(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee «When to tell it»

Octubre de 2039






-¡Papá!, ¡«Papáblen»! —exclamó Noah desde el regazo de su abuelo donde estaba de lo más instalado— el abuelo Burt Hummel y la Abuelita Carol Hudson-Hummel estan aqui… —dijo como si sus padres no supieran eso.
-Lo sabemos cariño… —respondió Kurt dejando la cafetera en medio de la mesa.
-¿Y qué te pareció esta visita sorpresa hijo? —agrego Blaine dejando lo que cargaba, dispuso las tazas y el plato con los pasteles, así como las cucharas y el resto de las cosas, luego tomó la bandeja y la dejó sobre el piano.
-Muy «sonprendentemente» —contestó el pequeño tomándose la cabeza.
-Lo es bebé y lo sería más si supiéramos las verdaderas razones de esta visita tan inesperada —dijo Kurt comenzando a servir.
-¿Hasta cuando seguirás con eso? —dijo Burt enseriandose un poco.
-Hasta siempre…
-Noah nos contó que ya tienen listo lo de Halloween y que él dio todas las ideas —dijo Carol como queriendo cambiar el tema.
-Así es… —dijo Kurt vertiendo café en todas las tazas— hicimos el sorteo anual y a él le correspondió elegir lo que creemos y serán los disfraces del Halloween más reflexivo de todos los tiempos.
-¿Es verdad eso?... gracias cariño... —agregó Carol recibiendo su taza.
-Si, «reflepsione» mucho al «respespto» porque nunca había sido elegido en toda mi vida… —respondió Noah soltando un suspiro como si ya hubiera vivido 30 años como mínimo.
-Pues eso tenia que cambiar algun dia… —dijo su Papá entregando el café a Burt y la leche a su hijo, luego tomo una taza para él y otra para su esposo y se sentó junto a este último para seguir la conversación.
-¿Tu haras los disfraces hijo? —pregunt Burt sacando pasteles para él y para su nieto que seguía de lo más cómodo sentado en sus piernas.
-El Papá siempre hace los «desfraces», pero ahora son «compiscados» y no se si los hará… —se adelantó en responder el pequeño antes de comer todo su pastel de dos mascadas bien grandes.
-Pues viendo las fotografías de todos estos personajes, no creo y pueda cocer tanto en tan poco tiempo… así es que tendremos que recurrir a los profesionales —explicó bebiendo— ¿ustedes tienen planes para Halloween?... ¿por eso están aquí?... —dijo Kurt sonriendo tras su taza, Burt blanqueo los ojos y sacó otros dos pasteles.
-Tenemos, y no es por eso que estamos aquí… —dijo Carol tomando una servilleta.
-¿Es por otra razón entonces? —insistió su hijastro como que no quiere la cosa, Blaine le apretó una pierna de manera disimulada.
-Si…
-Carol… —advirtió Burt mirándola fijo.
-No… es decir… —Carol trato de desdecirse, pero ya se había complicado de mas, dejo su taza y lo que quedaba de su pastel sobre la mesa y miró a su esposo— Burt, querido… ¿por qué no les dices?... ellos nos pueden ayudar con esta situación…
-Esto no es algo que les competa… ¿no hablamos en el avión? —Noah miró a us abuelos de manera alternada sin entender de lo que estaban hablando.
-Entonces si hay una situación —dijo Kurt empezando a esbozar una mueca de satisfacción propia de quien cree tener la razón en todo— y como nota al margen… la competencia de lo que sea la decidiremos nosotros… —Blaine le apretó más la pierna, Burt y Carol intercambiaron miradas y gestos como por un minuto seguido.
-Esta bien… —dijo Burt dejando la taza en el brazo del sofá, Kurt dio un respingo pensando en las futuras manchas que podrían producirse si aquello se volteaba— les contare…
-¡Ja!… —exclamó su hijo mirando a Blaine.
-¿Que se supone y significa eso?
-Nada… una cosa entre mi esposo, que no se cansa de estar errado, y yo… cuenta por favor… —dijo sonriendo como si hubiera ganado algo extra importante, Blaine sonrió negando con la cabeza.
-Bien… vendí el taller….
-¿¡Que!?... —dijeron todos al unísono, incluyendo a Noah.
-Pero Abuelo Burt Hummel, a ti te gustan los «vediculos»… —dijo el pequeño tratando de tomarse la cara sin dejar el vaso y el pastel con los que tenía ocupadas sus manos.
-Me gustan… pero llegue a un punto en que necesitaba descansar, o al menos creí que necesitaba descansar y decidimos…
-Tu decidiste querido… —se adelantó en decir Carol bebiendo un sorbo largo de café, Blaine y Kurt fueron esta vez los que intercambiaron miradas.
-Yo decidí… —corrigió Burt señalandose a si mismo y poniendo acento extra en el «yo»— que era hora de hacer un cambio…
-Eso siempre es una gran idea… y si descansar se trata, te lo mereces con creces Burt… —opino Blaine mirando a su suegro.
-Gracias Anderson… y es lo que creí en el momento de tomar la decisión, pero luego… luego me vi con un tiempo libre que en realidad no necesitaba y a lo único que empecé a dedicarme fue a quejarme y decir que extraño mi trabajo y eso me ha llevado a estar de mal humor y a situaciones que en realidad no deseo —explicó mirando a su esposa.
-¿No están aquí buscando un profesional experto en … D-I-V-O-R-C-I-O?... ¿o si?... —quiso saber Kurt tomándose el cuello de la camisa, Noah comenzó a juntar las letras en su cabeza de a una para descifrar qué había querido decir su Papá.
-No cariño… —respondió Carol poniendo calma— lo que pasa es que tu Papá, arrepentido de lo que hizo, habló con el sujeto quien le vendió el taller para comprarlo de vuelta, pero…
-¿Pero?... —dijo Blaine mirando a sus suegros de manera alternada.
-Pero… Anderson… para devolvermelo me pide el doble de lo que pagó por el.
-¿Que?... ¡eso es extorsión!… —exclamo Kurt poniéndose de pie, Noah lo miró un segundo para luego seguir armando la palabra «Divorcio» en su cabeza.
-Lo se hijo… por eso vinimos New York, el sujeto que hizo los traspasos y se encargó de la parte legal vive aquí, pero que resultó ser hermano del comprador, por lo tanto…
-No conseguiste nada… —dijo Blaine terminando la frase por su suegro, luego tocó la espalda de su esposo para pedirle de manera silenciosa que se sentara de nuevo, Kurt obedecio con una mueca en la cara.
-Exacto, lo que resulta ser una mier… una porquería —dijo tragándose la grosería— porque en realidad extraño mi taller…
-Un momento… ¿cuando fue que hiciste este desaguisado?... —pregunto Kurt haciendo la señal de alto con su mano.
-Hace dos meses…
-¿Solo dos meses?... ¿no se supone y debería haber una ventana para retractarse o algo?… hasta Jimmy Choo te da tres meses para arrepentirte si no estas conforme con sus zapatos… —agrego su hijo como si estableciera un punto irrefutable.
-Creo que hay una diferencia entre comprar calzado y comprar bienes muebles… —dijo Burt rascándose la frente.
-Pues es una transacción igual... ¿que vas a hacer?... —pregunto Kurt buscando de manera inconsciente la mano de su esposo.
-No lo se… —respondió mirando de reojo a su esposa, Carol hizo lo mismo pero agrego una mueca que decía «diles».
-Por favor, si podemos ayudar en algo… lo que sea… —dijo Blaine advirtiendo aquello.
-Bueno… —agrego Burt tomando un poco de aire— si ustedes pudieran recomendarnos a alguien un abogado o algo seria de gran ayuda, uno que no trabaje en una pizzería por ejemplo… —dijo riendo de su propio chiste.
-¿Conocen a alguien?... —pregunto Carol cambiándose de lugar para quedar al lado de su marido, Noah la miró hasta que se acomodo y parecía estar confundido entre seguir descifrando la palabra que había escuchado letra por letra o poner atención a lo que hablaban los adultos que lo rodeaban.
-Por supuesto… Blaine… —dijo Kurt señalando la libreta que estaba sobre una de las mesas de arrimo, el aludido se levantó y se la facilitó a su esposo— este sujeto es el mejor de la ciudad, nos ayudó cuando el paparazzi nos quiso extorsionar hace años y desde entonces se ha encargado de nuestro asuntos legales… —explicó mientras pasaba pagina tras pagina— si él no puede hacer algo, no creo que alguien más pueda… —terminó por decir mientras copiaba el número y los datos de la dirección en una de las hojas dispuestas para ello, arrancó la página y se la entregó a su Papá.
-Jeremy Van Rensselaer Schermerhorn… ¡vaya nombre!, ya siento que debo pedir una segunda hipoteca por mi casa por solo leerlo.
-Es el mejor Papá… —dijo Kurt poniendo la libreta en su lugar,
-Con este nombre, sería una publicidad engañosa que no lo fuera… ¿este sujeto es muy costoso? —quiso saber Burt al tiempo que leía los demás datos.
-No te preocupes por eso Burt… nosotros nos encargamos de todo… es más... —dijo Blaine decidiendo algo en el momento y comunicandoselo a su esposo de manera telepática después— si resulta que el no los puede ayudar, nosotros podemos costear la diferencia de precio para que tengas tu taller de vuelta —terminó por decir Blaine con la venia y la sonrisa complacida de su esposo, Carol se llevó las manos a la cara de pura emoción y sorpresa.
