*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*

"Si. Dijo el mini judío con convicción, raspando un poco la voz- Axel: puesto que eres mi primo, pero a la vez eres mi secuaz en todas mis aventuras en este camino de la vida, como ayer que tiramos el lápiz labial de mi tía por el inodoro para ver si los peces después tienen la boquita roja…"

No sabes como me rio con los pequeños momentos de los niños, aik, kim, ax, son geniales y le dan un toque de frescura al fic, los disfruto mucho de verdad, por otra parte me gusto el recuerdo del inicio aunque me intriga kurt y lo que pueda hacer con su inseguridad, es el precio por lo que hizo y el tarado de blaine tambien esta pagando con su decision, por otro lado gracias por ese pequeño momento brittana, me ha dejado un buen sabor por lo menos en este capitulo, no me ilusiono mucho ya que dijiste que nos sacarias de quicio asi que me mantendre al margen de mis deseso brittana, creeme te leo con calma porque nunca se que giro dara la historia, como en los ultimos capitulos sebastian me enfada demasiado, solo espero que santana no se confunda demasiado, un abrazo y gracias por este hermoso capitulo. me encanto la carta de santana para su hijo, imagino que la escribio recordando el sueño que tuvo.

Si!!! ya comienzan los momentos Brittana!!!


Quiero beso!!! >_<

Dios mi obsesión por este fic ah llegado a niveles mayores eh!! mira que se supone que hoy deberia haberme ido temprano a la universidad a reinscribirme pero vi que habias actualizado y no pude contenerme y lo acabe leyendo y gracias a eso ya se me hizo muy tarde. Pero no me importa me vale! ah valido la pena mas si hubo un momento brittana eso recompensa todo inclusive si no alcanzo a reinscribirme jaja ok no... eso no.. bueno ya entre mas escribo mas me tardo.. p.d te quedo hermosa la carta de santana y las palabras de aik, como siempre me mataron de risa.. bye bye

Odio a Sebastian... Y más sabiendo que probablemente vaya enviado por Kurt T____T
Ay han tenido un acercamiento!!! :D :D
En serio, me encanta tu fic, pero ya se necesita algo de acción Brittana...
GRacias por el capítulo:) Espero con ganas el próximo

Siiiii, un acercamiento entre Britt y San ♥... Con eso me conformaba.. xD jajajaja.. Muy lindo el cap, y la carta que le escribio San, fue muy tierna.. Pero tofavia no entiendo a Sebastian, osea no se si es bueno o malo.. O.o.. me queda esa duda!!..

Actualiza pronto. beso..

Agggghhhh me vuelvo loca por dios quierooo BRITTANA !!!!!!!

¡Bien!, eh aprendido a multicitar lo cual es un logro e.e!! (si, todavia no me arriesgaba a hacerlo) Bueno una vez más gracias, y a todo el resto de lectores tambien que es por ustedes que este fic existe. :)
Muchachas ¿Recuerdan que las iba a sacar de quicio? Que empiece el juego (=
¡Les traigo el siguiente capitulo! Unas aclaraciones: a partir de aquí pasaran algunos dias fugaces(casi dos semanas) , en los cuales las cosas siguen funcionando con normalidad pero cambiando poco a poco. Tambien aparecerán, a lo largo de los capítulos, algunas personas que influiran en estos cambios, son bastante importantes. Saludos

Capitulo 34: Incógnitas
Aquella tarde finalizó de la mejor manera, Axel se quedo dormido totalmente cansado de jugar y comer pastel. Brittany lo recostó mirándolo llena de ternura y satisfacción. Al anochecer, Finn y Rachel ordenaban unas últimas cosas en el patio, en tanto charlaban y recordaban anécdotas. Por otro lado Santana lavaba los platos con la cabeza gacha, Quinn estaba a su lado sermoneándola.
-Repito: ¿Por qué no me había enterado? Comentó molesta por el hecho de que su amiga ni siquiera había mencionado sus encuentros con Sebastian, dándole una mirada al brazalete que este le había regalado.
-Simplemente se me paso Q, como si fuera la gran cosa…
-¿Disculpa? Te regala cosas y anteriormente, ahora me entero, salieron al casino. Esto viene desde hace días… Todas las noches hablamos, dudo que se te haya pasado por que si…
-Mira la verdad es que me molesta hablar de él ¿ok? Es solo un pesado más que me coquetea, seguramente porque creyó que estando divorciada iba a desacatarme como antes…
-Lo intentaste…
-Si pero recapacité Quinn, no creas que lo olvido, ya no voy a hacerlo más.
-De acuerdo, no te enojes… Dios, estos cambios de humor son incontrolables eh… Rio la rubia poniendo su mano en el vientre de su amiga. Santana giró los ojos con molestia, aun se negaba a acostumbrarse a esos gestos. -¿Y qué planeas, enviarlo a volar?
-Ya lo hice, pero el loco sigue apareciendo… Tengo que admitir que se esta esforzando, pero no me convence esa actitud.
-Bien sigue así, no me cae bien ese chico. Aunque no puedo negar que se ha puesto más interesante, parece más adulto… en realidad si combinaría contigo ahora que lo pienso. Con esas palabras la latina le arrojó un chorro de agua a la abogada para que se le refrescaran las ideas. En definitiva terminaron teniendo una guerra, mojando toda la cocina. Luego de secar las cosas, pasaron un rato juntos en el salón, bebiendo jugo de naranja fresco. En cierto momento Kim se acercó a su padre.
-¿Cómo la pasaste hija? Indagó el castaño sacudiendo un poco el pelo de su pequeña.
-Genial papito, de eso venia a hablarte. Todos los adultos la miraron con curiosidad. –Me he enamorado, y quiero que me compres un precioso vestido de novia. Dijo la niña girando como una bailarina de ballet. Finn se quedó con la boca abierta, dejando caer un chorro de jugo de su vaso. Las chicas se reían.
-¿Y quien es el afortunado Kimi? Indagó Brittany, totalmente emocionada.
-Es un caballero que estuvo en el ejército, muy guapo, y de lindos ojos. Se llama Iker. En ese instante, Rachel y Quinn escupieron todo el jugo que se estaban llevando a la boca. Tanto ellas como Finn dirigieron una mirada de incredulidad a la niña, que se mantenía con una perfecta sonrisa. En lo que pasó de la tarde, la mini castaña se empeñó en descubrir el verdadero nombre del niño que le robo su corazón. Santana no paraba de reír con las ocurrencias de la pequeña Hudson, sin dudas era muy delirante.
-Pe-pero Kim tu tienes tres años. Balbuceaba su padre tomando una tonalidad roja en sus mejillas.
-¿Qué importa la edad papi? Me casare con él, aunque me quites mi herencia.
-Definitivamente tiene que dejar de ver telenovelas eh Hudson. Agregó la latina recobrando el aire. –Eso va a terminar feo, doy fe de que Axel se va a poner triste Kim…
-Axel es mi amigo, pero este niño bonito… Comenzaba a soñar Kimberly poniendo sus manos en su pecho con una mirada voladora.
- Oye, relájate con mi hijo. Lo mandare al colegio de curas, lo acabo de decidir. Bromeo Quinn, en tanto Rachel se llevaba una mano al cuello. Las vueltas de la vida si que eran grandes, lo único que jamás paso por su mente era escuchar a la hija de su ex prometido decir que estaba enamorada de su pequeño diablillo. Si está bien, solo eran niños pequeños, pero no dejaba de ser traumatizante. Al rato de esa encantadora charla decidieron volver a sus casas a descansar. Ese día terminaba de un excelente modo.
-La verdad que todo salió genial. Sonrió con satisfacción la bailarina, cerrando la puerta.
-Si, eres buena organizando eventos. Contestó Santana dándole una rápida ojeada a su portafolio.
-Ahora con Rachel queremos planear un baby Shower a todo dar.
-Ni en broma, detesto esas cosas, son lo más cursi y tonto que puede existir en la tierra.
-Ya veras que te convenceremos. Se burlo la rubia acercándose a la latina.
-No, de verdad, los odio. Explicó dejando de lado sus cosas. Ambas se miraron con una leve sonrisa. –Bien, mejor me voy a dormir. Buenas noches Britt… Dijo yendo hacia las escaleras.
-Hasta mañana Sanny. Dijo Brittany casi en un susurro, que la ex cantante llegó a escuchar.

Al día siguiente la bailarina, en compañía de la actriz de Broadway, fue al supermercado. Quinn se las había ingeniado para secuestrar a su ahijado y a su amiga, para pasar una tarde juntos en el parque. La judía podía percibir que la gente se detenia a verla, y hacia comentarios luego que pasaba a su lado. Para su pesar se hacia conocida en la televisión más por las polémicas que por sus triunfos, y seguramente por eso las personas se llenaban la boca hablando a sus espaldas.
-Creo que debería borrarme de la tierra un rato. Murmuraba un tanto incomoda, caminando por los corredores del supermercado al lado de la rubia.
-Que los comentarios no hagan que pierdas tu aura Rach…
-Mi aura es estelar eso lo tengo claro, pero si me vine de New York fue para evitar todas estas cosas… No dudo en que habrá algún camarógrafo espiando o algo así. De verdad es molesto…
-¿Y que vas a hacer?
-Podría permanecer encerrada en mi casa hasta que Aik cumpla diez o quince años, si, es un buen plan.
-No seas tonta, esto será cosa de un tiempo. Además no fue tu culpa todo lo que paso allá, no tienes por qué avergonzarte. Y a mi parecer te aburrirías estando encerrada tantos años.
- Si tienes razón, pero tampoco quiero andar por las calles de mi ciudad haciendo que todos se volteen a verme. Si me gusta que me presten atención, pero preferentemente sobre un escenario, arrojándome rosas, y osos de peluches… Una vez me arrojaron un sostén, y me pareció muy tierno, porque estaba lleno de estrellitas. Brittany se tuvo que apoyar sobre el carrito de las compras para no caerse de la risa. Rachel empezaba a caerle muy bien sin contar que, como a ella, le encantaba hablar por horas y horas. Ahora que la judía estaba un poco molesta por esas miradas, ideo un plan para poder ayudarla a salir a la calle sin tanta incomodidad. Luego de hacer las compras y acomodar los víveres en el auto, fueron a un local similar a una tienda de disfraces. Rachel estaba encantada con la idea, además seria divertido andar actuando por la ciudad como otra persona.

