Fic: El Amor nunca es fácil-No Huyas-Cap. 144

Kurt despertó cerca de medio día, había tenido una semana muy ocupada, entre la revista, la escuela y las labores de la casa. Se levantó notando que no había nadie, Santana había conseguido un empleo nuevo hace unas semanas, Rachel tendría clases hasta tarde y Blaine debía trabajar un turno extra luego de su taller de teatro, tenía por fin un día para él solo.

Camino hasta la cocina para buscar algo de comer, su estómago estaba reclamando la ausencia de alimento desde la noche anterior.

Eran pasadas las dos de la tarde cuando decidió que sería una buena idea pasar a ver a Blaine antes de que fuese a su trabajo, incluso podría acompañarlo un rato antes de volver para preparar la cena.

Las cosas habían estado muy tranquilas para ellos en las últimas semanas, Blaine había prometido no volver a buscar información acerca de Edward, quien a pesar de la directa aclaración que le había hecho su alumno  seguía siendo una real molestia, ante lo cual Kurt había decidido simplemente dejar de prestarle atención e intentar cumplir con todo lo que le pedía, no tenía intención de tener problemas y se propuso evitar cualquier acción que provocara tener que interactuar con su profesor más de la cuenta.

Luego de comer algo el castaño se dirigió hasta el auditorio donde ensayaba Blaine y sus amigos, pero cuando entro solo se encontró con aquella molesta amiga de su novio.

-Disculpa, ¿acabaron el ensayo hace mucho?-pregunto Kurt intentando sonar lo más amable posible.

-Sí.

-Oh… ¿sabes si Blaine se fue directamente a su trabajo?

-Eso creo…

-Ok… veo que está muy comunicativa hoy…-dijo con sarcasmo Kurt metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones y balanceándose.

-Sabes perfectamente que no tengo muchos temas en común contigo.

-Excepto Blaine-respondió ácidamente el castaño mordiéndose el labio.

-Sí, excepto Blaine.

-Aja…

-¿Te puedo hacer una pregunta?-dijo la muchacha acercándose al castaño quien instintivamente dio un par de pasos atrás.

-C-Claro…

-¿A ti no te importan ni un poco los sueños de Blaine?

-¿Q-Que?... ¿A qué te refieres con eso?

-¿A todo lo que él está dejando por ti?

-Él no ha dejado nada por mí-respondió confundido Kurt frunciendo el ceño.

-Deja de molestarlo… -interrumpió Joey al escuchar la conversación de ambos muchachos.

-Joey, tu sabes perfectamente de lo que estoy hablando-acuso la joven dándole una mirada de enojo a su compañero.

-Ese no es ni tu problema ni el mío, y deja en paz a Kurt, o hablare con Blaine.

La joven paso por el lado de Kurt deteniéndose a un par de centímetros de el- Deberías  tener una conversación con tu novio y dejar de preocuparte solo por tus intereses-susurró antes de salir.

-¿Qué le pasa a esa? He hablado como tres veces con ella y siempre ha sido para hacerme ese tipo de comentarios.

-Déjala, ya debes saber que tiene serios problemas de personalidad-bromeo el hombre intentando quitarle importancia al asunto.

-Dijo que tu sabias de que hablaba… ¿hay algo que quieras decirme Joey?

-¿Yo? No, nada…

-¿Estás seguro, hay algo que Blaine no me está diciendo?

-Claro que no…-dijo con una voz que dejo a Kurt un tanto preocupado.

-¿Sabes si Blaine se fue directo al trabajo? Quería darle una sorpresa, pero al parecer ustedes terminaron temprano hoy.

-Sí, el estreno de nuestra siguiente obra se atrasó un par de semanas, así que nos dimos algo de tiempo libre, y Blaine dijo que iría al trabajo para hacer horas extras.

-Ha estado trabajando mucho últimamente-se lamentó Kurt con una sonrisa torcida.

-Siempre está diciendo que quiere juntar dinero para encontrar un  lugar para vivir contigo.

-Hemos ahorrado bastante, pero vivir nosotros solos no será sencillo, aun así creo que se está esforzando demasiado.

-A veces hay que sacrificar ciertas cosas para poder cumplir los sueños ¿no es cierto?

-Así es.

-Es lo que él siempre dice.

-Me gustaría que ninguno tuviese que sacrificar nada para cumplir nuestros sueños, pero eso es un poco complicado-dijo en medio de un suspiro el castaño comenzando a caminar hacia la salida.

-La vida es complicada-termino de decir Joey sonriéndole y despidiéndose.-Nos vemos pronto.

-Eso espero, recuérdale a Brian que nos debe una cena.

-Le diré, no te preocupes.

-Dile que tendrá que invitar al resto también.

-Ok… suerte en encontrar a Blaine.

-Gracias, adiós.

-Adiós.

Kurt camino hasta el trabajo de Blaine, el verano estaba llegando y la tarde estaba especialmente agradable para dar un paseo.

-Disculpa, ¿tienes algo que ofrecerme?-pregunto Kurt con una voz baja y coqueta acomodándose en el banquillo al otro lado de la barra donde Blaine limpiaba copas.

-Nada más que un trago, si es que lo va a pagar-respondió sin voltearse el moreno ya acostumbrado a los tipos que se acercaban a buscar algo más que un trago.

-Podría dejarte una buena propina-insinuó el castaño intentando mantener el tono de voz para no ser descubierto.

-Lo siento, no necesito dinero extra, además tengo a alguien que me espera en casa-dijo alzando su mano y enseñándole el anillo que llevaba.

-Yo también tengo uno de esos. Y me encanta que se lo hagas saber al resto-respondió haciendo sonar el suyo contra la barra y riendo.

-Kurt…-hablo Blaine volteándose a ver a su novio con una inmensa sonrisa en el rostro.

-¿Ahora si puedes ofrecerme algo?-cuestiono el castaño haciendo un puchero.

Blaine miro hacia ambos lados esperando que su jefe no estuviese mirando-Puedo ofrecerte lo que quieras-insinuó dejando la copa que aún tenía en las manos sobre el mesón y tomando el rostro de Kurt para besarlo.

-¿Te había dicho que el servicio de este lugar es el mejor?-suspiro Kurt con los ojos cerrados aun con la sensación de los labios de Blaine sobre los suyos.

-Espero que solo hayas recibido este tipo de servicio durante mis turnos.

-Voy a confesarle algo señor Anderson…-dijo susurrando al oído de su novio.-Solo vengo a este lugar cuando usted está de turno.

-Acosador-dijo fingiendo temor.

-Prefiero llamarlo “Enamorado”.

-¿Quieres tomar algo?-pregunto el moreno volviendo a sus labores.

-Sí, un vaso de agua.

-Estas en un bar Kurt.

-¿Y sabes cuantas calorías tienen los tragos que venden aquí?

-Lo dices como si fueses a transformarte en un obeso por beber un trago.

-Estoy seguro que si tuviese esos kilos de más ni siquiera me mirarías, acepta que adoras mi cuerpo.

-Podrías pesar una tonelada y seguiría amándote tonto.

-Mentiroso.

-Prefiero llamarlo “Enamorado”.

-Hoy estuve con Joey…-hablo el castaño intentando cambiar el tema para preguntar acerca de lo que le habían dicho.

-¿Si? Que bien…

-Y también con tu compañera…

-¿Cuál de todas?

-La que problemas para hacer amigos.

-Ohhh…

-Ella me dijo algo…

-Kurt, no le hagas caso, sabes cómo…

-Lo sé, lo se…-interrumpió-Es solo que, siempre que me encuentro con ella…

-Kurt…

-Volvió a decirme que te estás perdiendo cosas por mi culpa.

-No la escuches, ella dice esas cosas porque…

-Blaine, ella le dijo a Joey que sabía de qué hablaba, y él le respondió que ese no era asunto suyo. Quiero saber si me ocultas algo.

Blaine guardo silencio durante unos segundos mientras servía un vaso con agua para su novio.

-Kurt, tengo claras mis prioridades, no me estoy perdiendo nada-dijo con seguridad mirándolo directamente a los ojos.

-Lo más importante es tu futuro Blaine, si hay algo que quieras hacer, solo tienes que decírmelo, sabes que te apoyare en todo ¿no es así?-pregunto el castaño tomando las manos de Blaine entre las suyas.

-Lo sé, y créeme, si estuviese perdiéndome de algo importante, serias el primero en saberlo.