-Un momento… —dijo Burt apartando a su nieto para ponerse de pie— eso es algo que no puedo aceptar.
-Burt…
-No Anderson...
-Papá…
-No… escuchen… este es mi problema y es mi deber solucionarlo, después de todo yo solo me metí en esto… no quiero causarles un gasto innecesario.
-Sabes que el dinero no es un problema para nosotros… ¿verdad?
-Lo se Kurt, pero es su dinero y esto es diferente, es una extorsión ustedes mismos lo dijeron…
-Lo dijimos… —repitió Blaine tomando a su esposo por la cintura— pero creo que esta vez, el fin justifica los medios… tu amas ese taller y sin que nadie se ofenda, creo que más que a nada en el mundo… —agregó su yerno mirando a Carol y a Kurt, ambos sonrieron concordando con aquello— y por lo demás… todos aquí tenemos una historia que contar relacionada con «Hummel Tires & Lube»… o más de una… —dijo sonriendo con picardía.
-Es verdad Papá…
-También estoy de acuerdo… —dijo Carol levantando su mano como si pidiera la palabra en una clase de matemáticas.
-¿Que dices Burt?
-No lo se…
-¡Vamos Papá!, te juro que si no aceptas, seré yo quien se lo compre al tipo y lo convertiré en un salon de belleza… —sentencio Kurt para el deleite de todos.
-¡Bien!… —exclamó Burt riendo más que nadie— pero solo lo aceptaré si este sujeto del gran nombre no puede ayudarme… —dijo enseñando el papel con los datos del abogado.
-¡Eso!... —dijo Blaine golpeándole la espalda.
-Perfecto… —opinó Kurt esbozando una gran sonrisa.
-Gracias chicos… —agregó Carol abrazando y besando a su marido.
-Por nada… te haré un cheque de inmediato… —dijo Kurt dando unos aplausos.
-¿Que?... ¡no!… ¿no escuchaste lo que acabo de decir?...
-Lo escuche… —respondió mientras abría un gabinete casi oculto en una de las estanterías de la pared opuesta a la ventana— pero como te iras ahora, no tendrás que viajar de nuevo a buscarlo o hacerme viajar a mi… —dijo sacando el talonario de cheques.
-¿Quien contradice a este hijo mío?
-Lamento recordarte que nadie… —contestó Blaine mirándolo, Kurt lo miro de vuelta levantando un solo hombro como si se sintiera orgulloso de ser como era.
-¿Que es «di-or-so»? —preguntó Noah contando las sílabas con sus dedos.
-Algo que tú nunca conocerás… —respondió Blaine acercándose a su hijo, el pequeño gesticulo un «oh» bien acentuado, Carol soltó una pequeña risa y le dio un beso muriendo de ternura por su nieto — ¿no teníamos que hacer una llamada nosotros?
-¡Si!, ¡a Henry Anderson Hummel!... —exclamó su hijo bajándose del sofá de un salto.
-Vamos entonces…. —dijo su Papá estirando su mano para que el pequeño la cogiera.
-Ven abuelita Carol Hudson-Hummel, acompáñanos… —agregó Noah estirando la propia en dirección de su abuela.
-Por supuesto… ¿cómo podría rechazar una invitación así? —respondió esta levantándose, tomó la mano de su pequeño nieto y los acompañó en dirección de la cocina
-Toma Papá…. —dijo Kurt entregando el documento bancario.
-Esta en blanco… —añadió Burt mirándolo.
-Por supuesto… no se cuanto es el monto que necesitas, así que si tú lo llenas sera mas facil.
-Puedo escribir 1 millon de dolares aqui…
-Por supuesto que puedes, pero seguro y del banco me llamaran para advertirmelo —añadió Kurt sonriendo.
-Gracias hijo… y te aseguro que no vine por esto… —insistió su Papá doblando el cheque en dos para guardarlo en el bolsillo de su camisa.
-Lo se… pero yo te aseguro que no te habría dejado ir sin dartelo… —Burt lo miró un segundo y luego de dio un abrazo— este sujeto de nombre florido, ¿atenderá a esta hora?
-Por lo que cobra debería atender 24/7 y encargarse de nuestras compras, pero mejor lo llamamos para asegurarnos… —dijo Kurt guardando los cheques— esperemos que Noah hable con su hermano sobre el disfraz de Halloween y lo contactamos, acompáñame a la cocina —agregó avanzando hacia donde dijera.
-Así es que Benjamín Franklin…
-Si, Noah tiene una fijación por la ciencia y fue el científico que me tocó por sorteo, que él mismo hizo por cierto…
-¿Te lo dio por lo de la calvicie?.
-¿¡QUE!? —exclamó dándose media vuelta como en un baile de salon.
-¿Que?... —repitió Burt queriendo reír ante la reacción exagerada de su hijo— no puedes huir de la genética… —agregó señalandose la cabeza.
-¿Tú también con eso?... ¿saben que?... buscaré esos estudios que echan por tierra todas esas teorías… ¡TODAS! —terminó por decir partiendo adelante gesticulando con los brazos en alto, Burt soltó una gran carcajada y le dio un empujón fraternal que hizo a su hijo avanzar tres metros de una.

Octubre de 2039



-¡Papá!... —exclamo Kurt al verse desplazado como si fuera un muñeco o algo menos importante.
-¿Que? —respondió Burt cambiando el empujón por un abrazo extra paternal, le cruzó el brazo por sobre el hombro y así caminó con él en dirección de la cocina.
-¿Como que «que»?... no deberías de tratar así a las personas podrías causar un accidente… además, ya soy un hombre adulto… —agregó su hijo arreglándose un poco la ropa.
-¡Exagerado! y serás un hombre adulto pero sigues siendo mi hijo… —respondió su Papá casi llegando a la puerta, Kurt lo miró ceñudo como si dudara que aquello le diera derecho a hacer con él lo que le viniera en gana algo así— y si eso no es razón suficiente, tengo un cheque aquí por dos millones de dólares… no deberías de contradecir a alguien con tanto poder económico —añadió dándose ínfulas.
-¿Cambiarás la cantidad conforme pasen los minutos? —quiso saber Kurt acentuando más la mueca de suspicacia.
-Lo estoy pensando… —respondió Burt luego de soltar un suspiro de reflexión, Kurt sonrió negando con la cabeza al tiempo que abría la puerta la batiente de la cocina. Su esposo y su hijo estaban sentados a la mesa, Noah tenia el telefono bien cerca de su boca, y parecía estaba hablando largo y tendido con su hermano mayor, Carol observaba todo arrimada en uno de los muebles, mirando a su nieto como si fuera lo más importante del mundo.
-¿Esta…?... —pregunto Kurt apuntando a su hijo para luego gesticular algo muy alto.
-Esta… —contesto Blaine interpretando esas señas como: «¿Noah esta hablando con Henry?»
-Te «epstraño» Henry Anderson Hummel… —dijo Noah haciendo un puchero, todos lo presentes hicieron la misma mueca en solidaridad, luego se despidió con un beso extra sonoro y terminó por entregar el teléfono a Blaine para que terminara la llamada.
-¿Todo bien cariño?... —pregunto Kurt mirando a su hijo.
-Sí… —contestó soltando un suspiro.
-¿Y ese suspiro hijo?... —agrego Blaine queriendo reír.
-Nada… es solo que «epstraño» mucho a Henry Anderson Hummel…
-Lo sabemos bebé… —dijo Kurt sentándose a su lado— pero debes saber que Henry te quiere mucho y que si tu lo extrañas, el te extraña el doble… —añadió acariciándole la cabeza.
-Lo se… él me lo dijo… creo que «epsagere» un poco… —contesto Noah dándose un golpe en la frente, todos rieron en diferentes tiempos.
-Nunca es suficiente el dramatismo, al menos no en esta familia… permiso cariño… —dijo Kurt tomando el teléfono, se lo entregó a Burt y este lo rechazó haciéndole un par de señas para que él se hiciera cargo de averiguar todo, Kurt blanqueo los ojos y se retiró hacia un lado para hacer la llamada.
-¿Que te dijo tu hermano hijo? —pregunto Blaine mirando a su esposo de reojo.
-Que le gustaba el «desfraz» y que yo era muy aser… afer…
-¿Asertivo?... —dijo Carol mirándolo de medio lado.
-¡Si!... Henry Anderson Hummel dijo que yo era muy «aservativo», me dijo que le enviara una foto, ¿podemos usar tu teléfono «Papáblen»? —preguntó buscando la página en su libro de científicos.
-Por supuesto… —contestó este tomando el aparato desde uno de los muebles.
-Este libro es muy bonito… ¿puedo mirar?… —quiso saber Carol estirando su cuello.
-Sí abuelita Carol Hudson-Hummel, acercate… —dijo el pequeño de lo más ceremonioso, se acomodo las gafas sin vidrio y puso el libro entre él y su abuela.
-¡Oigan Padres!… —interrumpió Lizzie llegando a la cocina, tenía la vista fija en el camino recorrido sin percatarse de quienes estaban escuchándola— acabo de ver una par de cosas en el armario de la entrada que parecieran ser del abuelo… ¡abuelo!... —exclamó al darse cuenta de que Burt y Carol estaban en la casa, alzó los brazos como si celebrara un triunfo deportivo para luego correr a colgarse del cuello de su abuelo— ¿¡que hacen aqui?! — pregunto besando a Carol.