-¿Qué dices Britt? Dijo la castaña saliendo del probador, ya había visto cinco modelos de disfraces.
-Es lindo, pero no se si la gente no va a dejar de mirarte con eso…
-Pero me queda bien y…
-¿Marilyn Monroe caminando por Lima?... Hasta a mi me parece raro. Sonreía la bailarina. –Tranquila, ya encontraremos algo que llame menos la atención. Agregó dirigiendo su mirada a una pila de revistas que había allí: otro volumen de “padres primerizos” resaltaba entre los títulos. Lo tomó dándole una rápida ojeada, la última vez que había comprado uno de esos ejemplares se entretuvo bastante leyendo, además era muy sencillo de entender. Rachel notó el interés de esa chica en los libros.
-¿Te gusta leer? Indagó en tanto se probaba unos anteojos de vidrio sin aumento.
-Algo, bueno gracias a esta revista pude darme una idea de lo que podría gustarle a Ax como regalo… Contestó poniéndose a su lado en el espejo. –Lindos, pero por tu cara, te quedarían mejor estos. Indicó tomando otro par de anteojos del mostrador. Rachel se los probó con una sonrisa picara: Ver a Brittany con un titulo de esos en sus manos, le producía varios pensamientos.
-Me veo como una ejecutiva, dueña de una de las compañías más grandes de America. Claro que el nombre seria, Arco Iris S.A, y aceptaría solo a lesbianas. Bromeaba mirándose al espejo.
-Quizás a Quinn le guste ese nuevo look. Murmuraba la rubia volviendo a leer la revista. La judía se dirigió a la zona dedicada a las pelucas, dejando a su compañera metida en la lectura. De pronto pudo sentir que alguien se paraba junto a ella:
-¿Brittany? Dijo ese castaño con sorpresa, hacía años que no veía a aquella chica.
-¡Erick! Exclamó la bailarina aun más sorprendida, dándole un corto abrazo al muchacho. Se habían conocido en las giras en las que estuvo sumida por tanto tiempo.
-¿Qué haces aquí? Preguntaron los dos a la vez sin borrar una sonrisa de sus rostros.
-Yo vivo aquí, después de la última gira me decidí a parar un rato…
-¿Estas bromeando? Eso es imposible, la maravillosa Brittany Pierce dejando la pista.
-Si… bueno solo es un recreo… ¿Tú en que andas? ¿No vivías en Europa?
-Jaja no, estoy acompañando a unos compañeros en un recorrido. Estamos haciendo un estudio de mercado de las zonas en las cuales son buenas las escuelas musicales y eso…
-¿De verdad?... Y aquí en Lima ¿Han averiguado algo?
-Esta ciudad esta en un punto justo para hacer lo que sea, la cultura musical esta creciendo velozmente como nunca. Hay que aprovechar. Hemos hecho varios informes y los resultados son asombrosos. Aquel hombre era profesor de música. En las giras se encargaba del sonido y el manejo de algunos instrumentos. Era castaño, alto, de piel muy pálida y unos ojos peculiarmente claros. Su rostro no marcaba sus perfectos treinta años recién cumplidos. –Sabes creo haberte visto la otra vez en un restaurante italiano…
-¿Eras tú? Claro te me hacías conocido de algún lado, pero no podía distinguir bien. Dijo la rubia recordando al sujeto que vigilaba constantemente su mesa.
-Jaja si era yo, solo que hoy me corte el cabello y me afeite. No quise acercarme, te veía entretenida con tus amigos…
-Si salimos a cenar y bueno… Pero no paraste de mirar hacia mi mesa.
-Como resistirme de mirar a tan preciosa chica. Contesto el castaño regalándole una de sus mejores sonrisas. Brittany se sonrojo apenas, levantando modestamente una ceja.
-Lo dices por mi amiga porque…
-No no Britt, por supuesto que lo digo por ti. Estabas muy linda. Continuaba sonriendo el muchacho. Permanecieron mirándose unos segundos hasta que reapareció la actriz totalmente disfrazada.
-¿Así esta perfecto no Britt? Dijo dando un giro sobre si misma. La bailarina reacciono como de un sueño. La castaña no dejó de relojear de arriba a abajo al muchacho al lado de la rubia. Se acercó a ambos con cara de curiosidad, notando lo apuesto que era.
-Si te ves bien. Murmuró Brittany redirigiendo su mirada a su compañera. –Perdona Erick ella es…
-Barbra. Cortó la judía tendiéndole la mano al hombre.
-¿Barbra? Murmuró la holandesa algo confundida.
-Barbra Margaret Wolf, mucho gusto. Sonrío aquella incógnita disfrazada.
-Que tal, soy Erick Montez… ¿Eres amiga de Britt? Indagó el muchacho correspondiendo al saludo.
-Así es, estamos de compras por Lima, soy doctora y no tengo mucho tiempo para disfrutar con mis amigas… ¿Qué mejor que actuar a partir de ese momento, o no?
-Ya veo… Entonces no soy quien para interrumpir. Continuo sonriendo Erick, dándole una mirada a la chica de ojos claros. –Veo que te interesó lo del estudio de mercado musical, si quieres nos juntamos con mis amigos así sabes más, podría gustarte, son varios proyectos…. La rubia dudo un segundo, pero de verdad esas cosas le llamaban bastante la atención.
-Si, seria genial. Sonrío con simpleza.
-Muy bien, nosotros estaremos cerca de tres semanas más por Lima, así que eres bienvenida a participar. ¿Me das tu número? Digo para mantenernos al tanto…
-Claro. Dijo la bailarina sacando un bolígrafo y escribiendo en el fuerte y musculoso brazo de su conocido, que no paraba de sonreírle un tanto embobado. Rachel miraba esa escena comenzando a sentirse incomoda. –Bien ahí lo tienes, espero que me llames, tengo algunas ideas también…
-Ni lo dudes Britt, cuando quieras te vienes y vemos los datos, veras que está genial. Muy bien, un placer verlas damiselas, disfruten su día. Se despidió el muchacho asintiendo de buen modo y marchándose de la tienda. La rubia permaneció viéndolo hasta que se alejó lo suficiente. La judía tosió un poco para que devolviera su atención a ella.
-Parece que se llevan bien…
-Es un viejo conocido, fue raro volver a verlo. Se excusó la bailarina inclinándose de hombros.
-Mmm... Esa sonrisa no te la deja cualquiera Britt.
-Cállate “Barbra”, y mejor paga esas cosas antes que nos corran del local. La actriz inevitablemente se río con esa contestación. Sin lugar a dudas convivir tanto con Santana hacia que la otra rubia comenzara a adoptar algunas actitudes, entre ellas esas respuestas. Salieron de allí hablando de todo un poco. A Rachel le fascinó su nuevo disfraz para salir a la calle, no era nada provocativo.

-¡¿Qué demonios traes puesto?! Exclamó Quinn al ver a su esposa: con anteojos, una peluca rubia bien peinada, un lunar en una de sus mejillas, sumado a algunas ropas más formales y extravagantes, como las que usaba cuando iba al instituto.
-¿No se supone que el papel de la rubia chillona era tuyo Fabray? Indagó la latina sentada en la cama de las chicas, reaccionando del ataque de risa que sufrió tras ver así vestida a la judía. Quinn le estampo un almohadón por el comentario. Definitivamente esas locuras solo ocurrían si combinaban a Rachel con alguien igual de disparatada que ella, como Brittany.

Al paso de los días las chicas pasaban su rutina normal sin muchos problemas, pero Erick pronto comenzó a mandarle mensajes a la bailarina. Inevitablemente, Brittany pasó horas divirtiéndose con las bromas que el muchacho le contaba por teléfono, y eso que ella era malísima para entender los chistes. En los ratos libres que tenia, cuando Axel dormía su siesta o algo por el estilo, comenzaron a llamarse para continuar sus charlas, tenían mucho que contarse del tiempo en que no se veían. La bailarina traía al recuerdo algunas veces en que estuvo con aquel chico, eran más jóvenes, y digamos que Erick fue una de los pocos acercamientos que se atrevió a tener en sus giras. Nunca fue nada serio, era más una entretención pasajera, hasta que finalmente él se separo del grupo argumentando que tenía nuevas proyecciones para su futuro. Algunas tardes se reunieron en casa de Brittany para tomar café y ver todas las encuestas y trabajos que el profesor estaba realizando. Los números sorprendían a la rubia, y comenzaba a idear y retomar un viejo sueño en su mente.
-Mira te eh traído un compilado del mejor Hip Hop. Sonrío Erick entregándole una tarjeta de sonido, grabada con gran cantidad de música.
-Genial, quiero oírlos. Dijo la bailarina corriendo a su estereo para reproducir las canciones. Gozó con los primeros temas, bailando un poco, haciendo reír al castaño que la miraba desde el sillón. Seguido a eso la bailarina lo tomó por las manos para que la acompañe. Se estaban llevando bien, y sabía que el muchacho se tenía reservados buenos pasos de baile. Dieron algunos giros siguiendo el ritmo de la música, en tanto Axel los observaba con curiosidad. En cierto momento, Erick la agarró por la cintura para hacer un truco, haciendo que la rubia se sonrojara. Justo en ese instante, Santana cruzó por la puerta, regresando de su trabajo. Se quedó tildada al ver a aquel desconocido abrazando a la bailarina. Se sorprendió tanto que de sus manos resbaló su portafolio y sus llaves. Brittany se dio cuenta de su presencia despegándose de inmediato del agarre.

-¿Estas bien? Indago acercándose de una carrera.
-Si, solo… pensé... no nada, olvídalo. Balbuceaba la latina recogiendo sus cosas. Ante eso el muchacho también se acercó.
-Tú debes ser Santana, Britt me ha hablado mucho de ti… Inicio el castaño sonriendo algo tímido. La morena lo miró con las cejas cruzadas, intercalando su mirada con la de la holandesa.
-¿No me digas? Que raro yo todavía no tengo el gusto de saber de ti… Umm...
-Erick, mucho gusto. Debo decirte que tienes un hijo precioso, y muy divertido.
-Si bien, viene en la sangre. Respondía un tanto cortante. Brittany se mordía levemente los labios, notando que su amiga estaba algo incomoda. La latina tomó en brazos a su hijo para saludarlo.
-Bien Britt, nosotros nos vamos a merendar con las chicas. ¿Vienes?
-Oh, eh… si, con Erick terminamos de ver unas cosas y voy. Dijo compartiendo una mirada con el profesor.
-De acuerdo… Nos vemos allá.
-Adiós Santana. Sonrío con un imperceptible tono burlón el muchacho. Con esto inevitablemente la morena casi lo fulmina con la mirada, al igual que Axel. Salió de la casa sin despedirse, solo asintiendo.
-Perdona es un poco gruñona. La excusaba la rubia. –Bien, ¿seguimos con la lectura?
-¿Podemos continuar bailando? Comento Erick levantando una ceja.
-No, ya me canse… eh perdido práctica. Argumentó la rubia saliendo para la cocina. En realidad sentía un tanto de malestar, pero no lograba distinguir si era por el acercamiento tan extraño de aquel hombre, o por el hecho de que Santana los había encontrado en una posición medio rara.