Kurt dio un fuerte suspiro bebiendo de su vaso.

-¿Que te gustaría cenar hoy?-pregunto el castaño sonriendo.

-Pensé que era tu dial libre, deberías estar descansando o haciendo algo que te guste.

-Me gusta visitarte y hacerte feliz… así que dime que quieres para la cena y así voy a comprar lo que necesite.

Blaine se perdió durante unos segundos en esos brillantes ojos azules que le robaban el alma, se sentía afortunado.

Ambos jóvenes se quedaron hablando durante unos minutos más hasta que Kurt decidió que sería hora de partir si quería tener tiempo para preparar algo.

-No es necesario que cocines, sabes que llegare tarde-se disculpó el moreno regalándole media sonrisa al hombre de sus sueños antes de que comenzara a recoger sus cosas.

-Te esperare, desperté muy tarde y creo que tengo energías de sobra.

-¿Estás seguro?

-Completamente-afirmo Kurt guiñándole un ojo.

-Ok, apenas termine voy a casa entonces.

-Perfecto. Nos vemos en casa, te amo.

-Como cada noche, te amo-dijo despidiéndose besándolo  en los labios suavemente.

El tiempo paso rápido, sin darse cuenta las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina y Blaine estaba completamente feliz con lo que hacía; era cierto que a veces solo quería dejar de trabajar y ser como muchos de sus compañeros, asistir a fiestas, y dedicarse solo a cumplir con sus estudios, pero por la noche, cuando llegaba a casa y se encontraba con Kurt tirado en el suelo organizando algo relacionado con su trabajo, o preparando una presentación, solo podía pensar en lo mucho que quería hacerlo feliz y ofrecerle lo mejor, y si quería hacer aquello no podía rendirse, Kurt jamás lo hacía, y el no sería menos. Ya habría tiempo para descansar.

La puerta del departamento se abrió pesadamente, era cerca de media noche y Kurt acababa de llegar, había mucho trabajo en la revista, así que Isabelle le había pedido quedarse toda la semana hasta tarde.

-Hola cariño…-saludo Blaine ayudando a su novio con las cosas que traía.

-Estoy agotado…-se quejó dejando varios paquetes en el suelo y enrollando sus brazos alrededor de la cintura de Blaine.

-Ven... siéntate mientras te preparo algo de comer.

-No tengo hambre, solo quiero dormir-hablo Kurt haciendo un puchero y enterrando su rostro en el cuello de Blaine quien lo sostenía por los hombros.

-Ok… pero mañana te preparare un gran desayuno y tendrás que comerte todo ¿sí?

-Si…

-Además ya es viernes, no tienes clases mañana y puedes despertar un poco más tarde.

-Tengo que volver a la revista…

-¿Mañana también?

-Sí, y en la noche tengo que estar en el desfile.

-P-Pero Kurt…

-Lo sé, lo se… pero tengo que estar ahí.

-Pensé que podríamos pasar algo de tiempo juntos, casi no te he visto estas últimas semanas, si no son los exámenes finales en la escuela es tu trabajo.

-Créeme que lo que más quisiera es quedarme acostado contigo todo el día Blaine… ¿pero recuerdas por qué estamos haciendo todo esto?

-¿Para tener más dinero?

-¿Si…y eso nos ayudara a….?

-Poder mudarnos antes de lo planeado-repitió casi como un mantra.

-Así es…

-¿Por lo menos volverás temprano?

-Solo si tú quieres.

-¿A qué te refieres?

-¿Qué crees? ¿Vas a dejarme asistir a uno de los desfiles más importantes en todo NY solo?

-¿Puedo ir?

-Claro…y también estamos invitados a la fiesta luego del desfile.

-¿Habrá una fiesta?-pregunto mucho más entusiasmado el moreno.

-Sabía que te gustaría la idea, tú también has tenido mucho que hacer este último tiempo, y no has podido disfrutar de lo que significa estar en tu primer año de universidad.

-¿Si?-dijo divertido Blaine.

-Sí, las fiestas y el desenfreno-dijo moviendo su mano como quitándole importancia al asunto.

-¿Así fue tu primer año?

-Claro que no, las fiestas estuvieron, pero estuve trabajando en ellas…y sabes que eso del “desenfreno” nunca ha sido lo mío. Pero sé que a ti te gusta más eso de la vida nocturna.

-Kurt…

-Está bien, así debe ser… siempre que lo hagas conmigo claro está-volvió a hablar el castaño mirando con seriedad a su novio.

-Me encantara acompañarte.

-Lo sabía, ahora vamos a dormir porque necesito que mi rostro luzca perfecto mañana-dijo en medio de un bostezo y extendiendo sus brazos como esperando a que Blaine lo cargara.

-¿Qué quieres?

-Que me lleves a la cama…

-¿Que te lleve?-rio de buena gana el moreno.

-Si…soy un príncipe en desgracia, tienes que cargarme…

-Pero este príncipe no está seguro de ser capaz de cargar al otro príncipe…

-¿Estas insinuando algo Blaine Anderson?

-Tal vez el príncipe en desgracia ha estado algo  ansioso, y ha comido de más…-bromeo intentando mantener un rostro serio.

-Dijiste que me amarías aunque pesara una tonelada.

-Dije que te amaría, no que te cargaría.

-¡Blaine!

-Ok…ok, pero si mañana no soy capaz de bailar en nuestra mega-fiesta será tu culpa.

El castaño solo alzo sus brazos de nuevo esperando ser llevado a la cama.

-Definitivamente has estado ansioso- reclamo Blaine dejando caer a Kurt sobre el colchón y tomando su espalda como si acabase de levantar una grúa.

-Estas exagerando, y si sigues así, invitare a alguien más a la fiesta.

-Claro que no…ya me invitaste a mí, no puedes dejarme cuando ya tengo todo preparado.

-¿Ya tienes todo preparado? ¡Pero si te acabo de invitar hace menos de cinco minutos!

-Vivo con Kurt Hummel… algo debo de haber aprendido de todas tus manías con respecto al orden y organización.

-Yo no tengo “manías”-dijo ofendido el castaño cruzándose de brazos y acomodándose entre las almohadas.

-¿Si?

-Claro…

-Entonces mírame…

Blaine tomo su ropa de dormir y se cambió de pie junto a la cama, una vez listo se acostó, tomo un grupo de revistas que se encontraban apiladas justo al lado de ésta en un pequeño mueble color caoba, lanzo algunas por el suelo y mantuvo otras a su alrededor, luego cogió uno de los cojines, lo puso bajo su cabeza y espero dándole una ojeada a las brillantes portadas, apenas dos minutos más tardes apago la luz y espero.

-Cariño… ¿no piensas acostarte?-pregunto el moreno con una voz tranquila a Kurt quien permanecía en la misma posición en que se encontraba cuando Blaine le hablo acerca de sus “manías”

El silencio lleno el espacio durante unos segundos.

-¿Kurt…?

Blaine pudo sentir como el castaño comenzaba a removerse sobre las sabanas.

-¿No piensas recoger todo eso que tiraste?-dijo intentando sonar despreocupado.

-Claro… quizás mañana, ya es tarde y pensé que estabas cansado.

-P-Pero… dejaste todo…

-¿Desordenado? Sí, pero no molestara mientras estemos durmiendo.

-P-Pero la cama también…

-Oh… si, déjame y tiro todo al suelo para que no nos moleste-bromeo sabiendo que estaba jugando con su suerte.

-¡Por dios Blaine!

-Acéptalo.

-El que no me guste que todo este desordenado no significar que sea un maniático.

-Ok… entonces podrás aguantar hasta mañana para ordenar ¿no es así? Después de todo y como te dije hace un segundo… mientras duermes, no te molesta que todo este tirado-hablo girándose sobre su costado esperando poder observar el rostro de su novio sabiendo que en ese mismo instante debía estar de un color rojo carmesí bastante divertido.

-Está bien Blaine… tú ganas, soy un maniático… ¿Feliz?

-¡Sí!

-¿Ahora puedes recoger todo el desorden que dejaste por favor?

-A tus ordenes-dijo levantándose de un brinco, comenzando a recoger las revistas y dejándolas prolijamente ordenadas en el lugar que les correspondían.

Mientras que su novio ordenaba Kurt se cambió de ropa y se metió en la cama.