-Debíamos resolver algunas cosas… ¡pero mirate monita!… ¡estas cada dia mas hermosa!... y pelucona… —dijo Burt desordenandole el cabello.
-¡Ay Abuelo!… —contestó la chica tomándose todo el pelo— pero la verdad es que tienes razón… —añadió sonriendo engreída, luego le cruzó los brazos a la altura de la panza para no soltarlo en un buen rato— pero en serio… ¿que hacen aqui?
-Bueno… a ver, tu Papá nos dará la respuesta… —dijo Burt señalando a su hijo que ya terminaba la llamada.
-Jeremy los podrá ver ahora… —dijo dejando el teléfono sobre uno de los muebles.
-Perfecto… —dijo Carol haciendo ademán de aprestarse a salir.
-¿Quien es Jeremy?... ¿es un doctor acaso?... ¿quien esta enfermo?... ¿tu acaso abuelo? —preguntó Lizzie como ametralladora sin control.
-¿Que?... ¡no!… ese tal Jeremy es un abogado con un apellido de no se cuantas letras… —respondió Burt abrazando más a su nieta.
-¿Y por qué necesitas un abogado?... ¿algún problema serio?
-Nada serio cariño… tu abuelo que se le ocurren cosas y luego se arrepiente… —dijo Carol mirando a su esposo con cara de regaño.
-¿Que cosas?... ¡que alguien me diga algo! —exclamó Lizzie apartándose de Burt, se cruzó de brazos y dio un puntapié en el suelo como si estuviera a punto de darle una pataleta triple.
-¡Yo te puedo contar algo Lizzie Anderson Hummel! —dijo Noah levantando su mano.
-¿En serio «Goblin»?...
-Si…
-A ver dime… —añadió Lizzie acercándose a la mesa apartó una silla y se sentó en la orilla del respaldo con los pies donde se supone y va el trasero, Kurt se apresuró en poner un paño de cocina bajo las zapatillas de la chica.
-Ya elegí los «desfraces» para Halloween.
-¿En serio? —dijo su hermana tomándose la cara.
-Si…
-¡Pues ya era hora «Goblin»!, este Halloween resultó ser el mas reflexivo de todos los tiempos…
-«Reflepcione» mucho al «respespto» —dijo Noah con una mano en el mentón, como si aún reflexionara mucho al respecto.
-¿Cuanto?... —preguntó su hermana mirándolo de medio lado.
-Mucho…
-¿Un año?... —agregó divertida.
-No… —contestó Noah sonriendo bien coqueto.
-¡Ay hermanito como te amo!... —exclamó al tiempo que comenzaba a darle múltiples besos— dime el tema que elegiste primero… por favor di algo en donde pueda lucir sexy… —agregó moviendo sus caderas.
-¡LIzzie! —dijeron sus padres al mismo tiempo, la chica murmuró un «¿qué?», para luego hacer un par de ademanes más divertidos que sensuales, sus padres acabaron riendo al igual que sus abuelos.
-Se trata de científicos…
-¿Científicos?... —repitió poniendo mala cara.
-Si, los más «impotentes» de la historia…
-Pue si fueron impotentes, difícil que hicieran historia… —dijo Lizzie sonriendo con picardía.
-¡Lizzie!... —repitieron sus padres otra vez al unísono, la chica rió un poco al ver que Kurt se ponía colorado.
-¿No te gusta Lizzie Anderson Hummel?
-¿Que?... no… es decir obvio que me super gusta «Goblin»… ¿y quien voy a ser yo?...
-Esta… —contesto Noah buscando la página de Marie Curie, se la enseñó a su hermana y esta sonrió disimulando la decepción que le provocaba el traje de cuello subido y el peinado de abuela de 100 años que llevaba la doble ganadora del premio Nobel.
-Vaya… super sexy… —dijo haciendo una mueca, Burt río por lo bajo y luego se burló de su nieta como si tuviera la misma edad que ella o menos.
-¿Y los Papás y tú?...—preguntó Lizzie mirando la foto de Marie desde diferentes ángulos por si le encontraba alguna «gracia» escondida.
-Henry Anderson Hummel será Isaac Newton, yo seré Albert «Eipsten», el «Papáblen» será Nicolás Copérnico y el Papá, Benjamin Franklin, el mas «impotente» de todos…
-Además de calvo por cierto… —dijo Burt mirando hacia otro lado, Carol le dio un codazo en el estómago y Lizzie rió como si se tragara un par de moscas.
-¿Vas a seguir con eso Papá?
-¡Ay Papá!... es solo un disfraz… uno que puede predecir el futuro, pero un disfraz al fin y al cabo —dijo Lizzie riendo esta vez de buena gana, Kurt evidenció su molestia cruzándose de brazos y chasqueando la lengua, Noah suspiró sintiéndose un poco demotivado.
-¿Que paso «Goblin»?
-Algo… —respondió escondiéndose tras su libro, luego le hizo una seña a su hermana para que se acercara y así hablar con más “privacidad”, la chica miro a todos antes de obedecer al más pequeño de la familia— que parece que a ti no te gusto el científico que elegí… ni al Papá…
-¡¿De que estas hablando «Goblin»?!... ¡claro que me gusto!... hasta ya sé cómo me hare el peinado… mira... —dijo Lizzie tomando todo su cabello, lo enrollo en el tope de su cabeza y se hizo un tomate bien gordo— ¿ves? —añadió moviendo sus cejas.
-¿Y el Papá?... yo creo que se enojó porque le dije lo de la genética y no tener pelo... —añadió Noah bajando más el tono de su voz.
-¿Por qué dices eso Noah?
-¿Ves que esta enojado?... solo cuando esta enojado me dice Noah... —insistió el pequeño tras su escondite literario, Lizzie miró a su Papá con cara de reproche, mientras que Blaine se rasco el cuello a todo lo largo, como si la incomodidad de aquella situación le provocara sarpullido.
-¿Me dejan hablar a solas con mi hijo por favor? —pidió Kurt sonriéndole a todos.
-Claro, además nosotros tenemos que ir a hablar con este Jeremy «Vanroselburguer king»… —dijo Burt inventando cualquier nombre, Carol le dio un pequeño manotazo antes de despedirse de su nieto.
-Los acompaño a la puerta… —dijo Lizzie colgándose de su abuelo nuevamente.
-Papá, si necesitas quedarte…
-Lo se , lo se… te llamaré… —dijo Burt al tiempo que se despedía de Noah— pero no te preocupes, tengo tres millones aquí, puedo pagar alojamiento donde sea… —agregó señalando su bolsillo, Kurt sonrió y se despidió de ambos, Lizzie no desperdició la oportunidad de dedicarle una nueva mirada de censura.
-Insistiré con la cena… —dijo Blaine señalando su reloj, pasó por su lado y le dio un beso en la frente, luego le sonrió provocando en su esposo un suspiro que dejo escapar un poco del amor que le tenia.
-Bien cariño… —comenzó a decir Kurt ordenando un poco los libros dispuestos sobre la mesa— ¿por qué piensas que estoy enojado contigo? —agregó sentándose a su lado, Noah enchueco la boca y se quedó en silencio tras su libro.
-¿Cariño?... —insistió bajando el libro.
-No lo se… —contestó su hijo encogiéndose de hombros.
-Yo creo que si lo sabes… ademas… es nuestro compromiso de siempre decirnos la verdad… ¿no es así? —Noah gesticulo un si— entonces, en honor a ese compromiso… ¿que tal si me cuentas porque crees que estoy enojado contigo?
-Porque creo que no te gusto eso que dije de que cuando fueras grande serias como el abuelo Burt por lo de la genética….
-No me gusto, eso es verdad… pero no estoy enojado, menos contigo bebé…
-¿Y por qué no te gusto?...
-No lo se… tal vez porque el cabello es importante para mi y no me imagino sin el… —respondió arrugando la nariz
-Yo creo que te verías bien…
-Tal vez, pero la gente siempre me ha visto así, no se como reaccionarian si luciera diferente.
-Pero tu siempre dices que lo «impotente» no es como luzcas, lo «impotente» eres tú….
-Eso es verdad cariño… —dijo Kurt dándole un beso en la cabeza— y gracias por recordarmelo… solo espero y tu «Papáblen» piense lo mismo…
-¿A qué te «drefieres»?
-A nada cariño…
-Puedes confiar en mi, yo nunca revelo los secretos que me dicen.
-¿No?
-No… —repitió el pequeño con seguridad, Kurt sonrió y le acarició la cara.
-Lo que sucede bebé, es que no se si le voy a gustar tanto al «Papáblen» si no tengo este aspecto que él ha visto por décadas…
-A la abuelita Carol Hudson Hummel iguale gusta el abuelo Burt Hummel, y el no tiene nada de cabello… —dijo Naoh volviendo a lo de encogerse de hombros.
-Muy cierto, pero todos somos diferentes, por eso me da un poco de nervios pensar en la posibilidad de que la reacción de Blaine no sea como al de tu abuelita… —contestó Kurt mientras le hacia cariño en la cabeza.
-¿Qué son los «nervos»?
-Los nervios, son algo que sentimos cuando nos enfrentamos a algo desconocido, o a una situación se nos puede escapar de las manos, o cuando se nos avecina algo importante…
-¿Como cuando yo fui a mi primer dia en la escuela y dije que me dolía «estogamo»?
