Re: FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo

por Keiri Lopierce Miér Oct 02, 2013 2:01 am

AQUI DE NUEVO UNA DE TUS ACOSADORAS jajajaja Que puedo decir em encanto el capitulo ese acercamiento de Britt con su mama fue genial bueno te dejo voy a dormir ya que en mi país es de madrugada y tengo sueño jajajaj espero tu próxima actualización saludos nena

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 9:46 am

DafygleeK escribió:Pretty!!!!!!!! No puedo creer que britt y su mamá se arreglaron!!!!! Ahora esta todo bien entre ellas! Aunque creo que en tus fics algo asi significa que luego vendra mas drama no?!?!?
Estoy segura que el niño que atropello el padre de quinn es el hermano de san... Si es asi habra mas drama!... Pretty please actualiza pronto!!!!!! ;) xoxo.
P.D. Te avisare en cuanto sepa del agujero. Lol.

Sí, por lo menos estan en proceso de arreglarse. Tan mala me veis? Vaya... , es broma, jajajaja
En el siguiente capitulo se sabra más de Quinn y San
PD: Vale, avisame por si hay que llamar a los del Expediente X jajaja

Alessandra Fabray escribió:puedes creer que me copio los capitulos los guardo en Word :3 y los leooo TOOOOODA La noche xD hasta donde termine GRACIAS por tan buen FIC! :3 alksdjlaksjdlaksjdlaksjdlaksjdlkasjl EXCELENTEE!!!!

Jajajaja, me alegro que te guste el fic, es una buena forma de tenerlo siempre a mano

micky morales escribió:Definitivamente esta es una de mis historias favoritas, estos 4 capitulos han sido en verdad grandiosos, solo espero que al regresar santana de boston se decida a ser feliz con brittany y en cuanto a las faberry super lindas en verdad!

Me alegro que te este gustando, el siguiente capitulo creo que también te gustara

monica.santander escribió:Woooooooww que lindo capitulo!
Britt y su mama camino a la rteconciliasion,Rachel y Quinn confesando su enamoramiento y San?? Quiero saber cual es du desicion!!!
Saludos

Las cosas por fin se estan solucionando para todos, solo hay que esperar ver que decide San y si las Brittanas tendrán ese final feliz que Britt tanto quiere

Keiri Lopierce escribió:AQUI DE NUEVO UNA DE TUS ACOSADORAS jajajaja Que puedo decir em encanto el capitulo ese acercamiento de Britt con su mama fue genial bueno te dejo voy a dormir ya que en mi país es de madrugada y tengo sueño jajajaj espero tu próxima actualización saludos nena

Yeah!! Una de mis acosadoras!! jajajaja. En mi pais a la hora que tu te acostaste era hora de despertar, eran las 8 de la mañana cuando publicaste el comentario. Ya estaras despierta seguramente, pero espero que hayas dormido bien

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 9:57 am

Capítulo 24

Santana estaba junto a la ventana, contemplando la puesta de sol sobre su amada ciudad natal. East Quay poseía una singular belleza en cualquier época del año pero, cuando en otoño el sol resplandecía sobre las hojas rojas y amarillas de los arces del parque, el espectáculo cortaba la respiración. Y sin embargo en esos momentos no estaba pensando en las vistas, sino en la mujer que estaba en el piso de abajo. Después de pasar cuatro noches en Boston, Santana se debatía entre el miedo y la ilusión al pensar en Brittany. “No puedo creer que esté tan nerviosa —pensó, mirando sus temblorosas manos—, aunque tengo toda la razón del mundo para estarlo.” Santana sabía que seguramente Brittany estaría muy enfadada, creyendo que había hecho caso omiso de sus mensajes. Y, sin embargo, por primera vez en su vida no se había molestado en llamar ni una sola vez a su oficina. Cuando por fin marcó el número, apenas diez minutos antes, Dennis parecía a punto de avisar a la policía. Santana había pensado si llamar a Brittany, pero era incapaz de explicarle por teléfono lo que sentía. Se habría dado cuenta de que le estaba ocultando algo, y seguramente lo interpretaría de la peor forma posible. “Y no sin razón.” De esta manera tal vez pensase que Santana la había estado evitando, pero lo más probable era que culpase a Dennis. “Esperamos que haya ocurrido lo segundo.” Había hecho los preparativos para los funerales de Sue. Como se esperaba que asistiesen personas de varias partes del mundo, había decidido celebrar dos ceremonias, una oficial, por todo lo alto, y otra más íntima y discreta. “Basta ya de dar largas al asunto.” Santana se alisó el jersey negro de cuello alto y posó la mano sobre el estómago para intentar deshacer el nudo que había en él. Era hora de enfrentarse a Brittany.

Cuando llamaron al timbre, Brittany estaba tirando a la basura los restos de su lasaña precocinada. Mientras acudía a abrir, iba musitando una maldición para sus adentros. “¡Por favor, que no sea Sandy la que viene esta noche!” La noche anterior había sido otro de los miembros de su familia, su hermana mayor, Kelly, quien se había pasado por su casa. Brittany había disfrutado mucho de aquella visita, pero estaba ya algo cansada de hablar de la milagrosa rama de olivo que su madre le había tendido. Por mucho que se alegrase de aquello, Brittany no podía dejar de pensar en Santana, aunque no tenía pensado ir a buscarla a Boston ni dejarle los diez mensajes por día que de buena gana le habría dejado. Abrió la puerta, mientras con la otra mano se apartaba un mechón rebelde del rostro, y la sorpresa hizo que su mandíbula se descolgase tan de golpe que incluso le dolió. Allí estaba Santana, con su perfecta pose aristocrática y los ojos centelleantes, aunque no hacía más que juguetear con los dedos entrelazados de ambas manos y además se balanceaba adelante y atrás.

—Hola, Brittany, ¿puedo pasar? —saludó con su profunda y aterciopelada voz, algo insegura esta vez.

—¿Cómo? Sí, claro, entra, entra —“Respira, respira. Eso es. ¡Ha vuelto!·—. ¿Has tenido un buen viaje a Boston?

Brittany misma estaba impresionada por lo desenvuelta que había conseguido parecer. Sin embargo, a los dos segundos su habitual estilo directo asomó la cabeza para añadir:

—Te he echado de menos.

—Yo también te he echado de menos, y mucho.

—Pues quién lo diría…

“¡Alto, alto! —se regañó a sí misma—. ¡Deja ya ese tono amargo!”

—Lo sé. ¿Podrías tener un poco más de paciencia, mientras intento explicarte algo?

Santana estaba pidiéndole demasiado, pero ¿qué alternativa le quedaba?

—¿Un café?

—No. Me he tomado una taza en la limusina y me ha revuelto el estómago, aunque puede que sean los nervios —sonrió Santana—. Eso supongo, más bien.

—¿Estás nerviosa? —“De modo que no eran sólo imaginaciones mías.”—. No entiendo por qué.

“A menos que estés a punto de decirme por fin que me largue con viento fresco.” Brittany la invitó a sentarse en el sofá con un gesto, y se sentó también a continuación. Santana se volvió hacia ella, apoyando el codo en el respaldo.

—Hay muchas cosas que dependen de la forma en que reacciones a lo que tengo que decirte —explicó, apartándose el pelo para frotarse ligeramente la nuca.

En ese momento fue cuando Brittany cayó en la cuenta de que Santana llevaba el cabello suelto, por primera vez. “Me recuerda una brillante salsa de chocolate… ¡deliciosa!”

—Me marché a Boston para hablar con Faith, mi amiga de la infancia. Antes de conoceros a Rachel, a Quinn y a ti, ella era mi única amiga de verdad —continuó Santana—. Es una persona muy franca, igual que tú, y confío mucho en su juicio. Le pregunté si existía alguna manera de poder mantener una relación contigo sin dejar de dedicarme a la Fundación.

Brittany dio un respingo pero se mordió el labio. Las palabras de Santana le hacían daño, haciéndola sentirse como un incordio.

—Faith me pidió que te describiera, y no me costó demasiado hacerlo. Cuando le explicaba cada una de tus maravillosas cualidades, descubrí respuestas a preguntas que no sabía siquiera que me atormentaban —explicó Santana, mientras acercaba un pequeño cojín bordado para colocárselo sobre el estómago—. Mi hermano Jack y yo éramos muy distintos. Él era artista, muy tierno y dulce, y le encantaban los animales.

Brittany se preguntó a qué venía aquel súbito cambio de tema, pero permaneció fiel a su promesa y no hizo preguntas. Santana tenía la mirada clavada en un punto situado justo por encima de su hombro; se preguntó si estaría viendo a su hermano.

—Jack había ido a casa de un amigo, para ver su nueva mascota y, cuando volvía en bicicleta a su casa, un automóvil lo embistió por detrás. Él iba por el carril bici, el impacto lo desplazó más de quince metros, y se golpeó la cabeza contra un árbol.

La mirada de Santana se volvió sombría mientras parpadeaba una y otra vez.

—Me dijeron que no sintió nada. Lo más triste es que yo tampoco, durante muchos años. Mamá nos dejó dos años después, irónicamente después de beberse toda nuestra bodega. La visité de vez en cuando, para mantener las apariencias. Como puedes ver, comencé bien pronto —concluyó, frunciendo el ceño.

—Santana…

Brittany se acercó más a ella, incapaz de verla sufrir así sin al menos cogerla de la mano. No le sorprendió descubrir que sus dedos estaban fríos y temblorosos.

—Ya te había contado lo del fracaso del internado. Cuando comenzaron a darme clases particulares, tan sólo acudía al instituto para las asignaturas de gimnasia, química y física. En las clases de gimnasia, cuando las otras chicas hablaban del último chico por el que habían perdido la cabeza, yo no sentía nada. En cambio hubo una chica… —Santana sonrió como si todavía pudiese verla—. Es extraño, no recuerdo siquiera su nombre, pero era tímida y muy, muy bonita. Me gustaba ver cómo jugaba al baloncesto, cómo se movía su cuerpo, y la forma en que resplandecía cada vez que encestaba. Debí de intercambiar unas diez palabras con ella, pero el hecho de que me pareciese guapa y me atrajese… y también el no tener a nadie con quien hablar de ello, me asustó terriblemente. Habían ocurrido tantas cosas en mi familia, muertes, pérdidas, y el luto silencioso que se había instalado sobre nuestro hogar desde varios años atrás…

Brittany calentó la mano de su amiga colocándola entre las suyas. Sufría por la joven Santana, la chica formal y responsable que no sólo había perdido a su gemelo sino también a su madre y, en cierto modo, incluso su juventud.