-¿Estas muy cansado?-pregunto el moreno abrazándose al cuerpo de Kurt por la espalda y acariciándole el cuello con su nariz.

-¿Te dedicas a burlarte de mí y aun quieres que te premie?

-Solo un pequeño dulce.

-Estás loco, nada de dulces para ti por esta semana.

-P-Pero….

-Tendrás que hacer méritos si quieres alguna recompensa-dijo tomando el cobertor y cubriéndose hasta la cabeza.

Al día siguiente y tal como había prometido el moreno Kurt despertó por el olor proveniente de la cocina, Blaine había preparado un desayuno extra-contundente por no haber comido nada la noche anterior.

Apenas uno minutos más tarde Blaine entraba a la habitación con una bandeja para ambos.

-Buenos días….-dijo sonriente el moreno.

-Buenos días-respondió Kurt bostezando-¿Dónde están Rachel y Santana? No las he visto desde ayer-pregunto el castaño sentándose para recibir la comida.

-Salieron temprano, algo acerca de un trabajo.

-¿Qué hora es?

-Son…-titubeo un instante estirando el cuello para observar el reloj colgado a un costado de la pared-10.30 am exactamente, anoche no me dijiste a qué hora tenías que ir a la revista, pero no te quise desertar antes.

-Está bien, tengo que estar allá después de almuerzo, Isabelle tiene una última cita antes de que comience el show.

-¿Aún estoy invitado al evento?-pregunto Blaine alzando una ceja y haciendo un puchero.

-Claro que si tonto… ya te dije, necesito a alguien que me acompañe.

-Gracias por considerarme entonces-rió besando la mejilla de su novio. -¿Tengo que ir contigo luego de almuerzo también?

-No es necesario, puedes llegar directamente al desfile, así no tienes que aguantar la parte fea del trabajo, modelos gritando, productores corriendo de un lado para otro…

-¿Entonces a las 19.00 hrs estará bien?

-Perfecto, cuando llegues me llamas y te voy a buscar.

-Oh… hablando de llamadas, hace un rato llamo Burt.

-¿Qué ocurrió? ¿Están todos bien… Finn, Carole?

-Cálmate, todos están bien, Finn los visitara dentro de tres semanas y querían saber si nosotros también iríamos.

-¿Tres semanas?

-Si, al parecer a Finn le ha ido excelente y sus vacaciones se adelantaron.

-Creo que podemos hacernos un tiempo si planificamos ahora ¿no crees?

-Estuve revisando las fechas y creo que podemos ir sin problemas, creo que no necesitare rendir ningún examen extra este semestre.

-Yo aún tengo mis dudas con el curso de Edward…

-Estarás bien, no te preocupes.

-Si… recuérdame llamar a papa y confirmar nuestra asistencia. Podemos pasar unos días con tus papas también.

-Eso espero, estaban planeando un viaje la última vez que hable con ellos, pero aún no tenían clara la fecha.

-Entonces llámalos pronto para que no vayan a estar afuera cuando los visitemos.

El moreno asintió antes de seguir con su desayuno.

-A las siete y treinta en punto Blaine estaba afuera de un gran hotel rodeado de fotógrafos y gente relacionada con el mundo de la moda. Tomo su celular y comenzó a llamar.

-¿Kurt?

-Blaine… ¿ya estas afuera?

-Sí, necesito que me vengas a buscar, este lugar está lleno y no tengo idea por donde pasar.

-Ok, dame 5 minutos y estoy ahí.

Unos minutos más tarde Blaine se encontraba sentado al lado de Kurt observando como una fila de modelos caminaba por la pasarela.

Al terminar Isabelle subió a dar por terminado el desfile.

-Buenas noches-saludo a los presentes-Quería agradecer al equipo de la revista por este impresionante trabajo, a los diseñadores que confiaron en nosotros y a toda la gente que hizo posible todo esto.

La sala se llenó de aplausos y de las luces de las cámaras fotográficas.

-Hoy han visto el trabajado de cinco de los mejores diseñadores de NY, pero quiero hacer notar que tres de los diseños que hoy ustedes vieron corresponden a un joven que lleva muy poco tiempo en este mundo, comenzó solo como un asistente, pero durante los casi dos años que lleva aquí ha logrado aprender de los mejores.

-Kurt Hummel, muchas gracias por permitirnos traer al mundo real tus diseños-dijo sonriente la mujer fijando su mirada en un feliz castaño que emocionado la miraba desde su asiento y empezaba a disfrutar de la atención que comenzaban a brindarle.

Blaine se giró a mirar a su novio quien sonreía como si acabase de encontrarse con a la reina de Inglaterra.

Kurt le hizo una pequeña seña en agradecimiento a Isabelle quien le respondió con un par de aplausos en su dirección, a los cuales se sumaron los del resto de los asistentes incluyendo a un perplejo Blaine quien lo observaba embobado.

-¿T-Tu diseñaste algunas de las prendas que vi?-pregunto Blaine tomando la mano de su novio.

-Si… ¿no es maravilloso?

-¿Por qué no me habías dicho?

-Porque si te hubiese dicho, no hubiese sido una sorpresa tonto, ¿por qué crees que me tuve que quedar tiempo extra esta última semana…?

-Yo… yo pensé que solo habías tenido que encargarte de otras cosas…

-Isabelle propuso en una de las reuniones que intentáramos crear algo para esta presentación, y quien ganase tendría un bono extra en el sueldo al final del mes y además podría presentar su diseño… adivina quién gano…-chillo intentando mantener la sonrisa en los labios y no demostrar que estaba a punto de levantarse de su silla y comenzar a gritar como un niño por todo el lugar.

-Estoy muy orgulloso de ti bebe…-dijo casi en un susurro el moreno llamando la atención de Kurt.

-Es por nosotros Blaine, todo lo que hago es por nosotros.

Blaine no pudo aguantar, y sin importarle que algunos fotógrafos estuvieran intentando captar imágenes del joven del que Isabelle hablaba, tomo el suave rostro de Kurt entre sus manos y deposito un pequeño y suave beso sobre sus labios.

-Después de tanto tiempo sigues dejándome sin respiración-suspiro Kurt intentando llenar sus pulmones con el suave aroma de Blaine.



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-Ven vamos a bailar…-dijo Blaine tomando la mano de Kurt y arrastrándolo hasta el centro de la pista.

La mayor parte de las personas solo hablaban en pequeños grupos, por lo que nadie prestaba atención a la pareja que se sentía como en una pequeña burbuja, donde podían disfrutar de un poco de privacidad.


-¿Puedes recordar ese día?-pregunto Kurt cerrando sus ojos y apoyando su cabeza en el hombro del moreno.

-Claro que sí, siempre agradeceré que hayas sido a mí a quien le hablaste en esa escalera.


-Ese día me enamore de ti.

-Estas exagerando-respondió en medio de una tímida risa, completamente alagado con las palabras del otro.


-¿Sabes que siempre has sido tu no es así? Incluso cuando las cosas se pusieron complicadas-dijo Blaine alejándose unos centímetros del cuerpo de Kurt y quedándose preso de los brillantes ojos de ese hombre que se convirtió en su vida.

-No fuiste muy bueno demostrándolo en ciertas ocasiones-bromeo Kurt recordando todo el tiempo en que el moreno seguía pensando que entre ellos solo había una buena amistad y por supuesto el tiempo en que estuvieron distanciados.

-No me caracterizo por ser muy brillante en esas cosas… o muy valiente-hablo con un tono de voz mezcla de timidez y arrepentimiento.

-No digas eso-interrumpió colocando ambas manos sobre el pecho del menor y observándolo con seguridad-Eres el más brillante y valiente hombre con el que podría haberme encontrado, es solo que las cosas no siempre son sencillas-se lamentó alzando los hombros mientras se abrazaba nuevamente a Blaine comenzando a mecerse lentamente y respirando profundamente ese olor a otoño que tanto amaba.

-No sabes lo feliz que me hace estar aquí-confeso casi para sí mismo el moreno en medio de un suspiro.

-Sabía que necesitabas un descanso y algo de diversión-susurro el castaño en el oído de su novio.

-No me refiero a eso bobo, estar aquí, en NY contigo, bailando en una gran fiesta, en donde a nadie le importa que dos hombres se abracen, o se besen-dijo apenas rozando los labios de Kurt.

-¡Además mírate! Tus diseños acaban de ser presentados en una pasarela de verdad, con toda esa gente mirando. Me haces sentir realmente orgulloso.