-Exactamente cariño…. —dijo Kurt sonriendo— para mí, pensar que el «Papáblen» pueda dejar de quererme, me hace doler el estomago tambien…
-Pero el «Papáblen» te quiere mucho, siempre te está besando y tomándote de la mano… además siempre te mira cuando tu no lo estás mirando a él …
-¿Has visto eso cariño?
-Si… te mira asi…. —respondió Noah mirando a su Papá como Blaine se supone y lo hacía, empequeñeció un poco los ojos y esbozó una pequeña sonrisa media torcida en la comisura, Kurt no pudo evitarlo y soltó una risa acompañada de un pequeño llanto de emoción.
-Eres un dulce inmenso Noah Anderson y creo que te amo cada dia mas por eso… —dijo moviendo su silla para poder abrazarlo— gracias cariño…. —susurro envolviendolo con más fuerza.
-Si quieres puedo «asipnarte» otro científico… uno con cabello… —agregó Naoh mientras le daba pequeños golpecitos en la espalda.
-¡¿Estas bromeando cariño?!... —exclamó apretándose— soy el unico que tiene dos profesiones, además aparezco en un billete de 100… —dijo haciendo un gesto engreído, Noah sonrió y se tomó la cara al sorprenderse con aquello del billete de 100 dólares.

Agosto de 2018



-¿Estás despierto?... —pregunto Kurt de manera casi silenciosa.
-De ahora en adelante siempre estaré despierto… —respondió Blaine en el mismo tono, estaba acomodado junto a él en el espacio mínimo que les daba la cama del hospital, y junto a ellos, la cuna de Henry que dormía sin saber que sus padres estaban incómodos y despiertos desde el minuto en que le habían dado la bienvenida al mundo.
-¿Por qué?...
-Por esa cosita hermosa que esta allí y que será nuestra responsabilidad exclusiva en cuanto salgamos de este recinto… —agregó besándole el cuello.
-Almenos los profesionales que vinieron resolvieron todas nuestras dudas… fueron super amables… ¿no crees?
-Mucho… aunque me hubiera gustado preguntar mas cosas…
-¿Más cosas?... —repitió Kurt volteandose hacia el de la más cuidadosa de las manera, Blaine lo sujetó entre sus brazos para evitar posibles caídas— crei que habiamos quedado con todas las dudas resueltas... —agregó mirándolo a la cara.
-Y quedamos… solo estoy hablando cosas sin sentido —dijo acariciándole el cabello de la frente, le delineó la nariz con uno de sus dedos para luego darle un pequeño beso.
-Tal vez es la falta de sueño… o el hambre… —dijo Kurt haciendo una mueca remolona.
-Eso es verdad… no hemos comido desde hace muchas horas… —añadió su esposo riendo de manera silenciosa.
-La enfermera habló de una máquina expendedora… tal vez tenga algo mínimamente sabroso y remotamente nutritivo...
-¿Quieres que vaya a comprar algo?... ¿o prefieres que nos quedemos asi de pegados?
-Por muy irresistible que sea tu cercanía… esta vez me gana el hambre Blaine Anderson-Hummel…
-¡Auch!... eso fue un golpe bajo a mi ego…
-Exagerado… y no te lo tomes tan a pecho… es solo que...
-Tienes hambre… —dijo Blaine sonriendo— ¿que? —añadió al ver que su esposo se le quedaba viendo como perdido en el tiempo y en el espacio.
-Nada… es decir… se que es genéticamente imposible, pero si Henry pudiera heredar tu sonrisa… seria aun mas perfecto de lo que es… —dijo delineando la mueca de alegría.
-Será igual a ti…. no hay mayor perfección que esa… —agrego Blaine de lo más galante, Kurt sintió que se derretía por completo y quedaba esparcido por toda la habitación— ¿alguna preferencia?... —pregunto bajandose de la cama, Kurt tomo un poco de aire y miro al cielo raso como si allí estuviera escrito el menú de las máquinas expendedoras.
-¿Existirá la posibilidad de que esa máquina tenga en «stock» bagels con queso crema, salmón ahumado y aceite de romero?
-No lo creo…
-Entonces con una bolsa de frituras y una gaseosa sin azúcar me conformo… —respondió acomodándose en uno de sus lados para volver a poner sus ojos en Henry.
-Frituras y gaseosa entonces… vuelvo enseguida… —dijo dándole un beso en la frente a él y otro a su hijo recién nacido.

-Permiso… —dijo la señorita Widmore entrando en puntas de pie, Kurt hizo ademán de levantarse de la cama al verla aparecer.
-No se levante… —agregó la enfermera en un susurro casi inentendible— solo vengo a algo rutinario— dijo tomando la ficha desde los pies de la cama, se acercó a la cuna del bebé y le tomo la temperatura, anoto los datos en la ficha y la volvió a poner en su lugar, luego lo arropo con la manta, de lo Kurt creyó y era cualquier manera— ¿se quedó solo?
-¿Como?
-Su esposo… —dijo la mujer señalando toda la habitación como en un paneo cinematográfico.
-Sí… es decir no… —respondió Kurt incorporándose del todo— mi esposo fue a la máquina expendedora… nos vinimos sin cenar y el único que ha comido aquí es Henry...
-Lo imagino… si gustan algo más elaborado, el casino del hospital atiende hasta… bueno ya no atiende… —dijo mirando su reloj y sonriendo después— pero mañana pueden tomar desayuno o lo que les plazca.
-¿De verdad?... ¿no hay que ser funcionario o algo?.. —pregunto al tiempo que corregía la posición de la manta con nubes, la Señorita Widmore dio un respingo que disimulo revisando un dispositivo móvil que cargaba.
-Claro que no… quien pague puede comer lo que quiera… aunque a veces muchos de mis colegas ni eso hacen… —dijo blanqueando los ojos— ¿vinieron los profesionales de pediatría que le mencione?
-Sí… todos muy amables…
-¿Resolvieron todas su dudas?, ¿las de su esposo?
-Si, y la verdad creo y los tuvimos aquí más tiempo del apropiado —dijo Kurt sonriendo.
-Nunca es suficiente el tiempo que se ocupa en resolver las dudas de nuestros pacientes… ¿acaso le dijeron algo al respecto?, ¿se quejaron con usted?
-No, no, por supuesto que no, como dije fueron muy amables, es solo una apreciacion mia.
-¡Oh!, comprendo… pero vale la pena preguntar y advertir, porque hay algunas, en especial las recién egresadas que se creen las dueñas de la verdad, de los pacientes y del refrigerador de la sala de descanso —dijo Felicity murmurando un par de cosas más, Kurt pensó que aquella enfermera tenía serios problemas para relacionarse con sus colegas.
-Suele ocurrir en todos los trabajos…
-¡Me lo dice a mi!… en fin… si gusta puede dormir, o salir a dar un paseo, su hijo no quedará desatendido..
-La verdad es que prefiero quedarme aquí…
-Primerizos… siempre son asi, pero si gusta salir un momento, tal vez a comer lo que su esposo le compre… yo me puedo quedar un par de minutos, mi turno termina en media hora y nada mejor que ocupar mi tiempo con alguien que lo merece… disculpe… —dijo sacando el teléfono desde el bolsillo de su delantal— ¿quien es Blaine Anderson?... —preguntó en voz alta mientras leía el resto del mensaje — creo que conozco ese nombre.
-¿Disculpe?
-Nada… es una colega que me manda un mensaje en mayúsculas diciendo que creyó ver a Blaine Anderson hablando por teléfono en la sala de espera de este piso… insisto que conozco ese nombre… —agregó la señorita Widmore pensando en aquello.
-Es mi esposo…
-¿Como?
-Blaine Anderson es mi esposo… claro que la persona que le escribió olvido decir Blaine Anderson-Hummel… —dijo Kurt sonriendo sarcásticamente más que otra cosa.
-¡Claro!... ahora lo recuerdo… ¿y por que Maggie lo conoce?... ¿usted también la conoce a ella? —preguntó la enfermera guardando el aparato devuelta en su bolsillo.
-No…
-¿Entonces?...
-Mi esposo es cantante… no muy popular aun, pero si ha lanzado un par de álbumes… de allí asumo y su colega lo conoce… —explicó Kurt dando un tono despectivo a lo de «colega»
-Mire usted… siempre hay una explicación para todo… un gusto conocerlo y felicidades de nuevo por su hijo… —dijo Felicity haciendo una seña antes de marcharse.
-¡Disculpe!… —exclamo Kurt en tono más alto del que hubiera querido, se dio media vuelta como en cámara lenta para mirar su hijo pensando que lo había despertado, Henry además de retorcerse un poco, seguía durmiendo a pierna suelta— menos mal… —agregó tomándose el pecho— disculpe… —repitió acercándose a la enfermera— ¿seria posible que hiciera aquello que me ofreció?... le prometo y no tardaré más de cinco minutos.
-Por supuesto… vaya tranquilo… —dijo Felicity abriendo la puerta para el.
-Gracias… le prometo que vuelvo enseguida… —insistió Kurt mirando a su hijo, luego a Felicity y después nuevamente a su hijo.
-Vaya tranquilo… yo me quedo aquí… además me estará viendo todo el tiempo.
-¿Viendo?
-¿No tiene la aplicacion del hospital?
-¿Aplicación? —repitió Kurt sintiéndose un poco estúpido al reiterar por segunda vez lo mismo que le decían.