—En la universidad tuve muchas citas inocentes, lo cual era una tapadera muy efectiva y bastante fácil de lograr, pues a los chicos les encanta alardear y exagerar la verdad. El novio con el que más duré, y con el que por fin intenté hacer el amor, era muy agradable y atento. La cosa no estuvo mal, pero no se parecía en nada a lo que yo deseaba, y desde luego no fue nada satisfactorio, aunque agradecí la sensación de intimidad compartida. Mi única relación adulta con un hombre, con Garrison Hollingsworth, terminó no sólo a causa de mi orientación sexual, sino porque cuando bebía se volvía muy grosero.

—Oh, mierda —intervino Brittany con voz dulce—. Y como había sido un conductor borracho el que mató a Jack…

—Exacto.

Santana no hizo el menor ademán de acercarse, pero se aferró a las manos de Brittany, mientras seguía masajeándose el cuello con la que le quedaba libre.

—Rompí con él, y aquella fue la última vez que salí con un hombre. Mis acompañantes de alquiler cumplen perfectamente con su tarea, como ya sabes, y para mí es más seguro.

Brittany recordó a Sam. Santana y él hacían una magnífica pareja. Supuso que esa había sido una de las razones por las que lo había elegido.

—En fin —dijo Santana dedicándole una tímida sonrisa—, parece que estoy comenzando a conocerme un poco.

Brittany la miró con gesto escéptico.

—Empiezo a darme cuenta de los motivos por los que doy tanta importancia al hecho de… ser perfecta. Crecí intentando ser a la vez mi hermano y yo, porque me pareció que esa era mi responsabilidad. Cuando descubrí que me interesaban las chicas, supe que ser diferente podría causarme nuevos problemas. Para entonces mi madre ya nos había abandonado, de modo que me limité a reprimir mis sentimientos —explicó Santana, suspirando y abrazándose más al cojín—. Ella nunca intentó que me fuese a vivir con ella, ni siquiera tener la custodia compartida. Simplemente, lo dejó todo atrás, incluyéndome a mí.

Brittany se preguntó cómo sería el haber perdido a su madre así, no tenerla ahí para poder revelarle que le gustaban las mujeres, por muy mal que se lo hubiese tomado Susan.

—De modo que seguí adelante. Decidí que mi educación era lo primero, y más adelante lo fue la Fundación. Deseaba tanto agradar a mi abuelo y hacer que se sintiera orgulloso… Pero sobre todo deseaba aliviar el dolor que sentía por la pérdida de Jack. Incluso después de que él muriese y de que a mi padre le diera el ataque, trabajé hasta el agotamiento por mantenerme al mismo nivel. Se convirtió en una forma de vida.

—Y entonces aparecí yo e hice peligrar todo eso.

La mirada de Santana se suavizó.

—Entonces apareciste tú… Me presionaste y me pusiste furiosa, pero al mismo tiempo eras una delicia… como una hermosa bocanada de aire fresco.

—Oh.

“¿Hermosa, yo?” Nadie la había llamado nunca hermosa. “¿Adónde quieres ir a parar con esto, Santana?” ¿Acaso pensaba rechazarla de una vez por todas, o iba más bien a hacerla feliz por fin?

—Sé que me he portado como una cobarde —confesó Santana, con una sonrisa arrepentida—, y que probablemente te he estado volviendo loca. Lo siento.

Soltó la mano de Brittany, y cruzó las suyas sobre el regazo.

—Seguramente voy a volverte más loca todavía… pero es que no puedo cambiar de la noche a la mañana.

—Santana…

—No, deja que te diga esto —atajó Santana, respirando hondo antes de continuar—: soy lesbiana. Ahora lo sé y lo acepto, y para mí es un alivio poder admitirlo por fin.

—Pero… —sugirió Brittany con cautela.

—Pero no puedo salir alegremente del armario, como si mi pasado no tuviese la menor importancia. Ni siquiera sé muy bien por dónde empezar.

Brittany sonrió para animarla. Sabía que debía de ser difícil para Santana admitir lo insegura que se sentía.

—No queda ya mucho, tan sólo quiero decir una cosa más —añadió esta, enrojeciendo ligeramente—. Si sigues estando interesada en mantener algún tipo de relación conmigo, yo… estaré encantada.

Brittany dio un respingo.

—¿Que estarás encantada? ¿Por qué, y bajo qué condiciones? —Odiaba preguntar aquello, pero necesitaba protegerse.

—Seguro que ya sabrás que estoy enamorada de ti —confesó Santana con voz insegura, tendiendo las manos hacia ella—. ¿Es demasiado tarde?

—¿Enamorada? —repitió Brittany—. ¿Dices que estás enamorada de mí?

—Sí.

—¿Y que quieres estar conmigo, como mi pareja?

Santana asintió, y su respiración se volvió irregular al acercarse más a Brittany y tomarla de los hombros.

—¿En secreto? —añadió Brittany.

—No, aunque tampoco pregonándolo a los cuatro vientos. Como ya te he dicho, no habrá ninguna fiesta para celebrar mi salida del armario —concluyó Santana, sintiéndose algo torpe al intentar hacer una broma.

—Nunca te he pedido otra cosa aparte de que no existiesen secretos. Jamás se me ocurriría exigirte que redactases un comunicado de prensa para explicar tu vida personal, lesbiana o hetero. Quiero estar contigo —añadió Brittany, tirando de ella hasta subirla a su regazo—, y si hemos de ser discretas me parece bien, siempre que no tenga que andar yo a hurtadillas.

—Nada de eso. ¡Oh Dios, abrázame, Brittany! —exclamó Santana, ocultando el rostro entre los cabellos de esta—. ¡Llevo tanto tiempo pasando frío…!

Quedaron un rato en silencio, mientras Brittany le acariciaba la espalda una y otra vez.

—No me has preguntado lo que yo sentía —murmuró Brittany por fin, colocando la mano sobre el vientre de Santana para comenzar a moverla en pequeños círculos.

—Qué arrogante soy, ¿verdad?

—Me parece que lo que ocurre es que temes lo que pueda responderte.

—Eso también es cierto.

Brittany movió la mano hacia arriba, hasta rodear uno de sus pechos.

—Te quiero. Te quiero con todo tu pasado, y estoy muy orgullosa de que hayas llegado tan lejos. ¡Eres toda una valiente!

Santana le alzó el rostro para mirarla.

—¿De verdad?

—Sí.

Acto seguido, Brittany la apartó de su regazo, se puso en pie y tendió la mano hacia ella.

—¿Vienes?

—¿Adónde? —preguntó Santana a su vez, con una nerviosa sonrisilla en los labios.

—A mi cama. No tenemos por qué hacer el amor si no te sientes preparada para ello. Tan sólo quiero tenerte entre mis brazos.

—Está bien, eso sí me gustaría.

Santana tomó su mano y ambas se dirigieron al dormitorio. Brittany notaba que el corazón le latía a un ritmo desbocado en el pecho. Poder abrazar por fin a Santana, sin tener que apelar a largas maniobras persuasivas… ¿Podría existir mayor felicidad en el mundo?

Quinn estaba en el patio, envuelta en una manta de lana, escuchando el romper de las olas contra la orilla mientras aspiraba ávidamente el salado aire de la noche. Había despertado sobresaltada. No recordaba bien su sueño, pero se alegraba de estar en la casa de la playa de Rachel. Se preguntó a qué venía aquella súbita necesidad de aire y de espacio, pero tampoco quiso profundizar demasiado en ello. Prefirió obedecer su instinto y alejarse algo más de la casa. Algo frío y húmedo le golpeó la parte de atrás de la rodilla.

—¡Perry!

Ahora ya distinguía perfectamente a ambos perros, no tanto por su aspecto como por su comportamiento. A Perry le gustaba empujarla suave e insistentemente con la nariz, mientras que Mason, más directo, metía la cabeza bajo su brazo y después la empujaba hacia arriba.

—Me has asustado, chico —le dijo rascándole la oreja—. ¿Me buscabas?

Perry se sentó junto a ella y comenzó a examinar atentamente la playa, como si la hubiese entendido. Quinn se echó a reír y le palmeó la cabezota.

—¡Buen perro!

Perry le dio un veloz lametón y después volvió a colocarse en su aristocrática postura, con el mentón en alto, completamente concentrado en todo lo que sucedía alrededor, mientras meneaba lentamente el rabo. La somnolienta voz de Rachel atravesó las puertas acristaladas que daban al dormitorio.

—¿Quinn?

—Aquí afuera, Rach, en el patio.

—¿Estás bien?

—Perfectamente. Perry está conmigo. Necesitaba tomar un poco el aire, pero ya vuelvo —dijo entrando en la estancia; de inmediato cerró las puertas tras ella—. La noche está muy fresca y despejada.

—¿Qué te ha despertado? —preguntó Rachel.

Se había incorporado a medias, apoyándose sobre un codo al tiempo que tendía la mano hacia ella. Quinn la tomó y se deslizó en el lecho.

—Creo que fue un sueño. La verdad es que no recuerdo nada. Aunque sí que sucedió algo extraño.

—¿Qué?

—Por primera vez en siglos, me he sentido a gusto ahí, al aire libre, sin tener las cuatro paredes macizas de mi sótano rodeándome después de una de mis pesadillas.

Quinn se acurrucó en la cama, posando la cabeza sobre el hombro de Rachel. Esta la rodeó con sus brazos, permaneciendo en silencio.

—No entendí mucho todo el revuelo de periodistas que se armó después de que mi padre matase a ese chico —continuó Quinn—. En el hogar de acogida y en la escuela oía que los otros chicos murmuraban a mis espaldas. Los mayores que me rodeaban, mis padres de acogida e incluso algunos de los profesores no hacían más que hablar de ello, o al menos eso era lo que me parecía a mí.

—¿Por qué armaron tanto barullo por eso? Es cierto que fue horrible, pero hay mucha gente que conduce borracha y mucha gente que acaba sufriendo las consecuencias de ello… ¿Por qué fue ese caso tan…?

Rachel se detuvo de pronto, y Quinn supo que acababa de adivinar la respuesta.