Kurt se sonrojo y sintió que su pecho podría explotar en cualquier momento-No sabes cómo desee que algún día estuviésemos así-murmuró apartando uno de los rizos del rostro de Blaine, esa mirada soñadora seguía ahí, justo como ese primer día en que decidió que aquel joven distraído podía ayudarlo.

-Cada día pensaba como seria cuando por fin te mudaras, cuando estuvieses cumpliendo tus sueños como yo lo estaba haciendo, habían tantas cosas que quería mostrarte.

-Aún tenemos mucho tiempo por delante.

-Así es, por ahora solo quiero disfrutar este pequeño instante.

-Juntos.

-Juntos.


-¿Siempre volverás por mí?-susurro feliz Blaine acariciando la espalda de su novio.

-Pensé que yo era Julieta…-dijo riendo el mayor acariciando con la yema de sus dedos la piel que quedaba descubierta en la nuca de su novio.

-A veces podemos interpretar distintos papeles ¿no crees?

-Claro que si…

-¿Entonces? ¿Volverás por mí?

-Prometo ser tu Romeo cada vez que sea necesario, cada vez que pierdas el rumbo, estaré ahí, con todas mis estúpidas manías, con todas mis molestas llamadas telefónicas hasta obligarte a que me mires otra vez y te des cuenta de que soy a quien amas. Y que perteneces al lugar en que yo este. Y prometo que siempre intentare estar donde tú estés.

Ambo se quedaron en silencio, un mundo solo para dos personas que hace mucho tiempo se vieron por primera vez, que se han vuelto a ver en más de una ocasión y que esperan seguir con su historia de amor.

-“Soy libre”-grito Kurt entrando al departamento acompañado por Rachel y lanzando su bolso a una esquina de la sala.

-¿Todo salió bien entonces?-pegunto Blaine sin soltar su guitarra y levantándose del sofá en el que se encontraba revisando unas partituras.

-¡Perfecto!-respondió Rachel encaminándose a la cocina en busca de algo de beber, el calor comenzaba a hacerse sentir en NY.

-Por fin podemos comenzar a empacar para las vacaciones-suspiro Kurt sentándose junto a Rachel y dándole un vaso para recibir algo de jugo que la muchacha acababa de sacar del refrigerador.

-Eso ya está listo…

-¿Ya empacaste tus cosas? ¿Sin siquiera saber si yo podría irme?-dijo sorprendido el castaño enviándole una mirada reprobatoria a su novio.

-Están empacadas mis cosas, y las tuyas, en ningún momento pensé que tendrías que quedarte aquí con clases extra-respondió besando el cabello de Kurt y abrazándolo por la espalda.

-Aléjate Blaine…debo oler horrible, al parecer NY está siendo atacada por una ola de calor-exagero el mayor oliéndose a sí mismo y poniendo caras de asco.

-Sabes cuánto me gusta tu sudor-susurro Blaine provocando que un color escarlata se apoderara del rostro de Kurt.

-Saben que aún sigo aquí no es así-interrumpió Rachel sonriéndoles incomoda.

-Si claro…

-¿Entonces tienen listos sus planes para las vacaciones?

-Así es, nos vamos a Lima, pasaremos una semana con Burt, otra con mis papas…. Y de ahí veremos qué es lo siguiente-enumero Blaine revisando notas mentales.

-¿Saben si Finn estará en Lima también?-intento disimular la morena ojeando una revista.

-Estará allí, termino sus clases…

-Oh…

-¿Y tú que harás Rachel?

-Visitar a mis papas…y tal vez los pase a ver a ustedes también….

-¿A nosotros o a Finn?-pregunto Kurt inocentemente.

-A ustedes…con Finn ya no hay nada…

-¿Y por qué nos quieres pasar a visitar si vivimos juntos?

-Bueno… yo…

-Vamos Rachel, sabes que no diremos nada si confiesas que solo quieres ver a Finn…

La pequeña no respondió, pero tanto Blaine como Kurt sabían perfectamente que ella deseaba encontrarse con Finn tanto como Finn deseaba encontrarse con ella, pero ambos eran exactamente igual de inmaduros.

-Y después dicen que los testarudos somos nosotros-mascullo Kurt poniendo los ojos en blanco.

-¿Cuándo se van?-hablo Rachel intentando desviar el tema.

-En cuanto encontremos pasajes…

-¿Y eso será?...

-Pronto… hice reservaciones, solo por las dudas.

-¿Desde cuando eres tan responsable?-bromeo Kurt.

-Desde que me transforme en un hombre maduro y consiente de que tú no puedes ser el que organice todo siempre.

-Me gusta esta nueva actitud madura…-susurro coqueto el castaño.

-¡¡¡Hey, Hey!!! ¡Sigo aquí!

Ambos jóvenes comenzaron a reír sin prestar mucha atención a su amiga, simplemente estaban contentos por poder tener un tiempo de descanso.

Los días pasaron y sin notarlo ya se encontraban en medio de la sala de la casa de Kurt.

-Definitivamente has ganado algo de peso-dijo Finn estrechado entre sus enormes brazos a su hermano.

-Y tú pareces más alto… y molesto-respondió el castaño intentando liberarse.

-Y mira…Blaine no ha crecido ni un centímetro -volvió a bromear comparando la altura de su cuñado con la propia.

-Y tú sigues tan gracioso como siempre Finn… por cierto, iba a contarte algo de Rachel.., pero después de esto…

-¿De Rachel? ¿Ella esta acá? ¿Pregunto por mí? Que me ibas a decir “Super Cuñado”…

-Tus intentos son realmente patéticos Finn-hablo Kurt cruzándose de brazos y observándolo de arriba abajo.

-Vamos… díganme algo…

-Solo porque eres mi hermanastro preferido… Rachel estará acá una semana, y pregunto si tú estarías por aquí también.

-¿Si estaría como para no toparse conmigo? ¿O si estaría como para toparse conmigo?

-¿Tu qué crees?

-¿Después de nuestra última conversación?

-¿Que ocurrió entre ustedes ahora?

-Nada… es decir, ya sabes, lo de siempre.

-¿Hasta cuándo van a seguir con este jueguito del gato y el ratón? ¿Por qué no simplemente lo intentan de nuevo de una vez?-pregunto Blaine dejándose caer sobre el sofá.

-Porque ella sigue en NY y yo estoy acá… nunca funcionaria.

-Nosotros lo logramos…

-Pero ahora Blaine esta en NY, no es como si yo pudiese irme dentro de un año o dos…

-Ambos se quieren, a mi parecer eso es más que suficiente-concluyo Kurt caminando hacia la cocina.

-¿Donde esta papa y Carole?

-Fueron de compras-dijo algo desanimado Finn sentándose junto a Blaine.

-¿Aun sabiendo que llegaríamos?

-Se supone que llegarían un poco más tarde, por eso me dejaron aquí… si llamaban yo tenía que avisarles para que se dieran prisa, pero al final yo los recibo oficialmente.

Apenas media hora más tarde Burt y Carole estaban de vuelta.

-Llegaron las visitas-dijo Kurt abriéndole la puerta a su padre y recibiendo algunas de las bolsas.

-¡Hijo!-grito el hombre entrando a la casa y dejando pasar a su esposa quien era recibida por Blaine.

-Papa, no sabes cuánto te extrañe-dijo Kurt abrazándolo con fuerza.

-¿Donde esta Finn?-pregunto Carole por sobre el hombro de Blaine-Cariño, por qué no estas ayudándonos en lugar de estar mirando como Kurt y Blaine hacen todo.

-¡Pero si yo también estoy de visita! ¿Por qué tengo que hacer todo?

-Porque tú puedes venir más seguido, los muchachos viven en NY.

-Claro…un día me iré a NY y tendrán que atenderme también-refunfuño Finn tomando todas las bolsas que estaban en el suelo y llevándolas sin mayor esfuerzo hacia la cocina.

-Si un día te vas a NY alguien podría darte alojamiento sin problemas-soltó entre risas Kurt mientras saludaba a su madrastra.

-¿Tú crees?-se devolvió a preguntar Finn asomando apenas su cabeza a través del umbral de la puerta.

-Tenlo por seguro.

-¿No están hablando de ustedes o sí?-dijo perspicaz el muchacho arqueando una ceja.

-Claro que no, ¿por qué querría tenerte a ti en nuestra casa?

