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Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
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Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Soy una gran fan de tu ff, hasta ahora lo leia en las sombras :P creo que San esta conociendo su lado de chocolates y corazones ñ.ñ.
Los 18 azotes me dolieron :S creo que yo tambien correria como muchas :S que no haga llorar a Britt....
Actualiza pronto me tienes muy enganchada :)
Los 18 azotes me dolieron :S creo que yo tambien correria como muchas :S que no haga llorar a Britt....
Actualiza pronto me tienes muy enganchada :)
Gudu* - Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 25/05/2013
Edad : 32
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Me encanta ver que actualizaste, la verdad el capitulo me gusto mucho. me gusta ver como Santana se preocupa por Britt.
Estoy tan ansiosa como Brittany por saber mas de las sombras de la latina, pero habrá que esperar, excelente capitulo como siempre.
ah! me olvidaba, la verdad tu adaptación es muy buena, pensalo si no lo fuera no tendrías casi 60 like's, más la gran cantidad de anónimos, uff... tu fic es bueno, muuuuyy bueno.
Saludos.
Estoy tan ansiosa como Brittany por saber mas de las sombras de la latina, pero habrá que esperar, excelente capitulo como siempre.
ah! me olvidaba, la verdad tu adaptación es muy buena, pensalo si no lo fuera no tendrías casi 60 like's, más la gran cantidad de anónimos, uff... tu fic es bueno, muuuuyy bueno.
Saludos.
£§t®ãnG€®* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 27
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
que capitulo mas...ummm .....diverso .....demasiadas cosas juntas en uno solo....pobre de mi britt...santy no hagas eso pliss...nada mas quierela...
yo tambien quiero leer esos 4 capitulos...porfa...siiii!!!
saluditos hasta el domingo....cuidate mucho....
yo tambien quiero leer esos 4 capitulos...porfa...siiii!!!
saluditos hasta el domingo....cuidate mucho....
jas2602** - Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 05/02/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
jope... menudo capitulo!
hasta los azotes me han dolido hasta a mi, e incluso me he sentido como britt, toda hecha un saco de lagrimas jajajaja que quiero decir con eso? que escribes explendido y consigues atrapar al lector a tal profundidad que es imposible no dejar de pensar en esta historia y esperar ansiamente la continuación!
Espero la actualizacion de los cuatro capitulos pleaseee
he contado que conmigo vamos 19 comentarios, podrias perdonas uno? XD
hasta los azotes me han dolido hasta a mi, e incluso me he sentido como britt, toda hecha un saco de lagrimas jajajaja que quiero decir con eso? que escribes explendido y consigues atrapar al lector a tal profundidad que es imposible no dejar de pensar en esta historia y esperar ansiamente la continuación!
Espero la actualizacion de los cuatro capitulos pleaseee
he contado que conmigo vamos 19 comentarios, podrias perdonas uno? XD
Elisika-sama**** - Mensajes : 194
Fecha de inscripción : 01/12/2012
Edad : 30
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Comentario #20! yaaaaay!! jajajajajaja me encanta tu adaptación. Me la paso actualizando la página a cada rato para ver cuándo publicas algo nuevo =D
Reto cumplido, así que esperamos los 4 capítulos juntos xD
Muchos saludos!!
Reto cumplido, así que esperamos los 4 capítulos juntos xD
Muchos saludos!!
kAh0sR* - Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 19/06/2012
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
mira hasta tienes mas comentario porq soy la num #21 wiiiiii jajajaja actualizaaaaaaaa
airin-SyB***** - Mensajes : 216
Fecha de inscripción : 28/01/2013
Edad : 30
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Jajajjaa ya actualiza anda :D
Kristen Rivera****** - Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Quiero los cuatro capitulos jajaja. Espero que actualices niña. TE quedan geniales cada capitulo que terminas de modificar. Suerte
Maruu Crissvera** - Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 30/12/2012
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Esperando los 4 capituloooooos tic toc.. Jaja
MariaDPP* - Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 18/09/2012
Edad : 32
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Esperando tu actualización...no nos hagas mas larga la espera!!!!
4LoveIsLove* - Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 02/04/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
esperando los merecidos 4 capitulos!!! jjujuju!!!!
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
oooook nueva lectoraaaa!!! llevo leyendote desde hace unos dias, solo que queria comentar hasta que te alcanzara en los capis ( trabajo y no puedo leerlos todos de un tiron jajaja) pero ahora ya lo hicee asi que aqui voy.
tuviste una gran idea al hacer la historia de 50 sombras de grey en fanfic brittana, era un exito cantado jajaj y mira, lo es XD... yo no he leido el libro, habia escuchado de el, pero aun no tenia la fortuna de leerlo, ahora me calcome mas la duda, pero creo que si lo hago, este fic ya no seria lo mismo jajaja por lo que tal vez en un futuro lo hare, pero una vez ke tu termines el fic, por cierto, mas o menos como cuanto llevaras del libro?? mera curiosidad jajajaj se que dijiste que adapatarias los tres y eso me da mucha felicidad!
No me queda mas qie felicitarte, esta historia es adictiva y se agradece bastante tu trabajo y tu esfuerzo por adaptarla, aplausos por tu idea, nos estas regalando un excelente buen rato al leerla.
espero tu actualizacion pronto ( tambien se te agradece bastente tu continua actualizacion ,ojala todas lasescritoras fueran como tu, es horrible tener que esperar, uno pierde el hilo y muchas veces el interes, ya no te sabe igual , cuando lees un capitulo y pasan dos semanas o mas en leer otro, poco a poco el entusiasmo por la historia te deja :S, asi que se te agrade de todo corazon tus actualizaciones seguidas eres un amoooor)
besos
tuviste una gran idea al hacer la historia de 50 sombras de grey en fanfic brittana, era un exito cantado jajaj y mira, lo es XD... yo no he leido el libro, habia escuchado de el, pero aun no tenia la fortuna de leerlo, ahora me calcome mas la duda, pero creo que si lo hago, este fic ya no seria lo mismo jajaja por lo que tal vez en un futuro lo hare, pero una vez ke tu termines el fic, por cierto, mas o menos como cuanto llevaras del libro?? mera curiosidad jajajaj se que dijiste que adapatarias los tres y eso me da mucha felicidad!
No me queda mas qie felicitarte, esta historia es adictiva y se agradece bastante tu trabajo y tu esfuerzo por adaptarla, aplausos por tu idea, nos estas regalando un excelente buen rato al leerla.
espero tu actualizacion pronto ( tambien se te agradece bastente tu continua actualizacion ,ojala todas lasescritoras fueran como tu, es horrible tener que esperar, uno pierde el hilo y muchas veces el interes, ya no te sabe igual , cuando lees un capitulo y pasan dos semanas o mas en leer otro, poco a poco el entusiasmo por la historia te deja :S, asi que se te agrade de todo corazon tus actualizaciones seguidas eres un amoooor)
besos
victoria555****** - Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Me encanta el fic *-* esperando actualizacion I can't wait *o*
saibelli** - Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 06/03/2013
Edad : 33
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Y EN ESPERA DE TU ACTUALIZACIÓN :D
YA NO NOS TORTURES MAS Y SUBELOS :(
EN ESPERA DE LOS 4 CAPITULOS <3
Brianna lopez* - Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 25/05/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
bueno y aun sigo esperando la actu esto no se vale ya nos estas haciendo sufrir sube esos 4 capitulos antes de q valla a tu casa y te secuestre y deberias de subir 5 capitulos por recompensa por hacernos esperar
porfa anda ACTUALIZAAAAA MUJER cumple con lo que dijiste
porfa anda ACTUALIZAAAAA MUJER cumple con lo que dijiste
airin-SyB***** - Mensajes : 216
Fecha de inscripción : 28/01/2013
Edad : 30
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Hola estoy de nuevo x aquí para actualizarles, me da mucha pena con ustedes pero no puedo subir los 4 capítulos que prometí debido a que se me presento un inconveniente familiar y no tuve tiempo para hacer la actualización de 4 capítulos
Pero adapte uno me costo xq hay una parte de la trama q es muy importante pero como es una adptacion tuve que pensar muy bien lo que tenia que hacer por eso tarde en subirlo.
Prometo mañana subir otro con seguridad disculpen no poderles cumplir pero x lo menos tienen un nuevo capitulo x favor no me odien :\'(:
Gracias x sus maravillosos comentarios
La llama de la vela quema demasiado. Parpadea y fluctúa con el aire abrasador, un aire que no alivia el calor. Las suaves alas de gasa se baten de un lado a otro
en la oscuridad, rociando de escamas polvorientas el círculo de luz. Me esfuerzo por resistir, pero me atrae. Luego todo es muy luminoso y vuelo demasiado cerca del sol, deslumbrada por la luz, abrasándome y derritiéndome de calor, agotada de intentar mantenerme en el aire. Estoy ardiendo. El calor es asfixiante,
sofocante. Me despierta. Abro los ojos y me encuentro abrazada por Santana López. Me envuelve como el patriota victorioso lo hace en su bandera. Está profundamente dormida, con la cabeza en mi pecho, el brazo por encima de mí, estrechándome contra su cuerpo, con una pierna echada por encima de las mías. Me asfixia con el calor de su cuerpo, y me pesa. Me tomo un momento para digerir que aún está en mi cama y dormida como un tronco, y que ya hay luz fuera, luz de día. Ha pasado la noche
entera conmigo.
Tengo el brazo derecho extendido, sin duda en busca de algún sitio fresco y, mientras proceso el hecho de que ella aún está conmigo, se me ocurre que puedo tocarla. Está dormida. Tímidamente, levanto la mano y paseo las yemas de los dedos por su espalda. Oigo un gruñido gutural de angustia, y se revuelve. Me acaricia el pecho con la nariz e inspira hondo mientras se despierta. Sus ojos marrones, soñolientos y parpadeantes, se topan con los míos por debajo de su largo pelo alborotado.
—Buenos días —masculla, y frunce el ceño—. Dios, hasta mientras duermo me siento atraído por ti.
Se mueve despacio, despegando sus extremidades de mí mientras se orienta.
Se inclina hacia delante y me acaricia la oreja con la nariz.
Me ruborizo, aunque ya estoy roja como un tomate por su calor corporal.
—Estás ardiendo —susurro.
—Tú tampoco te quedas corta —me susurra ella, y se aprieta contra mi cuerpo, sugerente.
Me sonrojo aún más. No me refería a eso. Se incorpora sobre un codo y me mira, divertida. Se inclina y, para mi sorpresa, me planta un suave beso en los labios.
—¿Has dormido bien? —me pregunta.
Asiento con la cabeza, mirándola, y me doy cuenta de que he dormido muy bien salvo por la última media hora, en la que tenía demasiado calor.