—¡Oh, Dios mío! Tu padre atropelló y mató al joven Jack López, ¿no es así? Fue noticia de portada incluso en Nueva York. No me extraña que hubiese tantos periodistas rondando por aquí.

—Y la gente suele recordar bien estas cosas. Lo sacaron a relucir durante toda mi adolescencia, preguntándome si yo era su hija. Acabé no siendo más que eso, la hija de Richard Fabray, el borracho asesino de niños. Según se dice por ahí, los López son lo más parecido a la realeza que tiene East Quay, y mi padre había matado al príncipe heredero.

—Pero no te habrás sentido responsable de ello…

—Sí que lo hice, cuando era pequeña. Si supieras cuántas botellas de cerveza y licores le robé a mi padre para vaciarlas en el vertedero, aunque se pusiera furioso… Holly me explicó que esa reacción es bastante común entre los hijos de padres alcohólicos. Sentimos una responsabilidad y una vergüenza en lo más hondo de la cual es muy difícil desembarazarse.

—¡Cariño…! —exclamó Rachel, y la besó en la frente—. Y cuando Jack López murió, tu pequeño cerebro de ocho años pensó que también era un poco culpa tuya…

—Sí, aunque ya no me ocurre. Holly me ayudó a quitármelo de la cabeza.

—¡Gracias a Dios!

Un nuevo beso hizo posible que Quinn se relajase.

—¿Lo sabe Santana?

—No —dijo Quinn, negando a la vez con un gesto—. Bueno, en realidad no lo sé. Tendré que decírselo antes de que alguien caiga en la cuenta y se me adelante.

—Ella nunca te lo echaría en cara, la conozco. Es la justicia personificada.

Quinn se abrazó a Rachel con más fuerza. En el exterior, el viento se había llevado lejos su pesadilla, y allí dentro era Rachel quien la consolaba.

—Eso espero —murmuró, rozando la aterciopelada piel de Rachel con sus labios; después la besó suavemente, una y otra vez—. Rachel, amor mío…

—Linda.

La necesidad que sentía la una por la otra era insaciable. Muy pronto, la noche se llenó de susurros y gemidos que ahogaban el fragor del mar.

Santana se quedó inmóvil mientras Brittany encendía cuatro velitas sobre el tocador de su dormitorio. Dirigió una mirada nerviosa al lecho de acero forjado que ocupaba la casi totalidad del cuarto, cubierto con cojines de todos los tamaños colocados sobre una colcha de terciopelo granate.

—¿Puedo desnudarte? —preguntó Brittany acercándose lentamente a ella—. Si prefieres que no lo haga, dilo, no pasa nada.

—No, no, sí que quiero que lo hagas.

—¿Seguro? Avísame si te sientes incómoda en algún momento.

Brittany desabrochó el botón de los pantalones de Santana; en unos segundos ya le había bajado la cremallera. Cuando cayeron a sus pies, Santana salió de ellos y contempló cómo Brittany los colgaba en el respaldo de una pequeña silla de madera.

—Arriba —le dijo después, y se volvió de nuevo hacia ella. Santana alzó las manos y Brittany le quitó el jersey de cuello de cisne, despeinándola por completo.

—¡Dios, estás preciosa! —suspiró, y Santana casi pudo sentir cómo los ojos de Brittany barrían su cuerpo semidesnudo—. ¿Quieres que me detenga aquí?

—Sí, creo que sí. Al menos por ahora.

—Muy bien. Métete en la cama, yo voy en un segundo.

Santana se estremeció al tocar las frías sábanas de algodón, aunque otras partes de ella estaban más calientes de lo que nunca habría creído posible. Sus hambrientos ojos contemplaron cómo Brittany se quitaba la ropa. Como no llevaba sostén, se metió en la cama con sólo unas breves braguitas de encaje azul.

—Ya está. Ahora estás más calentita, ¿verdad? —le dijo sonriente; sus ojos centelleaban con pequeñas y danzarinas chispas verdes—. Ven aquí.

Brittany la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia sí.

—Sí, eso es. Tú relájate. Estás a salvo.

Sin embargo Santana no podía relajarse. Aquella criatura tan semejante a un hada provocaba que todo su cuerpo se estremeciese, y no podía dejar de moverse. Cada vez que su piel entraba en contacto con la de Brittany, estallaban nuevas hogueras de deseo.

—Brittany, puede que esto no funcione como planeábamos —dijo por fin entre dientes.

—¿Por qué? —se sorprendió esta.

—Eres demasiado sexy y hermosa. No puedo quedarme quieta si estás tan cerca.

—Pues entonces haz lo que desees hacer, Santana. Soy toda tuya.

Tímidamente, Santana le pasó la mano por el vientre. Brittany respiró hondo, conteniendo el aliento cuando una mano se cerró sobre su seno. El rígido pezón que se apretó contra su palma excitó muchísimo a Santana. Notó que su pubis se hinchaba y que de su interior surgía una nueva oleada de humedad que le cubrió el interior de los muslos. Brittany provocaba en ella un profundo deseo y excitación. Sus piernas se abrieron por sí solas mientras examinaba cada parte del cuerpo de su amante con creciente deleite.

—¿Lo estoy haciendo bien? —susurró—. ¿Te gusta?

—Muchísimo —suspiró Brittany—. Bésame.

Santana ascendió hasta su boca y la cubrió con sus labios sin el menor titubeo. El sabor le era familiar. Su beso se hizo enseguida más profundo, pues estaba deseando prolongarlo lo más posible. Santana consideraba los besos como el tipo de caricia más íntima que existía; por eso sintió en aquel momento que sus almas se unían al mismo tiempo que los cuerpos. Los besos de Brittany colmaban cada uno de los sueños secretos de Santana, y supo al momento que siempre anhelaría sobre todas las cosas aquella maravillosa prueba de amor. Gimió al notar que Brittany le estaba desabrochando el sujetador. Se apretó contra ella, notando que el deseo traspasaba cada célula de su cuerpo. Cuando los senos de ambas entraron en contacto, los erectos pezones tiraron de la retráctil areola y se frotaron contra sus semejantes. Santana dejó que su lengua examinase la boca de Brittany una y otra vez, hasta que quedó sin respiración y hubo de apartarse un momento. Cuando bajó la vista y contempló los pechos de ambas desnudos y juntos donde sus cuerpos se encontraban, la visión le robó el poco aliento que le quedaba. Brittany tomó uno de los pechos de su compañera y se deslizó hacia abajo lo suficiente para succionar el pezón. El estallido de placer que Santana sintió la pilló por sorpresa, y no pudo hacer más que echar la cabeza hacia atrás y gemir:

—¡Brittany…! ¡Oh, Dios mío…!

Su espalda se arqueó para disfrutar todavía más de aquellas insoportables caricias, y un velo rojo de deseo desatado y amor cubrió por completo su visión. Frotó una pierna contra la otra y recordó el calor de aquella noche, no tan lejana, en la que había alcanzado el orgasmo contra su voluntad mientras pensaba en Brittany. “Y ahora estoy aquí… en su cama. ¿Qué me estás haciendo, Brittany?”

Era obvio lo que Brittany tenía en mente cuando deslizó las manos dentro de las braguitas de Santana. Tiró de ellas hacia abajo, y Santana la ayudó quitándoselas de una patada cuando ya ella no podía alcanzar más.

—¡Oh Santana, eres condenadamente hermosa, tan sensual y atractiva…! Te deseo de pies a cabeza. He soñado con hacer el amor contigo, con esto… —murmuró Brittany junto a su cuello, deslizando la mano hasta rodear con ella la cadera de su pareja—, con acariciarte así… —añadió, bajando hasta el húmedo delta que acababa entre sus muslos.

Santana abrió las piernas, y el miedo igualó al deseo que sentía mientras aguardaba las íntimas caricias que sabía que estaban a punto de producirse. Sin embargo, Brittany se limitó a cubrir su sexo con la mano en un gesto protector. Santana movió las caderas, inquieta, mientras gemía:

—Brittany… necesito que me acaricies…

El ansia que sentía y su primaria necesidad de hacerse una con Brittany hizo surgir un río de humedad entre sus hinchados pliegues.

—Puedo notar lo mucho que me deseas —murmuró Brittany, deslizando delicadamente los dedos hasta encontrar el congestionado clítoris de su amante—. ¡Oh, preciosa, estás empapada y dispuesta! Creo que llevabas ya bastante tiempo esperándome.

—Desde que me fui a Boston —confesó Santana, sin poder mantener los ojos abiertos, pues los dedos de Brittany no dejaban de dibujar pequeños círculos sobre su clítoris—. Intenté satisfacerme yo misma, pero… fue imposible, porque tú no estabas allí…

—Pero ahora sí que estoy. Deja que suceda, déjate llevar. Aquí estoy —ronroneó Brittany—. Eso es…

Santana cabalgó sobre los suaves dedos que de pronto le parecieron demasiado cautelosos al acariciarla.

—Por favor, Brittany, quiero más…

—¿Más? ¡Oh, mi preciosa… será un placer!

La voz de Brittany se había vuelto más grave debido a la pasión que sentía. Se deslizó hacia abajo al tiempo que colocaba a Santana boca arriba. Algo mareada, Santana abrió las piernas para dejar sitio a Brittany, quien comenzó a trazar un sendero de lentos y húmedos besos por su vientre, sin detenerse al alcanzar los rizos oscuros. Al llegar a la empapada vulva de Santana apartó los delicados pliegues, descubriendo las rosadas carnes.

—¡Brittany!

Cuando Santana sintió que la boca de Brittany se cerraba sobre su clítoris dejó escapar un grito y arqueó la espalda, estremecida. Un orgasmo arrollador fue surgiendo con cada caricia de la ágil lengua que la lamía a un ritmo cada vez más rápido. Apenas podía respirar mientras las convulsiones sacudían su cuerpo. “¡Brittany… Brittany…!” Ni siquiera podía pensar de forma coherente. Lo único que importaba era la mujer que estaba entre sus muslos, maravillosa, extraordinaria. Cuando las irrefrenables contracciones cesaron, Brittany ascendió por su cuerpo, cabalgada sobre su pierna izquierda.

—Eres increíble, absolutamente increíble —murmuró—. Me has excitado por completo. Necesito llegar yo también. Bésame…

Santana la buscó a ciegas y la besó.