-Porque eres mi hermanito pequeño y sé que me adoras-respondió corriendo nuevamente hacia la sala y alzando al castaño unos pocos centímetros del suelo en medio de un abrazo.

-¡Finn! ¡Vas a quebrarme una costilla!-reclamo.

-Basta de juegos ustedes dos, Kurt ayuda a Carole a ordenar las cosas que compramos, Finn lleva las cosas de Kurt y Blaine a la habitación y tu Anderson… tú puedes encender el televisor y ver el partido conmigo-termino por decir quitándose la gorra y dejándose caer sobre el sofá.

-¿Por qué él puede ver el futbol y yo no?-pregunto Finn comportándose como un niño de cinco años.

-Porque ustedes dos siguen siendo nuestros hijos, así que puedo enviarlos a hacer lo que yo quiera, y Blaine tiene ciertos privilegios aun…privilegios que por cierto perderá cuando se comprometa oficialmente con Kurt.

-¡Papa!-grito el castaño desde la cocina.-Te estoy escuchando.

-¡Qué bueno!-le grito de vuelta riendo-¿Acaso nunca piensan formalizar Anderson?-dijo tan tranquilo como si acabase de preguntar por el clima.

Blaine abrió la boca pero ningún sonido salía, podía sentir como su rostro comenzaba a enrojecer, no sabía muy bien si se debía a la vergüenza por la directa interrogación de Burt o porque había olvidado como respirar.

-Déjalo tranquilo papa, aun somos jóvenes para pensar en esas cosas, ¿no es así Blaine?

El moreno solo asintió desviando su mirada entre Burt y Kurt y pestañeando con rapidez un par de veces.

-Ok…-dijo el mayor de los Hummel tomando el control remoto y encendiendo el televisor.

Unos minutos más tarde Blaine sintió que se recobraba de la sorpresa, el oxígeno por fin estaba llegando nuevamente a su cerebro.

-S-Señor…-balbuceo temiendo que en cualquier momento el aire comenzara a escasear.  

-Blaine, que hemos hablado…

-P-Perdón...Burt.

-¿Si?-dijo sin despegar la vista del televisor, Blaine agradeció este gesto, sentía mucha más tranquilidad sin tener la mirada curiosa de su suegro sobre él.

-Con respecto a eso… a lo que usted dijo…

-He dicho muchas cosas Anderson, se mas especifico-disfruto diciendo Burt teniendo pleno conocimiento de a que se refería Blaine.

-Bueno, acerca de formalizar con Kurt…

-Pensé que eran muy jóvenes para pensar en eso…

-En realidad, somos jóvenes para casarnos, pero no para pensar en aquello, yo solo quería que usted tuviese claro que amo a Kurt más que nada, y que realmente espero que el acepte algún día casarse conmigo…-lo último fue casi un susurro

-¿Esperas que el acepte casarse contigo? ¿Me hablas en serio Anderson?

-Y-Yo... claro, eso es lo que más deseo…-Blaine sintió un poco de temor, ¿acaso Burt pensaba que Kurt no lo aceptaría?

-Blaine, yo no quiero apresurarlos en nada, es cierto que son jóvenes para tomar una decisión así de importante, aún tiene mucho que aprender y disfrutar antes de ponerse serios…

-Lo nuestro es completamente serio-interrumpió el moreno.

-Lo se Blaine.

-¿Usted cree que algún día el me acepte?

-¿De verdad estas preguntándome eso a mí? ¿No deberías preguntárselo a mi hijo?-dijo divertido Hummel.

-Usted es su padre, es quien más lo conoce.

-¿Has visto cómo te mira el muchacho?-pregunto seriamente el hombre -Cuando Kurt era un niño…él era realmente feliz, tu sabes, como todos los niños, en casa tenía todo lo que necesitaba, vivía en esta pequeña burbuja en donde podíamos protegerlo de todo-Burt guardo silencio durante unos segundos como perdido en un recuerdo que de repente lleno su mente.

-Luego su madre murió y las cosas se pusieron un poco difíciles para él, tú conoces la historia acerca del acoso escolar… pero desde que tu apareciste, el volvió a ser ese niño alegre y vibrante, son los mismos ojos que veía cuando era un pequeñito.

-Entonces usted cree…

-No creo, te aseguro que si mi muchacho piensa casarse algún día con alguien, ese alguien serás tu Blaine, así que más te vale que te comportes.

-Claro señor…

-Así me gusta, ahora déjame ver el partido antes de que nos llamen a comer.

-Sí.

Eran cerca de las 9.30 pm y todas las luces de la casa Hummel-Hudson estaban apagadas.

-¿Es extraño estar en la cama tan temprano no es así?-dijo Blaine acomodándose entre las sabanas y acariciando la espalda de Kurt quien estaba cómodamente apoyado sobre su pecho.

-Me gusta estar aquí, todo parece tan tranquilo y silencioso.

-Comparado con NY todos los lugares son tranquilos y silenciosos.

-Eso es cierto…

-Escuche tu charla con papa-susurro el castaño acariciando el pecho de su novio apenas rozándolo.

Blaine guardo silencio esperando algún comentario acerca de lo inapropiado de hablar de matrimonio con su padre.

-Yo si quiero casarme contigo-musito Kurt  acomodándose para poder mirar a Blaine a los ojos.

-¿Hablas en serio?-pregunto con un poco de duda y una mirada seria.

-Quiero saber, ¿por qué tú crees que yo no querría…?

-Porque no soy todo lo que tu mereces.

-¿Hasta cuando vas a seguir pensando eso Blaine? papá te lo dijo, tú me haces feliz.

-¿Y es eso suficiente?

-Para mí lo es.

Kurt volvió a acomodarse en el pecho de Blaine respirando su olor profundamente y esperando que el menor entendiera lo sinceras que eran sus palabras.

-No sabes cuánto te amo-le dijo el moreno dejando un pequeño beso sobre el cabello del otro muchacho.

-El que ya sepas la respuesta no quiere decir que un día tendrás que hacerme la pregunta, ¿está claro?

-Lo propondré como lo mereces.

-Más te vale. Por cierto… eres muy valiente, no es sencillo decirle a un padre que te quieres casar con su hijo-bromeo aferrándose fuertemente a la cintura del moreno y sintiendo que cualquier cosa podría ocurrir, Blaine siempre estaría ahí para protegerlo.

Los días pasaron rápidamente, y ya era hora de visitar a los padres de Blaine.

-¿Estoy bien así?-pregunto Kurt sacudiendo por milésima vez su chaqueta detenido a un costado del auto que Burt les había facilitado para que se movilizaran durante esos días.

-¿Por qué tan nervioso? No es como si fuese la primera vez que venimos a visitarlos.

-¿Y si me preguntan cuándo nos casaremos? Quiero parecer serio y correcto-hablo con toda propiedad el castaño mirando su reflejo es sus brillantes zapatos.

-¿Estas bromeando no es así?-pregunto Blaine frunciendo el ceño y metiendo sus manos en los bolsillos.

-Kurt Hummel nunca bromea con este tipo de cosas.

-¿De verdad crees que te preguntaran eso?

-Blaine, conozco a mi papa desde siempre y a él no se le ocurren ese tipo de cosas de la nada, ¿qué tal si estuvo hablando con tu papa? Ellos son muy tradicionales, por así decirlo.

Blaine sonrió y ofreció uno de sus brazos a Kurt quien gustoso lo acepto y dio un fuerte suspiro.

-Bueno, si llegasen a preguntar, diremos la verdad, deseamos casarnos, pero aún no es el momento, ¿no es así?

-Sí, primero tendremos un lugar donde vivir, terminaremos de estudiar y…

-Disfrutaremos de nuestra juventud en NY.

-Blaine, de todas formas no quiero casarme a los 40 años…-aclaró Kurt pensando en que pareciera que ambos estuviesen viendo su matrimonio dentro de 20 años más.

-Lo se…

-Fue solo para que lo tuvieses en consideración.

Blaine se detuvo apenas a unos pasos de la puerta, como si acabase de notar algo importante.

-Kurt…

-¿Si?

-¿No te parece extraño estar hablando de esto?

-¿A qué te refieres?

-A que pareciese que ha pasado tanto tiempo, y yo aún siento que no he tenido suficiente de ti.

-Ojalá que sigas pensando así, tengo todo nuestro futuro planeado, espero que no me dejes con todos esos planes a medio terminar.