-Si… mediante… ¿me permite su teléfono?
-Claro… —dijo Kurt entregandoselo.
-Permiso… —añadió la señorita Widmore comenzando a manipular el aparato, presiono un par de iconos y luego lo acercó a un «código QR» que había en la ficha, justo al lado del nombre de Henry, espero un par de segundos y se lo devolvió a su dueño— mire… —añadió de lo más sonriente, Kurt lo tomo como con miedo y se vio a sí mismo en la pantalla, miro hacia atrás por sobre su hombro y vio la pequeña cámara en una esquina de la habitación.
-Vaya… muy conveniente, qué más puedo decir… gracias Señorita Widmore… vuelvo enseguida —dijo saliendo— una cosa más… —agregó desde la puerta— esta persona que le escribió… ¿es como usted? —pregunto queriendo demostrar desinterés.
-¡NO!, es más joven, mucho más joven y aunque es muy eficiente, yo diría que es demasiado loca…
-Genial… —murmuró abriendo más sus ojos, luego se dio media vuelta girando en un solo pie y se retiró despotricando entre dientes otro par de cosas que fueron inaudibles para Felicity.

Kurt llegó a la sala de espera donde estaba su esposo sentado en la fila de sillas más próximas a la ventana, allí se encontraba medio chueco en una de los asientos manipulando su teléfono como si buscara algo y conversara con alguien al mismo tiempo, la noche había caído del todo en New York y en las afueras solo se veía un millar de luces de diferente tamaño pertenecientes al tráfico y a los edificios, antes de acercarse echo un vistazo a su alrededor por si veía a la tal Maggie a quien ya odiaba sin siquiera conocerla.
-¿La maquina te trago tu dinero?... —dijo acercandose.
-¡Kurt!... —exclamó Blaine sorprendido, aparto su teléfono de inmediato y corrigió su postura sobre la silla— ¿que haces aqui?... ¿dejase a Henry solo?
-No, esta con la enfermera aquella que parece y odia a todos sus compañeros de trabajo… —respondió su esposo queriendo mirar la pantalla del aparato.
-Claro… —dijo guardando su teléfono del todo— ¿que me dijiste sobre el dinero?...
-¿Estás viendo pornografia de nuevo?... —preguntó Kurt sentándose a su lado.
-¿Que?
-Me escuchaste… —insistió cruzándose de piernas.
-Claro que te escuche… es solo que… no se… me parece extraño que pienses eso…
-¿Por qué?...
-Porque la última vez que visite un sitio para adultos fue hace como mil años…
-Por cierto y esa fue la primera vez y si lo estas haciendo ahora sería la segunda, es decir… de nuevo… —explicó levantando una ceja, Blaine soltó una pequeña risa y negó con la cabeza tratando de salir de la situación con sus encantos, Kurt levantó más la ceja y se le quedo viendo de lo más serio en espera de una respuesta.
-No estaba viendo pronografia… estaba mas bien…. buscando información…
-¿Sobre qué?...
-Sobre nada… mira, había más que frituras y gaseosas sin azúcar —dijo Blaine entregado un sándwich, una botella de té helado y un par de servilletas de papel— es sin cafeína… aunque creo que es lo que más necesitaremos los próximos meses… —añadió destapando su botella.
-¿Por que haces cosas que odio?... —pregunto Kurt leyendo los ingredientes del sándwich antes de comerselo.
-¿Que cosas son esas?
-¡Eso de cambiar de tema!… te pregunte qué estabas haciendo y me sales con que conseguiste este sandwich que… ¡hecho en Indiana!... —exclamó leyendo— ¿por qué traen comida de un lugar que queda a 12 horas de aquí?
-Debe ser menos costoso o algo… —dijo Blaine leyendo su propia etiqueta.
-¿Eso es lo que buscabas?... ¿que hace que Indiana sea el lugar ideal para preparar comida a bajo costo?... —agrego Kurt extendiendo las servilletas para ponerlas en su regazo.
-No… no estaba buscando eso…. —respondió su esposo dando una mascada extra grande.
-¿Hablabas con Dylan sobre la reunión de mañana?
-Tampoco… —agregó con la boca llena.
-¿Por qué no me lo cuentas y ya?, asi me ahorras toda la saliva que estoy gastando y que por lo visto necesitare para deglutir esta comida «made in Indiana» —dijo probando el primer bocado de mala gana.
-Porque es estúpido y vergonzoso y no creo que quieras escuchar algo así…
-Blaine… mientras viva voy a querer escuchar lo que tienes que decir… sea estúpido o no… —Blaine sonrió por lo bajo sintiéndose el hombre más importante de todo New York e Indiana.
-Ok… te lo diré… —dijo limpiándose la boca con una de las servilletas, tomó un trago largo desde su botella y dejo la comida en la silla de junto— cuando fui a acompañar a Carol a buscar el taxi, al regresar pasó a usar el baño, yo la espere a dos puertas de la habitación de nuestro hijo y estando allí pude observar a una familia… una «normal», por decirlo así…
-¿Y eso es…?
-Mamá, Papá y el bebé…
-¡Ah!... esa normalidad… —dijo Kurt blanqueando los ojos.
-El asunto es que con ellos, estaban los profesionales que vinieron a vernos a nosotros —Kurt lo miró de medio pensando que el preludio de aquella historia estaba siendo exageradamente largo y que al final saldría quizás con que.
-¿Que?
-Nada… continua…
-Bueno… comenzaron a decirle lo importante que es la leche materna para un recién nacido, algo sobre la nutrición y la inmunidad que lo acompañaría para siempre…
-¿Es eso lo que te preocupa?... —quiso saber Kurt haciendo el gesto de alto con su mano, Blaine abrió la boca para responder— porque si es eso… —continuó sin dejarlo replicar— dejame decirte que la «fórmula» que nos recetaron es incluso mejor, esta libre de todo lo malo y con ella se han alimentado generaciones de niños sin madre, la misma Felicity nos lo dijo… —agregó mascando algo dentro de su sándwich que al segundo quiso devolver, puso cara de asco y volvió a mirar los ingredientes de lo que se estaba comiendo, como queriendo corroborar a ciencia cierta que todo era realmente comestible,
-Lo se, y me alegra que a pesar de nuestra situación económica podamos costearla...
-¿Entonces?
-Entonces… lo que me quedo además en la cabeza, es que la asistente le repetía una y otra vez a la mujer que no existe ningún vínculo ni apego más grande que el que se produce entre una madre y un hijo durante el amamantamiento… —Kurt miró a su esposo con ternura entendiendo de inmediato cuál era el miedo que lo aquejaba— entonces... lo que buscaba era informacion de como, siendo hombres, podemos tener eso… un «apego paternal» por así decirlo... —terminó por decir Blaine mirando hacia la calle.
-¿Y por qué no lo preguntaste?
-Kurt… vamos… ¿que clase de pregunta seria esa?
-Una como todas…
-Una estupida mas bien…
-Oye, no hay preguntas estupidas… recuerda que yo pregunte si nos iba a dejar dormir… —dijo Kurt haciendo un gesto de obviedad con su mano, Blaine sonrió al recordar aquello— ven… —agregó señalando la silla de junto, su esposo lo miró un instante y luego se sentó junto a él, Kurt le tomó las manos y se perdió por un instante en aquella transparencia infinita e inigualable— dime que sentiste cuando la enfermera nos mostró a Henry…
-¿Como?
-Lo que oyes…
-Ok… no sé… ¿nervios?… asombro de lo perfecto que era, ganas de protegerlo contra todo... amor a primera vista en definitiva —contestó sonriendo.
-¿Por qué?
-Porque… porque es mi hijo… —dijo Blaine emocionandose.
-¿Que mayor apego que ese puede existir Señor Anderson Hummel?
-Creo que ninguno… gracias Kurt —respondió Blaine abrazandolo— gracias por darme el regalo más hermoso y unico que alguien puede dar…
-Por nada… —respondió Kurt apartándose, le dio un par de besos y le acarició la cara— ¿te he dicho que te amo?
-No muy seguido… —contesto Blaine quitándose la emoción con el puño del sweater.
-Pues asi es... —reitero mirándolo casi por cinco minutos seguidos— nuestro hijo estara bien, nunca le faltara amor ni biberones de marcas engreídas que tal vez son mejores que cualquier pezón.
-Claro… —dijo Balien juntando sus labios con los de él.
-¿De verdad piensas que te hice el mejor regalo de todos?
-Por supuesto… ¿tú no?
-No se… sigo pensando que el mejor regalo que uno puede recibir es un diamante de Tiffany’s —contestó Kurt provocando la risa en su esposo— ¿mejor?
-Mucho…
-Perfecto… ahora volvamos porque al parecer una tal Maggie anda revoloteando por aqui con no se que intenciones—dijo mirando a su alrededor.
-¿Que?...
-No preguntes... —agrego partiendo adelante.

Octubre de 2035




-Creo que este es el Halloween donde nos ha ido mejor, ¡el mejor de todos!… —dijo Henry mirando los dulces dentro de su bolsa, los contó mentalmente y sacó una barra de chocolate para comersela de inmediato.
-Solo lo dices porque tú escogiste los disfraces Henry… ¡hola! —respondió Lizzie abriendo la puerta del edificio para todos.
-¿Y me vas a decir que no te gusto el personaje de «Los Vengadores» que escogí para ti? —agregó su hermano haciéndole unas cosquillas.