—Dime cómo…

—Baja la mano y acaríciame, de la forma que desees, pero hazlo, rápido.

Santana se abrió camino entre ambos cuerpos hasta alcanzar el pubis de Brittany, donde procuró imitar sus caricias. Cuando Brittany le rodeó los hombros con una mano, ella tiró de ambas hasta quedar las dos de costado. Entonces Brittany dobló la rodilla y susurró:

—Entra en mí, por favor.

Santana rodeó la húmeda vagina de Brittany y la encontró perfectamente lubricada para poder entrar en ella. Cuando introdujo los dedos, primero uno y después el segundo, notó al momento que las resbalosas paredes tiraban de ellos hacia adentro. Brittany gimió y movió las caderas, mientras Santana intentaba acariciarla rítmica y firmemente. Su pulgar rozaba sin querer el clítoris de Brittany. Tras unas cuantas embestidas, Brittany quedó reducida a un tembloroso bulto que se agarraba frenéticamente a los hombros de Santana.

—¡Ahora… oh, sí, ahora… ahí…! —exclamó.

Santana notó cómo se contraían los músculos de su amante alrededor de sus dedos, una y otra vez. Empujó con más fuerza, y otra oleada de jugos le empapó la mano. El cuerpo de Brittany se estremeció durante varios preciosos segundos, y a continuación se echó en sus brazos, deshecha en gemidos, llorando contra su hombro. Asustada y abatida, Santana tardó un rato en comprender que Brittany había reaccionado con tanta fuerza porque por fin había conseguido liberarse de la tensión y el miedo que sentía.

—Te quiero, Brittany —susurró, liberando suavemente su mano.

La rodeó con sus brazos y la meció, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Los largos cabellos de Brittany las cubrían a ambas, y su personal aroma de limón y vainilla hacía que todo fuese familiar y se sintiese a salvo.

—Yo también te quiero —sollozó Brittany, buscando un pañuelo de papel; después volvió a sus brazos mientras se sonaba la nariz—. ¡Caray… ni siquiera lo vi venir!

—¿Te ha gustado? —preguntó Santana, y contuvo la respiración acto seguido, aunque estaba bastante segura de que el orgasmo de Brittany había sido arrollador.

—¿Estás de broma? —preguntó Brittany, enarcando una rubia ceja mientras una gran sonrisa se abría paso entre sus lágrimas—. Creo que llegué a ponerme en órbita, incluso. Y tú has estado maravillosa. Me encantó acariciarte, y la forma en que tú me acariciaste a mí… fue pura magia —concluyó, besándola.

La mente de Santana era un torbellino, llena de sentimientos, emociones y todos los acontecimientos de aquella semana.

“Magia” no era la palabra que ella habría elegido. Tiró de las mantas para cubrir sus sudorosos cuerpos, alegrándose de estar en aquel cálido refugio.

—No creo en el destino —comenzó, pronunciando con lentitud—. Pero esto… tú… podrías hacerme cambiar de opinión sobre todo esto.

—¿De verdad, López? ¿Cambiar de opinión sobre algo, tú? —preguntó Brittany con sorna, guiñando maliciosamente un ojo—. Qué cosa tan extraña en ti, querida.

—Muy graciosa —sonrió Santana—. Bromas aparte, estas últimas semanas han sido, como tú has dicho, mágicas. Pero han sido mucho más que eso. Como providenciales… supongo que es el destino, sí.

—Escoge la palabra que te parezca mejor, preciosa —sugirió Brittany, acurrucándose más contra ella.

—Las palabras son tu especialidad, eso te lo dejo a ti —replicó Santana abrazándola con ternura.

—Estupendo, todo el trabajo para mí —protestó Brittany con voz soñolienta.

—Relájate, no voy a irme a ningún sitio.

Unos minutos después, Brittany le demostró la mayor confianza de la que puede hacer gala una persona, quedándose dormida en brazos de Santana.

por aria Miér Oct 02, 2013 10:03 am

WOW PERO QUE CAP...
Me ha encantado, me alegra mucho que por fin Britt y su madre se lleven mejor y que hayan hecho las pases, no es lindo que tu propia madre te rechace por que eres pero me da mucho gusto por Britt, ahora solo falta que Santana se decida si quiero o no estar con britt, la pobre esta por la calle de la amargura :(

Te he dicho ya que AMO la relacion Faberry en este fic??? NO? Pues si me encanta la AMO...
Rachel estan linda y tan protectora con Quinn, ella ha sufrido mucho y ya necesitaba de alguien que la ame y la cuide con se lo merece..

Espero el siguiete, besos para ti linda!! :* FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 918367557

FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 918367557

FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 4061796348

por aria Miér Oct 02, 2013 10:03 am

OK, me ha pasado lo mismo que en Honor.......Aggggggggggggggggggggggggg
FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 2414267551

FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 4065562827

por Jane0_o Miér Oct 02, 2013 11:19 am

Por fin!!
Santana y brittany!

Ahora quiero ver la
Reaccion de santana cuando le cuente quiin que su papa
Fue el que atropello a su hermano!

Sin mas excelente fic,
Hasta la siguiente
Actualizacion,

Saludos!

por AndreaDaru Miér Oct 02, 2013 11:46 am

Solo voy a decir una palabra:

EXCELENTE! FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo - Página 8 296517876

por Keiri Lopierce Miér Oct 02, 2013 11:59 am

Bueno Marta de nuevo yo por aqui una de tus acosadoras jajajaja que te puedo decir si dormí bien jajajaja aunque mi sobrino llego despertándome y no pude seguir durmiendo jajajaja pero me ha encantado el capitulo por fin Santana dio el paso y hablo con Brittany expuso lo que sentía mejor imposible en cuanto a las Faberry me encanta en este FF espero tu próxima actualización saludos

por monica.santander Miér Oct 02, 2013 12:08 pm

Hola!!Al finnnnnnnnn, como me gusto este capitulo!!!
Pobre Quinn espero que San entienda el pasado de ella y no la odie por ser la hija del asesino de su hermano!!
Rach la mejor jaja!!!
Saludos

por aria Miér Oct 02, 2013 1:18 pm

AL fin estas mujeres se han dejado llevar por lo que siente, ya quiero ver el siguiente cap!!
Actualizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por DafygleeK Miér Oct 02, 2013 4:53 pm

Pretty! Me encanto!!!!! Lo sabia! Lo sabia! El padre de quinn atropello al hermano de san! Lo sabia!!!!! Me siento una genia en este momento, por alguna razon! Pretty actualiza pronto please! ;) xoxo.

por DafygleeK Miér Oct 02, 2013 4:56 pm

Pretty! Me encanto!!!!! Lo sabia! Lo sabia! El padre de quinn atropello al hermano de san! Lo sabia!!!!! Me siento una genia en este momento, por alguna razon! Pretty actualiza pronto please! ;) xoxo.

por Cami Rivera Miér Oct 02, 2013 4:57 pm

¡Hola Marta! ¿Cómo estás? ¿Extrañaste mis comentarios?

Lo siento por no haber pasado por aquí los últimos capítulos, pero la verdad es que he estado un poco ocupada. Pero bueno, que decirte me he leído todos los capítulos y me han parecido de infarto. ¡Por fin Brittany y Santana están juntas!... El FF está cada día mejor, y bueno también terminé de leer "Primer impulso" y me pareció excelente. Gracias por todos los FF.

Espero el siguiente capítulo con ansias.

¡Un abrazo!

por DafygleeK Miér Oct 02, 2013 4:59 pm

Pretty! Me encanto!!!!! Lo sabia! Lo sabia! El padre de quinn atropello al hermano de san! Lo sabia!!!!! Me siento una genia en este momento, por alguna razon! Pretty actualiza pronto please! ;) xoxo.

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 5:19 pm

aria escribió:WOW PERO QUE CAP...
Me ha encantado, me alegra mucho que por fin Britt y su madre se lleven mejor y que hayan hecho las pases, no es lindo que tu propia madre te rechace por que eres pero me da mucho gusto por Britt, ahora solo falta que Santana se decida si quiero o no estar con britt, la pobre esta por la calle de la amargura :(

Te he dicho ya que AMO la relacion Faberry en este fic??? NO? Pues si me encanta la AMO...
Rachel estan linda y tan protectora con Quinn, ella ha sufrido mucho y ya necesitaba de alguien que la ame y la cuide con se lo merece..

Espero el siguiete, besos para ti linda!! :*

No, no es agradable que tu propia madre te rechace, la pobre tuvo que sufrir mucho con eso, no puedo ni imaginarmelo...
En el próximo capitulo se sabrá algo de Santana, dará señales de vida jajaja
No me lo has dicho todavia, pero esta bien saberlo, siempre es bueno tener fans de las Faberry, sobretodo porque en mis fic siempre hay. Yo también amo esa pareja
Las Faberry se cuidan la una a la otra, como en toda buena pareja
Besos linda

aria escribió:OK, me ha pasado lo mismo que en Honor.......Aggggggggggggggggggggggggg

Jajaja eres muy lenta!!

Jane0_o escribió:Por fin!!
Santana y brittany!

Ahora quiero ver la
Reaccion de santana cuando le cuente quiin que su papa
Fue el que atropello a su hermano!

Sin mas excelente fic,
Hasta la siguiente
Actualizacion,

Saludos!

No te hare esperar mucho para saber como reacciona, ya que aparecerá en el siguiente capitulo

AndreaDaru escribió:Solo voy a decir una palabra:

EXCELENTE!

Me alegro

Keiri Lopierce escribió:Bueno Marta de nuevo yo por aqui una de tus acosadoras jajajaja que te puedo decir si dormí bien jajajaja aunque mi sobrino llego despertándome y no pude seguir durmiendo jajajaja pero me ha encantado el capitulo por fin Santana dio el paso y hablo con Brittany expuso lo que sentía mejor imposible en cuanto a las Faberry me encanta en este FF espero tu próxima actualización saludos

Jajaja, bueno por lo menos conseguiste dormir algo. Sí, han tardado, pero por fin las Brittana estan juntas, como debe ser

monica.santander escribió:Hola!!Al finnnnnnnnn, como me gusto este capitulo!!!
Pobre Quinn espero que San entienda el pasado de ella y no la odie por ser la hija del asesino de su hermano!!
Rach la mejor jaja!!!
Saludos

Sabia qu te gustaría este capitulo. Sí, Quinn se siente mal por algo que hizo su padre, debe ser duro para ella, sobretodo ahora que es amiga de Santana

aria escribió:AL fin estas mujeres se han dejado llevar por lo que siente, ya quiero ver el siguiente cap!!
Actualizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Despues soy yo la mandona...
Estoy por no poner capitulo por exigente, pero no seria bueno para las demas...asi que va para las demás, tu no puedes leerlo, asi que te quedas sin capitulo y sin beso

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 5:25 pm

Cami Rivera escribió:
¡Hola Marta! ¿Cómo estás? ¿Extrañaste mis comentarios?