-¿De verdad has planeado todo?

-Temiendo sonar como un psicópata… comencé a planearlo desde el día en que te conocí.

-¿Que hacen ustedes dos ahí afuera?-pregunto el papá de Blaine abriendo la puerta de la entrada.-¿Acaso no pensaban llamar?

-Papa…

-Ya estábamos preocupándonos porque no llegaban-hablo el hombre abriéndoles paso para que entraran.

-¿Cómo han estado?-dijo saludando a Blaine y luego a Kurt con un abrazo.

-Muy bien, gracias…-dijeron al unísono los dos jóvenes.

-¿Donde esta mama?

-No lo creerás… en la cocina

-¿Mama cocinando?

-¡Puedo oírte jovencito!-grito Elizabeth desde la cocina.

-Perdón, pero debes aceptar que esto es extraño-bromeo al ver a su medre dando vueltas por la cocina como si fuese una experta.

-Bueno, he estado tomando clases desde que te fuiste…

-¿Por qué no lo intentaste antes? Me hubiese gustado mucho tener una madre cocinera.

-Ahora podremos recuperar el tiempo perdido-dijo triunfante la mujer yendo a saludar a su pequeño y a su novio.

-Gracias por las recetas Kurt…-hablo Elizabeth dándole un pequeño apretón en las mejillas al castaño quien sonriente la observaba.

-¿Tu sabias de esto?-pregunto Blaine a su novio alzando una ceja y apuntando en todas direcciones.

-Claro que sí, ¿quién crees que me ha estado enviando secretos culinarios durante todo este tiempo?-dijo Elizabeth como si fuese lo más obvio del mundo.

-Incluso le recomendó un par de libros-agrego el Señor Anderson.

-Así que todos sabían menos yo…-concluyo Blaine haciendo una mueca de enojo y cruzándose de brazos mientras observaba los rostros divertidos de sus padres y novio.

-Creo que si…-se excusó Kurt alzando sus hombros.

La conversación concluyo cuando todos fueron llamados a la mesa, las clases de Elizabeth definitivamente habían tenido sus frutos, todo había estado delicioso, especialmente el postre según Blaine, receta que Elizabeth obtuvo del mismo Kurt, al parecer era algo que había aprendido de su propia madre.

-Ok… creo que tenemos nuestra primera receta familiar-dijo William saboreando la última cucharada del dulce.

-Me encantan las tradiciones…

-Me encantan las tradiciones familiares…-dijo la madre del moreno comenzando a recoger todo.

-Hablando de familia…-dijo William levantándose de la mesa e invitando a Kurt y a Blaine a pasar a la sala.

-Aquí viene…-susurro Kurt dándole una mirada a Blaine.

-Señor…-dijo sin siquiera esperar llegar a la sala.

-Kurt, Blaine hay algo que quería…

-Sabemos de qué se trata William, y quiero decirle que Blaine y yo tenemos planes de casarnos, pero…-Kurt se detuvo en seco cuando vio el rostro del padre de Blaine, una extraña mezcla de confusión y algo que ninguno de los muchachos pudo descifrar realmente.

Blaine sintió como todos sus miedos volvían, ¿y si su padre se oponía? Realmente las cosas habían cambiado en aquél hombre desde todo lo que había ocurrido tiempo atrás, pero podría volver a cambiar de opinión ¿no es así?

-Papa, cualquier crítica u opinión en contra de esto, puedes guardártela, nosotros hemos hablado y…

-¿Ustedes piensan casarse?-soltó el hombre apoyándose contra el respaldo de uno de los sofá de la habitación.

-N-Nosotros…-susurro Kurt tomando valor y garrando firmemente la mano de Blaine.

-Nosotros tenemos planes, y ya se lo dijimos a papa, lo que ustedes hayan hablado esta aclarado, nuestros planes…

-Espera un segundo…-intervino William negando con la mano que mantenía libre.-Yo hable con tu padre efectivamente, pero nada acerca de un matrimonio o algo parecido.

-¿A no?-dijo confundido el castaño.

-¿De qué hablan? ¿Ya les diste la sorpresa?-interrumpió Elizabeth perdiendo la sonrisa con la que había entrado en la sala al ver los rostros confundidos de su esposo, hijo y yerno.

-Los muchachos se van a casar…-musito el señor Anderson mirando a su esposa.

-¡Que!-exclamo Elizabeth mirando los rostros de todos.

-¡No, no, no….!-negaron ambos muchachos asustados.

-¿Como que no se casaran?

-Es decir, si nos casaremos, algún día, esperamos, pero no ahora ya, o en los próximos meses.

-Sí, será después, en un tiempo…-intento aclarar Blaine moviendo sus manos como si se transportara en el tiempo a un futuro lejano.

-Dios, sentí que me iba a dar un ataque cardiaco-dijo en medio de un jadeo William Anderson antes de sentarse.

-Papa… sea como sea, un día nos vamos a casar, y si tú no estás de acuerdo…

-¿Que dices? ¿Por qué no estaría de acuerdo? Claro que estoy de acuerdo-se defendió el hombre- Es solo que son…

-Tan jóvenes-termino la frase Elizabeth sonriéndoles.

-Exactamente-afirmo Kurt intentando tranquilizarlos a todos.

-¿Por qué creyeron que iba a hablarles de eso?-pregunto William observando curioso a los dos jóvenes que parecían haberse relajado un poco.

-Mi papa… él se lo pregunto a Blaine, y yo creí que tal vez… ustedes…

-¿Creíste que nosotros queríamos que ustedes se casaran ahora?-pregunto el hombre intentando que no sonara como si fuese algo que no deseara.

-Bueno, ustedes son tan… ¿tradicionales?, y…

-Créeme hijo-hablo dirigiéndose a Kurt- Desde hace un tiempo lo “tradicional” ha quedado de lado en esta casa, ahora solo  dejamos que las cosas tomen su rumbo natural.

-Entonces ustedes…

-No cariño-intervino la madre de Blaine.-Nosotros hablamos con Burt, porque queríamos hacerles un regalo “Familiar”.

-Ohh… -susurro Kurt alargando el sonido como si en su cabeza todo comenzara a tomar forma-A eso se refería con eso de “Hablando de familia”

-Claro que si…

-Siento mucho todo esto-se disculpó Kurt tomándose del brazo de Blaine y volviendo a respirar con tranquilidad.

-No hay problema-rio William-Aunque fue divertido ver sus caras. Por cierto Blaine, no me gusta eso de que hayas pensado que me iba a oponer.

-Lo siento papa, es solo…ya sabes, tenemos una historia…

-Que es parte del pasado-dijo William-Solo quiero que seas feliz, y se perfectamente que eso incluye casarte con Kurt…. Algún día, en el futuro…cuando ambos sean mayores-hablo volviendo a sentir que todo se venía encima.

Los muchachos afirmaron en medio de miradas cómplices, sintiéndose realmente bobos con todas las historias que ellos mismos habían terminado creando en sus mentes.

-Bueno, pero si todo esto no era por un posible matrimonio… ¿cuál era el asunto familiar” del que querías hablar?

-Oh… cierto-dijo William poniéndose de pie y caminando hacia uno de los muebles que decoraban la sala.

-Esto-volvió a hablar con una pequeña cajita entre sus manos.

-¿Qué es eso?

-Ábranlo-motivo pasándoles la cajita color gris.

-Supongo que no es un anillo que ha estado en la familia durante milenios…-pregunto Blaine riendo.

-¿Cómo adivinaste?-bromeo Elizabeth siguiendo a su hijo.

-Vamos, déjame ver-apresuro Kurt quitando la cajita de las manos de su novio y abriéndola rápidamente.

-¿Q-Qué… que se supone que es esto?-balbuceo el castaño abriendo los ojos como plato y mirando a su novio y a sus suegros

-Es de lo que estuve hablando con tu papa Kurt… viven en NY, ambos tuvieron que dejar sus autos aquí cuando se mudaron…y como no quisieron aceptar un departamento como regalo… pensamos que un auto sería algo no tan caro y que podría servirles de mucho.

-P-Pero… papa.

-No digan nada, es un regalo de Burt, Carole, Elizabeth y yo, y no pueden devolverlo ni nada por el estilo.

-¿Y dónde está el auto? Me gustaría verlo-dijo emocionado Kurt tomando la llave y entregándole la caja Blaine, ese auto definitivamente ya tenía un nuevo conductor establecido.