-¿Quién diablos es ese tal Erick? Indagó la latina mirando por la ventana con los brazos cruzados, vigilando la casa de enfrente. Las Faberry compartieron una mirada de complicidad.
-Es un amigo de Brittany, se conocieron en sus giras… Explicaba Rachel tomando café, sentada más atrás. –Tiene algunos proyectos musicales, creo que por eso ella se esta reuniendo con él…
-¿Proyectos? No sabía que Brittany pretendía hacer algo…
-Si te sentaras a escucharla lo sabrías Lopez. Aconsejó su mejor amiga, notando el semblante molesto de la morena. Interiormente se reía al verla así, definitivamente nunca cambiaria ciertas actitudes.
-Quita esa cara San, no creo que estén metidos en nada malo. Agregó la judía con una risita. –Aunque ese hombre esta para el crimen ¿Vieron lo guapo que es? Soltó de repente. Las otras dos se voltearon a verla con las cejas cruzadas, más Quinn obviamente.
-Como vuelvas a decir algo así te hecho de mi casa, loca bisexual. Amenazó la rubia más molesta que en broma. Rachel le dio un beso en los labios para que se calmara, lográndolo.
-Esto no me cierra. Susurro la latina, siendo oída por sus melosas amigas. –Hay algo que no me gusta en ese tipo, no lo se tal vez…
-Relájate mujer, esa pobre criatura que crece dentro de ti va a salir muy estresada. Bromeo la abogada para calmar a su amiga. Al poco rato Brittany se unió a ellas. Santana prefirió no darle importancia a lo que sus pensamientos le decían, disfrutando del rato con sus amigas.

Y así, los días siguieron pasando. Rachel continuó usando su disfraz, para malestar de Quinn. En tanto Brittany continuaba hablando con Erick de buen agrado. No pretendía nada más que informarse bien de la situación cultural en Lima, y ese muchacho la estaba guiando mucho. Por su lado, Santana estaba trabajando en el consultorio, comprometiéndose con sus pacientes. La tarde del viernes reapareció típicamente Sebastian frente a su auto.

-Vaya pensé que te habías rendido… Murmuró la morena desde la puerta del local. El ejecutivo se había presentado dos o tres veces más en esos días pasados, pero luego desapareció por unos cuantos más.
-Tuve que ir y volver por viajes… Trabajo ya ves… Explicaba el castaño inclinándose de hombros.
-¿Y sigues viniendo? Si que eres ocioso. Ya no le quedaban insultos para el muchacho. En ese momento su celular comenzó a sonar; se extrañó al ver que era Brittany la que llamaba.
-¿Esta todo bien? Indagó como saludo.
-Perfectamente San, no te asustes. Te llamaba para saber si ya estabas saliendo del trabajo.
-Si, acabo de salir ¿Por qué?
-Escucha, yo me tengo que reunir con Erick. Iremos a ver unos centros sociales al sur de Lima, en las zonas bajas de la ciudad. Te avisaba que pasaré a dejarte a Axel al consultorio… La cara de Santana se transformaba a cada palabra de su empleada sin querer. Quedó dubitativa unos segundos, frente a Sebastian que le miraba con curiosidad. Ese pedido de la rubia la dejo totalmente descolocada.
-Esta bien si, yo los espero aquí… ¿Tardaran mucho?
-No, ya estamos yendo para allá, Ax viene en el asiento de atrás luchando con el cinturón de seguridad. En unos minutos llegamos. Río al teléfono la bailarina.
-Bien… Nos vemos. Santana agachó un poco la cabeza al colgar: todos esos días que habían pasado lo que jamás hizo la rubia fue separarse del lado de Axel; incluso cuando su jefa ya estaba en casa, ella continuaba jugando y haciéndose cargo del pequeño. La latina cayó en la obvia, pero real, verdad de que Brittany tenía una vida, y con todo derecho, ella también tendría cosas que hacer por su cuenta ¿Pero justamente tenia que ser con ese chico que le daba mala espina?
Se acomodó junto a Sebastian apoyada sobre su auto, en tanto esperaba a que llegaran. El ejecutivo no perdió el tiempo, dándole charla sobre el clima y otras cosas, que en verdad no le importaban en lo más mínimo a la morena. Finalmente Brittany estacionó frente al consultorio, bajando a Axel con delicadeza.
-Hola mi cielo… Saludó la latina a su pequeño que se aferró a su cuello de inmediato. Brittany inevitablemente cruzó su mirada con la de Sebastian, que sonreía con un aire de maldad.
-Bueno me tengo que ir o llegaré tarde. Emm durmió su siesta, así que es posible que tenga hambre. Le explico a su jefa. –Nos vemos luego en casa. Se despidió ya volviendo a su auto.
-¡Britt! Gritó Santana de repente, antes que la chica se marchara. Tragó saliva junto a sus palabras. –Cuídate… La rubia le regalo una de sus mejores sonrisas mientras asentía, Sebastian giró los ojos con aburrimiento. Seguidamente se acercó a saludar al pequeño Lopez.
-Hola amigo ¿como estas? Sonrío intentando tomarlo por la mano. Axel se hecho hacia atrás cruzando las cejas; por lo que se ve seguía sin caerle bien ese tipo.
-Ey, no seas así. Lo regañó su madre en tono bajo.
-Bueno… Puede que con un helado te caiga mejor ¿no? Decía el ejecutivo hablándole al niño. -¿Qué dices? Solo una caminata por el parque… Continúo, dirigiéndose a Santana; tras evaluarlo pretendía llegar a la chica cayéndole bien a su hijo, ya no se le ocurrían muchas ideas. La latina miró hacia la calle, donde el auto de Brittany se perdía en el horizonte. De pronto, su alter ego impulsivo tomó el control:
-De acuerdo, pero yo conduzco. Estableció, dirigiéndose a su propio vehículo ante la sorpresa del castaño, que sonrio triunfante siguiendola.
Pasaron esa tarde juntos, dando un recorrido por el parque del sol, tomando un helado cada uno. Axel se distraía jugando en los columpios, en tanto los adultos charlaban más distendidos. Esta vez fue Santana la que más hablo, mientras Sebastian la escuchaba de buen animo. Horas más tarde cada uno se fue por su camino, la latina comenzaba a tratar mejor al ejecutivo, contrariamente a lo que pretendia. Tal vez, era momento de distraerse un poco.
Al volver a casa, la bailarina aun no regresaba. Dejó a Axel en el salón, disponiéndose a preparar algo para cenar. Hasta que vió por la ventana, contemplando como Erick se bajaba del auto de la rubia, y la tomaba por las manos en tanto hablaban. Finalmente se despidieron con un apretado abrazo. La latina prefirió continuar con la cena, no debería interesarle tanto la vida de aquella chica.

Por la noche, nuevamente estas dos personas volvieron a comunicarse por teléfono:
-¿Y bien? ¿Qué novedades me tienes?
-Todo marcha de maravilla, está aceptándome perfectamente. Estuvo bien eso de llegar a ella a través de sus gustos y debilidades.
- Me alegro de oír eso, continua así. Pronto pondremos en marcha la segunda parte…
-De acuerdo, continuare con la misma táctica.
-Para lo que necesites llámame, no quiero invertir mucho más eso si… Oh, posiblemente vaya para allá a visitarte unos días.
-Mmm suena tentador, te estaré esperando con los brazos abiertos.
-Jaja, lo que tú digas guapo… Concéntrate, ya te llamare de nuevo y quiero mejores resultados.
-Te daré lo que necesitas tesoro ojos de cielo…
-Cursi. Ya adiós.

oh!! ya entendi!!!! odio a Sebastian... por cierto hace rato leo tu fic...qsolo que nunca habia comentado...espero que pronto haya Brittana!!! espero la actu!! besos

si que nos quieres sacar de quicio ahora ya no se si el tal Erick tiene buenas intenciones o no, o solo son los celos? de santana que no la dejan ver! pff.. y luego los otros que se comunican quien sabe quienes seran supongo que sebastian amm tendré que esperar haber con que no sales! jaja como tu dices nos vas a empezar a sacar de quicio.. ah por cierto si seria bueno que pongas tu términos y condiciones eh por las dudas xD.. lo bueno que si llegue a tiempo a la uni, creo que yo tbn empezare a padecer eso de mi bajo rendimiento academico.. dios que verguenza pero ni modo no puedo dejar de leer esta historias.. bno ya nos vemos en tu sig act bye bye

supongo que es Sebastian el que se comunica con alguien.. me arriesgo a decir que es Erik.....NO ME GUSTA...

Era sarcasmo eso de que me conformaba.. ¬¬.. jajajaja.. Asi que, buenisimo el cap aunque sigo sin entender a Sebastian!!.. Osea es demasiado lindo para que sea malo.. (?.. jajaja .. Pero bueno, Erik me cae mal, pero esta bien que aparecio asi le da celos a Santana y reaccione de una vez.. u.u.. Y mato lo del nombre y el disfraz de Rachel.. jajajajajaja.. Tremendo..

Saludos. :D

Vaya capítulazo me he perdido con mis vacaciones! Me ha gustado eso de Erick a mi también, veo que los celos ayudarán mucho, aunque estoy desesperada porque haya algo más de Brittana en su apogeo! Me gusta mucho como va la historia anyway, y Sebastian siempre me ha encantado, pero creo que le pega el ser malo, simplemente le pega jajaja. Espero la actu :D

estuvo bueno el capitulo "Santana Celosa" ... eso esta bien pero espero que por ver a britt con ese chico no valla a empezar a salir mas con sebastian ... espero tu actualización pronto.. besos

¡Buenas noches lectoras! Estoy muy cansada y casi con los ojos cerrados, tuve educación física a las 8 am y acabo de llegar de artes marciales e.e por lo que básicamente estoy en espíritu frente a la computadora.... ¿Por que decía esto...? aa porque por eso no contesto una a una sus divinos comentarios u.u perdonen, como siempre igual muchísimas gracias :) Les dejo el siguiente capitulo, este finde voy a trabajar mas en el ya que la semana que viene es la temida semana de exámenes con la que voy a tener pesadillas -.- Bueno no hablo mas porque me voy por las ramas. Buenas ondas a todos, un abrazo y que estén bien :) Paz