Lo siento por no haber pasado por aquí los últimos capítulos, pero la verdad es que he estado un poco ocupada. Pero bueno, que decirte me he leído todos los capítulos y me han parecido de infarto. ¡Por fin Brittany y Santana están juntas!... El FF está cada día mejor, y bueno también terminé de leer "Primer impulso" y me pareció excelente. Gracias por todos los FF.

Espero el siguiente capítulo con ansias.

¡Un abrazo!

Hola Cami!! Sí, los extrañe, pero más a ti.
No te preocupes, se que hay vida fuera del foro. Sí, volviste para lo mejor, para ver a las chicas juntas finalmente. Gracias a ti por tomarte el tiempo de leerlo, me alegra que te gustara
Ya te dejo el último capitulo de este FF. Nos vemos

DafygleeK escribió:Pretty! Me encanto!!!!! Lo sabia! Lo sabia! El padre de quinn atropello al hermano de san! Lo sabia!!!!! Me siento una genia en este momento, por alguna razon! Pretty actualiza pronto please! ;) xoxo.

Sí, lo adivinaste antes de que lo dijera, el padre de Quinn lo mató. Siempre es reconfortante saber que has acertado, jajajaja
Te dejo ya el capitulo, besos!!

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 5:27 pm

Bueno chicas os dejo con el capitulo final de esta historia, gracias por haberla seguido y espero que lo disfruteis

Capítulo 25

La voz de Rachel se elevaba una y otra vez en el Concierto Benéfico de la Fundación López, demostrando que la hija más famosa de East Quay era una de las mejores cantantes de Broadway del mundo. Cuando apareció en el centro del escenario, con el cabello recogido en un elaborado moño que dejaba caer unos cuantos tirabuzones sobre la espalda, el aplauso resonó durante varios minutos, hasta que por fin el director alzó la batuta para imponer silencio. La orquesta estaba iluminada por una tenue luz, a los pies de la hermosa mujer del vestido de terciopelo azul cobalto que arrastraba una cola de casi un metro. Quinn estaba sentada junto a Santana y Brittany, absorbiendo cada instante de aquel triunfo personal de Rachel. Dudaba que pudiese existir alguien entre el público que cayese en la cuenta de que Rachel no podía verlos. Allí estaba ella, irradiando fuerza y belleza vocal, a casi un metro de distancia del micrófono y cantando de una forma que hacía que Quinn entrase en trance. Después de la tercera y última canción la sala volvió a estallar en aplausos, que esta vez duraron más de cinco minutos. Quinn pudo ver que las mejillas de Rachel se coloreaban, y comprendió hasta qué punto aquella era una victoria personal para su pareja, quien además estaba intentando aliviar la culpa que sentía por haberlo cancelado todo para acudir a East Quay. Quinn aplaudió hasta que los brazos le dolieron y las lágrimas corrieron por sus mejillas, al igual que hacían Brittany y Santana. Los parientes de Brittany estaban sentados en la misma fila, y era obvio que el señor y la señora Pierce estaban también arrebatados por aquella interpretación.

—¡Da capo! —gritó una voz masculina desde detrás—. ¡Da capo, bellissima!

Para sorpresa de Quinn, Rachel alzó las manos con las palmas hacia afuera, hasta que cesaron los aplausos.

—Gracias —dijo Rachel, y su poderosa voz llegó a toda la sala—. Son ustedes muy amables. Quiero dedicar esta canción de cuna a una joven que tiene mi corazón en sus manos.

A continuación se volvió hacia el director de orquesta y le dijo:

—Summertime, maestro, por favor.

https://www.youtube.com/watch?v=hgA0_wEjAIQ

Cuando el director asintió e hizo sonar la batuta sobre su atril, el público entero contuvo el aliento, volviendo a respirar tan sólo cuando Rachel comenzó a cantar. Quinn sacó un pañuelo de papel. Ya había supuesto que se emocionaría, pero lo de escuchar a Rachel cantando aquella canción, aquella famosa nana, para ella, era casi más de lo que podía soportar. Además, como si supiese milagrosamente dónde estaba ella sentada entre el público, Rachel miró exactamente en su dirección. Quinn no pudo apartar los ojos de ella ni un solo segundo. ¡Rachel Berry, famosa en el mundo entero y adorada por millones de personas, amaba a Quinn Fabray, una desconocida de la que nadie había oído hablar, residente en East Quay! Por un momento se sintió dominada por los nervios, pero la dulce interpretación de Rachel mitigó sus temores. Cuando la canción acabó, Quinn creyó que el aplauso acabaría por resquebrajar el techo de la antigua sala de conciertos. Pudo ver cómo Rachel se inclinaba varias veces para saludar, haciendo gala de un perfecto equilibrio, antes de volverse hacia la derecha del escenario y tender la mano hacia allí. Un atractivo joven vestido con un esmoquin color blanco le ofreció el brazo. Ella lo tomó y permitió que la guiase fuera del escenario. El aplauso continuaba, atronador. Rachel hubo de salir tres veces más a agradecerlo, acompañada cada vez del mismo joven. Quinn comprendió que aquel detalle, junto con la increíble interpretación que acababa de ofrecer, crearía un océano de rumores dentro del mundo de Broadway. Le dolían las palmas de tanto aplaudir, pero aquella muestra de que a Rachel no le importaba que se notase su minusvalía la hizo aplaudir aún con más fuerza. El concierto, cuyas entradas se habían agotado, recaudó setecientos mil dólares para la nueva ala del hospital, y los billetes para el cóctel que tuvo lugar más tarde, en el hotel, añadieron otros setenta y cinco mil dólares más. Santana se sentía completamente feliz, aunque eso se debía sobre todo a la presencia de Brittany. Esta llevaba el abundante cabello recogido con dos grandes alfileres de ébano, excepto unos cuantos rizos que le enmarcaban el rostro. Santana recordó aquellos rizos esparcidos en abanico sobre la almohada en las numerosas ocasiones en que ambas se buscaron durante aquella primera y sensual noche que estuvieron juntas. “Brittany es toda belleza y sinceridad. No existen secretos en ella, ni planes ocultos”, pensó, mientras admiraba su largo vestido sin mangas, que destacaba sus curvas, al tiempo que el suave tejido, verde bosque, susurraba al menor movimiento. Cuando los padres de Brittany se acercaron a ellas, apretó furtivamente la mano de esta para darle fuerzas. Santana había charlado con Susan y David Pierce apenas un momento, en la sala de conciertos. Ahora venían hacia ellas con una precavida sonrisa en el rostro.

—Señora López, me han dicho que he de agradecerle a usted esta maravillosa velada —dijo Susan.

—Eso no es del todo cierto —replicó ella—. La difunta señora Sylvester también tuvo parte en ello. Me alegro mucho de que hayan podido asistir. Y por favor, llámenme Santana. ¿Han podido hablar con Rachel?

—Pues sí —intervino David—, y ha estado muy amable. Nos firmó un CD para subastarlo en la iglesia, y otro más que insistió en regalarnos.

Santana sonrió.

—Me alegro de que la velada haya sido un éxito.

—Y sobre todo ha sido un placer conocerla a usted —dijo Susan—. Nunca había visto a Brittany tan feliz.

Santana hizo un gesto de sorpresa, pero aquella no era más que una de las muchas pruebas que tendría que afrontar mientras aprendía a manejar su relación.

—Es un sentimiento mutuo —consiguió improvisar, recibiendo como recompensa una mirada feliz y sorprendida de Brittany.

Cuando ambos esposos se hubieron despedido, Brittany se volvió hacia ella con gesto escrutador.

—Vaya, López —dijo arrastrando las palabras—, cualquiera diría que te tengo loquita por mis huesos o algo así.

Santana soltó una carcajada.

—O algo así… —repitió—. Ah, aquí vienen Quinn y Rachel. Por fin ha podido librarse de sus admiradores. Parece que Quinn ha sido una buena guardaespaldas.

—¡Caray, Quinn está sensacional con esos pantalones negros de cuero! —suspiró Brittany.

—¡Eh, eh, recuerda con quién estás hablando! —la regañó Santana con una sonrisa.

—Sí, lo sé. Mi intención es limitarme a admirar a la morena de traje de noche color rojo oscuro que deja muy poco a la imaginación.

Cuando Quinn y Rachel se acercaron a ellas, Santana pudo ver signos de fatiga en los ojos de Rachel, pero, aparte de eso, estaba radiante tras su actuación y la entusiasta reacción del público. “¿Cómo no estarlo, si adoran el suelo que pisa?” Sin embargo, Quinn parecía casi enferma.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Brittany.

—Sí, perfectamente, gracias. ¿Listas para marchar? Rachel está un poco cansada.

Rachel hizo un gesto de excusa con la mano.

—Si queréis quedaros más rato, tal vez Blaine pueda hacer dos viajes…

—No, no, por mí está bien —dijo Santana, y se volvió a continuación hacia Brittany—. ¿Y tú?

—Yo voy adonde me digas, preciosa —dijo Brittany, aunque al momento se cubrió la boca con la mano.

Santana no pudo evitar sonreír al ver el gesto azorado de su Brittany.

—No te pongas histérica, Brittany, estamos entre amigas. Y además, parece que somos de las últimas en salir —añadió, haciendo un gesto hacia la puerta.

Se sintió aliviada al entrar en la limusina. Tendiéndose sobre el respaldo, cerró un momento los ojos, mientras Blaine se incorporaba al tráfico de aquellas avanzadas horas del sábado. Al relajarse por fin se dio cuenta de lo agotada que estaba. La voz de Quinn la sacó de su letargo.

—Santana…

—Sí, ¿qué ocurre? ¿Te encuentras mal? —preguntó esta tomándola de la mano; Rachel le sujetaba la otra.