-Llegará a NY dentro de una o dos semanas, cuando ustedes estén allá -sonrió William viendo el rostro de Kurt.-Por cierto, déjame tomarte una foto-hablo el hombre buscando su teléfono.

-¿Una foto?

-Burt me hizo prometerlo, el no pudo estar aquí para entregarlo, pero sabía que estarías muy feliz de tener un nuevo “Bebe” y quería ver tu cara.

Kurt alzo las llaves dándole su mejor sonrisa.

Sus merecidas semanas de vacaciones estaban ya por finalizar, el calor en NY era abrumador y las calles se habían llenado de turistas, el aire acondicionado nuevamente estaba fallando y Blaine yacía tenido como una hoja de papel seca pegado a un ventilador mientras Kurt preparaba algo de limonada.

Hola  todos! disculpen la tardanza, he pasado poco por el foro, perdón pero he tenido una semana realmente ajetreada....
Primero que todo! Estoy muy contenta por los votos para esta historia, deben saber que amo Klaine con todo mi corazón, y amo escribir una historia de ellos, me hace realmente feliz que les guste, de verdad gracias!!!! Hoy es un día especial, porque Klaine cumple 3 años desde que comenzó, esa primera mirada en la escalera de Dalton, Teenage Dream. Simplemente un día mágico.
No los aburro mas, ahí va un nuevo cap de la historia espero que les guste , comenten :) Klisses para todos!

Capítulo 118

Hola y Adiós a nuestro bebe

Sus merecidas semanas de vacaciones estaban ya por finalizar, el calor en NY era abrumador y las calles se habían llenado de turistas, el aire acondicionado nuevamente estaba fallando y Blaine yacía tenido como una hoja de papel seca pegado a un ventilador mientras Kurt preparaba algo de limonada.

Eran las cinco de la tarde en NY cuando el teléfono de castaño comenzó a sonar.

-¿Bueno?

-¡Hola Kurt!

-¡Papa! ¿Cómo estas, ocurrió algo?

-¿Por qué siempre piensas que nos pasó algo cada vez que llamo?

-No lo sé, ¿soy un hijo preocupado?

-¡Eres pesimista!

-Claro que no, solo me pongo en el peor de los casos para que así la más mínima buena noticia me llene de alegría, ¿eso es ser positivo o no?

-¿Dónde viste eso?

-Televisión por cable…

-Ok… solo llamaba para decirte que dentro de poco llegara su auto.

-¿Dentro de poco? Poco… ¿cuánto? ¿Una hora, dos horas, mañana, cinco minutos, unos tres días?

-Calma, calma-interrumpió Burt riendo.-Una hora a más tardar.

-¡No puede ser!-grito el castaño cubriendo su boca.

-¿Qué ocurre? ¿No están en casa?

-No, Blaine y yo estamos aquí.

-¿Entonces?

-No estoy vestido apropiadamente.

-¿De verdad Kurt? Solo recibirán un auto.

-Un auto nuevo, no le quites méritos a mi auto nuevo.

-No es TU auto nuevo Kurt, es tuyo y de Blaine.

-Es lo mismo…

-Bueno, ustedes arreglaran eso, yo solo quería que lo supieran, recuérdale a Blaine revisar todos los documentos, le envié un mail hace un par de días con todo.

-Ok… él se encargara de eso.

-Perfecto, cuídate hijo, dale mis saludos a Blaine y a las muchachas.

-Claro papa, envíales saludos a todos allá también.

-Y… Kurt…

-¿Si?

-Ese auto no es solo tuyo.

-Lo sé-dijo con voz aburrida.

-Más te vale, adiós.

-Adiós, te quiero-se despido el castaño.

-Y yo a ti pequeño.

Apenas treinta minutos más tarde Kurt salto de su asiento chillando como un loco.

-¡Blaine, nuestro Bebe! ¡Llego nuestro Bebe!

-¿Bebe? ¿Cuándo hicimos un bebe?

-El auto, estoy hablando del auto-respondió corriendo hacia la ventana para ver como acababa de estacionarse frente a su puerta un transporte que traía su hermoso auto nuevo, un deportivo negro que seguramente les había salido muy caro.

-¡Vamos a buscarlo!-dijo el castaño tomando el brazo de Blaine y arrastrándolo hacia la salida.

-¿Señores Hummel y Anderson?-pregunto un hombre de mediana edad.

-Sí, somos nosotros-se apresuró en responder el castaño parándose en puntillas para mirar por sobre el hombro del trabajador.

-Aquí tienen una copia de sus llaves, y aquí hay unos papeles que alguno de ustedes debe firmar-hablo el hombre dirigiéndose a Blaine al notar que definitivamente Kurt no estaba prestándole mayor atención.

El moreno se quedó firmando y revisando las órdenes de compra, el seguro y papeles anexos mientras Kurt ya había corrido a la calle para mirar su nueva adquisición.

-Eres hermoso-decía acariciándolo como a un pequeño cachorrito.

-Prometo cuidarte, nunca te faltara nada, y no dejare que la sucia de Santana coma en tu interior…

-No creo que deberías encariñarte tanto con el-lo asusto Blaine parándose a su lado y acariciando su hombro.

-¿A qué te refieres?-pregunto confundido el mayor colocando sus manos posesivamente sobre el automóvil.

-No había querido decirte, porque estabas tan emocionado…

-Blaine, prometo trabajar horas extras para mantenerlo, por favor-suplico como un niño pequeño al que amenazaban con quitarle a su mascota.

-Kurt, ¿podemos subir a hablar?

-¡No! si lo dejo va a desaparecer ¿no es así?

-Kurt, ¿sabes cuánto vale un auto como este?

-¿Mucho?

-Sí, mucho….

-Pero fue un regalo de nuestros padres, y dijeron que no podíamos devolverlo, no pretendes hacerlos enojar ¿o sí?

-Kurt…

-Blaine…

-Estuve averiguando un par de cosas…

-¿Qué cosas? ¿Cómo deshacerte de mí bebe?

-Kurt, podríamos venderlo y tener un auto más…-dijo intentando buscar las palabras adecuadas.

-¿Corriente?

-No, más económico…

-P-Pero…

-Kurt con el dinero que podamos sacarle y lo que tenemos ahorrado, podríamos arrendar un buen lugar y pagar un par de meses por adelantado…

Kurt guardo silencio, observando con cariño y nostalgia el auto frente a él.

-¿Estás seguro?

-Incluso he estado revisando un par de lugares donde podríamos vivir-sonrió Blaine sabiendo que Kurt realmente deseaba conservar su regalo.

-¿Podemos por lo menos visitar esos lugares que viste en el auto?

-Claro…-rio con dulzura.

-¿Y puedo manejarlo yo?-insistió Kurt haciendo un puchero.

-No se me había pasado por la mente que fuese de otra manera…-susurro mientras pasaba sus brazos por la cintura de su novio.

El castaño dio un largo y profundo suspiro antes de afirmar con suave movimiento de cabeza.

-Está bien, lo venderemos…

-¿Quieres que te muestre los lugares que he visto?-invito apuntando hacia el edificio intentando separar a su novio del automóvil que aun acariciaba.

-Solo si es acompañado de una porción gigante de helado de chocolate… necesito recuperarme de la perdida…

-Vamos Kurt, es solo un auto.

-Ya era parte de mi familia.

-Bueno, gracias a esa perdida, ahora nuestra familia tendrá un hogar-dijo sonriendo de medio lado.

-Siempre sabes cómo consolarme ¿no es así?

Blaine simplemente se encogió de hombros y le dio un pequeño beso en los labios.

-Subamos, mañana podemos ir a ver los lugares y escoges el que más te guste.

-Ok…-dijo algo derrotado para volver al que pronto seria su antiguo departamento.

A la mañana siguiente Kurt despertó con el sol pegando en su rostro.

-Despierta perezoso-dijo el moreno apoyando su peso contra el cuerpo de Kurt quien somnoliento seguía con los ojos cerrados intentando no perder esa conexión con su inconsciente.

-Cinco minutos más….

-Esos cinco minutos más, son cinco minutos menos manejando el auto nuevo y cinco minutos menos para buscar el departamento que será nuestro hogar…

Kurt abrió los ojos de inmediato y una amplia sonrisa se formó en su rostro.

-¿Un departamento para nosotros solos?