—Yo también. —Frunce el ceño—. Sí, muy bien. —Arquea la ceja, a la vez sorprendida y confusa.
—Quiero que te hagas un exmanen ginecologico, para asegurarnos que estes bien.— y eso me sorprende.
—¿Tienes médico?
Niego con la cabeza. Ya estamos otra vez con las fusiones y adquisiciones, otro cambio de humor de ciento ochenta grados.
Frunce el ceño.
—Puedo pedirle a la mía que pase a verte por tu piso. El domingo por la mañana, antes de que vengas a verme tú. O le puedo pedir que te visite en mi casa, ¿qué prefieres?
Sin agobios, ¿no? Otra cosa que me va a pagar… claro que esto es por ella.
—En tu casa.
Así me aseguro de que la veré el domingo.
—Vale. Ya te diré a qué hora.
—. ¿Qué hora es?
Miro el despertador.
—Son las siete y media.
—Las siete y media… ¡mierda! —Salta de la cama y se pone los vaqueros.
Ahora me toca a mí sonreír divertida mientras me incorporo. Santana Lòpez llega tarde y está nerviosa. Esto es algo que no he visto antes. De pronto caigo en la
cuenta de que el trasero ya no me duele.
—Eres muy mala influencia para mí. Tengo una reunión. Tengo que irme. Debo estar en Portland a las ocho. ¿Te estás riendo de mí?
—Sí.
Sonríe.
—Llego tarde. Yo nunca llego tarde. También esto es una novedad, señorita Pierce.
Se pone la chaqueta, se agacha y me coge la cabeza con ambas manos
—El domingo —dice, y la palabra está preñada de una promesa tácita.
Las entrañas se me expanden y luego se contraen de deliciosa expectación. La sensación es exquisita.
Madre mía, si mi cabeza pudiera estar a la altura de mi cuerpo. Ella se inclina y me da un beso rápido. Coge sus cosas de la mesita y los zapatos de tacon, que no se pone.
—Taylor vendrá a encargarse de tu Escarabajo. Lo dije en serio. No lo cojas. Te veo en mi casa el domingo. Te diré la hora por correo. Y, como un torbellino, ella desaparece.
Santana Lòpez ha pasado la noche conmigo, y me siento descansada. Y no ha habido sexo, solo hemos dormido. Me dijo que nunca había dormido con nadie, pero ya ha dormido tres veces conmigo. Sonrío y salgo despacio de la cama. Estoy más animada de lo que he estado en las últimas veinticuatro horas.
Me dirijo a la cocina; necesito una taza de té.
Después de desayunar, me ducho y me visto rápidamente para mi último día en Clayton’s. Es el fin de una era: adiós a los señores Clayton, a la universidad, a Vancouver, a mi piso, a mi Escarabajo. Echo un vistazo al cacharro: son las 07:52. Tengo tiempo.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:05
Para: Santana Lòpez
Asunto: Asalto y agresión: efectos secundarios
Querida señora López:
Querías saber por qué me sentí confundida después de que me… ¿qué eufemismo utilizo: me dieras unos azotes, me castigaras, me pegaras, me agredieras? Pues bien,
durante todo el inquietante episodio, me sentí humillada, degradada y ultrajada. Y para mayor vergüenza, tienes razón, estaba excitada, y eso era algo que no esperaba. Como bien sabes, todo lo sexual es nuevo para mí. Ojalá tuviera más experiencia y, en consecuencia, estuviera más preparada. Me extrañó que me excitara.
Lo que realmente me preocupó fue cómo me sentí después. Y eso es más difícil de explicar con palabras. Me hizo feliz que tú lo fueras. Me alivió que no fuera tan doloroso como había pensado que sería. Y mientras estuve tumbada entre tus brazos, me sentí… plena. Pero esa sensación me incomoda mucho, incluso hace que me sienta culpable. No me encaja y, en consecuencia, me confunde. ¿Responde eso a tu pregunta?
Espero que el mundo de las fusiones y adquisiciones estés siendo tan estimulante como siempre, y que no hayas llegado demasiado tarde.
Gracias por quedarte conmigo.
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:24
Para: Brittany Pierce
Asunto: Libere su mente
Interesante, aunque el asunto del mensaje sea algo exagerado, señorita Pierce.
Respondiendo a su pregunta: yo diría «azotes», y eso es lo que fueron.
• ¿Así que se sintió humillada, degradada, injuriada y agredida? ¡Es tan Tess Durbeyfield…! Si no recuerdo mal, fue usted la que optó por la corrupción. ¿De verdad se siente así o cree que debería sentirse así? Son dos cosas muy distintas. Si es así como se siente, ¿cree que podría intentar abrazar esas sensaciones y digerirlas, por mí? Eso es lo que haría una sumisa.
• Agradezco su inexperiencia. La valoro, y estoy empezando a entender lo que significa. En pocas palabras: significa que es mía en todos los sentidos.
• Sí, estaba excitada, lo que a su vez me excitó a mí; no hay nada malo en eso.
• «Feliz» es un adjetivo que apenas alcanza a expresar lo que sentí. «Extasiada» se aproxima más.
• Los azotes de castigo duelen bastante más que los sensuales, así que nunca le dolerá más de eso, salvo, claro, que cometa alguna. Infracción importante, en cuyo caso me
serviré de algún instrumento para castigarla. Luego me dolía mucho la mano. Pero me gusta.
• También yo me sentí plena, más de lo que jamás podrías imaginar.
• No malgaste sus energías con sentimientos de culpa y pecado. Somos mayores de edad y lo que hagamos a puerta cerrada es cosa nuestra. Debe liberar su mente y escuchar a su cuerpo.
• El mundo de las fusiones y adquisiciones no es ni mucho menos tan estimulante como usted, señorita Pierce
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Oh, Dios… «mía en todos los sentidos». Se me entrecorta la respiración.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:26
Para: Santana López
Asunto: Mayores de edad
¿No estás en una reunión?
Me alegro mucho de que te doliera la mano.
Y, si escuchara a mi cuerpo, ahora mismo estaría en Alaska.
Britt
P.D.: Me pensaré lo de abrazar esas sensaciones.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:35
Para: Brittany Pierce
Asunto: No ha llamado a la poli
Señorita Pierce:
Ya que lo pregunta, estoy en una reunión, hablando del mercado de futuros..
Por si no lo recuerda, se acercó a mí sabiendo muy bien lo que iba a hacer.
En ningún momento me pidió que parara; no utilizó ninguna palabra de seguridad.
Es adulta; toma sus propias decisiones.
Sinceramente, espero con ilusión la próxima vez que se me caliente la mano.
Es evidente que no está escuchando a la parte correcta de su cuerpo. En Alaska hace mucho frío y no es un buen escondite. La encontraría.
Puedo rastrear su móvil, ¿recuerda? Váyase a trabajar.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Miro ceñuda la pantalla. Tiene razón, claro. Yo decido. Mmm. ¿Dirá en serio lo de ir a buscarme? ¿Debería optar por escaparme una temporada? Contemplo un instante la posibilidad de aceptar el ofrecimiento de mi madre. Le doy a «Responder».
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:36
Para: Santana López
Asunto: Acosadora
¿Has buscado ayuda profesional para esa tendencia al acoso?
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:38
Para: Brittany Pierce
Asunto: ¿Acosadora, yo?
Le pago al eminente doctor Flynn una pequeña fortuna para que se ocupe de mi tendencia al acoso y de las otras.
Vete a trabajar.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:40
Para: Santana López
Asunto: Charlatanes caros
Si me lo permites, te sugiero que busques una segunda opinión.
No estoy segura de que el doctor Flynn sea muy eficiente.
Señorita Pierce
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:43
Para: Brittany Pierce
Asunto: Segundas opiniones
Te lo permita o no, no es asunto tuyo, pero el doctor Flynn es la segunda opinión.
Vas a tener que acelerar en tu coche nuevo y ponerte en peligro innecesariamente. Creo que eso va contra las normas.
VETE A TRABAJAR.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:47
Para: Santana López
Asunto: MAYÚSCULAS CHILLONAS
Como soy el blanco de tu tendencia al acoso, creo que sí es asunto mío. No he firmado aún, así que las normas me la repampinflan. Y no entro hasta las nueve y media.
Señorita Pierce
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:49
Para: Brittany Pierce
Asunto: Lingüística descriptiva
¿«Repampinflan»? Dudo mucho que eso venga en el diccionario.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:52
Para: Santana López
Asunto: Lingüística descriptiva
Sale después de «acosadora» y de «controladora obsesiva».
Y la lingüística descriptiva está dentro de mis límites infranqueables.
¿Me dejas en paz de una vez? Me gustaría irme a trabajar en mi coche nuevo.
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:56
Para: Brittany Pierce
Asunto: Mujeres difíciles pero divertidas
Me escuece la palma de la mano.
Conduzca con cuidado, señorita Pierce.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Es una gozada conducir el Audi. Tiene dirección asistida. Wanda, mi Escarabajo, no tiene nada de eso, así que se acabó el único ejercicio físico que hacía al día,
que era el de conducir. Ah, pero, según las normas de Santana, tendré que lidiar con un entrenador personal. Frunzo el ceño. Odio hacer ejercicio.
Mientras conduzco, trato de analizar los correos que hemos intercambiado. A veces es una hija de puta condescendiente. Luego pienso en Grace y me siento culpable. Claro que ella no la parió. Uf, eso es todo un mundo de dolor desconocido para mí. Sí, soy adulta, gracias por recordármelo, Santana López, y yo decido.
El problema es que yo solo quiero a Santana, no todo su… bagaje, y ahora mismo tiene la bodega completa de un 747. ¿Que me relaje y lo acepte, como una sumisa? Dije que lo intentaría, pero es muchísimo pedir.
Me meto en el aparcamiento de Clayton’s. Mientras entro, caigo en que me cuesta creer que hoy sea mi último día. Por suerte, hay jaleo en la tienda y el tiempo
pasa rápido. A la hora de comer, el señor Clayton me llama desde el almacén. Está al lado de un mensajero en moto.
—¿Señorita Pierce? —pregunta el mensajero.
Miro intrigada al señor Clayton, que se encoge de hombros, tan perplejo como yo. Se me cae el alma a los pies. ¿Qué me habrá mandado Santana ahora? Firmo
el albarán del paquetito y lo abro enseguida. Es una BlackBerry. Se me desploma el ánimo por completo. La enciendo.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 11:15.
Para: Brittany Pierce
Asunto: BlackBerry PRESTADA
Quiero poder localizarte a todas horas y, como esta es la forma de comunicación con la que más te sinceras, he pensado que necesitabas una BlackBerry.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:22
Para: Santana López
Asunto: Consumismo desenfrenado
Me parece que te hace falta llamar al doctor Flynn ahora mismo.