Capitulo 35: Cosas imprevistas
-Pero pensé que estábamos hablando de un puesto a largo plazo, por eso presente los papeles como ordenaron…
-Srta. Lopez, siempre quedó establecido que usted estaría aquí por una suplencia, la Dra. Marie ya ha vuelto de su licencia, tras la muerte de su madre necesitaba un tiempo... Pero ya esta compuesta para continuar tratando a sus respectivos pacientes.
-Vamos, tiene que haber otro puesto, sin dudas se ha notado mi trabajo.
- Usted es una persona muy capaz, y nadie niega que es toda una profesional. Pero lo siento, ya su turno en este consultorio finaliza a partir de hoy.
La latina estaba molesta, se sentía como una inútil al especular tanto que iba a conservar su trabajo por mucho tiempo. Ahora estando allí, frente al que fue su jefe por casi un mes o incluso más, no sabía qué hacer. Nunca la habían despedido, eh inevitablemente pasaba por su cabeza que pudo haber hecho mejor las cosas para así caer mejor. Por otro lado, intentaba retener a su alter ego que estaba punto de estamparle una maceta al sujeto, pero con eso se rebajaría a suplicarle que la dejen allí, y lo que menos quería era quedar como una débil y desesperada. Asintió finalmente, tomando su portafolio y retirándose del lugar. Juntó algunas cosas que había acomodado en la habitación donde trató a los pacientes, se despidió de las secretarias y se marchó. Una vez que estuvo en la calle, entró la realidad a su mente ¿Y ahora qué? No había continuado buscando empleo, y el dinero que tenía ahorrado se esfumaría cada vez más rápido conforme no lo utilizara como tenia planeado. En algunos momentos, mientras conducía de regreso a la casa de Brittany, sentía que le faltaba el aire con el pesado futuro que le esperaba si continuaba de acá para allá con trabajos temporales. Llegó varias horas más temprano de lo que ya acostumbraban, con la cabeza baja.
-¡Mamá! Saludó Axel corriendo a abrazarla. El calor de su hijo le hizo esbozar una leve sonrisa. Al levantar la mirada pudo notar que Brittany la contemplaba con curiosidad desde la cocina, y a su lado estaba Erick, como típicamente pasaba en esos últimos días. La bailarina se acercó con sorpresa.
-¿Que pasó? ¿Saliste más temprano…? En ese momento Santana no pudo más y cerro los ojos con fuerza mordiéndose los labios. A la bailarina se le paró el corazón con esa reacción. –San qué tienes…
Susurró acercándose, poniendo su mano en el hombro de la morena.
-Creo que será mejor que me vaya... Comentó Erick, al ver a la chica así. Brittany asintió, sin dejar de mirar a la latina. –De acuerdo, yo… te llamo a la noche o mañana...
-Mañana. Cortó la holandesa. El castaño asintió, saliendo rápido por la puerta sin agregar comentarios. Allí, finalmente Santana dejo caer unas cuantas lágrimas de rabia. Poco a poco se acomodó en el pecho de la rubia, que mantenía un nudo en la garganta. –Vamos ven… Dijo tomándola de la mano, yendo a la cocina. La sentó en la mesa, en tanto la morena se tragaba su llanto como los niños pequeños. La bailarina le sirvió un vaso de agua, acariciando levemente su espalda.
-Me despidieron… Susurró limpiándose las lágrimas.
-No… ¿Cómo que te despidieron? Repitió la rubia, con incredulidad, poniendo cara de sufrimiento.
-Era de esperarse, total era una estúpida suplencia. Comentaba la psicóloga parando de llorar. –Perdona si te interrumpí, es que hay días en que estoy…
-Sensible, si entiendo. No te preocupes, estábamos viendo unos precios de locales… Permaneció acariciando la espalda de la latina hasta que esta ya respiraba con normalidad. Pasaron un periodo de silencio, en el cual suponía que la morena pensaba en qué iba a hacer. –Escucha: no te alarmes, ustedes pueden quedarse todo el tiempo que sea necesario, aun si no consigues trabajo, a mí no me afecta.
-No, tú tienes tus cosas y empiezas a necesitar privacidad al igual que yo, en breve conseguiré un lugar donde quedarme y...
-No me molesta en lo más mínimo. Ahora que te despidieron creo que lo ideal es que te concentres en eso, antes que una casa. Aquí están bien… ¿O no? Dijo sonriendo levemente.
-Si, además estamos enfrente de las chicas y ya me estoy acostumbrando a que aparezcan en las mañanas…
-Esta decidido, no se moverán de aquí. Agregó ampliando más su sonrisa. –Todo va a estar bien. Dijo abrazándola levemente, aprovechando que por fin podía consolarla. La latina sintió que sus penas pasaban con ese calor, se sentía protegida y más tranquila.

Por las calles de Lima, los Fabray paseaban un poco. Insistentemente Rachel, disfrazada, quería ver tiendas para reformar el guardarropa de su pequeño diablillo. Digamos que a la abogada le aburrían bastante esos tipos de salidas, prefería hacer alguna actividad al aire libre, como un picnic, o ir al parque pero como era algo entre ellos tres, aceptó. Entraron sin que se diera cuenta, a una local de ropa para niños pequeños y bebes. Rachel babeaba con cada cosa que se le cruzaba enfrente, en tanto Iker estaba entretenido viendo todos los coloridos juguetes de los estantes.

-¡Mira lo que es esta preciosura! Exclamó la judía, haciendo que todos los presentes se quedaran viéndola. Quinn la miraba sentada en una de las banquetas para niños que había por allí. –Por dios cielo, admite que esto es demasiado tierno... Decía la castaña disfrazada de rubia, sosteniendo un mini vestido rosado de no más de treinta centímetros de largo. La abogada reía negando con la cabeza.
-Te estas encariñando con la idea… Dijo refiriéndose a su futuro sobrino o sobrina.
-¿Me vas a decir que tú no? ¿Quién es la que ha estado jugando con esos zapatitos durante todo el rato? Argumentó la actriz con una mirada llena de picardía. La rubia se paró y la beso leventemente en los labios. –Mmm espero que no te esté convenciendo para que nosotras también busquemos al segundo… Susurró entremedio del beso.
-Jaja ni lo sueñes. Solo extrañaba tus labios, judía rubia, locamente sexy…
-Disculpe ¿Este es su hijo? Interrumpió un empleado del local trayendo de la mano al Iker.
-Si. Dijeron ambas separándose.
-Me temo que ha roto uno de los empaques de los juguetes, las reglas dicen que ustedes se tienen que hacer responsables en caso de que esto suceda. Las chicas se miraron con resignada molestia.

-¡No podía romper algo pequeño! ¡No! ¡El muy lindo va y destroza la cosa más cara de todo el estúpido local! ¡Y para colmo es un juguete de niña! ¿¡En que demonios estabas pensando Abraham?! Gritaba la rubia caminando furiosa hasta su auto, en tanto Rachel hacia malabares con las bolsas, Iker y el famoso juguete que el niño había "roto". El pequeño caminaba con un puchero y la cabeza gacha.
-No tenias por qué hacer tanto escandalo Q, solo fue un empaque...
-¡Y ahí estas de nuevo excusándolo! ¡Siempre quedo yo como la mala de la película porque soy la que regaña y pone limites! ¡Pero también soy la que tiene que poner la cara con sus maldades, y pagar todo lo que rompe! Gritaba la rubia roja de furia, intentando abrir la puerta del auto. En algún momento tenia que estallar, ya eran varias las veces en que tuvo que soportar las actitudes del hijo de ambas.
-Perdóname mamita no lo volveré a hacer… Murmuraba Iker acercándose a su madre con una voz que hacia que la castaña sintiera que su alma se rompía.
-Siempre es lo mismo, me estoy cansando de tus mañas, ¡¿Y por qué demonios esta puerta no se abre?! Se quejaba la ex animadora dándole una patada a su vehículo, y logrando hacerse doler sofisticadamente la punta del pie.

-¿Quinn? En ese momento todos se giraron a ver de donde provenía esa voz.
-¿Quinn Fabray eres tú? Sonrió una chica pelirroja quitándose los anteojos de sol.
-¡¿Amber?! Exclamó la rubia olvidando totalmente la furia que tenia dos segundos atrás. Se acercó a la mujer y la abrazó con fuerza; deberían cambiar el nombre de Lima, por “Ciudad de los encuentros extraños y locos”. –Es verdad tu tenias esa proyecto con tu marido… ¿Cómo estas? ¿Qué es de tu vida? Amber también era abogada, el mejor promedio de la universidad de New York, fue allí donde le toco tener de compañera de banco a la rubia Fabray. En un disparate de su juventud se había casado a escondidas con su compañero de toda la vida Benjamín Jagger, y juntos residían en la gran ciudad en tanto terminaban sus estudios. Ambos eran abogados, y pese a los años, seguían más unidos que nunca. Siempre tuvieron la idea de mudarse lejos y tener centros de asuntos judiciales, dando la casualidad que Lima también poseía una de las cedes de su proyecto, ampliamente exitoso.
-De acá para allá con varios papeles que organizar, ¿Tú que me dices?
-Aquí me ves… con mi familia, asentándonos de nuevo.
-Vaya me encanta oír eso. Sonrió con ambición la pelirroja, haciéndoles un gesto con su mano a los judíos que escuchaban con curiosidad. –Disculpa estoy algo atareada. Pero…que diablos, vamos al grano ¿Tienes trabajo?
-Em… No, no de hecho como te digo estamos hace poco y…
-¡Perfecto! Perdón, soy un poco obsesiva con los empleos jaja. Tenemos vacantes en la oficina, podrías acercarte, hacemos una entrevista y hablamos de todo un poco, realmente este tema me tiene bastante loca ya; los abogados van y vienen y necesitamos personal... ¿Podría llegar a contar contigo? Esa pila de palabras dichas a una velocidad superior a la que Rachel utilizaba comúnmente dejo mareada a la ex animadora. No pensó que así como así podría llegar a obtener un nuevo empleo. Amber le sonreía con entusiasmo, esperando una respuesta. Le dirigió una mirada a su esposa que inclinó los hombros sin saber que decir, como pocas veces pasaba en el día... en el año, en realidad.
-Me dices la dirección y me acerco… Contestó Quinn, aun sorprendida.
-¡Genial! Fantástico, no sabes como me puedes salvar… Bueno, claro tenemos que ver tu currículo y eso, más que nada por reglas ya establecidas, pero me encantaría tenerte a bordo de mi equipo. Dijo la otra abogada dándole una palmada en el hombro a su ex compañera. –Te dejo una tarjeta del estudio, cuando quieras y puedas, te pasas y hablamos. Bien me tengo que ir ya, un gusto eh. Se despidió yéndose tan fugazmente como apareció. La rubia se quedó medio embobada con tal charla, pero dibujo una sonrisa en su rostro, entre tanto subía a su auto. Los otros dos no hicieron comentarios, suponiendo que ni bien saliera de su burbuja, volvería a recordar el enfado que le provocó Iker.