Era obvio que Quinn estaba a punto de llorar.

—Tengo algo que decirte, sobre todo ahora que ya he estado varias veces bajo los focos, aunque fuese accidentalmente, por estar junto a Rachel.

Sin saber a qué se refería, Santana se limitó a sujetar la helada mano.

—No hay ninguna forma sencilla de decirlo, de modo que te lo contaré directamente —dijo Quinn, mirando brevemente a su pareja antes de girarse de nuevo hacia Santana—.

Soy la hija de Richard Fabray.

Estaba claro que se preparaba para lo peor, pues no pestañeó ni una sola vez mientras clavaba los ojos en Santana.

—Lo sé —respondió ella; notó que se le encogía el corazón, pero la ternura que sentía por Quinn creció aún más.

—Ah, ¿sí? —tartamudeó—. ¿Cómo… cuándo y durante cuánto tiempo…?

De pronto dejó de intentarlo y se quedó mirándola fijamente.

—Oh, Quinn —murmuró Brittany desde su esquina—. Nunca dijiste nada…

—Lo supe cuando solicitaste la primera ayuda, en cuanto leí tu ficha. La Fundación López investiga a fondo a las personas a las que decidimos ayudar, y yo siempre doy la aprobación final a subvenciones de esa importancia entregadas a una sola persona.

—Y aun así las aprobaste, ¡las dos veces! —exclamó Quinn apretándole la mano con fuerza—. Tú…

—Nunca, nunca te culpé por lo que había hecho tu padre —dijo Santana, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas—. Ni por un segundo. Tú perdiste a tu padre y acabaste en un eterno círculo de hogares de acogida. Yo perdí a mi hermano… y todo porque alguien bebió sin medida y sobrevaloró sus capacidades. Ambas hemos pagado un alto precio por la irresponsabilidad de tu padre.

Quinn le echó los brazos al cuello, emocionada.

—Lo siento —dijo—. Solía esconderle todas las botellas que podía, pero…

—Eras una niña, al igual que Jack. Ambos fuisteis sus víctimas. No tuviste ninguna responsabilidad sobre aquello.

—Mi mente me dice que eso es cierto, pero puede que me lleve bastante tiempo hacérselo comprender a mi corazón. Tenía tanto miedo de que no lo entendieses… —añadió, abrazando a Santana con fuerza—. Debería haberlo sabido. Rachel me dijo que confiase en ti. Lo siento.

Santana se frotó los ojos en un fútil intento de detener las lágrimas que empapaban la camisa negra de satén de Quinn. Al mirar a Brittany pudo ver que ella también se enjugaba los ojos.

—¡Menudo espectáculo! —exclamó Brittany, riendo en medio de sus lágrimas—. ¿Qué tal si le decimos a Blaine que nos lleve al Café y ayudamos a Quinn a preparar unos cafés bien cargados? Estamos todas demasiado sensibles para volver a casa.

—Gran idea, Brittany —dijo Rachel.

Quinn se apartó lentamente de Santana, buscando al momento la mano de Rachel.

—Estaré encantada de prepararos cuatro cafés con leche. Además, cerramos dentro de unos minutos, de modo que tendremos toda la cafetería para nosotras.

Santana suspiró, disfrutando por anticipado de la inyección de energía que siempre le proporcionaban los cafés de Quinn. Volvió a sentarse junto a Brittany y entrelazó los dedos con los de su amada.

—Excelente. Se lo diré a Blaine. En mi opinión nunca es tarde para un café.

—No sé si no debería preocuparme, dado que sé el efecto que te produce la cafeína —bromeó Brittany.

—No tengo la menor idea de lo que estás diciendo, Pierce —sonrió Santana—. El café es energizante, y una nunca sabe cuándo puede necesitar sus energías.

Brittany la abrazó, sorprendida.

—Mi madre tenía razón. Nunca me había sentido tan feliz.

Santana se sumergió en los chispeantes ojos de la mujer que amaba. “¡Mon amour!”

—Yo tampoco.

Se hizo el silencio entre ellas mientras Blaine maniobraba para conducir el vehículo hacia la carretera que llevaba al embarcadero. Santana observó los serenos rostros que la rodeaban. ¡Estaba tan orgullosa de Rachel, de la forma en que había conseguido dominar sus miedos y perseverar…! Quinn era tal vez la que había llegado más lejos de las cuatro, desde el lugar al que la vida la había arrojado de niña. Y Brittany… Santana suspiró, limitándose a contemplar a su amada. “Lo adoro todo de ti. Para mí eres única.” La limusina se detuvo y Blaine abrió la puerta.

—Hemos llegado al Sea Fabray Café, señoras. Se ve que alguien ha trabajado mucho para sacarle brillo al lugar.

—Vaya, gracias, Blaine —dijo Quinn mirándolo con gesto enigmático—. ¿Qué tal uno con leche? ¿O lo prefieres solo?

—¿El café? Sí, señora. Solo, fuerte y con el azúcar suficiente para que flote la cucharilla.

Sonó una carcajada general, y el grupo entró en el café al tiempo que salían los últimos clientes habituales. Santana se sentó en un taburete de la barra, mientras que Brittany se quedó junto a ella, con el brazo sobre sus hombros.

—Es como un segundo hogar, ¿verdad? —dijo Brittany.

—Estando tú aquí, no puedo estar más de acuerdo —convino Santana.

-----

Os habéis quedado con ganas de más? Seré buena y os subiré el epílogo

por Alessandra Fabray Miér Oct 02, 2013 5:55 pm

EL PROLOGO POFAVO :3 jajajajaj es magnidfico!!!! :3 laksdjlaksjdlas me sorprendees :3 Enserio
Muy bien trabajo

por Cami Rivera Miér Oct 02, 2013 6:03 pm

Oh... No puedo creer que ya haya terminado :(... Que hermoso final. Todas siendo sinceras con respecto a sus vidas y felices de lo que sienten... ¡Espero el epílogo!

¡Gracias!

por naty_LOVE_GLEE Miér Oct 02, 2013 6:07 pm

Oh!! Por Dios!!!

Me siento acosadora?! :p En serio, porque aquí estoy al pie del cañon! Con este nuevo Fic!!! Te sigo desde honor (en todas sus maravillosas y adictivas partes) me fascina!!!

Y ahora estoy aquí!! De nuevo prendida a un fic más tuyo!!! En serio te adoro!!! Sos una genia!! Yo feliz de leerte de nuevo!! Como dice la canción “aaaa dondeeee vallaaaaaas!! lalalalala............... Si!!!! Te sigo!! Estaba rondando por el foro y cuando leí tu nombre de usuario en el fic, entre de una!!.........La verdad que esto de empezar con nuevos Fics no es tanto lo mio, ya que por el tiempo no puedo :(…….Entro por Honor y algunos más pero cuando vi tu nombre no pude resistirme!! Y no me equivoque!!!! Tarde pero seguro!!!!

Ahora bien, como te digo!Este fic me encanta!!! Entenderás mi tardanza es que tuve que leerlo despacio y con tiempos y ahora aquí estoy!!!

Faberry esta muy bueno!! En serio toda la historia es muy linda!!

Aunque no te voy a negar que les tengo un poco de envidia porque a medida que leo veo que están disfrutando mucho su relación a full!!! En cambio mis Brittana estuvieron muy lentejas!!, es decir muy lentas!! Parecían tortugas!!! No niego que es emocionante pero muy lentejas!! en fin...........

Aunque con esto último me dejaste sin aliento!!! Fue maravilloso valió mucho la pena toda la espera!!!! Estuvieron de lo más amorosas.

Blaine es el chofer de Santana!!! Si!!!!!!!!!!!!!!!! Y me da mucha risa imaginarlo vestido de chofer y diciendo “Si señora”

No me malinterpretes me gusta mucho Blaine en Glee, sólo que ya me estaba cansando de tanto protagonismo que tenía en la serie, hasta me aburría y he creído seriamente en “Blee!” o al menos en que tuvimos mucho de eso en la cuarta temp! Y que vos lo pongas como chofer de Santana me gusta porque haces un poco de juicio de alguna manera “extraña?!” a nuestros reclamos!! Tal vez por Blee es que la cuarta temp no tuvo tanto éxito?! Ok No! Mejor dejemoslo ahí!!

El caso es que me encanto!!! Siento que por fin la armadura de San se derribo junto con sus miedos gracias a nuestra querida rubia predilecta!! Que por cierto la amo!!!!! Dios!! Es que su personalidad en este fic!!! Esta increíble!!! Siempre tan directa!!! Y sus pensamientos no se quedan atrás!!!

Jajajja me reí con lo último, pensando si San querrá tener hijos!!! Y después pensando si primero la aceptaría!!! Fue gracioso por como de emocionada esta Britt................

Por cierto lo que amo de San, a parte que ahora ya le hizo caso a su corazón y se envalentono!! Es que piense que los besos son lo más intimo y una forma de que sus almas se encuentren, más alla del acto en sí!!! Eso me conmovió esa forma de pensar!!! Ya que lo toma mucho más en cuenta que el acto en sí!!! Y seguro que tanto para Britt como para los demás sería al revés!! Pero estuvo increíble de verdad, y el final de Britt llorando!!! Nuestra rubia es todo un personaje, amo lo directa que es!!! No se guarda nada y parece dejarse llevar por sus impulsos la mayor parte del tiempo.

Y el 25, ya todo parece en un orden increible!!! Y mis Brittana más sueltas!!! y muy juntas!!! Que es lo que importa!!! Y su lugar el "Sea Sabray Cafe" y por último las Faberritana juntas!!!! Lo que hacen con la musica!! El dilema Quinntana resuelto!! Todo estuvo más que perfecto!!!

Aunque este fic tuvo más Faberry o por lo menos más tacto Faberry que Brittana, igual estuvo GEnial!!!!!

Bien, espero el epilogo!!!como dije tarde pero seguro!!!” Siempreeee a tu ladoooo” lalalalala…………otra canción, valla que hoy parezco rocola?! :p

Saludos!! Nat!

PD: perdón por lo largo, es que tenía que comentarte por todos los caps que no pude!! Gracias de nuevo por volver con otra adap!! Sos una genia!!!!