Tu tendencia al acoso se está descontrolando.
Estoy en el trabajo. Te mando un correo cuando llegue a casa.
Gracias por este otro cacharrito. No me equivocaba cuando te dije que eres una consumista compulsiva.
¿Por qué haces esto?
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:24
Para: Brittany Pierce
Asunto: Muy sagaz para ser tan joven
Una muy buena puntualización, como de costumbre, señorita Pierce.
El doctor Flynn está de vacaciones.
Y hago esto porque puedo.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Me meto el cacharrito en el bolsillo, y ya lo odio. Escribirle a Santana me resulta adictivo, pero se supone que estoy trabajando. Me vibra una vez en el trasero — qué propio, me digo con ironía—, pero me armo de valor y lo ignoro.
A las cuatro, los señores Clayton reúnen a los demás empleados de la tienda y, con un discurso emotivo y embarazoso, me entregan un cheque por importe de
trescientos dólares. En ese momento, se amontonan en mi interior los acontecimientos de las tres últimas semanas: exámenes, graduación, multimillonarias jodidas e intensas, desfloramiento, límites tolerables e infranqueables, cuartos de juego sin consolas, paseos en helicóptero, y el hecho de que mañana me mudo.
Asombrosamente, logro mantener la compostura. Mi subconsciente está pasmada. Abrazo con fuerza a los Clayton. Han sido unos jefes amables y generosos, y los echaré de menos.
Quinn está saliendo del coche cuando llego a casa.
—¿Qué es eso? —pregunta acusadora, señalando el Audi.
No puedo resistirme.
—Un coche —espeto. Entrecierra los ojos y, por un momento, me pregunto si también ella me va a tumbar en sus rodillas—. Mi regalo de graduación —digo
con fingido desenfado.
Sí, me regalan coches caros todos los días. Se queda boquiabierta.
—Esa idiota generosa y arrogante, ¿no?
Asiento con la cabeza.
—He intentado rechazarlo, pero, francamente, es inútil esforzarse.
Quinn frunce los labios.
—No me extraña que estés abrumada. He visto que al final ella se quedó.
—Sí.
Sonrío melancólica.
—¿Terminamos de empaquetar?
Asiento y la sigo dentro. Miro el correo de Santana
.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:40
Para: Brittany Pierce
Asunto: Domingo
¿Quedamos el domingo a la una?
La doctora te esperará en el Escala a la una y media.
Yo me voy a Seattle ahora.
Confío en que la mudanza vaya bien, y estoy deseando que llegue el domingo.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Madre mía, como si hablara del tiempo. Decido contestarle cuando hayamos terminado de empaquetar. Tan pronto resulta divertidísimo como se pone en plan formal e insoportable. Cuesta seguirla. La verdad, es como si le hubiera enviado un correo a un empleado. Para fastidiar, pongo los ojos en blanco y me voy a empaquetar con Quinn.
Quinn y yo estamos en la cocina cuando alguien llama a la puerta. Veo a Taylor en el porche, impoluto con su traje. Detecto vestigios de su pasado militar en el corte
de pelo al cero, su físico cuidado y su mirada fría.
—Señorita Pierce —dice—, he venido a por su coche.
—Ah, sí, claro. Pasa, iré a por las llaves.
Seguramente esto va mucho más allá de la llamada del deber. Vuelvo a preguntarme en qué consistirá exactamente el trabajo de Taylor. Le doy las llaves y nos acercamos en medio de un silencio incómodo —para mí— al Escarabajo azul claro. Abro la puerta y saco la linterna de la guantera. Ya está. No llevo ninguna otra cosa personal dentro de Wanda. Adiós, Wanda. Gracias. Acaricio su techo mientras cierro la puerta del copiloto.
—¿Cuánto tiempo llevas trabajando para la señora López? —le pregunto.
—Cuatro años, señorita Pierce.
De pronto siento una necesidad irrefrenable de bombardearlo a preguntas. Lo que debe saber este hombre de Santana, todos sus secretos. Claro que probablemente habrá firmado un acuerdo de confidencialidad. Lo miro nerviosa. Tiene la misma expresión taciturna de Ray, y me empieza a caer bien.
—Ella es una buena mujer, señorita Pierce —dice, y sonríe.
Luego se despide con un gesto, sube a mi coche y se aleja en él.
El piso, el Escarabajo, los Clayton… todo ha cambiado ya. Meneo la cabeza mientras vuelvo a entrar en casa. Y el mayor cambio de todos es Santana López.
Taylor piensa que es «una buena mujer». ¿Puedo creerle?
A las ocho, cenamos comida china con Noah. Hemos terminado. Ya lo hemos empaquetado todo y estamos listas para el traslado. Noah trae varias botellas de
cerveza; Quinn y yo nos sentamos en el sofá, él se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, entre las dos. Vemos telebasura, bebemos cerveza y, a medida que va avanzando la noche y la cerveza va haciendo efecto, bulliciosos y emotivos, vamos rescatando recuerdos. Han sido cuatro años estupendos.
Mi relación con Noah ha vuelto a la normalidad, olvidado ya el conato de beso. Bueno, lo he metido debajo de la alfombra en la que está tumbada la diosa que
llevo dentro, comiendo uvas y tamborileando con los dedos, esperando con impaciencia el domingo. Llaman a la puerta y el corazón se me sube a la boca.
¿Será…?
Abre Quinn y Sam prácticamente la coge en volandas. La envuelve en un abrazo hollywoodiense que enseguida se convierte en un apasionado estrujón europeo.
Por favor, marchaos a un hotel. Noah y yo nos miramos. Me espanta su falta de pudor.
—¿Nos vamos al bar? —le pregunto a Noah, que asiente enérgicamente.
A los dos nos incomoda demasiado el erotismo desenfrenado que se despliega ante nosotros. Quinn me mira, sonrojada y con los ojos brillantes.
—Noah y yo vamos a tomar algo.
Le pongo los ojos en blanco. ¡Ja! Aún puedo poner los ojos en blanco cuando me plazca.
—Vale.
Sonríe.
—Hola, Sam. Adiós, Sam.
Me guiña uno de sus enormes ojos azules, y Noah y yo salimos por la puerta, riendo como dos adolescentes.
Mientras bajamos la calle despacio en dirección al bar, me cojo del brazo de Noah. Dios, es una persona tan normal. No había sabido valorarlo hasta ahora.
—Vendrás de todas formas a la inauguración de mi exposición, ¿verdad?
—Desde luego, Noah. ¿Cuándo es?
—El 9 de junio.
—¿En qué día cae?
De repente me entra el pánico.
—Es jueves.
—Sí, sin problema… ¿Y tú vendrás a vernos a Seattle?
—Tratad de impedírmelo.
Sonríe.
Es tarde cuando vuelvo del bar. No veo a Quinn ni Sam por ninguna parte, pero los oigo. Madre mía. Espero no ser tan escandalosa. Sé que Santana no lo es. Me
ruborizo de pensarlo y huyo a mi habitación. Tras un abrazo breve y por suerte nada embarazoso, Noah se ha ido. No sé cuándo volveré a verlo, probablemente en la exposición de sus fotografías; aún me asombra que por fin haya conseguido exponer. Lo echaré de menos, y echaré de menos su encanto pueril. No he sido capaz de contarle lo del Escarabajo. Sé que se pondrá frenético cuando se entere, y con un tío que se me enfade tengo más que suficiente. Ya en mi cuarto, echo un ojo al cacharro infernal y, por supuesto, tengo correo de Santana.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 22:14
Para: Brittany Pierce
Asunto: ¿Dónde estás?
«Estoy en el trabajo. Te mando un correo cuando llegue a casa.»
¿Aún sigues en el trabajo, o es que has empaquetado el teléfono, la BlackBerry y el MacBook?
Llámame o me veré obligada a llamar a Sam.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Maldita sea… mierda.
Cojo el teléfono. Cinco llamadas perdidas y un mensaje de voz. Tímidamente, escucho el mensaje. Es Santana.
«Me parece que tienes que aprender a lidiar con mis expectativas. No soy una mujer paciente. Si me dices que te pondrás en contacto conmigo cuando termines de trabajar, ten la decencia de hacerlo. De lo contrario, me preocupo, y no es una emoción con la que esté familiarizada, por lo que no la llevo bien. Llámame.»
Mierda, mierda. ¿Es que nunca me va a dar un respiro? Miro ceñuda el teléfono. Me asfixia. Con una honda sensación de miedo en la boca del estómago, localizo su número y pulso la tecla de llamada. Mientras espero a que conteste, se me sube el corazón a la boca. Seguramente le encantaría darme una paliza de
cincuenta mil demonios. La idea me deprime.
—Hola —dice en voz baja, y su tono me descoloca, porque me lo esperaba furibunda, pero el caso es que suena aliviada.
—Hola —susurro.
—Me tenías preocupada.
—Lo sé. Siento no haberte respondido, pero estoy bien.
Hace una pausa breve.
—¿Lo has pasado bien esta noche? —me pregunta de lo más comedido.
—Sí. Hemos terminado de empaquetar y Quinn y yo hemos cenado comida china con Noah.
Aprieto los ojos con fuerza al mencionar a Noah. Santana no dice nada.
—¿Qué tal tú? —le pregunto para llenar el repentino silencio abismal y ensordecedor.
No pienso consentir que haga que me sienta culpable por lo de Noah.
Por fin, suspira.
—He asistido a una cena con fines benéficos. Aburridísima. Me he ido en cuanto he podido.
La noto tan triste y resignada que se me encoge el corazón. La recuerdo hace algunas noches, sentada al piano de su enorme salón, acompañada por la
insoportable melancolía agridulce de la música que tocaba.
—Ojalá estuvieras aquí —susurro, porque de pronto quiero abrazarla. Consolarla. Aunque no me deje. Necesito tenerla cerca.
—¿En serio? —susurra mansamente.
Madre mía. Si no parece ella; se me eriza el cuero cabelludo de repentina aprensión.
—Sí —le digo.
Al cabo de una eternidad, suspira.
—¿Nos veremos el domingo?
—Sí, el domingo —susurro, y un escalofrío me recorre el cuerpo entero.
—Buenas noches.
—Buenas noches, señora.
Mi apelativo la pilla desprevenida, lo sé por su hondo suspiro.
—Buena suerte con la mudanza de mañana, Brittany.
Su voz es suave, y las dos nos quedamos pegadas al teléfono como adolescentes, sin querer colgar.
—Cuelga tú —le susurro.
Por fin, noto que sonríe.
—No, cuelga tú.
Ahora sé que ella está sonriendo.