-¡Obvio que me gusto!... aunque sean del año no se cuanto, nunca me había visto tan extra super sexy… —dijo la chica bajando un poco más el cierre de su traje negro de una pieza.
-¡Lizzie!… —advirtió Kurt dándole una mirada de reproche ante tanta exhibición.
-¡Ay Papá!, ya estamos aquí y todo… ¡hola!... ¿quien me va a ver?... ¿el Señor Jenkin? —dijo la chica señalando al portero— que a todo esto, ¿por que no esta disfrazado?, el super extra entusiasta —agregó con las manos en las caderas.
-Esta disfrazado cariño, no te equivoques… —respondió Kurt entrando, miró de reojo a su esposo que hablaba con un par de sus admiradoras y luego se acercó a su hija para subirle el cierre hasta casi ahorcarla, Lizzie hizo parde arcadas bien divertidas.
-Pero si esta con su ropa de portero de siempre —hizo notar Henry quitandose la mascara de «Ironman» para mirarlo con más detenimiento.
-No del todo… se disfrazó de portero si, pero de hotel… no de edificio… —contesto Kurt tambien mirandolo, sus dos hijos dijeron «oh» al unísono para luego mirarse el uno al otro y soltar una gran carcajada.
-Igual se esforzó en ser original… —opino Lizzie entre risas— ¡súper Señor Jenkin!... —exclamó mostrando los pulgares arriba, el portero del edificio saludo a la distancia y siguió lidiando con una media docena de niños que exigían dulces a grito pelado, Henry volvió a reír y su hermana aprovechó para volver a bajar el cierre de su traje de «Black widow» otro par de centímetros.
-Blaine… ¿puedes decirle algo a tu hija por favor?... —dijo Kurt al tiempo que se quitaba el casco y la peluca rubia de «Thor».
-¿A quien? —pregunto este entrando luego de firmar un par de autógrafos, cargaba a Noah en uno de sus brazos y en el otro las bolsas con dulces del pequeño y la de Lizzie, además de un porta flechas en la espalda y un escudo redondo y tricolor en la mano, a él le había tocado ser «Hawkeye» y a Noah el personaje de «Captain America»
-A tu hija…
-¿Sobre que?...
-Sobre su comportamiento… mira ese cierre, esta como 10 centímetros más abajo de lo que aconseja el pudor.
-Princesa… un poco de recato si no quieres a que tu Papá le de otro uso a su «Mjolnir» —dijo Blaine mirando a su esposo, este levantó su martillo cuadrado e hizo ademán de dar unos cuantos golpes, Lizzie se escondió tras su hermano mayor y les enseñó la lengua a ambos.
-Tengo lo que que tengo debería poder mostrarlo… ¡hola!... —argumento asomando la cabeza por un lado de su hermano.
-Creo que tienes bastante poco «Rizzie»... —dijo Henry sonriendo.
-¡Oye!... —exclamó dándole un manotazo— ¿que clase de comentario es ese?, merezco un respeto… ¿verdad «Capitán Goblin»? —dijo abandonando su escondite para hacerle caras a su hermano, Noah le entregó el escudo como si la consolara mediante un regalo— gracias «Goblin»… creo que si Natasha hubiera dormido con Steven se habría llevado esto como recuerdo… —añadió Lizzie poniendo una cara sexy con el escudo delante de ella.
-¿Estas como quieres?, ¿no Lizzie Anderson?… —agrego Kurt comenzando a avanzar hacia el ascensor.
-¡Es este traje!, ¡no es mi culpa!… ¡es de Henry que eligió los personajes!
-A mi no me culpes, si bien yo elegí los disfraces de todos, solo tu actuas como desquiciada… —dijo Henry arrancándose de su hermana para evitar más golpes, Lizzie lo siguió para no quedarse con las ganas.
-¡No corran!... por muy festivo que este todo, no creo que al Señor Jenkins le agrade la idea que corran por el «hall»
-¿Por que no se disfrazó?... —pregunto Blaine tratando de sujetar a Noah entre sus brazos, desde que había dado sus primeros pasos, lo único que quería en el mundo era caminar para donde fuera.
-¿Quien?
-El Señor Jenkins… —agregó señalando con la mirada al hombre en cuestión.
-Esta disfrazado de portero de hotel… ¿no ves que lleva sombrero de copa?... —advirtió Kurt sintiendo que era el único que había entendido el disfraz del Señor Jenkins, Blaine dejó escapar el mismo gesto de sorpresa que su hijos y se le quedo viendo un instante— ¿todo bien allá afuera?
-¿Te refieres a la calle?
-No… me refiero a esas dos mujeres enloquecidas que te abordaron… —pregunto mirándolo como si Blaine hubiera sido acosado sexualmente en plena Fifth Av. por un centenar de mujeres lujuriosas.
-No diría que enloquecidas… —respondió Blaine llegando al ascensor— más bien fueron bien amables, incluso aceptaron no tomar fotos de Noah.
-La ley no permite que tomen fotos de Noah, no les des crédito que no les corresponde… —dijo Kurt negando con la cabeza.
-OK… —dijo queriendo reír— ¿ya llamaron al ascensor hijos? —pregunto mirando a Henry y Lizzie que seguian dandose pequeños golpes en diferentes partes del cuerpo.
-Si… aunque Lizzie quiere seguir mostrando sus atributos inexistentes, ¡mirenle el escote!.
-¡Callate Henry!... ¡uy!... si no tuvieras puesto este traje de no sé cuántas capas de polietileno te juro y te haría daño.
-Compostura hijos… gracias… —advirtió Kurt entrando luego de ellos en el elevador, se paró en medio de ambos como queriendo parar el desorden, Lizzie siguió con los piquetes, esta vez a espaldas de su Papá— te estoy mirando Lizzie Anderson… ¿que sucede con ustedes?
-Y eso que no comieron tanta azúcar… —dijo Blaine al tiempo que entregaba a Noah a su esposo y presionaba luego el número 13, el pequeño junto sus manitos y dio un bostezo extra grande, Kurt le quitó el casco con antifaz y el pequeño de inmediato se restregó los ojos y el pelo como si hubiera estado esperando aquello toda la noche, luego se acomodo en el hombro de su Papá y se dispuso a acabar con la pereza que parecía y le había invadido de pronto— ¿yo tengo las llaves? —agregó como pensando en la posibilidad de que no.
-Las enganchaste en una de las flechas «Papáblen» —se adelantó en responder Henry riendo de su hermana que trataba de ponerse la máscara de «Ironman» a pesar de su conocido extra voluminoso cabello.
-Es verdad… —recordó este tratando de alcanzarlas, levantó uno de sus brazos hasta conseguir tomar lo que él creía y eran las llaves de la casa, todos los músculos de su brazo se exacerbaron así como el deltoide del hombro que llevaba descubierto en su traje sin mangas, Kurt se le quedo viendo como hipnotizado.
-¿Tienen planes para esta noche?, ¿verdad?... ¿cariños?... —preguntó sintiéndose repentinamente entusiasmado.
-Yo si Papá… tenemos la fiesta de la que les hable hace días —respondió Henry desempacando otro chocolate.
-Perfecto… ¿que hay de ti Lizzie?... —agrego Kurt disimulando como pudo las ganas repentinas que le habían dado de quedarse a solas con su esposo.
-Tambien… —respondio tras la mascara de «Ironman», Alaska organizó una de lo más sensacional… ¿puedo llevarme tu máscara Henry?
-¿Que?... ¡no!
-¿Por qué no?
-Porque la necesito para mi disfraz…
-¡Ay Henry!, bien sabes que Tony se la quita en ocasiones…
-No esta vez hermanita, ademas, ¿que tiene que hacer «Black Widow» con la mascara de «Ironman»? —advirtió tomándola de vuelta.
-Nada… pero habría sido de lo más entretenido… —agregó la chica desordenando sus rizos— ¿me puedo llevar el escudo del «Goblin» entonces?... miren que bien me queda… —dijo mirándose en una de las paredes espejadas, Blaine sonrió mirando a su hijos y Kurt seguia mirandolo a él.
-Mejor te quedas con lo que le corresponde a tu disfraz y listo Lizzie Anderson…
-¡Pero Papá!... taparia mi escote… —dijo subiendolo a la altura del pecho.
-Entonces mejor te lo llevas, no vaya ser cosa que te de por exhibicionismos de nuevo.
-No puedo garantizar eso… —agregó Lizzie probando unas tres ubicaciones diferentes para el escudo sobre su cuerpo, Kurt no pudo evitar sonreír y le dio un pellizco en la mejilla— Papás… ¿que hay de esa historia de que hay departamentos ocultos en este edificio? —preguntó Lizzie mientras miraba los números de los pisos que iban dejando atrás.
-No es una historia Princesa, es la verdad.
-¿En serio?... ¡como un misterio y todo!…
-No es un misterio «Rizzie», todos los edificios tienen ese tipo de departamentos, cuando la demanda crece, los habilitan… —explicó Henry abriendo la reja del ascensor.
-¡Uy el futuro arquitecto!… ¡uy!… —exclamó la chica en tono burlón
-Aún no soy eso… ni siquiera me decido por una universidad… —dijo el chico como lamentándose.
-Hay tiempo para todo hijo, estoy seguro y tomarás la mejor decisión… —agregó Blaine poniéndole una mano en el hombro, abrió la puerta para todos y se quedó a un costado del umbral para que su familia entrara antes que él.