Por la noche las vecinas se reunieron para cenar en casa de las Faberry.
-Puedo ayudarte a repartir currículos San, o podemos buscar un vacío legal para los del consultorio y...
-Nada de juicios Fabray, déjalo así. Cortó la morena apoyada sobre el borde de la encimera. Quinn cortaba unos vegetales para armar una ensalada. –Me tomaré un descanso de unos días y saldré al ataque, empleo si o si voy a conseguir… Aunque sea en la esquina… Su mejor amiga le lanzo una zanahoria ante la tonta broma que había dicho. –Ya, era chiste… Murmuraba metiéndose en la nevera.
-¿Podrías esperar a que la cena este lista...?
-¿No se supone que compraron helado exclusivamente para que yo venga a comérmelo? Argumentó la latina sacando una paleta de chocolate del congelador.
-En realidad no se si fue por eso, o porque Rachel no encuentra otro modo de hacer que Iker se bañe…
-¡Te oí! Se sintió desde el salón, haciendo que las dos amigas se rieran. Luego de eso, la morena dirigió su mirada a la bailarina, que sonreía sentada más atrás de ellas, mandando mensajes. Suspiró de un modo en que la abogada pudo notarlo.
-¿Cómo va ese tema del proyecto Britt? Indagó la rubia Fabray.
- Bien, hemos ido a las zonas más humildes de la ciudad, y existen muchos niños con ganas de vivir de y por la música… Pero…
-¿Pero? Continuaba Quinn, con creciente curiosidad. La latina escuchaba sin entender.
-Algunos tienen bajos recursos, entonces no se permiten soñar de verdad. No pueden encontrar su pasión porque están demasiado concentrados en que sus padres no tienen trabajo, o cosas así. En ese sentido me siento afortunada… por lo menos yo pude seguir bailando a pesar de todo… Pero me gustaría tanto poder hacer algo, de última para que se distraigan…
-No todos pueden correr con suerte, ojala existiera más gente como tú en la ciudad, seguramente si se unieran podrían hacer algo bueno… Decía la abogada concentrada en lo que cocinaba. Santana no podía opinar de un tema que no conocía. Pero poco a poco creía darse una idea de lo que la bailarina tenía como plan o proyecto.

A la mañana siguiente, Erick llamó a la puerta. Brittany se había levantado temprano, totalmente acostumbrada a la rutina que estaba llevando a cabo con la latina. Pero ahora que ella ya no trabajaba, seguramente las cosas iban a cambiar un poco. Los Lopez continuaban en su cuarto, aprovechando la mañana para dormir unas horas más. Ambos amigos se saludaron de buen ánimo.
-¿Quieres un café? Indagó la rubia, caminando hacia la cocina en tanto se hacia una coleta, similar a la que usaba cuando era animadora. El castaño asintió con una sonrisa.
-Estoy sin cafeína hace varios días…
-¿Dónde dices que te estas quedando?
-En un viejo departamento de uno de mis amigos…
-Sabes, aun no tengo el gusto de conocer a esos chicos que hicieron tan buen trabajo de campo… Comentaba la rubia metiendo las tasas al microondas. Erick se relamió los labios.
-Es que… andan metidos en otras cosas también. Cosas con minifaldas jaja
-Ah ya veo, entonces que sigan pasándola bien. Pero ¿Les dices que estoy enterada de lo que hacen?
-Si, a ellos no les molesta. Murmuraba el chico mirando los muebles y los cuadros de reojo. Pasaron unos segundos de silencio, en los cuales la bailarina se concentró en el reloj del aparato esperando a que sonara la alarma; Erick aprovechó para hacer unos movimientos rápidos, para luego dirigirse hasta quedar atrás de la rubia. Sacó las tasas del microondas, pero al girarse choco con el profesor, volcando una buena cantidad de café en su camiseta.
-Ouch, lo siento… ¿Estas bien, te quemaste? Indagó de inmediato dejando las tazas en la encimera.
-No, no estaba tan caliente… Pero creo que allí se va una buena remera…
-Perdóname yo…
-No tranquila. Le sonrió. - Fue mi culpa…
-Ven, arriba tengo algunas camisetas que creo que te pueden quedar bien. Ordenó la bailarina corriendo hacia la escalera, un poco ruborizada. Erick la siguió a paso lento, sin dejar de contemplar todo a su alrededor. Se metió al baño, sin saber a donde ir. Segundos más tarde la rubia lo encontró allí.
-Ten, pruébate alguna… Sonrió con un tanto de timidez. El muchacho tomó un montón de camisetas de varios colores. Desabrochó los botones del cuello de la que tenia manchada, y sin ninguna clase de vergüenza se la quitó frente a Brittany. La bailarina miró hacia otro lado con una risa nerviosa: Ese chico tenia perfectamente marcados los abdominales, sin contar unas líneas que remarcaban su cadera a ambos lados. En tanto acomodaba la camiseta seleccionada para ponérsela, Santana salió repentinamente de su habitación. Una vez más, quedó completamente nula al ver a aquel hombre allí. Abrió y cerró la boca varias veces, viendo ese torso desnudo y bastante atractivo.
-Em, yo... Permiso, tengo que ir al baño. Balbuceo, cruzando las cejas. Brittany sintió que la sangre se le helaba al oír aquella voz tras su espalda. Últimamente lo único que la latina encontraba eran extrañas escenas entre esos dos, y no le caía nada bien, a la vista estaba. La morena se encerró en el baño, apoyándose contra el lavamanos. No sabia qué le molestaba más: si saber que ese sujeto cada vez le producía más desconfianza y Brittany se estaba acercando constantemente a él, o el hecho de estar algo de acuerdo con Rachel respecto a la particular sensualidad del mismo. Se lavó la cara para enfriar sus pensamientos, pero ya era tarde; su mañana había sido arruinada. Permaneció allí, hasta sentir los pasos de los otros dos por las escaleras.
Al volver a su cuarto, notó que Axel continuaba dormido. Se fijó un momento más en el espejo y pudo percibir algo raro: Hacia días que no traía puesto el colgante que sus amigas le habían regalado en New York, antes que viajara para Lima. Se extraño al no darse cuenta antes, ya que era una joya que traía como amuleto. Empezó a buscarlo con empeño entre las alhajas que tenia esparcidas por la habitación, pero no pudo dar con el. Se vistió con ropa cómoda para estar en casa y bajó, dándole una ultima mirada a su hijo que dormía plácidamente, sonriendo. Al llegar a la cocina, Erick se encontraba sentado en la mesa.
-¿Y Brittany? Indagó intentando sonar natural.
-Salió un momento, creo que tus vecinas querían pedirle algo… ¿Cómo has estado?
-Bien. Cortó tanteando la caja de cereales en la alacena.
-De acuerdo… ¿Me equivoco al decir que no te caigo muy bien? Dijo con voz de niño y una media sonrisa. La latina lo contempló por unos segundos, levantando una ceja.
-Soy así, desconfió de todo el mundo. Suspiró con fastidio.
-Si eso supuse… algo me ha contado Britt.
-Jaj, no me digas. Supongo que es bueno lo que estas haciendo con esas cosas de música con ella. Continuaba hablando sin mirar al profesor.
-Britt tiene un sueño bien armado, pero necesitaba de algunas herramientas para terminar de formarlo. Es un placer poder darle una mano… El castaño sonaba muy tranquilo, parecía no molestarle en lo más mínimo que a aquella mujer no le callera bien y le charlaba con total naturalidad. –Supongo que tienes que estar bien enterada de lo que ella quiere, al fin y al cabo, eres su amiga…
-¿Y tú quien eres para estar seguro de eso? Soltó la latina de pronto. El chico se quedó callado, esa respuesta podía tomar muchos significados. –Quiero decir… ¿Entiendes también lo que quiere?
-Perfectamente. Le contesto con convicción. – Me intereso, hacerlo me diferencia de…
-¿De qué? Anda dilo… Ordenó la morena empezando a irritarse sin sentido.
- Brittany es una buena chica, no se merece tener que andar soportando malos ratos. Indicó el castaño parándose de la mesa, sin completar la oración. Santana lo fulmino con la mirada. –Me tengo que ir, recordé que tengo unos asuntos. Si vuelve, dile que la llamare luego por favor. Hasta la vista.
Cuando el muchacho cerró la puerta, la latina ahogo un grito de frustración dejando su frente contra la nevera, estuvo cerca de estamparle la caja de cereales si no fuera porque contuvo sus impulsos. Minutos después la bailarina regresó a su casa.
-¿Y Erick? Indagó mirando hacia todos lados.
-Se tuvo que ir. Dijo fríamente la ex cantante. –Oye sin ánimos de ofender, pero trata de que no ande sin camisa cuando Axel estó despierto. Agregó con ironía, sin medir sus palabras. Brittany se sorprendió ante esa queja.
-No pienses mal San, se le cayo el café y yo lo…
-Me tiene sin cuidado. Solo fue una sugerencia.
-¿Qué pasa? ¿Acaso crees que haría algo desubicado frente a Axel?
-Yo no me refería a eso…
-Pero lo insinuaste... Erick es solo un amigo, no tienes de qué temer.
-Perdóname pero prefiero ser cuidadosa, antes que tener que andar lamentándome. Ese tal Erick tiene algo raro, si muy tierno que te esté ayudando con tu numerito de baile, pero los hombres siempre tienen segundas intensiones…
-No es un número de baile. Argumentaba la rubia, poniendo cara de tristeza. –En tal caso, se como comportarme, es mi casa y Ax…
-Bien, si, es cierto. No puedo opinar mucho porque yo estoy de allegada.
-San no dije eso, cálmate…
-No tranquila, yo estoy perfectamente ¿Sabes? Nos ahorraremos algunos disgustos, pronto pondré a mi hijo en una guardería, así dedicas tu tiempo a tus cosas, como debería ser.
-¿Qué? Ya me estoy perdiendo ¿Por qué quieres hacer eso? Mis cosas pueden esperar como hasta ahora, yo te estoy ayudando de corazón… La mirada casi suplicante de la holandesa hizo que la latina bajara a guardia. Había sido una tonta discusión sin sentido, pero no obstante se había empeñado en continuarla. Ahora no sabía si estuvo del todo bien decir eso. Estaba atacando a Brittany buscando sus puntos débiles, en este caso advirtiendo que Axel se convertía día a día en una debilidad para ella. Fue cruel y poco humilde, después de todo lo que aquella chica estaba haciendo. Pareció olvidarse por completo de todo el esfuerzo y dedicación que estuvo poniendo.Es más, ni siquiera entendía por qué había discutido todo eso. Ahora, parada frente a ella, se sentía un tanto culpable. Tragó saliva y asumió su parte.
-Per… yo… Lo siento es que… Los cambios de humor me están dominando demasiado. No es excusa, no debí tratarte mal…
-No te preocupes. Susurro Brittany con una sonrisa melancólica. –Supongo que lo haces por proteger a Axel, es cierto, una persona desconocida en casa da que pensar… Finalizó inclinándose de hombros.
-¿Estamos bien? De verdad no debí pensar, ser desconfiada me tiene asi… Dijo la latina sonrojándose un poco.
-Si San, no vamos a discutir por tonterías. Rio, saliendo para el salón. La morena se quedo viéndola; realmente no valía la pena enojarse por esas cosas. Pensó en lo que le dijo aquel chico: ella también podía interesarse más en los sueños y expectativas de Brittany, a fin y al cabo, eran amigas. Y muy en el fondo, sentía que estaba un tanto en deuda con ella. A partir de ahora le iba a prestar más atención, y la iba a apoyar cuando fuera necesario, y si podía, también ayudarla a alcanzar sus tan preciados anhelos. Se le iluminó un tanto la cara, al notar que se le estaba contagiando una pisca de la buena voluntad que la bailarina siempre irradiaba. Axel comenzó a llamarla, despertándola de sus planes y pensamientos.
La vida de esta mujer si que pegaba sus giros de vez en cuando.

mmm creo que ese erick no es buena persona ¬¬ y trama algo!! pff ahora haber con que nos sales . Por cierto suerte en tus próximos exámenes.