—No quiero.
—Yo tampoco.
—¿Estabas enfadada conmigo?
—Sí.
—¿Todavía lo estás?
—No.
—Entonces, ¿no me vas a castigar?
—No. Yo soy de aquí te pillo, aquí te mato.
—Ya lo he notado.
—Ya puede colgar, señorita Pierce.
—¿En serio quiere que lo haga, señora?
—Vete a la cama, Brittany.
—Sí, señora.
Ninguna de las dos cuelga.
—¿Alguna vez crees que serás capaz de hacer lo que te digan?
Parece divertida y exasperada a la vez.
—Puede. Lo sabremos después del domingo.
Y pulso la tecla de colgar.
Sam admira su obra. Nos ha reconectado la tele al satélite del piso de Pike Place Market. Quinn y yo nos tiramos al sofá, riendo como bobas, impresionadas por su habilidad con el taladro eléctrico. La tele de plasma queda rara sobre el fondo de ladrillo visto del almacén reconvertido, pero ya me acostumbraré.
—¿Ves, nena? Fácil.
Le dedica una sonrisa de dientes blanquísimos a Quinn y ella casi literalmente se derrite en el sofá.
Les pongo los ojos en blanco a los dos.
—Me encantaría quedarme, nena, pero mi hermana ha vuelto de París y esta noche tengo cena familiar ineludible.
—¿No puedes pasarte luego? —pregunta Quinn tímidamente, con una dulzura impropia de ella.
Me levanto y me acerco a la zona de la cocina fingiendo que voy a desempaquetar una de las cajas. Se van a poner pegajosos.
—A ver si me puedo escapar —promete.
—Bajo contigo—dice Quinn sonriendo.
—Hasta luego, Britt —se despide Sam con una amplia sonrisa.
—Adiós, Sam. Saluda a Santana de mi parte.
—¿Solo saludar? —Arquea las cejas como insinuando algo.
—Sí.
Me guiña el ojo y me pongo colorada mientras él sale del piso con Quinn.
Sam es un encanto, muy distinto de Santana. Es agradable, abierto, cariñoso, muy cariñoso, demasiado cariñoso, con Quinn. No se quitan las manos de encima el uno al otro; lo cierto es que llega a resultar violento… y yo me pongo verde de envidia.
Quinn vuelve unos veinte minutos después con pizza; nos sentamos, rodeadas de cajas, en nuestro nuevo y diáfano espacio, y nos la comemos directamente de la caja. La verdad es que el padre de Quinn se ha portado. El piso no es un palacio, pero sí lo bastante grande: tres dormitorios y un salón inmenso con vistas a Pike Place Market. Son todo suelos de madera maciza y ladrillo rojo, y las superficies de la cocina son de hormigón pulido, muy práctico, muy actual. A las dos nos encanta el hecho de que vamos a estar en pleno centro de la ciudad.
A las ocho suena el interfono. Quinn da un bote y a mí se me sube el corazón a la boca.
—Un paquete, señorita Pierce, señorita Fabray.
La decepción corre de forma libre e inesperada por mis venas. No es Santana.
—Segundo piso, apartamento dos.
Quinn abre al mensajero. El chaval se queda boquiabierto al ver a Quinn, con sus vaqueros ajustados, su camiseta y el pelo recogido en un moño con algunos
mechones sueltos. Tiene ese efecto en los hombres. El chico sostiene una botella de champán con un globo en forma de helicóptero atado a ella. Quinn lo despide
con una sonrisa deslumbrante y me lee la tarjeta.
Señoritas:
Buena suerte en su nuevo hogar.
Santana López
Kate mueve la cabeza en señal de desaprobación.
—¿Es que no puede poner solo «de Santana»? ¿Y qué es este globo tan raro en forma de helicóptero?
—Charlie Tango.
—¿Qué?
—Santana me llevó a Seattle en su helicóptero.
Me encojo de hombros.
Quinn me mira boquiabierta. Debo decir que me encantan estas ocasiones, porque son pocas: Quinn Frabray, muda y pasmada. Me doy el gustazo de
disfrutar del instante.
—Pues sí, tiene helicóptero y lo pilota ella —digo orgullosa.
—Cómo no… Esa gilipolla indecentemente rica tiene helicóptero. ¿Por qué no me lo habías contado?
Quinn me mira acusadora, pero sonríe, cabeceando con incredulidad.
—He tenido demasiadas cosas en la cabeza últimamente.
Frunce el ceño.
—¿Te las apañarás sola mientras estoy fuera?
—Claro —respondo tranquilizadora.
—¿Le has dado nuestra dirección?
—No, pero el acoso es una de sus especialidades —barrunto sin darle importancia.
Quinn frunce aún más el ceño.
—Por qué será que no me sorprende. Me inquieta, Britt. Por lo menos el champán es bueno, y está frío.
Por supuesto, solo Santana enviaría champán frío, o le pediría a su secretaria que lo hiciera… o igual a Taylor. Lo abrimos allí mismo y localizamos nuestras tazas; son lo último que hemos empaquetado.
—Bollinger Grande Année Rosé 1999, una añada excelente.
Sonrío a Quinn y brindamos.
Me despierto temprano en la mañana de un domingo gris después de una noche de sueño asombrosamente reparador, y me quedo tumbada mirando fijamente mis
cajas. Deberías ir desempaquetando tus cosas, me regaña mi subconsciente, juntando y frunciendo sus labios de arpía. No, hoy es el día. La diosa que llevo dentro
está fuera de sí, dando saltitos primero con un pie y luego con el otro. La expectación, pesada y portentosa, se cierne sobre mi cabeza como una oscura nube de tormenta tropical. Siento las mariposas en el estómago, además del dolor más oscuro, carnal y cautivador que me produce el tratar de imaginar qué me hará. Luego, claro, tengo que firmar ese condenado contrato… ¿o no? Oigo el sonido de correo entrante en el cacharro infernal, que está en el suelo junto a la cama.
De: Santana López
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:04
Para: Brittany Pierce
Asunto: Mi vida en cifras
Si vienes en coche, vas a necesitar este código de acceso para el garaje subterráneo del Escala: 146963.
Aparca en la plaza 5: es una de las mías.
El código del ascensor: 1880.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:08
Para: Santana López
Asunto: Una añada excelente
Sí, señora. Entendido.
Gracias por el champán y el globo de Charlie Tango, que tengo atado a mi cama.
Britt
De: Santana López
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:11
Para: Brittany Pierce
Asunto: Envidia
De nada.
No llegues tarde.
Afortunado Charlie Tango.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Pongo los ojos en blanco ante lo dominante que ella es, pero la última línea me hace sonreír. Me dirijo al baño, preguntándome si Sam volvería anoche y
esforzándome por controlar los nervios.
¡Puedo conducir el Audi con tacones! Justo a las 12.55 h entro en el garaje del Escala y aparco en la plaza 5. ¿Cuántas plazas tiene? El Audi SUV está ahí, el R8 y
dos Audi SUV más pequeños. Compruebo cómo llevo el rímel, que rara vez uso, en el espejito iluminado de la visera de mi asiento. En el Escarabajo no tenía.
¡Ánimo! La diosa que llevo dentro agita los pompones; la tengo en modo animadora. En el reflejo infinito de espejos del ascensor me miro el vestido color
ciruela… bueno, el vestido color ciruela de Quinn. La última vez que me lo puse Santana quiso quitármelo enseguida. Me excito al recordarlo. Qué sensación tan
deliciosa… y luego recupero el aliento. Llevo la ropa interior que Taylor me compró. Me sonrojo al imaginar a ese hombre de pelo rapado recorrer los pasillos de
Agent Provocateur o dondequiera que lo comprara. Se abren las puertas y me encuentro en el vestíbulo del apartamento número uno.
Cuando salgo del ascensor, veo a Taylor delante de la puerta de doble hoja.
—Buenas tardes, señorita Pierce —dice.
—Llámame Britt, por favor.
—Britt. Sonríe.
—La señora López la espera.
Apuesto a que sí.
Santana está sentada en el sofá del salón, leyendo la prensa del domingo. Alza la vista cuando Taylor me hace pasar. La estancia es exactamente como la recordaba; aunque solo hace una semana que estuve aquí, me parece que haga mucho más. Santana parece tranquila y serena; de hecho, está divina. Viste vaqueros y una camisa suelta de seda blanca; no lleva zapatos. Tiene el pelo lago alborotado, y en sus ojos hay un brillo especial. Se levanta y se acerca despacio a mí, con una sonrisa satisfecha en esos labios tan bien esculpidos y carnosos.
Yo sigo inmóvil a la puerta del salón, paralizada por su belleza y la dulce expectación ante lo que se avecina. La corriente que hay entre nosotras está ahí, encendiéndose lentamente en mi vientre, atrayéndome hacia ella.
—Mmm… ese vestido —murmura complacida mientras me examina de arriba abajo—. Bienvenida de nuevo, señorita Pierce —susurra y, cogiéndome de la barbilla, se inclina y me deposita un beso suave en la boca.
El contacto de sus labios y los míos resuena por todo mi cuerpo. Se me entrecorta la respiración.
—Hola —respondo ruborizándome.
—Llegas puntual. Me gusta la puntualidad. Ven. —Me coge de la mano y me lleva al sofá—. Quiero enseñarte algo —dice mientras nos sentamos. Me pasa el Seattle Times. En la página ocho, hay una fotografía de las dos en la ceremonia de graduación. Madre mía. Salgo en el periódico. Leo el pie de foto.
Santana López y su amiga en la ceremonia de graduación de la Universidad Estatal de Washington, en Vancouver.
Me echo a reír.
—Así que ahora soy tu «amiga».
—Eso parece. Y sale en el periódico, así que será cierto.
Sonríe satisfecha.
Está sentada a mi lado, completamente vuelta hacia mí, con una pierna metida debajo de la otra. Alarga la mano y me coloca un mechón de pelo detrás de la
oreja con el índice. Mi cuerpo revive con sus caricias, ansioso y expectante.
—Entonces, Brittany, ahora tienes mucho más claro cuál es mi rollo que la otra vez que estuviste aquí.
—Sí.
¿Adónde pretende llegar?
—Y aun así has vuelto.
Asiento tímidamente con la cabeza y sus ojos se encienden. Mueve la cabeza, como si le costara digerir la idea.
—¿Has comido? —me pregunta de repente.
Mierda.
—No.
—¿Tienes hambre?
Se está esforzando por no parecer enfadada.
—De comida, no —susurro, y se le inflan las aletas de la nariz.
Se inclina hacia delante y me susurra al oído.
—Tan impaciente como siempre, señorita Pierce. ¿Te cuento un secreto? Yo también. Pero la doctora Greene no tardará en llegar. —Se incorpora—. Deberías comer algo —me reprende moderadamente.