-Por supuesto que hay tiempo, y tranquilidad para tus padres si eliges una de las excelentes universidades que hay New York por ejemplo… —dijo Kurt al pasar por su lado.
-Papá, sabes bien que la NYU tiene de todo menos arquitectura...
-No solo existe la NYU cariño, piensa en Columbia por ejemplo… o la City College… —advirtió dejando todos su accesorios de Thor en manos de de su esposo— iré a poner a Noah en su cama… no vuelvan muy tarde y sean prudentes… —advirtió señalando a sus hijos mayores.
-¡Ay Papá!... lo sabemos… ¡hola! —respondió Lizzie blanqueando los ojos.
-Nunca esta demas un recordatorio, despidanse de su padre… —añadió haciéndoles una seña para que se acercaran, ambos le dieron un beso a él y otro Noah que no pensaba en despertarse por nada ni por nadie.
-Iré a llamar a Alaska, dijo que me vendría a buscar, asi es que le diré que venga de inmediato… —dijo Lizzie ecaminandose hacia su dormitorio, tomó la bolsa con sus dulces y se fue contandolos a medida que avanzaba., Blaine dejó el resto de las cosas a un costado de la puerta, incluido el porta flechas.
-¿Eso que dijo el Papá no es del todo cierto?... ¿o si «Papáblen»?, ¿lo de la tranquilidad?
-No lo creo… ademas tu Papá aceptara el lugar que elijas…
-¿Si?... ¿seguro?...
-Claro que estoy seguro… ¿por qué la pregunta?... un momento… —dijo deteniendo su andar— ¿acaso ya tienes decidido dónde estudiaras? —pregunto mirándolo a la cara.
-No… es decir… no se lo digas la Papá…
-No puedo hacer eso hijo lo sabes desde siempre… —dijo Blaine abrazandolo por sobre los hombros.
-Lo se…
-¿Ya tienes decidido entonces donde estudiaras? —preguntó avanzando con él hacia la sala.
-No… pero el otro dia vinieron de algunas universidades a mirar a los deportistas destacados para ofrecer becas y ese tipode cosas, pero como el «soccer» sigue siendo de «segunda» categoría, nos pasaron por alto a todo el equipo, pero con Liang igual preguntamos porque entre las visitantes estaba la universidad de Philadelphia que tiene el mejor programa de arquitectura de todo el país, la persona vio mis notas y me dijo que tenía posibilidades de entrar de los primeros…
-Hijo… —dijo Blaine deteniéndose— eso es fantástico, ¿por qué no nos habías contado?
-Porque quien me lo dijo era un chico que creo y era hasta menor que yo… si bien comprobó la información en una computadora que tenía, prefiero averiguar mis posibilidades reales primero…
-Muy sabio de tu parte… ¿asi que Philadelphia?… —repitió Blaine desbordando orgullo.
-Si… ¿crees que el Papá le darán tres ataques?
-Yo creo que le darán cinco —corrigió riendo— pero como te dije terminará aceptando tu decisión… ¡por dios!... ¡están tan grande!, ¡y estoy tan orgulloso de ti! —exclamó abrazándolo— ambos lo estamos…
-Gracias «Papáblen»… —respondió su hijo apretandolo con más fuerza.
-¿Que están tan abrazados?... ¿me perdi de algo? —preguntó Lizzie volviendo de su cuarto.
-No te has perdido de nada Princesa…—respondió Blaine soltando a su hijo— ¿hablaste con Alaska?
-Si… ya esta por llegar con su Mamá, la esperare abajo… —dijo mirando a Henry como si pensara que él y Blaine le ocultaban algo— adiós «Papáblen» —agregó dándole un beso.
-Adios Princesa… llama en cuanto llegues a la casa de tu amiga.
-Lo haré… adiós Henry… saludos a Amelia… —añadió moviendo sus cejas, Henry repitió lo que le dijera su hermana en un tono infantil y divertido para luego despedirse de Blaine.
-¿También te vas hijo?
-¿Te vas Henry?... porque si es asi, mejor salimos juntos, eso de que hay un departamento oculto me causa un poco de escalofríos… ¡hola! —dijo Lizzie mirando hacia el pasillo mientras hacía un tiriton con todo su cuerpo.
-Si… con los chicos nos vamos a juntar en el Washington Square Park… —respondió el chico mientras se texteaba con sus amigos
-¿En serio?... ¿y a esta hora?... —dijo Blaine mirando la hora en el reloj del recibidor sus dos hijos lo miraron con cara de impacto divertido— Ok, eso sonó como algo que diría tu Papá… —agregó riéndose de sí mismo— ¿ten cuidado?, ¿bueno?
-Lo tendré, y no te preocupes, tomaré el autobús… —agregó dándole un beso de despedida.
-Si quieres le digo a la mamá de Alaska que te lleve…
-¿En serio «Rizzie»?... no quiero molestar..
-¡Ay Henry!, ¡nada que ver!… ¡hola!... además la Señora Von Grimmelshausen es tanto o más paranoica que el Papá así es que…
-Princesa… —interrumpió Blaine con voz de regaño.
-¡Ay esta bien!… la Señora Von Grimmelshausen es tanto o más PREOCUPADA… que el Papá —corrigió la chica poniendo acento extra en lo de preocupada— así es que te dejará sentado sobre el «arco de triunfo» con cinco guardias vigilandote, por lo tanto no habrá problema y para qué hablar de Alaska que estaría feliz de verte asi tan musculoso… —agrego Lizzie volviendo a lo de mover las cejas.
-Ahora soy yo el que siente escalofríos… —dijo Henry mirándola con los ojos bien abiertos.
-¡Tonterías!… —exclamó jalandolo de un brazo— ¡nos vamos «Papáblen»!, ¡te super amamos!… —terminó por decir la chica haciendo señas de despedida bien estridentes.
-¡Tengan cuidado y llamen!...—alcanzó a decir Blaine antes que al puerta se cerrara.

Octubre de 2035





-Muy bien bebé… ya estamos aquí… —susurró Kurt encendiendo la luz del cuarto de su hijo, Noah seguía dormido en su hombro sin enterarse de nada, avanzó por la habitación hasta la cama y abrió los cobertores con la mano que tenía libre enredando sus movimientos con la capa que aun llevaba puesta— bien Kurt… —dijo auto recriminandose, zafo del enredo como pudo para luego dejar a su hijo sobre las sábanas— eres un dormilón Noah Anderson… —agregó sonriendo, el pequeño se dio media vuelta una vez que su Papá le quitó las botas y el resto de los accesorios del disfraz, se acomodó en su almohada y siguió durmiendo— mírate, no te inmutas con nada… pero esta bien, no creo que exista problema que te duermas sin escuchar un cuento o sin tu pijama una noche al año… —dijo Kurt sonriendo, le acarició el cabello y la cara y le dio un beso antes de arroparlo— ¡estúpida capa!… —exclamó como ahogado al verse complicado de nuevo— si no tuviera planes extremadamente placenteros contigo y mi esposo, ya te habría tirado a la basura… —añadió como si el trozo de género que llevaba prendido a nivel de los hombros pudiera razonar de igual a igual con él, la tomó de una de las puntas y se la enrollo a la altura de la cintura como si de una toalla de baño se tratase, la sujeto en la «lorica» que le cubría el pecho y la espalda y se miró así mismo satisfecho con el resultado— soy genial en soluciones extraordinarias… —murmuro sonriendo para si, se miró un par de veces más para luego terminar de arreglar la cama de su hijo.
-¿Kurt?... —dijo Blaine golpeando y abriendo al puerta al mismo tiempo, su esposo le hizo un gesto de silencio con el dedo índice sobre sus labios— ¿sigue durmiendo? —añadió entrando del todo.
-Como un tronco… creo que podríamos entablar una tertulia política aquí y él seguiría tal cual y esta ahora… —contesto Kurt mirándolo desde los pies de la cama— ¿no crees que es raro? —pregunto mirando a su esposo que ya se había ubicado a su lado.
-Pues a mi parece una bendición extraordinaria más que una rareza… esta pollera que estas usando en cambio… —dijo Blaine mirando la capa enrollada a nivel de la cintura.
-Me estorbaba para atender a mi hijo… —respondió Kurt acercándose al pequeño para seguir acomodando los cobertores.
-Excelente solución debo decir… —dijo su esposo rodeando la cama para hacer lo mismo del otro lado, Kurt volvió a mirarle los brazos descubiertos.
-¿Has estado haciendo algo? —pregunto como disimulando que no le interesaba la respuesta.
-¿Algo como que?
-Algo como no sé… ejercicios en tu tiempo extra, flexiones… algo...
-No… y como bien conoces mi agenda, además del ejercicio que hacemos juntos, no tengo tiempo para hacer más… ¿por qué?
-Por nada… ¿los chicos ya se fueron?— añadió metiendo el cobertor entre el colchón y la cama.
-Si de hecho se fueron juntos…
-¿Juntos?
-Si… Henry se iba a juntar con sus amigos en el Washington Square Park y…
-¡¿El Washington Square Park?!, ¡¿a esta hora?! —exclamó con un poco más de volumen del que quisiera, Noah se dio otra vuelta a manera de protesta silenciosa y continuó soñando— ¿a esta hora?... —repitió de manera más moderada.
-Si… pero no te preocupes, Lizzie le ofreció que la Mamá de Alaska podía llevarlo.