Erick es un salame que me cae mal.. ¬¬.. Tiene un " nose que" que no me gusta nada.. Y lo de Santana se llaman celos, que lo admita.. jajajajaja..

Suerte en los examenes.. beso..

Te había dicho que amo tu fic? asi como amo los acercamientos Brittana pero necesito mas es en serio -.- haha es dificil verlas separadas durante tanto tiempo :( me haces sufrir y San no le da ni un chance y que ni se lo ocurra con Smith todavia no entiendo como hay gleeks que pueden shippear Sebtana o sea No Esta Bien, No es Correcto :/

¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! (ya que le pasaba) Buenos ¿Dias? jeje recien me despierto :P es domingo, sepan entenderme. Mil gracias por los buenos deseos chicas, lo aprecio con todo mi corazón. Bueno a pedido de heathermylove ls traigo el siguiente capitulo :) A mediados de semana me daré un respiro para subir el siguiente, solo por estos dias voy a tardar un poco más en subirlo. Espero que les guste este cap, es bastante particular, y muestra un nuevo avance entre la relacion Brittana. Saludos y que estén bien.


Capitulo 36: Sueños compartidos

-Te repito que todo está bien.
-¿Y más o menos cuanto tengo que esperar para que prosigas con el plan?
-Dame unos días más, y en breve tendré su confianza entre mis manos.
-Que no sean días muy largos ¿Esta claro? Ya en breve me apareceré en tu puerta, y espero que me tengas mejores noticias, y buenos avances. Si es posible ya la segunda parte realizada…
-No te preocupes, hay algunos baches que voy solucionando.
-Lo que tú digas. Hasta la vista…

Por las calles de Paris, Kurt y Blaine paseaban tranquilos. Se dirigían a la preciosa torre Eiffel, para contemplar la vista desde lo más alto. El diseñador mandaba mensajes cada dos por tres, cruzando las cejas. Habían pasado rápidamente casi dos semanas desde que escuchó esa charla de su novio con su amigo, y tenía aun sentimientos encontrados al respecto.
-¿Con quien hablas que te enojas así? Preguntaba Blaine dándole un empujoncito.
-Es el pesado de Ernest con eso de Vogue. Dios, no entiende que no quiero moverme de Francia.
-¿Por qué? ¿Tienes que viajar?
-Ni en sueños, que se las arregle él, sino para qué tengo un manager. Respondía el castaño mientras subían por la torre. Iba un tanto nervioso, mirando hacia todos lados. Su chico le tomó la mano, regalándole una de sus mejores sonrisas. El ojos claros correspondió, apoyando levemente su cabeza en el hombro del contador. Pasaron un rato abrazados, contemplando la excelente vista que adquirían desde lo más alto de la torre. Kurt, finalmente rompió el silencio con un suspiro para tranquilizarse.
-Me siento un hombre totalmente realizado estando aquí a tu lado Blaini… Dijo casi en un susurro. El ex cantante le dio un leve beso en los labios como respuesta. –Estamos bien ¿verdad? Es decir, nuestra relación marcha bien, nos llevamos bien y…
-Todo es perfecto si estamos juntos. Sonrió el otro castaño interrumpiéndolo. Kurt sonrió ampliamente al oír esas palabras. Tomó valor, continuo con su relato.
-Amor… hay… algo que eh estado pensando.
-¿Es otra vez lo del papel tapiz? Porque ese color me parece…
-No, no, ya me quedó claro que no quieres que lo cambie. Y está bien, me gusta cumplir tus caprichos.
-En algún momento ya también tengo que empezar a hacerlo. Aunque más que nada, quiero dedicarme a hacer todos nuestros sueños realidad.
-¿Quieres empezar ahora? Murmuró con voz de niño el diseñador, mirándolo de una manera penetrante.
-Si está a mi alcance…
-¿Seguro?
-Por ti, lo que sea Kurt… El ojos claros se relamió los labios, inspirando profundamente para no emocionarse antes de empezar a hablar de nuevo. Le sonrió a su novio y prosiguió.
-En unos días serán tres meses desde que estamos juntos. Inicio, poniendo su mano en el bolsillo. –Y en todo este tiempo, además de delirar contigo a cada minuto de mí existir, también me he ido convenciendo de algo que anhelo con toda mi alma. Continuaba, rebuscando algo. Blaine lo escuchaba con curiosidad. –Te amo demasiado Blaine Anderson, y quiero poder gritar a los cuatro vientos todo eso que siento. Hablaba, en tanto sacaba una cajita aterciopelada abriéndola frente a los ojos de su chico. El contador se llevó una mano a la boca, retrocediendo unos pasos: era un anillo de oro blanco, que relucía unas iniciales grabadas: "B & K", con un corazoncito a cada lado. Los ojos de ambos estaban iluminados. -Pu-puede que sea muy pronto para ti, y lo entendería, pero no podía resistirme yo… Comenzaba a excusarse ante la cara de su novio. Si Blaine le decía que no, ni siquiera podía imaginar la reacción que podía llegar a tener estando allí arriba. Finalmente el castaño sonrió, como despertando de un sueño.
-¿Me estas pidiendo…?
-Si, si lo quieres ver y oír así… Si. Decía el diseñador abriendo la boca varias veces. - Eres el amor de mi vida, y quiero, por fin, poder sellar eso con esta unión tan importante así que ¿Quieres casarte conmigo? El contador tomó el anillo con delicadeza. -...Tendremos tiempo para planear una bella ceremonia, como nosotros soñemos… Por favor di algo. Hablaba rápido, esperando una respuesta, muriendo de ansias.
-Jaj… Acepto. Sonrió el otro castaño agrandando su sonrisa a niveles únicos. Se puso el anillo viéndolo con incredulidad y emoción. Ambos se abrazaron fuertemente sin dejar de sonreír, dejando caer unas lágrimas de felicidad.

En Lima, Iker se estaba hartando de escuchar a su amiga, que recordó que él era su amor platónico.
-Y cuando tengamos diecicinco, podríamos salir de viaje un poco antes de entrar a la secundaria ¿te gusta la playa? Podemos ir a la playa…
-Decidí en un claro momento de mi vida que no me gusta la playa.
-Oh… ¿Cuándo?
-Ahora mismo. Cortó el mini judío saliendo a buscar el balón de futbol de su primo. Sentados en el césped, un tanto más lejos, se encontraban los padres de los tres pequeños. El buen clima demarcaba la pronta aproximación del verano, cada vez más perceptible en los rayos de sol. Kim hizo un puchero cruzando las cejas, no le agradaba discutir con Iker. Vio que uno de sus zapatos estaba desabrochado, por lo que con un tanto de actuación, se tiró al piso.
-Au… ¡Odio estos cordones! Inevitablemente el judío escuchó esa queja, girando los ojos con fastidio. Se acercó a su amiga con la clara intención de ayudarla una vez más; la pequeña Hudson se reía interiormente.
-Mira mejor ponte unas cajas de pañuelos y así no tengo que andar todo el día con esto… Murmuró apretando los dientes, en tanto hacia un nudo con el cordón. La castaña le dio un beso en la mejilla.
-Gracias Aik. Sonrío. El joven Fabray se echó para atrás con cara de espanto. Pero peor, veinte veces peor, fue la cara de Axel que vio toda esa escena cuando se estaba acercando. En cuestión de tres segundos, los primos comenzaron a generar un idéntico puchero en sus labios, dejando caer unas grandes lágrimas. El moreno salio llorando en busca del consuelo de la única mujer que sabía que no le rompería tan feo el corazón. ¿Quién dice que el amor es para los adultos? Santana escuchó el llanto de su pequeño y corrió a su encuentro, abrazándolo contra su pecho.
-Mi cielo ¿Qué pasa? ¿Te golpeaste? ¿Qué te duele? Sus amigos los contemplaban, sin entender. Seguidamente Iker apareció al lado de sus madres, mordiéndose los labios y llorando en modo mute.
-¿Aik? Indagaron las Faberry notando el malestar de su hijo.
-Esto ha sido lo más vergonzoso que eh pasado en mis cuatro años de existencia madres. ¿Cómo se supone que voy a superarlo? ¿¡Con qué derecho!? Dramatizaba casi a gritos el castaño, ante la mirada de las chicas. Finn no entendía nada del tema. Le hizo una seña a Kim para que explicara lo que pasaba.
-No sé por que llora Axel, pero supongo que Aik lo hace de felicidad luego del dulce beso que le di. En ese instante, todas las mujeres presentes en el patio miraron de manera asesina a los Hudson. El vendedor tragó saliva, le esperarían varios dolores de cabeza con esa hija suya. Tras una tableta de chocolate, los primos volvieron a sus juegos, aunque Axel prefirió irse solo, claramente estaba ofendido con Aik.