Se me enfría la sangre hasta ahora encendida. Madre mía, la visita médica. Lo había olvidado.
—Háblame de la doctora Greene —digo para distraernos a las dos.
—Es la mejor especialista en ginecología y obstetricia de Seattle. ¿Qué más puedo decir?
Se encoge de hombros..
Madre mía, si de verdad es la mejor ginecóloga y la ha citado para que venga a verme en domingo, ¡a la hora de comer!, no quiero ni imaginarme la pasta que le habrá costado. Santana frunce el ceño de pronto, como si hubiera recordado algo desagradable.
—Brittany, a mi madre le gustaría que vinieras a cenar esta noche. Tengo entendido que Sam se lo va a pedir a Quinn también. No sé si te apetece. A mí se me hace raro presentarte a mi familia.
¿Raro? ¿Por qué?
—¿Te avergüenzas de mí? —digo sin poder disimular que estoy dolida.
—Por supuesto que no —contesta poniendo los ojos en blanco.
—¿Y por qué se te hace raro?
—Porque no lo he hecho nunca.
—¿Por qué tú si puedes poner los ojos en blanco y yo no?
Me mira extrañada.
—No me he dado cuenta de que lo hacía.
—Tampoco yo, por lo general —espeto.
Santana me mira furiosa, estupefacta. Taylor aparece en la puerta.
—Ha llegado la doctora Greene, señora.
—Acompáñala a la habitación de la señorita Pierce.
¡La habitación de la señorita Pierce!
—¿Preparada para hablar con la doctora? —me pregunta mientras se pone de pie y me tiende la mano.
—No irás a venir tú también, ¿no? —pregunto espantada.
Se echa a reír.
—Pagaría un buen dinero por mirar, créeme, Anastasia, pero no creo que a la doctora le pareciera bien.
Acepto la mano que me tiende, y Santana tira de mí hacia ella y me besa apasionadamente. Me aferro a sus brazos, sorprendida. Me sostiene la cabeza con la mano hundida en mi pelo y me atrae hacia ella, pegando su frente a la mía.
—Cuánto me alegro de que hayas venido —susurra—. Estoy impaciente por desnudarte.
Pero adapte uno me costo xq hay una parte de la trama q es muy importante pero como es una adptacion tuve que pensar muy bien lo que tenia que hacer por eso tarde en subirlo.
Prometo mañana subir otro con seguridad disculpen no poderles cumplir pero x lo menos tienen un nuevo capitulo x favor no me odien :\'(:
Gracias x sus maravillosos comentarios
Parte I - Capítulo 17
La llama de la vela quema demasiado. Parpadea y fluctúa con el aire abrasador, un aire que no alivia el calor. Las suaves alas de gasa se baten de un lado a otro
en la oscuridad, rociando de escamas polvorientas el círculo de luz. Me esfuerzo por resistir, pero me atrae. Luego todo es muy luminoso y vuelo demasiado cerca del sol, deslumbrada por la luz, abrasándome y derritiéndome de calor, agotada de intentar mantenerme en el aire. Estoy ardiendo. El calor es asfixiante,
sofocante. Me despierta. Abro los ojos y me encuentro abrazada por Santana López. Me envuelve como el patriota victorioso lo hace en su bandera. Está profundamente dormida, con la cabeza en mi pecho, el brazo por encima de mí, estrechándome contra su cuerpo, con una pierna echada por encima de las mías. Me asfixia con el calor de su cuerpo, y me pesa. Me tomo un momento para digerir que aún está en mi cama y dormida como un tronco, y que ya hay luz fuera, luz de día. Ha pasado la noche
entera conmigo.
Tengo el brazo derecho extendido, sin duda en busca de algún sitio fresco y, mientras proceso el hecho de que ella aún está conmigo, se me ocurre que puedo tocarla. Está dormida. Tímidamente, levanto la mano y paseo las yemas de los dedos por su espalda. Oigo un gruñido gutural de angustia, y se revuelve. Me acaricia el pecho con la nariz e inspira hondo mientras se despierta. Sus ojos marrones, soñolientos y parpadeantes, se topan con los míos por debajo de su largo pelo alborotado.
—Buenos días —masculla, y frunce el ceño—. Dios, hasta mientras duermo me siento atraído por ti.
Se mueve despacio, despegando sus extremidades de mí mientras se orienta.
Se inclina hacia delante y me acaricia la oreja con la nariz.
Me ruborizo, aunque ya estoy roja como un tomate por su calor corporal.
—Estás ardiendo —susurro.
—Tú tampoco te quedas corta —me susurra ella, y se aprieta contra mi cuerpo, sugerente.
Me sonrojo aún más. No me refería a eso. Se incorpora sobre un codo y me mira, divertida. Se inclina y, para mi sorpresa, me planta un suave beso en los labios.
—¿Has dormido bien? —me pregunta.
Asiento con la cabeza, mirándola, y me doy cuenta de que he dormido muy bien salvo por la última media hora, en la que tenía demasiado calor.
—Yo también. —Frunce el ceño—. Sí, muy bien. —Arquea la ceja, a la vez sorprendida y confusa.
—Quiero que te hagas un exmanen ginecologico, para asegurarnos que estes bien.— y eso me sorprende.
—¿Tienes médico?
Niego con la cabeza. Ya estamos otra vez con las fusiones y adquisiciones, otro cambio de humor de ciento ochenta grados.
Frunce el ceño.
—Puedo pedirle a la mía que pase a verte por tu piso. El domingo por la mañana, antes de que vengas a verme tú. O le puedo pedir que te visite en mi casa, ¿qué prefieres?
Sin agobios, ¿no? Otra cosa que me va a pagar… claro que esto es por ella.
—En tu casa.
Así me aseguro de que la veré el domingo.
—Vale. Ya te diré a qué hora.
—. ¿Qué hora es?
Miro el despertador.
—Son las siete y media.
—Las siete y media… ¡mierda! —Salta de la cama y se pone los vaqueros.
Ahora me toca a mí sonreír divertida mientras me incorporo. Santana Lòpez llega tarde y está nerviosa. Esto es algo que no he visto antes. De pronto caigo en la
cuenta de que el trasero ya no me duele.
—Eres muy mala influencia para mí. Tengo una reunión. Tengo que irme. Debo estar en Portland a las ocho. ¿Te estás riendo de mí?
—Sí.
Sonríe.
—Llego tarde. Yo nunca llego tarde. También esto es una novedad, señorita Pierce.
Se pone la chaqueta, se agacha y me coge la cabeza con ambas manos
—El domingo —dice, y la palabra está preñada de una promesa tácita.
Las entrañas se me expanden y luego se contraen de deliciosa expectación. La sensación es exquisita.
Madre mía, si mi cabeza pudiera estar a la altura de mi cuerpo. Ella se inclina y me da un beso rápido. Coge sus cosas de la mesita y los zapatos de tacon, que no se pone.
—Taylor vendrá a encargarse de tu Escarabajo. Lo dije en serio. No lo cojas. Te veo en mi casa el domingo. Te diré la hora por correo. Y, como un torbellino, ella desaparece.
Santana Lòpez ha pasado la noche conmigo, y me siento descansada. Y no ha habido sexo, solo hemos dormido. Me dijo que nunca había dormido con nadie, pero ya ha dormido tres veces conmigo. Sonrío y salgo despacio de la cama. Estoy más animada de lo que he estado en las últimas veinticuatro horas.
Me dirijo a la cocina; necesito una taza de té.
Después de desayunar, me ducho y me visto rápidamente para mi último día en Clayton’s. Es el fin de una era: adiós a los señores Clayton, a la universidad, a Vancouver, a mi piso, a mi Escarabajo. Echo un vistazo al cacharro: son las 07:52. Tengo tiempo.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:05
Para: Santana Lòpez
Asunto: Asalto y agresión: efectos secundarios
Querida señora López:
Querías saber por qué me sentí confundida después de que me… ¿qué eufemismo utilizo: me dieras unos azotes, me castigaras, me pegaras, me agredieras? Pues bien,
durante todo el inquietante episodio, me sentí humillada, degradada y ultrajada. Y para mayor vergüenza, tienes razón, estaba excitada, y eso era algo que no esperaba. Como bien sabes, todo lo sexual es nuevo para mí. Ojalá tuviera más experiencia y, en consecuencia, estuviera más preparada. Me extrañó que me excitara.
Lo que realmente me preocupó fue cómo me sentí después. Y eso es más difícil de explicar con palabras. Me hizo feliz que tú lo fueras. Me alivió que no fuera tan doloroso como había pensado que sería. Y mientras estuve tumbada entre tus brazos, me sentí… plena. Pero esa sensación me incomoda mucho, incluso hace que me sienta culpable. No me encaja y, en consecuencia, me confunde. ¿Responde eso a tu pregunta?
Espero que el mundo de las fusiones y adquisiciones estés siendo tan estimulante como siempre, y que no hayas llegado demasiado tarde.
Gracias por quedarte conmigo.
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:24
Para: Brittany Pierce
Asunto: Libere su mente
Interesante, aunque el asunto del mensaje sea algo exagerado, señorita Pierce.
Respondiendo a su pregunta: yo diría «azotes», y eso es lo que fueron.
• ¿Así que se sintió humillada, degradada, injuriada y agredida? ¡Es tan Tess Durbeyfield…! Si no recuerdo mal, fue usted la que optó por la corrupción. ¿De verdad se siente así o cree que debería sentirse así? Son dos cosas muy distintas. Si es así como se siente, ¿cree que podría intentar abrazar esas sensaciones y digerirlas, por mí? Eso es lo que haría una sumisa.
• Agradezco su inexperiencia. La valoro, y estoy empezando a entender lo que significa. En pocas palabras: significa que es mía en todos los sentidos.
• Sí, estaba excitada, lo que a su vez me excitó a mí; no hay nada malo en eso.
• «Feliz» es un adjetivo que apenas alcanza a expresar lo que sentí. «Extasiada» se aproxima más.
• Los azotes de castigo duelen bastante más que los sensuales, así que nunca le dolerá más de eso, salvo, claro, que cometa alguna. Infracción importante, en cuyo caso me
serviré de algún instrumento para castigarla. Luego me dolía mucho la mano. Pero me gusta.
• También yo me sentí plena, más de lo que jamás podrías imaginar.
• No malgaste sus energías con sentimientos de culpa y pecado. Somos mayores de edad y lo que hagamos a puerta cerrada es cosa nuestra. Debe liberar su mente y escuchar a su cuerpo.