-Excelente… ¿y la Señora Von Grimmelshausen accedió?
-Asumo que si…
-¿Como que asumes?, Blaine, esto es esa clase de cosas de las que uno no asume, se asegura antes que todo...
-Kurt, Henry tiene 17 años.. ni siquiera debería decirnos dónde esta...
-¿Perdón?... —dijo levantando una ceja.
- Es lo que creo… ademas se fue con Lizzie, ya te lo dije…
-¿Y como fue que Lizzie acepto andar con su hermano sin desquiciarse antes?
-Creelo o no, sintió miedo del departamento inhabilitado de este piso.
-¿Miedo?, ¿en serio?...
-Miedo y escalofríos… —repitió Blaine haciendo el mismo tiriton que hiciera su hija antes de irse.
-¿Por qué?
-No lo se… tal vez piensa que hay algún fantasma o algo paranormal viviendo alli… —explico haciendo gestos de misterio con sus manos, Kurt tomó aire y se quedó como petrificado pensando en aquello— al parecer no hay nada más que arreglar aquí… ¿no crees? —agrego Blaine mirando la pequeña cama de su hijo.
-Lo creo… miralo, sin despertarse para nada… es el mejor niño del mundo —dijo Kurt dándole un pequeño beso en la cabeza.
-Lo es… —añadió Blaine dándole otro— y generoso con sus padres también… —dijo encendiendo la luz de planetas y estrellas que permitía que la habitación nunca quedara totalmente a oscuras.
-¿Generoso porque no nos molesta? —quiso saber Kurt mirándolo desde donde estaba.
-No, generoso porque nos permitirá hacer todo el ruido que queramos antes que vuelvan nuestros otros dos hijos… —agregó poniendo cara sexy, Kurt sonrió sintiendo que su cara se ponía del color de su capa— te espero en el cuarto… —dijo dándole un beso en la mejilla.
-Espera un segundo… salgo contigo… —contestó dando la última ojeada a la habitación casi como inspeccionando que todo estuviera en orden, encendió el «babymonitor» y cerró la puerta con el mayor de los sigilos— ¿puedo preguntar algo?... —dijo dando más volumen al aparato de vigilancia de su hijo— ¿que estás haciendo? —añadió mirando a su esposo que se quitaba el guante y el protector de uno de sus brazos.
-¿Me preparo para ir a la cama? —respondió Blaine en tono cantado.
-¿Y piensas quitarte el disfraz acaso? —insistió Kurt como si aquello fuera algo inconcebible desde todo punto, se desengancho la capa y la estiro como si una ventolera surgiera a nivel del piso.
-Lo pensaba… ¿por que?
-Porque… no lo se… —comenzó a decir Kurt haciendo ademanes coquetos mientras se le aproximaba— pensé… que sería divertido… ya sabes… imaginar que los vengadores hacen otro tipo de cosas después de… luchar por la justicia… —dijo besandolo y cruzandole los brazos a nivel del cuello.
-Vaya… ¿tiene fantasías con el sexo entre superhéroes Señor Hummel-Anderson? —pregunto de vuelta su esposo tomándolo por las caderas.
-No… tengo más bien fantasías con estos brazos… —respondió agarrando los hombros— ¿estas seguro y no has hecho ejercicio a mis espaldas?
-No, ya te lo dije… no tengo tiempo de hacer ese tipo de cosas a tus espaldas.. —dijo Blaine sonriendo, Kurt rio también y le tomo la cara para besarlo, su esposo le respondió acercandolo mas a él y dándole más profundidad a su beso, Kurt sintió que se quedaba sin aire.
-¡Dios!… definitivamente tus superpoderes están en tus labios, Blaine Anderson-Hummel, que duda cabe —susurró Kurt suspirando calor.
-¿Y los tuyos?... ¿están aquí? —dijo su esposo metiendo la mano por debajo de la parte de la «lorica» que le cubría la entrepierna.
-Algo así… —contestó dando un respingo gozoso— ¿puedo pedirte algo antes?
-Pideme lo que quieras… —dijo besándole el cuello, arrebatado por donde tenía una de sus manos.
-¿Acompáñame a ver lo de del departamento misterioso?
-¿¡Que!?... —exclamó Blaine apartándose.
-Vamos… tu también tienes curiosidad admitelo…
-Claro que la tengo, pero creeme que prefiero seguir haciendo esto… —respondio acercandose de nuevo con labios estirados.
-Pues yo preferiría que hiciéramos lo otro… —añadió apartándose— vamos, tengo miedo y calosfríos igual que Lizzie… —dijo Kurt poniendo cara de niño malcriado.
-Kurt…
-¿Que?, es verdad… imagina que hay un fantasma o algo, esta sería la noche ideal para que saliera a asustar a todos.
-¿Y si nosotros investigamo antes eso no sucederá?
-Exacto… ¿vamos?
-Kurt… ¿te estas escuchando?, puedo tolerar que esas creencias salgan de la boca de uno de nuestros hijos porque son adolescentes, pero tú…
-Si dices que estoy viejo te juro por mi martillo que no te complacere en nada esta noche —afirmó Kurt señalandolo como si dictara una sentencia inapelable.
-No iba a decir viejo —contestó Blaine riendo— iba a decir que eres más bien... maduro… y creo que para alguien maduro como tú o yo, creer en eso de fantasmas y espíritus es bastante… estúpido e infantil… —agregó crispando la nariz.
-Claro, lo dice la persona que aun cree que va a encontrar una maquina del tiempo, viajar a los 70 y podrá darle los cinco a Brian Terry…
-Es Brian Ferry… —corrigió Blaine sonriendo— y eso no es una inmadurez, es ciencia, por lo tanto posible… —dijo dándose media vuelta.
-¿Donde vas?
-A la cama… ¿no era el plan en primer lugar?
-Lo era… hasta que se me ocurrió este otro… y te recuerdo que es tu deber acompañarme y apoyarme en todas las decisiones y aventuras que emprenda.
-¿Que pretendes Kurt?... —pregunto Blaine devolviendose el par de pasos que había dado— ¿que entremos en un lugar que no es nuestro descerrajando puertas o algo asi?
-Apartando un cierre de termolaminado más bien...—corrigió Kurt haciendo una mueca de obviedad con su cara.
-¡Kurt!...
-Es lo que hay… ya comenzaron a trabajar y sacaron la tabiquería que simulaba la continuidad del muro, yo mismo los vi… solo tenemos que levantar el plástico y mover una tabla que, perdón, con esos brazos de los que presumes, creeme y te pesara menos que una pluma…
-¿O sea que yo tengo que hacerlo?
-¡Por supuesto!, ¿no escuchaste lo que acabo de decir sobre tus brazos?... además es solo entrar y salir… ¿que nos podría pasar?
-Que alguien llame a la policía y nos arresten por allanamiento de morada por ejemplo… eso tiene pena de cárcel...
-¿Y que?... podemos costear los mejores abogados no pasariamos ni un minuto tras las rejas…
-Tienes respuesta para todo, ¿no es así?
-Soy Padre, es mi deber tener respuesta para todo… —dijo cruzándose de brazos.
-Yo tambien lo soy y por eso mi respuesta es no...
-¡Vamos!… ¡siempre tenemos una aventura en Halloween!, ¿quieres que este año sea la excepción?
-¿Cuando hemos tenido una aventura en Halloween?
-¡Desde el primerísimo que celebramos juntos! —exclamó levantando sus brazos— ¿no te acuerdas que te comiste todos los dulces del vecindario y casi terminamos en la sala de emergencias?
-Me acuerdo que me sentí un poco mal, pero de ahi a decir que casi terminamos en urgencias es un poco exagerado, ¿no crees?... no te acompañare a hacer eso… lo siento… —reitero Blaine volviendo a encaminar sus pasos hacia el dormitorio.
-¡Pero Blaine!... —insistió Kurt siguiéndolo de cerca— ¡somos «Los Vengadores»!... se supone y somos invencibles para este tipo de cosas… y es nuestro deber hacerlas...
-El deber de «Los Vengadores» es luchar por la justicia, no quebrantar la ley…
-Pero esto si tiene que ver con una lucha justa… —dijo abrazándolo desde atrás— te lo juro… —agregó rozando su nariz por el cuello de él.
-¿La que es?... —quiso saber Blaine mirándolo por sobre el hombro.
-Averiguar la verdad sobre el departamento de los misterios y quitarme el miedo y los escalofríos… —respondió su esposo haciendo un puchero, Blaine soltó aire en forma de risa y negó con la cabeza antes de terminar accediendo como siempre lo hacía.
-OK… te acompañare… —dijo dándose media vuelta— pero te advierto que si el Señor Jenkins o alguien mas nos descubre, dire que tu me convenciste con malas artes...
-Trato hecho… —agrego Kurt con una sonrisa de satisfacción enorme, estiró la mano para que Blaine la estrechara y así cerrar el trato como los hombres de honor que eran, Blaine se la cogio y aprovecho la instancia para jalarlo hacia él y robarle un beso— vaya... si todos los tratos se acordaran asi, el mundo seria un lugar mucho mejor —agregó saboreandose— ¡uy!, ¡eres mi superhéroe favorito!... —exclamó dando unos cinco aplausos seguidos— iré a por una linterna… esperame en la entrada —termino por decir retirándose con un giro comode baile, su capa roja volvió a enarbolarse como si hubieran efectos especiales involucrados.