-Parker no es menor de edad… —advirtió Lizze como si nada.
-Con un demonio esto se pone cada vez peor… ¿donde esta Alaska? —dijo Kurt caminando decidido hacia la puerta.
-Esta en mi cuarto... pero por favor no vayas… —pidió Lizzie parándose en la puerta con los brazos abiertos.
-Lizzie…
-Papá, en serio… esta super extra entusiasmada, no quiero que le digas algo que la haga sentir mal… y tú eres un poco experto en eso… ¡hola!
-Cariño, no puedes ayudarla con esto…
-¿Por qué no?...
-Primero porque sería imposible que pueda ausentarse de su casa sin que sus Padres se den cuenta…
-Pero es que iba a decir que se iba a quedar aquí… —dijo Lizzie empequeñeciendo su voz hasta convertirla en un susurro cuando mencionaba lo de la falsa estadía de Alaska.
-¡Lizzie! —exclamo Kurt poniendo cara de loco
-Papá... es mi amiga…
-Lo sabemos Princesa… —intervino Blaine acercándose a su hija, le acarició el cabello y la cara y le tomó una de las manos— pero ser un buen amigo no significa estar de acuerdo con todas las decisiones que tu amigo tome, en especial si estas son erradas, y tus sabes que asi es, si no… no habrías actuado con tanto misterio…
-¡Ni mentido!.. —agrego Kurt alzando sus brazos con dramatismo— Lizzie emitió un chasquido con su lengua y se cruzó de brazos después, dio un puntapié en el piso de madera y miró a sus padres más enojada porque sabia que ellos tenian razon que por tener que negarle un favor a su amiga del alma.