• El mundo de las fusiones y adquisiciones no es ni mucho menos tan estimulante como usted, señorita Pierce
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Oh, Dios… «mía en todos los sentidos». Se me entrecorta la respiración.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:26
Para: Santana López
Asunto: Mayores de edad
¿No estás en una reunión?
Me alegro mucho de que te doliera la mano.
Y, si escuchara a mi cuerpo, ahora mismo estaría en Alaska.
Britt
P.D.: Me pensaré lo de abrazar esas sensaciones.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:35
Para: Brittany Pierce
Asunto: No ha llamado a la poli
Señorita Pierce:
Ya que lo pregunta, estoy en una reunión, hablando del mercado de futuros..
Por si no lo recuerda, se acercó a mí sabiendo muy bien lo que iba a hacer.
En ningún momento me pidió que parara; no utilizó ninguna palabra de seguridad.
Es adulta; toma sus propias decisiones.
Sinceramente, espero con ilusión la próxima vez que se me caliente la mano.
Es evidente que no está escuchando a la parte correcta de su cuerpo. En Alaska hace mucho frío y no es un buen escondite. La encontraría.
Puedo rastrear su móvil, ¿recuerda? Váyase a trabajar.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Miro ceñuda la pantalla. Tiene razón, claro. Yo decido. Mmm. ¿Dirá en serio lo de ir a buscarme? ¿Debería optar por escaparme una temporada? Contemplo un instante la posibilidad de aceptar el ofrecimiento de mi madre. Le doy a «Responder».
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:36
Para: Santana López
Asunto: Acosadora
¿Has buscado ayuda profesional para esa tendencia al acoso?
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:38
Para: Brittany Pierce
Asunto: ¿Acosadora, yo?
Le pago al eminente doctor Flynn una pequeña fortuna para que se ocupe de mi tendencia al acoso y de las otras.
Vete a trabajar.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:40
Para: Santana López
Asunto: Charlatanes caros
Si me lo permites, te sugiero que busques una segunda opinión.
No estoy segura de que el doctor Flynn sea muy eficiente.
Señorita Pierce
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:43
Para: Brittany Pierce
Asunto: Segundas opiniones
Te lo permita o no, no es asunto tuyo, pero el doctor Flynn es la segunda opinión.
Vas a tener que acelerar en tu coche nuevo y ponerte en peligro innecesariamente. Creo que eso va contra las normas.
VETE A TRABAJAR.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:47
Para: Santana López
Asunto: MAYÚSCULAS CHILLONAS
Como soy el blanco de tu tendencia al acoso, creo que sí es asunto mío. No he firmado aún, así que las normas me la repampinflan. Y no entro hasta las nueve y media.
Señorita Pierce
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:49
Para: Brittany Pierce
Asunto: Lingüística descriptiva
¿«Repampinflan»? Dudo mucho que eso venga en el diccionario.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:52
Para: Santana López
Asunto: Lingüística descriptiva
Sale después de «acosadora» y de «controladora obsesiva».
Y la lingüística descriptiva está dentro de mis límites infranqueables.
¿Me dejas en paz de una vez? Me gustaría irme a trabajar en mi coche nuevo.
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 08:56
Para: Brittany Pierce
Asunto: Mujeres difíciles pero divertidas
Me escuece la palma de la mano.
Conduzca con cuidado, señorita Pierce.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Es una gozada conducir el Audi. Tiene dirección asistida. Wanda, mi Escarabajo, no tiene nada de eso, así que se acabó el único ejercicio físico que hacía al día,
que era el de conducir. Ah, pero, según las normas de Santana, tendré que lidiar con un entrenador personal. Frunzo el ceño. Odio hacer ejercicio.
Mientras conduzco, trato de analizar los correos que hemos intercambiado. A veces es una hija de puta condescendiente. Luego pienso en Grace y me siento culpable. Claro que ella no la parió. Uf, eso es todo un mundo de dolor desconocido para mí. Sí, soy adulta, gracias por recordármelo, Santana López, y yo decido.
El problema es que yo solo quiero a Santana, no todo su… bagaje, y ahora mismo tiene la bodega completa de un 747. ¿Que me relaje y lo acepte, como una sumisa? Dije que lo intentaría, pero es muchísimo pedir.
Me meto en el aparcamiento de Clayton’s. Mientras entro, caigo en que me cuesta creer que hoy sea mi último día. Por suerte, hay jaleo en la tienda y el tiempo
pasa rápido. A la hora de comer, el señor Clayton me llama desde el almacén. Está al lado de un mensajero en moto.
—¿Señorita Pierce? —pregunta el mensajero.
Miro intrigada al señor Clayton, que se encoge de hombros, tan perplejo como yo. Se me cae el alma a los pies. ¿Qué me habrá mandado Santana ahora? Firmo
el albarán del paquetito y lo abro enseguida. Es una BlackBerry. Se me desploma el ánimo por completo. La enciendo.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 11:15.
Para: Brittany Pierce
Asunto: BlackBerry PRESTADA
Quiero poder localizarte a todas horas y, como esta es la forma de comunicación con la que más te sinceras, he pensado que necesitabas una BlackBerry.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:22
Para: Santana López
Asunto: Consumismo desenfrenado
Me parece que te hace falta llamar al doctor Flynn ahora mismo.
Tu tendencia al acoso se está descontrolando.
Estoy en el trabajo. Te mando un correo cuando llegue a casa.
Gracias por este otro cacharrito. No me equivocaba cuando te dije que eres una consumista compulsiva.
¿Por qué haces esto?
Britt
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:24
Para: Brittany Pierce
Asunto: Muy sagaz para ser tan joven
Una muy buena puntualización, como de costumbre, señorita Pierce.
El doctor Flynn está de vacaciones.
Y hago esto porque puedo.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Me meto el cacharrito en el bolsillo, y ya lo odio. Escribirle a Santana me resulta adictivo, pero se supone que estoy trabajando. Me vibra una vez en el trasero — qué propio, me digo con ironía—, pero me armo de valor y lo ignoro.
A las cuatro, los señores Clayton reúnen a los demás empleados de la tienda y, con un discurso emotivo y embarazoso, me entregan un cheque por importe de
trescientos dólares. En ese momento, se amontonan en mi interior los acontecimientos de las tres últimas semanas: exámenes, graduación, multimillonarias jodidas e intensas, desfloramiento, límites tolerables e infranqueables, cuartos de juego sin consolas, paseos en helicóptero, y el hecho de que mañana me mudo.
Asombrosamente, logro mantener la compostura. Mi subconsciente está pasmada. Abrazo con fuerza a los Clayton. Han sido unos jefes amables y generosos, y los echaré de menos.
Quinn está saliendo del coche cuando llego a casa.
—¿Qué es eso? —pregunta acusadora, señalando el Audi.
No puedo resistirme.
—Un coche —espeto. Entrecierra los ojos y, por un momento, me pregunto si también ella me va a tumbar en sus rodillas—. Mi regalo de graduación —digo
con fingido desenfado.
Sí, me regalan coches caros todos los días. Se queda boquiabierta.
—Esa idiota generosa y arrogante, ¿no?
Asiento con la cabeza.
—He intentado rechazarlo, pero, francamente, es inútil esforzarse.
Quinn frunce los labios.
—No me extraña que estés abrumada. He visto que al final ella se quedó.
—Sí.
Sonrío melancólica.
—¿Terminamos de empaquetar?
Asiento y la sigo dentro. Miro el correo de Santana
.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 13:40
Para: Brittany Pierce
Asunto: Domingo
¿Quedamos el domingo a la una?
La doctora te esperará en el Escala a la una y media.
Yo me voy a Seattle ahora.
Confío en que la mudanza vaya bien, y estoy deseando que llegue el domingo.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Madre mía, como si hablara del tiempo. Decido contestarle cuando hayamos terminado de empaquetar. Tan pronto resulta divertidísimo como se pone en plan formal e insoportable. Cuesta seguirla. La verdad, es como si le hubiera enviado un correo a un empleado. Para fastidiar, pongo los ojos en blanco y me voy a empaquetar con Quinn.
Quinn y yo estamos en la cocina cuando alguien llama a la puerta. Veo a Taylor en el porche, impoluto con su traje. Detecto vestigios de su pasado militar en el corte
de pelo al cero, su físico cuidado y su mirada fría.
—Señorita Pierce —dice—, he venido a por su coche.
—Ah, sí, claro. Pasa, iré a por las llaves.
Seguramente esto va mucho más allá de la llamada del deber. Vuelvo a preguntarme en qué consistirá exactamente el trabajo de Taylor. Le doy las llaves y nos acercamos en medio de un silencio incómodo —para mí— al Escarabajo azul claro. Abro la puerta y saco la linterna de la guantera. Ya está. No llevo ninguna otra cosa personal dentro de Wanda. Adiós, Wanda. Gracias. Acaricio su techo mientras cierro la puerta del copiloto.
—¿Cuánto tiempo llevas trabajando para la señora López? —le pregunto.
—Cuatro años, señorita Pierce.
De pronto siento una necesidad irrefrenable de bombardearlo a preguntas. Lo que debe saber este hombre de Santana, todos sus secretos. Claro que probablemente habrá firmado un acuerdo de confidencialidad. Lo miro nerviosa. Tiene la misma expresión taciturna de Ray, y me empieza a caer bien.
—Ella es una buena mujer, señorita Pierce —dice, y sonríe.
Luego se despide con un gesto, sube a mi coche y se aleja en él.
El piso, el Escarabajo, los Clayton… todo ha cambiado ya. Meneo la cabeza mientras vuelvo a entrar en casa. Y el mayor cambio de todos es Santana López.
Taylor piensa que es «una buena mujer». ¿Puedo creerle?
A las ocho, cenamos comida china con Noah. Hemos terminado. Ya lo hemos empaquetado todo y estamos listas para el traslado. Noah trae varias botellas de
cerveza; Quinn y yo nos sentamos en el sofá, él se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, entre las dos. Vemos telebasura, bebemos cerveza y, a medida que va avanzando la noche y la cerveza va haciendo efecto, bulliciosos y emotivos, vamos rescatando recuerdos. Han sido cuatro años estupendos.
Mi relación con Noah ha vuelto a la normalidad, olvidado ya el conato de beso. Bueno, lo he metido debajo de la alfombra en la que está tumbada la diosa que
llevo dentro, comiendo uvas y tamborileando con los dedos, esperando con impaciencia el domingo. Llaman a la puerta y el corazón se me sube a la boca.
¿Será…?
Abre Quinn y Sam prácticamente la coge en volandas. La envuelve en un abrazo hollywoodiense que enseguida se convierte en un apasionado estrujón europeo.
Por favor, marchaos a un hotel. Noah y yo nos miramos. Me espanta su falta de pudor.