-Lo único que me faltaba es que venga tu hija a hacer llorar a mi niño, Hudson.
-Pe-pero si yo no hice nada… No es mi culpa que todos sean unos sentimentales.
-A lo que va Santana es que Kim tiene actitudes de grande algunas veces, oh bueno eso creo. Interrumpía Rachel evitando que se arme una discusión entre sus amigos.
-No, yo me refiero a que mi pobre Ax es un dulce, y ahora se le rompió el corazón. ¿Cómo un Lopez puede caer así ante alguien de tu especie? Dios… Quinn negaba con la cabeza, le parecía increíble como se repetían algunas historias. En tanto charlaban, Brittany regresó del centro, con una sonrisa.
-Mmm... ¿A qué se debe esa carita? Indagó Finn con picardía
-La vida es bella, ya por eso debemos sonreír. Comento la bailarina tomando asiento junto a la latina. – Eh estado viendo algunas cosas…
-¿Y que tipo de cosas? Se interesó de inmediato Quinn.
-Bueno, no se tienen registros de ningún programa musical aquí en Lima. Por más que la investigación que me mostró Erick…
-¿Qué programa musical...? Interrumpió repentinamente Santana. –Perdona, me eh perdido y si no te molesta quisiera oír un poco. Todos la miraron con sorpresa. Brittany sonrío de nuevo.
-Es cierto, no he hablado contigo de eso. Estos días he ido de acá para allá y no me tome el tiempo de contarte. Inicio la bailarina hablando con dulzura, le agradaba notar que su amiga comenzaba a tomar interés en lo que ella hacia. –Veras… Esta ocurriendo una especie de oleada cultural en Lima, los jóvenes se interesan por la música incluso más que antes. Debe ser porque es un refugio único, que libera lo que cada uno siente adentro. Se identifican, y gozan con ello en silencio. Nosotros cuando estábamos en el coro podíamos notarlo… Todos asintieron con simpleza -…Pero el problema que noto es que no hay mucha gente dispuesta a darle la importancia que esto se merece. La tecnología, y con ello la sociedad, ha avanzado tan rápido en estos años buscando entretener y complacer, que forma una especie de rechazo hacia la búsqueda y el interés de lo que apasiona, de los sueños. Claro hay más factores que me explico Erick, pero este es el que más me importa. Los chicos pueden tener sueños, como nosotros los teníamos, pero no un lugar donde dejarlos salir y notar que son buenos, entonces los guardan. Y de haber sitios son demasiado prestigiosos y de poco acceso a cualquier persona…
-Entonces lo que quieres es enseñarles… Susurraba Santana entendiendo la idea.
-Claro, se que no podría encontrar a todos los chicos y jóvenes que realmente quieren hacer algo con respecto a la música. Pero… Ahora que eh visto esos números y a la gente de los lugares más sencillos, me pongo a pensar… ¿Qué puedo hacer? Bueno si hay algo que amo es bailar, y hacer coreografías. Me encantaría poder tener un lugar para enseñarles a bailar a los chicos que quisieran y pudieran. La rubia explicaba con los ojos iluminados, pero poco a poco borraba su sonrisa, sin lugar a dudas ese sueño estaba muy presente en su corazón; era una de las pocas ambiciones que fue creando a lo largo de los años. Si lograra abrir un sitio para poder bailar, y de paso ayudar de algún modo a la gente, entonces se sentiría totalmente realizada como persona. Santana escuchaba enternecida, nunca pasó por su cabeza que aquella chica se interesara tanto en el bien de los demás. Estuvo toda esa tarde pensando en las palabras de la rubia. Ya por la noche se quedaron despiertas hablando un rato con Quinn. Había algunas cosas que la latina no entendía, y prefirió despejar sus dudas, además si preguntaba significaba que pretendía interesarse más; lo cual era cierto.

-Britt dime una cosa… ¿Qué te detiene para cumplir tu sueño?
-¿Qué sueño San? La latina giró los ojos, no sabia como etiquetar lo que deseaba su amiga.
-Lo de enseñar baile a los chicos…
-Ah… Oh… balbuceo la bailarina poniéndose a pensar. Algunas cosas había evaluado junto a Erick, pero más que nada como un ejemplo, no como algo concreto. –Bueno básicamente un sitio, tiene que ser espacioso, de buena acústica y que no tenga cosas peligrosas… Eh visto algunos lugares, pero están en el centro y son tremendamente caros.
-Entonces lo que te falta es el dinero.
-Como todo, el factor económico es lo que siempre interfiere en la realización de un sueño. Argumentaba la bailarina tomando asiento en el sofá. –Por otro lado esta la distancia, tanto para mi acceso como para los chicos de los barrios…
-¿Es bastante complicado no? Es decir podrías conseguir un lugar, pero hay que mantenerlo sin contar otros gastos que siempre se van sumando. Hablaba Quinn, que no le perdía el pie a la conversación.
-Bueno… Distinto seria si yo comprara un local. Ahí se quita el alquiler, eso ya es mucho. Vi al pasar un lugar algo abandonado que estaba a la venta, en buena localización y todo. No me pareció demasiado costoso, pero necesitaría algunas reformas.
-¿Y si te asocias con otros corógrafos? Continuaba la abogada.
-No conozco muchos. Dijo la holandesa inclinándose de hombros.- Pensé en eso de asociarme con alguien, como hizo Artie con su novia por la tienda de música, pero no encuentro aun gente capaz... Las tres se quedaron pensando. Brittany suspiro un tanto molesta, pero más que nada porque sentía que no se estaba esforzando lo suficiente en lo que le interesaba. Finalmente Santana hizo una increíble pregunta.
-¿Y solo enseñarías baile...? Las otras dos la miraron con curiosidad. –Digo… Esta bien, seguramente muchos chicos se interesan, incluso a Axel le gusta bailar, pero puede que también quieran aprender guitarra, o piano… o canto.
-Los instrumentos hoy por hoy los puedes aprender a tocar poniendo tutoriales en Internet y en las escuelas enseñan gratis en las clases de música… Refuto Quinn, pensando en la opción largada repentinamente. Santana agachó la cabeza, al menos lo intento.
-Pero no el canto. Pensó Brittany en voz alta, esbozando una sonrisa. –Se tiene que practicar a diario, aprender a respirar, afinar…
-Si bueno eso no es difícil, hasta yo puedo enseñarlo. Dijo la latina inclinándose de hombros. El corazón de la rubia comenzó a latir bruscamente, tomando conciencia de aquellas palabras.
-¿Enserio lo harías...? Indagó generando una nueva y fantasiosa idea en su cabeza. La abogada pudo notar la ilusión y el entusiasmo que surgía de las palabras de su amiga.
-¿Enseñar canto? Pff sencillo, bastaría con que cante alguna canción de Adele y medio pueblo estaría esperando en la entrada. Bromeaba la morena. Paró de reír al notar la mirada de las rubias.
- Miren que cosas, una quiere enseñar canto y la otra, baile… ¿No es raro? Se metió Quinn. El silencio cundió en la sala. Santana se quedó pensando; en realidad le salio del subconsciente todo eso. Claro que no le molestaría enseñar lo que sabía, además con ello podría cantar las veces que quisiera sin tener que guardar su voz solo para la ducha. Pero era un disparate solo pensar en dedicarse a eso, ahora tenia que buscar trabajo, no podía ponerse a planear algo así.
-Aguarden aguarden, entendieron mal. Fue solo una sugerencia… Ambas la miraban con la boca entre abierta. –Yo soy psicóloga, chicas vamos…
-Pero con esto estaríamos dándole apoyo a mucha gente… Brittany ya tenia la idea totalmente clara, pero se detuvo al ver la cara de la morena. Quinn asintió dándole la razón a la holandesa.
-San, tu tienes dinero, con eso sin dudas podrían adquirir el local que dice Britt.
-¡Wow, Woo! No delires Fabray, eso es para mi casa y...
-No San, de todas formas no permitiría que hagas tan gran gasto. Perdona, me ilusione sin sentido. Dijo la bailarina agachando la mirada. –Pero gracias por la sugerencia, quizás pueda encontrar a alguien con quien asociarme… También yo puedo… No se… vender mi auto eh ir ahorrando.
-¿Tan decidida estas con ese sueño? Murmuró la latina algo sorprendida.
-Si no lo hago ahora que soy joven… ¿Cuándo? El tiempo pasa, y esos chicos van a crecer, seguramente estudiando carreras largas y aburridas, pero por lo menos me gustaría que lleven en el recuerdo algo parecido a lo que yo siento por el Club Glee, un lugar donde pudieron soñar sin miedo. Santana se quedó muda ante esas palabras, ahora no sabia qué más decir. Eran argumentos muy simples, que complementaban totalmente el sueño de la rubia, pero eran ciertos y creíbles. Ella entendía cuando se refería al sentimiento que el antiguo club del coro les generaba: No faltaban a ninguna clase, allí se sentían aceptadas e incluidas. Felices porque podían hacer lo que les gustaba, bailar y cantar. Si, ella estudio una carrera, pero esa misma carrera servia para ayudar a otras personas. Como podría hacerlo también enseñándoles a chicos que no tienen tanto acceso a una prestigiosa escuela de música. Además seguramente tendrían muchas cosas guardadas que contar.

Luego de un rato de hablar, la bailarina se fue a dormir; al día siguiente tenia más planes y tendría que levantarse temprano. Sus dos amigas continuaron juntas en el salón.
-Pobre Britt, si que se entusiasma pero luego la realidad le apaga toda llama de ilusión… Santana suspiraba, su amiga no pretendía cambiar de tema. La mirada fija de Quinn comenzaba a incomodarla.
-¿Qué Fabray, qué?
-Sabes que puedes hacer un gran acto de humanidad ayudándola ¿Verdad?
-¿Por qué no le das tu dinero si tanto quieres aportar?
-Con Rachel lo guardamos para la universidad de Aik, y lo sabes. O en caso de emergencias…
-Claro y lo mió no es una emergencia por que…. Q, yo no tengo casa, ahora no tengo trabajo. No puedo ni soñar en gastar ese dinero. Discutía la latina sin cansarse.
-No te estoy obligando a que lo hagas San… Pero yo no lo veo como un gasto, seria una inversión. Ahora pones dinero y después regresa, o que ¿Crees que no van a cobrar aunque sea una minima cuota? Hasta Britt pretende vivir de eso, imagínate.
-La casa Quinn, concéntrate, cae en la realidad. Chasqueaba los dedos con rapidez.
-Tendrías trabajo, y no dudo que Britt dejaría que te quedes aquí el tiempo que sea.
-Bien, estas de su lado… Aquí no hay nada más que discutir. Corto la morena, cansándose del tema. Quinn la tomó de la mano. Podía notar que la latina se había interesado de verdad en la idea de su otra amiga, y eso le caía bien. Muy en el fondo, algún otro vinculo tendrían que formar, y qué mejor que el de compartir un sueño.
-Se que ninguna de las dos ha tenido la culpa de separarse San, y que aun te atemoriza confiar en ella. Pero esto que Brittany quiere es algo genial, y humano. Solo desea ser feliz haciendo lo que ella ama, y enseñándoselo a chicos que temen soñar en grande. Tú también quieres ser feliz, y tus sueños son un tanto diferentes porque tienes una familia por la cual velar, pero ella esta sola luchando por sus anhelos también, como tú. ¿No seria mejor caminar juntas sin perderse, antes que deambular solas por un complicado laberinto? Piénsalo… No se deben nada, están en paz. Son amigas… Si fuera yo, o Rachel la de la idea, ¿no nos apoyarías si pudieras?
-Es diferente…
-¿Por qué? ¿En que nos diferenciamos con Britt? Escucha solo digo palabras, lo que me parece. Estas en tu total derecho de no escucharme. Pero hay algo que las une, y es el hecho de que siempre soñaron, por más que hubo momentos en que sintieron que no tenían ninguna expectativa en su futuro…y a mi parecer cuanto más lejos sueñas, más lejos llegas… Finalizó la rubia dándole un beso en la mejilla. –Nos vemos mañana, descansa, recuerda lo que te dijo la doctora.