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 6:32 pm

Alessandra Fabray escribió: EL PROLOGO POFAVO :3 jajajajaj es magnidfico!!!! :3 laksdjlaksjdlas me sorprendees :3 Enserio
Muy bien trabajo

Sí, ya os pongo el epilogo, espero que lo disfrutes. Gracias, y gracias por leer y comentar

Cami Rivera escribió:Oh... No puedo creer que ya haya terminado :(... Que hermoso final. Todas siendo sinceras con respecto a sus vidas y felices de lo que sienten... ¡Espero el epílogo!

¡Gracias!

Sí, termino...era muy corta la historia, tendrás que conformarte con "el lado ciego del amor" que es más largo.
Sí, por fin todas se sinceraron, las unas con las otras y pueden ser felices juntas.
No os haré sufrir y os pondré el epilogo ya

naty_LOVE_GLEE escribió:Oh!! Por Dios!!!

Me siento acosadora?! :p En serio, porque aquí estoy al pie del cañon! Con este nuevo Fic!!! Te sigo desde honor (en todas sus maravillosas y adictivas partes) me fascina!!!

Y ahora estoy aquí!! De nuevo prendida a un fic más tuyo!!! En serio te adoro!!! Sos una genia!! Yo feliz de leerte de nuevo!! Como dice la canción “aaaa dondeeee vallaaaaaas!! lalalalala............... Si!!!! Te sigo!! Estaba rondando por el foro y cuando leí tu nombre de usuario en el fic, entre de una!!.........La verdad que esto de empezar con nuevos Fics no es tanto lo mio, ya que por el tiempo no puedo :(…….Entro por Honor y algunos más pero cuando vi tu nombre no pude resistirme!! Y no me equivoque!!!! Tarde pero seguro!!!!

Ahora bien, como te digo!Este fic me encanta!!! Entenderás mi tardanza es que tuve que leerlo despacio y con tiempos y ahora aquí estoy!!!

Faberry esta muy bueno!! En serio toda la historia es muy linda!!

Aunque no te voy a negar que les tengo un poco de envidia porque a medida que leo veo que están disfrutando mucho su relación a full!!! En cambio mis Brittana estuvieron muy lentejas!!, es decir muy lentas!! Parecían tortugas!!! No niego que es emocionante pero muy lentejas!! en fin...........

Aunque con esto último me dejaste sin aliento!!! Fue maravilloso valió mucho la pena toda la espera!!!! Estuvieron de lo más amorosas.

Blaine es el chofer de Santana!!! Si!!!!!!!!!!!!!!!! Y me da mucha risa imaginarlo vestido de chofer y diciendo “Si señora”

No me malinterpretes me gusta mucho Blaine en Glee, sólo que ya me estaba cansando de tanto protagonismo que tenía en la serie, hasta me aburría y he creído seriamente en “Blee!” o al menos en que tuvimos mucho de eso en la cuarta temp! Y que vos lo pongas como chofer de Santana me gusta porque haces un poco de juicio de alguna manera “extraña?!” a nuestros reclamos!! Tal vez por Blee es que la cuarta temp no tuvo tanto éxito?! Ok No! Mejor dejemoslo ahí!!

El caso es que me encanto!!! Siento que por fin la armadura de San se derribo junto con sus miedos gracias a nuestra querida rubia predilecta!! Que por cierto la amo!!!!! Dios!! Es que su personalidad en este fic!!! Esta increíble!!! Siempre tan directa!!! Y sus pensamientos no se quedan atrás!!!

Jajajja me reí con lo último, pensando si San querrá tener hijos!!! Y después pensando si primero la aceptaría!!! Fue gracioso por como de emocionada esta Britt................

Por cierto lo que amo de San, a parte que ahora ya le hizo caso a su corazón y se envalentono!! Es que piense que los besos son lo más intimo y una forma de que sus almas se encuentren, más alla del acto en sí!!! Eso me conmovió esa forma de pensar!!! Ya que lo toma mucho más en cuenta que el acto en sí!!! Y seguro que tanto para Britt como para los demás sería al revés!! Pero estuvo increíble de verdad, y el final de Britt llorando!!! Nuestra rubia es todo un personaje, amo lo directa que es!!! No se guarda nada y parece dejarse llevar por sus impulsos la mayor parte del tiempo.

Y el 25, ya todo parece en un orden increible!!! Y mis Brittana más sueltas!!! y muy juntas!!! Que es lo que importa!!! Y su lugar el "Sea Sabray Cafe" y por último las Faberritana juntas!!!! Lo que hacen con la musica!! El dilema Quinntana resuelto!! Todo estuvo más que perfecto!!!

Aunque este fic tuvo más Faberry o por lo menos más tacto Faberry que Brittana, igual estuvo GEnial!!!!!

Bien, espero el epilogo!!!como dije tarde pero seguro!!!” Siempreeee a tu ladoooo” lalalalala…………otra canción, valla que hoy parezco rocola?! :p

Saludos!! Nat!

PD: perdón por lo largo, es que tenía que comentarte por todos los caps que no pude!! Gracias de nuevo por volver con otra adap!! Sos una genia!!!!

Una nueva acosadora? Bien!! Jajaja. Sé que me sigues, te he visto, me alegra verte por aqui también, aunque sea al final, como suelen decir, más vale tarde que nunca.
Sí, las Brittana fueron más lentas, pero Santana tenía muchas más dudas, Rachel y Quinn no pierden el tiempo, Rachel tampoco queria perderlo por lo que las cosas se dieron muy rápidas entre ellas.
Esta Britt a mi también me gusto, su sinceridad me encanta, siempre directa al grano.
Cuando pense en un chófer, no se porque, pero fue Blaine quien se me vino a la cabeza.
El fic anuncie que era de ambas Faberritana porque iba a tener mucho de ambas, algunas cosas más Faberry y otras más Brittana...
PD: No te preocupes, sabes que me gusta que te expreses todo lo que quieras. Gracias a ti por leerla. Por cierto, no olvido Honor, solo que traduccir cuesta más que adaptar.
Nos vemos

por **Marta_Snix** Miér Oct 02, 2013 6:34 pm

Epílogo

Año y medio después

—Damas y caballeros —dijo el presentador en un tono de voz que insinuaba que la multitud de ciudadanos de East Quay que se había reunido allí estaba a punto de recibir un inesperado regalo—, por primera vez en directo frente al público, para conmemorar la apertura de esta fantástica y ultramoderna ala del hospital East Quay Memorial…

El hombre hizo una pausa teatral, y en el enorme vestíbulo del Ala Sue Sylvester Memorial, donde se habían reunido varios cientos de conciudadanos, no se oyó ni una mosca.

—Un nuevo grupo va a tocar algo que puedo garantizarles que no han oído nunca. Estas intérpretes no necesitan presentación, de modo que, sin más preámbulos, aquí las tienen, ¡las Chicory Ariose!

El público estalló en aplausos, aunque hubo un momento de desconcierto cuando se dieron cuenta de quién estaba sentada en un taburete, junto al micrófono.

—¡Es Rachel Berry! —se oyó murmurar, y al darse cuenta Brittany sonrió de oreja a oreja.

Al momento conectó su Les Paul, aguardando a que Quinn se instalase tras la batería y Santana ocupase su lugar ante el teclado digital. Tras un nuevo silencio, Brittany supo exactamente cómo dar comienzo a su actuación. Dejó que sus dedos acariciasen el mástil de la guitarra, y poco después una nota suavemente ascendente llenó el vestíbulo, hasta que pocos segundos después otra nota la siguió, esta vez desde el piano. Brittany y Santana fueron creando nuevas armonías, persiguiéndose la una a la otra en aquella danza, hasta que Quinn se unió a ellas con los platillos, acariciando las melodías que Santana y Brittany iban creando. La música creció y creció hasta detenerse bruscamente. El silencio, que Brittany percibía como bello en sí mismo, alcanzó un punto en el que los asistentes parecieron contener la respiración, y entonces los tres instrumentos y la voz de Rachel unieron sus fuerzas con el mismo objetivo. Las notas ascendieron y descendieron, llenas de armonía, a veces luchando entre ellas, otras acompañándose. La voz de Rachel nunca había sido tan plena ni tan rebosante de carácter. Sin el corsé de las palabras se sintió capaz de crear melodías que nadie había escuchado antes ni podría volver a escuchar, pues siempre improvisaban. Interpretaban su “música al momento”; Noah decidió que aquel era un gran título para su primer CD. Pensaban grabarlo dos meses después, cuando actuasen en Boston. Veinte minutos más tarde, Brittany dejó que su guitarra llevase de nuevo la voz cantante, intuyendo que Rachel había dado de sí todo lo que podía en aquella ocasión. Se trataba de un concierto muy especial y emotivo para todas ellas, pues la nueva ala del hospital estaba por fin concluida, al tiempo que llegaba a las librerías la biografía que Brittany había escrito para narrar los logros de las mujeres de la familia Sylvester a lo largo de nueve generaciones. Brittany fue aminorando lentamente el tempo, arrastrando con ella a Quinn hacia una sugestiva melodía, casi un zumbido, que le recordaba los bosques otoñales de Nueva Inglaterra, cuando los arces parecían incendiarse, en contraste con el azul del cielo. Unos suaves agudos surgieron del teclado de Santana, como gotas de lluvia, y la música fue difuminándose poco a poco, hasta que Quinn dejó que un golpe de platillos rematase la faena. El aplauso fue tan atronador que Brittany creyó que el alto techo blanco y dorado del vestíbulo iba a salir volando por los aires. Los cuatro pisos del nuevo edificio estaban cubiertos de cristal, de modo que muchas de las habitaciones disponían de balcones interiores que daban al vestíbulo de entrada, además de disfrutar de unas increíbles vistas de la ciudad.

—Gracias, Chicory Ariose —proclamó el presentador—. Si están ustedes interesados en adquirir el inminente CD, pueden apuntarse para solicitar una copia en el mostrador de recepción. Los beneficios íntegros serán para la Fundación López. El próximo lunes, estas puertas se abrirán para el personal y los pacientes…

El entusiasta orador continuó, pero Brittany dejó de atender a su discurso, saliendo del escenario junto con sus amigas. Santana la esperaba junto a las escalerillas.

—¿Crees que les hemos gustado? —preguntó sonriente, dándole un rápido beso en la mejilla.

—Al principio estaban demasiado atónitos para que les gustase, pero un rato después estaban completamente enganchados.

—Me ha sorprendido esa introducción que hiciste, tan suave. Eso es nuevo.