—¿Nos vamos al bar? —le pregunto a Noah, que asiente enérgicamente.
A los dos nos incomoda demasiado el erotismo desenfrenado que se despliega ante nosotros. Quinn me mira, sonrojada y con los ojos brillantes.
—Noah y yo vamos a tomar algo.
Le pongo los ojos en blanco. ¡Ja! Aún puedo poner los ojos en blanco cuando me plazca.
—Vale.
Sonríe.
—Hola, Sam. Adiós, Sam.
Me guiña uno de sus enormes ojos azules, y Noah y yo salimos por la puerta, riendo como dos adolescentes.
Mientras bajamos la calle despacio en dirección al bar, me cojo del brazo de Noah. Dios, es una persona tan normal. No había sabido valorarlo hasta ahora.
—Vendrás de todas formas a la inauguración de mi exposición, ¿verdad?
—Desde luego, Noah. ¿Cuándo es?
—El 9 de junio.
—¿En qué día cae?
De repente me entra el pánico.
—Es jueves.
—Sí, sin problema… ¿Y tú vendrás a vernos a Seattle?
—Tratad de impedírmelo.
Sonríe.
Es tarde cuando vuelvo del bar. No veo a Quinn ni Sam por ninguna parte, pero los oigo. Madre mía. Espero no ser tan escandalosa. Sé que Santana no lo es. Me
ruborizo de pensarlo y huyo a mi habitación. Tras un abrazo breve y por suerte nada embarazoso, Noah se ha ido. No sé cuándo volveré a verlo, probablemente en la exposición de sus fotografías; aún me asombra que por fin haya conseguido exponer. Lo echaré de menos, y echaré de menos su encanto pueril. No he sido capaz de contarle lo del Escarabajo. Sé que se pondrá frenético cuando se entere, y con un tío que se me enfade tengo más que suficiente. Ya en mi cuarto, echo un ojo al cacharro infernal y, por supuesto, tengo correo de Santana.
De: Santana López
Fecha: 27 de mayo de 2011 22:14
Para: Brittany Pierce
Asunto: ¿Dónde estás?
«Estoy en el trabajo. Te mando un correo cuando llegue a casa.»
¿Aún sigues en el trabajo, o es que has empaquetado el teléfono, la BlackBerry y el MacBook?
Llámame o me veré obligada a llamar a Sam.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Maldita sea… mierda.
Cojo el teléfono. Cinco llamadas perdidas y un mensaje de voz. Tímidamente, escucho el mensaje. Es Santana.
«Me parece que tienes que aprender a lidiar con mis expectativas. No soy una mujer paciente. Si me dices que te pondrás en contacto conmigo cuando termines de trabajar, ten la decencia de hacerlo. De lo contrario, me preocupo, y no es una emoción con la que esté familiarizada, por lo que no la llevo bien. Llámame.»
Mierda, mierda. ¿Es que nunca me va a dar un respiro? Miro ceñuda el teléfono. Me asfixia. Con una honda sensación de miedo en la boca del estómago, localizo su número y pulso la tecla de llamada. Mientras espero a que conteste, se me sube el corazón a la boca. Seguramente le encantaría darme una paliza de
cincuenta mil demonios. La idea me deprime.
—Hola —dice en voz baja, y su tono me descoloca, porque me lo esperaba furibunda, pero el caso es que suena aliviada.
—Hola —susurro.
—Me tenías preocupada.
—Lo sé. Siento no haberte respondido, pero estoy bien.
Hace una pausa breve.
—¿Lo has pasado bien esta noche? —me pregunta de lo más comedido.
—Sí. Hemos terminado de empaquetar y Quinn y yo hemos cenado comida china con Noah.
Aprieto los ojos con fuerza al mencionar a Noah. Santana no dice nada.
—¿Qué tal tú? —le pregunto para llenar el repentino silencio abismal y ensordecedor.
No pienso consentir que haga que me sienta culpable por lo de Noah.
Por fin, suspira.
—He asistido a una cena con fines benéficos. Aburridísima. Me he ido en cuanto he podido.
La noto tan triste y resignada que se me encoge el corazón. La recuerdo hace algunas noches, sentada al piano de su enorme salón, acompañada por la
insoportable melancolía agridulce de la música que tocaba.
—Ojalá estuvieras aquí —susurro, porque de pronto quiero abrazarla. Consolarla. Aunque no me deje. Necesito tenerla cerca.
—¿En serio? —susurra mansamente.
Madre mía. Si no parece ella; se me eriza el cuero cabelludo de repentina aprensión.
—Sí —le digo.
Al cabo de una eternidad, suspira.
—¿Nos veremos el domingo?
—Sí, el domingo —susurro, y un escalofrío me recorre el cuerpo entero.
—Buenas noches.
—Buenas noches, señora.
Mi apelativo la pilla desprevenida, lo sé por su hondo suspiro.
—Buena suerte con la mudanza de mañana, Brittany.
Su voz es suave, y las dos nos quedamos pegadas al teléfono como adolescentes, sin querer colgar.
—Cuelga tú —le susurro.
Por fin, noto que sonríe.
—No, cuelga tú.
Ahora sé que ella está sonriendo.
—No quiero.
—Yo tampoco.
—¿Estabas enfadada conmigo?
—Sí.
—¿Todavía lo estás?
—No.
—Entonces, ¿no me vas a castigar?
—No. Yo soy de aquí te pillo, aquí te mato.
—Ya lo he notado.
—Ya puede colgar, señorita Pierce.
—¿En serio quiere que lo haga, señora?
—Vete a la cama, Brittany.
—Sí, señora.
Ninguna de las dos cuelga.
—¿Alguna vez crees que serás capaz de hacer lo que te digan?
Parece divertida y exasperada a la vez.
—Puede. Lo sabremos después del domingo.
Y pulso la tecla de colgar.
Sam admira su obra. Nos ha reconectado la tele al satélite del piso de Pike Place Market. Quinn y yo nos tiramos al sofá, riendo como bobas, impresionadas por su habilidad con el taladro eléctrico. La tele de plasma queda rara sobre el fondo de ladrillo visto del almacén reconvertido, pero ya me acostumbraré.
—¿Ves, nena? Fácil.
Le dedica una sonrisa de dientes blanquísimos a Quinn y ella casi literalmente se derrite en el sofá.
Les pongo los ojos en blanco a los dos.
—Me encantaría quedarme, nena, pero mi hermana ha vuelto de París y esta noche tengo cena familiar ineludible.
—¿No puedes pasarte luego? —pregunta Quinn tímidamente, con una dulzura impropia de ella.
Me levanto y me acerco a la zona de la cocina fingiendo que voy a desempaquetar una de las cajas. Se van a poner pegajosos.
—A ver si me puedo escapar —promete.
—Bajo contigo—dice Quinn sonriendo.
—Hasta luego, Britt —se despide Sam con una amplia sonrisa.
—Adiós, Sam. Saluda a Santana de mi parte.
—¿Solo saludar? —Arquea las cejas como insinuando algo.
—Sí.
Me guiña el ojo y me pongo colorada mientras él sale del piso con Quinn.
Sam es un encanto, muy distinto de Santana. Es agradable, abierto, cariñoso, muy cariñoso, demasiado cariñoso, con Quinn. No se quitan las manos de encima el uno al otro; lo cierto es que llega a resultar violento… y yo me pongo verde de envidia.
Quinn vuelve unos veinte minutos después con pizza; nos sentamos, rodeadas de cajas, en nuestro nuevo y diáfano espacio, y nos la comemos directamente de la caja. La verdad es que el padre de Quinn se ha portado. El piso no es un palacio, pero sí lo bastante grande: tres dormitorios y un salón inmenso con vistas a Pike Place Market. Son todo suelos de madera maciza y ladrillo rojo, y las superficies de la cocina son de hormigón pulido, muy práctico, muy actual. A las dos nos encanta el hecho de que vamos a estar en pleno centro de la ciudad.
A las ocho suena el interfono. Quinn da un bote y a mí se me sube el corazón a la boca.
—Un paquete, señorita Pierce, señorita Fabray.
La decepción corre de forma libre e inesperada por mis venas. No es Santana.
—Segundo piso, apartamento dos.
Quinn abre al mensajero. El chaval se queda boquiabierto al ver a Quinn, con sus vaqueros ajustados, su camiseta y el pelo recogido en un moño con algunos
mechones sueltos. Tiene ese efecto en los hombres. El chico sostiene una botella de champán con un globo en forma de helicóptero atado a ella. Quinn lo despide
con una sonrisa deslumbrante y me lee la tarjeta.
Señoritas:
Buena suerte en su nuevo hogar.
Santana López
Kate mueve la cabeza en señal de desaprobación.
—¿Es que no puede poner solo «de Santana»? ¿Y qué es este globo tan raro en forma de helicóptero?
—Charlie Tango.
—¿Qué?
—Santana me llevó a Seattle en su helicóptero.
Me encojo de hombros.
Quinn me mira boquiabierta. Debo decir que me encantan estas ocasiones, porque son pocas: Quinn Frabray, muda y pasmada. Me doy el gustazo de
disfrutar del instante.
—Pues sí, tiene helicóptero y lo pilota ella —digo orgullosa.
—Cómo no… Esa gilipolla indecentemente rica tiene helicóptero. ¿Por qué no me lo habías contado?
Quinn me mira acusadora, pero sonríe, cabeceando con incredulidad.
—He tenido demasiadas cosas en la cabeza últimamente.
Frunce el ceño.
—¿Te las apañarás sola mientras estoy fuera?
—Claro —respondo tranquilizadora.
—¿Le has dado nuestra dirección?
—No, pero el acoso es una de sus especialidades —barrunto sin darle importancia.
Quinn frunce aún más el ceño.
—Por qué será que no me sorprende. Me inquieta, Britt. Por lo menos el champán es bueno, y está frío.
Por supuesto, solo Santana enviaría champán frío, o le pediría a su secretaria que lo hiciera… o igual a Taylor. Lo abrimos allí mismo y localizamos nuestras tazas; son lo último que hemos empaquetado.
—Bollinger Grande Année Rosé 1999, una añada excelente.
Sonrío a Quinn y brindamos.
Me despierto temprano en la mañana de un domingo gris después de una noche de sueño asombrosamente reparador, y me quedo tumbada mirando fijamente mis
cajas. Deberías ir desempaquetando tus cosas, me regaña mi subconsciente, juntando y frunciendo sus labios de arpía. No, hoy es el día. La diosa que llevo dentro
está fuera de sí, dando saltitos primero con un pie y luego con el otro. La expectación, pesada y portentosa, se cierne sobre mi cabeza como una oscura nube de tormenta tropical. Siento las mariposas en el estómago, además del dolor más oscuro, carnal y cautivador que me produce el tratar de imaginar qué me hará. Luego, claro, tengo que firmar ese condenado contrato… ¿o no? Oigo el sonido de correo entrante en el cacharro infernal, que está en el suelo junto a la cama.