-Si, podrás tener tu propio lugar de trabajo si quieres…y escogerás el color de la pintura o el papel tapiz, o lo que quieras usar para decorar-motivó Blaine sabiendo que eso lo animaría.

-¿Y podremos acostarnos a la hora que deseemos y cantar y saltar por todos lados sin que nadie nos diga que están cansadas por tener un extraño trabajo en donde usan una falda diminuta?-pregunto haciendo clara alusión a sus amigas.

-Podrás ir y venir desnudo luego del trabajo si eso es lo que quieres.

-Algo me dice que eso es lo que tú quieres, Blaine Anderson.

-No voy a negar que esa sería una escena maravillosa de observar-respondió coqueto el muchacho metiendo su mano bajo la camiseta de Kurt delineando suaves trazos hacia el comienzo de su pantalón.

-Me convenciste, vamos antes de que se nos haga más tarde.

Ambos salieron del departamento una hora después.

-Es como un gatito-se lamentó Kurt al sentir el sonido del motor de su auto que pronto seria de otro afortunado

-Lo sé, pero podremos tener un gato en casa si quieres, o un pez…

-¿Y un gato y un pez?-dijo con los ojos abiertos llenos de ilusión.

-Creo que esas mascotas son incompatibles, como si quisieras tener un perro y un gato, o un ratón y un elefante…

-¿Un ratón y un elefante?

-Claro, está científicamente comprobado que no se llevan bien…

-¿De dónde sacaste eso?

-Las películas… todo el mundo sabe que los elefantes le temen a los ratones, y créeme, no quieres que tengamos un elefante asustado corriendo por la sala de nuestro departamento.

-Me gusta cómo suena eso…

-¿Qué? ¿Lo del elefante corriendo?

-Eso no tonto, lo de “nuestro departamento”.

-A mí también me gusta cómo suena, por lo mismo, intentemos no crear lazos afectivos con el auto y mejor visitemos nuestro posibles futuros hogares-dijo Blaine revisando en su celular la lista de departamentos que había elegido unos días antes.

-Ya podre crear lazos afectivos con mi gato y mi pez… por cierto, educare a Brian para que no se coma a Dagoberto.

-¿Brian y Dagoberto?

-Sí, nuestro futuro gato y nuestro pez.

-¿Por qué yo no puedo escoger un nombre?

-¿Porque eres pésimo escogiendo nombres?

-¡Yo soy pésimo escogiendo nombres y acabas de llamar Brian a un pez y Dagoberto a un gato!

-Incorrecto, Dagoberto es el pez-corrigió seriamente Kurt dándole una mirada de “tú nunca me escuchas”

-Como sea, quiero cambiar por lo menos uno de esos nombres-exigió el moreno, diciéndole a su novio que en la próxima calle doblara a la derecha.

-Ok… ¿cuál quieres cambiar?

-El pez… ¿Dagoberto?-hablo Blaine pensando seriamente en que ese era un pésimo nombre para un pez.

-Sí, Dagoberto.

-Ok, el pez se llamara Doris.

-¿Doris? ¡Blaine, acabas de nombrar a nuestra mascota igual que a un pez con mala memoria de una película!

-¿Cuál es el problema?

-Tendrá serios conflictos de identidad…

-¿Te das cuenta de que estamos hablando de un pez? No es como si realmente entendiera que le estoy hablando… o siquiera que existe una película donde hay un pez llamado como ella.

-¿Y si es él?

-Kurt, es un pez…no se dará cuenta.

-Entonces no entiendo el problema en que se llame Dagoberto.

-El problema es…Ok, es aquí-se interrumpió a si mismo apuntando hacia un edificio-El problema es-repitió-Que si vamos a tener mascotas, por lo menos merezco bautizar a una de ellas, es lo justo-termino de decir bajando del auto.

Ya eran pasadas las cinco de la tarde y Kurt aun no podía decidir,  siempre había algo que amaba y algo que odiaba de cada lugar y Blaine comenzaba a perder las esperanzas.

-¿Por qué no vamos a ese lugar que tienes marcado?-pregunto Kurt aburrido ya de escuchar tanto discurso de los dueños de los departamentos intentando convencerlos de que su propiedad era la mejor opción.

-Se excede un poco de nuestro presupuesto…

-¿Pero podemos ir a verlo? Aun podemos esperar un tiempo, o tal vez no comprar un auto “económico” y con eso…

-No te hagas ilusiones, creo que ni con lo del auto “no comprado” nos alcanzaría.

-De toda formas es el último que nos queda, ¿solo para verlo si?-dijo el castaño haciendo un puchero.

-Sabes que no puedo resistirme a eso-regaño tomando el labio inferior de Kurt entre sus dedos y tirando de él.-Es trampa-dijo riendo.

-Bueno, de algo que sirvan mis encantos…-presumió subiendo nuevamente al auto que hasta ahora había sido sin duda lo mejor de su jornada, sin contar lo besos que su novio le había robado por supuesto.

Cinco minutos más tarde ambos muchachos se encontraban en un ascensor subiendo hasta el piso diez.

-¿Que tan caro es?-pregunto Kurt guardando la esperanza de que tal vez algo podrían hacer.

Otros quince minutos más tarde Kurt y Blaine salían del más perfecto departamento en la historia de los departamentos según Kurt.

-Era perfecto…-se lamentó el castaño.

-Y muy costoso.

-Demasiado…

-Lo siento, no debí traerte aquí Kurt, ahora nada de lo que pueda ofrecerte será suficiente-murmuro Blaine caminando hacia el auto.

-De que hablas… me gustaron varios de los departamentos que vimos antes…

-No tienes por qué mentir, ninguno te gusto como este.

-Ok... pero te propongo algo…

-¿Que cosa?

-Arrendaremos uno de los departamentos que me gustaron…

-¿Te gustaron?

-Si, tal vez no tanto como el último, pero algunos tienen su encanto.

-Ok…

-Bueno, lo arrendaremos y dentro de un tiempo cuando ambos nos graduemos y seamos millonarios tendremos el departamento que queramos.

-Kurt…

-Promételo-dijo el castaño seriamente tomando las manos de su novio.

-De verdad me gustaría poder darte el departamento que deseas.

-Yo no deseo un departamento Blaine, solo quiero un hogar, y ese lugar esta donde tu estés, aunque sea pequeño y con una pésima vista, de hecho, de no ser porque realmente quiero más privacidad, no me importaría quedarme con las muchachas durante más tiempo.

-¿Hablas en serio?

-Claro que sí, lo único que necesito es una habitación donde poner nuestra cama, y cortinas.

-¿Cortinas?

-Claro, ¿cómo crees que andaré desnudo cada mañana sin que los vecinos se escandalicen?-bromeo Kurt haciendo arrancar el automóvil.

-Te prometo las mejores cortinas entonces… y prometo también que dentro de poco, te daré el departamento que tú quieras.

-Entonces Blaine Anderson, creo que tenemos un trato que cerrar-dijo acercándose y sosteniendo la barbilla de su novio para besarlo.

-Me gusta cerrar tratos así…-sonrió sobre los labios del castaño al sentir el suave roce contra ellos.

-Más te vale que no haber cerrado así el trato con el tipo de la automotora.

… Una semana después…

-Aquí tiene las llaves-dijo Kurt sin querer soltar realmente el agarre.

-Kurt, por favor-replico Blaine sonriéndole incomodo al hombre canoso que se había convertido en el nuevo dueño del automóvil que sus padres les habían regalado.

-¿Lo cuidará bien no es así?

-Claro muchachito, como a un hijo…

-Creo que será mejor que nos vayamos-finalizo por decir el moreno tomando la cintura de Kurt  e intentando arrastrarlo lejos del perímetro del automóvil.

-¿Crees que me extrañe?-pregunto Kurt dándole una última mirada a su ex-bebe.

-Kurt, es un auto…

-Era mi…digo, nuestro auto….

-Lo sé-rio Blaine acariciando la espalda de su novio que de verdad parecía afectado.-Pero mira, ya no tenemos auto, pero tenemos esto-señalo colocando en sus manos el cheque que el hombre le había entregado apenas unos minutos atrás.

-Es mucho dinero-alcanzo a decir Kurt al ver la abultada cifra en la esquina superior del papel.

-Así es, y con esto podremos ir al departamento que elegiste y pagar un par de meses de arriendo.

-¿Que estamos esperando entonces?-hablo el castaño tomándose del brazo de novio