—Se me ocurrió que este es un hospital en el que unas personas completamente dedicadas a su trabajo salvan la vida de otras personas, ayudándolas a vivir mejor o bien a morir en paz, y me pareció lo más adecuado.

—Estoy de acuerdo. Era tan conmovedor que olvidé estar atenta al mejor momento para unirme a ti, de modo que tuve que hacerlo de sopetón.

Una mujer rubia apareció junto a Brittany.

—¿Señora Pierce? Soy Lisa Reardon, periodista de la KDLTV. ¿Podrían concedernos usted y su grupo una entrevista? Hemos grabado parte de su actuación de hoy, y nos gustaría concertar una exclusiva que incluyese algunas de las imágenes grabadas.

Brittany intercambió una mirada con Santana, quien le hizo un gesto que significaba “¿Por qué no?”.

—Claro. Será una buena publicidad para la Fundación —contestó Brittany—. ¿Qué es lo que tenéis pensado, y para cuándo? Esta noche no estamos disponibles.

—Tenemos un programa de noticias matinal. ¿Les parece bien mañana a las siete en punto?

Brittany hizo una mueca.

—¿Tan temprano? En fin, supongo que podremos arreglárnoslas.

Ambas intercambiaron sus tarjetas de visita, y la sonriente rubia volvió junto al cámara.

—¡Los de la tele se interesan por nosotras! ¿Quién lo diría? Vayamos a contárselo a Quinn y Rachel —dijo Brittany señalando a las dos mujeres, que estaban bebiendo champán—. Parece que ya han localizado el bufé.

—Mañana conseguiremos nuestros quince minutos de fama —anunció Santana al llegar junto a ellas, soltando una carcajada mientras cogía también una copa—. Bueno, excepto tú, Rachel. Tu fama es mil veces mayor, o más todavía.

—¿Qué es lo que va a suceder mañana?

Cuando Brittany las puso al tanto, Quinn comentó:

—¡Magnífico! Mañana es domingo, y no tengo que estar de vuelta hasta la hora del brunch.

—Muy bien —intervino Santana—. Creo que por hoy ya hemos cumplido. ¿Qué tal si localizamos a Blaine y volvemos a casa?

—Hablando de eso, echo de menos la limusina —protestó Brittany—. Un monovolumen no es lo mismo.

—Lo sé, pero llama menos la atención, y es igual de lujoso, o más incluso. Te acostumbrarás —concluyó Santana, dándole unas palmaditas en el brazo.

—¡Si tú lo dices…! —exclamó Brittany, componiendo un gesto de niña caprichosa que sólo duró un segundo—. En realidad, como si vamos en bicicleta, con tal de que estemos juntas.

—¡Eh! ¿Acaso no estamos siempre juntas? —intervino Quinn—. Cuando no estamos trabajando vivimos en la misma casa. ¡Estamos más juntas que si fuésemos unas cuatrillizas siamesas! —concluyó, enarcando una ceja.

—Lo dices como si viviésemos en un apartamento de dos habitaciones —dijo Rachel mientras se aproximaban al monovolumen donde les esperaba el fiel Blaine.

Rachel caminaba ayudada por un bastón blanco. Fue la primera en entrar. Perry y Mason menearon frenéticamente el rabo, olisqueándole la mano a través de las barras que los separaban de los asientos de atrás.

—Hola, chicos. ¿Os lo habéis pasado bien paseando mientras mamá cantaba?

—Por supuesto que sé que tenemos más espacio del que necesitamos, pero como no empecemos a buscar más inquilinos para llenar la Mansión de los Sylvester creo que tendremos que acostumbrarnos. Después de todo, la señora Sylvester vivió sola allí la mayor parte de su vida —dijo Quinn, dándole un beso a Rachel al tiempo que se sentaba—. ¿Te encuentras bien? Las luces del escenario eran bastante brillantes.

—Estoy perfectamente, linda. No he tenido ni un dolor en los últimos seis meses, y hoy no iba a ser la excepción.

—Me alegro. Sólo quería asegurarme —dijo Quinn esbozando una sonrisa.

Brittany se sentó al lado de Santana. Consciente de los curiosos que se agolpaban alrededor del vehículo, intentando ver a Rachel, no se inclinó a besarla, sino que se limitó a tomarla de la mano. Se sorprendió al notar que esta le frotaba la palma con el pulgar.

—¡Santana!

—Sólo quería que supieses que te he echado de menos —replicó Santana despreocupadamente.

—Lo sé, y yo también te he echado terriblemente de menos. ¡Cuánto me alegro de haber podido venir hoy! Estuve a punto de no poder hacerlo, porque la niebla que había en Boston casi provoca que el avión se desviase hacia Newark. No volveré a viajar en varios meses.

Brittany sabía que su gira de firma de libros por toda Nueva Inglaterra la había retenido demasiado tiempo lejos de allí. Era un alivio poder trabajar de nuevo desde su casa. Su editor deseaba que escribiese una novela sobre una familia de colonos, o tal vez convertirla en una serie de cinco novelas.

—No puedo esperar a tenerte toda para mí —añadió.

—Te quiero —susurró Santana, y, como siempre, aquella voz gutural la hizo estremecerse de la cabeza a los pies.

—Y yo a ti —contestó.

Acto seguido apoyó la cabeza sobre el respaldo del asiento y admitió para sí misma lo agotada que estaba.

—Mamá y papá estaban allí. Los vi justo antes de que empezase nuestra actuación, y dijeron que se pasarían por casa a finales de semana. Tengo diez libros firmados más para que los subasten en el bazar benéfico de la iglesia.

—Están muy orgullosos de ti.

—Sí.

Había sido una fuente de constante felicidad y ocasional desconfianza, pero Brittany había conseguido por fin aceptar que sus padres se esforzaban todo lo que podían en comprenderla. No podía pedir nada más.

—¿Dónde está la bolsa con los termos? —gritó Rachel desde atrás—. ¿Los veis por ahí delante?

—¿Es de color rojo? —preguntó Brittany mirando entre los asientos.

—Sí, esa misma —dijo Quinn recogiéndola—. Antes de salir preparé un café solo que no está nada mal, con la nueva mezcla de la casa. Debería seguir estando caliente.

Abrió el primer termo y lo olisqueó.

—Mmm, sí que lo está.

Acto seguido sacó cinco tazas de acero inoxidable y sirvió los cafés.

—Toma, dale una a Blai, por favor.

Como siempre, “Blai” arrugó el ceño por el retrovisor al oír aquel apodo, pero, también como siempre, su mirada se suavizó al contemplar a las cuatro mujeres.

—Gracias, Quinn —contestó, cogiendo con cuidado la taza.

—De nada.

Quinn miró a sus tres amigas y seguidamente tomó la mano de Rachel.

—Quiero proponer un brindis.

—¡Un brindis! —exclamó Rachel, radiante—. ¡Maravilloso! Adelante, linda.

—Por Santana, cuya labor salva vidas y ayuda a la gente a salir adelante. Por Brittany, que escribe historias sobre mujeres y contribuye a hacerlas visibles. Y por Rachel, que nos conmueve a todas con su voz.

Se produjo un breve silencio.

—Por Quinn —dijo Santana—, que es un ejemplo para tantos jóvenes de que es posible superar adversidades de forma increíble y… Por cierto, tengo un par de sorpresas para ti, Quinn.

Brittany miró primero a Santana y después a Quinn. Por la expresión que su amada tenía en el rostro, podía adivinar que iba a ser una buena noticia.

—Mañana te lo comunicarán oficialmente, pero el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de East Quay me ha dado permiso para decirte que eres la ganadora del premio al mejor Empresario del Año. Felicidades, Quinn.

Quinn palideció, y poco después aparecieron dos manchas rojas en sus mejillas.

—¿Yo? ¿Me han elegido a mí?

—Sí, por unanimidad.

—Yo nunca… nunca…

No pudo continuar hablando, de modo que se quedó mirando fijamente su taza.

—Nunca lo creíste, pero todas nosotras sí lo esperábamos, y casi lo habíamos adivinado —dijo Rachel acercándose más a ella

—. ¿Cuál es la siguiente sorpresa, Santana?

—Una todavía mejor —anunció Santana con una amplia sonrisa—. Hace unos meses contraté a una detective privada, pero no quería decir nada para que no os ilusionaseis antes de tiempo.

—¿Una detective privada? —Quinn pasó a agarrarse del brazo de Rachel, apretándose más contra ella—. ¿Y?

—Y ayer me envió su informe. Toma, léelo en voz alta.

Quinn aceptó una delgada carpeta, que abrió con manos temblorosas.

—Holly Holliday, consejera. Nueva dirección: Gardener Street número 2.105, East Quay. ¡East Quay…! —musitó, y sus ojos volaron por toda la página. Se mudó aquí hace un mes tan sólo. ¡Oh, Rach, tal vez haya conseguido vencer al cáncer, ¿no crees?! Quiero decir que, como han pasado ya más de dos años…

—Ahora podrás ir a verla y asegurarte —rió Rachel—. Es una noticia maravillosa, Santana… nos has alegrado el día, en varios sentidos.

A continuación volvió a elevar su taza.

—Así que, ¡por todas nosotras!

Cuando Blaine giraba para salir de Main Street y dirigirse hacia su casa, Rachel le dio un beso en la mejilla a Quinn antes de beber un sorbo de café. Una sonrisa de felicidad le inundó el rostro al añadir:

—¡Oh, linda, es una mezcla excelente!

por micky morales Miér Oct 02, 2013 7:11 pm

gracias, gracias y doscientas mil veces gracias, una de las mejores historias que he leido, no sabes como la extrañare, hasta pronto, espero!

por Cami Rivera Miér Oct 02, 2013 8:18 pm

¡MA RA VI LLO SO!

Lógicamente ni el epílogo podía decepcionar. Nuevamente gracias por la adaptación Marta. Ha sido increíble de principio a fin.

¡Un abrazo!

PD: Nos continuamos leyendo en el otro FF.

por monica.santander Miér Oct 02, 2013 11:40 pm

Wooowwwwww y seguis sin decepsionar que maravillosa historia de verdad!!!
Con un final muy lindo.Gracias por compartirla!!!
Saludos y obvio que seguimos con las demas historias

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FanFic [Brittana/Faberry] Café sonata. Epílogo