De: Santana López
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:04
Para: Brittany Pierce
Asunto: Mi vida en cifras
Si vienes en coche, vas a necesitar este código de acceso para el garaje subterráneo del Escala: 146963.
Aparca en la plaza 5: es una de las mías.
El código del ascensor: 1880.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
De: Brittany Pierce
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:08
Para: Santana López
Asunto: Una añada excelente
Sí, señora. Entendido.
Gracias por el champán y el globo de Charlie Tango, que tengo atado a mi cama.
Britt
De: Santana López
Fecha: 29 de mayo de 2011 08:11
Para: Brittany Pierce
Asunto: Envidia
De nada.
No llegues tarde.
Afortunado Charlie Tango.
Santana López
Presidenta de López Enterprises Holdings, Inc.
Pongo los ojos en blanco ante lo dominante que ella es, pero la última línea me hace sonreír. Me dirijo al baño, preguntándome si Sam volvería anoche y
esforzándome por controlar los nervios.
¡Puedo conducir el Audi con tacones! Justo a las 12.55 h entro en el garaje del Escala y aparco en la plaza 5. ¿Cuántas plazas tiene? El Audi SUV está ahí, el R8 y
dos Audi SUV más pequeños. Compruebo cómo llevo el rímel, que rara vez uso, en el espejito iluminado de la visera de mi asiento. En el Escarabajo no tenía.
¡Ánimo! La diosa que llevo dentro agita los pompones; la tengo en modo animadora. En el reflejo infinito de espejos del ascensor me miro el vestido color
ciruela… bueno, el vestido color ciruela de Quinn. La última vez que me lo puse Santana quiso quitármelo enseguida. Me excito al recordarlo. Qué sensación tan
deliciosa… y luego recupero el aliento. Llevo la ropa interior que Taylor me compró. Me sonrojo al imaginar a ese hombre de pelo rapado recorrer los pasillos de
Agent Provocateur o dondequiera que lo comprara. Se abren las puertas y me encuentro en el vestíbulo del apartamento número uno.
Cuando salgo del ascensor, veo a Taylor delante de la puerta de doble hoja.
—Buenas tardes, señorita Pierce —dice.
—Llámame Britt, por favor.
—Britt. Sonríe.
—La señora López la espera.
Apuesto a que sí.
Santana está sentada en el sofá del salón, leyendo la prensa del domingo. Alza la vista cuando Taylor me hace pasar. La estancia es exactamente como la recordaba; aunque solo hace una semana que estuve aquí, me parece que haga mucho más. Santana parece tranquila y serena; de hecho, está divina. Viste vaqueros y una camisa suelta de seda blanca; no lleva zapatos. Tiene el pelo lago alborotado, y en sus ojos hay un brillo especial. Se levanta y se acerca despacio a mí, con una sonrisa satisfecha en esos labios tan bien esculpidos y carnosos.
Yo sigo inmóvil a la puerta del salón, paralizada por su belleza y la dulce expectación ante lo que se avecina. La corriente que hay entre nosotras está ahí, encendiéndose lentamente en mi vientre, atrayéndome hacia ella.
—Mmm… ese vestido —murmura complacida mientras me examina de arriba abajo—. Bienvenida de nuevo, señorita Pierce —susurra y, cogiéndome de la barbilla, se inclina y me deposita un beso suave en la boca.
El contacto de sus labios y los míos resuena por todo mi cuerpo. Se me entrecorta la respiración.
—Hola —respondo ruborizándome.
—Llegas puntual. Me gusta la puntualidad. Ven. —Me coge de la mano y me lleva al sofá—. Quiero enseñarte algo —dice mientras nos sentamos. Me pasa el Seattle Times. En la página ocho, hay una fotografía de las dos en la ceremonia de graduación. Madre mía. Salgo en el periódico. Leo el pie de foto.
Santana López y su amiga en la ceremonia de graduación de la Universidad Estatal de Washington, en Vancouver.
Me echo a reír.
—Así que ahora soy tu «amiga».
—Eso parece. Y sale en el periódico, así que será cierto.
Sonríe satisfecha.
Está sentada a mi lado, completamente vuelta hacia mí, con una pierna metida debajo de la otra. Alarga la mano y me coloca un mechón de pelo detrás de la
oreja con el índice. Mi cuerpo revive con sus caricias, ansioso y expectante.
—Entonces, Brittany, ahora tienes mucho más claro cuál es mi rollo que la otra vez que estuviste aquí.
—Sí.
¿Adónde pretende llegar?
—Y aun así has vuelto.
Asiento tímidamente con la cabeza y sus ojos se encienden. Mueve la cabeza, como si le costara digerir la idea.
—¿Has comido? —me pregunta de repente.
Mierda.
—No.
—¿Tienes hambre?
Se está esforzando por no parecer enfadada.
—De comida, no —susurro, y se le inflan las aletas de la nariz.
Se inclina hacia delante y me susurra al oído.
—Tan impaciente como siempre, señorita Pierce. ¿Te cuento un secreto? Yo también. Pero la doctora Greene no tardará en llegar. —Se incorpora—. Deberías comer algo —me reprende moderadamente.
Se me enfría la sangre hasta ahora encendida. Madre mía, la visita médica. Lo había olvidado.
—Háblame de la doctora Greene —digo para distraernos a las dos.
—Es la mejor especialista en ginecología y obstetricia de Seattle. ¿Qué más puedo decir?
Se encoge de hombros..
Madre mía, si de verdad es la mejor ginecóloga y la ha citado para que venga a verme en domingo, ¡a la hora de comer!, no quiero ni imaginarme la pasta que le habrá costado. Santana frunce el ceño de pronto, como si hubiera recordado algo desagradable.
—Brittany, a mi madre le gustaría que vinieras a cenar esta noche. Tengo entendido que Sam se lo va a pedir a Quinn también. No sé si te apetece. A mí se me hace raro presentarte a mi familia.
¿Raro? ¿Por qué?
—¿Te avergüenzas de mí? —digo sin poder disimular que estoy dolida.
—Por supuesto que no —contesta poniendo los ojos en blanco.
—¿Y por qué se te hace raro?
—Porque no lo he hecho nunca.
—¿Por qué tú si puedes poner los ojos en blanco y yo no?
Me mira extrañada.
—No me he dado cuenta de que lo hacía.
—Tampoco yo, por lo general —espeto.
Santana me mira furiosa, estupefacta. Taylor aparece en la puerta.
—Ha llegado la doctora Greene, señora.
—Acompáñala a la habitación de la señorita Pierce.
¡La habitación de la señorita Pierce!
—¿Preparada para hablar con la doctora? —me pregunta mientras se pone de pie y me tiende la mano.
—No irás a venir tú también, ¿no? —pregunto espantada.
Se echa a reír.
—Pagaría un buen dinero por mirar, créeme, Anastasia, pero no creo que a la doctora le pareciera bien.
Acepto la mano que me tiende, y Santana tira de mí hacia ella y me besa apasionadamente. Me aferro a sus brazos, sorprendida. Me sostiene la cabeza con la mano hundida en mi pelo y me atrae hacia ella, pegando su frente a la mía.
—Cuánto me alegro de que hayas venido —susurra—. Estoy impaciente por desnudarte.
Última edición por O_o el Mar Jun 04, 2013 10:26 pm, editado 1 vez
O_o***** - Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 05/05/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Que capitulazo!!!! Entiendo lo de tu problema familiar, pero nos has ilisionado como a unas niñas! punto en contra!!
pero bueno este capitulo ha sido muy pero muy bueno
Saludos
pero bueno este capitulo ha sido muy pero muy bueno
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
El capitulo ha sidooo excelente.. Pero si es la verdad, Punto en contra!! Espero que se resuelva pronto. saludos.
MariaDPP* - Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 18/09/2012
Edad : 32
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
muy buen capitulo.....largo como me gustan.
ojala tu problema acabe pronto....
y si nos debes los demas cap...
ojala tu problema acabe pronto....
y si nos debes los demas cap...
jas2602** - Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 05/02/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
DASJDHASJDHAKSHDAJKHSDA INCREÍBLE! EL FIC # 1 Mi Favorito*
Me enamoro cada día mas de San :( awwwwwwwwww tiene su lado dulce y amargo! pero me encanta por que es tan ardiente que uff ok ya!
Que mal que no nos cumplieras la verdad que me a guite, bueno creo que todas las que esperamos !
Espero todo valla bien y que todo se solucione :/
Espero tus actualizaciones :) Saludos
Me enamoro cada día mas de San :( awwwwwwwwww tiene su lado dulce y amargo! pero me encanta por que es tan ardiente que uff ok ya!
Que mal que no nos cumplieras la verdad que me a guite, bueno creo que todas las que esperamos !
Espero todo valla bien y que todo se solucione :/
Espero tus actualizaciones :) Saludos
Brianna lopez* - Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 25/05/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
buen capitulo, lastima que nos quedaste en deuda con los 4 que habias dicho espero que mas adelante puedas recompensarnos
lexis17******* - Mensajes : 424
Fecha de inscripción : 23/03/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Buen capitulo jejeje espero tu próxima actualización mañana si tu FF me encanta de por si jejejeje me tiene atrapada esta historia cada día se pone mejor saludos
Keiri Lopierce-* - Mensajes : 1570
Fecha de inscripción : 09/04/2012
Edad : 33
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
Nada de odiarte :) espero que todo vaya para mejor :)
Muy buen capitulo había estado revisando todo el día, comprobado soy adicta a ff espero el siguiente haber que tal le va a Britt con la Dra. Greene
Muy buen capitulo había estado revisando todo el día, comprobado soy adicta a ff espero el siguiente haber que tal le va a Britt con la Dra. Greene
Gudu* - Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 25/05/2013
Edad : 32
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
woowwww!!!! q emociooon!! me encanto el capitulo ... espero actualizes pronto ... y que todo t salga bien ;) ... una vez mas:ME ENCANTO!!!! ;) perdona mi emocion ;)
Alisseth***** - Mensajes : 254
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Re: Fan Fic - 50 Sombras de López... (Parte III - Capítulo 13)
«MAYÚSCULAS CHILLONAS»
«Lingüística descriptiva»
Afortunado Charlie Tango.
¡Uff! Yo diría que MUY afortunado.
YoyoMay***** - Mensajes : 206
Fecha de inscripción : 11/04/2013
Edad : 30
Página 12 de 40. • 1 ... 7 ... 11, 12, 13 ... 26 ... 40
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