Cuando cerró la puerta, la latina fue a la cocina hundida en sus pensamientos. Sobre la mesa había varias carpetas y algunos papeles. Miró hacia todos lados, en realidad de forma ilógica ya que sabía que las únicas personas que podían estar allí a esa hora eran Axel y Brittany, y ya estaban más que dormidos. Leyó por encima los títulos de las cosas, en general debía ser todo en lo que el famoso Erick estaba trabajando. Los dejó de nuevo en la mesa, buscó un vaso de agua y lo bebió con energía. Cuando se disponía a apagar la luz de la habitación, dio un último vistazo a la pila de papeles. Agachó la mirada unos segundos, gracias a su amiga Fabray ahora no se podía quedar tranquila. Finalmente se sentó en la mesa, comenzando a inspeccionar en detalle cada una de las hojas: Muchos presupuestos, estadísticas y escritos. De varias ciudades existían datos, pero se interesó solo en Lima. Tras dos horas de lectura que no percibió que pasaron, la idea de Brittany resonaba en su cabeza. Uno de los últimos papeles era un escrito bastante extenso con la letra de la bailarina. Sonrió para si, notando que también había dibujos, caritas felices, y letras de canciones. Ahí explicaba totalmente el sueño de su amiga. Se inclinó para atrás en su silla, cambiando por fin de posición, ni bien terminó de leer. Entre cerró los ojos, inconscientemente barajando cifras. Al percatarse de lo que estaba haciendo se levantó de golpe, ordenó medianamente lo que había desarreglado y se fue a “dormir”.

Pasadas dos mañanas, el silencio cundía en aquella casa, Brittany se levantó con un poco de pereza, se dio una ducha rápida y bajo ideando un nuevo desayuno para variar. Se sorprendió al notar que la mesa ya estaba puesta, las tostadas recién calientes humeaban en los platos impregnando con su aroma.
-Buenos días. Saludó la latina con una sonrisa, sirviendo agua hirviendo en su taza.
-Ho-hola… Se trabo la bailarina algo sorprendida. Su amiga le hizo una seña para que la acompañara. –Quiero creer que eso no es…
-Para mi té, para ti café ya lo tengo claro. Cortó la morena girando los ojos. Desayunaron juntas hablando de los planes que tenían cada una para la tarde. Finalmente la ex cantante se decidió a hablar.
- "La vida, para vivirla a plenitud, requiere que estés dispuesto a soltar la seguridad de lo que tienes para ir tras la manifestación de lo que quieres" La rubia la miró con curiosidad, intentando comprender esas palabras. –Jaj… Mi papá decía eso, se lo dijo a mi hermano cuando quiso estudiar medicina. Luego hizo una placa que lo repetía y la colgó en la entrada. Mi mamá la tiro a la basura una vez que discutieron…
-Era una linda frase….
-¿Tú temes de los riesgos?
-De los riesgos nacieron mis sueños San. Cuando logre escapar, estaba aterrada de que me encontraran, pero si no salía nunca iba a llegar a lo que soy. Es cierto que también es una cuestión de azar, pero arriesgarte trae siempre algo bueno, aunque sea una enseñanza. La latina asintió ante esa respuesta.
-Escucha, lo he pensado y recalculado unas cuantas veces, y… Decía en tanto le acercaba la hoja con los dibujos, que había conservado para seguir leyéndola una y otra vez. –Podemos lograr esto, tienes mi apoyo. La bailarina abrió y cerró la boca varias veces sin saber qué decir ¿De verdad estaba escuchando lo que estaba escuchando? –Mira: cuento con un capital de lo que gane con la venta de mi consultorio y el departamento, eh gastado un poco, y con eso aun no llegaba a comprar una casa. Pero aun así es suficiente como para adquirir el local que nombraste, vi las cifras y si se puede…
-¿Hablas enserio Santana…? No, no, no espera, esos son tus ahorros jamás podría pretender…
-Relájate, obviamente guardare una mínima parte por cualquier eventualidad. Te dije que lo he estado pensando. Continuaba con una tranquilidad pocas veces vista. Inevitablemente a Brittany se le dibujo una sonrisa cargada de millones de hermosas sensaciones. –Me tomé el trabajo, o el descaro en realidad, de ver lo que tu amigo te mostró, y se ve bien, aunque haría que Quinn lo leyera para sacarnos de dudas…
-Entonces… seriamos como… ¿Socias? Murmuraba la bailarina aun incrédula de lo que estaba pasando.
-Viéndolo de varios aspectos…. Si. No niego que tu sueño es increíble, y no es imposible de lograr. Aunque tendremos que trabajar bastante…
-Claro, si. Solo necesitaba ese apoyo… Decía la rubia agachando la mirada nerviosa, ansiosa.
-Britt…Solo espero que esto funcione porque hay bastante en juego.
-A partir de ahora esta casa es tuya San. Soltó su amiga poniéndose de pie. – Creo fielmente que funcionara, si que lo hará, lo dicen los datos. Y en caso de que no fuera así, yo tomo mi mochila y te dejo con todo. Ya al menos lo que tanto anhele podría haberlo cumplido.
-Bueno tampoco exageres, no es la idea yo solo… La morena se vio atrapada por los brazos de la rubia que la apretaron fuerte contra ella. Un abrazo de gratitud, de cariño, y felicidad.
-No sabes lo feliz que me haces con esto. Jamás voy a dejar de agradecértelo. No te vas a arrepentir, le voy a poner todo mi esfuerzo para que tengamos una de las mejores academias de baile y canto en Lima. Hablaba rápido, con los ojos iluminados, casi rosando las lágrimas. Santana solo sonrió, esperando que todo eso que estaba haciendo realmente fuera lo correcto. Tanto por Brittany, como por ella. Tendrían que empezar pronto, aun había cientos de cosas por ver. Pero sin lugar a dudas, unidas seria más fácil, tal y como dijo Quinn. Tras hablar activamente de lo que comenzarían a hacer, la rubia salió disparada a contarle la noticia a su reciente amigo, en tanto Santana reafirmaba un pensamiento positivo por primera vez en bastante tiempo: todo seria una inversión, un modo de ayudar. Las Faberry se tenían que enterar de la nueva sociedad que sus amigas estaban tramando.

Tras llamarlo, la bailarina se encontró con Erick en el centro. El muchacho salía de una ferretería.
-¿Qué haces con todo eso? Indagó Brittany viendo el montón de cosas que el profesor cargaba.
-Emm, un amigo quiere modificar unas cosas en su conexión de gas, y me encargo que lo ayudara a comprar estos elementos… ¿Estas bien? Preguntó notando que la rubia permanecía en una burbuja.
-Estoy feliz Erick, voy a abrir la academia. Contó sin dejar de sonreír. El castaño soltó todo lo que tenia en las manos, tomándola por los hombros.
-¿De verdad? La rubia asintió, llenando su cabeza de ideas. –Wow eso es genial, te felicito. Agregó el hombre, poniéndose feliz con la buena noticia.
-Gracias, esto es como un milagro. De verdad, me parece increíble…
-¿Pero como harás, con que fondos…?
-Santana me va a ayudar, seriamos socias, yo enseño baile y ella canto… Explicaba la holandesa con euforia, en tanto a Erick se le iba desdibujando la sonrisa, cambiando su cara en varias oportunidades en tanto escuchaba. Cuando la rubia terminó de hablar, el muchacho la abrazo fuertemente.
-Estas cumpliendo tu sueño eso es lo que importa… Le susurró al oído pensando en varias cosas. Cuando se fueron separando lentamente, aquel castaño no pudo resistir más: llevo una de sus manos a la mejilla de Brittany, y sin permiso alguno, la beso en los labios con demasiada pasión. La rubia se sorprendió ante esto, corriendo su cara de inmediato, pero despegando lentamente sus labios. Erick pudo notar que se había propasado, pero entre sus pensamientos surgió la potente necesidad de actuar.
-Pe- perdona es que… No me pude controlar yo…
-No tranquilo. Corto la bailarina un tanto molesta, había pasado demasiado tiempo sin que aquel chico no hiciera algo así. No le agradó en lo absoluto que fuera tan brusco, algo en ese beso sabia mal. –Creo que mejor me voy… Dijo notando algo raro en la mirada de aquel castaño.
-No espera puedo explicarlo…
-No, tengo muchas cosas que hacer. Gracias por todo Erick, te llamo cuando pueda… Se alejó presurosa, ahora un tanto confundida. Continuaba feliz, pero lo que el profesor había hecho no fue lo indicado.
-Maldición… Maldición… estas arruinando las cosas, maldita sea… Dijo aquel hombre apretando los dientes, viendo como la rubia se marchaba en su auto. No se esperaba que gracias a lo que estaba haciendo él, aquella chica de verdad comenzara a luchar por lo que quería.



Hola de nuevo, espero que no se hayan aburrido. Gracias por leer, les dejo aqui un link de una nueva historia que estoy escribiendo por si quieren pasar a espiarla. ¡Gracias chicas!

http://www.gleeklatino.com/t14979-fanfic-angel-del-mar-capitulo-i

Así que por mi peticion subiste el capitulo.. te puedo hacer otra peticion como por ejemplo un beso entre estas dos? jaja es broma! aunque nos harías muy felices eh!! bueno pasando al capitulo! me mato de risa lo de los niños el beso! axel llorando y aik se ve que es bien dramático como su mama jaja, y bueno lo de la asociación de las brittana me encanto ojala y todo les salga bien.. ahora si erick me callo mal ¬¬ espero y no pase nada que estropee los sueños de mi amada britt

¿No seria mejor caminar juntas sin perderse, antes que deambular solas por un complicado laberinto?, sabias palabras de una de mis rubias favoritas, Quinn, perdon por no haber cometnado antes, pero ya estoy aqui de nuevo, mori de ternura con axel llorando or ver el beso que kim le dio a Aik, esos niños me encantan, amo brittany y por eso leo los fic sobre ellas per en este creeme que siempre espero esos momentos con los niños, no me canso de decirte que son geniales y los adoro, por otra parte no esperaba que santana reaccionara asi, señales de que esta mejorando e intentando avanzar y ahora ayudando a brittany con su sueño, simplemente perfecto, ahora erick de por si no me caia bien con eso que hizo menos pero creo que servira para algo. Esperando els iguiente y un abrazo, ya lei el otro fic y esta genial.